RELACIONES FUNCIONALES DE TIPO AMBIENTAL A TRAVES DEL …

MAESTRÍA EN PLANIFICACIÓN URBANA Y REGIONAL

RELACIONES FUNCIONALES DE TIPO AMBIENTAL A TRAVES DEL AGUA VIRTUAL

El caso de Barranquilla y sus principales proveedores de cebolla larga.

Luis Armando Gelvez Acevedo

Universidad de Los Andes, Bogotá, Colombia

[email protected]

Resumen:

Las relaciones funcionales de tipo ambiental han sido poco desarrolladas en la literatura de

las regiones funcionales, esto se debe a que son difíciles de medir y a que estas se analizan a

partir de la contigüidad espacial de los territorios y la continuidad de los flujos de personas,

bienes, información, insumos, entre otros. Frente a esto, una relación funcional de tipo

ambiental poco estudiada es la que se entabla tácitamente a través del comercio de

alimentos, donde además de productos agrícolas se intercambian volúmenes importantes de

agua virtual entre los núcleos urbanos y los territorios productores que pueden estar ubicados

a cientos de kilómetros de separación. En este estudio de caso se propone identificar los

intercambios estables y permanentes de agua virtual, que se realizan por medio del comercio

de cebolla larga entre Barranquilla y sus municipios proveedores, como una relación funcional

de tipo ambiental producto de las teleconexiones urbano-rurales implícitas en el flujo de agua.

Finalmente, se revisan los impactos que tiene este relacionamiento sobre la disponibilidad

hídrica, los ecosistemas estratégicos y el paisaje productivo de los municipios proveedores.

Palabras Claves: Relaciones funcionales, agua virtual, Barranquilla, Teleconexiones y

Allium fistulosu

JEL: O21 - Q25 – R58 -


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Abstrac

Functional relationships of an environmental type have been poorly developed in the literature

of functional regions, this is because they are difficult to measure and since they are analyzed

based on the contiguity and spatial contiguity of the territories involved as the rest of this type.

of relationships. Faced with this, a hidden type of functional environmental relationship is the

one that is implicit in the virtual water that is incorporated in the food trade, and that involves

exchanges of significant volumes of water between urban centers and producer territories,

territories that they can be located several hundred kilometers away. In this case study, it is

proposed to identify the stable and permanent exchanges of virtual water that are carried out

through the long onion trade between Barranquilla and the supplier municipalities, as a

functional relationship of an environmental nature, given its impact on the availability of water,

the environmental effects that this crop implies and the modification of the productive

landscape that this trade has on the producing municipalities.

Palabras Claves: Relaciones funcionales, agua virtual, Barranquilla, Teleconexiones y

Allium fistulosu

JEL: O21 - Q25 – R58 –


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1. Introducción.

El crecimiento urbano acelerado se refleja en el surgimiento de megaciudades y su

metropolización lo que, cada vez más, difumina las divisiones político- administrativas y

aumenta la cantidad y fuerza de las interdependencias entre los nodos urbanos que se

integran espacialmente (Bouchier, Jet al., 2019). A la par de este proceso han surgido

importantes desequilibrios entre las entidades territoriales que reducen la eficiencia en los

servicios, la repartición proporcionada de cargas y compensaciones, la continuidad de los

equipamientos e infraestructura, entre otros fenómenos que impactan el bienestar y calidad

de vida en los centros urbanos.

Estas relaciones funcionales son la base de las interdependencias municipales, sobre las

cuales se puede plantear esquemas de gestión y gobernanza como las áreas metropolitanas

u otros esquemas asociativos, de coordinación o cooperación municipal (Bouchier, et al.,

2019). Y un tipo especialmente importante, desde el punto de vista de la sostenibilidad

urbana, son las relaciones funcionales de tipo ambiental que involucran la provisión de

recursos como el agua, la electricidad, los alimentos y todos los demás insumos requeridos

para mantener el metabolismo urbano. No obstante, en la literatura estas relaciones se

analizan frecuentemente a través del estudio de infraestructuras o servicios compartidos

como el acueducto, alcantarillado, zonas verdes entre otros, lo cual resulta limitado debido a

que no aborda de forma robusta los flujos de insumos y recursos entre los núcleos urbanos y

territorios proveedores, estén estos dentro de su estructura ecológica principal o se extiendan

mucho más allá su zona directa de influencia.

Una perspectiva que puede ayudar a robustecer el estudio de este tipo de relaciones

funcionales es considerar los flujos de agua virtual que se dan a través del comercio,

particularmente de alimentos, en el cual los territorios productores exportan grandes

cantidades de agua hacia las zonas urbanas, configurando una relación urbano-rural con


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implicaciones sobre la disponibilidad de agua de los municipios productores. De manera que,

el intercambio de agua incorporada en los bienes comercializados o Comercio Virtual del

Agua (VWT por sus siglas en inglés) (Chapagain y Hoekstra, 2003), permite que las ciudades

gocen de bienes y servicios agua-abundantes sin disponer de toda el agua necesaria para su

producción.

