Pasta viviente. Tu voz y tu presencia

Ramón Lorenzo Meseguer, dramaturgo de oficio, era conocedordel planteamiento general de las tragedias griegas, en las que los hu-manos interpelaban a los dioses en una búsqueda desesperada de ex-plicación y sentido a sus turbulentas pasiones y contradicciones.

El trasfondo de la tragedia Pasta viviente es atemporal, ya que sal-vando las distancias que han procurado los avances tecnológicos, elHombre sigue enfrentándose a los que son sus grandes retos trascen-dentales: ¿quiénes somos?, ¿de qué estamos hechos?, ¿en qué consisteel sentido de nuestras vidas? y ¿cómo organizar nuestra convivencia?

Nuestro Ramón, excelente creativo y no menos sagaz psicoanalista,maestro de la gran parte de los entresijos del alma humana, nos muestraen esta ambiciosa y brillante obra de teatro los múltiples personajes quehabitan en el interior del hombre, los que son psicoanalizados y cues-tionados sistemáticamente, hasta que van rindiendo sus defensas unatras otra, gracias a la contundencia y precisión de sus interpretaciones.

En Tu voz y tu presencia, estamos ante la obra más intimista de nues-tro poeta psicoanalista. Así como en Pasta viviente, el autor tiene quelidiar una por una con todas las pulsiones humanas, con las deleznablesy estrictamente adaptativas, o con los sentimientos más sublimes;Ramón hace en Tu voz y tu presencia una sistemática y profunda de-construcción del grupo social, hasta llegar a la pareja originaria, a lamadre de todos los orígenes.

La precisión con la que están medidos los diálogos iniciales preten-den hacernos reflexionar sobre los cientos de barreras, inhibiciones,miedos y angustias a ser vencidas en el primer choque-encuentro entredos seres que han de construir un continente para el otro en su interiory un espacio para la confianza y expectativa del éxtasis del reencuentrocon lo desgajado previo. Que allá donde fue preconcepción surja elconcepto y nazca el sentido, en una línea argumental bioniana.

Ramón Meseguer nos aconseja en este excelente drama humano larecuperación del éxtasis del primer encuentro, ese fulgurante instanteen que hombre y mujer son un único ser, un ser completo.

Todo esto lo encontraréis con la voz propia del poeta, con sus con-cisas y contundentes palabras, con sus reflexiones y figuras de dicción.Una amplia y diáfana avenida del conocimiento sensible, hermosa-mente platónica. Os recomiendo transitar infatigablemente por ellasin mirar nunca hacia atrás.

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El ser humano necesita comunicar con-sigo mismo al mismo tiempo que comunicaral otro.

Se ha dicho que el mayor bien del hom-bre es la libertad:

de pensamiento, de creencia,política.Pero hay una raíz de primerísima liber-

tad: la de poder dar libre camino a las emo-ciones que le ayuden a descubrir y acomunicarse.

Esta libertad radical, como la del primergemido humano es la que se busca en la PSI-COSOMÁTICA.

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Ramón Meseguer Albiac (QuintEbro, 1928 - Barcelona, 2012). Fue psor de universidad, doctor en filosofía ycólogo clínico-psicoanalista.

Su formación se desarrolló desde 1sucesivamente, en la Goethe UniversitFrankfurt, Tavistock Institute de LonANDHSA y ARIP de París y HERTEIN de Viena.

Perteneció a diversas sociedades : Arican Group Psicotherapy AssociatioAsociación española de Historia del Psnálisis y antiguo miembro del EIT (Epean Institut for Transactional exercicgroup developement).

Realizó diferentes actividades comofesor de dinámica de grupos en divcentros de Europa. Desde el año 1968 sdicó al psicoanálisis individual y de grTambién impartió conferencias como vidad periódica en distintas instituciondiversos países europeos.

