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JUNIO de 2009 15 Afiche realizado por el artista Jesús Ruiz Durand en 1970, en el marco de la Reforma Agraria. 15

Revista Agraria Reforma Agraria 108

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JUNIO de 2009 15Afiche realizado por el artista Jesús Ruiz Durand en 1970, en el marco de la Reforma Agraria.

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Las circunstancias dela reforma agraria

La reforma agraria ejecutada por el go-bierno del general Juan Velasco fue el re-sultado de un conjunto de circunstancias.No fue la decisión caprichosa de un go-bierno autoritario. ¿Cuáles fueron esas cir-cunstancias?

Las migraciones del campo a la ciu-dad. En la década de 1950 se iniciaron lasmasivas migraciones de campesinos a lasciudades, sobre todo a Lima. Fue el co-mienzo de las llamadas barriadas, nombreque fue posteriormente cambiado por el depueblos jóvenes y, finalmente, por el deasentamientos humanos. La población dela capital se triplicó en dos décadas: pasóde tener 645 mil habitantes en 1940, a 1,9millones en 1961. El «cinturón de miseria»que comenzó a rodear Lima aparecía comouna amenaza a la paz social de una ciudadpor lo general apacible. Los inmigrantesprovenían en su mayoría de la sierra, endonde grandes haciendas —los ejes depoder económico y político— y la falta deinterés del Estado mantenían a la pobla-ción en una situación de atraso y miseria.

El gobierno del presidente conservadorManuel Prado (1956-1962) tuvo la inteli-gencia de vincular el problema urbano quese gestaba, con el problema agrario. For-mó una Comisión para la Reforma Agrariay la Vivienda, cuyos miembros eran hacen-dados progresistas para la época, o susrepresentantes, quienes concluyeron en lanecesidad de establecer un límite de tama-ño para la propiedad: 250 hectáreas de tie-rras de cultivo en la costa y en la sierra, 5mil hectáreas de pastos en la sierra. La re-forma agraria quedó así incorporada en laagenda de las diferentes gamas de posi-ciones políticas.

La revolución cubana. En enero de 1959triunfó la revolución cubana, liderada porFidel Castro. Su posterior alineamiento conla Unión Soviética, en plena Guerra Fría,significó para Estados Unidos una granpreocupación, y no menos por la posibili-dad de que sirviera de ejemplo a otros paí-ses latinoamericanos. El presidente JohnKennedy propuso, en el marco de la Alian-za para el Progreso, la necesidad de la rea-lización de reformas agrarias en AméricaLatina, como uno de los medios de conju-rar posibles revoluciones. La propuestafue aprobada por los gobiernos de la re-gión en la reunión de la OEA realizada enPunta del Este, Uruguay, en 1961.

La Reforma Agrariade 1969

El 24 de junio de 1969 el gobierno militar presidido por el generalJuan Velasco Alvarado promulgó la Ley de Reforma Agraria,

Decreto Ley 17716. El mismo día fueron tomados, en un operativoplaneado militarmente, los complejos agroindustriales

azucareros, cuyos propietarios eran conocidos como los«barones del azúcar». Con ello se dio inicio, quizá, a la reformamás radical del siglo XX en el Perú, que transformó la sociedad

rural, y cuyos efectos perduran hasta la actualidad. ¿Por qué sehizo la reforma agraria? ¿Tuvo éxito o fue un fracaso?

¿Cuáles fueron sus alcances?

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El movimiento campesino. Desde finesde la década de 1950 hasta 1963 ocurrieronmuy importantes y masivas movilizacionescampesinas en el Perú, con dos objetivosprincipales: la toma de tierras de las ha-ciendas (que se habían formado a costa delas comunidades) y el mejoramiento de lascondiciones laborales, más feudales quecapitalistas. La que atrajo más la atención

fue la expulsión de los hacendados delvalle de La Convención, en el Cusco, porlos arrendires y allegados (colonos) de lashaciendas, que dio lugar a que el gobiernomilitar del general Lindley (1962-1963) emi-tiera una Ley de Bases de la Reforma Agra-ria y una ley específica que reconocía lasituación de hecho. Fernando Belaunde(1963-1968) basó una parte importante de

Las tomas campesinas de tierras desde la década de 1950 motivaron a los dos gobiernos anterioresa Velasco a promulgar sendas leyes de reforma agraria.

