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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Zootecnia Facultad de Ciencias Agropecuarias 9-2019 La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de vacas lecheras vacas lecheras Fabian Andres Valderrama Lagos Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/zootecnia Part of the Dairy Science Commons Citación recomendada Citación recomendada Valderrama Lagos, F. A. (2019). La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de vacas lecheras. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/zootecnia/465 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Ciencias Agropecuarias at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Zootecnia by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

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Page 1: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

Universidad de La Salle Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle

Zootecnia Facultad de Ciencias Agropecuarias

9-2019

La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de

vacas lecheras vacas lecheras

Fabian Andres Valderrama Lagos Universidad de La Salle, Bogotá

Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/zootecnia

Part of the Dairy Science Commons

Citación recomendada Citación recomendada Valderrama Lagos, F. A. (2019). La energía y su importancia en el desempeño reproductivo de vacas lecheras. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/zootecnia/465

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Page 2: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

LA ENERGÍA Y SU IMPORTANCIA EN EL DESEMPEÑO

REPRODUCTIVO DE VACAS LECHERAS

FABIAN ANDRES VALDERRAMA LAGOS

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

PROGRAMA DE ZOOTECNIA

BOGOTÁ D.C. SEPTIEMBRE 2019

Page 3: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

LA ENERGÍA Y SU IMPORTANCIA EN EL DESEMPEÑO

REPRODUCTIVO DE VACAS LECHERAS

FABIAN ANDRES VALDERRAMA LAGOS

COD. 13062050

Tutor:

DR. CESAR AUGUSTO GÓMEZ VELASQUEZ

Trabajo de grado presentado como parte de los requisitos para optar por el título de Zootecnista

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

PROGRAMA DE ZOOTECNIA

BOGOTÁ D.C. SEPTIEMBRE 2019

Page 4: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

DIRECTIVOS

• RECTOR HNO. ALBERTO PRADA SANMIGUEL

• VICERRECTORA ACADÉMICA DRA. CARMEN AMALIA CAMACHO SANABRIA

• VICERRECTOR DE PROMOCIÓN Y HNO. DIEGO ANDRÉS MORA RENAS

DESARROLLO HUMANO

• VICERRECTOR ADMINISTRATIVO DR. LUÍS FERNANDO RAMÍREZ HERNÁNDEZ

• VICERRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y HNO. ARIOSTO ARDILA SILVA

TRANSFERENCIA

• DECANO DE LA FACULTAD DE DR. NÉSTOR ALFONSO MOSOS CAMPOS

CIENCIAS AGROPECUARIAS

• SECRETARIO ACADÉMICO FACULTAD DR. ALEJANDRO TOBÓN ONZÁLEZ

DE CIENCIAS AGRIPECUARIAS

• DIRECTOR PROGRAMA ZOOTECNIA DR. JUAN DAVID CORRALES ALVAREZ

Page 5: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

ACEPTACIÓN

DIRECTOR _______________________________

Dr.

JURADO _______________________________

Dra.

JURADO _______________________________

Dr.

Page 6: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

COMPROMISO

El presente trabajo no contiene ideas que sean contrarias a la doctrina católica en

asuntos de dogma y moral.

Ni la universidad, ni el director, ni el jurado calificador son responsables de las

ideas expuestas por los graduandos.

Page 7: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

DEDICATORIA

Dedico este trabajo primeramente a Dios por ser mi guía y por darme la oportunidad de cumplir

mis metas. A mis padres por su amor y apoyo incondicional en todas las etapas de mi vida; a

mi hermana por su ejemplo de constancia y responsabilidad. A mis amigos y a mi novia por

todo el apoyo brindado.

Page 8: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

AGRADECIMIENTOS

A mi director de tesis Dr. Cesar Gómez Velásquez por todos sus consejos y el apoyo brindado

durante la elaboración de este proyecto.

A la universidad De La Salle y a todos los profesores por la formación recibida a nivel personal

y profesional durante el transcurso de mi carrera.

A todas aquellas personas, amigos y compañeros que en forma directa e indirecta colaboraron

amablemente en la elaboración de este trabajo.

Page 9: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

INDICE

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 10

2. RESUMEN ......................................................................................................................................... 10

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA...................................................................................................... 11

4. OBJETIVOS. ........................................................................................................................................ 13

4. 1. OBJETIVO GENERAL .................................................................................................................... 13

4. 2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS ............................................................................................................. 13

5. MARCO TEÓRICO ............................................................................................................................... 13

5. 1. USO DE LA ENERGÍA ................................................................................................................... 13

5.1.1. DEMANDAS ENERGÉTICAS EN LOS ANIMALES .......................................................................... 13

5.1.2. UNIDADES DE MEDIDA ............................................................................................................. 13

5.2 TIPOS DE ENERGÍA ....................................................................................................................... 14

5.2.1 ENERGÍA BRUTA ........................................................................................................................ 14

5.2.2. ENERGIA DIGESTIBLE ................................................................................................................ 15

5.3. IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN BALANCEADA ................................................................. 15

5. 4. PERIODO DE TRANSICIÓN .......................................................................................................... 16

5.5. IMPACTO ECONOMICO ............................................................................................................... 18

5.6. FACTORES QUE AFECTAN LAS NECESIDADES DE NUTRIENTES ...................................................... 18

5.7. DURACION DEL PERIODO DE ADAPTACION PARA CAMBIOS EN LA DIETA.................................... 20

5.8. CONDICIÓN CORPORAL ............................................................................................................... 20

5.9. SINDROME DE VACA CAÍDA ......................................................................................................... 23

5.10. LEPTINA. .................................................................................................................................. 23

6. DISCUSIÓN Y RESULTADOS ................................................................................................................ 24

6.1. CONSUMO DE MATERIA SECA EN EL PREPARTO Y SU EFECTO SOBRE EL POSPARTO ........ 24

6-2. ESTRATEGIAS DE ALIMENTACIÓN Y MANEJO DE VACAS SECAS ................................................... 25

6.2.1. ESTRATEGIAS NUTRICIONALES ................................................................................................ 25

6.2.2. EVALUACIÓN DE ESTRATEGIAS DIETÉTICAS ............................................................................. 25

6.3. FUNCIONAMIENTO DE DIETAS CON BAJA ENERGIA EN VACAS SECAS ......................................... 27

6.4. UTILIZACION DE DIETAS BAJAS EN ENERGIA ................................................................................ 28

6.5. RETOS DE LOS CONCEPTOS ACTUALES DE ALIMENTACIÓN Y MANEJO DE LA VACA SECA ............. 29

6.6. El BALANCE ENERGETICO NEGATIVO (BEN) CON RELACION AL DESEMPEÑO REPRODUCTIVO...... 31

6.6.1. GENERALIDADES DEL BEN ........................................................................................................ 31

Page 10: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

6.6.2. FACTORES RELACIONADOS CON EL BALANCE ENERGÉTICO QUE ALTERAN LAS DISTINTAS

VARIABLES QUE ENTRAÑAN EL DESEMPEÑO REPRODUCTIVO ............................................................ 32

6.7. LAS GRASAS Y EL COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO. .............................................................. 37

6.8. BIOSENSORES............................................................................................................................. 39

7. METODOLOGÍA .................................................................................................................................. 40

8. CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 42

9. BIBLIOGRAFIA. ....................................................................................... ¡Error! Marcador no definido.

Page 11: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

1. INTRODUCCIÓN

La energía es probablemente es el factor nutricional más importante en toda explotación

agropecuaria, todos los animales sin excepción requieren energía para su crecimiento y sus

procesos vitales, las vacas requieren energía tanto para su desarrollo como para mantener la

producción, la calidad de la leche y la reproducción (Yasothai, 2014). Las principales fuentes de

energía en la dieta son los carbohidratos y las grasas; los carbohidratos y algunas grasas además

de ser la principal fuente de energía, forman parte estructural de algunos tejidos y otras moléculas

como la celulosa, la elastina, el colágeno, las glicoproteínas y el colesterol entre muchas,

potenciando también en el caso de los rumiantes, la producción de proteína microbiana en el

rumen. Igualmente, hacen parte integral de la leche (Gunn et al., 2016).

El consumo inadecuado de energía en vacas y novillas antes del parto y en la lactancia temprana

influye de manera negativa en el desempeño reproductivo, en contraste, el consumo excesivo de

energía durante la lactancia tardía y en el periodo seco puede producir problemas de sobre-

condicionamiento (“vaca gorda”) que reduce la eficiencia reproductiva en el trascurso de la

siguiente lactancia (Wang et al., 2017; Cardoso, 2017). Igualmente, novillas alimentadas con

deficiencia de energía alcanzan la madurez sexual de manera tardía y las que han comenzado a

ciclar normalmente, interrumpen los ciclos estrales (Lin et al., 2017).

La mayoría de las de vacas de alta producción presentan balance energético negativo durante la

lactancia temprana, debido a que no pueden consumir la cantidad de nutrientes adecuados para

satisfacer sus requerimientos de mantenimiento y producción; como consecuencia de esto tienen

que movilizar las reservas de energía de sus tejidos corporales produciéndose una pérdida de peso

y condición corporal (Marques et al., 2016). Otros estudios reportaron que la suplementación con

energía a novillas les permitió llegar a la pubertad de manera anticipada (Vailati et al., 2016;

Shreck et al., 2017). Por su parte Butler (2006), en la Universidad de Cornell, revisó el efecto de

la magnitud y duración del balance energético negativo durante la lactancia temprana sobre la

primera ovulación; cuanto mayor era el balance energético negativo en los animales, mayor era el

número de días hasta la primera ovulación.