Publicó Maestros Alemanes. SelecciEstudios. Editorial Planeta,1965, Ontoética y psicología, 1956 (Texto BachillerLos españoles y el grupo, 1976; Las motivnes inconscientes en la toma de decisi1977; Group Dynamics and Society, 1El estrés en el hombre d eempresa, 1986 alizó recensiones sobre libros de psicoasis de grupo en el Internacional Journgroup psychotherapy de Nueva York.

PASTA VIVIENTETU VOZ Y TU PRESENCIA

OBRAS REUNIDASTOMO II. TEATRO

RAMÓN LORENZO MESEGUER








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Ramón Meseguer Albiac (Quinto deEbro, 1928 - Barcelona, 2012). Fue profe-sor de universidad, doctor en filosofía y psi-cólogo clínico-psicoanalista.

Su formación se desarrolló desde 1957,sucesivamente, en la Goethe Universität deFrankfurt, Tavistock Institute de Londres,ANDHSA y ARIP de París y HERNS-TEIN de Viena.

Perteneció a diversas sociedades : Ame-rican Group Psicotherapy Association, laAsociación española de Historia del Psicoa-nálisis y antiguo miembro del EIT (Euro-pean Institut for Transactional exercices ingroup developement).

Realizó diferentes actividades como pro-fesor de dinámica de grupos en diversoscentros de Europa. Desde el año 1968 se de-dicó al psicoanálisis individual y de grupo.También impartió conferencias como acti-vidad periódica en distintas instituciones dediversos países europeos.

Publicó Maestros Alemanes. Selección yEstudios. Editorial Planeta,1965, Ontología,ética y psicología, 1956 (Texto Bachillerato);Los españoles y el grupo, 1976; Las motivacio-nes inconscientes en la toma de decisiones,1977; Group Dynamics and Society, 1980;El estrés en el hombre d eempresa, 1986 y re-alizó recensiones sobre libros de psicoanáli-sis de grupo en el Internacional Journal ofgroup psychotherapy de Nueva York.




Portada pasta viviente ultima merche:Layout 1 06/06/2013 15:21 Página 1

PASTA VIVIENTE

tragedia

TU VOZ Y TU PRESENCIA

drama

pasta viviente ultimo Merche:Merche Llop 06/06/2013 14:24 Página 3

Diseño de portada: José Luis Morte Remacha

1ª edición, mayo de 2013

© Herederos de Ramón Meseguer Albiac© Edición de Merche Llop

GARA D’EDIZIONSAvda. Navarra, 8E–50010 Zaragozawww.garadedizions.come–mail: [email protected]

I.S.B.N.: 978-84-8094-953-8Dep. Legal: Z-899-2013Imprime: Grupo Zaragua

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública otransformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización previade sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (CentroEspañol de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar oescanear algún fragmento de esta obra.


PASTA VIVIENTE

tragedia


drama




Imagínate que he escrito una obra de teatro y me dices que te la ex-plique… pero te llevo a un escenario donde se representa tu persona ycada uno de los personajes es una parte tuya.

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PASTA VIVIENTE

tragedia



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PRÓLOGO

“Cuando el ser humano no puede montar el escenario, no puedellamar a escena los actores de su drama profundo a expresar susamores y sus odios y sus sueños, el ser humano enferma”

Ramón Meseguer (1993)

Nuestro Ramón dramaturgo de oficio, era conocedor del planteamientogeneral de las tragedias griegas, en las que los humanos interpelaban a los dio-ses en una búsqueda desesperada de explicación y sentido a sus turbulentaspasiones y contradicciones.

Los hombres aparecían como víctimas de sí mismos y también de la cólerade los dioses, que se cebaban en ellos con horribles castigos. Con ese picto-grama grabado en su mente, el autor concibe un escenario con las caracterís-ticas de un teatro griego clásico y las de un moderno Parlamento de diputados.

El trasfondo de esta tragedia es atemporal, ya que salvando las distanciasque han procurado los avances tecnológicos, el Hombre sigue enfrentándosea los que son sus grandes retos trascendentales: ¿quiénes somos?, ¿de quéestamos hechos?, ¿en qué consiste el sentido de nuestras vidas? y ¿cómo or-ganizar nuestra convivencia?

