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trabajo de investigación acerca de como concibe el niño en estado de vulnerabilidad el mundo.
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TRABAJO DE GRADO
“ANÁLISIS DE LAS IMÁGENES EN TORNO A LOS ESPACIOS DE
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA, CONSTRUIDAS POR NIÑOS EN SITUACIÓN DE
VULNERABILIDAD, ENTRE LOS CINCO Y LOS SEIS AÑOS”
JANETH CAROLINA LÓPEZ RÁMIREZ
Asesor
Jair Alvarez
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
MEDELLIN
2015
ANÁLISIS DE LAS IMÁGENES EN TORNO A LOS ESPACIOS DE
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA, CONSTRUIDAS POR NIÑOS EN SITUACIÓN DE
VULNERABILIDAD, ENTRE LOS CINCO Y LOS SEIS AÑOS
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El presente estudio, que busca analizar las imágenes en torno a los espacios de
socialización primaria, construidas por niños entre los cinco y los seis años en
situación de vulnerabilidad, se realizará en la comuna nororiental, barrio Popular
uno, en el Jardín Infantil Travesuras (institución oferente colegio Fe y Alegría -
Granizal) y en la Ludoteca del barrio.
A continuación procederemos con algunos puntos que nos permitirán plantear el
problema de investigación.
1.1 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
BARRIO O CONTEXTO
En la ciudad de Medellín, específicamente en la comuna nororiental, barrio
Popular, se ha considerado que la población infantil de cero a seis años se ha
beneficiado con las políticas públicas de infancia, con la mejoría en la
infraestructura y otros factores de la comunidad que han modificado la calidad de
vida de los habitantes. Entendiendo calidad de vida como el “concepto que alude
al bienestar en todas las facetas del hombre, atendiendo a la creación de
condiciones para satisfacer sus necesidades materiales (comida y cobijo),
psicológicas (seguridad y afecto), sociales (trabajo, derechos y responsabilidades)
y ecológicas
1.2 VARIABLES DE LA POBLACION
1.3 PERFIL SOCIOECONÓMICO COMUNA UNO “POPULAR”
La Comuna Uno Popular de la ciudad de Medellín, según los datos recogidos en
la encuesta realizada por el SISBEN en septiembre del 2008, cuenta con un total
de 148.913 habitantes, de los cuales 70. 189 son hombres y 78.724 son mujeres,
lo que significa que el 47,13% de los habitantes de la comuna son Hombres y el
52,87% son Mujeres.
Así mismo, dentro de esta encuesta se señala que el 0,87% de las personas que
habitan la comuna tienen menos de 1 año, el 6,93% de las personas tienen entre 1
y 4 años, el 22,04 %de las personas tienen entre 5 y 14 años, el 49,33 % de las
personas tienen entre 15 y 44 años, el 12,82% de las personas tienen entre 45 y
59 años y el 8,01% de las personas tienen más de 60 años, como se muestra en
la siguiente tabla
1.4 DIAGNOSTICO DE LA POBLACION:
La zona nororiental de Medellín limita al sur con la calle 67 o Barranquilla, al norte
con la quebrada la Seca, al occidente con el Río Medellín y al oriente con el
perímetro urbano.
Según los datos del Departamento de Planeación Municipal, la Zona Nororiental
de la cuidad encuentra conformada por 4 comunas, las cuales son: la Comuna uno
Popular (doce barrios), la Comuna dos Santa Cruz (once barrios), la Comuna tres
Manrique (quince barrios) y la Comuna cuatro Aranjuez (catorce barrios), en total
los barrios de esta zona suman 52, con una población estimada de 582.343
habitantes, representando el 24.16% de la población total de la cuidad
Este territorio ha sido poblado por medio de asentamientos de familias que en su
mayoría llegan del campo a la cuidad, en busca de oportunidades que les
permitan mejorar sus condiciones de vida. Esta zona en sus inicios era
conformada por extensiones amplias de tierras, en las que se construyeron
algunos barrios en un contexto legal, con adecuada planeación técnica que tenía
en cuenta la estructuración de manzanas, espacio público, escuelas, iglesias y
servicios públicos domiciliarios. El resto del territorio fue ocupado a través de
invasiones, de ahí que se caracteriza porque sus procesos de construcción no
fueron realizados por medio de planeación formal, sino a través de la
autoconstrucción y la improvisación de la comunidad. En este apartado, es
importante resaltar que la construcción de los barrios en los sectores mas
periféricos de la zona se encuentran en territorios vulnerables o de alto costo
como fue denominado por las y los habitantes del mismo, ya que diferentes
estudios de suelo han demostrado que en algunos sectores es posible intervenir e
invertir en obras sociales y de infraestructura.
