La Marquesa de Villaverde,

Presidenta de lás enfermeras españolas.

CONTRA EL TORMENTO DE LOS GASES

INTESTINALES

MARCA REGISTRADA DE METIlPOllSllOXANO

NOGASILANCOMPRIMIDOS

ABSOLUTAMENTE NUEVO

ACTUA POR TENSOACTlVIDAD

NO ES TOXICO • COMPATIBLE CON CUALQUIER

REGIMEM Y MEDICAClON

• AEROFAGIA

• FLATULENCIA

• GASES DELPOSTOPERATORIO

• RADIOLOGIA RENAL,ABDOMINAL, VERTEBRAL,ETC.

• GASTROSCOPIA

• DISPEPSIASDE LOS LACTANTES

LABORATORIO INDUSTRIAS LAQUIFALApartado 13.047 MADRID

PRlDcro DEL EJEMPL'AR:

6 pesetas

EDITOR: COLEGIO PROVINCIAL

DE MADRID

Año I

CARIDADCIENCIA

Y A R TE

Madrid, marzo de 1963

Depósito legal: M, 3,611-1963

Sumario:

, REVISTADE LAS

ENFERMERAS DE ESPA"ÑA

DIRECTOR:

Raúl Santil1riáll

ADMINISTRADORA:

Elisa María Alberca

Número 1

En este númeTO) entre otros) se publican las s1guientes in­fOl'maciones) repoTtajes JI artículos:

Imposición de insignias a la marquesa de Villaverde, pre-sidenta honoraria de las Enfermeras españolas.

Florencia Nigtiliinga.le, la "dama de la lámpa,ra".

Jesucristo en cada enfermo.

Lourdes, milagro de amor y de fe

Historia íntima de "Los fusilamientos". de Goya.

"Bienaventurados ......

El Seminario Internacional de Enfermeras, de El Escorial.

Origen auténtico de la profesión de Enfermera.

Modas.

Deporte.

Cine.

Poesía.

Convocatorias.

Etcétera.

'-.- ----------------------_.---------

ADELGACE

COMIENDO

IMMITE

GALLETAS SANDWICH

sabor a

VAINILLA

sabor a

QUESO

•

PRESIDENT A DE HONOR

La marquesa de Villaverde; el ministro de la GobernRción, sCJlor Alonso Vega:la presidenta. del Colegio de Madrid. EHsa Maria Alberca, y el director de nuestra

Revista, Raúl Sa.ntidrián, charla.n en grupo.

La sal1:'a de aplausos que) en elde'''''Pacho del ministro de la Gob'er­nación, subrayó el instante en queM(:rcBdes Milá entregaba a la mar­quesa de Villaverde las insignias dela presidencia honoraria de las en­fe1'meras esrpañolas) venía a sercomo una muestra ardorosa del en­tUl>iasmo con que habrían aplaudi­do todas las profesionales de nues­tra Patria si todas h:ubiesen tenidoacogida en el abarrotado despachodel señor Alonso Vega. Erá el día17 de enero) y la fecha pasa a laspáuinas destacadas del libro de oroideal de ese formidable "ejércitoblanco" de nuestras damas y seño­ritas sanitarias.

Con el titular del Departam,entoy señora de Alonso Vega) presidie­ron el subsecretario) señor Rodrí­guez de Miguel)' directores genora­les. jefe provincial de Sanidad.. doc-

tor Fernández Turégano)' inspectorgeneral de la Cruz Roja) doctorAracama y una pequeña gran mul-

titud de personalidades de la polí­tica) la medicina y la sanidad espa­ñolas. Junto a. ellos, el apretado

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nalnas y señoritas enferJl1eras de toda España rodean a la nUeva· I)residentahonoraria.

Tres presidentas: La hOIlol'aria, nlarquesa de Villa.verde; la del Consejo Nacio­nal, Merc.-des l\lilá, y la del Colegio provincial, Elisa María Alberca.

nemérita labor. "El doctor puedededicar al herido) cinco minulos)diez) un cuarto de horaj pero lu(:goes la enfermera la que queda alcuidado del enfermo durante tIJdoel día".

Los aplausos fueron tan nutridasy cálidos al final de ambas alocu­ciones como cuando) en el momen­to de la imposición de las insigni,as,la "ovación" luminosa de los "flash"de los fotógrafos duró varios mi­nutos.

Las enfermeras españolas sesienten orgullolM.s de su presidentahonoraria) a quien brindan no nnxbienvenida) porque la marquesa deVillaverde -lo recordó MerCl'desMilá- ya "había venido" antes)sino un "¡grac'ias!" qUe expr'esfl,toda la alegría y todo el cariño conque es acogida su gentileza al hO beraceptado tal distinción.

El primer apretón de manos de f"li­citación se lo dio el nlinistro, teniell t,l'ge.wral Alonso Vega, a la marquf'~a

de Villaverde.

(Reportaje gráfico:Santos Yuben.,)

MiLitar de San José) de Burgos) du­rante la Cruzada. "Allí -dijo--)ella sirvió comidas a los enfermos,consoló a los soldados heridos ycon su ejemplo enardeció a todosen la idA3a del patriotismo más fer­viente".

Finalmente) el ministro .habló dela feliz circunstancia de que las en­fer-meras son el abnegado cuerpode colaboradoras con el que el mé­dico cuenta para completar su be-

corro de las presidentas de los Co­legios Provinciales) representantesde otros grupos médicos y sanit.a­rios y) cómo no) los "chicos" de lapren..<;a) la rad'io, eil No-Do y la te­levisión.

La pr'esidenta del Consejo Nacio­nal) Mercedes Milá) con palabraexacta y concepto justo) hizo unabellísima semblan,ro de la marquesade Villaverde e>n. sus tiempos de en­fermera voluntaria en el Hospital

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MI

(!ueridas compañeras:1\0 sabéis con cuánta alegría aprovecho estas pá­

gin:ts para enviaros a todas un cariñoso saludo.Ha sido siempre una gran aspiración nuestra el

disponer de alguna publicación que nos sirviera delazo de unión y medio de comunicación entre todasnosotras, y como resultado de esa aspiración una delas conclusiones de la 1· Asamblea General de Enfer­mel'as fue la creación de una revista profesional quefuera órgano informativo profesional, tanto del Con­sejo Nacional como de la Agrupación Sindical de En­fermeras. Como para llevar a cabo este proyecto noshemos encontrado siempre con inconvenientes no su­perables hasta ahora, ajenos a nuestra voluntad, alencontrarme con el gran entusiasmo y ofrecimientode asumir personalmente la publicación de una revis­ta para enfermeras de la actual Presidencia del Co­legio Provincial de Madrid. El Consejo Nacional denuestra sección acordó agradecer a doña Elisa AI­berea su ofrecimiento, autorizando y apo.yando la pu­blicación de la revista que proyectaba.

SALUDOMERCEDES MILA

Presidenta del Consejo Nacional de Auxi­

liares Sanitarias. Sección Enfermeras y

A. T S

Aunque es el Colegio Provincial de Madrid quienpublica esta revista, estoy segura que tendrá granacogida en todas las provincias, y, además, nos ser­virá de prueba y experiencia para cuando se puedallegar a realizar el proyecto aprobado en la próximaAsamblea Nacional de Enfermeras, que podrá unifi­car las varias pequeñas publicaciones profesionalesexistentes.

Espero que el entusiasmo y dinamismo de la Presi­denta de Madrid sirvan de ejemplo a las enfermeras,para que expongan sus iniciativas en todo aquelloque pueda ser útil o grato a la profesión y a las en­fermeras.

Estoy segura que expreso el sentir de todas, al darla enhorabuena a Elisa Alberca, por el éxito alcan­zado en su trabajo y en darle también las gracias porsu esfuerzo, que nos permite tener hoy en nuestrasmanos una revista para Enfermeras que se ocuparáy está hecha para servir nuestro lema: "Caridad,Ciencia y Arte".

Un abrazo a todas.

LABORATORIOS MADARIAGA

Saludan cordialmente a todas las enfermeras

españolas con motivo de la aparición del PrI­

mer número de esta Revista.

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Preguntando ...

LA PRIMERA

ENTREVISTA

He hecho la primera entrevistade su historia a "Caridad, Cienciay Arte". Y nuestra revista me hadicho...

"Existo porque espero poder llegar a ti en las no­ches de guardia, cuando el timbre, ya mudo, te dejareposar unos momentos. Es mi ilusión distraer estaespe'ra y que leyéndomoe la noche para ti se acorteinsensiblemente."

"Quisiera que, al leerme, pensaras que fui escritaPor ti y para ti. Queem mi puedes verte también tuspensamientos, que al par que a ti te alivian, entre­tienen a otra."

"El lema del esc'udo de nuestra profesión debe .eInmí darse íntegro y, si esto no lo encuentras en mispáginas, tú debes traérmelo para que otras lo ten­gan."

"Yo soy tuya y, si existo, es porque existes tú. Para

ti me han creado JI si tengo defectos, tú debes Trl­

prend~rme y tratar de enmendarme. Soy tu hija P()­queña. ¡Mírame con cariño! Hazme grande y, al ser­lo, te elevaré conmigo. Mis páginas se abren paTati, ¡no las dejes en b1JJ,nco!"

"Que note yo en mis páginas el latir de. tus sen­timientos y, poco a poco, verás crecer este nUe1'Oser que ha sido creado por y para las enfermerll,sespañolas."

... esto me dijo nuestra revista.

ELI8A MARíA ALBERCA.

Instituto de Biología y Sueroterapia, S. A.

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6

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Historia~ .Intima

de "Los fusilamientos de Coya"Por M. SANCHEZ-CAMARGO

Me acuerdo... En aquellos días, en que cada año,Madrid, como centro espiritual y goográfico de Es­paña comnemora las fechas del dos y tres de mayocon divt'rsos actos oficiales y oficiosos, se publicanartículos y más artículos sobr,e diversos aspectos dela gesta de la Independencia; se remueven archivosy documentos y se ofrecen al público cuadros histó­ricos que glorifican y representan hechos y sucesosacaecidos en las fechas gloriosas, es oportuno recor­dar la gestación del lienzo que en el Museo del Pradoes ahora justo motivo de peregrinación: "Los Fusi­lamientos del 3 de Mayo", que pintó Francisco deGoya y Lucientes y cuyo origen es curioso relatar.

Fue Trueba, el historiador, a quien debemos el co­nocimiento del episodio, casi desconocido, que explicael cómo ~" el por qué de la creación del lienzo célebre,tan traído y llevado estos dias, que realizó Goya, in­mortalizando el gesto del pueblo de Madrid.

Dice Trueba que conoció allá en su vejez al criadode Goya, el buen Isidro, con qlüen el pintor compar­tía nostalgias y melancolías en las riberas del Man­zanares, en ·el refugio de la Quinta del Sordo. Y,bien es verdad, que, conocedor de las pinturas "ne­gras" de la quinta, no debía el fámulo extrañarsemucho de los sucesos de que fuera testigo, por terri­bles que estos fuesen y, sin embargo, sí se asustó,y mucho, en la ocasión trascendental para la historiade la pint ura y para la Historia de España, en queFrancisco de Goya tuvo la idea de inmortalizar enun lienzo la epopeya madriteña, pero la fragancia delrelato se perdería con cualqlÜer interpretación y espreferible dejar en su pureza los olvidados textosque "taquigráficamente" recogió Trueba de labios deIsidro y que explican cómo Goya se inspiró para pin­tar la hist,oria.

