Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

Embed Size (px)

Citation preview

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    1/28

    ~ PO LIT IC A E ID -E OL OG IAEN LA~TEORIA. . . . MARX I STA

    -=Capitalismo, fascismo, populismo~ / par$ - - - - ERNESTO LACLAU

    i\~

    t .

    . t '.: ~

    )l(I~ecitoresMXIC.OESPANAARGENTINACOLOMBIA

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    2/28

    INTRODUCCION

    Los hombres que, desde la nifiez, han tenido sus espaldasvueltas haciaIa entrada de la caverna, no pueden contem-plar el mundo exterior. Sobre la pared interior de la caver-na se proyectan las sombras de otros hombres y, acostum-brados a ligar las voces de estos hombres con sus sombras,los habitantes de la caverna concluyen que las primeras de-rivan de las segundas. Uno de los prisioneros, sin embargo,logra escapar y percibe el verdadero origen de las voces.Finalmente emerge de la caverna y contempla la luz del dia.AI principio, el sol 10 enceguece, pero luego se acostumbraa el y la visi6n que obtiene le permite entender la falsedaden 1a que hasta entonces habia vivido.EI mito plat6nico de la caverna contiene, por primera

    vez en Ia historia, una teoria de la articulacion. EI discursodel sentido cornun, la doxa, es presentado como un sistemade engafiosas articulaciones en el que los conceptos no apa-recen ligados por 'relaciones logicas inherentes a los mis-mos, sino, simplemente, por lazos connotativos 0 evocati-vos que la costumbre y la opinion han establecido ent~eelIos. Es precisamente el caracter sistematico de este con-junto de articulaciones 10 que la intervenci6n platonica tra-ta de romper: en los dialogos la unidad del discurso del sen-tido comun (de 10 que hoy llamariamos discurso ideo16gico)es disuelta a traves de un proceso critico que conduce a laepurificaclon de cada. concepto. La crftica consiste en-Iaruptura de aquellos vinculos entre los conceptos que sonun mero residuo de la opinion y la costumbre. Porque, m a salla-de sus relaciones connotativas, los conceptos presen-tan una coherencia paradigmatica esencial que se muestra

    1-

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    3/28

    2 Ernesto Laclau

    . i

    a la visi6n privilegiada del fil~sofo. El conocin:iento .presu: .pone, pues, una operacion de ruptura: desarticulacion delas ideas de aquellos campos connotativos a los que apare-cen vinculadas bajo la forma de una engaiiosa necesidad,10 que nos perrnite, posteriormente, reconstruir sus articu-laciones verdaderas. .Este doble movimiento -ruptura de la aparente ob-viedad de las arti.culaciones establecidas por la costumbree intento de descubrir relaciones esenciales paradigmaticas ~mediante un simple amilisis de los=conceptos-e- ha consti-tuido por largo tiempo un rasgo caracteristico y constantedel pensamiento europeo. Desde el vagabundaje metodo-logico de Descartes hasta la invocaci6n en el siglo XVII delbuen salvaje 0 la busqueda en Persia y en China, por partedel Iluminismo, de paradigmas criticos del orden socialexistente, el pensamiento europeo uso crecientemente laconfrontacion entre culturas diferentes como medio de re-lativizar sus propias instituciones, costumbres y habitos d~pensamiento. De este modo, aquellos conceptos que defi-nian para la. burguesia las cortdiciones. abstr~ctas .~e todasociedad posible perdieron su necesana artlculaclOn conlas formas concretas en las que aquellas condiciones sehabian materializado localmente. Tal fue el caso, por ejern-plo de la declinacion del absolutismo como ideologia he-ge~6ni.ca en Europa. La defensa del o~de.n.soc~ale~i~tente,de la propiedad privada y de otros prmcipios ldentlflc.adospara la burguesia con la existencia mism~ de.la ~~mumd~d,aparecieron cada vez menos ligados ala mStlt_uclon~o~ar-quica: la identificacion entre ambos, que habia constttuld?el eje del discurso politico del absolutismo, comenz6 a di-solverse como la relaci6n entre las voces.y las sombras enla caverna plat6nica. Fue posible a partir de un cierto pun- ito ser conservador sin ser monarquico, aunque romper e] Ivinculo entre ambos principios y transfonnar a esta rup- Itura en un hecho obvio del discurso politico requiri6 en 'IFrancia mas de un siglo. Del mismo modo, paso largo tiem-

    1

    Introduccion 3po antes de que el concepto de.~f3omunidadeconomica or-ganizada fueraarticulado, en el discurso ideologico domi-nante, con los principios basicos delliberalismo econ6mico.La rnano invisible de Adam Smith fue cualquier cosamenos evidente para sus contemporaneos, Finalmente, des-vincular el concepto de democracia de sus connotacionesnegativas de gobiernc de la turba y transformarlo en unconcepto positivo, crecientemente articulado con el discur-so politico liberal, requirio todo el proceso alternativo derevoluciones y reacciones del siglo xsx.Estos intentos sucesivos de romper las articulaciones

    ideologtcas del discurso condujeron en Europa, sin duda,a una creciente purificacion de los conceptos. La econo-mia politica clasica surgio de este proceso de abstracci6n,asi como tambien la teoria politica fundada en la nocionde contrato. Sin embargo, el progresivo divorcio entre elcaracter abstracto de los conceptos y el campo ideol6gico-connotativo al que habian estado hasta entonces articula-dos condujo en su momento a una ilusi6n opuesta: la su-posicion de que, mas alla del discurso del sentido cormin,los conceptos separados de cualquier articulacion conno-tativa podian, por el mero despliegue de sus virtualidadeslogicas, reconstruir el conjunto de la realidad. Esta es laambici6n racionalista que recorre la filosoffa occidental,de Plat6n a Hegel. Si el nivel de la doxa constituye un teji-do continuo que absorbe y articula todo posible significa-do, el nivel filos6fico aspira a reconstruir la totalidad deeste tejido en un orden necesario y a traves de vinculosracionales. Mas aun, en su apogeo, el saber filosofico in-tenta absorber el dualismo plat6nico: para Hegel la apa-riencia es un momento de la esencia. Reabsorbida comomomento de la esencia en la dialectica hegeliana 0crista-lizada como polo de un dualismo irreductible en la dialec-tica plat6nica, la articulacion connotativa del discurso cons-tituy6 el punto de referencia antagonico frente al cual lafilosofia intento reconstruir el en sf de los conceptos. Si

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    4/28

    4 Ernesto LAc/au

    i,I, :

    en el nivel de la doxa los conceptos aparecen articuladospor principios formales externos a su naturaleza logica, lafilosofia hizo de sus propiedades logicas los unicos prin-cipios que los vinculaban entre sf en tanto conceptos. Pos-tul6 ademas el caracter sistematico de estas relaciones yla posibilidad de reconstru.ir a traves de ellas un sistematan amplio como el que habia caracterizado al discurso dela doxa. Este era el proceso a traves del cual los conceptoshabian de ser reafticulados sobre la base de su cohesionesencial en un paradigma. Todo el esfuerzo de desarticula-ci6n era, en consecuencia, s610 el pr6logo a la postulaci6nde vinculos paradigrnaticos necesarios. EI resultado fue que,cuando mas tarde emergio un relativismo que renunciabaa los paradigmas- y limitaba el esfuerzo Intelectual a unadescripcion de las diversas articulaciones hist6ricamentedallas, el acompafiamiento inevitable fue un creciente es-cepticismo respecto al conocimiento en cuanto tal.lQue acontece, en cambio, si aceptamos una perspecti-va cientffica y mantenemos como tarea esencial de la prac-tica te6rica la purificacion de los conceptos --es decir,la eliminaci6n. de toda articulacion connotativa-, peroafirmamos la imposibilidad de rearticularlos en conjuntosparadigmaticos necesarios? Tres consecuencias esenciales se-siguen de este cambio de perspectiva. Primero, no todo con-cepto tiene una relaci6n necesaria con los otros, No es po-sible, en consecuencia, partiendo de uno solo de ellos, reo-construir 18.totalidad del sistema. En otras palabras, losconjuntos sisternaticos dependen de la articulaci6n de con-ceptos que no estan ligados logicamente entre sf. Segundo,no es posible establecer relaciones necesarias entre estruc-turas conceptuales diferentes --de modo tal que pudiera-mos pasar de una fl otra a traves de un proceso puramentedeductivo--, sino tan s610 las condiciones de posibilidadde su articulaci6n. Tercero, en consecuencia, toda aproxi-maci6n a 10concreto presupone articulaciones conceptua-les crecientemente complejas, y no -el mero despliegue de

    I ntroduccion 5las virtualidades logicas de un ~9nj~to conceptual simple.En consecuencia, cuanto mas concreto es el analisis masdeterminaciones -te6ricas deben ser incIuidas en el, y pues-to que las determinaciones te6ricas no son momentos ne-cesarios en el autodespliegue de una esencia, sino formacio-nes conceptuales discretas, la precondicion para cualquieraproxirnacion te6rica a 10 concreto es un progresivo pro-ces~ de abstracci6n que-Hbere a los conceptos de sus arti-culaciones .connotativas,

    La practica te6rica ha sido en gran medida dificultadapor los dos obstaculos que hemos mencionado: 'Ia articula-ci6n connotativa de los conceptos en el nivel del discursod~l sentido c~mtin y su articulaci6n racionalista en para-digmas esenciales. Los ensayos que integran este volumenhan !ido escritos en la conviccion de que estos obstaculosse han combinado para crear un estado de-cosas insatisfac-torio para la teorfa marxista. Tambien han sido escritos enla convicci6n de que el pensamiento marxista mas reciente,de Della Volpe a Althusser, ha cornenzado a crear las con-diciones para una lectura cientffica del marxismo que nosperrnitira superar esta situaci6n critica. Para ver c6mo estacombinaci6n de obstaculos ha operado, considerernos elproblema de las articulaciones connotativas del discursoideol6gico. En la medida en que la practica te6rica marxis-ta ha estado histortcamente ligada a 1apractica politica so-cialista, las articulaciones connotativas del discurso politi-co han tendido a ser autornaticamente transformadas en-detenninaciones te6ricas. Tomemos, por ejemplo, el con-cepto de capitalista. En la teorfa rnarxista este conceptotiene un estatuto te6rico definido: es uno de los polos dela relaci6n de produccion constitutiva del modo de produc-ci6n capitalista. Ahora bien, los agentes que son los por-tadores de esta relaci6n estructural son al rnismo tiempolos puntos de entrecruzamiento de una multiplicidad de r~laciones y contradicciones articuladas por practicas de cla-se. En el discurso politico, en consecuencia, no es el capi-

