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Publicado en G. Wotjak (Ed): Estudios de fraseologa y fraseografa del espaol actual.Vervuert/Iberoamericana: Frankfurt/Madrid: 39-55.
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ASPECTOS TERICOS DEL ESTUDIO DE LAS UNIDADESFRASEOLGICAS: GRAMTICA, PRAGMTICA Y FRASEOLOGA.
Jos Luis Mendvil GirUniversidad de Zaragoza
1. INTRODUCCIN.
Los estudios fraseolgicos de las ltimas dcadas muestran un paulatino pero
firme desplazamiento del mbito de la gramtica al de la pragmtica. Una de las
razones ms destacadas de esta transicin (al margen de modas ms generales) es
la constatacin por parte de muchos autores de que los modelos gramaticales estn
seriamente limitados para describir y explicar buena parte de las propiedades
gramaticales de las expresiones idiomticas y, por supuesto, de sus condiciones de
uso y manifestacin textual. El presente trabajo pretende mostrar una visin de la
Fraseologa como un mbito en el que gramtica y pragmtica deben coexistir y no
entrar en colisin ni solapamiento. En el apartado 2 ofrecemos una perspectiva se-
gn la cual la gramtica es capaz de acomodar y explicar aspectos sintcticos y
semnticos de las unidades fraseolgicas que la pragmtica no puede explicar y,
del mismo modo, mostramos que otras propiedades de las expresiones idiomticas
slo son susceptibles de explicacin en el marco de la pragmtica. En el apartado 3
consideramos el status de la Fraseologa como una disciplina y en el ltimo ofre-
cemos las conclusiones generales.
2. GRAMTICA Y PRAGMTICA EN EL ESTUDIO DE LAS UNIDADESFRASEOLGICAS.
En los estudios de fraseologa han proliferado en las ltimas dcadas los traba-
jos implicados en el estudio de las condiciones pragmticas que se asocian al uso e
interpretacin de las expresiones idiomticas (EI en lo sucesivo) frente a los estu-
dios ms tradicionales de base gramatical.
En general, los estudios "pragmticos" se podran agrupar en dos grandes ten-
dencias: (i) los que se dedican al estudio de ciertas EI que se fijan asociadas a cier-
tas situaciones comunicativas (i.e. frmulas -vid. Zuluaga, 1978/1986-) y (ii) los que
estn interesados en las cuestiones pragmticas relacionadas con las EI en general.
El segundo grupo, a su vez, incluye dos tipos de aproximaciones, que podran
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enunciarse de la siguiente manera: (iia) los trabajos que estudian las condiciones
pragmticas que favorecen la fijacin sintctica y/o la interpretacin y uso de las
EI y (iib) los trabajos que intentan explicar la naturaleza y propiedades formales de
las EI a partir de las condiciones pragmticas. Tanto los estudios del tipo de (i)
como los del tipo de (iia) se pueden considerar complementarios con el estudio
"puramente gramatical". Sin embargo, los estudios del tipo de (iib) parecen consi-
derar los aspectos gramaticales como ancilares con respecto a los pragmticos o,
incluso, prescindibles.
En nuestra opinin, el estudio de las EI es una tarea central de la investigacin
sobre las lenguas naturales, adems de por su inters intrnseco, por lo que dicho
estudio nos puede ensear sobre las relaciones entre gramtica y pragmtica.
En el enfoque que presentamos las condiciones pragmticas afectan al uso del
lenguaje y no a su configuracin formal. El hecho de que en las EI la interpretacin
est mediatizada de manera especial por el entorno comunicativo y las presuposi-
ciones de los hablantes, etc., no implica que las EI estn exentas (o al margen) de
las propiedades formales que determinan qu es una lengua humana, ni que di-
chas propiedades formales queden "suspendidas". Por otra parte, las expresiones
no idiomticas estn sujetas a las mismas condiciones pragmticas que las idiom-
ticas, aunque puedan observarse con menos transparencia. No negamos, por tanto,
que el estudio de los aspectos pragmticos sea adecuado (en la lnea de i y iia), ni
negamos que el estudio de la realidad cultural y antropolgica sea necesario en el
estudio global de las EI: nicamente pretendemos mostrar que estos tipos de es-
tudios no pueden sustituir al estudio puramente gramatical.
Muchos autores han observado que las EI tienen una funcin especfica en la
cognicin, en las lenguas humanas y en las comunidades que las hablan, pero ello,
claro es, no agota el problema de su estructura gramatical1. Otra lnea de estudio-
sos insiste en el "carcter textual" de las EI. As, Grciano afirma: "le contenu de
l'idiome est un phnomne d'usage et de discours" (1989: 416). Esta postura impli-
1 "[Las expresiones fijas son] medios para lograr la economa discursiva, ya que permitenconceptualizar situaciones complejas de una manera precisa y ms palpable que la correspondienteexpresin 'no repetida' o no fija, la cual, por lo general, sera ms larga y ms abstracta" (MartnezMarn, 1989: 180-181). Igualmente: "Idioms are therefore not only lexemes which capture complexeveryday situations semantically, but they are linguistic units that reduce the complexity of socialinteractions" (Strssler, 1981: 134). Hay que establecer claramente de qu tipo de expresiones sepredican dichas propiedades, ya que dicha afirmacin probablemente no se podra aplicar delmismo modo a Tengo cinco libros a mano o a Dime con quin andas y te dir quin eres.
