José y sus hermanosPorción Bíblica para estudiar: Génesis 37: 1-36

★ Texto para aprender:

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.”

Proverbios 4:23

★ Objetivos:1. Lograr que el niño asimile

algunas razones por las cuales debe proteger su corazón.

2. Enseñar al niño a proteger su corazón.

3. Ayudar al niño a amar a su familia y a contribuir con el bienestar de la misma.

★Visuales: 1. José de camino a encontrarse

con sus hermanos. 2. José siendo echado en la

cisterna.

3. La caravana de Ismaelitas.

Introducción: Pregunte a los niños:

• ¿Qué opinan acerca de las personas cuyo trabajo es recoger la basura?

• ¿Cuáles serían las consecuencias en las ciudades y pueblos que prescindieran de su servicio?

• ¿Qué ocurre en una casa que deja de limpiarse?

Desarrollo de la historia: Aparte de limpiar las ciudades, los hogares los cuerpos, etc. Hay otras cosas que deben cuidarse mucho para mantenerlas bonitas y funcionando como es debido. Hace muchos años, había una familia en Canaán acerca de la cual se han escrito muchos libros y se han grabado varias películas. Miles de personas, e incluso algunas ciudades, llevan los nombres que tenían los miembros de esta familia.

Es recomendable dividir esta historia en varias

clases.

Génesis 37: 3-4 “Y amaba Israel a José más que

a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una

túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su

padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y

no podían hablarle pacíficamente”.

★ Primera Clase: ¿POR QUÉ ESTAMOS

ENOJADOS?

Aquí ya tenemos mucho de qué hablar con los niños.

• Los sentimientos hacia los padres

• Los sentimientos hacia los hermanos

• Tratar mal a los que nos rodean o viceversa

• ¿Qué hacer con esas emociones de acuerdo a Las Escrituras?

Brindarle a los niños el socorro, la ayuda de Dios para este tipo

de situaciones.

Pero mucho más interesante que todo lo mencionado, es que ellos formaban parte de los planes de Dios para el mundo. La familia es un diseño de Dios. De la misma manera que creó la naturaleza para que la cuidemos, -mientras ella a su vez nos nutre y provee los recursos que necesitamos para vivir- diseñó la familia para que sus miembros se cuiden, protejan y se amen mutuamente. El plan de Dios siempre ha sido que cada niño crezca protegido, nutrido y cubierto por una familia, un hogar. ¿Creen que los gobernantes, la sociedad y todas las familias están cumpliendo con la responsabilidad que Dios les dio? (Aproveche para instruir en este aspecto, el abandono de niños, entre otras cosas, es un tema muy utilizado por los incrédulos para hablar de la inexistencia de Dios.)

La familia de José La familia de la cual estamos hablando no era una familia perfecta, al contrario, ocurrieron cosas en ella que no son fáciles de comprender. Aun así, la misericordia de Dios nunca se apartó de ellos, al contrario, vez tras vez les perdonó sus maldades, dándoles la oportunidad de empezar de nuevo. Incluso cuando se olvidaban de Dios, Él con mucha misericordia se les revelaba de distintas maneras y les recordaba cuánto los amaba. Esta familia, cuyo padre era Jacob, tenía muchos miembros entre los cuales había 12 hijos varones. Los diez mayores tenían un serio problema y es que no soportaban a José, uno de los hermanos menores. Lo aborrecían y en vez de hablarle correctamente le gritaban tratándolo con aspereza. No es exageración pensar que preferían quitarlo de en medio, porque finalmente lo hicieron.

Estos hermanos vivían una situación poco común. Además de ser muchos y de diferentes madres, (refiérase a la época) el padre tenía una clara preferencia por José. Lo amaba más que a todos sus hijos, y le regaló, solo a él, una túnica de colores muy especial. José era huérfano porque su madre murió cuando nació el hermano más joven llamado Benjamín.

Lógicamente esto aumentaba enormemente las situaciones de celos, iras, envidias y enojos. No es la voluntad de Dios que los padres muestren preferencia por uno de sus hijos, pero como seres humanos, aún los padres tienen debilidades. A veces pensamos que tienen que ser perfectos y muchas veces los criticamos y acusamos. Debes proteger tu corazón de pensamientos injustos o falsos y sentimientos negativos hacia tu familia.

Estos sentimientos de celos, surgen a menudo en situaciones como estas, dentro de nuestro corazón. El asunto es saber qué hacer con ellos cuando quieren controlar nuestras vidas y nos impulsan a tener malas actitudes que provocan peleas o nos mueven a la maldad e injusticia, como ocurrió en esta familia de la cual estamos hablando. Hablar con Dios, rogarle que nos ayude con los malos sentimientos, contarle todo lo que sientes y ocurre

Es recomendable dividir esta historia en varias

clases.

