Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    ESPECIES DE ESPACIOS

    GEORGES

    PERE

    M

    NT

    E

    S N S

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    ESPECIES E ESP CIOS

    GEORGES

    PERE

    Traduccion de Jesus

    amarero

    MON

    T S I

    NOS

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    Primera edici6n: Abril, 999

    Segunda edici6n: Octubre, 2 1

    lntroducci6n: Jesus Camarero

    Edici6n original: Espi ces d espaces, Editions Galilee Paris 1974

    Edici6n espanola propiedad de i t e r a ~ u r a

    y

    Ciencia S. L

    \

    Diseno: Elisa Nuria Cabot

    Ilustraci6n: lmitaci6n de Lucio Fontana

    I.S.B.N.: 84- 95776-07-3

    Deposito legal: B-36387-2001

    lmprime: Novagrafik

    S

    A. Barcelona

    Impreso en Espana

    Printed in Spain

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    para Pierre etzler

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    ESCRIBIR Y LEER L ESPACIO

    l

    espacio y el tiempo.

    l

    tiempo y

    el

    espacio. Dos cate-

    gorias que

    sirven para explicar toda realidad, dos coorde-

    nadas que se entrecruzan para decir un a/go antes indefi-

    nido, inexistente. Todas las preguntas posibles pueden ser

    respondidas p r media de estos dos ejes: aunque unas rea-

    lidades sean mas temporales y otras m s espaciales,

    el

    registro espaciotemporal, Ia hibridaci6n o amalgama de

    ambos es Ia dimension de un concepto filos6fico que per-

    lnitira resolver

    el

    dilema p r media de un binomio, de dos

    terminos contrapuestos pero complementarios e insepa-

    rables, porque una realidad no puede ser explicada, ni

    siquiera pensada, sin requerir Ia presencia de esta doble

    idea.

    Hay realidades que se desarrollan o tienen Iugar en

    el

    tiempo, es decir, tienen un comienzo y un final. Son obser-

    vadas en un continuum, en una duraci6n, sin un comienzo

    o un fin evidentes o visibles

    yen

    desarrollo o mutaci6n per-

    manente. Asf, el tiempo parece est r presente en Ia reali-

    d d cotidiana del hombre, aunque bien es verdad que de

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    una manera un tanto inasible, inaprensible, inmaterial. l

    tiempo es una noci6n sin referencia, una idea que tiene un

    mont6n de palabras para no referirse a ningun objeto con

    creto (en

    l

    sentido

    mas

    referencial), sino a sensaciones

    o aprehensiones de una experiencia impuesta

    por

    las

    cos-

    tumbres humanas, obligadas a

    su

    vez

    por l

    devenir c6s-

    mico implacable (nochejdfa, veranojinvierno, etc.), y no

    tanto

    por

    un acto intelectivo, pragmatico o experimental.

    Un

    reloj es una maquina que no produce nada o que no

    s

    refiere a nada, so/amente es una citra o conjunto de cifras

    de una abstracci6n (las horas, los minutos, los segundos)

    porque lo rea/mente material que esta ocurriendo en ese

    instante del decir Ia hora, de ~ m a r c a r el tiempo, es l mo

    vimiento astral o astron6mico de unos objetos 1/amados

    Tierra, Sol, Luna, etc., l sistema en que nuestro planeta

    esta

    inmerso y cuyo devenir temporal, precisamente,

    es

    a/go irreal, inaprensible

    por

    lo menos para l s r humano,

    para

    l

    terrfcola de a pie .. ((;cuanto tiempo ha transcurri

    do

    desde l Big Bang? (;en que momenta preciso de ese

    acontecimiento nos encontramos ahora? (;Cuanto nos que

    da de

    esa

    expansion continuada producto del Big Bang?).

    Por lo demas, nuestra noci6n del tiempo tampoco ~ ajus-

    ta parametros demasiado claros: un minuto de un acci

    dente de trafico puede parecer una vida entera, mientras

    que una experiencia superficial o banal desaparece ense

    guida de nuestro consciente. Sin embargo parece clara

    que l tiempo se asimila a una percepci6n de nuestra exis

    tencia que podrfa s r identificada con categorras como Ia

    duraci6n, Ia consecutividad, Ia ilaci6n, Ia causa-efecto, Ia

    ordenaci6n, Ia deducci6n, Ia seriaci6n, etc.

    1

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    Par otro /ado, el espacio es una dimension, una exten-

    sion, una materialidad, una realidad, una configuracion,

    una estructura, Ia induccion, Ia diseminacion, Ia fragmen-

    tacion ..

    Todo

    tiene Iugar en el espacio, todo

    es

    el espacio

    o todo es espacio u ocupa

    un

    espacio

    (Ia

    tear/a de los agu-

    jeros negros ha demostrado que

    el

    vac/o tambien ocupa

    su Iugar junto lo demas), Ia materia y Ia antimateria; el

    1/enojvac/o es el espacio dinamico o Ia dinamica de un

    espacio siempre en transformacion como Ia materia que

    es), porque no hay principia ni fin, sino cambia incesante

    y transformacion evolutiva o involutiva de una materiali-

    dad. La ordenacion del espacio (

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    encajaba anteriormente con otras partes en un todo supe

    rior inidentificable a/ dia de

    hoy.

    Par tanto no se puede

    concebir e/ espacio como totalidad sino como fragmento,

    iniciando asi una dinamica extensional que hace que todo

    to

    espacial se asimile

    to

    fractal, de modo que pensar el

    espacio es establecer ya de entrada

    un

    ordenamiento en

    las ideas que responda esa fragmentaci6n propiamente

    dicha del objeto espacial.

    .

    La vision del fragmento, su ana/isis y enunciacion, asi

    comota sintesis de esa fraccion que se opera sistematica

    y continuamente en

    Ia

    realidad, son un tema topico en

    Ia

    literatura perequiana. Desde

    Ia

    primera nove/a, Las Cosas

    Ia fragmentacion del devenir narrativo de unos personajes

    en una historia,

    Ia

    fragmentaci6n de

    un

    mundo concreto,

    se hace a partir de Ia presencia en el texto de cerca de un

    millar de objetos diferentes, enumerados todos

    elias sin

    arden taxon6mico, pero con una cuidada y prudente dosi

    ficacion.

    mundo que algunos representan como una to

    talidad o a/ menos, bajo Ia forma de un mensaje tras

    cendente de una totalidad, no es sino el conjunto de mul

    tiples casas u objetos que surgen por doquier, sin arden

    \

    aparente, aunque a veces se les pueda dar

    una

    ,ordena-

    cion (veanse las teorias de Baudrillard o Moles a respec

    to).

    ales

    el primer desafio que Perec plantea a/lector.

    Pe-

    ro de hecho, toda su obra se plantea como una parcelaci6n

    de fragmentos diferentes que no tienen por que constituir

    un

    todo, aunque el todo exista, es decir, hoy podemos ya

    tener Ia vision del conjunto cerrado de Ia obra de Perec,

    pero sus obras, en tanto que son cada una de elias una

    12

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    unidad diferenciada en re/aci6n a /as otras, constituyen

    1

    1na red intensfsima y significante en Ia que cada elemen

    aha guardado su sentido de forma aut6noma. No hay vo-

    luntad de crear un todo, sino dispersion enriquecida de

    obrasjespacios diferentes y casi autarquicos donde

    el

    es

    t:ritor performa un proyecto singular.

    Como

    seve el paso del tiempo apenas si //ega a signi

    ficar en Las Cosas

    y,

    del mismo modo, apenas si tiene va-

    lor una interpretacion diacr6nica de Ia producci6n pere

    quiana. AI final de Ia vida de Perec Ia vida

    t ,es

    un tiempo

    es un espacio?), o poco antes, aparece La Vida instruc-

    ciones de uso: las obras acumuladas durante anos,

    los

    ex-

    perimentos que enriquecieron el taller oulipiano se funden

    ,n un crisol majestuoso

    y

    gigantesco;

    es

    Ia organizaci6n

    pautada mediante formulas 16gico-matematicas lo que per

    tnite

    gestionar ese

    mundo aparentemente ca6tico de Ia

    ,

    1cumulaci6n objetal; Ia sfntesis organizada

    y

    sistemica de

    los objetos, de los personajes, de las historias,

    es

    decir,

    del cOmulo fragmentario, queda rea/izada

    y

    resuelta pie

    1amente en un edificio-novela de nove/as don de cabe to

    do donde

    se

    relaciona todo; pero

    ese

    todo es relativo, es

    apenas una metafora del mundo, porque el todo es ina

    JJarcable y porque el texto literario solo puede pretender

    emular con cierto desvio ademas) Ia realidad

    en

    que

    se

    .

    .

    tnsp1ra.

    De este modo, aunque sea ligeramente, queda enterado

    ef

    lector que fescribe

    Ia

    lectura de

    La

    Vida instrucciones

    e uso, asf

    se aproxima y //ega

    a

    aprehender

    el

    fragmen

    t

    a,

    no se sabe

    si

    para apropiarselo en una sintesis demen

    te y paranoica, o

    si

    para determinar aOn mas exactamen-

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    te

    su

    pequena partfcula de existencia. En cualquier caso,

    recorrer el cosmos fragmentario

    de

    un espacio, que es el

    nuestro, mediante otro espacio, que es el de Perec, no pa

    rece en absoluto una aventura desdenable ni tampoco inu

    til, porque lo importante del recorrido

    es

    precisamente

    desplazarse por todas cada una de sus partes, disper

    sarse, diseminarse, sin perderse ..

    Pero tambien esta Ia reflexi6n sobre el vacio, en el capi

    tulo dedicado a apartamento que, parad6jicamente, es

    donde

    se

    vive), con una meticulosa descripci6n de esa

    configuraci6n espacial que es donde realizamos nuestra

    vida o que es

    Ia

    referencia de muchos de nuestros movi

    mientos, acciones, decisiones .. Formular Ia idea del vacio

    es lo mismo que denunciar

    Ia

    cumulaci6n o proliferaci6n

    objetal. Poco cuenta

    el /ado desde el que contemplamos

    Ia realidad: tan pronto esta rep/eta como se vacia horroro

    samente, su entidad puede depender hasta del estado

    de animo del lector. La dinamica del vacio supone un ho

    rror que enseguida demanda Ia presencia de a/go. La dina

    mica de Ia plenitud sufre por a repleci6n y el empacho y

    lucha por desembarazarse de a/go. En ambas se trata de

    los mismos componentes que entran sa/en del espectro

    conceptual. Y Ia respuesta no esta precisamente en el 8 1-

    bito objetal, sino en el propio individuo; de ahi que el vacfo

    existencial-personal de Perec en una importante etapa de

    su vida,

    asi

    como su vivencia de una epoca de desarro-

    1/ismo sean los factores determinantes

    de

    Ia aparici6n

    pa

    nica de los objetos.