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cara que las EI no tienen singificado inherente, esto es, no tienen un significado
precontextual, lo cual es contradictorio con la intuicin clara de que las EI precisa-
mente se caracterizan por tener un significado no composicional (que, por tanto, se
aprende "de memoria").
Toda interpretacin de un enunciado es un fenmeno 'de uso y discurso', pero
es as en todo el lenguaje humano y no slo en el idiomtico. La ambigedad, la
transferencia de significado, la metfora, invaden y caracterizan a todo el lenguaje
humano y no son patrimonio de las EI, aunque en stas dichos procesos sean ms
notorios, ms llamativos.
Segn Grciano "la comptence idiomatique confirme la dfinition gntique
de la langue naturelle qui conceptualise la realit et qui symbolise les concepts"
(1989: 423). El problema de dicha afirmacin no es la conclusin en s (vase
igualmente, Gibbs, 1996), sino la asuncin de una competencia idiomtica que no es
definida. Los usos ldicos o desautomatizados de las EI no se basan en una com-
petencia especial del hablante, sino en la interaccin de su competencia gramatical,
de su competencia comunicativa, de su inteligencia y de su percepcin de la reali-
dad.
En general, los estudios que se centran en los aspectos pragmticos de las EI
inciden en los problemas de significado e interpretacin y tienden a desatender las
propiedades sintcticas (una excepcin es el trabajo de Nunberg, 1978). As, Boisset
(1980) establece una distincin entre lo que denomina lexical idioms (por ejemplo
blind alley o callejn sin salida) y phrasal idioms (por ejemplo hit the ceiling, o estirar la
pata) y, en lo que ahora nos interesa, equipara las primeras al concepto de lexical
metaphor y las segundas al de pragmatic metaphors. Para Boisset la explicacin del
significado de las EI "frsticas" no es, por tanto, una cuestin semntica, sino
pragmtica2. En nuestra opinin, esta es una visin en exceso reduccionista. Es
bien sabido que el contexto situacional y las mximas y principios pragmticos
afectan a todo el lenguaje y a todo tipo de metforas. Cuando se dice Juan es un pe-
rro (a menos que realmente se trate de un cnido con ese nombre) todo hablante
emplea presuposiciones sobre el mundo real para dotar a esa expresin de una in-
2 "It does not only consist in a transfer of reference of the lexical items, as in the case for lexicalmetafors, but calls on the cognitive knowledge of speakers and listeners. It is only a set ofconditions about the world (something like stage directions) which enables the listener tounderstand this type of metaphor" (Boisset, 1980: 19).
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terpretacin, aunque se trate de una unidad lxica. Adems, esta interpretacin no
depende nicamente de las inferencias que el hablante puede hacer y de su cono-
cimiento de la situacin, etc., sino tambin del tipo de unidades implicadas, esto es,
de su conocimiento del lenguaje. De hecho, a un enunciado como Juan es un elefante
se le asignara una interpretacin distinta en las mismas condiciones pragmticas y
no es irrelevante el que en un determinado "dialecto" se pueda atribuir a perro un
cierto significado figurado que no se atribuye a elefante. Sin embargo, en ninguno
de los ejemplos se trata de las EI frsticas de Boisset. Este autor va ms lejos, ya que
opina que en las EI frsticas
"each of the lexical items is understood literally, but their situation in the pragmaticcontext is different: the expression takes on a new meaning because of its context (...) Itappears that their meaning is the result of a purely referential phenomenon without syn-tactic interaction" (1980: 19).
La idea de que el significado de las EI es el producto de metforas y otros tipos
de figuras es tan antigua como la propia reflexin sobre el problema e, insistimos,
no est en nuestro nimo negar u obviar esta realidad, pero es necesario tener en
cuenta que las EI son parte de la lengua (langue en el sentido saussureano, vid.
