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MERCEDES YRAYZOZ

MERCEDES YRAYZOZ - laroca.cat · aunque di algunas clases de solfeo en alguno de los colegios que estuve, pero como siempre andábamos como los gitanos, para arriba y para abajo,

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MERCEDES YRAYZOZ

CÁNCER

Cuando por las circunstancias de conversaciones conpersonas a tas que cuentas cosas de tu vida, éstas hancoincidido en que, dado que he vivido en tres continentes,debería escribir mis memorias. Más de una vez me lo heplanteado, pero siempre me encontré que a pesar de haberleído siempre mucho, no se como darle forma a una narraciónde este tipo. Por lo tanto vi que la manera más práctica demontarlo sería hacerlo como si de una conversación oentrevista se tratara y a partir de preguntas y respuestas, poderdesarrollar los distintos capítulos de mi vida. Así que pedí aSalvador que con el magnetofón en ristre me preguntara y asíempecé esta tragicomedia.

CAPÍTULO ÚNICOSalvador: Así que tu eres africana.Merche: Si, pues nací en Guinea Ecuatorial (cuando aun eracolonia española), aunque como ves no soy negra. Fue que mipadre estaba empleado en el Servicio Forestal de las Colonias ypor ello arrastró a toda su familia. Era "dasógrafo", o al menosesto es lo que decía mi madre y añadía que este era el título que ledieron cuando al abandonar Guinea le tuvieron que dar algo quehacer en la península y así se sentía importante.

Somos cinco hermanas y un varón, pero éste falleció a losdieciocho años a consecuencia de un mal alumbramiento que ledañó con carácter irreversible el cerebro y su corta vida no sedesarrolló por cauces normales; pero como entonces tener un ser"raro" en casa era una vergüenza, lo metieron en un asilo y allí seconsumió hasta la muerte; yo no le conocí personalmente, solo enfotos y he llegado a tener dudas hasta de su existencia ya quecomo dato curioso, no figura en el libro de familia de mis padres.

De las mujeres, hay dos gemelas que son las mayores(Carmen y Rosi), después vengo yo (decepción para mi padre),cuatro años mas tarde nació Marina, (una nueva decepción) ydespués de dos años vino Mari Loli (la última decepción).

5": Bien, sigamos con Guinea.

M: Allí me pasé hasta los diecisiete años, pero iba y veniaalternando con la península, pues ya a los siete años me pusieroninterna en el colegio de las Carmelitas de Guernica, fue muytraumático, pero ya lo contaré más adelante, a los ocho años, mevolvieron a poner interna en Madrid en la misma orden y así,hiendo y viniendo hasta los diecisiete años, que mis padresdecidieron que era peligroso permanecer en guinea unas chicasblancas y jóvenes por la situación que se vivía allí,

S: Creo recordar que me dijiste que después de marcharos,fueron los negros a tu casa a buscaros.M: Si, fue cuando la independencia de Guinea, que todavíaquedaban mis padres y claro, fueron a buscarnos como a tantasotras que se habían quedado; naturalmente no estábamos nosotrastres y mi madre bendijo a todos los santos por esta circunstancia,pues de habernos hallado, lo mas seguro es que no estaríacontando mi historia, pues se cometieron verdaderas atrocidades.

S: Dices las tres. ¿Es que erais las más pequeñas?.Mi Si por que somos las que mas unidas hemos estado, ya quecon las hermanas mayores no hemos tenido tanto contacto, porque ellas siempre han estado internas en colegios y las tresmenores, por edad, hemos sido más afínes, estando casi siemprejuntas y cuando nos dejaron en Tenerife, lo hicieron en casa deuna de las mayores.

S: Rosi.M: Si Rosi, que también fue otra etapa de la vida muy traumática,tanto es así, que desde entonces a Rosi siempre le denomino la"innombrable".

S: Por la fecha de tu nacimiento (21/7/46) se ve que eres Cáncer.¿ Te defines dentro de los tópicos del Cáncer?.M: Totalmente, pues a pesar de ser casi Leo, me veo una Cáncerbastante típica; siempre fui una niña introvertida que me metía enmi caparazón con mis fantasías y mis cosas, olvidándome delresto del mundo que me rodeaba. Esto ha sido una constante y unadefensa que me ha permitido aislarme de la agresividad y

violencia a la que he sido sometida durante toda mi vida, comoveremos mas adelante. Por otra parte, dicen que los Cáncer tienencomo prioridad a su familia (especialmente a sus hijos) y estotambién lo tengo muy acusado, soy capaz de diluirme y hacermetransparente con tal de mantener mi familia unida, aunque a veceslas circunstancias no me hayan ayudado a conseguirlo.

S: Los Cáncer también tenéis una vena artística, ¿ También en tiaparece esto?.M: Si, yo he sido la introvertida la soñadora, la artista, la pintora;desde que tengo memoria, siempre estaba con un lápiz en la manohaciendo monigotes, estos al cabo del tiempo se convirtieron endibujos; me gusta la pintura como manifestación artística y megustaba también pintar, también me agradaba escribir poesías, yaque también leo mucho, todo papel que caía en mis manos eramotivo de leerlo; todo lo que era artístico me atraía, así comotambién la música, pero nunca tuve oportunidad de aprender,aunque di algunas clases de solfeo en alguno de los colegios queestuve, pero como siempre andábamos como los gitanos, paraarriba y para abajo, nunca pude terminar nada, o sea que se haquedado todo en embriones, pero la vena esta ahí.

S: Sin embargo, hay pinturas tuyas muy bonitas. ¿Por que nopintas ahora?.M: Ni yo lo sé, creo que tengo un bloqueo, quizá esto lo podríaexplicar un psicólogo o algún profesional de la mente, pero yo loúnico que te puedo decir, que lo que antes me producía placer,ahora al coger un lápiz para hacer un dibujo, casi me producedolor físico y no puedo seguir.

S: Alguna vez me has dicho que quizás te han mutilado esta parteartística tuya, ¿Puede haber algo de cierto?M: No sé, la mente humana es tan compleja, que puede ser estoque dices, pero no me atrevo a asegurar nada, quizá algún díapueda recuperar el placer de expresarme artísticamente.

S: Bueno, volvamos a cuando eras pequeñita, para poder hacerun relato cronológico. Dices que naciste en Guinea, habíame deGuinea.M: Guinea era un paraíso; se vivía bien como se supone en todaslas colonias ¿no? el negro sirve y el blanco manda y naturalmenteel blanco vive muy bien. Mis recuerdos son muy bonitos, pero meocurre que apenas hablo de ello, es un dolor que" tengo ahí, ya quees el país que me he criado y me da mucha pena al saber comoestá en la actualidad en comparación de como lo conocí yo y nome refiero a que hayan podido construir edificios modernos, sinoque por las noticias que dispongo, se ve que está todo abandonadoy las yerbas invaden las casas.

Una vida muy natural, muy libre. Yo siempre me veocorreteando, muy morena, llena de salud y aunque parezcamentira, a mis hermanas y a mi nos ha sentado muy bien eltrópico, en fin era una niña feliz y hubiera sido feliz, si no hubierasido por el terror que le tenia siempre a mi padre.

S: Terror dices?. Cuéntame a que era debido este terror.M: Bueno, mi padre era una persona muy autoritaria educado a lomilitar, se ve que también él fue un niño triste criado entre gentemayor y los niños le aburrían. Yo solo sé que la figura de mipadre era para reñir y para pegar y no pegaba como tendría quehacerlo un padre, sino dando puñetazos y a patadas (comohabitualmente lo hacía con los negros) y yo le tenia mucho miedo.

Ocurría una cosa rara con mi padre, era una mezcla de amory odio; por un lado deseaba hacerle feliz y hacer algo para que elme quisiera y por otro lado lo rechazaba y esto me ha marcadobastante ya que aun, en el día de hoy, la palabra padre, para mi nosignifica amor ni protección, sino agresividad, represión yviolencia. Y eso que de chica, apenas daba motivo para que se mereprendiera, ya que como he dicho era muy introvertida y mequedaba en un rincón sin incordiar apenas, no tenía amigas (quizátenía una) pero la mayor parte del tiempo estaba sola. Y respectoa mi padre, este me ha pegado muchas palizas por que decía quele miraba con odio y la verdad es que como era miope(actualmente tengo dieciséis dioptrías de miopía), mi mirada erarara y el lo atribuía a otra cosa. Tanto temor le tenia, que un día

llegué a arrancarme una uña del dedo con los nervios de quellegaba mi padre y se podría aproximar una paliza. Recuerdo solocrueldad y cardenales en el cuerpo.

S: Una vez dijiste que tu tratabas de reemplazar este varón queno tuvo tu padre, intentando agradarle en tu actitud.M: Si, tanto es así, que yo era una "mari-chico" para eliminar enmi todo lo femenino para que él me quisiera. En la etapa de miscatorce o quince años, yo pensaba que si existiera el milagro deque yo pudiera transformarme en varón, lo aceptaría para poderagradar a mi padre incluso yo asocio la palabra mujer condebilidad y por mucho que ahora nos están mentalizando en elfeminismo, sigo asociando la debilidad con mi sexo. Yo oía decira mi padre (dirigiéndose a mi madre) que las hijas no leinteresábamos, que eran cosa suya y que si tuviera un chico seríaotra cosa.

Dentro de este afán de agradar a mi padre, recuerdo que alos seis años, todas las cosas que a las demás chicas les asustaban,yo hacia un acopio de valor y a mi no me tenían que afectar.Recuerdo viendo tornados al lado de mi padre, mientras mi madrey mis hermanas se refugiaban en casa asustadas; me ponía al ladode mi padre como si desafiara la tormenta, imitando la postura deél, con las piernas abiertas y con las manos atrás, intentando queme viera, observándole con el rabillo del ojo a ver que expresióntenía o me decía alguna palabra, pero jamás tuvo nada amablehacia mí.

S: Se que a veces has hablado de una paliza propinada a tuhermana Marina, ¿Como fue?.M: Bueno la causa podría ser que mi hermana Carmen (una de lasgemelas) quedó embarazada con quince años y aquello era eldeshonor de una familia, aunque ella con su ignorancia solo vioque te faltaba la regla. Fue debido a un novio que ella tenía enMadrid bastante mayor que ella y que a mi madre no le agradaba;cuando mi padre decidió que fuéramos todos a Guinea, aquelpensó que si mi hermana quedaba embarazada la dejarían casarse,pero la cosa salió mal y Carmen no quiso saber nada de él. El casoes que en un principio mi padre se lo tomó bien, pero entonces

surgió la otra gemela Rosi (que esta es el bicho de la familia), queviendo que la favorita de mi padre no caía en desgracia anteaquello, se las ingenió con chismorreos y calumnias acerca de mimadre, volver loco a mi padre. Mi hermana Carmen se casó conotro chico, que comprendió lo del embarazo y no puso problemas,pero como Rosi había metido cizaña entre mis padres, estos sesepararon y mi madre se fue a Madrid con mi hermana Carmen ysu marido y mi padre se quedó en Guinea con las cuatro hijas,pero totalmente trastornado, siendo cruel con todas nosotras.

Una vez al darle el beso de buenas noches y al ir a besarlenosotras, dijo: Esto es el beso de Judas. Desde entonces (como yosoy muy orgullosa) al ir a besarle, me quede frenada y pasaronmuchos años antes que pudiera otra vez hacerlo.

Y volviendo a lo que me preguntabas, fue que otro día alpreguntarle a Marina que es lo que quería ser de mayor (entoncestendría unos siete años), mi hermana le dijo que quería serbailarina de ballet; mi padre empezó a ponerse congestionado y allamarle zorra, puta y con un famoso cinturón de plástico blancocon venillas rojas que tenía siempre colgado en el comedor (paraque no nos olvidáramos), empezó a darle con él, propinándole unatremenda paliza; después al acostarnos para la siesta, mi hermaname dijo: Merche, me duele mucho; en este momento, mi padrevolvió a entrar otra vez furioso y solo recuerdo a mi hermanadando saltos como una pelota encima la cama de cada zurriagazoque le propinaba mi padre dejándole unos verdugones moradosque tardaron días en desaparecer. Aquel día todavía odié mas a mipadre.

S: ¿ Y no reconoció tu padre estas barbaridades?M: No sé, solo recuerdo que un día siendo ya mayor en LasPalmas, no pude mas y le solté todo esto que llevaba dentro, suegoísmo, su mal trato hacia nosotras y que la causa de que no lequisiéramos era por su culpa, por no haber hecho nada paraacercarse, se lo tragó y creo que Marina también le soltó casi lomismo y también se lo tuvo que tragar.

Pero para mi ya se acabo, así como mis hermanas demayores sí se le acercaron, yo tenía un muro que no dejaba que

me aproximara a él, pedía a gritos que no me dejaran a solas conmi padre, pues no sabía como dirigirme ni que decirle.

S: Le tenías terror.M: No se si era terror, era un muro, un muro casi físico, es comosi te encuentras con una persona a la que no tienes nada encomún, no sabes que decirle y no tienes tema de conversación. Elestaba en otra dimensión.

S: Volvamos a Guinea, como teníais la casa, cuantos habitanteshabía.M: De habitantes habían pocos blancos, ahora mismo no te lopodría decir exactamente; era un pueblecito costero muy bonito,que daba al mar, con cocoteros en la playa, clima ecuatorialnaturalmente.

S: Se llamaba?.M: Río Benito, mi casa estaba en un alto, no era de propiedad,sino del gobierno, pero siempre nos daban la misma casa en cadacampaña que hacía mi padre y yo la consideraba mía por que eradonde había crecido. Delante la casa tenía una parte redonda ycon habitaciones muy grandes, la cocina siempre solía estar fuera,para que no diera calor a la casa; la rodeaba una galería y delantehabía una terraza que había construido mi padre; teníamos unosárboles que mi padre fue plantando a medida que íbamosnaciendo nosotras; el mío fue el "egombe-gombe", que lo plantócuando yo nací, el de las campanillas que lo plantó cuando nacióMarina, creo que había otro de campanillas pero no me acuerdode los otros.

S: Daba al mar, esta casa?.M: Si, justo al frente teníamos el estuario de Río Benito: era muybonita aquella vista.

S: Era muy densa la población?M: No, allí las casas estaban mas bien desperdigadas, solo habíaun poco de densidad en el centro; cerca de nosotros estaban casitodos los del Servicio Forestal; estaba la casa del "gallego", la de

la "Luciana", la de "Rodríguez" que era el carpintero. Mi padresiempre tenía sus pequeñas guerrillas con la Luciana, pero era enun plan sinceramente cómico.

