Reale Antigua

Embed Size (px)

Citation preview

  • HISTORIA DEL PENSAMIENTO CIENTFICO Y FILOSFICO

    ANTIGEDAD

    GIOVANNI REALE Y DARIO ANTISIERI

    Una vida sin bsqueda no es digna de ser vivida.

    Scrates

    PRLOGO

    Cul es la justificacin de un tratamiento tan amplio de la

    historia del pensamiento filosfico y cientfico, dirigido a los centros

    de enseanza secundaria? Es posible acaso quizs se pregunte

    el docente, al observar el tamao de los tres volmenes de la obra

    afrontar y desarrollar, en las escasas horas disponibles cada

    semana, un programa tan vasto y lograr que el estudiante lo

    domine?

    Sin lugar a dudas, si se mide este libro por el nmero de

    pginas, hay que decir que es un libro extenso. Y no slo esto: es el

    libro ms extenso que se haya concebido y realizado hasta ahora,

    para su utilizacin en los centros de enseanza secundaria. No

    obstante, es oportuno recordar aqu la razonable opinin de

    Terrasson, citada por Kant en el Prefacio a la Crtica de la razn

    pura: Si se mide la extensin del libro no por el nmero de pginas,

    sino por el tiempo necesario para entenderlo, de muchos libros

    podra decirse que seran mucho ms breves, si no fuesen tan

    breves.

    En efecto, con mucha frecuencia los manuales de filosofa

    provocaran mucho menos cansancio si tuviesen unas cuantas

    pginas ms sobre una serie de temas. En la exposicin de la

    problemtica filosfica, la brevedad no simplifica las cosas, sino que

    las complica y en ocasiones las vuelve poco comprensibles o incluso

    del todo incomprensibles. En cualquier caso, en un manual de

    filosofa la brevedad conduce fatalmente al simplismo, a la

    enumeracin de opiniones, a la mera panormica de lo que han

    dicho a lo largo del tiempo los diversos filsofos, cosa si se quiere

    instructiva, pero poco formativa.

    La presente historia del pensamiento filosfico y cientfico

    pretende abarcar tres planos. Primero el de aquello que han dicho

    los filsofos, es decir el plano que los antiguos llamaban

    doxogrfico (cotejo de opiniones) luego el de por qu los filsofos

    han dicho lo que han dicho, ofreciendo un adecuado sentido de

    cmo lo han dicho, finalmente aquel en que se indican algunos de

    los efectos de las teoras filosficas y cientficas.

    El porqu de las afirmaciones de los filsofos nunca es algo

  • 2

    simple, puesto que a menudo los lemas sociales, econmicos y

    culturales se entrecruzan y se entrelazan de distintas formas con los

    lemas tericos y especulativos. Se ha ido dando razn

    gradualmente del trasfondo del cual han surgido las teoras de los

    filsofos, pero evitando el peligro de las reducciones sociologistas,

    psicologistas e historicistas (que en los ltimos aos han alcanzado

    una hipertrofia exagerada, hasta el punto de vaciar de contenido la

    identidad especfica del discurso filosfico), y poniendo de manifiesto

    el encadenamiento de los problemas tericos y los nexos

    conceptuales y, por tanto, las motivaciones lgicas, racionales y

    crticas que en definitiva constituyen la substancia de las ideas

    filosficas y cientficas.

    Adems, se ha tratado de ofrecer el sentido del cmo los

    pensadores y los cientficos han propuesto sus doctrinas, utilizando

    con amplitud sus propias palabras. A veces, cuando se trata de

    textos fciles, la palabra viva de los diversos pensadores ha sido

    utilizada en el mismo nexo expositivo. En otros casos, en cambio, se

    han efectuado citas de los distintos autores (los ms complicados y

    ms difciles) en apoyo de la exposicin, y segn el nivel de

    conocimiento acerca del autor que se desee obtener pueden

    omitirse dichos textos sin perjuicio para la comprensin de conjunto.

    Las chas textuales de los diferentes autores se han graduado de un

    modo acorde con la curva discente del joven que al principio se

    adentra en un discurso completamente nuevo y, por tanto, necesita

    la mxima sencillez, poco a poco, sin embargo, va adquiriendo las

    categoras del pensamiento filosfico, aumenta su propia capacidad

    y puede enfrentarse en consecuencia con un tipo ms complejo de

    exposicin y comprender el diferente carcter del lenguaje con el

    que han hablado los filsofos. Por lo dems, as como no es posible

    darse una idea del modo de sentir y de imaginar de un poeta sin leer

    algunos fragmentos de su obra, resulta imposible hacerse una idea

    de la forma de pensar de un filsofo, si se ignora totalmente el modo

    en que expresaba sus pensamientos.

    Por ltimo, los filsofos son importantes no slo por aquello

    que dicen, sino tambin por las tradiciones que generan y que ponen

    en movimiento: algunas de sus posturas favorecen el nacimiento de

    ciertas ideas, pero al mismo tiempo, impiden el surgimiento de otras.

    Por tanto, los filsofos son importantes por lo que dicen y por lo que

    impiden decir. ste es uno de aquellos aspectos que a menudo

    silencian las historias de la filosofa y que aqu se ha querido poner

    de manifiesto, sobre todo al explicar las complejas relaciones entre

    las ideas filosficas y las ideas cientficas, religiosas, estticas y

    sociopolticas.

    El punto de partida de la enseanza de la filosofa reside en

    los problemas que esta ha planteado y plantea, y por tanto se ha

    buscado con especial dedicacin enfocar la exposicin desde el

    punto de vista de los problemas. A menudo se ha preferido el

    mtodo sincrnico con respecto al diacrnico, si bien este ltimo ha

    sido respetado en la medida de lo posible

  • 3

    El punto de llegada de la enseanza de la filosofa consiste

    en formar mentes ricas en contenidos tericos, sagaces en lo que

    respecta al mtodo capacitadas para planear y desarrollar de forma

    metdica los distintos problemas y para leer de modo crtico la

    compleja realidad que las rodea.

    A tal objetivo apuntan precisamente los cuatro planos antes

    indicados que han servido para concebir y llevar a cabo toda la

    presente obra: crear en los jvenes una razn abierta, capaz de

    defenderse con respecto a las mltiples solicitaciones

    contemporneas de huida hacia lo irracional o de repliegue hacia

    posturas estrechamente pragmatistas o cientificistas. Y la razn

    abierta es una razn que sabe que lleva en s misma los factores de

    correccin para todos los errores que en cuanto que es una razn

    humana pueda cometer y conlleva tambin la fuerza para

    recomenzar itinerarios siempre nuevos.

    Este primer volumen se divide en diez partes. Tal divisin ha

    sido realizada teniendo en cuenta la sucesin lgica y cronolgica de

    la problemtica que se expone, pero con el propsito de ofrecer a los

    docentes unidades didcticas propiamente dichas, en cuyo mbito

    de acuerdo con el inters y con el nivel de los alumnos puedan

    efectuar la eleccin oportuna. La amplitud del tratamiento no implica

    que haya que hacerlo todo, pero quiere brindar una extensa y rica

    posibilidad de opciones y de profundizacin.

    Entre stas, sealemos en especial adems de las partes

    que versan sobre Platn y Aristteles, autnticas monografas a

    escala reducida, por la riqueza de temas y de problemas que

    contienen las partes relativas a las filosofas de la poca

    helenstica y de la poca imperial. Estas doctrinas suelen provocar

    escaso inters, pero aqu se consideran con atencin particular,

    porque en la actualidad en comparacin con el siglo pasado y con

    la primera mitad de nuestro siglo ha avanzado enormemente el

    conocimiento de estos perodos de la historia del pensamiento y sus

    consecuencias se han revalorizado con toda claridad. Se ha

    dedicado una parte al pensamiento vinculado con el mensaje bblico,

    dado que ste ha constituido la ms importante revolucin espiritual,

    que ha modificado radicalmente el planteamiento del pensamiento

    antiguo y constituye la premisa indispensable para comprender el

    pensamiento medieval que aparece a continuacin, as como el

    pensamiento occidental en general. Tambin a la patrstica se le ha

    dedicado la atencin que hoy exigen el renovado inters y los ms

    recientes estudios sobre este perodo. El pensamiento medieval en

    su conjunto, que aparece en la dcima parte, ha sido contemplado

    desde el punto de vista de la relacin entre fe y razn, y de la

    compleja y cambiante trabazn entre estos dos factores. No slo se

    han puesto de relieve las grandes construcciones metafsicas, como

    las de Anselmo, Toms y Buenaventura (a las que se ha dedicado

    un tratamiento en profundidad, con desarrollos originales), sino que

    tambin se han expuesto con una particular atencin la problemtica

    de tipo lgico, teniendo en cuenta los hallazgos historiogrficos ms

  • 4

    recientes. Pensadores como Boecio y Abelardo adquieren as una

    luz nueva, al igual que la clsica problemtica de los universales. Por

    ltimo, se ha concedido un relieve especial a los debates del final de

    la escolstica.

    El volumen concluye con un apndice que contiene como

    complemento indispensable las tablas cronolgicas sinpticas, una

    bibliografa elaborada expresamente para los lectores de esta obra y

    un ndice de nombres. Dicho apndice ha sido realizado por el

    profesor Claudio Mazzarelli (cf. P. 575) quien, al reunir la doble

    competencia de profesor de enseanza.

    Secundaria desde hace mucho tiempo y de investigador

    cientfico, se ha propuesto un instrumento que sea ala vez rico y

    funcional.

    Los autores quieren expresar un agradecido recuerdo a la

    memoria del profesor Francesco Brunelli que fue quien concibi y

    promovi la iniciativa de esta obra. Lleg a dar comienzo a la

    realizacin tipogrfica del proyecto, poco antes de su repentina

    desaparicin. Hacen patente al doctor Remo Bernacchia su ms

    reconocido agradecimiento, por haber llevado la iniciativa hasta su

    culminacin, ayudando y convirtiendo en realizables las numerosas

    innovaciones que se han aportado a la presente obra.

    Asimismo, manifiestan su profunda gratitud a la editorial Vita

    e Pensiero por haber autorizado la utilizacin de elementos

    procedentes de la Historia de la filosofa antigua (en cinco

    volmenes) de G. Reale. Por ultimo, expresan un particular

    agradecimiento a la doctora Clara Fortina, quien, en calidad de

    redactora, se entreg al mejor xito de la obra, mucho ms all de

    sus deberes de oficio, con dedicacin y apasionamiento.