Lpez (1984)) y, como unidades de lengua, tienen significado (signifi). La afirma-
cin de Boisset (1980) anotada ms arriba acerca de la 'no intervencin' de la sin-
taxis es especialmente delicada. Consideremos un contraste que emplea Boisset
(1980: 21) en su argumentacin (adjuntamos un ejemplo espaol paralelo):
(1) a. Pierre a cass la pipeb. Pedro ha estirado la pata
Indica Boisset que la interpretacin literal de (1a) implica un verbo de activi-
dad y que el significado 'Pedro ha muerto' implica un verbo de estado y que este
cambio no es un cambio 'lingstico' sino que se basa en lo que el hablante conoce
del mundo (1980: 21). En primer lugar, habra que considerar que no es adecuado,
aunque se ha hecho frecuentemente en el estudio de las EI (vid. p.e. Newmeyer,
1976), emplear la parfrasis (en este caso 'Ha muerto') para atribuir propiedades
lxicas, sintcticas o semnticas a la expresin idiomtica, ya que en muchas oca-
siones las parfrasis pueden ser muy distintas (por ejemplo podramos parafrasear
la expresin idiomtica con otra expresin idiomtica: La ha cascado, La ha palmado,
Ha entregado su alma, Ha pasado a mejor vida, Nos ha dejado, Ya no est entre nosotros,
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etc.). Pero, adems, es inadecuado suponer que sintcticamente 'no ha pasado
nada'. La gramtica, aunque efectivamente no determina el significado de la ex-
presin idiomtica, s posibilita que ste aparezca y que lo haga en la mayora de
situaciones y contextos.
La gramtica (en un sentido amplio que engloba el lxico especfico de una
lengua) incluye informacin sobre las restricciones 'formales' de esa expresin
idiomtica (por ejemplo que se diga pata y no pierna, que se emplee el singular, el
verbo estirar y no un sinnimo, etc.), indicaciones sobre su significado no compo-
sicional (pinsese en una expresin idiomtica como no haber moros en la costa em-
pleada en Venezuela por alguien que ignora dnde est la Pennsula Ibrica o qu
tipo de colonizaciones sufri) y, adems, la gramtica impone por razones genera-
les desde un punto de vista sintctico que el argumento del verbo fijado (en este
caso la pata) no tiene independencia referencial, esto es, no est habilitado como
argumento de un predicado y es, por tanto, parte del predicado. As, desde un
punto de vista gramatical (en el que especialmente operamos con nociones como
predicado, complemento, determinante, etc.) el SN la pata no es un complemento
del verbo (podra decirse que est sintcticamente reanalizado con el verbo) y, por
tanto, al no ser visible sintcticamente (lo que explica muchas de las propiedades
que se han dado en llamar fijacin) tampoco puede ser visible a la interpretacin, y
de ah el significado idiomtico, no composicional.
As, pues, la gramtica explica y posibilita el tipo de significado y el compor-
tamiento peculiar de las EI, aunque, por supuesto, no los agota ni determina, como
tampoco lo hace, por otra parte, en la llamada sintaxis libre.
Asumiendo que no es discutible la importancia de la pragmtica en el estudio
de las expresiones idiomticas, hemos presentado la idea de que ello no implica
que podamos prescindir de la gramtica a la hora de determinar lo que realmente
inquieta a quienes estudian este tipo de expresiones desde el punto de vista lin-
gstico: cmo es posible que las empleemos, entendamos o aprendamos y, sobre
todo, cmo delimitar y predecir sus mbitos de variacin y conversin estructural,
su comportamiento.
Aadamos ahora otra pregunta y centrmonos en su respuesta: cmo han de
colaborar gramtica y pragmtica en dicha explicacin?
En nuestra opinin la respuesta radica en considerar que las EI pueden sufrir
dos tipos distintos de conversiones estructurales: las lcitas o conversiones propia-
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mente dichas, y las manipulaciones (o conversiones ilcitas)3. Las primeras son las
que la caracterizacin gramatical debe regular, en el mismo grado en que lo hace
en los procesos generales de la sintaxis y la morfologa; las segundas, en principio,
no pueden ni deben estar reguladas por los principios de la gramtica, pues ya no
involucran slo a seres humanos con capacidad gramatical, sino tambin a seres
humanos con, adems, voluntad esttica, conocimiento del mundo y de sus insti-
tuciones, de la cultura y de sus propios interlocutores y sus conocimientos; esto es,
seres humanos que, adems de pertenecer a la estirpe del homo loquens, son inge-
niosos4. El problema que subyace a esta distincin es de grandes dimensiones te-
ricas y nos limitaremos aqu a discutir la modesta parcela de este problema que
est cifrada en la distincin entre conversiones lcitas y manipulaciones.
En trminos simples, las convesiones lcitas son las que permite la gramtica
dado el reanlisis sintctico de los complementos del verbo (esto es, podemos in-
troducir un modificador de todo el evento: Estir pronto la pata , pero no uno del ar-
gumento: Estir la pata izquierda, no podemos poner la EI en pasiva, ni extraer el
complemento -Qu ha estirado?- o coordinarlo con otro -Estir el brazo y la pata-,
etc.). Sin duda, las manipulaciones o conversiones gramaticalmente ilcitas pero
pragmticamente aceptables son las que implican centralmente a la pragmtica en el
estudio del comportamiento de las EI.
