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Libro digital, EPUB CDD 863 ISBN 978-987-3863-51-6

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Cardozo,ClaudiaLasombradesusecreto/ClaudiaCardozo.-1aed.-SanMartín:Vestales,2016.Librodigital,EPUB

ArchivoDigital:descargayonlineISBN978-987-3863-51-6

1.NarrativaHistórica.I.Título.CDD863

©EditorialVestales,2016©deestaedición:EditorialVestales.

info@vestales.com.arwww.vestales.com.arISBN978-987-3863-51-6Primeraediciónenlibroelectrónico(epub):juliode2016

Todoslosderechosreservados.Quedanrigurosamenteprohibidas,sinlaautorizaciónescritadelostitularesdelcopyright,bajolassancionesestablecidasenlasleyes,lareproduccióntotaloparcialdeestaobraporcualquiermediooprocedimiento,comprendidoslareprografíayeltratamientoinformático,yladistribucióndeejemplaresdeellamediantealquileropréstamospúblicos.

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Amispadres,AnayAndrés.

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PRÓLOGO

Colchester,Essex,1880.

LavidadeEmilyBrowningnosehabíacaracterizadoporserenparticularsencillanimuchomenosrebosantedealegríasenlosúltimosaños.Mientrasobservabacómolatierraeralanzadasobreelféretrode sumadre, se dijo quenada la había preparadopara un acontecimiento tandoloroso, ni siquiera laimprevistamuertedesupadre,tresañosatrás…Alpensarensunobleygenerosamadre,ladamamásamablequehabíaconocido,sintióunavezmásesaasfixianteangustiaalojadaenelpecho,comosielcorazónselehubieragolpeadohastaquedartanlastimadoqueelsimpleactoderespirarrequirieraungranesfuerzo.

¿Cómoera posible queunamujer tan llenadevidadesapareciera de la faz de laTierra con tantarapidez?Laenfermedadlaatacósinunsoloavisoyselallevóconlamismapacíficasimplezaconlaqueellahabíallevadogranpartedesuvida.Enciertosentido,Emilyagradecíasufaltadesufrimiento,perolehacíatantafalta…

Alsentirunsuaveapretónenlamano,lamuchachaabandonósuspensamientosybajólamiradaparaencontrarseconelpequeñorostrodesuhermanaMary.¡Eratanhermosa!Inclusoenesemomento,conelsevero vestido negro que resaltaba su palidez, era imposible dejar de apreciar la perfección de susrasgos,losdelicadoslabiosencarnadosyelsedosocabellocastañoqueellamismasehabíaencargadodepeinarconesmero.Casideformainconsciente,pasóunamanoporsupropiocabello,oscuroyliso,que llevaba sujeto firme en un sencillo peinado en lo alto de la cabeza. No era la primera vez quepensabaen lasnotoriasdiferenciasquehabía entre suaspectoyeldeMary.Mientrasque laniñaeradelicada,debellezaserenayunairedesvalidoqueinspirabaunainmediataternura,Emilysemostrabacomounajovenmujerdeexteriordecidido,rasgosfirmesquehablabandeciertadurezaenelcarácteryunaaparienciasugestivaque,quieneslaconocían,encontrabanmuyatrayente.

Suhermanaleapretólamano,yEmilyexhalóunsuspirodepesartrasdarleunanuevamirada.SabíaqueMaryhabríapreferidohacerjustolomismoqueelladeseabacondesesperación:irasucasayllorardurantehoras,paraasípurgarpartedeldolorquelaabrumaba.Sinembargo,esonoeraposible,noaún,debían esperar que culminase el servicio y luego algunas personas insistirían en acompañarlas ypermanecerunmomentoconellas.Lasolaideaderechazaresegestoerainaceptable.

Emilyignoróunavezmáslaspalabrasdelsacerdoteyobservóelcielo,interesadaporlasuavebrisaque le sacudió el cabello. Apenas logró contener un suspiro de alivio al ver las nubes que searremolinaban unas contra otras, aquello solo podía presagiar una tormenta. No serían muchas las

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personasqueseofreceríanaacompañarlasacasaconeseclima;eraposiblequesololaseñoraJenkinsysu hija Anne insistieran, y ello debido a que vivían cerca y el regreso no les resultaría demasiadocomplicado.

Elclimapareciótomarcomounaseñallafinalizacióndelservicio,porquefuejustoentoncescuandodesatótodasufuria.Lalluviaempezóacaer,yelviento,inclemente,golpeólasmejillasdeEmily.SecubrióunpocomejorloshombrosconelsencillochalnegroyacercóaMaryparaprotegerladelfrío.Conunaúltimamiradaa la tumbadesumadre,empezóaandar; lapequeñamanodesuhermanabiensujeta,comositemieraperderlatambiénaella.

Talycomopensó, lospocosasistentesseexcusaroncon rapidez,yellaagradeció lasmuestrasdeafecto. La mayor parte eran personas humildes que conocían a su madre desde que había llegado aColchester. Sus antiguos conocidos de Wiltshire, donde habían vivido durante tantos años hasta quedecidieronhaceresecambioensuresidencia,nohabíansidonotificados.Emilynoleencontrósentidoporquesetratabadepersonasmayoresquenuncahabríanpodidohacereselargoviajeysolosehabríansentidoincómodosantelanecesidaddeescribirleparaexcusarse;además,apenasdebíanderecordarla,yquizáesofueralomejor.Alnocontarconmásfamiliarescercanos,eranaturalparaEmilysuponerquedebíamostrarseagradecidadehabercontadoconlapresenciadelaspersonasquesepreocuparonporestarasuladoenunmomentotandifícildesusvidas.Y,sinembargo,deseabacontantadesesperaciónquetodosdesaparecieran…

Alllegaralacalleenlaqueestabaubicadalapequeñacasaqueocupaban,noleextrañóenabsolutoque, tal y como había supuesto, la señora Jenkins yAnne fueran las únicas que se habían ofrecido ahacerlescompañíaunmomentoconunatazadetéyuntrozodelatartaquelabuenaseñoralehabíahechotraer a su hija de la casa vecina.Apenas hablaron, en granparte debido a queEmily respondía a lasamables preguntas con monosílabos, y que Mary permanecía en obstinado silencio. Apenas habíaformulado un par de frases desde la muerte de su madre y, aunque de por sí no era una niña muycomunicativa,nodejabaderesultarextrañoenunapequeñadeapenasochoaños.

Cuandolasmujeressemarcharon,Emilyexhalóunsonorosuspiroyseencargódelavaryguardarlavajillaenelaparadordelaminúsculacocinaconmovimientosmedidosycalculados,atentaaMary,quepermanecía sentada en una de las sillas frente a la mesa que acostumbraban a usar para comer. Deespaldas a ella, le podía oír la tenue respiración y el golpeteo nervioso del zapato contra el suelo,ademánquedelatabalanecesidaddecontarconsuatención.Al terminar las labores,Emilydiomediavueltayobservóasuhermanamientrasesperabaquefueseellaquienhablara.Empezabaapreocuparleesemutismotanpocousual.

—¿Quépasaráahora,Emily?

LavozdeMaryeraextrañamentegraveparaperteneceraunaniñadesuedad,peroenopinióndeEmily,leconferíauncuriosoencanto.

—Ahora seremos solo tú y yo, por supuesto. —Hizo un esfuerzo por plasmar un leve tono deoptimismoenlavoz.

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Suhermanasuspiróymeneólacabezadeunladoaotro,laslargastrenzasselesacudierondebidoalmovimiento.

—Laechodemenos—dijoalcabodeunmomentocontonoquedo.

Emilyseacercóysearrodillófrenteaellasin importarleensuciarelúnicovestidoapropiadoqueteníaparaelluto.Miróasuhermanaalosojos,queempezabanalagrimearpesealosobviosintentosdelapequeñapormantenerlaserenidad.

—Tambiénlaextraño,Mary,siempreloharé,ytútambién;perotenemosquecontinuar.

—¿Ycómoloharemos?Estamossolas,sabeslodifícilqueeratodoconmamáaquí,yahora…

Emilyletomóelrostroentrelasmanoscongestofirmeylaobligóasíaverlaalosojos.

—Noestamossolas,Mary,nostenemoslaunaalaotra—dijo,contonoseguro—.Todoestarábien.

LaniñalesostuvolamiradaduranteunosinstantesqueaEmilyleparecieronhorasy,alfinal,asintióuntantoinsegura.

—¿Puedesprometerlo?

Emilydiounamiradaalrededoryfruncióelceñoalcontemplarelescasoymodestomobiliarioylasdesnudasparedes.Sinembargo,notitubeóalresponder.

—Teloprometo—dijo,altiempoquelatomabaporloshombrosyleapoyabalacabezacontraelpecho—.Todoestarábien.

Emilyrogóporquesumadrelaayudaraacumpliresapromesa.

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CAPÍTULOI

Londres,seismesesdespués.

Lord John Cahill, conde de Falmouth, se miró la mano derecha con el ceño fruncido y rumió unamaldición entre dientes. Dolía como el infierno. Sin duda, el invierno llegaría pronto. Desmontó delcaballomientrashacíatodoloposibleparaevitarqueelrictusdedolordelatarasuincomodidadydejólasriendasenmanosdelpalafrenero,queseapresuróaencargarsedelamontura.

EntantoseencaminabaparacruzarlasgrandespuertasdeentradadeFalmouthHouse,lapropiedadqueacostumbrabaaocupardurantesusvisitasaLondres,flexionólosdedosunayotravezpararelajarlos músculos dañados y aliviarse un poco. De haber usado guantes, el malestar habría resultado aúnmayor, para desconcierto de su médico personal, que había sugerido con frecuencia que esa prendapodríaserledeayuda.EnopinióndeJohn,estabaequivocado;élyadebíasaberque,despuésdetodo,setratabadesumano.

Tanprontocomopusounpieen laescalinataprincipal, elmayordomosalióa suencuentrocon lahabitualprontitud;JohnsepreguntabacómolograbaHarrisonconocerelmomentoprecisodesullegadaauncuandonohubieraenviadounmensajeparaanunciarsuvisita,comoenaquellaocasión.

—Milord, bienvenido; nos alegra tenerlo entre nosotros.—Hizo una profunda reverencia; tenía elrostroserio,peroamable—.¿Tuvounbuenviaje?

—Tanbuenocomoesposibleenunclimacomoeste,loscaminossonundesastre.

Elmayordomoelevóunaceja.

—Lolamento—dijo,yenverdad,parecíaqueasíera—.Talvezdeseecambiarsederopa,beberuntéydescansar.

Johnnopudocontenerunasonrisaaloíraquellevetonopaternal,yesesimplegestooperóuncambioasombrosoensusemblante.Noacostumbrabaasonreírconfrecuencia,pero,cuandolohacía,todalíneadetirantezseledisipabadelrostrocomoporartedemagia;susfaccionesmostrabanlospocomásdetreintaañosqueteníaytodogestodefastidioerareemplazadoporunodesinceratranquilidad.

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En opinión del mayordomo, ese cambio le resaltaba los ojos oscuros y los apuestos rasgos. Pordesgracia, esonoocurría con frecuencia,por loquequienes lo conocían siempremencionabanqueelaspectodelcondedeFalmouth,aunqueatractivoasimplevista,eratanoscurocomosuaparienciaytanariscocomolassecasfrasesqueacostumbrabaaformular.

—Tendréencuentatusugerencia,Harrison.—Diounacabezadaenseñaldeasentimientoaltiempoquelasonrisaseleesfumabadelrostro—.EsperoalordWilmotencualquiermomento,queloescoltenalabibliotecaencuantollegue,loaguardaréallí.

—Porsupuesto.

Elmayordomohizounanuevareverenciaydiomediavueltaparacumplirlasórdenes.Johnlodetuvoconungesto.

—Creoqueaceptaréunpocodeeseté.Ordenaquelollevenalabiblioteca.

—Lotendráencincominutos,señor.

Elcondenorespondióysedirigióalaestanciaconelpasoenérgicoquelocaracterizaba.Cerrólapuerta tras de él y solo entonces se permitió exhalar un suspiro.El viaje desdeGloucestershire se lehabíahechoeterno,yeldolorenlamanoaumentaba.Seacercóaunaparadorconbebidasysesirvióunacopadecoñac,quebebiódeunsolotrago.

El calor de la bebida le infundiónuevosbríos a su cuerpo e incluso el dolor pareciómenguar unpoco,loqueleprovocóunintensoalivio.Mástranquilo,fuehastaelamplioventanalquelebrindabaunavistaprivilegiadadelaplazafrentealamansiónyapoyólafrentecontraelcristal.

Hastahacíacuatroaños,pocosfenómenoslellamabanlaatencióncontanvivointeréscomolalluvia;en su opinión, era un espectáculo del poderío de la naturaleza, que disfrutaba de recordarle a lahumanidad su fuerza y superioridad. Sin embargo, tormentas tan violentas como aquella solo podíanpresagiardesgracias.

DesechólosmalosrecuerdoscuandounsuavetoquealapuertaanunciólapresenciadeHarrison,queveníaacompañadoporunjovenlacayoque,asuvez,portabaunabandejaconelserviciodeté.Johnalzóunacejaalvertambiénunascuantaspastasyemparedados;nohizocomentariosyagradecióconuncasiimperceptiblegestoqueelmayordomoadvirtiódeinmediato.

Al quedarse de nuevo a solas, vertió un generoso chorro de coñac en la taza, tomó un par depastelillosysesentófrentealgranescritorio.Aunqueesahabitaciónhabíasidoconstruidaconelúnicofin de albergar la amplia colección del condado de Falmouth, cuando John asumió el título decidióconvertirlaensudespachoprivado.Paraello,hizoalgunoscambiosque,ensuopinión,produjeronunafavorable transformación en esa lúgubre estancia. Se conservaron los clásicos paneles de roble en lagalería, pero se encargó de que los libros fueran recatalogados en los nuevos estantes que ordenóconstruir, mucho más austeros que los anteriores. Según creía, los libros no necesitaban un espaciofastuosoparaserapreciados,eranjoyasensímismos.

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Dispuso tambiénque el pequeñoescritoriodel bibliotecario fuera enviado aun rincón.Si decidíacontrataraotroenelfuturo,sindudanotendríamayoresproblemasenocuparunespaciomásreducidoenlasala.

El gran escritorio de roble que escogió para él irradiaba un aire de sencillez espartana y sólidaelegancia.Seubicó justobajo la ventanapor la que se filtraban los rayosde sol en losdías cálidos.Pocascosasleagradabanmásquesentarseallíyreclinarlacabezacontraelrespaldodesusillafavoritaconunlibroentrelasmanosmientraslosrayosdesolleacariciabanelrostro.

Unavezmásfuesacadoconbrusquedaddesuspensamientosporunosgolpesenlapuertaydioelconsentimientoparaqueelvisitantefranquearalaentrada.

—John,viejoamigo,¿dóndehasestadoyporquésolicitastemipresenciacon tantaarrogancia?Apesardeloquepiensas,yotambiéntengoalgunascosasquehacer.

Lord Henry Wilmot no podía ser más diametralmente opuesto al conde de Falmouth, tanto enaparienciacomoencarácter.MientrasJohnteníaojosycabellotanoscuroscomolanoche,Henryposeíaunos vivaces ojos azules y el cabello le irradiaba un tono rojizo muy particular. Era un hombre denaturaleza gentil, pronto para la risa y con una expresión que dejaba intuir un carácter divertido ydespreocupado,todoloopuestoalsemblanteserioyuntantolúgubrequesuamigoexhibíacasitodoeltiempo.Sinembargo,y,peseaello,eraunaamistadsólidaquesehabíacimentadoconlosañosdesdequeseconocierondurantesuformaciónenlaescuela.

—Buendía,Henry.—John levantó la tazaenseñaldesaludocon lasombradeunasonrisaque lebailabaenloslabios—.CreohabermencionadoenminotaqueacababadellegardeGloucestershireynorecuerdohabersidoarrogante.

—Oh,bueno,yaqueno lofuiste,no tengomotivosparaofenderme.—Henryrioentredientesysedejó caer sobre un sillón con su habitual indiferencia—. Celebro tu llegada, pero no deja de serimprevistaynoeresunhombrequesedejellevarporsusimpulsos.

—Meconocesbien.Heplaneadoesteviajedurantemeses.—Hizoungestopararestarimportanciaasuspalabras.

—Eso,encambio,suenamáspropiodeti,siempretanmetódico.

Johnloobservóconunacejaalzada.

—Sospechoqueesenoesprecisamenteunhalago.

—Puedestomarlocomounosiasílodeseas.—Henryseencogiódehombros—.¿Ybien?¿Cuáleselmotivoporelquehonrasalagranciudadcontupresencia?

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—Nohayunmotivoenparticular.Adecirverdad,estenoesunviajequeansiabahacer,sabesqueprefiero quedarme enGloucestershire.—Sepuso de pie y se dirigió al aparador—. ¿Puedo ofrecertealgo?

—Nomenegaréaunacopadetubuenbrandy.—Henrysonrióyelevólascejasdeformatancómicaque John sacudió la cabeza al tiempo que sonreía—. ¿Qué clase de importantes asuntos obligan alpoderosocondedeFalmouthaabandonarsupreciadohogar?

John le entregó la bebida y se apoyó en un sillón frente al que ocupaba su amigo; lo miró conexpresiónpensativa.

—SetratadeAlexander.—Suvoz,porlogeneralprofunda,sonóuntantoapocada.

—¿Quéocurreconél?¿Noseencuentrabien?

—No,notienenadaqueverconsusalud,estábien.—Fruncióelceñoehizoungestodeimpotencia—.Essucarácterelquemepreocupa.Olaaparentefaltadeél.

Henryguardósilencio,pensativo,yalcabodeunosminutosasintió.

—Tuhermanoesunniñounpocotímido,esverdad,peronoresultadeltodoextraño.Nopuedessertanexigente.

Elcondehizoungestodefastidioconlamanopararestarleimportanciaalaspalabrasdesuamigo.

—Ya tiene doce años, no es precisamente un niño.He optado pormostrar especial consideracióndebidoasuedad,peromisesperanzasdequesuperarasusreservassehanvistotruncadasconelpasodel tiempo. Sigue del todo abstraído, ha cambiado ya a tres tutores, todos ellos con excelentesreferencias.Sencillamenteseniegaaaprender,apenashablaycadavezqueestáenmipresencia luceaterrado.

—Bueno,debesreconocerqueposeesunapersonalidadintimidante.—Henryprocuróimprimirleuntono despreocupado a esas palabras a fin de apaciguar el obviomalestar de su amigo—.He visto ahombrestemblaranteti,¿porquénoloharíaunniño?

—¡Hedichoquenoesunniño!Esmihermano,miheredero.¿Quiénmantendrálagloriadenuestrocondadocuandoyonoesté?

—¿Cuandoyanoestés?—repitióuntantoburlón—.John,noeresprecisamenteunanciano,viviráspormuchosañosmás,yestoysegurodequeAlexander tendrá tiempoparaprepararseyhacerunbuenpapel.—Miróasuamigoporencimadelacopaantesdecontinuar—.Sifueraesasuresponsabilidad,claro.

Johnhizoungestoexasperadoanteeltonoquedelatabaunaintenciónoculta.

—Desdeluegoqueserásuresponsabilidad,¿dequiénsino?

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—Nolosé,déjamepensar,¿detuhijoquizá?

—Notengohijos.

—No,peropodrías.Deboinsistirenque,auncuandotienestresañosmásqueyo,distasmuchodehaberllegadoalasenectud.—Henryignorólamiradadeadvertenciaquesuamigoledirigió—.MiraalordBolton,tienesesentaañosyacabadeserpadre;terestanalmenosunpardedécadasantesdedarporimposibleemularlo.

—Noestoydehumorparabromas,Henry.

—Losé,porlogeneralesasí,peroestanoesunabroma,habloenserio.

Johnmascullóalgoentredientessindisimularsufastidio.

—Noesperotenerhijos.

—Quizánoahora,peropodríaocurrirenelfuturo.

—Auncuandoséquesolodicesestascosasparaexasperarme,permítemeserclaro.Nomecasaréniahora,nienelfuturo;porconsiguiente,notendréhijosnunca.

Henryesbozóunasonrisaburlonaantesdedarleunúltimotragoalbrandy.

—Bueno,debessaberquenohacefaltacasarseparaengendrarunhijo.

—Henry…

Suamigoelevólasmanosenseñalderendición,unpocointimidadoporeltonoamenazador.

—De acuerdo, ese no fue un comentario del todo afortunado—dijo.Lucía confundido—.Pero nocomprendotuactitud;despuésdetodo,hasestadocasadoantes.

Tanprontocomodijoesaspalabras,hizoungestodearrepentimientoquellegóadestiempo,porqueJohn acababa de cambiar del todo el semblante. Hasta entonces, había escuchado a su amigo conindolenteindiferenciay,peseasuscontinuosllamadosalorden,eraobvioqueencontrabadivertidassusbromas.Sinembargo,suúltimocomentarioleborrólasonrisaylasombraoscuraquecasisiempreloacompañabasehizopresenteunavezmás.

—Lolamento,nohedebidodecirtalcosa,ofrezcomisdisculpas.

Johnnorespondió;porelcontrario,sepusodepieyseacercóalmuebledondeseencontrabanlasbebidas,peronosesirviónada,solosemantuvoallí,depie,mientrasledabalaespaldaconlasmanosapretadas con fuerza.Al verlo,Henry exhaló un suspiro y agachó la cabeza, arrepentido de no haberpodidocontrolarsulengua.

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Johnhabíaestadocasadounavez,sí,perolascircunstanciasdeesematrimonionohabíansidodeltodo felices. A la edad de veinticuatro años decidió contraer matrimonio con la hija de un marquésposeedordeunagranfortuna.Eraciertoquenoeraunaprácticaextrañaopococomúnenlasociedad,yfueunadecisióntomadaconabsolutaseguridadconelfindeunirsuvidaaladeunadamadereputaciónintachableydequienesperaba,entonces,hicierahonoralaposiciónofrecida;sinembargo,launiónconlajovenybellaladyElizabethSuttonledeparómásmiseriasquesatisfacciones.Loúnicoquellenódeluz suoscuravidamatrimonial fue la llegadade suhijaMargaret,perono fueunadichaduradera.Sudesgraciadaesposapartióderepente,yselallevóconella.No,cualquiermenciónalprimermatrimoniodelactualcondedeFalmouthabríaheridasqueeramejormantenercubiertas.Henrylosabíayseodióporesacruelmención,auncuandohabíasidohechasinmalicia.

—John…

Estabadispuestoadisculparseunavezmás,tantascomofueranecesario,perosuamigonolediolaoportunidad.Lo vio enderezar los hombros y darmedia vuelta con expresión inmutable, lo que en suexperienciasolopodíasignificarquenoestabadispuestoaescucharunasolapalabramásacercadeesetema.

—Alexanderesmiheredero,elúnico,ynecesitarecibireducaciónapropiadaonopodrácumplirunpapel decente en Eton; el futuro conde de Falmouth no irá a la escuela a dejar en ridículo nuestroapellido. Esa es la principal razón de esta visita, planeo entrevistar a tutores recomendados por misecretario.NodeseoquemihermanosemuestredifícilconellosylosdisuadadeaceptarelpuestosisonentrevistadosenFalmouthManor.

HenrysonrióantelamencióndelaimponentepropiedadenGloucestershire.

—Esperasadelantarteacualquierobjeciónquetuhermanopuedaponer—sugirióperspicaz.

—¡Objeciones!Creoquejamásloheoídonegarseaningunaimposiciónycasidesearíaquefueraasí,almenos habría dado unamuestra de carácter.—John chasqueó la lengua y sacudió la cabeza—.Hatratadoconabsolutorespetoacadatutorquelefueimpuesto,perosudesidialosllenabadefrustraciónydimitían a escasas semanas de empezar. Pensé que si llevo a alguien de aquí a quien pueda poner enantecedentesrespectodesupersonalidad,sabrámanejarloconmejorjuicio.

—Una idea astuta, imposible negarlo. —Henry asintió—. Pero ¿qué ocurrirá si no encuentras anadie?

—Loharé,puedoasegurarlo.—ElfirmementóndeJohndelatabaunaseguridadyciertaarroganciaquesuamigoencontrócasidivertida.

—YqueDiosayudeaquienoseinterponerseentucamino,¿cierto?—Henrysonrióabiertamente.

Elconde,sinembargo,tomóesaspalabrasconseriedadyasintióconsemblantesolemne.

—Nopodríahaberloexpresadomejor—dijo.

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Su amigo estuvo segurodeque lo decía con total seriedadypor un instante se preguntó si habríaalguienenlaTierraquetuvieratanmaltinocomoparaenfrentarseasemejanteoponente.Esperabaquenadiesevieraenesanecesidad,porquequiencometierataltemeridad,estaríaperdido.

***

Colchester,Essex.

Lavidaparaunajovenmujerquenodisponíademediosparasobrevivirnuncaerasencilla.Siaelloseleañadíalaresponsabilidaddemanteneraunahermanapequeña,ladesesperanzaseconvertíaenelpandecadadía.

Habíanpasadoseismesesdesdelamuertedesumadre,yEmilysentíacomosihubierantranscurridotansolounosdías;ensusmomentosdemayordesesperación,habríapodidoasegurarquesumadrelashabíadejadosolashacíayamuchosaños.

TalycomoleprometióaMary,seentregóporcompletoaserelpilarsobreelcualsemanteníaelhogar,auncuandosuincapacidadparallevaracabotodoloquedeseabahacíatrastabillarloscimientoscadatanto.

Sumadrerecibíaunapequeñarentaproductodelaherenciaquelehabíadejadosuesposo,y,cuandofalleció,unapartefuetransferidaasushijas.Pordesgracia,lajuventuddeMaryhacíaimposiblerecibirsiquieralosintereses,porloquedebíanarreglarseconlosescasosingresosdeEmily.

CuandolafamiliaBrowningdecidiódejarWiltshireyasentarseenColchester,unasencillaciudadapocadistanciadeLondres,nuncaimaginóquesuvidadaríaunvuelco.EnWiltshire,supadresehabíadesempeñado como un respetado abogado, lo que les permitía llevar un estilo de vida honorable einclusopermitirsealgunoslujos;sinembargo,lavidaenColchesterhabíaresultadomáscostosa,ylosingresosdelseñorBrowningdisminuyerondeformaalarmante.Aunasí,procuraronmantenerelánimoyadaptarseasunuevasituación,alentadosenespecialpor laseñoraBrowning,unamujerdenaturalezacaritativaycontendenciaabuscarsiemprelomejorenquieneslarodeaban.DemodoqueEmily,Maryysupadredecidieronemularlayllevarunavidaalegrepesealasprivaciones.Pordesgracia,unafiebrefulminanteatacóalhombredeformaimprevistayprontolas tresmujeressevieronenlanecesidaddereplantearseunavezmáselfuturo.

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LaseñoraBrowningsenegódemaneraterminanteadejarColchester,yEmilyagradecióesamuestradeconsecuencia.Enlugardelamentarseporlapérdida,semostródecididaacontinuaradelanteporelbiendesushijas.Durante tresaños, subsistieroncon laescasa renta,asícomoconpequeños ingresosproductodesencillasydiscretas laboresquetantoellacomoEmilyhacíanencadamomentolibrequetenían. Algo de costura, venta de conservas caseras las ayudaron a mantenerse a flote, si bien susprivacioneserancadavezmásevidentes.

A lamuerte de la señoraBrowning, sin embargo, los ingresos escasearon, y aun el alquiler de lamodestacasitaqueEmilyyMaryocupabanlesresultabaelevado;perohabríasidoimposibleconseguirotro lugar a un preciomenor, amenos que hubieran estado dispuestas a vivir en la calle, y Emily leprometióasuhermanaqueellonuncaocurriría.

Peseahaberrecibidounaesmeradaeducaciónycontarconconocimientossuperioresalosdeotrasjóvenes de su edad, en verdad resultaba muy complicado para Emily acceder a cualquier clase deempleo.Conveinticuatro años,nocontabaconexperiencia formaly solopodía exhibir elorgulloquesignificóparaellaserayudantedesupadreduranteeltiempoqueejerciósuprofesiónenColchester,asícomolaslaboresmanualesaprendidasdesumadreque,aunqueprácticas,resultabanuntantoinútilesenesasituación.Pensóconseriedadenofrecersecomoinstitutrizpeseasuinexperiencia,yaquecontabaconlaformaciónnecesariaparadarclases.PeroesohabríasignificadosepararsedeMarylamayorpartedeltiempo,ynosesentíapreparadaparadejarlasola.

Graciasa laseñoraJenkins, todavíaofrecíaalgunasconservasyservicioscomocosturera,perosuhabilidaddistabamuchodealcanzaraladesumadre,ylosingresoserancadavezmenores.Peseaello,luchabaconferocidadporganarcadacentavoyprocurarquesuhermananoadivinaralagravedaddelasituación.

En uno de aquellos días en los que permanecía con la vista fija en unaminiatura de sus padres,comprendióquetalvezdebíaempeñarseenbuscarunasoluciónalosproblemasusandosustalentos.Eradueñadeunamenteágilydespiertaquepodíaencontrarunasalidaaesadesesperadasituación.HablóentoncesconlabondadosaseñoraJenkins,quiencompartióunpardesugerenciasqueEmilyseapresuróallevaralapráctica.

En la ciudad había unos cuantos albergues, lugares miserables y poco atendidos que brindabanalojamiento a hombres llegados de diversas ciudades del país que buscaban empleo en Colchester oaprovechaban la cercanía a Londres para trasladarse allí una vez que hubieran conseguido el dinerosuficienteparamantenerseen lagranciudad,paraasí,unavezcolocadosenun trabajoestable,poderenviar parte de las ganancias a sus familias. Sin embargo, muchos de esos hombres no eran muyilustradosynosabíanleerniescribir,loqueseconvirtióenunobstáculoparahacerllegarnoticiasasusallegados.Emilypodríaayudarlosy,almismotiempo,ganarunpocodedineroalofrecersusservicioscomoredactora.

Los riesgos eran muchos y las ganancias apenas ascenderían a unos cuantos centavos, pero todoingresoextraseríabienrecibido,demodoqueundía,acompañadaporlaseñoraJenkins,quiensenegódemanerarotundaaquefuerasincompañía,llegóaunodelosalojamientosdelaciudadyhablóconun

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pardehombresqueleparecierondecentesyhonrados.Unodeellos,elseñorMarch,ledijoquesuideano era nadamala y que algunos de los caballeros allí hospedados sin duda aceptarían encantados laayudaporunasumarazonable,deformaque,siempreconlaseñoraJenkinsenvigilanteacecho,ytrasprometer al señor March una pequeña comisión, consiguió que le permitieran ocupar un rincón deldiminutopatiodeledificio.

Cadatanto,algúnunhombrerecioydecarácterariscoseacercabaaellaparasolicitarsusservicios.Cuandoesoocurría,Emilyocupabaunaincómodasillay,sobreunostablonescomoapoyo,conplumaypergaminolistos,empezabalalabor.Laretribuciónerapequeña,peroellaseconsiderabaafortunada.

Pordesgracia,laseñoraJenkinssolopodíaacompañarlaunpardevecesporsemana,ynoseatrevíaa ir sola; era consciente de que esa conducta no eramuy propia de una joven de su condición y eraprobable que algunos la reprobaran, pero era lo bastante práctica comopara pensar que esasmismaspersonasno laayudaríanamantenerse,demodoqueestabadecididaacontinuarconelplan.Porotraparte, aunque lamayoríade loshombresdel albergue eranmuycorteses, tenía claroque inclusoparaellossusituaciónnodejabaderesultarextrañay,cadatanto,sorprendíaaalgunosquelaobservabandeformapococasta,porloqueprocurabamantenerdistanciaycumplirconsucometidosinpermitirjamásunafaltaderespeto.

Luego de pagar las cuentas, apenas quedaba algo de dinero, sin embargo, nunca había sido unapersonaambiciosa,yentantoellacomoMarypudieranteneruntechosobresuscabezasyalimentarsedeformadebida,estabadispuestaaagradecercadapequeñabendiciónrecibida.Esotendríaquebastar.

***

Luegodeentrevistaralprimercandidatoparaelpuestodetutor,JohnsedirigióalacasadeunaamigaenunodelosbarriosmásprestigiososdeLondres.

Lady Eloise Kendal era una atractiva mujer, viuda de quien había sido uno de los lores másrespetadosdelParlamentodurantemuchosaños.Elhechodequefueratambiénunhombrequedoblabalaedaddesuesposaerauntemaqueapenassehabíamencionadomientrasvivió.

JohnconocióaEloisevariosañosatrás,lossuficientesparahaberdesarrolladounasinceraamistadycierto grado de intimidad que ambos apreciaban, aun cuando fuera ella quien mostraba un mayorentusiasmoque,enopinióndeJohn,eradignodemejorcausa.Talycomomencionabaconfrecuencia,notenía interés en volver a casarse y así se lo hizo saber al momento de iniciar esa discreta relación.Entonces,Eloisesemostródeltodoconformeeinclusocelebróesasuertedeadvertenciaqueleconfería

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tambiénunalibertadalaquenoestabaacostumbrada.Enrealidad,ensuposicióndeviudarica,nolefaltaban pretendientes, pero cada vez encontraba más satisfactoria la oportunidad de compartiresporádicos encuentros como John, que era honesto, jamás exigía nada y se comportaba de formaespléndida cuando estaban juntos. La viudez le permitía tomarse algunas libertades respecto a sucomportamiento,peroaunasíprocurabaserenextremodiscretayplaneabalosencuentrosdeformaenquenadiepudieraalzarunacejaensupresencia.Aellanolehabríahechoningunagraciaquesunombresepusieraenentredicho,yeraconocidalaaversióndeJohnporlosescándalos.

CadavezqueélvisitabaLondres, lehacía llegarunanotaformalen laqueanunciabasu llegadaydeslizabalasugerenciadepasarporsucasaparacompartirunavelada,alaqueellacorrespondíaconunmensajesimilarenelquemostrabasuabsolutaconformidad.

Aqueldía,luegodeunapocofructíferaentrevistaconelseñorMarks,respetadomaestroqueexhibíapergaminosincomparables,perounaobviaindisposiciónatratarconalumnospocoaventajados,decidióhacerleunavisita imprevistaaEloise.Eranapenas las tresde la tarde, loque laconvertíaen lahoraperfectaparasugerirquecompartieranelté,ynadiequelovieraentrarensucasapodríaponerunasolaobjeción. Al llegar, esperó a ser anunciado y, cuando lo escoltaron al elegante salón en el que ladyKendal acostumbraba a recibir a sus amigos más íntimos, hizo un gesto de sincera satisfacción alcontemplaralamujerquelocontemplabaconunaampliasonrisa.

EloiseKendalteníaveintiochoaños,estabaenelesplendordesubellezay,lomásimportante,ellalosabía.Eraimposiblenoadmirarlaseguridadconlaqueseconducíayelobvioplacerqueleprocurabadespertar laadmiracióndequienes laconocían.Y,sinembargo,auncuandoJohn,comocualquierotrohombre,encontrabafascinanteesehermosoexteriordecabellosrubiosyrostrocasiperfecto,apreciabaenparticularsuagudoingenioylaastuciadelaquesabíahacergalacontantanaturalidad.Comoenesemomento,enqueloobservabaconexpresióncalculadoraycuriosa.

—John,quédeliciosasorpresa.

Ladamanomovióunmúsculoen tantoesperabaque fuera élquien se acercara, loquehizohastallegarasualturaeinclinarseparatomarlelamanoydepositarleunsuavebeso.

—Esperonoserinoportuno—dijoél.

—LordFalmouthjamásesinoportuno,supresenciaessiemprebienvenidaenestacasa.

Johnsonrióanteesascuriosaspalabrasyatendióalgestoqueella lehizoparaquesesentaraasulado.

—No tengo que preguntar cómo te encuentras—dijomientras la señalaba con un gesto galante—.Nuncatehasvistomásbella.

—Nitúmásadulador.—Eloiserio,eraevidentequesesentíacomplacidaporesaspalabras—.¿Aquédeboelhonordeestavisita?

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—Tengoalgunosasuntosqueatenderenlaciudadypenséenveniravisitarte.

—Ungestoquecelebroyaprecio.—Ellaledeslizóunamanosobrelarodillaconfalsodescuido—.Teheextrañado.

Si esperabaunadeclaración similardepartede John,nodemostrómayordecepcióncuandoél nocorrespondióasuspalabras.

—Siempreesunplacerverte,peroreiteromisdisculpaspornohaberavisadodemillegada.

—Yyoinsistoenquetalavisohabríasidodeltodoinnecesario.—Jugueteóconsucabellosindejardeobservarlo—.Portuexpresión,parecequeesosasuntosquedebíasatendernohanresultadodeltodosatisfactorios.

Johnasintiósinocultarsufastidio.

—Estásenlocierto,perohasidounpequeñoescolloenelcamino,aúntengomuchoporhacer.

Eloise elevó una ceja en ademán interrogante sin disimular su curiosidad. Ella había conocido aAlexanderhacíaunpardeañosenunavisitaquehabíahechoalaciudadencompañíadeJohny,comonoeraajenaa laspreocupacionesacercadesu futuro,éldecidiócontarleelmotivodelviajeaLondres,aunquesecuidódenoahondardemasiadoenelcarácterdesuhermanoyen la inquietudrespectodelpapelquepodríadesempeñarenelfuturocomoheredero.Desdeluego,nodijounasolapalabraacercadelacharlasostenidaconHenryyloscomentariosreferidosaunimprobablematrimonio;loúltimoquedeseabaeradarleideasabsurdas.

—Pobredeti,querido.Nopuedoimaginarqueentrevistesaungrupoderígidostutores—dijoellaunavezqueoyóesadiscretarevelación—.Estoyseguradequetienesempleadosquepuedenencargarsedeesascosas,quizátusecretario.

—Claroquelostengo,perolaeducacióndemihermanoesmiabsolutaresponsabilidadydeseoseryoquienencuentrealapersonaapropiada.

—Comprendo.Esnatural,siemprehassidounhombremuyresponsable.

—¿Enverdadlopiensas?—Johnexhibióunamuecaburlona.

—Porsupuesto.Quizádemasiado,simepermitesexpresarmiopinión.

—¿Algunaveztehedetenido?

—No,peromegustaríaverteintentarlo.

Trasunapequeñapausaenlaqueintercambiaronunasonrisasugerente,Johnlesujetólamanoquedescansabasobresurodillayselallevóaloslabios.

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—Deboconfesarqueechabademenosnuestrasconversaciones.

—Quédateconmigo,yharéqueconfiesesunascuantascosasmás.

Élsacudiólacabeza,divertidoporelcomentario.

—Nadamegustaríamás,perosolopuedoquedarmeunashoras—dijo—.Debomarcharmemañanamuytemprano,meesperaunpequeñoviaje.

—¡Peroacabasdellegar!—protestócontonovehemente.

—Seránsolounpardedías,luegovolveréaLondres.

Ellarecuperólaserenidad,unpocoavergonzadaporesearrebatosentimental.

—¿Adóndeirás?Creíentenderqueentrevistaríasaesostutoresenlaciudad.

—Yasíes,perounodeellosnopuedeviajarenestemomento,y,comoposeeexcelentesreferencias,creoquevalelapenairabuscarlo.

—Comprendo.¿Endóndeloverás?

—EnColchester—dijo élmientras arrugaba un poco el ceño—.Está a solo cincuentamillas, sinembargoreconozcoquelaideadehacerelviaje,porcortoquesea,noesnadatentadora.

Eloiseseleacercóconmovimientosmedidoshastaquesusrodillasserozaronydeslizóunamanosobresuchaqueta.

—¿Tegustaríaqueintentarapersuadirtedequedarteconmigoyolvidareseviaje?

Johnladeóelcuerpoparaobservarlaalosojosaltiempoqueleacariciabaelrostro.

—Nololograrás,peromeencantarávercómolointentas.

***

Porenésimavezen loque ibadeldía,Emilyahogóunsuspiroysacudió lacabezaparadespejarse lamente.Esegélidomartesdeenerosepresentabacomounodeaquellosdíasenlosquetodoloquehacíaresultabamal,desdequeabriólosojosyescuchólosconstantesestornudosdeMaryenlacamahastael

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mismoinstanteenelqueviocómosuprincipalfuentedesubsistenciaestabaapuntodeescurrírseleentrelos dedos.Si bien lo quemás le preocupaba era la saludde suhermana, era consciente deque si nocontabaconlosmediosparaatenderlatalycomonecesitabaymerecía,supreocupaciónnovaldríademucho.

Sedespertó y procuróque el pánicono la embargara, entonces se ocupódeobservar aMary conatencióny,aunquelosestornudosremitieroneneltranscursodeldía,nopudodesterrarunadesagradableinquietudalnotarqueseveíapálidaydesganada,algopocohabitualenella.Aunasí,tratódeanimarlaconlaboressencillas,lediounacucharadadeunremediocaseroquesumadreacostumbrabaapreparar,ypartió.LadejóencompañíadeladulceAnne,lahijadelaseñoraJenkins,quien,asuvez,leservíadecompañíaenunadesusvisitassemanalesalalojamientodelostrabajadoresenelcentrodeColchester.

Alpresentarse,elseñorMarchlecomunicóquehabíasurgidounproblema.Alparecer, talycomoEmilysuponía,eldueñodelalberguenoestabaenteradodesusactividades,porloque,aldescubrirlas,así como la comisión que obtenía el señor March, indicó que no permitiría más transaccionescomerciales en su propiedad amenos que se le ofreciera un pago aúnmayor que el recibido por eladministrador.

Desde luego, tal pedido era imposible de cumplir, porque de haber accedido, Emily se habríaquedadosinunsolocentavodeganancia.AbogóanteelseñorMarchparaquelepermitierahablarconeldueñodelestablecimientoparaexplicarleladelicadasituación,peronohuboformadeconvencerlo.DemodoqueEmilyylaseñoraJenkinssedespidieron;laprimera,aúnconsternadaporesenuevorevés;ylasegunda,tancabizbajacomosihubierasidoellalamásdamnificadaporlaimprevistasituación.

Entantocaminabanderegresoacasa,laseñoraJenkinsempezóaparlotearacercadeotrosmediosporloscualesEmilypodríaobteneralgúnnuevoingreso,peroellaapenaslaoía.Apreciabaalamujeryestaba muy agradecida por lo que hacía por ella y su hermana, pero en ese momento no podíaconcentrarseensurostrobondadosoniensusamablespalabras.Necesitabaencontrarunasalida,otantoellacomoMaryestaríanperdidas.

Sabíaquelasposibilidadeseranmínimasyquesenecesitaríaunverdaderomilagroparaquelograradarconunempleo.Nopudoreprimirunatristesonrisaalpensarquenosoloselamentabaporeldineroperdido,sinotambiénporesaocupaciónquelehabíabrindadomássatisfaccionesdelasqueaprecióensu momento. Escribir aquellas cartas había significado para ella una experiencia muy grata. Eraconmovedor escuchar laspalabras, por logeneral llenasde ternuraynostalgia, que esos trabajadoresdeseabanhacerles llegar a los suyos.Algunos, incluso, derramaban lágrimas llevadospor el dolordeverse separados de quienes amaban.Emily los ayudaba a escoger lasmejores palabras para expresartodoloquedeseaban.

Perotodohabíaquedadoyaenelpasado.Dinero,experiencias,nadavolvería,yellaseencontrabaenelmismopuntodehacíaunosmeses tras lamuertede sumadre.La ideadebuscarunaagenciadeempleosparaofrecersecomoinstitutrizoniñeralecarcomíalamente,perosuescasaexperienciaylosreparosdedejaraMaryporlargosperíodosdetiempolaconteníandeanimarseadaraquelpaso.Teníaquehaberalgo,lamáspequeñaoportunidad.

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Con el corazón en un puño, forzó una pequeña sonrisa para agradecer los consejos de la señoraJenkins,queapenascallabapararecuperarelaliento.

Colchesternoeraunaciudadmuygrande,ylamayorpartedesushabitantes,aunquenoseconocíanenprofundidad,sehabíanvistomásdeunavez,porloquenoeraextrañoquesesaludaranenlascalles.Emily,comohijadeunabogadorespetadoaunquepobre,eratratadaconmuchaestimayagradecíaesasmuestrasdeafectoconsimilardeferencia.Poreso,altoparseconunodelospocosamigosquesupadreapreciaba en la ciudad, se detuvo para saludarlo, con una señora Jenkins,muy atenta a su lado peroagotadaporlacaminataylasdesagradablesnoticiasrecibidasduranteeldía.

ElseñorKittleridgeeraunhombredepocomásdecuarentaaños,aunqueaparentabaunoscuantosmásporelcabellocanosoylasprofundasarrugasquelesurcabanelrostro,sinembargo,habíatambiénun brillo alegre en sumirada que, cuando sonreía como en esemomento, le procuraban un aire casijuvenil.

—Buenosdías,señoritaBrowning.—Hizounaexageradaygraciosareverenciaysonrió—.SeñoraJenkins,mealegraverla.

Emilysonrióo,mejordicho,esbozólasombradeunasonrisaamable,yaqueteníalospensamientosmuylejosdeallí.

—SeñorKittleridge.—Asintióenseñaldesaludo—.¿Cómoseencuentra?¿Tienemejorelpie?

Elhombrellevabaunbastónconempuñaduradeplataqueasistíasunotoriadificultadparacaminar,productodeunconfusoaccidenteenelque resultóheridohacíayaunpardesemanas.Peseaello,elbuenhombrenoabandonabalasonrisa.

—Temodecirquelarecuperaciónvaapasolento,muchomásdeloquehabríadeseado.

—Estoy segura de que pronto se encontrará del todo bien.—Emily sonrió una vez más a fin deinfundirleánimos.

El hombre, sin embargo, arrugó el entrecejo y su casi omnipresente expresión entusiasta se vioensombrecidaporlapreocupación.

—Gracias,señoritaBrowning,esmuyamabledesuparte,essoloqueahora…—Elhombrehizounamuecadefrustración.

Emilysesentíatentadaaterminarlaconversaciónyregresarparapensarensuspropiosproblemas,pero el señor Kittleridge se veía tan afligido que no pudo evitar mostrar interés por esa inquietud.Intercambióunamiradacuriosacon la señoraJenkins,queseveía tansorprendidacomoellaydiounpasoalfrenteparaobservarconmayorinterésalcaballero.

—¿Hayalgoquelepreocupe,señor?—preguntó.

Éldudósolouninstanteantesderesponder.

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—Noesnadaserio,nadaporloquedebaquejarme.—Exhalóunprofundosuspiro—.Perotemoquehecometidoungraveerrorllevadopormientusiasmo.

—Nocomprendo.—Emilysemostróconfundidaporlavagarespuesta.

—Verá, como usted y la señora Jenkins saben—incluyó a la señora en la charla con una sonrisacortés—, me he desempeñado como maestro casi toda mi vida adulta; sin embargo, debido a laenfermedaddemipadre,debírenunciaramiantiguoempleoparacuidardeél.

—Todospensamosquefuemuygenerosodesuparte,esustedunbuenhijo.

Elcaballerosonrióagradecido.

—Era lo único que podía hacer—dijo, modesto—. No tengo hermanos o una familia propia, mipadreestodoloquetengoy,aunquelamentédejarmipuestocomotutordelosjóvenesDunlop,nodudéuninstanteenqueeseeramideber.

Emily asintió, comprensiva. En cierta medida, se sentía identificada con los actos del señorKittleridge, ya que Mary era su única familia y no podía imaginar separarse de ella bajo ningunacircunstancia.

—¿Aquésereferíacuandodijoquecometióungraveerrorllevadoporsuentusiasmo?

—Loqueocurreesquerecibíunacartahaceunascuantassemanas:eradelcondedeFalmouth,quizálohayanoídonombrar.—AlverquetantoEmilycomolaseñoraJenkinshacíangestosdenegación,lucióunpocodecepcionado,perocontinuó—.EsunodeloscaballerosmásprominentesdeGloucestershireyme escribió interesado en contratarmis servicios como tutor de su hermano, que es tambiénherederosuyo.Desde luego, es una extraordinaria oportunidad, apenas pude creerlo cuando recibí la carta, demodoquenomedetuveapensarcuandoescribíunarespuestaquemostrabainterésenlaoferta.Enesemomento,creíquequizálograríaencontrar laformadecuidaramipadresinnecesidadderechazarelpuesto,peroentoncesocurrióesedesafortunadoaccidenteyahoranosolo tengo laresponsabilidaddevelarporsusalud,sinoqueapenaspuedoverpormímismo.

Unavezque terminódehablar,elhombremostróunaexpresiónde tanhondaamargura,queEmilyestuvotentadadedarleunaspalmaditasenelbrazo;enlugardeello,esbozóunasonrisacompasiva.

—Lo lamento mucho —dijo, y la señora Jenkins asintió para mostrar conformidad—. Pero conseguridadestecaballerocomprenderáquesedejóllevarporlaemociónqueleprovocóelofrecimiento.

—Quizáhabríasidoasísihubieratenidoladecenciadeescribirleparaexplicarlasituación,peronolohice.

Elhombreseveíamuyapesadumbrado,yEmilyempezabaaquedarsesinideasparaanimarlo.

—Pero¿acasonopuedehacerlohoymismo?Sielcaballeroesperaquesereúnaconélparatratarlorelacionadoconelpuesto,bienpodríaenviarleunacartaafindequenoaguardeenvano.

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—¡Esees el problema, señoritaBrowning!El condeno esperaqueme reúna conél porque enmirespuesta ledijequemeera imposibleviajaraLondresparaverlo, tal comosugirió,demodoqueélvendráaColchester.—Sacóun trozodepapelajadode lachaquetay loenarbolósobresucabeza—.Acabo de recibir este mensaje; aquí me informa que llegará hoy y que espera que lo reciba comocorresponde.

Emilyfruncióelceñoalcomprenderlagravedaddelasituaciónysolopudosentirunamayorlástimaporél.Aunquehabíacometidounerror,yesecondedelquehablabapodríatomaramalsuconducta,eraevidentequenohabíaactuadodemalafe.

—Ya veo—dijo ella, comprensiva—. Es verdad que fue un tanto imprudente al permitir que elentusiasmo le nublara el buen juicio, pero sé sin lugar a dudas que no albergaba más que buenasintencionesyestoyseguradequeelcondedeFalmouthlocomprenderátambiénunavezquehableconél.Deberecibirloensucasa,claro,eslomínimoquepuedehacer,porqueélnotienenadaquereprocharle,salvounaexcesivaemoción.

—Muy bien dicho, querida. —La señora Jenkins le sonrió sin disimular orgullo y se dirigió alcaballero—.Haga loque lesugiere laseñoritaBrowning,norecibiráunmejorconsejo.Esecondenointentarácomérseloporrechazarsuoferta.

ElseñorKittleridgesacóunpañueloparasecarselafrente,seveíaalgomásserenoporhaberpodidocompartirloqueloatormentaba.

—Creo que está en lo cierto, señora, es un excelente consejo. —Le sonrió a Emily—. Muchasgracias,haréloquemesugiere.

—No es necesario que agradezca nada. Estoy convencida de que habría llegado a la mismaconclusióndenoencontrarsetanpreocupado.

—Esverdad, esverdad,qué amable esusted.—El caballero laobservócon renovado interés, unpocoindecisoantesdecontinuar—.Meavergüenzaabusardesugenerosidad,peromepreguntosipuedosolicitarleunpequeñofavor.

Emilyladeólacabeza,gestocomúnenellacuandoalgoleresultabaextraño.

—Verá.LaseñoraTaylor,quiencomosabevacadatantoacasaparacuidardemipadrecuandoyoestoyocupado,sehatomadounpardedíasporquesusobrinaacabadetenerunhijo,demodoquesoyyoquienseencargadeesoenestemomento,apenaspuedosalirymuchomenosrecibirvisitasporquenomeatrevoadejaramipadreasolas.Desdeluego,estonomemolestaenloabsoluto,peroconlavisitadelcondenocreoquepueda…

Emilyasintióalcomprender.

—¿Deseaquevayaparaacompañarasupadremientrasustedrecibealconde?—preguntó,seguradeconocerlarespuesta.

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—Porfavor,señorita,lequedaréporsiempreagradecido.Notomarámuchotiempo,yreconozcoqueestarémástranquilosiustedseencuentracerca.

LaseñoraJenkinsseadelantóunpardepasosyconsucorpulentafiguraimpusoatención.

—Yopodríahacereso,nocreoquelaseñoritaBrowningdebacontraeresaclasedecompromisoalserunajoven…

Emilynopudoreprimirunasonrisaalescucharla.Estabatanacostumbradaavelarporsímisma,queelinterésdelaseñoraJenkinsensucasiinexistentereputaciónresultabatangraciosocomoconmovedor.

—Nosepreocupe,nosignificarámayorproblemaparamí,yademáselseñorKittleridgecuentaconlaayudadelaseñoraProctorenlacocina,¿cierto?—Esperóelrápidoasentimientodelcaballeroqueseguía el intercambiodepalabras conatención—.Enese caso,noveonada reprobable enprestarmiayuda.Porotraparte,estáustedagotadayyahahechomuchopormíhoy.SololeruegoqueleinformeaMarydeesteasuntoyquelepidaaAnnequepermanezcaconellatantocomoseaposible.

Labuenamujerdudó,peroalcabodeunmomentoasintióaregañadientes,yEmilycasipudooírelsuspirodealivioemitidoporelseñorKittleridge.

—Muybien,asíloharemosentonces.¿Aquéhoraesperalallegadadelconde?—preguntócontonofirme.

—Debe de estar a punto de arribar a Colchester.Dijo que vendría a caballo, que demoramuchomenosqueuncarruaje.

—Enesecaso,mejorquenospongamosenmarcha,¿estádeacuerdo?

Elcaballeroasintió,fervorosoyagradecido.

—Aquínosseparamos,señoraJenkins,graciasporsuayuda.—Emilylesonrió,yellacorrespondióelgesto—.Volveréantesdequeanochezca.

—Muybien,querida,nopuedoponermásobjecionescuandotemuestrastangenerosaydecidida—dijoconunsuspiro—.Esperoquetodoresultedelamejorformaposible,seguroqueconEmilyasuladoasíserá.

Elcaballerohizouna reverenciaypermanecióensilenciomientrasveíaa lamujermarcharseconpasoapurado.

—Notengocómoagradecersugenerosidad.

Ellahizoungestopararestarleimportanciaasuspalabrasysonrióamedias.

—No se preocupe, verá cómo todo saldrá bien; el conde sabrá comprender lo difícil de estasituación.

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—Esoespero.Noquisemencionarlo frente a la señora Jenkinsparanoperturbarla,peroel condetienereputacióndeseruncaballeroexigenteyacostumbradoaobtenerloquedesea.

UnasonrisaburlonadanzóenloslabiosdeEmilyantesderesponder.

—Bueno,quizáseahoradequeesecondedeFalmouthaprendaquenosiemprepodemosobtenerloquedeseamos—dijoconuntonodeamarguraenlavoz—.¿Nosponemosencamino?

El señor Kittleridge asintió, y ella lo siguió por el camino que llevaba a su casa, en una de lascallecitasdelpueblocercadelrío.Pensóqueesedíanopodíaempeorar,peroalpareceraúnteníaqueenfrentarauncondecaprichoso.Habíaperdidounascuantasbatallasdeformaespantosaenlasúltimassemanasynoestabadispuestaaqueesacontaracomounamás.

***

PeseaquedejóLondresconunprofundomalestar,cuandoelcaminoquellevabaaColchesterserevelóentodasumagnificencia,Johnsintióquelaincomodidaderareemplazadaporelplacerqueleprovocabael contacto con la naturaleza. Estaba acostumbrado a que quienes lo conocían se mostraran un tantosorprendidos de su decisión de pasar casi todo el tiempo enGloucestershire y evitar los ajetreos deLondres,peropocasvecessetomabalamolestiadedarexplicaciones.

NocambiaríajamáslatranquilidadqueleconferíaesaciudadporunlugartanllenodefrivolidadescomoLondres.Habríasidohipócritadesupartenoreconocerquedisfrutabavisitarlagrancapital,peronopodíaimaginarvivirallí.EsefuesiempreunmotivodedisgustoparaElizabeth,suesposa,quecasihabía crecido enLondres y que había disfrutado de una posición destacada comohija de unmarquésacaudalado.

Desdeluego,laideadecasarseconunnobleyserlaseñoradeunapropiedadcomoFalmouthManorcontribuyóasuperareldescontentoinicial,perofueevidentequesiempreresintiólaimplacabledecisióndeJohnderesidirenGloucestershire.Margaret,encambio,amabaelcampo.

Suexpresión,quehastaentonceshabíasidosuaveypacífica,mutóaunatansombríaqueinclusoelpasodelcaballosehizomáspausadoyrígido.EnderezólaposturaymiróalrededormientrascalculabaporcuántotiemposeprolongaríalacharlaconelseñorKittleridgeyquétancomplicadoibaaresultarconvencerlo de que aceptara educar aAlexander, siempre y cuando lo encontrara apropiado para esatarea,desdeluego.

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Luegode entrevistar a tres tutores, dosde ellospor completo ineficientesyun tercero con ínfulasridículas, se encontrabaya apuntodeperder la paciencia.Despuésdehaber tenidoque separarsedeEloisecuandomenoslodeseabaydeunviajedeochentakilómetrosacaballo,máslevalíaaeseseñorKittleridgesertanbuenocomosusecretarioaseguróalelaborarlalistadecandidatos.

La casa se encontraba en el pueblo de Middleborough, casi a orillas de un río, y John debióreconocer, al tiempo que dejaba de lado una vez más el mal humor, que presentaba un conjuntoencantador.Elexteriorerahumilde,peromuybiencuidado,yunahileradeplantascrecíaenunpequeñojardín,queseapresuróaatravesarparallegaralaentradaprincipalluegodedejarelcaballoatadoaunárbol.

Llamóalapuertaconungolpeseco,perofruncióunpocoelceñocuandopasaronvariosminutossinquenadieabriera.¿Dóndediablosseencontrabaesehombre?Estabaapuntodedarunrodeoybuscarunapuertatraseracuandooyóelsonidodelacerradura.

Alvera la jovenquesehizoaun ladoconunmovimientodelicadopara luegohacerunasencillareverencia,sequedósinpalabras,aunqueenesemomentonocomprendióelmotivo.Alpensarenesoluego,sedijoqueesasorpresasehabíadebidoalhechodequeesperabaquefueraunasirvientaquienatendieraelllamado,yqueesajovendepie,enfundadaenundiscretovestidonegro,elcabellooscurorecogidoenloaltodelacabezayelportedeunadamanopodíaserlacriadadelhombrealqueibaabuscar.Enverdad,auncuandonopudoreconocérselo,loquemáslesorprendiólaprimeravezquevioaEmilyBrowningfueelauradecalladayserenadignidadquedesprendía;lahabíavistopocasvecesenotraspersonas.

—Lamentolademora,milord,elseñorKittleridgeloespera.Porfavor,pase.

Suvozerasuave,graveyuntantofría,oesolepareció,yoírlafuesuficienteparaasentirdemanerafugazyseguirladentrodelacasa.Elcaminofuebreve,apenascruzaronunpardepequeñashabitacionesantesdellegarauncorredorquedabaaunapiezaquesupusoeraelestudio.

El señorKittleridge salió a su encuentro y se levantó de un sillón con obvia dificultad, lo que leextrañóaJohn,enespecialalverqueseapoyabasobreunbastónydabacadapasocomoconungrandolor.Susecretarionomencionóqueesehombretuvieraproblemasdesalud,peronohizocomentariosyaguardóaquellegarahastaél.Alverlomásdecerca,vioquesetratabadeunhombrejovenaún,sibienelcabellocanosoylaslíneasenelrostrolohacíanparecermayor.

—Milord,esunhonorrecibirlo.—Hizounatorpereverencia,ylasonrisadebienvenidafuesincera.

—Gracias,esmuyamabledesuparterecibirmecontancortoaviso.

—Nadadeeso.—Elcaballerovacilóantesdehacerungestoparaseñalaralajovenquepermanecíadepieyensilencioalladodelapuerta—.YaconocealaseñoritaEmilyBrowning.

—Sí, así es, aunque no habíamos sido presentados. —Le dirigió una breve mirada—. SeñoritaBrowning.

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—Milord.—Hizounareverencia—.LepediréalaseñoraProctorqueprepareunpocodeté.

—Esoseríaencantador,gracias.

Lajovensemarchóydejótrasdesíunpesadosilencioquesuanfitriónseapresuróaromper.

—Porfavor,siéntese,traeráneltéenseguida.

JohnasintióenseñaldeagradecimientoyocupóunarobustasillafrentealsillónenelquesedejócaerelseñorKittleridgeconevidentealivio.

—Nodeseoquitarlemuchotiempo,conoceelmotivodemivisita.—Johntomólapalabradecididoanoalargaresacharlade forma innecesaria—.Enmicarta lehabléacercade loqueestoydispuestoaofrecerporsusserviciossiconsideroqueeslapersonaidóneaparaencargarsedelaeducacióndemihermano.

—Sí,sí,porsupuesto,lorecuerdo,ysuseñoríafuemuygenerosaensuoferta.—Serevolvióenelasiento con obvia incomodidad—. Sin embargo, temo que no fui del todo honesto enmi respuesta ylamentoloscontratiemposqueesopudierasignificarle.

Johnhizoungestodeconfusión.

—Agradeceríaqueseexplicara—dijoconvoztanfríaquesuinterlocutorsereplegóenelasiento.

—Talvezdiaentenderqueestoy,digamos,disponible,cuandopordesgracianoesasí.Cuidodemipadreenfermo,¿comprende?Estaessucasaydeboatenderlo,yfueeseelmotivoporelquerenunciéamiantiguoempleocon lordDunlop.—Sacudió lacabeza,apesadumbrado—.Sinembargo,debesaberque, al responderle la carta, pensé con toda sinceridad que tal vez podría encontrar una forma paraaceptarlaofertasiustedmeconsiderabaapropiadoparaeducarasuhermano,perohaceunassemanassufríunpenosoaccidente.

El caballero señaló el bastón con amargura, pero John no apreció del todo ese gesto. Se sentíaconsternadopor lavaguedadcon laque lehabíahablado.Segúnél, al recibir la carta, esperóqueunmilagrodivinolepermitieraaceptarlaofertayrespondiódeformairresponsable,porloquejugóconsutiempoysusesperanzasyloobligóarealizarunlargoviajedeltodoinnecesario.Leresultabaimposiblesentirlástimaporélenesascircunstancias.

—Deboasumir,entonces,quemehamentidocontotalimpunidad.

ElseñorKittleridgecasisaltóenelasientoy,aúnpeor,conelgélidotonoqueelcondeempleó.

—Esonoesdeltodocorrecto—seatrevióacorregirlomientrasmanteníaelaplomo—.Comodije,nofuemiintencióninducirloaunengaño,esperabadeverdadpoderaceptarlaoferta,habríasidoungranhonor.

—Esassonsolopalabrasquenomeconcedenningunasatisfacción,ysepausted…

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Elsonidodeunospasosloobligaronacallarehizounesfuerzoporrecuperarlatranquilidad.NolesorprendióquefueraEmilyquienaparecieraconunsencilloserviciodetéquecolocóensilencioenlamesitafrenteaellos.Lamiródereojoyobservóqueellaveía,asuvez,alseñorKittleridgeconevidentepreocupaciónysepreguntó,noporprimeravezdesdesullegada,cuáleralarelaciónquelauníaaesehombre.No compartían el apellido, así quenopodía tratarse deun familiar, ¿quizá fuera una sobrinalejanaaquienalbergabaensucasa?Y,bienpensado,¿quéimportanciateníaesoparaél?

Esperóaqueellasirvieraelté,segurodequeseiríatanprontocomoterminara,perolesorprendióver que permanecía de pie con la espaldamuy recta y lasmanos unidas a la altura del regazo. ¿Quéesperaba?

—ElseñorKittleridgeduerme—dijo—.¿Deseaquemequede?

—Esonoseránecesario,señorita.

FueJohnquienrespondióynodisimulólopocoqueleagradóesasugerencia.Sinembargo,ellaloignorócontotalindiferenciaypermanecióconlavistafijaenelseñorKittleridge,que,asuvez,mirabaaunoyaotroconnerviosismo.

—LaseñoritaBrowningconocelasituaciónaldetalle,milord—dijoalfin—.Esmás,ellahatenidolagentilezadeveniraatenderamipadremientrasyohablabaconusted,yleaseguroquesupresenciasolopuedeserdegranayuda.

—Noveocómoesesoposible,amenosqueconozcaaotrotutorconexcelentesreferenciasquevivaenestepuebloyquehagaqueestelargoviajenoseaunaabsolutapérdidadetiempo.

El rostrode la jovenmostró laprimeraemocióndesdeque lahabíavistoporprimeravez,yJohnsintióunextrañoalivioalobservarquenoeratanfríacomoaparentaba.

—Temo que no podré ayudarlo en esa búsqueda,milord, no conozco a ningún otro tutor con esascaracterísticas en Colchester, y espero no ofenderlo al decir que no tengo intención de prestarle miasistencia para solucionar este pequeño inconveniente. Estoy aquí para ayudar al señor Kittleridge yevitarqueustedpongaunpesomayorsobresushombrosalculparloporunleveerrordejuiciocometidoporlaemociónqueleprovocólaoferta.

—¿Unpequeñoinconveniente?—Esaexpresión,dichacontonoindiferente,bastóparaqueJohnsepusieradepieylaobservaraconira—.¿Cómoseatreveacalificardeesaformamiproblema?

—Estoy segura de que aun cuando no pueda encontrar un tutor que considere apropiado enColchester,debedehabermuchosenelrestodelpaís.

John la ignoró y giró para mirar al señor Kittleridge, que parecía escandalizado por el bruscocomportamientodeEmily,auncuandoeraobviotambiénquesesentíaaliviadodenotenerqueenfrentaresasituaciónasolas.

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—Señor,meresultaimposibleoírpalabrastansoberbiasycarentesdesentidocomún.Mesientomuydefraudadoporsufaltadehonestidad,perohabríapodidoperdonarleesaconductasihubieratenidoelbuen juicio demantener a esta…—Le dirigió a Emily unamirada cargada de desprecio que apenasconsiguióinmutarla—.Estaseñoritalejosdeaquí.

—Milord,porfavor,laseñoritaBrowningnopretendíaofenderlo.

—LoquelaseñoritaBrowninghagaodejedehacermetienesincuidado,peronomequedaréparaoírsusneciaspalabras—asintióconrigidezendirecciónasuanfitrión—.Buendía,señor.

Pasó junto a Emily sin mirarla y ni siquiera esperó a que alguien lo escoltara a la puerta, solodeseabasalirdeallíyquitaraesamujerdesuvista.

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CAPÍTULOII

CuandoEmilydejólacasadelseñorKittleridge,latormentaestabaaúnmuylejosdeamainar,peronopodíapermanecerallípormástiempo.Ensuexperiencia,podríadurartodalanoche,yMarydebíadeencontrarsemuypreocupada.

Elhombrehabíainsistidoenquesequedaraunmomentomáshastaquefueramenosriesgososalir,peroalcomprenderquenopodríadisuadirla,leofrecióunparaguasylaescoltóhastalaentradamientrasleasegurabaque,denoserporsupiernaenferma, lahabríaacompañadohastasucasa.AEmilynoleimportóhacerelrecorridoasolas;sibiennoselodijo,enverdaddisfrutabadelalluvia,leprovocabauna deliciosa euforia y, el estar sola en medio de una tormenta, le permitiría, al menos por unosmomentos, expulsar todo lo que le preocupaba. Mientras corría bajo el aguacero y arrastraba elinservibleparaguasazotadoporelviento,sintióquebuenapartedelosproblemassedisipabancomosihubieransidolavadosporlalluvia.Sabíaqueeraunaimpresiónpocorealistaydecortoefecto,peronoporesodejabaderesultaragradable.Dehaberlodeseado,habríapodidoinclusoderramarlaslágrimasqueconteníacadadíaparanopreocuparaMary,peronoeraalgoqueanhelarahacerenesemomento.Porextrañoquepudieraparecer,sesentíalibreycasifeliz;norecordabacuándohabíasidolaúltimavezquehabíaexperimentadoesasemociones.

Alllegarasucasa,buscóaMaryenlahabitaciónquecompartíanysonrióalverlaacurrucadabajolasmantasdelacamaconuncamisónabrigadoylanarizaúnenrojecidaporelresfrío.

—Hola,querida,lamentohabertardado,¿sefueAnne?

Laniñaasintióyahogóunbostezo.

—Sí,apenasempezóacaer la lluvia;dijoque lehabríagustadoquedarsehastaque llegaras,perotemíaquesumadreseenfadaraconellasiseexponíaalatormenta.

—Hizobienyfuemuyamabledesupartequedarsedurantetantotiempoaquí,ledarélasgraciastanprontocomolavea.

Mary asintió y la miró de pies a cabeza con los ojos muy abiertos. El vestido negro se veíahumedecidodesdeelcuellohastaelbordedelafaldayelpeinadocasideshechosalpicabagotasdeaguaalagitarlodeunladoaotro.

—¡Emily! ¿Caminaste bajo la tormenta sin un paraguas? Te ves terrible, te enfermarás. Debescambiarte.

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Laniñaamagóconlevantarseparaayudarla,peroEmilyladetuvoconungesto.

—Notedesabrigues,erestúquiendebecuidarse,nomegustacómoseoyetuvoz—dijoyprocurósonarsevera—.Estoybien,essolounpocodeaguaysíquellevabaunparaguas,elseñorKittleridgemeprestóelsuyo;teaseguroquenomesientotanmalcomomeveo.

Entantohablaba,sesacólaropahúmedaysequedósoloencamisola.Tomóunlienzoparasecarseel cabello y desbarató del todo su peinado para dejar que las hebras oscuras le cayeran sobre loshombrosylaespalda.Deinmediato,buscóunviejocamisón,unoquehabíapertenecidoasumadreyqueconservaba tanto pormotivos prácticos como sentimentales, y corrió parameterse en la cama junto aMary,quesehizoaunladoparadejarlelugar.

—¡Tuspiesestánhelados!—Laniñaemitióunchillido,loqueprovocólarisadesuhermana.

—Lolamento,querida,secalentaránenunsegundo.

—Ojalápudiéramosencenderlachimenea.

Al oírla, Emily frunció el ceño y sintió como si de pronto todas las preocupaciones hubieranregresadodegolpe.

—Bueno,quizánopodamoshacerloahora.—Seacercóalaniñayprocuróhablarconentusiasmo—.Peroteprometoquetanprontocomoinicieelinviernomeencargarédequetengamostodalaleñaquepodamosnecesitar.

Maryelevólacabezaparaobservarlaconcuriosidad.

—¿Cómoharáseso?

—Noestoysegura,peroprontopensaréenalgo.

La niña hizo un gesto que revelaba su escepticismo, pero no hizo más preguntas, lo que Emilyagradeció porque no habría sabido qué decir. Le acarició el cabello y sonrió al sentir el calor queemanaba.Estabaapuntodecerrarlosojos,deprontoagotadaportodaslasdificultadesdeldía,cuandoMaryletiródelamangadelcamisónparaexigirleatención.

—LaseñoraJenkinsmedijoqueibasaconoceraunconde.

Lapreguntalepareciótanextrañaquelaobligóaabrirlosojosyledespejópartedelsueño.

—Yasífue—respondió.

—¿Cómoesél?

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—¿Elconde?—Frunció los labios,unpoco indecisaacercadequéresponder—.Noestoysegura,creo que como cualquier otro caballero, con la diferencia de que si no haces una reverencia en supresencia,seconsiderademuymalaeducación.

Procuróimprimirleuntonodivertidoalavoz,peropordentrosusemocioneseranmuydistintas.Enrealidad,elcondedeFalmouthnolehabíaparecidounhombreordinario,perolaimpresiónqueledejónofuemuyfavorable.Nuncahabíavistoauncaballerotansegurodeencontrarseporencimadequieneslorodeabanynopudoevitarquelaaversiónqueesaconductaleinspirabafueranotoria.

—¿Esoestodo?—Sonabaunpocodecepcionada—.¿Nohabíanadadeespecialenél?

—Especial…—Repitiólapalabra,pensativa—.Nolosé,Mary,enverdadapenaslehablé,asíquenotengounaopiniónconcreta.

Secuidódeconfesarleeldesagradable intercambiodepalabrasquesostuvieron,sindudaMarysehabríaescandalizadoynohabríapodidoculparla.

—¿Almenosesapuesto?

Emily rioalescuchar lapreguntadesuhermana,yaúnmáscuandovio laexpresiónansiosaensurostro.ParecíamuydefraudadaporqueEmilynohubierapodidoresaltarningúnhechoexcepcionaldeesecaballeroqueleinspirabatantacuriosidad.Sedijoquenohabíanadademaloenensalzaralmenossuaspecto,loquenopodríaconsiderarseunamentira.

—Sí,creoqueloes—dijo—.Apuestoymásjovendeloquepenséquesería.

—¿Tanjovencomotú?

—No,querida,no lo creo.—Emily sedivirtiópor la curiosacomparación—.Debede tenerunoscuantosañosmásqueyo.

Maryasintiócomosileagradaraoíresainformación.

—¿Yesgentil?

Lacuriosidaddesuhermanaempezabaaimpacientarla,noporquehubieranadademalo,eranaturalquequisierasabertantocomofueraposibledeeseinsignevisitante.Maryeraunaniñadulceyuntantorománticaaquien legustaba tejer intrincadashistorias.Emily,encambio,eramásprácticay sencilla,creíaquenoteníasentidoprofundizarenlaimpresiónprovocadaporesecaballero,enespecialporquenoesperabavolveraverloylaantipatíaqueleinspirabaeradeltodoirrelevante.Peseaello,seesforzópormostrarsetolerante.

—Gentil… No creo que pueda emitir un juicio, ya te he dicho que no lo traté lo suficiente —respondióalfin.

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Noleencontrósentidoamencionarlopocoamabledelencuentroylascosasqueéldijoacercadesucarácter.

—Esunalástima—dijolaniñaalfinyexhalóunsonorosuspiroparaluegoencogersedehombros—.Mehabríagustadoconocerlo.

—Esposiblequeocurraalgúndíao,másaún,podríasconoceraotrocondeconmejortemperamento.

Maryrecibiólaspalabrasdealientoconexpresiónsuspicaz.

—Nodijistequeestecondetuvieraunmaltemperamento.

Emilysediocuentadesuindiscreción,peroerayamuytardeparacorregirla,demodoquemostróunasonrisadespreocupada.

—¿Nolodije?Esposiblequefueraporquenolohabíapensadohastaestemomento.—Hablóconrapidezy apoyó la cabeza sobre la almohadamientras subía lamantahasta elmentón—.Pero esonotienemayorimportancia,ahoradebemosdormir,quierolevantarmemuytempranomañana.

El brusco cambio de tema despertó el interés de la niña, tal y como su hermana esperaba quesucediera.

—¿Mástempranoquedecostumbre?

—Oh,sí,debosaliraprimerahora.

—¿Porqué?

Emilyadoptóunaexpresiónmisteriosaycerrólosojos.

—¿Recuerdasloquedijeacercadereunirdineroparanopasarfríoduranteelinvierno?

—Sí,claro.

—Tengounaideaquepodríaayudarnos,peroahoravamosadormir.

Marysemostróresignadaanooírnadamásyapoyólacabezasobreelhombrodesuhermana.

—Deacuerdo,tambiéntengomuchosueño—reconociódemalagana.

—Esnatural,necesitasdescansarparareponerteprontodeeseresfrío.Buenasnoches.

—Buenasnoches.

Hastaesanoche,Emilyapenashabíapodidorecordarloquesoñaba,soloestabaseguradequeseríaalgorelacionadoconsudifícilsituación.Sinembargo,enesaocasión,tuvounsueñovívidoenelqueseveíaenmediodeuncampofloreciente,bañadoporlaluzdelsolyconunamanoenlazadaalasuyaque

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lasosteníacomoauntesoro;eraunamanofuertequeletransmitíaunapazquenuncahabíaconocido.Enalgúnmomentodelsueño,levantabalamiradayseencontrabaconelrostrodeesapersona,unofamiliaryalqueveíacomosisupresenciafueraunhechodeltodonaturalyfeliz.Aldespertar,aunquequedabanrastros de las cálidas sensaciones que había experimentado, no podía recordar la identidad delmisteriosoacompañante.Talvezfueralomejor,sedijoysequedóunmomentoconlamiradaperdidaenunpuntoenlapared.Nodeseabaperdereltiempoenfantasearconensoñacionessinsentidoquenuncaseharíanrealidadyquedefinitivamentenomerecía.

***

Desdequedejó lacasadel señorKittleridge, lascosasnopodríanhaber idopeorparaelpoderosoysiemprecontroladocondedeFalmouth.Tanprontocomoseiniciólatormenta,tomóelcaballoybuscóunhospedajequelepermitieraguarecersedelasinclemenciasdelclima,segurodequepodríavolveraLondres al día siguiente.Sin embargo, no solodebió conformarse con la únicaposadadisponibledelpueblo, sino que el día amaneció tan oscuro y húmedo que la idea de recorrer el camino de vuelta aLondreseraabsurda,amenosquenoleimportarallegarconelcuelloroto.

A pesar de poseer un temperamento propenso a exaltarse con facilidad, procuraba enfrentar lasdificultadesconbuenadisposicióndeánimo,sabedordequeperderlapaciencianoayudabaasolucionarlosproblemas.

Segúnsabía, lamayorpartede losalojamientosenun lugarcomoColchesterestabandestinadosavisitantesoviajerosdepaso,muchosdeellostrabajadoresquesedirigíanaLondresparaencontrarunaocupaciónquelespermitiera,coneltiempo,reunirseconsusfamilias,aquieneshospedaríanenlugaressimilares,aunqueporloqueJohnhabíaescuchado,muchoseranaúnmásmiserables.

Comomiembrodelanoblezayenunaposicióndepoder,tantoporsutítulocomoporsusposesionesmateriales,habríapodidofingirignoranciafrentealarealidaddelpaís,talycomohacíantantosdesuscongéneres,perolaidealoasqueaba.LapobrezaenInglaterraeracadavezmásnotoria,enespecialenaquellas ciudades cercanas a Londres, por lo que procuraba emplear a tantas personas como le eraposible en cada una de sus propiedades y se aseguraba también de que recibieran un pago y un tratojustos. Tal vez no fuera mucho, pero consideraba que si cada persona en su posición mostrara unaconsideraciónsimilar,lascosasseríanmuydiferentes.

Enbaseaesto,eralógicosuponerqueencircunstanciasnormalesnolehabríamolestadoenabsolutocompartir el tiempo y el lugar con trabajadores y personas de una posición social inferior, pero seencontrabatandisgustadoporlosacontecimientosdeldíaanteriorquesolodeseabaunespaciosolopara

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élenelquepudierarecibirunabuenaatenciónydescansarenpaz.

NosoloestabafuriosoporelengañodelseñorKittleridge,yaqueasíloconsiderabaél,unengaño,sino que además no lograba quitarse de la cabeza el desagradable incidente con esa joven a quien elcobardehombredecidióusarcomodefensora.Emily.

Toda la impresión favorable que había tenido al verla se esfumó de forma abrupta al oír susdesconsideradaspalabras.¿Conquéderechoesa jovenminimizabasusproblemasy lehablabacon taldescaro? Al recordar la expresión displicente que mostró al dirigirse a él, sintió el fuerte deseo detenerla frenteasíydesafiarlaaqueseatrevieraa repetiresasofensas.Decirquesusproblemaseransolopequeñosinconvenientes…mujertontayprejuiciosa.

HabríadadocualquiercosaporvolveraLondres,pasarel tiempoconEloiseyoír lasbromasdeHenry.Nadadeelloresolveríasusproblemas,eracierto,perosindudasesentiríamejor.

Tras pasar la noche en una cama incómoda, pese a que según el servil dueño era lamejor de laposadaynoencontraríaunamejorenvarioskilómetrosalaredonda,abriólosojosybajóparabuscaralgoquedesayunar, segurodequesipermanecíaenesperade seratendidomoriríadehambre.Desdeluego,seencontrabadepésimohumor,yelhechodequelosotroshuéspedesdelaposadaloobservaranconunamezcladetemorydesconfianzasololoempeoró.

Laposadaconstabadeunaseriedehabitacionesenelprimerpisodivididasporfrágilesparedes.Lamayordeellaseraunsalónenquehabíandispuestoungrupodebancasylargasmesasafindeutilizarlacomounimprovisadocomedor.AunqueJohnnohabíavisitadolasotrasestancias,suponíaquedebíandealbergarlascocinas,despensasyalgunossalonesparareunionesprivadas.Seplanteólaideadesolicitarunaparasíypagarloquepidieranporella,perodescartóprontoelplanyaqueesohabríasignificadopermanecer en ese lugar, y lo que deseaba era encontrar la forma de abandonar Colchester lo antesposible.

Ordenóunplatodecarnesfrías,unpocodepanyescogióunsolitariolugarenunrincóndelsalón,decidido a comer algo y buscar información acerca del estado de los caminos. Sin embargo, apenasllevabaunosminutosallícuandodoshombresfornidosydeaparienciahoscasesentaronaunosmetrosyempezaronahablaramediavoz,perolobastanteclaroparaqueélpudieraescucharloquedecían.

—Estáenesesalóndelaizquierda,esequenadieusaporqueeltechoestáapuntodecaerse—decíaunoentreunbocadoyotro—.ElchicoPhilliplaencontrófuerayparecequellegaronaunacuerdo.

—Quémujertanobstinada,aunquedeboreconocerquetieneagallas.—Sucompañerohablabaconlabocallenayparecióhacerunesfuerzoparatragarunbocadograndeycontinuar—.Cuandoeldueñodelaotraposadalenególaentrada,penséquesedaríaporvencida.

—¡Viejo idiota!Hizomal,¿no locrees?Despuésde todo,essolounamujerqueayudaahombrescomonosotros.¿Quéleimportacuántocobra?SoloqueríaqueellaledierapartedelasgananciascomohacíaconMarch.—Elprimerhombrehablabaconmuchosademanes,queincluíansalpicarelcontenidodelajarraporbuenapartedelamesa—.Peronocreoquefueramucho.

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—Esverdad.Avecespiensoquehaceloquehacenosoloporeldinero,sinoporquelegusta—dijoelotro.

—Esposiblequeasísea—asintiópensativo—.¿Sabesqué?AprovecharéqueestáaquíparairconellaencuantoacabeconPhillip.

Johnnoesperólarespuestaahogadadelotrohombreporquesepusodepieydejólacomidadelado,untantofastidiadoporhabersidoinvoluntariotestigodeaquellacharla.Eraobvioquehablabandeunaprostitutaqueofrecíaserviciosahombrescomoellosy,auncuandoresultarafascinantequedisfrutaradepracticar suoficio, comodijeronconburla,noestaba interesadoen sabermásacercade susproezas.Pasócondificultadpordetrásdeunabancayllegóalaalturadeesoshombresquetodavíahablabansindejardecomer,pero,aunquelointentó,nopudoevitaroírlaúltimafraseemitidaporelmásrobustodeellos.

—MuyagradableesachicaBrowning,siempremehagustado.

Johnsequedódepieconlasmanosaloslados,inmóvil.Browning.¿Cuáleseranlasposibilidades?Debía de tratarse de algún tipo de coincidencia, ¿cierto?Y, si no lo era, ¿acaso importaba?Aun así,cuandoalfinpudomoverse,enlugardedirigirsealasalida,talycomoerasuideainicial,laspiernaslollevaron de forma automática al ala izquierda del edificio, justo a ese salón cuya puerta cerradapresentabaunaspectoperturbador.

***

TalycomolehabíadichoaMarylanocheanterior,Emilyselevantómuytempranoporlamañanaconcuidado de no despertarla y bebió una taza de té; dejó otra por si la niña se levantaba antes de queregresaraytambiénuntrozodepanyalgodelajaleaquelaseñoraJenkinsleshabíaobsequiadoeldíaanterior.Antesdemarcharse,unaarrugadepreocupaciónseleformóenlafrentealverlaformaenqueelpechodeMarysubíaybajaba.Esperabaqueesamañanaseencontraraunpocomejor,perosupalidezy la obvia dificultad para respirar le provocaron un escalofrío de inquietud. Sin embargo, si deseabaayudarla,debíaponerseenacciónyesofuejustoloquehizo.

Lanocheanterior,duranteel recorridobajo la lluvia, se leocurrióqueauncuandohubiera tenidoproblemas en la posada del señor March, esa no era la única de Colchester. Era sin duda la másprestigiosaydemejorreputaciónenelpueblo,perohabíaotrasquepodíavisitar.Loúnicomalodeesa

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opcióneraquelaseñoraJenkinsnoestaríadeacuerdoenacudiraesoslugares,deallíquenisiquierahubierapensadoensolicitarlecompañía.Sabíaqueellahabríaintentadodisuadirladesudecisión,poresosepusoencaminoasolassindecirunapalabraanadie.

Tuvomuchasuerte,yaqueapenasalllegaralasendaquellevabaaunadelasposadas,unmuchachoalquerecordabahabervistoenlaiglesialesalióalpasoyledijo,trasvariosintentosyluegodequeellaloayudaraaencontrarlaspalabrasapropiadas,queestabainteresadoenenviarunacartaaunajovendesuciudadnatal,peroquenoencontrabaelmomentoapropiadoparapedirleayuda.Desdeluego,Emilysemostróencantadadeinmediatoy,aunquesupusoqueeseseríaunodeesoscasosenquetendríaqueinterpretarmásqueescucharlaspalabrasdesutímidoyhoscoempleador,bienvaldríalapenaaceptar,nosoloporeldinero,sinoporqueeljovenleinspirabaternuraydeseabaayudarlo;eraobvioquedebiódenecesitarreunirmuchovalorparadecidirseahablarconella.

Eljoven,quesepresentócomoPhillip,leindicóquehabíaunsalónquenadieutilizabaenesaposadaporqueseencontrabaenpésimoestado,peroqueaelloslesserviría.Laayudóaentrarcondiscreciónpor una puerta lateral porque su presencia quizá no habría sido bien recibida si usaba la entradaprincipal;alparecer,eldueñodeesaposadateníaslasmismasdesmedidasambicionesqueelempleadordelseñorMarch.SetoparonconunpardehombresaquienesEmilytambiénconocíadevistay,cuandollegaronalsalón,Phillipseencargódecerrarlapuertaybuscarunamesitaenlaqueellacolocóplumaypergamino, los mismos que llevaba siempre consigo en un viejo maletín que había pertenecido a supadre.Luegoocupóunasilladestartaladay lehizoungestoaPhillipparaquehicieraotro tanto.Trasexhalarunprofundosuspiroytomarlapluma,sepreparóparalaquesospechabaseríaunacharlamásquecomplicada.

