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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
AUTONOMÍA ZAPATISTA Y EDUCACIÓN AUTÓNOMA
PERSPECTIVAS POLÍTICO-PEDAGÓGICAS
TESINA
QUE PRESENTA
DANIELA PATZILLI ABAD FRAGOSO
PARA OBTENER EL TÍTULO DE :
LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
ASESOR: NICANOR REBOLLEDO RECENDIZ
MÉXICO, D.F. 2013
Dedicatorias: A la vida, a mi vida, porque para seguir caminando necesité caer, morir y volver a nacer. A Antonio Juárez, donde quiera que se encuentre, por seguir iluminando mi camino: Toño, por fin acabé. Cuando menos quería seguir llegabas y me empujabas. No lo olvides: este documento también es tuyo. A l@s compas caídos en esta lucha de más de 500 años. Porque vivieron por la patria y murieron por la libertad. Porque por ell@s entendí que la vida se convierte en un instante en este largo camino por un mundo diferente. A las bases de apoyo, muy especialmente a l@s niñ@s, por darnos esperanzas, sueños y realidades. Por enseñarnos a caminar con dignidad. Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional por luchar día a día por Democracia, Justicia y Libertad. Por ser los guerreros de la noche. A l@s que viviendo siendo nadie lucharon por un mundo diferente. A l@s Sin Rostro por su disciplina y compromiso con la lucha zapatista.
Agradecimientos Un muy largo viaje dio como resultado este pequeño sueño que representa el cierre de un ciclo en el que aprendí, llore, soñé y sentí. Gracias, Aldo, por subirte al viaje del amor conmigo, por ser mi compañero, cómplice y amante en esta lucha por la construcción de “una relación muy otra”. Gracias por tu paciencia, tu comprensión y por tus ojos en mis ojos. Gracias, mil gracias por esa tarde que me visitaste, me tomaste de la mano y me susurraste que nunca me soltarías. Gracias por estos más de trece años juntos, muy juntos. Gracias, Má, por enseñarme a luchar por lo que quiero y creo. Por respetarme y quererme incondicionalmente, por hacerme sentirme orgullosa de mis raíces. Por cuidarme cuando más vulnerable me sentía. Por levantarme y aventarme de nuevo a la vida. Gracias a ti estoy donde ahora estoy. Sin ti este presente no existiría. Gracias, Pá, por ser tu Danielita, por ser tu consentida. Por darme tanto, tanto amor y respeto, por demostrarme que lo más importante para ti es tú amada esposa, tus hijos y tus nietas. Gracias, Hemanita, por ser tan hermosa, por ser siempre tu nena, por cuidarme, defenderme y protegerme desde el momento mismo en que nací. No olvido que las sonrisas mas puras las viví contigo cuando niña. Gracias, Hemanita, por esas tres sobrinitas que me diste en el momento que más las necesitaba. Gracias, Hemanito, mi pequeño y no tan pequeño Hemanito. Por quererme tanto. Por todos los recuerdos viviendo juntos. Por las sonrisas, los paros y experiencias que vivimos. Este escrito lo hice siempre pensando en ti para que al leerlo te pudiera mostrar que “otro mundo es posible”. Gracias muy especiales a todas las personas que confiaron en mí en este largo camino: Gracias Daniel. Cuñado, no olvido la vez que me ofreciste tú ayuda para que yo siguiera estudiando. Gracias, Saúl Velasco, por creer en mí e impulsarme para segur adelante. Gracias, Adrián Bacilo, la deuda esta saldada. Azulita, Nay, gracias por ser no sólo compañeras, sino amigas. Las quiero tanto y sé que me quieren también. Eso me hace tan tan feliz… Gracias, Ale R., gracias por el ahora y gracias por abrirme de nuevo la puerta en esta lucha por un mundo diferente. Gracias, Gerardo, te debo mil, sin tus correcciones esto no sería lo que es. Gracias, Giss, es un gusto conocerte, hablarte, compartirte tantos sentimientos y sueños, tu apoyo ha sido fundamental en los últimos años. Gracias, Adriana Dávila, Iván Arango y Carlos Núñez, mil gracias por tanto aprendizaje. Gracias al Dr. Nicanor Rebolledo por su apoyo y a mis lectores, muy especialmente a Bruno Baronnet, que sin conocerme aceptó leerme y corregirme como un verdadero compañero. Gracias a mis amigos y compañeros de la Universidad Pedagógica Nacional: Edi, Clau, Alfonso, Lalo, Sonia, ya no se hagan y no falten más a las cenas de navidad. Gracias, Adolfo Valtierra y David Jaramillo, por compartir sus fotos para que aparecieran en este documento. Finalmente, agradezco con el corazón a todos aquellos que no menciono pero que han formado parte de este sueño.
ÍNDICE Introducción 1 APARTADO I I. LOS INDÍGENAS EN MÉXICO
1.1.1. Población indígena 7
1.1.2. Problemas socioeconómicos 7
1.1.3. Lengua y cultura 10
1.1.4. Identidad indígena 11
1.1.5. Formas de gobierno: el consenso en asamblea 13
1.1.6. Resistencia indígena 15 APARTADO II
I. CHIAPAS
2.1.1. Características generales de la entidad 18
2.1.2. Chiapas y sus contradicciones 20
II. LA REVOLUCIÓN NO NECESITA PERMISO 22
2.2.1. Antecedentes del movimiento zapatista 23
2.2.2. Formación en la selva
2.2.2.1. Teología de la liberación 26
2.2.2.2. Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) 27
2.2.2.3. Organización campesina 29
2.2.3. Reforma constitucional y el TLC 30
2.2.4. Levantamiento armado, 1994 31
III. LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO DE LOS
DERECHOS INDIGENAS 34
2.3.1. Diálogo: Caminando y preguntando 35
2.3.2. Formación de la COCOPA 36
2.3.3. Firma de los Acuerdos de San Andrés 38
2.3.4. Estrategias de lucha por la defensa de los Acuerdos de
San Andrés y estrategias políticas frente al hostigamiento
2.3.4.1. Caravana 1111 39
2.3.4.2. Consulta nacional por el reconocimiento de los
pueblos indios y por el fin de la guerra de exterminio 41
2.3.4.3. Marcha El Color de la Tierra 44
2.3.4.4. La guerra en el Congreso de la Unión 46
2.3.4.5. La traición de una nueva ley indígena 47
2.3.5. Contribución del zapatismo a la democracia 48
2.3.5.1. Mandar obedeciendo 50
APARTADO III
I. CONTRIBUCIONES DE UNA AUTONOMÍA SIN PERMISO 55
3.1.1. Del fuego y la palabra a los Caracoles Zapatistas 56
3.1.2. Autonomía 57
3.1.3. Autonomía indígena 58
3.1.4. Autonomía zapatista 59
3.1.5. Municipios autónomos zapatistas 62
3.1.6. Caracoles zapatistas 65
3.1.7. Juntas de Buen Gobierno 69
APARTADO IV
I. LA EDUCACIÓN EN LA CONSOLIDACIÓN DE LA AUTONOMÍA
4.1.1. Educación 75
4.1.2. La educación zapatista 78
4.1.2.1. Orígenes 81
4.1.2.2. Desarrollo 83
4.1.2.3. La otra educación 84
4.1.2.4. Proyecto educativo zapatista 86
4.1.2.5. El andar de dos proyectos educativos 89
4.1.2.5.1. Semillita del Sol 90
4.1.2.5.2. Sistema Educativo Rebelde
Autónomo Zapatista de Liberación Nacional
de la Zona Altos de Chiapas (SERAZLN-ZAC) 90
4.1.2.6. Promotor de educación 92
4.1.2.6. Financiamiento e infraestructura 95
Conclusiones 100
Bibliografía 103
Manifiesto zapatista
Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo:
Hermanos:
No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la
soberbia del poder. Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para
los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para
nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada.
Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos.
Nuestra lucha es por el hambre, y el mal gobierno regala plomo y papel a los estómagos de
nuestros hijos. Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia.
Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio. Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece cementerios.
Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergüenzas.
Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro. Nuestra lucha es por el respeto a nuestro derecho a gobernar y gobernarnos, y el mal gobierno
impone a los más la ley de los menos. Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar, y el mal gobierno pone cárceles
y tumbas. Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos.
Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido. Nuestra lucha es por la Patria, y el mal gobierno sueña con la bandera y la lengua extranjeras.
Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción. Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras banderas en la madrugada de 1994. Estas fueron nuestras demandas en la
larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias. Nuestra sangre y la palabra nuestra encendieron un fuego pequeñito en la montaña y lo
caminamos rumbo a la casa del poder y del dinero. Hermanos y hermanas de otras razas y otras lenguas, de otro color y mismo corazón, protegieron nuestra luz y en ella bebieron sus respectivos
fuegos.
Vino el poderoso a apagarnos con su fuerte soplido, pero nuestra luz se creció en otras luces. Sueña el rico con apagar la luz primera. Es inútil, hay ya muchas luces y todas son primeras.
Quiere el soberbio apagar una rebeldía que su ignorancia ubica en el amanecer de 1994. Pero la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera, no se nació ahora. Antes habló con
otras lenguas y en otras tierras. En muchas montañas y muchas historias ha caminado la rebeldía contra la injusticia. Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai,
yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho,
izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco,
kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú. Habló y habla la castilla. La rebeldía no es cosa de
lengua, es cosa de dignidad y de ser humanos. Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. No hay lugar para nosotros en el mundo del poder. Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un mundo donde nos quepamos todos y todos nos
vivamos sin muerte en la palabra. Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. No nos
quieren indios. Muertos nos quieren.
Para el poderoso nuestro silencio fue su deseo. Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la
vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido. Hablando en su corazón indio, la Patria sigue digna y con memoria.
Foto: Adolfo Valtierra
1
Introducción
La madrugada del 1º de enero de 1994, en pleno festejo de la firma del Tratado del Libre
Comercio (TLC), el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó siete
cabeceras municipales chiapanecas: San Cristóbal de Las Casas, Las Margaritas,
Ocosingo, Altamirano, Oxchuc, Huixtán y Chanal, uno de los rincones de mayor
marginación en México.
Este grupo insurgente, notable por las capuchas usadas por sus miembros, estaba
compuesto principalmente por indígenas y le declaró la guerra al Gobierno Federal
mexicano a cargo de Carlos Salinas de Gortari. Sus demandas, heredadas desde hacía
500 años, eran trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia,
libertad, democracia, justicia y paz.
La lucha se organizó con un planteamiento autonómico que ellos mismos
definieron como una forma libre de determinación. Unidos con sus bases de apoyo
buscaron una vida digna, reconocimiento y respeto como pueblos originarios. Se
asumieron como miembros de una comunidad soberana y entendieron la autonomía
como el derecho a dictar sus propias reglas y sus propias formas de gobernarse,
permitiendo pactar con el Estado mexicano las condiciones que permitieran su existencia
y desarrollo como pueblos dentro de un Estado multicultural donde la autonomía
permitiría garantizar el mantenimiento de su identidad y el desarrollo de sus pueblos.
Esta lucha se ha enfrentado a varios momentos determinantes. Gemma van der
Haar1 los ha defendido en tres etapas importantes:
• Levantamiento armado: los primeros meses de lucha después del 1º de
enero. Se caracterizó por la declaración de guerra y la toma de tierras por
parte de los insurrectos. El Estado mexicano respondió con militarización y
hostigamiento en la zona de conflicto.
1 HAAR, Gemma van der, El movimiento zapatista de Chiapas: dimensiones de su lucha, Ámsterdam, IISH/LabourAgainPublications, 2005. Disponible en<http://www.iisg.nl/labouragain/documents/vanderhaar.pdf>. [Consultado el 23/01/13]
2
• Lucha por el reconocimiento de derechos: con la apertura del diálogo entre
el Gobierno Federal y el EZLN. El resultado fueron los Acuerdos de San
Andrés en 1996, pero que, a la fecha, no han sido respetados.
• Estructura del gobierno autónomo: el incumplimiento de los Acuerdos de
San Andrés en 1997 y la aprobación de la Ley indígena en 2001,
“el movimiento indígena decide modificar su estrategia y abandonan
el dialogo declarándose en resistencia ante las instancias
gubernamentales, descartando cualquier tipo de negociación y
rechazando los apoyos provenientes de las mismas y anuncian una
serie de acciones encaminadas hacia el fortalecimiento de la
autonomía en sus territorios, redefiniendo los municipios rebeldes
como autónomos y creando de ese modo una estructura paralela a
los ayuntamientos constitucionales”.2
Evidentemente, la educación fue y sigue siendo fundamental para vivir el
fortalecimiento y consolidación de la autonomía zapatista con la formación de
“ciudadanos democráticos que se autogobiernen, en ves de sujetos pasivos de un
gobierno autoritario…”.3 De esta forma las comunidades se contraponen y evidencian las
políticas educativas homogeneizadoras impuestas por el Estado tradicional, organizando
y construyendo una nueva forma de hacer escuela, una escuela desde y para la
comunidad, una nueva escuela en resistencia para la consolidación de la autónoma, en
donde el conjunto de sus políticas y estrategias de trabajo definidas y reguladas por ellos
y orientadas al pleno cumplimiento de su derechos económicos, sociales y culturales
darán como resultado una organización autogestiva y evitara su muerte como culturas
indígenas.
Cabe destacar que este planteamiento no busca una educación separada:
“mas bien evoca una exigencia por democratizar las decisiones sobre los
contenidos de la enseñanza y la distribución de los recursos destinados a la
educación: aludiendo también a la pedagogía, a una forma distinta de
2 MUÑOZ RAMÍREZ, Gloria, Chiapas la resistencia, México, La Jornada, 2004. 3 KYMLICKA, Will, La política vernácula. Nacionalismo, multiculturalismo y ciudadanía, Barcelona, Paidós, 2003, p. 364.
3
enseñanza, a principios fundamentales de orientación de las prácticas
educativas y al papel de la cultura en la educación formal donde, con frecuencia
el discurso y las prácticas educativas tienden a estigmatizar lo indígena y ocultar
los valores propios de las culturas aborígenes”.4
En esta educación los actores directamente involucrados toman decisiones apoyados en
sus propias necesidades.
Esta propuesta educativa se ha ido construyendo a partir de las propias ideas de
las comunidades (basadas en 13 demandas), compartiendo y aprendiendo entre todos.
“La experiencia educativa en las comunidades rebeldes ha debido ser experimental
necesariamente desde hace tres lustros, construida a contracorriente de la enseñanza
oficial, ante la cual se planta como alternativa desde la resistencia.”5Con lineamientos
comunes, basados en la colectividad, se han puesto en marcha diversos proyectos
educativos organizados de manera diferente: cada municipio ha determinando su manera
de andar bajo sus propias necesidades y a partir de discusiones realizadas con todos los
miembros de la comunidad (bases de apoyo).
Este proceso de construcción ha vuelto fundamenta la participación de jóvenes
indígenas originarios convirtiendo a algunos de ellos en promotores de educación
apoyados siempre por la propia comunidad y por la sociedad civil nacional e
internacional. De esta forma, en territorio zapatista se construye una forma de vida
diferente donde la autonomía indígena toma otro significado, pues se apoya en la
educación como parte del proceso de construcción y la redefine como elemento central
de su lucha y estrategia para su resistencia.
Dicho lo anterior, el propósito principal de este documento es hacer un
acercamiento a la construcción de su autonomía (desde sus orígenes) y cómo la
educación será un eslabón para su consolidación, buscando resaltar que el proyecto
educativo planteado por estas comunidades se desarrolla en términos políticos y que
una de las premisas básicas de esta propuesta zapatista: es que otro mundo es posible y
cómo en las comunidades autónomas zapatistas el involucramiento social y la 4 REBOLLEDO, Nicanor, Anuario educativo Interculturalismo y autonomía. Reflexiones en torno al movimiento indígena y a las políticas educativas, México, UPN, 2004, p. 458. 5 BELLINGHAUSEN, Hermann, “Exponen zapatistas su modelo educativo”, en Carmen Lira Saade (dir.), La jornada, México, 5 de agosto de 2010.
4
apropiación de proyectos construidos en colectividad traen como resultado un vida llena
de dignidad basada en la libre determinación y en el respeto de sus derechos.
Por lo tanto, para una mejor comprensión del tema, el documento está dividido en
cuatro apartados que intentarán responder preguntas clave para entender el desarrollo
de la autonomía zapatista y su consolidación a través de la educación:
• El primer apartado desarrolla la pregunta “¿Quiénes son los indígenas en
México?”Se hace una revisión general de los indígenas en México, de su
situación socioeconómica y de sus lenguas, de la construcción de su identidad y
de su resistencia con la intención de comprender el origen del levantamiento
armado y de las demandas hechas el 1º de enero de 1994 por el EZLN.
• En el segundo apartado se desarrollan tres preguntas básicas: ¿por qué un
levantamiento armado en México a un paso del siglo XXI?¿Pueden dejarse las
armas y abrirle camino al diálogo para llegar a acuerdos después de la
declaración de guerra?¿Trajo beneficios haber decidido dejar las armas y optar
por el diálogo? Para este fin se hace una revisión de la vida en el Chiapas con
énfasis en su población indígena, en las condiciones para la formación de un
levantamiento armado en esta zona y su desarrolla: la decisión de dejar las
armas y abrir paso al diálogo, la lucha ardua para mantenerlo y respetar los
acuerdos y las decisiones tomadas, aportando, sobre la marcha y quizá sin
proponérselo, una democracia nunca antes vista en este país, basada en la
filosofía del mandar obedeciendo.
• En el tercer apartado las preguntas fueron: ¿qué sigue después de la ruptura
con el Estado mexicano? ¿Cómo se asumió la autonomía en los pueblos
indígenas zapatistas? ¿Es posible una autonomía sin permiso? Para responder
a estas preguntas se habla de las decisiones tomadas después de la ruptura
con los tres poderes del gobierno mexicano, especialmente la decisión de
consolidar una autonomía sin permiso y los elementos que la conformaron
dentro del territorio zapatista.
• En el cuarto apartado las preguntas básicas fueron: ¿La educación puede ser
una herramienta para el fortalecimiento de la autonomía sin permiso?¿Qué tipo
5
de educación debe ejercerse en territorio zapatista para fortalecer esta
autonomía y seguir existiendo como pueblos indígenas? En este apartado se
habla de la Educación Liberadora, la cual Freire plantea enarbola una actitud
crítica sostenida en el diálogo por parte del educador y educando, concepto
fundamental para la construcción de la concientización.
El método que he utilizado en la presente investigación fue cualitativo a partir de la
investigación documental con la intención de realizar una selección y revisión, para
análisis e interpretación, de los documentos emitidos por EZLN, así como fuentes
hemerográficas, bibliografía producida sobre el tema tanto por parte de investigadores
como por periodistas, analistas y oficiales.
El trabajo de esta investigación se centró en la participación desde fuera con la intención
de no afectar las acciones o interacciones del grupo o situación analizados. Es
importante destacar que
“para la investigación cualitativa, la investigación documental no sólo es una
técnica de recolección y validación de información, sino que constituye una de
sus estrategias, la cual cuenta con particularidades propias en el diseño del
proyecto, la obtención de la información, el análisis y la interpretación”.6
Además se aclara que un “documento”, según lo plantea el mismo autor, es:
♦ Todo documento escrito:
o Documentos oficiales, documentos personales, documentos de prensa
o Documento de texto Literario
♦ Todo documento construido con el objetivo de registrar hechos o
acontecimientos:
o Documento visual o audiovisual
6 GALEANO MARÍN, María Eumeli, Estrategias de investigación social cualitativa, Medellín, La Carreta, 2007, p.114.
6
APARTADO I
“Porque morir no duele, lo que duele es el olvido”
Subcomandante Insurgente Marcos
7
I. LOS INDÍGENAS EN MÉXICO
1.1.1. Población indígena La historia ha forjado un destino común para los pueblos originarios de Latinoamérica,
un destino que se caracteriza, principalmente, por la lucha y resistencia para evitar su
extinción como pueblos indígenas.7 Estas comunidades se han enfrentado a innumerables mecanismos de
desaparición e inserción (exterminio, asimilación, integración, aculturación) aplicados
por las clases dominantes a través, en gran medida, de políticas centralizadas que hoy
manejan un discurso intercultural, presentadas como políticas públicas dirigidas a la
educación y al sistema agrario, pero incapaces todavía de responder a las verdaderas
necesidades y demandas de estas culturas originarias.
Sin embargo, quizá su peor enfrentamiento sea contra el olvido, que aumenta
al correr de los años, un olvido sustentado, enraizado en el juicio de que “ser indígena
es sinónimo de miseria y marginación”. Esta noción enmarca, desde la Colonia, una
idea férrea y limitada donde a los pueblos originarios se les ve como culturas inferiores
y atrasadas que tienen la necesidad de ser rescatadas de la barbarie para ser
integradas a una vida moderna homogenizada.
1.1.2. Problemas socioeconómicos
Hoy en día se contabilizan en México 16’102,646 8 habitantes considerados
como indígenas, representando el 14.9% del total de la población del país,
sobresaliendo Chiapas y Oaxaca, en donde reside más de una tercera parte (34.9%)
de la población hablante de lengua indígena.
Diversos estudios arrojan información referente al nivel de pobreza de estas
entidades, las cuales se sitúan entre los primeros lugares de marginación. 7 NAVARRETE LINARES, Federico, Los pueblos indígenas en México, México, CDI/PNUD, 2008, p. 7, lo define como: “originario de un país; empleado oficialmente por las leyes e instituciones de nuestro país porque no tiene la carga despectiva que se asocia al termino «indio»”. 8 CENSOS Y CONTEOS DE POBLACIÓN Y VIVIENDA, Censo de población y vivienda 2010. Consulta interactiva de datos [en línea], México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), <http://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/proyectos/bd/consulta.asp?p=17118&c=27769&s=est>, consultado el 07/02/2013.
8
Paradójicamente, estados que cuentan con una gran riqueza natural, pues se
encuentran ubicados en una de las biogeografías más ricas del país, lo cual ha influido
en su desarrollo y supervivencia como culturas. Distribución porcentual de la población hablante de lengua indígena de 3 años y más por entidad federativa
Fuente: INEGI, op, cit. en 8.
