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LA GEOGRAFÍA HUMANA: ¿DE CIENCIA DE LOS LUGARES A CIENCIA SOCIAL? Alberto Luis Gómez Para Marina, Mercedes y Ramón, pues todo esto comenzó en el Ateneo barcelonés hace ya unos ocho años. UNIVERSIDA D DE BARCELONA ISSN: 0210-0754 Depósito Legal: B. 9.348-1976 Año VIII. Número: 48 Noviembre de 1983 Nota sobre el autor Alberto Luis Gómez nació en Bilbao en 1946. Realizó sus estudios de Geografía en la Universidad de Barcelona, donde obtuvo el grado de Licenciado en junio de 1979. con una tesis sobre la geografía social muniquesa. Durante dos años amplió estudios en la R.F.A., principalmente en las universidades de Bonn y Munich, con una beca del Servicio Académico Alemán de Intercambio (DAAD). Recientemente ha presentado su tesis doctoral -«La geografía del bachillerato español (1836-1970). Historia de una crisis»en el Departamento de Geografía de la Universidad de Santander, en donde ejerce como profesor desde el año 1980.

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LA GEOGRAFA HUMANA: DE CIENCIA DE LOS LUGARES A CIENCIA SOCIAL?Alberto Luis Gmez Para Marina, Mercedes y Ramn, pues todo esto comenz en el Ateneo barcelons hace ya unos ocho aos.

UNIVERSIDAD DE BARCELONA ISSN: 0210-0754 Depsito Legal: B. 9.348-1976 Ao VIII. Nmero: 48 Noviembre de 1983

Nota sobre el autorAlberto Luis Gmez naci en Bilbao en 1946. Realiz sus estudios de Geografa en la Universidad de Barcelona, donde obtuvo el grado de Licenciado en junio de 1979. con una tesis sobre la geografa social muniquesa. Durante dos aos ampli estudios en la R.F.A., principalmente en las universidades de Bonn y Munich, con una beca del Servicio Acadmico Alemn de Intercambio (DAAD). Recientemente ha presentado su tesis doctoral -La geografa del bachillerato espaol (1836-1970). Historia de una crisisen el Departamento de Geografa de la Universidad de Santander, en donde ejerce como profesor desde el ao 1980.Sus centros de inters son la Geografa Social, y. dentro de ella, la Geografa del Tiempo Libre, la Didctica de la Geografa as como la Teora e Historia de la Geografa, habiendo realizado diversos trabajos respecto a las dos ltimas reas.Es colaborador de Geo-crtica y ha publicado en esta serie tres trabajos. uno de ellos en colaboracin con L. Urteaga Geo-crtica n 14, 25 y 38), y la traduccin de varios textos alemanes (Geo-crtica n 14, 21, 22, 24 y 26).

En tanto que nuestros socigrafos no se pongan a la altura de las ciencias sociales y sus investigaciones ydescripciones no se adapten a las necesidades y problemas de las mismas. todas las sociografas permanecern con un retraso conceptual y decepcionarn a sus lectores. (STEINMETZ 1912/13. pg. 496-97) (*)

El trabajo que presentamos a continuacin aborda las dificultades del pensamiento geogrfico clsico para incorporar a lo social dentro de su paradigma terico. Partiendo de las dos aproximaciones al estudio de las relaciones existentes entre los procesos sociales y las transformaciones espaciales que originan propugnadas por la geografa y por la sociologa desde finales del siglo XIX, que exponemos en el apartado primero. Se presentan a lo largo de los cuatro siguientes los intentos realizados por nuestra disciplina para combinar una inclusin cada vez ms necesaria de lo social en sus reflexiones -para dar mayor solidez a sus explicaciones cientficas-, con el mantenimiento a toda costa de su especificidad disciplinaria. Esto condujo a que, pese a que no deje de ser cierta la existencia de varias fases en la historia del pensamiento geogrfico, pueda tambin seguirse un hilo conductor comn a lo largo de la misma: el peculiar modo de aproximacin a lo social por los miembros de esta comunidad a travs de lo concreto en el paisaje. La sociedad se estudiaba desde el punto de vista de su territorialidad y no desde el de su organizacin interna.Diversos autores han sealado la importancia de la reflexin terica llevada a cabo en Alemania durante todo el perodo de la geografa clsica, as como la escasa propensin de la geografa francesa, ms preocupada por el trabajo de campo, hacia este tipo de cuestiones. Debido a ello y tambin por el relativo desconocimiento que se tiene, a la que, para nosotros, no se le ha dedicado la atencin que merece, en nuestra exposicin se har uso predominante de autores alemanes, en la creencia de que sus aportaciones pueden ayudar a una mejor comprensin del problema que nos ocupa.

Geografa y Sociologa: el espacio y la sociedad Es muy arriesgado presentar en unas pocas pginas un resumen de lo que fueron las ideas fundamentales en el campo de la discusin sobre la problemtica epistemolgica y metodolgica de nuestra disciplina desde fines del siglo pasado hasta comienzo de los aos cincuenta. La dificultad de tal empresa radica en la cantidad e importancia de los problemas discutidos que, por s solos, exigiran sus correspondientes monografas. En su tesis doctoral, Schultz (1980, pg. 82) seala los puntos ms relevantes en torno a los cuales se centraron las discusiones metodolgicas en la geografa entre los aos 1875 y 1900: la demostracin de la cientificidad de la geografa, el razonamiento de su pretensin de ser una materia independiente, la clarificacin de sus relaciones con las ciencias afines, la delimitacin de su objeto de estudio, la eleccin entre orientaciones monistas y dualistas, y, vinculado a todo ello, el problema de la unidad de la geografa y la cuestin de establecer definitivamente los lazos existentes entre la geografa general y la geografa regional.(1) De todas maneras, en nuestra opinin, se sigui polemizando sobre ellos hasta 1970, y an hoy no se ha acabado dicha discusin. No es nuestra intencin ofrecer una visin sistemtica de la totalidad de estas cuestiones, pues sobrepasara con mucho el espacio de que disponemos, existiendo diversas publicaciones a travs de las cuales el lector interesado puede acercarse a la problemtica citada(2) Y, adems, han aparecido recientemente, o estn a punto de publicarse en castellano, trabajos que se ocupan de ellas(3) Pretendemos ms modestamente, y siguiendo los pasos de otros autores,(4) ofrecer una reflexin sobre la manera peculiar con que nuestra disciplina ha abordado el tratamiento de lo social dentro de su enfoque terico, si se tiene presente la orientacin dada al estudio de las relaciones entre el espacio y la sociedad por otras ciencias sociales como la etnologa, la economa, la antropologa y, sobre todo, la sociologa. Creemos que esta manera temtica de abordar la historia del pensamiento geogrfico, que ya tiene precedentes en nuestro pas,(5) puede no slo complementar las ya aparecidas aqu en Espaa,(6) sino plantear tambin al lector un problema que consideramos bsico en nuestra disciplina y de cuyo arreglo depende, en nuestra opinin, el que la geografa -como conocimiento diferenciado o no pueda aportar soluciones a la problemtica relacionada con el espacio en las sociedades industriales modernas: la falta de fundamentacin cientfico-social y, por tanto, la debilidad de los esquemas utilizados por los gegrafos a la hora de explicar el comportamiento espacial de los grupos humanos en las sociedades industriales.(7) Acabamos de indicar nuestra intencin de centrar el anlisis en la peculiar manera con que nuestra disciplina ha incluido dentro de su marco terico lo social, a la hora de suministrar una explicacin de ciertos procesos sociales con trascendencia espacial. Y decimos peculiar puesto que, ya desde finales del siglo pasado, en la sociologa se plantearon alternativas muy diferentes:(8) mientras que para los socilogos era necesario un estudio directo del hombre y la sociedad, para el gegrafo, lo determinante y especfico de su disciplina era estudiar siempre al hombre slo en su relacin con la Tierra. La geografa llegaba pues siempre al anlisis de lo social de una manera indirecta: a travs del medio, de la naturaleza o del paisaje. Y hasta los intentos de aproximacin entre el pensamiento sociolgico y el pensamiento geogrfico, representados por la sociografa de los P. Bajos(9) y por la geografa social paisajstica de cuo francs,(10) alemn,(11) ingls,(12) serbio,(13) holands(14) o norteamericano,(15) estn claramente marcados por la peculiaridad de su enfoque: mientras que la sociografa holandesa se pregunta hasta qu punto la sociedad estara codeterminada por el espacio (el paisaje, el medio en un sentido amplio), la geografa social, entendida como geografa humana y regional, se plantea su interrogante en el sentido de hasta qu punto el paisaje est influido por la sociedad o por los grupos humanos.Antropogeografa/Geografa humana. Geografa cultural y geografa social Hemos expuesto ya nuestra intencin de dedicarnos nicamente a presentar una panormica de la historia del pensamiento geogrfico desde la perspectiva humana de nuestra disciplina. Antes de comenzar nuestra labor, y con el fin de aclarar ciertos conceptos, quizs sea de inters dedicar algunas lneas a exponer la problemtica de los mismos. Tal y como nos seala Uhlig (1970, pgs. 27-30), los trminos de antropo geografa/ geografa humana y geografa cultural se han utilizado de muy diverso modo a lo largo de los ltimos cien aos.(16) Aunque se considera a Ratzel (1882/ 1891) como el introductor cientfico de la antropogeografa, Paffen (1959, pgs. 358-359) ha demostrado que el uso de este concepto aparece ya en el artculo Erde redactado por Kaemtz y publicado en una enciclopedia general el ao 1842.(17) Actualmente, el significado del concepto antropogeografa es muy diverso y tiene sus races en varios autores. Algunos, teniendo en cuenta el papel activo del ser humano sobre el medio, consideran ms idneo el trmino de geografa cultural para designar el rea total que abarcara la geografa humana, utilizando en la prctica como sinnimos los conceptos de antropogeografa y geografa cultural.(18) Otros,(19) indicaron que se debera restringir el uso del concepto antropogeografa para la antropogeografa fsica, mientras que el de la geografa cultural se utilizara para designar todo lo restante, siendo esta propuesta acogida ms tarde.(20) Pese a estos intentos de clarificacin conceptual, los trminos han sido utilizados de muy diversas maneras. As Hottes (1973) nos dice que la geografa cultural correspondera a la totalidad de la geografa humana sin la antropogeografa fsica, lo cual no es compartido por Wirth (1969, pg. 156), pues quisiera verla incluida en la misma. Schoeller (1968, pg. 168) considera como concepto superior el de geografa cultural y Bartels (1968, pgs. 160-178), en su trabajo de habilitacin a ctedra, y pese a partir del concepto de antropogeografa, intenta refundamentar la geografa humana dentro del mbito interdisciplinario de las ciencias sociales, usando el trmino de Geographie des Menschen, y, posteriormente, el de Wirtschafts und Sozialgeographie. (21) Respecto a la denominacin de geografa social, su uso, si bien con diversas acepciones, puede datarse desde antiguo, aunque durante el perodo que nos ocupa se utiliz sobre todo como equivalente del de geografa humana o en el sentido de una geografa cultural(22) pese a que existieron tambin otras acepciones. As, por ejemplo, Reclus -en el prefacio de una de sus grandes obras habl de una geografa social que se ocupara de analizar la lucha de clases, la bsqueda del equilibrio y el arbitraje soberano del individuo como ... rdenes de hechos que en el caos de las cosas se muestran bastante constantes para que pueda drseles el nombre de 'leyes'.