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Para estudiar los Salmos Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
Para estudiar los Salmos 2 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
Iglesia Metodista de México, A. R.
Lámpara es a mis pies tu Palabra. Lecciones para el es-
tudio de el libro de los Salmos.
Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Presidente Nacional de Desarrollo Cristiano.
México D. F., Enero 2012.
Para estudiar los Salmos 3 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
Este símbolo está constituido por varios ele-
mentos:
La cruz —que ha representado al cristianis-
mo durante casi dos milenios— es símbolo
de la redención del ser humano y la victoria
de Cristo sobre el sufrimiento y la muerte.
Los rayos que salen detrás de la cruz repre-
sentan la iluminación y la gloria de Dios.
La llama que sale del libro y se enreda en la
cruz, representa la iluminación y presencia
del Espíritu de Dios.
El Libro representa la Palabra de Dios que
ha quedado registrada en las páginas de lo
que ahora nosotros conocemos como Biblia.
Y los siguientes son los versículos bíblicos
que orientan lo expuesto en estas lecciones:
Lámpara es a mis pies tu Palabra y lum-
brera a mi camino. Salmo 119:105
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, ente-
ramente preparado para toda buena
obra. 2Timoteo 3:16-17
Para estudiar los Salmos 4 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
En esta ocasión solamente estudiaremos los versícu-
los 1 al 18 del Salmo 139.
Este es un Salmo que se encuentra entre los llama-
dos lamentos o súplicas, donde se hace una petición
de auxilio ante alguna aflicción física o moral, o
cuando se solicita ayuda en momentos ca tales como
una sequía, una epidemia o una derrota militar.
Como podemos notar, este es un cán-
tico de David, el mayor autor en el
libro de los Salmos. Lo primero que
notamos es que David está dialogan-
do con Dios. De hecho, este es un
Salmo que nos habla de la presencia
total de Dios. ¡Dios está siempre y en
todo lugar!
Además, Dios también nos conoce
completamente, no hay algo de nues-
tra vida que pase inadvertida para
Dios.
Así que podemos comenzar con un
breve examen de la manera en que
concebimos la presencia de Dios en nuestras vidas:
¿Crees que hay algún lugar donde Dios no esté ahí
contigo? __________________________________
¿Crees que hay algo en tu mente o tu corazón que
Dios no pueda conocer? ______________________
Y si Dios está en todo lugar y conoce nuestros pen-
samientos al igual que nuestros sentimientos,
¿Cómo deberíamos conducirnos en todo lo que ha-
cemos, pensamos y sentimos? _________________
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El salmista comienza reconociendo que Dios nunca
ha estado ausente de su vida, que a pesar de cono-
cerlo perfectamente no lo ha abandonado ni lo re-
chaza. Algunas veces nosotros pensamos que si la
gente realmente nos conociera, no les gustaría lo
que somos. Y es que a veces escondemos de los de-
más aquellas cosas que sabemos que no son buenas
para nosotros ni para los demás (sensualidad, avari-
cia, ira, etc.).
Por eso, también a veces no deseamos ser sinceros
delante de Dios sobre nuestros problemas, tentacio-
nes y pecados. Quisiéramos presentar-
nos delante de Dios “sin mancha, ni
arruga”, para no “ofender su santi-
dad”. A pesar de tratar de esconderlos,
el problema es que Dios ya lo sabe
todo.
Sin embargo, el salmista expresa algo
completamente distinto en este poe-
ma: a pesar de que Dios nos conoce
completamente, ¡no nos rechaza!
¡Dios está a nuestro alrededor y “pone
su mano sobre nosotros”! (v. 5) ¡Esto
es asombroso!
v. 1-4. Tú me has examinado y conocido. El sal-
mista (David) sabe que Dios no considera importan-
te la apariencia externa de la persona, porque Dios
principalmente ve lo que hay en el corazón (1 Sa-
muel 16:7).
Hay un dicho que dice “como te ven, te tratan”. Y
esto incluso se refleja en la llamada de atención que
Santiago hace a los cristianos de su tiempo porque
favorecían a los creyentes ricos y despreciaban a los
pobres (Stg. 2:1-4).
PARA REFLEXIONAR
Pero… ¿Qué verá Dios en tu corazón? ¿Será
más importante que te vistas lujosamente o de
acuerdo con la moda, o que tu conducta mani-
fieste el fruto del Espíritu? (ver Gá. 5:22-23).
¿Cómo sería posible esto último en tu vida?