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    5/28

    6 Ernesto Laclautalista en cuanto tal el que esta presente, sino capitalistasconcretos, 0 para ponerlo en oftos terminos, la determina-ci6n te6rica de capitalista esta connotativamente ligadaa un conjunto de otras detenninaciones te6ricas. Estamosaqui a s610 un paso de la suposici6n de que capitalistano es un concepto tea rico, sino el nombre del agente, y que,como tal, alude al conjunto de sus determinaciones y nos610 a una de ellas. Es decir, que estamos uniendo nueva-mente las voces y las sombras. Cualquiera de los rasgos deeste nuevo sujeto sintetico, el capitalista, sera, en conse-cuencia, evocativo 0 indicativo de la totalidad de los mis-mos. Podria pensarse que este es un efecto ideol6gico deldiscurso politico que la practica teorica disiparia rapida-mente. Pero este es el punto en que el otro obstaculo in-terviene: la postulacion de relaciones paradigmaticas. Tra-dicionalmente, entre los varios paradigmas que han carac-terizado al tipo de marxismo al que nos estamos refiriendo,hay uno que constituye la fuente de todos los otros: elreduccionismo de clase. Las contradicciones son vistascomo un sistema jerarquico que puede ser reducido, direc-ta 0 indirectamente, a una contradicci6n de clase. En con-secuencia, todo 'elernento 0 contradicci6n a los niveles poli-tico e ideol6gico tiene una pertenencia de clase. El resulta-do paradojico es que la practica te6rica no necesita corre-gir las articulaciones connotativas del discurso politico,porque si todas las determinaciones politicas e ideologicastienen una necesaria adscripci6n de clase, todas elias son,en consecuencia, expresivas de la esencia de clase del su-jeto. Puesto que todas ellas, tomadas individualmente, ex-presan igualmente al sujeto, la concreci6n del analisis s610puede consistir en el progresivo despliegue de esta esencia.EI gran problema para este tipo de enfoque es c6mo ana-

    lizar teoricamente -las diferencias pertinentes; c6mo, porejemplo, hacer compatible el reduccionismo de clase conla efectiva variedad hist6rica de las ideologias burguesas.Las soluciones habituales han sido: 0 bien considerar las

    Int roduccion 7

    "J

    diferencias como simplemente' accidentales (con 10 que serenuncia a pensarias teoricamente lobien 'explicarlas en ter-minos del diferente nivel de desarrollo alcanzado por unmodo de produccion (el capitalismo en ascenso se expresaa traves del liberalismo: el capitalismo en declinacion, atraves del fascisrno, y as! sucesivamente). No queremos exa-minar aqui los diversos expedientes a traves de los cualesel reduccionismo de clase ha intentado integrar la variedadhistorica en su esquema: algunos de ellos son estudiados ycriticados en otras partes de este volumen. En 10que es im-portante hacer hincapie es en que la eficacia de estos expe-dientes se ha reducido gradualmente a medida que la ex-periencia hist6rica de la lucha de clases y el ascenso de lasmasas en escala mundial han quebrado progresivamenteel sistema de articulaciones connotativas en que el euro-centrismo provinciano de la II y III Internacionales habraencapsulado a los conceptos te6ricos marxistas. No es ca-sual que la empresa althusseriana haya surgido en un mun-do dominado por la division del movimiento comunistainternacional, por el fin de la guerra frfa, por la descolo-nizaci6n y por la emergencia de nuevas contradicciones enlos paises capitalistas avanzados. La magnitud de los pro-blemas te6ricos y politicos que se presen tan al marxismoen esta nueva situacion hist6rica requiere la ruptura conlos ultimos restos del reduccionismo. El abandono de lacaverna platonica del reduccionismo de clase exige, en laactualidad, una creciente formalizacion te6rica de las cate-gorfas marxistas, que rompa a la vez con las articulacionesconnotativas del discurso politico y con la postulaci6n derelaciones paradigrnaticas entre los conceptos. Este esfuer-zo, a su vez, s610 puede tener efectos beneficiosos para lapractica politica socialista en una epoca en que el proleta-riado debe abandonar toda estrecha perspectiva de clase ypresentarse como fuerza hegernonica a las vastas masasque buscan una reorientacion politica radical en la etapade la declinaci6n mundial del capitalismo. Este es el cam-;

    1 J - I

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    6/28

    8 Ernesto Laclau ! [ntroduccion 9po en el que el marxismo de 1ts dos ultimas decadas ha.realizado innegables avances, y es a esta tarea a la que losensayos que aqui presentamos intentan hacer una modestacontribuci6n. '

    Los cuatro ensayos que siguen tienen una estructura simi-lar. Todos elIos parten de uno 0 varios conceptos te6ricosy de ciertas polemicas que se han desarrollado en torno alos mismos ..Se intenta luego en ellosmostrar que las con-fusiones han surgido 0 bien porque no se ha respetado elnivel de -abstraccion del concepto en cuesti6n, al introdu-cirse detenninaciones te6ricas que corresponden a nivelesde analisls mas concretos, 0bien porque se ha negado laespecificidad de una contradicci6n determinada y se la haasimilado a otra en forma reduccionista. En el caso de lapolemica en torno al feudalismo y al capitalismo, el errorha sido la ilegitima intrusion de Ia noci6n de etapa en elconcepto mismo de modo de producci6n; en el problemade la especificidad de la instancia polttica, ha sido la Iden-tificaci6n entre cproducci6n y economfa: en el caso delos dos debates acerca del fascismo, ha sido la adscripci6nde clase de los elementos ideologicos: en el caso del popu-lismo, ha sido la ecuacion reduccionista entre el pueblo ylas clases, El ensayo Feudalismo y capitalisrno en AmericaLatina, fue publicado originariamente en New Left Re-view, 67, 1971, yen castellano en el volumen colectivo Modosde produccion en America Latina (Cordoba, Argentina, Cua-demos de Pasado y Presente, 1973); La especificidad de 10politico inicialmente apareci6 en Economy and Society, vo-lumen 4, 1, 1975. Los otros dos ensayos se publican en estevolumen por primera vez. Finalmente, quiero agradecer aaquellos cuyos utiles comentarios y crfticas contribuyeron ala version final de los diferentes ensayos. Debo mencionar,entre otros, a Perry Anderson, Robin Blackburn, Bob Jes-sop, Harold Wolpe, Sami Zubaida, Enrique Tandeter y Nicos

    poulantzas. Estoy en deuda con mis estudiantes de la Uni-versiaad de Essex, con quienes estas ideas fueron discutidasen innurnerables cursos y seminaries. y cuyas observacionesy preguntas me permitieron con frecuencia percibir ambi-giiedades en mis argumentos y me llevaron a formularloscon mayor precision. Mi mayor gratitud es para ChantalMouffe, con quien he discutido exhaustivamente la mayorparte de estos ensayos. Su contribuci6n aIa formulacion de

    ) algunas de las tesis centrales ha sido tan decisiva que enciertos casos podrian ser vistas como fruto de un trabajoen colaboracion.

    I 2

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    7/28

    FEUDALISMO Y CAPITALISMO.EN AMERICA LATINA I

    El debate acerca de los origenes y naturaleza actual de lassociedades latinoamericanas ha girado a 10 largo de la ulti-ma decada, en el campo de la izquierda, en torno a la deter-rninacion alternativa de su caracter feudal 0capitalista. Seha desarrollado as! una larga y compleja discusi6n cuyairnportancia no es disminuida por la confusion conceptualque a menudo la ha dominado. Y esta importancia no selimita al plano te6rico, dadas las diferentes conc1usionespoliticas que ambas partes intervinientes en el debate handerivado de sus premisas. En efecto, aquellos que sostienenque"\J.associedades latinoamericanas han tenido un caracter.feudal desde sus mismos origenes, entienden por tal unasociedad cerrada, tradicional, resistente al cambio y no in-tegrada en la ecogpmla de m~rgWo. En tal caso, estas so-ciedades no han alcanzado adn S U etapa capitalista y es-tan en visperas de una revoluci6n dernocratico-burguesaque estirnulara el desarrollo capitalista y rornpera con e 1estancamiento feudal. Los socialistas deben, en consecuen-cia, buscar una alianza con la burguesia nacional y formarcon ella un frente unido contra la oligarqula y el imperia-lismo. '-;}Losdefensores de la tesis opuesta sostienen, encambio, que America Latina ha sido siempre capitalista,ya que desde el periodo colonial estuvo plenamente incor-porada al mercado mundial, El presente atraso de las

    1 Este articulo desarrolla algunas ideas que expuse hace cierto tiem'po en cFeudalismo y capitalismo como categorfas de analisls hist6rico;.(publicaci6n interns del Instltuto Torcuato eli Tella) , Buenos Aires, 1968.

    Feudalismo Y capitalismo 11I' _sociedacles latinoamericanas serfa, precisamente, Ia conse-cuencia del caracter dependiente de esta incorporaci6n.puesto que elIas ya so!_l,en consecuencia, ylenamente ca-pitalistas, no tiene sentido postular una futura .etapa dedesarrollo capitalista. Es necesario, por el contrano, luchardirectamente por el socialismo, en oposici6n a una burgue-sia que, definitivamente integrada al imperialismo, formacon el un frente comun contra las c1ases populares.En este articulo quisiera contribuir a clarificar los ter-

    ~minos basicos de esta polemica con la siguiente reflexi6n:pese,a su mutua oposici6n, ambas tesis coinciden en un as-pecto fundamental, ya que designan por c.ca:e!talismo~ y- cfeudalismo fen6menos relativos a la esfera del cambio demercancias y no a la esfera de la produccion,' por 10 que lapresencia 0ausencia de un vinculo con el mercado se trans-forma en el criterio decisivo para distinguir entre ambostipos de sociedad. Y tal concepci6n es c1aramente opuesta; a la teorfa marxista segun la cual capitalismo y f~ud;:yismoson, ante todo, modos de produccion. Andre Gunder Frank~es uno de l o s mas conocidoadefensores deIa tesis de queAmerica Latina es y ha sido siempre capitalista 2. Por estaraz6n centraremos el presente examen en el analisis de .su

    J obra, ya que los problemas te6ricos involucrados en este-debate se plantean en ella en su forma mas clara y expl1-: cita.

    , ! EL ESQUEMA TBORICO DE FRANKLa perspectiva te6rica de Frank puede resumirse en las si-guientes tesis:

    2 Capitalism and underdevelopment in Latin ~merica, Nueva York,. 1967,y Latin America: underdevelopm~nt or ~evOlutlon, N~eva Y?rk, 1969.; [Capitalismo y subdesarrollo en Am4!nca Latina, Buenos Aires, Stglo XXI,~1970;Am4!rica Latina: subdesarroUo 0 revoZucWn. Mwco, Era, 1973.]I

    J

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    8/28

    12 Ernesto Laclaui FeudaIismo Y capitalismo ',. 131. Es falso suponer que 9 desarrollo econ6mico transi"

    curre a traves de una misma sucesi6n de etapas en todos'ilos pafses 0 que los parses subdesarrollados de la actuali."dad estan en una etapa hace mucho superada por las nacio- .nes desarrolladas. Por el contrario, los pafses desarrollados ~en la actualidad no fueron nunca 5ubdesarrollados, aunque .hayan sido, en sus comienzos," no desarrollados ..~ .2. E s incorrecto considerar al subdesarrollo contero-Iporaneo como el mere reflejo de las estructuras econ6mi- ~ca, polttica, social y cultural del propio pais subdesarrolla-do. Por el contrario, el subdesarrollo es en gran medida elproducto hist6rico de las relaciones entre el satelite sub-desarrollado y los actuales pafses desarrollados. Estas re-:laciones fueron, por 10 demas, una parte esencial de la es-tructura y evoluci6n del sistema capitalista en escala mun-dial. Asf, Frank afirma..Para extraer el producto de su trabajo [... J. por medio del imonopolio del cornercio exterior, las metr6polis hoy dia, no,menos que en los tiempos de Cortes y Pizarro en Mexi.-~co y Peru, de Clive en India, de Rhodes en Sudafrica y de la:epoca de Ia cpuerta abierta en China, destruyeron y/o trans- iformaron totalmente los sistemas econ6m.icos existentes ante-~riormente en esas sociedades y las incorporaron al sistema (capitalista mundial (dominado por las metropolis). convirtien-]dolas en fuentes de su propio desarrollo y su propia acumula-]ci6n de capital. A consecuencia de esto el destino de las so.!ciedades conquistadas, transformadas 0 establecidas a1 amparneuropeo, fue y sigue siendo su descapitalizaci6n, su carenciaestructural de productividad y la cada vez mayor pobreza desus masas. Bn una palabra, su subdesarrollo 3. {