Un caso que ilustra este punto es el de Barranquilla, ciudad situada en la costa Caribe

colombiana que presenta una baja disponibilidad de cultivos de alimentos frescos en sus

inmediaciones o “hinterland”, importando casi el 60% de los alimentos básicos de otras zonas

del país (BID, 2011, p. 47). En particular, la provisión de alimentos con alto componente de

agua, como es la cebolla larga (Allium fistulosum), ampliamente utilizada en la preparación de

alimentos, se cultiva en zonas de páramo donde la disponibilidad de agua es alta,

desarrollándose flujos entre las cuencas hidrográficas por fuera del contexto costero,

desvirtuando de paso, la continuidad y cercanía espacial como determinante principal de

estos flujos.

En tal sentido, con el consumo de cebolla larga en Barranquilla se extraen grandes

cantidades de agua dulce desde los territorios rurales productores: Aquitania en Boyacá y

Tona en Santander. Este comercio crea un flujo y dependencia a través del agua virtual de los

territorios productores con el centro urbano, lo que se refleja en la modificación del stock de

agua disponible para la producción de otros cultivos y la forma en la que la economía local de

los productores puede llegar a reorientar su producción, casi de forma exclusiva, para

mantener el flujo comercial del producto agrícola hacia las ciudades consumidoras.

En tal sentido la pregunta de investigación que se plantea este trabajo es la siguiente: ¿cómo

los flujos de agua virtual establecen una relación funcional de tipo ambiental, en el caso de la

ciudad de Barranquilla y sus municipios proveedores de cebolla larga entre 2016 y 2019?.

Con la respuesta a esta pregunta se avanza en el análisis de las relaciones funcionales a

través del intercambio de agua virtual, con el propósito de encontrar otras formas de


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aproximación a las relaciones de aspectos ambientales en los cuales se presentan vacíos en

su abordaje y estudio en la literatura.

Para ello primero se estiman los flujos de agua virtual entre la Barranquilla y sus principales

proveedores a partir del comercio de cebolla larga determinando los volúmenes de agua para

el periodo comprendido entre 2016 y 2019; en segundo lugar, se analiza la existencia de

relaciones funcionales de tipo ambiental entre Barranquilla y los principales nodos de

provisión de agua virtual a partir de la permanencia, la estabilidad y la magnitud en los flujos

de agua virtual en el periodo de análisis; y en tercer lugar, se analizan algunos efectos sobre

los principales nodos proveedores de agua virtual desde el punto de vista productivo y efectos

ambientales de mantener este relacionamiento.

2. Marco analítico de las relaciones funcionales y el agua virtual

Una región puede actuar en primer lugar como una unidad estadística que sirve para abordar

un objeto de investigación en particular, ser en sí un objeto de investigación geográfica, o en

tercer lugar una herramienta de gestión y planificación espacial (Klapka et al., 2013). Esta

última tipología es la de interés para la presente investigación, pues como Berdegué et al.,

(2011) afirma, hay un creciente interés por el desarrollo territorial y métodos para

instrumentalizar políticas públicas que permitan impulsar acciones con este enfoque,

especialmente en lo relacionado con la asociatividad y coordinación entre entidades

territoriales, o municipios para el caso de Colombia.

Para Klapka et al., (2013) hay dos clases de regiones, las regiones formales y las regiones

funcionales, mientras la primera se organiza verticalmente, en lo que serían los diferentes

niveles del estado en Colombia, la región funcional generalmente se estructura a partir de

relaciones horizontales en el espacio. Esta horizontalidad se estructura con base en “flujos


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espaciales o interacciones de varios tipos (personas, bienes, materiales, energía, información,

etc.) entre partes de una región”(Klapka et al., 2013, p. 61).

En la literatura especializada una región funcional “se entiende como una región organizada

por relaciones funcionales que se maximizan dentro de la región y se minimizan a través de

sus fronteras” (Klapka et al., 2013, p 96), con fuerte cohesión interna, y separación externa,

con respecto a la intensidad de los flujos espaciales o interacciones entre los territorios. Es

por precisamente es por esto que las relaciones funcionales se componen de flujos de

personas, bienes, información o servicios entre distintos territorios con alguna relación de

similaridad y contigüidad de flujos, uni o bidireccionales.

Formalmente en la literatura se definen a las regiones funcionales, como el área delimitada

por los relacionamientos, a través de infraestructuras o servicios, que posibilitan el

movimiento y la comunicación entre personas y organizaciones, y el mismo intercambio de

bienes y servicios (Berdegué, Jara, et al; 2011). Pero si consideramos que las relaciones

funcionales son el conjunto de interacciones, flujos e intercambios que se establecen por

medio de una conmutación entre dos territorios, a partir del flujo de personas, información,

mercancía o servicios, estas pueden extenderse más allá de la proximidad o contigüidad

espacial.

Por otro lado, las regiones funcionales se han abordado tradicionalmente desde la perspectiva

económica y sus variables, medidas a través de, por ejemplo, los flujos de trabajadores entre

los núcleos y sus nodos urbanos concentrándose en el mercado laboral principalmente.