S: Hablando de comicidad, supongo que tendrás anécdotas quecontar, por ejemplo, dices que perseguías las gallinas a cantazos.M: Si, es por que la Luciana tenia un gallinero y esas gallinasjamas las mataba, se morían de puro viejas y tenia muchas, allí lascasas no tenían vallas y sus gallinas se metían en la mía; como mipadre tenia la costumbre de dormir la siesta y estas no le dejaban,entonces me tocaba a mi hacer de vigilante; yo me ponía frutosdel egombe-gombe (que eran como castañas muy duras) en losbolsillos y gallina que veía, gallina que recibía; llegué a tener unapuntería excepcional. Recuerdo que un día a una gallina le sacudícon tanta fuerza en la cabeza que la dejé "lela", creyendo que lahabía matado y para que la Luciana no se enterara, quise tirarla alpantano que había cerca de casa, pero cuando me acerqué vi quesolo llevaba un "pedo" descomunal y cuando se acercó el galloque la quería montar, ya se espabiló. Yo me divertía mucho conlas gallinas.

S: Cuéntame mas cosas de Luciana.M: Pues Luciana, era una funcionaría, la contable del ServicioForestal y por lo que me habían contado mis padres, había estadocasada pero le había ido muy mal con el marido y también habíatenido dos gemelos, pero éstos se habían muerto. Se separó delmarido y se marcho a Guinea, pero seguía manteniendo al maridoeconómicamente. Era una señora gorda, llevaba siempre una batade color caqui y nunca llevaba ropa interior. Vivía en la parte deatrás de mi casa y allí, tal como he dicho tenia su gallinero con susgallinas, que eran como sus hijas y un loro que se llamaba"Bambi".

Esta señora siempre estaba de "pique" con mi padre y habíaun pozo que era el que nos suministraba el agua y que a ciertahora se había de poner en marcha el motor-bomba para quellenara los depósitos de la comunidad, pero la llave del candadoque daba acceso al motor, la tenia la Luciana. Mi padre, en unmomento de descuido le había escondido la llave por que decía

que ella no era nadie para tener la exclusiva de dar el agua y comosi de un chiquillo se tratase, lo vimos escondido mirando a travésde la rendija de la ventana para ver que cara pondría la Luciana ylos apuros que tenía por que no encontraba la llave.

Un día una de las gallinas de la Luciana se metió en nuestrogallinero y mi madre junto con el "boy" ( un nigeriano que sellamaba Emos), la mataron a palos, la desplumaron y la metieronen la nevera; al cabo de un rato, cuando contó las gallinas parameterlas en el corral, vio que le faltaba una y vino a casa apreguntar si la habíamos visto; toda la familia disimuló diciéndoleque no sabíamos nada, pero temblábamos temiendo queencontrara alguna pista (alguna pluma por ejemplo).

Tanto era el cariño que le tenía a sus gallinas, que si lequerías comprar una, te preguntaba para que la querías, si era paraponer huevos, te la vendía, pero si era para hacer un buen caldo,no.

El loro que tenia (Bambi) era otro caso, pues ya se sabe queen La Guinea, los loros hablan mucho y este, se ve que la Lucianase lo metía en el retrete cuando hacia sus necesidades y el loroimitaba el ruido de los pedos y el de la descarga de la cisterna delwater, te morías de risa con él.

A este loro yo le cogí mucha manía, por que me picó un parde veces y entonces me dedicaba a mis crueldades; cogía al loro,lo ponía sobre el alambre de los tendederos y empezaba a darlevueltas al alambre hasta que quedaba el loro mareado del todo.Un día mi padre trajo a casa un loro del bosque y cuando lo vioBambi, se enamoró de él (por que por lo visto no era Bambi, sino"Bambina", pues llegó a poner un huevo) y el Bambi venia a casaa buscar a mi loro. Un día, mi padre oye que llaman a la puerta ya! abrir vio al Bambi y en cima este le dijo "buf" (que en el argotde allí, es como decir ¡fuera!). Mi padre, perplejo e indignado ledio tal patada al loro que se fue planeando y al llegar al suelo, sefue soltando unos tacos muy divertidos.

Otro recuerdo de la Luciana es el caso de un gallo que tenía,que era una maravilla y se llamaba "Marcial". Un día, mi padre yunos compañeros, cogieron al gallo, se lo cepillaron y se locomieron; y cuando veían a la Luciana buscando su gallo, lecantaban aquello de "Marcial, tu eres el mas grande"..,..

Allí en Guinea te encontrabas con personajes muysingulares y creo que todos los "pirados" de la península, losmandaban para allí, la gente mas rara te la encontrabas en elpoblado.

Otro personaje era Secundino; este señor, vivía allí y nadiesabía de que vivía; era muy bajito y cuando bebía, siemprelevantaba el codo y al preguntarle por que lo hacía, decía que porque en los bares, la barra del mostrador era más alta que él y sehabía acostumbrado a levantar el codo al apoyarse en la barra. Deeste se murmuraba que vivía del cuento y de tanto en tanto hacíaviajes a Madrid y volvía con el dinero para ir tirando.

Luego estaba otro que yo le puse el "solaceja", por que eraenorme y su mujer igual, ella vestía siempre de rojo (para pasardesapercibida) y tuvieron un bebé que era monstruoso, se tirabaunos pedos de adulto y mi padre siempre decía que aquel bebé, envez de darle el chupete, había que darle un whisky y un puro, porque además tenía un vozarrón de adulto.

S: Antes de acabar con Guinea, cuéntame lo de tu padre y unelefante.M: Esto fue una salida de estas al bosque que hizo con José LuisEced y otro blanco; el caso es que cuando salían a medir lamadera, lo hacían en grupos y cuando se separaban, secomunicaban a gritos, para calcular las distancias entre ellos. Enesto, se conoce que gritándose entre sí, pillaron en medio a unaelefanta con la cría, ésta se asustó y echo a correr en dirección ami padre que ya entonces no usaba el "salacot", sino un gorritoverde con plumita y todo y mi padre dice que la elefanta seguía ala plumita, de repente y debido a la carrera, uno de los negros queiban delante de mi padre, cayó ai suelo y él le pasó por encimadejándolo y al rato dice que vio una mancha negra pasándole atoda velocidad y era el negro que se había caído y él lo creíaarrollado por la elefanta. La carrera se acabó cuando vieron unaladera y subieron por ella, pues la elefanta no les pudo seguir.

S: En tu casa, teníais servicio ¿No?.M: Si, teníamos una lavandera que hacia las tareas de lavado yplanchado; también teníamos el "boy" que era un chiquillo de

unos quince años que es al que se le mandaba a los recados ytrabajos varios, después teníamos al cocinero, pero a mi madre legustaba hacer la comida y no se fiaba de lo que podía cocinar elnegro y cuando éramos pequeñas teníamos a la niñera, que eraquien nos llevaba a la playa, a la misión (las Oblatas) y cuidabade nosotras; normalmente solía ser una negrita joven (de unosdoce años). Allí en la misión es donde aprendí ajeer mis primerasletras; las monjas eran todas negras, me querían mucho y meenseñaron las letras con algún que otro sopapo, por que yo era (ysoy) muy despistada, a la que veía una gallina por allí me distraíay me habían de sacudir.

S: Y las calles, eran asfaltadas?M: ¡Que va! allí las calles eran todas de tierra, una tierra rojatípica del trópico; el colorido de África es tan fuerte, que cuandodices rojo es rojo, así como el azul del cielo, es azul y el verde delos árboles es verde intenso. A mi por las tardes me gustaba ir aver las puestas de sol, me ponía en una rotonda que tenía elservicio forestal, donde se veía todo el acantilado y veía ponerseel sol en el mar. Yo vivía a mi aire i aquí me encontraba en lagloria como a mi me gustaba.

S: Tenías bicicleta?.Ni: Mi padre compró una bici para mis dos hermanas pequeñas,pero casi siempre la llevaba yo que era la que mas sabía; era unaOrbea y yo iba para arriba, para abajo, sin manos, sin pies, sin.....

S: Y cine, había cine?Ni: Si, bueno al principio no había cine y yo creo que la vida eramucho mas bonita, por que los blancos nos reuníamos mucho, casitodas las tardes nos íbamos a casa de uno u otro y como en casano tenías que hacer nada por que todos tenían sirvientes, nos lopasábamos muy bien. Cuando llevaron la electricidad, primero ladaban a las seis de la tarde y la quitaban a las doce, daban tresavisos y cortaban. Y entonces pusieron el cine; empezaron hahacer el edificio, pero se ve que a la mitad se aburrieron y dejaronmedio cine con techo y medio sin él, entonces la parte techada eramas cara y la otra mitad mas barata y es donde casi todos los

negros veían el cine. Cambiaban la película todos los días; laguagua (igual que le llaman en las Canarias al autobús) traía losrollos desde Bata y allí se hacia el milagro, pues a veces había unrollo en blanco y negro de espías, mezclado con otro de color devaqueros y allí se estimulaba la imaginación, así como a la horade cambiar las bobinas (pues se había de parar el proyector parahacer el cambio al tener solo una maquina), este intercalado podíaser de invertir el orden y encontrarte a quien lo habían matado,vivo y coleando al cabo de un rato en el próximo rollo; todo unenigma a descifrar,

S: Hablando de cine, me dijiste que habían venido artistas de lapenínsula a rodar una película a Guinea.M: Ah si, esta fue "Piedra de toque", con Arturo Fernández,Angela Bravo, Susana Campos y José María Cafarell, al queguardo un cariñoso recuerdo de este hombre. Arturo Fernández dejovencito, que siempre lo recuerdo con la ceja levantada (nosotrospensábamos que se la pegaba con algo). También tengo entendidoque se llevó un poco de desilusión por que él esperaba recibir unabienvenida apoteósica al bajar del avión y que estuvieran el grupode fans locas en plan "desmelene" y no fue así; la verdad es queaun no era muy conocido entonces.

La película creo que es un bodrio, pero como salió todo RíoBenito, Bata, etc. tal como era Guinea, guardo un buen recuerdode ella. Esta película impactó tanto en la Guinea, que uno deaquellos seres extraños que he dicho y que le llamábamos el"soldadito", por que era teniente o capitán o algo así: quetrabajaba en la guardia territorial y a este le gustó tanto lo del"traveling" que cuando veíamos una película, cada vez que veíaque la cámara se acercaba, gritaba ¡traveling! y le decíamos,jEspasa, te quieres callar!

S: Contaste también que tu hermana Rosi intentó coquetear conArturo Fernández.M: Si esta coqueteaba con todo el mundo, ¡como no iba acoquetear con Arturo Fernández! Si a esa le ponías una escobacon pantalones y ya perdía el oremus, no se le escapaba nada; poresto, como en aquel tiempo también estaba liada con un buen

amigo de mi padre, José Luis Eced, este, cuando se enteró,primero aun continuó pero después de otro permiso y como ellano había dejado títere con cabeza, cuando volvió la mando apaseo; recuerdo que agarró una borrachera, estaba tocando laguitarra y mi hermana Marina le preguntó ¿Tu te vas a casar conRosi? y el le respondió: yo no me caso con tu hermana niborracho.

José Luis era como nuestro hermano mayor, trabajaba conmi padre y lo queríamos mucho toda la familia. Mi hermanaMarina, como era una niña comparada con el, siempre estuvoenamorada y así lo confiesa todavía después de dos matrimonios.

S: Supongo que podríamos escribir un libro de Guinea, porqueestuviste muchos años ¿Cuantos estuviste allí exactamente?.M: Hasta los diecisiete, desde que nací y en espacios alternadoscon la península, estuvimos algún tiempo en Madrid, dondeteníamos la familia de mi madre, gente muy encumbrada y rica,pero que a mí nunca me agradaron pues cuando iba a casa de mistíos me sentía muy incómoda, muchas criadas con cofia y todomuy puesto.

Mi padre ganaba mucho dinero, pero lo gastaba de otramanera: vivíamos en un piso de la calle Granada que el dueño dela finca era mi tío y nos lo tenía alquilado, pero no tenia lujos, porque mi padre consideraba que vivíamos en la Guinea y este pisolo teníamos como de paso y por otra parte nosotras hacíamos unavida bastante simple.

Yo también pasé soledad en Madrid por que mi madre (quetambién era una "pija") no quería que tuviera ciertas amigas (queal fin y al cabo eran del nivel que yo podía seguir), pues lasconsideraba de poca categoría, sin embargo con mis primas nopodía encajar pues ellas eran de un extracto social demasiado altopara mí; por ejemplo ellas iban al cine Callao, que era de estreno,pero yo no me lo podía permitir y la verdad es que tampoco megustaban y si iba a reestreno con las amigas que consideraba demi nivel, mi madre no quería, por lo tanto me quedaba sola encasa.

S: Alguna vez has dicho que tu padre gastaba mucho dinero enropa.M: Si, pero para él. Llegaba de Guinea y se iba a su sastre, ya queno iba nunca a comprar ropa confeccionada (el sastre se llamabaPulga) y se hacía tres o cuatro trajes, varias camisas de sedanatural, varios pares de zapatos y tenía un armario que ni IneldaMarcos, pues casi no le cabían los trajes que tenía.

S: Ya vosotras?,M: A nosotras, nada; suerte que mi madre le daba a la aguja yaprovechaba lo de una hermana para la otra; recuerdo un traje,que luego se transformaba en una falda y luego en un mambo. Undía mi hermana Rosi tuvo que ir a una fiesta y le tuvo que pedirprestado un traje a la criada.

Cuando llegábamos de Guinea, como allí al ser trópico hacecalor, no se había tenido en cuenta que en Madrid haría frío. Mimadre le dijo a mi padre que fuera a comprarme algo y mi padresalió con tal enfado conmigo, que no me dirigió la palabra en todoel camino y al llegar a Preciados, señalé el primer traje que vi,para acabar pronto. Este vestido era rojo y yo odiaba el color rojoy todo fue para que me dejara en paz y poder volver pronto a casa.

S: Había una historia de cuando tus padres huyeron de Guinea,que salieron con lo puesto, siendo invierno en la península?.M: Efectivamente, cuando mis padres salieron "por piernas" deaquel país, les tuvieron que estar esperando en el aeropuerto mistíos con ropa de invierno, pues vinieron con lo puesto.

Había sido la ultima campaña de mi padre en Guinea, perola penúltima nos habían dejado en Tenerife con mi hermana Rosiy ellos se habían ido a Guinea, después compramos un piso en LasPalmas y cuando hizo mi padre la última campaña (él aun no losabía), querían dejarnos con mi hermana Carmen en Las Palmas,pero yo ya me negué, les dije que era mayor de edad y que mebastaba para llevar una casa, por lo tanto, depositaron un dineroen un banco para nuestras necesidades y para ir pagando al caseroy se marcharon pero resulta que fue cuando la independencia deGuinea y no llegaban noticias de la situación, solo que habíantiroteos y blancos muertos, pero solo eran rumores, por que el

gobierno español no informó de nada, como si fuera tabú, tanto esasí, que ni en la misma Guinea no se sabía la situación de la casadel vecino. A veces alguien decía que llegaba un barco de Guineav entonces íbamos al puerto por si veíamos llegar a mis padres.Así pasaron tres meses de pura agonía. Yo entonces trabajaba enPlaza y Janes y el gerente (el Sr. Jordán) me avisó de una llamadatelefónica que le parecía que era mi madre; efectivamente lo era yme dijo que habían llegado el día anterior a Barajas y que habíasido de repente y escapados. Fue tan emocionante que mi jefe, aloírme, tenia hasta los ojos húmedos y naturalmente cuando le pedípermiso para írselo a contar a mis hermanas, me lo dio sin ponerninguna objeción.

