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3ERA Y 4TA SESIÓN. MI OPINIÓN Martin Alexander Pedraza Pohlenz

Los mitos que nos dieron trauma - TERCERA y CUARTA sesión

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Esta es mi opinión acerca de la tercera y cuarta sesión.

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3ERA Y 4TA SESIÓN. MI OPINIÓNMartin Alexander Pedraza Pohlenz

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En esta tercera y cuarta sesión, El “psicólogo” comienza interrogando a México sobre su madre. México no sabe quién es, y al final se revela que la Malinche es su madre. Más México dice que prefiere a su madre adoptiva, la virgen de Guadalupe. Y ahí se comienza a hablar sobre “la madeja de traumas”. El primero es el trauma del mexicanito. En él se explica el tan arraigado pensamiento mexicano que el pobre es bueno por pobre y el rico malo por rico. Y que la virgencita nos quiere por ser pobres conquistados. Y el mexicano la prefiere frente a la Malinche, una madre que nos “traicionó”. Y la virgen nos consuela, nos consiente, nos dice que no tiene nada de malo ser pobres, y por esa misma razón seguimos pobres. Esto es muy cierto, ya que fingimos tener una madre adoptiva que nos ayuda en todo y nos consiente, y que nos dice que los pobres son buenos, más por eso queremos seguir pobres, aparte de que “el pobre es bueno y el rico es malo”.

Otro trauma es el de la humildad. El mexicano dice ser humilde, y lo relaciona con sencillez, que no tiene nada que ver. El mexicano categoriza la humildad como una virtud, y es aquí cuando está en todo lo contrario. De nuevo estoy de acuerdo. Si la humildad viene de humillación, y se supone que los mexicanos estamos orgullosos de ser humildes, entonces significa que ¿estamos orgullosos de haber sido humillados? Aparte, se supone que fuimos humillados por la derrota ante los españoles, pero la verdad es que no hay nada de que estar humillados, después de todo, los derrotados fueron los aztecas, no los mexicanos. Entonces ¿de qué estamos orgullosos? Esta es una de las muchas contradicciones que se mencionan en el libro.

Después en la cuarta sesión, se comienza con la guerra eterna de México. Habla de que México ha peleado muchas veces, y que muchas personas o grupos han buscado la independencia. Más aunque todos tenían el objetivo de que México progresara, todos tenían diferentes métodos. Se peleaban entre sí por que cada quién quería imponer su propio gobierno. Y cuando México por fin logró la independencia, se empezaron a pelear los diferentes bandos para conseguir el poder. Ya sea entre mestizos, indígenas, españoles peninsulares y criollos, o entre partidos políticos, es una guerra eterna. El libro dice que las guerras e invasiones en las que están la primera intervención francesa, la guerra contra Estados Unidos, la segunda intervención francesa, y el imperio de Maximiliano se dieron porque estábamos peleando entre nosotros. Cuando México no encuentra enemigo, se inventa uno; el mexicano de al lado. Y es por eso que hasta hoy seguimos sin llegar a un acuerdo entre nosotros. Y otra vez en el libro; “en el siglo XIX decía Porfirio Díaz que la razón por la que le va mejor a Estados Unidos es que, una vez que alguien gana la presidencia, el pueblo y los políticos se le unen para trabajar por la nación. En cambio en México, en cuanto alguien toma el poder, todos, enemigos y antiguos amigos, se ponen en su contra”. Esto fue cierto antes y sigue siéndolo hoy. En otro ejemplo; Guadalupe Victoria llegó a ser una de las personas más respetables, sólo para terminar siendo derrotado por el vicepresidente Nicolás Bravo con el que había luchado muchas veces. En las elecciones, al ser elegido Manuel Gómez Pedraza, hubo un golpe de

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estado que hizo que Vicente Guerrero tomara el poder. Como podemos ver, pelea tras pelea han conformado el México en el que estamos hoy.

La peor guerra que ha tenido México desde su independencia hasta la fecha no se la debemos a España, Estados Unidos, Francia, o a alguien más, sino que fue la mal llamada Revolución, una guerra de mexicanos contra mexicanos para tomar el poder, duró 20 años, nos dejó tres millones de muertos y desplazados, nos atrasó unos 50 años, terminó con el progreso que se había logrado, nos legó un partido dictatorial (a pesar de que según esto la revolución fue por democracia), y nos creó muchos mitos que han generado muchos traumas.

Estados Unidos, como muchos otros países y sobre todo como México, también tiene mitos. Más mientras México tiene mitos desalentadores, que lo llevan al pasado y no lo permiten progresar, Estados Unidos tiene otros mitos que lo ayudan a seguir adelante. También es importante el factor de que si un país se cree o no esos mitos.

España colonizó lo que sería México e Inglaterra colonizó lo que sería Estados Unidos. Mientras España buscaba crear en América una nueva era feudal como reemplazo a la modernización que se estaba formando en Europa, Inglaterra buscó una modernidad, buscó explotar los recursos al máximo y crear una civilización moderna. Esa es una de las razones por la cual Estados Unidos es diferente a México. Estados Unidos se creyó elegido por Dios, Inglaterra creyó que esa tierra era suya por derecho, y los estadounidenses pensaron que era su deber crear una civilización y ser los mesías de América. Creían que México era un país del que se podían aprovechar y el cual tenían que civilizar.

La independencia de México y de Estados Unidos es muy diferente. Los pensamientos de los que nos colonizaron y de los que se independizaron eran exactamente los mismos, y antes o después no cambiaron. Mientras que en Estados Unidos los que liberaron las colonias y las convirtieron en los Estados Unidos eran los descendientes de los colonos, y su pensamiento había progresado.

Así que el mexicano sigue arraigado en el pasado, y la verdad es que el pasado no debería poder influir en el futuro. Pero con nosotros así es, seguimos viendo el pasado sin intentar progresar hacia el futuro. “Mientras ellos (estadounidenses) sueñan con mañana, nosotros soñamos con ayer.” Esa es la triste verdad. Pero si tal vez dejáramos el pasado y continuemos adelante, nuestro país por fin podría ser una nación con la que todos hemos soñado.