Estudios desarrollados en Portugal (Soares, Figueiredo, & Vala, 2017) Hungría (PÉNZES &

PÁLÓCZI, 2017; Pálóczi, Pénzes, Hurbánek, Halás, & Klapka, 2016), Alemania (Kropp &

Schwengler, 2016), Corea del Sur (Kim, Chun, & Kim, 2015), Suiza (Landré& Håkansson,

2013), Australia (Mitchell & Watts, 2010), entre otros países, siguen estos parámetros.

En América latina, por su parte, el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp)

es uno de los precursores en este tipo de estudios, donde resaltan trabajos realizados para


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Chile (Berdegué et al., 2011b; Rimisp, 2017b) y Colombia (DNP, 2018; Rimisp, 2017a). Lo

novedoso de estas propuestas de delimitación es que se introduce una gama amplia de

variables más allá de los datos de conmutación laboral e infraestructura física y de servicios.

Finalmente en Colombia se han abordado estudios más integrales como los de López et al

(2018) donde se analizan las dinámicas sociales, económicas y ambientales a partir de los

desbordamientos de los límites político-administrativos de los municipios, y que se abordan a

partir de los diversos flujos de intercambio sociales, ambientales y económicos. Para el caso

concreto de Barranquilla, Fundesarrollo -Inclusión S.A. (2018) adelantaron un análisis en el

cual se calcula un índice de interdependencias municipales integrando variables de diferentes

dimensiones como la movilidad de las personas, servicios públicos y servicios ambientales,

esta última dimensión vista únicamente a partir de la existencia de áreas protegidas.

Sin embargo, la incorporación de los componentes ambientales dentro de las relaciones

funcionales no se ha dado de forma tan robusta en las metodologías de delimitación y en

aspectos económicos o sociales ya reseñados. Esto se debe, por una parte, a la falta de

información disponible sobre variables ambientales que permita dar cuenta de su magnitud,

flujo y frecuencia, y por otro, a las categorías disponibles para incorporar este componente

usando, por ejemplo, espacio verde o provisión de agua directa, que pueden llevar a reducir

perspectivas relevantes de los fenómenos ambientales involucrados.

Un tipo particular de estos flujos ambientales que se extienden a grandes distancias son los

flujos de agua virtual (VW por sus siglas en inglés) o agua incorporada (“embodie”), la cual se

define como el agua contenida en un producto “entendiendo por tal, no únicamente la

cantidad física contenida en el producto, sino la cantidad de agua que ha sido necesario

utilizar para generar dicho producto.” (Velázquez, E., 2011, p. 69). Por lo cual, el comercio de

bienes y servicios, particularmente de alimentos, tiene implícitamente vinculado un flujo no

visible de agua entre territorios productores y territorios consumidores.


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En este sentido, los flujos de agua virtual pueden como lo propone Rushforth & Ruddell

(2016) llegar a configurar una relación entre dos regiones distantes, si los intercambios

presentes de agua incorporada son lo suficientemente estables, hasta incluso lograr entablar

una relación funcional entre las mismas. Rushforth & Ruddell (2016) manifiestan que se

pueden desarrollar interdependencias hidroeconómicas con el intercambio de agua virtual,

principalmente entre una ciudad y una región rural. De manera que el flujo de agua virtual

implica una relación funcional si cuenta con magnitud, dirección y permanencia en el tiempo,

dado que involucra un flujo constante, con una dirección clara y con la permanencia suficiente

para tener consecuencias no solo ambientales sino también sociales y económicas.

En las ciudades la necesidad de agua virtual se cimienta en el metabolismo urbano, concepto

que hace referencia, a la constante y creciente demanda de insumos para sostener la

población, el desarrollo de actividades y los usos urbanos (Kennedy, Cuddihy, & Engel-yan,

2007). Para Kennedy et al., (2011) las ciudades no son autosuficientes o autosostenibles, ya

que estas dependen de insumos externos, por lo cual se establecen las interconexiones con

lugares distantes de la mano de comercio.

Al respecto Güneralp, Seto, & Ramachandran (2013) denominan a estas relaciones como

teleconexiones de suelo urbano (ULT) o (UTL por sus siglas en inglés) debido a que los

lugares urbanos y los sectores rurales están conectados a través de los flujos establecidos en

el comercio, las personas y las políticas, resaltando como los cambios en las ubicaciones

urbanas están vinculados a lugares rurales distantes. Así Seto et al., (2012) afirma que el

concepto de ULT desmiente la idea de que la tierra es perfectamente sustituible y

geográficamente reemplazable, por lo cual los sistemas urbanos pueden tener una fuerte

dependencia con ciertas zonas claves para alimentar el metabolismo interno.

Como consecuencia de este argumento se desvirtúa la concepción de que las decisiones y

los comportamientos en las ciudades son de alcance local o regional, dejando por fuera los

efectos que, vía flujos o intercambios extendidos por el comercio, los centros urbanos tienen


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con territorios proveedores distantes. Con ello el agua virtual se configura como una relación

funcional de tipo ambiental debido a que se puede encuadrar como una teleconexión

ambiental, que alimenta el metabolismo urbano, que se produce al desarrollarse relaciones

comerciales de productos que requiere grandes cantidades de agua para su producción.