Los gusanos quieren el poder, los perversos han tomado el poder, no seconforman con vivir su vida, sino que pretenden controlar omnipotentementelas vidas de los demás y apoderarse de las riquezas del planeta Tierra. La in-teligencia y el sentido común abdican a favor del esfínter y su poder infinito.Se controla Gea desde el primer lugar en el hombre que discrimina el adentroy el afuera: el ano.

Los perversos quieren nuestro mundo, el mundo de la verdad. Vindican labúsqueda del placer constante, rechazan el mundo del placer-promesa del Pa-raiso, al precio de soportar la tortura de esta vida.

Nuestro poeta construye los diálogos con la intención de que denoten cincosecuencias o encuentros emocionales muy distintos, quizá con cierta lógicapsicoevolutiva. El primero de ellos buscaría “impactar”, al que le seguiría unespacio de reflexión y cuestionamiento del estado de cosas. A continuaciónvendría el rugido, la protesta, la increpación. Como consecuencia de todo elloaparece el estremecimiento y el sentimiento depresivo propio del darse cuentade la realidad que se nos presentifica.

Pero Ramón Meseguer, excelente creativo y no menos sagaz psicoanalista,conoce gran parte de los entresijos del alma humana y su más entrañable gra-tificación aparece cuando en el anudamiento transferencia-contratransferenciasurgía la interpretación ante el espectador-paciente como fulminante acto cre-ativo. La palabra mutativa, el “fogonazo” que modificaba a ambos: paciente yanalista, actor y espectador. ¿Cómo de un pájaro tan oscuro como el cuervopuede nacer un río tan prístino y cristalino?


En esta ambiciosa y brillante obra de teatro, son los múltiples personajesque habitan en el interior del hombre, los que son psicoanalizados y cuestio-nados sistemáticamente, hasta que van rindiendo sus defensas una tras otra,gracias a la contundencia y precisión de sus interpretaciones en el sentido deherramienta utilizada por el analista para desvelar lo que permanece ocultoen el inconsciente, de forma que se puedan apropiar de ello las partes sanasy creativas de la personalidad.

El político, financiero, militar, científico, Dios, sumo Sacerdote, homosexual,asesino, violador, ladrón, drogadicto, incendiario, padre, madre, hijo, hija, sa-cerdote, doctor, arquitecto, empresario y los medios de comunicación. Todosellos están en el Hombre, en cada uno de nosotros, en grandes o en ínfimasproporciones. Los griegos clásicos desconocían la existencia del inconscientey pusieron nombres de dioses y más caras a sus objetos internos no deseados,a sus pulsiones, a sus fantasmas, a sus instintos más vitales.

Con la fuerza y agudeza de sus diálogos, el autor va desenmascarándolosuno tras otro, hasta quedar desnudos frente al espejo que refleja sus miedosmás profundos e irremplazables carencias. No exagero ni pretendo ser soez siafirmo rotundamente que: ¡¡en esta tragedia no se salva ni Dios!!

Desde mi propia visión de análisis, he tenido la sensación de que una delas reflexiones que nos quiere transmitir Ramón es que la Muerte reparte más-caras y disfraces para que actuemos en el mundo hasta que ella nos baje eltelón definitivamente. Unos eligen el disfraz desde la ética y la moralidad quebusca la verdad, mientras que otros eligen el camino de la perversidad, la men-tira y el hedonismo como buque insignia. Otra gran mayoría silenciosa y pasivavive con el disfraz-destino que le “cayó” del cielo y se resigna a su suerte, siem-pre mala, en tanto no son capaces de elegirla.

Pero todos justifican su disfraz, todos se empeñan en hacernos creer queson lo que la máscara dice representar, pocos se cuestionan a sí mismos, pocosbajan de la poltrona a pisar el mundo real, quizá por ello se descalzan algunossuicidas, antes de lanzarse al vacío.

