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E s c u e l a d e C o m u n i c a c i ó n S o c i a l d e l a U T P L
Equipo: Pablo Escandón Montenegro
Maria Isabel Punín Larrea Rosario Puertas
InformeUTPL2011
Políticas Públicas para combatir la impunidad
Ecuador: libertades, desde medios y ciudadanía
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
3
ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………………….4
1.- Antecedentes………………………………………………………………..9
2.- Responsabilidad y autorregulación,
primer paso para erradicar la impunidad…………………………………12
3.- El marco legal ecuatoriano
y los convenios y tratados internacionales……………………………….16
4.- Ni objetividad ni manipulación,
compromiso pluralista………………………………………………………...21
5.- Los receptores: audiencias ciudadanas reflexivas………………….35
6.- Lo(s) que ganan(mos) y lo(s) que pierden(mos)……………………..38
Referencias……………………………………………………………………..42
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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Introducción
El ejercicio del periodismo en el Ecuador pasa por momentos de verdadera tensión,
el gobierno del presidente Rafael Correa ha encontrado en la prensa a un buen
contrincante para mantener una pelea constante y permanente, y ha logrado, a su vez, una
exposición mediática frecuente, cuyo discurso dominante es la confrontación, la falta de
ética de los periodistas y de la prensa en general.
Para muchos periodistas, en el Ecuador la Libertad de Expresión pasa por un
momento difícil, incluso la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en un informe del
20101 reconoció que existe hostigamiento a la prensa por parte del gobierno. Este
escenario ha sido cambiado de manera agresiva por la sentencia que un juez temporal y
ocasional, emitió contra los hermanos Pérez, propietarios de Diario El Universo, y Emilio
Palacio, ex director de opinión, del medio antes mencionado.
Pero por otro lado, el informe en relación al Análisis del desarrollo mediático en el
Ecuador 2011, realizado por la Unesco, revela que “el 68% de personas encuestadas a
nivel nacional considera que en el país hay libertad de expresión y el 32% afirma lo
contrario”. En lo que respecta al índice de exigibilidad de este derecho, sólo un 4.04% de
los encuestados ha presentado quejas por haberse limitado su libertad de expresión
(Unesco 2011) justamente por no considerarse un derecho vulnerado.
En el caso especifico del Ecuador, la Libertad de Expresión está protegida por la
Constitución del 2008 y la Ley de Radiodifusión y Televisión (1975), cuyas reformas han
sido anunciadas por el gobierno, sin que hasta la fecha se presenten acciones concretas;
1La declaración de la SIP en torno al Ecuador puede ser revisada en el siguiente enlace: http://www.sipiapa.com/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=24&infoid=374&idioma=sp. Acceso: 26 de noviembre del 2010.
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además el país cuenta con la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la información
Pública (LOTAIP) vigente desde el 2004.
Es importante comentar que el conocimiento de la Ley de Radiodifusión y Televisión
es mínimo como lo evidencia un estudio realizado por Fundamedios en la publicación
Palabra rota (2010).
El gobierno nacional se ha erigido en el paradigma de las reivindicaciones sociales y
una de ellas es contra “los poderes fácticos” como llama el Presidente Correa a los medios
de comunicación. Pero existe una paradoja, pues el propio gobierno posee 16 medios de
comunicación, bajo figura de medios públicos y con administración directa vía incautación
al grupo Isaías. Desde estos espacios, principalmente las emisiones y ediciones
informativas y de opinión, el Presidente Correa y sus funcionarios “combaten” a los medios
privados y de esta manera, el gobierno ecuatoriano se convierte en un poder implacable
para la prensa, con una actitud moral que sanciona y peyoriza el trabajo de periodistas y
sataniza a la empresa periodística.
El trabajo de la prensa ha sido vulnerado y se ha menoscabado la honra de los
periodistas, a quienes el oficialismo ha calificado con diversos epítetos, desde morales
hasta físicos. Es importante mencionar que el Estado Ecuatoriano es uno de los
organismos que más invierte en publicidad y apariciones mediáticas la figura más
frecuente son los enlaces sabatinos.
El gobierno de Correa ha mostrado tres puntos claves en relación con los medios y
los periodistas, cuya situación ha sido modificada mediante decretos presidenciales, en su
mayoría, con los cuales han cambiado de manera radical las reglas del juego para la
empresa periodística, en particular:
1.- Suspende la inversión en paraísos fiscales: A mediados del año 2009, el Presidente
Correa firmó el Decreto No. 1793, con lo cual modificó la Ley de Contratación Pública, que
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prohibió la celebración de contratos entre el Estado y empresas creadas fuera del país,
pero de propiedad de ecuatorianos. Es decir, no se puede contratar con “empresas de
papel”.
Según la Secretaría de Comunicación, los medios vinculados con los bullados
paraísos fiscales son: El Comercio 49% de participación en las Islas Vírgenes-Estados
Unidos y Panamá, El Universo en las Islas Gran Caimán, La revista Vanguardia 55%
vinculado a empresa de Colombia y de las Islas Vírgenes, Diario La Hora en Bahamas y
Gran Bretaña.
2.- Impuesto al papel: Se gravó con el 12% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las
importaciones del papel periódico. La Asamblea Nacional Constituyente votó a favor del
Decreto en diciembre de 2010. Esta acción se estableció dentro del marco de las 16
medidas económicas para enfrentar la crisis mundial e incentivar la producción. En el caso
de los medios impresos el costo está siendo asumido por los anunciantes y por los
lectores, como en su momento lo reconoció Jaime Mantilla, presidente de la Asociación
Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP), de ese entonces.
3.- La Ley de la Dictadura: como lo recuerda el académico José Villamarín Carrascal2, en
1975 el general Rodríguez Lara emitió la Ley de Ejercicio Profesional del Periodista,
documento con el cual todo periodista que avalara 5 años de experiencia, podía acceder a
un título profesional. Esta ley fue promulgada en el Registro Oficial No. 900 de 1975 y ha
sido recordada como la “ley de la dictadura” que fue impulsada básicamente por los
gremios periodísticos, y de manera particular por la Unión Nacional de Periodistas del
Ecuador3 (UNP) y la Federación Nacional de Periodistas (FENAPE).
“La Comisión Organizadora recibió, tramitó y resolvió un total de 1.537 solicitudes, 2 Los datos atribuidos al académico José Villamarín son el producto de una entrevista personal, realizada por María Isabel Punín, el 8 de febrero 2011 en la Unidad de Observatorio de Medios del Ciespal-Quito, entidad donde el profesional presta sus servicios. 3 La UNP es un organismo gremial que se formó en 1940, uno de sus objetivos ha sido la defensa profesional y la capacitación. Cuenta con núcleos en 16 provincias del Ecuador
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provenientes de diversas provincias del país”. Es importante comentar que 851 solicitudes
provenían de profesionales sin título universitario pero con amplia vinculación y ejercicio en
los medios de comunicación del Ecuador. Bajo este marco de titularon periodistas de
renombre como Diego Oquendo, Alfredo Pinoargote, Jorge Ortiz4, entre otros,
abiertamente opuestos al régimen. La forma por la cual obtuvieron su título ha sido el punto
más duro de las críticas.
El otro actor del conflicto (los periodistas) tampoco deja de tener sus bemoles: si
bien su función es hurgar en los entresijos del poder para sacar a la luz acciones que van
contra el bien común, su labor informativa no ha sido la más ética, pues toma a casos
puntuales de dolor como caballos de batalla contra el gobierno: ejemplo del caso Emme
contra el Fiscal General de la Nación, que fue manejado de manera sensacionalista. En el
otro extremo está el trabajo serio y permanente de investigación, el ejemplo más
representativo es la crónica extensa y documentada en el libro “El gran hermano”, de los
periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, con la cual demuestran que el
hermano del presidente, Fabricio Correa Delgado, mantiene una serie de contratos con el
Estado, de varias decenas de millones de dólares. Varios medios se hicieron eco de esta
investigación y le dieron su matiz emotivo y de tinte farandulero, es decir, banalizaron la
investigación y la pusieron en el plano de una pelea familiar. Cabe mencionar que los
autores del libro fueron denostados en cadenas nacionales y mantienen una causa legal
instaurada por el Presidente, por dañar su honra, como el gobernante afirma.
En este escenario, la impunidad de los actores del conflicto campea en el Ecuador,
pero el poder político reafirma su condición de autoridad ante la cual los periodistas y los
4 Diego Oquendo fue en la durante las décadas del 70 y 80 uno de los periodistas más influyentes de la TV ecuatoriana, su posición fue siempre de una clara oposición a los gobiernos de turno. Hoy es el propietario de Radio Visión Quito, donde mantiene segmentos informativos y de opinión. Alfredo Pinoargote es un periodista vinculado con el grupo Alvarado Roca y, como tal, figura como periodista de la Cadena Ecuavisa y Revista Vistazo; Jorge Ortiz fue durante más de 20 años el periodistas más emblemático de la cadena Teleamazonas, hoy se encuentra en un espacio audiovisual de www.larepublica.ec.
