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M o n t es M o n t es M on t es REVISTA DE ÁMBITO FORESTAL 1. er Trimestre 2014 Número 116

Montes, Revista de ámbito forestal. Número 116, I trimestre 2014

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Este número, centrado en el Agua en el sector forestal, se abre con el editorial “Bosques y Agua”, tras el cual se publica una entrevista a Manuel Romero, Ingeniero de Montes, Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Le siguen los artículos de Ciencia/Técnica, Divulgación y Opinión, todos ellos centrados en el agua. Y también tratan el tema principal, de una u otra forma, las secciones de: Internet para forestales, Jardines y Paisaje, ¿Cuál es tu opinión?, Caza, Decíamos ayer y Humor, así como algunos de los libros y revistas reseñados en las respectivas secciones. http://www.revistamontes.net

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  • MONTES N.o116 - 1.erTrimestre de 2014

    MontesMontesMontesREVISTA DE MBITO FORESTAL 1.er Trimestre 2014Nmero116

  • REVISTA DE MBITO FORESTAL

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  • 3EditorialEntrevista Ciencia y Tcnica Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal

    del Torrente de Enseu, Trmino Municipal deBaix Pallars (Lrida), por M. Cadenas, M. C. Gi-mnez y J. L. Garca (pg. 9).

    Actuaciones urgentes para el control de la erosiny la escorrenta en las zonas forestales quemadas, por L. Martn Fernndez, L.Rojo Serrano, M. Martnez Nez, J. A. Alloza Milln y V. R. Vallejo Calzada(pg. 14).

    Divulgacin El agua en el aula: Cmo ensear su nueva dimensin?, por C. Martnez Santa-

    Mara (pg. 21). Hidrologa de las islas volcnicas; singularidades y contribucin de la ingeniera

    forestal, por J. C. Santamarta Cerezal (pg. 26). Produccin y gestin de agua en tierras forestales mediterrneas. Innovacin

    estratgica y anlisis del modelo de negocio, por J. Maldonado Gonzlez (pg. 32).

    OpininLos proyectos y convenios de Restauracion Hidrolgico-Forestal en Espaa, por

    L. Martn Fernndez y M. Martnez Nez (pg. 37).

    Informacin Colegialrboles singularesInternet ForestalEmpresasEuropa ForestalJardines y PaisajeCul es tu opinin?Caza / PescaForestales IlustresFue noticiaAgendaTarjetero comercialLibrosRevistasDecamos ayer / Humor

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    El material (textos, fotografas) que se publica en la Revista Montes, es facilitado por las personasque lo firman, y son ellas las responsables del contenido de sus trabajos. La Revista Montes acepta, de buenafe, que este material es indito y pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes.

    Adems dichos contenidos no son necesariamente compartidos por los editores de la revista.

    MontesMontes1.er Trimestre 2014Nmero116REVISTA DE MBITO FORESTAL

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    La Revista Montes cumple con los Criterios de Calidad Editorial de CSIC y Latindex.

    La Revista MONTES es un medio de comunicacin y manifestacin de los forestales espaoles ante lasociedad, que trata de favorecer la difusin de estudios, proyectos y tcnicas, de naturaleza educativa,

    cientfica o cultural, relativos al mundo forestal y al medio natural en su ms amplio sentido.

    Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116

    PORTADA:Embalse del Tranco de Beas.Parque Natural de la Sierra

    de Cazorla, Segura y LasVillas (Jan)

    Autor: Daniel Burn

    EDITA:COLEGIOS Y ASOCIACIONES DE INGENIEROS DE MONTES EINGENIEROS TCNICOS FORESTALES

    DIRECTORA: Susana Leblic Gonzlez

    SUBDIRECTORA: M Jos Manzano Serrano

    COORDINADORA DE REDACCIN:Isabel Ramrez Grand

    CONSEJO DE REDACCIN:Miguel Cabrera Bonet, Aranzada Gestin Forestal S.L.; Ral de la Calle Santillana, Colegio Oficial de Ingenieros TcnicosForestales; Jos Ceballos Aranda, Servicio Territorial de Medio Ambiente,vila, Junta de Castilla y Len; Jos Javier Fernndez Golfn,Universidad Politcnica de Madrid; Antonio Garca lvarez, Asociacin de Ingenieros de Montes; Fernando Garca Robredo,Universidad Politcnica de Madrid; Jos Luis Garca Rodrguez, Universidad Politcnica de Madrid; Nuria Gmez Hernndez, Instituto Nacional de Investigacin y Tecnologa Agraria y Alimentaria; lvaro Gonzlez Dueas, Consejera de Medio Ambiente y Ord. Territorio, Comunidad de Madrid; Federico Jover Fernndez de Bobadilla, Dr. Ingeniero de Montes;Rosa M Marazuela Esteban, Ingeniera Tcnica Forestal e Ingeniera de Montes;Pedro Migulez de la Fuente, Fundacin Laboral de la Construccin;Jos Luis Rodrguez Gamo, Ferrovial Servicios, S.A.; Ricardo Vlez Muoz, Sociedad Espaola de Ciencias Forestales

    DIRECCIN, REDACCIN Y ADMINISTRACIN: c/ General Arrando, 38 28010 MADRID

    Telfono: 91 319 74 [email protected];[email protected];[email protected];[email protected];www.revistamontes.net

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    COORDINACIN GRFICA: GRAFISTAFF, S.L.

    ISSN: 0027-0105. Depsito legal: M-20978 - 1984Suscripcin anual Nacional: 27 Suscripcin anual Extranjero: 37 Ejemplar suelto: 8 + gastos de envoDescuento Libreras: 10%Cierre de edicin de este nmero:24 de enero de 2014Para consultar fechas de distribucin de laRevista, visitar: www.revistamontes.net

  • Uno de los beneficios ms importantesque ofrecen los bosques a nivel local,regional y en algunos casos mundial,deriva de su valor como fuente de abastecimiento de agua, considerada como materia primacuantificable en especie, siendo al mismo tiempo un servicio proporcionado por el bosque,pues su suministro resulta de la propia existencia del mismo.

    La Hidrologa Forestal es la ciencia que constituye una serie de tcnicas de ingeniera con lasque se proporcionan soluciones para la correcta relacin entre agua y bosque. En estos ltimosaos, las diferentes administraciones forestales en Espaa han experimentado cambios organi-zativos y de gestin que han influido de una manera directa en la conservacin y mejora delpatrimonio forestal espaol, y en consecuencia en su valor como productor de agua.

    As, en el ao 1984 se iniciaron las transferencias de competencias en materia forestal de laAdministracin Central a las Comunidades Autnomas, de forma que ambas administraciones(central y regional) pasaron a desarrollar de manera compartida las actuaciones de Restaura-cin Hidrolgico-Forestal, siendo las cuencas hidrogrficas las unidades territoriales sobre lasque se debe gestionar de manera uniforme el binomio bosques-agua. ltimamente se ha pro-ducido una lucha de poderes polticos, en la que se ha olvidado que dicho binomio requierede una continuidad geogrfica y temporal que va ms all de los lmites territoriales administra-tivos fijados. Por otra parte se ha producido una dejacin en cumplir y hacer cumplir toda unalegislacin bsica vigente en materia de aguas y bosques, la Directiva Europea sobre el Agua ysobre todo la Constitucin Espaola.

    La gestin de las competencias del binomio agua-bosques en Espaa, y la forma en que elloest afectando a los bosques espaoles en general, hace que los profesionales forestales (inge-nieros de Montes e ingenieros tcnicos Forestales) reclamemos desde estas pginas unacoordinacin entre las administraciones pblicas implicadas en la gestin de dicho binomio,as como inversiones reales para poder aplicar soluciones de ingeniera (restauracin hidrol-gico-forestal) que permitan compatibilizar la integridad y conservacin de los bosques comoproductores de un bien de todos y para todos como es el agua. `

    Bosques y Agua

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  • Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116

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    Revista Montes: Usted asumi lapresidencia de la CHG en marzode 2012, en un momento complejopara la Confederacin tras loscambios sufridos por el traspaso yreversin de las competencias en-tre los aos 2009 y 2011. Culesson los principales retos con losque se encuentra como presidentede la CHG?

    Manuel Romero Ortiz: Asumir lagestin del Guadalquivir no esasunto sencillo, mxime despus detodo el proceso del traspaso decompetencias a la Junta de Andalu-ca y su posterior reversin al Esta-do por mandato del Tribunal Cons-

    titucional y del Tribunal Supremo.El primer reto al que tuve que hacerfrente fue tomar decisiones paradesbloquear la situacin en que seencontraba el organismo. Debo de-cirle que la gestin de la Junta deAndaluca con el Guadalquivir nofue ejemplar, por decirlo de algunamanera. Adems del retraso histri-co con miles de expedientes sin re-solver y del problema del personalque volva desde la Junta a la CHG,nos encontramos con situacionesmuy preocupantes, con numerosasactuaciones sin desarrollar o confuertes deudas, y sin fondos FEDERdebido a la reprogramacin que lle-v a cabo la Comunidad Autno-ma, sin olvidar que lo pasamos re-almente mal en junio de 2011 parapoder pagar las nminas del perso-nal. Pero, adems, tenamos que su-perar el retraso de ms de tres aosque nos encontramos en la planifi-cacin hidrolgica y por el que laUE va a sancionar a Espaa. Afortu-nadamente, creo que todo ello hasido ya superado. Hemos consegui-do reajustar el organismo, hemosdesbloqueado las actuaciones quenos encontramos paralizadas y he-mos iniciado muchas ms, al tiem-

    po que tambin tenemos ya en vi-gor, desde mayo de 2013, el nuevoPlan Hidrolgico.

    RM: Usted es el primer ingeniero deMontes que asume la presidenciade la CHG. Tiene esta Confedera-cin un programa permanente derestauracin y mejora de la cubier-ta vegetal en la cuenca?

    MRO: Desde que asum la presiden-cia de este Organismo hemos pues-to en marcha numerosas iniciativasdestinadas a fortalecer una polticaforestal que revierta en el buen es-tado de la demarcacin hidrogrfi-ca del Guadalquivir. A raz de larestructuracin del organismo quehemos desarrollado tras el procesode reversin de competencias al Es-tado, comenzamos a desarrollar,dentro de la estrategia definida porel Plan Forestal Espaol, una seriede acciones en los territorios gestio-nados por el organismo, necesariaspara el desarrollo de esta polticaforestal, basada en los principios dedesarrollo sostenible, multifuncio-nalidad de los montes, cohesin te-rritorial y ecolgica, y participacinpblica y social. Todo ello con elobjetivo ltimo de impulsar unagestin sostenible de los montes de

    Manuel Romero OrtizIngeniero de Montes. Presidente de laConfederacin Hidrogrfica del Guadalquivir

    Ingeniero de Montes por laUPM en 1989, tambin cuentacon el Ttulo de Postgrado deEspecialista en Espacios NaturalesProtegidos, organizado por lasuniversidades Complutense, Aut-noma de Madrid y la de Alcal deHenares. Adems, es mster tcni-co especialista en Medio Ambientepor la E.T.S. de Ingenieros deCaminos de la Universidad de Gra-nada, con un mdulo dedicado ala gestin del agua.Desde 1992 es funcionario de

    carrera de la Junta de Andalucacomo ingeniero de Montes ydesde el 15 de marzo de 2012ostenta la Presidencia de la Confe-deracin Hidrogrfica delGuadalquivir.

