palabras de la unidad para la unidad acerca de mi reino, y …278] La Casa y el Sacerdocio palabras de la unidad para la unidad acerca de mi reino, y uso los versículos que hablan

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    palabras de la unidad para la unidad acerca de mi reino, y uso los versculos quehablan de la unidad, para proteger mi reino. Pero la Biblia habla del reino de Diosy de la unidad del Cuerpo que incluye a todos los hijos de Dios. Claro que existenmuchos bemoles, cosas difciles y de cuidado, pero debemos ver los trazos principa-les, despus los bemoles. Muchas veces, por causa de los bemoles, que aqu represen-tan los mosquitos del asunto, nos engullimos el camello.

    Hermanos, como vimos en el tema anterior, Dios tena que dar en este tiempo, enel Nuevo Testamento, un testimonio. Y todo aquello que el hizo en el Nuevo Testamen-to fue para nosotros. Por eso tuvo todo ese cuidado. Nosotros los obreros, hoy, somoslos encargados de levantar el tabernculo para Dios. Aquellos sacerdotes y levitas conMoiss, hicieron la figura; mas hoy somos los encargados de levantar el tabernculoverdadero, no el modelo. Existen instrucciones minuciosas acerca de la edificacin deltabernculo, y tambin acerca del candelero. Por eso, debemos prestar ms atencin ala construccin del candelero y del tabernculo, mucha atencin. Dios no nos hablaen vano; todos aquellos detalles estn all para mostrarnos algo muy prctico, quetiene implicaciones para nosotros. Digamos que el asunto del candelero est msrelacionado con la iglesia local (en la ciudad); por eso en Apocalipsis, las siete iglesiasson vistas como siete candeleros (Apo. 1:20); pero el tabernculo se relaciona ms conla iglesia en el sentido universal, global.

    Casa espiritual

    Por lo tanto, antes de que leamos xodo 26, recordemos que Pedro habla a todaslas iglesias que, en dos cosas fundamentales, debemos estar siendo edificados cuandollegamos a Cristo, o nos estamos acercando. 1 Pedro 2:4-5 dice: 4Acercndoos a l...5vosotros tambin, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual ysacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios pormedio de Jesucristo. Los apstoles an tenan en su lenguaje, en el Nuevo Testa-mento, mucha consideracin en la ordenacin de sus pensamientos, las pistas, lossmbolos del plan arquitectnico del Antiguo Testamento. Por eso, vemos a Pedrohablar as. A medida que nos acercamos a Cristo, como vemos en 1 Corintios 1:9 decirque fuimos llamados a la comunin con su Hijo Jesucristo; en esa comunin, alacercarnos a Cristo, Dios hace dos cosas con nosotros: sois edificados como casaespiritual y sacerdocio santo. As como dice en Deuteronomio 12:9-11, quecuando tomasen posesin de la tierra, entonces le edificaran el santuario. Qumaravilla! En la medida en que nos vamos acercando a Cristo, somos edificados endos cosas: 1 - somos edificados como CASA ESPIRITUAL. Cuando nos acercamos a Cristo,l nos edifica como CASA, no individualmente, sino corporativamente; porque la actualcasa somos nosotros. Cuando estamos en comunin con Cristo, l nos conduce a laedificacin, a la edificacin de la casa y 2 - al SACERDOCIO SANTO.

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    de ella.2 Despus se fue a otra tierra y dej la piedra lejos, se fue a ocuparse de susnegocios, tener algn trabajo, aprender algunas lecciones con su to Labn lejos deBetel. Pero despus de haber sufrido mucho y recogido lo que haba plantado, enton-ces Dios le dijo a Jacob: Oh Jacob, debes regresar a Betel!3

    Hermanos, Dios conoce que la visin de la iglesia no es bien comprendida alcomienzo. Nosotros vemos a Betel y levantamos la columna, derramamos el aceite;pero no hay una verdadera consagracin para Dios. Por eso, en la segunda vez queJacob va a Betel, acontece una cosa ms: en aquella piedra con aceite, derram liba-cin; y la libacin representa el sacrificio de la vida de aquel que vino a Betel. Porqueantes Dios me mostr a Betel, pero no me import; sin embargo Dios me dijo as: OhJacob, te voy a traer desde donde ests; te voy a traer de regreso. Y ahora que Jacobregresara a Betel, no slo levant la columna y derram aceite, sino que tambinderram libacin; esto es, el derramamiento de nuestra vida. Por eso Pablo deca queestaba siendo ofrecido como libacin.4

    Al principio no entendamos bien a la iglesia; ahora, han dicho algunos herma-nos, estamos volviendo a hablar sobre Iglesia. Es que somos probados en el altar!Hubo una poca en que vivamos una idea, pero no era un trabajo muy profundo, nohaba pasado la prueba de fuego. Hermanos, Dios no recibe ningn sacrificio crudo.Debe pasar por el fuego de la prueba. Solamente el olor suave llega a Dios, sube, lagordura no. Cuando la carne pasa por el fuego, despus de quemada la carne, entoncessube el olor suave. Mas la carne cruda tiene que pasar por el fuego. As tambinnosotros tenamos entendimiento, como Jacob tena entendimiento, porque fue Jacobquien comprendi el asunto y llam al lugar Betel. Pero no le import. Dej a Betel asus espaldas. Se fue a morar con el to Labn. Despus fue a poner su tienda de nuevoen Betel, pero despus de pasar por la prueba de fuego.

    Hermanos, la prueba de fuego tiene un ejemplo, y el ejemplo es que somosavergonzados, somos corregidos por los medios de Dios, y tenemos que regresar denuevo a buscar Su tienda primero en Betel. Esta es una tipologa sencilla. Ya en xodoencontramos ms detalles; en Reyes y Crnicas, ms; en Ezequiel mucho ms. En-tonces, todos los detalles de la casa espiritual, del sacerdocio santo y de los sacrificiosespirituales del sacerdocio colectivo en la casa corporativa, estn todos tipificados entodos aquellos pasajes relativos a la casa, al sacerdocio, etc. Muchas cosas que hablan

    2Cfr. Gnesis 28:10-22 y 29:1.

    3Cfr. Gnesis 29:1-35:15.

    4Cfr. 2 Timoteo 4:6; Flp. 2:17

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    sus implicaciones; y la ltima seccin, que habla de los velos. Vemos aqu tres seccio-nes que hablan de las partes interiores, intermedias y exteriores. La primera seccinhabla de la cobertura. Pero antes, en el asunto anterior, vimos que Cristo es el centrodel propsito de Dios; o sea, el arca, la doctrina de los apstoles, en la revelacin de esteasunto. Por eso vemos despus, frente a frente con el arca, la mesa y el candelero, o sea,la comunin y el partir del pan. Por eso en Hechos 2:42 dice: Y perseveraban en ladoctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros, en el partimiento delpan y en las oraciones. Vemos entonces que el arca representa a Cristo, que es ladoctrina de los apstoles. Todo comienza con Cristo; sin Cristo no hay casa. Todocomienza con Cristo, la doctrina de los apstoles. Despus de la doctrina de losapstoles viene la comunin, el partir el pan y las oraciones. Por eso vemos en xodoal arca, despus la mesa y el candelero, despus el altar del incienso. Y en Hechosvemos la doctrina de los apstoles, la comunin, el partir el pan y las oraciones.

    Estamos percibiendo que en xodo del captulo 25 al 29 tenemos lo que se ve en1 Pedro 2; o sea, casa espiritual, sacerdocio santo y sacrificios espirituales. Entonesvamos a leer xodo 26. Hermanos, los obreros estn aqu para hacer la tienda deltabernculo; vamos a ver que los que estn envueltos en la obra, estn encargados delevantar la tienda, hoy. Entonces vamos a ver en el captulo 26 la instruccin de Dios.En el captulo 36 vemos la obediencia minuciosa a Dios, la construccin del tabern-culo. En el captulo 26 vemos el tabernculo, el deseo y mandamiento de Dios dicien-do: Yo os salv de Egipto por la sangre del cordero, por el comer del cordero, por elbautismo en las aguas, para que hagan para m un tabernculo. Yo voy a hacer deustedes un reino de sacerdotes, y me adoraris all.

    Ntese, hermanos, que el captulo 36 es casi una repeticin del captulo 26; slohay una diferencia, que en el captulo 26 slo hay instrucciones, mientras que en elcaptulo 36 es la obediencia. Ahora vean, hermanos, cunto cuidado tiene Dios en laobediencia minuciosa de Sus instrucciones, que ni se preocupa en parecer reluctante.Cuando yo lea las primeras veces estos largos captulos hablando de muchos detalles,de tablas, de argollas, de basas, de cortinas, de tantas cosas, yo no entenda; quedabaconfuso. Y despus, ms adelante, encontraba de nuevo aquellas cosas; pareca reluc-tante, porque no se contaba slo que Moiss obedeci, sino que tena que repetir queMoiss hizo as y as. Comparaba 26 con 36, casi una repeticin de nuevo del captulo.Mas el Seor repite y repite. Por ejemplo, mostr la edificacin de la casa en Reyes y denuevo en Crnicas. Parece que ya has ledo esta historia antes, pero debes leer denuevo en Crnicas la misma cosa. Es porque Dios sabe que lo necesitamos. Leemosprimero 26, ah est la piedra ungida; pero la obediencia est en el regreso a Betel, quequiere decir: nuestra vida por libacin, que est en el 36. Jacob ms adelante hace lalibacin (36); ahora l es obediente.

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    inspir tambin a Lucas a escribir que los apstoles fueron encomendados a la graciade Dios para LA OBRA que haban cumplido (Hechos 14:26). Y Pablo dice que eraimportante quedar en el cuerpo por causa de LA OBRA (Fil. 1:21-24). Este lenguaje, LAOBRA, es del Espritu Santo desde el Antiguo Testamento.

    De modo que xodo 36:8 dice: Todos los sabios de corazn de entre los quehacan LA OBRA, hicieron el TABERNCULO... O sea, nosotros los que trabajamos en LAOBRA hoy, somos responsables de hacer el tabernculo. Por eso Efesios 4:11-12 dice:11Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas;a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para LA OBRA delministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo. Apstoles, profetas, etc.; todoen plural, para la edificacin del TABERNCULO; por eso la misma expresin: LA OBRA. Vamosa ver que esta expresin ya era usada, tipificada por el Espritu. 1 Crnicas 23:4,24,28.Pero slo para certificaros que an estamos en el contexto. El captulo 22 viene hablan-do de los preparativos para la edificacin del templo, y el 23 habla de la distribucin delos deberes de los levitas. En 23:4 dice: De stos, veinticuatro mil para dirigir LAOBRA de la casa de Yahveh. Esos muchos trabajos, esas muchas clases de levitas, condiferentes tareas cada uno, todos tenan que hacer un trabajo conjunto; y todo aqueltrabajo conjunto se llamaba LA OBRA DE LA CASA DE DIOS. Este es nuestro asunto, nuestrotrabajo, nuestro negocio.

