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Introducción
Indiscutiblemente el arbitraje deportivo es la base de sustentación
del desarrollo deportivo lo que se manifiesta evidentemente desde los
primeros pasos de formación del deportista, recordemos que la
ejecución de habilidades motoras que exige la práctica de cada una
de las disciplinas deportivas está sujeta a reglas y regularidades
propias de la competición, relación dialéctica que consideramos de
vital importancia por su influencia y repercusión directa en los
resultados esperados como consecuencia de dicho proceso de
formación, lo que a su vez se traduce en una prueba irrebatible que
atesta todo un ciclo de trabajo precedente que se evalúa por la
reglamentación dada, en un tiempo relativamente corto con relación
a la duración de todo el proceso de preparación para la competencia.
El arbitraje deportivo mediante la aplicación de sus reglas y por los
resultados que propicia tiene una función pedagógica y reguladora
dentro del sistema de preparación del deportista que se manifiesta en
la utilización de sus resultados como vía de retroalimentación para el
reinicio de un nuevo proceso de preparación del deportista y su
perfeccionamiento. Lo que exige la calidad del trabajo de los árbitros
y jueces en la aplicación consecuente de la reglamentación con la
realidad dada pues el resultado del arbitraje va más allá del
espectáculo competitivo, por ello cuando no es eficiente, puede
provocar una decepción masiva que deja huellas imborrables en los
espectadores, y para el deportista y su entrenador que se preparan
durante largo tiempo bajo los principios del entrenamiento
deportivos, confiando en ellos en y la ciencia las consecuencias
alcanzan una desilusión mayor.
PSICOLOGIA Y ARBITRAJE
El deporte en general representa una de las actividades humanas con más protagonismo social, los medios de comunicación le crean paulatinamente más espacios y la mayoría de las personas le presta gran atención independientemente de las diferencias sociales y culturales.Es, muchas veces, el lazo que nos une en un sentimiento único, nos representa y nos identifica.
La Psicología del deporte, ciencia relativamente nueva ha ido a través del tiempo integrándose al mundo del deporte y son cada vez más los profesionales que intervienen en equipos deportivos, que trabajan con deportistas e intentan enriquecer el deporte con la ciencia y a la vez se alimenta con los nuevos logros obtenidos.
Si tenemos en cuenta éste crecimiento del deporte en todos los niveles, debemos considerar también las exigencias que se van presentando a todos sus protagonistas. Exigencias no sólo en relación a los aspectos físicos, técnicos y estratégicos sino también a nivel emocional.
Quisiera entonces reflexionar sobre aquellos deportistas, y también protagonistas de las competencias, cuyo rol dentro de la escena deportiva es muchas veces relevante y determinante: la figura del árbitro o Juez.No podemos pensar un evento deportivo sin la presencia de árbitros o jueces que son los responsables de controlar y poner en práctica el reglamento, “la regla escrita en acción”.
Sabemos que la figura del árbitro es tenida en cuenta a la hora de evaluar su rendimiento y desempeño, generalmente destacando los errores, omisiones o la mala toma de ciertas decisiones durante la competencia.
Anteriormente mencione al árbitro como un deportista y esta equiparación, es válida en tanto que ambos participan de las mismas situaciones en competencias. Que ambos están expuestos a los mayores niveles de exigencia tanto física,
técnica como emocional. Por lo tanto el árbitro en la actualidad tiene que estar a la altura de lo que las competencias demandan, Una buena Preparación Integral.
Esta preparación Integral consiste:
Preparación Física: Entrenamiento constante y responsable. Buena Alimentación. Buen Descanso.
Preparación Técnica: Estudiar y repasar el reglamento y sus modificaciones constantemente. Preparación Estratégica: Entrenar como aplicar esa regla escrita en situaciones concretas de juego.
Preparación Psicológica: Aquí podemos desarrollar todos los factores a los que está expuesto el árbitro y a los que debe afrontar con la mayor cantidad de recursos individuales. Es imposible no incorporar los tres puntos anteriormente mencionados, ya que la buena preparación en ellos influye en su bienestar emocional.