  • 6la CHG mediante el fomento de laordenacin y la selvicultura. Desdela CHG hemos creado un rea deActuaciones Hidrolgico-Forestalesy hemos recuperado el Servicio deAplicaciones Forestales en Andalu-ca Oriental. A travs de esta nuevarea, hemos planteado una estrate-gia global que pasa por intensificarla gestin forestal sostenible en lasms de 25.000 hectreas de montespblicos y otros terrenos rsticosadscritos a la CHG, con el fin demejorar selvcolamente las masasforestales, ordenarlas, planificaruna correcta prevencin de incen-dios y fomentar el incremento de labiodiversidad en esas zonas. Con ello conseguiremos frenar la

    erosin, aumentar y facilitar la re-carga de acuferos evitando el ate-rramiento de los embalses y cum-plir uno de los objetivos del PlanHidrolgico del Guadalquivir, quees la mejora de la calidad del aguay, a su vez, brindaremos al ciuda-dano espacios de ocio, naturalezay esparcimiento, ligados a las ma-sas de agua continentales de estademarcacin hidrogrfica. Otro de los objetivos pasa por la

    restauracin hidrolgico-forestal delas cabeceras de cuencas torrencia-les en la cuenca del Guadalquivirasociadas a problemas de erosin,inundaciones, depsito de sedi-mentos, aterramiento de pantanosy proteccin de infraestructuras ypoblaciones. Adems, gracias a la cofinancia-

    cin europea que recibimos a tra-vs de los fondos FEDER para elfomento de la biodiversidad y laproteccin de la naturaleza, segui-mos impulsando actuaciones des-tinadas a la mejora medioambien-tal de masas vegetales de riberaasociadas a los cursos fluviales,con la finalidad de propiciar lamejora de los hbitats de especiesvegetales, aves y mamferos con

    especial valor de conservacin, ascomo su puesta en valor ante lasociedad.

    RM: Qu programas se estn reali-zando en la CHG que incidan di-rectamente en la gestin de los sis-temas forestales?

    MRO: Como ya he mencionado an-teriormente, la Confederacin Hi-drogrfica del Guadalquivir cuentaahora con el rea de ActuacionesHidrolgico-Forestales y con el Ser-vicio de Aplicaciones Forestales enAndaluca Oriental. Este refuerzo estructural de los ser-

    vicios destinados a la conservaciny a la restauracin ambiental ha po-sibilitado la puesta en marcha dediversos programas destinados a larestauracin de las cubiertas vege-tales de las cuencas de recepcinde sus embalses y montes propios,que se aplica sobre una superficiede ms de 30.000 hectreas, conactuaciones mltiples que incluyencuestiones como la restauracin ve-getal en zonas de monte con cu-bierta escasa, la mejora de la biodi-versidad mediante tratamientos sel-vcolas en masas monoespecficasde pinar gestionadas por la CHG,incluyendo la plantacin de frondo-sas con el fin de propiciar estructu-ras ms estables y diversas, resisten-tes a los incendios y a las plagas, yla restauracin vegetal de riberascon especies ripcolas autctonas. Tambin incorpora la restauracin

    hidrolgico-forestal en cuencascon problemas de erosin graves,que incluye la construccin de hi-drotecnias y la restauracin vegetalmediante expropiacin o conve-nios de colaboracin, as como tra-tamientos de restauracin de cu-biertas forestales para prevencinde incendios. Adems, desde la CHG hemos

    impulsado la redaccin de los plie-gos necesarios para la licitacin delos proyectos de ordenacin de to-dos los montes que gestiona el Or-ganismo, de acuerdo con las nor-mativa estatal (Ley 43/2003 art 33)y andaluza (Reglamento Forestal deAndaluca, Art 82) derivadas delPlan Forestal Espaol y del Plan Fo-restal Andaluz. Por otro lado, hemos redactado

    tres grandes proyectos que contem-plan los planes de prevencin deincendios forestales y los proyectos

    de ejecucin de actuaciones pre-ventivas contra incendios en todoslos montes de la CHG en las pro-vincias de Sevilla, Huelva, Jan,Crdoba y Granada. Las actuacio-nes proyectadas incluyen la reali-zacin de acciones preventivas so-bre las masas de vegetacin exis-tente y que, en funcin de losdistintos modelos de combustible,permitan definir una red de reas yfajas cortafuegos que reduzcan elpeligro de incendio en los montesy contribuir as a una extincinmas eficaz en caso de incendio.Por ltimo, la CHG ha redactado

    diversos proyectos con el objetivode acometer la mejora silvcola delas masas forestales gestionadas porel organismo en las que, en su ma-yor parte, existen reforestacionesmonoespecficas con edades de en-tre 10 y 60 aos que, dada su den-sidad, requieren una intervencinurgente.

    RM: De las anteriores, cules sonlas principales actuaciones de res-tauracin hidrolgico-forestal quese han puesto o se van a poner enmarcha?

    MRO: Entre las actuaciones de res-tauracin hidrolgico-forestal quese estn impulsando desde el orga-nismo se pueden destacar el proyec-to de restauracin ambiental delarroyo Riopudio en el Aljarafe sevi-llano, los de restauracin hidrolgi-ca de la cubierta vegetal en diversoscauces de la provincia de CiudadReal, o la mejora de infraestructurasy puesta en marcha de actuacionesmedioambientales en el rea deCompensacin de Melonares en laprovincia de Sevilla. Pero tambin hay otras actuacio-

    nes importantes como las de mejo-ra y restauracin de la vegetacinde ribera en el ro Guadalquivir asu paso por Crdoba; las de pre-vencin de incendios sobre la vege-tacin de ribera en el ro Genil(Granada) y en el monte El Pinto,en Huelva; o la restauracin de lavegetacin de ribera de zonas inun-dables del entorno de La Ropera enAndjar (Jan). Por otro lado, actualmente esta-

    mos trabajando en otras actuacio-nes previstas que se encuentran enfase de redaccin, como puedenser la restauracin hidrolgico-fo-restal de la cuenca del ro Darro,

    Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116

    Desde la CHG hemos creadoun rea de ActuacionesHidrolgico-Forestales yhemos recuperado el Serviciode Aplicaciones Forestales enAndaluca Oriental

  • en Granada; o la restauracin hi-drolgico-forestal de las cuencasde los embalses de Francisco Abe-lln, Portillo y otros. Adems, entre las actuaciones de

    carcter ambiental que estamos eje-cutando gracias a la cofinanciacinde los fondos europeos, cabe desta-car la adecuacin ambiental en elantiguo cauce del ro Guadara enla ciudad de Sevilla, recientementefinalizada; la adecuacin ambientalde las zonas colindantes con elarroyo Ranillas, tambin en Sevilla,que se iniciar prximamente; o di-versas intervenciones que siguedesarrollando la CHG para la mejo-ra y proteccin de Doana y su en-torno. Entre ellas destacan las ac-tuaciones que quedaban pendientesde ejecutar del Doana 2005 parala recuperacin de la dinmica na-tural de la marisma de Doana. Re-cientemente, hemos finalizado laprimera fase del proyecto para lapermeabilizacin de la Montaadel Ro, y prximamente se iniciarel segundo desglosado.

    RM: Cmo se coordinan las accio-nes de la CHG con aquellas cuyaresponsabilidad es de la Junta deAndaluca o de otras CCAA?

    MRO: Cuando el desarrollo de unplan o proyecto determinado re-quiere de la coordinacin conotras administraciones, como laJunta de Andaluca o la Junta deComunidades de Castilla-La Man-cha, se establecen cauces de co-municacin bien a nivel tcnico obien desde la Presidencia de esteOrganismo, en funcin de las ne-cesidades concretas que planteecada accin. En la mayora de loscasos se celebran reuniones tcni-cas que se mantienen de forma re-gular con los responsables de laconsejera correspondiente. Ade-ms, la CHG cuenta con represen-tantes que, de forma regular, acu-den a las juntas rectoras de los es-pacios naturales andaluces y a losconsejos de participacin de losparques nacionales de Sierra Ne-vada y de Doana. De igual for-ma, los responsables de comuni-

    dades autnomas requieren de laparticipacin y consentimiento enlas actuaciones de la CHG que seproducen dentro del mbito com-petencial de la AdministracinGeneral del Estado, como las refe-rentes al dominio pblico hidru-lico y a la planificacin hidrolgi-ca.

    RM: Nos podra indicar de qupresupuesto disponen para esteao 2014?

    MRO: Para el ejercicio 2014, laCHG cuenta con un presupuestopara el Captulo 6 de 195,58 mi-llones de euros. Concretamente, elOrganismo prev invertir ms de21,7 millones de euros en actua-ciones de restauracin hidrolgi-co-forestal como la adecuacinambiental del arroyo Riopudio, elproyecto de la permeabilizacinde la Marisma de Doana, elacondicionamiento del arroyo Ra-nillas y otras actuaciones ambien-tales a ejecutar en las provinciasde Badajoz y Ciudad Real, entreotras.

  • 8Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116

    RM: Qu opinin tiene sobre laadministracin del agua en Espa-a? Cree que est bien organiza-da?

    MRO: A da de hoy, la gestin delagua en Espaa est organizadaen funcin de las confederacioneshidrogrficas como los organismoscompetentes para la gestin de lascuencas intercomunitarias. Actual-mente, las confederaciones hidro-grficas son toda una institucin,administraciones totalmente con-sagradas, con sus atribuciones cla-ramente definidas y que, a lo largode la historia de Espaa, han mar-cado las pautas del desarrollo dela poltica hidrulica. Con el pasode los aos, estas instituciones, taly como se configuraron en susinicios, fueron sufriendo transfor-maciones orgnicas y estructura-les, adaptndose a la realidad po-ltica y social de cada momento,pero manteniendo siempre comoprincipio de gestin fundamentalel concepto de unidad de cuenca.La unidad de cuenca en la gestindel agua ha sido consagrada ennuestro pas desde hace ms deun siglo por la prctica adminis-trativa y por la legislacin, con in-dependencia del color polticogobernante en cada poca. Estecriterio de gestin, que ha configu-rado la poltica de aguas en Espa-a, contando con el aval de institu-ciones, usuarios y ciudadanos, tras-cendi en el ao 2000 comomodelo a implantar en todos losEstados de la Unin Europea, sien-do recogido en la Directiva Marco

    del Agua. Tras unos aos en los queesto se puso en duda, especialmen-te en Andaluca, parece que lasaguas estn volviendo a su cauce yque la gestin de las cuencas inter-comunitarias vuelve a quedar enmanos de las instituciones hidru-licas que garantizan la implanta-cin de una poltica de aguas deEstado igualitaria, integral e inte-gradora, basada en conocimientostcnicos y cientficos, que no sonotras que las confederaciones hi-drogrficas.

    RM: Cules son los objetivos msimportantes marcados para el se-gundo ciclo de planificacin hi-drolgica 2015-2021? Existenprogramas especficos que supon-gan nexos de unin entre la cali-dad de los bosques y la calidad delas aguas?

    MRO: Corresponde al segundo ci-clo de planificacin (2015-2021)la revisin del Plan elaborado enel primer ciclo (2009-2015). Esteproceso de revisin se ha iniciadoen el ao 2013, tal y como esta-blece la Directiva Marco del Agua(2000/60/CE). En el desarrollo deeste segundo ciclo se ha planteadocomo aspecto ms novedoso la

    elaboracin de los planes de ges-tin del riesgo de inundacin deri-vados de la Directiva Europea2007/60. Actualmente, se encuen-tra en fase de consulta pblica eldocumento de Esquema de TemasImportantes de la demarcacin(ETI), en el que se definen y valo-ran los principales problemas ac-tuales y previsibles de la demarca-cin del Guadalquivir que impidenel logro de los objetivos de la pla-nificacin hidrolgica: conseguirel buen estado y la adecuada pro-teccin de las masas de agua, sa-tisfacer las demandas y alcanzar elequilibrio y la armonizacin entreel desarrollo regional y sectorial. ElPlan Hidrolgico del Guadalquivirtiene en consideracin todos losplanes, programas y estrategiasque se encuentran en vigor o queestn desarrollando las distintascomunidades autnomas en mate-ria de gestin del agua, ordena-cin del territorio, biodiversidad,proteccin del paisaje, poltica fo-restal, etc., que puedan tener inci-dencia en la planificacin hidrol-gica. En el documento que se estelaborando se incluyen diversasmedidas destinadas a la conserva-cin del medio forestal como larestauracin de riberas, zonas h-medas, fuentes, manantiales, en-charcamientos y cualquier otropunto de agua, la recuperacin deecosistemas hdricos deterioradosy las reforestaciones en laderas demrgenes de ros y arroyos.

