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Cita de publicación: Ramos, A. 2003. "¿Dónde reside tu espíritu ardiente?". Signos Literarios y Lingüísticos, Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, México, Vol. 5, 1: 161-184, (ISSN 1665-1316). Publicación con referato. ¿Dónde reside tu “espíritu ardiente”? Ana Ramos Resumen La “arena de la ejecución” designa el locus donde las palabras adquieren su poder especial, esto es, un foro especializado en cierta clase de actividad comunicativa y recurrente. Este trabajo se centra, entonces, en el análisis de los signos verbales, utilizados por los miembros de una comunidad aborigen mapuche de Argentina (“Cushamen”), para presuponer y vincular distintos conocimientos tradicionales y actualizar sentimientos de pertenencia compartidos. A partir del análisis de tres producciones verbales diferentes se reflexiona sobre la tríada ejecución-contexto- tradición. Abstract The "performance arena" refers to the locus where the words get their special power, this is a forum specialized in certain kind of communicative and recurrent activity. This paper analyses the verbal signs used by the members of a mapuche aborigine community from Argentina to presuppose and entail different pieces of traditional knowledge and to actualize shared belonging feelings. The triad performance-context- tradition is discussed taking three different verbal productions as a departure point.

Ramos, Ana 2003. Donde Reside Tu Espiritu Ardiente

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Antropología de la performance

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  • Cita de publicacin: Ramos, A. 2003. "Dnde reside tu espritu ardiente?". Signos Literarios y Lingsticos, Departamento de Filosofa de la Universidad Autnoma Metropolitana, Iztapalapa, Mxico, Vol. 5, 1: 161-184, (ISSN 1665-1316). Publicacin con referato.

    Dnde reside tu espritu ardiente?

    Ana Ramos

    Resumen La arena de la ejecucin designa el locus donde las palabras adquieren su poder especial, esto es, un foro especializado en cierta clase de actividad comunicativa y recurrente. Este trabajo se centra, entonces, en el anlisis de los signos verbales, utilizados por los miembros de una comunidad aborigen mapuche de Argentina (Cushamen), para presuponer y vincular distintos conocimientos tradicionales y actualizar sentimientos de pertenencia compartidos. A partir del anlisis de tres producciones verbales diferentes se reflexiona sobre la trada ejecucin-contexto-tradicin. Abstract The "performance arena" refers to the locus where the words get their special power, this is a forum specialized in certain kind of communicative and recurrent activity. This paper analyses the verbal signs used by the members of a mapuche aborigine community from Argentina to presuppose and entail different pieces of traditional knowledge and to actualize shared belonging feelings. The triad performance-context-tradition is discussed taking three different verbal productions as a departure point.

  • Dnde reside tu espritu ardiente?1

    Ana Ramos2

    El presente trabajo intenta desentraar los sentidos que adquieren las prcticas

    sociales de los pobladores mapuches del sur argentino, a la luz de los eventos

    discursivos, las interacciones sociales y el universo tradicional. Este inters se

    enmarca en una investigacin ms amplia en torno a la recreacin de sentidos de

    pertenencia y devenir, actualizados tanto en los usos del pasado (Ramos, Discurso,

    Pertenencia y Devenir) como en las estrategias de legitimacin poltica (Ramos,

    Modos de Hablar y liderazgos mapuches). El eje recorrido por estas investigaciones

    reside en el estudio del proceso de formacin de una comunidad que se imagina

    simultneamente como aborgenes mapuches argentinos. Con este propsito he

    realizado, desde el ao 1995, sucesivos trabajos de campo en la comunidad de

    Cushamen (provincia de Chubut, Argentina). All fue donde tuve la oportunidad de

    conocer a Martiniano Nahuelquir, un anciano mapuche muy reconocido en su

    comunidad por haber heredado la sabidura de los antiguos (kwifike che), y con

    quien inici mis primeras conversaciones antropolgicas y lingsticas. Martiniano no

    slo es el autor de los discursos seleccionados en este trabajo sino tambin uno de los

    principales maestros que he tenido a lo largo de mi carrera.

    1 Agradezco a la Dra. Ra Lemaire por haberme motivado a realizar este trabajo y por el tiempo dedicado a leerlo y comentarlo. Agradezco tambin a la Dra. Luca Golluscio por compartir conmigo sus conocimientos invaluables sobre el arte verbal mapuche y a la especialista mapuche Fresia Mellico por la traduccin de los discursos y su atencin a mis consultas. 2 Licenciada en Antropologa Social. Maestra en Anlisis del Discurso. Doctoranda en Antropologa Social. Universidad de Buenos Aires.

  • Conoc a Martiniano como lo recuerdo actualmente en mi memoria, sentado en la

    cabecera de la mesa, rodeado de los integrantes de su familia y de algunos visitantes

    ocasionales que llegaban hasta all para escuchar sus contadas y sus historias sobre

    los tiempos de antes. El segundo ao de trabajo de campo me invit a alojarme en su

    casa para tener ms tiempo para conversar entre las horas dedicadas a mis recorridas

    diarias por la zona. Algunos das nuestras conversaciones se extendan hasta la

    madrugada hablando sobre temas tan diversos como, por ejemplo, sus aos de trabajo

    en las estancias o las cualidades sagradas del volcn (Pilln). Fue con l, entonces,

    con quien aprend a reconocer los distintos modos de hablar del arte verbal mapuche y

    a comprender los significados culturales que podan transmitirse a travs de distintos

    signos discursivos. Por estas largas horas de conversa (conversacin) y por su

    paciencia para introducirme en un horizonte de sentidos que me era ajeno, le dedico

    con mucha humildad y cario las pginas de este artculo.

    El objetivo de este trabajo consiste en analizar la historia de una performance

    (ejecucin potica), realizada en distintas situaciones comunicativas, centrando la

    reflexin en torno al poder de significacin que adquieren ciertos fenmenos

    lingsticos cuando, en determinados contextos, devienen en unidades metonmicas o

    ndices culturales. Martiniano, como todo orador competente en el arte de hablar de

    formas estticas y apropiadas, utiliza distintas pistas convencionales para transformar

    un acontecimiento nico e irrepetible en una arena tradicional de performance. Su

    voz, sus silencios, su cuerpo, el entorno y sus audiencias son calibrados

    reflexivamente para crear una pieza esttica cuyos sentidos ms profundos y

  • comunalizadores residen en su carcter fuertemente presuposicional. Experiencias

    verbales previas y conocimientos sobre la filosofa y el pensamiento mapuche son

    actualizados a travs de diversos signos orales. En el marco de esta dinmica social,

    nos preguntamos por qu tres producciones similares en sus contenidos, no poseen la

    misma eficacia en su significacin. Martiniano primero dicta un discurso en el entorno

    de su cocina, el cual es posteriormente ledo en la ceremonia religiosa y, finalmente,

    irrumpe con su propia voz recreando lo dicho en esta situacin ritual. Considero que

    la historia de esta performance contribuye al estudio de las relaciones entre texto y

    contexto, sentidos indiciales y literales, literatura oral y escrita.

    Con este propsito, el trabajo ha sido dividido en tres apartados. En primer lugar,

    defino brevemente las categoras tericas utilizadas en el anlisis; en el segundo

    apartado describo el escenario sociocultural en el que se desarrollan los

    acontecimientos; luego, cuento la historia de una performance, para analizar,

    finalmente, las caractersticas metapragmticas de sus signos lingsticos--y

    paralingsticos--en las diferentes situaciones de comunicacin.

    1 Consideraciones tericas

    Las palabras son siempre situadas; ellas no pueden

    ocurrir naturalmente sino es en contexto, y ellas no

    pueden volver a ocurrir naturalmente sin referencia a

    las ocurrencias y contextos primeros (Foley XI).