***

Johnsesintió tentadodedarmediavueltaymarcharsede laposadatanrápidocomolefueraposible,peroasícomosuspiessehabíannegadoaobedecerlocuandoescuchóesaconversacióndeloshombresenelcomedor,ahoraparecíandecididosapermanecerfirmesfrentealapuertadelsalónalqueellossehabíanreferido.Lecostabarelacionaraesajovendeaparienciaserenayfría,conropasnegrasyseverasquelacubríandepiesacabeza,conlaimagenquehabíanretratadoesoshombres.Noteníasentido,yauncuandonohubierasidoasí,nolegustaba,ysesintióunpocoestúpidoporeso.

Conunbufidodeexasperación,seapoyósobrelapuertaeinclinólacabezaparadescifrarlasvocesahogadasquellegabanhastaél.

—Voyanecesitarquemeayudesconesto,Phillip,nopuedohacerlosola.

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Reconoció la voz de inmediato, aun cuando la había oído el día anterior por primera vez y noprecisamenteenlosmejorestérminos.Sinembargo,habíapocodeladurezausadacontraélensutono;porelcontrario,sonabacálidaycompasiva.

—¿Porquénomehablasdeella?Empiezapordecirmesunombre—continuóconunsuavepedido.

Nosabíaquéesperar,sesentíaridículoeindignoalespiartrasunapuertallevadoporunacuriosidadque no alcanzaba a comprender.Y, como si eso no fuera suficiente, lo que escuchaba no tenía ningúnsentido.¿Dequédemonioshablabaesamujer?

Lavoz,indiferenteasuspensamientos,continuóconunsutilinterrogatorio.

—Elnombre,Phillip,¿cuálessunombre?—Elpedidofuemásfirmeestavez.

Hubounnuevosilencio.

—Lily.—Lavozdelaotrapersonasonóquedayunpocotemblorosa—.SunombreesLily.

—Esunhermosonombre,¿esellahermosatambién?

Johnseacercóaúnmásalapuerta,fascinadoasupesarporeseactodebrillantemanipulación.Aúnnocomprendíalarazón,perodeseabasaberla.

—Sí,claro.

—Entonces es hermosa.—La sencilla réplica escondía una suave entonación tierna y burlona—.Estásdeacuerdoconqueempecemosconun“queridaLily”,¿cierto?

—Sí,señorita.

—Asíloharemosentonces.

Trasunbrevesilencio,seoyódenuevolavozquedominabalaconversación.

—¿Sabeellacuántolaquieres?—preguntó.

Recibióunchasquidoporrespuesta,oesofueloqueleparecióaJohn,quepermanecíaatento.

—Phillip,¿lehasdichoaLilycuántolaamas?—insistió.

—Unavez,señorita,oesocreo.Nouséesaspalabras,pero…

—Estábien,estoyseguradequeellalosabe.—Esasuavevozposeíalaextrañahabilidaddeinfundirpaz,yJohnlasintióauncuandonosedirigíaaél—.¿Quéesloquemásextrañasdeella?

—Todo,señorita.

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Larespuestafuetanrápidayfervorosaqueprovocóunarisacristalinadepartedesuinterlocutora.Johnnofueconscientedeello,peroéltambiénsonrió.

—Cuéntamequéesesetodo.

—Sonmuchascosas.Extrañosusmanos.Tienelasmanosmásbonitasquehevisto,aunquetrabajaenuna fábrica, y cuando sonríe le brillan los ojos, que también sonmuy bonitos. Y extraño el pan quepreparaba losdomingosymedabaaprobar luegodel servicioen la iglesia.Ysu risa; cuando ríeyotambiénquieroreír,¿sabeloqueeseso?—Lavozhastahacíaunmomentovacilanteyparca,brotabadeprontoatodavelocidad—.Tambiéncose,sumadreleenseñó,yavecescuandopodíamosdescansardeltrabajoíbamosalríoconsushermanosylosmíosycantabamientrassebañaban.

Lavozcalló, comounecoque se apaga,hastaque soloquedaron las sensacionesdejadaspor laspalabras.

—Esoesmuyhermoso.—Lavozdelamujerrevelabaloconmovidaquesesentía—.¿Quieresqueempieceyluegoteloleaparaquemedigassiestásdeacuerdo?

—Sí,porfavor.

Pasaronvariosminutosdecompletosilencio;aJohnsololellegabaelsonidodealgoqueserasgaba,quelepareciópapel,peronoestuvodeltodosegurohastaquelavozdelajovenseescuchódenuevo.

—Creoquepodríagustarte,esperoqueasísea—dijoconlasuavidadqueparecíareservarparasuinterlocutor—.¿Puedoempezarahora?

—Porfavor.

—Muybien—respondióycontinuóconunaentonacióndistinta,comosileyera—:“QueridaLily,hecontado las horas para hacerte llegar estas palabras. Puedo asegurarte que he atesorado y alimentadocada una de ellas desde la última vez que nos vimos. Me encuentro bien aquí en Colchester, heencontradounbuenlugaryesperocumplirprontomispropósitosparavolveratieiniciarnuestravidajuntos.Echodemenostusonrisa,lasrisasquecompartimosylospaseosporelrío.Nosabréloqueeslafelicidadhastaquepuedatomartushermosasmanosentrelasmíasyllevartedelbrazoalaiglesiacomoanhelohacercadadomingo”.

Lavozcallódepronto,yJohnnotóenesemomentoquesumanoderechaestabaapoyadacontralapuertaysucuerpolaoprimíadeformadolorosa,por loquehizoungestode incomodidadalsentir lapresióncontralosdedos.Retirólamanoconelfindesostenerlacontralaotraparainfundirlecalor,peroel bruscomovimiento había provocado que golpeara la palma contra lamadera y fue evidente que elsonidoseoyóenelinterior.Sindetenerseapensar,diomediavueltaysealejóconpasorápido.

CuandoEmilyseasomó,untantonerviosaporeltemorahabersidodescubiertayencontrarseenotradesagradablesituación,exhalóunsuspirodealivioalnoveranadieallí.Mástranquila,volvióaocuparsuasientoysonrióalnerviosojovenquelaobservabaconlosojosmuyabiertos.

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—¿Tegustaríacontinuar?—preguntócontonocalmado.

—Sí,señorita,porfavor.

LarápidarespuestabastóparaqueEmilyrecuperaralasonrisayretomaralalectura.

—”Teprometo,miqueridaLily,queestaréderegresoantesdeloquepuedasimaginar,cadasegundodesacrificiomeparecepocoporladichadevolveravertuhermosasonrisa.”

***

Alllegaralacasa,Emilymiróporinstintoelrelojsobreunamesitaysuspiróalcomprobarquehabíatardado más de lo que había calculado al salir; pero al sentir las monedas en la bolsa que llevabaanudadaalcorpiño,nopudoreprimirunasonrisasatisfecha.LuegodeescribirlacartadeljovenPhillip,otrosdoshombreslabuscaronparaquelosayudaraaenviarmensajesparasusfamilias.Noganómuchoconesosservicios,peroenesemomentoteníaunascuantasmonedasmásqueeldíaanterior,porloqueseconsiderabaafortunada.

Auncontabacontiemposuficienteparaprepararalgodecomer,yquizáambaspudierandarluegounpaseoporelpueblo.LasdulcesconfesionesdePhillipacercadeloqueextrañabadesuciudad,nosolodesuamada,lallevaronapensarquehabíaestadotanpreocupadaporlascarenciasquedejódepasartiempoconsuhermana.

Antesdelamuertedesumadre,auncuandoentoncesyateníanalgunosproblemasparasobrellevarlosgastos,nuncadejarondededicaralmenosundíadelasemanaparahacerunavisitaalalmacéndelpueblo,comprarobjetossencillos,comounlazoparaelcabello,queemocionabanenparticularaMary,yterminarlajornadaconuncortopaseoporlariberadelrío.Coneldolor,ellutoylaspreocupaciones,casihabíaolvidadoelplacerdeesosmomentosdeesparcimiento.

Pasadosmás de seismeses desde lamuerte de sumadre, podía dejar los vestidos negros y usarcoloresmenoslúgubres,perolaverdaderaquenosesentíalistaparaeso.Mary,encambio,alsermásjoven,síqueoptópordejarelrígidolutotanprontocomollegaronalperíodoestablecidoporlasnormassociales.Emilysedijoquenodejabaderesultarcontradictorioelhechodequeseaferraraaellascontaldisciplinacuandolasignorabaencasoscomoeldesusactividadesparaconseguirsustento.Talvezfuerauntantohipócritadesuparte,peroloconsiderabaunactodesimplesupervivencia.

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Sucasaerapequeña,inclusomásqueladelseñorKittleridge.Disponíadeunrecibidoryunpequeñosalón,unaminúsculacocina,asícomounahabitaciónqueellayMarycompartían,queeralamásgrandedelacasa,yaquesumadreocupóhastasumuerteunamáspequeñasoloparaella,queenesemomentoseencontrabacerrada.Emilyaúnnodecidíaquéhacerconella;tardeotempranoibaatenerquehacerlo,perolomismoqueconsuropa,aúnnoseencontrabalistaparaenfrentarlo.

Porlogeneral,Marypermanecíabuenapartedeldíaenlahabitaciónyjugabaconmuñecasoleía,yelrestodeltiempolaacompañabaenlacocinamientrasellaseencargabadelaslaboresocharlabanenelsalónacercadelosacontecimientosdeldía.Sinembargo,desdequeMarysehabíaenfermado,Emilyoptó por llevarle las comidas a la habitación y atenderla tan bien como le fuera posible, en lo queayudabamucholadesinteresadaasistenciadelaseñoraJenkins.Comoesedíadejólacasasinatreverseacompartirloqueteníaplaneadohacer,labuenaseñoradebiódepensarquenolanecesitaban,deallíelsilencioqueimperabaenlacasa.

Emily se dirigió a la habitación y frunció el ceño al no encontrar a su hermana allí. Recorrió,inquieta,cadapequeñahabitaciónhastaquesoloquedóunaen lacualbuscar; sedirigióallíconpasotembloroso, asaltada por un mal presentimiento. No le sorprendió que la llave del dormitorio de sumadre,queguardabaenunaparador,seencontraraenlacerradura.Diovueltaalamanijayentró.Lascortinasestabancerradas,porloquetardóunmomentoenacostumbrarsealaoscuridad,perocuandolohizo pudo ver el pequeño bulto envuelto en las mantas de la cama, que se aferraba a una de lasalmohadas.

—¿Mary?—llamóenvozbaja.

Suhermanaapenasvariódeposición,sololadeólacabezaparaobservarlaconojosbrillosos.

—¿Recuerdasquecuandoestabaenfermamamápermitíaquemerecostaraensucamayesomehacíasentirmejor?

Lavozdelapequeñasonabaentrecortada,yEmilypudonotarqueteníaloslabiosagrietados.

—Sí,claroquelorecuerdo.—Hizounesfuerzoparaquesuvozsonaracalmada—.Hacíalomismoconmigocuandoteníatuedad.

—Peronofunciona,tengofríoycalory,aunqueintentodormir,lacabezamedueletantoquenopuedohacerlo.

Emilynoesperóaoírmás,seapresuróallegarhastaella,sepusoderodillasjuntoalacamayletomóelrostroentrelasmanossinpodercontenerelsobresaltocuandosintióelcalorquedesprendía.

—Ardesdefiebre—dijoynotóelmiedoensuvoz—.¿Desdecuándoestásasí?

—Desdequedesperté,creo,noestoysegura.—Cerrólosojos—.Soloquierodormir.

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Emilyvolvióatocarleelrostroysacudiólacabezadeunladoaotro.Sumadrehabíaenfermadodeformasimilar,sinunavisopreviomásquelosconocidossíntomasdeunresfríoalcualnoleotorgaronmayor importancia hasta que fue demasiado tarde. Cuando la fiebre llegó, una como la que Maryexperimentaba…No,nopodíapensareneso,nodebía.

Acomodóasuhermanalomejorquepudosobrelacamaparaquenosecayeraalmoverse,laayudóacubrirseunpocomásconlasmantasyluegodedarleunrápidobesoenlafrente,echóacorrerfueradelahabitaciónydelacasa.

Maryibaaestarbien,noleocurriríalomismoqueasumadre,noloibaapermitir.

***

CuandoJohndejó laposadaesamañana,seencaminóconpasoseguroa lacaballerizacon la ideademontarendirecciónaloslindesdelpuebloparainformarseacercadeuncaminoquenohubierasidodeltododañadoporlaslluviasyusarlopararegresaraLondres;peroalintentarsostenerlasriendas,sintióun dolor tan profundo que debió desistir de inmediato. ¡Maldita mano! ¿Cuándo dejaría de dolerle?Debíadeseracausadelfríoylahumedad,queempeorabansulesiónhastaquesolodeseabaarrancarla.

Tras pensar unmomento en una forma de resolver ese problema, recordó que sumédico personalacostumbraba recetarle unos ungüentos que, por lo general, ayudaban lo suficiente para que pudierareiniciarsusactividadescontranquilidad,peronoteníaesamedicinaconsigoyhabríasidounamuestraestúpida de soberbia no reconocer que la necesitaba. De modo que preguntó al muchacho de lascaballerizasporelmédicodemayorrenombreenelpuebloysedirigióallíapie.Soloesperabaquenosetrataradeningúncharlatán.

Laconsultanoseencontrabamuylejosdeallí,apenasaunpardecalles,muycercadelcentrodelaplaza. Al llegar, se presentó solo con el apellido para no mencionar su título y así evitar preguntasindiscretasacercadesupresenciaenColchester.

EldoctorJohnsoneraunhombredeedadavanzada,casiunanciano,peroeraobvioqueconservabasusfacultadesintactasysedirigióaélconrespeto,perotambiénconunfríodistanciamientoprofesionalqueyahabíaadvertidoantesenotrosdesuscolegas.Alexponerelproblemaconmásdetallesdelosquehabría deseado, obtuvo pronto una solución.Al parecer, el doctor Johnson compartía las ideas de sumédicopersonal,porquesugirióunungüentosimilarque,ensuopinión,auncuandonodesapareceríadel

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todoeldolor,lepermitiríaretomarlasactividadesconrelativanormalidad.Además,enconsideraciónasusreiteradospedidos,Johnprometióquenosequitaríalosguantesamenosquefueranecesariohastaqueeldolorremitieradeltodo.

Pagóunpocomásdelatarifafijadaporelmédico,loquepareciócomplacerlo,aunquenosemostróenparticularefusivo,sinoquemantuvounaexpresióninmutable,aunqueJohncreyóvislumbrarunbrilloalegreensuspupilas.Estabaapuntodedespedirsepararegresaralaposadacuandolossonidosdeloqueparecióunfuerteintercambiodepalabrasllegóhastaellos.

Johnrecordóquealllegarfueatendidoporunamujerdecarácteragrioypocopropensaamostrarelbuen trato que se podría esperar en la consulta, pero él no le concedió importancia porque estabainteresado en ser atendido a la brevedad.Sin embargo, al parecer, el nuevopaciente tenía tanta prisacomoélysehabíatopadoconeldesagradablemuroenqueseerigíaesamujer.

Cuando el volumen de la discusión se elevó, intercambió unamirada con el doctor Johnson, queperdióelsemblanteinmutableyparecíaapuntodesugerirquesuayudanteseencargaradeapaciguaralvisitantecuandounavoz,muyfamiliar,lellegóalosoídos.

—Necesitoverloahora,enestemomento—decía—.Esunaemergencia,¿nopuedeentenderlo?

Johnfruncióelceño,sorprendido.EralaterceravezenellapsodeunaspocashorasqueoíalavozdeEmilyBrowning,yencadaunadeellashabíanotadounafacetadistintadecarácter.DisplicenteycasiofensivaencasadelseñorKittleridge;tiernaysutildurantelaconversaciónconeljovenenlaposada;y,enesemomento,desesperada.

Sindetenerseaesperaraqueelmédicodieraelprimerpaso,salióalpequeñorecibidor,dondelajoven se erguía tan alta comoera frente a la robusta figura de la ayudante del doctor Johnson, que leimpedíaelpaso.Llevabaelmismovestidonegroysinadornosdeldíaanterior,perofuelapalidezdesurostroloquemáslosorprendió.

Aloírpasos,levantólamiradacongestoesperanzado,elcualmutóaunodecompletaconfusiónalreconocerlo.

—¡Usted!—dijo.

—SeñoritaBrowning.

Aunquedeseómostrarseseguro,suintencióncambióalverlaalosojosycomprenderloalteradaqueseencontraba.AlgoledijoqueEmilyBrowningnoeraunadeesasmujeresquecedíanconfacilidadalllanto, pero era evidente que estaba muy cerca de ello, si bien hacía un esfuerzo por mantener lacompostura.

—¿EldoctorJohnsonestabaconusted?

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Lapreguntaselemurióenloslabiosalverqueelmédicoseuníaaellosydeinmediatosedirigióaél.

—DoctorJohnson,necesitoquevengaamicasa.—Hablócontonofirmeyclaro.

Elmédicolaobservóconcuriosidadyciertaindiferencia.

—¿Quéleocurre,señorita?

—EsMary.Ha estado un poco resfriada, pero estamañana amaneciómucho peor.—La joven seatropellabaconlaspalabras—.Creíquenoeranadadecuidado,perotienequeverla,necesitoquemeacompañeacasaahoramismo.

El médico sacudió la cabeza de un lado a otro ante el pedido que, en verdad, sonó un pocoautoritario.

—Losiento,señoritaBrowning,peronopuedoabandonarmiconsultaparaatenderunresfrío.Silodesea,lerecetaréuntónico…

—No,noessuficiente.—Alzólavoz,asombradaporesamuestradenegligencia—.Creoquepuedetratarsedealgoserio,tienefiebreyescalofríos.

—Quizásetratedelclima,muchaspersonasenfermanenestaépocadelaño,nohaynadaporloquedebapreocuparse.

Laintervencióndelaayudantedelmédico,quehablóconuntonodesimilarindiferencia,bastóparaqueJohnabandonarasusilencioydieraunpasoalfrente.

—¿QuiénesMary?

Lainesperadapreguntaparecióconfundirla,porloquecontestódeformacasiautomática.

—Esmihermana.

—¿Quéedadtiene?

—Ochoaños.

Johnnoesperóaoírmás.SedirigióalmédicoconlaexpresiónqueHenrycalificabacomoaquellacon la que conseguía hacer temblar a sus empleados y lo observó desde su altura con la indignaciónpintadaenelrostro.

—¿Enverdadpiensanegarseaatenderaunaniñaenferma?—preguntó.

Elmédicosemostrósorprendido,notantoporlaintromisióncomoporeltonodespectivoconelquesedirigióaél.

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—Ya lohaoído, se trata deun simple resfrío.Esobvioque la señoritaBrowningpermite que sunaturalpreocupacióninterfieraconunbuenjuicio.

—Mijuicioestámuyclaro,doctor,einsistoenquedebeacompañarme.—LajovenserecuperódelasorpresaporlainesperadaintervencióndeJohnyobservóalhombremayorconunalevesúplica—.Porfavor,vengaconmigo,leaseguroquepuedopagarsusservicios.

Laalusiónaldineroparecióaplacarlasreservasdelmédico,quesemostrómásreceptivo,aunquetodavíadudaba.

—Reiteromiofrecimientoderecetaruntónicoquepuedeayudarla;sinomejoraraconél,entoncespodríairaverlamañana.

—Mañana—repitiólapalabra,horrorizadaantelaideadetenerqueesperartanto.

John,unpocohartodeesasituación,yasqueadoporelcomportamientodelmédico,decidióqueyahabíatenidobastante.

—Tomesuscosas,doctor,nosvamosdeinmediato—dijo.

TantoEmilycomoelmédicoloobservaronconsimilaresmuestrasdeconfusión.

—¿Adónde?—preguntó.

—Adondedeberíahaberidosindemorahaceunosminutos,iremosacasadelaseñoritaBrowningparaquereconozcaasuhermanaymáslevaleteneralgomásqueuntónicoparaelresfríocomoúnicaopción; es posible que necesite un tratamiento más efectivo. —Pasó a un lado de la ayudante, queescuchabalaconversaciónconlabocaapenasabierta,ytomóelsombrero—.Deseprisa,doctor,yahaperdidodemasiadotiempo.SeñoritaBrowning,sifueratanamabledeguiarnos.

Emily no esperó que repitiera el pedido, y, aunque su confusión era obvia debido a la sorpresivainclusióndelconde,recibiólaayudaconsinceroagradecimiento,aunquenoatinóadecirlo.Enlugardeello, asintióy saliódel edificiomientras abría lamarcha endireccióna su casa, que se encontraba aescasadistancia.Llegaríanmuyrápidoapiey,decualquierforma,noerasencilloencontrarcarruajesdealquilerenelpueblo.Porfortuna,elcondelasiguióensilencio,lomismoqueelpocoentusiastadoctorJohnson,queapenastardóunminutoentomarelmaletínantesdeunirseaellos.

LacasadeEmilyseencontrabaalotroladodelrío.Cruzaronelcaminoconrapidez,peseaqueaúnseveíanalgunoscharcosprovocadospor la lluviade lanocheanterior.Al llegaralpequeñoedificio,Emily abrió la puerta y se hizo a un lado para que los dos hombres pasaran.En otras circunstancias,habríamostrado reservas en consentir la presencia del conde deFalmouth en su casa, pero ya que lahabíaayudadoaconvenceralmédicoparaquevisitaraaMary,sedijoquehabríasidounactoinfantilymalagradecidodesuparteponeralgúnreparo.Él, talycomoobservóagradecida,mostróelsuficientetactoparapermanecerdepieenelrecibidorsinhacerademándeseguirlacuandoellaguioaldoctoralahabitación.

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Maryseencontrabarecostadaconlosojosentreabiertos, lasmanosalosladosyeldelgadopechoquesubíaybajabamientrasseguíaelritmodesulentarespiración.EldoctorabandonódeinmediatosuexpresiónmalhumoradaporversecasiarrastradohastaallíehizoungestoaEmilyparaqueloayudaraaincorporaralaniñaafindeauscultarla.

LarevisióntomósolounosminutosqueaEmilyleparecieronhorasy,cuandoelmédicoterminóylallamófueradelahabitación,ellaledirigióunamiradaalaniñaantesdeseguirlo.

—Enprimerlugar,quierodecirlequelamentohaberdudadodesuintuición,señoritaBrowning,fuepocoapropiadodemiparteyleofrezcodisculpas—dijoysemostródeverdadarrepentido.

Emily recibióesaspalabrasconun ligeroasentimiento,ansiosaporconocereldiagnósticoypocointeresadaporoírexcusas.

—¿Quéesloquetiene,doctor?¿Esacasolomismoquemimadre?—Lavozselequebróalhacerlapreguntaquemástemía.

—No,noeslamismaenfermedad,puedoasegurarlo.—Latranquilizóconungesto—.Sinembargo,lacondicióndesuhermananodejadeserdelicadayseagravarásinorecibelaatenciónadecuada.

Emilysepermitióunmomentopararespiraraliviadadequesumayormiedonosehubieraconvertidoenrealidad;perocomprendióqueaúnnoseencontrabanasalvodeladesgracia.

—¿Quédebemoshacer?—preguntóansiosa.

—Debemos iniciar el tratamiento de inmediato, pero debo advertirle que será largo y no puedoasegurar que su hermana se restablezca por completo hasta que haya pasado lo peor. Quizá entoncespuedadarlemejoresnoticias.

Emilyescuchóconatencióneimaginómilescenariosdistintosenlosquesuhermanasereponíadeltodo, loquepara ella era la únicaopción a contemplar.Se recuperaría, ella se encargaríadeque asífuera.

—Enesecaso,doctor,debeempezareltratamientoahoramismo.

Elmédicodudóuninstanteantesderespondery,cuandolohizo,lucióunpocoincómodoporloqueibaadecir.

—Lamentotenerquemencionarlo,perolamedicaciónserácostosay,auncuandopuedoreducirmishonorariosalmínimo…

Emilycomprendió.Lamayorpartedelaspersonasenelpuebloconocíansudifícilsituación,peronoibaapermitirqueesofueraunimpedimentoparaqueMaryrecibieralaatenciónquenecesitaba.

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—Haga lo que deba, doctor, costearé el tratamiento de mi hermana sin ningún problema. —Sudeclaraciónfueuntantosoberbia,conelmentónelevadoylamiradafría—.Empieceahoramismo,porfavor,seloruego.

El médico se mostró escéptico ante esa promesa hecha con tanta seguridad, pero tuvo el sentidocomúndenoinsistiryasintióparaluegoingresardenuevoalahabitacióndelaniña.Emilyhizoamagodeseguirlo,peroélladetuvo.

—Serámejorqueespereaquí—dijo.

—Deboacompañarla.

—Ylohará, la llamaréenunmomento.—Elmédicosemostró insensibleasus ruegos—.Deje lapuertaentreabierta,lallamaréencuantolanecesite.

Emilyhizoungestodefrustraciónysecruzódebrazos,peronoinsistióyvioalmédicoentraralahabitación.

Alquedarsesolaenelpasillo,empezóadarvueltasmientrasseretorcíalasmanosconnerviosismo;enesemomento,inquietaporlatensaespera,recordóalcaballeroquehabíadejadoenelsalón,siesqueno se había marchado ya, ofendido. Con una última mirada a la puerta, enderezó los hombros y seencaminó.

Elcondepermanecíadepiefrentealaventanaquedabaalacalle,aunqueEmilysabíaquenoofrecíauna gran vista del exterior. Se había quitado el sombrero, y susmanos caían a los lados; a Emily leextrañóquenosehubieraquitadolosguantesporelcalorquedesprendíaesahabitación,muydistintoalfríodelacalle.

—¿Milord?—lollamó.

Éldiomediavueltaaloírlaylaobservóconatención.

—¿Haexaminadoelmédicoasuhermana?—inquirió.

—Sí, lohizo.—Emilymiróalpisoconelceño fruncidoysepreguntóqué tantopodríacompartiracerca de esa charla—. Él dice… El doctor piensa que Mary se recuperará, pero el proceso deltratamientoserálargoytendremosqueesperarhastaqueestédeltodorestablecida.

Elcondeasintió.

—Comprendo—dijo—.Asumoqueno son lasnoticiasquedeseabaoír,peroaunasínodejanderesultaresperanzadoras.

Emilymostrósuconformidadyasintióconfervor.

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—Sí,asíes.EldoctorJohnsoniniciaráeltratamientodeinmediato.—Mirósobreelhombroyrevelósuinquietud—.Mehapedidoqueespereunmomento.

—Yaveo.Imaginoquedebedesentirsemuyansiosa.

—Sí,peronohaynadaquepuedahacer,noquierointerrumpirsulabor.

—Hacebien,señoritaBrowning,noessencillomantenereltempleensituacionescomoesta,yustedsehacomportadodeformaadmirable.

Emilysesorprendióporelinesperadohalagoydesviólavistaalnotarelligerocalorensusmejillas.No recordaba cuándo había sido la última vez que se había ruborizado y se sintió un poco tonta porhacerloporesaspalabrastanimpersonales.

—Gracias,milord,perohasidoustedquiensehamostradodemasiadogenerosoalayudarmehaceunmomento.De no haber contado con su apoyo, es posible que no hubiera logrado convencer al doctorJohnson,yentonces…

—Notienenadaqueagradecer,señorita,cualquierahabríahecholomismoenmilugar.Laconductainicialdeesehombrehasidovergonzosa.

Emilysesintió tentadaaesgrimirunadébildefensadelmédico,peronohabríasidohonestodesuparteyaquecompartíalaopinióndelconde.

—Aunasí, estoymuy agradecida por su ayuda—afirmópara luego continuar—: ¿Puedoofrecerlealgo?Talvezunpocodeté…

Élmoviólacabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—Nocreoquedebamolestarse.—Seadelantóasusobjeciones—.Querráestaratentaalllamadodelmédico.

Emilynopudomenosqueasentirfrentealaperspicazrespuestayguardósilenciosinsaberquédecir;fueélquienretomólapalabra.

—¿Puedosentarme?—preguntó.

—Sí,porfavor.—Emilyseapresuróaseñalarelsillónfavoritodesupadre—.Lamentonohaberloofrecidoantes.

—Nosepreocupe,esnatural.

Elcondesedejócaerenelasiento,ylamuchachanotóqueacunabasumanoderechacontraelpecho,peronoseatrevióapreguntarelmotivodeesaextrañaacción.Supuso,sí,queestabarelacionadaconlavisitaaldoctorJohnson.

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—¿Puedohacerleunapregunta?—Lavozlallevóalpresente,yloobservó.

—Desdeluego—respondió.

—Nohepodidoevitarnotarquellevaluto,¿perdióaalgúnparientecercano?

—Sí,asíes.—Fruncióloslabios,incómodaporunapreguntatanpersonal—.Mimadre.

—Lolamento.—Parecióhablarconsinceridadylaobservóconmayorinterés—.¿Hasidoreciente?

—Sietemeses.

Emilynolograbacomprenderporquérespondíacontantasinceridad;suponíaqueseencontrabatanansiosaporMaryqueapenaspodíaconcentrarseenlaspalabrasycontestabasinpensardemasiado.

El conde, en tanto, no despegaba la mirada de su rostro, y esa profunda observación empezó aincomodarla,porloquedesviólavistayocupóunsillónqueseencontrabaaciertadistancia.

—Milord… —Se miró las manos, inquieta por lo que iba a decir—. Siento que debo ofrecerdisculpaspormicomportamientoenlacasadelseñorKittleridge.

Élnovariódeexpresión,elevóunacejacomosiencontrarainteresantesesaspalabras,peronolesconcediómayorimportancia.

—¿Lohaceporque enverdad lamenta su comportamientooporque se sienteobligadadebido a laayudaqueleheprestado?

Emilyacusólabruscapreguntacomosiacabaradeabofetearla.Auncuandotuvieraalgoderazón,notenía ningún derecho a expresarse de forma tan ofensiva. Estaba a punto de formular una réplicaindignadacuandoélelevóunamanoparapedirsuatención.

—Por favor, señoritaBrowning,nomalinterpretemispalabras, le aseguroquenohubomalicia enellas—dijomuycalmado—.Perodebereconocerqueesunasuposiciónlógicaynopretendíaofenderlaominimizarsusdisculpas;porsupuesto,lasacepto.

—Enesecaso,¿porquédijo…?

—Porlamismarazónporlaqueustedexpresócontantaclaridadypocotactosuopiniónacercademíencasadel señorKittleridge.—Johnmostróunapequeñasonrisacargadade ironía—.Alparecer,ustedyyo tenemos algo en común: nopodemos contener nuestras opiniones, por desconsideradasquepuedanser.

Emilynosupoqué responder.Eraverdadqueconfrecuenciadecía loquepensabasindetenerseameditar el impacto que tendría en quienes la escuchaban, y también era cierto que por lo general susopiniones carecían de malicia, y era poco común que ofendiera a alguien con ellas, pero en algunaocasiónsevioarrepentidadehaberformuladounafraseirreflexiva.

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—Nopuedocontradecirlo,milord,sololamentoquecompartamosunacaracterísticatanpocodignademérito—dijoalfin,sinocultarsumolestia.

—¿Eso piensa? No estoy de acuerdo. La extrema sinceridad puede acarrear inconvenientes, esverdad, pero considere que siempre será mucho más respetable que una opinión falsa o calculada.Además,reconozcoquemerecíaesecomentario,nofuimuycortésconelseñorKittleridge;encuantoausted,bueno,creoquenosoylapersonaapropiadaparadeterminarsisehizomerecedorademiopinión.

Emilylevantólamiradayloobservófijo;deseabasabersielcondeseburlabadeella,peronopudovernadaen su semblanteque la convenciera.Cadaunade suspalabrashabía sido formuladaconesaindolenciay faltade interésqueenotras circunstanciashabría encontrado insultantes, peroenaquellaocasiónnopudomenosqueasentir.

—Merecíaesaopinión,milord,esverdad,ysususpicaciapormisdisculpasesmásquerazonable.Enrealidadlamentohabermeexpresadodeformatandesconsideradaennuestroprimerencuentro,peroquizánuncalehabríaofrecidodisculpassinonoshubiéramosvistodenuevoyustednohubieraayudadoaMary.

Elcondeasintió,alparecercomplacidoporesesinceroreconocimiento.

—Esustedunadamamuypeculiar,¿selohandichoantes?

—Quizánoconesaspalabras,perosí,noeslaprimeravezquelooigo.

—Nopuedodecirqueloencuentresorprendente.

Emilynoencontróunaréplicaapropiadaparaunafrasetanenigmática,porloquefueunasuertequeeldoctorJohnsonsereunieraconellos,loqueleprovocóunpequeñosobresaltoalverlo.

—¿Mihermana?

—Seencuentradormida,lediunascuantasgotasdeláudanodiluidasenunpocodeagua,asítendráun sueño profundo y sin sobresaltos; es imperativo que duerma tanto como desee. Estimo que sicontinuamosconeltratamientoduranteunosdíasyobedecemisindicacionesdeabsolutoreposo,prontoestará restablecida. Como le dije, su salud se verá afectada por un tiempo, pero con las debidasatencionesconsideroquenohabrásecuelasquelamentar.

Emilyescuchócadapalabraconavidez,lasasimilóydejóquelasideaslefluyeranaraudales,cadauna centrada en la necesidad de obedecer las órdenes del médico para asegurar así el totalrestablecimientodelaniña.

—Gracias,doctor,¿hayalgomásquepuedahacer?

—Seguirmisindicacionesycontinuarconsusdevotoscuidados.—Eldoctor,hastaentoncesserioyparco,sepermitióunapequeñasonrisa—.Soytestigodequeesunaexcelentehermana,lapequeñaMarynopodríaencontrarseenmejoresmanos.

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Emilysemostróconmovidaporesa inesperadamuestradeamabilidadyrecibióelhalagoconunasonrisa.

—Gracias—dijo.

Élasintióysuspiró,seveíaagotadoylaposturaencorvadareflejabasunecesidaddedescanso.

—Hedejadoalgunas instruccionesen lamesitadeldormitorio,volverémañana tempranoparavercómoevoluciona.Ahora,simedisculpa,debomarcharme.

Emilyasintió,comprensiva;estabaapuntodeacompañarloalapuertacuandonotóqueelconde,quehabíapermanecidoensilencioduranteelintercambiodepalabrasconelmédico,seponíadepie.

—Losiento,milord,imaginoquedesearámarcharsetambién.

Aloírelrespetuosotratamiento,elmédicoledirigióunamiradaconfundida,peroEmilynolonotó,enesperadeunarespuesta.

—Esperabaintercambiarunaspalabrasconusted,perocreoquepodránesperaramañana—dijoysedirigióalapuerta.

—¿PlaneaquedarseenColchester?PenséquedesearíaemprenderelregresoaLondresdeinmediato—comentómientrasrecordabasuspalabrasdeldíaanterior.

—Asíes,peroaúntengoasuntosqueresolveraquí.Además,loscaminosnosonlosmejoresyundíamásdeesperaayudaráaqueelviajenoresultedemasiadodifícil.

Emilynopodíaimaginarquéotrastareaspodríateneruncaballerocomoélenunpequeñopobladocomo Colchester, pero se abstuvo de hacer preguntas y menos en presencia del médico, que losobservabaconmaldisimuladointerés.

—Esperaréaoírloquetengaparadecirme,milord,puedevenircuandoloestimeconveniente.

—Perfecto.Volverémañanaentonces, asípodré también informarmede la saludde suhermana—dijo.

Emily hizo un gesto para que los caballeros la siguieran hasta la entrada, que en realidad seencontrabaasolounospasosdelsalónysostuvolapuertaabiertaparaqueamboslacruzaran.Conunanuevasonrisaagradecida,despidióalmédico,yelcondelosiguióapocospasos.Antesdemarcharsedeltodo,giróhaciaellaehizounabreveinclinacióndecabeza.

—Laverémañana,señoritaBrowning,graciasporsuhospitalidad.

—Hastamañana,milord.

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Tan pronto como cerró la puerta, Emily corrió a la habitación para observar aMary. Exhaló unsuspiro de alivio al comprobar que dormía en aparente calma. Leyó las indicaciones del médico yexaminóconcuriosidadalgunostónicosquedejóparaqueselossuministraraahorasespecíficas.Luego,arrastróunpesadosillónhastaunladodelacama.Planeabapasarlanocheallí,nodeseabaqueMarydespertaraysedescubrierasola.Además,dudabadequepudieradormir,teníamuchoenquépensar.

***

John pasó una segunda noche en la posada del pueblo y tuvo la fortuna de que el administrador leofreciera ocupar unamejor habitación alejada del bullicio del salón principal en la que pudo inclusorecibirlacenasinnecesidaddebajaralcomedor.

Apenaslogródormirunascuantashorasy,cuandologróconciliarelsueño,muyavanzadalanoche,loasaltaronunaspesadillasquehacíatiemponoexperimentaba, lasmismasquelopusieronmásirritablequedecostumbre.Siempreeralamisma.Elsonidodelrelinchodeloscaballos,losgritos,elestrépitocausadoporelimpactodelcarruajecontralasrocas…Todaesamonstruosaexperienciarevividaunayotravez.

Peseasuánimosombrío,sinembargo,tomóeldesayunoconentusiasmo;eldíaanteriorapenashabíaprobadobocado,y el cuerpo le empezaba a reclamar las energíasquenecesitaba.Elhechodeque elungüentodeldoctorJohnsonempezaraasurtirefectoydequelasmolestiasenlamanodisminuyeranconrapidezayudóamejorarenalgosuhumor.

Consultólahoraensurelojdebolsilloy,encuantovioqueerayacasimediamañana,seapresuróadejar la posada y encaminarse hacia la casa de la señorita Browning. Gracias a que poseía un buensentido de la orientación, no necesitó hacer preguntas respecto de la dirección que debía tomar;recordababieneltrayectodeldíaanterioryenpocosminutosseencontrófrentealapuertadelasencillavivienda.La luzde lamañana leconferíaunaspectomáscálidoyhogareño;notó, incluso,unasfloresplantadasenhilerasfrentealasventanas,loquecomponíaunconjuntoagradable.

Sindudar,tocóunavezyesperóaseratendido,loqueocurriócasideinmediato.PensóqueseríalaseñoritaBrowningquienabriríalapuerta,peroseencontrófrenteaunamadurayrobustamujerqueloobservóconexpresióndesconfiada.

—Buenosdías—saludóél,untantocauto.

Laseñorafruncióunpocomáselceñoymantuvolamanosobrelamanijadelapuerta.

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—Buendía,¿enquépuedoayudarlo?—preguntó.

—HevenidoaveralaseñoritaBrowning,ellameespera.

Lamujerdudóanteesetonoseguro.Sibieneraevidentequesuapariencia,aunqueimponente,nolaintimidaba,habíaalgoensuaposturaquerezumabaautoridad.Porsuerte,prontosevieroninterrumpidosporlallegadadeEmily,quecasitrotóparareunirseconellosenlaentrada;eraobvioquedebiódeoírelllamadoyseapresuróparairarecibirlo.

Llevaba un severo vestido negro, tal vez elmismo de los días anteriores, John no habría podidoafirmarloconseguridad;alestarhechosdetelabastaycarentedeadornos,aélleparecíantodosiguales.Sinembargo,enesaocasiónllevabaelcabellountantodesordenadoyunoslisosmechonesoscuroslecaíansobrelafrente,tansonrojadacomoelrestodelrostro.Alparecer,teníaundíaagitado.

—Buenosdías,milord—dijoconunacortareverenciayunaescuetasonrisa—.Porfavor,pase.

Lamujerqueabriólapuertayquelomirabaconinterésmiródereojoalajovenconexpresiónalgomásamableysehizoaunladoparafranquearleelpaso.

—SeñoraJenkins,esteeselcondedeFalmouth.Milord, laseñoraesnuestravecinayunaqueridaamiga.

—Milord.—Lamujerhizounareverencia.

—Esunplacer,señora.—JohnhizounabreveinclinacióndecabezaysedirigióaEmily—.Esperonollegarenmalmomento.

Ellasacudiólacabezaenseñaldenegativa.

—No,enabsoluto—dijoyloguioalsalón—.EldoctorJohnsonacabadeirse.

—Yaveo.Esperoquelehayadadobuenasnoticiasrespectodelrestablecimientodesuhermana.

—Sí,asífue.—Lehizoungestoparainvitarloaocuparelsillóndeldíaanterior—.Marydespertóuntantomejor;lafiebrehabajadoyeldoctoropinaqueesunamagníficaseñal.

—Mealegraoírlo.

Johnserecostóenelsillónyobservófijoalajoven,interesadoporlasonrisaquemostróalhablarde la recuperación de su hermana. No parecía ser una persona que expresara sus emociones confacilidad; había algo en ella que delataba cierta tendencia a la contención, como si por algún extrañomotivoacostumbraraareprimirlossentimientos.Unacaracterísticacuriosaenunajovendesuedad.

—¿Puedoofrecerleunté?

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LaamablesugerenciadelaseñoraJenkins,quehabíaoptadopormostrarsehospitalarialuegodeverqueelvisitanteerabienrecibidoporEmily,losacódesuspensamientos.

—Esmuygentildesuparte,señora,loaceptarécongusto.

—Muybien.Traerétambiénuntrozodetarta.

Emilyseaprestóaseguirla,perolamujerlehizoungestoalsacudirlacabezadeunladoaotro.

—Yomeencargo,querida.Usteddebesentarseydescansarunpoco;nocreoquehayadormidounminutoentodalanoche,ymuchomenosdetenerseparabeberunpocodeté.—Fruncióelceñoyadoptóuntonomaternal—.Dejetodoenmismanos.

Emily pareció tentada de discutir la oferta, pero al final asintió y esbozó una sonrisa agradecida.Cuando lamujer semarchó, se dejó caer sobre una silla, y John contuvouna sonrisa al escuchar queemitíaunsuavesuspiroenseñaldealivio.

—¿Enverdadnohadormido?

LajovenrecibiólaabruptapreguntadeJohnconunacejaelevada.

—Desdeluegoquesí—dijoconfalsotodoindiferente.

—Encuentrounpocodifícilcreerle.

—¿Porqué?

Johnseencogiódehombros.

—Lucecomosinolohubierahecho.

Emilysacudiólacabezaysonrió.

—Nosolomellamamentirosa,sinoquetambiéncriticamiaspecto.¿Eseseelmotivodesuvisita?Porqueloencuentrountantodescortés.

AJohnleagradócomprobarquelajoventomabasuspalabrasconbuenhumor.

—No era mi intención, solo señalaba un hecho obvio.—Él correspondió la sonrisa—. Para sersincero,debodecirqueencuentroadmirableesadevociónhaciasuhermana.

Ellaacusóesaspalabrasconseriedady,alcabodeunmomento,asintió.

—Gracias.—Fue todo lo quedijo, para luego cambiar de tema conbrusquedad—.Aúnnomehadichoporquédeseahablarconmigo.

—Lodicecomosiloencontrarasorprendente.

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—Yasíes.Notomeamalmispalabras,apreciosuvisitaynuncapodréagradecerlelosuficientelaayudaquemeprestóconeldoctorJohnson,peronoalcanzoacomprenderquépuededeseartratarconalguiencomoyo.

Apesardeesasúltimaspalabras,eraevidentequelajovennopretendíasubestimarse,solodejabaenclarosuopiniónrespectodeloqueambosteníanencomún,esdecir,casinada.Johnestabaapuntoderesponder cuando la señora Jenkins regresóconun sencilloperobiencuidado juegode téquecolocósobreunamesita.

—Aquíestá—dijosonriente—.¿Porquénoseencargadeservirlo,querida,entantoyoveoaMary?

—Noesnecesario…

Laseñoravolvióamostrarelceñofruncido,queparecíaacompañarlasiemprequelacontrariaban.

—Insisto—dijo—.Asípodráhablarconelconde.

ElofrecimientofuetanamablequeEmilynoseatrevióainsistir,soloasintió,ylabuenaseñorasemarchódenuevoylosdejóasolas.

—Es afortunada de contar con su ayuda—dijo él, en tanto Emily servía el té—. ¿Por qué no seencontrabaaquíayercuandofueabuscaralmédico?

—LaseñoraJenkinsesenextremogenerosa,perotienesupropiafamilia:unesposoytreshijos.

—Comprendo.—Bebióunsorbodetésindespegarlavistadelajoven—.¿Notienemásfamilia?

Emilyobservósutazaconloslabiosfruncidos.

—TenemosalgunosparientesenWiltshire,peronosomosmuycercanos—dijoconvozqueda.

—Yaveo.Nodebedesersencilloocuparsedeunahermanapequeñasincontarconayuda.

—No,noloes.

Al comprender que ella no revelaría más, John decidió que sería necesario dejar las frasesestablecidasyhablarcontotalhonestidad.

—SeñoritaBrowning,¿recuerdaloquecomentamosayeracercadeciertacaracterísticacompartida?

Ellafruncióelceñoalintentarrecordary,cuandolohizo,esbozóunasonrisadivertida.

—¿Serefiereanuestrafaltadetacto?

—Oexcesodebrutalhonestidad,comoprefierallamarlo—dijoéltrasasentir—.Tendréquehacergaladeesacaracterística tan faltademérito,comousted ladefinió,paraexplicarle las razonesdemivisita.

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—Agradeceréesamuestradefranqueza,milord.

Emilydejólatazasobrelamesita,cruzólasmanossobreelregazoyloobservóexpectante.

—No estoy seguro de por dónde empezar.—Golpeaba con las yemas de los dedos el brazo delsillón,pensativo—.Creoquelomejorseráhacerloconunaconfesión.

SuspalabrasprovocaronqueEmilysemostraraintrigada,peroguardósilencio,yélcontinuó.

—MehospedoenlaposadacercanaalacasadelseñorKittleridge;hepasadolosdosúltimosdíasalaesperadequeelclimamejoreparaasípoderregresaraLondres—dijoy lamiróa losojosporsihacíaalgúngestodereconocimiento,peroellasemostróimpávida—.Lamañanadeayerfuitestigodeunacuriosaconversaciónentredoshombresenelcomedor.Enunprimermomentocreíquehablabandeunadamaqueofrecía…Digamosquemeviuntantoconfundidoanteloambiguodesusexpresiones;loúnicodeloqueestabaseguroeradequehablabandeusted.

Emily continuó en absoluto silencio, lo único que le delataba las emociones era la forma en queapretabalasmanossobreelregazo.

—Pudehabermemarchadosin indagary sindudahabría sido lomássensato,peroactuéde formacontraria.Miconfesión radicaenelhechodequeescuchéahurtadillas la charlaque sostuvoconesejoven,creoquesunombreeraPhillip.

Emilysequedóinmóvilenelasientoyloobservósindisimularsuindignación.

—¿Nosespió?—preguntóconvoztensa.

—Sí,asífue,yofrezcomisdisculpasporello.

—¿Cómofuecapazdehaceralgotanvergonzoso?—Seveíadeverdadhorrorizada.

—Si le soysincero,no tengo lamásmínima ideade loqueme llevóacomportarmede forma tandeleznable.

Su arrepentimiento era sincero, aunque mantenía ese aire de superioridad que Emily empezaba arelacionarconél.

—Perolohizo.—Ellanoocultósuresentimiento—.Nopuedocreerlo.

—Mehedisculpadoyleaseguroquehesidohonesto.—Johnapoyólasmanosenguantadassobrelasrodillas y se adelantó en el asiento—. Sin embargo, a la luz de los hechos y de cuánto puedebeneficiarnos mi indiscreción, debo reconocer que no me encuentro del todo arrepentido por haberobradocomolohice.

Emily se sintió tan sorprendida por las inesperadas palabras, que la indignación dio paso a lacontrariedad.

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—Nocomprendo—dijoconfundida—.¿Beneficiarnos?¿Aquéserefiere?

Johnasintió,satisfechoporhaberlogradodespertarsucuriosidad.

—Antesdecontinuar,dígame,¿siempreleresultatansencillomanipularalaspersonas?

—¿Manipular?¡Nohemanipuladoanadiejamás!¿Cómoseatreveaafirmaralgoasí?

—Nodebeofenderse,solopretendíaexpresarmiadmiración.—Seencogiódehombros.

Emilyaspiróconfuerzaparacontrolarlafuria.

—¿Deverdadcreequereferirseaunamujercomomanipuladoraesalgúntipodehalago?—preguntósarcástica.

—Desdeluego.

—No sé a qué clase de personas está acostumbrado a tratar, milord, pero le aseguro que esaspalabrassonunaofensaparamí.

Johnlamiróalosojos,comosidesearaverenellosalgúnsignoquelepermitierasaberquépensabaconexactitud,perosoloencontrólamismaindignaciónqueleimprimíaalaspalabras.

—Alparecer,debodisculparmeunavezmás,señoritaBrowning,esevidentequenodejodeactuardeformaincorrectaconusted—dijo.

—Apreciaríamásqueenlugardedisculparsepensaradosvecesantesdeactuaryhablar;leevitarámuchosinconvenientes,milord.

John,parasusorpresa,semostróencantadoanteesetonoaleccionador.

—Mipadreacostumbrabaadarmeesemismoconsejoconfrecuencia;esobvioquenolepresté ladebida atención—dijo con una sonrisa—. Y recuerdo también a un valioso tutor que compartía esaopinión.

—Unapersonainteligente—dijoella,sarcástica.

—Tantocomousted.—Inclinólacabeza,muyseriodepronto—.¿Hapensadoalgunavezendictarclases,señoritaBrowning?

Emilyfruncióelceñoyloobservó,desconcertadaporlaextrañapregunta.

—¿Lopreguntaenserio?

—Porsupuesto.

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—Nolosé,noestoysegura,loconsideréalgunavez,peronoestoylobastantepreparada.—Hizoungesto vago con lasmanos para restarle importancia al tema—.Creo que se desvía de nuestra charla,milord.

—Por el contrario, señorita, es precisamente de sus aptitudes de lo que deseo hablar. Ya que heconfesadomisterriblesactosyofrecidodisculpasporellos,permitaqueledigaelmotivodemivisita.

—¿Lo hará al fin?—Emily no pudo evitar imprimirle un tinte sarcástico a la voz—. Parece quedisfrutadelosrodeos,milord.

—En absoluto, los considero una pérdida de tiempo; sin embargo, en este caso en particular, creínecesarioponerlaenantecedentes.

Emilysuspiróyasintió.

—Loescucho.

—Segúnentiendo,sehallaenunadifícilsituaciónyhaoptadoportomarmedidasextremasafindeasegurar su subsistencia y la de su hermana, lo que la honra, pero esas actividades no dejan de serextrañasypeligrosasparaunadama.

—Soyconscientedeello,milord,peroauncuandomisactividades,comoustedlasllama,puedanserpococonvencionales,sonhonestasynomearrepientodemisactos.

Johndiounacabezadaenseñaldeconformidad.

—Estoy de acuerdo en que su honestidad está fuera de toda duda, pero no creo equivocarme alsuponerqueesteriesgonolegeneragrandesingresosysíleprovocamásdeunproblema.

Emily habría deseado negarlo o, aúnmás, decir que eso no era de su incumbencia y que no teníaderechoaemitirjuiciosacercadesusactos,perointuyóqueélnohabíaterminadoaún,porloqueguardósilencio;elcondeaprovechóparacontinuar.

—Iréalgranoahora,señorita.Cuandodijequemiindiscreciónnoshabíapuestoenunasituaciónquepuedebeneficiarnos,mereferíaaquepodemosayudarnosmutuamente.

Emilysereplegóenelasientoyloobservóporprimeravezconabiertadesconfianza.

—¿Aquéserefiere?—preguntó,cauta.

Éldebiódeadivinarloquepensaba,porqueesbozóunasonrisaburlona.

—Nose tratadeunapropuestadeshonrosa,nodebeexaltarse—dijo—.Miofertaesmuysencilla.OcupeelpuestoqueleofrecíalseñorKittleridgecomomaestrademihermano,yyomeencargarédequetanto usted como su hermana no pasen una sola privación más. Venga a FalmouthManor conmigo yempieceunanuevavida.

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CAPÍTULOIII

Emily tardó varios minutos en recuperar el habla una vez que el conde terminó de hacer esasorprendenteproposición.Noporquesiquieracontemplaralaideadetomarsemejanteofertacomoseria,sinoporquesepreguntósiaquelhombrenohabríaperdidoeljuicio.

—Nomegustanesta clasedebromas,milord,y encuentrodemalgustoqueuse lo adversodemisituaciónparadivertirse.Nopuedotolerar…

Éllainterrumpióconungestodelamano.

—SeñoritaBrowning,nopuedo recordar cuándo fue laúltimavezquehiceunabroma,pero estoysegurodequehapasadomuchotiempo—dijoconelceñofruncidoygestoserio—.Mipropuestaesdeltodoseriayformal.

—¡Peronotieneningúnsentido!Nosoymaestra,jamáshedadounaclaseenmivida.

Elcondeasintiócomosinodijeranadaqueélnohubieracontempladoya.

—¿CompartióconustedelseñorKittleridgelapeculiarsituacióndemihermano?

—No,enabsoluto,élesuncaballeromuydiscreto,solodijoqueloconsiderabaungranhonor.

—Ehizobienaltomarloasí.Mihermanoesunlordy,enelfuturo,ocuparámilugarcomocabezadelafamilia;elencargarsedesuformaciónnoesunatareavana.

—Yesporesoquenologrocomprenderquéesloquepodríahaceryoporél.

El hombre enlazó las manos y fijó la vista en el suelo; era evidente que buscaba las palabrasapropiadasparaexplicarse.

—Podría hacer por él lomismo que ha hecho por hombres como ese joven Phillip—dijo al finmientraslevantabalamiradayselafijabaenelrostro—.Cuandooílaformaenquesedirigióaaquelhombre,ladelicadezaquemostró,esasutilmanipulaciónquetantopareceofenderla,mesentíadmirado.Enunoscuantosminutosfuitestigodeunaclasemaestra.MihermanoAlexanderseparecemuchoaesejoven,pesea lasdiferenciasdeorígenes.Esunmuchacho tímido, temeroso,meatrevería adecir; sustutoreshandimitido,unoporuno,porquenohanencontradolaformadellegaraélylograrquesientalasuficiente confianza para compartir sus inquietudes. Toda lección, por sencilla que sea, es ignoradaporquemihermanonosesientelobastantecapazparasiquieraintentarlo.

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—Talvezsolotienemiedo.—LavozdeEmilyfuesuave,yJohnapenaslogróoírla.

—¿Miedo?Esunaposibilidad tanplausible comocualquier otra, perono resulta sencilloparamíaceptarla—reconociódemalagana—.Nosesubestime,señorita,sulabornoessencilla.Seconvierteenoyente y confidente de hombres que no acostumbran compartir sus emociones, les da la suficienteconfianzaparaquedesnudensualmaanteustedalhablarde susanhelosynostalgias,yeseso loquequieroquehagapormihermano.Cuandoestaideaempezóagerminarenmimente,lleguéalaconclusióndequeélnonecesitamásmaestros,noahora,élrequieredeunapersonacomousted,alguienqueseganesu confianza y lo ayude a superar sus inseguridades para que abandone esa actitud negligente que lollevará al desastre, a él y a nuestro legado.Usted y su hermana pueden ir a FalmouthManor, ella serecuperaráenunlugarcontodaslascomodidadesyatenciones,entantoqueusteddejarádearriesgarseconesasdescabelladasideas.Recibiráunsueldojusto,untratohonorableylaposibilidaddevivirenunambienteagradable.¿Quéopina?

Emilysellevóunamanoalafrente:sesentíaabrumada.¿Porquéesehombreleconfiabatodasesascosas?Nopodíanegarquelapropuestaeraunhechotangible,quenoeralabromacrueldeunaristócrataaburridoquedeseabaaprovecharsedesusituaciónparadivertirse.Lodecíaenserio.

—Milord,agradezcoquemeconsidereparaunpuestotanimportante,peronopuedoaceptar.

Élnosemostrósorprendido;porelcontrario,fuecomosiesperaraesanegativa.Seacomodómejorenelsillónylaobservócongestocurioso.

—¿Porquéno?—preguntó.

Emilyseechóhaciaatrás,sorprendida.

—Apenas la conozco, señorita Browning, pero la considero una mujer inteligente; tambiénexasperante, cierto, peromuy lista y con un sentido práctico admirable—dijo—.Ha sido lo bastantevalerosaparaponerenriesgosureputacióneintegridadfísicaaldedicarseaactividadesimpropiasdeunadama,perorechazaunapropuestahonorablequeleprocuraríaaustedyasuhermanaunavidamejor.Sinduda,loconsiderounactodeestupidezyegoísmo.

Emilydecidióquehabíatenidosuficientey,trasaspirarunavezmásafindecalmarse,sepusodepieyloenfrentóconlasmanoshechaspuñosalosladosygestoindignado.

—En las dos breves visitas que ha realizado a esta casa, me ha definido como una mujerdesconsiderada,manipuladora,yahorametachadeestúpidayegoísta—dijo,agitadaporelesfuerzodecontenerlairaynolevantarlavoz,talycomohabríadeseado—.Nolesorprenderásaber,milord,quesupresencia ya no es bienvenida. Nunca olvidaré la ayuda que me prestó, pero no deseo verlo más,apreciaríaquesemarchara.

Él recibió esas palabras con tranquilidad, incluso se le adivinaba un leve gesto divertido en loslabios,unoqueEmily,ensufuria,nologróidentificar.Sinperderlacalma,elcondesepusodepieyseacercóunpardepasoshastaquedaraescasadistanciadedondeellaseencontraba.

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—Meparecejusto,perodebesaberquemiofertasigueenpie—dijo—.ElseñorKittleridgedebedehaberle dicho almenos quemi lugar de residencia esGloucestershire, donde espero quemi hermanorecibasuformación.Sinembargo,motivospersonalesmeobliganapermanecerenLondresdurantelospróximosdiezdías.Ledejarémi tarjeta, allí encontrará las señasdemi casa en la ciudady esperaréduranteeseperíododetiemponoticiassuyasquemeindiquenquehacambiadodeopinión.Denoserasí,regresaréaGloucestershireybuscaréaotrotutor.

—Esonoseránecesario,porquepuedoasegurarlequenocambiarédeopinión.—Emilylevantólabarbilla.

—Noestétanseguraotendréquesumarlasoberbiaalalistadesuspequeñosdefectos.—Sonrió—.Lesorprenderíasabertodoloquepuedeocurrirendiezdías.

—Nadaquecambiemispensamientos,conseguridad.

Él hizo el curioso ademán de ladear la cabeza y contemplarla como si creyera que esa joven noconocíalosuficientedelavidacomoparahacersemejanteafirmacióncontantaseguridad.Sindetenerseaoírmás,yconvencidodequesuinsistencianoserviríadenadaenesemomento,decidióquelomejorseríamarcharse.

—Recupere la calma, señorita Browning, y quizá entonces logre ver los beneficios demi oferta.Agradeceríatambiénquecomprendalafaltademaliciaenmisapreciacionesrespectodesupersona.—Para sorpresa de Emily, le tomó lamano y se la apretó entre las suyas en un gesto desconcertante yperturbador—.Esustedunamujervaliosaytodasesas“ofensas”,comoustedlasllama,sonenrealidadmiformadeexpresarlaadmiraciónquemeinspirasuvalor.

—¿Incluida la acusaciónde “estúpiday egoísta”?—LavozdeEmily sonó extraña, como si no leperteneciera,tanconfundidasesentía—.¿Quéclasedeadmiraciónesesa?

Elcondelesoltólamanoysedirigióalapuertamientrasellapermanecíainmóvil.

—Unabrutalmentesincerayenextremodesconsiderada—dijotrasencogersedehombros—.Laquesiemprerecibirádemí.

***

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ElcondedeFalmouthdejóColchesteraldía siguientemuy tempranosinhacerun solo intentomásdevolverahablarconEmily,loqueellatomóconalivio.Nocreíaestarpreparadaparaotradesagradableconfrontación.Apenashabíalogradorecuperarsedelúltimointercambiodepalabras,ysololacertezadequenoloveríamásconsiguióquerecobraraelánimoysevolcaraporcompletoacuidardeMaryparaasegurarsedequemejorara.

Gracias a la inestimable ayuda de la señora Jenkins, logró continuar con sus actividades a fin deconseguir el dinero para costear el tratamiento de Mary. Sin embargo, pese a que no tuvo mayoresproblemasparaofrecersusserviciosenlaposadadondeelcondeescuchólaconversaciónconeljovenPhillip,yauncuandonohubodíaenquenorecibieraelpedidode la redaccióndeunacarta, la tristerealidaderaque los ingresos resultabancadavezmenores.Siantesde laenfermedaddeMaryapenaslograba asumir los costos de una vida casi monacal para ambas, los gastos relacionados con laenfermedadsencillamentelasuperaban.

Cuandoterminólasemana,yalvercómolosexiguosahorrosseleescurrían,noconsiguiócontrolarelimpulsodetomarmásdeunavezlatarjetaqueelcondedeFalmouthlehabíadejadosobrelamesitadelrecibidor.Ladabavueltasentrelosdedos,leíaelnombreyladireccióndelazonamáselegantedeLondresyladejabacaerconunamuecafastidiadamientrasseprometíaquenolatocaríaunasolavezmás.Perofallabaconestrépitoensusintenciones.

CuandosecumplióelséptimodíadelosdiezqueélhabíamencionadoquepermaneceríaenLondres,Emilyojeólatarjetaporenésimavezy,tentadaahaceralgunalocura,selaguardóenelbolsilloconelfin de tirarla tan pronto como le fuera posible. Si continuaba con esa absurda contemplación, nada leasegurabaqueno terminaríaporcederaesa tentadoraoferta,yera justoreconocerquehabíapensadomuchoenello.

Eraciertoquecuandoelcondelehabíapropuestoqueseconvirtieraenunasuertedemaestraparasuhermano,suprimerimpulsohabíasidonegarse,talycomohizodelantedeél.Desdeluego,losveladosinsultosquelehabíalanzadohabíanreafirmadosudecisión.Sinembargo,cuandosequedabaasolas,yenlosbrevesmomentosdesolazquepodíapermitirse,pensabaconfrecuenciaenloquelaaceptacióndelaofertapodíasignificarparaellas.

Laposibilidaddecontarconunempleoquelepermitierarecibirunapagajustayconstantelaseducíaal punto de soñar con la libertad que ello le proporcionaría y el alivio que podría significar para sumente torturadapor los temoresdelmañana incierto.ElhechodequeMarypudiera recuperarseenunambiente cómodo y feliz también la inquietaba, ya que era consciente de que sus continuas ausenciassumadas a queMary permaneciera en esa pequeña y lúgubre casa la afectabanmás de lo que la niñaestabadispuestaareconocer.Suhermanateníauncorazóngenerosoyjamássequejaba,peroEmilylaconocíalosuficienteparasaberquehabríadeseadovivirenunlugarmásfelizycómodo,apropiadoparaunaniñadesuedad.

Hasta allí, la posibilidad de aceptar la propuesta del conde se volvíamás que tentadora, pero nopodíaconvertirseenmaestradeunniñoalquenoconocía,peseaqueelcondelaconsideraraapropiadapara el puesto. Por otra parte, aun cuando hubiera podido cumplir ese rol, no lograba imaginarse

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compartiendoeltechoconunhombrecomoelcondedeFalmouth.Solosehabíanvistoentresocasionesy,encadaunadeellas,sehabíadejadollevarporsusimpulsosalreaccionaraaquellasprovocadorasdeclaraciones. No importaba que él dijera que su intención era halagarla al compartir sus opiniones,Emilynopodíarecordarlaúltimavezquesehabíasentidotanofendidaporlaspalabrasdeunapersona.

Con un suspiro resignado, segura de que las contras de la oferta superaban por lejos a los pros,decidióquenoteníasentidopensarmásenello.ElcondevolveríaaGloucestershireensolotresdías,y,cuandoesoocurriera,ellapodríarespirarmástranquila.

Trasirunmomentoavigilarasuhermanaycomprobarquedormíahechaunovillo,sedirigióasuhabitación, dispuesta a tomar algunas cosas deMary y llevárselas para alegrarle un poco el entorno.Tomóunpardevestidossencillosmientrasarrugabaelceñoalnotarqueprontonecesitaríacomprarunosnuevos;luegoescogiótambiénalgunascosasdeloscajonesdeltocador.Traspensarlounmomento,abriótambiénaquelenelquesuhermanaguardabaallí losmáspreciados tesorosafinde llevar tambiénelcofrellenodeobjetosconelqueacostumbrabaajugar.SupusoqueMarysabríadisculparesaintrusión,yaqueteníalasmejoresintenciones.TrastomarelcofreyunapequeñamuñecaqueestabaseguradequeMarysealegraríadever,seencontródeprontoconunsobrepequeñoquepermanecíasellado,comosiacabaradeserrecibido.Intrigada,loalzóalaluzyunasorpresivasensacióndeangustialeoprimióelpechoalverelnombredelremitente.No,nopodíaser.¿Cómoycuándohabíallegado?

Abrióelsobreyleyólacartaconavidez.Despuésdetodo,sunombreseencontrabaenellugardeldestinatario,esacartahabíasidoenviadaparaella.Nohabíanadaquepudieraencontrardeexcepcional,elcontenidoerasimple,elmismoquehabríaesperadodehaberpensadoenalgúnmomentoquerecibiríaesacarta,perosuextrañezaestabarelacionadaconelhechodequealparecerhabíasidoMaryquienlahabíaencontradoentreelcorreoyhabíadecididoesconderla.¿Porquéharíaalgoasí?¿Acasosupo…?Conunestremecimiento,dejó todoyseencaminóconpasorápidoa lahabitaciónen laquedormíasuhermana.

Al llegar, abrió la puerta conmucho cuidado, temerosa de despertarla.Mary se encontraba en lamisma posición en que la había dejado, pero la respiración y los ojos entreabiertos delataban queacababadedespertar.

—Hola,Emily.

Lavozsomnolientaydulcedelaniñalearrancóunasonrisa;olvidóporuninstanteelmotivoquelahabíaimpulsadoairabuscarla.

—Hola,querida,¿cómoteencuentras?

—Tengosueño—dijoyahogóunbostezo—.Esextraño,porqueacabodedespertar.

—EldoctorJohnsondijoqueesnormal,quenohaynadaporloquepreocuparseyquedebesdormirtodoloquedesees.

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Marysepusodeladoyapoyóunamanosobrelacabeza,demodoquepudoobservarasuhermanaconatención.

—¿Quéocurre?—preguntóconvozronca.

—¿Porquépiensasqueocurrealgo?

—Tevespreocupada.

Emilysemordióel labio, talycomohacíacuandoseencontrabanerviosa,quizáfueeso loque lesirvióaMarydepistaparareconocersuinquietud.Trasexhalarunsuspiro,asintióysacódelbolsilloelsobre.

—Mary, ¿cuándo llegó esta carta y por qué me la ocultaste?—El tono fue el mismo que usabasiempreconsuhermana,dulceysereno,peroteníatambiénuntinteapremiante—.Laheencontradoentucofrecuandofuiabuscarunascosasparaquepudierasentretenerteaquí.

Laniñamiróelsobre,yunruborquenoteníanadaqueverconlafiebreleafloróenlasmejillas.Bajó lamirada, arrugó lasmantas conmanos nerviosas y pasaron un par deminutos antes de que sedecidieraamirardenuevoasuhermana.Cuandolohizo,Emilylenotólosojosvidriosos.

—Losientomucho,nodebíocultarla.Estuya,yséquehicemal,perosoloteníacuriosidad.

—¿Curiosidadporqué?

—Porunodelosapellidosdeladamaqueescribiólacarta,eselmismoqueusabamamáantesdecasarse,¿cierto?Enesecaso,esparientenuestra,yquisesaberdequiénsetrataba,peronomeatrevíaabrirla, lo juro, el sello está intacto, nunca podría…—Las lágrimas le empezaron a resbalar por lasmejillas—.Losiento,juroquenofuemiintenciónhaceralgotanhorrible.Mearrepentímuyprontodehaberlaocultado,perofueentoncescuandoempecéasentirmeenfermaynomeatrevíadecirnada.

Emily dejó la carta sobre la mesilla, se sentó con mucho cuidado sobre la cama mientras leacariciabaloscabellosesparcidossobrelaalmohadaylesecólaslágrimas.

—Está bien, no estoy disgustada. Hiciste mal, pero comprendo tus motivos y sé que solo teníascuriosidad—dijo.

—¿Deverdadnoestásdisgustadaconmigo?—Levantólacabezaylaobservó.

—No,noloestoy,nopodría.Peronoquieroqueocurranuncamás,¿loprometes?

Laniñaasintióconfervorunayotravez.Letomólamanoyleapoyólacabezacontraelpecho.

—¿Quiénesella?

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Emilycerrólosojosyexhalóunhondosuspiro.Suhermananopodíaverlelaexpresión;silohubierahecho,sehabríasorprendidodelaamarguraquereflejaba.

—Tussuposicioneserancorrectas,querida;ladamaqueescribióesacartaesnuestratía,hermanadenuestramadre.

—¿Tía?Nosabíaque tuviéramosuna,¿cómoesqueno laconocía?¿Porquénohavenidonunca?¿Acasoestuvoenelfuneraldemamáynolavi?

Emilyhizoungestotranquilizadorparaevitarquelaniñaseexcitara.

—Esassonmuchaspreguntasquetienenunarespuestasencilla—empezócontonosereno—.LatíaCarolineesunadamamuyagradable,peroellaymamásedistanciaronpocoantesdeque túnacieras,cuando dejamosWiltshire y vinimos a vivir a Colchester. Esa es la razón por la que jamás la oístenombrar,amamánoleagradabarecordaresasviejasdisputas.

—Peroesmuytriste.—Maryhizounamueca—.¿Entoncesesunamalapersona?

—No,claroqueno,yatelohedicho,esunadamaagradable,peronosiempreessencilloestardeacuerdoconella.—LavozdeEmilysonólejana,comosiestuvieraperdidaensusrecuerdos—.Séqueamamá lehabríagustadohablartede ella, yquizá lohabríahechoconel tiempo, cuando fuerasmayor,pero…

—Peroescribió.

—Sí,lohizo,nosécómosuponuestradirección;perosupongoqueesonotienemayorimportanciaahora.

—¿Yquédicelacarta?

—Mencionaqueseenteródelfallecimientodemamáydeseabahacerllegarsuscondolencias.

Marydeshizoelabrazoparaobservarasuhermanaconelceñofruncido.

—¿Esoestodo?¿Soloqueríaexpresarsuscondolencias?

—Sí,ydebesapreciaresegestotantocomolohehechoyo.

—Claroquelohago,pero…—DudabaybuscólamiradadeEmily,quehabíafijadolavistaenunpuntosobrelapared—.Ahoraquesabedóndevivimos,¿novendráavisitarnos?

Anteeltonoacongojadodelaniña,Emilysereplegóunpocosobresímismayletomólamanounavezmás.

—No, no puede hacerlo por ahora, sabes queWiltshire se encuentra muy lejos de aquí, pero nodescartahacerlopronto.

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Emilyhablabasinvariardetono,perorehuíalamiradadeMary.Odiabamentirle,sentíacomosiselastimaraasímismaalhacerlo,peronoteníaotraopción,eraloúnicoquepodíahacer.NuncapermitiríaqueMaryconocieraalatíaCaroline,seloprometióasumadremásdeunavezyellasiemprecumplíalaspromesas.Necesitabaresponderesacartaypronto,perotambiéndebíaencontrarunasalidaquenosololasayudaraamejorarsusituación,unaideaconlaquelidiabadesdehacíameses,sinoquetambiénera imperativo que encontrara la forma de poner distancia entre ellas y ese fantasma del pasado. Sindetenerse a pensar un instante, temerosade arrepentirse simeditaba sobre eso, buscó en el bolsillo ysacólatarjetaqueJohnlehabíadejado,lamismaqueestuvoapuntodetirar.Trasaspirarconfuerza,separóasuhermanaylatomódeloshombrosparamirarlaalosojos.

—Mary,siexistieralaposibilidaddequepudierasdejarestacasaeiraunlugarhermosoenelquepuedasrecuperartedeltodo,¿tegustaríahacerlo?

Laniñalaobservóintrigada.

—Noloentiendo.¿Túestaríasconmigo?

Emilynopudoreprimirunasonrisaaloírlainocentepregunta.

—Yosiempreestarécontigo,querida,siempre.

LamiradadesuhermanadijotodoloqueEmilydeseabasaber,yentantoseapresurabaaabrazarla,estrujabalatarjetadelcondeconlamanolibre.QueDioslaayudara.

***

ElnovenodíadesdesullegadaaLondresluegodelcortoviajeaColchester,Johndecidióquepodríaseruna buena idea ofrecer una cena para sus amistades en la ciudad, un número pequeño de personasseleccionadasytanpococonvencionalescomoél.Enrealidad,soloconsiderabaaHenryWilmotcomoun amigo cercano, pero incluso él debía reconocer queno era razonable permanecer durante casi dossemanasenlaciudadynohaberinvitadoanadieaFalmouthHouse.Yateníaunasólidareputacióndeserpocosociable,yesonoledisgustaba,perotampocodeseabaqueseloconocieracomounermitaño.

Henryestuvomásquedispuestoaorganizarunasencillacenayencargarsedeinvitaralaspersonasque consideró apropiadas. John confiaba lo suficiente en él para saber que,más allá de las bromas,respetaríasusdeseos.Desdeluego,seencargóderecordarlequeEloisedebíaserinvitadatambién,aloquesuamigorespondióconunasonrisaburlona.Johneraconscientedeque,sibienHenryapreciabaalamujer,veíacondesconfianzalarelación,noporquehubieranadadeextrañoenella,erabastantecomún

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en la sociedad en la que vivían, pero había comentadomás de una vez que la consideraba unamujerdemasiadopeligrosacomoparapensarquepodríaserJohnquienmarcaraunfinalparaamboscuandoasílo deseara. Sin embargo, jamás se inmiscuía en el tema más allá de lo que podría considerarseapropiado;estabaconvencidodequesuamigojamásseloagradecería,yestabaenlocierto.

Demodoqueesanoche,traspasarunmomentoenelsalónencompañíadesusinvitados,sereunieronenelcomedorparadisfrutardelosplatoselaboradosdeacuerdoaundetalladomenúorganizadotambiénpor Henry, quien sentía una curiosa fascinación por todo lo relacionado con el manejo de una granpropiedad. John suponía que ese hecho se debía a que al debido momento heredaría el título y laspropiedadesdesupadre,uncondeyaancianoquesemostrabasiemprepreocupadoporquesuúnicohijosecondujeraconlaseriedadqueélconsiderabaimprescindibleenlaspersonasdeesaposición.

Al sentarse en la cabecera de la granmesa de roble, John dio unamirada alrededor y exhaló unsuspirosatisfecho.Talvez todasaquellaspersonasreunidasnohabríanpodidoserconsideradascomoamigos cercanos, pero le agradaban lo suficiente como para disfrutar de su presencia. Además, lasoportunasbromasdeHenryylafascinantepresenciadeEloiseasegurabanunanochemásqueagradable.

Apenas acababan de servir el tercer plato cuando John notó que un joven lacayo ingresaba alcomedor y se acercaba con paso apresurado aHarrison, que permanecía inmóvil y atento a cualquierrequerimientodelconde.Sinembargo,alinclinarseparaoírelmensaje,fruncióelceñoyunaprofundaarrugaseledibujósobrelafrente.Johnestabaapuntodehacerungestoparaqueseacercarayconocerasí el motivo de ese extraño comportamiento, pero no fue necesario, porque el hombre tomó condiscreción una nota extendida por el lacayo y se dirigió con paso ceremonioso hasta donde él seencontraba.

—Lamentomolestarlo, milord, pero si fuera tan amable de leer estemensaje.—Lo depositó concuidadofrenteaJohnyseretiróunospasosalaesperadeunarespuesta.

Harrison se conducía siempre con tanta discreción que nadie, a excepción de Eloise, que estabasentadaaladerechadelconde,yHenry,sentadoalotrolado,notaronlasituación.Ellanodiomayoresmuestrasdeinterés,perosuamigosíqueseinclinóconexpresiónqueledelatabalacuriosidad.

John leyó el mensaje y, salvo por el momentáneo brillo en los ojos, no hizo un solo gesto queimplicaracualquieremoción.Lehizounademándeasentimientocasiimperceptiblealmayordomo,quienpareciócomprenderloalaperfecciónparaluegodejarelcomedortrashacerunasolemnereverencia.Sindeseos de esperar más, John se puso de pie, lo que llamó la atención de los invitados que habíanpermanecidohastaentoncesenfrascadosendiversasconversaciones.

—Lolamento,perodebodejarlos,unasuntomuyimportantemereclama.—Johnhizoungestoconlasmanos—.Por favor, les ruegoquemedisculpenyesperoquecontinúencon la cena.LordWilmotestaráencantadodeocuparmilugardeanfitrión,¿cierto?

Elaludidoelevólascejasysonrió.

—Sinofueraasí,¿medejasotraopción?

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Johnesbozólasombradeunasonrisayasintió,peronohizoningúncomentario,soloretirólasillay,conunaúltimamirada,sedirigióalapuerta.

Unavezfueradelahabitación,avanzóconpasorápidohastallegaralabiblioteca,dondeseencontróconlapersonaaquienhabíadeseadoverdurantelosúltimosdíasyquiensepresentabaenelmomentomenosesperado.

EmilyBrowningledabalaespalda.Teníalamiradafijaenunpuntodelachimeneaencendida,laluzdelasbrasasselereflejabaenelrostroyleconferíaunaspectoaúnmásmisteriosodelohabitual,loqueJohnencontrómuyinteresante.Teníalosbrazoscruzadoscontraelpecho,comosielcalorqueemanabael fuegono fuera suficiente en esanoche fría, y había algodedesvalido en su expresiónque Johnnohabíanotadohastaesemomento.Suvestidoeraelmismoquehabíausadoencadaunodelosanterioresencuentros,yélsedijounavezmásqueeraunalástimaqueparecieradecididaaaferrarseallutodeesaformatanradical.

Satisfechoporlasconclusionesalasquehabíallegadograciasalaobservación,cerrólapuertatrasdesíconunabrusquedadinnecesariaafindeobtenerlaatencióndelavisitante.Asintióalverqueelladabamediavueltayloveíaasuvezconungestoquedevelabaunobvioarrepentimiento.

—Buenasnoches,milord,lamentohaberllegadosinavisareinterrumpirsucena.

—Olvide losbuenosmodales, señoritaBrowning; soy testigodequeno tieneproblemaenhacerlocuandoloestimaconveniente.—Eltonofuealgomásfríodeloquehabíadeseado,perofuealverlelasilueta de frente y recordar su delicadeza que reparó en algo en lo que no había pensado hasta esemomento—.¿QuéhaceenLondresenmitaddelanoche?

Ellaloobservóconlaconfusiónreflejadaenelrostro,comosinohubierasidoesalapreguntaqueesperabaescuchar.

—Acabodellegar—respondió,sindisimulardesconcierto—.Dijoqueesperaríadurantediezdíasporsicambiabadeopinión.

—¿Ylohizo?—interrumpiócontonobrusco.

—¿Cambiardeopinión?Sí,desdeluego,¿porquéotromotivohabríavenidoaquí?

Éllaobservóconelceñofruncido:elmalestardelamuchachaseveíadeformaevidente.

—¿LaseñoraJenkinsuotrapersonadesuconfianzalaacompañóduranteelviaje?

—No,claroqueno.

—¿Dicequeviajósola?—Johnlamirócomosiacabaradedecirlomásabsurdoquehabíaoídoenlavida—.¿DesdeColchester?

Suhumornomejoróalverqueellaseerguíaentodasuestaturaparaadoptarunaactituddefensiva.

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—Nofueunviajelargo—dijodisgustada—.Habríallegadoantessielcochenohubieraperdidounaruedaenelcamino;tuvimosquedetenernosparaqueelcocheroloreparara.

John cerró unmomento los ojos e hizo algo que no acostumbraba a hacer; contuvo una respuestasarcásticaycontóhastadiezafinderecuperarlacalma.

—SeñoritaBrowning,recuerdohaberlehalagadoelvaloryelarrojoaldecidirobviaralgunasreglasporelbiendesuhermana,peroaunusteddebereconocerquesehacomportadodeformainadmisible—dijomientrascontrolabaelfastidio.

—¿Serefiereaquehiceelviajesola?

—¡Desde luegoquemerefieroaeso!¿Esquehaperdidoporcompletoel juicio?Unadamacomoustednopuedehacerunviajede esanaturaleza sin compañía. ¿Hapensadoen todos lospeligrosquecorrió? Y para venir a una ciudad como Londres, además, el último lugar donde una joven deberíadesplazarse a solas y en plena oscuridad. ¡Esta no ha sido una muestra de arrojo, señorita, sino decompletaestupidez!

—¿Cómo se atreve a criticarme?Ustedmedejóuna tarjeta con estadireccióny expresó con todaclaridadquevolvería aGloucestershirepasadosdiezdías.Esta fue laúnica formade llegar a tiempoantesdequesemarchara.

Élsacudiólacabezadeunladoaotroyesbozóunasonrisamordaz.

—Porfavor,¿deverdadcreyóqueibaarendirmecontantafacilidad?Asegurétalcosaconelfindepresionarla,noesperabaquemecreyera.

—¿Quieredecirquememintió?

—Sí, enparte.Miplan erapermanecer enLondresdurantediezdías y, si no teníanoticias suyas,comounacarta…—remarcólasúltimaspalabrascontonoburlón—,entoncesvolveríaaColchester.Noestabadispuestoamarcharmedeallíhastaquehubieralogradoconvencerla.

Emily no supo qué responder a esa declaración: no se ponía de acuerdo en si debía sentirsesorprendida,ofendidaoambascosas.Desviólamirada,avergonzadadeprontoporactuardeunaformatanimpulsiva,loquelaconvirtióenelblancodelaspalabrasdeesehombre.

—Estohasidounterribleerror,lolamento.—Hizoungestodefrustraciónyseapresuróapasarporsuladoparamarcharse.

Él,sinembargo,lasujetódelbrazoconunmovimientogentil,perofirme.

—¿Adóndecreequeva?—preguntó.

—Acasa,desdeluego.

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Johnsuspiróantesderesponder.

—SeñoritaBrowning,nopuedopermitirquesemarcheahora—dijosinrastrosdeburlaenlavoz—.¿Creequeencontraráuncochedealquileraestahora?Yaúnmásimportante,¿creequeseríaprudente?

Ellaendurecióelgesto.

—Notuveningúnproblemaparallegar—respondiócontonoaltanero.

—Creohaberescuchadoalgoacercadeunaruedaestropeada.

—Unincidentemenor.—Seencogiódehombrospararestarleimportanciaalaspalabras—.Puedesoltarmeahora,porfavor.

John dudó en hacer lo que le pedía, pero al fin asintió y la soltó, aunque no se movió y aún lebloqueabaelpaso.

—Serámiinvitadaporestanoche;nopuedodejarlamarchar.

—¿Porquéno?

—Me siento responsable por su seguridad. Hizo este viaje para hablar conmigo y eso es lo queharemos—dijo—;peroseráporlamañanaunavezquehayadescansado.

Emilyfruncióelceño,divididaentreinsistirenmarchaseoaceptarlahospitalidaddellord.Jamásloreconocería en su presencia, pero en verdadno estaba del todo segura acerca de podermarcharse enmitaddelanoche,talycomohabíaalardeado.Ellateníaunplanmuysencillo:llegaraLondresloantesposible,poresopartiódeColchestercasialamanecer;luego,hablaríaconJohn,aceptaríalapropuestayregresaría antes de que anocheciera. La avería del coche le alteró los planes, demodo que en tantobuscabalacasadeJohnyesperabaquelaatendiera,pensóquepodríahaceralgunasdiscretaspreguntasafindeencontrarunalojamientoparapasarlanoche.Sinembargo,luegodeoírladeclaraciónenlaquereconocíacontantafrialdadquelahabíaengañado,noestabaseguradequéhacer.¿Cómopudojugardeesa forma con ella? Necesitaba ese empleo con desesperación, pero estaba tan furiosa que habríadeseadodesaparecerynoverlonuncamás.

—Señorita Browning, entiendo lo que piensa, tiene motivos para estar disgustada, pero debecomprenderquehagoloquedebopormihermano,comolohaceustedporlasuya.—Leextrañólacalmacon la que expresaba lo que le pasaba por la mente, pero no le dio tiempo para responder—. ¿Hacenado?

Alparecer, esehombreposeíaunextraño talentoparahacer losmásbruscoscambiosde tema sinalterarseenlomásmínimo.Lapreguntafuetandesconcertantequeloobservóconlosojosmuyabiertosyapenasatinóanegarconlacabeza.

—Loimaginé—dijoél,enaparienciamásrelajado—.Asumoquenolegustaríaunirseamíyamisinvitadosenelcomedor.

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—No, claro que no, prefiero no hacerlo. —Emily recuperó el control de sí misma y se mostróaliviadaanteesainesperadamuestradeconsideración—.Peronodebemolestarse.

—Diosmelibredeprivaraunahuéspeddelacena.—Élnoatendióalasreservasdelajovenyseapresuró a tirar deuna campanita junto a la chimenea—.Ordenaréque le llevenuna cena ligera a suhabitaciónypodrárefrescarseunpocodelviajemientraslaespera.

Emilynotuvotiempoparaprotestar,auncuandohubieradeseadohacerlo.Elmayordomollegócontantarapidezque,poruninstante,sepreguntósinohabríaestadodelotroladodelapuerta.

—Harrison,estaeslaseñoritaBrowning.—ElcondepresentóaEmilyconnaturalidad,comosielrecibiryalojaraunacompletaextrañaensucasafueraunaprácticacomún—.Pasarálanocheaquí;vequelaseñoraMeadowsseencarguedeproveerleloquenecesiteyquelesubanlacenaasuhabitación.

Elmayordomo lomiró conundestellode curiosidad,peronohizouna solapreguntaquedelatarainterés.

—Sí,milord.

JohnsedirigióaEmilyconungestoamablequeellanohabíavistoenélhastaesemomento.

—Laveréporlamañana—dijo—.Medebeunacharla.

—Estábien,milord.—Recordóquedebíaagradecerlelaayuda—.Gracias.

Élasintióy,trasunaúltimamirada,ladejóasolasconelmayordomo,quehizounaseñaaunlacayoque debió de seguirlo al entrar, peroEmily, concentrada en la conversación con el conde, no notó supresenciahastaesemomento.

—VayaabuscaralaseñoraMeadows,quesereúnaconnosotrosenelalasur.

El joven semarchó con rapidez tras asentir, y elmayordomo se dirigió a Emily, que permanecíaindecisaenelcentrodelahabitación.

—Situvieralaamabilidaddeseguirme.

Sinesperarunarespuesta,elhombreabrióelcaminoparaqueEmilyfueratrasél.Ellaseapresuróaobedecer; había algo en ese hombre que le inspiró una inmediata confianza pese a su parquedad.Cruzaronun largovestíbulohasta llegar a laque supusoqueera la escalinataprincipalpara llegar alsegundo piso. Mientras subía los escalones, le llegó el sonido de risas y charlas provenientes delcomedor,oesosupusoporelcomentariodelconderespectodequeteníainvitadosacenar.