S: Antes de seguir, cuéntame como te pusieron las primeraslentillas.M: Pues tenía dieciséis años, estábamos aun en guinea y mi padrevio en el periódico que anunciaban las lentes de contacto; me dijoque cuando llegáramos a España, me encargaría unas lentillas,para evitar el tremendo complejo que desde bien pequeña teníacon las gafas. Cuando llegamos a Madrid, fuimos al óptico de lafamilia (Palacios); me hizo las lentillas, me las puse, y en elmetro, por mi poca experiencia en estas lides, me restregué losojos, haciéndome saltar una de las lentillas, nada menos que en laestación de Sol, en medio de una avalancha de gente, me fueimposible encontrarla y la perdí.

Cuando llegué a casa era un mar de lágrimas, pero mispadres encargaron en seguida otra y esta ya no la volví a perder.

S: Otra cosa que nos hemos dejado, pero que la podríamosañadir es cuando te perdiste en un barco.M: Fue cuando tenía cuatro años, los viajes a Guinea ioshacíamos en barco y tardaban un mes; casi siempre viajábamos enel "Domine" y ya conocíamos al capitán, éste dejaba que lasseñoras tendieran la ropa en cubierta y aquello era como una granfamilia; allí la gente se conocía casi toda.

En uno de estos viajes (viajábamos siempre en primera,naturalmente pagado por el gobierno) y antes de zarpar el barco,mi madre para poderse ocupar de Marina que era un bebé, le dijo

a mi padre que se me llevara con él. Se ve que mientras mi padreestaba hablando en el bar, yo me puse a jugar con una niña de miedad y se conoce que cuando la madre de aquella niña se fue alcamarote, yo me fui con ellos, sin que aquella señora se leocurriera pensar si yo tenía mis padres cerca para avisarles que seme llevaba con ella; total que cuando mi padre se dio cuenta, fuea ver a mi madre por si me había ido yo #1 camarote, peronaturalmente no estaba. Entonces se organizó mi búsqueda,llegaron incluso a dragar el agua por si hubiera saltado. Todo elbarco revuelto, hasta que una amiga de mi madre, se le ocurrióbajar a tercera, y al pasar por delante de un camarote que tenía lapuerta abierta, me vio a mi jugando con la amiguita que habíahecho. Recuerdo que la señora me llevó con mis padres y allí loúnico que me viene a la memoria es que mi padre, sin decirmenada, me empezó a darme en el culo y luego a mi madre que decía"ahora me toca a mi" y entre uno y otro, yo recibí por todos loslados y llegué a quedar en shock, sin poder llorar, por que nosabía de que iba la película; total que por la noche cogí fiebre muyalta y creo que me puse enferma.

S: Dices que primero ibais en barco y luego ¿En avión?M: Si, así como el barco tardaba un mes, el avión tardaba "solo"cuatro días, solo volaba de día y al llegar a la noche, paraba ydormíamos en unos barracones habilitados a tal fin y así hasta loscuatro días, que naturalmente debías llagabas rota, aunque yo meio seguía pasando bien. Luego con los DC4, tardábamos quincehoras y finalmente con los Superconstelation ya se tardaba unasocho horas.

S: Canarias, habíame de Canarias.M: Cuando nos dejaron a las tres pequeñas en casa de Rosi, fuebonito como todo lo nuevo, pero mi hermana Rosi empezó aabusar, a mis hermanas las tenia de criadas. Yo busqué trabajopara ayudarles, pues mi cuñado lo llamaron para acabar lasmilicias universitarias y total que se quedaron con lo que elejercito les daba, que era muy poco. Mis padres mandaban dineropara la manutención de nosotras pero nunca vimos nada. Yo les

daba lo que ganaba de auxiliar de enfermera pero vi que tampocomejoraba nuestra situación (aunque ellos si salían a comer fuera).

Mientras tanto, ellos tenían un amigo que se llamabaManolin, que disponía de dinero, (pues tenia un picadero decaballos) y que viendo que yo le hacia "tilín", nos utilizaron a losdos, a él para sacarle invitaciones y a mi para encandilarle (el eracasado). Un día él me explicó lo que pasaba y en vez deaprovecharse de mi, me lo quiso confesar, cosa que agradecí sucaballerosidad y entonces se acabaron las invitaciones.

Pero al dejar de salir con ellos, yo caí en desgracia; mihermana entonces empezó a llamarme puta y otras lindezas y lacosa fue de mal en peor, hasta que un día que le eché en cara lodel dinero, me dijo que ya podía quedarme con mi dinero, peroentonces organizó una campaña en contra mía devastadora; a mishermanas pequeñas les habían prohibido que me dirigieran lapalabra, a mí no se me saludaba en casa, se me aplicaba la ley delsilencio, llegaron un día a darme una paliza (mi hermana y sumarido).

S: Pero esto es terror puro.IV!.: Terror puro, aunque mis hermanas pequeñas tampoco lopasaron mejor las pobrecitas, a mi hermana Mari Loli, con onceaños la tenían lavando la ropa con agua fría, para no reparar lalavadora, que se había estropeado. A mi según el turno que teniaen la residencia, podía llegar a casa a las cuatro, y me encontrabaque a las doce me habían frito un huevo y allí lo habían dejadopara que lo comiese.

Me operaron de un pié y mis hermanas pequeñas seescaparon para irme a ver, por que lo tenían terminantementeprohibido.

Pura maldad fue lo que mi hermana Rosi tenia conmigo, poresto cuando se enteró Carmen de mi operación y rae vino a ver alhospital, me dijo que me fuera a reponer a Las Palmas en su casa;antes de marcharnos me dijo, si quieres venir lo puedes hacer,eres mayor de edad y no te pueden obligar a quedarte a casa deRosi, le escribes una carta a papa y se lo dices. Así lo hice, mipadre no dijo nada y así me fui a Las Palmas.

Mi hermana Carmen ya fue otra cosa, era muy cariñosaconmigo pues yo había quedado traumatizada, teniendo unaspesadillas terribles, despertándome cada noche gritando; tanto esasí, que un día entró mi cufiado para ver que me pasaba y yo deinmediato me cubrí gritando ¡No me pegues! ¡ No me pegues!.

Vine destrozada de nervios y hambre (había llegado a estartres días sin comer) solo probaba algo en é[ hospital, de losenfermos que no tocaban la comida y entonces me aprovechaba,me guardaba la tortilla y el jamón cocido en el bolsillo, me metíaen el retrete y me lo comía allí por que en casa abrías la nevera yno había nada, solo un poquito de jamón cocido para la niña ynada mas.

S: Ahora habíame de novios.M: Bueno, lo normal, conocí a un muchacho, un tal Berto,estuvimos dos años de novios, la relación fue muy bonita, perohabía una pega y es que le daba a la bebida; a la que tenía algúnproblema le daba por beber y claro con todo el dolor de micorazón, yo pense para mí, si me caso y durante el matrimoniosurge algún problema y lo va a resolver con la botella, no tengoninguna garantía de que no acabe siendo un alcohólico y así se lodije y lo dejamos. Después quisimos volver otra vez, pero el díaque habíamos quedado para vernos e intentar la reconciliación,apareció borracho y esto fue suficiente para ya dejarlodefinitivamente.

S: Y uno que le traía te be os?.Mi Ah, esto era en la Guinea: era un libanes, se llamabaAbraham, pero se enamoró de mi como un tonto y yo me harté dedecirle que no quería saber nada de él, pero el insistía y mepreguntaba que es lo que quería que me trajera de Bata y yo paraque me dejara en paz, le pedía que me trajera córnics deSuperman (que entonces me gustaban mucho y la verdad es quesiempre me han gustado este tipo de publicaciones). Así lo hacía ynos pasábamos las tardes, yo leyendo el Superman y élcontemplándome: hasta mi padre preguntaba de que se tratabaaquello tan raro; era un pegote que no me lo podía sacar deencima. Incluso sus hermanas casi se disputaban mi amor,

escribiéndome cartas y teniendo hasta celos entre ellas, una cosamuy rara. Además, físicamente este muchacho no valía nada, elque si me gustaba a mi era su hermano, pero Abraham ya se habíacuidado de advertirle que yo solo era para él y que a mi nimirarme.

S: Y antes de conocer a Luis (tu marido), tuviste algún otronovio?.M: Novio no, tuve distintos escarceos, mas o menos intensos perolo que yo considero noviazgo, solo con Berto, que fue una cosamuy bonita y profunda; después ya me fui a trabajar en el ramo dehostelería, fui al Hotel Cristina y de allí me marché para poderindependizarme de mis padres, que la única manera era irme alsur de la isla que allí te dan apartamento y no tienes que gastarnada, ni agua ni luz ni alquiler y el sueldo lo ingresas íntegro, allítrabajé de facturista en el Parque Tropical, que se acababa deinaugurar y allí conocí a Luis.

S: Y como fue el noviazgo con Luis.M: Pues malo, yo no se si es que estaba ciega o qué, pero él eramuy déspota y al principio vi que era muy callado y yo pensabaque era muy profundo, pero el tiempo me ha hecho ver que lo quepasaba es que no tenia nada que decir.

Me convenció para que fuéramos a Mallorca para hacer latemporada y fuimos. Allí se portó bastante mal y yo decidí romperel noviazgo y marcharme otra vez a Las Palmas, pero él es unapersona muy maquiavélica y cuando veía que yo me escapaba,cambiaba su actitud poniéndose cariñoso, hasta que lograbaconvencerme y cuando me volvía a tener a su lado, volvía atorturarme con sus malos tratos.

S; Pero tus padres lo aceptaron inmediatamente?Mi Si, de un principio si, por que mi padre era como él yencajaban bastante bien, con mi madre ya no tanto, aunque setoleraban, pero un día hubo una bronca bastante gorda y desdeentonces Luis ya no le dirigió ¡a palabra.

Me casé junto con mi hermana Marina, ya que ella habíaquedado embarazada de Manolo, (su primer marido) y los dos

hombres se entendían por que eran del mismo talante, tal paracual (dios los cría y ellos se juntan), de novios íbamos juntos yellos se hicieron muy amigos, tanto es así que nos casamos loscuatro al mismo tiempo.

La historia de Marina también fue bastante amarga, peroesto es su historia. Me casé y a partir de entonces fue unsometimiento a este señor, hasta que me separé,de él, después deveintidós años.

S: Pero él tenia dinero.M: No tenía ni un duro, si te tuve que comprar yo el traje paracasarse, de unas comisiones que me debía el Sr. Jordán (de Plazay Janes), le compre su traje, el mío y empezamos con la noche y eldía.

S: Pero no teníais ni casa?Mi Bueno casa si, en Canarias se podían encontrar apartamentosamueblados muy bien de precio y fuimos a vivir a uno que habíancompartido Luis y Manolo de solteros. Lo primero que tuve míofue una sartén que me dio mi madre y después una lavadora de lasmas sencillas, que me regaló mi hermana Carmen y también unaplancha que la había sacado Mari Loli con cupones y que teníasque desenchufarla de tanto en tanto, por que no tenía termostato yte podía quemar la ropa. Esto es todo lo que tenía mío.

S: Y como es que un día decidís emprender la aventura tangrande como es irse a vivir a Australia.M: Bueno, primero es que él era una persona que ya se habíapasado la juventud corriendo mundo y cuando lo conocí acababaele venir de Colombia y precisamente quería conocer Las Palmas»Como él trabajaba en hostelería, viajaba y de paso conocía países.

En Las Palmas habíamos conseguido un piso del Ministeriode la vivienda a través de un tío nuestro (tanto Marina como yo)ya que para ello habían verdaderas colas y si no era por enchufeno se podían conseguir. Este piso apenas lo usamos pues siempreestábamos en el sur, de apartamento en apartamento que losmismos hoteles nos lo pagaban. Allí nació mi hija Merche y volví

a quedar embarazada de Luis Miguel, que también nació en LasPalmas.

S: Y ¿Como es que Aitor nació en Madrid?M: Porque Merche, como es asmática, el clima de Las Palmas lesentaba muy mal, sobre todo cuando soplaba el Siroco y el médiconos recomendó cambiar de aires, entonces me- fui a casa de la"innombrable" a Madrid durante un mes; allí vimos que el clima aMerche le sentaba de maravilla; se lo dije a Luis y se decidióvender el piso de Las Palmas e irnos a vivir a Madrid; bueno en elmismo Madrid no, sino en Hoyo de Manzanares. Estando en Hoyode Manzanares ya le empezó a entrar a Luis las ganas de irse; yahabía intentado convencerme de irnos a otros países, primero alCanadá y yo no quise por que el clima es frío y además no veía larazón de emigrar, por que no estábamos tan mal. teníamos trabajoy no nos faltaba de nada, pero él insistía. Luego me propusoSudáfrica y yo opiné que algún día habría problemas raciales(como efectivamente ha ocurrido) pues ya conocía lo que habíasucedido en Guinea. Otro país que me propuso fue Venezuela,que casi casi estuvimos a punto de ir, pero también me negué, porque estaba convencida que un país caribeño con influencianorteamericana, cualquier día, le da por gobernar un dictador deestos y se acabó la democracia y hay que hacer las maletas ymarcharse. Entonces en Hoyo de Manzanares, quedé embarazadade Aitor; fue un despiste, por que yo ya no quería tener mas hijoscon este señor, pero pasó lo que pasó.

S: O sea que ya había habido un amago de separación.Ni: Varias veces lo intenté, una de ellas fue cuando fui a Madridcon Merche y con la excusa de que encontraba a faltar a mi hijo,le pedí que me enviara a Luis Miguel (y una vez conmigo yadecidiría lo que hacía), pero se ve que él se olió algo raro y en vezde enviarme a mi hijo, se presentó con él en Madrid,

Allí coincidió por los años setenta y tantos, en los que eltrabajo aflojaba y habían algunos problemas de desempleo, laempresa de él quebró y entonces me sugirió que nos fuéramos aAustralia, pues ya había estado allí unos años antes (en el 69)trabajando en las minas, conocía el país y le gustaba mucho. A mi

la única pega que se me ocurría es que aquello estaba muy lejospero me prometía un nivel de vida superior y había trabajo encantidad y dije para mí, me he casado con él y donde él vayaforzosamente he de ir yo; además él tenia papeles de habertrabajado dos años allí y nos sería más fácil entrar; por otra parte,el tenía el título de maestro industrial y esto Je ha servido paraentrar a casi todos los países, aunque luego ejerce de camarero ode lo que le da la gana. Tardamos en irnos a Australia algunosmeses, pues en las entrevistas que se hacen antes, al ver que yoestaba embarazada, me aconsejaron que entrara después de haberdado a luz. Aitor nace en Septiembre del 78 y en Febrero del 79ya estábamos en Australia.