(23) Demolins (1901/1903), discpulo de F. Le Play, emple tambin este trmino en un trabajo no libre de rasgos deterministas. El norteamericano Hoke (1907), en una conferencia dada en 1906, defina ya la geografa social desde una perspectiva muy moderna, pues su objeto de estudio consista en analizar la distribucin espacial de los fenmenos sociales. Y Vallaux (1908/ 1911) us tambin en el ttulo de sus obras la palabra geografa social,(24) si bien para algunos autores, dado su contenido, habra que considerar sus aportaciones dentro de la traduccin crtica y modificada de la antropogeografa ratzeliana(25) o de la geografa poltica.(26) En Holanda, Steinmetz (1912/ 1913, pg. 493) acu el trmino de sociografa para designar la disciplina que se ocupa del estudio de los pueblos y de sus partes (ciudades, comunidades, etc.) en su peculiaridad o especificidad. Esta sociografa suministrara material a la sociologa -ciencia en exceso terica en su opinin-, debiendo sustituir a la geografa regional. Al contrario que en Amsterdam, la escuela geogrfico-social de Utrecht se aline dentro de la tradicin geogrfica vidaliana, tomando como punto de partida el grupo social, pero en su relacin con el paisaje.(27) En los pases de habla inglesa,(28) hay una tendencia a considerar como sinnimos los conceptos de geografa humana y de geografa social, utilizando este ltimo preferentemente.(29) y en Alemania, dentro del esquema de la geografa regional, que all se entenda como una morfologa del paisaje cultural, los aspectos sociales han estado siempre presentes en las investigaciones de autores como Partsch (1851-1925), Gradmann (1865-1950), Passarge (1867-1958), Metz (1890-1969), Credner (1892-1948), Hassinger (1877 -195 7) o Waibel, por citar slo a algunos. Hassin ger (1933), en su fundamental obra,(30) dividi la antropogeografa en dos ramas: la analtica y la sinttica. Denomin a esta ltima sociogeografa, debiendo ocuparse del estudio globalizador de las comunidades humanas en su relacin con el paisaje. Pero el impulso definitivo a la geografa social paisajstica lo dio Bobek (1948). El gegrafo austriaco, que no pretenda crear ninguna disciplina nueva, sino estimular el uso del enfoque geogrfico-social dentro de la geografa regional, distingui entre una geografa social analtica o geografa de los grupos sociales y otra geografa sinttica o geografa de las sociedades. Y Hahn (1957), dentro de esta misma lnea, dividi tambin la geografa social, unos aos ms tarde, en dos grandes ramas: la sociogeografa, o geografa social analtica, en el sentido de Bobek, y la geografa social sinttica. En lo que se refiere a las consecuencias stitucionales de sus propuestas, tanto Bobek como Hahn defendieron que la geografa social por ellos patrocinada tena un campo de estudio propio, por lo que, en relacin con la sistemtica interna de la ciencia geogrfica, haba que colocarla al mismo nivel que las restantes subdisciplinas y no hacerla depender de otras(31) Las dificultades de aproximacin a lo social en la antropogeografa Hemos indicado en el apartado anterior los inconvenientes que plantea la presentacin de una sntesis sobre la problemtica de la geografa humana, dada su amplitud y complejidad. Y, para evitar una excesiva dispersin, propusimos centrarnos en el anlisis de un tema de gran importancia: la manera con que nuestra disciplina ha abordado el estudio de lo social como elemento explicador de la organizacin espacial de la sociedad. Somos conscientes de nuestras limitaciones, por lo que nicamente quisiramos alcanzar con esta introduccim) a la historia del pensamiento geogrficosocial tres objetivos: en primer lugar, ofrecer al lector una interpretacin no apologtica de la historia de nuestra disciplina, pues, al igual que otros gegrafos, no nos sentimos en posesin de ninguna verdad trascendente ni aspiramos a una defensa feudal de uno u otro tipo de geografa, as como tampoco pretendemos hacer corporativismo estrecho(32) En esta lnea, nos situamos al lado de autores que pretenden realizar ms una historia profana que una Historia Sagrada de la geografa(33) En segundo lugar, creemos necesario articular nuestra exposicin en torno a un discurso vertebrador y prescindir de las fases, como compartimientos estancos, por las que habra pasado el pensamiento geogrfico: la fase determinista, la fase posibilista, etc. Como han puesto de relieve diversos autores,(34) esto se debe no slo a que existen entre unas y otras fases ms puntos en comn de lo que ha parecido hasta hace poco tiempo, sino tambin a que estos cortes ocultan, hasta casi la dcada de los aos setenta, la continuidad y pervivencia del problema que a nosotros nos parece fundamental, y que explicara buena parte de la crisis de la geografa tradicional: la dificultad que ha tenido desde antao nuestra disciplina -en muy diversos pases- para la aprehensin de lo social, como elemento clave para explicar la configuracin espacial de la sociedad. Y esta dificultad se ha debido, en nuestra opinin, a que, por razones que son mucho ms institucionales -el peligro de desaparecer como disciplina diferenciadaque racionales, la geografa ha aspirado a alcanzar un objetivo imposible: pretender dar una explicacin de la organizacin espacial de las sociedades industriales, cada vez ms complejas y en las que desaparecan las conexiones significativas entre el hombre y el medio que le rodeaba y, simultneamente, hacerlo mediante un planteamiento terico que postulaba aquel tipo de conexin entre el hombre y su entorno, lo cual la obligaba necesariamente a utilizar una va indirecta de aproximacin a lo social, a travs de lo concreto en el paisaje. Va que, adems, ha servido tradicionalmente -y sirve an en muchos pasespara deslindar los campos de trabajo del socilogo y del gegrafo, y, por lo tanto, para legitimar la supervivencia de la geografa como conocimiento diferenciado. Creemos que este desfase con respecto a las dems ciencias sociales, que ya desde los aos treinta haban adoptado otras concepciones de lo social abordando su estudio de otro modo, puede demostrarse a lo largo del perodo de nuestra investigacin, aunque su concrecin sea diferente en los contextos histricos comprendidos entre 1875-1900, 1900-1950 y a partir de esta fecha; y ello pese a que durante el ltimo tercio del siglo pasado existi un relativo paralelismo entre el pensamiento sociolgico y el pensamiento geogrfico -como ha sealado Claval en diversos trabajos suyos-, paralelismo que pudiera deberse muy bien, entre otras razones, a la escasa necesidad de ambas disciplinas de diferenciarse en aquellos momentos. Ratzel y las relaciones hombre-naturaleza Tradicionalmente se ha venido considerando a F. Ratzel (1844-1904) como el fundador de la geografa humana. Sea esto cierto o no, lo cual para nosotros no tiene mayor trascendencia,(35) es a partir de este autor cuando nuestra disciplina se empieza a ocupar regularmente del ser humano. Recientes trabajos han puesto de manifiesto la dificultad de derivar linealmente la geografa que se institucionaliza a finales del siglo pasado del pensamiento de A. von Humboldt y de las ideas de K. Ritter, por una serie de razones que no vamos a detallar aqu.(36) En la poca de auge del positivismo, la geografa -y Eisel (1973, pgs. 22-31 ) lo ha mostrado muy biense encontraba ante el dilema de dar una respuesta a la cuestin de cmo poda tratarse empricamente la relacin hombre-naturaleza como Landerkunde. Esta consideracin de la geografa regional como ciencia emprica presentaba no pocas dificultades, como ya seal Richthofen (1883) en su momento,(37) pues, si a lo que se aspiraba dentro de nuestra disciplina era a la realizacin de una actividad cientfica que cumpliese los requisitos de la concepcin positivista de la ciencia, entonces la geografa deba realizar anlisis sistemticos de lo particular mediante el mtodo comparativo. Ahora bien, esta aplicacin del mtodo comparativo podra traer consecuencias muy graves para la geografa en el caso de que no se modificase su objeto de estudio, pues la geografa fsica, al abandonar como centro de inters el anlisis de las relaciones entre el hombre y la naturaleza, poda dejar de ser considerada como parte de nuestra disciplina y pasar a depender de otras ciencias, como la geologa. Adems, mediante la divisin de la geografa en dos disciplinas sistemticas, el tratamiento de las relaciones entre el hombre y el medio pasaba a ser el objeto Especfico de la antropogeografa. Al decantarse por la superficie terrestre como nuevo objeto de estudio, la geografa se enfrentaba ante el problema de la prdida de su unidad. Es indudable que la eleccin de la superficie terrestre (Erdoberflache) como campo de trabajo cientfico presentaba ciertas ventajas para nuestra disciplina, pues poda ser abordado tanto desde el punto de vista general, sistemtico, como desde el particular, o regional. La tarea de la geografa se realizaba, al igual que la de otras ciencias empricas, empleando el mtodo comparativo, pues de lo que realmente se trataba era de aprehender y delimitar las regiones como reas clasificables sobre la superficie terrestre, que podan ser trabajadas en el sentido de la geografa regional. Y, en el caso de que surgiesen dudas sobre la cientificidad de este proceder, siempre quedaba el recurso de remitir a la geografa general, en la cual se estudiaban de una manera sistemtica todos los geofactores de esas reas. Es dentro de este contexto cientfico general y geogrfico particular donde debe ser analizada la obra ratzeliana. Lamentablemente, la amplitud y complejidad de su quehacer no han sido valoradas atinada mente por la gran mayora de los autores que se han ocupado del tema, pues Ratzel aparece demasiadas veces como un cientfico cuya consideracin del ser humano someta al mismo a una rgida dependencia de la naturaleza.(38) No podemos dedicarnos aqu a analizar hasta qu punto este tipo de interpretaciones es injusto con la totalidad de la produccin cientfica ratzeliana. Esto se debe no slo a que nos desviaramos de nuestros objetivos, sino a que sera una labor poco fructfera, pues con autores de una obra tan vasta puede defenderse lo que a uno le apetezca si se hace lo que criticaba Buttimer (1980, pg. 52): elegir aspectos aislados de la obra de un gran autor; separarlos del contexto general de su obra, del marco histrico en que surgieron, y utilizarlos para legitimar las tesis que uno desee. Desde este incorrecto punto de vista -y Capel (1981, pgs. 26 y 28) lo ha indicado muy bienpodramos tener un Humboldt determinista o pionero de la geografa de la percepcin, y lo mismo podra suceder con Ritter, Reclus(39) o Vidal de la Blache, por poner solamente algunos ejemplos. De todos modos, hay que sealar, sobre todo en lo que se refiere al supuesto carcter determinista de la obra ratzeliana, que ste tiene sus orgenes no tanto en Ratzel como en el parcial conocimiento que se tiene de sus trabajos que, no hay que olvidarlo, fueron tambin producto de su poca, desarrollndose en un contexto histrico en el que se defenda la aplicacin del canon de cientificidad positivista a todos los dems mbitos del conocimiento. Y, por lo tanto, si la antropogeografa quera convertirse en una verdadera ciencia, tena que explicar y no slo describir, y su objeto de estudio, que inclua al ser humano, a la sociedad en sus relaciones con el medio natural, deba ser abordado dentro de esta perspectiva cientficonaturalista. Quizs, y sobre todo en lo que se refiere a nuestro pas, las razones de este excesivo nfasis en el Ratzel determinista (que existi), y no en otros aspectos de su tarea (que ah estn tambin), se deba, mucho ms que a cuestiones referidas a la racionalidad de sus propuestas, a los intereses concretos de los que han sido entre nosotros los transmisores de las ideas ratzelianas: los gegrafos franceses.