Para observar el punto de "negociacin" entre pragmtica y gramtica en el uso
de las EI ser util considerar el esquema de interpretacin de EI que propone
Vergnaud (1985: 315)5:
3 Vase Mendvil (1993) para un desarrollo ms detallado de estas propuestas y para una discusinpormenorizada del proceso de reanlisis sintctico en EI y otros tipos de predicados complejoscomo tomar posesin o hacer mencin. Parte del resto de este apartado se inspira en dicha obra. Paraun nutrido muestrario de ejemplos en textos espaoles de lo que l denomina deslexicalizaciones,vase Garca-Page (1989).4 Vase Fernando (1978) sobre el lugar del "ingenio" en el uso y gnesis de EI.5 Alteramos mnimamente el esquema de (2), en el que r1 representa la interpretacin literal(referencial, no figurada) del primer constituyente, r2 la del segundo, etc. y f1, f2, etc. lainterpretacin figurada de cada uno (el signo viene a significar 'es la imagen de'). F es lainterpretacin figurada de toda la expresin y R la literal o referencial. El esquema sigue en realidadlas ideas de Wienreich, 1966, no citado por Vergnaud. F' es "l'interprtation littrale drive desinterprtations figures des constituants" (1985: 315) mientras que F es "l'interprtation figureproprement dit" (Vergnaud, 1985: 315). F' aparece entre parntesis porque segn Vergnaud tieneslo existencia virtual; slo existe cuando es distinta de F.
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(2)r1 f1
r2 f2
r3 f3
(F')
R F
Para autores como Langacker (1987) o Nunberg (1978), entre otros muchos,
slo existe el camino f1 + f2 F, ya que siempre hay una relacin entre los consti-
tuyentes de la EI y el sentido idiomtico, de modo que los constituyentes siempre
se pueden interpretar como componentes simblicos6.
A nuestro entender la virtud esencial del esquema de Vergnaud (1985) radica
en que, adems de dar cabida a modelos como el de Langacker como estrategias
ocasionales de interpretacin, le da a su diagrama un carcter conmutativo, en el sen-
tido de que la interpretacin figurada F puede relacionarse tanto con la suma f1 + f2
(sentidos figurados o simblicos) o como imagen de la interpretacin R (la literal).
Esta distincin es empleada hbilmente por Vergnaud para explicar el sentido
figurado de las que hemos denominado expresiones desautomatizadas -aunque l
no emplee este concepto- del tipo de las de (3b) y (4):
(3) a. to pull one's leg 'tomar el pelo a alguien'b. They pulled his cross-gartered leg (Vergnaud, 1985: 316)
(4) Te tomaron tu rubio pelo (= te engaaron, eres rubio)
Segn la idea de Vergnaud cuando hay una clara relacin f1 + f2 F estos ele-
mentos pueden ser modificados, como es el caso de one's leg en (3b) o el de el pelo
en (4) y, como el mismo Vergnaud (1985: 316) afirma, cuando aparece la modifi-
cacin la relacin no es ya R F, sino f1 + f2 F.
A nuestro entender la relacin normalmente pertinente, esto es, la relacin "por
defecto" y no composicional en el uso ingenuo o normal de la EI debe ser R F (Me
tomaron el pelo 'Se rieron de m') y, cuando se produce el juego o desautoma-
tizacin, se pasa a -incluso cabra decir que se impone- la relacin f1 + f2 F. La
6 Vid. p.e. el anlisis de Langacker (1987: 92-93 y ss.) de la expresin idiomtica inglesa the cat is outof the bag (lit. 'el gato est fuera del saco', con un sentido similar al de Se ha descubierto el pastel). ParaLangacker el significado es composicional: "The idiom, in other words, is to some degreeanalyzable, with cat attributed a meaning roughly equivalent to 'information', out of taken in one ofits normal senses, and bag conveying some notion akin to 'concealment'" (1987: 93).
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tesis que mantenemos aqu es que las conversiones lcitas se realizan con la rela-
cin R F (o sin ninguna, pues R no siempre aparece) y que las desautomatizacio-
nes se producen adoptando el camino f1 + f2 F. Ntese que el camino f1 + f2 F
slo se dara en las EI con mucha motivacin semntica, que es precisamente la que
proporciona al hablante la capacidad de manipular la EI.
La idea central es la de que el origen del uso desautomatizado (y slo de ste)es F' F. El hecho de que no todas las EI puedan interpretarse a travs de F' (sino
slo R F) nos explicara el contraste de aceptabilidad que hallamos al desauto-
matizar unas expresiones frente a otras. De ah derivara, adems, la hiptesis tan
extendida en la bibliografa de que a mayor motivacin semntica, mayor capaci-
dad de conversin estructural y de modificacin de la estructura fijada, cannica.
Ello implica tambin que no tenemos que considerar dos clases distintas de EI
(como hace Vergnaud, 1885: 317) segn si son o no 'desautomatizables'.