En otro sentido se realiza un diagnóstico de relaciones de intercambio de la
población infantil objeto de la investigación que permite hablar de las
manifestaciones de la población infantil (cinco a seis años), población objeto del
presente estudio, es posible advertir la recurrencia de patrones que han
caracterizado al barrio Popular. Entre ellos, agresión física y verbal, labilidad en el
seguimiento de las normas, deserción escolar, entre otros. Este estudio pretende
analizar las imágenes que los niños de cinco y seis años, en situación de
vulnerabilidad, crean acerca de sus espacios de socialización. Entendemos por
dichos espacios de socialización aquellos lugares en los cuales el ser humano
está inmerso, expuesto a relacionarse y compartir costumbres y creencias
convirtiéndose en un miembro más de la sociedad.
Dentro de los espacios más relevantes tenemos, entonces, la familia, las iglesias,
la escuela y la calle (el barrio); los espacios de socialización hacen parte del
proceso por el cual las personas llegan a incorporar y compartir con el resto de los
miembros de una sociedad, el conjunto de sus significados culturales.
Los espacios de socialización primaria transversaliza la infancia; por medio de ella
se convierte en miembro de la sociedad. Estos son los más importantes para el
individuo, y, en cada caso, a ellos debe asemejarse toda socialización posterior
La intensa carga emocional del momento hace posible la formación de «otros
significantes» que no son sino personas con las que, por su valor afectivo, se tiene
una estrecha relación que hace posible la comunicación y el intercambio de
significados culturales, por lo que se convierten en especialmente influyentes
dentro de la dinámica de la socialización. (Berger y Luckman, 1991: 165)
Así mismo surge el mecanismo de la identificación que tiene un doble contenido
siendo el otro un significante que se convierte en modelo imitado y obedecido, en
sus comportamientos, valores, órdenes; y, por la relación afectiva establecida la
imagen que de mí el otro me refleja, y que de alguna manera se relaciona con la
aceptación y acomodación a sus exigencias de socialización primaria, imitarle y
obedecerle, se convierte en el elemento fundamental a partir del cual se empieza
a construir mi propia identidad ( Charles H. Cooley. 1869).
Consecuentemente el “yo” en la construcción de la imágenes de los niños de 5 a
6 años es una entidad reflejada, porque manifiesta las actitudes que primeramente
adoptaron para con él los otros significantes; el individuo llega a ser lo que los
otros significantes lo consideran.
Entre los 5 y 6 años la presencia de la tríada familiar es necesaria para la
formación de la capacidad de separación afectiva, de dar y recibir afecto a una
tercera persona, incluyendo la resolución del Complejo de Edipo. La virtud que
surge de la resolución positiva de esta crisis es el propósito, el deseo de ser, de
hacer y de convivir, sintetizado en la expresión: “Yo soy lo que puedo imaginar que
seré”. El arte dramático y el jugar se vuelven el palco de las ritualizaciones de las
experiencias existenciales de la niñez, en los roles y funciones sociales, bien como
del aprendizaje de los significados dialécticos de las crisis psicosociales para la
formación de su consciencia moral. El moralismo será la palabra para designar la
internalización de las normas sociales cuando es la forma inhibidora y culposa.