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medios de comunicación se acogen a normativas internacionales para fundamentar y
argumentar sus posiciones en defensa de la libertad de expresión. Es decir, la ley existente
en el país no proporciona seguridad a quien se enfrenta al poder político, quien ha
demostrado en el reciente fallo contra El Universo, su poder omnímodo bajo las leyes y
normativas caducas que tanto critica, pero que le sirven para resarcir su honra mancillada.
El presente trabajo analizará los convenios internacionales y la normativa
ecuatoriana bajo las cuales medios públicos, privados e incautados por el gobierno,
atentan contra las libertades ciudadanas en las emisiones de contenidos informativos y
ahondan la tensión entre periodistas, medios y gobierno.
La ausencia de un código deontológico del periodismo ecuatoriano hace que
quienes trabajan en las empresas que participan en esta batalla mediática no identifiquen
la finalidad del oficio: el bien común. Tanto gobierno como medios ven a la ciudadanía
como audiencias y no como ciudadanía consciente y receptores activos. Ambas partes del
conflicto luchan por un rating.
Al final de este trabajo, se propondrán recomendaciones para impedir la impunidad
de ambos actores en conflicto, a partir de un análisis ético que engloba el accionar del
periodista, de la empresa informativa y de la comunicación de gobierno, con la finalidad de
establecer los ámbitos de acción y responsabilidad de cada uno ante la sociedad.
Cabe mencionar, que los recientes hechos en Ecuador hacen pensar mucho más en
que la crisis sigue siendo una lucha política, pues el poder mira desde su particular interés
a los medios y periodistas que le son incómodos y se sirve de los errores de los
profesionales y de las empresas para enfrentarlos con la ciudadanía.
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1.- Antecedentes
El pasado 7 de mayo, Ecuador concurrió a las urnas para responder una consulta
popular convocada por el Ejecutivo. Del total de las 10 preguntas, dos estaban enfocadas a
los medios de comunicación, precisamente las preguntas 3 y 9:
3. Con la finalidad de evitar conflicto de intereses, ¿está usted de acuerdo con prohibir que las instituciones del sistema financiero privado, así como las empresas de comunicación privadas de carácter nacional, sus directores y principales accionistas, sean dueños o tengan participación accionaria fuera del ámbito financiero o comunicacional, respectivamente, enmendando la Constitución como lo establece el Anexo 3. 9. Con la finalidad de evitar los excesos en los medios de comunicación, ¿Está usted de acuerdo que se dicte una ley de comunicación que cree un Consejo de Regulación que norme la difusión de contenidos en la televisión, radio y publicaciones de prensa escrita, que contengan mensajes de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios; y que establezca los criterios de responsabilidad ulterior de los comunicadores o los medios emisores?
El pronunciamiento popular de estas dos preguntas reactivó el proceso de
generación y debate de la Ley de Comunicación que se encuentra estancada desde hace
dos años, en la Asamblea Nacional, cuando luego de la Asamblea Constituyente que
promulgó la Constitución de Montecristi de 2008 dispuso que el Poder Legislativo de
transición se encargaría de ese cuerpo legal, en un plazo de tiempo que no se cumplió.
Tres proyectos de ley fueron enviados y ninguno tuvo informes beneficiosos, por lo cual el
debate se estancó en segunda instancia en el pleno.
Actualmente, la Comisión Ocasional de Comunicación se reinstaló, a la luz del
mandato de la reciente consulta en la cual las preguntas antes citadas fueron ratificadas en
un 47,187 % para la pregunta 3 y en un 44,964 % para la pregunta 9. Esta última es el
caballo de batalla que el régimen tiene para establecer un Consejo de Regulación, pero
denostraron también un descenso en la popularidad del régimen.
Frente a esta situación, los medios de comunicación privados han rechazado esta
decisión popular, y mucho antes, durante la formulación de las preguntas y en la campaña
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electoral, los representantes de los medios y varios periodistas vieron a este Consejo de
Regulación como una cortapisa a la libertad de expresión, mientras que otras sectores de
los medios han calificado a la Ley de comunicación como ley mordaza.
Cabe mencionar que desde la ascensión al poder del presidente Rafael Correa, el
conflicto entre periodistas, medios de comunicación y gobierno ha ido en aumento y la
sociedad ecuatoriana se ha parcializado en torno al tema de información, periodismo y
tenencia de medios, como lo evidenciamos al inicio de este informe.
Los casos de conflicto directo entre gobierno y periodistas en particular, entre
funcionarios públicos y medios de comunicación privados y entre gobierno y medios de
comunicación, ponen en evidencia la ausencia de Políticas Públicas de Comunicación en
el Ecuador. La legislación mediática vigente, promulgada en la década del setenta del siglo
pasado, durante el gobierno militar, fue modificada en el gobierno de Sixto Durán Ballén,
quien creó el Consejo de Radiodifusión y Televisión (CONARTEL), encargado de las
concesiones del espectro radioeléctrico, de manera conjunta con la Superintendencia de
Telecomunicaciones.
Actualmente en el país “en el ámbito de la radio y teledifusión, según las
estadísticas de diciembre del 2010, de la Superintendencia de Telecomunicaciones, existen
1.205 radioemisoras en onda corta, AM y FM y 444 canales de televisión, que incluyen las
estaciones matrices y repetidoras de señal abierta en VHF y UHF, tanto de propiedad
privada 17% de servicio público y 0% comunitaria. En cuanto a las radios, 89% son de
naturaleza privada, 10.8% de servicio público y 0.2% comunitaria” (Unesco 2011).
La libertad de prensa ha sido defendida por los gremios periodísticos y
empresariales mediáticos: Unión Nacional de Periodistas (UNP), Federación Nacional de
Periodistas (FENAPE), Confederación Nacional de Periodistas, Asociación Ecuatoriana de
Editores de Periódicos (AEDEP), respectivamente, como un derecho de la gente que no
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debe ser regulada más que por la propia aceptación o no de los lectores, radioescuchas o
televidentes. Pero más allá de esta posición, se aprecia una división dentro de la
agremiación y asociación libre de los profesionales del periodismo, y pugnas de intereses
de todo orden que se han ventilado en las redes sociales.
Cabe mencionar que existen otras agrupaciones como la Asociación Ecuatoriana de
Radiodifusión (AER), Canales Comunitarios Regionales Ecuatorianos Asociados (CCREA)
y Asociación Ecuatoriana de Canales de TV (AECTV), que fragmenta mucho más las
representatividades institucionales y de cuerpo. Tampoco existen evidencias concretas en
relación a una defensa sindical.
De esta manera, los estatutos, fines y códigos de procedimientos son propios de
cada agremiación y asociación. No existe una deontología comunicacional en el Ecuador
bajo la cual se apoyen y acojan las agremiaciones periodísticas. De igual manera, las
demás profesiones vinculadas con la comunicación, como publicidad, comunicación
corporativa, relaciones públicas, producción audiovisual, etc., carecen de un código
profesional.
En Ecuador, los códigos que priman son manuales de conducta que tienen más que
ver con la moralidad institucional y el cumplimiento de disposiciones corporativas y
organizacionales, que documentos de reflexión sobre la profesión y espacios de acción
ética frente al individuo y la comunidad.
La Comunicación es considerada como un derecho humano irremplazable y ello
está reflejado en la Constitución aprobada por la Asamblea Constituyente en 1944/1945 y
ha sido respetado en las últimas reformas, como lo evidenciaremos más adelante.
Además, es suscriptor de la Declaración Americana de los Derechos y los Deberes del
Hombres (1948), el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (1969) y la
Convención Americana de los Derechos Humanos (1977).
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2.- Responsabilidad y autorregulación, primer paso para erradicar la impunidad
Samuel P. Huntington (1979) dice: “Los periodistas deben disciplinarse, desarrollar y
reforzar sus patrones propios de profesionalismo, de lo contrario, enfrentarán la posibilidad
de una reglamentación por parte del gobierno...”(105).
La autorregulación no es un una censura previa ni una camisa de fuerza, como lo
anotan los detractores de los códigos deontológicos profesionales. Al contrario, es el hilo
de Ariadna para poder salir del laberinto ético en el cual está a diario el periodista.
De acuerdo con Hugo Aznar (1999), los códigos deontológicos son:
“…documentos que recogen un conjunto más o menos amplio de criterios, normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional […], los códigos deontológicos se ocupan de los aspectos más sustanciales y fundamentales de un ejercicio profesional, aquellos que lo distinguen como tal y entrañan su específica dimensión ética.” (17)
Aquí radica la esencia vital de este documento: su dimensión ética, que debe guiar y
orientar los manuales periodísticos de cada región, ciudad y medio.