    ;t3. Las convencionales interpretaciones edualistas de''.,las sociedades latinoamericanas deben ser rechazadas. EItanalisis dualista sostiene que las sociedades subdesarrolla-ldas tienen una estructura dual, cada uno de cuyos sectores tposee una dinamica propia, ampliamente independiente del ~

    3 Latin America: wsderdeve;opmmt or revolution, p. 22 S [po 208]. iI

    Iotro. Asi concluyen que el sector que ha experimentado eliJnpacto del mundo capitalista ha llegado I;l ser moderno yre1ativamente desarroIlado, mientras que el otro sector seve reducido a una aislada, feudal 0 precapitalista economiade subsistencia. Segun Frank, esta tesis es totalmente err6-nea: la estructura dual es una pura ilusi6n, ya que la ex-pansi6n que el sistema capitalista experiment6 durante losultimos siglos ha penetrado efectiva y totalmente aun enlos sectores aparentemente mas ais1ados del mundo subdes-arrollado. -4. Las relaciones metropoli-satelite no estan limitadasal nivel imperial 0 internacional, sino que penetran yes-

    tructuran la vida econ6mica, social y polltica de los parsesdependientes latinoamericanos, creando dentro de eIlos sub-metropolis respecto a las cuales las regiones interiores ofi-cian de satelites,5. De las proposiciones anteriores Frank deriva el si-guiente conjunto de hip6tesis: a) en contraste con los cen-tros metropolitanos mundiales, que no son satelites de na-die, el desarrollo de las metr6polis subordinadas esta Iimi-tado por su estatus de satelite: b) los satelites experimentansu mayor desarrollo economico, inc1uso su clasico creel-miento capitalista industrial. solamente cuando sus lazoscon los centros metropolitanos se debilitan: tal fue el casodurante la depresi6n espaiiola del siglo XVII, las guerrasnapole6nicas a comienzos del siglo XIX. la depresi6n de losafios treinta y las dos guerras mundiales durante el si-glo XX ; por el contrario, estos Irnpulsos bacia el desarrollose extinguieron cada vez que los centros metropolitanos se.recobraron econ6micamente; c) aquellas regiones que sonen la actualidad las mas subdesarrolladas fueron en el pa-sado las mas estrechamente ligadas a las metropolis; d) loslatifundios, ya sea bajo la forma de plantaciones 0 de ha-ciendas. fueron en su origen tlpicas empresas comercialescapitalistas que crearon aquellas instituciones que les per-mitieron responder. a la crect-nte demanda en los mercados

    LJ

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    9/28

    14 Ernesto Laclau: Feudalismo Y capitalismo 15nacional e internacional, exp.{ndiendo su capital, tierra y .trabajo a los efectos de incrementar la oferta de sus pro- :ductos; e) los latifundios que en la actualidad se muestranaislados, dedicados a una agricultura de subsistencia y con,apariencia semifeudal, no fueron siempre asi; 5011unidadesproductivas que declinaron debido a una caida en la de-manda de sus productos 0 en su capacidad productiva.6. El dualismo es introducido en el analisis marxista

    mediante la suposici6n de que el feudalismo predornina en;el sector estancado, en un extremo de Ia estructura social, yel capitalismo en el sector dinarnico al otro extrema de lamisma.' Las consecuencias estrategicas resultan claras:Tanto en la version burguesa como en la supuestamente mar-xista de la tesis de la sociedad dual. un sector de la economianacional que se considera que tambien fue antes feudal arcai-co y subdesarrollado, despego y se convirti6 en el actual' sector .capitalista relativamente avanzado y desarrollado, mientras que,la mayoria de la poblacion tradicional se quedo en el otro sec- Itor que supuestamente se estanc6 en su etapa areaica feudal y 1subdesarrollada. La estrategia politica asociada usualmente aestas interpretaciones del desarrollo, err6neas tanto desde elpunto de vista empirico COmodel teorico, son, para la burgue-sia, la conveniencia de extender el modemismo al sector ar- caico, as! como incorporarlo al Mercado nacional y mundial, ypara los marxistas la conveniencia de completar la penetraci6n ,capitaJista en el campo feudal y Ia tenninaci6n de Ia revoluci6n .democratico-burguesa 4.Frente a esto, Frank sostiene que America Latina ha sido ~capitalista desde su misma colonizaci6n, en el siglo XVI, por ,las potencias europeas. Para probarlo intenta mostrar, me- ;diante numerosos ejemplos, que aun las mas remotas y .aparentemente aisladas regiones de America Latina parti-ciparon en el proceso general de cambio de mercancias yque este cambio se realiz6 en beneficio de las potencias im-perialistas dominantes. Solamente podria hablarse de feu- ,

    4 Ibid. [po 207]. -,,,

    dalismo. segUn Frank, si pudiera probarse que las regiones...economicamente mas atrasadas de America Latina consti-tuyeron un universo cerrado en el que predominaba la eco-nomia natural. Dado que, por el contrario, estas participa-ban en un proceso cuya fuerza motriz era la sed de riquezasde las c1ases y potencias dominantes, es necesario conduirque estamos en presencia de una estructura econ6mica cawpitalista. Y si, desde el periodo colonial, el capitalismo hasido la 'base de la sociedad latlnoamericana y la fuente delsubdesarrollo. resulta absurdo proponer como alte:rnativaa este un desarrollo capitalista dinamico, La burguesia na-donal, en los casos en que existe, esta tan, i~e~able"mente ligaclCl_,_~istemajIl1p~riClJista y a la relacionexplo-t a ' t ! Y a metropoli-satelite; que las poltticas -basadas en unaalianza con ella s610 pueden conducir a prolongar y acen-tuar el subdesarrollo. La etapa nacional-burguesa, en lospaises subdesarrollados, debe ser en consecuencia elimina-da 0 al menos abreviada, antes que extendida en nombrede la existencia de una sociedad dual.Como se ve, el esquema te6rico de Frank envuelve tres

    tipos de afirmaciones: 1) America Latina ha estado domi-nada desde sus origenes por una economia de mercado;2) America Latina ha sido capitalista desde sus origenes;3) el caracter dependiente de su inserci6n en el mercadocapitalista mundial es la causa de su subdesarrollo. Y es-tas tres afirmaciones pretenden referirse a un 11nico pro-ceso que es identico, en sus aspectos esenclales, desde elsiglo XVI hasta el siglo xx. Analizaremos cada uno de estosaspectos sucesivamente.

    LA CRITlCA DE lAS CONCEPCIONES DUALISTAS

    La crftica de Frank a Ia tesis dualista y su consiguiente in-sistencia en que las sociedades latinoamericanas ban cons-

    1 -

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    10/28

    16 Ernesto Laclau1 Feudalismo Y eapitalismo I . 'I. 17tituido siempre un complejo iIiternamente estructurado yplenamente incorporado a la economfa de rnercado son,sin duda, convincentes y correctas. POl'10 demas, Frank nohace aqui sino desarrollar la reiterada crftica a la concep-cion dualista, la cual recibiera su mas conocida formula-cion de la obra de W. A. Lewis 5.Segun Lewis, que expresaba un punto de vista conteni-

    do en numerosos estudios parciales de ctentfficos socialesdurante la decada anterior, era necesario distinguir clara-mente entre los sectores capitalistae y de subsistenciade la economia. A este ultimo 10 presenta como completa-mente estancado e inferior al primero en capital, ingreso ytasa de crecimiento. Las relaciones entre los dos se reducena la provision, al sector avanzado, de una ilimitada ofertade mana de obra por parte del sector atrasado. Como seha sefialado repetidamente, este modele subestima el gradode comercializaci6n alcanzable en las areas rurales, asfcomo el grado de acurnulacion de las ernpresas campesinas.Simplifica y distorsiona, en definitiva, las relaciones exis-tentes entre los dos supuestos segmentos de la econornia.Un conocimiento -mas riguroso de las interconexiones exis-tentes entre los diferentes sectores de las economfas latina-americanas ha hecho que his tesis dualistas no puedan sersostenidas por mas tiernpo en su formulacion inicial.Por 10 demas, en el caso concreto de America Latina,

    la evidencia acumulada a 10 largo de los ultimos aiios harestado todo apoyo a la idea de que una economfa naturalpura predominara en las areas rurales del continente. Porel contrario, todo parece sugerir que aun las mas atrasadasregiones campesinas estan ligadas pordelgados canales

    5 W. A. Lewis ... Economic development with unlimited supplies of la-bour", Manchester School, mayo de 1954, Pp. 139191; y Theory'" econo-mic growth, Londres, 1955 [Teoria del desarrollo econ6mico, Mwco,FeE, 1958}. Un resumen de las crnlcas que este modelo ha suscitado pue-de encontrarse en Witold Kula, Teoria economica del sistema feudal,Buenos Aires, Siglo XXI, 1974, pp. 1519. Vease asimismo P. T. Bauer,.Lewis's theory of economic growth", American Economic Review, XLVI,1956, pp. 63H41. .

    :, (que aun no han side adecuadamente estudiados) al sector..dinamicoll de la economla nacional y, a traves de el, almercado mundial. Alejandro Marroquin, en un excelente

    , libro 6, ha hecho un estudio de este sistema de relacionesa nivel regional; 'Rodolfo Stavenhagen, analizando la zonamaya de los Altos de Chiapas y Guatemala, ha mostradoc6mo las relaciones interetnicas sirven de base a relacionesde elase fundadas, precisamente, en una incorporacion ge-

    ~ neralizada al mercado 7. Por 10 dernas, en America Latinadurante el periodo colonial -al que tantas veces se hacereferencia como a una etapa de economia cerrada- preva-lecia una amplia circulacion de rnercancfas que tenia sueje en las regiones mineras, en tanto las zonas marginaleseran organizadas como fuentes proveedoras de artfculos deconsumo. En el sur del continente, por ejernplo, el nucleo10 constituia el area consumidora del Alto Peru, centradaen tomo a las minas de Potosi, en tanto Chile era transfer-mado en un productor de trigo y el interior argentino pro-

    \ vela de bienes manufacturados a este nucleo central. Resul-. ta diffcil concebir esta especializacion regional como unaeconomia natural pura.La idea de una sociedad dual tiene una larga tradicion

    , en America Latina. Fue formulada inicialmente en el si-:~glo XIX por las elites liberales que integraron a sus paisesen el rnercado mundial comoproductores primarios, acomo-

    , dandolos asi a una division internacional del trabajo die-i tada por los paises imperialistas metropolitanos. La formula',' civillzacion 0barbaric, acunada por Sarmiento, se trans-, formo en el lema de este proceso. Era necesario empleartodos los medios para desacreditar la reacci6n de aquellasregiones interiores cuyas economias, relativamente diversi-ficadas, se desintegraban ante la competencia de las merca-'Alejandro Marroquin, La ciudad-mercado [Tlaxiaco), Mexico, 1957.1Rodolfo Stavenhagen, Clases, colonialismo y aculturacion: exam.en

    sobre un sistema de relaciones interetnicas en Mesoamerica., Am~ncaLatina, afio 6, 4, octubre-diciembre de 1963, pp. 64-104.