La tarea arbitral puede estar influenciada por varios factores internos y externos entre otros:
Expectativas en relación al desempeño individual, propio y ajeno
Expectativas previas en relación a la evaluación de su desempeño
Malas actuaciones anteriores Valoraciones incorrectas en esta competencia o en anteriores Errores cometidos durante la competencia Estados emocionales Reiteración de faltas de un jugador El tiempo que queda del partido Equipo que convierte la infracción (visitante-local) Dolores o molestias físicas Duda sobre la infracción en relación al reglamento. Protestas de entrenadores, padres, público
Como podemos ver son muchos los factores que pueden tener su influencia sobre el rendimiento, pero según ciertas investigaciones llevadas a cabo en España (Félix Guillen Garcia,2003) hay ciertos factores que influyen positivamente ( motivación ) y otros negativamente ( estrés ) y aquí entra la valoración subjetiva de los acontecimientos que realice cada arbitro.El estrés situacional de mayor o menor duración se comprende bastante poco, particularmente en lo que se refiere a sus efectos sobre el rendimiento (Jacques Laure,2003)
Desde la Psicología una de las tantas definiciones de estrés remite al desequilibrio inaceptable entre la percepción de las demandas y la propia capacidad de adaptación o respuesta.
Si relacionamos estrés y rendimiento podemos hablar de circularidad, si lo aplicamos al arbitraje, teniendo en cuenta los factores a los que debe enfrentarse ante cada competencia podemos suponer que ejecutar su tarea constituye un estimulo que provoca una movilización importante de energía física y psicológica, y que la reacción por su naturaleza e intensidad puede interferir o facilitar la respuesta, por lo tanto modificar el rendimiento.El árbitro está expuesto a estímulos internos y externos que según la intensidad de los mismos puede influir en su rendimiento, que está representado en la adecuada observación, evaluación y toma de decisión.Volviendo a la tarea principal del árbitro que es la toma de decisiones, en situación, en un contexto por lo general no favorable para su tarea, con la precisión exigida y en momento mismo en que se produce, no cabe duda que es una situación de exigencia, a la que no todos responderán de la misma manera, y que el estrés puede afectar los procesos cognitivos como sus estados emocionales. La duda sobre la toma de decisión suele ser un signo habitual de estrés.
El árbitro expuesto a diferentes situaciones de estrés no puede pensar claramente, puede entrar en un círculo vicioso de desconfianza en si mismo e indecisión, por ende reduce su buen rendimiento. Teniendo en cuenta todos los factores influyentes no cabe duda que es un grupo vulnerable a los efectos del estrés agudo o situacional. Y sabemos que el estrés no solo afecta físicamente, sino emocional y conductualmente.
El desafío de arbitrar puede dar grandes recompensas personales. El árbitro debe tomar decisiones instantáneas, resolver conflictos y manejar estrés y presiones. Cuanto más se entrene físicamente, más arbitre, más se prepare para enfrentar situaciones de estrés, más seguro y confiado se sentirá. Y podrá no solo disfrutar más de la tarea arbitral sino también mejorar su calidad de vida personal.
“Mantén tus pensamientos positivos porque tus pensamientos se convierten en tus palabras. Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus acciones. Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten en tus hábitos. Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en tus valores. Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino “
Arbitraje
Siempre se presentan situaciones difíciles de ver para el ojo humano
y, aún así, el análisis y el criterio para cobrar esas infracciones recaen
en una sola persona: el árbitro.
La deuda que el deporte tiene para con los que se dedican a arbitrar
es enorme. Sin ellos, el juego no sería posible. El árbitro ocupa un rol
particular y debe ser comprendido por todos los participantes del
juego, pues se expone a las críticas de jugadores, entrenadores y
espectadores.
El árbitro como todos en el juego hace lo mejor que puede. Sólo sería
viable enojarse con el árbitro si constara que está siendo imparcial
apropósito, cosa que casi nunca pasa, aunque la
desesperación del resultado haga que así parezca.
A fin de cuenta, si no está haciendo bien lo suyo que
es arbitrar, el también podría ponerse a cuestionar a
los jugadores porque no hacen bien lo suyo, es decir
porque no juegan bien, porque se equivocan o
cometen errores o podría también criticar a los
entrenadores porque ellos tampoco hacen bien su trabajo al ver que
el equipo no juega bien. En definitiva todos en un encuentro deportivo
tratan de hacer lo mejor que pueden, y por lo general quien recarga
en los errores del otro, en este caso del árbitro, en realidad lo que
está pasando es que no puede reconocer los suyos que es donde se
debiera concentrar.