  • El marco terico en el que inscribo este trabajo toma diferentes aportes de la Teora

    Oral, la Etnografa del Habla, la Crtica de la Recepcin y los Estudios sobre

    Performance. A partir de estas distintas perspectivas, el uso de los signos en contextos

    de oralidad ha adquirido un estatus propio y diferencial con respecto a los signos

    lingsticos utilizados en la literatura escrita. Describir entonces las caractersticas

    que considero centrales para comprender los procesos de significacin en el arte

    verbal.

    Los trabajos de Milman Parry y Albert Lord han sido pioneros en la incorporacin de

    un punto de vista particular sobre las producciones orales tradicionales. El

    descubrimiento de la frmula3 y la multiformidad--expresada tambin en los

    temas tpicos y patrones de la historia--permiti destacar la inoperancia de los

    enfoques centrados en el texto escrito, y poner en un primer plano el estatus

    diferencial de la oralidad (Foley 2-3). La formulacin y repeticin de expresiones fijas

    dejaron de ser consideradas simples clichs para trasformarse en expresiones

    tradicionales, utilizadas por los oradores, para responder exitosamente a las exigencias

    de la improvisacin oral. De este modo, los autores han puesto en relieve la funcin

    mnemotcnica que adquieren las frmulas convencionales, en un arte que demanda la

    composicin esttica, rpida y fluida de un discurso.

    Este nfasis innovador, en torno a la relacin entre oralidad y tradicin, abri el

    camino para el estudio de las posibilidades que poseen las unidades formulaicas como

    unidades de significacin. El uso de expresiones fijas comenz, entonces, a ser

    3 La nocin de frmula es entendida como un grupo de palabras que estn regularmente empleadas bajo las mismas condiciones mtricas para expresar una idea esencial (Foley 3).

  • entendido como una estrategia intertextual que presupone y vincula un discurso oral

    singular con fragmentos rtmicos y lingsticos de discursos preexistentes (Foley 5).

    Las frmulas situadas en la tradicin4 adquieren, as, una funcin metonmica,

    invitando a la audiencia a experimentar nuevamente un universo semntico

    tradicional, familiar y compartido. Las expresiones fijas convencionales conforman

    sistemas especializados de comunicacin que activan las asociaciones semnticas

    resguardadas por la tradicin, abriendo el discurso presente hacia mundos de

    significados implcitos y culturales. En otras palabras, cada unidad de este sistema

    especializado penetra ms all de los confines de una performance individual,

    actualizando un conjunto de referentes histricos compartidos por una comunidad. En

    el presente trabajo, entonces, adscribo a esta nocin ms amplia de frmula que

    incorpora tanto los distintos niveles estructurales del enunciado--frases, escenas

    narrativas tpicas, patrones de la historia--como las distintas funciones estratgicas--

    mnemotcnica y metonmica.

    La Etnografa del Habla y de la Performance toman una direccin similar a la Teora

    Oral en su nfasis fundacional sobre el interjuego entre los tem lingsticos y sus

    contextos, y al afirmar que es en esta interrelacin donde se crean los significados

    efectivos (Hymes, La Sociolingstica y la Etnografa del Habla 115; Gumperz 229-

    231; Bauman, El Arte Verbal como ejecucin 141). Por consiguiente, es el carcter

    situado de toda produccin verbal el que modifica la fuerza denotativa de las unidades

    4 Entiendo tradicin como una construccin social, como un conjunto de interpretaciones compartidas sobre ciertas prcticas sociales. Esta perspectiva seala que la tradicin, ms que un trmino descriptivo de una esencia que no cambia a travs del tiempo, es un trmino interpretativo para referirse a un proceso (Hernndez Castillo 173-174).

  • del enunciado, subrayando el significado metonmico que emerge en la performance5.

    Como veremos en el anlisis, el acontecimiento de tomar la palabra constituye un

    evento nico e irrepetible, en el cual el orador puede crear relaciones especiales con el

    oyente cuando, al remitir a otros contextos, suspende temporalmente las convenciones

    comunicativas cotidianas, con consecuencias importantes para ambos.

    A partir de estas ideas, Bauman y Briggs definen una performance como causa y

    efecto de dos procesos simultneos e interrelacionados; estos son, la contextualizacin

    y la entextualizacin del discurso (69). La performance restaura una multiplicidad de

    conexiones indexicales que, por un lado, actualizan un marco interpretativo dentro del

    cual el evento debe ser entendido (Bauman y Briggs 73). En este sentido, el contexto

    es el marco que los hablantes mismos presuponen y crean. Por otro lado, la

    performance transforma una determinada produccin lingstica en una unidad--un

    texto--con cierta autonoma con respecto a su marco interaccional.

    La arena de la performance (Foley 8) es, entonces, el resultado de estos procesos.

    La contextualizacin designa el locus donde las palabras son investidas con su poder

    especial, esto es, un foro especializado en cierta clase de actividad comunicativa, al

    que se puede concurrir una y otra vez sin caer en la repeticin. La entextualizacin,

    por su parte, subraya la construccin de un modo de hablar especfico que determina

    las fronteras de las oraciones, los prrafos, los episodios, y recorta un determinado

    fragmento del flujo discursivo como una unidad identificable.

    5 El evento de performance establece un marco especial para interpretar lo que est siendo dicho. El valor semntico de los enunciados se distancia, entonces, de los significados que las palabras

  • La Etnografa de la Performance resalta el estudio de los signos verbales utilizados

    por el hablante para estructurar poticamente un texto oral y definir, as, el evento

    como una comunicacin a ser recibida de una manera particular (Bauman y Briggs

    73). La performance reside en la toma de responsabilidad frente a una audiencia; en

    otras palabras, es un marco que interpreta el despliegue de los conocimientos y

    habilidades para hablar de formas socialmente apropiadas, como la funcin

    comunicativa dominante (Bauman, El Arte Verbal como Ejecucin 142).

    Estas pistas de contextualizacin (Gumperz 231),--o claves de la performance

    (Bauman, El Arte Verbal como Ejecucin 127)--, constituyen indicios verbales y no

    verbales que sealan qu aspectos de las situaciones son usados por los interactuantes

    para producir marcos interpretativos6. Desde esta perspectiva, Charles Briggs

    (Learning How to Ask 50-52), completa la especificidad de los signos verbales,

    definindolos como metasignos conversacionales o ndices triples. Ciertos signos

    se caracterizan por poseer tres roles diferenciados en el discurso. Por un lado, indican

    un referente determinado, su significado semntico; por otro, activan las asociaciones

    metonmicas resguardadas por una tradicin compartida; finalmente, estos

    conocimientos evocados, comunes a los interlocutores, actualizan los marcos

    interpretativos que orientan la interaccin discursiva en determinada direccin, es

    decir, reponen determinados usos convencionales de las formas y contenidos del

    discurso, y ciertas lecturas culturales y compartidas sobre estos mismos usos.

    transmiten cuando son tomadas en su sentido literal (Bauman y Briggs 73). 6 Entre las pistas de contextualizacin y ejecucin sealas por estos autores se encuentran: las conductas no verbales--rtmicas, prosdicas, de entonacin, corporales--que acompaan al habla,

  • Las reformulaciones que, desde la oralidad, se han realizado sobre el Enfoque de la

    Recepcin--cuyos representantes son Hans Robert Jauss y Wolfang Iser-- incorporan

    tambin la nocin de horizonte de expectativas (Foley 7). La arena de la

    performance deviene, entonces, en un espacio de intercambio dentro del cual la

    audiencia--que no siempre es el interlocutor inmediato--recurre a sus experiencias

    comunicativas previas para completar las lagunas (gaps) de indeterminacin. Estos

    implcitos, constitutivos de los modos estticos de hablar, tienen el poder de actualizar

    sentimientos compartidos de pertenencia y devenir, puesto que, una ejecucin

    artsticamente incompleta slo es completada por una audiencia competente en

    los usos de los mismos signos verbales (Foley 30).