Para Aznar (1999), los códigos deontológicos tienen tres aspectos relevantes:
informativo, argumentativo y de aprendizaje; es informativo porque le entrega al profesional
las herramientas y técnicas de su profesión, así como las normas morales; es
argumentativo cuando estas normas y técnicas son cuestionadas y repensadas en la
realidad más cercana y en la cotidianidad, lo cual genera un aprendizaje, que se establece
como norma de comportamiento ético, que luego se incorporará al nivel informativo. De
esta manera, los códigos deontológicos son documentos vivos, perfectibles y
transformadores en sí y para sí, ya que se adaptan a las realidades sociales y temporales,
sin que primen conceptos morales sobre los principios éticos, que deberían ser asumidos
por todos los integrantes de la empresa periodística.
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Estos documentos vivos son la mayor expresión de la autorregulación profesional y
en la profesión periodística ecuatoriana no existe un código que cobije a todos los
periodistas y con el cual se comprometan al momento de ejercer su oficio, como lo es el
juramento hipocrático para los médicos, por ejemplo.
Los códigos internos son los más populares en la realidad mediática mundial y todas
las empresas los tienen. En algunos casos (Aznar, 89), estos códigos forman parte de los
contratos de trabajo que firman los periodistas y en otros son incorporados como capítulos
de los Manuales de Estilo.
En Ecuador, los manuales de estilo de los periódicos asociados a la AEDEP
cumplen con esta función doble de tener un código de comportamiento moral corporativo y
un tratado ortográfico y sintáctico de cómo escribir en el medio, pero no son textos de
discusión ética sobre el oficio ni sobre las situaciones diarias que se pueden generar en
una redacción. Por lo tanto, los medios públicos y privados no consideran a sus periodistas
como entes deliberativos, sino funcionales bajo un régimen de procedimientos
corporativos, lo cual está reñido con la ética, pues la libertad de pensamiento y decisión es
importante en esta actividad de contacto y trabajo para la comunidad.
Para Manuel Ocampo Ponce (en Agejas, 2002) la deontología es una ética aplicada
y “no puede autorregularse prescindiendo de las ciencias filosóficas de las que depende”
(264).
La deontología se ubica en la dimensión ética de una práctica profesional
determinada, así pues, el periodismo y la comunicación gubernamental, el periodismo y la
comunicación corporativa, el periodismo y la publicidad, son actividades constreñidas a
distintas deontologías, pues sus finalidades son diferentes y sus prácticas, aunque puedan
acceder a herramientas similares, son distintas en la cotidianidad, pues el periodismo es un
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servicio a la comunidad, mientras que las otras actividades son mercantiles, institucionales
o de propaganda.
De esta manera, la libertad del periodismo radica en su finalidad, los intereses
comunitarios y ciudadanos están por sobre todos los intereses empresariales, corporativos,
ideológicos, políticos, etc.
Entendido el periodismo bajo esta perspectiva ética, la existencia de un código
deontológico es necesaria para la libertad de los periodistas y su defensa contra intereses
que no sean comunitarios ni sociales. Debido a esta ausencia, muchos periodistas se
confunden con comunicadores corporativos de un sector político, empresarial e incluso
mediático; ahora también, muchas instituciones y gobiernos confunden periodismo con
publicidad, propaganda, relaciones públicas y comunicación de gobierno o marketing
político, lo que genera en la población un desconocimiento de lo que realmente debe hacer
cada profesional de la comunicación, pues es común tener el sinónimo de periodista para
comunicador y viceversa, cuando las realidades profesionales son distintas.
Los tres gremios periodísticos existentes en Ecuador respetan la Constitución de
2008 y las leyes vigentes, pero cada uno tiene un manual corporativo que defiende su
asociación y a sus agremiados, no a la profesión como tal. Esto demuestra una mirada
moral y no ética de la profesión. Por lo tanto, cada gremio es nuclear y aislado de los otros:
allí radica la ausencia de cohesión profesional en el Ecuador, pues cada periodista
defiende su asociación o su empresa, no la profesión. La FENAPE tiene un código de ética
aprobado durante el período de la Dictadura, en la década del setenta, y en su parte
corporativa defiende la colegiación y la Ley de Ejercicio Profesional, así como la lealtad a
la Federación. Textos como estos no son códigos deontológicos sino manuales de acción o
militancia. Además la colegiación y asociación ya no es obligatoria en Ecuador.
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Una primera gran recomendación para que la impunidad no exista en la actividad
periodística es la existencia de códigos deontológicos de la comunicación y sus
profesiones, para que se establezcan los límites y finalidades de cada actividad. De esta
manera, existirá mayor responsabilidad entre empresarios, periodistas, otros
comunicadores y autoridades al momento de ejercer sus labores.
Los códigos deontológicos son como las constituciones y cuerpos legales
normativos de cada país: establecen deberes y derechos, pero por sobre todo, potencian y
desarrollan las libertades de cada profesión, “esto es sin errores ni restricciones extrañas
perfiladas por grupos de poder, político o económico. La libertad no es la ausencia de
reglas, sino la capacidad de obrar conforme a las reglas adecuadas por la naturaleza de la
profesión y de la misión que uno ha de desempeñar” (Ocampo en Agejas. 2002:271).
Vale la pena insistir en que con la existencia de un código deontológico del
periodismo, el propio gobierno nacional no se erigirá en la autoridad modelo de enseñanza
del oficio a profesionales y medios. De igual manera, la ciudadanía podrá hacer
distinciones entre periodismo y comunicación gubernamental, entre información de interés
social y propaganda ideológica, actividades distintas, pero que el gobierno las hace ver
como similares mediante los medios incautados y los oficiales de su revolución ciudadana.
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3.- El marco legal ecuatoriano y los convenios y tratados internacionales
La Constitución del Ecuador, aprobada mediante referendo en el 2008, establece los
siguientes artículos sobre la libertad de expresión:
Art. 17.- El Estado fomentará la pluralidad y la diversidad en la comunicación, y al efecto: 1. Garantizará la asignación, a través de métodos transparentes y en igualdad de condiciones, de las frecuencias del espectro radioeléctrico, para la gestión de estaciones de radio y televisión públicas, privadas y comunitarias, así como el acceso a bandas libres para la explotación de redes inalámbricas, y precautelará que en su utilización prevalezca el interés colectivo. 2. Facilitará la creación y el fortalecimiento de medios de comunicación públicos, privados y comunitarios, así como el acceso universal a las tecnologías de información y comunicación, en especial para las personas y colectividades que carezcan de dicho acceso o lo tengan de forma limitada. 3. No permitirá el oligopolio o monopolio, directo ni indirecto, de la propiedad de los medios de comunicación y del uso de las frecuencias. Art. 66.- Se reconoce y garantizará a las personas:(...) 6. El derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones. 7. El derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo espacio u horario. 11. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre las mismas. En ningún caso se podrá exigir o utilizar sin autorización del titular o de sus legítimos representantes, la información personal o de terceros sobre sus creencias religiosas, filiación o pensamiento político; ni sobre datos referentes a su salud y vida sexual, salvo por necesidades de atención médica. 18. El derecho al honor y al buen nombre. La ley protegerá la imagen y la voz de la persona. 19. El derecho a la protección de datos de carácter personal, que incluye el acceso y la decisión sobre información y datos de este carácter, así como su correspondiente protección. La recolección, archivo, procesamiento, distribución o difusión de estos datos o información requerirán la autorización del titular o el mandato de la ley. 20. El derecho a la intimidad personal y familiar. 21. El derecho a la inviolabilidad y al secreto de la correspondencia física y virtual; ésta no podrá ser retenida, abierta ni examinada, excepto en los casos previstos en la ley, previa intervención judicial y con la obligación de guardar el secreto de los asuntos ajenos al hecho que motive su examen. Este derecho protege cualquier otro tipo o forma de comunicación. 23. El derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir atención o respuestas motivadas. No se podrá dirigir peticiones a nombre del pueblo. 24. El derecho a participar en la vida cultural de la comunidad. 25. El derecho a acceder a bienes y servicios públicos y privados de calidad, con eficiencia, eficacia y buen trato, así como a recibir información adecuada y veraz sobre su contenido y características. (...) Art. 313.- El Estado se reserva el derecho de administrar, regular, controlar y gestionar los sectores estratégicos, de conformidad con los principios de sostenibilidad ambiental, precaución, prevención y eficiencia. Los sectores estratégicos, de decisión y control exclusivo del Estado, son aquellos que por su trascendencia y magnitud tienen decisiva influencia económica, social, política o ambiental, y deberán orientarse al pleno desarrollo de los derechos y al interés social.
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Se consideran sectores estratégicos la energía en todas sus formas, las telecomunicaciones, los recursos naturales no renovables, el transporte y la refinación de hidrocarburos, la biodiversidad y el patrimonio genético, el espectro radioléctrico, el agua, y los demás que determine la ley. Esta Constitución presenta un lista de garantías ciudadanas que deben ser
respetadas y veladas por las autoridades y no se contraponen a lo que establecen los
artículos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 18 Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Artículo 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Pero así como existen garantías, el Código Penal no ha sido reformado y aún
existen artículos que sancionan la difamación, las injurias y las calumnias bajo una
perspectiva de “respeto a la autoridad” sin tomar en cuenta acciones que sentaron
jurisprudencia en casos que tienen que ver con opiniones en medios de comunicación
hacia figuras públicas de servicio y mandato popular.