    Los autores desean asumir en comn la responsabilidad de

    toda la obra, ya que han trabajado en conjunto (cada uno de acuerdo

    con su propia capacidad, su propia sensibilidad y sus propios

    intereses) para la mejor realizacin de cada uno de los tres

    volmenes, con plena unidad de espritu y de propsitos.

    Finalmente los autores agradecen a la doctora Mara Luisa

    Gatti la revisin cuidadosa de las pruebas de la segunda edicin.

    Los autores

  • 5

    PRIMERA PARTE

    LOS ORGENES GRIEGOS DEL PENSAMIENTO

    OCCIDENTAL

    La inteligencia es la que ve, la inteligencia es la que oye y todo lo

    dems es sordo y ciego.

    Epicarmo

    CAPITULO I

    GNESIS, NATURALEZA Y DESARROLLO DE LA

    FILOSOFA ANTIGUA

    1. LA GNESIS DE LA FILOSOFA EN LOS GRIEGOS

    1.1. La filosofa como creacin del genio helnico

    La casi totalidad de los estudiosos consideran que la

    filosofa, como trmino o como concepto, es una creacin propia del

    genio de los griegos. En efecto, para todos los dems componentes

    de la civilizacin griega se halla un elemento correlativo en los

    pueblos de Oriente que alcanzaron un elevado nivel de civilizacin

    antes que los griegos (creencias y cultos religiosos, manifestaciones

    artsticas de naturaleza diversa, conocimientos y habilidades

    tcnicas de distintas clases, instituciones polticas, organizaciones

    militares, etc.). En cambio, en lo que concierne a la filosofa, nos

    hallamos ante un fenmeno tan nuevo que no slo no posee ningn

    factor correlativo en dichos pueblos, sino que ni siquiera existe algo

    estricta y especficamente anlogo. Debido a ello, la superioridad de

    los griegos con respecto a los dems pueblos en este aspecto

    especfico no es de carcter puramente cuantitativo sino cualitativo,

    en la medida en que lo que aqullos crearon, al instituir la filosofa,

    constituye en cierto sentido una novedad absoluta.

    Quien no tenga presente este hecho no podr comprender

    por qu la civilizacin occidental, bajo el impulso de los griegos,

    asumi una direccin completamente distinta de la oriental. En

    particular, no se podra comprender por qu razn los orientales,

    cuando quisieron aprovechar la ciencia occidental y sus resultados,

    tuvieron que apelar a determinadas categoras de la lgica

    occidental. De hecho, no en todas las culturas se hace posible la

    ciencia. Hay ideas que convierten en estructuralmente imposible el

    nacimiento y el desarrollo de determinadas concepciones, y existen

    incluso ideas que impiden la ciencia en conjunto, por lo menos la

    ciencia tal como ahora la conocemos.

    Ahora bien, la filosofa gracias a sus categoras

    racionales ha permitido el nacimiento de la ciencia, y en cierto

    sentido, la ha engendrado. Admitir esto significa reconocer a los

    griegos el mrito de haber aportado una contribucin realmente

    excepcional a la historia de la civilizacin.

  • 6

    1.2 La imposibilidad de una procedencia oriental de la

    filosofa.

    Como es natural. Y sobre todo entre los orientalistas, ha

    habido intentos de atribuir a la filosofa un origen oriental, basndose

    en la observacin de analogas genricas, que se constatan entre las

    concepciones de los principios filsofos griegos y ciertas ideas

    propias de la sabidura oriental. No obstante, nadie ha triunfado en

    su intento, y la crtica ms rigurosa, a partir va de finales del siglo

    pasado, ha reunido una serie de pruebas autnticamente irrefutables

    en contra de la tesis de la procedencia oriental de la filosofa griega.

    a) en la poca clsica, ninguno de los filsofos o de los

    historiadores Griegos hace la ms mnima mencin de un presunto

    origen oriental de la filosofa. (Los primeros en sostener la tesis de la

    procedencia oriental de la filosofa fueron algunos orientales, por

    razones de orgullo nacionalista, para atribuir a la propia cultura este

    particular ttulo de gloria. As por ejemplo en la poca de los

    Ptolomeos los sacerdotes egipcios al entrar en conocimiento de la

    filosofa griega pretendieron defender que sta provena de la

    sabidura egipcia. Y en Alejandra, a finales de la era pagana y a

    comienzos de la cristiana, los judos que haban asimilado la cultura

    helnica pretendieron afirmar que la filosofa griega proceda de las

    doctrinas de Moiss. Si bien los filsofos griegos, ya en la poca

    cristiana, sostuvieron la tesis segn la cual la filosofa provena de

    los sacerdotes de Oriente animados por inspiracin divina, esto no

    prueba nada, porque en aquel momento tales filsofos haban

    perdido la confianza en la filosofa entendida clsicamente y

    aspiraban a una especie de autolegitimacin en oposicin a los

    cristianos, que presentaban la inspiracin divina de sus textos.)

    b) Se ha demostrado histricamente que los pueblos

    orientales con los que entraron en contacto los griegos posean una

    forma de sabidura constituida por convicciones religiosas, mitos

    teolgicos cosmognicos, pero no una ciencia filosfica basada slo

    en la razn (en el logos, como dicen los griegos). Posean, pues un

    tipo de sabidura anloga a la que los propios griegos posean antes

    de crear la filosofa.

    c) En cualquier caso, no ha llegado a nuestro conocimiento

    ninguna utilizacin por parte de los griegos de escritos orientales o

    de traducciones de estos. Es impensable que antes de Alejandro

    hayan podido llegar a Grecia doctrinas provenientes de los indios o

    de otros pueblos de Asia, o que en la poca en la que surgi en

    Grecia la filosofa haya habido griegos capaces de entender el

    razonamiento de un sacerdote egipcio o de traducir libros egipcios.

    d) en la hiptesis (que habra que demostrar) de que alguna

    idea de los filsofos griegos tenga antecedentes especficos en la

    sabidura oriental v que haya podido derivarse de sta, no cambiara

    la esencia del problema que estamos discutiendo. A partir del

    momento en que naci en Grecia, la filosofa represent una nueva

    forma de expresin espiritual, la cual en el preciso instante en que

    acoga contenidos provenientes de otras formas de vida espiritual

  • 7

    los transformaba estructuralmente, otorgndoles una forma

    rigurosamente lgica.

    1.3 Los conocimientos cientficos egipcios y caldeos, y

    el modo en que fueron transformados por los griegos.

    En cambio los griegos obtuvieron de los orientales algunos

    conocimientos cientficos. Tomaron de los egipcios ciertos

    conocimientos matemticos geomtricos, y de los babilonios

    aprovecharon sus conocimientos astronmicos. Sin embargo

    tambin en este caso es preciso efectuar algunas advertencias

    importantes, que son indispensables para comprender la mentalidad

    griega y la mentalidad occidental que se basa en aqulla.

    Por lo que sabemos, la matemtica egipcia consista

    primordialmente en el conocimiento de operaciones de clculo

    aritmtico con finalidades prcticas, por ejemplo, medir determinadas

    cantidades de vveres o dividir cierto nmero de cosas entre una

    cantidad dada de personas. De forma anloga, la geometra tena un

    carcter esencialmente prctico y responda a la necesidad, por

    ejemplo, de volver a medir los campos despus de peridicas

    inundaciones del Nilo o de proyectar y construir las pirmides.

    Ahora bien, es evidente que los egipcios, al obtener estos

    conocimientos matemtico-geomtricos, llevaron a cabo una

    actividad racional y bastante notable por cierto. Sin embargo, en la

    reelaboracin efectuada por los griegos tales conocimientos se

    convirtieron en algo mucho ms consistente, realizando un salto

    cualitativo propiamente dicho. En especial, a travs de Pitgoras y

    los pitagricos, transformaron aquellas nociones en una teora

    general y sistemtica de los nmeros y de las figuras geomtricas.

    Crearon en definitiva una construccin racional orgnica, yendo

    mucho ms all de los objetivos bsicamente prcticos, a los que

    parecen haberse limitado los egipcios.

    Lo mismo cabe decir de las nociones astronmicas. Los

    babilonios las elaboraron con un propsito esencialmente prctico:

    efectuar horscopos y predicciones. Los griegos en cambio las

    purificaron y las cultivaron con fines primordialmente cognoscitivos

    en virtud de aquel afn terico que aspira al amor de puro

    conocimiento y que es el mismo afn que, como veremos, cre y

    nutri la filosofa. No obstante, antes de definir en qu consiste

    exactamente la filosofa y la disposicin filosfica de los griegos,

    debemos exponer algunas observaciones preliminares, que poseen

    un carcter esencial.

    2. LAS FORMAS VITALES GRIEGAS QUE PREPARARON

    EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFA

    2.1. Los poemas homricos y los poetas gnmicos

    Los expertos estn de acuerdo en considerar que, para

    entender la filosofa de un pueblo y de una civilizacin, es

    imprescindible referirse 1) al arte, 2) a la religin y 3) a las

  • 8

    condiciones sociopolticas de dicho pueblo. 1) De hecho el arte ms

    elevado tiende a alcanzar de manera mtica y fantstica, es decir,

    mediante la intuicin y la imaginacin, objetivos que tambin son

    propios de la filosofa. 2) De forma anloga la religin aspira a

    alcanzar, a travs de representaciones no conceptuales y de la fe,

    determinados objetivos que la filosofa busca alcanzar mediante los

    conceptos y la razn (Hegel considerar que el arte, la religin y la

    filosofa son las tres categoras del Espritu absoluto). 3) No menos

    importantes (y hoy se insiste mucho en este punto) son las

    condiciones socioeconmicas y polticas que a menudo condicionan

    el surgimiento de determinadas ideas, y que en el mundo griego en

    particular, al crear las primeras formas de libertad institucionalizada y

    de la democracia, han permitido el nacimiento de la filosofa, que se

    alimenta de modo esencial de la libertad.

    Comencemos por el primer aspecto.

    Antes de que naciese la filosofa los poetas tuvieron una

    enorme importancia para la educacin y la formacin espiritual del

    hombre entre los griegos, mucho mayor que en el caso de otros

    pueblos. Los primeros griegos buscaron alimento espiritual sobre

    todo en los poemas homricos, es decir, en la Ilada y en la Odisea

    (que, como se sabe, ejercieron un influjo anlogo al que la Biblia

    ejerci entre los judos, al no haber en Grecia textos sagrados), en

    Hesodo y en los poetas gnmicos de los siglos VII y VI a.C.