    Y

    sto

    tiene que ver tambien con cierto rasgo autobiogra

    fico que sa/pica muchas de las paginas del libra. Ademas

    4

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    de los episodios mas especificamente autobiograficos, -

    mo

    Ia aventura dual de W o

    el

    recuerdo de Ia infancia, hay

    muchas obras -mayores

    menores

    de

    su

    producci6n que

    contienen elementos de aquel/os fragmentos de espacio

    que podrfan

    ser

    definidos como vivenciales, que real

    mente tuvieron como protagonista perceptivo a Perec

    que son trasladados a/ texto en virtud precisamente de

    aquella vivencia o experiencia vital. De este modo, Ia elu

    cubraci6n te6rica del espacio queda asociada felizmente

    Ia representaci6n de unas vivencias de ese mismo espacio.

    species de espacios es

    un espacio que habla del

    es-

    pacio. Es un texto que

    es

    un espacio tejido alrededor de

    multitud

    de nociones configuradas habitualmente como

    espacio. No

    es

    precisamente

    el

    espacio c6smico o astro

    n6mico, sino mas bien

    ese

    espacio tan cotidiano y fami

    liar de nuestro

    habitat

    mas bien urbana) que adquiere

    aqui estatuto

    de protagonista, que se convierte en obje

    to de estudio

    y

    de elucubraci6n. Curiosamente ese espa

    cio se hace objeto en

    este

    libra o jus o antes de Ia escri

    tura de este libra, pero lo normal es que el espacio con

    tenga en su

    seno

    o en su perfmetro

    multitud

    de objetos,

    que se convierten tambien en objeto

    junto

    a espacio que

    los abarca, para ser aprehendidos, escritos, representa

    dos, leidos, gozados, manipulados

    o,

    incluso, destrufdos

    en el sentido de olvidadosn

    .

    Ellibro, a/ principia, aparece como disperso, como un in

    tento de recoger los fragmentos diseminados de una tota

    lidad, que sin embargo no existiria

    mas

    que como idea

    va-

    ga fluctuante. Despues, Ia minuciosa estructuraci6n je-

    5

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    rarquica que ordena os capitulos sin numeraci6n, porque

    Ia jerarqufa ya incluye Ia ordenaci6n cualitativa) extiende el

    libro como una alfombra, de modo y manera que ellector

    visualizador de estos espacios fragmentados pueda reco

    rrer el espacio del libro tan libre y creativamente como le

    apetezca. No hay limite para el lector-andarin que es

    tuviera afectado

    por

    un acceso de bulimia espacial: como

    ellibro recorre todos los espacios, desde Ia pagina donde

    ese lector se encuentra obviamente) hasta

    Ia

    esencia del

    espacio-espacio, pasando por una tipologia mas bien urba

    na pero globalizadora, entonces lo unico que hay que ha

    cer

    es

    dejarse llevar a traves de los innumerables fragmen

    tos de espacio en que se estructuran los diferentes tipos

    de espacio.

    Semejante tecnica no requiere pianos

    ni

    bnJju/as, ni tam

    poco un programa de mano, ni un una guia,

    ni

    siquiera el

    indice que a pesar de todo se inc/uye), unicamente basta

    con dejarse 1/evar es decir, con

    leery

    leer, aqui y alia, ha

    cia de/ante .. o

    atras, empezando por

    el

    final si se desea

    y retrocediendo secci6n por secci6n hasta el inicio. No se

    olvide que ellibro es un volumen, un espacio en el senti

    do ffsico y material, un conjunto de signos acumulados

    por

    medio de reg/as complejisimas y depositados en

    un

    sopor\

    \

    te-cofre tridimensional que se puede manipular maravillo-

    ,

    samente bien

    por

    el

    lector visualizador y manipulador),

    que puede trabajar con las infinitas partes de aquel obje

    to y realizar

    asf un

    ejercicio absolutamente estetico.

    Par-

    que en el espacio no hay secuencia, sino extension, y el

    recorrido siempre puede variar, a menos que situaciones

    o condiciones muy especiales lo impidan de modo muy

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    severo. Esa extension fragmentada, diseminada, dispersa,

    no es mas que Ia reproducci6n o representaci6n descrita

    detalladamente del mundo y de las cosas pero de un

    modo que pone

    a

    descubierto cierta deshumanizaci6n de

    ese

    entorno en el que eJ hombre ha perdido un protago-

    nismo que siempre hubiera debido conservar.

    problema, claro esta, no es del libro mismo que se

    limita a representar un estado de las cosas de ahi

    su

    ca-

    racter marcadamente socio/6gico), sino del hombre con-

    temporaneo que es el sujeto i,todavia lo es?) y el pre-

    sunto protagonista de una actuacion rebajada en sus

    ex-

    pectativas

    yen

    los modos de su actuacion. Pero

    el

    espa-

    cio sigue siendo Ia extension y Ia transformaci6n,

    es

    decir,

    un devenir permanente y extensional de Ia materia, o su

    manifestaci6n mas radicalmente representada. i el tiem-

    po es una invenci6n artificial y autoimpuesta que se anade

    a todo acto humano incluso

    se

    pretende a veces aplicar-

    la a las cosas o cual

    es

    un sintoma de un estado de sub-

    jetividad que raramente podria evitar acabar en

    Ia

    /ocura),

    si

    parece inevitable dotar de un tiempo a esa ttduraci6n,

    que

    es

    e/ diferir el comienzo el final del acto de Ia lectu-

    ra esquema que hay que combatir por obsoleto y contra-

    producente), entonces parece que hay un tiempo de Ia Jec-

    tura que el lector emplea para consumir el libro ...

    Pero hay libros como este en que esta operaci6n no

    basta. El libro no

    se

    acaba en Ia ultima pagina felda o nu-

    merada como ultima: muy a contrario, cada punto de in-

    sercion de Ia mirada del lector resulta

    ser

    un comienzo

    inesperado de Ia lectura que, ademas, no tiene por que

    acabar en

    un

    punto determinado, porque este punto no

    7

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    existe y puede no existir tam poco

    Ia

    voluntad del lector de

    terminar, en ese Iugar preciso, su lectura. No se trata basi-

    camente de un modo distinto de leer, sino de saber apro-

    vechar estrategicamente Ia facultad del leer, consumiendo

    adecuadamente e/ objeto intelectual de

    este

    libro.

    ama-

    queta poco convencional,

    Ia

    tipografia variable y nada mo-

    n6tona, Ia amplitud del soporte poco saturado de signos,

    Ia

    brevedad o

    justo

    desarrollo de los principios alii expues-

    tos, Ia

    misma

    jerarquia modular de Ia tipologfa espacial ..

    Todo ella ayuda construir sin duda un libra diferente. El

    ultimo capitulo, titulado

    JJrepertorio

    de a/gunas palabras

    utilizadas en

    esta

    obra

    ,

    es

    un recenso nada gratuito de

    terminos que aparecen en el texto una sola vez cada uno

    de elias, salvo las cccerezas,, que aparecen en dos pagi-

    nas distintas

    .

    Como si de La vida instrucciones de usa se

    tratara,

    Ia

    lista de terminos nombres comunes, propios y

    terminos varios, como ellibro mismo) parece haber orga-

    nizado a/go en

    el

    momenta de

    Ia

    escritura, o tambien

    es

    posible que su aparici6n a/ final no sea

    mas

    que otro uego

    especular y perequiano, pero en cualquier caso define bas-

    tante bien el caracter taxon6mico de una escritura libera-

    da de las constricciones habituales del narrar, dejando a

    mismo tiempo a/ descubierto /as posibles entradas o

    ~ -

    tos de acceso de una lectura extensiva y multipuntual, -

    ya multidireccionalidad

    es

    el

    factor

    mas

    importante

    Ia

    ho-

    ra

    de construir un nuevo modo de consumo de lo literario

    que pasa por acercar a/ lector a Ia escritura.

    Esta

    inflexion operada sobre el

    acto creativo moderno

    define tambien una caracteristica de Ia literatura rea/men-

    te nueva: que escritura y lectura no tienen por que

    ser

    8

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    actos antag6nicos aunque puedan

    est r

    separados de l-

    guna manera) y que el lector esta //amado a ser mucho

    m s activo y protagonista, compartiendo con el

    utor a ac-

    tividad escritural. Con lo cual no habria ya un escritor y un

    lector, sino dos escritores:

    el

    utor

    y

    el

    lector.

    J SUS

    C M RERO

    9

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    Figura 1.

    apa

    del oceano extraido e

    a

    caza del Snark e

    Lewis Carroll)

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    ESP CIO

    ESP CIO LIBRE

    ESP CIO CERR DO

    ESP CIO PRESCRITO

    FALTA

    DE ESP CIO

    ESP CIO

    CONT DO

    ESP CIO VERDE

    ESP CIO VIT L

    ESP CIO

    CRITICO

    POSICION

    EN

    ELESP CIO

    ESP CIO DESCUBIERTO

    DESCUBRIMIENTO DEL ESP CIO

    ESP CIO

    OBLICUO

    ESP CIO VIRGEN

    ESP CIO EUCLIDI NO

    ESP CIO EREO

    ESP CIO GRIS

    ESP CIO TORCIDO

    ESP CIO DEL

    S U E 1 ~

    B RR

    DE

    ESP CIO

    P SEOS

    POR

    EL ESP CIO

    GEOMETRI DEL ESP CIO

    MIRADA

    QUE EXPLOR

    EL

    ESP CIO

    ESP CIO

    TIEMPO

    ESP CIO MEDIDO

    LA

    CONQUIST DEL ESP CIO

    ESP CIO MUERTO

    ESP CIO DE UN INST NTE

    ESP CIO CELESTE

    ESP CIO IM GIN RIO

    ESP CIO

    NOCIVO

    ESP CIO BL NCO

    ESP CIO DEL

    INTERIOR

    EL

    PE TON

    DEL ESP CIO

    ESP CIO QUEBR DO

    ESP CIO ORDEN DO

    ESP CIO

    VIVIDO

    ESP CIO

    BL NDO

    ESP CIO DISPONIBLE

    ESP CIO RECORRIDO

    ESP CIO PL NO

    ESP CIO TIPO

    ESP CIO EN TORNO

    TORRE

    DEL ESP CIO

    ORILL S DEL ESP CIO

    ESP CIO DE UN M N N

    MIR D PERDID EN EL ESP CIO

    LOS

    GR NDES

    ESP CIO

    LA EVOLUCION DE LOS ESP CIO

    ESP CIO

    SONORO

    ESP CIO LITER RIO

    LA

    ODISE EL ESP CIO

    2

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    22/147

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    pr o o

    El objeto de este libro no es exactamente el vacfo sino

    mas bien lo

    que

    hay alrededor o dentro. Pero

    en

    fin al

    principia no hay gran cosa: la nada lo

    impalpable

    lo

    pnicticamente inmaterial: la extension Io exterior lo

    que es exterior a nosotros

    aquello

    en medio de lo cual

    nos desplazamos el medio

    ambiente

    el espacio del en

    torno.