    En el presente artculo se tendrn en cuenta todas estas caractersticas del signo verbal

    para comprender por qu un texto que literalmente es similar, adquiere poderes

    diferenciales para producir sentimientos de emocin y pertenencia en distintos

    contextos de ejecucin.

    2. El escenario sociocultural de una performance

    2.1 La comunidad de Cushamen, el camaruco y el monolito

    La Colonia Indgena Agrcola y Pastoril fue fundada en 1899 en la Provincia de

    Chubut en la Patagonia Argentina. Los primeros pobladores pertenecan a distintas

    familias mapuches y tehuelches que buscaban la seguridad de la tierra y el fin de las

    estrategias de cambio de cdigo o de registro, la utilizacin de frmulas fijas, paralelismos, lenguaje figurativo, apelaciones a la tradicin y negaciones (disclaimers) (Bauman 127).

  • persecuciones de las campaas del ejrcito nacional. A pesar de que no todos ellos

    compartan las mismas trayectorias y peregrinaciones en esta huida, fueron

    conformando una comunidad definida como la gente de ancuche7. Este ltimo,

    recordado como el cacique fundador de la Colonia, inicia en aquellos aos una

    sucesin de cabecillas religiosos en Cushamen, que se continu durante mucho

    tiempo entre familiares directos.

    Los primeros camarucos--ceremonias religiosas mapuches--que se recuerdan en

    Cushamen son los que haca este cacique en las tierras donde haba construido su

    casa. Esta ceremonia ritual que se hace todos los aos, constituye una de las pocas

    ocasiones en que se renen los pobladores de las cincuenta leguas que pertenecen a la

    Colonia. En aquella oportunidad la comunidad se divide en dos grupos rituales, cada

    una con su propio cabecilla (lonko), alternando en las funciones de anfitrin y

    visitante. En estos dos o tres das de celebracin, el arte de hablar bien, con buenas

    palabras, se transforma en el centro de las actividades realizadas.

    Actualmente, un conflicto intracomunitario en torno a la sucesin de los cabecillas

    promovi la realizacin de un nuevo camaruco paralelo al principal. Los familiares

    directos de ancuche, hace unos aos atrs, perdieron su liderazgo sobre la

    ceremonia. Esto ocurre cuando el ltimo cacique religioso--nieto de ancuche--suea

    que no debe continuar con el camaruco, y su compaero nombra un sucesor que no

    7 La expresin gente de ancuche es el resultado de un proceso histrico de primordializacin (Brow 1-6), a partir del cual ciertas relaciones sociales y sentidos de pertenencia son percibidos como naturales y originarios. En Brasil, el mismo sintagma (a gente) tambin expresa una experiencia fundamental y arcaica, subrayando el origen comn (en latn gens/gentis refiere a origen/gnesis) y la pertenencia natural de quienes nacieron en una misma comunidad (Ria Lemaire, comunicacin personal). Como veremos ms adelante, estos significados de pertenencia -evocados por el nombre

  • pertenece al linaje fundador, y quien, por lo tanto, desplaza la pampa sagrada a las

    tierras que rodean su propia casa cerca del pueblo. Desde entonces, algunos

    descendientes de ancuche creen que el ruego a dios no es escuchado como

    corresponde y aoran el retorno del camaruco a su lugar. Como el estatuto tradicional

    es irreversible con respecto a los nombramientos--el cargo dura hasta la muerte, y el

    cabecilla puede incluso nombrar su sucesor--, en 1996 los familiares de ancuche

    intentaron hacer un camaruco alternativo. Sin embargo, definieron la ceremonia como

    rogativa porque an la consideraban muy incipiente para denominarla camaruco.

    La motivacin principal de esta iniciativa fue la construccin, un ao antes, de un

    monolito en las tierras en las que haba vivido el cacique ancuche. Un monumento

    que puede verse desde la ruta y que posee una placa recordatoria de sus nietos y

    descendientes. All, en torno al monolito, el mes en que se cumpla un nuevo

    aniversario de su muerte--y unos meses despus de la realizacin del camaruco

    principal--se reunieron los parientes y allegados en una ceremonia religiosa, que

    desde entonces se la recuerda como la rogativa del monolito.

    2.2 El performer y su musa: algunas concepciones sobre la lengua mapuche y la

    oralidad

    De acuerdo con el marco propuesto, los discursos se construyen durante la

    performance, apelando a un determinado modo de hablar que el hablante adulto ha

    integrado gradualmente a su competencia, permitiendo las formulaciones espontneas

    propio de ancuche o por la mencin de alguno de sus legados- son los que le dan un valor comunalizador a expresiones como hermanos (pei).

  • de frases apropiadas. Esta manera apropiada de hablar, y este fluir de frases

    adecuadas, define un momento crucial en la vida de Martiniano Nahuelquir y en su

    insercin adulta y respetada dentro de la comunidad. La madre de Martiniano le pide,

    cuando l era joven, que contine con las condiciones de los antiguos y de sus

    abuelos y, en consecuencia, que hable en el camaruco. l recuerda que en aquellos

    primeros tiempos l slo era ayudante de sargento8, y estaba muy nervioso de tener

    que participar en el ritual con su voz; montado al caballo pidi la palabra despus de

    que los cabecillas principales hicieran sus discursos. Sin embargo, las palabras no le

    salan de su boca (cuando me puse a hablar se me trab la lengua [...] y no poda

    hablar), no pudo expresar sus ideas y baj la cabeza en seal de vergenza y

    remordimiento. Algunos miembros de su audiencia se rieron de su infortunio y l

    crey no poder reponerse de esta primera presentacin pblica (no sabs la

    vergenza que pas, se rieron toda la gente, se burlaban. No sabs, yo tena un

    remordimiento, y lo tuve mucho tiempo eso, lo tuve aqu [se seala el corazn] ). Al

    ao siguiente, y aconsejado por su madre, se prepar con anticipacin para aquel

    momento. Cuenta Martiniano que estaba por empezar el camaruco, faltaban dos

    das, cuando siguiendo el consejo de su madre, se dirigi a la tumba de sus

    antepasados:

    Haba ido al espritu que se llama Fidel, ese era un libro abierto para hablar, ese

    tena historia de todo, de todos los aborgenes. Y bueno, as fui, llev los sacrificios

    de vela, mudai [...] para que m espritu, sea como el espritu de los viejos Pero

    pareciera que me levantaran del pelo! Parece mentira eh? Ah le ped todas las

    8 El sargento es el que custodia la realizacin correcta del camaruco; el ayudante de sargento es quien lo secunda en esta funcin.

  • condiciones, le cont lo que me haba pasado, qu es lo que tena que hacer a la

    terminacin: El camaruco va a empezar pasado maana, a la terminacin poda

    volver a repetir mi palabra si usted me puede dar las condiciones.

    As Martiniano le pidi a los antiguos el espritu para poder hablar; el intercambio

    sagrado fue enmarcado en una pequea rogativa en la que Martiniano derram mudai9

    en la tierra, fum un cigarro y or en voz alta al cielo. Entonces l recuerda: esa

    maana iba a repetir mis palabras, y por esa oracin que fui a hacer all, para tener

    mi espritu de los viejos, habl con buenas palabras, me dirig a la gente con ese

    espritu tan ardiente. Nunca ms se rieron de l, y desde entonces su voz y sus

    palabras fueron respetadas.

