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SUMAK KAWSAY El "Buen Vivir" toma su terminología Sumak Kawsay de la cosmovisión ancestral kichwa de la vida. Según sus proponentes está presente de forma similar entre los aymará como suma qamaña y entre los guaraníes como teko porâ o teko kavi. En su significado quechua original, sumak hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que kawsay significa "vida", una vida digna, en plenitud. El "sumak kawsay" ancestral considera a las personas como un elemento de la Pachamama o "Madre Tierra" (madre mundo). Así, a diferencia de otros paradigmas , el buen vivir moderno, inspirado en la tradición indígena, buscaría el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades ("tomar solo lo necesario" con vocación para perdurar), sobre el mero crecimiento económico. Sin embargo varios académicos críticos, como Ileana Almeida, Luis Tuaza, y Andrés Ortiz Lemos, han planteado que el concepto de sumak kawsay no corresponde a una propuesta indígena ancestral sino que es una estrategia discursiva creada para legitimar el proyecto político de Rafael Correa. 1 Índice [ocultar ] 1 Influencia en la legislación de Ecuador 2 Referencias 3 Enlaces externos 4 Bibliografía Influencia en la legislación de Ecuador[editar ] El concepto del vivir ha tenido una importante influencia en el espíritu y la redacción de las nuevas constituciones de Ecuador (2008) y de Bolivia (2009). Además, ha permitido el desarrollo de nuevas leyes y de conceptos como el de Derechos de la Madre Naturaleza. El buen vivir, es la satisfacción plena de las necesidades básicas de toda la población, es decir dotarle de todo aquello que fue negado en los gobiernos excluyentes y neoliberales. El buen vivir, un término que

Sumak Kawsay - Buen Vivir

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SUMAK KAWSAY

El "Buen Vivir" toma su terminología Sumak Kawsay de la cosmovisión ancestral kichwa de la

vida. Según sus proponentes está presente de forma similar entre los aymarácomo suma

qamaña y entre los guaraníes como teko porâ o teko kavi. En su significado quechua

original, sumak hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras

que kawsay significa "vida", una vida digna, en plenitud. El "sumak kawsay" ancestral

considera a las personas como un elemento de la Pachamama o "Madre Tierra" (madre

mundo). Así, a diferencia de otros paradigmas, el buen vivir moderno, inspirado en la tradición

indígena, buscaría el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades ("tomar

solo lo necesario" con vocación para perdurar), sobre el mero crecimiento económico. Sin

embargo varios académicos críticos, como Ileana Almeida, Luis Tuaza, y Andrés Ortiz Lemos,

han planteado que el concepto de sumak kawsay no corresponde a una propuesta indígena

ancestral sino que es una estrategia discursiva creada para legitimar el proyecto político de

Rafael Correa.1

Índice

  [ocultar] 

1 Influencia en la legislación de Ecuador

2 Referencias

3 Enlaces externos

4 Bibliografía

Influencia en la legislación de Ecuador[editar]

El concepto del vivir ha tenido una importante influencia en el espíritu y la redacción de las

nuevas constituciones de Ecuador (2008) y de Bolivia (2009). Además, ha permitido el

desarrollo de nuevas leyes y de conceptos como el de Derechos de la Madre Naturaleza. El

buen vivir, es la satisfacción plena de las necesidades básicas de toda la población, es decir

dotarle de todo aquello que fue negado en los gobiernos excluyentes y neoliberales. El buen

vivir, un término que nos hace meditar y pensar, que el Gobierno se preocupa por el bienestar

de su gente, de las comunidades, campesinos, trabajadores, maestros, entre otros.

Proporcionándoles, en primer lugar, seguridad laboral, fuentes de trabajo para los

desempleados y subempleados, salario justo para los albañiles, empleadas domésticas y los

demás sectores que han sido excluidos de percibir una justa remuneración, que no les permite

ni siquiera tener un acceso digno a la alimentación, peor a la salud, educación, vivienda,

vestido etc. Poniéndolo a cientos de kilómetros del “buen vivir”. El buen vivir no puede

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enmarcarse en un simple discurso teórico, lírico, rígido, demagógico, enmarcado en

postulados estricta y fríamente teóricos.

La constitución ecuatoriana incorpora los principios del buen vivir o Sumak Kawsay en sus

artículos 275° a 278° (Título VI: Régimen de Desarrollo), donde especifica que: "El Buen Vivir

requerirá que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades gocen efectivamente de

sus derechos, y ejerzan responsabilidades en el marco de la interculturalidad, del respeto a

sus diversidades, y de la convivencia armónica con la naturaleza".2

De acuerdo con el Plan Nacional del Buen Vivir para la República del Ecuador (2009-

2013),3 los elementos que lo constituyen son:

1. la satisfacción de las necesidades.

2. calidad de vida.

3. muerte digna.

4. amar y ser amado.

5. florecimiento saludable de todos en armonía con la naturaleza.

6. prolongación indefinida de las culturas.

7. tiempo libre para la contemplación.

8. la emancipación y ampliación de las libertades, capacidades y potencialidades.

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La Secretaría Nacional de Desarrollo (SENPLADES), organismo que mantiene un seguimiento programático y de cierta manera también conceptual sobre el

sumak kawsay

en el Ecuador, lo concibe como un aporte de las culturas ancestrales andinas que va más allá de las nociones de progreso, modernización y crecimiento económico. En tal sentido:

El Buen vivir es una apuesta de cambio que se construye continuamente desde reivindicaciones de los actores sociales de América Latina durante las últimas décadas por reforzar la necesidad de una visión más amplia, la cual supere los estrechos márgenes cuantitativos del economicismo, que permita la aplicación de un nuevo modelo económico cuyo fin no sea los procesos de acumulación material, mecanicista e interminable de bienes, sino que incorpore a los actores que históricamente han sido excluidos de las lógicas del mercado capitalista, así como aquellas formas de producción y reproducción que se fundamentan en principios diferentes a dicha lógica de mercado. Así mismo, el Buen vivir, se construye desde las posiciones que reivindican la revisión y reinterpretación de la relación entre la naturaleza y los seres humanos, es decir, desde el tránsito del actual antropocentrismo al biopluralismo (Guimaraes citado en Acosta, 2008), en tanto la actividad humana debe realizar un uso de los recursos naturales adaptado a la generación (regeneración) natural de los mismos (SENPLADES, 2009: 24)

Hasta aquí la parte más o menos consensuada sobre el concepto del

sumak kawsay

, que finalmente se traduciría como buen vivir, vivir en armonía o vivir en equilibrio, todo lo cual lleva implícito la oposición a las formas de vida occidental. Sin embargo, autores como Oviedo (2011), advierten críticamente sobre una posible contaminación de este concepto por parte del paradigma civilizatorio occidental, en el sentido de que esta traducción del

sumak kawsay

como vivir en armonía o vivir en equilibrio resulta ser incompleta, pues el

sumak kawsay

es todo a la vez: la convivencia entre diversos, la conciencia plena y la cultura amplia de la vida y no solo el ser humano.

2

En definitiva, los postulados ancestrales andinos que alimentan directamente al SK se basan en un conjunto de principios con una fuerte connotación espiritual en oposición al materialismo y con una visión holística, en oposición a los enfoques economicistas. No se trata de una propuesta cerrada y circunscrita exclusivamente por y para los pueblos y nacionalidades indígenas, sino más bien tiene una pretensión de aplicación universal en tanto se lo entienda como un paradigma

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alternativo y crítico de los postulados y principios del capitalismo y de su sustento moderno-racionalista.

2

Lo que en realidad le preocupa a Oviedo (2011) es evitar la confusión entre buen vivir y vivir mejor, pues este último nos conduciría nuevamente al paradigma de vida occidental y capitalista. A nuestro entender, este aspecto es trascedente pues se abre el debate sobre el sentido anticapitalista o no del

sumak kawsay

.

Recuadro 1: Principales rasgos teóricos del SK

Fuente: Elaboración propia

DIMENSIONES CARACTERISTICAS

Concepción sobre el desarrollo

Reniega del concepto de desarrollo.

Desmaterializa la idea del bienestar,centralidad de la naturaleza, austeridad y aprovechamiento de recursos locales(Gudynas, 2011a, 2009b, 2004; Unceta, 2010). Otra forma de vida, relaciónarmoniosa entre los seres humanos para convivencia colectiva entre sí y con lanaturaleza (Huanacuni, 2010)

Concepción del subdesarrollo

No existe subdesarrollo como situaciónque luego deviene endesarrollo ni comoausencia de desarrollo. Se vive bien o se vive mal. Los pueblos sufren de unmaldesarrollo (Tortosa, 2011; Acosta, 2010 y 2009c)

Variable clave de otro desarrollo

Multifactorial:

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Importancia de saberes tradicionales y técnicas locales;diversidad en las formas organizativas de la producción; identidad cultural; lanaturaleza goza de derechos (Escobar, 2010).

Estrategia política para otro desarrollo

Participación directa y autogestión. Construcción de diálogos multiculturales(Acosta, 2010 y 2009a, 2009c; Escobar, 2010). Construcción del EstadoPlurinacional

Proceso para otro desarrollo

Reinvindicación de cosmovisiones indígenas; cambios en prioridades de laEconomía; convivencia sin miseria (Acosta, 2010 y 2009c)

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Page 8: Sumak Kawsay - Buen Vivir

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, Quito, SENPLADES.

¿Qué es el Buen Vivir?

Viernes, 08 de Mayo de 2015 

Margot Bremer rscj

Hoy el término de Buen Vivir está en boca de todos, de manera que ya se está desvirtuando antesque se conozca su verdadero significado. En el internet se anuncia tarjetas de crédito del B.V.,tarjetas de turismo del Buen Vivir. También el partido marxista-leninista, por lo menos en Ecuador,actualiza sus parolas con el B.V. al decir que el B.V. solo se garantiza con la revolución. Tambiénnuestro presidente de la República usó el término del B.V. cuatro veces en su discurso ante laasamblea en la ONU el 21 de septiembre de este año.

¿Qué entonces es el Buen Vivir? Es una propuesta, una utopía, un proyecto diferente de convivenciaque nació hace miles de años en estas tierras de América Latina. No viene de un gobierno moderno, sino de los pueblos originarios de este Continente Abya Yala y ha sido acogido como fundamento ensus nuevas Constituciones políticas, por Ecuador 2008 y por Bolivia 2009, dos países con población mayoritariamente indígena.