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    11/28

    18 Ernesto Laclau \, ~dertas europeas. A estos efectos, los liberales crearon una

    mitologia segun la cual todo 10colonial se identificaba conel estancamiento y todo 10europeo con el progreso: dentrode esta imagen maniqueista de la dialectica hist6rica, lacoexistencia entre ambos segmentos de la sociedad resulta-ba imposible.Esta tradici6n ideol6gica ha sido un lastre que dificult6seriamente la comprensi6n ideologica de los procesos for-

    mativos de las sociedades latinoamericanas, e incluso hoy rdia no puede afirmarse que este totalmente superada. Que-da aun, pues, mucho campo para que la investigaci6n so-cial, economica y antropologica reconstruya-Ios ocultos ca-nales de comercializaci6n a traves de los cuales zonas eco-nornicas aparentemente aisladas se vinculaban con los mer-cados mundiales, al par que el excedente econ6mico eraextraido a los productores directos. Frank pisa, pues, te-rreno firme cuando critica a las teorfas dualistas y afirmael predominio de la economfa de mercado en America La-tina. iQue pensar, en cambio, de su segunda afirmaci6n, \segun la cual estas economias eran capitalistas?

    LOS ERRORES TEORICOS DE U CONCEPCION DE FRANK

    No resulta facil responder a esta pregunta, ya que, pese aque sus dos libros estan dedicados al analisis del capita lis-mo, en ningun momenta Frank explica con exactitud 10 ~que entiende por tal. Lo mas aproxirnado a una caracteri- 'zacion conceptual que puede encontrarse en su obra sonexpresiones como la siguiente:La contradiccion esencial interna del capitalismo entre explo-tadores y explotados surge dentro de las naciones del mismomodo que existe en su relaci6n mutua I,

    a Latin America: underdevelopment or revolution, p. 2I1 [po 210]. ij

    Feudalismo y capitalismo ", 19Pero esto no nos hace avanzar mucho, ya que no s610 el,capitalismo, sino tambien el feudalismo y toda sociedaddividida en clases se ha caracterizado por la contradicci6nentre explotadores y explotados, EI problema reside en de-finir en cada caso la especificidad de la relaci6n de explo-taci6n. Esta falta de rigor en la determinacion de su ob-jeto de anallsis es, por 10 demas, solo un ejemplo de laimprecision conceptual de que adolece toda la obra deFrank. En el presente caso la imprecision es tanto mas se-ria cuanto que los marxistas conocen los largos debates quehan tenido lugar en torno al concepto de capitalismo 9, elcual, en consecuencia, no puede darse por sentado sin mas.Si intentamos, no obstante, inferir 10 que Frank entien-

    de por capitalismo, creo que podemos concluir que es apro-xirnadamente 10' siguiente: a) un sistema de producci6npara el mercado en el que b) la ganancia constituye el in-centivo para la producci6n, y c) la gananciaes realizadaen beneficio de alguien distinto del productor directo, quees, en consecuencia, desposeido de ella. Por feudalismo de-beriamos entender, por el contrario, una economia cerradao de subsistencia. La existencia del mercado constituye, enconsecuencia, la diferencia decisiva entre ambos.Lo primero que sorprende es que Frank prescinde total-

    mente de las relaciones de produccion en sus definicionesde capitalismo y feudalismo. A la luz de este hecho no re-sulta tan sorprendente su anterior caracterizaci6n de la re-laci6n entre explotadores y explotados como la contradic-ci6n fundamental del capitalismo. Porque, en efecto, superspectiva Ideologica obliga a Frank a prescindir delibe-radamente de las relaciones de produccion en su definici6ndel capitalismo: s610 haciendo abstraccion de estas puede

    9 V~ase, por ejernplo, Maurice Dobb, Studies in the development ofcapitalism, Londres, 19%, cap. 1 [Estudios sobre el desarrollo del capi-lalismo, Buenos Aires, Siglo XXI, 1971]; y R. H. Hilton, .Capitalism:what's in a names, Past & Present, I, febrero de 1952,pp. 32-43{incluidoen R. H. Hilton, comp., La transicidn del [eudalismo a1 capitalismo, Bar-celona, Critica, 1m].

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    12/28

    20 ;Ernesto Laclau t Feudalismo y capitalismo 21llegar a una noci6n 10 s~ficient~mente amplia del capita-lismo como para incluir las diferentes situaciones explota-tivas sufridas por el campesino indigena peruano, el Inqui-Iino chileno, el huasipunguero ecuatoriano, un esclavo delas plantaciones azucareras antillanas 0un obrero textil deManchester. Todos estos productores directos destinan suproducto al mercado, trabajan en beneficio de otros y sonprivados del excedente econ6mico que contribuyen a crear.En todos los casos la contradicci6n economica fundamen-tal es la que opone a explotadores y explotados. S610 quela lista es demasiado corta, ya que podria haber incluidotambien a los esclavos de los latijundia- romanos 0a lossiervos de la gleba en la Edad Media europea, al menos enaquellos casos -la abrumadora mayoria- en que el senordestinara a la venta parte del excedente economico extrai-do al siervo. Deberiamos concluir, en consecuencia, quedesde la revoluci6n neolitica en adelante solamente ha exis-tido capitalismo.Desde luego, Frank es libre para extraer una masa de

    hechos historicos y construir, sobre esa base, un modelo.Puede, incluso, si asi 10 desea, dar a la entidad resultanteel nombre de capitalismo -aunque no se ve la utilidad deemplear, para designar un conjunto de relaciones, palabrasnormalmente empleadas con otra acepcion-. Pero 10 queresulta totalmente inaceptable es que Frank sostenga quela suya es la concepci6n marxista del capitalismo. Porquepar Marx --como resulta evidente para quien tenga un con-tacto siquiera superficial con su obra- el capitalismo eraun modo de produccion. La relacion econ6mica fundamen-tal del capitalismo se constituye a traves de la venta de sufuerza de trabajo por parte del trabajador libre, para 10cual Ia precondici6n necesaria es la perdida, por parte delproduct or directo, de Ia propiedad de los medios de pro-ducci6n. En sociedades anteriores las clases dominantes ex-plotaban a los productores directos -esto es, expropiabanel excedente econ6mico creado por ellos- y aun -cornercla-

    lizaban parte de este excedente hasta el punto de perrnitirla acumulaci6n de grandescapitales por parte de una clase~comercial, pero no se trataba de capitalismo en el sentidomarxista del terrnino, puesto que no existia un mercado detrabajo libre. La siguiente cita de El capital pone esto enclaro:No ocurre 10mismo con el capital. Sus condiciones historicasde existencia no estan dadas, en absolute, con la circulacionmercantil y la dineraria. Surge tan s610cuando el poseedor demedios de producci6n y medios de subsistencia encuentra enel mercado al trabajador libre como vendedor de su fuerza detrabajo, y esta condicion historica entra:fia una historia uni-versal. 1 capital, por consiguiente, anuncia desde el primermornento una nueva epoca en el proceso de la producci6n so-cia110 Para Marx, la acumulaci6n de capital comercial es per-fectamente compatible con los mas variados modos de pro-

    ducci6n y desde ningun punto de vista presupone la exis-tencia de un modo de producci6n capitalista:

    Il(

    Hasta aqu1 hemos considerado al capital comercial desde elpunto de vista y dentro de los limites del modo capitalista deproducci6n. Pero no s610el comereio, sino que tambien el ca-pital comercial es mas antiguo que el modo capitalista de pro-ducci6n; en reaIidad historicamente es el modo libre de exis-tencia mas antiguo del capital [...].La metamorfosis de las mercancfas, su movimiento, consis-te: 1) materialmente, en el intercambio de diferentes mercan-das entre s1; 2) fonnalmente, en la transformaci6n de la mer-canda en dinero -Ia venta- y en la transformaci6n del dine-ro en mercanda. -Ia. compra-. Y en estas funciones, el inter-cambio de mercanc1asmediante la compra y la venta, se resuel-ve la funci6n del capital comercial. Por 10tanto, 5610media elintercambio de mercancfas, el cual, no obstante, no s610debeser concebido de antemano como un intercambio mercantil en-tre los productores directos. En las condiciones de la esclavi-tud, de la servidumbre, del sistema de tributos (en la medida

    10 Bl capital, libro I, vol. I, Madrid, SiiIo XXI, 1975,p. ' J J 1 I .

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    13/28

    22 Brnesto Laclau I Feudalismo Y capitalismo 23en que entran en consideraci6n las-entidades comunitarias pri-mitivas), es el propietario de esclavos, el sefior feudal, el estadoque percibe tributos el que es propietario, y por ende vendedor,del producto. EI comerciante compra y vende para muchos. Ensus manos se concentran compras y ventas, con 10cual la com-pra y la venta dejan de estar ligadas a las necesidades inrnedia-tas del comprador (en cuanto comerciante) II.

    La pretensi6n de Frank de que su concepci6n del capi-talismo es la marxista no parece reposar, pues, en nada mass6lido que el deseo de Frank de que asf sea. Pero antes "dedejar este punto debemos volver nuevamente a los textos,ya que, en una polemica sostenida en Mexico e inserta ensu segundo volumen , al ser acusado precisamente de igno-rar al modo de producci6n en su noci6n del capitalismo,Frank respondi6 con dos citas de Marx que, segun el, de-mostraban la coincidencia de este con su concepci6n. Laprimera cita procede de la Historia de las doctrines eco-nomicas [Teorias sobre la plusvalia] y afirma:En la segunda c1ase de colonias -las piantaciones, que fue-ron desde el momento de su nacimiento, especulaci6n comer-cial, centros de produccion para el Mercado mundial- existeun modo de producci6n capitalista si bien s610 de manera for-mal, dado que la esc1avitud entre los negros excluye al asala-riado libre, que es la base en que la producci6n capitalista re-posa. Sin embargo, aquellos que se dedican al comercio deesclavos son capitalistas. EI sistema de producci6n introducidopor ellos no se origina en la esc1avitud, sino que es introducidodentro de ella. En este caso, el capitalista y el amo son la mis-rna persona.Segun Frank, este parrafo prueba que para Marx no son

    las relaciones de producci6n 10 que define la naturaleza deuna economfa (al menos es 10 que deduzco, ya que esta essu respuesta a la pregunta de Rodolfo Puiggr6s acerca deque cocurre en el interior de colonias como el Brasil y lasIIEl capital, libro III,vol. 6, Madrid, Si&10XXI, 1976, pp. 415-417.

    del Caribe, esto es, donde el modo de producci6n esclavistaprevaleceD). En realidad, la cita prueba exactamente 10opuesto de 10que Frank pretende, ya que 10que Marx dicees que en las economlas de plantaci6n el modo de produc-ci6n dominante es s610 formalmente capitalista. Y si es for-malmente capitalista 10 es porque sus beneficiarios partici-pan en un mercado mundial en el que los sectores produc-tivos dominantes son ya capitalistas. Esto permite a losterratenientes en la economia de plantaci6n participar del

    ~ IDovirniento general del sistema capitalista, sin que su modode producci6n sea, sin embargo, capitalista. Creo que estoqueda suficientemente claro si comparamos el parrafo ci-tado por Frank con este otro, tambien de Marx, proce-dente de las Formen,No obstante, este error no es de ningun modo mayor que elde todos los fil61ogos,p. ej., que hablan de capital en Ia anti-giiedad, de capitalistas rornanos, griegos. ESQ es s610otro modode decir que en Rorna y Grecia el trabajo era libre, 10que di-ficilmente estos senores estarian dispuestos a afirmar. EI quea los dueiios de plantaciones en America no s610los llamemosahora eapitalistas, sino que 10 sean, se basa en el hecho deque ellos existen como una anomaJia dentro de un Mercadomundial basado en el trabajo libre Il.

    lExisdan las condiciones estructurales del capitalismoen la Europa del siglo XVI cuando, segun Frank, se inici6el proceso de dominaci6n capitalista de America Latina?lPodemos considerar que el trabajo libre fuera entoncesla regIa? En modo alguno. La dependencia feudal y el artesanado urbano constitufan las formas basicas de la activi-dad productiva. La existencia de una poderosa clase co -mercial que amas6 grandes capitales a traves del comercioultramarino no modific6 en absoluto el hecho decisivo de queeste capital fue acumulado por la absorci6n de un exceden-

    12 Marx, Pre-capitalut economic formations, Londres, 1964, pp. 118-119. [Formaciones economicas precapitalutas, Cordoba (Argentina), Cua-demos de Pasado y Presente, 1971,p. 94.]

