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Edición Nacional Nº 1.007- 5 de enero de 2017 Semanario Católico de Información www.alfayomega.es El Papa quiere abordar la cuestión de la paz al máximo ni- vel y baraja dos opciones: dedicarle una encíclica o incluso una asamblea del Sínodo de los Obispos. Lo adelanta a Alfa y Omega el prefecto del nuevo dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Turkson. En- tre las cuestiones por abordar figura el replanteamiento del concepto guerra justa, un concepto «muy difícil de sostener ante el nuevo concepto de guerra moderna», que busca la aniquilación total del adversario», reflexiona el arzobispo castrense, Juan del Río. Editorial y págs. 6/7 ¿Una encíclica sobre la paz? Mundo Atravesando fango para catequizar Cada vez son más los laicos que cate- quizan comunidades aisladas en tie- rras de misión. El domingo la Iglesia en España celebra su día. Pág. 11 La conversión pastoral de las parroquias Evangelizar no significa necesaria- mente organizar muchas actividades, sino formar verdaderas comunidades. Esta es la conclusión a la que han lle- gado agentes de pastoral de toda Es- paña en un encuentro de parroquias sobre liderazgo celebrado en Algete (Madrid) en colaboración con cursos Alpha. Págs. 12/13 España «Proclamemos la belleza de la familia» Nuevo maratón de abrazos, salu- dos y bendiciones del cardenal Oso- ro en la catedral de Madrid. La dió- cesis se volcó en la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, que concluyó con una Misa en la que el arzobispo pidió a las familias que evangelicen con su vida, porque «en esto, hermanos, no valen teorías». Editorial y pág. 15 Artículo de Fernando García de Cor- tázar, SJ. Pág. 23 Julio Segurado Miguel Hernández Santos/Infomadrid CNS

Semanario Católico de Información Nº 1 ... · cir que existe allí donde la distancia, el frío del cemento y la indiferencia ... de nuestro mundo, aquí, entre los mu - ros y

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Edición NacionalNº 1.007- 5 de enero de 2017

Semanario Católico de Informaciónwww.alfayomega.es

El Papa quiere abordar la cuestión de la paz al máximo ni-vel y baraja dos opciones: dedicarle una encíclica o incluso una asamblea del Sínodo de los Obispos. Lo adelanta a Alfa y Omega el prefecto del nuevo dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Turkson. En-

tre las cuestiones por abordar figura el replanteamiento del concepto guerra justa, un concepto «muy difícil de sostener ante el nuevo concepto de guerra moderna», que busca la aniquilación total del adversario», reflexiona el arzobispo castrense, Juan del Río. Editorial y págs. 6/7

¿Una encíclica sobre la paz?

MundoAtravesando fango para catequizarCada vez son más los laicos que cate-quizan comunidades aisladas en tie-rras de misión. El domingo la Iglesia en España celebra su día. Pág. 11

La conversión pastoral de las parroquiasEvangelizar no significa necesaria-mente organizar muchas actividades, sino formar verdaderas comunidades. Esta es la conclusión a la que han lle-gado agentes de pastoral de toda Es-paña en un encuentro de parroquias sobre liderazgo celebrado en Algete (Madrid) en colaboración con cursos Alpha. Págs. 12/13

España«Proclamemos la belleza de la familia»

Nuevo maratón de abrazos, salu-dos y bendiciones del cardenal Oso-ro en la catedral de Madrid. La dió-cesis se volcó en la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, que concluyó con una Misa en la que el arzobispo pidió a las familias que evangelicen con su vida, porque «en esto, hermanos, no valen teorías». Editorial y pág. 15Artículo de Fernando García de Cor-tázar, SJ. Pág. 23

Julio Segurado

Miguel Hernández Santos/Infomadrid

CNS

2 Opinión jueves, 5 de enero de 2017

Suchorita se llama esta pren-da. 18 meses la contemplan. Se agarra al cuello de su madre

cuando me acerco por primera vez, temerosa de un extraño. Cuando percibe que hablo con su mamá y que nos reímos, toma confianza y me lanza una primera esplendoro-sa sonrisa que me alcanza de lleno al corazón. Un ratito después ya se viene conmigo cuando le tiendo los brazos. Al final se ríe conmigo, me hace pucheritos, le hago caranto-ñas y acabo haciendo un montón de tonterías y gesticulando como un idiota; haciéndome yo también un poco niño.

Suchorita no me da miedo, cómo podría atemorizarme una cosita tan indefensa y frágil. Cómo podrían asustarme una sonrisa tan angeli-cal y unas manitas tan endebles. Sus siete kilos de peso son siete kilos de inocencia y ternura. Y de pronto cai-go en la cuenta de que el Niño Jesús no debió de ser muy diferente de esta niñita. Nacido en un lugar marginal,

en una familia paupérrima, en un lu-gar de los que mucha gente no quiere acordarse.

Jesús es un Niño y no asusta, sino que se asusta. No da miedo, sino que tiene miedo. No apabulla, es apabu-llado. No oprime, es oprimido. No ofende, es ofendido. ¿Quién puede tener miedo de un niño? Qué lejos queda del ancestral Dios de los Ejér-citos, Todopoderoso, Omnisciente, que arrasaba a los enemigos allá por las páginas del Antiguo Testamento. Dios ya no es lo que era… En Jesús, se ha reconvertido en solo y puro Amor. Sola y pura Misericordia. Gracias, Suchorita, por recordarme a Dios, por recordarme quién es realmen-te Dios. Estos días de Navidad tus bracitos alrededor de mi cuello han sido el sacramento del amor de Dios, que me abraza desde de su pobreza y me invita con suavidad y firmeza a no abandonarle, a no dejarle tirado. Feliz Navidad a todos y a todas.

*Hermano marista. Misionero en Bangladés

Después de seis meses de obras hemos concluido la nueva sede del comedor San José de

nuestra parroquia. La inauguración ha sido en la cena de Nochebuena con 120 pobres del barrio. Han sido seis meses de mucho tra-bajo para poder terminar las obras.

Todos vecinos se han implicado. Los pobres y los solventes. Los mayo-res y los jóvenes. Cristia-nos y musulmanes. Cada uno ayudaba como po-día: unos pintaban, otros sacaban los escombros. Los que no podían picar paredes llevaban agua a los currantes. Cientos de volunta-rios han puesto su grano de arena con ilusión y generosidad. Muchos decían: «Trabajo con alegría porque pronto me pondré las botas comien-do aquí». Otros recordaban que el vo-luntariado les había enseñado a ser más generosos con los demás y por eso ayudaban, para terminar pronto. Ha sido hermoso ver a tantas perso-nas que dedicaban muchas horas a ayudar en lo que fuera.

La torre de Babel no se pudo ter-minar porque construían por sober-bia, para superar a Dios. Aquí se ha terminado por humildad, porque los pobres han puesto su confianza en Dios. Algunos solo iban a rezar

el rosario para que todo avanzase. Por fin, en la Nochebuena pudimos cenar allí. Pensaba que era un pequeño portal de Belén, donde Jesús estaba contento, rodea-do de sus pobres y don-de todos recibían su luz y amor. Y este portal de Belén se ha construido con la fe y la pobreza de los más sencillos. Para

conseguir dinero hemos hecho ras-trillos, conciertos, rifas, suscrip-ciones, crowdfunding en internet...Sin embargo, ha sido la bondad de nuestro Dios, que ha querido poner su tienda entre nosotros. Él nos ha guiado para construir el portal de Belén para Jesús y su familia. Al ter-minar, celebramos la Misa de Gallo y adoramos al Niño.

*Párroco de San Ramón Nonato. Madrid

Hablar de Navidad es hablar de familia, de calor de hogar, de besos y abrazos y compar-

tidos con los tuyos. Es hablar de en-cuentro y de fiesta; de encuentro con un Dios que se hace Niño y de fiesta con aquellos que, como tú y yo, quie-ren abrazar a ese Niño.

Si esto es la Navidad, ¿se puede de-cir que existe allí donde la distancia, el frío del cemento y la indiferencia de muchos almacena a hombres y mujeres que por mil circunstancias han cometido uno o muchos fallos? Es difícil imaginarlo, pero también allí, de una forma muy especial, nace el Niño Dios, y por eso hay Navidad. El Dios que viene a nuestro encuentro ha nacido un año más en la periferia, en la cárcel; y ha nacido aquí porque en este lugar se le acoge y se le reza, se le implora y se le mira con ojos de niño. A diferencia de lo que sucedió en Belén y sucede en muchos lugares de nuestro mundo, aquí, entre los mu-ros y los barrotes ha tenido un hogar y unos corazones dispuestos a brin-darles su amistad.

No son palabras. Los 390 internos que participaron en la Eucaristía del día de Navidad vivieron la experien-

cia de un Dios que les dice «te quiero como hijo y te doy ese calor que en este momento no pueden darte los tuyos». Entre cantos, lágrimas y ora-ciones un año más ha nacido el Amor en la cárcel de Soto del Real, en la his-toria personal de hombres y mujeres que no tienen sitio en las posadas.

Y porque viven la Navidad, uno de ellos escribía este poema: «La Na-vidad es algo más que esas noches largas donde uno se emborracha y a otros le da por cantar. Navidad es un jardín de flores, es un almendro florido, es tiempo de fraternidad, de amor y de paz. Navidad es tiempo de regalos y ofrendas. Pero también la Navidad es tiempo de pensar; de pensar en los demás: en los que no tienen hogar ni familia, ni amigos, ni libertad. Para vosotros, los que estáis viviendo una feliz Navidad en liber-tad y sin rejas, desde la prisión quiero brindar, alzar mi copa y gritar: acoge al Dios que viene a tu encuentro, brín-dale tu amistad. Si le acoges entonces la Navidad está en tu corazón, porque la Navidad es algo más, es tiempo de pensar y de amar».

*Capellán de la cárcel de Soto del Real. Madrid

Periferias

Paulino Alonso*

Un belén muy esperado Dios ha nacido en la periferia

Dios ya no es lo que era

Este portal de Belén se han construido

con la fe y la pobreza de los más sencillos

Desde la misión

Eugenio Sanz*

Hospital de campaña

José Manuel Horcajo*

Opinión 3 jueves, 5 de enero de 2017

Semper reformanda

El Papa ha aprovechado la feli-citación a sus colaboradores para explicar las razones, obje-

tivos y líneas maestras de la reforma de la Curia, pero notemos que la ha colocado en el contexto de la siempre necesaria reforma de toda la Iglesia (Ecclesia semper reformanda). Re-formar, ¿por qué y para qué? Sendos párrafos nucleares del discurso res-ponden a esta pregunta. Ante todo, porque la Iglesia (y la Curia dentro de ella) no es un aparato inmóvil. La Iglesia camina en la historia atrave-sando cielos serenos y densas tem-pestades. No es un mineral, tampoco un mecanismo de relojería. Es un cuerpo vivo y como tal crece, enfer-ma, dialoga, construye o se repliega. No se trata de resolver problemas, se trata de vivir respondiendo a la lla-mada de su Señor.

Por eso Francisco explica la refor-ma como «un proceso de crecimiento y de conversión». De ahí que señale lo inútil que sería un simple cambio de organigramas y personas, si no se produce «una conversión y una puri-ficación permanente». La reforma, en el fondo, no termina nunca. Podrán concluir los ajustes, podrá perfilar-se una nueva normativa (en todo ello se trabaja, y desde luego tiene su im-portancia), pero cada día la Iglesia, en cada uno de sus miembros y comu-nidades, tiene que responder de nue-vo a la misma pregunta que el Señor formuló a Pedro a orillas del lago: ¿Me amas?, ¿estás dispuesto a beber mi cáliz?, ¿vienes conmigo más allá de lo que ya conoces? Y no sirve apelar a lo que ya respondimos el día anterior.

Todo esto es decisivo para enten-der lo que De Lubac (teólogo prefe-rido de Francisco) denominaba «el misterio de la Iglesia». Pero además, desmonta las fantasías que algunos construyen al hilo de este pontifica-do, ya sea para instrumentalizarlo o para demolerlo. En realidad la refor-ma acontece a lo largo de los siglos, aunque cada época tenga su propio afán. En la nota número 12 del discur-so, el Papa recuerda con ironía que la Curia ha estado en permanente refor-ma al menos durante los últimos 100 años. Así que están fuera de lugar las ansiedades de unos y otros.

El sabroso párrafo dedicado a las resistencias que suscita la reforma ha sido convenientemente empaque-tado por algunos como si tuviese un único destinatario, pero no es así. La resistencia empezó cuando Pedro se quejó a Jesús de que por el camino les seguía también Juan. Y no hay meca-nismo que lo resuelva, solo el amor y el dolor de la conversión. Mirémonos todos al espejo.

Enfoque

2-4 Opinión y editoriales 5 La foto 6-11 Mundo: Fátima prepara el centenario de las apariciones de la Virgen (págs.

8-9) 12-17 España: Entrevista a monseñor Conesa, nuevo obispo de Menorca (pág. 14) 18-20 Fe y vida: Nuevo libro del cardenal

Osoro a los jóvenes (pág. 20) 21-26 Cultura: La Iglesia española en la civilización medieval (págs. 22-23) 27 Pequealfa 28 La Contra

El terrorismo acosa a Turquía

Las grandes ciudades europeas se blindaron ante la amenaza terrorista en Nochevieja, pero el golpe cayó en Estambul. En tres se-manas, el país ha tenido que lamentar casi un centenar de víctimas mortales en dis-tintos atentados. Al acoso de los terroristas kurdos, se suma el Daesh. El ataque a la sala de fiestas Reina es el primer gran atentado indiscriminado de los yihadistas en suelo turco, tras las amenazas por la intervención de Turquía en Siria. «Una mancha de sangre envuelve el mundo con una sombra de mie-do y desconcierto», dijo el Papa el día 1 en el Ángelus. Hace falta que el Señor «sostenga a quienes valientemente se ponen manos a la obra para frenarla».

Aborto: los datos de la vergüenza

En 2015, se produjeron 94.188 abortos voluntarios en España. El Gobierno presentó esta cifra como la más baja en diez años, aunque desde la Federación Española de Asociaciones Pro Vida se cuestionó su veracidad, argumentando que las clínicas privadas no declaran todos los abortos que realizan. Tampo-co puede calificarse de positivo que la cifra se haya estabilizado en torno a los 100.000, y ello a pesar del descenso de la población en edad fértil e inmigrante. Si bien en términos absolutos la cifra en 2015 fue muy similar a la de diez años atrás, un 18,3 % de los emba-razos terminó en aborto, frente al 16,4 % de 2005. Lo que no ha cambiado en este tiempo ha sido el modo de presentar a la opinión pública los datos, en víspe-ras de Nochevieja, con el indisimulado objetivo de intentar que pase desapercibida una realidad que debería avergonzar a toda la sociedad.

China insiste en una Iglesia independiente del Papa

Al mismo tiempo que se declara abierto al diálogo con el Vaticano, Pekín exige una «Iglesia china que administre sus asuntos de forma autónoma y mejor integrada en la sociedad». Estas palabras de un alto funcionario durante la novena Conferencia Nacional de Representantes Católicos de China –un encuentro de periodicidad sexenal que se celebró la pasada semana en la capital, reuniendo a altos cargos del Gobierno con los obispos nombrados por el régimen–reflejan el continuismo en la pretensión de una Iglesia controlada por Pekín y sin interferencias del Papa. Eso ha provocado que en torno a la mitad de los más de diez millones católicos chinos vivan su fe en la clandestinidad. Similares controles ha introducido China con el cambio de año para las demás religiones y para las ong que operan en el país. No muy buenos augurios para 2017.

Sumario Nº 1.007- jueves, 5 de

enero de 2017

El análisis

José Luis Restán

Fotolia

EFE/Deniz Toprak

www.sara.gov.cn

4 Editoriales jueves, 5 de enero de 2017

La celebración de la Jornada de la Sagrada Familia ha estado marcada por la revalorización que le ha dado el Papa a la pastoral familiar en la exhortación Amoris laetitia. Como

han subrayado los obispos españoles en una nota para esta fies-ta, la familia afronta serios problemas, entre los que destacan la alergia al compromiso en la cultura contemporánea y «dificul-tades sociales, como puede ser la falta de una vivienda digna» o las trabas a la conciliación laboral. Pero «estos desafíos –añade la nota–, lejos de constituir obstáculos insalvables», pueden ser «una oportunidad nueva» para la Iglesia. Porque, en definitiva, se trata de anunciar una propuesta que responde a las necesi-dades del corazón humano. De ahí que el cardenal Osoro dijera el viernes ante miles de personas en la catedral de la Almudena que, más que discursos y teorías, lo que hacen falta son familias

cristianas que hagan presentes a Jesús en medio del mundo, fa-milias de las que otros puedan decir: «Yo quiero ser como estos».

A veces esa propuesta se ha podido entender como un ideal inalcanzable, o como una fachada que simplemente no existe en la realidad. El Papa ha roto con esa imagen al promover una mayor acogida e integración de personas en situaciones difíci-les, que a menudo tienen que añadir a sus fracasos personales el estigma social (y eclesial) que estos acarrean. Lo que la Amoris laetitia nos dice es que, si algo debe temer la Iglesia, no es man-charse las manos acercándose a estas personas que sufren, sino la falta de misericordia hacia ellas, vinculada a la idealización –o ideologización– de la familia. De igual modo, tampoco vale escandalizarse con las dificultades que inevitablemente surgen en todo hogar, como si eso fuera algún motivo de deshonra. No hay persona ni familia que no necesite en algún momento ser sostenida. Lo que celebra la Iglesia en el día de la Sagrada Fami-lia es que existe un sostén que nunca falla, Jesús mismo, cuya acción entre nosotros se prolonga a través de los sacramentos y de la creatividad de una pastoral, la familiar, que afecta a la dimensión más importante de la vida de las personas.

El 1 de enero entró en funcionamiento el dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, hasta ahora quizá la principal novedad en las reformas que impulsa

el Papa en la Curia vaticana. En un momento en que la globali-zación se encuentra en claro retroceso y regresa por la puerta grande la Realpolitik, con su fe ciega en la fuerza bruta, esta decisión recuerda que, para promover la paz, es imprescindi-ble defender la justicia. De manera temporal, Francisco se ha reservado la gestión directa del departamento de migrantes y refugiados, lo cual seguramente tiene mucho de simbólico,

al acentuar la importancia de un fenómeno que define el mo-mento actual de la historia. Y aquí el problema no se limita al egoísmo de los países ricos. India, Pakistán y México, por poner tres ejemplos, tendrían mucho que decir sobre el trato que dan a sus inmigrantes procedentes respectivamente de Bangladés, Afganistán y Centroamérica. Ese desprecio por la dignidad de las personas migrantes es otra forma de Realpolitik, y cada vez que un gobernante la practica (con o sin el beneplácito de su opi-nión pública) está generando las condiciones para la siguiente crisis, que de un modo u otro terminará por alcanzarnos a todos.

La Iglesia quiere acompañar a las familias

No hay paz sin justicia

Etapa II - Número 1.007

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

dirEctor dE MEdios dE coMunicación:

Rodrigo Pinedo TexidorrEdacción:

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dirEctor:Ricardo Benjumea de la Vega

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Cristina Sánchez Aguilar rEdactorEs:

Juan Luis VázquezDíaz-Mayordomo (Jefe de sección),

José Calderero de Aldecoa(Jefe de la web),

María Martínez López,Fran Otero Fandiño,

Andrés Beltramo Álvarez (Roma)

docuMEntación:María Pazos Carretero

Irene Galindo LópezintErnEt:

Laura González Alonso

Imprime y Distribuye:Diario ABC, S.L.

ISSN: 1698-1529Depósito legal: M-41.048-1995

Cartas a la redacción

El humor de Chiri @elhumordeChiri

Los pequeños gestosUna ciudadana pasaba por una conocida calle de Pamplona. En la esquina de una acera suele estar sentada una mujer mayor. Saluda con voz fuerte a los viandantes y siempre sonríe, le den algo o no le den nada. Pero ese día ocupaba su lugar otra mujer más joven, con unos luminosos ojos azules y tez morena. Pues bien, esta es la escena que observó esta testigo: pasó un joven corriendo y se le deslizaron unas monedas del bolsillo.

t Todas las familias necesitan en algún momento ser sostenidas. Lo que celebra la Iglesia es que existe un sostén que nunca falla

Santos inocentes

Recordando el episodio de la Biblia sobre los inocentes, la historia se repite casi literalmente 21 siglos después. Por lo visto no hemos avanzado mucho. Los niños siguen muriendo a manos de otros semejantes sin escrúpulos. Lo seguimos viendo en Siria, en Yemen, y en tantos otros lugares. Los inocentes cruzan el Mediterráneo, huyendo del miedo y buscando, junto a sus padres, vida

y refugio. Demasiados se ahogan en la travesía. También en nuestro país, ¿cuántos se van a la cama sin haber comido lo suficiente durante el día? La crisis, diremos. ¿De verdad no se puede arreglar? Tal vez haya demasiados intereses.

Mientras, se repite el Evangelio de san Mateo: «En Ramá, se oye un grito, llanto y lamentos. Es Raquel, que llora a sus hijos, y no quiere consuelo, porque ya no están». Raquel sigue estando ahí, cada día.