2. RESUMEN El presente trabajo evaluó el efecto de la energía sobre desempeño reproductivo en las hembras

bovinas. Para esta monografía se revisó la información existente en los artículos de revistas

especializadas en el tema con énfasis en los 4 últimos años (2015, 2016, 2017 y 2018). Los aspectos

tenidos en cuenta fueron: el tipo de energía, su procedencia y sus niveles de inclusión, el exceso

de energía, su deficiencia durante el preparto y la lactancia temprana y el efecto sobre las distintas

variables que entrañan el desempeño reproductivo de la vaca y el desempeño de la progenie; como

también el efecto sobre metabolitos indicadores del estatus energético del animal. Se examinaron

con especial énfasis los hallazgos recientes en esta problemática.

La revisión resalta la importancia de un adecuado balance energético en las diferentes etapas de

producción de las vacas lecheras para un desempeño reproductivo adecuado y además muestra el

Page 12: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

impacto desfavorable de un balance energético negativo sobre diferentes parámetros

reproductivos; relacionando el balance energético con tópicos como interferencia con la actividad

ovárica normal, actividad de hormonas y gonadotropinas pérdida de peso y condición corporal; el

peso de la progenie al nacimiento, mortalidad y morbilidad en terneros recién nacidos, peso de los

terneros al destete y producción de leche

Palabras claves: energía, balance energético desempeño reproductivo

ABSTRACT

The present work evaluated the effect of energy on reproductive performance in bovine females.

For this monograph we reviewed the existing information in the articles of specialized journals on

the subject with emphasis on the last 4 years (2015, 2016, 2017, and 2018). The aspects taken into

account were: the type of energy, its origin and its levels of inclusion, the excess of energy, its

deficiency during prepartum and early lactation and the effect on the different variables that imply

the reproductive performance of the cow and the performance of the progeny; as well as the effect

on metabolites indicating the energy status of the animal. The recent findings on this problem were

examined with special emphasis.

The review highlights the importance of an adequate energy balance in the different stages of

production of dairy cows for an adequate reproductive performance and also shows the

unfavorable impact of a negative energy balance on different reproductive parameters; relating the

energy balance with topics such as interference with normal ovarian activity, hormone activity and

gonadotropins, weight loss and body condition; Progeny weight at birth, mortality and morbidity

in newborn calves, weight of calves at weaning and milk production

Keywords: energy, energy balance, reproductive performance

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. El consumo inadecuado de energía, proteínas, vitaminas y minerales ha sido asociado a una

disminución del desempeño reproductivo en casi todas las especies. De estos nutrientes, La energía

es probablemente el factor más importante relacionado con una función reproductiva deficiente en

vacas y novillas. Short y Adams (1988), priorizaron la utilización de energía clasificando cada

estado fisiológico en el siguiente orden; 1) metabolismo basal, 2) mantenimiento en general.3)

crecimiento 4) reservas de energía, 5) embarazo, 6) lactancia, 7) reservas de energía dietéticas, 8)

ciclo estral y comienzo del embarazo, 9) sobrecondicionamiento. Con base en esta lista de

prioridades, la función reproductiva se encuentra comprometida porque la energía disponible está

dirigida a cumplir los requerimientos mínimos de mantenimiento y la producción de leche.

(Bindari et al., 2013; Marques et al., 2016).

La función más importante en las hembras bovinas desde el punto de vista económico es la

reproducción y el inicio de una nueva preñez (Bindari et al., 2013). Puesto que los requerimientos

energéticos aumentan de manera significativa al final del embarazo y al inicio de la lactancia; la

ingesta inadecuada de energía durante el embarazo tardío puede resultar en: peso menor de la

progenie al nacimiento, mayor morbilidad y mortalidad en terneros recién nacidos, disminución

en la producción de leche, menor peso de las crías al destete, aumento de los días al primer celo y

reducción de los índices de concepción (Yarencio y Kreplin, 2015). La disminución del consumo

Page 13: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

de materia seca al final del parto, se torna dramática particularmente durante la última semana

antes del parto y puede estar entre el 20 y el 40 % (Hayirli y Grummer, 2004). Por otra parte, los

animales con sobrecondicionamiento "síndrome de vaca gorda" reducen su fertilidad, aumentando

los días abiertos, los días al primer celo y los días al primer servicio (Gernand y Konig, 2017).

El puntaje de la condición corporal es un método práctico, que pese a ser subjetivo, permite evaluar

en campo la cantidad de reservas de grasa o energía almacenadas en una vaca; cuya estimación

periódica debe utilizarse como una herramienta que permite a productores y profesionales del agro,

tener una idea sobre la producción, el desempeño reproductivo en explotaciones lecheras y evaluar

la formulación de las dietas y la asignación de alimentos que permitan reducir la incidencia de

enfermedades metabólicas y o problemas reproductivos que se puedan presentar luego del parto

como consecuencia de estas. Para investigaciones se recomienda realizar la evaluación en escala

de 1 a 10 en ganado de carne o en escala 1 a 5 para ganado de leche. Dicha evaluación debe hacerse

individualmente con por lo menos 3 expertos, para al final promediar las calificaciones (Shin, et

al. 2015; Pempek, 2016).

El impacto del consumo deficiente de energía durante el último tercio de la gestación, no puede

ser resuelto con un aumento del consumo de energía posparto, pues por el contrario esta práctica

tiende a exacerbar los problemas; puesto que la microbiota ruminal requiere de un tiempo, para

adaptarse a los cambios, lo que puede conducir a una acidosis ruminal. (Marques et al., 2016). Así

mismo, Hoffman y colaboradores (2016) encontraron que tanto la deficiencia como el exceso de

nutrientes en las raciones de las vacas durante la gestación, afectan de manera negativa la tasa de

crecimiento de la progenie luego del parto, disminuyendo tanto el desarrollo muscular como

esquelético; aumentando la acumulación del contenido graso en los músculos provocando

alteraciones en factores que regulan su desarrollo; afectando en consecuencia el crecimiento. Otro

estudio sin embargo, reportó que una disminución al 70 % de energía metabolizable durante los

últimos 40 días de la gestación, tuvo efectos mínimos sobre el crecimiento de los terneros y no

afecto posteriormente el rendimiento reproductivo de las vacas (Moriel et al., 2016).

La desnutrición en general ha sido relacionada con una tasa de crecimiento y un desarrollo

deficiente en las diferentes especies; alterando también el metabolismo y la salud, lo que disminuye

la productividad y el desempeño reproductivo: intervalo entre partos, tasa de concepción, días

abiertos, retraso del inicio de la pubertad, viabilidad de los óvulos, muerte embrionaria, pérdida de

peso y de condición corporal, interferencia con la actividad ovárica normal, actividad de hormonas

y gonadotropinas (Pempek, 2016; Surlis, 2017). La nutrición materna deficiente, entendida como

un consumo excesivo o reducido de nutrientes (energía, proteínas y micronutrientes); dependiendo

de la etapa de gestación en que se encuentre el animal, afecta el crecimiento y desarrollo fetal y

posnatal, disminuye el desarrollo muscular, reduce la densidad ósea, como se mencionó

anteriormente y también aumenta la acumulación de grasa, alterando el metabolismo y

perjudicando la función de las células madre pluripotenciales en la descendencia (Brito et al., 2017;

Hoffman et al., 2017; Pillai et al., 2016; Taylor et al., 2017).

Page 14: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

4. OBJETIVOS.

4. 1. OBJETIVO GENERAL

Determinar la importancia de la energía, en el desempeño reproductivo y la fertilidad en hembras

bovinas y el desempeño zootécnico de la descendencia, con base en la información de

investigaciones publicadas en revistas indexadas especializadas en reproducción, nutrición y

producción animal, con énfasis en la de los años 2015, 2016 y 2017.

4. 2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Revisar el estado del arte sobre el consumo, nivel de inclusión, ventajas y desventajas del suministro de

la energía en la reproducción y fertilidad de hembras bovinas.

Elaborar un documento que sirva de referencia a profesionales, ganaderos, estudiantes y todos aquellos

interesados en el tema

5. MARCO TEÓRICO

5. 1. USO DE LA ENERGÍA

La energía, como se dijo anteriormente, es probablemente es el factor nutricional más importante en toda

explotación agropecuaria, todos los animales sin excepción requieren energía para su crecimiento y sus

procesos vitales.

5.1.1. DEMANDAS ENERGÉTICAS EN LOS ANIMALES

Las demandas energéticas en los animales, tienen que ver con dos aspectos fundamentales: en primer

lugar con el mantenimiento de las funciones vitales (actividad muscular funcional, movimiento de

sustancias contra gradientes de concentración y síntesis de sustancias utilizadas en procesos

metabólicos); y en segundo lugar, lo que tiene que ver con procesos de producción (depósito de proteínas

como en el caso del crecimiento, depósito de grasas como en el engorde y producción de leche).

5.1.2. UNIDADES DE MEDIDA

Caloría: es la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de agua en un grado

Celsius (de 14,5 a 15,5 grados Celsius); pudiéndose expresar en calorías (cal), kilocalorías (kcal) o mega

calorías (Mcal).

Joule: es la unidad de energía utilizada para medir energía, trabajo y calor. Como unidad de trabajo, el

Joule o Julio, se define como la cantidad de trabajo realizado por una fuerza constante de un newton a

lo largo de un metro de longitud y en la misma dirección de la fuerza.

Por otra parte, 1 kilojulio es igual 0,239 kilocalorías y una kilocaloría es igual a 4.184 kilojulios.

Page 15: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

5.2 TIPOS DE ENERGÍA

5.2.1 ENERGÍA BRUTA

La energía bruta, corresponde a la energía química de los alimentos. La energía bruta de las grasas es

cerca de 2,5 veces la de los carbohidratos.

