NUTRICIÓN - PEDIATRÍA

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Pediatra Integralrgano de expresin de la Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria

Programa de Formacin Continuada en Pediatra Extrahospitalaria

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In MemoriamValoracin del estado nutricional en nios y adolescentes J. Romeo, J. Wrnberg, A. Marcos La lactancia materna: tcnica, contraindicaciones e interacciones con medicamentos A. Vias Vidal Lactancia artificial: tcnica, indicaciones, frmulas especiales M. Garca-Onieva Artazcoz La alimentacin complementaria en el lactante C. Coronel Rodrguez, M. Cinta Guisado Rasco Nutricin en la edad preescolar, escolar y adolescente M.I. Hidalgo Vicario, M. Gemes Hidalgo Comentarios a las respuestas vol. IX n 8 M.C. Gancedo Garca, M.C. Hernndez-Gancedo Noticias Preguntas

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Volumen XI Nmero 4 Mayo 2007 AO XIII - CURSO III

Pediatra Integralrgano de expresin de la Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria

Programa de Formacin Continuada en Pediatra ExtrahospitalariaCPRESIDENTES DE HONOR: Dr. J.L. Bonal (Presidentede la S.E.P.E.A.P.)

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DIRECTOR EJECUTIVO: Dr. J. Del Pozo Machuca

SUBDIRECTORES EJECUTIVOS: Dra. I. Hidalgo Vicario Dr. J. de la Flor i Br

Prof. A. Delgado (Presidentede la A.E.P.)JUNTA DIRECTIVA: Dr. J.L. Bonal Dr. H. Paniagua Dr. A. Redondo Dr. J. Del Pozo Dra. C. Gancedo Dr. L. Gonzlez Dr. J.L. Grau Dra. I. Hidalgo Dra. A.M. Rodrguez JEFE DE REDACCIN: Dr. J. Pozo Romn SECRETARA TCNICA: C. Rodrguez Fernndez CONSULTORA DOCENTE: Prof. J. Brines(Seccin de Educacin Peditrica de la A.E.P.)

Dr. J. Lpez Muoz(Andaluca Oriental)

Dra. A.M. Rodrguez Fernndez(S. Sureste)

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Dra. A. Cobaleda Rodrigo(S. Madrid y Castilla La Mancha)

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Prof. M. Crespo(Comisin Nacional de Especialidades)

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Dra. C. Ferrndez Gomriz(S. Tenerife)

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Prof. J. Gonzlez Hachero(Andaluca Occidental y Extremadura)

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Prof. E. Domnech(Tenerife)

Prof. A. Valls Snchez de Puerta(Sevilla)

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Pediatra Integral Pediatr IntegralPEDIATRA INTEGRAL (Programa de Formacin Continuada en Pediatra Extrahospitalaria) es el rgano de Expresin de la Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria (SEPEAP). PEDIATRA INTEGRAL publica artculos en castellano que cubren revisiones clnicas y experimentales en el campo de la Pediatra, incluyendo aspectos bioqumicos, fisiolgicos y preventivos. Acepta contribuciones de todo el mundo bajo la condicin de haber sido solicitadas por el Comit Ejecutivo de la revista y de no haber sido publicadas previamente ni enviadas a otra revista para consideracin. PEDIATRA INTEGRAL acepta artculos de revisin (bajo la forma de estado del arte o tpicos de importancia clnica que repasan la bibliografa internacional ms relevante), comunicaciones cortas (incluidas en la seccin de informacin) y cartas al director (como frum para comentarios y discusiones acerca de la lnea editorial de la publicacin). PEDIATRA INTEGRAL publica 9 nmeros al ao, y cada volumen se complementa con dos suplementos del programa integrado (casos clnicos, preguntas y respuestas comentadas) y un nmero extraordinario con las actividades cientficas del Congreso Anual de la SEPEAP. PEDIATRIA INTEGRAL se distribuye entre los pediatras de Espaa directamente. SWETS es la Agencia Internacional de Suscripcin elegida por la revista para su distribucin mundial fuera de este rea. Reservados todos los derechos. Absolutamente todo el contenido de PEDIATRA INTEGRAL (incluyendo ttulo, cabecera, mancha, maquetacin, idea, creacin) est protegido por las leyes vigentes referidas a los derechos de propiedad intelectual Todos los artculos publicados en PEDIATRA INTEGRAL estn protegidos por el Copyright, que cubre los derechos exclusivos de reproduccin y distribucin de los mismos. 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Algo que es particularmente importante cuando el agente recomendado es un frmaco nuevo o de uso infrecuente. La inclusin de anuncios en PEDIATRA INTEGRAL no supone de ninguna forma un respaldo o aprobacin de los productos promocionales por parte de los editores de la revista o sociedades miembros, del cuerpo editorial y la demostracin de la calidad o ventajas de los productos anunciados son de la exclusiva responsabilidad de los anunciantes. El uso de nombres de descripcin general, nombres comerciales, nombres registrados... en PEDIATRA INTEGRAL, incluso si no estn especficamente identificados, no implica que esos nombres no estn protegidos por leyes o regulaciones. El uso de nombres comerciales en la revista tiene propsitos exclusivos de identificacin y no implican ningn tipo de reconocimiento por parte de la publicacin o sus editores. Las recomendaciones, opiniones o conclusiones expresadas en los artculos de PEDIATRA INTEGRAL son realizadas exclusivamente por los autores, de forma que los editores declinan cualquier responsabilidad legal o profesional en esta materia. Los autores de los artculos publicados en PEDIATRA INTEGRAL se comprometen, por escrito, al enviar los manuscritos, a que son originales y no han sido publicados con anterioridad. Por esta razn, los editores no se hacen responsables del incumplimiento de las leyes de propiedad intelectual por cualesquiera de los autores. PEDIATRA INTEGRAL est impresa en papel libre de cido. La poltica de los editores es utilizar siempre este papel, siguiendo los estndares ISO/DIS/9706, fabricado con pulpa libre de cloro procedente de bosques mantenidos.

SECRETARA DE REDACCIN: Ediciones Ergon, S.A. Srta. Carmen Rodrguez C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid) http://www.ergon.es Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria Vistenos en INTERNET: www.sepeap.org Edita: Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria (SEPEAP) Coordinacin Editorial: Ediciones Ergon, S.A.

I.S.S.N. 1135-4542 SVP: 188-R-CM Depsito Legal M-13628-1995

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Impreso en papel libre de cido Printed on acid free paper

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Pediatra Integralrgano de expresin de la Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria

Programa de Formacin Continuada en Pediatra ExtrahospitalariaCOURSE III Volume XI Number 4

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In MemoriamAssessment of nutritional status in children and adolescents J. Romeo, J. Wrnberg, A. Marcos Maternal breast-feeding: technique, contraindications and drug interactions A. Vias Vidal Artificial feeding: technique, indications, special formulae M. Garca-Onieva Artazcoz Complementary feeding in the infant C. Coronel Rodrguez, M. Cinta Guisado Rasco Nutrition in the preschool, school and adolescent age M.I. Hidalgo Vicario, M. Gemes Hidalgo Comment to the responses vol. IX n. 8 M.C. Gancedo Garca, M.C. Hernndez-Gancedo News Questions

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In Memoriam

A travs de su viuda, doa Marta Villaseor e hijos, nos llega, en una muy cariosa carta, la triste noticia del fallecimiento, el 11 de abril de 2007, del Profesor D. Jos M. Camarena Bolaos, prestigioso pediatra mexicano, al que nos una una recproca e entraable amistad, tras larga y penosa enfermedad que ha sobrellevado con extraordinaria entereza y resignacin. Sus frecuentes viajes a Espaa y su relacin personal y profesional con pediatras de distintos pases latinoamericanos han hecho que la figura del Prof. Camarena sea reconocida con un halo de merecido prestigio en el mbito peditrico internacional. Como reconoce la Confederacin Nacional de Pediatra, AC (CONAPEME) de Mxico, de la que fue presidente, el Dr. Camarena contribuy de una manera muy significativa al desarrollo de la Pediatra nacional de su pas, por la dedicacin plena a la Pediatra y la importancia de sus trabajos que trascendieron al resto de Hispanoamrica. Fue fundador del Consejo Mexicano de Certificacin en Pediatra y su segundo presidente. Fue tambin presidente de la Asociacin Latinoamericana de Pediatra (ALAPE), miembro permanente de la International Pediatric Association (IPA), miembro fundador de la Asociacin Panamericana de Ciruga Peditrica, miembro de la Academia Mexicana de Pediatra, as como de la Asociacin Mexicana de Profesores de Pediatra y de otras asociaciones de Pediatra nacionales e internacionales. Era Socio de Honor de las Sociedades Dominicana de Pediatra, Paraguaya de Pediatra, Argentina de Pediatra, Guatemalteca de Pediatra y de la Sociedad Espaola de Pediatra Extrahospitalaria y Atencin Primaria (SEPEAP), con la que mantuvo siempre una estrecha y constante relacin, dictando la Conferencia Extraordinaria de Clausura de la IV Reunin de la Seccin de Pediatra Extrahospitalaria de la AEP, hoy SEPEAP, celebrada en Torremolinos (Mlaga), el ao 1990. Fue tambin lector asiduo de la revista Pediatra Integral, a la que elogiaba con frecuencia por sus contenidos y por la utilidad que significaba al servicio de una eficaz formacin continuada. Adems, en el Servicio Pblico de su pas, desempe diversos cargos de responsabilidad, siempre con extraordinario

xito; entre otros muchos, fue Director Fundador del Hospital Infantil de Coyoacn, Subdirector de los Servicios Mdicos del Departamento del Distrito Federal, Director General de la Asistencia Pblica de la Secretara de Salubridad y Delegado Ejecutivo de la Junta de Asistencia Privada de Mxico. Profesor titular de Pediatra de la Universidad Autnoma de Mxico, llev siempre una intensa actividad investigadora y docente, siendo mltiples sus ensayos y trabajos, as como ponencias y comunicaciones en congresos nacionales e internacionales. Autor de varios libros, tuvimos la oportunidad de hacer unos comentarios, en la seccin Crtica de Libros de la revista Pediatra Integral (Vol. IX n 1; Enero-Febrero 2005) sobre su ltima obra: Sano crecimiento y desarrollo de nuestro hijo, en los que considerbamos que sera de extraordinaria utilidad para llevar a cabo un buen seguimiento del crecimiento, desarrollo y maduracin del nio hasta llegar a la adolescencia. Hago mas las palabras de elogio, a la figura del Prof. Camarena, que hace el Dr. Sergio C. Riestra Jimnez, presidente de la Confederacin Nacional de Pediatra de Mxico, en el mensaje dirigido a los pediatras mexicanos, ensalzando su personalidad y animando a los pediatras que l form para que se encarguen de continuar su labor en beneficio de la pediatra mexicana. Desde el afecto y la amistad que me brind, de los que me siento orgulloso, a ttulo personal y como director de Pediatra Integral, deseo hacer llegar mi condolencia a todos los pediatras mexicanos y a los de Hispanoamrica que lo conocieron y admiraron y, muy especialmente, a su esposa (Martita, como l la llamaba) y a sus hijos por tan dolorosa prdida. La pediatra internacional y, especialmente, Latinoamrica han perdido un gran pediatra y un gran hombre que, a su riqueza cientfica, investigadora y docente, una extraordinarias cualidades humansticas y humanas. Descanse en paz. Dr. Jos del Pozo Machuca Director Ejecutivo

