La Redencion Consumada y Aplicada - John Murray

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Laredencin consumada y aplicada JohnMurray Laredencin consumada y aplicada ~ lS&'! LIBROS DESAO. 2007 Copyright 2007por LibrosDesafo Laredencin:consumada y aplicada Ttulo original:Redemption -Accomplished and Applied Autor: John Murray Copyright 1955 por William B.Eerdmans Publishing Company Grand Rapids,Michigan 49503 Ttulo: La redencin:consumada y aplicada Traductor: Humberto Casanova Editor:Alejandro Pimentel Diseo de cubierta:Pete Euwema Sin la autorizacin escrita de los titulares del Copyright, queda totalmente prohibida,bajolassancionescontempladasporlaLey,lareproduccin total o parcial deesta obra por cualquier medio o procedimiento. Publicado por LIBROS DESAFO 2850 Kalamazoo Ave SE Grand Rapids,Michigan 49560 EE.UU. [email protected] www.librosdesafio.org ISBN: 978-1-55883-006-6 Impreso en losEE.UU. Printed in the United States of America Contenido Prefacio ......................................................... 7 Parte 1 La redencin consumada 1La necesidad de la expiacin ................................... 11 2La naturaleza de la expiacin.................................. 21 3La perfeccin de la expiacin.................................. 49 4El alcance de la expiacin ..................................... 57 5Conclusin. "........ '..... "... , ........................... 73 Parte 11 La redencin aplicada 6El orden de aplicacin........................................ 79 7El llamamiento eficaz ............... "..................... ".87 8La regeneracin .............................................. 95 9La fey el arrepentimiento .................................... 105 10La justificacin ............................................. 115 11La adopcin ................................................ 129 12La santificacin ............................................. 137 13La perseverancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 14La unin con Cristo ......................................... 157 15La glorificacin ............................................. 169 ndice general. ................................................. 177 ndice de citas bblicas ........................................... 181 Prefacio N oscomplacepoderpublicarunanuevaedicindeestaconcisa yutilsimaobradelDr.Murray,quefuerapublicadaeningls bajoelttuloRedemption-AccomplishedandApplied.Enesta nueva edicin nos hemos esmerado por actualizar no slo el lenguaje sino tambin laversin delasnumerosascitasbblicasquela obra ofrece.La redencin sedivide en dospartes:La redencin consumada y la redencin aplicada.Hemosmantenido parte delaterminologa delaobra original, debido a que el pueblo evanglico lleva yamuchos aos familiarizado con ciertostrminosclsicos.Esnuestro deseoqueesta obra contine siendo de ayuda atodoslosque desean conocer msacerca de este gran tema de la fecristiana: la redencin. Alejandro Pimentel Grand Rapids,Michigan 7 PARTE1 La redencin consumada CAPTULO La necesidad dela expiacin La consumacin de la redencin tiene que ver con lo que generalmente ha recibidoelnombredeexpiacin.Nosepuedeorientar ningn tratamiento adecuadodela expiacin queno remonte sufuenteal amor libre y soberano de Dios. Esesta perspectiva la que nos da el texto ms conocido dela Biblia:Porquetanto am Dios al mundo, que dio a su Hijo unignito,para que todo el que cree en l no sepierda, sino que tenga vida eterna(Jn.3:16).Aqu tenemosun punto fundamentaldelarevelacin divina y, por tanto, del pensamiento humano. Ms all de esto no podemos ni osamos ir. Sin embargo, el hecho de que sea un punto fundamental del pensamiento humano no excluyeuna adicional caracterizacin de este amor deDios.La Escritura nosinforma quela expiacin fluyedelamor deDios y loexpresa; adems, este amor posee rasgos distintivos. Nadie se glora ms en este amor de Dios que el apstol Pablo.Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto:en que cuandotodava ramospecadores,Cristomuripor nosotros (Ro. 5:8).Qu diremos frente a esto? Si Dios est de nuestra parte,quin puede estar en contra nuestra? El que no escatim a su propio Hijo, sino que loentregportodosnosotros,cmono habr dedamos generosamente, junto a l,todaslascosas?(Ro.8:31,32).Pero eselmismoapstol quien delinea para nosotros el eterno consejo de Dios que proporciona el trasfondo detalesdeclaracionesyquenosdefineelmbitodentrodelquetienen 11 El plan desalvacin significado y validez. Escribe l:Porque a los que Dios conoci de antemano, tambin lospredestin a ser transformados segn laimagen de su Hijo, para que l sea el primognito entre muchos hermanos(Ro. 8:29). Y en otro lugar se vuelve quiz an ms explcito cuando dice:Dios nos escogi en l antes de la creacin del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de l. En amor nospredestin para seradoptados como hijos suyospor medio de Jesucristo,segn el buen propsito desuvoluntad(Ef.1:4,5).Elamor de Dios del que surge la expiacin no es un amor indiscriminado; es un amor que escoge y predestina. Leagrad a Dios establecer su amor invencible y eterno sobre una incontable multitud y esel propsito determinado de este amor lo que logra la expiacin. Es necesario destacar este concepto del amor soberano. Realmente Dios es amor. El amor no es algo accidental; no es algo que Dios puede decidir ser o no ser. l es amor, y ello de manera necesaria, inherente y eterna. As como Dios esespritu y luz,tambin esnecesaria y eternamente