    En el verso 24 hay ms: Estos son los hijos de Lev... de veinte aos arriba (nonefitos), los cuales hacan la OBRA del MINISTERIO de la CASA DE DIOS. El 28 dice: Yestaban bajo las rdenes de los hijos de Aarn, para ministrar en la casa deYahveh... y en la dems obra del ministerio de la casa de Dios. Todos aquellostrabajos eran un conjunto, era una sola casa; todos aquellos sacerdotes trabajaban enconjunto en el santuario. Tenan diferentes funciones cada uno; pero ninguna fun-cin estaba aislada, sin coordinacin. Todas estaban coordenadas en una sola casa, enun solo ministerio, el ministerio del Antiguo Pacto. Pero hoy es el ministerio delNuevo pacto. Hoy tambin existe la obra del ministerio del Nuevo Pacto, del Cuerpo deCristo, de la casa de Dios. Hoy, los apstoles, los profetas, los evangelistas, los pastoresy maestros, todos juntos deben perfeccionar a los santos, para que todos juntospermanezcan unidos en el Cuerpo, hasta que la plenitud del Cuerpo sea completa. Osea que aquella edificacin antigua, colectiva, corporativa, es la que debemos hacerhoy. Por eso dice x. 36:8: Todos los sabios de corazn... Son las personas quetienen temor, que ahora, despus de algunas disciplinas del Seor, quedan temerososde hacer cosas a su manera. Pues si no tenemos temor, hacemos las cosas como bienqueremos. Pero cuando aprendemos el temor, no nos separamos de los hermanos,sino que nos acercamos al Seor para ser edificados como Casa espiritual y sacerdociosanto, para ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios.

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    Pedro era un pescador de almas; tena que saber cmo pescar las variedades decardumes; lanzar la red a la izquierda y a la derecha, etc. Y Pablo tena que comprenderel asunto del tabernculo; l fue entrenado a propsito por Dios en el oficio de hacertiendas; porque haciendo aquellas tiendas, l sabra lo que era la primera unin deuna cortina con la otra, la segunda, la tercera; por la derecha o por la izquierda; cmose entrelazaban unas con otras; cmo y cules eran las tablas de encima, las tablas delnorte, las tablas del sur, etc.; porqu haca tiendas. Dios tuvo que tratar con Pablo enlo natural, para que entendiese este captulo. Porque Pablo tena el trabajo de edificar latienda de Dios. Hermanos, cuando yo lea esto, no entenda nada; pero Pablo entendaeste asunto.

    Entonces ahora vamos a leer xodo 26:1-14, la primera parte, la parte de la cubier-ta. Noten que, antes de Dios relatar las tablas y las traviesas, es relatado la cobertura.Porque de lo contrario, qu ira a proteger aquello? Quedara desprotegido. Dios hablaprimero de lo que protege, qu es la cobertura; por eso esto aparece primero. Hemosvisto que los que tienen un corazn voluntario, tienen el encargo de hacer un santua-rio para Dios, un tabernculo. Este es el pedido de Dios (xodo 25:2). Entoncesahora, en xodo 26, Dios comienza a dar la revelacin de la clase de santuario, detabernculo, que el Seor quiere. Y esta misma palabra, tabernculo, es usada muy apropsito por el Seor. Vemos en el texto griego de Juan 1:14: Y el Verbo se hizocarne, y tabernaculiz..... Juan, inspirado por el Espritu, us la palabratabernaculizar. Y despus tambin en Apocalipsis 21 es usada la palabra tabernculorefirindose a la esposa, el tabernculo de Dios con los hombres. Aqu vemos losdos aspectos del tabernculo: el misterio de Cristo - Cristo y la Iglesia. Quiero decir queen ese pasaje respecto del tabernculo, vamos a estar encontrando aspectos tanto de lapersona de Cristo como de la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. Porque el tabernculoes una imagen del Cuerpo de Cristo, el misterio de Cristo. El tabernculo es el misteriode Cristo; es la encarnacin del Verbo, pero tambin es el Cuerpo de Cristo. Vamos acomparar esto con la Escritura.

    En Efesios 3:3, Pablo dice que el Espritu le revel a l el misterio de Cristo; y elverso 4 dice: Leyendo lo cual podis entender cual sea mi conocimiento en elmisterio de Cristo. Es decir, el misterio de que habl Pablo, el tema central de losescritos de Pablo es el misterio de Cristo. 5Misterio que en otras generaciones nose dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santosapstoles y profetas por el Espritu. En el Nuevo Testamento, el Espritu revela elmisterio de Cristo, siendo edificados con judos y gentiles. Por eso dice 6que losgentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo. Ya vimos que este asuntodel tabernculo est exactamente relacionado con Cristo y la Iglesia; este es el misterio.As como vimos en el tema anterior, en Deuteronomio 12, que al entrar en la tierra,en la tierra se edificar casa. As como tambin Dios de la tierra edific a Adn y de

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    que la bestia tena diez cuernos (Daniel 7:7); vuelve a usar el nmero 10 para referirsetambin a las naciones. Y tambin Jess habla de diez vrgenes, refirindose a Suvenida. Si vamos a Gnesis captulo 10, encontraremos la tabla de las naciones, quedice as: 1Estas son las generaciones de los hijos de No. Y habla despus deldiluvio, de los hijos de Sem, Cam y Jafet, y termina el captulo as: 32Estas son lasfamilias de los hijos de No por sus descendencias, en sus naciones; y de stos seesparcieron las naciones en la tierra despus del diluvio. El nmero 10 es elnmero de las naciones, es el nmero que representa a la humanidad en general. Poreso fue interesante que Dios escogiese el nmero 10 para las cortinas de la tienda.Hars el tabernculo de diez cortinas. Dios podra haber escogido otro nmero,pero l tena razn para escoger el nmero 10. Y si seguimos al nmero 10 en larevelacin, percibimos que Dios quiere un pueblo de todas las clases. Todas lascortinas son de la misma medida. Dios no hace acepcin de personas; tiene pigmeos,tiene negros, tiene blancos, tiene amarillos, tiene rojos; tiene cultos, tiene indoctos,tiene hombres, tiene mujeres. La inclusividad del Cuerpo de Cristo est representadaen el nmero 10 de las cortinas.

    Hermanos, es muy importante que entendamos la inclusividad del cuerpo deCristo. Por qu? Porque muchas veces en nuestras vidas religiosas tratamos losasuntos con el particularismo de nuestra provincia. Nosotros los hombres somosprovincialistas; nos vamos bien con las personas que son como nosotros, que tienenel mismo acento que nosotros, que comen la misma comida que nosotros, quehablan la misma lengua que nosotros, que tiene la misma raza nuestra, las mismascostumbres. Pero el Seor no quiere un tabernculo de una sola cortina; no quiere untabernculo de semitas o antisemitas, o de negros y blancos, o de brasileros y chinos.Dios quiere un tabernculo de diez cortinas, donde quepa toda la humanidad. De todaclase de personas, de toda clase de cultura, de las selvas y de la ciudad, de las grandesreas metropolitanas y de los ltimos recnditos del monte, cachacos y costeos; todaclase de hijos deben hacer parte del cuerpo de Cristo.

    La unin de las cortinas

    El nmero de las cortinas es interesante, 10 cortinas. Y tambin es interesante queDios una estas cortinas; habla de una primera unin, etc. Vamos a ver esto en xodo26; y esto tiene mucha implicacin para la iglesia. La iglesia no es autctona (no esoriginada ni exclusiva del lugar o regin en que se manifiesta), la Iglesia es nueva yespiritual. No tiene nada de judo, nada de gentil, nada de escita, nada de brbaro, nadade brasilero, nada de colombiano, nada de paraguayo, nada de chino, de japons, decoreano, nada de norteamericano. La Iglesia es de toda la humanidad! Es muyimportante que sepamos el tipo de casa que el Seor quiere. Tomemos el ejemplo dela iglesia en Antioqua (Hechos 13:1), y su presbiterio. Tenemos all a Bernab, de

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    Seor, no; porque ninguna cosa comn o inmunda he comido jams (Hechos10). Pero el Seor haba dicho que era de todas las naciones.

    Hermanos, nosotros tambin somos como Pedro; no queremos comer ciertasclases de hermanos. Pero este asunto de las diez cortinas es muy prctico. Dios quieretoda clase de hermanos. Justamente por Jope entraba la madera gentil. Por eso Diosescogi que precisamente en Jope estuviese Pedro. Y en Jope recibi de Dios la revela-cin; porque Pedro tena las llaves (Mateo 16:19). En Jerusalem l hizo evidente unallave, l abri la puerta a los judos, una primera unin. Pero hemos ledo que elmisterio de Cristo es que los gentiles son coherederos; es decir, Dios tiene otras ovejas(Juan 10). Hermanos, en aquel tiempo el problema era entre judos y gentiles; hoypuede ser entre griegos y egipcios, brasileros y paraguayos, norteamericanos y cuba-nos, o japoneses y chinos. Debemos observar el principio. No es slo brbaros yescitas los que pueden disputar, puede ser ecuatorianos y peruanos, diciendo que unanacin no pertenece a otra, que no est en el mapa. Este principio de judos y gentiles,lo tenemos que llevar al resto de los asuntos. Este es el fundamento de las uniones.Tengo otras ovejas que no son de este redil. Este es el principio; unos y otroshemos entrado por un mismo Espritu al Padre. Ya no hay brbaro ni escita, siervo olibre. Este es el fundamento, unos y otros. En aquel tiempo era judos y gentiles, perohoy puede ser Bosnia y Serbia. Dios quiere serbios y bosnios en Su casa, pues es detoda tribu, pueblo, lengua y nacin. Esto debe quedar muy bien grabado en nosotros.No sabemos cmo ha influido nuestro provincialismo en el impedimento de la edifi-cacin de la casa de Dios. Somos conscientes; es slo que pasemos un poco la fronteray No tienen caf, no tienen margarina con pan, o caraota o arroz; oh qu cosa difcil!No hablan nuestra lengua, parece que todos son anormales. Parece que los nicosnormales somos nosotros. Nuestro acento es normal, pero el acento de otro es raro.Pero es mi acento el que es raro para l.

    La universalidad de la Iglesia

    Hermanos, en esto debemos ser muy conscientes: LA IGLESIA ES UNIVERSAL UNIVER-SAL! Y Dios trata profundamente con las enemistades admicas. En la cruz ya no lashay. En Cristo, todo esto ya fue tratado en la cruz. Uno de los tratamientos hechos enla cruz fue la abolicin de las divisiones de clases y regiones. Dentro de los propiospases hay regionalismo, y cuando estamos en el hombre natural nos conducimossegn el regionalismo, segn el acento, segn el provincialismo. Y cuando hay unareunin grande, tenemos comunin solamente con los que ya son nuestros amigos.Pero cuando usted es tratado por Dios, usted va a buscar a los que son lejanos, los queson diferentes de nosotros, los que representan otra cara de la humanidad que Dioshizo. La humanidad no es slo usted; usted solo no es la Iglesia. Dios quiere la Iglesiade todas las clases de razas y pueblos. Hermanos, enfaticemos que en el colegio

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    machismo, nuestro feminismo; todo tiene que desaparecer. Ahora es Cristo en vezde.... Cristo es todo en nosotros.

    Las medidas y las uniones de las cortinas

    Por eso dice as xodo 26:2: La longitud de una cortina de veintiocho codos, yla anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrn unamisma medida. Otra vez vemos los nmeros. El nmero 4 es el nmero de lacreacin, porque 3 es el nmero de Dios: El Padre, el Hijo y el Espritu Santo. Perodespus de Dios qu viene? la creacin. El nmero 4 es el nmero de la creacin: Loscuatro seres vivientes, los cuatro ngeles, los cuatro rostros de los querubines, repre-sentan la creacin. En el captulo 4 de Apocalipsis se adora a Dios por la creacin, enel captulo 5 por la redencin. El nmero 5 es el nmero de la gracia; porque despusde la creacin, Dios debe hacer una redencin. Por eso el nmero 5 es el nmero dela gracia, y en las medidas del altar, de la cruz, siempre aparece el nmero cinco. Peroel nmero 4 es el nmero de la creacin. El nmero 7 es el nmero de la completacinde Dios, del trabajo de Dios. Dios completa Su obra en siete das; Su revelacin secompleta en 7. Siete trompetas, 7 truenos, siete ngeles, 7 candeleros, 7 sellos, 7copas, etc. Por eso cuando mezclamos el nmero 4 con el nmero 7, 7x4=28, este esel nmero del tratamiento de Dios con Su creacin. Pero eso, las medidas de cadacortina es de 28 codos de longitud y 4 codos de anchura.

