La Herencia de La Maldad

L A H E R E N C I A D E L A M A L D A D J e s ú s V a r g a s P á g | 1

LA HERENCIA DE LA MALDAD______________________________

El autor de este pequeño libro no comulga con ninguna religión. No existe misterio alguno en cuanto a mi posición. Soy un simple creyente en Dios y en su Palabra, sin ningún énfasis particular en algunas de las tantas denominaciones cristianas que existen en el mundo.No invito a nadie a que abrace mi posición o a que deje la suya. No trato de agradar a los presbiterianos ni a los bautistas, tampoco a los católicos, mormones o a los de otra religión. Al único que trato de agradar es a Dios, compartiendo su ruego con los demás. “Es como si Dios rogase por medio mío; os ruego en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (2 Corintios 5:20) Y es que sin saberlo, muchos de nosotros estamos enemistados con Dios. Es una enemistad heredada. Tanto usted como yo, heredamos de nuestros ancestros sus tradiciones, su equipo de futbol, su partido político y su religión, entre otras cosas. Yo nací saprissista, liberacionista y católico. Pude haber nacido herediano, calderonista y bautista. O por qué no: manudo, nazi y mormón. Ese no es problema, el problema surge cuando esas herencias nos enemistan con Dios. Cuando eso sucede, está en juego nuestra vida espiritual y la de nuestros descendientes, a quienes les transmitiremos esa herencia.

Ezequiel 3:18-19 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

Dios dice que debemos amonestar al impío de su mal camino, a fin de que viva. Y nos advierte que si no lo hacemos, nos pasará la factura. En cambio, si lo hacemos, estaremos en paz con él, independientemente de lo que suceda con el impío.Como podrás entender, escogí amonestar al impío, aunque le caiga mal, no es algo que quiero hacer, pero debo salvar mi pellejo. ¿Quién es el impío? De acuerdo a la misma escritura, el impío es aquel que anda en el camino de la maldad. Esto, desde la óptica de Dios, no desde la óptica del hombre, porque nosotros los humanos vemos las cosas de una manera muy distinta de cómo las ve Dios. Por ejemplo,


creemos que “pecar” es hacer algo malo, pero para Dios, “pecar” no solamente es hacer algo malo, también es saber hacer lo bueno y no hacerlo (Santiago 4:17).Como puedes ver, nosotros pensamos muy diferente a como Dios lo hace. También puedes comprender, que no quiero escribir sobre el tema, pero tengo que hacerlo.

MANDAMIENTOS INVALIDADOS

Como ya dije, todos heredamos tradiciones, que quizás no tienen nada de malo para nosotros, incluso las vemos buenas, pero para Dios son maldad, pues invalidan sus mandamientos.

Mateo 15:6 Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.

El Señor Jesús dijo a los judíos que ellos habían invalido el mandamiento de Dios por una tradición, o sea que habían sustituido el mandamiento por una tradición. Jesús se estaba refiriendo al quinto mandamiento de la Ley de Moisés que dice literalmente:

Éxodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Por tradición, los fariseos enseñaban que ya no había que honrar a los padres. Al no honrar a los padres, se perdían de la bendición de alargar sus días sobre la tierra. Pero, si invalidamos otros mandamientos, no nos perdemos una bendición, lo que perdemos es la vida eterna y eso está sucediendo a cántaros, como veremos a continuación.

EL PRIMER MANDAMIENTO

Éxodo 20:3 no tendrás dioses ajenos delante de mí.

El primero de los diez mandamientos prohíbe tener otros dioses además o en lugar de Dios, o sea que prohíbe la idolatría. Un dios ajeno es aquel, que ocupa el lugar de Dios.Cuando una persona, en lugar de hacerle una petición a Dios, se la hace a Mahoma, a Buda, a San Francisco de Asís, a San José, al arcángel San Gabriel, al Dr. Moreno Cañas, o a quien sea, está dándole el lugar de Dios a ellos, creyendo que éstos lo escuchan, y que le harán el milagro.