Para estudiar los Salmos 5 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
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¿Cómo ves tú a los demás? ¿Desde la perspectiva de
Dios o desde tu propia perspectiva (clasista, racista,
etc.)? ¿Cómo los verás de ahora en adelante?
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Dios no solamente conoce nuestros pensamientos
(v. 2) y los lugares donde hemos andado (v. 3), sino
que incluso conoce lo que diremos antes de que sal-
ga de nuestra boca (v. 4).
Pero esto no es para que andemos temerosos y cui-
dando compulsivamente dónde andaremos, lo que
pensaremos, haremos, o diremos. Sería demasiado
cansado (y hasta loco) tratar de vivir así.
Más bien, esto debería hacernos conscientes de la
constante presencia de Dios en todos los asuntos de
nuestra vida. En otras palabras, Dios nunca nos deja
solos, su cuidado es constante.
vv. 5-6. Me rodeaste… Sobre mi pusiste tu mano.
La RV 1909, usa la
palabra guarneciste,
en este pasaje, que
implica proteger. Así
que cuando el salmis-
ta dice que Dios está
con él constantemen-
te, no es porque se
esté entrometiendo en
algo que no le con-
cierne. Es para cuidar-
lo, para protegerlo. Al
rodearnos con su pre-
sencia sentimos su
mano sobre nuestra
vida en todo lo que
hacemos, deci-
mos, pensamos
y por los cami-
nos donde an-
damos.
... No lo puedo
comprender.
Cuando somos
conscientes de
que está a nuestro lado y nos protege, nos quedamos
asombrados porque en ocasiones no nos comporta-
mos como deberíamos delante de Dios. Por lo tanto,
¿no es sorprendente que Dios nos dedique tan gene-
rosa atención? ¿Acaso esto no es incomprensible
desde nuestros parámetros?
Sin embargo, es cierto. Y tenemos que aprender a
distinguir esa presencia en cada hecho de nuestra
vida. Saber que Dios está a nuestro alrededor nos
debe dar confianza y seguridad para que cualquier
tarea que realicemos (trabajo secular y/o ministerio
dentro de la iglesia) sea en el nombre de Dios y para
su gloria (Col. 3:17; 1 Co. 10:31; 1 Pedro 4:11).
PARA REFLEXIONAR
¿En que ocasiones experimentas la presencia
de Dios en tu vida? ¿Cómo se manifiesta su
cuidado y protección?
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´¿Cómo podrías compartir esta fe de la presencia
constante de Dios en la vida de las personas que te
rodean (familia, compañeros/as de trabajo, vecinos,
etc.), y hacerles notar la bondad que esto significa?
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Para estudiar los Salmos 6 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
vv. 7-12. ¿...a dónde huiré
de ti? De una forma muy par-
ticular, el salmista describe
las doctrinas de la omnipre-
sencia (Dios se encuentra
presente en todo lugar al mis-
mo tiempo), y la omniscien-
cia de Dios (sabe todas las
cosas reales y posibles).
¿Se puede huir, o se puede
uno esconder de Dios? De
hecho, esta es una pregunta
retórica. Es decir, la respuesta
es conocida, pero, al hacer la pregunta, el salmista
se induce a sí mismo a pensar y responderse lo que
ya sabe: ¡NO! Porque Dios está en todos los lugares
al mismo tiempo.
Y da su respuesta de manera muy descriptiva. ¿Se
puede uno esconder de Dios:
En los cielos?
En “el lugar de los muertos” (seol=localizado
en las profundidades de la tierra)?
En el extremo más alejado del mundo?
En las tinieblas de la noche?
Una vez más, la respuesta a todas esas opciones es:
¡NO! No hay un lugar en este mundo (o en el otro)
donde uno pueda librarse de la presencia de Dios.
PARA REFLEXIONAR
¿Alguna vez has tratado de huir de la presen-
cia de Dios? A veces queremos ignorarla,
otras la rechazamos, otras más la desconoce-
mos, algunas incluso la desdeñamos o rehuimos.
Pero, la verdad, es que nunca podremos escapar de
la presencia de Dios.
Existe un antiguo dicho que nos ayuda a compren-
der la omnipresencia de Dios: “puedes correr, pero
no te puedes esconder”. Un buen ejemplo es Jonás,
aquel profeta que corrió, pero no pudo huir de Dios.
Recordemos que para los israelitas, ¡Tarsis era el
extremo del mundo conocido en aquel entonces!
(ver Jonás 1:3).