amor.Sin embargo,es parte delaesencia del amor electivo reconocer queno esinherentemente necesario para aquel amor, que Dios lo establezca en trminos de redencin y adopcin sobre objetos absolutamente indeseables y merecedores del infierno. Fue de su buena voluntad, libre y soberana, una buena voluntad que eman de las profundidades de su propia bondad, que Dios escogi a un pueblo para que fueseheredero suyoy coheredero juntamente con Cristo.Larazndeello resideenteramente en l mismo y procede delasdecisiones que son pecu-liarmente suyas como el Yo SOY EL QUE SOY. La expiacin no gana ni obliga alamor deDios.Elamor deDiosobligaalaexpiacinallevaracaboel determinado propsito del amor.! Por lotanto,sedebeconsiderar tema resueltoqueel amor deDiosesla causa o fuente de la expiacin. Pero esto no responde a la pregunta acerca de la razn o de la necesidad.Cul es la razn de que el amor de Dios adoptase tal camino para llevar a cabo su fin y cumplir su propsito? Nos vemos obligados a preguntar: por qu el sacrificio del Hijo de Dios, por qu la sangre del Seor de la gloria? Como pregunta Anselmo de Canterbury:Por qu necesidad y porquraznDios--considerandoqueesomnipotente- asumiens mismolahumillacinydebilidaddelanaturalezahumanaparapoder restaurarla.2Porquno llevDiosa cabo elpropsito de suamor para la 1. Cf.Hugh Martin: The Atonement: in itsRelationstothe Covenant,the Priesthood,theIntercession of our Lord(Edimburgo, 1887), p.19. 2. Cur Deus Horno, Lib.1, Cap.1:qua necessitate scilicet et ratione deus, cum sit omnipotens, humili-tatem et infirmitatem pro eius restauratione assumpserit. 12 La necesidad dela expiacin humanidadutilizandolapalabradesupoderyelfatdesuvoluntad?Si decimos que no poda, no impugnamos acaso su poder? Si decimos que poda pero no quera,noimpugnamos acaso susabidura? Estas preguntas no son sutilezas escolsticas ni vanas curiosidades. [email protected] significa perder algo que es fundamental en la interpretacin de la obra redentora de Cristo y perder de vistapartedesugloriaesenciaLPorquDiossehizohombre?Porqu, habindosehecho hombre,muri?Porqumurila muertemaldita dela cruz? sta es la cuestin de la necesidad de la expiacin. Entrelasrespuestasdadasaesta pregunta,dosperspectivassonlasms importantes. La primera seconoce como la necesidad hipottica; la segunda podemosllamarlalanecesidadabsolutaconsiguiente.Laprimerala sostuvieron hombrestan notablescomoAgustn y TomsdeAquino.)La segunda puede ser considerada como la postura protestante ms clsica. La necesidad hipottica y la necesidad absoluta consiguiente Laperspectiva conocida como lanecesidad hipottica sostiene queDios pudo haber perdonado el pecado y salvadoa susescogidossin recurrirala expiacinnialasatisfaccin -Dios tena asudisposicinotrosmedios, porque para l nada esimposible.Pero,Dios escogi en su gracia y sabidura soberana el camino del sacrificio vicario delHijo deDios,porque sta esla manera en laqueseobtiene elmayor nmero debeneficiosy en la quese exhibe la gracia de manera ms maravillosa. As que, aunque Dios pudo haber salvado sin expiacin, sin embargo, en confontlidad a su decreto soberano, no lohaceas.Sin derramamientodesangrenohayrealmenteremisinni salvacin. Pero nada hay inherente en la naturaleza de Dios ni en la naturaleza de la remisin del pecado que haga indispensable el derramamiento de sangre. La otra perspectiva es la de la necesidad absoluta consiguiente. La palabra consiguienteen estadesignacinsealaalhechodequelavoluntado decreto de Dios de salvar a cualquiera es de gracia libre y soberana. Salvar a los perdidos no fuealgo absolutamente necesario, sino que pertenece a la buena disposicinsoberana deDios.Lostrminosnecesidadabsoluta,sinem-bargo,indican queDios-habiendo escogidoaalgunosparavidaeterna debido simplemente a su buena disposicin- se vea en la necesidad de llevar 3.Cf. Agustn: De Trinitate,Lib. XIll, Cap. 10; Toms de Aquino: Summa Theologica,Parte Ill, Preg. 46, Arts. 2 y 3. 13 El plan de salvacin a cabo este propsito por medio del sacrificio de su propio Hijo, una necesidad que surge de las perfecciones de supropia naturaleza.En resumidas cuentas, aunque Dios no tena la inherente obligacin de salvar a nadie, sin embargo, debido a quela salvacin haba sido ya propuesta, era necesario concretarla por mediodeuna satisfaccin quepoda seralcanzada slopor mediodel sacrificio sustitutivo y de la redencin adquirida con sangre.4 Podra parecer una vana especulacin y una presuncin tratar de averiguar eindagardeestaformaloqueesinherentementenecesarioparaDios. Adems, podra parecer que sedesprende de un texto como el que dice que sin derramamiento de sangre no hay perdn (Heb. 9:22), que el alcance de la revelacin para nosotros es sencillamente que de [actono tenemos perdn sin derramamiento de sangre, y que la Escritura no nos apoyara si dijramos qu cosa es de jureindispensable para Dios. Peronoespresuntuosodenuestraparteafirmarqueciertascosasson necesarias o imposibles para Dios. Es parte de nuestra fe en Dios reconocer que lnopuedementiryquenosepuedenegarasmismo.Estasdivinas imposibilidadesson su gloria, y negamos a enfrentar tales imposibilidades constituira una negacin de la gloria y perfeccin de Dios. El meollo del asunto es realmente ste: Nos provee la Escritura evidencias o factores a considerar sobre los cuales podamos concluir que sta es una de las cosasimposibles onecesarias para Dios?Serimposiblepara Dios salvar a pecadoressinunsacrificiovicario,yqueporelloleseainherentemente