Vacío, miedo, angustia, desesperación, soledad, codicia, dolor, desamparo,envidia, muerte, he ahí varias de las claves que mantienen siempre activa lafábrica de máscaras, disfraces, excusas y justificaciones. La culpa es de todos,pero nadie la quiere.

Sin embargo, Ramón Meseguer Albiac, poeta-psicoanalista, siempre en esteorden, no espera ni desea que nadie se quite los zapatos al salir a la calle desu “Materia viviente”, no nos regala un mensaje nihilista y desesperanzado,sino que, en el fondo nos viene a decir que mientras exista el Amor, la Poesíay la Belleza del mundo, la vida valdrá la pena de ser “vividagozadasufrida”.Mensajes en definitiva, tan verdaderos como tópicos y antiguos, pero que, pre-cisamente por eso, se nos olvidan con facilidad.

José Toledo9 de mayo de 2013

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PERSONAJES

POLÍTICO

FINANCIERO

MILITAR

CIENTÍFICO

DIOS

SUMO SACERDOTE

HOMOSEXUAL

ASESINO

VIOLADOR

LADRÓN

DROGADICTO

INCENDIARIO

PADRE

MADRE

HIJO

HIJA

SACERDOTE

DOCTOR

ARQUITECTO

EMPRESARIO

MASSMEDIA


ESCENARIO

El escenario reúne las características de un teatro griego clá-sico y de un parlamento de diputados moderno.

En el primer nivel, frente a las primeras gradas o escalones hay,de izquierda a derecha un bar de travestís, luego unas prostitutas,y algo más allá un pequeño grupo de terroristas, drogadictos ydelincuentes. La escalinata termina arriba en un atrio. En el bordede este atrio aparece una estatua que imita perfectamente el cua-dro de Chirico que resulta tan enigmático y misterioso. El atriotermina frente a un templo. Encima del templo y a los lados apa-recen una serie de símbolos religiosos, cruces, aspas, columnas,grandes libros abiertos, etc.

Cuando inician sus diálogos los Gerifaltes, los llamados perver-sos, callan, escuchan atentamente, y luego, lentamente comien-zan a subir por los escalones, a la derecha y a la izquierda.Escuchan y observan a los Gerifaltes dialogantes. Su mirada y suescucha exhalan un aire amenazante que se va tornando en unaexpresión de callada furia creciente.

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ACTO I

POLÍTICO.– Veo vuestro asombro cuando contempláis el entu-siasmo del pueblo hacia mí. Y ciertamente el escenario de migran política es deslumbrante. Hay una terrible fase de la His-toria en la que el pueblo tiembla de miedos oscuros. Le aprie-tan necesidades de urgencia implacable, se pregunta entre unadesorientación de vértigo ¿qué me está pasando? ¿pero quéme está pasando?

Y en ese mundo desconocido de su mente se van encendiendolos sueños más ardorosos y los delirios más violentos. Pero lomás terrible es que no pueden verlos. (Pausa) ¡Están necesi-tados de un gran caudillo que les adivine! Y de pronto aparezcoyo, les intuyo profundamente, les ilumino en los ojos el pro-fundo mundo de sus deseos ¡y entonces estallan en entu-siasmo arrebatador!

SUMO SACERDOTE.– Estás hablando de una revelación política.Y del gran deseo desconocido. Este maravilloso deseo desco-nocido en cada hombre es nuestro Dios. (Pausa. Muy solem-nemente) Cuando les leo a los hombres su deseo más ocultodescubren que es deseo de Dios. Y yo les enseño las primerasletras del abecedario del amor con las que pronuncian sus pri-meros balbuceos de eternidad. Estoy trayendo a Dios almundo. Soy el eslabón perdido entre el cielo y la tierra. ¡Quéresponsabilidad tan maravillosa: la posibilidad del renacer deDios entre mis manos! Vamos a introducir de nuevo a Dios enla tierra.