    El espacio. No tanto los espacios infinitos aquellos cu

    yo mutismo a fuerza de prolongarse acaban provocando

    algo que parece

    miedo

    ni siquiera los ya casi domestica

    dos espacios interplanetarios intersiderales o intergalac

    ticos sino espacios mucho mas pr6ximos al menos en

    principia: las ciudades por ejemplo o los campos o los

    pasillos

    del metropolitano

    o

    un

    jardfn publico.

    Vivimos en el espacio en estos espacios en estas ciu-

    dades en estos campos en estos pasillos en estos jardi

    nes. Parece evidente.

    Quiza deberfa ser efectivamente

    evidente. Pero no es evidente

    no

    cae

    por

    su peso. Es real

    evidentemente

    y

    en

    consecuencia es verosfmilmente ra-

    3

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    cional. Se puede tocar. Incluso se puede

    uno

    abandonar a

    los suefios. Nada, por ejemplo, nos impide concebir ca

    sas que

    no

    sedan ni las ciudades ni los campos (ni las

    afueras); o los pasillos

    del metropolitano

    que serfan al

    mismo tiempo los jardines. Nada tampoco nos impide

    imaginar

    un metro en plena campo (he visto ya incluso

    publicidad sobre este tema pero - como

    decir?-

    era

    una

    campafia publicitaria

    1

    . Lo que es seguro en

    todo

    caso, es

    que en una epoca, sin

    duda

    demasiado lejana como para

    que

    alguien

    de nosotros haya

    guardado

    un recuerdo sufi-

    cientemente preciso, no habfa nada

    de

    esto: ni pasillos,

    ni jardines, ni ciudades, ni campos. El problema no es

    tanto

    el de sabe

    como

    hemos llegado, sino simplemen

    te reconocer

    que

    hemos llegado,

    que

    estamos aquf: no

    hay un espacio, un bello espacio, un bello espacio alrede-

    dor, u bello

    espacio

    alrededor de

    nosotros

    hay cantidad

    de pequefios trozos de espacios, y uno de esos trozos es

    un pasillo

    de

    metropolitano, y otro de esos trozos s un

    jardfn publico; otro (aquf entramos rapidamente en es-

    pacios mucho mas particularizados), de talla mas

    bien

    modesta en

    su origen, ha conseguido dimensiones colo-

    sales y ha terminado siendo Parfs, mientras que un espa-

    cio vecino, no menos dorado en

    principia,

    se

    ha

    conten

    tado con ser Pontoise. Otro mas, mucho mas grande y

    vagamente

    hexagonal,

    ha sido

    rodeado de

    una

    lfnea de

    puntas (innumerables acontecimientos, algunos de ellos

    particularmente graves,

    han

    tenido

    su

    unica raz6n

    de

    ser

    en el trazado de esta lfnea de puntas) y se decidi6 que

    1 Nota de

    T

    En el original "en pleine campagne se opone a campagne

    publicitaire", juego de significances que se pierde en espafiol.

    24

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    todo lo

    que

    se encontraba

    dentro

    de

    la

    lfnea de

    puntas

    estarfa pintado de

    violeta

    y se llamarfa Francia, mientras

    que

    todo

    lo

    que

    se encontraba fuer de

    la linea

    de puntos

    estarfa pintado de un color

    diferente

    pero fuera de dicho

    hexagono no se tendfa a colorear de un modo uniforme:

    tal trozo de espacio querfa su

    propio

    color y

    tal

    otro que

    ria

    uno

    distinto de ahf el famoso

    problema

    topol6gico

    de

    los

    cuatro

    colores, todav{a sin resolver

    en nuestros

    dfas) y se llamarfa

    de

    otra

    manera

    de hecho,

    durante no

    pocos afios, se

    ha

    insistido

    mucho

    en

    pintar de violeta

    -al

    mismo tiempo que se les llamaba Francia- trozos de

    espacio que no pertenecfan al susodicho hexagono, e in

    cluso a

    menudo

    estaban muy lejos, pero en general no se

    han

    consolidado demasiado).

    En resumidas cuentas, los espacios se han multiplica

    do fragmentado

    diversificado. Los hay de todos los

    tamafios especies, para todos los usos y

    para

    todas las

    funciones. Vivir es pasar

    de un espacio a

    otro

    hacienda lo

    posible para

    no

    golpearse.

    5

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    /

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    0

    SI SE PREFIERE:

    ACTO

    UNO

    Una

    voz off):

    Al norte,

    nada. Al sur, nada.

    Al

    este, nada.

    Al

    oeste, nada.

    En

    el

    centro,

    nada.

    Cae el tel6n.

    Fin del

    acto

    uno.

    ACTO DOS

    Una

    voz off):

    AI norte,

    nada. Al sur, nada.

    Al

    este, nada.

    Al

    oeste, nada.

    En

    el

    centro, una tienda de

    campafia.

    Cae el tel6n.

    Fin

    del

    acto

    dos.

    ACTO

    TRES Y

    ULTIMO

    Una

    voz off):

    Al norte,

    nada. AI sur, nada. Al este, nada.

    Cae el tel6n.

    AI oeste, nada.

    En

    el centro, una tienda de

    campafia,

    y

    delante de

    la

    tienda,

    un

    ordenanza

    dando crema a

    un

    par

    de

    botas

    jCON BETUN

    LION NOIR

    Fin

    del acto

    tres ultimo.

    (Autor

    desconocido.

    Aprendido

    hacia

    1947, recordado

    en

    1973.)

    27

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    0 TAMBIEN:

    En Paris, hay una

    calle;

    en esta

    calle

    hay una casa;

    en

    esta

    casa

    hay una

    escalera;

    en esta escalera hay una habitacion;

    en esta habitacion, hay una mesa;

    sobre

    esta

    mesa

    hay

    un

    tapete;

    sobre este tapete hay una jaula;

    en esta jaula, hay un

    nido;

    en

    este nido hay un

    huevo;

    en este huevo hay un pdjaro.

    l

    pdjaro hizo caer el

    huevo;

    el huevo hizo caer el nido;

    el nido hizo

    caer

    la jaula;

    Ia jaula hizo

    caer

    el

    tapete;

    el tapete hizo

    caer

    Ia mesa;

    Ia

    mesa

    hizo

    caer

    Ia habitacion;

    Ia

    habitacion hizo

    caer Ia

    escalera;

    Ia escalera

    hizo

    caer Ia casa;

    Ia

    casa

    hizo

    caer

    Ia calle;

    Ia calle hizo caer Ia ciudad

    de

    Paris

    2

    ~

    Canci6n infantil de Deux-Sevres

    (Paul Eluard, Poesie involontaire

    et

    poesie intentionnel e).

    2

    N

    de

    T.

    Se ha

    introducido la forma verbal perifnistica hizo caer a lo

    largo de toda la segunda parte, ya que asf

    se

    asegura el

    ritmo

    de

    la compo

    sici6n manteniendo la repetici6n del verbo en cada verso, tal como ocurre

    en

    el original frances a pesar de que, semanticamente, no siempre el con

    texto del texto espafiol preferfa esta forma.

    28

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    a

    p gin

    J icris pour me parcourir

    enri

    Michaux

    Escribo ..

    1

    Escribo: escribo . .

    Escribo: escribo ..

    Escribo

    que

    escribo ..

    etc.

    Escribo: .trazo palabras sobre una pagina.

    Letra a letra

    un

    texto

    se forma se afirma se consolida

    se fija cuaja:

    una lfnea

    estrictamente

    h

    r

    1

    z

    n

    t

    a

    1

    se

    deposita sabre la

    29

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    hoja blanca, ennegrece el espacio

    virgen,

    le da un senti-

    do,

    lo vectoriza:

    de

    izquierda

    a derecha

    d

    e

    a

    r

    r

    1

    b

    a

    a

    b

    a

    J

    0

    Antes no habfa nada, o casi nada; despues, no

    demasia-

    do, unas lfneas, pero suficientes para

    que

    haya un arriba

    y un abajo, un principia y un fin, una derecha una

    izquierda,

    un an

    verso y

    un

    reverso. , ,

    2

    El espacio de

    una

    hoja de papel modelo reglamentario

    internacional, usado en la administraci6n, de venta en

    todas las papelerfas

    mide 623,7 cm

    2

    Hay que escribir

    30

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    un

    poco

    mas de

    dieciseis paginas para ocupar

    un metro.

    cuadrado. Si el formato medio de

    un

    libra es 21 x 29,7

    em

    desollamos todas las obras impresas conservadas en Ia

    Biblioteca Nacional y extendemos cuidadosamente sus

    paginas unas

    junto

    a otras, podriamos

    cubrir

    enteramen-

    te la Isla

    de

    Santa Elena o el lago

    de

    Trasimeno.

    Tambien podriamos calcular Ia cantidad

    de

    hectareas

    de bosque que fue necesario talar para

    producir

    el papel

    necesario con

    que imprimir

    las obras

    de

    Alejandro

    Du-

    mas padre)

    quien

    recordemoslo, se hizo

    construir una

    torre cada

    una

    de cuyas piedras llevaba grabado el

    titulo

    de

    uno de sus libros.

    3

    Escribo: vivo

    en mi

    hoja

    de

    papel, la cerco, Ia recorro.

    Suscito espacios

    en

    blanco, espacios saltos

    en

    el senti-

    do: discontinuidades, pasajes, transiciones).

    aparte. Remito a

    una

    nota a pie de

    pagina

    3

    Escribo

    en el

    margen

    Parrafo

    Cambia de

    hoja.

    3. Me gustan mucho los renvfos a pie de pagina, incluso si no tengo

    nada de particular que precisar.