3. Métodos de investigación y procedimientos

Esta investigación se plantea como un estudio de caso instrumental, tomando como

referencia a Barranquilla, con el fin de comprobar la existencia de las condiciones necesarias

(dirección, magnitud y permanencia) de los flujos de agua virtual, incluido en el comercio de

cebolla larga desde sus dos principales proveedores: Aquitania y Tona. El enfoque de la

investigación es cuantitativo ya que hace un análisis exploratorio de los flujos de agua virtual

para el caso de Barranquilla, identificando las redes de aprovisionamiento, la permanencia,

estabilidad y magnitud de esos flujos (Rushforth y Ruddell, 2015).

Se ha tomado como referencia la cebolla larga pues este cultivo se clasifica en los cultivos

transitorios en un rango medio de demanda de agua para su producción, con cerca de 74.4

millones de m3 de agua requerida para la producción anual en el país de este producto.

Siendo el maíz el mayor demandante con 2182,1 millones de m3 y el Trigo el menos exigente

con 22,2 millones de m3 al año (IDEAM, 2018). De igual forma la cebolla se cultiva en zonas

altas, en zonas de páramo inclusive, donde se presentan conflictos ambientales por el uso del

agua (IDEAM, 2018), por lo cual es de interés en el ordenamiento ambiental y territorial.

En este sentido, las relaciones funcionales de tipo ambiental serán medidas por las

teleconexiones establecidas en el comercio de agua virtual a través de la cebolla larga, entre

Barranquilla y Tona o Aquitania. Esto a partir de la imputación del volumen de agua contenida

en el comercio de cebolla entre enero de 2016 y junio de 2019. Para ello se usaron los datos

del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA),


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con el cual fue posible hacer un rastreo del origen de los alimentos, la cantidad, tipo de

alimento, volumen y fecha (DANE, 2015a; DANE, 2015).

Se tomará operativamente el cálculo de huella hídrica como similar para el cálculo de la huella

de agua virtual. Según IICA (2017) el contenido de agua virtual de un producto es equivalente

a la huella hídrica de ese producto en términos cuantitativos, referida únicamente al volumen

de agua contenido virtualmente en el producto comerciado, consideración que también hace

el IDEAM (2018) en el último Estudio Nacional del Agua.

De esta forma la terminología de la huella hídrica el agua virtual se refiere al uso consuntivo

del agua a través del metabolismo vegetal y su correspondiente transporte. Es por eso que se

habla del consumo como “la pérdida de agua de la masa de agua disponible del suelo de la

superficie en un área de captación. Las pérdidas se producen cuando el agua se evapora,

vuelve a otra zona de captación o se incorporan al producto.” (Hoekstra et al., 2010).

Ahora bien, para poder establecer la magnitud del flujo se utiliza el cálculo de la huella hídrica

como aproximado a la huella de agua virtual, que se descompone en agua verde, azul y gris:

la huella azul se refiere al consumo de aguas superficiales de ríos, lagos, etc., y aguas

subterráneas, incluye el agua evaporada, transferida a otra cuenca, o incorporada a un

producto. La huella hídrica verde, es el consumo de agua almacenada en el suelo como

humedad proveniente de la precipitación, que se evapora durante el cultivo. Y la huella hídrica

gris, que se refiere al agua requerida para asimilar una cierta carga de contaminantes a

umbrales tolerables (IICA, 2017). Finalmente, el agua gris se refiere a la cantidad de agua

necesaria para diluir las sustancias contaminantes usadas en el proceso productivo, y que

resulta no potable luego de producido el bien o servicio (IICA, 2017).

La metodología para el cálculo de la huella hídrica es la desarrollada para el Water Footprint

Network (WFN) por Hoekstra et al., (2011) a partir de la estimación del requerimiento hídrico

del cultivo través de la estimación de la evapotranspiración, y definiendo mes a mes el agua

que el suelo retiene proveniente de la lluvia o del riego, y que el cultivo puede extraer en su


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zona radicular. Para ello se tomó como referencia la metodología método de Penman-

Monteith usado por la FAO (2006), para establecer el requerimiento de agua del cultivo, la

evapotranspiración y con ello la información requerida para el cálculo de la huella hídrica

(Castellano y Perez, 2018; Fuster, v., 2018)

De esta forma la huella hídrica del cultivo de cebolla se calcula como el índice del volumen de

agua requerido para hacer crecer el cultivo hasta su cosecha (Higera y Jaimes, 2019;

Castellano y Perez, 2018 y Ovalle, 2012), que para efectos de este estudio se concentra en la

huella verde y la azul que será calculado en el siguiente aparatado.

4. Cálculo de los requerimientos hídricos y agua virtual de la cebolla larga que se

comercia con Barranquilla.

4.1. Proveedores de agua virtual de Barranquilla: Aquitana y Tona

La cebolla larga que se consume en Barranquilla corresponde en su mayoría de Tona en

Santander y Aquitania en Boyacá. Aunque hay otros proveedores, sus contribuciones son

marginales frente al total de 3.5 millones de kilogramos al año y un promedio de kilogramos al

mes de 270 mil kilogramos. Estos dos municipios se encuentran a 621 kilometros de

distancia, para el caso de Tona que se ubica al mismo tiempo en el marco del complejo de

páramo de Santurban, uno de los paramos más importantes de la cordillera oriental del pais.