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Guillermo FigalloPrimer presidente del Tribunal Agrario

su campaña electoral en la promesa de lareforma agraria. Cuando fue elegido recru-decieron las movilizaciones para presionarpor la ejecución de la reforma agraria a todoel país. Belaunde dio la Ley 15240 en 1964,luego de haber negociado con la mayoríade oposición del Congreso, conformadapor la alianza entre el Apra y la Unión Na-cional Odriista. Finalmente, la insuficiente

dujeron cuando la economía peruana semodernizaba y urbanizaba. Con la penetra-ción de las relaciones de mercado y la ma-yor presencia del Estado, los terratenien-tes tradicionales dejaron de ser indispen-sables para el control social y político delas áreas rurales y para las economías re-gionales. Es decir, se habían debilitado,contribuyendo así a las condiciones que

decisión política de ejecutar la reforma afondo hizo que sus avances fuesen clara-mente insuficientes.

Una economía y sociedad más moder-nas y urbanizadas. Este conjunto de con-diciones —las intensas migraciones delcampo a las ciudades, el temor de que larevolución cubana fuera imitada, las masi-vas movilizaciones campesinas— se pro-

¿Qué reflexiones tiene sobre la reforma agraria que se rea-lizó en la primera fase del gobierno militar?

Logró algo muy importante: fue una especie de RevoluciónFrancesa pacífica, gracias a la cual los campesinos de la sierraobtuvieron igualdad. Sin esta reforma hubiera surgido una es-pecie de guerra civil. A mediados de los sesenta, el ejército fue areprimir a los movimientos guerrilleros; ahí fue cuando los mili-tares conocieron a los colonos del Cusco y vieron todo el siste-ma feudal que había en la sierra. Muchos militares habían vividoesta situación o tenían familiares que pasaban por eso; enton-ces la inquietud se apoderó de los coroneles. Por este motivo serealizó el golpe de Estado en 1968 y, también por esta razón, losmilitares no creían en reformas agrarias a medias tintas.

¿Las reformas agrarias que surgieron en la región fueronpor influencia de Estados Unidos?

Claro, esa era la idea de John Kennedy. Pero su idea era tanradical, que lo liquidaron. Ahora, ¿cómo habría sido la reformaagraria de Kennedy? Eso no lo sabemos.

¿Por qué hubo tan poca oposición de los hacendados a lareforma?

Porque se confiaron. Los hacendados conocían a los genera-les, ya que estos habían estado en las provincias cuando eransubalternos y habían comido con ellos. Los habían tratado acuerpo de rey y algunos se habían casado con hijas de lospropietarios de las haciendas. Por eso no creyeron que se iba aaplicar la reforma agraria tal como se hizo.

¿Cuáles fueron los defectos de la reforma?No se trataba solamente de redistribuir la propiedad: quitár-

sela a uno y dársela a otros. Entre los militares no había la orga-nización suficiente para un proceso de esta magnitud. En elorden militar, cada uno es jefe de una división; entonces, cadaministerio era una división bajo el mando de un general. Así, losseñores de Economía mandaban en su división y no se pudoconseguir que el Banco Agrario trabajara al ritmo de la reforma.El Ministerio de Vivienda fue peor; malograron todo Lima por-que quienes estaban a cargo eran marinos, no arquitectos. Conel gran negocio que significó urbanizar las haciendas de losalrededores de Lima, acabaron con todas las tierras agrícolas.Incluso hubo pleitos enormes en la cuestión de áreas de expan-sión urbana. Ahí se movía bastante dinero; muchos arquitectos

y marinos se volvieron millonarios.

