Los Semilleros en los Cultivos Hortícolas Bajo Abrigo

1. Introducción.

2. Instalaciones de los semilleros.

3. Materiales utilizados en los semilleros.

4. Problemas fitosanitarios.

5. Medidas de control.

6. Proceso productivo.

7. Labores de cultivo.

Los Semilleros en los Cultivos Hortícolas Bajo Abrigo

Los Semilleros en los Cultivos Hortícolas Bajo Abrigo. / [Navarro, V.; González, A.]. – Almería.

Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Instituto de Investigación y

Formación Agraria y Pesquera, 2020. 1-26 p. Formato digital (e-book) – (Ingeniería y Tecnología

Agroalimentaria)

Horticultura - Invernadero – Plántulas

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Los Semilleros en los Cultivos Hortícolas Bajo Abrigo.

© Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera.

Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Almería, Junio de 2020.

Autoría:

Virginia Navarro Cuesta 1

Antonia González Vizcaíno 1

Agradecimientos:

Fernando de la Torre Martínez. Director Técnico del semillero Tecnobioplant.

Mónica Fernández Pérez. Asesora Técnica del semillero Almeriplant.

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1 IFAPA, Centro La Mojonera


1.- Introducción.

3/26Figura 2. Toneladas de producción de hortícolas bajo abrigo en Andalucía en 2018.

Según el el Anuario de Estadísticas Agrarias 2018 de la Junta de Andalucía, la superficie de cultivos hortícolas bajo abrigo en Andalucía ascendió a 53.137 hectáreas (ha) de las que el 86% (45.593 ha) corresponden a la provincia de Almería, el 11% (5.893 ha) a la provincia de Granada, el 2,9% a la provincia de Málaga y el 0,1% restante se reparte entre las otras 5 provincias (Figura 1).

En cuanto a la producción de hortícolas bajo abrigo, en 2018 se alcanzaron 3.558.619 toneladas (t).

Destaca como especie con mayor producción el tomate que representa el 38,9% del total, seguido de pimiento, pepino y calabacín con 21,8%, 15,6% y 13,2%, respectivamente (Figura 2).

Figura 1. Hectáreas de superficie de cultivos hortícolas protegidos en Andalucía en 2018.

1.386.590

777.794

555.500471.681

191.751 155.06379.542

22.741

TOMATE PIMIENTO PEPINO CALABACIN BERENJENA MELON SANDIA JUDIA

Almería

GranadaMálaga


Aproximadamente, el 50% de la producción de plántulas hortícolas en semilleros corresponde a pimiento, el 25% a tomate, y el 25% al resto (pepino, calabacín, sandía, melón, berenjena y judía).

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La implantación de semilleros hortícolas especializados en producción de plántulas ha crecido a medida que lo han hecho:

Figura 3. Vista general de un semillero.

● La exigencia en calidad.● El coste de las semillas.● La aparición de nuevas plagas y enfermedades.● La tecnificación y especialización del sector.

Para cubrir las necesidades de plántulas, actualmente, según datos de la Consejería de Agricultura, se producen cada año 615 millones de plántulas en Andalucía (Figura 3).


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El semillero debe contar con unas instalaciones (Figura 4) que permitan la obtención del máximo potencial de la planta. Estas instalaciones son:

2.- Instalaciones de los semilleros.

• Banquetas de cultivo.• Sistema de riego.• Sistema de fertilización.• Sistema de tratamientos.• Sistema de climatización.

El diseño de todas estas instalaciones debe ir orientado a conseguir una secuencia de operaciones de máxima racionalidad, con el objetivo económico de que la rentabilidad de la inversión sea lo más alta posible.

Se realizará un estudio de la superficie, y la distribución de las áreas de producción y las dedicadas a los equipamientos complementarios (cabezales de riego, áreas de almacenaje de material,etc).

• Invernadero.• Máquina de siembra.• Cámara de germinación.• Taller de injertos.• Cámara de cultivo.• Túnel de prendimiento.

Figura 4. a) Cabezal de siembra. b) Taller de injertos. c) Banquetas de cultivo. d) Cabezal de fertirriego.

d)c)b)a)


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Predominan los diseños multitúnel y multicapilla, por un lado, por su mayor hermeticidad permitiendo un mejor manejo de los factores climáticos y del control de plagas y enfermedades; y por otro lado, por su estructura, facilitando las labores de cultivo y el aprovechamiento del terreno (Figura 6).

