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EL CIUDADANO REPUBLICANO DE MAQUIAVELO  Pablo Ney Ferreira Quiero comenzar agradeciendo al Instituto de Historia de las Ideas de Facultad de Derecho, y felicitarlos por la organización de este encuentro sobre la Obra de Maquiavelo en general y en conmemoración de los 500 años de El Príncipe de Maquiavelo. En segundo lugar quiero agradecer también a la Asociación Uruguaya de Ciencia Política por invitarme aquí a esta mesa con dos queridos amigos a decir algunas cosas sobre la recepción contemporánea que ha tenido la Obra de Maquiavelo. M e parece una idea fantástica esto de las visiones contemporáneas de Maquiavelo. Se trata de un autor clásico, de esos raros ejemplos de autores que permanecen vigentes a través del olvido y de la historia, y a los cuales hay que continuar interpelándolos para que pueda seguir dando sus frutos, y que nos ayuden a pensar y repensar los problemas políticos cotidianos. Yo precisamente voy a referirme a uno de estos intentos por recomponer la influencia del mejor Maquiavelo, y poder utilizarlo entonces como insumo para generar interpretaciones o proposiciones alternativas al statu quo político actual, o para reelaborar y revisar las propuestas académicas que existen hoy sobre la obra del gran escritor y diplomático florentino. Y me estoy refiriendo concretamente a la obra de la Escuela de Cambridge, y a la de tantos autores que se han sumado a los esfuerzos pioneros de la misma, para reconstruir lo que hoy se denomina como la Tradición Republicana, o simplemente como el Republicanismo.

Ney Ferreira, P. - El Ciudadano Republicano de Maquiavelo

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  • EL CIUDADANO REPUBLICANO

    DE MAQUIAVELO

    Pablo Ney Ferreira

    Quiero comenzar agradeciendo al Instituto de Historia de las Ideas de

    Facultad de Derecho, y felicitarlos por la organizacin de este encuentro sobre

    la Obra de Maquiavelo en general y en conmemoracin de los 500 aos de El

    Prncipe de Maquiavelo. En segundo lugar quiero agradecer tambin a la

    Asociacin Uruguaya de Ciencia Poltica por invitarme aqu a esta mesa con

    dos queridos amigos a decir algunas cosas sobre la recepcin contempornea

    que ha tenido la Obra de Maquiavelo. M e parece una idea fantstica esto de las

    visiones contemporneas de Maquiavelo. Se trata de un autor clsico, de esos

    raros ejemplos de autores que permanecen vigentes a travs del olvido y de la

    historia, y a los cuales hay que continuar interpelndolos para que pueda seguir

    dando sus frutos, y que nos ayuden a pensar y repensar los problemas polticos

    cotidianos.

    Yo precisamente voy a referirme a uno de estos intentos por recomponer

    la influencia del mejor Maquiavelo, y poder utilizarlo entonces como insumo

    para generar interpretaciones o proposiciones alternativas al statu quo poltico

    actual, o para reelaborar y revisar las propuestas acadmicas que existen hoy

    sobre la obra del gran escritor y diplomtico florentino.

    Y me estoy refiriendo concretamente a la obra de la Escuela de

    Cambridge, y a la de tantos autores que se han sumado a los esfuerzos pioneros

    de la misma, para reconstruir lo que hoy se denomina como la Tradicin

    Republicana, o simplemente como el Republicanismo.

  • Me refiero concretamente a autores como John Pocock, Gordon Wood,

    Maurizio Viroli, Quentin Skinner, Bernard Baylin, o hasta el mismo Philip

    Pettit, quienes han trabajado la obra de Maquiavelo, e impulsado toda una

    reconstruccin terica de la tradicin republicana, haciendo un especial nfasis

    precisamente en los gobiernos de las ciudades estado italianas del renacimiento,

    y especialmente en la obra de Maquiavelo.

    Pero como tengo poco tiempo, solo me voy a referir a un aspecto (para

    m el ms importante), y sobre el que me parece que gira toda la concepcin

    republicana de Maquiavelo. Me refiero al concepto, muy claramente diseado

    por cierto, del Ciudadano Republicano, ese particular individuo en el que est

    pensando el florentino cuando describe como debe de ser una repblica

    virtuosa.

    Recuerdo muy bien, cuando en los 90 se haba puesto de moda escribir,

    trabajar e investigar sobre Ciudadana, recuerdo tambin un artculo que se

    llamaba El retorno del ciudadano: una revisin de la produccin reciente en

    Teora de la ciudadana, de Will Kymlicka y Wayne Norman, que creo que es

    el artculo que he visto ms veces citado en toda mi vida. Muy bueno el artculo

    por cierto. All se evidenciaba con claridad, la preocupacin contempornea

    creciente que haba sobre el estado de situacin del protagonista de la poltica

    democrtica, esto es, del ciudadano.