    RM: Qu opinin le merece la Re-vista Montes?

    MRO: Creo que revistas de carctertcnico y cientfico tan especializa-das como la Revista Montes jueganun papel fundamental en la difu-sin de las iniciativas que a nivelnacional se estn tomando en ma-teria forestal.

    RM: Por ltimo, un mensaje quequiera transmitir a los lectores dela Revista Montes

    MRO: Pues que, como la mayorason profesionales del sector fores-tal, entiendo que el colectivo debeseguir apostando por el buen ha-cer en aras a la conservacin ymejora del patrimonio natural, demanera que nuestros nietos pue-dan seguir disfrutando de nuestrosbosques y de nuestro entorno na-tural. `

    El Organismo prev invertirms de 21,7 millones deeuros en actuaciones derestauracin hidrolgico-forestal

  • 9Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 9-13

    M. Cadenas, M. C. Gimnez y J. L. GarcaU.D. de Hidrulica e Hidrologa, Departamentode Ingeniera Forestal, E.T.S.I. Montes, UPM

    Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal (RHF) del Torrentede Enseu, localizado en la cuenca del ro Noguera Pallaresa (Lrida). A lolargo del trabajo se han aplicado tcnicas basadas en Sistemas deInformacin Geogrfica (SIG) que han hecho posible una gran mejora enel conocimiento de la situacin actual del proyecto. Se obtuvieron loscaudales punta generados bajo distintos eventos de precipitacin extraor-dinaria, previo anlisis con SIG del movimiento de los flujos de escorren-ta dentro de la cuenca. Posteriormente, se ha estudiado la capacidad deconduccin del cauce ante una avenida extraordinaria mediante el mode-lo HEC-RAS. As mismo, se han evaluado las tasas de erosin mediante lasmetodologas RUSLE 3D y USPED.

    Palabras clave: Torrencialidad, Erosin, RUSLE 3D, USPED.RE

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    Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal del Torrente de Enseu,Trmino Municipal de Baix Pallars (Lrida)

    Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal del Torrente de Enseu,Trmino Municipal de Baix Pallars (Lrida)

    Pasarela construida al final del Barranco

  • 10Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 9-13

    Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal del Torrente de Enseu, Trmino Municipal de Baix Pallars (Lrida)

    1. INTRODUCCIN

    El torrente de Enseu se localiza enel Prepirineo Leridano, entre las po-blaciones de La Pobla de Segur ySort, situado en la margen izquierdadel Noguera Pallaresa, justo frente almunicipio de Gerri de la Sal, que sesita en la derecha. Debido a esteenclave, localizado a las puertas delncleo central pirenaico, se puedeintuir que los efectos torrenciales deeste barranco presentaron una nota-ble diferencia con otros de su mismanaturaleza, y es que la poblacinGerri de la Sal y su industria asocia-da no se encontraban en el propiocono sino frente a l (CADENAS,2011).

    A mediados del siglo XIX, el to-rrente de Enseu pas de ser un apa-cible riachuelo, a una devastadoratorrentera (FERRER, J.; REIG, J.;1905). La causa fue la abusiva rotu-racin de tierras para el cultivo, uni-do a un acusado desequilibrio entreel nmero de cabezas de ganado yla produccin herbcea de la zona.La falta de vegetacin protectora ylas fuertes pendientes en la cuenca,motivaron la rpida y acusada apari-cin de grandes tasas de carga slidaen el Noguera Pallaresa, cuya escasaanchura en ese punto provocabafuertes desbordamientos (Foto 1) alelevar el lecho.

    A principios del siglo XX la indus-tria salinera de Gerri se encontrabaprcticamente en la ruina, lo que hi-zo necesaria la actuacin de la admi-nistracin para salvaguardar los inte-reses de la comarca. Este tipo de ac-tuaciones, canalizado a travs de laDivisin Hidrolgico-Forestal de laCuenca inferior del Ebro y Pirineosorientales, sirvi para corregir nume-rosos problemas torrenciales. En estecaso, los objetivos de los trabajosacometidos por el ingeniero JosReig y Palau fueron los siguientes:1. Atenuar la elevacin y cambio

    de rgimen que experimentabael Noguera Pallaresa en la con-fluencia con el Torrente de En-seu.

    2. Impedir la destruccin de las sa-linas de Gerri, asegurando suexplotacin de un modo perma-nente.

    3. Restituir para el cultivo los terre-nos inutilizados para tal uso enel cono del torrente y sus inme-diaciones.

    Para alcanzar estos objetivos, trasel estudio previo y redaccin delproyecto en 1902, se acot el pasto-reo y se prohibieron las roturacionesen toda la cuenca del torrente. Porotra parte, el plan de actuacin divi-di el cauce principal en tres sec-ciones, en las cuales se construye-ron sendos diques de mamposterahidrulica de primer orden, para re-tener los materiales slidos movili-

    zados, y estabilizar los cauces trassu aterramiento; un encauzamientosobre el cono del torrente y variosdiques de segundo orden para com-pensar la pendiente entre los prime-ros. A este plan de obras transversa-les se sum la repoblacin de lade-ras, lo que permiti finalmente darpor estabilizada la cuenca en el ao1918 tras un evento de precipita-cin extraordinaria que descarg so-bre la zona, en el que se deposita-ron en el tramo final del encauza-miento tan solo 2 m3 de materialesslidos. No obstante, los trabajos derepoblacin y construccin del lti-mo dique se extendieron hasta1923.

    2. OBJETIVO

    Los objetivos establecidos en estarevisin son, por una parte, compro-bar que la restauracin original cum-pli con los objetivos propuestos; ypor otra, utilizar las herramientas ac-tuales con el fin de hacer un che-queo a la cuenca, transcurridos casinoventa aos.

    3. METODOLOGA

    Los objetivos propuestos en elproyecto original se pueden ver re-

    Foto1.- Material slido en el cono de deyeccin del Barranco de Enseu (Fuente: Fototeca Forestal)

    Foto 2.- El ingeniero Josep Reig i Palau

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    M. Cadenas, M. C. Gimnez, J. L. Garca

    flejados actualmente despus de unrecorrido por la cuenca. Las nume-rosas publicaciones realizadas en re-vistas especializadas del sector die-ron a conocer que estos objetivosfueron satisfechos adecuadamente.Es ms, se sabe que la cota de la so-lera del Noguera Pallaresa, en la en-trega del Enseu, se redujo 2 m tras laRHF. Por otra parte, la explotacinde las salinas de Gerri fue ininte-rrumpida hasta la dcada de 1970, yla zona prxima de cultivo cercanaa la desembocadura fue restituida,permitiendo albergar uno de los vi-veros productores de planta utilizadaen la repoblacin.

    En segundo lugar, se estimaronlos caudales lquidos a travs de laaplicacin de la formula racionalmodificada (TMEZ, 2003), con undiseo especfico del tiempo de con-centracin (tc) de la cuenca, queofreciera unos resultados compara-bles con las formulaciones existen-tes, y as conocer cul sera el mto-do ms adecuado a una cuenca deeste estilo. Para ello se cre un pro-cedimiento basado en la potencia deanlisis de los SIG y en las ecuacio-nes de clculo de caudales en cau-ces abiertos.

    Los datos de precipitaciones m-ximas en 24 horas, de dos estacionesmeteorolgicas cercanas, se ajusta-ron mediante las funciones de Gum-bell y la SQRT-ETMAX (ZORRAQUI-NO, 2004). A continuacin se obtu-vo la intensidad mxima en eltiempo de concentracin de la cuen-ca. Para ello, se estudiaron dos m-todos.

    Una vez calculados estos facto-res, bastara con obtener el umbralde escorrenta a travs del mtododel Nmero de Curva. Para la zonade estudio este factor toma los valo-res de la Tabla 1. En ella se observaque se trata de valores altos, por loque en la cuenca de estudio predo-mina la escorrenta frente a la infil-tracin.

    Una vez obtenidos los caudalespunta, se evalu la capacidad de

    conduccin del canal de desageante un evento extremo. Despus derealizar un levantamiento topogrfi-co de la geometra del canal, se si-mul la conduccin con el progra-ma unidimensional HEC-RAS (USA-CE, 2012).

    Concluida la estimacin y evalua-cin del actual rgimen hdrico de lacuenca, a partir de este punto se pa-sa a la evaluacin de los caudalesslidos, estimando las zonas que sonms susceptibles de ser erosionadas,y por tanto las tasas de emisin de lacuenca (GARCA, 2010).

    Para estimar la erosin en la ac-tualidad, se adopt el modelo RUS-LE (Ecuacin Universal de Perdidasde Suelo Revisada), al que se han in-corporado las ltimas modificacio-nes para la estimacin de sus par-metros:

    A = R K L S C P

    A, prdidas de suelo, t/haaoR, ndice de erosin pluvial,hJcm/m2 hora

    K, ndice de erosionabilidad delsuelo, tmhora/haJcm

    LS, factor topogrfico adimensionalC, factor del uso de sueloP, factor de prcticas de conserva-cin

    De todos los factores que compo-nen esta ecuacin, la principal inno-vacin que supone este trabajo es elmtodo de clculo de los factores, Ry LS, ya que el resto se encuentrantabulados en numerosas publicacio-nes.

    El factor R representa la energacintica del aguacero para una dura-cin determinada, y se determinabaa partir del anlisis detallado debandas de pluvigrafo. Estas bandas,como es habitual en este tipo de tra-bajos, no estn disponibles para lamayora de las estaciones meteoro-lgicas, por tanto se recurri a lostrabajos de ROLDN (2007), quehan permitido ofrecer una serie deregresiones que permiten obtener elndice R segn la concepcin origi-nal del factor, es decir, a partir dedatos de precipitaciones mximas en24 horas.

    Finalmente, se aplic la metodo-loga propuesta por DE SALAS(2007) para obtener la intensidaddel aguacero en 30 minutos. El re-

    sultado es R = 81,43 hJcm/m2h.Esto demuestra que los procedi-mientos anteriores sobreestimabaneste valor y por tanto, la tasa deerosin.

    A continuacin, se calcula elfactor LS mediante la aplicacin dela metodologa denominada comoRUSLE 3D, propuesta por MITAS. L,MITASOVA. H, (1996), y desarrolla-da en Espaa por GARCA Y GIM-NEZ (2010 y 2012). La principal in-novacin de este procedimiento,adems del uso del SIG, radica enla sustitucin del trmino de longi-tud de pendiente uniforme, por elrea de contribucin aguas arriba.Por su parte, el trmino S sigue de-pendiendo de la pendiente, por tan-to no ha experimentado un grancambio.

    La determinacin del resto de losfactores es casi inmediata, conocien-do la vegetacin presente, as comolos tipos de suelo que la sustentan.De esta forma se pueden agrupar su-perficies segn sus cualidades ho-mogneas, para asignarles los valo-res apropiados de los parmetros K,C y P.

    Por otra parte, y como era de es-perar, la evolucin del modelo US-LE ha integrado la potencia de cl-culo de los SIG en su metodologa.Por ello, aparte de las nuevas posi-bilidades de obtencin de sus fac-tores, aparecen nuevos procedi-mientos de estimacin de la ero-sin. Uno de ellos es el definidocomo USPED (Unit Stream Power based Erosion/Deposition) (MITA-SOVA et al. 1998), que se diferen-cia fundamentalmente de los mo-delos USLE/RUSLE en que es unmodelo de transporte limitado,frente a los otros que se definen co-mo modelos de transporte ilimita-do. Esta cuestin posibilita que elmodelo USPED defina zonas deerosin y deposicin, ya que se ba-sa en que el flujo circulante puedetransportar una cantidad limitadade sedimentos, definida por la ca-pacidad de transporte del flujo deagua, siendo siempre esta cantidadde sedimentos las mxima que elflujo es capaz de transportar. Portanto, en las zonas donde la capa-cidad de transporte se ve incremen-tada, se produce erosin; mientrasque en las zonas donde la capaci-dad de transporte se reduce, seproduce sedimentacin.