2. ¿En qué consiste el Buen Vivir?

a.Los aymara lo llaman Suma Qamañay aquí queremos presentarles la definición del aymara David Choquehuanca ya citado arriba. Suma significa plenitud, excelente, sublime y quamaña vivir, convivir, estar siendo. Para Choquehuanca, el Buen Vivir es una alternativa auténtica de la sociedad actual: En vez de competir se busca el compartir, en vez de consumir se busca vivir dignamente de lo necesario, en vez de acumular individualmente se busca una justa repartición y distribución del bien común. Se busca un Buen Vivir para todos en vez de un vivir mejor de algunos. Se basa en códigos antiquísimos de las culturas andinas  que dicen: no robes, no seas flojo, no mientes, códigos recogidos también en la Constitución Política de Bolivia de 2009.

Además tiene cuatro principios fundamentales: 1. saber escuchar a los seres humanos y a la Madre Tierra, para aprender y cambiar. 2. Saber compartir es saber distribuir la riqueza equitativamente, es saber dar para saber recibir (reciprocidad). 3. Saber vivir en complementariedad, especialmente con la Pacha Mama. 4. Saber alimentarse y festejar en las fiestas verdaderas que sugiere la Madre Tierra con sus ciclos. 5. Saber comunicarse, entrar en diálogo, en donde más que resolver conflictos, reconstruir el equilibrio interrelacional dentro de la comunidad. 6. Saber trabajar, pues trabajar es aprender a crecer, es caminar, aquí se retoma el pensamiento ancestral de considerar el trabajo como felicidad y fiesta.

En síntesis para los aymara el Buen Vivir significa saber vivir armónicamente en comunidad, complementándose mutuamente entre los seres humanos y la naturaleza de la cual forman parte (Agenda l.a.

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p.92). En esta cosmovisión, el centro no es el ser humano (nuestro  antropocentrismo), sino la vida misma; se podría hablar de un “biocentrismo”, y a partir de esta nueva visión cósmica de la vida, deberían ser transformados otros términos más como por ejemplo, “democracia” en “biocracia”, “Derechos Humanos” en “Derechos humanos y derechos de la Naturaleza”, “profeta del pueblo” en “profeta de la Vida” (DA 472), etc.

Es una propuesta global en la cual todo está interrelacionado y en equilibrio. Lo económico no está aislada de las demás áreas de la vida humana ni tiene la máxima prioridad, sino está estrechamente interrelacionada con lo ético, lo espiritual, lo político, lo filosófico, lo social, lo ecológico, lo económico-financiero. Verdaderamente parece una alternativa al sistema actual.

 

b.Los pueblos quechua en Bolivia/kichwa en Ecuador, hablan del Sumak Kawsay ; sumak tiene el mismo sentido que en aymara y kawsay significa vida, ser estando; es decir, se trata del proceso hacia una vida en plenitud, una vida en equilibrio material y espiritual; lo sublime se expresa en la armonía, un equilibrio interior y exterior de la comunidad. El boliviano Fernando Huanacuni insiste mucho en lo procesual del Buen Vivir al declarar que“es el camino y horizonte de la comunidad, alcanzar significa saber vivir y convivir; saber vivir implica estar en armonía consigo mismo, y de ahí sabrá relacionarse y convivir con todas formas de existencia. La sabiduría profunda del Buen Vivir está en el descubrimiento y reconocimiento de que todo está interrelacionado, interconectado e interdependiente” (Agenda l.a.p.24). Vivir Bien o Buen Vivir es vivir en armonía con la naturaleza, en armonía con los ciclos de la vida, en armonía con la historia, reconociendo y colaborando con la llegada de la época actual del Pachakuti, época del reordenamiento de la vida y del cosmos, en armonía con los ritmos de la revitalización de las fuerzas naturales, y con el saber que el deterioro de una especie es el deterioro del conjunto. Esencialmente es el horizonte   de reconstituir la vida, no solamente el poder político, social, jurídico o económico a nivel humano. Para llegar a este horizonte hace falta identificarse como hijos de la Madre Tierra, hijos del cosmos: “somos vida” dice Huanacuni (ibid.).  En nuestro calendario del Buen Vivir 2012 hemos señalado doce valores importantes para el Buen Vivir en la comprensión quechua, a saber: la reciprocidad, solidaridad, complementariedad que se dan y se renuevan constantemente en las interrelaciones entre las diferentes formas de vida, la estrecha vinculación con la Madre Tierra que ya mencionamos para formar no solamente una comunidad humana sino una “comunidad de vida”, otros dicen una “comunidad cósmica”. El equilibrio y la armonía  que se garantiza en la equidad de relaciones y (abolición de las categorías de superior e inferior, del racismo, de privilegios a los poderosos, etc.) Para eso hace falta el reconocimiento de la diversidad existente (la biodiversidad incluye también a la diversidad humana a nivel de culturas, genero, generaciones, profesiones, saberes, etc. que incluye el reconocimiento de la propia especifidad y de los propios límites para abrirse al otro en reciprocidad enriqueciendo y complementando-se mutuamente. Esta forma de convivencia no funciona de manera piramidal jerárquica como la nuestra sino se realiza en una organización circular en una gran interdependencia. Todo eso precisa una gran espiritualidad que sea descentralizada del YO y centralizada en un NOSOTROS incluyente, que abarca toda clase de vida, es un cambio radical de mentalidad, lo contrario de lo que nos quiere imponer el sistema neo-liberal. Implica la reconstitución de toda una cosmovisión y con ella la de la identidad propia.

¿El Buen Vivir es una Alternativa a nuestra sociedad?

Un no indígena como el teólogo indigenista Pablo Suess, de origen alemán pero viviendo en Brasil ya muchas décadas, valora la propuesta del Buen Vivir de los pueblos originarios como auténtica alternativa al “desarrollismo de las economías mundializadas. Lo reconoce como alianza de diferentes culturas y múltiples sectores, dispuestos a construir nuevas relaciones sociales sobre la base de una nueva relación con la naturaleza” (Agenda l.a. p.42). Efectivamente las dos naciones Bolivia y Ecuador, se declaran Estados multinacionales y han tomado el Buen Vivir como fundamento en sus recientes Constituciones políticas (Ecuador 2008 y Bolivia  en 2009).  Esta utopía viene de los países pobres, en ella “resuena la causa universal y la crítica de los que no se conforman con el mundo así como  es”, afirma Pablo Suess (ibid). Efectivamente desde el año 2000 los FSM que convocan a los buscadores de alternativas, especialmente a los movimientos sociales, con el lema “Otro mundo es posible”. En uno de ellos, el de Belém/Amazonía, fin de enero 2009, a partir del gran crash financiero en 2008, se discutía mucho el problema de la crisis en todos los niveles, abarcando a todos mediante el término “crisis civilizatoria” y declarándola en “crisis terminal”, los indígenas de nuestro Continente Latinoamérica, que formaron en este evento una cuarta parte de los participantes, se levantaron diciendo que está era nuestra crisis, no la de ellos, aunque estén profundamente afectados por la misma. Pero ellos iban a compartir con nosotros su proyecto milenario del Buen Vivir. Fue un momento histórico en que después de más de 500 años de colonización ellos nos propusieron una solución a

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nuestros problemas. En este momento se cumplía la palabra de Pa´í Meliá quien hace décadas ya profetizaba que los Indígenas no son nuestro problema sino la solución de nuestros problemas.

“En la historia humana”, dice Pablo Suess, “lo radicalmente nuevo, revolucionario y mesiánico es siempre gestado en la periferia y en las fronteras de los imperios” (Agenda l.a. p.44). El primer desafío para aceptar esta alternativa es reconocer su procedencia: no viene de arriba sino de abajo.

No se trata volver miles de años atrás, al pasado, ni de imitar un modelo de convivencia de las culturas andinas, sino preguntarnos por sus potencialidades hoy día. Para emprender esta tarea transformadora debemos inspirarnos en sus valores humanizantes y humanizadores.

3. El Buen Vivir es para todos y  reaparece en Momento oportuno

Constatamos que el Buen Vivir proviene de un sector marginado de la sociedad latinoamericana, de los indígenas, en concreto los pueblos andinos y se está  haciendo conocido en un momento histórico de gran  crisis. Estamos descubriendo muchas disonancias e incoherencias en nuestra civilización, hay

 

http://www.conapi.org.py/interna.php?id=187

Definiciones

El Buen Vivir / Vivir Bien desde los pueblos indígenas y originarios

El principio Sumak Kawsay (vida en armonía) orienta la interrelación al interior de la

sociedad quichua y de ésta con la naturaleza. Significa vivir en armonía en las relaciones

sociales, es decir entre todos los miembros del ayllu(comunidad) y con otros ayllus de la

comunidad, y entre losayllus y el pueblo runa de Pastaza. Vivir en armonía con la

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naturaleza, con los dioses, y los espíritus protectores de las vidas existentes en la tierra,

los bosques, los ríos y lagunas. Pueblo Kichwa de Pastaza.

El Ñande Reko (modo de ser), expresa una serie de virtudes como la libertad, felicidad, el

festejo en la comunidad, la reciprocidad y el convite. Todas articuladas a la búsqueda de la

tierra sin mal. Pueblo Guaraní.

Vivir Bien para el pueblo Kolla de Argentina, comparte los principios de vida en armonía y

comunidad, el Vivir en comunidad bajo los principios de armonía y equilibrio, crecer con la

naturaleza y no en contra de ella. “El ser humano es tierra que anda” (Huanacuni

Fernando, 2010)

El Shiir Waras (Buen Vivir) se entiende como una paz doméstica y una vida armoniosa,

incluyendo un estado de equilibrio con la Naturaleza. Pueblo Ashuar de Ecuador.

(Bartolomeu Meliá, 2002).

El Balu Wala (Buen Vivir) es el eje filosófico del pensamiento y actuación individual y

colectiva de los pueblos indígenas, implica una relación indisoluble e interdependiente

entre el universo, la naturaleza y la humanidad, donde se configura una base ética y moral

favorable al medio ambiente, el desarrollo y de la sociedad donde se manifiestan y se

hacen necesarios la armonía, el respeto y el equilibrio. Pueblo Kuna de Panamá y

Colombia Descola (1996). “Balu Wala” significa árbol de sal, y se refiere a la preparación

de una nueva relación entre la Madre Tierra y el ser humano; establece relaciones

políticas, económicas, sociales, con respeto y equidad, y fortalece sistemas de

organización dirigidos a la producción comunitaria en el marco del modelo de economía

indígena para mejorar la calidad de vida hacia un Buen Vivir. El Balu Wala se nutre de los

cimientos y el propio conocimiento, se formulan herramientas de trabajo en donde la

comunidad expresa su visión de futuro a partir de la lectura de pasado y su presente, para

mirar hacia el futuro (Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá,

COONAPIP; 2009).