    Bueno, lo que intenta hacer la Tradicin republicana moderna es

    precisamente, tomando como insumo terico al florentino o a otros momentos

    importantes de la tradicin plantear una alternativa viable, o al menos una

    crtica a lo que podemos denominar como democracia mnima o democracia

    realmente existente.

    O sea, la tradicin republicana no es solamente una tradicin intelectual,

    sino que tambin lo es de accin poltica concreta, de praxis poltica, por lo que

  • los propsitos del republicanismo contemporneo, tambin transitan en ambos

    andariveles

    Entonces, en esta ocasin lo que har es simplemente presentar la idea de

    ciudadano republicano de Maquiavelo, que si bien est presente en toda su

    obra, se ve con mayor claridad, a mi parecer, en la que para m es la mejor de

    sus obras, me estoy refiriendo al Discurso sobre la primera dcada de Tito

    Livio.

    Creo que uno de los aspectos centrales de la teora poltica de

    Maquiavelo es la relacin entre el poder y la importancia del pueblo entendido

    como fuerza poltica. De hecho autores como Spinoza, Rousseau, Marx o

    Gramsci sostuvieron la vinculacin de nuestro autor con las causas populares.

    Sin embargo, a veces estas simpatas son interpretadas como una peticin

    de derechos para el pueblo, o como un reclamo democrtico, pero Maquiavelo

    nos habla del poder del pueblo, no de sus derechos., o sea algo as como del

    peso de la opinin pblica en el arte del gobierno.

    Maquiavelo, creo que nos propona, y nos propone refinar los

    mecanismos populares de opinin, hacerlos virtuosos, educarlos y crear as

    efectos polticos beneficiosos para la repblica.

    Lo que nos dice Maquiavelo es que no hay que desdear al pueblo como

    fuerza poltica activa, quizs la ms importante de todas, y hacer que ella

    misma sea la constructora y custodia de su propia libertad, y de la libertad de la

    repblica. Y esto el ciudadano lo debe de tener claro, si quiere mantener a la

    repblica libre, debe de actuar polticamente, construir las leyes en conjunto con

    el resto de los ciudadanos, y entre todos construir civismo y libertad.

    Maquiavelo no es un terico moderno que sostenga que la soberana

    reside en el pueblo y que este tiene unos derechos que proceden de la razn

    misma ni de nada que se le parezca. No, lo que nos dice Maquiavelo es que

    todo derecho implica un deber cvico que al mismo tiempo implica la actuacin

    poltica ciudadana custodiada por las leyes de la repblica, y que es deber de

  • todo ciudadano crear esa misma comunidad equilibrada que logre integrar a los

    distintos intereses que presentan los sujetos polticos, pero en un mbito plural

    y de debate ciudadano. Para Maquiavelo, solo esto garantiza la libertad o

    incluso hasta puede avalar la posibilidad de recuperar la libertad perdida en

    algunos casos.

    El tema est en cmo lograr eso. Y Maquiavelo propone, a mi parecer,

    algo que no se si a todos nos parecer ptimo: lo que nos pide Maquiavelo es un

    cierto disciplinamiento de los ciudadanos, y en esto no es muy original ya que

    la mayora de los humanistas de entonces lo propona tambin. O sea que

    Maquiavelo lo que hace es subrayar con rigor el respeto a los deberes que debe

    de tener el ciudadano republicano, y propone su necesaria educacin cvica que

    tenga como cometido imprescindible extender los lmites de su virtud.

    Pero ese disciplinamiento del que hablbamos est lejos de ser un

    generador de obediencia ciega, al contrario, esa actitud de educacin cvica

    permanente est ligada a un problema previo que es la existencia de un pueblo

    corrupto, de un pueblo que no se ocupa de los asuntos pblicos y por lo tanto

    es sumamente incompetente en sus desempeos polticos.

    La idea central entonces es crear el mbito ideal para que ese sujeto

    reflexivo y virtuoso pueda desempearse en la accin poltica, dado que la

    repblica virtuosa, el vivere civile, la vita activa depende exactamente de la

    accin de ese ciudadano maquiaveliano del que estamos hablando.

    Una republica que pueda obtener un ciudadano de este tipo se convierte

    entonces en una repblica libre y fuerte, una repblica difcil de someter. Un

    prncipe que decidiera conquistarla, lo nico que podra hacer para someterla

    permanentemente sera suprimir a sus habitantes, ya que estos seguramente

    recordaran sus pocas de libertad perdida, y su carcter completamente no

    corrupto evitaran el manso sometimiento al tirano. O sea, su herencia cvica,

    sus reflejos ciudadanos oprimidos simplemente por la fuerza bruta, le

    convertiran en un permanente dolor de cabeza para el conquistador de turno

  • Pero, y Cmo se generan estos anticuerpos virtuosos y libertarios en un

    ciudadano? Cul es la forma de hacer que este individuo naturalmente

    corrupto e individualista, se convierta en un ciudadano virtuoso? Bueno,

    Maquiavelo nos dice que bsicamente hay que tener en cuenta algunas cosas.