Unavezqueestuvieronenloaltodelaescalinata,elmayordomogiróenunrecodoparadirigirsealaque debía de ser el ala sur quemencionó al lacayo. Un corredor silencioso dominaba el área y eraflanqueado por una hilera de puertas cerradas. El mayordomo se dirigió sin dudar a la última de laizquierdaylaabrióconungestoparainvitaraEmilyaentrar.

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Lahabitacióneramássencilladeloquesupusoquesería,yesoleprovocóciertatranquilidad.Eraposiblequefueraallídondeseacostumbrabaahospedaralosvisitantesdemenorrango.Nopudoevitarunapequeñasonrisadivertidaalpensarquesuaspectohacíatanevidentesuposiciónqueelmayordomononecesitómásqueunsegundoparadecidircuálconsiderabaellugaradecuadoparaella.Estabaapuntode agradecerle al sirviente por la ayuda cuando una mujer mayor y de severo aspecto entró en lahabitaciónysepresentócomolaseñoraMeadows,amadellavesdelamansión.AlveraEmily,elevólascejasy ledirigióalmayordomounamirada inquisitiva,peroesofue todo loquehizoparadelatarcuriosidad;deinmediato,lesonrióconamabilidadyesperóaquesequedaranasolasparaintercambiarunaspalabrasconella.

—SeñoritaBrowning,medicenquesequedaráestanocheconnosotros.

Emilyasintió,aliviadaporeltonoamablequeutilizóparadirigirseaella.

—Sí,asíes.Lamentoocasionarmolestias.

—No,enabsoluto,nosepreocupe.—Lamujersonrió—.Milordnorecibemuchoshuéspedes,esuncambioagradable.Lesubiránlacenaenunosminutos;luegopodrádescansar,siasílodesea.

—Gracias.

TanprontocomolaseñoraMeadowssefue,Emilydecidióexplorarlahabitación.Sepreguntabasihabíahechobienalaceptarlahospitalidaddelcondeosi,despuésdetodo,nohabíacometidounerroralactuardeformatanimpulsiva.Sinembargo,desdehacíameseseraloúnicoquehacía:actuardeformadesesperadaysinpensarenlasconsecuenciasdeesasdecisiones;solobuscabasobrevivirdelamejorformaposibleyevitarleaMarysufrimientosinnecesarios.Cuandosetienenpocasopcionesparaelegir,esnaturaloptarporlaprimeraqueaparezcaenelcaminoyrogarporquenolallevaraaunasituaciónaúnpeor.

Suspiróconpesadeztanprontocomoterminódecuriosearenlareducidahabitaciónysedirigiólaventana, desde donde tenía una bonita vista de las estrellas en el firmamento. No solo acudió allídispuestaaaceptarladescabelladapropuestadelcondeporqueellayMarynecesitabaneldinero,sinoporque deseaba alejar la sombra de la tía Caroline de sus vidas. Nada bueno podría resultar de unacercamientoconunaparientequehabíaprovocadotantodaño.

Volvióasuspirarysacudiólacabezaparaalejaresosmalospensamientosmientrasapoyabalafrentecontraelcristaldelaventana.Legustabalanoche,leinspirabapaz:enesemomento,lanecesitabacomonuncaantes.

Lallegadadeunadoncellaconlacenalaobligóaabandonaresatranquilacontemplación,pero,yaquenohabíaprobadobocadodesdeelapresuradodesayunoantesdedejarColchester,esapresenciafuemuy bien recibida. La doncella era joven y alegre, con un carácter expresivo que Emily encontróencantador, le recordó un poco a la siempre entusiastaAnne Jenkins, por lo que le agradeció que se

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ofrecieraahacerlecompañíamientrascomíayescuchóconamabilidadloscomentariosacercadetodoloqueselepasóporlamente,nadaenparticularinteresante,perosíentretenido.Eraobvioque,lomismoqueelmayordomo,laconsiderabalobastantecercanacomoparapermitirseesamuestradeconfianza.

Trasterminaresasencillacomida,dejóquelajovenrecogieralabandejaydeclinóelofrecimientode ayuda para atenderla mientras se cambiaba. Una vez que se quedó a solas, se quitó el vestido,resignada a dormir con la sencilla camisola que llevaba debajo, y se aseó con el agua que habíanllevado.

Másfrescaysatisfechaporlaagradablecomida,decidiónopensarmásenladifícilsituaciónenlaqueseencontraba,yatendríabastantedequépreocuparsealdíasiguientecuandodebierasosteneresacharlaconelconde.Sinduda,élseencargaríadedarlesuficientesmotivosdeirritacióneibanecesitartodassusenergíasparaenfrentarlo.

***

LoprimeroquehizoJohnaldespertaraldíasiguientefuellamaraHarrisonparaqueleinformaraacercadelainesperadahuésped.Segúnelmayordomo,laseñoraMeadowsseencargódequenolefaltaranadaeinclusoaceptóunasencillacena.Nolesorprendiósaberqueseencontrabayalevantadayalaesperadeseratendidaenlabiblioteca;aunquenoerausualqueunadamaselevantaratantemprano.Supusoquela señorita Browning se habría visto en la necesidad de madrugar con frecuencia para así poderencargarsedesusmuchasresponsabilidades.

RechazóeldesayunoofrecidoporHarrisony,trasvestirse,sedirigióalabiblioteca.Alacercarse,losorprendióoírlelavoz,querespondíaconlaentonaciónneutraqueusabacuandonosesentíaagustoconsuinterlocutor.Lavozqueformulabalaspreguntasleresultótambiéninfortunadamentefamiliar.

Alentraralahabitación,elevóunacejaporlaimagenquesepresentóanteél.LaseñoritaBrowningse encontraba sentada en un sillón frente a la ventana con la espalda muy rígida, en tanto Henry seapoyabaconademánindolentesobrelachimenea.

Cuando lanocheanterior se reuniócon los invitadosenel salóndespuésde terminada lacena, suamigoselasingenióparasonsacarleelmotivodelaabruptapartidayparecióimpresionadoalsaberquela joven acerca de la que ya le había hablado como la elegida para educar a su hermano se habíaaparecidoenmediodelanoche.Curiosocomosiempre,lerogóquelepermitieraconocerla,peroJohnsemostróinflexiblealrespectoysolodijoquequizáseríaposibleenelfuturosiellaaceptabalaofertayélhacíaalgunavisitaaFalmouthManor.Sinembargo,cuandolosdemásinvitadossemarcharon,Henry

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retrasó ladespedida tantocomo le fueposible; incluso logróqueEloise semostrara fastidiadapor laimposibilidaddeserlaúltimaenmarcharsey,cuandolohizo,conevidenteresentimiento,éldeslizólaposibilidaddequedarseapasarlanocheyaquehabíaolvidado,convenientemente,avisarlealcocheroparaquepasaraarecogerlo.Desdeluego,Johnnocreyóunasolapalabradeloquedecía,estabasegurodequesolodeseabapermanecerallíhastaeldíasiguienteyasípoderconoceralaseñoritaBrowning,pero,comoelloocurriríatardeotemprano,noviosentidoaecharloenmediodelanoche.

Ahora, sin embargo, se dijo que se habíamostradomagnánimodemanera innecesaria; aHenry levendríademaravillaunabuenalecciónacercadenoactuarcomounentrometido.

Élhacíagaladesuhabitualgracia,perolaseñoritaBrowningnoparecíamuyimpresionada,loqueleprodujo cierto alivio. Incluso le complació comprobar que casi semostró animada al verlo llegar.OHenry había perdido el encanto o ella tenía el mismo deseo que él por llegar a un acuerdo en eseespinosoasunto.

—Buenosdías,John.—Henrylosaludóconunasonrisa,sinparecerincomodadoporsupresencia—.Creíquetelevantabasmástemprano.

—Yyoque tú lohacíasmuchomás tarde—respondiócon tonoparcoysedirigióaEmilyconungestomásamable—.Buenosdías,señoritaBrowning,esperoquehayadormidobien.

Ellasepusodepieehizounasencillareverencia.

—Asífue,milord,gracias—dijo.

—VeoquelordWilmotnohapodidoresistirseaconocerla.—Hablóconburladirigidaasuamigo,quiennoseinmutó.

—¿Cómo podría?—respondió—. Tenía mucha curiosidad por conocerla y me complace haberlohecho.Tuspalabrasnolehicieronjusticia,John:nodijistequesetratabadeunadamatanencantadora.

EmilyacusóelexuberantehalagoconunatensasonrisayfijósumiradaenJohn,quecomprendiódeinmediatoloquedeseabaexpresar.

—Bueno,sabesquenosoyunhombremuylocuaz,peroestoysegurodequetúpuedesexpresardeformamagníficalasgraciasdelaseñoritaBrowning.—Ledirigióasuamigounamiradadeadvertencia—.Sinembargo,lodejaremosparaelfuturo,porquetenemosunacharlapendienteyagradeceríaquenosdejarasasolas.

Otrapersona,quizás,habríaencontradoofensivaunainvitaciónamarcharsetanfaltadeamabilidad,peroHenryloconocíalosuficientecomoparaacataresepedidosindiscutir.

—Desde luego—dijo y sonrió, para luego dirigirse a Emily, que esperaba en silencio—.Esperopoderverlapronto,señorita.

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Ellahizounademánquepudointerpretarsetantocomodeabsolutodesinteréscomotansoloungestoamistoso.SiconsiderabaelnaturalcarácteroptimistadeHenry,Johnsupusoqueoptaríaporpensar losegundo.

AlmarcharselordWilmotyquedarambosasolas,Johndudóentrepermanecerdepieoocuparunasiento,perosedijoquetalvezseríamejormantenerprudentedistanciayasíprestartotalatenciónasuspalabras.

—Bien,señoritaBrowning,apreciaríaquecompartieraloquevinoadecir.

Ellafruncióelceñoehizoungestoquedelatabaconfusión.

—Nocomprendolapregunta.Sabealaperfecciónloquevineadecir.

—Esverdad,creosaberlo,peronomegustaadelantarmeasacarconclusiones—dijo—.Hablecontotalhonestidadyprometoresponderdelamismaforma.

Emilyinhalóconfuerzaantesderesponder.

—Hepensadoenlapropuestayhedecididoaceptarla—dijo.

—Bien.

—¿Bien?—repitióella—.¿Estodoloquedirá?¿Noquieresaberporquécambiédeopinión?

—Desde luego que lo deseo, pero ¿acaso está dispuesta a compartir sus motivos?—Él notó lasombraensumiradaysonrióconciertaburla—.No,claroquenoloestá,demodoqueharéunesfuerzoporcontrolarmicuriosidad.Porahora.

Emily asintió, dividida entre agradecer esa muestra de consideración y esconder la inquietantesensación de saber que él no iba a dejar pasar una próxima oportunidad para indagar acerca de losmotivosquelallevaronaaceptarlaoferta.Estabaseguradeque,sillegabaaesasituación,severíaenlanecesidaddementir,ylaideanoleagradó.Peronohabíanadaquepudierahaceralrespecto,demodoquetansoloasintiócongestosereno.

—Apreciosudiscreción,milord,esmuyamable.—Nopudoevitarimprimirleunlevetonomordazalavoz,perolocorrigiódeinmediatoalcontinuar—:¿Quédebemoshacerahora?O,mejordicho,¿quéharéyo?Noséconexactitudquéesloqueesperademí.

Al comprenderque lomás álgidode la conversaciónhabíapasadoya, John sepermitió relajar elsemblanteyocuparunasillajuntoaEmily.

—Enprimerlugar,debedecirmecómoseencuentrasuhermana.

Ellasemostróunpocosorprendidaporlapregunta,pero,alverqueélparecíainteresadodeverdad,asintióeinclusoesbozóunapequeñasonrisa.

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—Aúnnoestádel todo recuperada—respondió—,sinembargo,eldoctor Johnsonaseguraque, siguardareposoyobedecelasindicacionestalycomolohahechohastaahora,prontoestarádeltodobien.

—Yaveo.Mecomplaceoírlo—asintiópensativo—.¿Cuándocreequepodráviajar?AsumoquelaquerráconustedynocontemplalaideadedejarlasolaentantoustedviajaaGloucestershire.

—No,porsupuestoqueno.—Emilysediocuentadequeseapresuróalrespondercontantapasiónycontrolóeltono—.MerefieroaquedeseoqueMaryviajeconmigoyasípodercuidardeella.Hablédeltema con el doctor Johnson y dijo que, si el ritmo de recuperación continúa como hasta ahora, no veningúnproblemaenqueviajedentrodedossemanas.

Johnfruncióelceñoaloírla;leparecióquedossemanaserademasiadotiempoparaesperaraquelajovenempezaracomomaestrade suhermano,peroera evidente tambiénque su suposición inicial fuecorrecta: Emily Browning no estaba dispuesta a permanecer alejada de su hermana durante muchotiempo,yélnoibaacondenarlaporello.Despuésdetodo,sabíaqueerasoloporelbienestardeesaniñaquehabíaaceptadolaoferta.

—Enesecaso,tendremosqueesperareseperíododetiempopararecibirlasenFalmouthManor—dijo tras pensar en ello—. Temo que no podré hacer el viaje con ustedes porque debo regresar aGloucestershire en tres días; de todos modos, me encargaré de hacer los arreglos para que su viajetranscurraconabsolutatranquilidad.

Fue evidente que Emily sintió un gran alivio al oírlo, ya que quizás esperaba que pusiera algunaobjeciónasunegativadeviajardeinmediato.

—Gracias,milord—dijo.

—Bien,supongoque,porincreíblequeparezca,estamosdeacuerdo.—Johnsonriósinmalicia—.Esunalivio,nodeseabavermeenvueltoenotradiscusiónconusted:esunaadversariaferoz.

Emilyseencogiódehombrossinatinaraagradecereldudosohalago.

—Enesecaso,creoquedebomarcharmeahora;agradezcosuhospitalidad—dijomientrasseponíade pie—. Le enviaré una nota tan pronto comomi hermana se encuentre lo bastante recuperada paraviajar.

Johnselevantótambiényledirigióunamiradacalculadora.

—Meparececorrecto,perodeberáenviaresanotadirectoaFalmouthManorconunmensajeroafinde que la reciba de inmediato; yome encargaré de los gastos.—Antes de que ella pudiera protestar,continuó—: Respecto a su partida, coincido en que debe viajar a Colchester lo antes posible, noqueremosquetengauninconvenientesimilaraldeanoche.

—Estoyseguradequenotendréningúnproblema.

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—No,nolotendrá,yomeocuparédequeasísea.—Johnnoesperórespuestaytocóunacampanitaparallamaralmayordomomientrashablaba—.Harrisondijoquenohadesayunadoaún;deberíahacerloentantoordenoquepreparenuncarruajeparaelviaje.LaseñoraMeadowsescogeráaunadoncelladeconfianzaparaquelaacompañehastaColchester.

Emilyseadelantóconelceñofruncido.

—Eso no será necesario,milord, en absoluto—dijo—. Puedo regresar a casa sola, conozco unaestaciónendondepodréencontraruncarruaje.

—El mismo que deberá compartir con toda clase de desconocidos y se expondrá así a infinitospeligrosdeforma innecesaria—lacortóconpocaamabilidad—.Comprendoqueestéacostumbradaavelarporlosdemás,peronoleharáningúndañopermitirquelealigerenunpocolacarga.Apreciaríaqueseabstuvieradeprotestar.

Muy a su pesar, Emily se sintió conmovida por esas palabras; tenía tanta razón que le dolióreconocerlo, aun cuando lo hiciera solo para ella. Desde la muerte de su madre, solo conocía deresponsabilidades,temoresyunacontinuaseguidilladeangustias.Casihabíaolvidadoloquesesentíacuandootrapersonasepreocupabaporella.

—Noprotestaré,milord,agradezcolaayuda—dijoalfin,conlamiradafijaenunpuntodelaparedylavoztensa.

SiJohnsesintiósorprendidoporesafaltadediscusión,nolodemostró;tansoloasintió.

—Esunaliviosaberlo—dijo—.LeinformaréalaseñoraMeadows…

Fueinterrumpidoporlallegadadelmayordomo.Alverlo,sedirigióaélylediounaseriederápidasórdenes que el sirviente escuchó con atención, y una vez que hubo terminado, se marchó a fin decumplirlas.

—Me gustaría acompañarla durante el desayuno, señorita Browning, aunque debo encargarme dealgunosdeberes—dijocuandosequedarondenuevoasolas—.Esperoquenolemoleste.

—Porsupuestoqueno.

—Bien. Vaya ahora, y cuando haya terminado, la esperará un carruaje y una doncella lista paraservirledecompañía.Harrisonledarámásindicaciones.

Emily asintió, un poco sorprendida por el cambio de voz, que había abandonado la calidez pararetomaresetonoindiferentequerelacionabamásconél.

—Gracias,milord.

Trashacerunarígidareverencia,pasójuntoaélysemarchó.

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Unavezquesequedóasolas,Johnsedirigióaunapuertalateral,casiescondidatrasuntapiz,ylaabrió,sinmostrarsorpresaalencontraralotroladoaunatentoHenryquelesonreíadesdeuntaburetebajolaventanadeesapequeñahabitación,quesupadrehabíaordenadoacondicionarparadescansarenlosmomentos en que se sentía abrumado por los deberes sin necesidad de subir al dormitorio. Traslanzarleunamiradadespectiva,diomediavueltayregresóalabiblioteca,segurodequeloseguía,yasífue.

—Noséporquéteconsiderounamigo.

—Porque,peseasermuycuriosoeindiscreto,soytambiénunapersonadeconfianza.

—¿Escuchastelaconversación?

Henryelevólascejasypareciódeverdadofendido.

—Desdeluegoqueno,¿porquiénmetomas?SoloesperéaqueterminarastucharlaconlaseñoritaBrowning;supusequecuandoesoocurrierairíasabuscarme.—Sonrióymiródeunladoaotro,comosiesperaraveraEmilyenalgúnlugar,pero,alcomprenderquenoeraasí,fingióungestodedecepción—.Veoquesehamarchado,esunaverdaderalástima,esperabaverlaunavezmás.¿Ybien?¿Haaceptadotudescabelladapropuesta?

—¿Descabellada?

—Leofrecisteaesajovenqueocuparaelpuestodestinadoaltutordetuhermanomenoryheredero.Lajovenencuestiónesresponsabledeunahermanapequeña,segúnmecontaste,ynotienemásfamiliaenelmundo,ademásdequetendráquedejarsuhogarparamudarseaFalmouthManor.—Henryfingiómeditar y chasqueó la lengua—. Sí, me parece una idea un tanto descabellada, pero quizá solo soydemasiadoquisquilloso.

Johnsacudiólacabezadeunladoaotroylomiróconreprobación.

—Creo que es una solución brillante a nuestros problemas —dijo—. Mi hermano tendrá a unapersonaquepuedeayudarloaforjarunmejorcarácter,yellaencontraráciertoalivioenunhogardigno,ademásrecibiráunpagojusto.

—Esosignificaquesíaceptólapropuesta.

—Sí,lohizo.

Suamigoasintió,pensativo.

—Mecomplaceoírlo—fuetodoloquedijo.

John enarcó una ceja y lo observó mientras se servía una bebida y ocupaba un sillón, tenía unasonrisa que no le agradó en absoluto. Sin embargo, guardó silencio y esperó paciente a que Henryretomara la palabra; sabía que aún no había terminado de expresar sus ideas y comprobó estar en lo

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ciertocuandoloescuchóemitirunligerocarraspeoparallamarlelaatención.

—Nomencionastequefuerahermosa—dijo.

Johncontuvounsuspiro.

—Nocreoquelosea.

—Bueno, no hermosa en el sentido más convencional de la palabra, pero sin duda es una jovenatractiva;tieneunosojosmuymisteriosos,¿lonotaste?Losencontréfascinantes.

—¿Debosuponerquemedarásunproblemaconesto?—Secruzódebrazosalhacerlapregunta.

—¿Aquéterefieres?

ElhechodequeHenryfingieracompletainocencianoayudóamitigarsufastidio.

—Hablardeesaformadelafuturamaestrademihermano…Séquesientesdebilidadporcualquiermujerquetecruzas,perodeborecordartequelaseñoritaBrowningesunadamayque,además,notieneunavidafácil;nomeparececorrectoquepiensessiquieraenincomodarladecualquierforma.

—Yyodebo recordarte tambiénquesoyuncaballero,porende, jamás le faltaríael respetoaunadama,muchomenos a una con la que estás relacionado, aun cuando esa relación sea solo laboral.—Henryfingióencontrarseofendido,peroJohnnotólafarsa.

—Mealegrasaberlo.Nodeseotenerquetomarmedidasextremas.—Sonrióconundejodeburla.

—¿Seríascapazderetirartuofertadeempleosoloparaevitarquemeacerqueaella?

—Desde luego que no, ¿has perdido el juicio? No ha sido sencillo encontrarla, menos aúnconvencerladequeaceptemioferta.EstoytentadoaprohibirtelaentradaaFalmouthManor.

—¡Soytumejoramigo!

—En consideración a ello, la prohibiría de forma muy cortés. —John disfrutó de la expresiónindignadadesuamigo,estaveznadafingida,ysonriódivertido—.Ahora,amigomío,cuéntamecómoestátupadreycuándecepcionadoseencuentradetenerquetoleraraunhijotanindolente.

ElcondedeLeicester,padredeHenry,eratambiénunbuenamigodeJohn,quizásunadelaspocasapersonasaquienesadmirabaycuyosconsejosrecibíacongratitud.Élysumadreeranparienteslejanos,de allí que John se acostumbrara a su presencia desdemuy pequeño; el hecho de que cultivaran unacercanaamistadluegodelamuertedesumadrecuandoerasolounniño,fortalecióesoslazos.

AlheredarJohnelcondadoaunaedadtantemprana,noseviodesprotegidooatemorizadofrenteaesecompromiso;engranparte,graciasalcondedeLeicester,quienasumióelpapeldeguíayprotector;habríasidoposibleque,sinsusbuenosconsejosyconstantepresencia,hubieraresultadoaúnmásdifícil

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asumir tantas responsabilidades. Fue él quien le sugirió el matrimonio con Elizabeth y resaltó lasventajas de esa unión, quien lo sostuvo en los momentos más difíciles de su vida cuando debióenfrentarsealamásterriblepérdidaqueunhombrepuedeexperimentar.

Desdeluego,debidoalacercaníaenedad,JohndesarrollótambiénunaprofundaamistadconHenry,queposeíapocodelcaráctercentradoyserenodesupadre,perolocompensabaconunbuencorazónygenerosapresencia.Sinembargo,JohnsabíaqueelcondedeLeicesterselamentabaconfrecuenciadequesuhijonomostraramayorinterésenseguirlelospasos;deallíquecadatantohicierapreguntasenapariencia frívolas acerca de las relaciones entre ambos. En su opinión,Henry estaba ya en edad deadoptaruncaráctermásresponsableyelpadreyahabíatenidobastantedesusligerezas.

Henry,sinembargo,peseanuncanegarlosnumerososdefectosquetenía,eralobastanteperspicazparasabercuándoJohnintentabaindagarensuvidafamiliar,yaunquejamásdabamuestrasderesentiresainterferencia,tampococompartíamuchoalrespecto,onotantocomoJohnhubieradeseado.Demodoque,cuandolehizoesapreguntaacercadelconde,recibióunaseriedeevasivasyunlargomonólogoenelqueHenrycompartiólasmásirrelevantesnovedadessincomunicarnadadeutilidad.

Johnhabríapodidoinsistiryrecordarlequenoerauntonto,quesussubterfugiosnoeranunrecursodesconocidoparaél,perosabíaquenoobtendríanadaquenofueraunarespuestacargadadeironíayunaburlamordaz.Permitióqueseexplayaraenanécdotasdurantecasimediahora,quesaltaradeuntemaaotroconunavelocidaddesconcertante,yloúnicosatisfactorioquelogródeducirunavezquetuvoabiencallarfuequeelcondeseencontrabaenperfectoestadodesalud,aunquetanirritadocomosiempreporelpocointerésdeHenryenlasfuturasresponsabilidades.

—Comopuedesver,nohaynadaextraordinarioquecompartir;mividapuedesermuyaburrida.—Trashilvanarunaseriedeanécdotasintrascendentes,abriólosbrazoscomosiseñalaraquenoteníanadamásporcomunicar.

—Omuyinteresanteparaquienes,comotú,veneranalafrivolidadporsobretodaslascosas—dijoJohnconunacejaalzada.

—Mejuzgascondureza,amigo,parecieraquejamáshasdisfrutadodelasalegríasdelajuventud.

—Lohice,nolodudes,peronohayvalorenlajuventudquepuedasuperaralasatisfaccióndellegaralamadurezycontemplarconorgulloloquehaslogrado.

JohnfruncióelceñoalemitirlaúltimafraseycomprendiófastidiadoqueacababadehaceralgoqueHenry odiaba: le había hablado de la misma forma en que sin duda lo hacía su padre, un sermónaleccionador faltodeempatíayabundanteen soterradodesprecio: se reprendióporhaberlohecho.SiHenrylonotó,nodiomuestrasdeello,sololedirigióunabeatíficasonrisa.

—¿Enverdadnopiensasqueeshermosa?

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LoscambiosdetemaeranhabitualesenlordWilmot,enespecialcuandosesentíaincómodoaltrataralgunoenparticular,yesecasisiempreestabarelacionadoconladifícilrelaciónqueteníasupadre;sinembargo,Johnencontróuntantoexasperantequeeligierajustounoqueélnodeseabatocarmás.

—Nonecesitopreguntaraquiénterefieres—dijoconelfastidioplasmadoenlavoz.

—Desdeluegoqueno,eresunhombrebrillante.—Leobsequióunagransonrisaquesoloconsiguióponerlodepeorhumor.

—Henry…

—Solotengocuriosidad.

Johnhizoacopiodepacienciaysuspiró.

—Yaque es tan importante para ti saberlo: no, no creoque seahermosa en absoluto—respondióluegodeunminutoensilencio.

—Mepreocupas.Tienesunconceptodelabellezauntantoextraño.

—Loconsiderasextrañotansoloporqueesdistintoaltuyo.

—Bueno,sí,peroesoesporquesoyunhombrebastantecomún,¿cierto?Tú,encambio,eresmás…¿Cómodecirlo?Especial.—Henrysonrióunavezmás.

Suamigodecidió ignoraresa réplicamordaz,yaquesabíaqueHenrypodía tratarhoraselmismotema con el único fin de divertirse y exasperarlo. Sin responder, se dirigió al escritorio y tomó unabrecartasquediovueltasentrelosdedosconademánpensativo.

—¿Tampococreesqueseaatractiva?

Ante la insistencia, Johndejócaer el abrecartas conungolpe seco sobre el escritorioygiróparamirarloconelceñofruncido.

—Por el amor de Dios, Henry, es suficiente—dijo, ya enfadado—. No hay nada en la señoritaBrowningquemeinterese:tieneelencantodeunglaciar,noeshermosaynoveonadadeatractivoenella.Meconsideraréafortunadosiresultasertanlistacomoparece;conmisuerte,esposiblequeenelfondoseasolounatonta…

Johncallódeprontoalnotarlamiradahorrorizadadesuamigoquemanteníafijaenlapuertay,aldirigirlavistaenesadirección,exhalóconfuerzaalverqueEmilysehallabadepiebajoeldintelconunpiedentrodelahabitación,comosiacabaradellegar.Teníalasmanoscruzadassobreelregazo,laposturamuyerguiday lamirada fríaque ibadeunoaotro.Su rostronodabamuestrasdealteración,aunqueeraevidentequehabíaescuchadolasúltimaspalabras.

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—SeñoritaBrowning.—Henryfueelprimeroenreaccionaryempezóabalbucearunadisculpa,peroellanolepermitiócontinuar.

—LordWilmot.—LajovenhizounabrevereverenciaymiróaJohn,quepermanecíaensilencio,sindelatar sus pensamientos. Al dirigirse a él usó un tono aún más gélido—. Lord Falmouth, el señorHarrisonacabadeindicarmequeelcochehallegado;estoylistaparapartir;segúnmiscálculosestarédevueltaenColchesteralanochecer.Queríaasegurarmedequelosupierayagradecerlesuhospitalidad.

—Hasidounplacer,señoritaBrowning.—Lamirófijoylehablócontonograve—.RecuerdequeustedysuhermanadebenestarlistasenelplazoacordadoparaelviajeaGloucestershire.

—Noloheolvidado,milord;asíserá.—Hizootrabrevereverenciadirigidaaambos—.Buendía,caballeros.

Se fue tal y como llegó, en absoluto silenciomientras dejaba cierta incomodidad ante su partida.Henrysuspiróysepasóunamanoporlacabeza,alparecermolestoconsigomismo.

—Quéestúpidodemiparte:nodebí iniciaresaconversaciónsinpensarqueellapodríaoírnos—dijo y chasqueó la lengua—. ¿Cómo ha podidomostrarse tan serena?Otramujer se habría echado allorar,cuandonoainsultarnos.Almenosdebesreconocerquenoesnadaordinaria.

John no respondió, sino que se dirigió a la ventana que le proporcionaba una buena vista de laentrada principal y vio a Emily a punto de subir al carruaje.Antes de poner un pie en la escalinata,ayudadaporunlacayo,miróhaciaatrásunaúltimavezysusmiradasseencontraronporunossegundos,hastaqueellarompióelcontactoysubióalvehículo.

—¿Ordinaria?—respondióJohnalfin,aundeespaldasaHenry—.No,tienesrazón,teconcedoeso.LaseñoritaBrowningpuedesermuchascosas,perojamásordinaria.

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CAPÍTULOIV

Segúnelcocheroenviadoporelconde,FalmouthManoreraconsideradaunadelaspropiedadesmáshermosasdeGloucestershire.Aldarunaúltimavueltaenelrecodoyensuprimeravistadelamansión,Emilynopudomenosqueestardeacuerdo.Eraextraordinaria…eintimidante.

Sabía poco acerca de estilos arquitectónicos, de modo que dejó de prestar atención cuando elorgullososirvienteempezóaenumeraragritoslasmaravillasdelestiloisabelinodeacuerdoalcualseconstruyólapropiedadysevolcóaunasilenciosacontemplacióndeledificioylosterrenossinpensardemasiado en términos técnicos.Mary, por fortuna, parecía fascinada con las palabras del cochero yapenas parpadeaba para no perderse ni una sola de ellas entre el traqueteo del carruaje. Sin duda,tampoco perdería luego la oportunidad de compartirlas en cuanto terminara el viaje y se encontraraninstaladasensunuevohogar.

Hogar.Emilyfruncióelceñoalpensarenlopocoapropiadaqueeraenverdadesapalabra.Ellasnosemudabanaunnuevohogar,enabsoluto;ocuparíanlashabitacionesquelescedieronenunamagníficapropiedad en la que jamás habrían podido poner un pie de no ser porque un autoritario y excéntricohombrepensóque ellapodría serledeutilidadpara concretar sus fines.Eseno eraunhogar, eraunaviviendatemporal,yEmilyestabadispuestaaaprovecharesaestadíatantocomolefueraposible.

La posibilidad de recibir una paga como jamás había visto por ejercer como tutora o institutriz,cualquierafuerael términoqueelcondeprefirierausar,paravolcarsusconocimientosycapacidaddeempatíaconunniñoporelqueyasentíaunsincerointerés,podíaserconsideradocomounabendición.Unauntantocuriosa,extraordinariaydefuturoincierto,perobendiciónalfin.Emilynohabíarecibidomuchasenlosúltimostiempos,demodoqueestabadispuestaaaferrarseaellacomoaunsalvavidas.Además,desdequehabíahabladoconMaryacercadeesaoportunidadydescribió,haciendogaladesuimaginación,ellugarenelqueibanavivir,suhermanapresentóunanotoriamejoría,comosilaideadeemprenderesaaventuralaalentaraasuperarlaenfermedad.Eraciertoqueaúnnoseencontrabadeltodorestablecida,peroeldoctorJohnsonleinformóqueelviajepodríaconcretarsevariosdíasantesdeloquehabíacalculadoenunprimermomento.Ycomosiellonofuerasuficiente,aseguróque,deseguirasí,Marypodríaconsiderarsedenuevocomounaniñaperfectamentesanamuypronto.

Porotraparte,yauncuandosetratabadeunhechoquesoloellaconocíayqueguardabacomoelmásvaliososecreto,estabaseguradequelatíaCarolinejamáslograríaencontrarunaformadeponerseencontactoeneselugar:eraimposiblequedescubrieraalgunavezquesehospedabanenlamansióndeunodelosnoblesmásreconocidosdeInglaterra.No,ellanuncapodríaacercarseaellaoaMary,yesoleconferíaunatranquilidadqueapenaslograbaasimilaraún.

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Habría podido continuar con esa línea de pensamientos por horas de no ser porque el carruajeaminorólamarchay,cuandoprestóatenciónaloqueocurríaalrededorsuyo,seencontróconelrostrosonrientedeMaryque,peseasudebilidad,casidababrincossobreelasiento.

—Emily, mira por la ventanilla;Morris dice que irá a paso lento para que podamos apreciar elcaminoalamansión.—MarysereferíaalcocheroconunafamiliaridadqueEmilyencontródivertida,peronohizocomentariosalrespecto.

Hizotalycomoellalehabíaaconsejado:sacólacabezaporlaventanillaparaadmirarlamagníficaedificaciónque se elevaba imponente al final de un camino, el cual estaba flanqueadopor cedros tanhermososquelequitaronlarespiración.Amedidaqueterminabaelrecorrido,empezóacontemplarloselegantesdetallesqueproporcionabanunasobriabellezaalconjunto:unafuenteenelcentrodeljardínprincipal, intrincadas escalinatas que conducían a la entrada, el céspedmás cuidado que jamás habíavisto en su vida, cristales pulidos en las ventanas que arrancaban destellos de la luz del sol… Sí,FalmouthManoreraunlugarintimidante.

Cuandoelcocherodetuvoelcarruaje,un lacayosalidode lanadaseapresuróaabrir lapuertay,luego de la sorpresa inicial, Emily asintió con una pequeña sonrisa no sin antes ver que Mary seencontrara bien. Por fortuna, el viaje no parecía haberla agotado demasiado; aunque estaba un pocopálidaymásdelgadaquecostumbre,presentabaunconjuntoencantadorconesedelicadovestidocolormalvaylosrizoscastañossueltossobreloshombros.Emilynohabíaabandonadoaúnellutoyllevabaelcabelloenloaltodelacabeza,aunqueelajetreodelviajehabíaconseguidoquese leescaparanunoscuantosmechonesoscurossobrelafrenteylanuca.

Trasbajardelcarruajeayudadaporellacayo,lehizounaseñaparaqueseencargaradequeMarydescendiera sinningúncontratiempoydiounanuevamiradaa laentrada.Ese fueelmomentoprecisoparahacerlo,porquelapuertaseabrióyJohnaparecióenloaltodelasescalinatascongestoserioperoamable, seguido por lo que en un primermomento Emily pensó que era una pequeña sombra que sedetuvoavariospasosdeél.

Sinconocerelritualestablecidoparasituacionescomoaquella,tomóaMarydelamanoylaalentóadarunospasosendirecciónalosanfitriones.John,sinembargo,alnotaresosmovimientos,seapresuróadescenderlosescalonesylafiguratrasélhizootrotanto,aunquesupasofuemáspausado.

—Señorita Browning —el conde hizo una pequeña reverencia que tanto Emily como Mary seapresuraronaimitar—,seabienvenidaaFalmouthManor;ustedtambién,desdeluego,señoritaMary,mealegrapoderconocerlaalfin.

Marysemostróunpocotímidaporesasamablespalabras,noestabaacostumbradaaquelosadultos,aexcepcióndeEmily,leprestaranmayoratención,yquefuerajustoelcondequetantodeseabaconocerquiensecondujeradeformatangentilconellasolologróquesuemociónfueramayor.Porfortuna,habíarecibido una educación tan estricta como Emily, de modo que contuvo el entusiasmo y tan solo sepermitióunaampliasonrisadeagradecimiento,queelcondeparecióapreciar.

—Graciasporsubienvenida,milord,esmuyamable.—FueEmilyquienrespondió.

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—Mealegracomprobarquellegaronsinmayorescontratiempos.—Elcondesehizoaunladoparaabrirlepasoalapersonaquesemanteníacasiocultatrasél—.Mihermano,lordAlexanderCahill.

Hicieron una nueva reverencia. Emily se tomó unosmomentos para analizar almuchacho que lasobservabaconunamezcladecuriosidadytimidez.Alverloconmayoratención,advirtióquenoeratanpequeñocomosupusoenunprimermomento,sinoqueadoptabaunaposturaalgoencorvadaqueinducíaapensareso.Segúnlopocoqueelcondelehabíadicho,sabíaqueteníadoceaños,perocontabaconunamiradaquelohacíaparecermayor,comosituvieraunprofundoycomplejomundointeriorqueguardabasoloparaél.Tampocologróvermuchassimilitudesfísicasconelconde:elmuchachoteníaelcabellorubioclaroyrizado,muydistintodeloscurodesuhermano,ysusrasgoseranmásdelicados.AEmilylerecordó a un cachorro que sumadre acogió cuando ella era solo una niña y que debieron obsequiardebidoalaalergiaqueleprovocabanlosperrosasupadre.EljovenlordCahillseveíatanasustadoyaprehensivo como ese pequeño animalito.Desde luego, se prometió en esemismo instante que jamásmencionaríasemejanteideafrentealcondeyqueharíaloqueestuvieraasualcanceporcomprenderyayudaraesecuriosopersonaje.

—Esun honor conocerlo,milord.—Emily no permitió que sus pensamientos la distrajeran de lasobligacionesylesonrióalmuchacho,quenocorrespondióelgesto—.Esperoquepodamosserbuenosamigos.

Elmuchacho no respondió, pero la sombra de una tímida sonrisa le asomó a los labios antes delevantarlamiradaparaencontrarseconlaseveraobservacióndesuhermano,queparecíareprobaresecomportamiento.

—EstoysegurodequeAlexanderseencuentraimpacienteporiniciarlasclases,señoritaBrowning.—Eltonofueparcoypocoamistoso,pero,aldirigirle lamiradaaMary,suexpresiónsedulcificódeinmediato—.CreoquelaseñoritaMarydeberíadescansardellargoviaje.

Emilyrecibiólasugerenciaconunsuspirodealivio;estabadeltododeacuerdo,perolepreocupabamencionarloenprimerlugaryparecerquesetomabademasiadasatribucionescuandoapenasacababadellegar.

—Sí,milord,loapreciaríamos—dijo.

—Muybien,debemosentrarentonces.—HizoungestoparacederleselpasoyEmilytomóaMarydelamanoparaayudarlaasubirlaaltaescalinatahastallegaraunimponentevestíbulo—.LaseñoraBrowneselamadellavesdeFalmouthManoryseencargadellevarlapropiedadconmanodehierro.Ellaseencargará de que tanto usted como suhermana sean instaladas de inmediato.Los lacayos llevarán losequipajes.

Lamujer,queelcondemencionóconunlevetonorespetuosoqueEmilyencontrósorprendente,eratanpequeñaymenudaquevistadesdelejospodríaparecerunajovencita,pero,alverlaacercarseconpasosereno,seencontróconunrostrosurcadopornoblesarrugas,enparticularenlascomisurasdelaboca,loquelehizosuponerquesonreíaconfrecuencia:esoleprodujociertoalivio.Llevabaunvestido

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tannegrocomoel suyo,undelantal impolutoyelcabellosurcadodecanasbiensujetoenunajustadomoño.Alverla,hizoungestodesaludoylaobservósindisimularcuriosidad,auncuandonohubonadadeinapropiadoenlainspección.

—SeñoraBrown, le presento a la señoritaBrowning, quien se encargará de la educación de lordAlexander.—Se adelantó para reclamarle atención—. Y esta joven dama es su hermana, la señoritaMary, que apreciará que la acompañe a su habitación; se recupera de una seria enfermedad y esimportantequereposetantocomonecesite.

Emily semostróunpoco sorprendidapor el interés del conde en la saluddeMary; noporquenohubiera dado anteriores muestras de consideración, pero no dejaba de ser curioso que estuviera tanpendiente de su mejoría. La señora Brown, en cambio, no pareció encontrar nada extraño en esaspalabras,porqueasintióyledirigióaMaryunasonrisamaternal.

—Muybien,milord.LaseñoritaMaryyyosubiremosdeinmediatoentantolasdoncellasseencargandelosbaúles.—MiróaEmilydereojo,tambiénconunasonrisa,aunquemásreservada—.DelosdelaseñoritaBrowningtambién,porsupuesto.

—LordAlexander las acompañará.—John lomiró con una ceja alzada y el joven asintió tras uninstantededuda.

Emilyfruncióelceñoanteelcuriosopedido,peroguardósilencio:nodeseabacontrariaralconde,almenosnoenesemomentoynofrentealamadellavesyasuhermano,porloqueledirigióunaampliasonrisaaMaryafindeinfundirleánimosehizoungestodiscretoparadarleaentenderquesereuniríacon ella muy pronto. La observómarcharse por un pasillo en compañía de la señora Brown, que seagachabaparasusurraralgunaspalabrasconunaamablesonrisa,yeljovenlordAlexander,quemanteníaunaprudentedistancia,aunquecaminabamenosencorvadoquehastahacíaunosmomentos.

Una vez que se quedaron a solas, John se dio vuelta para observarla con interés y una pequeñasonrisa.

—ImaginoquesepreguntaporquéheenviadoaAlexanderconsuhermana.

Emilynoencontrórazonesparamentir,porloqueasintió.

—Creoquefueunpedidoextraño,sí,peroestoyseguradequetienebuenosmotivosparaello—dijoysonóuntantoescépticaasupesar.

—Tengo dosmotivos; es verdad: ambosmuy sencillos. Por una parte, he pensado que no solo supresencia serviráde ayudaparamihermano, sinoque también lohará lade suhermana—explicó—.Tienencasilamismaedad,ycreoquelajovenMarypuedeserunabuenainfluenciaparaél.Mihermanonoestáacostumbradoatratarconotraspersonasdesuedad.Esposiblequeesotengamuchoqueverconsu débil carácter; tal vez, si se ve obligado a interactuar con una niña como su hermana, le permitadesarrollaralgúntipodetemperamento.

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Emilyescuchóesaspalabrasconatención,pero,cuandoterminódehablar,sacudiólacabezadeunladoaotro.

—Comprendosupunto,milord,ynopuedodecirquenocompartaeserazonamiento.Creoqueambospuedenayudarse el uno al otro:Mary tampocoha tratado conmuchosniñosde su edady es algoquelamento.—Suspiróantesdecontinuar—.Sinembargo,noestoydeacuerdoenquepretendaobligarasuhermanoparaqueforjeunaamistadquetalveznodesee;megustaríaquefueraalgoquefluyeradeformanatural.

Élnopareciótomarmuyenserioesapalabras,solohizoelademándeencogersedehombros.

—ProntosedarácuentadequeAlexandernecesitaserobligadoahacerciertascosas;esperaraquesurjandeélesunautopíayunapérdidadetiempoquenoestoydispuestoatolerarmás.Supresenciayladesuhermanaseránbuenasparaél,sí,peronocreaquelocomprenderáporsímismo.

—Losubestimaalpensarqueesincapazdemostrarcriteriopropio.

—Nolopienso,señoritaBrowning,lohevistounayotravez;recuerdequehetratadoconéldesdequenació,mientrasqueustedloconocióhacecincominutos.Permítamesuponerquesoycapazdedarmayoresalcancesrespectoasucarácteroalafaltadeéldelosquepodríaproporcionarustedahora.

Emilyfruncióloslabiosehizounesfuerzoparacontenerlaréplicamordazqueledanzabaenlapuntadelalengua.Faltadecarácter,dijo.Porsupuesto,consemejantehermanoseríaunmilagroqueunniñocomoAlexanderfueracapazdemostrarunatisbodepersonalidadpropia.Trasinhalarvariasvecesafindecalmarse,loobservóconfrialdad.

—Dijoqueteníamásdeunmotivoporloscualeslosenviójuntos;megustaríaconocerlo—agregócontonoimpasible.

—Sí, es verdad. Nada del todo especial, tan solo deseaba saber si se encuentra a gusto por ladecisióntomadaysinosesentirádeprontoarrepentida.

—Asumoqueserefiereaaceptarlaoferta.—Emilyloobservóconcuriosidadporesecomentarioinesperado.

—Sí,señoritaBrowning,merefierojustoaeso—respondiócontonountantoburlón.

—Puedo asegurarle, milord, que esta no fue una decisión tomada a la ligera y que soy del todoconscientedelodifícilqueresultaráenfrentarestedesafío.Perotambiénestoyconvencidadequeharétodoloposibleporcumplirconsusexpectativas.—Sonabamásseguradeloqueenverdadsesentía,porcierto,peroeraimportantequelograraimpregnarlealaspalabrasdetantafirmezacomopodía,talvezasílograraconvencerseasímismadequetodoiríabien.

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Elcondelaobservóenprofundidad,ensilencio,comosidesearaveratravésdeella,escudriñarlelamenteydescubrir loqueenverdadsentía;de todosmodos,alcabodeunmomento,pareciódarseporvencido.Sinembargo,noabandonólacuriosaobservación;porelcontrario,lamiródepiesacabeza,yellalogródetectarunlevegestodemalestarqueleasomóaloslabios.

—¿Quéocurreahora?—preguntó,ceñuda.

—Es su vestido—dijo sin dejar de observarla con un fastidio más notorio—.Mencionó que hapasadoelperíodomásestrictodellutoporlamuertedesumadre.¿Nohapensadoenusaralgomenos…severo?

Emilyacusólapreguntaconlascejasalzadas.Eraloúltimoqueesperabaescuchar.

—Mesientocómodaconmiropa.

—Nolodudo,perosonuntantolúgubres.

—Lasconsideroapropiadasparamí.

—¿Acasoseconsideraunapersonalúgubre?

Ellanorespondió,soloapretómásloslabios.

—Simepermiteunconsejo,señoritaBrowning,talvezpodríaflexibilizarunpocoelluto—continuócomosinofueraconscientedesuincomodidad.

—Noleencuentrosentidoaloquedice.

—Yo sí. Es posible que pueda convivirmejor con su dolor si cambia esa ropa por otra un pocomenosdeprimente.

—Esaessuopinión.—Emilyestuvotentadaadecirquesololohabíavistousartrajesnegrosdesdequeloconocía,perosupusoqueesohabríasidomuyatrevido.

—Desde luego. Brutalmente sincera y desconsiderada.—Que le sonriera con burla al hablar nomitigósufastidio—.Pruebeusaralgomásalegre,señoritaBrowning.

—¿Esunaorden?

—No;se tratadeunconsejo,comohedichoya,odeunasugerencia,siprefiere tomarlacomotal.Cuandodeseodarunaorden,sololohago:esasícomofuncionanlascosasaquí.Estoysegurodequelodescubrirápronto.

Emily le sostuvo lamirada sinpestañearmientras luchabacon todas sus fuerzasporno revelar lomuchoqueresentíaesaspalabras.

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—Nodudodequeasíserá,milord—respondióconciertotonodedesafíodelquenofueconscienteen esemomento—.Me gustaría ver aMary ahora y comprobar que está instalada como corresponde;necesitadescansarluegodellargoviaje.

Johnasintió.

—Es verdad, le he quitado demasiado tiempo —dijo—. Descanse también usted, volveremos ahablarpronto.

Emilycontuvounaréplicamordazparamencionarqueestabaseguradequeélnoperderíaocasióndecriticarla en cuanto tuviera la oportunidad, solo hizo una breve reverencia para luegomarcharse pordondehabíadesaparecidoMaryhacíaunosminutos.Sinduda,encontraríaaalgúnlacayoenelcaminoquelepodríadarindicacionesrespectoadóndeseencontrabanlosdormitoriosasignadosparaellas.

Johnpermaneciódepieenelvestíbulosindejardeobservarlamientrasseperdíatrasuncorredor.Luegoesbozóunasonrisacarentedeburla,sacudiólacabezaysemarchóendireccióncontraria.

***

AunqueEmilyyMaryllegaronaFalmouthManorpocoantesdelmediodía,laseñoraBrowninsistióenquecomieranalgoligeroenlahabitaciónyque,siasílodeseaban,podríanhacerotrotantoalahoradelacena.Segúnseñaló,elviajedesdeColchesterdebiódehabersidoagotador.Maryenespecial ibaanecesitar un tiempo para recuperar las fuerzas. Emily estaba por completo de acuerdo y recibió lasugerencia con una gran sonrisa de agradecimiento.Además, decidió que le tomaría la palabra sobredisfrutar también de la cena en la tranquilidad del pequeño salón adyacente al dormitorio que le fueasignado.Enrealidad,aúnnosesentíadeltodoagustoenunlugartangrande.

SupusoqueellayMarycompartiríanunahabitación, talycomohacíanensucasa,que,a losumo,tendríanlafortunadecontarconunademayortamañoyconciertascomodidades,perolarealidadsuperótodaexpectativa.Elcondehabíadadoórdenesdequeambassealojaranenelalanortedelamansión,lamismaqueeraengeneralocupadapormiembroslejanosdelafamiliaoamigosqueviajabanaquedarseunosdías,noporunaempleadacomoella,queiba,además,conunaniñapequeñaportodacompañía.

Según la señoraBrown,enesemomentosolosehospedabanallíunaanciana tíadelcondequenoteníaotrolugarenelquevivir,aquienélhabíaacogidohacíayavariosañosyunancianoquefuealgunavezadministradordelapropiedadentiemposdesupadre.Cuandoelcondeanuncióqueunajovendamay su hermana pasarían un incierto período de tiempo en Falmouth Manor, ya que una de ellas se

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encargaríadelaeducacióndeAlexander,diolaordendequefueranrecibidasyatendidasconelmismodecoroyrespetoqueseesperabanparaunvisitantemásqueunempleado.Aunquenodejabaderesultarextraño,Emilyaprecióelgesto;noporella,sinoporMary.

Sibiennohabíahabladodeltemaconella,lepreocupabaunpocoque,alllegaralamansión,fueranrecibidas de la misma forma que sabía que se trataba a las institutrices o maestros en una posiciónsimilara ladeella.Eraciertoqueenteoríaocupabanunrangomayoraldelossirvientes,pero,enlapráctica,segúnhabíaescuchadoconfrecuenciadealgunas jóvenesdelpuebloquellegabandevisitaycompartían sus experiencias en las grandes casas en las que servían, se veían con frecuencia en unasuerte de limbo social que les dificultaba encajar. Emily estaba dispuesta a tolerar todo sacrificio eincomodidad que fueran necesarios, pero no deseaba que Mary se viera en ninguna situacióndesagradable.

Demodoqueaceptólagenerosidaddelcondeconalivio,loquelepermitiódisfrutardesusprimerashorasenFalmouthManor.

Noexplorólapropiedadelprimerdía,sinoquepasólamayorpartedeltiempoencompañíadeMarymientrasdisfrutabadelosgenerososcuidadosdelaseñoraBrown,quemostróunafectoinstantáneoporMary,gestoqueEmilyagradecióprofundamente.Labuenaseñoraseencargódequeunajovendoncellalas ayudara a deshacer el equipaje y se mantuvo también al pendiente acerca de cualquier cosa quepudierannecesitar.Inclusotuvolaamabilidaddeenviarlealcondeunmensajeensunombreafindequeles disculpara la ausencia durante la cena. Fue solo entonces que Emily comprendió que él esperabacompartir la mesa con ellas, un hecho que habría encontrado extraño en otras circunstancias y si setratabadeotrapersona,peroempezabaacomprenderqueelcondeteníauncaráctermuypeculiarypocoapego por las normas sociales. Según mencionó la señora Brown, insistía en que su hermano loacompañaracadanocheenelcomedorpeseasujuventud.Emilysupusoqueeraunaestrategiaparaforjaresecarácterdelque,segúnél,carecía.

CuandosedespidiódeMaryesanoche,aliviadadeverlorápidoquesehabituabaalcambioyqueelviaje le había afectado muy poco la salud, se dirigió a su habitación. Allí, lo primero que hizo fueacercarsealaventana,pegarlafrentealcristal,cerrarlosojosypronunciarunapequeñaoraciónquesumadrelehabíaenseñadocuandoerapequeñayquecreíahaberolvidado.

Todoibaairbien.Detodaslasformasenquepuedeestarlounserhumano,ellaysuhermanaestabanasalvo.Noencontrabapalabrasapropiadasparaagradeceresabendición.Erasolounaantiguaplegariaquepodíasignificartodoonada,peroque,enesemomento,lesonócomolaspalabrasmásdulcesquehabíadichoenmuchotiempo.

***

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AunqueEmilyestabaacostumbradaalevantarsemuytempranocadamañana,losajetreosdelviajeylatensiónsostenidadurantelasúltimassemanaslallevaronasumergirseenunsueñotanprofundoque,alabrirlosojos,debiópestañearunayotravezaltiempoqueprocurabaponersuspensamientosenordenpararecordar todoloocurrido.Habríapodidopensarenesoporhoras,sinduda,pero,alcomprenderque llegar tarde se consideraría un gesto de descortesía e irresponsabilidad terrible en su actualsituación,saltódelacamayseapresuróaasearseparaluegoponerseelvestidoquedejóarregladolanocheanterior.Sinembargo,alsostenerloenloaltoycontemplarloconojocrítico,nopudocontenerungestodedisgustoalpensarenlaspalabrasdelcondedeldíaanterior.

Sí, era lúgubre, inclusodeprimente, comoélmencionó, pero era suyoyno estaba listaparahaceralgúncambióaún.Además,comoserecordóconunamuecasarcástica,éltambiénhabíacompartidosuopinión respecto a su apariencia sin que eso tuviera relación con la formade vestir, así que no teníasentido suponer que estaba en la obligación de seguir sus sugerencias, consejos o como desearallamarlos.Despuésdetodo,laconsiderabapocoatractiva,enabsolutohermosayconelencantodeunglaciar.Dudabadequepudierahaceralgoparasuperardefectostanterribles,pero,adecirverdad,noteníaningúninterésenhacerlo,asíqueesospensamientoseranunapérdidadetiempo.

Sevistiósindudarysintióunamaliciosasatisfacciónalcontemplarseenelespejo.Sí,nadaatractivayfríacomountémpano,justolaimpresiónquedeseabaproyectar.

Aldejar lahabitación,pasópor ladeMary,queseubicabaapocosmetrosde lasuyaymiróconmuchocuidado,satisfechaalverqueaúndormíaconunagransonrisaenloslabios.Tranquila,sedirigióalaescalinataquerecordabahabersubidoeldíaanteriorysiguiósuinstintoaldescenderyencaminarseporunpasillodelqueproveníaunavozyafamiliar.

Enefecto,unlacayomanteníaabiertaunapuertaderobley,trassaludarlaconunabrevereverencia,lehizoungestoparaqueentrara.Porlasdimensionesdelahabitación,eraevidentequesetratabadelcomedorqueusabalafamiliacuandonocontabanconvisitas.Elestiloeratanimpresionantecomoeldelexteriordelamansión,porloqueEmilysedetuvounmomentoparacontemplarlosgrácilesyelegantesmuebles,lacálidachimeneaylaspinturasexhibidasconbuengusto.Alllevarlamiradaalcentrodelahabitación,dondeseubicabaunagranmesaderobleconunjuegodesillas,algunasdeellasocupadas,seencontróconlamiradadelconde,quesepusodepieencuantoellaentró.

Emilyhizounareverenciaysemantuvoenellugar,inseguradequéhaceracontinuación,peroélfueensuayuday leseñalóunasientoasu izquierda,queellaseapresuróaocupar.Unavezallí,diounamiradaalrededorconunasonrisatímida.

Alexander se sentabaenelotroextremode lamesapresididapor suhermanomayor.Parecíamuyconcentrado en la comida y en el curioso acto de hacer círculos sobre el mantel con la mano libre.Apenas levantó la mirada al verla y le dirigió un gesto de bienvenida que no pareció del todohospitalario.Unaancianadamaocupabalasillafrenteaella,supusoquesetratabadeesatíaaquienel

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conde le había proporcionado alojamiento. Otro hombre, tan mayor que habría resultado imposibledeterminarle la edad, se sentaba a su lado. Fue el único miembro del pequeño grupo que se mostrófrancamenteinteresadoporsupresencia.

Elcondehizolaspresentaciones:asípudosaberquelaancianaostentabaeltítulodeladyGeorgianaCavendish, en tanto que el amable hombrecito de cabello blanco era el señor Norton, antiguoadministradordelapropiedadyentusiastajardineroensusmomentosdeocio.ElcondelapresentócomounainvitadaquellegójuntoasuhermanaparaencargarsedelaeducacióndeAlexanderyqueesperabaquefueratratadacomocualquierotrohuéspeddelapropiedad,pedidoquefueadmitidodeinmediatoportodos.

LadyCavendishnohizopreguntas,parecíamásinteresadaenelcontenidodelplatoyobservabaconunaatencióndesmedidalosmovimientosejecutadosporellacayoalacercarlasfuentesparaelservicio.Pese a ello, elmuchachonodiomuestras de encontrar extraño ese comportamiento, por lo queEmilysupusoquedebíadeseralgousual.ElseñorNorton,encambio,hizoalgunaspreguntasgentilesacercadelviaje,lasaluddeMary,yaquehabíaescuchadoquesereponíadeunadifícilenfermedad.Tambiénsepermitióofrecersusservicioscomoguíasiesqueencontrabaunmomentopropicioparapasearporeljardín.Emily agradeció laofertay, aunqueno la aceptó, seprometióhacerlo enun futurocercano tanprontocomodispusieradeunarutinaestablecida.Respectoaesoúltimo,veíacadatantoaAlexanderenespera de algún comentario relacionado con el inicio de las clases, pero elmuchacho permanecía enobstinadosilencio.

El conde, sin embargo, había dado yamuestras de ser un hombre observador; sin duda, debió dehabernotadoelinterésqueellateníaporllamarlaatencióndesuhermano,porquetrasmiraraunoyaotro, carraspeó para que lo miraran, lo que ocurrió de inmediato. Incluso lady Cavendish dejó lacontemplacióndelhuevoqueunlacayoacababadecolocarfrenteaellaparaobservarloconexpresióninteresada.

—Esperoquehayadormidobien,señoritaBrowning—dijo.Eltonofueunpocoindiferente,parecíatratarsesolodeunadeferenciaestudiada,porqueprosiguióconuntemaenelquevolcómayorénfasis—.SolicitéquenofueraperturbadaafindequeserepusieradelviajeypudieraempezarconlasclasesdelordAlexandertanprontocomoseaposible.

Emilyocultóunasonrisaburlonaalcomprenderqueesasuertedesugerenciaescondíaenverdadunaimposición:lamismaqueestabadirigidatantoaellacomoasuhermano,queloescuchabaconevidenteaprehensión.Sinalterarse,yaquenolatomabaporsorpresa,asintióylomiróalosojossinpestañear.

—Dormímuybien,milord,graciasporsuinterés—dijo—.Hepensadoquemegustaríaempezarlasleccionestanprontocomoseaposible,silordAlexanderestádeacuerdo.

Sabíaqueeraunarespuestaarriesgada;seguroqueelcondenodebiódeesperarqueexpresarasuspensamientoscontantahonestidad,enespecialporquedejabaenclarolomuchoquepretendíarespetarlaopinión de su hermano como la suya. Sin embargo, debía reconocer también que era dueño de un

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autocontrol admirable, porque, si esa atrevida respuesta lo había alterado, no lo demostró. Tan soloasintióconlosojosentrecerrados.

—Bien.¿Quéopinas,Alexander?¿Estásdeacuerdoconempezarlasclasesapenashayasterminadoeldesayuno?

FueelturnodeEmilydeocultarlaimpresiónqueleprovocaronesaspalabras.Habíaesperadoquedejara en clarounavezmásque susórdenesno seprestaban adiscusiónyqueno estabadispuesto atolerarque suhermanopudieraopinarcon tanta libertad sobre losplanesqueélyahabía trazadocontantocuidado.Perolasorpresanodurómucho,porquealverlareaccióndeljoven,supocuálhabíasidolaintencióndelconde.

Elmuchachosemostróincómododeserelcentrodeatenciónyobservóacadaocupantedelamesaconexpresiónconfundida,enparticularasuhermano.Luegobajólamiradayempezódenuevoconesecuriosoejerciciodehacercírculosperfectosconeldedomientrassemordíaelinteriordeloslabioscongestonervioso.

—Alexander,tehiceunapregunta.

Lasuaveymedidavozdelconderestóalgodeincomodidadalasituación,aunqueEmilymirabaaunoyaotrosinsaberquéesperar.Trasunminutoqueleparecióeterno,elmuchacholevantólamiradayrespondióconvoztenuesinmiraranadieenparticular.

—Aceptaréloquetúdigas,John,oloquelaseñoritaBrowningestimeconveniente.

Emily loobservóconelceñofruncido,decepcionadaporesa tibiareacción.Evitómiraralconde,quesupusoseencontraríasatisfechodehabergraficadocontantaclaridadsupuntorespectoalafaltadecarácter delmuchacho.Sin embargo, él nodijonada al respecto; por el contrario, se dirigió al señorNortonehizouncomentarioacercadeunoslibrosqueesperabaadquirirparaañadiralacoleccióndeFalmouthManor.

Cuandoelconcluyódesayuno,ladyGeorgianaseexcusóconaireausenteymencionóalgorespectoadarunpaseoporel jardín.Habíaalgoexcéntricoensu figurayensusmanerasqueEmilyencontrabaintrigante, aunque, al mismo tiempo, le provocaba un profundo rechazo; sin embargo, no se detuvo apensarenlarazóndeesasimpresionestanopuestas.ElseñorNorton,másamableyconuncarácterqueinvitabaalasonrisa,seofrecióunavezmásparaservirledeguíasiasílodeseaba.Luegoseretiróparacontinuar con sus labores.Emily se enteraríamás tardedeque, aun cuando se encontraba retirado, elcondepermitíaqueleyeraalgunosdocumentosquelosadministradoresdeotraspropiedadesenviabanafindequesemantuvieraentretenidoenunaactividadqueapreciaba.

EmilyesperabaqueJohnaprovecharalaausenciadetodosparahacernuevoscomentariosacercadelas clases, e inclusoquepretendiera imponerunhorario, pero,para su sorpresa, sedespidió conairelacónico y los dejó a ella y almuchacho sumidos en un incómodo silencio que ninguno se atrevió a

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romper,hastaqueEmily,alverquepodríanpermanecerallíporsiempresidejabalainiciativaamanosdeunjovencitotanindecisoytímido,decidióquedebíaempezarconlaslaboresparalasquehabíasidocontratada.

—¿Está de acuerdo,milord, en que empecemos la lección ahora?—preguntó, un tanto impositivaperoamable.

Elmuchacho pareció despertar de un letargo, levantó lamirada y la observó con cierta sorpresa,comosilesorprendieraquesedirigieraaél.

—Siustedlodesea…

—Lo hago —asintió—; si embargo, es también importante que usted esté de acuerdo con misugerencia.

—Porsupuesto,señoritaBrowning,solodígamequédebohacer.

Alexandernoparecíaserenverdadconscientedelodisplicentedesuactitud;nohabíamaliciaensuvozyEmilyconsideróqueteníaunamiradaclarayhonestaimposibledefingir.No;élsolosemostrabaindiferentecomosifuerasuactitudnaturalynovieranadademaloenello,loqueaellalapreocupóaúnmás.Sinembargo,seprometióqueencuantoentablaranciertaconfianza,procuraríatocareltemaconélyque,mientrasesonoocurriera,haríatodoloposibleporguiarloconmuchotactoparaayudarloaquesemostraramásentusiastaenloqueasusclasesserefería.

—Megustaríaconocerellugarenquetrabajaremos,milord.¿Melomostraría?

—Losotrostutoresusabanelsalóndedibujoporqueestáenlazonamásalejadaysilenciosadelacasa,perosiustedprefiereotrolugar…

Antesdequeelmuchachopudierasumirseotravezeneseestadodeindecisiónydudaqueparecíasertanusual,Emilyasintióconrapidezymostróunaampliasonrisa.

—Estoyseguradequeseráapropiado,milord—dijo—.Iremosahora,¿estádeacuerdo?

Elmuchachocabeceóysepusodepiea laesperadequeella lo siguiera fueradelcomedor.Conandarpausado,lallevóporunlargopasillo,unoopuestoalquerecorrióeldíaanterior,parallegaralaescalinata que la condujo a la planta alta.No se detuvohasta que se vio frente a una hermosa puertalabrada,lacualabrióysostuvoparaqueEmilyentrara.Talveznofueraunjovencitomuylocuaz,peroteníaexcelentesmodales.

Lahabitaciónerahermosa,quizásunade lasmásbellasqueEmilyhabíavistohastaesemomento,aunqueerajustodecirqueapenasconocíalacasaydeseguroleguardabanaúnmuchassorpresas.Pero,eneseinstante,depieanteesaimpresionantemuestradebellezaybuengusto,nopudomenosqueexhibirunagransonrisayunleveairesoñador.

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Las paredes estaban tapizadas con un hermoso diseño en cálidos tonos de azul que invitaban a lacalma.Losmueblesdistribuidosenperfectoorden,cadaunodeellosconunaobviautilidad,conferíanunaspecto prolijo a la habitación sin que por ello perdiera su encanto. En realidad, ese estricto ordenparecíacontrastardeformaprecisaconlashermosaspinturasquedecorabanlasparedes.Unaimponentechimeneadominabalaestanciayunaseriedehermososobjetoscompletabanelconjunto.

Eljovenlorddebióencontrarcuriosaesasilenciosacontemplación,porquelaobservóconevidenteinquietudycarraspeóparareclamarleatención.

—Sinolegusta,podemosiralabiblioteca.Oalestudio,siJohnlopermite—dijoindeciso—.Simedice…

Nohizofaltaqueelmuchachoterminaralafrase,porqueEmilygiróparamirarloconunasonrisayunaexpresióntanobviadedeleitequeAlexander,sinabandonardeltodolatimidez,lecorrespondióelgesto.

—Esperfecta—dijoellasindejardesonreír.

Al ver que el jovencito se ruborizaba, pero al mismo tiempo se mostraba satisfecho de que susugerenciahubierarecibidounapreciotanevidente,Emilysedijoqueacababadedarungranpasoenladirección correcta. Ahora solo necesitaba hilar fino para establecer una conexión que le permitieraacercarseaesemuchachotanespecial.

Quizás, después de todo, el conde no había estado del todo errado al alabar su capacidad demanipulación;aunqueDios sabíaque solo lausabaendeterminadas situacionesyconelmejorde lospropósitos.Sinduda,enesecaso,haríafaltatodasupericiaparallegaraunbuenfinal.

***

Johndejócaerlaplumasobreelescritorioconciertodescuidoysepusodepieparadejarlaoficinasinunadirecciónconcreta.Sesentíaexhaustodespuésdepasarhorasenlalecturadeunosdocumentosquehabíadejadoel administradorde lapropiedadparaque lediera suopiniónen lapróxima reunión.Elseñor Crawford era un hombre excelente y un empleado capaz y honesto, pero John conservaba lacostumbreinculcadaporsupadrerespectoalaimportanciadeconocertodosycadaunodelosaspectosrelacionadosconsupatrimonio.

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Unavezquesalió,sedirigióalsalóndedibujo,dondesupusoqueAlexanderylaseñoritaBrowningestaríanyaenmediodelaprimeralección.Alacercarse,violapuertaentornadaysedetuvoconlavistafija y el oído atento para descifrar los ruidos provenientes del interior, que eran en realidad bastanteapagados.

Estabaapuntodedarunpasomásparacaptarconmayorclaridadlasvoces,cuandolevolvióalamemoriaelrecuerdodelrostroindignadodelaseñoritaBrowningalenterarsedequehabíaescuchadosuconversiónconPhillip,hacíayavariassemanas.Semejanterecuerdolodisuadiódecometerotravezesaindiscreción.

Tenía curiosidad, desde luego, ymucha; deseaba saber si sus esperanzas acerca de lo que podríasignificar la presencia de Emily para Alexander estaban fundadas sobre bases sólidas. Sin embargo,sabía también que ella tomaría su intrusión como una ofensa y que el muchacho se habría mostradointimidado ante su presencia. No le extrañaría que cualquier avance logrado entre ellos se vieraderrumbadoporunmalcálculosuyo.

Apretó lamandíbulaenseñalde fastidioydiomediavueltaconel firmepropósitodeseñalarunahoracadadíaenqueEmilytendríaquepresentarleinformesdelosadelantosdeAlexander.Satisfechodehaberllegadoaesaprácticaysensatadecisión,sedirigióalasegundaplantaparacambiarseeltrajeporunodemontar y así hacer un pocode ejercicio para despejar lamente.Desde la visita almédico enColchesteryluegodeseguirlasindicacionesaldetalle,sumanopresentabaunaevidentemejoríaycasinodabamolestias,loqueleprocurabaungranalivio.

Se cambiócon rapidez sin aceptar la ayudadelvalet; odiabael ceremonioso ritualde recibirunaprenda trasotraconuna lentitudque le resultabaenespecialdesesperantecuando teníaprisa.Dejó lahabitación con los guantes en lamano izquierda; estaba a punto de bajar los escalones para ir a lascaballerizas,cuandoescuchóunospasostitubeantestrasél.Aldarmediavueltaparadescubrirelorigendelsonido,seencontróconlapequeñafiguradeMary,quien,asuvez,loobservabaconunamezcladetimidezycuriosidadquelogolpeódeformaimprevista.Laniñallevabaunsencillovestidoazulpálidoconlazosblancosysesujetabalasmanosconnerviosismoalaalturadelpecho;lavacilantesonrisaloinvitabaadevolverelgesto.JohnnopudoevitarpensarenlatristeironíadeveraunaniñadeesaedadenFalmouthManorquelucíatanllenadevida,pesealosestragosdelaenfermedad.

Decididoanodejarseembargarporesoslúgubrespensamientos,ledevolviólaatenciónalaniñaehizounareverenciadeltodoinnecesariaperoque,talycomosupuso,lapequeñaparecióencontrarmuyagradable.

—Buenosdía,señoritaMary,esperoquehayadormidobien.

Laniñaasintióunayotravezconfervor.

—Lohice,milord,mihabitacióneshermosa,nuncaviunatangrande,ypuedoademáscontemplareljardíndesdelaventana—dijosindejardesonreír.

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Johnencontróencantadoraesaalegríaysedijoquenuncadejaríadeasombrarlocuánfácilerahacerfelizaunniño.

—Mecomplaceoírlo,señorita—dijo,paraluegoagregar—:¿Pensababajarya?

Marymiró sobre su hombro con un leve gesto de inquietud ymovió la cabeza, primero de arribaabajoyluegodeunladoaotro,comosiseencontraraindecisaacercadequéresponder.

—Sí,esocreo—dijoalfin—.Megustaríaverlacasa;laseñoraBrowndijoquecadahabitaciónesmáshermosadeloquesepuedeunoimaginar.

JohnsonrióalimaginaralaseñoraBrownensalzarlamagnificenciadeFalmouthManor.

—Desdeluegoquedebeverlaymegustaráconocersuopiniónunavezquelohayahecho.

—Asíserá,milord;loprometo.

Johnobservóalaniñaconrenovadointerésalnotarquenodabamuestrasdemoverse.Alcabodeunmomento,sefrotólosojosconeldorsodelamanoenseñaldedebilidad.Johnsospechódeinmediatocuálpodíaserlacausadeesecuriosocomportamiento.

—¿Hadesayunadoya,señoritaMary?

—No.Bueno,nodemaneraexacta.—Dudóantesdecontinuarconunanuevamiradatrassuhombro—.LaseñoraBrownenvióaunadoncellaparaquemesirvieraeldesayunoenmidormitorio,peronocreíquefueracorrecto.

—¿Porquéno?

MarydirigiólamiradaalpisoyguardósilencioporunmomentoantesderesponderenvoztanbajaqueJohndebióinclinarseunpocoparaoírla.

—No somos huéspedes, milord; no en verdad, quiero decir. Emily está aquí para educar a suhermano, y yo… Bueno, ya fue lo bastante amable para permitir que viniera, no quiero molestar deninguna otra forma. —La niña pareció encontrar el valor para levantar la mirada y lo observó contimidez,perosutonoalcontinuarfuemuydecidido—.Emilynolosabe,nohehabladoalrespectoconella, pero he pensado que quizá pueda ayudar de alguna forma para que asími presencia no sea unacarga.Sécoserypuedococinarplatossencillos.¿Nonecesitarálacocineraalgodeayuda?

Johnescuchólaspalabrasdelaniñaconexpresióninsondable,aunqueaquelqueloconocieramejorhabríanotadocuántoleimpactaron.Sindudar,secruzódebrazosyobservóalapequeñaconatención.

—SeñoritaMary,¿sabelaseñoritaBrowningcuánafortunadaesdetenerlacomohermana?

La niña pestañeó como un búho enmedio de la noche, un poco desconcertada por esa inesperadapregunta.

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—Noesasí,milord:soyyoquientienesuertedecontarconEmily.Noséquéhabríasidodemísinella.

Johnasintió,pensativo.

—Ambassonmuyafortunadas,enesecaso.Mecomplacesertestigodeunhechotanextraordinario.—Sonrióparaluegoagregar—:Supresenciaesunplacer,señoritaMary,jamásdebesentirsecomounacarga.Respectoa loquedeseahacer,puedoasegurarlequemicocineracuentacon toda laayudaquenecesitaynovamosanecesitarsusservicioscomoasistentecosturera.Sinembargo,sideseaocuparsedealgunaforma,siempreycuandoestonoafectesuconvalecencia,quizápuedapensarenalgoque leprocuremomentosdeentretenimientoyseadeprovechoparaFalmouthManor.

Maryexhibióunagransonrisayloobservóconexpectación.

—¿Enverdad?—preguntóentusiasmada—.¿Dequésetrata?

Johnsonrióehizoungestoparaquelosiguiera.

—Selocontarémientrasdesayuna,noquerríaquesuhermanasedisgusteconmigopornodarleunacorrectaalimentación.

Laniñariomientrascaminabaasulado.

—NocreoqueEmilysedisgusteconustedporningúnmotivo,milord—dijo.

Johnelevóunacejaymostróunasonrisasarcástica.

—Permítame dudarlo, señorita; empiezo a pensar que su hermana encuentra irresistible la idea dedisgustarseconmigo.

***

Emilyobservóasupupilocondiscrecióndesdeelotroladodelamesa.Luegodeadmirarlabellezadelsalóndedibujoy trasdudarunmomentoacercadecuál seríaelpróximopasoa seguiren sunuevayaterradorafacetacomoinstitutriz,decidióqueenprimerlugaribaaoptarporplantearunarelacióntanhorizontal entre ambos como fuera posible. Según le dijo Alexander, hasta ese momento, los tutoresacostumbrabanautilizarelgranescritoriodelaestanciayrelegarloaélaunsencillosillónenlaesquinamás alejada, loque a él en cierta forma lohacía sentir inferior e intimidado, aun cuandonousó esas

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palabrasparaexplicarse.DemodoqueEmilyprefiriódespejarunamesapequeñayfuncionalqueambospodríanusaryquelespermitiríatrabajarladoalado.Luegodeestablecereseprimerpaso,decidióquetendríaqueimprovisarsobrelamarchaenloquealasclasespropiamentedichoserefería.

Aunqueeraconscientedelaslimitacionesynulaexperienciaquetenía,nohabíallegadoalpuntoenque subestimara sus conocimientos; sabía que, gracias a su padre, contaba con una formación muysuperioraladelamayoríadelasjóvenesdeesaedad;inclusodominabaelfrancésyteníaconocimientosbásicosdelatínquepodríansermuyútilesenlaformacióndelordAlexander.Procuróentoncesentablarunaconversaciónsinceraconelmuchachoparasabercuáleraenverdadsunivelacadémicoyesbozarunplandetrabajoenbaseaello.

Hizopreguntasgenéricasacercadediversostemascontonoligeroafindequeélnosesintieradeninguna formapresionado a formular respuestas adecuadas, aunqueno fue sencillopersuadirlodequepodíaexpresarsusideasconsolturayconfianza.Paracuandohabíantranscurridounashoras,Emilyyateníaunaideabastanteclaraacercadequiéneraenrealidadesejovencitodemiradaescurridizaygestosnerviosos.Eldescubrimientolasorprendió.

El joven lord no poseía conocimientos mediocres; por el contrario, aunque aún tenía mucho poraprender,contabaconsólidosconocimientosdediversasmaterias,comoliteratura,aritméticaehistoria;una basemás que valiosa sobre la cual construir un programade enseñanza interesante. Sin embargo,para su desencanto, a medida que hablaba con él veía cómo las advertencias del conde cobrabanrenovadacerteza.

Cada respuesta del muchacho era formulada entre rodeos y temerosos gestos que apenas lograbadisipar.Alexandernosentíalasuficienteconfianzaparaexpresarsusideasconfirmeza;lasdudasyeltemoraequivocarsepodíanserconfundidasconfacilidadconunadesagradableydesalentadoradesidiaque,segúnsupusoEmily,debiódedisgustaralosantiguostutores,deallílasconstantesrenuncias.Paraunmaestrodedicado a trabajar enbase a avancesy logros, la actituddelmuchachodebióde resultarfrustrante.

Sinembargo,convencidaacercadeloapropiadodenocompartirsusimpresionesaún,oalmenosnolasquelegenerabanmayorinquietud,decidióque,porlopronto, lomásimportanteerafortalecerlelaautoestimayconstruirunabuenarelaciónentreambos.Asíquetanprontocomoconfirmólahoraenelrelojqueestabasobrelamesayvioquehabíanpasadocasitodalamañanaensuprimeraclase,decidióquelomásjustoeracompartircuánimpresionadaseencontrabaporsusconocimientos.PeroAlexanderse adelantó y carraspeó para llamarle la atención. Había pasado mucho tiempo sumida en suspensamientos.

—¿Seencuentrabien,señoritaBrowning?¿Hedichoalgoincorrecto?Porquesifueraasí…—Eltonoindecisoconelquesedirigióleinspiróunasorpresivaternura.

—No,milord,nadadeeso.Adecirverdad,estoyadmiradaporsusconocimientos,lofelicito.

Elchiconorecibióelhalagoconmuchagracia;porelcontrario,laobservóconelceñofruncidoyunleveruborleasomóenlasmejillas.

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—Usted pensó que era un tonto —dijo sin rencor o malicia, solo un profundo desaliento—.Comprendoqueseaasí;Johntambiénlocree.

—No,enabsoluto:nopensétalcosa.Estoysegura,además,dequelordFalmouthtampocolohace.

—Nosepreocupe,señoritaBrowning,talvezélestéenlocierto.

—Desde luegoqueno.Suhermano loapreciaysolodeseaquerecibaunabuenaeducación;nosepreocuparíatantodenoserporquelocreecapazysensato.

—Talvez.Oquizásetratetansolodequenohayanadiemásqueocupesulugar.

Emilyguardósilencioyprocuróquelalástimaqueleinspiraronesaspalabrasnofueraevidente.

—Lamento que piense de esa forma, milord. Tal vez si hablara con su hermano acerca de susinquietudes…

Unaexpresióndepánicoleafloróaloírlaynegómuchasvecesconlacabeza.

—No, no, no podría; no debo. —La observó con súplica en la mirada—. Por favor, señoritaBrowning,seloruego,nomencioneestaconversaciónasuseñoría;noséenquépensaba.

Emily podía decirle que se sentía complacida de haber podido comprobar que estaba frente a unmuchachomáscentradoydespiertodeloqueelcondehabíadescripto,aunqueerajustoreconocerquenoestaba equivocado almencionar tambiénque tenía débil carácter y un respeto casi reverencial que lolimitabaaexpresarsusopiniones.Sí,ibaaresultardifíciladentrarseenesamentequesepresentabatancargada demisterios y complejos.De todosmodos, estaba dispuesta a intentarlo.A fin de infundirlecalmayqueno levantaraunavezmásesabarrera infranqueablequeparecíausarcomoprotección, ledirigióunacálidasonrisa.

—Desdeluegoquenodirénadaasuseñoría,milord;leaseguroquetodoloqueestimeconvenientecompartirconmigoquedarásoloentreustedyyo.Sinembargo,necesitoinsistirenqueestoyconvencidadequeesustedunjovenbrillanteyquesuhermanocompartemiopinión.

Elmuchachosuspirómástranquiloalteneresapromesayesbozóunatristesonrisa.

—Esposible—reconocióalfin,sinabandonarlaexpresióndedesaliento—,peronocreoqueesoseasuficienteparaél.

Emilynorespondió,solo lemantuvo lavista fijaen losojosa laesperadecualquierseñalque laayudara a comprenderlo mejor. Por desgracia, él parecía arrepentido de haber expresado susconfidenciasyhabíavueltoyaalmutismohabitual.Decididaanopermitirqueesepequeñoretrocesoladesalentara,enderezóloshombrosymostróunasonrisaamistosa.

—Creoquehemoshechosuficienteporhoy,milord,hasidounamañanamuyproductiva—dijo—.Ahorasemereceundescanso.¿Hayalgoenparticularquedeseehacer?

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Alexandersemostrógratamentesorprendidoporelcambiode tema, tantoqueEmilyhabría juradoqueestuvoapuntodesonreír,perosecontuvoatiempo.

—Megusta caminar por el lago—dijo con lamirada perdida—.Es decir, no sobre el lago, sinoalrededordeél,¿comprende?

—Desdeluego.Pareceunpasatiempoencantador.—Emilysonrió.

—Loes,lamayorpartedeltiempo.—Seadelantóunpocoenelasientoylaobservóconcuriosidad—.¿Hanavegadoalgunavez,señoritaBrowning?

—No,milord,temoqueno.Noesunaactividadmuypracticadaenellugardelquevengo.

Elchicoparecióunpocodecepcionado,perorecuperóprontoelgestoplácido.

—Esmuyentretenido—dijoconvozsoñadora—.Amímegusta,loharíatodoeltiempo.

—Enesecaso,¿leagradaríairadarunpaseoporellagoahora?Quizáscuentenconunboteparaquepuedanavegar.

Alexandersacudiólacabezadeunladoaotroydejódeladolaexpresiónilusionada.

—Tenemosbotes,claro,peroJohntemequepuedaserunpocopeligrosoparamíyprefierequememantengaenlaorilla.

—Comprendo.—Enverdadno lohacía,peroera lomejorquepodíadecir—.Esnaturalque lordFalmouthsepreocupeporsuseguridad.

—Sí,esocreo.—Fruncióunpocoelceño—.Johnesmuycuidadosoconesascosas,temequeocurraunaccidente.Puedeimaginarcuándifícilesparaél.

Fueel turnodeEmilydefruncirelceño,aunqueella lohizoenseñaldeextrañezaporesacuriosadeclaración.

Dedujoqueelmuchachosuponíaqueellateníaconocimientodelarazónporlaquesuhermanoeratan escrupuloso en lo concerniente a la seguridad, pero estaba equivocado, no tenía idea de a qué serefería. De cualquier modo, no deseó confesarlo porque temía que, al saberlo, él se explayara ycompartiera algo que quizá el conde prefería mantener en secreto, así que solo hizo un gesto deasentimiento.

—Bueno, ¿entonces prefiere hacer alguna otra cosa? ¿A qué acostumbra dedicar el tiempo libre,ademásdepasearporellago?

Alexanderdudóantesderesponder.

—Megustaleer—reconocióalfin.

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—Esaesunaaficiónextraordinaria,mecomplaceoírlo.—Emilypensóenesemomentoque,siellacompartíatambiénalgunasconfidenciasacercadesuspasatiempos,élsesentiríamásagusto—.Tambiéndisfrutoleer;lomismoquemihermana.

Eljovenexpresóentusiasmoantesesacoincidenciaeinclusoabandonólamelancolíahabitualparaexhibirunaexpresióninteresada.

—Entoncesdebevisitarlabiblioteca—dijo—.Esenorme;encontraráallítantoslibroscomopuedaimaginar.Sivieraustedlaseccióndedicadaalageografía…

Alexandersecallódeprontoyseviotanensimismadoensuspensamientos,queEmilyseapresuróacaptarledenuevolaatención.

—Megustaríaconocerla,milord, si esusted tanamabledemostrármela. ¿Deseaquevayamosallídespuésdelalmuerzo?

Eljovenvolvióaprestarleatenciónyasintióconrapidez.

—Desdeluego,seráunplacer.SoloJohnyyolavisitamos;alatíaGeorgiananolegustaleerynuncarecibimosinvitadosaquieneslesinteresemuchoeselugar.

—Bueno,nosoyprecisamenteunainvitada,peroestoymuyinteresadaenconocerunlugarqueparecesermagnífico;sinduda,mihermanapensarálomismo.

ElmuchachoexhibiólasonrisamássinceraqueEmilylehabíavistohastaesemomentoyseadelantóunpocoenelasientoparahablarcasiensusurros,porloqueelladebióinclinarseparaoírlo.

—Mealegraqueestéaquí,señoritaBrowning.

La frase fue sencilla, no tenía nada de elaborado o profundo, pero aEmily le pareció que estabacargadadesinceridadyundeseoprofundodeexpresarunsentimientodeagradecimiento.Nopudoevitarquelaasaltaraunainesperadasensacióndeternuraycompasiónhaciaesemuchacho.

—Tambiénmealegraestaraquí,milord—respondióalcabodeunmomentocontonosincero.

Asíera.Porincreíblequepudieraparecer,solollevabapocomásdeundíaenFalmouthManoryyaempezabaasentirunaagradablesensacióndepertenencia.Soloesperabaqueelcondenuncaseenteraradeellooseburlaríasinpiedad.

***

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AunqueEmilypasócadamomentodeldíaconpartedelospensamientospuestosenMary,logróhacerunesfuerzo para volcar todas las energías y esfuerzos en Alexander. Luego de la clase matinal y lareveladora conversación que habían sostenido, pasaron al comedor familiar para disfrutar de undelicioso almuerzo.Después, el joven cumplió la promesa de llevarla a la biblioteca ymostrarle lostesorosquealbergaba.

El lugarera imponente.Hilerasehilerasdeestantesocupadospor losvolúmenesmáshermososyvaliosos queEmily había visto jamás.No fue extraño que la tarde transcurriera casi sin darse cuentamientrashusmeabaentrelosestantesyretirabacadaunodeloslibrosquelellamabanlaatenciónparadeleitedesujovenguía,quelaobservabaembelesado,aunquemantuvociertacautadistancia.

Cuando Emily reparó en que la noche estaba por caer, expulsó un suspiro ahogado y sugirió queambosseretiraranalashabitacionesparaluegoreunirsedurantelacena,peroAlexanderleinformóqueJohnpreferíaqueélcenaraensusaposentosalgomástemprano.Alparecer,losescasosescrúpulosdelcondeacercaderespetarlosconvencionalismossocialesteníanunlímite.

Enbaseaesanuevainformación,Emilysedespidiódelmuchachoconunasonrisaamableydecidióquepodíaaprovecharesepequeñolapsodetiempolibreparaveralfinasuhermanaysaberquéhabíahechoduranteeldía.Alllegaralahabitación,tocólapuerta.Alnoobtenerrespuesta,giróelpicaportemientrassequedabaunmomentodepiebajoeldinteldelapuertaconexpresiónsorprendida.