* :~ *

"Desde esta misma ventanar-el fámulo se refierea una ventana de la quinta de Goya-vio mi amo losfusilamientos con un catalejo en la mano derecha yun trabuco naranjero, cargado con un puñado d'e ba-

las, en la izquierda. Si llegan a venir los francesespor aquí, mi amo y yo somos otros Daoiz y Velarde.Al acercarse la medianoche, me dijo mi amo: "Isi­dro, toma tu trabuco y ven conmigo". Le obedecí, y,¿ dónde dirá usted que fuimos? Pues fuimos a laMontaña del Príncipe Pío, donde estaban aún inse­pultos los pobres fusilados. Me acuerdo de todo comosi hubiera pasado ayer. Era noche de luna, pero elcielo estaba lleno de negros nubarrones, tan prontohacía claro como oscuro. Los pelos se me pusieronde punta cuando vi que mi amo, con un trabuco enla mano y la cartera en la otra, guiaba hacia losmuertos. Como mi amo notase que no las teuía todasconmigo, me preguntó: "¿Tiemblas Otelo?". Yo, enlugar de contestarle "Temblaré un jinojo", casi meeché a llorar, creyendo que el pobre de mi amo sehabía vuelto loco, pues me llamaba Otelo en vez deIsidro. Luego, sentámonosen un ribazo, a cuyo pieestaban los muertos, y mi amo abrió su cartera, lacolocó sobre sus rodillas y esperó a que la luna atra­vesase un nubarrón q,ue la ocultaba. Bajo ,el ribazo,volaba, gruñía y jadeaba algo. Yo..., lo confieso, tem­blaba como un 'azogado, pero mi amo seguía tan tran­quilo preparando su lápiz y cartón. Al fin, la lunaalumbró como si fuese de día. En medio de charcosde sangre vimos una yorción de cadáveres, unos bocaabajo, otros boca arriba, éste en la postura del que,estando arrodillado, besa la tierra, aquél con las ma­nos l·evantadas al cielo, yidiendo v,enganza o miseri­cordia... Y algunos perros hambrientos se cebabanen los muertos, jadeando de ansia y gruñendo a lasaves de rapiña que revoloteaban entre ellos, querien­do disputarles la yresa..."

* * *Leyendo lo anterior se comprende el esfuerzo inau­

dito y genial que hay que hacer para poner los he­roicos peleles del lienzo en pie, prestarles la agoníay el aliento suficiente y último para que sea posiblela épica pictórica, dentro de tanta desolación, sacri­ficio y miseria. Goya se acercó a la Montaña del

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Príncipe Pío y, acaso realizó, conmovido de verdad,y por una sola vez en su vida, el más trágico ilenzosobre el sacrificio de un pueblo que haya salido entodos los tiempos de mano de pintor. La sangre cho­rrea, imaginativamente, entre los colores que hacelívidos el gran farol que alumbra la escena macabray desoladora.

El gran pelele, que con los brazos en cruz, simbo­liza el martirio de España, tiene igual grandeza queel pobre hombre que a su lado dirige una mirada su­plicante no se sabe dónde. y la misma grandeza iné­dita de la vida diaria, interrumpida en el cotidianoafán, tienen todos los que forman la composición .A lo lejos, la iglesia como un amparo, sirve de fondo .De los hombres que en el cuadro inmortal pintó Goya,acaso pudiera salvarse uno, como aquel Juan Juárezque, sorteado !tara ser fusilado, refirió así, luego, sufuga: " ...Ya de rodillas para recibir la descarga, pudedesasirse de las ligaduras y tenderme en el suelo,echándome a rodar por una hondonada. Cuando melevanté, magullado, dispararónme varios tiros, y aúntrataron de perseguirme, cortándome la retirada, peroyo, más ágil, les gané la tapia, que salté, yendo arefugiarme a la iglesia de San Antonio de la Flo­rida..."

Muchos días, por falta de tumbas, quedaron inse­pultos los últimos cadáveres de los que murieron en

Las cuentas, elaras

la Montaña de Príncipe Pío. Esta noche lúgubre hizoestremecer las liras de los poetas y ganaron la cele­bridad versos tan ripiosos como las sonoras estrofasque comienzan:

Oigo, Patria, tu afliccióny escucho el triste COOlciertoQue forman, tocando a muertoLa campana y el cañón.

Napoleón se equivocó con España. Era, y seráimposible, dominarla. "Es como una sanguijuela quese pega y absorve la sangre extraña convirtiéndolaen suya." Tenía razón el buen José J, a quien tam­bién, más tarde, pintó Goya.

Pero sobre los azares de la pintura y de los mo­delos, quedará para siempre en la memoria de losespañoles el lienzo célebre de "Los Fusilamientos",que es, sin duda, el que tiene en estos días frente aél mayor número de espectadores. Muchos recuerdanla carta que el bien intencionado Rey José-no estu­diado como merece-dirigió al Emperador: " ...Votregloire echouera en Españne."

Pero la historia quedó atrás y las palabras del Al­calde de Madrid, Conde de Mayalde, han puesto aesta fecha española las más oportunas glosas al ha­blar a las relaciones entre los países que un día seenfrentaron como ocurre siempre entre vecinos.

Balance de la Tesorería del Colegio ProvincialInventario-balance de Activo y Pasivo, a 31 de diciembre de 1962, según datos oficiales de la Tesorería

del Colegio Provincial de Auxiliares Sanitarios de Madrid, Sección Enfermeras:

ACTIVO:

Caja .Bancos oo oo .

Cartilla Ahorro .Mobiliario · oo ••

Deudores por cupones .

TOTAL

V." B.ºLa Presid.enta:

(Firmado: Elisa Alberca.)

PESETAS

1.377,17119.638,54464.047,23

14.536,6088.416,00

688.015,54

PASIVO:

Obligaciones pendientes de pago

Reserva para gastos de representación.

Fondo de reserva oo.oo ..

Cupones en circulación .

TOTAL .

La Tesorera:(Firmado: María Arias.)

Pfi.,SErrAS

1.694,00

21.769,00

576.136,14

88.416,00

688.015,54

Nota.-Cualquier dato que deseéis conocer, consulta o sugerencia, para ampliación de estas cifras y con­ceptos, la Tesorería se pone por entero a vuestra disposición.

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A •mIS •amIgas las enfermerasPor el DT. D. JOSE F. TUREGANO

Hace diecinueve años escribíamos en un folletodedicado a la enfermera, lo siguiente: "La enfer­mera es una profesión que impone unas nonnas porlns cuales adquieren estas profesionales una perso­nalidad e independencia propias de su función. Re­litcíonado con ello podemos sentar dos conclusiones:lu primera, es que no hay actividad más femeninaque la de .e.nfermera én cualquiera de sus especia­lizaciones,o la segunda, que en cualquier disciplinamédica es necesaria la ayuda de estas profesiona1Jesque siempre resultan insustituibles y en la mayorparte de las ocasiones, imPrescindibles".

Contin1tábamos diciendo: "La profesión de enfer­rll.era ha adq2tirido en estos últimos años en nuestraPatria un incremento considerable, que irá eleván­dose paraZelamente a su mejoT preparación y selec­ción. Pero toda'lJÍa hace falta intensificar la labor'creando el ambiente adecu,ado, rnediante las Escue­lns .encargadas de la preparación de este personal;ql.l,e unifique criterios y dé la independencia econó­r/lica a esta profesión) para traer hacia ella a todaesa gran masa de jóvenes a las que no les faltan VD­

crlción, inteligeJncia y aptitudes, pero que, por razo­rws exclusivarnente económica..s, se dirigen hacia otrose'mpleos mejor dotados. Si la Profesión de enfer­mera puede significar el ideal de la actividad femeni­na en todas partes, señalamos que en España resu,l­tn más apropiada todavía, porque nuestras mujeresposeen bien destacadas las c2wlidades de sensibili­dlta, ternura, formación moral e inteligencia) y, sia todo ello, ],e podemos unir una excelente prepara­ción, obtendremos las enfermeras más eficaces. EnEspaña poseemos lo más difícil, solamente necesi­tumos multiplicar los Centros IMcargados de la se­II cción y preparación. En estos momentos, el Mi­nisterio de Educación Nacional está tratando de dar'U na solución lógica a este problema, reglamentandolas condiciones y estudios de estas profesionales".

Al cabo de dicienueve años, y du,rante veinte, queestuve en contacto con dichas profesionales, por micargo de Director dé la Escuela de InstTu,ctoras Sa­nitarias, puedo decir que se han obtenido grandesavances. Las Escuelas de Enfermera,s se han mu,lti­plicado. El internado en las mismas se ha hecho obli­gatorio y, como resu,men, la preparación de estas pro­fesionales se hace COn eficacia. Y cuando parecía queya nuestras enfermeras habían cubierto la mayorparte de las rn,.¡:jtas qu,e merece su digna profesión,resulta que posteriormente dos acontecimientos hanvenido a oscurecer el horizonte de estas profesiona­les. Uno do ellos es el haber perdido la denominaciónde enfermeTa, nombre consagrado en todo el mun­do y que ha quedado sustihtido por ~l de ayudantetécnico sanitario que internacionalmente se desco­noc~ por todos los sanitarios del mundo entero, ycuyo cometido es dificil de explicar, ya que abarcavaTias ayu,das o colaboraciones, qMe no encajan peT­fectamente u,nas en otras. La enfermera, como de­cíamos, tiene una persoruilidad, una misión difícil deinclu,ir, ni siquiera comparar, con otras profesiones,a no ser a costa de mermar, diluir y oscurecer susaptitudes. El segundo acontecimiento ha sido la apa­rición de las "auxiliares de clinica", no au,xiliares deenfermeras, como existen en otros países, personasque sustituyen en clínicas, hospitales, etc., la laborde estas prof,esionales. Estas graves dificultades quehan su,rgido y que creemos serán pasajeras para elbien y merecido porvenir de las enfermeras, son mo­tivos fu,ndamentales para que las agru,paciones pro­fesionales y técnicas de las mismas vean la manerade solucionarlas COn urgencia.

Nosotros por nuestra parle, dada nuestra bien co­nocida postura de respeto y car"iño a esta profesión,sólo le deseamos, con impaciencia, la justicia y loséxitos que se merece.

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enfermera

•orIgen

deprofesiónlaverdadero

deEl

Leyenda, tradición y archivo

Por el Dl'. J. ALV AREZ-SIERRA

En las novelas inglesas de Walter Scott, Dickens, Flau­bert, Dumas y una porción de escritores franceses cos­tumbristas, se pinta con caracteres trágicos la vida hos­pitalaria en Francia, Inglaterra, Holanda, Alemania,etcétera, con criados y sirvientes de ambos sexos, re­clutados en las más bajas capas sociales, muchos deellos alcoholizados, que habian salido de los presidioso redimidos en varios años de galeras.

Bien es verdad que sólo gentes de esta categoria po­dían actuar en aquellos antros de suciedad y miseria queeran los hospitales medievales extranjeros, cuando los en­fermos carecian de camas y habian de dormir en el suelo,entre montones de paja y revolcándose en sus propiasdeyecciones.

Fue entonces cuando en nuetsros hospitales de Bur­gos y en algunos de la histórica ruta jacobea, se em­pezaron a designar señoras de probada religiosidad ycostumbres, por lo general viudas de valientes soldadosque habían muerto en la lucha contra los árabes inva­sores y que, adiestradas por los médicos, les ayudabanen la asistencia a los desgraciados que gemían de do­lor por cáncer, úlceras o heridas, cuando no se consu­mian en la fiebre agria de la peste.

Tal era el estado de cosas en el mundo de la vida ho,;­pitalaría '€n el alto medioevo, cuando el rey D. Alfon­so VII mandó construir en Burgos un hermoso hospit:del año 1123, destinado a hospedería de los romeros qlleiban a Santiago, y como entonces era el célebre Mona,;­terio de las Huelgas el más ímportante, no sólo en aqlw­lla localidad, sino hasta fuera de ella, por los privilegi< IS

especialisimos que poseía, fue concedido a su abadesael gobierno de la nueva fundación, con la con.dición ex­presa de que en el caso de que las rentas de éste 110

bastasen al sostenimiento de los peregrinos y enfermos,habia el Monasterio de las Huelgas de suplir las faltascon el sobrante de sus rendimientos, sin poder nun('apara nada intervenir los bienes afectos al Hospital.

Este fue generosamente dotado y aumentó tanto .'nsus rentas, que, lejos de necesitar el auxílío del Mona,;­terio de las Huelgas, se asegura que superó en un triplea las de éste, a pesar de ser uno de los más ricos deEspaña.

LA VIDA DEL CISTER.

SIN CULTURA NI VOCACION.

Los prímitivos hospitales de Europa de aquellos tiem­pos estaban asistidos por un personal competente demédicos y cirujanos; pero, como hemos dicho, las gen­tes encargadas de cuidar y asistir directamente a losenfermos, de ser intermediarios entre éstos y los facul­tativos, llamadas a cumplimentar sus órdenes, eran gen­tes mercenarias, que carecían de la más elemental cul­tura y espírítu de vocación. Al advenimiento de las Or­denes religiosas, éstas fueron encargándose de algunoshospitales y mejoraron las condiciones asistenciales;pero les faltaba preparación técnica y, por seguir vi­gentes las ordenanzas del Concilio de Letrán, tampocopodían especializarse en actividades de carácter quirúr­gico, por elementales que fuesen.