Para Dios, eso es “adulterio espiritual” ya que lo estamos traicionando. El problema es que ningún idólatra o adúltero espiritual, puede entrar en el reino de Dios, sino que al final de los tiempos será lanzado al lago que arde con fuego y azufre (Apocalipsis 21:8). Dios no lo acepta, eso es como que usted tenga una o un amante y la lleve a su casa. Su esposa o su esposo no lo permitirían.Yo en lo particular, fui idólatra por muchos años. Recuerdo, que le hacía peticiones a un “santo” cuya imagen se encuentra en iglesia de la Dolorosa, en el centro de la capital de nuestra linda Costa Rica. Lo que no recuerdo es su nombre. Mis peticiones eran para que me concediera favores monetarios. También le hice peticiones a la “Virgen de los Ángeles”. ¿Por qué lo hice? Por tradición que heredé de mis padres. Creí que ellos lo hacían, porque así estaba establecido en la palabra de Dios. Jamás creí traicionar a Dios, pero lo hice y él estaba enemistado conmigo.El Señor Jesús dijo: “vosotros oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos” (Mateo 6:9). Jesús no dijo, oraréis así: “Buda, Mahoma, San José, María o Moreno Cañas que estás en los cielos”.En cierta ocasión, un sacerdote católico me dijo que había que pedirles a los “santos” y no a Dios. Me puso de ejemplo, que si alguien quiere hablar con el Presidente de la República, se le hace muy difícil, entonces debe buscar un intercesor. Es cierto que el presidente de la república no nos puede atender a todos, no solamente porque esté ocupado, sino porque no le interesa y además porque únicamente puede estar en un lugar a la vez. Pero Dios nos ama, siempre nos escucha y es omnipresente (Salmo 139: 7-8).

Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos

Si dos personas están reunidas aquí en San José y dos reunidas en Alajuela, y otros dos en otro lugar del mundo, a la misma vez, Dios estará presente en todas las ocasiones porque él es omnipresente. Además, Hebreos 10:19-22 dice que “tenemos libertad para entrar en el Lugar Santísimo (donde mora Dios) por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo que él nos abrió a través de su carne y podemos acercarnos con corazón sincero en plena certidumbre de fe”.No necesitamos ningún intermediario. El único mediador entre Dios y los hombres es Cristo Jesús (1 Timoteo 2:5). Él nos abrió el camino directo al Padre, quien está dispuesto a atendernos a la hora y el día que lo busquemos, sin necesidad de cita.


Juan 14:13-14 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Jesús dijo que todo lo que pidiéramos al Padre de manera directa y en su nombre, sería concedido. No dijo que pidiéramos a través de los santos. Y agregó, que esto debe ser así para que el Padre sea glorificado. Cuando la petición va dirigida a un santo, le damos la gloria a éste. ¿No es cierto? El primer mandamiento prohíbe tener otros dioses. Así que cuando le hacemos una petición a otro que no sea Dios Padre, estamos quitándole la gloria, invalidando el primer mandamiento por una tradición y estamos siendo idólatras. Creo en mi humilde entender, que el asunto es muy claro.

EL SEGUNDO MANDAMIENTO

Éxodo 20:4-6 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

El primer mandamiento prohíbe tener otros dioses. El segundo mandamiento prohíbe que el hombre haga imagen alguna de lo que esté en el cielo, en la tierra o en las aguas que están debajo de la tierra, se incline ante ellas y les dé honra. El mandamiento no prohíbe hacer imágenes, lo sabemos porque el mismo Dios mandó a Moisés hacer algunas imágenes. Lo que prohíbe es 1) inclinarse ante ellas y 2) honrarlas.Podemos resumir, que este mandamiento lo que prohíbe es que nos inclinemos y les demos honra a las imágenes de otros dioses. Y hablo de otros dioses, porque nadie tiene una imagen del único Dios verdadero. Hay imágenes de Jesús, que no corresponden a él. Se han basado en pinturas que se hicieron 1.500 años después de su muerte, por pintores que no tenían una idea de cómo era Jesús. Se basaron en la imagen del manto sagrado, que es como ver un negativo de una foto. Así que


ninguna de esas imágenes tiene que ver con Jesús. Ahora, Dios no quiere que se haga ni siquiera una imagen de él. Pon mucha atención a lo que Dios dice:

Deuteronomio 4:15-19 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

“Guardad vuestras almas” dice Dios, pues ninguna figura vio Moisés el día que él le habló de en medio del fuego. Dios no se dejó ver, para que Moisés no hiciera alguna imagen suya o de algún varón o hembra o de algún animal o algo que se pareciera a Él, para que no se corrompiera. ¿Qué más claro que esto?Dios prohíbe tajantemente que se haga una imagen, inclusive de él, ante la cual se inclinen y le den honra. Para Dios esto es corrupción. Lógicamente esta prohibición es extensiva con todo tipo de imagen, ya sea de Jesús, de Mahoma, de Buda, de Moreno Cañas, de los santos o de la madre de Jesús.“No sea que alces tus ojos al cielo y viendo la luna, las estrellas, seas impulsado y te inclines a ellos y les sirvas”, dice Dios. El problema no es lo que vemos, el problema es hacer imágenes de lo que vemos y nos impulsemos a inclinarnos ante ellas y servirles como a dioses.Algunas religiones dicen que no adoran imágenes, sino que las veneran, al igual que se hace con la estatua de un héroe de guerra. El Espíritu Santo, sabedor de estos argumentos, no usó en el segundo mandamiento la palabra “adorar”, sino que dijo: “inclinarse ante ellas y honrarlas”. Nadie se inclina ante una estatua de un héroe, no le prende velas, no le da gracias ni le hace peticiones. En cambio, muchos lo hacen ante la imagen de Mahoma, de Buda, de los santos católicos, de la madre de Jesús o de otras imágenes. Estos muchos podrán decir que las peticiones y la honra no son para las imágenes, sino para lo que la imágenes representan. De una o de otra forma, están invalidando el segundo y el primer mandamiento, por una tradición.


El problema de todo esto, es que cuando nos inclinamos ante una imagen y le damos honra o le hacemos alguna petición a la imagen o a lo que está representa, Dios se enemista con nosotros y emite un decreto, que va a afectar no solamente nuestra vida espiritual, sino también la de nuestros descendientes, es la herencia de la maldad.

LA HERENCIA DE LA MALDAD

Éxodo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.

Cuando las personas, se inclinan ante una imagen y le dan honra, creen que recibirán bendiciones, pero lo que logran, es que Dios visite la maldad sobre ellos y sobre sus descendientes hasta por cuatro generaciones. Otra versión dice “que castigue la maldad”.Muchas personas afirman que sus imágenes no son más que figuras o símbolos mediante los cuales adoran a la Deidad; pero Dios declaró que es una maldad que debe castigar.El representar a Dios mediante objetos materiales degrada el concepto que el hombre tiene de Dios. La mente es atraída hacia la criatura, más que hacia el Creador. Cuando una persona que tiene vida le da honra a un objeto inerte, se degrada a sí mismo, se siente menos que la imagen y en esa misma medida rebaja su concepto de Dios. Dios castigará a los que se inclinan y honran imágenes y a sus descendientes. Esta es la herencia de la maldad.

Éxodo 34:14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

Vea el mandato: No te has de inclinar ante ningún otro dios. Además dice que El nombre de Dios es CELOSO. Ponga mucha atención.¿Cómo es el nombre de Dios? Es celoso. El nombre de Dios es celoso, porque Él no soportará que nos inclinemos ante ninguna imagen, sea de quien sea. Para Dios, eso es infidelidad, eso es traición.Romanos 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

La palabra de Dios dice, que la ira de Dios se dirige a aquellos, que detienen la verdad. ¿Cuál verdad?