Juan RibasBarcelona

Ignacio Gil

La foto 5jueves, 5 de enero de 2017

Un escalofrío de luz

Hay algo en su mirada de extenuación, una extenuación infinita de quien ya ha visto demasiado en tan poco tiempo de vida. Se

llama Housaida y volvió a nacer el día en el que el buque Astral de la ONG Proactiva Open Arms la rescató en aguas del Mediterráneo. Al fotógrafo Giorgios Moutafis debemos esta sublime instan-tánea que ha sido escogida por la agencia Reuters entre las 50 mejores del año. Si aguantamos hasta diez mirando a los ojos de Housaida, probable-mente estas líneas sobran. Su mirada triste, va-

cía, sin final, como intentando escuchar el latido del sofá, que la ata a la tierra y la separa del mar atraviesa como un dardo nuestra conciencia.

Hoy en día el Mediterráneo separa dos mun-dos. En uno, los niños despiertan el día de Reyes con el ruido del papel que envuelve los regalos y, en el otro, con el de obuses, kaláshnikovs, gritos de socorro o con el sonido de su propia hambre. Para unos subir a un barco es una aventura y para otros una tragedia. Acabamos de cerrar un año con más de 5.000 refugiados muertos en el Me-diterráneo en su desesperado intento por llegar a Europa. El Astral, el barco de recreo de un em-presario italiano que sirve de cuna a Housaidsa ha conseguido salvar a unas 13.000 personas. La gente que se juega la vida a diario en el Astral, en el Golfo Azurro, en la Fragata Navarra y en todos

los demás barcos –muchos menos de los necesa-rios– no se sacan fotografías solo por donde no cubre para amasar buena conciencia. Son de los que catan la injusticia y la convierten en vidas rescatadas. Desde el corazón de un Mediterráneo descorazonado nos llega esta imagen, que hiela el alma de una Europa desalmada. El claroscuro que protagoniza Housaida nos estalla como un escalofrío de luz en medio de la infamia. Es difícil contemplar esta fotografía y aguantarse luego sin más la mirada en el espejo. Si tanta indignidad no es motivo para replantearnos que las cosas se podrían hacer de otra forma, no merecemos el apellido de nuestra especie. Somos menos huma-nos de lo que parecemos. Algo estamos haciendo mal, muy mal, Housaida. Crece feliz y no nos lo tengas en cuenta.

Eva Fernández

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con el nº del DNI, y tener una extensión máxima de diez líneas. Alfa y Omega se reserva el

derecho de resumir y editar su contenido.

Instintivamente, la testigo se agachó para recogerlas y dárselas, pero el veloz muchacho había desaparecido. Cuál fue su sorpresa cuando la mujer de ojos azules que pedía en la acera le dio una moneda de 20 céntimos que había recogido del suelo, también del despistado corredor, para que se las devolviera junto con las otras, unas monedas que no llegaban a cuatro euros. La testigo se las dio a la mujer que miraba sin pedir y que, cargada de honradez, devolvió 20 céntimos que se encontró inesperadamente en el suelo. Es el valor de los pequeños gestos.

Maialen AguinagaPamplona

Nombramientos en Alfa y OmegaDesde el 1 de enero, Cristina Sán-chez Aguilar es la nueva redactora jefe de Alfa y Omega. La periodis-ta, de 34 años, se incorporó a este semanario en 2010, y cuenta entre sus reconocimientos con el Premio Manos Unidas de Periodismo y el

Premio Lolo de Periodismo Joven, que concede la UCIP-E.

También desde el 1 de enero, José Calderero de Aldecoa pasa a ser jefe de sección. Licenciado en Perio-dismo, Calderero, de 30 años, es el responsable de la página web de este semanario y de sus redes sociales, ámbitos por los que Alfa y Omega ha apostado de forma decidida en los últimos años.

María Pazos Carretero

REUTERS/Giorgos Moutafis

6 Mundo jueves, 5 de enero de 2017

Andrés Beltramo Álvarez Ciudad del Vaticano

La practicaron Mahat-ma Ga nd h i y K ha n Abdul Ghaffar Khan

en la liberación de la India. Martin Luther King Jr. en la lucha por la igualdad racial en Estados Unidos. Leymah Gbowee y miles de mujeres que lograron parar la segun-da guerra civil en Liberia. Es la no violencia, un modo peculiar de combatir las in-justicias. El Papa quiere con-ducir seriamente a la Iglesia por ese camino.

«Existen muchas ense-ñanzas de la Iglesia que son consideradas utópicas, no realistas; nosotros queremos demostrar que esta no es una utopía, es una realidad que puede suceder. Quizás la única solución a todas las manifestaciones de violencia en torno a nosotros reside en esto, el demostrar que este ca-mino otros lo han seguido ya. El motivo es proponer, sacu-dir la conciencia de la huma-nidad, dejar en claro que no se necesitan las armas para resolver los problemas», in-dica a Alfa y Omega el carde-nal africano Peter Turkson, prefecto del dicasterio para el Servicio al Desarrollo Hu-mano Integral.

Desde hace t iempo el Pontífice viene reflexionan-do sobre la no violencia y su aplicación práctica. Poco a poco ha ido dándole vueltas al tema. Pero en las últimas semanas ha expuesto con claridad sus ideas en dos momentos clave. El 15 de di-ciembre, al recibir las cartas credenciales de nuevos em-bajadores acreditados ante el Vaticano, Francisco advirtió que la no violencia es el cami-no para la paz «en el presente y en el futuro». Y dedicó a la no violencia «como un estilo de política» su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz que se celebró este 1 de enero.

Turkson confirma que, para el Papa, no se trata de un asunto pasajero, sino que busca profundizarlo al más alto nivel. Y anticipa que está barajando dos alternativas: proponerlo como un tema para debatir en una futura asamblea del Sínodo de los Obispos y hacerlo objeto de una carta encíclica. «Esta posibilidad existe», precisó. Aunque todavía se tratan de opciones por concretar.

Cultura del encuentroEl cardenal aclara que el

objetivo no es promover el pacifismo en sentido moder-no. Y alude a que, en Estados

Unidos, existe un grupo que ha convertido el pacifismo en una religión. «Con eso no te-nemos nada que ver», apunta.

Turkson matiza que la no violencia no es lo mismo que pacifismo y precisa que, para la Iglesia, la mansedumbre es una cualidad cristiana que surge del ejemplo de Jesús, quien exigió al apóstol Pedro envainar su espada cuando

los soldados lo fueron a apre-sar mientras oraba en el mon-te de los Olivos.

«Para nosotros la estrate-gia es la cultura del encuen-tro para buscar la paz. Siendo cristianos, ¿por qué no mira-mos a nuestro Maestro, Jesús? Él fue el gran modelo de la no violencia. ¿Por qué esto ha sido olvidado? Nosotros so-mos sus seguidores, ¿por qué

no podemos considerar la no violencia cristiana como un camino?», prosigue.

El gran comercio de las armas

El cardenal denuncia que la diplomacia actual muchas veces es utilizada como ex-cusa para justificar la impo-sición por las armas, y hasta evoca una singular definición

del Papa Pablo VI, quien la llamó «fantasía imaginativa». No obstante, constata que la vía diplomática da siempre la posibilidad de dialogar, de hablarle a la persona y ape-lar a la razón; por eso jamás puede ser ignorada. Al mismo tiempo, asegura que la Iglesia debe intervenir cuando tiene la posibilidad de hablarle a las personas que deciden so-bre la suerte de los países y los pueblos.

«Por ejemplo, tenemos que hablar a quienes construyen las armas. Los conflictos en Siria, Nigeria, Yemen... ¿dón-de están las fábricas de las armas que se usan en esos países? No existen ahí, las fá-bricas existen en otros lados.

«Jesús fue el modelo de la no violencia»t El Papa quiere conducir a la Iglesia por el camino de la no violencia.

Su hombre para lograrlo es Peter Turkson. El cardenal ghanés explica que, entre las posibilidades que podría plantear Francisco, están un Sínodo y una encíclica. Y da detalles sobre la nueva sección de la Curia romana de la que es prefecto, el dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral

El cardenal Turkson a su llegada a una visita pastoral a la localidad de Ekumfi Nanaben, en Ghana

CNS

Mundo 7jueves, 5 de enero de 2017

Es el gran comercio de las ar-mas. Mientras rezamos, de-bemos buscar –mediante la vía diplomática– sensibilizar a los países que producen las armas. Debemos insistir, por-que buena parte de estos con-flictos son guerras sustitutas, gente de fuera que financia esas guerras».

Concepto de guerra justaUn tema delicado corres-

ponde al concepto de guerra justa. Turkson adelanta que se debatirá sobre el mismo. «¿Qué quiere decir en la ac-tualidad?», se cuestiona. Y recuerda que su significado original estaba relacionado con el «impedir la guerra», pero actualmente se utiliza

«en muchos otros sentidos». De ahí la importancia de pro-fundizarlo.

Reconoce que algunos pensadores proponen repu-diar ese concepto de guerra justa , pero advierte que el Catecismo aún incluye al-gunos pasajes que avalan la legítima defensa y reconocen al Estado el derecho al uso de la fuerza para proteger a los ciudadanos. «[Por eso] no se puede dar por descartado o decir que no existe más», indica. De todas maneras anuncia que pronto la Santa Sede organizará seminarios para escuchar a gente que ha estudiado este tema, reco-ger diversos puntos de vista, analizarlos y sacar algunas conclusiones.

Todo bajo el rumbo in-dicado por el Papa, como ilustró Turkson: «Nuestro mundo conoce simplemente la aplicación de la violencia, muchas veces buscando jus-tificarla. Nosotros podemos ofrecer una contribución como cristianos y nuestro maestro Jesús –él no era pa-cifista–, tenía un modo de reaccionar a la violencia. Lo que proponemos es simple-mente eso».

El dicasterio que sirve al desarrollo integral

Desde el primer día de este 2017, el cardenal ghanés ha tomado las riendas de una nueva sección de la Curia ro-mana. Un dicasterio que ha absorbido cuatro antiguos pontificios consejos: Justicia y Paz, Migrantes, Salud y Cor Unum, dedicado a las accio-nes caritativas del Papa alre-dedor del mundo. Todo como parte de la reforma impulsa-da por Francisco.

Turkson aclara que la fu-sión no representa un «juicio de condena» ni «el señala-miento de un fracaso» en el trabajo realizado antes, sino la integración de los minis-terios de la Iglesia encamina-dos a promover el progreso y el bienestar del hombre. «La nueva estructura no debería ser un conglomerado de ofici-nas, eso lo descartamos desde un inicio. Se trata de una nue-va concepción del servicio de la Iglesia en lo social».

Aunque el 1 de enero debía presentarse el nuevo organi-grama, Turkson pidió al Papa una prórroga, ya que los tiem-pos «estaban muy estrechos». Así obtuvo una licencia hasta la próxima Pascua –en abril–para el inicio de la nueva eta-pa.

«Estamos trabajando en el organigrama, pero preveo que existirá una oficina de

investigación y de estudio porque nosotros, como hasta ahora, debemos preparar los textos. Ya no será solo el men-saje para la Jornada de la Paz; será también el de la Cuares-ma, la Jornada de los Enfer-mos, la de Migrantes... Habrá otra oficina de aplicación en la práctica de los proyectos y otra sección dedicada a las comunicaciones, la publici-dad, la relación con el mundo

externo para poder compar-tir el producto de nuestras reflexiones».

El prefecto recuerda que Francisco expresó pública-mente su deseo de ocuparse ad tempus –por un tiempo limitado– del área dedicada a los migrantes y refugiados. Confiesa que desconoce hasta cuándo se mantendrá esa si-tuación, pero la califica como una «estrategia muy común»

que busca poner el énfasis sobre un aspecto en el cual el Papa está muy interesado.

Finalmente, el cardenal desvela que el Pontífice ya ha comenzado a trabajar sobre ese tema con un «pequeño grupo de asesores», pero se niega a dar mayores detalles. Sugirió que las sorpresas es-tán a la vista. Y esquivando las insistentes preguntas, replicó: «Pronto sabremos más».

«Tenemos que hablar a quienes construyen

las armas. Debemos sensibilizar a los

países productores»

El arzobispo castrense reflexiona sobre la guerra justa en una extensa carta pastoral publicada con motivo de la Jornada Mundial de la Paz –que el Arzobispado castrense celebrará este domingo, 8 de enero–, y que, con el título La Cultura de la Paz, pasa revista a los 50 años de esta jornada instituida el 8 de diciembre de 1967 por Pablo VI.

Por un lado –escribe monseñor Juan del Río–, el Evangelio no puede justificar «el recurso a las armas como medio para lograr el shalom: la paz utópica que evoca la situación del paraíso que el Dios Creador y Padre ha querido para sus hijos». No obstante, «a pesar de los anhelos de paz que todos tenemos, hemos de contar con la existencia del mal». «De ahí que los poderes públicos tengan el derecho y el deber de mantener la defensa, la integridad y la independencia nacional», aclara la carta.

Por un lado, «no puede considerarse ilícito defenderse contra un injusto agresor». Resulta así evidente que «la existencia de unas Fueras Armadas y unos Cuerpos de Seguridad del Estado, y su pertenencia a ellas, no están reñidas con el compromiso de ser constructores de la paz». Pero al mismo tiempo, Juan del Río plantea que «el pensamiento de los

clásicos de la licitud acerca de la guerra es muy difícil de sostener ante el nuevo concepto de la guerra moderna, con su carácter de totalidad, ya que el objetivo de destruir al adversario no solo se dirige a su fuerza militar», sino que busca su «destrucción total». Especialmente «una guerra que implique el uso de armas atómicas, bacteriológicas o químicas difícilmente puede ser considerada justa».

«Hoy la guerra se ha convertido en una locura y no en un remedio para reparar las injusticias», abunda el arzobispo castrense. Lo que hace falta es invertir los esfuerzos en la prevención. «La carrera de armamentos no asegura la paz, no elimina las causas de la guerra, sino que aumenta el riesgo de agravarlas», afirma Del Río. Lo que se requiere es «el establecimiento de una autoridad pública internacional reconocida por todos con poder eficaz para garantizar la seguridad, el cumplimiento de la justicia y el respeto de los derechos». Desde hace varios años existe el debate sobre la reforma de las Naciones Unidas de modo que la organización pueda cumplir eficazmente su carta fundacional, un tema que ha puesto de nuevo sobre la mesa el nuevo secretario general, el portugués Antonio Guterres.

¿Se puede hablar hoy de guerra justa?Arzobispado Castrense

El arzobispo castrense (segundo por la derecha) durante una visita a las tropas españolas desplegadas en Afganistán en noviembre de 2009

8 Mundo jueves, 5 de enero de 2017

María Martínez López

«¡No tengáis miedo! ¡No voy a haceros daño!». «¿De dónde es usted?». «Soy del cielo. ¿Queréis ofreceros a Dios para so-portar los sufrimientos que Él os quiera enviar, en reparación por los pecados y súplica por la conversión de los pe-cadores?». Esta conversación entre la Virgen y Lucía, una niña de 10 años que estaba con sus primos Francisco, de 8, y Jacinta, de 7, dio comienzo el 13 de mayo de 1917 al fenómeno de Fátima (Portu-gal). Un siglo después, la Iglesia celebra el centenario de este momento con un Año Jubilar, que estará coronado con la visita del Papa los días 12 y 13 de mayo.

Francisco viajará a Portugal «como peregrino –explica a Alfa y Omega Manuel Joaquim Gomes Barbosa, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP)–. Aunque no tenemos todavía el programa detallado, percibimos que el Papa viene en peregrinación orante. Su presencia será un incentivo para una mayor revitalización de la fe cris-tiana», y «una alerta sobre la defensa de los valores y los derechos humanos para los ciudadanos en general».

La devoción del Papa argentino a esta advocación se hizo patente cuan-do unos meses después de comenzar su pontificado, el 13 de octubre de

2013, consagró el mundo al Inmacula-do Corazón de María ante una imagen de la Virgen llevada desde el santuario portugués. Su visita de mayo confir-mará que «el mensaje de Fátima sigue siendo actualísimo» y se «proyecta en este milenio desde sus comienzos» –subraya Barbosa– porque «tiene su fuente en el Evangelio».

En dicho mensaje se incluyen, ade-más de las apariciones de la Madre de Dios en Cova de Iría, las del ángel en 1916 y las del Niño Jesús, la Virgen y la Santísima Trinidad que recibió Lucía en los años 1920, cuando estaba en el convento de las doroteas en Tui y Pontevedra. De estas últimas surge

la devoción de confesar y comulgar los cinco primeros viernes de mes y la petición de consagrar Rusia al Inma-culado Corazón de María, hecha por la Virgen a la única superviviente de los pastorcitos.

Llamada a todo cristianoEstas revelaciones «siguen siendo

una llamada» a actitudes que debe te-ner «cada discípulo de Cristo»: «la ora-ción y la adoración, la paz y la reconci-liación, la penitencia y la conversión, la ternura y la misericordia». La invi-tación a la penitencia y a la reparación por los pecados «solo tiene sentido a la luz del amor y la misericordia de Dios», explica Barbosa. Así se reco-ge, «explícitamente, en las memorias y apelaciones de sor Lucía». Por ello, este jubileo se engarza perfectamente con el Año de la Misericordia, del que lo separan solo unas semanas.

Centenario de las apariciones de la Virgen en Portugal

«Fátima contribuye a la conversión y al compromiso de la Iglesia»t Portugal se prepara para la visita del Papa Francisco, que en mayo peregrinará al

santuario de Fátima. El mensaje de la Virgen «solo tiene sentido a la luz del amor y la misericordia de Dios», afirma el portavoz de los obispos del país

El Papa Francisco ante la Virgen de Fátima en 2013, la víspera de consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María. A la derecha, la beatificación de Jacinta y Francisco el 13 de mayo de 2000

Manuel Gomes Barbosa

CNS

Conferencia Episcopal de Portugal

CNS

Mundo 9jueves, 5 de enero de 2017

También presente en Fátima –lo recordaba el secretario general de la CEP al celebrar la próxima visita del Papa– está la invitación a la alegría «que brota del Evangelio» y que es una idea programática de Francisco. Su afirmación parece contrastar con el semblante triste de María durante las apariciones, que impresionó a los pas-torcitos. «¿Quién no se queda triste con el mal y las atrocidades que acontecen hoy? –explica Barbosa a este semana-rio–. Solo con la oración, la fe y el com-promiso se puede contribuir a que las tinieblas se transformen en luz. Solo eso puede llenarnos de alegría».

El centenario de Fátima se viene preparando en el santuario desde 2010, con un itinerario catequético y de reflexión que ha ido profundizando en los mensajes de la Virgen. Además, entre 2015 y 2016 la imagen peregrina de María, que recorrió 64 países entre 1947 y 2000, ha vuelto a los caminos

para visitar todas las diócesis del país. El último empujón en los preparativos ha sido la carta pastoral de los obispos portugueses Fátima, señal de espe-ranza para nuestro tiempo.

La Virgen y los refugiadosEn el texto, los obispos –explica su

portavoz– «acentúan dos dimensio-nes de Fátima íntimamente ligadas entre sí: mística y profética; un en-cuentro salvífico con Dios Trinidad que al mismo tiempo es salida al en-cuentro de los demás, sobre todo de los más excluidos y descartados. La espiritualidad de Fátima contribuye a una auténtica conversión de la Igle-sia y a un verdadero compromiso de los cristianos frente a los conflictos y las situaciones que hoy exigen res-puestas humanas y cristianas». Bar-bosa alude, por ejemplo, «al drama de los refugiados y a lo que los cris-tianos hacen –y pueden hacer mucho

más– para expresar una solidaridad humana y cristiana efectiva».

Que las revelaciones de Cova de Iría a tres niños siguen de actuali-dad lo manifiesta el goteo incesante de fieles que acuden al santuario, y el aumento del «número de los que lo hacen a pie, muchos durante una semana». En 2015, solo en peregrina-ciones organizadas, visitaron el san-tuario 587.129 personas, un 4,6 % más que el año anterior. Entre ellos, hubo 30.000 españoles, un 33 % de los pe-regrinos extranjeros. Los obispos no manejan previsiones para el cente-

nario, pero –apunta Barbosa– «todas las peregrinaciones jubilares tienen siempre una multitud inmensa de peregrinos. Basta recordar la visita de Benedicto XVI en 2010, cuando la explanada de la basílica acogió a me-dio millón de peregrinos; o, diez años antes, el millón largo de personas que arropó a san Juan Pablo II cuando, en el Jubileo del año 2000, beatificó a Ja-cinta y Francisco. Muchos de esos pe-regrinos, afirma el secretario general del episcopado portugués, proceden de España, por la cercanía geográfica y espiritual con Portugal.

José María Ballester Esquivias

Como escribe Gianni Ambrosio en el Diccionario Enciclopédico del Cristianismo, «tanto las apariciones como las revelaciones privadas no son sino un apoyo destinado a recordar elementos que han quedado descuidados o un estímulo referido a ciertos puntos particularmente útiles en determinadas circunstancias».

Las apariciones de Fátima se ajustan perfectamente a la premisa de Ambrosio. Las circunstancias son los terribles acontecimientos que asolaron al mundo durante el siglo XX y que siguen surtiendo efecto en la sociedad posmoderna. Y no solo a las guerras. También a los estragos que el ateísmo iba a causar. De ahí que en la primera aparición, la Virgen, tras ordenar a los tres pastorcitos que volvieran a Cova de Iría el día 13 de cada mes hasta octubre, los exhortó a practicar la reparación y, sobre todo, a rezar el rosario con asiduidad.

En la tercera aparición, la Virgen se muestra más precisa y expresa el ruego –procedente directamente del Señor– de que se establezca «en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado; si se hace lo que os voy a decir, muchas almas se salvarán y habrá paz».