El proceso de desautomatizacin implica que los complementos del verbo de
una expresin idiomtica se consideran verdaderos argumentos desde el punto de
vista sintctico (es decir, se deshace el reanlisis sintctico), pero no por ello pasan a
tener automticamente una interpretacin literal, que sera lo esperable, ni dejan de
tener la interpretacin idiomtica. Un proceso similar ocurre con otros tipos de
predicados complejos que implican reanlisis, aunque no sentido idiomtico, como
es el caso de (5), donde (5a) contiene un predicado complejo reanalizado y (5b) el
mismo sin reanlisis7:
(5) a. Juan hace coleccin de sellosb. Juan hace una coleccin de sellos
El caso de (5b) es semejante en su comportamiento e interpretacin a los casos
de EI desautomatizadas como el de (4). En (4) cabe una interpretacin ambivalente
en el sentido de que se est interpretando tanto la expresin idiomtica como el ca-
rcter referencial del objeto. En (4) hemos violado las condiciones de fijacin, pero
no hemos obtenido slo lo esperable, esto es, el sentido literal. Es importante ob-
servar que la persistencia del sentido idiomtico en (4) no se debe en realidad al
7 Hay bastantes diferencias entre un caso y otro, diferencias que derivan de que se considere o no elcomplemento del V como argumento. Por ejemplo, slo en (5b) podemos sustituir el verbo por unono sospechoso de no asignar papel semntico al complemento, como se muestra en (i):
(i) a. *Juan complet/compr coleccin de sellosb. Juan complet/compr una coleccin de selos
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tipo de operacin efectuado, pues en otros casos, como en El abuelo estir la pata iz-
quierda o El abuelo estir la pata que tena hinchada no interpretamos 'muri', pese a
que en principio estirar la pata parece ms motivada que tomar el pelo. La explicacin
debe estar en que en un enunciado concreto, y en un contexto determinado, el ha-
blante puede optar por derivar F de f1 + f2 y no de R o de la entrada lxica8.
Pese a que defendemos la idea de que no hay modo sistemtico de determinar
la relacin R/F, lo cierto es que est intuitivamente claro que segn la transparencia
de la metfora el hablante se puede sentir capaz de realizar ciertas modificaciones
o conversiones con respecto a la forma cannica. Este hecho, sin embargo, no entra
en conflicto con las consideraciones formales restrictivas formuladas.
Aunque la intuicin clara en la tradicin es que el mayor grado de "afinidad de
sentido" (Lyons, 1977) o motivacin puede contribuir a una menor fijacin sin-
tctica, esto es, a una menor "congelacin" del potencial gramatical (Bugarski, 1968)
de una expresin idiomtica, el caso es que la mayor afinidad de sentido tampoco
garantiza esa mayor combinabilidad. Parece claro que romper el hielo tiene mayor
motivacin que tomar el pelo, pero eso no las diferencia en cuanto EI.
En nuestra opinin, desde el punto de vista gramatical no se trata tanto de ex-
presiones ms o menos motivadas, sino de expresiones composicionales o no com-
posicionales. La composicionalidad es algo medible gramaticalmente; la afinidad de
sentido no lo es, porque en ella estn involucradas otro tipo de estrategias no es-
trictamente gramaticales. Si una expresin no es composicional, el modo de dar
cuenta de ella en la gramtica ha de ser especial, distinto a si lo es, independien-
temente del grado de motivacin. En este sentido es en el que debera entenderse la
diferencia entre semnticamente endocntrico y exocntrico. Una expresin se-
mnticamente exocntrica ha de ser no composicional (aunque sea analizable y
motivada) y, al revs, llamaremos semnticamente endocntrica a la expresin
cuyo significado sea predecible a partir de la informacin de la estructura semn-
8 Vase igualmente Ruwet (1983), quien acepta la idea de que el carcter relativo de la fijacin delas EI depende del grado de transparencia y del contexto pragmtico. Analiza este autor el caso deromper el hielo (to break the ice) como equivalente a disipar el embarazo y los constituyentes romper yhielo como metforas de disipar y embarazo. No parece tan fcil hacer esto con tomar el pelo o, incluso,con estirar la pata, incluso admitiendo que ste ltimo caso es muy motivado. Como observa Vietri(1985: 44) "Il tipo di analisi di Ruwet inoltre poco attendibile, data la assoluta arbitrariet dellariconstruzione semantica di frasi idiomatiche (...) Ruwet non ha analizzato classi numericamenterilevanti di e.i. ed quindi troppo fiducioso sulla riproducibilit dell'analisi 'figurata'". Algosemejante podra afirmarse de los anlisis de Langacker (1987) o Nunberg (1978).
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tica de las unidades lxicas (y otros factores, como la estructura sintctica) que la
constituyen.
En este sentido, claro est, quien considere como predecible el significado
idiomtico de una secuencia las podra considerar endocntricas desde el punto de
vista semntico, pero esa postura obliga -si quiere tener algn carcter explicativo-
a establecer reglas generales de interpretacin, y no un proceso para cada expre-
sin9.
No podemos pretender que la gramtica de una lengua ofrezca todas las pau-
tas para el uso y desambiguacin de los enunciados que produce. Desde nuestro
punto de vista, lo que la gramtica debe proporcionar es una descripcin formal y
consistente de la estructura de todas las expresiones. La pragmtica, entendida en
general como el estudio del uso del lenguaje en contexto, ha de decir el resto.