En el hospital creado se establecieron doce hermanosconversos de la Orden del Císter, a quienes se encomendóel cuidado de los acogidos, continuando hasta el año 14Ti,en que, bajo el gobierno de la abadesa doña Moraca cleOrozco, dejaron estos monjes el hábito cisteríense, aimitación de los caballeros de Calatrava, y tomaron (·1hábito secular, poniendo en él la cruz de dicha Orden .Yañadiendo encima una torre de oro.

Cuando se ·establecieron los doce hermanos conversosdel Císter, la abadesa pidió permiso al rey para desig­nar también doce señoras, mayores de treinta y einc'oaños, y que pudíeran encargarse de hacer las camas elelos enfermos, servirles la comida, cortarles .las uñas .vel pelo, lavarlas, darles las medicinas, hacer hilas y ven­das, ayudar al boticario y auxilíar al cirujano a practi­car las curas. Estas señoras tenían la oblígación de vivi ren el hospital, donde tenían manutención y mesada.

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Poco después, siendo abadesa doña Ana de Mendoza,les concedió el título de enfermeras. Es la primera vezque encontramos registrado este nombre en los analesllistóricos médicos.

FALTA EL ARCHIVO .. ,

Fue, sin duda alguna, Burgos una de las primeras ciu­elades que construyó hospitales y centros de socorro paraelesválidos, enfermos, ancianos, inútiles y peregrinos. Porelesgracia, los valiosos y auténticos datos que se refie­ren a Burgos desde su fundación, fueron destruídos porNapoleón y sus generales, que después de vencer a losburgaleses en la desgraciada batalla de Gamonal (ba­ITio de Burgos) y saquear repetidas veces la ciudad,volaron en su retirada el castillo y su magnifico archivo,con innumerables y preciosos documentos y códices, don­de se condensaba la historia de nuestra Península y muyespecialmente la de Castilla la Vieja.

Tambíén en el Hospítal de Roncesvalles había muje­['(~s encargadas del cuidado de los pacientes, las cuales,al decír de un escritor, poseian bondad y belleza. Fueron,pues, precursoras de las actuales enfermeras. Además,para atender a los hombres, había freyres y serores. Enalgunos casos, las mujeres encargadas en Navarra yValencia de cuidar enfermos, se llamaban seroras.

El ejemplo del buen resultado obtenído por la actua­ción de la señoras enfermeras en el Hospital de las Huel­gas u Hospital del Emperador, en Burgos, dio lugar aqlle otros hospitales de dicha localidad buscasen la co­laboración de ayudantes femeninos para la organizacióninterna de los hospitales. Entre estos figurarán los si­guientes:

El Hospital de Dios Padre, fundado en 1141. Estabaen la calle de Santa Agueda, de esta ciudad, a cargode la Cofradia de Dios Padre, y recogía pobres e inúti­lrs. Fue fundado por D. Alonso de Medina, su hijo Fer­nando y D. Pedro Antolínez.

Otro hospital de esta remota época, y que nombró mu­jrres adiestradas por el médico director en la prácticadc apósitos y vendajes, fue el de San Juan de Ortega,situado al pie de la puerta de San Martín. Se tienen al­gnnos datos que se refieren a la fecha 1312, siendo losmás esenciales que poseía bastantes camas y que dabanpreferencia a enfermos de medicina y el de Santa Lu­cía, fundado por el mercader burgalés, Pedro Pérez, enel año 1434, sostenía doce camas.

OTRA VEZ EL EJEMPLO.

Pero dejemos a un lado los hospitales burgaleses; tam­bién en ,el centro de la Península, en lo que habría desrr capital del Imperio más grande del mundo, en cu­yos dominios no se ponía el sol, se tomó el ejemplo deutilizar damas adiestradas en la cura de los enfermos,para la asistencia de los hospitales, previas enseñanzasrecibidas por cirujanos competentes, de modo anólogoa lo que ideó la abadesa Ana de Mendoza, en el Monaste­rio de las Huelgas.

Hospítal del más rancio abolengo madrileñista fue, sindllda alguna, el de la Latina, enclavado en la calle de

Toledo, esquina a la plaza de la Cebada, y que derriba­ron (en los primeros años del presente siglo) con laobligación formal de reedificarle; obligación que ha que­dado incumplida por quienes tenían el imperativo dehacerlo así.

Doña Beatriz Galindo y su esposo, el valiente capitánFrancisco Ramírez, al impetrar del Pontífice Alejan­dro VI la bula de ereción, se enviaron los estatutos delestablecimiento que pensaban fundar y entre ellos fi­guraba el nombrar ocho damas enfermeras y tres mi­nistrantes.

TRADICIÓN.

Finalmente, el Hospital de la Venerable Orden Tercera,se fundó y todavía continúa extendiendo el manto su­blime de la caridad a los terciarios franciscanos en elcorazón del Madrid castizo, en pleno barrio de tradicióny de leyenda, al final de la calle de San Bernabé.

La Orden Tercera, fundada por San Francisco de Asísen Italia, para que la observasen los seglares de uno yotro sexo, que sin dejar sus casas y ocupaciones quisie­sen tener y gozar de una vída perfecta, se halla estable­cida desde tiempo inmemorial.

Atendiendo al singular afecto que profesó el pueblode Madrid al Santo Patriarca, afecto que se ha transmi­tido de generación en generación, sabemos que la Ve­nerable Orden Tercera no tardó en extender su benéficoinflujo. Consta que en 1617 determinó la misma Vene­rable Orden Tercera erigir una capilla, y en 11 de juniodel expresado año compró a los relígiosos franciscanosel terreno al efecto necesario contiguo al cementerio dela Comunidad, que confinaba con la capilla de los Lu­janes.

BENEFICENCIA PARTICULAR.

Pasados unos años, doña Lorenza de Cárdenas encar­gó a los terciarios franciscanos la organización de unhospital, aportando los fondos necesarios y dotando ca­torce camas para hermanas y hermanos de la Orden yuna sala especial para héticas o tuberculosas. Dióse'principio a las obras en 1678 y se terminaron en 1693.La iniciativa de doña Lorenza de Cárdenas sirvió deestímulo para la caridad de otras personas y que la mu­nificencia real viniera en su ayuda, consiguiendo en 1180la ampliación del hospital y la reconstrucción de la igle­sia. De orden del Duque de Abrantes, en 17'87, fue de­clarado el Hospital de la Orden Tercera, de la benefi­cencia particular.

Pues bien, según los estatutos fundacionales, paraatender a los enfermos y la vida de familia de este hos­pital, se designaron doce señoras viudas, a quienes sesuministraba alimento y vestido, con la obligación deayudar a las curas de cirugía y distribuir las medicinasy atender a todos los pacientes. Estas damas enfermerastenían, además, la obligación de que repartiéndose entresí las horas del día, siempre hubiera una rezando al San­tísimo. Cuídaban, además, de la ropa de la sacristía ydel Hospítal, siendo quienes preparaban las vendas, lashilas y el material de curas.

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Lección

"Jesucristo en cada f ' ,en ermo

Por el P. RAFAEL GONZALEZ-FRIAS, SS. Cr'.

Si Dios no hubiera divinamenteinventado el concepto de caridad)¡con qué pobreza de recursos nosencontraríamos los hombres al tra­tar de dar cuerpo a ese mismo con­cepto!

Los adjetivos filantrópico, des­interesado, benemérito, aparecenterriblemente fríos aplicados a 1ejercicio de la profesión de enfer­mero; y son fríos porque les faltaese fueoo de la caridad.

Ahora bien) la caridad tiene nom­bre femenino y se ha representadosiempre en figura de mujer. Poreso) el oficio de enfermera pareceque ha sido ,hecho para la mujer porder.echo propio. Y a su vez) el senN­miento de maternidad) con todossus valores) parece hab,er formadoel corazón femenino específicamen­te para esa profesión.

y todo ello porque ninguna otrapuede encerrar más profunda ymúltiple<mente que ésta) el concep­to de caridad.

Partimos, pues, de una base so­brenatural.

La sobrenaturalización del oficiode enfermera es lo que hará que lafilantropía se convierta en caridad;pero, ¿ acaso sobrenaturalizar no eselevar? Pues si lo sobrenatural sefunda sobre lo natural, acaso tam-

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poco habrá profesión alguna quepresuponga perfecciones más altasque la nuestra.

Porque la enfermera debe poseertoda la gama de un conjunto decualidades de un espíritu bien do­tado.

y así, en la lección bien apren­dida de enfermería, la enfermeraserá un modelo de carácter. Ella hade saber reunir las facetas más dis­pares y más difíciles de dominar:comprensión, dulzura y energía; sa­crificio, paciencia, fortaleza y ejem­plo...

En suma, una vida de dedicacióny consagración totales, en su senti­do más eminentemente teológico"verdadero ministerio", como lo de­fine Pío XII.

En compensación de todo esto, laenfermera sabe, está segura -y es­to la conforta y enorgullece- delfruto indefectible de su abnegación:fruto para sí misma, para su pró­la Iglesia.

La resonancia de su actuación enel ámbito de lo técnico-profesional,lo humano y lo religioso, es incalcu­lable. E inagotable pasarle revista.

Pero sus mayores triunfos estáncelados por el secreto íntimo de ca­da vida particular; j cuántas victo­rias no han ganado ellas para lavida del cuerpo y, sobre todo, para

la del alma, que acaso nunca se sa­brán sino aquel día en que la Ver­dad haga justicia a los ojos de vivosy muertos y la humildad no dehaesconder por más tiempo los verda­deros méritos!

.* ·x· ·x·

Sin embargo, debemos ya ahoraadmirar el radio de acción de la en­fermera, su responsabilidad y sugloria.

Para sí mismas recaba enseñan­zas sobre la Teología de la enferme­dad el dolor, la vida y la muer1 e,lo fugaz de todos los valores mal e­riales, la proximidad de un prem ioo un castigo eternos y su mismoejercicio interpretado a lo divino,una fuente de méritos para su vidasobrenatural.

Con el enfermo practica la obrade misericordia que no es ya "visi­tarle", sino "asistirle". Coopera asu salud, como ayudante e intérpre­te sabia y fiel de las indicacionesdel médico; sobrelleva incluso elmalhumor o las exigencias del en­fermo, tantas veces caprichoso, co­mo si se hubiera vuelto un niño; leayuda a soportar la enfermedad, leinfunde el optimismo de la cura­ción y le acompaña en el triunfo so­bre el dolor.

JOSE SEGUI

j Eras angelical! Para mí fuisteuna alborada en mi existencia tristey un oasis de luz en mi desierto;por eso, aunque camino, estoy bien

[muerto,desde aquel día infausto en que par­

[tiste.N o er.as, no, de este mundo... Tu

[dulzura,los ángeles querían en la altura,para jugar contigo en una estrella.

Hoy) tu alma irradiará luz como[ella

pero ¡ten comyasión de mi amar-[gura!

i A todas horas te llevé en la mente!A veces, mi deseo te presiente,y pues no puedo ir a donde moras,tú, que sí me verás a todas horas,i ven a !losar tus labios en mi frente!

que todos huyen y frente a la cual,sin embargo, todos sienten sus es­paldas guardadas gracias a esos se­res providenciales.

La Sociedad sabe lo que debe a laenfermera. Y por eso le rinde unincondicional homenaje a la simpá­tica figura blanca, llena de poesía,poesía profunda y verdadera -ladel amor- y a lo que ella significa.

En ese puesto creado por la So­ciedad, por otra parte, cuántas per­sonas de todo orden social han en­contrado su puesto en la vida, des­pués de tanteos inútiles humana ysobrenaturalmente hablando, porencajar su horizonte definitivamen­te. En algún momento incluso lasnecesidades no cumplidas de unamaternidad soñada, podrán hallarpor ese cauce una definitiva yaquietante satisfacción.

Sólo nos faltaría por ver el lugar

Cuando es éste el que le vence yllega la muerte, tIla sufre en su car­ne misma todas esas agonías delenfermo y le vela en sus momentosúltimos.

Pero, sobre todo, le inculca suavey penetrantemente esa Teología deldolor que ella ha aprendido; le en­sl'ña a ver en eSe dolor una conse­cuencia de nuestra miseria moral yfísica; :;t ver en él la mano de Dios,no necesariamente como un castigo,sino como una prueba que acaso re­serva a sus escogidos y donde en­tonces hay que saber hallar la partepositiva.