Pío XII escuchó este deseo y el 31 de octubre de 1942 solemnizó la consagración de la Iglesia al Corazón Inmaculado de María. Lo hizo, no era casualidad, a través de un mensaje al pueblo de Portugal, que ya había sido consagrado por sus obispos en 1931, un año después de la confirmación definitiva de las apariciones. El año 1942 no es baladí: se cumplía un cuarto de siglo de las apariciones y también de la consagración episcopal del Papa Pacelli. Quedaba así sancionada la centralidad de Fátima en la Iglesia.

Pero Fátima cobraría un sentido aún más amplio en la historia, sin apartarse de la línea de oración y devoción trazada

por la Virgen en su primera aparición: la consagración de Rusia. Según el claretiano Joaquín María Alonso –citado por el Nuevo Diccionario de Mariología–, con el deseo mariano sobre el país eslavo, «Fátima se coloca en el centro de las preocupaciones mundiales y de los acontecimientos más importantes de nuestro siglo».

El atentado del que fue víctima san Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 –día de la Virgen de Fátima– es la clave. No solo porque el propio Papa estaba convencido de que la Virgen desvió el proyectil que le podía haber matado («La bala iba perfectamente dirigida y era devastadora, ¿por qué todo el mundo habla de Fátima?», le preguntó Ali Agca en 1983), sino también porque a raíz del fallido magnicidio pensó en consagrar a Rusia a la Virgen, cosa que hizo el día de la Anunciación de 1984, junto con otros países.

Cinco años después, caía el Muro de Berlín y empezaba a desmoronarse el comunismo, simbolizado por Rusia más que por cualquier otro país. Al salir del hospital, san Juan Pablo II había ordenado construir una pequeña capilla en Polonia, lo más cerca posible de la frontera rusa, en la que se colocaría una estatua de la Virgen de Fátima. El deseo de María se había cumplido.

En el corazón del siglo XX

J.M.B.E.

A partir del siglo XVI, la Sábana Santa pasó a ser propiedad privada de la Casa de Saboya, cuyos titulares se convirtieron en reyes de la Italia unificada en 1871, tras una dura pugna con el papado. Con el tiempo, las relaciones entre la dinastía y los Pontífices se fueron normalizando. Tras la

proclamación de la república en 1946, el último rey se exilió en Portugal. Con el paso del tiempo, manifestó su deseo de donar la Sábana Santa a la Iglesia. Su primer encuentro con un Papa tras su caída tuvo lugar en Fátima en 1967 cuando fue recibido por Pablo VI. 15 años más tarde, mantuvo en el mismo lugar un encuentro con san Juan Pablo II. Fue entonces fue cuando se acordó la donación.

La suerte de la Sábana Santa se decidió en el santuario

San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, tras sufrir el atentado

CNS

10 Mundo jueves, 5 de enero de 2017

M.M.L.

El Papa ha exhortado a todos los obispos del mundo a asumir «clara y lealmente la consigna “tolerancia cero”» respecto a los abusos sexuales a menores por parte del clero. En una carta a todos los obispos del mundo escrita el 28 de diciembre con motivo de la fiesta de los Santos Inocentes, el Santo Padre repasaba algunas de las situaciones de injusticia y sufrimien-to que viven los niños hoy: pobreza, malnutrición, desplazamientos for-

zosos, falta de escolarización, trata con fines de explotación sexual o es-clavitud infantil. Sin embargo, Fran-cisco se centraba en los abusos por parte del clero, que hacen sufrir a la Iglesia tanto por el «dolor causado en sus hijos más pequeños» como por «el pecado de algunos de sus miembros», que «nos avergüenza».

«Personas que tenían a su cargo el cuidado de esos pequeños han destro-zado su dignidad. Esto lo lamentamos profundamente y pedimos perdón. Nos unimos al dolor de las víctimas

y a su vez lloramos el pecado» –con-tinúa el Pontífice en el texto, hecho público el lunes–. También «el pecado de omisión de asistencia, el pecado de ocultar y negar, el pecado del abu-so de poder». Frente a estos pecados, «quiero que renovemos todo nuestro empeño para que estas atrocidades no vuelvan a suceder entre nosotros. To-memos el coraje necesario para imple-mentar todas las medidas necesarias y proteger en todo la vida de nuestros niños, para que tales crímenes no se repitan más».

El Papa pide «coraje» frente a la pederastia

M.M.L.

La Iglesia ha dado un paso al frente ante la situación crítica en Venezuela. El arzobispo de Caracas, cardenal Jor-ge Urosa, hizo leer el domingo en to-das las iglesias de la diócesis un men-saje en el que denuncia la «situación real de dictadura» que se vive en el país, informó ABC. El texto desmiente también la versión del Gobierno se-gún el cual la grave crisis económica se debe a un boicot exterior, sino a la «aplicación de un sistema económico errado, el totalitarismo socialista que adscribe al Estado el control total de la economía». El cardenal Urosa insta a los venezolanos a «no dejarse inti-midar» y a «poner todo su empeño y acción en frenar la marcha de la dicta-

dura y erradicarla por la vía democrá-tica, en sana paz, por la vía pacífica».

En cuanto al «seriamente cuestio-nado» diálogo entre el Gobierno y la oposición, Urosa afirma que, «indepen-dientemente del futuro de ese diálogo, debemos tener presente que el pueblo

exige paz, seguridad personal y convi-vencia social, y condiciones que permi-tan trabajar y vivir en tranquilidad».

Con todo, la Iglesia no abandona esta vía, que es «la única para Vene-zuela». Lo decía el lunes a la televisión de la Conferencia Episcopal Italiana monseñor Claudio María Celli, en-viado especial del Papa para las ne-gociaciones en el país. El arzobispo valoró positivamente la liberación de seis presos políticos, entre ellos el ex candidato presidencial Manuel Rosa-les. Se trata de un gesto del Gobierno, que –según lo ya negociado– también tendría que haber avanzado en la con-vocatoria de elecciones y desbloquea-do la Asamblea Nacional. Debido a la falta de resultados, sigue en el aire el encuentro previsto para el 13 de enero.

Venezuela: la Iglesia denuncia la «situación real de dictadura»

AFP Photo/Tiziana Fabi

El Papa recibe las ofrendas de niños vestidos de Reyes Magos durante la Misa del domingo en San Pedro

CNS

«Tenemos Madre, no somos huérfanos»

R.B.

La Jornada Mundial de la Paz se vio enfangada por el atentado en Es-tambul. «La violencia ha golpeado en esta noche de buenos deseos y de esperanza», dijo el Papa durante el rezo del ángelus.

El 1 de enero la Iglesia celebra-ba también la solemnidad de Santa María Madre de Dios, lo que «nos recuerda que tenemos Madre, no somos huérfanos», dijo Francisco en una bella homilía en la basílica de San Pedro. «Las madres –aña-dió– son el antídoto más fuerte ante nuestras tendencias individualistas y egoístas, ante nuestros encierros y apatías». Una sociedad sin madres habría perdido «el corazón» y «el sabor a hogar». «Porque las madres, incluso en los peores momentos, sa-ben dar testimonio de la ternura, de la entrega incondicional, de la fuerza de la esperanza. He aprendi-do mucho de esas madres –confesó el Papa– que teniendo a sus hijos presos, o postrados en la cama de un hospital, o sometidos por la es-clavitud de la droga, con frío o calor, lluvia o sequía, no se dan por venci-das y siguen peleando para darles a ellos lo mejor. O esas madres que en los campos de refugiados, o in-cluso en medio de la guerra, logran abrazar y sostener sin desfallecer el sufrimiento de sus hijos. Madres que dejan literalmente la vida para que ninguno de sus hijos se pierda».

El Obispo de Roma lamentó «la pérdida de los lazos que nos unen, típica de nuestra cultura fragmen-tada y dividida». Frente a eso, «ce-lebrar la fiesta de la Santa Madre de Dios nos vuelve a dibujar en el ros-tro la sonrisa de sentirnos pueblo».

En la víspera, durante el habitual Te Deum de acción de gracias por 2016, el Papa se refirió a las dificul-tades laborales que afrontan millo-nes de jóvenes. «Hemos creado una cultura que, por un lado, idolatra la juventud queriéndola hacer eter-na pero, paradójicamente, hemos condenando a nuestros jóvenes a no tener un espacio de real inserción, ya que lentamente los hemos ido marginando de la vida pública obli-gándolos a emigrar o a mendigar por empleos que no existen o no les permiten proyectarse en un maña-na», denunció. «Hemos privilegiado la especulación en lugar de trabajos dignos y genuinos que les permitan ser protagonistas activos en la vida de nuestra sociedad. Esperamos y les exigimos que sean fermento de futuro, pero los discriminamos y condenamos a golpear puertas que en su gran mayoría están cerradas».

Mundo 11jueves, 5 de enero de 2017

Cristina Sánchez Aguilar @csanchezaguilar

Franklin, Susana y Andrés caminan una vez a la semana por los intermi-nables senderos de la selva ecuato-riana. A veces encuentran coche o bicicleta para los desplazamientos, enfangados y llenos de baches. Cuan-do toca cruzar los ríos para llegar al poblado indígena de los quechuas se disponen a remar en unas utilita-rias canoas. Lo mismo hacen Chikuit y Marcelo con los achuar en la zona de Kapawi. O Héctor e Hilario, que celebran cada domingo la Palabra y dan catequesis a niños y adultos en la comunidad de Villano. «Ellos tie-nen suerte, porque se ha hecho una carretera por la que ahora se accede un poco mejor».

Lo explica monseñor Rafael Cob, obispo español en Puyo (Ecuador), quien asegura que los 110 catequistas indígenas que cada semana celebran en su diócesis la fe con sus comunida-

des «son la estrella encendida, como la de Belén, que guía a los Reyes Ma-gos hasta encontrar a Jesús. Los ca-tequistas enseñan a sus hermanos la palabra de Dios en los lugares donde el sacerdote no puede llegar asidua-mente». Para el obispo «sería dificilí-simo avanzar en la evangelización sin su ayuda. Ellos descubren la semilla del Verbo en su cultura y encarnan con su propia lengua el Evangelio». De hecho, gracias a estos agentes de pastoral, con los que se trabaja perió-dicamente en la diócesis con cursos formativos, se traduce la Biblia y los catecismos a sus lenguas nativas «y teniendo en cuenta sus tradiciones. Insistimos mucho en la defensa y cui-dado de la naturaleza, por ejemplo. Qué mejor que ellos, habitantes del pulmón del planeta, sean los pioneros de este cuidado».

Los ancianos, acompañadosA cientos de kilómetros, en un

asentamiento anexo a la ciudad de

León, en Nicaragua, son las siete de la mañana de un martes cualquiera. A estas periferias allí se las conoce por el nombre de repartos, lugares donde no es raro levantarse con la noticia de un asesinato a machetazos por un ajuste de cuentas o la celebración de una misa negra en uno de los recin-tos de las sectas, que campan a sus anchas –cada vez más– por el país. Una veintena de mujeres y jóvenes se reúnen entre las cuatro placas de contrachapado que hacen de capi-lla. Todo comienza con la oración en voz alta, casi gritada. Piden ayuda al Espíritu Santo para que los guíe las cuatro próximas horas. «Dos veces a la semana salimos a repartir la comu-nión a los enfermos del reparto y de los asentamientos vecinos», explica Jocelyn, una joven del barrio, a punto de coger su bicicleta para atravesar decenas de kilómetros casi selváticos.

«Doña Sara no puede moverse de la silla desde hace años. Además de acompañar a Carmen –la responsa-

ble de catequistas–, que es la que da la comunión, yo me encargo de llevar la Biblia y hacer con ella una pequeña celebración de la Palabra». Y así, casa por casa de la ruta que tiene asignada. Ancianos enfermos, mujeres maltra-tadas, niños con discapacidad… Jo-celyn acude semanalmente a visitar a sus vecinos. «También les animamos a participar de las celebraciones de la capilla, que hacemos cada domingo los catequistas y una vez mes el pa-drecito». Después de muchas visitas, doña Rosa, muy anciana ya, volvió a confesarse tras 40 años sin acercar-se a una iglesia. También Pedrito y Ana se dejaron empapar de la Palabra de Dios en esas visitas. Tienen 90 y 92 años y hace un año celebraron su amor con el sacramento del Matrimo-nio. Llevaban juntos más de 50 años.

A la montaña los domingosEn lo alto de la montaña guantana-

mera, en Cuba, son las mujeres las que ceden sus casas para celebrar cada semana la Palabra. «Los vecinos es-tán deseosos de que llegue el domingo por la tarde para que suba el grupo de catequistas», afirma Nilda Julia, responsable de la pastoral catequética en la diócesis de Guantánamo. «Como en estas poblaciones de la montaña o del campo no hay capillas ni un techo para celebrar, hacemos las reuniones en las casas particulares».

Cada fin de semana un equipo de 50 laicos se monta en el maletero de la pick-up que se encamina a las pa-rroquias periféricas. «En la ciudad tan solo tenemos cuatro iglesias, todas las demás comunidades están muy lejos y los sacerdotes, que son pocos, no pueden ir cada semana», señala la catequista. Por eso «somos nosotros los que nos formamos y tomamos la responsabilidad de ir a visitar a los cientos de niños y adultos que reciben catequesis para prepararse para los sacramentos. También repartimos la comunión, visitamos a los enfermos y celebramos la Palabra de Dios en comunidad». Manuel Barrios, direc-tor del Secretariado de Relaciones Interconfesionales de la CEE viajó a la isla caribeña en verano y reconoce sentirse «fascinado por el compromi-so de los laicos. Son los que sacan las misiones adelante».

Ecuador, Nicaragua, Cuba… son incontables los países donde los lai-cos encabezan la evangelización, allí donde la escasez de sacerdotes impide un acompañamiento asiduo. Por eso el lema de esta jornada del catequista nativo que se celebra el domingo en España, Sirviendo en familia a la mi-sión, «es de extrema importancia. Sus comunidades son su familia, es desde esa experiencia como se entiende el sentido de la responsabilidad de la mi-sión», explican desde el Instituto Es-pañol de Misiones Extranjeras (IEME).

«Son su estrella de Belén»

t Caminan durante horas, reman en canoas, suben montañas escarpadas… para hablar de Dios a las comunidades más aisladas. Son muchos los laicos que están asumiendo la responsabilidad de acompañar a aquellos que estaban solos por la escasez de sacerdotes. Este domingo la Iglesia en España recuerda en una jornada la importancia de los catequistas nativos Una celebración de la Palabra en un pueblo rural en Cuba. Arriba, dos catequistas

se dirigen a una comunidad indígena de la selva de Puyo, en Ecuador

Rafael Cob

wendybelloblog.com

12 España jueves, 5 de enero de 2017

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

A 30 kilómetros de Madrid por la A-1 se encuentra el templo de Santo Domingo de la Calzada,

de la diócesis de Alcalá de Henares. La parroquia tiene un perfil que ya que-rrían muchos sacerdotes en España: la iglesia llena durante la Misa dominical, muchos niños y familias, actividades diarias, cinco o seis horas de confe-sionario cada domingo... Hace apenas cuatro años, la parroquia albergaba también muchas iniciativas: adoración nocturna, cursos Alpha, grupos de for-mación como continuación de Alpha, Mother´s prayers, el oratorio de niños pequeños como catequesis de posco-munión, una semana de evangeliza-ción en la parroquia... Pero su párroco, José María Lamadrid, percibía que algo no funcionaba bien. En verano de 2013, José María estaba con la lengua fuera y con una sensación: «Aquí falta algo...».

Lamadrid, que a principios del mes de diciembre organizó junto a Alpha España el primer Encuentro de parro-quias sobre liderazgo y experiencias prácticas para la conversión pastoral, se dio cuenta de que «faltaba una uni-dad interna. Hacíamos muchas cosas y yo no podía con todo. Ahí se confirmó mi runrún: no se trata de hacer 20.000 cosas puntuales, sino de hacer de la parroquia una comunidad de fieles que se acerquen al Señor y puedan crecer en la fe».

Así que convocó a sus colaborado-res más cercanos para ponerse delante del Señor y preguntarle: «¿Por dónde quieres que vayamos?». De ahí surgió un consejo de evangelización que em-pezó a reunirse todos los sábados por la mañana para celebrar la Eucaristía, rezar juntos y compartir inquietudes. «Poco a poco nos dimos cuenta de que había que parar cosas: algunos grupos, actividades y charlas dejaron de fun-cionar», dice el párroco. «Empezamos a entender que no se trata de introdu-cir más y más cosas, sino que la con-versión pastoral es, en primer lugar, un cambio de mentalidad que luego se traduce en la actividad. En realidad hemos adoptado pocas novedades en los últimos tres años, porque lo pri-mero es rezar y pensar, orar y trabajar. Es un asunto más de claves que de ini-ciativas».

En todo este proceso no ha estado solo: «No todo gira alrededor del cura. La relación entre sacerdotes y laicos tiene que renovarse. Tenemos que trabajar juntos, no para hacer lo que yo quiera, o lo que los laicos quieran, sino lo que quiere Dios. Si la gente está tocada por Dios lo va a hacer bien. No se puede tener todo controlado, por-que las cosas no avanzan y los curas se queman». Por este motivo, uno de los requisitos para participar en el en-cuentro de diciembre fue que los sa-cerdotes tenían que acudir junto a un equipo de cuatro o cinco colaborado-res laicos de su parroquia.

Hoy, Santo Domingo está creciendo a un ritmo sostenible, con una reno-vación tranquila. El consejo de evan-gelización sigue trabajando, toda la catequesis de la parroquia se ha puesto

en clave de oratorio de niños pequeños, hay un equipo de acogida en las oracio-nes mensuales que se quiere trasladar a la Eucaristía dominical, se está intro-duciendo una música más actual en las celebraciones... En definitiva «no hay que tener miedo de cambiar cosas, de intentar una transmisión de la fe más eficaz. Estamos explorando. La visión es hacer una comunidad cristiana de discípulos misioneros, de gente que va a la parroquia y vive su fe y la transmi-te en su vida diaria», explica Lamadrid.

«Los cambios de mentalidad en cualquier organización duran varios años», concluye el párroco. Pero hay que hacerlos. Y empezar por lo más necesario: «Toda renovación empieza por la oración».

Más libertadEn esta primera fase de la conver-

sión pastoral está la parroquia de Nuestra Señora de Fuente del Fresno,

en la diócesis de Madrid. El párroco, Javier Sánchez Cervera, explica que «a primera vista no funciona nada mal: hay actividades bonitas, buen ambiente..., pero eso no vale, porque hay un 80 % de personas del entorno de la parroquia que no vienen nunca».

¿Qué se puede hacer? «Hay que descubrir cuál es el plan que está en la mente de Dios para que todos los vecinos sean santos. Si no, estamos perdiendo el tiempo». ¿Y cómo hacer-lo? «No se trata de pensar activida-des variadas para los que ya vienen a Misa. Además, las iniciativas son lo de menos, son lo último». En su caso, constató que «las parroquias, tal como están hoy planteadas, no funcionan porque no evangelizan y no conducen a la gente a un encuentro real con Cristo. Y no son sostenibles, porque dependen del párroco en todo: hay parroquias que van bien, pero cambian al párroco y se hunden».

Por eso en Fuente del Fresno han empezado por el principio: «Me di cuenta de que no estaba en condicio-nes de hacerlo yo todo, de que nece-sitaba rodearme de gente y de mirar a Cristo juntos y preguntarle: ¿Qué debemos hacer?». Desde hace un año, un grupo de 15 personas se reúne re-gularmente «para rezar, hablar y ver dónde quiere Dios que vayamos».

Este cambio de mentalidad otorga además una gran libertad pastoral: «Lo importante no son los números, sino saber si cada cosa que hagas es lo que Dios quiere para esta parroquia. Se te podría ocurrir: ¿Y si quitáramos las catequesis de Confirmación y las convirtiéramos en excursiones los fi-nes de semana? Pero lo hemos hecho siempre así. ¿Y qué? Si algo no ayuda lo quitamos, y no pasa nada». Además, el Espíritu Santo renueva en quienes se embarcan en esta aventura el don del temor de Dios, «porque perciben que esta llamada que Dios nos está haciendo es algo muy grande, que nos supera y que es obra suya», concluye.

«Queremos hacer cristianos»Esta audacia a la hora de replan-

tearse la transformación de «las cos-

La conversión pastoral llega a las parroquiast Parroquias de toda España están cambiando la

mentalidad, los horarios, las catequesis, las estructuras... Y están compartiendo sus experiencias para evangelizar con más eficacia y profundidad

José María Lamadrid, durante el Encuentro de conversión pastoral celebrado en diciembre

Parroquia Santo Domingo de la Calzada

tumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial», como pide el Papa Francisco en Evan-gelii gaudium, ha llevado a Modesto Álvarez, párroco de San Francisco de Sales, en Parla, diócesis de Getafe, a adecuar el itinerario catequético de la Iniciación cristiana a cada uno de los niños, no a dividirlos por edades. «Hay niños que antes de cumplir la edad habitual en la que se hace la Primera Comunión ya están preparados para confesarse y comulgar, y lo hacen a los 7 años».

En su parroquia, los dos primeros años de catequesis de Primera Comu-nión consisten en una celebración de la Palabra previa a la Misa dominical, siempre con las familias: «Los niños necesitan la experiencia de fe de sus padres, no basta solo con las cateque-sis», explica Modesto. ¿El riesgo? Que haya familias que deciden llevar a sus hijos a otras parroquias. «Pero es que nosotros no damos cursillos para re-cibir sacramentos y ya está. Nosotros queremos hacer cristianos».