    NC(I) NC(II) NC(III)52 72 86

    Tabla 1.- Nmeros de curva para lazona de estudio

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    Revisin de la Restauracin Hidrolgico-Forestal del Torrente de Enseu, Trmino Municipal de Baix Pallars (Lrida)

    4. RESULTADOS

    Caudales lquidos

    Los resultados obtenidos se mues-tran en la Tabla 2. Como se ha dichoanteriormente, y debido a las mlti-ples posibles combinaciones de fac-tores para realizar el clculo, se con-sidera ms apropiado ofrecer los re-sultados como un rango de valoresposibles para los distintos periodosde retorno. De esta forma, se asumeque el valor inferior corresponde aun tiempo de concentracin msajustado a la realidad fsica del escu-rrimiento, con el consiguiente riesgode ser superado; mientras que el m-ximo valor corresponde a un tiempode concentracin menor, asumiendoel sobredimensionado que se hacede ste.

    Con los datos de caudal calcula-do se realiza la simulacin de la ca-pacidad de conduccin del canal dedesage, siendo satisfactorios los re-

    sultados obtenidos para la prcticatotalidad del mismo, aun teniendoen cuenta la perdida de seccinefectiva que se ha producido con elpaso de los aos por la acumulacinde sedimentos. Este sigue presentan-do capacidad suficiente para condu-cir una avenida de mximo periodode retorno.

    Por otra parte, se detect un pun-to conflictivo en esta canalizacin,ya que en el tramo final de la mismaexiste un dique secundario, que trassu aterramiento hace las veces debadn de paso para un camino cir-cundante. El problema radica enque, sobre el vertedero, se construycon posterioridad a la restauracinuna pequea pasarela peatonal, lacual se apoya sobre tres pequeospilares de hormign. De esta forma,la seccin efectiva del vertedero seve comprometida, siendo el resulta-do de la simulacin un desborda-miento del canal en este punto prc-ticamente asegurado ante una aveni-

    da, incluso de periodo de retorno or-dinario (Figura 1).

    Caudales slidos

    Como se especific anteriormen-te, se han obtenido los distintos fac-tores que intervienen en el modeloRUSLE, y ya que todo el proceso seapoya en un SIG, se dispone de unmapa temtico en formato rster; es-te, junto con el conocimiento del te-rreno, permite delimitar las zonaspotencialmente ms erosionables dela cuenca. Por otra parte, este mapatambin permite realizar una com-paracin con los resultados obteni-dos con el modelo USPED, definien-do as las zonas ms susceptibles deser erosionadas dentro de la cuenca(Figura 2).

    5. DISCUSIN

    En cuanto a caudales lquidos, setiene constancia de un evento deprecipitacin extraordinaria que des-carg sobre la cuenca en los prime-ros aos de la restauracin. El cau-dal punta se pudo aforar en el tramofinal del encauzamiento. Este datose incluye en la Tabla 2.

    Con esto quedara demostradoque la restauracin ha supuesto laregulacin del ciclo hidrolgico en

    Figura 1.- Simulacin del dique badn, para una avenida de periodo de retorno T=2

    N de curva/Perodosde retorno T (aos) T-2 T-5 T-10 T-25 T-50 T-100 T-500

    NC(II) 4 - 7 8 - 15 12 - 22 18 - 32 23 - 40 28 - 50 44 - 78NC(III) 11 - 19 18 - 32 23 - 41 32 - 56 38 - 67 45 - 80 64 - 112

    Caudal aforado en el encauzamiento en 1911, correspondiente a un perodo de retornoentre 100 y 500 aos, 136 m3/s

    Tabla 2.- Resultados del estudio de caudales en m3/s para las condiciones hidrolgicas II y III, y referencia del valor del caudal aforado en 1911

    Figura 2.- Resultados obtenidos por el modelo RUSLE 3D y USPED

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    M. Cadenas, M. C. Gimnez, J. L. Garca

    la cuenca, mejorando la infiltraciny por consiguiente reduciendo loscaudales de salida.

    Enlazando estos resultados decaudal con la capacidad de conduc-cin del canal de desage final, seha visto que aparece un punto con-flictivo por la inclusin de una es-tructura no proyectada en la restau-racin original. Por tanto, se puedeconcluir que el obstculo a la librecirculacin de caudales que suponeesta pasarela, es motivo suficientepara su eliminacin, y ms sabiendoque a escasos metros aguas debajode este punto, existe un puente quepermite el paso entre ambas mrge-

    nes del torrente, y que no compro-mete la capacidad de conduccindel mismo.

    Finalmente, en lo que se refiere acaudales slidos, se ha visto que lasmodelos RUSLE 3D y USPED deli-mitan las zonas potencialmente mserosionables de la cuenca, siendocoincidentes en ambos modelos, loque nos da una idea de la validezdel procedimiento USPED. Paracompletar este estudio, y comoejercicio comparativo, se realizuna simulacin de la situacin pre-via a la restauracin, suponiendouna cuenca totalmente desprovistade vegetacin arbrea y arbustiva.

    Los resultados obtenidos son losque se adjuntan en la Tabla 3, antedos supuestos de situaciones previay actual.

    Como se puede deducir de estosresultados, la restauracin ha supues-to una considerable reduccin de lastasas de erosin en la cuenca, y porconsiguiente una reduccin de losmateriales slidos aportados al caucedel torrente. No obstante, se han de-tectado varas zonas que presentanen la actualidad una elevada prdidade suelo, y por tanto, sera muy reco-mendable actuar sobre ellas.

    6. CONCLUSIONES

    Se puede decir que la restaura-cin original fue exitosa atendiendoa los objetivos propuestos para lamisma. Mientras que la conclusinobtenida para el presente trabajo esque la cuenca se encuentra estabili-zada, aun teniendo en cuenta lospuntos conflictivos detectados, loscuales precisan de un estudio indivi-dualizado con sus correspondientesactuaciones. `

    Prdida de suelo Grado de Situacin previa Situacin actual(t/ haao) erosin hdrica (superficie afectada) (superficie afectada)

    < 10 Ninguna o ligera 1,62% 35,77%10 50 Moderada 17,32% 39,80%50 200 Alta 68,11% 21,32%>200 Muy alta 12,95% 3,11%

    Promedio Alta Moderada

    Tabla 3.- Comparacin entre las tasas de erosin antes de la restauracin y en la actualidad

    CADENAS, M.; 2011. Revisin de la Restauracin Hidrolgico Forestal del Torrente de Enseu, en el trmino municipal de Baix Pa-llars (Lrida). Proyecto fin de carrera. E.T.S.I de Montes. Madrid.DE SALAS, L.; FERNNDEZ J. A.; 2007. In-site regionalization to estimate an intensity-duration-frequency law: a solution to scarcespatial data in Spain. Hydrological Processes 21: 3507-3513.FERRER, J.; REIG, J.; 1905. Resea de los trabajos realizados por la Divisin hidrolgico-forestal de la cuenca inferior del Ebro yPirineos orientales en 1902, 1903 y 1904. Sol & Benet. Lrida.GARCA, J. L.; 2010. La Restauracin Hidrolgico Forestal como herramienta de disminucin de la produccin de sedimentos.Doc. Tcnico n 22, Vol. 1; pp: 113-144. Editores Brea, D. y Balocchi, F. PHI/VII. P.H.I. para Amrica Latina y el Caribe (PHI-LAC),UNESCO. Oficina Regional de Ciencia para Amrica Latina y el Caribe. Montevideo (Uruguay).GARCA, J. L.; GIMNEZ, M. C.; 2010. Estimation of Slope Length Value of RUSLE Factor L Using GIS. Journal of Hydrologic Engi-neering. ASCE. Vol.: 5, N 9; pp: 714-717. CODEN: JHYEFF. ASCE. American Society Civil Engineers. USA.GARCA, J. L.; GIMNEZ, M. C.; 2012. Methodology for estimating the topographic factor LS of RUSLE3D and USPED using GIS). Ge-omorphology. GEOMOR4052. Ed. Elsevier, pp: 98-106.MITAS, L.; MITASOVA, H.; 1998. Distributed soil erosion simulation for effective erosion prevention. Water Resources Research, N34, Vol. 3: 505-516. EE.UU.MITASOVA, H.; IVERSON, L. R.; 1996. Modelling topographic potential for erosion and deposition using GIS. International Journalof Geographical Information Systems, N 5, Vol. 10. EE.UU. pp. 629-641.ROLDAN, M.; 2007. El poder de la lluvia. Caractersticas de la precipitacin y erosividad. Nueva formulacin para la estimacinde la erosividad. Aplicacin al clculo del factor R de la USLE. Serie Documentacin Tcnica, Organismo Autnomo de ParquesNacionales, Madrid.SIN AUTOR; 1911. Crnica forestal, Resultados de la correccin del torrente Enseu. Revista Montes, N 838, Vol. XXXV, Ao 1911.Madrid. pp. 856 y 857.TMEZ, J. R.; 2003. Facetas del clculo hidrometeorolgico y estadstico de mximos caudales. Revista de obras pblicas, N 3.430,Ao 2003. Madrid. pp. 47-51.USACE; 2012. Software HEC-RAS 4.1. http://www.hec.usace.army.mil/software/hec-ras/ VARIOS; 1929. Torrente Enseu, 1 Divisin Hidrolgico-Forestal. Memoria de la exposicin internacional de Barcelona 1929. Barce-lona. pp. 258-283.ZORRAQUINO, C.; 2004. El modelo SQRT-ETMAX. Revista de obras pblicas, N 3.447, Ao 2004. Madrid. pp. 33-37.B

    IB

    LI

    OG

    RA

    F

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    Actuaciones urgentes para el control dela erosin y la escorrenta en las zonasforestales quemadas

    Actuaciones urgentes para el control dela erosin y la escorrenta en las zonasforestales quemadas

    Fajinada en ladera con tronco quemado y restosde poda (Incendio La Gomera, Verano 2012)

    Despus de un incendio forestal, las actuaciones decontrol del riesgo hidrolgico erosivos deben realizarse enun corto periodo de tiempo. Se presenta una sntesis de lasprincipales caractersticas del proceso de identificacin,planificacin y ejecucin de actuaciones urgentes para elcontrol de la erosin en montes quemados. Estas actuacionesse incluyen dentro de la Gua tcnica para la gestin de montesquemados, elaborada por el Ministerio de Agricultura,Alimentacin y Medio Ambiente para servir de apoyo a la tomade decisiones tcnicas en la evaluacin, seguimiento yrestauracin de los montes afectados por incendios forestales.

    Palabras clave: Erosin, incendios forestales,restauracin, desertificacin.R

    ES

    UM

    EN

    L. Martn Fernndez1, L. Rojo Serrano1, M. Martnez Nez2, J. A. Alloza Milln3 yV. R. Vallejo Calzada31 rea de Actuaciones Forestales y Lucha contra

    la Desertificacin. Direccin General deDesarrollo Rural y Poltica Forestal. MAGRAMA.