A continuación se transcribe lo que recogen Perla Gómez y Ernesto Villanueva en su
libro Libertad de Expresión y sus implicaciones legales. Análisis normativo de los delitos
contra el honor en América Latina (2010)
Difamación Art. 499 A. Constituye difamación la divulgación, por cualquier medio de comunicación social u otro de carácter público, excepto por la autorizada por la Ley, de los nombres y apellidos de los deudores ya sea para requerirles el pago o ya empleando cualquier forma que indique que la persona nombrada tiene aquella calidad. Los responsables serán sancionados con la pena de prisión de seis meses a dos años. Calumnia Art. 489.- La injuria es : Calumniosa, cuando consiste en la falsa imputación de un delito; y , No calumniosa, cuando consiste en toda otra expresión proferida en descrédito, deshonra o menosprecio de otra persona, o en cualquier acción ejecutada con el mismo objeto. Art. 491. El reo de injuria calumniosa será reprimido con prisión de seis meses a dos años y multa de seis a veinte y cinco dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, cuando las imputaciones hubieren sido hechas: En reuniones o lugares públicos;
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En presencia de diez o más individuos; Por medio de escritos impresos o no, imágenes o emblemas fijados, distribuidos o vendidos, puestos en venta, o expuestos a las miradas del público; o Por medio de escritos no publicados, pero dirigidos o comunicados a otras personas, contándose entre éstos las cartas. Art. 493. Serán reprimidos con uno a tres años de prisión y multa de seis a veinte y cinco dólares de los EEUU de Norteamérica, los que hubieren dirigido a la autoridad imputaciones que constituyan injuria calumniosa. Si las imputaciones hechas a la autoridad constituyeren injurias no calumniosas, pero graves, las penas serán de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a diecinueve dólares de los EEUU de Norteamérica. Injuria Art. 230 El que con amenazas, amagos o injurias, ofendiere al Presidente de la República o al que ejerza la Función Ejecutiva, será reprimido con seis meses a dos años de prisión y multa de dieciséis a setenta y siete dólares de EEUU de Norteamérica. Art. 231 El que con amenazas, injurias, amagos o violencias, ofendiere a cualquiera de los funcionarios públicos enumerados en el Art. 225, cuando éstos se hallen ejerciendo sus funciones, o por razón de tal ejercicio, será reprimido con prisión de quince días a tres meses y multa de ocho a cuarenta y siete dólares de EEUU de Norteamérica. Art. 490.- Las injurias no calumniosas son graves o leves: Son graves:
1. La imputación de un vicio o falta de moralidad cuyas consecuencias pueden perjudicar considerablemente la fama, crédito, o intereses del agraviado;
2. Las imputaciones que, por su naturaleza, ocasión o circunstancia, fueren tenidas en el concepto público por afrentosas;
3. Las imputaciones que racionalmente merezcan la calificación de graves, atendiendo al estado, dignidad y circunstancias del ofendido y del ofensor; y,
4. Las bofetadas, puntapiés u otros ultrajes de obra. Son leves las que consisten en atribuir a otro hechos, apodos o defectos físicos o morales, que no comprometan la honra del injuriado. Art. 499.- Son también, responsables de injurias, en cualquiera de sus clases, los reproductores de artículos, imágenes o emblemas injuriosos, sin que en este caso, (..)pueda alegarse como causa de justificación o excusa que dichos artículos, imágenes o emblemas no son otra cosa que la reproducción de publicaciones hechas en el Ecuador o en el extranjero. El artículo 2258 del Código Civil establece que las imputaciones injuriosas contra la honra o el crédito de una persona darán derecho a demandar indemnización pecuniaria. Asimismo, el artículo 2258-A del Código Civil refiere la facultad de demandar indemnización pecuniaria, a título de reparación, cuando una persona ha sufrido daños meramente morales y señala además, que están obligados especialmente a la reparación antes mencionada quienes manchen la reputación ajena mediante cualquier forma de difamación, quienes causen lesiones, cometan violación, estupro o atentados contra el pudor, provoquen detenciones o arrestos ilegales o arbitrarios, o procesamientos injustificados, y, en general sufrimientos físicos o síquicos como angustia, ansiedad, humillaciones u ofensas semejantes. (166-170)
En torno a este aspecto, el pasado 25 de mayo, la Clínica Jurídica de la Universidad
San Francisco de Quito y Fundamedios presentaron ante la Corte Constitucional del
Ecuador una acción de inconstitucionalidad del delito de desacato y normas conexas,
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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tipificado en el artículo 230 del Código Penal, que establece que este tipo penal
contraviene los artículos 66 y 76 la Constitución de la República.
En su sitio web, Fundamedios, en un comunicado sobre la falta de pronunciamiento
de la Corte Constitucional a la acción presentada manifiesta lo siguiente:
Fundamedios considera que el uso del derecho penal es excesivo, abusivo y restrictivo de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Así también el artículo impugnado otorga injustificadamente una protección especial a los funcionarios públicos, y específicamente al Presidente de la República, que el resto de los integrantes de la sociedad no tienen.
Según los parámetros internacionales la penalización del delito de desacato restringe la libertad de opinión de los ciudadanos sin una justificación, cuando en realidad no hay un delito sino un uso legítimo de su derecho de libertad de expresión. (Fundamedios. 2011)
Como lo habíamos anotado antes, la actual Constitución presenta avances acordes
a la evolución de la sociedad, pero las normativas legales aún están ancladas a criterios
que se establecieron en regímenes militares autoritarios. Por lo tanto, la acción presentada
por Fundamedios y la Clínica Jurídica de la Universidad San Francisco de Quito debe ser
analizada y aprobada por la Corte Constitucional para que el Código Penal ecuatoriano
deje de sancionar con cárcel a los sujetos que emiten opiniones y criterios en medios de
comunicación que pueden ser considerados como lesivos a la honra de los funcionarios
públicos incluido el presidente de la República.
Claro ejemplo es el caso reciente de la sentencia contra El Universo y su ex director
de opinión: tres años de cárcel para los dueños del medio y el ex articulista, y un total de
USD$ 40 millones por daño moral. Esta multa va contra lo que indica el propio Código
Penal en su artículo 493, que establece una “multa de seis a veinte y cinco dólares de los EEUU
de Norteamérica, los que hubieren dirigido a la autoridad imputaciones que constituyan injuria
calumniosa”. Aquí apreciamos una sentencia desmesurada, resultado de querellas políticas más
que periodísticas.
En el caso de existir la imputación de un delito a la honra mediante injuria o
calumnia, quien tiene la responsabilidad de responder civilmente es el medio de
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
20
comunicación, como persona jurídica, pues en sus páginas y espacios se vertió ese criterio
o aseveración, lo cual indica una ausencia o negligencia en el momento de la edición, que
implica reflexión ética, humana y legal.
Como anotamos en la primera parte, los códigos deontológicos son fundamentales
para la reflexión en la actividad diaria del periodista, que ejerce la autorregulación desde el
momento que piensa y estructura la información o el comentario. La existencia de un
código deontológico no hará que los errores desaparezcan de manera instantánea, pero sí
hará que exista mayor responsabilidad del periodista y del medio, y así, si existe una causa
legal desde la autoridad gubernamental, la empresa y el periodista tendrán la solvencia y la
autoridad ética para defender su criterio, pues existe un código profesional al cual han
respetado por encima de cualquier ley civil o penal.
Hay que destacar que el gobierno del presidente Correa no ha suscrito la
Declaración de Chapultepec, pues en el 2007, pidió que los medios respeten los derechos
laborales de sus trabajadores y cumplan con sus obligaciones patronales; cuiden la calidad
de las noticias, para lo cual debería existir una autorregulación de la prensa, se
democraticen y garanticen libre acceso, y, se eleve a la condición de delito contra la fe
pública cuando un medio mienta.
Estas condiciones propuestas por el presidente Correa no se cumplen en los medios
públicos, tampoco, pues no existe un defensor del lector en diario El Telégrafo ni de las
audiencias de radio y TV. Los canales incautados GamaTV y TCTV, durante el último
periodo electoral, en sus espacios de informativos y de opinión dio más cabida a los
representantes del sí que a los del no, en una relación de 3 a 1, lo que indica que la línea
editorial no se rige por un principio ético sino político. Aquí la importancia de una
autorregulación mediante el Código Deontológico y la creación de defensorías de
audiencias para cada medio de comunicación.
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
21
4.- Ni objetividad ni manipulación, compromiso pluralista
Los medios de comunicación que ejercen el periodismo en sus páginas y espacios
noticiosos son sujetos sociales y por ende responden a una extracción social y económica,
o como dice Jesús Martín- Barbero, a una matriz cultural, la cual no se puede renegar ni
ocultar.
Los medios tienen sus audiencias y a ellas responden pero su responsabilidad va
más allá y su compromiso es social, por esa razón, deben atender a un compromiso
pluralista de exposición de la verdad, pues si solo presentan visiones parciales y
superficiales de la realidad, acumulan hechos sin sentido, magnifican e idolatran la
coyuntura, presentan una visión artificial de la realidad, omiten lo esencial y sacralizan la
opinión, la verdad se ve trastocada, deformada: manipulada.