    Martiniano Nahuelquir, uno de los descendientes del camaruco de ancuche, ha sido

    desde entonces reconocido por la gente de su comunidad como un hablante fluido de

    lengua mapuche y como un orador competente. Su inspiracin haba llegado hace

    muchos aos antes en un camaruco, y desde entonces, sus palabras se escucharon con

    grandes expectativas y con sumo respeto.

    3 Historia de una performance

    3.1 De la cocina a la pampa sagrada: El discurso dictado

    9 Bebida ritual confeccionada por la fermentacin de maz o trigo.

  • En esos das previos a la rogativa del monolito, me alojaba en la casa de Martiniano

    Nahuelquir, compartiendo con su familia los preparativos previos. No slo la bebida

    del mudai o los corderos para el asado, sino tambin numerosas reuniones entre

    vecinos, contadas de historias o recuerdos, y rogativas domsticas por la maana

    temprano, formaban parte de estos preliminares. Unos das antes del inicio acordado

    de la rogativa, Martiniano me pide un favor: quera dictarme su discurso para que

    algn joven lo leyera ese da. Estaba muy preocupado de no poder hacerse or porque

    estaba muy anciano y, a veces, se quedaba sin voz.

    Este tipo de discurso conforma un modo de hablar especfico y reconocido por los

    mapuches. El ltimo da de la ceremonia religiosa, los cabecillas se dirigen a los ms

    jvenes para contarles algunos de sus conocimientos antiguos y a todos los

    participantes para agradecerles la participacin y la colaboracin. Como los distintos

    turnos de la palabra conforman un dilogo ritual, tambin pueden discutir sobre algn

    tema que concierne a la comunidad y su futuro. Despus que hablan los caciques, le

    toca el turno a los ancianos ms prestigiosos, y finalmente, a todo aquel que desee

    tomar la palabra.

    Martiniano, como un anciano sumamente respetado--y con una larga historia de

    participacin en los camarucos antiguos--deba tomar la palabra despus de los

    discursos de los cabecillas. Con el propsito de asegurarse esta participacin,

    acordamos que escribira su discurso. Nos sentamos, entonces, a la mesa en la que

    puse mi grabador, el anotador y la lapicera. Martiniano comenz:

  • Mariano10/ yo ahora en este momento/ le voy a explicar lo de antes/ los aos que he

    conocido ac en este establecimiento11 [espera que termine de escribir]

    Viva mi to/ habitaciones y todo eso/ y corrales que haba en la casa/ tena tres

    corrales grandes para hacienda/ y todo lo que posiblemente ustedes no han conocido

    y yo lo he conocido todo bien [espera que termine de escribir, entonces dejo la

    lapicera y le sealo el grabador, Martiniano acerca su rostro al grabador]

    y a la vez le pido agradecimiento a su persona/ Mariano/ que usted le vino a ofrecer

    el monolito ac/ ya para que le hace recordar a su abuelo//

    y as acompaado con los otros primos/ y a TOdos los familiares que tambin son

    nietos del to ancuche// [Se para y deja de mirar el grabador]12

    Hasta este momento Martiniano se encontraba sentado, observando lo que yo escriba

    y atento a que sus palabras quedasen bien grabadas. Su voz transcurre lentamente, sin

    nfasis y slabas acentuadas, con una duracin arbitraria de las pausas, guiada por la

    dinmica del dictado y sin cambios en el tono de la voz. Incluso es posible que mi

    presencia como audiencia haya determinado un estilo didctico y expositivo en la

    presentacin de los temas que no es propio en este tipo de discursos. Su ejecucin se

    encontraba centrada sobre el contexto de interaccin inmediato, puesto que, la

    trascripcin del discurso era el principal foco de atencin. El ritmo recientemente

    10 Mariano es sobrino de Martiniano y es a l a quien se le adjudica la iniciativa de construir un monolito para recordar a su abuelo ancuche. En la presente rogativa estaba oficiando como cabecilla junto a su primo que desempeaba el rol del otro cabecilla. 11 En esta transcripcin utilizo las normas de la Etnopotica. Acuerdo con este enfoque la necesidad de considerar los niveles de segmentacin para no privar a la produccin de su potencial expresivo, y por lo tanto, evitar la desnaturalizacin de la recepcin. Por lo tanto, he dividido el texto en lneas (sealadas por las pausas) y versos (a menudo indicados por una partcula inicial o una pausa ms prolongada) para no recurrir a una representacin sin prrafos que oscurecera los estratos estructurales armnicos de la narrativa. 12 Pautas de trascripcin: MAYSCULUA Slabas acentuadas; / Pausa corta; // Pausa larga; [ ] Aclaraciones extradiscursivas

  • sealado del discurso--a pesar del uso de decticos temporo-espaciales que sealan un

    contexto diferente--no permite al performer otra contextualizacin (Briggs,

    Diversidad y Metapragmtica en el Arte Verbal 169) que el escenario de la cocina

    donde escribimos un texto.

    Despus de haber acordado con las miradas ceirnos slo al uso del grabador, y

    justamente cuando introduce el tpico de ancuche, Martiniano se pone de pie y deja

    de observar mi trabajo. Su postura corporal erguida y su mirada al vaco, en

    conjuncin con la ejecucin de unidades predicativas ms cortas, pausas ms

    estructuradas y algunas slabas acentuadas, le permiten a Martiniano entrar en el ritmo

    convencional de este tipo de arte verbal. Cuando nombra a ancuche ya se encontraba

    parado y erguido frente a m. El dictado deja de distorsionar el fluir narrativo y

    Martiniano entra en el ritmo de la performance.

    ... y yo como sobrino lo vine a conocer bien/ en la poca que estaba vivo mi pap/

    cuando vena a las sealadas/ a las marcaciones/ que hacamos con Mara/ mi

    mam//

    y ac estbamos dos o tres Das/ haciendo trabajo de marcaCIOnes/ pialadas que se

    hacan puerta aFUEra/ haciendo una calle con lazos para piaLAR/ seaLAdas y todo

    eso//

    yo llegu a conocer ese trabajo que hacan mis PRImos/ mi primo Aurelio

    NahuelQUIR/ el administrador//

    as que yo quiero que que yo te agraDEZco por el motivo que porque usted viene a

    poner el monolito en la casa donde viva mi to//

  • as que tal vez posiblemente dios te dar su buena merCED/ y/ y buen nimo/ o sea su

    buena saLUD/ para que algn da siempre siga adeLANte/ sobrino MaRIAno/ nada

    ms

    Las pausas ms prolongadas marcan la divisin en versos, mientras que las ms cortas

    constituyen predicaciones verbales al nivel de una lnea. De este modo, las

    caractersticas prosdicas podran definirse del siguiente modo: la ltima slaba tnica

    de cada lnea se acenta marcadamente, excepto cuando termina un verso; las lneas

    terminan con una curvatura ascendente, mientras que los versos terminan de modo

    descendente13. Si bien este discurso es muy corto para encontrar patrones, vamos a

    confirmar los mismos cuando analicemos la performance de Martiniano en el

    contexto de la rogativa en el monolito.

    El modo de hablar especializado, al que va a ir recurriendo el ejecutante, no slo es

    sealado por el ritmo, sino tambin por algunas caractersticas lingsticas. De esta

    forma, el registro ir adquiriendo caractersticas especficas. El uso recurrente de la

    adicin (utilizacin reiterada de la conjuncin y) y la presencia de redundancia--

    modos distintos de volver a hablar sobre lo mismo--recentran el discurso en la

    oralidad.