CIENTÍFICO.– Vayamos con método. Al hombre le podéis leer eldeseo político y el deseo religioso. Pero yo le ayudo a quepueda hacer una lectura del mundo con la Razón Científica. Leencaramos a la auténtica cumbre de la evolución que le per-mite salirse de los entusiasmos mágico-primitivos a abandonarlos terrores del hombre de tribu. Le conduzco a la lectura de

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la Seguridad demostrada científicamente, que es la que va acontrolar la vida definitivamente.

MILITAR.– Todo lo que vosotros decís, es posible. Es más, hay pe-riodos ilustres de la Historia en que incluso todo eso es real.Real gracias a la Paz. (Pausa) Esta paz que pone los semblantesserenos, la apostura desahogada, el diálogo interior de cadauno, sereno y luminoso. Los hombres caminan seguros, inclusoaltivos, sienten sobre los hombros una espesa capa de protec-ción.

Y el gorjeo de nuestra colmena humana es gozoso con la deli-cia de un sosiego que se palpa, se mira, se impregna, gracias ala Paz que establezco con firmeza de hierro e impondré conti-nuamente.

FINANCIERO.– ¿Y todo eso cómo se pone en circulación? ¿Cómocircular la política, los ritos, las investigaciones y las armas?¡Circulan gracias al Dinero! ¡Está claro que circulan gracias alDinero! (Pausa) Que lo pongo yo. (Vehemente) ¡Torrente desangre! ¡Torrente de sangre! Eso. Yo hago que la gente noteque la sangre le corre por las venas porque, por fin, he logradoconvertir al hombre en un buscador de oro.

SUMO SACERDOTE.– (Al Militar) Tú y yo hablamos de Paz. Tú, dela Paz del suelo, de la tierra, de la patria, del tráfico tranquiloentre las calles. Pero a un nivel más profundo, hablo de la Pazdel espíritu. ¡Dicho de otro modo, tú das la paz del hombre yyo doy la Paz de Dios!

CIENTÍFICO.– ¿Y la Paz que da la certeza científica? El sentirse se-guro. (Pausa “Este tratamiento de láser te extirpa el tumor.Este transplante te devuelve la salud para siempre”. “Esta va-cuna te libra de una enfermedad mortal”. Y sobre todo: estánpensando continuamente por ti. (Pausa) Pensamiento. Vamosa tener un mundo pensante.

POLÍTICO.– Los dos estáis en lo cierto pero la Sociedad es la or-questa del poder. Y las sinfonías de la lucha por el poder hande estar genialmente interpretadas. Cuando tomo la batuta.

SUMO SACERDOTE.– ¡La armonía universal es obra exclusiva deDios!



drama



PRÓLOGO

Estamos ante la obra más intimista de nuestro poeta psicoanalista. Asícomo en “Pasta viviente”, el autor tiene que lidiar una por una con todas laspulsiones humanas, con las deleznables y estrictamente adaptativas, o con lossentimientos más sublimes; en “Tu voz y tu presencia”, Ramón hace una siste-mática y profunda deconstrucción del grupo social, hasta llegar a la pareja ori-ginaria, a la madre de todos los orígenes.

Deconstruyendo yo mismo su propia obra hasta el lugar desde el que brotasu inspiración, creo que podríamos conjeturar que Ramón Meseguer entendíaque el colectivo humano se erigía en Tragedia, en tanto y en cuanto se alejabade la base fundacional del amor y el misterio entre las personas, que alberga, asu vez, el antecedente del Drama del nacimiento y el amor-pérdida madre-hijo.

Tragedia, drama, poesía, amor, misterio, brizna de esperanza, no podemosser ilusos y concebir la idea de que alguien sumergido toda su vida en las pro-fundidades del alma humana, pudiese llegar a conclusiones muy alejadas delo ya expuesto, ¿o acaso Freud fue algo menos escéptico al final de su vida?Os evoco su famoso comentario al respecto: “cuanto más en profundidad co-nozco al género humano, más a gusto estoy con mis perros”.