La pobreza en la población indígena es alta y muy marcada frente a la
población nacional.La disponibilidad de agua entubada, drenaje y sanitario en la
vivienda, conforman un conjunto de servicios que disminuyen las condiciones para que
la población padezca de enfermedades infecciosas y parasitarias, sin embargo
información censal de 2010 indica que
“25.5% de la población hablante de lengua indígena reside en viviendas que
cuentan con drenaje conectado a la red pública; 85.6% cuentan con servicio de
sanitario y 68.8% disponen de agua entubada dentro de la vivienda o fuera de
ésta pero dentro del terreno. En contraste, las condiciones en las viviendas
donde reside la población no hablante de lengua indígena son mejores, 74% de
esta población reside en viviendas con drenaje conectado a la red pública y
89.1% ocupa viviendas que tiene agua entubada en su interior”.9
9 Ibidem
9
Además, el22.6% de la población hablante de lengua indígena reside en
viviendas con pisos de tierra; y en la población que no habla lengua indígena este
porcentaje disminuye a 5.3 %, 58.8% de las viviendas donde el jefe o cónyuge habla
lengua indígena (viviendas indígenas) se cocina con leña o carbón, sólo 48.4% tiene
refrigerador, 33.8% cuenta con tinaco y sólo 13.7% con cisterna; en las viviendas no
indígenas sólo 10.3% utiliza la leña o carbón para preparar sus alimentos, 57.1%
cuenta con tinaco, 26.9% con cisterna y 85.7% con refrigerador.
Porcentaje de población por condición de habla de lengua indígena según tipo de servicios con los que cuenta la vivienda en que residen2010.
Fuente: INEGI, op, cit. en 8.
En las últimas décadas los problemas de la vida en el campo se han agudizado
por varias razones. Una de ellas es la reforma agraria hecha en1992, que puso fin a la
propiedad comunal y abrió la puerta a la libre venta de la tierra, permitiendo con ello la
entrada de la agroindustria nacional y extranjera y propiciando el abandono del campo
mexicano.
En los mejores casos el campo se ha vuelto de autoconsumo y gran parte de
las familias indígenas (incluyendo a todos sus integrantes: varones, mujeres y niños)
se dedican hoy al trabajo jornalero agrícola para solventar sus necesidades más
10
básicas. Este tipo de trabajo asalariado obliga muchas veces a la migración al noreste
de México y al sur y centro de EE. UU.
El trabajo en la ciudad también ha sido una “solución” a la pobreza. Este trabajo
de jornalero consiste en ser obreros de construcción, vigilantes, soldados, policías,
vendedores ambulantes, empleados domésticos, etc. Su contratación suele ser
informal y la remuneración para el 80% de ellos, según el Programa para el desarrollo
de los pueblos indígenas 2009-2012, no rebasa dos salarios mínimos y siempre hay
un contratista de por medio que termina siendo parte de una cadena de explotación
donde no importa la edad, el sexo ola movilidad geográfica de la persona. Con todo, la
mayor concentración de indígenas se encuentra asentada en la zona rural.
1.1.3. Lengua y cultura
En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), actualmente se contabilizan 89 lenguas indígenas distribuidas en todo el país,
de las cuales las más usadas son Náhuatl (23%), Maya (11.5%), Tzeltal (Tseltal)
(7%), Mixteco (6.09%), Tzoltzil (Tsoltsil) (6.5%).
Los pueblos indígenas están constituidos por una gran diversidad cultural. Cada
pueblo, a pesar de su cercanía, cuenta con características muy específicas, aun
cuando dos pueblos hablan la misma lengua, pues se diferencian por sus orígenes,
ecosistemas, vestimentas, ritos y festejos.
“La diversidad cultural de los pueblos indígenas de México es producto de su
milenaria historia y de las formas en que estos pueblos han creado, mantenido y
transformado sus culturas y sus identidades particulares a lo largo de los siglos,
siempre en estrecho contacto e intercambio con los otros grupos indígenas y,
después, con los grupos europeos, africanos y otros que han llegado a nuestro
país.”10
Los pueblos indígenas en México además constituyen una gran riqueza
nacional: cada pueblo tiene formas muy particulares de relacionarse con su entorno,
10 NAVARRETE LINARES, op. cit. en 7, p.25.
11
de resolver problemas y de establecer relaciones interpersonales para vivir la
reciprocidad con sus antepasados, con quienes están y con quienes todavía no nacen. “La diversidad cultural es la manera específica de ver el mundo y comprenderlo,
de relacionarse con su entorno, de concebir los problemas y retos que enfrentan
y de responder a ellos, así como de asignar valor a sus recursos y reglas para su
disposición por sus integrantes, por lo que cada grupo social y comunidad tiene
características especificas que los hacen ser diversos.”11
La diversidad cultural incluye los haberes de cada comunidad o pueblo, de sus
recursos, de su historia y de sus proyectos; en suma, los haberes de su identidad.
1.1.4. Identidad indígena
La identidad indígena se puede definir por el uso de la lengua, las prácticas
tradicionales y las costumbres ancestrales que representan las raíces de los pueblos
así como la existencia de una cosmovisión muy especial. Todo ello le da a la identidad
indígena sentido y el territorio donde se concentra la familia como célula central de la
organización. Ésta es la unidad productiva, la unidad de consumo y la unidad para
proveer.
Para los pueblos indígenas la vida comunal es la columna vertebral de su
identidad y desarrollo. A partir de su colectividad van constituyendo su resistencia y
ella va determinando su andar. La comunidad deja de ser sólo un conjunto de casas
con dueños propios y únicos para ser toda una historia pasada, presente y futura
relacionada con la naturaleza de manera espiritual. “La comunidad es una
construcción histórica, que aglutina con acciones al conjunto de sujetos que la crean
recreándose, la comunidad es el nombre de un código político y organizativo”. 12Dentro de la comunidad, la tierra, el consenso en asamblea, el servicio gratuito, el
trabajo colectivo y los ritos y ceremonias son característicos de una identidad que
construye y fortalece a la comunidad en su espacio territorial.
11 México, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Plan nacional de desarrollo. Programa para el desarrollo de los pueblos indígenas 2009-2012, México, Gobierno Federal, 2010, p.21. 12 MEDINA MELGAREJO, Patricia, Severo López e Issac Ángeles, “Comunidades-comunalidades”, en G. Joaquín Jiménez Mercado (ed.), Tramas, no. 34 (junio-2011), p. 139.
12
La tierra, como madre y territorio,
“nos pare, nos alimenta y nos recoge en sus entrañas. Nosotros pertenecemos
a ella, por eso no somos propietarios de tierra alguna. Entre madre e hijos la
relación no es términos de propiedad, sino de pertenencia mutua. Los seres
humanos entramos en relación con la tierra de dos formas: a través del trabajo en
cuanto al territorio y a través de los ritos y ceremonias familiares y comunales”.13
La tierra, vista como la Madre dadora de vida, es sagrada: en ella se siembra,
se cosecha, ella ofrece frutos, alimentos, agua y pesca. La tierra y el territorio
constituyen
“ese un espacio propio y un espacio colectivo, no sólo porque su tenencia es
comunal sino también porque las narrativas de contenido profundo señala que
ese territorio fue dado a la comunidad y en él interactúan con los hombres fuerzas
sobrehumanas que en conjunto y no aisladamente reproducen la vida. El territorio
de la comunidad está dividido en las tierras familiares y colectivas de cultivo, los
bosques o áreas sin cultivar y los recursos naturales como ríos, salinas, etc. Cada
familia posee y hereda su solar urbano y sus tierras de cultivo, que sabe y
defiende como propias, pero el conjunto del territorio es tenido como un valor
comunal, es decir, como perteneciente a la comunidad, a las personas que
forman parte de la comunidad. Es dentro de los límites de cada comunidad donde
se ha conservado la vida y la cultura propias, por lo que resulta importante ubicar
en este contexto las diferencias que se observan entre comunidades del mismo
pueblo originario. A su vez, el espacio comunal junto con el de otras comunidades
constituyen el territorio étnico, cuya geografía se haya marcada por lugares
sagrados (cuevas, cumbres, manantiales) a través de los cuales se establece la
relación con las fuerzas sobrehumanas”.14
13 DÍAZ, Floriberto, Escrito. Comunalidad, energía viva del pensamiento mixe, México, UNAM, 2007, p. 40. Negritas propias. El autor fue antropólogo y pensador contemporáneo del pueblo Mixe, así como. El autor fue fundador y Coordinador general de Servicios del Pueblo Mixe del Estado de Oaxaca. Vinculó el trabajo de base y la actividad local con diversos trabajos a nivel nacional e internacional. 14 MALDONADO, Benjamín, Comunidad, comunalidad y colonialismo en Oaxaca [electrónico], tesis doctoral inédita, Leiden, Universiteit Leiden, 1958, p. 39. Disponible en: <https://openaccess.leidenuniv.nl/bitstream/handle/1887/15950/fulltext.pdf?sequence=2>
13
El vínculo con la tierra también se deriva de la historia vivida en ella, así como
de todo el vínculo de pertenencia construido en su entorno. Cada integrante suele
tener un papel primordial dentro de la tierra: los abuelos, por ejemplo, suelen contar
anécdotas y testimonios de la fundación del pueblo y su construcción, lo cual provoca
un sentido de pertenencia.
“Hay pueblos, como el tzotzil de Chiapas, que creen que sus antepasados viven
en las montañas que rodean sus comunidades, desde donde protegen y vigilan a
sus descendientes. Otros pueblos conciben su territorio como una herencia
recibida de los antepasados que lo consiguieron y lo han defendido, y también
como un legado que deberán dejar a sus descendientes.”15
Es por ello que la tierra, en la mayoría de los casos, deja de ser una mercancía para
vender al mejor postor.
1.1.5. Formas de gobierno: el consenso en asamblea
En la asamblea se determina la toma de decisiones.
“Mientras en cada familia existe el principio de poder radicado en el padre, sobre
todo después del adoctrinamiento colonial, en la comunidad el principio de
autoridad se dializa en las personas convirtiéndose en padres-madre. Existe una
continuidad de poder entre una familia y una continuidad, pero mientras en la
familia la potestad paterna se acepta como algo natural, las autoridades de una
comunidad no ostentan el poder por la misma razón sino porque son
seleccionados y aceptados en asamblea comunitaria.”16
Todos los miembros de la comunidad están obligados moralmente a participar
en estos espacios (pues son el máximo órgano de decisión) y a cumplir con los
servicios asignados en ellos.
15 NAVARRETE, op. cit. en 7, p. 51. 16 DÍAZ, op. cit. en 13, p. 44.
14
“El poder en la asamblea permite llegar a tener autoridades que no estén encima
de la voluntad comunitaria y por lo tanto que no se desliguen de los intereses
colectivos imponiendo los personales. Por ello, la asamblea puede destituir o
desconocer a su autoridad, marcándolo con el estigma del desprestigio.”17
Para ser autoridad se requiere de un fuerte compromiso con la comunidad, dentro y
fuera de ella, se debe de cumplir con deberes signados por ella y no sirviéndoles en
perseguir un beneficio personal.
En algunas comunidades existe el consejo de ancianos, integrado por
miembros de la comunidad de edad avanzada y que cuentan con gran prestigio en la
comunidad. En ese caso el sistema de cargos y el consejo de ancianos determinan la
posición política de los cargos que conviven con la asamblea comunitaria, donde se
deciden y discuten los problemas de la comunidad y se buscan acuerdos; esto ayuda
a unir a la comunidad según algunos autores y a defenderse del mundo exterior.
Todas las comunidades tienen la obligación de participar políticamente y en
actividades gratuitas dentro y fuera de la comunidad. Esta condición es irrefutable: el
servicio al pueblo es un deber y un compromiso para el desarrollo y supervivencia.
Hay diferentes formas de interactuar con el gobierno externo, dependiendo de su
historia y su relación con él. En algunos se elige autoridad por usos y costumbres y en
otros casos por elección de partidos políticos, los cuales, en su mayoría, son
gobernados por grupos no indígenas.
Hoy en día, pese al
“desarrollo capitalista, amparado por el Estado mexicano que se construyó sobre buena
parte de los territorios de los pueblos originarios, implicando la explotación de la mano de
obra así como el despojo de sus recursos naturales y trayendo como consecuencia la
desarticulación de diversas áreas de las estructuras comunitarias y cambios en sus
organizaciones”,18
muchas comunidades siguen practicando el consenso como forma de gobierno y otras lo
17 MALDONADO, op. cit. en 14, p. 41. 18 Ibid., p. 43.
15
están retomando. Sin embargo, esto ha traído consecuencias con el Estado a pesar de
que México firmó el acuerdo 169 de la OIT, donde se establece el respeto de la libre
determinación en los pueblos indígenas.
El servicio gratuito es indispensable. Todos los adultos de la comunidad
tienen la obligación civil de trabajar y participar de forma gratuita y voluntaria en el
tequio, así como en actividades interfamiliares siempre que se requiera. Las
actividades pueden ir desde arreglar los caminos, introducir servicios y acarrear
material hasta la construcción de pozos o labor agrícola para una familia específica.
De cualquier manera, los integrantes de la comunidad se comprometen a acudir al
llamado de quienes lo requieran.
El trabajo colectivo dentro de estas comunidades va ligado con la forma y la
estructura de gobierno, les permite tener conciencia de sus necesidades como pueblo
y buscar soluciones, lo cual crea aun sentido de compromiso con el otro al verlo como
un igual. Los beneficios o tristezas no son particulares, sino de todos, de ahí la
importancia de que todos los integrantes de la comunidades participen en la toma de
decisiones. Adicionalmente, el trabajo colectivo implica una organización en
comunidad para ayudar en la lucha por la defensa de las tierras, es decir, se trata de
una lucha colectiva.
Los ritos y ceremonias son una expresión del don comunal. Estas actividades
sintetizan el carácter local, étnico y regional, pues conjugan el poder y el trabajo
comunales en un ritual colectivo donde se viven, en toda su intensidad, las
expresiones primordiales de la identidad en su propia lengua: música, baile, comida,
bebida, religiosidad.19
1.1.6. Resistencia indígena
La Conquista, según Aboites,20 no sólo marcó de manera profunda la identidad indígena
actual, sino también marcó el surgimiento de la cultura y práctica de la resistencia frente
19 Ibid., p. 41. 20 ABOITES, Hugo, Autonomía y educación. Contribuciones de los pueblos originarios a la educación del México del siglo XXI, México, 2006, p.30. (Memoria 207, CEMOS)
16
al enemigo. Desde entonces y hasta nuestros días, pasando por la Colonia, la República
Liberal y la Revolución, se ha buscado incesantemente practicar y aplicar esquemas con
miras a sujetar y someter a la comunidad indígena, esquemas que van desde el
caciquismo y el adoctrinamiento hasta la asimilación y la integración.
Durante la Colonia existió una política de segregación social fundada en estigmas
racistas y sistemas jerárquicos dependientes de atributos biológicos, somáticos y
genéticos.
“Los misioneros católicos se esforzaron en difundir el catolicismo y la
castellanización entre la población aborigen, convencidos de la capacidad de esta
raza para adquirir nuevos valores culturales acerca de la propiedad, el trabajo, el
uso de la riqueza y el buen comportamiento moral. Las órdenes religiosas
desplegaron, en consecuencia, acciones educativas sistemáticas a través de las
escuelas eclesiásticas, los seminarios y las tareas de evangelización y
castellanización dirigidas a los indios, interviniendo, más que en su eliminación,
en la conformación de nuevas identidades locales y regionales”.21
Sin embargo, los indígenas, en resistencia, simulaban su adoctrinamiento y se
refugiaban para mantener vivo su culto, defendiéndolo muchas veces por vía armada y
replegándose a los rincones más olvidados del país. Por otro lado, durante la República
Liberal la lucha indígena fue contra la asimilación, cuando el estado pretendió eliminar el
concepto “indio” de los documentos oficiales entre 1824 y 1917.22
Los años posteriores a la Revolución se distinguieron por la búsqueda de una
nación moderna homogenizada, integracionista, que insertaba a toda la sociedad en un
único esquema de nación. Se crearon diversas instituciones como la Secretaria de
Educación Pública (1921), mediante la cual el entonces Secretario, José Vasconcelos,
buscaba fusionar las herencias indígena y española para conformar la “raza cósmica”.
Bajo este esquema se crearon las primeras escuelas normales rurales y las misiones
culturales. En 1948 se institucionalizó el indigenismo con la apertura del Departamento
Autónomo de Asuntos Indígenas (DAAI), con Gonzalo Aguirre Beltrán al frente, y el 21 BERTELY BUSQUETS, María, Panorama histórico de la educación para los indígenas en México en Diccionario etc. UNAM [electrónico], México, disponible en: <http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_5.htm>. [Consultado el 16/01/2013] 22 Idem.
17
Instituto Nacional Indigenista (INI), ambos con el fin de inducir a las culturas indígenas a
la mexicanidad, a la civilización y a la modernidad, pues la alfabetización, la preparación
técnica y el desarrollo profesional de los indígenas llevaría a la transformación cultural y
a la integración de la nación.
Los resultados de las políticas indígenas durante el siglo XX fueron
contradictorios: por un lado se reconoció en gran medida la diversidad cultural y étnica
del país, pero por el otro se homogenizó una identidad que eliminó diferencias entre
pueblos. Estos esquemas no funcionaron del todo y desde un inicio se comenzaron a
implementar modelos de autonomía. Muchas de las comunidades indígenas siguieron
tomando decisiones, organizándose, asentando el carácter público a todas sus
reuniones, retomando en todo momento tradiciones ancestrales como destacar el papel
de los ancianos en sus decisiones, estableciendo prácticas colectivas y evitando
prácticas unipersonales.
Estas comunidades se organizaron para enfrentar diversas luchas que terminaban
siendo de resistencia y por la defensa de su reconocimiento. Estas luchas fueron muchas
y diversas: el pueblo maya, por ejemplo, resintió siempre la pérdida de su libertad,
esperaba rebelarse en cualquier momento y el desprecio y arrogancia de los
conquistadores dio lugar a una resistencia la madruga del 1º de enero de 1994 en el
estado de Chiapas.
18
APARTADO II
“¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?
¿Los que, durante años y años, se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras con nosotros se sentaba la muerte,
tan cotidiana, tan nuestra que acabamos por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos llenaron las bolsas y el alma de declaraciones y promesas?
¿Los muertos, nuestros muertos, tan mortalmente muertos de muerte "natural ¿Nuestros muertos, tan mayoritariamente muertos,
tan democráticamente muertos de pena porque nadie hacía nada, porque todos los muertos,
nuestros muertos, se iban así nomás, sin que nadie llevara la cuenta, sin que nadie dijera,
por fin, el «¡YA BASTA!»”
Subcomandante Insurgente Marcos
I. CHIAPAS 2.1.1. Características generales de la entidad Por su ubicación geográfica, Chiapas tiene una relevancia estratégica, pues es vía de
entrada y salida a Centroamérica (colinda al este con Guatemala). Chiapas tiene una
extensión territorial de 73,289 Km2, 3.7% del total nacional, el décimo más grande entre
las 32 entidades federativas. Oficialmente está constituido por 118 municipios y su
población, para 2010, era de 4’293,459 habitantes, el 4.3% del total del país entero. De
esa cifra, el 49% eran pobladores urbanos y el 51% era rural, mientras que a nivel
nacional la población estaba repartida en 78% urbana y 22% rural.23
El 28.36 % de la población chiapaneca es indígena y el 80% se concentra en
tres regiones: Los Altos (las sierras al norte), que corresponde principalmente al centro
de San Cristóbal de las Casas y la Selva Lacandona (las tierras bajas del este de la
entidad y los valles y cañadas que entre ellas se forman).
23 CUÉNTAME…, Territorio. Chiapas [en línea], México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), [s. d.]. Disponible en: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/chis/territorio/div_municipal.aspx?t [Consultado el 16/01/13]
19
Fuente: CIEPAC http://www.ciepac.org/mapas/sociales.php
Chiapas es el estado donde se concentra el mayor número de hablantes
exclusivos de lengua originaria: de cada 100 hablantes, 14 son monolingües, y 27 son
bilingües.24Chiapas cuenta con una gran diversidad de etnias descendientes de los
mayas, entre las que se encuentran las comunidades choles, tojolabales, tzeltales,
tzotziles, lacandones y mames. Los pueblos con mayor número de hablantes son los
tzeltales y los tzotziles.
Lengua indígena Número de hablantes
(2010)
Tzeltal 461,236
Tzotzil 417,462
24 CUÉNTAME…, Resumen. Chiapas [en línea], México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), [s. d.]. Disponible en: <http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/chis/default.aspx?tema=me&e=07>. [Consultado el 16/01/13]
20
Chol 191,947
Zoque 53,839
FUENTE: INEGI, Censo de Población y Vivienda 2010.
Fuente: CIEPAC http://www.ciepac.org/mapas/sociales.php
2.1.2. Chiapas y sus contradicciones
21
Chiapas es un estado inmerso en contradicciones: mientras que cuenta con una
gran riqueza de recursos naturales, desde el año 2000 ocupa el segundo lugar en
mayor índice de pobreza (Guerrero es el primero) y el primero en analfabetismo. Gran
parte de su territorio es fértil para la siembra de frutos como el maíz, el café, el
plátano, el cacao y la cereza; de hecho, es el primer lugar en la siembra y cosecha de
estos productos, el segundo tanto en la captura pesquera de barrilete, tiburón y bagre,
como en la producción de azufre. Además, cuenta con los majestuosos Montes Azules
(que concentran el 30% del agua del país) y el Río Grijalva (generador del 54% de
energía); en total cuenta con mas de 40 ríos, cinco lagunas y cuatro presas, con lo
cual genera “un poco más del 50% de la energía hidroeléctrica del país”.25
Frente a esto, los datos de la primera mitad de la década de los 90 indican que
en la entidad un 34% de las viviendas no contaba con servicio eléctrico, 60% vivía con
un salario mínimo, 60% por ciento de los niños en edad escolar no asistían a la
escuela y el índice de analfabetismo llegaba al 30%. Para fechas recientes la situación
no ha mejorado: en 2005, según el CONAPO, 25% de la población no cuenta con
agua potable, 8.07% no dispone de drenaje ni de servicios sanitarios. Los años
promedio de escolaridad son de 6.7 (frente a 8.6 del promedio nacional), de cada 100
personas de 15 años en adelante, 16.5 no tienen ningún grado de escolaridad,
42.76% de la población mayor de 15 años no cuenta con primaria completa y el 20.4%
no ha recibido ninguna formación; 9.6% de 8 a 14 años no sabe leer ni escribir
(promedio nacional: 3.3%), 21.4% de 15 años en adelante no sabe leer ni escribir.