    J..

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    14/28

    24 Bmesto Laciauf Feudalismo y capitalismo 25

    Dada la distincion antes seftalada entre capital y capita-> Iismo -:-que permite la coexistencia del capital comercialEn ciert.a~ circunstancias este come~c~opodia pro~u~ir -aun ~ con mas tempranos modosde producclon-c-, el significadoen condiciones feudales- valores adicionales 10 suficientemen. . . ttl t- dif ente Marx s610 dice queI " I .. did '6 de este pasaje es 0 a men e er .te amp lOS como para permitir e surgnmento e a pro UCCI n dId d' 1 Lsi 1en gran escala. Por ejernplo: si se trataba de abastecer a or. la ampliaci6n e merca 0 mun la. en e ,Slg0 XVI, .a. con-ganizaciones excepcionalmente grandes, tales como reinos 0 -secuencia de la expansion ultrarnarina, creo las condiciones

    la Iglesia; si la escasa demanda de todo un ~ntinente se COD- y el marco general dentro del cual la mode rna expa~si~ncentraba en ~a?os de los hombres de .negoclos de. un~s ~ocos del capital pudo verificarse, dando por sentado que existie-centros espec~IIZados,tales como las ciudades teXtll.esitalianas n formas anteriores de capital -por ejemplo en la Edady flamencas; si se llevaba a cabo una gran extension lateral- ro . . .. P ., momento ha-del campo de la empresa, por ejemplo, a traves de la conquis- Media y en la Antiguedad->, ero en nmgunta 0 la colonizaci6n [ ... J. bla de capitalismo. . .La expansi6n de los siglos xv y X VI perteneci6 fundamental- J Los errores de la concepci6n de Frank se reflejan en elmente a este tipo y cre6, por 10 tanto, su propia crisis tanto ~;hecho de que ha definido al capitalismo en forma tan am-

    dentro del mercado local como en el mercado ultramarino. Los' lia que Ie es imposible extraer legitimamente, conclusio-hombres de negocios feudaless -que eran los mas ricos y po- PIt d nada Frank desde luego no pien-derosos 8610 POF ser los mejor adaptados para ganar mucho nes concre as acerca e,' , . fir clonesdinero en una sociedad feudal- no pudieron superar esta cri- sa esto, y cree poder derlvar de su~ prermsas a irma Isis. Su incapacidad de adaptaci6n la intensific6 13. tan concretas como la de la caducidad de la etapa demo-cratico-burguesa en America Latina. Veamos en que con-siste esta demostraci6n. Pues tan s610 en la afirmaci6n deque como la tarea de la revoluci6n democratico-burguesaconsiste en la destrucci6n del feudalismo, en tanto que A m e -rica Latina ha side ab initio capitalista, debe concluirseque la revolucion democratico-burguesa desaparece del.calendario de la revoluci6n y ha de ser reemplazada poruna lucha directa por el socialismo. .Pero Frank ha confundido nuevamente los terminos del

    problema. Porque cuando los marxistas hablan de una re-volucion democratica que barra los vestigios del feudalis-

    PNIVERSIDAD JAVEJUA"'~BIl3 .LlOTECA GENERAL~RA 7 No, 41-0D

    I I & T I F I a I ll\lfl~IP6U4'8""B lB L l O T E C A G E N E R A L

    te econ6mico producido mediante relaciones de trabajojmuy diferentes del trabajo libre. En un clasico articulo,';Eric J. Hobsbawrn ha seftalado al siglo XVII como el perfodo .de crisis general en la economia europea que rnarca el pun- _~to de transici6n hacia el sistema capltalista. En 10que res- ;pecta a la expansion de los siglos xv y XVI afirma, por el'contrario:

    Frank, por el contrario, sostiene que la expansion eu-ropea fue plenamente capitalista a partir del siglo XVI. e in-ftenta probar esta afirrnacion con una cita de Marx -Ia se- 'fgunda a que antes haciamos referencia- en la que este ul- {timo declara que:la historia moderna del capitalismo empieza con 1a creacion,en el siglo XVI, de un comercio rnundial y un mercado mundial.

    13 E. J. Hobsbawm, ..The general crisis of the European economy inthe 17th Cenrurys, Past e rr Present, S, mayo de 1954,p. 41 [incluido enEn torno a los origenes de la revolucidn industrial, Buenos Aires, si - ,tala XXI. 1974. pp. 21 y 22].

    j

    Pero ocurre que esta vez Frank ha transcrito mal lacita. En e 1 original, Marx"afirma, en realidad, que:EI comercio y el mercado mundiales inauguran en el sigloXVIla biografia moderna del capital 14.

    14 EI capital, libra I, vol. 1. p. 179.J

    J ... _ /

    ,I

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    15/28

    26 Emesto Laclau } Feudalismo Y capitalismo 27mo, entienden por feudalismo algo muy distinto que Frank. creado su propio camino hacia el capitalisrno y la revolu-Para ellos el feudalismo no es un sistema cerrado, no pe- cwn habria tenido que postergarse sine die. Stolypin, elnetrado por las fuerzas del mercado, sino un conjunto de roinistro zarista que emple6 todos los medios a su alcancecoacciones extraecon6micas que pesan sobre el campesina- para promover el surgimiento de una fuerte clase de earn-do absorbiendo una buena parte de su excedente economico pesinos propietarios que se transformara en un baluartey, en consecuencia, retardando el proceso de diferenciaci6n de la reacci6n -algo similar a 10que ha sido el campesina-interna de las clases rurales y la expansion del capitalismo do frances desde Napoleon I hasta De Gaulle=-, compren-agricola. Esto es tambien 10 que los revolucionarios fran- Idi6 esto tan claramente como los bolcheviques. El peligroceses de 1789 entendian por feudalismo cuando pensaban t de esta politica fue claramente advertido por Lenin, que es-que 10 estaban suprimiendo mediante la abolici6n de las cribi6 en 1908:gabelas y privilegios sefior'iales. Cuando Lenin, en El des-arrollo del capitalismo en Rusia, habla del creciente pesoLa Constituci6n de Stolypin y la politica agraria de Stoly-del capitalismo en la estructura agraria rusa intenta de- pin marcan una nueva fase en Ia quiebra del antiguo, semipa-mostrar la existencia de un progresivo proceso de diferen- ' triarca~y semifeudal sist~tnadel zarismo, un nuevo movirnien-. . _ to hacia su transformacion en una monarqufa de clase me-ClaC16nde. clases que .estaba gradualmente generando .una dia [...] Si esto continuara por muy largo tiempo [... J podrfaclase de ricos campesinos, por un lado, y un proletariado : forzarnos a renunciar a todo prograrria agrario. Serfa una va-agricola, por el otro. Lo que a Lenin nunca se Ie hubiera ' ciay estupida fraseologfa democratica decir que el exito de esaocurrido es basar su demostraci6n en la progresiva expan- .;politica es imposfbles en Rusia. iEs posiblel Si la poHtica desi6n de la producci6n para el mercado ya que era esta IStolypin continua [...] la estructura agraria de Rusia llegara.. ' .. : a ser completamente burguesa, los campesinos mas fuertes ad-prod~cc16n. precisamente, la que ~ab~a constituido, ~lgu- '. quiriran casi todos los lotes de tierras, la agricultura sera capi-nos siglos antes, la fuente del surgimiento del feudahsmo .talista y toda soluci6n al problema agrario -radical 0 de otroen Rusia, cuando las crecientes oportunidades de comercia- i tipo- resultara imposible bajo el capitalismo.lizar la producci6n triguera habian conducido a los terrate- tnientes a acrecentar -Yo en realidad, a establecer-la opre- ' Este pasaje ilustra claramente las condiciones en lassi6n servil. Cuando los bolcheviques sostenfan que las ta- que Lenin consideraba que el desarrollo capitalista habrtareas de la revoluci6n rusa eran dernocratico-burguesas, en-' borrado la etapa dernocratico-burguesa de Ia agenda de latendian por ella que consistfan en eliminar los vestigios del revoluci6n --exactamente el problema al que Frank se re ofeudalismo y en abrir la puerta a la expansi6n capitalista fiere-. Estas condiciones eran la emergencia de una fuerte(en 1905 s610 Trotski y Parvus comprendieron que era po- .~.clase rural en un extremo y el crecimiento del proletariadosible la transicion directa hacia el socialismo a partir de las : rural en el otro. La negaci6n de Frank de la posibilidad decondiciones rusas). Dadas la incapacidad y la debilidad nu- j una revoluci6n democrarico-burguesa en America Latina semerica del proletariado, sostuvieron que el campesinado reduce, pues, a 10 siguiente: parte de un esquema politicohabfa de desempefiar un papel clave en la alianza que to- basado en el analisis de relaciones sociales a las que se de-mara el poder. Para esta estrategia resultaba crucial que ~ signa, respectivamente, feudalismo y capitalismo, modificael problema campesino no pudiera ser solucionado por el el contenido de estos conceptos en mitad del razonamien-regimen existente, ya que de otro modo el zarismo habrfa to y concluye que el esquema politico es falso porque no