La energía bruta EB (Mcal/kg MS) de algunos alimentos se presenta en la tabla 1

TABLA 1

ENERGÍA BRUTA DE ALGUNOS ALIMENTOS

_______________________________________________

Constituyente EB (Mcal/kg/MS)

_______________________________________________

Glucosa 3,74

Almidón 4,25

Celulosa 4,20

Caseína 5,88

Ac Palmítico 9,35

Maíz grano 4,47

Glicerol 4,52

Leche (4 % grasa) 5,98

Paja de avena 4,44

Sebo vacuno 9,48

Aceite de oleaginosas 9,36

______________________________________________

Sin embargo, se debe resaltar que: el valor de EB en el alimento solo da información del contenido

energético del alimento, pero realmente son los valores de energía metabolizable y de energía neta los

que brindan información sobre la disponibilidad y aprovechamiento de esa energía por el animal.

Page 16: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

5.2.2. ENERGIA DIGESTIBLE

La cantidad de energía que consume un animal corresponde a la energía bruta. Cuando restamos la

energía contenida en las heces (energía fecal) de la energía bruta, el resultado que obtenemos

corresponde a la energía digestible.

TABLA 2

DIFERENCIAS RESPECTO DE LA ENERGÍA BRUTA, ENERGÍA DIGESTIBLE Y ENERGÍA

METABOLIZABLE ENTRE EL PASTO Y EL MAÍZ PARA RUMIA

________________________________________________________

MAÍZ PASTO (Mcal/kg/MS)

________________________________________________________

EB 4,474 4,236

ED 3,877 3,247

EM 3,279 2,695

________________________________________________________

Recopilado por el autor.

5.3. IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN BALANCEADA El desbalance energético antes durante y después del parto; ya sea el exceso o deficiencia de

energía aumenta el riesgo de trastornos metabólicos y de enfermedades infecciosas que

disminuyen la fertilidad subsiguiente, afectando la producción de leche y el desempeño de la

progenie. La deficiencia de energía debe ser tenida en cuenta como un problema grave en hatos

donde las vacas pierden peso y puntuación en la condición corporal durante la lactancia temprana

y no ciclan normalmente dentro de los primeros 40 días posparto. (Hoffman et al., 2017). Puesto

que el éxito de una ganadería depende en gran medida del aumento de las crías, que permita

garantizar lo más pronto posible el remplazo y el número de las vacas en producción, es importante

desarrollar sistemas de alimentación que permitan que las vacas reinicien la actividad ovárica lo

más pronto posible después del parto y continúen ciclando para llegar al primer servicio con

mínimo dos celos previos, aumentando la posibilidad de preñez, permitiendo un parto por año. Por

otra parte, los niveles adecuados de hormonas estrógenos y metabolitos relacionados con la

eficiencia reproductiva, están correlacionados positivamente con el estatus energético de las vacas

y este con la producción y la productividad, que a la larga son los determinantes del éxito

económico de la ganadería (Gunn et al., 2015, Hoffman et al., 2017

Page 17: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

5. 4. PERIODO DE TRANSICIÓN El periodo de 6 a 8 semanas alrededor del parto, conocido como periodo de transición, es crítico

para el bienestar y el desempeño reproductivo de las vacas y novillas; el cumplimiento de los

requisitos nutricionales durante este periodo tiene un gran impacto en la salud, la producción, la

longevidad, el bienestar no solo del animal y de su progenie, y por supuesto el desempeño

reproductivo en las hembras bovinas, (Grummer, 1993, NCR, 2001). Grummer en 1993, fue el

investigador que hizo la primera revisión de literatura sobre la alimentación de la vaca durante el

periodo de transición que para la época era escasa; no obstante, durante las siguientes décadas, el

periodo de transición, sus causas, antecedentes fisiológicos y sus consecuencias han sido objeto de

numerosas investigaciones que nuevamente sirvieron no solo para dilucidar muchos problemas,

sino también como base para revisiones posteriores (Bell y Bauman, 1997; Herdt, 2000; Drackley,

1999; Drackley et al., 2001; Drackley et al., 2005; Ingvartsen, 2006; Remppis et al., 2011; Roche

et al., 2013; Yosothai, 2014; van Knegsel et al., 2014; Zebeli et al., 2015; Wang et al; 2017;

Hoffman et al., 2017). El periodo de transición es la fase más crítica para las vacas lecheras de alto

rendimiento debidos a cambios drásticos en el metabolismo desde la gestación tardía a la lactancia

y exige mucho manejo, particularmente en lo que se refiere a la nutrición.

La fertilidad de las vacas de alta producción se ve comprometida por drásticos cambios

metabólicos, hormonales y fisiológicos durante el periodo de transición; con menor consumo de

materia seca y aumento en los requerimientos para sostener la producción; lo que se traduce en

pérdida de peso y condición corporal, además de un incremento en: presencia de anestros, días al

primer celo, número de días abiertos y el número de servicios por concepción (Cardoso, 2017). El

manejo y la nutrición de la vaca seca han sido objeto de muchas investigaciones en los últimos 30

años y muchas estrategias nutricionales han sido utilizadas. (Overton y Waldron, 2004; Butler,

2006; Gunn et al., 2015; Hoffman et al., 2017).

Se sabe que el manejo apropiado de la nutrición en el periparto, implicaba alimentar con suficiente

cantidad de alimento a la vaca, con el fin de garantizar el consumo de materia seca, energía,

proteínas, minerales y vitaminas para que estas no pierdan su condición corporal (CC) antes del

parto. Esta práctica fue respaldada con análisis de sangre que indicaron una asociación positiva

entre las concentraciones elevadas de ácidos grasos no esterificados AGNE, una mayor pérdida de

la puntuación de la condición corporal inmediatamente antes o después del parto y una mayor

incidencia de enfermedades metabólicas e infecciosas (Cardoso, 2017). Sin embargo, Akbar y

colaboradores (2015) estudiaron el efecto de una liberación pequeña y controlada de ácidos grasos

antes del parto; encontrando que el balance energético posterior al parto y los indicadores de la

salud metabólica y la función inmune, mejoraron cuando el consumo de energía fue menor que el

de los requerimientos. Sin embargo, en vacas cuyo consumo energético se redujo severamente, la

producción de leche se redujo de manera significativa.

Las vacas en pastoreo generalmente son más delgadas al final de la lactancia que las vacas

alimentadas con raciones totalmente mezcladas, el incremento del consumo de energía

metabolizable (EM) durante el período seco es una práctica comun de manejo para mejorar la

condición corporal (CC), para afrontar el parto y la lactancia temprana. Roche y colaboradores

(2017) de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, cuantificaron el efecto de la ingesta de

(EM) moderada o en exceso; durante el período seco en vacas que habían logrado ganar o mantener

su condición corporal hasta la lactancia tardía. Evaluaron los efectos sobre la producción de leche

Page 18: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

y los indicadores sanguíneos del balance energético y la salud metabólica en la lactancia

temprana. Un rebaño de 150 vacas Holstein fue asignado aleatoriamente a 1 de 2 niveles de

alimentación en la lactancia tardía para lograr una CC baja y otra alta en el momento del secado

(aproximadamente 4,25 y 5,0 en una escala de 10 puntos). Después del secado, ambos grupos

alcanzaron una CC de 5, un mes antes del parto; esto debido a una alimentación controlada en un

grupo (mantenimiento) y una sobrealimentación de EM en el otro durante el período seco. A las

vacas se les ofreció 65, 90 o 120 % de sus requerimientos de EM durante 3 semanas antes del parto

en un arreglo factorial de 2 × 3 (25 vacas para cada tratamiento). El peso y la CC se cuantificaron

semanalmente antes y después del parto, la producción de leche se pesó semanalmente hasta la

séptima semana después del parto. Se tomaron muestras de sangre semanalmente (4 semanas antes

del parto y 5 semanas después del parto), y en los días 0, 1, 2, 3 y 4 posparto. Se analizaron

indicadores de equilibrio energético (Ácidos grasos no esterificados y ácido β-hidroxibutirico en

plasma sanguíneo) y de balance mineral (concentración del calcio) y estado inflamatorio. La

sobrealimentación de EM en vacas de CC baja durante el período no productivo, redujo las

concentraciones de AGNE y β-hidroxibutirato en la lactancia temprana, y aumentó la proporción

de albúmina/globulina en sangre en comparación con las vacas que se secaron cerca del parto con

una alimentación y una CC controladas durante el período seco. Las vacas que consumieron 65%

de sus requerimientos de EM, tenían menores niveles de AGNES y β-hidroxibutirato al inicio de

la lactancia y produjeron menos cantidad de leche particularmente durante los primeros 21 días de

lactancia; tuvieron también una concentración más baja de colesterol en la sangre y una relación

de albúmina/globulina menor en comparación con las vacas que consumieron el 90 o 120 % de

sus requerimientos de EM. Estas mediciones en general, indican que una restricción severa (< 70

% de los requerimientos de EM) durante el período seco, aumenta el riesgo de enfermedad en la

lactancia temprana y reduce la producción de leche.

El éxito en el manejo del metabolismo energético durante el periodo de transición en vacas lecheras

de alta producción depende de una excelente gestión en una serie de áreas diferentes, que tienen

que ver con el consumo de materia seca, la condición corporal y la movilización de las reservas de

energía para el mantenimiento no solo del animal, sino de la gestación y además optimizar su

rendimiento. Controlar el consumo de energía de las vacas no solo en el último tercio de la

gestación sino también después del parto, es el factor predominante para llevar a la vaca a una

adaptación más suave a la lactancia (Overton y Waldron, 2004; Roche et al 2013: Roche et al.,

2017).

