Nomenclatura y Gestión Urbana - …siteresources.worldbank.org/CMUDLP/Resources/Transcripcion... · años, y hemos intentado hacer lo mejor posible. Éste es un programa global,

Videoconferencia para el lanzamiento en Centroamérica del libro

Nomenclatura y Gestión Urbana

Roberto Chávez Banco Mundial, Washington, D.C.

3 de mayo de 2007

Países participantes Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Washington

Videoconferencia de lanzamiento: Libro Nomenclatura y Gestión Urbana 3 de mayo de 2007

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Víctor Vergara, Instituto del Banco Mundial, Washington: “Ésta es una celebración de un esfuerzo muy importante llevado a cabo por

urbanistas sumamente dedicados, con una misión de servicio, el cual se verá reflejado en la presentación del día de hoy. Más que un lanzamiento, es una celebración y, de acuerdo con las palabras de mi colega Roberto Chávez, es el inicio de un proceso... lo vemos con ese espíritu. Haremos lo necesario, tanto formal como informal, para que este evento sea todo un éxito. Antes que nada, queremos agradecer a todas las personas presentes; estamos conscientes sobre las complicaciones de tomar un jueves por la mañana en cualquier lugar del mundo; reconocemos su esfuerzo para acompañarnos. Sabemos de su interés por este tema, el cual es muy importante para América Latina. Comenzaremos por saludar a los diferentes sitios conectados el día de hoy: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica; también tenemos participantes aquí en Washington. Iniciaremos con la presentación de los participantes en el evento y luego introduciremos a nuestro principal presentador: Roberto Chávez”.

I. Introducción


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Nicaragua

Presentaciones/intervenciones:

Director del Programa de Estudios Ambientales, Urbanos y Territoriales, de la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua: “Agradecemos la oportunidad de compartir la presentación de este importante

producto, denominado Nomenclatura y Gestión Urbana". La mayoría de los participantes son arquitectos, urbanistas e ingenieros, quienes trabajan en urbanizadoras y construcciones urbanas; la mayoría pertenecen al sector privado; también nos acompañan catedráticos en materias de Urbanismo y Arquitectura de la Universidad, incluyendo el Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Ingeniería”.

Arq. Eduardo Rodríguez Decano, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Ingeniería: “Nuestra razón para estar aquí es que nuestra Facultad está en proceso de

expansión del conocimiento, y uno de los aspectos incluidos en nuestro currículo es extendernos más allá del pre-grado, hacia algunas áreas de postgrado. Una de las motivaciones es determinar en qué medida la formación de arquitectos se involucra en aspectos tan tangibles como este tema de la nomenclatura y gestión urbana. Para lograrlo, estamos enfocando nuestras energías hacia la formación de cursos de postgrado en el área de urbanismo, y del patrimonio urbano arquitectónico antiguo. Esperamos que este encuentro virtual que nos acerca y hace que las fronteras se unan sea de gran ayuda”.

Arquitecto Ricardo Álvarez:

“Para mi es un privilegio estar en esta conferencia porque aprenderemos de todos algo muy importante sobre la urbanización para cada país”.

Arquitecta Olivia Cano: Estudiante, Curso Urbanismo y Medioambiente “La intención de esto es continuar más adelante y lo que se pueda aprender desde

el inicio y aprender bien, pues encantada.”

II . Presentación de los participantes presentes en los distintos países


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LISTADO DE PARTICIPANTES DE NICARAGUA:

Título Nombre Apellido Cargo Institución

Arquitecto Eduardo Rodríguez Decano, Facultad de Arquitectura Universidad Nacional de Ingeniería

Arquitecto Benjamín Rosales

Docente, Programa de Estudios Ambientales, Urbanos y Territoriales

Universidad Nacional de Ingeniería

Alfredo González

Programa de Estudios Ambientales y Territoriales, Catedrático de la Escuela y Trabajador independiente en el desarrollo y diseños en general


Arquitecto Ricardo Álvarez

Arquitecta Olivia Cano Estudiante, Curso Urbanismo y Medioambiente

Marta (pendiente) Doctora en ciencias técnicas Graciela Gómez

Catedrática, Programa de Estudios Ambientales, Urbanos y Territoriales


Arquitecto Denise Tercero Arquitecta Carla Matus Arquitecta María José Molina

Arquitecto Julio Palacios Universidad Nacional de Ingeniería

Arquitecta Katerine Castillo Programa de Estudios Ambientales, Urbano territoriales


Arquitecta Marcela Pérez Programa de Estudios Ambientales, Urbano territoriales


Indira Galeano Programa de Estudios Ambientales, Urbano territoriales


Arquitecta Tamis Centeno Programa de Estudios Ambientales, Urbano territoriales


Ingeniero eléctrico Ricardo Pérez


Arquitecto Adolfo Machado Programa de Estudios Ambientales, Urbano territoriales



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El Salvador Presentaciones/intervenciones:

César Córdova, Facilitador: “Buenos días, en El Salvador contamos con representantes de gremios de

profesionales, docentes de la academia universitaria, de la corporación municipal, así como de la oficina de planificación del área metropolitana de San Salvador”.

Arquitecta Eunice Orellana Corporación de las Municipalidades, República de El Salvador: “Nuestro interés en este tema se debe a que uno de los objetivos de la

Corporación es orientar y capacitar a los diferentes gobiernos locales en temas relacionados con el ordenamiento urbano, por lo que esto es de mucha utilidad para nosotros”.

Elizabeth Torres de Pineda Área de Urbanismo y Diseño, Universidad de El Salvador: “Estamos a cargo de una materia en la cual, precisamente, éste es uno de los

puntos: el ordenamiento. De ahí que para nosotros esta conferencia sea realmente de beneficio. Muchas gracias”.

LISTADO DE PARTICIPANTES DE EL SALVADOR:


Manuel Ortiz Jefe, Departamento de Urbanismo

Universidad de el Salvador, Escuela de Arquitectura

Arquitecta Eunice Orellana Corporación de las Municipalidades

Elizabeth Torres de Pineda

Área de Urbanismo y Diseño, Universidad de el Salvador

Arquitecta Emilia Viero de Quintanilla

Miembro del comité de Capacitación y Educación Continua

Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos (ASIA), Consultora en el Área de Urbanismo y Medio Ambiente

Lilia Pérez Unidad de Planificación, Oficina Metropolitana de San Salvador

Arquitecta Carla Miranda Unidad de Planificación, Oficina Metropolitana de San Salvador


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Honduras

LISTADO DE PARTICIPANTES DE HONDURAS:

Título Nombre Apellido Cargo Institución Ingeniero industrial Juan Antonio Nolasco A cargo del Proyecto de Logística

Consejo Hondureño de Ciencia y Tecnología

Oscar Humberto Villeda Proyecto Aprende


Ingeniero civil Juan Zelaya Proyecto Aprende


Licenciado José Rodríguez Consejo Hondureño de Ciencia y Tecnología

Ingeniero Akio Consultor JICA Consejo Hondureño de Ciencia y Tecnología

Arquitecto José Luis Ulloa Consultor privado

Guatemala

LISTADO DE PARTICIPANTES DE GUATEMALA:


Doctor Hugo Beteta Ministro de Finanzas Públicas Ministerio de Finanzas Públicas de Guatemala

Arquitecto Mariano Gatica

Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN)

Arquitecta Lourdes Monzón


Arquitecta Vivian Lemus Directora del Preinversión


Raúl Escobar Planificación Estratégica Territorial


Mario Mansilla Coordinador de la Maestría Planificación y Gestión Urbana

Universidad Rafael Landívar

Ángel Rueda Estudiante de la Maestría en Planeación y Gestión Urbana



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Arquitecto Edi Francisco Cuá


Licenciada Doris Barrera


Carla Morales Inversión Pública


Costa Rica

LISTADO DE PARTICIPANTES DE COSTA RICA:

Título Nombre Apellido Cargo Institución Juan Pablo Poveda Regidor Municipalidad de Limón

Washington

LISTADO DE PARTICIPANTES DE WASHINGTON:

Título Nombre Apellido Cargo Institución Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Roberto Chávez Autor del libro Banco Mundial

Mauricio Silva Especialista Urbano Senior Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Victoria Aliseiva Finance, Economic and Urban Development Unit Banco Mundial

Sara Sevilla Coordinación Regional para América Latina Instituto del Banco Mundial

Arquitecta Beatriz Camargo Departamento de Evaluaciones Banco Mundial

Erin Kallestad Gestión Urbana y Gobiernos Locales


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Víctor Vergara, Instituto del Banco Mundial, Washington: Mi nombre es Víctor Vergara; yo heredé el trabajo de Mauricio Silva hace 12 ó 15

años, y hemos intentado hacer lo mejor posible. Éste es un programa global, trabajamos en más de 20 países y en varias regiones. Estamos aprendiendo mucho de todos ustedes. Nuestro trabajo es aprender para luego transmitir a otros lo aprendido. Trabajamos en temas relativos a varias disciplinas, incluyendo gestión urbana, gestión de desastres y servicios públicos para los pobres. Somos un equipo pequeño, pero con muchas ganas de colaborar. Nuestra misión es enseñar y aprender. Tengo el gran gusto de presentar ahora a Roberto Chávez. Él es uno de los autores del libro que espero todos tengan; si no lo tienen se los haremos llegar. Este libro está traducido ya en cuatro idiomas: castellano, inglés, portugués y francés. Roberto es arquitecto urbanista, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); también tiene una maestría del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) en los Estados Unidos. Tiene 30 años de experiencia en desarrollo urbano y municipal, patrimonio cultural, rehabilitación de barrios y del medio ambiente en África, Noráfrica, América Latina y el Caribe. Trabaja en el sector de Desarrollo Urbano del Banco Mundial desde 1975, con excepción de 1983 a 1985, cuando fue Director Nacional de Planificación Urbana en Nicaragua. De 1985 a 1988 fue catedrático, y de 1993 a 1997 fue representante del Banco Mundial en Mozambique. También es coautor del libro “Simple Computer Imaging and Mapping” (Creación simple de imágenes y mapas por medio de la computadora). Conozco a Roberto desde hace muchos años, es una persona muy respetada dentro del Banco Mundial, muy querida a donde va; en Mozambique lo quieren mucho, yo trabajo ahí ahora, y en estos tiempos donde nuestro nombre está manchado, es agradable conocer a alguien con mucha integridad y que lo quieran tanto. Él ha pavimentado el camino para quienes estamos iniciando nuestra carrera dentro del Banco y ha dejado un buen nombre para nosotros, así como un gran reto. Le daré la palabra a Roberto, él tiene una presentación de 30 ó 40 minutos. Durante la conferencia, tendremos al menos dos rondas de preguntas, respuestas, comentarios y contribuciones de cada sitio; tendremos suficiente tiempo para platicar. También tendremos una presentación muy breve de siguientes pasos en esquemas de cómo podemos acelerar el aprendizaje de este libro para ponerlo en práctica.