necesario que la salvacin -decidida libre y soberanamente- se logre por el derramamiento delasangre del Seor dela gloria? Lassiguientes conside-raciones escrituralesparece queexigen una respuestaafirmativa.Al aducir estasconsideracionessehaderecordarquedebensercontempladasde manera coordinada y en su contexto total. Los padecimientos del autor de la salvacin Existen ciertos pasajes que favorecen bastante esta inferencia. Por ejemplo, en Hebreos 2: 10, 17 se considera que fue divinamente apropiado que el Padre, al traer muchos hijos a la gloria, perfeccionase por medio de padecimientos al autor dela salvacin de ellos,y queleconvena almismo Salvador que en 4. Cf.Francis Turretin: lnsriturio Theologiae Elencricae,Loe. XlV, Preg. X; James Henley Thomwell: The Necessity of the Atonement, en CollectedWrirings,Vol.II(Richmond,1886),pp.205-261;George Stevenson: A Dissertation on the Atonement (Philadelphia, 1832), pp. 5-98; A. A. Hodge: The Atonement (Londres, 1868), pp.217-222. 14 La necesidad dela expiacin todo se asemejara a sus hermanos. La fuerza de apelacin de estas expresiones difcilmentequedasatisfechaporelconceptodequeerasimplemente ajustado a la sabidura y al amor de Dios conseguir la salvacin de esta manera. Esto es cierto, naturalmente, y se mantiene en la perspectiva conocida como la necesidad hipottica. Pero parece que lo que se dice en este pasaje va ms all. El asunto parece ser ms bien que las exigencias del propsito de la gracia eran tales, que los dictados de lo que es divinamente apropiado exigan que la salvacin selograsepormediodeunautordesalvacinquefuesehecho perfecto por medio de sufrimientos, y que esto involucraba que el autor de la salvacin fuesehecho en todo como sushermanos. En otras palabras, senos lleva msall del pensamiento de correspondencia con el carcter divino al pensamiento delosatributos divinosquehacan necesario quelosmuchos hijos fuesenllevadosa la gloria deesta manera concreta.Si steeselcaso, entonces senos conduce al pensamiento de que hay unas demandas divinas que son satisfechas por los padecimientos del autor de la salvacin. La eterna condenacin de los perdidos Hay pasajes, como Juan 3: 14-16, que en fonna indiscutible sugieren que la alternativa al ofrecimiento del Hijo unignito de Dios y su sacrificio sobre el madero demaldicin,eslaeterna condenacin delosperdidos.Elpeligro eternoalqueestnexpuestoslosperdidosquedaremediadoporel ofrecimiento delHijo.Perodifcilmentepodemosignorarel pensamiento adicional de que no existe otra alternativa. La eficacia trascendente del sacrificio de Cristo Pasajes como Hebreos 1:1-3; 2:9-18; 9:9-14, 22-28 ensean de manera muy llana que la eficacia de la obra de Cristo depende de la singular constitucin de la persona de Cristo. Este hecho no establece por s mismo el asunto que se trataaqu.Perolasconsideracionescontextualesrevelanimplicaciones adicionales.Elnfasis en estos pasajes descansa en la finalidad,perfeccin y eficaciatrascendentedelsacrificiodeCristo.Estafinalidad,perfecciny eficacia son necesarias debido a la gravedad del pecado, y si la salvacin ha de ser concretada, el pecado debe ser removido eficazmente. Esesta considera-cin la que da tal fuerza a la necesidad, que se expresa en Hebreos 9:23, en el sentidodequeentantoquelasfigurasdelascosascelestialesdebanser purificadasconlasangredetorosymachoscabros,lascosascelestiales mismas deban ser purificadas con la sangre deno otro que el Hijo.En otras 15 El plan desalvacin palabras, existe una necesidad que slo puede ser cumplida con la sangre de Jess.Perolasangrede Jessesunasangrequetienelaeficaciayvirtud necesarias slo por cuanto aquel que es el Hijo, el resplandor de la gloria del Padre y la misma imagen de su sustancia, particip tambin de carne y sangre, y que por ello pudo mediante un sacrificio hacer perfectos a los santificados. Desde luego, no es una inferencia injustificada llegar a la conclusin de que el pensamiento que aqu se presenta es que slo una persona as, que ofreci un sacrificiocomo ste,pudoremover el pecado,yobrar talpurificacin que asegurase que losmuchos hijos fuesentrados a la gloria, accediendo al lugar santsimo de la presencia divina. Y esto es slo decir que el derramamiento de la sangre de Jess era necesario para los fines contemplados y logrados. Hay tambin otras consideraciones que se pueden derivar de estos pasajes, especialmente de Hebreos 9:9-14, 22-28. Son las consideraciones que surgen del hecho de que el mismo sacrificio de Cristo es el gran ejemplo del que se modelaronlossacrificioslevticos.Amenudopensamosen lossacrificios levticos comolosqueproveen la pauta para el sacrificio deCristo. No es equivocado pensar de esta forma -los sacrificioslevticos nosproveen de categorasparapoderinterpretarelsacrificiodeCristo,enparticularlas categorasdeexpiacin,propiciacinyreconciliacin.Peroestalnea de pensamiento no esla quecaracteriza aHebreos9.En este pasajesehabla especficamente quelossacrificioslevticos fueronmodelados de acuerdo a realidades celestiales -eran copias de las realidades celestiales (Heb. 9:23). Por ello, la necesidad de ofrendas de sangre de la economa levtica surgi del hecho de que la realidad segn la que haban sido modeladas era una ofrenda desangre,una ofrenda trascendente por medio dela cual sepurificaron las cosas celestiales. La necesidad de derramamiento de sangre en la ordenanza levtica surgi sencillamente de la necesidad del derramamiento de sangre en la dimensin ms elevada de lo celestial. Ahora nuestra pregunta es:Qu clase de necesidad esla que haba en la dimensincelestial?Erasencillamentehipotticaoeraabsoluta?Las siguientes observaciones indicarn la respuesta. 