Evidentemente, la población indígena es las más afectada: el 24.9% no habla
español, 14.1% de 6 a 14 años no asiste a la escuela, el promedio de escolaridad es
de 3.9 años entre personas mayores de 15 años, el 39.2% de la población mayor de
15 años es analfabeta, el 27.9% de los varones son analfabetas y entre las mujeres el
50.1% lo son. La misma suerte corren en salud: Chiapas es el segundo estado con
mayores niveles de desnutrición, es el séptimo lugar nacional en movilidad y décima
causa de la mortalidad en el estado, existiendo además, un enorme rezago en la
aplicación de la justicia.26
25 NAVARRETE LINARES, op. cit. en 7, p. 18. 26 Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), Panorama sociodemográfico de México, 2ª, México, 2011, p.22.
22
II. 1994. LA REVOLUCIÓN NO NECESITA PERMISO
“Disculpen las molestias, esto es una revolución”
Subcomandante Insurgente Marcos
23
En las fronteras del siglo XX, cuando en boga se encontraba la modernidad del
país con la firma del Tratado de Libre Comercio, TLC, emergieron demandas de
necesidades básicas por parte de los olvidados, de todas las comunidades que hasta
hace unos años parecían desvanecerse.
Las condiciones sociales de estas comunidades (muchas veces generalizadas
de un pueblo a otro), así como la voluntad de afrontar la estructura educativa,
económica, política, social y cultural impuesta por los grupos dominantes, abren todo
un panorama de luchas, donde los más afectados, los segregados, levantan la voz
para reclamar los derechos de una vida digna.
2.2.1. Antecedentes del movimiento zapatista
El pueblo maya, en cuyo territorio se asienta el movimiento zapatista, se destacó por
su gran resistencia frente a los conquistadores del s. XVI. Este pueblo fue sometido
hasta 1703 y se volvió a rebelar pocos años después, en 1712los mayas “huían de la
cacería española para prepararse para la guerra, vivían en una resistencia que tenía
su más importante fuente en el trato despótico que recibían de los españoles el
servicio y el pago atributos a los que eran sometidos”.27
Durante años tuvieron lugar una serie de levantamientos y resistencias
expresadas de diversas formas. La última se dio, ya no como mayas, sino como
tzeltales, tzotziles, choles, zoques y tojolobales, la madrugada del 1º de enero de
1994. Esta lucha se distinguió de las anteriores por sus demandas, nunca antes
mencionadas, de democracia, libertad y justicia. La concientización de estos
conceptos transformados en demandas se dio muy probablemente por la formación
política que se desarrolló en las montañas del sureste mexicano durante la segunda
década del siglo XX y que dio como resultado el levantamiento armado del primero de
enero de 1994 del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
27 ABOITES, op. cit. en 20, p. 31.
24
Foto: David Jaramillo
Esta concientización de alguna forma estuvo en manos de “teólogos de la
liberación” y de jóvenes citadinos que buscaron continuar con su lucha social en estos
rincones y aprendieron una forma de hacer política diferente a la ejercida en ese
momento. A ellos se unieron indígenas aguerridos provenientes de disidencias y
divisiones de comunidades tradicionales donde se habían formado comunidades
emancipadoras que rompían con los lazos de dependencia interna: “el sistema de
cargos, los chamanes, las celebraciones y el alcohol; y de dependencia externa: las
fincas, los contratistas de mano de obra, los comerciantes y transportistas, los
caciques y el sistema político”.28
El descontento social y la concientización en esa zona se dio, además, con el
desarrollo económico de la entidad. Durante el siglo pasado sucedieron diversos
acontecimientos clave de índole agraria que determinaron la forma de vida en el
campo y dieron pie a la organización entre los pobladores. Uno de estos
28 BOT, Yvon le, Subcomandante Marcos, el sueño zapatista, Barcelona, Anagrama, 1997, p. 38.
25
acontecimientos tuvo lugar en la década de 1930, cuando se desató la crisis de los
latifundios cafetaleros: esta crisis dio como resultado el inicio de la liberación de
peones, quienes quedaron sin medios de supervivencia.
El suceso se completó en los años cincuenta con el reemplazo de los latifundios
por las haciendas ganaderas y en la década de los setenta las cosas empeoraron,
pues comenzó una reestructuración económica en el todo el país. Las formas de
obtención de la riqueza diferentes al latifundio tuvieron mayor apoyo por parte del
estado mexicano, lo cual derivó en la eliminación paulatina de la hacienda tradicional y
la apertura a la producción energética y petrolera. Esto orilló a los entonces peones a
buscar nuevas formas de trabajo y, sobre todo, se vieron obligados a abandonar las
fincas cafetaleras, cañeras, maiceras e incluso ganaderas para incorporarse a los
trabajos ofrecidos por las nuevas empresas dedicadas a la demanda del
momento(construcciones de presas y carreteras).
Sin embargo, algunos peones, (quizá los mas aguerridos y los mas arraigados a
sus raíces ancestrales), cansados de tanta explotación se autoliberaron y tomaron las
tierras en los que fueron explotados, como es el caso la comunidad llamada San José,
hoy conocida como la Realidad, otros tantos decidieron irse a las profundidades de la
selva y hacer una vida propia, organizándose y habitando el territorio donde ahora se
mueve el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Aunado a esto, en 1971, por
decreto presidencial, se entregaron 614,321 hectáreas (casi media selva) a 66 familias
pertenecientes a los lacandones. Con el pretexto de preservar a esta etnia casi extinta
se pretendió arrebatar las tierras a 76 familias tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales y
zoques que vivían en ese territorio, lo cual ocasionó desplazamientos y descontentos.
Sin embargo, detrás de dicho decreto existía un gran negocio de políticos y
madereros bajo el nombre de Compañía Forestal Lacandona S.A., compañía que
buscó la expulsión de estas comunidades de las tierras a través del despojo, el
hostigamiento y la represión. Esta compañía exploró los bosques de la selva y saqueó
unos diez mil árboles al año.29
29 GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo, Causas de la rebelión en Chiapas, México, Ediciones FZLN, México, 2001, p. 10.
26
2.2.2. Formación en la selva 2.2.2.1. Teología de la liberación El surgimiento y consolidación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional fue en
gran medida apoyado por la acción pastoral realizada en los años setenta en las
comunidades indígenas de Chiapas. La teología de la liberación tuvo sus orígenes en
Medellín y uno de sus mayores exponentes fue el padre Sergio Méndez Arceo. Llegó
a la entidad buscando apoyar la liberación de las comunidades indígenas a través de
darle un sentido diferente a la religión junto con otro gran exponente, Samuel Ruiz,
obispo de San Cristóbal de Las Casas de 1959 a 1999.
Esta teoría, satanizada desde los años setentas y por los ideólogos
neoliberales, respetaba el dogma y la fe, enarbolando que hay que luchar por una
vida mejor y más digna en la tierra, cuestionando los ejercicios de poder
implementados contra los pobres y débiles. Así pues, los catequistas y los curas
instruyeron a los indígenas, con base en sus costumbres, para discutir y a llegar a
acuerdos, proponer nuevas formas de organización e impulsar las viejas costumbres
para el trabajo colectivo, todo ello basándose en la discusión fraternal para la toma de
decisiones y dándoles, sobre todo, la base de la cultura democrática.
“Hicieron hincapié que la democracia empieza por uno, por respetarse a si mismos
para respetar a los demás y que se fundamenta con los intereses comunes. Les
enseñaron a valorarse como personas, capaces de decidir y determinar su propio
camino, dejando el yugo que venía arrastrando por mas de 500 años”.30
La teología de la liberación promovió la conciencia y la acción política sin
violencia. La diócesis de San Cristóbal de las Casas la promovió en esa ciudad en el
Congreso Indígena de 1974, lo cual constituyó la primera manifestación pública del
naciente movimiento indígena.
30 GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo, “El zapatismo y el problema de lo nuevo en la historia”, en Carlos Antonio Aguirre Rojas (dir.), Contrahistorias, México, no. 6, marzo-agosto (2006), p. 15.
27
2.2.2.2. Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) A mediados de los ochenta el trabajo de los teólogos de la liberación se vio reforzada por
participantes de luchas políticas armadas. En la ciudad de Monterrey, Nuevo León,
fueron fundadas las Fuerzas de Liberación Nacional por un pequeño grupo de jóvenes.
Las FLN fueron antecesores del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y estaban
dotadas de una ética que los diferenciaba de las demás organizaciones sociales o
guerrillas de entonces. Estos jóvenes formaron un proyecto de vida basado en la libertad,
la justicia y la democracia.
“En estas tierras norteñas, formaron y cuidaron a la organización madre de lo que
hoy es conocido públicamente como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional,
de ese pequeño grupo de personas nació lo que llamaron Fuerzas de Liberación
Nacional. Desde su origen, esta organización se dotaron de una ética de lucha
que después heredaríamos quienes somos parte del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional. Ni secuestros ni asaltos fueron fuente de sus recursos. En
cambio, sustentaron su economía y su tamaño en el trabajo político entre la
población explotada, despojada, despreciada, reprimida. Ni acciones
espectaculares, ni golpes de mano marcaron su andar. En cambio, alimentaron lo
que llamaron «acumulación de fuerzas en silencio», esperando el momento en
que el pueblo, nuestro pueblo, requiriera de los modestos esfuerzos de una
organización marcada por la frase del general insurgente, Vicente Guerrero, de
«vivir por la patria o morir por la libertad».No asentarse donde tenían el apoyo, el
conocimiento, la costumbre de vivir, trabajar y luchar, sino cruzar el país e irse al
último rincón de nuestra Patria: las montañas del sureste mexicano. No engañar,
sino hablar con la verdad sobre caminos y dificultades. No el culto a la muerte,
ajena o propia, sino la lucha por la vida, pero por una vida mejor para quien sólo
conoce la supervivencia adolorida del que nada tiene .No calcar manuales e
importar teorías, análisis y experiencias extranjeras y extrañas, sino enriquecer
las ciencias y las artes de la lucha con la historia de México y el análisis de
nuestra realidad concreta. No imponer, ni con armas ni con argumentos, la idea
propia, sino escuchar, aprender, convencer, crecer. No seguir el calendario de
arriba, sino ir construyendo el calendario de abajo. No dejarse imponer
28
coyunturas ajenas, sino trabajar para tener la posibilidad de crear las propias,
abajo y a la izquierda. Los hombres y mujeres que en los 60’s, 70’s y 80’s lo
dejaron todo para tener nada, son nuestras madres y nuestros padres. A ellos y
ellas llamamos la «generación de la dignidad», la generación que tuvo como
propósito el nacernos y heredarnos lo mejor de su historia personal y colectiva,
para formar no a maestros, ni dirigentes, ni mandos, sino aprendices aplicados,
dispuestos a aprender de quienes abajo son los que son: indígenas, campesinos,
obreros, empleados, ancianos, mujeres, jóvenes, niños y niñas.”31
Esta ética posteriormente se mezcló con la ética maya en las montañas del sur
mexicano a principios de los años ochenta. Los herederos de esa organización llegaron a
esos rincones cargados de dogmas revolucionarios latinoamericanos y buscaron
introducir sus ideas en los indígenas, sin embargo, estos aseguraban que no entendían
su palabra ni su sentir hasta que los recién llegados decidieron escuchar a los
originarios, dejándose impregnar por las experiencias y el imaginario de los indígenas y
así, juntos comenzaron una nueva forma de hacer política, una política basada en
escuchar al otro, modificando el pensamiento y la acción en colectivo, construyendo una
política del reconocimiento.
Casanova González menciona 32 que los acontecimientos nacionales e
internacionales (Cuba, por ejemplo) impulsaron la participación y la organización, así,
mientras jóvenes citadinos decidían desistir de la lucha y unirse a algún partido político o
a determinadas organizaciones sociales, otros preferían llegar a las montañas del
sureste mexicano y compartir formas de organización, conocimiento y experiencias,
proponiendo y elaborando un programa de lucha por tierra y salario, por escuelas y
clínicas, y buscando generar mejores condiciones de vida.
“Es necesario que exista – afirmaba un documento de 1977- la mas amplia
democracia, que consista en una gran participación de ideas y opiniones sobre le
punto que se esta tratando. En una asamblea o reunión debemos lograr que
todos tengan suficiente información para que puedan opinar. El principal
31 ENLACE ZAPATISTA, 17 de noviembre de 2006, 23 años de EZLN [en línea], [s. d.], 18/11/06, disponible en: <http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2006/11/18/17-de-noviembre-de-2006-23-anos/>. [Consultado el 17/01/2013] 32 GONZÁLEZ CASANOVA, op. cit. en 29, p. 6.
29
objetivo-añadían- es que a partir de las demandas mas sentidas del pueblo, se
formen organizaciones de masas”.33
La lucha se planteaba desde entonces como una lucha contra la explotación y por la
democracia, la verdadera lucha consistía en la interiorización y entendimiento de las
necesidades y de esa manera convergieron los intereses de los tres grupos participantes
en la lucha.
Algunas herramientas utilizadas para buscar nuevas formas de trabajo (como la
asamblea itinerante) fueron adquiridas como una cultura común, pero, sobre todo, se
aprendió cómo discutir y decidir sobre su lucha revolucionaria y defenderla. Los nuevos
integrantes aprendieron que sus ritmos no son iguales a los del pueblo, aprendieron su
organización y “dejaron sus ideas marxistas-fundamentalistas, descubrieron que el
reordenamiento del mundo sólo podría venir de una lucha por la democracia que
incluyera y partiera de las autonomías y de los derechos de los pueblos indios y de los
pobres que no son indios”.34 En esencia, aprendieron a luchar por lo imposible para
adelantar lo posible: aprendieron a aprender del otro.
2.2.2.3. Organización campesina Paralelo a esto, en 1974 se llevó a cabo el Congreso Indígena en San Cristóbal de las
Casas que dio como resultado diferentes tipos de organización y lucha dentro de los
propios asistentes. Entre estos tipos de organización destacan la Unión de
Ejidos/Quiptic y la Unión de Uniones/ARIC/ANCIEZ para “articular un movimiento
campesino complejo, amplio y de mayor resonancia conocido durante ese periodo en
Chiapas, caracterizarse fundamentalmente por ser indígenas y porque el encuentro de
este movimiento con la guerrilla nació el zapatismo”.35
A mediados de los años setenta organizaciones campesinas como la
Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) y la Central Independiente de Obreros
Agrícolas y Campesinos (CIOAC) fueron las primeras organizaciones políticas de
33 Ibid., p. 7. 34 Ibid., p. 9. 35 BOT, op. cit. en 28, p. 51.
30
izquierda y se extendieron a otras regiones de la entidad e impulsaron la organización
indígena. Muchas otras organizaciones indígenas surgieron en los años setenta y
ochenta, la mayoría creadas por autoridades y en manos del Poder,36 aunque en el
mismo periodo se multiplicaron las organizaciones independientes en las zonas rurales
indígenas.
En 1992 las celebraciones del quinto centenario del descubrimiento de América
suscitaron movilizaciones y protestas de aniversario que no dejo de llamar la atención
del gobierno salinista, que aprovechó para modificar la constitución y reconocer tanto
a los pueblos indígenas como el carácter multicultural de la nación y extendió un
programa propagandístico con el programa Solidaridad.
2.2.3. Reforma constitucional y el TLC
Si bien una de las victorias de la Revolución Mexicana fue la reforma agraria, cuyo
objetivo principal era la repartición de tierras comunales y ejidales por parte del Estado
hacia los campesinos, dicha reforma terminó siendo clausurada en 1992 con la
modificación del artículo 27º constitucional y la supresión total del reparto agrario.
Esto constituyó el golpe más fuerte en la pretendida entrada de “modernización
y desarrollo del campo”, pues de esa manera se anularon todas las posibilidades de
tener una parcela para todos los campesinos sin tierra. A los pequeños propietarios se
les arrebató la seguridad de disponer de un terreno para cultivar y vivir. Más aún,
“con la revisión de este articulo se derrumbó contundentemente el sueño de
crear comunidades autónomas en la selva, emancipadas por los terratenientes,
los intermediarios, y los representantes del poder [. …] El sueño de disponer
tranquilamente de un pedazo de tierra que permitiera la supervivencia en libertad
y asegurara un porvenir para los hijos”.37
Adicionalmente se retiró, paulatinamente, el apoyo para la obra y la adquisición
de nueva infraestructura para el campo, se limitó la asistencia técnica, la capacitación
36 Ibid., p. 30. 37 Ibid., p. 59.
31
para los campesinos y se condicionó el financiamiento para la explotación de la tierra.
Se atentó, además, contra la organización comunal y ejidal histórica de los pueblos al
permitir la libre venta o renta de tierra e implementando nuevas formas de asociación
en el campo.
El 1º de enero de 1994, buscando la supuesta modernidad del país, entró en
vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC), lo cual significaba, en esencia, la apertura
gradual al comercio de los mercados de Canadá y Estados Unidos para un libre flujo
de intercambio comercial. A nivel discursivo, ésta sería la vía para “ingresar al primer
mundo”, pero en realidad colocó al país en situación absurda, pues entonces México
(y hasta hoy) no se encuentra en condiciones de competir con potencias capitalistas.
Ambas situaciones, la reforma del artículo 27º constitucional y la firma del TLC,
no fueron pensadas para solucionar los verdaderos problemas arrastrados por el
campo desde hacía décadas, sino para responder a las nuevas políticas neoliberales.
De esta manera, las políticas contribuyeron al desempleo, al impulso del trabajo
asalariado en el campo, a la pauperización, a la migración del campo a las grandes
ciudades y a los enfrentamientos por la recuperación de tierras.
Otros dos elementos influyentes en el levantamiento armado en el sureste
mexicano fueron la política partidista y el régimen racista, oligárquico, que se vive
todavía hoy no sólo en esta región, sino en todo el país. La política y la democracia
federal y estatal se han esmerado en el desencanto, el sinnúmero de fraudes
electorales y la arbitrariedad para detentar el poder sin límite.
Sin embargo, con ello han dejado la puerta abierta a la búsqueda de nuevas
formas de organización. Las trampas, las pagas o la violencia ejercida sobre quienes
luchan por el respeto a la democracia, más allá de reprimir estimulan un sentimiento
de lucha y resistencia, pues los opositores son reprimidos, comprados o se corrompen
por miedo a morir, a ser encarcelados a ser parte de la larga lista de desaparecidos, y
la vía electoral se limita a favores paternalistas o al clientelismo, donde el pueblo
queda eliminado.
2.2.4. Levantamiento armado, 1994
32
La madrugada del 1º de enero de 1994, en pleno festejo de la firma del TLC, el mayor
logro del salinismo y la puerta al mundo globalizado, un grupo de encapuchados,
autonombrados Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tomó siete de las
principales cabeceras municipales en Chiapas: San Cristóbal de las Casas, Las
Margaritas, Ocosingo, Altamirano, Oxchuc, Huixtlán y Chanal (en total, 25% del
territorio chiapaneco).38 En su mayoría los encapuchados eran indígenas tzeltales,
choles, tojolobales y tzotziles.
Este grupo armado, integrado aproximadamente por quince mil combatientes, le
declaró la guerra al Gobierno Federal, entonces encabezado por Carlos Salinas de
Gortari, exigiendo trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación,
independencia, libertad, democracia, justicia, paz, derecho a la información y a la
cultura, demandas heredadas en la larga lucha de más de 500 años.
“Somos producto de 500 años [. …] Pero nosotros HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos
los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos
somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado
como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una
dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que
representan a los grupos más conservadores y vendepatrias […]”.39
Ésas fueron las primeras palabras que esa madrugada, en uno de los rincones más
olvidados de la patria, sacudieron al mundo e hicieron renacer, desde las
profundidades de la selva, las múltiples esperanzas y los sueños olvidados hasta
entonces. La elección de ese día para salir a la luz tuvo toda una connotación
simbólica, pues el primero de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), uno de los mayores exponentes del
neoliberalismo, recibido con un “¡Ya basta!” por parte de los insurrectos.
Las causas de este movimiento fueron el resultado de varios procesos que van
desde la búsqueda de la descolonización y el problema agrario a la modernización de
la economía, el desarrollo político-ideológico, la violencia gubernamental, la falta de
38 MUÑOZ RAMÍREZ, op. cit. en 2, p. 83. 39 PALABRA ZAPATISTA, Declaración de la Selva Lacandona [en línea], [s. d.], 1993. Disponible en: <http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1994/1993.htm>. [Consultado el 17/01/2013]
33
democracia y las características de resistencia muy propias de las comunidades
mayas del sureste mexicano.