III . Presentación del Arquitecto Roberto Chávez


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Inicio de la presentación, a cargo del Arquitecto Roberto Chávez: Agradezco a Víctor Vergara y a su equipo en el Instituto del Banco Mundial por

haber facilitado este lanzamiento virtual en las ciudades capitales centroamericanas: una región en la que he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes ocasiones desde hace 25 años. Estoy particularmente agradecido con todos los participantes que tenemos en las ciudades presentes en esta reunión, por el tiempo que nos han otorgado. Pienso que la decisión del Instituto de lanzar esto en primer lugar en América Central es muy acertada, puesto que todos conocemos algunos de los problemas que tenemos. Por ejemplo, los problemas para encontrar una dirección en Managua y en San José, Costa Rica. En la época que estuve allá, en la década de los años 80, recuerdo que las direcciones eran: “de donde era la farmacia el arbolito, 500 varas al lago, y después no sé qué tantos al poniente”; y éste sigue siendo el caso. Incluso, en ciudades capitales como San José de Costa Rica –considerada la Suiza de América Latina- aún nos encontramos con algunas direcciones como “del gimnasio los Dioses, a 600 varas en X dirección, etc.” Esta obra viene precisamente a responder a este tipo de problemas. La presentación de hoy es sobre este tema. Ésta es una publicación del Banco que ha salido ya en cuatro idiomas, y se originó esencialmente en África. Varios de los ejemplos incluidos en la obra son basados en países y ciudades africanas, debido a que éstos carecían de todo, y de alguna manera comenzamos por desarrollar la metodología y la técnica. Un gran especialista, John Turner –quien para los viejos que estamos en este equipo es considerado uno de los urbanistas de mayor prestigio de mediados del siglo pasado-, dijo que al organizar todo este conocimiento y esta experiencia realmente estamos desarrollando una ciencia. Éste es un poco el origen del libro; lo hemos traducido al castellano, además del francés, inglés y portugués, debido al interés que tiene en Centroamérica y en Latinoamérica en general.


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El Caso de las Ciudades Centroamericanas No es necesario explicarles que todas las ciudades centroamericanas sufren de un crecimiento acelerado y que, acompañado de ese crecimiento sin precedentes, enfrentan problemas ambientales, como resultado de la falta de saneamiento, falta de agua, etc. Una de las causas fundamentales de los problemas de este crecimiento de los barrios marginales de las ciudades centroamericanas, es la falta de empleo y servicios urbanos. Y como sabemos, dolorosamente esto, a su vez, ha generado un fenómeno que es relativamente reciente: el aumento de problemas sociales y de violencia. El caso de las pandillas juveniles en el Salvador, Honduras y

Guatemala... en toda Centroamérica, es un problema sin precedentes y que creemos se debe a las causas que hemos mencionado: crecimiento acelerado, falta de servicios y la falta de empleo. Tenemos varias experiencias muy exitosas en cada una de las ciudades capitales hoy presentes. En El Salvador hay ejemplos históricos.

Está aquí el Ingeniero Mauricio Silva, quien fue Director de FUNDASAL. Hay experiencias extraordinarias. Hay casos como el Mezquital en Guatemala; y así en cada ciudad han habido soluciones realmente innovadoras. Pero, la verdad es que son insuficientes para atender la demanda, y por esto se da el crecimiento de los barrios marginales. Esto se debe, en parte, a la insuficiencia de los recursos financieros municipales, con la descentralización de la cual se han beneficiado las capitales y los municipios centroamericanos en general. Muchas veces, ésta no ha sido acompañada de una descentralización de la recaudación fiscal y de los recursos financieros, lo cual complica el cuadro. Y, finalmente, en nuestras ciudades ha faltado una planificación realmente efectiva. Existen planos, pero, algunos de ustedes de El Salvador se recordarán de un estudio enorme; éste constaba de 20 volúmenes, se llamaba el estudio PLANMADUR... que quedó en la gaveta. De alguna manera nos han faltado instrumentos para implementar esos estudios de planificación, como son conocidos los casos en todas las ciudades centroamericanas; o como el caso de Managua y Nicaragua, que debido al terremoto que destruyó el centro de la ciudad, después se dio crecimiento. O en el caso de San José, que se dio por un crecimiento sin una infraestructura básica.


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Este libro presenta un método de nomenclatura y numeración de vías. Digo “numeración de vías” porque en el método –como ustedes podrán ver cuando tengan la oportunidad de entrar en el libro, del cual el capítulo IV es un manual- verán la conveniencia de establecer en las vías no solamente los nombres, sino un sistema numérico racional y lógico. Esto, debido a que los nombres en las vías muchas veces cambian y en muchos lugares no existen. De ahí que consideremos importante la numeración y los nombres de vías y después, desde luego, la numeración de cada propiedad... de cada parcela que está sobre la vía pública. Éste es de cierta forma el objetivo. En la imagen de arriba tienen diferentes señales o letreros de numeración de calles o vías en ciudades de todo el mundo.

¿Qué es y para qué sirve la nomenclatura y la numeración? Esencialmente es un sistema que nos permite localizar un edificio, un negocio, una parcela baldía, u otro tipo de propiedad en el territorio municipal, y localizarla a través de la identificación de la vía pública (numerada o con nombre) y de una numeración en cada entrada de dicha propiedad. Nos permite identificar todas las parcelas en el territorio de una ciudad de una manera organizada, con una base de datos y mapas, etc.

Y, según vimos anteriormente, ésta es una operación que consiste en primer lugar en señalizar las vías, en colocar números en las puertas de entrada y en todas las construcciones, para luego producir mapas y guías urbanas, las cuales son sumamente importantes para los negocios, y sobretodo para los turistas, pero

también para el público en general: los ciudadanos. Y final, y principalmente, consiste en mantener y actualizar un registro de estos datos que se recolectan.


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Ejemplo de un sistema de numeración y nomenclatura La figura de arriba nos muestra un ejemplo de sistema de numeración y nomenclatura. Éste data de 1531, y es de la ciudad Puebla de los Ángeles, en el Estado de Puebla, México. En el sistema podemos observar que el zócalo del centro está dividido en Norte y Sur, Este y Oeste. Podemos ver que las calles tienen numeraciones; las avenidas tienen una numeración par y las calles una numeración impar. Este sistema fue establecido por los españoles; específicamente por la Cédula de Felipe II... me parece que en 1521. Éste es uno de los sistemas más antiguos en las Américas. Desde luego, la ciudad de Puebla ha crecido enormemente; pero han logrado ir extendiendo y ampliando el mismo sistema de numeración. Ésta es una idea sobre cómo funciona; es una figura tomada directamente de una publicación. En las ciudades modernas (p. Ej., en un suburbio o un barrio marginal) ya no tenemos ese trazo clásico de las ciudades coloniales, sino que tenemos un trazo mucho más orgánico, pero vemos que aún así se puede mantener el sistema de numeración de las vías, lo cual es la clave fundamental.


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En el ejemplo de abajo vemos una ciudad en el África francófona. Podemos

ver la vía 3-10 en el extremo derecho de la imagen, y la vía 3-15 en el extremo sur, o inferior. Luego vemos las vías secundarias que parten de ahí. En este caso las vías no tienen nombre, pero tienen número, incluso en un barrio marginal. Ésta es una especie de introducción al libro que ustedes seguramente tienen en sus manos y que podrán estudiar con más calma. Con el apoyo del Instituto del Banco Mundial, estamos prestos a ofrecer servicios directamente a las ciudades que lo soliciten, para implementar estos programas.


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¿Para qué sirve la nomenclatura? En primer lugar, un ejemplo muy clásico de para qué sirve la nomenclatura, es para los servicios de emergencia; para que la ambulancia, los bomberos y la policía puedan llegar a una dirección, en cualquier parcela del territorio municipal y de la ciudad. Pero también es necesario para otros servicios, tales como el servicio de correos, los censos y los impuestos. En muchas de nuestras ciudades prácticamente no funcionan los sistemas de correos cómo aquellos en países desarrollados; es necesario tener una caja postal y recoger la correspondencia en ésta, puesto que no hay manera de hacerla llegar directamente a la dirección del ciudadano debido a la falta de un sistema organizado de direcciones. Evidentemente, esto funciona de igual forma tanto para que los ciudadanos como los oficiales municipales y los visitantes puedan localizar equipamientos en las ciudades.

Concretamente, se busca que todos los ciudadanos y los visitantes puedan tener acceso a los hospitales, las clínicas, los correos, y a todos los tipos de servicios a los que tengan que recurrir en alguna emergencia, a través de un sistema de numeración y nomenclatura, y un mapa para guía de la ciudad.

Otro ejemplo, es que regularmente asociamos los impuestos municipales –salvo en algunos casos excepcionales, como es el de San Salvador- como un impuesto predial con base en un catastro; pero, como veremos en algunos ejemplos en casos de ciudades africanas, se puede identificar para una base impositiva diferente al catastro o el impuesto predial, tanto para negocios como para domicilios, en todo el territorio municipal.


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Y, finalmente, también es necesario para llevar a cabo una administración y planeación adecuada de las calles y los servicios. Como podremos ver en el libro, en algunas ciudades se puede identificar una calle por su número o su nombre, “desde X dirección, hasta y dirección” y establecer que esta calle necesita de reparación de baches, mientras que en otro barrio hay una calle que necesita de adoquinado, o de construcción, etc. También es útil para identificar el sistema de alumbrado o teléfono público. Como podemos ver, la adecuada identificación de las vías tiene varias utilidades que van más allá de simplemente asignar direcciones para los predios, las construcciones y las propiedades. Según vimos anteriormente, para todos los servicios municipales es fundamental tener una dirección; un sistema que les permita localizar a sus clientes. Los servicios como el agua, la luz, y los servicios públicos como la salud y la educación algunas veces son concesionados. Ustedes habrán notado que en varias ciudades existe un sistema de numeración para el sistema de la energía eléctrica, y luego otro sistema para el agua; hemos llegado a casos absurdos (encontrarán algunos ejemplos en el libro), donde en una entrada tienen un número para el agua, uno para la electricidad, y aparte el número del barrio... pero aún no tienen una dirección única. Se debe tener un sistema único que sirva a todos los servicios de una manera consistente y que permita publicar mapas y guías del área urbana, tanto para ciudadanos como para oficiales. Este servicio se produce a través de una unidad municipal de nomenclatura. En la experiencia que hemos tenido en los países africanos, dicha unidad puede ser totalmente autosostenible;genera recursos para la municipalidad a través de la venta de guías y mapas.


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Otro ejemplo sobre un sistema es el de la Ciudad de Washington, clásico del Siglo XIX. En la imagen de abajo podemos observar que en el extremo inferior derecho tenemos el Capitolio, el cual es el punto central. A partir de éste, la ciudad está divida en cuatro cuadrantes: Noreste, Suroeste, Poniente y Oriente; luego las avenidas tienen letras y las calles tienen números. Éste es un sistema muy eficiente, diseñado en el siglo XIX.