S: En los primeros cinco años antes de ir a vivir a Australia quetal te fue con tu marido.IVI: Mal, muy mal, él iba de prepotente, yo no pintaba nada, erauna inútil, una desgraciada, me pegaba por nada cuando a él ledaba la gana y encima respaldado por mi padre, pues este me viouna vez con un ojo negro a mi y encima le dio palmaditas decomplicidad en la espalda. Yo pensaba que esto era la pautanormal y que yo solo era un apéndice de él. El tenía derecho allamarme la atención cuando le viniera en gana, sin respetardelante de quien estuviéramos, es más, parecía que estuvieraesperando tener audiencia para maltratarme, fuera delante de unaamistad ó en presencia de un operario que estuviera de reparaciónen casa, incluso delante de mis hermanas o de mis hijos.

Al principio le tenia miedo, pues a la que yo intentaballevarle la contraria o exigir un respeto, llegaba el bofetón. A mime ha llegado a pegar estando incluso embarazada de Merche ydelante de testigos.

S: O sea que saliste del fuego para ir a parar a las brasas, ya, queprobaste la brutalidad, primero por parte de tu padre, de tuhermana y cuñado después y ahora el marido.M: Pues si, parecía que yo misma me So iba buscando.

S: Con los hijos también empleaba esta brutalidad?

]\f: Con los hijos mientras fueron pequeños, los podía dominar ycomo diciéndoles, siéntate y calla, ellos obedecían, pero cuandoempezaron a opinar, ya empezaron los problemas con unasbroncas imponentes y siempre con la amenaza de echarlos de casapor cosas insignificantes; esto era lo cotidiano. Además siempreme hería con lo que mas quería yo, si se trataba de mi madre, apor mi madre, si se trataba de una amiga, esta era mi "querida", sise trataba de mi hermana, era la pija de tu hermana y si eran mishijos a por ellos.

S: Como has dicho en alguna ocasión, respecto a Luis, podría serun reflejo de su padre, puesto que su padre tampoco era undechado de bondad. ¿No?.rVI; Su padre era un bicho malo, yo lo conocí. A su madre no laconocí, pues parece ser que la enterraron a los 42 años y que ladesgraciada debería morir de pena, pero conocí a su segundamujer y esta criatura también recibía malos tratos la pobre, a pesarde que era una bellísima persona; esto era la tónica de la familia yLuis había sido muy mal tratado por su padre, incluso en mipresencia, o sea de adulto y casado; por esto creo que Luis lo quetenía era una inseguridad que necesitaba tener siempre alguiendebajo de él para hacerle pagar sus frustraciones y sentirseimportante haciéndolo.

S; Dices que el padre llegó incluso a estafarle, no?M: Si, cuando Luis estaba en Colombia, ahorró un dinero que leenvió a su padre para que se lo invirtiera. El padre compró unterreno, edificó encima una casa y el día que Luis (delante de mi)le dijo que el terreno era de él, le dijo que no lo podía demostrar,pues no había ningún papel que lo dijera. Yo no pude reprimirmey le dije que era un sinvergüenza por tratar así a su hijo, entonceséi se levantó a pegarme, pero su hijo me defendió (cosa rara); seve que consideraba que a mí solo me podía poner la mano encima,él.

Este hombre era cruel; en mi presencia lo demostró en másde una ocasión, como el día que a mi hija Merche le ató la pata deun pajarito a un cordel y se lo dio para jugar; al yo decirle que unaniña de dos años no comprendía y que acabaría matando ai

pajarito y que no me parecía bien la enseñanza que recibiría, misuegro cogió el pájaro y mirándome fijamente para ver comoreaccionaba, le retorció el cuello. Yo ya estaba embarazada deLuis Miguel sin saberlo, pero mi vientre me pegó una sacudidaque no había recibido nunca. Yo me fui a la habitación y me pusea llorar como una histérica. Luis estaba pasando un día enPortugal y yo estaba sola con mi hija; maldita la hora, por queaquel hombre era un sádico. Nos poníamos a ver la televisiónAnita (su mujer), él y yo y cuando a él se le antojaba (que siempreera a mitad de película) se levantaba, apagaba la tele y nosmandaba a todos a la cama.

Yo a mi suegro no sabía como llamarle, ni papá, ni Manolo,ni suegro, solo se me ocurría dirigirme a él diciéndole por favor.

Luis nunca hablaba de su padre, pero yo me enteré quehabía recibido grandes palizas a base de látigo (pues su padre eraoficial de caballería y empleaba el látigo de los caballos), aunquesu madre estuviera suplicando al otro lado de la puerta; así lamataron, pues la desgraciada sufría del corazón.

S: Este hombre falleció cuando estabais en Australia. ¿No?.M: No, estábamos en Las Palmas, estaba ya en el hospital y conun cáncer terminal y lo que son las cosas, su "hijita", que era (yes) también otro elemento, no dejaba que la nieta se le acercarapara que no le contagiara. Esta mujer a parte de ser idiota, eraignorante; yo a pesar del mal trato que había tenido de estehombre, dejé que mi hija fuera a ver al abuelo para hacerle feliz,ya que se moría por momentos; un hombre que había sido grueso,de esos sanguíneos, estaba chupado, delgadísimo.

S: En cuanto a tus hijos, sé que has padecido discriminación porparte de los abuelos, no?.M: Si en muchas ocasiones y principalmente por parte de mimadre, para ella solo había Susanita, la hija de Marina, todas lasatenciones eran para ella, tanto es así que la propia Marina sehabía dado cuenta de la discriminación que hacía mi madre conrespecto a Merche y le había afeado se actitud. A parte del trato,lo manifestaba en los regalos, que siempre habían habido notablesdiferencias.

S: Bien, antes de seguir, con tu viaje a Australia, habíame de tuvida de estudiante, el paso por los distintos colegios, de esta niñasolitaria.M: Mi primer colegio fue tal como dije en La Guinea, antes de lossiete años, que aprendí las primeras letras, después, nos fuimos avivir a Madrid, a la Ciudad Lineal, pero cuando mis padrestuvieron que volver a La Guinea, nos pusieron a las gemelas y amí internas al Colegio de Las Carmelitas en Guernica (En elPaseo de los Tilos, al pié del monte Isarrota). Fuimos con mipadre en tren desde Madrid. Fue muy duro para mi, era la primeravez que me separaba de mi madre.

Mi primer recuerdo de aquel colegio, fue una nariz muygrande, la de mi primera profesora, Sor Patrocinio, era una mujerbajita y gorda y pegaba unas tremendas bofetadas. Yo al principioasombré a todo el mundo, ya que aprendí a leer en seis meses, nopor que fuera un genio, sino por que me gustaban los libros y todami obsesión fue aprender lo mas pronto posible para poderlosleer. Después me atasqué con los números (y sigo atascadatodavía, pues Pitágoras y yo somos incompatibles).

Antes de entrar en el colegio era tartamuda, debido a unaniñera que teníamos que después se descubrió que estaba loca. Nocomprendo como mi madre no veía los moretones que siempretenía en las piernas, pues ella nos pegaba con la escoba y a mi meencerraba en cuartos oscuros y me asustaba dando vocesguturales. Mi madre descubrió su locura un día que quisocogerme a mi, la niñera no quería que se me llevara, incluso lellegó a pegar a mi madre, fue entonces cuando al apreciar estaconducta tan extraña, la despidieron.

Volviendo a! colegio, Sor Patrocinio ya se encargó decurarme la tartamudez y lo hizo a base de bofetadas, cuando todasse marchaban a comer, yo me quedaba con la monja, me hacialeer el catón y cuando me atascaba, me sacudía en toda la boca,hasta que me salía la frase de un tirón, fue terrible, yo creo quetenia los labios corno un senegalés, pero acabó con mi tartamudezy creo que hoy en día le tendría que estar agradecida.

Los inviernos en Guernica eran muy fríos, yo tenia los dedosde las manos y de los pies llenos de sabañones y me tenia que

hacer la cama, con el somier lleno de ganchos de los muelles rotosque me arañaban los dedos, pero había una monja, la HermanaDolores, que nos había tomado mucho cariño y me sentíaarropada con ella, tanto es así que hasta las demás niñas nostenían envidia por eso, decían que era nuestra tía.

Se comía bien, pues era comida del norte (tres platos ypostre), pero un colegio interno, siempre es triste y mas para unaniña de siete años.

Cuando llegó el momento de hacer mi primera comunión,naturalmente la hice sin mis padres (ellos seguían en Guinea) y laúnica familia que estuvo presente fue una hermana de mi padre(mi tía Carmen) y nuestras primas, que vivían en Bilbao, recuerdoque fue un día triste por que veía a las demás niñas con sus padresy yo, sola.

La hermana Dolores dormía con nosotras en una celda en elgran dormitorio donde estábamos las internas y siempre que salíade su habitación, tenia un caramelo para mi; yo era muy inocentey pensaba que ella tenía una fábrica de caramelos. Es increíble ladiferencia que puede suponer para tu bienestar en un internado, elver que una persona se interesa por ti.

S: También me contaste algo de una enfermedad, fue entonces?M: Estuve muy enferma, yo le llamo la enfermedad misteriosapor que nadie recuerda nada, por mas que he preguntado a mishermanas mayores, no me han sabido responder, esto es extrañopor que ellas tenían entonces once años y a esta edad se recuerdanlas cosas bastante bien pero siempre lo han ignorado, sin embargoyo me acuerdo perfectamente. La enfermedad duró tres meses;una noche desperté varias veces gritando con unas pesadillasterribles, veía un niño que no paraba de hacer girar un rollo decordel de esos que usan en las pastelerías y yo gritaba y gritabapara que parara, la hermana Dolores vino varias veces parahacerme callar y estoy segura que si me hubiera tomado latemperatura, hubiera descubierto que tenía mucha fiebre. A lamañana siguiente me levanté para ir a clase y lo último querecuerdo es que estaba copiando algo en la pizarra y me desmayé;desperté con la monja llamándome muy asustada y me llevaron ala cama; todo lo que recuerdo a partir del desmayo son imágenes

entre brumas, una monja dándome algo en un tazón, desde lejos yestirándosele el brazo hasta llegar a mi cara y ver una mano y untazón enormes; ataques de tos terribles, en los que botaba comouna pelota en la cama debido a los espasmos; también grandesvómitos y al final me sacaron de aquella habitación, habilitandouna zona en la clase de dibujo para mí (quizá para evitar elcontagio). También recuerdo un hombre de mediana edad quedebería ser el médico. Cuando estuve recuperada, pasénuevamente al dormitorio general; debería ser en Mayo, ya queme acuerdo arropada con una manta y asomada a la ventanaviendo que mis compañeras estaban paseando a la Virgen en unapequeña procesión.

De mayor se lo pregunté a un médico y este me dijo queprobablemente tuve el tifus (cosa no anormal entonces).

Llegó mi madre de Guinea a verme, pidió permiso a lasmonjas para que fuera a dormir con ella a un hotel de Guernica,fui con ella y se ve que le llegó al alma el ver que pasé toda lanoche abrazada a ella y al verme con aquellos sabañones y aquelabandono, que cuando volvió a Madrid le dijo a mi padre quequería sacarnos de allí. Volvió a Guernica y nos sacó del colegio.

Volvimos a Madrid con mis padres, pero no nos duródemasiado tiempo, pues ellos se volvieron a Guinea y entoncesnos dejaron en la misma orden de las Carmelitas pero en Madrid(las de la calle Fortuny).

S: Creo que allí ya no te lo pasaste tan bien.¡VI: Allí fue muy amargo por que las monjas nos cogieron un pocode manía, por que mis hermanas siempre estaban hablando de sucolegio, (refiriéndose al de Guernica) y ello motivó a que nosmiraran mal; yo no encontré ningún amparo en ninguna monja;tanto que hablan de caridad y amor, yo las vi mezquinas, crueles,egoístas, orgullosas, etc. Acostumbradas a comer sano enGuernica, allí todo era raro y de postre nos daban caramelos, perosiempre venia la monja a decirnos que los entregáramos para lamisión y te quedabas sin caramelo (así se ahorraban el postre deldía siguiente).

Allí me colocaron mis primeras gafas, pues yo me quejabade dolor de cabeza; como yo era un poquito mas alta, en la clase

me ponían en los últimos bancos y yo no veía ni torta; entoncesempezaron a darse cuenta que tenia problemas de vista (se ve quelo heredé de mi madre). Allí empezó mi complejo total con misgafas y con lo introvertida que yo era, aun mas.

Hubo un detalle que me marcó mucho y es que había unaniña que yo mas tarde me enteré que tenia una enfermedadterminal, pero que en aquel momento yo ni me lo podía imaginar,que recibía muchas atenciones de las monjas y le permitían queno hiciera nada, consintiéndole todo y dándole las mejores notas,lógicamente por el mismo motivo. Un día, esta niña iba conmigo yal ver a la monja, salió corriendo a darle un abrazo y yo quisehacer lo mismo, pero a mi, la monja me dio un empujón paraapartarme de ella. En aquel momento yo no comprendí por queme rechazaba de aquella manera.

S: Después vino otro colegio.M: Si, cuando volvieron otra vez de Guinea, nos sacaron de estecolegio y ya otra vez en casa; pero me sentí muy extraña por quemientras mi hermana Marina ya había vivido, para mí era unacasa nueva y ella nos hacía de "cicerone" pero no me hacia sentiren casa, ella y Mari Loli, no habían ido todavía al colegio y claro,se sentían las dueñas de aquella casa que no era nada mío; yo nome atrevía ni a pedir un vaso de agua.

Allí en Madrid, fuimos a otros varios colegios. Poco a poco,me fui sintiendo estar otra vez en casa aunque siempre distante delos demás,

S: Ale hablaste de las Jesuiünas.M: Bueno, esto fue cuando ya tenía once años y se separaron mispadres, entonces mi padre, como muchos hombres que seseparaban, querían quedarse con los hijos, pero después no sabenque hacer con ellos, la única solución era poner a los hijosinternos, Así lo hizo, a mis dos hermanas pequeñas y a mi nospusieron en las Jesuitinas, a mi hermana Ros i la volvieron ainternar en las Carmelitas de Guernica y mi hermana Carmen yase había casado.

Allí estuvimos todo lo que quedaba del curso y allí tambiénnos lo pasamos muy mal, por que corrían rumores de que nuestros

padres se habían separado y en aquella época era como estarapestado, recibimos muchos desprecios; yo tragué muchaslágrimas, también corría el rumor de que mi madre estaba loca enun manicomio, nos hacían bailar por una peseta como si fuéramosmonos, en fin, otra vez recluida en mi soledad para que no mehirieran.