Por otro lado, Aquitania se ubica a 952 kilometros de distancia Aquitania en las

inmediaciones del complejo de páramos Tota-Bijagual-Mamapacha (CPTBM), en centro del

macizo central colombiano, y repositorio de una de las lagunas mas grandes del pais, como

es el lago de Tota.


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Ilustración 1 Mapa de localización de los dos municipios proveedores de cebolla larga

del país.

Fuente: Elaboración propia.

En lo particular a estos dos municipios se tiene que guardan ciertas condiciones ambientales

y económicas que favorecen la producción de cebolla larga. De las ambientales se tiene que

estos municipios son territorios en un piso térmico entre 3000 y 3.600 metros de altura, muy

frío, húmedo, con temperaturas que rondan los 10 °C y que presentan precipitaciones

promedio entre 500 y 1.000 milímetros de lluvia anual (DANE, 2015b). Por lo tanto la

disponibilidad de agua es importante, especialmente para el riego de este cultivo pues según

el DANE (2015b) se emplean cerca de 6.000 metros cúbicos de agua por hectárea al año

para sostener este tipo de producción.

Por otro lado, hay condicionantes económicos que hacen viable este tipo de cultivo.

Particularmente la cebolla larga requiere para que sea rentable, una alta productividad,

economías de escala en la producción y costos de transporte competitivos. La productividad

está determinada por una parte: a) variedad vegetal, b) las condiciones agroclimáticas, c) el


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establecimiento y manejo del cultivo, y d) periodo vegetativo del cultivo (DANE, 2015b). En lo

que respecta con los factores económicos se aprecia según datos de la Encuesta Nacional

Agropecuaria de 2016 que la productividad del cultivo en Tona es de 21,6 toneladas por

hectárea, solo lo supera Boyacá con 30 toneladas por hectárea en promedio (le siguen

Antioquia y Norte de Santander). Esto sumado a que solo estos dos territorios según el boletin

del Ministerio de Agricultura (2017) se concentra el 71% del área semabrada de cebolla larga

en el pais, siendo Aquitania el principal productor con 101.184 toneladas al año, y Tona con

55.872 toneladas, muestra las condiciones economicas y climáticas especiales que los hace

ùnicos en su capacidad productiva.

La cebolla larga es capaz de generar tres o cuatro consechas al año, con varios cortes por

siembra (Acevedo, 2015b),a la vez que estas zonas poseen una tierra fertil y plana que

permite mayor facilidad en la preparacion de la tierra, llevando a estimados que, pueden

llegar como en el caso de Aquitania, a una siembra con una densidad de siembra de 25.000 a

37.000 plantas por hectárea (Dane, 2015b).

Esto guarda una relacion cercana con la disponibilidad de agua, pues la oferta de carga

proveniente de Tona y Aquitania, tienen un regimen de lluvias diferentes. Mientras en Tona el

Regimen de lluvias es bimodal con picos de precipitacion en mayo y octubre en cerca de 90

mm de precipitacion. Mientras Aquitania tiene una precipitación entre mayo y agosto, con casi

el doble de precipitación en el promedio de milimetros de agua.


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Gráfico 1 Comportamiento interanual de la precipitación para los municipios de Tona y

Aquitania entre 1981-2000*.

Fuente: Elaboracion propia datos del IDEAM

En el caso de Tona, los periodos de lluvia coinciden con los meses de mayor abastecimiento

de cebolla que llega a Barranquilla. Si se revisa el coeficiente de correlación entre la

disponibilidad de agua y la ofeta de cebolla que llega a Barranquilla, se encuentra que hay

una relación positiva cercana al 0.5, una correlacion relaticamente fuerte.

Gráfico 2 Pluviosidad y producción de cebolla larga de Tona (2016-2019)

Fuente: Elaboración propia, datos SIPSA / IDEAM

Parajodicamente sucede lo contrario con Aquitania, tiene una oferta de cebolla cuando los

niveles de pluviosidad son los más bajos, llegando a ser los meses entre junio y octubre los

meses de menos producción. El coeficiente de correlación entre las dos series de datos es


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negativo, llegando a -0.41, lo que no es tan fuerte pero demuestra claramente el sentido

opuesto a lo que sucede en Tona.

Gráfico 3 Pluviosidad y producción de cebolla larga de Aquitania (2016-2019)

Fuente: Elaboración propia, datos SIPSA / IDEAM

Lo anterior se debe a que la pluviosidad de la zona productora en las inmediaciones del lago

de Tota (las veredas de Daito, Perez, Vargas, Suasca, Hatoviejo y Hatolaguna) que suman el

80% de la zona de producción (Vela, 2005), tienen en una precipitación anual acumulada que

ronda un 60% más a la de Berlin en Santander. Y esto determinaría un punto de corte que

resulta perjudicial para la produccion que rondaría los 100 o 120 milimetros promedio al mes

(ver gráfica) almenos en la relación de estos dos lugares de producción.