Algunos dicen que la Reforma Agraria fue confiscatoria yque los bonos no fueron redimidos...

¿Confiscatoria? ¿Por qué no le preguntan a Dionisio Romero?Construyó una formidable fábrica textil en Piura con los bonosque recibió por la expropiación de sus tierras. El mecanismopara redimir los bonos estaba expedito con el Banco Industrial.Yo doy mis bonos y me dan un valor igual para invertir en unaindustria. Lo que quería hacerse con los bonos era favorecer eldesarrollo industrial. Solo 2 o 3 lo hicieron, comenzando porRomero. ¿Por qué los demás no hicieron lo mismo? Quizá pordesconfianza. Imagínese que se desarrolle la industria con lareforma agraria, con los propios expropiados, que eran sus ene-migos a muerte. A estas alturas, algunos bonos deben de haberprescrito y otros no. Pero ¿quién no pagó los bonos? Mientrashubo reforma agraria se pagaron los bonos. El que no los pagófue Belaunde.

¿Qué opina del conflicto suscitado entre las poblacionesnativas amazónicas y el gobierno?

Es lo que se ha hecho varias veces. En la Colonia los españo-les no pudieron entrar a la Amazonía, pero en la República entra-mos nosotros. ¿Para qué? Para usarlos casi como animales decarga. El proceso del caucho fue ese y ahora se piensa seguirhaciendo lo mismo. O sea que se considera a los nativos comosi estuviesen fuera del Perú todavía. El mérito de la reformaagraria fue incorporar a los campesinos de la sierra. Ahora elConvenio 169 tiene fuerza constitucional, es parte de la Consti-tución.

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hicieron posible una reforma agraria.La necesidad de la ampliación del

mercado interno. En los años cincuentaera una convicción casi generalizada laidea de que el desarrollo socioeconómicode un país dependía de su industrializa-ción. Entre otras cosas, la industrializacióndependía del crecimiento del mercado in-terno, al cual abastecería y del cual obten-dría insumos esenciales, ambas cosas difí-ciles de lograr con una población rural prác-

era 0.2 hectáreas por habitante; ahora debemos estar en 0.15.Es un absurdo que quieran ir a 40 mil hectáreas. Son pocos losvalles que tienen esa extensión. ¡Si con Pedro Beltrán [de laComisión para la Reforma Agraria y la Vivienda del presidenteManuel Prado] el límite era 250 hectáreas!

¿Qué criterios utilizaría para poner límites a la propie-dad?

Rentabilidad, con una renta que permita a la familia vivir hol-gadamente, con comodidades; y un criterio social. No se puedetener subordinados con un salario de S/.15 o S/.20 en el campo.Hay que volver a liberar a esa gente.

La reforma fue pacífica, pero hubo movilizaciones como lasde Andahuaylas.

Hubo oposición en parte, pero la oposición vino más delnorte, de [Andrés] Luna Vargas, de la CCP. Decían que era unproceso que no llenaba las aspiraciones del campesinado por-que la tierra no debía ser expropiada, sino confiscada y adjudi-cada gratuitamente.

Pero la reforma fue casi confiscatoria. Los hacendados sequejaban de que no se les pagó.

Se les pagó lo que habían declarado. Con la valoración deganado no hubo problemas porque no estaba en libros. Pero noreclaman la devolución de tierras, sino que se les pague lo quese les adeudaba. Un 30% de ellos no pudo retirar los bonos ni elefectivo de los juzgados porque, o no tenían títulos, o teníandeudas con el Estado o deudas con el banco.

Benjamín Samanez ConchaDirector General de Reforma Agraria

¿Cómo se realizó el proceso de adjudicación de tierras enla reforma agraria?

