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ALDEA LICEO BOLIVARIANO CASACOIMA NOVENO SEMESTRE DE ESTUDIOS JURÍDICOS SIERRA IMATACA Evaris Gregorio Figueroa García C.I N° 20.567.329 MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS DISCUSIÓN SOBRE LO ALTERNATIVO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS: Desde la época de la colonia se venía considerando la necesidad de instaurar una figura que se ocupara de los asuntos legales de los pueblos a nivel local o comunitario. Para entonces lo llamaron Defensores del Pueblo, Jueces Advenidores, Hombres Buenos o Conciliadores; pero desde 1.870 se les llama Jueces Municipales, siempre con la misión de conciliar y mediar en los conflictos. En nuestro país, la primera vez que se nombró un juez de paz fue en el período llamado del “Estado Independiente”, entre 1811 y 1830. Incluso se nombra en las Constituciones de 1811 y en la Constitución de Angostura de 1819, redactada por el Libertador Simón Bolívar, fue reconocida la figura del juez de paz en su artículo 8, el cual establecía: En cada parroquia habrá un juez de paz, ante quien se propondrán todas las demandas civiles y criminales en que no pueda procederse de oficio. Él debe oír a las partes sin figura de juicio, procurando transigirlas y reducirlas a concordancia, bien por sí, bien por árbitros o amigables componedores en quienes se comprometen (Sección Tercera “De la Administración Judicial de las Provincias y Departamentos” del Título 9º “Organización interior” de la Constitución Política de Venezuela de 1819).

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ALDEA LICEO BOLIVARIANO CASACOIMA

NOVENO SEMESTRE DE ESTUDIOS JURÍDICOS

SIERRA IMATACA

Evaris Gregorio Figueroa García

C.I N° 20.567.329

MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

DISCUSIÓN SOBRE LO ALTERNATIVO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS:

Desde la época de la colonia se venía considerando la necesidad de instaurar una figura que se ocupara de los asuntos legales de los pueblos a nivel local o comunitario. Para entonces lo llamaron Defensores del Pueblo, Jueces Advenidores, Hombres Buenos o Conciliadores; pero desde 1.870 se les llama Jueces Municipales, siempre con la misión de conciliar y mediar en los conflictos.

En nuestro país, la primera vez que se nombró un juez de paz fue en el período llamado del “Estado Independiente”, entre 1811 y 1830. Incluso se nombra en las Constituciones de 1811 y en la Constitución de Angostura de 1819, redactada por el Libertador Simón Bolívar, fue reconocida la figura del juez de paz en su artículo 8, el cual establecía: En cada parroquia habrá un juez de paz, ante quien se propondrán todas las demandas civiles y criminales en que no pueda procederse de oficio. Él debe oír a las partes sin figura de juicio, procurando transigirlas y reducirlas a concordancia, bien por sí, bien por árbitros o amigables componedores en quienes se comprometen (Sección Tercera “De la Administración Judicial de las Provincias y Departamentos” del Título 9º “Organización interior” de la Constitución Política de Venezuela de 1819).

En la Constitución de 1930 se reconoce esta figura en el artículo 178 tipificando: Habrá jueces de paz en cada una de las parroquias y en todos los lugares donde convenga; la Ley determinará su duración, sus atribuciones y la forma de sus nombramientos (Título XXIV “De los Gobernadores de Provincia y Jefes de Cantón” de la Constitución del Estado de Venezuela de 1830); empero, su regulación fue de una manera distinta a la que hoy conocemos, al considerársele como integrante del Poder Judicial y reconocérseles competencias en materia civil y penal.

Durante el siglo XX, la figura del juez de paz poco a poco cae en desuso en Venezuela. Inclusive, con la entrada en vigencia de la Constitución del año 1945 y el proceso de nacionalización de la justicia lo cual implicó la centralización total del Poder Judicial a favor de la República y la supresión de los sistemas estatales y municipales la figura del juez de paz desaparece totalmente.

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Sin embargo, en 1974, con la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la justicia de paz vuelve a incorporarse en el proyecto de reforma a esa ley.

Posteriormente, dada la crisis del Poder Judicial en Venezuela por el congestionamiento e ineficiente funcionamiento de los tribunales como consecuencia del exceso de causas para ser solucionadas por unos pocos jueces, surge la necesidad de una revisión de las instituciones propias del Estado y la concepción de la justicia y del ciudadano. En tal sentido, se inicia todo un proceso de reforma del Estado en el que se toma en cuenta al sistema de justicia.