2.1.- Invernadero.

Figura 5. Pasillo de comunicación de las distintas secciones de un semillero.

Figura 6. Interior del invernadero de un semillero.

El objetivo fundamental de un invernadero, es permitir el desarrollo óptimo de la plántula, independientemente de las condiciones climatológicas en el exterior.

Para ello contamos con elementos para el control climático en el interior del invernadero (calefacción, pantallas, mallas, nebulizadores, etc.), que van a asegurar las condiciones óptimas de temperatura, humedad relativa y luz para garantizar la producción de la planta.

Así mismo, los invernaderos deben ser lo más herméticos posible, para permitir un buen control de las plagas y las enfermedades que puedan afectar a las plántulas (Figura 5).


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La máquina de siembra realiza automáticamente todo el proceso de siembra (Figura 7): alimenta la máquina de bandejas, mezcla el sustrato, lo dosifica en las bandejas y lo comprime, hace un orificio en cada alveolo para la semilla (Figura 8), realiza una siembra de precisión colocando una semilla por orificio, cubre la semilla con vermiculita o perlita y le da el primer riego y finalmente, apila las bandejas para transportarlas a la cámara de germinación.

2.2.- Máquina de siembra.

Figura 7. Esquema del proceso de siembra.

Figura 8. Máquina de punzonado de alveolos con sustrato.


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La cámara de germinación (Figura 9) es un recinto cerrado donde se introducen las bandejas sembradas y se mantienen el tiempo necesario para la germinación de la semilla.

Las paredes de la cámara de germinación son de material termoaislante.

Esta cámara cuenta con un equipo automático de control de clima que proporciona las condiciones óptimas de temperatura y humedad relativa, según la especie, para obtener el mayor porcentaje de plantas viables.

2.3.- Cámara de germinación.

Figura 9. Cámara de germinación.

TIEMPO DE GERMINACIÓN (días)

Berenjena 4

Calabacín 2

Judía 2

Melón 2 - 4

Pepino 2

Pimiento 4 - 5

Sandía 2 - 3

Tomate 2

Figura 10. Tiempo de germinación de la semilla según la especie (1).

(1) Valero, D.L., Molina, F.D.,Peña, A., Honoré, M.N., 2002. Los semilleros para cultivos hortícolas en semilleros. Revista Vida Rural. Madrid.

El periodo y condiciones de germinación dependen del cultivo.

En las hortícolas, la temperatura idónea es de 25 a 30ºC y Humedad Relativa del 60 al 80%, mientras que el tiempo de germinación varía desde los 2 hasta los 5 días (Figura 10), dependiendo de la especie (1).

Tras pasar el periodo de germinación se comprueba que ha aparecido la raíz y se sacan las bandejas de esta cámara.


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2.4.- Taller de injertos.El taller de injertos (Figura 11) es el lugar donde se realiza el injertado, técnica que consiste en convertir dos plantas afines en una sola, y permite cultivar especies sensibles a problemas de suelo (fatiga, patógenos, salinidad), al utilizar la raíz del patrón resistente y la parte aérea de la variedad.

Esta instalación debe contar con unas buenas condiciones climáticas, tanto para el personal, como para las plantas a injertar, y es imprescindible que tenga una buena iluminación por tratarse de un trabajo de gran precisión.

Todo el material necesario para el injertado (pinzas, bandas, bisturíes, cuchillas, etc.) y las plantas del patrón y de la variedad se disponen sobre una mesa para facilitar y agilizar el trabajo de los injertadores.

A medida que se injertan las plántulas, se colocan en las bandejas con sustrato (Figura 12). De esta manera el manipulado de la plántula se minimiza y no se pierde la trazabilidad.

El injerto es una técnica compatible con la producción integrada y ecológica.

Figura 11. Taller de injertos.

Figura 12. Bandeja de plántulas injertadas en el taller de injertos.


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2.5.- Cámara de cultivo.

La cámara de cultivo o cámara de prendimiento es un recinto similar a la cámara de germinación, pero normalmente de dimensiones más pequeñas.

Esta instalación dispone de control de temperatura, humedad e iluminación, siendo su función mantener las condiciones óptimas para un correcto prendimiento de los injertos.

La duración de este periodo oscila entre 4 y 7 días dependiendo de la especie.