El Perú es el país que ha tenido la reforma agraria más rápida,porque en seis años se hicieron todas las afectaciones. Tuvi-mos que levantar un catastro, que no había; mientras que hoydía están con todos los problemas en la selva y no puedentitular a las comunidades porque no tienen catastro. En esaépoca hicimos el catastro de todo el país, con 14 mil predios, osea, 50 predios diarios. Teníamos un sistema de informaciónpara el seguimiento: a mí me llamaban por teléfono, me pregun-taban por un predio y en tres minutos les decía su ubicación.Adjudicamos la tierra en propiedad, con títulos inscritos. Poreso, nadie pudo revertir el proceso como pasó en Chile—; aquítuvieron que reconocer el derecho de propiedad, y las nuevasempresas han tenido que comprar las tierras.

Después de cuarenta años, ¿qué es lo que ha perdurado,qué es lo más importante que ha tenido esta reforma?

La reforma agraria fue, sobre todo, un proceso social. El cam-pesinado despertó y participó de la vida civil. En el valle de LaConvención, por ejemplo, se realizó un proceso en el que seexpropió y adjudicó todo; y a pesar de ser un valle tan convul-sionado, Sendero Luminoso no pudo entrar ahí porque los cam-pesinos ya eran dueños.

¿Y la producción?Los rendimientos de la producción pasan a un plano secun-

dario. Sin embargo, en cuestión de productividad, las coopera-tivas azucareras batieron en 1975 todos los récords de produc-ción: llegaron a producir 900 mil toneladas. Después, este mar-gen se vino abajo con el desmontaje del general Morales Ber-múdez. Las cooperativas mantenían las escuelas, las postas desalud, las viviendas; estaban exoneradas de impuestos. Pero elgobierno fijó el precio del azúcar a un sol menos que el mercadointernacional, y empezaron a perder plata y vino la quiebra.

¿Y qué le parece este proyecto de ley presentado por uncongresista del Apra, que limita la propiedad en la costa a 40mil hectáreas?

Para mí el acaparamiento es indeseable, pues nosotros te-nemos la relación hombre-tierra más baja del mundo. En 1975

ticamente mantenida al margen del merca-do por los rasgos semifeudales que carac-terizaban importantes regiones del país,sobre todo en la sierra. El proyecto de in-dustrialización se beneficiaría, pues, de unareforma agraria.

La reforma agraria,¿un éxito o un fracaso?

Muchos afirman que la reforma agrariafue un fracaso porque económica y tecno-

lógicamente el agro retrocedió, pero noexisten estudios sistemáticos sobre estepunto. Es probable que esto haya ocurri-do en el caso de las haciendas más moder-nas, que fueron convertidas en cooperati-vas por la reforma agraria. La gestión de lamayor parte de estas cooperativas quedóen manos no experimentadas, dado que losnuevos propietarios —los trabajadores delas haciendas— tenían experiencia sobretodo en trabajos manuales, no de gestión

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empresarial. Una deficiencia de la políticaagraria de ese periodo fue los escasos es-fuerzos del Estado por capacitar técnica-mente a los beneficiarios. Como resultado,las cooperativas tuvieron crisis económi-cas que condujeron a su parcelación, porlos propios socios, en predios familiares.Todo este proceso fue negativo para laproducción y la productividad. Aun lascooperativas agroindustriales azucareras,gran parte de cuyos técnicos se mantuvie-ron como asociados, tuvieron graves pro-blemas de gestión. Sin embargo, un eleva-do número de haciendas, particularmenteen la sierra, eran técnicamente muy atrasa-das, por lo que la reforma agraria no lasafectó negativamente.

Ahora bien, los beneficiarios de la refor-ma agraria, ¿mejoraron su situación eco-nómica? Según Adolfo Figueroa —lo afir-ma en el quizá único estudio realizado so-bre el tema—, la reforma agraria solo al-canzó al 10% de los campesinos, y además«solo transfirió tierras» y no otros facto-res esenciales para superar la pobreza,como capital fijo, capital circulante «y es-pecialmente capital humano»1.