1.El nfasis del contexto significa que debido a las exigencias que surgen del pecado, el sacrificio de Cristo requiere tener un eficacia trascendente. Y estas exigencias no son hipotticas -son absolutas. La lgica de este nfasis en cuanto a la gravedad intrnseca del pecado y la necesidad de su remocin no concuerda con la idea de la necesidad hipottica -la realidad y gravedad 16 La necesidad dela expiacin del pecado hacen indispensable la expiacin efectiva,y esto significa que es absolutamente necesaria. 2.La naturaleza precisa de la ofrenda sacerdotal de Cristo y la eficacia de su sacrificio van vinculadas a la constitucin de su persona. Si hubo necesidad de tal sacrificio para quitar el pecado, nadie ms que l poda ofrecerlo.Esto equivale a decir que fuenecesario que una persona as,fuera la que ofreciese este sacrificio. 3. En este pasaje, el santuario celestial en relacin con la sangre derramada de Cristo esllamado verdadero.Elcontraste que seofrece no esuno entre lo verdaderoy lofalso,oentreloreal yloficticio.Ms bien,esun contraste entre lo celestial y 10 terrenal, lo eterno y lo temporal, lo completo y lo parcial, lo definitivo y lo provisional, lo permanente y lo pasajero. Cuando pensamos en el ofrecimiento del sacrificio de Cristo en relacin a las cosas que respon-den a esta caracterizacin --celestiales,eternas,completas,finales,perma-nentes-, no es acaso imposible pensar en este sacrificio como slo hipotti-camentenecesarioenelcumplimientodeldesigniodeDiosdellevara muchoshijosala gloria?Sielsacrificio de Cristo esslo hipotticamente necesario,entonceslascosascelestialesen relacin con lasquetuvorele-vancia y sentido fueron tambin slo hipotticamente necesarias. Y sta es, desde luego, una hiptesis difcil. Elresumende estacuestin esquesedeclaranecesario(Heb.9:23)el derramamiento de la sangre de Cristo para el perdn de pecados (vv.14,22, 26), y que se trata de una necesidad sin reservas ni mitigacin. La justicia de Cristo La salvacin que la eleccin de la gracia incluye en ambas perspectivas de la necesidad de la expiacin, esuna salvacin del pecado y para la santidad y la comunin con Dios. Pero si queremos pensar en la salvacin as concebida en trminos quesean compatibles con la santidad y lajusticia deDios,esta salvacindebeabarcarnosimplementeelperdndelospecados,sino tambin lajustificacin.Y debeseruna justificacin quetenga en cuenta nuestrasituacindecondenadosyculpables.Estaclasedejustificacin implicalanecesidad deuna justicia queseaadecuadaanuestrasituacin. Ciertamente, la gracia predomina, pero una gracia que predomina sin justicia no slo no es real, esinconcebible. Ahora bien, qu justicia es equivalente a lajustificacindelospecadores?Lanicajusticiaconcebiblequepuede 17 El plan desalvacin satisfacerlosrequisitosdenuestrasituacincomo pecadoresyquepuede cumplir las exigencias de una justificacin plena e irrevocable, es la justicia de Cristo.Estoimplicasuobediencia,yporellosuencamacin,muertey resurreccin. En resumidas palabras, la necesidad de la expiacin es inherente en la justificacin y esencial para ella. Una salvacin del pecado separada de lajustificacin esalgoimposible,ylajustificacin delospecadoressinla justicia divina del Redentor esimpensable. Es difcil escapar de 10 pertinente de las palabras de Pablo: Si se hubiera promulgado una ley capaz de dar vida, entonces s que la justicia se basara en la ley(G. 3:21). Lo que Pablo insiste es que si la justificacin hubiese podido ser lograda por cualquier otro mtodo que el de la feen Cristo, entonces se hubiera hecho por aquel mtodo. La cruz de Cristo La cruz de Cristo esla suprema demostracin del amor de Dios(Ro.5:8; 1 J n. 4: 10). El carcter supremo de la demostracin reside en el enorme precio del sacrificio ofrecido. Es este alto precio el que tiene Pablo en mente cuando escribe: El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que 10 entreg por todos nosotros,cmo no habr de damos generosamente,junto con l,todaslas cosas?(Ro.8:32).Elalto precio del sacrificio nosasegurala grandeza del amor y garantiza el otorgamiento de todos los otros dones de la gracia. Con todo,hemosdepreguntar:seralacruzdeCristo una exhibicin suprema deamor sino hubiesenecesidad deestealtoprecio? Acaso no es cierto que la nica inferencia sobre cuya base se nos puede presentar la cruz de Cristo, como la suprema exhibicin del amor divino, es que las exigencias que cubri demandaban nada menos que el sacrificio del Hijo de Dios? En base a esto podemos comprender el pronunciamiento de Juan:En esto consiste el amor:no en que nosotros hayamos amado a Dios,sino en quel nos amy enviasuHijoparaquefueraofrecidocomosacrificioporelperdnde nuestrospecados(1Jn.4:10).Sinesto,nosquedamosprivadosdelos elementosnecesariospara poder entender elsignificadodelCalvario yla maravilla de su supremo amor para con nosotros los seres humanos. La justicia vindicadora de Dios Finalmente,tenemoselargumento en baseala justicia vindicadora de Dios.Elpecado contradice a Dios, y l tiene que reaccionar contra ello con santa indignacin. Esto significa que el pecado tiene que encontrarse con el juicio divino (cf.Dt. 27:26; Nah. 1:2; Hab. 1:13; Ro.1:17; 3:21-26; G. 3:10, 18 La necesidad dela expiacin 13). La razn por la que es inconcebible la salvacin del pecado