Mary se hallaba sentada sobre la cama y luchaba con los cordones de sus sencillos botines paradeshacersedeellos.Aloírla,levantólamiradayledirigióunalímpidasonrisa.

—¡Emily!¿Dóndehasestado?

Suhermanaseapresuróaayudarla.Unavezquelaniñaseencontródescalzayexhalóunsuspirodealivio,lamayorlaobservóconcuriosidad.Llevabaellargocabellodespeinado,lasmejillassonrosadasy,segúnpudonotar,algosucias,comosihubierajugadoalairelibre;inclusoteníarastrosdetierraenlasmanos.

—He pasado el día con lord Alexander, tuvimos nuestra primera lección y luego me mostró labiblioteca;esunlugarhermoso,teencantará.—Lepusolasmanossobreloshombrosyseinclinóhaciaellaconunasonrisacuriosa—.¿Ytú?¿Porquétevestanagitada?¿Enquéhasocupadotudía?Creíquetequedaríasaquíparadescansar.

Laniñasacudiólacabezadeunladoalotroyexhibióunasonrisacargadadealegría,unaqueEmilynoleveíadesdelamuertedesumadre.

—También pensé que así sería, pero me topé con lord Falmouth cuando salí a merodear por lamansión—dijosindejardesonreír—.Élesmuyamable.Ledijequedeseabaayudardealgunaformayseofrecióaencontrarunaocupaciónparamí.

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Emily la escuchaba con franco desconcierto, sin alcanzar a comprender el significado de esaspalabras.

—¿Ocupación?Noentiendoaquéterefieres,Mary.Nopuedesdesempeñarningunaclasedetrabajo,eressolounaniñayteencuentrasenferma,además.—Unrictusdeiraleasomóenloslabios,aunquenoeradirigidaasuhermanasinoaalguienmás—.NopuedocreerquelordFalmouthpretendaapoyarunaideacomoesa.

—Oh,no,nocomprendes.Noesuntrabajo,aunquedeboreconocerqueesafuemiideainicial.—Semostróunpocoavergonzadaalhaceresarevelación—.Nodeseabaserunacargayquefuerastúquienseencargaradetodo,comosiempre.

Emilylaobservó,sorprendidaporesaspalabras,yletomólasmanosentrelassuyas.

—No,Maryquerida,nodebespensaralgocomoeso,túnuncapodríasserunacarga.

Laniñaasintióyapretólasmanosconademáncariñoso.

—LordFalmouthdijolomismo.Ahoralocomprendomejor,peroaunasídeseohaceralgoduranteeldíaparanopasartodoeltiempoaquísinhacernada.—Señalólahabitaciónconungestodelamano—.Fueentoncesqueelcondepensóenunasolución.

Emilysemostróintrigada.

—¿Yquésoluciónesesa?—preguntó.

—Meofrecióquemeencargaradelinvernadero.

—¿Quéinvernadero?

Laniñalesoltólasmanosparahacerunosgestosenelairesindejardesonreír.

—Esunomuyhermoso,lomásbelloquehevistoenmivida.—Hablabacontantoentusiasmoquesuhermananopudocontenerunasonrisa—.Estáenlosterrenostraslamansión,rodeadoporjardines.Lossirvientescuidanlosterrenos,segúndijoelconde,peronadieseatreveaatenderlasplantasyfloresqueseencuentranenelinvernadero.Dijoquesilodeseaba,podíaencargarmedeesatarea.

Emilylediounanuevamiradaalaspectodesaliñadodelaniñaysacudiólacabeza.

—¿Esesoloquehicisteduranteeldía?

Maryasintió,tanfelizcomohacíamesesnolaveía.

—LordFalmouthmemostróel lugaryordenóqueunadelasjóvenesdelacocinaseencargaradeayudarmeparaquenomeagitarademasiado—explicó—.Luegonosdejóasolasyporhorasarrancamoslamalahierbaybuscamossemillas.Oh,Emily,yapuedoimaginarcómoseverácuandoestéterminado;

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megustaríaquetútambiénpudierasverlo.

Lamayorsetomóunmomentoparaprocesaresainformacióncompartidadeformatanentusiasta.AúnnolograbacomprenderlasmotivacionesdelcondeparatenerungestotangenerosoyaúnsepreguntabaloqueesanuevaactividadpodríasignificarparalarecuperacióndeMary.Sinembargo,alcontemplarleel rostro radiante que opacaba las huellas de la enfermedad y lamirada cargada de ilusión, no pudomenos que compartir esa alegría. Nunca había pensado a fondo en lo que ella necesitaba, no en lorelacionadoalentretenimiento.Pasabacasitodoeltiempovolcadaaencontrarlaformadeasegurarsusupervivencia y una vida decorosa, pero ahora todo había cambiado y se debía en granmedida a laaparicióndelconde.Laideadeagradecerlelaayudanoleeradeltodoagradable,perosabíaqueignorarelgestoquehabíatenidosoloseríaunactomezquinoeinfantil.

—Loveré,meencantaráhacerlo.—Ledevolviólaatenciónalaniña,quelaobservabaexpectante—.Quizáspuedaconvencera lordAlexanderparaquenosacompañeenunavisita;creoque leagrada lanaturalezaysesentiráfelizdeverloquepiensashacereneseinvernadero.

—Estoy de acuerdo, creo que puede gustarle, en especial porque fue su madre quien lo atendiócuandovivía.—Marysemostrósatisfechadeconoceresainformaciónymostrarlequeconocíaalgunoshechosacercadelosocupantesdelamansión.

Emily,sinembargo,recibióesasnoticiasconciertasorpresa,noporquehubieranadadeextrañoenellas,sinoporquenoesperabaoírlas.

—¿Lamadredelcondeseencargabadeeseinvernadero?—preguntó.

—No,merefieroalamadredelordAlexander,laúltimacondesa;laanterioraellafuelamadredelconde.

—¿Ycómoesquesabesesascosas?

—Me lodijoDiana, la jovenquemeayudaconel invernadero.—Mary seencogiódehombrosyhablóconnaturalidad—.Sumadretrabajaenlacocinadesdehacemuchosañosylehablódeeso.

Emilyfruncióloslabiossinocultareldisgusto.

—No debes prestar oídos a las habladurías; en especial cuando están relacionadas con la vidapersonaldelosdueñosdeestacasa.—Suavizóelgestoalnotarlaexpresiónculpableenelrostrodelaniña—.Noesturesponsabilidad,eressolounaniña.Esajovennodebiócompartiresainformacióncontanta liviandad. Solo procura no prestar atención cuando toque esos temas o, inclusomejor, dile queprefieresnoescucharnadaalrespecto.

Marylaobservósinvariarelgestodearrepentimiento.

—Losiento,nopretendía sercuriosaynocreoque fuera tampoco la intencióndeDiana;dijoquetodosaquílosaben.Noesunsecreto.

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—No,desdeluegoquenodebeserlo,notendríaporqué.—FueelturnodeEmilydedesviarlavista,incómodaporelrumboquepodríatomaresaconversación,ydecidiócambiarladealgunaforma—.Essoloqueacabamosdellegaraestacasaydebemossermuydiscretas;enespecialentodolorelacionadoconelconde.¿Nolocreesasí?

—Sí,por supuesto.—Fruncióelceño, intrigadapor laactituddesuhermana—.Prometoqueserémásprudentey,siDianadicealgomásalrespecto,noleprestaréatención.

Emilyexhalóunsuspirodealivio,sonrióyseincorporóparadarunpequeñopaseoporlahabitaciónconexpresiónpensativa;peropasadosunosmomentos,volvióahablarle.

—Mealegramuchovertetanfeliz,estoymuyagradecidaconlordFalmouthporproporcionarteesteentretenimiento;se lodiréencuanto lovea.—Seacercóparahacerleunacariciaenel rostroconunaampliasonrisa—.Peroahoramegustaríaverteaseadaparaquepuedascenarantesdeiradormir:yatehasagitadodemasiadoporhoy.

—Pero nome siento agotada en absoluto; estoymuy emocionada. Podría quedarme despierta porhoras.—Sellevóunamanoaloslabiosparasofocarunbostezoquesuhermanarecibióconunasonrisaynotuvootraalternativaquesuspirar,resignada—.Talvezpodríadormiralgomástempranoestanoche.

—Creoqueesuna ideabrillante.—Emilyelevóunaceja—. Iré abuscar a la señoraBrownparasaber si pueden subirte un poco de agua. Luego, no creo que haya inconveniente en que cenes en elsaloncito.

Laniñarecibiólasugerenciasinrechistar,aunquelaobservóconinterés.

—¿Ytú?¿Nocenarásconmigo?

Emilysacudiólacabezadeunladoaotroenseñaldenegaciónsindisimularsudescontento.

—No, temo que no es posible: elmayordomo acaba de decirme que lordFalmouth espera que loacompañeenelcomedorestanoche.

—Oh,bueno,enesecasoestábien.Tedivertirásmuchoenlacenaconsuseñoría.

Mary se veía tan complacida al pronunciar esas últimas palabras queEmily no tuvo corazónparadecirlequelaideaaellanoleresultabaenabsolutotentadorayquehabríapreferidomilvecesdisfrutarde una tranquila cena con ella. El conde no había desaprovechado una sola oportunidad paraimportunarla con sus cáusticos comentarios y soterradas burlas; sin embargo, no era tan osada eimpertinentecomoparanegarseaacatarunaordendirecta.Siéldeseabacompartirlamesaconella,sindudapodíaolvidarsedetenerunanocheapacible.

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CAPÍTULOV

Lacenasedesarrollóenelcomedorfamiliar,elmismoqueseacostumbrabaausarparaservircadaunadelascomidasdeldía,siempreycuandonocontaranconinvitados.EnopinióndeJohn,auncuandorecibieranatodounejército,elcomedorformalhabríaresultadodemasiadoopulentoypocoacogedor.Porfortuna,latíaGeorgianapreferíacenarensuhabitación,lomismoqueelseñorNorton,quien,peseasu agilidadmatinal, tenía por costumbre acostarsemuy temprano por la noche. Demodo que, por logeneral, John cenaba a solas, y no podía decir que no lo disfrutara. Le agradaba la soledad; confrecuencia, además, aprovechaba esas horas tranquilas para dedicarse a pensar en algunas ideas a lascuales no podía prestarles mayor atención durante los ajetreos del día. Ahora, sin embargo, podíaolvidarsedeunacenaensolitarioynoestabaseguroacercadecómosesentíaalrespecto.

HabríasidohipócritadesupartenoreconocerquesentíaciertacuriosidadporlaseñoritaBrowning.Nodel tipoqueHenryencontraba tanestimulante,sinoque lasuyapartíadelhechodenosaberaquéatenerseconella.Hastaesemomentohabíahechogaladeunapersonalidadmásquepeculiarparaunajovendesuedadycondición.Reservadaendemasía,unacaracterísticaquepor logeneralencontrabaadmirableenlaspersonasconquienestrataba,peroquenodejabaderesultarintriganteenesajovenenparticular.HenrymencionóqueEmilyBrowningeradueñadeunamisteriosamirada;auncuandoJohnnoestuvodispuestoareconocerloensumomento,nopodíaestarmásdeacuerdo.

Cadaunodelosmovimientosde la jovendelatabanunaincomprensiblerigidez,comosisometieralas emociones a un férreo autocontrol, lo que no tenía mayor sentido. El conde no podía evitarpreguntarseelmotivodeactostanpococomunes.Laposibilidaddequeeseaccionarsedebieraaunanaturaldesconfianzanacidadesusdifícilescircunstanciaseraunaapuestarazonable,peroélcreíaquehabíaalgomás,algoquesehallabatanprofundoensuinteriorqueharíafaltaobligarlaaabrirsucorazónparadescubrirlo.AlgoledecíaqueEmilyBrowningnoeralaclasedemujerqueharíatalcosaanoserquelavidaselefueraenello.Porfortuna,ono,dependíadecómoseviera,Johnnosentíasuficientecuriosidadparaindagaralrespecto;loquedeseabaeraasegurarlaeducacióndesuhermanoy,mientraslaextrañapersonalidaddesunuevamaestranoalteraraesefin,élpodíasentirsesatisfecho.

Emilysepresentóenelcomedoralahoraindicadaporelmayordomo.Noleextrañóencontrarseconelconde,queaguardabasentadoalacabeceradelamesa.Sepusodepiealverlaacercarse,hizounlevegestodesaludoyseñalóelasientoasuizquierda,elmismoqueEmilyseapresuróaocupartrashacerunarápidareverencia.

Élapenaselevóunacejamientras le inspeccionabaelaspecto.Sedetuvoenelcabello sujetoconfirmezaenloaltodelacabezayenelomnipresentevestidonegro.Sisintiódeseosdehacerunnuevocomentarioacercadelolúgubredeesaapariencia,nolodemostró;ensulugar,laalentóaservirsedela

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fuentequeellacayomanteníacercadeella.Emilyaceptóconunligeroasentimiento.

Laconversaciónbrillóporsuausenciadurantetodoeltiempoquedurólacena.Emilylomirabacadatantocondiscreción,peroélmantuvounsilencioempecinadoylavistafijaenelplatooenelcandelabrosobrelamesa.Sololamirófijounavezmientrasellaloobservaba,ysesintiótanincómodaporquelaatraparaenesaindiscretasituación,quebajólamiradaynovolvióalevantarlahastaqueellacayosehubollevadoelúltimoplato.

Noestabaseguradequéeraloqueseesperabadeellaenesemomento.Aunqueeralaprimeravezquecompartíalacenaconunnoble,habíarecibidounaeducaciónlobastanteesmeradacomoparasaberquelocorrectohabríasidomarcharsealsalónentantoélfumaba,bebíaoloquefueraquehicieranloscondescuandoseencontrabanasolas.Perosupusoqueeseeraelcomportamientopropiodeunadamaque esperaba luego reunirse con su compañero de velada; ese no era su caso. Lo que deseaba eraretirarse a su habitación. Por la conducta del conde, resultaba evidente que él no ardía en deseos decontarconsucompañía,demodoquecasipegóunbrincoenelasientocuandoéllehablóporprimeravez.

—Esperoque lacenahayasidodesuagrado,señoritaBrowning—dijoconesavozprofundaquehabíaempezadoapensarcalzabamuybienconsuhoscoaspecto.

—Por supuesto,milord, estuvodeliciosa; la cocineraes excelente—Emilydijo loque supusoeramásapropiadoyleincomodónotarellevetonoansiosodesuvoz.

—Lediréalmayordomoquelehagallegarlasfelicitaciones:laseñoraPottertienedebilidadporloshalagos.

Emilyloobservóconelceñofruncidoysepreguntósiseburlabadeella,perosurostropermanecíadeltodoserioysedijoquedebíaabandonaresaposturadefensiva.

—Hasidounaveladamuyagradable,milord,simedisculpa…

Johnnodejóqueterminaralafrase,sinoquesepusodepieylaobservóconinterés.

—Si pretende excusarse para retirarse, temo que no será posible—dijo sin variar el tono—.Nohemostenidoaunoportunidaddecharlarenprofundidaddeciertostemasquemeinteresanyconsideroqueesteesunbuenmomento.Podemospasaramiestudio.

Emilyabriólabocaparadiscutir,perolacerróalinstante.¿Quépodíadecir?¿Quepreferíairalahabitaciónydormirantesqueintercambiarcualquierpalabraconél?Desdeluegoquenopodíahacertalcosapormuchoquelodeseara.EralógicoquequisierahablarconellaacercadetodolorelacionadoconAlexanderylaprimeraleccióndeldía.Losabíalobastanteinquisitivoparaesperarrecibiruninformedetallado.Yaquehabíasidoélquienlacontratóyquienseencargaríadepagarleloshonorarios,noteníaderechoanegarse.Resignada,exhalóunsuspirofaltodediscreciónysepusodepie.

—Comodesee,milord.

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Por el casi imperceptible gesto de sorpresa que le asomó en los ojos, Emily supuso que habíaesperadorecibirmayoresreparosparaaceptarelpedidoysefelicitóporhaberlogradodesconcertarloalmenosunavez.Sinembargo,serecompusoconrapidezehizoungestoparaquelosiguierafueradelcomedor,loqueellahizosindudaryconpasoágil,casitantocomoelsuyo.

No lohabíapensadohastaesemomento,pero laverdaderaque sentíaunpocodecuriosidadporconoceresaoficinadelaqueAlexanderlehabíahabladodurantelamañana.Alparecer,erapocomenosqueunsantuarioparaelcondeynopermitíaqueselemolestaracuandoseencontrabaallí,razónporlaqueleextrañabaaúnmásesainesperadainvitaciónaacompañarloaunlugarquesignificabatantoparaél.

Cuando traspasóelumbralde lapuertay seviodentrode la amplia estancia,nopudomenosqueadmirarla.CadavezquevisitabaunanuevahabitacióndeFalmouthManor,sedecíaquenopodíasermáshermosa,hastaqueconocíalasiguienteyseveíaenlanecesidaddereplantearesasconclusiones.

Silabibliotecaeracolosalyposeíaunasobrecogedorabelleza,laoficinaeramásbienunespacioqueparecíairradiarunacálidaserenidadqueinvitabaalareflexiónyal trabajo,quesegurollevabaacaboenelgranescritorioderoblequedominabalaestanciayquedejabapocolugarparaotrosmuebles,loscualeserantansencillosyexquisitosquenopodíanpresentarunconjuntomásapropiado.Loquemáslellamólaatencióneraunconfortablesillónenelqueapenascabríandospersonasyquepresidía,asumanera,elpequeñocírculoconformadoporotrosasientosyunapequeñamesitaque,supuso,eralaqueseusabaparaservirbebidasybocadillosmientraselcondetrabajaba.

—Bien,¿cuáleselveredicto?—LavozdeJohnlerecordósusresponsabilidadesehizounesfuerzoporretirarlamiradadelahabitaciónyentrelazarlasmanos.

—¿Disculpe?—Emilyloobservó,unpocodesconcertada.

—Esta habitación, ¿qué le parece? —insistió sin abandonar la postura indolente —. Por favor,siéntaseenlalibertaddesertandespiadadamentesinceracomodesee.

Emilysacudiólacabezadeunladoaotroalcomprenderaquéserefería.

—No seré despiadada, milord, ¿cómo podría? Pero puedo decir con absoluta sinceridad queencuentroestahabitaciónencantadora.

Élrioentredientesaloírla,aunquenohabíanadademaliciaensumirada.

—Encantadora—repitió—.Eslaprimeravezqueoigoreferirseamioficinaenesostérminos.

—Esperonohaberloofendido.—Emilyfruncióelceño.

—No,enabsoluto;esunaapreciaciónsinceraynadadespiadada—dijoél,sinabandonarsusonrisa—.Mecomplacequeleguste.

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Ellaasintióyaguardóensilencioenelcentrodelahabitación,enesperadequeelcondeleindicaraqué hacer. Por lo que había dicho, esperaba sostener una charla con ella, suponía que referida a laeducación de Alexander y el desarrollo de la primera clase. Sin embargo, él continuaba de pie y laobservabaenprofundidadhastaquedeprontodiounospasosparadejarsecaersobreel sillónque lehabíallamadolaatenciónyseñalóelasientofrenteaélconungestoqueinvitabaahacerotrotanto.Ellasolovacilóuninstanteantesdehacerloquelepedíayocupóunasilladerespaldoaltoconlasmanossobreelregazoyexpresiónatenta.

—¿CómohatranscurridosuprimerdíaenFalmouthManor,señoritaBrowning?¿Sesienteagusto?¿Hayalgoquenecesite?

Emilyseinclinóhaciadelante,unpocosorprendidaporesaspreguntas;leextrañóquemostraraeseinterésporella.

—No,milord—contestóconrapidez,paraluegoexplicarseconmayorclaridad—.Merefieroaquenohaynadaquenecesite,nopodríasentirmemásagusto,hemossidotratadasconabsolutaamabilidad.Enrealidad…—vacilóantesdecontinuar—.Quieroagradecerlelagentilezaquetuvoconmihermana,medijoquehadisfrutadomuchoestarenelinvernadero,fueunaideamuygentildesuparteelsugerirlequeseencargaradeél.

EmilyformulólaúltimafrasecontantarapidezqueJohnelevólascejasaloírla;eraevidentequeellaencontrabaun tanto incómodoexpresargratitud.Sepreguntósieraasí todoel tiempoosolomostrabaesasreservasfrenteaél.

—Nohaynadaporloquedebaagradecer,fuealgoenloquepenséencuantoacordamossullegada.SupusequesuhermanaibaanecesitaralgúntipodedistracciónsiustedvaadedicarlamayorpartedeltiempoalaeducacióndeAlexander.

Emilyasintiósinvariarlaexpresiónpensativa.

—Desde luego que debo agradecerle el gesto, milord—insistió—. En realidad, creo haber sidonegligentealnohaberpensadoenesoyomisma.

—Por favor, nome dirá que también piensa que debía encargarse de encontrar un entretenimientoparaMary;meatrevoasuponerqueyatienemuchascosasdelasqueocuparse.—Eltonoqueusófueapenas reprobador, como si considerara que esas palabras habían sido del todo injustas—. Pero noquierovermeenvueltoenunadiscusióninnecesaria;concordemosenqueellatieneahoraunadistracciónapropiadaquenoentorpecerásuconvalecenciayqueaustedleprocuraráciertatranquilidadparallevaracabolaslabores,¿estádeacuerdo?

Emilynodudóantesdeasentir.Élestabaenlocierto.Habríasidounatonteríainsistirenquedebióhaber sido ella quien se preocupara por lo que Mary hiciera en sus momentos de ocio. Todavía lopensaba,sí,peroestabaclaroqueélnocompartíaesaopiniónyparecíaunaposiciónrazonable.

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—Lo estoy, milord, gracias —se apresuró a continuar antes de que él mostrara otra vez sudisconformidadporelagradecimiento—.Marydijoqueelinvernaderoesunlugarhermosoyqueesperapodercolaborarparacuidardelasespeciesqueseencuentranallí.

Johnasintióyseencogiódehombrosconciertaindiferencia.

—Sí, es un lugar espléndido, la madre de Alexander se encargó en persona de ordenar laconstrucción y pasaba mucho tiempo allí; es posible que escogiera cada una de esas especies quemenciona.

Emilyasintióconlacabezaparadarleaentenderquecomprendía;noolvidabaloreveladoporMaryrespectoaquefuesumadrastraquienseocupabadeeseedificio,peronodeseabaparecerentrometidaalhaceruncomentariosobreeso.Elconde,sinembargo,parecióadivinarunavezmásloquepensabayasintiómientraslamirabaconinterés.

—AsumoquesabequeAlexanderyyonocompartimoslamismamadre—dijoylamiróalosojos.

—Sí,oíalgoalrespecto.

Emilynodijoque fueMaryquiencompartióesa informaciónymuchomenosque laniña sehabíaenteradoporlaindiscrecióndeunadelasempleadas.

—Mepreguntódóndelohabráescuchado.—Mostróunasonrisaburlona,peronoinsistióyhablóconsutonodesapasionado—.LadyFalmouth,mimadrastra,fueunadamaextraordinariaymuyrespetadaenelcondado;pordesgraciamurióduranteelpartodeAlexander.

—Losientomucho.—Emilymostrósorpresaanteesainformación,noteníaideadequeelmuchachonohubieratenidolaoportunidaddeconocerasumadre.Quizásesafueraunadelascausasdesuextrañapersonalidad—.Debiódesermuydifícilparaelconde,merefieroasupadre.

Johninclinólacabeza,pensativo,ycallóunosminutosantesderesponder.

—Sí,porsupuestoquelofue,eranunaparejamuyunida—dijo,yEmilysepreguntósiesaeraunaformadedecirqueestabanenamorados,peronoseatrevióahacercomentariosyesperóaquecontinuara—.Sinembargo,élmurióapenasdosañosdespués,demodoquetampocotuvotiempoparatratarasuhijotalycomohabríadeseado.

—Comprendo.

Emilysemordióellabioparanoexpresartodoloqueenverdadpensabayobservóalcondeconuninterésquenohabíamostradohastaentonces.Alexandereraelprotagonistadeunahistoriatrágica,esoresultabaevidente.Nopodíaimaginarloquedebióhabersidoparaélcrecersinpadresysaberquesuhermanoerasuúnicafamiliayelresponsabledevelarporél.Pero,porotraparte,lellamabamucholaatenciónqueelhombresentadofrenteaellaconexpresióndesapasionadayposturaindolentesevieraen

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la necesidadde asumir obligaciones a la que, supuso, fue una edadmuy temprana.Ahora comprendíamejor esa suerte de obsesión por proveerle la mejor educación y de fortalecerle el carácter; sepreocupabadeesocasidesdequeelniñohabíanacido.

—Bien,ahoraqueséqueseencuentraagustoaquíyqueustedconocealgomásacercadelpasadodeAlexander, lo que quizá la ayude a comprenderlo un poco mejor, me gustaría saber cómo se hadesarrolladolaclasedeestamañanaycuálessonsusapreciacionesacercadeél.

Ellaasintióycomprendióqueél solohabíacompartido lonecesarioparaquepudieraenfrentar lalaborconmayorseguridadylaidealeinspiróciertagracia.Desdeluegoqueelcondenoteníaningunaintencióndehacerlasuconfidente.

Conesacerteza,seacomodóenelasiento,adquirióunaposturaqueesperabaledieramayorseriedadyempezóahablarleacercade lasactividadesquehabíandesarrolladoduranteeldía.Lehablóde lasclases compartidas, de su satisfacción al comprobar queAlexander era un jovencitomuy listo y conconocimientos profundos que, en su opinión, se debían al gusto que tenía por la lectura. Compartiótambiénlagratatardequepasaronenlabibliotecaycómohabíadecididoqueesaseríaunaactividadarealizarconfrecuenciaparaalentarlelosintereses.

John la escuchóen completo silencio, recostado sobre el sillóny conmirada aprobadora.CuandoEmilyterminó,asintiósatisfecho.

—Excelente—dijo—. Diría que ha tenido un extraordinario inicio, señorita Browning; sin duda,Alexanderdebedesentirsemuyagustoconustedparahabercompartidotantoenunsolodía.Haobradoustedconmuchaastucia.

Emilyfruncióelceño,sinsabersitomaresocomounhalagoounaveladainsinuaciónrespectoaesahabilidaddemanipulaciónqueélleachacabayqueaellanolehacíalamenorgracia.

—Nocreoqueesasealaexpresiónapropiada,milord;nocreohabersidoastuta—largólapalabrasin disimular fastidio—. Solo creo que su hermano aprecia el ser escuchado y que requiere muchapaciencia.

—Yconsideraustedquelosanteriorestutoresnosupieronveresasnecesidades.

Ellasacudiólacabezaenseñaldenegación.

—Nopretendosuponerloquelosantiguosmaestrospudieranpensar,milord,aunqueestoyseguradequesusconocimientosacadémicoseranmuysuperioresalosmíos.TalvezseajustoporesoporloquelordAlexandersientemayorconfianzaparacompartirconmigosusideas.

Johnasintió.

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—Comprendoaloqueserefiere,esunasuposiciónquecompartoymecomplacecomprobarquenoestaba equivocado. Su juventud e inexperiencia la convierten en una persona con la cualmi hermanopuedesentirseagusto,oalmenos losuficienteparaquesemuestremásabierto—dijoél,para luegoproseguir—:Esperoquepuedacontinuarconestosbuenosresultadosenlospróximosdías.

—Esoesperotambién,milord—vacilóysepreguntósiseríaprudentehacerlapreguntaquequería.Traspensarlouninstante,decidióquenohabíanadademaloenquelohiciera—.Mepreguntabasiseríaposiblequepodamosrealizaralgunasactividadesalairelibre.

—¿Serefiereapaseosporeljardínycosascomoesa?

—Sí,exacto—Semostróaliviadaalverque recibía la sugerenciacon interés—.Hepensadoquepodríamosdedicaralgunosdíasaexplorarlosalrededores,loquenosproveerádeoportunidadesparahacer las clases algo más entretenidas. Hay mucho para ver en la campiña. Además, he notado quecuentanconunlagoenlapropiedadypodríamosorganizarpaseos…

LordFalmouthentrecerrólosojosaloíresaúltimasugerenciaysuspiródeformaaudible.Emilynoestabaseguradesisemostrabaincómodoodisgustado.

—¿LehahabladoAlexanderacercademisreservasparalospaseosenellago?

Emilydecidióquenoteníasentidomentir,perotampocodeseabatraicionarlaconfianzadel joven,porloqueasintióamediasyhablóconfirmeza.

—LordAlexandermencionóquedisfrutanavegar,yyoledijequejamáshabíatenidolaoportunidaddehacerlo,peroquecreoqueesunaactividadmuyinteresante,que,además,puedeserledeutilidadparaacumularconocimientos.Enbaseaeso,supusequelomásapropiadoerapreguntarleaustedloqueopinayasíplanearalgunaexcursión.

Johnapoyólacabezaeneldorsodelamanoylamiróconabiertaburla.

—Quéextraordinariahabilidadparadecirtantaspalabrasyrevelartanpoco,señoritaBrowning;nodejausteddeasombrarme—dijo,paraluegocontinuar,másserio—:Nomeopongoaesospaseos,peropreferiríaque se llevaran a cabocon la adecuada supervisión.NodeseoqueAlexandernavegue solobajoningúnconcepto,nisiquieracuandoseencuentraensucompañía,yaque,comoacabadedecir,ustednotienemayorexperienciaeneltema.Nohacefaltaqueledigacuántosaccidentespodríanocurrirporunamalamaniobraounexcesivoentusiasmo.

—Comprendoaquéserefiere,perocreoquelordAlexanderesunmuchachomuyjuiciosoynuncaharíanadaquelopusieraenpeligro.

—DesdeluegoqueAlexanderes juicioso,nolopongoenduda, loheeducadoparaquelosea.—HablóconunlevetonodesuperioridadqueEmilyencontrómolesto—.Sinembargo,debereconocerquelosaccidentesnosiempreseproducendeformarazonable,deallíquesellamendeesaforma;lamayor

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partedeltiempoescapanalavoluntaddelosafectados.SisepuedentomartodaslasmedidasnecesariasparaevitarqueAlexandersufracualquierdaño,sobradecirqueasísehará,yesperoquelotengamuypresenteafindeevitarinconvenientes.

Emilysupodeinmediatoquelosúnicosinconvenientesalosquesepodríaenfrentarencasodequeno obedeciera esas órdenes sería verse sin la fuente de empleo que en ese momento necesitaba condesesperación,demodoquecontuvounaréplicamordazyaguardóensilencioaqueelcondecontinuaraconloquedesearadecir,loqueélhizosindisimularcuánsatisfactorioencontrabahabertocadounpuntosensibleque sabía leprocurabaunaclaraventaja encualquier intercambiodeopinionesquepudieransostener.

—¿Tocaelpiano,señoritaBrowning?—Lainesperadapreguntaladesconcertólosuficienteparaquedejaradeladolosrecelos.

—¿Disculpe?—Lomiróconfusa.

—Pregunté si tocaelpiano.—Él lamiraba sinmayor interés; el tonoeradesapasionado,comosihicieraunapreguntaacercadelclima.

—No,nolohago.—Sacudiólacabezadeunladoaotroyseencogiódehombros—.Notengoesetalentomusical,peroMaryesmuybuena.

Elcondeasintiópensativo.

—¿Juegaalajedrez?

Emily frunció aúnmás el ceño sin comprender el sentido de preguntas tan alejadas del tema quetrataban hasta hacía unos minutos; pero se dijo que ya debería estar acostumbrada a esos extrañoscambiosdehumor.

—Sí,milord,megustaelajedrez.

Larespuestaparecióinteresarlelosuficienteparaquedejaraesaexpresiónimpasibleysemostraracurioso.

—¿Yesbuena?

—Puedoserunaoponenterespetable.

Johnsonrióantelaenigmáticarespuesta.

—Nomeextraña:tieneeltemperamentoapropiadoparaserunajugadoradetemer.—Emilynosupositomaraquellocomounodelosextrañoselogiosdelconde,peroprefiriónoresponderyesperóaqueélcontinuara—.Debemosjugarustedyyo;seráinteresante.

Emilypestañeóunpardevecesyelevólascejasaloíresasentencia.

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—¿Ahora?—preguntóaltiempoquepensabaenunaexcusaparadeclinaresepedido.

John,sinembargo,negóconlacabezaysepusodepieconunmovimientoelegante.

—No,noestanoche.Apenasempiezaaacostumbrarsealcambio,debedescansar.JugaremosmañanamientrasmehabladelosavancesdeAlexander.

—¿Esperaquehablemoscadanochealrespecto?

—Desdeluego.Unavezterminadalacena,compartiremosunapartidadeajedrez,porloquetendráoportunidaddemostrarmesushabilidadeseinformarmeademássobremihermano.

Emilysuspiró,rendidaaunantesdepresentarunaquejaocontradecirlopocoapropiadodeeseplanurdidosinningunaconsideración.¿Porquédebíapasarsusescasashorasdedescansocompartiendoeltiempoconunhombrequeleagradabatanpococomoellaaél?¿Enverdadpensabaquelacondicióndeempleadorleconferíatantopodersobresusactos?

—Estádisgustadaconmigo.—Johnlaveíadesdesualturaconunamuecaburlonaenelrostro.

Emilyendurecióelsemblanteyseincorporóhastaquedaraescasospasosdedistancia,sinretirarlavista.

—No, milord, no lo estoy, soy consciente de que una de mis responsabilidades es mantenerloinformadodelosprogresosdelordAlexander,pero…—Dudóantesdecontinuar;detodoslosmodos,lohizode cualquier forma, nohabría soportado callar algoque lemolestaba tanto—. ¿Esnecesario quedediquecadanocheaello?

—Desdeluegoqueestádisgustadaconmigo;esevidente,nodeberíanegarlo.Despuésdetodo,tienebuenosmotivosparaestarlo.—Ladeólacabezaybajólavozhastaquesonócasicomounsusurro,porloqueEmilydebióinclinarseunpocohaciadelanteparaoírloconclaridad—.Peronopuedotransigirenello,señorita,ynosoloporlaimportanciadeoírla,sinoporquetambiéndeseocontarconsucompañía.

TamañarevelaciónconsiguióqueEmilyseecharahaciaatrásyloobservaraconsorpresa,inseguradecómointerpretarla.Éldebiódeverleenelrostroloquepensaba,porque,porprimeravezdesdequeloconocía,looyóreírsinrastrosdemaliciaoburla:unasimplerisacristalinaqueparecíanacidadeunafuenteinagotabledediversión.

—No se altere, señorita Browning, no hay un interés oculto en mis palabras. Tan solo me heencontradoconlaagradablesorpresadequedisfrutocompartirunashorasconotroserhumano,unoqueposeeuningenioagudoyunaparticularvisióndelavidamuyentretenida.

—Noestoyaquíparaentretenerlo,milord.—Eltonoqueusófuemásdurodeloquehabríadeseado.

Él la observó con los ojos entrecerrados y una vez que terminó la contemplación, giró conbrusquedad,lediolaespaldaysedirigióalescritorio,dondeocupólagransillafrentealmueble.

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—No es un entretenimiento, señorita, o no el que parece insinuar. No hay nada de malo en quecompartamosunpocodetiempo.¿Nohapensadoque,quizás,puedaseragradableparausted?

Emilybajólavistaantesderesponderparapensarenesapregunta.¿Agradable?¿Pasareltiempoconél?Auncuandolasúltimashorasnohubieranpodidoserconsideradascomounlapsodediversión,nopodíanegarquefueinteresantehaberpodidohablarconunadultoqueparecíatanatentoasuspalabras,másalládelasmofasqueélapenaslograbacontener.¿Seríaunsacrificiocederaesepedidoyplegarsealarutinaqueleimponía?Enesemomento,yanoestuvotansegura,ylaidealadesconcertólosuficientecomoparaquenosupieraquéresponder.

—SeñoritaBrowning…

Elllamadoladevolvióalpresenteydecidióconrapidez,o,mejordicho,optópornodecidirnadaenabsoluto;noenesemomento.

—Seráunplacer jugaralajedrezconusted,milord.Tambiénpresentarmis informesacercade losprogresosdelordAlexander—dijoconvoztensayfaltadecalidez—.Sinonecesitanadamás…

Élapoyóloscodossobreelescritorioylefijólamiradaenelrostro.

—No,señoritaBrowning,nonecesitonadamás—dijo.

Emilyasintió,hizounabrevereverenciayretrocedióhastallegaralapuerta.

—Buenasnoches,milord—dijoconlamanosobreelpicaporte.

Élnorespondió,soloasintióconungestocarentedeentusiasmo.Esperóquesemarcharaantesdeabandonar el gesto frío. Tomó un abrecartas de un cajón y lo dio vueltas entre los dedos conmuchapericia,sinverelobjetoyconlavistapuestaenlapuertacerrada.

—Buenasnoches,señoritaBrowning—dijoalanadaconvozquedayexpresiónpensativa.

***

La rutina se instaló pronto en las vidas de las hermanas, quizás más rápido de lo que Emily habíasupuesto.Alpensarenello, llegóalaconclusióndequehabíanpasadosituacionestandifícilesenlosúltimosmesesqueeranaturalencontrarsosiegoenlacalmadelasactividadescomunesycontinuasconla seguridad de que no tendrían que preocuparse por lo que harían al día siguiente para cubrir las

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necesidadesmásimprescindibles,oalmenosasíeraenelcasodeEmily.Tambiénerajustoseñalarque,auncuandosuhermanapequeñanohabíaasumidonuncamuchasresponsabilidades,enespecialporqueestuvoenferma, jamásdejódeinfundirleánimosymantener laesperanzadequetodosearreglaría.LaconstanciadeEmilyylafedeMaryhabíanhechomaravillas.

LaniñanopodíasermásfelizensucondicióndehuéspeddeFalmouthManor,talycomoelcondelehizo considerar su estadía. Desde entonces pudo disfrutar de una rutina con absoluta libertad. Eraatendidacongentilezaporloscriados,queveíanenellaaunaniñafrágilynecesitadadecuidados,porloqueteníalaoportunidaddededicarbuenapartedeldíaalqueconsiderabasuproyectomásambicioso:devolver al invernadero de la última condesa el estatus de pequeño paraíso que debió de tener enmejorestiempos.

Emily procuraba pasar tanto tiempo a su lado como le era posible, pero era consciente de lasobligacionesqueteníaconAlexander,porloqueesosmomentoscompartidoseranescasos.Peseaello,ambas disfrutaban charlar durante cortos paseos por los jardines, e incluso Emily planeaba confrecuenciasencillasexcursionesencompañíadeAlexander, lasmismasqueconfrecuenciaculminabanconunabrevevisita al invernadero, loque alegraba aMaryno solopor la perspectivadepasarmástiempoconsuhermana,sinotambiénporqueempezabaasentirsincerocariñoporeljoven,cuyocaráctertímidoyuntantoinsegurocontrastabaconelsuyo,másdecidido,porloque,paradiversióndeEmily,lotratabaconunairematernalquenodejabaderesultargracioso.

Cuando había transcurrido casi unmes desde la llegada a FalmouthManor y empezaba a sentirsecomosiformaradenuevopartedeunafamilia,porextrañaquefueraestaylopocoque,conseguridad,el condeapreciaríaesepensamiento,Emilydecidióquepodíacometerunapequeña faltaparadarleaAlexanderunmomentodefelicidad.

Élsemostrabacadavezmásagustoconella,latratabaconfamiliaridadynohabíadejadodehacermenciónalomuchoquedeseabadarunpaseoenellago.Emily,querecordabalacharlaconelcondeyla clara advertencia acerca de no exponer al muchacho a cualquier tipo de peligro, procuró hastaentoncesobedeceresasórdenes,peroestabaconvencidatambiéndequeesasadvertenciasnodejabandeser un tanto exageradas y que no habría mayor peligro en un sencillo recorrido en bote. Además, almencionarlailusióndelmuchachoenpresenciadesuhermanaduranteunadelascharlas,Marymostróun entusiasmo tan grande para unirse a la aventura que Emily no pudo postergar pormás tiempo unadecisión.

De modo que una mañana, luego de las clases, ella y Alexander se reunieron con Mary en elinvernadero. La niña los esperaba con impaciencia, pues ya conocía los planes, y en cuanto los vioaparecer en el sendero corrió hacia ellos, para placer de Emily, que veía con satisfacción cómo lospronósticosdeldoctorJohnsonsehacíanrealidad:Laniñamejorabacongranvelocidad,ylaestadíaenFalmouthManorparecíahaberladotadodeunanuevaluz.

—¡Emily!¡Alexander!Hantardadodemasiado.

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Ellarecibióelsuaveregañodesuhermanaconunasonrisa.MaryhabíadecididoquenoeracapazdellamaraAlexanderporsutítulo,leparecíaextrañohacerlocuandoelchicosoloteníacuatroañosmásqueellayuncaráctertanapacible,además,porloquelesolicitópermisoparallamarloporsunombredepila.Élaccedióde inmediato,unpoco intimidadoporelcarácterdecididode laniña.Elcondenomostróningunaobjeciónalrespecto,demodoquefueunadecisiónadoptadaconnaturalidad.

—Esonoesdeltodocierto,Mary,esapenasmediodía.—Emilyleacaricióelhombroconcariñosindejardesonreír—.Creoqueteencuentrasdemasiadoimpaciente.

—¡Tambiényoloestoy!

EmilyalzóunacejaaloírlainterrupcióndeAlexander,que,enotrascircunstancias,habríacorregidodeinmediato.Eratanpocousualqueseexpresaracontalvehemenciayentusiasmo,queloobservóconsinceroafectoyexpresiónsatisfecha.

—Bueno,veoquehandecididounirsecontramí.—Miróaunoyaotroconfalsaresignación—.Talvezdebaretirarmeamihabitaciónparapensarenloterribledevermeatacadadeestaforma.

Tal y como esperó, ambosmostraron similares expresiones de pánico, por lo que rompió a reír yquedóaldescubiertosupequeñarepresentación.

—Erasolounabroma…Estavez.—Emilyenlazóunbrazoconeldesuhermanayapoyólamanolibre sobre el hombro de Alexander—. Ahora, milord y mi encantadora dama, ¿están de acuerdo enempezaresepaseo?

Larespuestanofuenecesariaporqueambosempezaronacaminarcasialtrote,porloqueEmilysevioobligadaaacelerarelpasoafinde igualarles lavelocidad, loquenolemolestóenabsoluto.Eradeliciososentirelfrescovientosobre lasmejillasy losdébilesrayosdesolquesefiltrabanentre lasnubes y despedían cálidos destellos sobre la piel de los brazos y hombros, que apenas quedaban aldescubiertoporlaprotecciónqueleconferíaelseverovestido.

En esa ocasión, a diferencia de otras en que solían detenerse a observar las distintas especies deflorayfaunaqueEmilyseesmerabaenseñalarparadespertarleslacuriosidad,optaronporcaminarconrapidez en una dirección precisa que nadie se vio en la necesidad de señalar; habían planeado esemomentodesdehacíavariosdías.

EllagodeFalmouthManor,o,mejordicho,elmayordetodosyquecontribuíaaresaltarlabellezadelapropiedad,seencontrabaunpocoalejadodelacasaprincipal.Undelicadopuentedemaderalocruzaba de un lado a otro para hacer más fácil el paso de los visitantes. Sin embargo, apenas sedetuvieron unmomento para contemplar la belleza de las aguas que corrían bajo ellos con un serenorumor.Enlugardeello,cruzaronelpuenteconrapidezysedirigieronaunapequeñacasitaqueeramásbien una suerte de embarcadero, en el que un viejo sirviente tallaba un trozo de madera con manoshuesudas pero firmes. A su lado, dos sencillos y sólidos botes se mecían sobre la quietud del lago,sujetosalospilotesporgruesascuerdas.

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Alverlos,elancianosepusodepieconunmovimientorápidoaunquefaltodegraciaylesonrióaAlexandertrashacerleunasencillareverencia.

—Milord—saludócontonofirmequedesmentíasudébilsemblante—.Cuántomealegraverloporaquí,hacemuchoquenonosvisitaba.

Elmuchachosemostróincómodo,comosilohubieraperturbadoesamuestradeinterésenél,algoaloquenoparecíaestarmuyacostumbrado,comoEmilynotóenunadesusprimerascharlas.

—Hola, Clifford, buen día —carraspeó antes de continuar—. Esta es la señorita Browning, mimaestra,ysuhermana,laseñoritaMary.

—Oh, sí, lashevisto.—Elanciano inclinó lacabezay lesdirigióuna sonrisa—.Ladamade loslibrosylaseñoritadelasflores.

Emilyrecibiólacuriosamenciónconsimpatía.Eraciertoquepasabaelescasotiempolibredelquedisponíaenelinvernadero,ymientrasMaryseencargadadesusamadasflores,ellasedistraíaconunodeloslibrostomadosdelabiblioteca.

—Esmuyamable,señorClifford.

Lesonrióalancianoymiróalaniñaconunacejaalzada.

—¿Tegustaserconocidaporunapelativotanencantador,Mary?

—Porsupuesto.—Lapequeñaasintióconentusiasmo—.Gracias,señorClifford.

El hombre recibió el agradecimiento conungesto halagadoy volvió la atención aAlexander, quehabíaaguardadosilencioduranteesebreveintercambiodepalabras.

—¿Necesitaalgo,milord?Sipuedoservirle…

ElmuchachoseadelantóunospasosymiróaEmily,queledevolvióunamiradaafindeinfundirlevalor.Trascarraspear,observóalsirvienteconmayorconfianza.

—Queremosdarunpaseoenbote,Clifford—señalóaEmilyyMaryconungestodecabeza—.Lasseñoritasyyo.

Elancianoagrandómucholosojosaloírloyserascólacabezasindisimularsusorpresa.

—¿Está seguro de eso, milord? ¿Lo sabe su señoría? A él no le gusta…—De pronto calló, eraevidenteloquedeseabaimplicar.

Emily,alverqueAlexandersereplegabaantelavacilacióndelsirviente,diounpasoparaponerseasualturayhablócontonogentilperofirme.

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—Agradecemos su preocupación, señor Clifford. Solo será una vuelta al lago, no tomará muchotiempoyestaréalpendientedequenadamaloocurra.Además—ledirigióunasonrisaalmuchacho—,lordAlexanderesunbuennavegante,segúnoí,ynodudodequeestaremosasalvoensusmanos.

Alexandersemostróexultanteanteesehalagoy,segúncomprobóEmilyconagrado,elevóelmentóncon un aire orgulloso poco habitual en él. El sirviente, en tanto, tomó esas palabras con seriedad ycabeceóenseñaldeasentimiento,altiempoqueseponíadepieconunlevequejido.

—Enesecaso,losayudaréconmuchogusto.Adecirverdad,extrañabasusvisitas,milord;sécuántolegustanavegar,podríaserelcapitándeungranbarco.

Aunque el anciano hizo la última apreciación con ligereza y gesto afectuoso, Emily notó que elmuchacholahabíarecibidocongranilusión,porloqueenderezóloshombrosyelevóaúnmáselmentón.Sedijoqueencuantodispusieradeunmomentoasolasconél,intentaríaprofundizarenesaaficiónquenotabaibamásalládelatrivialavidezdeunjovencitoporcomplacerundeseo.

MientraselsirvienteseencargabadeliberarunodelosbotesconayudadeundiligenteAlexander,ellayMarysemantuvieronalasombradelcobertizo,pero,tanprontocomoelboteestuvopreparado,seapresuraronaacercarseparasubirconciertadificultaddebidoaloenrevesadodesusfaldas.UnavezqueseencontraronsentadasmuycercalaunadelaotraconAlexanderfrenteaellasparahacersecargode los remos, iniciaron el paseo bajo la atentamirada del anciano, que les hizo un amable gesto dedespedida.

—¿Necesitaayuda,milord?—Emilynotólafrenteperladadesudordelmuchachocuandollevabayaalgunosminutosdetravesía—.Podemosturnarnosconlosremos.

Alexandersacudiólacabezadeunladoaotrosinabandonarlasonrisaqueleafloróenelrostrotanprontocomoasumióelcontroldelbote.

—Estoybien,señorita,nomeencuentrocansado,acabamosdeempezarelviaje.

Emilymirósobreelhombroparacalcularladistanciaquelosseparabadelembarcaderoyexhalóundiscretosuspirodealivioalcomprobarquenoseencontrabanmuylejos.

—Segúnrecuerdo,acordamosdarunbrevepaseo,milord,nadadeunviaje—leseñalóconunacejaalzada.

—Estoyseguradequefuesolounamaneradehablar,¿verdad,Alexander?—Marysalióendefensade quien consideraba ya un amigo —. Además, ¿cómo podríamos viajar alrededor de un lago tanpequeño?Paraquefueraunviajedeverdadtendríamosqueestarenelmar,¿cierto?

Elmuchacho se enjugó el sudor de la frente con su hasta entonces inmaculada chaqueta antes deresponder.

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—Esonoesdeltodocorrecto—dijomuyserio—.Desdeluegoquesepuedeviajarenunlagooenunrío;nohacefaltaqueseasiempreenelmar,aunqueestoysegurodequeesoúltimodebedesermuyemocionante.Sipudiera…

Alexandercallóantesdedevelareseúltimodeseo,peroEmilylocomprendióconfacilidad.

—¿Leagradaríanavegarenelmar,milord?—preguntó—.¿Serel capitándeungranbarco,comomencionóelseñorClifford?

Elmuchacho no respondió, solo dirigió la vista a un lado como si encontraramuy interesante lasuperficiedelagua.Emilycomprendióquenodebíainsistir,noenesemomento;enlugardeello,empezóunaágilytandidácticacomopudodisertaciónacercadetodoloquesabíadeloslagoscomoaquelenelque navegaban, las especies que se podían encontrar y también compartió información respecto a lasplantasacuáticasqueencontraronasupaso,asícomodeaquellasquepodíandivisarseen lasorillas.Mientrashablaba,alnotarelinterésconelquesuhermanayAlexanderlaobservabansinperderseunasola palabra, se felicitó con fervor por haber leído buena parte de los libros que pudo encontrarreferentes a ese tema en la biblioteca, que se había convertido en uno de sus lugares favoritos deFalmouthManor.

CuandollevabanyaunpardehorasdepaseoyelcansanciodeAlexanderresultabaevidente,Emilydecidió que era un buenmomento para volver.Además, notó que se habían alejado demasiado de laorillay, aunqueel fondoen la zonaenque se encontrabannoeramuy significativo,prefirió evitarunriesgo innecesario. Era consciente de que el conde jamás habría aprobado esa excursión y se sentíafrancamente culpable por haber burlado sus órdenes. Desde luego, no pensaba ocultar ese acto dedesobediencia:estabadecididaadecírselo,peroaúnnoestabaseguradecuálseríaelmomentooportunoparahacerlo.

TraslucharporalgunosminutosconlasprotestasdeMaryyelmuchacho,consiguióconvencerlosconlapromesaderepetirelpaseoloantesposibley,quizás,permitirquesedieranunchapuzónenundíasoleado.Alregresaralembarcadero,elempleadorecibiólasamarrasdeAlexanderparasujetarlasdenuevo al pilón, exhaló un suspiro de alivio y observó el cielo con toda la apariencia de elevar unaoración de agradecimiento. En verdad, había temido cualquier contratiempo que hubiera podido darfundamento a la prohibición del conde, lo que le habría significado un problema aúnmayor del quesospechabaquetendría.

Enelcaminoderegreso,charlaronconentusiasmoacercadelaaventuraqueacababandevivir,comola llamóMary,muyemocionaday conun saludable rubor en lasmejillas.Alexander, por suparte, sehabíasacadolachaqueta,llevabaelbajodelospantalonesarremangadosyseveíaexultante.Emily,queluchabaparamantenerseelcabellobiensujetoenelmoño,losacompañabaensilencioydisfrutabadelacharla.Sinembargo,algirarenelúltimorecododelcaminoyallevantarlavistahacialasventanasdelpisosuperior,curiosaporlasensacióndesaberseobservada,seencontróconelrostrodeJohn,quenoparecíaenabsolutocontento.

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Le sostuvo la mirada solo por un minuto antes de retirarla, incómoda y con un desagradablesentimientode culpabilidadque le subía por la garganta.Miró a losmuchachos, que en su alegría nohabían reparado en esa eventualidad, pero no dijo nada. Sospechaba que el conde tampoco tendríaplaneadoreclamarleaAlexanderymenosaúnaMaryporesamuestraabiertadedesobediencia.

Oh,no,ellaseríaelobjetodesu irayestabaseguradeque lacenadeesanocheno ibaaserunaocasiónmuyagradable.

***

Johnesperóconpaciencia la llegadadeEmilya lahoraacordadaparacenarenelcomedor.Lousualhabría sidoque respetaran la rutinade encontrarse en el salón familiary esperar el aviso, pero, tal ycomosupusoqueharía,ellaenvióunrecadoparaindicarquellegaríaa lacenaalahorajusta.Desdeluego,esegestonolosorprendióenabsoluto,talycomosedijoasímismoconafiladosarcasmo.

Encuantolaviollegar,conelmentónelevadoygestoserio,tanseveracomosiempre,lasaludóconunainclinacióndecabezayesperóqueocuparaelasientohabitualantesdehacerotrotanto.Resultabaevidentequeseencontrabaatentaacualquiercambiodecomportamiento,algunaseñalquelerevelarasumalestar,peroélnopensabaabordareltema,notodavía.Eraunpococrueldesuparte,desconsiderado,sinduda,perodeseabaestudiarsuconductaparadarconalmenosunapequeñarendijaquelemostraraloqueenverdadsentía.

Durante todasycadaunadelascharlasquehabíancompartido,enparticulardurante lasreunionesluegode la cena, sehabía instaladoentre ellosunambientede reservadacamaraderíaqueencontrabamuyestimulantey,graciasasuexperienciaparareconocerlasreaccionesajenas,estabaconvencidodequeellasentíaunaemociónsimilar.Unajovendeinteligenciasobresalientecomoella,quesehabíavistoen la necesidad de cuidar durante tanto tiempo de una hermana pequeña y acostumbrada al trato conpersonas,sibiengenerosasperodeunintelectoobviamenteinferior,debíadeapreciarlaoportunidaddesostenerconversacionesprofundas.

Las largas partidas de ajedrez habían develado, además, que era dueña de una capacidad tácticaadmirableydeunatenacidadabrumadora.Jamáshacíaunmovimientosinpensarconcalmaenlosprosycontras, como había logrado adivinar por su gesto concentrado antes de cada jugada, y analizaba elavancedel juegocomoungeneralquesepreparaparaunabatalla.Sinembargo, trasunacena tensaysilenciosa durante la cual ninguno dio muestras de desear hablar, y una vez que se retiraron conmovimientoscasiautomáticosalaoficinaparaocuparlasbutacasfrentealtableroqueaúnguardabaeljuego de la noche anterior, notó que apenasmostraba un rezago de la jugadora tenaz a la que estaba

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acostumbrado.Fuecuriosamenteeseairedeabandonoydesidiaquenoerapropiodelajovenaquienhabíaaprendidoaadmirarensecretoloqueloimpulsóamostrarunjuegomásagresivo,unasuertedeprovocaciónquenotardóentenerelefectoesperado.

Endeterminadomomento,trasunlargosilenciosinrastrosdelacomodidaddelosúltimosdías,lajoventomóelcaballonegroentrelosdedoslistaparaelsiguientemovimiento,perodiolaimpresióndehaberdecididoalargarlamedidaymantuvolapiezasuspendidaenloalto.

—¿Durantecuántotiempoplaneamantenermeenespera,milord?—preguntódepronto,lavoztensaylavistafijaenunpuntotraselhombrodeél.

—¿Disculpe?—Johnlevantólamiradadel tablerosinningunaexpresiónenparticular—.¿Deberíasaberaquéserefiere?

Emilyaspiróconfuerza,fruncióloslabiosysujetóladelicadafiguradelcaballoconfuerza.

—Losabe—afirmó,sinasomodeduda.

—Nosabíaquepudieraleerlamente,señorita,nuncadejarándeasombrarmesusnumerosostalentos.

—Notoleraréqueseburledemí.—Emilydejócaerlapiezaconungestobruscoysepusodepiesindejar de observarlo—. Si quiere prescindir de mis servicios, apreciaría que lo dijera sin rodeos.Recuerdoquemencionó lopocoque legustan, asíquenocomprendoelplacerquepuedadarle jugarconmigodeestaformacruel.

Johnacusóesasduraspalabrascontranquilidad,perolosojosseleentrecerraron,yEmilyfuecapazdenotarunaexpresióndeenfadoenellos.

—¿Cruel?—repitióaltiempoqueserecostabacontraelconfortablesillón—.Unaacusaciónseria,señorita,yuntantoatrevida.Tengomuchosdefectos,peronuncameheconsideradounhombrecruelnihesidoacusadodeello;porelcontrario,muestrounabenevolenciaquealgunaspersonasnomerecen.Comousted.

Suspalabrasparecieronaplacarlelaira,conscientedequeeraellaquienseencontrabaenfalta,porloquerelajóloshombrosysuavizólamirada.

—Sesienteofendidoporque lodesobedecí—dijocon tonomonótono—.Lamentohaberlecausadoesedisgusto.

—Peronosearrepientedesusactos,haríalomismodenuevosindudarlo.—NohabíacríticaenlaspalabrasdeJohn;enrealidad,Emilycreyóreconocerunatisbodeadmiración,perodesechólaideaporencontrarlaridícula—.Quévalientedesuparte,oestúpido,noestoysegurodecuáleslaexpresiónmásapropiada.

—Esodepende,milord.

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—¿Dequé?—Élseadelantóenelasientoypusoloscodossobrelasrodillasylasmanosjuntasalosladosdeltableroabandonado.

—¿Ha decidido prescindir de mis servicios por el que considera un acto estúpido, o alabarámivalentíaypermitiráqueconserveesteempleo?

—¿TantodeseaquedarseenFalmouthManor?

—Lonecesito.

LafrasefuedichaconlosdientesapretadosyunaentonacióndedesesperaciónqueafectóaJohnmásdeloquehabríapodidoimaginar.

—¿Porqué?¿Eldinero?¿Lacomodidad?—Buscóunatisbodereconocimientoenesamirada,algoqueleexplicaralosmotivosquenoalcanzabaadesentrañardeltodo.

Emilysuspiróyapretólasmanossobreelrespaldardelasilla,tantoquelosnudillosselepusieronblancos.

—Aquíestamosasalvo—respondióellaconsimplezayunleveencogimientodehombros.

—¿Asalvodequé?—¿Asalvodequién?habríadeseadopreguntarle,perosecontuvoatiempo.

—De todo.—Emily sacudió la cabeza de un lado a otro como si así fuera capaz de recuperar eldominiodesímismaydesulengua,arrepentidaporloqueestuvoapuntodedevelar—.Tienerazónalseñalarquenomearrepientodehaberlodesobedecido,peroesimportantequecomprendaquenoteníaningúninterésendesafiarsuautoridaduofenderlodecualquierforma.Essoloqueestoyconvencidadequehicelocorrecto.

Johnsabíaquehabíaalgomás,dequeestuvoapuntodedevelarloquelaatormentabayodióverlatan decidida a ocultarlo; lo sintió durante un instante en la punta de los dedos, a su alcance, pero lailusióndesaparecióenunparpadeo.Ysupotambiénquenoimportabacuántoinsistieraenesemomentoporquenoobtendríarespuestas,noaún.

—¿Locorrectoparaquién?—preguntóalfin,decididoarespetaresesecretismo.Porahora.

—Para su hermano, desde luego—dijo con tonomás sereno y carente de cualquier vacilación—.Nuncalovitanfelizentodoeltiempoquellevoaquí,tancómodoconsigomismo,abiertoacompartirconocimientosacercadeuntemaqueleapasionatanto.Enunprimermomentodecidícorrerelriesgodecontradecirsusdeseosporquepenséqueélloagradeceríayleprocuraríaunsanoentretenimiento,peroahoratengolacertezadequeestosignificaparaélmásdeloquehabíasupuesto.

Johnescuchóensilencioylainstóacontinuarconuncasiimperceptiblecabeceo.

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—Aún no puedo comprender las motivaciones de lord Alexander para volcar su interés en lanavegación,peroconsideroqueesunpasatiemposaludablequedeberíaalentar.—Alzóunpocomáselmentón—.Séquelepreocupasuseguridad,milord,peroleprometoquenopermitiréquenadamaloleocurrajamás.

—¿Jamás?—Johnelevóunacejaenungestoburlón—.¿Planeaquedarseaquídurantetantotiempo,señorita Browning? Creo que aún no hemos acordado si castigaré su valiente acto o la premiaré alpermitirquecontinúeentrenosotros.

Emilyrecibióesasduraspalabrasconexpresiónimpasible,peroJohnnotóqueenterrabalasuñaseneltapizdelasillaconmayorfuerza.

—Esverdad,aúnno losé—dijocon lavista fijaensusojos—,yesunadecisiónquesoloustedpuedetomar,peroapreciaríaquemeinformaraalrespectoloantesposibleparaactuarenconsonancia.

John asintió y retomó la postura indolente, lasmanos cruzadas sobre el pecho y la oscuramiradapuesta en el rostro de la joven, como si deseara encontrar algo en lo que no hubiera reparado hastaentonces.

—La próxima vez que mi hermano exprese interés en dar uno de esos paseos, me informará alrespecto de inmediato y me encargaré de que cuenten con vigilancia apropiada—dijo con una leveamenaza—.Quizáslosacompañeyoounsirvienteconconocimientosenlamateria,peronovolveránasubir a un bote a solas, y no se trata solo de Alexander, su hermana también se vio en peligro estamañana,aunqueestoysegurodequenosedetuvoapensareneso.

Emily alzó la vista para responder, lista para decirle que no tenía ningún derecho a acusarla denegligenciaeneltratoconMary,quejamáslapondríaenpeligro,perocomprendióquesupreocupaciónerasincera,quizásinfundada,peroestababasadaenelafectoquesentíaporsuhermanayeso,dealgunaforma,ledifuminólairacomosisetrataradenieblaescurridiza.

—Entonces puedo suponer que continuaré en mi puesto —dijo mientras trataba de controlar lapequeñaesperanzaqueseleabríapasoenelcorazón—.Nomedespedirá.

Johnsolotardómediominutoenresponder,perolaesperaselehizoeterna.

—No,noloharé—dijoél—.Disculparésuatrevimientoyfaltaderespetoporestavez.

—Habla como si estuviera convencido de que ocurrirá otra vez. —Emily habló antes de podercontenerse.

John,encambio,sonriósinasomodeburlaporprimeravezesanoche.

—Loestoy,señorita.Apostaríalamitaddeloquetengoaqueencontrarálaformadeponerdenuevomipacienciaajuego.

—¿Yesonolemolesta?—Fruncióelceño,confundidaporlatranquilidadqueélexpresaba.

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Johnseencogiódehombrosconaparente indiferenciay sin responder.En lugardeeso, se inclinósobreel tableroy tomóelcaballoqueellahabíadejadocaerhacíasolounosminutos.CerrólapalmaalrededordelapiezaantesdeextenderlelamanoaEmily.

—Siéntese,señorita,aúnnohemosterminadoestapartida—dijo.

Emilyreconociólasuaveordenencubiertay,trasvacilar,asintióehizoloqueleindicaba.Extendiólamanoderechaparatomarlapiezaysintióunacuriosasensaciónrecorrerlelapielalnotarlacalidezquedesprendía.Lasostuvofrentealosojoscomounpéndulosobreeltablero.

—Voyaganar—dijoconvencida.

Johnsonrióaloírlaehizounlevegestodeasentimiento,entreirónicoyreprobador.

—Esposiblequeasísea,peroleaseguroquesoloseráestanoche—retrucóconlavozbajayronca—.Mañana,encambio,todopuedesermuydistinto.

Emilylevantólamiradaparaobservarlo,sorprendidaporesasuertede¿advertencia?Ysilofuera,¿dequélaadvertíaexactamente?Algoledecíaquenosehabíareferidotansoloaunnuevojuego,habíaalgomás.

Sacudiólacabezaparadesterraresospensamientosyprestóatenciónalapartida;sitodoibacomoesperaba, ganaría en unos cuantosmovimientos. Entonces la noche terminaría, y podría retirarse a suhabitación a pensar en lo cerca que estuvo de verse fuera de ese refugio que se había convertidoFalmouthManor,lejosdelordAlexander,aquientantoapreciabayay,sorprendidaporlacertezaquelecayócomounrayo,lejosdeesehombrequelaobservabasinpestañearatentoasupróximomovimiento.

Conexpresióndecidida,levantólapiezaysepreparóparaterminarconeso.Elmañanasepresentabadesdeyaconunaadvertenciafrancaypeligrosaeibaanecesitartodassusfuerzasparahacerlefrente.

***

Pocosdíasdespuésdeesacuriosaconversación,cuandolarutinaempezabaaretornaralanormalidaduna vez más, una carta fue entregada por la mañana. Se presentaba como un ave de mal agüero queningunodeloshabitantesdeFalmouthManorhabríapodidopresagiar.

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John se encontraba en su oficina acompañado por el administrador en una de las reuniones quesosteníancadatantosdíasparaconocerelfuncionamientodelapropiedad;peroteníalospensamientosdivididosentrelaimportanciadeltrabajoyunasrisasquellegabanaéldesdelaventanaabierta.

La importancia de la labor no le era ajenay, por lo general, no teníamayores impedimentos paraconcentrarse al máximo, de modo de poder, así, compartir sus opiniones y emitir las órdenes queconsideraraconvenientes.PeroesamañananolograbaprestarcompletaatenciónalaspalabrasdelseñorCrawford que, por fortuna, tenía la poco agradable habilidad de hablar durante horas sin serinterrumpido.AunqueJohnacostumbraraahacerjustoeso,interrumpiresasperoratas,enesaocasiónlodejó hablar con el alivio que le procuraba saber que no encontraría nada extraño en su actitud. Seencontraríademasiadosatisfechodesímismoalexpresarsusideassinserdetenido.

DesdelaúltimacharlasostenidaconlaseñoritaBrowning,nohabíanvueltoatratarel temadelospaseosporellagoolasexcursionessobrelasque,luego,podríantenerintercambiosdeideas.ComoserecordóJohnconunasonrisamásevocadoraqueburlona,porlogenerallosintercambiosdeideasentreellospodíanconvertirseenverdaderasbatallasverbales.Yaélleencantaban.

Ahora,mientraslaobservabasentadabajounodelosgrandesárbolesubicadosfrentealaterrazadelapropiedad,delaqueteníaunaexcelentevista,conunlibroentrelasmanosmientrasAlexanderyMary,por la gravedadde sus rostros, parecían sostener unaprofunda charla, nopudomenosque admirar laserenidad que desprendía. Era curioso, cuando no sorprendente, que una mujer que casi siempre semostraba tancontenida,conuna tensióncasipalpableyquecadapalabraemitidaparecíareflexionadaconseriedad,sevieraenesemomentotanpacífica,comosiseencontraradeltodosatisfechaconsuvida.Lapequeñasonrisaqueledanzabaenloslabiosoelceñoapenasfruncidoquemostrabasegúnavanzabaenlalectura,gestosquesuponíaprovocadosporlosefectosdelahistoria,lahacíanvertanjoven,casihermosa.

Johnsacudiólacabezadeunladoaotro;unasonrisalebailóenloslabiosalpensarenloqueHenryhabríapensadodehaberseencontradoallíysiélhubieraexpresadoesospensamientosenvozalta.Perosí,EmilyBrowningempezabaaparecerlehermosa,almenosloeraasusojos,teníaunabellezasosegadaqueinspirabaadmiraciónyternura.Sitansolomantuvieraesegestopacíficotodoeltiempo…

La sonrisa se le esfumó para ser reemplazada por una fina línea que delataba fastidio. Unpensamiento recurrente volvió a él, uno que empezaba a rondarle en la cabeza conmayor frecuencia.EstabaconvencidodequelaseñoritaBrowningescondíaalgúnsecreto,algúnhechodelpasadoquenoseatrevíaacompartiryqueenciertamedidalaatormentaba,peronolograbapensarcuálpodíaser.Algunavez, y con sorpresa por el fastidio que le provocó ese pensamiento, se preguntó si la melancolía yseriedadpodían estar relacionadas conun antiguopretendiente.Perodesterró la idea al pensar en lascircunstancias en que la había conocido y lo que logró conocer acerca de su pasado por comentarioshechosalazarypequeñaseinocentesindiscrecionesdeMary.

EmilyBrowninghabíavividoporyparasufamiliadesdemuchoantesdelaenfermedaddesupadre.Cuandoélmurió, esaentrega sehizoaunmáspresente.Lapartidade lamadre,poco tiempodespués,soloacrecentóesaconvicción,demodoqueundesengañoamorosoparecíabastante improbable.Solo

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quedabasuponerquelastempranasresponsabilidadesquedebióasumirylacontinuapreocupaciónporelfuturohabíanforjadouncaráctergenerosoydesprendido,perotambiéndesconfiadoypocopropensoalasconfidencias.Esacerteza,quedesterraba laposibilidadanterior,curiosamente leprocuróunagrantranquilidad,unaquenodeseóanalizar.

Cuandonotóquellevabacasiveinteminutosapoyadoenlaventanaconlavistafijaeneltrío,giróconbrusquedadparaencontrarseconunseñorCrawfordque,talycomosupuso,noparecíahabernotadosu falta de atención, ya que se entretenía en declamar las bondades de los métodos empleados y laprosperidaddelapropiedad.

—Einsisto,milord,enquenohaynadaquesepuedahacermejordeloquesehahechohastaahora—decía con las mejillas sonrosadas por el entusiasmo y las cortas piernas que casi daban saltos—.FalmouthManor es la envidia deGloucestershire; no hay quien no admire el excelentemanejo de lapropiedad.

—Lo cual, desde luego, es un granmérito suyo, señor Crawford, ¿cierto?—John sonrió un pocoburlón,loqueprovocóquelasmejillasdeladministradorsetornarandeltodorojas.

—Bueno,milord,esjustoreconocerqueustedsiemprehatenidounavisiónextraordinariadeloquedesea para el condado—dijo de pronto humilde—.Yo tan solo he cumplido con sus indicaciones lomejorquehepodido;sabecuántoamoaFalmouthManor,mipadrefueadministradordelsuyoyesunhonorcontinuarconeselegado.

Johnrelajóelsemblanteydejólamofadelado.Eraverdad.ElpadredeCrawford,muyparecidoasuhijo,tantoenelfísicounpocoesmirriadoysencillocomoenelelevadointelecto,sirvióalanteriorcondeconfidelidad;esoeraalgoqueJohnjamásdejaríadeapreciar.

—NodudodequeelseñorCrawfordestaríamuyorgullosodepoderser testigodesuentrega.Mifamiliaestáagradecidaportallealtad—dijosincero.

El hombre asintió, con obvio agradecimiento por esa muestra de consideración y parecía estar apunto de deshacerse en similares elogios cuando se oyó un suave toque a la puerta antes de que elmayordomoentraraconunabandejadeplata.JohnsesintiócasialiviadoalveraHarrison,tancorrectoyseriocomosiempre.

—Unacartaacabadellegar,milord—anuncióyextendiólabandejaparaqueJohnpudieratomarelsobre—.Latrajounmuchachohaceunosminutos;dijoquenoesperabarespuesta.

Elcondeasintióehizoungestoconlacabezaquedelatabasorpresamientrasveíaelsobreytratabadeidentificarlaletra,loquenolegeneróningúnproblema:estabamuyfamiliarizadoconella.Retirólacarta con presteza y el ceño se acentuaba a medida que leía, era evidente que no se encontrabaparticularmentefelizconlainformación.Alterminardeleer,sincambiardesemblante,elevólacabezaymiródirectoaHarrison,quenosehabíamovidounmilímetrodesuposicióna laesperadecualquierorden.

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—Esperamos visitas, un grupo pequeño. Haz los arreglos —fue todo lo que dijo con tonodesapasionado,aunqueelmayordomofuecapazdedetectarelmalestarenesaspalabras,loque,desdeluego,nocomentó.

TanprontocomoHarrisonsemarchó,JohnregresóasuposiciónfrentealaventanaeignoróalseñorCrawford,quenoparecíasaberloqueseesperabadeélenesemomento,silenciosoporprimeravezenhoras.

Chasqueólalenguaalpensarenelcontenidodelacartayenloincómododelasituaciónenlaqueseencontraba,pero,altoparseconlamiradadelaseñoritaBrowning,queenesemomentohabíalevantadola vista de su libro, quizás alertada al sentirse observada y al notar que ella le dirigió una pequeñasonrisa involuntaria, sintiódeprontounahasta entoncesdesconocida sensaciónde armoníay sosiego,como si la inquietud del pecho se le hubiera visto de golpe acallada y el futuro no pareciera tandesagradable.

Una nueva curiosidad relacionada con la extraordinaria señorita Browning. Ahora también leinspirabapaz.

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CAPÍTULOVI

Emilybajólamiradaallibroapenasunossegundosdespuésdehaberledirigidounasonrisaalconde,avergonzada por ese gesto instintivo. No sabía cómo explicarlo, tan solo levantó la vista al sentirseobservaday,alencontrarseconesamiradaypesealadistancia,sintióelirresistibledeseodesonreírlecomosi fueraunamigoaquien tratabacon tal familiaridadquemerecía–yaceptaba–esamuestradecamaradería.Actuócomounatonta.Conseguridad,elcondedebíadeencontrarsetansorprendidocomoellaaunquenodebuenamanera.Quizáreprobabaesegesto,sedijo,preparadaparaoíralgúncomentarioalrespectoenlapróximaconversación.

Exhalóunsuspiroanteesospensamientostanpocoagradables.Depronto,lalecturaperdióunpocodeencantoydecidiódejarlahastaqueelánimolemejorara.Mientrascerrabaellibroconcuidadoparadejarmarcadalapáginaenlaquehabíasuspendidolalectura,miródereojoaMaryyAlexander,quesosteníanaunesacuriosacharlaquehabíanempezadohacíayavariosminutos.Enunprimermomentonoencontrónadaextrañoeneso,leagradabacomprobarlafortalezadeesaamistadquesedesarrollabaapasosagigantados,perohabíaalgoenlaexpresiónapenadadeMaryyenelgestosolemnedeélqueledespertócuriosidad.Sindudar,sepusodepieconunmovimientodelicadoyseacercóaellos.

—¿Ocurrealgo?—Seadelantómásalnotarelbrilloenlosojosdesuhermana,comosiestuvieraapuntoderomperallorar—.¿Mary?

Levantólamiradaalescuchareltonointranquilodelavozdesuhermanay,tantoellacomoeljovennoble,sevieronculpables.

—Noocurrenada,Emily,AlexandermecontabaalgunascosasacercadeFalmouthManor.Estantoloquenosabía—dijoconvezquedamientrasesquivabalaprofundamiradadesuhermanayseponíadepie—.Quieroirunmomentoalinvernaderoparaversilarosaqueesperabayahaflorecido.Alexanderytúaúndebencontinuarconlalección,¿cierto?

Emilyasintiótrasvacilaruninstanteycomprenderqueesenoeraelmomentoniellugarparaindagarmásacercade loqueenverdad laatormentaba;además, lebastóunamiradaal intranquilo jovenparasaberque,dedesearlo,encontraríaunafuentedeinformaciónespléndida.NopusoreparosaqueMarysemarchara y oyó que se despedía con una sonrisa calmada, al tiempo que se alejaba en dirección alinvernadero.Tanprontocomoseperdiódevista,dejódecontemplarlaygiróparaobservaraAlexander,que,asuvez,manteníalacabezagacha,comosiencontraramuyinteresanteelcrecimientodelcésped.

—Milord.

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No pretendía interrogarlo, al menos no de forma brusca. Su plan era retomar la lección y luegointentar desviar la charla hacia lo que deseaba saber; sin embargo, eso no fue necesario porque elmuchachoseveíamuymiserabley,enesemomento,solodeseóencontrarunaformadeconsolarlo.Sinpensarlo,sedejócaerasuladosobrelahierbaypusounamanosobrelasuya.

—Milord—repitiócontonoeraafectuoso—.¿Seencuentrabien?

Elmuchachohizoungestodenegaciónconlacabezasinmirarlatodavía.

—Esmiculpa—dijoalfin.Laspalabraslebrotarondeloslabiosconrapidez—.EsmiculpaqueMarysealterara;nohedebidocontárselo,noséenquépensaba,peroesqueellahacesiempre tantaspreguntas.

Emily,muyinquietaya,leapretólamanoylehablóconseriedad.

—¿Quéfueloquedijoamihermana?

—Maryqueríasaberacercademimadreporqueoyóqueellacuidódelinvernaderoantesde…—Dudósidebíacontinuar—:Antesdequemuriera.

—Milord.

Eljovenlevantóalfinlamiradaporesetonocompasivo.

—Oh,peronodebesentirlástimapormí,señoritaBrowning.Nomemolestanlaspreguntas;esmás,mealegracontestarlaslomejorquepuedo.Nopiensequemelamentoalpensarenmimadre,nopuedorecordarlayquizásealomejor:noeslaprimeravezquelehabloaMaryacercadeellaymecomplacepodercompartir las cosasque Johnmehacontado.—El tono fuemáscalmadoante lamenciónde suhermano—.ÉldicequeeraunagrandamayquetodosenFalmouthManorlaamabanylarespetaban.

—Estoyseguradequeasífue.—Emilyesbozóunapequeñaytristesonrisa—.Enesecaso,yaqueelhablardesumadrenolegeneraningúndolorymihermanaestáyaacostumbradaaoíracercadeella,¿porquésealteródeesaforma?¿Yporquédiceustedqueessuresponsabilidad?

Alexanderseencogiódehombros,conevidenteincomodidad,peronosenegóaresponder.

—LoqueocurreesquelehablétambiénacercadeMargaret—dijoconvozqueda—.EstabasegurodequelosabíaporDiana,ladoncellaquelaayudaenelinvernadero,mehabíadichoquehablamuchoysupusequelehabíacontadoacercadeaquello.

Emilyfruncióelceño,enverdadintrigadaporesarevelaciónquenoalcanzabaacomprender.¿QuiéneraMargaretyporquéhablaríanlascriadasacercadeella?

—¿QuiénesMargaret,milord?—preguntó.

Aloírlapregunta,elmuchachopestañeóunpardeveces.

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—Era,señorita:ellamurió—respondió.

Emilyguardósilencio,sorprendida,peroaúnsinunarespuestaclara.

—Lolamentomucho,porsupuesto,perosigosincomprenderquiéneraella.

—Margaret erami sobrina, señoritaBrowning—dijo al fin, con la voz un poco quebrada ante elrecuerdo—.EralahijadeJohn,murióhacetresañoscuandosoloteníacuatroenelmismoaccidenteenquefalleciótambiénladyFalmouth,micuñadayesposadeJohn.¿Tampocolosabíausted?

Emilyestabademasiadosorprendidapararesponder.Jamás,eneltiempoquellevabadeconoceralcondeydevivirenFalmouthManor,habíapensadoquehubieraestadocasado.Alnosaberdeningunacondesaactualytrasescucharsoloalgunashistoriasacercadelaanterior,supusoquesolosetratabadeunodelos tantosnoblesreaciosalmatrimonio.Alsaber loerradodeesassuposicionesyquenosolotuvo una esposa sino que la perdió, al parecer en circunstancias trágicas, lo mismo que a una niñapequeña,fueparaellacomorecibirungolpeenelestómago.Tuvoseriasdificultadesparacontenerunespasmoenlagargantayelabsurdodeseodellorar.

—¿Cómo…? —casi no logró reconocerse la voz al formular la pregunta. Sabía que no debíapreguntar,queeraunamuestradeespantosadescortesía,peroteníaquesaberlo—.¿Cómoocurrió?

Alexander pareció impresionado por lo mucho que le había sorprendido esa revelación, pero seapresuróa responder,comosicomprendieraque, trashaber llegadoaesepunto, lomásrazonableeracontinuar.

—Yo tenía solo nueve años entonces, ocurrió cerca de laNavidad, hace tres años, como dije—empezó—.JohnyladyFalmouthibanaunareuniónenlacasadeunodenuestrosvecinos,sesuponíaqueirían solos y que estarían de vuelta temprano, pero ella, la condesa, insistió en llevar a Margaret.RecuerdoqueaJohnnoleagradólaideaporqueeraunaniñamuypequeñaypensóquepodríaaburrirse;élsiempreprocurabaqueestuvierafeliz.—Ungestodemelancolíaleafloróenelrostro—.Éllaamabamásqueanada,aunquenohabladeeso,claro.Bueno,comodecía,ladyFalmouthlogróconvencerloypartieronenuncarruajeacompañadosporlaniñeradeMargaret.Aparentemente,unadelasruedasdelcarruajeserompiócuandoatravesabanunapendienteenelmomentoenqueempezabaanevarytuvieronunaccidenteespantoso.SoloJohnsobrevivió;MargaretyladyFalmouthmurieronallí,lomismoqueelconductordelcarruaje,laniñerayunlacayo.

Denoencontrarsetanconsternada,Emilysehabríasorprendidoporlalocuacidaddelmuchacho,que,pesealaconfianzaadquiridaconelpasodeltiempo,aunencontrabadifícilcompartirsuspensamientos.Era evidente que esa tragedia lo había marcado de forma profunda y lo sintió por él, pero no pudoexpresaresaideaconclaridad,aunintentabadigerirtodaesasorprendenterevelación.

—Debiódeserungolpeterribleparasuseñoría—dijoalfin;sentíalasmanostemblaralpensareneso—.Nuncaimaginé…

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—AJohnnolegustahablardeestetema:noesunrecuerdoagradable,comopuedeimaginar—dijomientrasasentíaconpesadez—.Él también resultó lastimado,aunquediceque lo suyono fuenadaencomparacióncon…Bueno,contodolodemás.

Emilyno seatrevióapreguntaracercade lanaturalezade las lesionesdelconde,esohabría sidodemasiadoyempezabaacomprenderquejamásdebiópermitirqueeljovenlordcompartieraesatristehistoriaconellaoconMary.Imaginabaquenoeraunsecreto,yaqueelmuchachorecordababienesosacontecimientosy,sinduda,lamayorpartedelossirvientesyatrabajabanenlapropiedadentonces,peroaunasísentíacomosiacabaradeentrometerseenlaintimidaddelconde,cuandolojustohabríasidoqueélcompartieraesainformaciónsiasílodeseaba.

Con un hondo suspiro dejó caer la mano que sostenía la del muchacho y se puso de pie con unmovimientopesaroso,quedejabaenevidencialatristezaqueenesemomentolaembargaba.

—Agradezcolaconfianzadecompartirrecuerdostandolorosos,milord,peroleruegoquenovuelvaa hablar conmi hermana al respecto.—La desilusión del muchacho fue notoria, como si se sintierareprendido,porloqueEmilylesonrióconcalidez—.Ellaapreciaalcondeyes,comohabránotado,unaniña sensible. Temo que pensamientos tan trágicos le afecten la salud y el ánimo. Pero, si en algúnmomento siente la necesidad de compartir su tristeza, si requiere de un oído amigo, sabe que puedecontarconmigo.

Alexandersemostróconmovidoanteeseofrecimiento;elsemblanteselerelajó,inclusoesbozóunacasiimperceptiblesonrisaqueEmilycorrespondió.

—¿Le gustaría regresar para continuar con las lecciones de geografía, milord? Creo que hemospasado demasiado tiempo hoy en el jardín—dijo mientras hacía un gesto para que el muchacho sepusieradepieylasiguiera—.Opodemosseguirconbotánicaymecontarámásacercadeesasplantasacuáticasquemencionódurantenuestropaseoenbote.

LasugerenciabastóparaterminarderestablecerelánimodeAlexander,queensanchólasonrisayseapresuróa levantarse.Sinembargo,aunqueEmily logrómantenerunaexpresión interesadamientraselmuchachoseexplayabaacercadeuntemaque,comosabía,loapasionabatanto,ellanologrócontenerelimpulsodedirigircontinuasmiradashacialaventanadelaoficinadesuseñoría.Sinembargo,nohabíanadieallí.

***

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—Está un poco distraída esta noche, señorita Browning. No solo ha comentado por tercera vez lofascinantedelasalgasmarinas,sinoquetambiénacabadehacerunmovimientodeplorable.Sinofueraporqueha ganado las últimasdos partidas, pensaría queme engañó al catalogarse comouna jugadorahábil.

Emilylevantólamirada,queteníafijaeneltablerodeajedrez,aunqueenverdadsuspensamientossehallabanmuylejosdeallí.Observóalconde.Laconfusiónqueteníaeraevidente.

—Enverdadpiensoquelasalgasmarinassonseresfascinantes.Suhermanoestámuyinteresadoenestudiarlas—fueloúnicoqueatinóadecir.

Johnrecibióesaréplicaconungestoquerevelabadiversiónylaexaminóconmayorinterés.Habíanotadounaalteraciónensutemperamentodesdequesehabíanreunidoenelsalónpocoantesdelacena,pero lo atribuyó a ese extraño contacto durante la tarde; supuso que se había sentido tan sorprendidacomoélpor lacuriosaconexión.Sinembargo,ahora,alobservar laformaenquelerehuía lamirada,cuandounodesusrasgosmásextraordinarioseralacapacidadqueteníaparaobservarloalosojosdeformadirecta,gestoalqueestabapocoacostumbrado,nopudomenosquesuponerquehabíaalgomás,yélibaadescubrirlo.

—CelebroelinterésdeAlexanderenuntematan…atractivo—dijoconmezcladesornayseriedad—.Pero,alconsiderarquehadadoyaelinformedeestanoche,agradeceríaqueprestaramayoratenciónaljuego.Encuentrovergonzosovencerladeformatanhumillante.

LaveladaofensafuesuficienteparaqueEmilyencuadraraloshombrosyloobservaraconelceñofruncido;sevolvióobvioquesehabíaadueñadounavezmásdesusactos.

—Estapartidanohaterminadoaún,milord—replicócontonogélido.

—Loharásijuegacomohastaahora.—JohnasintióalhacerunmovimientoyponerenserioriesgoalreydeEmily—.Pero,siseesmera,talvezpuedasalvaralgodesudignidad.

Ellaacusóesaspalabrascongestoserioyseconcentróenelsiguientemovimiento,quefue,quizás,elmejordelapartida,loqueJohncelebróconunainclinacióndecabezaburlonaaltiempoqueapoyabalabarbillasobrelapalmadelamano;teníalaatencióndivididaentreeltableroyelrostrodeEmily.

—¿Ybien?¿Quéesloquelaperturbaestanoche?—preguntóalfintrasmoverunapieza.

—Nadameperturba,milord;noséporquéhallegadoaesaconclusión.—Larespuestafueesquiva.

—Divaga cuando está preocupada, ¿lo ha notado?—respondiómientras ignoraba el resoplido deEmily—.No,desdeluegoqueno.Porlogeneral,quienesdivaganestánmuyocupadosenesocomopararepararenloextrañodeesaconducta.

Emilyseadelantóunpocoenelasiento.