El Subcomandante Insurgente Marcos puntualizó en una entrevista realizada
por Yvon Le Bot que
“los ingredientes que explican el crecimiento masivo del EZLN en las montañas
del sureste mexicano al durante los ochenta y principios de los noventa se debió
muy probablemente a diversas razones entre las que se encuentran el fraude de
1988 contra el cardenismo, el cual significo la cancelación de una posibilidad de
transición política para cierto sector de los indígenas, la caída de los precios del
café, las epidemias surgidas en la selva las cuales mataron a un gran número de
niños por mononucleosis y otras enfermedades, la inclusión del ejercito a la selva
y la reforma de Salinas, al artículo 27, cancelándose así el reparto agrario, la
insurrección es el resultado de un movimiento profundo que ha tenido que
enfrentarse a la crisis y a la represión… La rebelión contra el olvido ya había para
entonces encontrado un cause profundo y no podía ser contenida por medio de
medidas cosméticas: debía estar bajo el peso de decisiones que cancelaba toda
esperanza”.40
40 BOT, op. cit. en 28, p. 60.
34
Foto: David Jaramillo III. LUCHA POR RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS INDÍGENAS
"...y miren lo que son las cosas que para que nos
vieran nos tapamos el rostro; para que nos nombraran nos negamos el nombre; apostamos el presente
para tener futuro; y para vivir.... morimos"
Subcomandante Insurgente Marcos
Antes del levantamiento armando la idea de un mundo diferente parecía consumirse
día a día:
“ante una clase obrera fragmentada y desarticulada, ante una supuesta derrota
del proyecto socialista, ante una intelectualidad individualizada y embelesada por
35
los adelantos científicos y la telecomunicación y ante el poder económico
reconcentrado como producto de la crisis”.41
Sin embargo, después del levantamiento armado encabezado por el EZLN un sector
de la sociedad mexicana vio de nuevo surgir sus sueños y esperanzas y la realidad
olvidada por unos e ignorada por otros ya no fue desdeñable.
El movimiento zapatista trajo consigo una nueva forma de lucha y organización,
una nueva forma de hacer política y una nueva forma de dar respuesta a sus propias
necesidades. En el diario El despertador mexicano los zapatistas explicaron los
motivos del levantamiento armado:
“Llevamos cientos de años pidiendo y creyendo promesas que nunca se
cumplieron, siempre nos dijeron que fuéramos pacientes y que supiéramos
esperar tiempos mejores. Nos recomendaron prudencia, nos prometieron que le
futuro sería distinto. Y ya vimos que no, todo sigue igual o peor de cómo lo
vivieron nuestros abuelos y nuestros padres. Nuestro pueblo sigue muriéndose
de hambre y de enfermedades curables, sumido en la ignorancia, en el
analfabetismo en la incultura. Y hemos comprendido que, si nosotros no
peleamos, nuestros hijos volverán a pasar lo mismo y no es justo”.42
2.3.1. Diálogo: Caminando y preguntando
El movimiento zapatista, desde la madrugada del 1º de enero de 1994, ha tenido
diversos giros que han definido su andar y su lucha. En la Declaración de la Selva
Lacandona puntualizan uno de sus objetivos como “Avanzar hacia la capital del país
venciendo al ejército federal mexicano, protegiendo en su avance y liberador a la
población civil y permitiendo a los pueblos liberados elegir, libre y democráticamente, a
sus propias autoridades administrativas”.43Sin embargo, tan sólo doce días después
41 CECEÑA, Ana Esther, “El zapatismo. De la inclusión en la nación al mundo en el que quepan todos los mundos” [en línea], en José María Gómez (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonía, contrahegemonía, perspectivas, Buenos Aires, CLACSO, 2004. Disponible en: <http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/relint/cecena.pdf>. [Consultado el 17/01/2013] 42 “El despertador mexicano. Órgano informativo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”, en EZLN. Documentos y comunicados, México, Era, 1994, p. 36. 43 PALABRA ZAPATISTA, op. cit. en 39.
36
de haberle declarado la guerra al Gobierno Federal, el Ejercito Zapatista de Liberación
Nacional decidió dar paso al diálogo, dejando la lucha armada y tomando la lucha de
la palabra y transformando evidentemente la lucha social conocida hasta entonces.
El principal motivo de esta decisión sin duda fue la voz de la sociedad civil que
cuestionó y presionó por medio de movilizaciones masivas al Gobierno Federal para
que cesaran los ataques militares en el sur del país y proponer entonces la solución
del conflicto por medio del diálogo.
Fue así como la relación de la sociedad civil y el EZLN comenzó a gestarse y
finalmente generaron una alianza, provocando con ello que el gobierno se enfrentara
no a un enemigo, sino a dos. Esto significó la transformación de un proyecto militar en
un proyecto político. El movimiento zapatista está cercano a cumplir veinte años de
salir a la luz luego de una primera década caracterizada por la lucha política, la
resistencia y la organización de miles de pueblos indígenas rebeldes. Los zapatistas han puesto desde hace años un mayor énfasis al diálogo,
aunque ello no ha evitado un alto número de caídos en la guerra de baja intensidad
desarrollada desde hace más de veinte años en la zona de conflicto incluyendo a los
zapatistas que cayeron en combate durante los acontecimientos ocurridos en Las
Margaritas, Altamirano, Oxchuc, Huixtán, Chanal, Ococingo y San Cristóbal de las
Casas las primeras horas después del 1º de enero de 1994.El bando del Poder ha sido
encabezado por una ofensiva militar, paramilitar y policiaca compuesta de desprecio,
despojos y represión.
2.3.2. Formación de la COCOPA
El 20 de febrero de 1994, mes y medio después del levantamiento armado del EZ LN,
en la catedral de San Cristóbal de las Casas dio inicio algo insólito e increíble: el
diálogo que buscaba, por lo menos por parte de los insurrectos, la solución del
conflicto con representantes del Gobierno Federal y 19 delegados por parte del EZLN
(entre quienes se encontraban 18 indígenas y un mestizo).
El Comandante Tacho, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI),
explicó posteriormente que ese primer diálogo “sirvió para darse a conocer y para que
37
ellos conocieran mucha gente. Sirvió, pues, para explicar quiénes eran y por qué
luchaban”44. Este contacto no sólo se dio en la mesa, sino con las innumerables
entrevistas concedidas a la prensa nacional e internacional y con el primer contacto
con ONG, con la Iglesia, con los partidos políticos y con organizaciones campesinas,
pero, sobre todo, con la gente común y corriente. Este contacto se dio por primera vez
en la historia: indígenas mexicanos comenzaban a tejer su destino ya tomarlo en sus
manos para seguirlo construyendo hasta hoy.
Una de las estrategias llevada a cabo por el zapatismo, como ya se dijo, fue la
estrecha relación con la sociedad civil. Un ejemplo de esta relación fue la primera
Convención Nacional Democrática (llamada “Aguascalientes”), realizada en los
primeros días de agosto del 94. En ella los zapatistas hablaron de la iniciativa de hacer
una lucha pacífica donde la principal arma sería el diálogo, iniciativa que fue apoyada
por más de siete mil mexicanos.
Entre agresiones, desplazados y órdenes de aprensión, los zapatistas lograron
llegar al primer año yen marzo de 1995 el Congreso de la Unión aprobó la Ley para el
diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas. Esta ley establece una comisión
llamada Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), integrada por senadores y
diputados y fijó seis mesas de trabajo en el municipio de San Andrés Sacamch’én de
los Pobres, nombrado a partir de ese momento sede permanente para el diálogo y la
negociación. Las seis mesas fueron:
1. Derechos y culturas indígenas
2. Democracia y Justicia
3. Bienestar y Desarrollo
4. Conciliación y Desarrollo en Chiapas
5. Derechos de las mujeres en Chiapas
6. Participación Política y Social.
El EZLN, para sorpresa de muchos, invitó a participar en las negociaciones a
más de 100 asesores entre los que se encontraban dirigentes indígenas,
44 MUÑOZ RAMÍREZ, Gloria, 20 y 10. El fuego y la palabra, México, La Jornada, 2003, p. 98.
38
antropólogos, historiadores, intelectuales y representantes de diversas organizaciones
sociales y políticas. De esta forma inició un nuevo estilo de negociar con el poder
donde no sólo los protagonistas principales tenían voz, sino toda la sociedad en
general. Los acuerdos avanzaron lento, entre otras cosas porque en todo momento se
pidió la traducción, a las distintas lenguas de los presentes, de los contenidos del
debate. Además, antes de tomar cualquier decisión se consultaban las bases de
apoyo, actividad fundamental en la construcción de la democracia zapatista.
Se construyeron también cuatro Aguascalientes más a manera de lugares de
encuentro político y cultural y, a pesar de que ello tensó el diálogo con el gobierno,
impulsó y definió el camino a seguir. Los zapatistas, como siempre, defendieron los
espacios, inaugurados el 1º de enero de 1996, y se negaron a su destrucción. Estos
Aguascalientes serían los antecedentes de los actuales Caracoles Zapatistas.
2.3.3. Firma de los Acuerdos de San Andrés
En 1996 el EZLN y el Gobierno Federal finalmente firmaron los primeros acuerdos de
paz derivados de la mesa uno.
“Los acuerdos de San Andrés «reconocen específicamente los derechos de los
pueblos indígenas, para desarrollar sus formas especificas de organización
social, cultural, política y económica, obtener reconocimiento de sus sistemas
normativos internos en la medida en que no se opongan a las garantías
constitucionales y los derechos humanos, para designar libremente a sus
representantes en la comunidad así como a los funcionarios de gobierno
municipal y los lideres de los pueblos indígenas de acuerdo a las instituciones y
tradiciones de cada pueblo, y para promover y desarrollar sus lenguas, culturas,
así como sus costumbres y tradiciones políticas, sociales, económicas, religiosas
y culturales»”.45
45 SPEED, Shannon, “Ejercer los derechos. Reconfigurar la resistencia en las Juntas de Buen Gobierno Zapatista”, en Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo y Richard Stahler-Sholk (coords.), Luchas muy otras. Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas, México, CIESAS/Universidad Autónoma de Chiapas/UAM-Xochimilco, 2011, p. 139.
39
Llegar a este punto fue complicado, pues hubo un vaivén de discusiones,
desprecios y humillaciones: fue necesario aceptar acuerdos en los que no había pleno
convencimiento, enfrentar una serie de hostigamientos y ofensivas militares con
comunidades y bases de apoyo, así como asesinatos y persecuciones por parte del
Ejército Federal y de grupos paramilitares. Finalmente, la iniciativa de ley la presentó
la COCOPA y el EZLN la aceptó, no sin antes dejar claro que no estaban totalmente
de acuerdo con ella por no cubrir del todo las demandas del tema en cuestión.
Sin embargo, la Secretaria de Gobernación presentó una ley con
modificaciones sustanciales y con ello dio marcha atrás a la iniciativa, desvaneció el
trabajo realizado, echó por tierra los acuerdos aprobados el 16 de febrero de 1996 y
puso en crisis todo el proceso de paz. Estas modificaciones, convertidas en ley, fueron
rechazadas rotundamente por los insurrectos y plantearon que no regresarían a la
mesa de negociación hasta cumplir el acuerdo hecho con la Comisión de Concordia y
Pacificación. El gobierno reaccionó con un incremento de presencia militar, con
hostigamiento y con el asedio de comunidades zapatistas.
2.3.4. Estrategias de lucha por la defensa de los Acuerdos de San Andrés y estrategias políticas frente al hostigamiento 2.3.4.1. Caravana 1111 Como estrategia en busca de soluciones, el 8 de septiembre de 1997 1,111 bases de
apoyo llegaron a la Ciudad de México con los siguientes objetivos:
“a) Movilizar a la sociedad civil nacional e internacional en un movimiento
postelectoral en el que, debido al triunfo en la capital del perredista
Cuauhtémoc Cárdenas, el gobierno federal dictaba por decreto que las
condiciones democráticas del país estaban dadas para la incorporación del
EZLN a la vida institucional.
b) Explicar a lo largo de la marcha las causas de su levantamiento, las
condiciones de militarización y paramilitarización y su proceso de autonomía.
c) Difundir los acuerdos de San Andrés
40
d) Romper el cerco militar y paramilitar tendido sobre las comunidades en
resistencia
e) Establecer contacto directo con la sociedad civil, con organizaciones políticas
fuera de los partidos políticos, con ONG`s, con organismos eclesiásticos de
base, con universitarios, con trabajadores y campesinos e indígenas de todo
el país
f) Explicar su lucha y conocer la de los demás
g) CAMINAR Y PREGUNTAR”46
La respuesta del gobierno fue incrementar de la guerra sucia. Los indígenas
sufrieron miles de agresiones, principalmente en los municipios de Chenalhó, en los
Altos de Chiapas y obligaron al desplazamiento y aislamiento de miles, pues
permanecían sitiados por las guardias blancas y los policías de seguridad pública. Ese
año concluyó con la matanza más atroz que recuerda el país.
En el poblado de Acteal el 22 de diciembre del mismo año indígenas
pertenecientes al grupo civil Las Abejas fueron masacrados con armas de fuego por
paramilitares integrados por indígenas priístas y del frente cardenista (PFCRN).El
ataque duró varias horas sin que Seguridad Pública hiciera nada a pesar de
encontrarse a tan sólo 200 m de donde ocurría el suceso.47
46 MUÑOZ RAMÍREZ, op. cit. en 44, p. 141. 47 Ibid., p. 144.
41
Foto: David Jaramillo 2.3.4.2. Consulta nacional por el reconocimiento de los pueblos indios y por el fin de la guerra de exterminio De esta manera, mientras los gobiernos federal y estatal simulaban buscar el diálogo,
continuó una larga ofensiva militar y policiaca en contra de los pueblos indios de
Chiapas. La sociedad civil nacional e internacional no dejaba de manifestarse en
contra de las medidas de represión tomadas por el gobierno.
El EZLN, mientras tanto, optó por el silencio como arma, pero el 12 de marzo de
1999 lo rompió con la Quinta declaración de la Selva Lacandona, en la cual convocaba
a la realización de una Consulta nacional por el reconocimiento de los pueblos indios y
por el fin de la guerra de exterminio y justificaba su silencio que, por cierto, no era
precisamente recientes, sino una de sus armas en la lucha:
“Silencio, dignidad y resistencia fueron nuestras fortalezas y nuestras armas. Con
ellas combatimos y derrotamos a un enemigo poderoso pero falto la razón y la
42
justicia en su causa. No obstante que, en el tiempo que duro este nuestro callar,
nos mantuvimos sin parar directamente en los principales problemas nacionales
con nuestra posición y propuesta, aunque el silencio nuestro le permitió al
poderoso nacer y crecer rumores mentiras sobre divisiones y rupturas internas en
los zapatistas, y trató de vestirnos con el traje de la intolerancia, la intransigencia,
la debilidad y la claudicación, pese a que unos se desanimaron por la falta de
nuestra palabra y que otros aprovecharon su ausencia para simular ser voces
nuestras, a pesar de estos dolores y también por ello, grandes fueron los pasos
que adelante nos anduvimos y vivimos”.48
Foto: David Jaramillo
La consulta tuvo una participación muy activa no sólo dentro del país, sino a
nivel internacional y una vez más quedaba demostrado que los zapatistas no estaban
solos. Adicionalmente, quizá sus formas de lucha podían ser cuestionadas, pero jamás
sus causas. Las preguntas que se planteadas fueron concisas: 48 PALABRA ZAPATISTA, Quinta declaración de la Selva Lacandona [en línea], Subcomandante Insurgente Marcos, [s. l.], 1998. Disponible en: <http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1998/1998_07_a.htm>. [Consultado el 17/01/2013]
43
• “¿Estás de acuerdo en que los pueblos indígenas deben ser incluidos con toda
la fuerza y riqueza en el proyecto nacional y tomar parte activa en la
construcción de un México nuevo?
• ¿Estás de acuerdo en que los derechos indígenas deben ser reconocidos en la
Constitución mexicana conforme a los Acuerdos de San Andrés y la propuesta
correspondientes de la Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso de
la Unión?
• ¿Estás de acuerdo en que debemos alcanzar la paz verdadera por la vía del
diálogo, desmilitarizando el país con el regreso de los soldados a sus cuarteles
como lo establece la Constitución y las leyes?
• ¿Estás de acuerdo en que el pueblo debe organizarse y exigir al gobierno que
mande obedeciendo en todos los aspectos de la vida nacional?”
La respuesta positiva de esta consulta en el país y en el mundo entero sirvió
para fortalecer una vez más la alianza con la sociedad civil y para asentar cuatro
objetivos importantes de la lucha, mismos que servirían para destrabar el conflicto y
continuar con el diálogo:
• Inclusión de los pueblos indígenas en un proyecto de nación
• Respeto de los Acuerdos de San Andrés
• Desmilitarización
• Implementación del “mandar obedeciendo”
Estos temas bastante generales englobaban además lo que para el zapatismo
implicaba una verdadera democracia. Los resultados fueron dados a conocer pocos
después y se vio que el EZLN no estaba solo.
El zapatismo llevaba entonces cinco años de vida a la luz pública y había vivido
en una resistencia feroz y si antes su lucha se había concentrado principalmente en
sobrevivir a la pobreza, a la marginación y al olvido, ahora sumaba varios elementos
de resistencia, la búsqueda del diálogos en condiciones dignas y coherentes, la
vinculación con la sociedad nacional e internacional, la difusión, el respeto de sus
44
demandas y, sobre todo, su resistencia a la guerra militarizada y de baja intensidad
que se iba intensificando día a día. Cifras no oficiales arrojan un cálculo de 70 mil
soldados en un radio de 111 municipios 49 que vigilaban y hostigaban a las
comunidades zapatistas. Lo anterior no incluye un personaje clave en el conflicto: el
gran numero de paramilitares impulsados por los gobiernos en turno.
2.3.4.3. Marcha El Color de la Tierra
El diálogo permaneció inconcluso hasta 2000. Durante los preparativos para las
nuevas elecciones presidenciales, el EZLN dejó claro que el triunfo de un partido
opositor no significaría el transito a la democracia mientras el poder se siguiera
concentrando en una sola persona. Insistió en lo imprescindible de un poder legislativo
autónomo e independiente del ejecutivo para una verdadera democracia, explicitó que
no creía ni se sentía representado por este tipo de prácticas y que su lucha continuaría
independientemente del ganador; el tiempo electoral, entonces, no era para los
zapatistas.
El 2 de julio, después de 70 años de gobiernos surgidos del Partido
Revolucionario Institucional, el PRI fue salió de la silla presidencial y en su lugar quedó
el Partido Acción Nacional (PAN, partido de derecha), representado por Vicente Fox,
exgerente de la transnacional Coca-Cola. La transición abría la posibilidad del
cumplimiento de los acuerdos.
Los zapatistas le dieron la bienvenida al nuevo gobierno con una carta fechada
el 2 de diciembre donde decía que se empezaba de cero: su credibilidad y su palabra
frente a ellos estaba en juego y la actitud ante él se definiría con la solución al
conflicto.
“[…] No debe haber duda: nosotros somos sus contrarios. Lo que esta en juego
es su esta oposición se da por canales civiles y pacíficos; o si debemos
continuar alzados en armas y con el rostro cubierto hasta conseguir lo que
49 MUÑOZ RAMÍREZ, op. cit., en 44, p. 174.
45
buscamos, que no es otra cosa, señor Fox que la democracia, libertad y justicia
para todos los mexicanos…”50
Se hicieron dos comunicados más: el primero exponía las tres señales mínimas
que se exigían al ejecutivo para reiniciar el dialogo:
* Aprobación de la ley COCOPA
* Liberación de todos los zapatistas presos
* Retiro y cierre de siete de las 259 posiciones militares en el estado
El segundo comunicado anunciaba la salida de una delegación zapatista a la
ciudad de México para la realización de la llamada Marcha del Color de la Tierra con el
objetivo de demandar en el Congreso de la Unión la aprobación de la iniciativa de ley
sobre derechos y cultura indígena, elaborada en 1996 por la COCOPA. Esta
delegación estuvo conformada por 24 miembros del CCRI de la Comandancia General
del EZLN (CCRI-CG) representantes de los pueblos tzotzil, tzeltal, tojolabal, chol,
zoque, mame, y mestizo.
50 COORDINADORA D’ONG SOLIDARIES, Carta del Subcomandante Marcos a Vicente Fox [en línea], Girona. Disponible en: <http://www.solidaries.org/llatinoamericana/La_Carpeta/PDF/EZLN.pdf>. [Consultado el 18/01/2013]
46
Foto: David Jaramillo
2.3.4.4. La guerra en el Congreso de la Unión La Marcha del Color de la Tierra, realizada a principios de 2001, recorrió varias
entidades, lo que permitió conocer y sentir el apoyo civil. La llegada a la Ciudad de
México marcó precedentes, pues la delegación fue recibida por miles de
simpatizantes. El 28 de marzo, después de varios días en espera para ser recibidos en
el recinto del Congreso de la Unión, la Comandante Esther estaba en la tribuna y con
su discurso se refirió a la situación de la mujer indígena: pobreza, explotación,
represión y exclusión. Enfatizó el beneficio que traería para los millones de indígenas
la aprobación de la iniciativa de la ley elaborada por COCOPA.
“Desde hace muchos años hemos venido sufriendo el dolor, el olvido, el
desprecio, la marginación y la opresión. Sufrimos el olvido porque nadie se
acuerda de nosotras. Nos mandaron a vivir hasta en el rincón de las montañas
del país para que ya no llegue nadie a visitarnos o a ver cómo vivimos.
47
Mientras no contamos con los servicios de agua potable, luz eléctrica,
escuela, vivienda digna, carreteras, clínicas, menos hospitales, mientras muchas
de nuestras hermanas, mujeres, niños y ancianos mueren de enfermedades
curables, desnutrición y de parto, porque no hay clínicas ni hospitales donde se
atiendan.
Solo en la ciudad, donde viven los ricos sí tienen hospitales con buena
atención y tienen todos los servicios. Para nosotras aunque haya en la ciudad no
nos beneficia para nada, porque no tenemos dinero, no hay manera como
trasladar, si lo hay ya no llegamos a la ciudad, en el camino regresamos ya
muerto.
Principalmente las mujeres, son ellas las que sienten el dolor del parto,
ellas ven morir sus hijos en sus brazos por desnutrición, por falta de atención,
también ven sus hijos descalzos, sin ropa porque no alcanza el dinero para
comprarle porque son ellas que cuidan sus hogares, ven qué le hace falta para su
alimentación”.51
2.3.4.5. La traición con una nueva ley indígena El 25 de abril, un mes después del discurso presentado por la Comandante Esther, por
unanimidad (109 votos) de la bancada priísta, panista, perredista y verde ecologista, el
Senado de la República aprobó una reforma constitucional en materia indígena
impulsada por Vicente Fox.
