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AGENDA PARROQUIAL AGENDA PARROQUIAL AGENDA PARROQUIAL Lunes 24 19h: Grupo de Cáritas Martes 25 : Encarnación del Señor 20h: Misa Miércoles 26 : 19h: Exposición del Santísimo 20h: Misa 20:30h: Catequesis adultos Jueves 27 : 20h: Misa 20:30h: Grupo de matrimonios Viernes 28: 19:30h: Via Crucis 20h: Celebración de la Palabra Sábado 29: Encuentro diocesano de niños en Mar- tos 21h: Misa * Domingo 30: Domingo IV Cuaresma 11:30h: Misa 21h: Misa * A partir del sábado 29, la misa de la tarde se A partir del sábado 29, la misa de la tarde se A partir del sábado 29, la misa de la tarde se pasa a las 9 h. pasa a las 9 h. pasa a las 9 h. JESUCRISTO PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO, FUE CRUCIFICA- DO, MUERTO Y SEPULTADO 121. ¿Qué sucede en la agonía del huerto de Getsemaní? En el huerto de Getsemaní, a pesar del horror que suponía la muerte para la humanidad absolutamente santa de Aquél que es «el autor de la vida» (Hch 3, 15), la voluntad humana del Hijo de Dios se adhiere a la voluntad del Padre; para salvarnos acepta soportar nues- tros pecados en su cuerpo, «haciéndose obediente hasta la muer- te» (Flp 2, 8). 122. ¿Cuáles son los efectos del sa- crificio de Cristo en la Cruz? Jesús ofreció libremente su vida en sacrificio expiatorio, es decir, ha repara- do nuestras culpas con la plena obe- diencia de su amor hasta la muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn 13, 1) del Hijo de Dios reconcilia a la humani- dad entera con el Padre. El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les abre a la comunión con Dios. 123. ¿Por qué llama Jesús a sus dis- cípulos a cargar con la propia Cruz? Al llamar a sus discípulos a tomar su cruz y seguirle (cf. Mt 16, 24), Jesús quiere asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios. COMPENDIO DE LA IGLESIA CATÓLICA LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA: EL CREDO EL PAPA NOS HA DICHO… 5. “La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíri- tu de Cristo”. 6. “Los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidari- dad, sin esperanza”. 7. “La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos funda- mentales y de los bienes de primera necesidad (…) Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justi- cia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir”. Mensaje para la Cuaresma 2014 Hoja Parroquial Parroquia El Salvador (Alcalá la Real) Rema mar adentro parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] Nº 81 23 marzo 2014 DOMINGO III CUARESMA 2ª Lectura ǀ Romanos (5, 1-2. 5-8) Evangelio ǀ Juan (4, 5-42) En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí senta- do junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus gana- dos?» Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacar- la. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.» Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conoce- mos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.» La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.» Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.» En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predica- ción, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.» 1ª Lectura ǀ Éxodo (17, 3-7) Salmo 94 R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endu- rezcáis vuestro corazón”

Rma 81 23mar2014

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Hoja Parroquial

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AGENDA PARROQUIALAGENDA PARROQUIALAGENDA PARROQUIAL

◘Lunes 24

19h: Grupo de Cáritas

◘Martes 25: Encarnación del Señor

20h: Misa

◘Miércoles 26:

19h: Exposición del Santísimo

20h: Misa

20:30h: Catequesis adultos

◘Jueves 27:

20h: Misa

20:30h: Grupo de matrimonios

◘Viernes 28:

19:30h: Via Crucis

20h: Celebración de la Palabra

◘Sábado 29:

Encuentro diocesano de niños en Mar-

tos

21h: Misa*

◘Domingo 30: Domingo IV Cuaresma

11:30h: Misa

21h: Misa

* A partir del sábado 29, la misa de la tarde se A partir del sábado 29, la misa de la tarde se A partir del sábado 29, la misa de la tarde se pasa a las 9 h.pasa a las 9 h.pasa a las 9 h.

JESUCRISTO PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO, FUE CRUCIFICA-

DO, MUERTO Y SEPULTADO

121. ¿Qué sucede en la agonía del huerto de Getsemaní?