Diferencia entre nomenclatura y catastro

Siempre surge la pregunta ¿Qué cosa es numeración y nomenclatura, y qué cosa es catastro? Intentaremos dar respuesta a ésta. El catastro mide el interior de una propiedad... mide el valor de construcción de la misma con el fin de gravar con el impuesto predial con base en dicho valor, y tener así un ingreso municipal. O, en el caso de El Salvador, un ingreso para el Estado. En este caso, el propietario del inmueble es quien debe pagar dicho impuesto. Por otra parte, la nomenclatura mide el área pública; es decir, la vía pública, la calle, y las identifica no solamente con nombre y número, sino que identifica


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también las entradas. El cliente ya no es necesariamente el propietario, sino es quien recibe directamente los beneficios de mejorar la calle, ponerle alumbrado, de numerar y darle una dirección. Y esto representa una serie de valores -daré unos ejemplos más adelante-, pero que nos permite incluso crear una tasa de manejo o de desarrollo urbano a nivel municipal, como lo han hecho varios países africanos. Otro aspecto que es muy importante tomar en cuenta es que un servicio de catastro requiere de un servicio de nomenclatura. Tuve una experiencia muyilustrativa hace dos o tres años, con el Alcalde de San José –el ingeniero Johnny Araya-, quien me mostró un sistema de catastro que habían desarrollado, el cual es realmente impresionante. Además, lo diseñaron con un sistema financiero muy sofisticado de bonos municipales, etcétera. Contrataron una empresa mexicana de alto nivel, la cual, con imágenes satélite y una serie de tecnologías de punta, logró identificar 32 mil propiedades por año; el contrato era por 70 mil unidades. El Alcalde Johny Araya me mostró con mucho orgullo el mapa de una propiedad, aparecían las coordenadas geográficas, las medidas exactas, hasta la casa para el perro y un arbolito. Yo le dije: “Yo soy muy curioso señor Acalde, ¿será que podemos ir a verificar esta propiedad?”. Y me dijo: “cómo no”; llamó a su chofer, nos subimos a su carro, y se le queda viendo al mapa o plano que tenía en la mano... y se da cuenta que tiene coordenadas geográficas exactas, pero no tiene dirección. Ahí le cayó el veinte1 -como decimos en México- al señor Alcalde que es un gran amigo, y quien seguramente tomará esto como una ilustración; de ninguna manera una crítica

1 Expresión idiomática utilizada en México; significa “Entonces se dio cuenta”


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Las imágenes en esta página quizás expliquen esto de forma más clara. Vemos que en la primera imagen tenemos las parcelas numeradas 1, 2, 3, 4, 5 y 6 en la manzana B. El catastro, en este caso –y, como dije, es con fines fiscales- se encarga del espacio privado: lo que está en el interior de cada parcela (en amarillo) en un área municipal o en una ciudad. En el libro encontrarán esto en el Capítulo II: imagen 2.1.

En la siguiente imagen podremos ver la diferencia. En ésta el sistema está

enfocado (en amarillo) en el área que está al entorno del área privada. Lo único que nos interesa es identificar estas vías públicas y las entradas a las propiedades. En este caso, tenemos el ejemplo de la calle Antoine de Pluvinel en una ciudad africana y, en ésta, la propiedad número 47. Vemos que es posible identificar la calle y la entrada de la casa Esa es la gran diferencia entre los dos sistemas. Posteriormente veremos cuáles son algunos de los beneficios y diferencias.


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En el cuadro 2.1, del Capítulo II del libro podemos encontrar las definiciones de los dos sistemas previamente explicados; así como referencias e información clara y detallada, con ejemplos concretos.

Los primeros tres capítulos del libro se centran en la historia de la numeración y la nomenclatura; por qué es importante; cuáles son las diferencias con catastro y con otros sistemas, etcétera. Es una especie de introducción, justificación y demostración de casos de estudio, de cómo funciona, de por qué ha funcionado y cómo ha demostrado ser una herramienta tan útil.


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Pasaremos ahora a hablar del Capítulo IV, el cual es el manual que indica cómo cada municipio puede implementar un sistema de numeración en su ciudad; éste es el capítulo más amplio en el libro. En el caso de Managua, por ejemplo, le indica cuáles son los pasos que el gobierno municipal tendría que dar para llegar desde donde están ahora (sin nomenclatura y numeración), hasta la nomenclatura y numeración.

En términos generales, los pasos para desarrollar un sistema de nomenclatura son:

1. Determinar la factibilidad: consiste en un estudio rápido de factibilidad de numeración y nomenclatura. En el caso de Managua o de San José, sería cuestión de medio, o un día –en término horas/hombre- para dar un rápido vistazo a la ciudad.

2. Crear e instalar una pequeña unidad de técnicos: que generalmente

consiste en un arquitecto o un ingeniero, y algunos técnicos municipales con cierta capacitación básica.

3. Determinar el alcance: aquí entra un factor de la realidad: costo y

beneficio. Es decir, qué queremos cubrir (el 100% de la ciudad, o inicialmente el 80% de la ciudad, etcétera). Más adelante veremos algunos ejemplos de esto.

4. Escoger el sistema de codificación: debemos decidir si va a ser

numérico; si va a partir del centro, entre otros. Si es una ciudad en la costa –por ejemplo, en el caso de Managua- podría partir de la costa del lago, y luego definir la numeración de las calles con un número par, paralelas a la costa; o, las avenidas paralelas a la costa, y las calles perpendiculares, con un número impar. Pares e impares...veremos; algunos ejemplos.

5. Elaborar la cartografía

6. Por último llevar a cabo el paso más demorado: la encuesta y

numeración de las entradas.


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Veamos algunos ejemplos concretos de estos pasos: Escoger el sistema de codificación En la imagen de abajo (Capítulo IV imagen 4.10) tenemos el caso de una ciudad donde esencialmente estamos determinando, por ejemplo, que vamos a respetar los distritos o sectores. Vamos a respetar una serie de distritos que existen en esta ciudad, los cuales tienen una letra del alfabeto A, B, C, D, etcétera. Éstas son sub-zonas del sistema de nomenclatura. Luego, aquí hemos escogido partir del centro de la ciudad como sistema de codificación. Podemos ver que en un sentido están las calles pares e impares que van en el cuadrante norte, noroeste y noreste; y lo mismo para los cuadrante sureste o suroeste. En el sentido inverso, o vertical, son calles pares. Entonces, tenemos un sistema numérico de calles pares e impares, y que tiene una lógica: parte del centro de la ciudad y va aumentando gradualmente. Si a nosotros nos dicen, por ejemplo “vivo en la esquina, o en el número tal, de la calle 23”, sabemos inmediatamente que, por ser del sector noreste, la calle 23 está más o menos –según sea la distancia de las calles, de 100 mt., por ejemplo- a 2.5 km. de la vía principal –o del eje principal- norte a sur, y rápidamente podemos tener incluso una imagen mental sobre dónde se ubica esa propiedad o casa.


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De acuerdo con los pasos que mencioné anteriormente, después de escoger el sistema de numeración, el penúltimo paso es elaborar la cartografía y nomenclatura. Se oye fácil, pero como dicen en México: No es de enchílame otra2. Para esto, se parte de un mapa normal de la ciudad (el cual se puede obtener de una aerofoto o una imagen satelital, la cual debe ser luego ampliada). En la imagen de abajo (Figura 4.24 del libro) se pueden ver los pasos: en el cuadro superior del extremo derecho, hacemos un segundo cuadro donde se hacen más anchas las calles de lo que son en realidad. Luego, en un tercer paso (cuadro inferior en el extremo izquierdo), se da una codificación por color a los comercios, al área privada, a los servicios públicos, etcétera. Y, finalmente, el último paso consiste en la numeración. Aquí el objetivo –el cual parece algo relativamente obvio- es que nos permita ubicar de manera legible en el mapa las letras, las palabras... los nombres de las calles. Si usáramos una imagen satelital como base para la foto, o aerofotogramétrica, definitivamente no cabrían los nombres de las calles ni habría codificación por colores según los usos del suelo de la forma en que lo vemos en un sistema de nomenclatura en la base del mapa guía.

2 Expresión idiomática utilizada en México; significa: No es simple de llevar a cabo


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Luego, seguimos con los otros pasos. Al final podremos notar que éste es

realmente un proceso que lleva algún tiempo. Un paso muy importante, el registro de direcciones, consiste en instalar las placas en las calles, editar la guía de calles y el mapa de la ciudad, y realizar una campaña de educación pública. Posteriormente, se debe llevar a cabo el mantenimiento y la ampliación del sistema anual y continuamente. Una vez sean numeradas las calles, pasamos a la fase de encuesta y de numeración de casas –de la cual hablamos anteriormente-. Ésta es muy importante. Este sistema es realmente de baja tecnología; es un sistema relativamente económico. Éstas son las herramientas necesarias: guantes, brochas, esténciles para pintar los números en las casas. También, de acuerdo con el presupuesto disponible para esto, se pueden usar placas en las esquinas de las calles, ya sea metálicas o esmaltadas, o pueden pintarse directamente en las casas los números y los nombres de las calles. Esto es para darles una idea de los niveles de tecnología que harán variar el costo. En la imagen de abajo tenemos el equipo de encuestadores; esto es realmente fundamental. Son las personas que llevan a cabo la numeración de las casas. Hay diferentes sistemas para numerar, pero el sistema que nos parece más lógico y razonable, y que veremos en seguida, es un sistema métrico. Lo que ven en la foto es un odómetro: un aparatito que va midiendo cada dirección desde el principio de la calle. El encuestador va junto con el señor que va midiendo. La encuesta se hace de manera muy leve; no es un censo... es una

encuesta que se lleva a cabo desde la calle. En ésta vemos si se trata de un negocio (y qué tipo de negocio es); o, si es una casa (qué tipo de casa es; por ejemplo, si es hecha de material noble o con materiales perecederos; si tiene una conexión legal o ilegal de agua, entre otros aspectos que debemos determinar). Todo esto se puede ver desde la calle, sin necesidad de molestar al dueño -como en los censos-, o esperar a que esté presente.


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En la próxima imagen (Figura 4.13, del Capítulo IV del manual) vemos que en el extremo izquierdo tenemos parcelas todavía sin numerar; éstas pueden estar catastradas, y podemos tener referencias geodésicas exactas del valor de la propiedad... pero no sabemos dónde está ubicada, puesto que no tienen ningún número. Luego, vemos la segunda imagen, donde se numeran desde el principio de la calle; ya sea en el centro de la ciudad o donde se inicia la calle, comienza la numeración métrica. La primera casa es la número 1, la siguiente la número 2, después la 3, 4, 5, y así sucesivamente. Ahora ¿Qué pasa cuando una propiedad se subdivide? Simplemente se le da el número en términos de los metros que está desde la esquina o del principio de la calle. Es un sistema que permite la densificación sin tener que pasar a numeraciones más complejas. En el libro verán otros métodos como el decamétrico, entre otros.


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Ahora, quiero que veamos algunos ejemplos de casos concretos sobre experiencias que hemos tenido en ciudades de buen talle, en las cuales se ha implementado este sistema: Caso de Burkina Faso, en África Ésta es una ciudad francófona en el Norte Central de África. La capital de Burkina Faso es Ouagadougou; es una ciudad de un poco más de un millón de habitantes. En ésta hubo una revolución en el año 1984, en la cual se reformó la constitución y por ley se abolieron los derechos y los títulos de propiedad y, por consiguiente, los impuestos que se cobraban de ellas. Para contrarrestar el problema, la ciudad tuvo la habilidad de establecer dos herramientas complementarias. Por un lado, el sistema de nomenclatura y numeración de calles, y por el otro, lo que llamaron un impuesto sobre residencia -que no es lo mismo que un impuesto sobre el territorio-. Más bien es un impuesto a los residentes de la ciudad por los servicios que reciben de basura, limpieza urbana, agua o iluminación. Esto permitió que el municipio obtuviera un beneficio financiero de familia que habitaba las propiedades –fueran dueños o no de ella-, puesto que estaban siendo beneficiados por la limpieza urbana, la iluminación pública y el servicio de residuos sólidos. Era la manera de identificar a la familia que se beneficiaba; no necesariamente al propietario del inmueble, puesto que en muchos casos muchas familias rentaban. Caso de Mozambique, en África Otro ejemplo es el caso de Mozambique, en el África austral –o sur de África-. Allá me tocó trabajar un proyecto urbano para implementar el sistema. Hoy día, en un período de cinco años, hemos cubierto las seis ciudades principales del país, incluyendo la capital, que tiene un poco más de un millón de habitantes y doscientos veinte mil predios. Se han creado unidades municipales y se maneja todo a nivel local. De ahí mi interés en la participación que vi del Salvador, de colegas de la Corporación de Municipalidades salvadoreñas y también de algunas otras organizaciones que están en la posibilidad de ayudar; no solamente a la ciudades capitales, sino, muy importantemente, a las ciudades secundarias. Es importante mencionar que en el caso Mozambique (para darles una rápida anécdota) el sistema de nomenclatura y numeración fomentó –a través de la campaña pública- en los beneficiarios, en todas las familias, e incluso en los barrios marginales, un sentido de identidad o ciudadanía. Ya no eran simplemente pobladores de los barrios marginales, sino que decían "yo tengo una dirección en mi casa, aunque sea pobre, pero tengo una dirección". Esto fue muy


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útil para algo muy importante: hace tres años hubo una epidemia de cólera, y comenzaron a aparecer en todos los hospitales y clínicas de la ciudad enfermos de cólera. Las autoridades sanitarias –específicamente el Ministerio de Salud-, no se explicaba cómo podía haber en toda la ciudad la epidemia de cólera, hasta que se les ocurrió preguntarle a los pacientes cuál era su dirección.