Esta ritualización se expresa en tres niveles diferentes en la expresión de jugar: en
la autoesfera: esto es las sensaciones del propio cuerpo; en la microesfera:
aquello que corresponde a la esfera de los juguetes y en la macroesfera: los actos
que corresponden a las relaciones con los otros. Nelso Antonio Bordignon. EL
DESARROLLO PSICOSOCIAL DE ERIK ERIKSON. 2005
Por último se remite a Erikson con aportes significativos que hablan del desarrollo psicosocial de los infantes, acotando que al igual que Piaget, Erik Erikson (1902-
1994) sostuvo que los niños se desarrollan en un orden predeterminado. En vez de centrarse en el desarrollo cognitivo, sin embargo, él estaba interesado en cómo los niños se socializan y cómo esto afecta a su sentido de identidad personal. La teoría de Erikson del desarrollo psicosocial está formada por ocho etapas distintas, cada una con dos resultados posibles.
Según la teoría, la terminación exitosa de cada etapa da lugar a una personalidad sana y a interacciones acertadas con los demás. El fracaso a la hora de completar con éxito una etapa puede dar lugar a una capacidad reducida para terminar las otras etapas y, por lo tanto, a una personalidad y un sentido de identidad personal menos sanos. Estas etapas, sin embargo, se pueden resolver con éxito en el futuro. Desde el nacimiento hasta la edad de un año, los niños comienzan a desarrollar la capacidad de confiar en los demás basándose en la consistencia de sus cuidadores (generalmente las madres y padres). Si la confianza se desarrolla con éxito, el niño/a gana confianza y seguridad en el mundo a su alrededor y es capaz de sentirse seguro incluso cuando está amenazado. No completar con éxito esta etapa puede dar lugar a una incapacidad para confiar, y por lo tanto, una sensación de miedo por la inconsistencia del mundo. Puede dar lugar a ansiedad, a inseguridades, y a una sensación excesiva de desconfianza en el mundo.
Entre el primer y el tercer año, los niños comienzan a afirmar su independencia, caminando lejos de su madre, escogiendo con qué juguete jugar, y haciendo elecciones sobre lo que quiere usar para vestir, lo que desea comer, etc. Si se anima y apoya la independencia creciente de los niños en esta etapa, se vuelven más confiados y seguros respecto a su propia capacidad de sobrevivir en el mundo. Si los critican, controlan excesivamente, o no se les da la oportunidad de afirmarse, comienzan a sentirse inadecuados en su capacidad de sobrevivir, y pueden entonces volverse excesivamente dependiente de los demás, carecer de autoestima, y tener una sensación de vergüenza o dudas acerca de sus propias capacidades.
Alrededor de los tres años y hasta los siete, los niños se imponen o hacen valer con más frecuencia. Comienzan a planear actividades, inventan juegos, e inician actividades con otras personas. Si se les da la oportunidad, los niños desarrollan una sensación de iniciativa, y se sienten seguros de su capacidad para dirigir a otras personas y tomar decisiones. Inversamente, si esta tendencia se ve frustrada con la crítica o el control, los niños desarrollan un sentido de culpabilidad. Pueden sentirse como un fastidio para los demás y por lo tanto, seguirán siendo seguidores, con falta de iniciativa.Desde los seis años hasta la pubertad, los niños comienzan a desarrollar una sensación de orgullo en sus logros. Inician proyectos, los siguen hasta terminarlos,
y se sienten bien por lo que han alcanzado. Durante este tiempo, los profesores desempeñan un papel creciente en el desarrollo del niño.
Entonces hablar de la infancia en contextos de vulnerabilidad social es un
concepto utilizado por algunos autores para describir una zona intermedia entre la
integración y la exclusión social.
Una persona vulnerable es aquella cuyo entorno personal, familiar-relacional,
socio-económico o político-administrativo padece alguna debilidad y, en
consecuencia, se encuentra en una situación de riesgo que podría desencadenar
un proceso de la exclusión social.
Una familia pobre tiende a mostrar menores niveles de educación, el jefe de hogar
tiende a estar en un trabajo poco calificado y a estar más expuesto cuando
ocurren las crisis económicas. Para terminar con este círculo es fundamental
predecir qué hogares tendrá mayor exposición a reducciones en su bienestar; por
ello es importante diseñar herramientas que logren mitigar esos riesgos y que
entreguen oportunidades a las personas. La vulnerabilidad es un indicador que
mide cuánto afecta al bienestar de los individuos la presencia de riesgo y la
variabilidad en el ingreso. Vulnerabilidad Social. Más Allá de la Pobreza.