En el huerto de Getsemaní, a pesar del horror que suponía la muerte para la humanidad absolutamente santa de Aquél que es «el autor de la vida» (Hch 3, 15), la voluntad humana del Hijo de Dios se adhiere a la voluntad del Padre; para salvarnos acepta soportar nues-tros pecados en su cuerpo, «haciéndose obediente hasta la muer-te» (Flp 2, 8).

122. ¿Cuáles son los efectos del sa-crificio de Cristo en la Cruz?

Jesús ofreció libremente su vida en sacrificio expiatorio, es decir, ha repara-do nuestras culpas con la plena obe-diencia de su amor hasta la muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn 13, 1) del Hijo de Dios reconcilia a la humani-dad entera con el Padre. El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les abre a la comunión con Dios.

123. ¿Por qué llama Jesús a sus dis-cípulos a cargar con la propia Cruz?

Al llamar a sus discípulos a tomar su cruz y seguirle (cf. Mt 16, 24), Jesús quiere asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios.

COMPENDIO DE LA IGLESIA CATÓLICA

LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA: EL CREDO

EL PAPA NOS HA DICHO…

5. “La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíri-tu de Cristo”.

6. “Los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidari-dad, sin esperanza”.

7. “La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos funda-mentales y de los bienes de primera necesidad (…) Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justi-cia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir”.

Mensaje para la Cuaresma 2014

Hoja Parroquial Parroquia El Salvador (Alcalá la Real)

Rema mar adentro

parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected]

Nº 81 23 marzo 2014 DOMINGO III CUARESMA

2ª Lectura ǀ Romanos (5, 1-2. 5-8)

Evangelio ǀ Juan (4, 5-42)

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio

Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí senta-

do junto al manantial. Era alrededor del mediodía.

Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se

habían ido al pueblo a comprar comida.

La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?»

Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú,

y él te daría agua viva.»

La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres

tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus gana-

dos?»

Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que

yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor

de agua que salta hasta la vida eterna.»

La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacar-

la. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el

sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»

Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis

culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conoce-

mos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que

quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le

den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»

La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.»

Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.»

En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban

que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predica-

ción, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y

sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»

1ª Lectura ǀ Éxodo (17, 3-7) Salmo 94

R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endu-

rezcáis vuestro corazón”

A GUSTO CON DIOS

La escena es cautivadora. Cansado del camino, Jesús se sienta junto al manantial de Jacob. Pronto llega una mujer a sacar agua. Pertenece a un pueblo semipagano, despreciado por los judíos. Con toda espontaneidad, Jesús inicia el diálogo. No sabe mirar a nadie con desprecio, sino con ternura grande. “Mujer, dame de beber”.

La mujer queda sorprendida. ¿Cómo se atreve a entrar en con-tacto con una samaritana? ¿cómo se rebaja a hablar con una mu-jer desconocida?. Las palabras de Jesús la sorprenderán todavía más: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría del agua de la vida”.

Son muchas las personas que, a lo largo de estos años, se han ido alejando de Dios, sin apenas advertir lo que realmente estaba ocurriendo en su interior. Hoy Dios les resulta un “ser extraño”. Todo lo que está relacionado con él, les parece vacío y sin sentido: un mundo infantil, cada vez más lejano.

Los entiendo. Sé lo que pueden sentir. También yo me he ido alejando poco a poco de aquel “Dios de mi infancia” que desper-taba dentro de mí tantos miedos desazón y malestar. Probable-mente, sin Jesús nunca me hubiera encontrado con un Dios que hoy es para mí un Misterio de bondad: una presencia amistosa y acogedora en quien puedo confiar siempre.

Nunca me ha atraído la tarea de verificar mi fe con pruebas científicas: creo que es un error tratar el misterio de Dios como si fuera un objeto de laboratorio. Tampoco los dogmas religiosos me han ayudado a encontrarme con Dios. Sencillamente me he deja-do conducir por una confianza en Jesús que ha ido creciendo con los años.

No sabría decir exactamente cómo se sostiene hoy mi fe en medio de una crisis religiosa que me sacude también a mí como a todos. Solo diría que Jesús me ha traído a vivir la fe en Dios de manera sencilla desde el fondo de mi ser. Si yo escucho, Dios no se calla. Si yo me abro, él no se encierra. Si yo me confío, él me acoge. Si yo me entrego, él me sostiene. Si yo me hundo, él me levanta.