    Ahora bien, los poemas homricos contienen algunas

    particularidades que los diferencian de otros poemas que se hallan

    en el origen de otros pueblos y de su civilizacin, y ya poseen

    algunos de aquellos rasgos del carcter griego que resultarn

    esenciales para la creacin de la filosofa.

    a) Los especialistas han hecho notar que los poemas

    homricos, aunque estn repletos de imaginacin, de situaciones y

    de acontecimientos fantsticos, casi nunca entran en la descripcin

    de lo monstruoso y de lo deforme (cosa que en cambio sucede a

    menudo en las manifestaciones artsticas de los pueblos primitivos).

    Esto significa que la imaginacin homrica ya est estructurada

    segn un sentido de la armona, de la proporcin, del lmite y de la

    medida; como tendremos ocasin de ver, la filosofa elevar todos

    estos factores al rango de principios ontolgicos.

    b) Adems, se ha advertido que el arte de la motivacin

    constituye en Homero una autntica constante. El poeta no se limita

    a narrar una serie de hechos, sino que investiga tambin sus causas

    y sus razones (aunque sea a nivel mtico-fantstico). En Homero la

    accin no se extiende como una desmadejada sucesin temporal: a

    ella se aplica, en todo momento, el principio de razn suficiente,

    cada acontecimiento recibe una rigurosa motivacin psicolgica (W.

    Jaeger). Y este modo potico de contemplar las razones de las

    cosas prepara aquella mentalidad que en filosofa llevar a la

    bsqueda de la causa y del principio, del porqu ltimo de las

    cosas.

  • 9

    c) otro rasgo de la epopeya homrica consiste en tratar de

    presentar la realidad en su integridad, aunque sea de forma mtica:

    dioses y hombres, cielo v tierra, guerra y paz, bien y mal, alegra y

    dolor, la totalidad de los valores que rigen la vida de los hombres

    (pinsese por ejemplo en el escudo de Aquiles, que

    emblemticamente representaba todas las cosas). Escribe W.

    Jaeger: la realidad presentada en su totalidad: el pensamiento

    filosfico la presenta de forma racional, mientras que la pica la

    presenta de forma mtica. Cul habra de ser el puesto del hombre

    en el universo, que es el tema clsico de la filosofa griega, tambin

    est presente en Homero en todo momento.

    Para los griegos fue importante la Teogona de Hesodo,

    que esbozaba una sntesis de toda una serie de materiales

    preexistentes, relativos a dicho tema. La teogona cuento el

    nacimientoDe todos los dioses. Y puesto que muchos dioses

    coinciden con partes del universo y con fenmenos csmicos, la

    teogona se convierte asimismo en cosmogona, es decir, en una

    explicacin mtico-potica y fantstica de la gnesis del universo y

    de los fenmenos csmicos, a partir del Caos originario, que fue el

    primero en aparecer. Este poema allan el camino a la cosmologa

    filosfica posterior, que abandonando la fantasa buscar

    mediante la razn el primer principio de origen a todo.

    El propio Hesodo, con su otro poema Los trabajos y los

    das, pero sobre todo los poetas posteriores, imprimieron en la

    mentalidad griega algunos principios que sern de gran importancia

    para la constitucin de la tica filosfica y, ms en general, del

    pensamiento filosfico antiguo. Se exalta la justicia como valor

    supremo. Presta odos a justicia y olvida del todo la superchera,

    afirma Hesodo. En la justicia ya estn incluidas todas las virtudes,

    dice Foclides. Ir, sin desviarme por aqu o por all, por el camino

    recto: porque slo debo pensar cosas justas, escribe Tegnides y

    agrega: ...s justo, nada hay mejor. Para Soln el pensamiento de

    la justicia es un factor central. Y la justicia se convertir en concepto

    ontolgico, adems de tico y poltico, en muchos filsofos y

    especialmente en Platn.

    Los poetas lricos tambin fijaron de modo estable otra

    nocin: el concepto de lmite, es decir, del ni demasiado ni

    demasiado poco, el concepto de la justa medida, que constituye el

    rasgo ms peculiar de la mentalidad griega. Y goza de las alegras,

    y dulete de los males, pero no demasiado, dice Arquloco. No

    demasiado celo: lo mejor est en el medio; y permaneciendo en el

    medio, alcanzars la virtud, dice Tegnides. Nada en exceso,

    dice Soln. La mesura es lo mejor, afirma una de las sentencias

    de los Siete Sabios, que recapitularon toda la sabidura griega,

    cantada sobre todo por los poetas gnmicos. El concepto de

    mesura constituir el centro del pensamiento filosfico clsico.

    Recordemos una ltima mxima, atribuida a uno de los

    sabios antiguos y grabada en el templo de Delfos dedicado a Apolo:

    Concete a ti mismo. Esta mxima, que fue clebre entre los

    egipcios, no slo se transformar en el lema del pensamiento

  • 10

    socrtico, sino tambin en el principio bsico del saber filosfico

    griego hasta los ltimos neoplatnicos.

    2.2. La religin pblica y los misterios rficos

    El segundo elemento al que hay que referirse para entender

    la gnesis de la filosofa griega, como hemos dicho antes, es la

    religin. Sin embargo, cuando se habla de religin griega es preciso

    distinguir entre la religin pblica, cuyo modelo es la representacin

    de los dioses y del culto que nos brinda Homero, y la religin de los

    misterios. Entre ambas formas de religiosidad existen numerosos

    elementos comunes (como, por ejemplo, una concepcin politesta

    de base), pero tambin hay diferencias importantes que en algunos

    puntos relevantes (por ejemplo, la concepcin del hombre, el sentido

    de su vida y de su destino ltimo) constituyen anttesis en sentido

    estricto. Ambas formas de religin son muy importantes para explicar

    el nacimiento de la filosofa, pero, al menos desde ciertos puntos de

    vista, la segunda forma posee una especial importancia.

    Empecemos por mencionar algunos rasgos esenciales de la

    primera forma de religin. Para Homero y para Hesodo, que

    constituyen el punto de referencia para las creencias propias de la

    religin pblica, puede decirse que todo es divino, porque todo lo

    que sucede se explica en funcin de las intervenciones de los

    dioses. Los fenmenos naturales son provocados nmenes: Zeus

    lanza rayos y truenos desde las alturas del Olimpo, el tridente de

    Poseidn provoca las tempestades marinas, el sol es transportado

    por el clorado carro de Apolo y as sucesivamente. Adems, la vida

    colectiva de los hombres, la suerte de las ciudades, las guerras y las

    paces son imaginadas como vinculadas a los dioses de un modo no

    accidental y, en ocasiones, realmente esencial.

    Quines son, empero, estos dioses? Como han puesto de

    manifiesto desde hace tiempo los expertos, estas deidades son

    fuerzas naturales personificadas a travs de formas humanas

    idealizadas, o bien son fuerzas y aspectos de hombre que han sido

    sublimados, hipostasiados y han descendido con esplendidas

    semblanzas antropomrficas. (Adems de los ejemplos antes

    mencionados, recordemos que Zeus es la personificacin de la

    justicia, palas Atenea de la inteligencia, Afrodita del amor y as

    sucesivamente.) Estos dioses, por tanto, son hombres amplificados e

    idealizados y, en consecuencia, slo difieren de nosotros en cantidad

    y no en cualidad. Ddebido a ello los especialistas consideran que la

    religin pblica de los griegos constituye una forma de naturalismo.

    Consiguientemente, lo que esta le exige al hombre no es y no

    puede ser un radical cambio interior, un elevarse por encima de s

    mismo, sino, por lo contrario, seguir a su propia naturaleza. Todo lo

    que se pide al hombre es que haga en honor de los dioses aquello

    que es conforme a la propia naturaleza. La primera filosofa griega

    fue tan naturalista como la religin pblica griega, y la referencia a la

    naturaleza se convirti en una constante del pensamiento griego a lo

    largo de todo su desarrollo histrico.

  • 11

    Sin embargo, la religin pblica no fue sentida por todos los

    griegos como plenamente satisfactoria y esto hizo que se

    desarrollaran en crculos restringidos los misterios, que posean

    creencias especficas (aunque encuadradas en el politesmo

    general) y prcticas que les eran propias. Los misterios que

    influyeron sobre la filosofa griega fueron los misterios rficos, sobre

    los cuales hablaremos brevemente. El orfismo y los rficos hacen

    derivar su denominacin del poeta Orfeo, su presunto fundador,

    cuyos rasgos histricos se hallan completamente ocultos por la

    niebla del mito. El orfismo posee una importancia particular porque,

    como han reconocido los estudiosos modernos, introduce en la

    civilizacin griega un nuevo esquema de creencias y una nueva

    interpretacin de la existencia humana Mientras que la concepcin

    griega tradicional, a partir de Homero, afirmaba que el hombre era un

    ser mortal y consideraba que la muerte significaba el final definitivo

    de su existencia, el orfismo proclama la inmortalidad del alma y

    concibe al hombre segn el esquema dualista que contrapone

    cuerpo v alma.

    El ncleo de las creencias rficas puede resumirse del modo

    siguiente:

    a) En el hombre se alberga un principio divino, un demonio

    (alma), que cae en un cuerpo debido a una culpa originaria.

    b) este demonio no slo preexiste al cuerpo, sino que no

    muere junto con el cuerpo y est destinado a reencarnarse en

    cuerpos sucesivos, a travs de una serie de renacimientos, para

    expiar aquella culpa originaria.

    c) La vida rfica, con sus ritos y sus prcticas, es la nica

    que est en condiciones de poner fin al ciclo de las reencarnaciones,

    liberando as el alma de su cuerpo.

    d) Para quien se haya purificado (para los iniciados en los

    misterios rficos) hay un premio en el ms all (para los no iniciados,

    existen castigos).

    En algunas inscripciones rficas halladas en los sepulcros de

    seguidores de esta secta pueden leerse, entre otras cosas, estas

    palabras que resumen el ncleo central de su doctrina: Algrate, t

    que has soportado la pasin: esto, antes, no lo habas padecido an.

    De hombre has nacido Dios; feliz y dichossimo, sers Dios y no

    mortal; de hombre nacers Dios, porque procedes de lo divino.

    Esto significa que el destino ltimo del hombre consiste en volver a

    estar cerca de los dioses.

    La idea de los premios y de los castigos de ultratumba

    surgi, como es evidente, para eliminar lo absurdo que a menudo se

    constata sobre la tierra y que hace que los virtuosos sufran y los

    viciosos gocen. Como seala E. Dodds, quizs surge la idea de la

    reencarnacin (metempsicosis) el traslado del alma de cuerpo en

    cuerpo como una explicacin de por qu sufren aquellos que

    parecen inocentes. En realidad, si cada alma tiene una vida previa y

    si existe una culpa original, nadie es inocente y todos expan culpas

  • 12

    de diversa gravedad, cometidas durante las vidas anteriores,

    adems de la culpa originaria: Y toda esta suma de padecimientos,

    en este mundo y en el otro, slo es una parte de la larga educacin

    del alma, que hallar su final definitivo en la liberacin del ciclo de

    nacimientos y en el retorno del alma a sus orgenes. Slo de este

    modo, y en relacin con el tiempo csmico, puede realizarse del todo

    para cada alma la justicia entendida en sentido arcaico, es decir,

    de acuerdo con la ley quien haya pecado, lo pagar (E. Dodds).