Paulina Henoch I. agosto 2013.
1.2 ANTECEDENTES
A continuación se presenta una revisión bibliográfica en donde dicha investigación
está directamente relacionada con el objeto de estudio del proyecto y es pertinente
para ampliar el conocimiento sobre el tema que concierna:
El texto procede de Velarde, O. (1992): La mediación de los MCM en la
construcción de las representaciones infantiles. Tesis Doctoral. Facultad de
Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. Ed. UCM.
Colección Tesis Doctorales Nº 172/92. 1045 Págs. Depósito Legal M-12257.
Madrid. Edición electrónica: Velarde, O. (2001): La mediación de los MCM en la
construcción de las representaciones infantiles. Tesis Doctoral. Facultad de
Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. Ed. UCM. ISBN:
84- 669-0098-5.
Presenta un modelo de exploración para analizar las formas en que los niños y
niñas construyen las representaciones de sí mismos y de quienes les rodean en
su entorno familiar, lúdico, escolar y comunicativo. Explica qué clase de
información es necesaria para abordar ese análisis y cómo se integran los datos
para encontrar estructuras que aclaren el sentido de dicha información. Muestra
algunas de las funciones que cumplen las representaciones en el desarrollo infantil
e ilustra las modalidades de participación de la comunicación mediada en el
desarrollo cognitivo, axiológico y social de los niños y niñas en quienes se basó la
investigación.
La visión del mundo en el niño aparece como el producto de una actividad
mediadora, en la que la autonomía cognitiva del sujeto opera desde la condición
heterónoma de todo estar en el mundo. Es el propio niño quien media la
representación de sí mismo y de su circunstancia, cuando integra (con mayor o
menor éxito) en una unidad de sentido todos los factores que intervienen en su
estar expuesto al mundo. De este modo, la enculturización lejos de concebirse
como la reactiva (o incluso pasiva) respuesta a las condiciones sociales,
culturales, comunicativas que viven los pequeños- se analiza como una actividad
del propio sujeto. La representación que el niño se hace del mundo puede ser
entendida como el pro-ceso cognitivo que le permite establecer una congruencia
entre INFORMACIÓN, ACONTECER Y RELACIONES SOCIALES. Se ofrece a
continuación una visión general del modelo empleado para La investigación.
La segunda investigación procede de Gerardo Echeita Sarrionandia: El mundo
adulto en la mente de los niños: la comprensión infantil de las relaciones de
intercambio y el efecto de la interacción social sobre su desarrollo. España. 1998
El objetivo de la investigación es analizar cómo son las relaciones de intercambio
de los niños, pues es muy probable que éstas sean una ocasión privilegiada para
conocer cómo piensan y las ven desde su propio concepto.
Al mismo tiempo se plantea desde la psicología realizar una investigación con el
afán de conocer los principios de desarrollo cognitivo, la experimentación
psicológica que ocupa su individualidad y la importancia del desarrollo social de la
mano del desarrollo moral del infante lo que hace más fácil analizar las relaciones
de intercambio de los niños.
La tercera investigación procede Ferran Casas: Las representaciones sociales de
las necesidades de niños y niñas, y su calidad de vida. Centro de Estudios del
Menor, Condesa de Venadito 34, 28027 Madrid.1992
Se presenta un trasfondo psicosocial que conlleva a la calidad de vida de la
población infantil se hace hincapié en la importancia de las representaciones
sociales de los niños y su población adulta.
Se conceptualiza la infancia, analiza las relaciones parentales, las actitudes que la
población adulta tiene con los niños del estudio, los medios de comunicación
social y su influencia en la población infantil, Legitimación de las necesidades y
problemas sociales que afectan a los niños y la posibilidad de abrir nuevas
perspectivas de posibles intervenciones sociales para desarrollar programas de
prevención y promoción, teniendo en cuenta el contexto de clima psicosocial del
conjunto de la población adulta en que se realicen. Y, en tercer lugar, podría
sugerir vías más eficaces, sin levantar grandes recelos ni disonancias adultas,
para prestar mayor atención a los propios niños, dándoles mayor protagonismo en
aquellos espacios de la vida social para los que, según su momento evolutivo,
tengan unas capacidades mínimas.