La gran sorpresa fue que todos conocían su dirección, y cuando la brindaron, se dieron cuenta que se trataba de dos barrios donde había problemas de aguas estancadas y de saneamiento. Y, como ocurre en nuestras ciudades, la gente no fue al hospital o a la clínica del barrio, sino que fue a donde tenía un primo que trabaja o donde conocía un médico; por esto se habían dispersado por toda la ciudad. Vimos como el sistema de numeración y nomenclatura tuvo un impacto muy fuerte en algo que ni siquiera nos hubiéramos imaginado, lo cual fue controlar una epidemia de cólera, que fue el caso de la ciudad capital de Mozambique, Maputo. Casos en América Latina En América Latina estamos recién empezando. Tenemos algunos ejemplos, como el caso de las ciudades en un proyecto en el Valle Sagrado de los Incas, que ustedes han de conocer por las ruinas de Machu Picchu. Éste es un valle con una extensión de 100 Km. de longitud, en el cual hay 100 mil habitantes, tanto en ciudades medianas como pequeñas; éstas van desde 50 mil habitantes, hasta ciudades de mil habitantes. Aquí tenemos varias de ellas: Ollantaitambo, Urubamba, Calca, Pisak, Aguas Calientes, Machu Picchu –el pueblo-, entre otras. En estas ciudades estamos implementando esto por primera vez en el territorio latinoamericano. También está previsto implementarse en un proyecto que tenemos en Puerto Limón, Costa Rica; el cual esperamos incluir en otras ciudades y proyectos, conforme haya demanda.


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Quiero abordar dos temas importantes antes de terminar y dar espacio a las preguntas y respuestas:

1. Los plazos de ejecución de un programa de numeración y nomenclatura, según el tamaño de la ciudad

La implementación del sistema tiene una duración total de un año para una ciudad de 50 mil habitantes, pasando por todas las etapas que mencionamos; desde el estudio de factibilidad inicial hasta las encuestas; los sistemas de planificación y todo lo demás, concluyendo con la campaña de educación pública y la numeración de todas las entradas, y la base de datos. Las encuestas –la cual es la etapa que requiere de mayor esfuerzo-, se puede hacer en cuestión de tres meses. Por otra parte, para una ciudad de 1 ó 1.5 millones de habitantes se puede hacer todo el proceso en dos años. Me preguntarán "Esto muy bonito y muy interesante, pero ¿cuánto cuesta?".


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2. Costos de operaciones de nomenclatura y numeración

Veamos la siguiente imagen. Esto debemos tomarlo como un grano de sal, puesto que es el costo promedio en ciudades africanas. Tuvimos que sacar una media, puesto que en algunas ciudades tenían placas metálicas esmaltadas en las cuatro esquinas de la calle, mientras que en otras tenían simplemente las direcciones los y números de las casas pintados en la pared. Con base en la media, podemos ver que, para una ciudad de 50 mil habitantes es necesario un equipo y de seis a ocho técnicos. Se estimó que el número de encuestas –o número de familias- en ese lugar, es de seis mil seiscientas, y el costo de 109 mil dólares. Notemos que, conforme va aumentando el tamaño de la ciudad, aumenta también el número de equipos necesarios para las encuestas y el número de encuestas que se tienen que hacer. Para una ciudad de un millón de habitantes, necesitamos cinco encuestas, y el costo total es de casi un millón de dólares. En la última columna podemos ver los costos por familia; éstos prácticamente se recuperan en el primer año con la venta de mapas y guías. Asimismo, son tasas recuperables si se incluye un impuesto de desarrollo urbano, de ocupación, limpieza, etcétera. Notemos que el costo por vivienda –o negocio- disminuye mientras más grande es la ciudad: en las ciudades más pequeñas, el equipo tiene un costo de 1.76 dólares por unidad; en una cuidad de 100 mil habitantes, 1.21 dólares por unidad; y así hasta llegar a ciudades grandes donde el equipo llega a costar menos de un dólar por unidad. En años subsecuentes se debe llevar a cabo un mantenimiento que consiste en verificar cómo ha ido cambiando la ciudad: por ejemplo, donde antes había predios vacíos, ahora hay una construcción o un negocio; en este caso se le asigna el número correspondiente y se incorpora a la base de datos que


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maneja el municipio con fines impositivos y de seguimiento. También puede darse el caso en que los predios se han subdivido, o que donde había una casa ahora hay un negocio, o viceversa. Ese mantenimiento tiene que darse anualmente, con una encuesta llevada a cabo a pie muy rápidamente por los equipos. Éste tiene un costo mucho menor, el cual es sustentable.

Algunas conclusiones:

La nomenclatura y numeración es un sistema realmente fundamental que muchas veces tomamos por dado. Cuando en una ciudad no funciona un sistema, esto tiene costos para la misma, por problemas como en el caso en que no pueden llegar bomberos a donde están las personas, o la policía, los visitantes; tampoco cobrar impuestos, entre otros. Asimismo, es el sistema de infraestructura fundamental y de más bajo costo, y de gran importancia para el mantenimiento de la infraestructura y la generación de recursos por recaudación municipal.

Tiene una aplicación multisectorial, puesto que cubre desde la gestión municipal, la recaudación de impuestos, y el apoyo de servicios municipales. Según vimos en el caso de San Salvador, es muy importante para el control de la violencia. Uno de los elementos en el tema de violencia urbana, es identificar puntos negros3 exactos; esto sólo se puede hacer con un sistema de numeración y nomenclatura; no basta poder decir "de tal esquina a tal calle" . Para esto ha sido servido este sistema con éxito.

La inversión se recupera: las agencias municipales de numeración son autofinanciables y crecen de acuerdo con la ampliación del territorio municipal.


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Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial

Este libro realmente refleja el trabajo de un gran equipo: Catherine Farvacque-Vitkovic, Lucien Godin, Hugues Leroux, Florence Verdet y Roberto Chávez. Le pedimos a Roberto que nos diera un vistazo de un libro que contiene mucha información, y lo hizo muy bien… gracias y un aplauso para Roberto. Este libro nos da algo que para nosotros en el Instituto es muy importante: responde la pregunta ¿cómo?. Y es lo que queremos transmitir en esta sesión para motivarlos a consultar el libro. Está con nosotros el Ministro de Finanzas de Guatemala, Hugo Beteta, quien aparte de ser Ministro es un urbanista, y un planificador; para nosotros es muy importante su opinión. Pasaremos a escuchar a Hugo, y luego a la ronda de preguntas y comentarios de los países.

Intervención de Guatemala Doctor Hugo Beteta Ministro de Finanzas Públicas Guatemala

Primero, quiero dar una felicitación al equipo que hizo el libro; ya desde la época en que éramos estudiantes en MIT sabíamos de las andanzas del Arquitecto Chávez, por lo que no me extraña que haya publicado un libro tan útil como parte de este equipo. Veo éste como un insumo esencial para las estrategias de desarrollo urbano. Hace ya unos 10 ó 15 años que hablamos de este tema con Víctor en Guatemala; hicimos unos estudios para determinar la capacidad y disponibilidad de pago por servicios de agua en zonas periféricas de la ciudad –que, por cierto, son las zonas donde tiende a concentrar muchos de los pobres en el interior de nuestro país-. Quiero recalcar que ésta es una iniciativa tremendamente progresiva, en el sentido que puede llegar a las zonas, proporcionar información, y permitir estrategias de desarrollo urbano en zonas donde hay una gran concentración de pobres.

IV . Ronda de preguntas y comentarios de los países participantes


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En nuestro caso, teníamos que hacer este estudio de disponibilidad de pago por servicios de agua y extracción de basura, y nos encontramos con el problema de que en las ocho ciudades del interior en las que estábamos trabajando, no existía una cartografía hecha por las municipalidades, de los lugares donde vivían los pobres. Descubrimos que, afortunadamente, en el año anterior a nuestro estudio se había realizado un censo nacional, y que el Instituto Nacional de Estadística (INE) había desarrollado un sistema de codificación y una cartografía básica de las zonas periféricas de estas ciudades, de sus zonas de rápido crecimiento y de asentamientos recientes de gente pobre. Este sistema de codificación y esta cartografía nos permitió hacer las muestras aleatorias (era necesario hacer una muestra aleatoria para el estudio) y cuando hicimos los estudios se determinó que existía capacidad y disponibilidad de pago por esos servicios municipales entre los pobres, y también pudimos determinar cuáles eran las variables para desprender estos servicios y proponer algunas formas de innovar para que los servicios mejoraran la calidad de vida de los más pobres de la ciudad. Lo que quiero traer a colación, es que lo que más impresionó a los alcaldes fue ver la cartografía reciente de sus ciudades, puesto que en algunos de estos lugares que visitamos con Víctor encontramos que todavía tenían versiones cartográficas de la época colonial. Y, cuando ellos vieron su ciudad con esta nueva visión, estos agujeros negros –a los que se refería el arquitecto Chávez-de pronto se hicieron muy evidentes. Pareciera que a veces las cosas no existen sino hasta que no se les pone un nombre... o no se les da una palabra; que en la ciudad estos espacios empiezan a existir cuando ya tienen un sistema de codificación y una cartografía. Fue muy interesante también la vinculación con el Instituto Nacional de Estadística, puesto que a partir de la experiencia que hicimos con estos estudios para extender los servicios urbanos, también desarrollamos unos indicadores de cuáles eran las áreas más pobres de la ciudad; tomamos un estudio del Banco Mundial –estudios econométricos- que demostraban que los hogares liderados por mujeres indígenas tenían una estrecha asociación con pobreza urbana. Pudimos hacer, fortuitamente, un cruce con el censo del INE y mapear en la cartografía dónde se ubicaban las concentraciones de hogares liderados por mujeres indígenas solas. Y se pudo diferenciar, de una forma muy clara, que en muchos habían concentraciones de los agujeros negros en lugares donde había concentración de pobreza. Esto fue un insumo muy importante para definir estrategias de combate a la pobreza urbana para los alcaldes. Otra de las cosas muy importantes que también recuerdo es que, previo a las encuestas, las personas evidenciaban un sentido de pertenencia a su barrio, al nombre del barrio; pero no era sino hasta que estaba en el sistema de codificación y cartografía con su número en la casa que estas personas no evidenciaban también un sentido de pertenencia a la ciudad... un sentido de


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esperanza de que las cosas podrían mejorar y que ellos de alguna forma existían formalmente ante las autoridades. Entonces, estas cuestiones del lado de lademanda (sentirse parte de, existir formalmente, tener una dirección) creo que no deben subestimarse, en cuanto a la posibilidad de desarrollar una ciudadanía con participación efectiva ante el municipio local. Estaba hablando con las autoridades de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), que están aquí presentes, respecto a que sería muy interesante incluir en los acuerdos que ya se tienen con el Instituto del Banco Mundial, para las capacitaciones a la Red de OficinasMunicipales de Planificación (OMP), un esfuerzo por introducir estos kits de nomenclatura; hacer conciencia de lo importante que es la información para la estrategia de desarrollo urbano, pero también para la estrategia de combate a la pobreza urbana. Creo que sería muy oportuno; es un manual muy práctico; desde ya prepárense para recibir una solicitud formal y cuantiosa del libro, puesto que la Red de Oficinas Municipales de Planificación va a encontrar en esto una herramienta muy práctica para promover la inclusión urbana y, por supuesto, mejorar las estrategias de planificación urbana en Guatemala. Felicitaciones a Roberto Chávez y a su equipo, y por supuesto a Víctor Vergara por la tenacidad en mantener estas ideas que se han fraguado con tantos años de experiencia.