Nunberg (1978) sugiere que no hay manera de dar cuenta de las restricciones
que operan en las EI desde un punto de vista slamente sintctico, y predice con
razn que tales explicaciones son muy susceptibles a contraejemplos. Es evidente
que una teora que pretenda generar todos los ejemplos y luego marcar (con una
especie de filtro) las excepciones no es una teora explicativa y aumenta mucho el
costo de la gramtica. Sin embargo, la propuesta de reanlisis mencionada, aunque
de base sintctica, est planteada al revs: se prohiben todas las operaciones ilcitas
de acuerdo al reanlisis sintctico, que es un principio no ad hoc, puesto que se
aplica de manera general en la sintaxis (p.e. en Llevar traje o en Hacer mencin) y se
sigue de principios generales.
Por supuesto, esta teora est igualmente sujeta a contraejemplos abundantes.
Pero ntese que para explicar los contraejemplos no necesitamos un filtro que blo-
quee los casos no deseables; de hecho, si necesitramos el filtro, la teora sobrege-
neradora sera preferible, pues nos ahorrara el principio de reanlisis. No tenemos
que marcar ejemplos excepcionales, sino que basta con aceptar que el hablante, en
determinandas circunstancias (en gran parte determinables pragmticamente)
puede deshacer o no aplicar ese reanlisis. La gramtica no tiene nada que decir al
respecto, puesto al deshacer el reanlisis en las expresiones desautomatizadas -
como la de (4)- conferimos independencia referencial (aunque muy especial) al
9 As, de la expresin inglesa It rains cats and dogs podremos decir que es endocntrica ('Llueve acntaros'), pero no de cats and dogs, que es exocntrica (adems de contextualmente vinculada a torain).
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complemento. Lo nico que podemos adjuntar a ejemplos desautomatizados son
juicios de aceptabilidad, que variarn de hablante a hablante segn el contexto,
segn sean o no afortunados.
El modelo de Nunberg (1978) -u otros similares- puede servir, como modelo
pragmtico, para indicar cundo podemos desautomatizar una EI o para explicar
por qu unas tienden a permitirlo y otras no, y en qu contextos, pero no puede
servir para determinar la estructura sintctica de las EI.
El anlisis componencial de las EI (como p.e. el que sugiere Nunberg para
spill de beans 'cotorrear' o el de Langacker para The cat is out of the bag) es siempre
estipulativo y lo que tiene de razonable en muchas ocasiones deriva precisamente
de que se est dando cuenta de procedimientos (estrategias) de interpretacin
pragmticos. Ntese que una expresin idiomtica "descomponible" (trmino de
Nunberg) se define en relacin a la capacidad del hablante de reconocer conven-
ciones entre el significado idiomtico y la forma de la expresin idiomtica. La
descomposicin, en el sentido de Nunberg (1978: 226-228), es lo mismo que lo que
hemos denominado desautomatizacin, con las importantes diferencias tericas
que ello implica, ya que Nunberg introduce la vaguedad y estipulacin en la
descripcin gramatical de las EI y nosotros la vinculamos al uso no ingenuo, a la
manipulacin de stas, donde quiz dicha vaguedad es ms razonable y espe-
rable.
La tesis de Nunberg, que no est aislada, implica trasladar indebidamente al
mbito de la gramtica principios pragmticos: "assumptions about the way in
wich an idiom is decomposed enable us to modify its constituents" (1978: 231).
Por supuesto, una concepcin del lenguaje que niegue el carcter autnomo de
la gramtica frente a las funciones comunicativas y las necesidades de expresin no
juzgara esa traslacin como incorrecta. Al asumir la tesis de la autonoma formal
de la gramtica consideramos que las aportaciones en la lnea de las de Nunberg,
Ruwet o Langacker (con sus diferencias) tratan en realidad los problemas desde un
punto de vista distinto y no necesariamente contradictorio.
Nuestra aproximacin, pensamos, rene las ventajas de las de estos autores en
el sentido de que no hay que marcar especficamente qu EI pueden sufrir deter-
minados procesos (como hacen implcitamente muchos autores y explcitamente
M. Gross, 1984) y evita sus defectos, ya que desplazamos toda relacin entre senti-
do idiomtico y literal al mbito pragmtico de interpretacin de enunicados.
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El hablante no es un autmata que slo sigue principios gramaticales ciega-
mente: en realidad, lo hace -pues de otra forma no podra hablar con fluidez-, pero
adems, en muchos casos (en aquellos de mayor "afinidad de sentido") es capaz de
violar un determinado tipo de principios (los que definen las EI y otros tipos de
predicados complejos) y reinterpretar la expresin asignndole otra estructura y
asumiendo que sus interlocutores tambin lo harn. Y este es el dominio de la
pragmtica.