1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
La presente investigación está inscrita en el Grupo Interdisciplinario de Estudios
Pedagógicos (GIDEP). La investigación tiene relevancia para la ciudad de
Medellín, debido a que en sus líneas de desarrollo se contempla que la infancia
mejorar las condiciones de vida de los niños en el marco de políticas públicas,
mediante el enfoque de derechos, a través de estrategias que van desde la
promoción, prevención, difusión, movilización, atención, investigación, defensa,
hasta el restablecimiento de sus derechos. Siendo fundamental la inclusión de la
familia como primer agente formador; de la escuela como primer espacio de
construcción de los sentidos y de la sociedad para el fortalecimiento del tejido
social, y de los niños como elemento transformador de una nueva ciudadanía. De
igual manera, la investigación es importante para la comunidad académica en
tanto representa la recuperación, por la vía de la producción de conocimiento, de
la mirada de los niños frente a sus espacios de socialización primaria. Finalmente,
la investigación cumplirá con el propósito de apropiación social del conocimiento,
en la medida en que sus resultados contribuyan al mejoramiento de la calidad de
la educación en la ciudad que es entendida como aquella que forma mejores
seres humanos, ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo público, que
ejercen los derechos humanos, cumplen con sus deberes y conviven en paz. Una
educación que genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad para
ellos y para el país. (Documento educación de calidad. El camino para la
prosperidad)
Finalmente, expuesto lo anterior, consideramos pertinente plantear nuestras
preguntas de investigación: ¿Qué tipo de imágenes en torno a los espacios de
socialización primaria construyen los niños, en situación de vulnerabilidad, entre
los cinco y los seis años? y ¿Qué significados pueden ser atribuidos a dichas
imágenes?
1. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
Analizar las Imágenes en torno A Los Espacios De Socialización Primaria,
Construidas Por Niños En Situación De Vulnerabilidad, Entre Los Cinco Y Los Seis
Años, En La Comuna Nororiental, Barrio Popular N° 1.
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1) Describir las imágenes en torno a Los Espacios De Socialización Primaria,
Construidas Por Niños En Situación De Vulnerabilidad, Entre Los Cinco Y Los
Seis Años, En La Comuna Nororiental, Barrio Popular N° 1.
2) Clasificar temáticamente las imágenes a Los Espacios De Socialización
Primaria, Construidas Por Niños En Situación De Vulnerabilidad, Entre Los
Cinco Y Los Seis Años, En La Comuna Nororiental, Barrio Popular N° 1.
3) Interpretar las imágenes a Los Espacios De Socialización Primaria,
Construidas Por Niños En Situación De Vulnerabilidad, Entre Los Cinco Y Los
Seis Años, En La Comuna Nororiental, Barrio Popular N° 1.
3. REFERENTE CONCEPTUAL
1 EL CONCEPTO INFANCIA
Las concepciones de la infancia han cambiado considerablemente a lo largo de los
siglos (Ariès, 1987; De Mause, 1991) y también durante el siglo XX (Pachón, 1985;
Casas, 1998). Los cambios históricos en la concepción de la infancia tienen que
ver con los modos de organización socioeconómica de las sociedades (Ariés,
1987), con las formas o pautas de crianza (De Mause, 1991), con los intereses
sociopolíticos (Varela, 1986), con el desarrollo de las teorías pedagógicas
(Escolano, 1980) así como con el reconocimiento de los derechos de la infancia en
las sociedades occidentales y con el desarrollo de políticas sociales al respecto
(García y Carranza, 1999). Por todo ello la infancia, más que una realidad social
objetiva y universal, es ante todo un consenso social (Casas, 1998).
