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LAS PRÁCTICAS DECLAMATORIAS Y QUINTILIANO. ESTUDIO LÉXICO DE LA DECLAMATIO I. © Mª Ángeles Robles Sánchez Antes de centrarme en el estudio léxico de la Declamatio I quiero hacer un poco de historia sobre qué se entiende por este término qué ambitos abarca, cuándo se empezaron a practicar y sobre la supuesta autoría de Quintilano respecto a las Declamationes. ¿Que se entiende por declamatio?¿Qué se entiende por controversia y por suasoria? A estas preguntas responde Quintiliano en su obra Institutio. Quintiliano 1 trata repetidamente de la teoría y de la técnica de la declamatio. Especialmente en el libro segundo y en el capítulo cinco del libro diez. Obviamente, no iba a omitir la definición de este el término 2 :" Al ser la declamatio 3 una preparación para los procesos judiciales". Se sabe la importancia 4 que las declamationes tuvieron en época imperial, en Roma. La práctica de este ejercicio remonta a Esquines o a Demetrio Falero 5 . A finales del siglo IV a.c., o principio del III a. c., se empezó a practicar en la escuela de Rodas 6 , y de allí pasó a las escuelas de Roma, por medio de Molón. Las declamationes -ya si se practicaban 7 antes de Cicerón, que es una tésis, o bien en la época de Cicerón y después de él- eran ejercicios de entrenamiento para oradores. La caída de la República y el advenimiento del Imperio, producen cambios, como consecuencia indirecta, en la enseñanaza de los rétores. Los abogados encuentran la gloria en los procesos civiles y criminales. La elocuencia política ha muerto. Respecto a la segunda cuestión ¿Qué se entiende por contoversia? Este término es importante clarificar, ya que, las Declamationes Maiores son 8 por completo controversiae. Como término genérico 9 , significa litigio, punto de discusión, pleito, debate, que termina ante los tribunales, litigio ante el tribunal. El mismo Cicerón utiliza, el vocablo 1 G. Kennedy, The art of Rhetoric in the Roman World 300 b.C-a.C300, Princeton 1972, p.322 2 Cum sit declamatio forensium actionum meditatio. (Quint. Inst. 4. 2. 29). 3 S. v. Declamatio. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, Lexicon totius Latinitatis, Padua 1940, p. 34. 4 J. Cousin, Études sur Quintilien, Amsterdam 1967 pp. 715-716 5 Quint. Inst. 2. 4. 41. Nam fictas ad imitationem fori consiliorumque materias apud Graecos dicere circa Demetrium Phalera institutum fere constat. " Se está más o menos de acuerdo, que entre los griegos, en tiempos de Demetrio Falero, se practicaban las declamationes de temas ficticios, a imitación de los tratados en el foro y en las asambleas deliberativas, " 6 L. Holtz, "Grammairiens et Rhéteurs Romans", en R. Chevalier (ed.), Colloque sur la Rhétorique,1979, p. 215 7 La práctica de las declamationes, fueron introducidas en Roma, al final del siglo II a. c., Carbón y Craso practicaban las declamationes, pero en privado, no en escuelas. La primera persona, que enseñó, ejercicios de declamatio, era presumiblemente un profesor, a quien el censor del año 92 a. c., se opuso. era Plocio Gallo. G. Kennedy, op. cit., pp. 91-95. 8 G. Kennedy, op. cit., p.494. 9 A. Ortega Carmona: Estudios sobre la Institutio Oratoria. Ediciones, códices y texto crítico. Índice onomástico y léxico de conceptos. Tomo V, Salamanca, 2001 p. 171. Este autor hace una matización, respecto al uso, del término controversia. Como concepto genérico, es litigio, punto de discusión, pleito que termina ante los tribunales. Como concepto específico, se refiere a los ejercicios en la Escuela de Retórica, son controversiae, inventadas, distintas de las que se dan en el Foro. 1

LAS PRÁCTICAS DECLAMATORIAS Y QUINTILIANO. ESTUDIO … · 2011-04-20 · 1 G. Ke nedy ,T he art of Rhet o ric i t e R ma W rld 30 b.C-a.C 00, P ceton 1972 p.322 2 Cum sit declamatio

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LAS PRÁCTICAS DECLAMATORIAS Y QUINTILIANO. ESTUDIO LÉXICO DE LA DECLAMATIO I.

© Mª Ángeles Robles Sánchez

Antes de centrarme en el estudio léxico de la Declamatio I quiero hacer un poco de historia sobre qué se entiende por este término qué ambitos abarca, cuándo se empezaron a practicar y sobre la supuesta autoría de Quintilano respecto a las Declamationes. ¿Que se entiende por declamatio?¿Qué se entiende por controversia y por suasoria? A estas preguntas responde Quintiliano en su obra Institutio.

Quintiliano1 trata repetidamente de la teoría y de la técnica de la declamatio. Especialmente en el libro segundo y en el capítulo cinco del libro diez. Obviamente, no iba a omitir la definición de este el término2:" Al ser la declamatio3 una preparación para los procesos judiciales".

Se sabe la importancia4 que las declamationes tuvieron en época imperial, en Roma. La práctica de este ejercicio remonta a Esquines o a Demetrio Falero5. A finales del siglo IV a.c., o principio del III a. c., se empezó a practicar en la escuela de Rodas6, y de allí pasó a las escuelas de Roma, por medio de Molón.

Las declamationes -ya si se practicaban7 antes de Cicerón, que es una tésis, o bien en la época de Cicerón y después de él- eran ejercicios de entrenamiento para oradores.

La caída de la República y el advenimiento del Imperio, producen cambios, como consecuencia indirecta, en la enseñanaza de los rétores.

Los abogados encuentran la gloria en los procesos civiles y criminales. La elocuencia política ha muerto.

Respecto a la segunda cuestión ¿Qué se entiende por contoversia? Este término es importante clarificar, ya que, las Declamationes Maiores son8 por completo controversiae.

Como término genérico9, significa litigio, punto de discusión, pleito, debate, que termina ante los tribunales, litigio ante el tribunal. El mismo Cicerón utiliza, el vocablo

1 G. Kennedy, The art of Rhetoric in the Roman World 300 b.C-a.C300, Princeton 1972, p.322 2 Cum sit declamatio forensium actionum meditatio. (Quint. Inst. 4. 2. 29). 3 S. v. Declamatio. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, Lexicon totius

Latinitatis, Padua 1940, p. 34. 4 J. Cousin, Études sur Quintilien, Amsterdam 1967 pp. 715-716 5 Quint. Inst. 2. 4. 41. Nam fictas ad imitationem fori consiliorumque materias apud Graecos

dicere circa Demetrium Phalera institutum fere constat. " Se está más o menos de acuerdo, que entre los griegos, en tiempos de Demetrio Falero, se practicaban las declamationes de temas ficticios, a imitación de los tratados en el foro y en las asambleas deliberativas, "

6 L. Holtz, "Grammairiens et Rhéteurs Romans", en R. Chevalier (ed.), Colloque sur la Rhétorique,1979, p. 215

7 La práctica de las declamationes, fueron introducidas en Roma, al final del siglo II a. c., Carbón y Craso practicaban las declamationes, pero en privado, no en escuelas. La primera persona, que enseñó, ejercicios de declamatio, era presumiblemente un profesor, a quien el censor del año 92 a. c., se opuso. era Plocio Gallo. G. Kennedy, op. cit., pp. 91-95.

8 G. Kennedy, op. cit., p.494. 9 A. Ortega Carmona: Estudios sobre la Institutio Oratoria. Ediciones, códices y texto crítico.

Índice onomástico y léxico de conceptos. Tomo V, Salamanca, 2001 p. 171. Este autor hace una matización, respecto al uso, del término controversia. Como concepto genérico, es litigio, punto de discusión, pleito que termina ante los tribunales. Como concepto específico, se refiere a los ejercicios en la Escuela de Retórica, son controversiae, inventadas, distintas de las que se dan en el Foro.

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contoversia10 en el Orator, en un sentido genérico, aunque unos renglones más tarde, hace referencia al mismo término, en el sentido concreto de "ejercicios de Retórica"; eso sí, no vuelve a nombrar el vocablo controversia, se deduce del contexto : Nam quoniam, quicquid est quod in controversia aut contione versetur, in eo aut sitne aut quid sit aut sit quaeritur; sitne, signis; quid sit, definitionibus; quale sit, recti pravique partibus; quibus ut uti possit orator, non ille vulgaris sed hic excellens, a propiis personis et temporibus semper, si potest, avocat controversiam; latius enim de genere quam de parte disceptare licet, ut quod universo sit probatum id in parte sit probari necesse. Haec igitur quaesitio a propiis personis et temporibus ad universi generis orationem traducta appellatur qhsij". In hac Aristoteles adulescentes non ad philosophorum morem tenuiter disserendi, sed ad copiam rhetorum, in utramque partem ut ornatius et uberius dici posset, exercuit... (Cic. Orat. 14. 44). "Pues cualquiera que sea el tema que se trate en la controversia o discusión, Se busca en este tema si es, qué es o de qué naturaleza es; si es por indicios; qué es, por definiciones; de qué naturaleza es según tenga parte de bueno o de malo; mas para que pueda hacer uso de estos recursos el orador, no el corriente, sino el que sobresale, aparta siempre la contoversia de nombres específicos y de momentos concretos, si es posible; pues es más lícito debatir acerca de lo general, que de lo particular, de modo que lo que ha sido demostrado en general, necesariamente tiene validez, para lo particular. Este punto de discusión entablado con nombres y momentos concretos, se traslada a una exposición de tipo general, y recibe el nombre de tesis. En ella ejercitó Aristóteles, a los jóvenes no conforme a la manera de los filósofos, de discutir con sutileza, sino conforme a la abundancia de los retóricos...".

Un párrafo similar, al texto de Cicerón, lo encontramos en Quintiliano en su Institutio: A plurimis tres sunt facti generales status, quibus et Cicero in Oratore utitur, et omnia, quae aut in controversiam aut in contentionem veniant; contineri putat, sitne? Quid sit? Quale sit?..(Quint. Inst. 3. 6. 44). "Un gran número de autores establecen tres puntos fundamentales, de los que Cicerón hace uso en el Orator, y considera que sean tratados, todos los temas que se expongan, en la controversia o discusión, con estos tres puntos: si es, qué es y de qué naturaleza es".

La definición del término controversia, opuesto11 a suasoria, implica en sí mismo, una definición no abstracta, del vocablo, sino concreta.

En las escuelas12 griegas y romanas, se hacen dos tipos de declamación: suasoria y controversia. En las suasoriae, hablan grandes personajes, que discuten una cuestión política. Este género se asocia a la elocuencia deliberativa. Se utilizaba en los

10 S. v. Declamatio. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, op, cit.., p. 34. 11 Entre los numerosos ejemplos que Quintiliano, cita para oponer las suasoriae a las

controversiae, cito dos de ellos. Legum laus ac vituperatio iam maiores ac prope summis operibus suffecturas vires desiderant: quae quidem suasoriis an controversiis magis accomodata sit exercitatio cosuetudine et iure civitatium differt... (Quint. Inst.b2, 4, 33). "El elogio y la crítica de las leyes exigen grandes fuerzas y han de ser suficientes a nuestras tareas más elevadas. Mas este tipo de ejercitación, si está más acorde con las suasoriae o con las controversiae, depende de la costumbre y de la ley de los pueblos. Haec et in suasoriis aliquando tractari solet: ut, si Caesar deliberet an Britaniam impugnet... quae in suasorias quidem maxime cadunt, sed in controversiis quoque sunt frecuentia, hacsola differentia, quod illic de futuris, hic de factis agitur... (Quint. Inst. 7. 4. 2). "Esta cuestión suele tratarse alguna vez, en las suasoriae, si César delibera si debe invadir Britania..., todas todas estas cuestiones se tratan en las suasoriae, pero también son frecuentes en las controversiae, con la única diferencia, de que allí se trata del futuro y aquí del pasado.

12 S. v. Declamatio. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, op. cit., p. 34. Cf. C. Donald Lemen, Rhetoric in Greco-Roman Educatio, Nueva York 1977 p. 213

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comienzos de la educación de los jóvenes. El objetivo13 de la suasoria consiste en persuadir o disuadir.

La controversia pertenece al género judicial. Es una imitación de la defensa real. Se fundamenta en casos fingidos, sobre los que se deben aplicar unas leyes. Son ejercicios14 practicados en la Escuela de Retórica.

Aristóteles en su obra Retórica, en el libro 1. 13. 2., habla de utilidad, del empleo de historias fingidas, sacadas de la poesía o de la imaginación, para el profesor de retórica. Aristóteles, para defender su teoría, pone un ejemplo. En el conflicto entre ley escrita y ley no escrita, utiliza el presupuesto de una tragedia de Sófocles: La Antígona. Algunos temas15 de las controversiae, eran casi irreales, versaban sobre historias románticas y fantásticas. Algunos tenían que ver con terribles crímenes de adulterio, de violación, de incesto, crímenes que hoy veríamos, o bien en las noticias, o bien en una novela.

Quintiliano16 propone modelar las declamationes, con personajes, aunque inventados, pero próximos a la realidad17. Así lo atestigua en su Institutio18: "Las declamationes, realmente, a la manera que se practican en las escuelas de los rétores, si responden a la realidad y son semejantes a los discursos, no sólo son utilísimas, mientras aprende el que comienza a practicar las declamationes, que se ocupan por igual de la inventio y de la dispositio, sino también cuando ha llegado a su plenitud y ya brilla en el foro".

Hay una serie de temas19, que tanto los rétores griegos, como romanos, tratan en sus controversiae20: temas relativos a la potestad paternal21, a las acciones civiles y criminales22, a la aplicación de penas23 y temas diversos24, entre otros.

13 A. Ortega Carmona, op. cit., pp. 297-298. 14 A. Ortega Carmona, op. cit., p. 171. 15 C. Donald Lemen, op. cit., p. 230. 16 J. Cousin, op. cit., p. 128. 17 Respecto al realismo de las declamationes, muestro la teoría de dos autores, que se oponen

aunque no del todo, como voy a mostrar. El primer autor C. Donald Lemen, op. cit., en la p. 230, propone que los temas de las controversiae, tanto en Grecia como en Roma, llegaron a ser, la mayoría casi exclusivamente ficticios. Para fundamentar su teoría, utiliza como ejemplo, la opinión que da Aristóteles, que da en su obra Retórica, en el libro 1. 13. 2., donde habla de utilidad, del uso de historias fingidas, sacadas de la poesía o de la imaginación, para el profesor de retórica. Algunos tenían que ver con terribles crímenes de adulterio, de violación, de incesto y de homosexuales, crímenes que hoy veríamos, o bien en las noticias, o bien en una novela. Frente a esta opinión, presento la teoría de M. N. Deratani, "Le réalisme dans les déclamations". Renue de philologie, d' historie et de littérature ancien, Nº 50 (1929) pp. 184-189. Este autor expone que ciertos temas de las declamaciones, están sacados de la comedia latina y de la historia contemporánea. Una vez, contrastada la postura de cada autor, en mi opinión, ambos coinciden, en darle un carácter de actualidad a algunos casos que aparecen en las declamationes. Frente a la influencia de la literatura, en la retórica, está el caso contrario, la influencia de la retórica en la literatura. Cf. F. A. Arcellaschi, " Sur Un Itinéraire Ovidien: De La Declamatio a La Recitatio", en R. Chevalier (ed.), Colloque sur la Rhétorique, 1979, pp. 71-81. Este autor trata de la influencia de la retórica en la poesía, en especial en Ovidio.