Habría que matizar esta afirmación, puesla reforma agraria alcanzó a los campesi-nos y obreros agrícolas que estaban enhaciendas, pues en primer lugar, y sobretodo, la reforma agraria era redistribuir tie-rras de los latifundios. Antes de la refor-ma agraria, como hoy, la mayor parte decampesinos no estaban en las haciendas,sino en comunidades o eran independien-tes.

El hecho es que los beneficiarios sí sebeneficiaron al convertirse en propietariosde la tierra, y para la mayor parte de elloseso fue mejor que ser un asalariado o unpeón de hacienda, aun cuando desde unpunto de vista agregado a nivel nacionalla producción no hubiese mejorado.

Pero el real valor de la reforma agrariadebe apreciarse en la transformación so-cial y política de la sociedad rural. La refor-ma agraria contribuyó a su democratiza-ción y, con ello, al logro de uno de los ob-jetivos de las luchas campesinas. Puso fina un sistema de explotación económica yopresión propio de sociedades semifeuda-les. Permitió el acceso de los campesinos ala condición ciudadana. Hizo inevitableque en 1979 se permitiese el derecho deelegir y ser elegido a cargos públicos a losadultos analfabetos. Hizo posible que,años después, con la administración de

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Belaunde, se conformasen gobiernos mu-nicipales rurales elegidos democráticamen-te, lo que hubiese sido improbable en unasociedad rural controlada por gamonales.Esta democratización fue, posiblemente, elsalto más importante hacia la moderniza-ción social, no solo del campo, sino delpaís.

Que falta mucho por delante, qué dudacabe: lo acaban de mostrar las poblacio-nes nativas amazónicas. Existe más de unarelación entre la reforma agraria y el movi-miento amazónico actual. La reforma agra-ria consagró una serie de derechos de loscampesinos sobre las tierras; eso es lo queestán reclamando, ahora, las comunidadesnativas. Los movimientos campesinos de

la década del sesenta luchaban también porsu reconocimiento como ciudadanos. Quéduda cabe de que la actual brega de laspoblaciones amazónicas tiene el mismosentido: ser considerados como ciudada-nos de primera, con el derecho a que suvoz sea escuchada y tomada en cuenta.

El alcance dela reforma agraria

Antes de la reforma agraria había unagran concentración de la propiedad de latierra: un número reducido de grandes pro-piedades mayores a las mil hectáreas con-trolaban casi el 70% de las tierras agrope-cuarias. En el otro extremo, centenares demiles de familias campesinas con menos

La reforma agraria hizo posible que, años después, en el gobierno de Belaunde, se conformasengobiernos municipales rurales elegidos democráticamente, algo improbable en una sociedad ruralcontrolada por gamonales.

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de cinco hectáreas tenían apenas el 6% delas tierras (ver tabla 1). Aunque es ciertoque parte de las UA con más de mil hectá-reas eran comunidades campesinas, eraindudable que ese grado de polarizacióndebía corregirse.

Así, la mayor parte de las tierras de losdueños de las haciendas les fueron expro-piadas, lo que suma más de 8 millones dehectáreas. Además, también se expropia-ron los bienes de capital y ganados.

Las áreas expropiadas fueron muy sig-nificativas. En esos años se estimaba quela costa tenía 744 mil hectáreas de tierrasde cultivo con riego: más de la mitad fue-ron expropiadas y adjudicadas. En la sie-rra, el 58% del total de las tierras de cultivode secano fueron adjudicadas. En la mis-ma región se estima que el 38% del total delas tierras con pastos naturales pasaronde las haciendas a los campesinos benefi-ciarios.