    2 Departamento de Ingeniera de laOrganizacin, Administracin de Empresas yEstadstica. Universidad Politcnica de Madrid

    3 Departamento Forestal. Fundacin CEAM(Centro de Estudios Ambientales delMediterrneo)

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    L. Martn Fernndez, L. Rojo Serrano, M. Martnez Nez, J. A. Alloza Milln y V. R. Vallejo Calzada

    1. INTRODUCCIN

    Los incendios forestales supo-nen una de las alteraciones msimportantes de los ecosistemas fo-restales en Espaa, estando ligadosal desarrollo y configuracin delpaisaje, sobre todo en reas medi-terrneas. (SHAKESBY, 2011).

    Adems de los efectos directos einmediatos sobre la vegetacin, losincendios forestales producen modi-ficaciones importantes en las propie-dades fsicas, qumicas y biolgicasde los suelos (IGLESIAS et l., 1998),por ejemplo al favorecer la forma-cin de una costra superficial tras lasprimeras lluvias en los suelos pocoestructurados (LLOVET Y VALLEJO;2012). Todo ello produce alteracio-nes en el proceso de infiltracin(CERD Y ROBICHAUD, 2009) e in-crementos importantes de escorren-ta y erosin del suelo, lo que a suvez influye tanto en el ciclo del aguacomo en la conformacin del relie-ve.

    Entre los diversos impactos de losincendios forestales en el ecosiste-ma, la erosin del suelo suele ser elms irreversible, ya que la formacindel suelo es un proceso natural ex-tremadamente lento. Por lo tanto, lamitigacin de la erosin del suelodebe ser una prioridad en la gestinpost-incendio (VALLEJO Y ALLOZA,1998).

    Las actuaciones de restauracinforestal de zonas incendiadas debenplanificarse atendiendo al impactoecolgico originado por el incendioy a los objetivos de la gestin fores-tal (VALLEJO et l., 2009 y 2012;MOREIRA et l., 2012), objetivosque pueden ser muy diversos, enfuncin de las condiciones ambien-tales y socioeconmicas de las zo-nas afectadas (ROJO et l., 2012).

    La preocupacin por los procesosde desertificacin y la experienciaacumulada en la restauracin de zo-nas forestales quemadas, ha llevadoa la Subdireccin General de Silvi-cultura y Montes Direccin Gene-ral de Desarrollo Rural y Poltica Fo-restal del Ministerio de Agricultura,Alimentacin y Medio Ambiente(MAGRAMA) a elaborar la Guatcnica para la gestin de montesquemados (ALLOZA et l., 2013), enla que se propone un marco concep-tual para la restauracin de reas fo-restales quemadas. Esta gua se en-

    cuentra a disposicin de los gestoresde reas forestales quemadas y pre-tende ser una herramienta de refe-rencia para priorizar las actividadesde restauracin de zonas quemadasen funcin de los daos, su trans-cendencia y urgencia.

    La Gua plantea un proceso degestin adaptativa, estructurado endiferentes fases temporales y con elobjetivo de favorecer una restaura-cin global de la zona afectada porun incendio. En este proceso (figura1) los procedimientos o tcnicas aimplementar constarn sucesiva-mente de un diagnstico previo delecosistema afectado, una evaluacinde alternativas de actuacin acordescon el diagnstico, un control de ca-lidad en la ejecucin, y un posteriorseguimiento y evaluacin de resulta-dos.

    La Evaluacin preliminar de im-pactos es una primera aproximacina la estimacin del impacto ecolgi-co de un incendio a partir de infor-macin cartogrfica a escala de pla-nificacin (1:50.000).

    En la fase de Actuaciones deEmergencia se identifican las zonasms vulnerables y se proponen lasactuaciones ms urgentes para esta-bilizar la zona afectada y prevenirriesgos.

    El objetivo de la fase de Ayuda ala Regeneracin es asegurar la recu-peracin de la cubierta vegetal paraincrementar la resistencia y resilien-cia del monte frente a nuevos incen-dios forestales.

    La Restauracin Forestal a medioy largo plazo pretende llevar el eco-sistema hacia formaciones madurasautosostenibles, cuya composicinpermita la revalorizacin del monte,considerando en todo el proceso lasposibles implicaciones de las pro-yecciones del cambio climtico.

    Este trabajo presenta, de modo re-sumido, la programacin y realiza-cin de las actuaciones ms urgen-tes para el control del riesgo hidrol-gicoerosivo en las zonas forestalesquemadas.

    2. LA EROSIN EN LA EVALUA-CIN PRELIMINAR DE IMPACTOS

    La evaluacin del riesgo de ero-sin y de la necesidad de tomar me-didas urgentes para minimizar susefectos y la degradacin del sueloforestal, es un factor clave para lacompleta recuperacin del ecosiste-ma forestal afectado por el incendio.En Espaa inmediatamente despusde la temporada de incendios (vera-

    Figura 1.- Marco conceptual para la restauracin de montes quemados con las sucesivas fases de actua-cin. Fuente: Gua tcnica para la gestin de montes quemados (ALLOZA et l., 2013, MAGRAMA)

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    Actuaciones urgentes para el control de la erosin y la escorrenta en las zonas forestales quemadas

    no) suelen producirse importantesprecipitaciones, bien sean de muchaintensidad (torrencialidad tpica delas zonas mediterrneas) o bien seande poca energa pero que por sucantidad llegan a saturar el perfil (si-tuacin caracterstica de las zonasAtlnticas).

    Por tanto, resulta prioritario dispo-ner de informacin precisa sobre losriesgos erosivos del territorio. La in-formacin cartogrfica digital mscompleta sobre los procesos erosivosen los suelos espaoles la proporcio-na el Inventario Nacional de Erosinde Suelos, que produce mapas deriesgo de erosin a escala 1:50:000(MARTN FERNNDEZ Y MART-NEZ NEZ, 2011) para todo el te-rritorio nacional. Esta cartografacuantifica la erosin laminar y en re-gueros aplicando el modelo RUSLE(Revised Universal Soil Loss Equa-tion). (RENARD et l., 1997).

    La informacin aportada por lacartografa de erosin potencial per-mite una aproximacin a la poten-cialidad conjunta de relieve, clima ylitologa para que se desencadenenprocesos erosivos si se deja al suelodesprovisto de cubierta vegetal. Eldesarrollo de procesos erosivos esta-r supeditado a la precipitacin(cuanta y distribucin) que real-mente tenga lugar despus del in-cendio.

    Segn los Criterios de Aplicacinde la Evaluacin Preliminar del Im-pacto Ecolgico de los IncendiosForestales de la citada Gua (ALLO-ZA et l., 2013) el factor erosindel suelo se integra en el modelomediante el Riesgo de degradacinpor prdida de suelo debido a laerosin. Para cuantificar este riesgose propone reclasificar la cartogra-fa de erosin potencial de suelosen las siguientes categoras: riesgobajo (1 a 25 t/ha/ao), riesgo medio(25 a 50 t/ha/ao), riesgo alto (50 a100 t/ha/ao) y muy alto (>100t/ha/ao).

    La integracin de la cartografa deerosin potencial con la informacinsobre la regeneracin esperable y elriesgo de degradacin (Tabla 1) per-mite identificar las zonas de mayorvulnerabilidad potencial frente a losincendios (zonas con un mayor ries-go de degradacin del suelo y me-nor capacidad de regeneracin).

    La evaluacin preliminar de losimpactos potenciales de un incendio

    forestal es una herramienta de utili-dad para la planificacin de accio-nes y recursos de prevencin y ex-tincin de incendios.

    3. ESTIMACIN URGENTE DELRIESGO DE EROSIN HDRICAPOST-INCENDIO

    En una siguiente etapa, es necesa-rio realizar una estimacin urgentede los riesgos ecolgicos. Uno deellos es el riesgo erosivo-hidrolgi-co, que se concreta en la posibilidadde originarse prdidas de suelo y au-mentos de escorrenta superficial enlas laderas dentro del rea quemada(VEGA et l., 2013).

    La Gua ofrece una metodologapara analizar, de manera sistemticay prctica, el impacto ecolgico delos incendios forestales. El objetivode esta metodologa es identificar laszonas ms vulnerables tras el incen-dio forestal, lo cual permitir aco-meter rpidamente actuaciones deemergencia para estabilizar la zonaquemada, minimizando as el riesgode degradacin y los posibles im-pactos aguas abajo de las reas que-madas.

    La vulnerabilidad ecolgica a cor-to plazo de la zona quemada se esti-ma a partir de la susceptibilidad delsuelo y la capacidad de respuesta dela vegetacin. El riesgo erosivo hi-drolgico es uno de los indicadoresseleccionados para evaluar la sus-ceptibilidad del suelo. En la Figura 2se muestran el resto de indicadoresseleccionados para estimar la vulne-rabilidad ecolgica a corto plazo deun incendio.

    En cuanto al riesgo de escorrentasy de erosin en laderas, las zonascon necesidades de actuacin se lo-calizan en laderas con presencia devarios de estos factores: riesgo deprecipitacin intensa, pendientespronunciadas, suelos erosionables ydominancia de germinadoras.

    Cuando el incendio haya afectadocon una alta severidad a una cuencamuy extensa y se prevea un riesgomuy alto de precipitacin intensa, re-sulta conveniente realizar un anlisishidrolgico para poder proponer tra-tamientos especficos en la cuenca,para prevenir daos por escorrentas,avenidas e inundaciones. Entre lasmetodologas que pueden utilizarse anivel de cuenca para estimar la pro-duccin de sedimentos y escorrenta

    Figura 2.- Esquema utilizado para estimar la vulnerabilidad ecolgica a corto plazo. Fuente: ALLOZA etl., 2013

    Erosin potencialBaja ( 25) Media (25-50) Alta (50-100) Muy Alta (>100)

    Alta Baja Media Alta AltaRegeneracin Media Media Media Alta Muy Alta

    Baja Alta Alta Muy Alta Muy Alta

    Fuente: ALLOZA et l., 2013

    Tabla 1.- Integracin de la regeneracin esperable y el riesgo de erosin paradeterminar la vulnerabilidad potencial frente a los incendios forestales

  • despus de un incendio, destaca elmodelo del nmero de curva de infil-tracin (NRCS, 1986) por la flexibili-dad en el requerimiento de los datospara su aplicacin, aunque sigue ha-biendo poca informacin sobre loscambios en el nmero de curva co-mo consecuencia del fuego. Otrametodologa para la estimacin delos hidrogramas post-fuego es el mo-delo HEC-HMS (US ARMY CORPSOF ENGINEERS, 2010).

    Sin embargo, los anlisis hidrol-gicos detallados y las actuaciones enlos cauces requieren bastantes me-ses de estudio y ejecucin. Cuandoes necesario evaluar la necesidad derealizar acciones de emergencia enlas laderas ms vulnerables (a ejecu-tar con anterioridad a las primerasprecipitaciones otoales), los crite-rios bsicos para la seleccin de lastcnicas susceptibles de aplicacinpueden plantearse como un sistemade ayuda a la toma de decisiones(Figura 3).

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    L. Martn Fernndez, L. Rojo Serrano, M. Martnez Nez, J. A. Alloza Milln y V. R. Vallejo Calzada

    Figura 3.- Esquema de apoyo en la toma de decisin para evaluar la necesidad de aplicar actuacionesurgentes de lucha contra la erosin en laderas. Fuente: ALLOZA et l., 2013

    Albarrada de mamposteria en seco para frenar y retener la erosin (Incendio Albacete, 2012)

  • 18Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 14-20

    Actuaciones urgentes para el control de la erosin y la escorrenta en las zonas forestales quemadas

    4. ACTUACIONES URGENTES PA-RA EL CONTROL DE LA EROSINEN LAS ZONAS QUEMADAS

    La efectividad de los tratamientosurgentes para reducir las prdidas ydegradacin del suelo, as como pa-ra limitar la generacin de escorren-ta, est siempre condicionada porlas caractersticas de las precipita-

    ciones posteriores a la realizacinde las actividades. Otros factoresque influyen en la efectividad son laseveridad del incendio en el suelo,la pendiente y la longitud de la lade-ra. Cuanto mayores sean estos facto-res, ms negativa ser su influenciaen la efectividad de los tratamientos.