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    16/28

    28 Ernesto Laclau ~ Feudalismo y capitalismo 29se corresponde con. los datos de la realidad. No es. necesa-rio insistir acerca de la validez de este tipo de razoriamien-to. (Desde luego, en 10 anterior no hay ninguna opinion porparte mia acerca de la posibilidad 0imposibilidad de unaetapa democratico-burguesa en los diversos paises de Ame-rica Latina. Me he limitado a sefialar la imposibilidad deformular ningun pronostico al respecto sobre la base ana-Utica de Frank.)Por 10 demas, si tomaramos literalmente las nociones ~

    de capitalismo y feudalismo implicitas en la obra de Frank,tendriamos que derivar de eUas mucho mas de 10 que Franksupone. En efecto, si el capitalismo habia ya llegado a sergeneral durante el siglo XVI en los paises metropolitanos-y no esta claro por que se detiene alli, dado que el co-mercio y la economia de Mercado existian desde tiemposmuy anteriores- tendriamos que concluir que la Inglate- ,rra isabelina 0la Francia del Renacimiento estaban madu-ras para el socialismo, algo que no creo que Frank mismoestuviera dispuesto a sugerir.Si confrontamos ahora la afirmaci6n de Frank de que

    los complejos socioeconomicos latinoamericanos han sidocapitalistas desde tiempos de la Conquista -pero teniendo ipresente que feudalisrno y capitalismo son modos de pro-Iducci6n, en el sentido marxista del termino-> con la evi-dencia empirica existente, debemos concluir que la tesiscapitalista es indefendible. En regiones con densas pobla-clones indigenas -Mexico, Peru, Bolivia 0Guatemala- losproductores directos no fueron despojados de la propiedadde los medios de produccion, en tanto que la coercion ex- ftraecon6mica para maximizar los varios sistemas de pres-)tacion de servicios -en los que es imposible no ver el equi-valente de la corvee europea- fue progresivamente inten-sificada. En las plantaciones antillanas la economia se baseen un modo de producci6n constituido por el trabajo es-clavo, mientras que en las areas mineras se desarrollabanformas de esclavitud disfrazada y otros tipos de trabajo

    forzado que, en todo caso, no podian en ningun sentidoser considerados como tendentes a la formaci6n de un pro-[etar'iado capitalista .. Solamente en las pampas de Argen-tina, en Uruguay y en otras zonas similares mas pequefiasdonde no habia existido poblaci6n indigena previa -0 don-de habia sido muy escasa y rapidarnente destruida- el po-blarniento asumi6 formas capitalistas desde sus comienzos,las cuales fueron acentuadas por la inmigraci6n masiva delsiglo XIX. Pero estas regiones estaban muy alejadas del pa-tr6n dominante en America Latina y se asernejaban mas alas zonas templadas de nuevo poblamiento como Australia_yNueva Zelanda.Ahora bien, este caracter precapitalista de las relaciones

    de produccion dominantes en America Latina no solo no fueincompatible con la produccion para el mercado mundial,sino que, por el contrario, fue intensificado por la expan-si6n de este ultimo. EI regimen feudal de las haciendas ten-die a incrementar las exacciones serviles sobre el campe-sinado a medida que las crecientes demandas del Mercadomundial impulsaron a maximizar el excedente. De tal modo,lejos de constituir el mercado externo una fuerza desinte-gradora del feudalismo, tendi6 a acentuarlo y consolidarlo.Tomemos uno de los ejemplos mencionados por Frank: laevoluci6n del inquilinaje en Chile. Durante el siglo XVII, elocupante obtenia la posesi6n de sus tierras a cambio delpago de un canon simbolico, pero este pago comenz6 a ad-quirir significaci6n a medida que se fueron incrementandolas exportaciones de trigo a Peru con posterioridad al te-rremoto de 1688. El siglo XIX asisti6 a un agravamiento de.este proceso, determinado, nuevamente, por las crecientesexportaciones de cereales: el trabajo exigido fue a menudoequivalente al de un trabajador permanente, al par que sereducfan los derechos tradicionales del campesino, espe-cialmente los de pasturaje 0 talaje. El salario que recibiaen dinero era inferior al de un bracero 0 jornalero. Es pre-ciso advertir que serfa un error ver en este proceso la emer-

    u

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    17/28

    Ernesto Laclau ~ Feudalismo y capitalismogencia de un proletariado rural; de haber sido asi, el sala-rio hubiera pasado a ser la parte sustancial de los mediasde subsistencia del inquilino. Pero todos los signos rnues-tran que, por el contrario, el salario era meramente un ele-mento subordinado en una economia de subsistencia basa-da en la tenencia de la tierra. Es decir, que nos enfrentarnoscon un campesino sujeto a obligaciones serviles y no conun asalariado agricola que completa su ingreso con rega-lias de consumo y un trozo de tierra ",

    30

    15 En una nota inedita que su autor ha tenido la amabilidad de faci-litarme, Juan Martinez A1ier ha seil.alado que en las haciendas de la sie-rra peruana, donde los elementos formales de la coaccion extraeconomt-ca -tales c~mo la corvee en las relaciones econ6micas y el gamonaIismoen las polfticas=- no han desaparecido, han sido, sin embargo,. transfor-mados hasta el extreme de que el hambre de tierras de los carnpesinossurge, en realidad, del hambre de empleo, Minna: .EI objetivo de unaclasica [acquerie es sacarse de encima al patron: es declr, recobrar laplena posesi6n de; la tierra, liberarse de la obligaci6n de pagar renta y,como consecuencia, camblar la estructura politica de distribuci6n delpoder. Los objetivos. de una lucha de campesinos con mentalidad prole-t~na, por el contrano, seran obtener mas altos salarios y mayor segu-ridad, y para estas metas la adquisici6n de tierra 0su toma de posesi6n t'por parte del Estado pueden parecer medios aprnpiados. 5i pensamos[ . .. J que, para el campesino no asalariado de la sierra que ha ido a tra-bajar en las haciendas, el principal problema es la seguridad en el em.pleo, entonces. las posibilidades de abrir camino a una estructura agrariaque permita ulteriores desarrollos socialistas son mayores que si pensa-mos que la posesi6n de Ia tierra es, para los carnpesinos, un fin en sfmismo .Martfnez Alier senala aqul uno de los caminos por los que un proce-so de proletarizaci6n puede, efectivamente. iniciarse. No obstante la efec-tivizaci6n de este proceso supone la concurrencia de dos condiciones:I) que exista una progresiva perdida de la propiedad de los medios deproducci6n por parte del campesino; 2) que exista permanentemente otro

    sistema opcional de emplec, sometido a oscilaciones cfc1icas. De otro~odo, debe~amos sostener que siempre que la demanda de trabajo ser-vll es supenor a la oferta, la coercion es econ6mica y no extraecon6micay que, por consigtriente, el siervo es un proletario y no un campesino.Pero esta slruacion fue frecuente durante la Edad Media europea en pe-dodos de aumento de la poblacion, 10 que permitla a los senores acre-centar los serviclos exigidos a los siervos. Por el contrario, los per:fodosde poblaclon declinante -talel que sigui6 a la Peste Negra en el si-glo XIV- permitieron a los campesinos mejorar su posici6n negociadorafrente al senor. La situaci6n descrita por Martinez Alier existe s610 enaquellos ca~os en que la tierra ha pasado a ser una mera fuente posiblede empleo Junto a otras, En otros casos no podemos afirmar que existeen la conciencia campesina una disociaci6n entre la tierra como fuentede empleo y la tierra como fin en sf mismo.

    31Esta situaci6n --con diversas variaciones- se repite

    mon6tonarnente a 10 largo de todo el continente, AmericaLatina no fue, pues, una excepci6n al proceso por el queregiones marginales densamente pobladas experimentaronun reforzamiento -de las relaciones. serviles a los efectos deincrementar la producci6n para los mercados externos. Esel proceso vivido por Europa oriental a partir del siglo XVI,al abrirse las posibilidades de exportar materias primas alos mercados del oeste. Esta fue la base para la refeudali-'t' zacion de estas areas perifericas, la segunda servidurnbrea la que se referfa Engels. Sin duda estas condiciones sefueron gradualmente modificando en America Latina des-de fines del siglo XIX, con el progresivo surgimiento de unproletariado rural. Es dificil saber hasta que punto ha avan-zado este proceso en la actualidad, ya que carecemos deestudios suficientes al respecto, pero, en todo caso, estamuy lejos de haber concluido, y las condiciones feudalesson aun predominantes, en gran medida, en las areas ru-rales de America Latina. Y no es necesario extraer conclu-siones dualistas de esta posici6n, ya que, como hemos visto,la base del moderno sector expansive estaba dada por elincremento de la explotaci6n servil en el sector atrasado.Con esto Uegamos al punto en el que ha residido el mal-

    entendido fundamental de esta polemica: aiirmar el cardc-ter feudal de las relaciones de produccion en el sector agra.rio no implica necesariamente mantener una tesis dualista.El dualismo implica que no existen conexiones entre el sec-tor moderno. 0progresivo y el cerrado 0dradicional .Por el contrario, de acuerdo con nuestro razonamiento ante-rior, la explotaci6n servil fue acentuada y consolidada porla tendencia de los mismos empresarios -presumiblemen-te modernos--c- a maxiroizar el beneficio, con 10 cual laaparente falta de comunicaci6n entre ambos sectores des-aparece. Podemos afirmar que, en tales casos, la moderni-dad de un sector es funci6n del atraso del otro y que, porconsiguiente, no es revolucionaria una polftica que se pos-

    I

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    18/28

    32i

    Ernesto Lacldu ~ Feudalismo y capitalismo 33tule como el ala izquierda del sector modernizante. Locorrecto, por el contrario, es enfrentar al sistema en suconjunto y mostrar la indisoluble unidad existente entre elmantenirniento del atraso feudal en un extremo y el dina-mismo burgues aparentemente progresivo en el otro. Creoque por este camino podria llegar efectivamente a demos-trarse, en coincidencia con Frank. que el desarrollo generael subdesarrollo, s610 que el razonamiento estarfa basadoen el analisis de las relaciones de producci6n y no s610 en I. .las de mercado. Frank podrta, no obstante, argiiir que los Idefensores de la tesis feudal -notoriamente los parti-dos comunistas latinoamericanos- han sostenido posicio-nes dualistas. Y en esto, indudablemente, no Ie faltarfa ra-z6n, ya que en su interpretacion de la naturaleza de laseconomias latinoamericanas los feudalista~ han emplea-do definiciones de feudalismo y capitalismo similares a las ~de Frank. Seria largo explicar aqui las razones de esta de- 'formaci6n, pero creo que pueden resumirse en el siguiente l ~hecho: la izquierda latinoamericana ha surgido, hist6rica- .mente, como ala izquierda del liberalismo, y su ideologtafue, consecuentemente, determinada por las categortasideol6gicas basicas elaboradas por las elites liberales delsiglo XIX -ya hernos senalado antes cuales eran estas-.Y el dualismo era un elemento esencial en este sistema decategorias. De aquf se deriv6 la constante tendencia a iden-tificar feudalismo con estancamiento y economta cerrada,y capitalismo, con dinamismo y progreso. Esta ttpica de-formacion del marxismo gener6 mas tarde su cornplementodialectico en la posici6n opuesta, desarrollada a 10 largode la Ultima decada. Puesto que el conocimiento de la rea-lidad hist6rica y actual hacia cada vez mas evidente que laseconomias latinoamericanas habtan sido siempre economiasde mercado, y puesto que el fracaso en America Latina delas elites reformistas y presuntamente progresistas revela-ba cada vez con mayor claridad las intimas interconexionesentre los sectores moderno y ttradicional, una nueva

    escuela concluy6 que America Latina habia side siemprecapitalista. Frank y aquellos que piensan como el -yson"muchos=- aceptan los terrninos del dilema tal como fueronplanteados por los partidos comunistas latinoamericanos ylos liberales del siglo XIX, pero se ubican en el extremoopuesto. As! rompen indudablemente con el dualismo -ysu punto de vista es, en consecuencia, relativarnente mascorrect0--, pero al intentar situar la contradiccion funda-mental en el campo de la circulacion y no en el de 1 pro-duccion, no pueden sino quedarse a media camino en la ex-plicaci6n de por que el desarrollo genera subdesarrollo.Esto resulta claro al considerar el tercer tipo de afirma-ci6n de Frank al que antes hicimos referencia: aquel segunel cual los origenes del subdesarrollo descansan en el ca-racter dependiente de la inserci6n econ6mica de AmericaLatina en el mercado mundial. Pero antes de tratar estepunto, es necesario introducir un mayor grado .de precisi6nen las categorias analiticas que emplearemos, distinguien-do, en particular, entre modos de producci6n y sistemasecon6micos.