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Valoracin del estado nutricional en nios y adolescentesJ. Romeo, J. Wrnberg, A. MarcosGrupo Inmunonutricin. Departamento de Metabolismo y Nutricin. Instituto del Fro. Consejo Superior de Investigaciones Cientficas. Madrid

Resumen

Palabras clave

Sabemos que el estado nutricional de un individuo o colectivo es el resultado entre el aporte nutricional que recibe y las demandas nutritivas del mismo. La prevalencia de la obesidad en la infancia y la adolescencia ha experimentado un incremento alarmante en el curso de las tres ltimas dcadas, constituyendo el trastorno nutricional ms frecuente, no slo en las sociedades desarrolladas, sino tambin en los pases en vas de desarrollo. Adems, los trastornos del comportamiento alimentario (TCA), entre los que se incluyen la anorexia y la bulimia, estn siendo muy frecuentes en la etapa adolescente, aunque inciden en edades cada vez ms tempranas, ya en el perodo prepuberal. Debido a que tanto la obesidad como los TCA en estas etapas de la vida van a determinar hbitos y alteraciones fsicas y mentales determinantes para la edad adulta, resulta de vital importancia detectar estas posibles alteraciones mediante una correcta valoracin del estado nutricional en nios y adolescentes, que permitan as realizar un diagnstico y tratamiento precoz de las mismas. Esta valoracin abarca una serie de procedimientos progresivos: anamnesis y exploracin fsica, estudio de la dieta, valoracin antropomtrica y composicin corporal, as como marcadores biolgicos (parmetros bioqumicos, hematolgicos e inmunolgicos). Valoracin nutricional; Nios; Adolescentes.

Abstract

Key words

ASSESSMENT OF NUTRITIONAL STATUS IN CHILDREN AND ADOLESCENTS The nutritional status of a person or population is the net result of nutrient intake minus energy expenditure. Childhood and adolescent obesity prevalence have increased alarmingly during the last three decades, resulting in the major nutritional disorder not only in developed countries but also in developing countries. On the other hand, eating behaviour disorders such as anorexia nervosa and bulimia nervosa are increasing not only during adolescence but also in earlier ages. Both obesity and eating disorders at these ages will determine future habits, physical and mental health and in order to detect early nutritional changes, an appropriate evaluation of the nutritional status early in life acquires a great interest. This assessment of the nutritional status includes a series of progressive studies: anamnesis and physical examination, dietary evaluation, anthropometry and body composition and eventually biological markers (biochemical, haematological and immunological analyses). Nutritional assessment; Children; Adolescents.

Pediatr Integral 2007;XI(4):297-304.

INTRODUCCIN

Ya que muchos de los hbitos que van a influir en la salud fsica y mental en la edad adulta se adquieren durante la niez y la adolescencia, es muy importante una correcta valoracin nutricional en estas etapas de la vida.El estudio de la situacin nutricional de un individuo o colectivo se basa en el

resultado entre la ingesta de alimentos que recibe y el gasto energtico que presenta. La valoracin nutricional abarcara el conjunto de procedimientos, de carcter progresivo, que permiten evaluar el nivel de salud, bienestar, carencias y dficit de individuos desde la panormica de su situacin nutricional. Estos procedimientos se basan en la interpretacin de la informacin obtenida a partir del estu-

dio de una serie de parmetros (medidas antropomtricas, anlisis de la dieta y parmetros bioqumicos, hematolgicos e inmunolgicos). De esta manera, la evaluacin nutricional nos va a permitir determinar el estado nutricional de un individuo o colectivo, valorar las necesidades o requerimientos nutricionales y pronosticar los posibles riesgos de salud que pueda presentar.

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Existen muchos factores que influyen en el aporte y en las necesidades nutricionales de un individuo. A la hora de realizar una valoracin del estado nutricional en nios y adolescentes, hay que tener en cuenta las mayores demandas nutricionales derivadas del rpido crecimiento que se contraponen con el aprendizaje en la conducta alimentaria. En este sentido, se ha observado que, en los perodos de adolescencia, los hbitos alimentarios se caracterizan por una alimentacin desordenada, definida por un elevado consumo de comidas rpidas, golosinas y bebidas azucaradas de alta densidad calrica y bajo contenido de nutrientes especficos. A este desequilibrio nutricional, hay que aadir una escasa ingesta de calcio, debido al reemplazo de la leche por bebidas o infusiones de bajo contenido nutricional, escaso control y conocimiento de los padres respecto a la alimentacin de sus hijos adolescentes, y tendencia frecuente a dietas hipocalricas que pueden comprometer el potencial de crecimiento o inducir carencias especficas. Por todo ello, la adolescencia es una etapa con alta prevalencia de trastornos nutricionales, siendo los ms frecuentes la malnutricin por exceso y las carencias especficas de hierro y de calcio. Ya que muchos de los hbitos que van a influir en la salud fsica y mental en la edad adulta se adquieren durante la niez y la adolescencia, es muy importante una correcta valoracin nutricional en estas etapas de la vida. MALNUTRICIN CALRICO-PROTEICA

ltimas dcadas en los pases desarrollados. Actualmente, la malnutricin calricoproteica frecuentemente aparece como consecuencia de diferentes enfermedades; este hecho, unido al aumento del riesgo de infecciones provocado por la propia malnutricin, agrava considerablemente la gravedad de dichas enfermedades. Se ha observado que las alteraciones inmunolgicas y las complicaciones derivadas de las mismas son, probablemente, las consecuencias ms importantes de la malnutricin calrico-proteica. sta afecta sobre todo a la inmunidad celular mediada por los linfocitos T, pero tambin a la inmunidad no especfica. Una ingesta reducida en energa y protena parece ser la responsable de estas alteraciones; sin embargo, el dficit de vitaminas y de ciertos minerales u oligoelementos, como el cinc o incluso el hierro, tambin desempean un papel esencial en ello. OBESIDAD. UNA NUEVA EPIDEMIA

El nio o adolescente obeso, adems del extenso cuadro en que puede derivar su patologa hacia otras enfermedades crnicas, como: diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o tumoraciones diversas, es susceptible a padecer alteraciones del sistema inmunitario. Con respecto a la valoracin nutricional, quedan todava por analizar y detectar nuevos biomarcadores que sean capaces de evaluar la evolucin de la prdida de peso en los pacientes obesos y de este modo poder valorar la bondad o el perjuicio de las dietas de adelgazamiento a que son sometidos. Asimismo, ser interesante correlacionar los parmetros involucrados en los distintos sistemas orgnicos (sistema inmunitario, sistema nervioso central y sistema endocrino) para conocer cmo interaccionan en estas situaciones particulares. TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO

El nio o adolescente obeso, adems del extenso cuadro en que puede derivar su patologa hacia otras enfermedades, es susceptible a padecer alteraciones del sistema inmunitario.En el momento actual se considera que los trastornos del comportamiento alimentario (TCA), entre los que se est incluyendo la obesidad en algunas ocasiones, constituyen verdaderamente una epidemia de nuestros tiempos. Es obvio que la inmensa mayora de la poblacin no es consciente de cmo ha podido llegar a ciertos extremos, ni de los verdaderos riesgos que lleva consigo esta patologa. La prevalencia de obesidad en la infancia y la adolescencia ha experimentando un incremento alarmante en el curso de las tres ltimas dcadas, constituyendo el trastorno nutricional ms frecuente, no slo en las sociedades desarrolladas, sino tambin en los pases en vas de desarrollo. Segn la Plataforma Europea de Accin sobre Alimentacin, Actividad Fsica y Salud de la Unin Europea de los veinticinco, el nmero de nios obesos en la Unin Europea aumenta a un ritmo de 400.000 al ao. Este aumento excesivo de la prevalencia de sobrepeso y obesidad tambin se ha observado en la poblacin adolescente espaola.

El tratamiento de los TCA abarca una terapia sobre las complicaciones fsicas de la enfermedad, el peso, proporcionar educacin nutricional para instaurar un comportamiento alimentario saludable y normalizar los aspectos psicolgicos.Existe unanimidad respecto al perodo ms frecuente de aparicin de los trastornos del comportamiento alimentario, que suele ser, o bien al inicio de la adolescencia o durante sta o al principio de la juventud, aunque por desgracia cada vez son ms frecuentes los casos que aparecen en la prepubertad. A pesar de que este temor a engordar es una caracterstica fundamental de la anorexia nerviosa (AN), no existe suficiente informacin acerca de la composicin corporal de las personas que sufren esta enfermedad. Es la tercera enfermedad crnica ms comn entre las mujeres adolescentes, y se calcula que ocurre en un 1% a 5% de todos los adolescentes, aunque la incidencia aumenta hasta un 10% en sujetos de esta edad que padecen algn desorden alimentario que no est clasificado como AN o bulimia nerviosa (BN) propiamente dichos. Parece que la edad de comienzo ms frecuente para la AN es desde los 13 a los 17 aos; mientras que, para la (BN) son frecuentes edades de comienzo ms

Las alteraciones inmunolgicas y las complicaciones derivadas de las mismas son, probablemente, las consecuencias ms importantes de la malnutricin calrico-proteica.La malnutricin calrico-proteica se desarrolla cuando la ingesta de protenas y/o energa es insuficiente para cubrir las necesidades del propio individuo. El avance socio-econmico, junto con el progreso en Ciencia y Medicina, as como el desarrollo tecnolgico, han determinado que la malnutricin calrico-proteica por dficit de aporte de nutrientes, tan frecuente en los pases en vas de desarrollo, haya prcticamente desaparecido durante las