    3

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    4

    Pocos acontecimientos hay

    que

    no dejen al menos

    una

    huella escrita. Casi

    todo,

    en un momento u otro, pasa

    por

    una

    hoja de papel,

    una pagina de

    cuaderno,

    una hoja

    de agenda o no importa que otro soporte de fortuna

    un

    billete de metro, el margen de

    un

    peri6dico,

    un

    paquete

    de cigarrillos, el dorso de un sobre, etc.) sobre el que se

    inscriben, a velocidad variable y segun tecnicas diferen

    tes

    en

    cada Iugar, bora y

    humor,

    los

    mas

    diversos com

    ponentes de la vida ordinaria: en lo

    que

    a mf concierne

    (pero sin

    duda

    es

    un

    ejemplo demasiado bien buscado,

    ya

    que una de

    mis

    principales actividades es precisamente

    la de escribir), desde una direcci6n

    tomada

    al vuelo, una

    cita

    anotada a toda prisa, un cheque, un sobre o un

    paquete, basta la redacci6n laboriosa de

    una

    carta admi

    nistrativa, rellenar con gran fastidio

    un

    formulario (de

    claraci6n-de-impuestos, hoja-de-baja, petici6n-de-co

    bro-automatico-de-recibos-de-gas-y-de-electricidad, ho

    ja-de-suscripci6n, contrato, arriendo, acta, recibo, etc.) o

    la lista de las compras mas

    urgentes

    (cafe, azucar, serrfn

    para el gato, libro de Baudrillard, bombilla

    de

    7 5 wa

    tios, pilas, ropa, etc.), desde la resoluci6n de crucigramas

    de Robert Scipion que no son moco de pavo basta

    copia de

    un

    texto

    por fin en limpio, desde notas tomadas

    en

    una

    conferencia cualquiera hasta un

    garabato instan

    taneo de algo

    que podrfa

    ser

    util un

    juego de palabras,

    .

    un

    chorro de palabras4, un juego de letras o eso que lla

    mamos

    normalmente

    una idea), desde un trabajo

    4.

    Nota

    de T

    Se

    pierde

    en espafiol el juego de palabras jeu de mots

    (juego

    de

    palabras/chorro

    de

    palabras)

    32

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    33/147

    literario (escribir, sf, ponerse ante

    lamesa

    y escribir, po-

    nerse

    ante

    la maquina y escribir, escribir durante

    todo

    un

    dfa, o

    durante

    roda una noche, esbozar

    un

    proyecto,

    poner

    grandes I y pequefias a hacer bocetos, poner una

    palabra

    allado

    de

    otra

    mirar

    en un

    diccionario, recopiar,

    releer, rayar, desechar, reescribir, clasificar, encontrar,

    esperar a que llegue, tratar de arrancar algo que se parez-

    ca a un texto a algo que

    siempre

    parecera un

    embadurna-

    miento

    inconsistente conseguirlo,

    no

    conseguirlo, son-

    reir (a veces), etc.) hasta un trabajo sin mas (elemental,

    alimenrario

    5

    :

    en

    una

    revista que proporciona en el do-

    minio

    de las ciencias

    de

    la

    vida

    life

    sciences ,

    el

    sumario

    de casi todas las demas marcar los tftulos susceptibles de

    interesar a investigadores para

    quienes se me ha encarga-

    do conseguir la documentaci6n bibliognifica, redactar -

    chas, reunir referencias, corregir pruebas etc.

    Et coetera.

    5

    si

    comienza el espacio, s6lamente con palabras con

    signos trazados sobre la pagina blanca. Describir el es-

    pacio: nombrarlo trazarlo, como los dibujantes

    de

    por-

    tulanos que saturaban las costas con

    nombres

    de puer-

    ros,

    nombres

    de cabos,

    nombres

    de caletas, hasta que la

    tierra

    solo se separaba

    del mar por

    una

    cinta de texto

    continua. El alef, ese lugar borgesiano

    en que

    el mundo

    entero es simultaneamente visible (acaso no es un alfa-

    beto?

    5.

    N.

    de T

    Se

    pierde en espafiol el juego de palabras elementaire / ali-

    mentaire del original frances.

    33

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    34/147

    Espacio inventario espacio inventado: el espacio co

    mienza

    con ese

    mapa

    modelo

    que en

    las

    antiguas edi-

    ciones

    del Petit Larousse

    representaba en

    60

    cm

    algo

    asf

    como

    65

    terminos

    geograficos

    milagrosamente juntos

    deliberadamente

    abstractos:

    aquf

    el desierto

    con su

    oa

    sis

    su ued

    y

    su chott aquf

    la

    fuente

    y el arroyo el

    to-

    rrente

    Ia rfa

    el

    canal el afluente

    el

    rio el estuario la

    desembocadura

    y el

    delta aqui

    el mar y sus islas su

    archipielago sus islotes sus arrecifes sus escollos sus

    batientes

    su cordon de litoral y aquf el estrecho

    y el

    istmo

    y la penfnsula y

    la

    ensenada y la bocana

    y

    el

    golfo y la bahfa y el

    cabo

    y

    la caleta y

    la punta y

    el

    pro-

    montorio y la

    peninsula aquf

    la laguna

    y

    el acantilado

    aquf

    las dunas aquf la playa y las albuferas y las maris-

    mas aquf

    ellago

    y

    aquf

    las montafias el pico el glaciar

    el

    volcan las estribaciones la ladera el

    puerto

    de

    mon-

    tana el desfiladero

    aqui

    la llanura

    y la meseta

    y

    el

    collado y la colina;

    aquf

    la

    ciudad y su

    rada y

    su puer-

    to

    y su faro ...

    Simulacra

    de espacio

    simple pretexto con nomenclatu-

    ra: pero

    ni siquiera

    hace fal

    ta

    cerrar los ojos

    para que

    ese

    espacio suscitado

    por

    las palabras espacio de diccionario

    unicamente

    espacio solo de papel se

    anime

    se

    pueble

    se Ilene: un largo tren de mercancfas arrastrado

    por

    una

    locomotora de vapor pasa

    por un

    viaducto; gabarras car- \

    gadas de grava

    surcan

    los canales; pequefios veleros

    ma-

    niobran en

    el lago;

    un gran

    transatlantico

    escoltado

    por

    remolcadores penetra

    en la

    rada; unos nifios

    juegan

    al

    bal6n en la

    playa;

    por

    las sombrias sendas

    del

    oasis

    un

    arabe tocado

    con un gran sombrero de paja vaal

    trote

    en

    su asno ..

    34

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    35/147

    Las calles de la ciudad estan llenas de autom6viles. Una

    ama de casa con un paiiuelo en la cabeza sacude

    una

    al-

    for:nbra por la ventana. En los jardines de las afueras

    de-

    cenas

    de jardineros

    podan

    arboles

    frutales.

    Un

    destaca-

    mento militar

    presenta

    armas

    mientras

    un

    oficial

    con

    faja tricolor descubre la estatua de un general y la inau-

    gura.

    Hay vacas en los prados viticultores en las vifias lena-

    dares en

    los bosques cordadas de

    alpinistas

    en las

    mon-

    taiias. Hay un cartero

    que sube

    penosamente

    con

    su

    bi-

    cicleta por

    una

    carretera llena de curvas.

    Hay

    unas la-

    vanderas

    en la

    orilla del

    rfo y

    unos

    peones

    camineros

    en

    la orilla de los caminos y unas granjeras que dan de

    comer a las gallinas. Hay unos nifios

    que

    salen al patio

    de la escuela en fila de a dos.

    Hay

    una mansion de fina-

    les de siglo completamente sola en medio de grandes

    edificios

    de

    cristal. Hay

    unas

    pequefias

    cortinas de

    vichy

    en las ventanas

    unos consumidores

    en las terrazas de los

    cafes

    un gato

    que

    se

    calienta

    al sol

    una

    senora

    cargada

    de paquetes que llama

    a un taxi un

    centinela que

    man-

    ta guardia ante un edificio

    publico.

    Hay

    unos

    basureros

    que

    Henan unos

    volquetes unos

    revocadores de fachadas

    que

    instalan

    un

    andamio.

    Hay nodrizas en las plazole-

    tas libreros a lo largo de los paseos; hay cola ante la pa-

    naderfa hay un sefior que pasea a su perro otro que lee

    su

    peri6dico sentado

    en

    un

    banco

    otro mira

    a los

    obre-

    ros que estan demoliendo una manzana de casas. Hay un

    agente que regula el trafico. Hay pajaros

    en

    los arboles

    marineros

    en el rfo pescadores junto a los ribazos. Hay

    una tendera

    que

    levanta

    la

    persiana metalica

    de su tien-

    da. Hay vendedores de castafias poceros vendedores

    de

    35

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    36/147

    peri6dicos.

    Hay

    gente

    que vaal mercado

    Los lectores estudiosos

    leen

    en las bibliotecas. Los

    pro-

    fesores dan sus clases. Los estudiantes

    taman

    apuntes

    Los contables

    alinean

    columnas de cifras.

    Los aprendices

    de pasteleros envuelven

    con

    nata filas enteras de

    petisus

    Los pianistas componen sus gamas Sentados ante su me-

    sa meditabundos y concentrados los escritores alinean

    palabras.

    Imagen de Epinal. Espacio

    tranquilizador

    6

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    37/147

    l c tn

    Durante

    mttcho

    tiempo me

    coste

    por

    escrito

    Parcel

    Mroust

    1

    Generalmente la pagina

    se usa

    en

    el

    sentido de su ma-

    yor dimension. Lo

    mismo que la cama.

    La

    cama

    (o, si se

    prefiere, el

    catre

    6

    es

    un

    espacio

    rectangular, mas largo

    que

    ancho,

    en

    el cual, o

    sabre

    el cual,

    uno

    se

    acuesta nor-

    malmente en

    sentido

    longitudinal.

    No

    se

    encuentran

    camas a

    la italiana mas

    que

    en

    los

    cuentos

    de hadas

    (Pulgarcito y sus hermanos, y las

    siete

    hijas del Ogro,

    por ejemplo) o en condiciones absolutamente inhabitua-

    les

    y

    generalmente graves (exodo, tras

    un

    bombardeo,

    etc.).

    Incluso cuando

    se

    usa

    la

    cama en su

    sentido

    mas

    frecuente, si

    tienen que

    dormir

    varios

    juntos en

    ella, es

    casi

    siempre

    un

    signo de

    catastrofe: la

    cama

    es

    un

    ins-

    trumento

    concebido para el descanso

    nocturno

    de

    una

    o

    dos personas, pero

    no

    mas.