Las bandejas con las plantas injertadas (Figura 13) se colocan sobre estanterías con suficiente separación para recibir calor, humedad y luz uniformemente.

Figura 13. Plántulas injertadas en el carro de transporte.

Tras el injerto, las plántulas se mantienen en las condiciones óptimas de Temperatura (24 – 28ºC) y Humedad Relativa (80 – 90%), para el prendimiento y consolidación del injerto, y el desarrollo de la raíz.

Esto se consigue introduciendo las plántulas, bien en la cámara de cultivo, o bien en el túnel de prendimiento.


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2.6.- Túnel de prendimiento.

Figura 15. Plántulas injertadas en el túnel de prendimiento.

El túnel de prendimiento o mesa de cultivo (Figura 14) es la estructura construida sobre las banquetas de cultivo, donde se colocan las bandejas recién injertadas, recibiendo los cuidados y tratamientos necesarios para terminar su ciclo de prendimiento.

Figura 14. Plántulas injertadas bajo el plástico del túnel de prendimiento.

La estructura está formada por arquillos de hierro galvanizado o aluminio y cuerdas que permitan la colocación de una lámina de plástico fino, cerrando y formando un túnel con microclima óptimo.

Las plántulas injertadas permanecen de 7 a 8 días en el túnel de prendimiento (Figura 15).


Las banquetas de cultivo (Figura 16) son estructuras construidas en el invernadero, a una altura entre 50-70 cm y niveladas, donde se extienden las bandejas, ya pregerminadas (Figura 17), debidamente etiquetadas con el código de identificación de la partida y del pasaporte fitosanitario (Figura 18).

Aquí permanecerán las plantas hasta que alcancen el estado de crecimiento y desarrollo adecuado para el trasplante.

Las banquetas de cultivo permiten mayor comodidad y rendimiento en el trabajo y mejores condiciones ambientales para las plantas.

2.7.- Banquetas de cultivo.

Figura 16. Banquetas de cultivo en el interior del invernadero.

Figura 17. Bandejas con plántulas sobre las banquetas de cultivo.

Figura 18. Bandejas de plántulas en el semillero con el pasaporte fitosanitario. 12/26


Un riego uniforme es fundamental en el semillero para obtener calidad y uniformidad en las plantas, puesto que cada planta se cultiva en un alveolo individual.

La dotación y frecuencia de riego debe adaptarse a las condiciones climáticas, a la especie y a su estado fenológico.

El riego se puede realizar mediante:

Riego manual: Es el sistema más sencillo. Consta de una manguera con difusor. La calidad del riego depende de la habilidad del operario, pero es imprescindible, para complementar los otros sistemas empleados en las zonas donde las plantas reciben menos agua o se produce mayor transpiración (Figura 19).

Sistema fijo de microaspersión: Se compone de tuberías dotadas de microaspersores en número y disposición tal que permitan el riego uniforme de todas las bandejas plantadas (Figura 20).

Trenes de riego: Es un sistema cuyo principal elemento es una barra horizontal dotada de boquillas equidistantes que se desplaza de forma autónoma sobre las bandejas dispuestas en las banquetas de cultivo, realizando el riego.

2.8.- Sistemas de riego.

Figura 20. Sistema fijo de microaspersión.

Figura 19. Riego manual de plántulas en semillero.

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Para incorporar fertilizantes en la red de riego se utilizan varios sistemas (aspiración directa, inyectores tipo venturi (Figura 21), bombas inyectoras) situados en un cabezal (Figura 22), junto con los depósitos de fertilizantes.

Los fertilizantes se aplican junto con el agua de riego (fertirriego), permitiendo de esta manera un control exacto de los fertilizantes aplicados.

El aporte de los fertilizantes a las plantas se hace en la proporción adecuada a través de los programadores de riego, de manera que, para cada especie e incluso estado de desarrollo de la misma, se pueden elegir equilibrios de nutrientes específicos que van a permitir el desarrollo ideal de la planta en cada momento.

La fertilización se inicia con valores bajos de CE (1-1,5 dS/m) y se va aumentando hasta los (2,5-3 dS/m). En cuanto al pH, debe ser ligeramente ácido con valores de 5,5 a 6,5.

2.9.- Sistemas de fertilización.

Figura 21. Sistema de inyectores tipo venturi.