El consumo de alimento, la producción, los metabolitos sanguíneos y la expresión de algunas

enzimas gluconeogénicas hepáticas claves en vacas lecheras durante el período de transición

fueron evaluadas en un trabajo de investigación realizado por Ye y colaboradores (2016), en la

universidad de Nanjing en China, con el objetivo de determinar los efectos de la alimentación con

levadura (Y), glicerol (G) o su mezcla (YG) en 45 vacas Holstein multíparas durante el periodo de

transición. La vacas se asignaron a 4 bloques teniendo en cuenta el número de partos, la última

lactación (305 días) y la fecha de parto esperada para asignarlas de manera aleatoria a 4 dietas:

control (sin aditivo), 2 L / de GY (75.8 g / L glicerol y 15,3 g / l de levadura), 150 g / d de glicerol

(G, 0,998 g / g de glicerol) y 1 L / d de cultivo de levadura (Y; 31,1 g / l de levadura). La

suplementación fue hecha desde el día 14 antes del parto hasta el día 28 posparto. Los tratamientos

Page 19: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

no afectaron el consumo de materia seca, ni la energía neta (EN), ni la condición corporal ni

tampoco la producción de leche. La suplementación de GY o Y aumentó los porcentajes de grasa

láctea, los porcentajes de proteína láctea y los rendimientos de proteína de la leche en relación con

el grupo control o G (<0,05). Las vacas alimentadas con GY o G tenían niveles más altos de

glucosa y niveles más bajos de ácido β-hidroxibutírico (ABHB) y AGNE en plasma que las vacas

alimentadas con dieta Control (<0,05) y tenían niveles más bajos de AGNE que las vacas

alimentadas con Y (<005). En conclusión, la suplementación dietética con glicerol y/o levadura

aumentó el porcentaje de grasa y de proteína en la leche al principio de la lactancia y mejoró el

balance energético como lo indica la mayor concentración de glucosa plasmática y las

concentraciones plasmáticas más bajas de BHBA y AGNE. Así mismo, regularon las enzimas

gluconeogénicas hepáticas de vacas lecheras durante el período de transición. Alimentar a las

vacas con una mezcla de glicerol y levadura en el periparto combinó los efectos de la levadura en

el rendimiento de la lactancia y los efectos del glicerol en el estado energético de las vacas lecheras.

5.5. IMPACTO ECONOMICO El precio de los alimentos representa entre el 50 y 70% del costo de la producción de leche,

mientras que los costos asociados con los problemas de la salud y el desempeño reproductivo, casi

nunca se recuperan por completo. Debido a que el período de transición tiene el mayor impacto en

la salud, la producción y la reproducción, las inversiones para mejorar estas variables y en

consecuencia las utilidades, deberán hacerse durante este periodo. (Vailati et al, 2016).

Igualmente y durante el mismo año, Cardoso; Lin y colaboradores, Roche y colaboradores y

Moraes y colaboradores (2017), determinaron que el impacto económico está determinado por un

manejo inadecuado de la nutrición durante el periodo de transición representado por el costo en el

aumento de los días abiertos, la demora en la presentación del primer celo, las bajas tasas de

parición, la falta de desarrollo de los folículos y la muerte embrionaria entre otros muchos.

De la misma manera, en los resultados de Valour y colaboradores (2014), se encontró que en la

vaca holstein moderna y alta productora de leche, las tasas de parición se encuentran entre el 55 y

60% en novillas y entre el 35-40% en vacas lactantes; que representa un alto porcentaje en el

impacto económico en las explotaciones lecheras.

5.6. FACTORES QUE AFECTAN LAS NECESIDADES DE NUTRIENTES Durante el último trimestre de la gestación, las vacas reducen el consumo de materia seca debido

a las limitaciones en el llenado del rumen y a cambios en la fermentación ruminal que afectan la

digestión de los nutrientes. Esta ingesta insuficiente, tiene como resultado la movilización de las

reservas de grasa corporal y energía para satisfacer las demandas para el sostenimiento y la preñez,

lo que puede conducir a hígado graso y a otros problemas. El suministro de precursores

glucogénicos, como el ácido propionico, puede minimizar el impacto negativo del consumo

reducido de alimento durante el período de transición (Dann et al, 1999, Nowak et al., 2014; Roche

et al).

Page 20: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

Sin embargo, en los resultados de Penner et al., (2007); al igual que Esposito et al. (2014) y Keskin

et al., (2016), determinaron que las dietas que aumentan la densidad de energía a través de

carbohidratos rápidamente fermentecibles, como el almidón; pueden aumentar la incidencia de

desplazamiento abomasal, acidosis, laminitis o pueden conducir al sobrecondicionamiento de los

animales.

Nowak y colaboradores (2014), del departamento de nutrición de la Universidad de Potznan en

Polonia realizaron un estudio para determinar el efecto de diferentes densidades de energía sobre

una dieta con igual cantidad de proteína suministrada durante el periodo seco sobre la salud

posparto, la fertilidad, la glucosa, el ácido Beta Hidroxibutirico (BHB), el factor parecido a la

insulina tipo 1. Para este trabajo utilizaron 40 vacas holstein multíparas las cuales fueron secadas

56 días antes del día esperado para el parto y asignadas a 2 grupos al azar: grupo (M) con

concentraciones moderadas de energía de 0,69 UFL/Kg. de materia seca (MS) y grupo de baja

energía (L) con densidad de energía de 0,61 UFL/kg. De MS. Desde el día 7 antes del día esperado

de parto hasta el día 21 de lactancia, todas las vacas fueron alimentadas con la misma dieta de

transición (0.82 UFL / kg de MS). Desde el día 22 hasta el día 90 de lactancia, todas las vacas

recibieron la misma dieta de lactancia de mayor densidad energética (0.90 UFL / kg de

MS). Durante el período seco, la disminución de la CC en los grupos M y L fue de 0.07 y 0.12

unidades respectivamente. La disminución promedio de la CC desde el parto hasta los 56 días de

lactancia fue la misma en ambos grupos experimentales (0.21). La tasa de concepción de primer

servicio tendió a ser mayor en el grupo M. El factor de crecimiento parecido a la insulina tipo 1,

la glucosa, el ácido β-hidroxibutírico, los ácidos grasos no esterificados, las concentraciones

séricas de tiroxina preparto entre los días 3 y 5 posparto no se vieron afectados significativamente

por el tratamiento en el período seco.

Los cambios metabólicos y endocrinos al final del embarazo y durante la lactancia temprana juegan

un papel preponderante en la reducción de la ingesta preparto (Hoffman et al., 2017).

La reducción de la ingesta preparto no es exclusiva de rumiantes, ya que también ha sido observada

en ratas (Peterson y Baumguardt, 1976). El consumo deficiente de nutrientes juega un papel

importante en la respuesta inmediata de los mecanismos de defensa a los problemas infecciosos;

durante estos procesos se liberan citosinas que pueden reducir severamente el consumo de materia

seca. Se especula además que señales de retroalimentación procedentes de la oxidación de ácidos

grasos no esterificados (AGNE) reducen la ingesta al final de la preñez y durante la lactancia

temprana cuando la movilización de las reservas de grasa son elevadas (Ingvartsen y Andersen,

2000, Vailati et al., 2016; Cardoso 2017).

Mediante los resultados de sus investigaciones, Cardoso, (2017) y Wang y colaboradores (2017),

encontraron que los niveles de AGNE en sangre en las vacas se elevan a medida que la ingesta de

alimento se reduce sin importar si es antes o después del parto,

Page 21: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

5.7. DURACION DEL PERIODO DE ADAPTACION PARA CAMBIOS EN LA DIETA El tamaño del rumen, los intestinos y el hígado difieren significativamente 3 semanas antes y

después del parto (Reynolds et al., 2001). El flujo de sangre aumenta con el incremento de la

ingesta de energía (Huntington y Reynolds, 1988). En consecuencia, alcanzar el nivel metabólico

adecuado para el hígado y el sistema gastrointestinal con el fin de satisfacer la demanda de

producción láctea y el desempeño reproductivo después del parto; alterando la dieta puede

necesitar de un periodo de adaptación de por lo menos 14 días, que es el tiempo mínimo necesario

para que la microbiota ruminal se acomode a los cambios dietéticos (Huntington y Reynolds,

1988).

Por otra parte Dänicke y colaboradores (2014), del instituto de Nutrición Animal Friedrich-

Loeffler en Alemania, estudiaron las consecuencias fisiológicas de la adaptación y la alimentación

continua de una dieta de alta energía administrada en forma continua a ocho vacas Holstein no

gestantes y no lactantes durante un período de 16 semanas, de las cuales las primeras seis sirvieron

como un período de adaptación de la dieta baja en energía basada en heno (3,8 MJ / kg MS) a la

ración de alta energía (7.5 MJ / kg MS). La ingesta de materia seca aumentó con la concentración

de energía alimentaria de 9 a 20 kg / d hasta la semana 9 a 12 y disminuyó a partir de entonces. El

peso vivo inicial de 550 ± 60 kg se incrementó linealmente y correspondió a una ganancia media

diaria de 2,3 ± 0,3 kg. El balance de energía aumentó aproximadamente nueve veces hasta un

máximo de 114 MJ / d en la semana 10. A diferencia de la concentración de glucosa en sangre,

que aumentó continuamente, la de colesterol y triglicéridos comenzó a aumentar después de un

estancamiento inicial. En resumen, tanto la adaptación ruminal a una dieta de alta energía como la

alimentación continua de dicha dieta indujeron adaptaciones digestivas y metabólicas en vacas no

preñadas y no lactantes tendiendo hacia un balance energético positivo progresivo, lo que redunda

en un mejor desempeño reproductivo.

5.8. CONDICIÓN CORPORAL El índice de la condición corporal (CC) es uno de los principales factores relacionados con la

disminución del consumo de materia seca (CMS) en vacas y novillas durante el periodo seco.

El sobrecondicionamiento de los animales (CC > 4) reduce el consumo de materia seca y aumenta

el riesgo de trastornos metabólicos. El índice de condición corporal que se aconseja hasta el parto

es de alrededor de 3 (Drackley et al., 2005; Singh, et al., 2015).