Sin embargo, la reforma desconoció los puntos nodales de la iniciativa de la
COCOPA y, por tanto, los Acuerdos de San Andrés, pues implicó
“una serie de restricciones a la autonomía indígena, incluyendo otorgar autoridad
para definir la especificad acerca de cómo la autonomía puede ser aplicada y por
quienes para legislaturas locales, por lo que fue rechaza por unanimidad por los
pueblos indígenas de todo México y los zapatistas emitieron un comunicado
llamado una «broma legislativa»”.52
51 PALABRA ZAPATISTA, Discurso de la Comandant[e] Esther [en línea], México, 2001. Disponible en <http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2001/2001_03_28_a.htm>. [Consultado el 18/01/2013] 52 SPEED, op. cit. en 45, p. 141.
48
Finalmente, Vicente Fox no sólo impulsó y aprobó la reforma, sino que la
ratificó, traicionando así a los pueblos indios. El EZLN desconoció de inmediato la
reforma y anunció el divorcio total con la clase política, rompiendo el contacto con el
gobierno hasta ser reconocidos los derechos y la cultura indígenas acordados;
mientras tanto, la resistencia y rebeldía seguirían adelante.
Más de 330 controversias constitucionales fueron presentadas en la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por pueblos indígenas de varios rincones del
país (Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala) argumentado, además,
que en algunos casos la reforma violaba el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, suscrito por México. Al final, en 2002 llegó la respuesta a las
controversias, pero fueron declaradas improcedentes, cerrando así todo camino
constitucional para la construcción de la autonomía de los pueblos indígenas.
De esta forma los tres poderes traicionaban no solo al EZLN, sino a los
indígenas y a toda la sociedad civil que junto con ellos demandaban el respeto a los
acuerdos y se cerraba entonces todos los caminos legales para hacer valer sus
derechos.
2.3.5. Contribución del zapatismo a la democracia En septiembre de 2005 se dio a conocer la Sexta declaración de la Selva Lacandona.
En este documento, dividido en seis partes, se hace un balance del desarrollo del
zapatismo y de los pasos a seguir, junto a un diagnóstico de la situación nacional e
internacional. En esta declaración, como en las cinco anteriores, el CCRI-CG propone
una serie de acciones concretas a seguir, comenzando por la defensa de la memoria
contra el olvido, seguido por la construcción de una nueva patria contra la destrucción
neoliberal y, por último, el ejercicio de nuevas formas de hacer política contra el
modelo partidista dominante.
Dentro de estas acciones se encontraba la realización de encuentros
intercontinentales en contra del neoliberalismo y en favor de la humanidad, una
campaña nacional para construir un programa de izquierda y el establecimiento de una
nueva Constitución, además de la difusión e impulso de nuevas prácticas políticas
49
como las implementadas en las Juntas de Buen Gobierno y en los Consejos
Autónomos.
Durante los siguientes meses (agosto y septiembre) se realizaron reuniones
preparatorias para comenzar a establecer el plan de trabajo llamado “La otra
campaña”. Al encuentro llegaron organizaciones políticas de izquierda, organizaciones
indígenas, pueblos indios, así como organizaciones artísticas, no gubernamentales,
artísticas, culturales y grupos, colectivos, individuos a título personal y familias.
Entre enero y mayo de 2006 arrancó “La otra campaña”, iniciativa pacífica civil
de abajo a la izquierda y radical. El objetivo de La otra campaña es reunir a todas las
organizaciones de izquierda sin importar clases sociales para crear un frente
anticapitalista pacífico, luchar por la construcción de un mundo diferente entre los
distintos grupos sociales y acabar con el capitalismo apostando a la unidad con
personas que comparten las mismas creencias y no encuentran opción con los
partidos políticos existentes.
Después de un año de trabajo y recorrer gran parte del país, La otra campaña
gestó los inicios del Programa nacional de lucha desde abajo y a la izquierda y se llevó
a cabo el Primer Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo en
Oventic, Caracol 2:Resistencia y Rebeldía por la Humanidad. Los zapatistas, como lo
habían hecho desde su levantamiento armado, buscaron tejer relaciones sociales con
la gente que busca un mundo diferente para trazar un camino digno para vivir, fuera
de toda participación dentro de los partidos políticos y la política nacional.
El Teniente coronel insurgente Moisés, en la inauguración del primer
encuentro, dio la bienvenida a los presentes hablando del objetivo de este tipo de
encuentros:
“Los y las zapatistas l[o]s invitamos a platicar y a intercambiar ideas y
experiencias. Por primera vez en nuestra historia nos reuniremos representantes
de nuestras cinco Juntas de Buen Gobierno y de nuestros Municipios Autónomos
Rebeldes Zapatistas (MAREZ) para platicar públicamente sobre nuestro humilde
trabajo y sobre todos los problemas y retos que enfrentamos. No somos ejemplo,
sólo trataremos de mostrarles lo que estamos haciendo con mucho problema
50
pero también con muchas ganas de construir otro mundo, uno donde el que
mande, mande obedeciendo.”53
2.3.5.1. Mandar obedeciendo
Después de la contrarreforma, los zapatistas dedicaron su mayor esfuerzo a la
organización interna, la consolidación de la autonomía fue su objetivo principal y la
reorganización con otros grupos en resistencia fue fundamental para este fin. En el
Primer Encuentro de los Pueblos Zapatistas del Mundo se reunieron representantes de
los pueblos zapatistas, mexicanos y extranjeros en su mayoría adherentes de La otra
campaña. Se discutió sobre la forma de construir un mundo anticapitalista, libre y
democrático, “un mundo donde quepan muchos mundos”.
53 DELGADO, Gabriel y Amanda Ramos, “Encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo” [en línea], en Sergio Rodríguez Lascano (dir.), Rebeldía, 2007, año 5, no. 50 (enero), p. 15. Disponible en: <http://revistarebeldia.org/revistas/numero50/03encuentro.pdf >. [Consultado el 18/01/2013]
51
La forma de trabajo en este encuentro fue por medio de la organización de siete
mesas donde, además de difundir, se platicó sobre la experiencia de los pueblos
indígenas zapatistas y sobre el gran esfuerzo que se había venido haciendo para
construir un autogobierno levantado y dirigido por toda una organización social, regido
por las normas comunitarias.
52
Foto: David Jaramillo
53
Los indígenas zapatistas en este encuentro plantearon otra forma de
organizarse socialmente, rechazando las formas dirigidas por el capital, las formas
viejas y deshumanizadas de la política implementada en el país y en el mundo. Se
instauraron nuevas formas de gobernar donde el pueblo sería el protagonista que
mande y el gobierno el ejecutor obediente. El tipo de organización planteada en ese
encuentro implicó en los pueblos zapatistas una forma diferente de actuar, asumiendo,
concienciando y ejerciendo el poder de manera diferente para construir una forma de
vida diferente.
En las comunidades zapatistas se han transformado las relaciones de poder,
pues la de toma de decisión depende de la comunidad y no de una autoridad única,
sin liderazgo. El “mandar obedeciendo” implica entonces “una revolución completa del
modo mismo de concebir, primero la función del mando, después la función de la
obediencia y por último, la relación entre ambas”.54Así pues, el pueblo mandaría sobre
sí mismo de acuerdo a las necesidades y obligaciones colectivas, siendo únicamente
un pequeño grupo el quien ejecute, obedezca y dé camino a los mandatos del pueblo.
De esta forma, la noción del mandato y obediencia se transformaría, eliminando
todo poder despótico e incontrolable, convirtiéndolo únicamente en una herramienta
para darle forma a la palabra misma del demandante. Así pues, el que manda dejaría
de ser oprimido y se eliminaría de forma automática el sentido de “el dominado”. El
gobierno se transformaría de raíz y la obediencia se definiría con el andar de la
comunidad, el camino por donde se construirá el futuro y las decisiones colectivas
tendrían sentido.
La modificación completa del mandar y del obedecer transforman la relación
existente entre ambas partes: la posición rígida mando/subordinación se va
convirtiendo en una relación de conceptos que se van alimentando, crecen y tienen
frutos palpables: el mandato colectivo manda convirtiéndose en un mandato asumido y viceversa; todos mandan, todos asumen y se obedecen así mismos. De
esta manera, la forma de vida, la sociedad y todo el andar no serán algo impuesto por
un gobierno ajeno y desconocido para el pueblo, sino por “un gobierno” construido por
la propia comunidad autogobernada.
54 SPEED, op. cit. en 45, p.141 .
54
“Las nuevas formas de hacer política que están evolucionando en espacios
zapatistas están vinculadas a las identidades territoriales que enmarcan el
ejercicio de formas propias – y a veces contradictorias- la autonomía a escala
comunal y regional, y que constituye el núcleo de la invitación a la sociedad civil
en general para reorganizar sus espacios sociales de una forma más democrática
y horizontal”55 El mandar obedeciendo está compuesto de una estructura de cargos rotativos,
portadores de la palabra del pueblo. Los integrantes de estos cargos son elegidos por
la comunidad y van cambiando si no cumplen con su trabajo establecido. Esto puede
hacer un tanto lento el proceso de construcción de autonomía, sin embargo, su interés
no es la eficiencia, sino reducir la corrupción, los abusos de poder y el protagonismo.
Todos los acuerdos son tomados en asamblea y, después de ser discutidos y
consensuados, las autoridades toman nota y ejercen la decisión de la comunidad,
minimizando así el papel de los líderes. La reivindicación de estas prácticas
democráticas alternativas, ponen en jaque las prácticas democráticas representativitas
electorales, que promueven cierta participación política reducida únicamente a emitir
un voto.
55 Ibid., p. 33.
55
APARTADO III
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”
Eduardo Galeano.
I. CONSTRUCCIÓN DE UNA AUTONOMÍA SIN PERMISO
Foto: Adolfo Valtierra
El movimiento zapatista, considero, presenta diversas etapas de desarrollo, mismas
que han servido para darle dirección a la construcción de su autonomía por medio de
la resistencia.
En estas etapas se encuentran las relacionadas con el Estado, las cuales
clasifico en tres:
56
La primera comienza con el levantamiento armado y concluyó unos días
después, con el alto al fuego. En esta primera etapa se dio a conocer la primera
Declaración de la Selva Lacandona en donde ejercito zapatista le declara la guerra al
gobierno mexicano en busca de una liberación nacional, con esta declaración además
se conoció al movimiento y sus demandas, se rompió con la idea de que los
movimientos armados habían desaparecido en América Latina y se sorprendió al
mundo entero con la voz del pueblo indígena.
La segunda etapa inició con la búsqueda de la solución a las demandas por
medio del diálogo impulsado por la sociedad civil y fue creada la COCOPA,
interlocutora entre el EZLN y el Gobierno Federal. Se firmaron acuerdos en la mesa de
negociación número uno, los cuales no fueron respetados y nunca se logró avanzar
más allá. Se tejió, con la sociedad civil, un vínculo de complicidad caracterizado por
consultas, marchas, comunicados, congresos y reuniones, consolidando una
estrategia política que definiría en gran medida el camino a seguir.
La tercera etapa se dio cuando la clase política dejó de respetar los acuerdos.
La reforma impulsada por el gobierno en turno, aprobada por los tres partidos políticos,
finiquitó toda posibilidad de diálogo y solución del conflicto por la vía legal. Los
zapatistas continuaron con la construcción de su autonomía a nivel local y regional,
dejando de lado la búsqueda por el reconocimiento de parte del Estado.
Otras etapas podemos señalar se dan en su proceso de organización y
autonomía, las cuales son:
La creación de municipios autónomos en tierras tomadas, la creación de los
Aguascalientes, los cuales servirían como espacios de encuentros políticos y
culturales y vínculo con la sociedad civil, los encuentros, consultas, marchas, la
creación de los Caracoles y la formación de las Juntas de Buen Gobierno.
3.1.1. Del fuego y la palabra a los Caracoles Zapatistas
El levantamiento armado de 1994 trajo consigo la recuperación de 100, 000 hectáreas
de tierras que hasta entonces estaba en manos de terratenientes. Esas tierras fueron
repartidas entre las comunidades en lucha, abriendo así la posibilidad de organizar la
57
autonomía zapatista en el territorio tomado. Se crearon cargos para administrar estas
tierras y las comunidades se organizaron en municipios autónomos. Los cargos
existentes hasta hoy van desde Comisarios autónomos de bienes ejidales o
comunales, Agentes municipales autónomos hasta Jueces autónomos municipales y
Comités de salud y educación encargados de vigilar los trabajos de los promotores y
comisionados. La construcción de la autonomía se había llevado acabo prácticamente en
silencio mediático hasta antes de 2003. Si bien en los interminables diálogos de San
Andrés se estaba luchando por la solución a 13 demandas, esto no había impedido
que las comunidades indígenas construyeran desde antes una forma de vida distinta,
donde la autonomía por medio de la resistencia fue configurando un andar diferente y
las bases de apoyo comenzaron a participar activamente en todas las esferas del
municipio.
Cada integrante de la comunidad fue adquiriendo el conocimiento de todo lo
relacionado con la comunidad, discutiendo siempre para entender el proceso mismo
de la autonomía, todos y cada uno empezaron a ser parte indispensable de la lucha
social y tanto mujeres como varones dedicaron tiempo a pensar, discutir y acordar.
3.1.2. Autonomía
La autonomía es un concepto difícil de tratar y que fácilmente provoca
controversias (sobre todo si se ven mermados los intereses de quienes mantienen el
control político, económico y cultural de un país o de una región). Varios autores han
tratado el tema, sin embargo, en el terreno del zapatismo es un concepto inacabado y en
construcción. Como lo plantea Luis Villoro, los pueblos indígenas tienen el derecho de
pactar con el Estado las condiciones para permitir su sobrevivencia y desarrollo dentro
de un estado multicultural, reconociendo la autonomía indígena a partir de su
organización política básica, a partir de una comunidad donde se reconozcan las propias
autoridades elegidas por consenso, manteniendo un sistema de cargo y rigiéndose por
sus usos y costumbres, sin embargo, cuando esto no llega a suceder, como en el caso
de los pueblos zapatistas, estos tomarán este derecho en sus manos y, “a través de sus
58
saberes, formas de organización y sistemas normativos, aplicando diversos mecanismos
y estrategias para integrar la vida comunitaria, la producción y el aprovechamiento de sus
recursos naturales, que reafirmen prácticas de democracia directa, estrategias de
cooperación y reparto equitativo de beneficios”56,construirán una autonomía sin permiso.
Dicho lo anterior, la autonomía podemos decir, consiste en la libre
determinación, en la aparición de sujetos que cuestionen su existencia y de una
sociedad que cuestione sus instituciones, es la capacidad de construir y modificar
espacios y vidas, es la posibilidad de crear una política de libertad dejando de lado la
manipulación y el silencio. Implica sujetos colectivos hechos de sujetos autónomos,
conscientes de sus propias necesidades a partir del cuestionamiento de sus
instituciones y la acción libre en la transformación de ellas.
La autonomía sirve para instaurar y reflexionar sobre lo existente y estar
conscientes de la transformación de uno mismo y de la sociedad.
“Una sociedad es autónoma no sólo si sabe que ella hace sus leyes, sino si está
en condiciones de volverlas a poner explícitamente en cuestión. Asimismo, diré
que un individuo es autónomo si pudo instaurar otra relación entre su
inconsciente, su pasado y las condiciones en las que él mismo vive”.57
3.1.3. Autonomía indígena
Desde muy antiguo los pueblos indios han ejercido su autonomía aplicando métodos
de resistencia que les han servido para seguir existiendo y hacer frente al sistema
político, económico y cultural impuesto. Ejemplos de ello son el sincretismo religioso
durante la Colonia o la continuación con el uso de sus lenguas y la defensa de la tierra
como dadora de vida.
56 DIAZ, LUCIO, “Resistencia, autonomía y sustentabilidad” [en línea], en Sergio Rodríguez Lascano (dir.), Rebeldía, 2003, año 5, no. 4 (enero), p. 52. Disponible en: <http://revistarebeldia.org/revistas/numero36/10resistenciaautonomiaysustentabilidad.pdf >. [Consultado el 20/03/2013] 57 CASTORIADIS, Cornelius, El avance de la insignificancia, Buenos Aires, Eudeba, 1997, p. 199.
59
Las demandas de la autonomía indígena zapatista se basan en el
reconocimiento como pueblo, su derecho a ser indígenas y a ser mexicanos y para ello
exigen
“una amplia gama de derechos políticos, económicos y culturales en donde los
derechos económicos se refieren al derecho a desarrollar y administrar los recursos
naturales; los políticos cubren el derecho de los pueblos indígenas a participar en los
procesos de decisión nivel local, regional y nacional, así como el reconocimiento de
autoridades tradicionales y del derecho consuetudinario y los culturales incluyen el
reconocimiento oficial de los idiomas en contextos políticos, administrativos, legales y
culturales, así como el reconocimiento de costumbres y tradiciones”.58 3.1.4. Autonomía zapatista Abordar el concepto de autonomía asumido por los zapatistas puede ser un tanto
complicado, poco apegado a definiciones teóricas encontradas en los textos de los
estudiosos. La autonomía zapatista, a diferencia de otras formas implementadas en el
mundo entero, se ha dedicado a romper paradigmas y la cual está concebida como
algo global en donde la política está entendida
“no como la lucha por el poder en el seno de las instituciones dadas […], sino la
lucha por la transformación de la relación entre la sociedad y sus instituciones;
por la instauración de un estado de cosas en el que el hombre social pueda y
quiera considerar las instituciones que regulan su vida como sus propias
creaciones colectivas, y por tanto pueda y quiera transformarlas cada vez que
sea necesario o que lo desee”.59
Éste es el proyecto que le va dando dirección a la construcción de una vida
autonómica en resistencia, planteando que:
58 BURGUETE, Araceli, “Renegociaciones regionales del espacio. Identidad étnica tojolabal en Las Margaritas, Chiapas”, en Shannan L. Mattiace, Rosalva Aida Hernández y Jan Rus (eds.), Tierra, libertad y autonomía: impactos regionales del zapatismo en Chiapas, México, CIESAS/IWGIA, 2002, p. 241. 59 CASTORIADIS, Cornelius, La sociedad burocrática, v. 1, Barcelona, Tusquets, 1976, p. 70.
60
“los derechos de los pueblos deben incluir el reconocimiento jurídico de la
capacidad de cada pueblo para mantener y desarrollar su cultura… Derecho al
uso de su lengua, de su sistema simbólico, de sus formas de vida, derecho a la
transmisión de su cultura mediante la educación, derecho a decidir de sus propias
instituciones sociales y políticas. Derecho también al control de sus recursos
dentro del territorio que ocupa, como lo ha señalado Bonfil Guillermo […], «la
capacidad de mantener una cultura no sería posible sin el control de sus medios
de vida, ya que el derecho de los pueblos consagra el mantenimiento, sin
condiciones, de tal o cual cultura específica, el reconocimiento de sus facultad
para elegir sin coacción formas de vida e instituciones, cambiándolas o
limitándolas según sus propios criterios»”.60
Sin embargo, pese a todo el esfuerzo de las comunidades esto ha quedado de
lado en cuestiones jurídicas sumado a la negación de parte del gobierno a respetar los
Acuerdos de San Andrés. Para hacer frente a esto la autonomía zapatista se ha
conformado ampliamente en un sentido práctico, asumiéndose como un principio,
como todo un proceso social y buscando rebasar cualquier expresión conocida. Este
tipo de autonomía abarca las entrañas del tejido social para llegar más allá de lo
universal, donde la identidad cultural y étnica no sólo no queda de lado, sino que
ocupa un lugar medular en esta construcción.
En el seminario Generando contrapoderes desde abajo y a la izquierda,
realizado el 3 de enero de 2007 en el CIDECI-UNITIERRA, San Cristóbal de las
Casas, el Teniente coronel insurgentes Moisés define su autonomía de la siguiente
forma: “…lo que queremos pues formar, es una vida, una sociedad, que nosotros
mismos vamos a moverla pues, que nosotros mismos vamos a construirla, pues.”61
Las palabras simples del Teniente coronel plantearon que la búsqueda
zapatista con esta organización autónoma y global es aplicar una política diferente,
con un gobierno diferente, otra forma de ejercer la autoridad, sin corruptelas y
actitudes complacientes para unos cuantos. En esta práctica autonómica el pueblo
manda y el gobierno obedece, concibiendo siempre de manera diferente el rol del
60 VILLORO, Luis, Estado plural. Pluralidad de culturas, México, Paidós /UNAM-FFL, 1999, p. 82 . 61 AGUIRRE ROJAS, Carlos Antonio, Mandar obedeciendo. Las lecciones políticas del neozapatismo mexicano, Rosario, Prohistoria, 2009, p.21.
61
mando y el rol de la obediencia, dejando de lado toda relación con las políticas
estatales y federales, fortaleciendo el tejido social con la comunidad y con todos
aquellos dispuestos a luchar por un mundo diferente. Esta autonomía integra a la
sociedad determinando libremente la forma de su andar, autogestiva y autogobernada
por el propio sujeto.
“Ahora tenemos que ejercer nuestros derechos nosotros mismos. No necesitamos
permiso de nadie. Mucho menos de unos políticos que sólo están para engañar a
la gente y robar dinero […] Nadie nos puede impedir ni mucho menos pueden
encarcelarnos por ejercer nuestros derechos [y] formar los municipios autónomos,
como nosotros lo estamos haciendo y practicando, no pedimos permiso”.62
Así, el concepto de autonomía se va transformando en el zapatismo, va eliminado al
Estado tradicional como rector y dirigente de sus derechos y construyendo sus
derechos con base en sus propias historias y subjetividades, representándolos en
formas que alteran la resistencia.
La construcción de los caracoles denotará entonces un momento decisivo para
el zapatismo en su organización interna y externa, en donde se reafirmará el ejercicio
de la autonomía indígena en territorio zapatista, en donde la conformación de estos y
con ellos las Juntas de Buen Gobierno implicaran una reorganización y definición de
funciones, actividades y cargos , en donde el EZLN cumplirá la función de portavoz y
las comunidades se concentraran en plasmar una organización horizontal,
enarbolando el “mandar obedeciendo”.