    MODOS DE PRODUCCION Y SISTEMAS ECONOMICOS 16

    Entendemos por modo de produccion el complejo inte-grado por las fuerzas sociales productivas y las relacionesligadas a un determinado tipo de propiedad de los mediosde produccion 17. Del conjunto de las relaciones de produc-ci6n consideramos que las ligadas a la propiedad de los me-dios de producci6n son las esenciales, ya que determinanlas formas de canalizaci6n del excedente econ6mico y elgrado efectivo de divisi6n del trabajo, base a su vez de la

    16 La que sigue es un resumen de los argumentos expuestos en mitrabajo ya mencionado en la nota 1.

    17 Oscar Lange, Economla politica, Mexico. FCE , 1966 .

    J-

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    19/28

    34 Ernesto Laclau ,tcapacidad expansiva de las fuerzas productivas. El nivel y

    el ritmo decrecimiento de estas depende, a su vez, del des-tino del excedente econ6mico. Por modo de producci6n de-signarnos, en consecuencia, la articulacion logica y mutua-mente condicionada entre: 1) un determinado tipo de pro-piedad de los medios de producci6n; 2) una detenninadafonna de apropiacion del excedente del trabajo: 3) un de-tenninado grado de desarrollo de la divisi6n del trabajo;4) un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas pro- iductivas. Y esta no es una enurneracion meramente descrip- 'tiva de factores aislados, sino una totalidad definida porsus mutuas interconexiones. Dentro de esta totalidad, lapropiedad de los medios de producci6n constituye el ele- I'mento decisivo.Sistema econornico. en cambia, designa las relaciones l

    entre los diferentes sectores de la economia, 0entre diver- ,sas unidades productivas, ya sea a nivel regional, nacional l 'o mundial, Cuando, en el primer volumen de EI capital,Marx analiza los procesos de producci6n de la plusvalia yde acumulaci6n de capital, describe el modo de produccioncapitalista. Por el contrario, cuando analiza el intercambioentre sector Iy sector II e introduce problemas tales comoel de la renta 0 el del origen de la ganancia comercial, est!describiendo un sistema economico. Un sistema economicopuede incluir, como elementos constitutivos] modos de pro-ducci6n diversos, siempre que se le defina como una tota-lidad, esto es, a partir de un elemento 0 ley de movimientoque establezca la unidad entre sus diversas manifesta-ciones.EI modo de producci6n feudal es aquel en el que el pro-

    ceso productivo se cumple de acuerdo con las siguientespautas: 1) el excedente econ6mico es producido por fuerzade trabajo sujeta a coacciones extraecon6micas; 2) el exce-dente econ6mico es objeto de apropiaci6n privada por al-guien distinto del productor directo; 3) la propiedad de losmedios de producci6n pennanecen en manos del productor

    Feudalismo y capitalismo 35directo. En el modo de producci6n capitalista, el exceden-'te econ6mico esta tambien sujeto a apropiaci6n privada,pero, a diferencia del feudalismo, la propiedad de los me-dios de produccion esta separada de la propiedad de lafuerza de trabajo; es esto 10 que permite la transfonnaci6nde la fuerza de trabajo en una mercancia y, en consecuen-cia. el nacimiento de la relaci6n salarial. Pienso que es po-sible, dentro de este marco teorico, situar el problema dela dependencia al nivel de las relaciones de producci6n.

    LAS ETAPAS DE LA DEPENDENCIA

    Frank se refiere en sus obras a la relaci6n de dependenciaentre el satelite y la metr6poli; este es en realidad el ejealrededor del cual se organiza todo su esquema te6rico. Sinembargo, a 10 largo de sus obras no hay el menor intentode definir la naturaleza de esa relaci6n de dependencia,esto es, de establecer las contradicciones econ6micas es-pecfficas en las que la relaci6n de dependencia se funda.Frank nos describe una situaci6n en la que el pais subdes-arrollado esta totalmente integrado en el proceso expansivode las grandes metr6polis; nos muestra luego como losparses avanzados explotan a los paises perifericos: 10 queen ningun momento explica es por que ciertas naciones ne-cesitaron del subdesarrollo de otras para su propio procesode expansi6n. La mas que proporciona en este punto esuna vaga referencia general a La economia politica del ere-cimiento, de Paul Baran. Pero, como sabemos, Baran tratauna situaci6n muy especffica de subdesarrollo que no po-demos prolongar hacia el pasado y que esta resultando cadavez menos aplicable a la America Latina contemporanea. lOes que Frank cree que el modelo de Baran es aplicable apaises tales como Argentina, Brasil 0Mexico, las tres areas

    tl_

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    20/28

    36 Ernesto Laclaude inversi6n mas importantes en el continente, despues deVenezuela, para el imperialismo norteamericano?No es demasiado diffcil encontrar las razones de este

    notable hiato en el esquema te6rico de Frank. Porque sunocion del capitalismo es tan amplia que no puede estable-cer, dado el nivel de abstraccion en que se mueve, ningunacontradiccion econ6mica especifica del mismo, Si son 10mismo Cortes, Pizarro, Clive y Cecil Rhodes, no hay formade rastrear la natnraleza y origenes de la dependencia eco-nornica en las relaciones de producci6n. Si, por el contra-rio, cesamos de mirar al capitalismo como un deus ex ma-china cuya omnipresencia nos libera de, todas las explica-clones e intentarnos, en cambio, buscar los origenes de ladependencia en los modos de produccion, 10 primero quedebemos hacer es renunciar a hablar de una contradiccion(mica. Porque relaciones de dependencia ha "habido siem-pre, al margen de la existencia del capitalismo.En la Edad Media. por ejemplo, recientes avances en

    los estudios hist6ricos han puesto de manifiesto la existen-cia de un intercambio desigual entre Europa occidental yel este del Mediterraneo. Los trabajos de Ashton acerca delos precios en Siria medieval. en particular, rnuestran queestos ultimos eran estacionarios, en tanto los de Europaoccidental eran oscilantes y coil tendencia al ascenso alargo plazo. Este desajuste proporcionaba l1n canal por elque las burguesfas de Occidente absorbian el excedenteeconomico de su periferia oriental. Si entendemos por de-pendencia economica la absorcion estructural y permanen-te del excedente econornlco de una region por parte deotra, podemos considerar al comercio medieval entre Orien-te y Occidente como una relacion de dependencia, ya que ladisparidad en los niveles de precios -la base de toda actiovidad comercial- se realizaba siempre en beneficio de unade las dos areas. Pero esta actividad, que estimulo inmensa-mente la acurnulacion de capital comercial en las grandesciudades europeas, no implic6 en absoluto la generalizacion

    - . 1

    Itl,~

    . ,

    Feudalismo y capitalismode las relaciones salariales en la esfera de la producci6n. Setrataba, por el contrario, de una expansion feudal. en la quelos lazos serviles eran con frecuencia reforzados a los efectosde maximizar el excedente. (No fue, quizas, la expansi6neuropea del periodo mercantilista una ampli~c~on a escalamundial de este proceso? A traves de sus posiciones mono-policas las potencias europeas fijaban el precio. de las mer-candas en sus imperios de ultramar --con el fin de asegu-rar una perrnanente disparidad en su favor- al par que,mediante coacciones extraeconomicas, explotaban la fuerzade trabajo en minas y plantaciones. Romano se plantea si

    37

    Puede el problema de la disparidad de precios, observadoentre diferentes regiones del Oriente Cercano, enco~trar unaexplicaci6n,un intento de explicacion,a la luz d~l eJe~plo .deHispanoamerica, ,No podrian estas zonas de precios mas bajoscumplir el papel de subcolonias, como tan a menudo ocurre enHispanoamerica: por ejernplo, Chile y Peru, amb~s subcolo-nias de Espana, y sin embargo la primera subcolonia de la se-gunda?11.Vemos asf como el desarrollo de la estructura econ6mica

    dominante en los paises metropolitanos en la epoca mercan-tilista podia generar el subdesarrollo : reduciendo el exce-dente economico de los paises perifericos y fijando sus re-laciones de produccion en un arcaico tipo de coacci6n ex-traeconomica que retardaba todo proceso de diferenciaci6nsocial y disminula la amplitud de los mercados internos.Este tipo de relacion de dependencia es, no obstante, muydiferente del que predominaria en la etapa especificamente

    capitalista de la expansion europea. Yaqui es donde surgeel problema central. Porque si queremos mostrar que tam-bien en esta epoca el desarrollo genera el subdesarrollo, 10que debemos probar es que el mantenimiento de relacionesde produccion precapitalistas en las areas perifericas es unacondici6n inherente al proceso de acumulaci6n en los paises

    18 Ruggiero Romano. Les prix au Moyen Age: dans Ie Proche Orientet dans l'Occldent chretlen, Annales ESC, julio-agosto de 1963.pp. 609-702.

    1-

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    21/28

    38 Ernesto Laclaucentrales. En este punto entramos en un campo en elque,infortunadamente, la investigacion empirica es demasia-do inadecuada para permitir llegar a ninguna conclu-si6n definitiva 19; no obstante, creo .que es legitime formularun modelo teorico que establezca las variables en juego y laarticulacion de las rnisrnas a la que la evidencia que posee-mos parece apuntar. Este modelo teorico puede ser resu-mido en los siguientes terrninos. EI proceso de acumulaci6nde capital -que es el motor fundamental del conjunto delsistema capitalista- depende de la tasa de ganancia. Ahorabien, la tasa de ganancia esta a su vez determinada por latasa de plusvalia y la composicion organica del capital. Elascenso en la cornposicion organica del capital es una con-dicion de la expansion capitalista, ya que es el progreso tee-nologico 10 que permite reconstituir el ejercito de reservay, en consecuencia, el mantenimiento de un bajo nivel de sa-larios. Pero, a menos que el aumento en la composicion or-ganica del capital este ligado a un incremento mas que pro-porcional en la tasa de plusvalia, se producira una declina-cion en la tasa de ganancia. Esta tendencia es parcialmentecornpensada por movimientos del capital, de industrias con-una alta cornposicion organica a otras con una baja compo-sici6n organica: de aqui surge una tasa media de gananciaque es siernpre mas alta que la que corresponderia, en ter-minos de valor, a las industrias tecnologicamente mas avan-zadas. No obstante, como un creciente aumento en la com-posicion organica del capital total es inherente a la expan-sion capitalista, a largo plazo s610 puede existir una per-manente tendencia declinante en la tasa de ganancia. Estosson, desde luego, los terminos en los que Marx formulabasu celebre ley.