    6 N. de

    T.

    N6tese

    el

    juego de significantes y

    significados entre los

    ter-

    minos Ia

    page (la pagina),

    le

    lit (la

    cama) y le

    page (el catre).

    Dicho

    juego se pierde en

    el

    trasvase al espafiol.

    37

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    38/147

    La cama es pues el espacio individual por excelencia, el

    espacio elemental del cuerpo la cama-m6nada),

    que in

    cluso el hombre mas acribillado de deudas tiene derecho

    a conservar: los del juzgado no pueden llevarse vuestra

    cama; esto

    tambien quiere decir

    y

    se

    puede

    verificar

    perfectamente en

    la

    practica-

    que

    solo tenemos una ca

    ma, que es nuestra cama;

    cuando

    hay otras camas

    en la

    ca

    sa o en el apartamento, decirnos

    que

    son camas para las

    amistades, o camas adicionales. Solo dormimos bien, al

    parecer, en nuestra propta carna.

    2

    Lit=

    tle

    Michel Leiris

    Cuando lef Vingt ans apres, L lle mysterieuse y jerry dans

    l' le lo hice tumbado

    tripa

    abajo

    en

    mi cama. La cama se

    convertfa en cabana de tramperos, o bote salvavidas en

    pleno oceano ternpestuoso, o

    baobab

    amenazado

    por

    un

    incendio,

    tienda

    levantada en el desierto, anfractuosidad

    propicia a unos centfmetros de la cual pasaban unos ene

    migos con las manos vacfas.

    He

    viajado

    mucho

    al fondo

    de

    mi

    cama. Para sobrevi

    vir llevaba unos azucarillos que robaba en la cocina y

    que

    escondfa bajo rni

    almohada me picaba

    ...

    . El

    miedo

    -incluso

    el

    terror-

    estaba siempre presente a

    pesar de

    la

    protecci6n de las mantas

    de

    la almohada.

    La cama: Iugar de la amenaza informulada, lugar de los

    38

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    39/147

    contrarios, espacio del

    cuerpo

    solitario atestado de sus

    serrallos effmeros, espacio prescrito

    del

    deseo,

    lugar im

    probable del arraigo, espacio

    del

    suefio y

    de la nostalgia

    edfpica:

    Heureux

    qui

    peut dormir sans peur et sans remords

    Dans le lit paternelJ

    massif

    et venerable

    Oit tous les siens sont

    nes

    aussi bien

    qu

    ls sont morts

    ose Marfa de Heredia Trophies)

    Me

    gusta

    mi

    cama. La

    tengo

    desde hace

    poco

    mas

    de

    dos afios.

    Antes

    pertenecfa a

    una de mis amigas

    que se

    mud6

    a

    un apartamento tan

    minusculo

    que su

    cama,

    a

    pesar

    de

    tener unas dimensiones

    absolutamente ortodo

    xas, apenas entraba en

    la

    zona prevista

    para

    recibidor;

    e n t o n e ~

    me

    la cambi6 por

    la que yo

    tenfa

    y que era

    lige

    ramente mas

    estrecha.

    Un dfa escribire -ver el capftulo

    siguiente- la

    histo

    ria,

    entre

    otras,

    de

    mis

    camas).

    Me gusta mi

    cama.

    Me gusta

    estar

    tumbado

    sabre mi

    cama

    y mirar el techo placidamente.

    De

    buena gana le

    dedicarfa lo esencial

    de mi

    tiempo y

    principalmente de

    las mananas) si ocupaciones consideradas

    mas urgentes

    me resultarfa fastidioso hacer la lista) no me lo

    impidie

    ran tan a menudo.

    Me gustan

    los techos, me

    gustan

    las

    molduras y

    los

    rosetones: a

    menudo me

    sirven

    de

    musa y

    la marana de

    las florituras de estuco me remite facil-

    mente a esos otros laberintos que

    tejen

    los fantasmas, las

    39

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    40/147

    ideas y las pala bras. Pero ya

    nadie

    se

    ocupa de

    los techos.

    Los hacen desesperadamente rectilfneos o, peor aun, los

    adornan con vigas presuntamente falsas.

    Una tabla ancha

    me

    sirvi6

    de

    cabecera

    durante mucho

    tiempo. Salvo los alimentos s6lidos

    normalmente no

    tengo

    hambre cuando

    estoy en

    la

    cama), allf

    tenfa reuni-

    do todo

    lo

    que

    era indispensable,

    tanto

    en el

    dominio de

    lo necesario como en el de lo futil: una

    botella

    de agua

    mineral, un vaso,

    un par de

    tijeras para ufias (desgracia

    damente melladas),

    una

    coleccion

    de

    crucigramas del ya

    citado

    Robert

    Scipion (aprovecho la ocasi6n

    para

    hacerle

    un

    minusculo reproche: en la

    4 a

    cuadrfcula

    del citado

    crucigrama, por lo demas excelente, de forma implfcita

    ha escrito neanmoins con 2 M, lo cual, evidente-

    mente, desvirtuaba

    por

    completo el horizontal corres

    pondiente (que

    decentemente

    no

    podia

    escribirse asom

    noir ) y

    comprometfa

    sensiblemente

    la

    soluci6n

    del pro-

    blema), un paquete de pafiuelos de papel', una

    brocha

    de

    pelo duro que me permitfa dar al pelaje de mi gato que

    ademas era

    una

    gata) un lustre que causaba admiraci6n a

    todo

    el mundo, un telefono, gracias al cual podfa

    no

    solo

    informar a

    mis amigos

    sobre

    mi salud

    sino responder a

    innumerables corresponsales

    de

    que yo no era la Societe

    Michelin, un aparato de radio completamente transisto-

    rizado que

    difundfa

    todo el santo dfa, si estaba de humor,

    diversas musicas de genero interrumpidas con informa-

    ciones susurradas concernientes a los

    embotellamientos,

    unas cuantas

    decenas

    de

    libros (algunos

    que me

    habfa

    propuesto leer y no conseguia leer, otros que relefa sin

    cesar),

    albumes

    de comics, pilas de peri6dicos, un equi-

    po completo de

    fumador, diversas agendas, libretas

    de

    apuntes, cuadernos y hojas sueltas, un despertador, evi-

    40

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    41/147

    dentemente,

    un tubo de Alka-Seltzer (vacio), otro de as-

    pirinas medio lleno o, si se prefiere, medic vacio), otro,

    tambien,

    de cequinyl (medicaci6n antigripal: casi

    intac

    to),

    una

    himpara, por

    supuesto,

    varios prospectos que

    siempre

    olvidaba

    tirar

    a la basura, cartas, rotuladores, bo-

    ligrafos

    unos

    y otros agotados a

    menudo ...

    ), apices, un

    sacapuntas,

    una goma

    (estos tres ultimos articulos desti-

    nados precisamente a la resoluci6n de los citados crucigra-

    mas), un guijarro recogido

    en

    la playa de Dieppe, otros

    peguefios recuerdos y un calendario de correos.

    4

    Algunas banalidades mas:

    Pasaruos mas de un tercio

    de

    la

    vida

    en una cama.

    La cama es uno de esos extrafios lugares en

    que

    se

    esta en

    posicion grosse modo horizontal. Las otras tienen un uso

    mucho mas especializado: mesa de operaciones, banco de

    sauna,

    tumbona, playa, divan

    de

    psicoanalista

    ..

    Tecnicas del suefio:

    la

    noci6n de que el acostarse es algo

    natural

    es

    completamente

    inexacta

    (Marcel

    Mauss,

    "Les

    techniques du corps",

    en ociologie

    et Anthropologie p. 3 78;

    el parrafo, por

    desgracia demasiado

    sucinto, podria ser

    citado en su totalidad.)

    Leer:

    FLUSSER,

    V Du Lit. Cause commune 2, no

    5,

    21-27

    1973).

    4

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    42/147

    _

    Y la hamaca?

    _

    Y el jerg n?

    _

    Y los cat res?

    _

    Y las camas-

    armaria? _ Y los divanes profundos como tumbas? _Y los

    camastros? ;_Y las literas del tren? ;_Y las camas de c m-

    pafia?

    _

    Y los sacos de dormir sobre colchonetas neum -

    ticas colocadas sobre un alfombrilla?

    4

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    43/147

    l habitaci n

    1

    Fragmentos

    de un trabajo en curso

    Conservo

    un

    recuerdo excepcional, incluso creo

    que

    pro-

    digioso,

    de

    todos los lugares donde he

    dormido

    salvo los

    de mi

    primera infancia- basta que acab6 la

    guerra -que

    se

    confunden

    todos

    en

    la

    grisalla

    indiferenciada

    de

    un

    dormitorio de

    colegio. Para los

    demas me basta

    simple

    mente cuando

    estoy acostado, con cerrar los ojos

    y pen

    sar con un mfnimo de aplicaci6n en un Iugar

    dado

    para

    que casi

    instantaneamente

    todos los detalles de la

    habi

    taci6n, el

    emplazamiento de

    las

    puertas y

    ventanas, Ia

    disposici6n de los muebles, me vuelvan a Ia

    memoria

    para que con precision

    tenga

    Ia sensaci6n casi ffsica

    de

    estar acostado

    de

    nuevo

    en

    esa habitaci6n.

    Asf:

    Roc Cornualles)

    Verano de 1954.

    43

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    44/147

    Cuando se abre la puerta la cama esta inmediatamen-

    te ala izquierda. Es

    una

    cama

    muy estrecha, y la habita-

    cion tambien es muy estrecha la anchura de la

    cama

    mas

    la

    anchura de

    la puerta o sea

    apenas un

    poco

    mas de un

    metro

    cincuenta

    centfmetro mas

    o menos) y

    no

    es mu-

    cho mas

    larga que ancha.

    En

    la

    prolongacion

    de la cama

    hay un peguefio guardarropa.

    Al

    fondo una ventana

    de

    guillotina.

    A la derecha,

    una

    mesa

    de

    aseo con encimera

    de marmol

    una

    palangana

    y

    una

    jarra

    de

    agua que creo

    no utilice demflsiado.

    Estoy casi

    seguro

    de que

    habfa

    una reproducci6n en-

    marcada en la pared

    de

    la izquierda enfrente

    de

    la cama:

    no

    importa que

    estampa era, pero guiza se trataba

    de un

    Renoir

    o un Sisley.