    En primer lugar el gobernante debe conocer al pueblo, saber cules son

    sus costumbres, sus creencias, sus virtudes, sus defectos, para as conocer cules

    son los lmites de accin poltica posibles, las necesidades de educacin cvica,

    los lmites del ejercicio de la violencia o del fraude, etc. a que su gobierno puede

    pretender llegar. Si no conoce los limites y la naturaleza del pueblo, no sabe

    muy bien qu hacer, ni hasta donde puede hacer.

    Ahora, si ese pueblo tiene una memoria virtuosa, un pasado de libertad

    profundo, un recuerdo de costumbres ancestrales bien institucionalizadas y de

    carcter moral, es difcilmente manipulable, ese recuerdo de la edad de oro lo

    hace muy difcil de domesticar o de corromper. Ese aprendizaje cvico a travs

    del tiempo lo convierte en inexpugnable, al menos al largo plazo. O sea que

    aqu encontramos la figura del ciudadano maquiaveliano como absolutamente

    fundamental para el carcter cvico de la ciudad.

    En segundo lugar quiero sealar que en muchos lugares de la obra de

    Maquiavelo se hace referencia a cmo se adquiere esa virtud, y se mencionan

    por ejemplo el hbito, la disciplina, la obediencia a las buenas leyes y al ejercicio

    pblico de su propia libertad. El ciudadano autnomo no es un dato de la

    realidad pre poltica, por el contrario, la capacidad de accin poltica es

    aprehendida por el ciudadano en la educacin y en la accin poltica.

    Entonces, me parece que podemos ver claramente que el vnculo entre

    poltica, virtud y educacin aparece como fundamental en el discurso

    maquiaveliano.

    En esto, sin duda que emular a sus adorados romanos, y acompaara

    una caracterstica que se convertir en una constante en la totalidad del

    pensamiento republicano hasta nuestros das.

  • Ese vnculo neo-romano es el que puede eludir la tirana y la corrupcin,

    el ciudadano defiende su libertad actuando de acuerdo a leyes virtuosas.

    Sus derechos individuales entonces seran indistinguibles de su propio

    vnculo y compromiso con los deberes cvicos. Sus derechos no son un dato de

    la realidad, sino que dependen de su propio accionar cvico. Si es capaz de

    defender su libertad con su comportamiento virtuoso, entonces disfrutara de

    sus derechos. Si no lo hace, es muy probable que termine viviendo bajo la egida

    de un tirano.

    Pero la idea de una autoridad disciplinante, como veamos antes, no est

    para nada ausente, y no solo la del gobernante, sino la del debate pblico, de la

    tradicin, de la costumbre, de la religin cvica, etc.

    A esto y hay que sumarle, como otra forma de disciplinamiento, la

    exigencia del respeto de ciertas prcticas democrticas como la capacidad de

    convencimiento por la palabra, la posibilidad de la comunicacin pblica, el

    respeto atento a la opinin del otro ciudadano etc

    Como ya vimos, el funcionamiento y la salud de la repblica, dependen

    para Maquiavelo en gran medida por lo menos, de las virtudes ciudadanas,

    pero es cierto que tampoco deja de lado el tema institucional, y se manifiesta

    con absoluta claridad, al igual que Aristteles y Polibio como partidario de la

    constitucin mixta. Sus argumentos son prcticamente idnticos a los de

    Polibio, y no voy a repetirlos yo aqu.

    Entonces, retomando algunas cosas a las que me refer anteriormente,

    uno de los problemas ms importantes para una repblica, segn Maquiavelo

    es la corrupcin, la ausencia de virtud... Pero, que es lo que significa

    concretamente para Maquiavelo la corrupcin?

    Para la tradicin humanista, y para Maquiavelo tambin, la corrupcin

    aparece como un sntoma, como una consecuencia de la exclusin de la

    participacin ciudadana, esto lgicamente crea dificultades para el

    comportamiento cvico del individuo y para la educacin del ciudadano como

    hombre poltico. Maquiavelo cree, como toda la tradicin republicana que la

    falta de participacin poltica genera ineptitud poltica, confusin entre lo

  • pblico y lo privado, el pasaje del pluralismo al faccionalismo, y el desarrollo

    de disensiones importantes.

    Mucho de esto aparece sealado con ejemplos histricos cuando

    Maquiavelo nos cuenta lo que suceda en Italia en su poca., est especialmente

    sealado en su Historia de Florencia, un libro bastante poco ledo y a mi juicio

    muy bueno.