    Los tratamientos ms urgentes pa-ra el control de la erosin en las zo-

    nas quemadas son losefectuados en las lade-ras y los llevados a ca-bo en los cauces (Tabla2). Los primeros estndiseados para reducirla escorrenta y la ero-sin, as como la depo-sicin de sedimentos, ylos segundos tienen elobjetivo de retener se-dimentos, estabilizarlas laderas y disminuirla energa y velocidaddel agua en los cauces(VEGA et l., 2013).

    4.1.- Siembras

    La aplicacin desiembras puede estarjustificada en montes (oladeras) en las que ca-be esperar una lenta re-cuperacin de la cu-bierta vegetal debido asu estado de degrada-cin previo al incen-dio, y teniendo encuenta que la erosinhdrica muestra una co-rrelacin inversa con elrecubrimiento vegetal(BEYERS, 2009).

    Se recomienda lacombinacin de gram-

    neas y leguminosas sobre todo, inclu-yendo tanto especies anuales comoperennes. No debe haber especies deflora amenazada ya que pueden verseafectadas por la competencia herb-cea. Segn BEYERS (2009), el incon-veniente ms importante de las siem-bras es la posibilidad de que interfie-ran en la recuperacin a medio plazode la vegetacin natural, pudiendodisminuir la supervivencia o creci-miento de los brinzales de especiesarbustivas o arbreas pre-existentesen las zonas en las que se prevea y sebusque regeneracin por semilla.

    4.2.- Acolchado post-incendio

    El acolchado cubre el suelo prote-gindolo del impacto de la gota delluvia, aumenta la infiltracin y difi-culta el flujo de escorrenta. Ademsmejora el contenido de agua en loshorizontes superficiales, lo que pue-de disminuir el encostramiento y fa-cilitar la implantacin de la vegeta-cin (BAUTISTA et l., 2009).

    Tratamiento de cauce y ladera con albarradas de madera quemada

    Tratamiento VariantesSiembra Tcnicas de aplicacin: manual, hidrosiembra, siembra area

    Materiales: paja, restos forestales, restos agrcolas, composta/lodosAcolchado Tcnicas de aplicacin: manual, desde tierra, areapost-incendio Mezclado con agua (hidromulch)

    Mezclado con aglomerantes o polmeros qumicos (poliacramidas)Fajinadas Materiales: troncos, materiales vegetales, biorrollos

    Empalizada de troncos talados (RUIZ Y LUQUE, 2010)Murete de piedra en seco, mampostera hidrulica o pequeos gaviones

    Albarradas Barrera de mallazo y geotextil anclada con estacas (DE LA FUENTE Y BLOND, 2010)Empalizada de balas de paja, anclada con estacas (NAPPER, 2006)Diques mixtos de mampostera y restos selvcolas (TARDO Y CABALLERO, 2008)

    Tabla 2.- Tipos principales de tratamientos de estabilizacin de laderas. Basadoen VEGA et l., 2013, modificado

  • Si el acolchado es de material ligero, la ladera no debeestar sometida a fuertes vientos ya que pueden redistribuirel material por la superficie.

    El acolchado puede aplicarse en seco o mezclado conagua (hidromulch). En este caso, se pueden aadir mate-riales aglomerantes como fibras de madera o polmerosqumicos (poliacrilamidas). En general, siempre ser pre-ferible utilizar materiales del propio monte quemado, par-ticularmente el triturado de restos quemados.

    El acolchado puede aplicarse de forma independienteo combinado con siembra, aunque el grado de recubri-miento global del suelo debe ser al menos de un 50-60%segn BAUTISTA et l. (2009) o del 60-80% segn ROBI-CHAUD et l. (2010);

    4.3.- Fajinadas

    Se utilizan para la reduccin de los procesos de esco-rrenta y transporte de sedimentos en laderas quemadas,fomento de la infiltracin y del depsito de sedimentos enla misma ladera de donde han sido arrancados, ya que laconstruccin de barreras transversales a la lnea de mxi-ma pendiente puede hacer ms lento el flujo, crear pun-tos de estancamiento del mismo y almacenar sedimentosproducidos aguas arriba.

    Su uso es especialmente interesante en laderas quepresentaban arbolado antes del incendio. En este caso,el uso de los troncos para construir barreras supone almismo tiempo un tratamiento contra la erosin y ges-tin de la madera quemada, y pueden incluir restos depoda u otros. Adems, las bases de los troncos puedenaprovecharse como puntos de anclaje de la barrera,siempre que esto no disminuya la efectividad de la ba-rrera. Los rollos de material biodegradable rellenos depaja u otros restos vegetales se estn utilizando por supoco peso, la rapidez de su instalacin y su adaptabili-dad al terreno.

    4.4.- Albarradas

    Se denomina albarradas a las estructuras transversalesde correccin de los canales que concentran el flujo deagua de la ladera: vaguadas, regueros, crcavas, etc. (redde drenaje secundaria). No se consideran aqu las estruc-turas de correccin de los cauces torrenciales y ramblas(red de drenaje principal), que requieren obras de mayorentidad como diques.

    La realizacin de estas actuaciones se recomienda enladeras que muestran signos de actividad erosiva previa alincendio, y en las que el flujo de escorrenta cruza in-fraestructuras que no cuentan con estructuras de drenajeadecuadas.

    Segn NAPPER (2006), las albarradas son ms efectivassi se disponen en serie, en lugar de aisladamente.

    5. CONCLUSIONES

    Uno de los principales riesgos ecolgicos que apare-cen tras un incendio forestal es el incremento de esco-rrenta y erosin del suelo, que son ms acusados en te-rrenos con fuertes pendientes y elevada precipitacin. Losgestores forestales necesitan evaluar ese riesgo y tomar

    L. Martn Fernndez, L. Rojo Serrano, M. Martnez Nez, J. A. Alloza Milln y V. R. Vallejo Calzada

  • decisiones rpidas sobre la necesi-dad, o no, de intervenir y sobre lastcnicas ms apropiadas para limitaro reducir ese riesgo.

    6. AGRADECIMIENTOS

    Los autores quieren agradecer eltrabajo, los comentarios y las aporta-

    ciones de todas las personas quehan colaborado en la realizacin dela Gua tcnica para la gestin demontes quemados. `

    20Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 14-20

    Actuaciones urgentes para el control de la erosin y la escorrenta en las zonas forestales quemadas

    ALLOZA, J. A.; GARCA, S.; GIMENO, T.; BAEZA, J.; VALLEJO, V. R.; ROJO, L.; MARTNEZ, A.; 2013. Gua tcnica para la gestion demontes quemados. Protocolos de actuacin para la restauracin de zonas quemadas con riesgo de desertificacin. MAGRAMA. Ma-drid.BAUTISTA, S.; ROBICHAUD, P. R.; BLAD, C.; 2009. Post-fire mulching. En: Cerd A, Robichaud P R (eds.) Fire effects on soil andrestoration strategies pp. 353-372. Land Reconstruction and Management, vol. 5. Science Publishers, Enfield (US).BEYERS, J. L.; 2009. Non-native and native seeding. En: Cerd, A. y Robichaud, P. R. (eds.) Fire effects on soil and restoration strate-gies, pp. 321-336. Land Reconstruction and Management, vol. 5. Science Publishers, Enfield (US).CERD, A.; ROBICHAUD, P.; 2009. The effect of forest fire on soil infiltration. En Cerd, A. y Robichaud, P. (Eds). Fire effects on soilsand restoration strategies. Restoration strategies after forest fire. Science Publishers, Enfield, 81-104.DE LA FUENTE, J.; BLOND, A.; 2010. Gestin forestal de zonas quemadas tras la oleada de incendios de 2006 en la provincia dePontevedra. En: Daz Ravia M, Benito E, Carballas T, Fontrbel M T, Vega J A (eds.) Jornadas Internacionales: Investigacin y ges-tin para la proteccin del suelo y restauracin de los ecosistemas forestales afectados por incendios forestales FUEGORED 2010,pp. 65-83. Santiago de Compostela.IGLESIAS LPEZ, T.; FERNNDEZ BERMEJO, C.; GONZLEZ PARRA, J.; 1998. Modificaciones en algunas caractersticas del suelo acausa del fuego. Cuaternario y Geomorfologa. 12(3-4):41-47.LLOVET, J.; VALLEJO, V. R.; 2010. Post-fire dynamics of soil surface compaction in relation to the previous stage of land abandon-ment. Cuaternario y Geomorfologa, 24 (3-4), 53-62.MARTN FERNNDEZ, L.; MARTNEZ NEZ, M.; 2011. An empirical approach to estimate soil erosion risk in Spain. Science of theTotal Environment, 409(17), 3114-3123.MOREIRA, F.; ARIANOUTSOU, M.; VALLEJO, V. R.; DE LAS HERAS, J.; CORONA, P.; XANTHOPOULOS, G.; FERNANDES, P.; PAPAGE-ORGIOU, K.; 2012. Setting the scene for post-fire Management. En: Post-fire Management and restoration of Southern EuropenForests. Moreira, F.; Arianoutsou, M. ; Corona, P. ; De las Heras, J. (eds). 2012. Springer Managing Forest Ecosistems Vol. 24: 1 19.NAPPER, C.; 2006. Burned area emergency response treatments catalog. USDA Forest Service, National Technology and Develop-ment Program, Watershed, Soil, Air Management, 625.NRCS; 1986. Urban Hydrology for Small Watersheds, TR-55. USDA. United States.RENARD, K. G.; FOSTER, G. R.; WEESIES, G. A.; MCCOOL, D. K.; YODER, D. C.; 1997. Predicting soil erosion by water: a guide toconservation planning with the revised universal soil loss equation (RUSLE). Agriculture Handbook n 703. USDA. Washington, D.C.ROBICHAUD, P. R.; ASHMUN, L. E.; SIMS, B. D.; 2010. Post-fire treatment effectiveness for hillslope stabilization. General technicalreport RMRS-GTR-240. USDA. Colorado.ROJO, L.; BAUTISTA, S.; ORR, B. J.; VALLEJO, V. R.; CORTINA, J.; DERAK, M.; 2012. Prevention and restoration actions to combat de-sertification. An integrated assessment: The PRACTICE project. Scheresse, 23: 219-226.RUIZ, J.; LUQUE, I.; 2010. Actuaciones de emergencia para la defensa del suelo tras un gran incendio forestal en Andaluca. En: DazRavia M, Benito E, Carballas T, Fontrbel M T, Vega J A (eds.) Jornadas Internacionales: Investigacin y gestin para la proteccindel suelo y restauracin de los ecosistemas forestales afectados por incendios forestales FUEGORED 2010, pp. 49-64. Santiago deCompostela.SHAKESBY, R. A.; 2011. Post-wildfire soil erosion in the Mediterranean: Review and future research directions. Earth-Science Re-views, 105, 71-100.TARDO, G.; CABALLERO, C.; 2008. Nuevo elemento para el control de la erosin en zonas afectadas por incendios. Revista Montes95: 9-14.U.S. ARMY CORPS OF ENGINEERS; 2010. HEC-HMS. Hydrologic Modelling System (www.hec.usace.army.mil).VALLEJO, V. R.; ALLOZA, J. A.; 1998. The restoration of burned lands: The case of eastern Spain. In: Large Forest Fires. J.M. Morenoed., Backhuys Publ., Lieden.pp 91-108. Backhuys Publ., Lieden.VALLEJO, V. R.; ARIANOUTSOU, M.; MOREIRA, F.; 2012. Fire Ecology and Post-Fire Restoration Approaches in Southern EuropeanForest Types. In: Post Fire Management and Restoration of Southern European Forests. Moreira F., Arianoutsou M., de las Heras J.,and Corona P.,Ed. Springer Managing Forest Ecosistems Vol. 24. 93-119.VALLEJO, V. R.; SERRASOLSES, I.; ALLOZA, J. A.; BAEZA, M. J.; BLADE, C.; CHIRINO, E.; DUGUY, B.; FUENTES, D.; PAUSAS, J.; 2009.Long-term restoration strategies and techniques. Fire effects on soils and restoration strategies. Cerd, A. and Robichaud, P. R., eds.Oxford, UK: Science, 373398.VEGA, J. A.; FONTRBEL, T.; FERNNDEZ, C.; ARELLANO, A.; DAZ-RAVIA, M.; CARBALLAS, T.; MARTN, A.; GONZALEZ PRIETO,S.; MERINO, A.; BENITO, E.; 2013. Acciones urgentes contra la erosin en reas forestales quemadas: gua para su planificacinen Galicia. Xunta de Galicia.BI

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  • 21Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 21-25

    F. Alonso Gutirrez

    La Directiva Marco del Agua y la Directiva de Inundacioneshan conformado una nueva manera de entender el agua en laUnin Europea. Paralelamente, el panorama educativo universita-rio ha sido renovado con la Declaracin de Bolonia y la creacindel Espacio Europeo de Educacin Superior. Estamos ante unaoportunidad nica, la Universidad ofrece la posibilidad decambiar contenidos, mtodos y procedimientos, y desde Europase formulan nuevos paradigmas en los aspectos ms relevantesde la gestin del agua.