Valores del árbitro
Autoridad
La participación del árbitro no es sólo a los efectos de posibilitar el
juego, sino que en las etapas juveniles es una figura formadora de
entendimiento y aceptación de los límites de la vida y de aprendizaje
del manejo frente a la autoridad.
La dedicación de los jugadores para el análisis y el cuestionamiento
del arbitraje, les quita energías para concentrarse en el juego, y esto
perjudica el alto rendimiento.
El arbitraje es uno de los indicadores que hace saltar con mayor
evidencia los rasgos de rebeldía adolescente, no superados de
jóvenes y adultos que practican un deporte. La bronca contra los
árbitros refleja una falta de madurez para salir de un esquema donde
la autoridad es ejercida por una figura perfecta. Es por esto que
cuando comenten un error o tiene un punto de vista diferente, se les
dispara una confusión que termina en un gran enojo. El jugador tiene
que aprender a salir de las idealizaciones infantiles, para ver al árbitro
como una persona que, como todo ser humano, puede equivocarse.
Hay jugadores, entrenadores, espectadores y padres de jugadores
que no cuestionan a los árbitros y, de este modo, muestran un mayor
nivel de madurez que aquellos que se quejan en forma continua.
Responsabilidad
El árbitro debe ser el gran maestro dentro de la cancha, trasmitir
seguridad y no dejar que las fantasías de cuestionamientos, fruto de
la impotencia de los jugadores, crezcan hasta convertirse en planteos
de igual a igual.
Debe mantener el dominio de la situación porque él es el punto de
referencia donde los jugadores encuentran sus límites. Si pierde el
control y, en lugar de manejar la situación, reacciona y se enoja,
pierde automáticamente la autoridad frente a los jugadores y
espectadores. Por esta razón, se recomienda que siempre conserve
una actitud pausada, calma, distendida, firme y alegre.
El árbitro debe tener resuelto cuál es el alcance de sus
responsabilidades. Esto no significa ver todo, sino que se trata de
estar tranquilo de que hasta donde su mirada alcance a observar, va
a resolver las situaciones con la mayor imparcialidad posible.
Tiene que ser consciente que está ejerciendo un rol que incluye su
humanidad, con sus aciertos y sus errores. Por esto necesita ser
humilde y en esa humildad encontrar la seguridad. Por el contrario, si
se siente omnipotente, puede exacerbar un aspecto autoritario y
generar ansiedad y confusión en los jugadores.
Cuestionamientos
Los cuestionamientos al arbitraje durante los partidos son un síntoma
de impotencia, que por lo general, empiezan afuera de la cancha y se
trasladan a los jugadores que toman como modelos a sus
entrenadores.
Quienes desde afuera del campo de juego están cantándole
anticipadamente al árbitro comentarios, para tratar de cambiar su
opinión respecto de lo que va a cobrar, no pueden ver que este tipo
de cuestionamientos es el resultado de la sensación de impotencia,
por creer que el partido no se puede ganar por los propios medios.
Consideran que el partido no se puede ganar a partir de las
capacidades, de las producciones dentro de las cancha y están
constantemente pendientes de si el árbitro cobra bien o cobra mal.
Los entrenadores deben abstenerse de tener una actitud evaluadora
y hostil desde afuera de la cancha, porque si los jugadores escuchan
esos cuestionamientos, los repiten desconcentrándose.
Quien le marca el fallo al árbitro, creyendo que
con esa actitud está beneficiando a su equipo,
no hace más que transmitir un sentimiento de
impotencia y de desconfianza en las capacidades
de su juego a sus propios jugadores. Cuando el jugador escucha que
se está haciendo ese tipo de comentarios, pierde su convicción de
que puede ganar por sus propios medios, sin la influencia de una
manipulación del arbitraje de hinchas o entrenadores. El mensaje
que llega a los jugadores es que su equipo no puede ganar por la
calidad de su juego y tiene que recurrir a sacar ventaja a través del
arbitraje.
Al cuestionar el arbitraje se tiene muy poco por ganar y mucho para perder. El beneficio es muy a corto plazo porque en la cabeza del árbitro está el registro y la molestia de que eso que cobró fue influenciado por alguien de afuera y esto provocará una actitud hostil compensatoria inconsciente hacia el equipo a quien favoreció.