La manipulación es entrópica y se la anula con información. A mayor información,
menor desgaste de la verdad y cero entropía. El pluralismo evita el desgaste del sistema
periodístico y mediático, pues de esta manera, el receptor tiene mayores datos para negar
el desgaste entrópico que se convierte en una verdad absoluta. No estamos luchando
contra la subjetividad, que es válida al momento de presentar una información, sino de
confrontarla, debatirla y no sancionarla: la entrega de mayor información sobre una
realidad y con mayores argumentos distintos generan una sociedad tolerante y una
ciudadanía deliberativa. Pero si los medios se consumen en sí y para sí con fuentes únicas
(institucionales, corporativas o personales), sin confrontarlas ni contrastarlas, no se genera
debate sino que se ahondan las brechas y la ruptura social se marca mucho más.
“Así, y frente a los marcos estériles de las estructura manipuladoras consideradas, en los que la verdad se presenta como la única científicamente posible, o como resultado del consenso, o tolerada de manera indiferente, se sugiere que la comprensión de la verdad como hospitalidad para con el pluralismo, como genuina apertura dialógica, como respeto y diferencia hacia ese <<otro rostro humano>> que, existiendo, me interpela, me inquiere, me demanda y solicita. Ante la individualista soledad de las audiencias, pueden responder los medios y sus profesionales con la ética de la solicitud. El otro humano, el prójimo, no es el
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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hostis, el extranjero o enemigo. No es tampoco, como en el neoliberalismo radical, el límite del ejercicio de mis derechos. El otro es, más bien, ese quién en el que reside mi misma posibilidad de ejercer derechos. La alteridad, así concebida, es antes el lugar del destino que la frontera o límite” (Álvarez Tejeiro en Agejas, 2002: 109).
Esa alteridad de la que Álvarez Tejeiro habla, esa propuesta de hospitalidad con el
pluralismo se ve plasmada en la práctica periodística primaria: la consulta de fuentes y su
confrontación, contrastación y manejo. A mayor número de fuentes, menor entropía
mediática. Esta propuesta encierra una actitud ética de tolerancia del medio y del
periodista hacia las posturas de las fuentes, que de por sí son intersubjetivas, pues desde
su positivismo opinan y dan criterios sobre la realidad, generan una visión particular del
mundo que debe ser contrastada, confrontada, opuesta, enfrentada con muchas más, pero
nunca minimizada, ni ensalzada ni magnificada, peor aún sacralizada.
Bajo estos conceptos, hemos analizado cinco medios impresos ecuatorianos, cuatro
de ellos privados y uno estatal, durante la semana anterior a la consulta popular que fue el
día 7 de mayo de 2011, con los siguientes resultados que distan mucho de esa
hospitalidad hacia el pensamiento del otro, que están tan alejados de considerar los
derechos míos como los propios de quien está frente, detrás o a un costado de mí.
4.1.- El Telégrafo
De este medio, de propiedad estatal, se analizaron 41 piezas periodísticas: 14
artículos de opinión, 21 notas informativas y analíticas, y 6 reportajes y entrevistas. El
manejo de fuentes en esta muestra fue revelador:
TIPO DE FUENTE ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Fuente oficialista 71% Fuente opositora 0% Fuente no oficialista 29%
El 71% de los artículos de opinión son los que menos realizan un ejercicio de
consenso, no existe hospitalidad ética frente al pensamiento del otro y lo que más prima es
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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la displicencia, intolerancia y un fundamentalismo que defiende a rajatabla la postura
oficial.
El 29% de los artículos expresan una afinidad al régimen pero el uso del lenguaje es
sutil e indirecto, por lo que los autores establecen un criterio más cercano al consenso, sin
dejar de demostrar sus afinidades hacia el gobierno pero toman en cuenta otras voces y no
las minimizan, sino que las consideran como válidas para el diálogo y la deliberación
previas a la consulta popular.
Cabe anotar que las piezas de opinión durante las fechas analizadas fueron en
aumento conforme se acercaba el cierre de campaña: jueves 5 de mayo. En la sección de
opinión, el diario publica 4 textos, aquí los datos numéricos:
Fecha # de artículos
1 mayo 0 2 mayo 1 3 mayo 2 4 mayo 4 5 mayo 3 6 mayo 2 7 mayo 2
Podemos apreciar que el 4 de mayo, toda la sección estuvo copada con 3 posturas
oficialistas y una no oficialista, lo que indica que en las páginas de opinión de Diario El
Telégrafo, la ciudadanía no está representada, sino un grupo político, a pesar de haber
sido un proyecto editorial de periodismo público y estatal.
En lo referente a las notas informativas y analíticas, complementarias a las piezas
extensas de información, todas están ubicadas en la sección de Actualidad. Las fuentes
oficiales priman y no existe contrastación en un 42.8%, en donde se presentan a varios
actores (ministros, secretarios) que confirman una información, o bien son transcripciones
y/o citas del enlace presidencial de los sábados.
TIPO DE FUENTE NOTAS INFORMATIVAS Y ANALÍTICAS
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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Fuente oficialista 42.8% Fuente opositora 4.85% Fuente no oficialista 19% Fuente oficialista + no oficialista
28.5%
Fuente opositora + no oficialista
4.85%
Fuente opositora + oficialista
0%
Al no existir una contrastación entre varios actores, la realidad oficial es única y
exagerada, pues al mismo tiempo se minimiza a la oposición y las voces no oficialistas se
presentan como un eco del oficialismo con tintes democráticos. Es decir, las fuentes no
oficialistas expresan conocimiento de las otras posturas pero refuerzan la iniciativa
gubernamental. De igual manera, las fuentes opositoras sumadas a las no oficialistas se
convierten en una visión negativa y fundamentalista, así como ilógica en ciertas
expresiones de los no oficialistas.
El reportaje o la crónica ligera no presentan diferencias con las otras piezas
analizadas, pues el 50% alude solo a fuentes oficiales y se da un verdadero contraste y
confrontación de ideas y posturas en las entrevistas, que son el género más democrático y
pluralista de este medio.
TIPO DE FUENTE REPORTAJES Y ENTREVISTAS
Fuente oficialista 50% Fuente opositora 0% Fuente no oficialista 17% Fuente oficialista + no oficialista + opositora
16.5%
Fuente opositora + oficialista
16.5%
Capítulo aparte merece el análisis del contenido de cada una de las piezas, en su
retórica y en su fundamentación lógica argumental, que tiene mucho que ver con también
con nuestra exigencia ética. De allí que este medio carece de un manual ético y hace del
periodismo una herramienta de afianzamiento ideológico-político, contrario a lo que dictan
los códigos deontológicos del ejercicio profesional. La ciudadanía está ausente en un
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
25
medio público estatal, en donde las fuentes más citadas son las oficiales, de autoridades
gubernamentales.
Lo cual es una muestra evidente de la competencia desigual que enfrenten los medios,
pero también de los espacios que tiene las fuentes para exponer su criterio y hacer un
acercamiento real a la verdad, como un fundamento periodístico básico.
Este medio no es hospitalario con el pensamiento del otro, al contrario, es hostil con
ese extraño, a quien no se le reconocen derechos como ciudadano.
4.2.- El Comercio
De este medio, de propiedad del Grupo El Comercio, que se edita en la ciudad de
Quito, se analizaron 48 piezas periodísticas durante los mismos días, del 1 al 7 de mayo:
20 artículos de opinión, 15 notas informativas y analíticas, 13 reportajes y entrevistas.
En cuanto al manejo de fuentes en los artículos de opinión encontramos que 16
textos no representan ni a la oficialidad ni a la oposición, 4 son de oposición y existe
ausencia de fuentes oficiales, lo que en porcentajes da lo siguiente:
TIPO DE FUENTE ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Fuente oficialista 0% Fuente opositora 25% Fuente no oficialista 75%
En estos textos podemos encontrar ausencia de pluralismo en más de la mitad de
los textos no oficialistas y en todos los textos opositores, a pesar de encontrar citas o
referencias al pensamiento ajeno y contrario, al cual se refieren de una manera diplomática
y sin exageraciones de ningún extremo, lo que indica que existe una tolerancia relativa
frente al discurso del otro, pero que aún no se la valora como importante, sino como algo
más sin importancia: mencionarla pero no darle su real valor.
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
26
La frecuencia de publicación de piezas de opinión es constante y se puede apreciar
que mientras llega la fecha de la consulta, el medio baja la intensidad del mensaje sobre el
proceso, así no incumple con la ley electoral.