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tardas, entre los 15 y los 20, a lo cual contribuye el hecho de que un buen nmero de casos de bulimia se dan en pacientes que han tenido AN previamente. En aquellos casos raros de aparicin muy precoz de AN, el cuadro muestra caractersticas peculiares, como una particular tendencia a la depresin y a las conductas obsesivas, mayor presencia de sntomas digestivos al comienzo y una osteoporosis ms intensa. El comienzo precoz de la BN, antes de los 14 aos, es verdaderamente excepcional, aunque se estn describiendo casos aislados, cada vez con mayor frecuencia. Los problemas derivados de los TCA a estas edades derivan en una serie de trastornos graves, entre los que destacan la alteracin en la formacin de los huesos, una enfermedad potencialmente irreversible. Cuanto ms tiempo persista la enfermedad, mayor ser la probabilidad de que la prdida de masa sea pueda ser permanente. Los pacientes que consiguen recuperarse a una edad temprana (15 aos o menores) tienen mayor probabilidad de lograr una densidad sea normal, siendo el pronstico de la enfermedad ms favorable. La finalidad del tratamiento de los TCA es, adems de tratar las complicaciones fsicas de la enfermedad, conseguir un peso que no ponga en riesgo la salud (en el caso de pacientes con AN), proporcionar educacin nutricional para instaurar un comportamiento alimentario saludable y normalizar los aspectos psicolgicos de la persona, incluyendo el estado de nimo y la autoestima. Tanto el mdico de Atencin Primaria como el equipo de salud mental, se encuentran en situacin de poder detectar casos de TCA y de colaborar en el seguimiento y tratamiento de los pacientes menos graves. VALORACIN NUTRICIONAL

tricional, se pueden utilizar distintos mtodos basados en mediciones dietticas, antropomtricas y biolgicas, pudindose usar solos o de forma combinada. Gracias a ellos, es posible caracterizar los diferentes grados de alteraciones nutricionales, permitiendo as conocer el estado nutricional de un individuo o colectivo y detectar las posibles deficiencias especficas. Anamnesis y exploracin fsica La historia nutricional y el examen fsico permiten realizar una valoracin global de la malnutricin, sus riesgos y la identificacin de deficiencias especficas. La historia clnica debe precisar la existencia de enfermedades que puedan perturbar la digestin y/o absorcin de los alimentos y, finalmente, se deben analizar todas aquellas circunstancias que puedan influir en los hbitos alimentarios o modificar el gasto energtico, tales como el ejercicio fsico o las relaciones sociales. Hay que tener en cuenta que el diagnstico de base nos dar idea de la utilizacin metablica de los nutrientes que dependen de la afectacin orgnica, de si se trata de una enfermedad aguda o crnica y del tratamiento a utilizar. Estudio de la dieta A la hora de realizar un estudio diettico, las encuestas dietticas son el mtodo de eleccin para evaluar la ingesta de alimentos de los nios y adolescentes. La cuantificacin de la ingesta diettica en nios suele tener limitaciones y sesgos debido a la propia dificultad para la recogida de datos. La mayor parte de las encuestas dietticas subestiman la ingesta real de alimentos, especialmente en el grupo de mujeres adolescentes y en individuos obesos, aunque se produce una sobreestimacin de su ingesta en el caso de las pacientes con AN. A pesar de estas limitaciones, las encuestas nutricionales son utilizadas para el registro de la ingesta diettica; ya que, de momento, no existen otros mtodos que las sustituyan. Los cuestionarios de frecuencia de ingesta y la historia diettica valoran el tipo y cantidad de alimentos consumidos de manera semicuantitativa. Este tipo de cuestionarios no sirven para reflejar exacta y precisamente la verdadera ingesta ca-

lrica. La utilidad prctica de este tipo de cuestionarios deriva en que van a permitir la clasificacin epidemiolgica de los individuos segn la frecuencia de ingesta de un determinado grupo de alimentos y los hbitos dietticos que han adquirido. El registro diettico es el trmino utilizado para los mtodos en los que se anotan o registran los alimentos consumidos durante unos das determinados, normalmente 3 4, tras recibir adecuadas instrucciones de un encuestador. Es necesario un buen entrenamiento previo de las personas que van a realizar el registro sobre la descripcin y preparacin de los alimentos, guisos y porciones. Adems, requiere una gran cooperacin de los padres. Existen estudios que demuestran una buena fiabilidad de este mtodo en nios de 7-9 aos, al compararlos con adolescentes, que frecuentemente reflejan una subestimacin en la ingesta calrica en condiciones normales, como ya se ha indicado. Otra encuesta muy utilizada es el registro de 24 horas, por la cual se insta al nio o adolescente a recordar y referir el alimento que consumi durante unos determinados das, habitualmente el da anterior o las 24 horas previas al momento de la entrevista. Aunque tambin es importante un buen entrenamiento por parte de los entrevistadores, este mtodo es el ms usado en nios y ha demostrado cuantificar con exactitud el consumo calrico, especialmente cuando se utiliza una tcnica apropiada que evite la tendencia a la subestimacin de la ingesta. Es capaz de reflejar con bastante fiabilidad la ingesta energtica de un grupo de nios o adolescentes; y, aunque se ha demostrado una mala correlacin al comparar el gasto energtico de un individuo con su ingesta energtica, es el mtodo ms apropiado para este grupo de edad.

La valoracin nutricional en el nio y adolescente comprende el estudio global de una serie de mtodos basados en mediciones dietticas, antropomtricas y biolgicas, que nos van a permitir conocer el estado nutricional y detectar posibles deficiencias.Como ya se ha mencionado anteriormente, a la hora de evaluar el estado nu-

Requerimientos energticos El requerimiento energtico de un individuo en estado de equilibrio es igual al gasto energtico, a excepcin de algunas situaciones fisiolgicas en las que se precisa un aporte energtico superior al gasto calrico, tales como el crecimiento y desarrollo de nios y adolescentes o durante el embarazo o lactancia. Las necesidades calricas guardan una estrecha

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TABLA I. Recomendaciones de ingesta energtica en el primer ao de vida (FAO/WHO/UNU, 2004)

Edad (meses) Varones1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 113 104 95 82 81 81 79 79 79 80 80 81

Kcal/kg/da Mujeres107 101 94 84 82 81 78 78 78 79 79 79

Promedio110 102 95 83 82 81 79 79 79 80 80 80

Report of a Joint FAO/WHO/UNU Expert Consultation. FAO Food and Nutrition Technical Report Series No. 1. Rome: Food and Agriculture Organization; 2004.

TABLA II. Recomendaciones de ingesta energtica en nios y adolescentes (FAO/WHO/UNU, 2004)

Edad (aos)1-2 2-3 3-4 4-5 5-6 6-7 7-8 8-9 9-10 10-11 11-12 12-13 13-14 14-15 15-16 16-17 17-18

Kcal/kg/da Varones Mujeres82,4 83,6 79,7 76,8 74,5 72,5 70,5 68,5 66,6 64,6 62,4 60,2 57,9 55,7 53,4 51,6 50,3 80,1 80,6 76,5 73,9 71,5 69,3 66,7 63,8 60,8 57,8 54,8 52 49,3 47 45,3 44,4 44,1

Valoracin antropomtrica y composicin corporal

Report of a Joint FAO/WHO/UNU Expert Consultation. FAO Food and Nutrition Technical Report Series No. 1. Rome: Food and Agriculture Organization; 2004.

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relacin con la velocidad de crecimiento y con la actividad fsica. Las amplias variaciones individuales, debidas sobre todo al distinto ritmo de maduracin, dificultan el poder establecer normas aplicables a toda la poblacin. Por ltimo, conviene destacar la recomendacin de que el requerimiento energtico sea aportado en un 40 a 60% por carbohidratos, en un 30 a 45% por lpidos, correspondiendo esta ltima cifra a la recomendada para menores de dos aos, y slo un 7 a 15% por protenas.

Peso, talla e ndices Las medidas del peso y la talla corporales son fciles de realizar y de gran utilidad para evaluar el crecimiento y el estado nutricional. La velocidad de crecimiento en los nios es una verdadera prueba biolgica del balance energtico y de ciertas funciones hormonales. Este mtodo presenta una serie de ventajas, entre las que destacan la sencillez de los instrumentos de medida, de recogida e interpretacin de los datos y la posibilidad de valorar la evolucin del proceso, mediante el seguimiento a intervalos regulares de los cambios que se van produciendo a lo largo del tiempo. No obstante, para que los resultados sean fiables, se requiere una buena precisin y entrenamiento de la persona que los realice. Junto a los parmetros universales de peso y talla, algunos autores han desarrollado una serie de ndices especiales para valorar el estado nutricional. Estos ndices constan de una o ms medidas simples y son esenciales para la interpretacin de las medidas antropomtricas. De todos los ndices propuestos con esta finalidad, el ms til sigue siendo el introducido por Quetelet en 1869, que utiliza la relacin peso/talla2, rebautizado por Keys (1972) como ndice de masa corporal (IMC). Por ser el peso ms sensible que la talla a los cambios en el estado nutricional y en la composicin corporal, la modificacin de la estatura en el denomi-

nador ofrece un valor menos dependiente de ella y as el ndice se correlaciona ms estrechamente con la grasa corporal. En el nio, el valor del IMC vara con las distintas fases del desarrollo del tejido adiposo y es necesario utilizar estndares procedentes de un estudio longitudinal. En cuanto a los lmites de este ndice, se acepta que el percentil 25 marca la frontera de la delgadez, el percentil 75, la del sobrepeso y, por encima del percentil 95, la obesidad. Otro ndice propuesto por la Organizacin Mundial de la Salud (OMS, 1971), es la talla en funcin de la edad, que es un buen indicador de malnutricin crnica en poblaciones infantiles y da idea de una reduccin del crecimiento o de la estatura. Sin embargo, este ndice se debe usar con cautela; ya que, si se considera aisladamente, puede infraestimar la malnutricin. Por otra parte, no considera la influencia de las diferencias tnicas o genticas en la talla de los nios y, adems, son poco tiles en adultos o adolescentes, cuando las situaciones de desnutricin aparecen despus del crecimiento.