Se han podido identificar cuáles son las representaciones de la infancia que se
proyectan en la literatura, el cine y los medios de comunicación franceses
(Chombart de Lauwe, 1971), en la literatura española de fines del siglo XIX
(Mínguez, 1999). El análisis de la documentación pedagógica colombiana ha
permitido, así mismo, desvelar cómo a lo largo de la primera mitad de este siglo se
evoluciona de una imagen del niño, entre ángel y demonio, a una visión nueva
(Muñoz y Pachón, 1988) que deriva en buena medida de haber incorporado
numerosas ideas de las ciencias educativas (Sáenz, Saldariaga y Ospina, 1997);
de otra parte los estudios históricos sobre la infancia colombiana se perfilan como
una prometedora línea de investigación para la historia de la vida "privada"
(Zapata, 1995; Alzate et al, 1997; García, 1999); así mismo, se indaga por los
procesos de comprensión del sentido de la realidad por parte de los niños en
contextos colombianos (Amar; Abello,1998).
No existen, sin embargo, que sepamos, estudios que analicen los cambios en las
concepciones de la infancia reflejadas en los libros de texto, a pesar de la
abundancia de análisis sobre cómo se abordan en ellos asuntos como el del
género (Garreta y Coreaga, 1987; Nuño y Ruipérez, 1997; Turbay, 1993; Vasco,
1991), la familia (Alzate et al, 1999) el tercer mundo (Celorio et al, 1991), familia
(Stramiana, 1984; Pouliot, 1994; Alzate et als, 1999), la mujer (Silva, 1979;
Garreta, 1984), la iconografia (Escolano, 1998), el racismo (Calvo, 1992), etc.
2. Concepciones de infancia
2. 1. Perspectiva histórica
La historia social, la historia de la pedagogía y la psicología social nos han
mostrado que no hay una sola concepción de infancia; ésta ha cambiado a lo largo
de los siglos.
El trabajo pionero y ampliamente citado de Ariés (1973, 1986,1987), la historia de
la infancia de Lloyd de Mause (1991), el estudio sobre la genealogía del concepto
de infancia de Varela (1986) y, para el caso colombiano, los estudios de Pachón y
Muñoz (1991, 1996) dejan al descubierto que las concepciones de la infancia no
han sido estables sino, más bien, variables en dependencia de las distintas
condiciones socio-históricas
La concepción de la infancia guarda coherencia con la sociedad vigente. Los
principios de organización religiosa y militar presentes en períodos como el siglo
XII y XIII dan origen a los niños de las cruzadas. Los principios de organización
educativa y científica del siglo XVII y XVIII dan origen al niño escolar. Los
principios de organización industrial dan origen a los niños trabajadores y a los
aprendices del siglo XIX. Los principios de organización familiar dan origen al hijo
de familia que realiza todas sus actividades en el hogar bajo la tutela de los
padres. El fortalecimiento del Estado da origen a los hijos del estado, niños que
desde muy pequeños pasan de manos de sus padres a las de un personal
especializado que se hace cargo de ellos en guarderías y jardines infantiles, como
se ve actualmente. Esta misma situación se observa en las instituciones que se
encargan de la protección del niño: de instituciones masivas tipo cuartel o
convento se pasa a la institución escuela, institución taller o institución hogar.
Aries (1973,1986, 1987) ha mostrado el carácter invisible de las concepciones de
la infancia. La antigua sociedad tradicional occidental no podía representarse bien
al niño y menos aún al adolescente; la duración de la infancia se reducía al
período de su mayor fragilidad, cuando la cría del hombre no puede valerse por sí
misma; en cuanto podía desenvolverse físicamente, se le mezclaba rápidamente
con los adultos, con quienes compartía trabajos y juegos. El bebé se convertía en
seguida en un hombre joven sin pasar por las etapas de la juventud, las cuales
probablemente existían antes de la Edad Media y que se han vuelto esenciales
hoy en día para prácticamente todas las sociedades, desarrolladas o no.
Desde una perspectiva psicogénica de la historia de la infancia, De Mause (1991)
enseña que las concepciones de la infancia están íntimamente asociadas a las
formas o pautas de crianza. Se conciben éstas como formas o tipos de relaciones
paterno filiales que han tenido un desarrollo no lineal en la historia de la
humanidad. Así tenemos los siguientes tipos: infanticidio (antiguedad-siglo IV);
abandono (siglos IV-XIII); ambivalencia (siglos XIV-XVII); intrusión (siglo XVIII);
socialización (siglos XIX-mediados del XX); ayuda (se inicia a mediados del siglo
XX).