Gunn y colaboradores (2015), de la misma manera que Cardoso y Lin y colaboradores (2017),

encontraron que las vacas sobre-condicionadas (CC > 4) al momento del parto, tienen una

incidencia mayor en la retención de placenta, más infecciones uterinas, presentan más ovarios

quísticos, mayores trastornos metabólicos y tienden a disminuir el consumo de materia seca. Todos

estos factores inciden en el desempeño reproductivo haciendo que este disminuya.

Page 22: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

En cuanto a la retención de placenta, cuando la duración de la gestación se disminuye o se alarga

un promedio de 5 días, se presentan fallas en la síntesis de la prostaglandina F2 alfa, lo cual

aumenta la incidencia de retención de placenta (Horta, 1994). En el caso de las gestaciones largas,

la retención placentaria se presenta por la avanzada involución de los placentomas (Laven y Peters,

1996; Miyoshi et al., 2002; Drillich et al., 2003; Marroquín, 2003; Akar y Yildiz, 2005;

Manspeaker, 2005; Hartmann et al., 2013; Gunn et al., 2015; Kumari et al., 2016; Cardoso, 2017;

Lin 2017).

Vailati y colaboradores (2016), realizaron una investigación en la Universidad de Illinois para

evaluar las interacciones potenciales entre la puntuación de la condición corporal durante el

preparto y el manejo de la alimentación en las semanas previas al parto, sobre el metabolismo

hepático durante el periparto. Para este trabajo se usaron 32 vacas lecheras de diferentes edades y

razas, que fueron asignadas de manera aleatoria a 4 grupos en un arreglo factoriales 2 x 2, con dos

calificaciones de CC al preparto: [4.0 (delgado, CC) y 5.0 (óptimo, CC 5); basado en una escala

de 10 puntos]; y dos niveles de consumo de energía durante las 3 semanas anteriores al parto (75

y 125% de los requerimientos estimados). Los resultados determinaron que los animales con CC

delgada respondieron mejor al manejo de la nutrición preparto que las vacas con un

acondicionamiento óptimo. Sin embargo, independientemente de la CC preparto, el análisis a una

vía reveló que el nivel de alimentación preparto tuvo un marcado efecto sobre el metabolismo de

carbohidratos, aminoácidos, lípidos y glucanos (polisacáridos formados únicamente por unidades

de glucosa). El metabolismo alterado de carbohidratos y aminoácidos sugiere un balance

energético posparto negativo mayor y más prolongado en las vacas CC 5 sobrealimentadas antes

del parto. Esto está respaldado por efectos opuestos de la alimentación preparto en CC 4 en

comparación con las vacas CC 5 en vías que abarcan el metabolismo de los aminoácidos, las

vitaminas y las condiciones de campo. La restricción de alimentación preparto mejora la

adaptación metabólica al inicio de la lactancia en las vacas de CC 5, mientras que afecta

negativamente a las vacas CC 4, que parecen adaptarse mejor cuando se sobrealimentan. Los

autores concluyeron que la sobrealimentación al final del embarazo debería limitarse a las vacas

poco acondicionadas, mientras que las vacas con un grado óptimo de condición corporal deberían

mantenerse con una dieta restringida en energía. Por otra parte (Cardoso 2017), reporta que vacas

sobrecondicionadas’ aumentan el tiempo del embarazo en 10 días.

El análisis de los perfiles de progesterona en leche es un método objetivo para la caracterización

de la actividad ovárica posparto en vacas lecheras. O'Hara, Bage y Holtenius (2016) determinaron

la relación entre la condición corporal después del parto con algunos parámetros metabólicos en

el plasma sanguíneo (insulina y factor parecido la insulina 1), y con la fertilidad. Para este análisis

midieron la progesterona láctea en dos razas lecheras Suecas; Rojo sueco (RS) y Holstein sueco

(HS). Para este trabajo fueron utilizadas 73 vacas lecheras multíparas de las razas RS y HS las

cuales se dividieron en tres grupos en función de su puntaje de condición corporal (CC) después

del parto. Se determinaron los metabolitos plasmáticos seleccionados, se identificaron los perfiles

de progesterona en la leche y se calificó la condición corporal. Las vacas sobrecondicionadas y los

Page 23: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

perfiles atípicos de progesterona fueron más comunes entre las vacas RS. La sensibilidad a la

insulina fue menor en las vacas RS y el factor parecido a la insulina tipo 1 fue mayor entre las

vacas RS. La insulina se relacionó positivamente con la condición corporal, pero no con la raza.

Los investigadores concluyeron que las vacas RS, tenían mayores perfiles atípicos de progesterona

y que la sensibilidad a la insulina era más baja respecto de las vacas HS, pero la raza RS tenía una

mayor proporción de vacas sobrecondicionadas. Es razonable suponer que las diferencias de raza

en la condición corporal contribuyeron a estos resultados.

Por otra parte, Yasothai (2014) y Marques y colaboradores (2016), reportaron que las vacas con

pérdidas de más de 1 punto en la condición corporal durante los primeros 21 días después del parto

tuvieron más días abiertos menores tasas de concepción y demoraron más tiempo para su primera

ovulación y primer calor posparto

El cuadro 1 presenta el efecto de la condición corporal sobre la tasa de preñez

Cuadro 1: EFECTO DE LA REDUCCIÓN DE LA CONDICIÓN CORPORAL SOBRE LA

TASA DE PREÑEZ. (Escala 1 a 5)

Reducción de puntaje en la condición corporal Porcentaje tasa de preñez Reducción en 1 punto 50 %

Reducción entre 1 y 2 puntos 34 %

Reducción de más de 2 puntos 21 %

(Yasothai, 2014).

Investigadores del departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Illinois, a partir de un

análisis estadístico combinado de estudio previos mostró que la duración de la preñez aumentaba

10 días en vacas que se alimentaron con un exceso de energía durante este periodo, respecto de

vacas que se alimentaron de acuerdo a sus requerimientos (Cardoso, 2017).

La reproduccion en vacas y novillas es un proceso en el que intervienen muchas variables y que

está bajo el control de factores como: caracteres genéticos, el perfil y la cantidad de los nutrientes,

los factores medio ambientales y el manejo y el bienestar de los animales. Si bien se ha estudiado

y mejorado el manejo, las instalaciones, la nutrición y la cría; estudios recientes plantean la

necesidad de modelos estadísticos que adopten un enfoque biológico que integre todas las variables

y que permitan identificar los controles genéticos y nutricionales primarios además de priorizar las

variables para que sean incluidas en los programas de mejoramiento (Berry et al., 2016).

Page 24: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

5.9. SINDROME DE VACA CAÍDA

El síndrome de la vaca caída se define como una recumbencia lateral o esternal que persiste durante

más de 24 horas, o que persiste más de 2 semanas a pesar de su tratamiento, y corresponde en su

mayoría a una multitud de trastornos metabólicos como consecuencia de una disfunción en el

metabolismo de la glucosa (LeBlanc, 2013). La incidencia de esta problemática oscila entre un 4,5

y 14 % (Correa et al., 1993 Guyot et al., 2017) y se puede presentar en todas las etapas del ciclo

reproductivo de las vacas, y la mayoría de las veces se diagnostica en el posparto temprano. La

etiología de esta condición no se comprende completamente, y puede estar relacionada con el

metabolismo energético o electrolítico, así como con enfermedades infecciosas o como

consecuencia de traumatismos. Guyot y colaboradores (2017), realizaron un estudio prospectivo

en el departamento de producción animal de la universidad de Lieja con 361 vacas Holstein caídas

y 80 vacas sanas para comparar los índices de metabolismo energético, la sensibilidad a la insulina

y varios parámetros bioquímicos entre vacas lecheras caídas y vacas sanas. Para este efecto se

determinaron los niveles de glucosa plasmática, insulina, ácidos grasos no esterificados (AGNE),

ácido β-hidroxibutirato (BHB), minerales (calcio, fósforo y magnesio), y el puntaje de la condición

corporal (CC) en la escala de 1 a 5. Los investigadores observaron diferencias significativas en las

concentraciones de AGNE, cuyos niveles plasmáticos estaban por encima de los límites normales

(determinados por Van Winden y colaboradores en el año 2003) respecto de las vacas caídas. Las

concentraciones de insulina y glucosa en la sangre durante el postparto temprano, fueron

significativamente más altas en las vacas caídas; indicando alteraciones en la homeostasis de

glucosa e insulina en las vacas enfermas. De la misma manera, las concentraciones de minerales

(calcio y fosforo) fueron significativamente diferentes entre vacas sanas y caídas y sus valores

estuvieron por debajo de los valores normales a excepción del magnesio cuyas concentraciones

estuvieron dentro de los rangos normales en todos los grupos experimentales. Las concentraciones

de glucosa, insulina y AGNE fueron diferentes entre las vacas afectadas durante la lactancia

temprana respecto de la lactancia tardía. Los resultados en general indican alteraciones en la

homeostasis energética y mineral en vacas lecheras afectadas por el síndrome de vaca caída.