Prepararse para el arbitraje
“…Respetando el estilo y personalidad, cada arbitro debe seguir cierto
proceso para alcanzar el mejor rendimiento…” Realmente resulta muy
interesante el tema del arbitraje lo que motiva nuevamente escribirles
algunas líneas sobre Psicología del deporte que pueden ayudarlos a
sobrellevar las situaciones estresantes por las que deben transitar y
ponerlos en conocimiento que hay herramientas que pueden colaborar con
los árbitros y con el desempeño de su tarea. El año 2002 me regalo la
posibilidad de trabajar junto a un colega dentro del arbitraje, dándonos la
oportunidad de obtener algunas características psicológicas y emocionales
básicas con las que deben contar los árbitros, además de las físicas y
técnicas.
Algunas de ellas son las siguientes:
Control Emocional
Seguridad
Nivel de atención y Concentración
Autocrítica
Abierto al aprendizaje
Tolerancia a la frustración
Perseverancia
Autodisciplina
Tanto espectadores, dirigentes, entrenadores, deportistas atribuyen sin
medida a los árbitros de definir un partido, de que generan violencia, esto
no sólo ocurre en el fútbol ni en nuestro país sino que es a nivel
internacional en mayor o menor medida y en todos los deportes. Por esto
considero que el arbitraje en general debería contar con árbitros con éstas
características además de las diferenciales en relación a cada deporte
específico.
El árbitro de fútbol, al salir a la cancha debe
estar preparado para escuchar cosas como:
ladrón, vendido, fracasado, animal y demás
insultos ya conocidos que no vale la pena
aclarar y eventualmente para la agresión
física.
Tampoco esto ocurre solamente en las
categorías más altas (1º división) sino en todas las categorías del fútbol,
siendo muchas veces más inseguras dado que las instalaciones no están
debidamente preparadas para la seguridad del evento en general. la
Historia nos deja algunos casos en la memoria además de ver muchas veces
salir al arbitro con custodia policial.
Por lo expuesto anteriormente, y dadas las circunstancias todos pueden
discutir, insultar, agredir pero él único que no puede perder la cabeza es el
árbitro. Pues en su figura reside el orden, el juego limpio, la autoridad, el
respeto, la buena comunicación, el control de la agresión y de los impulsos.
Que nos hace pensar que un árbitro no se enoja, no se molesta, no se
ofende? Es aquí donde aparece una de las características principales
del arbitraje: su control emocional.
Todo el entorno deportivo, el deporte y la competencia en sí misma generan
una suma de emociones: nervios, ansiedad, duda, enojos, exceso de
activación, pensamientos negativos en relación al desempeño etc. Todas
estas emociones son controlables y se puede ir mejorando su influencia en
el rendimiento deportivo con entrenamiento, con técnicas de relajación,
respiración y visualización. Trabajando con aquellos pensamientos
negativos que sacan de la tarea específica al deportista y lo desconcentra.
La seguridad, el sentirse seguro tiene relación con la autoconfianza
y la auto eficacia. Y la autoconfianza es la confianza que cada uno tiene
en sí mismo de realizar esa tarea para la cual se prepara, y se entrena. Es
saberse capaz. La autoeficacia es la convicción de uno mismo de poder
ejecutar con éxito una tarea para producir un cierto resultado.
Eso significaría que con instrucciones positivas de auto eficacia se podría
mejorar cualquier actuación contando con destrezas necesarias, pero
muchas veces bajo estados de presión externa hasta aquellos mejor
preparados pueden dudar de sus propias capacidades.
En un deportista se puede ver esto en el rendimiento en competencia, pero
en el arbitraje donde los observamos? En la toma de decisión ya que es una
de las situaciones más difíciles, donde el número de decisiones que se
toman por partido es alta y la posibilidad de error está presente siempre.
El punto es saber que se puede equivocar, que no se es infalible, que
existen posibilidades de error y que una vez que la decisión está tomada no
hay vuelta atrás. Por éste motivo la seguridad de lo cobrado es
importantísima, independientemente de las quejas, gritos, etc. Ya que si nos
quedamos pensando, dudando en la decisión tomada anteriormente no
podremos seguir estando en el resto de la competencia, ya que nuestro
pensamiento estará en aquella duda o en aquella decisión.