(40) Slo as se explica que oficialmente, en la geografa espaola, se compartan an las ideas que sobre el gegrafo alemn public L. Febvre, o, y esto es an ms triste, que en un reciente e importante trabajo sobre la historia del pensamiento geogrfico publicado en Espaa, no slo se valore con una gran parcialidad la obra ratzeliana sino que, de nuevo, se presenten al lector como sntesis del pensamiento del gran gegrafo alemn las ideas aparecidas en un artculo que no puede ser considerado en absoluto como representativo de la totalidad del pensamiento de F.Ratzel.(41) Frente a toda esta serie de interpretaciones discutibles, cul es la aportacin de la antropogeografa ratzeliana? Para conocer esta cuestin, as como las races, en lo que se refiere a la historia de las ideas del gegrafo alemn, hay que referirse obligatoriamente a la tesis doctoral realizada por Steinmetzler (1956) hace ya ms de veinticinco aos, poco conocida, aunque bien considerada por algunos estudiosos de la historia del pensamiento geogrfico.(42) Aunque parezca paradjico, Ratzel no proporcion una definicin clara de la antropogeografa. Lo que nos leg fue ms bien una definicin negativa de su campo y, adems, el gegrafo alemn no consideraba la antropogeografa como una ciencia independiente, sino formando parte de la geografa de la vida. En funcin de su objeto de estudio, exista una antropogeografa esttica que daba respuesta al problema de la localizacin de los pueblos sobre la superficie terrestre. En un segundo nivel, la antropogeografa dinmica buscaba las causas de la expansin geogrfica de los seres humanos. Y, finalmente, la antropogeografa se entenda como una ciencia de relaciones, cuyo inters se centraba en averiguar la influencia de la naturaleza sobre los seres humanos, sobre su cultura y sobre su historia. Esto se realizaba por medio de un mtodo de trabajo inductivo y comparativo, empleando conceptos bsicos como los de movimiento (Bewegung), situacin geogrfica (geographische Lage) y el de espacio (Raum). El problema clave en la antropogeografa ratzeliana era el del estudio de las relaciones existentes entre el ser humano y la naturaleza con la que se enfrentaba. La geografa era, pues, una ciencia de relaciones (43) y, en lo que se refiere a esta cuestin, el dilema que se presentaba era el de decidir si este tipo de influencias de la naturaleza actuaba sobre los seres humanos como causa o como condicin. Ya hemos visto la tendencia a considerar a Ratzel como un estricto determinista, pese a que cada vez existen ms autores que discrepan de esta opinin.(44) A este respecto, la tesis doctoral de Steinmetzler, dirigida por C. Troll, rompe con muchos mitos al haber podido consultar la produccin completa de Ratzel, y no slo la publicada. En su opinin,(45) la adscripcin estricta de este autor a las corrientes de pensamiento materialistas y positivista s no es del todo correcta, pues ya en el ao 1881(46) Ratzel nos presenta una interpretacin dualista del ser humano. Y, en el ao 1892, Steinmetzler nos dice que el gegrafo alemn, si bien sin citar su pasado, rechaza el evolucionismo materialista.(47) El concepto de medio (Umwe/t) ratzeliano se entiende de una manera objetiva, incluyendo el suelo, el mundo animal y el vegetal, as como el clima.(48) Y en lo que se refiere al problema de la accin de este medio, Steinmetzler (1956, pgs. 65-66) indica que, tras una fase de mecanicismo materialista en la que la naturaleza influenciaba causalmente -y directamenteal hombre, tenindose en cuenta ciertas leyes geogrficas (geographische Gesetze). Ratzel, a partir de una conferencia dada en el ao 1880,(49) relativiz su postura: el medio ofreca slo condiciones para la actuacin del ser humano. El principio de causalidad geogrfica quedaba relegado por el de -por decirlo ascondicionabilidad geogrfica (geographische Bedingtheit). En la obra del gegrafo alemn, incluidos manuscritos inditos que Steinmetzler pudo consultar en el archivo Ratzel, en la ciudad de Leipzig, aparecen cada vez con ms frecuencia ideas que llevan al autor de la tesis doctoral a declarar que en un sentido estricto, Ratzel ya no fue determinista aproximadamente a partir del ao 1875.(50) Vemos pues que, junto con el Ratzel determinista, existen tambin otras interpretaciones mucho ms matizadas de la obra de este autor. Porque, pese a lo que la tradicin clsica de la geografa francesa pretendi hacernos creer, las soluciones al determinismo geogrfico no venan slo de ella -pese a la importancia de su contribucinsino que, por decirlo con palabras de Bartels (1968, pg. 129), ya en Ratzel ... se encuentran las ideas correctivas que parten del ser humano, tanto del individuo como del grupo social, as como, especialmente, de la comunidad poltica.(51) A lo que el gegrafo alemn s prest escasa atencin fue a la gnesis, forma y funcin del paisaje cultural, siendo precisamente estas cuestiones las que estarn en el centro de inters de la geografa europea desde finales del pasado siglo, como veremos a continuacin. La geografa como morfologa del paisaje cultural: una geografa humana? Desde finales del siglo XIX, y dentro de un contexto general de crtica al positivismo, asistimos al intento de fundamentar la especifidad geogrfica sobre nuevas bases, que presenta distintos matices y ritmos en los diversos pases europeos, as como en los Estados Unidos. El punto de partida en Europa -pues en los Estados Unidos, como indicaremos ms adelante, sigue teniendo un gran peso tanto la concepcin relacional de la geografa como el determinismo-, es el rechazo de la geografa como una ciencia que estudia relaciones, as como el sometimiento del ser humano a las leyes de la naturaleza. Es lo que algunos autores han denominado como el perodo morfolgico o fisonmico de la geografa.(52) Es, tambin, la poca de la geografa alemana del paisaje, de la geografa regional francesa clsica y de la geografa cultural norteamericana.(53) Dentro de este contexto historicista,(54) los principios bsicos que guan la actividad del gegrafo son de otro tipo, alcanzando su sentido pleno dentro del nuevo Zeitgeist: la geografa deja de ser una ciencia nomottica y se convierte en una ciencia idiogrfica, cuya finalidad es la explicacin comprensiva (die Verstehung) de los fenmenos que estudie. La comprensin, en el sentido historicista, aparece pues contrapuesta a la explicacin (die Erk/arung) de cuo cientfico-naturalista. Esto tiene su razn de ser en que se ha abandonado tambin la concepcin monista del ser humano, adoptndose posturas de tipo dualista, por lo que, coherentemente, no se admite que el principio de causalidad que rige para las ciencias naturales pueda ser empleado a la hora de explicar procesos en los que interviene la voluntad humana.Schlter y Hettner Las preocupaciones por redefinir el objeto y el mtodo de la ciencia geogrfica, de una manera que quedase garantizada su cientificidad y especificidad, tuvieron lugar especialmente en Alemania(55) y estuvieron ligadas, sobre todo, a los nombres de dos eminentes gegrafos: O. Schlter (1872-1959) y A. Hettner (1859-1941). El primero de ellos, al que bien pudiera considerarse como un gegrafo marginado en cierto modo, debido al enorme poder institucional alcanzado en Alemania por Hettner y sus discpulos,(56) se encontraba ante un problema metdico muy grave en nuestra disciplina: la falta de articulacin de la Geographie des Menschen en el edificio de la ciencia geogrfica, la cual se deba a una definicin errnea de lo que constitua el objeto de estudio de esta disciplina. La propuesta de Richthofen considerando a la geografa como una morfologa de las formas de la superficie terrestre garantizaba, efectivamente, un objeto de estudio claro y tangible a la geografa fsica; sin embargo, no suceda lo mismo con la otra parte de nuestra disciplina, que se vea obligada, concebida de una manera relacional, a ocuparse de las relaciones existentes entre el ser humano y la naturaleza.(57) La defensa de estas ideas puede seguirse a lo largo de diversos trabajos suyos(58) en los que, invariablemente, se critica la concepcin cientfico-relacional de la geografa -o aquella que, como la hettneriana, considera a nuestra disciplina como una ciencia-mtodo-, y se fundamenta la geografa como una ciencia-objeto, pues, en opinin de Schlter, sta era la nica manera de garantizar la especificidad y la cientificidad de la geografa.(59) El paisaje, que se entiende aqu de una manera estrictamente fisonmica, se sita en el centro de la investigacin geogrfica.(60) La geografa se convierte en una morfologa del paisaje cultural, (61)cuyo objeto de estudio era la descripcin e interpretacin gentica del mismo. A partir de ahora, nuestra disciplina se ocupara del enfrentamiento habido entre ciertos grupos humanos y sociedades y determinados paisajes a lo largo de la historia. El elemento a explicar era pues la fisonoma del paisaje cultural, y las causas de la misma habra que buscarlas en la actividad conformadora del paisaje que poseen ciertos grupos sociales. El paisaje cultural se interpretaba como un todo, y su peculiar impronta era el resultado de la plasmacin en dicho paisaje de un Zeitgeist. Esta primaca del paisaje conllev, precisamente por la dificultad de abordarlo con el mtodo que se propona, el relegamiento del ser humano en la obra de Schlter, pese a que, tericamente, ste aparece como un factor que estructura el paisaje cultural (de lo cual se ocupa la Kulturgeographie) , como un hecho espacial en s mismo (tratado por la Bevolkerungsgeographie) , y como modificador activo del espacio (estudiado en la Geographie der menschlichen Gemeinschaften). (62). La geografa concebida como una morfologa del paisaje cultural, con su acercamiento al ser humano desde un punto de vista naturalista y empleando tcnicas de trabajo de campo provenientes de la geomorfologa, tendr grandes dificultades para incorporar lo social como parte integrante de su paradigma terico, pese a reconocer de manera clara la enorme importancia que va adquiriendo como causa de la organizacin espacial en la sociedades industriales.(63) El camino seguido por A. Hettner a la hora de definir nuestra disciplina fue bien distinto al de Schlter. Partiendo de la geografa, y no de un sistema preconcebido de las ciencias, elabor una triple divisin de las ciencias empricas concretas: las que se definan por la posesin de un objeto; las que estudiaban el desarrollo de procesos a lo largo del tiempo y aquellas que se ocupaban de la ordenacin de las cosas en el espacio. Es precisamente en este tercer grupo donde el gegrafo alemn situ nuestra disciplina. La geografa es ...Ia ciencia corolgica de la Tierra o de la superficie terrestre que se ocupa ...de la ordenacin espacial (de las cosas, AL) sobre la tierra o... sobre la superficie terrestre.