Del paisaje productivo de la región se encontró una serie de características comunes entre

estos dos sitios de producción: En primer lugar, son zonas de importancia ecológica pues se

ubican en zona de páramo, que por ejemplo Tona o más específicamente el corregimiento del

Berlín, se ubica dentro de la zona del páramo de Santurbán, y Aquitania en el complejo de

páramos Tota-Bijagual-Mamapacha (CPTBM). De otro lado, Aquitania además está cerca al

lago de Tota el cual tiene importantes niveles de pérdida de área, así como de altos niveles


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de contaminación asociado al abono con gallinaza y productos químicos requeridos para el

cultivo de cebolla.

En segundo lugar, la producción de cebolla en el Páramo de Berlin en el municipio de Tona es

en su mayor parte desarrollado por pequeños productores, cerca de una hectárea por predio,

y la tenencia por predio, siendo un municipio y corregimiento eminentemente agrícola (Ungar,

et al. 2014). Este paisaje representa grades extensiones de cebolla, lo que se muestra en: a)

pequeños propietarios con predio de entre 0.5 a 5 ha, en una actividad agrícola de

monocultivo de cebolla de rama, mientras los medianos con fincas entre 5 y 10 hectáreas

producen cebolla y alternan con ganadería extensiva. Los grandes propietarios o familias con

fincas entre 50 y 200 ha tienen ganadería extensiva doble propósito y cultivos de papa y

cebolla todos con cultivos de cebolla en zona de páramo (Ungar, et al. 2014), lo que

constituye la principal fuente de conflicto sobre la delimitación del paramo de Berlin y la

conservación del agua (Avella, 2017).

El modelo de cultivo es de agricultura familiar campesina, con varias cosechas en el

transcurso del año y requiere aproximadamente de 6 empleados por hectárea lo que convierte

al cultivo de cebolla en la principal fuente de empleos. Por su parte, el 75% de los predios son

explotados por sus propietarios y el 25% de los cultivadores son aparceros mostrando un tipo

de monocultivo en una estructura y tenencia de la tierra de minifudio y de bajos niveles

tecnológicos (Avella, 2017).

En lo que respecta a Aquitania la producción de cebolla larga predomina, la cual ha venido

extendiéndose y convirtiéndose tambien en monocultivo, y constituye la actividad económica

más importante de esta zona del páramo, el cual es de poca o nula rotación con un área

cercana a las 2.500 Ha (DNP, 2014). En la actualidad el 81% de los propietarios poseen

predios menores a 3 hectáreas y ocupan el 11% del área total del municipio de Aquitania,

principalmente en las inmediaciones del lago de Tota (Russi Díaz, et al. 2018).


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Ilustración 2 Imagen del paisaje productivo de Aquitania y Tona

Además este paisaje productivo y el fruto del cultivo de la cebolla tiene efectos ambientales

de la provisión de alimentos. El más notorio es Aquitania y particularmente en la cuenca del

Lago de Tota es la contaminación en el lago con el mismo nombre.Pues según algunos

estudios en esta zona los problemas del lago se debe a “la contaminación por el uso de

agroquímicos y gallinaza fresca en la fertilización del cultivo de cebolla, y por la disposición

inadecuada de las aguas servidas de la cabecera municipal de Aquitania” (Duarana, 2008,

p.1).

De la misma forma según Bocarejo et al (2014) “la introducción de los agroquímicos supuso

problemáticas ambientales como la contaminación de las fuentes hídricas, pérdida de calidad

y nutrientes del suelo y la transformación del paisaje de páramo” ( Bocarejo et al, 2014, p.

38). Particularmente estos autores mencionan la cebolla larga como el principal factor

asociado, pues según algunos cálculos en la zona de cultivo se aplican 430 toneladas de

plaguicidas y 63.450 de gallinaza anualmente (Agencia de Noticias UN, 2014).


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4.2. Imputación del agua virtual por proveedor y los flujos.

Una vez consolidada y verificada la información se contrastó con informacion secundaria los

lugares de producción de cebolla larga el país, encontrándose que los lugares de producción

principales son según las Evaluaciones Agropecuarias del Ministerio de Agricultura, los

departamentos de Boyacá y Santander, particularmente proveniente de los municipios de

Aquitania y Tona para cada departamento respectivamente. De esta forma, la base de datos

se imputo a Aquitania y Tona respectivamente los datos provenientes de puntos de acopio

intermedio como lo son Buacarmanga y Giron.

En este sentido, el comercio se hace a diario en la venta de observación (enero de 2016 y

junio de 2019), y se desarrolla en una magnitud significativa; entre 140 mil y 370 mil

kilogramos agregados al mes para el caso de Tona, y 28 mil y 128 mil kilogramos al mes para

el caso de Aquitania, con lo cual esto establece un destino importante del flujo del comercio.

De esto resalta que los dos proveedores parecen guardar una relacion sustitutiva entre sí, de

forma que cuando baja la producción remitida de producto de Tona, principal productor,

particularmente a mediados de junio, es sustituído por Aquitania.