Respuesta de Washington Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Muchas gracias Hugo, es muy importante lo que mencionas, y es muy útil

viniendo de ti. Agradecemos mucho el esfuerzo de estar con nosotros, los temas que mencionas son muy importantes. Te comparto desde ya que recibimos una solicitud concreta de un municipio en Guatemala de incluirlo en este proceso, y también de incluirlo dentro de la capacitación de las Oficinas Municipales de Planificación (OMP). Creo que Roberto nos hizo conciencia de que no todos se han olvidado de lo importante. Han habido muchas personas que han trabajado en diversas oficinas dentro del gobierno y dentro del Banco, quienes han hecho otras cosas quizás mas divertidas o con otro enfoque... pero se les olvidó ponerle nombres a las calles; no podemos dejarle a nuestros hijos ciudades que no tengan nombre en las calles, sería penoso. Entonces, creo que con este libro nos recuerdan nuestras obligaciones y, además, los autores nos enseñan cómo; ahora las excusas ya no son válidas. Pasaremos a los sitios en orden secuencial para poder recibir sus ideas y retroalimentación.


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Intervención de Guatemala Mario Mansilla, Coordinador de la Maestría en Planeamiento y Gestión Urbana Universidad Rafael Landívar Agradezco la invitación y los felicito por este lanzamiento. Desde la Universidad

vemos de una forma muy positiva el hecho de que personas estén trabajando para facilitar, a quienes ya son desarrolladores urbanistas, la comprensión del planeamiento urbano desde otra perspectiva; puesto que no es suficiente el hecho de diseñar y planificar las ciudades, dejando por un lado el tema de una nomenclatura funcional básica, que pueda facilitar un mejor desenvolvimiento a todos los habitantes y las personas que prestan sus servicios a las ciudades. Creo que es importante que tanto las autoridades municipales del gobierno y las instituciones educativas que se forjan en estos enlaces urbanos, tengan presente la importancia que tiene este tipo de actividades o emprendimientos, y que reconozcan que no es sólo un compromiso de las autoridades sino que viene desde la formación académica, mediante la cual se les puede dar a los estudiantes una apreciación y comprensión de lo que en realidad es el planeamiento urbano. Enhorabuena por este trabajo; es un trabajo muy bien realizado que sirve como proyecto piloto para todas las comunidades. Creo que cada comunidad tiene su propia particularidad y peculiaridad, principalmente acá en Guatemala, donde tenemos en el centro histórico nomenclaturas muy arraigadas de nombres de calles y avenidas que gradualmente se están tratando de recobrar, y es un inicio o forma de establecer esta nomenclatura básica, y de facilitar esta secuencia y organización de las ciudades.

Vivian Lemus Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) Quiero felicitarlos por este lanzamiento; es un gran esfuerzo. Sería muy bueno

poder trasladar esto a las Oficinas Municipales de Planificación (OMP) y, como dijo el Ministro Beteta, estamos interesados en incluirlo en la capacitación de las mismas. Según recordarás, Víctor, en el diagnóstico que se llevó a cabo el año pasado de las OMP, uno de los resultados fue el requerimiento de éstas de capacitarlas en el tema de catastro y nomenclatura. Para nosotros va a ser muy interesante poder incluir esto; más adelante podemos conversar detenidamente sobre cómo colaborar y darle seguimiento al tema del Congreso que se realizó el año pasado.

De la Maestría en Planificación y Gestión Urbana de la Universidad Rafael Landívar. Guatemala, en la década de 1960, tuvo una estructuración de nomenclatura

dirigida por el ingeniero Raúl Aguilar Batres; él falleció, pero es una persona muy destacada en el país. Para ustedes también puede servir de referencia en el tema de nomenclatura y gestión urbana.


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Respuesta de Washington Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Al final de esta sesión tendremos una muy breve presentación sobre algunas

iniciativas didácticas para agilizar y traducir el libro en material didáctico y electrónico, y de otras ideas de juegos de mesa para socializar el conocimiento.

Intervención de El Salvador Arq. Emilia Viero de Quintanilla Directora Ejecutiva Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos (ASIA) Estoy interesada en hacer llegar esta información a los interesados ¿Qué

posibilidades hay de establecer algún apoyo por parte de ustedes para tener acceso a estas capacitaciones aquí en el Salvador? independientemente de las iniciativas didácticas. Si existiera la posibilidad de que nos visite alguno de los autores del libro para tener mayor impacto. Nosotros aquí en la Asociación los recibiríamos con todo gusto, puesto que es uno de nuestros objetivos principales: dar a conocer todo este tipo de iniciativas.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial En primer lugar, haremos llegar a través de los centros GDLN algunas copias del

libro (aunque quizás no todas las necesarias), y sería necesario distribuirlas a las asociaciones de municipios y las partes interesadas en el tema. Por otra parte, habrá siempre una versión digital en la página Web del Instituto del Banco Mundial, la cual es accesible a cualquier persona interesada. Descargue aquí. Con relación a los cursos y la formación, esperaremos el comentario de Víctor al final.

Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial, Washington Les mostraremos una plataforma que estamos desarrollando aquí;

definitivamente se planea ofrecer un curso a distancia en esta materia, para poder ofrecerlo a un bajo costo a América Latina. Si fuera necesario, también podemos hacer visitas para llevar a cabo cursos presenciales –que son un poco más difíciles- pero vamos a detallarlo al final.


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Intervención de El Salvador Arquitecta Ligia Ferna Jefatura de Planificación Urbana Alcaldía de San Salvador En el Salvador actualmente no existe el impuesto predial; existió, pero ahora no

hay impuestos prediales, o de inmueble. El impuesto predial es una forma de financiar los proyectos de nomenclatura para la ciudad, ¿ustedes tienen experiencia o estudios de alguna otra forma de financiamiento? que en la medida de lo posible permita que el proyecto de nomenclatura no vaya mezclado con publicidad comercial, como se ha dado últimamente.

Respuesta de Washington

Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Efectivamente en varios casos se ha recurrido al sector privado para que pongan

sus nombres en las calles, pero sin que exista un sistema científico de base que sirva de trasfondo y que cubra toda la ciudad; y mucho menos mapas y todo lo demás. En varios casos, en África, hemos tenido algunas experiencias –y depende de la latitud que tiene el gobierno municipal o la asociación de gobiernos del área metropolitana para emitir un decreto-. Claramente, sería de beneficio que éste fuera un esfuerzo conjunto de las 14 municipalidades del área metropolitana para lograr un sistema coherente que cubra toda la ciudad. No hay duda que se necesita un capital inicial, y esto puede venir de un préstamo, o una donación... acercándose a alguno de los donantes, si se tratara de una donación en el Salvador. No hay que pensar en un impuesto predial como tal, pero quizá en un impuesto con otro nombre. En el caso de algunos países le han dado el nombre de residencial o en otros casos de un impuesto de desarrollo urbano, y consiste en una tasa que se agrega en el mismo recibo de la luz o del agua. Entonces, de alguna manera se logra un ingreso para la municipalidad para apoyar este tipo de funciones. Lo mejor sería analizar esto detenidamente, puesto que sé que hay un ejercicio gradual de catastro en el Salvador, el cual está tomando tiempo. Pero, en el caso de San Salvador esos fondos no van directamente a la municipalidad. Es cuestión de analizar más a fondo las alternativas; me encantaría poder tener una conferencia aparte para tratar esto específicamente para la Ciudad de San Salvador, donde he colaborado desde hace varios años y tengo grandes amigos.


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Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Hay algo fundamental, y creo que como mensaje central de lo que ha

mencionado Roberto es que la última palabra operativa dentro de la presentación fue que la nomenclatura de calles es algo fundamental. No es –a nuestro de ver, en el esquema de desarrollo- algo opcional, ni mucho menos secundario; es prioritario y debe de considerarse como un primer renglón dentro de los presupuestos de los municipios. No debe dejarse como algo que algún patrocinador del sector privado lo pueda hacer –en mi opinión profesional, sería una visión muy equivocada hacer eso-. Esto es prioritario, no hay nada más importante que ponerle nombre a las calles, si no sabes dónde estás, difícilmente sabes a dónde vas a ir. Quizás las alianzas con el sector privado se pueden dar, pero, el capital semilla –y fundamental de esto- es público.

Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial En el caso de la capital de Mozambique hubo una experiencia sumamente

interesante. Nos enseña una manera en que se pueden sacar beneficios de un buen sistema de nomenclatura, de mapas y de una buena cartografía de la ciudad. En este caso la compañía de Coca-Cola se acercó a la unidad municipal de nomenclatura para solicitar un mapa con todos los negocios, hasta las pequeñas tiendas, en toda la ciudad. La municipalidad muy rápidamente pudo producir un mapa a colores, incluso un CD, y cobraron a la Coca Cola 60 mil dólares por ese mapa, el cual elaboraron en menos de una semana de trabajo. Entonces, una manera de hacer participar o recuperar recursos puede ser a través de mapas temáticos vendidos al sector privado con fines muy específicos. Un segundo modo, y es muy preferible –porque realmente los anuncios de diferentes empresas en los letreros de las calles distraen o a veces confunden- es que los mapas guía oficiales de la ciudad que pueden ser vendidos por el municipio a cualquier persona que lo requiera, donde aparecen el nombre de las calles, el mapa de la ciudad, todos los equipamientos urbanos: centros de salud urbanos, hospitales, todas las farmacias, las embajadas, escuelas, entre otros, pueden incluir anuncios del sector privado. Hay diferentes modos de recuperar recursos y de trabajar con el sector privado esas iniciativas.


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Intervención de El Salvador Arquitecta Elizabeth Torres de Pineda Área de Urbanismo y Diseño Universidad Nacional de el Salvador Muy buenos días, muchas gracias por la conferencia que nos han dado esta

mañana; es muy interesante. Hace dos años asistí a en una ponencia sobre diseño universal, con el Banco Mundial, llevada a cabo en Guatemala, y precisamente es una de mis dudas ¿cómo y de qué manera la nomenclatura va a entrar en el proceso de discapacidad de las personas? Porque para las personas ciegas, lógicamente tiene que haber alguna manera de cómo manejar esta nomenclatura ¿lo han tomado en consideración?

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Es una excelente pregunta, y debo admitir todavía no hemos hecho nada en ese

sentido; las iniciativas que tenemos en diseño para ciudadanos minusválidos son más bien en términos de infraestructura: acceso a las calles, las banquetas, las aceras, entre otros. Realmente es una pregunta que me intriga y tendré que investigar más a fondo porque, hasta donde yo sé, en ninguna ciudad del mundo desarrollado existe un sistema de numeración y nomenclatura para invidentes. Es un tema realmente interesante. Lo que se me ocurre que hemos visto, por ejemplo, en la ciudad de Washington, en los elevadores del sistema de metro, existen botones en braille para que los invidentes puedan saber a qué nivel van. Se me ocurre que podría ser algo parecido: en los postes donde están los letreros, colocar algún equivalente en braille. Debo decirle que si se llega a hacer eso en una ciudad centroamericana como en San Salvador sería una acción inédita, puesto que no lo conozco en ninguna ciudad desarrollada, ni de los Estados Unidos, ni de Europa. Le agradezco haber planteado esta pregunta tan interesante, para así poder comenzar a reflexionar sobre ese tema.

Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial En el espacio abierto que mencioné anteriormente, en el sitio web del Instituto

del Banco Mundial, donde tenemos los archivos de los libros en inglés y en español, también vamos a colocar las preguntas y respuestas de esta sesión. Vamos a investigar la respuesta de la pregunta que se hizo ahora para poder profundizar, como mencionó Roberto.


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Intervención de El Salvador Arquitecta Eunice Orellana Corporación de las Municipalidades República de El Salvador Me llama la atención que en el cuadro de operaciones que ustedes muestran para

plazos de ejecución, se basan en municipios con ciudades desde 50 mil habitantes hacia arriba; y, en le caso de El Salvador, la gran mayoría –no tengo el dato exacto ahora... pero quizás el 70% u 80%- son municipios con menos de 10 mil habitantes; hay municipios con 2 mil habitantes. Entonces, ¿qué tan viable es la aplicación de estas técnicas y estos manuales?

Respuesta de Washington

Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Definitivamente es aplicable, y se puede hacer con un muy bajo costo. Para una

ciudad pequeña de 2,500 habitantes debe ser algo que se hace muy rápida y fácilmente. Ahora, esto es en realidad para ciudades donde se empieza a tener problemas por la densidad y el número de habitantes; donde ya no todos se conocen. En muchas de las ciudades salvadoreñas todavía cualquier persona sabe exactamente donde viven todos los vecinos, puesto que son ciudades muy pequeñas. Pero es aplicable y se puede hacer. Quizás tendríamos que hacer un manual simplificado para ciudades pequeñas; sería un ejercicio que valdría pena contemplar: “cómo simplificar el sistema para ciudades con menos de 5... ó 20 mil habitantes”.

Intervención de Nicaragua

El libro es bastante inquietante en términos de la problemática urbanística quenosotros tenemos en el sistema de ciudades en nuestros países. Mi duda es ¿Qué lecciones aprendidas se tienen con la aplicación de estas nomenclaturas en aquellas áreas urbanas irregulares que son producto de procesos espontáneos y que están en estado de irregularidad urbanística, o se encuentran en zona de riesgo? ¿cómo se enfrenta este proceso de nomenclaturas en esas áreas? Los ejemplos que hemos visto son ejemplos de trazos urbanísticos regulares. En el espacio urbanístico de nuestras ciudades presentan casi el 40% ó 50% de estados de irregularidad o están asociados a estados de riesgo ¿Qué lecciones aprendidas hay con respecto a la aplicación de estas nomenclaturas?.


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Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Si regresamos a la presentación, recordarán que en uno de los pasos se debe

decidir qué parte de la ciudad se va a cubrir con el sistema de nomenclatura y qué parte no. En mi opinión, los barrios marginales definitivamente se deben cubrir. Sin embargo, si hay un barrio marginal que está en una zona de riesgo (definitivamente no queremos arriesgar de ninguna manera la vida de los habitantes) y hay proyecto para moverlos de allí, esa parte de la ciudad no entraría necesariamente en el sistema de nomenclatura. Sin embargo, éste es un juicio que se tiene que hacer en cada ciudad según su caso específico. Muchas veces sabemos que estamos en zonas menos apropiadas, pero no hay ningún proyecto ni alternativas para que vivan en otra parte. La experiencia en barrios marginales ha sido que, desde que puede entrar un vehículo de emergencia (específicamente, una ambulancia) a un barrio marginal, puede y debe tener numeración y nomenclatura. Y, probablemente ya no será un sistema muy claro de si es impar o par, por corresponder al Norte, Sur, Este u Oeste; sino que se diseña para ese barrio. Por ejemplo, si está en el Distrito 7 de la ciudad, todos los números pudieran empezar con “Distrito 7”, y luego, de la manera más lógicamente posible, iremos instalando las calles, sus números que empiecen con 7 (por ejemplo, calle 12 ó 37) o, si tienen nombre. Éste es un beneficio muy importante de muy bajo costo para los barrios marginales. Y, como sabemos, en nuestras ciudades –como usted bien indica- un gran porcentaje de la población vive en los barrios marginales, y muchos de ellos seguirán viviendo en estos barrios. Éstos eventualmente se incorporarán a la propia ciudad como barrios de clase media-baja, con construcciones en material noble. Un beneficio inicial muy importante que se puede dar a estos barrios es asignarle un nombre a la calle y un número a la casa. Como decía el señor Ministro Beteta, el sentido de identificación y de reconocimiento oficial, crea un sentido de ciudadanía: ya no se sienten marginados, puesto que, de alguna manera -aunque no tengan todavía ni servicios de agua ni drenaje- sienten que tienen una identificación, que pueden dar una dirección donde puede llegar el correo o una ambulancia, en caso de ser necesario. Incluso, como lo han hecho en algunas ciudades africanas, al cobrar una tarifa súper mínima, de centavos de dólar (puesto que son poblaciones muy pobres), sienten que están contribuyendo al presupuesto municipal, por lo menos para cubrir el costo de la pintura del número en la entrada de la casa; esto les crea ese sentido de ciudadanía e identificación. Ahora, el problema en los barrios marginales es mucho más amplio que el problema simplemente de la numeración y nomenclatura. Si hay planes de regularizar estos barrios, que bueno; pero si no hay planes y creemos que son barrios que se van a mantener allí, se puede instalar un sistema de


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nomenclatura. Si se mejora el barrio, se regularizan las vías. También se puede modificar el sistema de nomenclatura para adaptarse a ello. Éstas son particularidades de cada ciudad, que se resuelven según su caso específico, y que dependen de decisiones no sólo técnicas, sino también políticas.

Intervención de Nicaragua Arquitecto Benjamín Rosales Docente, Programa de Estudios Ambientales y Territoriales Universidad Nacional de Ingeniería 1. Este tema de la nomenclatura técnica que se propone para la ciudad ¿Es

compatible con los hitos urbanos y arquitectónicos que normalmente trabajamos para tener referencia en la ciudad? En el caso Managua uno se ubica a través de hitos ¿esos se incorporan a la nomenclatura, o no? O, ¿se recomienda que sea un sistema más neutral; que trabajara una nomenclatura un poco más técnica?

2. En cuanto a la imagen urbana, el uso de este sistema de nomenclatura

obviamente tiene su expresión física en las esquinas de las calles ¿esto mejora la imagen urbana, o hace lo contrario... o han sucedido ambas cosas? O, ¿En algunos casos mejora la imagen urbana, y en otros casos ha servido como un problema de contaminación visual, y cuestiones de ese tipo?.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Respecto a al segunda pregunta, definitivamente, si se utilizan placas metálicas

bien diseñadas, éstas dan una serie de uniformidad en las intersecciones de las calles en toda la ciudad. Si usted visita ciudades que tienen sistemas de numeración o de nombramiento de calles, verá que no es un elemento de contaminación, es un elemento de orientación para el público, para los taxistas y, sobretodo, para los visitantes. En cuanto a si es posible incorporar los hitos históricos (como en el caso Managua)... yo creo que definitivamente sí. Por ejemplo, con relación al lago, se pueden incorporar los nombres de las calles a la par de un número técnico para manejo. A veces, con los cambios de gobierno, cambian nombres de calles. Yo recuerdo el nombre de una calle “de donde era la farmacia el arbolito, 200 varas al lago”; entonces, a esa calle se podría poner, por ejemplo, calle farmacia el arbolito; pero también tendrá un número, que forma parte de un sistema lógico


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de numeración, que nos lleva del lago hacia la montaña. Sabemos que si ese número es número 327, por ejemplo, está más o menos a 327 mt. del lago, donde empieza esa calle farmacia el arbolito. Entonces, perfectamente se pueden incorporar hitos que son importantes, no solamente para identificación, sino porque tienen una importancia cultural e histórica para las ciudades.


1. En cuanto a las poblaciones menores de 50 mil habitantes: en Nicaragua tenemos numerosas alcaldías con esa población, y además son alcaldías que tienen dos características: son económicamente vulnerables, y en algunas de ellas el equipo humano que constituye la alcaldía no está conformado por profesionales que gocen de alguna especialidad, maestría, etcétera; sino son simplemente personas que están al frente de una comuna por un partido. El desarrollo y la implementación de un sistema de nomenclatura conllevaría a un desafío fuerte para estas alcaldías, puesto que no cuentan con recursos, ni cuentan con profesionales ¿Cuál sería, según su experiencia, la recomendación para estas alcaldías? Tomando en cuenta que están alejadas y quizás quieran montar un sitio turístico y vender la ciudad desde el interior hacia lacapital para atraer al turista. ¿Cuál sería la recomendación para estas alcaldías que están financiera y técnicamente vulnerables?

2. ¿Han pensado ustedes llevar esta experiencia a través de un software

interactivo que nos permita a los profesionales reproducirlo de alguna manera, académicamente, a través de las universidades? Para darle un servicio a la sociedad, capacitando a los profesionales que luego capacitan a los arquitectos en sus niveles de pre-grado y postgrado.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Con respecto a la primera pregunta, definitivamente es posible implementar un

sistema de nomenclatura en ciudades pequeñas con pocos recursos, no sólo financieros sino técnicos. Lo que se me ocurre, por ejemplo, es que en la cabecera municipal pudiera haber un equipo que ofrece servicios a las alcaldías más pequeñas de la provincia, del departamento, o municipio... según sea el caso. Luego, una vez se lleva a cabo la formación de un equipo local, realmente el resto no es ciencia muy complicada. La parte más difícil es que un arquitecto de la provincia o del gobierno central, o un pequeño equipo técnico, lleve a cabo la cartografía; diseñe las encuestas y forme a los técnicos. Esto pudiera ser hecho


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por universitarios; si nosotros capacitamos a universitarios de la calidad que tenemos en Nicaragua, ellos podrían ir a hacer esto como un servicio social o como prácticas de estudio o materia de tesis, en las pequeñas ciudades. Ellos harían la parte difícil, o especializada: la cartografía, diseñar las encuestas, y formar a los técnicos. Posteriormente, esta tecnología se enseña muy rápidamente... “tienes que pintar a una altura x, por ejemplo a 1.80 mt. sobre el nivel de la calle, luego a 20 ó 30 cm. de la entrada, con estos esténciles y esta pintura...” etcétera. Estos materiales son muy económicos y, siempre y cuando los equipos de encuestadores sepan leer y escribir, es muy fácil capacitarlos. Se les dan formularios impresos, donde simplemente deben marcar: “sí tiene electricidad, tiene agua, o no tiene”, etcétera. O sea, es factible hacerlo para municipalidades pequeñas con pocos recursos; sólo debemos ser creativos; no es necesario dotar a cada ciudad, cada municipalidad y cada alcaldía de un equipo técnico; sino podemos pensar en aglutinar grupos de alcaldías. En cuanto al uso de software, no he querido tocar ese tema porque muchas ciudades lo han implementado, no para formar o diseñar, puesto que es trabajo a la antigua: sobre un restirador con el plano. Es posible hacerlo también con Autocad, pero no se requiere. Lo que sí se ha utilizado mucho en las ciudades más grandes es la tecnología para el manejo de bases de datos: para mantener actualizada la base de direcciones de una ciudad de un millón y medio de habitantes, sí se requiere de computadoras. Podemos ponernos elegantes con un sistema de información geográfico, o podemos utilizar simplemente un sistema de manejo de bases de datos. De nuevo, creo que es un tema en el cual podríamos entrar en muchísimo más detalle. También en el tema de turismo... me interesaría explorarlo con ustedes; éste se aleja un poquito del tema de numeración y nomenclatura, pero es muy importante y tenemos algunas iniciativas en ese sentido.