Para el pueblo Tseltal o Tzeltal el Lekil Kuxlejal, es la vida buena, que ya existió y por eso

no es una utopia como un sueño inexistente, sino un concepto que a pesar de haberse

degenerado, puede recuperarse. Su aplicación es el fundamento moral de la vida

cotidiana, e incluye antes de todo, la paz, tanto interna de cada persona, cuanto dentro de

la comunidad y entre hombres y mujeres en la pareja. Cuando la paz está plenamente en

el mundo, la vida es perfección, “este es el tiempo del Lekil Kuxlejalk”. “El contento de la

comunidad se proyecta y se siente en el medio ambiente automáticamente y el ecosistema

feliz hace ligeras y alegres a las personas” (Paoli Antonio, 2003)

Sumak kawsay (vida en armonía – Buen Vivir) en el mundo indígena significa tener una

tierra y un territorio sano y fértil; cultivar lo necesario y de forma diversificada; preservar,

cuidar mantener limpios los ríos, bosques, el aire, montañas; tener un territorio manejado

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colectivamente, una educación en base a valores propios y una comunicación constante;

también implica regirse por un código de ética y el reconocimiento y respeto a los derechos

de los demás; además implica decidir de manera colectiva las prioridades de cada pueblo

o comunidad (Chuji Mónica, 2010).

Sumak Kawsay, es un concepto y práctica fundamental en la vida del sistema comunitario.

Es una vivencia y es el pensamiento que se constituye en el pilar fundamental del proceso

de construcción social del sistema comunitario en AbyaYala (Macas Luis, 2010).

El Suma Qamaña (vivir y convivir bien) es el ideal buscado por el hombre y la mujer

andina, traducido como la plenitud de la vida, el bienestar social, económico y político que

los pueblos anhelan. El desarrollo pleno de los pueblos (Choque Quispe María Eugenia,

2006). Centro de Estudios Multidisciplinarios Aymara, Bolivia.

Suma Qamaña quiere decir el bienestar de tu fuerza interna.

Es parte de la búsqueda de lo propio, basado en la espiritualidad de los pueblos, es el

encuentro con uno mismo. Es ser uno mismo, sin prejuicios ni temores. El Suma Qamaña

es el bienestar interior, sentirte bien contigo mismo y con los demás. Es espiritual. El Suma

Qamaña en el fondo busca la liberación como pueblo, ser uno mismo, con pensamiento y

destino propio. La tarea es cómo construir esto desde la cotidianidad y lo público, la

plenitud del ser aymara, quechua, guaraní y todos los pueblos. Entendemos la cuestión del

Buen Vivir en el marco de lo que es la reconstitución de las autoridades indígenas, es

decir, en el plano de una investigación propia basada en la historia oral. Lo que se hacía,

era que el tema del Buen Vivir, como proceso de bienestar político, económico, social,

cultural lo trabajábamos desde un enfoque de la recuperación de la autoestima, la

identidad porque es parte del ejercicio del Buen Vivir, que es una concepción filosófica

integral de lo que son los derechos fundamentales y colectivos” (Fernando Huanacuni,

2010).

El Qamir Qamaña Qapha (dulzura de ser siendo) se refiere a la riqueza de la vida, tanto en

aspectos materiales como espirituales. La dignificad y bienestar de uno mismo, y el buen

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corazón. La reivindicación de un modelo de vida frente a la imposición colonial de estilos

de desarrollo occidentales. Pablo Mamani Ramírez, 2010. (Citado por Gudynas, 2011).

El Vivir Bien es recuperar la vivencia de nuestros pueblos, recuperar la Cultura de la Vida y

recuperar nuestra vida en completa armonía y respeto mutuo con la madre naturaleza, con

la Pachamama, donde todo es vida, donde todos somos uywas, criados de la naturaleza y

del cosmos. Todos somos parte de la naturaleza y no hay nada separado, y son nuestros

hermanos desde las plantas a los cerros (Choquehuanca, David; 2010).

Vivir Bien es vivir en armonía, vivir con cariño, amor, que no haya problemas, libre, con

tranquilidad y feliz. Pueblo Araona (Huanacuni Fernando, 2010)

La Agenda Indígena Amazónica señala que “volver a la maloca (casa indígena) es retornar

hacia nosotros mismos, es valorar aun más el saber ancestral, la relación armoniosa con el

medio. Es sentir el placer en la danza que enlaza el cuerpo y el espíritu, es proteger

nuestras sabidurías, tecnologías y sitios sagrados. Es sentir que la maloca esta dentro de

cada hijo del sol, del viento, de las aguas, de las rocas, de las árboles, de las estrellas y

del universo. Es no ser un ser individual sino colectivo, viviendo en el tiempo circular del

gran retorno, donde el futuro está siempre atrás, es el porvenir, el presente y el pasado

delante de uno, con las enseñanzas y las lecciones individuales y colectivas del proceso

de vida inmemorial. Volver a la maloca es buscar y rescatar las enseñazas que equilibran

la calidad, en la simplicidad, marca de la existencia sana de nuestros ancestros; es decir

aprovechar de lo que el mundo occidental ofrece sin abandonar valores y prácticas

sociales y culturales propias. Volver a la Malocaes constatar que a pesar de todos los

cambios, este sistema sigue vigente en los pueblos, incluso entre aquellos que viven en los

centros urbanos. Volver a la maloca es entender que no es posible discutir relaciones entre

actores sociales que están presentes en el mercado sin hacer diferencia entre ellos.”

CAOI- OPIAC

El Buen Vivir es un “paradigma comunitario de la cultura de la vida para vivir bien”,

sustentado en una forma de vivir reflejada en una práctica cotidiana de respeto, armonía y

equilibrio con todo lo que existe, comprendiendo que en la vida todo está interconectado,

es interdependiente y está interrelacionado. Coordinadora Andina de Organizaciones

Indígenas , CAOI

La lógica del Sumak Kawsay es la del “Buen Vivir”, la de vivir en un ambiente sano, comer

bien, tener un espacio de vida, una educación acorde a nuestra realidad, salud… todo un

conjunto de esquemas que el ser humano necesita para mantenerse y que genere la vida

de las futuras generaciones. Marlon Santi, ex-presidente de la CONAIE. En la Constitución

de Ecuador, del “Buen Vivir” han incluido el tema de la economía social, pero era muy

difícil hacérselo entender a los asambleístas, para quienes vivir bien es tener un edificio de

50 pisos, 5 carros, viajes a Europa y Nueva York… es decir, el esquema occidental de

“Buen Vivir”; al que no le importa el medio y el entorno, ni si la Naturaleza sigue existiendo

Page 14: Sumak Kawsay - Buen Vivir

o no. Por ello más o menos lo acoplaron en el modelo económico: compartir

equitativamente, respetar a la Madre Tierra… De ahí nace la inclusión de la Madre Tierra

como sujeto de derecho y un capítulo dedicado a los Derechos de la Naturaleza. Marlon

Santi, Presidente de la CONAIE Confederacion de Nacionalidades Indigenas del Ecuador.

Kyme Mogen, para el pueblo mapuche se concibe como una relación permanente con la

naturaleza, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra, Vivir sin violencia, Vivir con afecto

y empatía.

Buen Vivir, desde el pensamiento crítico

El Buen Vivir apunta a una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no soloe para el

individuo. El Buen Vivir supone una visión holística e integradora del ser humano, inmerso

en la gran comunidad terrenal, que incluye además de al ser humano, al aire, el agua, los

suelos, las montañas, los árboles y los animales; es estar en profunda comunión con la

Pachamama (Tierra), con las energías del Universo, y con Dios. El pensamiento del Buen

Vivir se aleja de la preocupación por consumir y acumular. La naturaleza y la comunidad

proporciona todo lo que necesitamos. El Buen Vivir es estar en permanente armonía con

todo, celebrando los ritos sagrados que continuamente renuevan la conexión cósmica y

con Dios. El Buen Vivir nos convida a no consumir más de lo que el ecosistema puede

soportar, a evitar la producción de residuos que no podemos absorber con seguridad y nos

incita a reutilizar y reciclar todo lo que hemos usado. Será un consumo reciclable y frugal.

Entonces no habrá escasez (Boff Leonardo, 2009)

“El Vivir Bien implica el acceso y disfrute de los bienes materiales en armonía con la

naturaleza y las personas. Es la dimensión humana de la realización afectiva y espiritual.

Las personas no viven aisladas, sino en familia y en un entorno social y de la naturaleza.

No se puede Vivir Bien, si se daña la naturaleza” (Xavier Albó, 2010).

Page 15: Sumak Kawsay - Buen Vivir

El Buen Vivir es una concepción de la vida alejada de los parámetros más caros de la

modernidad y el crecimiento económico: el individualismo, la búsqueda del lucro, la

relación costo-beneficio como axiomática social, la utilización de la naturaleza, la relación

estratégica entre seres humanos, la mercantilización total de todas las esferas de la vida

humana, la violencia inherente al egoísmo del consumidor, etc. El Buen Vivir expresa una

relación diferente entre los seres humanos y con su entorno social y natural. El Buen Vivir

incorpora una dimensión humana, ética y holística al relacionamiento de los seres

humanos tanto con su propia historia cuanto con su naturaleza (Pablo Dávalos, 2008).

Recordar el Sumak Kawsai es hacer revivir la “utopía práctica” de las tradiciones indígenas

y originarias, que orientó la ética colectiva y la esperanza del actuar de sus comunidades.

Es el aporte específico que los pueblos originarios de Abya Yala ofrecen a la construcción

de una nueva civilización. Lo hacen con su cosmovisión propia, elemento importante de

una multiculturalidad que puede convertirse en interculturalidad (François Houtart, 2011).