    El uso de cdigos especiales, como el recurso de los arcasmos (dios te dar su

    buena merCED/ y/ y buen nimo), introduce en el discurso una aparente mixtura

    diacrnica artificial que seala la emergencia de un cdigo especial: aquel que

    13 La bsqueda de patrones prosdicos est basada en el trabajo de Del Hymes (Discovering oral performance anda measured verse in American Indian narrative 431-457).

  • interpreta lo dicho en el marco de la formalidad a travs de un registro adecuado para

    tratar temas sagrados e importantes. En el mismo sentido puede ser entendido el orden

    idiosincrsico que adquieren ciertas palabras, por ejemplo cuando Martiniano

    agradece a su sobrino: as que yo quiero que que yo te agradezco por el motivo que

    porque usted viene a poner el monolito en la casa donde viva mi to. Este registro

    formal seala tambin una relacin asimtrica entre un performer con competencia en

    el arte verbal de la comunidad y entre aquellos que lo escuchan.

    La naturaleza constitutiva de los paralelismos es evidente en el nivel prosdico del

    ritmo--paralelismo rtmico. Sin embargo, este recurso tambin se encuentra presente

    en la estructura del texto, entre lo que Martiniano anuncia que va a decir y el

    desarrollo posterior de estos tem, respetando el orden propuesto al inicio. Entre los

    paralelismos, Foley (86) define el caso especial de la variacin como una aposicin

    institucionalizada que, dependiente de la tradicin, seala un modo de recepcin

    particular y familiar. Si bien en la ltima performance este tipo de paralelismo se hace

    ms evidente, aqu Martiniano redefine, por ejemplo, a Aurelio Nahuelquir como el

    administrador. El uso reiterado de los trminos de parentesco mi mam, mi

    sobrino, mi to, entre otros, constituyen otro tipo de aposicin institucionalizada,

    relativa al enunciador. La creacin de redes de parentesco es una forma caracterstica

    de los discursos orales para reproducir y recordar genealogas, a la vez que opera

    sealando un sentido tradicional de comunidad como familia o linaje. Por otra

    parte, ciertos nombres propios--Mara, ancuche, Aurelio--actan como signos

    metonmicos de referentes asociados a la tradicin comunitaria y a su historia

    particular: ancuche es el smbolo del origen, de la legalidad, de los derechos sobre

  • la tierra, de la lucha y de la unidad; Mara, de los conocimientos y las costumbres,

    de las maneras adecuadas de desempearse segn los reglamentos antiguos;

    Aurelio es smbolo del deber ser con respecto al camaruco puesto que ha sido su

    cabecilla hasta el da de su muerte.

    Martiniano tambin apela a una tradicin compartida al reponer ciertos temas o

    escenas narrativas tpicas, como la mencin a las marcaciones y sealadas de

    animales. De este modo, recrea dos nfasis tradicionales sobre esta escena. Por un

    lado, el hecho de que se reunieran todos los pobladores para realizar un trabajo

    compartido presupone un tiempo idealizado de unidad en el que no existan las

    divisiones internas. Por otro lado, la duracin de esta ocasin festiva a travs de varios

    das implicita un pasado de riquezas, tambin idealizado, en el que abundaban los

    animales. Este tiempo de la antigedad aorada--tiempos de unidad y prosperidad--

    constituye una de las entextualizaciones que la tradicin compartida ha resguardado a

    travs del tiempo. Su poder significativo reside precisamente en su permanente

    actualizacin y reiteracin; con slo mencionar la duracin y la forma organizada de

    hacer el trabajo en las sealadas de animales, el performer significa metonmicamente

    mucho ms que el significado literal de las palabras utilizadas.

    Finalmente, Martiniano tambin respeta el patrn caracterstico de este tipo de

    discurso, proporcionando un mapa a escala amplia a partir del cual interpretar los

    detalles. Esta macro estructura tradicional tambin es constitutiva de un determinado

    modo de hablar y significar. En el comienzo, seala los tpicos centrales, luego hace

  • un recordatorio o memorial14 y, finalmente, agradece. Esta estructura general

    forma parte de los patrones comunicativos que los hablantes y audiencias conocen a

    travs de sus experiencias en otras performances similares. As, escuchando a travs

    de este evento especfico los ecos de otros discursos de despedida se enriquece y se

    orienta la recepcin del presente discurso.

    En efecto, nombrando a ancuche como mi to, haciendo referencia a pocas de

    riqueza, y organizando el discurso en un patrn recurrente, Martiniano recurre a

    signos orales formulaicos que funcionan--en un registro preocupado exclusivamente

    en la (re)creacin del arte verbal en la tradicin oral--como signos metonmicos con

    un gran poder de significacin.

    Todos estos rasgos constitutivos de una determinada arena de la performance--y por

    ende, un determinado modo de hablar--son los que permiten a Martiniano entrar en el

    ritmo, y en consecuencia, desplazarse de la cocina de su casa hacia una pampa

    sagrada en la que sus palabras seran escuchadas por una audiencia competente. Sin

    embargo, este cambio en la contextualizacin del discurso carece an de un

    ingrediente fundamental en la creacin de una arena de la performance: la emocin

    expresada a travs de expresiones de afectividad convencionales y en coproduccin

    con la audiencia.

    3.2 La voz hecha texto

    14 Recordatorio o memorial son palabras nativas para referir a este discurso en el que se recuerdan hechos pasados.

  • El texto oral que Martiniano ejecut en su cocina qued, finalmente, plasmado en una

    hoja escrita. Una vez terminado el trabajo se lo le y estuvo de acuerdo en que haba

    sido eso efectivamente lo que haba dicho. El papel fue, entonces, guardado para

    aquel momento del ritual.

    La noche de la junta iban llegando los participantes a caballo o en carro buey desde

    distintos puntos y, calentndose al calor del fogn, compartieron los primeros asados.

    A la maana siguiente, antes de la salida del sol, se dio comienzo a la ceremonia--

    ejecutando cada una de sus partes con el mayor cuidado--hasta que, finalmente, lleg

    el momento de los discursos de despedida o chaln finales. Martiniano le pidi a un

    maestro mapuche que leyera su texto despus de que hablaran los cabecillas. Cuando

    cada orador termina su discurso, la audiencia grita cuatro veces levantando los brazos,

    y otro hablante toma el turno. El maestro comenz su lectura con el ritmo tpico de un

    texto que est siendo ledo, y de esta forma, el mensaje del arte verbal se redujo a su

    literalismo disfuncional, disminuyendo el poder sgnico, social y ritual de las palabras.

    La audiencia grit cuatro veces levantando los brazos--respuesta ritual

    institucionalizada--y no dijo ni expres nada ms. Las palabras fueron dichas y

    escuchadas, pero algo no ocurri. Surge, entonces, la siguiente pregunta: Cules

    fueron las ausencias que no permitieron unir las unidades lingsticas de la

    produccin y no facilitaron el acceso a los contextos institucionalizados y necesarios

    para la tarea hermenutica? La produccin oral de Martiniano qued artificialmente

    fosilizada en un texto al desnudarla de sus rasgos auditivos como pausas, acentos,

  • tonos, ritmo. De acuerdo con las afirmaciones de Tedlock (508), estos rasgos son

    parte fundamental de la produccin. Y en este caso especfico, su ausencia impidi a

    la audiencia entrar en la arena de la performance donde las palabras aisladas puedan

    ser interpretadas en algn sentido especfico y no literal.