sin expiacin ni propiciacin, se debe a la santidad inviolable de la ley de Dios,al dictado inmutable de superfeccin y lainamovible exigencia de su justicia.Eseste principioelqueexplicaelsacrificiodelSeor delagloria,laagonade Getseman y su abandono en el madero de maldicin. Es este principio el que fortalece la gran verdad de que Dios es justo y el justificador de aquel que cree en Jess. Porque en la obra de Cristo han quedado plenamente vindicados los dictadosdelasantidadylasexigenciasdelajusticia.Dioslopusocomo propiciacin para mostrar su justicia. Por estas razones, nos vemos obligados a concluir que la clase de necesidad que sustentan las consideraciones escriturales es aquella que se describe como absolutaoindispensable.Losproponentesdelanecesidadhipotticano consideran suficientemente las exigencias que involucran salvar del pecado y ofrecerlavida eterna;no evalan debidamentelosaspectosdelaobra de Cristo con respecto a Dios. Si tenemos en mente la gravedad del pecado y las exigencias que surgen de la santidad de Dios y que han de ser satisfechas en la salvacin del pecado, entonces la doctrina de la necesidad indispensable nos permite entender el Calvario y destaca la incomprensible maravilla, tanto de ste mismo como del propsito soberano del amor que selogr mediante el Calvario. Cuanto ms destacamos las inflexibles demandas de la justicia y de lasantidad,tantomsmaravillososemuestraelamordeDiosysus provisiones. 19 CAPTULO2 La naturaleza dela expiacin Al abordar el tema de la naturaleza de la expiacin, sera bueno tratar de descubriralguna categoraintegral bajola quesepuedan sub-sumir losdiversosaspectos delaenseanza bblica.Lascategoras ms especificas que la Escritura usa para exponer la obra expiatoria de Cristo son sacrificio,propiciacin,reconciliacin y redencin.Pero espermisible preguntamossinohayalgnttulomsinclusivobajoelquesepuedan agrupar estas categoras ms especficas. LaEscritura considera la obra de Cristo como una obra de obediencia y emplea este trmino, o el concepto que ste seala,lo suficiente como para justificarlaconclusindequelaobedienciaesgenricayporellolo suficientemente inclusiva como para ser considerada el principio unificador o integrador. Deberamos apreciar con presteza la propiedad de esta conclusin, cuando recordamos que el pasaje del Antiguo Testamento que por sobre todos delinea la imagen de la expiacin de Cristo es Isaas 53. Pero preguntamos: en qu calidad se percibe a la persona sufriente de Isaas 53? En ninguna otra que ladesiervo.Esconestacalidadqueselepresenta:Miren,misiervo triunfarOs.52:13).Y esen esta calidad que cosecha el frutojustificador: PorsuconocimientomisiervojustojustificaramuchosOs.53:11). NuestromismoSeor despejatodaslasdudasacercadela validezdeesta interpretacincuandonosdefineelpropsitodesuvenidaalmundoen trminos que comunican precisamente esta connotacin: Porque he bajado 21 El plan desalvacin del cielo no para hacer mi voluntad sino la del que me envi(Jn.6:38).E incluso con referencia a sumuerte, acontecimiento culminante y central en el cumplimiento de la redencin, l dice:Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla. Nadie me la arrebata, sino que yola entregopor mi propiavoluntad.Tengoautoridad para entregarla,ytengo tambin autoridad para volver a recibirla. ste es el mandamiento que recib de mi Padre(Jn.1O:17, 18). Y nada podra ser, a este efecto, ms explcito que laspalabras del apstol:Porque as como por la desobediencia deuno solo muchos fueron constituidos pecadores, tambin por la obediencia de uno solo muchossern constituidosjustos(Ro.5:19).Por elcontrario,serebaj voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y hacindose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humill a s mismo y se hizo obediente hasta la muerte,iY muerte de cruz!(Fil. 2:7, 8; cf.tambin G. 4:4). Y la epstola alosHebreos tiene tambin supeculiar giro de expresin cuando dicequeelHijomedianteelsufrimientoaprendiaobedecer;y consumada su perfeccin, lleg a ser autor de salvacin eterna para todos los que le obedecen(5:8,9; cf.2:10). Obediencia activa y pasiva Estaobediencia ha sidofrecuentementedesignadacomolaobediencia activa y pasiva. Esta frmula, cuando se interpreta de manera apropiada, sirve albuenpropsitodeestablecerlosdosaspectosdistintosdelaobrade obediencia de Cristo. Pero esnecesario desde un inicio purgar la frmula de algunos malentendidos y malas aplicaciones a las que es sometida.! El trmino obediencia pasivano significa que Cristo fue pasivo en todo lo que hizo, la vctima involuntaria de una obediencia que le fueimpuesta. Es evidente que cualquier concepto de esta clase contradira el concepto mismo de obediencia.Y se debe declarar con firmeza que incluso en sus sufrimientos y muertenuestroSeornofueelreceptorpasivodeaquelloaloquefue sujetado.Se mantuvo decisivamenteactivo en sussufrimientos y la muerte mismanolesobrevinocomosobrevienealosdemssereshumanos.Sus propias palabras fueron:Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad(Jn.10:18). Fue obediente hasta la muerte, como nos dice Pablo. Y esto no significa que su obediencia se extendi hasta el umbral de la 1.Cf.T.J.Crawford:TheDoctrineoi theHolyScripturerespectingtheAtonement(Edmburgo,1880), pp. 58ss., 89s.; Hugh Martn: op.cit., Cap. IV,especialmente p. 81; James M'Lagan: Lectures and Sermons (Aberdeen, 1853), pp. 54ss.; Francis Turretn: op.cit., Loe. XlV, Q. XIII. 22 La naturaleza dela expiacin muerte, sino ms bien que