18 Declamationes vero, quales in scholis rhetorum dicuntur, si modo sunt ad veritatem accomodatae et orationibus similes, non tantum dum adulescit profectus, sunt utilissimae, quae inventionem dispositionem pariter exercent, sed etiam cum est consummatus ac iam in foro claro... (Quint. Inst. 10. 5. 14).

19 J. Cousin, op. cit., p. 717-722. 20 C. Donald Lemen, op. cit., pp. 231, 235, 236 y 237. Este autor expone que un tema favorito, en

la escuela de declamación, es el conflicto entre la ley y lo justo. expone un caso extraído de las contoversiae de Séneca (Sen. Contr.1. 6. 6). Otro tema que se usa para la declamatio, pero en menor medida, es el status conieturalis, an sit?, "¿quién fue?". Se presenta un asesinato, con varios sospechosos. Este caso escolar sirve para ejercitar al estudiante, en la aplicación de principios teóricos, que los filósofos y los profesores de retórica recomiendan. Quintiliano, hace uso de este tema en las Declamationes Maiores 1, 5, 18, 19.

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Hay que clarificar25, que los rétores no tiene el cometido de enseñar leyes. Su cometido es enseñar a declamar. Las leyes que se aplican a los casos, son ficticias, si hay algún parecido a las leyes reales, es pura coincidencia.

Quintiliano considera necesario el conocimiento del Derecho Civil, de las costumbres y de los ritos religiosos de su Estado. Ya que debe aconsejar en las deliberaciones públicas y privadas y debe ser abogado en causas judiciales. Iuris quoque civilis necessaria huic viro scientia est et morum ac religionum eius rei publicae quam capesset. Nam qualis esse suasor in consiliis publicis privatisve poterit tot rerum quibus praecipue civitas continetur ignarus? Quo autem modo patronum se causarum non falso dixerit qui quod est in causis potentissimum sit ab altero petiturus, paene non dissimilis iis qui poetarum scripta pronuntiant? Nam quodam modo mandata perferet, et ea quae sibi a iudice credi postulaturus est aliena fide dicet, et ipse litigantium auxiliator egebit auxilio. Quod ut fieri nonnumquam minore incommodo possit cum domi praecepta et composita et sicut cetera quae in causa sunt in discendo cognita ad iudicem perfert: quid fiet in iis quaestionibus quae subito inter ipsas actiones nasci solent? Non deformiter respectet et inter subsellia minores advocatos interroget? (Quint. Inst. XII, 3, 1).

Sin embargo algunos oradores se centraron sólo en el estudio del derecho y perdieron su capacidad como oradores. Quod si plerique desperata facultate agendi ad discendum ius declinaverunt, quam id scire facile est oratori quod discunt qui sua quoque confessione oratores esse non possunt! Verum et M. Cato cum in dicendo praestantissimus, tum iuris idem fuit peritissimus, et Scaevolae Servioque sulpicio concessa est etiam facundiae virtus. (Quint. Inst. XII, 3, 9).

Las 74 declamaciones26 de Séneca27, sólo 20 tienen que ver con leyes del tiempo de Séneca. Si se sigue a S. F. Bornecque, indica que muy pocas, son ficticias. Algunas están obsoletas, en la época de Séneca, pero muy pocas son ficticias. Quintiliano no se muestra reacio a usar leyes ficticias en la declamatio: Id ita consequemur, si inuiti fuerimus, quae sit lex quae litem faciat, hoc est, qua iudicium sit constitutum. Nam quaedam in scholasticis ponuntur ad coniungendam modo actae rei seriem, ut puta: "expositum qui agnoverit, solutis alimentis recipiat: minus dicto audientem filium liceat abdicare. Qui expositum recepit, imperat ei nuptias locupletis propinquae: ille deducere vult filiam pauperis educatoris". Lex de expositis ad adfectum pertinet: iudiciumpendet ex lege abdicationis. Nec tamen semper ex una lege quaesitio est, ut in antinomia. His spectatis apparebit circa quod pugna sit. (Quint. Inst. 7. 1. 14-15)."Obtendremos así la respuesta, si consideráramos cuál es la ley que fundamenta el juicio, es decir, en qué ley se han basado para establecer el juicio. Pues algunas leyes, en los ejercicios escolásticos son establecidas para conectar una serie de hechos, ya en el caso que se ha presentado a juicio, como ejemplo: “quien reconoce a un niño abandonado, tiene que aceptarlo, después de haber pagado su manutención. Sea lícito al padre repudiar al hijo que le desobedece. Un padre acogió a su hijo expuesto, le manda casarse con una vecina rica. Pero él quiere casarse con la hija de un pobre maestro. La ley sobre los niños expuestos atañe sólo a los sen timientos. La sentencia depende de la ley, que regula los casos de repudio. Y sin embargo no siempre la cuestión depende de

21 Quint. Decl. 9. 22 Quint. Decl. 4, 6, 11, 12, 17. 23 Quint. Decl. 7. 24 Quint. Decl. 4. 25 M. Winterbottom, The Minor Declamations Ascribed to Quintilian, Berlin 1984, p. 19 26 C. Donald Lemen, op. cit., p. 233. 27 C. Donald Lemen, op. cit., p. 233 y S. F. Bornecque, Les Declamations et les Déclamateurs d'

après Séneque le père, Lille, 1902 p. 73

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una ley, como en los casos de conflicto legal. Al tener esto presente será evidente sobre qué tiene lugar el litigio".

Es más Quintilano propone, como método de enseñanza, asistir a un gran número de juicios, después que reelabore, por escrito los discursos procesales iudiciis intersit quam plurimis et sit certaminis, cui destinetur, frecuens spectator. Tum causas vel easdem, quas agi auderit, stilo et ipse componat... (Quint. Inst. 10. 5. 19 y 20). :" Que asista al mayor número de juicios posibles y sea frecuente espectador en el debate que se le asigne. Después reelabore él mismo los discursos procesales o los mismos que haya oído pronunciar..." .

Las colecciones de declamaciones28 conservadas de la antigüedad, varían de forma. Las llamadas Declamationes Maiores, en latín, atribuidas a Quintiliano, como la colección de Libanio en griego, se presentan sin un comentario del retor. Se puede deducir de la lectura de las Declamationes Maiores de Libanio, que era un profesor. La publicación de tales piezas, serviría de publicidad para su escuela y para promover la fama del orador. En cambio las Controversiae y la Suasoriae de Séneca el Viejo, no son el resultado de una enseñanza en la escuela, aunque hay un interés en enseñar.

La cronología29 de las Declamationes Maiores, se sitúa no antes de la publicación de la obra Institutio (90 d.C). No hay alusiones lingüísticas, que lancen luz sobre la cronología. No hay una evidencia lingüística, que sitúe la publicación de las Declamaciones, entorno a la primera centuria.

Las Declamationes de Quintiliano30 serán bellas copias de ejercitaciones y de práctica. Se discute sobre la paternidad31 de las Declamationes minones y Maiores. Si no es el autor de estas dos obras, debe de ser de un contemporáneo suyo, perteneciente a su escuela. El estilo de la obra sigue, en la línea del estilo de Quintiliano, en su Institutio.

San Jerónimo32, situado cronológicamente entre el siglo IV y V d.C., hace referencia, con certeza a las Declamationes Maiores, atribuyéndoselas a Quintiliano.

Pocos años después tenemos a Servio33, quien atribuye expresamente a Quintiliano una sententia, de la I Declamatio Maior.

28 M. Winterbottom, op. cit., pp.11-19. Berlin 1984. 29 A. Stramaglia, [Quintiliano] I Gemelli Malati: Un Caso Di Vivisezione (Declamazioni

Maggiori, 8), Cassino 1999, p. 24. Este autor sitúa las Declamationes, al final del siglo I d.C., principio del II d.C. Este autor coincide con M. Winterbottom: op.cit., p. 15

30 Quint. Inst. 10. 6. 5, 11. 2. 39. En ambos pasajes habla de la declamatio improvisada, como un recurso. En el capítulo X, la declamatio improvisada, sirve para embellecer y darle dinamismo al discurso.

31 Este autor coincide con M. Winterbottom, op.cit., p. 15, y con G. Kennedy, op. cit., p.321-322, en cuanto a la atribución de la autoría de las Declamationes. Propone como autor o bien a Quintiliano, o bien a un miembro de su escuela. En contraposición tenemos la opinión de M. von Alberch, quien expone que las 19 Declamationes no son auténticas. Cf. M. von Albrecht, Historia de La Literatura Romana, Madrid 1999, Vol. II, p. 1146.

32Non est nobis ferreum pectus nec dura praecordia, non ex silice natos Hyrcanae nutriere tigrides. (Hieron. Epist. XIV, 3). "Nosotros no tenemos, malos sentimientos, ni un duro corazón, ni los tigres de Hircania alimentaron a sus cachorros con piedras". Non erat illi ferreum pectus nec cor silice concretum, ut haec pati posset aequo animo (Quint. Decl. IV, 19) " Aquel no tenía ni un alma de hierro ni un corazón hecho de piedra".

33 Solamenque Mali hinc Quintilianus dixit magnum caecitatis solatium est habere rem videntis. (Serv. Aen. 3. 661). "Por este motivo Quintiliano dijo: el gran consuelo del mal de la ceguera es tener la ayuda del que ve". Habuerat adulescens gladium in cubiculo suo semper, sive antequam in hanc fortunam incideret, paratum, sive quia caecitatis miserae solacium est habere rem videntium (Quint. Decl. 1, 3,4,1)."El adolescente había tenido siempre una espada en su habitación, preparada, ya por si la necesitaba, ya porque es una ayuda para el mísero ciego disponer de los recursos de los que ven".

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Una vez centrados en las prácticas declamatorias, voy a hacer un estudio léxico de los términos que Quintiliano utiza en la Declamatio I. Los presupuestos que van a fundamentar mi estudio léxico, son extraídos de los preceptos que Quintiliano establece en la Institutio VIII y XII.

Quintiliano en el proemio del libro VIII plantea el cuidado en el uso de la palabra y el cuidado de los contenidos. Curam ergo verborum, rerum volo esse sollicitudinem. (Quint. Inst. VIII, Proem. 20). Habla de la adhesión del contenido a la expresión, nam plerumque optima rebus cohaerent et cernuntur suo lumine. (Quint. Inst. VIII, Proem. 21), quiere decir que las palabras son significado.

El planteamiento de dónde extraer las expresiones para la elaboración del discurso es abordado por Quintiliano. Habla de la adhesión del contenido a la expresión, quiere decir que las palabras dependen de los pensamientos y su misma luz las da a conocer. Sin embargo vamos en busca de las mejores expresiones como si fueran una cosa oculta y escondida, violentando la expresión. Ita numquam putamus circa id esse, de quo dicendum est, sed ex aliis locis petimus et inventis vim adferimus. (Quint. Inst. VIII, Proem. 21).

Sigue en este mismo pasaje haciendo hincapié acerca del uso de las expresiones, quiere dejar patente que no se debe forzar la expresión, al contrario se deben utilizar expresiones poco rebuscadas y semejantes a expresiones sencillas y que proceden de la realidad. Primum, quia sunt optima minime arcessita et simplicibus atque veritate profectis similia. (Quint. Inst. VIII, Proem. 23).

Sin embargo quiere evitar las expresiones artificiosas que oscurecen el sentido y compara este estilo afectado que ahoga el sentido de lo que se quiere decir, con la acción de la hierba en medio de un sembrado. Nam illa, quae curam fatentur et ficta atque composita videri etiam volunt, nec gratiam consequuntur et fidem amittunt propter id, quod sensus obumbrant et, velut lateo gramine sata, strangulant. (Quint. Inst. VIII, Proem. 23).

Lo expuesto anteriormente no quiere decir que Quintiliano descuide el estilo, al contrario es consciente del uso del artificio en favor del goce de la palabra, esto es, el uso del circumloquio, de la repetición, de la perífrasis, del énfasis34... etc. Nam et quod recte dici potest circuminus amore verborum, et quod satis dictum est repetimus, et quod uno verbo patet, pluribus oneramus et pleraque significare melius putamus quam dicere. (Quint. Inst. VIII, Proem. 24).

Ahora bien, establece que un buen orador, para llegar a conocer el funcionamiento del lenguaje, debe leer mucho y las lecturas deben ser apropiadas, por medio de esta acción se adquiere el tesoro de un abundante vocabulario y se le aplica el arte de disponer las palabras; después se les da vigor con la mucha ejercitación, de modo que el que haga esto tendrá a su disposición el poder de la palabra. Qui idonea copiosam sibi verborum supellectilem compararit et huic adhibuerit artem collocandi, deinde haec omnia exercitatione plurima roborarit, ut semper in promptu sint et ante oculos. (Quint. Inst. VIII, Proem. 28).

La consecuencia de un abundante vocabulario es que acudirán los pensamientos juntamente con sus denominaciones. Pero es necesario el estudio, la facultad adquirida y en cierto modo grabada. Namque ei, qui id fecerit, sic res cum suis nominibus

34 En las lenguas modernas <<el énfasis semántico>> se designa como <<pregnancia>>. Cf. H.

Lausberg, Manual de Retórica Literaria, Madrid 1983, pp. 110-112. Quintiliano define esta figura retórica: est emphasis etiam inter figuras, cum ex aliquo dicto latens aliquid eruitur, ut apud Virgilium... (Quint. Inst. 9, 2, 64): "El énfasis también está entre las figuras retóricas, cuando algo que está oculto se deduce de algo que se ha dicho, como en la obra de Virgilio...”.

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occurrent. sed opus est studio praecedente et adquisita facultate et quasi reposita. (Quint. Inst. VIII, Proem. 28).

Ahora bien, una vez adquirida la facultad de perorar, las palabras se utilizarán de modo que no parecerá que las palabras responden a lo que se quiere expresar, sino que parecerá que siempre etuvieron adheridas al sentido y lo siguen como la sombra al cuerpo. Sin praeparata dicendi vis fuerit, erunt in officio, non ut requisita respondere sed ut semper sensibus inhaerere videantur atque eos ut umbra corpus sequi. (Quint. Inst. VIII, Proem. 30).

En el capítulo III, del libro VIII trata de la importancia del ornato de la palabra, donde sin duda el orador se permite licencias. El ornato es de utilidad para los procesos judiciales; el orador se encomienda al estilo cuidado y al ornato, quien no sólo lucha con armas fuertes, sino también que brillan. Venio nunc ad ornatum, in quo sine dubio plus quam in ceteris dicendi partibus sibi indulget orator... II. inventio cum imperitis saepe communis, dispositio modicae doctrinae credi potest: si quae sunt artes altiores, plerumque occultantur ut artes sint; denique omnia haec ad utilitatem causarum solam referenda sunt. cultu vero atque ornatu se quoque commendat ipse qui dicit, et in ceteris iudicium doctorum, in hoc vero etiam popularem laudem petit, nec fortibus modo sed etiam fulgentibus armis proeliatur. (Quint. Inst. VIII, 3, 1-2).