Fecha # de artículos
1 mayo 5 2 mayo 3 3 mayo 3 4 mayo 4 5 mayo 3 6 mayo 2 7 mayo 1
Las notas informativas y analíticas se presentan mayoritariamente con posturas que
no provienen del oficialismo, pero existe contrastación de fuentes entre sí. Es importante la
mayor presencia de fuentes oficialistas que de fuentes opositoras y la ausencia de
oposición confrontada con la no oficialista. El contraste de fuentes llega a un 40%, lo que
indica que no existe un pluralismo total en el medio en lo que se refiere a la consulta de
fuentes. En cuanto a la consideración de las fuentes entre sí, existe una mayor tolerancia y
consideración con respecto al pensamiento distinto, ya no solo existe un conocimiento del
discurso del otro sino que se lo valora, se lo toma en cuenta es completamente tolerante y
pluralista.
TIPO DE FUENTE NOTAS INFORMATIVAS Y ANALÍTICAS
Fuente oficialista 20% Fuente opositora 13.33% Fuente no oficialista 40% Fuente oficialista + no oficialista
13.33%
Fuente opositora + no oficialista
0%
Fuente opositora + oficialista
13.33%
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
27
Hay que destacar que el hecho de que no exista una confrontación entre fuentes
opositoras y no oficialistas no quiere decir que entre ambas no existan diferencias, sino
que es el tipo de fuente más importante para el medio, con la finalidad de delimitar su
postura frente al proceso en la entrega de información y ser lo más pluralista posible, pero
vemos que si un 40% es de postura no oficial y un 20% de la oficialidad, existe una
ausencia de verdadera pluralidad y confianza en el discurso de otros actores.
TIPO DE FUENTE REPORTAJES Y ENTREVISTAS
Fuente oficialista 0% Fuente opositora 0% Fuente no oficialista 77% Fuente oficialista + no oficialista + opositora
23%
Fuente opositora + oficialista
0%
En cuanto a las piezas de reportajes y entrevistas, vemos la ausencia de oficialismo
y oposición frente a una mayoría de fuentes no oficialistas, comprendidas como
actores/sujetos ciudadanos, pero que no establecen su relación discursiva con las otras
posturas, lo que indica una indiferencia con el pluralismo, pero se rescata la ausencia de
exageraciones entre fuentes al referirse a las posturas contrarias.
En este medio encontramos una postura pluralista completamente velada, al no
incluir, en su mayoría a la oposición y al oficialismo. Es hospitalario con la postura del otro
pero no establece una reflexión que parte de las ideas contrarias, sino que solamente las
menciona para cumplir con una formalidad del periodismo, consultar a las partes, sin
generar una reflexión en torno a esas diversas realidades, que no las niegan, pero no las
valoran, las toman en cuenta, pero no son importantes ni decisorias. Entonces tenemos
una postura diplomática que no hace consenso entre posturas.
La postura ética del medio está plasmada en su manual de estilo, donde se
estipulan prohibiciones para los periodistas en ciertos casos de conflicto de intereses, de
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
28
igual manera presenta la política editorial y los procedimientos empresariales, pero no es
un documento de consulta para dilucidar cuestiones éticas. El medio intenta configurarse
en un observador aséptico de la realidad desde una posición privilegiada desde los análisis
y con la consulta de fuentes que no toman partido entre los extremos, pero que tampoco
confrontan ni matizan las posturas extrañas. Se convierte en un tercero que mira desde su
orilla la realidad, lo cual tampoco es lo más aconsejable en el periodismo, pues está
respondiendo a intereses que no necesariamente son ciudadanos, sino corporativos.
4.3.- La Hora
Diario La Hora, perteneciente al grupo Vivanco, que edita el periódico de manera
regional en 13 ciudades de todo el Ecuador, presenta 44 piezas periodísticas durante el
periodo de observación. La información analizada está en la sección País: 39 notas
informativas se leen en todas las ediciones regionales, mientras que las 5 notas de opinión
son propias de cada centro editor e impresor del medio.
Este periódico es el primer medio en establecer un conflicto directo con el presidente
Correa, debido a un titular. Actualmente diario La Hora y el gobierno nacional se
encuentran en litigio legal.
Por el carácter de este periódico, el análisis y la opinión son minoritarios, y el medio
privilegia la información nacional y local. Los artículos de opinión fueron publicados en su
totalidad los dos primeros días del mes: 3 el primero y 2 el segundo día de mayo. De estos
textos extraemos la siguiente información:
TIPO DE FUENTE ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Fuente oficialista 0% Fuente opositora 40% Fuente no oficialista 60%
La postura oficialista está fuera de los espacios de pensamiento y reflexión de este
medio de comunicación. Los autores no presentan ninguna postura que indique una
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
29
valoración del pensamiento del otro, por lo tanto, no son pluralistas, pues además
sustentan sus opiniones de manera subjetiva, con ligeras referencias objetivables de la
realidad, pero son más suposiciones que lecturas de coyuntura o de los hechos. Intentan
proponer una postura consensuada de las cosas, pero muestran intolerancia y
fundamentalismo.
En cuanto a la publicación de las notas, el medio presentó, en su totalidad un
equilibrio numérico al inicio y al final de la semana con una línea informativa que presenta
bastante información sobre el proceso de la consulta. Así, tenemos el siguiente cuadro que
presenta el número de notas publicadas en cada edición:
Fecha # de piezas periodísticas
1 mayo 9 2 mayo 10 3 mayo 8 4 mayo 0 5 mayo 0 6 mayo 6 7 mayo 11
Las notas informativas presentan los siguientes datos:
TIPO DE FUENTE NOTAS INFORMATIVAS Fuente oficialista 25.6% Fuente opositora 15.4% Fuente no oficialista 28.3% Fuente oficialista + no oficialista
10.2%
Fuente opositora + no oficialista
0%
Fuente opositora + oficialista
20.5%
Encontramos mayor equilibrio entre fuentes, pero la contrastación, aún sigue siendo
precaria, en total: 30.7% que integra todos los puntos de vista, bajo un pluralismo
relativamente tolerante, pues la mayoría de declaraciones son subjetivas y presentan
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
30
posturas obvias de acuerdo con el discurso de cada una de las fuentes, que si bien
conocen y aluden al pensamiento o postura del otro, existe una minimización de esas
existencias, lo que indica una intolerancia frente a los discursos divergentes.
En los casos que no presentan contrastación, las posturas de las fuentes son
completamente intolerantes o relativamente tolerantes.
Este medio presenta mayor equilibrio de las fuentes únicas, lo que no quiere decir
que éticamente esto sea bueno, pues solo se presenta un aspecto de la realidad, una
visión fragmentada para bien o mal. Este medio es hospitalario en cuanto a la recepción de
posturas antagónicas pero muestra intolerancia para con ese otro. Lo reconoce pero lo
minimiza y no debate, sino que lo estigmatiza.
4.4.- El Universo
De este medio perteneciente al grupo Pérez de la ciudad de Guayaquil se analizaron
29 piezas periodísticas: 4 de opinión, 12 de información y análisis, y 13 de reportaje y
entrevista.
Cabe mencionar que este medio se encuentra en querella legal con el gobierno
nacional, por lo cual el análisis mostrará la postura institucional y corporativa del medio.
Cuatro son las piezas de opinión que se publicaron los días 1, 2, 3 y 7 de mayo,
respecto al tema de la consulta popular; dos textos fueron firmados como columnas de
opinión y los otros dos son la posición del medio, mediante su editorial:
TIPO DE FUENTE ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Fuente oficialista 0% Fuente opositora 50% Fuente no oficialista 50%
El oficialismo está desterrado de las páginas de opinión y análisis de este medio, en
el cual las fuentes/escritores opositores y no oficialistas presentan una visión y postura
evidentes, que no son pluralistas ni toman en cuenta al otro (al oficialismo) como visión
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
31
valedera, no total, pero que puede ser considerada en el análisis. Los opositores son
completamente intolerantes, mientras que los no oficialistas presentan una diplomacia e
indiferencia frente al oficialismo, lo que no genera consenso ni debate.
La frecuencia de publicación de los textos es significativa, pues los dos primeros
días del mes es similar el número de publicación, disminuye considerablemente y
desaparece durante los días de cierre de campaña y de vigilia, para volver con fuerza el
día de la consulta.
Fecha # piezas periodísticas 1 mayo 9 2 mayo 10 3 mayo 2 4 mayo 0 5 mayo 0 6 mayo 0 7 mayo 11
El reportaje y las piezas noticiosas son las más destacadas durante el día de la
consulta popular, lo que hace que el tema vuelva a tener vigencia y a generar debate
durante la jornada.
TIPO DE FUENTE REPORTAJES Y ENTREVISTAS
Fuente oficialista 15% Fuente opositora 0% Fuente no oficialista 47% Fuente oficialista + no oficialista + opositora
8%
Fuente opositora + oficialista
15%
Fuente oficialista + no oficialista
15%
Podemos ver que el 38% de la información es contrastada y confrontada, lo que aún
sigue siendo un nivel muy bajo para el pluralismo, lo que demuestra que en los reportajes y
entrevistas de este medio, la tolerancia hacia el pensamiento del otro no marca la agenda
editorial, pues si vemos que el porcentaje de fuentes únicas llega a un 62%, entre las
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
32
cuales no existe la oposición y la postura oficialista es tomada como referencia, lo que crea
una tolerancia relativista, pero se contrasta con la tolerancia fundamentalista en los casos
de textos de opinión.