Romanos 1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

La verdad de que no podemos negar la existencia de Dios y glorificarlo, por las cosas creadas.

Romanos 1:21-23 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Sin embargo, habiendo conocido a Dios a través de la creación, el hombre no lo ha glorificado, sino que glorifica a las imágenes de los hombres y de los animales creados. “Cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible”, dice la palabra de Dios. El hombre que hace esto, se cree sabio, pero es un necio, dice Dios.Algunos adoran a la imagen de Buda, otros a la de Mahoma, otros han adorado al sol, otros a imágenes de animales, como lo hicieron los judíos y los paganos. Si usted lo ve objetivamente, no podrá más darle la razón a Dios y decir: “que necios son” ¿No es cierto? Pues bien, ¿Qué diferencia hay entre ellos y los que en la actualidad se inclinan, le prenden velas, le piden milagros, le dan gracias, honra y culto a las imágenes, sea de quien sea. No hay ninguna diferencia. EL CASTIGO DE LA MALDAD

Romanos 1:24-27 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.


En Éxodo 20, no se dice en que consiste el castigo para los idólatras, pero en Romanos 1 se nos dan algunas pinceladas. Allí se nos revela que cuando alguien se inclina ante las imágenes y les da honra, está encendiendo la ira de Dios y corriendo el riesgo de que sus descendientes sean extraviados sexualmente. Esta será su herencia. Pero hay más.

Romanos 1:28-32 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

Además del homosexualismo, se nos habla de todo tipo de maldad. Dios castigará la maldad de venerar imágenes, con más maldad. Hijos, nietos, bisnietos o tataranietos pueden nacer homosexuales, perversos, soberbios, desleales, sin afecto natural, sin misericordia, es como si Dios dijera: “Quieren ser malos, aquí les mando más maldad”. Esta puede ser nuestra herencia, sino decimos: “alto a la veneración de las imágenes”.

TENER UNA IMAGEN ES PACTAR

Isaías 57:6-8 En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas cosas? Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio. Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que la veías.

Muchos defienden las imágenes, aduciendo que son un recordatorio de aquellos que merecen honra, “es como tener la foto de mi madre”, me dijo el sacerdote. Pero Dios nos dice en su palabra, que es algo más que un recordatorio, es un pacto. “¿No habré de castigar?”, dice Dios, a aquellos que ponen su fe en los ídolos. “Porque a otro recuerdan y no a mí. Hiciste pacto con ellos”. Cuando las personas, tienen en sus


dormitorios, la imagen de buda, de Mahoma o de algún santo, para Dios, están pactando con esas imágenes, y con ello atrayendo su ira. Esto es poner celoso al CELOSO. Dios quiere que nos acordemos de él y no de otro. ¿Estaría de acuerdo su esposa (o) en que usted tenga una foto de una ex novia (o) o de una amiga (o) en su dormitorio para recordarla (o)? Imagino que no. Dios tampoco.

Isaías 57:13 Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.

En aquel día, cuando clames a mí, no te escucharé, que te libren tus ídolos dice Dios, aunque a ellos se los llevará el viento, un soplo los arrebatará. Pero si has dejado de lado las imágenes y has puesto tu fe en Dios, alcanzarás la salvación y tendrás la tierra por heredad. LAS IMÁGENES NOS EXTRAVIAN DE LA FE

1 Corintios 12:2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

Ya leímos, que Dios no quiso que Moisés lo viera, para que no hiciera una imagen de él y se extraviara. La Biblia enseña que las imágenes son ídolos mudos, que nos extravían de la fe, porque ponemos la fe en esas imágenes o en lo que ellas representan y no en Dios. Sin embargo, el Vaticano promueve la veneración a las imágenes, imponiendo la tradición sobre los mandamientos de Dios. Observa lo que dice el Catecismo católico:

Las imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a El a quien adoramos. A través de las sagradas imágenes de la Santísima Madre de Dios, de los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados" (Catecismo católico, numerales (344-345, 1192).