Quintiliano recuerda a Cicerón en el proceso de C. Cornelio, donde obtuvo un éxito rotundo, arrancando un estruendo de aplausos y gritos, no tanto por informar al juez, hablar sobre todo de forma provechosa y utilizar un latín trasparente, sino por la sublimidad, la magnificencia, el brillo y la autoridad de sus palabras. An in causa C. Corneli Cicero consecutus esset docendo iudicem tantum et utiliter demum ac Latine perspicueque dicendo ut populus Romanus admirationem suam non adclamatione tantum sed etiam plausu confiteretur? sublimitas profecto et magnificentia et nitor et auctoritas expressit illum fragorem. (Quint. Inst. VIII, 3, 3).

Para la causa judicial será de gran importancia el adorno del discurso. Puesto que quienes escuchan a gusto, prestan más atención y creen con más facilidad, generalmente son cautivados por el mismo deleite y se dejan llevar a veces por la admiración. Pues la espada causa algún miedo a la vista, y los mismos rayos no nos confundirían tanto, si no sólo se temiese la fuerza de éstos sino también su resplandor. Sed ne causae quidem parum conferet idem hic orationis ornatus. Nam qui libenter audiunt et magis attendunt et facilius credunt, plerumque ipsa delectatione capiuntur, nonnumquam admiratione auferuntur. Nam et ferrum adfert oculis terroris aliquid, et fulmina ipsa non tam nos confunderent si vis eorum tantum, non etiam ipse fulgor timeretur. (Quint. Inst. VIII, 3, 5).

Se debe decidir la elección de aquellas palabras claras y elevadas generalmente adecuadas a la materia del discurso: puesto que una palabra que aquí parece magnífica, allí será hinchazón y las que que son bajas cuando se tratan asuntos importantes, parecerá que son aptas para tratar asuntos de menos importancia. Clara illa atque sublimia plerumque materiae modo discernenda sunt: quod alibi magnificum tumidum alibi, et quae humilia circa res magnas apta circa minores videntur. (Quint. Inst. VIII, 3, 18).

Uno de los recursos ornamentales más importantes es el tropo, Quintiliano lo define así: Trojpos est verbi vel sermonis a propria significatione in aliam cum virtute mutatio. Circa quem inexplicabilis et grammaticis inter ipsos et philosophis pugna est quae sint genera, quae species, qui numerus, quis cuique subiciatur. (Quint. Inst. VIII, 6, 1). “Se entiende por tropus al cambio realiazado según las cualidades oratorias del significado propio de una palabra o expresión a otro significado. Acerca del tropus hay

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una pugna indisoluble entre los grammatici entre ellos mismos como entre los phlosophi.”

Quintilano divide los tropos de la siguiente manera: -Tropos empleados para expresar una idea o significado: Metáfora: Incipiamus igitur ab eo qui cum frequentissimus est tum longe

pulcherrimus, tralatione dico, quae metaphora Graece vocatur. Quae quidem cum ita est ab ipsa nobis concessa natura ut indocti quoque ac non sentientes ea frequenter utantur, tum ita iucunda atque nitida ut in oratione quamlibet clara proprio tamen lumine eluceat. (Quint. Inst. VIII, 6, 4).

Metonimia: Nec procul ab hoc genere discedit metonymia, quae est nominis pro nomine positio, [cuius vis est pro eo quod dicitur causam propter quam dicitur ponere] sed, ut ait Cicero, hypallagen rhetores dicunt. Haec inventas ab inventore et subiectas res ab optinentibus significat, ut "Cererem corruptam undis",et"receptus terra Neptunus classes aquilonibus arcet".(Quint. Inst. VIII, 6, 23)

Sinécdoque: Quod [aliquando] paene iam magis de synecdoche dicam. Nam tralatio permovendis animis plerumque et signandis rebus ac sub oculos subiciendis reperta est: haec variare sermonem potest, ut ex uno pluris intellegamus, parte totum, specie genus, praecedentibus sequentia, vel omnia haec contra, liberior poetis quam oratoribus. (Quint. Inst. VIII, 6, 29).

Antonomasia: Antonomasia, quae aliquid pro nomine ponit, poetis utroque modo frequentissima, et per epitheton, quod detracto eo cui adponitur valet pro nomine ("Tydides", "Pelides"), et ex iis quae in quoque sunt praecipua:"divum pater atque hominum rex".[Et ex factis quibus persona signatur:"thalamo quae fixa reliquit impius".].(Quint. Inst. VIII, 6, 39).

Onomatopeya: Onomatopoeia quidem, id est fictio nominis, Graecis inter maximas habita virtutes, nobis vix permittitur. Et sunt plurima ita posita ab iis qui sermonem primi fecerunt, aptantes adfectibus vocem: nam "mugitus" et "sibilus" et "murmur" inde venerunt. (Quint. Inst. VIII, 6, 31).

Abusio o catacresis: Eo magis necessaria catachresis, quam recte dicimus abusionem, quae non habentibus nomen suum accommodat quod in proximo est, sic: "equum +ogra putant+ aedificant". (Quint. Inst. VIII, 6, 34).

Metalepsis o transumptio: superest ex his quae aliter significant metalempsis, id est transumptio, quae ex alio +tropo+ in alium velut viam praestat, * et rarissimus et improbissimus, Graecis tamen frequentior, qui Centaurum, qui Chiron est, Hessona et insulas oxeias thoas dicunt. Nos quis ferat si Verrem "suem" aut Aelium Catum "doctum" nominemus? (Quint. Inst. VIII, 6, 37).

Hay otros tropos que se emplean para embellecer: El epíteto: Cetera iam non significandi gratia, sed ad ornandam +non+

augendam orationem adsumuntur. Ornat enim epitheton, quod recte dicimus adpositum, a nonnullis sequens dicitur. Eo poetae et frequentius et liberius utuntur. Namque illis satis est convenire id verbo cui adponitur: itaque et "dentes albos" et "umida vina" in his non reprehendemus; apud oratorem, nisi aliquid efficitur, redundat: tum autem efficitur si sine illo id quod dicitur minus est, qualia sunt: "o scelus abominandum, o deformem libidinem". (Quint. Inst. VIII, 6, 40).

La alegoría: Allegoria, quam inversionem interpretantur, aut aliud verbis, aliud sensu ostendit, aut etiam interim contrarium. Prius fit genus plerumque continuat,is tralationibus, ut "O navis, referent in mare te novi fluctus: o quid agis? Fortiter occupa portum",totusque ille Horati locus, quo navem pro re publica, fluctus et tempestates pro bellis civilibus, portum pro pace atque concordia dicit. (Quint. Inst. VIII, 6, 40).

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El enigma: Est in exemplis allegoria, si non praedicta ratione ponantur. Nam ut "Dionysium Corinthi esse", quo Graeci omnes utuntur, ita plurima similia dici possunt. Sed allegoria quae est obscurior "aenigma" dicitur, vitium meo quidem iudicio si quidem dicere dilucide virtus, quo tamen et poetae utuntur:"dic quibus in terris, et eris mihi magnus Apollo, tris pateat caeli spatium non amplius ulnas"? et oratores nonnumquam, ut Caelius "quadrantariam Clytaemestram" et "in triclinio coam, in cubiculo nolam". (Quint. Inst. VIII, 6, 52).

La ironía: In eo vero genere quo contraria ostenduntur ironia est (inlusionem vocant): quae aut pronuntiatione intellegitur aut persona aut rei natura; nam si qua earum verbis dissentit, apparet diversam esse orationi voluntatem. (Quint. Inst. VIII, 6, 54).

La perífrasis: Adicitur his mycterismos, dissimulatus quidem sed non latens derisus. Pluribus autem verbis cum id quod uno aut paucioribus certe dici potest explicatur, periphrasin vocant, circumitum quendam eloquendi, qui nonnumquam necessitatem habet, quotiens dictu deformia operit, ut Sallustius "ad requisita naturae", interim ornatum petit solum, qui est apud poetas frequentissimus. (Quint. Inst. VIII, 6, 59).

El hipérbaton: Hyperbaton quoque, id est verbi transgressionem, quoniam frequenter ratio compositionis et decor poscit, non inmerito inter virtutes habemus. Sit enim frequentissime aspera et dura et dissoluta et hians oratio si ad necessitatem ordinis sui verba redigantur, et ut quodque oritur ita proximis, etiam si vinciri non potest, alligetur. (Quint. Inst. VIII, 6, 62).

La hipérbole: Longis autem hyperbatis et confusis quae vitia accidunt, suo loco diximus. Hyperbolen audacioris ornatus summo loco posui. Est haec decens veri superiectio: virtus eius ex diverso par, augendi atque minuendi. (Quint. Inst. VIII, 6, 67).

Quintiliano no sólo tiene en cuenta la importancia de lo formal, propone una formación literaria y retórica con una fuerte base moral, de ahí que establezca como principios para formar un buen orador que sea un hombre honrado y que sepa hablar, estos princios los extrae de Catón. Es importante hacer hincapié en este concepto, ya que si la elocuencia está en manos de un malhechor habríamos prestado los peores servicios a la comunidad, sería como darle armas a un bandido y no a un soldado.

Sit ergo nobis orator quem constituimus is qui a M. Catone finitur vir bonus dicendi peritus, verum, id quod et ille posuit prius et ipsa natura potius ac maius est, utique vir bonus: id non eo tantum quod, si vis illa dicendi malitiam instruxerit, nihil sit publicis privatisque rebus perniciosius eloquentia, nosque ipsi, qui pro virili parte conferre aliquid ad facultatem dicendi conati sumus, pessime mereamur de rebus humanis si latroni comparamus haec arma, non militi. (Quint. Inst. XII, 1, 1).

Es importante para poder persuadir al juez que el discurso que se pronuncia lo elabore un hombre honrado, en cambio si lo elabora un hombre malo será menos probable. Nam hoc certe nemo dubitabit, omnem orationem id agere ut iudici quae proposita fuerint vera et honesta videantur. Vtrum igitur hoc facilius bonus vir persuadebit an malus? Bonus quidem et dicet saepius vera atque honesta. (Quint. Inst. XII, 1, 11).

Mi trabajo se centra en el uso que da a ciertos términos que señalaré, simpre teniendo en cuenta el contexto de la frase, hecho que ya Quintiliano señala como fundamental: Translata probari nisi in contextu sermonis non possunt. Itaque de singulis verbis satis dictum, quae, ut alio loco ostendi, per se nullam virtutem habent. Sed ne inornata [quae] sunt quidem, nisi cum sunt infra rei de qua loquendum est dignitatem, excepto si obscena nudis nominibus enuntientur. (Quint. Inst. VIII, 3, 38).

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El estudio que presento de los términos, tiene en cuenta el principio de Catón y que sigue Quintliano vir bonus peritus dicendi, es decir, tengo en cuenta el punto de vista moralizante, ya que Quintiliano pretende crear oradores honestos, las prácticas declamatorias están enfocadas a crear oradores, evidentemente no sólo creará oradores expertos en la palabra, sino también honestos, en mi opinión este hecho se refleja en estas prácticas declamatorias y epecíficamente en la declamatio I, que es en la que me voy a centrar. El título del discurso es: PARIES PALMATUS. “LA PARED CON HUELLAS DE SANGRE”. El argumento que se presenta al comienzo es un añadido posterior escrito por Laurentius Valla35. En mi opinión es necesario para situarnos en el escenario de los hechos.

[Quidam, cui erat filius caecus, quem heredem instituerat, induxit illi novercam iuvenemque in secreta domus parte seposuit. Is noctu, dum in cubiculo cum uxore iaceret, occisus est inventusque postero die habens gladium filii defixum in vulnere, pariete ab ipsius ad filii cubiculum vestigiis palmae cruentato. Accusant se invicem caecus et noverca.]. “[Un padre, que tenía un hijo ciego, a quien había nombrado como heredero le dió una nueva madre al niño, y puso al joven, en un lugar apartado de la casa. El padre, durante la noche, mientras dormía con su esposa en la habitación, fue asesinado y encontrado al día siguiente, con la espada de su hijo, clavada en la herida, al tiempo que la pared estaba manchada de sangre por marcas de dedos, dejadas en la habitación de su hijo. El hijo ciego y la madrastra se acusan mutuamente.]”

Situándome ya en la enumeración de términos que según el contexto tiene un significado concreto y diferente, empiezo por el término pignus, que en un contexto determinado como presento a continuación tiene el significado de “compromiso” y según otro contexto que también muestro con otro ejemplo extraído del mismo discurso tiene el sentido de “lazos de sangre”.

Istam magis oportet vel aliquo indicio vel suspicione muliebri arcana mariti deprehendisse et statim omnibus nuptiarum renuntiasse pignoribus. Nam cum propter pecuniam ames, idem amoris et spei finis est.(Quint. Decl. 1, 2).

El vocablo que utiliza Quintiliano aparece en el léxico jurídico36. El término pignus aparece en la ley de las XII tablas, en particular en la ¿tabula XII,1? "Pignus" apellatum a pugno, quia res, quae pignori dantur, manu traduntur; unde etiam videri potest verum esse, quod quidam putant, pignus propie rei mobilis constitui. " Se le da el nombre de pignus por su relación con el vocablo pugnum- por metonimia-, porque las cosas que se dan en prenda se entregan con la mano; por lo cual puede ser considerado cierto lo que opinan algunos, que la prenda se constituye sobre los bienes muebles". Este vocablo puede ser entendido de dos maneras. La primera puede ser, la referencia a la dote, que la mujer cuando se casaba, aportaba al matrimonio ad manus. Este vocablo pignus, indica que la dote se entregaba, con la idea de ser devuelta a su propietaria. El marido incluía la dote entre sus bienes y la administraba a voluntad. Sin embargo, a partir de los comienzos del Imperio,se establecieron garantías para la conservación de la dote. La lex Iulia de fundo dotale, capítulo de la lex de maritandis ordinibus, prohibe al marido enagenar o hipotecar los inmuebles dotales, sin el consentimiento de la mujer, con la lex Iulia de adulteriis et de fundo dotali cf. Tac. Ann. 11, 25. Toda la dote se

35 Cf. L. Hâkanson, Declamationes XIX maiores Quintiliano falso ascriptae, Leipzig 1982, p. 1,

nº1 y G. Lehnert, Declamationes maiores, Leipzig 1905, p.1, nº3. 36 Cf. S.v. pignus, A. Ernout/ A. Meillet, Dictionnaire Etymologique de la Language Latine,

Paris 1951, p.896

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recuperaba37 a la muerte del marido, como sería el caso de esta Declamatio; La otra interpretación, es ver aquí una figura estilística, la metonymia. En mi opinión, el vocablo pignus se ha de entender por metonímia, como "compromiso", el resultado de entregar las prendas (la dote) para las nupcias, es el compromiso matrimonial. El compromiso de unirse un hombre a una mujer, y el consorcio de toda una vida, y la comunicación del derecho divino y humano, sería ésta la definición de matrimonio que da Modestino en el Digesto: Nuptiae sunt coniunctio maris et feminae, et consortium omnis vitae, divini el humani iuris communicatio. (D. 23, 2, 1).

Sigo la definición que da el diccionario de Forcellini38 sobre el significado de este témino en sentido trasladado: Abstracte pignus dicitur quidquid facit ad continendum in officio, fidem alicujus rei faciendam, aut retinendam, aut obligandam.

Nemo inde coepit, quo incredibile est pervenisse. Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa: nam si facile est patrem filio occidere, facilius est uxori maritum. (Quint. Decl. 1, 6). Aquí el témino pignus, lo he traducido por “lazos de sangre”, tiene un sentido concreto, sigo en este caso la definición que da Fornicielli39: Concreto, uti ajunt, sensu pignora sunt:

- Filii et nepotes, quia conjugalis amoris et fidei vinculum. También hace referencia pignus a: -Item parentes, frates uxor, cognati. Es en este sentido, con el que utiliza la expresión corporum vinculis, que traduzco como “lazos de la unión conyugal”: Alius diceret maritum et uxorem, nisi liberis initiarentur, non fortissimis corporum vinculis inhaerere. (Quint. Decl. 1, 13).