El Buen Vivir, en la constitución

ecuatoriana, tiene que ver con una serie de derechos y garantías sociales, económicas y

ambientales. También está plasmado en los principios orientadores del régimen

económico, que se caracterizan por promover una relación armoniosa entre los seres

humanos individual y colectivamente, así como con la Naturaleza. En esencia busca

construir una economía solidaria, al tiempo que se recuperan varias soberanías como

concepto central de la vida política del país. El Buen Vivir, en tanto régimen de desarrollo

en construcción y como parte inherente de un Estado plurinacional, busca una vida

armónica. Es decir equilibrada entre todos los individuos y las colectividades, con la

sociedad y con la Naturaleza. No se puede olvidar que lo humano se realiza (o debe

realizarse) en comunidad; con y en función de otros seres humanos, sin pretender dominar

a la Naturaleza (Acosta Alberto, 2009).

El Buen Vivir enfrenta la imposición de una cultura globalizada única con la que el

imperialismo viene aplastando culturas y pueblos. El concepto del “Buen Vivir” parte de su

versión indígena ancestral, el“Sumak Kawsay”, que propone medidas de equilibrio y

complementaridad entre los seres humanos tales como la minga, el randi-randi, el cambia-

mano y la integración con la Pacha Mama, la naturaleza tan violentamente agredida por los

Page 16: Sumak Kawsay - Buen Vivir

capitalistas, que anteponen el lucro individual sobre cualquier otro elemento (Isch Edgar,

2008).

El Buen Vivir o Vivir Bien implica una estrecha relación con la tierra, con las “chacras”

(zonas de cultivos) donde florece la vida y el alimento, con el cuidado y la crianza de los

animales, con la fiesta en el trabajo colectivo, en la minga. El sumak kawsay esta asociado

a la vida en comunidad, la vida dulce o vida bonita de los pueblos andinos nos propone un

mundo austero y diverso, en equilibrio con la naturaleza y con el mundo espiritual. El

sumak kawsay o suma qamaña, “nos plantea un nuevo horizonte de vida, nos reta a

armonizar en la realidad nuestras relaciones con la naturaleza. Es decir, construir a partir

de allí un nuevo paradigma civilizatorio que nos lleve a enfrentar las crisis ambiental y

social que sufre la humanidad” (Tatiana Roa, 2009).

La idea del Sumak Kawsay o Suma Qamaña: nace en la periferia social de la periferia

mundial y no contiene los elementos engañosos del desarrollo convencional. Ya no será

cuestión del “derecho al desarrollo” o del principio desarrollista como guía de la actuación

del Estado. Ahora se trata del Buen Vivir de las personas concretas en situaciones

concretas analizadas concretamente, y la idea proviene del vocabulario de pueblos otrora

totalmente marginados, excluidos de la respetabilidad y cuya lengua era considerada

inferior, inculta, incapaz del pensamiento abstracto, primitiva. Ahora su vocabulario entra

en dos constituciones (Tortosa José María, 2009)

http://filosofiadelbuenvivir.com/buen-vivir/definiciones/

j u e v e s , 1 9 d e s e p t i e m b r e d e 2 0 1 3

¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE EL BUEN VIVIR?

El Buen Vivir es esencialmente una propuesta de nuevo paradigma ético civilizatorio, con implicancias políticas, económicas y culturales, que rescata la ancestral experiencia de los pueblos indígenas latinoamericanos, especialmente andinos, y lo re elabora como parte de las respuestas posibles a la actual crisis múltiple, civilizatoria, que la comunidad humana de destino enfrenta hoy debido al agotamiento del todavía hegemónico orden civilizatorio capitalista y sus pilares ideológicos originados en la modernidad europea, globalizada como “universal”. Se trata entonces de una propuesta estrechamente vinculada al pasado ancestral pero también simultáneamente nueva, emergente, como legados que reverdecen para alimentar las búsquedas plurales hacia el futuro.

Page 17: Sumak Kawsay - Buen Vivir

El núcleo fundamental de este paradigma está en un conjunto de regulaciones sociales, espirituales, políticas y culturales, formadas en una continuidad de miles de años de desarrollo cultural andino anterior a la llegada del poder colonial europeo, y que implican un radical “otro lugar” ideológico, espiritual y material, diferente y opuesto al que hemos asumido hegemónicamente durante los últimos cinco siglos. Un ejemplo, nada más, es el del concepto de “cultura”, que por definición en nuestra actual civilización es únicamente propia de las personas humanas, sólo ellas tienen cultura. En la civilización ancestral andina que inspira el Buen Vivir, la naturaleza y las espiritualidades, una piedra, un río, un árbol, una llama, un ancestro, el sol, la luna, la serpiente, también tienen cultura, sienten, interactúan, hablan y dialogan, reciprocan de manera horizontal con las personas humanas. Objetivamente, un hueso duro de roer, que exige un profundo esfuerzo adicional de comprensión y que nos muestra que es en esa radical “otredad” donde se encuentran los principales obstáculos, incomprensiones y riesgos del Buen Vivir, pero al mismo tiempo también su gran capacidad de aportar a la superación de la crisis civilizatoria, precisamente por hablarnos y permitirnos mirar desde otro lugar, distinto al que ha generado y mantiene la aguda crisis actual.

Al lado de eso, es un hecho también que esta propuesta de paradigma implica potenciales riesgos de idealización, malinterpretación, limitaciones e insuficiencias, ¿pero qué pensamiento, propuesta y paradigma no los tiene? Su valor radica justamente en que los principios reguladores ancestrales que lo inspiran no se elaboran a partir de sociedades ideales, perfectas, “paradisíacas”, ni pretenden servir de base a una. Sino de sociedades con relaciones de dominación y conflicto, que dentro de esa imperfección supieron, de manera inédita y alternativa a la hegemónica, encontrar otros modos mucho más equilibrados de relacionarse entre los seres humanos y con la naturaleza, en el marco de un intensivo y extensivo uso de ciencia y tecnología al servicio de una creciente productividad y bienestar material. Su mayor valor está justamente en mostrar que la perfección no es una condición para lograr ese equilibrio y ese bienestar.

Uno de los ámbitos donde la crisis actual es más evidente y cuya gravedad ha puesto a la humanidad en el sendero de amenazar su propia existencia futura, es el de las relaciones de las sociedades humanas con la naturaleza. A su base está el predominio de una visión de estas relaciones surgida en la modernidad europea e impuesta hegemónicamente en el mundo. En ella, muy esencialmente, los seres humanos se consideraron como separados, distintos y superiores a la naturaleza, a la cual se conceptuó como una enemiga a vencer y dominar, como una cosa u objeto sin derechos y destinada a ser propiedad y provecho de los seres humanos. Se trató de un radical humano centrismo, ligado a la idea de que los avances tecnológicos eran al mismo tiempo la prueba de la superioridad y el dominio del ser humano sobre la naturaleza, así como la garantía de un crecimiento incesante de la producción, acumulación y consumo de riqueza económica, que devino en sinónimo de progreso, desarrollo y felicidad. Conjuntamente, criterios racistas actuaron como ordenadores en jerarquía de culturas y pueblos, según su diferencia con los pueblos

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europeos dominantes, inferiorizándolos, asimilándolos con la naturaleza y haciéndolos compartir su suerte de negación, explotación y exterminio.

Opuestamente, el Buen Vivir nos habla de una equivalencia, incomplitud y reciprocidad fundamental e inviolable entre los seres humanos, la naturaleza y el cosmos; de inmanentes regulaciones que garantizan la auto limitación productiva de acuerdo al equilibrio en esas interacciones; y de un concepto de felicidad basado en la armonía de los sentimientos, el bienestar material de todos, el respeto a todas las formas culturales y pueblos, y el manejo equilibrado del conflicto.

El Buen Vivir es una propuesta en construcción, plural y mestiza, cuya vocación es dialogar horizontalmente con múltiples otras en el camino para superar ese humano centrismo, y esa jerarquización negadora de la diversidad de pueblos y culturas, sobre la conciencia creciente de que en realidad los seres humanos son una totalidad internamente diversa, una comunidad de destino ricamente diferenciada, y también parte inseparable, en permanente interacción mutua, con la naturaleza y el cosmos. No sólo como respuesta puramente instrumental ante las evidencias de la terminal crisis ambiental, sino por los nuevos conocimientos de muchas disciplinas, que nos muestran que, a un nivel hondo y elemental de la realidad, todo, incluyéndonos, se encuentra infinitamente interconectado.

Ricardo Jimenez A.

http://ricardojimeneza.blogspot.com/2013/09/que-es-y-para-que-sirve-el-buen-vivir.html

BUEN VIVIREl Buen Vivir es una alternativa para la idea del desarrollo. Es un concepto de bienestar colectivo que surge por un lado del discurso postcolonial, crítico al desarrollo, y por otro lado de las cosmovisiones de los pueblos originarios andinos. El Buen Vivir (o Vivir Bien) es una visión ética de una vida digna, siempre vinculada al contexto,

Page 19: Sumak Kawsay - Buen Vivir

cuyo valor fundamental es el respeto por la vida y la naturaleza. Según el Buen Vivir, la naturaleza no es un objeto, sino un sujeto y no solo las personas sino todos los seres vivos son contemplados como miembros de la comunidad. El discurso alrededor del Buen Vivir se puede ver como una reacción contra la materialización. Los valores de la vida no se pueden reducir a meros beneficios económicos; pesan más otros principios y otras formas de valorizar y darles sentido. También en el núcleo del Buen Vivir están los derechos de las comunidades a vivir según su modo tradicional.

El intelectual decolonial argentino Walter Mignolo habla de las posibilidades pluriversales de identidades locales y comunitarias de vivir en armonía en vez de en un estado de competencia. A diferencia del desarrollismo que tiene como fin cambiar las realidades de los demás, se trata de la coexistencia de varios mundos. Muchos pueblos originarios de, por ejemplo, los Andes se quedaron fuera del gobierno colonial y la sociedad moderna. Aunque han sido considerados inferiores desde el punto de vista de las estructuras de poder, los pueblos indígenas han logrado sobrevivir y mantener su autonomía e independencia en relación a la sociedad capitalista actual. Según Mignolo, el pensamiento Buen Vivir contiene posibilidades de abrir alternativas decoloniales radicales. “La revolución no se ha anunciado para la semana que viene. Pero se trata de una marcha

Page 20: Sumak Kawsay - Buen Vivir

decolonial, epistémica, política, económica y ética incuestionable e imparable hacia el futuro.”