Así se crea en 1984 la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), con un Comité Operativo para la Reforma del Poder Judicial cuyos miembros presentaron un Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en la cual se retoma la figura del juez de paz, enmarcándolo dentro de la estructura del Poder Judicial, como en el pasado. La percepción generalizada sobre la grave situación del sistema de administración de justicia, crea la inquietud en redactar una ley que tuviera como norte establecer un método para descongestionar los tribunales. Es aquí cuando surge nuevamente la idea de la justicia de paz. En el año 1993, el Congreso de la República sanciona la Ley Orgánica de tribunales y Procedimientos de Paz , la cual entraría en vigencia, según su Disposición Transitoria prevista en su Artículo 34, a partir del 1º de julio de 1994. Durante ese período, la ley fue reformada parcialmente por la Ley del 20 de junio de 1994. Sin embargo, esa Ley no fue la que entró en vigencia pues fue derogada, a su vez, por la Ley Orgánica de justicia de paz , iniciándose con ésta todo el proceso de implementación a nivel nacional.

FUNDAMENTACIÓN CONSTITUCIONAL:

Actualmente, en la Constitución de 1999, la justicia de paz está reconocida en el Capítulo III del Título IV relativo a la organización del Poder Judicial y del Sistema de Justicia.

Así tenemos que, en primer lugar, el sistema de justicia, de conformidad con el artículo 253 constitucional, no sólo comprende los órganos tradicionales del Poder Judicial los diferentes tribunales de la República que la ley establezca previamente sino que en él también se encuentran enmarcados determinados órganos de carácter administrativo, tales como las defensorías públicas, los órganos de investigación penal, los funcionarios que trabajen dentro del Poder Judicial sean permanentes o auxiliares y, específicamente los medios alternativos de justicia, entre los cuales está la justicia de paz.

Más aún, el artículo 256 constitucional reconoce de manera expresa la justicia de paz, de la siguiente manera:

“La Ley organizará la justicia de paz en las comunidades. Los jueces y Juezas de Paz serán elegidos o elegidas por votación universal, directa y secreta conforme a la Ley. La Ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualquiera otros métodos alternativos para la solución de conflictos.”

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De lo antes expuesto se desprende que la justicia de paz es una herramienta para impartir Justicia a los ciudadanos de manera alternativa al sistema de administración de justicia ordinaria y, por ello, forma parte del Sistema de Justicia, pero no del Poder Judicial.

Por otra parte, la misma Constitución señala que la justicia de paz es competencia del Poder Público Municipal, al mencionarla en el ordinal 7 del artículo 178. Así, a pesar de que la justicia de paz es un mecanismo alterno para la solución de los conflictos y por lo tanto se encuentra inmersa dentro del sistema de administración de justicia, su manejo y gestión es competencia de los municipios, por lo que las autoridades municipales son las encargadas de brindarle apoyo a las personas involucradas en el ejercicio y funcionamiento del día a día, al ser el juez de paz una autoridad municipal

DEFINICIÓN DE LOS MEDIOS ALTERNATIVOS DE JUSTICIA:

Es el conjunto de procedimientos que permite resolver un litigio sin recurrir a la fuerza o sin que lo resuelva un juez. Es un mecanismo conducente a la solución de conflictos jurídicos por otras vías que no son la justicia institucional, tradicional u ordinaria. Teniendo en consideración los elementos que concurren, se puede decir que, los mecanismos alternativos de solución de conflictos son aquellas formas de administrar justicia por medio de los cuales, de manera consensual o por requerimiento, los protagonistas de un conflicto ya sea al interior del sistema judicial o en una etapa previa- concurren legítimamente ante terceros a fin de encontrar la solución al mismo a través de un acuerdo mutuamente satisfactorio cuya resolución final goza de amparo legal para todos sus efectos, como por ejemplo su ejecutabilidad.

Características 

Dentro de los MASC se podría especificar algunas características, de las cuales se pueden destacar las siguientes:

Son económicos. Tienen una función social (inclusivos). Expedita. Los procedimientos son breves. Protagónicos. Consensuados

AUTO TUTELA O AUTO DEFENSA:

Los conflictos son solucionados directamente por las partes haciendo uso de la violencia. Tiene su expresión en la forma primitiva en que nuestros ancestros resolvían sus diferencias, haciendo uso de su poder, en donde imperaba la Ley del más fuerte. Una de las formas de expresión de la autodefensa es la guerra.