En algunas ciudades, u otras escalas de territorios urbanísticos, se da un fenómeno, y es que, con base en este desarrollo, se da una nueva nomenclatura y en algunas grandes avenidas o calles importantes se les cambia el nombre. A menudo, las personas que allí habitan no se acostumbran a ese nuevo nombre, y siguen utilizando el nombre que históricamente tuvo. Se debe de tener cuidado en este proceso, puesto que cuando son ciudades o territorios que carecen de esto, o que ya lo tienen, se les sigue llamando de una manera u otra, indistintamente, según la edad de las personas. Quisiera su precisión ante el tema.


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Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Hemos tenido la oportunidad de enfrentar este problema en algunas ciudades

que yo conozco, y la solución es la siguiente: en la guía que se publica de calles, la cual consiste en un cuadernito que incluye los mapas –un mapa de la ciudad, luego otros por cada barrio, o por sectores- y también incluye una lista que vaatrás, por ejemplo, donde están identificadas todas las farmacias, los hospitales, las escuelas, embajadas, entre otros. Entre esta lista también hay una de calles, donde una calle llega a tener hasta tres nombres. Aquí recomendamos que, independientemente que tenga nombre la calle, tenga un número de acuerdo con el sistema que se adopte para la ciudad. Luego, en la placa que va en la esquina, dice “la avenida X (por ejemplo, el nombre de un personaje histórico)” y abajo va un número; por ejemplo, el número uno, y si después la calle del sistema paralelo al lago, fuera la calle 24... pues ese número 1-24 no cambia, independiente que cambie el nombre de la calle. En la guía de calles, sí aparece el número 1-24, el nombre actual y el nombre anterior, y esto sirve de referencia para la gente que viene a visitar una ciudad, donde la que era la calle X antes, ahora tiene otro nombre. Un ejemplo, en Maputo, es el caso de una calle que originalmente –en la época portuguesa- se llamaba Calle Santa María; después de la época de la revolución pasó a llamarse Calle Vladimir Lenin... y actualmente tiene otro nombre. Entonces, en la guía de calles, que consiste en un manual impreso que se vende –y es un producto del cual puede beneficiarse una municipalidad- vienen los distintos nombres de las calles, con el número; el número es el que no cambia.

Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Recuerdo en México, durante unas elecciones, estaba Cárdenas como candidato,

y le cambiaron el nombre a la avenida más importante de las importantes... le quitaron el nombre Cárdenas, que era el nombre del papá. Ese mismo año, le quitaron la palabra Cárdenas al billete de cinco pesos. Todo puede cambiar, así que es mejor tener un sistema más permanente como el que mencionó Roberto.


¿Qué tanto pueden ser los alcances interdisciplinarios? Por ejemplo, si trazo calles y hago mi plan sin tener una visión global, eso simplemente va a quedar en nada porque los gobiernos cambian y los planes también. Entonces, eso me obliga a tener un orden primero, ya global y definitivo, para después empezar a hacer mi cambio; y eso me trae obstáculos gubernamentales y burocráticos para poder hacerlo.


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Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial No debemos confundir la planificación o planeación de las ciudades con la

nomenclatura. La planeación generalmente se refiere a cambios que se anticipan en la ciudad, pero se basa principalmente en el crecimiento futuro, y es un ejercicio sumamente importante, pero que en raros casos se cumplen los planes que hemos ideado en diferentes casos –lo sabemos nosotros los arquitectos urbanistas de manera fiel-. A mí me tocó trabajar en el esquema de desarrollo urbano de Managua y sé que lo que seguramente habíamos planificado en esa época, ahora ha cambiado. El sistema de numeración y nomenclatura se aplica a las áreas urbanizadas ya existentes de las ciudades, independientemente de cómo crezca la ciudad, es cuestión de extender con la misma lógica, del sistema que se adopte, y extenderlo al resto de la ciudad conforme va creciendo; esto independientemente del plan que sigua o no. O sea, significa partir de la base del área existente construida en la ciudad; lo cual es un poco independiente de la planificación.


Hemos hablado acerca de herramientas que nos faciliten a nosotros la ubicación, o a los servicios de ambulancia etcétera; pero, con respecto a la población que tendría que cambiar todas las escrituras con las nuevas direcciones; las personas que tienen sus casas aseguradas, tendrían que cambiar la dirección ¿Tienen experiencia con algún caso sobre el tema, y qué tipo de apoyo se le da a la población? Podría ser que ellos se adapten; pero, con relación a los costos en los que incurrirían con el cambio de dirección ¿hay algún recurso para apoyarlos en ese gasto? Aquí en Nicaragua la gente es bastante dura, y difícilmente van a querer adaptarse debido a ese costo que significa cambiar la dirección en la escritura de su propiedad.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Es una excelente pregunta. No es necesario modificar los título de propiedad.

Éstos tienen alguna definición geográfica que muchas veces se da como dijimos: “Del lago 300 varas hacia la montaña y después tantas varas hacia el poniente” Esa definición sigue siendo válida legalmente, y no es necesario hacer modificación en los títulos de propiedad cuando se instala la nueva nomenclatura. Sin embargo, cuando se dan cambios de propietario, el sistema antiguo tiende a


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irse suplantando gradualmente con el nuevo sistema adoptado ya legalmente por la alcaldía o municipalidad para nuevas transacciones de propiedades. De todos modos, en la guía de calles coexisten el sistema nuevo de numeración de calles y/o nombres de calles con los sistemas antiguos, y éstos sirven de referencia. Pero definitivamente no es necesario modificar títulos de propiedad, sobretodo porque significan costos notariales, legales, entre otros. Éstos se van incorporando en las transacciones futuras.

Intervención de Costa Rica Juan Pablo Poveda Regidor Municipalidad del Limón Creo que nos queda una tarea muy interesante en Limón, donde tenemos un

desarrollo turístico. Me pareció que el arquitecto Roberto Chávez dijo que el turismo no tenía mucho que ver con la nomenclatura; yo creo todo lo contrario, puesto que es importante que quienes nos visitan conozcan y puedan ubicarse en nuestras zonas y saber realmente hacia dónde dirigirse, por medio de la nomenclatura. Nuestros países, por lo general, tienen una riqueza histórica y cultural muy grande, y creo que ponerle nombre a nuestras calles va a ser una tarea muy linda; lógicamente, tendremos que comenzar por hacer un inventario para determinar cuáles calles ya tienen nombre, puesto que muchas veces ni los conocemos y, para las que no tienen –como en el caso de los barrios nuevos- ir poniéndoles nombre. Tengo una inquietud respecto a los barrios que no fueron planificados adecuadamente y que, por la explosión demográfica que sufrimos –muchas veces descontrolada- se van creando barrios aledaños que no tienen esa planificación... que no están bien estructurados. ¿Cómo haríamos? Puesto que ni siquiera hay cuadras; talvez sea una calle en línea recta, de no sé cuántos metros o kilómetros ¿cómo determinamos hasta dónde termina un nombre y empieza el otro? Esas son las inquietudes que me quedan, voy a tratar de estudiar un poco más el libro y la guía que nos han dado para ilustrarme más en este tema y trasladar la información hacia el resto de los compañeros del Consejo Municipal de Limón, para que comencemos a trabajar en este tema.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Primero, quiero aclarar un punto: yo me refería a la pregunta que hizo un colega

en Nicaragua en el sentido que la numeración interna de la ciudad no necesariamente le ayuda a promover su turismo a nivel de la capital de Managua; eso es otro sistema del cual podríamos hablar. Usted tiene absolutamente la razón en lo que ha dicho: en la medida en que consigamos, a través del proyecto


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que está desarrollando la Ciudad de Limón con el Banco Mundial, mejorar el patrimonio histórico cultural que existe, y que cuando baje un turista del crucero en el puerto, y quiera visitar el famosísimo Black Star Line (una fuente histórica importante en el Puerto Limón), o un restaurante X de una cocina muy especial; tengan efectivamente un pequeño mapa de la ciudad con calles nombradas o numeradas, y con números que permitan llegar rápidamente al destino turístico que busca. Ese es uno de los mercados más interesantes para la venta de los mapas y las guías de nomenclatura y numeración; precisamente el turismo... los visitantes externos. Para responder a su pregunta, voy a darle un ejemplo concreto: El Limoncito, una zona que conozco y usted conoce perfectamente bien, donde el ejemplo que usted ha dado es perfecto, es una gran calle que va acompañando el río el Limoncito. Se me ocurre -salvo estudiándolo más a detalle- que a esa calle que va del margen derecho del río, se le pudiera llamar Calle el Limoncito. Ésta empieza de la desembocadura del río, y va hacia adentro de un sistema métrico. Las casas que están de un lado de la calle podrían tener un número par, y las casas que están del otro lado del río lo tendrían impar. Las calles que salen perpendiculares a esa calle El Limoncito, tendrían otro número o nombre de calle diferente al Limoncito. Quizá en la placa diría “Barrio el Limoncito, calle X”;cualquier nombre que se le pusiera, y en la numeración empezaría de la Calle Limoncito hacia el sur... hacia el interior del barrio. En particular, en el caso del Limón, esperamos tener la oportunidad de hacer un taller directamente con ustedes, porque entiendo que es uno de los componentes del préstamo del Banco Mundial: un sistema de numeración y nomenclatura. Sería ideal poder hacer un sistema hecho a la medida; un taller de planificación de trabajo junto con los propios técnicos de la municipalidad. Sería interesante que invitáramos, ya sea virtual o físicamente, a compañeros de otras ciudades, no solamente de Costa Rica sino de la región centroamericana, para que vean –ya en operación, o en construcción- un sistema de numeración y nomenclatura, y que pudieran participar en algunos cursos de formación; es una idea que podríamos considerar.

Intervención de Honduras

Tegucigalpa, la capital de Honduras, es una ciudad con topografía muy irregular. Ésta tiene un poco más de 1 millón de habitantes, de los cuales el 60% vive en el sector informal... en los barrios marginales. Existen nomenclaturas para las casas, los edificios y las viviendas –que consiste en un número correlativo, el cual corresponde a cada uno de los barrios y las colonias- pero no hay nomenclatura para las calles o avenidas; únicamente en el Casco Viejo, donde tienen nombre. También en la parte de la ciudad gemela –Comayaguela- sí tienen número, pero únicamente en la parte vieja de las dos ciudades. Por lo tanto, sí se requiere que esta ciudad haga un estudio a fondo sobre el problema de la nomenclatura de las calles y avenidas, puesto que causa muchos problemas para los ciudadanos encontrar las direcciones adecuadas.