62 LA JORNADA, La fiesta de los caracoles [en línea], Carmen Lira Saade (dir.), México, 11/08/03. <http://www.jornada.unam.mx/2003/08/11/007n2pol.php?origen=politica.php&fly=1>. [Consultado el 22/01/13]
62
3.1.5. Municipios autónomos zapatistas
Si bien los Acuerdos de San Andrés fueron una puerta a la vía legal para el respeto de
la autonomía y del derecho a desarrollar formas alternas de relación entre ciudadanos
y autoridades, no fueron precisamente dichos acuerdos los que por años impulsaron
la gestión de una estructura organizativa entre las bases de apoyo de los pueblos
zapatistas. La creación de los Municipios Autónomos Zapatistas existentes fue justo el
resultado de esta organización en un espacio territorial, las llamadas “tierras tomadas”.
Estos municipios tuvieron su origen muy probablemente mucho antes de 1994,
los cuales se han ido reforzando al correr del tiempo. A partir de 1997, después del
fracaso en los diálogos, los municipios emergieron como espacio principal para la
resistencia y la política alterna. Las comunidades se centraron en formar regiones
autónomas y dirigieron todo su esfuerzo en desarrollar un sistema educativo, de salud,
de agricultura, etc.
63
“Los municipios autónomos funcionan sin reconocimiento gubernamental, no
cuentan con recursos otorgados por la federación para desempeñar tareas de
gobierno, en consecuencia son autogestivos, además de librar problemas que se
derivan de su relación con la población que no se reconoce como zapatista pero
que pertenece a la misma área geográfica y que no siempre acepta las leyes que
estos municipios promueven”.63
La declaración de existencia de estos municipios se dio a finales de 1994,
cuando el EZLN rompió el cerco militar que rodeaba su territorio, declarando así la
defensa de estos territorios. Sin embargo:
“la presencia pública de los municipios autónomos zapatistas adquirió relevancia
en 1998, conforme se intensificaba la guerra sucia en contra de las comunidades
indígenas y se reiteraba la decisión gubernamental de traicionar los Acuerdos de
San Andrés. A lo largo de ese año, la organización de los pueblos en nuevos
municipios se convirtió en un blanco de los ataques policíacos, militares y
paramilitares. Pero, al mismo tiempo, se fortaleció como un dique contra la
descomposición inducida del tejido social y como uno de los terrenos
fundamentales de la resistencia, la denuncia y la comunicación de las bases de
apoyo zapatistas con la sociedad civil”.64
63 VELASCO CRUZ, Saúl, El movimiento indígena y la autonomía en México, México, UNAM/UPN, 2003, p. 224. 64 CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE ZAPATISMO, Adriana, López Monjardin y Dulce María Rebolledo Millán, Los municipios autónomos zapatistas [en línea], [s. l.], Revista Chiapas, n.7 (1999), <http://www.cedoz.org/site/content.php?doc=485&cat=189#>. [Consultado el 22/01/13]
64
La recuperación y administración de tierras, de los programas de salud y de
educación, los trabajos colectivos y la participación de las mujeres son la base sobre la
cual se han ido construyendo los MAREZ. El 19 de diciembre de 1994 el EZLN
anunció la creación de 38 MAREZ en diferentes zonas de Chiapas con el fin de
gobernarse de acuerdo a sus formas y necesidades, demanda que fue incluida en los
Acuerdos de San Andrés de 1996.
Los representantes de los MAREZ señalaron que el principio de mandar
obedeciendo se manifestaba en los hechos por un alto nivel de control comunitario
logrado a través de comités y responsables locales, pero sobre todo por las asambleas
de la comunidad que nombran y quitan a sus autoridades según su capacidad y
65
desempeño en el trabajo. Como ya mencionamos, todas las comisiones y autoridades
son apoyadas por los trabajos colectivos realizados por las bases de apoyo. Entre las
funciones de los MAREZ se destacan:
• Vigilar los trabajos colectivos
• Vigilar proyectos de salud y de educación
• Aplicar la justicia y medir conflictos
• Operar el registro civil
• Evaluar propuestas acordadas en las asambleas de pueblos y enviarlas para
consulta local65
En tierras zapatistas hoy se ejerce la autonomía indígena conducida por las propias
comunidades: ellas mismas expresan sus denuncias, solicitudes, aclaraciones y
acuerdos dentro y fuera de ellas.
3.1.6. Caracoles zapatistas El anuncio de la creación de los caracoles se dio en le documento de “La treceava [sic]
estela” en junio de 2003. En este documento se hablaba de la reorganización de los
municipios autónomos, la redefinición de las formas de gobierno y el replanteamiento
de las relaciones entre la sociedad civil nacional e internacional. En este documento el
Subcomandante Marcos habló de la situación que se vivía en los Aguascalientes, de
cómo la gente de fuera veía a las comunidades y sus necesidades y de la obligación
de modificar las prácticas en del momento. Con este documento se justificó la
transformación de los Aguascalientes para dar paso a una nueva forma de
organización fuera y dentro de territorio zapatista: los caracoles.
El proyecto de los caracoles abrió una nueva posibilidad de organización para la
resistencia y la autonomía para los pueblos indígenas. Esta nueva organización para
concretar objetivos y alcanzar valores convirtió los conceptos de autonomía y mandar
obedeciendo en hechos tangibles.
65 AGUIRRE ROJAS, op. cit. en 61, p. 183 .
66
Foto: David Jaramillo
Los caracoles zapatistas han permitido la creación de
“redes de gobiernos autónomos, que a su vez se articulan en redes de gobierno
que abarcan zonas y regiones mas amplias, en donde todas las comunidades
construyen organizaciones de redes mínimas de gobierno, así como las redes de
alianzas mayores. En todos los casos practican el conocimiento y manejo de la
política interna y externa, que se integran en un municipio, de poblados y
autoridades que articulan varios municipios”.66
Esta forma de organización busca ir construyendo un mundo democrático, libre
y justo:
66 LA JORNADA, Pablo Glz. Casanova, Los caracoles zapatistas. Redes de resistencia y autonomía [en línea], México, 11/09/03,<http://www.jornada.unam.mx/2003/09/26/per-texto.html>. [Consultado el 22/01/13].
67
“la concreción de este proyecto se da al convertir las luchas de la autonomía y la
creación de autonomías en redes de pueblos autónomos. Se trata de un
programa de acción, de conocimiento, de perseverancia y dignidad parta construir
un mundo alternativo, organizado con respeto a las autonomías y a las redes de
autonomías. Su propósito es crear con las comunidades, por las comunidades y
para las comunidades, organizaciones de resistencia que desde ahora formen
mallas a la vez articuladas, coordinadas y autogobernadas que les permitan
mejorar su capacidad de contribuir a que otro mundo sea posible”.67
Un mundo donde se ejercerá la libre determinación y sus habitantes se gobernaran a
sí mismos mediante las Juntas de Buen Gobierno, ubicadas en cada uno de los
caracoles. De esta forma, los caracoles impulsaron una nueva dinámica de resistencia
y el Estado tradicional dejó de ser soberano.
La creación de los caracoles ha sido y es impulsora en la modificación de
relaciones sociales con organizaciones gubernamentales, organizaciones no
gubernamentales, organizaciones sociales y con todo actor político externo a las
comunidades.
Los caracoles, entonces, serán
“puertas para entrarse a las comunidades y para que las comunidades salgan;
como ventanas para vernos dentro y para que veamos fuera; como bocinas para
sacar lejos nuestra palabra y para escuchar la del que lejos está. Pero sobre
todo, para recordarnos que debemos velar y estar pendientes de la cabalidad de
los mundos que pueblan el mundo”68
Los cinco caracoles son los siguientes:
67 Idem. 68 CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE ZAPATISMO, Subcomandante Insurgente Marcos, "Tercera parte: un nombre", en La treceava [sic] estela, [s. d.], 2003, <http://www.cedoz.org/site/content.php?doc=511&cat=13> [Consultado el 07/02/13].
68
Fuente: CIEPAC http://www.ciepac.org/mapas/politicos.php
“Los caracoles construyen con zapatistas y no zapatistas una sociedad
campesina alternativa, siembran cariño a su tierra, producen, van venciendo poco
a poco las enfermedades endémicas del campo y generan conocimiento y arte
desde abajo. El ellos nada se hace sin permiso. De ellos no sale enriquecimiento
pero sí una deslumbrante dignidad, se restaura lo humano magullado por el
neoliberalismo”.69
La autonomía a partir de la construcción de los caracoles y las Juntas de Buen
Gobierno tendrán una iniciativa de alcance nacional e internacional.
69 OJARASCA, Andrés Aubry, La experiencia zapatista: un testimonio [en línea], Hermann Bellinghausen (dir.), México, La Jornada, n. 90 (octubre 2004), <http://www.jornada.unam.mx/2004/10/18/oja90-aubry.html>. [Consultado el 22/01/2013].
69
Los pasos que se siguieron después de declarar la creación de los caracoles,
implicó una reorganización y afinación de la estructura organizativa horizontal,
aspectos que algunos autores definen con una autonomía de facto:70
“ a) demarcación territorial, que constituye la unidad autonómica
b) una demarcación jurisdiccional,
c) construcción de un marco normativo
d) programa de acción de resistencia que desconoce la jurisdicción de la
instancia gubernamental
e) elección e instauración de un órgano de gobierno y autoridades
f) organización del gobierno definiendo sus competencias, alcances y funciones
g) establecimiento de los edificios de gobiernos
h) políticas de alianza para identificación de referentes internos y externos”.71
3.1.7. Juntas de Buen Gobierno
“Y en cada «Caracol» se distingue perfectamente una nueva construcción, la
llamada «Casa de la Junta de Buen Gobierno». Según se alcanza a ver, habrá
una «Junta de Buen Gobierno» en cada zona y representa un esfuerzo
organizativo de las comunidades, no sólo para enfrentar los problemas de la
autonomía, también para construir un puente más directo entre ellas y el
mundo.”72
La creación de las Juntas de Buen Gobierno (JBG) implicó una reorganización
interna y el inicio de nuevas prácticas de autogobierno. Cambios estructurales de esta
magnitud “constituyen una estructura de gobierno autónomo de carácter regional y
cada una de ellas habrá de integrarse con dos representantes de cada uno de los
consejos municipales de los municipios autónomos que quedan bajo su jurisdicción”.73
70 Gobierno que se establece sin reconocimiento legal, confrontando al Estado de Derecho vigente. Vid. BURGUETE, op. cit. en 58, p, 269. 71 Ibid., p. 292. Estas políticas se establecieron desde muerte de los Aguascalientes y el nacimiento de los caracoles. 72 CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE ZAPATISMO, op. cit. en 68. 73 VELASCO CRUZ, op. cit. en 63, p. 225.
70
Las JGB, además de mediar los conflictos entre municipios zapatistas y no
zapatistas, tienen como funciones atender las denuncias, protestas e inconformidades
que genera el ejercicio de la autonomía, así como coordinar y apoyar actividades
financieras como:
• Decidir dónde son necesarios los donativos y apoyos procedentes del exterior
• Imponer un impuesto hermano del 10 por ciento a todos los proyectos que se
realicen
• Contar con la facultad de reconocer por medio de un registro si eres zapatista
o tienes algún tipo de participación
• Recibir todos los excedentes o bonificaciones ganados por cooperativas o
sociedades zapatistas, para que a su vez, exista una reasignación a las
comunidades menos favorecidas”.74
La función del CCRI en cada zona sería vigilar el funcionamiento de las JBG para
evitar actos de corrupción, intolerancia, arbitrariedades, injusticia y desviación del
principio zapatista “mandar obedeciendo", además de mantener su función de ejercito
zapatista militar.
74 CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE ZAPATISMO, Subcomandante Insurgente Marcos, "Cuarta parte: un plan", en La treceava [sic] estela, [s. d.], 2003, <http://www.cedoz.org/site/content.php?doc=511&cat=13> [Consultado el 07/02/13].
71
Foto: Adolfo Valtierra
Cada JBG está constituida por los Consejos Autónomos Rebeldes, los cuales
se encuentran dentro de cada caracol y cada uno está integrado por representantes
de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ).
Los representantes en el cargo se turnan entre una terna elegida cada tres años
en asamblea comunitaria. Se encargan de monitorear proyectos y obras comunitarias
en los municipios, además de darle seguimiento a la puesta en práctica del mandato
del pueblo acordado en asamblea. Para que cada representante pueda desarrollar su
trabajo la comunidad se organiza y se obligan a colaborar en las parcelas o en el
trabajo familiar del ahora funcionario; de esta forma se evita el abandono de
actividades por participar en la Administración. Existe además un Comité de Vigilancia
integrado por representantes de los Municipios Autónomos que supervisan el trabajo
realizado.
Bajo esta estructura el mandar obedeciendo no corresponde a un simple
cambio de roles: conlleva toda una responsabilidad de llevar y hacer cumplir la palabra
72
de todos y para todos. Esta palabra no es más que el pueblo mismo decidiendo el
camino a seguir y el gobierno simplemente tiene el papel de organizar la obediencia a
ese mandato.
Con la creación de las JBG el pueblo zapatista comenzó a gestionar la
resolución de las demandas, envueltas en la autonomía, a través de los órganos de
gobierno que hoy le dan estructura a una nueva forma de gestión traducida en una
nueva forma de vida.
Las Juntas de Buen Gobierno, desde su construcción, han implementado
dinámicas no sólo para evitar prácticas corruptas, sino para asumir la actividad de
cargos como una responsabilidad comunitaria en donde la comunidad es un todo. Las
dinámicas implementadas son:
1. Supresión de salario. Ningún sueldo se admite por el desempeño de tareas,
ni por el ejercicio de cargos, evitando así la lucha por obtener dichos cargos.
Se evita, además, cualquier ventaja económica sobre quienes no tienen en
ese momento cargo alguno.
2. Rendición de cuentas continuas y vigilancia permanente. El manejo de todos
los recursos económicos que entran y salen son controlados y supervisados
estrechamente por el Comité de Vigilancia y, por ende, por el pueblo mismo.
Así el interés se vuelve comunitario y se adquiere un sentido de pertenencia
con verdadera vocación de servicio.
3. Revocación inmediata de cargos. Los cargos son revocables de forma
inmediata si no se rinden cuentas de forma permanente y pertinente
(incluidos todos los funcionarios de gobierno y los comités de vigilancia).
Bajo la lógica de que el pueblo los elige, están en funciones únicamente el
tiempo establecido por el pueblo (máximo 3 años). Así la noción de
representación política cambia, pues deja de ser una delegación de
funciones y decisiones individuales, pasando a una tarea de transmitir y
defender la decisión del pueblo.
73
4. Supresión de privilegios y desmitificación de las tareas. Al reducir las
actividades del gobierno a la tarea de gestionar y administrarlos asuntos de
la comunidad desde la lógica de mandar obedeciendo, se elimina la idea de
que la función de los cargos es para gente privilegiada, gente que puede
decidir camino de la comunidad. Únicamente se realizan tareas solicitadas
por el pueblo y no se cuenta con ningún tipo de privilegio por realizarla,
todos son mujeres y varones sin importar su cargo o actividad como seres
sencillos y no como salvadores o mesías encargados de salvar a todos los
demás del mal, de las carencias y de las necesidades.
5. Supresión de la burocracia. La participación activa de las bases de apoyo
por medio de asambleas para llegar a consensos y acuerdos implica la
transformación de las relaciones entre todos los actores involucrados. Al
trabajar en asamblea, todo tipo de decisiones recaen en el pueblo y se deja
de lado la toma del supuesto consenso en congresos o reuniones a puerta
cerrada, decisiones que, además, pueden tardar años en aplicarse o
quedarse guardadas en algún cajón de escritorio.
6. Impulsar el fundamento ético del trabajo de gobierno y recuperación de los
procesos de democratización directa.
El trabajo que se está llevando en estas tierras recuperadas está pensado para
ser posible únicamente por el trabajo colectivo y por el ejercicio del mandar
obedeciendo. Dicho lo anterior, los principios prácticos del Otro Gobierno
implementado desde las JBG son:
1. Obedecer y no mandar
2. Representar y no suplantar
3. Construir y no destruir
4. Unir y no dividir
5. Servir y no servirse
6. Bajar y no subir
74
7. Proponer y no imponer75
Con la creación de las JBG se ha fortalecido la construcción de la autonomía
zapatista, en todos los niveles y escalas, de lo comunal a lo regional, tejiendo redes a
nivel nacional e internacional.
Foto: David Jaramillo
75 AGUIRRE ROJAS, op. cit. en 61,, p. 62
75
APARTADO IV
“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre.
Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”
Paulo Freire.76
I LA EDUCACIÓN EN LA CONSOLIDACIÓN DE LA AUTONOMÍA 4.1.1. Educación La educación, nos dice Freire, 77 es un proceso fundamental para transformar a la
sociedad, pues es una herramienta para forjar posturas críticas ante la realidad. La
educación es una herramienta capaz de transformar el mundo porque no es neutra ni
indiferente a la ideología, es decir, la educación toma una postura en manos del
educador y ante los contenidos para fortalecer la reproducción de la fuerza de trabajo a
merced del capital o “la lucha consciente, crítica y organizada contra los ofensores”78.
Freire plantea también que el educado no es un objeto que recibe pasivamente
conocimientos establecidos y determinados y sólo reproduce las formas determinadas
por las clases dominantes, sino que es un sujeto con conciencia, con la capacidad de
criticar, cuestionar, construir y transformar. En esta misma lógica, la escuela no sólo es
un sitio de reproducción social, sino también puede ser un sitio de contestación y de
lucha con trabajo colectivo dentro y fuera de la misma escuela.
“Alfabetizar es entonces, según el planteamiento de Freire, no sólo enseñar a leer
y a escribir; alfabetizar es, ante todo, concientizar, es enseñar a los alfabetos a
reflexionar y a expresar sus vivencias y su situación, es hacer de los alfabetos
actores de su propia historia; la alfabetización liberadora enseña a pronunciar el
76 FREIRE, Paulo, Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa, México, Siglo XXI, 2006. 77 Vid. FREIRE, Paulo, Pedagogía del oprimido, México, Siglo XXI, 2005. 78 FREIRE, Paulo, op. cit. en 76, p. 68.
76
mundo y a transformarlo. Alfabetización y concientización son, por tanto dos polos
inseparables que constituyen la esencia del método de Freire”.79
Dentro de este modelo el papel del educador es fundamental, ya que radica en
despertar y desarrollar una conciencia crítica para problematizar. El educador tradicional
entrega conocimientos ya fabricados para que los alumnos los asimilen pasivamente.
“Educar es crear la capacidad de una actitud crítica permanente, una actitud que permita
al hombre captar la situación de opresión en que se halla sumido y captar esa situación
de opresión como limitante y transformable”80. Educar, para Freire, no es transmitir
conocimientos prefabricados y estáticos, sino crear una situación pedagógica donde el
hombre se descubra a sí mismo y aprenda a tomar conciencia del mundo que lo rodea, a
reflexionar sobre él, a descubrir las posibilidades de reestructurarlo y a actuar sobre para
modificarlo. Toma de conciencia, reflexión y acción se convierten, así, en los elementos
básicos inseparables del proceso educativo.
El educador, en la educación liberadora, debe ser capaz de enseñar el respeto a
los demás y ser coherente en su práctica y en su discurso, pues es de suma importancia
que transmita a los estudiantes la capacidad de comprender la realidad donde se vive
no sólo para adaptarse a ella, sino especialmente para transformarla, para llegar a la
comprensión del papel que se juega dentro de la sociedad y para asumirse como
sujetos históricos con la capacidad de romper, de opinar, de sentir. Una verdadera
educación va transformando al educando junto con el educador para, en comunión, ir
construyendo sujetos reales, inmersos en un proceso de cambio, rompiendo con “la
educación que se ha postulado siempre en nombre de la justicia: igualdad de
oportunidad para todos. Pero no ha hecho sino agravar y profundizar la desigualdad”81 a
través de la implementación del control.
Conocer de dónde venimos (nuestras raíces, nuestra historia) dentro de una
educación verdadera, como dice Freire, servirá como posibilidad, no como determinante 79 PALACIOS,Jesús, “La cuestión Escolar. Críticas y Alternativas”, Barcelona, Laia, 1999, p.p. 525 80 Ibid., 524 81 ESTEVA, Gustavo, “Más allá de la educación”, en Lois M. Meyer y Benjamín Maldonado A. (coords.), Comunalidad, educación y resistencia indígena en la era global. Un diálogo entre Noam Chomsky y más de 20 lideres indígenas e intelectuales del continente americano, México, CSEIIO, 2011, p. 167.
77
ni factor de resignación, para que los sujetos creen su mundo y construyan su propia
historia, pues sólo siendo parte de ella podrán intervenir y transformarla en caso
necesario.
La educación liberadora enarbola una formación y una actitud crítica sostenida en
el diálogo (concepto fundamental para la construcción de la concienciación) donde cada
integrante se mantiene ocupado en su comunidad y preocupado por su entorno,
conservando la capacidad de sentir y percibir las necesidades colectivas.
Freire divide además a la educación en dos clases: la educación bancaria,
ejercida por la clase dominante, y la educación liberadora, planteada en la teoría de la
liberación. Desde esta teoría, la educación bancaria únicamente transfiere y deposita, en
el individuo ahistórico, la cultura determinada por el opresor, en la cual se
“anula la capacidad de aprendizaje, convertido al maestro en custodio, moralista
y terapeuta, el cual contribuye con la deformación del niño […] con el objetivo de
crear un ciudadano para el mercado y para el estado, no un ser humano para sí y
para su comunidad”.82
La escuela autónoma popular cobra una importancia capital dentro de los
espacios que buscan una resignificación de la identidad, el género, la etnia y la clase,
pues puede ser un lugar donde la base sea pensar de manera crítica y convertirse así
en un espacio de contestación, de formación para la lucha social y el trabajo colectivo,
ya no un mero sitio de reproducción social donde los contenidos y la cobertura sean lo
único importante.