S: O sea que los recuerdos del colegio no son lo felices quepodrían ser.M: No, no son nada buenos, otros malos recuerdos de colegios demonjas, recuerdo que había una monja que nos cogió una maníaterrible. Un día en los baños del colegio, mi hermana Marina,porqué le pisó el dobladillo del hábito, le dio tal empujón que letiró contra la bañera y le produjo un moratón impresionante en uncostado y siempre estaba así, a la que podía se ensañaba connosotras a base de bofetadas y golpes, parece ser que era unamonja que enseñaba a las niñas sin pago y aquello no le gustaba yla pagaba con nosotras.

S: Entonces cuando dejas el colegio.M: A los once años, bueno, al internado, pero al colegio continuéhiendo lo que pasa es que nunca habíamos hecho dos cursos en lamisma escuela, por que a cada campaña de mi padre se noscambiaba de colegio, pero ya era por vicio, en cuanto teacostumbrabas a un colegio, te cambiaban; hemos estado eninstitutos, colegios seglares y escuelas varias, pero nunca en elmismo, o sea que nunca he hecho nada ya que siempre éramos lasnuevas y ningún profesor se tomaba demasiado interés connosotras y para colmo se pensaban que éramos huérfanas depadre, ya que mi padre jamás se acercó a ningún colegio parainteresarse. Cuando me preguntaban si tenia padre, decía que sí,pero que estaba muy ocupado. La verdad es que entonces para mí,mi padre era un señor que mandaba cheques para nuestramanutención y cuando lo veíamos, nos daba bofetadas.

S: Cuéntame lo de los reyes que te mandaron tus padres cuandoestabas interna.

M: Bueno los reyes de Guernica no los recuerdo demasiado, soloque era un cajón con juguetes dentro, pero en Madrid, comoenviaron dinero, las monjas nos pusieron cuatro basuras, unaszapatillas y un cartón con cuatro cacharritos pegados de aluminioque cuando fuimos a la cabalgata de los reyes, los regalé para losniños pobres. Yo había visto un lote de muchos juguetes quehabían mandado unos padres y creí que eran los'míos, pero resultaque fueron los de una niña que sus padres se los enviaban desdeVenezuela; puedes contar la desilusión.

Otra vez, en Bilbao, lo único que me trajeron los reyes (demi prima Karmele), fue una faja tubular y a mi hermana Marina,una hawaiana que en el colegio nos la hicieron tapar con unabufanda por que era indecente. Yo con once años, viendo a losdemás niños con juguetes y yo con una faja.

S: También estuviste haciendo estudios de bellas artes.M: Si en Madrid, me apunté en artes y oficios y empecé ha hacerdibujo artístico. Mi profesor se llamaba Don Vicente, veía que yotenia mano para el dibujo y se tomaba interés conmigo, pero medecía que encajonara las imágenes como los demás, pero yo ledecía: Mire Don Vicente, yo no se encajonar, tal como lo veo loplasmo y no me haga encajonar que no se hacerlo, entonces suspalabras fueron: Mira, tu tienes el don, por lo tanto hazlo como teparezca y así lo hice; es más, al año siguiente me retrasé almatricularme, pero como él sabia el valor que tenía mi arte, medejó pasar igualmente aunque hubiera sido fuera de plazo, peroluego como siempre, las idas y las venidas, todos mis dibujosvolaron y no se a donde habrán ido a parar.

S: También se que hay por ahí una cabeza de negro. ¿No?.Mi Ah sí, resulta que estando en Las Palmas (ya tenia veintidósaños), quise volver a hacer artes y oficios y en vez de hacerdibujo, quise probar con la escultura, cuando llegue allí, empece ahacer modelado y me gustaba mucho. El profesor quería que yocopiara algo, pero yo le dije que quería hacer lo que a mi megustara y me dejó hacerlo, por lo tanto, hice una cabeza de negro,pero el barro se me descolgó un poco y el profesor me la corrigió,pero como yo era un poco extraña y orgullosa, me sentó muy mal

que me retocara el negro y le dije que este no era mi negro sino elsuyo, entonces me marche y no volví mas.

Años mas tarde, mi hermana Marina me dijo que habíaestado en Las Palmas, en la academia de artes y oficios y en laexposición de lo que realizan los alumnos había una cabeza denegro con la inscripción de autor desconocido; igual puede ser lamía, pero como no la he visto no puedo asegurar que sea lamisma.

S: Vamos a dejar ¡a península y volvemos a cuando tu marido sete lleva a Australia; situación de la familia, es: Vosotros dos,Merche, Luis Miguel y Altor.M: Merche tenia cinco años, Luis Miguel tenia tres y Aitor cincomeses, cumplió los cinco meses justo el día que llegábamos aAustralia, el 25 de Febrero de 1.979.

El viaje fue una agonía, por que habíamos ido desde Hoyode Manzanares a isla Cristina (para no pagar el alquiler de los dosúltimos meses), o sea que salimos de Isla Cristina (que habíamospasado las últimas Navidades incluso mi madre había venido connosotros).

La salida fue en taxi hasta Huelva, en Huelva cogimos untren hasta Madrid (8 horas de viaje). Emigración nos pagaba unanoche de hotel en Madrid, pero Luis dijo que él pagaría otranoche para descansar del viaje, pero no descansamos nada, puesnos pasamos el día despidiéndonos de la familia. Volvimos alhotel y a las seis de la mañana, a levantarse, despertar a lascriaturas, arreglarles, bañarles y naturalmente sola, pues él no meayudaba para nada. Prepara las maletas y corriendo al aeropuertosolos (pocas veces me ha venido a despedir nadie cuando me voyde viaje).

S: El vuelo fue directo, o hacía escalas.M: El vuelo primero hizo escaía en el aeropuerto Michelángelode Italia; once horas en Italia, Fuimos a Roma, estaba lloviendo amares, allí comimos unos espaguetís, pero estábamos tan cansadosque lo vomitamos todo; otro desastre; volvimos al aeropuerto quepara colmo había huelga de basureros y aquello era un caos deporquería y desorden, esperábamos sentados en sillas de plástico,

tuvimos que llamar al médico del aeropuerto, por que Aitor queera un bebé se nos puso malísimo y el médico nos recomendó quele diéramos biberones de manzanilla. Después de once horas yque no sabíamos cuando saldríamos, Luis se fue al mostrador dela compañía Quantas, armó un cisco por que nos teníanabandonados, cuando nos habían dicho que la compañía se haríacargo de nosotros y nos recogería en el aeropuerto y entonces nosatendieron unas azafatas, nos llevaron a una sala privada dondehabían unos sillones comodísimos y esperamos el vuelo de laQuantas. Entramos en el avión y yo nunca había volado en unyumbo y no sabia que en la primera fila habían cunas abatibles, viuna bajada y no sabia que había otra y trataba de hacermeentender con la azafata de que quería ese asiento aunque no mecorrespondía por el billete, pero como yo no hablaba inglés, nopodía hacerme entender. Luis si que lo hablaba, pero él tenia latáctica que un rato antes de empezar un viaje, me ofendía o sepeleaba conmigo y como sabia lo orgullosa que yo era, así ya nole molestaba más en todo el viaje. Total que me hice entendercomo pude para que la azafata me calentara los biberones queAitor tenia que tomarse. Después paramos en Dubay, no se sibajamos y creo que también paramos en Singapur, luego nosllevaron a Sydney, aunque teníamos que ir a Melbourne, pero nose que pasó, que tuvimos que hacer escala en Sydney; allíestuvimos un par de horas, hasta que finalmente salimos paraMelbourne, allí nos esperaban un par de señoras de inmigraciónque hablaban un poquito de español

A todo esto, yo llevaba unas ojeras que me las pisaba porque estaba agotada pero casi no notaba nada de lo aturdida queiba; vinieron dos taxis, uno para el equipaje y otro para nosotros ynos trasladaron al Hostel, que es un sitio que reciben a losemigrantes; allí di gracias a Dios cuando subía al apartamento o"Fiat" como le llaman allí (en una especie de campo deconcentración); dentro habían viviendas en tres o cuatro plantas,un comedor comunitario, lavandería comunal, guardería, ypabellones donde daban clases de inglés.

Llegamos al fíat, él se ducho y se metió en la cama y yobañé a los niños, los metí en la cama y me quedé a guardar toda laropa en los anuarios (no me gusta dejar las maletas por el medio)

y luego me puse a buscar un bidé, desconociendo que en Australiaera muy raro encontrar un bidé; al no encontrarlo me duché,cayéndome, no sabia ya donde estaba y me estaba mareando. Y yanos quedamos durmiendo no se cuantas horas, pues aun teníamosel horario cambiado, ni bajamos a desayunar ni nada, solo al"lunch" del mediodía a los comedores comunales; mis hijos nocomieron nada, por que no estaban acostumbrados a aquello, yo sicomí, en seguida me adapté.

De las primeras cosas que hicimos fue comprar una neverapara llenarla de fiambres, jamón cocido, queso, leche, cosas quelos crios conocían y les gustaba.

S: La vida en el hostel, que tal la llevabais.M: Lo agradeces, por que te dan información sobre el país, te danunas clases de inglés, no te tienes que preocupar de los niños, haynursería para los bebés, guardería para los pequeños y colegiopara los mas mayores y yo me podía dedicar a mis clases de inglés(que no entendía una gorda), pero posteriormente y a la fuerza yalo aprendí en los diecisiete años que estuve en este país.

S: Había cierta discriminación hacia vosotros como españoles opor el contrario.M: No, lo que pasa es que hay mucho vietnamita y surgió un roce,por que ya sabemos que los vietnamitas llevan muchos años deviolencia y mi hija cada dos por tres, venia del colegio quejándosede que había un niño vietnamita de ocho años (mi hija tenia 5)que le estaba amargando y la asustaba y mi hija como es asmática,constantemente tenia ataques, hasta que un día Luis fue a quejarseal colegio explicando el hecho y de aquí no pasó, pero al cabo deunos días, se presentaron los padres de este niño diciendo que iehabíamos pegado y el caso es que Luis y el padre del niño seenzarzaron en una pelea, Luis le partió al padre del niño un dientey en seguida se presentaron toda la comunidad vietnamita parai lucharnos.

La comunidad hispana, en vez de informarse, prefirieron darcrédito a lo que los vietnamitas dijeron y desde entonces noshicieron el vacío total.

Al mes, ya nos concedían un piso de la "house comission",que solo era para seis meses, pero suficiente para que pudierasahorrar y que te permitía buscar algo mas definitivo; desdeentonces no quise saber nada de los hispanos ni de los españolesresidentes en Australia.

S: No será que el que emigra, su calidad social no esprecisamente la mas alta.Mi Si claro, hay mucho tarugo, mucha gente de pueblo e inculta,que no han tenido oportunidad de culturizarse y que a veces notienen otro remedio que emigrar y es difícil encontrar gente concierto nivel.

S: Apurasteis los seis meses, o os marchasteis antes.M: No, apurarnos los seis meses, por que el piso viene totalmenteamueblado y no necesitas prácticamente nada.

S: Y la próxima vivienda.M: Lo corriente allí era que a los seis meses, te daban opción aque cogieras una casa del Departamento de la Vivienda o ya teibas a vivir por tu cuenta: nosotros preferimos irnos ya por nuestracuenta, por que la gente que se reúne en estos sitios de la HouseComission no nos gustaba nada; entonces alquilamos una casa enun barrio que se llamaba Fotnak. Era una casa que el propietarioera italiano y nos la alquilaba pero había una condición y es quedetrás de la vivienda había una casita que allí en Australia se lesllama "grany fíat" (la traducción viene a decir "el apartamento dela abuela") y que viene a ser una vivienda para alojar a alguien dela familia pero que viva independiente y haga vida autónoma,

Y entonces, en este apartamento vivía una chica que era hijade los antiguos propietarios y éstos habían dejado una cláusulapara que se le respetara esta vivienda a la chica. No huboinconveniente, pero esta persona era una prepotente que notragaba a los emigrantes y me cogió una manía descomunal yprácticamente era una mala vecina. Yo no me podía hacerentender todavía y no me atrevía a dirigirme a eila. Compartíamosel tendedero, (este invento australiano que consiste en una especiede paraguas que el viento hace girar) y ella dejaba la ropa tendida

su ropa y se la puse delante de su puerta, para poder te'Otra guarrada que me hacía era dejar las basurasdelante de su vivienda, pero que daba a mi cocina y igatos y perros a destrozar las bolsas y aquello se poní;que no se podía vivir. Excrementos de perro por toeque no se te podía ocurrir salir de noche sin luz, por q¡perdido; a mi hijo Aitor no lo podía tener en el jardín,pequeñito y era una imprudencia en medio de tanta susi llego a conocer las leyes del país entonces,denunciado a sanidad, pero como nosotros al ser españde un país donde raramente se denunciaba estas ceatreví a dar ningún paso de este tipo.

Bueno al cabo de seis meses le comenté a Luis ley le insinué si podríamos coger otra casa de alquiler, ienteraba ni se quería enterar, pasaba de todo como sidesaparecía temprano de casa y no regresaba hasta tequedaba en casa pudriéndome sin poderme comunicapor la dificultad del idioma como he apuntado.

Un día llega a casa y me dice: ¡negra (esta era Fcariñosa hacia mi, le venía la costumbre de cuant*Venezuela) ya he comprado la casa¡ (naturalmente si)mi opinión); había comprado una casa en una barrllamaba Aliona y allí nos fuimos.

La compró con tres hipotecas, y solo dio quiniede entrada, y se busco las financieras que le dierannecesarios para empezar a pagar la casa.

Esta casa estaba bien, era moderna (acabada cicon tres habitaciones, comedor, cocina y baño. Eestuvimos como ocho años, allí también vino mi m>una temporada con nosotros.

8: Aquello era Melbourne.M: Si, pero a los ocho años nos mudábamos otra vezle iba diciendo que la casa se nos iba quedando pequ(siempre sin avisar ni consultar) decide que nos marotra punta de Australia, a Perth (en Western Australia

de casa, sino al otro extremo; decía que a ei tampocoMelbourne y como conocía Perth de la vez que él habAustralia, nos forzó para que fuéramos allí.

Yo siempre atribuía el mal carácter de Luis a iaayudaba casi a comprenderlo y a justificar estos camide talante. De manera que yo también creí que a lo mun sitio que le agradase, sería menos prepotente,menos bofetadas y mis hijos vivirían en un ambiente r¡tanto, hice de tripas corazón y emprendimos el viaje.

Compramos una caravana, un coche de ocho citirar de ella y cruzar el desierto de Nálabo. Ahí tincaravana, sin prisas, pues tardamos una semana en hacsolo andábamos durante el día pues al llegar abuscábamos en la ruta cualquier caravan-park yacampábamos; también viajábamos de día por los aaunque llevábamos el para-canguros delante (un arnprotege el coche del impacto que representa atropellaiadulto), no hace ninguna gracia atropellados (en el c;a varios en diferentes estados de descomposición, segque llevaran muertos).