En nuestro medio, la autodefensa está regulada tanto en el Código Civil como en el Código Penal.

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El Código Penal contempla también la legitimidad de la autodefensa, bajo la figura de Legítima Defensa, cuando una persona es atacada poniendo en inminente peligro su integridad física o su vida.

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AUTOCOMPOSICIÓN:

Es el sistema de solución de conflictos, donde sólo la voluntad de las partes involucradas en él va ser lo único que ponga fin a tal antagonismo.

En esta clasificación se ubica la negociación o transacción y también la Mediación y la Conciliación, en tanto que es la voluntad de las partes la que resuelve el conflicto, pues el tercero – mediador o conciliador – no tienen la potestad de solucionar la controversia, conforme se ha explicado anteriormente.

HETEROCOMPOSICIÓN:

Implica la intervención de un tercero, ajeno a los sujetos entre quienes se suscita el conflicto, la Heterocomposición son el Arbitraje y el Proceso Judicial.

NEGOCIACIÓN:

Es el proceso por el cual las partes interesadas resuelven conflictos, acuerdan líneas de conducta, buscan ventajas individuales o colectivas, procuran obtener resultados que sirvan a sus intereses mutuos.

MEDIACIÓN:

Es un proceso informal en el que un mediador capacitado ayuda a las partes a alcanzar una resolución negociada respecto a una controversia. El mediador no decide quién tiene razón y quién no, y no tiene autoridad para imponer un acuerdo sobre las partes. El mediador sí ayuda a las partes a explorar y a reconciliar sus diferencias en forma conjunta.

CONCILIACIÓN:

Es el acuerdo al que arriban dos o más personas que se hallan en litigio a instancia del juez, con el objeto de poner fin a la controversia.

Ejemplo: En el caso de la obligación de manutención, en una audiencia el tribunal le indica a las partes que las posiciones están tan cercanas una de otra que sería más beneficioso ponerse de acuerdo y no seguir el juicio y les propone por ejemplo un monto a ambas y es aceptado por ellas).

ARBITRAMIENTO:

En este caso, las partes delegan en un tercero neutral la definición y la forma de solución de un conflicto. Las partes pueden nominar a los árbitros o aceptar los que una institución arbitral designe. Las partes tienen la facultad de definir los procedimientos. Sus fallos denominados Laudos Arbitrales no pueden ser revisados, en el fondo del asunto, en la vía judicial.

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Es un procedimiento por el cual se somete una controversia, por acuerdo de las partes, a un árbitro o a un tribunal de varios árbitros que dicta una decisión sobre la controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger el arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de solución de controversias en lugar de acudir ante los tribunales.

PRINCIPALES PUEBLOS INDÍGENAS DE VENEZUELA

Los indígenas que habitan actualmente en Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a territorio venezolano hace miles de años, provenientes de diferentes lugares de la tierra, en especial desde Asia. Y aunque todos los pueblos presentan este origen común, cada uno de ellos ha desarrollado su manera de ser, adecuándose a sus condiciones particulares de vida.

En la actualidad sólo se tiene registro de los pueblos más numerosos, pero existen otros que aún se deben conocer y proteger.

• El pueblo wayúu:

Es el grupo más numeroso de indígenas venezolanos y pertenece a la familia lingüística arawak. Se ubica principalmente en la península de la Guajira venezolana y colombiana (estado Zulia, en Venezuela, y departamento de la Guajira, en Colombia). Por eso, se les conoce también como guajiros. Algunos emigraron a otras zonas de Zulia y a los estados Mérida y Trujillo. Según los reportes del último censo indígena, este pueblo tiene 33.845 integrantes.

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Los wayúu son monogámicos y poligínicos y su organización social está formada por clanes matrilineales a los cuales identifican con algún animal. En la baja Guajira construyen casas con palmas de cocoteros y madera, pero en la alta y desértica Guajira sus viviendas las hacen de barro mezclado con techos de corazón de cardones.

Los hombres de las más apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi todos los lugares donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y seminómadas y presentan un alto grado de aculturación debido al contacto con pueblos vecinos de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros.