(64) Para Hettner, la definicin corolgica de la geografa se vincula tambin con un enfoque regional, ya que nuestra disciplina se concibe como la ciencia corolgica de la Tierra segn su diferenciacin a diversas escalas: continental, nacional, regional y local. La geografa es pues una ciencia regional. Ahora bien, ella sola no agota la totalidad de la tarea geogrfica, ya que junto a la descripcin de las regiones y pases aislados, Hettner indica que es necesaria una geografa regional comparativa. Geografa general y geografa regional son, como se deduce de esta afirmacin, complementarias y necesarias para garantizar un trabajo cientfico y, adems, para asegurar la especificidad de la ciencia geogrfica (Hettner, 1927, pgs. 122-123). En lo que se refiere a la concepcin del paisaje, Hettner rechaz las estrictamente fisonomistas de Brunhes y de Schlter,(65) defendiendo una postura ms flexible. La Geographie des Menschen, nos dir el gegrafo alemn, ...ha de considerar al ser humano no slo como adorno en el paisaje, sino tambin como un pedazo de su esencia.(66) Pese a todo, la postura hettneriana es muy cauta, pues ms adelante considera como no geogrficas (artificiales, nos dice), las divisiones de la superficie terrestre que son un mero resultado de las decisiones humanas: los estados, las provincias, etc.(67) La aproximacin a lo social se har tambin en Hettner, si bien de una manera distinta a la propuesta por Schlter, en funcin de su relacin con la naturaleza.La construccin de la geografa humana francesa En Francia, la crtica al determinismo -desde la propia geografa y la defensa de una nueva concepcin geogrfica con la que garantizar tanto la especificidad como el carcter cientfico de esta ciencia, se llev a cabo por Vidal de la Blache (1845-1918) y sus discpulos con la propuesta de una concepcin ecolgicocultural de la geografa. Esta propuesta, si bien presenta unos rasgos similares a los de la geografa alemana de la poca, posee tambin peculiaridades, siendo a nuestro entender la ms importante su preocupacin por poner en el centro de su inters, por lo menos aparentemente, no tanto el paisaje como el modo de vida.(68) Como herencia ratzeliana, la geografa vidaliana posee una fuerte componente ecolgico-cultural: su objeto de estudio es el enfrentamiento de los grupos humanos con el medio que les rodea. Y el inters del gegrafo se dirige hacia la tierra como morada del ser humano, as como hacia los modos de vida(69) que se han desarrollado en la misma, como resultado del enfrentamiento del hombre con la naturaleza que le rodea. El medio, el hombre y los modos de vida son los tres componentes bsicos de la geografa francesa clsica. (70) El primero de ellos se entiende de una manera objetiva: en la geografa humana vidaliana el medio es, sobre todo, el medio natural(71) que ofrece a la inteligencia humana diversas posibilidades para su accin. El medio es slo el marco, y nunca la causa de la accin humana modificadora del espacio(72). Los grupos sociales, la humanidad en general, interesan geogrfica mente nada ms que cuando denotan una determinada relacin de los mismos con el medio que les rodea. La geografa vidaliana se conceba como una geografa humana, pero tambin como una ciencia de los lugares y no de los hombres. Precisamente por eso, en este tipo de geografa, los grupos humanos relevantes eran definidos en nuestra disciplina a partir de sus relaciones con la naturaleza. La humanidad -y esto era precisamente lo que se consideraba especfico de nuestra ciencia frente a la tarea que realizaban otras- era considerada desde el punto de vista territorial y no social.(73) En toda la geografa clsica y, por lo tanto, en esta geografa vidaliana se puede detectar una contradiccin. Por una parte, se hace especial hincapi en la calificacin humana, criticando los excesos de la geografa determinista de pocas anteriores, que se consideran ya superadas, y considerando a la sociedad o a los grupos humanos como el agente dinmico a la hora de explicar la organizacin espacial de la sociedad. Pero, por otra parte, y debido de nuevo a razones de tipo institucional, que pretenden salvaguardar a toda costa la peculiaridad de la geografa como ciencia -en un contexto en el que la sociologa por medio de la morfologa social planteaba reivindicaciones que, de imponerse, acarrearan la desaparicin de la geografa humana-, se ve obligada a perseguir una meta que cada vez se revela como ms difcil: explicar la organizacin espacial de las sociedades industriales modernas, considerndola como resultado de la actividad transformadora de determinados grupos sociales, a los que se pretende definir basndose en sus relaciones con la naturaleza. En un contexto histrico en el que desaparecen las conexiones significativas entre el hombre y el medio que le rodea, nuestra disciplina elabora un paradigma terico que la incapacita para la comprensin de las sociedades actuales, pues pretende llegar a lo constitutivo de lo social a travs de lo concreto en el paisaje.(74) La geografa clsica francesa, al igual que la alemana, es incapaz de construir una teora que le permita superar esta contradiccin. Padece, ya lo indic Claval (1973, pg. 29), una indigencia de reflexin social. El lento proceso de humanizacin de la geografa norteamericana Es de todos conocido que, por una serie de razones que detallaremos ms adelante, en los Estados Unidos la geografa no slo no se institucionaliz ms tardamente que en los pases punteros europeos sino que, adems, la concepcin cientfico-relacional -que, como hemos indicado, fue ampliamente cuestionada en la mayora de los pases europeos ya desde finales del pasado siglo- tuvo una gran influencia a lo largo de los primeros veinte aos de nuestra centuria. Recientemente, en nuestro pas(75) se ha abordado este tema de una manera interesante, hacindose una distincin en la geografa humana norteamericana entre una corriente morfolgica y culturalista, defendida por C.C. Sauer en la universidad de Berkeley,(76) y el enfoque corolgico, siguiendo la tradicin hettneriana representado por R. Hartshorne.(77) Para nosotros, sin embargo, y de acuerdo con la lnea que estamos siguiendo, lo interesante no es tanto remarcar esas diferencias -que son ciertas- como hacer hincapi en un aspecto comn: su dificultad para incorporar al ser humano dentro de su esquema terico sin que se traspasen lo que se consideraba como las fronteras de la geografa. En una tesis doctoral sobre la evolucin de la geografa norteamericana durante los aos 1900 y 1930, Fuchs (1966)(78) enfoca la historia de nuestra disciplina en los Estados Unidos como el proceso de una doble emancipacin: su lucha por independizarse de la geologa, de sus pretensiones hegemnicas, as como -y esto ya de puertas adentro de nuestra disciplinalos intentos por superar un concepto de la ciencia geogrfica que la reduca a una mera Physiography (geografa fsica) nica, por lo demsque reunira ciertos requisitos de cientificidad, Fuchs (1966, pg. 26). Cuando la geografa norteamericana, como Physiography, se emancip de la geologa, su orientacin en cuanto a la consideracin de cul era su objeto de estudio y de cmo habra que tratarlo era del todo naturalista, dada la formacin en esta direccin de la primera generacin de gegrafos de aquel pas.(79) A lo largo del primer decenio de nuestro siglo se desarroll en los Estados Unidos un proceso que pretenda una redefinicin de la ciencia geogrfica, de tal manera que su objeto de estudio incluyese tambin al ser humano, siendo un hito fundamental a este respecto el ao 1903.(80) A travs de E. Ch. Semple (1863-1932), primero, y de Sauer, despus, a la geografa norteamericana haban llegado las ideas de algunos gegrafos europeos como Ratzel, Vidal, Schlter, etc., representantes de la geografa moderna, si bien de una manera un tanto peculiar. Pero, a comienzos del siglo actual, el ser humano segua desempeando un papel casi nulo en nuestra disciplina, pues se consideraba que su objeto de estudio eran los hechos de la superficie terrestre. Lo fsico, como contrapuesto a lo humano, era precisamente lo que se consideraba como lo especfica mente geogrfico.(81) Precisamente la confluencia en los Estados Unidos de la concepcin cientficorelacional de la geografa, trada por Semple, con las ideas muy similares de la primera generacin de gelogos y fisigrafos de aquel pas, hizo posible, en opinin de Fuchs (1966, pgs. 34-64), la formulacin de este mismo enfoque desde una perspectiva naturalista. Representada por W. M. Davis (1850-1934) Y por Semple, la geografa se defina como la ciencia que estudiaba las relaciones existentes entre el hombre y la Tierra, y el ser humano se introdujo dentro del esquema terico de nuestra disciplina, pero solamente en tanto que dependiente del entorno que le rodeaba. Ahora bien, el punto de partida de estos dos autores presenta importantes matices, pues, mientras que en lo que sera la geografa humana davisiana, su Ontography,(82) se tratara de estudiar los distintos tipos de respuesta del hombre como ser social a las influencias determinantes de las condiciones geogrficas. Semple oper de un modo distinto, pues, desde una serie de evidencias histricas, la autora norteamericana intent considerarlas como producto de la influencia que ejercan sobre la historia los diversos factores que constituan el medio geogrfico,(83) influencias que,. para esta gegrafa, podan ser directas o indirectas, fuertes o dbiles. Hasta la propuesta de una geografa concebida como una morfologa del paisaje cultural, realizada por Sauer con plenitud el ao 1925, siguiendo la lnea schlteriana, la geografa norteamericana se seguir entendiendo -en buena parte como resultado de la enorme influencia davisiana(84)de una forma cientficorelacional, tal y como nos lo muestran tanto las encuestas de la poca como los ttulos de los manuales que se publicaron por aquel entonces.(85) Ahora bien, mientras que todos los autores estn de acuerdo en uno de los dos polos de la relacin, el del medio o environment, no sucede lo mismo con el otro, pues mientras Davis y sus discpulos hicieron hincapi en la (human) life, Semple, Huntington, Dryer y Gregory se decantaron por la history. La geografa era pues una ciencia relacional, pero esta relacin se entenda bien como una contraposicin entre el environment y la (human) life o entre el environment y la history. La consecuencia de esta concepcin cientfico-relacional de la geografa fue el desinters por el estudio de los objetos de la superficie terrestre y la concentracin en la fijacin del tipo de relaciones y de su intensidad. En lo que se refiere al primero de los casos, los gegrafos norteamericanos intentaron aprehender relaciones directas entre el hombre y su entorno, tomando como base material etnogrfico, limitando el rea de su estudio, deducindolas ana lgicamente o por medio de comparaciones histricas fundamentadas sobre una base estadstica o cartogrfica.(86) y lo mismo sucedi con el tipo de influencias de las condiciones geogrficas sobre la vida humana o sobre la historia, desarrollando diversos conceptos para designar un tipo de influencia que iba de menor a mayor intensidad: affecting, effecting, co trolling y determinnting o cause and effect.