El desierto realmente impone, pues aquello sonkilómetros en línea recta que no ves nada, solo de tan icruzas con un "train" (camión tren) que es una tracíde dos remolques, pero ello ocurría cada dos horasrezando para que no te ocurra nada y sin desviarsecarretera, pues es lo primero que te advierten, ya quperdido hasta aborígenes.

A la semana llegamos a Perth. allí, antes deciudad, hay una atracción que se llama "el Caballocomo suena, ya que se trata de caballos a la españrejoneo, aunque de caballo andaluz solo hay uno, kjamelgos pero como la gente no lo entiende, puecuresulta que hicimos amistad con un matrimonio i¡llamaba Loreine y él Graham, iban con su hija y le:-que acabábamos de llegar y no conocíamos nada; e;nos indicaron un caravan-park que había cerca deKelrnscott, cerca de las colinas); allí alquilamos el

conservo.Allí nos quedamos y como siempre, Luis se iba

yo me quedaba allí, en una caravana, llena de paqueavance o anexo donde dormía de mala manera Mere!con un loro muy escandaloso, viejo e histérico pergatitos que me había traído mi hija. A los pocos días kque la situación se volvía a tornar insostenible y qualquilar una casa o algo para vivir, que no fuera en ¡.park. Y claro, la historia de siempre, en vez de alquilaesperar a la oportunidad para mejorar, no, va y comprésta era muy bonita, con cuatro habitaciones, en dos pen Thornlie (en Perth) y cerca de las colinas.

En esta casa estuvimos casi ocho años en dondetodo en ella, incluida la construcción de una pisentiempo, creo que en Abril, yo fui con Aitor, que ya tenaños, a España, de vacaciones, cuatro semanas que ndonde trabajaba mas dos más que yo me cogí (entoneen una residencia de ancianos).

Estuvimos de vacaciones y a los cuatro meses cme enteré de que mi madre había fallecido; fue muy d¡suerte de mi amiga Loreine; que me dejaba que mepues por parte de Luis, no podía ni hablarle del tema; Ile afectaba era pensar que mis hermanas me podrían es-herencia.

Mi hermana Marina fue mandándome poco •<•cuestión fiscal) el millón que me tocó de la venta demadre y con este dinero, pusimos la piscina que nos haque los veranos en Perth son insoportables de caíterminamos de pagar la casa de Thornlie y otra vezcon créditos para comprar un apartamento como inveiíque en un principio parecía que podía ser un negetiempo vimos que no parábamos de añadir dinero y n,nada, además se pagaba con todo lo que yo gatiabg(teníamos que pagar ochocientos dólares mensualesnos metimos otra vez con hipoteca. Al final yo le dijeno lo aguantaba, por que nos tendríamos que pasar ;

rle veía ningún futuro. Además, la agonía de no perder el trabajopara que no nos quitaran lo que nos estaba costando tantoesfuerzo pagar; y el trabajo mío no era de estar sentada detrás deun despacho, sino de un desgaste físico muy duro, que así estoyahora con las lumbalgias en la espalda de tantas camas que hehecho y tanto esfuerzo físico que he soportado.

Vendimos el apartamento por el mismo precio que nos habíacostado y nos quedamos solo con una hipoteca de veinte mildólares, que es lo que en un principio teníamos.

S: En (once s esta casa ya es la definitiva?.M: No, no tenia bastante, cuando estaba ya hecha la piscina yhabía puesto el pavimento alrededor y hecha la casa cómoda yagradable, él ya se aburrió y dijo que ya no se quería gastar ni unduro mas; había que moverse. Entonces salió un barrio nuevo alnorte de Perth y que se puso de moda y naturalmente que muchagente se desplazaba allí y nosotros, ¿como no?, también nosfuimos para allá.

Pusimos la casa en venta a través de una inmobiliaria, peroel cliente que encontraron para la casa, tenia que hacerse unaoperación-puente condicionada a que dicho señor vendiera supiso,

Pero nos anticipamos por que ya le picaban los pies a Luis yen vez de esperar a tener el dinero en las manos o ladocumentación que ie garantizara la venta para cambiar de casa,nos fuimos ya a Wanneroo que es un barrio que está cerca dedonde queríamos ir a vivir, alquilamos un piso mientras no serealizaba la venta y allí apalabramos un terreno para construir lacasa; o sea que todo era una cadena, la cual no podía fallar nada.

Pero después de un mes de agonía, no se llegó a efectuar laventa del piso del comprador de nuestra casa y el compromiso delterreno no se respetó, pues había transcurrido mas tiempo del quese había pactado; por lo tanto, vuelta a levantar el campamento yempaquetar algunas cosas (ya que no todo se había desembalado)y volvernos a Thornlie, otro gasto de transporte y jaleo demudanza y otra vez pusimos la casa en venta, pero yo le dije quede allí no me movía hasta no ver la venta realizada en firme.

Por fin se vendió la casa y nos fuimos a un barrio deGosnells, en la calle de Elm Street y posteriormente encontramosun terreno muy bonito en Roleystone de acre y medio (unos 6.000m2), cuyo costo de estimaba en 40.000 dólares y había estadomucho tiempo en venta, pero cuando vieron que nos interesaba, lopusieron en 51.000, pero todo y con eso estaba barato; aunque erainjusto, yo le dije que lo comprara, pues era una buena ocasión,además pasaba un río de agua dulce por dentro la finca y ya conello, nos ahorrábamos dinero en agua de riego; un terreno muybueno para frutales, especialmente cítricos, total que se compró yallí edificamos la última casa.

De todos modos, yo ya no tenia ilusión, pues mi matrimonioya hacía tiempo que hacía aguas; estaba mas muerto que nada; yahabía pasado de las broncas a las palizas y de las palizas al abusopsicológico (que aún duele mas). Yo ya no tenia ningunaautoestima, no me veía ni como persona, ni con derechos, ni connada, ya que a su lado era como un objeto que además eradespreciable y así me lo hacía ver a cada momento.

De ahí ya pasé a la total indiferencia, o sea que él ya no mepodía hacer daño, pues no me afectaba nada de lo que me dijerani me hiciera; había problemas con los hijos; siempre estaba conlas amenazas de echarlos de casa; a Luis Miguel ya lo echó unavez con quince años; que el chiquillo estuvo durmiendo tres díasen los contenedores de ropa. Total que mi vida estaba totalmentevacía.

Yo tenia entonces unos cuarenta y cinco años y me lasingeniaba para tener amigas, que gracias a ellas se me hacía massoportable la vida y yo pensaba si esto era todo en la vida y si yase me había acabado gozar de algo y que no podía aspirar a estaral lado de un hombre que me respetara y pudiera hablar con él, sinque me insultara o me despreciara.

Mi hermana Marina, era la única que me mantenía amarradaa España, ya que cuando estuve aquí por vacaciones, la verdad esque me despedí, por que España ya no me gustó nada,considerándome australiana a todos los efectos y para no volver;pero Marina era con la única que me carteaba y manteníamos elvínculo familiar encendido.

Marina quería venir a pasar unas vacaciones, pero lo mínimorecomendable eran unos tres meses, si no no te cunde; y un día mellamó diciéndome que Luis (su actual marido) iba a echar en faltaal niño si se venía a Australia (quería venir con el pequeño Marc)y que por que no me venia yo y así nos veíamos.

En aquel momento Luis (mi marido) estaba acogido al paro(pues no le daba la gana de trabajar) y yo tampoco podía trabajarpor que económicamente no nos compensaba por la combinaciónde impuestos que se generaba, pues lo que yo iba a sacar estandoempleada, se lo quitarían a él del paro; pero el caso es que éldisfrutaba plantando sus arbolitos y cobrando tan ricamente delgobierno (yo le he oído rechazar muchos trabajos).

S: Pero tuya habías trabajado en Australia.M: Si, de camarera, de pinche, etc. y algunos trabajitos que nocotizaban en el "tass", como ir a limpiar alguna casa, que me dabapara tener algunos dólares.

S: Volvamos a Marina.M: Pues si, yo le dije que no me podía permitir el lujo de gastarpara un viaje de ida y vuelta a España, pero ella me dijo que loque pensaba gastarse ella, me pagaba el viaje a mi. Y estas cosasque yo con Luis ya no podía mas, prácticamente ya llevábamoscuatro años que sin estar separados físicamente, lo estábamosmoralmente, para colmo estaba metido en una secta, la cual yotambién estuve, pero que felizmente me pude salir de ella yentonces pensé, si me voy a España, aquello me agrada y meencuentro feliz y tengo que volver, será traumático. No me lopensé y le dije a Marina que venía pero a quedarme; un pocoinfluenciada por que mi hermana me lo había pintado muy bien,diciéndome que aquí me podía ganar la vida y que ella oía aseñoras muy bien vestidas en el mercado, que necesitaban quienles cuidara de la casa y los hijos y que no tendría ningunadificultad por adaptarme nuevamente a este país y que con miinglés en seguida encontraría trabajo de lo que fuera. Por lo tanto,decidí venir: de manera que le dije a Luis que lo mejor quepodíamos hacer era separarnos y que me volvía a España,

Lo que pasa es que él, empezó poniendo cara de pena yhaciéndome sentir culpable de su situación y yo corno aun tenialavado el cerebro y pensaba que como era yo quién daba el paso yle trastornaba la vida a él, habría de compensarle y lo hicecediéndole toda mi parte de todos los bienes que teníamosconjuntamente, firmándole la renuncia a cualquier reclamación.Mi sola obsesión ya era irme y no me importaba nada de lo queestaba perdiendo; yo estaba comprando mi libertad, pues hasta seme había cruzado en muchas ocasiones la idea del suicidio, yaque la vida se me hacía insoportable. Lo que mas me dolió fuedejar a mis tres hijos allí y aun me duele, pero como dicen losaustralianos "no se puede hacer una tortilla sin romper algunoshuevos".

S: Hagamos un pequeño inciso y volvamos atrás. De los dieciséisaños (desde el 79 hasta el 95) que has estado en Australia, hanpasado muchas cosas, por ejemplo, habíame de la secta que tecaptó. ¿Como entraste a formar parte de ella?M: Pues un día que estaba en casa de Rosa Muñoz , me dijo queiba a la guardería a buscar a Dany (su hijo) y que por cierto que elotro día había conocido a una señora que también era española yque yo podía conocerla también; en fin, que la acompañé y comosiempre, yo no me callo, nos enrollamos y conectamos; total quenos invitaron a su casa y de los temas que se trataron fueron deesto que estaban metidos ellos que se llaman los gnósticos.

Coincidía que Luís tenía una crisis espiritual y yo tambiénestaba ávida de todo lo que trata del misticismo, pues en aquelentonces ya iba a meditación, cosa que me ayudó mucho.

Nos dijeron que venia un maestro de Sydney y que loconoceríamos. Lo conocimos, era el famoso Jorge (un chileno) ySa cosa nos caló durante casi dos años. Yo veía que aquello sebasaba en la ensalzación el ego de cada uno, haciéndonos sentirimportantes: a Luis le decían que había sido un "budisata"' caído yque yo también lo había sido. El se lo creyó y a mi ya meempezaron a tocar las narices, pues allí era un concurso de a verquién había tenido el sueño más bonito y no me gustó aquello y derepente, todo lo charlatana que yo soy, la última clase me cerré yno abrí la boca en todo el rato; estaba como desdoblada, como si

no estuviera allí y se dieron cuenta, hasta que les dije que aquel"lavacocos" no me interesaba y que ni ellos mismos sabían de loque estaban hablando.

Ellos decían que tu podías abandonar aquello cuandoquisieras pero claro, como conocías los "secretos" de ellos, tedecían que los cuarenta y dos jueces te podrían castigar si te ibas,pero no me importó, dije ¡que aun que me parta un rayo! pero yome voy. Ahora que tuve una racha muy mala psicológicamentepues casi creía que efectivamente se me iba a castigar, inclusocuando conducía, esperaba el irremediable accidente mortal, perofelizmente me salí sin consecuencias.

Después, todos los miércoles, como ellos no tenían ningúncentro de culto, se venían a hacer sus sesiones a casa, cosa quedurante las dos horas que duraba la misma, allí no había quienpudiera disponer de casa y no podía estar presente por que todoera secreto, mis hijos no podían ver la televisión por que hacíanruido, hasta que un día les dije que se fueran y que se buscaran untemplo donde hacer sus "misas".

Rosa Domínguez intentó por todos los medios que yovolviera, pero no lo consiguió; le dije que éramos amigas, quepodíamos tomar los cafés que fueran juntas, pero que no mevolviera a invitar mas a ninguna sesión. Pero como a Luis ledaban constantemente coba diciéndole que en otra vida habíaconocido al fundador de esta religión y que lo iban a hacer pocomenos que papa, aun está metido en ello.

Esta secta (que naturalmente ellos le llamaban religión) eraun puzle entre el hinduismo, el pensamiento budista, elcristianismo y el egipcio y les había quedado una mezcla muyarreglada y conveniente, pero que yo no tragué; ya estaba a puntode venirme y Rosa Domínguez aun insistía para que noabandonara aquello.

Me confesaron que me captaron por que veían en mi que erauna persona apasionada y cuando creía en una cosa, la defendíacon todo el énfasis posible, pero yo tengo que creer en ello y si noes así, no.

S: También se que practicaste algún deporte, como el Bagminton.

jyi: Pues si, Loreine, cuando llegamos a Perth, como vio queestaba tan aburrida en el caravan-park, un día me dijo que laacompañara a jugar al Bagminton, pero yo no tenia ni idea y alprincipio para mi era un ladrillo total, pero me empezó a gustar ytanto es así, que me compré una raqueta y como cerca de casahabía un centro donde se jugaba, me entró la afición y continuéjugando.

Allí este deporte está muy extendido y hay los que juegan enplan social y los que hacen competiciones, pero yo solo jugabapara pasarlo bien, pero un día me animaron para hacer un torneo ygane un trofeo y todo.

Entonces empece a trabajar en la residencia de ancianos enMeáis on Wheels y tuve que dejar el Bagminton durante dos años,pero luego volví; al principio no le daba al volador, pero volví acoger el tranquillo, y recuperé lo que había perdido, participandoincluso en competiciones.

En la actualidad aun me gusta y me las he ingeniado parajugar aquí en España, apuntándome en un centro de la vecindad.