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Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Según recuerdo, en el caso de Tegucigalpa existe ese problema, y realmente

tiene solución. Es un poco complicado el trazado de las calles, puesto que no es regular. Tenemos que diseñar un sistema que no es tan fácil ponerle a las calles numéricamente si son un sentido norte-sur, este-oeste porque son calles irregulares. Pero, ustedes verán en el libro ejemplos concretos de cómo hemos abordado el problema en barrios marginales con trazos muy irregulares, hay algunas imágenes ahí; el único criterio es que la calle tiene que tener el ancho suficiente para que entre un vehículo. Eso nos crea unas especies de súper manzanas, donde no tienen que tener nombre los senderos que entran a los barrios, o al interior de esas manzanas, pero sí pueden tener números las casas. Todos los beneficios de la nomenclatura existen, pero estos senderos en particular, por ser muchos, o no estar claramente definidos, no necesariamente tiene un número. El caso de los barrios marginales en Tegucigalpa no es algo tan complejo para una persona con experiencia en el tema. Se debe llegar a un acuerdo y, para esto, es importante que se haga con participación: no deben hacerlo solamente las autoridades, sino que éstas deben involucrar a las comunidades y alcanzar acuerdos para que haya un apoyo y un arraigamiento por parte de la propia comunidad, hacia el sistema de nomenclatura que se está estableciendo. Esto es perfectamente factible. El hecho de que tengan ya número las casas facilita la tarea. Creo que, para Tegucigalpa, por ser una ciudad de 1.5 millones de habitantes, es un importante desafío tener un mapa y una guía de calles que cubra toda la región metropolitana.


Mi pregunta es con relación a la campaña de educación pública, puesto que sabemos que esto tendría que ser un cambio de cultura en muchos de nuestros países y localidades ¿Hay algunas ideas de cómo poder hacer este cambio de cultura, o llevar a cabo la socialización para nuestras comunidades? Puesto que, al final, se va a beneficiar a todo la comunidad, al país, la economía y los turistas.


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Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Las campañas de difusión y educación pública son sumamente importantes.

Primero, son necesarias para explicar a la población la necesidad de hacer este servicio, para que la población entienda por qué los técnicos municipales están viendo sus casas y poniéndoles números. Pero también son importantes para que la población aprenda a utilizar el sistema de nomenclatura que se está estableciendo; muchas veces éste no es perfectamente lógico. ¿Cómo hacemos nuestras campañas de difusión? Las hemos hecho radiales, en forma televisiva, panfletos (cuando hacen las encuestas se entregan panfletos que explican un poquito el sistema). Se han hecho entrevistas de preguntas y respuestas con los ciudadanos en programas de radio. En el caso de algunas ciudades, en la calcomanía municipal que tienen que poner en los autos, se pone “Conoce tu ciudad, conoce tu dirección”. Hay una serie de mecanismos; los especialistas en comunicaciones públicas nos pueden ayudar, puesto que hay una variedad de experiencias. Únicamente quiero recalcar la importancia de las campañas de difusión. Mediante las campañas, es un espacio donde el alcalde puede darle mucha presencia, según el caso de la ciudad; es algo que se convierte en símbolo de orgullo de la misma. Una ciudad moderna es una ciudad con numeración y nomenclatura, al ciudadano le da el sentido –sobre todo en los barrios marginales- de que ya no está marginado. De alguna manera es una persona que tiene un número y una dirección, puede identificarse físicamente en su territorio e incluso puede contribuir –aunque sea modestamente- al presupuesto municipal.


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Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial

Este libro está organizado de una manera muy lógica. En la pagina 126 hay un encadenamiento de tareas muy lógico y muy secuencial. Les presentaremos brevemente algunas ideas que tenemos. Figura 4.1 Encadenamiento de tareas Al ver este tesoro, desde un punto de vista didáctico, hemos solicitado permiso de, y colaborado con los autores, para desarrollar un sistema de aprendizaje centrado en este tema. Básicamente, tenemos dos herramientas de aprendizaje: una plataforma electrónica y un juego educativo.

V . Segunda parte de la presentación desde Washington


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Actualmente estamos desarrollando una plataforma con un curso electrónico interactivo, el cual incluirá las mismas herramientas y elementos del libro, pero en-línea (por la Internet) y de una forma interactiva, siguiendo el esquema lógico que se ha presentado. También vamos a poder actualizar el curso en la plataforma e incorporar aportaciones de los usuarios. Dicha plataforma está siendo desarrollada por el equipo del Instituto; ésta incluirá presentaciones de multimedia, entrevistas, estudios de caso, foros de discusión y vídeos. Estamos intentando incorporar mapas, para que se puedan hacer ejercicios con simulacros de nomenclatura. Previo a este paso, vamos a usar mecanismos típicos de libretas de trabajo “Workbooks”, pero buscamos llegar al nivel donde podamos tener mapas interactivos.


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La otra herramienta consiste en una serie de juegos. Me causó mucho impacto la anécdota de Costa Rica que nos compartió Roberto, donde tenían las coordenadas geográficas exactas, pero no el nombre.

Estos juegos buscan que el Alcalde y la gente se den cuenta de la importancia de un sistema de numeración y nomenclatura.

Hace unos meses lanzamos un concurso público mundial para el diseño de juegos de mesa que nos puedan ilustrar los puntos que están tan bien descritos en el libro. En dicho concurso, 80 diseñadores hicieron propuestas. Recibimos 35 prototipos; y se hicieron estudios de los mismo juegos. Ganaron dos juegos: Indícame dónde de Uruguay, y Civitas de Estados Unidos.


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Básicamente, contamos con diferentes herramientas, una para concientizar y hacer evidente la importancia de esto; y otra que podemos ofrecer en-línea a muy bajo costo con tutores, para que sea más rápido el aprendizaje de esta materia. Probaremos estas herramientas, probablemente solicitemos de su ayuda para que nos retroalimenten. Buscamos hacer lo más accesible posible el conocimiento incluido en este tan importante libro, el cual se ha editado con tanto trabajo.


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Intervención de Guatemala

Arquitecta Lourdes Monzón Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) Quiero unirme a las felicitaciones de todo el equipo centroamericano, realmente

es un excelente trabajo y apoyo para nuestro país también. Tomando en cuenta el crecimiento urbano de las poblaciones, especialmente del área metropolitana, me llama la atención lo que el arquitecto Chávez dijo a Francisco Mendoza de Nicaragua, sobre que sí es recomendable la nomenclatura en las áreas marginales, en los asentamientos urbanos, siempre y cuando pueda entrar un bus o una ambulancia ¿No estaremos dando un mensaje equivocado a la población de los mismos asentamientos, que sí se vale la invasión de tierras –que es como generalmente nacen los asentamientos-? O sea, que nosotros mismos estemos colaborando con el crecimiento de estos cinturones de pobreza o, de repente se podría establecer una nomenclatura temporal mientras que se soluciona el problema de los asentamientos.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial Éste es un tema de políticas de desarrollo municipal. Les quiero dar un dato que

quizás va a sorprender a quienes no estén ya concientes de ello –entre los colegas planificadores urbanos y arquitectos estamos más concientes de ello-. Se estima que de aquí al año 2030 -más o menos en 25 años-, la superficie de nuestras ciudades crecerán entre dos y tres veces. Esto significa que la ciudad de Guatemala, durante los cientos de años que lleva en construcción, ha llegado a una superficie de 324 km2. Imagínense que durante una sola generación, en 25 años, la ciudad de Guatemala crecerá hasta 900 km2. Esto se deduce simplemente haciendo números del crecimiento de población, densidades existentes, etcétera; y se va a dar, queramos o no. El desafío que tenemos nosotros los planificadores, arquitectos y políticos municipales es dar respuesta haciendo un diseño y una planificación, intentando trabajar con los mercados. También tenemos algunas experiencias en este sentido; sería tema para otra conversación. Lo que sí le puedo asegurar es que si no damos soluciones habitacionales para los pobres, los barrios marginalesseguirán creciendo y con el tiempo se van consolidando. Una vez consolidados, opino que no hay otra solución que incorporarlos a la ciudad y de alguna manera

VI . Segunda y última ronda de preguntas, y comentarios de cierre


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sacarlos de la informalidad. Aunque no sean del trazo urbano, darles dirección y número a su casa, reconocerlos como ciudadanos y hacer que sus microempresas –que contribuyen al crecimiento urbano de las ciudades, a la economía y al Producto Interno Bruto de un país- se reconozca, se acepte y se integre. Éstas son decisiones más bien técnicas y políticas, que se escapan del tema de nomenclatura. Es un tema que decía al principio: se tiene que decidir de antemano qué parte de la ciudad se va a codificar y qué parte no. Podría ser que ustedes decidan que no conviene, por razones que usted muy bien ha explicado; pero esas son cuestiones que se deben discutir entre técnicos y políticos, según cada caso específico.

Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Podemos poner en la página Web un proyecto muy bueno, en Ecuador, que

ilustrará algunos puntos de cómo planificar el crecimiento de una forma muy interesante. También el libro de Solly Angel, sobre el crecimiento. Vamos a poner esos recursos para ustedes, para que puedan profundizar sobre esas reflexiones tan difíciles; pero sí hay solución.


Básicamente quiero agradecer esta invitación y felicitarlos. De hecho ya es un

éxito, y será de ayuda para muchos de nuestros países. Sé que a nivel de Estado habrá un especial interés en que ustedes puedan venir a dar una capacitación, o dar seguimiento a algunos planes.

Intervención de El Salvador

Quiero únicamente agradecerles la invitación y felicitarlos por la presentación. Les

enviamos un caluroso saludo. Agradecemos al Licenciado Cerritos, quien se encargó de reproducir el material y repartirlo en las instituciones.

Respuesta de Washington Arquitecto Roberto Chávez Instituto del Banco Mundial También quiero agradecerle a nuestro colega Porfirio Cerritos, por su

importantísima contribución, la cual hizo posible el lanzamiento de este libro. Nuestros socio, SACDEL (Sistema de Asesoría y Capacitación para el Desarrollo Local), es una de las ONG más reconocidas en Centroamérica, y el trabajo de


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Porfirio Cerritos fue incansable en la producción de este manual que tienen en sus manos, tanto en la versión en español como la versión en portugués, también producida por SACDEL. Porfirio, muchas gracias.

Intervención de Nicaragua Felicitaciones por el trabajo; creo que va a contribuir mucho al desarrollo en la

disciplina del urbanismo en nuestra institución y en nuestras ciudades. De entrada, nosotros como universidad estamos comprometidos con esta temática; hemos contribuido mucho con las normativas urbanísticas del país. En este momento estamos divulgando la normativa urbanística de accesibilidad para los discapacitados, y en esta temática nos ofrecemos a contribuir y ser parte de la red; incluso a desarrollar un foro. Hemos congeniado con el Decano de la Facultad de Arquitectura, y otros catedráticos, de promover un foro que se someta a discusión la esencia de este libro, y cualquier apoyo o posibilidad de asesoría por parte del arquitecto Chávez, señor Víctor Vergara y los otros autores del libro, nosotros estaríamos en toda la alegría de poderlos acoger. Felicitamos a los amigos de los otros países, que de alguna forma estamos vinculándonos a través de esta temática.

Intervención de Costa Rica Muchas gracias y felicitarlos nuevamente por este evento. También les extiendo

la invitación para Limón; nosotros tenemos un gran proyecto por elaborar, una gran tarea y están invitados a Costa Rica.

Cierre de Washington Víctor Vergara Instituto del Banco Mundial Agradecemos a todos por estar aquí. Con nosotros tenemos a Joan, nuestra Web

Master, y a Sabine. Somos un equipo pequeño, pero tenemos las ganas de ayudar. Les incluimos la dirección de correo electrónico por si quieren enviar más preguntas y sugerencias; la revisaremos diariamente para ver si hay alguna contribución y estar al tanto para poderles tener un sitio de encuentro para este tema:

[email protected]

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Nomenclatura y Gestión Urbana - …siteresources.worldbank.org/CMUDLP/Resources/Transcripcion... · años, y hemos intentado hacer lo mejor posible. Éste es un programa global,