Esta mentalidad influye también en la celebración del domingo. En San Francisco de Sales solo hay una Euca-ristía dominical, «porque somos una única comunidad. Y la preparamos muy bien: la homilía, la música, un equipo de acogida... Es una Misa larga, de más de una hora, y es muy bonito ver que la gente se queda después en la puerta hablando, los niños jugando por ahí, haciendo vida comunitaria... De ahí han surgido peregrinaciones, encuentros, vacaciones parroquia-les...».

Como en otros casos, el cambio co-menzó con la creación de un pequeño equipo y perdiendo el miedo a que la

parroquia «sea algo más que un dis-pensario de servicios religiosos».

No es proselitismoEn Nuestra Señora de la Asunción,

en Cadalso de los Vidrios, diócesis de Getafe, «lo que marcó la diferencia fue crear un equipo para preguntarle a Dios qué quiere de nuestra parro-quia», dice Carlos Ruiz, el párroco. «Creamos un núcleo y nos pusimos a la escucha de Dios, no para ver cómo podemos traer más gente a Misa, que eso es proselitismo, sino para ver qué necesita la gente del pueblo y qué les podemos ofrecer».

«Ojo, la conversión pastoral no se puede quedar en un lema bonito y se-guir haciendo lo mismo», dice Julio Segurado, párroco de San Pedro Po-veda, en Jaén. En su parroquia han probado muchas cosas en los últimos años, pero siempre en una clave: gru-pos pequeños en torno a un café o algo de comida, en un ambiente relajado que propicie el diálogo. «No queremos hacer alumnos –dice Julio–. No pode-mos seguir repitiendo esta metodolo-gía. Nuestro lema: Más adultos y me-nos niños; más laicos y menos clero».

España 13jueves, 5 de enero de 2017

Evangelizar, no solo sobrevivir

Algunos pueden pensar que la nueva evangelización se trata de salir a la calle a re-

cuperar lo perdido, una especie de operación de captación y moder-nización de la marca y las técnicas de marketing para captar enfria-dos y alejados. Nada más lejos de la realidad. El cambio que la Iglesia nos está pidiendo desde el Vatica-no II tiene que ver con la magistral formulación de Pablo VI en Evan-gelii nuntiandi , refrendada por Benedicto XVI en la inauguración del Sínodo para la Nueva Evange-lización: «La Iglesia existe para evangelizar». Esto significa que en la evangelización nos jugamos la razón de ser de la existencia misma de la Iglesia.

Conversión pastoral es una ex-presión que está en boca de muchos, por más que no se sabe cómo llevar a la práctica. Quizás sea así porque se hace una lectura selectiva de la Evangelli gaudium y no se quiere po-ner en obra ese repensar «objetivos, estilo, estructuras y métodos» (EG 25). Repensar viene a ser lo que los lineamenta para el Sínodo llamaron un «cuestionamiento de la Iglesia sobre sí misma» que conminaba a examinar «la capacidad de la Iglesia de configurarse como comunidad, como verdadera fraternidad, como cuerpo y no como una empresa».

Conversión pastoral significa no solo cambiar estructuras en pos de la misión. Se trata de recordar que la Iglesia existe para evangelizar, para hacer discípulos, y no solo para sobrevivir, apuntalar estruc-turas caducas y mantener una cris-tiandad que ya es historia.

Conversión pastoral significa vol-ver al momento primero, a la Iglesia de los Hechos, a Jesucristo; volver al primer anuncio y reiniciar la sempi-terna dinámica de la Iglesia: anun-ciar, catequizar/discipular y enviar.

Conversión pastoral significa no hacer rebajas, no conformarse con dar sacramentos a bautizados sin convertir. También es salir, pero eso es solo la punta del iceberg de un cambio profundo. Sin envío solo hay autorrefencialidad y un man-tenimiento caduco.

Las parroquias necesitan la conversión pastoral para recupe-rar su identidad más profunda: ser centros de redención y de envío, de transformación y de sanación. Hos-pital de campaña y a la vez portaa-viones desde donde enviar cristia-nos para reconstruir un mundo que desesperadamente necesita a Jesu-cristo para no caerse en pedazos.

* Director de Alpha España

Las clavesLo primero: pararse y pen-

sar, no precipitarse, rezar.El párroco no está solo:

Formar un núcleo de personas llamadas por Dios a evange-lizar.

Evitar el activismo: no se trata de poner en marcha más actividades y grupos.

«Siempre se ha hecho así» no es razón para mantener las cosas.

Huir de los números: el éxito no siempre pasa por traer a más gente.

Antes de cambiar la es-tructura, cambiar la menta-lidad; las decisiones concretas vienen después.

Tener clara la visión de la parroquia: hacia dónde ir, qué podemos ofrecer.

Para formarse más: Una renovación divina, de James Mallon; Una Iglesia con pro-pósito, de Rick Warren; La reconstrucción de una parro-quia, de Michael White y Tom Corcoran... Y los Encuentros anuales de Nueva Evangeli-zación (ENE), organizados por Alpha España y la comunidad Fe y Vida.

Equipo de seglares de Alpha en la parroquia San Pedro Poveda, de Jaén

El núcleo de evangelización de San Francisco de Sales, de Parla, con algunos miembros de la comunidad Fe y Vida

Julio Segurado

Modesto Álvarez

Tote Barrera*

14 España jueves, 5 de enero de 2017

Fran Otero @franoterof

Ni se imaginaba Francisco Simón Conesa (Elche, 1961) cuando era monaguillo en la parroquia de San Agatángelo de Elche o cuando acom-pañaba a sus padres a las conviven-cias que estos impartían a grupos de matrimonios, que llegaría a ser un sucesor de los apóstoles. Gracias al testimonio y la transmisión de la fe de sus padres, descubrió a Dios y en-contró su vocación como sacerdote. Su vida, como insiste, es para servir. Primero lo hizo como vicario parro-quial, párroco y vicario general y, ahora, como obispo de Menorca. Será ordenado este sábado de manos del cardenal arzobispo de Valencia, An-tonio Cañizares, en una celebración en la que también estarán presentes, entre otros, el nuncio del Papa en Es-paña, Renzo Fratini, y el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui.

¿Se esperaba el nombramiento? ¿Cómo reaccionó cuando se lo co-municaron?

No me lo esperaba de ninguna manera. Fue una enorme sorpresa y me generó sentimientos contra-dictorios. Por una parte, uno se da cuenta de la propia debilidad, de que lo que le han encargado le supera. Y, por otra parte, sentí una gran grati-tud a la Iglesia, a la comunidad que he servido hasta ahora y a Dios por haberme elegido para este minis-terio. Siento dejar la comunidad en la que estaba, pero también tengo ilusión por emprender una nueva tarea, que es fruto de la gracia de Dios, ya que uno no puede solo con sus propias fuerzas.

En la carta que dirigió a sus nue-vos diocesanos, habla con mucho cariño de sus padres.

Muchas personas que los conocie-ron en vida me recuerdan quiénes eran mis padres: personas sencillas y trabajadoras, con una dedicación y amor a la familia muy grande. Y de una fe profunda. Siempre parti-ciparon de la vida de su parroquia, en equipos de matrimonios, impar-tiendo cursillos prematrimoniales… Tengo muchos recuerdos de peque-ño en las convivencias de mis pa-dres. Sé que ellos estarán muy con-tentos y acompañándome en estos momentos.

Supongo que le ayudará haber sido vicario general 16 años…

Tengo mucho que agradecer a los tres obispos con los que he sido vi-cario general en Orihuela-Alicante. Conocí con profundidad la diócesis, a los sacerdotes, las parroquias. Es un bagaje que me será útil.

También tiene experiencia en el trabajo pastoral en parroquias.

Siempre he trabajado como vicario en parroquias a excepción de estos tres últimos años en los que he sido párroco de la basílica de Santa María de Elche. He disfrutado mucho con la vida parroquial, el contacto con la

gente, los grupos y las distintas inicia-tivas pastorales. Es una experiencia que me llevo a Menorca.

¿Cómo se presenta a esta pequeña diócesis insular?

Yo voy para caminar con esa Igle-sia. Uno tiene un ritmo y unos oríge-nes, pero ahora me tengo que adaptar al rito de ellos, contando con los sa-cerdotes, laicos… para discernir qué pide el Señor a la Iglesia de Menorca, hacia dónde debemos caminar. Es un proceso que tenemos que hacer to-dos juntos. Llego también, como dice mi lema episcopal, como servidor de vuestra alegría (Adiutor gaudii vestri), para ayudar en la medida de mis po-sibilidades a que aquella comunidad cristiana crezca haciendo presente a Jesucristo a las gentes de Menorca.

Usted habla de una Iglesia de puertas abiertas.

La Iglesia no puede cerrarse en sí misma, porque cuando lo hace pierde su misión e identidad. Para la Iglesia es clave salir a ofrecer a Cristo y, por ello, tiene que andar preocupada por cómo lo puede llevar a cabo. Se trata, en definitiva, de abrir las puertas, sa-lir a los hombres y dejar que la gente conozca a Jesucristo.

¿Ha podido visitar ya la diócesis?Estuve un par de días. Me reuní con

los sacerdotes, en torno a 30, que viven una realidad hermosa y sencilla. La ventaja que voy a tener es que podré mantener un contacto muy cercano con el clero, con los dos monasterios que hay y con los fieles, entre otros.

Como Orihuela-Alicante, Menor-ca es una diócesis que recibe mucho turismo. ¿Será una dimensión que cuidar?

Por supuesto, tenemos que traba-jar en este aspecto, así como en la di-mensión ecuménica, que también es importante. Pero hay otra coinciden-cia más, pues algunas poblaciones de Menorca se dedican al calzado como Elche, mi ciudad. Hay una confluencia entre los dos lugares.

Cuando estuvo con el Papa Fran-cisco, ¿le dijo algo en especial?

El encuentro con el Papa fue ex-traordinario. Fue tras una audiencia general, me presenté como obispo electo de Menorca y me contestó que había leído declaraciones mías que le habían gustado. «Qué cosas más lin-das dice, siga usted en esa línea», me dijo. Fue un encuentro muy cordial y salí muy reconfortado.

Francisco Simón Conesa Ferrer, nuevo obispo de Menorca

«La Iglesia no debe encerrarse en sí misma, sino salir a los hombres»t «Dice usted cosas muy lindas, siga en esa línea», le dijo el Papa durante un encuentro en

el Vaticano a Francisco Simón Comesa, que será ordenado el sábado obispo en Menorca

Francisco Simón Conesa junto al Papa Francisco

Obispado de Menorca

España 15jueves, 5 de enero de 2017

R. Benjumea / F. O.

«Proclamemos la belleza de la familia en nuestra Iglesia diocesana, en los lugares donde estamos, donde tra-bajamos, donde vivimos…». Este es el desafío que lanzó el cardenal Carlos Osoro a las miles de personas que po-nían el punto final en la tarde noche del viernes a la fiesta de la Sagrada Familia en Madrid.

De entre todas las celebraciones diocesanas en las diferentes catedra-les españolas volvió a destacar la de Madrid. El arzobispo inauguraba a las once de la mañana una cadena de oración ante el Santísimo en la crip-ta de la Almudena, en la que fueron sucediéndose diversas vicarías, pa-rroquias y movimientos eclesiales. A continuación el cardenal se trasladó a los pies de la imagen de la Virgen patrona de Madrid, y fue saludando a lo largo de toda la mañana a las fa-milias y personas que se fueron acer-cando. La primera, Silvia, una mujer

de Alcobendas, que suele participar todos los años en una fiesta «que se conoce poco, que se valora poco», por lo que agradece que la relevancia que le da desde hace ya varios años la ar-chidiócesis de Madrid. Además –aña-de– «poder acercarse a hablar con el cardenal de Madrid es un privilegio».

Para muchas familias este encuen-tro con el obispo es una experiencia fuerte de Iglesia que quieren ofrecer a sus hijos. Hay que viene a contar-le al cardenal sus alegrías. Otros, sus penas: algún familiar enfermo, hijos y maridos alejados… Con todos conversa, a todos abraza y bendice.

Y finalmente les despide con su últi-ma carta publicada en Alfa y Omega, «Contempla la familia en Belén», y una estampa con una imagen de la Sagra-da familia de Marko Ivan Rupnik y una oración escrita por el arzobispo en el reverso.

El momento culminante de la Jor-nada de la Sagrada Familia se pro-dujo algunos minutos pasadas las siete de la tarde, con la Misa presidi-da por el cardenal Osoro. El carde-nal pidió en su homilía hacer «todo lo que sea necesario para hacer ver en este mundo la belleza que tiene el matrimonio cristiano y la fami-

lia cristiana. Y en esto, hermanos –añadió–, no valen teorías. Valen fa-milias que viven según Cristo. Esto es lo que sucedió en el origen de la Iglesia: hogares que cuando otros los veían decían: “Yo quiero ser como es-tos”».

Durante la Jornada de la Sagrada Familia se recogieron donativos y la colecta de la Eucaristía para el centro residencial JMJ Madrid 2011, un recur-so de Cáritas Madrid para familias en dificultades y personas solas.

«Una vocación excelente»En Barcelona, la basílica de la Sa-

grada Familia acogió una Eucaristía presidida por el arzobispo, Juan José Omella, en la que recordó que «la fa-milia es la esperanza de un futuro mejor, de un mundo nuevo». «Sin la valoración ni la atención a la familia, ¿qué futuro le espera a nuestra socie-dad?», se había preguntado momen-tos antes. Monseñor Omella pidió no dejarse llevar por la desesperanza que provocan la violencia y el individua-lismo, y mirar más allá, a la familia de Nazaret como la guía que «ayuda a ver con profundidad y descubrir las cosas que hay en nuestro mundo, en la his-toria y en nuestras propias vidas». «El misterio admirable del Niño Dios y la luz de su estrella pueden devolvernos la mirada de la fe que lo ve todo como un regalo maravilloso», añadió.

Durante la celebración se produje-ron varios gestos significativos. Uno de ellos fue la renovación del compromiso de amor y de fidelidad matrimonial ante el Señor de la parejas que cele-braban el 25, 50 o 60 aniversario de su matrimonio, y también la colecta, des-tinada a la fundación del Niño Dios, la obra diocesana al servicio de familias con hijos con discapacidad.

La fiesta de la Sagrada Familia también tuvo un eco importante en Valencia, donde el cardenal Cañiza-res presidió una Misa en la catedral, e impartió una bendición especial a los más pequeños. Las parroquias de la archidiócesis acogieron celebraciones especiales con lecturas y oraciones de-dicadas expresamente a las familias.

En Santiago, la Misa de la Fami-lias, organizada por la Delegación de Pastoral Familiar, contó con la presencia del arzobispo, Julián Ba-rrio, quien agradeció la aportación de la familia a la Iglesia. «La familia es la primera escuela de convivencia y la mejor garantía frente a la frag-mentación social. Es necesario el testimonio de las familias cristianas que viven su fe de manera gozosa y responsables», afirmó.

Mientras, en Valladolid, la exhor-tación Amoris laetitia tuvo un gran-protagonismo en la homilía que pro-nunció el cardenal arzobispo Ricardo Blázquez. «El Papa nos invita a todos los cristianos a cuidar el matrimo-nio y la familia», dijo. «Nos impulsa a proponer de un modo renovado e ilu-sionante la vocación al matrimonio y a mostrar la belleza, verdad y bien de la realidad matrimonial y fami-liar como un don de Dios, como una respuesta a una vocación excelente».

Más familia cristiana y más responsable

El cardenal Osoro, durante la bendición de las familias el pasado 30 de diciembre

Miguel Hernández Santos/Infomadrid

t La fiesta de la Sagrada Familia ha puesto de manifiesto la necesidad de mostrar la belleza de la familia cristiana, así como de una mayor implicación en la evangelización

Juan José Omella presidió la Eucaristía en la basílica de la Sagrada Familia

Arzobispado de Barcelona

Álvaro Tajadura Burgos

Desde que la Mesa Diocesana de Pasto-ral con Inmigrantes de la archidiócesis de Burgos iniciara en 2008 un grupo de conocimiento y diálogo entre cris-tianos y musulmanes, han sido nume-rosas las iniciativas llevadas a cabo a tal fin. El pasado 31 de diciembre, la convivencia y el acercamiento mutuo entre ambas religiones se ha vuelto a manifestar con la visita que el arzo-bispo, Fidel Herráez, ha realizado al Centro Islámico Attaqwa. Una visita que tanto él como el secretario de la co-munidad, Mohamed Chograni Otmani, calificaron de «importante», «positi-va» y «necesaria».

El arzobispo conoció las instala-ciones de la última de las cuatro mez-quitas de la ciudad, que acoge a dos centenares de musulmanes. Después,

compartió con algunos de sus miem-bros un té. Tras la visita, el pastor de la diócesis y el imán, Abdel Wedoud,

intercambiaron presentes, sendos ejemplares de la Biblia y el Corán. Fue una ocasión para lanzar «un mensa-

je a la sociedad burgalesa y al mundo entero de que los cristianos y musul-manes tenemos mucho que compartir y desarrollamos un papel importante para que haya convivencia, tolerancia, interculturalidad y paz en el mundo», reconoció Chograni. Palabras que ra-tificó Fidel Herráez, asegurando que «los que creemos en Dios y estamos abiertos a la trascendencia es conve-niente y necesario que nos unamos para que la convivencia sea mejor».

El encuentro es un paso más en el diálogo que cristianos y musulmanes quieren emprender en la ciudad. El imán de la comunidad señaló que de-sea «trabajar mucho con la Iglesia de Burgos en el ámbito de la convivencia y diálogo interreligioso». Para lograr-lo, está dispuesto a invertir «mucho tiempo», porque «queremos que nos conozcan y dejemos de lado el miedo que genera el desconocimiento».

16 España jueves, 5 de enero de 2017

Mónica Moreno Toledo

«Cuando era una adolescente, mi no-vio y yo concebimos un hijo. El páni-co y la desesperación se apoderó de ambos. En secreto, gracias a un ami-go, contactamos con alguien que nos ayudaría a solucionar el problema. La solución: el maldito aborto. Y sí, lo hi-cimos y ya nada fue igual, porque con mi pequeño se marchitó mi vida como una rosa que se arranca del rosal. De-presiones, autodestrucción, soledad, angustia, tristeza, culpa, vacío, ganas de morir, insomnio, autodesprecio, añoranza permanente de ese bebé que no nació por mí culpa, eso y más infelicidad reinaron en mi vida por años. No conozco nada tan espantoso y repudiable como condenar a muerte al que es sangre de tu sangre, carne de tu carne y fruto de tus entrañas. Por eso digo que no importa tu edad, no importan las circunstancias ni la forma ni si estará enfermo ni lo que dirán..., apuesta por la vida. No dejes que te confundan, nunca un hijo es un error ni un castigo. Es una bendición».

Son palabras de María, nombre ficticio, una mujer con síndrome po-saborto, a la que está acompañando Proyecto Mater, y que hoy más que nunca apuesta por la vida. Su testi-monio provida invitaba a implicarse en el Acto Homenaje a los No Nacidos que por primera vez se celebró en la ciudad de Toledo; un acto que con mo-tivo del día de los Santos Inocentes fue organizado por el Grupo de Trabajo Evangelium Vitae de la archidiócesis de Toledo, formado por Cáritas Dio-cesana de Toledo, Proyecto Mater, la Delegación de Familia y Vida, el Se-cretariado de Pastoral de la Salud y el Grupo Areópago. Un homenaje que reunió a unas cien personas, la mayo-ría de ellas familias, en el que se rezó

por la vida humana y por cada uno de los niños que cada día –300 niños, según cifras oficiales– mueren en Es-paña a causa del aborto.

Los asistentes, unidos en oración con el rezo de un rosario por la vida que recorrió el paseo de Merchán de Toledo, expresaron su compromiso de promover, impulsar y activar la cultura de la vida, pues tal y como expresaron en el manifiesto que se leyó a continuación, «nuestro mundo no será justo ni pacífico, ni progresa-rá, ni será verdaderamente humano ni libre, mientras no se respete el de-recho a la vida de todo ser humano, sea cual sea su origen, su estado de salud, o las expectativas de vida que tenga».

Así, se reivindicó que «tenemos que defender la vida de aquellos de los nuestros que hoy están amenazados de mil maneras, por tantos frentes y de tantas formas a veces muy suti-les». De este modo, hicieron visibles a tantos santos inocentes que no son portada en la prensa ni son noticias, porque nadie los reivindica...

El delegado episcopal de Cáritas Toledo, José María Cabrero, afirmó que «hoy más que nunca estamos lla-mados a ser pueblo de la vida con la oración y el compromiso», recordan-do las palabras de San Juan Pablo II en Evangelium vitae de que «estamos en una enorme crisis de humanidad que afecta a la dignidad humana y sus derechos».

«No te dejes confundir, un hijo nunca es un error ni un castigo»

Un momento del acto homenaje a los no nacidos en Toledo

t El testimonio de una mujer que abortó cuando era adolescente, y a la que ayuda el Proyecto Mater, marcó el primer Acto Homenaje a los No Nacidos organizado por el Arzobispado de Toledo

El arzobispo de Burgos visita un centro islámicoArzobispado de Burgos

Fidel Herráez pudo conocer la última de las cuatro mezquitas de la ciudad

Cáritas Toledo

F. O.

La Comunidad Valenciana ha acogi-do esta última semana a un grupo de ocho jóvenes palestinos cristianos en el marco de una visita organiza-da por Cáritas Española y fruto de la colaboración de Cáritas Jerusa-lén con varias Cáritas diocesanas, fundamentalmente la de Valencia, aunque también las de Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón, que en los últimos años organizaron un campo de trabajo en verano, en Be-lén, en el que convivieron palestinos y voluntarios valencianos. Este mar-tes se despidieron de nuestro país.