Le enseña a ofrecer sus sufri­m ientos por sí mismo o por otracausa más universal, los pecadores,la Iglesia; a encontrar ocasión, enese obligado reposo de la enferme­dad, para meditar sobre el estadode! alma y la conveniencia o urgen­te necesidad de poner en claro mu­chas conductas. Ahí es donde apun­tábamos antes victorias calladas enel haber de la enfermera, tras unalucha enconada con la resistenciade un alma que al fin cae, gloriosa­mente ganada para el Cielo, en uninstante decisivo.

Para el médico también es lecciónviviente. Sólo él sabe lo que se pue­de admirar a una enfermera quesabe estar en su puesto de trabajosin desmayo, a quien se puede con­fia r la misión más delicada y másingrata muchas veces. Cuando lamujer se mantiene inquebrantableen su fortaleza, el hombre cobraconfianza en sí mismo y redobla susesfuerzos.

}<~specialmente, los problemas dela maternidad le están, por natura­leza, reservados; y ahí es donde se­guramente el Corazón de Dios llo­ra lágrimas también al ver abusardel Matrimonio, vínculo dignísimoque: El ha querido santificar y ha­cer digno de un sagrado respeto.

De esta manera, la enfermera espara la Sociedad una institución es­cogida, una antorcha de luz y deamor en el mundo sombrío del do­lor, de la miseria física y moral, ala flue nadie quiere acercarse, de la

Ve r s OS.

"RECUERDO"

• •

de la enfermera en la Iglesia, ce­rrando así este recorrido a travésde todos los ámbitos en los que hade tener eco su actuación.

y qué mejor testimonio de laIglesia podemos aducir que el de suSupremo Pastor... Pocas veces elPapa habrá dedicado una admira­ción más sentida que a los gruposde enfermeras a quienes tenía de­lante.

"Con el sentimiento de predilec­ción que arrancan de Nuestro Co­razón los apóstoles de la caridad,os damos la bienveni.da -decíaPío XII a las enfermeras italianasen 1953-; a vosotras cuya fe hacever a Jesucristo en cada enfermo,enseñándoos a prodigarle algo másy mejor que la simple asistenciaprofesional: es decir, el calor de lacaridad sobrenatural, que es sin du­da la primera y mejor medicina."

"Vuestra Asociación se proponele altísimo fin de elevar esa profe­sión vuestra a ejercicio de verda­dero y sagrado ministerio ..."; "conmirada piadosa observad con cuán­ta piedad se inclinaba Jesús sobrelos miserables, con qué sentimientode paternidad los acogía y can quédedicación Se ponía a su servicio ...Descubrir a Jesús en el enfermo ycomportaros como Jesús con él: heahí el ideal de todo enfermero cris­tiano."

"Queridas hijas enfermeras, quepor divina vocación o elección librehabéis abrazado una vida de talmodo erizada de sacrificios en be­neficio de la Humanidad que sufre,no queráis menospreciar vuestralabor por debajo de cuanto la apre­cia Dios y la misma Sociedad hu­mana. .. j verdadero y sagrado mi­nisterio !"

La Iglesia toda, tras su Pastor,invoca sobre todas las enfermerasla Bendición divina, para que a esasadelantadas de la fe y la caridadcristianas, se les cuenten por vic­torias sus días, rebosantes siemprede luz y de gozo en el cruento in­molarse de toda una vida de abne­gación.

Así sea.

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LOURDES,milagro de amor y de fe

Recuerdo de un VIaJe inolvidable

Por MARY ARIAS

Difícilmente, en el correr de mi vida, podré recor­dar un viaje con tanta satisfacción como aquél quehice a Lourdes con la V peregrinación que la Dió­cesis de Madrid-Alcalá viene organizando cada año

de una manera grandiosa, conmovedora y me atre­veria a decir casi milagrosa. Fuimos juntas diez ('n­fermeras de diversos centros sanitarios de Madrid,enviadas por el Colegio Provincial a petición del se-

La. presidenta del ColeKio Provincial de l\fadric.l, Elisa i\'faría Alberca, con las cnfenmeras que fueron en servieio ala pere~riJlación de Lourdes

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Al pie de uno de Jos vilgon-es del convoy especial. cuandova.. ~t ser izado al coche la carnilla.

ñor Obispo D. J. M.' Garcia Lahiguera, para la pres­taci,'m de nuestros servicios al cuidado de los en­fermos que formaban la peregrinación.

Yo no conocía Lourdes, era la primera vez que lovisilaba; no sé, si yendo como simple turista o sen­cilln peregrina, hubiera dejado mi viaje huellas tanprofundas como aquellas que dejó mi peregrinaciónde ¡,nfermera de un hospital ambulante, que empuja­do l,ar la fe, a través de 10s campos de España, llegóhast a el asilo de Lourdes, eSe rincón de Francia don­de de una manera tan sencilla la Virgen se mostróa la sencilla Bernardette y donde Dios, de una for-

]<~n I.rimer térlllino el emble.ma de 1l~ Cruz ltoja. Y con unIlio l'n el estribo, sin metáfora. llb sonrisa, del a.diós a punto

de c()menzar el via.je.

ma tan especial y también tan consoladora, Se dejaver y sentir.

j Milagros! ¡Cuántas interrogaciones se abrían ami vuelta esperando el relato sensacional, concretoy espectacular de un milagro! Sin duda... ¡cuántosse habrán realizado de una manera callada, cuandomenos se pensaba, cuando Dios lo haya querido! Peroel verdadero milagro, el impresionante milagro de

Ya. en 'Lour-des, una de las enfermer1\S de la eXI)edición,junto a dos de los enfermos llue hicieron el viaje,

Lourdes, es el que yo vi, el que vimos todos los queallá fuimos, enfermeras, médicos. camilleros, enfér­mas. Todos vimos el gran milagro de amor y de fe.i Qué hermosa competición en el trabajo agotadorde cada día, de cada noche, de cada momento, cuandoel afán de todos era la superación y el olvido de símismos en beneficio de los enfermos, por el descan­so de los demás! j Qué grande el crecer y el multi­plicarse de las fuerzas humanas, sostenidas acaso

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Han muerto

Ernestina Rivasy Ma. del Carmen Martín

espiritualesI ~jercicios

Milagro de Lourdes, que nos haces ver la genero­sidad frente al egoísmo, el espíritu sobre la materia.que vigorizas en rlUsotros la fe en nuestros seme­jantes cuando éstos elevan su alma a Dios!

Milagro de Lourdes, que nos traes la consoladoraconvicción de que no todo en la vida -a pesar de loque muchos digan- es frío realismo, sino que haytambién mucho de ardiente caridad.

Enfermeras: las que podáis, id a Lourdes; mere­ce la pena. Todo lo merece la inmensa, la incalculabksatisfación que produce el dar, el sentir que con elalma se recibe y, sobre todo, es grande, enormemen­te grande, llegar a comprender el infinito valor queencierran el dolor y el sufrimiento a los ojos de Dios.

En una tanda especial para Enf,ermeras, se cele·brarán Ejercicios Espirit'U<Xles, dirigidos por el pa­dre Peiró S. l., del 1 al 6 de abril próximo, en la ca­pilla de los Kotskas (Maldonado, 1-A), a las ochode va tarde.

La última dolorosa noticia del año 1962 nos llegócon la muerte de la sleñorita enfermera de este 00­legio Ernestina Rivas Silva. Y 1963 nos sorprendiópronto con otro hecho luctuoso: el día 6 de enerofallecía la señorita María del Carmen Martín Rodrí­guez, enfermera del Hospital de la Cruz Roja Es­pañola.

Con auténtico sentimiento enviamos desde aquínuestro sincero pésame a las familias respectivas.y dejamos hecha la promesa de que nuestras enfer­meras elevarán al Señor sus oraciones por el eternodescanso de las almas de María del Carmen y Er­nestina.

por otras divinas, traducidas en amor a la humani­dad! ¡Qué grandiosa la visión de los hombres, que,sosteniendo en sus brazos a otros hombres, juntosllegaron a los pies de la Virgen y lloraron los dos!¡Qué admirable en su esfuerzo los camilleros, jó­venes, casi niños, y hombres gastados por los añostambién, pero, en todos, alto el espíritu para llevarla alegría y el humor a aquellos que de ello tantonecesitaban! ¡Qué grande era allí todo y qué fueradel alcance de mi descripción y competencía tu la­bor, Dr. :Pozuelo y la de tu enfermera y esposa! ¡Quéincansables en vuestro trabajo y cómo agradeceríavuestro celo aquella niña por la que tanto luchas­teís y ... quien sabe, si Con la Virgen, salvasteis losdos! j Qué perdonable la indisciplina de nuestras en­fermeras cuando de obedecer una orden de descansose trataba! i Había tanto que hacer... y tanto que dar!De eso sabéis mucho vosotras, compañeras del Co­legio que conmigo vinisteis y conmigo dais fe delmilagro de Lourdes! Milagro de amor, de fe y de es­peranza. Enfermo de Manzanares ¡qué rígido en tucamilla ante la gruta, absorto, a la Virgen mirabas!Me preguntabas si tenía prisa ... "No, ninguna" .Y, tranquilo, seguías mirando, mirando muy alto .i Qué alto mirabas! Yo, con devoción indecible, qu€.en los renglones no cabe y a las palabras se escapa,contemplaba el milagro que se realizaba en ti -mi­lagro de Dios en las almas- y humilde pedía paramí, para todos, esa altura de mirada ¡Muchachos quea Lourdes vinieron de Soria, Montilla, Zamo'ra... in­válidos de tantas regiones de España! Toda la fuer­za perdida de sus miembros inertes, se centraba ycrecía maravillosa en sus almas! ¿ Recordáis la vuel­ta, cuando aún en los ojos de todos las lágrimas, de­ciam'os adiós a Lourdes? ¡Qué paz reflejabais y quéemoción el oíros ofrecer los misterios del rosario,cuando el turno os llegaba! "Porque los enfermos delaño que viene vuelvan con la misma alegría que lle­vamos nosotros"... "por los frutos del Concilio" ..."por los familiares de todos los presentes" ... "por quereine la paz del mundo" ... ¿ Y de vosotros?... ¡Na­da! ... i Qué grandes sois! Cuántos me dijisteis: "Nopido mi curación, señorita, sólo fuerzas para ofrecermis dolores" ... Alguno llora... Le pregunto "Re-cuerdo a mi familia ... algún amigo ... no creen pidopor ellos" ... j Magnífica escuela! i Qué necesitado estáel mundo de las hermosas lecciones que vuestro ejem­plo nos daba! ¡Cómo crecía a vuestro lado nuestravocación de enfermeras!... ¡Qué temple de almas!

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Nuestra precursora ...

Florencia,"la dama de la lámpara"

Escribe: María Luisa SOTO---~ --=~~--~--~~~

" ... y con una pequeña lamparita de 'mano recorría por las noches lassalas del hospital, consolando así con su presencia y dulzura) y la paz queirradiaba de su persona) a aquellos enfermos. Tranquilizaba a las fami­lias que) desde lejos) v,~an aquella lamparita qu,c era la mejor promesade que sus familiares estaban atendidos) y fue desde entonces conocidapor "La dama die la lámpara" ...

Vino a mi recuerdo este párrafo d161 la biografía de Florencia Nightin­gale) al enterarme de la creación de nuestra revista) y s~trgiá en mi ideade que la primera qu,d debía. publicarse h(J¡.bría de ser la de ella.. N o ,hedudado en escribirla a pesar de sab·er que) por la gran inflttencia que tU1/'Oen la c1'eacián de nuestra profesión, son de todas conocidas sus actividades.

Entre las brumas inglesas de unpequeño pueblecito nació Florenciaen el año 1820. Sus juegos infanti­les eran como el preludio de lo quehabria de ser su vida. Sus muñecascuidaban a enfermos imaginarios yella misma curaba con mimo a losque, mutilados, salían de las manosde otras niñas.

No era frecuente, en aquella épo­ca, que mujeres de la categoria so­cial de Florencia, tan refinada ensus gustos y costumbres, hicierantrabajos fuera del hogar y, al tratarde ingresar como enfermera en elHospital de Salisbury, su madre,horrorizada por esta idea, tratóde impedirselo. No consiguió éstagrandes resultados con aquella opo-

sición ya que, vistas sus aptitudesextraordinarias, Florencia fue nom­brada directora de un hospital se­migratuito en el año 1853. En estehospital encontraron acogida ama­ble y atenta las señoras nobles que,por diversos motivos, llegaban a laindigencia.