    La falta de estos rasgos paralingsticos, sumados a la carencia de algunos rasgos

    situacionales--como la correspondencia entre la voz y el enunciador, o la mirada hacia

    la audiencia--, result en una recepcin descalificada, en la que las unidades

    lingsticas no activaron de modo ptimo los referentes tradicionales. El

    desplazamiento de una performance oral tradicional hacia el ritmo y la situacin de

    lectura convierte un medio no literal y metonmico en vehculo de prcticas

    interpretativas escritocntricas y erradas. Los signos metonmicos que fueron

    comunicados a travs de la lectura del maestro, disminuyeron su capacidad de

    funcionar como comunicadores de la implicacin tradicional.

    Parafraseando a Tedlock (509), el texto escrito de la performance de Martiniano--y

    agrego yo, su lectura--es una cosa, y escuchar su voz completa en ese texto es otra. En

    un texto dictado, escrito o ledo--como un monumento mudo de la performance viva

    (Foley 64)--pareciera que el evento se hubiese perdido, y que hubiese desaparecido la

    fuerza de la experiencia que transforma la calidad expresiva del discurso. El evento,

    subsumido en la retrica del texto, ha perdido algunas de las pistas de la performance,

    sobre todo aquellos signos comunicados a travs de fenmenos paralingsticos y

    situacionales. Y en el caso de este tipo de discursos rituales--ejecutados en el

    camaruco por personajes importantes de la comunidad--pareciera que son stos los

  • rasgos que activan el poder potencial de aquellos signos que s son plasmados en el

    texto. Considero que es la ausencia de estas pistas la que ha impedido a la audiencia

    dejarse llevar por el discurso, hacia otros universos de la tradicin, saturando

    pertenencias comunes y emociones compartidas.

    3.3 Me dirig a la gente con ese espritu tan ardiente: La arena de la

    performance compartida

    Finalizada la lectura del maestro, los cabecillas dirigieron su mirada hacia su entorno

    preguntndose si alguien ms deseaba tomar la palabra. Martiniano, que ya no poda

    montar a caballo y se encontraba parado cerca del monolito, comienza a hablar. Unos

    das despus me explic que no haba otro camino posible y que l mismo deba

    hablar a su gente--sin papel y sin ayuda de nadie--si deseaba que sus palabras

    fueran comprendidas. Primero, saluda y agradece en lengua mapuche, y luego--con el

    propsito de que todos los presentes comprendan su discurso--se expresa en

    castellano.

    Con algunos cambios con respecto al contenido del mensaje ledo, Martiniano define

    una nueva arena de la performance y, como resultado de este nuevo marco de

    recepcin, el evento adquiere otras caractersticas:

    Wiolantvletuayi, pu CE/ kvmey tamvn Estaremos volviendo a la vida normal,

  • yafvluwvn tati, pu lamgen, pu aa, pu

    maje, coKVM/ Pewmagen kvmeyawaymvn

    rakizuam MEW/ fey mew ga xipakey tvfaci

    zugu//

    Tvfa mew ga i mogepan tayi fvta maJE/

    famueci ga elgepayi tvfaci mapu MEW//

    Pewmagen ga kvme wiotuaYI/ kvme

    amulniefiliyi tvfaci zugu kvme ga

    felemuaYI/ mogen mew, kuji MEW (?)/

    feymu kvmey ga mi akun cezKUY/ kvmey

    mi yafvluWVN/

    fvta kamapu ga kvpaymi ta tvfey//

    Ka eymi maje newenkvleayMI/

    yafvluwimi ta tvfey entuafiel [para sacar]

    tvfaci zuGU/ kvme felemuayMI/ famueci

    ta maumuwayi//

    gente15/ es muy bueno que se hayan dado

    nimo, hermanas, hermanos, sobrinos/

    ojal anden bien en su pensamiento, pues

    de este pensamiento se realiza esta

    ceremonia//

    Aqu es donde vivi nuestro viejo to/

    As es como nos dejaron en esta tierra//

    Ojal estemos volviendo bien (cada uno a

    sus hogares)/ si continuamos llevando bien

    esta ceremonia estaremos bien, pues/ en

    nuestra vida, con nuestros animales (?)/

    por eso yerno, es muy bueno que hayas

    llegado aqu/ es bueno que te hayas dado

    fuerza/ pues vens de tan lejos//

    Y vos sobrino, que tengas fuerza por

    siempre/ pues te diste fuerza para sacar

    esta ceremonia/ que ests muy bien en tu

    entorno/ as es como les voy a

    agradecer//16

    15 La traduccin literal es: Estaremos volviendo el da, gente. 16 Traduccin realizada por la investigadora mapuche Fresia Mellico.

  • [luego prosigue en castellano] y as como me acuerdo ahora de los aos en que nos

    dej ac posicioNAdos/ por L/ ancuche y su hermano RafaEL/ el secreTArio/ que

    han sufrido mucho sobre sus condiciones para conseguir las cincuenta leguas con el

    general Roca//

    y le cedieron las cincuenta leguas para todos los familiares de aC/ que hasta la

    fecha estamos ac aposentados y nadie nos ha molestado//

    as que le doy gracias a DIOS/ que tengan mucha feliciDAD/ todos los ayudantes y

    acompaANtes/ que pasen muy feLIces/ que tengan mucha SUERte (se le quebranta

    la voz)/ porque han recordado al principal cabecilla donde ha vivido ac el to

    ancuche/ que fue quien nos dej el privilegio en ESte lugar de cincuenta leguas de

    CAMpo/ para vivir nosotros tranquilo y felices//

    espero que dios los acompae a TOdos/ desde ya//

    que tengan mucha SUERte/ mucha feliciDAD/ (se le quebranta la voz) muCHAchos/

    que la posteridad de ustedes les de las muchas gracias//

    Nada ms

    La performance de Martiniano comienza en mapunzugun (lengua mapuche),

    definiendo cualitativa y temporalmente el evento comunicativo: despus de estos

    discursos finales la gente estara volviendo a sus vidas cotidianas. De acuerdo con

    esta definicin de la ceremonia, como un parntesis en la vida ordinaria, Martiniano

    organiza su discurso destacando la finalidad del camaruco. Posicionado en este

    presente especial, orienta, entonces, su discurso en las tres dimensiones de la

    temporalidad que caracterizan el rito del camaruco (Kuramochi y Ness 26-56;

    Golluscio, Lengua-identidad-cultura 30-31). La orientacin hacia el pasado se hace

  • presente cuando Martiniano define el aqu que seala a la tierra, como el espacio

    que expresa la continuidad entre los antiguos y los presentes; cuando recuerda los

    principios ticos heredados, en torno a lo bueno y lo malo, como enunciados generales

    y verdaderos; y luego, cuando trae a la memoria la historia fundacional de la Colonia

    centrada en los sacrificios de ancuche para obtener las tierras. La finalidad

    orientada hacia el presente emerge en su discurso al utilizar el pronombre personal

    nosotros, en los vocativos utilizados para nombrar a su audiencia (hermanas17,

    hermanos), en la construccin positiva de sus enunciatarios; de este modo, Martiniano

    confirma y refuerza las relaciones sociales presentes en el nivel familiar y

    comunitario. La orientacin hacia el devenir surge en las expresiones de deseo

    (ojal), cuya accin principal es propiciar el bien y la armona de la comunidad:

    estar bien en la vida, con los animales, estar bien en el entorno, ser felices, tener

    suerte, estar tranquilos. No obstante, como la ejecucin se encuentra enmarcada en la

    parte ritual de los chaln [saludos] finales, Martiano tambin agradece a los presentes

    por su presencia y colaboracin (as es como les voy a agradecer): a los

    participantes que se han dado nimo, a su yerno que ofici como ayudante de

    cabecilla llegando desde muy lejos, a su sobrino a quien pertenece la iniciativa de

    llevar adelante la rogativa.