Su economía está centrada en la pesca y en la cría de ganado ovino, caprino, porcino y vacuno. Quienes se han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o profesionales en los sectores público y privado. En épocas de lluvia siembran maíz, frijoles, patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica, la cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y alpargatas.

• El Pueblo Guarao:

Formado por 28.633 personas censadas, es el segundo pueblo indígena más numeroso de Venezuela. Se ubica principalmente en Delta Amacuro, pero también hay comunidades en Monagas, Sucre y bolívar, así como en la República de Guyana. Su nombre refiere a su inseparable curiara (una embarcación hecha de madera con la que comercian, juegan, viajan y trabajan y, donde además, duermen y son enterrados).

El grueso de la población vive en palafitos que ubican a orillas de los ríos y que varían de tamaño; los hay donde habitan desde 20 hasta 300 personas. Generalmente no tienen paredes ni divisiones internas. El mobiliario principal es el chinchorro que se coloca al lado de un fogón de barro, que ofrece calor en las frías noches y auyenta los mosquitos.

La autoridad en las familias la ejerce el suegro del esposo. Tienen sistemas de parentesco muy estrictos y se casan muy jóvenes. Actualmente visten a la usanza de los criollos, aunque aún se puede ver a algunos hombres vistiendo el guayuco. Las mujeres suelen adornarse mucho con semillas y huesos de animales.

Los warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos silvestres, miel y cultivan algunos productos. Actualmente, se dedican también a la explotación de la madera y de la palma de manaca y moriche. Algunos trabajan en las fábricas de procesamiento de la palma de manaca, para la elaboración del palmito. En los conucos siembran ocumo chino, yuca dulce y amarga, plátano, cambur y caña de azúcar y, cuando las condiciones lo permiten, siembran maíz y arroz.

Su vida también gira alrededor de la palma de moriche, a la que consideran una madre porque les proporciona su bebida, su comida y la materia prima para otros usos.

• El Pueblo Pemón:

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Se encuentra ubicado en la Gran Sabana, en el Parque Nacional Canaima y en la Sierra de Imataca, estado Bolívar. La palabra pemón significa «persona». Los pemón se dividen en tres subgrupos, que se corresponden con sus variantes dialectales: kamarakoto, taurepán y arekuna. No se pueden establecer delimitaciones geográficas rígidas, pero por lo general los arekuna se concentran en la zona norte del territorio pemón; los taurepán hacia el sur, en dirección este-oeste en la boca del río Maurak; y los kamaracoto se encuentran en la región de Kamarata y Urimán. Son descendientes de la familia lingüística caribe. Según el último censo, son 24.121, lo que representa el tercer pueblo indígena más numeroso de Venezuela.

Los pemón son principalmente horticultores, pescadores y cazadores. La principal actividad de subsistencia es la agricultura itinerante y de tala y quema, con la cual se elimina la vegetación de pequeños bosques para establecer los conucos. En ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el mapuey, la batata, el ocumo, el plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la yuca amarga, de la que obtienen almidón, casabe y kashiri, una bebida con alto grado alcohólico. La economía, en algunas zonas, también está basada en la minería.

A los hombres les corresponden las tareas como la tala para los conucos y las labores de cacería. Las mujeres realizan las tareas relacionadas con la siembra y cosecha de los conucos y la preparación de alimentos. En general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes artesanos: la cerámica pemón es de la mejor elaborada, y por ende, sus ollas constituyen un producto tradicional de comercio. Además, tejen chinchorros y cestas de fibras vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen tres tipos de vivienda: la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es la waipá, una casa redonda de tipo habitacional con suelo de tierra apisonada, paredes de bahareque y techo de palma y paja, con una o dos puertas de entrada y con pocas ventanas. También viven en churuatas. Los pemón son muy alegres, festivos y cordiales.

• El Pueblo Kariña:

Pertenece a la familia lingüística caribe. Está disperso en el centro-sur del estado Anzoátegui, en el norte del estado Bolívar, en las riberas del río Orinoco (estados Bolívar, Apure y Delta Amacuro) y en el estado Monagas. Muchos de ellos han emigrado a El Tigre y Ciudad bolívar. Se registraron en el último censo 11.789 personas pertenecientes a este pueblo.