El término domus aparece utilizado con sentidos diferentes según el contexto: En los siguientes ejemplos el término domus se entiende como “casa” como

“vivienda”. Quare igitur, iudices, non inprobe speraverim futurum, ut suspecta sint vobis

quae tam inconsiderate ficta sunt contra miseram caecitatem: primum quod spatium illud ingens domus, quod in medio fuit, ita digesto cruore satiatum est usque ad cubiculum miserrimi iuvenis, tamquam plane timuerit parricida, ne non deprehenderetur. (Quint. Decl. 1, 2).

Reliqua, iudices, nimium suspecta, inprobe adsimulata: spatiosissimus paries et longissimum domus latus habuit notas sanguinis, quas reliquisse videretur manus revertentis. (Quint. Decl. 1, 5).

Domus inter patrem filiumque media; quantum erroris, quantum morae! Spatium ingens et vix metiendum. (Quint. Decl. 1, 7).

(diu enim in secretam domus partem revertendum est). (Quint. Decl. 1, 11). Quam facili momento causae fata vertuntur, quod fecisse etiam is scelus

frequenter inventus est, qui obiciebat! "Sed causas," inquit, "parricidii iste habuit, quem iratus pater in secretam domus partem relegaverat." (Quint. Decl. 1, 14).

Si felicior" inquit "essem" pater, "ego tibi potius cederem domo tota. (Quint. Decl. 1, 15).

Aliquis odit filium caecum et hac tantum ultione contentus est, ut illi adsignet quietam et sepositam et meliorem domus partem? (Quint. Decl. 1, 16).

37 Cf. J. Guillén, Urbs Roma. Vida y costumbres de los romanos. I. La vida privada. Salamanca 1988, pp. 143-146. J. Declareuil, Roma y La organización del Derecho, Méjico 1958, p.85.

38 S. v. pignus. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, op. cit., p. 711. 39 S. v. pignus. E. Forcellini/ G. Furnaletto/ Fr. Corradini/ G. Perin, op. cit., p. 711

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Rogo, quod duos separat media domo, te integram, sanam, illum infelicem, caecum, contumeliae opportunum, iniuriae facilem, utrum filio irascatur an uxori. "Nolo," inquit, "iuvenis, utaris amoena domus parte, ne sic quae nitidioribus tectis elaborata sunt, pertineant ad oculos tuos. (Quint. Decl. 1, 16).

Te potius ille summovit, tuis invidiam fecit odiis, tibi dixit: "sufficiat, satis est, habeas maiorem domus partem. (Quint. Decl. 1, 16).

Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se abdicare non posse. (Quint. Decl. 1, 16).

Non ergo irascebatur pater, cum daret secretam domus partem. (Quint. Decl. 1, 16).

En los siguientes ejemplos Quintiliano juega con el término penates y el término domus para referirse a la casa, eso sí, el hecho que utilize el término penates lleva a pensar en una connotación religiosa, frente al témino domus que expresa la vivienda civil.

Dicitur caecus sine rectore, sine duce ex illa penatium parte secreta et paene ex alia domo per inane longum, per tot offensa limina, per excubantes servulos errasse cum ferro. (Quint. Decl. 1, 3).

En el siguiente ejemplo está puesto de manifiesto el contexto religioso, como muestro, al aparecer una líneas más abajo el término genius40.

Non venire debes a secreta domus parte, nec tota tibi penatium sacra peragenda sunt; tu non cogitas, quemadmodum suspensa manu sonantem blande cardinem flectas. Iaces secundum occasionem, et expeditum tibi in proximo facinus est. Non times, ne quis deprehendat. Ipsi quoque servuli longius quiescunt, et praestatur grande secretum genio loci, tibique ferire, cum velis, scire, an dormiat, licet, nox et ferrum et securus maritus, quid isto deli- catius scelere? Occisum esse miserum senem, cum tu volueris, scimus. (Quint. Decl. 1, 13).

En los siguientes ejemplos, el término domus hace referencia a la familia como una sociedad civil donde el paterfamilias era el ciudadano sui iuris, que no dependía más que de sí mismo, sin él no había domus ni familia, él sólo constituía la domus41.

El paterfamilias tiene una potestas que surge de su misma condición. Este poder se expresaba en un principio con la palabra manus. La necesidad de distinguir los derechos del estado, se concretó el uso del vocablo manus, para indicar su dominio sobre la mujer casada; con relación al hijo, se llamó patria potestas, sobre los esclavos dominica potestas, sobre las cosas dominium.

Hoc testamentum si vivente adhuc miserrimo sene notum esse in domo potuit, scitis, quis illi debuerit irasci. (Quint. Decl. 1, 2).

Certe numquam illum pater timuerat, numquam noverca obiecerat; palam positum est, sub oculis omnium tota domo notissimum ferrum.(Quint. Decl. 1, 3).

Volo nunc scire, quemadmodum dicat explicitum tam difficile facinus. Caecus parricidium cogitavit? Cum quo? Cuius se commisit oculis? Iturus per domum totam quem ducem elegit? (Quint. Decl. 1, 7).

En el siguiente ejemplo Quintiliano hila más fino al poner junto al término domus que en este contexto se refiere al paterfamilias y todo lo que está bajo su

40 El término genius, hace referencia, a la divinidad particular que podía tener una persona o un

lugar. Se entiende en este caso, como el "Genio" del lugar. S. v. Genius cf. M. J. García Garrido, op. cit., s. v. Genius. A. Blánquez, Diccionario Español-Latino, Barcelona 1975.

41 Cf. J. Guillén, op. cit., pp.114-115 y 118-119. A. Watson, Rome of the XII Tables. Persons and Property, New Jersey 1975, p. 9. J. Declareuil, op. cit., pp.70-74.

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potestad, pero al poner el adjetivo vacua y coordinarla a la expresión sine herede, toma el significado de “hogar sin hijos” .

Veneras quasi in vacuam domum et sine herede, exspectaveras, ut infelix iste iuvenis ab ipsis protinus nuptiarum tuarum expelleretur auspiciis, extorrem et inopem summoveret pater blando corruptus amplexu et ominosum calamitate corporis occurrere delicatis uxoris oculis vetaret. (Quint. Decl. 1, 13).

El término penates aparece utilizado en la Declamatio I en el sentido de domus: Quo loco dissimulare satis callide conatur invidiam suam: pater, qui filium

caecum in semota penatium parte seposuit, eripuit novercae oculis voluptatem. Namque ista cum invasisse vacuos penates videretur, cum patri filium caecum hoc esse crederet quod orbitatem, excogitavit indulgentissimus senex, quemadmodum hic miser patri suo in eadem domo esset, novercae in alia. (Quint. Decl. 1, 2).

El hecho de utilizar el vocablo penates, en el sentido de domus, en mi opinión, es, para hacer referencia a la familia, en el sentido abstracto de hogar, en el sentido de sociedad religiosa.

La familia tenía su culto y sus fiestas, sacra privata, el paterfamilias era el sacerdote y debe perpetuar los ritos. El culto se dirigía a los dioses Penates, al Lar domesticus, que se identificaba a veces con el fundador de la raza, y a los dioses Manes, las almas de los antepasados. Si con el vocablo Penates, hace referencia a la familia como sociedad religiosa, con el término domus, hace referencia a la familia como una sociedad civil, donde el paterfamilias, tenía toda la autoridad doméstica42. Paulo Festo define el vocablo. Penatis singulatier Labeo Antistius posse dici putat, quia pluratier Penates dicantur...Popularia sacra sunt, ut ait Labeo, quae omnes cives faciunt, nec certis familis adtributa sunt: Fornacalia, Parilia, Laralia, porca praecidania. "Labeón Antistio considera que se escribe en singular Penatis. En plural se escribe penates....Son sacrificios propios del pueblo, según dice Labeón, los que hacen todos los ciudadanos, y no sólo se atribuyen a ciertas familias: son los Fornacalia, Parilia, Laralia, porca praecidania. (P. F. s.v. penates p. 298).

El léxico que utiliza Quintiliano para referirse al joven ciego que ha sido acusado de parricidio es variado, cada término adquiere un matiz especial gracias al contexto donde lo utiliza, como he demostrado con los ejemplos anteriores y voy a seguir demostrando, Quintiliano es un maestro de la palabra y la utiliza con una precisión milimétrica.

Quiero comentar la precisión con que utiliza el vocablo iuvenis, en los siguientes ejemplos, con este vocablo se está refiriendo a la capacidad civil del hijo ciego. Los hijos de familia tenían capacidad política y civil a partir de una edad que, al parecer, durante mucho tiempo dependió de la apreciación del pater familias, y que correspondía a la edad de tomar las armas. Fijada en diecisiete años por la constitución serviana. Esa mayoría de edad se señalaba por el cambio de la toga pretexta por la toga viril, por la inscripción del nombre propio, símbolo de la personalidad del adulto, en los registros del censo, hasta ese momento figuraba en el número global de los alieni iuris, durante el Imperio se tendió a rebajar el límite de la mayoría de edad civil, los proculeyanos pusieron la mayoría de edad a los catorce. Presento un ejemplo de Gayo, que aunque es posterior a Quintiliano, recoge en su obra la actuación de la ley, ante un menor de edad. Nam infans et qui infanti proximus est non multum a furioso differt. (G. 3, 109). " Pues el niño y el adolescente, no difieren mucho de la situación jurídica, que

42 Cf. J. Guillén, op. cit., pp.114-115 y 118-119. A. Watson, op. cit., p. 9. J.Declareuil, op. cit.,

pp.70-74.

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tiene el que esá loco". Volviendo al texto de las Declamationes, en mi opinión, Quintiliano sitúa al hijo ciego, en la edad que ya tiene capacidad civil43.

El término iuvenis viene matizado en cada caso por otras expresiones. En el ejemplo primero que presento describe al iuvenis como inocentissimus.

Si iuvenis innocentissimus, iudices, uti vellet ambitu tristissimae calamitatis, poterat allegare vobis amissam cum oculis cogitationum omnium temeritatem. (Quint. Decl. 1, 1).

En el siguiente ejemplo sigue el principio de Catón vir bonus peritus dicendi.Así lo expresa Quintiliano: Sit ergo nobis orator quem constituimus is qui a M. Catone finitur vir bonus dicendi peritus, verum, id quod et ille posuit prius et ipsa natura potius ac maius est, utique vir bonus: id non eo tantum quod, si vis illa dicendi malitiam instruxerit, nihil sit publicis privatisque rebus perniciosius eloquentia, nosque ipsi, qui pro virili parte conferre aliquid ad facultatem dicendi conati sumus, pessime mereamur de rebus humanis si latroni comparamus haec arma, non militi. (Quint. Inst. XII, 1, 1).

Es obvio que el abogado defensor se ponga del lado de un hombre que es honrado y honesto, de ahí que presente las mores de un joven pudoroso y respetuoso en su vida.

Aestimate iuvenem his moribus, quibus videntem aestimaretis: vita, pudore, pietate. Quae si omnia sibi, ut erant promissa, constiterint, nullo terrebitur crimine. (Quint. Decl. 1, 1).

El término mos44 en este ejemplo viene determinado por términos como pudor y pietas. Mos hace referencia a la manera de comportarse tanto físicamente como moralmente, determinada no por la ley sino por la costumbre. Designa la costumbre, Paulo Festo la define: mos est institutum patrium; id est memoria veterum pertinens maxime ad religiones caerimoniasque antiquorum. (S.v. Mos. P.F. 147, 3).

Sobre las mores también habla Quintiliano, en este caso nombra a Cicerón como el único que se ocupa de lo que ha de hacer uso el perfecto orador, sin embargo se presenta a sí mismo como el que se ocupa tanto de las mores como de los officia del orador:

Vnum modo in illa inmensa vastitate cernere videmur M. tullium, qui tamen ipse, quamvis tanta atque ita instructa nave hoc mare ingressus, contrahit vela inhibetque remos et de ipso demum genere dicendi quo sit usurus perfectus orator satis habet dicere. At nostra temeritas etiam mores ei conabitur dare et adsignabit officia. Ita nec antecedentem consequi possumus et longius eundum est ut res feret. Probabilis tamen cupiditas honestorum, et velut tutioris audentiae est temptare quibus paratior venia est. (Quint. Inst. XII, Proem. 4).

Describe al orador ideal como aquel que es perfecto en su vida moral como en sus costumbres: An ei qui ad defendendas causas advocatur non est opus fide quam neque cupiditas corrumpat nec gratia avertat nec metus frangat: sed proditorem transfugam praevaricatorem donabimus oratoris illo sacro nomine? Quod si mediocribus etiam patronis convenit haec quae vulgo dicitur bonitas, cur non orator ille, qui nondum fuit sed potest esse, tam sit moribus quam dicendi virtute perfectus? (Quint. Inst. XII, 1, 24).

43 Sobre este mismo tema cf. el diccionario O.L.D. S. v. iuvenis, considera como hombre joven,

al adulto que no pase de los 45 años. Cf. J. Guillén: op. cit., p. 185. Sobre este mismo tema cf. J. Declareuil, op. cit., p. 92.

44 Cf. S.v. Mos, pudor, pius. A. Ernout / A. Meillet, op. cit., pp. 738, 903, 960.

14

El término pudor es definido por Paulo Festo y por Isidoro. Antiqui putum pro puro dicebant, unde deducuntur pudor et pudicus. (S.v. Pudor. P.F. 23, 11). Inpudens, eo quod ab eo pudor et puditicia procul est. (Isd. 10, 148).

Sobre el pudor habla Quintiliano en la Institutio XII: En el siguiente ejemplo identifica la ausencia de pudor con los hombres malos: Sed etiam si quando aliquo ductus officio (quod accidere, ut mox docebimus,

potest) falso haec adfirmare conabitur, maiore cum fide necesse est audiatur. At malis hominibus ex contemptu opinionis et ignorantia recti nonnumquam excidit ipsa simulatio: inde inmodeste proponunt, sine pudore adfirmant.(Quint. Inst. XII, 1, 12).

El término pietas es un derivado de pius, en sentido religiosos y profano, es quien lleva a cabo sus deberes respecto a los dioses, respecto a sus padres...ect. Pius Aeneas que queda descrito en Ovidio en las Heroidas: Diva parens seniorque pater, pia sarcina nati, spem mihi mansuri rite dedere viri. (Ov. Ep. 7, 107).

Quintiliano en el ejemplo que presento ahora de la Institutio XII, nombra a Virgilio, acerca de cómo parece que presentó a un hombre tal a quien muestra como pacificador en la rebelión del pueblo que ya arrojaba teas y piedras: entonces si por casualidad aparece un hombre respetado por su pietas y por sus méritos, callan y con los oídos atentos se paran. Así Quintiliano tras presentar los versos 151-152 del libro I de la Eneida dice de Eneas que es un hombre bueno y ademáss que sabe hablar.

An non talem quendam videtur finxisse Vergilius, quem in seditione vulgi iam faces et saxa iaculantis moderatorem dedit: "tum pietate gravem ac meritis si forte virum quem conspexere, silent arrectisque auribus adstant"? Habemus igitur ante omnia virum bonum: post hoc adiciet dicendi peritum: "ille regit dictis animos et pectora mulcet". (Quint. Inst. XII, 1, 27).