La anterior afrimación se verifica en la magnitud y signo del coficiente de correlacion, el cual

mide la relación entre las dos variables, el cual es cercano a – 0.5723, corroborando la

existencia de una correlación en una escala relativamente moderada. Y la explicación

plausible son las diferencias en la pluviosidad de los dos municipios, las cuales generan que

los periodos mas apropiados para la siembra y consecha se alineen en momentos difeerentes

del año, esperando en el caso de Tona mayor humedad, y en sentido inverso, el perido seco

para el caso de Aquitania.


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Gráfico 4. Comportamiento de la carga de cebolla larga según principales orígenes

Funete: Elaboración propia datos SIPSA.

De esta forma la huella hídrica del cultivo de cebolla se calcula como el índice del volumen de

agua requerido para hacer crecer el cultivo hasta su cosecha (Higera y Jaimes, 2019;

Castellano y Perez, 2018 y Ovalle, 2012), que para efectos de este estudio se concentra en

la huella verde y la azul, que se calculan así:

Ecuación 1. Huella azul

Fuente: Tomado de Ovalle (2012)


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Por su parte, la huella azul corresponde al cociente entre el agua aprovechada por el cultivo

proveniente de riego y el rendimiento del cultivo (Higera y jaimes, 2019; Castellano y Perez,

2018 y Ovalle, 2012).

Ecuación 2. Huella verde

Fuente: Tomado de Ovalle (2012)

El calculo de estos parametros se haran a partir de la informacion del IDEAM y el software

Cropwat 8 y la metodologìa propuesta en el estudio por la FAO en el estudio

Evapotranspiración del cultivo (Allen, et al., 2006), de donde se extraen los parámetros para

alimentar el software. La informaicion base son promedios de las variables climáticas entre

1981-2010 de las estaciones metereologicas más proximas a las zonas productoras y con el

conjunto de variables requeidas (Precipitacion, Brillo Solar y Humedad), son el Tunel del

municipio de Cuitiva (Boyaca) y Berlin Automatica (Tona -Santander), y se usaron para la

velocidad del viento la información de las estaciones de Belencito (Nobsa- Boyaca) y el Iser

Pamplona (Pamplona en Norte de Santander).


21

Tabla 1 Factores de conversión de la huella verde y azul para Aquitania y Tona para la

producción en toneladas de cebolla larga.

Huella Tona Aquitania

HH VERDE (m3/Ton) 151,42 191,53

HH AZUL (m3/Ton) 373,81 292,4

Este es el factor de conversion de toneladas a toneladas se obtuvo del calculo de

necesidades de precipitacion del cultivo del programa Cropwat 8, los datos de promedios

hidroclimaticos de las estaciones del IDEAM para 1981-2010 y los parámetros del cultivo del

estudio de la FAO de la evapotranspiracion del cultivo (Allen, et al., 2006).

Tabla 2 Cantidad de metros cúbicos de agua virtual mediante el comercio de cebolla

por tipo que llegan al año a Barranquilla desde Tona y Aquitania.

Huella Azul Huella Verde Huella Azul Huella Verde

2016 694.667 281.390 1.403.145 568.375 2.947.578

2017 536.634 217.375 1.765.435 715.128 3.234.572

2018 607.805 246.205 1.721.494 697.329 3.272.833

2019 305.643 123.808 942.060 381.602 1.753.112

Total 2.144.750 868.778 5.832.133 2.362.434 7.976.883

Aquitania Tona

Año TOTAL

Fuente: Elaboración propia con datos del SIPSA y datos del IDEAM y uso de CROPWAT 8 y

metodología de la FAO.

Como resultado de la conversión se encontró que al año el comercio de cebolla larga entre

Barranquilla y Aquitania/ Tona representa alrededor de 3.1 millones de metros cúbicos de

agua al año. Mientras que en el agregado de los años de estudio esta suma llego a

representar la importación de agua virtual de al menos 9 millones de metros cúbicos

acumulados. Es de advertir que no se consideró el cálculo de la huella hídrica gris, debido a

que no se cuenta con la información referida sobre la contaminación y un factor de conversión

para el agua contaminada durante el proceso de cultivo de la cebolla, por lo cual este resulta

una limitante del presente trabajo.


22

Gráfico 1 Agua virtual para el comercio de cebolla larga entre Aquitania, Tona y

Barranquilla en su componente azul y verde a nivel mensual.

Fuente: Elaboración propia con datos del SIPSA y datos del IDEAM y uso de CROPWAT 8 y metodología de la FAO.

Como resultado de los cálculos se encontró que la huella azul de la cebolla larga es mucho

mayor que la verde, alcanzando niveles del 71% frente a un 29% de la huella azul, dentro de

la composición de la huella virtual calculada para el comercio de cebolla Aquitania y Tona

hacia Barranquilla.

Tomando como base el estudio sobre el cálculo de agua de Chacón, Lizcano & Aspilla (2011)

se podría aproximar el hecho de que puede llegar a hacerse uso de agua en litros equivalente

a 23 mil familias al año con el agua extraía de Aquitania y Tona en su conjunto (ver gráfica).