    Gracias a este nuevo esquema de creencias, el hombre vea

    por primera vez que en s mismo se contraponan dos principios, que

    se hallaban en contraste y en lucha entre s: el alma (demonio) y el

    cuerpo (como tumba o lugar de expiacin del alma). Se resquebraja,

    por lo tanto, la visin naturalista; el hombre comprende que hay que

    reprimir algunas tendencias ligadas al cuerpo y se convierte en

    objetivo vital purificar de lo corpreo el elemento divino.

    No obstante, hay que tener en cuenta lo siguiente. Sin el

    orfismo es imposible explicar a Pitgoras, a Herclito o a

    Empdocles. Y, sobre todo, no se explicara una parte esencial del

    pensamiento de Platn y, luego, de toda la tradicin que se deriva de

    Platn, lo cual significa que no se explicara una parte notable de la

    filosofa antigua, como tendremos ocasin de ver ms adelante con

    mayor detenimiento.

    Es necesario formular una ltima advertencia. Los griegos no

    tuvieron libros sagrados, considerados como resultado de una

    revelacin divina. Por consiguiente, no poseyeron una dogmtica fija

    e inmodificable. Los poetas, como hemos visto, actuaron en calidad

    de vehculo difusor de sus creencias religiosas. Ademsy esto

    constituye una consecuencia adicional de la ausencia de libros

    sagrados y de una dogmtica fija en Grecia no pudo ni siquiera

    subsistir una casta sacerdotal que custodiase el dogma (los

    sacerdotes griegos tuvieron una escasa relevancia y un poder

    reducidsimo porque, adems de no poseer la prerrogativa de

    conservar dogmas, tampoco se les atribuy la exclusividad en las

    ofrendas religiosas y en la realizacin de sacrificios).

    La carencia de dogmas y de personas encargadas de

    custodiarlos otorg una amplia libertad al pensamiento filosfico, que

    no hall obstculos como los que habra encontrado en

    comunidades orientales, donde la existencia de dogmas y de

    custodios de los dogmas habra provocado restricciones difcilmente

    superables. Por tal motivo, los estudiosos subrayan con toda justicia

    esta circunstancia favorable al nacimiento de la filosofa que se dio

    entre los griegos y que no tiene ningn paralelo en la antigedad.

    2.3. Las condiciones socio-poltico-econmicas que

    favorecieron el surgimiento de la filosofa

    Ya desde el pasado siglo, y sobre todo en el siglo actual, los

    historiadores tambin han puesto de relieve con justicia el hecho de

    la libertad poltica de la que se beneficiaron los griegos, en

  • 13

    comparacin con los pueblos orientales. El hombre oriental se vea

    obligado a una obediencia ciega al poder religioso y poltico. Ya

    hemos mencionado la gran libertad que posean los griegos en lo

    que respecta a la religin. Por lo que se refiere a la situacin poltica,

    la cuestin es ms compleja; sin embargo, cabe afirmar que tambin

    en este mbito los griegos gozaban de una situacin privilegiada, ya

    que por primera vez en la historia lograron crear instituciones

    polticas libres.

    Durante los siglos VII y VI a.C. Grecia sufri una

    transformacin considerable, desde el punto de vista

    socioeconmico. Antes era un pas primordialmente agrcola, pero a

    partir de entonces comenz a desarrollarse cada vez ms la

    industria artesana y el comercio. Se hizo necesario por lo tanto

    fundar centros de representacin comercial, que surgieron primero

    en las colonias jnicas, sobre todo en Mileto, y ms tarde en otras

    partes. Las ciudades se convirtieron en centros comerciales

    florecientes, lo cual provoc un notable aumento de la poblacin. La

    nueva clase de comerciantes y de artesanos logr paulatinamente

    una considerable fuerza econmica y se opuso a la concentracin

    del poder poltico que se hallaba en manos de la nobleza

    terrateniente. En las luchas. Que emprendieron los griegos para

    transformar las viejas formas aristocrticas de gobierno en las

    nuevas formas republicanas, seala E. Zeller, haba que reavivar y

    aplicar todas las fuerzas; la vida pblica abra el camino a la ciencia

    y el sentimiento de la joven libertad deba otorgar al carcter del

    pueblo griego un impulso del que la actividad cientfica no poda

    verse exenta. S, junto con la transformacin de las condiciones

    polticas y en una activa emulacin, se establecieron las bases de

    florecimiento artstico y cientfico de Grecia, no puede negarse la

    vinculacin existente entre ambos fenmenos; cabalmente, en los

    griegos por completo y de la manera ms caracterstica la

    cultura es aquello que siempre ser en la vida saludable de un

    pueblo, es decir, ser al misino tiempo fruto v condicin de la

    libertad.

    Empero hay que sealar un hecho muy importante, que

    confirma a la perfeccin lo que acabamos de decir: la filosofa

    nacin en las colonias antes que en la metrpoli y, ms

    exactamente, primero en las colonias de Oriente, en el Asia Menor

    (en Mileto), e inmediatamente despus en las colonias de Occidente,

    en Italia meridional. A continuacin, se traslad a la metrpoli. Esto

    sucedi as porque las colonias, gracias a su laboriosidad y a su

    actividad comercial, alcanzaron primero un bienestar y, debido a la

    lejana de la metrpoli, pudieron establecer instituciones libres antes

    que sta. Las ms favorables condiciones socio-poltico-econmicas

    de las colonias, junto con los factores sealados en los pargrafos

    precedentes, fueron los que permitieron que la filosofa surgiese y

    floreciese en ellas. Luego, una vez que hubo pasado a la metrpoli,

    alcanz sus cimas ms altas en Atenas, esto es, en la ciudad en que

    floreci la mayor libertad de que hayan disfrutado los griegos. Por lo

    tanto la capital de la filosofa griega fue la capital de la libertad

  • 14

    griega.

    Queda por mencionar un ltimo elemento. Al constituirse y

    consolidarse la polis, es decir, la ciudad-estado, el griego no

    consider que este fenmeno comportase una anttesis o una traba

    a su propia libertad; por lo contrario se vio llevado a tomarse

    esencialmente a s mismo como ciudadano. Para los griegos el

    hombre lleg a coincidir con el ciudadano mismo. As, el Estado se

    convirti en el horizonte tico del hombre griego y sigui sindolo

    hasta la poca helenstica. Los ciudadanos sintieron los fines del

    Estado como sus propios fines, el bien del Estado como su propio

    bien, la grandeza del Estado como la propia grandeza y la libertad

    del Estado como la propia libertad.

    Si no se tiene presente esto, no se puede entender gran

    parte de la filosofa griega, en particular la tica y toda la poltica en

    la poca clsica, y ms tarde la compleja evolucin de la poca

    helenstica.

    Despus de estas indicaciones preliminares, estamos en

    condiciones de hacer frente a la definicin de concepto griego de

    filosofa.

    3. EL CONCEPTO Y LA FINALIDAD DE LA FILOSOFA

    ANTIGUA

    3.1. Los rasgos esenciales de la filosofa antigua

    La tradicin afirma que fue Pitgoras el creador del trmino

    filo-so-fa, lo cual resulta verosmil, si bien no es algo comprobado

    desde el punto de vista histrico. Sin duda el trmino fue acuado

    por un espritu religioso, que presupona que slo a los dioses les

    era posible una Sofa (una sabidura), es decir, una posesin cierta y

    total de la verdad, mientras que consideraba que al hombre slo le

    era posible una tendencia a la Sofa, una continuada aproximacin a

    la verdad, un amor al saber jams del todo satisfecho, de donde

    surge precisamente el nombre de filo-Sofa, amor a la sabidura

    Oue entendieron los griegos, en esencia, al hablar de esta

    amada sabidura?

    Desde el momento en que naci, la filosofa asumi de un

    modo terminante las tres caractersticas siguientes, que hacen

    referencia a a) su contenido, b) su mtodo, y c) su objetivo.

    a) en lo que concierne al contenido, la filosofa se propone

    explicar la totalidad de las cosas, es decir toda la realidad sin

    exclusin de partes o de momentos.

    Por lo tanto, la filosofa se distingue de las ciencias

    particulares, que precisamente se llaman as porque se limitan a

    explicar partes o sectores de la realidad, grupos de cosas o de

    fenmenos. La pregunta de aquel que fue y que es considerado

    como el primero de los filsofos, cul es el principio de todas las

    cosas? ya nos muestra la plena adquisicin de este aspecto. En

    consecuencia la filosofa se propone como objeto la realidad y el ser

  • 15

    en su conjunto. Y veremos que a la realidad y al ser en su conjunto

    se llega mediante el descubrimiento del primer principio, esto es, el

    primer porqu de las cosas.

    b) En lo que concierne al mtodo, la filosofa aspira a ser una

    explicacin puramente racional de aquella totalidad que se plantea

    como objeto, en filosofa resulta vlido el argumento de razn, la

    motivacin lgica, el logos. A la filosofa no le basta con constatar o

    comprobar datos de hecho, reunir experiencias: la filosofa debe ir

    ms all del hecho, ms all de las experiencias, para hallar la causa

    o las causas, precisamente a travs de la razn.

    Este es el carcter que confiere cientificidad a la filosofa. Se

    dir que este rango tambin es comn a las dems ciencias, que en

    cuanto tales minea son una mera comprobacin emprica, sino en

    todos los casos una bsqueda de causas y de razones. La diferencia

    reside en el hecho de que, mientras que las ciencias particulares son

    investigaciones racionales de realidades particulares o de sectores

    particulares, la filosofa, como ya se ha dicho, es investigacin

    racional de toda la realidad (del principio o de los principios de toda

    la realidad). Con esto queda aclarada la diferencia entre filosofa,

    arte y religin. Tambin el arte y las grandes religiones aspiran a

    captar el sentido de la totalidad de lo real, pero aqul lo hace

    mediante el mito y la fantasa, y stas, a travs de la creencia y de la

    fe (como hemos dicho anteriormente). En cambio la filosofa busca la

    explicacin de la totalidad de lo real precisamente con el logos.

    c) El objetivo o la finalidad de la filosofa, por ltimo, reside

    en el puro deseo de conocer y de contemplar la verdad/ En definitiva

    la filosofa griega constituye un amor desinteresado a la verdad.