Cada idioma de los pueblos originarios andinos contiene su propio concepto del Buen Vivir.Sumak kawsay es quechua y significa “la plenitud de vida en comunidad junto con otras personas y la naturaleza”. El suma qumaña en aymara no es idéntico pero parecido en significado. El Buen Vivir es una especie de hiperónimo y plataforma para el discurso multicultural bajo el cual caben diferentes visiones cuyo significado solo se entiende en su propio contexto social y ecológico. Con esto tiene que ver la dificultad de traducir el concepto; habría que buscar una expresión apropiada para cada idioma y cultura. Por otra parte, al referirse al Buen Vivir como un hiperónimo, su traducción al inglés u otras lenguas podría borrar dimensiones importantes en cuanto a su historia o disminuir su poder decolonizador.

La atención que ha recibido el concepto del Buen Vivir a nivel global tiene que ver con el hecho de que los gobiernos renovadores de Ecuador y Bolivia han incluido el Buen Vivir en su nueva constitución (Ecuador 2008 y Bolivia 2009). También se han establecido los derechos de la Madre Tierra (Pachamama) en ellas. Esto demuestra que la filosofía Buen Vivir se ha extendido desde el uso exclusivo de distintos movimientos a formar parte del lenguaje y los

Page 21: Sumak Kawsay - Buen Vivir

objetivos gubernamentales, lo que se puede considerar un logro significativo.

Por otra parte, la crítica que ha recibido el concepto en muchos casos tiene que ver justamente con la manera en que se ha aplicado a los programas oficiales u objetivos de los gobiernos. Según algunos críticos, su significado en ellos ha disminuido hasta denotar el desarrollo humano occidental o lo han usado simplemente para reemplazar el concepto del desarrollo. Al mismo tiempo los gobiernos de estos países han fomentado programas de desarrollo a gran escala y la industria extractiva, que según los movimientos populares de los pueblos originarios están en contradicción total con el pensamiento Buen Vivir.

Sin embargo, el establecimiento de los principios del Buen Vivir y los derechos de la Madre Tierra en la constitución permiten cuestionar de manera más eficiente la legitimidad y legalidad de los proyectos masivos. Los movimientos de los pueblos indígenas han producido una nueva forma de globalización alternativa, siendo un motivo el hecho de que la toma de posesión cada vez más acelerada de los recursos naturales ocurre en mayor medida en las tierras de los pueblos indígenas del mundo. Por otra parte, cuenta más que a través de las cosmovisiones de los pueblos originarios se hayan construido nuevas alternativas que desafían de

Page 22: Sumak Kawsay - Buen Vivir

manera profunda el pensamiento económico concentrado en el crecimiento.

Mira Käkönen

http://www.siemenpuu.org/es/theme/buen-vivir-0

El Buen Vivir en la Constitución del Ecuador [1]

El Buen Vivir, más que una originalidad de la Carta Constitucional, forma parte de una larga búsqueda de modelos de vida

que han impulsado particularmente los actores sociales de América Latina durante las últimas décadas, como parte de sus

reivindicaciones frente al modelo económico neoliberal. En el caso ecuatoriano, dichas reivindicaciones fueron

reconocidas e incorporadas en la Constitución, convirtiéndose entonces en los principios y orientaciones del nuevo pacto

social.

No obstante, el Buen Vivir es una apuesta de cambio que se construye continuamente desde esas reivindicaciones por

reforzar la necesidad de una visión más amplia, la cual supere los estrechos márgenes cuantitativos del economicismo,

que permita la aplicación de un nuevo modelo económico cuyo fin no se concentre en los procesos de acumulación

material, mecanicista e interminable de bienes, sino que promueva un modelo económico incluyente; es decir, que

incorpore a los procesos de acumulación y re-distribución, a los actores que históricamente han sido excluidos de las

lógicas del mercado capitalista, así como a aquellas formas de producción y reproducción que se fundamentan en

principios diferentes a dicha lógica de mercado.

Asimismo, el Buen Vivir, se construye desde las posiciones que reivindican la revisión y reinterpretación de la relación

entre la naturaleza y los seres humanos, es decir, desde el tránsito del actual antropocentrismo al biopluralismo

(Guimaraes en Acosta, 2009), en tanto la actividad humana realiza un uso de los recursos naturales adaptado a la

generación (regeneración) natural de los mismos.

Finalmente, el Buen Vivir se construye también desde las reivindicaciones por la igualdad, y la justicia social (productiva y

distributiva), y desde el reconocimiento y la valoración de los pueblos y de sus culturas, saberes y modos de vida.

La Constitución ecuatoriana hace hincapié en el goce de los derechos como condición del Buen Vivir y en el ejercicio de

las responsabilidades en el marco de la interculturalidad y de la convivencia armónica con la naturaleza (Constitución de la

República del Ecuador, Art. 275).

En la Constitución del Ecuador se supera la visión reduccionista del desarrollo como crecimiento económico y se

establece una nueva visión en la que el centro del desarrollo es el ser humano y el objetivo final es el alcanzar el  sumak

kawsay o Buen Vivir. Frente a la falsa dicotomía entre Estado y mercado, impulsada por el pensamiento neoliberal, la

Constitución ecuatoriana formula una relación entre Estado, mercado, sociedad y naturaleza. El mercado deja de ser el

motor que impulsa el desarrollo y comparte una serie de interacciones con el Estado, la sociedad y la naturaleza. Por

primera vez, en la historia de la humanidad una Constitución reconoce los derechos de la naturaleza y ésta pasa a ser uno

de los elementos constitutivos del Buen Vivir.

Page 23: Sumak Kawsay - Buen Vivir

Frente al desmantelamiento del Estado impulsado por el neoliberalismo, se hace fundamental recuperar el Estado para la

ciudadanía, en el marco de la recuperación de lo público, en un sentido más abarcativo. De ahí que la Carta Magna

fortalece el Estado recuperando sus roles en la planificación, regulación y re-distribución. Sin embargo, no se trata de una

visión estatizante, en la que el antiguo rol del mercado es sustituido de manera acrítica por el Estado. Por el contrario, al

fortalecer y ampliar los derechos y al reconocer a la participación como elemento fundamental en la construcción de la

nueva sociedad, la nueva Constitución busca el fortalecimiento de la sociedad como condición necesaria para el Buen

Vivir en comunidad. De este modo se impulsa la construcción de un verdadero poder social y ciudadano.

Para la nueva Constitución, el sumak kawsay implica mejorar la calidad de vida de la población, desarrollar sus capacidades

y potencialidades; contar con un sistema económico que promueva la igualdad a través de la re-distribución social y

territorial de los beneficios del desarrollo; impulsar la participación efectiva de la ciudadanía en todos los ámbitos de

interés público, establecer una convivencia armónica con la naturaleza; garantizar la soberanía nacional, promover la

integración latinoamericana; y proteger y promover la diversidad cultural (Art. 276).

La importancia que se da a la diversidad en la carta magna del Ecuador, no se restringe al plano cultural, sino que se

expresa también en el sistema económico. La Constitución ecuatoriana reconoce al sistema económico como social y

solidario, incorporando la perspectiva de la diversidad en su concepción y superando la visión mercadocéntrica que lo

definía como social de mercado.

Para la economía social el ser humano es el centro de la actividad económica y, por lo tanto, la economía debe estar al

servicio de la vida y no la vida en función de la economía. Esto supone revertir la lógica perversa del capitalismo, para el

que la acumulación del capital constituye el motor de la vida. La economía social, por el contrario, plantea la generación de

una economía plural en donde las lógicas de acumulación del capital y del poder estén subordinadas a la lógica de la

reproducción ampliada de la vida. Para ello, el trabajo es una noción central. Se trata entonces de apoyar las iniciativas

económicas de la población desde la perspectiva del trabajo y no desde la perspectiva del empleo, con el fin de garantizar

que la riqueza quede directamente en manos de los trabajadores (Coraggio, 2004).

A esta reflexión se suma la sobrevaloración que ha adquirido, en los últimos años, sobre todo entre los y las jóvenes, el

ingreso por sobre el trabajo. Una de las ideas más interesantes que podemos proponer para promover el Buen vivir es,

justamente, la recuperación de la dignidad del trabajo. Esto empieza con la garantía para el ejercicio de los derechos

laborales, pero también supone la revaloración del trabajo como espacio de construcción de subjetividades, de

capacidades organizativas, de vínculos solidarios y de conocimientos prácticos social y culturalmente relevantes.

La dimensión social del Buen Vivir en la Constitución ecuatoriana busca la universalización de los servicios sociales de

calidad para garantizar y hacer efectivos los derechos. De este modo, se deja atrás la concepción de educación, salud o

seguridad social como mercancías.

En la dimensión ambiental del Buen Vivir, reconoce los derechos de la naturaleza, pasando de este modo de una visión de

la naturaleza como recurso, a otra concepción totalmente distinta, en la que ésta es "el espacio donde se reproduce y

realiza la vida". Desde esta concepción la naturaleza tiene "derecho a que se respete integralmente su existencia y el

mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos", así como el derecho a la

restauración (Art. 71 y 72). Los servicios ambientales no son susceptibles de apropiación (Art. 74).

 Los derechos como pilares del Buen Vivir

Page 24: Sumak Kawsay - Buen Vivir

Las innovaciones fundamentales en el campo de los derechos, desde la perspectiva del Buen Vivir en la nueva

Constitución del Ecuador, parten del reconocimiento del Estado como "constitucional de derechos y justicia" (Art. 1),

frente a la noción tradicional de Estado social de derechos. Este cambio implica el establecimiento de garantías

constitucionales que permiten aplicar directa e inmediatamente los derechos, sin necesidad de que exista una legislación

secundaria. La Constitución ecuatoriana amplía además las garantías, sin restringirlas a lo judicial. Existen tres tipos de

garantías: normativas, políticas públicas y jurisdiccionales (Ávila, 2008: 3-4). De este modo, la política pública pasa a

garantizar los derechos.

Uno de los elementos claves en la concepción del Buen Vivir es la integralidad, la vida concebida como un todo indivisible.

La noción de integralidad se hace efectiva en la nueva carta magna del Ecuador al no establecer jerarquías entre los

derechos, superando aquella visión que establecía tipologías en: fundamentales (primera generación), económicos,

sociales y culturales (segunda generación) y colectivos (tercera generación).