El Catecismo requiere que todo católico "venere" estatuas o imágenes de Cristo, de la virgen María y de los santos, contradiciendo totalmente la voluntad de Dios. Por ello, se ha tomado la libertad de modificar los mandamientos y acomodarlos a su gusto. ¿No me cree? Veamos:


Observemos una tabla comparativa sobre los diez mandamientos, tal y como Dios se los dio a Moisés y los mandamientos tal y como los enseña la iglesia católica:

Mandamientos De Acuerdo a la Biblia De acuerdo a la Iglesia Católica

Primero No tendrás dioses ajenos delante de mi

Amarás a Dios sobre todas las cosas

Segundo No tener imágenes ni inclinarse ante ellas, ni honrarlas

No tomarás el nombre de Dios en vano

Tercero No tomar el nombre de Dios en vano

Santificarás el día del Señor

Cuarto Santificar el día de reposo

Honrarás a tu padre y madre

Quinto Honrar a padre y madre No matarásSexto No matar No cometerás actos

impurosSétimo No cometer adulterio No robarásOctavo No hurtar No levantarás falso

testimonios ni mentirasNoveno No hablar falso

testimonio contra tu prójimo

No consentirás pensamientos ni deseos impuros

Décimo No codiciar la casa, la mujer ni los bienes de tu prójimo

No codiciarás los bienes ajenos

Observe claramente, que el primer mandamiento fue cambiado. Este mandamiento, ordena “no tener dioses ajenos”. En otras palabras, prohíbe la idolatría. La iglesia católica, cambia este mandamiento por “amar a Dios sobre todas las cosas”. Observe además, que el segundo mandamiento, “prohíbe tener imágenes, inclinarse ante ellas y adorarlas”, y la iglesia católica se salta ese mandamiento. ¿Cuál es el propósito del Vaticano? Que los católicos no supieran que Dios prohíbe inclinarse ante las imágenes y darles honra.Como se salta el segundo mandamiento, entonces menciona como segundo al tercero y como tercero al cuarto y así sucesivamente. Al quedar solo nueve mandamientos, entonces muy astutamente, divide el noveno mandamiento en dos. De tal forma que el noveno mandamiento viene a ser el noveno y el décimo a la vez. Cuando El Vaticano hizo estas reformas, prohibía tajantemente que los creyentes leyeran la Biblia y en su lugar obligaban leer el Catecismo.


Pero con el crecimiento del protestantismo, el Vaticano ya no pudo seguir con esa prohibición de leer la Biblia y ahora los católicos pueden enterarse de la verdad; no tienen por qué seguir viviendo al filo de la navaja.Dios nos ha hablado a través de las escrituras. Allí se encuentra toda la verdad y nadie puede quitarle ni agregarle una coma. Nadie puede cambiar el mensaje original. Sin embargo la iglesia católica, mostrando que no le tiene el mínimo temor a Dios, lo ha hecho, ignorando totalmente la voluntad Divina.

Salmo 135:15-18 Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían.

La palabra de Dios dice, que las imágenes son obra de hombres, tienen boca y no hablan, ojos y no ven, orejas y no oyen. Además no tienen aliento en sus bocas. Y agrega: “así son quienes las hacen y quienes confían en ellas”. Yo no confío en ellas. ¿Y usted?Ya sabes la verdad, estás advertido. Dios prohíbe tener otros dioses y prohíbe inclinarse ante las imágenes de falsos dioses y darles honra. Si lo haces, no podrás entrar al cielo, no podrás obtener la salvación. Y además de ello, estarás dejándoles a tus descendientes de hasta cuatro generaciones la herencia de la maldad. Independientemente de lo que decidas, yo he hecho mi parte, para que Dios no me pase la factura. El resto depende de ti. Pido al Espíritu Santo que te libere de todo prejuicio y de toda tradición religiosa para que puedas ver la verdad.


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