A diferencia de reformas agrarias enotros países, la mayor parte de las tierras

expropiadas no fueron distribuidas a fami-lias individuales, sino a empresas asociati-vas: a cooperativas agrarias de producción(CAP), conformadas por los trabajadoresde las haciendas; en la sierra, a sociedadesagrícolas de interés social (SAIS), consti-

tuidas sobre las haciendas ganaderas, con-formadas por los trabajadores y, además,por las comunidades campesinas colindan-tes. Entre ambas recibieron alrededor de 5millones de hectáreas. También recibierontierras asociaciones de campesinos cons-tituidas para tal efecto y comunidades cam-pesinas. Un número bastante menor dehectáreas fue entregado a campesinos in-dividuales (ver tabla 3).

Según la información oficial, los benefi-ciarios directos de la reforma agraria fue-ron 375 mil. Si se asume que cada uno deellos era jefe de una familia con cinco miem-bros, se concluye que la reforma agrariabenefició a más de 1.8 millones pobladores

rurales, es decir, alrededor del 30% de lapoblación rural de 1975. Fue, sin duda, unamedida de grandes dimensiones.

El gobierno presidido por el general Ve-lasco —autodesignado como GobiernoRevolucionario de la Fuerza Armada—

Tabla 1Perú. Número y superficie de las

unidades agropecuarias antes de lareforma agraria, clasificadas por

tamaño. 1961

Tamaño de Número UA Área (ha)las UA (ha) (%) (%)

Menos de 5 83.1 5.7

5 a 100 15.5 10.0

100 a 1,000 1.1 14.5

Más de 1,000 0.3 69.9

Total 100.0 100.0

Total (absoluto) 851,957 18,604,500

Fuente: Censo Agropecuario 1961.

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Movilización de agricultores camino a Angasmarca, para asistir a la ceremonia de adjudicación detierras.

Tabla 2Perú. Áreas adjudicadas, por regiones naturales entre 1969 y 1979.

En hectáreas

Costa Sierra Selva (alta) TOTAL

Riego - área adjudicada 398 113 1 512

% adjudicado sobre total 54 23 3 40

Secano - área adjudicada 36 539 132 707

% adjudicado sobre total 58 30 23 29

Pastos naturales adjudicados 406 5,429 155 5,990

% adjudicado sobre total 82 38 47 40

TOTAL 840 6081 288 7209

José María Caballero y Elena Álvarez. Aspectos cuantitativos de la reforma agraria (1969-1979). Lima, IEP, 1980.

Tabla 3Adjudicaciones de reforma agraria por tipo de empresas.

Junio 1969 - junio 1979

Empresas Unidades Extensión Beneficiariosadjudicatarias adjudicada % %

Cooperativas 581 25.5 21.2

Complejos agroindustriales azucareros 12 1.5 7.4

SAIS 60 32.6 16.2

EPS 11 2.7 0.4

Grupos campesinos 834 19.6 12.1

Comunidades campesinas 448 10.3 31.4

Campesinos independientes - 7.7 11.3

Total 1,946 100.0 100.0

Total (absolutos) 8’599,253 375,246

Fuente: Dirección General de Reforma Agraria y Asentamiento Rural. Reforma agraria en cifras. Documento de trabajo No 06-79. Lima, 1979, mimeo. En J. Matos y J. Mejía. La reforma agraria en el Perú. IEP, 1980, p. 182.

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tomó otras importantes medidas en el con-texto en que se aplicó la reforma agraria, yque formaban parte del conjunto de lasprofundas reformas en el ámbito político,económico y social del país. En general, laacción del Estado se amplió en extensión yen profundidad. Los precios de una seriede productos alimenticios estaban regula-dos. Se crearon varias empresas estatalesque intervinieron en la comercializacióninterna y externa: ECASA (Empresa Comer-cializadora de Arroz), ENCI (Empresa Na-cional de Comercialización de Insumos),EPSA (compra de productos para el merca-do interno, como café, papas, arroz, etc.),ENATA (Empresa Nacional del Tabaco),EPCHAP (Empresa Peruana de Comerciali-zación de Harina y Aceite de Pescado), quetambién comercializaba algodón y café. Secrearon dos empresas con el fin de comer-cializar la lana y la fibra de alpaca: Incalanay Alpaca Perú. El Banco Agrario se convir-tió prácticamente en la única fuente decrédito formal destinado a la agricultura.