Creo que la experiencia primera y más importante es encon-trarnos a gusto con Dios porque lo percibimos como una “presencia salvadora”. Cuando una persona sabe lo que es vivir a gusto con Dios porque, a pesar de nuestra mediocridad, nuestros errores y egoísmos, él nos acoge tal como somos, y nos impulsa a enfrentarnos a la vida con paz, difícilmente abandonará la fe. Mu-chas personas están hoy abandonando a Dios antes de haberlo conocido. Si conocieran la experiencia de Dios que Jesús contagia, lo buscarían.

José A. Pagola

Para la revisión de vida a) Como el pueblo en el desierto,

cansados y golpeados continua-

mente por los acontecimientos,

¿pedimos a Dios signos, milagros,

intervenciones, poniendo también

nosotros a prueba al Señor?

b) Existe en lo más profundo de

nosotros una sed y deseo de lo que

no podríamos lograr sino como

don de Dios?(conversión auténtica,

capacidad de discernir lo que más

nos conviene, etc.)

c) Frente al misterio del agua viva

por la acción del Espíritu que recibi-

mos en el bautismo ¿dejamos que

obre en nosotros la fuerza del Espí-

ritu? ¿O hemos logrado disminuir

su acción en nosotros a fuerza de

oponernos a sus inspiraciones y

sugerencias?

d) Como en la narración/

catequesis del Evangelio escucha-

do, ¿hay espacio en nuestro cora-

zón para un encuentro con Cristo

que reoriente nuestra vida de mo-

do radical? ¿Qué estamos dispues-

tos a dejar para tener el don de

Dios?

TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DE AGUA VIVA

TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DE AGUA VIVA Soy caminante en busca de lo alto

y por ello tengo sed, no tanto de beber, cuanto de llegar a Dios.

¡TÜ, SEÑOR, ERES EL POZO DE AGUA VIVA!

Mi camino, cansado y abatido, son pasos que conducen hacia alguien:

¿Estarás al final, Jesús? Mi camino, sabiendo que Tú esperas,

sé que será sendero que conducirá entre pruebas y llantos

alegrías y penas, al pozo de la amistad

¡TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DE AGUA VIVA! Sentarme junto a Ti, Señor,

es contemplar la grandeza y la pobreza de mi vida es entender que, Tú, como nadie

pones sobre la mesa aquello que , de mi vida, muy poco o nada, me interesa pregonar ni ver.

¡TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DE AGUA VIVA!

¿Cómo me darás de ese agua viva? ¿Cómo la sacarás, Señor?

¿Dónde tienes un cántaro? ¡Ah! ¡Ya lo sé, Señor!

Yo soy el vaso y el cántaro con los cuales sacarás, para mí y para los demás,

el agua viva que brota a chorros de la fuente de tu costado.

¡TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DEL AGUA VIVA!

Entra, Señor, en el pozo de mi alma: es hondo, como el de la Samaritana

con fragilidades, como la vida de la Samaritana con sed de agua limpia, como la de la Samaritana

con sed de Dios, como la de la Samaritana Entra, Señor, en el pozo de mi alma

Y que, como la Samaritana, pueda decir también He estado con Jesús…y sabe todo lo que he hecho

Amén.

Para la revisión de vida a) Como el pueblo en el desierto,

cansados y golpeados continua-

mente por los acontecimientos,

¿pedimos a Dios signos, milagros,

intervenciones, poniendo también

nosotros a prueba al Señor?

b) Existe en lo más profundo de

nosotros una sed y deseo de lo que

no podríamos lograr sino como

don de Dios?(conversión auténtica,

capacidad de discernir lo que más

nos conviene, etc.)

c) Frente al misterio del agua viva

por la acción del Espíritu que recibi-

mos en el bautismo ¿dejamos que

obre en nosotros la fuerza del Espí-

ritu? ¿O hemos logrado disminuir

su acción en nosotros a fuerza de

oponernos a sus inspiraciones y

sugerencias?

d) Como en la narración/

catequesis del Evangelio escucha-

do, ¿hay espacio en nuestro cora-

zón para un encuentro con Cristo

que reoriente nuestra vida de mo-

do radical? ¿Qué estamos dispues-

tos a dejar para tener el don de

Dios?