Vivió horas de amargura al tenerque abandonar a sus padres paraseguir su vocación y el desagradocon que ellos acogieron este aleja­miento colmó la pena de la sepa­ración.

La compensación la tuvo en sutrabajo y su espíritu abnegado legrangeó el &precio de los médicos yel agradecimiento de los enfermos.Sin embargo, no conseguía con esto

llenar todas sus aspiraciones por­que, el contacto con los que sufren,le hizo comprender lo que, en losmomentos de dolor, necesitan deuna mano femenina. Vio con su ima­ginación ardiente llena de amor ycaridad, lo que la enfermera podríaser para el enfermo y, más tarde,cuando la epidemia de cólera se cebóen Middlesex, comprendió que erainminente la necesidad de estas mu­jeres.

La práctica adquirida la llevó,años más tarde, a pedir que le con­sintieran cuidar de los heridos enla guerra de Crimea, aliada con In­glaterra y el Piamonte, sostenía conRusia. Fue una guerra sangrientaen la que el ejército inglés, que ca-

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recía de enfermeras, obtuvo susmayores bajas en los hospitales. Ladesorganización, el abandono y elcontagio que se producia por haci­namiento alcanzaba cifras fabulo­sas y Florencia luchaba y trabaja­ba sin descanso.

El pueblo inglés al comprenderlas causas de estas bajas por faltade personal facultado para el cuida­do de los enfermos, protestó enér­gicamente. Agravó la situación elconocimiento que un corresponsalde guerra de "El Times" llevó a to­dos los hogares haciendo compara­ciones con el ejército francés, en elque no faltaban mujeres que cuida­ran con solicitud a sus heridos yen­fermos. Esto provocó un clamor ge·neral pidiendo enfermeras para elcuidado de los heridos en los hospi­tales ingleses.

La organización debería llevarsea cabo por una mujer y Florenciafue la designada. Al reacabar estanecesidad el Director del hospitalexpuso:

-Sólo conozco una persona enInglaterra que pueda y sepa orga­nizar con éxito semejante proyecto.Esta es Florencia Nightingale, y lle­vado de su interés le propuso undía:

-¿ Está usted dispuesta a mar­char a Scutari a emprender la or­ganización completa de los batallo­nes de enfermeras?

-Estoy dispuesta a hacer todolo que sea en provecho de mi Patriay mis enfermos.

-Tendrá la máxima autoridaddel Gobierno y todo lo necesariopara llevar a cabo esta misión conéxito.

Florencia, para quien no pasabaninadvertidos aquellos horrores, nipodía dejar de sentir el ansia de re·mediarlos en cuanto estuviera en suparte, aceptó aquella misión con ale­gría y el día 21 de octubre de 1854,

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partió para Scutari acompañada delas enfermeras que pudo reclutar,que sumaban, entre religiosas y se­glares, treinta y ocho, procedentesde diversos hospitales.

Tuvo que luchar con las dificul­tades materiales y con el recelo yfría acogida por parte de la inten­dencia y de los mismos médicos. Es­tos fueron, sin embargo, pronto susamigos y admiradores. Los prime­ros tiempos se dedicaron principal­mente a la limpieza de las salas ydel material y al aseo de ~os enfer­mos, a la confección de colchones ysábanas, etc. y a adquirir todoel material necesario, organizandouna cocina especial para regímenesde enfermos, atendidas por enfer­meras y unos lavaderos, en los queempleaba a las mujeres de los sol­dados, con lo que las ayudaba en sudifícil situación.

La actividad de Florencia al ladode los enfermos era prodigiosa. Es·cribía las cartas de los soldados,avisaban a las familias de los quemorían y en sus manos y en sus oí·dos eran depositados los queridosrecuerdos y los últimos mensajes delos agonizantes.

Para Florencia Nightingale laguerra de Crimea fue un episodio,ya que le sirvió para afirmarla ensu primitiva idea de la necesidadde organizar una profesión de en·fermera, en forma que pudiera cum·plir perfectamente su cometido, ideaque no la dejó hasta que pudo verrealizada la fundación de la prime­ra escuela de enfermeras, a la vuel­ta de su campaña de Crimea, rodea­da ya de una popularidad, la reinay el pueblo inglés preyectaron ofre­cerle un homenaje como testimoniode gratitud y conociendo que lo quemás podía agradarle seria que se leayudase a poner en práctica su ideade proporcionar a las futuras gene­raciones de enfermeras, la forma-

ción que consideraba tan esencial.fue convocada por sus amigos y ad­miradores una asamblea, de la queresultó la creación del fondo llama­do "Florencia Nightingale". Abier­ta una suscripción nacional alcanzóla cifra de 44.000 libras esterlinas.en su mayor parte aportadas pOI'militares.

Después de su regreso de Crimea,Florencia estuvo ocupada en prin­cipio en la reforma de la Sanidaddel Ejército. Su delicado estado d,'salud la impidió ser ella mismaquien llevara personalmente la di­rección de la escuela que se fundóen el Hospital de Santo Tomás, enLondres y que llevó el nombre di,Florencia Nightingale, pero su pri­mera directora, la señora Wardro­per, era una mujer íntimament"compenetrada con Florencia dequien recibía, en todo consejo yorientación.

Florencia Nightingale murió f'l13 de agosto de 1910; fue notabl(~

como pensadora, organizadora, etc.,y también como escritora; fueronlos escritos salidos de su pluma nu­merosos, quedando inéditos muchosde ellos. Sus obras impresas impor­tantes, que a las enfermeras puedeninteresar son 'las siguientes.

"Notes on Hospitals" (1859) ; No­tes on Nursing" (1860); "Notesfor the labouring classes" .(1863);"How peapIe may live and not diein India" (1863); "Sugestions forthe inprovement of the Nursingservice on Hospitals and the m('­thod of training nurses for the sickpoor" (1867).

El nombre de Florencia Nightin·gale debe ser bendecido por la hu­manidad y venerado, muy especial­mente, por las enfermeras, cuyaprofesión fue elevada por ella, a unade las más nobles y dignas en elcampo de las actividades feme­ninas.

"BIENAVENTURADOS ... "Por LUISA ALBEUCA

La muerta estaba allí. Había llegado aparatosa­mente hasta aquel hombre que se revolvía en su le­cho, defendiéndose, queriendo aún agarrarse a la vidallese a toda la aspereza, a toda la miseria que paraél había tenido.

Estaba solo. No había podido llamar, ni pedir ayu­da, únicamente, sobrecogido de dolor, tenderse sobreel jergón y retorcerse.

Había estado mal en otras ocasiones, !Jero sólo estavez supo que la muerte (,e rondaba, que el fin estabaallí, en aquellos minutos, en aquel silencio. Era es­pantoso ir a morir solo, sin luz, sin consuelo, sinesperanza. Si al menos hubiera tenido con él a suhija...

i Qué rápida su vida y qué incompleta! Siempreesperando, luchando y, al fin, i esto!

Pero "esto" ¿ no significaba la liberación?... El selo preguntaba confusamente. En su cerebro tor!le pa­recían definirse oscuras ideas, !Jrecisarse intuiciones,rebeldías, aclarars·e las sombras.

Ahora recordaba la existencia de un Dios miseri­cordioso y justo. Un Dios, ejemplo para los mortales.¿ Cuánto tiempo lo tuvo olvidado?

En el fondo, no le im!Jortaba mucho abandonar elmundo. Había pasado yor él en un esfuerzo doloroso,había sufrido y había sentido envidia. Pero no teníaque abandonar gran cosa. Sus zapatos rotos, su trajelleno de mugre, y su lucha. Q.uizá fuera un alivio lamuerte, puesto que no !Joseía nada querido de lo quedespedirse.

Pero, al otro lado de la vida_, estaba Dios y, quizáno tuviera misericordia !Jara sus cul!Jas, cuando con­sentía en esta muerte a solas, sin un sacerdote queviniese a absolver sus !Jecados, a garantizarle quepasaría a otra vida mejor.

¿Qué podía hacer él? Sólo seguir lamentándose dela injusticia y seguir temiendo. Porque, ¿ qué podríamostrar a Dios en compensación de sus cul!Jas? ¿ Aca­so él había orado o hecho !Jenitencia? ¿ Era como loshombres que podían regalar mantos a la Virgen ojoyas? ..

j No! Y había algo !Jeor aún... Hubiera preferidono recordarlo, pero no era cuestión de su voluntad.

Una noche, cuando la pequeña se le moría, robó unasmonedas en la iglesia. La bandeja estaba ante sus ojosy a los pi.es de una imagen. No sintió escrúpulos nitemor entonces. Pero ahora, incomprensiblemente,aquella culpa crecía y crecía... , aquella culpa mons­truosa era lo único que !Jodía llevar a la presenciade Dios.

No podía hablar. El dolor atenazaba su gal'gantacomo un mensaje de muerte. Apretó los labios y supensamiento pidió, tímidamente, misel'icordía y per­dón.

Luego, la garganta dejó de dolede, porque la muer­te absorvió toda sensación y quedó rígido, con losojos fijos en el techo de cartones y chapas. Y, Iloraquellos ojos asombrados, escapó su alma, abando­nando el cuerpo miserable, desgraciado, que la retu­viera en amarga prisión.

Fuera, en el tiempo, emllezaba a amanecer. El al­ma volvía a su princiyio con la luz de su liberación,sin mirar atrás. El paso de aquel hombre por la vidano le había dejado huellas ni intereses que la impul­saran a añorar nada.

Vibrantes clarines l'esuenan en su ser sin dimen­siones, y él sabe que debe presentarse ante Dios mos­trándole la miseria de su vida. Tiene miedo. un mie­do humilde, v,ergonzoso, en sus manos de sombra notrae más que aquel gran yecado de las monedas querobó. Va a exponerlo temblando de angustia, alzalos brazos, inclina la cabeza... El solemne momentole embarga y, de golpe, tiene la seguridad de queDios le ha sonreído, le ha perdonado...

Mira el tiempo de su vida y observa la transfor­mación: el pecado se pierde bajo sus padecimientos,sus luchas, sus caídas humildes. Esto es lo que quedade sí mismo, y esto es lo que Dios ve y lo que tomapara ponerlo en la balanza de su jlúcio.

Voces inmateriales cantan en el esyacio infinito:"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque deellos es el Reino de los Cielos..."

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Internacionalde El Escorial

Seminariode Enfermeras,

Informe del Dr. Rico Abelló a la Dirección General de Sanidad

Informe del Dr. Rico Abelló alIlmo. Sr. Director General de Sa­nidad, sobre las conclusiones lleva­das a cabo durante el SeminarioInternacional de Enfermeras, cele­brado en El Escorial durante losdías 17 al 26 de octubre de 1962,según informes recibidos extraofi­cialmente y que a continuación ex­ponemos:

1." Aspectos generales. - Con­vendría revisar y actualizar los as­pectos legislativos, profesionales ysociales que concurren en la acti­vidad y el ejercicio de las enferme­ras que, en algunos aspectos, estánanticuados y carecen de sentidopráctico y real. Por ello, sería con­veniente, constituir una comisión,por esta Dirección General de Sa­nidad, que estudiara los Estatutosy Reglamentación de la profesiónde enfermeras, definiendo exacta­mente sus funciones y cometidos yrelación detallada de actividadesprofesionales autorizadas.

2.0 Aspectos concernientes a lasenfermeras instructoras de Sani­dad.-Es preciso buscar fórmulasviables que permitan mejorar la re­tribución de la Enfermera Instruc­tora de Sanidad, que en el momentoactual, percibe un sueldo de 930 pe­setas, que con los descuentos deutilidades, clases pasivas y mutua­lidad, queda reducido a una cifrainverosímil, 23,43 pesetas diarias,retribución que no percibe en Es­paña ningún productor, ya que, elmás modesto, cuenta con un salariobase mínimo de 36 pesetas diarias.

Es también necesario hacerlaspartícipes de los beneficios de losseguros sociales y otras previsiones(incapacidad, enfermedad profesio­nal, etc.). Es fundamental estudiar

nuevas plantillas de personal, am­pliando las existentes de acuerdocon la expansi$n de los programasde actividades preventivas y sani­tarias.

Procede acabar con situacionesanómalas como la de Instructorasde Sanidad "eventuales", que en nú­mero de 60, figuran en los presu­puestos de la Dirección General deSanidad.