El argumento caracolea a que en el inicio, el hombre viene al mundo conuna venda, de la que debe desprenderse poco a poco, a medida que entra encontacto con los demás. Nuestra primera piel no es más que una frontera conel vacío y la inexistencia si no aparece otra piel que la envuelva y cree, a suvez, esa otra venda protectora, como una segunda piel, de la que habremosde desprendernos, para podernos entregar al otro, al mundo.

La primera piel es, traducida al lenguaje: “tú no eres yo”, la segunda “tú noeres para mí, sino de mí”. La líbido que embadurna todo nuestro cuerpo, en-cuentra su fijación y mayor erotización, en los bordes, en los orificios, en lasgrietas de apertura al entorno, según una metáfora de aureola lacaniana.

La precisión con la que están medidos los diálogos iniciales, pretenden ha-cernos reflexionar sobre los cientos de barreras, inhibiciones, miedos y angus-tias a ser vencidas en ese primer choque-encuentro entre dos seres que hande construir un continente para el otro en su interior y un espacio para la con-fianza y expectativa del éxtasis del reencuentro con lo desgajado previo. Queallá donde fue preconcepción surja el concepto y nazca el sentido, en una líneaargumental bioniana.

Abundan las metáforas e imágenes visuales de una calidad excepcional, enun texto de prosa poética de alto nivel de abstracción y excelencia literaria.Para muestra un botón… (Le mira los pechos) … “Estos..estos ¿orillas del

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enigma en mis manos?” Y más adelante… “Mapas de piel. Echo a andar conlas plantas de mis manos por tu piel” ¡Miles de raíces de grito y sensación alzansus vuelos y perforan miles de canales! … “Voy a tenerte con la pasta vivientede tu sonido… toda tu palabra… voy a tener entero tu rostro sonoro desde migarganta a los pies”.

Otro: “Cuando uno está estrangulado por su propia camisa de nudos va-cíos, las celdas le queman como argollas abrasadoras”

Cada éxtasis produce una vida, vida que en su inicio es pura simbiosis y nonace del todo si se trunca su apertura a la terceridad, camino éste no exentode numerosas singladuras y vericuetos por los que perderse.

El autor sabe mantener la tensión argumental y ambiental necesaria paraque los 4 personajes no se disuelvan en la depresión y la nada. La fuerza in-trínseca de la naturaleza del drama en juego, facilita el enganche del especta-dor-lector a su propio nacimiento, a su propio drama interior. Todos sinexcepción estamos ahí auto representados.

Como no podía ser de otra manera, las pasiones y sentimientos como loscelos posesivos y la envidias, también toman la palabra, erigiéndose el deseocomo inagotable fuente que trasciende y borra las barreras intersubjetivas.No hay triangulación sin cambios que pueden ser vividos como catastróficos;no hay advenimiento del otro sin dolor psíquico, sin allanamiento de morada.

El impacto estético de la belleza del rostro de la madre en el niño-hombre,de su perturbadora mirada, de la hermosa conjetura en torno a su belleza in-terior, es el responsable del drama del desgajamiento posterior y la confusiónde las zonas geográficas del cuerpo madre-mujer, itinerario meltzeriano queRamón conocía al dedillo. Os hago saber que nuestro poeta era un gran cono-cedor de tres de los más grandes pensadores psicoanalistas del siglo pasado,que fueron Jacques Lacan, Wilfred Bion y Donald Meltzer.

Psicoanalista éste último que manejaba los textos más reconocidos de Keats,Milton o Wordsworth, de los que sin duda se nutrió también nuestro poeta.

La construcción del ser no es sino una suma de redescubrimientos, asícomo el sí mismo no aparece sino como el espacio arrendado al otro: sé demí porque te dejé entrar en mí. Fórmulas de un lenguaje paradójico que apa-rece constantemente en esta tragedia, pero, al mismo tiempo inevitable,cuando se trata de explicarnos a nosotros mismos.

Uno de sus argumentos es que el grupo social sustituye a la manada. Lashembras fundan las relaciones de parentesco y nos inscribimos en el mundosimbólico a través del lenguaje, Ley que nos gobierna y “limitadelimita”.