    1~~ease, sin: embargo; l~ informaci6n contenida en los trabajos deChristian Palloix, Imperialisme et mode de production capitaliste .., enL'Homme et la Societe, 12, abril-junio de 1969, pp. 175-194; y Samir Amin,"Le commerce et les flux internationaux de capitaux .., ibid., IS, enero-Marzo de 1970, pp. 77-102.

    F eudalismo y capitalismo 39, Como se ve, en este esquema -que describe con bastan-te precision las tendencias dominantes en un capitalismo delibre competencia- resulta clave, para un sostenido proce-so de acumulacion, la existencia, en algun sector del sistema,de unidades productivas en las que la baja tecnologia 0 lasuperexplotaci6n del trabajo permitan contrapesar el efectodepresivo de la creciente composici6n organica sobre la tasade ganancia en las industrias dinamicas 0 de avanzada. Aho-ra bien, las empresas de las areas perifericas estan en condi-ciones ideales para representar este papel. Tomemos el ejem-plo de las plantaciones 0 de las haciendas. En elIas la com-posicion organica del capital es baja 20 ~omo acontecesiempre en la producci6n primaria por comparaci6n a la in-dustrial-; la fuerza de trabajo esta en general sujeta a for-mas de coercion extraeconomica caractertsticas de los mo-dos de producci6n feudal 0 esclavista; finalmente, en la me-dida en que existe el trabajo libre, es generalmente super-abundante y, por consiguiente, barato 21. Si se probara, en

    II20 Bajo el feudalismo, la propiedad de los medios de producci6n por

    parte del productor directo es un obstaculo al progreso tecnico. Bajo elmodo de producci6n esclavista, la tendencia del esclavo a destruir lamaquina crea barreras a la lnversion en capital constante. Vease Marx,EI capital, libro r, vol. I, p. 238, donde se citan numerosos ejemplos, yManuel Moreno Fraginals, El ingenio, La Habana, 1964.

    2! La importancia de este hecho fue adverticla ya por Marx, que, sinembargo, no analiz6 su peso relativo en la formaci6n de una tasa mediade ganancia: cOtra interrogante =-que por su especializaci6n se halla,en realidad, mlis ana de los lfmites de nuestra investigaci6n- es la siguiente: lresuJta acreeentada la tasa general de ganancia en virtud dela tasa de ganancia mas elevada que obtiene el capital invertido en elcomercio exterior, y especialmente en el comercio colonial?cLos capitales invertidos en el comercio exterior pueden arrojar unatasa de ganancia superior porque, en primer lugar, en este caso se corn- .pite con mercancfas produciclas por otros paises con menores facilidadesde produccion, de modo que el pals mas avanzado vende sus mercancfaspor encima de su valor, aunque mas baratas que los patses competidores.En la medida en que aqut el trabajo del pals m a s adelantado se valo-riza como trabajo de mayor peso especifico, aumenta la tasa de gananciaal venderse como cualitativamente superior el trabajo que no ba sidopagado como tal. La misma relaci6n puede tener lugar con respecto alpals al cual se le envlan mercancfas y del cual se traen mercancias; asaber, que dicho pals d~ mayor cantidad de trabajo objetivado in na-tura [en especie] que el que recibe, y que de esa manera, no obstante,obtenga la mercanda mlis bara ta de 10que ~I mismo podrfa producirla. Es,

    JI

    _

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    22/28

    40 Ernesto Laclauconsecuencia, que la inversi6n de estes sectores ha jugadoun irnportante papel en la determinacion de la tasa de ga-nancia, podria concluirse que la expansion del capitalismoindustrial en los paises metropolitanos ha dependido delmantenirniento de modes de produccion precapitalistas enlas areas perifericas. Es en este pun to, sin embargo, en elque la evidencia de que hasta. ahora disponemos resulta su-gestiva, pero no. concluyente, Si esta tesis resultara, en de-finitiva, probada, seria posible, partiendo estrictamente delas relaciones de produccion, mostrar que el desarrollo ge-nera el subdesarrollo y refutar, desde una perspectiva mar-xista, el tradicional esquema dualista.Volviendo, pues, a nuestra anterior terminologia, pode-

    rnos afirmar que el sistema capitalista mundial j=que en-cuentra su principio regulador en la tasa media de ganan-cia producida por la interacci6n entre varias empresas-incluye, al nivel de su definicion, rnodos de producciondiversos. Porque, si nuestra argurnentacion anterior es co-rrecta, el crecimiento del sistema depende de la acumula-ci6n de capital, el ritmo de esta acumulacion depende de latasa media de la ganancia y el nivel de esta tasa depende,a su vez, de la consolidacion y expansion de las relacionesprecapitalistas en las areas perifericas. La gran insuficien-cia en las teorfas puramente subconsurnistas es que inter-pretan la expansi6n externa exclusivamente Como.una res-puesta a la necesidad de mercados y eluden, asi, el hechodecisive de que la explotacion colonial, al contribuir a ele-var la tasa media de ganancia, asegura la capacidad expan-exactamente 10 rnismo que el fabricante que utiliza un nuevo inventoantes de generalizarse, vendiendo mas barato que sus competidores, noobstante 10 cual vende su mercancla por encima de su valor individual,es decir, que valoriza como plustraba]o 1a fuerza productiva especfflca-mente mas elevada del trabajo que ha empleado, De esa manera, rea-liza una p1usganancia. Por otra parte, en 10 que respecta a los capitalesinvertidos en las colonias, etc., los mlsmos pueden arrojar tasas de ga-nancia mas elevadas porque en esos lugares, en generalva causa de subajo desarrollo, la tasa de ganancia es 'mas elevada, y 10 mismo, con elempleo de esclavos y culles, etc.~ (El capital, libro III, vol. 6, p. 304).

    lf Feudalismo Y capitalisma 41siva del sistema en el memento de la inversion y no solo.en el de la realizacion.Hasta aqui es hasta donde puede llegar un razonamien-to. puramente teorico. Las afirmaciones anteriores estan su-jetas a dos tipos de verificaciones empfricas. Seria necesa-rio. demostrar: 1) que durante el siglo XIX el crecimiento. enla co.mpo.sicion organica del capital fue mas rapido que el

    r crecimiento. en la productividad del trabajo: 2) que el. ! o . capitai invertido en los patsesperttericos jug6 un importan-f te papel en e1 mantenimiento de una adecuada tasa de be-r neficio. en los paises metro.politano.s. Solo. la investigacionempirica puede ver ificar si ambas condiciones existieron en1a realidad.Por otro Iado, si estas condiciones existieron en el pa-sado, sin duda que no. se dan en el presente 22. EI enormeincremento. en la productividad del trabajo en 1a presenteetapa del capitalismo mo.no.polista -a .consecuencia delcambio tecnologico-> ha tendido a hacer anrieconomica la

    '.. superexplo.tacion precapitalista de 1a fuerza de trabajo y at concentrar 1a inversion en los patses centrales. Al mismotiempo -y America Latina es un claro ejemplo de esto--f la inversion imperialist a ha tendido a desplazarse de sust tradicionales rubros hacia la pro.duccion de materiales esoi trategicos -e1 caso tipico es e1 petroleo- 0bien hacia 1a

    ~ produccion industrial. La naturaleza de las relaciones entre~ metropolis y satelites -para usar 1a terminologta deI Frank- no. es menos dependiente, pero se trata en todo1 caso de un tipo muy distinto de dependencia. Me parecef " mas suti1 subrayar est as diferencias y discontinuidades que, Intentar mostrar 1a continuidad e identidad del proceso,[ desde Heman Cortes basta la General Motors,~ Volviendo, pues, al debate cfeudalismo. versus capitalis-

    \22 Vbse. por ejemplo, la dlscusion iniciada por !=harles Bettelheim en

    su prefacio a la edicion francesa del MOTWp'oly c'!P!.tal, de Baran y S~ee-zy (paris. 1968), y por Pierre Jalee en El IrnperUllumo en 1m (Mwco,Siglo XXI. 1970).

    4

    lUI

  • 5/11/2018 Politica e Ideologia en La Teoria Marxista-laclau

    23/28

    42 Ernesto Laclau t Feudalismo Y capitalismo 43mo, creo que resulta claro que sus protagonistas han con-fundi do constantemente, a 10 largo del rnisrno, los concep-tos de modo de produccion capitalista y de participacionen el sistema capitalista mundial. Considero que la distin-ci6n entre estos dos conceptos no es una cuesti6n puramen-te acadernica, ya que, si la argumentaci6n anterior es co-rrecta, permite aclarar importantes aspectos del conjuntode relaciones entre metr6poli y satelites, Por el contrario,equiparar a ambos s610 puede perpetuar el constante quidpro quo en el que se ha movido Frank. EI comentario finalsobre esta polemica puede, quiza, ser dejado al mismoMarx. En un celebre pasaje acerca de los economistas desu tiempo, hacia la siguiente reflexion, que no ha perdidosu relevancia:La primera consideraci6n te6rica del modo de producci6n mo-demo --el sistema mercantilista- parti6 necesariamente de losfen6menos superficiales del proceso de la circulacion, talescomo se hallan autonomizados en el movimiento del capital co-mercial, y por 10 tanto 5610 capt6 las apariencias, En parte.porque el capital comercial es el primer modo libre de existen-cia del capital en general. En parte. por la influencia preponde-rante que ejerce en el primer perfodo de trastocamiento de laproducci6n feudal, en el periodo de nacimiento de la produc-ci6n moderna. La verdadera ciencia de la economfa modernas610 comienza cuando la consideraci6n te6rica pasa del proce-so de circulaci6n al proceso de producci6n 13.

    POSTSCRlPI'UM

    Este ensayo fue publicado originariamente hace seis aiiosy ejerci6 una influencia considerable. Fue ampliamente co-mentado, tanto en Inglaterra como en America Latina, yclio lugar a algunos importantes debates. Si 10 incIuyo eneste volumen -pese a que la noci6n de modo de produc-

    13 Bl capital, libro m, vol. 6, pp. 43().431.

    ci6n que en el se emplea me parece actualrnente inadecua-da- es porque sigo pensando que la tesis basica que en else sostiene es correcta y' porque las posiciones circulacio-nistas, si bien en retirada, continuan siendo una importan-te fuente de errores en la teorta marxista. En este brevepostscriptum quisiera presentar la siguiente tesis: que elpensamiento marxista en America Latina ha encontradoconsiderable dificultad en moverse simultdneamente al ni-'> vel de los modos de produccion y al de los sistemas eco-. ndmicos, y que los errores mas frecuentes se derivan deluso unilateral de uno u otro de estos dos niveles.Mi ensayo tenia una doble intenci6n: 1) Intentaba se-

    parar el concepto de modo de producci6n de cualquier con-notacion hist6rica, es decir, de cualquier vinculo con unestadio necesario del desarrollo. cModo de produccions esun concepto abstracto y no un estadio del desarrollo his-t6rico concreto. No hay, en consecuencia, ninguna trans-i fonnaci6n hist6rica que pueda ser explicada exclusivamen-!, te por el despliegue de la 16gica intema de un modo der producci6n deterrninado. 2) Intentaba concebir a las eco-

    j nomias concretas como sistemas de relaciones constituidosi~ por la articulaci6n de diferentes modos de producci6n. Por~ eso propuse la distinci6n entre cmo