Pliegues cutneos Este mtodo asume que la grasa subcutnea constituye una proporcin constante de la grasa corporal total y que los lugares empleados para las mediciones se consideran una media de toda la grasa subcutnea corporal. Para realizar esta valoracin, se mide el espesor del pliegue de la piel en unas zonas determinadas; es decir, una doble capa de piel y tejido adiposo subyacente, evitando siempre incluir el msculo. De esta manera, es posible estimar con bastante precisin la cantidad de grasa subcutnea, que constituye el 50 por 100 de la grasa corporal. Se mide en mm mediante un sencillo aparato llamado plicmetro o lipocalibre. Las medidas ms frecuentes comprenden los pliegues tricipital, bicipital, subescapular y suprailaco. En la prctica clnica, los ms usados son los pliegues tricipital (PT) y subescapular (PS). El pliegue del trceps estima la obesidad generalizada o perifrica, mientras que el pliegue subescapular mide preferentemente la obesidad del tronco. Adems, la relacin pliegue subescapular/pliegue tricipital es un buen indicador del patrn de distribucin

de la grasa y se correlaciona positivamente con las fracciones lipdicas asociadas al riesgo cardiovascular. Para ambos pliegues, los valores por encima del percentil 90 deben ser considerados indicadores de obesidad y por debajo del percentil 3 indican desnutricin. En cualquier caso, el grosor del pliegue tricipital no se ve afectado por los cambios de tamao corporal y sirve para realizar una medicin directa del porcentaje de grasa corporal. Adems, incluso cuando la persona que realiza las mediciones posee una capacitacin especializada, resulta muy difcil reproducir las mediciones de los pliegues cutneos tricipitales, especialmente en los nios obesos, por lo que este mtodo no es un mtodo tan eficaz como el IMC para hacer un seguimiento del nio hasta la edad adulta.

tribucin regional de agua corporal total; en este sentido, es prometedor el uso de los aparatos de bioimpedancia de multifrecuencia. Por ltimo, es conveniente destacar que las ecuaciones existentes para calcular la grasa corporal en nios ofrecen resultados poco uniformes, por lo que parece poco adecuado recomendar el uso de la BIA para estimacin de grasa corporal en la prctica clnica peditrica.

Permetros Dentro de los permetros, el del brazo (PB) es el que tiene mayor inters en antropometra nutricional. Por su sencillez y precisin, es de gran utilidad para estimar el estado de nutricin en los pases en vas de desarrollo. Un valor inferior al 75 por 100 de la media para la edad indica malnutricin grave; entre el 75 y el 80 por 100, leve; y por encima del 85 por 100, se considera normal. A la hora de evaluar futuros riesgos derivados del sobrepeso y la obesidad, el calculo del ndice cintura/cadera (ICC) mediante la medicin de los permetros de la cintura y la cadera es el mtodo ms empleado. Adems, diversos estudios realizados en nios y adolescentes han demostrado que la circunferencia de la cintura es un buen indicador de la obesidad central, con utilidad clnica y epidemiolgica. De hecho, recientes estudios han llegado a la conclusin de que la medida del permetro o circunferencia abdominal es ms fiable que el uso del ndice de masa corporal (IMC) para predecir la futura aparicin de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 en los nios y adolescentes. Impedancia bioelctrica (BIA) El mtodo BIA se basa en la conduccin de una corriente elctrica aplicada a travs del cuerpo. Sin embargo, algunos estudios han puesto en duda su validez. Cabe destacar que la tecnologa de BIA convencional no da informacin en la dis-

Absorciometra de rayos X de energa doble (DEXA) Los rayos X, cuando pasan a travs del cuerpo, se atenan en diferente grado dependiendo de la cantidad y naturaleza del tejido. Por consiguiente, este mtodo es capaz de valorar la cantidad de masa grasa y magra, y el contenido mineral seo. Adems, con este sistema pueden realizarse anlisis segmentarios de la composicin corporal. Es una de las tcnicas ms utilizadas y fiables a la hora de evaluar la masa y el grado de mineralizacin sea en nios y adolescentes. Resonancia magntica nuclear (RMN) Mediante imgenes de alta resolucin, se pueden reconstruir los volmenes de los tejidos. Est tcnica utiliza un software capaz de distinguir el msculo esqueltico y tejido adiposo, siendo su principal ventaja la distincin del tejido adiposo visceral y del subcutneo. Sus desventajas radican en el elevado tiempo de examen, el alto costo y los escasos estudios de validacin relativos a valoraciones antropomtricas. Conductancia elctrica corporal total (TOBEC) Este mtodo se basa en las diferencias en la conductividad elctrica y en las propiedades dielctricas de las masas grasa y no grasa del organismo. Al introducir el cuerpo en un campo elctrico, se produce una prdida de energa que es proporcional a la conductividad de los componentes de aqul y a su longitud. Es una tcnica rpida, segura, fcil de realizar, apropiada para medir a un gran nmero de nios y con una buena reproductibilidad, precisin y exactitud. Con respecto a sus desventajas, radican fundamentalmente en su alto coste y dificultad para transportarlo. Adems, ha sido poco utilizada en nios.

Mtodos dilucionales o isotpicos. Agua corporal total (ACT) Estas tcnicas emplean fundamentalmente marcadores isotpicos, deuterio, tritio, bromo y 018 administrados por va oral o intravenosa. Tras un perodo de distribucin (perodo de equilibrio) se obtienen muestras de sangre y orina en las que se determina el istopo por diferentes tcnicas analticas, como: cromatografa de gases, resonancia nuclear magntica, espectrometra por infrarrojos, etc. Como se conoce la cantidad administrada de istopo, puede deducirse el agua corporal total, a partir de la que se estima la masa libre de grasa. En pediatra slo se usan deuterio y 018, que no son radiactivos (istopos estables). Sus principales limitaciones son que la masa grasa no es totalmente anhidra y que el grado de hidratacin de la masa libre de grasa vara en funcin de parmetros fisiolgicos (edad y sexo) y patolgicos (tipo de enfermedad o situacin clnica). Infrarrojo prximo (NIR) Se basa en los principios de la absorcin y reflexin de la luz mediante la espectroscopia de infrarrojos. Sus desventajas son que existen dudas sobre su relacin costo/beneficio y la escasez de ecuaciones de prediccin especficas para el rango de edad y el sexo. Pletismografa Mtodo por desplazamiento de aire (sistema BOD-POD). Este sistema utiliza una metodologa densiomtrica para determinar la composicin corporal. El peso corporal se mide mediante la balanza electrnica asociada; mientras que, el volumen corporal se calcula mediante la aplicacin de las leyes de los gases en cmaras. Su precisin es alta aunque su coste tambin lo es.Parmetros bioqumicos, hematolgicos e inmunolgicos Existe una serie de medidas de laboratorio frecuentemente utilizadas para valorar el estado nutricional, as como su relacin con los componentes de la dieta.

Parmetros bioqumicos: protenas plasmticas Uno de los mtodos ms usados para detectar las alteraciones metablicas

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relacionadas con la malnutricin es la medida del compartimento proteico visceral, mediante la determinacin de las concentraciones plasmticas de las protenas secretadas por el hgado. Entre estas protenas, se encuentran: la albmina, la transferrina, la prealbmina y la protena transportadora de retinol. La albmina es un marcador tradicional til para identificar estados de malnutricin crnica, pero su larga vida media (18-20 das) limita su utilidad para detectar cambios agudos del estado nutricional. A diferencia de la albmina, la transferrina tiene una vida media de 8 das, por lo que podra utilizarse como indicador nutricional; sin embargo, la transferrina disminuye con la inflamacin y su sntesis aumenta o disminuye dependiendo del estado de deficiencia o sobrecarga de hierro. La medida del compartimento visceral proteico como indicador del estado nutricional est todava en discusin. Algunos autores no recomiendan la determinacin de protenas viscerales como nico indicador del estado de malnutricin, por los numerosos factores involucrados; por lo que, se aconseja asociarla con otros mtodos. De todos modos, la asociacin de variables bioqumicas para una valoracin ms precisa del estado nutricional a la hora de identificar la causa de una malnutricin calrico-proteica est bien establecida.

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Pruebas hematolgicas: anemia de causa nutricional El estudio de la serie roja sangunea es de gran inters para el conocimiento del estado nutritivo; ya que, al formar parte de la analtica de rutina en el laboratorio clnico, puede ser un gran indicador de ciertas anomalas nutricionales, entre las que se encuentran numerosos dficit especficos de nutrientes. En estas situaciones, las alteraciones aparecidas en la serie roja se manifiestan generalmente como anemias; mientras que, el exceso o desequilibrio de nutrientes tiene un efecto menos marcado. La anemia y la deficiencia de hierro son patologas habituales y frecuentes en los nios y adolescentes. La anemia ms frecuente en la infancia es la denominada ferropnica o anemia por dficit de hierro. Los adolescentes tambin son especialmente susceptibles a sufrir una anemia por carencia de hierro; ya que, su volu-

men sanguneo y su masa muscular aumentan durante el crecimiento y el desarrollo. Otros factores que influyen en que la necesidad de hierro sea mayor son: el aumento de peso y el comienzo de la menstruacin en las chicas. La vitamina C o cido ascrbico, por sus propiedades reductoras, ayuda a la absorcin de hierro no hemo, reducindolo a estado ferroso en el estmago. Tambin, favorece la absorcin intestinal del cido flico y su utilizacin, facilitando la conversin de folato a tetrahidrofolato. De esta forma, la carencia de vitamina C puede ser causa de anemias ferropnica y megaloblstica. Por otra parte, la deficiencia de vitamina A puede originar anemia provocada por la defectuosa movilizacin de hierro desde el hgado. La anemia producida por la deficiencia de cobre se debe a un defecto en el metabolismo del hierro; ya que, la enzima ferroxidasa, que contiene cobre, es necesaria para la conversin de hierro ferroso en hierro frrico, de forma que pueda unirse a la transferrina. El cobre es necesario para la movilizacin del hierro del hgado al plasma y para la utilizacin del hierro intracelular por parte de los eritroblastos. En los eritrocitos, la enzima superxido dismutasa, que contiene cobre, protege las membranas de la peroxidacin, y se ha demostrado que la actividad de esta enzima disminuye con dietas pobres en cobre y tras la suplementacin con hierro y cinc. La anemia macroctica o megaloblstica se produce por la deficiencia de vitamina B12 o de cido flico y se manifiesta por un aumento en el volumen corpuscular medio de los hemates, junto a una disminucin de los niveles de hemoglobina. Este tipo de anemia es frecuente en nios, adolescentes, embarazadas y ancianos.