    El suelo

    estaba

    revestido

    de

    linoleo. No

    habfa

    ni mesa,

    ni

    sofa,

    aunque

    sf

    quiza

    una silla

    junto

    a la

    pared

    izquier-

    da: donde tiraba

    mi

    ropa antes

    de

    acostarme; creo que

    nunca llegue a sentarme en ella: solo iba a la habitaci6n

    para dormir.

    Estaba

    en el tercero y ultimo piso de la casa,

    debfa

    tener cuidado al subir

    las escaleras

    cuando

    volvia

    tarde para no

    despertar

    a

    mi

    casera y a

    su

    familia.

    Estaba de vacaciones, acababa de terminar el bachille-

    rato; en principia debfa vivir en

    una

    pension que acogfa a

    bachilleres franceses enviados por sus padres para que per-

    feccionaran el manejo

    de

    la lengua inglesa. Pero la pension

    estaba llena y habfa sido alojado en

    una

    casa particular.

    Todas las mananas

    mi

    casera abrfa la puerta y deposita-

    ba al pie de mi cama un tazon humeante de morning te

    que, invariablemente, yo bebfa frfo. Siempre

    me

    levanta-

    ba tarde solo una vez o dos conseguf llegar a tiempo para

    to

    mar el copioso

    bre kf st

    que se servfa en Ia pension.

    Hay

    que recordar que fue

    aquel

    verano cuando como

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    45/147

    consecuencia de los Acuerdos

    de

    Ginebra y de las nego-

    ciaciones con

    Tunez

    y Marruecos, el planeta enrero cono-

    ci6 la paz por

    primera

    vez despues

    de

    varios decenios:

    esta si

    tuaci6n

    no se

    prolong6

    mas que unos pocos dfas y

    no creo que se haya vuelto a

    producir

    desde entonces.

    Los recuerdos se aferran a

    la estrechez

    de

    aquella cama,

    a la estrechez de

    aquella

    habitaci6n, a la actitud tenaz de

    aquel

    te

    demasiado fuerte y demasiado frio:

    aquel

    vera-

    no

    me eche unos cuantos tragos de p nks de ginebra con

    una gotita

    de

    angostura

    ligue mas

    bien

    infructuosa-

    mente) con

    la hija

    de

    un hilandero

    que habfa regresado

    recientemente de

    Alejandrfa, decidf hacerme escritor, co-

    gf el vicio de tocar en unos armonios de

    campo

    la unica

    melodfa que he conseguido aprender en toda mi vida: las

    54 primeras notas

    -con

    la mano derecha, mientras que la

    izquierda

    renunciaba

    a

    seguir

    las mas

    de

    las veces-

    de un

    preludio

    de

    Juan

    Sebastian

    Bach

    ..

    El espacio resucitado

    de

    la habitaci6n basta

    para

    reani-

    mar, para devolver, para reavivar los recuerdos mas fuga-

    ces, mas anodinos, asf como los mas esenciales. La unica

    certidurnbre

    cenestesica

    de mi

    cuerpo

    sabre

    la cama, la

    unica

    certidumbre

    topografica de la cama en la habita

    ci6n, reactiva mi memoria le da una agudeza, una pre-

    cision

    que

    casi nunca tiene en otras situaciones. Del mis

    mo modo

    que una

    palabra

    sacada

    de

    un

    suefio restituye,

    apenas escrita, todo un recuerdo de aquel suefio, aquf, el

    solo hecho de saber casi sin

    tenerlo

    que buscar,

    simple

    mente

    echandose

    unos instantes

    y cerrando los ojos) que

    la

    pared estaba

    a

    mi

    derecha, la

    puerta

    cerca

    de mf

    a la

    izquierda levantando el brazo

    podfa

    tocar el picaporte),

    la

    ventana

    enfrente, hace

    surgir instantaneamente en

    45

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    46/147

    desorden

    una

    oleada

    de

    detalles cuya vivacidad

    me

    deja

    patidifuso:

    aquella

    chica con maneras de mufieca, aquel

    ingles inmensamente alto

    que

    tenfa la nariz ligeramente

    torcida le volvf a ver en Londres

    cuando

    fui a pasar tres

    dfas al final

    de

    aquella

    estancia pseudo-lingiifstica:

    me

    llev6 a

    un

    pub inundado

    de

    verdor que desgraciadamen

    te, no he

    vuelto

    a

    encontrar

    jamas y a un concierto-paseo

    en el

    Albert Hall donde

    estoy orgulloso

    de

    haber ofdo,

    casi con seguridad bajo la direcci6n de Sir John Barbi

    roli,

    un

    concierto para arm6nica y orquesta especialmen

    te escrito para Larry Adler .. ), los marshmallows, los

    Rock

    rocks pirulfs decorados, especialidades

    de

    los balnearios;

    el mas conocido es el

    Brighton

    Rock que es, ademas un

    juego

    de

    palabras -hay un risco en Brighton y hay acan

    tilados en Etretat- el tftulo de

    una

    novela de

    Graham

    Greene; en el

    mismo

    Rock era diffcil escapar

    de

    el), la

    playa gris, el mar frfo y los paisajes

    de

    sotobosque, con

    sus viejos puentes de piedra, propicios para la aparici6n

    de

    duendes o fuegos fatuos ...

    Forgue,

    sin

    duda el espacio de la

    habitaci6n

    funciona

    en mf como

    una

    magdalena proustiana este proyecto se

    realiza bajo su invocaci6n evidentemente: y no quisiera

    ser

    otra

    cosa

    que

    el

    estricto

    desarrollo

    de

    los parrafos

    6

    y

    7 del primer capf ulo de Ia primera parte Com bray) del

    primer volumen Ducote de chez Swann)

    de

    A

    la re her he

    du temps perdu,

    por

    ello me propuse hace varios afios ya

    realizar el inventario, tan exhaustivo preciso

    como

    fuera posible, de todos los Lugares donde he dormido. Al

    dfa de hoy

    practicamente

    no he comenzado todavfa a des

    cribirlos;

    sin embargo

    creo que mas o menos los he con

    seguido repertoriar todos: hay alrededor

    de

    doscientos

    46

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    47/147

    cada afio apenas si se afiaden ya una media docena: me

    he vuelto bastante

    casero). Todavfa

    no

    he decidido

    el

    modo definitive

    de clasificarlos.

    Seguramente no por

    orden

    cronol6gico. Sin

    duda tampoco por

    orden

    alfabe

    tico aunque

    todavfa sea el unico

    arden

    cuya

    pertinencia

    no hay que justificar). Quiza

    segun

    su disposici6n geo

    grafica, lo

    cual

    acentuarfa el aspecto gufa de

    esta

    obra.

    0 bien probablemente segun una perspectiva

    tematica

    que

    podrfa

    desembocar en

    una suerte de

    tipologfa

    de

    los

    dormitories:

    1.

    is

    habi

    taciones

    2. Dormitories y camaretas

    3. Habi taciones

    ami

    gas

    4.

    Habi aciones

    de amigos

    5.

    Lechos

    de fortuna divan, moqueta

    ..

    copnes,

    alfombra, hamaca, etc.)

    6 Casas de

    campo

    7.

    Chalets de alquiler

    8. Habi

    taciones

    de hotel

    a) hoteles mfseros,

    bien

    provistos, amueblados

    b) palacios

    9. Condiciones

    inhabituales: noches

    en tren, en

    avi6n, en cache; noches en un barco; noches

    de

    guardia;

    naches en comisarfa; noches en una

    tienda de

    cam-pafia; naches

    de

    hospital; naches

    en

    blanco, etc.

    En algunas de

    estas habi taciones

    he

    pasado varios

    me-

    ses, varios afios;

    en

    la mayorfa solo he pasado algunos

    dfas o algunas horas;

    quiza

    resulta

    temerario por mi par-

    te pretender acordarme

    de

    cada una

    de

    elias:

    ~ c u l

    era el

    47

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    dibujo del papel

    pintado

    de aquella habitaci6n del hotel

    Lion d Or,

    en Saint-Chely-d Apcher

    (el

    nombre -mucho

    mas sorprendente cuando

    se

    dice que

    cuando se escribe

    de este cabeza de partido de Lozere se me habi a

    metido

    en

    la cabeza,

    por

    razones

    que

    ignoro,

    desde

    mi

    clase

    de

    tercero y habfa insistido mucho para que nos pararamos

    allf)? Pero las mayores revelaciones las espero evidente

    mente de los recuerdos resurgidos de aquellas habi tacio

    nes.

    2

    Pequeno problema

    Cuando

    en una

    habitaci6n

    dada se

    cambia de sitio

    la

    cama, (Se puede decir que se cambia la

    habitaci6n,

    o

    que?

    (Cf. topo-analisis).

    3

    Vivir en una habitaci6n (que es? Vivir en un

    sitio

    eS

    apropiarselo? Que es apropiarse de un si tio?

    ;_A

    partir

    de que

    momento

    un

    sitio

    es

    verdaderamente de

    uno?

    2Cuando se han puesto a

    remojo

    los tres pares de calce

    tines en un

    barrefio

    de plastico

    rosa? ;_Cuando se han re

    calentado unos

    espaguetis en un camping-gas?

    ;_Cuando

    se han

    utilizado

    todas las perchas descabaladas del

    guar

    darropa? ;_Cuando se

    ha

    clavado en la pared una vieja

    postal que representa el suefio

    de Santa

    Ursula de Car-

    48

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    paccio? ~ u a n d o se han experimentado allf las ansias

    de

    la espera o las exaltaciones de la pasi6n o los tormentas

    del

    dolor

    de muelas? ~ u a n d o se han vestido las venta-

    nas con cortinas al gusto y colocado el papel pintado y

    acuchillado el

    parquet?

    Pequeno pensamiento placido

    no

    1

    Cualquier

    propietario de

    un gato dini con raz6n que

    los

    gatos

    viven en las casas mucho mejor

    que

    los

    hombres. Incluso

    en los espacios mas

    horriblemente

    cuadrados saben

    encontrar

    los ri ncones propicios.

    P e q ~ e f i o pensamiento

    placido no

    2

    El

    tiempo que

    pasa mi Historia) deposita residuos

    que van apilandose: fotos dibujos, carcasas de

    boli-

    grafos-rotuladores ya secos

    desde

    hace

    tiempo,

    car

    petas vasos perdidos y vasos no devueltos, envoltu-

    r s

    de

    puros,

    cajas gomas, postales

    libros, polvo

    y

    chucherfas: lo que yo llamo mi fortuna.