Sigue hablando de la importancia de la pietas a la hora de actuar en los momentos difíciles de la batalla, movida en este caso por la acción del orador, que Quintiliano quiere formar: Quid? non in bellis quoque idem ille vir quem instituimus, si sit ad proelium miles cohortandus, ex mediis sapientiae praeceptis orationem trahet? Nam quo modo pugnam ineuntibus tot simul metus laboris, dolorum, postremo mortis ipsius exciderint nisi in eorum locum pietas et fortitudo et honesti praesens imago successerit? (Quint. Inst. XII, 1, 28).

Sigue en el discurso hablando de lo difícil que es defender las leyes más severas, si en el proceso se defiende a un padre,a un hermano o amigo que se hallan en peligro, ya que la vacilación es grande si se interpone la pietas frente a la iustitia.

Nec hoc dico (quia severiores sequi placet leges) pro patre, fratre, amico periclitantibus, tametsi non mediocris haesitatio est hinc iustitiae proposita imagine, inde pietatis. Nihil dubii relinquamus. Sit aliquis insidiatus tyranno atque ob id reus: utrumne salvum eum nolet is qui a nobis finitur orator? An, si tuendum susceperit, non tam falsis defendet quam qui apud iudices malam causam tuetur? (Quint. Inst. XII, 1, 40).

Presenta al orador que no sólo debe de hablar de la pietas, es más debe practicarla: An de iustitia fortitudine abstinentia temperantia pietate non plurima dicet orator? Sed ille vir bonus, qui haec non vocibus tantum sibi nota atque nominibus aurium tenus in usum linguae perceperit, sed qui virtutes ipsas mente complexus ita sentiet, nec in cogitando laborabit sed quod sciet vere dicet. (Quint. Inst. XII, 2, 17).

La descripción de la actitud del muchacho se opone unas líneas más abajo con la actitud de la noverca. Quintiliano muestra las dos caras de la moneda, utiliza los términos en espejo. Cf. sceleratissima.

Ahora presenta al joven como miserrimus.

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Primum quod spatium illud ingens domus, quod in medio fuit, ita digesto cruore satiatum est usque ad cubiculum miserrimi iuvenis, tamquam plane timuerit parricida, ne non deprehenderetur. (Quint. Decl. 1, 2).

En el siguiente ejemplo asocia al término iuvenis el término heres. Quintiliano muy acertadamente emplea el término sui heres, con esta expresión, hace referencia al derecho de los heredes45 sui, es decir, a las personas colocadas, en el día de su muerte, bajo la patria potestad o la manus, del paterfamilias, resultaba de la copropiedad existente entre ellos: morte patris continuatur dominium (T. 5, 4.).

Se les llama suyos sui, porque eran dueños heri, del patrimonio y necesarios necessarii, porque no tenían que aceptar ni rechazar los bienes, que eran ya suyos y cuyas cargas no podían repudiar. Sigo al jurista Gayo, que aunque es posterior a Quintiliano, recoge e su obra esta idea. Necessarii vero dicuntur quia omni modo, sive velint, sive nolint, tam ab intestato quam ex testamento heredes fiunt. (G. 2, 157). "Se considera, realmente que son necessarii, porque quieran o no quieran, de todos modos, con testamento o sin testamento, se ven obligados a heredar".

La institución del heredero llevaba consigo, en un principio, la transmisión de todos los derechos patrimoniales, familiares, políticos y religiosos. Las viejas formas testamentarias no contienen otra cosa que instituciones de herederos, ya que ellas habían originado el afán por el linaje y por los cultos domésticos. Sed olim quidem licebat totum patrimonium legatis atque libertatibus erogare nec quicquam heredi .

relinquere praeterquam inane nomen heredis. (G. 2, 224). " En otro tiempo convenía ditribuir todo el patrimonio a los ayudantes y libertos y no dejar nada al heredero, excepto el nombre al heredero, que se queda sin posesiones

Nos vero istud, si crimen putatis, agnoscimus: iuvenis hic patris sui heres solus est. (Quint. Decl. 1, 2).

El siguiente ejemplo sigue relacionando al joven con la herencia al emplear el término suprema sua.

Neque ego gravissimum patrem suprema sua iuveni iactasse crediderim. (Quint. Decl. 1, 2).

Aquí quiere presentar el abogado defensor al joven como si viera, aunque realmente en lo que insiste es que es ciego y lo hace patente. La figura recibe el nombre de praeteritio46

Et primum sic agam tamquam iuvenis habeat oculos, tamquam impetus eius nulla corporis debilitate frangantur. (Quint. Decl. 1, 6).

Es obvio que se le asocie el término parricida ya que al tiene edad civil y estamos en la defensa del joven acusado de parricidio

Hoc loco quaeram necesse est, quae ratio fuerit, ut iuvenis ad parricidium suo potissimum gladio uteretur. (Quint. Decl. 1, 6).

Esta siguiente expresión sigue en el mismo ámbito de situar al iuvenis como un parricida.

Interrogare nunc volo, quae iuveni causa fuerit, ut reliquerit gladium. (Quint. Decl. 1, 11).

El abogado vuelve a redundar en las cualidades morales y físicas del iuvenis, lo presenta como infelix, extorris, inops, ominosus calamitate corporis.

Veneras quasi in vacuam domum et sine herede, exspectaveras, ut infelix iste iuvenis ab ipsis protinus nuptiarum tuarum expelleretur auspiciis, extorrem et inopem

45 ". Cf. J. Declareuil, op. cit., pp. 87 y 212, 214. Sobre este mismo tema cf. A. Watson, op. cit.,

p. 66-70. 46 Cf. H. Lausberg, Manual de Retórica Literaria, Madrid 1966, Vol. II, p. 276.

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summoveret pater blando corruptus amplexu et ominosum calamitate corporis occurrere delicatis uxoris oculis vetaret. (Quint. Decl. 1, 13).

En los dos próximos ejemplos el término iuvenis se usa como equivalente de filius.

Iratus igitur senex tenet iuvenem suum velut interiore conplexu et a limine obstat? (Quint. Decl. 1, 16).

Nolo," inquit, "iuvenis, utaris amoena domus parte, ne sic quae nitidioribus tectis elaborata sunt, pertineant ad oculos tuos." (Quint. Decl. 1, 16).

De nuevo utiliza el vocablo iuvenis asociado a los adjetivos caecus y miser, alterna una cualidad física del joven con una moral, formas que en otros anteriores ejemplos ya había utilizado.

At hic vero iuvenis, qui, si fortunae suae mala cum praeteritis comparet, caecus coepit esse nunc primum, quid non miser in hoc sene perdidit! (Quint. Decl. 1, 17).

El término adulescens lo utiliza en el mismo sentido, de ahí es obvio que se

quiere insistir en la capacidad civil del muchacho a todos los efectos: Gratulor tibi, adulescens. (Quint. Decl. 1, 5). Quid ais, adulescens? (Quint. Decl. 1, 10). Venio nunc ad vestigia parietis cruentati, quibus te satis abundeque pressimus,

dum adulescentem defendimus. (Quint. Decl. 1, 15). Los dos ejemplos que muestro a continuación asocian al joven con el arma del

crimen, haciendo que situemos al joven en el escenario del asesinato, en este contexto se le denomina al joven parricida.

Tum <in> caede, in qua nemo utitur suo ferro, nisi <aufert, nemo relinquit nisi> alienum, gladius adulescentis, ne argumentum deesset novercae, relictus. (Quint. Decl. 1, 2).

Habuerat adulescens gladium in cubiculo suo semper, sive antequam in hanc fortunam incideret, paratum, sive quia caecitatis miserae solacium est habere rem videntium. (Quint. Decl. 1, 3).

Los tres ejemplos siguientes asocian al muchacho con el adjetivo miserrimus: Causam igitur miserrimi adulescentis sic apud vos agere proposui, ut primum

ipsum defendam, quasi reus tantum sit, deinde cum esse securus de huius innocentia coepero, tunc ingrediar novercae accusationem. (Quint. Decl. 1, 5).

Tuitus sum adulescentis miserrimi causam. (Quint. Decl. 1, 13). Quid tibi nunc, miserrime adulescens, hereditas prodest, quam tantum audis?

(Quint. Decl. 1, 17). Con el término filius nos sitúa en el plano de la relación de lazos de sangre que

existe entre un padre y un hijo, con todo lo que conlleva, es decir,las obligaciones que comporta tanto ser padre como ser hijo.

El hijo es una persona alieni iuris, nacido de iustae nuptiae y sometido a la potestas del paterfamilias, salvo que muera o lo emancipe. No puede tener propiedades y debe obtener el consentimiento del padre para unirse en matrimonio, salvo en el derecho justinianeo47:

Nam quod invisum fuisse filium patri iactat, crimen novercae erat, si confiteremur; idque probari ex hoc putat, quod secretum non filius accepit a patre, sed caecitas. (Quint. Decl. 1, 2).

47 S.v. Filius familias. M. J. García Garrido, Diccionario de La Jurisprudencia Romana, Madrid 1993 p. 139

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Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa: nam si facile est patrem filio occidere, facilius est uxori maritum. ( Quint. Decl. 1, 6).

Domus inter patrem filiumque media. ( Quint. Decl. 1, 7). Miserrimus est maritus, quisquis inducit filio novercam, quod uxori non videtur

posse utrumque amare. ( Quint. Decl. 1, 13). Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se

abdicare non posse. ( Quint. Decl. 1, 16). En los cuatro ejemplos siguientes el abogado insiste en la idea de la ceguera del

hijo, al utilizar el adjetivo caecus. Quo loco dissimulare satis callide conatur invidiam suam: pater, qui filium

caecum in semota penatium parte seposuit, eripuit novercae oculis voluptatem. (Quint. Decl. 1, 2).

Namque ista cum invasisse vacuos penates videretur, cum patri filium caecum hoc esse crederet quod orbitatem, excogitavit indulgentissimus senex, quemadmodum hic miser patri suo in eadem domo esset, novercae in alia: accepit secretum quod erat petiturus. ( Quint. Decl. 1, 2).

Caecus filius optat superstitem patrem. ( Quint. Decl. 1, 6). Aliquis odit filium caecum et hac tantum ultione contentus est, ut illi adsignet

quietam et sepositam et meliorem domus partem? ( Quint. Decl. 1, 16). En el siguiente ejemplo no sólo habla de su ceguera, de un rasgo físico sino

también moral al utilizar el adjetivo miser: Rogo, quod duos separat media domo, te integram, sanam, illum infelicem,

caecum, contumeliae opportunum, iniuriae facilem, utrum filio irascatur an uxori. ( Quint. Decl. 1, 16).

El témino filius lo asocia al término heres, ya anteriormente lo ha asociado al término iuvenis . Realmente ambos términos filius y iuvenis se refieren al derecho de heredar que tenía la descendencia, hecho que el abogado defensor deja claro con la expresión que posteriormente dice: iuvenis hic patris sui heres solus est. (Quint. Decl. 1, 2).

Ut heredem filium scriberet, non est res quae inputetur. ( Quint. Decl. 1, 2). Filius scriptus non timet paenitentiam testamenti. omnium bonorum heres

relictus est: non ergo irascebatur pater, cum daret secretam domus partem. ( Quint. Decl. 1, 16).

El término privignus nos sitúa en la esfera de la relación del muchacho con su madrastra, es obvio que aparezca el término privignus en el contexto donde aparece el término noverca son las dos caras de la moneda. El escenario donde aparece este témino es el del asesinato, donde en la descripción de los hechos por parte del abogado defensor, expone la actuación de la noverca para inculpar al privignus. No debemos olvidar el argumento inicial, que aunque fue añadido posteriormente por Lorenzo Valla, aclara la situación: [Quidam, cui erat filius caecus, quem heredem instituerat, induxit illi novercam iuvenemque in secreta domus parte seposuit. Is noctu, dum in cubiculo cum uxore iaceret, occisus est inventusque postero die habens gladium filii defixum in vulnere, pariete ab ipsius ad filii cubiculum vestigiis palmae cruentato. Accusant se invicem caecus et noverca.]

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Paulo Festo define este término como el hijo del primer matrimonio, además habla de la etimología del término: privignus dictus, quod, ante quam mater secundo nuberet, est progenitus. Pri enim antiqui prae prae dixerunt. (S.v. prignus. P. F.).

Los ejemplos que presento a continuación confirman lo expuesto: Sive igitur aliquis ex servulis corruptus est, praesertim [e] tam facili occasione,

sive ipsi novercae non defuit audacia ad ferendum, quod facere poterat etiam praesente privigno, utique (quod dubitari non potest, quod facit certum sceleris auctorem) mavult in caede alieno uti quam suo gladio quisquis illum relicturus est. ( Quint. Decl. 1, 3).

Omnia privignus illa nocte fecisse dicitur ad votum novercae: gladium in vulnere reliquisse, quem suum negare non posset, deinde per totum parietem quid aliud inscripsisse quam se parricidam? (Quint. Decl. 1, 5).

Ad latus tuum fata hominis peraguntur; tu iaces, tamquam te privignus occiderit priorem. ( Quint. Decl. 1, 9).

Sed quam manifesta est conscientia, quae te ad hanc conpellit necessitatem, ut, cum occisum a privigno tuo patrem videri velis, cogaris dicere nihil sensisse! Sufficit, vicimus, innocentes sumus! (Quint. Decl. 1, 9).

El siguiente ejemplo ha sido motivo de comentario: Hoc paulo ante privigno defendendum non fuit. (Quint. Decl. 1, 13).

Hay varios aspectos que comentar. En primer lugar la expresión paulo ante, hace referencia al párrafo 7, en donde se hace referencia a las dificultades, que habría encontrado el niño ciego, si hubiera asesinado a su padre en la habitación48. Respecto a la expresión Hoc...non fuit, lleva a pensar que el abogado, tendría la intención de retractarse, de lo que dijo en el párrafo 7, pero no es así, como luego el abogado demuetra en el párrafo 15. Vuelve a apoyarse en el motivo de defensa de su defendido: te (novercam)satis abundeque pressimus dum adulescentem defendimus. Siguiendo a W. S. Watt, la conjunción dum, lleva a pensar que se debe leer: <in> privigno defendo. Este hecho atestigua que no se debe leer: non fuit. Este autor propone que incluso si aceptamos la negación, debería ser esta oración una interrogativa, claro está que sería retórica, equivaliendo a una afirmación. D. R. Shackleton Bailey49 piensa que el texto está corrupto. Propone la siguiente lectura: privigno defendo [non] fuit, "fue alegado en la defensa de su hijastro”. En mi opinión, no es necesario ver aquí un texto corrupto. El abogado utiliza aquí una figura retórica, la ironía50. La ironía utiliza la escala léxica de valores de su adversario, haciendo ver su falsedad mediante el contexto lingüístico o situacional. Quintiliano define la ironía como figura de dicción: ...ironia est: illusionem vocant illusionem.(Quint. Inst. 8.6.54). " A la ironía la llaman illusio". Como figura de pensamiento recibe el nombre, en este caso de simulatio, se refiere al fingimiento positivo de una opinión propia que coincide con la opinión de la parte contraria. Quintiliano define el vocablo simulatio como figura de pensamiento: simulatio est certam opinionem animi sui imitantis.(Quint. Inst. 6.3.85)." Tiene lugar la simulatio, cuando uno dice una cosa como cierta según la opinión de la parte contraria".