El amor primigenio marca el destino de los futuros amores y en la regresiónprofunda quedamos expuestos a la pulsión de muerte, conceptos que pululanentre líneas, a lo largo de los diálogos. Aparecen las angustias de pérdida y lossentimientos persecutorios buscan ser calmados en el otro. También el amores un refugio contra la angustia y el dolor psíquico.

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En un momento dado recoge aquella expresión que Sartre hiciera popular:“¡el infierno es el otro!”. El otro como posibilitador y persecutorio al mismotiempo. El autor se interroga en su obra sobre la verdadera naturaleza del Hom-bre, como si ese ¡creced y multiplicaos! bíblico, hubiese sido el peor de los po-sibles castigos divinos. ¡Con lo bien que estábamos en el paraíso tú y yo solitos!

Pero la mujer no tiene sentido sin el hombre y viceversa. En “Tu voz y tupresencia” Ramón nos confrontaría con un tema muy de actualidad: ¿de quénos estaríamos divorciando los unos de los otros, si nadie conoce verdadera-mente a nadie? También nos plantea la angustia a trascender nuestro cobardeegocentrismo y cómo en el pasaje al grupo, se diluyen algunos de los soportesde nuestra personalidad.

Se cuestiona asimismo que fuese un hombre y no una mujer o un hombre-mujer, mujer-hombre, el primer ser humano sobre la tierra. Pues tal como éllo expresa en sus diálogos, se desprende que hombre y mujer se redescubrenmutuamente, como si ambos hubiesen sido seccionados de un tronco común.

Todo nuevo encuentro es un encuentro nuevo. No hay dos encuentros igua-les, siempre se trata de un nuevo acto creativo. Hombre y mujer participaríande una especie de amnesia originaria, similar a la que percibimos respecto anuestra propia infancia, con la salvedad de que los “hallazgos” se recrearíanen cada nuevo encuentro-chispa-éxtasis.

Basado en parte en el mito del Edén, las demás parejas ya no reproduciríanel encuentro primigenio, sino una imitación mecanicista, más cercana a lo sen-sorial y muy alejada del “reconocimiento” mutuo. Señala la “falta en ser” inicialque lleva a la voracidad de objetos inanimados u objetos-hombre.

De alguna manera apunta a como nos podemos apartar de la búsquedaoriginaria de sentido, para lanzarnos al escueto goce de los sentidos, que noes lo mismo. Y en esa misma línea argumental, nos recuerda lo frágil que es lafrontera que delimita el estatus de lo humano, de su involución a su lugar enel clan, a la manada, a la barbarie y al caos.

De ahí que Ramón Meseguer nos aconseje en este excelente drama hu-mano, la recuperación del éxtasis del primer encuentro, ese fulgurante instanteen que hombre y mujer son un único ser, un ser completo.

Todo esto de lo que os he hablado, lo encontraréis con la voz propia delpoeta, con sus concisas y contundentes palabras, con sus reflexiones y figurasde dicción. Una amplia y diáfana avenida del conocimiento sensible, hermo-samente platónica. Os recomiendo transitar infatigablemente por ella sin mirarnunca hacia atrás.

José Toledo

19 de mayo de 2013


PERSONAJES

ÉL

ELLA

OTRO

OTRA

El escenario es un mundo inhóspito, de una soledad aluci-nante.

ÉL aparece de pie situado a un tercio del centro y del fondo.Viste una camisa blanca y pantalones blancos. (Inicia un brevemerodeo lento y, mientras, va mirando muy desconcertado)

Entonces aparece ELLA por la izquierda, (ÉL mira desconcer-tado) Aparece como si hubiese sido expulsado. (ELLA) Viste unablusa y una falda blancuzcas. Su mirada tropieza con la figura deÉL. Lo mira perpleja y luego, lentamente se va acercando a ÉL.