(87) Unas determinadas condiciones geogrficas, un environment, entendido de una manera objetiva y compuesto por diversos factores como la localizacin, las formas del suelo, el clima, la vegetacin, etc., ejercan una cierta influencia sobre el ser humano, la cual poda ser directa o indirecta, as como poseer diversos grados de intensidad. La consecuencia de esto era la existencia de determinados tipos de human response en lo que se refiere a la orientacin de sus actividades econmicas, polticas, morales, etc. La posicin del ser humano era pues marginal en la geografa norteamericana durante esta poca: interesaba, pero slo en tanto que su actividad denotaba una adaptacin al medio que la rodeaba. Los trabajos procedentes de la sociologa, la etnografa, la ecologa, la antropologa, as como las ideas de la geografa francesa y alemana, que van penetrando en los Estados Unidos -en donde existe ya una traduccin de la obra capital de J. Brunhes desde el ao 1920- hacen que, sin abandonar en una primera fase la concepcin cientfico-relacional de la geografa, se critique el modelo determinista desde una perspectiva posibilista: el ser humano se adapta al medio geogrfico, que slo le ofrece el marco para su accin. Barrows, Bowman, Whitbeck y Sauer -este ltimo, como veremos ms adelante, desde otra concepcin de la geografa-, harn hincapi en la capacidad de la inteligencia humana para sobreponerse a las condiciones del medio natural. La crtica al excesivo teoreticismo de los defensores de las tesis deterministas se llevar a cabo mediante la realizacin de trabajos empricos a escala ms reducida. Y dentro de esta nueva concepcin, el comportamiento del ser humano frente al medio se expresa mediante un nuevo concepto que resalta su papel activo: human adjustment, pese a que siga habiendo autores que designen este nuevo comportamiento como adaptacin, si bien activa.(88) Las relaciones entre el hombre y el medio no son ahora monocausales, sino mltiples: se habla de interdependence, interacting o de interplay of influences.(89) El definitivo giro de la geografa norteamericana hacia el jado humano, dentro de la concepcin cientficorelacional, fue propuesto por Barrows (1923), pese a que se pueden datar trabajos al"'teriores en los que se considera a la geografa como una ecologa humana.(90) Fuchs (1967, pgs. 83-85), puso de manifiesto las estrechas relaciones que existieron entre la ecologa y la geografa de cuo davisiano a travs de la figura de H. Ch. Cowles, que fue cofundador, en el ao 1904, de la Association of American Geographers, presidente de la misma en 1910, y cofundador tambin de la American Ecology Society el ao 1920. Mediante una serie de publicaciones, en las que mostraba la influencia del pensamiento de W. M. Oavis en la ecologa,(91) Cowles realiz diversas analogas entre los ciclos de vegetacin y los ciclos de erosin. Su objeto bsico era convertir los fundamentos de la ecologa en un principio heurstico que fuese utilizado en todas aquellas materias que se ocupasen de estudiar las relaciones existentes entre el hombre y el medio. Y sus ideas tuvieron una gran difusin entre los gegrafos, puesto que en el comit fundacional de la American Ecology Society estaba tambin Huntington, y en la revista Ecology aparecieron hasta los aos treinta colaboraciones de gegrafos: el mismo Huntington, Kincer, Visher, Taylor, Adams y Thornwaite.(92) Ser precisamente Barrows el que proponga claramente la utilizacin en nuestra disciplina de la ecologa como principio estructurador de la misma: la geografa -nos dicese interesa en relaciones espacia/es: la ecologa podra muy bien ser su concepto organizador.(93) En su opinin, nuestra disciplina debera reducir el mbito de su objeto de estudio, abandonando la fisiografa, la climatologa y la ecologa vegetal y animal, adoptar ese principio metdico proveniente de la ecologa, realizar ms intensamente trabajo de campo y prestar una mayor atencin al ser humano.(94) Pese a formularla casi al mismo tiempo que la de Barrows, la concepcin de la geografa defendida por C. O. Sauer(95) apunta hacia otra direccin. Su finalidad es la definicin de /a geografa como una ciencia-objeto. Y esta definicin se efecta conscientemente contra la consideracin cientfico-relacional de nuestra disciplina. Con Sauer, la geografa se convierte en una morfologa del paisaje cultural, cuyos rasgos ms importantes en Alemania ya hemos indicado, siendo la tarea bsica de la misma la descripcin e interpretacin gentica de la fisonoma del paisaje cultural. Con una gran conocimiento de la problemtica de la geografa europea, que Sauer emplea abundantemente en sus obras,(96) su propuesta supone -de nuevo-la colocacin del paisaje en el centro de inters de la ciencia geogrfica, paisaje que, adems, se subidivide en natural y cultural. Precisamente, la geografa estudiara los procesos de transformacin de los paisajes naturales en paisajes culturales, debido al papel activo del ser humano. Con su propuesta Sauer dota a la geografa de un objeto propio, evitando adems el desmembramiento de la misma al incluir en su esquema, dndole una gran importancia a la geografa fsica, cosa que no suceda en el caso de Barrows. Es evidente que el ser humano interesa a la geografa cultural que propone Sauer, y esto en una doble direccin: como agente morfolgico, responsable de determinadas formas del paisaje cultural en ciertas reas, y como organizador de espacios cuya unidad es ms interna (funcional) que externa (fisonmica). El paisaje cultural, su fisonoma, se considera el resultado de la human occupance. Y al estudio de estas diversas formas de human occupance se dedicarn los esfuerzos de la geografa norteamericana,(97) buscando el camino hacia los grupos sociales conformadores del espacio a travs de las huellas dejadas en el paisaje cultural. En sus primeras formulaciones, el enfoque de esta geografa es estrictamente fisonomista, y su concepto de cultura(98) se reduce a cultura material. Ms adelante, y ante el surgimiento de ciertas dificultades, la geografa norteamericana -como la europeacreer haber encontrado la solucin a sus problemas con la adopcin del enfoque funcional, as como con la utilizacin de un concepto de cultura que ya no la reduce a su mero aspecto material.(99)La escasa penetracin del pensamiento sociolgico Hemos indicado en el apartado anterior la peculiar consideracin del ser humano, de los grupos sociales, de la sociedad como factor conformador del espacio, dentro de la geografa, durante el primer tercio de nuestro siglo. Segn la poca, los grupos humanos interesaron a nuestra disciplina en tanto que tenan algn tipo de relacin con el medio objetivo que les rodeaba: bien porque estaban sometidos al mismo o porque, pese a su adaptacin activa, dejaban una impronta en el paisaje que, precisamente, era el objeto de estudio de una geografa que se entenda como una morfologa del paisaje cultural; paisaje que pretenda explicar -en el sentido historicista del trmino- considerndolo como resultado de la interaccin del hombre con el medio. Vemos pues, cmo la geografa ha intentado siempre incorporar a su esquema terico la dimensin social para poder explicar esos paisajes culturales. Pero tambin desde otras disciplinas -desde la sociologa-, y, desde la misma geografa -la sociografa holandesa-, se ha pretendido desde hace tiempo la introduccin, dentro de sus esquemas explicativos, de la dimensin espacial como elemento constitutivo de la dimensin social. Le Play y las relaciones entre espacio y sociedad La figura pionera a este respecto y a la que, al igual que la de Ratzel -que es reivindicado como el fundador o como uno de los fundadores de la antropologa y de la etnologa(100) se incluye en las historias de la sociologa(101) y en las del pensamiento geogrfico en general, (102) en trabajos temticos sobre la escuela geogrfica francesa:(103) o en monografas sobre la geografa social,(104) fue la del ingeniero y socilogo francs F. Le Play (1806-1882). Y, junto a este autor, habra que citar tambin aspectos de la obra de Durkheim, Mauss y Halbwachs en Francia, a G. Simmel en Alemania, a P. Geddes en Inglaterra, la corriente de la ecologa humana norteamericana, as como un intento explcito de creacin de una disciplina que sirviese de puente entre la geografa y la sociologa: la sociografa holandesa propuesta por R. Steinmetz(105) Como seala Buttimer (1980, pg. 34), Le Play fue el primero en elaborar un sistema analtico que permitiese estudiar, segn los principios de la ciencia positivista de la poca, las relaciones entre la sociedad y el medio geogrfico en el que se encontraba inmersa. En su intento por describir y explicar con la mayor exactitud posible los hechos sociales, el socilogo francs tuvo que hallar una unidad social de investigacin que le permitiese no slo comparaciones entre pases y culturas distintas, sino que, en cierto modo, fuese un reflejo de la sociedad (como sistema social superior). Adems, esta unidad social tendra que poder ser abordada empricamente en. lo que se refiere a su fijacin local, a su estructura econmica y a su constitucin social. Le Play crey que la familia era el modelo ms sencillo de la sociedad. Y, con el planteamiento terico sealado en el prrafo anterior, este autor se dedic a la elaboracin de numerossimas monografas -de las cuales se desprende una divisin socio-espacial de Europa- en las que se parta del supuesto, no libre de rasgos deterministas, de que el trabajo -los modes du travail- de un rea determinada reflejaban, en cierto modo, las caractersticas del medio geogrfico en el que se realizaban -del espacio, lieu-, y que estos modes du travail estaban condicionados tambin por la organizacin social -la famille, les lment divers de la constitution sociale. No nos interesa aqu entrar en la cuestin del conservadurismo de las posturas de Le Play.(106) Independientemente de esto, lo cierto es que varios autores(107) han considerado los modes de travail como uno de los antecedentes ms importantes del concepto central de la geografa vida liana: el modo de vida. Junto a esto, conviene resaltar la influencia de sus ideas, no tanto en sus comienzos ni en su pas, pese a que tuvo discpulos tan importantes como E. Demolins, sino a travs del impacto de su pensamiento en Inglaterra, en la obra de P. Geddes.(108)Antropogeografa o morfologa social? Ya hemos hecho referencia en apartados anteriores de este mismo trabajo a la polmica que mantuvieron socilogos y gegrafos a finales del siglo pasado y durante el primer tercio del actual, polmica que, por otra parte, es de todos conocida, dada la popularidad alcanzada por la obra de Febvre (1961, pgs. 30-81), o, ms recientemente, y desde posturas menos beligerantes a favor de la geografa y proponiendo un dilogo entre las dos disciplinas, gracias a los trabajos de Sorre (1957), Claval (1973, pgs. 34-40),(109) Buttimer (1980, pgs. 41-53)(110) y Thomale(1972, pgs.131-143). El problema fundamental que tena planteado la ciencia desde haca largo tiempo era el de dar una explicacin a la diferenciacin social de la humanidad, habiendo existido antao propuestas -desde perspectivas materialistas o idealistasen las que la naturaleza desempeaba un papel decisivo.