Parmetros inmunolgicos: relacin nutricin-sistema inmune En la actualidad, est ampliamente aceptado el hecho de que la nutricin es un importante determinante del desarrollo de la respuesta inmune. Los resultados epidemiolgicos y clnicos sugieren que cualquier deficiencia nutricional altera la inmunocompetencia e incrementa la susceptibilidad a padecer infecciones. Ya a mediados del siglo pasado, se observ que malnutricin e infeccin estn ntimamen-

te relacionadas y que una agrava a la otra; esta hiptesis fue confirmada a principios de los aos 70, ponindose de manifiesto que una deficiencia nutricional altera el sistema inmune facilitando la incidencia de infecciones. Por este motivo, el estudio de la inmunocompetencia puede ser una medida til indicativa del estado nutricional. Los factores dietticos juegan un importante papel en el mantenimiento de las defensas. De hecho, la malnutricin es la causa ms comn de inmunodeficiencia secundaria a nivel mundial, que afecta principalmente a la inmunidad celular. El hecho de que existan deficiencias nutricionales est comnmente relacionado con una alteracin de la respuesta inmune, particularmente de la inmunidad celular, funcin fagoctica, produccin de citoquinas, adems, de secrecin de anticuerpos y sistema del complemento. A la hora de evaluar la relacin entre la inmunidad inespecfica y el estado nutricional, se ha observado que, en situaciones de malnutricin, la concentracin de lisozima desciende, como resultado de una produccin baja por parte de monocitos y neutrfilos y, tambin, a un aumento de la excrecin por orina. Por otra parte, la funcin fagoctica de los macrfagos se deprime en situaciones de malnutricin proteica, afectando a la migracin y a la destruccin intrafagoctica de la bacteria; se reduce adems la capacidad oxidativa de los linfocitos polimorfonucleares. Igualmente, se ha observado un deterioro de la concentracin y actividad de la mayora de los componentes del complemento, especialmente de los factores C3, C5, factor B y de la actividad hemoltica total del suero. Con respecto a la inmunidad mediada por clulas, la atrofia del timo, ganglios linfticos, amgdalas y bazo, observada en la malnutricin proteico-calrica, sugiere una alteracin en la inmunidad celular, ponindose de manifiesto que una deficiencia nutricional altera el sistema inmune facilitando la incidencia de infecciones. Asimismo, la funcin inmune celular in vivo, evaluada mediante la respuesta al test de hipersensibilidad retardada cutnea en situaciones de malnutricin, aun cuando existen deficiencias moderadas, se encuentra profundamente deprimida. Adems, cuando el sujeto est malnutrido, presenta una disminucin de la cantidad de

linfocitos T maduros, debido a la reduccin de actividad de un factor tmico necesario para la diferenciacin y maduracin de los linfocitos T en el timo. Mientras que, est claro que la malnutricin produce un importante deterioro en la inmunidad celular, los efectos sobre la inmunidad humoral son controvertidos. Por una parte, existen estudios que indican una reduccin en el nmero de clulas productoras de anticuerpos (linfocitos B), as como en la tasa de inmunoglobulinas segregadas en condiciones de malnutricin. Por el contrario, otros estudios encuentran que la concentracin plasmtica de inmunoglobulinas es normal e incluso elevada en individuos con malnutricin, especialmente cuando la respuesta inmune no necesita la colaboracin de los linfocitos T, lo que podra explicarse por una mayor exposicin antignica, que favorece la sntesis de anticuerpos para contrarrestar la infeccin. Con respecto a las citoquinas, los efectos de la malnutricin en la produccin de stas son variables. As, los niveles de IL1, IL-6 y el TNF-, que son citoquinas proinflamatorias, se encuentran aumentados, lo que da idea de la susceptibilidad a los procesos inflamatorios, aunque estos niveles mejoran con la rehabilitacin nutricional; mientras que, la produccin de IL-2 permanece atenuada, o a veces se secreta de forma espontnea, como sucede en AN. Adems, se ha observado que la malnutricin altera la capacidad de los linfocitos T para responder adecuadamente a las citoquinas. Capacidad inmunomoduladora de los nutrientes Actualmente, sabemos que los alimentos en conjunto, y sus componentes en particular, ejercen un papel importante en el desarrollo y preservacin del sistema inmune. Se ha identificado un gran nmero de nutrientes activos de la dieta que poseen accin inmunoestimuladora. Se ha descubierto, por ejemplo, que algunos pptidos de la dieta, la arginina, glutamina, cidos nucleicos y las vitaminas C, E y A, son capaces de estimular la funcin inmunolgica. Las vitaminas C y E parecen ejercer parte de sus efectos positivos actuando como antioxidantes y manteniendo la estabilidad de las membranas de los

leucocitos frente a altos niveles de productos oxidantes en las zonas inflamadas. La vitamina E reduce la liberacin de prostaglandina E2 y modula la produccin de citoquinas. La vitamina A aumenta las respuestas especficas a antgenos en clulas T va receptor del cido retinoico. Tambin, se ha observado que la relacin entre los cidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 y omega6 altera la composicin y fluidez de la membrana plasmtica, altera el flujo de los canales inicos, los mecanismos de marcaje celular, la respuesta a los eicosanoides, la liberacin de citoquinas y la respuesta de las clulas inmunocompetentes. Por ltimo, cabe destacar tambin el papel de los alimentos funcionales como reguladores de la respuesta inmune, incrementando la actividad fagoctica de monocitos y granulocitos, y aumentando los niveles de clulas secretoras de anticuerpos. BIBLIOGRAFALos asteriscos reflejan el inters del artculo a juicio del autor. 1.** De Onis M, Habicht JP. Anthropometric reference data for international use: Recommendations from a World Health Organization Expert Committee. Am J Clin Nutr 1996; 64: 650-8. Este trabajo, publicado por Unidad de Nutricin de la Organizacin Mundial de la Salud, proporciona datos de un comit de expertos que han evaluado la validez de los mtodos antropomtricos que evalan el estado de salud nutricional para proporcionar unas recomendaciones de referencia. 2.*** Gmez S, Wrnberg J, Romeo J, Rosset A, Marcos A. Nutricin del Adolescente. Madrid: Editorial Editec; 2007 (en prensa). Los autores profundizan sobre las particularidades nutricionales en la etapa adolescente, as como recomendaciones dietticas, hbitos alimentarios, de estilo de vida y la educacin nutricional. Adems, este libro incluye una novedosa adaptacin para los adolescentes, de la pirmide de la alimentacin tradicional. Livingstone MBE, Prentice AM, Coward WA, et al. Validation of estimates of energy intake by weighed dietary record and diet history in children and adolescents. Am J Clin Nutr 1992; 56: 29-35. Se trata de un estudio de intervencin en el cual se comparan la validez de los mtodos dietticos en sujetos de 3 a 18 aos de edad. Se evalu su eficacia en funcin de la edad y teniendo en cuenta factores como la subestimacin de la ingesta de alimentos. 4.*** Marcos A, Varela P, Toro O, Nova E, Lpez-Vidriero I, Morand G. Evaluation of 3.***

nutritional status by immunological assessment in bulimia nervosa. Influence of BMI and vomiting episodes. Am J Clin Nutr 1997; 66: 491S-7S. Estudio de intervencin en pacientes con bulimia nerviosa que ha valorado el estado nutricional de 21 pacientes mediante parmetros inmunolgicos y de composicin corporal. Adems, ha evaluado la correlacin entre el ndice de masa corporal y los episodios de vmitos. 5.*** Marcos A. Actualizacin en Nutricin, Inmunidad e Infeccin. Madrid: Mdica Panamericana; 2003. Este libro presenta las opiniones ms actuales de los profesionales internacionales ms relevantes en el rea de la nutricin e inmunidad, comprendiendo 18 revisiones de gran inters cientfico para la clnica humana y los profesionales de la salud. 6.*** Moreno LA, Kersting M, de Henauw S, Gonzlez-Gross M, Sichert-Hellert W, Matthys C, et al. How to measure dietary intake and food habits in adolescence: The European perspective. Int J Obes 2005; 29 (2): S66-S77. Se trata de un interesante trabajo que repasa los aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar una correcta valoracin diettica en adolescentes, mediante las experiencias obtenidas en varias ciudades de Europa englobadas en dos grandes proyectos: AVENA y HELENA. 7.*** Moreno LA, Mesana MI, Gonzlez-Gross M, Gil CM, Fleta J, Wrnberg J, et al. Anthropometric body fat composition reference values in Spanish adolescents. The AVENA Study. Eur J Clin Nutr 2006; 60: 191-6. Estudio transversal multicntrico realizado en una poblacin adolescente representativa (AVENA: Alimentacin y Valoracin del Estado Nutricional en Adolescentes) en el cual se han determinado los valores de referencia de la composicin corporal de los adolescentes espaoles mediante la evaluacin de parmetros antropomtricos. 8.***

Wrnberg J, Nova E, Moreno LA, Romeo J, Mesana MI, Ruiz RJ, et al. Inflammatory proteins are related with total and abdominal adiposity in a healthy adolescent population. The AVENA study. Am J Clin Nutr 2006; 84 (3): 505-12. Este trabajo ha estudiado la relacin entre marcadores bioqumicos, como las protenas de inflamacin, y la distribucin de la grasa corporal en una poblacin adolescente representativa espaola correspondiente al estudio AVENA. 9.*** Wrnberg J, Romeo J, Marcos A. Obesidad e inflamacin. En: Obesidad en la infancia y en la adolescencia. Veiga OL, Marcos A, Hernndez JL, Villagra HA, eds. Madrid: Editorial Editec; 2007 (En prensa). Este captulo analiza y repasa los aspectos implicados en la obesidad de nios y adolescentes y su relacin con sus hbitos de vida y marcadores biolgicos de inflamacin y analizando su implicacin en el inicio y desarrollo de futuras enfermedades relacionadas.

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Caso clnicoHistoria: chica adolescente de 13 aos con aparente obesidad acude con su madre a consulta preocupada por su peso y por sus malos hbitos alimentarios. Exploracin: antecedentes y examen fsico. A destacar: padres obesos.

Estudio de la dieta mediante cuestionario de frecuencia y registro de 24 horas: no desayuna, come entre horas alimentos con alto contenido energtico (snaks, chocolates) y no cena. Antropometra: peso = 78,2 kg; talla = 160 cm. Pliegues: tricipital: 29 mm; subescapular: 27 mm.

Pruebas complementarias: estudio bioqumico y hematolgico normal. Orientacin diagnstica: obesidad nutricional sin alteraciones metablicas. Tratamiento: intervencin diettica y de actividad fsica. Instauracin de nuevos hbitos nutricionales ms saludables.