23

Gráfico 2 Número de familias abastecidas (clima frío) por año dado el volumen exportado

de agua por año.

Fuente: Elaboración propia con base en Chacón, Lizcano & Aspilla (2011)

5. Hallazgos y disertaciones.

Producto del análisis se tienen tres hallazgos importantes en relación con la pregunta de

trabajo y el marco conceptual propuesto. El primer hallazgo señala que la provisión vía

comercio de cebolla es estable y permanente de dos lugares; Aquitania y Tona. En este

sentido la respuesta a la pregunta de investigacion da como resultado que la estabilidad,

permanencia y magnitud del flujo de agua virtual establece un relacionamiento ambiental

debido a los flujos de agua desde los territoros productores. Este comercio se hace a diario

en la venta de observación (enero de 2016 y junio de 2019), y se desarrolla en una magnitud

significativa entre 140 mil y 370 mil kilogramos agregados al mes para el caso de Tona, y 28

mil y 128 mil kilogramos al mes para el caso de Aquitania, con lo cual esto establece un

destino importante del flujo del comercio. Esta es la base para establecer el relacionamiento

entre los territorios, que se efectúan mediante un comercio amplio y relevante de cebolla.

El segundo hallazgo corresponde a que el comercio de Cebolla de rama se establece para las

plazas mayoristas principalmente de dos orígenes únicamente para Barranquilla: Aquitania y

Tona. Dicho comercio es, aunque sustitutiva (cuando una cae la otra aumenta), es


24

permanente y constante todo el año y se efectúa a grandes distancias. Esto muestra como

hay un flujo reforzado por el comercio (agua incorporada), y dinero en el sentido inverso al

comercio que se hace de forma permanente y estable. Encontrándose además que vistos a

través del comercio de agua virtual, estos territorios terminan siendo poco sustitutivos por sus

condiciones economicas y ambientales en la produccion de cebolla larga, razón por la cual

dicha relación resulta mas estrecha, y estos territorios dificilmente sustituibles por otros en el

pais.

El tercer hallazgo corresponde al hecho de que en este contexto hay una relación de tipo

ambiental por sus efectos sobre los territorios: tanto en lo que tiene que ver con la extracción

de agua, como de la contaminación de la misma y también la determinación del paisaje

productivo de los territorios productores. Además de la información ya referida de mas de 3

millones de metros cúbicos al año de agua exportada por los proveedores de agua hacia

Barranquilla. Esto implica la existencia de efectos ambientales negativos (contaminación y

presión sobre la disponibilidad de agua) que tiene el cultivo, y con ello el flujo de agua virtual,

así como la reorinetacion productiva en un esquema de monocultivo de cebolla a la escala

necesaria para proveer las necesidades de los mercados urbanos, entre ellos Barranquilla.

5.1. Consecuencias de los hallazgos.

Desde el punto de vista metodologico las propuestas de interdependecias y relaciones

funcionales que se trabajan en materia de esquemas de gestion urbana supramunicipal, en

las relaciones funcionales de tipo ambiental son limitados, es como se vio a partir del agua

incorporada y los cambios y afectaciones ambientales del comercio de alimentos, es factible

usar datos de comercio de alimentos como variable proxi de variables ambientales.

Esta relación funcional de tipo ambiental a traves del comercio de alimentos cuestiona

tambien la bibliografía en la materia que indilga como propiedad necesaria la continuidad y


25

contiguidad espacial de los territorios de altas interdependencias. No osbtante, como se

demostró con la información para un solo producto, la relación ambiental vista como

aprovisionamiento virtual de agua no requeire de la cercania o contiguidad espacial del núcleo

urbano para su existencia.

Ahora desde el punto de vista de la planificación urbana, es importante ver estos

entrelazamientos mediante el comercio de alimentos frescos, particularmente del agua virtual,

en cuanto a la sostenibilidad. Pues como se vé en la información y el hecho de que estas

teleconexiones implican que teritorios proveedores de ciertos insumos, como los alimentos,

son estratégicos para la sostenibildiad en el mediano plazo de las ciudades, pues no son

facilmente reemeplazables por otros territorios rurales productores de alimentos, dada la

disponibilidad de agua corriente y humedad del suelo, condiciones de cultivo indispensable.

Lo anterior es relevante para la visibilidad y la búsqueda de estas relaciones ambientales

virtuales que se extienden a grandes distancias, con las cuales se requiere poder mejorar la

gestion del agua y conservación de la misma en estos territorios. Podría pensarse en

términos de política pública y planificación la posible búsqueda de mecanismos de

cooperacion tecnics o de otro tipo para mejorar la eficiencia en el uso del agua en el riego,

procesamiento e industrialziación de la cebolla en polvo como producto procesado, entre

otros.

En tercer lugar, queda en evidencia un aspecto que tampoco es visible en materia de gestión

y ordenamiento territorial del agua; que la gestión de forma vertical, siguiendo el agua a

partir de gravedad a lo largo de las cuencas hidrográficas, no es suficiente.Pues hay flujos de

agua lo suficientemente importantes, más de 3 millones de metros cúbicos de agua al año

solo considerando un producto agricola, que se dan a través del comercio de alimentos.


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