Figura 22. Cabezal de fertirriego. 14/26


Los productos fitosanitarios se pueden aplicar por vía foliar o a través de la red de riego.

Pulverización foliar con pistola-lanza: Es el sistema más empleado. Se trata de equipos hidráulicos compuestos por un depósito donde se prepara el caldo fitosanitario y una bomba accionada por un motor que impulsa la mezcla, a través de una red de distribución, hasta las pistolas-lanzas dotadas de una o varias boquillas que producen la pulverización (Figura 23).

2.10.- Sistemas de tratamiento fitosanitarios.

Figura 23. Aplicador realizando un tratamiento fitosanitario con pistola pulverizadora.

Nebulización foliar de ultrabajo volumen: Son equipos que trabajan con un caldo fitosanitario muy concentrado aplicando volúmenes muy bajos. Generan gotas muy finas que son arrastradas por una corriente de aire producida por un ventilador, distribuyendo el caldo aplicado por todo el invernadero. Su principal ventaja es la eficiencia en la aplicación, además de permitir los tratamientos fuera del horario de trabajo.

Red de riego: En este caso los productos fitosanitarios se aplican junto con el agua de riego inyectándolos directamente en la red mediante un dosificador similar a los empleados para fertilización.

La presión de trabajo y el tipo de boquillas determinan el tamaño de las gotas. La uniformidad del tratamiento depende en gran medida de la pericia del aplicador.

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Sombreo para reducción de la radiación solar: Se emplean métodos de sombreo sobre la cubierta del invernadero, que pueden ser estáticos (encalado de cubierta o colocación de mallas) o dinámicos (pantallas de sombreo interiores o exteriores) (Figura 24).

Ventilación: Puede ser pasiva basada en la apertura y cierre de ventanas cenitales y/o laterales, o activa, incorporando extractores laterales y recirculación del aire en el interior.

Refrigeración por agua: El aire se enfría con nebulizadores de media presión, de alta presión (Foog-System) y paneles húmedos y extractores de aire (Cooling-System)

Aumento de la temperatura: En periodos fríos no sólo hay que aportar calor, también es importante que no se pierda, por lo que se instala la doble cámara con el apoyo de sistemas de calefacción por aire (convección) o por agua (radiación).

2.11.- Sistemas de climatización.

El control climático es necesario para producir las plantas en épocas en que las condiciones ambientales no son las óptimas para su desarrollo. En periodos cálidos es necesario reducir la temperatura y la radiación y aumentar la humedad relativa y en periodos fríos todo lo contrario.

Figura 24. Interior del invernadero con mallas de sombreo. 16/26


3.- Materiales utilizados en los semilleros.

• El sustrato.

• Las semillas.

• Las bandejas.

Los materiales utilizados, específicos de la producción en semillero, son:

3.1.- Sustrato.El sustrato debe proporcionar el medio adecuado para la germinación, el desarrollo de las raíces y el crecimiento de la plántula.

En cuanto a las propiedades físicas, lo ideal es que tenga una alta porosidad, baja densidad aparente, capacidad de retención de agua y buena aireación.

Y en relación a las propiedades químicas, el pH debe ser ligeramente ácido, con alta capacidad de intercambio catiónico, baja salinidad y elevado contenido en materia orgánica.

El sustrato más empleado es la turba mezclada con perlita para aumentar la aireación (Figura 25). También se utiliza fibra de coco y lana de roca cuando se va a realizar cultivo sin suelo.

El sustrato debe estar libre de semillas de malas hierbas, patógenos de suelo y sustancias fitotóxicas.

Figura 25. Máquina dosificadora de perlita.

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3.2.- Semillas.

Se emplean semillas de “categoría standar” (Figura 26 y 27), que cumplen con los requisitos establecidos en los reglamentos técnicos de control y certificación en cuanto a pureza varietal, poder germinativo, contenido en humedad, estado sanitario, etc, y además están sometidas a un control oficial (2).

Figura 26. Plántula emergida de una semilla. Figura 27. Siembra manual en los alveolos con sustrato.

(2) BOE, 1986. Orden de 23 de mayo de 1986 (BOE nº 135) por la que se aprueba el Reglamento General Técnico de Control y Certificación de Semillas y Plantas de Vivero. 18/26


3.3.- Bandejas.

Las bandejas son el soporte necesario para el cultivo en semillero. Normalmente se utilizan bandejas de poliestireno expandido (Figura 28) por ser un material termoaislante, ligero y de fácil mecanización.