fue obediente hasta el punto de entregar su espritu y suvida ala muerte.En el ejercicio desuvolicin consciente y soberana, sabiendoquetodaslascosassehabancumplidoyqueelmomentode cumplirse este acontecimiento haba llegado, separ su cuerpo de su espritu, y entreg stealPadre.Entreg suespritu y suvida.Entonces,la palabra pasivano debeinterpretarsecomo quesignifica una simplepasividad en todo lo que tena que ver con su obediencia. Los padecimientos que soport, padecimientosquealcanzaronsupuntoculminanteensumuerteenel madero maldito, constituyeron una parte integral de su obediencia y los sufri en cumplimiento de la obra que le haba sido encomendada. Tampocodebemossuponerquepodemosasignaralgunosaspectoso acciones de la vida de nuestro Seor en la tierra a la obediencia activa, y otros a la obediencia pasiva. La diferencia entre la obediencia activa y pasiva no es una diferencia de etapas. Toda la obra de obediencia del Seor, en todas sus fasesy etapas, esla que sedescribe como activa y pasiva.Debemos evitar el error de pensar que la obediencia activa tiene que ver con la obediencia de su vida, y la pasiva con la obediencia de su padecimiento final y muerte. Elverdadero usoy propsito dela frmulaconsisteen enfatizar losdos aspectos diferentes de la obediencia vicaria de nuestro Seor. La verdad que se expresa est basada en el reconocimiento de que la ley de Dios tiene a la vez sanciones penales y demandas positivas. Exige no slo el pleno cumplimiento desuspreceptos,sino tambin laimposicin dela pena debido atodaslas infracciones e incumplimientos. Esesta doble exigencia de la ley de Dios,la quesetiene en cuenta cuando sehabla dela obediencia activa y pasiva de Cristo. Cristo como vicario de su pueblo qued bajo la maldicin y condena debido al pecado,y tambin cumplilaleydeDiosen todassusdemandas positivas.Enotraspalabras,afrontlaculpadelpecadoycumpliala perfeccin las demandas de la justicia. Cumpli a la perfeccin las demandas penales y preceptivas delaleydeDios.La obediencia pasiva serefierealo primero, y la obediencia activa a lo ltimo. La obediencia de Cristo fue vicaria porquecargtodoeljuiciodeDiossobreelpecado,yfuevicariaporque enfrent todas las demandas de la justicia. Su obediencia viene a ser la base del perdn del pecado y de la justificacin presente. No debemos contemplar esta obediencia en ningn sentido artificialni mecnico. Al hablar de la obediencia de Cristo debemos pensar que consiste en un simple cumplimiento formal delos mandamientos de Dios.Lo quela obedienciadeCristoinvolucrparalseexpresaquizdelaformams notable en Hebreos 2:10-18; 5:8-10, donde se nos dice que]ess mediante el 23 El plan desalvacin sufrimientoaprendiaobedecer,quefueperfeccionadomedianteelsu-frimiento,y queconsumada superfeccin,llegaser autor desalvacin eterna para todos los que le obedecen. Cuandoexaminamosestospasajes,sehacenevidenteslassiguientes lecciones:1)No fuepor medio deuna simple encamacin que Cristo obr nuestrasalvacinyasegurnuestraredencin.2)No fuepor una simple muerte que se logr la salvacin. 3) No fue sencillamente por la muerte en la cruz que Jess se convirti en el autor de la salvacin. 4) La muerte en la cruz, como exigencia culminante del precio de la redencin, fue llevada a cabo como el supremo acto de obediencia; no fueuna muerte infligida sin remedio, sino muerte sobre la cruz, obrada voluntariamente y en obediencia. Cuando hablamos de obediencia estamos pensando no slo en actos formales derealizacin,sinotambinenladisposicin,voluntad,determinaciny volicin que subyacen en ellos y se registran en estos actos formales.Y cuando hablamos de la muerte de nuestro Seor en la cruz como el acto supremo de su obediencia,pensamos no simplemente en la accin manifiesta de morir en el madero, sino tambin en la disposicin,voluntad y volicin determinada que subyaca en aquel hecho manifiesto. Y adems nos vemos precisados a hacer esta pregunta: de dnde deriv nuestro Seor la disposicin y santa determinacin para entregar su vida a la muerte como el acto supremo de sacrificio de s mismo yobediencia?Nosvemosobligadosahacerestapreguntaporquefueenla naturaleza humana que l dio esta obediencia y entreg su vida a la muerte. y estos textos en la Epstola a los Hebreos confirman no slo la idoneidad sinotambin la necesidad deesta pregunta.Porqueen estostextossenos informa de manera clara que l aprendi a obedecer, y que lo hizo mediante lo quepadeci.Fueunrequisitohabersidoperfeccionadomedianteel sufrimientoyquellegaseaserautordelasalvacinpormediodeeste perfeccionamiento.No setrataba,naturalmente, deun perfeccionamiento que exiga santificarse del pecado y buscar la santidad. lfuesiempre santo, inocente,sin mancha y distintoalospecadores.Peroexista un perfeccio-namiento en el desarrollo y crecimiento del curso y camino de su obediencia --l aprendi a obedecer. El corazn, la mente y la voluntad de nuestro Seor fueron amoldados -o diremos forjados?