El término homo con el que designa al ciego, es un sustantivo general,

Quintiliano admite que también ciertos términos se derivan de sus contrarios, como homo de humus, también habla de otros vocablos que se derivan de sus contrarios como lucus, ludus, Ditis y verba: etiamne a contrariis aliqua sinemus trahi, ut "lucus" quia

48 Cf. W. S. Watt, " Notes on Pseudo-Quintilian's Minor Declamations", Illinois classical studies,

Nº 9, 1984, pp. 53-78. 49 Cf. D. R. Shackleton Bailey, "More on Pseudo-quintilian´s Longer Declamations", Harvard

Studies in Classical Philologyy, Nº 80, 1976, pp. 187-217. 50 H. Lausberg, Manual de Retórica Literaria, Madrid 1966, Vol. II, p. 85.

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umbra opacus parum luceat, et "ludus" quia sit longissime a lusu, et "Ditis" quia minime dives? Etiamne "hominem" appellari quia sit humo natus (quasi vero non omnibus animalibus eadem origo, aut illi primi mortales ante nomen imposuerint terrae quam sibi), et "verba" ab aere verberato? (Quint. Inst. 1, 6, 34).

Además en este contexto se opone a mulier, a femina, es obvio que Quintilano era consciente del significado que adquieren los términos en el contexto.

Innocentia per gradus certos ab homine discedit (Quint. Decl. 1, 6). Ille, qui erat in cubiculo suo solus, secum, opinor, secum deliberat, sufficit: sibi:

cum homine expeditissimo loquitur. (Quint. Decl. 1, 7). Cogitate, iudices, ante omnia non esse incallidum hominem neque consilii

iacentis, qui caecus explicare conetur facinus etiam oculis difficile. (Quint. Decl. 1, 11).

En los siguientes ejemplos sigue en la línea de la defensa del abogado respecto a los actos de la noverca.

Ita privignus te reliquit, qui deprehendi non timebat? (Quint. Decl. 1, 9). "Sed paries usque ad cubiculum privigni vestigio manus cruentatus est." (Quint.

Decl. 1, 11). "Quomodo tamen," inquit, "gladius pervenit in meam potestatem, qui privigni

fuit?" (Quint. Decl. 1, 14). Nunc enim tu innocens, quia privigni gladius in vulnere, quia paries cruentatus;

hoc sufficere utrumque iudicio putabas. Quam facili momento causae fata vertuntur, quod fecisse etiam is scelus frequenter inventus est, qui obiciebat! (Quint. Decl. 1, 14).

[Mulierum] illa forsitan ignominia felicioris videretur esse privigni. (Quint. Decl. 1, 14).

El término heres51 hace referencia a la situación ahora del muchacho como dominus, entendido como dueño52. La consecuencia de heredar es la de adquirir las posesiones del padre.

La ley de las XII tablas establece la sucesión testamentaria. Entre las diferentes leyes que tratan la herencia (T.II, 1.b. T. V, 6, 7.a, 7. b, 7. c, 8, 9, 10.) eligo -por ser la que se adecúa más al texto de Quintiliano-la Tabula V, 3. UTI LEGASSIT SUPER PECUNIA TUTELAVE SUAE REI, ITA IUS ESTO.... "Que el testamento se haga conforme a lo establecido en el derecho, de modo que tenga lugar la sucesión testamentaria, acerca de su dinero o de tutela de su familia".

Iuvenis hic patris sui heres solus est. (Quint. Decl. 1, 2). Ut heredem filium scriberet, non est res quae inputetur. (Quint. Decl. 1, 2). Transit ad aliud genus defensionis: sibi causam caedis non fuisse, cum hic heres

inventus sit omnium bonorum. (Quint. Decl. 1, 16).

51 Sobre la sucesión testamentaria cf: M. J. García Garrido, Derecho Privado Romano, Madrid

1984 pp. 539-545. Este autor habla del testamento: concepto y características. Trata las formas más antiguas: el testamento ante los comicios curiados, (Testamentum calatiis comitiis), ante el ejército (Testamentum in pro cintu)y testamento por el bronce y la balanza( Testamentum per aes et libram). Desaparecidas las dos formas más antiguas, las dos primeras, que respondían a las necesidades de una comunidad reducida, sólo perdura en época clásica el testamento por el bronce y la balanza. Sobre el mismo tema cf. A. Watson, op. cit., pp. 61-66.

52 Este término aparece en la siguiente expresión: caecitas domini (Quint. Declam. Maior. 1, 8, 3). He querido traducir el vocablo domini, por "dueño", que es el témino al que evoluciona, en las lenguas romances. Donde la /n/+/i/=ñ, el fenómeno fonético se denomina palatización. cf. R. Lapesa, Historia de La Lengua Española, Madrid 1988 p.79.

20

Quis enim alius esse debe<b>at, ut huic properandum fuerit ad hereditatem? (Quint. Decl. 1, 16).

Omnium bonorum heres relictus est. (Quint. Decl. 1, 16). Si scivit se esse heredem, amare patrem debuit; si ignoravit, non habuit, quod

speraret ex patris morte. (Quint. Decl. 1, 16). El vocablo parricida hace referencia a la acusación de la noverca. Estamos

ahora ante un término legal que implica un castigo. El parricidio se entiende como muerte violenta de un paterfamilias, fue

considerado un delito público. La ley Pompeya de los parricidios dispuso que se castigara con la misma pena que la ley Cornelia53. Las leyes regias consideran parricida a todo condenado por matar: si qui hominem liberum dolo sciens morti duit, parricidas esto. Cf. P. F. S. v. parricida.

Primum quod spatium illud ingens domus, quod in medio fuit, ita digesto cruore satiatum est usque ad cubiculum miserrimi iuvenis, tamquam plane timuerit parricida, ne non deprehenderetur. (Quint. Decl. 1, 2).

Gladium in vulnere reliquisse, quem suum negare non posset, deinde per totum parietem quid aliud inscripsisse quam se parricidam? (Quint. Decl. 1, 5).

Interrogabo, quid ante perdite, quid flagitiose, quid impie fecerit, per quae se parricidam scelera promiserit. (Quint. Decl. 1, 6).

Praeter animum nil virium habet parricidae primus ictus. (Quint. Decl. 1, 10). Scilicet noluit novercam suam infamari, abstulit sibi omnem defensionem et se

parricidam confessus est. (Quint. Decl. 1, 11). El término percussor no sólo sirve para nombrar al joven asesino del padre, pues

para dejar patente esta acción ha utilizado el sustantivo parricida, indica algo más que asesino, muestra la manera de matar de ese posible asesino.

La etimología de la palabra ayuda a perfilar el significado de este término: [percutio+-tor], percutio[per+quatio]. Cf. O.L.D.

Este uso del término general por el concreto viene a sumarse al modus operandi de Quintiliano, que habla por boca del abogado defensor. A lo largo del discurso vamos a ver cómo utiliza un término general para referirse a un personaje, luego utiliza términos concretos. Por ejemplo utiliza el término iuvenis que es un término general pero también utiliza el término filius. Aquí utiliza el término concreto parricida y el término abstracto percussor para referirse al asesino del padre. Posteriormente veremos otros ejemplos respecto al léxico que utiliza para la mujer y para el padre.

El contexto léxico ayuda a expresar la acción que indica el sustantivo percussor, que es la de matar o herir a golpes. La etimología de la palabra lo deja claro [percutio+-tor], percutio[per+quatio]. Cf. O.L.D.

Quintiliano insiste en la mayoría de los ejemplos que presento en la ceguera del supuesto asesino al emplear el término caecus o expresiones semejantes que llevan a pensar en la ceguera del muchacho.

Dormiens senex, quem caecus percussor quaereret, excitatus ante esset quam inveniretur (Quint. Decl. 1, 4).

Caeci percussoris una securitas fuerat saepius ferire. (Quint. Decl. 1, 4). Negat praeterea quicquam se ex his noverca sensisse, cum iuxta iaceret, nec

explicat, unde illud acciderit maximae signum trepidationis, si et pater uno ictu peri[er]it neque ista vigilabat: numquam gladium reliquit percussor securus. (Quint. Decl. 1, 4).

53 S.v. parricidium. M. J. García Garrido, Diccionario de La Jurisprudencia Romana, Madrid 1993 p. 270.

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Nam si alienum et ignotum in vulnere patris gladium reliquisset, potuerat de percussore dubitari. (Quint. Decl. 1, 8).

Dono illud: dum a suo limine egreditur, dum illos quos accepit a patre, servulos fallit, ecce cubiculum senis invenit aliquando, ecce paries ille defecit et percussoris manus subito destituit, cessere fores sine strepitu. (Quint. Decl. 1, 9).

Saepius uti necesse habeo argumento caecitatis, et hoc etiam loco, quo de illo vulnere disputandum est. <si> mehercule percussor intrasset, qui videret, qui lumen prae se tulisset, non tamen tam feliciter librasset ictum, quem, etiamsi nullae fallerent tenebrae, metus et conscientia incertum magni sceleris tremore fecissent. (Quint. Decl. 1, 10).

Ille percussor non timuit uxorem? (Quint. Decl. 1, 13). El término dominus hace referencia a la nueva situación del muchacho, pues

como es el heres, ahora es el dueño de toda la domus. En el contexto de la jurisprudencia es el dueño o propietario. La facultad o poder como dominus, o propietario de las cosas recibe el nombre de dominium54.

En estos ejemplos traduzco el término dominus como dueño, término que quedará así en Romance.

Vuelvo a insistir en la duplicidad de los términos que utiliza, es decir, si utiliza el término filius es poque aparece en el contexto léxico el término pater. El término privignus porque aparece el vocablo noverca. Si ahora es dominus es porque ha aparecido anteriormente el término heres, ya que es una consecuencia de ser heres el adquirir las propiedades y el tener la facultad como dominus del dominium.

El término opuesto de dominus55 es: servus, ancilla, familia, es evidente esta oposición en el siguiente ejemplo de la declamatio I: Vivebat illi magna pietas, aderant, quodcumque iusserat, de facie patris oculi; non inludere infelicibus tenebris contumaces servuli poterant, nec, quod extremum contumeliarum genus est, ut dominum ageret, rogabant, nunc quanta, di boni, ludibria sunt ineunda! (Quint. Decl. 1, 17).

Isidoro lo define así: Dominus per derivationem dictus, quod domui praesit. (Isid. 10, 65). Es en este sentido como lo utiliza Quintiliano el siguiente ejemplo:

Pependit in cubiculo tamquam testis conscientiae meae, palam, in medio, neglegenter, sic ut subtrahi posset. Non illum conscientia trepida velavit; tam notus in cubiculo fuit quam caecitas domini. (Quint. Decl. 1, 8).

Paso a tratar el léxico que rodea a la esposa del anciano asesinado y madrastra

del muchacho ciego: El primer término que nombro es uxor, con esta designación se hace referencia

a la situación jurídica de la mujer. En la mayoría de los ejemplos aparece el término maritus. donde volvemos a hacer hincapié en la utilización de los términos dobles.

Deinde sceleri nox potissimum electa, quo tempore inveniri maritus sine uxore non posset. (Quint. Decl. 1, 2).

Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa: nam si facile est patrem filio occidere, facilius est uxori maritum. (Quint. Decl. 1, 6).

Alius diceret maritum et uxorem, nisi liberis initiarentur, non fortissimis corporum vinculis inhaerere. (Quint. Decl. 1, 13).

54 Cf. S.v. Dominium, Dominus. M. J. García Garrido, Diccionario de La Jurisprudencia

Romana, Madrid 1993, p. 107. 55 Cf. S.v. Domus A. Ernout/ A. Meillet,op. cit., p. 327.

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Veneras quasi in vacuam domum et sine herede, exspectaveras, ut infelix iste iuvenis ab ipsis protinus nuptiarum tuarum expelleretur auspiciis, extorrem et inopem summoveret pater blando corruptus amplexu et ominosum calamitate corporis occurrere delicatis uxoris oculis vetaret. (Quint. Decl. 1, 13).

Miserrimus est maritus, quisquis inducit filio novercam, quod uxori non videtur posse utrumque amare. (Quint. Decl. 1, 13).

ille percussor non timuit uxorem? (Quint. Decl. 1, 13). Quem quaeram ubi relinquitur maritus ab uxore innocens~ noctem autem ad

scelus quis elegit? (Quint. Decl. 1, 13). Quam blando ille seposuit miserum suum, quam diligenter uxoris gaudentis

exclusit oculos, quam multo caecum pudore donavit! (Quint. Decl. 1, 15). Rogo, quod duos separat media domo, te integram, sanam, illum infelicem,

caecum, contumeliae opportunum, iniuriae facilem, utrum filio irascatur an uxori. (Quint. Decl. 1, 16).

En este ejemplo juega con los términos noverca y uxor. Cuando se refiere a su relación con el hijo emplea el término noverca, cuando se refiere a su relación con el padre emplea el término uxor.

Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se abdicare non posse. (Quint. Decl. 1, 16).

El siguiente nombre que voy a comentar lo define Paulo Festo: Noverca dicitur, quam quis liberis sublatis novam uxore ducit arcendae familiae gratia. S. v. Noverca. P. F. "Se le da el nombre de noverca a la nueva madre, para algunos niños, una vez que han sido adoptados, con motivo de formar una familia, con la que se casa (el padre).

Es obvio que este término lo emplea en el contexto donde aparece el término filius, como muestro en los ejemplos siguientes.

En los dos ejemplos siguientes Quintiliano muestra un dominio de la ley, él mismo dice considera necesario el conocimiento del Derecho Civil, de las costumbres y de los ritos religiosos de su Estado. Ya que debe aconsejar en las deliberaciones públicas y privadas y debe ser abogado en causas judiciales. Iuris quoque civilis necessaria huic viro scientia est et morum ac religionum eius rei publicae quam capesset. Nam qualis esse suasor in consiliis publicis privatisve poterit tot rerum quibus praecipue civitas continetur ignarus? Quo autem modo patronum se causarum non falso dixerit qui quod est in causis potentissimum sit ab altero petiturus, paene non dissimilis iis qui poetarum scripta pronuntiant? Nam quodam modo mandata perferet, et ea quae sibi a iudice credi postulaturus est aliena fide dicet, et ipse litigantium auxiliator egebit auxilio. Quod ut fieri nonnumquam minore incommodo possit cum domi praecepta et composita et sicut cetera quae in causa sunt in discendo cognita ad iudicem perfert: quid fiet in iis quaestionibus quae subito inter ipsas actiones nasci solent? Non deformiter respectet et inter subsellia minores advocatos interroget? (Quint. Inst. XII, 3, 1).

Sin embargo algunos oradores se centraron sólo en el estudio del derecho y perdieron su capacidad como oradores. Quod si plerique desperata facultate agendi ad discendum ius declinaverunt, quam id scire facile est oratori quod discunt qui sua quoque confessione oratores esse non possunt! Verum et M. Cato cum in dicendo praestantissimus, tum iuris idem fuit peritissimus, et Scaevolae Servioque sulpicio concessa est etiam facundiae virtus. (Quint. Inst. XII, 3, 9).

El abogado defensor, presenta la posibilidad de que la madrastra acusara al hijastro, por el asesinato de su padre. Este crimen sería perseguible por la lex Pompeia de parricidiis, del 55 a.c., tal como quedó estabilizada en la época de Augusto y su

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sucesivo desarrollo56. En el texto de la lex Pompeia, se hace sólo mención del venenum, sin embargo R. Lambertini, apunta la posibilidad de la tentativa del parricidio a mano armada, (cum telo) incluso el incendio preparado, para tal fin57 (incendium dolo malo).