En este contexto, las concepciones de infancia están determinadas por la
secuencia continua de aproximación entre padres e hijos a medida que,
generación tras generación, los padres superaban lentamente sus ansiedades y
comenzaban a desarrollar la capacidad de conocer y satisfacer las necesidades
de sus hijos.
Desde una perspectiva de análisis histórico de la genealogía y del poder para
indagar las imágenes de la infancia, Varela (1986) estudia cómo las figuras de la
infancia no son ni unívocas ni eternas. Las variaciones que han sufrido en el
espacio y en el tiempo son una prueba de su carácter socio histórico. Las
transformaciones que han afectado a la percepción de la infancia moderna están
íntimamente ligadas a los cambios en los modos de socialización.
La categoría de infancia es, en definitiva, una representación colectiva producto de
las formas de cooperación entre grupos sociales también en pugna, de relaciones
de fuerza, de estrategias de dominio. La categoría de infancia está orientada por
intereses sociopolíticos; incluye, bajo diferentes figuras encubiertas, una aparente
uniformidad que ha permitido concebir proyectos educativos elaborados en función
de grupos de edad y de prestigio, y que hace viables códigos científicos tales
como los discursos pedagógicos, la medicina infantil o la psicología evolutiva.
Todas estos saberes son inseparables de las instituciones, de las organizaciones
y de los reglamentos elaborados en torno a la categoría de infancia que a su vez
se ve instituida y remodelada por ellos.
2.2. Perspectiva pedagógica y educativa
Las concepciones de la infancia durante las dos últimas centurias, en opinión de
Escolano (1980), se enmarcan en tres corrientes. Cada una de ellas destaca a su
manera los criterios de preservación y protección de la infancia que van a
constituir el núcleo de la visión moderna de los niños:
(a) La revolución sentimental derivada del naturalismo pedagógico introducirá en
la historia de la educación los mitos del libertarismo y de la permisividad
postulando el aislamiento del niño de los contactos precoces con la vida social.
(b) Los movimientos en favor de la escolarización total de la infancia se vinculan a
la organización de los grandes sistemas nacionales de educación y crean las
estructuras efectivas para la reclusión institucional de los niños.
(c) El desarrollo positivo de las ciencias humanas, principalmente de la psicología
y pedagogía, iniciado a finales del siglo pasado y continuado ininterrumpidamente
a lo largo del siglo XX, así como los desarrollos de la medicina infantil,
proporcionarán las bases necesarias para la dirección científica de la conducta
infantil y, consiguientemente, para la organización metódica de la escuela.
En Colombia, a principios de este siglo y desde una visión pesimista sobre la
«degeneración de la raza», se percibía la infancia como la etapa en la que más se
reflejaba y sintetizaba la «enfermedad de la raza» y era principalmente a ella hacia
donde debían dirigirse las iniciativas de protección y redención (Sáenz,
Saldarriaga y Ospina, 1997). Ahora bien, durante el periodo de 1900 a 1940 se va
a ir asentando una visión moderna de la infancia de la mano de nuevos saberes,
tales como la paidología -ciencia del niño-, la pediatría y la puericultura, para los
que esta etapa es de la mayor importancia en la vida del ser humano. Todos los
saberes sobre el hombre, en realidad, desarrollan ramas que se especializan en la
infancia; entre otros, la medicina y la higiene infantil, la psicología del niño, la
criminología infantil y la antropometría infantil. Y se convierte así en objeto de
investigación científica y de intervención social. El niño en la escuela es
observado, medido, examinado, clasificado, seleccionado, vigorizado,
medicalizado, moralizado y protegido por métodos «naturales» de enseñanza y
por ambientes formativos propicios para revertir las taras hereditarias. Se
convierte así en semilla, en esperanza de una nación moderna y saludable.