(111) Y tanto la geografa ratzeliana, la fisiologa y la ontography norteamericanas, as como la geografa posibilista vidaliana no estaban libres -como ya indicamosde posturas deterministaso Debido a ello, pero tambin por razones de tipo institucional,(112) desde la sociologa, y dada la debilidad terica de la geografa humana, se propugn la integracin dentro de su mbito del sustrato material sobre el que se producan los hechos sociales. O, dicho de otra manera, se defenda claramente la desaparicin de la antropogeografa y su sustitucin por una disciplina integrada en la sociologa: la morfologa social. A partir de la obra de Durkheim la sociologa se defini como una ciencia positiva que estudiaba los hechos sociolgicos como si fuesen cosas,(113) dado que nicamente este tipo de tratamiento poda garantizar la cientificidad del enfoque. Para el socilogo francs, la realidad poda dividirse en dos niveles: el primero de ellos estara compuesto por los hechos de la accin social (las normas, los valores, la accin social...), constituyendo el medio social interno. El segundo, denominado medio social externo, lo formaran todos aquellos hechos que estn relacionados con el sustrato de la vida colectiva.(114) El enfrentamiento de los socilogos con los gegrafos se produjo, ya que Durkheim consideraba como objeto especfico de la sociologa no slo el anlisis de la estructura social, es decir, de aquel tipo de hechos incluidos en el medio social interno, sino que, adems, reivindicaba la creacin de una nueva disciplina, la morfologa social, la cual, como nuevo auxiliar de la sociologa, habra de analizar el sustrato material sobre el que se desarrollaba la accin social. Y, lgicamente, la creacin de esta nueva disciplina, opinaban los socilogos, tena que hacerse a costa de la antropogeografa, a la cual se negaba el carcter cientfico y, por ello, el derecho a existir como conocimiento cientfico diferenciado.(115) Los discpulos de Durkheim -Mauss, Halbwachs- continuarn la discusin sobre el objeto de estudio de la morfologa social y sus relaciones con otras disciplinas, desde una perspectiva de una mayor colaboracin. Para M. Mauss, a la construccin de la morfologa social contribuan, sobre todo, dos ciencias: la demografa y la antropogeografa o geografa humana. El objeto de estudio de la primera es, en su opinin, estrictamente sociolgico, y el de la segunda tambin, pese a que reconoce explcitamente la existencia de otros puntos de vista, no queriendo hacer de esta cuestin una polmica intil, pues la fusin del conocimiento geogrfico y del conocimiento sociolgico es para l ... slo una cuestin de tiempo.(116) Precisamente, al conceder gran importancia a la demografa dentro de la morfologa social, se cay muchas veces -al igual que suceder en la geografa humana- en el error de identificar la estructura social de una ciudad o de un pas con su estructura demogrfica. La sociologa se vio pues, en sus comienzos, con similares problemas a los que tena planteados la geografa humana: la pretensin de acceder a lo social a travs de lo concreto, creyendo haber captado su esencia cuando lograba subdividir de una manera exhaustiva la poblacin, tomando como base diversos indicadores como la edad, el sexo, los ingresos, el estado civil, etc. Fue M. Halbwachs el que se enfrent y dio solucin al problema metdico planteado por aquellos que intentaban deducir lo social (el sistema de valores de una sociedad, p. ej.), a partir del sustrato material o de sus modificaciones. Desde entonces(117) se distingui entre la sociedad, representada por su estructura social, y la poblacin, es decir, su estructura demogrfica, no aceptndose las correlaciones entre lo social y lo morfolgico. Como seala Buttimer (1980, pgs. 44-51) la sociedad se consider como un sistema autnomo que, si bien posea una morfologa, no poda pretenderse llegar a aquella directamente por medio de sta.La sociografa holandesa Los intentos de aproximacin entre la geografa y la sociologa tuvieron una gran importancia en Holanda. Como han sealado Cools (1950), Heslinga (1971), Ginkel (1977), y, en castellano, Vries Reilingh (1973), en este pas la geografa se institucionaliz, debido a una seria de demandas sociales provenientes de dos campos: la enseanza, es decir, la necesidad de formar docentes para impartir esta disciplina en los diversos niveles educativos, as como la utilidad de ciertos conocimientos geogrficos para una mejor explotacin de las colonias. A partir del ao 1863, la geografa se convirti en una asignatura escolar obligatoria. Al ao siguiente se introdujo en el examen de estado y, desde 1865, existi una separacin entre la geografa fsica y la geografa humana, que se mantuvo en el ao 1876, que fue cuando se produjo el reconocimiento definitivo de la geografa en la universidad. Al inicio de la dcada de los aos ochenta del pasado siglo, cbn las figuras de R. Schilling y H. Blink, se esbozaron ya las dos lneas de lo que pudiramos denominar como la geografa humana holandesa. Mientras que el primero de ellos estudiaba los fenmenos sociales y econmicos en relacin con el conjunto de los fenmenos naturales, el segundo distingui entre una Erdkunde como una ciencia natural pura que estudiaba los fenmenos humanos en su dependencia de la naturaleza, y una Geographie des Menschen en la que debera tratarse al hombre como ser social. El ao 1908, indica Heslinga (1971, pg. 14), fue de capital importancia para el desarrollo de la geografa holandesa, al crearse ctedras independientes de geografa fsica y de geografa humana en las universidades de aquel pas, siguiendo la ley bsica de 1876.(118) Las figuras fundamentales de esta poca fueron las de J. F. Niermeyer, K. Oestrich y R. Steinmetz. El primero de ellos (1866-1923), discpulo de C.M. Kan, el primer catedrtico de geografa fsica y humana en la universidad de Amsterdam, a partir de 1877, fue titular de la ctedra de geografa en la universidad de Utrecht desde el ao 1908, dedicndose, sobre todo, al estudio de la geografa colonial, criticando las ideas de la geografa alemana y encuadrndose en la tradicin geogrfica vidaliana. Oestreich (1873-1947) sucedi a Niermeyer en su ctedra de geografa, dndole, sin embargo, otra orientacin, pues prest mucha atencin a la geografa fsica, sobre todo a la geomorfologa.(119) Fue sin embargo Steinmetz (1862-1940), creador de la sociografa holandesa desde su ctedra en la universidad de Amsterdam, el que defendi la necesidad de un acercamiento a la sociologa, es decir, la inclusin de lo social en nuestra disciplina, a la que situaba decididamente en el marco ms amplio de las ciencias sociales. Etnlogo en sus comienzos, Steinmetz rechaz la lnea de la geografa alemana que se entenda como una morfologa del paisaje cultural, defendiendo la necesidad de una aproximacin directa al estudio de los fenmenos sociales. Sus ideas bsicas sobre la sociografa se encuentran en dos importantes contribuciones tericas: en un trabajo aparecido en los aos 1912/13 titulado La posicin de la sociografa dentro de las ciencias del espritu, as como en una conferencia que dio en el tercer congreso de socilogos alemanes, celebrado en la ciudad de Jena en el ao 1923.(120) En el primero de los trabajos mencionados, Steinmetz intent fijar la posicin de la sociografa, ciencia que, en su opinin, no haba alcanzado pleno reconocimiento y que tenia sus fronteras muy poco definidas en lo que se refera a la delimitacin de su objeto. La sociografa era para el socilogo holands ... la descripcin con todos los medios de las relaciones y situaciones (Zustunde) de un pueblo en un momento determinado...,(121) y su justificacin como ciencia estaba basada en razones de tres tipos: la necesidad de conocer tanto el medio fsico como el medio socio-cultural (argumento intelectual), el suministro de material emprico a la sociologa (argumento indirecto) y la puesta a disposicin de los grupos sociales relevantes de informacin sobre el extranjero en general y sobre las colonias en particular (argumento prctico). Quizs la aportacin ms importante de Steinmetz fue la defensa, a lo largo de toda su vida(122) de la necesidad de enmarcar la tarea del socigrafo en un contexto terico cientfico-social, pues, en su opinin, sin esa fundamentacin terica no era posible ningn trabajo serio: en tanto -nos deca Steinmetz (1912/13, pgs. 496-497que nuestros socigrafos no se pongan a la altura de las ciencias sociales y sus investigaciones y descripciones no se adapten a las necesidades y problemas de las mismas, todas las sociografas permanecern con un retraso conceptual y metdico y decepcionarn a sus lectores. El socigrafo es un especialista que entrega informacin al socilogo para que pueda elaborar, con una base, su reflexin terica, por lo que su vinculacin con las ciencias auxiliares -la economa, la antropologa, la etnologa o la psicologaes muy distinta a la del gegrafo fsico, el cual tena que seguir los avances de las ciencias naturales. Geografa fsica y geografa humana, en el caso de que el gegrafo no quiera hacer dilettantismo, habra que separarlas, pues cada una de ellas conduce al socigrafo a campos contrapuestos: el de la naturaleza o el del hombre.(123) Diez aos ms tarde, en su conferencia, Steinmetz volvi a repetir, de modo ms completo, sus ideas fundamentales sobre la sociografa entre los socilogos alemanes, recabando el inters de stos sobre las ventajas que aportaban para su disciplina los trabajos sociogrficos. En opinin de Steinmetz (1923, pgs. 217 y 223),1a sociologa segua corriendo el peligro de caer en una excesiva teorizacin, apartndose de su verdadero camino, que era el de convertirse en una ciencia positiva. Precisamente esta voluntad de vinculacin a lo concreto sera lo que distinguira a la sociografa de la sociologa, pese a que las dos abordasen el mismo objeto de estudio en toda su complejidad: el pueblo (das Volk). Ahora bien, mientras que la sociologa lo hara en abstracto, la sociografa lo tratara concretamente: el pueblo y sus partes (la ciudad mundial, la gran ciudad, la pequea ciudad, el pueblo, la provincia, etc.) se estudian como tales ciertamente en la sociologa, pero en abstracto y de una manera general; ms concretamente, no en su realidad: ni Rusia, ni Mxico(124).... Esta sociografa, que habra crecido a partir de una diferenciacin de la geografa humana tradicional, aspiraba, con Steinmetz, a obtener el reconocimiento y la especificidad como disciplina.(125) Aunque discutidas, tanto por el empirismo subyacente a sus planteamientos(126) como por la visin parcial que daba de la historia de la sociologa en lo que respecta a su excesivo teoreticismo,(127) sus ideas fueron de mucha importancia en lo que se refiere a la apertura de vas de comunicacin entre la geografa y otras ciencias sociales.(128) Junto con otros autores, a los que nos referiremos a continuacin, Steinmetz puso su atencin en una de las deficiencias ms graves del pensamiento geogrfico tradicional: la falta de fundamentacin cientfico-social de la geografa regional, as como el tratamiento naturalista del ser humano en su esquema terico.