3.0 Aspectos concernientes alpersonal auxiliar de enfermeras.­El decreto de 17 de enero de 1960exige la necesaria y obligada regla­mentación que aclare extremos con­fusos, causa del interno malestar enlas profesiones tituladas, en conse­cuencia, es necesario:

a) Que solamente cuando losColegios Oficiales de EnfermerasA. T. S. o agrupaciones sindicales,no puedan proporcionar personalcalificado de Enfermeras A. T. S.tituladas, podrá ser utilizado per­sonal auxiliar sin título, sin que enningún caso las auxiliares puedanejercer función específica profesio­nal de Enfermera A. T. S.

b) Que en caso de penuria oescasez de personal auxiliar feme­nino titulado (Enfermeras A. T. S.femeninas), éste solamente puedeser reemplazado en sus cometidospor personal sanitario masculino(Practicantes A. T. S., masculinos).

c) Que se reglamente y definanexactamente aquellas tareas -nofunciones- que por su carácter ru­tinario, doméstico, puedan desempe­ñar las auxiliares de enfermeras.

d) Que en cualquier caso el per­sonal auxiliar de enfermería debetener una formación teórico-prácti­ca, con predominio de la prácticaorientada hacia tareas que puedan

cumplir en orden asistencial o sa­nitario.

e) Que en previsión de tal for­mación, cabría desarrollar las en­señanzas para personal auxiliar, enlas mismas escuelas de A. T. S. fe­meninas, aunque con plena separa­ción de uno y otro personal.

f) Que en caso de necesidad deutilizar o emplear personal auxi­liar de enfermeras, se considere pre­ferente el haber realizado prácticasy adquirido enseñanza reglamenta­da como en el caso, en la facetaasistencial de las Damas auxiliaresde la Cruz Roja y Sanidad Military en el campo sanitario de las Di­vulgadoras Rurales de la SecciónFemenina y Auxiliares de Puericul­tura de la Dirección General de Sa­nidad.

4.o Aspectos concernientes alpersonal de enfermeras del S. O. E.Confección del escalafón nacionaldel S. O. E. con arreglo a la anti­güedad en el servicio. Provisión devacantes con arreglo al escalafónmediante concursos periódicos.

que se estimen las circunstanciasdel coste de vida y, con arreglo almismo, la enfermera retribuída aligual que otros trabajadores espa­ñoles, concediéndoles premios deconstancia y cuatrienios.

Que, teniendo en cuenta que elpersonal auxiliar de enfermeras nocobra por cartillas como otro per­sonal mnitaria y sí por jornada la­iboral, sean incluídas como otro 'per­sonal que trabaja en residencias yambulatorios del 1. N. P., con lasprerrogativas y derechos correspon­dientes, evitando que siga existien­do la anomalía que un conserje, bo­tones o limpiadoras, cobren más queuna enfermera.

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COLI-BOLDINComprimidos (Il1Cluido en el Petitorio del 8. O. E.J

COMPOSICIóN: Metionina. 0,40 gra.Citrato de Colina. 0,10 ..Excipiente, c. s. p. un comprimido.

ACCION TERAPI:UTICA:La metionina y _el citrato de colina, aminoácidos indispensables

del metabolismo orgánico tienen diversas e importantes aplicacionesclinicas:

LIPOTROPICOS y PROTECTORES DE LA CJ1:LULA HEPA­TICA. Ambos, metionina y colina, por 'complejos mecanismos decesión o intercambio de metilos lábiles, impiden el depósito de gra­sas en el ¡>arénquima noble, evitando las lesiones irreversibles (cirro­sis, atrofla amarilla).

HIPOCOLESTEROLEMIANTES y PROTECTbRES VASCULA­RES. Su intervención en el metabolismo de la colesterina se tra­duce en la eliminación de este cuerpo, impidiéndose su depósito enplacas sobre la túnica arterial (ateroma).

REGULADORES DE LA PROTEINEMIA y REGENERACIONSANGUtNEA. De interés primordial en los estados consuntivos,carenciales y hemorrágicos.

ACCION TROFICA GENERAL. Se ha comprobado que el déflcitde estos elementos produce alteraciones en el crecimiento y troflsmogeneral orgánico. Es necesario insistir en que tales carencias sonde mayor frecuencia de lo que'podrta pensarse, puesto que con unaalimentación monótona o restringida, o por un trastorno digestivoligero que dlflculte su absorción, tales cuadros de ca.rencia puedenaparecer.

INDICACIONES:Afecciones del parénquima hepático: bepatitis, ictericias, cirro­

sis, insuficiencia hepática, etc.Enfermedades metaból1cas: Diabetes, arterioesclerosis, senes­

cencia.Hipoproteinemias, Diátesis hemorragiparas. Anemias.Enfermedades infecciosas, procesos carenciales, alteraciones del

crecimiento y nutrición.

DOSIFicACION:

Salvo prescripción facultativa, 1-2 comprimidos después de lascomidas.

PRESENTACIÓN: Tubo de veinte comprimidos.

Muesko y literatura o disposición de los señores médicos.

Un instante en el •CIne

El cine de Antonioni descubre elmundo de la sensación; verdadera­mentl', a pesar de las críticas par­tidistas que se le hacen, nadie hademostrado hasta ahora que su ci­ne sea poco importante. Por el con­trario. Antonioni descubre la sen­sación pura, la acomodación físicaal dolor, a lo acre y a lo amargo.Un plano entre dos amantes se sos­tiene ahora entre las mejores es­cenas del film La Aventura. Y pue­de contarse entr·e los grandes mo­mentos del cine, el descubrimientode la mujer "por su exterior". Has­ta ahora, la dama, lo fantástico ylo vulgar de su persona, se recitapor boca de la actriz, o se insinúapor un plano (le su rostro. Ahora,ese italiano inteligente destapa auna mujer haciendo uso de la sen­sación. Bien es verdad que Antonio­ni siente predilección por la "pos-

tura" femenina pero es verdad tam­bién que los grandes y pequeñosmisterios del alma de su actriz enla obra "La noche" se encuentranmuy claros en los paseos que hacesola, mirando y rebuscando, y vien­do nosotros que mira y rebusca porlos matices de su escala de sensa­ciones.

Así, pues, Antonioni añade a larazón, a las ideas, a la intuición, uncaudal nuevo, con el que nadie an­tes que él se ha atrevido; un caudalfabuloso de sensaciones, unas deellas normales, otras extraídas demuy adentro, de lo muy oscuro delos cuerpos y de los pensamientos.El italiano sabe buscar. Y cuandoencuentra algo lo sabe pintar bien.

¿ y qué hace Resnais entre tan­to? Resnais se sofoca en la atmós­fera de lo fuera de sentido. Estáfuera de sentido lo que ocurre en

el cerebro de uno porque uno em­puja a encontrar el sentido viendola idea que sale de él. Pero allí, enel origen mismo, no vale hablar desentidos. Se resuelve el espacio y eltiempo y se forma una pauta.

Resnais se coloca en el seso. Allí,todo es nuevo, y lo debe presentarde una forma especial. Lo psíquicode Antonioni abarca, incluso, a lasensación. La indagación de Resnaisno sabemos hasta qué punto llega.Mariembad presentó dos figuras yalgo de lo que es suyo. El resto dela obra es un ir y venir por un pa­seo muy interior. Apenas se respi­ra. Todo es nuevo.

Antonioni y Resnais saben bienque no nace un cine distinto conellos.

José López (le Sebastián

Laboratorios INCA5A

ANTIBIOTICOS

BITREPINA

DUECIL

DUAMICES

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Su Majestad la Moda

Primavera 1963Por CHUS

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PRIMAVERA - VERANO

La nueva moda es juvenil y de una elegancia refinada. Va en contra de todaexcentricidad. La línea es recta, espigada y flexible.

Chaquetas.-Son cortas, entalladas delante y suples detrás. En los conjun­tos con vestidos, éstos son "fourreaux" lo más sencillos posible.

En los conjuntos con blusas, éstas son de colores vivos, que dan una notaprimaveral y de alegría.

Vestidos.-Los talles muy marcados. Las faldas "tubo" o ligeramente des­pegadas. Algunos, muy juveniles, de talle ajustado y caderas suavemente hin­chadas.

Muchos boleros, capelinas y chales.

Los de organza, acompañados de abrigos del mismo género con suples y desuave transparencia.

Las faldas terminan justo debajo de la rodilla.En la noche triunfa, indiscutiblemente, el traje largo.

Abrigos.-Rectos, ninguna anchura ni godet.Muy de moda este año son los blusones tipo pintor, que tendrán gran éxito

por su aire juvenil. Se usarán mucho para pantalones y faldas de sport.De nuevo vuelven las combinaciones con piqué.

Gran tiempo de los estampados y colores.Los estampados pequeños siguen siendo clásicos. Los grandes nos recuerdan

las pinturas modernas y abstractas.

Los colores de esta primavera se caracterizan por su suavidad y transpa­rencia.

Los tonos de moda, en todas sus gamas de tonos pálidos, son: el azul chinay el turquesa. El verde, el amarillo y el fusia.

El color que se lleva esta temporada es el blanco. Solo y combinado conmarino y negro, pero el blanco a todas horas.

Los cinturones se caracterizan por su estrechez como cordones, el llamadocola de ratón, aunque también se verán anchos corseles drapeados.

Muchos cinturones bordados con colgantes de pedrerías adornarán losvestidos.

Se verán los grandes contrastes de sastres y abrigos estampados con blusaslisas de alegres chorreras y volantes. Por el contrario, con las lanas e hiloslisos, las blusas serán de brillantes colores.

En resumen, la mujer del 63 será de esbelta silueta, hombros finos e infla­mados, busto realzado y suave y sumamente alegre, sencilla y juvenil.

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No lo decimos nosotros

Un estupendo artículo en

"PUEBLO"el diario

No son palabras nuestras) ni siquiera pala.bras de nuestras e'nfer­meras. Apenas) una carta de la presidenta del Colegio Provincial) y lahábil pluma del admirado diario "Pueblo" ha interpretado magnífica­mente Zc¿ idoo. Idea -o evidencia- que está, eso sí, en la mente detodas las colegiadas madrileñas. Con nuestra doble gratitud a "Pue·blo") por su comentario y por darnos pie y ocasión pCLra reproducirloahora) he aquí el texto completo de su editorial, quc titulado "Enfe.r­meras") publicó en sus páginas del día 20 de diciembre.

Una de las profesiones más ahne­gadas dentro de la clase sanitaria,es la de enfermera. Desde hace mu­cho tiempo se viene considerando aquienes la ostentan como valiosasauxiliares del médico. En todos lospaíses -como así se reconoce en losorganismos internacionales- la en­fermera es pieza clave en el engra­naje de esa máquina que se poneen marcha para cuidar y mejorarla salud de los seres humanos. Ellascontribuyen eficazmente, no sólo aestos cuidados, sino también a laobservación directa de los mediossanitarios en que se desenvuelvenlas familias en todos los ámbitos dela nación. Por ello nos coge de sor­presa el hecho de que -según noscomunica en una carta la presiden­ta del Colegio Provincial de Enfer­meras de Madrid- se ha llegadorecientemente a la conclusión deque les falta cultura. Hace poco, ycon motivo de la unificación de es­tudios de los practicantes, matro­nas y enfermeras, se acordó desig­nar a todos ellos con el título ge-

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nenco de auxiliares técnicos sani­tarios. Se alega ahora que lasenfermeras que poseen títulos an­teriores no están suficientementecapacitadas y parece que se encuen­tran en inferioridad de condiciones.

Si anteriormente el Estado habíaconsiderado que para ser enferme­ra bastaban unos estudios, no esmotivo para que ahora caigan endescrédito. Es 10 mismo que si seconsiderase a los médicos que ter­minaron hace treinta años comopeores profesionales que los que ac­tualmente salen de las facultades.y lo mismo podríamos decir deotras profesiones. Es más, los ca­tedráticos que ·enseñan a estas nue­vas generaciones son, precisamen­te, los que, al parecer, estudiaronmenos. Concretándonos al caso delas enfermeras -denominación queestimamos como mucho más signi­ficativa de esa profesión cuyo em­blema reza: Caridad, Ciencia y Ar­te-, es justo que se tomen en con­sideración sus aspiraciones. ElCaudillo, cuando le fueron presen-

tadas las últimas conclusiones dela Asamblea General de Enferme­ras, dijo: "Me parece muy legítimavuestra aspiración, porque, eviden­temente, si eS interesante que con­tinúe la elevación de los estudios delas enfermeras, hay que tener encuenta que la práctica es, muchasveces, más ventajosa que los estu­dios teóricos que puedan hacerse.Repito que me parecen muy legíti­mas vuestras aspiraciones, y espe­ro que, en su caso, vuestras conclu­siones puedan llevarse a la prác­tica."