    Palabras clave: Educacin universitaria, Hidrologaforestal, Hidrulica. R

    ES

    UM

    EN

    El agua en el aula: Cmo ensear su nueva dimensin?

    El agua en el aula: Cmo ensear su nueva dimensin?

    C. Martnez Santa-MaraDoctor Ingeniero de Montes. Unidad Docente de Hidrulica eHidrologa. Dpto. Ingeniera Forestal. Grupo deinvestigacin Ecologa y gestin forestal sostenible. EUITForestal. Universidad Politcnica de [email protected]

    Foto 2.- La consecucin del buen estado ecolgico de nuestros ros (Directiva Marco del Agua) obliga, entre otras medidas, a restaurar la conectividad longitudi-nal en aquellos tramos donde esta se haya visto interrumpida (en la Demarcacin del Ebro, cada 4,8 km un obstculo limita la transitabilidad; cada 5,1 km en elJcar; cada 3,8 km en el Duero). Con este fin se disean obras de paso de diferentes tipologas (escalas de artesas -como la de la imagen- de ralentizadores, by-pass naturalizados, rampas de piedras,). Su correcto dimensionado exige a nuestros tcnicos un bagaje importante de conocimientos hidrulicos y biolgicos

  • 22Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 21-25

    EL PORQU DE ESTE ARTCULO

    Durante los ltimos aos, la manera de entender ygestionar el agua ha experimentado una profunda revolu-cin. En el mbito forestal hemos pasado, prcticamentesin solucin de continuidad, de una visin en la que elagua era entendida casi exclusivamente como agenteerosivo y su estudio giraba en torno al ciclo hidrolgico ysus componentes, y a las medidas estructurales necesa-rias para su regulacin y para la proteccin del hombre ysus intereses, a una perspectiva que podramos calificarde pluridimensional. Hoy en da, el agua necesita ser es-tudiada no slo como agente a controlar, sino tambincomo recurso a gestionar, como bien a valorar y comoelemento bsico del ecosistema a preservar. Y la enseanza del agua en nuestras aulas? Podemos

    hablar de cambio, renovacin, diversificacin? Estamosen nuestras universidades atendiendo al ritmo adecuadolas necesidades de tcnicas y conocimientos que esta nue-va percepcin del agua reclama para los futuros titulados?

    UNA NUEVA MANERA DE ENTENDER EL AGUA

    Mirando hacia atrs, el verdadero germen de estecambio conceptual se encuentra en la Directiva Marcodel Agua (EUROPEAN COMMISSION, 2000). A raz desu implementacin se construye en Europa una nuevamanera de entender el agua. De recurso con un uso pu-ramente consuntivo, esta nueva visin valora el aguacomo factor clave para la conservacin de los sistemasvivos asociados a ella. El agua es, a partir de este mo-mento, por imperativo legal, un bien a preservar y se fi-jan horizontes temporales y protocolos cientfico-tcni-cos para alcanzar su buen estado. Esta circunstanciaorigina una autntica revolucin en la gestin hdricaen nuestro pas. En esta nueva etapa que se abre son in-dispensables disciplinas tambin nuevas que capacitena los tcnicos encargados de esta gestin, para desarro-llar el conjunto de actividades que bajo compromisocomunitario y con fecha lmite deben estar resueltascon un nivel mnimo de calidad. Para la consecucin deeste abanico pluridisciplinar de objetivos se hacen im-prescindibles -en una relacin que no persigue ser ex-haustiva-, las siguientes destrezas y capacidades: Conocimientos en el comportamiento no slo delas aguas superficiales, sino tambin de las subte-rrneas, costeras y de transicin.

    Modelos distribuidos o semidistribuidos que caracte-ricen el comportamiento hidrolgico de la cuencasimulando su respuesta ante diferentes escenariosde gestin.

    Nuevos procedimientos para el control de la esco-rrenta que complementen a las medidas estructura-les tradicionales y fomenten la ordenacin agrohi-drolgica del territorio.

    Herramientas de caracterizacin de los ecosistemasfluviales, antes relegados en los estudios a nivel dela cuenca, y ahora imprescindibles en el nuevo pa-norama europeo.

    Tcnicas para caracterizar los regmenes hidrolgi-cos adaptables a las peculiaridades del mbito me-diterrneo.

    Procedimientos para la obtencin de caudales sint-ticos con los que recuperar el rgimen natural per-dido en esa bsqueda constante del estado de refe-rencia que la Directiva propugna.

    Metodologas que valoren la alteracin hidrolgica(Foto 1) y propongan medidas correctoras: regme-nes ambientales, normas de explotacin de embal-ses, controles de calidad del agua, gestin en se-quas extremas, recuperacin del rgimen sedimen-tolgico,

    Protocolos de anlisis de la calidad de los ecosiste-mas acuticos mediante indicadores biolgicos, hi-dromorfolgicos y fsico-qumicos.

    Tcnicas de restauracin de ecosistemas fluvialesque contemplen, junto a actuaciones ms tradicio-nales, otras no siempre consideradas, tales como ladinmica sedimentaria, la geomorfolgica, las fun-ciones sociales, recreativas y paisajsticas.

    Tcnicas de modelizacin del hbitat fluvial, que eva-len la capacidad de nuestros ros para satisfacer lasnecesidades de componentes clave del ecosistema.

    Los conocimientos hidrulicos necesarios en este nue-vo contexto europeo, tambin deben enriquecerse confacetas ambientales que capaciten tcnicamente para: Disear estructuras de paso que mitiguen el efectobarrera de las obras transversales y atiendan en sudimensionado, ubicacin y comportamiento hi-drulico a los requerimientos y capacidades natato-rias de las especies afectadas (Foto 2).

    Adecuar ambientalmente caos, cunetas y vados,verdaderas barreras infranqueables para la libretransitabilidad en nuestra red de drenaje.

    Dimensionar, ejecutar y mantener adecuadamente lasactuaciones de bioingeniera en cauces, pues son in-tervenciones que junto a la estabilidad estructural fo-mentan la diversidad del biotopo hidrulico (Foto 3).

    Disear conducciones de riego en medidas restaura-doras de impacto ambiental o en zonas verdes ur-banas o periurbanas.

    Disear infraestructuras hidrulicas para la luchacontra incendios forestales que optimicen la dispo-nibilidad del recurso y la efectividad frente al ata-que, tales como hidrantes, tomas para aspiracin enseco o caones de riego (Foto 4).

    Pero no slo los conocimientos y las tcnicas cam-bian, tambin las herramientas para gestionar se diversi-fican y renuevan al ser necesario aplicar los procesos departicipacin pblica, de voluntariado, de difusin so-cial, etc., que la Directiva propugna.

    UNA NUEVA MANERA DE ENTENDER LAS INUNDACIONES

    A este cambio conceptual y metodolgico que supu-so la DMA se une, en 2007, la Directiva de Evaluacin yGestin del Riesgo de Inundacin (EUROPEAN COM-MISSION, 2007). La transposicin de esta Directiva su-puso otra nueva revolucin en el panorama hdrico es-paol, en este caso en todos los aspectos referentes altratamiento y gestin de las inundaciones: de una acti-tud centrada en el control de las inundaciones y su de-

    El agua en el aula: cmo ensear su nueva dimensin?

  • 23Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 21-25

    C. Martnez Santa-Mara

    fensa con obras hidrulicas, se evo-luciona a una nueva formulacin deprincipios, persiguiendo no la defen-sa frente a la inundacin, sino la ges-tin de su riesgo y fomentando elempleo de actuaciones no estructu-rales (Foto 5).Conceptualmente, las inundacio-

    nes pasan a ser entendidas como fe-nmenos naturales, que se gestan enla cuenca y que transitan y se mani-fiestan a lo largo de la red de drena-je, fenmenos necesarios para man-tener la integridad de los ecosiste-mas acuticos y de los terrestresasociados. Tcnicamente, para redu-cir sus efectos adversos se deben es-tudiar medidas preventivas y paliati-vas, estructurales o no estructurales,encaminadas a: Potenciar la dinmica geomorfo-lgica y optimizar el papel lami-nador de las llanuras de inunda-cin con actuaciones de restau-racin fluvial que recuperen lazona inundable, cambiando sususos del suelo y favoreciendo lainundacin controlada de terre-nos. Esta medida no estructuralreduce el riesgo y propicia la re-cuperacin de valores ambienta-les asociados a estos fenmenos.

    Fomentar las medidas de restau-racin hidrolgico-forestal decuencas, mejorando el compor-tamiento hidrolgico de todaslas cubiertas existentes y espe-cialmente las sometidas a unuso agrcola.

    Mejorar el drenaje de infraestruc-turas lineales, analizando tra-mos e infraestructuras conflicti-vos y proponiendo medidas demejora.

    Predecir avenidas, posibilitandola toma de decisiones en fen-menos torrenciales forestales yen temporales martimos.

    Disear medidas de proteccincivil incluyendo la coordinacinde planes, los protocolos de in-formacin y las predicciones hi-drolgicas.

    Configurar una ordenacin delterritorio en conjuncin con me-didas urbansticas que permitanasignar usos compatibles al ries-go estudiado.

    Establecer programas de promocin de seguros fren-te a inundaciones, especialmente en lo relativo aactividades agrarias.

    Estudiar relaciones coste-beneficio de las medidas es-tructurales tradicionalmente planteadas para el con-

    trol de inundaciones encauzamientos, presas delaminacin, que justifiquen su empleo.

    Y de nuevo son imprescindibles actividades de infor-macin y participacin pblica durante todo el procesode elaboracin, revisin y actualizacin de los programasde medidas y planes de gestin del riesgo de inundacin.