    3Cinco cortinas estarn unidas una con la otra, y las otras cinco cortinasunidas una con la otra. Esta es la regla en las cortinas en las Escrituras, que senombra a unos y a otros; y podemos ver en Efesios 2, que este principio de unos yotros, excluye al exclusivismo. Hermanos, lo que ms ha perjudicado la edificacindel Cuerpo de Cristo es el fenmeno del exclusivismo. Estar con unos pero no conlos otros; mas existe un principio de unos y otros. Estos unos estn, por ejemplo,representados en aquel tiempo por una unin que era de los judos, y otros, losgentiles; y el Cuerpo entero, el tabernculo, es como los gentiles siendo coherederosjunto con los judos; la norma es con unos y otros; o sea, la crucifixin del exclu-sivismo; es esta la norma.

    Hermanos, nosotros somos muy subjetivos y muy particularistas; y Dios tratarirreductiblemente con nuestro subjetivismo y nuestro particularismo, y nos demos-trar que muchas otras personas, diferentes de nosotros, tambin son de Cristo; apesar de ser diferentes, y no forman otro cuerpo. Ciertamente que Dios trabaja conunas cortinas para ac, otras para all, mientras el tabernculo no est todo terminado:porque esto es una edificacin progresiva. Pero esta edificacin tiene una meta paraalcanzar: Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento delHijo de Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud deCristo (Ef. 4:13). En Efesios 2:11-22, vemos manifestado en forma clara aquello que

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    nuestro camino se estrechar. Cmo? Dios lo sabe. El asunto es que los unos y losotros son de Cristo. Pero la pregunta es: Quiere usted esto a pesar de todo el rechazo?O sera, quines son de Cristo? Es esto lo que debemos aprender. Que los unos y losotros tienen entrada, ya no hay extranjero en el cuerpo de Cristo. Somos nosotros losque tratamos a unos como propios y a otros como visitas; unos como hermanos deprimera categora, y a otros como de tercera, cuarta, etc.; o simplemente primos. Peroen el Cuerpo de Cristo no hay primos; hay hijos e hijas. O es hijo y est adentro, o noes hijo y est afuera. Pero si es hijo, est contigo; acadmico o ignorante. Tenemos queencarar esto con mucha seriedad y temor, y no retroceder motivados por el viejohombre. Debemos enfrentar esto con temor; con cuidado, pero con sinceridad.

    20Edificados sobre el fundamento de los apstoles y profetas... 21en quien todoel edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Seor;22en quien vosotros tambin sois juntamente edificados. Aqu se habla de todo eledificio bien ajustado. Generalmente vemos slo una parte del edificio, que no essuficiente: nuestra parte. Nos gustara que nuestra parte estuviese bien ajustada. La delos dems, a quin le importa? Pero ellos son parte de Cristo tambin; y todo eledificio, unos y otros, es lo que llamamos la edificacin conjunta de la casa de Dios.Debemos aceptar que somos edificados juntamente con todo el Cuerpo. Es difcil, peroes la verdad. Juntamente somos edificados para morada de Dios en el Espritu. Este esel principio que aparece simbolizado en xodo 26:3-4: 3Cinco cortinas estarnunidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra. 4Yhars lazadas de azul en la orilla de la ltima cortina de la primera unin; lomismo hars en la orilla de la cortina de la segunda unin; y cumplido enHechos 10:13: Pedro, mata y come. No quiero, Seor; -dice Pedro. Pero Dios dice ylo hars: Pedro, mata y come. Pedro tena que ir, y dice de cunto era abominabletratar con aquellos gentiles. Pedro, hermanos, el que tena las llaves, tuvo que abrir laspuertas de Jope para que entrase la madera de Tiro. De Tiro, donde estaban aquellosreyes del diablo. Pero de all Dios trajo madera, por Jope, para que tomara parteigualmente con la madera de Israel, en la casa de Dios. Y hoy Jope es justamente Tel-Aviv, donde est el aeropuerto, y a donde llegan a Israel todos los aviones de todo elmundo. Tel-Aviv es Jope hasta hoy, y todos los gentiles que van a Israel llegan por avina Tel-Aviv, que es Jope. Hermanos, todas las veces que omos hablar de Tel-Aviv,recordamos a Jope, donde Dios habl a Pedro, dicindole: Mata y come.

    4Y hars lazadas de azul en la orilla de la ltima cortina de la primeraunin; lo mismo hars en la orilla de la cortina de la segunda unin. Nosotroslo tenemos que hacer. Las cortinas son de 4 por 28 codos, y son 5 con lazada de azulen la orilla; y otras 5 con lazada de azul en la orilla. Para qu las lazadas? Paraentrelazar las dos partes, para hacer UN SOLO TABERNCULO; con unos y otros. Esta es laregla; un equipo y otro equipo. Veamos un entrelazamiento. Por un lado estaban

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    Dios le dijo a Josu que ordenase a los principales para que stos coordinaran alpueblo para que pasasen el Jordn; pues los sacerdotes iban al frente, pero el pueblodeba quedar atrs (Josu 1:10-11; 3:1-4). Haba tambin sobre los sacerdotes unpeso. Unos sacerdotes bajos, otros altos; unos ms rpidos, otros ms lentos, tenanque aprender a coordinarse para poder llevar el arca. Llevar el arca solos pareca msfcil, pero tena que ser entre cuatro. Ellos primero tenan que aprender la coordina-cin, y aproximarse bajo el peso del arca, del peso de la palabra. Qu piensas en tucorazn? La visin que te gobierna no puede dejar el arca. Tienes que atravesar por elJordn y quedarte all, para que el pueblo pueda pasar. Si ustedes no se humillan, elpueblo no puede pasar despus. Nosotros tenemos que pagar el precio primero.Humillarnos hasta la muerte, para que el pueblo pueda pasar. El pueblo no conoceeste camino, nosotros tampoco. Es la nube que va adelante; y los levitas van detrs dela nube, con el arca.

    Josu dijo as (3:3-4): 3Cuando veis el arca del pacto... y los sacerdotes quela llevan... marcharis en pos de ella... 4por cuanto vosotros no habis pasadoantes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella haya distancia. Existeun orden. No son todos los hermanos los que pueden hacer esto; porque muchasveces estos entrelazamientos entre unos y otros no son fciles. Deben ser los princi-pales; o sea, ahora Tito, Bernab y Pablo van a hablar con los lderes de otro grupo. Ycuando hubieron arreglado todo, todo qued claro, segn el deseo del Espritu. Ahoraentonces pueden conducir a la conclusin a todas las iglesias, en todas las ciudades,confirmando para que haya paz. Pero debe haber paz en las iglesias, por el trabajo deentrelazamiento; difcil trabajo.

    Estamos viendo estos ejemplos en Glatas 2:2: Sub a Jerusaln por causa deuna revelacin, y para no correr o haber corrido en vano.... Vean cmo es dedifcil. Despus de catorce aos, Pablo escribi esta frase: Sub a Jerusaln porcausa de una revelacin. Slo por causa de la revelacin. La revelacin fue lo quemotiv a Pablo a subir a Jerusalem. Hermanos, subir a Jerusalem, no es fcil. Perotodos debemos subir a Jerusalem algn da, para examinar y ser examinados pornuestros hermanos. Tanto los que trabajan entre unos, como los que trabajan entrelos otros; los que trabajan con la circuncisin y los que trabajan con los gentiles;porque el Cuerpo es UN SOLO CUERPO. Sabemos que cuando se est haciendo el trabajo deuna sola cortina, no hay muchos problemas; pero al llegar el tiempo de que seentrelacen estas cinco con aquellas cinco, ah es difcil. Mas ese momento va a llegar.Y que Dios abra nuestros entendimientos y nuestros ojos, y comprendamos losmovimientos de Dios. Y Dios abra nuestros ojos para que comprendamos la edifica-cin conjunta, con gentes de todas las clases diferentes de la nuestra.

  • [298] La Casa y el Sacerdocio

    Dios. Vean que no fue Pedro quien invent la visin de Dios; no fue Pedro quienmand al ngel de Dios all; no fue Pedro quien invent aquella direccin del Espritu;no fue Pedro quien hizo descender al Espritu de Dios. Dios es quien va adelante!, lascosas van adelante, y t vas siendo llevado atrs, y enrolado en el movimiento. Este esel actuar de Dios. Hermanos, el actuar de Dios nos pone en situaciones muy difciles,hasta quedar en medio de dos aguas. Y saben una cosa, hermanos? Para que puedahaber entrelazamiento (edificacin), tiene que haber fundamento. Pues, los edificadoresde izquierda no saban dnde poner esta piedra. Decan: Esta piedra no encaja connosotros. Nosotros somos de izquierda, y esta piedra est demasiado a la derecha. Y losedificadores de la derecha, decan: Esta Piedra no es como nosotros; tiene un acentodistinto, no come caraotas. Esta piedra no encaja aqu, es demasiado izquierdista. Demodo que unos decan: Esta piedra es muy izquierdista. Y otros decan: Esta piedra esmuy derechista. Pero la piedra que los edificadores rechazaron, a esta piedra Dios pusopor Cabeza del ngulo (1 Pedro 2:6).

    Catalizadores en el Cuerpo

    Hermanos, llegar un momento en nuestro crecimiento en Cristo, que tendremospacificadores de diferentes imprecaciones. He aqu una figura: En qumica existe elfenmeno de la catlisis. La catlisis consiste en lo siguiente: tenemos dos sustancias,cloro y sodio. Si juntamos slo esas sustancias, es muy peligroso para nosotros. Peroexiste una tercera sustancia, que es el hidrgeno, que puede tomar un poco de cloroy un poco de sodio, y hacer sal comn comestible. Esto se llama catlisis -una tercerasustancia que puede hacer que se relacionen otras sustancias que por s solas nopueden relacionarse. Cristo es la piedra del ngulo, y en l est la paz del Cuerpo. l esel canal central del candelero, donde se juntan los brazos que estn en los extremos.A veces, hermanos, ustedes tienen comunin con los hermanos, pero no puedenpermitir ser enclaustrados en todo lo que ellos quieren. Ustedes saben que ellos sonsus hermanos, pero los bautistas quieren que ustedes sean solamente bautistas; losmetodistas quieren que ustedes sean asimismo metodistas, y no haya nada con losbautistas, y viceversa. Pero ustedes reconocen que hay cosas de Dios entre estos yaquellos, y ustedes tienen que hacer la catlisis. Sois bienaventurados! En la medidaen que el Seor vaya dando ms incumbencias, y mayor responsabilidad, ustedestienen que resolver ms contradicciones, competiciones. En la medida en que ustedesreciban ms autoridad, cada vez ms vienen a nosotros contradicciones, rivalidadesms difciles. Porque Cristo es por naturaleza la Cabeza; no es de derecha ni de izquier-da, no es publicano, ni es zelote. Es la cabeza del centro entre Mateo y Simn; yManan y Simn Niger. Y cuando Cristo crece en ti, t participas con l como pacifica-dor. Es preciso comprender esto en la edificacin del Cuerpo de Cristo. Hay hermanosque no pueden tener comunin entre s, pero t puedes tener comunin con ste ytambin con aqul. Debes hacer el trabajo de catalizador, de entrelazamiento. Ellos no

  • [300] La Casa y el Sacerdocio

    Hablando an de Bernab, dice (Hch. 11): 23Y llegando, vio la gracia de Dios,y se alegr. Qu hizo Bernab? Cuando lleg a Antioqua, vio la gracia de Dios. ldijo: Oh, ustedes estn partiendo el pan con la misma clase de pan que nosotros!?Hermanos, no tiene que ser en muchas copitas; debe ser en un cliz grande. El pan nopuede tener levadura. l primeramente vio la gracia; y con aquel corazn bueno, lesexhort a que continuasen as, y fue agregada una multitud. Esto es ser catalizador.Hermanos, necesitamos de gente que comprenda a Dios. Hay ocasin para Pablo, paraPedro; tiene oportunidad para Felipe, tiene momento para Juan Bautista. Hay rdenesy tiempos para que se cumplan. Todo tiene su tiempo. Hay un tiempo para que Pedrorena. El problema es cundo esparcimos en el tiempo de juntar, o juntamos en lahora de esparcir. Dios tiene Su hora. Debemos saber cul es la hora actual de Diosreunir en Cristo todas las cosas en los cielos y en la tierra, a travs de la Iglesia, delCuerpo, del ministerio del Cuerpo. Hermanos, nosotros como obreros, tenemos quecomprender esto. No podemos ser provincialistas; comprender este misterioso trata-miento de Dios es duro para nuestra carne: no seis estrechos.