Las bandejas contienen un número variable de alveolos, según la especie a cultivar, desde los 40 para los injertos hasta los 500 para lechuga o cebolla. La tendencia actual es utilizar bandejas con menor número de alveolos, ya que con menor densidad de plantas se obtiene mayor calidad.

Los alveolos son de sección tronco piramidal que permite un mejor desarrollo radicular al facilitar la división de la raíz, en lugar del crecimiento dominante de la raíz principal, como ocurre con los alveolos de sección circular.

Para aislar la planta de la bandeja y evitar posibles contagios de patógenos de suelo, se usan fundas de polipropileno (Figura 29) con lo que se asegura mayor higiene, se obtiene un sistema radicular más sano y fuerte y se facilita la extracción de las plantas en el trasplante.

Figura 29. Bandeja con funda de polipropileno.

Figura 28. Palés de bandejas de poliestireno.

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4.- Problemas fitosanitarios.

Los problemas fitosanitarios en los semilleros son diferentes a los que se presentan en el campo debido a las condiciones ambientales y la presión de plagas.

En la campaña de primavera-verano, la incidencia de plagas es superior a la de enfermedades. Esto hace que, además de realizar daño directo sobre la planta, aumente la posibilidad de transmisión y contagio de ciertas virosis de gran importancia.

Por el contrario, en la campaña de otoño-invierno, la incidencia de plagas es menor debido a que las condiciones climatológicas son adversas para su desarrollo, pero si muy favorables para el desarrollo de hongos que provocan ciertas enfermedades (3).

20/26(3) Camacho Ferre F. 2002. Técnicas de Producción en Cultivos Protegidos. Caja Rural Intermediterránea. Cajamar. Almería.

4.1.- Plagas.

Figura 30. a) Flor de melón con trips; b) Hoja de pimiento con oruga y mordeduras; c) Hoja de pimiento con galerías de minador; d) Hoja de tomate con tuta.

a) b) c) d)

Las principales plagas que afectan a las plántulas hortícolas en el semillero son (Figura 30): mosca blanca, trips, lepidópteros, minador y, en el caso del tomate, tuta (3).


4.2.- Enfermedades.Las enfermedades más importantes son las causadas por hongos del género Pythium y Rhizoctonia que ocasionan marras en la nascencia y caída de plántulas debido a la podredumbre de cuello y raíz (4).

Los hongos que afectan a la parte aérea, mildiu y botritis (Figura 31), son un problema grave cuando la humedad ambiental es elevada, afectando más a cucurbitáceas que a solanáceas y especialmente a las plantas injertadas. En menor medida pueden aparecer los hongos Micospharella y oidio.

Los virus afectan a las plántulas en semillero en raras ocasiones (Figura 32), debido a la hermeticidad de las instalaciones que impide la entrada de insectos vectores, al bajo riesgo de transmisión por contacto puesto que no se realizan operaciones que requieran la manipulación de la planta, y al corto periodo de tiempo que permanecen las plantas en el semillero.

Figura 31. Botritis en plántula de sandía.

Figura 32. Plántula de tomate con el virus de la cuchara.

21/26(4) Camacho Ferre F. 2002. Técnicas de Producción en Cultivos Protegidos. Caja Rural Intermediterránea. Cajamar. Almería..


5.- Control fitosanitario.

5.1.- Prácticas físicas y culturales.Las prácticas físicas y culturales más empleadas en los semilleros hortícolas son:

• Colocación de mallas en las ventanas y doble puerta, para impedir la entrada de insectos.

• Eliminación de malas hierbas, que pueden ser reservorio de plagas y enfermedades.

• Colocación de trampas para insectos (cromotrópicas, de luz y de feromonas), para atrapar insectos, monitorear y detectar la entrada de plaga (Figura 33).

• Hermeticidad del invernadero, para conseguir que los insectos no entren del exterior.

Es recomendable el control de acceso a personal no autorizado, con el fin de evitar contaminaciones.

Figura 33.- Placas cromotrópicas amarillas y azules en el semillero.

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La tendencia actual en control fitosanitario en semilleros es el control integrado, en el que se combinan prácticas físicas, prácticas culturales, control biológico y control químico. Además, todos los semilleros deben adoptar las medidas de protección contra la producción y difusión de organismos nocivos para los vegetales exigidas por la legislación europea.