(129) Esta misma necesidad de una fundamentacin terica de su quehacer cotidiano, que planteaba Steinmetz y que tuvo una fuerte influencia en la geografa holandesa, pese a que en la universidad de Utrecht se avanzase en otra direccin, como indicaremos ms adelante, era sentida tambin por diversos autores que, en distintos pases, criticaban los problemas de una geografa concebida como una estricta morfologa del paisaje cultural. A esta cuestin dedicaremos las pginas siguientes.Espacios funcionales versus espacios formales en la geografa Hemos sealado hasta el momento los rasgos bsicos de la concepcin geogrfica que se entenda como una morfologa del paisaje cultural, entre los cuales, en sus comienzos, estaba la concepcin fisonomista del paisaje, as como el relegamiento de lo social en sus trabajos, dada la imposibilidad de abordarlo con el enfoque metdico que se propona, o el intento de llegar a la estructura interna de lo social a travs del paisaje. Esto trajo como consecuencia, como muy bien indica Herin (1982, pg. 22) para la geografa francesa -pese a que creemos que es vlido tambin para otros mbitosque, desde antao, nuestra ciencia ha abandonado ... el campo de lo social a otras disciplinas de las ciencias sociales, a los socilogos (a menudo considerados con algn desprecio), a los etnlogos y antroplogos, a los historiadores, incluso. Es evidente que la complejizacin creciente de la sociedad fue haciendo cada vez ms difcil el enfoque territorial y no social de su organizacin, desde los principios postulados por la geografa morfolgica o etnogrfica, como tambin la denominaban algunos autores, Ortega Valcrcel (1975, pg. 93). Ahora bien, nuestra disciplina se encontraba frente a un grave dilema: por una parte, dirigir una mayor atencin a lo social como factor explicativo del paisaje, pero, por la otra, hacerla de tal manera que no conllevase su disolucin en las ciencias vecinas: es decir, abordarlo indirectamente. El concepto de paisaje, entendido como ncleo integrador de las dos ramas de la geografa y como garante de la especificidad de la tarea del gegrafo, debido a su consideracin holstica en lo que a la teoria del conocimiento se refiere,(130) presentaba ciertos inconvenientes en esta primera fase de la geografa como ciencia del paisaje, pues dificultaba en gran medida esa inclusin necesaria de lo social en nuestra disciplina. Era pues necesario dinamizar el mismo, intentando compaginar la pervivencia del concepto con sus rasgos diferenciadores y la acuciante necesidad de huir del fisonomismo estricto: la solucin a este problema creer ser hallada por la comunidad internacional de gegrafos en tanto que complementan el enfoque morfolgico con el funcional.Del enfoque fisonmico al enfoque funcional en la geografa del paisaje En los trabajos sobre la historia del pensamiento geogrfico,(131) es habitual contraponer la geografa entendida como morfologa del paisaje cultural a la geografa funcional que la sucede, pues, mientras que la prmera estaba preocupada por la explicacin de reas espaciales homogneas desde el punto de vista de su fisonoma paisajistica, en la segunda, interesaban espacios que eran heterogneos pasajistica o externamente, pero que posean una unidad interna debida, precisamente, a la accin del ser humano: son los espacios funcionales antropgenos, resultado de la accin de las fuerzas propias de las sociedades industriales, que, adems, podan no slo estar contiguos, sino incluso distar centenares de kilmetros entre s. Overbeck (1954 y 1965) ha tratado el problema planteado en nuestra disciplina a partir de los aos veinte de esta centuria, debido a la dicotoma existente entre los dos principios ordenadores del espacio: el fisonmico y el funcional. Sidaritsch (1923) contrapuso lo que l denominaba como unidades espaciales fisonmicas (Landschaftseinheiten), en las que el elemento bsico era la similaridad, a las unidades espaciales funcionales (Lebensraume), cuyos rasgos caractersticos eran, justamente, las relaciones intercambiantes entre las mismas. Braun y Hartnack (1932),(132) indicaron la importancia de dos tipos de fuerzas distintas configuradoras de la superficie terrestre: unas cuyos elementos fundamentales comunes se basan en la geografa fsica y otras cuyos vnculos se deben a las leyes de trfico. Schrepfer (1934 y 1935) distingua dos tipos de totalidades sobre la superficie terrestre que no haba que confundir: las fisonmicas (el paisaje econmico, Wirtschaftslandschaft) y el rea o zona econmica (Wirtschaftsgebiet). y Lautensach (1938), en una especie de balance sobre esta cuestin, se planteaba en el congreso de geografa, celebrado en Amsterdam ese ao, la dificultad de clasificar espacios incorporando a la vez factores fsicos y humanos, ya que, al regir principios muy distintos en cada una de las clasificaciones, se llegaba a resultados contradictorios. Esta dinamizacin del concepto de paisaje tena como objetivo dar una solucin al problema de la relacin existente entre su estructura fisonmica y las fuerzas -no directamente aprehensiblesque son causa de la misma. Bajo la influencia de la ecologa se pas de un concepto fisonmico del paisaje, esttico, a otro ecolgico o fisiolgico, dinmico.(133) Quizs uno de los que ms se distinguieron en el esfuerzo por superar las dificultades que conllevaba la concepcin fisonomista del paisaje fue Leo Waibel (1888-1951), autor que puso en el centro de su inters el modo de vida (Lebensform). Discpulo de Penck y de Hettner, estuvo vinculado a este ltimo, si bien con una trayectoria peculiar, como lo demuestra su gran aprecio por la obra de Schlter. Pfeifer (1952, pg. 3) y Mller Wille (1952, pgs. 62-65), en dos interesantes notas necrolgicas, pusieron de relieve la importancia que tuvieron en sus obras sus relaciones con la geografa botnica en lo que se refiere a la elaboracin de un nuevo concepto de paisaje. En el estudio de ste, el gegrafo alemn distingua tres niveles: en el primero de ellos se analizaban todos los elementos morfolgicamente significativos de un paisaje; en el segundo, la atencin no iba dirigida a las formas del paisaje, a su fisonoma, sino a las fuerzas y procesos internos que las acuaban. Y, en el tercero, se propona una especie de estudio sistmico del paisaje, pues lo interesante era aprehender la relacin que cada elemento aislado tena con su medio, interpretar su funcin y posicin a partir de la totalidad en el paisaje y definir lo ms exactamente posible su adaptacin, influencia y dependencia. Todas estas ideas fueron llevadas a la prctica en importantes trabajos metdicos, con una fuerte componente social, realizados por Waibel en el campo de la geografa agraria, y en los que se emplearon conceptos que tuvieron una gran trascendencia para el desarrollo de la geografa, como el de formacin econmica (Wirtschaftsformation). Tomando como ejemplo ideas de la geografa botnica, y en un trabajo publicado por primera vez el ao 1927 sobre la Sierra Madre de Chiapas (Mxico), Waibel (1927 y 1933) puso en relacin tres tipos de espacios naturales con unas determinadas formas de economa (Wirtschaftsform) -las praderas, las explotaciones de cafetales y las pequeas unidades campesinas-. Y a cada forma de economa corresponda un paisaje econmico (Wirschaftslandschaft) que estaba dominado, tanto por la forma de explotacin (Betriebsform), como por los objetivos que se perseguan en lo que a la produccin se refiere. Y unos aos ms tarde Waibel (1929) dejaba claras la consideracin fisiolgica del paisaje y la peculiaridad del enfoque geogrfico, al indicar que en el concepto de formacin econmica se transforma un concepto econmico en otro espacial, por lo que slo as poda ser tratado desde un punto de vista especficamente geogrfico. Waibel fue autor de un importante trabajo metdico sobre la geografa del paisaje, en el que se sealaban las diversas acepciones de este concepto en la obra de Schlter-Passarge, Gran y Banse, proponindose una mayor dinamizacin del mismo.(134) Y, en la misma direccin, public una resea en relacin con el trabajo de Brger(135) sobre el concepto de paisaje, al que critic su falta de precisin a la hora de definir los conceptos de Land y Landschaft. Hemos indicado ya la atencin que Waibel prestaba a lo social en sus trabajos, puesto que a la hora de diferenciar grupos sociales relevantes en lo que a la configuracin del espacio se refiere -en la Sierra Madre de Chiapasutiliz no slo variables econmicas, sino tambin tnicas y culturales. De todos modos, en una publicacin aparecida en el ao 1933 y dedicada al estudio de los Treckburen, un pueblo sudafricano dedicado al pastoreo nmada y descendiente de germanos, Waibel (1933) sigui la lnea. clsica en nuestra disciplina. de utilizar como criterio bsico para la formacin de grupos sociales -y hasta para considerarlos como el objeto de estudio especfico de nuestra disciplina- el que denotasen una adaptacin, activa o pasiva, al medio que les rodeaba: nuevamente, se segua intentando llegar a lo social a travs de lo concreto en el paisaje.Hans Bobek o la defensa del enfoque funcional Hasta el momento hemos visto los esfuerzos realizados en la geografa para hallar una manera de conectar la estructura externa de un paisaje con las fuerzas internas responsables de las mismas. Utilizando analogas provenientes de la botnica, como el concepto de formacin vegetal. se estudiaron las conexiones sistmicas de naturaleza econmica en el paisaje, interesando an explicar su estructur armnica y su homogeneidad. Con la figura de Hans Bobek se introdujo un enfoque funcional econmico del paisaje que pona especial nfasis en la actividad de los grupos humanos como elementos explicativos del mismo. De manera explcita. lo morfolgico de un paisaje era considerado como el resultado de conexiones ecolgico-sociales no directamente perceptibles. En estos espacios antropgenos, lo interesante era la divesidad, la heterogeneidad, tenindose que explicar la localizacin de los diversos elementos en los mismos. No es casualidad que la propuesta de este nuevo enfoque apareciese en el campo de la geografa urbana, en donde ya haba mostrado su insuficiencia el mtodo geogrfico tradicional, y en una fecha tan temprana como la del ao 1927. En su trabajo titulado Grundfragen der Stadtgeographie, al que Christaller (1933, pg. 12, nota n 2) trat de excelente en su famosa tesis doctoral, el gegrafo austriaco propondr una nueva manera de abordar el estudio de la ciudad, que se apartaba significativa mente de la schlteriana, pues, mientras que en esta se consideraba a la ciudad como un paisaje, como una parte del ms amplio paisaje cultural, Bobek defender estudiar el papel de la ciudad como un fenmeno econmico dentro del paisaje. Tras criticar las definiciones estrictamente morfolgicas de la ciudad e indicar las condiciones previas que son necesarias para la formacin de una ciudad -la existencia de un nivel cultural y material que haya conducido a una divisin social del trabajo, as como de una separacin espacial entre las diversas ramas de la produccin, que exija unas comunicaciones regulares entre las mismas-, Bobek (1927) propuso una serie de caractersticas que se reflejan en su nuevo concepto geogrfico de la ciudad como ... un poblamiento grande, que representa el punto central en lo que se refiere a las comunicaciones de todo tipo, econmicas, polticas y culturales, de una zona no delimitada fijamente y cuya construccin corporal permite reconocer un determinado aumento de sus caractersticas, desde los extrarradios hasta el punto central.(136) Esta preocupacin de Bobek por la defensa de un enfoque funcional en nuestra disciplina se puso de manifiesto en numerosos trabajos: tanto en recensiones elogiosas, aunque no exentas de crtica -debido, sobre todo, a su elevado grado de abstraccinde trabajos con unos planteamientos muy distintos a los suyos, como el de W. Christaller,(137) como en subsiguientes aportaciones metodolgicas referidas a las relaciones existentes entre la geografa y la ordenacin del espacio o a la defensa explcita de una geografa social, Bobek (1942 y 1948). Es precisamente este trabajo, aparecido en el ao 1942, y dedicado a analizar el papel que debiera desempear la geografa en la investigacin del espacio, en donde podemos comprobar tanto el clasicismo como los esfuerzos renovadores de Hans Bobek. Clasicismo, puesto que defiende la geografa como la ciencia que estudia las regiones, ... objeto de investigacin que no pertenece a ninguna otra disciplina.