    Segn Aristteles, los hombres al filosofar buscaban el conocer con

    la finalidad de saber y no para conseguir una utilidad prctica. De

    hecho la filosofa nace nicamente despus que los hombres han

    solucionado los problemas fundamentales de la subsistencia y se

    han liberado de las necesidades materiales ms urgentes. Es

    evidente, puesconcluye Aristteles, que no buscamos la filosofa

    por algn provecho que le sea ajeno a sta y ms bien es evidente

    que, al igual que llamamos hombre libre a aquel que es un fin en s

    mismo y que no est sojuzgado por otros, asimismo slo sta, entre

    todas las dems ciencias, recibe el nombre de libre: slo ella es fin

    en s misma. Es fin en s misma porque tiene como punto de mira la

    verdad buscada, contemplada y disfrutada como tal. Se entiende,

    por lo tanto, la afirmacin de Aristteles: Todas las dems ciencias

    sern ms necesarias que esta, poro ninguna ser superior. Tal

    afirmacin fue compartida por toda la filosofa griega.

    Se impone, empero, una reflexin. La contemplacin que es

    peculiar de la filosofa griega no equivale a un otium vaco. Es

    verdad que no se halla sometida a fines utilitarios, pero posee una

    relevancia moral e incluso poltica de primer orden. Resulta evidente

    que al contemplar el todo cambian necesariamente todas las

    perspectivas acostumbradas, se transforma la visin del significado

    de la vida humana y aparece una nueva jerarqua de valores. La

  • 16

    verdad contemplada revela una enorme energa moral y, como

    veremos, precisamente sobre la base de esta energa moral, Platn

    construir su Estado ideal. Ms adelante estaremos en condiciones

    de desarrollar y aclarar estos conceptos.

    Mientras tanto se hace manifiesta la absoluta originalidad de

    esta creacin griega. Tambin los pueblos orientales poseyeron una

    sabidura que trataba de interpretar el sentido de todas las cosas (el

    sentido del todo) y que careca de finalidades pragmticas. No

    obstante, dicha sabidura estaba caracterizada por representaciones

    fantsticas y mticas, lo cual la asimilaba a la esfera del arte, de la

    poesa o de la religin. En conclusin, el gran descubrimiento de la

    filo-Sofa griega reside en haber intentado esta aproximacin al todo

    apelando nicamente a la razn (al logos) y al mtodo racional. Tal

    descubrimiento ha condicionado estructuralmente, y de modo

    irreversible, a todo el Occidente.

    3.2. La filosofa como necesidad primaria de la mente

    humana

    Sin embargo, cabe preguntar: por qu ha sentido el hombre

    la necesidad de filosofar? Los antiguos respondan que dicha

    necesidad pertenece, de manera estructural, a la naturaleza misma

    del hombre: Todos los hombresescribe Aristtelespor

    naturaleza aspiran al saber. Ms an: El ejercitar la sabidura y el

    conocer son deseables en s mismos para los hombres: no es

    posible vivir como hombres sin tales cosas. Y los hombres tienden

    al saber porque se sienten llenos de asombro o de admiracin,

    afirman Platn y Aristteles: Los hombres han comenzado a

    filosofar, tanto ahora como en los orgenes, debido a la admiracin:

    al principio quedaban admirados ante las dificultades ms sencillas,

    pero despus, avanzando poco a poco, llegaron a plantear

    problemas cada vez mayores, como los problemas referentes a los

    fenmenos de la luna, del sol y de los astros, y luego, los problemas

    referentes al origen de todo el universo.

    En consecuencia la raz de la filosofa consiste en esta

    admiracin, que surge en el hombre que se enfrenta con el Todo y

    se pregunta cul es el origen y el fundamento de ste, y qu lugar

    ocupa l mismo en este universo. As, la filosofa es algo inevitable e

    irrenunciable, precisamente porque es inevitable la admiracin ante

    el ser, al igual que es irrenunciable la necesidad de satisfacerla.

    Por qu existe este todo? De dnde ha surgido? Cul es

    su razn de ser? Se trata de problemas que equivalen al siguiente

    interrogante: por qu existe el ser y no la nada? Un caso particular

    de este problema general es la pregunta: por que existe el hombre?

    Por qu existo yo?

    Como es evidente, se trata de problemas que el hombre no

    puede dejar de plantearse, problemas que, en la medida en que

    sean rechazados, desacreditan a quien los rechaza. Y son

    problemas que conservan su propio sentido especfico, aun despus

  • 17

    del triunfo de las ciencias particulares modernas, porque ninguna de

    estas ha sido creada para resolverlos. Las ciencias solo responden a

    preguntas sobre una parte pero no a preguntas sobre el sentido del

    todo.

    Por estas razones podremos repetir junto con Aristteles

    que, no slo en los orgenes, sino ahora y siempre, tiene sentido la

    vieja pregunta acerca del todo y tendr sentido mientras el hombre

    experimente admiracin ante el ser de las cosas y ante su propio

    ser.

    3.3. Los problemas fundamentales de la filosofa antigua

    En un principio la totalidad de lo real fue vista como physis

    (naturaleza) y como cosmos, lo cual hizo que el problema filosfico

    por excelencia fuese el cosmolgico. Los primeros filsofos, que

    recibieron precisamente el nombre de fsicos, naturalistas o

    cosmlogos, se plantearon los siguientes problemas: cmo surge el

    cosmos? Cules son las fases y los momentos de su gnesis?

    Cules son las fuerzas originarias que intervienen?

    Sin embargo, con los sofistas se modifica la situacin. Entra

    en crisis la problemtica del cosmos y la atencin se centra en el

    hombre y en su virtud especfica. Nacer as la problemtica moral.

    Gracias a las grandes construcciones sistemticas del siglo

    IV a.C. la temtica filosfica se enriquecer an ms,

    diferencindose determinados mbitos de problemas (vinculados con

    la problemtica del todo) que ms tarde, a lo largo de toda la historia

    de la filosofa, continuarn siendo puntos de referencia

    paradigmticos.

    Platn descubrir y tratar de demostrar que la realidad o el

    ser no son de un nico gnero y que adems del cosmos sensible

    existe tambin una realidad inteligible y que trasciende a lo sensible.

    Por lo tanto, descubrir lo que ms tarde se denominar

    metafsica (el estudio de aquellas realidades que trascienden a las

    realidades fsicas).

    Este descubrimiento llevar a Aristteles a distinguir entre

    una fsica propiamente dicha, como doctrina de la realidad fsica, y

    una metafsica, como doctrina de la realidad suprafsica, y as la

    fsica llegar a significar, de un modo estable, ciencia de la realidad

    natural y sensible.

    Tambin los problemas morales adquirirn un carcter

    especfico, distinguindose entre los dos momentos de la vida: la del

    individuo y la del hombre en colectividad. Nace as la distincin entre

    los problemas ticos en sentido estricto y los problemas ms

    estrictamente polticos (problemas que para los griegos seguirn

    estando vinculados entre s de un modo mucho ms estrecho que

    para nosotros, los hombres modernos).

    Con Platn y con Aristteles se plantearn de un modo

    estable los problemas (que ya haban sido discutidos por los filsofos

  • 18

    precedentes) de la gnesis y de la naturaleza del conocimiento, y los

    problemas lgicos y metodolgicos. En realidad dichos problemas

    constituyen una aplicacin ce aquel segundo rasgo que habamos

    considerado como propio de la filosofa, el mtodo de la

    investigacin racional. Cul es el camino que debe seguir el

    hombre para llegar a la verdad? Cul es la aportacin veritativa de

    los sentidos y cul la de la razn? Cul es la caracterstica de lo

    verdadero y de lo falso? Cules son las formas lgicas mediante

    las cuales el hombre piensa, juzga v razona? Cules son las reglas

    del pensar correctamente? Cuales son las condiciones para que un

    tipo de razonamiento pueda calificarse de cientfico?

    En conexin con el problema lgico-gnoseolgico nace

    tambin el problema de la determinacin de la naturaleza del arte y

    de lo bello, en la expresin y en el lenguaje artstico y, por lo tanto,

    aparecen lo que hoy llamamos problemas estticos. Relacionados

    con stos, surgen los problemas de la determinacin de la

    naturaleza de la retrica y del discurso retrico, es decir del discurso

    que se propone convencer, utilizando la capacidad de persuadir, que

    tanta importancia manifest en la antigedad.

    La filosofa protoaristotlica tratar estos problemas como

    algo definitivamente adquirido, dividindolos en tres grupos: 1)

    problemas fsicos (ontolgico-teolgico-fsico-cosmolgicos), 2)

    lgicos (y gnoseolgicos) y 3) morales.

    La ltima filosofa griega, que se desarrolla ya durante la era

    cristiana, acabar por responder a instancias mstico-religiosas, en

    consonancia con la mentalidad de la nueva poca.

    3.4. Las etapas y los perodos de la historia de la

    filosofa antigua

    La filosofa antigua griega y grecorromana posee una historia

    ms que milenaria. Se inicia en el siglo vi a.C. y llega hasta el 529

    d.C., ao en que el emperador Justiniano clausur las escuelas

    paganas y orden la dispersin de sus seguidores.

    A lo largo de este lapso pueden distinguirse los siguientes

    perodos:

    1. El perodo naturalista, caracterizado como ya se ha

    dicho por el problema de la physis y del cosmos, y que entre los

    siglos VI y V vio sucederse a los jnicos, los pitagricos, los

    eleticos, los pluralistas y los fsicos eclcticos.

    2. El perodo llamado humanista, que en parte coincide con

    la ltima etapa de la filosofa naturalista y con su disolucin, y que

    tiene como protagonistas a los sofistas y sobre todo a Scrates,

    quien por primera vez intenta definir la esencia del hombre.

    3. El momento de las grandes sntesis de Platn y de

    Aristteles, que coincide con el siglo iv a.C., caracterizado en

    especial por el descubrimiento de lo suprasensible y por la

    explicitacin y formulacin orgnica de diversos problemas

  • 19

    filosficos.

    4. A continuacin viene el perodo de las escuelas

    helensticas, que abarca desde la gran conquista de Alejandro

    Magno hasta el final de la era pagana y que, adems del

    florecimiento del cinismo, contempla la aparicin de los grandes

    movimientos de epicuresmo, el estoicismo, el escepticismo y la

    posterior difusin del eclecticismo.