Los jóvenes palestinos partici-paron durante los últimos días de diciembre y los primeros de enero en distintas iniciativas, entre socia-les, culturales y medioambientales, al tiempo que tuvieron encuentros con un carácter más eclesial. Entre otras actividades, visitaron la sede de Cáritas y a los acogidos del pro-grama Mambré para personas sin hogar, así como la catedral, la pa-rroquia de San Nicolás y la Albufera. Por ejemplo, fueron recibidos por el cardenal arzobispo de Valencia, An-tonio Cañizares Llovera, a quien los jóvenes obsequiaron con un cáliz y una patena hechos en Belén. Ambos, realizados con madera de olivo, han

sido grabados con el anagrama de Cáritas.

Por su parte, el cardenal Cañiza-res –que estuvo acompañado por el vicario de Acción Caritativa y Social, José María Taberner, y el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Igna-cio Grande– agradeció el regalo y les dijo que siempre les tiene presentes en sus oraciones, al tiempo que ma-nifestó su solidaridad con las situa-ciones de sufrimiento e injusticia que viven en su país.

Según explica a Alfa y Omega Ig-nacio Grande, «este año decidimos que fueran ellos los que vinieran a visitarnos en vez de ir nosotros para que, así, pudieran conocer nuestra realidad diocesana y los proyectos en los que estamos embarcados». Aun así, los jóvenes palestinos rega-laron su testimonio de cómo viven la fe en medio de las dificultades, «una fe que tienen muy enraizada y de la que dan razón sin ningún complejo».

Los jóvenes palestinos también se acercaron a Orihuela-Alicante, donde pudieron dar su experiencia para sensibilizar a los fieles de esta diócesis sobre la realidad que viven los cristianos de Tierra Santa.

Y este lunes estuvieron en la dió-cesis de Segorbe-Castellón, donde ofrecieron su experiencia en un abarrotado salón de actos de la Casa Sacerdotal. Hablaron de las celebra-ciones en los Santos Lugares, de la fe en un contexto de falta de liber-tad y seguridad o de cómo se vive en permanente estado de excepción. Antes, visitaron un albergue gestio-nado por Cáritas, en el que, además, ayudaron al reparto de comida.

El balance, añade el director de Cáritas Valencia, ha sido muy posi-tivo tanto en los encuentros en las distintas diócesis como en Algemesí, la ciudad que acogió a los jóvenes palestinos durante su estancia en nuestro país.

España 17jueves, 5 de enero de 2017

Valencia acogió a BelénFotos: S. Martos/AVAN

t Un grupo de jóvenes cristianos de la ciudad natal de Jesús visitaron las tres diócesis levantinas en el marco de un programa de colaboración entre Cáritas Española y Cáritas Jerusalén

Arriba, los jóvenes palestinos en Valencia con el cardenal Antonio Cañizares. Abajo, ofrecen su testimonio a otros jóvenes de Castellón

Cáritas Málaga ofrece Calor y Café

Encarni Llamas Málaga

El centro de acogida nocturna Calor y Café para personas que duermen en la calle de Málaga ya está en marcha desde el 1 enero. Abre sus puertas gracias a la generosidad de centenares de personas y entidades que han respondido al llamamiento que Cáritas lanzaba el pasado mes de febrero para la creación de este centro como gesto diocesano en el Año de la Misericordia.

«Gracias» fue la palabra que más se escuchó en la presentación a los medios de comunicación de las instalaciones del centro, unos días antes de su apertura. «Cáritas Diocesana de Málaga agradece la generosa colaboración en este proyecto destinado a los más pobres de entre los pobres. A las aportaciones individuales, a tantas iniciativas como se han llevado a cabo para recaudar fondos para este fin, a las Cáritas parroquiales, parroquias, templos, comunidades cristianas, congregaciones, órdenes religiosas, empresas, asociaciones, fundaciones, hermandades y cofradías, colegios y al Ayuntamiento de Málaga», afirmaba el director de Cáritas Diocesana, Francisco Sánchez.

El obispo, Jesús Catalá, afirma que «no respondemos solo a una necesidad pasajera. Nosotros pasaremos, pero el prójimo no pasará. El amor de Cristo no pasará». «Con este centro queremos expresar que no estamos vacunados ante el sufrimiento del otro», afirmaba durante la bendición, días antes de Navidad.

Según datos de Puerta Única, entidad que agrupa a las instituciones que trabajan con las personas sin hogar, en 2015 se atendieron a 716 personas que pernoctaban en la ciudad.

18 Fe y vida jueves, 5 de enero de 2017

Cerramos el tiempo de Navidad celebrando el Bautismo del Se-ñor. A recibir el Bautismo de

Juan acudían de toda la región. De esta manera, escuchaban la predica-ción de Juan y, tras someterse a este rito de purificación, se disponían a acoger con sinceridad el Reino de Dios, que estaba a punto de llegar. La página del Evangelio que hoy tenemos ante nosotros presenta a Jesús siendo bautizado por Juan en el río Jordán. El primer acto de la vida pública del Salvador consiste en una inmersión, a través de la cual nos muestra que ha venido a sumergirse en nuestra realidad para hacernos participar de la suya, que es ante todo vida. No solo se encarna, nace y crece, como cualquiera de nosotros, sino que, sin tener pecado alguno, quiso ser con-tado entre los pecadores. El gesto de Jesús no ha de ser entendido, sin más, como un acto de humildad de quien no hace alarde de su categoría de Dios. Jesús nos quiere enseñar también des-de el principio de su ministerio que ha venido a cumplir por completo la voluntad del Padre.

El espíritu de Dios se posa sobre él

En efecto, colocarse en esa fila sig-nificaba humillarse y desear para sí un cambio de vida moral. De ahí que Juan intentara disuadir a Jesús, ya que era inimaginable un Mesías penitente o necesitado de purificación alguna. Sin embargo, lo que Jesús estaba ha-ciendo era anticipar la misericordia que más adelante ejercería con los pecadores y preparando el momen-to en el que con su muerte en la cruz asumiría por completo el peso del pe-cado del mundo. Pero el sentido del Bautismo de Cristo va más allá de la solidaridad con el hombre, dañado por el mal. Con esta acción, el Señor reve-lará, ante todo, que ha sido ungido por Dios para salvar al mundo. Así pues, al salir Jesús del agua «se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba». Una voz de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco». Estamos, pues, ante una nueva manifestación de Cristo. Adora-do por los pastores el día de Navidad y por las naciones, representadas en los Magos, el día de la Epifanía, Jesús se revela ahora como Cristo-ungido. El fragmento evangélico permite ver, asimismo, que Jesús porta consigo una misión: transmitir la vida divina en abundancia a través de la presencia y la acción del Espíritu Santo.

Ser hijos en el HijoDe esta manera, Jesús cambia para

siempre el sentido del Bautismo. De ser un signo de conversión y peniten-

cia, se convertirá ahora en un sacra-mento que transmite la vida nueva en el Espíritu a quien lo recibe. Por eso, es muy recomendable llevar a los niños a bautizar cuanto antes. De igual modo que los padres están atentos para que a los hijos no les falte nada que les ayude a crecer físicamente, han de preocuparse también por su vida espi-ritual, introduciéndolos desde peque-ños en la vida de la Iglesia. Bautizar a los niños significa no solo cumplir con el mandato del Señor, formulado al fi-nal del Evangelio de Mateo. Supone, antes que nada, participar de la vida en el Espíritu de Cristo-ungido. Para que la gracia divina quede preservada en quienes son bautizados, es impor-tante reconocerse miembros de una comunidad viva, que es la Iglesia. No caminamos aisladamente, sino que somos parte de un pueblo escogido por Dios. Es necesario, por lo tanto, ser conscientes de la dimensión co-munitaria de la fe y de que a todos los que participamos en las celebraciones litúrgicas nos une la gracia bautismal, que hemos recibido como don. Por eso, es bueno hacer memoria de nuestro Bautismo con frecuencia. No es casua-lidad que la celebración eucarística del domingo pueda dar comienzo con la aspersión del agua bendita sobre nuestras cabezas, recordando así que un día fuimos bautizados.

Daniel A. Escobar PortilloDelegado episcopal de Liturgia

adjunto de Madrid

Fiesta del Bautismo del Señor

Este es mi Hijo amado

En aquel tiempo viene Je-sús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan intentaba disuadirlo di-ciéndole: «Soy yo el que ne-cesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Conviene que así cumpla-mos toda justicia». Enton-ces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espí-ritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

(Mt. 3, 13-17)

Evangelio

Vidriera de la iglesia de San Francisco de Asís en Greenlawn, Nueva York

CNS

La revolución más grande que los cristianos hemos de hacer es vivir desde el núcleo donde

mejor se manifiesta el Amor y la Ver-dad misma que Dios nos ha regala-do y que se hizo visible en Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Y esto no es rendirse ante el mal, es responder como nos dice Jesús: con el bien. Las palabras que salen de sus labios, el padrenuestro, son las que han de con-figurar nuestro mundo.

No estamos huérfanos. Es un Padre que nos ama y nos hace vivir con su amor en este mundo, haciendo de él la gran familia de los hijos de Dios. Puede que algunos tilden esto de buenismo o que haya aprovechados que se valen de quienes utilizan esta medicina para seguir haciendo daño, pero no tienen futuro, ni siquiera pre-sente. Cuando los cristianos hemos dejado de vivir así, no hemos metido en las entrañas de esta humanidad esa revolución que provoca el cambio verdadero y paraliza el odio.

En el mensaje con motivo de la re-ciente Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco subraya que «la vio-lencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado». Todos vemos lo que acontece en muchos lugares de la tierra: emigración forzada, sufri-mientos, desapariciones de personas… a pesar de que Dios nos ha revelado que somos hermanos y que es posible hacer un mundo donde las necesida-des de los jóvenes, las familias, los an-cianos y los enfermos sean cubiertas y atendidas. ¿Qué es lo que pasa para no hacer posible la paz?

Hay unas palabras del Evangelio que siempre me han impresionado: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen pensamientos per-versos» (Mc 7, 21). ¿Qué es lo que es-tamos dando para llenar el corazón del hombre? ¿Qué regala esta cultura, qué aportan nuestros planes de edu-cación? ¿Qué propuestas nos hacen quienes tienen la misión de dirigir la sociedad y los pueblos? ¿Construi-mos sociedades abiertas o cerradas? Además de tener dinero, medios para salir adelante e ideas que se proponen como únicas, ¿construimos y damos posibilidades para tener otra mirada sobre los demás y otro corazón?

La no violencia se imponeEl momento que vive la humani-

dad, esta aldea común, es singular para pensar y decidir tomar rumbos diferentes que den salidas a todos. La no violencia se impone. Los cristianos la proponemos como modo de ser y de vivir, sin miedo a afrontar la vida con las armas de la verdad y del amor. Al-guien podrá decirme: «Esas son pala-bras». Yo respondo: «Son hechos rea-les». Mientras estuvo en este mundo, Jesús nos enseñó a vivir en realidades muy concretas. Dios se hace Hombre y nos enseña a ayudarnos mutuamente, a mirar siempre donde está mi her-mano, sea quien sea; tanto si está a mi lado como si está a mucha distancia no puedo desentenderme de él.

Para hacer esto realidad os pro-pongo tres verdades necesarias con

el texto de los Magos de Oriente (cfr. Mt 2, 1-12). Ellos son representativos de toda la humanidad:

1. Mira a Jesús que es Luz, Amor y Verdad. En el corazón del ser humano hay una necesidad profunda de luz, de no vivir huérfano de lo más necesario para construir la propia vida y las re-laciones humanas: amor y verdad. Al seguir la estrella, los Magos de Orien-te representan a tantos hombres que dejaron todo por seguir la orientación de lo que está en lo más profundo del corazón.

2. No te dejes engañar por el po-der. El encuentro con Herodes es el encuentro con quien vive engañado, creyendo que su poder es el que salva. Es un poder sin amor ni verdad. Cuan-

do no hay amor y verdad, hay miedos, hay recelos, se crean discrepancias, se rompen lazos de unión, se tiran puen-tes. Y todo porque lo que importa es mantenerme en el poder, para mi ser-vicio y mis ideas. Los que piensan de otra manera no importan, a la fuerza tienen que pensar como yo. Herodes no puede consentir otra manera de al-canzar el poder, que es el que buscan los Magos, desde la verdad y el amor.

3. Déjate guiar por la Luz de la que tienes necesidad para vivir y hacer vivir. ¡Qué manera más discreta y profunda de decirnos donde está la verdad! «La estrella que habían visto salir [...] vino a pararse encima donde estaba el niño». Y «se llenaron de in-mensa alegría», habían encontrado

lo que buscaban, lo que toda persona necesita, lo que esta familia humana necesita para salir adelante.

El tesoro de ser hijos de Dios¿Cómo mostrar a los hombres esta

realidad que llena la vida y la historia de sentido, de fuerza, de amor y de ver-dad? Son necesarios cuatro pasos que te invito a dar: a). Llena la vida de la verdadera alegría: Jesucristo; b). En-tra en su casa como los Magos y dale la mano a María para que te enseñe a vivir en la Verdad y en el Amor que tiene un rostro: Jesucristo; c). Arro-díllate y adóralo, si tú eres valioso para los demás es por ser imagen de Él. Atrévete a vivir siendo imagen de Él, solamente lo puedes hacer con su gracia, su amor y su verdad; d). Dale lo que eres. Hazle la ofrenda de tus tesoros. Tu gran tesoro es ser hijo de Dios y hermano de todos los hombres. Él se hizo Hombre para enseñárnoslo. Vive y enseña a vivir así a los hom-bres.

+Carlos Card. Osoro Sierra Arzobispo de Madrid

Carta semanal del cardenal arzobispo de Madrid

Con la alegría de los Magos, entra y adóralo

Fe y vida 19jueves, 5 de enero de 2017

t «El momento que vive la humanidad es singular para pensar y decidir tomar rumbos diferentes que den salidas a todos. La no violencia se impone. Los cristianos la proponemos como modo de ser y de vivir, sin miedo a afrontar la vida con las armas de la verdad y del amor»

María Pazos Carretero

Adoración de los Magos, de Gentile da Fabriano. Galería Uffizi, Florencia (Italia)

20 Fe y vida jueves, 5 de enero de 2017

F. Otero @franoterof

Fue tras la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, en julio del año pasado, cuando

el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, decidió plasmar en un libro lo que durante tantos años ha venido transmitiendo a jóvenes de distintas generaciones, «las gran-des catequesis cristianas desde el inicio mismo de la Iglesia». También le animó la celebración del Año de la Misericordia, y así nació Búsca-te en mí. Los jóvenes conversan con Jesús (PPC), que presentará a los jó-venes de Madrid este viernes en la vigilia de oración que comparte con ellos cada primera semana de mes. «Siempre he querido proponer a los jóvenes acoger a Cristo para darlo a conocer a todos los hombres con

nuestra vida, y así protagonizar en nuestra historia, con toda la Igle-sia, con obras y palabras, el anuncio del mensaje con más novedad y más revolucionario. […] Por ello el libro está pensado para que podáis inicia-ros en el encuentro con Jesucristo. Pienso en voz alta y comparto con vosotros estar reflexiones y viven-cias para que podáis encontraros con la persona de Jesucristo, que os busca incansablemente, que siem-pre está a vuestro lado aunque no os deis cuenta, y que es quien provoca la verdadera alegría y da el verdade-ro sentido que tiene la vida», apunta en las páginas de presentación.

La obra está conformada por tres capítulos, en los que el purpurado aborda las oraciones del padrenues-tro, el avemaría y el credo frase por frase. «Los dos primeros capítulos los escribí con el corazón esponja-do. El otro, el credo, lo hice con más cuidado y con deseo de ser fiel a la fe que la Iglesia proclama; ello quizá me dio menos espontaneidad y así lo comprobaréis».

«Un libro para seguir escribiendo»

La propuesta del arzobispo ma-drileño no es un libro al uso, sino, como él mismo dice, «un libro que entre todos sigamos escribiendo con la convicción de que Dios es real y se manifiesta en todas partes». «Como diría san Ignacio, tenemos la tarea de “buscar y encontrar a Dios en to-

das las cosas”. Deseo que los jóvenes lo encontréis», añade. A renglón se-guido, explica: «Os invito a no caer en la tentación de no buscarlo en el pasado o en lo que creemos que se puede dar en el futuro. El Dios con-creto, con rostros, está aquí y ahora. No hagamos lamentaciones de cómo van las cosas hoy, pues esto no ayu-da a encontrar a Dios. Hay que en-contrar a Dios en nuestro hoy, pues Dios se manifiesta en el tiempo y está presente en los procesos de la historia».

Una obra cuyo título nos lleva hasta santa Teresa de Jesús, pues «Búscate en mí» es una frase que un día oyó la santa andariega en la oración y que después comentó en uno de sus poemas. «En el fondo, es la pregunta que deseo que vosotros mismos respondáis: “Tú, joven de este siglo XXI, ¿dónde estás? ¿Quién eres?”. Cuando el ser humano se en-cuentra a sí mismo, entonces busca a Dios y se lanza a dar a los demás la bondad, la verdad y la belleza que ha encontrado. A todo eso te invito con este libro».

Interactividad con premioComo ya hemos dicho, el libro re-

coge las reflexiones catequéticas que el purpurado ha venido realizando en sus encuentros con jóvenes. Ahora, tanto los jóvenes que las escucharon como los que no, podrán leerlas, orar con ellas y pasar a la acción. «Por eso es un libro interactivo –añade Oso-ro–, en él digo lo que yo vivo y os in-vito a que concretéis lo que cada uno va descubriendo. Podéis hacerlo al final de cada capítulo, en el apartado “Ahora te toca a ti”, plasmando en las páginas reservadas para ello vues-tros descubrimientos y vivencias me-diantes reflexiones, relatos, poemas y dibujos según se indica en cada oca-sión». Una vez completado el libro, los jóvenes podrán participar en un concurso con premios, cuyas bases se darán a conocer próximamente. En cualquier caso, como afirma el propio Osoro, el mayor premio es el de «hallar un sentido más profundo a vuestra vida y convertiros en discí-pulos misioneros del Señor».

El arzobispo madrileño interpela a los jóvenes sobre los cinco cam-bios que harían para que todos los hombres tengan que comer, les pide que escriban relatos, oraciones, can-ciones, dibujen o se acerquen a una Iglesia y se pongan delante del Sa-grario.

En todo el libro está muy presente el Evangelio, que abre cada reflexión del purpurado, con las que aterri-za al mundo de hoy esa Palabra y cada frase de las tres oraciones que arman el texto. Así, en sus páginas encontrarán respuestas e interro-gantes, sobre el tiempo, la belleza, la felicidad, el perdón, las tentacio-nes. El deseo del autor con esta obra –que también incluye alguna de sus ilustraciones– es que los jóvenes se conviertan «en testigos y apóstoles para que otros jóvenes conozcan a Jesucristo y puedan descubrir la bondad y la belleza que en Dios he-mos encontrado».

Con este libro, cuyos beneficios irán a parar a la Fundación Casa de la Esperanza: Espacio Contigo, el ar-zobispo madrileño suma una nueva aportación editorial tras la que se presentó el pasado mes de abril, Con rostro de misericordia. Cartas a los niños para que lean con sus padres, una recopilación de 52 escritos para los más pequeños que Osoro ha ido redactando a lo largo de su ejercicio pastoral.

Jóvenes al encuentro de Jesucristot El cardenal arzobispo

de Madrid, Carlos Osoro recoge en el libro Búscate en mí. Los jóvenes conversan con Jesús años de encuentros con jóvenes que le han llevado a formular «las grandes catequesis cristianas»

Carlos Osoro, con un grupo de jóvenes, al finalizar la celebración de la vigilia de oración en honor a la Virgen de la Almudena

José Villoldo Hierro

Cultura 21jueves, 5 de enero de 2017

La Navidad celebra el nacimien-to de Cristo. Es momento para alabar aquel instante supremo

en que el hombre recuperó la posibili-dad de su salvación, y el modo en que la idea de Redención se vinculó para siempre con su libertad y dignidad, le-jos del determinismo de la naturaleza, del consuelo ilusorio de la mitología y de la desesperada carencia de razones para habitar la tierra. Celebramos, por tanto, un nuevo comienzo, que se in-serta en el origen mismo de nuestra civilización y proporciona sentido de eternidad a nuestro tiempo, universa-lidad a nuestra vida, espiritualidad a nuestra condición biológica y vincula-ción inextinguible a los fundamentos morales de nuestra existencia como hijos de Dios.

Sin embargo, hay algo que, casi sin apreciarlo, no dejamos de celebrar, de representar en escenarios teatrales, de fabricar en delicadas arquitecturas hogareñas, de colocar en las plazas y esquinas, en recintos escolares y jardines urbanos: la familia de Jesús, plenamente constituida en un humil-de establo del villorrio de Belén. Por-

que Jesús no fue revelado,

como ocurre en los mitos paganos o en las leyendas religiosas de la anti-güedad, a través de una fuerza de la naturaleza. No se desprendió de una roca, ni brotó de un árbol, ni cobró forma en una lluvia colérica ante los ojos asombrados y afligidos de unos seres que asistían a una muestra más del poder absoluto de sus dioses.