—Yonodivago,milord.—Hablóconlosdientesapretados—.Séalaperfecciónloquedigo.

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Johnalzóunamanoenunfalsollamadoalapaz.

—Solo cito unhecho, aunque tal vezmehe excedido—reconoció con la atenciónde nuevo en eltableroypensativoacercadelsiguientemovimiento—.Sinembargo,debereconocerquetienelamentealgodispersa;algolapreocupaolainquietaymegustaríasaberdequésetrata.

Ellaelevóelmentónconunlevedesafíoenelgesto.

—Auncuandopuedatenerrazón,milord,mispensamientosmepertenecenyelcompartirlosconustednosecuentaentremisobligaciones.

Johnelevólamiradaaloíresaácidarespuestay,poruninstante,tuvounpequeñogestodemalestar.Peroéllosustituyóprontoporunodeabsolutafrialdad.

—Estáenlocorrecto,señoritaBrowning,nodeseoquesequejepormiintromisión.

Emily captó la verdad en ese tono herido y se sintió de inmediato avergonzada por sus palabras.Habíapasadotodalatardeylasúltimashorasconélmientrasintentabadilucidarlasrazonesporlasqueunhombrequesehabíaenfrentadoatantasdesgraciaspodíaconservarunaarmaduratansólidafrentealmundo exterior. Buscó con miradas discretas un pequeño indicio de sufrimiento o añoranza por loperdido, pero no logró ver nada. Tras unos minutos en silencio, mientras reflexionaba acerca de laconfidencia compartida por Alexander y el justo fastidio mostrado por el conde frente a su extrañaconducta,decidióquedebíadeciralgo.

—Leruegoquemedisculpe,milord;noteníaderechoaresponderdeformatangrosera.Lamentomispalabras—dijo con voz suave y sincero arrepentimiento. Él debió de notarlo, porque relajó el ceñofruncido—.Essoloque…Pensabaenalgoqueoíhoy.

—¿Algoreferidoamí?—eltonodesapasionadodeJohnalhacerlapreguntanolaengañó.Losabía.

—¿Porquésupone…?

Élhizoungestopararestarleimportanciaaloquesupusoseríaunintentodedesviarlaconversación.

—Essencillo.Semuestraperturbadaenmipresenciay laheatrapadomientrasmeobservabaconalgo parecido a la lástima durante toda la cena. No hace falta ser un genio para suponer que esaincomodidadestárelacionadaconmigo.

Emily se dijo que no tenía sentido mentir. Aunque él no apreciara su intromisión, habría sidohipócritafingir.

—Séloqueleocurrióalaanteriorcondesa—dijoconunlevetemblorenlavoz,peronodudóalcontinuar—:Merefieroasuesposay…asuhija.

Ya.Estabadicho.Ahoranohabíavueltaatrás.Soloesperarlareaccióndelconde,lamismaquetardóenexpresar.

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—Comprendo—dijoélconundestelloenlamirada—.Veoquecontinúaimposibilitadadecontrolarsucuriosidad.

—Esonoesverdad.—Laréplicalesaliódeloslabiosantesdequeellalograradetenerla—.Nosoycuriosa, al menos no pretendo inmiscuirme en la vida de los habitantes de este hogar, pero estainformaciónllegóamíynopuedoevitarexpresarmispensamientos.Alconocerloocurridoalacondesayasuhija,lamentéprofundamentesudolor;noconciboloquetuvopasarylosiento.Tansolobuscabalas palabras para expresar mi simpatía. Usted, como siempre, lo ha convertido en una batalla devoluntades. ¿Por qué no puede solo reconocer el dolor como cualquier otra persona y mostraragradecimientoanteungestosincero?

Emilycalló.Soloalhacerlo fueconscientede lo irregulardeesaconducta.Acababade retarasuempleadorcomosi fueraunmuchacho rebeldeen lugarde tratarlocomoelhombrealque ledebíaelsustento y, aúnmás importante, uno que había sufrido una gran tragedia. De haber podido, se habríamordidolalenguaallímismohastahacerlasangrar.

—Losientotanto,milord,leruegoquemeperdone.Lamentomuchohaberdichoesascosas,notengoningúnderecho,nofuemiintención,nopensaba.

—¿Nolohacía?—Elcondelaobservóconunaamargasonrisaenloslabios—.Esperonoofenderlaal decir queme cuesta creerle.Tengo la impresión de que usted no dice o hace nada sin pensarlo enprofundidad.—Depronto,bajó lavozcomosihablarapara sí—.Quizá seaunode susatributosmásinteresantes.

Emilynoreaccionóaesecomentario.Sibienenotrascircunstanciaslohabríatomadocasicomounaofensaporinsinuarquenoeradeltodosincera,enesemomentosolopudopensarenquehabíamuchodolorescondidotrasesetonoindiferente.

—Milord…—Vacilósolouninstanteantesdecontinuar—:Lamentosupérdida,enverdadlohago.

Johntardóenemitirunaréplicay,cuandolohizo,buenapartedelaamargurasehabíadesvanecido.Ensulugar,Emilycreyóverunainesperadamuestradecalidez.

—Noprofundizaréenestetemaconusted.Debecomprenderquenosetratadeunafaltadeconfianzaoexcesodediscreción—dijocon loscodosapoyadossobre las rodillas—.Peroaprecioyvalorosupreocupación.Lamentoqueseenteraradeestehechodeformasorpresivay,estoyseguro,confaltadetacto.

Antelaúltimafrase,EmilyseapresuróabuscaralgoquelibraraaAlexanderdeverseacusadodecometerunadiscreción,que,sibienesoúltimonohabríasidounamentira,detodosmodossabíaquenohabíahabidomaliciaenelmuchachoynecesitabaqueelcondelosupieratambién.

—Él no pretendió ser indiscreto, milord—dijo sin fingir que no sabía a quién se refería—. Suhermanoloamayloadmiramásdeloquepuedeimaginar.Tansolosevionecesitadodecompartiresosmalosrecuerdos.

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Johnno semostródisgustado ante la confirmaciónde sus suposiciones; por el contrario, y ante lasorpresadeEmily,exhalóunsuspirocargadodecansancio.

—Avecesolvidoloquesignificóparaél—dijo—.Erasolounniño,tanfrágilcomoloesahora.Sevio,depronto,enmediodelapeordelastragedias.

—LordAlexandernoloveasí,milord.Noselamentaalrecordaraquienesyanoestán;hepodidovercuánhermososrecuerdosconservadeellos.Peroinsistoenqueesusted,suúnicohermano,elquelepreocupa.

Johnsepusodepieyseacercóalalféizardelaventana,apoyóunhombrocontraelmarco,cruzólosbrazosfrentealpechoymirófijoaEmily.

—¿Soydignodelástimatambiénparausted?—preguntó.

—Sí,milord,creoqueloes,aunqueestimoquelapalabraapropiadaescompasión.—Emilynoseamilanóporlapreguntadirectaydesafiante.

—Compasión,lástima…Meresultacasiimposibleencontrarladiferencia.

Ellahabríadeseadotenerunarespuestaapropiadaparaesaamargaaseveración,peronopudopensarenuna.Porfortuna,ono,Johnpareciódecididoaabandonaresaconversiónymiróhaciaelpaisajequese le revelabaante losojos.LamagnificenciadeFalmouthManor se revelabaen todosuesplendorydespertó un sentimiento erradicado hacía muchos años. Ese sentimiento era la nostalgia. Si seconsideraba que John pasaba tan poco tiempo en esa propiedad pese a lo mucho que le gustaba, noresultaba difícil adivinar que hubiera deseado cambiar ese hecho. Sí, amaba Falmouth Manor y seenorgullecíadecadaunodesusrincones.

Abrumada por el silencio, convencida de que aún no había expresado todo lo que deseaba decir,Emilysepusodepieycaminóconseguridadhastaubicarseaescasospasosdedistanciadelconde,conuna vista del exterior tan buena como la suya. Los hombros de ambos casi se tocaban; ambos con lamiradafijaenlalejaníaysimilaresmuestrasdemelancolía.

—Nohaynadademaloeninspirarcompasión,milord.Todosnecesitamossentirqueotroserhumanocomprendenuestrosufrimientoyestádispuestoaprestarnossusimpatía.

LaspalabrasdeEmilyreverberaronenelamplioespacioyempañaronconsualientoelcristal,peroninguno pareció consciente de ello. John no varió de postura, pero tuvo un destello en los ojos, unamuestradeentendimientoqueellanologróver.

—¿Usted necesita esa compasión, señorita Browning? ¿Ha sufrido tanto como para anhelar esamuestrademisericordia?—preguntósininflexiónenlavoz,peroatentoalarespuesta.

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—Sí,milord,hesufrido.¿Lesorprende?—Habíaunleve tonodedesafíoenesaspalabras,peseaquetampocomostróningúncambioensuposturarígida—.Heamadoyheperdidodeformatrágicacomomillonesdesereshumanosenelmundo.Comousted.

John recibió esa aseveración como si se viera frente a la zagadeundescubrimientoque anhelaraatraparyhacersuyo.Sindudar,giróaladerechaparamirarlay,trasvacilarsolouninstante,latomódelcodoconsuavidad.Ignoróquesesobresaltaraylaobligóahacerotrotantoparaquepudieranversealosojos.Emily,pasadalasorpresa,lesostuvolamirada,porprimeravezdeltodohonestadesdeelprimerencuentro,comosilasombraqueparecíaocultarlelossecretossehubieradesvanecidoporuninstante.

—Comoyo,dice.Haamadoyhaperdidocomoyo.—Sinsoltarla,usólaotramanoparasostenerleelmentónymantenerlasmiradasunidas—.Esoeslamentable,deverdad.Sientoqueseveaasímismafrente a semejante sufrimiento. Sin embargo, ¿sabe lo que es la culpa? ¿Ese animal ponzoñoso que tecarcomepordentrodíaadíahastasentirqueeldolortehaceañicos?

Emilynodudóalresponder,conlosojossecosysinunasombraenellos,peroconunaexpresióntaldesufrimientoqueJohnsedebatióentrepedirleperdónporlodicho,tomarlaentresusbrazos,recostarlelacabezasobresuhombroydecirlequenodebíaresponder,yeldeseofebrildeconocersurespuesta.

—Estoyfamiliarizadaconesesentimiento,milord,sí.Leaseguroque,sinembargo,aúnesaspiezaspuedenserrestauradas.Tantocomopuedenserlosisesabequejamásvolveránacrearuntodo,almenosnounoquenoconservelasmuestrasdeesadesesperadareconstrucción—dijoellaconvozbaja,casiunsusurro,sinhacerunsolomovimientoporliberarsedeaquellamanosobresupiel,seducidaencambioante la ideade apoyar lamejilla en ellay cerrar losojos, loquenohizo—.Somoscomounode loshermososjarronesqueadornanestaestancia,milord.Peronointactoscomoestos,sinohechosañicosyvueltosaunir,piezaporpieza.Sinembargo,somostambiénafortunadosenmediodetantodolorporquetenemos razonesparanopermitir jamásque el celoque las une sedesvanezca.Comove, lo entiendomuchomejordeloquepuedeimaginar.

Con esas enigmáticas palabras, Emily guardó silencio, se desprendió del toque de John con unmovimientodelicadoyretomólacontemplacióndelanoche.Éltardóapenasunosminutosenprocesartodasesasrevelacionesquelosumíanaúnmásenelmisterio,perosupo,sinnecesidaddepreguntar,lopercibióenloshuesos,queellaacababadecompartirconélmuchomásdeloquehabíahechoconnadiemás enmucho tiempo. Lo inundó una sensación de satisfacción y orgullo que en otras circunstanciashabríaencontradoridícula.

—Legustalanoche—dijo,encambio,ynotólaformaenqueveíalaoscuridad,conserenaplacidezyningúnatisbodesentirsearrepentidaporloexpuesto.

Emilyasintió.Élleobservóelperfilconinterés.Eraincreíblecómosuvozconservabalaserenidadsinimportareltemaquetratara,comosilahubieraeducadoparaquenodelataraemociones.

—Megusta,sí—respondióellaalfin.

—¿Porqué?

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—Noestoy segura.Es solo…más pacífica. Siento que nadamalo puede ocurrir, que al día no lerestansuficienteshorasparadepararnoscosasdesagradables.

—Hablacomosiestuvieraacostumbradaaeso…Aexperimentarcosasdesagradables.

—Esposiblequeasísea.—Hablóconnaturalidad,eraevidentequenopretendíainspirarlástima—.Despuésdetodo,esesalaformausualenqueaprendemosaapreciarlopositivo,¿nolocree?Nopodríadisfrutardelaclaridaddelanochesinomehubieravistoobligadaaenfrentarunosdíasmuyoscuros.—Seencogiódehombros,suspirócomosisalieradeunhechizoehizounabrevereverenciamientrasdabamediavuelta,listaparamarcharse—.Graciasporeljuegoylaconversación,milord.Creoquepodremosterminarlapartidamañana,esperopoderpresentarunabatallamásdigna.

Él semantuvo inmóvilporunmomento,pensativo,perouna idea leacudióa lamenteyseviodepronto impelido a ir tras ella. La detuvo a escasa distancia, cuando Emily tenía ya lamano sobre lapuerta.

—¡Espere!—dijomezcladepedidoyorden—.Temoqueesposiblequedebamossuspendernuestrascharlasypartidasporunbreveespaciodetiempo.

Noestaba segurode cómo reaccionaría ella frente esa información.Supusoporun instanteque semostraríaaliviada,deallíqueesperarasuspalabrasconanhelo.Emilyapenasgiróunpocolacabezaylomirósobreelhombro,Johncreyódivisarunavisodedesilusiónenesosojos.

—¿Porqué?—preguntócontonosuave.

—UngrupodeamistadesvendráahospedarseenFalmouthManor—dijosindejarenevidenciacuánpocoleentusiasmabalaidea.

—Comprendo. —Hizo un leve gesto al asentir—. Estoy segura de que apreciará contar con lacompañíadeamigos.

¿Loharía?¿Ibaadisfrutarese tiempocompartidoo se sorprenderíaal anhelarotracompañía?Noprofundizóenesepensamiento,deprontoincómodoanteloquelospropiosdeseospudieranrevelar.

—Leharé conocer los cambios quedeberá hacer en su rutina—dijo, en cambio, con el tonomásfirmeyotravezconseriedad—.Esperoquenoseveaincómoda.

—Desdeluegoqueno;estaréalaesperadesusindicaciones.—Hizounalevereverencia—.Buenasnoches,milord.

John no intentó detenerla otra vez. Se mantuvo en silencio y la vio marcharse con expresiónpensativa.Luego,volvióalaposiciónfrentealaventanaypensóennochespacíficas,peroenparticularendíasquepodíaninspirarterriblesrecuerdosysueñoshechosañicos.

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TanprontocomoEmilysubióa lahabitación,y trasverqueMarydormíaallí,sepusouncómodocamisón,selavóelrostroenlapalanganadeaguaquehabíadejadoladoncellaysemetióenlacama,alladodeella,echaunovilloconlacabezapegadaalafríaalmohada.

¿Quéacababadehacer?¿Quéacababadedecir?¿Esquehabíaperdidoeljuicio?Estuvoapuntodeexpresartantascosas,tantasverdadesquehabríanpodidoarruinarlaparasiempreyponerlaenunpeligroque acecharía también a Mary sin compasión. ¿Y por qué? ¿Porque sintió piedad hacia ese hombretorturado? ¿Porque se vio en la necesidad de hacerlo comprender que lo entendía mejor de lo queimaginaba?¿Quenoestabasolo,quelateníaaellaasulado?

Emily sintió cómo un gruñido de rabia le subía por la garganta y le brotaba de los labios. Él nodeseaba esa compasión, no la quería. Sin duda, no tenía ningún interés en ser objeto de tan tristespensamientosdepartedeunamujeraquiennosecansabaderecordarunayotravezsucondicióndesersin importancia, sinmayor valor a sus ojos. ¿Estuvo dispuesta a saltar al abismo por él? Enterró lacabeza en la almohada, con la respiración entrecortada y avergonzada por ese comportamientoimpetuoso.

No: esos secretos eran solo suyos, tantos como las consecuencias de sus actos. Y no iba acompartirlosconnadie;menosconél.Jamásconél.

***

LallegadadelordHenryWilmottrastornólarutinaquetantohabíacostadoimponerenFalmouthManorconlamismafaltadedelicadezaconlaqueunaventisca,alegre,perocaóticaalfin,esparcelashojasescrupulosamentereunidas.

JohnapreciabaaHenry, loconsiderabasumejoramigoyguardaba,además, tantoafectoyrespetoporsupadreque,cuandorecibiólanotaenquelepedíacontantofervoraceptararecibirloaélyaunoscuantosamigosdeLondres,conelfindemantenerunaentrevistaconelcondedeLeicesterpara trataralgunosdelosmuchostemasquemanteníanpendientes,nopudonegarse.Eraelprimeroenabogarporunasoluciónasusdiferenciasynohabríatenidosentidoquepusieraahoratrabasaeseentendimiento.ComprendíalanecesidaddeHenryporverserodeadoderostrosconocidosparamanteneresascharlasqueacostumbrabaaevitar,demodoquenoobjetólallegadadeotraspersonasquehabríapreferidonover,almenosnoenesemomento.

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Lapeculiarsituaciónreinanteenelhogarloteníasumidoencontinuasreflexiones.SibiensesentíasatisfechoporlosevidentesadelantosenlaeducacióndeAlexanderylapresenciadelapequeñaMaryBrowninghabíallenadodeluzlaanteslúgubrepropiedad,eraEmilyquienloobligabaadedicarhorasaintentar resolver esa extraña conducta. No era eso lo único excepcional en ella, ya que no solo seconducíadeformadel tododistintaa laqueestabaacostumbradoaverenotrasmujeres,sinoqueeramásloqueocultabaqueloquemostrabaaquelloquenodejabadedesconcertarlo.Deseabaconoceresossecretos,comprenderlasombraqueteníaenlosojos,esaexpresiónsiemprecontenidaydesconfiadaqueleinspirabaaveceselirracionaldeseodetomarlaporloshombrosyrogarlequeconfiaraenél,queledijeraloquelaatormentabayjurarleporlomássagradoqueharíaloqueestuvieraasualcanceyaúnmásporprotegerladelfuegodelmismísimoinfiernosihicierafalta.

Peroesosapasionadospensamientoserantanprivados;aunpeor,tanconfusosyfaltosdesentido,queno seatrevía aponerlosenpalabras. ¿QuiéneraEmilyBrowning?O,más importante, ¿quiéneraellaparaél?¿Porquénolograbaolvidarloqueleinspirabaymanteníaunadistanciaprudente?Aldespertarcadamañanasedecíaquesí,queeralonecesarioylógico,perobastabaescucharlelasuavevozatravésdeunaventana,verlapasearconeserígidopasoacompañadadeAlexanderyMaryoencontrarseconsumiradaatravésdelamesadurantelascenascompartidasparasaberquesusdeseoseransencillamenteimposibles.Sinsabermuybiencómo,lapresenciadeesamujerlehabíaalteradolossentidosyahoranose reconocía como el hombre de gestos medidos y mil veces sopesados que siempre le habíaenorgullecidoser.

Procurabaconvencerseasímismodequeesainquietudestabainspiradaporunanaturalcuriosidadanteunsertanespecial,peroeralobastantehonestoconsigomismoparareconocerqueesonoseríadeltodoverdad.Eseinterésibamásalládelacuriosidad,semovíaimpulsadoporunamezcladeanheloydeseoqueleprocurabaunprofundofastidio.Eseinterésnopodríatraerlenadabuenoy,sinduda,solosignificaríaunadesdichaseguraalavidadeesajovenqueyahabíaconocidodemasiadodolorparasucortaedad.

DeallíquepesealmalestarinicialqueleprodujoelpedidodeHenryylomuchoquelecostódarsuconformidad,fastidiadoantelaideadeverseobligadoaespaciareltratoconella,sintiótambiénunlevealivio.Quizás esa obligadadistancia lo ayudara a echarle una luzde sensatez a sumente.Necesitabaretomar las riendasde lospensamientosyvolveraversea símismoentresusconocidos londinenses,quienes reconocían y admiraban al poderoso y temido conde de Falmouth, quienes esperaban que secomportara de acuerdo a su reputación, la cual, desde luego, no incluía pasar horas sumido en lacontemplaciónde una figura femeninaquenomostrabamayor interés en él y quien, además, escondíatantoquelaideadeescudriñarentresussombrasleprocurabaunescalofrío.

No, no había lugar paraEmilyBrowning en la vida del conde deFalmouth.Esa visita forzada loayudaríaarecordarlo.

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***

—El aire del campo le sienta bien, señoritaBrowning, si es tan amable de aceptar unhalagode estehumildeservidor.

EmilyrecibiólaspalabrasdeHenryconunasonrisatensayunasentimientorígido.Sabíaquellegabadesde la tarde del día anterior gracias a la señora Brown, que, pese a su natural discreción, habíadesarrolladoungeneroso,casimaternal,afectoporEmilyyMary,deallíqueprocuraracompartirconellaslasnovedadesquelellegaban.CuandoelcondeledijoaEmilyqueesperabaaalgunasamistadesde Londres, no mencionó nombres, pero fue la señora Brown quien compartió algunos de ellos. Lamayoría le eran desconocidos, pero el nombre de lordWilmot sí que le resultó familiar y no fue unreconocimientoagradable.

ErajustoreconocerquesolohabíavistoalordWilmotporunbreveespaciodetiempoenesarápidavisitaalacasadelcondeenLondres,peroesobastóparahacerseunaideadeltemperamentoquetenía.Sibienloconsiderabacasiinofensivo,nodejabadeencontrarmolestoelinterésquemostróenella,elmismoque,comoconfirmóconfastidiadacerteza,renovóalverlaenFalmouthManor.

Peseaquehizotodoloposiblepormantenerunadistanciaprudenteconlosinvitados,lordWilmotselashabíaarregladoparadarconellaenlabibliotecaalamañanasiguientedesullegadaehizocomoquenosediocuentadelaabiertasequedadqueellalehabíamostrado.MientrasseencargabadebuscarunoslibrosparalaleccióndeAlexander,élocupóunsillónconademánperezosoylaobservósindisimularcuriosidad.

—Nohacontestado,señoritaBrowning—dijodenuevoparadistraerla—.¿Aceptamihalago?

Emilysuspiróunavezmás,tensóloshombrosygiróparaobservarloconexpresiónseria.

—Desdeluego,lordWilmot;esmuygentildesuparte.Gracias.

Sin agregar más, volvió a explorar la biblioteca, pero, pasados unos minutos, la interrumpió denuevo.

—Estoyansiosoporqueelrestodelgrupolaconozca.

Emilydetuvolamanoenelairecuandoseaprestabaatomarunpesadovolumenylomirósobreelhombroconelceñofruncido.

—Siserefiereaserpresentadaasusamistades,nocreoqueseaconveniente.

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Elgrupo,talycomoHenrysereferíaalaspersonasquehabíanllegadolatardeanterioryaquienesaún no había visto, estaba compuesto, según la invaluable información proporcionada por la señoraBrown,porcincocaballerosycuatrodamas,quienespersonificabanlaeleganciadelaaristocraciayelglamour fácil de relacionar con Londres. Desde luego que Emily no había intentado verlos, aunqueapenaslogrócontenerlacuriosidaddeMary,quieninsinuóobservarlosporlabarandilladelasescalerascuandoseencaminabanalcomedorlanocheanterior.

Por fortuna,elcondenohabíasugeridoque losacompañaradurante lacena;alparecer,ahoraqueestabarodeadodeamigos,noveíalanecesidaddecompartirlamesaconlaaburridamaestraqueteníaladesagradablecostumbredellevarlelacontraeinspirarlefastidio.Emilyodiólaásperasensaciónenelpechoque le provocaron esospensamientos.Debióhacerun esfuerzoparadesterrarlosde sumenteyprestaratenciónaHenry,quecontinuabaconlachácharapesealescasointerésqueellamostraba.

—Ah,lasconveniencias,señoritaBrowning.Nolesconcedamayorimportancia;estoysegurodequeseráunéxito.Desdeluego,suseñoríaestaráencantadodecontarconsupresencia.—Henryesbozóunamuecairónica—.Tengoentendidoqueustedhasidolaúnicacompañíaquetuvodesdequellegaron;élnohablamuchoalrespecto,perodebedeechardemenosaunaacompañantetan…inspiradora.

Emily no respondió, pero exhaló un discreto suspiro de alivio al encontrar el último libro quebuscabayseapresuróaapilarlosobreelpequeñomontónenelaparador.

—Esmuygentilalconcedermeesacualidad,milord.—Levantóloslibrosparasujetarloscontraelpechoyhablóporsobreellos—:Peronocreosermerecedoradeello.Sinduda,lordFalmouthdisfrutarádecadasegundodelaestanciademilordaquí.

Henrylaobservóconmiradacalculadoramientrasabríaycerrabaelpuñoderechoyusabalamanolibreparasacudirunapelusainexistentedelsofáenelqueseencontrabasentado.

—Esopensabaenverdad,sí;aJohnsiemprelehagustadopresumirdesumagníficohogar.—Señalóla amplia y elegante estancia con unmovimiento burlón—. Sin embargo, noto cierto desinterés en él,comosisusideasnofueranlasmismas.

Emilybajólamiradayfingióinteresarseporelestadodeloslibrosquellevabaalaalturadelpecho.

—TalvezdeberíapreguntarlealordFalmouthelmotivodeesadesidia.—Eltonoqueusófuemásásperodeloquedeseaba.

Henryfingiópensary,enelproceso,sequitóunmechóndellaciocabellocaídosobrelafrente.

—Noharáfalta,miqueridaseñorita.Talveznolosepasiquiera,perolacaballeríallegaráprontoyapostaríamiasignaciónaqueFalmouthdisfrutarádelasedio.

LaspalabrasdeHenryfueronenigmáticasyparecíanencerrarunsignificadooculto,loqueleinspirócuriosidad.

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—Cuandoserefierealacaballería,enverdadquieredecir…—Emilylogróquesuazoronofuerademasiadoevidente.

—Una amiga, querida dama, aunque lo es mucho más de John que mía. Ella, sin duda, lograrádespertarle el entusiasmo. —Chasqueó la lengua y pasó una mano sobre el frente del chaleco,exquisitamentebordado.

Emilynonecesitópreguntarmás,solofruncióloslabiosehizoungestodeasentimiento.

—Comprendo—fuetodoloquedijo.

Wilmotlaobservódarunrodeoparadejaratráslosestantesycaminarcasiasualturaendirecciónala puerta. Sin embargo, Emily no pudo llegar hasta allí porque él se puso de pie con un rápidomovimientoylebloqueóelcamino.

—Laheescandalizado,cuántololamento.—Elarrepentimientonoeramuynotorio,porelcontrario,parecíasatisfechodesureacción—.Loqueocurreesquemeinspiratantaconfianza,señoritaBrowning.Hayalgoenustedqueinvitaalaconfidencia,¿selohandichoantes?—Noesperóunarespuesta—.Peroapreciaríaquenomencionaramiindiscreciónasuempleador,temoquenoleharámuchagracia.

Emilyledirigióunamiradacargadadeindiferencia.

—Nohaynadaquedebamencionar,lordWilmot.—Señalólapuertaconunmovimientodecabeza—.Simepermite,lordAlexandermeespera.

Élseencogiódehombrosehizoungestodisplicente.

—Nodudodequeelmuchachopuedaesperar.

—Procuroeducarloparaque respetey llevea lapráctica lavirtudde lapuntualidad.—Emily fuetajante,yasindisimularsuincomodidad.

Henry hizo unamueca divertida. Parecía listo para elaborar una nueva réplica, pero una voz quesurgiódeloaltolossorprendióaambos.

—Unavirtudquecelebroyaprecio, sinduda; lapuntualidadnuncaseráestimada lo suficiente.—Johnbajabalasescaleras,surgidodelpisosuperior,sindejardemiraraunoyaotro.EmilylenotóunchispazodeiraenlosojosaldirigirseaHenry—.ApreciaréquepermitasquelaseñoritaBrowningvayaacumplirconsusobligaciones.

Henrynoparecióintimidado,tansolosehizoaunladocongestogalanteysinabandonarlasonrisa,momento que Emily aprovechó para dirigirse a la puerta, no sin antes hacer una leve reverencia endirecciónaJohn,queélcorrespondióconunasentimiento.

Cuandoellasemarchó,lordFalmouthseacercóaHenryylomiróalosojos.Erancasidelamismaaltura,pero,mientrasunosonreía,elotromostrabaungestoceñudo.

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—¿Quétantooíste?—Hablóconsencillez.

—Losuficiente.—Johnse inclinóunpocohaciaél—.Habíaolvidadoquetienesdificultadesparacaptarlasutileza,peropenséqueenestecasoenparticularnoharíafaltaunaadvertenciaclara.Esobvioqueestabaequivocado.Cuando tedijequeprohibiría tupresenciaaquí siprovocabasalgúnproblemaconlaseñoritaBrowning,lotomasteabroma.Sinembargo,meconoceslosuficienteparasaberquenobromeoconfacilidadymenosencasoscomoeste.Dime,Henry,¿deboordenarquepreparentuequipajeparaturegresoaLondres?Measegurarédequenotomemásdediezminutos.

Lord Wilmot recibió la explícita amenaza con variadas emociones. Aunque procuró mostrarserelajadoeinclusodivertido,Johnnotóqueenverdadseencontrabairritado.

—Nocreohaberprovocadoningúnproblema, tan solocharléunmomentocon tu esquivamaestra.Desde luego, si piensas que he podido ofenderla de cualquier forma, estaré encantado de ofrecerledisculpas.—Henry no se detuvo y elevó un poco elmentón con gesto burlón—.Aunque debes habernotadoqueellanoparecióenabsolutocontrariadapormispalabras;esunajovenexcepcionalylamentoqueexagerestupreocupaciónporella.

Johncomprendiódeinmediatoadóndedeseaballegary,trasdirigirleunamiradacargadadefastidio,sealejóunospasosylediolaespalda.

—TantolaseñoritaBrowningcomosuhermanaseencuentranbajomiprotección;nopermitiréqueseanincomodadasdecualquierforma.Esciertoqueellanomostrómayoralteraciónfrenteatufaltadetactoeimprudencia,peroesosedebeaqueesunadama.

—Insistoenqueexageras,peroreiteromisexcusasytanprontocomolaveadenuevo…

Suamigodiomediavueltaparamirarloconseveridad.

—Yomeencargarédehacerlellegartusexcusas,lascualesestoyseguroaceptará.—Bajóunpocolavozalcontinuar—:Ytútemantendrásalejadodeellasideseaspermaneceraquípararecibiratupadre.

Fueunaapuestaarriesgada,sinduda.Wilmotpodíaserdisplicenteyrelajadoenextremolamayorparte del tiempo, pero era también orgulloso y aun su aparente indiferencia corría el riesgo de versesobrepasada si comprendía que estaba a punto de verse expulsado de Falmouth Manor. En otrascircunstancias se habría dejado llevar por un arrebatode ira ymarchadopor sus propiosmedios; sinembargo,yallílabrillantezdelajugadadeJohn,élnoharíatalcosaalsaberqueasífrustraríalareuniónconsupadre.Además,eraquienhabíareunidoalosotrosvisitantesyhabríasidomuyextrañoquelosdejarasinunaexplicaciónrazonable.

—Espero que seas consciente de que te comportas de forma irracional, pero asumiré que actúasllevado por tu gran sentido del deber. —Henry cedió de mala gana, con los brazos abiertos en unexageradollamadoalapaz.

Johnnorespondióysuamigoloobservóconrenovadointerés.

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—Tepreocupasdemasiadoporella—dijo,provocador—.Esunaactitudloableenunempleadorenestostiempos,pero,deestarentulugar,procuraríaserunpocomásdiscreto.AEloisenolegustará.

Antelamencióndelamujer,queparasuprofundomalestarHenrysehabíaencargadodeinvitarparaqueseunieraalgrupoenlospróximosdías,hizounamuecadefastidio.

—Eloisenodaráproblemas,yomeencargarédeello—dijo—.Ylomismovaparati,aléjatedelaseñoritaBrowning.Nohabráunaterceraadvertencia.

Henry hizo una burlona reverencia en señal de haber entendido la nada sutil amenaza, pero en suinteriordisfrutómuchoelimaginarloqueimplicaríalallegadadeEloiseaFalmouthManor.

***

Los visitantes pasaban la mayor parte del tiempo volcados a una serie de actividades que Emily nolograbacomprenderdeltodo.Lasdamascasadasacostumbrabanalevantarsemuyavanzadalamañana;entantolasmásjóvenesyloscaballerospreferíancompartireldesayunoalgomástemprano,paraluegodedicareltiempoadistintosentretenimientos.Segúnsupo,porloscomentariosdelaseñoraBrownydesupropiaydiscretaobservación,llevabanacabosencillasexcursionesporlosalrededoresculminadascon sendos picnics al aire libre; además destinaban parte de la tarde y de la noche a disfrutar de sucompañía,compartir lacenayenfrascarseendiversos juegosdemesa, sinolvidar lasdemostracionesmusicalesdealgunasdamas.Enunaocasión,cedióalosruegosdeMaryyaceptómirardesdeloaltodelasescalinatascuando lasdamassedirigíanal salónydejabana loscaballerosenelcomedor:debióreconocerquetodasseveíanextraordinarias.

Esefueunodelosescasosmomentosenquecedióalaescasavanidadqueposeíay,aldespedirsedesu emocionada hermana y retirarse a la habitación, se detuvo frente al espejo para observarse conatención.Llevabaelmismovestidoqueusabacadanocheparacenar,antesconelconde,enlaactualidadconMaryenelsaloncitoanexoalahabitación.Nuncasehabíadetenidoapensarquepudierahaberalgodemaloenélycontinuabaconvencidadequeeraapropiado,pero,porunmomento,unpequeñoespaciode tiempo,sepreguntócómoseveríasien lugarde llevaresasevera indumentariaoptaraporalgounpocomenos…sombrío.Hizounamuecaalrecordarqueesafuejustolapalabraqueutilizóelcondeparareferirseasuaspecto;esobastóparaqueledirigieraalespejounamiradacargadadedesprecio.

Nonecesitabauntrajefastuoso,nadasimilaralosquellevabanlasinvitadasdesuseñoría.Seveíatalycomoera:apropiadoparaunamaestradiscretaquepasabadesapercibidaparalamayorpartedelosvisitantes. El único que mostraba interés en ella era Henry, lo que le resultaba cada vez más

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desagradable.Nopodíadecirquefueradescortésolaofendieradecualquierforma,perohabíaalgoensumirada, una burla soterrada y una curiosidad que era evidente le costaba contener, que aEmily leprovocabaunapoderosaaprehensión,deallíquehicieragrandesesfuerzospormantenerladistancia.

Y el conde…Los pensamientos que él tenía eran aúnmásmisteriosos. Si bien pareció de verdadapenado cuando le informó que deberían cancelar las cenas y juegos en tanto durara la visita de susamistades,Emilyempezabaapensarquenosetratómásquedeungestocortésydignodeuncaballero.Pesea laacostumbradafranquezaquedemostraba,sindudaexpresar loaburridoqueseencontrabadetolerar cada noche su presencia era una opción que no podía llevar a cabo. Pero la llegada de losvisitanteslolibródetenerquecontinuarconesadesagradablelabor.Emilydeberíasentirsealiviadayagradecidaporcontarconesanuevalibertad,peroeraciertotambiénqueechabademenoslascharlassostenidasconél,aunquemuchasdeellasfueranverdaderasbatallasdeingenio.

Sepreguntósiéltambiénextrañaríasiquieraunpocoesasconversacionesylaspartidasdeajedrez.Sinembargo,si tomabaporciertaslaspalabrasdelordWilmot–eraaltamenteposiblequelofueran–,cualquiersentimientodepesadezymelancolíaqueJohnpudieraalbergardesapareceríacomoporobradegraciatanprontocomoladyEloiseKendallaparecieratriunfalenlapropiedad.

Eloise. Sin duda era un nombre hermoso al cual la dueña le haría honor. La señoraBrown habíacomentadoconinocentesimplezaquenoseríaesalaprimeravisitaFalmouthManoryquetodosquienesla veían quedaban siempre admirados tanto por su belleza comopor su encanto.Aunque no llevó tanlejoslasconfidencias,resultabaobvioquelaconsiderabaunadamaqueelcondedebíadetomarmuyencuenta si decidía tomar a una nueva esposa para que se convirtiera en la condesa que reinara en esamajestuosapropiedad.

Emily no deseaba hurgar en las razones por las que esa idea le resultaba tan desagradable y leprovocaba una incómoda aprehensión que le nacía en el pecho y le subía hasta la garganta.Quizá sedebieraalnaturaltemordeloqueeseenlacepodríasignificarparaellayMary.SilaposiblecondesadecidíaquenodeseabacontarconsupresenciaenFalmouthManor,entoncesseveríanenlaobligacióndeabandonaresepequeñorincóndelmundoquesehabíaconvertidoenunhogar.

Sinembargo,mientrasnosupieraconseguridadquétantohabíadeverdadenlassuposicionesdelaseñoraBrowny en lasmaliciosas palabras deHenry, no tenía sentido preocuparse y perder horas desueñoparapensareneso.Endefinitiva,debíaabandonarlaridículaimpresióndesentirseinferiorantelas invitadasdesuseñoría;nopodíacompararseaellaspor lasimpleysencillarazóndequenoeraniguales.Losuposiempre:erantandistintaaellascomotambiénalconde.Máslevalíanoolvidarlo.

***

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Pasadoslosprimerosdíasdesdelallegadadelosvisitantes,unavezquesehubocomportadocomounanfitriónejemplar,JohnempezóaausentarsedealgunasdelasactividadesprogramadasporHenrycontanto esmero, loqueno le fuedel tododifícil yaque, si bien loshuéspedespodían considerarse casiamigos,eran tambiénpersonasque lohabían tratado losuficienteparasaberquenuncaobtendríandeltodosuatención.MientraspudierandisfrutardelacomodidaddeFalmouthManor,ningunoseatreveríaaexigirunaatenciónmayoralaqueélestabadispuestoacompartir.

SoloHenry expresaba ciertamolestia por esa desconsiderada desidia, como llamaba a su actitud,perounavezqueJohnlerecordóqueesareuniónhabíasidosuideayestabadestinada,despuésdetodo,aforzarunencuentroconelpadredelordWilmot,loquesetraduciríaenunbeneficioparaél,noatinóaelaborarningunaréplicaconvincenteydebiócontentarseconguardarsilencio.

Unamañanaenquelosinvitadossehabíanmarchadoenunaexcursiónparavisitarlosrestosdeunaabadía en los lindes de la propiedad, John se sintió no solo aliviado por esa ausencia, sino tambiéndecididoautilizaresalibertadparahaceralgoquedeseabadesdehacíavariosdías.

Sindudar,sedirigióalosjardinesenbuscadelasrisasquellegaban,comoenotrasocasiones,hastasuoficinayque leprovocabanunapoderosaatracción.A findeevitar encontrarseconalgún invitadorezagadoalquesevieraenobligacióndeatender,saliódelacasaporunapuertalateralytuvoquedarunrodeohastallegaralascercaníasdelpequeñoinvernadero.SepermitióunmomentodecontemplaciónparaadmirarloscambiosefectuadoseneledificiodesdequehabíasidopuestoenlascapacesmanosdelapequeñaseñoritaBrowningysonrióconunvisodeternurapocohabitualenél.

Su llegada, por supuesto, no pasó inadvertida: apenas llevaba unos minutos en la puerta delinvernaderocuandoelmurmullodevocesysonorasrisassedetuvoporcompleto,loqueprovocóquelassustituyeranporunamuecaceñuda.AlverqueeraAlexanderquiensalíaconpasopresuroso,ademásdeunamezcladesatisfacciónynerviosismo,seadelantóhastallegarasualturayloobservóconunacejaalzada.

—Hola, John.—Sacudió las manos cubiertas de tierra frente a sí con movimientos bruscos queayudaronpocoasusintenciones,peroelcondeseabstuvodehacercomentarioalrespecto—.Estamosenmediodeunalección.

LordFalmouthesbozóunasonrisacargadadecuriosidad.

—¿Unalección?¿Aquí?—preguntó.

—Sí,desdeluego.Debotánica.—Larespuestafuetansencillaquesuhermanodebióasentirafindemostrarqueestabadeltododeacuerdoconeseprácticocomentario—.LaseñoritaBrowningdicequelamejorformadeaprenderesllevarlaeducaciónalapráctica,demodoque,entantoayudamosaMaryconlaslaboresmáspesadasenelinvernadero,podemostambiénaprendermuchoacercadelasespeciesqueseencuentranaquí.LaseñoritaBrowningnoshamostradoellibromásinteresante…

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Porconfusaydesconcertantequepudiera ser la charladeAlexander,habrían tenidoqueobligaraJohn para que la interrumpiera, tan impresionado se encontraba por el evidente cambio que logróvislumbraren suactitud.Noeraquemostrabauna seguridaden símismomuynotoria; sinduda, teníamuchoporaprenderacercadeveralaspersonasalosojosalhablarymanteneruntonomásfirme,peroaunconaquellospequeñosfallos,suprogresoeranotorioysefelicitó,comohabíahechoenlasúltimassemanas,dehaberseguidosusinstintosyconvertiralaseñoritaBrowningenmaestraycompañera.

—Mecomplaceoírlo.Estoydeacuerdoenqueesunmétododeenseñanzaadmirablequedebeserfelicitado —dijo mientras miraba tras el hombro del muchacho—. ¿Dónde está ella? Y la señoritaMary…

Alexandersiguiólamiradaehizoungestosencilloparaabarcareledificio.

—Enel invernadero,peronohannotado tu llegadaporqueestánmuyocupadas trasplantandounasrosas.—Elmuchachohizoungestotímidoparaquelosiguieraalaentrada—.Tambiényolohacía,perosalíunmomentoatomaraire:elolordelasflorespuedeserabrumador,peronoquierodecirlofrenteaMary,nomegustaríaofenderla.

Johnasintióanteesaspalabrasenseñalderespeto.Silograbamostraresacortesíaybuenasmanerasydejardeladolatimidez,seríasindudaunhombreexcelente.Eralaprimeravezquepensabaeneso.Sesintióunpocoavergonzadopornohaberlohechohastaentonces.Alexandererasuherederoymerecíaunamayormuestradeinterésdepartedeél.DenoserporlapositivainfluenciadelaseñoritaBrowning,quizánolohabríavistonuncaporsímismo.

Lacausadesuadmiraciónapareciófrentealéltanprontocomocruzóelumbralydetuvolamiradaenelencantadorcuadroqueellaysuhermanarepresentaban.

Mientras la joven Mary se encontraba sentada frente a una gran mesa en el centro del espaciocircular, con expresión concentrada y las manos que acariciaban una flor que no había visto hastaentonces,Emily ibadeunladoaotroycargabadepósitosparaserusadoscomomaceterosyveíaconexpresiónpensativaelespacioquepodríautilizarparaesospropósitos.Johnnotóquellevabaelcabelloatado con fuerza en lo alto tal y como era usual en ella, pero debido al esfuerzo físico, unos cuantosmechones oscuros le caían sobre el rostro, los mismos que ella intentaba despejar con una serie deresoplidos que despertaron en John un hasta entonces desconocido instinto de protección. ¿Peroprotegerladequé?¿Deensuciarselasmanoscontierra?Eraridículo.

Sindetenerseacavilarenloextrañodeesospensamientos,diounospasosmásysedetuvofrenteaMary,quehabíadejadolafloryahoratomabanotasconrapidezenuncuadernodecubiertaantigua,peroreluciente.

—Buenosdías,señoritas—saludóconunainclinacióndecabezaaMaryyaEmily,quienloobservóconcuriosidadalverlo—.Esperonomolestar.

Emilyserecuperódelasorpresaconrapidezylerespondió.

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—¿Cómopodríamolestarnos,milord?—Susurróconuntenuetoquemordazenlavoz—.Todoloquehayaquíessuyo,somosnosotrosquienesagradecemoslaoportunidaddeestarenestelugar.

Johnno formuló la réplicaquehabríadeseadoexpresar,nopor consideraciónaunadama,yaqueencontraba divertido e interesante hacerla presa de las burlas, lo que ella sabía muy bien, sino quepreferíamanteneresasamistosasdiscusionesenprivado.Esacuriosa interacción lespertenecíasoloaellos.Demodoque,en lugarderespondercomosindudaellaesperaríaque lohiciera,seencogiódehombros, caminó hasta llegar al lado suyo y tomó unos recipientes de sus manos con movimientosmedidos.

—Me conmueve su consideración, señorita Browning, pero es justo señalar que, aun cuando esteedificioespartedemipropiedad,nuncaloconsiderémío.Suhermana,encambio—observóalaniñacon una sonrisa carente de burla—, ella sí que actúa como ama y señora de este pequeño reino.Alexanderesunvasalloextraordinario.

EmilylesiguiólamiradaynologrócontenerunasonrisaalobservarcómoMarycontinuabaconlainspeccióndelasrosassobrelamesayAlexandersemostrabaatentoareemplazarlaparatomarnotasdelosavances.

—Norecuerdocuándofuelaúltimavezquelavitanfeliz.—ElsusurrodeEmilyfuetanquedoqueJohndebióinclinarseunpocoparaoírla.

—¿Yusted?—preguntómientraslamirabaalosojos—.¿Esfeliztambién?

Ellasolodudóuninstanteantesderesponder.

—Feliz—repitió con lamirada fija en lasmanos que sostenían una delicada vasija—.No lo sé,milord,peromesientoenpazyparamísignificalomismo.

—Noeselmismosentimiento.

—Comodije,loesparamí.—Lomiróalosojos,yélvioseguridadenellos.

Habríanpodidocontinuaresapeculiarconversaciónsostenidaensusurrosymiradasfugacesdenoserporelsonidodeunmueblequecayó,loqueprovocóqueambosleprestaranatenciónaeso.

Al parecer, Alexander se había puesto de pie para dirigirse a un gran armario en un rincón delinvernadero y, al hacer el intento de llegar al estante más alto, una gran caja se tambaleó sobre él,sostenidaapenasporunosfrágileslazos.Sindetenerseapensar,Johnseapresuróallegarhastaél.Loobligóadarunospasoshaciaatrásconunmovimientobrusco,atiempoparaquelacajasesoltaradelasamarras y cayera con un golpe seco sobre el brazo porque no pudo hacerla a un lado con la manoderecha.

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Johnemitióungruñidoporel impactodelgolpey se llevó lamanoalpecho.Permaneció inmóvilsoloporunossegundosqueparecieronhorasparaquienesobservaronsureacción.Alrecuperarelairecontenidoporeldolorymirartrasél,sabedordeserobjetodevariasmiradas,seforzóabajarelbrazoymostrarungestoindiferente.

—¿Estásbien,John?

La pregunta de Alexander fue hecha con tono dudoso, incluso asustado, pero era notoria supreocupaciónsincera,demodoqueélasintióconbrusquedad.LuegomiróunavezmáslacajasobreelpisoyalasjóvenesBrowning,queloobservabanensilencio.Emilyparecíaestarapuntodehaceruncomentario,peroéllacortóantesdequepudieradecirnada.

—Debomarcharme,tengoasuntosqueatenderantesdequelosinvitadosregresendelaexcursión;hasidounplaceracompañarlos.—Inclinólacabezayseñalóeldesordenconunamuecadefastidio—.Veréqueunadelascriadasseencarguedearreglaresto.

Sinesperarrespuestanidirigirlesunanuevamirada,semarchótrascerrarlapuertatrasdeél.

Tanprontocomosequedaronasolas,MaryseacercóaEmilyylasujetóporlamangadelvestido.

—Nocreoqueestébien—susurróuntantotemerosa.

Suhermanaasintió,pensativa.

—Tampocolocreo—reconoció,paraluegomirarlaconatención,lomismoqueaAlexander—.¿Porquénocontinúanconlaslabores?Volveréenunmomento.

Dejóel invernaderoconpasorápidoydecidido,segurade loquedeseabahacerysindetenerseapensaruninstanteenloinapropiadodesusintenciones.Cruzólaentradaprincipal,dejóatráselampliovestíbuloysedirigióalalasur.

Solodetuvoelpasoapresuradoalllegaralapuertadelaoficinay,unavezallí,aspiróconfuerzayasomólacabezaenelinterior.

Talycomosupuso,elcondeseencontrabaallí,sentadoenelsillónqueocupabacadanochedurantelaspartidasdeajedrez,peroélnopareciónotarsupresencia.Nollevabalachaquetadeltrajeysehabíaarremangadolacamisahastaelcodo,loquedejabaalavistaelantebrazo,quecontemplabaconelceñofruncidoalavezqueabríaycerrabalamanosindisimularungestodedolor.

—¿Milord?

SiaJohnlesorprendiólapresenciadeEmily,nolodemostró.Apenaslevantólavista,laobservósinrevelarningunaemociónyprestóatenciónalacausadesumalestar.Ellasuspiróanteesaveladamuestradedesinterés,peronoquisoqueélnotarasudesencanto,porloquediounospasosmáshastaquedaraescasadistancia.

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—Leduele.—Fuemásunaafirmaciónqueunapregunta,peronohabíaasomodelástimaenlavoz—.¿Hayalgoquepuedahacer?

Johnsacudiólacabezadeunladoaotro.

—Gracias, señoritaBrowning,peronoseránecesario—respondióalcabodeunmomento;suvozsonabacontenida.Emilynopudodescifrarsisedebíaaldoloroalfastidiodeverlaallíenesemomento—.¿DóndeestáAlexander?

—LordAlexanderymihermanaestánportrasplantaralgunasdelasfloresqueMaryencontróenelinvernadero.

—Yaveo.¿Yporquénoestáconellos?

—Creíquepodríaserledemayorutilidadausted.

John levantó lamirada, y Emily notó un hilo de sudor que le caía desde la sien hasta elmentón;chasqueólalengua,dejandolaprudenciadelado.Sindarletiempoaquepudierareaccionar,tomóunadelassillasylaacercóconfacilidadhastaubicarlaalladodeladelnoble;luego,sesentóyloobservóconseriedad.

—¿Hay algo que pueda hacer?—Al hacer de nuevo la pregunta, procuró imprimirle un tinte deautoridadalavozquenosehabríaatrevidoausarenotrascircunstancias—.Sehalastimadolamano.

—Excelenteobservación,señoritaBrowning.—Johnrecuperóel tonomordaz—.Tantaperspicaciamedejaatónito.

Emilyloignoró.

—Sumanoyaestabadañada,¿verdad?Enelaccidente.RecuerdoqueparecíaincómodoyadoloridoenlaconsultadeldoctorJohnson.Henotadotambiénquelecuestahaceralgunosmovimientos.

—Nohabíaadvertidoquemeobservaracontantaatención;mehalaga.

—Puedeburlarse todo lo que desee, pero solo perderá tiempovalioso que podríamos emplear enaliviarleeldolor.—Emilylesostuvolamiradasinpestañear—.¿Quéhaceensituacionescomoesta?

Johnpareciórendirseanteesaobstinaciónydejócaerlacabezasobreelrespaldardelsillónconlamiradafijaeneltecho.

—Encontraráunungüentoenelúltimocajóndelescritorio—dijoconvozmonótona—.Aladerecha.

Emilynoesperóaquerepitieralasindicaciones,sepusodepieconrapidez,seacercóalescritorioybuscó hasta dar con un recipiente que reconoció como uno de los que acostumbraba a usar el doctorJohnsonparasurtirlasrecetas.Loabrióentantoseacercaba,y,alllevárseloalanarizparaolisquearelcontenido,tuvolasorpresadepercibirunoloragradablequelerecordóasumadre.

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—Lavanda—dijoenunsusurro.

Elcondelaescuchóylamiróconcuriosidad.

—¿Disculpe?

—Elungüentohuelealavanda;amimadrelagustaba.—Emilysacudiólacabezaparadespejaresosrecuerdosyvolvióaocuparelasiento—.¿Estoloayudará?

—Sí;esbastanteefectivo.

—Muybien.—Emilysujetóelrecipienteconunamanoyextendiólaotra—.Lamano,porfavor.

Johnfruncióelceñoymantuvorígidalapostura.

—¿Mimano?—repitió.

—Sí,paraaplicarelungüento.

Élhizoungestodefastidioalcomprendersusintenciones.

—Noseránecesario,soycapazdehacerlosolo.

—Nolodudo,milord,peroyopuedousarambasmanosyserámáseficaz.

—Elusarsolounamanonomehageneradoningunadificultadenelpasado.

Emilysuspiró,decididaanoperderlapaciencia.

—Porfavor,milord,permítamequeloayude;estoyacostumbradaatratarconenfermos.

—¡Noestoyenfermo!—Laobservócomosiacabaradedecirunablasfemia.

—Claroqueno,tienerazón;discúlpeme,hasidounaexpresióndesafortunada—dijodeinmediatoalcomprender su error y suavizó la voz para no sonar tan impositiva—.Loque pretendía decir con tanmalosresultadosesquesécómoaplicarunungüentocomoestey,enverdad,megustaríaayudarlo.Porfavor.

El conde pareció aceptar las disculpas, porque relajó el semblante. Tras unmomento en silencio,asintiódemalaganayextendiólamanoderecha.Emilyseapresuróadejarelungüentoenlamesita,dedonde podría tomar cuanto necesitara con facilidad, y le sujetó la mano entre las suyas con unmovimientodelicado.

Nolohabíanotadohastaesemomento, loqueno teníaporquéserdel todoextraño,yaqueera laprimeravezquepodíaobservaraplacerlasmanosdeJohn,queseveíanfirmesyfuertespeseaquesucuidado aspecto revelaba que pertenecían a un aristócrata poco acostumbrado al trabajo físico. Sin

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embargo,pudoobservarlascicatricesquelebajabandesdelamuñecahastaelcentrodelapalmacomounrayoquehubieracaídoparadejarunmalrecuerdoylashuellasdelimpacto.

Sinatreversealevantarlavista,lesujetólamuñecaconlamanoizquierda,seestiróparatomarunpoco del ungüento en la derecha y empezó a esparcirlo conmovimientos rítmicos y cuidados. Partiódesdelaarticulacióndelamuñecaconmuchaprecaucióndenoprovocarundolorinnecesarioylehizoluegosuavesmasajesenlapalmahastasentirelcalordelapielrestregadacontralasuya.Nosedetuvohastahaberleesparcidoelungüentoencadaunodelosdedosmientrassubíaybajabaparaasegurarsedequenolequedaraniunsoloespaciodepielsinladebidaatención.Lafricciónprovocóqueelaromadelungüentoseintensificara;acadamomentoelagradableolordelalavandayotroscomponenteslellegabaconmayorfuerzaalanariz.

¡Quécuriosasensación!,agradabledemanerasorpresiva.Elcalorqueemanabalapieldelcondeyese aroma que no podía dejar de relacionar con su madre la transportaron a tiempos más felices, eincluso a la sombradeun futuroque sepresentabadifuso, como salidodeunode esos sueñosque laasaltabancontantafrecuencia.

No supo durante cuánto tiempo se mantuvo en esa rígida posición, inclinada y con expresiónconcentradasinabandonarlalabor;solosedetuvocuandosintióquelamanodelcondeardíayquelasuyacompartíaesacalidez.Entoncesdetuvolosmovimientos,flexionólosdedosylaarticulacióndelamuñecaconextremocuidadoyladejócaerconsuavidadmientrasdejabalassuyassobreelregazo,sinlevantarlavistaysinperderlaexpresiónserena.

Guardósilencioalaesperadecualquierreaccióndelconde,inclusodeunodesusataquesproductodelhumorácido,hastaquizáqueseburlaradesuescasahabilidadcomoenfermera,peroélnohizonadadeeso.En realidad,nuncahabríapodido imaginar loque ibaahaceracontinuación,yquizá fuera lomejor,porqueauncuandolointuyera,nohabríasabidocómoreaccionar.Loúnicodeloquefuedeltodoconscientefuedelasmanosdelcondesobresusmejillasyelextrañocosquilleoquesintióalobservar,inmóvil,laformaenqueleacercabaelrostroalsuyo.

***

MientrasEmilyseafanabaenungirelungüentosobrelamanodeJohnconlaexpresiónmásdecididaqueélhabíavistoenunapersonahastaesemomento,nopudodejardeadmirartambiénlaformaenqueelcabellooscuroselesacudíaporloscontinuosmovimientosyelhechodequenodejaraderesoplarsin

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una pizca de delicadeza para retirárselo de la frente. Esasmanos semovían, delicadas y ágiles, y lerecorríancadacentímetrodepielsindetenerseunsolomomento.Eralaimagendelalaboriosidad,lasmejillassonrosadasylarespiraciónalgoagitadaporelesfuerzo.

Cuandodetuvolosmovimientosyledejócaerlamanoheridaconsuavidad,luegodequeasumieraesaposturadepacienteespera,élgirólamuñecaenelaireyesbozóunapequeñasonrisadesorpresa;eldolorsehabíaremitidodeformaasombrosa.Eraciertoque,porlogeneral,obteníabuenosresultadosalaplicarselamedicinaélmismo,pero,enesemomento,lasensacióneramuypeculiar;nosoloeldolorlohabía abandonado, sino también la pesada opresión que le atacaba el pecho cada vez que debíaenfrentarse a los recuerdos. Esa joven, con su empecinamiento y gestos seguros, había realizado unpequeñomilagro.Noencontrólaspalabrasparaexpresartantoagradecimiento.

Enlugardeeso,hizoloquesusinstintosleordenaron,auncuandonofuedeltodoconscientedeesosactoshastaelmomentoenquesevioelevandolasmanoshastaposarlassobreelrostrodelajovenque,asuvez, loobservabaconsorpresa, inmóvil,a laespera…¿Dequé?Dudabadequeella losupiera;éltampocoestabasegurodequépretendíahacer.Solosupoque,deprontoysinunarazónlógica,deseabacontemplarleelrostroendetalle,apreciaresosrasgosdecididosycargadosdelasombradelossecretosquecadavezestabamássegurodequeguardaba.

Detuvoelavancehastaqueambosrostroscasisetocaron,podíasentirlelarespiraciónyelalientodelamismaformaque,sinduda,elladebíapercibirlossuyos.Mantuvoesadistanciamínimaylasmanosfirmes.

—Noduelemás—dijoélenunsusurro.

Emilyasintiódeformacasiimperceptible,sinhaceramagodealejarse,conlosojososcurosfijosenlossuyosyunbrilloquelocautivó.

—Mealegra.

LarespuestadeEmilybrotódeformanatural, tantoqueJohnsintióque,porprimeravezenmuchotiempo,seencontrabaenellugarcorrectoyconlacompañíaconlaquedebíaestar,altiempoqueoíalaspalabras que parecían esconder un significado mucho más poderoso del que esa sencillez pretendíaimplicar.

Estabatancerca,podíaolerleelperfume.¿Cómoesajovenvestidadeformatansevera,decididaano llamar laatención,podíaemanarunperfumeque loatraíaaeseextremo?Apenaspudocontenereldeseodeenterrarlelanarizenelcuelloyaspirareseolor,deahogarseenesafragancia.Lapasióndesuspensamientos le bastó para que recuperara el buen sentido y sacudiera la cabeza sin alejarse uncentímetrodelajoven,peroconvencidodequehabíaestadoapuntodecometerunterribleerror.Consuavidad,dejócaerlasmanosparasoltarleelrostroque,sospechaba,ibaaacompañarloensumemoriadurantemuchotiempo,ylesuspirócasisobreloslabios.

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—Acabade cometer una infidencia, señoritaBrowning, he estado a puntode verle el alma, ¿sabecuánpeligrosopuedeseresoparaambos?—Hablóenvozbajayapasionada,alaesperaderecibirunarespuestaquenollegó.

Emilytragócondificultad,seechóhaciaatrásenelasientoparaalejarsedeélydesviólamiradamientrasvolcabalasenergíasentaparelfrascodelungüento,ensilencio.PeroJohnnotóquelasmanosletemblabanyapenaslogrócontenerelinstintodetomarlasentrelassuyas.

—SeñoritaBrowning…

Ellaignoróelllamadoy,unavezqueterminóconlalabor,sepusodepieycuidólosmovimientosparanotocarlo.Sedirigióalescritorio,dejóelfrascoensulugarycerróelcajónconungolpesecoqueparecióinfundirlenuevosbríos,porquedejódeesquivarlelamirada.

—Mecomplacehabersidodeutilidad,milord—dijoconlavozuntantohueca,nomuysuya—.DebovolverahoraconMaryylordAlexander;lalecciónaúnnohaterminado.

Noesperórespuesta,sediomediavueltaysaliódelahabitaciónsindecirunasolapalabramás.Johnhabría podido detenerla con facilidad, pero ¿qué sentido habría tenido? ¿Qué le habría dicho? EmilyBrowningacababadehaceralgoextraordinariosinlamenorintención:consiguióquebajaralaguardiayseperdieraensumirada.Cuánpeligrosaeraesamujer.

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CAPÍTULOVII

LamañanadelallegadadeEloise,apenasdosdíasdespuésdeesemomentocompartidoentreJohnyEmily,acercadelqueningunoseatrevióaprofundizar,sepresentódeltodonormal,otantocomopodíaserlocuandolarutinadeFalmouthManorseveíaalteradaporlasvisitasquehabíanarribadounosdíasantes.

EmilyseencontrabaenlabibliotecalistaparaempezarconlasleccionesdeAlexander,reaciaasaliralairelibrecomohacíanconfrecuenciayaqueelclimapresagiaballuvia.LogróconvenceralmuchachodepasarunashorasenlalecturadealgunosdesustomosfavoritosconlapromesadequeMaryselesuniríaparatomareltéporlatardey,sielclimalopermitía,podríandarunpaseoporellago.Eraunasuerte tener la posibilidad de jugar esa carta cuando lo necesitaba; no dejaba de sorprenderse por elencantoqueeselugarteníaparaelmuchachoyprocurabaalimentareseinteréstantocomoleresultabaposible. Sin duda, el conde tendría algo que decir al respecto, pero mientras se ocupara de queAlexandernoestuvieraenpeligro,noveíacómoesopodríaperjudicarlodealgunaforma.

Acababadeelegirun interesantecompendiodeespeciesdeÁfrica,cuandoelbruscosonidode lapuertaqueseabríadegolpeleprovocóunsobresalto.Lossirvientesseconducíancontantosigiloquelamayorpartedeltiempopasabaninadvertidos,demodoquenopodíatratarsedeunodeellos.Detodosmodos,nohizofaltaquepensarademasiadoenelcausantedeeseruido,porqueprontoseasomófrenteaellos.

Maryllevabaunodelosvestidosquehabíanelegidojuntasparaqueusaraenelinvernadero.Comonodisponíademuchos,nofueunaeleccióndifícil:Emilyoptóporsugeriraquellosqueseencontrabanmás gastados y que no se verían resentidos por una mancha de tierra, algo a lo que su hermana seexponía.Enesaocasión,laomnipresentemanchaseencontrabaenelfrentedelvestido,peronolellamótantolaatencióncomolaformaenqueelpechodelaniñasubíaybajabadebidoalaagitación.

—¿Mary?¿Quéocurre?—Seacercóaellaylatomódeunhombro—.Sabesquenodebescorrer.

La niña sacudió la cabeza de un lado a otro, sonrió y miró a su hermana y a Alexander, quepermanecía inmóvil en la mesa de estudio con un gran libro frente a él, aunque apenas le prestabaatenciónyaqueseveíatancuriosocomoEmily.

—¿Nolahanvisto?—preguntóMaryconlascejasalzadas.

—¿Veraquién?

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Alexanderviotraselhombroconelceñofruncido,comosiesperaraaquealguiensematerializaraasusespaldas,loqueprovocóunresoplidodepartedelaniña,quecorrióalaventanaquedabaalfrentedelacasa.

—¡Venganambos!¡Rápido!

Emilysesintiótentadaareprocharesetonofaltodedelicadeza,perofuepresadelacuriosidady,lomismoqueeljoven,seapresuróairconellayobservartambiénloquelehabíaimpresionadotanto.

—¡Oh!¡Esella!

EmilynosuposieltonodeAlexanderdevelabaentusiasmoodesilusión,quizáunamezcladeambos,peroestabademasiadoentretenidaconlavisiónfrenteaellacomoparapreguntarle.

Un carruaje se hallaba detenido frente a la entrada principal; en realidad, ella había advertido elsonidohacíaunosminutos,pero,yaqueenlosúltimosdíaslosvisitantessalíanatodashoras,nolediomayorimportancia.Ahora,sinembargo,descubrióquenosetratabadeunodeloscarruajesdelconde,losupo al no reconocer el emblema de la puerta. El que se distinguía a lo lejos eramuy distinto y suocupante,queasomabaelrostroporlaventanilla,erasindudaunanuevavisitante,porque,siEmilylahubieravistoantes,sindudalarecordaría.

AlgunavezsumadrehabíacomentadoqueLouise,suprima,eratanbellaquepodíaserconfundidacon un ángel, aunque en opinión de Emily no era tan sencillo hacer semejante comparación si seconsideraba que no había pruebas claras de cuál era el aspecto de un ser angelical, aunque lamadredescartabaesaspalabrasconunasonrisaindulgente,seguradequehabíapocoscelosenlodichoymásdeseodejugarleunabroma.Perosí,sierasincerayseateníaalasideaspreconcebidasacercadecómodebíalucirunángel,Louisehabríapodidopasarporunodeellos.Porsuparte,ladamaqueacababadeecharsehaciaatrásparapermitirqueunlacayoabrieralapuertadelcarruajeyleayudaraabajarpodíaufanarsedelomismo.

Teníauncabellodoradoquecasirivalizabaconlaluzdelsol,unapielníveaylozanaqueprotegíacon una hermosa sombrilla a juego con el vestido de un hermoso tono amarillo que, a su vez, dejabaatisbarunafiguraexquisita.AEmilynoleextrañaríasaberquelacontemplabaconlabocaentreabierta.AlverlareaccióndeMaryydeAlexander,supoqueaelloslesocurríalomismo.

—¿Quiénes?—FueMaryquienhizolapreguntaqueellatantodeseabaformular.

Alexanderahogóunsuspiroantesderesponder.

—EsladyKendall—dijoydiounacabezada—.EsamigadeJohn,noeslaprimeravezquevisitaFalmouthManor.

Emilyvolvióamirarlaventana,conloslabiosfruncidosyunadesagradablesensaciónenelpecho.RecordabalaspalabrasdelaseñoraBrownacercadelabellezayencantodeladyKendall,peronolehabíadedicadomuchotiempoapensarencómoseveríadeverdad;sinembargo,estabaseguradeque

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cualquierideanohabríapodidohacerlejusticia.

Conunsuspiroquepareciómástristedeloquepodríaimaginar,miróaAlexanderylehizoungestoparaqueseretiraradelaventana,enesperadequeMaryhicieralomismo.

—Volvamosalalección,milord—dijo—.Hayunlibroqueestabaapuntodemostrarleyquecreoencontraráinteresante.

—¡Esperen!—Marylosdetuvoalseñalarlaventanaconunamanoylavozemocionada—.EslordFalmouth.

Contraelbuenjuicioysentidocomún,Emilylesiguiólamiradaydebiódarunpasohaciaatrásalcontemplarcómoelcondeseacercabaalcarruajeconpasosrápidosycomedidos,tomabalasmanosdeladamaentre lassuyasydepositabaundevotobesoencadaunadeellas.Luego,ellase lecolgódelbrazo y caminaron juntos a la entrada, las cabezas muy juntas, como si compartieran toda clase desecretos.

—Es suficiente. —Emily se dirigió a su hermana con gesto serio—. Lord Alexander y yo nosdedicaremosaestudiaraquídurantelassiguientesdoshoras,¿tegustaríaacompañarnos?

Laniñasemostrósorprendidaporlaásperainvitaciónyseencogiódehombros.

—No estoy segura, el sol está bastante alto y es posible que no llueva después de todo—dijoindecisa—.¿Puedovolversiveoindiciodetormenta?

Emilyseesforzóporrelajarelsemblante;sesentíaarrepentidadehaberusadountonotanbruscoconellallevadaporesadesagradablesensaciónquenoladejabaenpaz.

—Desde luegoquepuedes,perodebesprometermequevendrásde inmediatodesernecesario,noquieroque temojes.—Aún temía a la posibilidaddeuna recaída—.Y, si el día no empeora, vendecualquierformaatomareltéconnosotros.

Laniñaasintió,mástranquila.

—Loharé—prometióygiróenlapuertaantesdemarcharse—.Tetraeréunasflores.

EmilysonrióporlaamableofertayvolvióconlordAlexanderalamesadeestudiomientrasllevabaconsigoellibroqueconsiguióalfinretirardelestante.

—Megustaríaquehablemosunpocoacercadelasespeciesafricanas,milord—dijomientrastomabaasientoalladosuyo—.¿Porquénoempiezaporcontarmeloquesabeacercadeellasyluegocotejamoslainformaciónconellibro?

Mientraselmuchachoseesmerabaencompartirsusconocimientos,queeranmayoresalosqueEmilyesperaba,nopudoreprimireldeseodellevarlavistaalaventanacadapocosminutos,auncuandosabíaquenoveríanadaallíafuera.ComodiríalordWilmot,lacaballeríaacababadellegaryestabasegurade

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quelordFalmouthseencontraríamásquecomplacidoconesaocupación.

***

Esanoche,mientrasMaryyEmilysedisponíanaesperarquelacenafueraservidaenelsaloncito,talycomo se hacía desde la llegada de las visitas, una nota fue dejada por un diligente lacayo. Ambassupusieronquesetrataríadealgunaindicacióndelconderespectoalasleccionesdesuhermanoounaordenpararecibirlosinformesdesusprogresosquesehabíanvistoenlanecesidaddepostergarenlosúltimosdías.Sinembargo,lanotanomencionabanadadeeso;enrealidad,apenasconteníatreslíneasentrazoselegantesyautoritariosenlascualeslordFalmouthleordenabaaEmilyqueseunieraaélyalosinvitadosenelgrancomedorpara lacena.Sielcondehubieraordenadoquecorrieraalrededorde lapropiedadalaluzdelaluna,Emilynopodríahabersesorprendidomás.

Su primer instinto fue negarse, responder con una nota similar en la que le recordara que no seencontrabaallícomofuentedeentretenimientoyquesenegabaaverseenladesagradablesituacióndeque los invitados hicieran cualquier clase de comentario despectivo. Tal vez no tuviera una granexperiencia en un puesto como el que ocupaba, pero sabía que los aristócratas encontraban divertidoburlarsedelaservidumbre,enespecialdeaquellaalaqueEmilypertenecía,unadifusasombraentredosmundos,eldearribayeldeabajo,nuncadel todoaceptadaenninguno.Sinembargo,cuandoestabaapuntodeescribir lanota,miróaMary,queseguíasusmovimientosensilencio,yexhalóunsuspiroaltiempoquedejabacaerlapluma.

¿De verdad sería tan tonta como para desobedecer una orden directa de su empleador solo parasalvaguardarseelorgullo?¿Yquéocurríaconelempleo?¿YMary?Nopodíaarriesgarseaterminarenlacalle,nocuandoelcondehabíadado tantasmuestrasde tolerancia frentea susconstantesdesafíos.¿Además,quétanterribleseríacompartirunamesaconesaspersonas?Eraposiblequeellatuvieramásrazonesparadespreciarlos,yconjustarazón.Podríasoportarunaburlaounapalabramaliciosaconlacertezadequeproveníandepersonasquenomerecíansuconsideraciónyrespeto.

Coneseúltimopensamiento,miróaMary,quelaobservabasindisimularlaexpectación,ylesonrióparatranquilizarla.

—¿Recuerdassidesempacamoselbaúlconlaspertenenciasdenuestramadre?—preguntó,pensativa—.Voyanecesitarunvestido.

Maryexhibióunaenormesonrisaaloírla;saltódeldivánparacorrerhacialahabitación.Emily,entanto,exhalóunsuspiroquedenotabaresignaciónyseaprestóaseguirla.

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Dudabadequeunnuevovestidohicieramuchadiferenciaensuaspecto,peroera lobastantevanaparareconocerquenoestabadispuestaaservistacomounafiguragrisysombría,noporesaspersonas.Sinduda,laopinióndelcondenovariaríamucho,yesolateníasincuidado.

***

CuandoJohnvioaEmilyllegaralsalónenelquesereuníanantesdedirigirsealcomedor,apenaspudocontenerunapequeñasonrisadesatisfacción.

Talycomosupuso,lajovenalfinhabíadecididodejarellutoestrictoquellevabadesdeeldíaenquelaconoció.Elaspectonoparecíaunderrochedejúbiloenesemomento,cierto,peroelcambioeranotable.Ensuopinión,esaserenahermosuranohabíasufridomayoralteración,noalmenos laqueéladmiraba,perosindudalaausenciadelnegroleconferíaunsemblantemásjovialymenosintimidante.El vestido que llevaba en esemomento era de un recatado tono lavanda con largasmangas y escoteelevado,loquedejabamuypocapielexpuesta,adiferenciadelasotrasdamas,undetallequelepareciómuydignodeella.Habíasustituidotambiénelseverorecogidoenlacabezaporunpeinadomásjuvenilydelicadoqueledejabaalavistaelrostroylacurvadelcuello.Nollevabaunasolajoya,aexcepcióndeunafinacadenadeoroquenohabíavistoantesy,enopinióndeJohn,seveíaespléndida.

Conscientedequelahabíacontempladomástiempodelapropiado,yalverqueHenryestabaapuntodeacercársele,fueasuencuentroysedetuvoalquedarapocospasosdedistanciamientrastratabadedescifrarloquemostrabanesosojos.

—Buenas noches, señorita Browning, me complace que haya podido acompañarnos —dijo trasinclinarlacabezaenseñaldesaludo.

Emilyhizounapequeñareverenciasinretirarlamirada.

—Estaba convencida de que el no hacerlo no era una opción, milord —respondió—. ¿Estabaequivocada?

—No, desde luego que no. Pocas veces se equivoca, según he notado; esta no es una de esasocasiones. —John se inclinó un poco hacia ella para continuar en un susurro—. Pero confieso queesperabaundesafío.

—Estuvetentada,peroalfinalnoleencontrémayorsentido.—Encogióapenasloshombros—.Estanoesunabatallaporlaquevalgalapenapelear.

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Johnsonrió.

—Ustedyyosiempreenmediodeunaguerra,¿cierto?Casitemocontarcuálessonlasbatallasqueheperdidohastaahora.

—Casitantascomolasmías,milord,puedeestarsegurodeello.

Trasesaenigmáticarespuesta,Emilydiounamiradaalrededorsindisimularincomodidad.

—Eslaprimeravezqueveoasusamigos.

—Nolosllamaríadeesaforma,notodossondignosdeesetítulo.

—¿Yporquéestánaquí?

—¿Porquéno?

Ellalomirócongestoceñudo.

—Sinoleagradan…

—Nodijequenomeagradaran,soloquenoconsideroatodosmisamigos—replicóconnaturalidad—.Nohaynecesidaddesertanliteral;debesaberquenotodoesloquepareceynosiemprelascertezassoninfalibles.

Emilyacentuóelgestoquerevelabaconfusión.

—Creoquenocomprendoloquedice.

Johnpareciócomplacidodeoírla.

—Es bueno saber que puedo confundirla de vez en cuando—le dijo—. Usted no ha dejado deintrigarmedesdenuestroprimerencuentro,asíquemepareceuncambiojusto.

—Parausted.

—Desdeluego;deallímialegría.

Emilyabriólabocapararesponder,peroéllainterrumpióunavezmás.Nodijonadaenverdad,noeneseinstante,fuelaformaenquelamiróloquelequitóelhablaylaobligóadesviarlamirada,nosinantesnotarquelerecorríalafiguradesdeelsencillopeinadoquehabíasujetadoconunapeinetadeMaryhastaeldiscretoyúnicovestidodesumadrequelequedódeformaconveniente.

—¿Puedodecirqueluceespléndidaestanoche?—preguntódepronto.

—Preferiríaquenolohiciera—respondióconvozqueda.

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—¿Porquéno?

—Porquenomegustaquememienta.—Levantó lamirada, desafiante—.Recuerdoquemencionóquesiempretendríasuhonestaydesconsideradaopinión,¿cierto?

Johnasintió.

—Yeslaqueobtuvo—dijoconvencidoyconlamiradafijaensurostro—.Leagradeonosaberlo,señoritaBrowning,laconsiderounamujerhermosa;nuncalotuvemásclaroqueestanoche.

Fueuna suertequeHenryescogiera eseprecisomomentopara acercarsea ellos,porqueEmilynohabríasabidocómoactuardepermanecermástiempoasolasconelcondeenaquelrincón.Trasoíresesincero y sorprendente halago, se vio dividida entre guardar absoluto silencio y correr, demasiadoperturbadaparatenerunareacciónsensata.Porprimeravez,sealegrabadeverlafiguradeHenry,porpoco que le agradara la forma en que los miraba, como si pudiera adivinar la naturaleza de suconversación.

—John, por favor, nodebes acaparar a la señoritaBrowning, esperamos con ansias contar con supresencia.—HenryhizounaexageradareverenciaendirecciónaEmilyysonrió—.Señorita,permítamedecirlequeseveencantadora.

Ellarecibióelhalagoconunasonrisavacilante,peromásseguraacercadecómotomarlosiproveníadeesecaballeroenparticular.

—Gracias,milord,esmuygentil—dijoconunainclinacióndecabeza.

—El gong sonará en cualquiermomento; los sirvientes de John son escrupulosos en extremo y nodejaránpasarunminutoparaservirlacena.Perotalvezlogrepresentarlaalosdemásinvitadosantesdeque pasemos al comedor. Así se sentirá más a gusto. —Le ofreció el brazo con gesto galante—.¿Permitiráquelaescolte?

Emily dudó, insegura, y le dirigió una rápidamirada a John, pero él había retomado el semblanteserioydistante,NisiquieraparecíamuyinteresadoporlaofertadeHenryyloqueellapudieradecidir,demodoqueseencogiódehombrosyasintió.

—Gracias,milord,seráunplacer.

SinmiraraJohn,leposóunamanosobreelbrazoylosiguióalotroladodelahabitación.

***

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InclusoalguiendenaturalezacínicacomolaqueostentabaEmilycontantoorgullodebíareconocerquela cena no transcurrió tal y como esperaba. Guardaba demasiados prejuicios relacionados con laspersonas de la clase a la que pertenecía el conde como para no suponer que se enfrentaría a uninterminableintercambiodecomentariosfrívolos.Eraverdadquehubomuchosdeellos,unomásvanoqueotro,peroHenry,sentadoasuderecha,nosolosemostróencantador,sinoque tuvoel inesperadogesto de incluirla en las conversaciones y, en cada una de las pausas, acercarse un poco a ella parahablarleacercadelosinvitados.Suscomentarioserantangraciosos,algunosdeellosesbozadoscontansutilmalicia,queEmilynopudoevitarsonreírenmásdeunaocasión,sorprendidadecomprobarquelaveladanosedesarrollabacomohabíaimaginado.

John, sentado en la cabecera de lamesa, con ladyKendall a su izquierda, en cambio, no daba laimpresióndedisfrutardemasiadodelareunión.Eraciertoquecadatantoseinclinabaparaoírloquesuhermosaacompañantelesusurrabacasialoído,perofueradeeso,apenasleprestóatenciónalrestodelosinvitados.

Solohuboun tensomomentodurante lanocheyestuvo relacionadoconEmily, auncuandoellanotuvolaresponsabilidad.Losvisitanteshabíanmostradohastaentoncesunadiscreciónadmirableacercade su presencia y se contentaban con hacerle algunos comentarios ligeros acerca de si disfrutaba laestanciaenGloucestershireysieramuydistintaasuvidaenColchester.Yfuejustoaraízdeesetemaquesevio inmersaenunmomentodesagradableamanosde ladyKendall,quehastaentonces lahabíaignoradodeformamuyeducada,peromásqueevidente.

Unodeloscaballeros,lordCampbell,miembrodelParlamentoyquienparecíamásenteradodelarealidadquesacudíaalpaís,hizomenciónalasdificultadesquehabía,enparticularaquellasqueeranmásvisiblesalosciudadanosdeLondresylasciudadescercanas.Emily,desdeluego,noeraajenaaesacrisis,quelamayorpartedelosmiembrosdelaaristocraciaseesmerabantantoporignorar,yelevólavozporprimeravezparamostrarconformidadconlaspalabrasdelordCampbell,queparecióencantadoconeseinterésyaporte.PeroladyKendall,aloírla,dejóloscuchicheosquevertíacontantointerésenJohnyledirigióunalargamirada.Losojosazuleslerefulgíanalaslucesdeloscandelabros.

—NopenséquelarealidadenColchesterfueratandesesperada—dijoconvozsuave.

Emilysacudiólacabezadeunladoaotroyobservóaladamaporencimadelacopa.Lesorprendióque se dirigiera a ella; en especial por esa mención a su último lugar de residencia, pero decidióresponderconsinceridad.

—Loessiempreparaquienesdebensufrirprivaciones,milady.Pordesgracianohayunsololugarenel país en el que no hayamuchas personas que sufren por ello.—Su tono fuemás que frío y bajó lamiradaalplatoparanodevelarlairaqueteníaporlaindiferenciaconquesehabíaexpresado—.Peseaesto, considero que los ciudadanos deColchester son casi afortunados, almenos quienes no están depaso.EssabidoquequienesvanaLondresenbuscadeempleosearriesganaunfuturoaúnmásincierto.

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—Nodejadeasombrarmesuconocimientodeltema,señoritaBrowning,¿cómoesesoposible?Creíqueeraunajovenconunavidamuyserena.—Eloiselaobservóconmiradaagudaymostrómásinterésquenunca.

Emilyfueconscientedequequizáhabíadejadoquesufrustraciónfrentealafrivolidadconqueesaspersonasseconducíanlallevaraadecirmásdeloquedebía,peroyaenesepunto,noseveíacapazdecorregirsuspalabras.

—Esimposiblepermanecerimpasiblefrentealasadversidadesdelmundo,milady.Ademáshevistocon frecuencia muchos casos de gente miserable dispuesta a soportar los más terribles abusos paraasegurarunpanparasusfamilias—dijoeignorólamuecadeunadelasdamas,queparecíaninteresadasenlacharlaquemanteníanentreellasporlobajo—.EsotansoloenColchester,unlugarenaparienciasereno,talycomoustedmencionó.EnLondres…—Emilyexhalóunsuspirocargadodetristezayconlamiradaperdida—.Allí,elpanoramasuperaconcrecescualquierhorrorquepuedaimaginar.

Henry intervino a fin de relajar el tenso ambiente; parecía el único dispuesto a intentarlo. Emilymantenía una postura rígida,Eloise parecíamuy impresionada por esas palabras y John no dejaba deobservarlaconloslabiosunidosyunbrilloextrañoenlamirada.

—Bueno, bueno, podemos tratar un tema más alegre, ¿cierto? Aunque soy incapaz de restarleimportancia a los problemas del país, recordemos la razón de esta reunión.—Alzó la copa con unasonrisa—. Estamos aquí para disfrutar de la generosa hospitalidad de nuestro anfitrión, degustar losplatosdelacocinerayacabarconsubodega.

Unasrisasrecibieronesaspalabrasdesenfadadas,peroningunaproveníadeEmilynideJohn.

***

Alseguirlacostumbrededejaraloscaballerosenelcomedormientraslasdamassedirigíanalsalón,Emilysevioinmersaenunanuevaprueba.

Eraevidenteque lasdamasempezabanaencontraraburrida laestadíaenelcampo.EmilysuponíaquepormuchasactividadesqueHenryorganizaraparaentreteneralosinvitadosdelordFalmouth,tardeo tempranobuscaríannuevas fuentesdediversión.Alparecer, lapresenciadeunamujerdesconocida,auncuandodeunrangoinferioralsuyo,eratodaunanovedadquedebíaserinvestigadaaprofundidad.Demodo que Emily se vio convertida en el centro de atención durante todo el tiempo que debieronesperaraqueloscaballerossereunieranconellas.

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En un primer momento, pensó en todas las excusas que hubiera podido urdir para retirarse deinmediato,perojuzgóquehabríasidoungestodescortésparaconJohn.Lomínimoquepodíahacereraesperaraquellegarapararetirarsecondiscreción,deesemodonotendríacómoreclamarlecualquierfaltadecortesía.

Porfortuna,lasdamas,aunqueindiscretas,nohicieronpreguntasqueellatuvieraalgunadificultadenresponder;lamayoríaestabanrelacionadosconsuestadíaenFalmouthManor,cómofuequerecibióunaofertadeempleo tancuriosaensucondiciónde jovenconpocaonulaexperienciacomomaestraysihabíaencontradoalgunafuentedeentretenimientoenunapropiedadqueellasconsiderabantanalejadadelosmayorescentrosdediversión.EnopinióndeEmily,resultabacuriosoquemostrarancualquierinterésen ella; después de todo, habían dejadomuy en claro desde que habían sido presentadas que, aunqueinteresante,nodejabadesersolounamaestraysuponíaquesurecreaciónnoerauntemaprioritario.Decualquierforma,Emilyrespondióalaspreguntasconbuenánimoysemostrócortésenextremo,aunquepermanecíamuyatentaalallegadadeJohnparapoderterminarconeseindeseadointerrogatorio.

Cuandounade lasdamas, lamás jovendelgrupoyquienhabíasidopresentadacomoladyCluett,sugiriósolicitarunasmesasdejuegoparaempezarunaspartidastanprontocomoloscaballerosllegaran,loqueesperabanquesucedieraencualquiermomento,Emilyexhalóunsuspirodealivio.Alparecer,susrespuestaslashabíansatisfecho,perotambiénaburrido,porlopocointeresantedesuvida,comosedijoasímismaconciertaironía.Nuncacomohastaesemomentosesintiótansatisfechadeserconsideradaunseranodinoypocoatractivo.

Sinembargo,alingeniárselaspararetraerseaunodelosdivanesmásalejadosdelgrupodedamas,seviodeprontoasediadapor ladyKendall,quelehabíaseguidolospasosconfalsa indiferencia.Sinhablar,soloconunacautasonrisa,ocupóelasientoal ladosuyoy laobservósindisimularel interés.Guardaron silencio durante varios minutos, hasta que Emily se vio incapaz de resistir ese mutismocargado de tensión y se aprestaba para ponerse de pie y retirarse, decidida a olvidar la antiguadisposicióndeesperarelregresodelconde,cuandoladyKendalllasorprendióylehabló.

—Esuna jovendenaturalezaestoica,¿cierto,señoritaBrowning?—preguntócon losojosveladosporlaslargaspestañas.

Emilyfruncióunpocoelceño,confundidaporesaextrañapregunta.

—¿Porquélodice?—inquirió.

LadyKendallhizoungraciosogestoconlamanoparaabarcarlahabitacióny,enparticular,algrupode damas que no dejaba de parlotear con dos de los lacayos acerca de la ubicación que estimabanconvenienteparalasmesasdejuego.