    5. El perodo religioso del pensamiento antiguo pagano,

    como ya se ha sealado, se desarrolla casi por completo durante la

    poca cristiana y se caracteriza sobre todo por un grandioso

    renacimiento del platonismo, que culminar con el movimiento

    neoplatnico. El nuevo florecimiento de las dems escuelas estar

    condicionado de diversas formas por el mismo platonismo.

    6. Durante este perodo nace y se desarrolla el pensamiento

    cristiano, que se propone formular racionalmente el dogma de la

    nueva religin y Definirlo a la luz de la razn con categoras

    procedentes de los filsofos griegos.

    Filn de Alejandra llevar a cabo un primer intento de

    sntesis entre el Antiguo Testamento y el pensamiento griego, pero

    no tenda continuadores. La victoria de los cristianos implicar

    bsicamente una reflexin sobre el mensaje evanglico, a la luz de

    las categoras de la razn. Sin embargo, esta coyuntura del

    pensamiento griego no constituye una coronacin del pensamiento

    griego, sino que indica ms bien la entrada en crisis y la superacin

    de la forma de pensar de los griegos, preparando as la civilizacin

    medieval y las bases de lo que ser el pensamiento cristiano

    europeo. En consecuencia, este momento del pensamiento, aunque

    se (cngan muy en cuenta los vnculos que posee con la ltima fase

    del pensamiento pagano que se desarrolla de modo simultneo,

    debe estudiarse en si mismo, en cuanto pensamiento antiguo

    cristiano, y hay que considerarlo atentamente, en los nuevos mbitos

    que ocupa, como premisa y fundamento del pensamiento y la

    filosofa medievales.

  • 20

    PARTE SEGUNDA

    LA APARICIN DEL PENSAMIENTO FILOSFICO

    LOS NATURALISTAS PRESOCRTICOS

    Las cosas visibles son un vislumbre de lo invisible.

    Demcrito y Anaxgoras

    CAPTULO II

    LOS NATURALISTAS O FILSOFOS DE LA PHYSIS

    1. LOS PRIMEROS JNICOS Y EL PROBLEMA DEL

    PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS

    1.1. Tales de Mileto

    El pensador que segn la tradicin da comienzo a la filosofa

    griega es Tales, que vivi en Mileto de Jonia, probablemente durante

    las ltimas dcadas del siglo VII y la primera mitad del VI a.C.

    Adems de filsofo fue cientfico y prudente poltico. No se sabe que

    haya escrito ningn libro. Conocemos su pensamiento nicamente a

    travs de la tradicin oral indirecta.

    Tales fue el iniciador de la filosofa de la physis, al afirmar

    por vez primera que existe un nico principio originario, causa de

    todas las cosas que son, y sostuvo que dicho principio es el agua.

    Tal proposicin es importantsima, como veremos de inmediato, y

    con todo derecho podra calificarse como la primera proposicin

    filosfica de la que acostumbra a llamarse civilizacin occidental (A.

    Maddalena). La exacta comprensin de esta proposicin permitir

    entender la gran revolucin efectuada por Tales, que llev a la

    creacin de la filosofa.

    Principio (arkhe) no es un trmino utilizado por Tales

    (quizs lo introdujo su discpulo Anaximandro, pero algunos piensan

    que tiene su origen an ms tardo), si bien es el que sin duda

    expresa mejor que ningn otro el concepto de aquel quid del cual

    proceden todas las cosas, el principio, indica Aristteles en su

    exposicin acerca del pensamiento de Tales y de los primeros

    fsicos, es aquello de lo cual proceden originariamente y en lo cual

    acaban por resolverse todos los seres, es una realidad que

    permanece idntica durante la transmutacin de sus afecciones es

    decir una realidad que contina existiendo inmutada, a travs del

    proceso generador de todas las cosas.

    Por tanto el principio es: a) la fuente y el origen de todas las

    cosas, b) la desembocadura o el trmino ltimo de todas las cosas y

    c) el respaldo permanente que rige todas las cosas (la substancia,

    diremos ms adelante, apelando a una denominacin posterior). En

    pocas palabras el principio puede definirse como aquello de lo cual

    provienen, aquello en lo que araban v aquello por lo cual son y

    subsisten todas las cosas.

  • 21

    Estos primeros filsofos si no el propio Tales

    denominaron este principio con el trmino physis, que significa

    naturaleza, no en el sentido moderno de trmino, sino en el

    sentido originario de realidad primera y fundamental, es decir

    aquello que resulta primario, fundamental y persistente, en

    oposicin a lo que es secundario, derivado y transitorio (I. Burnet).

    Por tanto, han sido llamados fsicos o naturalistas

    aquellos filsofos que, a partir de Tales y hasta el siglo V a.C.,

    indagaron acerca de la physis. En consecuencia slo es posible

    comprender el horizonte mental do estos primeros filsofos si

    recobramos la acepcin arcaica del trmino y captamos

    adecuadamente la peculiaridad que la distingue de la acepcin

    moderna.

    Hay que aclarar ahora el sentido de la identificacin del

    principio con el agua y sus consiguientes implicaciones.

    La tradicin indirecta afirma que Tales dedujo tal conviccin

    de la constatacin de que el sustento de todas las cosas es

    hmedo, las simientes y los grmenes de todas las cosas poseen

    una naturaleza hmeda y por consiguiente la desecacin total

    provoca la muerte. Puesto que la vida est ligada a la humedad y la

    humedad presupone el agua, sta ser el manantial ltimo de la vida

    y de todas las cosas. Todo proviene del agua, todo sustenta la

    propia vida mediante el agua y todo finaliza, a su vez, en el agua.

    Ya en la antigedad hubo quienes trataron de reducir el

    alcance de estas afirmaciones de Tales, considerando como

    antecedentes suyos las afirmaciones de quienes por ejemplo

    Homero y otros consideraron al Ocano y a Tetis como padre y

    madre respectivamente de las cosas. Asimismo algunos. Recordaron

    la creencia segn la cual los dioses juraban sobre la Estigia (laguna

    de los infiernos y, por lo tanto, agua), sealando que aquello sobre lo

    cual se jura constituye precisamente lo primero y lo supremo (el

    principio). Sin embargo es muy clara la diferencia entre la postura de

    Tales y estas otras que acabamos de mencionar. Tales basa sus

    afirmaciones en el puro razonamiento, en el logos, y los otros en

    cambio se basaban en la imaginacin y en el mito. Aqul presenta

    una forma de conocimiento que procede de argumentaciones

    racionales, mientras que estos slo aducen creencias fantstico-

    poticas. Por lo dems, el nivel de racionalidad al que ya se haba

    elevado Tales, tanto en general como en particular, lo demuestra el

    hecho de haber investigado los fenmenos celestes hasta el punto

    de predecir (ante el estupor de sus conciudadanos) un eclipse,

    quizs el del 585 a.C. Tambin se halla ligado con su nombre un

    teorema clebre de la geometra.

    No se debe creer, empero, que el agua de Tales consiste en

    el elemento fsico-qumico que bebemos. El agua de Tales hay que

    considerarla de una manera totalizante, como aquella physis lquida

    originaria, de la que todo se deriva y de la que el agua que bebemos

    no es ms que una de sus mltiples manifestaciones. Tales es un

    naturalista en el sentido antiguo del trmino y no un materialista en el

  • 22

    sentido moderno y contemporneo. En la prctica su agua llegaba a

    coincidir con lo divino. Dios, deca es la cosa ms antigua, porque

    no es generado, es decir, porque es principio. Se introduce as

    una nueva concepcin de Dios: se trata de una concepcin en la

    que predomina la razn y que se halla destinada como tal a

    eliminar muy pronto todos los dioses del politesmo fantstico-

    potico de los griegos.

    Y cuando Tales afirmaba adems que todo est lleno de

    dioses, quera decir que todo est penetrado por el principio

    originario. Puesto que el principio originario es vida, todo est vivo y

    todo tiene un alma (panpsiquismo). Adujo el ejemplo del imn que

    atrae el hierro como prueba de la universal animacin de las cosas

    (la fuerza del imn es una manifestacin de su alma, de su vida).

    Con Tales el logos humano se introduce con seguridad en la

    senda de la conquista de la realidad en su integridad (el problema

    del principio de todas las cosas) y en algunas de sus partes

    (aquellas que constituyen el objeto de las ciencias particulares, que

    es la denominacin que hoy les damos).

    1.2. Anaximandro de Mileto

    Anaximandro, nacido hacia el final del siglo vn a.C. y muerto

    a principios de la segunda mitad del siglo vi, fue probablemente

    discpulo de Tales. Compuso un tratado Sobre la naturaleza, del cual

    nos ha llegado un fragmento. Constituye el primer tratado filosfico

    de Occidente y el primer escrito en prosa de los griegos. Se haba

    vuelto necesaria una nueva forma de composicin literaria ya que el

    logos deba quedar libre de las cadenas de la mtrica y del verso,

    para responder con plenitud a sus propias exigencias. Anaximandro

    intervino ms activamente an que Tales en la vida poltica. Se nos

    narra, adems, que comand la colonia que emigr desde Mileto a

    Apolonia.

    Con Anaximandro se profundiza en la problemtica del

    principio. Considera que el agua ya es algo derivado y que el

    principio (arkhe) consiste en cambio en lo infinito, es decir en una

    naturaleza (physis) in-finita e in-definida, de la cual provienen

    absolutamente todas las cosas que son.

    El trmino utilizado por Anaximandro es a-peirn, que

    significa aquello que carece de lmites tanto externos (lo que es

    espacialmente y, por tanto, cuantitativamente infinito) como internos

    (lo que es cualitativamente indeterminado). Precisamente porque no

    est limitado cuantitativa y cualitativamente, el principio apeiron

    puede dar origen a todas las cosas, de limitndose en diversas

    formas. Este principio abraza y circunda, gobierna y rige todo,

    porque en tanto que de-limitacin y de-terminacin suya, todas las

    cosas se generan de l, con-sisten y son en l.

    Esto infinito aparece como lo divino, porque es inmortal e

    indestructible Anaximandro no slo atribuye aqu a su principio las

    prerrogativas que Homero y la tradicin antigua atribuan a los

  • 23

    dioses, esto es, la inmortalidad v el rigor v gobernarlo todo, sino que

    va ms all, especificando que la inmortalidad del principio debe ser

    tal que no admita un fin, pero tampoco un inicio. Las antiguas

    deidades no moran, pero nacan. En cambio lo divino de

    Anaximandro no nace, al igual que no mucre. De este modo, como

    se ha sealado a propsito de Tales, queda socavada la base en

    que se apoyan las teogonas, es decir, las genealogas de los

    dioses en el sentido utilizado por la mitologa tradicional griega.