5.10. LEPTINA.

Durante el transcurso de la lactancia temprana, el ganado lechero y particularmente las vacas de

alta producción, tienen un balance energético negativo y la aparición de la primera ovulación

postparto depende del tiempo que se tome para recuperarse de esta situación. Las vacas lactantes

dependen en gran medida de la grasa corporal para satisfacer sus necesidades, lo que sugiere que

la leptina, una hormona secretada principalmente por los adipocitos, actúa como señal metabólica

de los sitios que controlan el eje reproductivo. Kadokawa y colaboradores (2000), del

Departamento de Producción Animal de la Estación Experimental de Hokkaido en Japón,

estudiaron la relación entre las concentraciones plasmáticas de leptina y el momento de la primera

ovulación posparto en 20 vacas lecheras Holstein de alta producción, utilizando un

radioinmunoensayo basado en leptina bovina recombinante. Las concentraciones plasmáticas de

Page 25: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

leptina disminuyeron después del parto, alcanzaron un nadir de 0,74 +/- 0,17 ng / mL (-1) en 10,1

+/- 2,2 días después del parto; Luego aumentaron y se estabilizaron cerca del momento de la

ovulación. Las concentraciones de leptina promediaron 1,81 +/- 0,31 ng / mL (-1) en los 14 días

previos al parto, 1,32 +/- 0,21 ng / mL (-1) en el período preovulatorio posparto y 1,61 +/- 0,24 ng

/ mL (-1) en el período post-ovulatorio. Las diferencias entre los períodos fueron significativas (P

<0,01). El intervalo desde el parto hasta la primera ovulación tuvo un promedió 25,9 +/- 2,0 días

y no se correlacionó con los valores de leptina preparto, preovulatorio o post-ovulatorio. Sin

embargo, el intervalo hasta la primera ovulación se correlacionó de manera positiva y de manera

significativa (r = 0,83 P <0,0001) con el intervalo desde el parto hasta el nadir de la leptina. Estos

resultados apuntan a que las concentraciones plasmáticas de leptina disminuyen en las vacas

lecheras y particularmente las vacas de alta producción durante postparto temprano y sugieren que

un retraso en la recuperación de la secreción de leptina durante el posparto temprano, aumenta los

días hasta la primera ovulación; resultados que concuerdan con una investigación realizada por

Csillik y colaboradores (2017).

6. DISCUSIÓN Y RESULTADOS

6.1. CONSUMO DE MATERIA SECA EN EL PREPARTO Y SU EFECTO SOBRE EL

POSPARTO Los resultados de las investigaciones de Mashek y Grummer (2003) y Vailati y colaboradores

(2015). Mostraron que: la velocidad y el porcentaje del consumo de materia seca durante el periodo

de transición, puede predecir la salud, el manejo nutricional y el rendimiento de las vacas y

novillas. Los niveles de los ácidos grasos no esterificados (AGNE) en el plasma luego del parto y

la acumulación de triglicéridos en el hígado, están fuertemente correlacionados con el consumo de

materia seca entre el día 21 antes del parto y el día antes del parto; a medida que aumento la ingesta

de materia seca, disminuyo la concentración de AGNE en el plasma y de triglicéridos hepáticos

en el posparto.

El alcance de la disminución del consumo de materia seca y sus efectos en el preparto, ha sido

estudiado para determinar si las restricciones de energía en la vaca pueden preparar a las vacas

para revertir el balance de energía negativo que se produce durante la lactancia temprana. Las

vacas alimentadas con dietas balanceadas durante el preparto, y restringidas por lo general,

alrededor del 80% de los requisitos previstos, no disminuyeron el consumo de materia seca durante

los días anteriores al parto. Estos animales aumentaron el consumo de materia seca posparto y la

producción de leche respecto de vacas que consumieron las mismas dietas ad libitum durante el

preparto; por otra parte, las vacas con restricción alimenticia parecían tener una mayor sensibilidad

a la insulina y redujeron los niveles de AGNE durante el periparto comparándolas con las

alimentadas ad libitum antes del parto (Paulikova et al., 2017).

Los resultados reportados por Drackley y Janovic (2007), en la universidad de Illinois sugieren,

que con el manejo de raciones con baja energía y mucha fibra; que además estén bien formuladas,

Page 26: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

mezcladas y que sean suministradas adecuadamente, se obtienen resultados positivos. La

investigación y las observaciones en campo indican que este tipo de ración genera un mejor

balance energético posparto, con mejoras posteriores en la salud, manteniendo la producción de

leche e incrementado el desempeño reproductivo.

6-2. ESTRATEGIAS DE ALIMENTACIÓN Y MANEJO DE VACAS SECAS

6.2.1. ESTRATEGIAS NUTRICIONALES La meta nutricional más importante durante el período de transición debe ser apoyar el

mantenimiento de la vaca, la gestación y el desarrollo de la glándula mamaria. Las

recomendaciones para utilizar una dieta baja en energía durante el inicio del período de transición

tienen que ver con evitar el riesgo de vacas excesivamente gordas en el parto y los posibles efectos

perjudiciales sobre la producción de leche y el desempeño reproductivo de las vacas

sobrecondicionadas (Dann et al., 2006). Por el contrario, Contreras y colaboradores (2004);

Corbett (2002); Mashek y Grummer (2003); Ntallaris (2018), con datos disponibles de otros

estudios, respaldan dietas con mayor contenido de energía, durante 2 a 3 semanas preparto.

Además, Bewley y Schutz (2008), determinaron mediante los resultados obtenidos que: un manejo

en la dieta de las vacas que les permita alcanzar una condición corporal de alrededor de 3.0 en la

escala de 1 a 5, parece ser más beneficioso que uno que las lleve al puntaje manejado

tradicionalmente entre 3.5 y 3.75; en la escala de 1 a 5. Por otra parte, Dann y colaboradores

(2006), encontraron que el manejo dietético durante el inicio del periodo de transición desempeña

un papel preponderante en el metabolismo del periparto, independientemente del tipo de ración en

el periodo cercano al parto.

En cuanto a las tiazolidinas, estos productos sintéticos, han sido utilizados para reducir los ácidos

grasos no esterificados en el plasma, y a la vez, para aumentar el consumo de materia seca en el

periparto en vacas lecheras. Las tiazolidinas se han usado también para tratar vacas con

sobrecondicionamiento durante el periodo seco. Smith, Butler y Overton (2009) y Hosseini y

colaboradores (2017) reportaron que la administración 2 - 4 tiazolidina, mejora el metabolismo

general y puede disminuir la dependencia de las reservas de grasa corporal durante la lactancia

temprana.

6.2.2. EVALUACIÓN DE ESTRATEGIAS DIETÉTICAS El aumento de energía durante el periodo de transición en la dieta ha sido, ha sido estudiado

ampliamente con el fin de variar el contenido de carbohidratos no fibrosos. Los carbohidratos no

fibrosos (CNF) corresponden a almidones y azucares, que son altamente fermentecibles y son

digeridos en forma rápida y completa en el rumen. Las dietas con proporciones mayores de CNF

durante el preparto promueven la adaptación de la microbiota ruminal y proporcionan cantidades

más altas de ácido propionico que contribuyen a la gluconeogénesis en el hígado y a la producción

de proteínas microbianas para el mantenimiento de la preñez y el desarrollo de la glándula mamaria

(Dewhurst et al., 2006; Nowak et al., 2014; White, 2015).

Page 27: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

A pesar del amplio rango de concentraciones de CNF utilizadas en los diferentes estudios, la

tendencia mostró un aumento en el consumo de materia seca cuando se alimentaba durante el

preparto con dietas con un contenido de CNF alto, en comparación con dietas de bajo contenido

de CNF (Hayirli y Grummer, 2004).

Los resultados de las investigaciones de Minor y colaboradores (1998); Rabelo y colaboradores

(2003) y Cardoso (2017). Indicaron que en general, los niveles de CNF entre 34 y 36 %;

considerados como moderadamente altos, fueron los que obtuvieron los mejores resultados. Estos

hallazgos son consistentes con las recomendaciones del NCR que indica que los niveles de CNF,

no deben exceder el 43 % y el de otras investigaciones que sostienen que las dietas con

concentraciones altas de CNF (43 a 45 %), parecen agravar la disminución del consumo de materia

seca. De la misma manera, se ha evaluado la sustitución de forrajes con fuentes de fibra no

alimenticia (pulpa de remolacha, Palmiste, semilla de algodón, pulpa de frutas, etc.) durante el

preparto. Para ilustrar esto, Pickett y colaboradores (2003), sustituyeron forraje por una dieta con

fuentes de fibra no alimenticia (semilla de algodón), que disminuyeron los niveles plasmáticos de

AGNE antes del parto.

Igualmente, los resultados de una investigación de Esposito y colaboradores (2014), en la

Universidad de pretoria en Suráfrica, permitieron concluir que la laminitis en vacas lecheras es

una enfermedad multifactorial y progresiva con interacciones complejas entre los factores de

riesgo que contribuyen a su aparición.

De manera semejante, Randal y colaboradores (2017), obtuvieron registros detallados de un hato

lechero del Reino Unido durante un período de 8 años con el fin de asociar el puntaje de la

condición corporal con la presentación de cojera y laminitis. Para este trabajo, los investigadores

utilizaron puntajes de locomoción semanal para clasificar a las vacas como no cojas (puntaje 1 a

2), levemente cojas (puntaje 3) y severamente cojas (puntaje de 4 a 5). Estos resultados se

utilizaron para investigar la hipótesis de que el puntaje de condición corporal bajo, está asociado

con un mayor riesgo de cojera en las vacas lecheras. Se usaron modelos de regresión logística

multinomial de efecto mixto para investigar la asociación entre un puntaje de CC previo y eventos

de cojera repetidos a lo largo del estudio. Se usaron modelos de supervivencia en tiempo discreto

para explorar la relación entre un puntaje de CC previo y los primeros eventos de cojera. Con base

en una CC baja se encontró que 724 vacas en esta condición, estuvieron en riesgo de tener un

evento de cojera durante 79565 semanas. El número total de eventos de cojera fue de 17114, de

los cuales 8799 se categorizaron como levemente cojo y 8315 como severamente cojo. La mediana

de puntaje de CC fue de 2,25 (rango, 0,75 a 4,25) y el peso corporal promedio (PC) y la edad al

primer parto fueron 619,5 kg (rango, 355,6 a 956,4 kg) y 25.8 meses (rango, 20,5 a 37,8 meses)

respectivamente. Se usaron subconjuntos de los datos en los modelos de supervivencia de tiempo

discreto: 333 episodios de cojera leve y 211 severos por primera vez en vacas de primera lactancia

y 81 episodios de cojera leve y 49 graves durante la segunda lactancia o más. La baja CC, 3

semanas antes de un evento de cojera repetido se asoció con un riesgo significativamente mayor

de cojera. Las vacas con CC < 2, tuvieron el mayor riesgo de cojera leve o grave, y un aumento de

CC por encima de 2, se asoció con un riesgo reducido de cojera leve o grave. Los bajos puntajes

de CC, 16 u 8 semanas antes de un primer evento de cojera leve o grave en la vida de la vaca,

tuvieron una correlación positiva con el riesgo de cojera en las vacas en la segunda lactación o

Page 28: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

más. Los datos anteriores, proporcionan evidencias para orientar el manejo, hacia el

mantenimiento de la CC con el fin de minimizar el riesgo de cojera. El bajo peso corporal

(independiente de la CC) y el aumento de la edad al primer parto por encima de los 24 meses se

asociaron también con un mayor riesgo de episodios repetitivos de cojera a largo plazo. En general,

el modelo explicó 62 y 60% de la variabilidad de la cojera leve y grave, respectivamente,

destacando la importancia de estas variables como factores de riesgo.