—Todo esto —dijo mientras se encogía de hombros—. Es evidente que no se encuentra en suelementoyquepreferiríaretirarse,perocontinúaincólume,impasible,sindevelarlaincomodidad.Esunrasgoadmirable.

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¿Loera?Emilynosupositomarelhalagocomotalobuscarunsignificadoescondidoenél.Decididaanoverartificiosdondeeraposiblequenoloshubiera,optóporlosegundo.

—Gracias,milady—agradeció conuna inclinaciónde cabeza—,perodebodecir quepermaneceraquínosuponeunsacrificioparamí.—Lamentirasurgióconnaturalidad—.Además,leprometíalordFalmouthparticiparenestavelada.

—Porsupuesto.Esdifícilnegarlealgo,¿nolocree?—Seinclinóhaciaellacongestocómplice—.Ylomáscuriosoesquenoacostumbraapedirconamabilidad,sinoqueimponesuvoluntad;peroaunasíessiempreunplacercomplacerlo.

Emilysealejóunpocoymantuvoladistancia.Habíaalgoenesavoz,enlaformaenquelamiraba,queleprovocaba,sinoaversión,síunaprofundasensacióndeinquietud.

—LordFalmouthesmiempleador,milady;algunosdiríanqueesmilaboraceptarsuvoluntad—dijo,cauta.

—Claro, claro,nopodría serdeotra forma—replicóella conotromiradacalculadora—.Él estámuysatisfechoconusted,¿selohadicho?

—Sé que lord Falmouth juzga que hasta ahora he obrado bien al educar a su hermano, sí, y mecomplacecumplirconmisdeberes.—Optóporencauzarlaconversaciónauntemaconelquesesentíamáscómoda—.AunquedebodecirquelordAlexanderhacequemitrabajoseaenrealidadunplacer;esunjovenbrillanteysusavancessonnotables.

LadyKendall sonrióy asintió conexpresiónbeatífica, como si hubieradicho loque esperabaoír,peroesonofuesuficienteparaqueabandonaraelinterésinquisidor.

—Esunverdaderoplaceroírlo,señorita,siemprehesentidodebilidadporesemuchacho,tieneunahistoriatantrágica—dijoconunasombraenlosojos.Emilyhabríajuradoquealmenosenesofuedeltodo sincera, pero pronto retomó la expresión astuta—.Es una carga que el pobre comparte con lordFalmouth, una suma de tragedias, aunque su empleador siempre las ha enfrentado con gran entereza.Coincidiráconmigoenquesetratadeunhombreadmirable.

Emilyendureciólamirada,conscientedeaquéserefería,ysesintiómuyincómoda;notantoporqueladyKendalltrataraeltemadelaspérdidasdelcondeconella,conosinmalicia,sinoporquesintióque,alabordarlo,lotraicionaba.Laideaeraridícula,porsupuesto,peronopodíaignorarla.

—Oíqueustedylasotrasdamashicieronunpaseoporlaantiguaabadíaqueestácercadelpueblo;estoyseguradequefueunaexperienciaencantadora.—Fueloprimeroqueselepasóporlacabezasinimportarleloabruptodelcambiodetemaolabrusquedaddesutono—.LordAlexandermencionóqueesunlugarconunagranhistoria.

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LadyKendall elevó las cejas al oírla y una pequeña sonrisa se le dibujó en los labios; Emily nohabríapodidodecirsisesentíadivertidauofendidaporesaactitudy,parasersinceraconsigomisma,noleimportaba.Esperólarespuestaensilencio,conlasmanostensassobreelregazo.

—Esunedificioimpresionante,esverdad—respondióalfinsinvariarelgesto—.Aunquenotengomayor interés en la arquitectura, debo reconocer que esas ruinas poseen un gran encanto; disfruté enparticularlavisitaaloquequedadelatorre.—Entrecerróunpocolosojosylaobservóconcuriosidad—.¿Cómoesquenolohaconocidoaún?Parecelaclasedepersonaquedisfrutaríadevisitarunlugardeesanaturaleza.

Emilyexhalóuninaudiblesuspirodealivioalcomprenderquenoinsistiríarespectoaltemaqueellahabíaevitadocontanpocasutilezayseapresuróaresponder.

—Estoyseguradequeasísería,peronohecontadoconmuchotiempoparahacerexcursionesaún—confesó.

—¿Aún?—repitióladyKendall,escéptica—.¿Cómoesesoposible?Segúnsé,llevamesesaquí.

—Sí,esoescorrecto,perohaytantoqueverenFalmouthManor,ymeheencontradoabsorbidapormis deberes—se explicó con sencillez y un encogimiento de hombros—. Confío en poder organizaralgunospaseosloantesposible.

—Debe hacerlo, y pronto, no sabe cuánto tiempo permanecerá aquí. Sería una lástima queabandonaseGloucestershiresinhaberconocidosusmáshermososlugares.

Una vez más, Emily se vio dividida respecto a qué pensar de un comentario hecho sin aparentemalicia,peronotuvonecesidaddeformularunaréplicaadecuada,porqueenesemomentoaparecieronloscaballerosenel salón.Trasencontrarsecon lamiradade John,asintiócondiscreciónen señaldehabercumplidoconlaobligaciónalpermanecerallíhastaesemomentoyledirigióaladyKendallunasonrisa cortés.Estaba listaparaponersedepieydespedirse.Pero ella se le adelantó al levantarunamanoendirecciónasuanfitrióncontantaefusividadquehabríaquehaberestadociegoparanonotarlo.Enunpardeminutos,estabadepiefrenteaellasymirabaaunayaotraconindiferencia.

—Temoquetardamosunpocomásdeloapropiado;ofrezcomisdisculpasporhaberdesatendidoalasdamas—dijoconunainclinacióndecabeza.

Emilyasintióconlos labiosapretadosydecididaarehuirle lamiradatantocomolefueraposible;suponíaquedecualquierformaélnolohabríanotado,noconladyKendallquelesonreíaconeseestilotanfascinante.

—Notedisculpes,teaseguroquehemosaprovechadoeltiempodeesperaconsabiduría.—LesonrióaEmilyconungestoquehabríapasadoporamistosodenoserporladurezadelamirada—.Loquemerecuerda…—arrugóelceñoyfingióseveridad—quemeencuentrounpocodecepcionadadeti,querido,jamáspenséquepudierasserunhombretanterrible.

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Johnapenaselevólascejasanteelnadasutilagravio;porelcontrario,parecióencontrarlodivertido.

—Mesorprendes,penséquelocreíantodos—dijoirónico.

—Nadadeburlas,milord; soymuyseria. ¿Esverdad loque lapobre señoritaBrowningacabadecontarme?—LadyKendalllamiróysuavizóelgesto.

Ante esa enigmática pregunta, John dejó de lado parte de la falsa indolencia y observó también aEmilysindisimularcuriosidad.

—Ignoro lo que la pobre señorita Browning te ha contado, Eloise, pero no dudo de que estarásencantadadecompartirlo.

Emilyodiólaformaenquesubrayóesahorrorosadefinición.“Pobre.”Sinembargo,ningunoparecióconscientedesudisgusto,enespecialladyKendall,quecontinuóconunencantadorregaño.

—Segúnmehadicho,nohasalidounasolavezdeloslindesdeFalmouthManordesdequellegóatrabajaraquí,yhanpasadomeses—dijoreprobadora.

JohnmiróaEmilyconelceñofruncido,peroellaleesquivóunavezmáslamirada.Eraevidentequese encontraba fastidiada, aunque él no habría podido decir si se debía a esa supuesta queja o a lainfidenciadeEloise.

—Yaveo—dijopara luegocontinuar—.Alparecer,deverdadsoyun terribleempleador;deberíaestaravergonzado.Hadebidodecírmeloantes,señoritaBrowning.

Eloisenolediotiempoderesponderporquelesurgiódelabiosunarisaburlona.

—¡Ahora eres cruel! ¿Cómo podría la pobre hacer tal cosa? Desafiar a su empleador, llamarloterrible;noesperaríassemejanteosadía.

—TesorprenderíadeloqueescapazlaseñoritaBrowning.Lacreocapazdeesaosadía,sinduda;asícomoaceptoelhechodequetienesiemprelarazón.—IgnoróelgestodemalestardeEloiseanteesaspalabras y volvió la atención hacia Emily, que continuaba en silencio—. Remediaré mi negligencia,señorita.

—¿Ycómoloharás?—lodesafióEloisemientrasignorabaaEmilyunavezmás.

—Yapensaréenalgo—respondióenigmático.

Emilydecidióquehabíatenidosuficientedefrasesmisteriosasyofensasveladas,porloquesepusoenpieconunmovimientobrusco,queconsiguiósuavizarconexcusasdichasentonosereno.

—Lesruegoquemedisculpen—dijo,muyerguida—.Megustaríaretirarme.

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Lo miró a John directo a los ojos sin importarle lo que lady Kendall pudiera pensar de esecomportamiento.Necesitabasalirdeallíy, siparaesodebíadesafiarlo frentea los invitados,queasífuera:estabadispuestaaafrontarlasconsecuencias.Sinembargo,Johnpareciócomprenderconfacilidadelmotivodeesemalestarynodiomuestrasdeencontrarnadaofensivoenesecomportamiento.Tansoloasintióysehizoaunladoparaflanquearleelcamino.

—Por supuesto, ha sido un día largo para usted —dijo en voz baja y profunda—. Gracias porpermitirnosdisfrutardesucompañía.

Emilyhizounarápidareverenciaenseñaldedespedida,dirigidatantoaélcomoaladyKendall,queobservóelintercambiodemiradasconevidentemolestia,peronodijonadaalrespecto;soloforzóunasonrisaperfecta.

—Esperoquedisfrutendelrestodelavelada;lesruegoquemedisculpenconlosotrosinvitados.

Conesaúltimafrase,Emilysealejóendirecciónaunapuertalateralquelalibraríadetoparseconalgunadeesasdamascuriosas,perosobretodoevitaríatenerqueintercambiaropinionesconHenry,queno había dejado de observarla durante la breve charla con lady Kendall y el conde. Por fortuna, yaconocíabienlacasacomoparadarunoscuantosrodeosquelepermitieronestarensuhabitaciónentansolounosminutos.

Nodeseabapensarenloocurridodurantelavelada,muchomenosreflexionaracercadelaspalabrasde ladyKendall.Dehabercaídoen la tentacióndecavilaral respecto,sabíaquenopodríadormirunsolominuto. Sin dudar, se quitó el vestido, lo arregló con esmero para evitar cualquier daño y, trasponerseelcamisón,semetióenlacamaysecubrióconlasmantashastaelmentón,paraluegoforzarseadejarlamenteenblanco.

Sedurmiódeinmediato,talycomodeseaba,perosussueñosestuvieronmuylejosdeserplácidos.

***

DosdíasdespuésdelacenacompartidaconJohnylosvisitantes,lamismaque,paraplacerdeEmily,nose repitió, la joven se encontraba tranquila y satisfecha por los últimos avances de la lección de esamañanaconAlexander, tantoasíquelehabíaconcedidopermisodeiral invernaderoaayudaraMaryconlapromesadequeretomaríanlasclasesaldíasiguiente.

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Eso le permitía contar con algunas horas libres y estaba dividida entre subir a la habitación paraavanzarcon la lecturadeunpoemariomuy interesantequehabíaencontradoen labibliotecaodarunpaseoporeljardín.

Así la encontró John al girar en un recodo. De pie ante la escalinata principal, de nuevo con elvestidodeluto,loquelearrancóunamuecafastidiada,yelsemblantepensativoqueyahabíaaprendidoaidentificarconfacilidad.

—SeñoritaBrowning—lallamó,loqueleprovocóunpequeñosobresalto—.Mealegraencontrarla,ibajustoabuscarla.

Emily giró para verlo, sorprendida por su llegada y un tanto perturbada al notar que la habíaobservadopormástiempodelapropiado,cosaqueenlosúltimosdíasocurríaconfrecuencia.

—Buenosdías,milord—saludóconunareverencia—.Dicequemebuscaba,¿quépuedohacerporusted?

—Esperabaquedieraunpaseoconmigo—dijoélconnaturalidad.

Emilyabriólabocapararesponder,peronologróarticularningúnsonido,demodoqueseaclarólagarganta.

—¿Disculpe?

Suvozsonóextraña,peroélnopareciósorprendido.

—Unpaseo,señoritaBrowning—repitióél—.RecordaráqueleprometíenmendarminegligenciayservirledeguíaparaqueconozcaalgunasdelasatraccionesdeGloucestershire.

—Losiento,peronorecuerdoquemencionaranadaacercadeservirmedeguía.

—No pensé que fuera necesario, ¿quién más la acompañaría?—Había mucha arrogancia en esaaseveración,peroEmilynoatinóaresponderdeformaapropiada—.Puedoesperaraquevayaporunsombrero.Mientras,encargaréquenospreparenunrefrigerio.

Emilysacudiólacabezadeunladoaotropararecobrarelcontroldesusactosylomiróalosojossindisimularfastidio.

—Norecuerdohaberaceptadolapropuesta,milord—dijoconvoztensa.

—Yaveo.¿Acasopiensarechazarla?—laretóél.

—Nolosé.Merefieroaquenocreoqueseacorrecto.

Johnhizoungestoconlamanopararestarleimportanciaaesaspalabras.

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—Noveolarazón,pero,sitemeporsureputación,debesaberquenoiremossolos.

—¡Oh!—Emilynosuposisentirsealiviadaodesilusionada;locontradictoriodeesasemocioneslaavergonzóunpoco—.Enesecaso,¿vendrántambiénsusinvitados?¿LordWilmotyladyKendall,quizá?

—No,claroqueno,mereferíaasirvientes.—Élsemostrófastidiadoporesasuposición—.Penséenun solo lacayo para que nos acompañe en el carruaje, pero puedo ordenar que venga también unadoncellaparaquelesirvadedamadecompañía.

—Nonecesitounadamadecompañía.

Johnentrecerrólosojosyemitióunbufido.

—Acabadedecirquetemeporsureputación.

—No, nodije eso.—Negó con la cabeza—.Dije quenomeparecía apropiadodar unpaseo conusted,peroesonotienenadaqueverconmireputación.

Johnsecruzódebrazosylaobservóconunaexpresiónquedevelabacuánexasperadosesentía.

—Señorita Browning, hace muy difícil que pueda comprenderla, ¿lo sabía? —No esperó unarespuesta—. Solo puedo intentarlo y, al parecer, no hago más que fallar. Si fuera tan amable deexplicarse.

Ellaignoróeltonoburlón.

—Creoquenoescorrectoqueusepartedeltiempoquedeberíadedicaraentreteneralosinvitadosendarunpaseoconalguiencomoyo.

—Alguiencomousted—repitióél—.¿Yquiénes,sipuededecírmelo?

FueelturnodeEmilyparacruzarsedebrazosylucirexasperada.

—Nadie.Nosoynadie.

Johndiounospasoshastaquedaraescasadistancia;enrealidad,estabatancercaqueEmilyhabríapodidotocarlotansoloconextenderunamano,ylaidea,oeldeseodehacerlo,laaterró.Peronoteníaadóndeir,cómoretroceder,amenosqueempezaraasubir laescalinatadeespaldas,yesohabríasidounatontería.

—Novuelvaareferirseausteddeesaforma—ordenóenvozbajamientrasseinclinabahaciaella,tantoquecasipodíapercibirleelaliento—.Seofendeasímisma.

—Noveoelmotivo:nopretendíarestarmeméritos,soloseñalounhecho.—Emilysemostróaltivapeseasunerviosismo—.Yesehechoestárelacionadoconmilugarenestacasa.

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—Enesecaso,permítamedecirlequeestáequivocada.Estadebedeserlaprimeravezenqueloveocontotalclaridaddesdequelaconozco.Eslamaestrademihermano,unainvitadaenFalmouthManor,mi invitada, una dama por quien albergo gran consideración. Ahora, ¿irá por el sombrero, señoritaBrowning,omidiatribalehaconcedidoeltiemposuficienteparaurdirotraexcusaridícula?

Emilysesintióavergonzadaluegodeoírlo,tantoquedebióbajarlavistayfijarlaenelpiso.¿Cómopodía decir tales cosas? ¿Hacerla creer…? Aun cuando fuera cierto, eso no significaba que fueracorrecto.¿Cómoeraposiblequeélnopudieraverlo?¿Nosedabacuentadelomuchoquelalastimaba?

—Señorita Browning…—Su tono fue más gentil al retomar la palabra y la obligó a levantar lamiradayencontrarseconesos|ojosquelaobservabanfijos—.NohesidojustoconustedalesperarquepermanecieracadamomentodesutiempodisponiblepararecibirmisórdenesyocuparsedeAlexander.Enverdadcreoquemerecelaoportunidaddedivertirseyhacerloquecualquierotrajovendesuedadpueda desear. —Aspiró con fuerza antes de continuar—. Acabo de notar que quizás fui un pocoimpositivoalexpresarmiideayesohapodidoofenderla;creoquepuedohacerlomejor.¿Meharíaelhonordededicarunashorasdesutiempoaunpaseo,porfavor?

Emily loobservóy le viohonestidad en lamirada, así comopudopercibir también lodifícil quedebióde ser para él expresar esas últimaspalabras.Esobastóparaque el enojoy la turbación se ledisiparan.También, auncuandono fueradel todoconscientedeesoenesemomento,perdiópartedelbuenjuicio,porqueantesdequepudieradetenerse,habíadichoyalaspalabrasquemarcaríaneliniciodeunapeligrosaaventura.

—Megustaríamuchoacompañarlo,milord—dijoysupoqueesaeralaabsolutaverdad.

***

AunqueEmilyeraunajovendenaturalezacuriosayprocurabaadquirirunconocimiento,sinoamplio,almenosclarorespectoatodoloqueacontecíaasualrededor,alhaberdecididoqueellayMaryhicieraneseviajeaGloucestershiredeformatanintempestiva,desesperadapordejarColchesterloantesposibleyevitarcualquiercontactoconlatíaCaroline,nosedetuvounmomentoainvestigaracercadellugaralque iba. Además, desde que había llegado se había volcado de tal manera a la formación de lordAlexanderyavelarporelcompletorestablecimientodeMaryqueapenasseleocurrióinformarsedeloquepodríaencontrarenesapartedelacampiñainglesa.

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Peroahora,mientrasibaenuncarruajedescubierto,conelvientoquelegolpeabalasmejillasylesacudíaelsombrero,comprendióquehabíadadomuestrasdeuna terriblenegligencia.Gloucestershireeraunlugarhermoso,vastoycolmadodemagníficoscamposquelequitabanelalientoyleprovocabanelgrandeseodeconocercadarincón.Pordesgracia,noparecíaqueJohnhubieraplaneadounaexcursióntanexhaustiva,peroestabadispuestaadisfrutardecadaminutodelpaseo.

Elcondecasinohablómientrassedesplazabanporlacampiñaendirecciónadondefueraquetuvierapensadoirparatomarundescanso.Uncocheromuyhábilseencargabadeguiarelcarruaje,yunlacayo,sentadoa su lado, llevabacongrancelounacesta sobre las rodillas.Emily tomóconnaturalidadqueJohnconsideraraquenonecesitabaunadamadecompañía,yhabíasidodel todosinceraalafirmarlo.Porunaparte,estabaconvencidadequesusituacióneradistintaporcompletode ladecualquierotradamadesuedad;nadiepensaría jamásquepodríahaberalgodemaloenqueuna institutrizpasaraeltiempoconsuempleadory,auncuandofueraasí,estabadecididaaignorarcualquiercrítica.Además,laideadecontarconunatercerapersonaconquiencompartirlaatencióndeJohn,porescasaquepudieraser,noeraenabsolutotentadora.

Cadavezqueveíaunaspectodelpaisajequelellamabalaatenciónalextremodellevarlaaemitirunlevejadeodeentusiasmooainclinarsehaciaunladoparaobservarloquesepresentabaanteellaconmayoratención,Johndejabaesaactitudsolemne,esbozabaunacasiimperceptiblesonrisayseacercabaapenasparahablarleacercadellugarenqueseencontraban,asícomodepartedesuhistoria.Enesosmomentos,Emilybajabadeltodolaguardiaysemostrabacomonuncaanteslohabíahechoanteél;aunmás,comonorecordabahabersecomportadohacíamuchotiempo.Eneselapsodetiempo,breve,peroque a ella le resultaba eterno, se sintió una vez más como una joven despreocupada, con pocasobligacionesyconlainvaluableoportunidaddeasomarseunavezmásalavida.Inclusoelairequelellegabaalospulmonesleresultabamáslivianoyelcorazónlelatíaaunritmorápidoyseguro.Eraellamismadenuevo,despuésdetantotiempo.

Cuandollevabanunpardehorasdeviaje,elcarruajeempezóadescenderlamarchaytomóporunrecododelcamino,algoagreste,segúnpudocomprobarEmilyporeltraqueteodelvehículo;pero,alverhaciadondesedirigían,noleimportó.Emocionada,miróasuladoconunagransonrisa,dondeJohn,asuvez,laobservabaconexpresiónexpectante.

—¿Estees…?—dejólapreguntaenelaire;sabíaqueélcomprenderíasuentusiasmo.

Elcondeasintióylevantóunamanoque,sibiennologróabarcarniunamilésimapartedelpanoramaquesepresentabaanteellos,ledioalmomentountintemágico.

—El Bosque de Dean, señorita, unas de las glorias de Gloucestershire —dijo, y parecía muysatisfechodesureacción.

Emilyhabíaoídohablarconfrecuenciadeaquelmajestuosolugar.Supadrecontabaconvarioslibrosenlosqueselonombraba,nosoloporlabellezayvastedadquetenía,sinotambiénporlaimportanciaquesehabíaganadoenlahistoriadeInglaterra.ElBosquedeDeanestabacompuestoporunaextensióndetierrademásdecienkilómetroscuadrados,conaltosyantiguosroblesquerealzabanelpaisajeyle

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conferíanunauramística.Segúnloquesemencionaba,asícomoenelpasadofueuncotodecazadelarealeza,habíacedidopartedeeseestatusenprovechodelasactividadesqueempezabanaabundarenlazona.Sinembargo,eneláreaenqueelcarruajesedetuvo,noviounsoloatisbodeotrosvisitantes,ymuchomenos demineros enmedio de sus labores; supuso que lasminas se encontrarían alejadas losuficienteparanoperturbarlavisita.

Emilyseencontrabataninteresadaenadmirarcadadetalledeloqueveíaasualrededorqueapenasfueconscientedelmomentoenquelossirvientesdescendierondelvehículo.Johnhizootrotantomientrassebajabajuntoalapuertezuelaparaofrecerleunamano.Alcomprenderqueellanosehabíapercatadodelgesto,sacudiólacabezay,trasdarunasindicacionesalossirvientes,lallamódenuevo,yestavezsuvozsílellegó,queloobservóunpocoapenadaporladistracciónyseapresuróatomarlelamanoqueletendía.Llevabaguantes,pero,peseaello,pudosentirelcalordeesetacto,loquelallevóasoltarseconrapidezyevadirlelamirada.

—Asumiréqueestácomplacida—dijoélsinmostrarsealteradoporesegesto.

Emilyasintióunayotravezmientrasexhalabaunsuspirodesatisfacción.

—Yestaríaen locierto,milord.—Sonrióencantada—.Sabíaqueestebosqueseencontrabaaquí,peronopenséqueatancortadistanciadeFalmouthManor.

—Bueno,nodiríaquedoshorasdeviajesignifiquenunacortadistancia,peroalversuentusiasmo,comprueboquevaliólapena—dijo—.Supusequeleagradaríavisitarestelugar.

Alfin,Emilylomiróalosojos,intrigadaporlaseguridadensuvoz.

—¿Cómopodríasaberlo?—preguntó.

—Recuerdo nuestra conversación acerca de cuánto valora la paz y la tranquilidad;mencionó algoacerca de haber vivido días muy oscuros —recordó pensativo—. Bien, conozco pocos lugares queprovean unamayor paz que este bosque, y puedo asegurarle quemientras se encuentre ami lado, nopermitiréquelaoscuridadlaamenace,dedíaodenoche.

Emily se sintió tan impresionada por esas palabras que no retiró la mirada, y él hizo otro tanto.Permanecieron todounminutoensilenciomientrasseobservaban,casicomosi sevieranporprimeravez,yquizáshabríancontinuadoasídenohabersidointerrumpidosporlallegadadellacayo,quepisóunasramasylossacódeesaensoñación.

—¿Milord?—Elsirvientellamóconvoztímida—.Todoestáarregladocomoordenó.

John asintió, aún con la mirada fija en el rostro de Emily, pero la magia había pasado, porquerecuperóelsemblanteserioymirósobreelhombroparaasentirendirecciónallacayo,queseretiróunavezmástrashacerunatorpereverenciaporloabruptodelterreno.

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Sinhacerreferenciaalaspalabrasdelsirviente,JohnextendióelbrazoparaqueEmilysesujetaradeél al empezar el camino, lo que hizo tras dudar solo un instante. La textura de la tela bajo la manoenguantada le provocaba un efecto agradable y, antes de que lo notara, caminaba a su lado con totalnaturalidad, comosipaseardelbrazodel condedeFalmouth, suempleadoryaristócratacon famadehombreoscuroypococordial,fueralomásnaturaldelmundo.Enverdaderaasícomosesentía.

—Háblemedelbosque,cuénteme todo loquesepa—pidióEmily trasunosminutosdecaminataydejóquelacuriosidadganaralapartida.

—Dudodequesepaalgoqueustednoconozcaya—dijoélsinaminorarelpaso.

—Quizá,perotodoloquesé,loségraciasaloslibros;noeslomismo.—Seencogiódehombros—.Laexperienciarealesfascinanteysospechoqueustedlatiene.¿Havenidoconfrecuencia?

Élcallóporunmomento,paraluegoasentir.

—Mipadremetraíadeexcursióncuandoeraunniñojuntoaalgunosvisitantes;avecesenpartidasdecaza—recordóparaluegoagregarconvozmásgrave—.Luego…Yasabequeamihijaleagradabalanaturaleza,porloqueestaeraunavisitahabitual.

Emily sintió cómo la mano se le tensaba sobre el brazo en que se apoyaba, sorprendida de esamención hecha con tanta naturalidad. Estuvo a punto de detener la caminata, pero logró superar eseimpulso,divididaentrelacuriosidadyelpesarquesintiódepronto,todoelloinspiradoporelhombrequeibaalladosuyo.Trasinspirarconfuerzapararegularlarespiración,relajólosmiembrosycontinuóconpasosereno.

—LordAlexandermencionóqueasuhija,ladyMargaret,legustabaelinvernaderoqueahoracuidaMary—dijomientrasseforzabaahablarconsimpleza.

—Sí,asíes,leproducíaunagranfascinación.Lamismaquesolohevistoantesenmimadrey,ahora,en su hermana. —John asintió para sí, como si acabara de reparar en eso—. Esperaba que cuandoMargaret fueramayor sevolcara a su cuidado,penséque seríaunhechonatural queocurriría tardeotemprano; pero, desde luego, sabe tan bien como yo que no es muy inteligente guardar esa clase deexpectativasyqueciertoshechossonsencillamenteantinaturales.

Emilydetectó laamarguraensuvozysevio tentadaadecirunapalabradeconsuelo,algoque lealiviara la pena, pero, si algo había aprendido acerca de lord Falmouth, era que no aceptaba lacompasión con agradecimiento y que, por el contrario, preferiría que esa confianza que acababa dedepositarenellaaltrataruntematanprivadofueraretribuidaconrespetoytacto.

—Tiene razón; no hay nada natural en un hecho tan trágico. Lamento decir que está en lo ciertotambiénalsuponerquelosétanbiencomousted—dijo—.Peroesonoimpidequesientamenoslástimaporloocurrido.

—Gracias,séqueessincerayloaprecio—respondióluegodecaminarensilencioporunosminutos.

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Alcomprenderqueelcondenodiríamásacercadeesetema,yconscientedequelodeveladohabíasidounamuestradeinmensaconfidenciaaltratarsedeunhombretanreservado,Emilyoptóporbuscaruntemamenossensible,unoquelespermitierarecuperarlatranquilidadquelesinfundióeselugardesdequehabíanllegado.

—¿Porquédecidiódeprontoquedebíainvitarmeaestepaseo?MecuestacreerquelohicierasoloporlaspalabrasdeladyKendall—preguntó.

EraalgoquehabíaintentadoignorardesdequepartierondeFalmouthManor,perolaideanodejabade darle vueltas. El conde recibió la pregunta con una pequeña sonrisa, como si la hubiera esperadodurantehoras.

—¿Mecreería si ledigoque fuedebidoamidesarrolladosentidodeldeber?—preguntóconvozrisueña.

—Lohabríahechohaceuntiempo,sí—respondióellatraspensarunmomento—.Nopongoenduda,desdeya, susentidodeldeber,milord,peromecuestacreerquesesacrifiquea talextremosoloparacumplirconunaobligación.

—Ahorameacusadeserunhombrepocoprestoalsacrificio.

Emily recibióesaspalabrasconuna sonrisa similar a ladeél.Eraagradableelpoderhablar contanta franqueza. Se permitió incluso unas bromas en un ambiente de compañerismo. Era casi como sifueranamigos.

—Acabodedecir que lo consideroun caballero respetuosode sus deberes—le recordó ella contonodechanza—.Noharespondidoamipregunta.

—Cierto —reconoció él, para luego agregar con voz seria—: La verdad es que deseaba dejarFalmouthManorporunashoras,buscarunpocodetranquilidadluegodepasartodosestosdíasrodeadoportantoruido.

—¿Serefierealosinvitados?

—Sí, lo que sin duda dicemucho acerca demis dotes de anfitrión. Pero Henry es un reemplazoextraordinario.EstoysegurodequedisfrutacadasegundoenquepuededarórdenesenFalmouthManor.—Seencogiódehombros,comosielhechoensícarecieradeimportancia.

Emily calló por un momento y reflexionó sobre la respuesta. Por un lado, era agradable que lehubierapermitidosersucompañíaduranteesasuertedeescapada,pero,porotro,nopudoevitarpensarquelaviosolocomounaexcusaconvenienteparacumplirconelpropósitodeescaparunpocodeesosinvitados.

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—Peronoherespondidoconclaridadalapreguntarespectodeporquélainvitéaacompañarme—continuóantesusilencio—.Deboserhonestoyreconocerquehubomuchodeegoístaenmidecisión,porlo que quizá deba ofrecerle disculpas.Cuando decidí que este sería un buen día para dejar FalmouthManorporunashoras,tuveclaroquesolovaldríalapenasilohacíaconusted.

Emilydetuvoelpaso,yélhizootrotanto.Sinvacilar,lomiróalosojosyleobsequióunasonrisacargadadecalidez.

—Prefieroquenomeofrezcadisculpas—dijoconvencida—.Nopodríaaceptarlasporquemealegraqueobraradeesaforma.

Auncuandonodevelóloqueenverdadsentía,fueevidentequeélhabíacomprendidomuchomás.Posóunamanosobre ladeella,quepermanecía sobre subrazo,y reanudóelpaseoen silencio.PeroEmilypercibióquealgoacababadecambiarentreambos.Aunquenotuvoelvalorparapensarenesoybuscarunaexplicaciónapropiada,seaferróalcalorqueleinundóelpechocontodassusfuerzas.

***

Caminarondurantecasidoshoras, lamayorpartedel tiempoen silencioyapenashablaroncuandoelconde señaló algunos lugares interesantes o recordó hechos familiares ocurridos en algún lugar delcamino.Emily,asuvez,pudohacerpreguntascadavezquealgoleinspirabainterés.

Ella apenas empezaba a sentirse cansada cuanto notó que se acercaban almismo claro en el quehabíaniniciadoelcamino.LordFalmouth,conconocimientoypericia,habíaseñaladounrecorridoquenoslosllevaríahastalomásprofundodelbosqueyquelespermitiríaregresaralpuntodepartidaaunahora razonable.Al llegar allí,Emilyvioque los sirvientes sehabíanencargadodecolocarunamantasobrelahierbaconlasviandasquellevaronenelviajedistribuidasconesmero.

Sinesperarinvitación,sedejócaersobrelamantamientrasexhalabaunsuspirodealivio,yélhizootro tanto. Probaron algunos de los platos en tanto intercambiaban impresiones de todo lo que habíanvisto,connuevaspreguntasformuladasporEmilyypertinentesrespuestasdepartedeJohn.Unavezqueterminaron, él la invitó a recostarse sobre uno de los grandes robles y se ubicó su lado, ambosconcentradosenlacontemplacióndelcielo,entotalsilencio,hastaqueEmilylorompióparahablarenvozqueda.

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—Cuandoeraunaniña,miprimayyoacostumbrábamosescaparparairajugarenelrío,queestáaunoskilómetrosdelaqueeranuestracasa,yluegonosrecostábamossobrelahierbaparaverlasnubespasar.

—¿EsofueenWiltshire?Recuerdoquemencionóqueeraoriginariadeeselugar.

—Sí,eshermoso.Enlosdíasbuenos,elcieloeratanclaroquesentíasquecasipodíasveratravésdeél.

Johnnotólanostalgia,perologróreprimirlacuriosidadacercadeeseperíododesuvidayllevólacharlaaunrecodomásalegre.

—¿Quéhacíanalveralasnubespasar?¿Lascontaban?

Emilyrio.

—No,noexactamente,eraunjuegotontoynadaoriginalenrealidad,peronosdivertíamosmucho—confesóconunasonrisa—.Nosgustabadecirquéformacreíamosquetenían.

—Comounateteraouncopodenieve—adivinóél.

—Algoasí,aunqueprocurábamosimaginarcosasmásrebuscadas.

—¿Cómoqué?

—Apenaspuedo recordarlo.—Emily arrugóunpocoel ceño, como si intentarahacermemoria—.QuizásalgocomolasiluetadelaseñoraCollins,nuestracocinera,mientrassosteníaunrodillo.

Johnrioylaobservófingirsorpresa.

—Noteníaideadequefueradueñadeunaimaginacióntandesarrollada.

—Eraunaniñaentonces.

—¿Quieredecirquehaperdidoesetalento?Meniegoacreerlo.—Johnlatomódelamano,loqueleprovocóunsobresalto,peronohubouninterésocultoenese toque,solodeseabaseñalarleelcielo—.Disponemosdeundíaclarohoy,debemosaprovecharloparadescubrirsiesverdadquenoposeemásesedon.Dígameenquélehacepensaresaforma.

Emilymiróenladirecciónqueélseñalabamientraslesoltabalamanoconunmovimientodiscretoqueélnotósinhacercomentarios.

—No estoy segura—respondió mientras fruncía un poco el ceño para concentrarse—. Creo quepodríaserunatarta.

Johnlaobservó,sorprendidoporesaapreciaciónyconunasonrisaqueleiluminabaelrostro.

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—Unatarta—repitióymiróa loaltocon lacabezaunpoco inclinaday losojosentrecerrados—.Temoquenopuedoverla.

—Sí, una tarta, demoras, como la que preparabamimadre enWiltshire—insistió con tonomásseguro—.¿Nuncahaprobadouna?

Johnlaobservóconunacejaelevada.

—Sí, desde luego, pero ninguna que dejara una impresión tan profunda enmí como para que eserecuerdomelleveaimaginarsuformaenunanube.—EltonoqueutilizóestabacargadodeunafinayamableironíaqueprovocóqueEmilyseencogieradehombros.

—Leaseguroque,sihubieraprobado la tartademimadre,el recuerdopermaneceríaenustedporsiempre.—Emilyhablóconfalsotonodesuperioridadyunasonrisa—.¿Quéocurreconusted?¿Quéveenesasnubes?—Señalóunníveogrupoalaizquierda,cercadelsol,demodoquedebióentrecerrarlosojosparaobservarlaaconciencia.

Johnapoyólasmanossobreelcéspedtrasél,demodoquereposóelcuerposobreellasyelevólacabeza para observar la forma que ella señalaba. Tras pensar apenas unos segundos, asintió como sihubierallegadoaunacuerdoconsigomismo.

—Veounasombra—dijopensativo—.Unafiguraacechante,oscura,quizápeligrosa.

Tanprontocomohabló,giróparaverelefectoqueesaspalabrashabíantenidoenEmily,quien,asuvez,seguíaconlamiradafijaenelcielo;unlevetemblorensus labios,sinembargo, le indicóquelehabíaafectadoesasentencia.

—Talvezsetratedemí—comentóentoncesconlacomisuradelabocalevantadosparadibujarunasonrisa burlona—.Aunque nome considero peligrosa, hay algo de oscuro enmi persona, es verdad,ustedlonotódesdenuestroprimerencuentro.—MiróaJohnalosojos—.Tambiénmifrialdad,claro,lorecuerdobien;nosiempresoycomparadaconuntémpano.

Élcomprendióquelaspalabrashabíansidomalinterpretadas,pero,enlugardecorregirla,estimóqueeraelmomentoprecisoparahaceralgoqueveníapensandohacíayamuchotiempo.Sindudar,letomólamanosobrelahierbaynoselasoltópeseasusobresalto.

—AcercadeloquelemencionéaHenry…—empezó,peroseviodeprontointerrumpido.

—¿Va a decir que no era sincero? ¿No cree que soy poco atractiva y que poseo el encanto de unglaciar?—Emilyelevóelmentónenungestodearrogancia.

—Hacemuydifícilquepuedadisculparmeconusted,¿losabía?

—¿Porquétendríaquehacérselomássencillo,milord?Talveznoseaatractivaymisencantosdejenmuchoquedesear,peropuedoasegurarlequeunadesusapreciacionesesdeltodoequivocada:nosoytontaenabsolutoynopretenderíajamásfingirlo.

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Johnsacudiólacabezadeunladoaotro,sinatisbodeburlayconlamanosujetaconfirmeza.

—Enesecaso,seconsideraunamujerinteligente—dijo,yfuemásunaafirmaciónqueunapregunta.

—Sí,losoy.Esunademispocasvirtudes,yestoymuyorgullosadeello.

—Talvezdeberíaconsiderarlafaltademodestiacomootrodesusdefectos.

Emilysonrió;sacudiólacabezadeunladoaotromientrasloobservabaconciertasorna.

—Pocoatractiva,sinelmenorencantoyvanidosa.—Loobservóconunacejaalzada—.Porfavor,milord,muestreunpocodecompasión.

Johnexhalóunsuspiroexageradoy,mientraslesoltabalamano,sedejócaersobrelahierbaconunmovimientobruscosinimportarlearruinarselaropa.

—Merindo—dijoconlasmanossobreelrostro—.Loheintentadounayotravezsindescanso,peroahoraveoqueesinútil.

Emilyfingiómirarlocondesconfianza,pero,alcabodeunminuto,sedioporvencidayseinclinóunpocohaciaél,intrigada.

—¿Aquéserefiere?—preguntó.

Élsesacólasmanosdelrostroylaobservóconunaampliasonrisa.

—No puedo vencerla en una batalla de ingenio, señorita; es demasiado lista para mí. Acepte mirendición,perotengalacortesíadenohaceralardedeello,micorazónnolosoportaría.

Emilyelevólascejas,sorprendidaporeseinesperadoreconocimiento.Nopodíacreerqueelcondereconocieraaalguiencomounsuperior,y la ideadeque fueraella ladestinatariadesemejantehonorsoloconsiguióarrancarleunacarcajada,unatansincerayclaraqueélretribuyóconunainclinacióndecabeza,satisfechodehaberleprovocadoesaalegría.Cuandorecuperólaseriedad,lomirósindejardesonreír,conunaemocióndeternuratangrandeyconelimperiosodeseodeacariciarleelrostro,queporunmomentosintiócomosihubieraperdidodeltodolacapacidadderespirar.

—¿Quéleocurre?—preguntóélsorprendidoporelcambio.

Emilysacudiólacabezayforzóunanuevasonrisa.

—Noesnada,nadamaloenrealidad.Essolo…Norecuerdocuándofuelaúltimavezquereídeestaforma.—Yeraverdad,auncuandosetrataradeunaconfesiónquelalibrabadehablardeunsentimientoaúnmáspoderoso.

Éllamirósincomprender,demodoqueellaprocuróexplicarsemejor.

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—Merefieroaesarisaquenaceenelpechoybrotadeloslabioscontantanaturalidad;inclusosesienteuncosquilleoenelvientre,comosiseexpandieray…Nomepresteatención,esunatontería—dijounpocoavergonzada.

—Nolocreo, lotomomuyenserio; lomismoqueausted.Recuerdoloqueerareírdeesaforma;hacemuchotiempoquetampocolohago.—Lamiródereojo—.Esunhonorsaberquelaheayudadoarecuperarunaexperienciatanvaliosa,aunqueparaellofueranecesarioquehicieraelridículo.

Emilyvolvióareír,peroestavezsurisafueleve,cargadadeafecto.

—Nopudoimaginarlohaciendoelridículo,milord;creoqueesimposible.

—No merezco esa confianza, pero lo agradezco —dijo mientras se recostaba contra el árbol yexhalabaunsuspiro—.Tengolaimpresióndequeocurre,sí,soycapazdehacerelridículo,almenosenloqueaustedconcierne.Locurioso,sinembargo,esquenomemolestaenabsoluto.

***

RegresaronaFalmouthManorpocoantesdequecayera lanoche.Elviaje transcurrióenmediodeunsilenciocargadodecamaradería.Pero,cuandoEmilyviolasiluetadelahermosacasaalolejos,peseasentir lamismaadmiracióndesiempre,nopudoevitarexperimentar tambiénciertopesarporquesupoqueloquefueraqueelcondeyellahubierancompartidoduranteelpaseonopodríacontinuarallí.

Fueélquienlaayudóabajardelcarruajey,sinpensarlo,ellaleaferrólamanodelamismaformaenque lo hizo él, pero, al oír el agitado ir y venir de los habitantes de la propiedad, se soltó con unmovimiento brusco y, tras agradecerle el paseo con una mirada velada, entró a la casa para ir a suhabitación.

LealivióencontraraMaryallí,sentadaenunacuriosaposturasobrelacama,conlasmanostraslaespaldaylospiesquedabandegolpesalaire.Emilylaconocíalosuficienteparasaberqueesainquietaactituddenotabaimpaciencia.

—Mary,¿quéocurre?

Suhermanasaltódelacamaconunagransonrisaenelrostro.

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—¡Emily,hasvuelto!¿Cómoestuvotupaseoconelconde?—Hablabamuyrápidoyledirigióunamiradacargadadecuriosidadalformularlaúltimapregunta,peronolediotiempoderesponder—.Mesorprendiómuchorecibirtumensaje,tambiénaAlexander:estabaconmigoenelinvernaderocuandomeloentregaron.Ambospensamosquefuemuyamabledepartedesuseñoríaal invitarteaacompañarlo.¿Tedivertiste?

EmilysonrióaloírelparloteodeMary,divertidaporsucapacidaddehablarcontantoentusiasmoyconmovidatambiénporlafaltadeegoísmoalnohacerreferenciaalhechodequeellanofuerainvitada,algo que, le avergonzó un poco reconocerlo, ella no se había detenido a pensar, tan emocionada seencontrabaporhaberpodidopasaresashorasencompañíadelconde.

—Fueunpaseomuyagradable,sí.Gloucestershireesunlugarhermoso;lamentoquenopudierasirconnosotros.

Laniñahizoungestoconlamanopararestarleimportanciaaladisculpa.

—Estábien,nomemolesta; lohepasadomuybienduranteeldíayhanpasadoalgunascosas.—Emilyadivinóentoncescuáleraelmotivodeesainquietaespera—.Haceunpardehorasllegóelcondede Leicester, el padre de lordWilmot. Lo vimos por la ventana de la biblioteca, yAlexanderme lopresentóaltoparnosconélcuandofuimosatomarelté.Esuncaballeromuyamableygracioso,pareceapreciarmuchoaAlexander,Tambiénalconde,claro,porquesemostrómuyconsternadoalsaberquehabíasalido,aunquelordWilmotsíqueseencontrabaaquí.—Sedetuvounmomentoparafruncirelceño—.Porcierto,lordWilmotdijoquenoteníaideadequelordFalmouthytúhubieranidoadarunpaseo,lo que, si te soy honesta, nome parece del todo extraño porque el conde no tendría por qué haberleinformadoalrespecto,¿nolocrees?

Emily solo alzó las cejas ante esadetallada información.Porunaparte, le sorprendió saberde lallegadadelcondedeLeicester,peseaquelaseñoraBrownhabíacomentadoalgoalrespecto;segúnella,setratabadeunodelosamigosmáscercanosdelpadredeJohn,uncaballerorespetablequeerasiempremuybien recibidoenFalmouthManor,pero,yaquehabíanpasadovariasdíasdesdeelanunciodesuvisita,supusoque talvezhabríapospuesto la llegada.EncuantoalcomentariodeHenryrespectoa lasorpresaalenterarsedelpaseoconelconde,bueno,sindudatendríamuchoquedeciralrespecto.Soloesperabaquenocompartierasusimpresionesconella;yaerabastantedifícilmantenersealejadadeélydelosimpertinentescomentarios.

—Sinduda,hastenidotambiénunatardeinteresante—fuetodoloquecomentómientrassedeshacíadel sombrero y se dejaba caer sobre una silla—. Sin embargo, siento que hay algo más que deseascompartir,¿dequésetrata?

Laniñaparecióencantadaante laafiladapercepcióndesuhermanayse levantóde lacamadeunsalto.Luego,buscóenelbolsillodelvestidoylemostróunsobredeaparienciasencillaqueseapresuróadarleenlamano.

—Llegóunacartaparati—dijoconunasonrisa—.EsdelaseñoraJenkins.

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FueelturnodeEmilydemostrarentusiasmo.EralasegundacartaquerecibíandesuqueridavecinaenColchester,quienlashabíaayudadodemilformasposiblesenlostiemposmásdifíciles.Laprimera,llegada hacía ya varias semanas, les sirvió como un recordatorio de lo que habían dejado atrás: susamistades, la vida diaria. La mujer se encargó de comunicarles cuánto las echaba de menos y cuánemocionadase sentíaal saberque seencontrabanenun lugarmejor,no solopor ladelicada saluddeMary,sinotambiénporloquelanuevaocupaciónsignificabaparaEmily,quieneraahoralibredeganarelsustentoparaellaysuhermanasincorrer riesgos innecesarios.Emilysupusoqueesasegundacartaseguiría la misma tónica aderezada, por supuesto, con algunas actualizaciones acerca de lo ocurridodesdelaúltimacomunicación.

Sin mayores ceremonias, se apresuró a abrirla y empezó a leer con rapidez, una línea tras otra,mientras sonreía con las descripciones acerca de sus amistades y los pequeños acontecimientossucedidosenelpoblado.Alparecer,elseñorKittleridgeseencontrabayadeltodorecuperadoyacababaderecibirunainteresanteofertaparasereltutordeloshijosdeunafamilianobledelcondado,loquelepermitiríacontinuarconloscuidadosdesuancianopadre.Emilyrecibiólanoticiaconalegría,yaquenopodíadejardepensarque,enciertamedida,ellahabíatomadosulugaralaceptarlaofertadelconde,auncuandoentoncesélnohabíapodidoaceptarla.Mientrasleía,compartíacadapárrafoconMary,queescuchabaatentayhacíapequeñoscomentariosquelesacabanmayoressonrisas.

Acababade leer la cariñosa despedidade la buena señora, cuando leyóunapequeña anotación alfinal de la hoja que supuso contendría algún comentario igual de alegre acerca del poblado o de sufamilia.Sinembargo,segúnlosojosleibandeunladoalotrodelpárrafo,lamiradaseleensombrecióytodo rastrodeentusiasmodesapareció.Sujetóelpapel con fuerzaentre losdedosy losestrujópor laconsternaciónquesentía.

—¿Emily?

ElsuavellamadolaobligóalevantarlamiradayenfocarlaenelrostropreocupadodeMary.

—¿Emily?—llamódenuevo—.¿Teencuentrasbien?¿LaseñoraJenkinshacompartidoalgomalo?

Sacudiólacabezadeunladoaotroyrecompusoelsemblante.Exhibióunacalmadasonrisaaltiempoquedobladalacartayselaguardabaenelbolsillo.

—Noesnada,querida—dijo—.Alparecer,estáunpocopreocupadaporelresfríodesuhijomenor,Willy,¿recuerdas?Peronocreoqueseadecuidado.Sivemoscuándofueenviadaestacarta,estoyseguradequedebedeencontrarseyarecuperado.

Maryrecibióesaspalabrasconserenidad,aunqueEmilyestuvoseguradequenolecreíadeltodoynopodía culparla; pormuybuenamentirosa que fuera, su hermana era lo bastante perceptiva para nocaptarunamentiratanfrágil.Porfortuna,noinsistióconlaspreguntasysoloasintiópensativa.

—Esperoque tengas razónyqueWillyse recuperepronto—dijo—.Ahoravoya lavarmepara lacena, la subiránamihabitaciónencualquiermomento.¿Lacompartirásconmigoovasacenarconelcondeysusamigos?

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Emilypensóconrapidezyconsiderólarespuesta.Elcondenolehabíahechounsolocomentarioalrespectodurante el paseoni enviadounanota, por loque supusoquedisponíade libertadpara cenardondelodeseara,loqueenesemomentoagradecióconfervor.Necesitabaunpocodesoledad,aunqueen realidad no la tenía del todo, ya que no podía negarse a compartir la comida con su hermana, nocuandonoteníalaobligacióndebajaralcomedor.

—Iré contigo, Mary, pero primero deseo asearme también. —Se señaló el polvoriento vestidoproductodelashoraspasadasenelbosque—.Nosreuniremosentuhabitación.¿Podríasindicarlealadoncellaquesirvalacenaparaambasallí?

—Desdeluego.Teesperaré.

Emilyesperóaquesemarcharaymetiólamanoenelbolsillo,dedondesacólanotadelaseñoraJenkins.Recorrióconlosojoslasprimeraslíneassinmayorinterés,solodeseaballegaralasúltimas,alasquelahabíanperturbadotanprofundamenteyquenecesitabacomprobarahoraqueseencontrabaasolasynodebíaocultarsusemociones.Elescuetopárrafodecía:

Casiloolvido,miqueridaEmily.HaceunosdíasrecibílavisitadeunadamaquesepresentócomolaseñoraThornee indicósersu tía.Segúnmedijo, fueprimeroa laantiguacasa,pero,alverquesehabíanmudadoyqueotroslaocupabanahora,graciasaunasseñasdelosvecinosseacercóamipuertaal considerar que, por ser antiguas amigas, podría conocer su dirección actual. He de confesar queencontréuntantoextrañasuactitud,seveíademasiadodisgustadapornohaberlaencontrado,demodoque,sibienmencionéquehabíasidoempleadaporelcondedeFalmouth,nolerevelélaubicacióndelapropiedad. Sin embargo, al tratarse de un caballero tan conocido, no dudo de que ellamisma puedadescubrireldomicilio.Esperohaberactuadodeformaapropiadaynogenerarningúntipodeproblemaparaustedosuqueridahermana.

Emily ignoró la nueva despedida, se llevó el papel al pecho y lo estrujó con fuerza. ¿No iba aterminarnuncaesapesadilla?¿Cuándoconoceríalapaz?Justocuandoseconsiderabaasalvo,fueradepeligro,lasalasnegrasdeltemorsecerníandenuevosobreella.Esasombramalignaparecíadispuestaanoabandonarlajamás.

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CAPÍTULOVIII

Lossiguientesdías transcurrieronde formadifusa,comosihubieransidoabsorbidosporunaespesanieblaquelesconferíaunairetanabstractocomolejano.EmilymantuvolarutinadeimpartirleclasesaAlexander,aunquedebiócederenciertasocasionesparaqueloshorariosfueranmodificadosafindequeelmuchachopasaraalgodetiempoconelcondedeLeicester,quemostrabaunprofundoapegoporél,uno similar al que parecía sentir por John. Emily tuvo la oportunidad de conocer al caballero muytempranoporlamañanaaldíasiguientedesullegadaysellevóunagrataimpresión.TalycomohabíamencionadoMary, se tratabadeun lord respetabledecarácter sosegadoyamablecon tendenciaa loscomentariosocurrentes.SibieneraevidentequecontabaconvariasdécadasmásqueJohn,eradueñodeunespíritujuvenilsimilaraldesuhijoHenry.

Tal vez Emily habría disfrutado de su compañía y las historias que le gustaba contar cuando seacercabaalsalóndeclasesparahablarconellayAlexander,denoserporquelamayorpartedeltiemposus pensamientos se encontrabanmuy lejos de allí. No solo se sentía preocupada por los alarmantesinformescompartidospor laseñoraJenkinsenlaúltimacartaacercadel interésdela tíaCarolineporencontrarlas,sinoque,además,yquizásfueraloquemásleinquietaba,nopodíadejardepensarenlashoraspasadasal ladodelconde,nosoloaquellascompartidasduranteelpaseo, sino todas lasque lehabíanpermitidoconocerlomuchomásdeloquehabríapodidoalgunavezimaginar.

Eracuriosopensarcuándiferenteera laopiniónque teníadeélen laactualidad,enespecial si lacomparaba con laque lehabía inspirado en losprimeros encuentros. ¿Enquémomentodejódeverlocomo un hombre impositivo y malgeniado para considerarlo ahora generoso y con un pasado que lotorturaba tantocomo leenriquecíael temperamento? Jamáshabríapodido imaginarqueveríaenélunalma gemela, alguien con quien podría hablar con naturalidad y simpleza, admirada por su capacidadparacomprenderladelamismaformaenqueellalograbaalcanzaraentenderlacomplejidaddeaquellamente. ¿Cómoera posible que añorara de forma tan ridícula y desesperada lo que sintió al tocarle lamano? Un sencillo toque que ni siquiera fue una caricia tenía un significado tan importante comoaterrador.Apenas lograbaconteneresos sentimientoscuandoseencontrabaen supresencia, resueltaamostrarseindiferente,apenascortés,todoparaescondereltorbellinoquesentíaenelcorazón.

Sifueraposibleperderlarazónporculpadelaspoderosasemocionesquelaembargaban,sindudaEmilyhabríaestadoalbordedelalocuramásdeunavez.

Lasmiradasveladasycomentarios insidiososdeHenrynocontribuíantampocoaencontrar lapaz.Cadavezqueellayelcondeseveíanenlanecesidaddecompartirunlugar,ylordWilmotseencontrabatambiénpresente,noperdíaoportunidaddehaceralgunaobservaciónmaliciosaqueaellalaincomodabayaJohnloenfurecía.EmilynoteníaideadequéeraloqueledecíalordFalmouthasuamigoenesas

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oportunidades,yaqueseconducíaconcautela,perosuponíaquenodebíadesernadaamable,sinoalgomás bien amenazante, porqueHenry semostraba, entonces, almenos por breves espacios de tiempo,cortésyreservado.

Emilyhabríadeseadocon todassus fuerzasdesaparecerparaaclararesossentimientosydesterrarlostemores,peroeraimposibleyseveía,díaadía,obligadaamostrarunafrialdadqueestabamuylejosdesentir.

CuandoelcondedeLeicesterinsistióparaquetantoMarycomoellaacompañaranaJohn,Alexanderyaalgunosdelosvisitantesaunsencillotéeneljardín,nopudonegarse,yaquehabríasidounamuestradeenormedescortesía.Además,yaquevariosdelosinvitadossehabíanmarchadoeldíaanteriorysoloquedabanHenry y ladyKendall como huéspedes, además del propio conde de Leicester, su ausenciahabríasidoaúnmásnotoria.DemodoqueaceptótrascomentarloconMaryyseaseguródequelaniñasesintieracómodaaltratarconpersonasmayores,deunnivelsocialqueaúnleeraajenopeseasuestanciaen la propiedad y al trato conAlexander. Susmiedos, sin embargo, no tuvieronmayor razón, porqueMarysecomportócontalencantoybuenasmanerasquenadiehabríapodidoreprocharleabsolutamentenada.Tansolohubounmomentoquefuemuchomássignificativoparaellaqueparaquieneslotomaroncomounhechoaisladoycarentedeimportancia.

LadyKendall, como laúnicadamadealcurniapresente,habíaasumidoelpapeldeanfitrionay lodesarrollabacontalencantoynaturalidadqueEmilylohabríaencontradoextraordinariodenoserporladesconfianzaqueesadamaaúnleprovocaba.Lamayorpartedeltiempoeraafableconella,latratabaconunadeferenciarayanaenlaindulgencia,loqueEmilyencontrabainsultante,auncuandoalgoledecíaque no era esa su intención. Parecía decidida amostrarle una excesiva amabilidad y hacer referenciacadavezquepodíaasusdifícilescircunstancias,talycomolasllamaba,alhacerénfasisenelhechodequeeraunajovenpobremuyalejadadesumundoyobligadaavivirenunentornoquenolecorrespondíaconelfindesobrevivir.Nohabíanadadefalsoeneso:Emilyeramuyconscientedelaverdaddeesaspalabras, pero ella lograba, conuna suave inflexión en lavoz, remarcar lasdiferencias entreEmilyyquieneslarodeaban,loquelahacíasentirmiserable;yelladetestabaesasensación.

Hastaentoncesnuncalehabíadedicadomayorespensamientosa laposiciónqueteníaenFalmouthManor,yaqueaceptabalacondicióndeempleadaconnaturalidad,pero,cadavezqueladyKendallhacíareferenciaaeso,nopodíaevitarelimpulsodebuscarlamiradadelordFalmouth.Porfortuna,otalvezno, él siempre parecía distraído e indiferente frente a esas charlas, como si no les concedieramayorimportancia.

Sinembargo,duranteeltécompartidoenlosjardines,ladyKendallvolvióahacerreferenciaaesaposicióndebidoauncomentariodelordWilmotacercadelosacrificadaqueeraEmilyparacumplirsuslabores,algradodenoaceptarunasoladesusinvitacionesparavisitarlosalrededoresdelazona.Ladamasacudiólacabezadeunladoaotroaloírloconexpresióndepesar.

—Cuándesafortunada es,mi querida, no dejo de admirar su abnegación.Debe de ser difícil paraustednocontarconmásfamiliaquelepuedabrindarconsueloyapoyoenlostiemposdifíciles.—EltonodeladyKendallnosugeríadespreciooburla,aunquetampocorebosabadesimpatía.

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Emilyfruncióloslabios,listaparaelaborarunaréplicaapropiada,peroMarytomóladelantera,unpocotocadae inquietaaloíresamuestradecompasiónque,supusoEmily,encontrótanpocoacertadacomoella.

—Peronoesdeltodociertoquenocontemosconmásfamilia,¿noesverdad,Emily?—Laniñaledirigióunamiradaanhelante,comosiesperararecibirapoyo—.TenemosunatíaenWiltshirequeesmuyagradableysepreocupapornosotras.

—¡Qué interesante!—Henrymostró inmediato interés ante esa revelación, atento a la reacción deJohn, que seguía la charla en silencio—.Una tía, nadamenos, ¿y cuál es el apellidode la dama?Hevisitadolaregiónconfrecuenciayesposiblequelaconozca.

Emilyapretólasmanosqueteníasobreelregazosinexpresarmayoremoción,aunqueledirigióunafugazmiradaaMary,obviamenteinquietaporesarevelaciónhechacontotalingenuidad.Trasvacilarycavilar acerca de qué podría decir sin ponerse en evidencia, decidió que lo más inteligente seríaapegarse a la verdad tanto como le fuera posible.Hasta entonces, le había funcionadobien y nada lallevabaapensarquepudieraencontrarseenunasituacióndistinta.ObservóaJohn,quepermanecíaensilencio,yrespondióconvozqueda.

—Mi tía es la señoraThorne, pero ella enviudóhacepocoy debevelar por su propia seguridad.Sería injusto de nuestra parte recurrir a ella en busca de ayuda—dijomientras procuraba hablar connaturalidad—.Además,creoqueMaryyyohemosconseguidoarreglárnoslasbastantebienjuntas.

LadyKendallasintióconunasonrisa.

—Oh,sí,esevidentequehasidolobastantecapazparaasegurarseunhogardignoyconfortable.—ElevóunacejaendirecciónaJohn,quelaignoró,ysellevólatazaaloslabios,paraluegocontinuar—:Admiro esa tenacidad, señorita Browning, y ese digno orgullo del que hace gala, no todos podemosmostrarnostanvalientes.Sinduda,suvaliosacapacidaddedesprendimientolaconvierteenunamaestraejemplar;quéafortunadofuelordFalmouthalhallarla.

—No es un asunto de valentía, milady, solo de sentido común—replicó Emily, irritada por esehalagohechocontantadisplicencia—.Encuantoalafortunaquecreequetuvomilordalemplearme,esjustoseñalarquemesientoagradecidadeviviraquíydeservirasufamilia.

Alrepararenlapasiónqueleimprimióalavoz,quepodríadevelarsusprofundossentimientos,nosoloporFalmouthManorsinoenespecialporeldueñodelapropiedad,bajólamiradaypermanecióensilencioporvariosminutos,tiempoenelquenadiemáshabló.

Porfortuna,Henryretomóprontolacharlaymencionóalgorespectoaunafiesta,peroEmilynoleprestóatención,estabaperdidaensuspensamientos.Solocuandooyóquelallamabanlevantólamiradayseforzóaseguirelcursodelacharla.

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—¿Participaría,señoritaBrowning?Seríaunareuniónmuysencilla,tansoloalgunosinvitadosdelazona.—Henry, sentado frente a ella, se inclinó hacia delante para observarla con atención—. Estoyconvencidodequedebedeserunaexcelentebailarina.

Emilyacogióesaspalabrasconunligeroencogimientodehombros.

—Temodecepcionarlo,milord,peroestáequivocado,nosoyunabuenabailarina,yauncuando lofuera, preferiría no formar parte de esta celebración.—Miró de reojo a John, que permanecía con lavistafijaenunpuntomásalládelhombro.

—¿Por qué no? Será divertido. —Henry le dirigió una mirada sorprendida, como si no pudieraconcebirquealguiennoencontraralaofertairresistible—.Siseniega,tendremosqueconvenceralordFalmouthdequeusesusdotesautoritariasparahacerlacambiardeopinión.

Emilyapretóloslabiosyledevolvióunamiradaquerevelabafastidio.Procurabaseramableconlosinvitados del conde, en particular con ese caballero, pero cadavez le resultabamásdifícilmostrarseindiferente.

—Preferiría que fuerasmás cauto con tus expectativas,Henry.Hacesmal en suponer que podríasconvencermedehacercualquiercosaqueincomodaraalaseñoritaBrowning.Siellanodeseaasistiraesaridículafestividad,lacualnisiquierayoestoysegurodequeseaunabuenaideaorganizar,entoncesnolohará.Yesoestodo.

La fría voz de John inundó la habitación, tenía una entonación que dejaba entrever una veladaamenaza que produjo en Emily un hasta entonces desconocido sentimiento de excitación y ¿orgullo?Nunca nadie se había expresado de forma tan clara en unamuestra de consideración hacia ella, aúnmenosunhombrecomoelcondedeFalmouth;enpúblico,además.Sesintiótentadaamirarlo,perologróresistiresedeseocon todas lasfuerzasy,en lugardeello,contempló lareaccióndeHenryfrentea laagriarespuestaasusdesenfadadosdeseos.Enverdadnoparecíamuyafectado,porelcontrario,unbrillodediversión le refulgíaen losojosclarosydio la impresióndeestarapuntodeesgrimiruna réplicaingeniosa,cuandootravoz,tangélidacomolaJohn,seleadelantóyloobligóaguardarsilencio.

—Talvezenlugardederrochareltiempoentanfrívolasypococonsideradasactividades,mibuenhijopuedatenerlaamabilidaddeobsequiarmeunoscuantosminutos.—EralaprimeravezqueelcondedeLeicesterabríalabocaparaexpresarsuopinióndesdequeseiniciólaconversación,yEmilypudonotarlosarcásticodeltonoylafríamiradaqueledirigióasuhijo,quienrecibióesaspalabrasconlasmejillasenrojecidascomounniñoatrapadoenfalta—.Segúnrecuerdo,esaesunadelasrazonesdemipresenciaenFalmouthManor,¿cierto?

Hubotensosilencio,comositodoslospresentesfueranconscientesdequesehabíanvistoinmersos,sinavisoprevio,enunenfrentamientoquehabríanpreferidonopresenciar.ElprimeroenreaccionarfueJohn, quemiró al conde de Leicester con una ceja alzada y la sombra de un discreto reproche en elrostro.

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—Justopensabaproponerunareunión—comentócontonodefalsaindiferencia—.Tambiényodeseohablar con usted. Temo que he sido desconsiderado al permitir que fueraHenry quien se ocupara dealgunas demis obligaciones para conmis invitados, lo que le ha impedido prestarle la atención quemerece.Sinembargo,estoysegurodequeladyKendalltendrálagentilezadeocuparmilugar,demodoquenosotrospodremossosteneresaconversación.

El conde de Leicester recibió esa cautelosa reconvención con un asentimiento que delatabaincomodidad;eraobvioque,apesardesusmanerasamistosas,escondíauntemperamentodominanteyestabapocoacostumbradoano serquienestipulara los términosde sus acciones.Sinembargo,debiócomprender que el anfitrión, aunque firme, se había expresado con profundo respeto, de modo querechazarlainvitaciónhabríasidodel todoincorrecto.Eso,sumadoalsinceroafectoquesentíaporél,terminóporconvencerlodeaceptarlasugerencia.Henrynohizounsolocomentario,loqueeradeltodoinusual;sololosojosbrillantesdevelabanfuria,peropareciódispuestoaseguirlos.

LadyKendall,entanto,lomismoqueEmily,AlexandereinclusoMary,quienpeseasujuventuderaconsciente de la tensión reinante, guardaron prudente silencio a la espera de que los caballeros semarcharan.Ladama tan solohizoun levegestode asentimiento a John a fin de indicarle queobraríasegúnsupedidodeentreteneralosvisitantes.Trasunaspalabrascortesesdedespedidaylasreverenciasderigor,lostresseperdieronenelinteriordelacasaprincipal.

Maryreanudóprontoelinterésenelpastelilloqueunlacayoacababadeofrecerleyleprestótodalaatención a Alexander, quien había contenido el aliento mientras su hermano y amigos se habíanenfrascado en esa tensa ymuda discusión.Emily, en cambio, dedicó unosminutos ameditar sobre loocurrido, admirada por la capacidad de lord Falmouth para controlar sus emociones y sostener conhabilidad las riendasdecadasituaciónquesepresentabaanteél,pordifícilquepudiera resultar.EraevidentequeHenryysupadre teníanseriosproblemasdecomunicacióny, sinduda,esaconversaciónquesostendríanibaatenerpocodeamistosa.EraposiblequeJohnsevieraenlanecesidaddearbitrarenella.Emilynoenvidióenabsolutoesaposición.

Pasados unos minutos, lady Kendall dio por terminada la reunión y obtuvo un sentido suspirocolectivo de parte de los presentes; el ambiente cordial de la tarde se había arruinado hacíamucho.Mientrascaminabanderegresoalapropiedad,ladamaselasarreglóparaajustarelpasoycaminaralladodeEmily.

—Confiesoquesientouna terriblecuriosidadporser testigodeesacharla—ledijoenunsusurromientrasseacercabaparaquenadiemáspudieraoírla—.¿Ustedno?

Emilysacudiólacabezaconungestoserenoyelrostroimperturbable.

—No,enabsoluto—respondiósincera.

—Qué educado de su parte —dijo para luego mirarla de reojo con una mueca burlona—. ¿SepreocupaentoncesporloqueelcondedeLeicesterledigaalordWilmot?Puedoasegurarlequeesuncaballerodignode temer, sinduda, peroHenry siempreha sido sudebilidad: es suúnicoherederoy,

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además, jamássecomportaríadeformainadecuadaenlacasade lordFalmouth; lorespetademasiadoparaeso.

Emilynorespondió,sinimportarlequesuactitudpudieraserconsideradaofensiva.Noteníadeseosde seguir el juego de lady Kendall, cualquiera que fuera. Si hubiera tenido que expresar su opiniónrespectoaloquelepreocupabaenesemomento,sehabríavistoenlanecesidaddereconocerquesuspensamientosestabandeltododedicadosaunsolocaballero,ynosetratabadelcondedeLeicesterodesuveleidosohijo.

***

SiJohnhubieratenidoqueescogerunasolapalabraqueresumieralalargaconversacióndelaquehabíasidotestigodurantelasúltimasdoshoras,nohabríatenidounsoloproblemaparaencontrarla:desastre.Habíasidountotalyabsolutodesastre.

LosesfuerzosdeJohnparamediarentreHenryysupadrehabíansidodeltodoinfructuosos;nosoloeso,dealgunaformaqueaúnnoalcanzabaacomprender,sehabíavistoconvertidoeneldestinatariodemás de una palabra poco amable. No de parte de lord Leicester, que pronto se mostró dispuesto aofrecerledisculpasporsuactitudenpresenciadelosinvitados,sinodeHenry,que,unavezquesevioasolasconsupadreyconsuamigo,notuvoreparosenexpresarcuánavergonzadosesentíadehabersidotratado en público como unmuchachomalcriado. John no pudo negar que comprendía ese enojo, sinimportarquétanmerecedorhubierasidodeesetrato.

QuizásesafueraelúnicopuntoenquediferíadelordLeicester,yasílohabíaexpresadoenmásdeunaoportunidad.EstabadeltododeacuerdoenqueHenrynecesitabaserdisciplinadoyreconvenidoafindequeenderezaraelcaminoyasumieraalgunasresponsabilidades,einclusoprocurabaguiarlotantocomoleeraposibleenconsideraciónalaamistadquelosunía;sinembargo,losmétodosdelcondedeLeicester tenían poco de sutiles y mucho de humillantes. Era sencillo confundir a un hombre con elcarácterdeHenryconalguienaquiennoleimportabaenabsolutoloquelosdemáspudieranpensardeél,yquizáhabíaalgodeverdadenello,peroJohnsabíaconcertezaque,sihabíaunasolapersonaenelmundodelaquedeseabaobteneraprobación,eradesupadre.

Ensuopinión,ambosseparecíanmásdeloquehabríanestadodispuestosareconocer.Losdoseranposeedoresdeuncarácter firme,pocoprestos adar elbrazoa torcerydueños tambiéndeunorgulloexagerado. La diferencia era que lord Leicester, guiado por la experiencia y la edad, había logrado

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encontrarunbalancealgorazonable,mientrasqueHenry,aúnconmuchoporaprender,permitíaqueesosintercambiosdepalabrasypeleasloafectaranaungradoextremoylollevaranamostrarsecínicoyaúnmásdecididoaobrardelaformaqueelcondedeLeicesterdesaprobaba.

LosintentosmedidosdeJohnporbuscarunareconciliaciónentreelloscayeronensacoroto.MásdeunavezdebiótoleraruncomentarioinjustodepartedeHenryacercadelapreferenciaqueteníaporsupadreydecómosemostrabadeacuerdoconélendetrimentodequienera,alfinyalcabo,suamigomáscercano.Cansado de acusaciones injustas y ridículas, lord Falmouth perdió la paciencia y los dejó asolas,convencidodequenohabíanadaquepudierahacerporsembrarlaconcordiaentreellos,almenosnoesanoche.

Aliviadoporelsilencioqueloenvolvióaldirigirseasuhabitación,noreparóporunmomentoenlasombraapoyadaenelalféizardelaventanaquegirótanprontocomolooyóllegar.Desdeluego.Aesedíaaúnlefaltabanalgunasdesagradablessorpresas.

Eloiseeraunamujerexperimentada,atrevidayconunsentidodelaaventuraqueél,porlogeneral,encontrabaadmirable.Peroenesemomento,hastiadoyenbuscadepaz,nopudomenosqueconsiderarsupresenciaenlahabitacióncomounaintrusiónnadaapreciada.Ella,aunquenotóesaincomodidad,fuelobastanteastutaparaignorarlaysonreírconabiertaburla.

—Alparecerhecometidounpequeñoerror—dijomientrassealejabadelaventana—.Penséquetealegraríaverme.

Johnsacudiólacabezay,sinresponder,sedeshizodelachaquetaparaluegodejarsecaersobreunsillónconunahondaexhalación.

—Porlogeneralasíes—dijocontonograve.

Eloisesesentóenelmismolugarqueélocupabayrecostólacabezasobresuhombroconunsuspiro.Él se tensó ante el contacto y reprimió el instinto de alejarse, pero ella debió advertir esa reacciónporquelevantólamiradaylocontemplóconunaexpresiónqueeramezcladeirritaciónycuriosidad.

—Tehaimpresionado,¿cierto?Esoesloqueocurre—dijocontonotenso.

—¿Aquéterefieres?—Éllamiróconconfusión.

—Quién—locorrigióconvozcortante—.TuextraordinariaseñoritaBrowning.

—Noes“mi”nada.

—Noporquenolodesees.

Él ledirigióunamiradaceñuday laalejóconunmovimientogentilperofirme.Ella,sinperder lacalma,apoyólaespaldacontraelrespaldo.

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—No te disgustes, querido, no te juzgo. Aunque no es hermosa, debo reconocer que tiene ciertoencanto.YaHenryme había hablado al respecto, pero sabes que no se puede confiar del todo en suentusiasmo—dijo.

—Nomegustaloqueinsinúas.

—Claro que no, ¿por qué iba a gustarte? A nadie le agrada que sus más oscuros deseos seandescubiertoscontantafacilidad,¿cierto?Peronotepreocupes,creoserlaúnicaquelohanotado.Henryesdemasiadofrívoloyegoístaparacomprender laprofundidadde tussentimientosyella…—Dudóehizounamuecadesdeñosa—.Talvezseaunamaestracapaz,peronoesunamujermuyperceptiva.

—Eloise…

Ellacontinuócomosinolohubieraoídoonodesearaprestarleatención.

—Peronoleeresindiferente;esoesobvio.Mepreguntosiseráconscientedelpeligroquecorre.

—¡Basta!

—¿Porqué?—preguntódesafiante—.Nonegaréqueencuentrohumillantehacerunviaje tan largoparareunirmecontigoysertestigodecómoleprestastodatuatenciónaotramujer.Permitealmenosquemedivierta—dijomordaz.

—Estoysegurodequepodrásencontrarotrasfuentesdediversión,aquíoencualquierotrolugar.

—Si no te conociera tan bien pensaría que sugieres que me marche, pero eso no es posible: uncaballerocomotújamásdiríaalgotanespantoso.

Johnsuspirófrustradoylaobservóalosojos.

—¿Quéesloquedeseas?

—Yatelodije—ellaseencogiódehombrosalresponder—.Quierodiversión.

—¿Amicosta?

—Aladecualquieraquepuedaproveérmela.

—Eresterrible.

—Norecuerdoquetequejarasjamásporeso.Adecirverdad,siemprehepensadoqueesunodemismejoresrasgos—lomiróenprofundidadconunasonrisaquelebailabaenloslabios—.Notemasherirmis sentimientos, John:noestoyenamoradade ti.—Teníaun leve tonodedespechoen lavozyél lonotó,peronolainterrumpió—.Mentiríasinoreconocieraqueeresuncompañeromuyestimulante,perohevividolosuficienteparasaberqueloscorazonesrotosnoexisten.

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—¡Ymellamascínico!—Élforzóunasonrisacarentedealegría.

—Loeres,peromenosqueyo.Menosaundeloquetegustaaparentar.—Seinclinóhaciaélconunmovimientoelegante, leapoyóunamanosobreelpechoy leacercósu rostroal suyo—.Tencuidado,lordFalmouth.

—¿Esunaadvertencia?

—Ohno,nodemí,querido,nuncaobraríaentucontra,perojuegasconfuegoycorreselriesgodequemarteo,yaqueestamos,dehacerardertodoloqueestáatualrededor.

—Eres demasiado dramática. —La miró a los ojos y una sombra destelló en los suyos, deadvertenciaodesprecio—.Noseréconsumidoporningúnfuego.

Eloiselosoltó,seechóhaciaatrásenelsillónyemitióunasonoracarcajada.

—Temoqueesonoesalgoqueestéentusmanos—dijoella—.Lallamaestáencendidayalguienvaaquemarse.Lapreguntaes:¿quiénserálavíctima?¿TúolaseñoritaBrowning?O,aúnmásinteresante,¿loseránambos?Meencantaríaverlo.

***

La mañana siguiente al tenso enfrentamiento entre lord Wilmot y su padre, Emily juzgó convenientemanteneralejadosdelacasaaAlexanderyaMary,preocupadaporquefuerandenuevotestigosdeunasituacióndesagradable.Eraciertoqueel joven lordhabía tomadolosacontecimientosdeldíaanteriorconbastantenaturalidad,comosinose trataradeunhechodel todoajeno,pero suhermanasíque semostró sorprendida por la palpable enemistad entre dos personas que, se suponía, debían amarse sinreservasdebidoalparentesco.Maryera tan jovene inocenteque,con frecuencia,Emilyapenaspodíacontener el pequeño aguijonazo de envidia que le provocaba la sencilla y lógica línea de esospensamientos.

Sin embargo, cuando apenas acababa de convencer a Alexander para pasar la mañana en losalrededores de la propiedad para así aprender acerca de la fauna y flora de la zona, un sonorointercambiodepalabrasoriginadoenelgranvestíbulodelacasalellamólaatención.Deprontosevio,sinpensarloysinelmenordeseo,comotestigounavezmásdeunasituacióndeltodoajenaademásdepocoagradable.

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El conde de Leicester se encontraba de pie con las manos detrás de la espalda al final de laimponente escalinata que llevaba al segundo piso. No había ni rastro de la afabilidad habitual en elrostro; tenía los labios fruncidos y sacudía el cabello canosomientras hablaba con tono cortante. EnopinióndeEmily,demasiadoaltoparael lugarenquesehallaba.Llevabapuestountrajedemontarysostenía lafustabajoelbrazo.Lamuchachanotóqueparecíaapuntodeperder losestribosynotuvodificultadenveralobjetodeesafuria.

Henryvestíaunatuendo similar alde supadre, con ladiferenciadeque, en lugarde sostenerunafusta, llevabaunpergaminoenrolladoenlamanoderecha,quele temblaba.Eraesalaúnicaseñalquedelataba ira, yaque en el rostro se le dibujabauna sonrisa burlonay la postura relajada simulabaunabiertodesafío.

Emilysemantuvodepieapocospasosdedistancia,casiocultaporunacolumnaeindecisaacercadecómoproceder.Sisemarchaba,eraposiblequeloshombresnotaransumovimientoytemióquecreyeranquelosespiaba,porloquepermanecióinmóvil,aunquenopudocontenerdarunligerobrincoaloírlavozdelcondedeLeicester.

—Notolerarémásestaconducta,Henry.—Diounospasosendirecciónaélysedetuvoconactitudseñorial—. No es posible que todo sea un juego para ti; me rogaste que viniera aquí para que asípudiéramoshablar,peronohashechomásqueignorarme.

—Eso no es del todo correcto, padre—replicó con su acostumbrado tono burlón—.No recuerdohaberte rogado jamás y comparto tu deseo de sostener una charla. Por desgracia, pareces pensar queofendermeindiscriminadamenteyecharmealacaracadaunodemisdefectoscalificacomouna.Esenesoenloquenoestoydeacuerdo.

Elcondeacusóelgolpeconserenidad,aunqueEmilypudonotarqueabríaycerrabalasmanos.

—No conozco otra forma de comunicarme contigo—dijo el caballero, despectivo—. No hay unápice de seriedad en tu conducta. Encuentro vergonzoso haberme visto obligado a humillarme enpresenciadelordFalmouth,quien,congenerosidad,noshaacogidoensucasaconlaesperanzadequeresolviéramosnuestrasdiferencias.

Henrysoltóunarisacarentedealegríasinorebosantedeamargura.

—¿Diferencias?Quépalabramásgenerosaparareferirtealhechodequetesientesdefraudadodemícomohijoyqueamínomeinteresaenabsolutotuopinión.—Henryseencogiódehombros—.Encuantoa la infinita nobleza de lord Falmouth, estoy seguro de que él tienemás que suficiente con tu eternagratitudyconsideración.Noesunsecretoqueloapreciascomoelhijoquesiempredeseaste.

El condediounpasohacia atrás, sorprendidopor esa acusación como si acabarade lanzarle unabofetada.

—¿Qué dices? ¡Tú eresmi hijo!—Sacudió una vezmás la cabeza y lomiró conmal disimuladodesprecio—.AunqueDiossabequemepreguntoconfrecuenciacómoesesoposible.

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FueelturnodeHenryparamostrarelimpactodeungolpetancertero.Sellevóunamanoalacabezasinvariarlasonrisa,perolosojoslebrillabanllenosderencor.

—Bueno,denoserporquetodosquienesnosconocenmencionanconfrecuencia lomuchoquenosparecemos,podríashacerleunascuantaspreguntasalacondesa;aunquecomollevatantosañosmuerta,esposiblequetengasdificultadesparaello.

La velada ofensa dirigida a su esposa pareció enardecer al conde, que enarboló la fusta sobre lacabezaylahizooscilarconademánamenazante.

—¡Cómoteatrevesaofenderlamemoriadetumadre!—dijoindignado.

—Delamismaformaenquelohacestú,milord.—Henrynoparecióintimidadoporlafuriadesupadre;enlugardeello,sonrió—.Acabasdeseñalarcuánextrañoteresultanuestroparentesco.

El conde apretó la fusta conmás fuerza, pero la bajó a un lado del cuerpo; era obvio que estabaincómodoporlaverdaddeesaaseveración.Suhijoloanalizóconlosojosentrecerradosyseencogiódehombrosmientrascruzabalosbrazosfrentealpecho.

—Lamentotenerqueculminarunavezmásnuestracharla,perotengoseriosasuntosqueatender—dijo—.Comosiempre,hasidounplacer,padre.

Henrydiomediavueltaysedirigióalaentradaprincipal.Supadrelodetuvoconunllamado.

—¡Henry!¿Adóndevas?—preguntódisgustado.

—Unpequeñoviajemeespera.Pierdecuidado,Johnmehapermitidoorganizarelfrívolobailequetanto desprecias—dijo mientras giraba apenas para mirarlo—. Desde luego, estaré de regreso paradisfrutardeélyconfíoenquetúhagasotrotanto.

—¿Unviaje ahora? ¿Hasperdidoel juicio?—preguntódenuevo, sorprendido—.¿Dequé tipodeviajehablas?

Henry,enlugardemirarloalresponder,dirigiólavistahaciaelrincónenelqueEmilyseencontrabaescondidamientrasreteníaelaliento.Poruninstante,susmiradasseencontraron,yloquevioenlosojosde Henry le provocó un escalofrío. Él, en cambio, pareció divertido al observarla e hizo un casiimperceptible gesto de saludo antes de retirar lamirada para pasar al lado de su padre y retomar lamarcha,nosinantesresponderlelapreguntaconunasonrisacargadademisterio.

—Voyenunbreveviaje dedescubrimiento, padre; serádivertido—dijo al traspasar el umbral, yesasúltimaspalabrasapenasllegaronapagadasporelviento—.Tendréunabuenahistoriaquecompartircuandoregrese,unadeliciosa.

Elcondehizoungestodefrustraciónalverlomarcharseysegolpeólabotaconlafustaparaliberarpartedesuira.SinserconscientedelacalladapresenciadeEmily,tomóelcaminocontrarioyentróenlacasa.

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Emily,quenohabíadichounasolapalabradesdequellegó,exhalóunsuspirodealivioalquedarseasolasydejóelesconditesindejardepercibirlatensiónenelambientepeseaqueyasehabíanido.

Sindetenerseapensardemasiadoen laescenade laqueacababade ser testigo, seencaminóa lacocina para pedir que les prepararan un refrigerio para la lección al aire libre, como había sido suintencióndesdeunprimermomento.Sinembargo,mientrashablabaconlacocinerayescuchabaelalegreparloteodelasjóvenesasistentes,nopudodesterrarsedelpechoesadesagradablesensaciónprovocadaporlamiradadeHenryysusominosaspalabras.

***

CuandoEmilyregresódelaclase,yacaídalatarde,seencontróconunanotadelordFalmouthquelainvitabadenuevoareunirseconélylosinvitadosparacenar,loquelearrancóunamuecadefastidio.Aunque la mayor parte de los invitados se habían marchado ya y solo lady Kendall y el conde deLeicesterpermanecíanenlapropiedad,nosentíaningúndeseodedepartirconellos.

No lo reconocería con facilidad,pero,deencontrarse frente a laposibilidaddecompartir la cenasoloconJohn,nohabríapuestounasolaobjeción.

Si alguna vez hubiera pensado en ello, no habría podido imaginar cuánto echaba de menos lascharlas. Nunca fue tan consciente de esa certeza como en esos días, luego de la breve excursión alBosque de Dean. Aunque sus intercambios de opiniones eran por lo general un tanto afilados ycompartíanuncarácterpococomún,Johnseconducíaconellacomoningúnotrohombrelohabíahechoenelpasado.Compartirconéllacompañíaeratanemocionantecomopeligroso,loquesololeotorgabaunairemásseductor.

Durantelacena,enlaqueusóelmismovestidodesumadresinsentirseinquietaporellopesealasmiradasnadadiscretasdeladyKendall,quelaobservódearribaabajoencuantoasomóalsalón,sevioobligadaaparticipardeformamuchomásactivarespectoalaanterior.Enaquellaocasión,habíamuchosmás invitados, lamayor parte de ellos deseosos de compartir sus opiniones, en particularHenry, quetenía siempreuncomentariograciosoen lapuntade la lengua.Ahora,encambio, solo seencontrabanella,John,ladyKendallyelcondedeLeicester,quesemostrótaciturnodurantetodalavelada;fuefácilpara Emily suponer el motivo y sintió un profundo pesar por él. La relación que tenían era muycomplicada,esoeraevidente,perotambiénloeraelhechodequeelcaballerosentíauncariñosinceroporHenry,peronoencontraba laformadehacerle llegareseafecto.Ellanuncacomprenderíaporquédospersonasqueparecíanposeertodoparaserfelices,ademásdeunafectosincero,elegíandestacarsusdiferenciasyalimentarresentimientosquesololosseparabancadavezmás.

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Johnsecondujoconsu indiferenciahabitual,aunqueEmily loencontróvariasvecescon lamiradafija en ella, lo que la incomodó tanto que le produjo más de un estremecimiento de placer. Habríadeseadodecirmuchascosas,recordarconélelpaseoeinclusoconfesarlecuántoextrañabalascharlasylaspartidasdeajedrez,perologrócontenerseconfacilidad,acostumbradacomoestabaanocompartirlossentimientos.Enlugardeello,procurómostrarsecortésyatentaaloquelosdemáscompartían,ladyKendallenparticular,laúnicaquelucíaanimadaydeseosadehablaracercademiltemasdistintos,todosirrelevantes,enopinióndeEmily,peroque,almenos,lerestaronsolemnidadaesaveladatanformalyfaltadealegría.