    As se comprende an mejor lo que antes hemos afirmado.

    Estos primeros filsofos presocrticos son naturalistas en el sentido

    de que no contemplan lo divino (el principio) como algo distinto del

    mundo, sino como la esencia del mundo. Sin embargo no tienen

    ninguna relacin con concepciones de tipo materialista ateo.

    En Anaximandro, pues, Dios se convierte en el principio,

    mientras que los dioses se convierten en los mundos, los universos

    que como veremos son muy numerosos; stos, en cambio,

    nacen y perecen de forma cclica.

    Tales no se haba planteado la pregunta acerca de cmo y

    por qu tocias las cosas proceden del principio. Anaximandro s se la

    plantea y el fragmento de su tratado que ha llegado hasta nosotros

    contiene la respuesta a este problema: All donde las cosas

    encuentran su nacimiento, tambin se lleva a cabo su disolucin, de

    acuerdo con la necesidad; recprocamente se sufre la pena y se

    paga la culpa de la injusticia, segn el orden del tiempo.

    Anaximandro probablemente pensaba que el mundo est

    constituido por una serie de contrarios, y que stos tienden a

    atropellarse el uno al otro (calor y fro, sequedad y humedad, etc.).

    La injusticia consistira precisamente en este atropello. El tiempo es

    visto como un juez, en cuanto asigna un lmite a cada uno de los

    contrarios, acabando con el predominio de uno sobre otro, y

    viceversa. Como es obvio, no slo es injusticia la alternancia de los

    contrarios, sino tambin el ejercicio mismo de los contrarios, puesto

    que para cada uno de ellos nacer implica de inmediato

    contraponerse al otro contrario. Y dado que el mundo nace de la

    escisin de los contrarios, en esto reside la primera injusticia, que

    habr que expiar mediante la muerte (el fin) del mundo mismo, que

    ms tarde volver a nacer de acuerdo con determinados ciclos

    temporales, indefinidamente.

    Existe por lo tanto, tal como algn especialista ha sealado

    con precisin, una doble injusticia y por consiguiente una doble

    necesidad de expiacin: a) por una parte, que el mundo haya nacido

    a travs de la escisin en opuestos de la unidad del principio, y b)

    por otra, el intento que despus de la escisin lleva a cabo cada

    uno de los opuestos de usurpar, lleno de odio hacia el otro, la

    condicin de nico superviviente y dominador, que sera al mismo

    tiempo una usurpacin del lugar y de los derechos de lo divino,

    inmortal e indestructible (R. Mondolfo). Parece innegable que en

    esta concepcin (como han sealado muchos autores) se han

    filtrado nociones religiosas de talante rfico. Ya hemos indicado que

  • 24

    para el orfismo resulta central la idea de una culpa originaria y de la

    expiacin de sta y, por lo tanto, el concepto de una justicia

    equilibradora. Con relacin a este punto el logos de Anaximandro

    toma en prstamo su idea central de las representaciones religiosas.

    Su discpulo Anaxmenes, como veremos, intentar ofrecer una

    respuesta puramente racional a este problema.

    Al igual que el principio es infinito, tambin son infinitos los

    mundos, como va se ha sealado, en el sentido de que este mundo

    nuestro es uno ms en la serie de mundos que lo han precedido y

    que lo seguirn (dado que cada mundo nace, vive v mucre), v en el

    sentido de que nuestro mundo coexiste al mismo tiempo con una

    serie infinita de otros mundos (y todos ellos nacen y mueren de

    forma anloga).

    A continuacin expondremos cmo explica Anaximandro la

    gnesis del cosmos. Los dos primeros contrarios fundamentales el

    calor y el fro se generaron mediante un movimiento, que es

    eterno. El fro, elemento de origen lquido, habra sido en parte

    transformado en aire, por el fuego-calor que formaba la esfera

    circundante. La esfera del fuego se habra dividido en tres partes,

    dando origen a la esfera del sol, la de la luna y la de los astros. El

    elemento lquido se habra congregado en las cavidades de la tierra,

    constituyendo los mares.

    La tierra, a la que se atribuye una forma cilndrica,

    permanece suspendida sin que nada la sostenga, pero se mantiene

    en su lugar debido a la igual distancia entre todas sus partes, es

    decir, por una especie de equilibrio de fuerzas. Del elemento lquido,

    y por la accin del sol, nacieron los primeros animales de estructura

    elemental, de los que fueron poco a poco desarrollndose los

    animales ms complejos.

    El lector superficial se equivocara si juzgase estas opiniones

    como algo excesivamente pueril, ya que como hace tiempo han

    puesto en claro los expertos se trata de una visin notablemente

    anticipadora. Pinsese, por ejemplo, en la osada de representar la

    tierra sin necesidad de un sostn material (en Tales la tierra flotaba,

    es decir, se apoyaba sobre el agua) y regida por un equilibrio de

    fuerzas. Tngase en cuenta, adems, la modernidad de la idea de

    que la vida se haya originado mediante animales acuticos y el

    consiguiente traslucirse (aunque de forma extremo primitiva) de la

    nocin de evolucin de las especies vivientes. Esto es suficiente

    para dar a entender cunto haba avanzado el logos, ms all del

    mito.

    1.3. Anaxmenes de Mileto

    Tambin en Mileto vivi Anaxmenes, discpulo de

    Anaximandro, en el siglo vi a.C., de cuyo escrito Sobre la naturaleza

    en sobria prosa jnica nos han llegado tres fragmentos, adems

    de testimonios indirectos.

    Anaxmenes piensa que, en efecto, el principio debe ser

  • 25

    infinito, pero que hay que pensarlo como aire infinito, substancia

    area ilimitada. Escribe: Al igual que nuestra alma (es decir, el

    principio que da la vida), que es aire, nos sostiene y nos gobierna,

    as el soplo y el aire abrazan todo el cosmos. Ms an: El aire

    est cerca de lo incorpreo (en el sentido de que no tiene forma ni

    lmites como los cuerpos y es invisible), y puesto que nosotros

    nacemos gracias a su flujo, es preciso que sea infinito y rico, para

    que jams desaparezca. El motivo por el cual Anaxmenes

    conceba el .me como lo divino es algo evidente, basndonos en lo

    que hemos dicho antes a propsito de los dos milesios anteriores.

    En cambio queda por aclarar la razn por la que

    Anaxmenes eligi como principio el aire. Obviamente experimentaba

    la necesidad de introducir una physis que permitiese deducir de ella

    todas las cosas de un modo ms lgico y ms racional que el

    empleado por Anaximandro. En efecto, por su naturaleza

    extremadamente mvil, el aire se presta muy bien (bastante ms que

    lo infinito de Anaximandro) a ser concebido como en movimiento

    perenne. Adems el aire se presta mejor que cualquier otro

    elemento a las variaciones y las transformaciones necesarias para

    dar origen a las diversas cosas. Al condensarse se enfra y se

    convierte en agua y luego en tierra, y al lentificarse, se calienta y se

    convierte en fuego. Un terminante testimonio antiguo nos relata:

    Anaxmenes dice que el fro es la materia que se contrae y se

    condensa, mientras que el calor es la materia dilatada y lentificada

    (precisamente sta es la expresin que utiliza). Por eso, no sin razn

    segn Anaxmenes se dice que el hombre deja salir de su boca

    el calor y el fro: la respiracin se enfra si los labios apretados la

    comprimen, pero en cambio si sale de la boca abierta se calienta por

    la dilatacin.

    Por consiguiente la variacin cuantitativa de tensin de la

    realidad originaria da origen a todas las cosas. En cierto sentido

    Anaxmenes representa la manifestacin ms rigurosa y ms lgica

    del pensamiento de la Escuela de Mileto, porque con el proceso de

    condensacin y enrarecimiento se introduce la causa dinmica de la

    que Tales an no haba hablado y que Anaximandro haba

    determinado apelando exclusivamente a concepciones rficas.

    Anaxmenes suministra as una causa en perfecta armona con el

    principio y, en consecuencia, en pleno acuerdo con el significado de

    la physis. Se entiende por lo tanto que los pensadores siguientes se

    refieran a Anaxmenes como a la expresin paradigmtica y al

    modelo del pensamiento jnico. Cuando en el siglo v a.C. reviva este

    pensamiento como veremos ms adelante ser la physis del

    principio-aire de Anaxmenes la que inspire tal recuperacin.

    1.4. Herclito de feso

    Herclito vivi entre los siglos VI y V a.C., en feso. Tena

    un carcter hurao y un temperamento esquivo y desdeoso. No

    quiso participar de ninguna forma en la vida pblica: Habindole

    rogado sus conciudadanos que promulgase leyes para la ciudad,

  • 26

    escribe una fuente antigua, se rehus, porque aqulla ya haba

    cado bajo el poder de la mala constitucin. Escribi un libro titulado

    Sobre la naturaleza, del cual nos han llegado numerosos

    fragmentos, constituido quizs por una serie de aforismos, y

    voluntariamente redactado de manera obscura, con un estilo que

    recuerda las sentencias de los orculos, para que se acercasen all

    slo aquellos que podan y el vulgo permaneciese alejado. Hizo

    esto con el propsito de evitar el menosprecio y las burlas de

    aquellos que, al, leer cosas aparentemente fciles, creen entender lo

    que en realidad no entienden. Debido a esto fue llamado Herclito

    el obscuro.

    Los milesios haban advertido el dinamismo universal de las

    cosas que nacen, crecen y mueren y del mundo, (o ms bien de los

    mundos que se hallan sometidos al mismo proceso.) Adems,

    haban considerado que el dinamismo era un rasgo esencial del

    principio que genera, rige y reabsorbe todas las cosas. Sin embargo,

    no haban elevado a nivel temtico. De un modo adecuado, este

    aspecto de la realidad. Y esto fue lo que hizo Herclito. Todo se

    mueve, todo fluye (panta rhei), nada permanece inmvil y fijo,

    todo cambia y se modifica sin excepcin. Podemos leer en dos de

    sus fragmentos ms famosos:.No podemos baarnos dos veces en

    el mismo ro y no se puede tocar dos veces una substancia mortal en

    el misino estado, sino que a causa de la impetuosidad y la velocidad

    de la mutacin, se dispersa y se recoge, viene y va; Bajamos y no

    bajamos al mismo rio, nosotros mismos somos y no somos.