ALGORITMO: VALORACIN NUTRICIONAL

VALORACIN NUTRICIONAL

Anamnesis y exploracin fsica Estudio de la dieta Valoracin antropomtrica y composicin corporal Parmetros bioqumicos, hematolgicos e inmunolgicos

Alteraciones nutricionales

Obesidad

Malnutricin calrico-proteica

TCA

Tratamiento

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La lactancia materna: tcnica, contraindicaciones e interacciones con medicamentosA. Vias VidalPediatra del Centro de Asistencia Primaria Florida Sur. Hospitalet del Llobregat, Barcelona

Resumen

Palabras clave

Tanto el pediatra como la enfermera peditrica tienen un papel fundamental en la promocin de la lactancia materna. Deben conocer la tcnica correctamente para poder aconsejar de forma idnea a las madres lactantes. Slo de esta manera, podrn corregir los posibles errores que pueden condicionar un abandono precoz de la lactancia. Tambin, deben conocer las contraindicaciones y las interacciones de la lactancia materna con los medicamentos. Se expone un listado detallado de frmacos, clasificados por grupos teraputicos, y su compatibilidad segn cada uno de ellos. Los frmacos se han distribuido en cuatro categoras segn el grado de compatibilidad con la lactancia materna: compatible sin riesgo (A), compatible con precaucin/contraindicacin relativa (B), contraindicacin absoluta (C), sin datos disponibles (D). Lactancia materna; Tcnica; Contraindicaciones; Interaccin con medicamentos.

Abstract

Key words

MATERNAL BREAST-FEEDING: TECHNIQUE, CONTRAINDICATIONS AND DRUG INTERACTIONS Both the pediatrician as well as pediatric nursing play an essential role in the promotion of maternal breast-feeding. The technique should be known correctly in order to correctly advise breast-feeding mothers. This is the only way that possible errors that may condition early stopping of breast-feeding may be corrected. The contraindications and interactions of maternal breast-feeding with drugs should also be known. A detailed list of drugs, classified by therapeutic groups, and their compatibility according to each one of them, is presented. The drugs have been distributed into four categories according to the degree of compatibility with maternal breast-feeding: compatible without risk (A), compatible with precautions/relative contraindication (B), absolute contraindication (C), without available data (D). Maternal breast-feeding; Technique; Contraindications; Interaction with drugs.

Pediatr Integral 2007;XI(4):307-317.

INTRODUCCIN

La lactancia materna tiene muchas ventajas respecto a la lactancia artificial.Es importante que las mujeres conozcan estas ventajas a la hora de decidir cmo van a alimentar a sus hijos. Los obstetras, comadronas, pediatras y enfermera peditrica tienen un papel muy importante para hacer llegar este mensaje a las futuras madres. La falta de entusiasmo por parte de estos profesionales sanitarios puede perjudicar una lactancia materna prolongada. En cambio, una buena informacin recibida antes del nacimiento contribuye a que sta se alcance con xito. La visita prenatal de los futuros padres con el equipo de pediatra es un

buen momento para informar de los beneficios de la lactancia materna tanto para la madre como para su hijo. Es muy recomendable poder observar una toma de lactancia en la propia consulta de pediatra y corregir la tcnica en caso de que sea inadecuada. Todas las mujeres, excepto casos aislados, tienen la capacidad para amamantar a sus hijos. Estar bien informada, conocer la tcnica adecuada y tener confianza en s misma son las claves del xito. Por el contrario, el precipitarse en dar suplemento de biberones va en contra del mismo. La OMS, en 1981, public un Cdigo Internacional de los Sustitutos de la Leche Materna que se basa en limitar la propaganda comercial de las frmulas y que

prohbe obsequiar con muestras de leche a las madres. En 1989, la OMS y UNICEF publicaron una declaracin conjunta para fomentar la lactancia materna titulada Diez pasos hacia una feliz lactancia natural. Los hospitales que cumplen este declogo son reconocidos como Hospitales amigos de los nios. VENTAJAS DE LA LACTANCIA MATERNA Para el lactante 1. Tiene mejor digestibilidad. 2. Reduce el riesgo de infecciones gracias a agentes inmunolgicos presentes en la leche (factores antimi-

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crobianos, agentes antiinflamatorios y agentes inmunomoduladores). 3. Reduce el riesgo de alergias. 4. Previene enfermedades en el adulto (obesidad, hipertensin arterial, arterioesclerosis). 5. Favorece el desarrollo neurolgico, visual e intelectual gracias a la presencia de cidos grasos poliinsaturados de cadena larga (omega 3, omega 6). 6. Tiene un papel protector frente a ciertas enfermedades: diabetes mellitus, muerte sbita del lactante, enterocolitis necrotizante, enfermedad inflamatoria intestinal y linfoma. 7. Favorece el correcto desarrollo mandibular. 8. Favorece el vnculo afectivo madrehijo. El efecto beneficioso de la lactancia materna aumenta cuanto ms prolongada es su duracin. Un destete precoz puede privar a un lactante del efecto protector que supone una lactancia materna prolongada. Para la madre 1. Favorece la involucin uterina. 2. Disminuye las hemorragias posparto. 3. Retrasa la ovulacin, sobre todo si se mantienen las tomas nocturnas. No es un mtodo anticonceptivo eficaz pero ayuda a espaciar las gestaciones, lo que tiene su importancia en los pases subdesarrollados. 4. Reduce el riesgo de cncer de mama. 5. Reduce el riesgo de cncer de ovario premenopusico. 6. No supone gasto econmico. 7. No precisa ningn tipo de preparacin. 8. Disminuye la incidencia de fracturas postmenopusicas al favorecer la remineralizacin sea. TCNICA DE LA LACTANCIA MATERNA

Inicio precoz

La primera toma se ha de iniciar lo antes posible. Existe un perodo crtico despus del nacimiento en el cual el recin nacido est muy despierto y receptivo para poderlo colocar al pecho e iniciar la succin.Si no se aprovecha este momento, es posible que pase a una fase de sueo o letargia que dificultara el reflejo de succin. Este perodo crtico se inicia alrededor de los 20 minutos despus del nacimiento y se mantiene durante 2 horas. Una vez conseguida una primera toma correcta, se favorece el xito de las siguientes. Reflejo de bsqueda Consiste en que, al acariciar la boca con el dedo o con el pezn, el lactante abre la boca y gira la cabeza en busca del estmulo. Este reflejo sirve para poder agarrarse al pecho. Debe introducirse todo el pezn y la mayor parte posible de la areola mamaria. Si slo agarra la punta del pezn se ha de retirar y volver a introducir correctamente. Para retirar el pecho de la boca se introduce el dedo meique por la comisura de la boca, entre las encas. Posicin correcta La posicin del lactante colocado al pecho es fundamental.

que el pecho penetre bien dentro de la boca. Para conseguir que el lactante se coja al pecho, se ha de acercar todo su cuerpo hacia el pecho, no solamente su cabeza. Simultneamente, con la otra mano se dirige el pecho hacia el tercio superior de la boca. De esta forma la lengua queda colocada por debajo del pecho y con un movimiento ondulante exprime la leche de la glndula mamaria. Al tomar bibern no se realiza este movimiento ondulante, solamente se comprime la tetina, que luego se libera para que se pueda volver a rellenar de leche. Las mejillas se hunden y el beb apenas ha de hacer esfuerzo en tomar el bibern. En cambio, al tomar el pecho las mejillas no se hunden. En cada succin la mandbula asciende para comprimir el pecho y luego se relaja y desciende. Dar ayuda con bibern puede confundir este movimiento de succin o de ordear el pecho. Adems, puede rechazarlo, porque el esfuerzo que debe realizar es mucho mayor que el que hace para tomar bibern. Posturas para dar el pecho Hay distintas posturas para dar el pecho: sentada clsica, sentada inversa y acostada. La postura sentada clsica es la ms utilizada. Es importante que la espalda est bien apoyada sobre un respaldo recto y que los brazos tambin se puedan apoyar. Si los pechos son de tamao pequeo, puede colocarse una almohada sobre la falda para elevar al lactante. Los pies pueden elevarse apoyndolos sobre un taburete. La postura acostada es la idnea durante los primeros das en los que la herida de una episiotoma o de una cesrea produce dolor. Tambin, es una postura muy cmoda para las tomas nocturnas. La postura sentada inversa es menos utilizada y tambin menos conocida. Es recomendable despus de una cesrea y para poder amamantar a gemelos de forma simultnea. Lo ideal es ir alternando las distintas posturas, porque as se evita la compresin persistente de una zona del pecho y se favorece el vaciado de toda la glndula mamaria.

El cuerpo del nio ha de estar en ntimo contacto con el de su madre; vientre contra vientre.Tanto la cara como los hombros han de estar colocados frente al pecho, de forma que no tenga que girar la cabeza, y la nariz ha de estar a la altura del pezn. La postura mirando al techo es til para dar el bibern pero no para dar el pecho. Una mala postura durante la lactancia puede producir problemas (pezn doloroso, grietas...). La cabeza del lactante ha de apoyarse sobre el codo y su espalda sobre el antebrazo. Con la otra mano, se dirige el pecho hacia su boca. Se puede sujetar el pecho por debajo con la palma de la mano y se coloca el dedo pulgar por encima para dirigirlo pero sin comprimir. No se ha de sujetar el pecho con los dedos en forma de tijera porque entonces se empuja la glndula mamaria hacia atrs e impide

Aunque la lactancia materna se considera un proceso natural, precisa de un aprendizaje y de unos pasos a seguir para conseguir una buena produccin de leche.El lactante ha de aprender a succionar bien el pecho y la madre ha de aprender la postura correcta.

308

Horario de las tomas

Se recomienda dar el pecho a demanda y no fijar un horario rgido.La lactancia a demanda es ms fisiolgica y permite cubrir las necesidades requeridas por cada lactante. Si se le permite regular por s mismo la frecuencia de las tomas, se consigue un mejor aumento de peso y una duracin ms prolongada de la lactancia. El nmero de tomas vara en funcin de las necesidades de cada nio y de la produccin de leche de cada madre. Durante el primer mes, es normal un promedio de 8-12 tomas diarias. Conviene ofrecer tomas diurnas frecuentes. Las tomas nocturnas, sobre todo durante el primer mes, son aconsejables para conseguir una buena produccin de leche. Un horario a demanda, flexible, permite la autorregulacin; si un lactante recibe poco alimento, l mismo puede aumentar el nmero de tomas y recuperar peso. Un horario rgido nunca permitir cubrir las necesidades de un lactante que se queda con hambre. En general, los lactantes alimentados a pecho hacen tomas ms frecuentes que los que toman bibern. La leche materna se digiere ms rpidamente que la leche de frmula. El vaciado gstrico de la leche materna es de 90 minutos; mientras que, el de la leche de frmula es de 3-4 horas. Duracin de cada toma La duracin de cada toma viene determinada por el propio lactante, nunca por un reloj. Clsicamente, se ha limitado la toma a 10 minutos por pecho.

pecto es aguado. Al final de la toma la leche contiene una cantidad de grasas 5 veces superior y su aspecto es cremoso.