    9Y reconociendo la gracia que me haba sido dada, Jacobo, Cefas y Juan...nos dieron a m y a Bernab la diestra en seal de compaerismo (G. 2). Estoes entrelazamiento de las cortinas, el entrelazamiento de los diferentes equipos, elencuentro de unos y otros, reconciliados en un solo y mismo Cristo, que es nuestrapaz. Debemos aprender esta leccin cuando llegue la hora. No debemos buscar elmomento en la carne; tampoco debemos de huir de la hora cuando el Espritu datestimonio. Viene la hora, y ahora es. Nos dieron la diestra en seal de compa-erismo, para que nosotros fusemos a los gentiles, y ellos a la circuncisin. Esdecir, ellos siguieron trabajando, pero ahora tenan consciencia de ser un solo Cuerpono slo en teora, en la doctrina eclesistica, sino en la prctica; en la prctica queinclua ayuda a los pobres del otro equipo. 10Solamente nos pidieron que nosacordsemos de los pobres; lo cual tambin procur con diligencia hacer. Y estospobres eran de los que trabajaban con los de la circuncisin; el otro equipo de herma-nos fue ayudado por estos hermanos. stos se encontraban deudores de los otros, yayudaron de manera muy prctica, para resolver las necesidades incluso materiales.Este es el Cuerpo de Cristo, este es el Tabernculo que el Seor est levantando.

    Sigamos nuevamente en xodo 26:4 en adelante. 4Y hars lazadas de azul enla orilla de la ltima cortina de la primera unin; lo mismo hars en la orilla dela cortina de la segunda unin. 5Las lazadas estarn contrapuestas la una a laotra. En la revelacin, el azul representa lo celestial, lo que es de arriba. Estas lazadasdeben ser hechas por Dios, y Dios las hace. Y as hemos llegado, hemos entrado. Sonlazadas de azul. Lo mismo hars en la orilla de la cortina de la segunda unin.Este lo mismo es lo que permita la unin entre los judos. Y es el mismo elemento,el Espritu, que permita la unin entre los gentiles y entre unos y otros. El mismo

  • [302] La Casa y el Sacerdocio

    Santiago, se sintieron un poco extraos. Pero esta es la hora de Pablo: Por favor, noexageren tanto; est bien, con el judo uno se hace como judo, pero no tanto; con elgentil, se hace como gentil, pero no tanto; con el que est sin ley como si estuviese sinley, pero no tanto. No estoy sin ley, estoy en Cristo. Me hago como si estuviese bajo laley, pero no tanto; en verdad no estamos bajo la ley; estamos en Cristo.5

    Dios tiene un equilibrio. A veces algunos hermanos en el Cuerpo enfatizan elEspritu; otros enfatizan la Palabra. Y ambos tienen razn; el arca debe tener unquerubn en un extremo y otro en el otro extremo; y el Seor habla debajo de losextremos; no es en una ni en otra parte. Hermanos, no entendemos que lasdisputas que suceden en la Iglesia es para proteccin de Dios? Necesitamos de todoeso. Porque es obvio que el corazn no va a funcionar como el hgado, porque no eshgado. Hermanos, sera una locura compararnos los unos a los otros. Qu prefie-res t, los pulmones o el estmago? Yo necesito los pulmones y necesito el estma-go; entonces: Por favor, deja todo ah adentro. As es en el Cuerpo, hermanos, noentendemos la variedad y la complementacin. Y, porque tenemos una comisindiferente, funcin diferente, a veces entendemos mal a los dems. A veces pareceque nuestros ministerios son distintos: los unos parece que son muy rgidos, losotros parece que son muy amables; pero Dios necesita de Pablo y de Bernab, dePedro y Juan, para el equilibrio. Si todo fuese rigor, dnde estara la misericordia?Si todo fuese gracia, dnde estara el gobierno?

    Necesitamos de todos los hermanos en un solo Cuerpo. Debemos comprenderesto y aceptarnos las diferencias, y no interpretar mal los acontecimientos, para que eldiablo no saque ventaja contra nosotros. No tenemos que luchar contra los hermanos;nuestra lucha es contra los principados que quieren hacer que nos mal entendamos. Siyo soy evangelista, voy a estar contra el maestro, diciendo: T ests ah estudiando laBiblia y las almas se estn perdiendo por ah. Te ests apacentando a ti mismo. Quhaces estudiando y enseando la Palabra? T debes evangelizar. Entonces responde elmaestro: Y t evangelizando! Cunta gente dice que acept al Seor, y ahora estn otravez en el mundo? Porque no est estructurada. Necesitan estar estructuradas. Y ambostienen razn. Dios quiere evangelistas, pero tambin maestros y pastores, etc. Unostienen que hacer una cosa, y otros tienen que hacer otra cosa. Hermanos, no debemosjuzgar a los dems con nuestra medida. Debemos comprender al Cuerpo, las diversida-des, las complementaciones; para que seamos tratados, para que Dios pueda poner Suplenitud entre todos. Necesitamos comprender totalmente y con todos, las medidas deCristo; porque cada uno de nosotros es muy estrecho.6

    5Ver 1 Corintios 9:19-23.

    6Ver Efesios 3:17-19.

  • [304] La Casa y el Sacerdocio

    propio nombre. S, Dios es celoso con Su nombre, pero Dios quiere darse. Y el sentidode darse de Dios, es por la actitud del hombre, por el pecado del hombre. Dios toma lainiciativa de alcanzar al hombre pecador y muerto en sus ofensas, as como tom lainiciativa en el caos de Gnesis 1, cuando el Espritu de Dios comenz a moverse. Elcaos no poda hacer nada por s mismo; si Dios no hubiera tomado la iniciativa demoverse con movimientos exactos, el caos hubiera quedado en el caos. Pero Dios es elDios que ama primero, que toma la decisin de moverse sobre el caos, y poner ordenen medio del caos; traer luz donde haba tinieblas, y separa las cosas de arriba y las deabajo, y convoca a la tierra para que haya vida y edificacin de S mismo en la tierrasurgida de las aguas del caos.

    El darse de Dios

    Verdaderamente, hermanos, el evangelio de Dios viene al hombre. Dios ve laoscuridad del hombre y al pueblo morando en tinieblas en la regin de sombra demuerte (Isaas 42:7), y ste recibi la visitacin de Dios. Dios descendi hasta la reginde las tinieblas para activar, para hacer la luz, para restaurar, para edificar una casa paraS, para ser el Dios de esta casa. A veces, cuando Dios dice que todo es Suyo, pensamosque Dios es egosta. No! Dios solamente es realista. Dios sabe que debe llamar todo aSu responsabilidad, que l es el sustento de todo, que nosotros slo seremos realiza-dos en l, en la realidad en la cual l es el centro. Pero Dios, como centro, no es unDios egosta. Dios es el centro para darse, para realizar. La voluntad de Dios, conformea Su naturaleza, en cierto aspecto es amor. Todo este asunto, hermanos, del tabern-culo que estamos considerando juntos, es este proceso que Dios va mostrando dedarse. l se da al hombre como porcin; Dios quiere ser la porcin del hombre, laposesin del hombre; y l dijo esto: Moiss, yo voy a ser tu porcin. No fue Moissquien habl primero. Fue Dios quien prepar el asunto de una tierra para Moiss; esDios que quiere ser posedo por el hombre. Todo este proceso de entrarnos en la tierray construir una casa, es para Dios darse al hombre. La casa es para l estar all, serconocido, ser tenido por vida de Su pueblo. Y a nosotros, criaturas que no tenamosnada, Dios que no es egosta, se nos dio a S mismo para ser nuestra vida eterna. Sinningn egosmo, el Dios grande, est dispuesto a hacerse uno solo con una pequeacriatura, un tabernculo.

    Todo este trabajo de la edificacin de la Iglesia es un darse de Dios; porque laedificacin de la Iglesia es la formacin de Cristo. La Iglesia se edifica cuando Cristo seforma. La edificacin de la casa, del tabernculo, es la formacin de Cristo, y aquelproceso de la gravidez de la Iglesia; grvida de Dios. Y la edificacin de la Iglesia es elcrecimiento de Cristo en nosotros; y el crecimiento de Cristo es el darse de Dios; estaes la verdadera edificacin de Dios, es el darse de Dios. No salimos ni podramos salirde las tinieblas por nosotros mismos. Pero el Dios misericordioso es quien nos llam

  • [306] La Casa y el Sacerdocio

    Seor est formando una sola tienda, una sola cubierta, entrelazando cortina concortina para formar una sola tienda; porque el Seor dijo: una tienda. Entonces que elSeor extienda Su tienda. Y dice as: 5Cincuenta lazadas hars en la primeracortina, y cincuenta lazadas hars en la orilla de la cortina que est en lasegunda unin; las lazadas estarn contrapuestas la una a la otra. Ah apareceel entrelazamiento en el Cuerpo de Cristo, de las diferentes clases de personas. Enaquel tiempo era entre judos y gentiles; pero el principio es que el Seor toma gentesde toda clase de personas, de toda tribu, lengua, nacin, cultura, para formar un solotabernculo. Existe algo en la edificacin del Cuerpo de Cristo que se llama elentrelazamiento. Por eso se habla aqu de lazadas.