Intentemos dar la clase de la vida de José sin acusar a nadie. Ni a su padre por tener un hijo preferido, ni a José por delatar a sus hermanos. Ayudemos a los niños a hacerse responsables de cómo reaccionan ante los errores o pecados de los demás, haciéndose responsables delante de Dios, sin excusar su propio pecado. Démosles salidas en Dios para los sentimientos generados por las injusticias hacia ellos.

La vida de José

★ 2ª Clase: LOS SUEÑOS DE JOSÉ

Génesis 37: 3-4 “Y soñó José un sueño, y lo contó a

sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.

6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:

7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi

manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos

estaban alrededor y se inclinaban al mío.

8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o

señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus

sueños y sus palabras. 9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a

sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas

se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus

hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que

soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos

en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían

envidia, mas su padre meditaba en esto.

★ Texto para aprender:

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.”

Proverbios 4:23

Romanos 14:12

“…cada uno de nosotros dará cuenta a Dios de sí”.

Otro problema era que José le contaba a su padre todas las travesuras que sus hermanos mayores hacían. Jacob mismo le preguntaría por ellos, pero a sus hermanos esto les disgusta mucho. Aunque es importante decir la verdad, dar quejas innecesarias a los padres es poco sabio y provoca situaciones incómodas dentro de en la familia.

Y además: Dios le daba sueños a José, Dios le revelaba los planes que tenía con su vida, llegaría a ser jefe de toda su familia y eso aumentaba la rabia que sentían sus hermanos contra él. Es maravilloso pensar, que en medio de las situaciones que él estaba viviendo (el amor inmenso de su padre y el odio por parte de sus hermanos), Dios tenía su mirada en la vida de José y propósitos maravillosos para todos. Dios tiene propósitos con tu vida, estate pendiente de Dios, dile que te ayude a entender y conocer sus planes y a mirar hacia adelante no importa las circunstancias que te rodean.

Sin embargo, ninguna de esas razones eludía la responsabilidad que tenían estos chicos (sus hermanos) de proceder correctamente y contribuir a la unidad familiar. Fueron albergando un odio que con el tiempo aumentó hasta llenar de amargura sus corazones. La palabra amargura se refiere a algo que sabe mal, desagradable, que causa disgusto y aflicción. Cuando das lugar a la amargura en tu corazón, los pensamientos se turban, y tu estado de ánimo decae o se exaspera. Cuando Dios manda: “Guarda tu corazón”, es porque quiere protegerte. Aunque te parezcan injustas algunas cosas y te sientas con derecho a enojarte, recuerda: protege tu corazón. Si no le presentas a Dios los malos sentimientos para ser perdonado y restaurado, éstos te pueden llevar a encerrarte en ti mismo y convertirte en una persona solitaria y/o de mala conducta. No hablar con Dios y con alguien que te ama, como tus padres, hará que se acumulen los malos sentimientos dentro de ti. (Use el ejemplo de la introducción.)

★ 3ª Clase: LA MALDAD DE LOS HERMANOS DE JOSÉ

Hagamos consciente a los niños de hasta dónde puede llevarnos un sentimientos no tratado con

Dios.

• Le trataban asperamente • Planificaron matarle • Lo metieron en un pozo • Lo vendieron a extraños • Engañaron vilmente a su

padre.

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¡Difícil de creer! ¿Se imaginan cómo estaba el corazón de estos chicos? No planeas matar a tu hermano de un día para otro. Esto nos indica que no habían protegido su corazón del odio y la amargura. ¡Cuando Dios nos dice: “guarda tu corazón”, es precisamente lo que quiere; protegernos de malas decisiones y acciones! Como consecuencia de no haber protegido sus corazones de malos sentimientos, dejaron que la “basura” se acumulase durante mucho tiempo, hasta desembocar en deseos de matar.

¡Qué lejos de Dios estaban los hermanos de José! No buscaron su ayuda, ni pensaron en su padre, ni en las consecuencias de lo que iban a hacer. Decidieron matarlo. Se dijeron el uno al otro: "Aquí viene el soñador. Matémoslo y echémoslo en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños”.

¡Estaban decididos a matarlo! Pero Rubén, que era el mayor, quiso librarlo de la muerte y hacerlo regresar al hogar con su padre y por eso sugirió echarlo en un pozo en vez de matarlo. Podemos pensar que eran muy malos, y es verdad que querer matar a tu hermano y engañar a tu padre es horrible. Pero lo cierto es que nuestro corazón, cuando acumula durante tanto tiempo los malos sentimientos, es muy capaz de maquinar para hacer daño a los demás. Quizás no tanto como para matar, pero sí podemos llegar a odiar y rechazar a otros. Guardar nuestro corazón delante de Dios, hablar con Él y escuchar Su Palabra, nos protegerá y Dios nos ayudará.

Le quitaron a José la túnica que su padre le había regalado, lo echaron en una cisterna vacía y se sentaron a comer. ¡Qué susto! Estaba metido en una cisterna, lejos de su hogar, dolorido por los golpes de la caída y seguramente en medio de insectos. Mientras sus hermanos comían, José gritaba y suplicaba que le sacaran de allí. Nunca imaginó que sus propios hermanos atentasen contra su vida. ¿Quién podía librarlo e impedir que lo matasen?