CuandoellayladyKendalldebierondejarelcomedorunavezconcluidalacenaparaesperaraloscaballerosenelsalón,comprendióqueacababadecometerungranerror.Lomásinteligentehabríasidodisculparsedeinmediato, inventarcualquierexcusayasíretirarsealahabitación,pero,comopensabacasitodoeltiempoenJohn,noreparóenellohastaquefuedemasiadotardeysevioobligadaunavezmásacompartirunespacioconladyKendall.Enlaocasiónanterior,aunqueladamaselasarreglóparahablar con ella, no se encontraban a solas; el parloteo de las otras invitadas eramolesto, sí, pero almenos le permitían mostrar un falso interés en ellas a fin de ignorar a su interlocutora y evadir laspreguntasindiscretas.

Ahora, sin embargo, estaban solo ellas dos y supo, con absoluta certeza, que ladyKendall habíaesperadoesemomentoconansias.Se lovioen lamiradacalculadora,en la formaenque frotabaunamanocontraelvestidoconunmovimientoinconsciente.Ellaqueríahablar,peroelproblemaradicabaenqueEmilyhabríadadocualquiercosaporencontrarsemuylejosdeallí.

Pordesgracia,tanprontocomoladyKendalldejódehacercomentariostrivialesacercadelacenay,desde luego, de la imprevista partida deHenry, Emily supo que había llegado elmomento.Un tensosilenciolasenvolvióduranteunosminutos;ellanoseatrevióaromperlo,enpartetambiéncuriosaporsaberquéeraloqueesadamaqueríadecirle.Noladefraudó,porquedeprontoretomólapalabra.

—Unavezmás en este salón, a la espera de los gentiles caballeros, señoritaBrowning, pero estanochesomossoloustedyyo—dijo,alfin,sonriente.

De inmediato, abandonó con elegancia la silla que ocupaba cuando entraron al salón y le hizo ungesto para que la siguiera hacia ungranventanal; ella accedió en silencioy se situó a unos pasos dedistancia.

—Henotadoqueesunajovenmuysinceraydispuestaadecirloquepiensa,¿estoyequivocadaenmisapreciaciones?—Ladamaretomólapalabra,peroteníapocodeafectadalavoz;sonaba,másbien,claraydirecta.

Emilynodudóalresponder.

—No,milady,estáenlocorrecto—dijoella—.Procurocompartirmispensamientosconhonestidad.

LadyKendallasintiópensativa.

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—Unavirtudmuyescasaenlaactualidad.Conozcoapocaspersonasquepuedenufanarsedeello.—Lamirósobreelhombroconunasonrisaburlona—.LordFalmouthsecuentaentreellas,aunqueestoyseguradequeesoustedyalosabe.

Emilyreprimióelruborquelesubióalasmejillasporloqueimplicabaesecomentarioymantuvoelgestoadusto.

—Sí, es verdad, es un caballero muy sincero —respondió al fin con un leve encogimiento dehombros.

—Siempre lohe encontradoenextremoatractivo.—Ladama sonrióy se llevóunamanoal rubiocabelloparaatusarseelpeinado,que, enopinióndeEmily, seveía impecable—.Desde luego,nomerefierotansoloaeserasgodesucarácter,sinoatodolorelacionadoconél.

Emily se abstuvo de responder en esa ocasión, incómodapor lo que oía.Ella también encontrabaatractivoalconde,noteníasentidonegárseloasímisma,perojamásloadmitiríaanteladyKendall.Loúnicoquedeseabaeraalejarsedeella,peroesosdeseosnosecumplíanporlogeneralconfacilidady,alparecer,esanoibaaserunaexcepción.

—¿No compartemi opinión, señoritaBrowning? ¿No considera atractivo a lord Falmouth?—Diomediavueltaparaquedarfrenteafrenteyobservarlaenprofundidad—.Apeloasuproverbialhonestidadafindequerespondaconlaverdad.

Emilycerrólamanoenunpuñohastasentirquelasuñasseleenterrabanenlapalma,peroignoróeldolor.

—Temoquenocomprendoelfindeestaconversación,milady—dijocauta.

—Suconfusiónesnatural,hesidounpocoenigmática,¿cierto?—Noesperóunarespuesta—.Verá,sostuve una charla con lord Falmouth ymencioné, entre otras cosas, queme parecía usted un tanto…despistada.Desdeluego,noerami intenciónofenderla,solohicereferenciaaesehechopor lasimplerazóndequeleaseguréqueustedloencuentrataninteresantecomoleocurreaélconsupersona,peroespocoprestaademostrarlo.

Eloisehablabaconsencillez, inclusohabíaalgodedisplicenciaenlaentonación,comosi tansolosostuvieranunacharlaacercadelclima;perocadaunadeesaspalabrashabíagolpeadoaEmilycomounrayo. ¿Qué podía responder a aseveraciones como esas? No sabía si sentirse humillada, ofendida oambascosas.

—Preferiríaignorarsuspalabrasytratarotrotema…—sugiriópasadosunosminutosmientrashacíagaladeunapacienciaquehastaentoncesnosabíaqueposeía.

Ladama,sinembargo,noledespególamiradadelrostroniparecióenparticularinteresadaensuspalabras.

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—Comprendo que así sea, pero no estoy de acuerdo —negó con sencillez—. Dígame, señoritaBrowning,yaquenoreconoceráloatractivoqueencuentraalordFalmouth,talvezpuedadeciralmenossiestáenamoradadeél.

Emilydiounpasohaciaatrás,impactadaporlabrutalidaddelapregunta.

—¿Disculpe?—replicóeignorólodesagradablequelesonólavoz.Teníalagargantasecaacausadelaimpresión—.Nocreohaberlacomprendidobien.

—Oh,perosihesidomuyclara.—PareciósatisfechadelimpactoqueleprovocaronesaspalabrasyledirigióaEmilyunasonrisadesuficiencia—.¿AmaonoalordFalmouth,señorita?Noesunapreguntadifícil de responder, solo tiene dos alternativas: lo reconoce o lo niega. Por supuesto, tomo enconsideraciónelhechodequeustedsiempredicelaverdad.

¿Siempre? ¿Quédecía esamujer?No, ella no siempredecía la verdad, la enredabay la escondíacomounniñoaterradoporunatravesuraqueseafanaenocultartodaslaspistasquellevenademostrarsuculpabilidad.Aunque,enverdad,noteníaunarespuestasinceraparaesapregunta,estabaconvencidadequeaun,sinofueraasí,jamáscompartiríasussentimientosconmilady.Eraunsecreto,unomásparalaextensalistaqueatesorabatantocomorepudiaba,peroerasolosuyo.

—No responderé a esa pregunta, lady Kendall. Encuentro descortés de su parte haberla siquieraformulado.—Enderezó la espalda,muydigna, en secreto satisfechadecomprobarque, auncuandonoposeíaelgarbodeladamafrenteaella,nosesentíaintimidadaensupresencia—.Preferiríamarcharmeahora.

EloisehizounamuecaquedelatósudisgustoydiounospasosparaacercarseaEmily.Laestudiabaconavidez,comosidesearadescubriralgoenellaqueseleescapabaasimplevista.

—Élladesea—aseguróconcrudeza—.SabráquelordFalmouthnoesunhombrequehabledeamor,enverdadnoestoyseguradequeseacapazdesentirlo.Diossabequenuncaamóasuesposaynadiepuedeculparlo,fuesolounmatrimonioporconveniencia.Perousted…—Entrecerrólosojosycalculóelefectodesuspalabras—.No,nosésipueda tratarsedeamor,pero,comodije, ladesea,yparaunhombrecomolordFalmouthesoessuficienteparacometerunalocura.¿Loharíaustedtambién?Elcondeesunhombreporelquecualquiermujerperdería lacabeza,perocreoqueusted tienemuchomásqueperder, ¿cierto? Su posición es delicada y me atrevo a suponer que se ha visto arrastrada por unasituaciónqueescapaasucontrol.Casisientolástimaporusted.Casi.

EraevidentequeloúltimoqueladyKendalldeseabaeramostrarcompasión;Emilylosupotansoloalcontemplarleelrostroyverenélreflejadalasatisfacciónqueleimprimíaalavoz.Dealgunaforma,habíadescubiertosussentimientosporelcondeydisfrutabaenrostrárselosconlacertezadequejamássería correspondida. Su suposición acerca de lo que inspiraba en John podía ser cierta. Emily habíapensadoenelloenmásdeunaocasión,perooírlodeesoslabioslohizosonardesagradableyhumillante.¿Acasopensabaque,sin importar loqueél le inspiraraella,cederíaaesedeseodelquehablabacontantaalegría?

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—Agradezcosupreocupación,ladyKendall—Emilyleimprimióunabuenacuotadesarcasmoasuvoz—;sinembargo,noesnecesaria.Noentraréendetallesinnecesarios,peropuedoasegurarlequeestáequivocada.AdmiroalordFalmouthcomoelcaballerohonorablequees;además,estoymuyagradecidaporsutratoparaconmigoymihermana.Cualquierotrasuposiciónestáfueradelugar.

LadyKendall no lució ofendida por esas duras palabras; por el contrario, la observó conmayoratenciónyparecióencantadacon loquepudodeducirde suexpresión.Enotras circunstancias,Emilyquizáhabríaencontradointeresanteadivinarquéeraloquelepasabaporlamente,peroenesemomentosolodeseabaalejarsedeella.

—Esperopuedadisculparme,milady.Megustaríaretirarmeamihabitación,hasidounlargodía,ytengoprogramadaunaclaseparamañanamuytemprano—dijoycontinuóantesdequeladamapudieracontradecirla—.Sinduda,loscaballerossereuniránprontoconusted;leagradeceríaquemedisculparaconellos.

No esperó una respuesta, era posible que, de haberlo hecho, se hubiera visto envuelta en unadiscusiónquenosesentíacapazdeafrontar,porloquehizounarápidayrígidareverenciaysemarchóconpasoligero,indiferentealoquelainterlocutorapudieradecir.

Unavezqueestuvofueradelsalón,apoyólaespaldaenunapuertacerradadelpasilloycerró losojos mientras aspiraba una y otra vez como si necesitara tanto aire como fuera posible obtener; unadesagradable sensación de ahogo le trepaba por la garganta.Cuando se sintió un pocomás tranquila,abriólosojosysepusounamanosobreelcorazón.

NoqueríapensarenlaspalabrasdeladyKendall,leprovocabaterrorloquepodríadescubrirdentrodesupropiocorazóndebuscarenéllasrespuestasalaspreguntasqueenesemomentoledabanvueltas.Todas,claro,relacionadasconJohnylosprofundossentimientosquedespertabaenella.¿Esqueacasonohabíaaprendidonada?¿Cómopodíaasomarseunavezmásaunabismocomoese?Porprimeravez,despuésdemuchotiempo,sevioasímismacomounamujerdébilyasustadaqueerademasiadocobardepara reconocer sus sentimientos; odió esa sensación. En parte, por irracional que fuera, lo odió a éltambiénporprovocarla.

Conelcorazóndesbocadoylasmanosqueletemblaban,sedirigióalahabitaciónsinpasarporladeMary,comohacíacadanocheafindesabersiseencontrabayadormida.Noseveíalobastantecalmadaparasostenerunaconversacióncoherentesi lahallabadespiertaylehacíaalgunapregunta.Sesacóelvestido,sepusoelsencillocamisónysemetióenlacama,decididaadormirparaevitarpensarentodoloquelaatormentaba;sinembargo,pormuchoquelointentó,fueincapazdeconciliarelsueño.

Disgustada, le dio un golpe a la almohada, pero eso no la ayudó a sentirse mejor. Sin dejar defarfullarlamolestiaquesentía,saliódelacamaysecalzóconlaszapatillas,altiempoqueseasomabaalaventanaparavereljardín.Lavisióndetodaesahierbaverdequeoscilabasegúnelfavordelvientoyla lunaque refulgíaen loalto le inspirópartedeesapazquenecesitaba.Pegó la frentecontrael frío

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cristalysuspiró.Sentíacómolosmúsculosselerelajabanylarecorríaunagradablecalor.Sinpensarmucho,porque,dehacerlo,sindudacambiaríadeopinión,tomóunabata,selasujetóconunlazoalacinturaydejólahabitación,decididaaformarpartedeesepaisaje.

***

Cuando John y el conde de Leicester dejaron el comedor luego de una tensa charla sobre Henry, sucomportamientoy lopeligrosode laexcesivaseveridadque lemostrabaelpadre, loquepodría traerconsecuenciascatastróficasenunhombredelcarácterdelordWilmot,seencontraronenelsalóntansoloconEloise.LordFalmouthdebióhacerunenormeesfuerzoparacontenerunamaldición.Habíaesperado,deformaridícula,quizás,veralaseñoritaBrowningallí,segurodequesusolapresenciaserviríaparaapaciguarleeltemperamento.Asíhabíasidoenlosúltimosdías,despuésdetodo.

Desdelallegadadelosinvitados,lamayorpartedeellosnomuybienrecibidosporlopocoqueloentusiasmabasupresencia,bastabaquelavieraunmomento,queintercambiaranunascuantaspalabras,paraquesesintieradeltodososegado.Teníaalgoenlamirada,enlaformaenquelosojoslebrillabanfrenteaciertasconversaciones;laburladanzabaenlacasiimperceptiblesonrisaqueseledibujabaenlos labios al oír algún comentario que juzgara frívolo o falto de inteligencia. John habría deseadocompartiresaimpresiónconella,decirlequepensabajustolomismoyquehabríadadocasitodoloqueposeíadehaberpodidoparaasí librarsedeesaspersonas.Quedarsesoloconellaasu lado,hablaryperderseenesamiradaoscuraymisteriosaquenolograbadesterrarsedelamenteyqueleacudíaalospensamientosenlosmomentosmenosoportunos.

Por eso, cuando Eloise le informó con absoluta indiferencia que la señorita Browning se habíadisculpadoaladucirunabrumadorcansancio,apenaslogrócontenerunamuecadefastidio.Enlugardeexpresarmalestar,atendióalosinvitadosconesmero,peroimpacienteporalejarsedeellos.Pesealomucho que le agradaba el conde de Leicester, empezaba a encontrar insoportables sus quejas por laconductadeHenry.EncuantoaEloise…cadavezleresultabamásdifícilmostrarinterésenlacharla.

Porfortuna,elcondesedisculpóprontoyadujounmolestodolordecabeza,yluegodequeJohnseaseguraradequelefuerasubidountónicoalahabitaciónquepudieraayudarloasuperaresemalestar,selas arregló para convencer a Eloise de que debía retirarse también debido a lo poco apropiado queresultaríaquefueranvistosasolasenelsalón.Debíadecirasufavorqueellaacogióesepedidoconlaburlaesperada,peroquenohizounsolocomentarioparaqueélreconsideraralasituación.

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Tan pronto como se encontró en la habitación como lo deseaba, a solas, se deshizo del saco y lacorbatahastaquesequedósoloenmangasdecamisayconelchalecoamedioabotonar.Estabaapuntode descalzarse cuando, al pasar por la ventana, se encontró con la visiónmás sorprendente que pudohabervisto.Unafigurablancaquecaminabaporelrincónmásalejadodeljardín,conelcabellonegrocomolanochemásoscuraqueleondeabaalrededorenuncuriosovaivénqueparecíaacompañarsupasolento.

Sorprendido,casihechizadoporesasombraquedeambulabadeformatanextraordinaria,seviodeprontofueradelahabitaciónparaseguirelcaminomásdirectohaciaeljardín.Unavezallí,buscóalasombraconlamirada,perounasnubescubrieronlalunaydebiódarunospasosaciegashastadarconella, que había detenido el paseo y ahora se encontraba sentada sobre el césped tras una hilera dearbustos,escondidadelasmiradasindiscretas:aexcepcióndeladeél,claro.Sindudar,seencaminóenesadirecciónconlospasosamortiguadosporlahierba.

Al llegar a la altura de lamuchacha, se detuvo y la observó en silencio por un instante antes derevelarsupresenciaconunlevecarraspeo,loquelasorprendió.Ellalevantólavistaparaobservarloconlosojosmuyabiertos.

—Milord—dijoconvozqueda,sinpoderdisimulareldesconcierto.

Emilyhizoamagodelevantarse,peroJohnhizoungestoparaquepermanecierasentadayseacercóparadejarsecaeralladodeella.

—¿Tieneproblemasparaconciliarelsueño,señoritaBrowning?—preguntócomosielencontrarseenesasituaciónfueradelomáscomún.

—Unpoco,sí.—Nodudóalresponderconlaverdad;lomirabadereojoysearrebujabaunpocomásenlabata—.¿Yusted?

—Noenrealidad,perolaviporlaventanaynopuderesistirmeaacompañarla.

Emilysesorprendióanteesarevelación,losuficienteparasentirseincómodaporprimeravezdesdequeélllegó.

—Agradezcotalconsideración,milord,peronoeranecesario.Estabaapuntodemarcharme.

—Nomemienta,señorita;notieneporquéhacerlo.

Antelaimposibilidaddepensarenunabuenaréplicaasemejantecomentario,Emilyguardósilencioy dejó de mirarlo para fijar la vista en el firmamento, inundada una vez más por esa sensación detranquilidadypertenenciaqueexperimentabacadavezqueseencontrabaconél.Pasadosunosminutos,sevioatacadaporunanuevaemoción:lacertezadeserobservada:algirarconunmovimientobrusco,seencontróconsumirada,lamismaquenoretiróalversedescubierto.Sinembargo,noatinóadecirnada;porelcontrario,retirólavistaalsentirquelasmejillasseleenrojecían.

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—Creoqueeslaprimeravezqueseruborizadeesaformaenmipresencia.

ElcomentariodeJohn,dichoentonosencillo,consiguióquerecuperaraelaplomo.

—Eslaprimeravezquemevecontantodescaro—dijocontonoácidoydesafiante.

—Laprimeraenque lonota,deboaclarar.Siempre laobservoconinterés,señoritaBrowning:mesorprendequenoloadvirtieraantes.

—Nodeberíadecircosascomoesa.—Fruncióelceño.

—Yustednodeberíapasearsecomounaninfaenmediodelanoche,perocreoquehemosconvenidoyaenquenuestroscomportamientosnosonsiemprelosesperados.

Ellasacudiólacabezadeunladoaotro,sinpoderocultarunapequeñasonrisa.

—Mecuestasabercuándohablaenserioycuándobromea—dijomientrasgirabaparaverloalosojos—.Talvez…

—¿Qué?—Élseadelantóapoyadosobreunadelasmanoshastaquedaraescasadistancia—.¿Talvezqué?

Emilynodudóalresponder.

—Talvezsisonriera—dijosinpensar—.Nolohaceconfrecuencia.

Élpareciósorprendidoporesaspalabrasylaobservóconmayorinterés.

—Escuriosoquelomencione,porquenoconsideroqueustedseaunapersonamuyalegre.

ElrostrodeEmilycambióaloírloylasonrisaseleesfumó.

—Losé.Ustedpiensaquesoysombríayaburrida,¿cierto?

—¿Cómollegóasemejanteconclusión?

—Melodijo.

—Meatrevoacontradecirla,señoritaBrowning.Norecuerdohaberdichojamásquelaconsiderarasombríaoaburrida.—Levantóunaceja,divertido—.Recuerdo,sí,ciertamenciónalopocoalegredesuvestimenta,peronoesalgoacercadeloquesemeocurriríaponerunaobjeciónenestemomento.

Emily se odió al sentir que las mejillas se le enrojecían aún más y retiró la mirada, del todoconscientedeloinapropiadodesuvestimentaydecómolasencillabatadebíaderevelarmásdeloqueocultaba.

—Deberíairme—empezóadecir,peroseviointerrumpida.

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—¿Aquiénamó,señoritaBrowning?—Johnhizolapreguntaconunainflexióndemandanteenlavoz,comosihubierasurgidodelomásprofundodesupechosintiempoodeseosdedetenerla.

Lapreguntolatomóporsorpresa,tantoquerespondiósindetenerseapensar.

—Amuchaspersonas,milord.Amipadre,amimadre,aMary—respondióinsegura.

—Perousteddijoquehabíaamadoyperdidodelamismaformaqueyoy,auncuandoséqueperdióasuspadres,estoyconvencidodequesereferíaaalguienmás.—Lamiróconmayorprofundidadpeseaqueellamanteníalavistafijaensusmanos—.Laculpa,nopodemosolvidarlaculpa,claro.Amó,perdióy se considera responsable de ello. ¿Quién pudo ser tan valioso para usted al grado de inspirarsentimientostandolorosos?

—Esonoleincumbe.—LaréplicadeEmilyfuebrusca,inclusocruel,peronosemostróarrepentidaporesaactitud.

John,porsuparte,novariódeexpresión,comosifueraesoloqueesperabaoír,inclusoesbozóunapequeñasonrisairónica.

—¿Fueunhombre?¿Seráposiblequeestadamadehielosentadaamiladoseacapazdeamaraeseextremo? —Pese al tono descuidado, un brillo en los ojos le indicaba cuánto deseaba conocer larespuesta a esos interrogantes—.Dígame, señoritaBrowning, ¿entregóel corazóny resultó lastimada?¿Quéestúpidoserfuecapazderechazarsemejanteregalo?

Emilyhizoademándeponersedepie,peroJohnlatomóporloshombrosylaobligóapermanecersentada;quedóarrodilladoa solocentímetrosdedistancia, tancercaquepodía sentirle la respiraciónagitada.

—Responde.—Eralaprimeravezquelatuteabayesesimplehecholaimpresionóaúnmásquelaexigenciadeobtenerunarespuesta—.Puedesconfiarenmí,dimelaverdad.

Ella sacudió la cabeza de un lado a otro y tragó como si la garganta se le hubiera secado. FueentoncesqueJohnlovioporprimeravez.Estabaallí,ensusojos,enlaformaenquerespirabaconloslabiosentreabiertosylasmanoscaídasaloscostados.Eramiedo.Ylaideadehabersidoélquienloprovocaraconsusdemandantespreguntas,quienhubiera logradoqueesamujer fuertee imperturbablebajara la guardia y desnudara sus temores de esa forma le hizo sentir un ridículo orgullo que fue deinmediatosustituidoporeldespreciodirigidohaciasímismo,haciasusegoístasdemandas.

Nodeseabayauna respuesta, soloqueríaborrar esaexpresiónatormentadade susojos, conseguirqueesbozaraalmenoslamáspequeñadelassonrisas.Lanecesitabadevuelta.

Nosedetuvoapensarenloquehacía,sololeapoyóunamanosobrelacurvadelcuellosinretirarlelamiradaynotóel leve temblorque lasacudióalsentirese toque.Eso,en lugardedisuadirlodesusintenciones,leprovocóunaemocióndesconocidahastaentonces.Noeralaprimeravezqueseacercaba

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aunamujerconelfindedespertarleelmismodeseoqueélsentía,perosindudaesasensacióndetemoranteelposiblerechazo,deverseseparadodeesapielqueapenaspodíatocar,peroqueardíaenlapuntadesusdedos,eradeltodonueva.Ylegustótantocomoleinspiróunmiedoferoz.

—Emily—lesusurróaloído,ysualientoleprovocóundeliciosocosquilleo.

Ella,pesealoconfundidaqueestaba,notóquesunombreexpresadoenvozaltanuncahabíasonadomásdulceycargadodesignificado.

—¿Quéhace?—Lapreguntalebrotódeloslabiosllenadeunadudatantenuecomolasintencionesqueexpresóalposarlelasmanossobreelpecho—.Nodebería…

—¿No?¿Porqué?—Johnrecorrióunsinuosocaminoconlamanolibresobreeserostroysedetuvoparadelinearleloslabios—.¿Nolodeseas?

—Noimportaloquedesee.

—Estásequivocada—dijoél,sinabandonar lassuavescaricias—.Enestemomento, loúnicoqueimportaesloqueambosdeseamos.Yoséquées,Emily,¿losabestú?

Ellarespondióaeseinterrogantelevantandolamirada;unsuspiroseleescurriódeentreloslabios.Conunmovimientovacilanteperodecidido,lerecorrióconeldedoíndicelalíneadelacamisaysubióporelcuelloparajugaralfinconlosmechonesoscurosdesucabello.

—¿Qué importancia tiene si lo sé o no? —Tenía un leve tono de desesperación en la voz queconsiguióestremecerlo.

—Toda,Emily.Loquesientes,loquedeseas,tienetodalaimportanciadelmundo.¿Cómoesquenopuedesverlo?

Sindarletiempoaresponder,Johnbajólacabezaylabesóconunardorquelerobóelaliento.Laboca de él estaba en todas partes y, al mismo tiempo, parecía haber tomado posesión de la de ella,decididaapermanecerallípor siempre.Lemordisqueóel labio inferiorconsuavidadydestrezaparaconvencerlade separar los labiosy exhalóun suspirode triunfo al lograrlo. Jugócon la lenguade lajovenmientras le delineaba losbordes con la propia, al tiempoque ella sentía descargaspor todo elcuerpo.Élseretirótansoloparaempezaradepositarlesuavesbesosporelrostro,desdelafrentehacialasmejillas,ysedetuvountiempomayorparaacariciarleelmentónconloslabiosypasarlelapuntadela lengua hasta que el temblor la obligó a apoyarse aun más contra él con las manos sujetas a sushombros.

—Estoespeligroso—dijoella,conlosojosentrecerradosylarespiraciónentrecortada.

—Elúnicopeligroqueconciboaquíerestú,mioscuramujerdeojosfríosylabiosardientes.Supequeeraspeligrosadesdelaprimeravezqueteviyaunasínohelogradomantenermeapartadodeti.

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—Deberías.—Eralaprimeravezquelotuteaba,peroel tratofamiliarbrotódemodonaturalparaambos—.Podríalastimarte.

Johnleenterróelrostroenelcuelloysurisaahogadaleprovocóuncosquilleoenlasien.

—Estabaapuntodedecir lomismo.—La tomópor loscodosy laobligóamirarloa losojos—.Podríalastimartetambién,peronoquierohacerlo.¿Ytú,midamaoscura?Auncuandotengaselpoderdehacermedaño,¿enverdadloharías?

Emilysuspiró,elpechoagitadoylosojosbrillantes,comosicontuvieralaslágrimas.

—Nuncaquerríahacerlo,noadrede.—Eltonocontenidoparecíaellamentodeunanimalherido—.Nunca,lojuro.

Johnsonrióyleacariciólamejillaconungestocargadodeternuraydeseo.

—Esoestodoloquedeseabaoír.—Volvióabesarlamientraslarecostabasobrelahierba,hizoaunladolabatayleenredólasmanosenelcamisóndelinoalaalturadelacintura.

Emilycerrólosojosydisfrutódelcalorqueletransmitíanesosdedossobrelapiel.Nonecesitabapensar,nodeseabahacerlo,soloentregarseaesascariciasquelequitabanelaliento.Conunmovimientotímidoyllevadaporelinstinto,deslizóunamanoparaposarlasobreaquellaespalda,queardíaatravésdeladelgadateladelacamisa.Sinembargo,alsentirelrocetirantedelcamisóncontralapielylamanode John que subía por sus muslos, dio un respingo y le apoyó las manos sobre el pecho, con larespiraciónagitadayunamiradadehorror.

—¡No!Nopuedo—dijoyloalejócontodassusfuerzas,aunqueJohnnoejercíamayorresistenciayestabaunpocosorprendidoporesareacción—.Porfavor.

Éldetuvolosmovimientosysesentósobrelostalones;observabaensilenciolaformaatropelladaconlaqueEmilyintentabaacomodarselaropaysesujetabalabatacontraelpechocomosisetrataradeuna armadura. Luego, se puso de pie y lomiró en silencio, con las lágrimas que le bajaban por lasmejillasyunaexpresión tanatormentadaqueJohncreyóquepodría romperseenmilpedazosantesusojos.Entonces,élloharíaconella.

—Emily…

—Notelastimaríaadrede,esverdad,yséquetútampocoloharías;peroocurrirá.Sicontinuamosconesta locura, teharédaño,y túmedestrozarás.Ynopodré soportarlo.—Dejócaer lasmanosconexpresiónderrotadaysacudiólacabezadeunladoaotro—.Heluchadotantoporvolveraunirmeenunasolapieza,enesteserdañadoyagrietadoqueaveceseslobastantetontoparacreerquepuedetenerunaoportunidaddeserfelizymantenerseintactoenelproceso.—Sonrióconamargura—.Peronopuedo,yloséahoramásquenuncagraciasati.

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Johnse incorporóymantuvounaprudentedistanciaentreambos,aunque loúnicoquedeseabaeratomarlaporloshombros,atraerlahaciaelpechoyborrartodorastrodelágrimas.

—¿Quéfueloquetehicieron?—preguntó,divididoentrelaangustiaylafuria.

Emilynegóconlacabeza;suamargasonrisasehizomásamplia,cargadadedolor.

—¿Amí?MiqueridoJohn,¿esquenoloentiendesaún?—dijomientrasseencogíadehombros—.Siaméyperdífuesolopormiculpa,fuiyoquienhirióaquienesmásamaba.Nomerezcotulástima,sinotudesprecio,perosoydemasiadodébilparasoportarlo.Sitúmeodiaras…

Éldiounpasohaciaella,impresionadoporesaspalabras,peroEmilyretrocediócomositemieraloquepodríaocurrirsilatocaba.

—Nuncapodríaodiarte—dijoconsinceridad.

—Sí,sípodrás,ytalvezlomerezca,peronoquieroestaraquíparaverlo.

Conesasúltimaspalabras,diomediavueltayechóacorrerhacialacasa.John,entanto,semantuvode pie en medio del claro con las manos a los costados hechas puños, una vez más del tododesconcertadoporelcomportamientodeesamujer.Yporprimeravez,esedesconcierto,esacuriosidadqueleinspiraba,estabaacompañadoporuntemorponzoñosoquelesubíaporlagarganta.

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CAPÍTULOIX

Emilyseentregódurantelossiguientesdíasadosac-tividadesquelaayudaronamantenerlacorduraynopermitirquelasemocionestomaranelcontrol.PasababuenapartedeldíaconAlexander,fueradelacasa o en los lindes de la propiedad y le impartía clases. A veces,Mary los acompañaba; en otrasocasiones, eran ellos quienes se acercaban al invernadero para ayudarla con las tareas. El resto deltiempolodedicabaamantenersealejadadeJohn.

Él había intentado hablarle enmás de una ocasión, la buscaba en los lugares que acostumbraba avisitar,peroEmilycasipodíapercibirsupresenciayesobastabaparaquelograraevitarlo.Desdeluego,habríasidosencilloparaéltansoloordenarquesepresentaraensuoficinaodondefueraqueestimaraconveniente,peroEmilysupoqueelhechodenousaresaprerrogativasedebíaaquedeseabamostrarrespetoporellaysussentimientos.Loamóaunmásporeso.

Sihabíatenidoalgunadudahastaentoncesrespectoalaprofundidaddeloquesentíaporelconde,sedisolvióenelmomentoenqueéllatocóyellasepermitió,despuésdemuchotiempo,experimentarunavezmásloqueeraamarynecesitartantoaunapersonacomoparaquealgotansencillocomoelrocedeunamanoounamiradacargadadeemociónleinspiraraelridículodeseodellorardefelicidad.No,esono era del todo correcto. Jamás había amado a otra persona como a John, estaba segura de eso. Esacertezasololeprovocabamásdolor.

Habríadadocualquiercosaporiranteélydecirleloquesentía,queestabadispuestaapermanecerasuladoyamarlodurantetodalavida,peroeraundeseoabsurdo.Aunquedejaradeladoelhechodequeeraposiblequesussentimientosnofueranlosmismosydequeunamujercomoellajamáspodríaaspiraracompartirlavidaconunhombredeesaposición,estabalarazónmásimportante:ellanolomerecía,ytardeotempranoéllosabría.Conesadolorosaseguridad,lavidaenFalmouthManorleresultabacadavezmásdifícil,pero,sibienlaideademarcharselarondabaconfrecuencia,noseveíacapazdellevarlaalapráctica.

SedecíaasímismaqueesosreparossedebíanalhechodequehabríasidoinjustodespojaraMarydelaseguridadyelbienestarquetantonecesitabayqueapenasacababadeencontrareneselugar,perolaverdaderamáscompleja.Peseaquesabíaqueeraegoísta,nosoportabalaideadenovernuncamásaJohn.Siexistíalamáspequeñaposibilidaddequepudierapermanecerasulado,deamarloauncuandonoseatrevierajamásaconfesarlo,ibaaaferrarseaellacontodaslasfuerzas.Sinembargo,habíavividolo suficiente para saber que no importaba cuáles fueran sus intenciones, el destino podía variar encualquiermomentoyeramuyposiblequesevieraentoncesarrastradahaciadondeéldecidierallevarla.

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***

Henry regresó a Falmouth Manor una semana después de marcharse, apenas un día antes de que secelebrara el baile del que había sido entusiasta organizador, incluso durante su ausencia. Segúncomentaba ladyKendall cada vez que hablaba del tema, lo que hacía con frecuencia, Henry enviabacartascadadíaafindeenterarsedelospreparativosdeleventoyfacilitartambiénalgunosconsejosqueella,comounaapasionadasuplente,seencargabadellevaralaprácticasindisimularlasatisfacciónqueleproducíaocuparlavozreinanteenFalmouthManor,almenosenloquealbaileserefería.

Johnoíaesosemocionadoscomentariosconunamezcladedesinteréseindulgenciaqueunapersonaconmayorsentidocomúnhabríaencontradountantoinsultante,pero,sibienladyKendalleraunamujerporlogeneralastuta,alparecereseestadodeagitaciónconstantelerestabaalgodelaperspicaciausualyrecibíaloscáusticoscomentariosdelcondecondeleite.

ElcondedeLeicesterrecibiólanoticiadelregresodesuhijoconfalsaindiferencia;peroEmily,queestuvopresentecuandoelmayordomoleinformódelarribo,notocuánaliviadoseveíaenverdad.Talvezaúnnoperdíalasesperanzasdequealcanzaranunentendimiento,aunque,siamboscontinuabanconesaorgullosaactitud,erapocoprobablequesucediera.

EmilynovioaHenryhastaeldíasiguientedesullegada,elmismoenquesecelebraríaelbaile.Lapropiedad estaba sumida en tal estadode agitaciónque nohabía sido nada difícil escaparse de John.Aunqueélnosemostrabaentusiasmadoanteelacontecimientoquesellevaríaacabo,eraevidentequesehabía resignado ya a permitir que llegara a tan buen puerto como fuera posible.Alexandermencionóduranteunadelasclasesquesuhermanohabíaadoptadounaactituddeabsolutaindolenciaenloqueaese temase refería, comosi suspensamientosypreocupacionesno tuvieranninguna relaciónconeso.Según el muchacho, jamás lo había visto tan distraído y ausente. Cuando Emily oyó ese inocentecomentario,sintióqueelcorazónlepalpitabamásdeprisaytuvoquehacerunesfuerzoparacontenereltemblordelasmanos.NoquisoprofundizarenlasrazonesquepodríanhaberllevadoalordFalmouthaeseestado;cualquierconclusiónalaquepudierallegarleprovocaríaunnuevoramalazodedolor,estabaconvencidadeeso.

Emilydejólahabitaciónydescendiólosescalonesqueconducíanalaplantabajaconintencióndepasarunmomentoporeldesayunador,convencidadequenoencontraríaaJohnallí.Conlossirvientesquedabanvueltasdeun lugar aotro, losúltimospreparativos enmarchay ladyKendallque impartíaórdenes adiestray siniestra, era seguroque él evitaríapermanecer en la casadurante todoel día.Elsimplehechodequeaceptaraejercerelpapeldeanfitriónhabíasidounagranconcesión.

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Segura de que no hallaría ningún obstáculo, se permitió relajarse y enfrentar el día con tantoentusiasmocomolefueraposible.Giróenunrecodoconlavistabaja,pensativa,cuandooyóunospasosque se le acercabanen ladirección contrariaynopudoevitar que se le tensara el cuerpo.Exhalóunsuspirodealivio, sinembargo,alverquese tratabadeHenry,quiensedetuvoalverlayexhibióunamediasonrisa.

—SeñoritaBrowning—saludóconunaestudiadae innecesariareverencia—.Comosiempre,esunplacerverla.

—Gracias,milord—agradecióelgestoconcautela—.Oíqueacababaderegresar,esunasuertequellegaraatiempoparaelbaile.

—Unasuerte,sí,casiobradeldestino,meatreveríaadecir.—Élnoabandonóesaextrañaexpresiónqueempezabaaperturbarla.

—Esperoquehayapodidoresolverlosasuntosquedebíaatender—dijoellaalcabodeunmomentopararomperelincómodosilencio.

LordWilmotasintióyampliólasonrisa.

—Erasolouno,enrealidad;ysí,loresolvídeformamagnífica—dijosinnotarlopocomodestodeesa afirmación—. Me he visto envuelto en la aventura más extraña de mi vida, un viaje deautodescubrimiento. Le sorprendería todo lo que es posible encontrar cuando se busca en el lugarcorrecto.

Emilyasintióydeprontotuvolanecesidaddealejarse.

—No dudo de que así sea, milord, y me complace oírlo —replicó—. Estaba a punto de ir aldesayunador.Simedisculpa…

Por unmomento pareció que él no pensabamoverse de ese lugar, lo que le bloqueaba el camino,pero,trasuninstantededuda,sehizoaunladoconungestogalante.

—Porfavor,señoritaBrowning,nodeseoretrasarla;confío,de todosmodos,quepodremoshablarluego.

—Desdeya—concedióellaalpasarporallado.

—¿Enelbaile?

Emilylomirósobreelhombroconelentrecejofruncido.

—Nocreoqueasista,milord.

Élesbozóotradesusmisteriosassonrisas.

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—EsposiblequelordFalmouthtengaalgoquedeciralrespecto—dijo.

Emilyignorólaspremonitoriaspalabras;eraalgoenloqueyahabíapensado,quepudieraexistirlamínimaposibilidaddequeelcondereclamarasupresenciaenelbaile,locreíaporcompletocapazdeello,peroyacruzaríaesepuentecuandollegaraaél.ForzóunasonrisaparaHenryycontinuólamarcha.Estabaapuntodeentrarenelvestíbulocuandoéllallamóysevioenlanecesidaddedarmediavueltaparaescucharloconclaridad.

—¿Cómoseencuentrasuhermana,señoritaBrowning?Olvidépreguntarleporella—dijosonriente.

Había algo en esas palabras, en la sorpresiva pregunta, que le provocó un estremecimiento, perologródisimularloyasintióconnaturalidad.

—Maryseencuentramuybien,milord,graciasporelinterés.

Henryrecibiólarespuestaconaparentesatisfacción,yluegodehacerunanuevareverencia,lediolaespaldaysefue.

Emily,porsuparte,cambiódeidearespectoairaldesayunador.Deprontohabíaperdidoelapetito.

***

Johnregresóalacasaapenasunashorasantesdequeseiniciaraelbaile.Elcaminoprincipalhabíasidopreparado para que los carruajes que llevaran a los invitados pudieran recorrerlo con facilidad. Lasantorchasenesperadeserencendidaslerecordaronlopocointeligentequeseríadesuparteingresarporla entrada principal y correr el riesgo de verse en medio de ese ajetreo que empezaba a encontrarinsoportable. De modo que dio un pequeño rodeo para entrar por la cocina mientras ignoraba laexpresiónsorprendidadelasdecenasdesirvientesquepreparabanelbanquetequeseserviríaesanoche.

Trasdarunaordenaunadelasdoncellasparaqueselatransmitieraalmayordomo,sedirigióconpasoligeroasudespachoycerrólapuertatrasél,segurodequenadiequenofuerallamadoseatreveríaamolestarlo.

Almirarporlaventana,sedijoquetantoHenrycomoEloisepodíantenermuchosdefectos,pero,sinduda,laescasezdebuengustonoeraunodeellos.Noleagradabareconocerlo,peroFalmouthManor,que por sí misma se veía siempre majestuosa, refulgía luego de ser atendida con tanto esmero paraofrecereseridículobaile.

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Conunasonrisafaltadealegría,ocupóelsillónfrentealescritorioypermanecióconlavistafijaenlasuperficie.Esperaba.

Cuandoescuchóelsuavegolpeteoenlapuerta,lediolaordenalvisitantedeingresarymantuvosupostura,aunquelatensiónendeloshombroslodelatabainteresado.Lapuertasecerródenuevo;soloentonceslevantólavista.

—¿Deseabaverme,milord?

Johnsonrióysacudiólacabeza.ObservóaEmilyconsatisfacción,comosihubieranpasadomesesdesdeelúltimoencuentro,Pormomentos,pensabaqueasíhabíasido.

—Una pregunta curiosa si consideramos que he pasado los últimos días buscándote, y tú no hasdejadodeevadirme—respondióatentoalareaccióndelamuchacha.

Emilymantuvolaposturarígida,depiefrentealescritorio,conlasmanosunidas.DenohabersidoporqueJohnhabíaaprendidoareconocer loscasi imperceptiblessignosqueledelatabannerviosismo,habríapodidopasarporunamujerdeltodoserena.Solosealteródeformaevidentealoírlotratarlaconlamismafamiliaridadqueusóenlaúltimaocasiónenquesehabíanvistohacíayavariasnoches.

—Tengopoderosasrazonesparaeso,penséquelocomprendería—dijoellaalcabodeunmomento.

—Lohago—reconocióélsinvariardetono—;peronoesperesqueestédeacuerdo.

—Imaginéqueasísería;detodosmodos,esonohaceningunadiferencia.

John suspiró, se puso de pie y rodeó el escritorio hasta quedar frente a Emily, que mantuvo laposiciónauncuandotodossussentidosleaconsejabanalejarse.

—¿Porqué,Emily?¿Porquétehacesesto?—preguntómientrasseinclinabaparaverlaalosojos—.¿Porquénoshacesestoaambos?

—Lohagojustoporusted…Ypormí,milord.Noesperoquelocomprenda,peroleaseguroqueeslomejor.—Lesostuvolamiradasinpestañear.

Johnhizounamagodetomarlelamano,pero,enlugardeeso,sedirigióalapuertaylaabrióconunmovimientobrusco.Emilypensóqueeraunaformamásqueclaradeecharladelahabitación,peroéllasorprendióalpermanecerenesaposición,alparecerdispuestoafranquearleelpaso,peronoparacerrarluegolapuertatrasella.

—Venconmigo—dijo.

Emilydudó,inseguraacercadeaquéserefería.

—¿Adónde?—preguntó,unpococonfundidaporesepedido.

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—Solovenconmigo—repitióél.

—¿Esunpedidoounaorden?—Ellasearrepintiódelobruscodeesapreguntacuandolaspalabrasyalehabíansalidodeloslabios.

Lasombradeunasonrisa,sinembargo, lebailóaJohnenlos labios,comosiesaatrevidaréplicahabríasidoalgoque,enlugardeofenderlo,lodivirtiera.

—Ambos,siesloquehacefaltaparaqueaceptesacompañarme—reconociómientrasleextendíalamanoenunamudainvitación—.Venconmigo;hayalgoquenecesitomostrarte.

Ellavaciló,peroalgoeneltonodelavozlaobligóamirarloycomprendióquenosetratabadeunaorden,nisiquieradeunpedidoimperioso.Teníaunbrilloenlamiradaquereconociócomounamudasúplica,yfueincapazdenegarse.EnelnombredeDios,¿cómopodríadecirlequenocuandolamirabade esa forma? Le habría dado cualquier cosa que le pidiera por el simple placer de desterrarle esamirada de los ojos.Demodo que asintió, le ignoró lamano y pasó a su lado, a la espera de que élseñalaraelcaminoaseguir.

John laescoltóensilencioporunpasilloqueatravesaba lagaleríaydieronunamplio rodeoparaevitar a los sirvientes que ultimaban los detalles del baile en los salones principales. Sin aligerar elpaso, entró en la biblioteca y, una vez allí, subió los escalones que llevaban al segundo nivel. Emilynuncahabíaestadoallí,apenashabíaatisbadoenalgunaocasiónloqueseencontrabaenesazonadelaenormeestancia.Peroahora,mientrasacompañabaalcondeyhacíaunesfuerzoporseguirleelpaso,vioqueabríaunapequeñapuertacasiocultatrasunaestanteríaylemostrabaunaangostaescalinata.Notuvotiempodepreguntaradóndedirigía,porqueélsehabíaadelantadounavezmásparasubirlosescalones,yellanotuvomásopciónqueseguirlo.

Salieronporundiscretopasaje;Emilydebiódetenerseunmomentoparaanalizarlarutaseguidayasíadivinarel lugarenelqueseencontraban.Alveruncuadroque le resultóconocido,comprendióqueJohnlahabíallevadoalalareservadaparaelcondeysufamiliacercana.HabíaestadoallísoloendosocasionesdesdesullegadaaFalmouthManoryporpedidoexpresodeAlexander.Ahora,sinembargo,alcontemplarelperfildeJohnylaseriedaddesurostro,nopudocontenerunescalofríodeaprehensión.¿Quéeraloquetramaba?

—Milord—lollamóparadaenmediodeunpasillo.

Élapenaslamirósobreelhombrosindejardecaminar.

—Yahemosllegado—anuncióysedetuvofrenteaunapuertaderoble.

Emilydiounospasoscautelososhastallegarjuntoaél.¿Seríasuhabitación?¿Acasopensaba…?No,élnuncaharíaalgoasí.

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Sinembargo,antesdequepudieraformularalgunapregunta,Johnsacóunallavedelbolsillodelsacoy la introdujoen lacerraduraparahacergirar lamanija.Emilycreyódetectarleun leve tembloren lamano,perosedijoqueeraridículaalimaginartalcosa.Unavezqueabriólapuerta,sehizoaunladoparapermitirlequeentraraprimeroyesofueloqueellahizo,altiempoquesedeteníaenmediodelahabitaciónconloslabiosentreabiertosporlasorpresa.

Seencontrabanen loquea todas luceseraundormitorio infantil, cuidadoaldetalleydignode larealeza,oalmenosasísupusoEmilyquedebíandevivirlosmiembrosmáspequeñosdelafamiliareal.Una encantadora cama tallada con ángeles en la cabecera y cortinajes de tul alrededor dominaba laestancia,en tantoungrupodeenseres,exquisitosyelegantes,sedispersabanaquíyalláparacrearunconjuntoencantador.

Aún asombrada, Emilymiró sobre el hombro en busca de John, que había entrado también en lahabitaciónydabaunamiradaalrededorconloslabiosapretadosylasmanostraslaespalda.

—¿Qué…?

Emilynonecesitóterminardeformularlapregunta,porqueélcomprendióalinstanteaquéserefería.

—EstaeralahabitaciónMargaret—explicócontononeutro—.Mihija.

Emilynohabíanotadoqueteníaelalientocontenidohastaelmomentoenqueloexhalóconunlevejadeo,demasiadoimpresionadaparaelaborarunaréplicaconsentido.PeroJohnnodebióconsiderarlonecesario,porqueretomólapalabradeinmediato.

—Comosabes,ellaymiesposamurieronhacetresaños,cuandoMargaretsolocontabaconcuatroaños—dijoparaluegoagregarconunavozquedelatabacuántoloafectabasumergirseenesosrecuerdos—:Eraunaniñamuyhermosaycariñosa.Amabaestahabitaciónyporesoheordenadoquesemantengatalycomoladejó;creoqueesunaformadehonrarsumemoria.

Emilygiró,diounpasohaciaélyleposóunamanosobreelbrazo,loqueleprovocóunsobresalto.

—John…

—Notehetraídoaestelugarparaquesintieraslástimapormí—dijocontonoacerado—.Estásaquíporqueesanochedijisteque te sentíasculpableporalgoquehiciste,algoque lastimóapersonasqueamabas,yquieroquesepasquenoereslaúnicaenelmundoresponsabledeactoscomoesos.

Ellanosupoquéresponder,enespecialcuandoélleretirólamanoconunmovimientofirme,perogentil,ysedirigióalaventanaparamiraratravésdeellaluegodehaceraunladoelpesadocortinaje.

—¿TecontóAlexandercómoocurrió?—preguntóalcabodeunminuto.

Emilynegóconlacabeza,peroalcomprenderqueélnopodíaverla,seapresuróaresponder.

—No,éldijoquenadielosabía.

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—Enparteesverdad,almenosélnotieneideadequéfueloqueocurrióesedía.Erasolounniñoentoncesynoleencontrésentidoaprocurarleundolormayoralqueyasentía—dijoél—.Soloalgunaspersonassabenloquepasó.

Emilyledetectóunaentonaciónsarcásticaenlavozqueleoprimióelcorazón;peronodijonadayesperóaqueélcontinuara.

—Elizabeth,miesposa,eraunadamaexcelente—empezó,pensativoyconvozgrave—.Tuvimosunbuenmatrimonio,aunquebreve.Fueconcertado,claro;elpadredeHenrytuvounpapelpredominanteeneso:conocíaasupadreymeaconsejóconnoblezaalproponerunauniónquenosbeneficiabaaambos.—Al notar que Emily no hacía ningún comentario, dio media vuelta para observarla y esbozó unapequeñasonrisaalverleelgestodeintriga—.¿Tesorprendelaausenciadeamorenmispalabras?

—Nocreoquedebaexcusarseantemí—respondióella,sorprendidaporquehubieraadivinadocontantafacilidadloquepensaba.

—Nolohago,noacostumbroaexcusarmecuandonocreotenerunmotivoparaeso.—Seencogiódehombroscomosinoleotorgaramayorimportanciaaesaspalabras—.Comodecía,aceptélapropuestadel conde de Leicester de cortejar a Elizabeth no solo por lo conveniente, sino porque en verdadnecesitabaaalguienamilado.Hacíaapenasunañoquemipadrehabíamuertodeformaimprevista;yoacababa de asumir el condado con un hermano que era poco más que un bebé. Sí, fue una decisiónacertada:nomearrepientodehaberla tomado.Elizabethsecomportóa laalturadeloqueesperaba,ysostuvimosunarelaciónarmoniosa;elnacimientodeMargaret,sinembargo,supusouneventoimportanteparamí.AprendíaquereraElizabethcomoaunacompañeraelegida,peroMargaret…—Johndesviólamiradaylavozleflaqueóunpocoantesdecontinuar—.Laadoraba,nomeavergüenzareconocerlo,sufelicidaderalamíaynadaeradeltodobuenoparaellasiestabaenmimanoofrecérselo.

Emily sintió una repentina oleada de ternura dirigida hacia ese hombre que no tenía reparos enexpresarloquemuchosotroshabríanpreferidoocultar:queeracapazdesentirunamorincondicionalyqueno se arrepentía de ello.Ardía endeseosde conocer el restode la historia, pero supoque él noapreciaríaquelointerrumpiera,porloqueesperóaquereanudaralanarración,loquehizopasadossolounpardeminutos.

—Esatardefuimosinvitadosavisitaraunosvecinos.Supropiedadnosehallalejos,peroelclimapresagiaba tormenta,yyopreferíaposponerelviaje.Elizabethsenegó:erabuenaamigade la señoraAbigailyestabamuyentusiasmadaporlaideadeverla,tantoqueaúltimomomentoinsistióenllevaraMargaretconnosotrosparaquecomprobaracuántohabíacrecido.—Fruncióelceñoytensóloslabios,como si los recuerdos fueran tan dolorosos que cada palabra lo lastimaba de forma profunda—.Sostuvimosunadiscusiónbastantedesagradableantesdemarcharnos, inclusoamenacéconcancelarelviaje. Ella no habría podido negarse a esa imposición, pero, a diferencia de lo que parece pensar lamayoríaacercademicarácterautoritario,nuncahedisfrutadoaprovecharmedemiposición,menosaunfrenteaquienesmemerecenelmayorrespeto.Demodoqueaceptémantenerlosplanes,peromisreparosocasionaron que iniciáramos la marchamucho después de la hora estimada, con el resultado de quecuandoestábamosencamino,latormentasehabíapresentadoyacontodalafuria.

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John calló y Emily resistió el impulso de acercarse a él y apoyarle la cabeza sobre el hombro,atraerlohaciasíyacariciarleelrostrohastaqueesaexpresiónatormentadadesapareciera.

—¿Quéocurrióentonces?—preguntóparaayudarloaretomarelhilodelahistoria.

—El día se tornó oscuro y escuchamos el primer rayo caer muy cerca del camino—dijo él, alpareceragradecidoporelimpulsoqueledioEmily—.Dudédemasiado,debíordenarqueregresáramosdeinmediatoaFalmouthManorobuscarrefugio,perocreíqueaúnteníamostiempoparallegaranuestrodestino.CercadelapropiedaddelosAbigailhayunríoporlogeneralmuypacífico,peroqueenépocade tormentas puede crecer de forma alarmante; cuando un segundo rayo estuvo a punto de golpear alcarruaje,elcocheroperdióelcontroldeloscaballos,queseencontrabanaterrados,ycayódelpescante.Elvehículoempezóazarandearsedeunladoaotro.Depronto,nosvimosimpulsadoshaciadelante,endirecciónalríoysinningúntipodecontrol.Intentésujetaraambas,perofueimposible.Enelmomentodelimpacto,soltélamanodeElizabethysaliódespedidadelcoche.Creo,oespero,quehayamuertodeinmediatoalgolpearcontralasrocas.

Emilyseabrazóasímismadeformacasiinconsciente,unfríosurgidodelmiedoydelaaprehensiónlerecorríaelcuerpo.

—¿QuéocurrióconMargaret?—preguntósorprendidaporlagravedaddesuvoz.

Johnsacudiólacabezadeunladoaotro;todoensusgestosymiradadevelabanlomuchoquesufría,peronosedetuvo.

—Lasujetécontramícontodasmisfuerzas,peroelcarruajehabíaempezadoahundirseynohabíanadie que pudiera ayudarnos; el cochero, la niñera y el lacayo que nos acompañaban habían muertotambién—explicó—.Miintenciónfueelevarlaparaquesalieraporlaportezuelaalasuperficie,peroerademasiadopequeñayestabamuyasustada;porloquefuiyoquientrepó.Estabalistoparasostenerlelamano, seguro de que podría impulsarla hacia arriba y nadar con ella a la superficie. Sin embargo,apenasconseguísalirytomarlelamano,elcarruajesehundióconmayorrapidez.Intentésostenerlacontodasmisfuerzas,penséquelolograría,quesolodebíaaguantarunpocomásylatendríaconmigo,peronofuesuficiente.Enalgúnmomentosesoltó, llevadaporelmiedo,ynohubonadaquepudierahacer;solovercómoelvehículosehundíayselallevabaconél.

UnavezqueJohnterminóesadolorosahistoria,guardósilencioysemantuvodepieaescasospasosdeEmily.Ella, trasvacilaruninstante,se leacercóhastaquedaraunpalmodedistanciay le tomólamanoderechaentrelassuyasparaacercárselaalpecho.

—Fueasícomotelastimaste—dijosinasomodeduda,altiempoqueleacariciabalosnudillosconlosdedos.

Él,queseguíaesosmovimientosconlamiradafijaensusmanosunidas, lediounligeroapretónehizounlevegestodeasentimiento.

—Esunrecordatorio—susurróenrespuesta—.Merecuerdaloqueperdí.

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Emilysacudiólacabezadeunladoaotrosindetenersuslentascaricias.

—Nofuetuculpa—dijoconvozsuaveperoconvencida—.¿Cómopodríassaberloquesucedería?Fue un terrible accidente, una infamia del destino, si así prefieres llamarlo, pero no puedes sentirteresponsable.Noesjusto.

John levantó la mano libre para posársela con suavidad sobre la mejilla, lo que le provocó unsobresalto, pero ella no se apartóy siguió con los ojos fijos en los suyos.Ambos sentían como si seencontraranenunaburbuja,enunespaciodiminutoperolobastanteamplioparaalbergarlos,alejadosdeloquelosrodeaba:losfantasmasdelpasadoylapesadacargadelossecretos.

—¿Yacasoeresjustacontigomisma?—replicóélconunacuotadeternuraenlavoz—.Huyesdemícomosielmásterriblehorrortepersiguiera,hablasdeerroresyculpas,peronoteatrevesacontarmelaverdad.¿Cómopuedespretenderalejaramisdemoniossinoerescapazdedesterraralostuyos?Erigesuna pared que no me veo capaz de atravesar y siento cómo te alejas cada vez más. Me ofreces tuatención,tuconsuelo,perorehúyeselmío.—Elladejóquelamanodeéllerecorrieralacurvadelcuelloysedetuvosobreellugarenquelatíasupulsoconrapidez—.Dimeloqueteatormenta,Emily;prometoque te protegeré de todo. Nada ni nadie podrá hacerte daño mientras te encuentres a mi lado. Solodímelo…

Ella entreabrió los labios, seducida por la cadencia de esa voz. Esa promesa de comprensión yauxilioqueprovocóque losojosse le llenarande lágrimas.Peroentonces los recuerdosempezaronainundarlelamente,vocesdolorosamentefamiliaresquelaobligaronaabandonaresepequeñoremansode paz que ambos habían logrado construir por tan solo unos instantes. La burbuja se rompió, y ellaestuvodevueltaenladolorosarealidad.

Conunsuspirocargadodeamargura,dejócaerlasmanosalosladosydiounpasohaciaatrásparaliberarsedesuscaricias.Laausenciadeltoquedesupiel lagolpeócomounyunque,perosemantuvofirme.

—Nomerezcotucomprensión—dijoconlavistafijaenunpuntomásalládesurostro—;peronopuedodecirtecuántomegustaríaaferrarmeaella.

—¿Yporquénolohaces?—Johnnointentótocarladenuevo,perotodoenelsemblanteledevelabaeldesconciertoylafrustraciónquesentía—.Tómala,estuya.

—¡Nopuedo!—Emilysacudiólacabezadeunladoaotro.

John le pasó unamano por el oscuro cabello y emitió un gruñidomientras le dirigía unamiradacargadadedesesperación.

—Estábien—dijo aunquenoparecíahabersedadoporvencido—.No insistirémás…por ahora.Peromelodirástardeotemprano.

—Mejuzgarás.—LaréplicadeEmilyfueapenasunsusurro.

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Johnnovariódeexpresión.

—Si eso es lo que esperas de mí, quizás lo haga. Sin embargo, no lo sabremos hasta entonces,¿cierto?—retrucósarcástico.

Sinmirarla,sedirigióalapuertaquedejóentreabiertaalentraryhablósobreelhombro.

—Esperotupresenciaestanocheenelbaile.

Emilyemitióunsuspiroderesignación;habíaesperadoquenohicieraunamenciónalrespecto,peroallíestaba.

—¿Esunaorden?—preguntó.

—Loes.—Conesafríarespuesta,semarchó.

Al quedarse a solas, Emily se acercó a una mecedora ubicada en un extremo de la habitación yesbozóunatristesonrisaalcontemplarunahermosamuñecaqueparecíahaberquedadoalaesperadeunas manos infantiles, detenida en el tiempo. Con cierto reparo, extendió una mano y acarició elprimorosovestidoconlapuntadelosdedos.Luego,ahogóunsollozo,serecompusoelsemblanteydejóeldormitorioconcuidadodecerrarlapuertatrasella.

***

CuandoEmily se sintió preparada para bajar al salón, el baile ya había empezado, por lo que se lasingenióparadarunrodeoyasíevitarlaentradaprincipal:nohabríasoportadollamarlaatencióndelosinvitados que ya se encontraban allí. No era que hubiera mucho en ella que resultara lo bastanteinteresantecomoparaatraerlasmiradas,perodecidióevitarunriesgoinnecesario.

MientrasseleccionabaunvestidoparausaresanochejuntoaunamuydiligenteMary,quenopodíacreer labuena fortunadesuhermanaporhabersido invitadaaeseevento, se fijócada tantodesde laventanadelahabitaciónenlaspersonasquellegabanenelegantescarruajes.Cadadamaquedescendíadelosvehículos,ayudadaporloslacayosubicadosparaesefin,seveíamásespléndidaquelaanterior.Nuncahabíacontempladotalcantidaddeseda,encajeyrelucientesjoyasenunmismolugar.

No, era posible que el exceso de precaución fuera del todo innecesario porque nadie en su sanojuicio le dirigiría una segundamirada, y aunqueuna persona tan pocovanidosa como ella no deberíasentirsemalporeso,sinoaliviada,nopudoevitarpensarquelehabríagustadocontarconalmenosun

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vestidolobastantebonitocomoparanodesentonardeltodo.Elqueusabaenesaocasión,sinembargo,era en su opinión bastante apropiado, o al menos lo suficiente para no ganarse ninguna mirada dedesprecio.Sinduda,laposicióncomoinvitada,apesardequenoteníarango,leaseguraríavariascejasalzadasyconesoteníasuficiente.

CuandoEmilyeraniña,sumadrecontabaconunaampliavariedaddevestidosapropiadosparairaunbaileoaunaveladaenlacasadesusconocidos,alosqueacostumbrabanaasistirellaysupadre;pero,conelpasardelosaños,luegodequesetrasladaranaColchesterydeldeteriorodesueconomía,se gastaron debido al uso y les resultó imposible reemplazarlos, lo que no fue tan terrible entoncesporqueenesaciudadcontabanconpocasamistadesylasreunionessevolvíanmuyesporádicas.

Perohabíaunoquesemantuvoenmejorescondicionesqueelresto,engranmedidaporquenoeradeltotalgustodesumadre,yaquesiempreopinóquenolelucíadeltodobienconlapielpálidayelcabellorubio.EnEmily,encambio,cobrabaunmayorencanto.Latelaeragris,detallequelearrancóunasonrisaalprobárseloypensarenloqueJohnopinaríadelopocoalegredelcolor,peroposeíauncuriosoefectoquearrancabadestellosdeldiseñodelbustoylafaldaalencontrarsebajolaluz.Elescoteeramásbajodeloqueacostumbrabaausar,perodebióreconocerquecreabaunconjuntoagradablealavista.ConlaayudadeMary,escogióunosguantesa juego,y laniña,queposeíaunadmirable talentoparaelaborarelegantespeinados,logróconvencerladequenosesujetaraelcabellocondemasiadaseriedad,sinoquelepermitieraarreglárseloconunestilo juvenilen loaltode lacabezaayudadadeunodesuspropioslazos.

Sinquererdarleunanuevamiradaalespejo,y trasagradecerleaMarypor laayuda,sedirigióalsalón, satisfechadehaber logradocruzarvarioscorredoresdesiertos.Unavezquesevio frenteaunapuertalateralquelepermitiríaentraralsalónconabsolutareserva,exhalóunsuspiroderesignaciónyencuadróloshombros,decididaanodejartraslucirlonerviosaquesesentía.

Alentrar,debiócerrarlosojosporunossegundos,deslumbradaporlailuminaciónyelbrillodelosasistentes al baile. Cada una de las damas simulaba un caleidoscopio de color con sus elaboradosvestidosylaspiedraspreciosasquerefulgíanalcontactoconlaluz,yloscaballeros,contrajesoscurosysobrios,resultabanelcomplementoidealparaellas.UnavezqueEmilylogrósuperarelasombroporuncuadrotanexquisito,recorrióelsalónconlamiradaenbuscadealgunafigurafamiliar,ysintióqueelcorazónseleencogíacuandodioconél.

Elcondeeraunhombremuyatractivo,talycomolohabíamencionadoladyKendallmásdeunavez,peroEmilynuncahabíasidotanconscientedeesoodecuáncómodoseveíaeneseelementocomounaristócrata que sobresalía del resto. Hasta ese momento, toda la atracción que le provocaba estabainspiradaenlopocoordinariodesupersonalidad,lasácidasbatallasverbalescompartidasyalhechodeque,bajoesesemblantediscretoyautoritario,seescondíauncaráctergeneroso.Peroalverlorodeadode algunosde los invitados, conunadeslumbrante ladyKendall depie a suderecha, que seponíadepuntas cada tanto para susurrarle algunas palabras al oído, que él escuchaba con atención, Emilycomprendióalgoqueyasabíayquenoteníamayorsentidonegarsedenuevo:loamabadeunaformaquejamáshabríapodidoimaginar,porloquenecesitabaalejarsetanprontocomolefueraposible.

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Laseguridaddeesacerteza leprovocóelprofundodeseodedarmediavueltayvolverpordondehabíallegado,peroocurrierondoscosasquelefrustraronesasintenciones.Elcondedesviólamiradadesusinterlocutoresybuscóentrelamultitud,comosifueraconscientedequeellalocontemplaba;losojosdeambosseencontraron;élhizounainclinacióndecabezaenseñaldesaludo.Emilycaptóunapequeñasonrisaqueledanzabaenloslabios,peronosuposieraunamuestradeadmiraciónodeburla.Habríacontinuadoallí,depie,sinatinaramoverunsolomúsculo,denoserporquepercibióunapresenciaasulado,porloqueseobligóadesviarlamiradaparaprestaratenciónaquiensehabíaacercado.

NolesorprendiódeltodoquesetrataradelordWilmot.Yaestabaacostumbradaaserobjetodesuinterés,aunquenolograbacomprenderquéeraloquedeseabadeella.Noparecíalaclasedecaballeroquedisfrutaraperseguiramiembrosdelserviciooainstitutrices,aunmenosquealbergaraalgúninterésrománticoporunajovenconlaqueapenashabíaintercambiadoalgunasfrasesyque,atodasluces,noloencontrabaatractivo.Sinembargo,talycomohabíahechoantes,engranpartedebidoalaconsideraciónqueleteníaporseramigodelordFalmouth,ledirigióunaamablesonrisaehizounareverencia.

—LordWilmot—saludó.

Élcorrespondióalgesto,peroEmilyvioalgoensusojosqueyahabíacaptadoduranteelencuentroenlamañanadesuregresoaGloucestershire.Nologróidentificardequésetrataba,habíaunbrilloenesamirada,unexcesodeconfianzaeneltratoqueladesconcertóeincomodóporpartesiguales.

—SeñoritaBrowning,luceencantadoraestanoche;esperoquenolemolestequelodiga.

—Desdeluegoqueno,milord,esmuyamable,gracias—respondióconunanuevaydiscretasonrisa.

—Nocreíquefuéramosacontarconelplacerdesupresencia;esobvioquesubestiméamilordyasu capacidad de persuasión.—Miró en dirección a donde se encontraba su amigo, quien losmirabatambién con un gesto de disgusto y los labios fruncidos—. Pero lo hago con frecuencia, si he de sersincero;supongoqueesporquenosconocemoshacetantosaños.Esfácilolvidarlasvirtudesdenuestrosconocidosdelamismaformaenqueobviamossusdefectos.

Emilyloobservóconlosojosentrecerrados,intrigadaporesacuriosaexpresión.

—¿El hecho de queme encuentre aquí es prueba de una virtud de lordFalmouth o de uno de susdefectos?—preguntóconentonacióntirante.

Henryledirigióotramisteriosasonrisa.

—Unpocode ambos,me atrevo adecir, aunqueno soyquienpara señalarlo; despuésde todo, esustedquiensehavistoobligadaaasistirauneventoquenopareceemocionarlademasiado—señaló—.Dígame,señoritaBrowning,¿quépiensausted?

—Nomehedetenidoacavilaralrespecto,milord.Esverdadquemeencuentroaquíporunaordendelconde,peronodiríaquemedisgustahabervenido—mintiócondescaro,comosiconesaspalabrasfueracapazdeprotegeraJohndecualquiersugerenciadesagradablerespectoasucarácter—.Creoque

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suseñoríahasidomuygenerosoalpermitirquepudieraasistir;noesunaexperienciaquehayaconocidoantes.

Élluciódivertidoysorprendidoenpartesigualesporesarevelación.

—¡Yaveo!Demodoquenohabíaasistidoaunbaileantes—dijoentrerisas—.Deboreconocerquemeencuentromuysorprendido,señorita.¿Cómoesposiblequeunajovencomoustednodisfrutaradeunavidasocialapropiada?Esunultraje.

Emilysecontuvodepreguntaraquéclasedejovenserefería.Henryteníaunsentidodelhumoruntantoretorcido;endeterminadascircunstanciaspodíainclusoencontrarlodivertido,peroahoraveíaenéluna excesiva malicia que, de haber respondido de acuerdo a sus deseos, le habría significado unmomentodesagradable.

—Debeencontrarsemuysatisfechoporeléxitodeestacelebración,lordWilmot—seapresuróellaadecirparacambiardetema—.SusesfuerzosylosdeladyKendallsonmásqueevidentes.

—Loson,¿cierto?—Élnopareciósorprendidopor laréplica,soloseencogiódehombros—.Sinduda es un espléndido evento; hacemuchoqueFalmouthManor no se engalanaba tal y comomerece.Desdelostiemposdelacondesa,paraserexacto.Desdeluego,labellaEloisehademostradoqueestáalaaltura,ylordFalmouthdebeencontrarsesatisfechodehaberlocomprobado.

Emilymiróendirecciónadondeseencontrabanellos.LadyKendallcontinuabamuycercadelconde,unavisióndoradaensedaazulyencajeconunasonrisainamovibleenelrostro,mientrasqueélprestabaoídosatodoloquedecía.Sintióunadesagradablesensaciónenelpechoyseobligóadesviarlavista.

—Unaespléndidapareja,¿nolocree?—Hizoelmaliciosocomentariocomosiencontraradivertidasureacción.

Emily, fastidiada de verse en evidencia frente a un hombre que empezaba a provocarle una fuerteaversión,lomiróconfrialdadehizounarígidareverencia.

—Graciasporsucompañía,milord—dijocontonofrío—.Deseoadmirarladecoracióndelsalón;hasidounplacerhablarconusted.

Sin esperar una respuesta, se apresuró a alejarse de él, insensible a lo quepudiera pensar de esecomportamiento.Dehaberprestadomayoratención,lahabríasorprendidolaformaenquelaobservóentanto dabamedia vuelta paramarcharse.La ira era casi palpable en sumirada, pero había algomás:resentimiento.

***

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Johnnuncahabíasentidomuchointerésporlascelebracionessuntuosas;ensuopinión,proveíanalgunosmomentos de entretenimiento que se veían opacados por los muchos inconvenientes que podíanocasionar.Elhechodeque losdemáspensaranque sedivertía tantocomoelloseraunoaconsiderar,comoEloisesehabíaencargadodegraficardurantebuenapartedelanoche.

Yaquehabíasidoellaquien,juntoaHenry,habíaorganizadoesebaile,Johnjuzgóapropiadoyjustoreconocerle el esfuerzo y prestarle la debida atención, de allí que aceptara permanecer junto a elladurante la recepción. Sin embargo, empezaba a temer que esa consideración fuera confundida con elrenacerdeuninterésquenosentíaenabsoluto.

ApreciabaconsinceridadaEloiseynoqueríaverseenvueltoenunaandanadadereprochesquesolollevarían al término absoluto de su amistad. Era cierto que no se encontraba deseoso demantener unestrechocontacto,pero tampoco sehabría sentidocómodo si ladesterrabade suentorno.Eracuriosocómohastahacíaunosmeseslasolaidealehabríaprovocadounprofundodisgusto,peromuchascosashabíanocurridoenese tiempo, susdeseos sehabíanvistoalteradosy lecostaba reconocersecomoelhombrequehabíasidoantesdelúltimoencuentroquehabíantenidoenLondres,cuandotodoentreellossedesarrollabaconnormalidad.No,debíasermáspreciso,almenosconsigomismo,no teníasentidodisfrazarlascosas.LallegadadeEmilyBrowninghabíasignificadounpuntodeinflexiónensuvida,unaandanadadecambiossutilesquesehabíandesarrolladofrenteaélcasisinquefueradeltodoconscientedeello.

La idea, por perturbadora que pudiera ser, pese a lo profundo de su significado, le provocó unasonrisacargadadecalidez.Deinmediato,cedióaldeseodebuscarunavezmásalarazóndeesecuriosoestado.La última vez que la vio, hacía unosminutos, se encontraba en compañía deHenry, lo que lemolestóprofundamente; el hechodeque ella pareciera incómoda en supresencia solo le acrecentó eldisgusto.Sinembargo,enesemomento,encontróalordWilmotenungrupoconformadoporalgunasdesusamistadesllegadasdeLondresparalafiesta;nohabíaseñaldeEmilyentreellos.

Reanudó la búsqueda con discreción y empezó a inquietarse al no dar con ella, pero sintió unprofundoalivioaldescubrirunasiluetaque,deespaldasadondeélseencontraba,examinabaconinterésunade laspinturasubicadascasi al finaldelgran salón, alejadade lasparejasquebailabanyde losgrupos embebidos en la conversación. John reprimió una carcajada, divertido de reconocer que, aunfrenteatodoelesplendoryruidoquesedesarrollabaasualrededor,ellamanteníaunaprudentedistanciay se entregaba a la sencilla contemplación de algo que le apasionaba sin darmayor importancia a laopiniónajena.

Mientras se despedía con un gesto breve de los demás e ignoraba adrede la torva expresión deEloise, se dirigió en busca de Emily y se dijo que nunca dejaría se sentirse impresionado por lasingularidad de esa joven. Había tanto en ella que deseaba conocer, sentía el desesperado deseo deescudriñarle cada uno de los pensamientos para así comprender quién se ocultaba tras esemisterioso

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exterior.Eraciertoquehabíabajadolaguardiaanteélmásdeunavezyseenorgullecíadehaberlogradoderribaralgunasdeesasbarreraserigidascon tanta severidad,peroesonoera suficiente.Lodeseabatododeelladelamismaformaenqueestabadispuestoaentregarsesinreservas.

AlllegarhastaEmily,sedetuvoalladosuyoenunaposicióndecontemplaciónsimilar,aunquenotóelprecisomomentoenqueadvirtióqueélestabaallí.

—Nopenséquevendrías—dijoélenvozbajaeinclinóunpocolacabezahaciaella.

—Fuistemuyclaroalseñalarquenoteníaalternativa;despuésdetodo,fueunaorden.

Johnasintió,satisfechoalcomprobarquenohabíaretomadoeltratoformalqueyanopodíaconcebirentreambos.

—Pudistedesafiarme—ledijoprovocador.

—Creohabertedichoqueprefieroescogermisbatallasconprudencia.

Élnoreplicódeinmediato;enlugardeeso,hizoelamagodeacercarseparacontemplarconmayoratenciónlapinturafrenteaellosysepermitiórozarle lamanoenguantada,satisfechoalnotarqueelladabaunpequeñobrincoporlasorpresa.

—¿Quéhaces?—preguntómientraslomirabadereojo.

—Teveshermosaestanoche—dijoélyladesconcertóaúnmás—.Nohepodidoresistirme.

Emilyexhalóunsuspiroysacudiólacabezadeunladoaotro.

—Noséporquédicescosascomoesas.Creoquetedivierteconfundirme,peropreferiríaquenolohicieras.

—Nopuedespedirmetalcosa—replicóJohn—.Entodocaso,siteperturbanmisansiasdetocarte,podríaspermitirquelohicieradeunaformamenosescandalosa.

Emilydiounpasohacialaderechaypusomayordistanciaentreellos.

—Noséaqué te refieres—replicóyodióelcalorque lesubióa lasmejillas—.Penséqueno tegustabahacerbromas.

—Asíes,aunquenotengoreparoenhacerelridículoportuculpa,yasabeseso.—Larespuestanoparecióunreproche;porelcontrario,escondíauncálidoanheloqueinclusoellanohabríapodidonegar,peroélcontinuóantesdequepudieraanalizareseextrañohecho—.Bailaconmigo,asípodrétocartesinprovocarunescándalo.

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—Nopuedo—respondióenelmismotonobajoqueusódesdequehabíaniniciadolaconversación,solo que en esa ocasiónmordió un poco las palabras al hablar—.Ni siquiera debería estar aquí; esabsurdo.

Johnnosemostróperturbadoporesaexpresiónhorrorizada.

—Estás aquí porque lo deseo así y porque espero que disfrutes de unmomento de distracción—replicómuyserio—.Y,desdeluego,bailaresunexcelenteentretenimiento.

—Teburlasdemí.

—¿Esopiensas?Agradeceríaquedejarasdeevitarmirarmealosojosylodijerasunavezmás—ladesafiómientrasseponíadeperfilparaobservarlasinreparos.

Emily, inquieta,miró sobre el hombro para comprobar que no eran objeto demiradas y luego loobservócondiscreción.

—Séquenoteburlasdemí—reconociócontonosuave,resignadaaabandonarunaactitudseveraqueno se condecía con loque él le inspiraba—;pero esono lohace correcto. ¿Cómopodríasbailarconmigo?Todoelmundohablará.

—Teníalaimpresióndequenoeraalgoquetepreocupara.

—No lo es.—Emilydesvió lamirada, incómoda al comprender queno tenía sentido fingir—.Setratadeti;nocreoquedebascolocarteenunaposiciónquepuedaprovocarhabladurías.

EmilycallódeprontoalnotarqueloshombrosdeJohnsesacudíany,alobservarloconatención,vioconsorpresaqueapenaslograbacontenerlarisamientrasledirigíaunamiradadeadmiración.

—¿Buscasprotegermireputación?

—Nohaynadadegraciosoeneso.—Emilyfruncióelceño—.Eresunconde,yyono…

—Siteatrevesadecirquenoeresnadieunavezmás,teaseguroqueteverásenvueltaenunabatallaque nopodrás ganar.—Abandonó la sonrisa y lamiró con seriedad—.Estoy aquí para solicitarle unbaile a una dama; lo correcto es que aceptes mi pedido. Si te preocupa mi reputación, deberíasconsiderarcuántolaafectaráturechazo.

Emilyapretóloslabiosparareprimirunaréplicamordaz.

—Enestecaso,¿nosetratadeunaorden?—preguntódesconfiada.

Él,sinembargo,ledevolvióunapequeñasonrisacarentedeburla.

—Jamássemeocurriríaordenartequebailarasconmigo—replicóenvozbajayprofunda.

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—Nosoyunabuenabailarina—reconocióellacomounúltimorecursoparaevitarese trance,auncuandonopodíapensarennadaquedesearamásquebailarconél—.Nopuedorecordarcuándofuelaúltimavez…

Johnletendiólamano.

—Puedesapoyarteenmí—dijo,yellasupoquenosereferíasoloalbaile.

Trasunpequeñotitubeo,Emilyleposóunamanosobreelbrazoylepermitióquelaguiaraalcentrodel salón, donde varias parejas esperaban el inicio de una nueva melodía que resultó ser un vals.Reprimióunligerotemblor,irguiólacabezaydescansólamanosobreelhombrodeél,mientrasJohnlasujetabadelacinturaparaunirluegolasmanoslibres.

Cuandoiniciólamúsica,Emilyfijólamiradaenél,decididaadisfrutardeesaexperienciaquejuzgóúnica,porque¿cuándopodríarepetirse?Habíasidosinceraalconfesarquehacíamuchotiempoquenobailaba; sin duda, habían pasado varios años desde que disfrutó demoverse al ritmode una hermosamelodíaenbrazosdeuncompañeroquelallevaraconlamismaseguridadqueelcondemostrabaenesemomento.Sinembargo,habíaalgomásenlaformaenquesumanoseajustabaalacurvadesucinturayelcalorquelograbapercibiratravésdelsaco:algodeltododesconocido,emocionanteyrevelador.

Jamás, como leocurría entonces,habíadeseadocon tanto fervorqueun instante sehiciera eterno.Habríapodidobailardurantehorasyrecorrerelsalónignorantedecualquiermiradaindiscreta,comosisoloseencontraranellosdosenmediodeluniverso,unavezmásenesaburbujacompartidaqueparecíasurgirdelanadacadavezqueambosseencontrabanjuntos.Elcondeeraunexcelentebailarín;aellanole suponíaningún esfuerzo seguirle los pasosy abandonarse a esamaravillosa sensaciónde saber sinasomodedudaque,sitropezabaoperdíalaconcentración,podríaapoyarseenélytodoestaríabien.Sitansolofueraposibleconfiarenél,decirlelaverdad…Porunsegundosedijoquehabríasidocapazdeenfrentarseatodosiélpermanecíaalladosuyo.

Pordesgracia,lamúsicaterminóydesaparecieronlosensueñosparadevolverlaalarealidad.Johnlasoltóconciertareticencia,peronosemovierondellugarenlapistaysemiraronconsimilarexpresiónde anhelo; habría sido imposible que quienes los rodeaban no lo notaran. Para cuando Emily logródespertar de esa suerte de hechizo y fue consciente de eso, le dirigió una mirada suplicante que élentendiódeinmediato.Sinhablar,leofreciódenuevoelbrazo,soloqueestavezlaescoltóhaciaunadelas puertas que daban al jardín. Ella estuvo a punto de protestar cuando comprendió que no solopretendíaacompañarlahastaallí,sinoirconella.Leapretóelbrazoenungestosilencioso,peroél loignoró.Solocuandoestuvieronfuera,alpiedelaescalinataquedescendíaaljardín,sedetuvoenademándeespera.

—¿Teofenderíasidijeraquedeseoretirarmeamihabitación?—seadelantóellaapreguntar.

Johnlaobservóensilencio,pensativo.

—No,noloharías—respondíamientrasasentía—.Séquedijequetupresenciaeraunaorden,peroenverdaddeseabaqueasistieras.Siquieresirteahora,locomprendoynotedetendré.

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Emilyasintió,agradecidadenoverseenvueltaenunanuevadisputa,unaquenohabríapodidoganar.Ensilencio,hizounareverenciaysedispusoamarcharse,peroantesdequebajaraelprimerescalón,sedetuvo,aspiróunayotravezyregresóhastaquedaraunpalmodedistanciadeJohn,quelaobservabaconciertasorpresa.Sindarletiempoareaccionar,sepusodepuntas,leposóunamanosobrelamejillayconevidentetimidezlebesóloslabiosporunsolosegundoantesderetirarseunavezmás.

—Vine porque así lo ordenaste, pero estoy feliz de haberlo hecho—dijo con voz queda—. Noolvidarénuncaestanoche.

Sinesperarunarespuesta,temerosadeloqueélpodríadecir,diomediavueltaybajólosescalonesconrapidez.Seperdióenlaoscuridadparadarunrodeoyllegarasuhabitaciónconlamismadiscreciónconlaquehabíaarribadoalsalón.

John,entanto,permaneciórecostadoenlabalaustradadurantevariosminutos,conlamiradafijaenlalunaqueiluminabaeljardínasuspies.

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CAPÍTULOX

Emilyexhalóunsonorosuspirodealivioalllegaralcorredorenqueseubicabasuhabitación.NosehabíatopadoconunsoloinvitadoyaúnteníaelrecuerdodelosmomentoscompartidosconJohn.Sentíaelinfantildeseodecerrarlosojos,abrazarseasímismaydanzarenmediodelcorredorpararememorartodoloquehabíasentido.Aquelsuavetoque,laspalabras,elcalordeesoslabiosbajolossuyos…

Sedetuvounmomentoparasacudir lacabezadeun ladoaotro,avergonzadapor ladirecciónquehabíantomadoesospensamientos,peroapenaspodíacontrolarlos:sesentíapresadeunaeuforiaqueleapresabaelpechoylefijabaunasonrisailusionadaenelrostro.

Conunesfuerzo,sedirigióalahabitacióndecididaarecuperarelsentidocomún,cuandounsonidotrasellalaobligóadarsevuelta.

Elevóunacejaalverdequiénsetrataba;todossussentidoslallamaronaponerseenguardia.

—SeñoritaBrowning,estoydesolado,sehamarchadosinconcedermeunbaile.

EmilyledirigióaHenryunamiradadeabiertoreproche,disgustadaporelatrevimientodehaberlaseguido hasta allí, porque era evidente que era eso lo que había hecho. Sin embargo, procuró nodemostrarmalestaryasintióenseñaldereconocimiento.

—Leofrezcomisdisculpas,milord,perotemoquenomesientobien—replicócontonofrío—.Hasido una noche encantadora, y estoy segura de que aún no ha terminado. Sin duda,muchas damas sesentiránmuyafortunadasdebailarconusted.

Henrynegóconlacabezamientraschasqueabalalenguaylaobservabaconmiradacalculadora.

—Peroyoladeseabaausted;yahoramerechazadeformatancruel.—Seacercóunospasosmás,porloqueEmilypególaespaldaalapuertaparamantenerciertadistancia—.Bailó,sinembargo,conlordFalmouthdeformaespléndida.Sehanconvertidoenlasensacióndelavelada;todoelmundodeseasaber quién es la elegante joven que ha robado de tal forma la atención del conde, que solomuestrainterésporélydesdeñaalosdemás.

Emilynodiomuestrasdecuántolahabíaafectadoesecomentario,auncuandosereprochópordentrohaberpermitidoquesussentimientosresultarantanevidentes.

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HenrypareciósatisfechodehaberlogradoafectarlaydiounpasomáshaciaellahastaqueEmilynotuvomásopciónqueecharlacabezahaciaatrásparaverloconfastidioyconelcuerpocontraídoparaevitarcualquiercontacto.

—¿Lehedichoadóndeviajé,señoritaBrowning?¿Quéatractivolugarrequiriómipresencia?

Emily,desconcertadaporelbruscocambiodetemaylasextrañaspalabras,soloatinóanegarconlacabezaensilencio.

—Wiltshire es una ciudad encantadora en esta época del año—continuó mientras saboreaba laspalabrasylaformaenquelasmejillasdeEmilyperdíantodoelcoloraloírlo—.Olvidémencionarloennuestraúltimacharla,perosutía,laseñoraThorne,leenvíasaludos.

—¿Quédice?—balbuceódemasiadosorprendidaporesarevelación.

—No fue sino hasta que su encantadora hermana lamencionó hace unas semanas que supe de suexistencia.YaqueWiltshireesunaciudadenlaquevivenalgunosqueridosamigos,nofuedifícilhaceruncortoviajeyrecabarciertainformación.Todamuyinteresante,comodebeimaginar.—Élsiguióconsu perorata, insensible al semblante lívido de Emily—: Temo que su tía no fue muy elocuente; sinembargo, no tuvo reparos en compartir ciertos hechos… Bueno, no tiene sentido mencionarlos, losconocealaperfección.

Emilysintióqueempezabaaahogarseysellevóunamanoalpechoparacontrolarseeltemblordelcuerpo.Henry,por suparte,elevóunamanopara tomarladelhombroconuna falsadelicadezaque leprovocóunestremecimientoderepulsión.

—Nome toque.—Al recuperar lavoz, aunque levey entrecortada, logró imprimirledesprecioencadasílaba—.Suéltemedeinmediato.

Henrylaignoró,inclinóelcuerpohaciaellaylepególoslabiosaloído.

—¿No lohasentendidoaún?Conozco tusecreto—lesusurróaloídoal tiempoque lepasabaunamanosobrelamejilla,unasuertedecariciaqueleprovocóunasacudida.

Emilysintiócómoelcuerpoletemblabaparaluegoquedarsedeltodoinmóvil,inclusolarespiraciónselehizomáspausada,comosielaireapenasalcanzaraabrotarledeloslabios.Henrydebiónotarelcambio,porqueseretiróunoscentímetrosparaobservarlaconatención.

—¿Nodirásnada?—preguntó,enaparienciamásintrigadoquesatisfechoporesareacción—.Haytanto que me gustaría saber. Por ejemplo, ¿cómo pudiste ocultarlo? ¿Alabo tu valor o reniego de tuhipocresía?Ladamasintacha,tandigna,quienmiraalosotrosmortalescomosifuerasuperioratodosynosoportaralafrivolidad.

Ella continuó en absoluto silencio, con lamirada perdida y una tensión palpable que le ponía elcuerporígido.Henryseencogiódehombrosydiounpasohaciaatrássinretirarlelavista.