    6Hars tambin cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazars lascortinas la una con la otra, y se formar un tabernculo. Antes de considerarms ntidamente los asuntos de los corchetes (los de oro, los interiores, pues los debronce son los exteriores), nos vamos a detener un poco ms en esta expresin:entrelazar. Efesios captulo 4 se corresponde con xodo 26, con xodo 36 y losdems pasajes que hablan de la edificacin del tabernculo. Efesios 4 es el proceso dela edificacin del Cuerpo. Lo que Pablo habla en Efesios 4 es cmo se levanta eltabernculo. Vemos que la contraparte espiritual de la tipologa es la realidad. Latipologa es xodo 26 y 36, los pasajes de Reyes, en Crnicas, y otros pasajes quehablan del lenguaje de Dios acerca de una realidad espiritual que vendra en el futuro.Como leemos en el asunto anterior que Moiss fue fiel en la casa de Dios para testimo-nio de las cosas que se haban de manifestar (Hebreos 3:5). Dios anunciara en elfuturo un asunto, para lo cual Moiss habra de ser fiel en el pasado. De manera queesta fidelidad de Moiss en la casa de Dios, testifica de la fidelidad de Cristo, como Hijosobre Su casa. En el tabernculo Moiss representa a Cristo en su casa; Cristo a ladiestra el Padre; Rey de reyes, Seor de seores, dirigiendo la edificacin de la Iglesia.Cristo sobre Su casa, la cual casa somos nosotros, la Iglesia, la sumatoria de todos loshijos de Dios legtimos. Entonces Cristo a la diestra del Padre, sobre Su casa, est ahoraedificando el verdadero tabernculo. De manera, pues, que Efesios 4 es la contrapartede xodo 26. Tambin vamos a leer Efesios 4 entre los presentes, para ver desde elNuevo Testamento, las entrelneas de xodo 26. Claro que es preciso ver que desde elverso 1 ya habla de un solo Cuerpo, un solo Espritu, incluso de un solo comportarse.Guardar una unidad que ya existe en el Espritu, en el interior; habla tambin de unaedificacin, una unidad para alcanzar en la fe y en el conocimiento. Una que se debeguardar, que ya existe en el interior; otra que se debe alcanzar, que es una meta quetodos juntos debemos alcanzar en la edificacin.

    Vamos a ver los aspectos interiores de la unidad, como un hecho divino, existentey presente en todos nosotros, como hijos de Dios; y tambin vamos a ver otro aspectoque es ms productivo, de mayor fructificacin de esta providencia de Dios. Leemos en

  • [308] La Casa y el Sacerdocio

    calzado porque es tierra santa. Pero son los mismos materiales del hombre interior, dela verdadera cobertura interior, de la verdadera casa de Dios. As vamos comparandoxodo 26 con Efesios 4.

    Vamos a encontrar tambin encima de aquellas cortinas interiores de materialespreciosos, la existencia de otra cortina. Pero esta es con una medida adicional y conmaterial que nos hace pensar mucho: pieles de cabra. Vamos a ver en xodo estosdos niveles, de dentro hacia afuera. Porque en el interior tenemos cortinas muypreciosas, pero estas cortinas preciosas, estn cubiertas por otra cortina que tiene unamedida adicional. Las cortinas interiores son de 28 codos por 4, mientras que lascortinas de pelo de cabra son de 30 codos. Tienen un codo adicional en cada lado;tienen un incremento en los costados del tabernculo, que tiene que ser tratado. Poreso aquel pelo de cabra es tratado. Dios conoce que Su casa sera hecha con personascuyo pecado tena que ser tratado, de las cuales el viejo hombre tena que ser tratado.Por eso Dios tena que simbolizar de alguna manera este fenmeno misterioso de Sucasa. La preciossima casa de Dios que tiene a Cristo en su interior por vestidura, tienepor encima un material adicional, en el hombre exterior, que es de cabra. Pero graciasa Dios, es tratado. Debemos ver esto. Porque cuando se habla de la unidad del Espritu,el primer nivel, se habla de algo que debemos guardar. Las lazadas son de azul, loscorchetes son de oro, que representa la naturaleza divina, nuestra identidad con elEspritu, en el interior. Pero en nuestro hombre exterior existe una situacin compleja;por eso los corchetes de que se trata en las cortinas de pelo de cabra, no son de oro, sonde bronce. Por eso en la unidad de la fe y del conocimiento, se habla, no de guardar,sino de alcanzar; se habla de un proceso, de una unin, de un entrelazamiento; deevitar las artimaas del error, y la astucia de los hombres, y de aprender la coordinacina travs de la cruz. Ya existe en el interior, pero debe aflorar en el exterior; un procesode tratamiento; y este proceso del interior hacia el exterior est representado por estosdiferentes estratos de las cortinas.

    Los corchetes: de oro y de bronce

    Vamos a seguir entrelazando xodo 26 con Efesios 4. Volvamos a xodo 26.6Hars tambin cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazars las corti-nas la una con la otra, y se formar un tabernculo. Debe haber una ligazninterior de las cortinas interiores, con corchetes de oro. Nosotros somos ligados en elinterior por la naturaleza divina, por el Espritu de Cristo; en nuestro interior, no comopersona sino como Iglesia, como Cuerpo de Cristo; ya tenemos en el interior la unidaddel Espritu, que es la naturaleza divina. La naturaleza divina dentro de cada hijo deDios, ejerce cierta presin interior. Por eso dice el apstol Pablo: Porque el amor deCristo nos constrie, pensando eso (2 Co. 5:14). Despus sigue diciendo que Diosnos dio el ministerio de la reconciliacin, etc. Hay un constreimiento interior de

  • [310] La Casa y el Sacerdocio

    camino es el entrelazamiento. La coordinacin es lo que produce la edificacin. Efesios2:21 dice: 21En quien (en Cristo) todo el edificio, bien coordinado, va creciendopara ser un templo santo en el Seor; 22en quien vosotros tambin sois juntamen-te edificados. Fuera de Cristo no hay coordinacin; nadie puede coordinar el Cuerpode Cristo. Pero s en Cristo. Noten la relacin entre coordinacin y crecimiento conedificacin. Dice: vosotros tambin sois. Esta palabra, vosotros tambin soisjuntamente, es la coordinacin. Este es el entrelazamiento de unos hijos con losotros hijos; de estas cortinas con aquellas cortinas, para que se forme un solo tabern-culo, un templo santo, para morada de Dios en Espritu.

    Juicio por el no discernimiento del Cuerpo

    Hermanos, debemos comprender que no podemos ser obstinados, ni tampocosentimentales, al trabajo que el Espritu quiere hacer en nuestra coordinacin. Paracoordinarnos interiormente, en nuestro espritu, no hay problemas; el problemaest en la coordinacin en la capa de pieles de cabra; ah est el problema. Enaquello que la casa de Dios tiene de cabra, esto tiene que ser torcido, tratado y puestobajo la presin del bronce. Por eso os digo que Dios ama, pero no podemos negarque hay dolor en la edificacin de la Iglesia. A veces el juicio de Dios, la disciplina deDios en la Iglesia, implica muerte; no la segunda muerte, sino la primera muerte.En 1 Corintios 11, dice que aquellos hermanos que hayan partido el pan sin discer-nir el Cuerpo, en divisin, en la carne, sin discernimiento, deben ser juzgados porel Seor. Si nos examinamos a nosotros mismos, Dios nos da tiempo para que nosarrepintamos. Dios dijo: 21Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero noquiere arrepentirse. Dios da un tiempo para que nos arrepintamos a cada uno denosotros; y llega un tiempo en que no nos arrepentimos, no confesamos nuestrospecados y errores. Entonces dice: 23Y todas las iglesias sabrn que yo soy el queescudria... (Ap. 2:20-23). Si no nos examinamos a nosotros mismos, l tendrque examinarnos. Por eso en 1 Corintios 11, dice: 30Por lo cual hay muchosenfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

    Hermanos, cuando no discernimos el cuerpo, cuando estamos en divisin oaislamiento, nos debilitamos; somos juzgados, somos castigados con debilidades.Esto es parte del juicio de Dios para mostrarnos, para hacernos entender que no noshemos examinado bien a nosotros mismos, que no nos hemos juzgado a nosotrosmismos, que no hemos reconocido nuestros pecados a la luz de Dios, respecto delCuerpo de Cristo. Porque estos castigos de que se habla en 1 Corintios 11, se refierenal asunto de la comunin y que hacen indigna la participacin de la mesa; es nodiscernir el Cuerpo; es participar en divisin, sin tratar el pecado, sin tratar los asuntos.Cree usted que Dios va a hacer excepcin con usted? Vamos a pensar que somosmuy especiales, que con nosotros no habr problemas? Que podemos escapar, que

  • [312] La Casa y el Sacerdocio

    queremos siempre ser los primeros. Pero vamos de terceros, sin bandera; atrs de laotra tribu. No, Dios mo! Pero Dios dice: S, es como Yo quiero.

    Hermanos, este asunto de la edificacin del Cuerpo es un asunto gubernamentaldel reino de Dios en la tierra. No es un asunto liviano que podamos juzgar con nuestrareligiosidad, haciendo cualquier cosa. Debemos tener temor de Dios; debemos tener elestandarte de Dios; y quien escoge esto es Dios y no nosotros. Dios nos guarde! Diosdice aqu que por comer juicio hay muchos enfermos y debilitados, y muchos duer-men. Y dice tambin que si nos examinsemos a nosotros mismos.... Este es elproblema. Nosotros tenemos ojos muy penetrantes para examinar a los dems, perono nos conocemos a nosotros mismos. Con esto justamente estamos desperdiciandoel tiempo concedido por Dios para que nos arrepintamos, como el Seor se lo dijo aJezabel. Es cosa seria; muy seria! Dice que si nos examinsemos a nosotros mismos,no seramos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Seor.

    Hermanos, existe algo que se llama el castigo del Seor. Este castigo es para queno seamos condenados con el mundo; porque somos amados, porque somos hijos,somos castigados por Dios. Si no fusemos corregidos, si no fusemos castigados, esoindicara que somos bastardos y no hijos. Pero porque no somos bastardos, Dioscomienza Su juicio por nosotros.10 Si un general le entrega a un teniente una parte dela batalla, y aquel teniente no hace un buen trabajo, la reprensin no le viene a lossoldados, sino al teniente. Dios comienza Su juicio no por aquel que est ms lejos.Dios comienza Su juicio por los que estn cerca. El Seor dijo en Ezequiel 9 que nose acercasen al pueblo que lloraba por la ruina de la casa; pero estaban todos conten-tos; todo est en ruinas pero ninguno llora. Si encontrasen a alguien llorando por laruina de la casa y la ciudad, lo conservasen. 6Pero a todo aquel sobre el cual hubiereseal, no os acercaris; y comenzaris por mi santuario. Adelante, que se pusieseel sello en los que lloraban por las abominaciones de la ciudad y de la casa; atrs venael juicio. Pero Dios dijo: Voy a juzgar... comenzar por el santuario. En aquel tiempomuri Pelatas; y Ezequiel dijo: Dars t fin al resto de Israel?. Pero Dios comienzael juicio por el santuario; por nosotros comienza el juicio.

    Hermanos, hermanos! Entre nosotros hay hermanos dbiles, entre nosotros hayhermanos enfermos, entre nosotros hay hermanos muertos; porque Dios ejerce jui-cio gubernamental en la edificacin de Su casa; porque por causa de la cabra impedi-mos juntarnos en un solo tabernculo. Por eso los corchetes de bronce deben hacerla presin; dividimos la Iglesia, dividimos el Cuerpo con mucha liviandad, con muchaconfianza propia en nosotros mismos, en nuestra propia prudencia. No tenemos

    10Ver Hebreos 12:7-8.

  • [314] La Casa y el Sacerdocio

    no son peores que otros; todos somos iguales. En la carne somos iguales y noconfiables. No se puede confiar en uno ms que en otro. La carne de alguien no es msconfiable que la de otro. La carne del gran apstol Pablo no es confiable. l dijo: Massi aun nosotros (el mismo Pablo)... os anunciare otro evangelio diferente del queos hemos anunciado, sea anatema.