La familia como refugioLa Verdad luminosa de Cristo em-

pezó por donde siempre comienza la Revelación: por el milagro y la humil-dad, no por la magia y la humillación. Jesús no entró en el mundo de los hombres. Jesús se hizo hombre. María fue inspirada por el aliento de Dios: el Espíritu Santo fecundó su cuerpo inmaculado. Realidad del acto de la Encarnación, pero también metáfora maravillosa de la presencia del Crea-dor en el arranque de toda vida hu-mana. Jesús se formó en el vientre de María, nació con dolor y llanto, y fue acogido con ternura infinita por sus padres. Hijo del hombre, Dios encar-nado, estrenaba su vida en aquel esta-do de debilidad y completa inocencia común a sus hermanos. El niño Jesús, protegido del frío por José y por Ma-ría, venerado como Dios, amado como hombre, síntesis singular e irrepetible,

milagro constante sostenido en una hora excepcional, cuyo po-der simbólico y cuya enseñan-

za profunda nos alcanzan a más de 2.000 años de

distancia.

La celebración de la Navidad es también la exaltación de la familia. En estos momentos de crisis, la fa-milia ha mostrado que es raíz inex-cusable de la vida social del hombre, garantía de su formación emocio-nal, fuente de recios valores que protegen y orientan la trayectoria de cada individuo, referencia im-prescindible de nuestra existen-cia, solidez a la que nos acoge-mos cuando el mundo tiembla a nuestro lado.

En los peores trances de este ciclo económico aterrador, la fa-milia no ha deja-do de ser ámbito de consuelo, de protección, de sustancia inal-terable ante los vaivenes de la fortuna. Ha ayu-dado del modo más elemental, paliando circunstan-cias de sufrimiento económico. Pero ha ofrecido otro tipo de consuelo, jun-to al indispensable refugio para las penalidades materiales. Ha dado fe de una comunidad íntima, nuclear, sobre la que se trama e inspira toda forma de socialización.

Devastadora banalidadEspaña ha pasado, como todo Oc-

cidente, por un devastador periodo de banalidad, de despreocupación y pérdida de sustancia moral. Ha resi-dido en una jovial ausencia de princi-pios, en una constante improvisación de frivolidades, en un permanente abandono de tradiciones a las que se achacaba caducidad, cuando no oscurantismo. La ignorancia que se ha adueñado de nuestro mundo, el desprecio inaudito por nuestra cul-

tura y la insolencia de querer actuar como si nuestras raíces colectivas fueran obstáculo para nuestra liber-tad individual, han arremetido con especial saña contra la familia. No ha habido aspecto alguno de esta que no haya sido impugnado. La función edu-cativa de los padres, la preservación

de la vida concebida, la fidelidad de los es-posos como prenda de un amor que se arriesga a cualquier sacrificio, la unión prometida más allá de las enfermedades, de la pobreza, del can-sancio nervioso o de la comodidad super-ficial, son mucho más que un contrato admi-nistrativo.

En momentos en que la injusticia, la violencia, la miseria y el fanatismo golpean este siglo, una Verdad permanente parece reiterar la imagen de Jesús, niño y Dios

acunado por María, hombre y Dios velado por José. Una Verdad que aso-ma cuando, interrumpiendo por unas horas el desorden del mundo, una fa-milia se reúne junto al pesebre para cantar su alegría por estar juntos, su indomable resistencia a la adversidad. Para afirmar su fe en aquella familia de Belén que, en el principio de nues-tra era, proyectaba una escena inmor-tal que nos ilumina, un destino eterno que nos justifica.

A escala humana

Cristianismo y familiat La celebración de la Navidad es también la exaltación

de la familia, raíz de la vida social del hombre, garantía de su formación emocional, referencia imprescindible de nuestra existencia cuando el mundo tiembla a nuestro lado

El cardenal Osoro durante la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia el 30 de diciembre en la catedral de la Almudena

España ha pasado, como todo Occidente,

por un devastador periodo de

banalidad, de despreocupación

y pérdida de sustancia moral,

que ha arremetido con especial saña contra la

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Fernando García de Cortázar, SJCatedrático de Historia

Contemporánea de la Universidad de Deusto

22 Cultura/Raíces jueves, 5 de enero de 2017

Durante los largos siglos que van desde la caída del Imperio romano (476) hasta el inicio del

reinado de Isabel la Católica en Casti-lla (1474), la Iglesia española es prota-gonista de tres procesos principales que afectan tanto a la configuración de España como nación como a la vida de la Iglesia universal.

Puente entre dos culturasEl primer proceso es el que consti-

tuye a la Iglesia española como puen-te entre la cultura romano-cristiana y la cultura medieval. Estamos ante la gran contribución de la Iglesia en tiempos de los visigodos. Primero, como Iglesia de la mayoría de la pobla-ción (los hispanorromanos) y, desde el 587, como la Iglesia oficial del reino tras la conversión del rey Recaredo.

La cultura romana fue conserva-da en estos siglos en los monasterios visigodos, de los que salieron los grandes exponentes de la cultura del momento, destacando san Isidoro de Sevilla, autor de las famosas Etimolo-gías, obra enciclopédica que compen-diaba la sabiduría de las generaciones anteriores. También el derecho canó-nico romano-cristiano se conservó y transmitió con mayor amplitud que en ninguna otra región cristiana gra-cias a la elaboración de la colección Hispana, en diversas etapas durante el siglo VI. La difusión de estas obras en el resto de Europa, a través de su recepción por parte del reino mero-vingio primero y carolingio después, garantizó la continuidad fundamen-tal con el mundo antiguo, adaptándo-lo a las nuevas circunstancias.

La ReconquistaEl segundo proceso es el que ha per-

mitido que la península ibérica forme parte de la civilización cristiana, a di-ferencia de otras enormes regiones que en la antigüedad también lo eran. Dicho proceso se ha llamado Recon-quista y ha durado desde la misma invasión de los árabes en el 711 hasta su definitiva expulsión del reino de Granada en 1492.

La religión cristiana sirvió durante esos siglos como elemento unificador de las distintas unidades políticas que

se formaron como reacción al poder musulmán, siempre considerado como invasor. Todos los reinos cris-tianos encontraron en los hombres de Iglesia grandes colaboradores en el ejercicio de su gobierno y, en los mon-jes, uno de los más eficaces agentes para la progresiva repoblación y ex-tensión de los límites de sus fronte-ras. La legitimidad del poder ejercido por los distintos reyes se buscó de un modo u otro en categorías tomadas de la teología cristiana. No es, pues,

una exageración afirmar que la con-ciencia de unidad entre los distintos reinos cristianos estuvo fundado en una empresa común –la Reconquista– de indudable sentido religioso.

La europeización de EspañaFinalmente, el tercer proceso es

el de la europeización de España. La entrada de los reinos cristianos pe-ninsulares en la órbita de la naciente cristiandad europea en tiempos de Carlomagno fue favorecida por los

eclesiásticos de dichos reinos, que buscaron desligarse de la Iglesia mo-zárabe, que vivía bajo dominio mu-sulmán. Se produjo así una creciente europeización de la Iglesia española que, comenzando con la progresiva penetración de la regla de san Beni-to para la vida monástica, culminó con la supresión del rito mozárabe y la adopción del rito romano para las celebraciones litúrgicas en tiempos de san Gregorio VII. En este tercer proceso, el Camino de Santiago tuvo

La Iglesia española en la civilización medieval

t Durante los siglos medievales, la Iglesia en la península ibérica marcó de modo profundo el lugar que hoy ocupa España en la civilización, al contribuir, de forma sobresaliente, a que pueda enmarcarse en la Europa de raíces cristianas, a cuya historia y vicisitudes logró mantenerse unida en un momento en el que pudo haber caído definitivamente en otra órbita cultural y religiosa

Palacio del Senado

Cultura/Raíces 23jueves, 5 de enero de 2017

una importancia fundamental, con-virtiéndose en una vía de intercambio cultural y religioso que unía el norte de la península con todos los reinos de Europa.

A partir del siglo XII los asuntos de los reinos cristianos de la península fueron de interés para todos los rei-nos europeos. Los Papas, por su parte, concedieron el estatuto de cruzada a la empresa de la Reconquista, facili-tando de este modo la participación de caballeros de otras latitudes. Tam-bién enviaron legados para que garan-tizaran la correcta aplicación de las distintas reformas eclesiásticas con el resultado de fortalecer aún más el carácter plenamente europeo del cris-tianismo peninsular. De este modo, ya en los albores de la Edad Moderna, los reinos peninsulares participaron to-dos juntos en el Concilio de Constan-za, formando parte de la nación his-pana y contribuyendo de este modo a la solución del cisma de Occidente y a poner las bases de un nuevo modo de entender las relaciones entre el poder eclesiástico y el civil.

Antesala de la edad moderna

Como se ve, el desarrollo de la Igle-sia en la península ibérica durante los siglos medievales ha marcado de modo profundo el lugar que España ocupa hoy en la civilización, al con-tribuir de modo sobresaliente a que pueda enmarcarse en la Europa de raíces cristianas, a cuya historia y vicisitudes logró mantenerse unida en un momento en el que pudo haber caído en otra órbita cultural y religio-sa de modo definitivo.

La vida de la Iglesia peninsular ha sido también de gran fecundidad para el conjunto de la Iglesia. Un papel principal se le reconoce como puente entre el mundo antiguo y medieval; pero, sobre todo desde el siglo XII, fue protagonista en pie de igualdad con las restantes Iglesias europeas en la configuración del catolicismo que se apresuraba hacia la Edad Moderna.

Nicolás Álvarez de las AsturiasProfesor del máster en Historia de

la Iglesia española de la Universidad Eclesiástica San Dámaso

A la izquierda, La conversión de Recaredo, lienzo de Antonio Muñoz de Grain. Actualmente se encuentra en el palacio del Senado, en Madrid. Abajo, el códice mozárabe Liturgia eclesial en el beato de Fernando I y Sancha, del siglo XI. Se conserva en la Biblioteca Nacional. Debajo, representación de varios peregrinos medievales con la indumentaria jacobea

www.xacopedia.com

Biblioteca Nacional España

24 Cultura jueves, 5 de enero de 2017

La palabra del año para el diccio-nario de Oxford en 2016 fue post-truth. En español esta palabra se

traduce como posverdad. Su significa-do se refiere a algo relacionado con, o que denota, unas circunstancias en las que los hechos objetivos son menos in-fluyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a las emocio-nes y creencias personales.

El foco de atención en el análisis de la palabra posverdad se ha centrado en su identificación con la mentira. La conclusión, desde esta equiparación, es que la supuesta posverdad no es recien-te y que estamos encima de la ola de un nuevo término de moda. Las mentiras han existido desde siempre, y lo que ahora está ocurriendo no es más que el capricho de una pretendida élite inte-lectual que quiere hacer prevalecer su punto de vista sobre los demás. Pero me parece que esta apreciación puede ser, cuanto menos, apresurada.

La inclusión de la palabra en el dic-cionario no ha sido arbitraria, se debe a la frecuencia de su uso con motivo de los últimos procesos democráticos en EE. UU. y Reino Unido. Es cierto que tal uso se debe a los medios de comuni-cación en su intento de desacreditar a uno u otro candidato o postura política. Sin embargo, el término se ha hecho también popular con la indiscrimina-da proliferación de noticias falsas, de comentarios insultantes a personajes públicos que rozan la difamación, y el descrédito de instituciones que han prestado un gran servicio a la socie-dad. Todo esto especialmente a través de las redes sociales. El problema se encuentra en primer lugar en la men-tira, es decir, en la intención de tergi-versar la verdad. Pero también está en un fenómeno que en nuestra sociedad se ha potenciado por el uso de este tipo de redes y que hace que tales mentiras se propaguen: la falta de atención, y de respeto por la verdad.

La perniciosidad de la mentiraHay quienes piensan, siguiendo a

Machado, que la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. Pero, a la vez, me parece que está claro que en la actualidad hay una apreciación generalizada de que el valor público de la verdad está por los suelos. Creo que esto se puede observar, en primer lugar, en la idea generalizada de que decir la verdad es algo beneficioso. En efecto, la mentira puede ser perni-ciosa no solo desde un punto de vista moral, sino también pragmático. Para mentir hay que tener clara la verdad de lo que se quiere tergiversar y tener la intención de engañar. No es un sim-ple descuido. Hay una malicia que nos repugna. El mentiroso, si es descubier-to, es rechazado. Nadie quiere volver a ser engañado por él. En vista de los posibles resultados, mentir puede ser estratégicamente inconveniente.

La consideración pragmática de la mentira ha contribuido a popularizar la siguiente idea: no decir la verdad es perjudicial para el que miente. Esto es

cierto. Pero, a la vez, esta idea implica que podemos hacer cualquier cosa con la verdad. La verdad sería algo que está al alcance de nuestras manos, y que po-dríamos usar del modo que mejor nos convenga. No decir mentiras sería una simple cuestión de conveniencia. La forma de utilizar la verdad de un hecho estaría regida bajo la fuerza de nues-tros intereses. Bajo este punto de vista, la honestidad no sería más un valor que podríamos admirar, sino simplemente el estatuto que alcanzan quienes son más astutos en nuestra sociedad.

La supuesta era de la posverdad ha tenido un canal a través del cual se ha hecho presente: las redes sociales. Basta tener una cuenta en Facebook, Twitter, Instagram o Pinterest para contribuir en la popularización de una noticia, idea, u opinión. Pero, cuando la mentira se ha hecho presente en ellas de un modo tan patente, llama la atención que quienes estamos presentes en la nube no ponga-mos atención a las consecuencias que tiene difundir algo de lo que no estamos seguros. Es como si no nos importase la verdad o falsedad de los hechos que estamos propagando.

Sobre la charlataneríaEsta última idea fue capturada de un

modo singular por el emérito profesor de Princeton Harry Frankfurt en su ensayo Sobre la charlatanería (2013). Para él, el charlatán es alguien al que el valor de la verdad le tiene sin cuidado. Puede man-tener clara la distinción entre lo verdade-ro y lo falso pero, como anda despreocu-pado por el valor de la verdad, le interesa poco el modo de presentarla o las con-secuencias de lo que dice. Su atención está puesta en la imagen que transmite a los demás, sin importar si lo que dice es verdadero o falso. El charlatán algunas veces puede caernos bien, salvo que su charlatanería llegue a asuntos que con-sideramos importantes. Por su carencia de intencionalidad nos desconcierta, y su falta de intención recta frente a la verdad puede llegar a asustarnos.

Si creemos que el valor público de la verdad está bajo mínimos vitales, debemos hacer algo por devolverle su importancia. Pero es importante que no nos engañemos. La mentira es per-niciosa, pero no lo es más que la falta de atención que a veces ponemos hacia la verdad por una triste banalización de su valor. Tal vez es un buen momento para empezar a resaltar el valor que tiene la verdad por encima de las con-secuencias que puede tener afrontarla. Saber que justificarnos sin razón ante los demás, cotillear esperando que los demás no se enteren o copiar en un examen, por decir algunos actos de manipulación de la verdad, no es algo banal. Y que, lamentablemente, tarde o temprano, ir en contra de la verdad tiene unas consecuencias de las que no podremos escapar, personal o so-cialmente.

Martín MontoyaProfesor de la Facultad Eclesiástica de Filosofía de la Universidad de Navarra

Mentira y desatención en la era de la posverdadt En la actualidad hay una apreciación generalizada de

que el valor público de la verdad está por los suelos

Tribuna

Juan Piedra

Cultura 25jueves, 5 de enero de 2017

Novela

Maica Rivera

Título: Harry Potter y la filosofíaAutor: William Irwin y Gregory BasshamEditorial: Alianza

Como coeditor del best seller Los Simpson y la filosofía, el profesor William Irwin inició esta colección sobre cultura popular (The Blackwell Philo-sophy and Pop Culture Series) que tiene continuidad en títulos a los que

se suma el catedrático Gregory Bassham como El Hobbit y la filosofía, El Señor de los Anillos y la filosofía y The Chronicles of Narnia and Philosophy. Ambos especialistas también rubrican esta publicación dedicada al personaje casi ar-quetípico del niño mago y huérfano al estilo de Cenicienta (maltratado por tíos y primo pero protegido por un padrino especial), cuyo debut literario en Harry Potter y la piedra filosofal cumplirá dos décadas este recién estrenado 2017.

Son sencillos los planteamientos de este libro de ensayos, que coincide al aterrizar en las estanterías con otro, el octavo, de la saga (la obra teatral Ha-rry Potter y el legado maldito). Partiendo argumentalmente de la heptalogía narrativa inventada por J. K. Rowling y su combate del Bien contra el Mal en el mágico colegio de Hogwarts, el mérito de esta obra consiste más en ser detonante que determinante de reflexiones en el terreno filosófico, consa-grada como se halla sin excesivas pretensiones a la provocación de mentes prometedoras que, de momento, se encuentran más acomodadas en el mero disfrute de la ficción que versadas en rumiar lo filosófico o repensar temas como el amor trascendental «dedicado al bien común de toda la humanidad, que no está restringido a las obras literarias de fantasía y héroes imaginarios como Harry Potter, sino que también lo encontramos en héroes de la vida real como Jesús». No importa tanto la posible resignificación de la aventura literaria como el hecho de que el lector joven comience a cuestionarse temas como la muerte, el alma o la virtud.

Sorprende lo tajante del libro en un aspecto que zanja definitivamente toda posible polémica al respecto: la escritora «admite que lo que le sirvió como inspiración para la historia fue su lucha personal por conservar la fe y afirma ser una cristiana cuyas convicciones religiosas, de haberse sabido, habrían convertido en predecible buena parte de la línea argumental». La in-formación se detalla bajo el lema de Rowling como Inkling, donde se apoyan las propias declaraciones de la autora sobre la «gran influencia» que en su pluma ejercieron los Inklings, un grupo de amigos, escritores y académicos cristianos de Oxford del siglo pasado, que se reunían para debatir sobre religión, mitología y literatura, alrededor del maestro de ceremonias C. S. Lewis, con quien Rowling ha confesado tener «una deuda particular, pues atribuye su decisión de escribir siete libros a Las Crónicas de Narnia, una saga de siete tomos que le encantaba de pequeña». No dejan de tener interés ideas como la correspondencia entre el resurgir del personaje del ave fénix del mago Dumbledore con «el rito cristiano del bautismo entendido como una muerte en el pecado y un nuevo renacimiento en la casa de Dios».

El peso de Potter en quilates

La Iglesia contada desde China

Título: Al otro lado de la murallaAutor: Kin Sheung Chiaretto YanEditorial: Ciudad Nueva

Redescubrir a san Francisco

Título: Francisco de AsísAutor: Carlos Amigo VallejoEditorial: San Pablo

Kin Sheun Chiaretto Yan vive en Shangái. Es católico, laico comprometido, además de experto en religiones y culturas de Asia. Y es quien responde en este libro de Ciudad Nueva a cuestiones como la situación del cristianismo en China, la atracción de la fe en mu-chos jóvenes o las tensiones entre el Gobierno de Pekín y el Vaticano. En este sentido, analiza el magis-terio de los Papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre este gigante asiático. La novedad de esta obra es que se ha realizado fundamentalmente a través de la experiencia directa del autor, cuya formación complementa a la perfección.

F. O.

Volver a asombrarnos con san Francisco de Asís es lo que nos propone el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, en esta vasta obra que edita San Pablo. Un libro que, como expone su autor en la introducción, nace de horas de lectura de fuentes y documentos, de peregrinajes a los lugares por los que discurrieron los acontecimientos y de contemplar, desde la experiencia de Dios, la historia, vida y espíritu del santo. Un total de 663 páginas en las que también se da cuenta de la huella que dejó tras de sí y que se pone de manifiesto en los hombres y mujeres que le siguieron a lo largo de los siglos.

F. O.

Cada minuto

En ocasiones puede parecer que lo ordinario va cubriendo poco a poco, como un manto de nieve,

de forma silenciosa, aquel ideal que un día descubrimos y al que estába-mos llamados. A la rutina la miramos despectivamente, sin caer en la cuenta de que cada minuto, por anodino que parezca, nos prepara para la hora de-finitiva. Y entiéndase esta hora como toda vocación a la que estamos llama-dos cada uno. Lo cotidiano entonces, se vuelve delicioso, siempre que haya-mos podido vislumbrar (y a veces esto cuesta un poco y necesitamos ayuda) aquello que nos dijeron que teníamos escrito en el corazón.

Escribía estas palabras en el mar-gen de Al otro lado de la verdad (Edi-ciones Teconté) de Shia Arbulú, que con ella ha dado el salto de la drama-turgia y de la dirección de escena a la novela. Lleva la etiqueta de literatura juvenil, que tiene como público prin-cipal ese lector, inmerso en esa etapa crucial de la vida, al que es tan com-plicado recomendarle un libro. A los que acompañamos a estos buscadores de sentido en plena efervescencia que son los adolescentes, a veces nos re-sulta aterrador aconsejarles lecturas: querríamos acertar de pleno y no vale cualquier cosa, porque eso de «lo im-portante es que lean, da igual lo que sea», encierra una peligrosa trampa. Sí, tenemos los clásicos, que nunca fa-llan, pero también tenemos que dirigir la mirada a la creatividad actual.