¿Qué ocurrió? Cuando José tenía 17 años sus hermanos apacentaban ovejas lejos de casa, en Siquem. Israel mandó a José donde sus hermanos para saber de ellos. Eran alrededor de 90 kilómetros con lo cual podemos suponer que sin coches ni trenes ni autobuses, caminó más de un día para llegar a donde ellos estaban. José se alegró de verlos, después de tanto tiempo podía ser una buena oportunidad para pasar un momento agradable con sus hermanos. A ellos no les ocurrió lo mismo, porque mientras José se acercaba planearon matarlo.

★ 4ª Clase:

Movidos por la maldad, los hermanos de José lo expusieron a sufrir indeciblemente lejos de su

familia y de su país.

¿Cómo te sentirías tirado en un pozo lleno de insectos, herido por

dentro (eran sus hermanos mayores) y por fuera en el

cuerpo?

“Gracias Dios por estar con

José y tener cada detalle de

su vida en tus planes y

propósitos”.

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Conclusión: Mientras sus hermanos comían tranquilamente a pesar de lo que habían hecho, vieron venir una caravana de Madianitas que iba a Egipto, y dijo Judá: "¿Para qué matar a nuestro hermano? Vendámoslo a los mercaderes que pasan por ahí." Y lo vendieron por 20 piezas de plata, sin que Rubén (el que lo quería devolver sano y salva a su casa) se enterara.

Cuando Rubén llegó a la cisterna para recoger a José y llevarlo a su casa, se encontró con la sorpresa. ¡Habían vendido a su hermano a unos Madianitas que iban hacia Egipto! Rubén ya no podía hacer nada por su hermano. No os podéis imaginar lo que hicieron a continuación, es algo tan grave que parece que ningún ser humano sería capaz de hacerlo: Tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito, la mancharon de sangre y se la llevaron a su padre -a quien engañaron vilmente- diciendo que una bestia había matado a José. ¡Cuánto sufrió Israel por su hijo José! Sus hijos quisieron consolarlo, pero no tenía consuelo, ni podía dejar de llorar la pérdida de su hijo. (Ponga a los niños en situación.)

¡Qué injusticia! Observen hasta qué extremo habían llegado los hermanos de José, por haber dado lugar en su corazón a la amargura. ¡Qué poco les importó hacer sufrir a su padre! ¿Piensan ustedes que se arrepintieron? Seguramente se sintieron mal, pero no lo suficiente como para confesar su pecado.

Dice la Biblia que el pecado engendra pecado. Un pecado te lleva a otro con facilidad y los hermanos de José mintieron vez tras vez, porque jamás le confesaron a Israel lo que habían hecho. Cuando damos rienda suelta a los malos pensamientos y deseos nos cuesta detenerlos, y se acumula la "basura" en nuestro corazón hasta inundarnos.

Aplicación: Por sus acciones podemos suponer que los hermanos de José no hablaban con Dios acerca de lo que estaba en su corazón. Dejaron que los malos sentimientos los invadieran hasta llegar a una situación dolorosa para toda la familia. Cuando damos lugar en nuestro corazón día tras día a las malas actitudes, y no buscamos la ayuda de Dios, hacemos daño incluso a los seres que más amamos. Sin embargo, con nuestras buenas actitudes somos de bendición para nuestra familia.

Dios tenía un plan para la vida de José. Puede dar la impresión de que no lo cuidaba porque permitió que lo echaran en la cisterna y lo vendieran a mercaderes. Pero sin la protección de Dios, quién sabe lo que le hubieran hecho sus hermanos. Más aún, para cumplir los propósitos tan grandes que Dios tenía con su vida, José necesitaba desarrollar un carácter humilde delante de Dios, y eso iba a costar mucho trabajo.

Los madianitas fueron un pueblo antiguo originario de Canaán, cuya historia se menciona en la Biblia en los libros del Génesis, Éxodo, Números y en Jueces. La Biblia describe a los madianitas como un pueblo de comerciantes nómadas, habituados al uso del camello y el dromedario y en constante conflicto con los israelitas.Los madianitas fueron un pueblo semita, descendientes directos de Abraham por línea de su hijo Madián, cuarto hijo concebido por el patriarca con Cetura (Génesis 25:2).

Aplicación: Dios también tiene un plan para tu familia del cual tú formas parte. Aunque seas un niño debes entender que tienes la responsabilidad de amar y perdonar a los miembros de tu familia cuando hay debilidades y dificultades. Debes aprender a proteger tu corazón de los celos, la ira, el enojo y la amargura para que no te lleven a hacer cosas que luego van a perjudicar a todos. ¿Sabes a quién van a perjudicar más? A ti. Pídele a Dios que te ayude a hablar con Él de las cosas que te ocurren para que con el tiempo no dominen tu corazón llevándote a proceder incorrectamente.

Enseñe el texto para aprender

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.” Proverbios 4:23