3. LA FRASEOLOGA COMO DISCIPLINA Y COMO DOMINIO.
Por ltimo debemos aludir -aunque sea de manera concisa- al concepto de
Fraseologa como disciplina y de cmo se relaciona esta disciplina con la gramtica
y la pragmtica.
Hasta el momento no nos hemos referido explcitamente al status de lo que
venimos denominando gramtica y pragmtica, pero creemos que el lector ha inter-
pretado un uso habitual que implica que se conciben como disciplinas en tanto en
cuanto se refieren a dominios o componentes distintos del hecho lingstico, esto es,
no slo puntos de vista del investigador, sino tambin "parcelas" del objeto de es-
tudio. Sin embargo, este uso ambiguo (pero til) de dominio no nos parece exten-
sible al trmino Fraseologa. Pensamos ms bien que Fraseologa es una etiqueta ade-
cuada para referirnos al estudio especfico de las unidades fraseolgicas, esto es,
un mbito de estudio, pero no que sea parangonable a etiquetas como gramtica o
pragmtica, en tanto en cuanto no se refiere a un dominio o parcela de la
"competencia comunicativa", ni opera con unidades o entidades especficas de un
nivel (como -en general- la morfologa opera con morfemas, la sintaxis con sin-
tagmas o la lexicologa con unidades lxicas).
En lo que sabemos, ha sido la llamada Escuela Sovitica (que seguimos de-
nominando as a falta de un nombre mejor) la que ms ha insistido en determinar
la Fraseologa como disciplina lingstica y como dominio dentro del mbito gra-
matical10.
10 Se atribuye el inters por esta disciplina a V.V. Vinogradov, quien, a su vez, estuvo infuenciadopor uno de los pioneros en el estudio del lenguaje idiomtico como fue Charles Bally. Adems, J.Casares es citado frecuentemente como un autor de gran influencia en esta escuela. Msrecientemente, Chermak (1988) ha reivindicado el origen de la fraseologa en Saussure directamentey ha calificado la interpretacin de Bally (como autor y como editor del Cours) de errnea. Pueden
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Al margen de esta gran tradicin existen algunas tentativas, sin desarrollar
realmente, de constituir una disciplina encargada del lenguaje idiomtico, como
por ejemplo la de Makkai (1975), quien considera la posibilidad de una
"idiomatologa" como una "subdiscipline of linguistics"11.
Frente a la visin integradora con la que hemos enfocado el estudio de las ex-
presiones idiomticas en el apartado anterior, la concepcin de una disciplina ex-
clusiva de las expresiones idiomticas con sus propios principios, mtodos y uni-
dades, resulta conflictiva. De hecho, la consideracin y el estudio de las unidades
fraseolgicas aisladamente, desvinculndolas de la lengua "libre", ha conducido en
muchas ocasiones a una prdida de visin del punto de vista general deseable en
una aproximacin cientfica. Un estudio aislado, especialmente si conlleva mtodos
y objetivos propios, no slo no consigue la integracin o la comparacin estrecha
con el lenguaje no idiomtico, sino que la niega a priori12.
Consideraremos con cierto detalle slo dos trabajos que pretenden establecer
tericamente una disciplina fraseolgica, como son los de Kunin (1970) y Chermak
(1988).
El breve trabajo de Kunin (1970) nos da cuenta de esta tendencia identificadora
entre disciplinas y niveles de estructuracin13. La concepcin de una nueva dis-
ciplina en Kunin se debe a la concepcin de una unidad nueva o distinta. La idea
que hemos presentado en 2 es precisamente la contraria: independientemente de
encontrarse referencias sobre esta escuela en Weinreich (1966), Isachenko (1948), Chermak (1988),Burger et al. (1982), G. Wotjak (1985) y (1988), Dubsky (1963), (1965), Kunin (1970) y Zgusta (1967).Esta es la valoracin que haca Weinreich de dicha escuela: "The sheer quality of work carried outby our Soviet colleagues does not guarantee the solidity of its theoretical underpinnings, or thecumulativeness of its results. The samples I have seen suffer, I feel, from syntactic inadequacies ofvarious kinds, and too little of his work has been guided by an attempt to formalize its findings"(1966: 25)11 Otros autores son ms concisos, como Alln desde el punto de vista de la "fraseologacomputacional", quien opina que la fraseologa puede ser considerada como la interseccin de lagramtica y el lxico (Alln, 1976: 81).12 Las anteriores consideraciones no se refieren a todos los trabajos inspirados en la FraseologaSovitica ni nicamente a stos, ni tampoco se refieren a todos los estudios que se dedicannicamente al lenguaje idiomtico, sino a los que establecen una disciplina que tiende a substanciarseen un componente gramatical, en una zona o nivel de estructuracin de las lenguas, etc., esto es, loque hemos denominado un dominio.13 "As far back as 1928 a well-known Russian linguist, prof. Polivanov, regarded phraseology as alinguistic science. His view was that lexicology deals with lexical meanings of words, morphologydeals with grammatical meanings of words, syntax deals with grammatical meanings ofword-groups or collocations and that a special science is needed indeed to deal with individual, as he putit, meanings of set expressions" (1970: 754, sub. nuestro).