Es importante que el lactante reciba esta segunda leche para su correcto crecimiento.Este cambio progresivo en la leche materna es lo que provoca la sensacin de saciedad y hace que el lactante deje de mamar cuando ya ha recibido la leche suficiente. Esto no ocurre con la leche de frmula, porque su composicin es uniforme a lo largo de toda la toma. Es preferible ofrecer los dos pechos en cada toma pero, si el lactante se queda satisfecho con la toma de un solo pecho, no debe preocupar. Ya vaciar el otro pecho en la siguiente toma (Tablas I y II). CRISIS DE HIPOGALACTIA

a. b. c. d.

Inicio precoz vientre contra vientre tomas frecuentes vaciado completo

TABLA I. Claves de una lactancia correcta

Recomendar la lactancia materna en la visita prenatal Iniciar la primera toma lo antes posible Dar tomas frecuentes, a demanda Recomendar las tomas nocturnas Corregir problemas de tcnica o postura en la consulta Evitar dar biberones, slo si es por indicacin mdica Aconsejar lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses Recomendar continuar con lactancia materna a partir de los 6 meses junto con la alimentacin complementaria

TABLA II. Consejos que debe dar el equipo de Pediatra en la lactancia materna

La hipogalactia verdadera es muy poco frecuente, slo aparece en 1/1.000 y se debe a una insuficiencia de la glndula mamaria.No aparece la subida de la leche y el lactante no aumenta de peso, sus deposiciones y micciones son escasas. La hipogalactia secundaria es mucho ms frecuente. Son episodios transitorios de disminucin de la secrecin lctea que pueden ser desencadenados por varios motivos: Enfermedad aguda intercurrente. Fatiga o estrs. Mala tcnica de lactancia; suplementos innecesarios de biberones, seguir un horario rgido... Brotes de crecimiento: son episodios de aumento de apetito que experimenta el lactante. Durante estos das, el lactante pide tomas ms frecuentes hasta que consigue aumentar la produccin de leche para cubrir sus nuevas necesidades. Estas crisis transitorias suelen durar un par de das y pueden presentarse varias veces durante la lactancia. Para superar la hipogalactia secundaria, la medida ms efectiva es aumentar el nmero de tomas diarias. La madre debe alimentarse correctamente, precisa un aporte calrico de 2.500 a 2.700 kcal/da durante la lactancia, y debe tomar 2.000 mL/da de lquidos.

Limitar la duracin de la toma puede ocasionar un vaciado incompleto de los pechos.La produccin de leche depende de este buen vaciado. Por este motivo, se aconseja alargar la toma hasta un mximo de 20 minutos por pecho. Cada lactante precisa su tiempo, unos lo consiguen en 5 minutos y otros precisan 20 para conseguirlo. Importancia de la segunda leche La composicin de la leche materna vara a lo largo de una misma toma. Al inicio, es rica en hidratos de carbono y su as-

CONTRAINDICACIONES DE LA LACTANCIA MATERNA 1. Negativa de la madre. Se ha de informar y aconsejar la lactancia materna, pero nunca imponerla ni culpabilizar a la madre que decide dar bibern. 2. Enfermedades neonatales; ictericia grave, infeccin por estreptococo B, que puede transmitirse a la madre y provocar una mastitis bilateral grave. 3. Metabolopatas: galactosemia y alactasia. En la fenilcetonuria es posible una lactancia materna parcial con controles peridicos de fenilalanina; dado que, la leche materna contiene concentraciones bajas de fenilalanina. 4. Madre que toma frmacos contraindicados con la lactancia (vase tabla III). 5. Madre que consume drogas. 6. Madre que recibe quimioterapia, antimetabolitos o istopos radioactivos. 7. Madre con absceso mamario. La mastitis no es una contraindicacin. Una vez drenado quirrgicamente el absceso y tratado con antibiticos se puede reanudar la lactancia. 8. Madre con lesin activa de herpes simple (HSV-1) mamaria. Las lesiones herpticas en cualquier otra localizacin deben cubrirse. 9. Madre afecta de tuberculosis activa no tratada.

309

10. Madre con enfermedad neurolgica o psictica grave. 11. Madre con enfermedad orgnica grave. 12. Madre HIV seropositiva. El virus de la inmunodeficiencia humana se ha aislado en la leche materna. Esta contraindicacin es discutible en los pases subdesarrollados. La OMS recomienda que las madres infectadas por HIV en los pases subdesarrollados mantengan la lactancia al pecho; ya que, sus beneficios superan el riesgo de transmitir el virus. 13. Madre seropositiva a HTLV-I (infeccin por el virus de la leucemia humana de clulas T). Este virus se transmite a travs de la leche materna. Parece que la congelacin previa de la leche inactiva al virus HTLV-I pero todava est por confirmarse. Siempre que se disponga de sustitutos adecuados de la leche materna sta estar contraindicada en madres seropositivas a HIV y HTLV-I. 14. Madre seropositiva a citomegalovirus con recin nacido prematuro. El recin nacido a trmino no suele infectarse, aunque se ha comprobado el paso de CMV a travs de la leche. No es una contraindicacin la hepatitis B. La lactancia materna no supone un riesgo mayor de infeccin por VHB. Los hijos de madres HbsAg positivas deben recibir inmunoglobulina especfica (IGHB) y vacuna contra la hepatitis B al nacer. As, se elimina cualquier riesgo terico de transmisin a travs de la lactancia. La hepatitis C no es una contraindicacin. La CDC recomienda no prohibir la lactancia materna sino dejarla a eleccin de la madre. Existe un mnimo riesgo terico de transmisin pero ste no ha sido demostrado por ningn estudio. La decisin de amamantar debe basarse en la carga viral. Si la hepatitis C va asociada a una infeccin concurrente por HIV estar contraindicada la lactancia materna. FRMACOS Y LACTANCIA MATERNA Hay varios factores que determinan el paso de un determinado medicamento a la leche materna; la absorcin, su distri310

bucin, la dosis administrada... Tambin, intervienen ciertas caractersticas del lactante: edad gestacional, edad cronolgica, patologa asociada... Por ejemplo, si un lactante tiene un dficit de glucosa-6P-deshidrogenasa, su madre no podr ser tratada con ac. nalidxico, nitrofurantona ni sulfamidas.

BIBLIOGRAFALos asteriscos reflejan el inters del artculo a juicio del autor. Barroso Prez C. Antiinfecciosos y lactancia materna. Avances en Infectologa Peditrica 1997: 91-6. Interaccin de los antibiticos con la lactancia materna. 2.* Catlogo de Especialidades Farmacuticas. Coleccin Consejo; 2006. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacuticos; 2006. Informacin farmacolgica actualizada. 3.* Declaracin conjunta OMS/UNICEF. Proteccin,promocin y apoyo de la lactancia natural: la funcin especial de los servicios de maternidad. Genve: OMS; 1989. 1.*

Se recomienda utilizar frmacos de vida media corta y a las dosis mnimas eficaces. Se pueden utilizar pautas cortas e intensivas que permiten interrumpir la lactancia temporalmente en caso de existir contraindicacin.Por ejemplo, emplear metronidazol en dosis nicas para tricomonas. La lactancia se podr reanudar en un par de das. En la tabla III se expone el grado de interaccin de cada frmaco con la lactancia, clasificada en cuatro categoras: A. Frmacos probablemente inocuos, no se ha demostrado peligros para el lactante. B. Frmacos que deben usarse con precaucin. Su contraindicacin es relativa. Existe un riesgo terico de toxicidad o se han descrito algunos efectos adversos leves. Pueden ser utilizados si realmente es necesario, pero siempre con precaucin y con una estricta vigilancia de la aparicin de efectos adversos en el lactante. C. Frmacos absolutamente contraindicados. Se han descrito efectos adversos graves. D. Frmacos de los que no se dispone de datos. Evitar su uso. En las tabla III algunos frmacos estn marcados con uno o dos asteriscos: * Indica que, auque este frmaco se excrete en la leche en altas concentraciones, no se ha demostrado efectos adversos o toxicidad en el lactante. ** Indica que hay opiniones contradictorias segn los diversos autores, unos indican que son aptos y otros que existe contraindicacin. Como conclusin, se ha de ser muy prudente antes de iniciar un tratamiento a una madre lactante. Siempre se deben considerar los posibles riesgos frente al beneficio deseado.

4.*

Ito S. Drug Therapy for breast-feeding women. N Eng J Med 2000; 343 (2): 11825. Interaccin de frmacos con la lactancia materna. 5.*** 1974-2006 Micromedex (R). DRUGDEX (R) System (Internet database). Greenwood Village, Colo: Thomson Micromedex. Updated periodically. Consultado marzo 2007. Actualizacin diaria por internet de los efectos adversos de los frmacos. 6.** Red Book. Enfermedades Infecciosas en pediatra. Academia Americana de Pediatra. Illinois: Panamericana; 2000. p. 90-6. Herramienta muy til para conocer las enfermedades infecciosas que contraindican la lactancia materna.

Temboury Molina MC. Informe sobre el conocimiento de los residentes de pediatra en el manejo de la lactancia materna. An Esp Pediatr 2003; 58 (3): 2637. Refleja los conocimientos de los profesionales sobre la lactancia materna. 8.*** Vias A. La lactancia materna. Gua prctica para amamantar con xito a tu hijo. Granada: Ed. Comares; 2000. Manual prctico para ensear la tcnica de la lactancia a las futuras madres y para prevenir los posibles problemas de la lactancia. 9.*** Lactancia materna: gua para profesionales. Comit de lactancia materna de la Asociacin Espaola de Pediatra. Monografas de la AEP. n 5. Madrid: Ergon; 2004. Monografa realizada por el comit de expertos en lactancia materna de la AEP. 10.*** Departament of child and adolescent health and development. Breastfeeding and Maternal Medicatoin. Recommendations for Drugs in the Eleventh WHO Model list of essential Drugs. World Health Organization, Ginebra 2002.