Tampoco nuestra toma de decisión se debería ver influenciada por la
presencia de cámaras de televisión que luego marcaran el error desde todo
tipo de ángulo, tenemos que sabernos capaces, sentirnos seguros de que la
decisión tomada está de acuerdo a lo observado en el momento, desde el
ángulo donde se estaba y con la certeza de que la concentración estaba en
el aquí y ahora. Es por eso que el nivel atencional y la concentración son las
otras características, ya que entrenando la concentración, permitirá obtener
más seguridad sobre donde estaba puesto el foco atencional al momento de
tomar la decisión. Sí la atención estaba más abierta y dispersa en el
momento de la decisión, provocará duda sobre la situación específica
cobrada. Y cuando se duda no sólo se da cuenta la persona que lo hace,
sino que a través de la comunicación gestual, el tono de voz, el estilo del
pitazo, los otros también lo detectan y se generan así los cuestionamientos.
La autocrítica se relaciona con la posibilidad de verse luego y poder detectar
los errores y también los aciertos del desempeño.
¿Por qué siempre quedarse sólo en el error? ¿Por qué siempre
observarse en lo que otros resaltan como negativo y no resaltar lo
positivo de mi actuación?
También poder reconocer los errores a fin de destacarlos y poder trabajar
en ellos, poder mejorar aquellos aspectos en los que quizás falte
entrenamiento, poder recurrir a aquellos con mayor experiencia y consultar
mis dudas, todo es parte de la autocrítica. Para esto necesito estar abierto
al aprendizaje, a seguir capacitándome, a buscar nuevas experiencias que
permitan un desempeño cada vez mejor. A veces el pensar que ya se sabe
todo, que todo está aprendido, escrito y/o dicho cierra las posibilidades de
crecimiento. Siempre se puede mejorar un poco más. Quién sabe cuál es su
tope realmente? Quién sabe hasta dónde es cada uno capaz de llegar?
Tolerancia a la frustración, está relacionada con saber que se es un ser
humano y que el error es una de las posibilidades. Aquí lo importante está
en que un error, una equivocación no es el fin. El sentirse mal después de
un error en una competencia, no debería tenerme toda la semana pensando
en eso, en que si vuelve a pasar “no sirvo para esto “.
El error puede ser el principio, una vez sucedido, poder pensar que en la
“próxima no ocurrirá “. Poder hacer frente a la adversidad requiere también
fortaleza mental. Superarse a sí mismo es lo fundamental.
Perseverancia y autodisciplina van de la mano, ya que si se realiza algo con
la motivación necesaria hay que dedicarle horas de entrenamiento y para
esto hay que ser disciplinado y constante con el
entrenamiento físico y si es posible con el
entrenamiento mental. Dado que la competencia
es cada vez más exigente siempre hay que
buscar la forma de un desempeño superior. Hay
que tener en cuenta que a pesar de los errores o
las equivocaciones, la perseverancia en la tarea
y el mejor desempeño es fundamental para mantenerse acorde a lo que las
exigencias del deporte hoy demandan.
Nada es imposible, todo es realizable en la medida en que los objetivos que
se establezcan estén de acuerdo a las habilidades físicas, técnicas y
mentales que se posee.
La competencia personal y la superación de uno mismo depende de mucho
trabajo. Ser mentalmente fuerte puede ser difícil pero no imposible de
lograr.
Perfil psicológico del árbitro
Es la parte de la psicología que se pone de
manifiesto en la acción de arbitrar y de
juzgar. El arbitraje deportivo es reconocido
como un genuino campo de aplicación de
la Psicología del Deporte, como se ha señalado en diferentes ocasiones
Riera, 1985; Weinberg y Richardson, (1990); Cruz, 1995 y 1997), La
aplicación y el desempeño en la función de juzgar la ejecución de los atletas
y la de arbitrar entre los deportistas en los eventos deportivos, aparece
como uno de los principales retos de la Psicología Deportiva. Otros autores
hacen referencia al tema de la psicología en el arbitraje deportivo de forma
más específico, Betancor (1999), Furst (1989, 1991), González- Oya (2004),
Ittenbach y Eller (1988), Marrero (1998) y Marrero y Gutiérrez (2002),
ejemplificando la reciente investigación efectuada sobre temas de la
motivación.
La preparación de todo árbitro o juez no solo puede estar sujeta al
reglamento de cada uno de los deportes, esta lleva implícita toda una serie
de aspectos de la psicología los cuales juegan un papel determinante en el
desenvolvimiento del árbitro o juez deportivo. Puntualizar entre ellos:
Motivación
Todo arbitró debe conocer que la motivación es un aspecto esencial en la
vida de la persona, permitiendo la dirigir la actividad con el esfuerzo
suficiente para lograr una meta.