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ELLA.– Encuentro. (Él se queda muy sensitivamente extrañado yamenazado) Sensación. (Él sigue mostrando gran inquietud.Ella se acerca más, le señala los ojos, señala los suyos [pro-pios]) Mirada. (Señala sus ojos) Ojos. (Señala los ojos de ÉL)Ojos. (ELLA, insistente) Llego. He llegado. (Se acerca mucho a Él)

ÉL.– (Interrogante) ¿Ojos? (Se señala los ojos) Llegada. ELLA.– (Señala a ÉL) Presencia.ÉL.– (Se señala a sí mismo. Muy sorprendido) ¿Presencia?ELLA.– (Toca los labios de Él. Se toca los suyos) Voz. (Leve pausa)

Suenas.ÉL.– ¿Sueno?ELLA.– (Tocándose las orejas) Suenas. (Pausa) Palabras. (Señala

el cuerpo de ÉL, dibujándolo un poco con el índice) Estancia.(Pausa) Te llego. Te hablo. Mis palabras.

ÉL.– (Se toca el pecho con las dos manos impactado) Tus palabras. ELLA.– Te hablo. Quiero hablarte. ÉL.– (Se señala hacia sí mismo) ¿Adentro?ELLA.– Solo... tocar... tu presencia... con mi voz ÉL.– ¿Hacer de eco? ¿Me va a arrojar por mis ventanas? ELLA.– No, yo no quiero que le derrames... Tocarte con mis pala-

bras. Como empecé a tocar las cosas. (Pausa) No sabía que ne-cesitaba la vida. Pero tocarte con... mis voces... lo quenecesitaba al salir de la catástrofe.

ÉL.– ¿Qué nos pasará si hablamos? ¿No podíamos quedar sin ha-blarnos?

ELLA.– (Le toca con las dos manos amagando un abrazo) Déjameque te envuelva. Déjame que me salga por mi voz.

ÉL.– (Se echa un poco atrás muy temeroso) Estaba estando en mí.Haces tu llegada y me desdoblo. Dentro de mí... extraño juntoa ti.

ELLA.– Si me hablas me dices que estoy viva.

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ÉL.– Me arrojas a vivir.

ELLA.– Vamos a estarnos. Desde la raíz de mi espalda hasta lasraíces del pelo me inundan ganas de llorar... que me des per-miso de que te encuentre. Si ya me has contestado ¿por quétienes miedo de brotar?

ÉL.– Porque ya nunca podré abandonar esta situación.

ELLA.– Le estoy hablando a tu voz y estoy contemplando tu es-tampa. Me ha enviado un mensaje de riqueza. (Profunda-mente emocionada)

ÉL.– (Se le nota que va tranquilizándose) ¿Mi estampa? ¿Mi ri-queza? (Echa a andar por allí y regresa como despertando) ¿Miriqueza? (Se palpa el cuerpo y gira sobre sí mismo) Me quierover. Haces que esté buscándome.

ELLA.– Te estoy.

ÉL.– (Empieza a temblar) Tiemblo. (Lo expresa suplicante)

ELLA.– (Se le acerca y le toma la mano) Déjame que agarre tutemblor.

ÉL.– (Muy perplejo) Tú... y yo... (Sigue temblando. Ella le toma lasmanos y lo atrae)

ELLA.– ¿Qué es tu temblor?

(Le echa los brazos por los hombros. Él sigue temblando y Ellalo abraza)

ELLA.– ¿Sabes qué es tu temblor?

ÉL.– No.

ELLA.– Nunca había abrazado un temblor.

ÉL.– Me estás temblando y yo te estoy temblando.

(Le abraza con fuerza)

(Luego echa la cabeza hacia atrás y se pone a recordar)

Primero me trajiste la voz... Y luego me trajiste la presencia...¿Quién me asomó a mis ventanas?

ELLA.– Había notado el ímpetu de tener voz para tocar tu voz ycomunicar a través de ella mi presencia. Para que se lanzaseal estampido con las tuyas. Y ahora que tenemos estampidoestamos gimiendo a gemidos.









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