(138) Y, modernidad, porque, de nuevo, y en un contexto en el que la geografa entendida como una morfologa del paisaje cultural tena un gran peso, seala la necesidad de complementar el enfoque morfolgico con el funcional, ya que este ltimo es el nico que nos permite ... crear los puentes entre las estructuras espaciales sensorialmente perceptibles y las fuerzas vivas que estn detrs de ellas... y que influyen en el mosaico de los fenmenos.(139) Junto a esta defensa de la utilizacin del enfoque funcional en la geografa, Bobek (1942, pg. 339) indic tambin la necesidad de dedicar una mayor atencin al ser humano como factor conformador de las estructuras del paisaje, si bien respecto a esta cuestin -al igual que suceder con su concepto de funcin o de sociedad-, los criterios de delimitacin de grupos sociales relevantes estaran siempre vinculados a su impacto o a su dependencia de lo concreto, del paisaje, estando muy lejos de la propuesta realizada en el ao 1938 por Christaller, en un trabajo titulado significativa mente Geografa urbana y Ciencia comunal,(140) para el que era absolutamente necesario en nuestra disciplina, en el caso de que quisiese participar en las cuestiones del ordenamiento urbano, el abandono de categoras tericas esencialistas y el giro hacia conceptos sociolgicos.El proceso de humanizacin general de la geografa En las pginas precedentes hemos intentado poner a disposicin del lector una serie de reflexiones sobre la dificultad que ha tenido la geografa para incorporar lo social a su esquema terico. Esta falta de fundamentacin cientfico-social de las explicaciones suministradas por nuestra disciplina ha sido, en nuestra opinin, una de las causas ms importantes de su incapacidad para la comprensin de los problemas de la organizacin espacial en las sociedades industriales. Excesivamente preocupada por el medio, por la naturaleza, por el espacio, la geografa prest muy poca atencin a lo social tal y como lo seala Claval (1973, pg. 13). En realidad, el problema central de la geografa clsica ha sido no slo su falta de preocupacin por lo social, sino tambin su desinters -consecuencia de su empirismo- por todo lo que fuese reflexin terica, y esto fue precisamente lo que motiv el alejamiento por parte de nuestra disciplina de las teoras cientficosociales que explicaban los comportamientos espaciales de los grupos humanos. Por lo general, y Herin (1982, pg. 7) lo acaba de poner de manifiesto recientemente, los gegrafos hemos preferido hacer primero y, luego, reflexionar sobre lo realizado, creyendo que ste era el procedimiento cientfico ms correcto. Es evidente que ha habido autores preocupados por las consecuencias de esta falta de reflexin terica, y que, en su momento, propusieron soluciones concretas a este problema. Sin afn de exhaustividad, nosotros hemos indicado las ideas fundamentales de algunos de ellos: los que nos han parecido ms importantes para el tema que nos ocupa. Somos conscientes de la existencia de lagunas en nuestra exposicin -que esperamos poder subsanar en aportaciones posteriores-, aunque creemos que no son graves, dado el objetivo que nos proponamos. Por una parte, la falta de referencias a la geografia inglesa, sobre todo al debate originado por Crowe (1938) Y a las respuestas a su trabajo por parte de autores tan significativos como Dickinson (1939) Y Daryll Forde (1939). En esta polmica se criticaron las insuficiencias tericas de la geografa clsica y, especialmente, la consideracin del ser humano como paisaje en la geografa tradicional.(141). Por otra parte, tanto en la geografa alemana como en la francesa se empez a prestar atencin a los espacios antropgenos de origen psicolgico-social. As Rhl (1938), utilizando categoras weberianas, intent dar una explicacin al paisaje econmico, teniendo en cuenta el trabajo humano, al que consideraba determinado por el espritu econmico (Wirtschaftsgeist) de cada pueblo. La consecuencia de ello fue la realizacin de varios trabajos que buscaban una comprensin del paisaje econmico a travs de la aprehensin de los diferentes espritus econmicos, entre ellos el nuestro, que mereci ya hace muchos aos la atencin de los economistas, puesto que lo tradujeron al castellano.(142) Rhl era partidario de una separacin entre la geografa fsica y la geografa humana, y de una decidida vinculacin de esta ltima con las ciencias sociales. Por ello, se quejaba de que en los departamentos de geografa se pudiesen encontrar en su biblioteca todo tipo de revistas y libros sobre geologa, mientras que no suceda lo mismo con publicaciones del rea de la economa, antropologa, etnologa, sociologa, etc.(143) Y tambin en Francia, Vallaux (1925, pgs. 389-403) y, sobre todo, Hardy (1939) reclamaron una mayor atencin al factor subjetivo dentro de la geografa,(144) aunque sus ideas no despertaron inters excesivo entre sus colegas -pero s entre los socilogos, filsofos e historiadores, tal y como lo indica Buttimer (1980, pg. 95)-, o sufrieron crticas corrosivas, de lo cual es una buena muestra la resea de este libro que efectu Demangeon (1940). Pese a esas insuficiencias, creemos que nuestra exposicin ha suministrado una panormica sobre las ideas que estaban en boga en nuestra disciplina hasta finales de los aos cuarenta. Es precisamente a lo largo de este perodo -y ms concretamente durante los tres primeros decenios de nuestro siglocuando se produjo el alejamiento de la geografa en el nivel cientfico-general del Zeitgeist de la poca. Mientras que en las ciencias sociales -la sociologa, la economa, la etnologa, la antropologa, etc.se elaboraron diversos modelos tericos que explicaban la accin social recurriendo al sistema de normas y valores, sistema que no poda ser aprehendido de una manera esencia lista o concreta, la geografa, dentro de una estrategia cada vez ms defensiva, cuyo objetivo fundamental era garantizar la especificidad de su quehacer demostrando la posesin de un objeto propio de estudio que era tratado de una manera peculiar, seguir anclada en un paradigma terico que no podr abstraerse de lo concreto a la hora de abordar la inclusin de lo social dentro de sus propuestas tericas. La consecuencia de ello fue la utilizacin peculiar de conceptos como los de cultura, grupo social o sociedad, con los cuales no se podan aprehender ya los rasgos bsicos de las sociedades industriales modernas en lo que a la organizacin del espacio se refiere, con lo que se agrav la crisis de nuestra ciencia, dada su escasa significacin social. Era pues absolutamente necesario dedicar una mayor atencin al ser humano en nuestra ciencia, labor que se acometer intensamente por parte de la geografa de todos los pases, desde finales de la Segunda Guerra Mundial. pero esto ya es tema de un prximo trabajo, que aparecer publicado en esta misma revista.NOTAS *Lo que aqui se expone, si bien con ligeras modificaciones, formaba parte de una investigacin ms amplia que, bajo el titulo .La geografia del bachillerato espaol (1836-1970) Historia de una crisis y dirigida por el Dr Horacio Capel Sez, present como tesis doctoral en el mes de septiembre de 1983 en el Departamento de Geografia, Faculted de Filosofia y Letras, de la Universidad de Santander 1. Todas las traducciones que aparezcan en el trabajo han sido realizadas por A. Luis. 2. Hartshorne (1966); Claval (1974); Wrigley (1970); Bartels (1968); Harvey (1969); Hard (1970); Hard (1973); Schramke (1975); Strassel (1975); Eisel (1980); Schultz (1980). 3. Capel (1981); Gmez Mendoza, Muoz Jimnez, Ortega Cantero (1982); Bosque Maurel, Ortega Alba (1982, en prensa). 4. Pahl (1970.); Buttimer (1967); Buttimer (1969); Buttimer (1975); Bartels (1970a); Bartels (1970b); Claval (1970); Buttimer (1980); Thomale (1972); Killisch Thoms (1973); Eyles (1974); Rhode-Jchtner (1975); Thomale (1978); Herin (1982) Y Reynaud (1982). 5. Aunque, lamentablemente, estn inditos. Vase Ortega Valcrcel (1975, pgs. 133 y ss.), en donde se trata la cuestin de la geografa como conocimiento del espacio. 6. Consltense los trabajos en castellano de las notas n 2, 3 y 4. 7. Aun siendo conscientes de lo discutible de nuestro proceder, reduciremos la exposicin al marco de lo que se conoce como geografa humana. La inclusin de la geografa fsica no slo nos planteara problemas de tipo epistemolgico, sino que nos obligara necesariamente a utilizar una serie de fuentes referenciales distintas, sobrepasando el marco de estudio que nos hemos propuesto. 8. A este respecto puede analizarse la polmica entre socilogos y gegrafos a finales del siglo pasado y durante el primer tercio del actual, en torno al objeto de estudio de la antropogeografa y de la morfologa social, Febvre (1961, pgs. 30-81); un punto de vista menos parcial y que tiende ms a la bsqueda de puentes entre la geografa y la sociologa lo ofrece Buttimer (1980, pgs. 41-53); y orientado todava ms hacia un enfoque cientficosocial, Claval (1973, pgs. 34-40). Hay que sealar que, pese a lo que se suele expresar en crculos geogrficos, los socilogos se dieron cuenta muy pronto de la importancia del espacio, considerndolo como una de las categoras constitutivas del ser social y no desde un punto de vista meramente objetivo. A este respecto, consltese Simmel (1903, pgs. 287-302), sobre el que ya se haba fijado, si bien desde un punto de vista desenfocado, Febvre (1961, pg. 59, nota n 71). Las ideas de este socilogo alemn fueron traducidas hace mucho tiempo al castellano, Simmel, G.: El espacio y la sociedad, en Estudios sobre las formas de socializacin, vol.ll. Madrid, 1977 (1.8 ed. castellana en 1927; en alemn, 1908), pp. 643-740, en donde se subraya que los criterios de divisin del espacio no provienen del mismo, sino de conexiones psicosociolgicas. Bajo el apartado de formas de pensamiento geogrfico en la sociologa en la primera poca, Thomale (1972, pgs. 118-148) ha tratado aspectos de la obra de Le Play, Durkheim, Mauss, Halbwachs y Simmel (sobre este ltimo, pp. 143-148). 9. Sealamos de momento solamente el trabajo de Steinmetz (1912/1913), en el que se explicitaba el papel de la sociografa dentro de las ciencias sociales (pgs. 492-501). 10. En el sentido que le da Buttimer (1980, pgs. 57 -101), podamos considerar aqu ciertos trabajos de Vidal de la Blache, J. Brunhes y C. Vallaux. Consltese tambin, a este respecto, Claval (1973, pgs. 22-30). 11. Toda.la obra de H. Bobek a la que ya haremos referencia en su momento, aunque tambin habra que considerar el trabajo de otros gegrafos que se distinguieron por la introduccin de preocupaciones de tipo social -desde diversos enfoquesdentro de la antropogeografa o de una geografa que se entenda como una morfologa del paisaje cultural: T. Fischer, R. Gradmann, S. Passarge, L. Waibel, por citar slo a algunos. Vase, en lo que respecta a la aparicin del pensamiento geogrfico-social en la geografa regional alemana, atto (1961 ). 12. La obra de Fleure, Roxby y Dickinson, entre otros. El proceso de vinculacin de la geografa inglesa al pensamiento cientfico-social fue abordado por Soelch (1930). 13. J. Civijic (1865-1927), que, a partir de 1893 fue catedrtico de geografa en la universidad de Belgrado, siguiendo la lnea vidaliana. Su trabajo fundamental, una geografa humana de la pen