    9Y unirs cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblars lasexta cortina en el frente del tabernculo. Noten que la cortina nmero 11 estaba alfrente del tabernculo, en la puerta oriental. Noten que la puerta del oriente representaa Cristo. Y, en Cristo, aquella cortina nmero 11, estaba doblada. Aleluya! Estabadoblada, estaba tratada. En Cristo, el pecado fue tratado, fue rasgado, en la puerta deentrada del sol, en la puerta de oriente; y al frente de la puerta de oriente, el pelo decabra estaba doblado atrs. Como dijo Jess: Qutate de delante de m, Satans(Mt. 16:23). Cristo fue hecho pecado por nosotros. Cristo fue hecho maldicin pornosotros. El pecado, la maldicin, el diablo, el mundo, los principados, el acta dedecretos contrarios a nosotros, todas aquellas cosas negativas fueron tratadas, tiradashacia atrs en la puerta que es Cristo. Pero dice: 10Y hars cincuenta lazadas en laorilla de la cortina, al borde en la unin, y cincuenta lazadas en la orilla de lacortina de la segunda unin. 11Hars asimismo cincuenta corchetes de bronce.Como ya lo dijimos, cuando se haba de tratar con el azul, lo celestial, con prpura,la majestad, con carmes, la redencin; con lino torcido, la justicia, no eran necesa-rios corchetes de bronce, eran de oro. Nada de lo que hay en el nuevo hombre,necesita ser juzgado.

    Unidad del Espritu y unanimidad

    Pero como aqu no se trata de la unidad del Espritu, sino de la unanimidad, no setrata de la cortina ms interior, se trata de una cortina un poco ms exterior, el trabajotiene que ser con disciplina. Por eso los corchetes para enlazar las cortinas de pelo decabra son de bronce, no son de oro. Dios trata nuestro hombre interior con oro,pero nuestro hombre exterior, con disciplina. Creo que la mayora de los herma-nos conocen este asunto del hombre interior y del hombre exterior a travs de lalectura del libro La Liberacin del Espritu, de Watchman Nee. Entonces voyslo a citar 2 Corintios 4:15 en adelante: 15Porque todas estas cosas padecemos poramor a vosotros... 16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hom-bre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de da en da.17Porque esta leve tribulacin momentnea produce en nosotros un cada vez msexcelente y eterno peso de gloria. Haba padecimientos en la vida de los apstoles.Aquellos padecimientos eran en el hombre exterior, en el alma, que debe negarse a smisma, que debe humillarse hasta la muerte; a veces con la ayuda de los problemasdel cuerpo o sus circunstancias. Y es la tribulacin, la disciplina, el castigo de Dios que

  • [316] La Casa y el Sacerdocio

    colectivamente. Corporativamente tomaba ciudad por ciudad. Tenemos que tomar aJeric, debemos tomar a Gilgal, debemos tomar a Betel, debemos tomar a Hai, aSiquem, etc.; debemos tomar a todas las ciudades de la tierra. Pero no vamos a tomarposesin de la tierra en desorden, sino en orden; no en divisin, sino en unanimidad.Para combatir es necesario la unanimidad. Para ser salvo basta confesar los pecados ycreer en el Seor Jess; pero para combatir como un ejrcito, como un guerrero deDios, contra las potestades que estn en las ciudades, necesitamos ser unnimes.

    Hermanos, cualquier pequea brecha que fuere dejada para con tu hermano, porall entra el diablo. l va a entrar en cualquier diferencia que tengas con tu hermano;va a ser aprovechado por el diablo. Cualquier diferencia, cualquier defensa en nuestrasalmas. El Seor debe hacernos un solo hombre, un alma, un corazn. Unnimes!No slo un Espritu, sino tambin un nimo, un mismo sentir, un mismo pensar, enuna esfera ms exterior; una esfera de tratamiento. Llegar a la unidad de la fe, y nomuchos tipos de fe, divididos uno contra el otro. Esto es lo que son las cortinas de pelode cabra, siendo unidas, disciplinadas. Hermanos, cuando se trata de ser hijos deDios, andamos como hijos; pero cuando se trata de ser soldados, no podemos andarsino marchar. Marchar es distinto de andar. Cuando vas por la calle, ves gente andandopor la calle a voluntad: uno va rpido, otro despacio. T tienes libertad para hacer loque quieras; pero cuando ests en un ejrcito, marchando, hay una gran diferencia.Pablo le hablaba a Timoteo de hijos y de soldados. Como hijos, andamos. Dios tienemuchos hijos. Pero, cuntos de Sus hijos sirven como soldados? Este es el asunto,combatir unnimes por el evangelio, como buenos soldados de Cristo.

    Creo que los hermanos ya han entendido la tricotoma del hombre, el aspecto delespritu, del alma y del cuerpo. Bien. Comprendemos tambin la unidad del Espritu;pero as como hay espritu y hay alma, as tambin hay unidad del Espritu, y unidadde vida, de corazn. Existe el guardar la unidad del Espritu, y tambin existe el tenerun mismo sentir. Todos los hijos de Dios tenemos el mismo Espritu, pero no siempretenemos el mismo sentir; mas la Escritura tambin habla que seamos de un mismosentir, que tengamos el sentir que hubo en Cristo, quien no intent querer ser algo,sino que siendo, se despoj, considerando a los otros como superiores a S mismo.Este es el trabajo de edificacin. Es Cristo morando en nuestros corazones. De modoque en Efesios 3:16-18 dice: 16Fortalecidos con poder en el hombre interior por suEspritu; (ah estn las cortinas, primero de dentro hacia afuera; para qu?) 17paraque habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados ycimentados en amor, 18seis plenamente capaces de comprender con todos lossantos.... Comprender con todos es el asunto de la unanimidad. Es difcil hacer esto,pero este es el camino. Debemos aprender a comprendernos junto con los demshijos en el rea de la unanimidad del alma, del corazn, del sentido, del parecer; laBiblia habla de un mismo parecer. Que digis una misma cosa; que no digis cosas

  • [318] La Casa y el Sacerdocio

    edificacin del cuerpo de Cristo, (corresponde con lo de la edificacin de una solatienda) 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe... 14para que ya noseamos nios fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, porestratagema de hombres... 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamosen todo... Cuando somos nios somos carnales, somos fluctuantes, y somosllevados por todo viento de doctrina; a veces doctrinas de demonios, a veces espritusreligiosos de error. Pero vamos a entrar en un punto ahora, que ir a necesitar deltexto original griego. Efesios 4:15-16: 15Sino que siguiendo la verdad en amor,crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo elcuerpo, bien concertado y unido entre s por todas las coyunturas delsuministro.... Los ligamentos de las junturas del Cuerpo de Cristo son para quehaya nutricin, para que haya unidad, crecimiento y edificacin, y unanimidad.Este asunto de conectarse unos hijos con los otros, como un solo tabernculo, espara que haya crecimiento. Recurdese de aquel caso de Santiago, Pedro y Juan conBernab, Pablo y Tito, que dice: Reconociendo la gracia... nos dieron a m y aBernab la diestra en seal de compaerismo (G. 2:9).

    Hermanos, hay algo que debemos aprender. Todos debemos aprender de Dios consinceridad, sin parcialidad; porque la carne no es justa. Somos injustos, somos super-ficiales, no somos honestos; tenemos intereses que perturban, incomodan ladispensacin de los asuntos que hablan. Pero dice: Reconociendo la gracia... nosdieron a m y a Bernab la diestra en seal de compaerismo. Seremos de verdadla edificacin del Cuerpo de Cristo, si en verdad estamos por la edificacin del Cuerpo.Debemos aprender de Dios a reconocer la gracia en otros hermanos. No piensen queesto es fcil! Vemos en Apocalipsis 3 lo siguiente: 7Esto dice el Santo, el Verdadero,el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ningunoabre. Hermanos, nosotros somos injustos; queremos cerrar puertas donde el Seorquiere abrir, y queremos abrir puertas donde el Seor quiere cerrar. Pero quien tiene lallave para abrir las puertas es el Seor. Y, el Seor que tiene estas llaves, dice as: 9Heaqu, yo entrego de la sinagoga de Satans a los que se dicen ser judos y no lo son,sino que mienten; he aqu, yo har que vengan y se postren a tus pies, y reconoz-can que yo te he amado. Aquellos que actan con la pretensin de ser algo que noson, el Seor har que vengan. Ellos quieren tener la preeminencia, que ellos son losque tienen que ser reconocidos; pero Dios es quien dice: Yo har que vengan.Hermanos, en la casa de Dios, en el orden de Dios, en el gobierno de Dios, tiene queser reconocida la mano de Dios sobre la cerviz del hombre y la Iglesia. El Seor haceque la Sinagoga de Satans se postre ante la iglesia de Filadelfia, la iglesia del amorfraternal, la iglesia que no recibe reprensin. Por eso leemos en Efesios 4: 16De quientodo el cuerpo, bien concertado y unido entre s por el auxilio de todas las coyun-turas... recibe su crecimiento para ir edificndose en amor. Esto es el tratamientode Dios; no es una cosa liviana, ni una cosa exterior. La unidad, el ligamento, el

  • [320] La Casa y el Sacerdocio

    Hermanos, si no discernimos el Cuerpo de Cristo y estamos aislados, somoscastigados con debilidades, o enfermedad o muerte prematura. Pero edificados, coligadosen la realidad del verdadero Cuerpo, sin particularismos, con temor y temblor, crece-mos; entonces somos unidos, somos nutridos, y el verdadero Cuerpo de Cristo en surealidad, es edificado. Hermanos, una de las responsabilidades de aquellos hermanosque son junturas y ligamentos, o junturas de suministro, es coligar y coordinar envirtud de la Cabeza, Cristo, para que el Cuerpo sea edificado, para que el tabernculo seauna sola tienda, y exista unidad, nutricin, crecimiento y edificacin. Amn.

    La cubierta de pieles de carneros

    Llegamos a xodo 26:14, que dice: Hars tambin a la tienda una cubierta depieles de carneros teidas de rojo. Aun hay otra cobertura, la ms exterior de todas;por eso vamos a detenernos aqu, un poquito. Aqu en esta, que no entra en muchosdetalles, nos habla solamente de pieles de carneros teidas de rojo. El carnero es elmacho de las ovejas, el jefe de ellas. Todos sabemos que representa al Seor Jess, yaquel color rojo representa la sangre. Qu precioso esto! A pesar de aquel tratamientogubernamental, disciplinario de Dios, en la casa de Dios, Dios cubre todo aquello conesta cubierta de pieles de carneros teidas de rojo. Si nos acordamos de los pasajes quevimos en el asunto de las pieles de cabra y de los corchetes de bronce, como porejemplo, 1 Corintios 11, veremos en el mismo pasaje en que vimos el aspecto discipli-nario de Dios, este nuevo aspecto de las pieles de carneros teidas de rojo. Entonces,1 Co. 11:31, dice: 31Si, pues, nos examinsemos a nosotros mismos, no seramosjuzgados; 32mas siendo juzgados, somos castigados por el Seor, para que noseamos condenados con el mundo. Este ser castigados es el tratamiento por loscorchetes de bronce, es el ejercicio disciplinario, gubernamental de Dios, en Su casa.Pero tambin dice que es para que no seamos condenados con el mundo. Esta es laotra cubierta; aqu estamos siendo cubiertos. Somos cubiertos por la disciplina deDios. La disciplina de Dios nos cubre, nos protege. Es un tratamiento de Dios anuestra carne, a nuestro viejo hombre, a nuestra alma egosta, a las cosas naturales; esuna cobertura y una proteccin. Pero cuando dice: Para que no seamos condena-dos con el mundo, esta es la cobertura siguiente, la cobertura de pieles de carnerosteidas de rojo. Es la disciplina pero no para juicio eterno; es el juicio temporal, es unadisciplina, pero no para ser condenados con el mundo. Es un juicio con misericordiacuyo propsito es no ser condenados con el mundo. Por eso existe, por encima deaquella cobertura de pieles de cabra y corchetes de bronce, otra cobertura mejor, quecubre todo lo que hay en la Iglesia; que es la expiacin.