    Despus de la respuesta ritual de los cuatro gritos, las seoras ms ancianas del coro

    de mujeres se acercan a Martiniano y, con lgrimas en los ojos, le dan un beso. Esta

    nueva reaccin de su audiencia hace emocionar tambin a Martiniano quien contesta

    los agradecimientos con breves comentarios en lengua mapuche a cada una de las

    17 El lexema elegido por Martiniano para decir hermanas es aa, una de las expresiones que connotan mayor cercana y afecto.

  • personas que se le acercan: rume maumeyu, aa [te agradezco, hermana], kumey

    mi pifiel [bueno por decirme]. El prximo turno es tomado por una anciana muy

    reconocida en el lugar, quien comienza su discurso diciendo en castellano:

    yo le agradezco a Martiniano/ por acordarse de la abuela Mara/ el abuelo

    ancuche//

    y l que tiene contada como hermano leGtimo/ le agradezco mucho a l/ y todos los

    de mi GENte/ y le mando abrazo como hermano/ que volvi a resucitar estas cosas/

    ojal que lo siga siempre//

    gracias/ y que ande bien de saLUD/ dios lo guarde en todo momento/ eso/ nada

    ms//

    4. Anlisis de una performance

    En primer lugar, quisiera comparar esta nueva ejecucin artstica con el discurso ledo

    por el maestro. Al comenzar su produccin oral saludando en lengua mapuche, el

    ejecutante marca su decir como una manera de hablar no estndar y prescribe la

    entrada en la arena de la performance como una precondicin para constituir una

    tradicin de recepcin. El uso de la lengua nativa opera como signo metonmico

    privilegiado para apelar a la tradicin, puesto que transporta a la audiencia hacia un

    universo compartido en el que la antigedad adquiere valores sagrados y opera como

    modelo prototipo sobre el presente. Por lo tanto, desde el inicio, la performance oral

    difiere de la produccin tradicional leda por el maestro.

  • Los rasgos paralingsticos tambin constituyen una de las principales pistas en la

    creacin de un contexto tradicional de ejecucin y de un modo de hablar

    especializado. Llama la atencin el rol primario del nivel prosdico en la prescripcin

    de un canal especfico de expresin y recepcin. Las pausas, como vimos ms arriba

    tienen estructura y jerarquas propias. Estas pausas, acompaadas por patrones de

    entonacin, crean el ritmo de la performance. Ntese que la estructura prosdica del

    texto deviene ms evidente en esta ltima ejecucin. Los versos se encuentran

    divididos por lneas, que no slo se encuentran indicadas por las predicaciones, sino

    tambin por finalizar con una pausa corta y una curvatura ascendente. Por su parte, el

    verso termina con una pausa ms prolongada y una entonacin descendente y, en

    ocasiones, tambin es sealado por alguna partcula inicial (p.e. la conjuncin y o

    as que). El ritmo caracterstico de este tipo de ejecuciones tambin es creado por la

    acentuacin de la ltima slaba tnica de la lnea. As, Martiniano re-produce un

    patrn propio de este modo especfico de hablar--desplazado tambin al castellano--en

    el que la ltima slaba de cada predicacin es acentuada18.

    Judith Irvine (127) refiere al carcter convencional de la performance afectiva, cuya

    expresin de emocin se encuentra en estrecha relacin con un uso acordado del

    registro. En esta direccin, considero que los rasgos prosdicos devienen en signos

    metonmicos, cuando el ejecutante pronuncia el nombre de ancuche. El contraste

    prosdico con el resto de los enunciados est sealado por las caractersticas que

    adquiere la voz: inspirada, volumen suave, velocidad lenta. El modo diferencial de

    18 Ritmo propio de este tipo de discurso, en este tipo de ceremonias (Fresia Mellico, comunicacin personal)

  • nombrar al cacique presupone y vincula una multitud de significados tradicionales y

    sentimientos compartidos, que la comunidad asocia con su propia historia y sus

    orgenes. Por otra parte, los quiebres en la voz, causados por la emocin, tambin son

    un signo importante de entrada en performance y de anclaje en una tradicin

    compartida.

    Si comparamos esta produccin de Martiniano con aquella otra realizada en su cocina,

    se observa que la posicin erguida del cuerpo, el balanceo hacia adelante y la mirada

    dirigida permanentemente hacia la audienciaen este caso nativapermiten a

    Martiniano conseguir un ritmo ms constante y adquirir una mayor fluidez, lo cual le

    permite una mayor inspiracin e improvisacin, haciendo esta produccin ms larga

    que la anterior. Los roles que cumplen el lugar fsico, la situacin real y las personas

    presentes son insoslayables para pensar las diferencias entre las distintas

    producciones.

    Los rasgos sealados hasta aqu no pueden, usualmente, persistir en las

    transformaciones retricas textuales, como es el caso del texto transcripto y ledo en la

    rogativa. Agrego tambin que, aquellas caractersticas de la oralidad que s perduran

    en el texto escrito, no adquieren su valor metonmico absoluto hasta el momento en

    que una voz, un cuerpo y un lugar las activan. En otras palabras, en el contexto de la

    rogativa, y frente a su audiencia, la originalidad de la produccin de Martiniano

    resuena mucho ms dentro de una potica cultural ms amplia.

  • Algunos cambios lingsticos, producidos en esta nueva performance, consisten, por

    un lado, en un mayor uso de aposiciones institucionalizadas: ancuche, el principal

    cabecilla; Rafael, el secretario; Cushamen, cincuenta leguas de campo. Cada una de

    estas aposiciones refieren a una historia fundacional que se esgrime como documento

    frente a las negociaciones con el gobierno nacional por la tierra. Por otro lado, un

    mayor uso de frmulas fijadas por la tradicin: ojal anden bien en su pensamiento,

    es bueno que te hayas dado fuerza (frase repetida en varios momentos), la

    descripcin de ancuche como aquel quien nos dej el privilegio en ESte lugar de

    cincuenta leguas de CAMpo/ para vivir nosotros tranquilos y felices//19, o la

    bendicin final que cierra el discurso: espero que dios los acompae a todos... que

    tengan mucha SUERte/ mucha felicidad/... que la posteridad de ustedes les d las

    muchas gracias// Nada ms.

    Tambin se agregan nuevos temas tpicos. En primer lugar, la misma ceremonia

    deviene tema del discurso. La rogativa es definida como un corte con la vida comn,

    como resultado del buen nimo y la fuerza de sus participantes, como consecuencia de

    un buen pensamiento y como propiciadora del bien de la comunidad. En segundo

    lugar, Martiniano introduce otro tema tpico: la tierra como continuidad de una

    identidad y herencia de los antepasados. En esta direccin, recuerda los sacrificios de

    ancuche para obtener las tierras en las que viven actualmente (que han sufrido

    mucho sobre sus condiciones para conseguir las cincuenta leguas con el general

    Roca//). Las escenas tpicas de las narrativas de origen de los mapuches de

    Cushamen devienen en tpicos que pueden representar a las narrativas mismas,

    19 Hemos escuchado varios discursos e historias que terminan con esta frase sobre el cacique ancuche, las tierras y la tranquilidad de su gente.

  • resumindolas y condensando en forma compacta sus verdades morales (Basso 129-

    130). Cuando Martiniano menciona el sufrimiento de ancuche para obtener las

    tierras, la narrativa fundacional--llamada por ellos mismos la historia de los

    sacrificios de ancuche--es velozmente activada, actualizando significados

    tradicionales y comunalizadores a travs de muy pocas palabras (que han sufrido

    mucho). Esta misma funcin metonmica define al tercer tema tpico introducido por

    Martiniano: el bien20. Este tema se hace presente cuando define lo que es bueno

    segn los criterios tradicionales y cuando expresa la realidad deseada para el futuro.