    Foto 1.- Los grficos representan los caudales circulantes en el ro Cabriel (perodo 1990-2005), para eltramo aguas arriba de la presa (rgimen natural) y aguas abajo (rgimen alterado). Se observa cmo la re-gulacin de caudales motivada por el embalse de Contreras (foto izquierda) provoca una grave alteracinen las pautas naturales de variabilidad intra e interanual del rgimen circulante, as como en la estacionali-dad, duracin y magnitud de los caudales extremos mximos y mnimos. La valoracin de esta alteracinhidrolgica es un requisito de la Directiva Marco del Agua

    Foto 3.- En la actuacin de restauracin fluvial de la imagen izquierda (Arroyo Pozuelo, Madrid), es proba-ble que el material elegido para la parte superior del talud derecho (manta orgnica) no posea la resisten-cia necesaria para los esfuerzos cortantes que los caudales circulantes generan en ese punto. Para garanti-zar la estabilidad de estas actuaciones es fundamental conocer la distribucin de cortantes en lecho ymrgenes (imagen derecha), los valores mximos que alcanzan para el caudal de diseo y las tensionescrticas de arrastre y velocidades mximas admisibles de los materiales a emplear en la restauracin

    Foto 4.- En la figura se presenta un croquis de una instalacin hidrulica tipo para el abastecimiento de hi-drantes. Estos dispositivos son de gran eficacia en la lucha contra incendios forestales, al permitir la cargaa presin de los equipos, minimizando de este modo los tiempos de operacin. Los requerimientos delhidrante (presin >1 atm y caudal >1.000 l/min) exigen un correcto dimensionado de la instalacin.Los dispositivos hidrulicos necesarios en cada caso dependen de la disponibilidad del recurso, de loscondicionantes topogrficos y del tipo de carga a efectuar

  • UNA NUEVA MANERA DE ENTEN-DER LA POLTICA AMBIENTAL

    Las dificultades encontradas enla Unin Europea durante la apli-cacin de las Directivas anterioresmotiv la reciente aparicin deBlueprint to Safeguard EuropesWater Resources (EUROPEANCOMMISSION, 2012) que basn-dose en una extensa evaluacinde las polticas existentes persiguehacer frente a los obstculos queimpiden la salvaguarda de los re-cursos hdricos europeos. Este do-cumento propugna la integracinde la poltica del agua en otras po-lticas, como la Poltica AgrcolaComn (PAC), el Fondo de Cohe-sin, y los Fondos Estructurales ylas polticas en materia de energarenovable, transporte y gestin in-tegrada de catstrofes. Poltica,economa, energas renovables,gestin de catstrofes, nuevasdimensiones a considerarEn un futuro prximo, y a raz

    de lo que se est desarrollando yaen otros pases, nuestros tcnicosdeben estar capacitados para ges-tionar: El pago por servicios ambienta-les, instrumento de la polticaambiental que promueve laconservacin de los ecosiste-mas mediante la remuneracinde aquellas actividades que lospreservan con actuaciones sos-tenibles. En este sentido, es sa-bido que los ros y cuencasbien conservados proporcio-nan servicios ambientales in-sustituibles. Es urgente estable-cer indicadores para valorareconmicamente esos servi-cios. De este modo se justifica-rn las actuaciones de restau-racin hidrolgica y fluvial co-mo inversiones viables, tal ycomo se justifican actualmen-te, por ejemplo, las instalacio-nes de depuracin de aguas.

    La posibilidad de aplicar lanueva PAC (EUROPEANCOMMISSION, 2010) al co-rredor fluvial, creando reasde inters ecolgico, desti-nando parte de la tierra agra-ria a la formacin de espacios riparios. Se abre asla oportunidad de aprovechar una fuente importan-te de financiacin en la recuperacin de nuestras ri-beras, con todos los beneficios ambientales y socia-les que ello conlleva (Foto 6).

    UNA NUEVA MANERA DE ENTENDER LA INGENIERA

    El futuro tcnico vinculado al medio natural deberpor tanto ser capaz de utilizar las tcnicas y las herra-mientas disponibles no slo para reparar daos o corre-

    24Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 21-25

    El agua en el aula: cmo ensear su nueva dimensin?

    Foto 5.- La transposicin de la Directiva de Inundaciones al ordenamiento jurdico espaol (RD 903/2010)ha supuesto una revolucin en la concepcin, tratamiento y gestin de estos eventos. No se persigue ya elcontrol de las avenidas sino la gestin del riesgo, priorizando la prevencin y la proteccin. En la formula-cin de medidas han de tenerse en cuenta todos los aspectos pertinentes, como la gestin del agua y delsuelo, la ordenacin del territorio, los usos de la tierra y la proteccin de la naturaleza

    Foto 6.- La nueva Poltica Agrcola Comn (2014-2020) nace con una innovacin importante: la eco-condi-cionalidad o greening: hasta un 30% del sobre nacional destinado a pagos directos, se asignar conside-rando la aplicacin de prcticas de mejora ambiental entre las que se encuentran la creacin de reas deinters ecolgico. Esta reas pueden alcanzarse destinando parte de la tierra agraria a la formacin de es-pacios riparios, duramente castigados en nuestro pas -como lo muestran las dos imgenes superiores-. Lasbandas riparias son claves para el mantenimiento de funciones vitales en el territorio, tales como las funcio-nes corredor y hbitat imagen inferior

  • gir desequilibrios. Su tarea es mucho ms compleja sicabe, pues deber buscar en todas sus actuaciones, lamejora global del ecosistema afectado, intentando recu-perar no slo los componentes del mismo, sino las fun-ciones y los procesos alterados o perdidos. Es la nueva era de la ingeniera ecolgica. Donde la

    solucin tcnica no es un fin en s misma. Donde lasacciones no son impositivas y rgidas sino flexibles yabiertas. Donde no se trabaja sistemtica sino puntual-mente. Donde slo se esboza la trayectoria a seguir.Donde se impulsa y ayuda al ecosistema a conformar supropio equilibrio. Una nueva ingeniera que obliga ms que nunca a un

    conocimiento transversal de disciplinas, porque cual-quier solucin que se adopte deber armonizar y com-patibilizar los requerimientos, quiz contrapuestos, delos componentes afectados. Sera el caso, por ejemplo,de buscar la mejor solucin para defender una zonaconcreta frente a las inundaciones. Es indiscutible quedicha solucin deber basarse en parmetros hidrulicosy tcnicos que garanticen esa salvaguarda, pero no serauna solucin a la altura de los tiempos, si no contempla-ra tambin el funcionamiento hidromorfolgico del ro ysu espacio de libertad fluvial, los requerimientos de lasespecies de ribera, la calidad del agua y el hbitat fluvialafectado, la conectividad transversal, los condicionantessociales, el uso pblico, la participacin ciudadana, etc.Una nueva ingeniera que ayude a resolver los pro-

    blemas vinculados con el agua, pero cambiando deperspectiva: no se trata de hacer una ingeniera para ex-clusivamente satisfacer las necesidades y urgencias delhombre, sino de aplicar soluciones que permitan com-patibilizar la integridad de los ecosistemas acuticoscon los usos de esos recursos que esos sistemas ofrecen.Una ingeniera renovada para el agua.

    UNA NUEVA MANERA DE ENTENDER LA EDUCACIN

    Tambin en el mbito educativo, los ltimos aoshan sido innovadores. La creacin del Espacio Europeode Educacin Superior (DECLARACIN DE BOLONIA,1999) y las nuevas titulaciones surgidas a su amparohan facilitado la creacin de nuevas asignaturas o, ensu defecto, la incorporacin en las tradicionales de al-

    gunas de estas nuevas percepciones del agua. A este cambio en contenidos se suma el cambio en

    procedimientos y tcnicas de enseanza, aprendizaje yevaluacin. Actualmente los alumnos deben ser forma-dos y evaluados no slo en conocimientos sino tambinen las denominadas competencias transversales ex-presin oral, escrita, capacidad de sntesis, trabajo engrupo, liderazgo-, competencias que repercutirn positi-vamente en su futuro ejercicio profesional. Y por ltimo, pero no menos importante, este nuevo

    marco educativo posibilita, gracias a las prcticas regla-das en empresas, la formacin de los futuros tcnicosdentro del campo profesional actual.

    REFLEXIN FINAL

    Estamos ante una oportunidad nica. La Universidadofrece la posibilidad de cambiar contenidos, mtodos yprocedimientos; y desde Europa se formulan nuevos pa-radigmas en los aspectos ms relevantes de la gestinhdrica. Detengmonos a reflexionar sobre este cambio; a ser

    conscientes de la oportunidad que se nos brinda; a coor-dinar nuestros esfuerzos; a entender el enorme valor delpunto de inflexin que atravesamos.Y aunque la responsabilidad ltima en la formacin

    de este nuevo panorama de conocimientos es de laUniversidad, desde ella se quiere abrir la puerta a la co-laboracin de todos los agentes implicados. Sus necesi-dades e inquietudes permitirn saber hacia dnde hayque mirar en la educacin de nuestros futuros tcnicosy gestores del agua.Desde aqu animo a todos, muy especialmente a los

    profesores universitarios vinculados con el agua, a aco-meter nuestra pequea revolucin en el aula para podermirar el futuro cara a cara.

    AGRADECIMIENTOS

    A mis alumnos de la EUIT Forestal de Madrid (1995-2013) y de la EUIT Forestal de La Rbida, Huelva(1988-92). A J. A. Fernndez Yuste por sus valiosas apor-taciones en la revisin final de este documento. `

    25Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 21-25

    C. Martnez Santa-Mara

    DECLARACIN DE BOLONIA, 1999. Declaracin conjunta de los ministros europeos de educacin reunidos en Bolonia el 19 dejunio de 1999. http://www.eees.es/pdf/Bolonia_ES.pdf.EUROPEAN COMMISSION, 2000. Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2000 por la quese establece un marco comunitario de actuacin en el mbito de la poltica de agua. http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2000:327:0001:0072:es:PDF.EUROPEAN COMMISSION, 2007. Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2007, relativa a la eva-luacin y gestin de los riesgos de inundacin (Texto pertinente a efectos del EEE). http://eur-lex.europa.eu/smartapi/cgi/sga_doc?smarta-pi!celexplus!prod!DocNumber&lg=es&type_doc=Directive&an_doc=2007&nu_doc=60.EUROPEAN COMMISSION, 2010. Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the EuropeanEconomic and Social Committee and the Committee of the regions. The CAP towards 2020: Meeting the food, natural resourcesand territorial challenges of the future. http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2010:0672:FIN:en:PDF.EUROPEAN COMMISSION, 2012. Communication from the Commission to the European parliament, the Council, the EuropeanEconomic and Social Committee and the Committee of the Regions: A Blueprint to Safeguard Europes Water Resources. http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:52012DC0673:EN:NOT.B

    IB

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  • 26Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 26-31

    J. C. Santamarta CerezalETS Ingeniera Agraria (ULL)-Water Resources Research

    Center (Hawi, USA). Dr. Ingeniero de Montes, IngenieroCivil e Ingeniero T. de Minas. [email protected]

    Desde el punto de vista del aprovechamiento y gestin delos recursos hdricos, las Islas Canarias suponen un ejemplo a ni-vel mundial, y los estudios y conocimientos adquiridos en ellaspueden ser transferidos a otros sistemas insulares ocenicos. Eldestacado papel del ingeniero de Montes en la ordenacin de lascuencas hidrogrficas de las islas incluye la gestin de riesgosnaturales mediante la estimacin de avenidas y el anlisis de laestabilidad de laderas y taludes, dado el rgimen torrencial delas lluvias, y el control de la erosin y la conservacin de suelos.

    Palabras clave: Aprovechamientos hidrulicos, hidrologa,islas ocenicas, recursos hdricos, transferencia de tecnologay vulcanismo.R

    ES

    UM

    EN

    Hidrologa de las islas volcnicas;singularidades y contribucin de laingeniera forestal

    Hidrologa de las islas volcnicas;singularidades y contribucin de laingeniera forestal

    Foto 1.- Seccin geolgica de una isla volcnica. Se pueden apreciar horizontalmente la sucesin de capas de lava, atravesadas perpendicularmente por los di-ques con un tono grisceo, afectados por la erosin costera; entre capa y capa de colada volcnica se observa un tono ms rojizo que corresponde al suelorubefactado

    Existe una versin extendida de este artculo,disponible en www.revistamontes.net

  • 27Rev. Montes. 1.er Trimestre 2014 - N.o 116, pgs. 26-31

    J. C. Santamarta Cerezal

    1. INTRODUCCIN

    Las islas volcnicas son sistemas aislados, con dife-rencias respecto a los continentes. En