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—Esperabaunosgritos,quelonegaras,quizásunosruegos…—dijomientrasfruncíaelceño—.Lequitastodaladiversión.

EsasentenciatanegoístapareciósacaraEmilydesuletargo,porquesacudiólacabezayledirigióunamiradacargadadedesprecio.

—¿Diversión? ¡Cómo se atreve! —exclamó. Su voz, aunque poco más que un susurro, revelabaindignación—.Vieneaquíarecrearseenmidolor,aburlarsedemíyesperalágrimas.—Casiescupiólasúltimaspalabras—.Noséquéesloqueenverdadsabe,ositienelamásmínimaideadeconquéestájugando, pero le diré que está equivocado en algo: nunca me he considerado superior a nadie; sinembargo,enestemomento,conustedquedevela todasumediocridadyalmaegoísta frenteamí, solopuedodecirqueloencuentroinsignificante.

Henryseechóhaciaatráscomosiacabaraderecibirunabofetada.Losojoslebrillaronylasujetódelbrazoparaatraerlahaciaél.

—¡Nome hables de esa forma! ¡No eres nadie!—habló entre dientes, tan furioso que ignoró losintentosdeEmilyporliberarse—.No;eresmenosquenadie.CuandoJohnlosepa…

LaamenazabastóparaqueEmilydejaradeluchar,impresionadaporlomuchoquelalastimabaesaposibilidad, aun cuando hubiera sabido siempre que él se enteraría tarde o temprano. Pese a ello, noquisodarlelasatisfaccióndenotarcuántolahería.

—Dígaselo—hablóconvozcalmada—.Vayaycuénteleesaverdadquehadescubierto.

Violasombradeunadudadanzarleenlosojos;fuesolounsegundo,porqueélrecuperóprontoelaplomo.

—Loharé.Entoncestedespreciarátantocomolohagoyo—replicósatisfecho—.Élpiensaqueeresperfecta,¿losabes?Mataríaaquienosaraponerendudatuhonor;lohevistoenlaformaenquetemira,pero eso es porqueno sabe.Cuando se entere de tu vergonzosopasado, todo cambiará.Te echará deFalmouthManorynoquerrávolveravertenuncamás.

HenrynopodíaimaginarqueacababadeponerenpalabraslosmásprofundostemoresdeEmily,peroellasemantuvofirme,aunqueenverdadsentíaquealgoacababadehacerseañicosensuinterior.

—Nomeexcusaréanteusted.Nunca.—Hizounesfuerzopara liberarseelbrazo, loqueconsiguiócondificultad,perosintióunapequeñachispadesatisfacciónalverquéélnoatinabaareaccionar—.Esunsercruelydespreciablequeseregodeaeneldolorajenoparaencubrirsupropiamiseria.

Éllevantóunamanocomosiquisierasujetarlaunavezmás,peroEmilymantuvodistanciaylelanzóunamiradacargadadedesafío.Frustradoyrabioso,golpeólaparedconunodesuspuñosyleprovocóunestremecimientomuyasupesar.¿Hastadóndepretendíallegar?Emilyempezóainquietarse,aunquenadaensurostrolahubieradelatado,ybuscóunasalidacondiscreción.

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—¿Cruel,me llamas?—hablaba con rapidez, y la ira le entorpecía las palabras—. ¿Y cómo nosreferimosaunamujerzuelaquepretendeembaucarauncaballerorespetablealfingirunainocenciaqueperdióhacemuchotiempo?

LafrenéticabúsquedadeunasalidaaesaterriblesituaciónsedetuvodeprontoenlamentedeEmilyal oír esas palabras. ¿Qué decía ese hombre?No atinó a hilvanar una respuesta coherente porque lasorpresaladejómudaporunmomento,elmismoqueélaprovechóparacontinuarconelataqueytomaresaexpresióndedesconciertoporunadeculpabilidad.

—Tedijequeconocíatusecreto—reiterótriunfante—.Tutíamelocontó,yauncuandonoentróendetalles,dejómuyenclarocuáleselverdaderoorigendeesaniñaquehacespasarportuhermana.Johnlosabrá,lecontarétodo,ledirécuálestuverdad—escupió,másquedijo,conelrostrodeformado—.Queeresunacualquiera;yella,tupequeñabastarda.

Emily no fue consciente delmomento en que elevó lamano en el aire y se adelantó a cruzarle elrostroconunasonorabofetada.

—¡Cállese!NoseatrevaausaresapalabraparareferirseaMary,¿mehaoído?—dijoentredientes,furiosa—.Nisiquieraosenombrarla;notieneningúnderecho.

Élsellevóunamanoalamejillaenrojecida,divididoentrelasorpresaylafuria.

—Entoncesnoloniegas—dijo.

—Lehedichoyaquejamásmeexcusaréanteusted,ynotieneningúnpodersobremíparareclamarexplicaciones—replicó,alteradaporhaberpermitidoquesutemperamentotomaralapartida.

—¿YJohn?¿PoseeJohnesepoder?

Emilyignoróesapregunta,aúnconfundidaporloqueacababadeoír.¿Cómoeraposible?Noteníasentido.Denoencontrarsetanasustada,habríaempezadoareírdeloabsurdoqueeratodo.Enlugardeidearunarespuestacoherente,miróalhombredirectoalosojos.

—¿LedijoamitíadondeestábamosMaryyyo?¿SabeellaquevivimosenFalmouthManor?

Henryledirigióunamiradacargadaderesentimiento,peroasintió.

—SabíadesuposicióncomoempleadaenFalmouthManor,sí.Alparecer,unadesusparlanchinasvecinasdeColchesterselodijo—respondió—.LabuscóenlapropiedaddeJohnenLondres,pero,alnodarconusted,estuvoapuntodedarseporvencida.

—Hastaqueustedfueaverlayselodijo—terminóEmilysindisimularlaira.

—Sí,lohice;nomearrepiento.Lasbuscabacondesesperación.

Emilylomiró,presadeldesprecioqueleinspiraba.

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—Nosabeloquehahecho—ledijo—.Pensóqueestoeraunjuego,queseríadivertidourdirunatrampaparahumillarme,peroloúnicoquehalogradohasidoponerenpeligrolafelicidaddeunaniñainocentequenolehaocasionadoningúndaño.

Henryabriólabocaparareplicar,peropareciócomprenderquenoteníanadaqueresponderaesaacusaciónqueencerrabatantaverdad.Ycalló.

—Váyase ahora —dijo Emily, con los hombros caídos, como si fuera presa de un terribleagotamiento—.Sololepediréalgoacambiodehabermeconvertidoensufuentedediversión:nolediganadaalordFalmouthestanoche,noarruineelbailealexponerloconunescándaloantelosinvitados.Noimportaquéclasedehombreseausted,séqueenel fondo lorespetaydebereconocerqueélhasidosiempreunamigoleal.Espereamañana;entonces,dígaleloquedesee.

Élestuvoapuntodenegarseacumpliresepedido,perosedetuvodeprontoylamirófijo,comosipretendieravermásalládelgestoférreoyorgulloso.Trasunalevevacilación,asintiódemalagana.

—Serámañanasiasílodeseas.

Emilyinclinólacabezaenseñaldeasentimientoyesperóensilencioaqueéldieraelsiguientepaso.Talycomoesperaba,Henryledirigióunaúltimamiradaydiomediavueltaparaalejarseporelcorredorsinpronunciarunasolapalabra.

Cuandoestuvosola,laslágrimasleempezaronacaerporlasmejillas,peroselassecóconungestofuriosodelamano.Yatendríamuchotiempoparallorarluego;ahoradebíaempezaramoverse:aúnlequedabaunapequeñaesperanza.

Sindudar, caminódeprisahacia lahabitacióndeMary, abrió lapuerta sin tocary sedirigióa lacamaenlaquedormía.Trasinhalarvariasvecesparacontrolareltemblordelasmanos,lasacudiódelhombroconunmovimientofirmeperodelicado.

—Mary,despierta—dijoenvozbajamientrasleacercabaelrostroalsuyo.

Laniñaentreabriólosojos,sorprendidaporeseextrañodespertar,ylamiróconsorpresa.

—¡Emily!¿Quéocurre?¿Yahaterminadoelbaile?—preguntóconunbostezo.

Ellasearrodillóalladodelacamayleacaricióelrostrocondulzura.

—Mary,escuchaconatención,hayalgomuyimportantequedebodecirte,¿meentiendes?

Laniñaasintió,deltododespejadaaloíreltonoapremiantedesuhermana.

—Haocurridoalgoyvoyanecesitarqueconfíesenmí,¿podráshacerlo?—Maryasintióunavezmás—.Muybien,tediréloquevamosahacer.

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***

Eloisedespidióaladoncellaconungesto,pero,enlugardeiralacama,seacercóalsillónfrentealachimenea y se dejó caer con lamirada fija en las llamas que danzaban frente a ella. El baile no sedesarrolló tal y como había esperado, aunque había empezado con excelentes perspectivas. Comosupuso, John sehabía comportadode formaexquisita al permitir que fuera su acompañantedurante elrecibimientodelosinvitados,einclusopensóporuninstanteque,conciertoesfuerzo,todovolveríaasercomoantes,perobastóaqueellallegaraparaquecomprendieraqueesonuncaocurriría.

Demodoqueduranteelrestodelaveladaseentregóadisfrutardeunaalegríaartificial,aflirtearconmásdeuncaballeroencantadoconsuatenciónyaesconderladesdicha.Alretirarsealahabitación,solodeseabaolvidarsedetodoyempezaraplanearelregresoaLondres;noteníasentidocontinuarallí.

Llevabasolounosminutoseneseestadodecontemplacióncuandounosdiscretosgolpesalapuertala sacaron de su ensimismamiento y la obligaron a levantar lamirada, sorprendida por esa repentinallamada.

Mientras seponíadepie,nopudoevitarpreguntarse si acaso se trataríade John,perodesechóelpensamiento con rapidez y un profundo malestar; él no tendría ningún interés en ir a buscarla amedianoche.Nuncamás.

Abrió la puerta hasta dejar solo una rendija para poder ver quién se hallaba al otro lado.Dio unrespingo al encontrarse con quien menos habría podido imaginar, y más a una hora como esa.Desconcertada,porprimeravezconunaexpresiónsinceraquerevelabasusemociones,sehizoaunladoyabrióunpocomáslapuertaparaquelafiguraqueesperabadepieenmudapreguntapudieraentrarenlahabitación.

—¿Quéhaceaquí?¿Quéesloquequiere?—inquirióyamásdueñadesíyconuntonodemalestarenlavoz.

Emilynosealteróalsabersetanmalrecibida, loesperabayenparteeraunaliviocomprobarquetodavíagozabadelaantipatíadeladyKendall;esoharíalascosasmásfáciles.

—Hevenidoapedirleayuda—dijoentoncesconunavozcarentedematices.SoloentoncesEloiselenotólapalidezdelrostroylaformaenquelasmanos,sujetasalaalturadelpecho,letemblabanpesealos obvios esfuerzos por controlarlas, pero no le permitió preguntar nada, porque continuó casi deinmediato—:Necesitoescapar.

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***

UnavezqueEmilyestuvoseguradequeMaryhabíaempacadoloimprescindibleparamarcharse,ladejóenlahabitaciónunmomentoparahacerotrotanto.Cuandotuvotodolisto,fuedenuevoalahabitacióndesu hermana para ayudarla con los últimos preparativos. Se encargó de vigilar que se abrigara losuficiente,peseaqueeraunanochecálida,ylediounnuevoabrazoparainfundirleánimos.

Era poco en realidad lo que había compartido con ella, sabedora de que no era el momento dedemasiadas revelaciones, aun en esas circunstancias.Lo que debían hacer eramarcharse deFalmouthManor lo antes posible.Quizás entonces podría reunir el valor para hablarle con sinceridad; siempresupoquetendríaquehacerlotardeotemprano,perojamáspensóqueseríatanpronto.

Mientraslaniñaseabrochabalacapacondedostemblorosos,Emilylaobservóconojosempañados.Era tan hermosa, tan frágil, se parecía tanto a ella. Pero Mary poseía algo más: un valor que noconcordaba con su edad, un aire de resignación propio de aquellos que han perdidomucho en pocotiempoyqueesperanloquelavidalesdepareconunapresenciadeánimomuyparticular.Odiabaqueesapequeñaniñafueracapazdeasumir tantodolor,peroalmismotiemposesintióagradecidadequedepositaraenellasufuturoconunaconfianzaquequizánomerecía.

Trasdarleunasúltimasinstrucciones,ladejódenuevoasolasparadirigirsealaplantabaja,dondelaesperabaladyKendall,talycomohabíanacordado.Sinpronunciarunasolapalabra,ladamahizoungestoparaquelasiguieraensilencioatravésdeuncorredorpocoiluminado.Solocuandoterminarondeatravesarloyseencontraronenunaestanciamásamplia,ledirigióunamiradadefastidio.

—Élnuncameloperdonará—dijo.

Emilynorespondióalaqueja;caminótrasellaensilencio.

—¿Nomehaoído?Hedichoqueelcondenuncameperdonaráquelaayudeahacerestalocura—insistióEloise,molesta.

Emilyexhalóunsonorosuspiroysedetuvounmomento,ladyKendallhizootrotanto.

—Confíe en mí, milady. Cuando lord Falmouth descubra que me he ido, se sentirá aliviado yagradecidoconustedporayudarloadeshacersedemí—respondiócontonofrío—.Decualquierforma,quizánuncalosepa.

Eloiseesbozóunasonrisacargadadeironía.

—Sí,desdeluego,comosisudesapariciónfueraapasardesapercibida—replicócortante.

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—Me refería a que no tiene por qué saber que usted intervino—aclaró con paciencia mientrasretomabaelpaso,loquelaobligóaEloiseacontinuar.

—Oh,éllosabrá,lodescubrirádeunauotraforma;entoncesmeodiará.

Emilyseencogiódehombrossinresponder.Noteníasentidoinsistirenelhechodequesindudaelconde recibiría las noticias de su partida con satisfacción. Henry se lo había dejado muy claro: lecontaría todo a su amigo, aun cuando hubiera un gran error de pormedio, casi todo lo que sabía eracierto,suficienteparaqueJohnladespreciarayagradecieraelnotenerqueecharlaélmismo.

Laideaeratandolorosa,queEmilysellevóunamanoalpecho,comosidealgunaformalograraasíapaciguarelcorazónyobligarloaresistir.Aúnquedabamuchoporhacer,quizánoporella,peroMarylanecesitabamásquenunca.

—Hedado lasórdenesqueacordamos.—Lavozde ladyKendall laobligóaprestarleatenciónyalejarsuspensamientos.

—Bien.Mihermanayyoleestaremossiempreagradecidas.

Ladamacorrespondióesaspalabrasconunresoplidoquedejabaenclarocuánpoco le importabacontarconelagradecimientodeellas.Sinembargo,asintiódemalaganaycontinuólamarchaconEmilyqueapurabaelpasoparamantenerseasualtura.Unavezqueatravesaronunoscuropasilloquelasllevóhastaunaestanciapocoutilizadadelacasa,Eloisesedirigióaunasencillapuertacasiocultatrasunascortinas,lasquehizoaunladoparagirarelpicaporteyasísaliralexterior.

Emily se vio de pronto en el lado oeste de la casa, muy cerca de donde se encontraban lascaballerizas; solo entonces logró teneruna ideamás claradel lugar enque sehallaba.Apenashabíantranscurridounosminutos, tiempoenelquepermanecieronenabsoluto silencio, cuandoescucharonelsonidodeunospasosamortiguadosporelcésped.Unhombre,queEmilyreconociócomoelcocheroquellevabaloscaballoseldíadelallegadadeladyKendallaFalmouthManor,salióasuencuentroehizounareverencia.

—Milady—saludóconlacabezagacha—.Todoestálistotalcomoloordenó,podemosponernosenmarchaencuantoloestimeconveniente.

EloiseasintiósatisfechaygiróparamiraraEmily,quesemanteníaimpávida.

—Muy bien, parece que llegamos a un punto interesante —dijo mientras le dirigía una miradainquisitiva—.¿Estáseguradequedeseacontinuar?

Emilyinhalóconfuerzaeinclinólacabezaenseñaldeafirmación,peroelgestonopareciósuficienteparaEloise,quelatomódelbrazoconunmovimientobruscoylaobligóamirarla.

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—Escuche: una vez que haya subido a ese carruaje con su hermana no habrá vuelta atrás, ¿locomprende?—siseóentredientes.Lucíafuriosa,aunqueEmilynohabríapodidodecirsiesairaestabadirigidaaellaoasímisma—.Élnoleperdonaráqueloabandone.

Emilyfruncióloslabiosytragóparaaligerarelnudoqueselehabíaformadoenlagargantaantesderesponder.

—Élnomeperdonarátampocosimequedo—dijoconvencidamientrasinhalabaunavezmás,comosieso leconfiriera fuerzas—.IréporMaryahora, saldremosconcuidadoynosencontraremosconsucocheroenlosestablos.

Eloisesacudiólacabezadeunladoaotroehizounamuecadedisgusto.

—Estanobstinada—rumióentredientes.

—Penséquelealegraríasabermelejosdeaquí—seatrevióadecirconvozqueda.

Ladamalamiróconfrialdad.

—Desdeluegoquenolaquieroaquí,peroélsí—reconociódemalagana.

Emilydudó,parecióquenodiríanada,perocambiódeopinión.

—No,noesverdad—dijoenunsusurroparaluegomarcharseconpasoapuradodevueltaalacasa.

Eloisepermanecióallíduranteunmomentomásymiróalcielo,pensativa.

—Muchacha estúpida —dijo antes de seguirla, pero tomó un camino distinto de vuelta a lahabitación.

Parabienomal,suobraestabahecha;ypesea laspalabrasdeEmily,nodejabadepensarenunacertezagrabadaafuego:élnuncalaperdonaría.

***

John despertó luego de unas escasas y agitadas horas de sueño. Debió esperar a que semarchara elúltimoinvitadoparapoderretirarseasuhabitaciónynoprecisamenteparadormir,sinoparapensarenloocurrido en las últimas horas junto a Emily. Si bien no compartieron tanto tiempo como él habría

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deseado,bastaronesosbrevesmomentosparaconfirmarloqueyasospechaba:laamabaynohabíanadaquepudieraodesearahacerparacambiarlo.

Hasta entonces, no había conocido lo que era anhelar la compañía de una mujer con tantadesesperación,ansiarelmásligerotoquedesumanocomosiconesofueracapazdedecirsinpalabrastodo lo que sentía. Nunca había amado y no podía evitar verse a sí mismo como un ser incapaz deexpresaresesentimientoconclaridad.Sinembargo,ardíaendeseosdebuscarlaydecírselo;exponerseinclusoalridículoalnosabersieracorrespondido,alaincertidumbredeloquepodríadepararelfuturoparaambos.

Demodoque,sindetenerseapensardemasiadoenquélediríaocuálseríaelmásinteligentepasoadar a continuación, decidió que lo más importante en ese momento era verla. Tan sencillo yabsolutamentenecesariocomoeso.

Sedirigióaldesayunador,convencidodequelaencontraríaallícomocadamañana.Porlogeneral,lasdamasnosepresentaban tan temprano,peroestabayafamiliarizadoconsuscostumbres,sabíaqueprocuraba tomar un breve desayuno antes de empezar las lecciones con Alexander. Una vez allí, sinembargo,seencontrótansoloconelseñorNorton,quelorecibióconunacálidabienvenidaylepreguntóacercadelbailede lanocheanterior. Johnapenascontestóconmonosílabos;poralgunaextraña razónque no alcanzaba a comprender, la vista del asiento vacío de Emily le provocaba una desagradablesensacióndeinquietud,comosihubieraalgoqueseleescaparaasuobservación.Eldíanubladoygrisqueasomabaporlaventanasolocompletabaesecuadrolúgubre.

Sin mostrar mayor consideración por el pobre señor Norton que, en su defensa, parecía haberlenotadoeltalantetaciturnoyporesohabíadetenidolaincesantecharla,Johnseexcusóconrapidezparairalsalóndedibujo,dondesuponíaqueEmilyysuhermanodebíandehaberempezadoyalasclases.Sinembargo,sedioconlaingratasorpresadeencontrarlahabitaciónvacía.

Abandonó todo intentodedisimular la impacienciaydecidió irdirectoabuscaraAlexandera suhabitación;exhalóunsuspirodealivioalencontrarloallí,sentadosobreunabutacaubicadafrentealaventanaqueleconferíaunavistaperfectadelexterior.Johnsiemprehabíaencontradocontradictorioqueun muchacho con tantas dificultades para tomar decisiones le hubiera imprimido su personalidad deformatanclaraenladecoracióndesusaposentos.Sugustoporlanaturalezayenparticularporelmareramásqueevidenteenelestilodelosmueblesylosmapasdispersossobreelpequeñoescritorio.

Enesemomento,sinembargo,noleprestómayoratenciónaloquelerodeabaporquehabíaalgoenla postura del muchacho, en la forma en que giró para mirarlo cuando oyó que lo llamaba, que letransmitióunapesarosasensacióndecerteza,laseguridaddequealgoterriblehabíapasado.

—Se han marchado, John —dijo Alexander sin esperar una pregunta, como si conociera a laperfecciónelmotivodeesavisita—.Estamañanaoanoche;nolosé.Solosehanido.

Johnsemantuvoinmóvilbajoelmarcode lapuerta.Nisiquierasemostrósorprendido,aunqueunbuenobservadorhabríanotadolaformaenquecerrólospuñosalosladosdelcuerpoyquelamiradaseleendurecía.

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—¿Cómolosabes?—preguntóconserenidad.

Alexandersepusodepieysedirigióalescritorio,tomóuntrozodepapelyseloextendió.MientrasJohnloleíaconrapidez,elmuchachoseleadelantabaaexplicarlopocoquesabía.

—EsdeMary—dijomientras señalaba el papel—.Dice que lamenta irse, pero que era del todonecesario, que agradecemi amistad y que siempreme recordará.—Hizo un gesto de dolor antes decontinuar—.Hayunas líneasde la señoritaBrowningal final; esmuyamable,comosiempre,pero,almismo tiempo, no parece ellamisma. ¿Tienes una idea de qué ha ocurrido?No la habrás despedido,¿cierto?

Johnlevantólamiradaparadirigirleunamiradadereproche,quesuavizóalnotarloafligidoquesesentía.

—No,Alexander:nolahedespedido.

—¿Entoncesporqué…?

Johnnoesperóaqueterminaralapregunta,sacudiólacabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—Nolosé—respondiódeprontoconunbrillopeligrosoen lamirada—.Sinembargo, tengounasospechaymeencargarédeaveriguarloahoramismo.

Sin esperar una réplica a ese comentario, dejó la habitación y se dirigió al lugar en que, estabaseguro,encontraríalasrespuestasquenecesitaba.

***

Henryacababadeordenarleasuvaletqueseencargaradeprepararelequipajeparaunaprontapartidaydejólahabitaciónparaencaminarsealdesayunador.Noacostumbrabaalevantarsetantemprano,menosaun luego de una noche tan agitada como la anterior, pero tenía prisa por resolver algunos asuntos.PlaneabahablarconJohn, talycomolehabíaaseguradoa laseñoritaBrowning,perosospechabaqueesasnoticiasnoseríanbienrecibidasypreferíaestarpreparadodeencontrarseenlocierto.Sinembargo,alllegaralvestíbulo,comprendióquetalvezsusplanesnoresultarandeltodoexitosos,nocuandoJohnibahaciaélcomounmastínrabiosoqueacabadehallarasupresa.

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Todosucedióconsorprendenterapidez.Enunsegundosehallabaapuntodedarunpasoparabajaruntramodelasescalerasyalsiguientesevioaplastadocontraunpilar,conlaespaldaquegolpeabaelfríomármolylafuertemanodesumejoramigoquelosujetabaporelcuello.

—¿Dóndeestá?Dimeadóndehaidoyquétienesqueverconesto.

Henrynofingióignoraraquiénserefería.

—Asíquesehamarchado.—Sacudiólacabezadeunladoaotromientrashablabaenvozbaja,casiparasímismo,yconeltonoroncoporlapresióncontrasugarganta—.Debísuponerqueloharía.

—¿Quéesloquedices?

Henrynorespondiódeinmediato,sinoqueseretorcióparaliberarsedelamano.Johnlosoltóconbrusquedad,comosicomprendieraquenoobtendríanadaconesecomportamiento.Unavezqueestuvolibre,sedirigióaunestantesituadoaescasosmetrosylevantóundelicadojarrónvacíoparadarlovueltacomosiexaminaracadaunodesusdetalles.John,inquieto,llegóhastaél,learrebatóelobjetoylodejóen su lugar con un golpe seco para reclamarle atención, sin importarle el violento sonido del cristalcontralamadera.

—Acabodehacerteunapregunta—dijoconuntonocargadodetensión—.Respondeahora.

Henryexhalóunsuspiroylevantóelrostroparaobservarloconunamiradafríapocohabitualenél.

—Notienesentidoocultarlo.Losabrásdecualquierformayesmidebercomotuamigodecirtelaverdad.Además,deboreconocerquepensabadecírtelo,lojuro,perofuiburladoparaesperarhastaestemomento;nuncadebí…

—Dejadebalbucearydimeloquedeseosaber.¿Dóndeestáella?

—No lo sé, John. Tampoco sabía que pretendiera marcharse, aunque, como he dicho, no estoysorprendido.—Se encogió de hombros en un falso gesto de desinterés—. Tan solo sé por qué se hacomportadocomolohizo.

Johnabrióycerró lamanoderecha,que lehabíaempezadoadoler,quizásenparteporelbruscomovimientoquehizoparainmovilizaraHenry,enpartetambiénporlaintensasensacióndefríoquelerecorríaelcuerpo.

—Estásdeseosoporhablar: loveoen tusojos.—Ignoróelmalestarydiounpasoamenazanteendirecciónaél—.Hazloahora,Henry;nolopediréunavezmás.

Élasintióycruzólosbrazosalaalturadelpecho.Auncuandoquizánofueradeltodoconscientedeello, pareció unamedida de protección, como si se supiera en peligro por lo que estaba a punto derevelar.

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—NoesunsecretoqueencontrémisteriosaalaseñoritaBrowningdesdelaprimeravezquelavi;telodijeentonces,¿recuerdas?Tedijequehabíaalgoenella,algoocultoqueseesmerabaporesconder.—Seencogiódehombrosunavezmás—.Bueno,lohedescubierto;esalgolobastantedesagradableyvergonzoso.Tantocomoparaquehayadecididohuirenmediodelanochealsaberqueyoconocíaesesecreto.

—¿Ycómolodescubriste?—preguntóJohnconunavozquedelatabacuántolecostabacontenerlaira.

—Fue muy sencillo en realidad, ridículamente fácil. —Rio entre dientes con un atisbo de esacrueldadquelehabíamostradoaEmilylanocheanterior—.Graciasalainfidenciadelaniñaelotrodía,cuandohablódeesa tíaenWiltshire, suúnica familia.Comosabes, conozcoaalgunaspersonasen laciudad, a los Bragg en particular y, gracias a ciertas pesquisas, logré encontrar a esa tía, la señoraThorne.Ella estuvo gustosa de compartir parte de la historia de su sobrina, por quien, por cierto, noguardamayorestima.

—¿Quéhistoriaesesa?

Henry ledirigióunamiradacalculadora,deseosodecaptarsureaccióna loqueestabaapuntodedevelar.

—Lamentirabajolaquehavividodurantemuchosaños,laquehaesgrimidofrenteatodosnosotros,frente a ti—dijo con una voz que develaba el placer que le provocaba decirlo y casi se relamió alcontinuar—:Laniñanoessuhermana,John;essuhijabastarda.

Si bien Henry no tuvo claro cuál sería el comportamiento de lord Falmouth al conocer esedescubrimiento, si se mostraría escandalizado o negaría en un primer instante la veracidad de esaspalabras,sindudanoesperóaqueniunasolaemociónleafloraraenlosrasgos.Parecíacomosiacabarademencionar algún aspecto insustancial acerca del clima o semostrara interesado en los platos quepudieranserviresanoche.Soloestabaimpávido,yfuelobastanteextrañoparaqueHenrysequedarasinhabla.

Ambos guardaron silencio durante unosminutos y se estudiaron el uno al otro. John con frialdad,mientrasqueHenrysentíacómotodoesecastillofundadoenelaireempezabaaresquebrajarse.

—Esadama,laseñoraThorne,¿tediomásdetalles?—Elcondequebróelsilenciocontonofirme—.¿Dijoenquécircunstanciasocurriótodoesto?

Henrysoltóunbufido,comosinopudieracreerqueJohnhicierasemejantepregunta,yseadelantóparamirarloconincredulidad.

—¿Quéimportanciatieneeso?¿Quédiferenciaharáelsaberloono?

AmedidaqueHenry sealteraba, Johnparecíamostrarseaúnmáscalmado;esovolvía locoa lordWilmot.

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—¿Para ti? Es posible que ninguna. —Fue el turno del conde para encogerse de hombros conindiferencia—.Paramí, encambio, lo significa todo.Ahoracontestadeunavezydimesi esa señoraThorneteconfióalgomásacercadeeseasunto.

Henryhizoungestodedesesperaciónysacudiólasmanosfrenteasí.

—¡No!No,nodijonada.Esunaancianay,desde luego, semostrómuyperturbadaalverme,peroestoysegurodequedecíalaverdad.

—Nome importa esaverdad, penséque era evidente—dijo con lamisma frialdad en el gesto—.AsumoqueledijistedóndepodíaencontraralaseñoritaBrowningyasuhermana,yellaagradeciótudesinteresadogesto.

—Sí,claroquelohice.—Maldijoentredientesalnotar losarcásticodelcomentario—.¡Noessuhermana,acabodedecirlo!

Johnloignoróunavezmás.

—Supongo también que anoche fuiste en busca de la señorita Browning, le enrostraste tudescubrimientoconmuchoplaceryellahuyóparaponerasalvoasuhermana,sabiendoquesutíapodríavenirabuscarlasencualquiermomento.

Henry no respondió; era quizá lo único que le generaba algún tipo de arrepentimiento.Desde queEmilyhabíahechomencióndeesepeligroqueélno lograbaentenderybajoelquehabríapuestoa laniña,nopodíadejardepensarencuántodeverdadhabríaenello.

John,porsuparte,asintióalcomprenderqueesassuposicioneserancorrectas.

—¿Hayalgomásquenecesitescompartir?—preguntómientrasmirabaconfrialdadaquienfuerasumejoramigo.

Henrytardóunmomentoenrespondery,cuandolohizo,bajólamirada.

—No,estodoloquesé—reconoció.Elrencoryeldespechoqueteníaerannotorios.

—Bien,supongoquedeboagradecertusesfuerzos,porinnoblesquefueranlosfines—dijomientrassealejabaunospasosdeél—.AhoraapreciaríaquedejarasFalmouthManorde inmediato.Noquierovertenuncamásaquíoencualquierotrademispropiedades.Inclusomás,sinuestroscaminosvuelvenacruzarse,debesconsiderarquenuestraamistadhaterminadoyque,sipermanecesintacto,essoloporelprofundo respeto que siento por tu padre. Pero si alguna vez te atreves a dirigirme la palabra o,másimportanteaún,ahacerunsologestoquepuedaprovocaralaseñoritaBrowningcualquiertipodedolor,no dudaré en pisotearte como a la alimaña que eres. Tienes quince minutos para marcharte; así quesugieroquetedesprisa.

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Sinesperarrespuesta,einsensiblealaexpresiónconsternadadeHenry,que,depronto,sevioasímismotanpequeñoeinsignificantecomoEmilylohabíallamadolanocheanterior,diomediavueltaysedirigióconpasorápidoalasalida.

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CAPÍTULOXI

Londres,tresmesesdespués.

Emilydiounrodeoporlacallemásalejadadelaa-glomeraciónquesehabíasuscitadoenelcentrodeKingWilliamStreetsindetenerseaobservarcuáleralacausadeesetumulto;cualquieraquefuera,sinduda,noseríadesuinterés.Enelúltimotiempocasinadaloera,loquedeporsíresultabadeprimente,peronoteníasentidopensarmuchoeneso.

Conmarcha rápida, diovuelta enuna callecitapoco transitadaymiró sobre el hombro, gestoqueacostumbraba a repetir cada tantos pasos. Se trataba de una precaución ridícula, sin duda, pero leconferíaciertatranquilidad.

DesdeelmomentoenqueellayMaryhabíanabandonadoGloucestershireyelcálidoambientedeFalmouthManor,nodejódemantenerseatentaacualquiermovimientoextrañoasualrededor.Elsentidoprácticole indicabaque,yaqueHenrylehabía informadoasutíadóndeestaban,bienpodría tambiénponerlaenantecedentesacercadequesehabíamarchado,loquelaconvertíaenunpeligroaúnlatente.Pero, si tenía que ser del todo sincera consigo misma, lo que en verdad la llevaba a extremar lasprecauciones era la absurda idea de que podría encontrarse con lord Falmouth en cualquier esquina.Ridículo,desdeluego.

Por una parte, dudaba mucho de que el conde hubiera transitado alguna vez por esa parte de laciudad,almenosapieyaaquellahoratanavanzadadelatarde.Detodosmodos,larazónmássensataaconsiderareraque,sinduda,élnotendríaningúninterésentoparseconella.Todolocontrario,lomáslógicolallevabaasuponerquenodesearaverlanuncamás;cuántoledolíaesepensamiento.

Emilyestabaconvencidadeque,lomismoqueenotrasocasiones,habíaobradodelamejorformaparasalvaguardarlaseguridaddeMary.O,almenos,esosedecíaenlosbrevesmomentosenlosqueseplanteabasisehabíaequivocado.SisehubieraquedadoenFalmouthManor,sihubieratenidoelvalorparaenfrentaraJohnparacontarlelaverdad,suverdad,¿quéhabríapasadoentonces?Conunsuspiro,sacudió la cabezaparadespejar esospensamientos.Nopodía albergar todavía esa clasede ideas: sedañaba a símisma y se distraía de sus verdaderas y apremiantes preocupaciones. Estaba en un serioproblema,ynecesitabaencontrarunasolución.Pronto.

ElcarruajequeladyKendall lehabíapuestoadisposiciónlanochedelahuidalas llevóhasta lasafuerasdeLondresluegodeunlargoviajededíaynochequesupusounaverdaderatorturaparaellayMary;eltrajíndelamarcha,laincertidumbredelfuturoylasombradetantossecretosymediasverdadesfueronunanubecontinuaparaambas.Lomássensatoyprácticohabríasidoaprovecharlacomodidadde

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contarconunmediodetransporteporelcualnodebíapagaruncentavo,peroEmilydecidióquenoseríaseguroqueelcocheroconocieraeldestinofinal.Además,albajardelvehículoyverlodesaparecerporelcamino,sintióquesedespedíaparasiempredeunavidaqueahoraleparecíamuylejanayajena.

Sinperderel ánimo,oalmenoselque fingía frenteaMary, consiguióhospedajeenunaposadayempezóadelinearlosqueseríansuspróximosmovimientos.Porfortuna,contabaconeldineroahorradoenesosmesesgraciasalgenerosopagodelsecretariodeJohnpocoantesdelapartida;siactuabaconinteligencia,deberíaasegurarlesviviendaycomidaduranteunperíododetiempoconsiderable.

Alamañanasiguiente,algomásdescansadas,reemprendieronelviaje,esavezendirecciónalcentrodeLondres,dondeesperabaencontrarunlugarquelessirvieradealbergue.

Unode los amigos de su padre, el señorAllen, abogado comoél, había fallecidohacía ya variosaños.Ledejóasuviudaunagenerosarentayunacasacómodade tamañoconsiderable.Pero ladamateníadoshijosbastantejóvenes,ambosconelidealdeseguirlospasosdelpadre,porloquedecidióquenecesitaríaun ingresoextraparaasegurarlesel futuro,demodoqueadecuó lapropiedadparaofreceralojamientoaseñoritasquenecesitarandeunlugarenelcualvivirporelquepudieranpagarunarentarazonable.Lamayoríadelashuéspedeseranmujeresjóvenesllegadasdedistintasciudadesdelpaísqueibanenbuscadeempleo,queporlogeneralhallabanenalmacenesocualquiercomercioquenecesitaradependientas.Habíaunanormaimplícitasegúnlacualnoseaceptabanniños,pero,encuantoEmilysepresentóylaseñoraAllenlareconociócomolahijadelseñorBrowning,elantiguocolegadesuesposo,decidióhacerunaexcepción,sibien,talycomoleexplicóconmuchaamabilidad,soloseríatemporal.

Alparecer,lasotrashuéspedesnosesentíanmuycómodasaltenerquecompartirlarutinadiariaconunaniña,auncuandofueratanbieneducadaygentilcomoMary.Emilynopodíaculparlasporeso.Eraevidentequeallídisfrutabandeuna libertadquehastaentoncesnohabíanconocidoensusrespectivoshogares,pesea lasmuchas restriccionesque la señoraAllen imponíadeacuerdoa sólidosprincipiosmorales.La llegadadeunaniñaque, aún sindesearlo, se convertía enel focodeatencióndequienesvivíanenlacasanodejabadeserincómodoparaellas.

LagenerosaseñoraAllenlehabíadichohacíaunosdíasqueyaquehabíanpasadocasi tresmesesdesde su llegada, por lo que eramomento de encontrar un nuevo lugar para vivir. Fuemuy gentil alanunciarlo,desdeluego,einclusosugirióquepodríaponerlaencontactoconunaamigaquequizátuvieraunahabitaciónenunlugarmásgrandeyconreglasmenosestrictas,peroambassabíanqueeseanunciocolocabaaEmilyenunasituaciónmuydifícil.

Nosolohabíaqueconsiderarelhechodequecontabaconpocodinero,yaquelosahorroscasiselehabíanacabadoyleresultabacomplicadoencontrarunacolocaciónquelepermitieraestaralpendientedeMary,comoenColchester,sinoque,quizálomásimportantedetodo,eraconscientedequesusactosya sobrepasaban lo que se esperaba de una joven de su condición.Aunque nunca le habíamolestadoexponerse a ciertos peligros por el bien deMary, e incluso arriesgar su reputación, todo era menostemerario enColchester, donde casi todo elmundo las conocíaymostrabanuna indulgencia afectuosafrenteasusdesesperadassalidas.EnLondres,encambio,setratabasolodeunajovenmujerconunaniña

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quedependíadeella,sinamigos,siexceptuabaalaseñoraAllen,yenunambientemuchomáspeligroso,loquepordesgraciahabíacomprobadomásdeunavezensusmúltiplessalidasparaencontraruntrabajorespetable.

Aunque contaba con una buena educación, había empezado a buscar empleo en alguno de esoscomerciosenquecontratabanavariasdelasjóvenesquevivíanencasadelaseñoraAllen,perolefueimposibledarconunpuestodisponible;alparecer,porcadaocupación,habíaalmenoscincopersonasen espera. Trató también en talleres de costura, pero allí requerían que trabajara todo el día encondicionescasiinhumanas.Sedijoqueaúnnohabíallegadoaunasituacióntandesesperada,aunquealpaso en que iban las cosas era posible que lo estuviera pronto. Por último, un poco temerosa pordespertarmalosrecuerdos,decidióofrecersecomoinstitutrizenlacasadealgunafamiliaacomodadadelaciudadyacudióaunaagenciadeempleosquelehabíasugeridounajovenhuéspeddelaseñoraAllen.Allíapenascontabancondosplazasy,aunqueestabamásquecalificadaparacubrircualquieradeellas,en ambas se requería que viviera en la casa de la familia. Desde luego, llevar aMary con ella eraimposible.

Empezaba a quedarse sin ideas, impotente y disgustada por la situación. Emily siempre se habíaconsideradounapersonacapazdesuperarcasicualquierproblemaafuerzadevoluntadyarrojo,peroahorasentíaqueesonoerasuficienteyqueyanoteníalasfuerzasparaluchar,noaquellasconlasquecontó alguna vez.De alguna forma, el haber conocido la paz en FalmouthManor, pero sobre todo laserenaalegríadecompartireldíaadíaconJohn,aquienhabía llegadoaamardeformatanprofundacasi sin darse cuenta, le había minado las fuerzas. Lo extrañaba a cada momento y no dejaba depreguntarsequéseríadeél,sipensaríaenellatambién,silaodiaría.

Hastaentonces,solohabíasubsistidoporyparaMary,peroahoraseveíaasímismacomounamujerdeseosa de vivir una vida propia, una feliz junto a la persona que amaba. Se avergonzaba por ello,porque su deber era para conMary y porque no había una persona que la amara de lamisma forma.Necesitabaaceptarlodeunavezoesesentimientoacabaríaconella.

LasiluetadelacasadelaseñoraAllensedibujófrentealamuchachacasisinquesedieracuentayesbozóunapequeñasonrisaalnotarelajetreoenlaentradaprincipal.UnadelasnormasdelaseñoraAllenconsistíaenque,siunadelashuéspedesllegabapasadaslassiete,unavezqueregresarandesusrespectivasocupaciones,tendríaprohibidalaentradaynohabríasúplicacapazdedisuadirla.Enlostresmesesquellevabaallí,nohabíavistonuncaquealgunajovenfallaraenaparecera lahoraconvenida.Resultaba casi gracioso llegar justo a tiempo y ver cómo empezaba a formarse un pequeño grupo deinquilinasquesedirigíanalapuertaconpasoapresurado.

Lacasa,graciasalanaturalezasencillaygenerosadelaseñoraAllen,irradiabaunaireencantador,por lo que Emily comprendía que muchas de esas jóvenes la consideraran un verdadero hogar yprotegieran su permanencia allí.Habría deseado elmismodestino para ella yMary, almenos por untiempomás,perosabíaquenopodíaabusardelagenerosidaddelabuenaseñora.

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Trasapurarelpaso, se reuniócon lasúltimas jóvenesque traspasabanelumbraly lesdirigióunacálidasonrisa.Unadeellas,laquelehabíadadoladireccióndelaagenciadeempleos,ledevolvióelgesto con expresión curiosa, pero Emily sacudió la cabeza a fin de señalarle lo infructuoso de labúsqueda; la jovenseencogiódehombros,apenada.Sinembargo,Emilynosequedóparahablarconella, sinoquesedespidióconunanuevasonrisay, trasdejarel sombreroyabrigoenel recibidor, sedirigióalacocina,dondesabíaqueencontraríaalaseñoraAllenyaqueseencargabadesupervisarlapreparacióndelacenaqueseserviríapronto.

Lahabitaciónsehallabaenlaparteposteriordelacasa,unespaciocálidoyllenodeactividadquelacocinera, una robusta mujer procedente de Glasgow, llevaba con mano de hierro bajo la miradaaprobadoradelaseñoraAllen.

—Ah,señoritaBrowning,yaestáaquí;esperoquehayarecibidobuenasnoticias.

Emilyrecibióelsaludodeladueñadecasaconunasonrisaqueprocurófueraalegre.Ladamaerapocodadaalasdemostracionesdeafecto,perosemostrabasiempremuyinteresadaporsubienestaryhabíaadoptadolacostumbrederecibirlaconeseamabledeseo,que,pordesgracia,noseveíatrasladadoa la realidad. Esa tarde, como todas las de los últimos días, negó con la cabeza sin variar el gestoanimado,loqueprovocóquelaseñoraAllenhicieraunapequeñamueca.

—Lamentosaberlo,perotendrámássuertemañana;yaloverá.—Ladamasepasóunamanoporelcabellocanosoparaajustarleunahorquillaalseveromoñoquellevabaenloaltodelacabeza—.Estáustedmuybienpreparada,encontraráalgopronto.

—Esoespero.—Emilylesonrióalacocinera,quelaveíaconcuriosidadporencimadelfogón—.Buenastardes,señoraCampbell.

Laseñoraasintióenseñaldesaludocongestoadustoypusoatenciónasuslabores.Ladueñadecasa,entanto,olisqueóelaireconexpresiónsatisfechaylehizounaseñaaEmilyparaquelasiguierafueradelacocina.

—Se lo he dicho antes; admiro lo mucho que se esfuerza—dijo con tono amable—. Las cosasmejoraránparaustedes,solodebetenerpaciencia.

Emilyasintió,peronopudodisimularunamuecatriste.

—Latengo,peronocuentoconsuficientetiempo.—Elevólasmanosalaireenseñaldedesaliento.

LaseñoraAllenparecióconmovida,peroesonovariósuexpresiónresuelta.

—Sabequemegustaríaquesequedaran,peronoescorrectoquemuestrefavoritismoporustedes;ningunademishuéspedessehaquejado,peroprocuroserfirmeconmisreglasynopuedoromperlasyomismayesperarqueotroslasrespeten.

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—Losé, señoraAllen.Nopuedoestarmás agradecidapor todo loquehahechopornosotras.—Emilyseapresuróamostrarreconocimiento—.PrometoqueencontraréprontounlugarparaMaryyparamí.

—Sí,seguroquelohará,esustedunajovenmuyinteligenteytrabajadora.—HablócomosidesearaconvencerseasímismatantocomoaEmily.Luegohablóconvozmásfirmeyentusiasta—.Porciertoquellevahoyunvestidoencantador,¿lohizousted?

Emily bajó la mirada y sonrió, pero fue una sonrisa cargada de nostalgia. Desde la noche de lapartidadeFalmouthManor,nohabíavueltoallevarunvestidodeluto.Noestabaseguradequélahabíaalentadoatomaresadecisión,sisetratabadeungestofortuitooeraelrecuerdodelaspalabrasdeJohnlasqueterminaronporhacerlecomprenderqueeramomentodedejaraunladoeldolor.Desdeentonces,habíaoptadoporusaralgunosdelosviejosvestidos,perocomoestabancadavezmásgastados,aligualquelosdesumadre,hizounpequeñoesfuerzoycompróalgunastelassencillasquelogróconvertirenvestidosprácticosaunqueagradablesa lavista, todosdecolorescálidos, comoelque llevabaenesemomento.

—Sí,lohiceyo,gracias.Fuemássencillodeloqueparece,cualquieraconunpocodepericiaconlaaguja podría hacerlo. —Emily agradeció el halago de la señora Allen, quien hizo un gesto decomplacenciaporsumodestia.

—Bueno;yonopodría,nuncamehedesempeñadobienconlaaguja—reconociósincomplejosyconbuentalante—.Leiríamuybienenuntallerdecostura.

Emilyseabstuvodemencionarqueesaerajustolaúltimaopción,lamismaque,pormuchoqueledisgustara, tendría que tomar. Sin embargo, no quería pensar demasiado en eso en ese momento nicompartir sus inquietudes con la señoraAllen; solo conseguiría que se sintiera aunmás culpable. Enlugar de ello, le sonrió y se encogió de hombros para darle a entender que tendría en cuenta esasugerencia.

EstabapuntodepreguntarlesiseríaposiblequesubieraunmomentoarefrescarseparabajaracenarencompañíadeMary,porquesabíaquenolegustabaalterarloshorariosy,segúnsuscálculos,debíadeestarapuntode llamara lashuéspedesalcomedor,cuandola llegadadeunade lasdoncellas,quesedirigíahaciaellasconpasoapurado,ladistrajodeesasintenciones.

—Señorita Browning, ha llegado ya, no la he visto entrar.—Lucía agitada y un tanto inquieta—.Penséquesehabíaretrasado.

La señoraAllen, sorprendidaporque lamuchacha sedirigiódeesa formaaunade lashuéspedes,mostróunaexpresióncontrariada.

—Kitty,¿quéocurre?¿PorquéincomodasalaseñoritaBrowning?—lareprendióceñuda.

La chica se mostró arrepentida e hizo una breve reverencia mientras les dirigía una mirada dedisculpa.

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—Lolamento,señora,nofuemiintención,peromepidieronqueavisaratanprontocomolaseñoritallegara—explicó.

Emilyfruncióelceño,unpococonfundidaporesainformación,peroladueñadecasaseadelantóunavezmásapreguntarensulugar.

—¿Quiéntelopidió?—inquirióladama.

—LaseñoritaMary,señora—dijoladoncella,mássegura—.EstáenelsalónconunavisitaparalaseñoritaBrowning.

Esa vez, Emily no permitió que fuera la señora Allen quien hablara antes, sino que miró a lamuchachacongestoserio.

—¿Quévisita?—Procuróhablarfirme.Nopodíaserposiblequeellalashubieraencontradoallí,¿osí?

—Un caballero, señorita; no sé su nombre. FueLila quien lo llevó al salón y quien le avisó a laseñoritaMary, pero, como ella debía encargarse de disponer el comedor para la cena,me pidió queestuvieraatentaasullegada—explicómuyrápido.

—¿Uncaballero?¿Cómoesquenofuiavisadadeinmediato?—LaseñoraAllenretomólapalabrayseelevóentodasucortaestatura:eraobvioqueestabaofendidaporesafalta.

—UstedestabamuyocupadaconlaseñoraCampbellenlacocina,ylaseñoritaMarydijoqueellaseencargaría.—Lavozdeladoncellabajabaamedidaqueprocurabaexplicarsuconducta.

LadueñadecasaignoróesegestolastimeroyledirigiólamiradaaEmilyconunacejaelevada.

—¿Tieneideadequiénpodríaser?

Emilynegóconlacabeza,sinverlaenrealidad;sumenteerauntorbellinoynolograbapensarconclaridad.No,nopodríaserél,nodebíasiquierasoñarconeso.¿SeríaHenry,quenohabíacesadodeangustiarlayveníaahoraaacusarladenuevo?¿TalvezsutíosehabíarecuperadoyfueenviadoporlatíaCarolineparaabogarporsucausa?Erantantaslasposibilidadesytodasaterradoras…

—SeñoritaBrowning,sabequenotolerovisitantesmasculinosenestacasa,sinningunaexcepción.—LaseñoraAllenteníalascejascasiunidasporeldisgusto—.Suhermanalosabe,estoysegura,yhadebidodespedirlode inmediato,perono laculparédeesa faltade juicioenconsideracióna suedad.Usted,encambio,esperoqueseencarguecomocorresponde.

Emilysintióunavezmásconungestomecánico.Aúnnopodíahilarlasideas,perocomprendíaquecorríaungranriesgoaldisgustaralaseñoraaeseextremoydebíaempezaraactuar.Trasaspirarpararecuperareldominiodesímisma,asintió.

—Loharé,señoraAllen,deinmediato.Lamentohaberleprovocadoestamolestia—seexcusó.

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—Bueno,nodigoqueseasuculpa,pero…—Hizoungestoconlamano—.Vayaahorayresuélvalo;nofaltamuchoparaquesirvanlacena.

Emilyasintióehizounabreveinclinaciónenseñaldeagradecimiento,paraluegoseguiralanerviosadoncella,quelaescoltóhastaelsalónqueacostumbrabanausarcomosaladerecibodelosparientesdealgunasdelashuéspedesquellegabandetantoentantoparavisitarlas.

Noestabaseguraacercadequéesperabaencontrarunavezquecruzaralapuertacerrada,lamismaquenoseatrevíaaabrir,pero,por fortuna, ladoncella lenotóelnerviosismoy lohizoporellaparaluegocederleelpaso.Emilyledirigióunatrémulasonrisayentróenlahabitación.

LaseñoraAllensehabíaencargadodedecorarlaconelmismoesmeroquehabríapuestodetratarsede un lugar que ella misma usaría con frecuencia. Pese a su escaso tamaño, la había dotado de unadecoraciónhogareñayfamiliar,conunpapeltapizazulqueinspirabaunainmediatacalmaylosmueblessencillosperocómodos,queinvitabanaocuparlosysostenerunacharlaentretenidafrentealachimenea.

Mary se encontraba de pie justo frente a ella y fue a quien Emily vio primeromientras intentabaadivinar algo de lo que le ocurría en el semblante. La niña se veía un poco nerviosa, como pudocomprobarporeltemblorqueteníaenlasmanossujetassobreelpecho,perotambiénsonreíaconunaalegríaquenoveíaenelladesdehacíameses.

—Tenemosvisitas,Emily;miraquiénhavenido.

LavozdelaniñaseperdióenmediodelasorpresaqueleprovocóaEmilydescubrirquiéneralaotrapersonaqueocupabalahabitación.Enrealidad,sepodríadecirquelosintiómásqueverlo.Apenasacababadedesviarlamiradadelafiguradesuhermanacuandounlevecosquilleoenlanucalesirviódeaviso.Diomediavuelta con lentitudy seencontrócon John,queestaba sentadoenunabutacaalotroextremodelahabitación,lamismaqueabandonóparaponersedepieencuantoellalovio.

—Emily…

Oírlelavozfuesuficienteparaqueperdieraelpocoautocontrolqueaúnlequedaba.Sindecirnada,aterradaporlostembloresquelesacudíanelcuerpo,sedejócaersobreelsillónmáscercanoyenterróelrostroentrelasmanos.EstabatanalteradaquenonotóqueMaryseadelantabahaciaella,asustadaporesa reacción,peroJohn le salióalpasoy, tras susurrarleunas frases tranquilizadorasen tonoamable,consiguióquelaniñaabandonaralahabitacióntrasdedicarleunaúltimamiradainquietaasuhermana.

CuandoMarycerrólapuerta,JohnsedirigióadondeseencontrabaEmilyehincóunarodillasobrelaalfombraparapoderobservarlaconmayoratención.Conungestodelicado,latomódelmentónylaobligóalevantarlamirada.Laslágrimaslecorríanporlasmejillas,yellanohizonadaparadetenerlas.

—Emily,porfavor,dejadellorar,nopretendíaalterarte,loprometo.—Leacariciólasmejillasconlas puntas de los dedos y le retiró las lágrimas con un suave movimiento—. Lamento habertesorprendido, pensé que te encontraría aquí, pero solo pude hablar conMary. Ella dijo que llegaríasprontoydecidíquedarme.Nohabríasoportadoesperarundíamásparaverte.

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Emily recuperó la voz, aunque teníamiedo del sonido que emitiría cuando lograra hilar una frasecoherente.

—¿Quéhacesaquí?¿Cómonosencontraste?—preguntóalfinconvozqueda.

Él le sonrió con dulzura sin dejar de acariciarle las mejillas. Ella no hizo nada por romper elcontacto.

—¿Enverdadpensastequenotebuscaría,quepodríasirtesinunaexplicación,huirenmediodelanochecomounavulgarcriminal?—preguntóconuntonosimilar.

Una sonrisa amarga afloró de los labios de Emily, que giró el rostro para evitar que la tocaramientrashacíaunamuecadedolor,comosielactolalastimaramásaellaqueaél.

—Enciertamedida,esloquesoy—replicó.

—¡Basta!Novoya tolerarquehablesasíde timisma.Teprefieromilvecesorgullosaysoberbiaantesqueescucharcómotedescalificascontantacrueldad.

Emilylomiróunavezmássindisimularsorpresa.

—¿Cómopuedes decir algo como eso? ¿Acaso lordWilmot no habló contigo? ¿No te dijo lo quedescubrió?

Johnhizoungestodedesprecio,nodirigidoaella,sinoaeseamigoquehabíaperdidoyaelderechoallevaresetítulo.

—Sí,lohizo,peromeneguéacreerle—explicóconsencillez.

—¿Porqué?

—Porque no puedo concebir que seas capaz de hacer aquello de lo que te acusa—replicó él sinalterarse.

—Tendríasquehaberlecreído:estuamigo.

—Eramiamigo—lacorrigiócongentileza,paraluegoagregar—:Yauncuandotodavíalofuera,túereslamujeralaqueamoyenquienconfío.

Emilylomirósinatinararesponder.Enlugardeeso,sacudiólacabezacongestoderrotadoysepasóunamanoporlafrente.

—Emily,cuéntamelaverdad—pidiócasienunsusurro.

—Yalaconoces.

—Merefieroatuverdad.Eslaúnicaquemeimporta.

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—¿YsiestanterriblecomolaquetecontólordWilmot?

Johnhizoungestodefrustraciónyaspiróantesdehablar.

—No comprendes. No he venido aquí a exigir explicaciones o a que desmientas las palabras deHenry;solodeseosaberquéfueloqueocurrióentupasado,quéfantasmasteatormentanyquépuedohacerparaalejarlosdeti.

—Nonecesitosersalvada,John.

Emilyhablóconunlevetoquedeorgulloenlavozquelearrancóunasonrisa.

—Losébien,esloquemásadmirodeti,quizásunadelasmásimportantesrazonesporlasqueteamo;sinembargo,debesconsiderarquetalvezseayoquiennecesitesersalvado—dijoél.

—¿Cómopuedesdecirmequemeamas?

—Porqueeslaverdad.¿Puedesdecirlomismo?

Emilyagachólacabezasinatreverseamirarlo,porqueentoncesélhabríaconocidolarespuestaconfacilidad.

—No sería justo si lo hiciera, para ninguno de los dos. No sabes…—Las palabras fueron casibalbuceosqueélapenasalcanzóaoír.

—Entoncesdímelo—insistióconunlevetonodedesesperaciónenlavoz—.Dilohorayacabaconestaagonía.Séquesufres,Emily.Daríacualquiercosaporevitarteesedolor,perodebessaberquelazozobradeestosmesessinsaberde timientrasvivíacon la inquietuddenosabersi teencontrabasasalvo,sipodríaencontrartealgunavez…Noereslaúnicaquehasufrido;tuagoníaestambiénlamía.Solodilaverdad.

Emily callóporvariosminutos, como si reflexionara sobre cadaunade esaspalabras. Johnno laapresuró, sentía que estaba a punto de abrirse a él, de develarle al fin todos esos secretos que losseparabanyquedeseabaconocerparadesterrarlosporsiempredesusvidas.Cuandoellaalfinhabló,lohizoconunavozquecasinoparecíasuya,sinounecocavernosodelpasado,unodolorosoyenterradomuydentroquealfinparecíasaliralasuperficie.

—Tehabléunavezdeunaprimamuyquerida,¿recuerdas?Esedía,enelBosquedeDean.Setratabademiprima,Louise.LouiseThorne,hijademi tíoGregoryymi tíaCaroline, laúnicahermanademimadre—empezó—.Ellasoloteníaunañomásqueyo,pero,sinduda,poseíatodalabellezayelencantoquealgunavezmencionastequeyonotengo.Esonuncamemolestó;porelcontrario,laadmirabaymesentíaorgullosadeella.Todoloqueyotengoenobstinaciónylobreguez,ellaloteníaensumisiónyluz:eraunacriaturabella,entregadaalosdemásqueirradiabaluzadondefuera.Sentíaqueerataninocente,tandulce,quesetratabademideberprotegerla.Noerasolounaprimaparamí,John,sinounahermana,ylaamabacontodomicorazón.

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Johnlaoíaensilenciosininterrumpirla;solosemovióparaocuparlasillacontiguayletomóunamano entre las suyas sin retirarle la mirada ni por un segundo. Emily tembló un instante al sentir elcontacto,peroluegoseaferróaélcomosideunsalvavidassetratase,aunquelerehuíalamirada,quemanteníafijaenlaalfombra.Cuandoretomólahistoria,sutonoeraunpocomásfirmeyseguro.

—Pocodespuésdecumplirdieciséisaños,uncaballerollegóatrabajarconmipadrecomoayudante,acababaderecibirsedeabogadoysemostródeseosodeaprenderdeél.Ambaslovimosconcuriosidad,inclusocondiversión,yaquenuncahabíamostratadoconcaballerosdeunaedadcercanaalanuestra,aexcepcióndelosmuchachosdelpueblo,peroellosjamássetomabanlibertadesconnosotras,mientrasque él, en cambio, nos confirió desde un inicio un trato deferente y era de verdad encantador, o esoparecía.—Emilysacudiólacabezamientrasesbozabaunasonrisacargadadeamargura—.Poruntiempopensé…ElnombredeestecaballeroeraJamesTellington,porcierto.Bueno,aunqueLouiseeratanbellae irradiaba tanto encanto, no era una joven que encontrara muy estimulante el estudio, la aburría ypreferíahablarde temasmásbanales;eso lebastabaparaobtener laatencióndecasi todosquienes laconocían. Pensé que lomismo ocurriría con el señor Tellington, pero no fue así, o no en apariencia.Durantemeses,mostróunapredilecciónpormíquemehizosentircosasdesconocidasporprimeravezenmivida.

Emily hizo una pausa para dirigirle a John unamirada de reojo, pero él no diomuestras de estarsorprendidoporesarevelación,sinoquelediounsuaveapretónenlamanoparainstarlaacontinuar.

—Noestabaenamorada, John, ahora lo sé,nadiepodría estarloa esaedad;menos soloporverseobjetodehalagospocooriginalesyunaatencióndesmedida,peroeratanjovenentoncesytodotannuevoparamí.AlguienaquienjuzguévaliosoyencantadormepreferíaamíantesqueaLouise.Nuncahastaentonces fui consciente de que, a pesar demi amor de hermana, sentía también un poco de celos porsabermeopacadaporelladurantetodanuestravida.Dejéqueunavanidadinfantilmecegaraymecreísuperior. ¿Puedes imaginar un comportamientomás absurdo y vergonzoso? Fui egoísta,me cegué poresossentimientosequivocadosyunavanidadalimentadademalamanera.Estabaconvencidadeque,coneltiempo,cuandoelseñorTellingtonsehubieraganadodeltodolaconfianzademipadre,podríaejercerlaprofesiónensolitarioyquizámepropondríamatrimonio,con loquesería inmensamentefeliz. ¡Quétontafui!¿Quésabíadelafelicidadentonces?Aúnnolahabíaconocido.—LomiróconunamezcladeamarguraydolortangrandequeJohnsuposinlugaradudasloquedeseabaimplicarconesaspalabras,peronolainterrumpió—.Louisesealejabacadavezmásdemíynoledimayorimportancia,creíqueestabacelosaalverlasatencionesdelseñorTellingtonpuestasenmí,quizálaofendíadealgunaformasaberqueerayoquienporunavezsehabíaconvertidoenelobjetodelafectodealguien.

—Peronofueasí,¿cierto?

Emily ladeó lacabezahaciaél, sorprendidaporesaabrupta interrupción,pero tambiénaliviadaalcomprenderqueélhabíalogradoadivinarloqueellaentoncesnopudosiquieraimaginar.Trasasentir,continuóconelrelato.

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—Undía,cegadacomoestaba,mevifrenteaundescubrimientoquemehizocomprendermienormeerror.Louisenomerehuíaporqueseencontraraabrumadaporunataquedecelos;además,enverdad,elseñorTellingtonnomeeratandevotocomopensé.Losvi,John,unatardeenlaquesesuponíaqueéldebíaviajaraentregarunencargodemipadre,yellaseexcusódepasarlatardeconmigocomohabíahecho ya en otras ocasiones sin dar una explicación razonable. No necesito entrar en detalles, peropuedes imaginar las circunstancias en las que descubrí lo que ocurría entre ellos.Creoque nuncamequitaréesaimagendelacabeza.—Emilyreprimióunescalofrío,atacadaporlosrecuerdos—.Louiseseechóallorar,merogóquenodijeraunapalabra,enarbolómilexcusasparaexplicaresecomportamiento,juróestarenamoradaymeimploróquecallaraennombredeeseamor.Peroyonoquiseescucharla,mesentíherida,traicionada,aunqueahoraséqueeramiorgulloellastimado,miridículavanidadymiego,nadamás.NodijenadadurantedíasyséquecadaunofueparaLouiseuninfierno;peronoestabaseguradequédecir,cómoproceder.ElseñorTellington,porsuparte,actuabacomosinadahubieraocurrido;soloentonceslovicomoenverdadera:unhombrefalso,deslealehipócritaquehabríapodidovivirenelengañoporsiempre,satisfechodesaberquenuncaseveríadescubiertasuverdaderanaturaleza.

Emily calló de pronto y, con suavidad, liberó la mano de las de John mientras se ponía de pie.Empezóacaminardeunladoaotrodelapequeñahabitación,conlasmanoscruzadassobreelpechoyunaexpresióndeangustiatancrudaqueelcondedebiócontenerseparanoirtrasella.

—Pero las cosasno resultaron cómoél esperaba, comoninguno imaginó.Louisemecontóundía,luegoderogarmequelaescuchara,pueshastaentoncesmehabíanegadoaintercambiarunasolapalabraconella,queesperabaunhijo,queTellingtonyalosabíaylehabíaprometidocasarseconellaencuantoregresaradeLondres,adondedebíairparaasistiraunaentrevistadetrabajoquelepermitiríaconseguirunpuestoquelaayudaraaenfrentarlanuevasituación.Estabahorrorizada,John,partedemílajuzgaba,másaellaqueaél,comosialponerseenesaposiciónmehubieradañadoamíynoaellamisma,comosabíaqueenverdadera.Perocalléunavezmássindisimulareldesprecioquesentía,ocreíasentir.Yoeraunaniñaquenosabíanadadelavida,peroquesecreíaconderechoajuzgarloquenoconocía.—SedetuvoconbrusquedadfrenteaJohnylomiróalosojos—.QuizásahoraqueconoceslanaturalezadeTellington,puedasimaginarloquepasó.

LamiradadeJohnseensombrecióyasintióensilencio.

—Sí,claroquepuedes.Ojaláhubieratenidoentoncessiquieralamásmínimaidea—dijoellaconunsuspiro—. Las semanas pasaron y no hubo noticias suyas, ni una carta. Veía cada día cómo Louiseesperabaconansiasunanota,porbrevequefuera,peronorecibióunasola.Alpreguntarleamipadrecon falso desinterés qué había ocurrido con Tellington, dijo que le había enviado una carta parainformarlequeacababaderecibirunaimportanteofertaenLondres,quelaaceptaríayquenopensabaregresaraWiltshire,queleagradecíalasenseñanzas,peroqueleeraimposiblevolverparadespedirseenpersonayqueenviaríaaalguienparaquerecogierasuscosas.SelocontéaLouise,John,yaunquepuedo jurarqueno sentíninguna satisfacciónal conocer sudolor,partedemídebiódepensarque lomerecía,queactuódeformaequivocada,sinsabersinohabríaobradoyodelamismaformaensulugar.Ella creyó estar enamorada; ahora sé lo que somos capaces de hacer por amor.—Lo miró con unapequeñasonrisa,mezcladedoloryanhelo—.Peronoestodoestoloquegraficalamonstruosidaddemisactos,sinounainfidencia,unterribleerrorllevadoacabocegadaunavezmáspormiestupidez.Louise

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escapósindejarunanota,peroyosabíaadóndeibayquépensabaencontrarallí.FueaLondres,sola,desesperada, a buscar al padredel hijo que llevabadentro.Hablé, John, nopudeguardar ese secretocuandoquizádebíhacerlomío.Lesdije laverdadamispadresy ellos, a suvez, amis tíos, pero sureacciónnofuelaesperada.MitíaCarolinefuesiempreunamujerdecarácterfrío,inclusocruel,peromi tío Gregory era noble, cariñoso y adoraba a Louise por sobre todas las cosas como su bienmáspreciado.CreíquelatíaCarolinesequejaríadesemejantenoticia,yqueéliríatrassuhija.Sinembargo,esonoocurrió.Larepudiarondeinmediato;ellallevadaporlavergüenza;él,poreldolor.

Emilyreanudóelfrenéticopaseo,esavezconlasmanosfrentealpechomientrasselasretorcíaconcrueldad;auncuandonofueraconscientedeello,parecíadeltodoperdidaenlosrecuerdos.Empezóahablarconrapidezyseatropellabaconlaspalabrassindetenerseunsegundopararecuperarelaliento.

—Debícallar,John,encontrarotraforma,hablarconLouiseydecirleque laayudaríaahallarunasolución, que la amaba, que erami hermana y nunca la abandonaría, pero en lugar de ello callé, aúnresentidaporesafalsatraiciónporlaquelaculpaba.Mispadres,porfortuna,semostraroninfinitamentemás generosos quemis tíos. Él vino a Londres a buscarla y permitió que yo lo acompañara, aunque,cuandonospusimosencamino,yahabíanpasadovariassemanasdesupartida.Alllegar,nosvimosenunaciudadenorme,desconocidaparamí,unabestiaoscuraquemostrabalosdienteslistaparaengulliraquien osara acercarse sin los medios necesarios para hacerle frente. Si para nosotros fue tan difícildesenvolvernos aquí, cuán terrible habrá sido lomismoparaLouise en esa situación y sola.Hicimospesquisas.Mipadreusópartedesusahorrosparacontrataraundetectiveprivadoconpocosrecursos,peroque,al fin, trassemanasdebúsqueda,nos llevóaella.—Unas lágrimassilenciosasempezaronacaerleporlasmejillas:selassecóconunmovimientobrusco—.Casinopodíareconocerla,John,habíapasadoun infierno al buscar aTellington en cada rincón, decidida a negar la traicióny jurar hasta elúltimominutoqueéltendríamotivosparanohaberaparecidotalycomolehabíaprometidoeldíadesupartida.Louisehabíadeambuladotodoesetiempoporlaciudadconescasosahorroshastaqueunabuenamujersecompadeciódeellayselallevóasucasa,pesealoobviodelasituación.Estabamuyenferma,destrozada por el dolor y la vergüenza.Acababa de dar a luz a una pequeña, una niña hermosa,muyparecidaaella.

—Mary—susurróJohn.

Ellaasintió.

—MipadreyyolerogamosquevolvieraconnosotrosaWiltshire,queabogaríamosporellaantesuspadres. Le aseguramos que nunca podrían negarse al tenerla de vuelta y conocer a la niña, quesuperaríamoselescándalo,peroaellayanoleimportabanadadeeso,creoquesoloesperabanuestrallegadaparapoderpartirsabiendoquesuhijanosequedaríasola.—Lavozselequebró,perohizounesfuerzoporcontinuar;habíamuypocoyapordecir—.Cuandosefue,mipadreyyotomamosalaniñayélme dejó con ella en la casa de uno de susmás queridos amigosmientras volvía aWiltshire paracompartirlanoticia.Unavezmás,mistíosmostraronlodurodesuscorazonesysenegaronasabernadadelapequeña,peromipadre,queeraelhombremásnobleyjustoquejamásconocí,decidióqueseríanuestrafamiliaquienseocuparíadeella.DejótodoenWiltshireynosinstalamosenColchesterainiciarunanuevavidaplagadadesecretosafindeevitarleaesaniña,queyahabíasufridotantosinsaberlo,

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nuevasdesventuras.¿Quéhabríasidodeelladesaberselaverdaddesuorigen?Maryseconvirtióenlahijademispadres,llegadadespuésdemuchosañoscomounregalodelcielo,yfueentoncestambiénmihermana,comolofueLouisealgunavez,porloquepartedemicorazónlaacogiócomosifueralamadrequemiprimadebióser.Hevividodurantetodosestosañosatormentadapormiserrores,porloquehiceodejédehacer,porlasconsecuenciasdemisactos,demiegoísmoydemiscelos.Siempremepreguntoquépudehaberhechodeotraformaparaevitaresefinterrible,aunquesoyconscientedequeesonotieneningúnsentido.LoúnicoquehepodidohaceresentregarmealafelicidaddeMarycontodasmisfuerzas,peroséquenoimportaloquehaga,jamáspodréserdignadesuperdónsiconocieralaverdad.Eseesmisecreto, milord, y mi vergüenza. Esta es quien soy, alguien quien habría deseado que no conocierasjamás.

Emilycallóydejócaerlasmanosalosladoscomosideprontosehubieraquedadosinenergíasyelsolohechodepermanecerdepie lesupusieraunenormeesfuerzo.John,en tanto, trasguardarsilencioporunosminutos,laobservóconcuriosidad.

—¿PorquéledijotutíaaHenryqueMaryeratuhija?—preguntó.

Emilyseencogiódehombros.Denohallarsetanagotada,lahabríasorprendidolapregunta,porquenocomprendíaqué importanciapodría tenersaberlo.Acababadedesnudarseelalmayconfiarsumásoscurosecreto,asícomoeltormentoquepadecíacadadíaporpropiaresponsabilidad,perosedijoqueJohnmerecíaunarespuestayprocuródarunadeltodohonesta.

—Para lastimarme, quizá, porque nunca perdonó que mis padres y yo apoyáramos a Louise ycuidáramos deMary. O tal vez solo deseabamantener el nombre de su familia alejada de cualquierescándalo,siemprefueasí.¿ReconoceranteunextrañocomolordWilmotquefuesuhijaquien…?No,tíaCarolinenuncalohabríaconfesado;supongoquepensóqueesasería lamejorformadeasegurarsequeleconfiaramiparadero,loqueélhizoconmuchogusto.

—¿Perositemetantoalescándaloyalenlodamientodesuapellido,porquélasbuscó?

—NoparaentregarleaMarysuamor,esopuedoasegurártelo.—Emilyelevóunaceja,burlona—.Mitíoestámuyenfermo,segúnmedijoenlaprimeracartaqueenvióluegodelamuertedemimadre,laqueme convenció de que debía dejarColchester lo antes posible.Él desea ver aMary antes demorir; adiferenciadesuesposa,sísesientearrepentidoporlaformaenqueledieronlaespaldaaLouise.Talvez debí transigir entonces y permitir queMary fuera a verlo, pero tenía mucho miedo, John, y auncuandolamentolasuertedemitío,despuésdelaformaenquesecomportaron…LatranquilidaddesualmanollegaaimportarmelosuficienteparaponerenpeligrolafelicidaddeMary.Nosésiellapuedasoportarestaverdad,conocersuverdaderoorigen,loquesignificaráparaella.Yahasufridomucho,ynopuedovolcarlesobreloshombrostambiénestedolor.

Johnsepusodepieyseacercóparatomarlelamanoysostenerlaentreambos.

—¿Yquéocurrecontigo?¿Cuántomássufrirás?¿Acasoplaneascastigarteparasiempre?

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Emily sacudió la cabeza de un lado a otro. Nuevas lágrimas se le empezaron a deslizar por lasmejillas,peronointentódetenerlas.

—Debohacerlo.¡Todofueculpamía!

Johnledirigióunasonrisacargadadeternuraynegóconlacabeza.

—No,Emily,noloes,yesmomentodequeloaceptes.Lohasdichoconmuchaclaridadysensatez:erasmuyjovenentoncesyactuasteguiadaporemocionescomprensiblesenalguiendetuedad.Nuncafuetuculpa;tuprimafueengañadadeformavilporuncanalla:éleselúnicoresponsabledesudesgracia;notú. ¿No tedas cuentadequehas convertido tuvida enuna suertedepenitenciaqueponeen riesgo tufelicidadyladeMary?Lehasentregadoaesaniñatodoelamorylaatenciónqueunamadrenohabríapodidoofrecerconmayordesinterés.—Usólamanolibreparaacariciarlelamejilla—.Ellateamadelamisma forma incondicional y posee un corazón tan generoso, tan similar al tuyo, que jamás podríadespreciarteoculparteporelpasado,soloagradecertudevoción.

—Esonolosabes.—Emilysacudiólacabezadeunladoaotro,insegura.

—Porsupuestoquelosé—refutóconvozfirme—.¿Nolorecuerdas?Sédeculpas,dolorypérdidatanbiencomotú;tambiénmeheentregadoalosremordimientospordesgraciasqueséqueescaparonamipoder.Mividaeraunconstanterecordatoriodeaquelloqueperdí,unacadenadeamarguraquecreíamerecer;peroentonces llegaste túycomprendíqueestabaequivocado,quenopodíapasarel restodemisdíassumidoenlosrecuerdossinimportarcuándolorososfueran.Tú,midamaoscura,irradiasunaluzquehaconseguidoalejarlassombrasdemipasado.Tedeboesoymuchomás.Permiteahoraqueseayoquien ilumine tucamino,quepuedamostrartecuándignade felicidaderes,una felicidadque ruegoaceptescompartirconmigo,amilado.

LoshombrosdeEmilysesacudieronporlossollozosydejódelucharconsigomisma.PermitióqueJohnlaestrecharaentresusbrazosyleapoyólasmanossobreelpecho.

—Noquierocaeryrompermeenpedazosunavezmás,John;nopodríasoportarlo—lesusurróeneloído.

—Esloquenecesitoquecomprendas,amormío.Sisientesquecaes,hazloenmisbrazos,teprometoqueteayudaréarecogercadaunadetuspiezasyunirlasdenuevo,quenoteamarémenosporello,sinoaúnmás,porqueesasgrietas,comolasllamas,sonlapruebadelaextraordinariamujerqueeres.—Johnle tomóel rostroentre lasmanosy laalejóunpocoparaverlaa losojos—.¿Podrásamarmetambiénalgunavez?

DelpechodeEmilybrotóunamezcladerisaysollozoqueapenaslogrócontener.LedirigióaJohnunamiradatancargadadeamorqueélnohabríapodidoponerendudalafuerzadeesossentimientosquelemostraban, pero aun así se apoyóunavezmás contra él para confesarle loquehabía callado tantotiempo.

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—Sipodréamarte,dices.—Lavozlesurgióahogada—.Nocreoqueseaposibleamartemásqueenestemomento,John.

Élsonrióaloírlaylaacercóaunmáshaciasí,tantoqueapenaslograbadistinguirdondeempezabaunoyterminabaelotro.

—¿Quieres apostar?—dijo con voz divertida—. Porque sé que yo sí podré y estoy dispuesto ademostrárteloporelrestodenuestrasvidasypretendoempezarahora.

EmilynorespondiódeinmediatoporqueJohnempezóabesarlacontantapasión,queapenaslogrócorresponderlelosbesosconelmismoímpetu;todoenellatemblaba,peroestavezdebidoalafelicidady a la sensacióndepazque experimentaba al ladode él.Solo cuando se separaronpara recuperar elaliento,conlasfrentesjuntasylasrespiracionesagitadas,logrócontestar:

—Porfavor,hazlo.

Yélseapresuróacumpliresedeseo.

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EPÍLOGO

Dosañosdespués.

LavidaenFalmouthManornopodíasermásidílicaparasushabitantes,auncuandofueranpocoslosafortunadosvisitantesquepodíanapreciarlo.

Cuando John fue en busca de Emily a Londres y consiguió que le revelara esos secretos, paratambién,luego,confesarseelamorquesentíanelunoparaelotro,losacontecimientossesucedieronconuna rapidez que habría resultado abrumadora para otras personas que no sintieran la necesidad comoellosdeempezarunavidaencomúnloantesposible.

Lo primero que hizo el conde en cuanto conoció la historia de Emily y obtuvo la promesa depermanecerconélfuellevarlasaMaryyaellaaFalmouthHouseparapresentarlacomosuprometida,conlaseguridaddequelossirvientesdelamansión,quienesyalaconocíanyrespetabanalcondeporsobretodaslascosas,seocuparíandeproveerleloquepudieranecesitar.Luego,lepidióqueledieraladireccióndesustíosenWiltshireparahacerlesunavisita.Creíaque,paraevitarcualquierinconvenientefuturoquepudieraprovocarunsufrimientoparaellayMary,resultaríaimperativoquesepresentaraanteelloscomoelhombreconelquesecasaríaprontoyquien,porextensión,seconvertiríaeneltutordelaniña.AuncuandoJohnnoencontrabamayorplacerenaprovecharsedesu rangoypoderpara inspirartemor,eraconscientedequeesaposiciónyunascuantasamenazasveladaspodríanlograrmaravillas.Enunprincipio,Emilynoestuvodeltododeacuerdoconlaidea,peroélleprometióqueseríacautoconlaspalabras y que, si algunavezque le contaba la verdad aMaryy ella deseaba conocer a sus abuelos,podríahacerloyamboslaacompañarían.

DemodoqueentantoJohnhacíaeseviajetannecesarioparaasegurarsepazenelfuturo,Emilysedispusoacumplirconaquelloquedebióhacerhacíamuchotiempo.

NofuesencillohablarconMaryacercade laverdaddesuorigen.Auncuandofuemuycuidadosaacercadequérevelaryprocuróadornaruntantolahistoriaparaevitarleunsufrimientomayor,laniñasemostróconsternadaehizofaltaqueledieraunoscuantosdíasparaqueasimilaralainformación.Cuandoalfinsesintiópreparadaparavolveraabordareltema,fueellaquienbuscóaEmilyy,talycomoJohnledijera con tanta seguridad, no la culpó en absolutopor supapel en lahistoria.Por el contrario, semostróagradecidaportodoloquehizoporellapeseaquesuparentesconoeraenverdadtancercanocomopensósiempre.RecordóalospadresdelaseñoritaBrowningcomolosúnicosquehabíaconocidoyrenovóelafectoyrespetoporEmilycomolahermanamásdevotaqueunaniñahabríapodidodesear.CuandoEmilylepropuso,conmuchacautela,quepodríaconocerasusabuelossialgunavezlodeseaba,la niña se negó con absoluta seguridad. Aunque lamentaba cualquier dolor que esa decisión pudiera

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provocarles,noteníaeldeseodehurgarenesepasado.Sinembargo,consintióenviarlesunacartaparaexpresarlesrespetoyasegurarleasuabuelo,queseencontrabaalumbraldelamuerte,queleperdonabacualquierdañoquehubierapodidoocasionarle.

La reacción deMary le dio a Emily una paz infinita, lo que le permitió entregarse del todo a sufelicidadreciéndescubierta.

CuandoJohnregresódehacerlelavisitaalosThorne,aseguró,sinentrarendetalles,quenohabíanadadequépreocuparse.Suprometidalocreyósinasomodeduda.Auncuandoestuvieraacostumbradaavelarporsímisma,habríasidohipócritadesupartenoreconocerquecompartirsus temoresconelconde y permitirse apoyarse en él la ayudaron a superar esa época tan difícil de su vida. Se sentía asalvo,amadayconvencidaporprimeravezenmuchotiempodequemerecíaserfeliz.Además,comoélacostumbrabaarecordarlecadatanto,enverdadsehabíansalvadoelunoalotrocasisinserconscientesdeello,yesehechosolofortalecíaeseamor.

El regreso a Falmouth Manor fue todo un acontecimiento en sí mismo. Los sirvientes, que yaapreciabantantoaEmilycomoaMary,recibieronlanovedadconentusiasmoyrespeto,yseentregaronconabsolutojúbiloalospreparativosparalaboda,queseríamuysencilla.TansoloalgunosamigosdeJohn, los pocos que consideraba del todo sinceros, incluido el conde de Leicester, fueron invitados,mientrasque,departedelanovia,soloseoptóporcontarconlaamablepresenciadelaseñoraJenkins,quesemostróencantadadeacompañarlaenunmomentotanespecial.

Verse de pronto convertida en la condesa de Falmouth, con todas las responsabilidades que esoconllevaba,nolaperturbódemasiado,comocomprobóconciertasorpresa:estabadeseosadeaprender,yJohnsemostrócomounmaestroejemplar,altiempoquelealimentabalacuriosidadconinteligenciaafin de que tomara ese cambio como un desafío que ella, con su carácter valiente y sobrada agudeza,podríasortearsingrandificultad.

Alexander,entanto,semostrómásqueemocionadoantelanovedad.Además,seatrevióadejardeladolatimidezparadeclararleaquiendesearaoírloquelanoticiaenverdaderaalgoqueesperabaconansias, yaque, pese a su juventude inexperiencia, había logradoobservardesdeun inicio el lazo tanespecialquesehabíaformadoentrelosahoraprometidos.Porotraparte,elnuevoambientecargadodefelicidadqueserespirabaenFalmouthManorparecíahaberterminadodedotarlodeesaseguridadqueEmilyhabíaintentadoinculcarledesdequehabíallegado.Ahora,menostímidoyprestoacompartirsusimpresiones,sugirióconcautela laposibilidaddeconcentrar losestudiosensusdeseosdeconocerelmundo,algoqueensumomentonoalegródeltodoaJohn,pero,yaqueaúnfaltabauntiempoparaqueelmuchachosevierafrentealanecesidaddetomarunadecisiónacercadesufuturo,ytraslaapasionadadefensadeEmily,transigióenconsiderarlo,loquefuetomadoporAlexandercomotodountriunfo.

Marysemostrabacomounaniña infinitamente feliz; esoeracadavezmásvisibleconelpasodeltiempo.Atesorabalosrecuerdosconinmensocariñoynoperdíaoportunidaddemostrarafectoporlaspersonasquelarodeaban,empezandoporEmily,quienseríasiempreunahermanaparaella.

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DeHenrysesupomuypoco,apenasrecibíanalgunasnoticiassuyasdepartedelcondedeLeicester,que continuaba preocupado por lo disipado de la vida de lord Wilmot, pero comprendía que eraimposible acudir a John en busca de ayuda; ya había hecho mucho por él durante años, y eldistanciamientoentreamboseradeltodocomprensible.Sololequedabaesperarque,dealgunaformaoporcausadealgúnmilagro,suhijoseacercaraalbuencaminoantesdequefuerademasiadotarde.

LadyKendall, en tanto, sí semostró interesadapor saberdel futurode loscondesdeFalmouth, sibienfuelobastanteprudentecomoparainformarsepormediosdiscretos.AunqueJohnnuncaleperdonóel papel jugado en la huida de Emily, ya que sabía que no hubo nada de bondad y sí mucho deconveniencia,nuncafuecruelconella.ElhechodequesemostrararespetuosaconEmilyenlascontadasocasionesenquesuscaminossecruzaronfuelaprincipalcausadeello.

JohnyEmily,entanto,veíancómosuvidasedesarrollabaenabsolutapazyprosperidad.Nohabíasecretosentreellosylosfantasmasdelpasadoseesfumaronconfacilidadunavezquesevieroncapacesde confesarse los sentimientos y volcarse a disfrutar del amor. John era tan apasionado como Emilyentusiastaporaprender,porloquelosrinconesdeFalmouthManorfueronescenarioymudostestigosdecadademostracióndeamor.Ni siquiera lapronta llegadadelprimerhijo, tan solounañodespuésdeiniciadoelmatrimonio,disminuyóunápicetantapasión.

Elencuentrodedosseresdestinadosaestarjuntos,asalvarseelunoalotroyacompartirunamorsinmedida, solopodía traerdicha aquienes los rodeaban.Niun solo secreto,muchomenosuna sombra,habríapodidoplanear sobreellosnuncamás.Todoera luz,yel futuro seadivinaba radiante,unoqueambosmerecíanyseesmerabanenconstruirdíaadía.

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AGRADECIMIENTOS

Amifamilia,porser,porestary,enespecial,amipadre,portodoloquesignificaenmivida,porhaberinculcadoenmíelgustoporlaescritura.

AAraceli,por suapoyodesdeel iniciodeestaaventura,porestar allí encadamomentoyporelregalodesuamistad.

AHelena,porleercadaunademishistoriasydarmeánimosparaseguir.

ARaquelCampos,ElizabethBowmanyMaríaBorder,autorasaquienesadmiroyaquienestengoelhonordellamar“amigas”.

AAndreaVásquez,LeticiaAparicio,CaroSchillizzi,maravillosasyentusiastasamigasquemehanacompañadoencadapasoyaquieneslesestoymuyagradecida.

Yatodoslosquemehanalentadoaseguirporestecamino,acadaunadelaspersonasquelehandado una oportunidad a mis historias, a quienes comparten sus impresiones con tanta generosidad y,desdeluego,tambiéngraciasacadamiembrodelequipodeVestalesporapostarporestahistoria.