El largo contacto de los kariña con los criollos ha ocasionado un alto nivel de aculturación en sus comunidades; no obstante, ellos combinan los elementos socioculturales, religiosos y lingüísticos autóctonos con lo criollo. Viven en casas de palma, en viviendas rurales y en viviendas típicas del campesinado venezolano. Se dedican a la ganadería vacuna y porcina, a la avicultura, a la cestería, a la cerámica y al comercio. Las plantas alimenticias básicas de los cultivos de los kariña son la yuca, el maíz, el frijol y el plátano, entre otros.

La familia extendida está formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los maridos de ellas y sus hijos. Cada comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por consenso; la figura del «dopooto» o capitán ejerce un liderazgo centrado básicamente en su capacidad de negociación y persuación. La transmisión cultural depende de los

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ancianos, quienes garantizan la continuidad del idioma y las tradiciones más ancestrales de su cultura.

• El Pueblo Piaroa:

También llamado wo'tuha, que quiere decir «gente pacífica», es riguroso y disciplinado y descarta todo acto de violencia física o verbal. Su idioma tiene influencias arawak y caribe. Se ubica a orillas de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure, Orinoco, en el valle del Manapiare, cuenca inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Según el último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son el vivo ejemplo del mestizaje, han dejado entrar en su cultura muchos elementos de sus vecinos criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas ya extintas de la zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un chamán. Hoy en día hay docentes y enfermeros dentro de sus comunidades.

Hasta hace muy poco utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura, tanto en su vestimenta con guayucos como en la vivienda (grandes construcciones cilíndricas cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la pesca. Hoy han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo hacen sus vecinos criollos.

La gran churuata tradicional es usada sólo en unas pocas comunidades, mientras que la mayoría se organiza en casas unifamiliares.

Los piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una buena parte de las frutas y de los productos derivados de la yuca que llegan a Puerto Ayacucho provienen del comercio con los piaroa.

• El Pueblo Guajibo:

Está disperso al sur del estado Apure, al noroccidente del estado Amazonas, alrededor de San Juan de Manapire, en las riberas de los ríos Vichada, Tuparro, Tomo, Meta, Capanaparo y en el curso del río Orinoco. Este pueblo cuenta con cerca de 10.473 personas. Por su ubicación dispersa, se ha mezclado con los criollos pero sin perder del todo su identidad. Los guajibo, desde hace mucho tiempo, han sido nómadas cazadores y recolectores, aunque actualmente muchas de las comunidades son sedentarias y cultivan el conuco así como cazan y pescan.

Los guajibos visten como criollos y su vivienda se caracteriza por ser una construcción ovalada con techo de caballete y con paredes de hoja de palma. Habitan tanto las viviendas tradicionales como la vivienda rural y la criolla. Su bebida tradicional la preparan las mujeres y se llama mera, mezcla del mañoco (una variante de casabe, molido con agua y sin alcohol). Utilizan narcóticos como el tabaco, el yopo y el kapi. Comen carnes y huevos de morrocoy y tortuga, que abundan en la zona.

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Dividen el trabajo de acuerdo con el nivel de aculturación y preparación profesional. Sólo los jefes, chamanes y personas muy estimadas pueden tener dos y hasta tres mujeres, pues la poligamia reviste cierto status o rango. Tallan la madera, practican la cerámica, la cestería y la cría de aves. Participan en la explotación de los recursos forestales de la región, en el turismo y en otras actividades.

• El Pueblo Yanomami:

Su nombre significa «persona», «ser humano». Vive en el suroeste de Venezuela, entre la sierra Parima y el Orinoco, el Ventuari, el Caura y el Paragua, específicamente en las cuencas de los ríos Ocamo, Manaviche, Mavaca, y en el alto Siapa y el alto Matacuni, en el estado Amazonas. En Venezuela, la mayor parte vive en el Parque Nacional Parima-Tapirapecó; el resto vive en Brasil. Su población censada es de 7.003 miembros y es uno de los pueblos menos transculturizado de la región del Amazonas.

Forman familias extensivas que viven en shabonos construídos de palma, en forma circular y con un gran orificio en el centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y 200 personas, dependiendo del tamaño. Las familias se organizan en torno al fogón. Los yanomami construyen sus casas próximas a sus conucos y cada cuatro o cinco años se mueven para acercarse a nuevas plantaciones.