Al separar y jerarquizar los derechos, el pensamiento liberal apuntala un sesgo individualista y deshace el eje social que

los cruza. Esto lleva en la práctica a la existencia de derechos fundamentales y derechos secundarios, bajo esta

concepción, los únicos derechos verdaderos son los civiles y políticos, y los otros son sólo enunciados, deseos poco

realistas. Detrás de esta concepción está la vieja distinción del liberalismo entre la libertad (concebida fundamentalmente

como libertad negativa) y la igualdad. La libertad tiene prioridad sobre la igualdad. Entonces, existen derechos sustantivos

los cuales son inalienables y derechos adjetivos que podrían pasarse por alto, hasta que se realicen plenamente los

primeros. Esta arbitraria jerarquía ha sido un obstáculo para que la mayoría de la humanidad disfrute una vida plena. Esta

visión se ha concretado en una defensa de la libertad (léase ciertos derechos civiles entendidos desde los valores

dominantes) en detrimento de la justicia entendida como igualdad, que fue la médula de la declaración de los derechos

humanos de 1948 (Díaz Polanco, 2005).

La Constitución del Ecuador rompe con esta concepción, enfatiza el carácter integral de los derechos, al reconocerlos

como interdependientes y de igual jerarquía (Art. 11, numeral 6) y los organiza en: derechos del Buen Vivir; derechos de las

personas y grupos de atención prioritaria; derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades; derechos de

participación; derechos de libertad; derechos de la naturaleza y derechos de protección.

http://plan.senplades.gob.ec/3.3-el-buen-vivir-en-la-constitucion-del-ecuador

El Origen del concepto del Buen Vivir o Vivir BienPor: Maia Luna Rangel | Viernes, 01/10/2010 03:38 PM | Versión para imprimir

En los últimos días hemos estado escuchando del Buen Vivir, a través de una Cédula para la adquisición de electrodomésticos, alimentos y otros. Como un paso más en ayudar a que todos los venezolanos puedan tener acceso a bienes de consumo que ayudan a una mejor calidad de vida. Excelente propuesta. Y ya

Page 25: Sumak Kawsay - Buen Vivir

muchos, logran por fín visualizar la posibilidad real de poder comprar una lavadora que hoy en día cuesta algunos meses de salario.

Pero es necesario que nuestro pueblo revolucionario conozca el origen del termino buen vivir,nuestro pueblo además consciente y conocedor de la causa de todos los cambios que están ocurriendo en Venezuela.

Suma qamaña (aymara) Vivir bien y Sumak kawsay (quechua) Buen Vivir para los pueblos bolivianos y ecuatorianos respectivamente, implica mucho mas que la traducción lingüística convencional al español, refleja la cosmovisión del equilibrio del todo, todo esta conectado, interrelacionado, todo es parte de..; la armonía y el equilibrio de uno y del todo , en armonía con los ciclos de la madre tierra , del cosmos , de la vida y de la historia, saber relacionarse o convivir con todas las formas de existencia.

Vivir Bien hace referencia a todas las interrelaciones de la comunidad, no se trata del tradicionalbien común reducido y limitado solo al ser humano, ni tampoco a vivir mejor que es a costa de otro, para vivir mejor, frente al prójimo, es necesario competir y concentrar las riquezas y oportunidades en pocas manos y así tener más poder y fama que el otro. Para que algunos puedan vivir mejor millones han tenido que vivir mal. El Vivir Bien deja de lado la visión antropocéntrica; el ser humano es solo una parte del todo, somos hijos de la madre tierra y del cosmos.

Los 13 principio del vivir bien según el pueblo Aymara aplicados en la constitución actual del Estado Plurinacional de Bolivia son:

Suma manqaña: saber comer Suma Umaña: saber beber Suma thokoña: saber danzar Suma ikiña: saber dormir Suma irnakaña: saber trabajar Suma lupiña: saber meditar Suma amuyaña: saber pensar Suma mañana munayasiña: saber amar y ser amado Suma istaña: saber escuchar

Page 26: Sumak Kawsay - Buen Vivir

Suma aruskipaña: saber hablar Suma samkasiña: saber soñar Suma sarnakaña: saber caminar Suma churaña,suma katukaña: saber dar y recibir.

Vivir Bien va mucho mas allá de la sola satisfacción de las necesidades o al acceso a servicios y bienes, no esta equiparado con el desarrollo. En términos ideológicos constituye la apertura a nuevas formas de vida, ya no individualista , sino comunitarias, al equilibrio en la relación con la madre tierra y a la sustitución de la acumulación ilimitada individual de capital.

Maia Luna Rangel

[email protected]

http://www.aporrea.org/ideologia/a109244.html

Freddy Ehlers vende en Francia el concepto del ‘buen vivir’EFE

París

Noticias Relacionadaso Ecuador enseña el concepto del Buen Vivir en Expo Milán

El secretario nacional ecuatoriano del Buen Vivir, Freddy Ehlers, cumplió este miércoles su segundo día de visita a Francia con el objetivo de "propagar la idea del buen vivir como indicador de los países frente a la riqueza y el desarrollo".

En una entrevista con Efe, Ehlers señaló que los países más desarrollados no coinciden con los que tienen los ciudadanos más felices, tal y como demuestran recientes estudios.

Page 27: Sumak Kawsay - Buen Vivir

"Por eso vale la pena reflexionar sobre lo que hay que hacer para que la gente viva mejor. Nosotros tenemos nuestra idea del buen vivir y queremos darla a conocer en Francia", señaló.

Aunque no se reunió con representantes gubernamentales, Ehlers mantuvo una entrevista con el presidente del Consejo Económico y Social, Jean-Paul Delevoye, una institución consultiva francesa.

"Queríamos darle a conocer nuestra estrategia de desarrollo y también teníamos interés en conocer su idea del buen vivir", indicó Ehlers, que apuntó que "cada vez avanza más la idea de que el desarrollo no puede ser solo económico y material, tiene que ser también espiritual".

El responsable ecuatoriano indicó que su objetivo es "convencer a Francia de que el buen vivir sea un programa de Gobierno" para que la idea "avance en el seno de la Unión Europea".

"Francia y Europa atraviesan un periodo pesimista. Debería haber un cambio que pasa por la actitud del ser humano, que debe darse cuenta de que no sirve de nada crecer de forma absurda e irracional", indicó.

Consciente de que París acogerá a finales de año la cumbre del clima, Ehlers afirmó que este tipo de reuniones son "absurdas" "si no se modifica la forma de vida" en los países más ricos, "que son los que más dañan la naturaleza".

Durante su visita en Francia, visitó la ciudad de Grenoble, en el este del país, que alberga el primer barrio ecológico de Europa y el primer edificio con energía positiva.

"Es lo que más se acerca a nuestra idea del buen vivir", dijo el secretario, quien aseguró que colaborarán con la municipalidad de esa ciudad alpina para desarrollar juntos ciudades que sigan esa filosofía.

Al margen de sus labores por fomentar el "buen vivir", que le llevaron también a pronunciar una conferencia en el Instituto de Altos Estudios para América Latina, mantuvo encuentros con responsables del Ministerio francés de Asuntos Sociales.

Page 28: Sumak Kawsay - Buen Vivir

El objetivo de los mismos, afirmó, fue el interés de Ecuador por importar el sistema de "tickets restaurante" con el que algunas empresas retribuyen a sus empleados.

"Francia está muy avanzada en este modelo y creemos que en Ecuador puede desarrollarse. El buen vivir también pasa por tener una buena alimentación que mejore la salud de las personas", señaló.

Ehlers llegó a Francia procedente de Italia y mañana se dirigirá a España, donde durante cinco días visitará Madrid, Murcia y Barcelona con la idea de seguir propagando su concepto.

Tras un paso por la sede de la ONU en Ginebra, el secretario volverá a Quito. (I)

http://www.eluniverso.com/noticias/2015/05/13/nota/4869086/freddy-ehlers-vende-francia-concepto-buen-vivir

REFLEXIONES SOBRE EL SUMAK KAWSAY (EL BUEN VIVIR) Y LAS TEORÍAS DEL DESARROLLOJune 2, 2014 · by Admin Sp · in Alternatives, Analysis, Economic, Socio cultural, Vivir Bien.·

[Pablo Dávalos, 5 de agosto de 2008] La noción del buen vivir (sumak kawsay), como una nueva

condición de contractualidad política, jurídica y natural, ha empezado su recorrido en el

horizonte de posibilidades humanas, y de la mano de los pueblos indígenas de Ecuador y Bolivia.

Es fundamental, entonces, empezar una reflexión sobre el sumak kawsay (buen vivir) en

términos en los que el positivismo occidental entiende como reflexión, es decir, como una

analítica de conceptos que pueden positivarse al interior un marco coherentemente estructurado

de conceptos, que desde la Ilustración ha sido denominado como ciencia.

Esa reflexión es esencial para ir, si no desalojando del debate de posibilidades humanas al

menos acotándolos, dos conceptos que son tan fuertes que su sola crítica o cuestionamiento es

ya toda una proeza, se trata de los conceptos de “desarrollo” (como una teleología de la

Page 29: Sumak Kawsay - Buen Vivir

historia), y el concepto de “crecimiento económico” (como una prevalencia de la economía,

sobre la política y la sociedad).

Ambos conceptos están íntimamente vinculados y el uno presupone al otro. Tanto aquel de

desarrollo, cuanto el crecimiento económico, legitiman sus sentidos epistemológicos, analíticos y

simbólicos porque provienen de una de las nociones más caras de la modernidad, y que sería

forjada en el Iluminismo: el concepto decimonónico del progreso, y la promesa emancipatoria

que implica: esto es, la liberación y superación de las condiciones de necesidad y escasez. La

libertad moderna está inscrita en las coordenadas de la producción, y por consiguiente, de la

escasez. El desarrollo, por tanto, sería la apuesta de la humanidad por liberarse del férreo yugo

de la escasez.

El concepto de desarrollo es tan fuerte que alguna vez se propuso una taxonomía entre regiones

del mundo “desarrolladas” y otras que no lo eran y que serían denominadas como

“subdesarrolladas”, o más cortésmente “en vías de desarrollo”. Hubo, y aún hay, al respecto una

extensa literatura que establecía una serie de recomendaciones a los países denominados como

“subdesarrollados” para que superen esa condición e imiten a los países que habían alcanzado el

“desarrollo”. Se propusieron, y se dieron incluso como científicamente validadas, las

recomendaciones de las teorías del desarrollo que proponían “etapas” hasta llegar al despegue

económico (take-off), y que permitan superar el dualismo social (sector moderno vs. sector

tradicional). En ese sentido, los marcos epistemológicos de esas teorías del desarrollo se

parecían mucho a aquellos de la frenología de Lombroso, o la genética soviética de Lissenko.