5.2.- Control biológico. El control biológico de plagas en los semilleros es difícil ya que la disponibilidad de polen es nula, la superficie foliar es baja, y el período de tiempo que permanecen las plantas en el semillero es corto, lo que dificulta la instalación de los insectos auxiliares (Figura 34).

Actualmente se realizan sueltas del enemigo natural Nesidiocoris tenuis y se está implantando el uso de plantas reservorio como refugio para los insectos beneficiosos.

5.3.- Control químico.

El control químico se realiza con productos fitosanitarios registrados, autorizados y compatibles con los insectos auxiliares.

El primer tratamiento se realiza a la semilla, tras la siembra, en el túnel de riego (Figura 35), con un producto fungicida. No se realizan más tratamientos hasta que las plantas presentan la primera hoja verdadera.

Figura 34.- Insectos auxiliares de uso semilleros hortícolas (5).

Figura 35.- Tratamiento fitosanitario sobre las bandejas con plántulas en el semillero.

Amblyseius swirskii Stratiolaelaps scimitus Amblyseius cucumeris

Aphidius colemani Nesidiocoris tenuis Orius laevigatus

23/26(5) Téllez Navarro, MM., et al. 2010. Guía ilustrada de plagas y enemigos naturales en cultivos hortícolas en invernadero. IFAPA. Almería.


5.4.- Pasaporte fitosanitario.

El Pasaporte Fitosanitario (Figura 36) es el documento que garantiza que las plantas y otros objetos que las acompañan han sido sometidos a los controles y/o tratamientos fitosanitarios que exige la normativa vigente y, por lo tanto, se encuentran libres de plagas de cuarentena.

Consiste en una etiqueta, y cuando proceda, un documento, que acompaña a las plantas, sus embalajes, o los vehículos en los que son transportados, para poder circular por la Unión Europea (6).

Cada partida deberá llevar su Pasaporte Fitosanitario (Figura 37).

PASAPORTE FITOSANITARIO CE- Nombre o código (ES) del Estado miembro- Código (XX) de la Comunidad Autónoma- Código de la Provincia: YY- Nº de Registro de la empresa: ZZZ- Número individual de serie, semana o lote

Figura 36.- Datos que debe contener un pasaporte fitosanitario.

Figura 37.- Plántulas en semillero con el Pasaporte Fitosanitario.

(6) BOE, 2005. Real Decreto 58/2005, de 21 de enero (BOE nº 19) por el que se adoptan medidas de protección contra la introducción y difusión en el territorio nacional y de la Comunidad Europea de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales, así como para la exportación y tránsito hacia países terceros.

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El proceso de producción (Figura 38) de la planta se inicia con la siembra, que se realiza con una máquina automática, como hemos descrito anteriormente. En esta fase es fundamental el uso de semillas y sustratos de calidad y la elección de la bandeja con el tamaño de alveolo adecuado a la especie que vamos a cultivar.

Otro aspecto de vital importancia es la identificación de cada partida con un código impreso en una tablilla. Esto nos permitirá localizarla y controlarla asegurando la trazabilidad.

De la sembradora las plantas pasan a la cámara de germinación y una vez germinada la semilla se extienden en las banquetas de cultivo donde se realizan las labores de cultivo necesarias hasta que las plántulas alcancen el grado de crecimiento y desarrollo adecuado para el trasplante al invernadero comercial.

6.- Proceso productivo.

Cuando se realizan injertos, las plántulas pasan de las banquetas de cultivo al taller de injertos, de este al túnel de prendimiento y de nuevo a las banquetas de cultivo hasta completar su desarrollo.

Figura 38. Esquema del proceso productivo de las plántulas en el semillero.

Sembradora

Cámara de germinación

Banquetas de cultivo

Taller de injertos

Cámara de prendimiento

Labores de cultivo

Expedición

Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera

Avenida de Grecia s/n41012 Sevilla (Sevilla) España

Teléfonos: 954 994 595 Fax: 955 519 107 e-mail: [email protected]

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Trabajo realizado dentro de los proyectos formativos de IFAPA, FAI.FAI2019.003 “Producción Integrada y GIP” y FAI.FAI2019.005 “Incorporación a la Empresa Agraria”, que están cofinanciados al 90% por el FEADER, dentro del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020

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