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    el p rt fllento

    Durante dos afios

    tuve

    a una anciana como vecina.

    Hacfa

    setenta afios que vivfa en el edificio,

    era

    viuda des

    de hacfa sesenta. Durante los

    ultimos

    afios de

    su

    vida,

    tras haberse roto el cuello del femur, nunca fue

    mas

    alla

    del descansillo de su piso. La

    portera

    o

    un

    muchacho del

    edificio

    le

    hacfan las compras. Varias veces

    me par6

    en

    la

    escalera para preguntarme que dfa era. U n dfa fui a

    bus-

    carle

    uha

    loncha

    de

    jam6n.

    Me

    ofreci6

    una manzana

    y

    me

    invito

    a entrar

    en

    su casa. Vivia

    entre

    muebles

    extrema-

    damente

    oscuros y pasaba las horas

    muertas

    sacandoles

    lustre.

    2

    Hace

    algunos afios a

    uno

    de

    mis

    amigos se le ocurri6

    la

    idea

    de

    vi

    vir un mes

    entero

    en un aeropuerto internacio

    nal

    sin

    salir de el o

    por

    lo

    menos

    ya

    que

    todos los aero

    puertos internacionales son identicos

    por

    definicion, salir

    solo para

    tamar

    un avian

    que

    le condujera a otro aero

    puerto internacional). Por lo

    que

    se, nunca

    lleg6

    a reali-

    5

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    zar aquel proyecto, pero no veo que habrfa podido impe

    dfrselo objetivamente: lo esencial de las actividades

    vita

    les y la mayorfa

    de

    las actividades sociales puede llevar

    se a cabo sin demasiados problemas en el

    ambito

    de un

    aeropuerto internacional: allf encontramos profundos so

    f s y asientos no demasiado inc6modos e, incluso a me

    nuda

    salas de descanso donde los viajeros

    en

    transito

    pueden

    echar un suefiecito;

    alli

    encontramos aseos, ba

    fios-duchas y frecuentemente saunas y bafios turcos; allf

    encontramos peluqueros callistas, enfermeras, masajis-

    tas-kinesiterapeutas,

    limpiabotas

    talleres de

    planchado-

    en-un-minuto

    que

    tambien tienen la

    bondad

    de reparar

    las suelas y hacer una copia de unas Haves, relojeros y

    6pticos; allf encontramos restaurantes, bares y cafeterias,

    comerciantes de cuero y perfumes, floristas, libreros,

    vendedores

    de

    discos, comerciantes de tabacos y confite

    ros, comerciantes de esrilograficas y fot6grafos; allf en

    contramos tiendas de alimentacion, cines, correos, servi

    cios de secretarfa volante y por

    supuesto

    una caterva de

    bancos puesto que

    en

    nuestros dfas es practicamente

    imposible

    vivir sin tener

    relacion con un banco).

    El interes de tal empresa radicarfa sobre todo en su exo

    tismo: un

    desplazamiento mas aparente que real

    de

    las

    costumbres y de los ri tmos, pequefios problemas de adap

    tacion incluidos. Lo cual sin duda se haria pesado

    muy

    pronto;

    a fin

    de

    cuentas, serfa demasiado facil

    y

    en

    con

    secuencia, poco convincente:

    un

    aeropuerto visto desde

    este angulo no es otra cosa que

    una

    especie de galerfa

    comercial: un

    simulacra

    de barrio; y ofrece poco mas o

    menos las mismas prestaciones que un hotel. Asf pues no

    se podrfa sacar de tal empresa ninguna conclusion prac

    tica, ni

    en

    el sentido de la subversion, ni

    en

    el sentido de

    52

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    la

    aclimaracion.

    Como

    mucho podrfa

    servir

    de rema de

    reportaje o como

    punto

    de

    partida

    para un

    dialogo

    co-

    /

    m1co mas.

    3

    Una habitacion

    es

    una pieza en la que hay una cama;

    un comedor es una

    pieza

    en la que hay una mesa y sillas

    y a menudo

    un

    aparador; un salon es

    una

    pieza en la que

    hay

    unos

    sillones y

    un divan;

    una

    cocina

    es una

    pieza

    en

    la que hay un fogon y una toma

    de

    agua; un cuarto de

    bafio es una pieza en la que hay una toma de agua enci

    ma de una

    bafiera; cuando solo hay

    una ducha

    se llama

    aseo; cuando solo hay

    un lavabo

    se llama cuarto de aseo;

    una entrada es

    una pieza

    en la que al menos

    una

    de las

    puertas da al exterior del apartamento;

    accesoriamente

    se

    puede encontrar

    un perchero;

    una habitacion de nifios es

    una pieza en la

    que

    esta

    un nifio;

    un

    escobero es

    una

    pieza en la

    que se

    meten

    las escobas y

    la

    aspiradora;

    una

    habitaci6n de servicio es una pieza que se

    alquila

    a un

    estudiante.

    De esta enumeracion -que podrfa continuarse facil

    mente- se pueden sacar estas dos conclusiones

    elementa

    les que propongo a tftulo de definiciones:

    1

    Todo

    apartamento esta

    compuesto de

    una

    cantidad

    variable pero limitada de piezas;

    2. Cada pieza tiene una funci6n

    particular.

    Parece diffcil o parece incluso irrisorio poner en duda

    53

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    estas evidencias. Los apartamentos esnin construidos por

    arquitectos

    que tienen

    ideas

    muy

    precisas sobre que

    debe

    ser una entrada,

    una

    sala de estar living-room, recepci6n),

    una habitaci6n

    de

    los papas,

    una

    habitaci6n del nifio,

    una habitaci6n de la criada,

    un pasillo, una

    cocina o

    un

    cuarto de bafio. Sin embargo, al principia todas las pie-

    zas se parecen poco o

    mucho,

    no vale la pena

    tratar de

    impresionarnos con historias de m6dulos y otras pampli-

    nas: solo son una especie de cubos, digamos que son unos

    paralelepfpedos rectangulares; y por lo menos siempre

    hay una

    puerta

    y todavia a menudo, una ventana; tienen

    calefacci6n, pongamos que por radiadores, y estan equi-

    pados con

    uno

    o dos enchufes

    muy raramente

    mas,

    pero

    no quiero

    empezar a hablar de

    la mezquindad

    de los

    con-

    tratistas

    porque

    no terminarfa nunca). En suma, una

    pie-

    za s un espacio maleable.

    No

    se,

    no quiero

    saber,

    d6nde

    comienza y

    d6nde ter-

    mina lo funcional. Lo que me parece

    en todo

    caso es que

    en

    la division

    modelo

    de los

    apartamentos

    de hoy, lo

    fun-

    cional funciona

    segun un procedimiento

    unfvoco, se-

    cuencial, y nictemeraP: las actividades cotidianas corres-

    ponden

    a fases horarias

    y

    a cada fase horaria corresponde

    una de las piezas

    del

    apartamento. V ease a

    continuaci6n

    un

    modelo apenas caricaturesco:

    07.00

    La madre se levanta

    y

    va

    a preparar

    el desayuno a la

    07.15

    El nino se levanta y va al

    7. jEsta es la frase mas bonita del libro

    5

    COCINA

    BANO

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    07 30

    El padre se levanta y

    vaal

    B NO

    07.45

    El padre y el nifio toman el

    desayuno en la

    COCIN

    08 00

    El

    nifio coge su abrigo en la ENTR D

    y

    se

    va

    a

    la

    escuela

    08.15

    El

    padre coge su abrigo

    de la ENTR D

    y se va a

    la

    oficina

    08 30

    La madre se asea en el B NO

    08.45

    La madre coge el aspirador en el ESCOBERO

    y realiza la limpieza pasa

    por

    todas

    las piezas

    del apartamento

    pero

    renuncio a enumerarlas)

    09 30

    a madre coge la cesta de la compra en la COCIN

    y su

    abrigo

    en la

    ENTR D

    y se va al mercado

    10.30

    La

    madre

    vuelve del mercado y

    deja su

    abrigo

    en

    la ENTR D

    10 45

    La madre prepara la comida en la COCIN

    12 15

    El

    padre vuelve de la oficina y cuelga

    su

    abrigo en la

    ENTR D

    12 .30

    El padre

    y la madre comen en el

    COMEDOR

    el nifio come

    en la

    escuela)

    13.15

    El padre coge su abrigo en la

    ENTR D

    y

    vuelve a la oficina

    13 30

    La madre friega los platos en la

    COCIN

    14.

    00

    La madre coge su abrigo en la ENTR D

    y

    sale

    de

    paseo o a hacer compras

    antes

    de ir

    a buscar al nifio a la

    salida de la escuela

    16.15

    La

    madre

    y el nifio vuelven y

    dejan

    sus abrigos en la

    ENTR D

    55

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

    56/147

    16.30

    El nifio toma

    su

    merienda

    en

    la COCINA

    16.45 El nifio va a

    hacer

    los deberes a su HABITACION

    18.30 La madre prepara la cena

    en

    la COCINA

    18.45 El padre vuelve de la oficina y

    deja

    su abrigo

    en

    la

    ENTRADA

    18.50 El padre va a lavarse las

    manos en

    el

    BANO

    19.00 Toda

    la familia

    cena en el

    COMEDOR

    20.00

    El nifio va a lavarse los dientes al

    BANO

    20.15

    El nifio va a acostarse a

    su

    HABITACION

    20.30

    El padre y

    la

    madre van al

    SALON

    ven la

    television, o bien escuchan

    la

    radio

    o

    juegan

    a cartas, o el

    padre

    lee el peri6dico mientras la madre

    cose,

    en

    fin, se

    entretienen

    hacienda

    algo

    21.45

    El padre y la

    madre

    van

    a lavarse los

    dientes al

    BANO

    22.00

    El padre y la madre van a acostarse a su HABITAOON

    Como se

    puede ver en

    este modelo, del

    que

    me gusta

    rfa

    subrayar

    su

    canicter

    ficticio y a la vez problematico

    sin por ello

    dejar

    de ser consciente de su precision ele-

    mental nadie

    vive

    exactamente

    asf, por supuesto, pero es

    asf

    y no de otro modo

    como los

    arquitectos y

    los

    urba

    nistas nos ven vivir o quieren que vivamos , como se

    puede

    ver entonces, por un lado el salon y la habi taci6n

    apenas tienen mas importancia que el escobero en el

    escobero se

    guarda

    el aspirador;

    en

    la habi taci6n

    est

    an los

    cuerpos extenuados: lo cual remite a las

    mismas

    funcio

    nes de recuperaci6n

    y

    de mantenimiento)

    y

    por otro la-

    do, mi

    modelo no

    se

    modificaria practicamente

    si

    en

    lu-

    6

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    gar

    de

    tener, como aqu1, espacios separados por paredes

    que delimitan una

    habitaci6n, un

    salon, un comedor, una

    cocina,

    etc.,

    se considerara la

    posibilidad, como

    se hace

    hoy muy a menudo, de un espacio presuntamente

    unico

    y pseudo-modulable habitaculo, estancia, etc. :

    entonces

    tendrfamos no

    una cocina

    sino un

    rincon-cocina,

    no una

    habitacion

    sino

    un rincon-descanso, no un comedor sino

    un

    rinc6n-comida.