El neoliberalismo también ha creado sus propias elaboraciones con respecto al desarrollo y ha

propuesto la noción de “mercados emergentes” para los países que antes se consideraban

“subdesarrollados”, pero que ahora han crecido en términos de PIB gracias a sus reformas

neoliberales.

Esta noción de los “mercados emergentes”, también está hecha para desalojar del debate de las

teorías del desarrollo aquella denominación de “tigres asiáticos”, en referencia a Singapur, Hong

Kong, Corea del Sur y Taiwán, y que estuvo de moda en los años ochenta, en virtud de que el

crecimiento de estos “tigres” aún conservaba un fuerte tufo a Estado.

En todo caso, el neoliberalismo es más modesto con respecto a la pretensión que tenían las

tradicionales teorías del desarrollo, y solamente se limita a demostrar por la heurística del

crecimiento del PIB, la manera por la cual las reformas liberales en la economía pueden conducir

al crecimiento económico, entendiendo a éste solamente como el crecimiento cuantitativo de la

economía por la taumaturgia de mercados libres y competitivos, todo lo demás, para el

neoliberalismo, se resolverá gracias a la epifanía de los mercados.

Page 30: Sumak Kawsay - Buen Vivir

En la teoría marxista, o con inspiraciones en el marxismo, el discurso del desarrollo se inscribía

en una visión que asumía la totalidad del capitalismo como un sistema históricamente

determinado, y en el cual existían relaciones sociales de producción en el ámbito mundial,

sustentadas en el imperialismo. En todo caso, el marxismo siempre consideró al desarrollo más

como un problema político que como una cuestión puramente económica.

La teoría de la dependencia, creada al tenor de la escuela cepalina, con fuertes influencias de

Marx y de Keynes, hablaba del intercambio desigual y de relaciones asimétricas entre el centro y

la periferia. Fue célebre en su momento la tesis de André Gunder Frank, de que, en especial en

América Latina, lo único que se desarrollaba eran las propias condiciones del subdesarrollo.

Las décadas de los cincuenta hasta mediados de los ochenta, cuando se produce el viraje

ideológico de la CEPAL hacia el neoliberalismo, el debate estará centrado en América Latina, en

una comprensión del desarrollo como un fenómeno complejo que incorpora determinantes

económicas, sociales, políticas, institucionales, jurídicas y simbólicas, y en la cual las relaciones

de poder al interior del desarrollo capitalista generaban las condiciones de aquello que había que

entenderse como “subdesarrollo”. Esta vertiente hacía énfasis en las condiciones estructurales

del desarrollo económico, de ahí su denominación como “estructuralismo latinoamericano”.

Hay una importante y profusa producción intelectual sobre el capitalismo como un sistema

histórico. En las ciencias sociales (mas no en la economía), se utiliza con frecuencia el concepto

de “sistema-mundo” ( propuesto por Wallerstein), que tiene relación, de una parte, con el hecho

de que el capitalismo es una totalidad orgánica, incluyente y en permanente expansión, y que

fuera propuesto, en primera instancia, por Fernando Braudel (el capitalismo como “economía-

mundo”), y, de otra, como una relación asimétrica e inequitativa entre el centro y la periferia,

cuyas raíces teóricas constan, primero en la teoría del imperialismo (en la línea Bujarin-

Hilferding- Lenin), y luego, en la teoría de la dependencia latinoamericana, y aquella del

“intercambio desigual” de Samir Amin, Arghiri Emanuel, Theotonio dos Santos, entre otros.

Empero de ello, todas las categorías que refieren al capitalismo y a las relaciones de poder que

genera a nivel de países, lo hacen desde un piso epistemológico determinado por la modernidad,

vale decir, asumen que, por definición, al capitalismo se lo debe explicar y comprender desde la

producción y la economía, y que la economía presupone comportamientos maximizadores de

sujetos previamente individualizados, y en donde el tiempo se ha linearizado, y el espacio se ha

homogenizado.

Al interior de esas coordenadas hay espacio para las disidencias pero no para las alteridades. Se

puede cuestionar al capitalismo y a las teorías del desarrollo, como lo hizo en su momento la

teoría de la dependencia, o el marxismo, pero no está permitido abandonar el marco

epistemológico que sirve de referencia para la comprensión del desarrollo económico.

Page 31: Sumak Kawsay - Buen Vivir

Se pueden cuestionar las asimétricas relaciones de poder que genera el desarrollo, e incluso las

derivas antiecológicas del crecimiento económico, pero no está permitido cuestionar los

supuestos civilizatorios del desarrollo. Se pueden proponer visiones culturalistas del desarrollo,

como aquellas que hacen referencia al carácter, al ethos, o a las anacrónicas tradiciones de una

cultura determinada, pero no se permite el debate y el cuestionamiento al marco que estructura

esa forma de ver al mundo y a las sociedades desde el desarrollo, la modernización y el

progreso.

De otra parte, la globalización neoliberal ha cambiado el énfasis en las teorías del desarrollo

hacia los mercados como eficientes mecanismos de asignación de recursos y regulación social, y

ha cerrado todo espacio posible a propuestas alternativas.

En la academia dominante, en el pensamiento oficial, en las declaraciones públicas, en los

pronunciamientos de las cumbres gubernamentales, en los discursos de las agencias de

cooperación al desarrollo, en las nociones de sentido de los medios de comunicación, en el

sistema de Naciones Unidas, en las organizaciones no gubernamentales, en los

pronunciamientos de los principales partidos políticos, las alternativas al neoliberalismo,

simplemente, han desaparecido.

Solamente tienen carta de naturalización aquellas propuestas teóricas y normativas que giren

alrededor de la idea de los mercados como eficientes asignadores de recursos, como es el caso

de aquellos discursos de la competitividad, la liberalización, el aperturismo, la inversión privada,

etc.

El discurso económico moderno ha llegado incluso al autismo absoluto: el pensamiento

keynesiano que alguna vez abrió las posibilidades para comprender analíticamente la

intervención del Estado en la economía, no existe más. En efecto, los modernos textos de

economía ni siquiera mencionan el aporte de Keynes y su invisibilización epistemológica es casi

total. La adscripción a la idea de los mercados como únicos reguladores sociales, ha acotado de

tal manera al discurso de la economía, que se ha convertido en un dispositivo teórico legitimante

de las corporaciones.

En ese ambiente, un discurso alternativo al concepto mismo de desarrollo y de crecimiento

económico, parece más una herejía que una posibilidad epistemológicamente factible. Una

herejía en el sentido medieval del término, porque el conocimiento moderno, sobre todo aquel

que legitima las relaciones de poder, como es el caso de la economía y las teorías del desarrollo,

se ha convertido en una escolástica que invisibiliza y castiga con el olvido intencional cualquier

posibilidad de saberes alternativos. El mercado ha devenido en teología. La idea de que el

Page 32: Sumak Kawsay - Buen Vivir

mercado resolverá por sí solo los problemas sociales es una especie de epifanía de la razón

neoliberal.

Las voces críticas que dicen que el desarrollo en sí mismo es un problema son minoría y han sido

reducidas a espacios exiguos sin posibilidades de generar prácticas contestatarias. Esas voces

críticas decían que la salida del subdesarrollo no es el desarrollo, porque no se trataría de una

salida sino más bien de una entrada en la modernidad. Aquello que hay que cambiar, y

radicalmente, no es el subdesarrollo sino todo el discurso y la práctica del desarrollo en su

conjunto. En otras palabras, hay que asumir al desarrollo como una patología de la modernidad.

Lo que es necesario asumir y transformar, entonces, es todo el proyecto civilizatorio en el cual el

“Norte” cree a pie juntillas.

Cualesquiera que sean las consideraciones sobre la cuestión del desarrollo, lo cierto es que las

preocupaciones sobre las consecuencias del desarrollo capitalista ahora constan en casi todos

los debates. El centro de esas preocupaciones gira alrededor de la constatación de los graves

daños ambientales que el desarrollo capitalista está produciendo en el planeta, y de los cuales el

calentamiento global es solamente una de sus consecuencias más conocidas.

Al interior de las teorías económicas vigentes, incluidas las teorías del desarrollo, no existe, al

momento, ninguna alternativa ante los graves problemas ambientales que provoca el

crecimiento económico. En las coordenadas de los mercados como eficientes asignadores de

recursos no hay expedientes teóricos que evalúen y permitan constreñir el grave daño ambiental

provocado por los mercados capitalistas.

Tal como se presenta en los últimos años, el ritmo de crecimiento del capitalismo acota las

posibilidades de sobrevivencia de la especie humana, en un debate que ahora cobra un sentido y

una urgencia real: de continuar con el actual ritmo de producción y consumo, las teorías del

calentamiento global predicen una catástrofe ecológica de consecuencias inimaginables.

Si no existen posibilidades de asumir esos costos ambientales que provoca el crecimiento

económico y que ha sido sancionado y legitimado desde la teoría económica vigente, es justo,

entonces, que la humanidad busque otros marcos analíticos y otras posibilidades teóricas y

epistemológicas por fuera de la teoría económica dominante, y por fuera de la razón liberal.

Va en ello la posibilidad de evitar esa catástrofe ecológica que ha sido descrita por diferentes

científicos ambientales y que consta en las más recientes reuniones gubernamentales sobre el

calentamiento global. Va en ello también la posibilidad de detener esa otra catástrofe que está a

la vista pero que ha sido invisibilizada por el discurso neoliberal del crecimiento económico, y

que hace referencia a la iniquidad, pobreza y violencia que azota a la humanidad.

Page 33: Sumak Kawsay - Buen Vivir

De los conceptos alternativos que han sido propuestos, aquel que más opciones presenta dentro

de sus marcos teóricos y epistemológicos para reemplazar a las viejas nociones de desarrollo y

crecimiento económico, es el sumak kawsay, el buen vivir. Es un concepto que está empezando

a ser utilizado en Bolivia y Ecuador, a propósito de los cambios constitucionales de ambos

países; el sumak kawsay (buen vivir), como un nuevo referente al desarrollo y al crecimiento

económico, es una de las propuestas alternativas más importantes y novedosas ante la

globalización neoliberal.