En el caso de la acusación del hijo hacia la madrastra, se castiga la muerte de los ascendentes y descendientes, en el ámbito de la lex Cornelia de sicariis et veneficiis. Esta ley emanada del dictador L. Cornelius Sila, del 81 a.c., tiende a reprimir el homicidio, además de otros hechos criminales contenidos en su núcleo originario, incorpora otros tipos criminales que se han de perseguir en virtud de la legislación imperial y senadoconsultos; incluso contendrían algunas disposiciones relativas a ciertas injurias58.

El jurista Papiniano (D. 48, 2, 2, 1), en un fragmento del libro primero De adulteriis, considera la facultad atribuída a los pupilos de ambos sexos, del ius accusationis, para perseguir la muerte de su padre o abuelo. Los juriconsultos encuentran la idea latente de que tanto, la lex Cornelia de sicariis et veneficiis y la lex Pompeia de parricidis, están pensadas, no para sancionar el homicidio consumado, sino más para perseguir a los sicarios y envenenadores, por esta razón ambas castigan el asesinato, o envenenamiento consumado y los actos de preparación y de ejecución, pero tales actos son castigados en abstracto, esto es, cuando todavía no estaría determinada la persona contra la cual irían dirigidos.

El término noverca en estos ejemplos siguientes, se presenta como acusadora del hijastro:

Ne argumentum deesset novercae. (Quint. Decl. 1, 2). Et tamen contra tam multa incredibilia solum advocat noverca testamentum,

vultque illud esse pretium parricidii, ut rerum intellectu in diversum coacto occisum eo probet patrem, quod non meruit occidi. Nos vero istud, si crimen putatis, agnoscimus: iuvenis hic patris sui heres solus est. (Quint. Decl. 1, 2).

Nam quod invisum fuisse filium patri iactat, crimen novercae erat, si confiteremur; idque probari ex hoc putat, quod secretum non filius accepit a patre, sed caecitas. (Quint. Decl. 1, 2).

Tunc ingrediar novercae accusationem. (Quint. Decl. 1, 5). Nunc inspicere volo, quanto certioribus argumentis noverca teneatur. (Quint.

Decl. 1, 13). Ahora el término noverca aparece en los siguientes dos ejemplos en el ámbito de

su actuación como mala madre del hijastro: Quo loco dissimulare satis callide conatur invidiam suam: pater, qui filium

caecum in semota penatium parte seposuit, eripuit novercae oculis voluptatem. (Quint. Decl. 1, 2).

Namque ista cum invasisse vacuos penates videretur, cum patri filium caecum hoc esse crederet quod orbitatem, excogitavit indulgentissimus senex, quemadmodum hic miser patri suo in eadem domo esset, novercae in alia. (Quint. Decl. 1, 2).

Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se abdicare non posse. (Quint. Decl. 1, 16).

56Cf. P. Resina, La legitimación de la mujer en el proceso criminal romano, Madrid 1996, pp.

28, 57 y 58. 57 Cf. R. Lambertini, "Tentativo (Diritto romano)", Ephemeris Dacoromana. Annuario della

Scuola Romena di Roma, 1992, p. 96. Sobre el tema del parricidio Cf. L. Fanizza: "Il parricidio nel sistema della lex Pompeia", Rassegna di diritto romano, 1979, pp. 266-289.

58 Cf. A. Manfredini, Contributi allo studio dell' <<iniuria>> in etá repubblicana, Milán 1977, pp. 248 ss.

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Quid futurum esset postero die, quantam exspectaret invidiam luce, non cogitabat, sed disponebat indicium certum, indubitatum, sine errore quod noverca sequeretur usque ad cubiculum suum, usque ad limen ipsum. o admirabilem casum! (Quint. Decl. 1, 11).

Miserrimus est maritus, quisquis inducit filio novercam. (Quint. Decl. 1, 13). Ahora aparece el término noverca en el escenario del crímen, como testigo:

Certe numquam illum(gladium) pater timuerat, numquam noverca obiecerat. (Quint. Decl. 1, 3).

Iungunt his multo incredibiliora, ut occiderit patrem, pepercerit novercae, parricidium autem uno ictu explicuerit, quod fere vix etiam his contingere solet, qui oculos manu sequuntur. (Quint. Decl. 1, 4).

Negat praeterea quicquam se ex his noverca sensisse, cum iuxta iaceret, nec explicat, unde illud acciderit maximae signum trepidationis, si et pater uno ictu peri[er]it neque ista vigilabat: numquam gladium reliquit percussor securus. (Quint. Decl. 1, 4).

O quam bene, quicquid volunt, imitantur oculi! Stupeo, si qua est fides. omnia privignus illa nocte fecisse dicitur ad votum novercae. (Quint. Decl. 1, 5).

Quid, si noverca? (Quint. Decl. 1, 7). nec noverca vigilabit. (Quint. Decl. 1, 7). Occidit ergo aliquis patrem et novercae pepercit? (Quint. Decl. 1, 10). Incredibile est, sine fide est non occidere novercam cui inputes quod patrem

occidat. (Quint. Decl. 1, 10). Tu si facere parricidium posses, ideo patrem tantum occidisses, ut tibi et

novercam liceret occidere. (Quint. Decl. 1, 10). Non est eiusdem consilii novercae parcere. (Quint. Decl. 1, 10). Ego mehercules etiam illud admiror, quod, cum patrem vellet, non novercam

percussit. (Quint. Decl. 1, 10). En los siguientes ejemplos el término noverca se relaciona con ser la supuesta

asesina: Sive igitur aliquis ex servulis corruptus est, praesertim [e] tam facili occasione,

sive ipsi novercae non defuit audacia ad ferendum, quod facere poterat etiam praesente privigno, utique (quod dubitari non potest, quod facit certum sceleris auctorem) mavult in caede alieno uti quam suo gladio quisquis illum relicturus est. (Quint. Decl. 1, 3).

Scilicet noluit novercam suam infamari, abstulit sibi omnem defensionem et se parricidam confessus est. (Quint. Decl. 1, 11).

Noverca istud, noverca securis conposuit oculis, illa miserum dextra sanguinem tulit et manum subinde renovavit. (Quint. Decl. 1, 12).

Quintiliano vuelve a utilizar un término general para referirse a la madrastra, los

términos que emplea son: mulier, muliebris, femina: Istam magis oportet vel aliquo indicio vel suspicione muliebri arcana mariti

deprehendisse et statim omnibus nuptiarum renuntiasse pignoribus. (Quint. Decl. 1, 2). Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio

inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa. Quint. Decl. 1, 6)

Non video, cur videri velint relictam mulierem ideo tantum, ut videretur illud nefas illa fecisse. (Quint. Decl. 1, 10).

Ego illud potius dicam: decepta est, mulier, exspectatio tua. (Quint. Decl. 1, 13). potes et uno ictu, mulier, occidere. (Quint. Decl. 1, 14).

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[Mulierum] illa forsitan ignominia felicioris videretur esse privigni. (Quint. Decl. 1, 15).

En el siguiente ejemplo utiliza para caracterizar a la mujer el adjetivo en grado superlativo sceleratissima, este hecho merece un comentario. En primer lugar esta expresión es la otra cara de la moneda, adquiere sentido como ocurre con otras expresiones porque es la contrapartida de lo que representa el joven.

El joven es descrito como un hombre de buenas costumbres. Cf. Aestimate iuvenem his moribus, quibus videntem aestimaretis: vita, pudore, pietate. Quae si omnia sibi, ut erant promissa, constiterint, nullo terrebitur crimine. (Quint. Decl. 1, 1).

La madrastra es descrita como sceleratissima, este vocablo es la contrapartida del principio de Catón vir bonus peritus dicendi.

Así lo expresa Quintiliano: Sit ergo nobis orator quem constituimus is qui a M. Catone finitur vir bonus dicendi peritus, verum, id quod et ille posuit prius et ipsa natura potius ac maius est, utique vir bonus: id non eo tantum quod, si vis illa dicendi malitiam instruxerit, nihil sit publicis privatisque rebus perniciosius eloquentia, nosque ipsi, qui pro virili parte conferre aliquid ad facultatem dicendi conati sumus, pessime mereamur de rebus humanis si latroni comparamus haec arma, non militi. (Quint. Inst. XII, 1, 1).

Es obvio que el abogado defensor se ponga del lado de un hombre que es honrado y honesto, y censure las malas acciones que vienen representadas por la mulier.

Scelerata es un derivado de scelus, el origen de este término es religioso59, es un término opuesto a pius este juego de términos se ve en la Eneida de Virgilio: parce pias scelerare manus. (Virg. Aen. 3, 42).

De hecho Quintiliano opene ambos términos, asocia el término pius al joven y el término scelerata a la mujer.

Nec quod sceleratissima feminarum calamitatem nostram cruentato pariete imitata est, expavescimus: quo diligentia sollicitior fuit, ne deprehenderetur, hoc magis indicavit sibi oculos non defuisse. (Quint. Decl. 1, 1).

Es curioso cómo en la Institutio XII el mismo Quintliano identifica a la naturaleza como noverca “madrastra”, y la determina con un vocablo de la misma raiz que scelerata. Así identifica a la natura como socia scelerum, si hubiera inventado la facultad de la palabra para que sea aliada de los criminales. Quid de nobis loquor? Rerum ipsa natura, in eo quod praecipue indulsisse homini videtur quoque nos a ceteris animalibus separasse, non parens sed noverca fuerit si facultatem dicendi sociam scelerum, adversam innocentiae, hostem veritatis invenit. Mutos enim nasci et egere omni ratione satius fuisset quam providentiae munera in mutuam perniciem convertere.(Quint. Inst. XII, 1, 2)

El léxico para referirse al asesinado, también comporta matizes diversos, que se explican por el contexto léxico en donde aparecen.

El nombre pater marca la relación con el joven, es importante saber la función del jefe de familia, para poder entender mejor el contexto social e histórico, en el que se sitúa el texto. El paterfamilias era el ciudadano sui iuris, que no dependía más que de sí mismo. Sin él no había domus ni familia. Él solo constituía la domus. El paterfamilias tiene una potestas que surge de su misma condición. Este poder se expresaba en un principio con la palabra manus. La necesidad de distinguir los derechos del estado, se concretó el uso del vocablo manus, para indicar su dominio sobre la mujer casada; con relación al hijo, se llamó patria potestas, sobre los esclavos dominica potestas, sobre las

59 Cf. S.v. pignus, A. Ernout/ A. Meillet,op. cit., p. 1060.

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cosas dominium. Voy a hacer un recorrido, sobre la siyuación del paterfamilias60, desde los primeros siglos, hasta la época en la que se sitúa el texto, hasta el siglo II d.c., durante los primeros siglos el jefe de familia es un verdadero magistrado doméstico, y tiene sobre los hijos el derecho de vida y muerte, puede manciparlos a un tercero, puede arrojarlos de la familia, puede abandonarlos al nacer, tiene derecho a casarlos y a formar parte de esa familia que el hijo constituya.

En tiempos de la República se hizo rara vez uso de este poder paterno, sobre su vida y sobre su muerte. El último caso conocido fue durante la conjuración de Catilina: in eis erat Fulvius senatoris filius, quem retractum ex itinere parens necari iussit. (Sall. Cat., 39,5). "Uno de ellos fue Fulvio, hijo de un senador, a quien su padre, mandó matar, después de hacerle volver, una vez que había emprendido su viaje". Séneca refiere dos casos de la aplicación de la patria potestas, en tiempo de Augusto. Trichonem equitem Romanum memoria nostra, quia filium suum flagellis occiderat, populus graphiis in foro confodit...Tarium, qui filium deprehensum in parricidi consilio damnavit causa cognita, nemo non suspexit. (Sen. De Clem. 1, 15). " Me viene a la memoria Tricón, caballero romano, porque había matado a su hijo a varazos, el pueblo lo agredió con punzones, en el foro...Todo el mundo contempla con admiración la actitud de Tario, quien, después de conocida la acusación, condenó a su hijo cogido en flagrante delito, respecto a la decisión de matarlo a él ".

En este texto de Séneca se habla de un tal Tricón, a quien el pueblo quería acometer con punzones, por haber matado a su hijo, a palos. El otro caso es el de Tario, padre que quería castigar a su hijo por un crimen, César Augusto, quien fue convocado al consejo familiar, declaró, que el padre debía contentarse con el castigo más suave. Durante el Imperio, por causa de la relajación de las costumbres, hubo algunos abusos del paterfamilias, en los que tuvo que intervenir el legislador. A finales del siglo II d.c., la patria potestas, se había reducido a un simple derecho de corrección.

El abogado defensor en los siguientes ejemplos muestra las acciones del padre con respecto al hijo. Por otro lado el hijo sentía veneración por el padre, obediencía ante sus decisiones y necesitaba su amparo.

Quare igitur non petit, ut illum miserum putetis, nisi et innocens fuerit; non petit, ut adflictum allevetis, nisi et probaverit esse se infeliciorem quod patrem amisit, quam quod oculos. (Quint. Decl. 1, 1).

En el siguiente ejemplo la noverca quiere utilizar el hecho de la obediencia de hijo no por su veneración a su padre sino por motivo de su ceguera.

Nam quod invisum fuisse filium patri iactat, crimen novercae erat, si confiteremur; idque probari ex hoc putat, quod secretum non filius accepit a patre, sed caecitas. (Quint. Decl. 1, 2). En el siguiente ejemplo, en cambio muestra la venganza del muchacho, hecha efectiva en el parricidio.

Sed causas," inquit, "parricidii iste habuit, quem iratus pater in secretam domus partem relegaverat." [Mulierum] illa forsitan ignominia felicioris videretur esse privigni. (Quint. Decl. 1, 15).

En los siguientes ejemplos se expresa la simple aceptación por parte del hijo ante el mandato del padre, la obediencia era una obligación del filius al paterfamilias.

Namque ista cum invasisse vacuos penates videretur, cum patri filium caecum hoc esse crederet quod orbitatem, excogitavit indulgentissimus senex, quemadmodum

60Cf J. Guillén, op. cit., pp. 118 y 120-126. Cf. J. Declareuil, op. cit., , pp. 86-96. A. Watson, op.

cit., pp. 40-46.

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hic miser patri suo in eadem domo esset, novercae in alia: accepit secretum quod erat petiturus. (Quint. Decl. 1, 2).

Pater, qui filium caecum in semota penatium parte seposuit, eripuit novercae oculis voluptatem. (Quint. Decl. 1, 2).

Veneras quasi in vacuam domum et sine herede, exspectaveras, ut infelix iste iuvenis ab ipsis protinus nuptiarum tuarum expelleretur auspiciis, extorrem et inopem summoveret pater blando corruptus amplexu et ominosum calamitate corporis occurrere delicatis uxoris oculis vetaret. (Quint. Decl. 1, 13).

"Si felicior" inquit "essem" pater, "ego tibi potius cederem domo tota. (Quint. Decl. 1, 14).

Absentem puta miserum, in paternis sedibus aliquem angulum relinque." Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se abdicare non posse. (Quint. Decl. 1, 16).

Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa: nam si facile est patrem filio occidere, facilius est uxori maritum. (Quint. Decl. 1, 6).

Caecus infelix patrem occidit? (Quint. Decl. 1, 6). Inter felices alius est ordo votorum; caecus filius optat superstitem patrem.