"Sainz.N (2003) plantea que la motivación es el componente más
importante de la regulación inductora para toda actividad humana,
constituyendo el elemento decisivo que impulsa al sujeto a la acción"
La motivación constituye un proceso psíquico sumamente importante
dentro de la personalidad, es quien dinamiza la conducta hacia la obtención
de los objetivos propuestos por el sujeto. Según J. Gonzáles (1995), es " un
conjunto concatenado de procesos psíquicos( que implican la actividad
nerviosa superior y reflejan la realidad objetiva a través de las condiciones
internas de la personalidad) que conteniendo el papel activo y
relativamente autónomo de la personalidad, y en su constante
transformación y determinación reciprocas con la actividad externa, sus
objetos y estímulos, van dirigidos a satisfacer las necesidades del hombre, y
en consecuencia, regulan la dirección (el objeto-meta) y la intensidad o
activación del comportamiento, manifestándose como actividad motivada."
El árbitro que no se sienta motivado hacia su oficio nunca va a cumplir con
lo establecido por el reglamento y su preparación no va ser la mejor.
Voluntad
Según A. V .PETROSVSKI (1970) la voluntad es una forma especial de
actividad del hombre, presupone la regulación de su conducta, la inhibición
de una serie de aspiraciones y estímulos. Esta actividad prevé y completa la
organización de toda una cadena de operaciones y actividades diferente.
Dentro de la voluntad existen algunas cualidades que resultan decisivas en
la actividad de los árbitros y jueces
deportivos:
1. Perseverancia: Permite realizar
esfuerzos sostenidos a pesar de que el
objetivo a alcanzar se encuentre a corto,
mediano o largo plazo.
2. Valor: Permite dominar el temor a
equivocarse durante una acción no
reglamentada a lo largo de la competencia,
ante situaciones adversa tomar decisiones
y poder lograr el éxito y desarrollo de la
competencia.
3. Capacidad de adaptación: Permite ser receptivo ante cualquier
situación cambiante durante la competencia, ya sea del ambiente en que se
desarrolla o de la competición como tal. El árbitro debe saber que en
cualquier momento de la competencia puede ser agredido u ofendido por
cualquier espectador y tiene que saber darle el frente a la situación
evitando consecuencias nefastas.
4. Capacidad de concentración: Los árbitros deben concientizar que al
comenzar sus funciones como los mayores responsables del desempeño de
la competencia, de ello va a depender el resultado de los deportistas en
algún momento de la competencia, por lo que tienen que lograr la máxima
concentración de todo lo relacionado con su función durante su desempeño
en la competición, para no tener errores a la hora de establecer justicia.
5. Decisión: Esta cualidad es un factor determinante para los jueces y
árbitros deportivos ya que en todo momento de la competencia están
incidiendo en la actuación de los atletas, desempeñando un papel
determinante en el resultado. Al mismo tiempo le posibilitará tomar
decisiones en el menor tiempo posible. Son muchos los errores que se
cometen por la demora en la adopción de las decisiones incorrectas, de ahí
la importancia de esta cualidad de la voluntad. Sin ella ningún árbitro puede
lograr una buena actuación.
6. Independencia: Permite a los árbitros y jueces elaborar su propia
creatividad ante cualquier situación que se pueda presentar durante la
competencia.
7. El autocontrol en el arbitraje
deportivo se necesita para que
árbitro en situaciones difíciles sea
capaz de mantener una postura y no
pierda el control de su conducta
durante la competencia.
Comunicación
Otra actividad de la personalidad de importancia en el arbitraje es la
comunicación, siendo un proceso que permite el intercambio en las
relaciones personales. Todo árbitro debe tener en cuenta que el éxito de su
trabajo en gran medida depende de sus habilidades comunicativas.
En la preparación de árbitros y jueces debe estar presente el componente
comunicativo, tomando como premisa que las decisiones y fallos emitidos
deben ser transmitidos a deportistas, entrenadores y aficionados como lo
exige la propia función del arbitraje.
Memoria
"La memoria no e más que el recuerdo, la conservación y la ulterior
reproducción de la experiencia del individuo".