Han pasado ocho años desde lafecha en que se les cambió el nom­bre a las enfermeras, y aún no sehan solucionado los problemas queesto trajo consigo. Es preciso re­cordar que ese título de enfermera,que tanto se menosprecia, lleva con­sigo el estudio de cuatro años deBachillerato, más tres años de in­ternado. La Facultad de Medicina,Sanidad Militar, Cruz Roja, SalusInfirmorum, Escuela Nacional deInstructoras Sanitarias, Sección

Femenina, Hospital de Valdecilla yotros centros, formaron gran nú­mero de estas profesionales, queadquirieron así una serie de cono­cimientos que les capacitan sobra­damente para ejercer su ministerio.Por ello, es un contrasentido que,por ejemplo, en el S. O. E., una en­fermera con una jornada de traba­jo de seis horas, perciba una retri­bución de 1.367 pesetas mensuales,tenga la antigüedad que sea, mien­tras que un botones, que al cabo delos doce años ya es celador, cobraactualmente, con esa misma anti-

güedad, 3.200 pesetas. Y que consteque no pretendemos con ella des­prestigiar a esos funcionarios queno necesitaron un titulo superiorpara ingresar.

Además, basándose en esa faltade cultura, se les negó hasta hacepoco Uempo el ingreso en los cur­sos de Enfermeras de Empresa,acordándose convocarlas posterior­mente, pero fijándoselas un sueldoinferior en un 30 por 100 a las quehayan conseguido su título profe­sional con arreglo a los nuevos es­tudios. ¿ Por qué si las funciones

que han de desempeñar son igualesy. además cuando estudiaron no seles exigió más? l. Tienen ellas laculpa? De acuerdo con que al socai­re de este título de enfermerasexisten algunas que no poseen taltitulo, haciendo un intrusismo queperjudica a la clase. Pero para im­pedirlo existen los colegios profe­sionales, y para ocupar cualquiercargo en empresas o en cualquierotro cometido debe ser imprescin­dib¡'e estar inscrita en el mismo, loque exige tener ese honroso títulode enfermera.

El escrito de la presidenta del Colegio Provincialdll Madrid, Elisa María Alberca, a que "Pueblo" alu­de, dice, entre otras cosas:

"Después de diversos estudíos sobre los problemasde nuestra profesión, se ha llegado a la conclusiónde que nos falta cultura. En todas las carreras y entodas las profesíones existen personas más o menoscultas, ya que la cultura no se adquiere solamentepo,r el estudio de una carrera más o menos larga.Creo muy atrevido a cursar a una profesión, tan am­plía como la de enfermeras) de falta de cultura; exis­kn en la actualidad más de doce mil colegíadas entoda España, muchas médicos son enfermeras, ylicenciadas en Filosofía y Letras, y en Ciencias, tam~ .bién lo son.

"Basándose en el hecho de que para ejercer nues­tra profesíón bastaba conseguir el título para el queSt~ exigían pocos estudios, crean esta especie de des­crédito en las profesionales, que no hicimos más quecumplir lo que se nos exigía y aún más, puesto quemuchísimas enfermeras hicieron internados en Val­decilla, Cruz Roja o en la Escuela Nacional de Ins­tructoras Sanitarias."

"El hecho de cambiar el nombre de las enfermeraspor otro tan absurdo, que para definirlo tienen queexplicar los que lo llevan que es el mismo cometidoel suyo que el de las antiguas enfermeras, no debesuponer en ningún momento que las anteriores este­mos en inferioridad de condiciones. El tiempo evo­luciona y los estudios también. A los médicos lesexigían anteriormente cinco cursos, sin las asigna­tllras d~ especialización, después seis cursos y ahora

siete. A los farmacéuticos se les eXigieron en untiempo no muy lejano nueve asignaturas, despuésonce, y en la actualidad, cinco años de varias asig­naturas cada uno. Los profesores de estas carrerasson del antiguo régimen y están preparando a losactuales. En ningún momento se les ha supuesto unamenor preparación) ya que la experiencia de los añosde trabajado los ha capacitado suficientemente. Estomismo nos sucede también a nosotras..."

Continúa la carta con la alusión a la respuesta queel Caudillo de España dio a la delegada nacionalcuando ésta presentó al Jefe del Estado las conclu­siones de la asamblea general. Dicha respuesta eraclara y concisa:

"Me parece muy legítima vuestra aspiración por­que, evidentemente, si es interesante que continúela elevación de los estudios de las enfermeras, hayque tener en cuenta que la práctica es muchas vecesmás ventajosa que los estudios teóricos que puedanhacerse. Repito que me parecen muy legítimas vues­tras aspiraciones y espero que, en su caso, vuestrasconclusiones puedan llevarse a la práctica."

Estas fueron las palabras de Su Excelencia. Yla carta de la presidenta del Colegio concluía así:" ...Han pasado ya ocho años de aquel de tan infelizrecuerdo para nosotras, en que nos cambiaron elnombre y aún no se han solucionado los problemasque esto trajo consigo. Pedimos a los señores encar­gados de dirigir nuestros estudios, que no empleencon nosotras más rigor, y recuerden que nuestro fra­caso, si lo hubo, a ellos se lo debemos."

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VIDA SANA y DEPORTEPor MARGARITA LEJARRAGA

"No se puede amar una cosa sinconocerla.. La montaña despie'rta yacrecienta en nosotros el sentimien­to patrio, en mayor escala que lallanura."

UNAMUNO.

Es indudable que la mujer ha experimentado enlos últimos veinte años, principalmente en España,una transformación tanto en su forma física comoen su contextura espiritual.

El factor que ha influido más esencialmente enesta transformación es la práctica del deporte.

La vida al aire libre, en contacto frecuente con laNaturaleza, el ejercicio apropiado a las facultadesde la mujer, ha producido esta juventud ágil y es­belta, fuerte y segura de sí misma. Un perfecto equi­librio mental dentro de un cuerpo sano y cultivadopor los deportes.

De entre todos éstos, los más apropiados para unamujer, ya que en sí no son víolentos, y cada unapuede practicarlos con arreglo a sus facultades, sonla natación y el montañismo. Ambos producen estos

tipos elásticos, estos movimientos rítmicos, esta sen­sación de fortaleza e ingravidez que hoy día se ad­miran en tantas muchachas españolas.

La mujer pálida, frágil, de un romanticismodecadente, ha sido sustituída por este otro tipomoderno de mujer bronceada y elástica que conHer­va toda su feminidad en un sentido alegre y opti­mista.

Un espectáculo alentador lo ofrecen la multitudde campings instalados en los lugares más atracti­vos de todo el mundo.

Viviendo "sobre el terreno", en un perfecto con­tacto con la Naturaleza, pueden admirarse legionesde muchachas fuertes y sanas, femeninas y plenasde vida. Delicíoso campamento de mujeres nuevas,futuras madre de una prometedora generación.

A MI MADRE

(Muerta el 29 de enero)

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Un Angel del CieloBajó, madre mía,y en un dulce sueñoTu vida sumió,Blancuras de alasFundiendo en tu almaQue presa en las suyasGloriosa subió.

:i: ~: *

Un surco de plataDejaste en el CieloCon siete caminosQue miran a Dios,Cuajados de estrellas,

Que siete lucerosSembraron tu pasoTemblando de amor.

" * *Qué angustias, ¡ay, madre!De haberle perdido ...¡Ay, madre! qué dulce,Qué inmenso... tu amor,Perdido en las horasFugaces del tiempo...Ganado en las HorasEternas. .. de Dios.

M. ARIAS

laboratorio emyfar Ll.~OC"'''O~T. 135TI!Le:"ONO 430112

BARCELONA - 115

BUTOSALICI6 Supositorios Incltlído ell el Petitorio del S. O. E.

ANTlRREUMATICO, ANTINEURITlCO, ANTIVIRASICO

COMPOSICION:

Coda supositorio contiene.1, 2-difen"-3, 5-d,oxo-4-n-but"-pirazolod,na (Fenil-Butoaono) ... 0'350 9"4-dlmetil-ammo- 1-fen"-2, 3 dimetil-5-plfozolono (Amidopi.i~ O' 150Amido del ócido solocílico (Solicilomido) ~ 0'250Pirofosfoto de Aneurino (Cocorboailoso) ~ .1:;)'\.. 0,020EXCipiente, c. s, p. un SUPOSitOriO. ~~

Maravilloso asociación de dos Plfazolonas,:.~~l-.«:,cllam'~,J~~or-boxiloso. ....~~g'" -~yACCION: ~

Antiflogístico por ~os, y S a~Antineuritico par biológico ,va de lo V,-

tamina B..-A.ntitérmico por lo SollCllomida olona~Antiespasmódico, sobre lo m uro liso, I~ente en lo fase In-

flamatoria, siendo eficaz en los smos de los vía Illores, espasmos Intes-

tinales y cistitis con dl~'sias del cuello veslCol.Anolgésico, indicodísi cefalálgios, n~algias del trigémino y ciático.

. Anti"i,ósicQ, por tonto, adS¡~'en I~jpe y otros enfermedades porVIrus. tC\\

A"t!infIClmotorio~u contenido ~il-Butazono de acción similar alo cortison~orceló rro Per.o ie Kuzell, Hart y Johnson), Sin 10$

efectos sec s de a. ~

IND~~~~med :. ReumátiC~~Ocrónicos en sus múltiples localizaciones.Neuritis, polineuritis~ olglos.Enfermedodes P"1»" erpes loster, Gripe, PoliomelltlS, etc.Dilquineliol biliar. 'Iicos intestinales, cólicos renoles, etc.

DOSIFICACION: Salvo prescripción facultativo: Un supositorio codo ocho horas.

PRESENTACION: COJos conteniendo 6 SUPOSItOriOS. S. O E.> 12 >-

Muestras y literatura a dIsposición de los señores médiCOS. cuscó·Pujod05, ~6·B

Ripios a una enfermera

Me pide mi enfermera del Seguro,que exponga mi opinión,en ripios cochambrosos, como míos,sobre ~u profesión.

.¡.:. .;.:. -x-

Profesión admirable,~n la cual la mujerpor cuatro perras gordascumple con un deber.i Pero tú te engañaste!Pese a tu vocación,no asistes a los enfermoscual fuese tu intención.Tu intención de atenderles,ponerlrs inyecciones,prodigar tu consueloen sus complicaciones,darles la cucharada,tomar temperaturay poner un vendajea alguna criatura.

Permanecer en velapendiente del dolor,haciendo sacrificiospara cllmplir mejor.

* * .¡{.

Eso, qnerida amiga,hoy no es tu obligación;tu obli~ación es otra.i Es otra tu misión!,

* .)(- *Los tipmpos ya cambiaronj La cosa es natural!Ahora se hace en equipomedicina social.

·x· 7(. .:+

Tu obligación ahoraes pasar la mañanaarreglando ficheros,aunque no tengas gana.

Las altas que llegaron,las bajas que se van,y ayudar a don Pacoa ponerse el gabán.

* * *

Pasaste la jornadaen el Ambulatorio.Escribiendo recetas.j Mirando al petitorio!

.)(0 * *

Pasar varias consultasy poner atención,en los partes dichososde la "Confirmación".

* * *

Escribir los volantespara un especialista,tener mucho cuidado.i En esto hay que andar lista!

Al tocólogo, nunca,por equivocación,remitas presurosoa un guapo mocetón.

Ni al vIeJo zapateroque dice "está peor",remitas con volantepara un puericultor.

Con la señora Pacatendrás mucho cuidado,que a veces es la suegrade algún asegurado.

* .;:. .)(-

y si no le das gusto,te armará el gran follón,y encima, si te quejas,i reclama en la Inspección!Pasan por las consultastipos muy pintorescosque piden vitaminaspara hacerse refrescos

.v. * .:.:.

Si el médico, furioso,suelta tacos y voces,es que algún indiscretole soltó un par de coces.

-A- "jt- ...y,-

Pero tú está tranquila;escúchalo con calmay ofrece el sacrificiopara salvar tu alma.

-j¡. .)(- w

No enmiendes las recetas;pon la letra clarita,que luego el boticario,pone pegas y grita.