(Quint. Decl. 1, 6). Ita non iste sibi dixit: "occidere quidem patrem volo, sed quem sequentur hae

manus? Nocte solus egrediar, sed quando perveniam?" Putes nos iunctis habitare liminibus? Domus inter patrem filiumque media; quantum erroris, quantum morae! Spatium ingens et vix metiendum. Caecitas inconsulta, quid agis? Nox ante deficiet. Quid, si deinde uterque vigilaverint? Quid, si noverca? "Age limen inveniam, cardinem sine strepitu movebo, dormientis cubiculum intrabo, quiescentem feriam patrem, semel satis erit, nec noverca vigilabit. (Quint. Decl. 1, 7).

Pater, qui filio sub noverca adsignat secretam domus partem, confitetur uxori se abdicare non posse. Transit ad aliud genus defensionis: sibi causam caedis non fuisse, cum hic heres inventus sit omnium bonorum. (Quint. Decl. 1, 16).

Vivebat illi magna pietas, aderant, quodcumque iusserat, de facie patris oculi; non inludere infelicibus tenebris contumaces servuli poterant, nec, quod extremum contumeliarum genus est, ut dominum ageret, rogabant, nunc quanta, di boni, ludibria sunt ineunda! (Quint. Decl. 1, 17).

Quam bene ista omnia paterni oculi custodiebant! (Quint. Decl. 1, 17). En los siguientes ejemplos siguientes aparece el término pater en relación con el

testamentum, precisamente estaba entre una de la obligaciones de paterfamilias establecer la sucesión testamentaria. Así dice la Tabula V, 3. UTI LEGASSIT SUPER PECUNIA TUTELAVE SUAE REI, ITA IUS ESTO.... "Que el testamento se haga conforme a lo establecido en el derecho, de modo que tenga lugar la sucesión testamentaria, acerca de su dinero o de tutela de su familia". Sobre la sucesión testamentaria.

Et tamen contra tam multa incredibilia solum advocat noverca testamentum, vultque illud esse pretium parricidii, ut rerum intellectu in diversum coacto occisum eo probet patrem, quod non meruit occidi. (Quint. Decl. 1, 2).

Iuvenis hic patris sui heres solus est. (Quint. Decl. 1, 2). Neque ego gravissimum patrem suprema sua iuveni iactasse crediderim. (Quint.

Decl. 1, 2). Si scivit se esse heredem, amare patrem debuitsi ignoravit, non habuit, quod

speraret ex patris morte. (Quint. Decl. 1, 16). Morte patris exheredatus es. (Quint. Decl. 1, 17).

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Los siguientes ejemplos sitúan al padre en el contexto del asesinato y lo presentan como una víctima:

Certe numquam illum pater timuerat, numquam noverca obiecerat. (Quint. Decl. 1, 3).

Cubiculum deinde patris ingressum in neutram deflexisse partem, sed recto gradu, sicut ducere oculi solent, ad lectulum accessisse leviter, non in torum incidisse, non ante pervenisse, quam crederet. (Quint. Decl. 1, 3).

Iungunt his multo incredibiliora, ut occiderit patrem, pepercerit novercae, parricidium autem uno ictu explicuerit, quod fere vix etiam his contingere solet, qui oculos manu sequuntur. (Quint. Decl. 1, 4).

Negat praeterea quicquam se ex his noverca sensisse, cum iuxta iaceret, nec explicat, unde illud acciderit maximae signum trepidationis, si et pater uno ictu peri[er]it neque ista vigilabat: numquam gladium reliquit percussor securus. (Quint. Decl. 1, 4).

Sanguinem patris usque ad cubiculum suum perduxisse et viam sequentibus reliquisse. (Quint. Decl. 1, 5).

Dicas necesse est, quae huic cum patre odia fuerint, quam violenta dissensio inter sacrorum infinita nominum pignora, crede, mulier, etiam tua causa: nam si facile est patrem filio occidere, facilius est uxori maritum. (Quint. Decl. 1, 6).

Nam si alienum et ignotum in vulnere patris gladium reliquisset, potuerat de percussore dubitari. (Quint. Decl. 1, 8).

Ferrum ego parricidio meo tot ante annos praeparavi et secundum illum, quem minabar patri, <gladium> tamdiu innocens fui? (Quint. Decl. 1, 8).

Dum a suo limine egreditur, dum illos quos accepit a patre, servulos fallit, ecce cubiculum senis invenit aliquando, ecce paries ille defecit et percussoris manus subito destituit, cessere fores sine strepitu; quid postea agit? (Quint. Decl. 1, 9).

Ecce patris lectulum tenet et iam dormientium anhelitus imminens audit; unde sciet, quo dirigat ferrum, quem potius feriat ex duobus? (Quint. Decl. 1, 9).

Sed quam manifesta est conscientia, quae te ad hanc conpellit necessitatem, ut, cum occisum a privigno tuo patrem videri velis, cogaris dicere nihil sensisse! (Quint. Decl. 1, 9).

Occidit ergo aliquis patrem et novercae pepercit? (Quint. Decl. 1, 10). Incredibile est, sine fide est non occidere novercam cui inputes quod patrem

occidat. (Quint. Decl. 1, 10). Tu si facere parricidium posses, ideo patrem tantum occidisses, ut tibi et

novercam liceret occidere. (Quint. Decl. 1, 10). Ego mehercules etiam illud admiror, quod, cum patrem vellet, non novercam

percussit. (Quint. Decl. 1, 10). Dexteram, qua duce utebatur, veste tegere atque ita abire sine vestigio posset,

totum parietem cruentabat et ubique aliquid de patre misero relinquebat. (Quint. Decl. 1, 11).

Debet proxima pars a cubiculo patris habere plurimum sanguinis, sequens minimum, ultima nihil. (Quint. Decl. 1, 11).

El término senex comporta un matiz de respeto61, Isidoro lo define como la pérdida de las facultades: Senes...quidam dictos putant a sensus diminutione, eo quod iam per vetustatem desipiant. (Isd. 11, 2, 27). En la mayoría de los ejemplos que presento el vocablo senex aparece matizado con términos como miserrimus, miser, indulgentissimus, pius, devotus:

61 S. v. Senex A. Ernout / A. Meillet, op. cit., p. 1082.

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Hoc testamentum si vivente adhuc miserrimo sene notum esse in domo potuit, scitis, quis illi debuerit irasci. (Quint. Decl. 1, 2).

Namque ista cum invasisse vacuos penates videretur, cum patri filium caecum hoc esse crederet quod orbitatem, excogitavit indulgentissimus senex, quemadmodum hic miser patri suo in eadem domo esset, novercae in alia: accepit secretum quod erat petiturus. Quo sit animo senis factum, potestis interrogare testamentum. (Quint. Decl. 1, 2).

Dormiens senex, quem caecus percussor quaereret, excitatus ante esset quam inveniretur. (Quint. Decl. 1, 4)..

Invenisti pium et devotum unico senem, et de omnibus coniugis tui desperasti obiter affectibus. (Quint. Decl. 1, 13).

Occisus est in cubiculo senex. (Quint. Decl. 1, 13). Occisum esse miserum senem, cum tu volueris, scimus . (Quint. Decl. 1, 13). Nam quod uno ictu occisus est senex, ad quem suspicio magis respicit? (Quint.

Decl. 1, 14). At hic vero iuvenis, qui, si fortunae suae mala cum praeteritis comparet, caecus

coepit esse nunc primum, quid non miser in hoc sene perdidit! (Quint. Decl. 1, 17). Esta descripción del anciano contrasta con el el adjetivo iratus para referirse al

senex, es obvio que Quintiliano utiliza este témino en una interrogativa retórica, en donde realmente se niega lo que aparentemente pregunta. Es una llamada de atención, ya que no encaja este témino en la descripción del senex, sino es viendo una figura estilística. Cf. Iratus igitur senex tenet iuvenem suum velut interiore conplexu et a limine obstat? (Quint. Decl. 1, 16).

El témino maritus adquiere sentido en el contexto donde aprece la uxor, nos sitúa en la relación del anciano con la mujer, además el contexto en todos los ejemplos es el crimen, los términos que determinan al maritus son: miserrimus, securus, innocens.

Deinde sceleri nox potissimum electa, quo tempore inveniri maritus sine uxore non posset. (Quint. Decl. 1, 2).

Ita feritur in sinu tuo maritus, et tu nihil sentis? (Quint. Decl. 1, 9). Alius diceret maritum et uxorem, nisi liberis initiarentur, non fortissimis

corporum vinculis inhaerere. (Quint. Decl. 1, 13). Miserrimus est maritus, quisquis inducit filio novercam, quod uxori non videtur

posse utrumque amare. Quaero igitur ante omnia: ubi occisus est maritus? In cubiculo suo. Hoc paulo ante privigno defendendum non fuit. occisus est in cubiculo senex: ita ille percussor non timuit uxorem? [Audio] secretum nuptiarum et matrimonialis lectuli solitudinem occisurum intrare; quem quaeram ubi relinquitur maritus ab uxore innocens~ noctem autem ad scelus quis elegit? (Quint. Decl. 1, 13).

Ipsi quoque servuli longius quiescunt, et praestatur grande secretum genio loci, tibique ferire, cum velis, scire, an dormiat, licet, nox et ferrum et securus maritus, quid isto deli- catius scelere? (Quint. Decl. 1, 13).

Cum maritus tuus in cubiculo occideretur. (Quint. Decl. 1, 15). Simulasti itaque caecitatem, et, ne quid sceleri impio deesset, mariti tui cruore

lusisti. omnia tibi conposita atque simulata sunt per otium et securitatem, tamquam scelus transferretur ingenio: nunc enim tu innocens, quia privigni gladius in vulnere, quia paries cruentatus; hoc sufficere utrumque iudicio putabas. (Quint. Decl. 1, 15).

En este ejemplo no se habla del crimen directamente, pero se habla de los posibles motivos del asesinato: el testamentum.

Istam magis oportet vel aliquo indicio vel suspicione muliebri arcana mariti deprehendisse et statim omnibus nuptiarum renuntiasse pignoribus. (Quint. Decl. 1, 2).

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El término homo que ya ha sido utilizado por Quintiliano para referirse al hijo, en este caso también se utiliza como un sustantivo con valor general para referirse al anciano asesinado:

Ita feritur in sinu tuo maritus, et tu nihil sentis? Ad latus tuum fata hominis peraguntur; tu iaces, tamquam te privignus occiderit priorem. (Quint. Decl. 1, 9).

CONCLUSIONES Quintiliano en esta declamatio sigue los principios que él mismo propone en la

Institutio Oratoria VIII y XII. Entre los principios en los que se debe fundamentar un buen orador para llegar a conocer el funcionamiento del lenguaje, menciona leer mucho y de manera digna, por medio de esta acción se adquiere el tesoro de un abundante vocabulario y se le aplica el arte de disponer las palabras, después se les da vigor con la mucha ejercitación, de modo que siempre esté a la mano y a la vista. Qui idonea copiosam sibi verborum supellectilem compararit et huic adhibuerit artem collocandi, deinde haec omnia exercitatione plurima roborarit, ut semper in promptu sint et ante oculos. (Quint. Inst. VIII, Proem. 28).

Es evidente el abundante vocabulario que posee, como se deduce del bosquejo de palabras que he presentado del discurso, pongo por ejemplo los términos que hacen referencia al joven acusado: filius, iuvenis, parricida, percussor, homo, heres, privignus y adulescens.

El contexto es fundamental para entender los términos: Translata probari nisi in contextu sermonis non possunt. Itaque de singulis verbis satis dictum, quae, ut alio loco ostendi, per se nullam virtutem habent. Sed ne inornata [quae] sunt quidem, nisi cum sunt infra rei de qua loquendum est dignitatem, excepto si obscena nudis nominibus enuntientur. (Quint. Inst. VIII, 3, 38).

Según el contexto he traducido los términos que he analizado, pongo como ejemplo: pignus y domus.

Quintiliano en el proemio del libro VIII plantea el cuidado en el uso de la palabra y el cuidado de los contenidos. Curam ergo verborum, rerum volo esse sollicitudinem. (Quint. Inst. VIII, Proem. 20). Habla de la adhesión del contenido a la expresión, nam plerumque optima rebus cohaerent et cernuntur suo lumine. (Quint. Inst. VIII, Proem. 21), quiere decir que las palabras son significado.

Este cuidado es patente en el uso de los términos comentados, por citar algunos nombro los términos pignus, penates, domus, iuvenis, pater y sceleratissima.

Los diferentes términos que utiliza para referirse al muchacho, a la mujer y al anciano asesinado, se encuentran utilizados en espejo. Así aparece el témino iuvenis y el término senex, homo y mulier, filius y pater, privignus y noverca, uxor y maritus. El muchacho es descrito como un joven de buenas costumbres: Aestimate iuvenem his moribus, quibus videntem aestimaretis: vita, pudore, pietate. Quae si omnia sibi, ut erant promissa, constiterint, nullo terrebitur crimine. (Quint. Decl. 1, 1).

La madrastra es descrita como una mala mujer: Nec quod sceleratissima feminarum calamitatem nostram cruentato pariete imitata est, expavescimus: quo diligentia sollicitior fuit, ne deprehenderetur, hoc magis indicavit sibi oculos non defuisse. (Quint. Decl. 1, 1).

Quiero terminar poniendo de manifiesto que Quintiliano62 considera necesario el conocimiento del Derecho Civil, de las costumbres y de los ritos religiosos de su Estado. Sin embargo no se muestra reacio a usar leyes fingidas63.

62 Iuris quoque civilis necessaria huic viro scientia est et morum ac religionum eius rei publicae quam capesset. Nam qualis esse suasor in consiliis publicis privatisve poterit tot rerum quibus praecipue

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En esta declamatio sí que presenta leyes actuales como La ley Pompeya. El abogado defensor, presenta la posibilidad de que la madrastra acusara al hijastro, por el asesinato de su padre. Este crimen sería perseguible por la lex Pompeia de parricidiis, del 55 a.c., tal como quedó estabilizada en la época de Augusto y su sucesivo desarrollo.

civitas continetur ignarus? Quo autem modo patronum se causarum non falso dixerit qui quod est in causis potentissimum sit ab altero petiturus, paene non dissimilis iis qui poetarum scripta pronuntiant? Nam quodam modo mandata perferet, et ea quae sibi a iudice credi postulaturus est aliena fide dicet, et ipse litigantium auxiliator egebit auxilio. Quod ut fieri nonnumquam minore incommodo possit cum domi praecepta et composita et sicut cetera quae in causa sunt in discendo cognita ad iudicem perfert: quid fiet in iis quaestionibus quae subito inter ipsas actiones nasci solent? Non deformiter respectet et inter subsellia minores advocatos interroget? (Quint. Inst. XII, 3, 1).

63 Id ita consequemur, si intulit fuerimus, quae sit lex quae litem faciat, hoc est, qua iudicium sit constitutum. Nam quaedam in scholasticis ponuntur ad coniungendam modo actae rei seriem, ut puta: "expositum qui agnoverit, solutis alimentis recipiat: minus dicto audientem filium liceat abdicare. Qui expositum recepit, imperat ei nuptias locupletis propinquae: ille deducere vult filiam pauperis educatoris". Lex de expositis ad tamen semper ex una lege quaesitio est, ut in antinomia. His spectatis apparebit circa quod pugna sit. (Quint. Inst. 7, 1, 14-15.)

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