¿Qué te ha tratado de separar del amor (presencia)
de Dios? Escribe tu respuesta y también de qué ma-
nera Dios te ha mostrado que nunca te deja (a pesar
de que a veces rechacemos ese cuidado suyo).
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...aun allí me guiará tu mano. En todos los luga-
res, en todas las condiciones en que nos encontre-
mos, a pesar de las circunstancias, ¡Dios está pre-
sente! Y no sólo eso, sino que incluso en medio de
nuestra situación y por alejados que nos hallemos,
¡estamos a su alcance y su mano nos guía!
Esta conclusión del salmista nos ayuda a reconocer
que nunca, nada ni nadie nos podrá separar de la
presencia, cuidado y amor de Dios. Esta verdad es la
que Pablo experimentó de una manera directa, y lue-
go describió de manera poética en su carta a los Ro-
manos 8:35-39. Por eso podemos decir:
Dios está siempre presente,
siempre Dios.
En todos los lugares, Dios;
en todas las condiciones o circunstancias, Dios;
en todos mis caminos y veredas, Dios;
en todas mis tristezas y alegrías, Dios;
en mi escases y mi abundancia, Dios;
en mis angustias y confianzas, Dios;
en todos mis peligros y seguridades, Dios.
Tu mano asiendo la frágil barca de mi vida,
Tu mano sosteniéndola,
Tu mano guiándola
para llevarla a puerto seguro.
En todo tiempo, en todo suceso,
siempre Dios... siempre Tú.
PARA REFLEXIONAR
¿Cómo podrías expresar el cuidado y la direc-
ción de Dios en tu vida?
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Para estudiar los Salmos 7 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
...lo mismo te son las tinieblas que la luz. El sal-
mista usa frases contundentes para declarar que in-
cluso en la más tremenda oscuridad la presencia de
Dios brilla. Dios es Señor de todo, no solamente de
la claridad y la luz, también lo es de las tinieblas.
Por eso, para Dios no hay diferencia entre obscuri-
dad y luz.
El salmista sigue diciendo lo mismo que en los ver-
sos anteriores: la presencia de Dios es constante,
inescapable y siempre nos rodea. Incluso en medio
de la más tremenda obscuridad ¡Dios brilla con su
presencia!
PARA REFLEXIONAR
Si Dios resplandece en medio de las tinieblas,
si para Dios verdaderamente no hay tinieblas,
si ni siquiera la obscuridad más profunda pue-
de ocultarnos de Dios, ¿de qué manera conducirás tu
vida de aquí en adelante?
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vv. 13-16. ...Mi embrión vieron tus ojos. El Sal-
mista reconoce que Dios nos conoce totalmente, in-
cluso mejor de lo que nos conocemos a nosotros
mismos.
Aunque antes se sabía que la criatura se formaba en
el vientre de la madre, en realidad no se conocían
todos los secretos de la concepción humana ni lo
que ello incluía. La expresión “aunque en oculto fui
formado y entretejido en lo más profundo de la tie-
rra”, describe de manera poética lo misterioso de la
concepción. Al igual que la tierra donde cae la semi-
lla, el vientre femenino era fértil pero guardaba ce-
losamente su secreto sobre cómo lo hacía.
Por otro lado, el salmista también intuye (percibir
claramente, sin necesidad de un razonamiento lógi-
co), que Dios ha estado a su lado desde la misma
concepción, que lo formó, que lo vio desarrollarse, y
que entonces no hay nada en nosotros que Dios no
conozca.
PARA REFLEXIONAR
Ahora que te das cuenta de que Dios ha esta-
do a tu lado y te ha cuidado desde que fuiste
concebido o concebida, ¿Cómo te sientes?
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Aunque a veces no pudiste ni percibirlo ni creer que
Dios estuviera a tu lado (especialmente en los mo-
mentos más difíciles), así fue. ¡Ha estado contigo
antes de que te dieras cuenta y nunca te ha dejado!
Cuando el salmista comprendió todo esto, surgió
una alabanza espontánea y entusiasta para Dios.
Ahora, sabiendo esto ¿de qué manera responderás al
cuidado y amor de este Dios que has estado desde el
inicio en tu vida?
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...En tu libro están escritas todas las cosas.
Al leer estas palabras, podríamos pensar que tene-
mos un “destino” ineludible e inalterable. Pero esa
sería una idea pagana, que propone que algunas
“fuerzas” actúan sobre las vidas de las personas y
acontecimientos de tal ma-
nera que no se puede hacer
nada para cambiarlos ni evi-
tarlos.