Y aquí Shia Arbulú acierta de pleno. Porque recrea (quizá debería escribir re-crea, así separado con un guion, para subrayar el sentido) el relato de Peter Pan y los niños perdidos. Sitúa la acción en nuestros días, donde el interrogante de la crisis económica plantea diversas consecuencias. En esas, Ada, una chica de 16 años, que demuestra una interesante madurez en un momento crucial de su vida pues sus padres están inmersos en un proceso de separación, recibe la visita de Puk, un joven misterioso. Después descubrirá que Puk, que desdeña toda convencionalidad, vive como quiere en un parque de atracciones abandonado junto con otros niños, sin reglas, sin órdenes, sin anhelos. Y se le plantea a Ada un buen reto: ¿Se puede vivir así?

Lejos de maniqueísmos encontra-mos en la novela unos diálogos que se-guro motivarán ocasiones para mirar a nuestra realidad. Porque a veces los que creemos de primeras como anta-gónicos, nos pueden ayudar a encon-trar lo extraordinario en lo ordinario, a plantear el alcance y significado de la etapa que se está viviendo, y vis-lumbrar esa llamada que todo hombre tiene en su corazón. Recordando que cuanto más alto apuntemos, más lejos llegará nuestra flecha.

Pablo Velasco QuintanaEditor de CEU Ediciones

De lo humano y lo divino

En un momento histórico en el que los cristianos vuelven a ser brutalmente perseguidos

y cruelmente asesinados, casi 2.000 años después de los circos de Roma, es de agradecer que una película ponga sobre el tapete esta cuestión a la que tantos no quieren mirar.

Martin Scorsese lleva a la pantalla una adaptación de Silencio, la novela histórica del católico japonés Shusa-ku Endo, publicada en 1966, sobre los misioneros jesuitas portugueses en el Japón del siglo XVII. La trama prin-cipal gira en torno al personaje real de Cristóbal Ferreira, un jesuita que apostató públicamente tras sufrir tor-turas y ver morir a sus compañeros. La novela –y la película– siguen los pasos del padre Rodrigues, un joven jesuita que viaja desde Macao a Japón para averiguar qué ha sido de Ferrei-ra, su antiguo maestro, y ayudar a los cristianos perseguidos.

Scorsese leyó la novela en 1989 y un año más tarde compró los dere-chos para adaptarla al cine. Desde entonces ha estado en su cabeza dando vueltas, tomando forma, has-ta que finalmente se ha podido rodar y estrenar. Al margen de la historia, como aventura o peripecia dramá-tica, a Scorsese le interesaba sobre todo reflexionar sobre algunas cues-tiones relativas a la fe, a la gracia, a la redención. Y este terrible episodio le

permitía hacerlo de una forma muy personal.

Silencio es un largometraje cre-puscular, muy largo (160 minutos), lento, muy contemplativo…, incluso lánguido a pesar de lo impactante e hiriente de muchas imágenes. Refleja la miseria silenciosa en la que eran obligados a vivir tantos japoneses cristianos perseguidos que podían ser asesinados en cualquier momen-to. Unos cristianos sencillos, muy pobres, desclasados, desprotegidos, y a los que solo se les pedía un gesto muy sencillo: que pisaran un cuadri-to de estaño en el que se representaba a Cristo. Por no hacer eso se les tor-

turaba hasta morir. Pero también el filme nos muestra a cristianos que sucumben, apostatan por miedo al dolor, y que luego se acercan a la con-fesión buscando la misericordia de Dios. Porque Scorsese levanta la pe-lícula sobre dos pilares: la fragilidad humana –tema que trató polémica-mente en La última tentación de Cris-to– y la gracia, que siempre está ahí, a pesar de todo, disponible, inagotable.

Son muy interesantes las conver-saciones entre el padre Rodrigues (Andrew Garfield) y los japoneses, el inquisidor y su ayudante, que tratan de minar la fe del jesuita por la vía del discurso racional. Sin embargo, pare-

ce que la argumentación del jesuita no está a la altura apologética que se podría esperar, y no trasmite con fuerza la novedad del anuncio cris-tiano. Esa carencia es característica de casi todos los cristianos que salen en el filme, y que no contagian nin-guna alegría o esperanza presente. Más bien parecen tristes resignados con la desgracia que les ha tocado en suerte, y no brilla en ellos el con-suelo del Resucitado. Esta es quizá la principal deficiencia de un filme im-ponente, profundo, honesto, aunque también frío y desabrido, como todas las películas de Martin Scorsese. Im-prescindible.

26 Cultura jueves, 5 de enero de 2017

Jueves 5 enero11.40.- Cine, Cateto a ba-bor (TP)11.40. - Especial Al Descu-bierto Resumen 201615.00.- La SuperPeli, El caballero de Mississippi 17.00.- Cine, El hombre de las pistolas de oro (TP)19.15.- Cabalgata de Re-yes desde Alcoy (TP)21.00.- Objetivo Reyes Magos (TP)21.50.- Cine, Río Salvaje (+13)23.30.- Cine, Éxito a cual-quier precio (+13)01.15.- Cine, Cónsul hono-rario (TP)03.00.- Cine, Marido por sorpresa (TP)04.45.- Cine, Los últimos días de Patton (TP)

Viernes 6 enero07.30.- Cine, El salvador09.45.- Concierto Advien-to 2011 (TP)10.45.- Concierto Advien-to 2012 (TP)12.00.- Santa Misa Solem-nidad Epifanía Señor13.15.- Cine, El destino de Sissí (TP)15.00.- Cine, Sisí (TP)17.00.- Cine, Sisí empera-triz (TP)19.00.- Cine, Lo que el viento se llevó (TP)23.15.- Cine, El hombre tranquilo (TP)01.45.- Cine, Los búfalos de Durham (+13)03.45- Cine, Sarah (TP)06.00.- Cine, El imperio del tigre (+7)

Sábado 7 enero09.30.- Cine, Mobby Dick11.55.- Palabra de Vida12.00.- Santa Misa orde-nación episcopal obispo Menorca (TP)14.00.- Cine, Ulises (TP)15.45.- Sobremesa de Cine, Los vikingos (+12)17.45.- Presentación y Viva el Cine Español, Aprendiendo a morir19.50.- Cine, El valle del fugitivo (+16)21.45.- Cine, Brubaker (+13)00.15.- Cine, Los tres días del Cóndor (+12)02.30.- Cine, Escapada a Sobibor (+12)05.15.- Cine, El gran Ma-clintock (TP)05.45.- Cine, El almirante (+7)

Domingo 8 enero08.25.- Teletienda10.00.- Año Jubilar Cara-vaca de la Cruz10.30.- Santa Misa Aper-tura Año Jubilar Carava-ca de la Cruz 201712.00.- Cine, Adios Texas13.30.- Cine, Gran duelo al amanecer (+7)15.00.- Sobremesa de Cine, Chisum (TP)17.15.- Cine, El sargento negro (+12)19.30.- Presentación y Viva el Cine Español, El mesón del gitano (+13)22.00.- La Marimorena, con Carlos Cuesta (TP)00.30.- La Hora Cazavi-sión (+12)01.45.- Cine, Danko, calor rojo

Lunes 9 enero

11.40.- Hoy es Noticia, con

Nieves Herrero (TP)

15.00.- La SuperPeli

17.00.- Cine

18.50.- Presentación y

Cine Western

21.15.- Al Descubierto,

con Patricia Betancort

21.50.- El Cascabel, con

Antonio Jiménez (TP)

00.30.- Detrás de la Ver-

dad, con Patricia Betan-

cort y David Aleman (+16)

Martes 10 enero

11.40.- Hoy es Noticia, con

Nieves Herrero (TP)

14.55.- La SuperPeli

17.00.- Cine

18.40.- Presentación y

Cine Western

21.15.- Al Descubierto,

con Patricia Betancort

21.50.- El Cascabel, con

Antonio Jiménez (TP)

00.30.- Detrás de la Ver-

dad, con Patricia Betan-

cort y David Aleman (+16)

Miércoles 11 enero

10.00.- Audiencia General

11.35.- Informativo dioce-

sano de Madrid

11.40.- Hoy es Noticia, con

Nieves Herrero (TP)

15.00.- La SuperPeli

17.00.- Cine

18.50.- Presentación y

Cine Western

21.15.- Al Descubierto,

con Patricia Betancort

21.50.- El Cascabel, con

Antonio Jiménez (TP)

00.30.- Detrás de la Ver-

dad, con Patricia Betan-

cort y David Aleman (+16)

Programación de 13 TVDel 5 al 11 de enero 2017 (Mad: solo Madrid. Información: www.13tv.es; Tel. 91 784 89 30)

A diario:08.25.- Teletienda l 09.55 (salvo S-D).- El Mapa del Tiempo con Marc Redondo (TP) l 10.00 (salvo S-D-M).- Galería del Coleccionista l 10.55 (salvo S-D).- El Mapa del Tiempo con Marc Redondo (TP) l 10.57 (salvo D).- Palabra de Vida (TP) l 11.00 (salvo D).- Santa Misa (TP) l 14.00 (salvo S-D).- Al Día 1 (Sub.) l 14.50 (salvo S-D).- Al Día, El Tiempo 1 (salvo S-D) l 20.30 (salvo S-D).- Al Día 2 (Sub.) l 21.10 (salvo S-D).- Al Día 2 El tiempo l 21.45 (salvo S-D).- Al Día 2 Deportes l 01.45 (Sab. 07.30 y Dom. 02.15) –hasta 08.25.- Teletienda

CineJuan Orellana

Silencio

Tu gracia vale más que la vida

El actor Andrew Garfield, que interpreta al padre Rodrigues, celebra la Eucaristía con los cristianos japoneses

ABC

PequeAlfa 27jueves, 5 de enero de 2017

María Martínez López

Esta noche es una de las más impor-tantes del año, y toca acostarse pron-to porque ¡vienen los Reyes Magos!

¿Qué sabemos de estos misteriosos perso-najes que atravesaron el desierto en busca del Niño Jesús?

En realidad, muy poco. El Evangelio casi no dice nada de ellos, y hay muchos detalles (que eran tres, sus nombres, o llamarlos reyes) que nos han llegado por relatos pos-teriores. Además, no siempre entendemos bien lo que sí sabemos. Por ejemplo, que fueran magos no quiere decir que hi-cieran magia o fueran hechiceros.

Llegaron desde IránEl Oriente del que habla el

Evangelio era Persia (lo que hoy es Irán y parte de Irak). En esa zona, la religión era el zoroastrismo o mazdeísmo, y «los magos eran una tribu a la que pertenecían los sacerdotes. Aunque en la épo-ca de Jesús esa palabra se refería en general a los profesionales de la astrología» y la astronomía. Nos lo explica Hipólito Sanchiz, profesor de Historia Antigua de la Universidad CEU San Pablo.

Hoy no es lo mismo ser astrónomo que astrólogo. La astronomía estudia científicamente los astros (estrellas, planetas...), mientras que los astrólogos no son cien-tíficos y dicen que pueden adi-vinar cosas por el movimiento de los astros en el cielo. Pero en Persia, estos dos conocimientos estaban mezclados. De hecho, los signos del zodiaco de los que se habla hoy son de esa épo-ca. Entre estos astrónomos persas, «pudo haber alguno que viniera de Etiopía, en África, o de la India», y que es el que identificamos con Baltasar.

No eran reyes como los que conocemos ahora, pero su oficio –nos cuenta tam-bién Hipólito– «era muy importante», porque lo que ellos decían sobre las estrellas «influía en muchas decisiones, también políticas».

«El hecho de que personas así se pusieran en camino hasta Israel por ver una estrella» es muy llamativo, y nos dice que realmente pensaron que lo que anunciaba esa estrella era especial.

Una estrella especialAunque, en realidad, lo que vieron no

fue una estrella. Un astrónomo alemán del siglo XVII, Johannes Kepler, descubrió que cuando nació Jesús «los planetas Júpiter –que simboliza la realeza– y Saturno –que simboliza al pueblo de Israel–» se juntaron

tres veces distintas en la zona del cie-lo de Piscis, «que se relacionaba con el

cambio». Desde la Tierra, estos dos planetas juntos tenían el aspecto de una estrella muy brillante. «Se han

encontrado escritos de la época que hablan de ella».

Entre todas las personas que vie-ron esa estrella, estaban los Magos,

que buscaban de verdad a Dios, y Él se sirvió de estas cosas que ellos creían

para comunicarles «que iba a nacer un rey en Israel y que iba a cambiarlo

todo», explica Hipólito. También les dio la luz para entender más cosas sobre

Jesús que no estaban incluidas en la aparición de la estrella. Por ejemplo,

que además de rey era Dios, y que iba a sufrir y morir por nosotros. Los rega-

los que le llevaron, y que nos cuenta el Evangelio, son símbolos de esto: oro por ser rey, incienso por ser Dios, y

mirra, que era un remedio para el dolor y se usaba para embal-

samar a los muertos, por-que iba a sufrir y morir.

Un pequeño errorPero se equivo-

caron en una cosa: pensa ron que el

nuevo rey de los ju-díos estaría en el pala-cio del rey Herodes, y por eso fueron primero allí. ¡Cómo iban a ima-

ginar ellos que había na-cido en un portal! A pesar de este pequeño error, los Magos han pasado a la his-

toria por ser los primeros no judíos en creer en Jesús.

Por esa fe y el amor con el que le lle-varon sus regalos, Dios les concedió el poder de seguir haciendo felices a

los niños de todo el mundo.

¿Quiénes eran los Reyes Magos?t Ellos fueron los primeros no judíos en creer

en Jesús, cuando todavía era un niño pequeño. Creyeron porque se fiaron de Dios, que les habló por medio de una estrella

Asun Silva

¿Qué cura un cura en un hospital?

E l que v a a l hospital lo hace por enfer-medades del cuerpo, pero muchas veces hay ligadas en-fermedades del alma que hay que atender. Y ahí es donde entra el sacerdote. El capellán del hospital está para servir a los enfermos, a sus familiares y al personal del hospital, con una conciencia muy clara de que Dios se sirve del sacerdo-te, e incluso a pesar del sacer-dote, para hacer su labor...

¿Y eso cómo se concreta?Hay dos facetas. La prime-

ra es atender espiritualmen-te a los enfermos: celebrar la Eucaristía, dar la unción de enfermos, llevar la comunión a los impedidos, hablar con las familias... A veces basta escuchar al paciente para que cambie de actitud. Y con la confesión, la comunión y la unción, se fortalece el alma y eso ayuda incluso a la salud del cuerpo. Te podría contar miles de casos en los que Dios cura el alma, y eso ayuda a sanar la enfermedad. La otra faceta es atender a los traba-jadores del hospital, que son la feligresía fija, porque los pacientes pasan, pero el per-sonal está siempre.

Si ya están los médicos con sus tratamientos, ¿qué puede hacer Dios por un en-fermo?

Muchas cosas. Cuando mi-ras con ojos de fe, ves la mano de Dios en todo lo que sucede. Por ejemplo, dirigiendo la in-teligencia y las manos de los médicos que atienden al pa-ciente. Muchos médicos me cuentan que experimentan cómo Dios los sostiene en su labor. La acción de Dios tam-

bién es fortalecer el alma del enfermo para no huir de su realidad y encarar su situa-ción. Dios no ayuda a vivir solo con resignación, sino a ver la enfermedad como un cauce de la gracia de Dios.

Pero Dios no quiere que suframos, ¿no?

Dios nunca quiere nuestro mal y no quiere que suframos, pero permite los sufrimientos que nos vienen de la misma naturaleza humana para ob-tener una gracia muy grande. Hay muchas personas que se han acercado a Dios gracias a la enfermedad, porque entien-den que sin Él, nada tiene sen-tido. La acción de Dios ayuda a ver la enfermedad como ocasión de gracia y reden-ción. Suena un poco fuerte, pero las personas, ofrecien-

do nuestros dolores, estamos salvando el mundo porque nos unimos al Salvador.

Déme un ejemplo…Una trabajadora del hospi-

tal, con un problema familiar muy grande de enemistad con su hija, me pidió que la enco-mendara para que se restau-rase la relación. Ella ni siquie-ra conocía a su nieta, y yo la estuve encomendando. Rezá-bamos mucho, pero parecía que no funcionaba nada. Un día me la encontré ingresada por una enfermedad repenti-na. Me preocupé porque cono-cía sus problemas, pero ella me dijo que gracias a la enfer-medad había vuelto a hablar con su hija, había conocido a su nieta y habían empezado un camino de reconciliación… Dios hace cosas así.

¿La gente tiene miedo al ver a un cura en el hospital?

Algunos familiares temen que el enfermo se asuste, pero la experiencia dice que los pacientes se alegran mucho cuando les digo que voy a re-zar por ellos para que se pon-gan buenos. Cuando llegas al hospital, recibes muchísima información sobre la enfer-medad y el tratamiento, y no caes en la cuenta de que está el capellán y que no hay que esperar al último momento. En cualquier hospital hay un capellán que hace guardias de 24 horas para que los pa-cientes puedan acudir a él en cualquier instante. No somos el último recurso ni estamos en el hospital como el ente-rrador: damos vida, porque damos a Dios y vamos con la fuerza de la fe.

Gonzalo Javier Seco, capellán del hospital Puerta de Hierro

«Un cura en un hospital no es un enterrador: damos vida»

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

Cuando era niño, Gonzalo Javier Seco decía que «no quería ser ni cura, ni profesor, ni médico». Hoy, con 40 años y 15 de sacerdocio, es capellán del hospital Puerta de Hierro de Madrid, después de haber dado clase de Religión durante un año. «Son las cosas locas que hace Dios, que uno a veces no comprende, pero que demuestran que Él sabe lo que hace con cada persona», explica. Hijo, hermano y sobrino de médicos, recuerda que la gracia de Dios es la mejor medicina para el alma del enfermo.

En capilla de once varas José Antonio Méndez

Gonzalo Javier Seco junto al cardenal Rouco durante una de sus visitas al hospital Puerta de Hierro

Fotos: Archivo personal de Gonzalo Javier Seco

Edición MadridNº 1.007- 5 de enero de 2017

Semanario Católico de Informaciónwww.alfayomega.es

Nuevo maratón de abrazos, saludos y bendiciones del cardenal Osoro a los pies de la Virgen de la Almudena. La fiesta de la Sagrada Familia concluyó con una Misa en la catedral en la que el arzobispo de Madrid pidió a

las familias que evangelicen con su vida, porque «en esto, hermanos, no valen teorías».Editorial y págs. 15/17Artículo de Fernando García de Cortázar, SJ. Pág. 21

«Proclamemos la belleza de la familia»

Mundo¿Una encíclica sobre la paz?

El Papa quiere abordar la cuestión de la paz al máximo nivel y baraja dos opciones: dedicarle una encíclica o in-cluso toda una asamblea del Sínodo de los Obispos. Lo adelanta a Alfa y Omega el prefecto del nuevo dicasterio para el Servicio del Desarrollo Huma-no Integral, el cardenal ghanés Peter Turkson. Entre las cuestiones doctri-nales por abordar figura el replantea-miento del concepto guerra justa.Editorial y págs. 6/7

EspañaLa conversión pastoral de las parroquias

Evangelizar no significa necesaria-mente organizar muchas actividades, sino formar verdaderas comunidades. Esta es la conclusión a la que han lle-gado agentes de pastoral de toda Es-paña en un encuentro de parroquias sobre liderazgo celebrado en Algete (Madrid) en colaboración con cursos Alpha. Págs. 12/13

Atravesando fango para catequizarCada vez son más los laicos que cele-bran la Palabra, reparten la Comunión y catequizan comunidades aisladas donde no llegan los sacerdotes. El do-mingo la Iglesia celebra su día. Pág. 11

CNS

Julio Segurado

Miguel Hernández Santos/Infomadrid

Opinión 3 jueves, 5 de enero de 2017

2-4 Opinión y editoriales 5 La foto 6-11 Mundo: Fátima prepara el centenario de las apa-riciones de la Virgen (págs. 8-9)

12-14 España: Entrevista al nuevo obispo de Menorca (pág. 14) 15-17 Madrid 18-20 Fe y vida: Nuevo libro del cardenal Osoro a los

jóvenes (pág. 20) 21-26 Cultura: La Iglesia española en la civilización medieval (págs. 22-23) 27 Pequealfa 28 La Contra

Sumario Nº 1.007- jueves, 5 de

enero de 2017

Semper reformanda

El Papa ha aprovechado la feli-citación a sus colaboradores para explicar las razones, obje-

tivos y líneas maestras de la reforma de la Curia, pero notemos que la ha colocado en el contexto de la siempre necesaria reforma de toda la Iglesia (Ecclesia semper reformanda). Re-formar, ¿por qué y para qué? Sendos párrafos nucleares del discurso res-ponden a esta pregunta. Ante todo, porque la Iglesia (y la Curia dentro de ella) no es un aparato inmóvil. La Iglesia camina en la historia atrave-sando cielos serenos y densas tem-pestades. No es un mineral, tampoco un mecanismo de relojería. Es un cuerpo vivo y como tal crece, enfer-ma, dialoga, construye o se repliega. No se trata de resolver problemas, se trata de vivir respondiendo a la lla-mada de su Señor.

Por eso Francisco explica la refor-ma como «un proceso de crecimiento y de conversión». De ahí que señale lo inútil que sería un simple cambio de organigramas y personas, si no se produce «una conversión y una puri-ficación permanente». La reforma, en el fondo, no termina nunca. Podrán concluir los ajustes, podrá perfilar-se una nueva normativa (en todo ello se trabaja, y desde luego tiene su im-portancia), pero cada día la Iglesia, en cada uno de sus miembros y comu-nidades, tiene que responder de nue-vo a la misma pregunta que el Señor formuló a Pedro a orillas del lago: ¿Me amas?, ¿estás dispuesto a beber mi cáliz?, ¿vienes conmigo más allá de lo que ya conoces? Y no sirve apelar a lo que ya respondimos el día anterior.