    Hermanos, hay un aspecto de Cristo que est representado en la pascua. Todas lasfiestas, como nos dice Colosenses 2:15-16, son figuras y tipos de Cristo. La Palabra diceclaramente que aquellos sbados, aquellas lunas nuevas, aquellos mandamientos y

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    La ltima fiesta es la fiesta de los tabernculos. Saliendo de nuestro taberncu-lo, comiendo, y morando en otros tabernculos, mostrando que somos peregrinos,que nuestro destino no es aqu. Entonces esta fiesta de los tabernculos representa aCristo regresando en distintos aspectos. Pero existe el aspecto de Cristo abogado, que esmuy interesante. Cuando Balaam vena a maldecir al pueblo por contrato, Balac le dijo:Mira desde aqu, y maldice al pueblo desde aqu.11 Y cuando Balaam miraba desde elpunto de vista de Balac, para maldecir, Dios converta la maldicin en bendicin. Balacseguramente estaba pensando: Qu extrao es Balaam! Ser que Dios no est viendolos peligros de esta gente. Vamos a ver desde otro punto de vista. Ahora maldice alpueblo desde aqu. Y cuando Balaam se volva para maldecir, Dios converta la maldi-cin en bendicin. Y saben qu deca Dios? Dios miraba y deca: Cun hermosasson tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel! (Nmeros 24:5). (Dios)no ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel (Nm. 23:21).Parece que los ojos con que Balac y Balaam miraban eran unos, y los ojos con queDios miraba eran otros. Porque Dios miraba por encima de la expiacin; aquel puebloestaba cubierto por la sangre del cordero; y aquello que Balac y Balaam vean, no lo veaDios. Cun hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!.Ellos estaban cubiertos por la sangre de Cristo (Nmeros 23 y 24).

    Hermanos, el Seor mira por encima. Nosotros nos entregamos al Seor y l esnuestro abogado; Su sangre nos est limpiando de todo pecado. No podemos confiaren nuestras justicias, que suben y descienden como ascensores. Si nuestra salvacindependiese de nuestras justicias, estara subiendo y descendiendo, subiendo y des-cendiendo. Pero, hermanos, nuestra salvacin siempre depende de la obra que Cristohizo por nosotros. Debemos contener la fe, y que nada de lo que hayamos hecho enmomento alguno merecer nuestra entrada a Dios, sino slo por la sangre. No impor-tan cuantas cosas acontezcan, si sinceramente son confesadas, reconocidas, esospecados son puestos debajo de la expiacin, pues la salvacin es Cristo. La cubierta dela expiacin permanece encima de los problemas de la Iglesia. Para las pieles de cabraexiste otra cubierta superior que la cubre, que es las pieles de carnero teidas de rojo,que habla de la redencin, de la obra del Seor.

    En 1 Corintios 5 vemos un caso que tena que ser juzgado, y justamente debaaplicarse aqu aquel corchete de bronce, bien apretado, a fin de que no se formase unagujero en la iglesia. Entonces dice el apstol Pablo en el verso 4: 4En el nombre denuestro Seor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espritu, con el poder de nuestroSeor Jesucristo, 5el tal sea entregado a Satans para destruccin de la carne,(este es el juicio) a fin de que el espritu sea salvo (esta es la cubierta) en el da del

    11Ver Nmeros 23:15.

  • [324] La Casa y el Sacerdocio

    Por favor, hermano, este es el nico evangelio. Otro, que no es evangelio, esperturbacin. No hay otro evangelio. La salvacin depende nica y exclusivamente dela misericordia de Dios, de la eleccin de Dios, de la obra de Cristo en la cruz; y no tienenada que ver con tus obras. Por favor, deja afuera esta justicia propia, romanista.Afrmate en la base de tu salvacin, que es el eterno amor de Dios, la eleccin en Cristo,la obra de Cristo en favor de los hombres. Jams podras siquiera venir a Dios. Nin-guno puede venir a m, si el Padre que me envi no le trajere (Jn. 6:44,65). Testabas muerto en delitos y en pecados, pero l te dio vida por una decisin que ltom antes de la fundacin del mundo. Esta es la base de nuestra salvacin: Cristo, elHijo de Dios. Estamos aqu diferenciando este asunto de las obras y del galardn,porque parece que muchos hermanos no tienen bien claro esta diferencia. Creen quela salvacin depende de sus obras. A veces su salvacin sube y baja, debido a que estnpensando que depende de sus obras. Y eso es porque el evangelio no es estudiadobien. Pero Tito dice: Nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramoshecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por larenovacin en el Espritu Santo. Esto quiere decir que no necesitamos de obraspara ser salvos; pero no quiere decir que no vamos a hacer buenas obras; claro que no.Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenas obras, lascuales Dios prepar de antemano para que anduvisemos en ellas (Ef. 2:10).

    Volvamos a 2 Timoteo 1:9-10: 9Quien nos salv y llam con llamamientosanto, no conforme a nuestras obras, sino segn el propsito suyo y la gracia quenos fue dada en Cristo Jess antes de los tiempos de los siglos, 10pero que ahora hasido manifestada por la aparicin de nuestro Salvador Jesucristo. Si nuestrasobras no tienen nada que ver con nuestra salvacin, de acuerdo a qu nos salvDios? Segn Su propsito y gracia. Cundo nos fue dada la gracia? Antes de los siglos.Una cosa es cundo Dios decreta la gracia, y otra es cundo Dios manifiesta la graciaque fue decretada, y otra cosa es cundo aquella gracia decretada es manifestada yusufructuada. Es decretada en la eternidad, manifestada en la vida, muerte y resurrec-cin de Cristo; pero es aplicada, recibida, usufructuada cuando recibimos al Seor porel Espritu. El Padre decret, el Hijo realiz y el Espritu Santo aplica. La gracia nos fuedada antes de los tiempos de los siglos. Por eso el apstol en Romanos 9 nos dice queEsa y Jacob no haban hecho ni bien ni mal antes que ambos hubieran nacido, peroDios dijo: A Jacob escog. Y eso fue para que el propsito de Dios fuese firme,segn la eleccin. Dios nos salv segn Su propsito y gracia dada antes de lossiglos. Por eso la voluntad del Padre era as para con Su Hijo: Que de todo lo que mediere, no pierda yo nada (Juan 6:39). Y Jess dijo: 27Mis ovejas oyen mi voz, y yolas conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecern jams, ninadie las arrebatar de mi mano. 29Mi Padre que me las dio, es mayor que todos,y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre (Jn. 10:27-29). De esto es delo que importa la salvacin; pero el galardn es otra cosa. El galardn s es segn las

  • [326] La Casa y el Sacerdocio

    s. Todos los que estaban en aquellas ciudades, sobre diez, sobre cinco, o morando enellas, son salvos, pero no tienen el mismo galardn. Aquel que tiene diez ciudades,tiene ms galardn que aquel que tiene cinco ciudades, y ambos son salvos; pero lasalvacin es diferente del galardn.

    Leamos 1 Corintios 3:10-15. Veamos aqu esta preciosa tercera cortina, estacobertura firme encima, de la disciplina gubernamental de Dios. Vamos a ver en estecaptulo la diferencia entre galardn y salvacin, entre el fundamento y su estructu-ra. 10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como peritoarquitecto puse EL FUNDAMENTO, y otro edifica encima; pero cada uno mire cmosobreedifica. 11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que est pues-to, el cual es Jesucristo. 12Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata,piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13la obra de cada uno se harmanifiesta; porque el da la declarar, pues por el fuego ser revelada; y laobra de cada uno cul sea, el fuego la probar. 14Si permaneciere la obra dealguno que sobreedific, recibir recompensa. 15Si la obra de alguno se quemare,l sufrir prdida, si bien l mismo ser salvo, aunque as como por fuego.Nadie puede poner otro fundamento. Pero sobre este fundamento unos trabajanpoco y otros trabajan mucho; unos trabajan con buen material, y otros con materialmalo. No es el trabajo de ellos lo que los salva, sino lo que determina el galardn. Elapstol Pablo dijo: Yo como perito arquitecto puse EL FUNDAMENTO. El fundamen-to, el nico, Jesucristo. Cul es tu fundamento? T mismo? Tu propia obedien-cia? Jesucristo es el fundamento; mas tus obras son para el galardn, y las obrasmalas son para castigo. Porque recibirs tu galardn conforme a lo que hubiereshecho por medio del cuerpo. Entonces existe el fundamento y existe la edificacinpor encima de este fundamento: que cada uno mire cmo sobreedifica. Conrelacin al fundamento Pablo no dijo: Vea cada uno cmo edifica, no; el funda-mento no se puede cambiar por otro. No existe otro fundamento. Pero ahora si seest en el fundamento, mire cada uno cmo sobreedifica. T quieres comer carneo legumbres? Para ti algunos das son especiales, o todos los das son iguales? Cadauno mire cmo sobreedifica; pero en cuanto al fundamento, no dice: cada uno veacmo; sino que sobre el fundamento dice: Ninguno puede poner otro. Nadiepuede poner otro fundamento diferente del que est puesto el cul es Jesucristo.

    Hay asuntos que son del fundamento, que si no se tienen, estamos perdidos; perosi estamos en l, estamos salvos. Pero, cul ser tu galardn? Depende de cmoedifiques sobre este fundamento; depende de lo que haces con la mina. El fuegoprobar nuestro servicio para Dios. Noten que la recompensa depende de las obras, dela sobreedificacin; no est hablando aqu del fundamento. El fundamento es parasalvacin, y es Jesucristo; no son las obras de cada uno, sino la obra de Dios a favornuestro. Entonces ahora nuestra obra en Cristo a favor de Dios es lo que determina el

  • [328] La Casa y el Sacerdocio

    grande; parece un tejn grande que hay en el desierto. Porque por fuera todo es pielesde tejones. No hay apariencia ni hermosura; la obra de Dios est escondida, estadentro. Por fuera, como dice del Seor Jess en Isaas 53, 2no hay parecer en l, nihermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3Como queescondimos de l el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Oh misqueridos hermanos! Que no acontezca con nosotros lo que acontece con el mundo,cuando se encuentra en el desierto con este tejn gigante. Porque a veces a las cosas deDios las menospreciamos por la apariencia exterior; por la apariencia de los ojosnaturales. Quien tiene muchos atractivos es el diablo. Este es quien tiene muchosatractivos por fuera, y cosas terribles por dentro. Todo lo contrario del Seor.