7.**

Grupo

Frmaco

CAT*

Comentarios-recomendaciones

TERAPIA DIGESTIVA Anticidos antiulcerosos Sales de aluminio Sales de magnesio Sales de calcio Famotidina Sucralfato Cimetidina Ranitidina Omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabeprazol, esomeprazol Dicitrato de bismuto Antiespasmdicos Mebeverina Atropina, butilescopolamina Antidiarreicos Loperamida A Se absorben poco por la madre. Parecen seguros

A A C C D

Se excreta en la leche en cantidades poco apreciables No es absorbido por la madre Se excreta en leche materna. Evitar su uso Se excreta en leche materna. Evitar su uso Existe poca informacin. Puede excretarse en la leche materna. Evitar su uso Existe poca informacin. Evitar su uso Los antiespasmdicos no anticolinrgicos a dosis teraputicas se excretan en cantidades mnimas en leche materna Los anticolinrgicos pueden inhibir la secrecin lctea Existe poca informacin, pero parece que los niveles absorbidos por la madre son mnimos, lo que reduce la excrecin a la leche a cantidades poco apreciables Existe poca informacin. Evitar su uso No es probable que se excrete en leche. Uso aceptado

TABLA III. Frmacos y lactancia (Colaboracin de Rosa Madridejos Mora. Farmacutica de Atencin Primaria. Mutua de Terrassa, Barcelona)

D B C A

Racecadotril Laxantes

D

Incrementadores del bolo A (gomas y fibras, metilcelulosa, Psilium plantago) Glicerina va rectal Hidrxido de magnesio Docusato Aloe, cscara, calomelanos, dantrona, fenolftalena, ruibarbo, sen A A B C

No es probable que se excrete en leche. Uso aceptado Evitar uso crnico Se excreta en leche. Usar con precaucin Se recomienda evitar su uso

TERAPIA CARDIOVASCULAR Digitlicos Digoxina A C A B Parece segura. Mnima cantidad en la leche Es muy lipoflico y puede acumularse en la leche. Evitar su uso Se excreta en cantidades insignificantes (0,004%). Se considera compatible con la lactancia Se excretan de forma variable. Atenolol, nadolol y sotalol se excretan de forma significativa, es preferible utilizar otros principios activos. A altas dosis, puede producir bradicardia, hipotensin, hipoglucemia. Usar con precaucin y monitorizar los niveles en el lactante Se excreta en leche materna y puede disminuir la produccin de leche durante el primer mes. Existe poca informacin. Evitar su uso Existe poca informacin Existe poca informacin Se excreta en cantidades mnimas. Pueden disminuir la produccin de leche durante el primer mes

Alfa-beta bloqueantes Carvedilol Labetalol Beta bloqueantes Propranolol metoprolol, oxprenolol, propranolol, atenolol, nadolol, sotalol Furosemida Torasemida Indapamida Acetazolamida, bendroflumetazida, hidroclorotiazida, clortalidona Espironolactona

Diurticos

D D D B

B/C

Existen informaciones contradictorias. Se excreta canrenona, metabolito de la espironolactona, aunque la concentracin es mnima en la leche. La OMS la considera compatible con la lactancia Falta informacin. Evitar su uso .../...

Eplerenona

D

311

TABLA III. Frmacos y lactancia (continuacin)

GrupoAnticoagulantes

FrmacoHeparina Warfarina Acenocumarol

CAT*A A B B B B B B C C C C

Comentarios-recomendacionesNo se excreta en la leche Se excreta en forma inactiva. No se han descrito efectos adversos Posiblemente seguro, pero hay menor experiencia Se excreta en leche en cantidades pequeas. No se han descrito problemas Se excreta en la leche. Usar con precaucin Existe controversia. Usar con precaucin Se excreta en la leche. Usar con precaucin Se excreta en la leche. Usar con precaucin Se excreta en leche. Efecto desconocido. Evitar su uso. Larga vida media. Riesgo de hipotiroidismo en el lactante Alta concentracin en leche. Riesgo de hipotiroidismo Se excreta en la leche en cantidades importantes. Evitar su uso Se desconoce la cantidad que se excreta en leche materna. Riesgo potencial para el lactante. Interferencia sntesis colesterol. Evitar su uso Se desconoce la cantidad que se excreta en leche materna. Riesgo potencial para el lactante. Evitar su uso Concentraciones en leche insuficientes para ser peligrosas. No se han descrito problemas Se excreta en pequeas cantidades. Usar con precaucin Concentraciones en leche insuficientes para ser peligrosas. No se han descrito problemas Se excretan en animales en concentraciones que pueden ser elevadas. Evitar su uso Se excreta en pequea cantidad. Usar con precaucin Diarrea, congestin nasal, letargia, anorexia, cianosis, hipotermia. Evitar su uso Poca informacin. Evitar su uso Se desconocen los riesgos. Evitar su uso Se desconocen los riesgos. Evitar su uso

Antiarrtmicos: todos los antiarrtmicos pueden excretarse en leche materna. Deber valorarse prioritariamente la relacin riesgobeneficio

Verapamilo Lidocana Quinidina Mexiletina Procainamida Amiodarona Disopiramida Flecainida, acebutolol

Hipolipemiantes

Estatinas: atorvastatina, simvastatina, lovastatina, etc. Fibratos

C A B A D B C D D D

Antihipertensivos

Metildopa, hidralazina Benazepril Captoprilo, enalaprilo Trandolapril, ramipril, fosinopril Nifedipino Reserpina Otros IECA ARA II Nuevos antagonistas del calcio

TERAPIA RESPIRATORIA Broncodilatadores Salbutamol inh Terbutalina inh Teofilina Corticosteroides Corticoides inhalados/nasales Corticoides orales A Aunque existe riesgo de irritabilidad en el lactante, se considera compatible. El fabricante no recomienda usar salbutamol en la lactancia Se recomienda usar formas retardadas de teofilina a dosis bajas Utilizar dosis bajas. Parece que no se excretan en cantidades apreciables Se excretan en leche. Disminucin de la funcin suprarrenal. Usar con precaucin y evitar uso crnico. El fabricante recomienda suspender la lactancia No hay datos disponibles. Evitar su uso Aunque se excreta en la leche, no se han descrito problemas Parece que, tras la administracin de levocabastina nasal, los niveles son mnimos y se acepta su uso Se excretan en leche y pueden inhibir la lactancia por su accin anticolinrfgica. Falta informacin. Evitar su uso .../...

B A B

Cromonas Antihistamnicos H1

Cromoglicato disdico Loratadina Levocabastina nasal Clemastina, terfenadina, difenhidramina, cetirizina/levocetirizina, ebastina, rupatadina, desloratadina

D B B C

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GrupoAntitusgenos

FrmacoCodena

CAT*B**

Comentarios-recomendacionesNo hay experiencia suficiente con otros opiceos. Dosis bajas de fosfato de codena parecen seguras. Dosis altas pueden producir constipacin, sedacin y dependencia A dosis bajas parece seguro. El fabricante recomienda no usar en lactancia debido a que muchos preparados contienen etanol en la frmula Usar con precaucin a dosis bajas y, como mximo, durante 3-5 das No existen datos suficientes. Debido a la eficacia dudosa de estos frmacos se recomienda no usarlos en el perodo de lactancia Forma parte de especialidades multicomponentes. Puede afectar al tiroides del lactante

TABLA III. Frmacos y lactancia (continuacin)

Dextrometorfn

B**

Descongestionantes adrenrgicos nasales Mucolticos Expectorantes

Efedrina, pseudoefedrina, oximetazolina, xilometazolina Ambroxol, bromhexina, N-acetil cistena, guaifenesina Yoduro potsico

B D C

TERAPIA DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Hipnticos y sedantes Oxazepam B Es la benzodiazepina de eleccin; ya que, posee una vida media corta y se excreta en mnimas cantidades en la leche. No usar de forma crnica Se excretan en leche en cantidades apreciables. Los nios metabolizan lentamente las benzodiazepinas, por lo que se pueden producir niveles txicos. Evitar dosis repetidas en la lactancia. Pueden producir somnolencia y prdida de peso Datos insuficientes. Evitar su uso Se excreta en leche materna. Puede inhibir la lactancia. Evitar su uso Datos insuficientes. Evitar su uso Se excreta en pequeas cantidades. Uso precautorio, recomendndose descartar la lactancia durante 8 horas despus de una dosis Se excreta en cantidades importantes. Evitar lactancia hasta 24 h despus de la dosis Datos insuficientes. Evitar su uso Peligro de ergotismo. Dosis repetidas inhiben la produccin de leche Posible alteracin del crecimiento neonatal. La seguridad de otros antiparkinsonianos no ha sido demostrada No hay datos suficientes. Posibilidad de efectos adversos. No usar o suspender la lactancia Bajas concentraciones en la leche. Utilizar bajas dosis y va oral. Pueden producir galactorrea en la madre y sedacin en el lactante. Algunos autores desaconsejan la lactancia Sus efectos son desconocidos Se excreta en elevada concentracin. Evitar su uso Se han descrito efectos adversos graves. Evitar su uso o suspender la lactancia Se excreta en la leche. No se han descrito efectos adversos. Se recomienda evitar su uso Bajas concentraciones en leche. Hasta ahora no se han mostrado peligrosas.Se recomienda usar dosis bajas. Algunos fabricantes contraindican su uso Aunque se excreta en leche materna, no se han descrito problemas. Se desconoce su efecto a largo plazo sobre el desarrollo cognitivo del nio Pueden excretarse en leche en cantidades apreciables. Se desconoce el efecto sobre el nio a largo plazo. Algunos fabricantes recomiendan suspender la lactancia. Se han descrito casos de irritabilidad, alteraciones del sueo, vmitos y diarreas, prdida de peso, etc. .../...

Otras benzodiacepinas

B

Espino blanco, valeriana Zolpidem, zopiclona Zaleplon Antimigraosos Sumatriptn Naratriptn, rizatriptn Almotriptn, zolmitriptn, eletriptn, frovatriptn Preparados Ergot y derivados Antiparkinsonianos Levodopa Pergolida, lisurida, selegilina, entacapone Antipsicticos Fenotiacinas (clorpromazina, flufenazina), haloperidol

D C D B C D C C C B

Clozapina, risperidona Sales de litio, loxapina Olanzapina Antidepresivos Amitriptilina, clomipramina, nortriptilina, imipramina, maprotilina, mianserina Sertralina, paroxetina, venlafaxina Otros ISRS (fluoxetina, citalopram, escitalopream)

C C C B

B

C

313

TABLA III. Frmacos y lactancia (continuacin)

GrupoAntiemticos

FrmacoMetoclopramida Domperidona

CAT*B** B**

Comentarios-recomendacionesBajas concentraciones en leche.