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que la hiptesis del reanlisis sea correcta o no, las expresiones idiomticas no de-
ben ser descritas de manera ad hoc , esto es, no debemos -en nuestra opinin- habili-
tar una nueva categora para dar cuenta de sus propiedades.
La postura de Kunin (1970) se asienta en la premisa de que la expresin idio-
mtica no se debe identificar con la palabra. El que estemos de acuerdo con Kunin
en que las EI no son unidades lxicas (o no lo son en todos los sentidos) no implica
que aqullas deban tener un status nuevo y deban dar lugar a un "componente"
gramatical nuevo. As, del hecho de que palabras y expresiones idiomticas no
sean lo mismo no se sigue la afirmacin de Kunin:
"They are different in many ways and belong to different language levels: words be-long to the lexical level, and phraseological units belong to the phraseological level"(1970: 755, sub. nuestro).
Lo sorprendente y atractivo de las unidades fraseolgicas, que es adems
lo que ms ha llamado la atencin de los lingistas que han escrito sobre ellas, es
precisamente que comparten propiedades de las unidades lxicas y de los sintag-
mas. Desde nuestra perspectiva, la manera menos interesante de profundizar en
esa circunstancia es forzar la gramtica para darles cabida. Ntese que incluso una
interpretacin escalar (esto es, la que postula una continuidad entre ambas clases)
rechazara ese nivel fraseolgico.
Una postura relacionada es la de Chermak (1988), quien propone, siguiendo
tambin la tradicin de Vinogradov, la posibilidad de una rama de la lingstica,
llamada fraseologa o idiomatics (deberamos traducir quiz idiomtica) que dara
cuenta de todos los procesos de idiomatizacin. Segn Chermak los estudios que
se han hecho hasta ahora sin tener en cuenta esta posibilidad son insuficientes y -
en su opinin- para llegar a la esencia de los idioms y delimitar el campo de la
idiomtica "one needs an overall and specific theory" (1988: 415).
Sin embargo, el hecho de que ninguno de los criterios de definicin de expre-
siones idiomticas sea plenamente satisfactorio, como puede que sea el caso (al
igual que sucede con las definiciones de palabra o de oracin), no implica necesa-
riamente que haga falta una disciplina especfica (esto es, a "self contained disci-
pline and branch of linguistics", Chermak, 1988: 415) para dar cuenta de sus pro-
piedades.
Desde un punto de vista bien distinto, Grimshaw (1986: 748) proporciona dos
posibles definiciones de la nocin de "componente" o "dominio" de la gramtica:
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(i) "A set of rules or representations defined over a certain vocabulary and governed byprinciples of a particular type"
(ii) "A set of rules/operations that act as a block in the organization of grammar"
Segn esta autora la morfologa y la morfosintaxis son dos dominios distintos
segn (i) y uno slo segn (ii). Pero segn ninguna de las dos definiciones pode-
mos considerar la Fraseologa como un componente o como un dominio de la
gramtica14.
4. CONCLUSIONES.
El estudio de las unidades fraseolgicas tiene, pues, adems de un gran inters
intrnseco, como se pone de manifiesto en otros trabajos de este volumen, un inte-
rs terico relevante: nos sita en una posicin privilegiada para investigar la na-
turaleza y configuracin de lo que Hymes (1992) denomina "competencia comuni-
cativa" y que implica, adems de nuestro propio "diseo" y nuestro conocimiento
del lenguaje, nuestro conocimiento del contexto, nuestra voluntad comunicativa y
nuestra capacidad de relacionarnos con los dems y atribuirles opiniones y creen-
cias.
Reconoce Chomsky que "el uso real del lenguaje involucra elementos de la
mente/cerebro que van ms all de la facultad del lenguaje" (1988: 80). La distin-
cin entre conversiones lcitas e ilcitas (o entre uso ingenuo y desautomatizacin)
de las expresiones idiomticas representa, en nuestra opinin, una perspectiva p-
tima para observar esta confluencia y considerar gramtica y pragmtica como ne-
cesariamente complementarias en el estudio y comprensin del lenguaje humano,
sin necesidad, adems, de considerar la Fraseologa como un dominio interpuesto
entre ambas.
14 Fuera del mbito de la Fraseologa de orientacin sovitica existe una propuesta formalizada deun denominado nivel fraseolgico en el modelo de la Gramtica Liminar, formulada por LpezGarca (1984). En trminos generales, esta concepcin de nivel fraseolgico difiere de las anteriores enel sentido de que no se considera ese nivel como algo especfico o ad hoc para las expresionesidiomticas, ya que este nivel es el caracterstico de los sintagmas (en general), lo que implica que sepone a las expresiones idiomticas en relacin con fenmenos similares en otros "componentes" (losdiptongos en el fonosintctico y los compuestos en el morfosintctico, en la lengua, y los sintagmasen el habla).
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