S: En deportes, también tus hijos han destacado, por ejemploAitor, sé que practica el Tae Kwondo, no?.M: Si, cuando volvimos de las vacaciones de España, Aitor sepuso gordo como un cebú, de lo bien que comió y cuandollegamos allí, el mismo me lo pidió, pues tenía un amigo que en elcolegio hacia karate o giu-gitsu y yo en un principio le dije queno, ya que sus hermanos habían practicado Karate en Melbourney después del gasto de uniformes y otros, al llegar a Perth, lodejaron; yo pense que Aitor haría lo mismo y que sería otrocapricho, pero tanto insistió que le apuntamos a un centro cercade casa. Al principio era un zote, pero le cogió gusto y llegó atener tanta afición y perfeccionó tanto su técnica, que alcanzó lacategoría de cinturón negro, ganando trofeos en sus torneos ylástima que cuando recientemente vino a España, se lastimó larodilla y por lo que sé, lo ha dejado. Lo que me consuela es saberque con la técnica que tiene, puede defenderse de cualquierataque y le sirve para posibles eventualidades que le puedansurgir, pues en Australia y debido al carácter indolente de lajuventud, surgen peleas sin que te lo propongas.

5: Me has dicho que la juventud es bastante indolente enAustralia, habíame de ello.M: Bueno, el problema es que en la cuestión estudios, es de muybaja calidad y les exigen muy poco para pasar curso. Allí hayprimero la guardería y luego hasta el año seis, que es la primaria,luego ya pasan a la high school, entonces la high school esobligatoria hasta el año diez y a partir de ahí, ya es voluntario elseguir los estudios; después del año doce ya pasan a launiversidad, pero como no les enseñan a estudiar ni los fuerzan,cuando llegan al año once, se vienen abajo por que no se hanenterado de nada antes, por la falta de disciplina y además lasmaterias son muy flojas.

Yo cuando vine con Aitor a España, me asombré de ladiferencia que existía con su primo Octavi (que es algo mas jovenque él), pues este sumaba, restaba, multiplicaba y dividía pormuchas cifras y en cambio Aitor, si se le ponía más de dos filas,no las sabía sumar.

Además, como allí así que se terminan los estudios ya te danel subsidio de paro, quién se va a molestar en esforzarse.

S: Habíame del carácter de tus hijos, dices que por ejemplo LuisMiguel, que era una monada de criatura, se obró un cambio enélM.- Luis Miguel era el niño que todos padres quisieran tener, unniño precioso físicamente, con un carácter fabuloso, cariñoso contodo el mundo. En el colegio todos los profesores estabanencantados con él.

Entre paréntesis cuento que cuando le tocaba ir a la escuelaAitor, las maestras estaban contentas por que habría otro"Rodríguez"' y a juzgar por el comportamiento de Luis Miguel,sería otro encanto; pero la ilusión duró poco, pues Aitor llegóarrasando, se pasaba la vida de cara a la pared, siempre lecastigaban, por que mordía a todos los demás niños. No es quefuera malo, era revoltoso y muy inquieto; me decían: Hay que verla diferencia de uno al otro.

El caso es que su padre, a Luis Miguel lo tenía como el hijopreferido, pues era un niño "cómodo". Le decía: "Bárreme el

patio" y el niño obedecía y barría el jardín, no dejando ni unahoja. "Luis Miguel, ven para acá" y el niño venía sin chistar. Unniño robot.

Pero el niño robot, vio un día que su padre me estabaprácticamente estrangulando. Por una tontería, se me tiró encima,me empezó a pegar, me cogió del cuello y me estaba a punto deasfixiar. El chaval vio que su padre estaba casi matando a sumadre y sin pensárselo, cogió un cuchillo de la cocina que estabaencima del mostrador y le dijo a su padre que me soltara. El otrocuando vio a su hijo de diez años con un cuchillo en la mano, seasustó y me soltó, pero ya nunca más le volvió a dirigir la palabraa su hijo.

Como vio que Luis solo hablaba con Aitor (por que aMerche tampoco la tragaba), la reacción inmediata de LuisMiguel fue que como lo ignoraban, ya se haría notar. Se empezó ajuntar con la basura de la high school y a meterse en follones;cada dos por tres, la policía nos lo traía borracho a casa.

Una vez, junto con unos amigos, mientras estábamos fuera,cogieron el coche de su padre, (Luis Miguel no podía conducirlo,pues estaba convaleciente de un corte en el brazo de otragamberrada) pero su amigo acababa de sacarse el carnet y era elque lo conducía. Bien, pues, se ve que haciendo el idiota,acabaron estrellando el coche y su padre, aun viendo que faltabanlas llaves y que por supuesto debía haber sido Luis Miguel, lodenunció a la policía por robo. No nos fue demasiado perjudicial,pues gracias a la denuncia, el seguro nos indemnizó. Pero allí vi larabia contenida que tenía contra su padre, pues en actos comoeste, se le veía como de alguna manera se vengaba de quien tantole defraudó.

S: Dices que a Merche tampoco la tragaba Luis.NI: No se que pasó, ia que en un principio era la niña de sus ojos,al cumplir los once años, cambió la actitud del padre y yo loatribuyo a que la niña ya tenía formada su propia opinión de lascosas y a Luis no había quien le discutiera nada y como Merchetambién tiene un carácter muy fuerte, topaban.

De todos modos fue un cambio radical, pues pasó del halagoal insulto y naturalmente a mí esto también me hería. Me llegó adecir". "A esta niña lo que le hace falta es un buen polvo".

Un día (tenía la niña unos trece años), estaba Merche encasa con un ataque de asma y luego me enteré que además teníaun pulmón perforado, tuvo que llamarme la chiquilla por teléfonoal trabajo, por que su padre estaba en el jardín y no se habíaenterado que su hija casi se estaba muriendo en la casa. Al llegaryo, me encontré con la casa cerrada con llave y él tranquilamenteregando las plantas, sin haberse interesado por el estado de suhija, sabiendo que se había quedado en casa, por que estaba mal.

La actitud que tenia Luis, respecto a su hija, se hacía notarcuando en la mesa Aitor contaba algo y su padre le miraba yescuchaba, pero si lo contaba Merche, la cara de su padre setransformaba en odio y cuando le molestaba, le decía: ¡fuera deaquí, guarra asquerosa!. Así se pasaba Merche días y díasencerrada en su habitación sin salir, ocultándose detrás delflequillo en actitud de aislamiento. Se volvió muy arisca y aun ledura, pues cree que siempre le están agrediendo e insultando.

S: Sin embargo, Aitor no ha tenido este problema o es gracias asu carácter sociable y que ha sabido llevar al padre.M: A Aitor lo que le pasa, es que es un "Libra" total y ha sabido"capear" al padre muy bien. Era el único que me escuchaba, porque yo le decía que a su padre no se le podía ir de frente, sino porotros medios; así como Merche se le enfrentaba y entonces sedeclaraba la guerra, Aitor sabía darle la vuelta y no pasaba nada.Aunque alguna vez al chiquillo le he visto dar un puñetazo a lapared (para no dárselo al padre) y aguantarse.

Con Luis Miguel era otra cosa, él no se enfrentaba, pasaba;lo que pasa es que tiene mucha rabia acumulada y a mí me damucho miedo por que es imprevisible y un día le puede explotartoda esta frustración y puede pasar cualquier cosa que nos dé undisgusto irreparable.

S: Bien, otro si; aunque hemos hablado de varios trabajos,especifícame mas cosas.

Y|- Bueno, el primer trabajo que tuve llegando a Australia, fue enVlelbourne, pero me duró tres meses, pues en seguida nosmudamos a Perth. Fue en una fábrica de moquetas. Allí, estuvebien; lo pasé mal al principio, pues había de hacer unos nudos a[os ovillos y me costó encontrarle el tranquillo a estas tareas, peroal final ya me adapté y fue positivo. Era un horario muy bueno,por que me permitía llegar pronto a casa y los niños no meechaban a faltar.

Mi marido estaba en casa toda la mañana, pero a pesar deque me había prometido colaborar en las tareas domésticas, nodaba ni golpe, como si no estuviera.

Este trabajo me lo había recomendado la madre de unacompañera de colegio de mi hija que era maltesa y me había dichoque si iba a la fábrica que ella trabajaba igual me daban trabajo.Así lo hice y efectivamente me admitieron; pero esta mujer teníaun morro que se lo pisaba, pues me dijo que como íbamos almismo trabajo, podíamos aprovechar su coche y yo solo tenía quedarle veinte dólares cada semana (que le llenaba el depósito de sucoche y el de su marido). Claro, esto podría pasar, si ella rnerecogiera y me dejara en casa, pero no; yo tenía que ir en bicicletahasta su casa (lloviera, nevara o hiciera calor) y entonces salíamosde allí. O sea que a las cinco de la madrugada y a veces contemperaturas bajo cero, llegaba a su casa, levantaba mi bicicleta,para no mancharle el suelo de su finca (era una maniática de lalimpieza) y ella me dejaba en la fábrica, sin ningún gasto nimolestia por su parte; este mismo negocio lo tenia montado condos señoras mas, que las recogía por el camino y que le dabanquince dólares mas cada una y lo único que había que hacer eraarrimarse a la acera para que entraran en el coche; o sea que sesacaba cincuenta dólares extra cada semana por permitir queocupáramos tres plazas en su coche.

S: Bien, vamonos a Perth.M: Cuando llegué a Perth, la misma Loreine, que trabajaba desupervisora en Meáis on Wheels, me dijo que allí necesitaban unpinche (pero querían un hombre), no obstante, ella ya habíahablado de mi, y que fuera a ver si me cogían. Así lo hice y meaceptaron. A la primera semana, tenía agujetas hasta en las

pestañas, por que el trabajo era duro, pero yo era joven y merecuperaba pronto.

Allí había dos chicas de Nueva Zelanda, luego estaba Frankque era hijo de padres italianos y mariquita, que nos hicimos muyamigos, cuatro o cinco más, el cocinero que era irlandés, unsudafricano blanco, en fin la mezcla normal en Australia.

Aquello era una residencia de ancianos, no un geriátrico,sino solo una residencia, pero al mismo tiempo, se hacía comidapara gente mayor que vive en sus casas y se le lleva la comida allí,preparábamos las comidas por sectores (Meáis on Wheels quieredecir, comida sobre ruedas), venían voluntarios que solo cobrabanel kilometraje y estos llevaban en sus coches la comida pararepartirla a casa de los ancianos.

S: Y como lo dejaste.M: Tal como te dije, yo estaba muy a gusto, pero empezaron aquerer renovar la cocina, entonces me quedé en este sitio con unaaustríaca, que estaba como una cabra, trabajando en unascondiciones muy malas, fregando los cacharros como podíamos,pues aquello estaba lleno de escombros, ruidos y demás.

Así estuvimos ocho semanas, por que el resto del personal lotrasladaron a otros departamentos de la misma compañía, quetenía otras residencias de ancianos mientras se efectuaban lasobras.

Llegan las Navidades y nos dan a todos, veinte dólares debonus. Entonces Frank, dijo que no era justo que nos dieran atodos lo mismo, cuando habían personas que acababan de entrar ynosotros que éramos los veteranos y habíamos sufrido la obra, nonos dieran mas. Yo le dije que si él opinaba así, que había estadoen otra cocina de la misma compañía, que tendría que decir yo,que había sufrido todas las obras. Entonces él quiso hablar conMr. Pears, que era el mánager, para quejarse. Yo le dije que leacompañaría pero que hablara él, que siempre se expresaría mejorque yo.

Total que a los dos días, nos dan aviso a Frank y a mi paraque vayamos a hablar con Mr, Pears, pero por separado. Hablaprimero Frank y luego entro yo. A mi me puso de vuelta y media,echándome una bronca de la que yo no me enteraba; solo le dije

que yo no había hecho nada, pero ahí quedó la cosa. Al salir, el¡efe de personal me advirtió que me querían echar a la calle. Elrazonamiento es que preferían echarme a la calle a mi, que erauna simple pinche, a uno que aunque no lo fuera, estaba haciendolas tareas de cocinero (cobrando menos que uno oficial) como loestaba haciendo Frank.

A los pocos días me echaron a la calle y puedo decir que hasido el único sitio de donde se me ha despedido. A mi me sentómuy mal por que no me lo merecía. También me querían estafarunos trescientos dólares del finiquito; fui a la Unión (es lo que sellama al sindicato laboral) les expliqué el caso y ellos me dijeronque estaban de este señor hasta la coronilla y que tenían ganas deempapelarle, que ellos hablarían, pero si no se avenía a razón y siyo lo autorizaba, le denunciarían con todas las consecuencias, porque además podían pedirle una indemnización por dañoemocional (allí se estila mucho este tipo de reclamaciones). Les diautorización, pero no fue necesario ningún juicio, él pagó lo quese le reclamaba. Y cosas del destino, a los cuatro meses, esteseñor se murió de un ataque al corazón.

De ahí pasé a otra residencia de ancianos, porque el jefe decocina que había en la anterior cuando empecé a trabajar (Mr.Fox), me tomó mucho cariño y sabiendo que estaba en otraresidencia le fui a ver; le expliqué lo que me había ocurrido y él loconsideró normal sabiendo el tipo de persona que era el tal Pears.Me llamaron y a los pocos días, allí me puse a trabajar.

De la última residencia, pasé a un Hotel de poca categoría;de este pasé a otro hotel del mismo nivel en City Water Lodge,donde estuve dos años. Era un hotel muy antiguo, ya que enAustralia, el concepto de moderno varía mucho de lo que aquíestamos acostumbrados, una casa de cincuenta años, es casiarqueológica allí.

Después, mi amiga Rosa Domínguez (que estaba trabajandoen el Hilton), se tenía que ir a Sydney y me dijo que hablaría demí a las gobernantas para que me pusieran en su lugar.Efectivamente empecé a trabajar en el Hilton y estuve un año ymedio, aproximadamente; fue cuando vendimos Thornlie y nostrasladamos de lugar.

S: Habíame de la impresión que a ti te dio Australia, así como laque aun conservas.M'. Australia es un país como lo que ves en las películas quesalen los Estados Unidos; es el país que tiene mayor número depropietarios de casas; los barrios son muy amplios, hay siempresitio para aparcar y lo que mas te llama la atención es lodimensionado que es todo. La City ( centro de la ciudad), es elsitio donde hay todos los rascacielos y casi es exclusivamente deoficinas y lugares de trabajo, pero muy pocas viviendas.Normalmente se vive en los suburbios y están tan bienorganizados, que te puedes pasar meses, sin tener que ir a la City,pues todo lo tienes a tu alcance sin salirte de los límites de tubarrio.

Allí se pagan impuestos bastante altos, pero ves que terepercuten con creces. Tienes el subsidio de paro casi indefinido,si puedes demostrar que no encuentras trabajo. Si necesitas paracomer, la seguridad social te da un bonus para que comprescomida y no tienes que devolverlo. La medicina social está muyavanzada, pues puedes ir al médico que te interese y te lo cubre elestado. No tienes que estar esperando que la burocracia teresuelva las cosas con la lentitud a que estamos acostumbrados losde aquí.

La gente viste como le da la gana, no tienen ningunadisciplina de elegancia a seguir y nadie se mete con la manera devestir del prójimo. La sensación que te da es de libertad y de vidafácil, la expresión que allí emplean es "isi going". Casi todo sepuede resolver por teléfono, desde la contratación de agua, luz,seguros, etc.