Todo esto es decisivo para enten-der lo que De Lubac (teólogo prefe-rido de Francisco) denominaba «el misterio de la Iglesia». Pero además, desmonta las fantasías que algunos construyen al hilo de este pontifica-do, ya sea para instrumentalizarlo o para demolerlo. En realidad la refor-ma acontece a lo largo de los siglos, aunque cada época tenga su propio afán. En la nota número 12 del discur-so, el Papa recuerda con ironía que la Curia ha estado en permanente refor-ma al menos durante los últimos 100 años. Así que están fuera de lugar las ansiedades de unos y otros.

El sabroso párrafo dedicado a las resistencias que suscita la reforma ha sido convenientemente empaque-tado por algunos como si tuviese un único destinatario, pero no es así. La resistencia empezó cuando Pedro se quejó a Jesús de que por el camino les seguía también Juan. Y no hay meca-nismo que lo resuelva, solo el amor y el dolor de la conversión. Mirémonos todos al espejo.

Enfoque

El terrorismo acosa a Turquía

Las grandes ciudades europeas se blindaron ante la amenaza terrorista en Nochevieja, pero el golpe cayó en Estambul. En tres se-manas, el país ha tenido que lamentar casi un centenar de víctimas mortales en dis-tintos atentados. Al acoso de los terroristas kurdos, se suma el Daesh. El ataque a la sala de fiestas Reina es el primer gran atentado indiscriminado de los yihadistas en suelo turco, tras las amenazas por la intervención de Turquía en Siria. «Una mancha de sangre envuelve el mundo con una sombra de mie-do y desconcierto», dijo el Papa el día 1 en el Ángelus. Hace falta que el Señor «sostenga a quienes valientemente se ponen manos a la obra para frenarla».

Aborto: los datos de la vergüenza

En 2015, se produjeron 94.188 abortos voluntarios en España. El Gobierno presentó esta cifra como la más baja en diez años, aunque desde la Federación Española de Asociaciones Pro Vida se cuestionó su veracidad, argumentando que las clínicas privadas no declaran todos los abortos que realizan. Tampo-co puede calificarse de positivo que la cifra se haya estabilizado en torno a los 100.000, y ello a pesar del descenso de la población en edad fértil e inmigrante. Si bien en términos absolutos la cifra en 2015 fue muy similar a la de diez años atrás, un 18,3 % de los emba-razos terminó en aborto, frente al 16,4 % de 2005. Lo que no ha cambiado en este tiempo ha sido el modo de presentar a la opinión pública los datos, en víspe-ras de Nochevieja, con el indisimulado objetivo de intentar que pase desapercibida una realidad que debería avergonzar a toda la sociedad.

China insiste en una Iglesia independiente del Papa

Al mismo tiempo que se declara abierto al diálogo con el Vaticano, Pekín exige una «Iglesia china que administre sus asuntos de forma autónoma y mejor integrada en la sociedad». Estas palabras de un alto funcionario durante la novena Conferencia Nacional de Representantes Católicos de China –un encuentro de periodicidad sexenal que se celebró la pasada semana en la capital, reuniendo a altos cargos del Gobierno con los obispos nombrados por el régimen–reflejan el continuismo en la pretensión de una Iglesia controlada por Pekín y sin interferencias del Papa. Eso ha provocado que en torno a la mitad de los más de diez millones católicos chinos vivan su fe en la clandestinidad. Similares controles ha introducido China con el cambio de año para las demás religiones y para las ong que operan en el país. No muy buenos augurios para 2017.

El análisis

José Luis Restán

Fotolia

EFE/Deniz Toprak

www.sara.gov.cn

Madrid 15jueves, 5 de enero de 2017

Ricardo Benjumea

«Proclamemos la belleza de la familia en nuestra Iglesia diocesana, en los lugares

donde trabajamos, donde vivimos…». Este es el desafío que lanzó el carde-nal Carlos Osoro a las miles de perso-nas que participaron en la Misa que puso el punto final en la tarde-noche del viernes a la fiesta de la Sagrada Familia en Madrid.

El arzobispo inauguraba a las once de la mañana una cadena de oración ante el Santísimo en la cripta de la Al-mudena, en la que fueron sucediéndo-se diversas vicarías, parroquias y mo-vimientos eclesiales. A continuación –repitiendo el formato de los dos años anteriores– el cardenal se trasladó a los pies de la imagen de la Virgen pa-trona de Madrid y fue saludando a lo largo de toda la mañana a las familias y personas que se fueron acercando. La primera, Silvia, una mujer de Al-cobendas, que suele participar todos los años en una fiesta «que se conoce poco, que se valora poco», por lo que agradece la relevancia que le da desde hace varios años la archidiócesis de Madrid. «Poder acercarse a hablar con el cardenal –añade– es un privilegio».

Para muchas familias este encuen-tro con el obispo es una experiencia fuerte de Iglesia que quieren ofrecer a sus hijos. Hay quien viene a contarle sus alegrías. Otros, sus penas: algún familiar enfermo, hijos y maridos ale-jados… Con todos conversa, a todos abraza y bendice. Y finalmente les despide con una imagen de la Sagra-da Familia de Marko Ivan Rupnik y una oración escrita por él mismo en el reverso. Se trata de un comentario al pasaje del Génesis: «Varón y mujer los creó». La diferencia entre sexos –explica el cardenal Osoro– «no es contraposición o subordinación, sino para la comunión». Hombre y mujer «fueron creados para escucharse y ayudarse mutuamente», mientras que «el fracaso de esta alianza aridece el mundo de los afectos y oscurece la esperanza». De ahí la intención enco-mendada por el arzobispo a la cadena de oración en la cripta para que no entre en los matrimonios «la epidemia de la desconfianza, del escepticismo e incluso de la hostilidad».

«No valen teorías»El momento culminante de la Jor-

nada de la Sagrada Familia se produjo algunos minutos pasadas las siete de la tarde, con la Misa presidida por el

cardenal Osoro, junto al cardenal Car-los Amigo –arzobispo emérito de Se-villa–, el nuncio del Papa –monseñor Renzo Fratini– y el obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, además

del vicario general de Madrid y otros vicarios y delegados diocesanos y de-cenas de sacerdotes.

El cardenal pidió en su homilía ha-cer «todo lo que sea necesario para

hacer ver en este mundo la belleza que tienen el matrimonio y la familia cris-tiana. Y en esto, hermanos –añadió–, no valen teorías. Valen familias que viven según Cristo. Esto es lo que su-cedió en el origen de la Iglesia, hoga-res que cuando otros los veían decían: “Yo quiero ser como estos”».

La clave es revestirse de miseri-cordia, del «amor de Dios», que nos capacita para «sobrellevamos mutua-mente» y «perdonarnos», porque solo desde el perdón es posible sanar las heridas. La misericordia es también el método para salir al encuentro de las situaciones de dificultad que atravie-san otras familias. En su exhortación Amoris laetitia –recordó Osoro–, «el Papa no escamotea esas situaciones», como las que afrontan «las familias que tienen que emigrar; las familias que están sin trabajo –y eso crea rupturas y situaciones difíciles–», o familias que sufren por «incompren-siones» del tipo que sea. A todos esos lugares es necesario llevar «la alegría del Evangelio, la fuerza renovadora que hace posible que este mundo ten-ga la belleza que necesita la institu-ción más hermosa, más grande, hecha por Dios mismo, que nos recuerda los primeros momentos de la Creación, donde Dios creó al hombre y a la mu-jer y los puso al frente de todo lo que había creado». «Hombre y mujer los creó, por amor, para amar, para en-gendrar vida, vida que construya este mundo en el amor», abundó.

«Hagamos todo lo posible por cons-truir familias cristianas, verdaderas iglesias domésticas, iglesias en las que se manifiesta de verdad lo que el Señor quiere que tengamos: comunión de vida y amor», concluyó. «Y que eso sea también trasladado a toda la Igle-sia».

Terminada la Misa, varias parejas de novios se acercaron al cardenal Osoro para recibir su bendición.

El cardenal Osoro pide a las familias evangelizar con el ejemplot El arzobispo de Madrid saludó y bendijo una a una a todas las personas que acudieron a la

catedral de la Almudena a celebrar la fiesta de la Sagrada Familia

Durante la solemnidad de la Sagrada Familia, nuestra Iglesia madre se llenó de

luz gracias a una peregrinación incesante de familias que acudie-ron a recibir la bendición de nues-tro cardenal. Se trata de la luz que es propia de la familia ya que, en cada hogar cristiano, en virtud del sacramento, permanece Jesucris-

to que es «la luz verdadera» y todo matrimonio visibiliza el misterio de Dios y de la Iglesia. Es la luz pro-pia del Amor de Dios, que se recibe y se aprende a vivir en la familia: «Quién ama a su hermano perma-nece en la luz» (1 Jn 2,10). La cari-dad, corazón de la familia, mani-fiesta la verdad del deseo arraigado en el corazón de cada persona como

vocación para construir en el amor comuniones verdaderas. Por ello, cada familia cristiana es faro que indica el camino para vivir de un modo pleno.

Gracias a nuestro cardenal por urgir a la Iglesia diocesana, en co-munión con el Papa, a custodiar y alimentar esta luz que salva al mundo. Su testimonio, escuchando, bendiciendo y abrazando a cientos de familias, es el signo de una pas-toral que, para dar vida y luz a los hombres, ha de latir con el corazón de la familia.

*Delegado diocesano de Pastoral Familiar

Fernando Simón*

La catedral se llenó de luz

El purpurado saluda a una familia durante la jornada del viernes en la catedral

Miguel Hernández Santos/Infomadrid

16 Madrid jueves, 5 de enero de 2017

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

«Un hueco para Dios en el día a día»No dudaron Ignacio e Isabel en acu-dir a la catedral de la Almudena para participar junto a sus hijos, Ignacio, Pedro, Martín y Beatriz, en la jorna-da de la Sagrada Familia. Mientras esperan para saludar al arzobispo de Madrid, confirman que han ve-nido «para recibir la bendición del obispo como familia y también para hacer Iglesia. ¡Y para pasar un día juntos!».

¿Cómo viven ellos la alegría del amor en familia, como reza el lema de este año? Isabel explica que «el día a día es duro y pesa, pero la ver-dad es que la vocación al matrimo-nio y a la familia es una cosa pre-ciosa, y vivida desde la fe es muy enriquecedora y profunda».

Esta fe la viven de manera habi-tual rezando antes de comer y ben-diciendo la mesa, yendo a Misa jun-tos todos los domingos, y sobre todo «haciéndole un hueco a Dios cada día, del modo que podemos. Porque queremos tenerle presente en nues-tro día a día», afirman.

«No lo sabíamos y nos ha sorprendido»

Antonio y Lola se definen como «pa-reja» y son de Murcia. Entraron en la Almudena casi por casualidad: «Nos gusta mucho venir a Madrid y pasar por la catedral, pero no sabíamos que iba a tener lugar esta Misa. Estamos sorprendidos y encantados con lo que hemos visto». Aunque llegaron con la celebración empezada y la homilía ter-minada, dicen que «hay cosas sobre la familia que no hace falta que las diga el cardenal», y valoran que «el hecho de entrar un viernes en una iglesia y que esté llena, a rebosar de tanta gente jo-ven y de tantas familias, es muy bonito.

Escuchar villancicos, vivir la Navidad, que ha nacido Dios, es respirar un am-biente precioso».

La bendición de la familiaJueves 5n Arranca una novena en honor al Niño del Remedio en su oratorio de Madrid. A las 18:15 horas se rezará el rosario meditado, y a las 19 horas tendrá lugar la Misa.

n Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se harán presentes en diferentes cabalgatas que recorrerán las parroquias madrileñas. Entre otros lugares, a las 12 horas visitarán a los ancianos de la residencia parroquial de San Ignacio de Loyola, en Torrelodones; a las 16 horas desfilarán en la cabalgata organizada por la parroquia Santos Inocentes; desde las 17:30 horas estarán en la parroquia de Santa Cristina y en el resto de parroquias de la Vicaría VI; también a las 17:30 horas en la cabalgata de Vicálvaro, en la que han confeccionado algunas carrozas las parroquias de la zona. Y durante todo el día los Reyes también visitarán los proyectos y centros residenciales de Cáritas Madrid.

n La parroquia San Josemaría organiza una recogida de alimentos con destino al comedor Ave María.

Viernes 6n La catedral de la Almudena acoge una nueva vigilia de oración de jóvenes con el arzobispo: a las 21 horas cena con bocatas en la plaza de San Juan Pablo II, y a las 22 horas la vigilia. El cardenal Osoro presentará su libro Búscate en mí. Los jóvenes conversan con Jesús, recién editado por PPC.

Sábado 7n La parroquia San Ricardo acoge la iniciativa de evangelización por las calles Una Luz en la Noche a partir de las 19 horas.

n La Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Madrid, con la colaboración de San Ginés, organiza el sábado y el domingo una recogida de alimentos.

n El colegio Santísimo Sacramento acoge el estreno del musical Contigo, a las 16 y a las 19:30 horas.

Domingo 8n Las honorarias de la Adoración Nocturna Femenina Española tienen Misa y encuentro festivo en San Martín de Tours a las 18 horas.

Martes 10n El sacerdote Pablo D’Ors presenta en la iglesia de San Antón, a las 19:30 horas, Palabra y Vida 2017, los comentarios al Evangelio de Publicaciones Claretianas.

Agenda

t Madres solteras, familias numerosas, abuelos, novios, mayores y niños se acercaron el viernes a la catedral de la Almudena para recibir la bendición del arzobispo y celebrar la fiesta de la Sagrada Familia

Un noviazgo distinto

Al finalizar la Eucaristía varias parejas de novios recibieron una bendición especial de parte del arzobispo. ¿Qué les da Jesús a su noviazgo? ¿Qué diferencia hay entre su forma de vivir y la que puedan tener otras parejas de novios? «Él es la auténtica felicidad, lo que nos hace estar felices por dentro. A veces puede

costar, pero es el mejor camino y el que merece la pena. No siempre el camino más fácil es el mejor y el que trae más alegría». Además, «es Jesús el que nos ha unido. Si no hubiera estado presente en nuestras vidas seguramente ni nos hubiéramos conocido. Así que nosotros intentamos que esté presente en nosotros».

Fotos: Juan Luis Vázquez

Una familia ante el Santísimo en la cripta de la Almudena, el viernes

Madrid 17jueves, 5 de enero de 2017

«Jesús nos ha ayudado a superar momentos malos»

«Hemos venido porque la parro-quia nos avisó y es importante par-ticipar en un evento así, sobre todo en estos tiempos en que parecemos poco conscientes de que sin familia no hay sociedad», dicen Rafael y Maite, sus hijos Carolina y Teresa, y Teresa, una tía abuela, que vencieron todas las dificultades para moverse el vier-nes por Madrid y poder acudir por la tarde-noche a la Eucaristía de la fiesta de la Sagrada Familia.

Fueron porque «queremos dar tes-timonio de nuestra fe y transmitírsela a nuestros hijos y a nuestro entorno. Nosotros podemos contar que Jesús nos ha dado estabilidad en nuestro matrimonio y nos ha ayudado a supe-rar momentos malos».

Un pacto con el obispo

Cuando fue en Nochebuena con sus padres y sus hermanos a una residen-cia a visitar a los ancianos y cantar villancicos, Marcelo coincidió con el arzobispo y le reveló que quería ser sacerdote, así que el cardenal Osoro le propuso entonces rezar un avemaría cada noche el uno por el otro. El vier-nes se volvieron a encontrar, y ambos confirmaron que lo seguían haciendo; de hecho, el nombre de Marcelo está en la lista de intenciones que el car-denal Osoro tiene en el móvil, como les mostró.

«A nuestros padres siempre se les ocurren planes así», dice su hermana Cecilia. «Y a veces están bien y a veces no tanto...», explica su hermano Yago. Por eso David busca «el equilibro para que los niños no se cansen», y Mer-cedes explica que para ellos es muy

importante vivir la fe en familia, «por-que la familia es la Iglesia, es donde ellos aprenden a ser Iglesia. Los niños aprenden la fe no los domingos, sino en casa, diariamente».

Lo hacen «intentando rezar juntos por las noches, y buscando realizar de vez en cuando alguna obra de mi-sericordia como visitar a los ancia-nos, o compartir nuestro tiempo con niños que no tienen familia...». Todo eso para «poner a Dios en el centro de nuestra vida», dice Mercedes.

Y como a veces vivir juntos no es fácil, no dudan en recurrir al perdón, aunque tengan que echar un mano los niños, como «una vez que mis padres discutieron y yo les dije que no me iba a la cama hasta que no se perdonasen, y al final lo hicieron», revela Cecilia, divertida.

El arca de san Isidro

Una de las obras de arte más importantes de la diócesis es el arca de san Isidro, don-

de reposó el cuerpo incorrupto del santo. Actualmente se encuentra en la catedral de la Almudena, en la ca-pilla de la girola dedicada al patrón de Madrid y a santa María de la Ca-beza, su esposa. San Isidro murió a los 90 años, en 1172, y fue enterrado en la Sacramental de San Andres, siendo exhumado 40 años después. Se encontró el cuerpo íntegro e in-corrupto en 1212 y se trasladó a la iglesia de San Andrés.

El rey Alfonso VIII donó un pri-mer arca para el cuerpo, y a finales del siglo XIII se trasladó al arca que actualmente conservamos, que sale en procesión en ocasiones extraor-dinarias para pedir la lluvia. En el año 1555, el arca llegó a la capilla de San Isidro (hoy Capilla del Obis-po), en 1593 comenzó el proceso de canonización y en 1622 fue canoni-zado por Gregorio XV.

En el año 1620 los plateros de Madrid regalaron un arca de pla-ta para el cuerpo del santo, siendo trasladado a esta desde el arca del siglo XIII. Carlos III, en el año 1769, mandó trasladar las reliquias del santo y su esposa a la iglesia del colegio Imperial, que se llamará desde entonces Real Colegiata de San Isidro, y allí permanecerá el cuerpo hasta la Guerra Civil, cuan-do fue ocultado para evitar su pro-fanación. Volvió a su lugar una vez terminada la contienda, donde se venera hoy en día. El arca del siglo XIII, tenida como relicario por ha-ber contenido el cuerpo del santo, se trasladó al palacio episcopal y de allí a la catedral de la Almudena en el año 1993.

El arca es un ejemplo del gótico castellano y presenta la origina-lidad de estar revestida de cuero sobre el que se pintaron las esce-nas que narran los milagros y vida del santo: el milagro de los bueyes arando, el del trigo para las palo-mas, el de la olla vacía… En la tapa se encuentra el cuarterón más im-portante para nosotros, el de Isidro rezando ante la Virgen de la Almu-dena. Es la representación más an-tigua que tenemos de la patrona de Madrid, una imagen románica en la que la Virgen tiene en sus manos una manzana entera (recordando que a María no tocó el pecado) y al Niño sentado sobre ella. Esta ima-gen parece ser que desapareció en un incendio y las cenizas se conser-van en una pequeña ampolla dentro de la imagen actual, de finales del siglo XV.

De Madrid al cielo

Jesús Junquera

La alegría de los que están en dificultad

«Amigos, mucho amor, tranquilidad, protección, alegría, acompañamiento, acogida, felicidad, enseñanzas, ayuda, cariño...». Esto es lo que han encontrado Simona y su hijo Raúl, Marlene y su hijo Brian, Miriam y su hijo Sebastián, y Cristina, en el centro residencial JMJ Madrid 2011, un recurso de Cáritas Madrid para familias en dificultades y personas solas, que ha sido el destino de los donativos y la colecta recogidos durante la Jornada de la Sagrada Familia.

Proceden de diferentes países: España, Marruecos, Rumanía, Ecuador..., «pero somos una familia. Muchas tenemos el mismo problema, somos madres solteras con uno o más hijos, pero estamos muy unidas... Nunca me he sentido tan a gusto como en el centro. Aquí me han enseñado autonomía, el vivir sola en un piso, ayudada por muchas personas que me han hecho ver que sí puedo, que con un empujón sí que puedo hacerlo...», dice Simona.

El ambiente en el centro es como el de cualquier familia, explica

Marlene: «Nos llevamos tan bien que a mí este niño [Sebastián, el hijo de Miriam] me dice abuela, y me abraza, es algo bonito que nació aquí. Es mi nieto postizo [risas]».

A pesar de las situaciones de las que viene cada una, Miriam dice que «la Navidad la hemos pasado fenomenal», aunque Cristina asegura, en cambio, que «ojalá estas navidades pasen pronto», porque las está pasando sola. Pero Marlene está al quite para recordar que «soy tan pesada al intentar cuidar a esta mujer, ¡que también es mi hija postiza! [más risas]».

Todas ellas dan fe de que se puede encontrar la alegría aun viniendo de una situación difícil. Simona ha aprendido que «no estoy sola, tengo a mi hijo. Valoro no lo que no tengo, sino a quien tengo al lado. Hay que aceptar tu situación y mirar a quien tienes cerca». Marlene lo confirma: «Yo he salido adelante por mi hijo. Si hubiera estado sola a lo mejor me habría abandonado. Y en la residencia estoy más tranquila todavía. Nos cuidamos mucho». Y se despiden no sin que antes Raúl exclame: «¡Y feliz Navidad!».