El número de fuentes consultadas es mayor a tres en el 90% de piezas de reportaje,
lo que indicaría un mayor grado de objetivación y fidelidad a la realidad, y menor peso de
subjetivismo; las fuentes consultadas son un apoyo entre sí, ratifican la postura no oficial y
establecen un ambiente de relativa tolerancia hacia ese otro: el oficialismo, mediante una
postura consensuada al citarlo y/o aludirlo, sin diplomacia, con hospitalidad relativa.
En el género del reportaje debe existir una diversidad infinita de visiones, por ser un
género interpretativo y el más completo del periodismo, pero vemos que el número de
fuentes no representa a una diversidad ciudadana representada sino a una acumulación de
piezas de un corporativismo o institucionalidad, lo que se contrasta con los textos
editoriales, pues el medio utiliza este género completo para decantar su postura
institucional frente al oficialismo, detrás de una actitud no opositora, respetuosa y tolerante,
pero no diversa.
TIPO DE FUENTE NOTAS INFORMATIVAS Fuente oficialista 25% Fuente opositora 25% Fuente no oficialista 8.3% Fuente oficialista + no oficialista
8.3%
Fuente opositora + no oficialista
0%
Fuente opositora + oficialista
25%
Fuente opositora + oficialista + no oficialista
8.3%
En las notas informativas vemos que este medio es completamente equilibrado,
pues entrega un 25% tanto al oficialismo como a la oposición como fuentes únicas, y un
mismo porcentaje a la contrastación o debate entre ambas posturas, lo que indica una
ausencia en un 75% de subjetividad, pero demuestra una tolerancia relativista en cada uno
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
33
de ellos, ya que exponen sus ideas de manera evidente. Cabe anotar que no encontramos
un fundamentalismo en cuanto a la tolerancia.
Un 24% en total demuestra pluralismo y compromiso para escuchar al otro sin
exageraciones y establece consensos. Estas piezas informativas son las mejor elaboradas
y más acordes con la ética, pues se confronta un 50% de la información entre fuentes.
Pero este porcentaje no es el adecuado pues se debe apuntar y llegar al 100%.
En el medio existe hospitalidad, pero relativa y la confianza total en el otro está
ausente.
A manera de conclusión: privados y estatal, iguales en errores
Este análisis deja en evidencia que no hay diferencia entre un medio estatal y los
privados. No llamamos público al Telégrafo, pues su configuración administrativa y editorial
dista mucho de las experiencias en otros países, en donde la oposición y la ciudadanía
tienen representación.
Éticamente, ningún medio refleja una comprensión total de los hechos mediante la
contrastación y confrontación de fuentes diversas, pues se ciñen a la transcripción de
posturas y a la exhibición de una sola visión. Allí radica la importancia de la existencia del
código deontológico, pues en esta coyuntura de beligerancia entre medios y gobierno, lo
que menos existe es labor periodística y aumenta la confrontación ideológica, que
expuesta con argumentos es positiva, pero no cuando se hace adoctrinamiento.
Un medio estatal debe responder a intereses distintos de los medios privados, pues
su orientación es hacia la sociedad y no hacia afianzar un proceso político determinado, y
que además, está más alejado de los principios de la labor periodística y más cercano a la
propaganda política y a la comunicación de gobierno, que es lo que podemos apreciar en
este análisis. Por el contrario, los medios privados realizan un trabajo similar, aunque con
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
34
diferencias, pues no dan cabida total a la oposición y sí mayor presencia a posturas no
oficiales y críticas del poder.
Insistimos en que un Código Deontológico dejaría en claro cuál es el papel del
periodismo, sea estatal, privado o público, pues los principios universales deben regir en
esta práctica profesional y área académica de formación, sin duda.
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
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5.- Los receptores: audiencias ciudadanas reflexivas
Isidro Catela Marcos (en Agejas 2002) reflexiona sobre los conceptos que la cultura
mediática ha manejado sobre los receptores de los mensajes. En su análisis sobre la ética
de la recepción hace una panorámica sobre las taxonomías de persona, ciudadano,
consumidor, masa, audiencia y receptor.
El ciudadano participa de un contrato social y político en el cual aporta con
consensos y disensos, debido a que convive en espacios públicos, defiende su identidad y
se suma a colectivos, con la finalidad de una convivencia regulada y no conflictiva con sus
semejantes, por ello renuncia a posiciones personales para adoptar posturas comunitarias,
sin perder identidad y sumar identidades similares.
La audiencia no pierde su carácter de ciudadanía, pero establece diferencias con
otras por el uso y consumo de medios. En este sentido, audiencia y ciudadanía comparten
una cualidad de ser reconocidas por las autoridades, en este caso por los medios, que
dirigen sus mensajes hacia la identificación de esas cualidades aglutinadoras que las
identifican entre sí y que las hacen diferentes de otras audiencias.
El gobierno ha mediatizado el mensaje de su comunicación política y, a pesar de
autodenominarse como revolución ciudadana, no los ciudadaniza en sus mensajes, ni
siquiera los trata como audiencias, sino que los masifica:
[…] b) elhombre inserto en la masa se ve a menudo privado de la voluntad de tener vida
propia, es el hombre dominado por los acontecimientos, al que no se le pide (ni se le ocurre) diferenciarse porque ser masa es no ser (no ser reconocible, no ser original, etc.)
[…] d) las masas no son interlocutores válidos sino receptores deseados, ansiados por
quienes no conciben la comunicación como intercambio; e) son ideales para la información reducida a mercancía y a estímulo que precisa
una respuesta; f) si en la persona descubríamos vocación de encuentro, en el ciudadano de
convivencia no problemática, en la masa, la aspiración se queda en la coexistencia, las
UTPL Ecuador: libertades desde medios y ciudadanía
36
masas aspiran a estar en el mismo sitio, de manera que físicamente sea posible, sin más pretensiones; (Catela Marcos, Isidro en Agejas 2002: 121-122).
Con estas cualidades de la masa, el propio gobierno cae en los errores de quienes
critica, principalmente de los medios audiovisuales, pues los impresos tienen identificados
claramente sus audiencias receptoras, que son más activas y reflexivas.
La audiencia se reconoce como tal en la identificación de un medio de comunicación
determinado o de un programa. En el caso de los medios impresos, su público objetivo son
audiencias y la estrategia gubernamental, mediante el encubrimiento de propaganda
política e ideológica con visos de periodismo ético, es masificar a esa audiencia y
confundirla con el término de ciudadanía, que no lo es.
Ambos grupos, mediático y gubernamental están en constante tensión. Y en el
medio los periodistas y el público, quienes olvidan su carácter de ciudadanos y receptores
activos. Tanto el periodista es receptor de la información de la realidad, que la trabaja para
entregarla a sus congéneres ciudadanos y el público como receptor de esa mediación
realizada por el periodista.
El consumo de medios es opcional y volitivo. Allí radica la existencia de una
audiencia activa, de un receptor reflexivo, que encuentra en una programación o propuesta
editorial una identificación o aspiración. Emisor y receptor establecen un contrato tácito,
pero no absoluto y el receptor activo no se queda con una sola perspectiva. La existencia
de medios diversos hace que la actividad de recepción sea más activa pues las diferentes
perspectivas ayudan a que el receptor se forme un criterio y opinión de la realidad que está
siendo consumida mediante los medios.
Pero los receptores reflexivos son lectores de la realidad y para ello se necesita una
educación con conocimientos y habilidades de análisis y síntesis, que solo se logran con
un ejercicio diario de búsqueda y valoración de información, es decir con formación
continuada desde el interior de los medios, con los defensores del lector y de las
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audiencias, como desde fuera con los observatorios ciudadanos y académicos, pero no
con la finalidad de sancionar, sino con el afán de aportar a las empresas mediáticas y a los
periodistas con las nuevas herramientas y conocimientos actualizados para que su labor
sea más eficiente para la sociedad. De esta manera, es importante que las universidades
establezcan estos espacios de análisis y ensayo mediático con la finalidad de innovar,
reflexionar y entregar nuevas formas de narrar la realidad desde la ética.
En el libro Entre saberes desechables y saberes indispensables [Agendas de
país desde la comunicación] (2009), coordinado por Jesús Martín-Barbero, Ecuador está
ausente, pero muchas de las experiencias de otros países son aplicables a la realidad
ecuatoriana. De este texto, rescato, como reflexión final la siguiente cita que sintetiza Omar
Rincón en su texto titulado “Haciéndonos cargo de lo que nos toca”:
13] Lo más actual en derechos es la comunicación elevado a un derecho de todos y que los estados deben protegerlo y fomentarlo. Y lo mejor es que tenemos las 166] tecnologías para que todos seamos productores de mensajes, estéticas y relatos en la sociedad-red. El derecho a la comunicación no está dado, es un código expresivo no tomado. Este derecho a la comunicación pareciera ser un asunto de ciudadanos que parece entrar a la academia más interesada en defender y proteger la libertad de información de los empresarios. El derecho a la comunicación es el eje de la formación y la acción mediática y en red de nuestra sociedad [Martín-Barbero, Alves]. (http://www.c3fes.net/docs/agendascomunes_saberes_rincon.pdf)
El derecho a la comunicación es el código deontológico que prima a los ciudadanos
y es vital para las democracias. Por ello, parafraseando a Rincón: hagámonos cargo de lo
que nos toca, ciudadanicemos nuestra acción comunicativa, seamos más ciudadanos,
mejores receptores reflexivos y ayudemos a que la masa se convierta en audiencia crítica
y no en grupo amorfo que perdió su personalidad.