Lo que expresa el salmista
en este texto, no es ese tipo
de “destino” que ya está
“escrito”, que es inexorable,
y al que nos estaría some-
tiendo Dios. Más bien, al
usar la imagen del libro, el
salmista está asegurando
que la presencia y cuidado
de Dios son una realidad en
su vida, que lo ha visto día
tras día, ¡que en ninguna ocasión (por más difícil
Para estudiar los Salmos 8 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
que fuera) Dios ha esta-
do ausente!
Una vez más recorde-
mos lo que Pablo dijo
sobre la constante pre-
sencia y bondad de
Dios. Si sabemos que
Dios ha estado presente
en nuestra vida desde el
principio, si sabemos que Dios no nos deja sin im-
portar la situación en que nos encontremos, enton-
ces podemos decir con seguridad que “todas las co-
sas son para el bien de quienes aman a Dios” (Ro.
8:28). Es decir, en cada acontecimiento de nuestra
vida, Dios nunca falta.
Que Dios haya “escrito” cosas en su libro, tampoco
quiere decir que entonces nuestra vida ya esté
“programada” y por eso ahora tengamos que pasar
por ellas de manera forzosa. Más bien, el salmista
señala que ha visto, sentido, percibido a Dios en to-
dos sus caminos. El Salmo 23 (también escrito por
el rey David) es un buen testimonio de ello, porque
incluso al atravesar por “valles de sombra y de
muerte”: ¡Dios nunca lo dejó!
Para aclarar un poco más, ni el rapto, ni la violación,
ni la muerte trágica de alguien amado o algún acon-
tecimiento semejante, está “escrito” en el libro de
Dios, ni es el resultado de su voluntad.
La mayor parte de estas desgracias provienen de
catástrofes naturales (terremotos, huracanes, etc.);
provienen de la maldad o irresponsabilidad de otras
personas; o provienen de la intervención de fuerzas
malignas. El libro de Job es un buen ejemplo y algu-
nos pasajes del NT, como Lc. 13:1-4, son útiles para
aclarar algo sobre lo dicho. Porque, para Dios, in-
cluso la vida de los impíos es valiosa (Ez. 33:11;
18:21-23).
Así que, cuando estemos pasando por senderos obs-
curos y lóbregos… ¡recordemos que Dios está pre-
sente aunque no podamos distinguirlo y que su luz
resplandece en medio de las tinieblas!
Una vez que se declaró el fin de la Segunda Guerra
Mundial, en una de las paredes de un campo de con-
centración, se encontró escrita la siguiente frase:
Creo en el sol, aun cuando no brille
Creo en el amor, aun cuando no lo sienta
Creo en Dios, aun cuando esté en silencio.
¿Qué te dice esto sobre la presencia de Dios y la fe?
PARA REFLEXIONAR
¿Has atravesado por valles de “sombra y de
muerte”? ¿Has experimentado la presencia de
Dios en esos momentos? ¿Cuál ha sido el re-
sultado?
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vv. 17-18. ...Despierto, y aun estoy contigo. Para
entender mejor estos versículos, el Salmo 40:5
(también escrito por el rey David), es de gran ayuda.
Allí dice:
Has aumentado, Jehová, Dios mío, tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros.
No es posible contarlos ante ti.
Aunque yo los anunciara y hablara de ellos,
No podrían ser enumerados.
Esto nos ayuda a aclarar que no es que el autor esté
“pensando sobre Dios” y se quede extasiado por la
grandeza de esas revelaciones. Más bien, los pensa-
mientos de Dios a
los que se refiere,
son pensamientos
(bendiciones) que
Dios tiene para
con nosotros; que
además son mu-
chos, tal vez de-
masiados; y que,
anunciarlos, que
al hablar de ellos,
nos hace ver que
son preciosos.
Ahora hagamos el
ejercicio de co-
menzar a enume-
rar las bendicio-
nes que Dios ha
Para estudiar los Salmos 9 Pbro. Emmanuel Vargas Alavez
Área Nacional de Desarrollo Cristiano —IMMAR
derramado sobre nuestra vida. Por ejemplo sobre:
Nuestra familia _____________________________
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Nuestro trabajo:_____________________________
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Nuestra pareja (si la tenemos):_________________
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Nuestros hijos/hijas (si los tenemos) ____________
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Nuestros padres (si los tenemos): _______________
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Alguna otra que queramos mencionar: ___________
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Salmo 119:97