Agunta con sonrisa,el genio del doctor.i El pobre está amargado!Tú di: "¡ Pobre señor!" ...

.¡.;. -x. .v.

Todos tenemos pegas,la cosa es natural,hoy se ejerce en equipo,medicina social.

'X' 70' ·x·

Gana más una chachaque una buena enfermeray te pone inyecciones,incluso la portera.

.;:. ·x· ·x·

Te equivocaste, hija,al escoger oficio,tu remuneración baja,y es alto el sacrificio.

* * *i Todos los sanitarios,tenemos que aguantar!i Pero si estás contenta! ...¡ i Pelillos a la mar!!

Dr. D, Antonio Menéndez

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Ante la Dirección Generalde Previsión

Habrá solución satisfactoria

He aquí una copia del escrito di­rigido por la Sección de Enfermerasdel Colegio Provincial de AuxiliaresSanitarios de Madrid al dir.ectorgeneral de Previsión del Ministeriode Trabajo, en el mes de julio úl­ti,mo.

Excmo. Sr.:Habiéndose presentado en este Colegio gran can­

tidad de problemas, debido a la creación del nuevocuerpo de Auxiliares de Clinica, me dirijo a V. E. paraexponérselos.

La creación de este nuevo cuerpo debida a la su­puesta escasez de enfermeras, no ha sido problemaen algunos Centros del Estado, ya que únicamentecubrían las plazas de enfermeras con auxiliarescuando no había enfermeras dispuestas a desempe­ñarlas, no ha sucedido así en el S. O. E. en el que,no sólo se cubren las plazas vacantes de enfermerasque se van produciendo con auxiliares y expulsana las interinas, algunas procedentes de Marruecosy que llevaban trabajando más de seis meses comotales, sino que cierran las escalas para todas las en­fermeras hasta que no se hayan cubierto con auxi­liares en un 60 por 100, cifra esta que quizá en algúnsitio de España se precisa, pero no así en Madrid.

Para poder dar trabajo a estas auxiliares las po­nen en los puestos de enfermeras, llegando algunasa pasar consultas con los médicos. En otros casos,como las enfermeras no pueden ingresar como tales,lo hacen como auxiliares y se da el caso de muchasenfermeras que se encuentran en el S. O. E. en in­ferioridad de condiciones con respecto a sus compa­ñeras de carrera, teniendo que ocultar su título comosi fuera una falta. Con todo esto la ética y el secretoprofesional quedan anulados y como sin sentido.

Teniendo en cuenta que el mayor contingente deenfermeras lo da el S. O. E., puede decirse que enla actualidad las enfermeras que van saliendo de lasFacultades tendrán que esperar a situarse siete omás años.

Es patente que el número de enfermeras que enla actualidad prestan sus servicios en el S. O. E. esnotoriamente insuficiente, como lo demuestra el he­cho de que en algunos Centros Sanatoriales están en

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la actualidad duplicando los servicios para poder asítomar las vacaciones oficiales de verano.

Constantemente están pidiendo a este Colegio en­fermeras para hacer interinidades en el S. O. E., nopudiendo nosotras complacerlas, ya que por un solomes de ellas dejar sus ocupaciones habituales. Laconsecuencia es que las enfermeras tratan de emi­grar, como lo demuestra el hecho de la desbandadapara Libia en que, al día siguiente de pedir 93 en­fermeras, había 250 instancias.

Por todas las causas expuestas, ruego a V. E. tra­te de solucionar este problema reduciendo ia planti­lla de auxiliares en el .s. O. E. del 60 por 100 actuala un 10 por 100, que es lo que será necesario paracubrir las necesidades de los Centros sin que tenganque ocupar los puestos de enfermeras ni pasar con­sultas con los médicos y que esta reducción de plan·tilla se haga no radicalmente como Se viene haciendo.sino abriendo las escalas y dejando solamente un25 por 100 de las plazas que se hayan de amortizar,con lo cual, aunque se tardaría más tiempo en llegara amortizar ellO por 100 de enfermeras con auxi­liares, se podría llegar fácilmente a la solución deeste problema que, por otra parte, no resultaría gra­voso, ya que la diferencia de sueldos de que disfrutauna enfermera titular y una auxiliar no llega alas trescientas pesetas mensuales.

Rogamos a V. E. tenga a bien considerar el per­juicio que se está ocasionando a las enfermeras ytome las medidas oportunas para remediar esta si­tuación.

Esperando de su amabilidad y justicia atiendanuestro ruego, le saluda atentamente.

Ultimamente, el Colegio ha recibido respuesta saotisfactoria, en el sentido' de que la Dirección Generalde Previsión activará la adopción de medidas oportu­nas sobre este tema.

¡ATENClüN!

Vacantes en el ColegioProvincial de Madrid

Por no poder continuar prestando su desinteresa­da colaboración a este Colegio, han ¡presentado su di­misión las señoritas Saturnina Pastor, Secretaria;María Luisa Soto, Vicepresidenta, y Mercedes de laI ,lave, Vocal.

La Junta de Gobierno agrade~e a estas señoritasla colaboración prestada y hace públicas estas va­cantes para ·que en el plazo máximo de quince días,contados desde la fecha, envíen las candidaturas co­rrespondientes que serán elevadas a la Superioridad.

Madrid, 15 de marzo de 1963.

(Firmado: La Presidenta, Elisa Alberca.)

Las plazas de A. T. S.femeninos, para las

enfermeras

(!omunicación oficial del 1 demarzo, de la Sección del Seguro~ocial de Enfermedad, de la Di·rección General de Previsión, alInstituto Nacional de Previsión.

"El Director General de Sanidadha ,puesto de manifiesto ante esteCentro Directivo, la dificultad enque se encuentran las Enfermeraspara conseguir plaza en los Ambu­¡¡¡torios del Seguro de Enfermedad,a causa del porcentaje asignado alas mismas por la Circula.r de eseInstituto núm. 2.178, de fecha 1 dediciembre de 1960, y ha hecho verque de acuerdo con lo dispuesto enel artículo 6." del Decreto de 17 denoviembre de 1960, en las Residen­ciales sanatoriales se pueden em­plear "Auxiliares de clínica", perono así en los Ambulatorios, dadoslos términos en que está redactadodicho precepto.

En consecuencia, le ruego tengaa bien cursar las órdenes oportunasa fin de que en lo sucesivo las va­c:mtes de personal auxiliar técnicosanitario femenino que se produz­can en los Ambulatorios, siguiendo](18 trámites reglamentarios, y sola-

mente en el caso de que no existanaspirantes tituladas, sean asigna­das a personal sin título, comuni­cándolo previamente al respectivoColegio Provincial de AuxiliaresSanitarios (Sección de Enferme­ras)."

Ministerio de TrabajoOrden de 28 de diciembre de1962 por laque se aprueba lanueva Escala Nacional Unica deEnfermeras del Seg'Uro Obliga-

torio de Enfermedad.

Ilmo. Sr.: Finalizada la resolu­ción de los recursos enta:blados con­tra la calificación que el Tribunalde acceso a la Escala Nacional Uni­ca de Enfermeras del Seguro Obli­gatorio de Enfermedad adjudicó alas aspiranbes en las listas provi­sionales publicadas por resoluciónde la Dirección General de Previ­sión de 15 de ma.rzo de 1960 ("Bo­letín Oficial del Estado" del 29).

Este Mínisterio se ha servido dis·poner:

Artículo 1." Se aprueba la Es­cala Nacional Unica de Enfermerasdel Seguro Obligatorio de Enfer­medad, cuyo concurso de acceso fueconvocado por Orden de este Minis­terio de lo de diciembre de 19!)R

("Boletín Oficial del Estado" de 12de enero siguiente), que comienzacon doña Carmen Abad Carbonelly finaliza con doña Julia ZuritaRuiz.

Art. 2." Queda prohibido du­rante el plazo de seis meses la re­producción total o parcial de lasmencionadas Escalas, que se edita­rán oficialmente y se distribuiránpor el Ministerio de Trabajo.

Lo que digo a V. 1. para su co­nocimiento y efectos.

Dios guarde a V. 1. muchos años.Madrid, 28 de diciembre de ] 962.

ROMEO GORRIA

Ilmo. Sr. Director General de Pre­visión.

BOLETINOFICIAL

• "E. O. del E." núm. 161.-Es­cuela de Ayudantes Técnicos Sani­tarios. Orden por la que se dan nor­mas para la expedición del Diplomaa las alumnas que cursan estudiosde formación complementaria en laEscuela de Ayudantes Técnicos Sa­nitarios femeninos "Santa Maria",de Madrid.

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Orden por la que se deroga la de21 de julio de 1956, referente a laEscuela de Ayudantes TécnicosSanitarios femeninos "San Fran­cisco de Asís", de Madrid.

• "E. O. del E.", núm. 183.-En­fermeras Puericultoras Auxiliaresde las Servicios de Higiene Infan­til.-Resolución por la que se con­voca concurso voluntario de tras­lado entre dichas enfermeras.

• "B. O. del E." núm. 193. ­Administración Local. AyudantesTécnicos Sanitarios femeninos dela Diputación Provincial de Jaén.

Resolución referente a la convoca­toria de oposición para la provisiónen propiedad de dicha plaza.

• "E. O. del E." núm. 205.Educación Nacional. Escuela deAyudantes Técnicos Sanitarios dela Cruz Roja Española de Madridde la especialidad de "Fisiotera­pia".

• "E. O. del E." núm. 206. ­Educación Nacional. Orden por laque se aprueban los programas delas enseñanzas de especialidadesde "Podología" en los estudios deAyudantes Técnícos Sanitarios.

• "E. O. del E." núm. 225. ­Trabajo. Especialistas de Fisiote­rapia. Resolución por la que seanuncia convocatoria entre Ayu­dantes Técnicos Sanitarios pararealizar el curso de Fisioterapia.

• "B. O. del E." núm. 260. ­Resolución por la que se promueveen corrída reglamentaria de escalaal empleo de Instructora Sanitariacon el suelo anual de 11.160 pese­tas a doña Milagros Topete Urrutia.

Resolución referente al concursovoluntario de traslado entre enfer­meras puericultoras de los Servi­cios de Higiene Infantil para pro­veer vacantes de su plantilla dedestinos.

ULTIMA DISPOSICIONOFICIAL

y las condíciones de trabajo del personal SanitarioTécnico Auxiliar y Subalterno:

Ayudantes Técnicos Sanitarios:

Esta Junta de Gobierno Provincial de Madrid tie­ne el honor de enviar un voto de gracias a la señori­ta Trinídad Saban, de este Colegio, por realizar lasgestiones pertinentes.

Condiciones de trabajo del perso'YULl sanitario au­xiliar y subalterno que intervenga en la asistenciasanitaria de los obreros accidenta.dos en el trabajo.

"E. O. del Estado" núm. 18 de 21 de enero de 1963:página 1007.

Art.3.Q, El personal títulado está constituído por:

A) Ayudantes Técnicos Sanitarios (denomina­ción en la que se incluyen los Títulos de Practicantesy Enfermeras, que hasta la publicación del Drecretonúmero 2.319/1960, de 17 de novíembre, tenían vali­dez y características díferentes).

Orden de 31 de díciembre de 1962 (Ministerio deTrabajo) por la que se aprueban las Tarífas de Ho­norarios y Retribuciones de los Facultativos Médicos

1 hora ..2 horas .3 horas ..4 horas ..5 horas .6 horas ..7 horas ..8 horas (jornada normal) .

Pesetasmensuales

7501.3001.7252.0752.3502.6252.9503.250

Concurso "Instructora Sanitaria"

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Se convoca por la Escuela Nacional de Ins­tructoras Sanitarias un concurso, con un pre­mio de 1.000 pesetas al mejor trabajo realiza­do sobre el tema "Escuela y Asociación, signode Unión y Compañerismo".

Para tomar parte en el certamen será ne­cesario:

Haber sido alumna de la Escuela Nacional deInstructoras Sanitarias.

Estar en servicio activo.Pertenecer a la Asociación de Ex-Alumnas

de la Escuela Nacional.Los originales deben ser firmados con el nom­

bre de la autora, haciendo constar el domici­lio, y enviados antes del 10 de llJbril, al domi­cilio de la Asociación.

El trabajo premiado será publicado, al me­nos, en la revista "Caridad, Ciencia y Arte".

LAS

ENFERMERJ\S

DE

Enrique

31

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