6.3. FUNCIONAMIENTO DE DIETAS CON BAJA ENERGIA EN VACAS SECAS El solo remplazo de fibra cruda por concentrado u otras adiciones dietéticas, con el fin de

proporcionar una dieta más voluminosa, disminuyo los niveles de insulina en el plasma y esto al

parecer trae como consecuencia que la microbiota ruminal no se adapte a una dieta con niveles

más altos de energía durante el preparto. Rabelo y colaboradores (2003), encontraron sin embargo

respuestas exitosas en dietas con 4 a 5 kilos de fibra cruda (Heno picado) durante el periodo de

transición en hatos lecheros que reducen los casos de desplazamiento abomasal posparto y claro

de manera indirecta disminuyen problemas posteriores en el desempeño reproductivo. (Rabelo et

al., 2003). De igual forma, Pickett y colaboradores (2003) y Hayirli y Grummer (2004)

determinaron que el volumen de la dieta deberá garantizar un alto llenado ruminal lo que podría

evitar la disminución del consumo de materia seca; manteniendo la fibra al inicio de la lactancia

alrededor de la primera semana cuando el consumo de materia seca se reduce sustancialmente y

además con una dieta balanceada contribuye a evitar la presentación del enfermedades metabólicas

que como ya se dijo inciden en el desempeño reproductivo.

La adición en las dietas de fuentes de fibra indigerible o de digestión lenta (cascara de arroz,

cascara de semilla de algodón, tallos y hojas de maíz), mantienen la salud, el llenado completo y

la funcionalidad del rumen, evitando el desplazamiento abomasal en el periparto (Cardoso, 2017).

Con base en las investigaciones, en el estudio y en la comprensión del periodo de transición en las

vacas; se ha informado que la mayor incidencia de enfermedades metabólicas e infecciosas ocurre

durante la lactancia temprana (Wallissonace et al., 1996; Rukkwamsuk et al., 1999). La incidencia

de trastornos metabólicos (fiebre de leche, desplazamiento abomasal, síndrome de hígado graso y

cetosis), infecciones de la glándula mamaria (mastitis y edema de la ubre) y trastornos

reproductivos (distocia, retención de placenta e infecciones uterinas) fueron estudiadas por Correa

y colaboradores (1990) y Jordan y colaboradores (1993); quienes encontraron valores entre 7,8 y

16,8 para enfermedades metabólicas, valores entre 2,8 y 12,6 para infecciones de la glándula

mamaria y valores entre 6,7 a 19.2%, para trastornos reproductivos, en hatos de alta producción. La

identificación temprana de estas enfermedades puede ser útil para superar futuras pérdidas de

producción (Huzzey et al., 2011)

Los hallazgos en estudios de cetosis subclínica la asocian con un mayor riesgo de desarrollar

diversas enfermedades, trastornos reproductivos y cambios en la producción de leche. Por ejemplo:

Raboisson, Mounié y Maigné (2014), realizaron un trabajo que tenía como objetivo producir una

visión general entre este trastorno y sus consecuencias. Para esto, llevaron a cabo un metaanálisis

de la literatura pertinente, que incluía 131 modelos diferentes de 23 artículos, o una revisión

cuando la literatura era escasa. Para cada resultado, la razón de probabilidad, riesgo relativo o la

razón de riesgo se presentó para varios moderadores para reducir la heterogeneidad entre los

Page 29: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

estudios. El cambio crudo en la producción de leche asociado con cetosis subclínica se estimó y

ajustó, tomando en consideración los resultados que se sabe que interactúan con la producción de

leche durante el período periparto. Los resultados mostraron que 2 categorías principales de

moderadores tuvieron un efecto significativo sobre el riesgo ajustado. Primero, el ajuste realizado

al definir la cetosis subclínica como concentración de (1) β-hidroxibutirato> 1.4 mM, (2)

concentración de ácido graso no esterificado (AGNE) > 0.4 mM preparto o (3) concentración de

AGNE > 1.0 mM postparto corrigió el riesgo subestimado (a pesar de poca importancia). Esto se

debe a que varios ensayos informaron los riesgos relevantes utilizando umbrales más bajos para

los valores de β-hidroxibutirato o AGNE. Usar un umbral bajo conduce a un menor riesgo de

enfermedad en comparación con el uso de un umbral alto. Segundo, la corrección producida

usando los términos polifactoriales corrigió la sobreestimación del riesgo porque muchos ensayos

informaron solo modelos univariables. El riesgo relativo (intervalo de confianza del 95%)

relacionado con el desplazamiento abomasal, cetosis clínica, eliminación temprana y muerte,

metritis, retención placentaria, mastitis clínica, cojera y una duplicación del SCC en casos con

cetosis subclinica fueron 3.33 (2.60-4.25 ), 5.38 (3.27-8.83), 1.92 (1.60-2.30), 1.75 (1.54-2.01),

1.52 (1.20-1.93), 1.61 (1.24-2.09), 2.01 (1.64-2.44) y 1.42 (1.26-1.60 ), respectivamente. El nivel

de precisión de la estimación depende del resultado. La media ± desviación estándar directa de las

pérdidas de leche 305-d asociadas con la enfermedad fue de 251 ± 73 kg después de ajustar el

desplazamiento abomasal, la cetosis clínica, la metritis y la retención de la placenta. El riesgo

relativo (intervalo de confianza del 95%) para el primer parto en los casos de cetosis subclínica

fue de 0,67 (0,53-0,83). El intervalo parto-primer servicio fue ocho días más largo y el intervalo

parto-concepción fue de 16 a 22 días más en vacas con cetosis subclínica. Indicando que el

sobrecondicionamiento al principio del periodo de transición juega un papel más importante en la

presentación de enfermedades metabólicas durante el posparto temprano que los programas de

nutrición marcadamente diferentes.

En consecuencia, con las consideraciones anteriores, priorizar una transición sin problemas es de

suma importancia para minimizar los problemas de salud y optimizar la productividad, el

desempeño reproductivo y la rentabilidad para la próxima lactancia.

6.4. UTILIZACION DE DIETAS BAJAS EN ENERGIA La disminución en la densidad de energía al inicio del periodo seco según las recomendaciones

del NCR (más o menos 0.57 Mcal /libra de materia seca), pueden disminuir los problemas de salud

y con ello aumentar el desempeño reproductivo de varias maneras.

La ingesta prolongada de energía en exceso y en consecuencia el sobrecondicionamiento parece

aumentar la resistencia a la insulina. Vacas con acceso libre a dietas energéticas moderadas,

tuvieron concentraciones de insulina más altas en el plasma, pero concentraciones de glucosa

semejantes respecto de animales alimentados con restricciones de energía en la dieta, lo que indica

resistencia a la insulina (Dann et al., 2006). Por otra parte, Holtenius y colaboradores (2003),

encontraron una correlación positiva entre la resistencia a la insulina y el consumo excesivo de

energía durante todo el periodo de transición. El disminuir el consumo de energía en el transcurso

del período seco, puede mejorar el apetito posterior al parto, la movilización de las reservas

corporales de grasa y reducir la acumulación de grasa en el hígado (Drackley, 1999, Drackley et

al., 2001 Drackley 2007).

Page 30: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

6.5. RETOS DE LOS CONCEPTOS ACTUALES DE ALIMENTACIÓN Y MANEJO DE LA VACA

SECA Para desarrollar un programa nutricional para el periodo de transición se debe tener en cuenta una

serie de consideraciones. Durante el periodo seco las vacas no requieren raciones densas en

nutrientes. No obstante, durante las últimas 6 a 8 semanas de gestación, el feto se encuentra

creciendo de forma acelerada y en consecuencia tiene una gran demanda de precursores

glucogénicos.

Es conocido que la mayoría de las vacas experimentan un declive en el sistema inmune durante

varias semanas antes y después del parto; alcanzando su pico más alto durante la primera semana

posparto. Aunque no se conocen a ciencia cierta las razones de esta inmunodepresión: la

disminución en el consumo de materia seca, el balance energético negativo, la movilización de las

reservas grasas desde el hígado y los cambios bruscos en los niveles de estrógenos y progesterona

para desencadenar el parto, parece que contribuyen con este problema. (Zia, 2015; Akbar et al.,

2015). En efecto las vacas, que presentan el mayor balance energético negativo tienen un descenso

mayor en el desempeño del sistema inmune (LeBlanc, 2013; Esposito et al., 2014; Akbar et al.,

2015). Sobre la base de las consideraciones anteriores la presentación de enfermedades

metabólicas y en particular las patologías uterinas posparto tienen una gran relevancia en las

explotaciones agropecuarias por su alto impacto sobre los costos, la producción y la reproducción

animal.