Cultivan plátano, ocumo, yuca dulce, caña de azúcar, maíz y batata, además de cambur, aguacate, lechoza, pijiguao, tabaco y algodón, que usan para la elaboración de hamacas y de sus vestidos. Cazan regularmente animales, pescan y recolectan productos de la selva. La miel es un recurso natural muy apreciado para ellos. La artesanía la desarrollan las mujeres haciendo cestería y artículos utilitarios con bejuco de mamure descortezado.

Conservan sus elementos culturales, religiosos y lingüísticos. Sus vidas giran alrededor de sus creencias ancestrales. Forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes, quienes ejercen la autoridad moral, no poseen distintivos y entre las comunidades funciona el principio de reciprocidad.

• El Pueblo Añú:

También llamado paraujano, pertenece a la familia lingüística arawak. Actualmente, su población censada es de 3.854 personas. Se ubica principalmente en la laguna de Sinamaica, en las islas San Carlos y Zapara y en Santa Rosa de Agua, en Maracaibo, entre otras zonas del lago.

Los añú viven en palafitos, el elemento más característico de su cultura, que construyen con madera de mangle y enea (una especie de hierba alta que crece en terrenos muy anegados). Para trasladarse de un palafito a otro, los añú se despalazan en pequeños cayucos o canoas o utilizando rústicas pasarelas a manera de puentes.

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Sistema manual sumamente rápido. Una de las actividades más características de este pueblo es el trabajo del mangle y la enea, que utilizan para elaborar elementos utilitarios, redes de pesca y artesanías como cestas y esteras.

Hoy en día han abandonado la mayoría de sus costumbres y son los ancianos los que aún conservan las pocas que quedan. No obstante hay un movimiento social de añú que está luchando por rescatar sus tradiciones y su idioma. Se caracterizan por ser muy buenos poetas populares.

• El Pueblo Pumé:

Conocido también con el nombre de yaruro. Según el último censo, este pueblo cuenta con 7.269 miembros. Su carácter pacífico es uno de los rasgos distintivos de su cultura. Las comunidades pumé se ubican en la región central y sur del Estado Apure, cerca de los ríos Arauca y Cunaviche y, particularmente, en las riberas de los ríos Capanaparo, Riecito y Sinaruco.

Las comunidades son pequeñas, con menos de cincuenta habitantes organizados en varias casas unifamiliares. Las comunidades más pequeñas están conformadas por una sola familia extendida: un hombre casado con su esposa o sus esposas; sus hijos e hijas solteras, y sus hijas casadas con sus respectivos esposos e hijos.

Cada comunidad es autónoma, pero está encabezada por un capitán, quien desempeña una función social importante de representación ante el pueblo, como recibir a los visitantes y ser vocero ante las demandas externas, pero carece de autoridad real puesto que las decisiones más importantes las toma la comunidad por consenso.

La actividad agrícola se desarrolla en conucos y se siembran principalmente yuca amarga y maíz. Pescan en los ríos, cazan y recolectan en los bosques de galería y, en menor grado, en la sabana. En las últimas décadas, los pumé se han visto obligados a compartir su territorio ancestral con la población criolla debido a que, con el paso del tiempo, sus tierras han sido reducidas y han tenido que competir con los criollos por los mismos recursos. La mayoría de los pumé aún conserva sus ricas tradiciones culturales.

• El Pueblo Yukpa:

Pertenece a la familia lingüística Caribe. Este pueblo cuenta con un total censado de 6.688 miembros. Se ubica en la sierra de Perijá, desde el río Santa Rosa al Guasare, en el norte del estado Zulia. Sus viviendas son extremadamente sencillas entre las que se distinguen tres tipos: una con techos de dos aguas, otra de forma circular y la paravientos. Los techos son de palma o de hojas de bijao y casi todas carecen de paredes.

Los yukpa visten como los criollos, aunque algunos de ellos aún utilizan una manta típica rectangular con un hueco por donde pasan la cabeza. Las mujeres utilizan dos de éstas, una como falda y otra para el torso dejando el busto al descubierto. Suelen adornarse con collares de semillas ensartadas en hilos de algodón.

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La agricultura de tala y quema sigue siendo su principal actividad de subsistencia, complementada por la caza, la pesca, la recolección y una incipiente ganadería. El maíz es el cultivo y alimento principal de los yukpa, combinado con la yuca dulce, el plátano y el cambur. El cultivo del café se ha extendido por todas las comunidades y constituye el cultivo comercial más importante. Los yukpa comercializan el café a través de su propia empresa cooperativa establecida en Machiques.