Sumak kawsay es la voz de los pueblos kechwas para el buen vivir. El buen vivir es una

concepción de la vida alejada de los parámetros más caros de la modernidad y el crecimiento

económico: el individualismo, la búsqueda del lucro, la relación costo-beneficio como axiomática

social, la utilización de la naturaleza, la relación estratégica entre seres humanos, la

mercantilización total de todas las esferas de la vida humana, la violencia inherente al egoísmo

del consumidor, etc. El buen vivir expresa una relación diferente entre los seres humanos y con

su entorno social y natural. El buen vivir incorpora una dimensión humana, ética y holística al

relacionamiento de los seres humanos tanto con su propia historia cuanto con su naturaleza.

Mientras que la teoría económica vigente adscribe al paradigma cartesiano del hombre como

“amo y señor de la naturaleza”, y comprende a la naturaleza desde una ámbito externo a la

historia humana (un concepto que incluso es subyacente al marxismo), el sumak kawsay (buen

vivir) incorpora a la naturaleza en la historia. Se trata de un cambio fundamental en la episteme

moderna, porque si de algo se jactaba el pensamiento moderno es, precisamente, de la

expulsión que había logrado de la naturaleza de la historia. De todas las sociedades humanas, la

episteme moderna es la única que ha producido tal evento y las consecuencias empiezan a

pasar la factura.

El sumak kawsay (buen vivir) propone la incorporación de la naturaleza al interior de la historia,

no como factor productivo ni como fuerza productiva, sino como parte inherente al ser social. El

sumak kawsay propone varios marcos epistemológicos que implican otras formas de concebir y

actuar; en esos nuevos formatos epistémicos se considera la existencia de tiempos circulares

que pueden coexistir con el tiempo lineal de la modernidad; se considera la existencia de un ser-

comunitario, o si se prefiere, no-moderno, como un sujeto ontológicamente validado para la

relación entre seres humanos y naturaleza; se considera una re-unión entre la esfera de la

política con aquella de la economía, una posición relativa de los mercados en los que la lógica de

los valores de uso predomine sobre aquella de los valores de cambio, entre otros.

Esto significa que el ser individualizado de la modernidad tiene que reconocer la existencia

ontológica de otros seres que tienen derecho a existir y pervivir en la alteridad. Se trata de una

cuestión de fondo, porque en las teorías del desarrollo no existe la más mínima posibilidad

Page 34: Sumak Kawsay - Buen Vivir

epistemológica de comprensión a la Alteridad. En el discurso del desarrollo: o se crece en

términos económicos (y medidos cuantitativamente por el baremo del PIB), o no se crece. El

discurso del desarrollo es una tautología. La Alteridad no existe, y aquello que no existe no

puede ser visibilizado.

Para las coordenadas del pensamiento vigente, lo único que existe es la figura del consumidor, la

maximización de sus preferencias, la restricción de sus ingresos, y su relacionamiento con el

universo de las cosas a través de la utilidad que éstas le pueden prestar, en un contexto de

mercados libres y competitivos, y con un sistema de precios transparentes y vaciadores

automáticos de los mercados, que generan una noción de origen medieval pero que a la

economía moderna le gusta mucho: el equilibrio económico.

En ese esquema básico, no hay lugar para las diferencias radicales que constituyen a la

Alteridad. Sin embargo, hay, literalmente, miles de millones de seres humanos, alejados total y

radicalmente de las figuras del consumidor y de los mercados libres y competitivos. Seres

humanos diferentes a la ontología del consumidor y de la mercancía. Seres humanos cuyas

coordenadas de vida se establecen desde otros marcos categoriales, normativos y éticos. Seres

humanos que viven en pueblos con una memoria de relacionamiento atávica, ancestral, que

nada tienen que ver con la individualidad moderna, ni con la razón liberal dominante.

Incorporar a esos pueblos a la modernidad implica un acto de violencia fundamental porque

fragmenta su ser no-moderno y los integra en una lógica para la cual no están preparados y a la

cual tampoco quieren ingresar. Es por ello, que las políticas de modernización del Banco Mundial,

y de la cooperación internacional al desarrollo, conservan un ethos violento que las convierte en

instrumentos de colonización y también de etnocidio (y a veces de genocidio). Los marcos

analíticos de las teorías del desarrollo y de la economía actual, son ideologías legitimadoras y

encubridoras de ese etnocidio.

Solamente desde una visión como aquella inherente al sumak kawsay (buen vivir) se puede

respetar la ontología de la diferencia, y relativizar la modernidad y el capitalismo. El sumak

kawsay (buen vivir) es una de las opciones que pueden devolver el sentido de dignidad

ontológica a la diferencia radical en el actual contexto de globalización y neoliberalismo.

– Pablo Dávalos es economista y profesor universitario ecuatoriano.

Fuente: http://alainet.org/active/25617&lang=es

Fuente de la imagen: http://caminoswayra.wordpress.com/

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http://systemicalternatives.org/2014/06/02/reflexiones-sobre-el-sumak-kawsay-el-buen-vivir-y-las-teorias-del-desarrollo/

El concepto del “Buen vivir”

http://www.ecomilenio.es/el-concepto-del-buen-vivir/2718

26 de diciembre de 2012

En pocas palabras, puede resumirse al mundo andino como uno donde existían relaciones de

dominación y conflicto, pero donde aún éstas estaban rigurosamente supeditadas a principios de

armonía y equilibrio superiores -Allin Kawsay- arraigados profundamente. En ellos, el ser humano se

veía a sí mismo como una parte nada más, equivalente y en relación de reciprocidad, a otras partes de

la totalidad universal cósmica, una ruptura fundamental con el antropocentrismo hoy hegemónico y en

crisis. Sus estructuras y relaciones de poder, dominación y conflicto, estaban inmanentemente limitadas

por un mínimo común ético indiscutible e inviolable, que hacían de hecho que la miseria y la agresión a

la naturaleza fueran literalmente inconcebibles, y fueron artículo de importación europeo que causaron

tanto estupor e incomprensión a sus habitantes originales como las inéditas armas de fuego y las pestes

mortales del invasor.

Esta auto limitación, profundamente acendrada como verdad imprescindible, como ética a la vez social y

cósmica, es opuesta a la concepción del desarrollo entendido como acumulación interminable de

productividad económica material, que hoy predomina todavía y ha puesto al planeta y a la especie

frente a riesgos y amenazas de magnitud catastrófica, así como a las crecientes desigualdades

materiales y simbólicas que alimentan interminables conflictos y desgarramientos a nivel local, nacional,

regional y mundial. Y constituye el núcleo central del enfoque de “Buen vivir” que emerge en la última

década, como aporte relevante a nuevos pilares civilizatorios desde América Latina, como fruto de la

combinación del saber ancestral andino y una renovada reflexión crítica, intelectual y académica, que

ciertamente está poblada por matices y aún polémicas internas de múltiple índole.

Aunque sus fórmulas de expresión más conocidas remiten al “Sumak kawsay” del kichwa de los

actuales Ecuador y Perú, y al “Suma Qamaña” del aymara de la actual Bolivia, encuentra fórmulas

similares en el “Ñandereko” de los Guaraníes, el “Shiir waras” de los Ashuar, el “Küme mongen” de los

Mapuche, y en prácticamente todos los pueblos indígenas, no sólo en América Latina, sino en todas las

culturas ancestrales del mundo, lo cual no exime al enfoque de polémicas internas sobre su real grado y

formas de relación con los pueblos indígenas. Ello pone en evidencia el carácter plural y abierto, y hasta

mestizo cuando entronca con las nuevas reflexiones emancipatorias, que de hecho presenta el concepto

de Buen vivir, en el sentido que no logra, ni parece ser su vocación, definirse absoluta y detalladamente,

pero que sí muestra un nítido y sólido conjunto de valores, formas de pensar y sentir al ser humano, la

naturaleza y el cosmos que, teniendo como fuente histórica la ancestral cultura andina, aparece con

renovada vigencia intelectual y sentido político como insumo relevante para nuevos pilares civilizatorios.

Su núcleo distinguible puede sintetizarse esencialmente en una mirada holística y cósmica, de respeto y

convivencia horizontal con la naturaleza, de búsqueda de la justicia social y el pleno respeto

Page 36: Sumak Kawsay - Buen Vivir

pluricultural. De manera especial, enfatiza una radical concepción del bienestar y el desarrollo que

impone la auto limitación y la austeridad como opuestos a la producción ilimitada y el despilfarro

irresponsable e insostenible. Desde hondos contenidos comunitarios, pone en muy limitada importancia

el consumo y la propiedad individuales, pero releva a un lugar crucial la inclusión de todos y la armonía

de los sentimientos. Un mirar y un sentir del ser humano y del mundo que lo integra de manera orgánica

con la totalidad del universo, separándose del antropocentrismo hegemónico de la modernidad

occidental capitalista. Lo que ha llevado a algunos intelectuales a caracterizarlo como “biocéntrico”,

“bioigualitarista” o “bioambientalista”.

Apropiado por diversos sectores sociales, e incorporado de múltiples formas a las nuevas propuestas de

gobernanza, desde las nuevas legislaciones a las nuevas formas de conceptuar la economía y las

relaciones con el medio ambiente, abre fuertes debates sobre sus posibles realizaciones históricas

concretas, que pueden derivar en formas alternativas de sociedad, que superen y remplacen lo

hegemónico, o queden limitadas dentro de él. Es el desafío que presenta al Buen Vivir la realización de

sus principios en proyectos políticos, planes gubernamentales, políticas públicas, y nuevas formas no

convencionales y viables de organización económica a toda escala, con las dificultades y riesgos que

ello implica. Así ocurre con mucha fuerza en países como la República de Ecuador y el Estado

Plurinacional de Bolivia.

Se trata de un proceso en flujo y en diálogo, necesariamente múltiple y plural, que converge a la vez en

un flujo y dialogo más amplio, a escala de comunidad de destino humana, junto a numerosos otros

aportes de otras tantas ricas culturas ancestrales, así como de pensamientos emancipatorios

emergentes en occidente, que tomando críticamente lo mejor de los elementos de la modernidad, se

nutren de lo más avanzado del conocimiento y la reflexión actuales y crean inéditas propuestas éticas

que, haciéndose cargo de las urgencias del presente, contribuyen también a la conformación de nuevos

pilares de la civilización para la comunidad de destino humana.

Autor: Ricardo Jiménez.

Fuente: http://www.world-governance.org.

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