- en el horno de la tentacin y el sufrimiento. Y fueen virtud de lo que haba aprendido en esta experiencia de tentacinysufrimientoquepudo,enelpuntoculminantefijadoporlas disposicionesdelainfalible sabidura y eterno amor,ser obediente hastala muerte, y muerte de cruz. Fue slo despus de haber aprendido a obedecer en elcamino delcumplimiento dela voluntad del Padre -libre deerror y de 24 La naturaleza dela expil1cin pecado--- quesucorazn,mentey voluntadfueroncircunscritoshastael puntodepoderponersuvidaadisposicindelamuerte,librey voluntariamente, sobre el madero maldito. Fuepormediodeestecaminodeobedienciay deaprendizajequefue perfeccionadocomoSalvador,esdecir,fueplenamenteequipado paraser constituido un perfecto Salvador. Fue este equipamiento -forjado a travs de todaslasexperienciasdepruebas,tentacionesypadecimientos- elque provey losrecursos necesarios para el requisito culminante desu comisin. Fueestaobediencia,llevadaasutotalconsumacinenlacruz,laquelo constituycomounSalvadortodosuficienteyperfecto.Yestosignifica sencillamente quefuelaobediencia aprendida y dada alolargodetodo el curso desu humillacin la que lo hizo perfecto como fuente de la salvacin. Loquedefinesuobraysuslogroscomoautordelasalvacinesla obediencia aprendida por medio del sufrimiento, perfeccionada por medio de padecimientosyconsumadaenelsufrimientodemuerteenlacruz.l consiguinuestrasalvacinmediantesuobediencia,porquefuepor obediencia que pudo realizar la obra que logr. Porconsiguiente,laobediencianoesalgoquepodemosimaginarde maneraartificialoabstracta.Esunaobedienciaqueaprovechtodoslos recursosdesuperfecta humanidad,obediencia queradicaba en supersona, una obediencia de la que l siempre ser una perfecta personificacin. Es una obediencia que halla sueficacia y virtud permanentes en l.Y nosotros nos beneficiamos dela misma debido a nuestra unin con LEsjustamente esto loquesirveparaanunciarlaimportancia delaverdadcentral en todala soteriologa, esto es,la unin y comunin con Cristo. Si bien es cierto que el concepto de obediencia nos suple de una categora inclusiva en trminos dela cual sepuede contemplar la obra expiatoria de Cristo,y queestablece desdeun inicio la mediacin activa deCristoen el cumplimientodelaredencin,debemospasarahoraaanalizaraquellas categorasespecficaspormediodelascualeslaEscrituraestablecela naturaleza de la expiacin. Sacrificio Se ve a primera vista que el Nuevo Testamento presenta la obra de Cristo como un sacrificio.2 Y la nica pregunta que sesuscita es:Qu concepto de 2.Cf.B.B.Warfield:BiblicalDoctrines(New York,1929)."Christ our Sacrifiw., pp.401-435; W.P. Paterson: A Dictionary of theBible.ed. James Hastings (New York.1902). vol.IV,pp. 329-349. 25 El plan desalvacin sacrificio rige es el uso constante del trmino el cuando se lo usa para referirse alaobradeCristo?Lanicaformaderesponderaestapreguntaes determinando cul eraelconcepto desacrificioquetenanlosoradoresy escritores del Nuevo Testamento. Imbuidos Como lo estaban del lenguaje y las ideasdelAntiguo Testamento,slohay una direccin en laque buscar su interpretacin del significado y efecto del sacrificio.En qu consiste la idea de sacrificio en el Antiguo Testamento? Se ha generado bastante debate en tomoaestacuestin.Peropodemosafirmarcontodaconfianzaquelos sacrificiosdelAntiguoTestamentoeranbsicamenteexpiatorios.Esto significa que tenan que ver con el pecado y Con la culpa. El pecado involucra cierto grado de responsabilidad, una responsabilidad que brota, por una parte, delasantidaddeDios,yporotra,delagravedaddelpecadocomo contradiccin deestasantidad.Elsacrificioeralaprovisindivinamente instituidamediantelacualelpecadopodasercubiertoyquitadala susceptibilidad a la ira y maldicin divinas. En el Antiguo Testamento, cuando la persona devota llevaba su oblacin al altar, sustitua una vctima animal en su lugar. Al imponer las manos sobre la cabeza de la ofrenda, se transfera simblicamente a la ofrenda el pecado y la responsabilidad del oferente. ste era el elem(:nto central de la transaccin. El concepto consista bsicamente en que el pec:ado del oferente era imputado a laofrenda,yquelaofrendaasuma,comoresultado,lapenademuerte. Soportaba como sustituto la pena o responsabilidad debida al pecado. Evidentemente, haba una gran desproporcin entre el oferente y la ofrenda y una correspondiente desproporcin entre la responsabilidad del oferente y la pena ejecutada sobre la ofrenda. Estas ofrendas ~ r a nslo sombras e imgenes. Sin embargo, es evidente el concepto de expiacit:l, y es este significado expiatorio el que establece el trasfondo para la interpretacin del sacrificio de Cristo. La obradeCristoesexpiatoria,ylaesconut:lavirtud,eficaciayperfeccin trascendentes, que no se poda aplicar a toros o machos cabros; sin embargo, es expiatoria en trminosdelmodeloqueofreC:eelritosacrificialdelAntiguo Testamento. El significado de esto es que a l, que es el gran sacrificio ofrecido sin mancha a Dios, le fueron transferidos los pecados y culpas de aquellos en cuyo favor se ofreci a s mismo en sacrificio. A caUSa de la imputacin sufri y muri el justo por losinjustos para llevamos a Dios.Por medio de un sacrificio l ha perfeccionado para siempre a los que son santificados. Si bien los escritores del Nuevo Testamento no perciben un cumplimiento literal de todas las prescripciones de la ley levtica en el sacrificio que Cristo 26 La naturaleza dela expiacin hizodesmismo,3encuantoalasofrendasdeanimalesserefieren,sin embargo,esevidente quetienen en mente ciertas transacciones especficas del ritual mosaico. Por ejemplo, en Hebreos 9:6-15 se mencionan de manera especfica las transacciones del gran da de la expiacin, y es evidentemente con estas transacciones en mente y sobre la base del sentido simblico y tpico de este ritual, que el escritor expone la eficacia y perfeccin del sacrificio de Cristo,ylodefinitivo delmismo.Cristo,por el contrario,alpresentarse comosumosacerdotedelosbienesdefinitivoseneltabernculoms excelente y perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creacin), entr