Se busca que todos los integrantes de estos lugares construyan un espacio capaz
de propiciar la creación de mentes críticas, donde estudiar y formar implique elementos
para sostener una resistencia contra las políticas individualistas del capitalismo, donde
se haga frente a las injusticias y se transforme al individuo pasivo, disciplinado y
82 ZIBECHI, Raúl, “La compleja descolonización de la escuela”, en Lois M. Meyer y Benjamín Maldonado A. (coords.), Comunalidad, educación y resistencia indígena en la era global. Un diálogo entre Noam Chomsky y más de 20 lideres indígenas e intelectuales del continente americano, México, CSEIIO, 2011, p.262
78
obediente. La escuela debe ser “una conquista social que se convierta en bandera de
las luchas sociales contra el Estado” opresor.83
La autocrítica dentro y fuera de la escuela servirá para reorganizar a partir de la
comparación, la valoración, la intervención y la decisión. El verdadero aprendizaje se
dará con la interacción entre el aprendiz y el profesor formador, quien impulsará la
curiosidad del aprendiz para fomentar la construcción de su pensamiento crítico y lo
alimentará con la reflexión sobre la teoría y la práctica.
Para llevar a cabo una verdadera educación liberadora es básico que el educador
despierte y desarrolle una conciencia crítica en su educando y no se limite a entregar
conocimientos ya fabricados para su asimilación pasiva mediante mera repetición y
memorización. La finalidad en la educación liberadora es generar en los estudiantes la
capacidad de criticar, cuestionar, construir y transformar.
4.1.2. La educación zapatista
El ejercicio de la autonomía planteada por los zapatistas ha implicado desarrollar
mecanismos de control colectivo en materia educativa que cuestionan las políticas
centralizadas y homogenizadas del Sistema Educativo Nacional; se trata de una nueva
propuesta educativa que no reproduce los programas y la currícula. Este ejercicio ha
implicado la lucha por romper con la “dominación colonial y clasista construyendo
formas y modos de colectivizar en sus sectores sociales las artes de aprender”.84
Estos mecanismos forman parte de la resistencia en el impulso de la autonomía.
Quienes hoy hacen y deciden el rumbo de la educación son los propios integrantes de
las comunidades: toman decisiones relacionadas con la organización escolar, eligen al
promotor de educación (conocido como “docente” en el sistema educativo federal y
estatal), deciden sobre los planes de estudio y los contenidos que se imparten y asumen
el control de su gestión, haciendo de la comunidad, del Consejo autónomo y de la
coordinación de los promotores y de los comités de padres, los principales espacios de
deliberación, decisión y acción política en materia educativa. A la par, desarrollan una
83 GÓMEZ LARA, Horacio, “La educación intercultural y las identidades de género, clase y etnia”, en Luis Rodríguez Castillo (ed.), Revista pueblos y fronteras digitales, v. 6, n. 11 (junio-noviembre de 2001), pp. 290. 84 ZIBECHI, Raúl, op. cit. en 82, p. 263.
79
educación autónoma diferente, emanada de los propios actores e introduciendo de esta
forma modelos de intervención horizontal que permiten garantizar una enseñanza
contextualizada no sólo a nivel sociocultural, sino también político y económico según
las prioridades localmente expresadas.
La educación desarrollada en pueblos zapatistas responde a intereses políticos y
socioculturales que dan sentido a la orientación global de los contenidos abordados y
estudiados en las escuelas de las bases de apoyo. De manera recurrente en los
discursos, particularmente de las autoridades de cada MAREZ, tres directrices guían la
orientación global de los diversos proyectos educativos, dejando suponer que vienen
impulsadas por la dirección político-militar de los insurgentes del EZLN:
“Primero, en todos sus proyectos escolares está presentes la idea de hacer de las
demandas, la historia y la situación (local y nacional) de la lucha del movimiento
zapatista un elemento esencial del aprendizaje. Segundo, parece haber una
opción compartida a favor de un bilingüismo equilibrado, dedicado el mismo tiempo
en clase a la enseñanza en español y en lengua indígena. Tercero, ciertos valores
éticos y conceptos forjados en el movimiento indígena irrumpen en la acción
educativa como acto entusiasta de conciencia sociocultural y política; sin
contraparte financiera, al servicio de la defensa y el fortalecimiento de al identidad
ética indígena zapatista”.85
85 BARONNET, Bruno, Autonomía y educación indígena. Las escuelas zapatistas de las cañadas de la selva lacandona de Chiapas, Quito, Abya-Yala, 2012.p. 285.
80
Foto: David Jaramillo
La Junta de Buen Gobierno, a su vez, dice:
“Estamos viendo nosotros cómo se relaciona el conocimiento con las 13demandas
de la organización zapatista y que son los ejes que analizar en nuestro trabajo de
capacitación y en nuestras escuelitas; de allí porque ellos son del pueblo, los
promotores y los niños saben por dónde recuperar los saberes que tiene la
comunidad, porque el pueblo tiene conocimiento, tiene ciencia. […] No es como si
alguien de fuera nos dice cómo vamos a hacer nuestra educación autónoma,
porque no sabe de nuestra verdadera historia como pueblo. Es la conciencia y no
el dinero que se cobra por quincena lo que cuenta; dar el ejemplo, no ser
individualista, respetar lo que dice la comunidad. Por eso es importante en nuestra
educación tener conciencia, no salirse de la política y el camino de la lucha
zapatista”.86
86 Ibid., 286.
81
Llevar acabo estas nuevas formas de gobierno ha sido complicado por diversas
razones (internas y externas): ha sido necesario emprender la implementación de
prácticas democráticas dentro de las comunidades, así como el trabajo colectivo y
voluntario, apoyar una mayor participación de la mujer y enfrentar la guerra de baja
intensidad traducida en la militarización, la presencia paramilitar y la inserción de
programas políticos como el Plan Puebla-Panamá,
“el cual responde a las necesidades del orden mundial actual, a la división
internacional del trabajo, que se empeña a regionalizar las necesidades del
mercado mundial, capacitando y especializando a sectores de la población
económicamente activa, en determinadas competencias laborales, utilizando, para
tal fin, la educación como instrumento de capacitación.”87
Sin embargo, como ellos mismos lo dicen, la lucha y la construcción de una educación
verdadera, en la búsqueda del fortalecimiento de su autonomía, no deja de avanzar.
4.1.2.1. Orígenes Evidentemente, la educación es fundamental para vivir la resistencia y consolidar la
autonomía, en este caso particular con la intención de “formar ciudadanos democráticos
que se autogobiernen, en vez de sujetos pasivos de un gobierno autoritario”.88
La educación zapatista tienen sus orígenes desde los años 80’s, cuando en esos
rincones del país comenzaron a analizar sus problemas como indígenas, el desarrollo
en el que estaba inmerso el país, las contradicciones que enfrentaban, es decir, desde
el momento mismo en que se empezó a cuestionar el tipo de educación implementada
por el Estado, sus fines y los resultados en sus comunidades. Como se mencionó
anteriormente, la educación tradicional ha ejecutado políticas de Estado calificables de
etnocidio y tuvo un gran impulso en 1997, después del no reconocimiento de los
Acuerdos de San Andrés por parte del Gobierno Federal, se decidió rechazar y cerrar
las escuelas oficial y expulsara a laso maestros oficiales como primer paso. Las 87 GÓMEZ LARA, op. cit. en 83, p. 277. 88 KYMLICKA, op. cit. en 3, p. 364.
82
comunidades en resistencia, desde el principio, tuvieron clara la necesidad de contar
con su propia educación como parte del proceso de construcción de autonomía y como
elemento central para su lucha a fin de “intentar incorporar a los sujetos con sus
especificidades culturales, respetando las diferentes variantes que se van conformando
en cada una de las regiones que conforman el territorio zapatista”.89Así, la educación se
convirtió en
“un espacio reproductor de valores culturales indígenas y de cambios sociales
que exige del Estado no sólo el reconocimiento sino la distribución de recursos y
de espacios de participación política que permitan ejercer las demandas de
autonomía”.90
En la primera Declaración de la Selva Lacandona se demandó por primera vez el
derecho a la educación, se enmarcó la situación en que vivían las poblaciones indígenas
en el país y se habló del control bajo el cual vivían a partir de la omisión de sus
necesidades básicas:
“Muriendo de hambre y enfermedades curables, sin inmortales que no tengamos
nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni
alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a
nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia
para nosotros y nuestros hijos”.91
Desde 1995 se empezaron a abrir escuelas en las comunidades en resistencia
apoyados por la sociedad civil pero sobre todo en 1996, con los Acuerdos de San
Andrés, cuando se plasmó la necesidad de una educación diferente “que respondiera a
las características socioculturales de los grupos a los que iba dirigida”,92 dejando en
claro que su demanda no se reducía a la cobertura, sino a alcances cualitativos de raíz. 89 NUÑEZ PATIÑO, Kathia, “De la casa a la escuela zapatista. Prácticas aprendizaje en la región ch’ol”, en Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo y Richard Stahler-Sholk (coords.), Luchas muy otras. Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas, México, CIESAS/Universidad Autónoma de Chiapas/UAM- Xochimilco, 2011, p 275. 90 Ibid., 276. 91 PALABRA ZAPATISTA, op. cit. en 39. 92 GUTIÉRREZ NARVÁEZ, Raúl, “Impacto del zapatismo en la escuela: análisis de la dinámica educativa en Chiapas (1994-2004)”, en Carlos Gutiérrez Alfonso (dir.), Liminar. Estudios sociales y humanísticos, vol. 4, n. 1 (junio 2006), p. 96.
83
Estos acuerdos fueron firmados, pero nunca respetados y por ello se optó por una
ruptura total con el Estado para avanzar creando formas propias de resolución.
4.1.2.2. Desarrollo Después de la ruptura del diálogo en 1997, el EZLN decidió modificar su estrategia con
la consolidación de su autonomía y puso el énfasis en la educación. Si bien antes se
había estado trabajando con la educación, a partir de ese momento se pusieron en
práctica diversos proyectos estructurados y definidos con apoyo de la sociedad civil
nacional en cuestiones de formación pedagógica y apoyo internacional en las cuestiones
financieras.
Todos los proyectos, aunque diferentes en los rasgos propios de su región, no
dejaron de ser similares, ejemplo de ello es cómo todos los proyectos tuvieron como
fundamento la participación de los ancianos para la transmisión de sus conocimientos a
través de testimonios y asesorías que han servido para diseñar las áreas de Historia,
Lengua, Vida y naturaleza y Matemáticas. De acuerdo con el antropólogo chiapaneco
Raúl Gutiérrez, la participación de
“jóvenes indígenas con estudios de primaria y secundaria, comisionados por sus
respectivas comunidades para desempeñarse como promotores de educación,
quienes reciben apoyo solidario de la comunidad, sea en especie o en trabajo en
su parcela, para su sostenimiento, capacitación de profesionistas simpatizantes
del movimiento venidos de la ciudad, construcción de propuestas educativa de
forma colectiva, buscando articular elementos de la cultura indígena con
contenidos nacionales y universales y con los principios zapatistas, e integrando
en el proceso a diversos actores de la comunidad”.93
Esta enseñanza para una mejor comprensión del mundo, retomando los valores
de los pueblos indios (como la colectividad) y sobre todo las 13 demandas zapatistas
como eje central y la formación de grupos multiniveles, es una forma de trabajo
compleja que requiere de constante preparación. Para ello se conformaron Comités de
93 Ibid., p. 101.
84
Educación integrado por compañeros de la propia comunidad, quienes se encargan de
la coordinación, de la construcción de aulas, de la obligatoriedad de la enseñanza de la
lengua materna, del cuidado del medio ambiente y del impulso de la participación de
mujeres y varones por igual, lo cual es importante para construir la igualdad. Esta
educación permite formar más allá de las barreras de género, enseñando a concienciar
la libertad y la dignidad de todas las personas.
4.1.2.3. La otra educación
La otra educación está constituida por objetivos básicos entre los que se encuentra
“fortalecer la identidad indígena y responder a las necesidades de los pueblos […] lo que
se necesita es conocer la verdadera historia, el pasado”94 y cambiar su situación a
través de los elementos obtenidos en la otra educación por medio del análisis, la
reflexión y la acción.
Para cumplir con estos objetivos la otra educación debe ser liberadora, analítica,
reflexiva, critica y concientizadora. La autonomía práctica se lleva acabo al “crear,
organizar, controlar y solventar los procesos locales de la manera que elijan y que
estiman la más pertinente en relación a una serie de consideraciones de orden
social”.95
La enseñanza deberá hablar de toda la lucha de resistencia que han vivido los
pueblos indios, pero dejando de ser una educación memorística, debe impedir la
ideología capitalista y ser una educación científica, incluyente de todos los fenómenos
sociales, religiosos, morales y artísticos.
Durante el encuentro Los Pueblos Zapatistas y los Pueblos del Mundo, realizado
en Oventic del 30 de diciembre de 2006 al 2 de enero de 2007 (fueron convocadas más
de 7,000 personas), se habló de cómo se estaban construyendo la autonomía, el
autogobierno, la salud y la educación “desde abajo y a la izquierda” para dar cimientos a
un mundo diferente.
94 MUÑOZ RAMÍREZ, op. cit. en 44, p. 122. 95 BARONNET, Educación autónoma y solidaridad nacional e internacional en los municipios zapatistas del caracol de la zona Selva Tseltal , Chiapas, México, boletín 70 de la Sociedad Suiza de Americanistas, Ginebra, 2008, p. 61. Disponible en <http://www.ssa-sag.ch/bssa/pdf/bssa70_09.pdf>. [Consultado el 07/02/2013]
85
El Consejo General del Sistema Educativo de la zona de los Altos de Chiapas, del
caracol 2, “Resistencia y Rebeldía por la Humanidad Corazón Céntrico de los Zapatistas
delante del Mundo” participó y habló por primera vez de por qué era necesaria otra
educación:
“…debido a la mala calidad que se vive en el país, principalmente a los mas
desprotegidos y olvidados. Los modelos educativos sirven para reproducir el
sistema capitalista e ir destruyendo a la humanidad y a la naturaleza,
convirtiéndose en explotados. Se crean planes de estudios que favorecen a los
intereses del poder y no se han preocupado por crear programas de estudio que
satisfagan las necesidades de los pueblos y se apegue a la realidad social,
basados en raíces culturales, políticas, ideológicas, económicas y respetando las
distintas lenguas. La otra educación es una de nuestras demandas, que nos
obligó a hacernos rebeldes en contra de los malos gobernantes y de los grandes
capitalistas en nuestro país México, y hasta ahora no ha sido aceptada ni
cumplida”.96
El zapatismo planteó entonces
“la necesidad de una educación diferenciada que responda a las características
socioculturales de los grupos a los que va dirigida, dejando en claro que su
demanda no se reduce únicamente la ampliación de la cobertura educativa, sino
que exigen cambios cualitativos en el ámbito de la educación indígena”.97
96 “Mesa de trabajo 1: La Otra Educación. Discurso de los compañeros del Caracol 2”, en Carlos Antonio Aguirre Rojas (dir.), Contrahistorias. La otra mirada de Clío, México, no. 8, marzo-agosto (2007), p. 17. 97 GUTIÉRREZ, op. cit. en 92, p. 96.
86
El concepto de educación, así como el de autonomía en el zapatismo, tiene una
definición muy particular. La autonomía, podemos decir, es “la regulación acordada por
la generación actual de la comunidad, a menudo modificando las normas tradicionales
(…) lo que les da continuidad histórica: siguiendo siendo ellos mismos pero
manteniendo un gran dinamismo” 98 .Por su parte, la educación es el punto de
convergencia para sustentar la resistencia, la cual, a su vez, va a permitir avanzar en
proyectos educativos autónomos para hacer frente a la obra destructiva de “etnocidio”
impuesta desde los sistemas nacionales.
4.1.2.4. Proyecto educativo zapatista
98 ESTEVA, GUSTAVO, op. cit. en 81, p. 263.
87
Los proyectos educativos zapatistas contienen la otra educación nacida de las
comunidades y del conocimiento colectivo para formar una educación integral que
respete la realidad de las regiones y de los pueblos.
“Necesitamos una educación integral que respete la realidad de nuestra región y
de nuestro pueblo indígena, que haga mas fuerte nuestra experiencia cultural
hasta avanzar a la verdadera autonomía, porque la autonomía verdadera es la
que resuelve los problemas de nuestras comunidades para que vivan mejor”.99
La propuesta educativa zapatista se ha ido construyendo desde las propias ideas
de las comunidades gracias al hecho de compartir y aprender entre todos. Además, “la
experiencia educativa en las comunidades rebeldes ha debido ser experimental
necesariamente desde hace tres lustros, construida a contracorriente de la enseñanza
oficial, ante la cual se planta como alternativa desde la resistencia”.100
En territorio rebelde no existe un proyecto único, pues varía dependiendo las
características de cada región y de las necesidades de cada municipio aunque todos
mantienen procesos y ejes centrales comunes. Opuestas a los programas
implementados por la Secretaria de Educación Pública, las comunidades zapatistas
deciden sus propias formas de trabajo y acción, pues la lucha de los proyectos
zapatistas ha radicado en gran medida en ver al otro como sujeto y no como objeto. En
esta medida, abriendo espacios de expresión se respetan las lenguas, las vestimentas y
toda la cultura en conjunto.
Debido a la diversidad existente en estos territorios, cada municipio es el
encargado de llevar el control pedagógico, administrativo y financiero de sus escuelas.
El ciclo escolar, por ejemplo, varía en gran medida según la temporada de siembra y
cosecha, por las actividades del promotor o por las festividades, pero siempre y cuando
haya previamente un acuerdo colectivo. Otro ejemplo de esto es que en algunos
municipios
“los estudiantes crean sus propios libros de textos trabajando los temas de
historia desde su propia comunidad. Para ello, consultan con los ancianos y
99 “Mesa de trabajo 1”, op. cit. en 96, p. 19. 100 BELLINGHAUSEN, op. cit. en 5.
88
escriben una breve historia local. De esta manera se convierten en los sujetos (o
autores) de un texto escolar, lo que mejora sus habilidades de investigación”101.
Para comenzar con estos proyectos, y como parte de la resistencia, se decidió
sacar a los niños zapatistas de las escuelas oficiales o cerrarlas según las condiciones
de cada comunidad, en otros casos, se construyeron nuevos espacios que serían
escuelas autónomas zapatistas y se capacitó a jóvenes de las propias comunidades
para formarlos en promotores de educación. Esta organización no fue nada fácil y
atravesó varios procesos como la elección de quiénes fungirían como docentes.
Inicialmente, la propuesta fue invitar a los maestros de escuelas oficiales que antes del
levantamiento armado trabajaban como maestros rurales enviados por la SEP, sin
embargo, esta propuesto no fluyó mucho, pues muchos de ellos, aunque simpatizaban
con la causa, no estaban dispuestos a trabajar para la comunidad sin paga alguna (ya
se mencionó cómo todos los cargos asignados por la comunidad no recibirán retribución
económica), otra razón de esto fue que eran maestros reaccionarios que no solo no
simpatizaban con la causa, sino que participaban en contra de ella.
Para sacar adelante estos proyectos ha sido necesario involucrar a todos los
actores sociales que participan y exigirles un alto nivel de compromiso para sacar
adelante las tareas asignadas bajo la consigna de mandar obedeciendo al pueblo.
“Esta idea de ejercicio de un poder controlado “abajo y a la izquierda” se
encuentra en el corazón de la propuesta zapatista de democratización y buen
gobierno y se extiende del campo político regional en general hacia la
construcción particular de una nueva política educativa que no es homogénea en
cada instancia territorial”.102 La construcción de otra educación es el eslabón para la recuperación,
reproducción, transformación y continuidad cultural de estos pueblos indígenas, la cual
irá articulando su autonomía viéndola no como la imposición de un proyecto político
zapatista, sino como una alternativa para ampliar las expectativas de los niños,
101 ZIBECHI, op. cit. en 82, p. 270. 102 BARONNER, op. cit. en 85, p. 270.
89
multiplicando la capacidad de participar y de decidir a partir de la posibilidad de abrir la
construcción de la autodeterminación.
4.1.2.5. El andar de dos proyectos educativos Los proyectos educativos en territorio zapatista han sido diversos y van desde primarias,
secundarias y centros de capacitación a espacios donde se apuesta a la
“descolonización de los conocimientos, buscando consolidar autonomías con
compromisos colectivos, mediante la formación de conciencias críticas que fortalezcan
el protagonismo activo de los pueblos.”103
Dos de esos proyectos son Semillita del Sol y el Sistema Educativo Rebelde
Autónomo Zapatista de Liberación Nacional de La Zona Altos de Chiapas (SERAZLN-
ZAC).
103 Ibid., p. 18.
90
4.1.2.5.1. Semillita del Sol Este proyecto se comenzó a trabajar en la región de la Cañada de la Selva Lacandona
en un Aguascalientes ahora llamado Caracol V Roberto Barrios, desde 1997 y con la
capacitación de promotores, se fue extendiendo hasta llegar a la zona norte. Este
proyecto gira en torno al trabajo comunitario y la autonomía. En las escuelas del Caracol
5 se imparten clases de español, zoque, tzeltal y chol, además de materias como
Matemáticas, Historia, Vida y medio ambiente, y Lengua e integración a través de sus
13 demandas zapatistas. El objetivo de ésta última, como su nombre lo indica, es
integrar para comprender “los contenidos de estudios en las otras materias para
llevarlos a la práctica, con la intención de crear productos finales que den lógica al
conocimiento adquirido a partir de las demandas de su lucha social” 104 vinculando
siempre el conocimiento a prácticas comunitarias.
Las escuelas de esta zona se fueron construyendo poco a poco, con flexibilidad,
coherencia y significación, estableciéndose cada una de modos y a ritmos distintos: por
ejemplo, tomando escuelas oficiales e invitando a los maestros a ser parte de la lucha
yen otros casos se constituyeron escuelas paralelas a las del Estado.