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6.- Lo(s) que ganan(mos) y lo(s) que pierden(mos)
Frente a estos datos de medios de circulación nacional, que tienen dinámicas
diferentes y provienen de matrices culturales distintas, los lectores/receptores, somos
quienes perdemos en esta confrontación, debido a que se usa al periodismo como arma de
lucha política, ideológica y empresarial. No existe responsabilidad social frente a la
información, sino responsabilidad corporativa, empresarial y gubernamental. Los
receptores estamos en medio de una guerra en donde “la verdad es la primera víctima” y
los profesionales de la información deben narrar con mayor despliegue de puntos de vista,
con mayor pluralidad, consenso y hospitalidad del otro, pues quienes están a nuestro
alrededor también miran la realidad y es importante valorar su perspectiva, no para
justificar sus actos, sí para comprenderlo/a y, si está equivocado/a, ayudarlo/a.
Por ello, y para que no sigamos perdiendo los receptores y para que cada vez
seamos más activos y hagamos del periodismo una verdadera acción ciudadana, reflexiva,
de interés y utilidad social, participativa y ante todo Ética, en la que todos los actores
participen, proponemos lo siguiente:
1. Elaborar códigos deontológicos de las profesiones comunicacionales para que se
establezcan los límites y finalidades de cada actividad. De esta manera, existirá
mayor responsabilidad entre empresarios, periodistas, otros comunicadores y
autoridades gubernamentales al momento de ejercer sus labores y de comunicar a
sus receptores, para no confundir “intencionalmente” con mensajes disfrazados de
periodismo ni de comunicación ciudadana. Esta redacción debe ser propuesta por
los periodistas en ejercicio y por los académicos, ya que ellos son quienes conocen
su trabajo y los otros son quienes forman a los periodistas y comunicadores.
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El Consejo de Regulación, aprobado mediante la consulta y referendo de mayo de
2011, deberá incorporar una normativa para que desde la Academia y los gremios:
empresariales y periodísticos, se genere en un tiempo de 6 meses y un año los
códigos deontológicos de cada profesión comunicativa: periodismo, comunicación
corporativa, comunicación audiovisual, publicidad, etc., con el fin de que los
profesionales se guíen bajo normas éticas generales. De esta manera, la Ley
Orgánica de Comunicación podrá acoger cuerpos legales secundarios para cada
actividad comunicativa mediática.
2. Crear instancias de defensoría de lectores y audiencias, con la finalidad de abrir
espacios de reflexión interna en las redacciones sobre el oficio y la tarea diaria de
informar con responsabilidad. Este trabajo servirá para poner un espejo en el cual
se refleje el trabajo de la redacción. Actualmente, los medios hacen un ejercicio
crítico público del otro, de la competencia o de los similares, pero no realizan la
misma actividad autorreflexiva. Éticamente, este no es el trabajo de un medio de
comunicación, sino de audiencias, veedurías, observatorios, defensores de lectores
y receptores.
CIESPAL y Fundamedios tienen observatorios que realizan este trabajo. En el
primer caso, vela por las audiencias y, en el segundo, por el libre ejercicio de los
periodistas. Sus ámbitos son complementarios, pero lamentablemente entre sus
directivos existen brechas insalvables para realizar un trabajo integrado.
Existe la Agencia de Comunicación de Niños, Niñas y Adolescentes (ACNNA), que
realiza un monitoreo diario de cómo los medios vulneran los derechos de estos
sujetos, pero llevan a cabo un trabajo de concienciación con los periodistas que
cubren esas fuentes. Proponemos que esta institución, que tiene una metodología
pedagógica diferente a la que aplican CIESPAL y Fundamedios en sus
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observatorios, trabaje directamente con los gremios mediáticos (AEDEP, AECTV,
CCREA y AER) para aplicar esta metodología propositiva y no sancionadora ni
acusadora.
El oficio periodístico/mediático desde la Ética no tiene que ver con lo malo o
deficiente que hacen los otros su trabajo y decirlo públicamente, sino hacer el propio
de la mejor manera que no se parezca al otro ni caer en los errores de los criticados,
allí está el éxito del oficio. Lamentablemente este es el escenario de veedores,
instituciones y medios.
La Ley Orgánica de Comunicación debe establecer, en su articulado, la
incorporación de la figura del ombudsman dentro de cada medio, nominado por los
propios directivos, y deberá cumplir con lo establecido por los acuerdos mundiales
de este trabajo.
3. Anular del Código Penal ecuatoriano la sanción con cárcel a los sujetos que emiten
opiniones y criterios en medios de comunicación que pueden ser considerados
como lesivos a la honra de los funcionarios públicos, incluido el Presidente de la
República. Compartimos, como propone la Unesco, una responsabilidad civil del
medio de comunicación como respaldo a sus trabajadores y/o colaboradores. Esta
propuesta debe ser presentada como modificación al Código Penal y la deben
presentar los gremios, las empresas mediáticas y la Academia, para que sea tratada
en la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional. La propuesta de Fundamedios
y la Clínica Jurídica de la USFQ debe ser respaldada y transformada en una
modificación del Código Penal. Frente a este pedido, el asambleísta César Montúfar
ha presentado el PROYECTO DE LEY ORGÁNICA REFORMATORIA DEL CÓDIGO
PENAL PARA LA ELIMINACIÓN DEL DESACATO, LA DESPENALIZACIÓN DE LA
PROTESTA SOCIAL Y LAS INJURIAS EN CONTRA DE AUTORIDADES Y DE
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OTROS OBSTÁCULOS A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, el pasado 23 de julio de
2011. De esta manera, el Estado ecuatoriano dará seguridad al ejercicio periodístico
que cuestione a los funcionarios transitorios de cualquier gobierno, lo cual evitaría
que se produzcan nuevos casos como el acontecido con Diario El Universo, y las
connotaciones que la inmediatez de la demanda ha tenido.
Asimismo, en esta reforma al Código Penal, cuando se establezcan procesos que
tienen que ver con la libertad de expresión, la Defensoría Pública debe avocar
conocimiento y defender de oficio a la persona que está siendo encausada por el
poder político, pues se atenta contra un derecho humano.
4. Crear espacios de innovación, investigación periodística y mediática en las
facultades y escuelas de Comunicación para medir, observar y apoyar el trabajo
mediático privado, público y comunitario, sin afán de regular o criticar áridamente,
sino de mejorar las maneras de informar desde la ética periodística y así formar
receptores reflexivos y propositivos. Los observatorios desde la Academia son
necesarios para encontrar los errores profesionales, para su futura corrección en el
proceso de formación universitaria, así como de innovación de las prácticas y de la
investigación social.
De acuerdo con la Ley Orgánica de Educación Superior, los centros universitarios
deben desarrollar investigación y docencia en unidades departamentales. De esta
manera, cada departamento de investigación en comunicación tiene que establecer
un observatorio mediático para que desde allí surjan los estados de situación y las
propuestas de modificación e innovación del oficio. Estas unidades trabajarán con
estudiantes de pregrado y postgrado con la finalidad de integrar a la Academia y a la
empresa. Estos son los espacios de consenso más idóneos en la actualidad, debido
a la polarización social y a la falta de entendimiento entre los observatorios
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existentes.
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43
Referencias: Agejas, José Angel y Francisco José Serrano (coords.). Ética de la comunicación y de la información. Barcelona: Ariel. 2002. Aznar, Hugo. Comunicación responsable. Deontología y autorregulación de los medios. Barcelona: Ariel. 1999. Gómez Gallardo, Perla y Ernesto Villanueva. Libertad de Expresión y sus implicaciones legales. Análisis normativo de los delitos contra el honor en América Latina. Quito: CIESPAL. 2010. Huntington, Samuel P. The crisis of democracy. Report on the democracies to the trilateral commission. Petropolis: Ed. Vozes. 1979. Martín-Barbero, Jesús (coord.). Entre saberes desechables y saberes indispensables [Agendas de país desde la comunicación]. Bogotá: C3FES. 2009. En: (http://www.c3fes.net/docs/agendascomunes_saberes_rincon.pdf) Martín-Barbero, Jesús. De los medios a las mediaciones. Bogotá: Convenio Andrés Bello. 2003. Ricaurte, César (ed.). La palabra rota. Quito: Fundamedios. 2010. Unesco. Indicadores de desarrollo mediático. Quito. 2011.