    El sentido de estos fragmentos es claro: el ro es

    aparentemente siempre el mismo, mientras que en realidad est

    constituido por aguas siempre nuevas y distintas que llegan y se

    escabullen. Por eso, no se puede baar dos veces a la misma agua

    del ro, porque cuando se baja por segunda vez es otra agua la que

    est llegando; y tambin, porque nosotros mismos cambiamos y en

    el momento en que hemos acabado de sumergirnos en el no nos

    hemos convertido en alguien distinto al que ramos en el momento

    de comenzar a sumergirnos. De modo que Herclito puede afirmar

    con razn que entramos y no entramos en el mismo ro. Y tambin

    puede decir que somos y no somos, porque, para ser lo que somos

    en un momento determinado, debemos no-ser-ya aquello que

    ramos en el instante precedente. Igualmente, para continuar

    siendo, debemos de modo constante no-ser-ya aquello que somos

    en cada momento. Segn Herclito, esto se aplica a toda la realidad,

    sin excepcin alguna.

    Indudablemente, ste es el aspecto ms conocido de la

    doctrina de Herclito, que algunos de sus discpulos llevaron a

    lmites extremos, como en el caso de Cratilo, que reproch a

    Herclito el no haber sido lo bastante riguroso. De hecho, no slo no

    podemos baarnos dos veces en el mismo ro, sino que no podemos

    baarnos ni siquiera una vez, debido a la velocidad de la corriente

    (en el momento en que comenzamos a sumergirnos en el ro

    aparece ya otra agua y nosotros mismos antes de que se haya

    acabado la inmersin, por rpida que sta haya sido ya somos

  • 27

    otros, en el sentido antes explicado).

    Para Herclito, sin embargo, esto no es ms que una

    constatacin bsica, que sirve como punto de partida para

    posteriores inferencias aun ms profundas y audaces. El devenir, al

    que todo se ve obligado, se caracteriza por un continuo pasar desde

    un contrario al otro: las cosas fras se calientan, las calientes se

    enfran, las hmedas se secan, las secas se humedecen, el joven

    envejece, lo vivo muere, pero de lo que ha muerto renace otra vida

    joven, y as sucesivamente, Existe pues una guerra perpetua entre

    los contrarios que se van alternando. No obstante, puesto que las

    cosas slo adquieren su propia realidad en el devenir, la guerra

    (entre los opuestos) es algo esencial: La guerra es madre de todas

    las cosas y de todas las cosas es reina. Se trata, empero, de una

    guerra advirtase con cuidado, que, al mismo tiempo, es paz, y

    de un contraste que es, simultneamente, armona. El perenne fluir

    de las cosas y el devenir universal se revelan como una armona de

    contrarios, es decir, como una constante pacificacin entre

    beligerantes, un conciliarse entre contendientes (y viceversa):

    Aquello que es oposicin se concilia y de las cosas diferentes nace

    la ms bella armona, y todo se engendra por medio de contrastes;

    Ellos (los ignorantes) no entienden que lo que es diferente

    concuerda consigo mismo; armona de contrarios, como la armona

    del arco v de la lira. Solo enfrentan alternativamente los contrarios

    se otorgan de forma mutua un sentido especifico: La enfermedad

    convierte en dulce la salud, el hambre convierte en dulce la

    saciedad, y la fatiga convierte en dulce el descanso, ni siquiera se

    conocera el nombre de la justicia, si no existiese la ofensa.

    Y en la armona, coinciden los opuestos: el camino que sube

    y el camino que baja son un nico y mismo camino; en el circulo

    son comunes el fin y el principio; la misma cosa son el viviente y el

    muerto, el despierto y el durmiente, el joven y el viejo, porque estas

    cosas, al cambiarse, son aqullas, y a su vez aqullas, al cambiarse,

    son stas. As, todo es uno y del uno procede todo.

    Esta armona y unidad de los opuestos es el principio y, por

    lo tanto, Dios y lo divino: El Dios es da-noche, es invierno-verano,

    es guerra y paz, es saciedad y hambre.

    Hegel apreci a Herclito hasta el punto de incluir todas sus

    proposiciones en la Lgica. Sin embargo, como es evidente, la

    armona de los opuestos de Herclito se halla an muy lejos de la

    dialctica hegeliana y radica en la filosofa de la physis. En

    consecuencia, la identidad y la diversidad como han sealado con

    acierto los especialistas es la de la sustancia primordial, en todas

    sus manifestaciones (J. Burnet). En efecto, tanto los fragmentos

    que se conservan en su obra como la tradicin indirecta indican con

    claridad que Herclito ha elegido el fuego como principio

    fundamental y ha considerado que todas las cosas son transfor-

    maciones del fuego: Del fuego proceden todas las cosas, y el

    fuego, de todas, al igual que del oro las mercancas, y de las

    mercancas el oro; este orden, que es idntico para todas las

  • 28

    cosas, no lo cre ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que

    siempre ha sido y es y ser fuego eternamente vivo, que se

    enciende segn medida y segn medida se apaga. El motivo por el

    cual Herclito adjudic al fuego la naturaleza de todas las cosas es

    algo obvio: el fuego expresa de modo ejemplar las caractersticas de

    la mutacin continua, del contraste y de la armona. El fuego se halla

    en constante movimiento, es vida que vive de la muerte del

    combustible, es una continuada transformacin de ste en cenizas,

    en humo y en vapores, es como afirma Herclito de su Dios

    perenne necesidad y saciedad.

    Este fuego es como un rayo que gobierna todas las cosas;

    y lo que gobierna todas las cosas es inteligencia, es razn, es lagos,

    ley racional. As, al principio de Herclito se vincula expresamente la

    idea de inteligencia, que en los milesios slo quedaba implcita. Un

    fragmento particularmente significativo confirma la nueva posicin de

    Herclito: El Uno, el nico sabio, no quiere y quiere ser llamado

    Zeus. No quiere ser llamado Zeus, si por Zeus se entiende al dios

    con forma humana caracterstico de los griegos; quiere ser llamado

    Zeus, si por este nombre se entiende el Dios y el ser supremo.

    En Herclito emerge ya una serie de elementos

    concernientes a la verdad y al conocimiento. Es preciso estar en

    guardia con respecto a los sentidos, porque stos se detienen en la

    simple apariencia de las cosas. Y tambin es necesario guardarse

    de las opiniones de los hombres, que estn basadas sobre las

    apariencias. La Verdad consiste en captar ms all de los sentidos

    aquella inteligencia que gobierna todas las cosas. Herclito se sinti

    una especie de profeta de dicha inteligencia, lo cual explica que sus

    sentencias se asemejen a orculos y que sus palabras tengan un

    carcter hiertico.

    Hay que sealar una ltima idea. A pesar del planteamiento

    general de su pensamiento que lo llevaba a interpretar el alma

    como un fuego y, por lo tanto, a interpretar el alma sabia como la

    ms cerca y a identificar la necedad con humedad Herclito

    escribi una sentencia acerca del alma que se cuenta entre las ms

    bellas que han llegado hasta nosotros: Jams podrs hallar las

    fronteras del alma, por ms que recorras sus sendas tan profundo

    es su logos. Aunque se site en el mbito de un horizonte fsico,

    Herclito mediante la idea de la dimensin infinita del alma abre

    aqu u resquicio en direccin a algo que se encuentra ms all,

    algo no fsico. Se trata slo de un resquicio, sin embargo, aunque

    realmente genial.

    Herclito parece haber adoptado algunas ideas de los

    rficos, afirmando de los hombres lo que sigue: Inmortales

    mortales, mortales inmortales, viviendo la muerte de aqullos,

    muriendo la vida de aquellos. Esto parece expresar con lenguaje

    heraclitiano la idea rfica de que la vida del cuerpo es una

    mortificacin del alma y la muerte del cuerpo es vida para el alma.

    Al igual que los rficos, Herclito crea en castigos y premios

    despus de la muerte: Despus de la muerte aguardan a los

    hombres cosas que no esperan y que ni siquiera se imaginan. Sin

  • 29

    embargo, no podemos determinar en qu forma Herclito pona en

    relacin estas creencias rficas con su filosofa de la physis.

    2. LOS PITAGRICOS Y EL NMERO COMO PRINCIPIO

    2.1. Pitgoras y los llamados pitagricos

    Pitgoras naci en Samos. El punto culminante de su vida

    hay que situarlo alrededor del 530 a.C. y su muerte, a principios del

    siglo v a.C. Digenes Laercio, el ms famoso entre los antiguos

    autores de biografas de filsofos, resume as las etapas de su vida:

    Joven y vido en ciencia, abandon su patria y fue iniciado en

    todos los ritos mistricos, tanto en los griegos como en los brbaros.

    Luego fue a Egipto...; de all paso a conocer a los caldeos y a los

    magos. A continuacin en Creta con Epimnides entro en la caverna

    de Ida, pero tambin en Egipto haba entrado en los santuarios y

    haba aprendido los arcanos de la teologa egipcia. Desde all

    regres a Samos y, al hallar a su patria bajo la tirana de Policiales,

    se embarc hacia Crotona de Italia. All otorg leyes a los italiotas y

    logr una gran fama junto con sus seguidores, que en nmero de

    unos trescientos los administraban de manera ptima la cosa

    pblica, de modo que su gobierno fue casi una aristocracia. Los

    viajes a Oriente quizs fueron invenciones posteriores. En cambio es

    cierto que Crotona fue la ciudad donde actu primordialmente

    Pitgoras. Pero las doctrinas pitagricas tuvieron gran difusin en

    muchas otras ciudades de la Italia meridional v de Sicilia: desde

    Sbaris hasta Reggio, desde Locri hasta Metaponto, desde Agrigento

    hasta Catania. Adems de filosfico y religioso, como se ha visto, el

    influjo de los pitagricos tambin fue notable en el mbito poltico el

    ideal poltico consista en una forma de aristocracia basada en

    nuevos estamentos dedicados especialmente al comercio, que como

    hemos dicho antes, haban logrado en las colonias un nivel elevado,

    incluso antes que en la metrpoli. Se cuenta que los habitantes de

    Crotona, temiendo que Pitgoras quisiese convertirse en tirano de la

    ciudad.

    Incendiaron el edificio en el cual estaba reunido junto con

    sus discpulos. Segn algunas fuentes, Pitgoras habra muerto en

    tal circunstancia; segn otras, en cambio, habra logrado huir y

    habra muerto en Metaponto. A Pitgoras se le atribuyen muchos

    escritos, pero los que han llegado hasta nosotros como supuesta

    obra suya son falsificaciones de una poca posterior, es muy posible

    que su enseanza haya sido slo o primordialmente oral.

    Acerca del pensamiento originario de este filsofo, al igual

    que sobre los datos reales de su vida, poco podemos decir o casi

    nada en realidad. las numerosas Vidas de Pitgoras escritas con

    posterioridad no son histricamente vlidas, porque nuestro filsofo

    al poco tiem