    Es facil

    imaginar

    un

    apartamento

    cuya

    disposicion

    res

    ponder1a,

    no ya

    a actividades

    cotidianas, sino

    a funciones

    de

    relaciones:

    no

    es

    de otro modo ademas como

    se reali

    zaba el

    reparto modelo

    de las piezas

    llamadas

    de recep

    cion

    en las

    mansiones

    particulates del

    siglo XVIII

    o en los

    grandes

    apartamentos

    burgueses

    de

    finales

    de

    siglo: una

    serie de salones

    en

    hilera,

    encabezada

    por un

    gran

    vesti

    bula

    y cuya especificacion se apoya en variaciones

    mini

    mas

    que giran

    todas

    alrededor de la nocion de recepcion:

    gran .salon, pequefio salon,

    despacho

    del sefior,

    camarfn

    de la sefiora, sala de fumar, biblioteca, billar, etc.

    Hace falta sin duda

    un

    poquito mas

    de imaginaci6n

    para

    representarse

    un apartamento

    cuyo reparto estuviera fun

    dado

    sabre funciones sensoriales: es facil concebir lo

    que

    podria

    ser un

    gustatorio

    o

    un

    auditorio,

    pero

    a

    que podria

    parecerse

    un

    vistatorio,

    un

    fumatorio, o un

    palpatorio

    ..

    De un modo apenas mas

    transgresivo se

    puede pensar

    en un reparto

    basado

    no

    ya en

    ri tmos

    circadianos sino en

    ritmos h e p t a d i a n o s ~

    esto

    darfa apartamentos

    de siete

    piezas lL1madas

    respectivamente:

    el lunetorio, el marte-

    8. Un habitat basado en

    un

    ritmo circa-anual puede darse en algunos

    casos de at;Jrrunados

    que

    disponen

    de

    suficienres residencias como para

    7

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    torio, el miercoletorio, el juevetorio, el viernetorio, el sa-

    badotorio y el

    domingotorio.

    Estas dos ultimas piezas,

    n6tese, ya existen, comercializadas

    abundantemente

    bajo

    el

    nombre de

    segundas residencias o casas

    de

    fin de

    semana.

    Noes

    mas

    estupido imaginar

    una

    pieza consa-

    grada

    exclusivamente al lunes

    que construir

    chalets que

    solo

    sirv n para

    sesenta dias al afio.

    El lunetorio

    podria

    ser perfectamente una lavanderfa nuestros ancestros ru

    rales hacian su colada el lunes) y el martetorio

    un

    salon

    nuestros ancestros urbanos recibian normalmente todos

    los martes).

    Todo

    esto apenas nos haria salir de lo fun-

    cional. Mejor serfa,

    de

    paso,

    imaginar

    una

    disposici6n

    te

    matica,

    un poco

    analoga a la

    que

    existia en los burdeles

    tras su cierre, basta los aiios 50, se convirtieron en ca-

    sas

    para

    estudiantes; varios

    amigos mios

    han vivido en

    una

    vieja asa de la calle Arcade: uno

    de

    ellos vivia en

    la habitaci6n

    de

    las

    torturas, otro en

    el avi6n cama

    en forma de carlinga, falsas ventanillas, etc.),

    un

    tercero

    en

    la cabana

    del

    rrampero paredes tapizadas

    con

    fal-

    sos troncos, etc.); estos hechos

    merecian

    ser recordados y

    particularmente al autor del articulo Habiter l inhabi

    tuel

    Cause commune, I, n 2, 13-16, 1972) que es

    igualmente

    el

    estimado director

    de la colecci6n

    en que

    aparece esta obra): ellunetorio por ejemplo seria la imi

    taci6n de un barco; se dormirfa en hamacas, se limpiarfa

    poder esforzarse en conciliar su sentido

    de

    los valores, su gusto por los via-

    jes, las condiciones climaticas y los imperatives culturales. Los enconcra-

    remos, por ejemplo, en enero en Mexico, en febrero en Suiza, en Marzo,

    en Venecia, en abril en Marraquech, en mayo en Parfs, en

    junio

    en Chipre,

    en julio en Beirut, en agosto en Dordofia, en septiembre en Escocia, en

    octubre en Roma, en noviembre en la Costa Azul en diciembre en

    Londres ..

    58

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    el suelo echando agua encima y se comerfa pescado; el

    martetorio por que no, conmemorarfa

    una

    de las

    gran

    des conquistas del

    hombre

    sobre la naturaleza, el descu

    brimiento del

    Polo

    norte o sur, a elegir), o la ascension

    del Everest:

    la

    pieza no

    tendrfa

    calefacci6n, se dormirfa

    bajo espesas pieles, la alimentaci6n serfa a base

    de

    pem

    mic n corned-beef los fines

    de

    mes, carne

    de

    los Grisones

    los dfas faustos); el miercoletorio glorificarfa a los nifios

    evidentemente: desde hace

    algun tiernpo

    es el dfa

    en que

    no

    van a la escuela; podrfa ser una especie

    de

    palacio

    de

    Dame Tartine: las paredes serfan de alaju y los m u e h ~ s

    de

    plastilina, etc., etc.

    4

    De un espacio inutil

    En

    varias ocasiones he tratado de pensar en

    un

    aparta

    mento

    donde hubiera

    una

    pieza inutil absoluta y delibe

    radamente inutil. Nose trataba

    de

    un trastero, no era una

    habitaci6n suplementaria, ni un pasillo, ni un cuchitril, ni

    un recoveco. Habrfa sido un espacio sin funci6n. No

    habrfa servido

    para

    nada, no habrfa

    remitido

    a nada.

    A pesar

    de mis

    esfuerzos me fue imposible llevar a cabo

    este pensamiento esta

    imagen

    basta el final. El

    mismo

    lenguaje, me parece, se revelo incapaz para describir esa

    nada, ese vacfo,

    como

    si s6lo se

    pudiera hablar

    de lo

    que

    es pleno, util y funcional.

    Un espacio sin funci6n. No sin funci6n precisa, sino

    precisamente

    sin

    funci6n;

    no pluri-funcional

    esto

    todo

    el mundo lo sabe hacer), sino a-funcional. Evidenternen-

    9

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    te no habrfa sido un espac10

    destinado

    unicamente a

    liberar los otros cuarto

    trastero,

    armaria

    empotrado,

    guardarropa,

    estanterfas, etc.) sino un espacio,

    repito,

    que no habrfa servido para nada.

    A veces

    llego

    a no

    pensar

    en nada, y

    ni siguiera como

    el Amigo Pierrot a

    la

    muerte

    de

    Louis

    XVI: de repente

    me cloy cuenta de que estoy aquf, que el metro acaba de

    pararse y que tras

    abandonar Dugommier unos noventa

    segundos

    antes, aunque parezca

    imposible,

    ahora estoy

    en

    Daumesnil. Pero,

    en este caso,

    no he llegado

    a

    pensar

    la

    nada.

    Como pensar

    la nada?

    Como pensar

    la

    nada sin

    poner automaticamente

    algo alrededor

    de esa nada, lo

    cual produce un

    agujero,

    en

    el que

    rapidamente

    se va a

    poner algo, una

    practica,

    una funcion, un

    destino,

    una

    mirada,

    una

    necesidad,

    una

    ausencia, un excedente .. ?

    Trate de seguir con docilidad

    esta

    idea

    tan

    difusa. Y en-

    contre muchos espacios inutilizables, y

    muchos

    espacios

    inutilizados. Pero no querfa nada inutilizable, ni

    tampoco

    nada inutilizado, sino algo que fuera

    inutil.

    Como pres-

    cindir de las funciones, los ritmos, las costumbres,

    como

    prescindir

    de

    la necesidad?

    Me imagine que

    vivfa en un

    apartamento

    inmenso,

    tan inmenso

    que nunca consegufa

    acordarme de cuantas piezas tenfa (lo supe

    tiempo

    atras,

    pero

    lo habfa olvidado y sabfa que era demasiado viejo

    para

    volver a

    empezar

    un recuento tan complicado): todas

    las piezas servirfan

    para

    algo, menos una. La cosa era en-

    contrar

    esta ultima. En una palabra, no era mas dit cil que

    encontrar,

    en

    el caso de los lectores de La ibfioteca

    de a-

    bel ellibro que tenfa la clave de los demas. Efectivamente

    era algo muy

    proximo

    al vertigo borgesiano el hecho de

    60

  • 7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001

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    querer representarse una sala reservada para la audici6n de

    la Sinfonfa o 48 en do, llamada MariaTheresa, de Joseph

    Haydn otra dedicada ala lectura del

    bar6metro

    o

    ala

    lim-

    pieza de mi

    dedo

    gordo del pie derecho ..

    Pense

    en

    el viejo prfncipe

    Bolkonski que

    cuando le

    in-

    quieta la

    suerte

    de

    su

    hijo,

    busca

    en

    vano

    durante toda la

    noche de habitacH n

    en habitaci6n con

    una antorcha

    en

    la

    mano

    y

    seguido de su

    servidor Tikhone con

    unas

    man-

    tas de piel la cama donde al fin cogeni el suefio. Pense

    en una novela de ciencia-ficci6n

    en

    la que la noci6n de

    habitat

    habrfa

    desaparecido; pense

    en otro

    relato de Bor

    ges

    El lnmortal) eo el que

    unos hombres

    que

    habfan per-

    dido la necesidad de vivir y de morir consrruyen palacios

    en ruina y escaleras inutilizables; pense en grabados de

    Escher yen cuadros

    de

    Magritte;

    pense

    en una

    gigantes-

    ca caja de Skinner: una

    habiraci6n

    enreramente negra,

    un unico boron

    en una

    de las paredes; al

    apretar

    el boron

    aparece

    durante

    un

    breve

    instanre

    algo