Otra impresión que impacta, es la cantidad de parques quehay, mucho verde por todas partes, que te empujan a respirarhondo. No hay polución y salvo raras excepciones no existe elproblema de los atascos.

Lo que si se ve, es mucho coche destartalado; allí alaustraliano no le preocupa demasiado la apariencia del coche, loque le interesa es que le lleve; por otra parte, no existe todavía lode la Inspección Técnica de Vehículos y se pueden ver como vanechando humos y nadie íes multa. May muchas "yardas"(denominación que allí se le da al negocio de venta de coches de

segunda mano), en cada barrio te las puedes encontrar, siendo elcoche mas barato de un costo aproximado de 1.999 dólares y quesi entiendes de mecánica, puedes encontrar algún coche bienapañadito por este precio, pero si no entiendes (como le pasaba aLuis), te podían colocar cualquier tartana, que a los dos días se tecaía a trozos. Luis de mecánica no entendía ni gorda, se podríadecir que entendía más yo que él, a fuerza de conducir tartanas,pues aprendí hasta a cambiar un manguito del radiador. Él selimitaba a saber cambiar una rueda o a cambiar el aceite delmotor, pero pocas cosas mas.

S: De todos modos, a pesar del carácter de Luis, también me hasdicho que era un "manilas "M: Esto si, además si quería hacer algo y no sabía, se fijabaprimero como lo hacían los profesionales y la próxima vez ya lohacía él. Era muy mañoso y al menos en las cosas de obra yjardinería, le gustaba hacerlo; mas bien dicho, como además legustaba tener criados, lo hacíamos entre los dos, aunque el méritosiempre se lo había atribuido él. Esto me daba mucha rabia, puesen presencia de conocidos siempre empleaba la expresión de "hehecho", "he montado", "he construido", "he comprado"; sin teneren cuenta la colaboración de los demás. Otra de las cosas que eneste tema me fastidiaba era que, sin tener en cuenta que yoestuviera o no ocupada, me llamaba para que le aguantara algo,mientras él pensaba la mejor manera de realizar aquella "obramaestra". O bien dando la orden siguiente: "Negra, ves allí y traeel chisme que hay sobre aquello". O sea que habías de ser adivinopara interpretar que se trataba de ir al cobertizo a buscar losalicates que se encontraban sobre la segunda estantería.

Luis nunca reconoció sus errores, siempre la culpa era de losdemás y aunque estuviera claro que él era el responsable decualquier "cagada", siempre había tenido la culpa alguien que lehabía hecho equivocar, imposible que entonara el "mea culpa".

S: Bien, vamos a hablar de tu salida definitiva de Australia, comolo enfocas a tu marido.M: Bueno pues se lo planteo diciéndole que en vez de tres mesesen España, me quedo y nos separamos definitivamente. Entonces

empezó él con sus caras compungidas, que va ser de mi, no sécomo voy a encontrar trabajo, en cambio tu que eres sola, saldrásadelante en seguida, pero yo aquí lo tengo peor. Total que empezóa hacerme sentir culpable y entonces yo le dije: Mira, ya se que tuhas puesto mucha ilusión en este terreno y como yo te trastornotodo tu esquema de vida, te cedo todo lo que me correspondería.Allí ya cambió la cosa. Así lo hicimos; fuimos á una abogada (queera amiga de él) y sin que me advirtiera de mis derechos nituviéramos ninguna reflexión aparte, solo me preguntó si estabadecidida y al yo responderle que sí, me hizo firmar unos papelesque ya llevaba preparados. También el cónsul me había puestopegas legales para irme y después vender propiedades, pues decíaque no se pueden enviar poderes por fax, etc. total que decidídárselo todo, que le aprovechara y que me dejara en paz.

A mis hijos se lo planteé y ellos lo aceptaron y me animarona dar el paso, incluso Luis Miguel me dijo que ya era hora de quelo hiciera; lo que no estoy tan segura es si se pensaban que ladecisión que yo tomaba era tan inmediata o era a largo plazo.

Yo pensé que si me quedaba a esperar a vender la casa,como a él lo tendría alrededor (por que yo no tenía medios parairme a vivir a otra parte), me volvería a convencer; ya habíapasado antes. El me decía: Negra, a donde crees que vas a ir coneste aspecto, con el pelo blanco, medio ciega, te faltan dientes yeres vieja; quien te va a aguantar como yo. En fin que me lavabael coco para que me diera cuenta que sin él no podía ir a ningunaparte y yo como una cretina le hacía caso.

En fin que mi hermana me envió un poco más de dinero(trescientos dólares) para que pudiera comprarme lo quenecesitara para el viaje; me compré un par de maletas, una bolsa yun neceser y cuando me acompañó al aeropuerto para que rnemarchara, aun tuve que llenarle el depósito de gasolina y mequedé sin un duro. Lo único que él me dio, fue un anillo de oro yuna esclava, para que cuando llegara a España, lo vendiera y lemandara a él el dinero para pagar su Master Car. Le dije que asílo haría (aunque después me lo pensé mejor y me quedé con eldinero).

Recogí las cuatro cosas mas relevantes para mi y un sábado,a las tres de la tarde, cogí el avión.

En el avión lloré lo que no había llorado en años. Acababade despedirme de mis hijos Luis Miguel y Merche, pues Aitor,como trabajaba ya me había despedido de él antes, pero Merche,cuando ya me habían llamado para ir a coger el avión, me llamó ysin decirme nada, se me abrazó muy fuerte, que cuando lorecuerdo aun me emociono. También me había venido a despedirLoreine y su madre, que al vernos también lloraron emocionadas.

El avión de la Quantas me llevó hasta Singapur y allí ya cogíel de Alitalia para dar el salto a Europa. En el primer avión,menos mal que en el asiento solo iba yo y pude llorar todo lo quequise, pues dejaba atrás casi toda una vida y lo mas importantepara mi: Mis tres hijos.

A todo esto yo llegaba con mis gafas, pues las lentillas hacíatiempo que habían caducado y como él no tenía dinero paragastárselo en mí (pero él sí, se acababa de comprar unas gafastrifocales para leer el periódico), vine hecha unos zorros, la caratotalmente ajada y con la expresión de la que llega de un campode concentración. En Barcelona, cuando me vio Marina, se hechoa llorar del aspecto en que me vio llegar. Yo ya no podía llorar,pues ya había echado todas las lágrimas que me quedaban.

Llegue a casa de Marina y ella me había conseguido unahabitación en casa de Rosa (su suegra), en Barcelona, que me laalquilaba, pero Marina dijo que quería que estuviera una semanaviviendo con ella. Cuando llegó mi cuñado Luis, ya le noté queestaba un poco distante, mas bien frío conmigo (él había ido aesquiar y acababa de llegar), pero los días que siguieron tambiénvi frialdad, hasta que un día oí que le decía a mi hermana que aver cuando yo me iba a Barcelona. A Marina le sentó muy mal yse discutieron, Yo no sabía a donde meterme, pues me sentía unestorbo.

Esta frialdad casi era justificada por lo siguiente: Hacía pocotiempo que habían tenido a mi hermana Carmen y parece ser quela relación no había sido nada satisfactoria (mas bien nefasta) yclaro, Luis veía a otra cuñada que venía a instalarse y creía quehabría otra sesión de lo mismo.

Después se apaciguaron los ánimos y un poco comocompensación, a la mañana siguiente me llevaron a Font Romeucon ellos (pues iban a esquiar). Ellos participaban en una carrera

y subimos todos en el telesilla, pero yo no esquié y para volver,me dijo mi hermana que volviera por el mismo sistema que a lasubida; total que fui a coger el telesilla, pero se ve que el debajada no se cogía de aquella manera, total que para que no mediera en la cabeza, di un salto y caí con tan mala fortuna que mefracturé la tibia y el peroné y toda mi preocupación (a parte delintenso dolor) era pensar que mi cuñado podía creer que lo habíahecho adrede para quedarme mas días a fastidiarles. Llegamos alhospital en Font Romeu y allí se tenía que pagar unas cientocincuenta mil pesetas para que me dejaran marchar en ambulanciahasta Barcelona, mi cuñado les dijo que no llevaba esta cantidadencima, pues no acostumbraba a ir a esquiar cargado de dinero,pero que les haría un talón. El médico que no aceptaba el talón,Luis, diciendo que si no le aceptaban, al menos les permitieranque me llevara en su coche, pero esto tampoco eracorrecto. Entonces Luis montó en cólera y cuanto lo vieronviolento, se lo aceptaron todo; por otro lado, yo pensaba que laviolencia estaba motivada por mi causa y aun era mas grande miagonía. Al fin emprendimos viaje a Barcelona, Marina meacompañó en la ambulancia y yo iba rabiando, aunque me habíansedado, pero a cada sacudida de la ambulancia, parecía que teníauna bola de fuego en la pierna. Llegamos al hospital y meanestesian para escayolarme; cuando salgo de la anestesia, se dancuenta de que se habían equivocado, pero entonces no me podíanvolver a anestesiar, por lo tanto, me quitaron la escayola y envivo, me "arreglaron" los dos huesos fracturados. Los gritos míos,se deberían oír hasta Australia.

Al día siguiente me dieron de alta y me fui a casa de Marinay así tenía que estar inmóvil durante cuarenta días. Resulta queyo dormía con mi sobrina Susana en su habitación, pero no podíadormir con la ventana abierta, pues ella no lo toleraba, si yo mequejaba de dolor, la señorita también se molestaba, no me atrevíani a pedir un vaso de agua, por que veía que estaba molestando,pues con la cara que me ponía ya me daba a entender que aquellole alteraba. Si me levantaba por la noche e iba al sofá para nomolestar, resulta que no podía por que a lo mejor podía darle aLuis la gana de levantarse temprano y coincidir en el sofá.

Mi hermana me acompañaba a que me viera el médico y yocada vez que me decía que una semana mas, era una tortura, porque estaba viendo que al depender de los otros, les estabafastidiando la convivencia. Por fin me pusieron la talonera que mepermitía apoyar el pié en el suelo y entonces ya me fui a vivir acasa de Rosa. Ella había puesto todos los inconvenientes diciendoque si yo no podía hacerme las cosas, no iba a-hacérmelas ella yque no fuera a vivir allí hasta que no me pudiera valer por mimisma; por otro lado, cosa lógica, ya que esta señora teníaochenta años.

Al llegar a aquella habitación, me cayó el alma a los pies; laventana daba a un patio interior oscuro, la puerta no se podíacerrar, pues la cerradura estaba por la parte de fuera y tenía queponer una silla apoyada a la puerta para tener alguna intimidad,después todo eran reglas, como no poder fumar en la sala, noutilizar el teléfono sino en caso de emergencia, etc. En fin, que caíen una depresión, que no me dejaba salir en toda la semana de mihabitación, llegué a estar cuatro días sin comer; me despertaba yno me movía de la cama, pues se me habían acabado las ganas devivir y mas de una vez vi el patio como la solución final. Lo únicoque me mantenía con ilusión era el esperar al sábado cuando mevenías a buscar y el lunes cuando me dejabas, era otra vez elinfierno el pensar que tenía otra vez toda la semana por delante.

Cuando me animaba, salía (con la dificultad lógica de unapierna enyesada) a comprar en el super, las cuatro cositas para mimanutención, pues aun no había empezado a cobrar la ayuda alemigrante retomado y las primeras veinte mil del alquiler me lashabía adelantado Marina. Delante del super, había una paraditadel ONCE, le compre dos veces y nada y a la tercera vez, el ciegome preguntó que número quería y yo le respondí: el que toque.Total que ni me había preocupado y unos días mas tarde, en casade Marina miramos por el teletexto y ¡No me lo podía creer!, elprimer premio (unos 2.400.000 de pts.).

En el ínterin acababa de recibir una carta de mi hija,angustiada, diciendo que estaba desesperada y que se queríasuicidan Yo me desgarraba por dentro, pues pensaba que sí mihija venía, a ¿Donde la podía meter? Si el trabajo era mío parasobrevivir, pues no tenía ni una cama doble para que hubiéramos

podido dormir las dos, aparte de la angustia que ya tenía yo de porsí, ahora recibía esta carta de mi hija haciéndome sentir masculpable todavía. Además de tanto en tanto sufría unas crisis yunos ataques de pánico horrorosos, pues me venía encima toda larealidad de lo que había dejado a la otra parte del mundo y quecon la edad que yo tenía, no veía una realidad demasiadoesperanzadora.

Bien pues, en medio de toda esta agonía, vemos que me hatocado este dinero y yo muy pragmática no me fié hasta que eldirector del banco a donde fui a depositar el dinero me aseguróque en realidad me había tocado aquella pequeña fortuna.Considero que fue un milagro, pues me tocó en el momento justoque yo necesitaba que Dios me echara una mano.

Este dinero me sirvió, primero para devolverle a mi cuñadotodo lo que me había dejado, después para montar un piso en SantCugat, el cual, en un principio me tenía que servir para vivir en ély hacer venir a mi hija, pero como nos pusimos a vivir juntoscontigo, sirvió para que lo ocupara Merche, pues a los seis mesesvino a vivir aquí, le mandé un dinero para que no se viniera sin unduro. Llegó en Agosto y al año justo vino Aitor.

Merche estuvo dos años y Aitor uno solo. Yo ya sabía queAitor no se quedaría (aunque mi ilusión hubiera sido que si) porque él no se hacía a vivir aquí y así me lo hizo saber, pero Merchesi que le gustó, pero el caso es que casi la pusimos en el avión devuelta para Australia, pues había dejado tras si, mas trampas queuna película de chinos y yo no podía cubrirle su falta deadministración. Así que le dije, vuelve para Australia, aprende avivir sola y cuando sepas, quizá puedas volver algún día.

Ahora parece que quiere volver y se está preparando paraello. Mi ilusión es tenerla cerca (sin que viva conmigo, perocerca).

EPILOGOEn este momento de serenidad, lo único que entorpece mi

felicidad es el pensar en los kilómetros que me separan de mistres hijos. Si bien hoy en día no hay distancias, se que están muylejos y la posibilidad de estar cerca de ellos me es muy difícil, yaque el viaje es muy caro y de momento no me puedo plantear acorto plazo poder ir. A Merche es muy posible que la vea otra vezpronto, pues dice que su ilusión es volver pronto a España, peroaunque diga que le gusta Catalunya, la verdad es que las ganasque tiene es por que estoy yo (yo siempre digo que aun se tropiezacon el cordón umbilical).

De los otros dos, como no sea que cojan unas vacaciones yvengan pero para volver a Australia, dudo que quisieran veniraquí. Aitor ya lo probó y se dio cuenta que aquí la vida no es tanfácil como Australia y que aparte de adaptarse a las costumbres,hay que luchar para vivir.

Por lo tanto, ya me he resignado a vivir sin mis hijos, que eslo que si de alguna manera existe, me daría la felicidad completa.

Merche.