La memoria como proceso cognoscitivo se refiere al proceso que permite la
fijación, retensión y posterior reproducción a nivel de corteza de las huellas
pasadas. En este sentido se interpreta su importancia dentro del arbitraje,
ya que constantemente un juez o árbitro deportivo debe reproducir
situaciones descritas por el reglamento en cuestión o acciones que van
transcurriendo durante las competencias y que implican el cumplimiento de
determinadas reglas.
Percepción visual
Se considera que al igual que los demás componentes psicológicos antes
mencionados, la percepción visual, juega un papel determinante en la
función del árbitro durante la competencia. En este caso el órgano visual da
la posibilidad de poder percibir todo lo que respecta su actuación y así
acometer decisiones más aceptadas. Cuando hablamos del perfil Psico -
característico del árbitro nos remitimos a las característica del árbitro desde
el punto de vista psicológico, es decir al estudio de de su comportamiento
habitual en una determinada situación (la competencia). Jesús Maria (2007)
"lo define como el conjunto de respuesta observable, y la situación es el
conjunto que lo determina)" es decir que entre las situaciones y las
repuestas se destacan los aspectos particulares de la personalidad y el
carácter del individuo, aspectos que inciden en su comportamiento.
¿En qué se debe formar el perfil psico - característico del árbitro?
De cierta manera se hace un poco difícil por las especificidades de cada
deporte, pero, se tienen en cuenta algunos valore planteado por Jesús Maria
(2007) van a estar implicados en la actividad que realizan los árbitros, como
son:
1 RIGOR
2 NEUTRALIDAD
3 SEGURIDAD
4 TOLERANCIA
5 AUTORIDAD
Explicando cada uno de estos aspectos, el rigor
va estar presente en el árbitro desde su
preparación como árbitra hasta ante, durante y después de la competencia.
Este término práctico, expresa el hábito cultivado por el espíritu de separar
lo que es verdadero de lo que es falso. De ahí que la que la neutralidad es
un rasgo de carácter que se opone a las influencias tendenciosas o
perjudiciales cuando tenemos la obligación de juzgar, de esta misma forma
la seguridad la va dar la preparación que tenga el árbitro, el dominio técnico
y en gran medida la experiencia y los año que lleve en la actividad, la
tolerancia es el límite constructivo y pedagógico de la autoridad del árbitro,
la autoridad es fundamental en la actividad de todos los árbitros sin quitarle
la importancia a las demás; esta su vez significa para el árbitro la conquista
de la admiración, del respeto y de la confianza, fundamentándose en la
justicia y la oportunidad de sus actos juicios. Esta procede de la capacidad
que tenga el árbitro para imponerse de manera sutil, a todos interventores
de la actividad.
A pesar de lo analizado anteriormente, hay una realidad, al entrenamiento
psicológico en árbitros y jueces no se le presta la atención que merece, es
realmente lamentable, y hasta poco lógico que no se aprovechen sus
bondades, dado los aportes que pudiera ofrecer este a la excelencia o
competitividad de los árbitros y jueces.
El arbitraje debe tener un sistema de formación multidisciplinario que
integre no solo los aspectos teóricos o físicos, sino también lo psicológico.
En este sentido la preparación se presenta como un aspecto fundamental a
la hora de tomar decisiones ante distintas situaciones en la competición,
siendo así también una forma más de marcar diferencias en la
profesionalidad de los árbitros. En este sentido se ratifica el criterio, de
existe estrecha relación entre habilidades psicológicas y rendimiento
arbitral de hecho, Weinberg y Richardson (1990) ya afirmaron que la
destreza en determinadas habilidades psicológicas explica del 50% al 70%
del éxito arbitral. Según Guillén (2003), el 37% de los arbitras señalan
diferencias de orden psicológico a la hora arbitral. El autor comparte el
criterio planteado por Guillén, en el momento de arbitral se pone de
manifiesto distinto aspectos psicológicos que no van ha estar determinados,
sino se darán por la misma situación de la competencia, esta es una razón
más de la importancia de la preparación psicológica del árbitro. Cuando en
la preparación del árbitro seamos capaces de incorporar cada uno de las
habilidades relacionadas su modo de actuación, estaremos garantizando un
mejor desenvolvimiento de los mismos.
Bibliografia
http://www.arbitrajebalear.com/docs/3_alex_garcia_psicologia.pdf
http://www.psicologosdeldeporte.com/art_arbitraje.html
http://www.psicologiadeldeporte.org/arbitraje/arbitraje.php