    No hay en el Seor apariencia. As acontece con la obra del Seor. El Seor noencontr lugar en la posada, y tuvo que nacer en un pesebre. Dnde naci Jess? Enuna caballeriza. No tena apariencia. La seal era: Hallaris al nio envuelto enpaales, acostado en un pesebre (Lc. 2:12). Sin embargo a veces miramos con losojos carnales, como aconteci con el propio profeta Samuel. 6Y aconteci que cuan-do ellos vinieron, l vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Yahveh est su ungido.7Y Yahveh respondi a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de suestatura, porque yo lo desecho; porque Yahveh no mira lo que mira el hombre;pues el hombre mira lo que est delante de sus ojos, pero Yahveh mira el corazn(1 Sam. 16:6-7). Hermanos, las cosas verdaderas y preciosas de Dios, estn escondi-das a propsito por Dios. Plugo a Dios esconderlas. 25Te alabo, Padre, Seor delcielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos,y las revelaste a los nios. 26S, Padre, porque as te agrad (Mt. 11:25,26). Dioslas escondi: estn debajo de las pieles de tejones. Dios mismo est dentro del arca;pero la gente de afuera no sabe que Dios mismo est adentro. 1Mirad cul amor nosha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo nonos conoce, porque no le ha conocido a l. 2Amados, ahora somos hijos de Dios,y an no se ha manifestado lo que hemos de ser (1 Jn. 3:1-2). Ya somos hijos deDios! Pero parecemos un tejn grande. El asunto de la Iglesia que las gentes tantotratan de ver, pero slo ven pieles de tejones. No saben de qu se trata. Somos hijos deDios, pero el mundo, al no conocerle a l, tampoco nos conoce.

    Si t quieres ver los asuntos como Dios los ve, no podrs confiar ms en tu propiaprudencia. Debes venir a Dios y esperar la luz de l para verlo. El mundo no nosconoce, porque no le ha conocido a l. 2Amados, ahora somos hijos de Dios, y anno se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando l se mani-fieste, seremos semejantes a l, porque le veremos tal como l es. Cuando l semanifieste, como dice Col. 3:4: Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, enton-ces vosotros tambin seris manifestados con l en gloria. Por cuanto el mundono nos conoce, las gentes miran y ven segn la apariencia. Porque Dios ocult las

  • [330] La Casa y el Sacerdocio

    1En el ao decimoquinto del imperio de Tiberio Csar, siendo gobernador deJudea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca deIturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 2y siendosumos sacerdotes Ans y Caifs, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacaras,en el desierto (Lc. 3:1-2). Vemos ah la cpula del mundo incluyendo a Ans y Caifsen ella; pero la palabra de Dios vino a Juan en el desierto. He ah las pieles de tejones;la obra ms preciosa que estaba aconteciendo en la historia no estaba en los palacios;estaba all con aquel loco del desierto que tiene demonio, aquel endemoniadoque coma langostas y vesta pieles de camello. All estaba la vanguardia de Dios en latierra. Esta es la piel de tejones; la ltima cubierta. Hermanos, no confiemos ennuestra prudencia natural, pero s en el Seor.

    Las tablas del tabernculo

    Llegamos ahora a la segunda seccin del tabernculo en xodo 26. La segundaseccin comienza hablando de las tablas desde el verso 15 hasta el verso 25. Des-pus tambin hay otra seccin que habla de las barras, y que va del verso 26 hastael verso 30; y la ltima seccin habla de los velos, y va del verso 31 hasta el 37. 15Yhars para el tabernculo tablas de madera de acacia, que estn derechas. 16Lalongitud de cada tabla ser de diez codos, y de codo y medio la anchura. 17Dosespigas tendr cada tabla, para unirlas una con otra; as hars todas lastablas del tabernculo. 18Hars, pues, las tablas del tabernculo; veinte tablasal lado del medioda, al sur. 19Y hars cuarenta basas de plata debajo de lasveinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basasdebajo de otra tabla para sus dos espigas. 20Y al otro lado del tabernculo, allado del norte, veinte tablas; 21y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajode una tabla, y dos basas debajo de otra tabla. 22Y para el lado posterior deltabernculo, al occidente, hars seis tablas. 23Hars adems dos tablas paralas esquinas del tabernculo en los dos ngulos posteriores; 24las cuales seunirn desde abajo, y asimismo se juntarn por su alto con un gozne; as sercon las otras dos; sern para las dos esquinas. 25De suerte que sern ochotablas, con sus basas de plata, diecisis basas; dos basas debajo de una tabla,y dos basas debajo de otra tabla. Esta es la seccin de las tablas.

    Creo que todos nosotros comprendemos que siendo este el tabernculo, la casa deDios, figura de la Iglesia, estas tablas se refieren a los creyentes, a los hijos de Dios, alos hermanos en Cristo que, todos juntos, formamos la casa de Dios, el Tabernculode Dios. Inicialmente vemos el material de las tablas; aquel material inicial queaparece aqu, es de madera de acacia; y la madera, como todos nosotros comprende-mos, simboliza la humanidad. El rbol representa a los hombres, como lo dice elprofeta Juan Bautista: El hacha est puesta a la raz de los rboles (Lucas 3:9).

  • [332] La Casa y el Sacerdocio

    testimonio de Dios. Por qu son de plata? Porque la plata, en la tipologa bblica,representa la redencin. Cuando el pueblo de Israel tena que pagar el precio de surescate, en figura de lo que pagara Cristo, ellos tenan que pagar un siclo de plata.Entonces la plata es el precio de la redencin. Nadie puede hacer parte de la casa deDios si no tuviere testimonio de su redencin. Aquellas tablas antes tenan races en latierra, estaban en el mundo; pero hora fueron separadas del mundo y puestas paratestimonio de la redencin del Seor. Ahora que somos redimidos, que somos lim-pios, regenerados y unidos, ahora descansamos en la salvacin de Dios. Por esoaquellas tablas encima de basas de plata. Sabemos entonces que el Seor tiene unacasa con gente de toda clase, pero en Cristo Jess, con testimonio probado que estnen Cristo Jess. Mas no es suficiente, como ya vimos en la medida de la anchura de lastablas, un solo creyente; necesitamos de dos o ms para formar las paredes de la casade Dios. Aquella pared se forma por relacin de las tablas entre s. Ninguna tabla escompleta en s misma; necesitamos relacionar unas con las otras.

    Las espigas

    Dios tipifica, pues, la relacin de los hijos de Dios entre s a travs de las espigasque salen de las basas de plata de una tabla, para entrelazarse con las otras espigasque salen de las basas de la tabla vecina. De la basa de la derecha sale una espigahacia la derecha; y de la basa izquierda de la otra tabla sale otra espiga hacia laizquierda; de manera que estas espigas se cruzan y se encajan. Estas espigassignifican el fruto del Espritu; porque Cristo es el grano de trigo que cae en latierra y muere. El fruto de la vida de Cristo son las espigas, el fruto del Espritu quemantiene la relacin entre las tablas, que son los hijos de Dios. Entre nosotros debehaber amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templan-za. Todo aquello es el fruto del Espritu que viene del grano de trigo que cay en latierra y muri. La espiga representa el fruto de la resurreccin de Cristo, el Espritu,para mantener la comunin de unos y otros.

    Pero aquellas espigas no pueden salir de lo natural; slo pueden salir de la redencin,de aquello que proviene de la redencin. Por eso de las basas de plata brotan las espigaspara entrelazar unas tablas con las otras. Los hijos de Dios estn todos relacionados unoscon los otros por el Espritu, manifiesto en Su fruto. El fruto multiplicado del Espritu esaquello que nos mantiene juntos. Para que estemos juntos es necesario amor, paciencia,longanimidad, templanza; esta es la relacin que deben tener las tablas de la casa de Dios,unas con las otras. Existen aun algunas cosas interesantes que vamos a ver en la seccinsiguiente. Por qu es que no es suficiente slo el fruto del Espritu para mantener unidala casa de Dios, y edificado el Cuerpo de Cristo? Vemos que Dios tiene providenciado,adems de la comunin y de la relacin de los santos entre s, el servicio del ministeriopara edificar la casa de Dios. Vemoslo en la siguiente seccin.

  • [334] La Casa y el Sacerdocio

    mantener a las tablas en orden. Para que las tablas puedan estar en orden, necesitansostener las barras; y las barras no pueden hacer su trabajo sin sostenerse en lastablas. Las tablas tienen que tener anillos para sostener las barras. Por un lado, elministerio mantiene en orden la casa de Dios; por otro lado los hijos de Dios susten-tan al ministerio. Es por eso que tienen los anillos. Pero aquellos anillos no son demadera, son de oro; porque slo aquello que nace de la naturaleza divina, es lo queest dispuesto a soportar la carga del ministerio para mantener en orden la casa deDios. Es para esto que sirven los anillos, para sostener las barras de la casa de Dios.

    30Y alzars el tabernculo conforme al modelo que te fue mostrado en elmonte. No podemos edificar la casa de Dios sin tener en las manos, no slo algunossino todos estos detalles: Las cortinas, las tablas, el oro de las tablas, sus anillos, susespigas, sus basas, sus barras, sus medidas, las barras todas en el mismo sentido, susinterrelaciones, etc. A veces parece que cuando el tabernculo no est levantado,existen muchos hijos de Dios, pero todos desordenados. Hay muchas tablas y barras,todo mezclado; una est encima, otra hacia abajo; una con un sentido, otra con otrosentido. De esta manera no se puede edificar el Cuerpo de Cristo. Todas las barrasdeben tener un mismo sentido y deben estar relacionadas al equilibrio establecido porla barra de en medio, y tambin relacionadas entre s. Y deben sostener al ministeriocon temor y temblor, sin pretensin ninguna. Y la Palabra dice que los anillos debenexistir para que las barras puedan realizar bien su servicio, para que las cosas quedencada una en su lugar. Tiene que ser conforme al modelo. No podemos simplementehacer la iglesia como bien nos parece. A veces decimos: Vamos a hacer una iglesia (unpastor y una congregacin). Este no es el modelo. Esto es una tabla y esto es unabarra; pero dnde estn los dems ministerios? Dnde est la plenitud del Cuerpo yla plenitud del ministerio? Slo un evangelista? Es poco. Un maestro solo? Es poco.Debe ser todo; porque dice: 11Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros,profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccio-nar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo deCristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijode Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo(Efesios 4). Vamos, pues, a pasar a la ltima seccin.

    Los velos del tabernculo

    Hasta aqu se habla de la edificacin del tabernculo; sin embargo, en el interior dela casa existen algunas diferenciaciones. Existen partes internas, intermedias, y otraspartes exteriores. Estos versos dicen que estos lugares se diferencian unos de otros; decmo el Lugar Santsimo, se diferencia del lugar santo, y que el lugar santo se diferen-cia del atrio, a travs del velo. Los velos hacen diferencia entre el Santsimo, el santo yel atrio. Esto se debe a que existen cosas que son del espritu, existen cosas que son del

  • [336] La Casa y el Sacerdocio

    neg a S mismo. Entonces vinieron ngeles y fortalecieron al Seor.12 Recuerdan queJess es la escala por la cual Dios desciende hasta los hombres y los hombres suben hastaDios? Y por aquella escala suban y descendan ngeles (Gnesis 28:12; Juan 1:51).

    Entonces existe una relacin del mundo espiritual con la casa de Dios. Cuandoestamos edificando para Dios, existen ngeles que transmiten nimo de parte deDios, como dice en Daniel 11:1, que aquel ngel estaba con Daro para animarlo yfortalecerlo, as como aquellos ngeles fortalecieron al Seor Jess. Los ngeles sonespritus ministradores, enviados para servicio de los herederos de Dios (Hebreos1:14). Aquel ministerio del trabajo de los ngeles en aquella dimensin, obedecien-do el encargo de Dios para con nosotros, est representado en estos querubinespuestos all en el velo, y despus en las paredes del templo en Jerusalem. 32Y lopondrs sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; suscapiteles de oro, sobre basas de plata. 33Y pondrs el velo debajo de los corche-tes, y meters all, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os harseparacin entre el lugar santo y el santsimo. Vean qu interesante el asunto deestas cuatro columnas. El velo est sobre cuatro columnas; pero la primera colum-na con la segunda forma una puerta; la segunda columna con la tercera, formanotra puerta; y la tercera columna con la cuart