2. LA INFANCIA EN CONTEXTOS DE VULNERABILIDAD
La vulnerabilidad social no se refiere exclusivamente a la situación de pobreza
como carencia de recursos materiales, sino también a la falta de capacidad y de
organización necesaria para mejorar la calidad de vida y acceder a diferentes
bienes y servicios.
El individuo se integra a la sociedad a través de un doble eje: el trabajo y su
mundo de relaciones, familiares y comunitarias. La situación de vulnerabilidad
social se vincula con la precaria situación laboral, con la fragilidad institucional (a
nivel de organismos intermedios y de acciones protectoras del Estado) y con el
debilitamiento o ruptura de la red de relaciones familiares, comunitarias y sociales.
Este es el tejido que debemos recomponer.
La condición de vulnerabilidad determina que un sector de la población quede
fuera del ejercicio de la ciudadanía (ciudadano es un sujeto portador de derechos)
y de los beneficios sociales que hacen a la satisfacción de sus necesidades
básicas.
En su mayoría, la población vulnerable en nuestro país es la que ha emigrado del
campo a la ciudad. La visión del mundo y el sistema de normas y valores
sostenido históricamente por la familia y la comunidad, transmitido de generación
en generación, se fue desdibujando con el tiempo porque no respondía a esta
nueva realidad. Tampoco encontraron condiciones para incorporarse a la cultura
urbana, por lo que grandes porciones de población quedaron al margen de esta
sociedad.
Esta historia compartida por tantas familias permite identificar algunos factores
recurrentes que intervienen en la configuración particular de las estructuras
familiares que cargan hoy con la marginalidad social y su consecuente
vulnerabilidad: La historia de vida de estas familias está marcada por un sinfín de
reiteradas violaciones a sus derechos.
4. DISEÑO MEODOLÓGICO:
TIPO DE DISEÑO: Por la naturaleza del proyecto este se enmarca en un diseño
transversal descriptivo. Es transversal porque aborda el problema justo en el
momento que tiene ocurrencia. Además tiene una esencia descriptiva ya que se
identifica cada uno de los rasgos que caracteriza el problema establecido en el
contexto de estudio, la explicación de la relación causal efecto del problema.
ENFOQUE DEL PROYECTO: este proyecto tiene un enfoque hermenéutico y
critico social. Hermenéutico porque permite acceder a la recolección de una
información que es procesada categóricamente; esta estrategia da la posibilidad
de hacer el ejercicio interpretativo de la información a través del ejercicio de la
subjetividad, es decir, de la valoración del problema desde su trascendencia
pedagógica, por medio de las técnicas o instrumentos de recolección propuestos:
dibujo, la lúdica y los cuentos; además del diario de campo. Tiene un enfoque
crítico social porque el estudio no solo se limita a establecer la esencia materia del
objeto de conocimiento, sino su trascendencia e impacto social con un propósito
pedagógico.
MÉTODO: de tipo cualitativa, etnográfica, diagnóstico descriptivo y propositiva. Es
etnográfica porque permite hacer un acercamiento a la naturaleza descriptiva del
problema, estudiando la caracterización de un conjunto social, sus valores, sus
creencias, sus motivaciones, sus anhelos, sus formas de interacción social para
llevar a comprender el sentido de las acciones de unos actores y llegar a construir
un conocimiento. Es diagnóstica descriptiva porque a partir de la identificación de
los rasgos que caracterizan el problema, se explica la naturaleza de cada uno de
ellos y su interrelación como elementos constituyentes de la situación problémica.
Finalmente es de tipo propositiva porque el proyecto culmina con la formulación de
una propuesta encaminada a analizar el problema identificado.
INSTRUMENTOS:
Se implementa Técnicas e instrumentos de recolección, tratamiento y análisis de
la información como son:
Por último se hará uso del diario de campo que servirá como medio de recolección
de las situaciones observadas durante la investigación.
El Dibujo infantil
Lectura y observación de cuentos
Actividades lúdicas y juego libre
REFERENCIAS
DE CASTRO CORREA Alberto. Método fenomenológico hermenéutico: una
propuesta desde la psicología. Artículo de internet. Octubre de 2011.
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