Si la reforma agraria fue de alcance, ¿cuánirreversible fueron sus efectos? En tiemposdel gobierno del general Velasco, vocerosdel régimen repetían una y otra vez que lareforma agraria sería irreversible. Despuésde muchas décadas, puede observarse queen muchas formas lo ha sido, sobre todo ensus efectos sociales y políticos. Hechoscomo la importante presencia de campesi-nos en los consejos de los gobiernos muni-cipales rurales, y aun provinciales, por ejem-plo, no serían posibles sin que hubiese ha-bido una reforma agraria. Pero en lo que con-cierne a poner fin al latifundio, ciertamenteha habido cambios muy importantes enaños recientes. En efecto, en los últimosquince años se han formado nuevos lati-fundios, esta vez con formas de gestión muymodernas y tecnologías de punta, dedica-das a la exportación. Si bien las relacioneslaborales son básicamente salariales y nosemifeudales —como ocurría en muchoscasos antes de la reforma agraria—, no exis-ten prácticamente sindicatos, y con frecuen-cia las leyes laborales son sistemáticamen-te burladas.

Una reforma agraria, ¿tiene algúnsentido actualmente?

Hoy el problema agrario es bastante máscomplejo que hace unas décadas. En ladécada de 1960 los problemas más visiblesen el campo eran la polarización entre lati-

«La mejor herencia dela reforma agraria sonlos hijos profesionalesque pudieron formarlos ex trabajadores de

las haciendas».Félix Eustaquio pertenece a la

segunda generación de los bene-ficiarios de la reforma agraria de1969. Su padre, Juan de Dios Eus-taquio Nicasio, trabajó en la ha-cienda Villa Hermosa (Huaraz) —propiedad de la familia Mujica Ga-llo—, que en 1970 se convierte enla Cooperativa Agraria de Produc-ción Villahermosa. Los 137 traba-jadores de esta hacienda pasarona ser socios de la cooperativa ynuevos propietarios de las 550hectáreas que ocupaba. Ahora,cuarenta años más tarde, Eusta-quio reflexiona sobre el significa-do de la reforma agraria para él, su familia y sus miles de beneficiarios.

«La mejor herencia que ha dejado la reforma agraria es que los trabajadores delas haciendas, que hoy pasan de los 60 años, pudieron formar a hijos profesionales.Eso no hubiera sido posible sin este proceso, porque si bien en algunas haciendasdaban educación, solo era hasta el cuarto grado de primaria: de esta manera asegu-raban que no se fuera su mano de obra campesina. En el caso de mi familia, porejemplo, somos tres hermanos y todos recibimos educación superior: uno es inge-niero de sistemas, la otra es secretaria, y yo estaba estudiando medicina en Lima,pero decidí regresar a la chacra para apoyar a mi padre y hacerme cargo de lastierras.

Es cierto que algunos ven mal a la reforma agraria, la critican y, en parte, tienenrazón, porque hubo agricultores que no trabajaron bien la tierra, y algunas coope-rativas agrarias de producción tuvieron muchos problemas. Durante los primerosaños de este proceso se realizó una buena gestión porque los directivos de lascooperativas fueron capacitados por Sinamos. Sin embargo, después se dan loscambios y asumen personas que no estaban capacitadas. O los gerentes, que erancontratados, se aprovechaban de la ignorancia de los agricultores y se confabula-ban con los directivos para hacer desastre y medio en las cooperativas, buscandosu beneficio propio. Por eso comienza a caer el cooperativismo y, finalmente, des-pués de algunos cambios en la denominación de las cooperativas, se inicia laparcelación. En el caso de nuestra cooperativa, esta se realizó en 1987.