    La ceremonia, las tierras y el bien, en conjuncin con un lxico especializado

    (pensamiento, nimo, fuerza), indexicalizan el universo compartido de

    concepciones morales, verdades tradicionales y construcciones del pasado.

    En suma, el uso de la lengua mapuche, el ritmo, los rasgos prosdicos, el uso de

    ciertos nombres propios, ciertas aposiciones institucionalizadas, frases formulaicas,

    temas tpicos, entre otros aspectos lingsticos y no lingsticos, se conjugan para

    crear un modo de hablar especializado en la recreacin de sentidos de pertenencia

    arraigados en un origen espacio-temporal compartido. Estos signos incompletos

    constituyen una invitacin performativa para participar en el discurso, as, la

    audiencia converge en una misma arena con el locutor, dentro de la cual las unidades

    lingsticas son interpretadas por ambos en su funcin metonmica. Las unidades

    expresivas--bajo la doble aegis de la performance y la tradicin--invocan, entonces, el

    20 El bien (kvme) es la razn motivadora y uno de los principales componentes de las ejecuciones rituales. Estas ltimas son espacios sociales propicios para evocar las concepciones tradicionales del bien y su tensin permanente con el mal (Golluscio El Pueblo Mapuche: poticas de pertenencia y devenir).

  • significado extra textual necesario para completar las lagunas de indeterminacin y

    construir consistencia.

    Este discurso de Martiniano se caracteriza, entonces, por un uso mayor del recurso

    esttico de la indeterminacin y la ambigedad. Esto puede ser ejemplificado con el

    modo en que l se auto-legitima en el discurso. Mientras que aquella tarde en su

    cocina, Martiniano haca explcito su prestigio y su autoridad como orador

    competente (cuando aclara que va a contar lo que slo l vio y conoci, al usar

    preponderantemente el pronombre personal en primera persona singular, o al

    seleccionar exclusivamente los trminos de parentesco que manifiestan su pertenencia

    a una generacin ms antigua que la mayora de los presentes), en esta nueva

    produccin, su autoridad es construida a travs de la demostracin de su competencia,

    tanto para invitar a participar a la audiencia en la construccin del contexto, como en

    su capacidad metonmica para revivir conocimientos compartidos. En otras palabras,

    su legitimacin como un orador prestigioso est dada por la realizacin de una una

    buena performance dentro del marco evaluativo del arte verbal tradicional de la

    comunidad.

    Finalmente, esta actuacin de Martiniano no puede ser descripta sin hacer intervenir a

    la audiencia en su rol co-participativo. Bauman (Conceptions of folklore in the

    development of literary semiotics 2) define performance como una praxis donde lo

    individual y lo colectivo operan dialcticamente dentro y fuera del evento especfico.

    En este mismo sentido, Foley (9) seala que el discurso no es una entidad autnoma

    que encapsula un ncleo de sabidura singular, sino que su significacin es contextual

  • y coproducida por los participantes del evento. Centrndonos en esta relacin, el

    discurso de Martiniano conjuga el evento de la performance oral con el referente de la

    tradicin en el momento en que comparte la misma arena con su audiencia. Voces,

    gritos, miradas, lgrimas y agradecimientos dialogan en un mismo marco

    interpretativo confirmando y celebrando las identidades compartidas.

    Es significativo el cambio de destinatario entre las distintas performances. Mientras

    que en la primera, Martiniano se dirige a su sobrino Mariano y limita los propsitos

    de su discurso a un agradecimiento formal y personalizado, en la segunda, lo

    menciona slo una vez, siendo los propsitos comunicativos mucho ms profundos y

    amplios. El pblico que se encuentra frente a l cobra una importancia significativa en

    su performance. La audiencia deviene en el destinatario preferencial desde el inicio

    del discurso, cuando Martiniano opta por un uso preponderante del nosotros

    inclusivo y los nombra a travs de vocativos fraternales y comunalizadores (aa,

    pu maje, cokvum). Adems, los participantes son evaluados por Martiniano desde el

    polo positivo del par axiolgico constituido por lo bueno y lo malo. Su audiencia ha

    tenido buen nimo, posee un buen pensamiento y, habiendo participado de la

    ceremonia, estar bien en su vida futura.

    La presencia del pblico no slo opera modificando el contenido del mensaje y sus

    propsitos, sino tambin compartiendo y coproduciendo la arena de la performance en

    la que se encuentran. Es entonces cuando la anciana que toma la palabra en el turno

    siguiente define a Martiniano como el que tiene contada como hermano legtimo

    reconociendo su competencia comunicativa en el arte verbal de la comunidad. Llamar

  • hermano a Martiniano y referir a los presentes como mi gente (Cf. nota 7) son

    ndices de los sentimientos de pertenencia compartidos y actualizados por la ejecucin

    anterior. La anciana finalmente agradece el hecho de que Martiniano volvi a

    resucitar estas cosas, muchas de las cuales fueron resucitadas conjuntamente con

    la audiencia que fue invitada a participar completando las lagunas de indeterminacin.

    Esta ltima performance, donde estn dadas todas las condiciones ideales para que

    emerja la palabra situada con todo su poder significativo, permite a Martiniano

    confirmar ante s mismo y ante su audiencia la posesin de aquel espritu ardiente

    que haba obtenido de sus antepasados varios aos atrs.

    5. Palabras finales

    Las vertientes tericas sealadas--Teora Oral, Etnografa del Habla y de la

    Perfomance, Crtica de la Recepcin--coinciden en su nfasis sobre la particularidad

    de la oralidad, brindndonos una definicin del signo verbal donde el contexto y la

    tradicin devienen cruciales para investir de poder las palabras. La constitucin

    dialctica entre una determinada arena de la performance y un modo de hablar

    especializado es el resultado, como se ha visto en el anlisis, de los cdigos

    especiales, de ciertos paralelismos, de la apelacin a la tradicin a partir de ciertos

    nombres propios, frmulas o escenas narrativas tpicas, de patrones genricos y de

    expresiones prosdicas convencionales.

  • A modo de cierre, considero que una ejecucin oral constituye un conjunto de

    unidades lingsticas, paralingsticas y situacionales que, monitoreadas

    reflexivamente entre s, tienen la capacidad de activar la emocin esperada y

    compartida entre el locutor y su audiencia. La produccin verbal realizada en la

    cocina--an cuando posee ciertas caractersticas rtmicas y es contextualizada en el

    evento futuro de la rogativa--carece de la coproduccin de una audiencia efectiva. Por

    otra parte, la performance leda por el maestro--a pesar de mantener ciertos signos del

    arte verbal--carece de las caractersticas auditivas y rtmicas que activan y recentran la

    interpretacin de las otras pistas lingsticas. En este sentido es que considero que el

    espritu ardiente y la contada legtima adquieren su mximo potencial y poder

    para significar, cuando los rasgos lingsticos, la oralidad, el espacio, el tiempo, el

    cuerpo y los participantes se encuentran conjugados adecuadamente en un

    determinado evento y en el marco de un cierto referente tradicional.

    Aquel espritu, recibido por Martiniano hace varios aos atrs en la tumba de un

    antepasado, vuelve a manifestarse a travs de sus palabras, cuando stas son

    pronunciadas en clave de ejecucin esttica. Su decir en contexto y de formas

    apropiadas resucita el tiempo pasado de los antiguos, esto es, un modelo de

    interpretacin sobre el nosotros actual de la comunidad. La representacin artstica

    de Martiniano, en aquella rogativa del monolito, permiti a los participantes sentirse

    parte de un mismo sentido de pertenencia y devenir. Es ste el poder de la palabra en

    una cultura donde los signos verbales an tienen el poder de significar algo distinto a

    sus significados literales.

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