Quizá una de las cosas más sobresalientes de este proyecto es cómo se empezó
a trabajar en comunidades que no contaban con un servicio educativo estatal y utilizaron
métodos y contenidos pedagógicos alternativos. El proyecto salió adelante por el trabajo
conjunto de todos los pueblos indígenas involucrados, por el apoyo de la sociedad civil
nacional, especialmente los estudiantes y profesores universitarios provenientes de
escuelas públicas como la UNAM y la ENAH quienes elaboraron planes de estudio junto
con las autoridades municipales apegados a las necesidades específicas de cada
pueblo, y por la sociedad civil internacional que ha hecho donativos económicos para la
construcción de escuelas.
4.1.2.5.2. Sistema Educativo Rebelde Autónomo Zapatista de Liberación Nacional de la Zona Altos de Chiapas (SERAZLN-ZAC)
104 NUÑEZ PATIÑO, op. cit. en 89, p. 286
91
En 2003 la Junta de Buen Gobierno correspondiente al Caracol 2, Oventic, vio la
necesidad de realizar una reunión con los centros donde hasta entonces se estaba
llevando acabo la educación autónoma y se dieron cuenta de que no existía una
coordinación entre los trabajos realizados.
“Después de varias reuniones realizadas en estos centros, y con la presencia de
la JBG, se llegó a un acuerdo en la unificación de un solo plan y en un solo
proyecto de educación, en la cual serviría para toda la zona Altos de Chiapas. De
esta manera, es así como queda conformado el Sistema Educativo Rebelde
Autónomo Zapatista De Liberación Nacional De La Zona Altos de Chiapas,
SERAZLN-ZACh, coordinado por un colectivo de coordinación general de todo el
sistema educativo, integrado por 4 compañeras y 6 compañeros”.105
Después de unificar los centros y crear el SERAZLN-ZACH se llegó a los siguientes
acuerdos:
• Nivelar las primarias existentes en estas zonas aplicando los mismos contenidos
relacionados con los principios de la lucha.
• Trabajar en un solo plan de actividades.
• Impartir en las diferentes escuelas primarias autónomas las mismas áreas de
conocimiento: lenguas, Matemáticas, Ciencias naturales, Ciencias sociales,
educación política y humanismo.
• Manejar los mismos horarios de actividades, de 9:00 a 14:00 hrs.
• Trabajo de lunes a viernes.
• Ciclo escolar de septiembre al 15 de julio con un cambio de actividades a
mediados del mes de diciembre hasta el 15 de febrero y respetando las
actividades agrícolas de las diferentes regiones climáticas de los pueblos.
• Realización de cursos y talleres de autocapacitación para la revisión y avaluación
del trabajo realizado, fortaleciendo el proceso de construcción y estructuración.
Dentro del SERAZLN-ZACH se encuentra un espacio de suma importancia
debido a la función que tiene dentro de este sistema: la Escuela Secundaria Rebelde
105 “Mesa de trabajo 1”, op. cit. en 96, p. 20.
92
Autónomo Zapatista 1 de enero. El trabajo en este espacio comenzó en 1997 a partir de
la necesidad de formar a los jóvenes capaces de dar servicios a los pueblos de la
región como promotores de educación autónoma. Sin embargo, fue hasta el año 2000,
después de tres años de trabajo basado en la coordinación, la capacitación y el
financiamiento, que la secundaria comenzó a funcionar con 180 jóvenes estudiantes
provenientes de municipios aledaños.
Adicionalmente, este espacio funcionó bajo la modalidad de albergue debido a la
lejanía de sus comunidades. La propuesta realizada en este centro “pone énfasis en el
carácter autónomo y liberador de la educación, sustentando su trabajo en la pedagogía
liberadora de Paulo Freire”. 106 La planeación de este espacio fue un arduo trabajo
colectivo con interminables reuniones donde participaban las comisiones de todos los
pueblos que analizaban la necesidad de las comunidades, planeando a partir de ello sus
cursos y programas, además de definir las áreas temáticas a implementar para
transmitir herramientas para conocer derechos y fortalecer la lucha:
• Comunicación
• Matemáticas
• Ciencias sociales
• Ciencias naturales
• Humanismo
• Producción
• Tzotzil
Cabe destacar que para el apoyo económico de esta secundaria se construyó el
Centro de Español y Lenguas Mayas Rebelde Autónomo Zapatista (CELMRAZ), donde
se ofrecen clases de tzotzil y español a nacionales y extranjeros con una pequeña cuota
por la implementación del curso.
4.1.2.6. Promotor de educación
106 GUTIÉRREZ NARVÁEZ, op. cit. en 92, p. 102.
93
La participación de jóvenes indígenas ha sido fundamental en el proceso de
construcción de la autonomía, pues algunos de ellos fungen como promotores de
educación apoyados siempre por la propia comunidad en el cuidado de su parcela, en
los gastos generados por su traslado de comunidad a comunidad y en el cuidado de su
familia, mientras la sociedad civil nacional e internacional los apoya en su formación
pedagógica.
Gracias a los fuertes aportes financieros de la comunidad internacional se han
logrado construir diversos centros de capacitación como el Centro de Formación de
Promotores Compañero Manuel, en La Culebra, del Municipio Autónomo en Rebeldía
Ricardo Flores Magón, perteneciente al Caracol 3, La Garrucha. Gracias a la campaña
Una escuela para Chiapas, realizada por mujeres y varones griegos con fin de difundir la
palabra zapatista, se logró construir, en 2004, este centro que cuenta con salones de
clases, dormitorios, biblioteca, baños y regaderas, comedor, cocina y una cancha de
basquetbol.
94
El promotor educativo viene a suplantar al “maestro explicador” y su trabajo
consiste en demostrarle al alumno que no puede aprender si no se le explica”107. Ellos
son, en su mayoría, jóvenes del pueblo elegidos por la comunidad en asamblea,
adquieren derechos y compromisos y en gran medida se convierten en un “maestro
emancipador capaz de inducir e incitar a sus alumnos a usar su propia inteligencia, o
sea a aprender”108. Para apoyarlos en algunas regiones existe la figura del supervisor,
quien visita los pueblos del municipio y lleva el reporte de los avances y necesidades de
cada región. Ninguno recibe salario: sus gastos son apoyados con las ganancias que
dejan los trabajos colectivos realizados por las bases de apoyo.
La formación pedagógica de estos jóvenes era apoyada especialmente por la
sociedad civil nacional, casi siempre jóvenes universitarios interesados en aprender lo
planteado y vivido por estas comunidades. Estos jóvenes diseñan y proponen planes de
estudios para la formación de promotores, todo acotado con las solicitudes puntuales de
los pueblos:
“como Concejo Autónomo le damos las propuestas a los capacitadores, para que
ellos se encarguen de estudiar y de ampliar más y ya nosotros lo vamos
checando si no aumentó otro que no esté adentro de nuestra demanda. Le
damos su trabajo y nosotros lo checamos después, si vemos que está mal lo
corregimos. Estos compañeros capacitadores del D.F. están muy de acuerdo,
ellos respetan todo de lo que nosotros les decimos, si les decimos es que está
mal, están de acuerdo de corregirlo porque es su trabajo. Agarró lo que es de los
pueblos, agarramos la idea del pueblo. Tanto como le decíamos, usted aprendió
en la escuela oficial, gracias que nos quiere apoyar, ahora queremos que nos
apoye pero en esta forma, en esta forma de educación. Entonces estuvieron de
acuerdo, por eso estas propuestas, ya los concejos autónomos le presentaron a
los capacitadores. ¿Cómo queremos que aprendan nuestros promotores? ¿Cómo
queremos que sean enseñados nuestros promotores? Para que estos promotores
vayan a enseñar en cada comunidad, entonces la comunidad estuvieron de
acuerdo.”109
107 ZIBECHI, op. cit. en 82, p. 262. 108 ibidem 109 BARONNET, op. cit. en 85.
95
El cargo de promotor y el horario puede llegar a ser de tiempo completo o
combinar cargos y actividades. El concepto de “promotor” rompe con la estructura del
maestro tradicional, asumido como autoridad y basado en el método de la
memorización. En cambio, el promotor es un compañero que va aprendiendo junto con
los niños zapatistas y es parte fundamental de la comunidad porque una de sus
funciones es promover el trabajo colectivo, eliminando el papel ascendente.
“El promotor de educación, hoy es considerado en el Caracol de la Garrucha, por
ejemplo, como uno de los cargos de autoridad civil mas prestigiados. Sin
embargo, desde que comenzó a observar una constate rotación de promotores
entre los años 1999 y 2007, el reconocimiento por su servicio viene siendo
capitalizado políticamente junto con otros cargo de naturaleza distinta”.110
Los promotores de la educación no son reconocidos por el Estado mexicano, pero los
miembros de cada comunidad transmiten e impulsan la lucha y la educación verdadera
mientras el promotor y el estudiante se ven como iguales.
La función de los promotores es difundir la otra educación en las diferentes áreas
del conocimiento práctico y teórico a través de enseñar aprendiendo bajo la máxima de
que “la enseñanza es para la vida, para comprender mejor nuestro mundo”.
4.1.2.6. Financiamiento e infraestructura
Sin duda, una de las tareas más difíciles de la consolidación de la autonomía ha sido el
financiamiento para la realización de los proyectos educativos. Como ya se mencionó
anteriormente, cuando estos territorios declararon su resistencia renunciaron a todo tipo
de recurso financiero otorgado por el Estado mexicano y se vieron en la necesidad de
buscar formas propias de financiamiento.
La existencia de los Aguascalientes propició la formación de un vínculo muy
estrecho con la sociedad civil, pero la desigualdad en los avances para la construcción
de escuelas, hospitales y servicios en general siguió siendo muy marcada dentro del
territorio. Las comunidades más visitadas por la sociedad civil nacional e internacional
110 BARONNET, op. cit. en 95, p. 26.
96
eran las más avanzadas y las que recibían mayores donativos, lo cual traía mucha
división dentro de la comunidad, pues algunas familias creaban vínculos personales con
los visitantes y recibían apoyo personalizado.
Esto cambió con la reorganización y la creación de los caracoles, pues se decidió
que todos los donativos y apoyos financieros fueran recibidos por las Juntas de Buen
Gobierno de cada caracol y ellas asignaran el recurso al municipio o comunidad con
más necesidades. Con esta nueva organización se establecieron formas de trabajo que
rompieron con el paternalismo, la caridad y la compasión emergentes:
“No les reprochamos nada (a los de la sociedad civil que llegan a las
comunidades), sabemos que arriesgan mucho al venir a vernos y traer ayuda a
los civiles de este lado. No es nuestra carencia la que nos duele, es el ver en
otros lo que otros no ven, la misma orfandad de libertad y democracia, la misma
falta de justicia. [...]Guardo un ejemplo de «ayuda humanitaria» para los
indígenas chiapanecos, llegado hace unas semanas: una zapatilla de tacón de
aguja, color rosa, de importación del número 6 y 1/2... Sin su par. La llevo
siempre en mi mochila para recordarme a mi mismo, entre entrevistas,
fotorreportajes y supuestos atractivos sexuales, lo que somos para el país
después del primero de enero: una cenicienta. [...] Estas buenas gentes que,
sinceramente, nos mandan una zapatilla rosa, de tacón de aguja, del 6 y 1/2, de
importación, sin su par... Pensando que, pobres como estamos, aceptamos
cualquier cosa, caridad y limosna. ¿Cómo decirle a toda esa gente buena que no,
que ya no queremos seguir viviendo la vergüenza de México? No, ya no
queremos seguir viviendo así.” 111
El apoyo de la sociedad civil internacional ha sido primordial para este trabajo. Bajo la
vigilancia del Consejo Autónomo se distribuyen los donativos, destinados principalmente
a la construcción y equipamiento de edificios. El mantenimiento y funcionamientos de
éstos depende directamente del aporte de las familias indígenas.
111 CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE ZAPATISMO, Subcomandante Insurgente Marcos, "Segunda parte: una muerte", en La treceava [sic] estela, [s. d.], 2003, <http://www.cedoz.org/site/content.php?doc=511&cat=13> [Consultado el 07/02/13].
97
Además, los promotores han impulsado con los niños proyectos escolares como
el cultivo de hortalizas, donde el fruto es vendido con personas dentro y fuera de la
comunidad. Estas ganancias son utilizadas únicamente para las necesidades propias de
la escuela y se realizan almuerzos colectivos surtidos con lo cosechado por los
integrantes de las escuelas. Esta actividad sirve, además, para impulsar las discusiones
entre los niños de las escuelas, la organización, el nombramiento de comisiones, la
definición de dónde irán las ganancias y la concientización del sentido de la autonomía.
Las escuelas se encuentran en lugares céntricos, “entendido como dimensión
espacial de control social directamente constituido por el solar (terreno), el edificio
(aulas) y el mobiliario escolar”.112La construcción, el mantenimiento y la infraestructura
es asunto de todos y todos resguardan ese espacio porque es de todos. Hay escuelas
construidas con trabajo comunitario y los espacios físicos sirven también para la
realización de reuniones y talleres; no son exclusivos del promotor. El comité de
112 BARONNET, op. cit. en 100, p. 225.
98
educación se encarga de su cuidado, pero también la comunidad: autoridades y
promotores son parte del tejido social, toman su lugar en él y lo cuidan.
Datos recientes dicen que en territorio zapatista “existen aproximadamente 500
escuelas en resistencia” 113de las cuales se hacen cargo los pueblos rebeldes. En cada
uno de los cinco caracoles se han creado diversos centros de capacitación educativa,
escuelas primarias, secundarias en las cabeceras municipales e incluso una secundaria
técnica en Roberto Barrios. Los planes de estudio están en constante cambio y se van
modificando de acuerdo con los resultados y necesidades emergentes.
Así, las escuelas zapatistas van desarrollando poco a poco una educación que les
permite no sólo recuperarse y alejarse del etnocidio, sino también potenciar sus culturas
indígenas, que habían estado sometidas a los proyectos del Estado.
Caracol Zona territorial
Junta de Buen
Gobierno
Sede regional
Nombre de los MAREZ
Grupos étnicos
Núm. aprox.
escuelas, promotores y alumnos
Madre de los
Caracoles del
Mar de Nuestros Sueños
Selva Fronteriza
Hacia la Esperanza
La Realidad
- General Emiliano Zapata
- San Pedro de Michoacán
- Libertad de los Pueblos Mayas
- Tierra y Libertad
Tzeltales, tojolabales y mames
- 50 e. - 150 p. - 1,800 a.
Resistencia y
Rebeldía por la
Humanidad
Altos de Chiapas
Corazón Céntrico de los
Zapatistas delante del
Mundo
Oventic
- San Andrés Sacamch’en de los Pobres
- Santa Catarina - San Juan de la
Libertad - San PedroPolhó - Magdalena de la
Paz - 16 de Febrero - San Juan Apóstol
Cancuc
Tzotziles y Tzeltales
- 60 e. - 300 p. - 3,300 a.
Torbellino de
Nuestras Palabras
Tzots Choj
Corazón del
Arcoiris de la
Esperanza
Morelia
- 17 de Noviembre - Lucio Cabañas - Coman-dante
Ramona
Tzeltales, tzotziles y tojolaba-les
- 120 e. - 300 p. - 3,000a.
113 BARONNET, Bruno, “La educación autónoma en los pueblos zapatistas de Chiapas”, en Suplemento La jornada el campo, México, n. 62 (17 de noviembre de 2012), p. 18.
99
Resistencia Hacia un Nuevo
Amanecer
Selva Tseltal
El Camino
del Futuro
La Garrucha
- Ricardo Flores Magón
- Francisco Gómez - San Manuel - Francisco Villa
Tzeltales, choles, tzotziles y tojolaba-les
- 120 e. - 200 p. - 4,000 a.
Que Habla para Todos
Norte de Chiapas
Nueva Semilla que va a Producir
Roberto Barrios
- Benito Juárez - El Trabajo - La Paz - Francisco Villa (II) - Akabalná - Vicente Guerrero - Rubén Jaramillo - El Campesino - La Dignidad
Choles, tzeltales y zoques
- 160 esc. - 350 prom. - 4,000
alum.
TOTAL: - 500 e. - 1,300 p. - 16,000 a.
Fuente: Declaraciones públicas de los Consejos autónomos (2005-2007), apud en BARONNET, op. cit. en [100], p. [211].
100
Conclusiones
Desde sus inicios la lucha zapatista por medio del diálogo y la conformación de su
autonomía abrió la puerta a una historia construida desde los protagonistas y en la que
los pueblos originarios se reconocen y se incluyen en un nuevo andar.
La convergencia de tres actores sociales en esta lucha en los años 80 definió e la
conformación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional: la diócesis de San Cristóbal
de Las Casas y con su teología de la liberación, los jóvenes citadinos “dispuestos a
cambiar el mundo”114 y los indígenas mayas olvidados por el país y el mundo entero,
dieron lugar a una organización social y militar que recoge claramente prácticas del
pasado indígena y prácticas verdaderamente democráticas, dándole una nueva
dimensión a la colectividad, a la obediencia y al mandato.
Las vertientes de este movimiento han permitido la construcción de la autonomía
sin permiso, ejerciendo el gobierno bajo sus propias dinámicas de convivencia. Los
zapatistas mismos declaran que ahora se trata de “ya no mendigar, esperar, pedir,
suplicar, sino ejercer [nuestra] libertad”,115para cambiar el mundo.
La búsqueda de la consolidación de la autonomía sin permiso ha permitido el
avance político y social en este territorio a través diferentes formas de organización,
como son la conformación de los municipios autónomos, la creación de los
Aguascalientes y finalmente los Caracoles y con ellos las Juntas de Buen Gobierno, los
cuales representan una opción concreta de organización donde las comunidades se
involucran en un intenso proceso de desarrollo de sistemas autónomos fuera del control
social del Estado tradicional y fuera de la lógica del capital. La organización se estructura
de manera horizontal mediante las Juntas de Buen Gobierno encabezadas por
autoridades elegidas por los propios involucrados, lo cual ha permitido el ejercicio de una
democracia totalmente diferente donde cada integrante, hablando en asamblea, analiza,
opina, propone ejerce. Esto deriva en la construcción colectiva del camino a seguir,
plasmando el mandar obedeciendo y la materialización de la autonomía sin permiso.
114 Quienes, por cierto, fueron cambiados sin darse cuenta en su andar por las montañas: dejaron de lado su marxismo ortodoxo y modificaron su concepción del mundo a partir de su relación con los indígenas del sureste mexicano. 115 ENLACE ZAPATISTA, Ellos y nosotros. I.- Las (sin)razones de arribe [en línea], [s. d.], 18/11/06, disponible en: <http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2013/01/20/ellos-y-nosotros-i-las-sin-razones-de-arriba/>. [Consultado el 07/02/2013]
101
Estas comunidades día a día demuestran la claridad de lo que buscan tomando a
la educación como eslabón determinante para su construcción y consolidación. En esta
educación su proceso de enseñanza-aprendizaje es asumido desde el nacimiento, desde
la familia misma, la cual se convierte en la columna vertebral de la comunidad y
reproduce formas de vida a través de la enseñanza de cosmovisión, roles, tradiciones y
valores esencia para ser indígena (honrad. Adicionalmente, este eje axiológico va
cambiando a partir de la resignificación que le dan las nuevas generaciones.
La construcción de nuevos proyectos educativos en estos territorios ha sido
indispensable para los indígenas en la defensa de su existencia. Han rechazado toda
educación proveniente del Sistema Educativo Nacional, pues ha tenido por objetivo
principal ser un instrumento de aculturación, de despojo cultural y ejecutor de un
etnocidio cultural para occidentalizarlos a través de la educación para la sumisión, la
dominación y la obediencia, “preparar, pues, las condiciones para que exista la
servidumbre que requiere el sistema capitalista neoliberal”.116
La educación oficial sin duda ha trastocando las identidades y la percepción de la
realidad, ha transformado las relaciones sociales dentro de la comunidad y ha convertido
el “saber indígena al saber nacional homogéneo”.Si existiera el caso de que el Estado
estuviera interesado en crear políticas interculturales, sería necesario que se plantearan
desde la libertad de las culturas indígenas para reconstruir su cultura, afectada constante
y consistentemente por más de cinco siglos.
Esta educación, la otra educación como ellos la llaman, se apoya en la teoría de la
liberación para formar personas críticas y sensibles a la realidad, capaces de tomar en
sus manos su realidad y transformarla. Esta otra educación da como fruto, a partir de una
novedosa política democrática la apertura de espacios para la discusión y la
consolidación de la autogestión. Ello con miras a construir, por medio de la autonomía,
un mundo donde quepan muchos mundos, un conjunto de nuevas relaciones sociales.
La educación autónoma zapatista, por tanto, es el resultado de consensos y
acuerdos tomados en el interior de las comunidades indígenas zapatistas, donde
diariamente se hace un esfuerzo común por superar los rezagos educativos para la
consolidación de su autonomía y de una vida digna. Igual que con la política, las
116GÓMEZ LARA, op. cit. en 83, p. 292.
102
comunidades zapatistas están construyendo un sistema educativo de acuerdo a sus
condiciones para transformar su vida política, económica y social a través del
redescubrimiento de la vida colectiva y compartiendo responsabilidades, preguntando al
compañero de al lado la mejor forma de construir.
La educación zapatista es una práctica llena de resignificaciones donde se
alimenta, explora, cuestiona y construye. La construcción de una identidad rebelde se
logró cuestionando al Estado tradicional, desconociéndolo y construyendo una educación
donde se habla de quiénes son sus participantes y de la situación en la que se ha vivido.
Se busca la resignificación de género humano, etnia y clase: el Estado mexicano es
quien condenó a los pueblos originarios a esto y ellos respondieron gestando esta
rebelión.
Así, podemos concluir que los indígenas zapatistas buscan mantener y desarrollar
sus formas propias de vida sociocultural, al tiempo que van transformando las relaciones
de explotación y opresión en las que han estado inmersos por siglos. Este objetivo se
logra mediante el arduo y gratificante trabajo de utilizar a la escuela como una bandera
de lucha social contra el Estado tradicional y contra la muerte.
103
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