Después de esta parcelación, mi padre se quedó con 5 hectáreas, y ademásahora arrendamos 5 hectáreas más, en las que cultivamos almácigos de mandarina.Antes estas tierras eran para producción algodonera, pero gracias a la capacitaciónen fruticultura que recibieron los agricultores de la zona —en la Universidad Agra-ria La Molina—, empezamos a dedicarnos al cultivo de mandarina. Ahora vende-mos directamente al Mercado Mayorista de Fruta N.º 2, en Lima, sin intermediarios,para obtener mejores márgenes de ganancia.

Ahora vemos con mucha preocupación el proceso de concentración de tierraspor empresas grandes. Y no es que tengamos miedo, porque la competencia siem-pre es buena, nos estimula; pero pienso que las reglas de juego deben estar bienclaras para todos. Sin embargo, los agroexportadores tienen mucha ayuda del go-bierno, mientras que nosotros no. Este tipo de competencia es desleal».

Félix Eustaquio.

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fundios y minifundios y la persistencia deun sistema de haciendas con rasgos semi-feudales. Las reformas agrarias fueron con-cebidas para enfrentar esos problemas. Noen todos los países de América Latina sehicieron reformas agrarias, o las hicieronincompletas; así que esos temas siguenpendientes.

Algunos otros objetivos, que en el mo-mento que se aplicaron no estaban en elcentro de preocupación, no fueron resuel-tos aun en países como el Perú, que sí tu-vieron reformas agrarias radicales. Uno deellos es el de la pobreza, que entre noso-tros alcanza a las tres cuartas partes de lapoblación rural. Tampoco se alcanzó la se-guridad alimentaria: seguimos dependien-do de las importaciones de alimentos bási-cos como el trigo, los aceites, el maíz. Asi-mismo, no se ha superado el deterioro delos recursos naturales: las tierras de culti-vo se siguen salinizando en la costa y ero-sionando en la sierra y la selva; la defores-tación incontrolada no se detiene; lasaguas de los ríos están contaminados. Nin-guno de estos problemas es causado por

La reforma agraria consagró unaserie de derechos de los campesi-nos sobre las tierras. Los movi-mientos campesinos de la décadadel sesenta luchaban también porsu reconocimiento como ciudada-nos. Eso es lo que ahora reclamanlos nativos.

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Toma de la hacienda Angasmarca, en Santiago de Chuco, 1970, durante el proceso de adjudicación de tierras a los campesinos en la reforma agraria.

troleros, como se muestra de manera con-tundente en La Revista Agraria 107.

Entre las complejidades de los tiemposactuales están también los peligros que laglobalización ha puesto en evidencia: elcambio climático, la crisis energética (y losagrocombustibles), la inseguridad alimen-taria mundial, el acaparamiento internacio-nal de las tierras, el desmedido poder delas empresas transnacionales. La reformaagraria, pues, está adquiriendo un conte-nido mucho más amplio, para abordar te-mas que tienen que ver con la naturalezamisma de nuestras sociedades: qué y cómoproducimos, qué consumimos, cómo nosrelacionamos con la naturaleza.

En este sentido, es muy ilustrativa —ysigno de los tiempos— la declaración re-ciente de la Coalición Internacional por elAcceso a la Tierra (International Land Coa-lition), que reproducimos íntegramente enesta edición de LRA.

Nota1 Adolfo Figueroa, Reformas en sociedades des-iguales. La experiencia peruana, PUCP, p. 206.

la naturaleza: su origen está en forma prin-cipal y en última instancia en las políticas.

Pero también hay nuevamente un pro-ceso de concentración de las tierras, seanestas de cultivo o estén en las zonas don-de hay recursos mineros, forestales y pe-