    Quiero finalmente tocar dos puntos ms, el primero es sobre la relacin

    entre conflicto y pluralismo en la obra de Maquiavelo, en donde por supuesto,

    tambin es muy importante el rol del ciudadano republicano.

    En opinin de Maquiavelo, el conflicto social no es en s un sinnimo de

    decadencia, sino que ms bien es creador de virtud, potenciador de virtud

    ciudadana

    Aqu Maquiavelo aparece con claridad contrariando a toda la tradicin

    Humanista de la poca e incluso a su querido Cicern quien haba planteado en

    su momento (en el primer siglo AC) una visin de una suerte de concordia

    ordinum donde el conflicto social apareca como algo muy peligroso para la vida

    de una repblica.

    Veamos cmo se entiende esto. Nos dice Maquiavelo: si la libertad de

    accin es lo que debe considerarse como clave para la libertad cvica,

    republicana, la existencia de disputas no solo no es peligrosa sino que permite

    asegurar que ninguna faccin pueda imponer sus intereses al resto de la

    comunidad. Suprimir el conflicto entre hombres libres o entre grupos sociales,

    puede propender a unificar algn tipo de consenso que atente contra la libertad

    de accin y de expresin ciudadana.

    Pero aqu entonces aparece nuevamente el ciudadano republicano como

    clave de algunos dilemas. En una sociedad no corrupta y virtuosa (su amada

    Roma, por ejemplo) el conflicto social aparece como una fuente inagotable de

    libertad y de gloria, mientras que en la sociedad corrupta y necia (su Florencia,

    por ejemplo), conduce inevitablemente al desastre, a la lucha entre facciones

    irredimibles y a la tirana.

  • O sea, la natural tendencia al conflicto parece depender en sus resultados

    polticos de la naturaleza de los ciudadanos y de los grupos de intereses que

    sostengan el conflicto: pueden tender a incorporar grupos nuevos al gobierno

    como sugiere la idea del gobierno mixto, o a sostener problemas tremendos que

    pueden dar lugar a guerras civiles, exilio y muerte de muchos de los

    ciudadanos.

    O sea, y para terminar, las tareas del ciudadano republicano de

    Maquiavelo quedaran vinculadas a una triple tarea.

    Lo primero es la lucha por la libertad de la patria.

    Las tensiones morales que van apareciendo en determinados contextos

    polticos e histricos tienen que ver con qu est permitido hacer y qu no est

    permitido hacer para lograr determinadas metas

    Esa es una de las partes dramticas de Maquiavelo. A veces, en

    determinadas circunstancias y por el mnimo tiempo posible, es posible que

    haya que desor a la virtud y tomar medidas no virtuosas, pero que tiendan

    siempre a permitir que siga campeando la libertad en la ciudad.

    En segundo lugar el ciudadano tiene el deber de cuidar la libertad

    poltica en la ciudad. Los hombres deben de ganar su libertad en la accin

    poltica, ya que esta no les ha sido otorgada por nadie en forma natural, y para

    eso deben de estar en un lugar cuyas leyes, costumbres e instituciones les

    permitan hacerlo.

    En tercer lugar, el ciudadano tiene como otro cometido, la obtencin de

    la gloria, idea claramente tomada del mundo clsico y de la poltica romana.

    Pero que es esto de la Gloria?, Bueno, debe traducirse algo as como

    lograr el xito poltico, seria precisamente aquello que obtienen los que logran

    la seguridad de la Repblica, o sea el poltico vencedor y salvador de la patria.

    O para dar un clsico ejemplo histrico, me refiero a aquello de lo que la

    conocida vanidad de Cicern nunca se termino de vanagloriar luego del

    episodio de Catilina. Algo as.

  • Pero el tema es que tambin hay gloria en la derrota, siempre que esta

    posea determinadas caractersticas: cuando se acta virtuosamente y se

    defiende con valenta la libertad de la repblica, incluso se puede morir

    gloriosamente, se puede morir sin victoria pero con gloria.

    Pero a esa gloria hay que alimentarla porque inexorablemente tiende a

    languidecer.

    Y como se la alimenta? Se la alimenta viviendo una vida cvica, pblica,

    ordenada, haciendo cosas polticamente relevantes, dando ideas para el

    engrandecimiento de la ciudad, etc.

    As, entonces, el ciudadano republicano de Maquiavelo no es otra cosa

    que el resultado de la lucha virtuosa, disciplinada y constante contra la fortuna,

    contra la contingencia y contra el tiempo, y este me parece que es el centro de

    gravedad de las enseanzas de Maquiavelo que, me parece adems, son ms

    que dignas de tener en cuenta en los tiempos que corren.

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