una sola vez y para siempre en el Lugar Santsimo. No lo hizo con sangre de machos cabros y becerros, sino con su propia sangre, logrando as un rescate eterno (vv.11,12; cf.vv.23,24). Asimismo,en Hebreos13:10-13no podemos dejar dever que el escritor exhibe la obra de Cristo y su sacrificio bajo la forma de aquellos sacrificios por el pecado -sacrificio por el pecado del sacerdote y sacrificio por el pecado de toda la congregacin- cuya sangre era introducida en el santuario, y la carne, piel y piernas eran quemadas fuera del campamento. Por cuanto ninguna parte de la carne de estos sacrificios por el pecado poda ser consumida por los sacerdotes, el escritor loaplica a Cristo,no,desdeluego,con el cumplimiento literal de todos los detalles, pero con el aprecio de su significado parablico y tpico. Por esotambin Jess,para santificar alpueblomediante supropia sangre,sufri fuera de la puerta de la ciudad. Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que l llev(vv.12, 13). Jess,por tanto, seofreci a s mismo en sacrificio, y ello de una manera muy particular bajo la forma o modelo que el sacrificio por el pecado ofreci en la economa levtica. Al ofrecerse de esta manera, expi la culpa y purific el pecado para que podamos acercamos a Dios con la plena seguridad que da la fey podamos entrar en el Lugar Santsimo mediante la sangre de Jess, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. En relacin con esto,debemostener tambin presenteloqueyahemos considerado: que los sacrificios levticos siguieron un modelo celestial, segn lo que la epstola a los Hebreos llama las realidades celestiales. Las sangrientas ofrendas del ritual mosaico eran copias de la ofrenda superior de Cristo mismo, por medio dela que fueron purificadas lasrealidades celestiales(Heb.9:23). 3. Cf. James Denney: The Death ofChrist (New York,1903), pp. 54ss. 27 El plan desalvacin Esto sirve para confinuar la tesis de que lo que era constitutivo en los sacrificios levticos tiene que haber sido tambin constitutivo en el sacrificio de Cristo. Si lossacrificioslevticoseran expiatorios,cunto msdebi ser expiatorio el sacrificioarquetpicoyexpiatoriorecordemos,noenladimensindelo temporal,provisional,preparatorioyparcial,sinodeloeterno,delo penuanentemente real, delo definitivo y completo. Elsacrificio arquetpico fue,por ello,eficaz de una manera en que aquello que era su copia no poda serlo.Eseste pensamiento el que sehace evidente cuando leemos:cunto mslasangredeCristo,quien por medio delEspritueterno seofrecisin mancha a Dios,purificara nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte,afindequesirvamosalDiosviviente!(Heb.9:14).Debemos interpretar el sacrificio de Cristo en tnuinos de los modelos levticos porque ellos mismos haban sido modelados segn el sacrificio de Cristo. Pero dado que lossacrificioslevticoseranslomodelos,debemostambinreconocerlas limitacionesqueposeanen contrastecon elcarcterperfectodelpropio sacrificio de Cristo. Y debido a que estas limitaciones eran inherentes en las ofrendaslevticas,no encontramos yno podramos esperar encontrar en el sacrificio deCristo un cumplimiento literal delosdetalles delossacrificios levticos.La desproporcin entre el oferente y la ofrenda y entre la culpa del oferente y el derramamiento de sangre de la ofrenda bajo el ritual del Antiguo Testamento, fuelo que hizo necesaria la eliminacin de tal desproporcin en el caso del sacrificio de Cristo. La ausencia de esta desproporcin en el sacrificio del Hijo de Dios se correlaciona, con la ausencia en su caso de todos los detalles de las prescripciones levticas, que hubieran sido incompatibles con el carcter trascendente y singular de su propia entrega. Sin embargo,quelaobra deCristofueraofrecerseen sacrificioporel pecado, implica una verdad complementaria que se pasa demasiadas veces por alto.Esque,siCristo seofreci en sacrificio,significa quetambin fueun sacerdote.4 Y fueun sacerdote que se ofreci a s mismo. No fueofrecido por otro; l mismo se ofreci. Esto es algo que no poda ser demostrado en el ritual del Antiguo Testamento.Elsacerdoteno seofreca a s mismo,y tampoco poda la vctima ofrecerse a s misma. Pero en Cristo tenemos esta particular combinacin que sirve para exhibir la singularidad de su sacrificio, el carcter trascendente de su oficio sacerdotal y la perfeccin inherente en su sacrificio sacerdotal.Esen virtuddesuoficiosacerdotalyen cumplimientodesu 4. Cf. Hugh Martin: op.cit., Cap. IlI. 28 La naturaleza dela expacin funcinsacerdotalquehaceexpiacinpor elpecado.Ciertamente fueel corderoinmolado,pero fuetambin el sacerdote queseofreci a s mismo como elcordero deDiospara quitar el pecado delmundo.Esesta sorpren-dente coyuntura la que revela en Cristo la unin de su oficio sacerdotal y su ofrenda expiatoria. Todo ello queda implicado en la sencilla expresin que tan a menudo citamos pero que pocas veces apreciamos:Se ofreci sin mancha a Dios. Y se puede verificar de la manera ms plena lo que ya hemos visto con anterioridad:queen elacontecimientoculminantequeregistrylleva consumacin suacto sacrificador,l estuvointensamente activo,y activo, recurdese,enofreceraDioselsacrificioqueexpitodalacargade condenacin divina contra una multitud quenadiepuedecontar detoda nacin, raza, pueblo y lengua. Adems,y por ltimo,eselreconocimientodelafuncinsacerdotal de Cristo que vincula el sacrificio ofrecidouna vezcon la permanente funcin sacerdotaldelRedentor.lessacerdotepar