Un ejemplo de lo anterior, lo podemos encontrar en el caso de la metritis; cuyas pérdidas

económicas directas pueden ser: la disminución de la producción de leche y en casos extremos,

hasta la muerte del animal, o indirectas como el costo de los medicamentos, el descarte de los

animales o su posterior efecto en el desempeño reproductivo. La metritis incrementa el número de

los días abiertos y reduce la tasa de fertilidad a la primera inseminación hasta en un 50 %. Por otra

parte, la metritis ha sido relacionada con un aumento en el anestro posparto y con la presentación

de quistes ováricos (Cook y Greent, 2016; Smith et al., 2017; Surlis 2017).

De la misma manera, LeBlanc (2013); Smith y colaboradores y Wankade y colaboradores (2017)

determinaron que la nutrición deficiente afecta también la cantidad, calidad y composición de las

inmunoglobulinas. Durante el periodo seco, la glándula mamaria requiere nutrientes para su

desarrollo, la lactogénesis y la producción de inmunoglobulinas. Atendiendo a las consideraciones

anteriores el manejo adecuado durante este periodo, es crucial no solo para el desempeño

reproductivo de las vacas y novillas, sino también para el de su progenie.

Está bien establecido que el control de las reservas de energía corporal en la lactancia es un

componente importante del manejo de la salud del hato. No obstante, a pesar de su influencia en

la salud y la productividad futura, el monitoreo de las reservas de energía corporal en el período

seco suele ser poco utilizado. Smith y colaboradores (2017) realizaron un estudio cuyo objetivo

era identificar los indicadores de enfermedades metabólicas en la lactancia temprana a partir de

Page 31: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

datos de la condición corporal, recopilados en el período seco y de datos de producción registrados

en el momento del secado. Para esta investigación, se realizó un análisis retrospectivo de 482

lactancias de vacas Holstein-Friesian en Langhill, Escocia. Las lactancias de cada vaca se

asignaron a uno de cuatro grupos de salud en función de su estado en los primeros 30 días de

lactancia. Estos cuatro grupos fueron los siguientes: trastornos del aparato reproductor (retención

de placenta y metritis), mastitis subclínica y trastornos metabólicos (hipocalcemia,

hipomagnesemia cetosis y desplazamiento abomasal). Las vacas que fueron diagnosticadas con

un trastorno del tracto reproductivo en los primeros 30 días de lactancia, experimentaron una

pérdida significativamente en el puntaje de la condición corporal y en el peso corporal durante el

período seco, respecto de las vacas sanas. Los rasgos fisiológicos y de producción registrados en

la lactancia y en el período seco anterior a un evento de enfermedad difirieron entre vacas que

desarrollaron diferentes enfermedades después del parto. Las diferencias en estos rasgos permiten

el desarrollo de nuevos indicadores de enfermedades para su uso en modelos para la predicción

del riesgo de enfermedad en el período de transición. (Madouasse et al., 2010, Cook y Greent,

2016; Smith et al., 2017).

Con respecto al efecto de una dieta de alta energía y otra de baja energía; Ntallaris (2018) en una

tesis doctoral en la Universidad Sueca de ciencias agrícolas evaluó el efecto de dichas dietas en

vacas lecheras Holstein y vacas Rojo Suecas.

Con base en tres estudios, se evaluó el comportamiento metabólico, la producción de leche, el

puntaje de la condición corporal y el balance energético negativo. Se investigó también las

asociaciones entre BEN, las adipocinas plasmáticas, el metabolismo y los parámetros

reproductivos.

Los resultados mostraron que las vacas Holstein tenían un puntaje de condición corporal más bajo

que las Rojo Suecas dentro de cada grupo de la dieta energética. Sin embargo, encontró que la

dieta no tuvo ningún efecto sobre la condición corporal o el grosor del tejido adiposo subcutáneo

en vacas Holstein, independientemente de si recibieron una dieta de alta o baja energía. El grupo

de alta energía tendía a tener un déficit de energía menos grave respecto del grupo de baja

energía. Las vacas Holstein tendieron a tener un déficit de energía más severo durante los primeros

45 días después del parto que las vacas rojo suecas.

En conclusión, sus resultados indican que las estrategias nutricionales podrían tener una asociación

más fuerte con los rasgos de fertilidad endocrinos y tradicionales que la raza. Sin embargo, la raza

estuvo asociada de manera más fuerte con las variables del balance energético que las estrategias

nutricionales. Además, observo que las vacas Rojo sueca priorizaron la energía de manera

diferente en comparación con las vacas Holstein de tal manera que mantuvieron la homeostasis

mejor que las vacas Holstein.

Page 32: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

6.6. El BALANCE ENERGETICO NEGATIVO (BEN) CON RELACION AL DESEMPEÑO

REPRODUCTIVO El suministro de energía de vacas lecheras, particularmente a principios de la lactancia, es uno de

los factores más desafiantes en la nutrición de vacas lecheras de alta producción. El balance

energético negativo (BEN) en vacas lecheras por lo general acontece durante la lactancia temprana,

cuando el suministro de energía a través del consumo de materia seca aumenta más lentamente

que el gasto de energía para la producción de leche. Este déficit de energía puede diferir en

severidad y duración dependiendo de varios factores, principalmente del consumo de materia seca

y de la cantidad de leche producida. (Schröder y Staufenbiel 2006; Gross, Kessler, Albrecht. 2015)

6.6.1. GENERALIDADES DEL BEN Muchos investigadores han indicado que el balance energético negativo BEN, causa una

disminución de la glucosa, del factor parecido a la insulina IGF-1 y de hormonas críticas como la

insulina; hormonas que disminuyen tanto la hormona liberadora de gonadotropinas, como

hormonas gonadotrópicas como la hormona folículo estimulante y la hormona luteinizante (Butler,

2000; Butler, 2003; Kawashima et al, 2008; Kawashima et al., 2016; Leroy et al., 2017). Estos

efectos negativos impiden también el inicio de ondas foliculares. (Butler, 2003; Peter, Vos y

Ambrose, 2009). Las gonadotropinas determinan el inicio del crecimiento del folículo antral, su

posterior selección hacia un folículo dominante y su ovulación o atresia (Peter, Vos y Ambrose,

2009; Wiltbank et al., 2011) La longitud de la primera onda folicular posparto está determinada

por las hormonas folículo estimulante y luteinizante la cual promueve el crecimiento del folículo

dominante, hasta que alcance su tamaño ovulatorio (Armstrong et al., 2001). El BEN tiene un

importante efecto en el desarrollo del folículo en crecimiento puesto que disminuye la cantidad de

hormona luteinizante y afecta también la retroalimentación positiva (Butler, 2003).

Wiltbank y colaboradores (2011), clasificaron los folículos según su etapa de crecimiento como

sigue: a) crecimiento de la selección a la desviación (5-10 mm); b) crecimiento desde la desviación

al tamaño ovulatorio (10-18 mm); y c) mayor que el tamaño ovulatorio (> 20 mm). Los folículos

dominantes de patrones foliculares (entre 13 y16 mm) alcanzaron el tamaño ovulatorio a los 50

días posparto.

La disminución en el desempeño reproductivo en las últimas décadas ha sido asociada a la

capacidad de las vacas de aumentar la producción de leche. La tasa de concepción en grandes hatos

se encuentra apenas entre el 35 y 40% en vacas maduras, mientras que en las vacas de primera

lactancia es del 51% y en las novillas alcanza el 65% (Butler, 2006, Yarencio y Kreplin, 2015;

O'Hara, Bage, Holtenius, 2016; Cardoso, 2017). Estas diferencias dentro de un mismo hato,

sugieren que la fertilidad disminuye con cada parto, hasta tanto las vacas no alcancen su madurez.

Puesto que la producción de leche aumenta con cada lactancia, la pregunta sería; ¿qué tanto de la

disminución del desempeño reproductivo se debe a los cambios en el metabolismo generados por

los altos niveles en la producción de leche?

Page 33: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

El factor tal vez más importante en el bajo desempeño reproductivo es el balance energético

negativo (BEN) en el posparto temprano, que puede inhibir o retrasar la primera ovulación, el

retorno de los ciclos estrales y la calidad del ovulo. Así, un marcado balance energético negativo

durante los primeros 15 días de lactancia (que es el periodo de mayor incidencia en enfermedades

metabólicas) es determinante para la eficiencia reproductiva posterior (LeBlanc, 2014). Es factible

que las concentraciones de insulina y el factor de crecimiento parecido a la insulina relacionen la

energía y la reproducción en vacas con balance energético negativo. Por otra parte, las

concentraciones de ácidos grasos no esterificados y de ácido β-hidroxibutico, ácido acetoacético y

cetonas exacerban la respuesta al balance energético negativo y son buenos indicadores del estado

metabólico. Pueden también disminuir el consumo de materia seca y parecen jugar un papel

importante en la disminución de la fertilidad (Wang et al., 2017).

El inicio de la lactancia está asociado con un período prolongado en el balance energético negativo

(BEN), durante el cual la ingesta de energía no alcanza los requisitos para la producción de leche,

cuya demanda está en creciente aumento durante este periodo. El balance energético negativo

normalmente inicia algunos días antes del antes del parto como consecuencia de la disminución

del consumo de materia seca y se torna visible al inicio de la lactación con pérdida en la condición

corporal. Dependiendo de la duración del balance energético negativo, algunas vacas podrán

encontrase en este estado al inicio de la reproducción (Yosothai, 2014)

La tasa de concepción aumenta luego de varios ciclos y esto probablemente esté relacionado con

un aumento en los niveles de progesterona durante los primeros ciclos postparto. En suma, estas

importantes relaciones han centrado la preocupación sobre en qué medida el balance energético

negativo controla el momento de la primera ovulación posparto y sus efectos sobre la fertilidad

posteriormente. (O'Hara, Bage, Holtenius, 2016)

Un estudio reciente mostró, que en vacas con un balance energético adecuado, la adición de una

fuente de energía mejora el consumo de materia seca, la cantidad y calidad de leche producida y

el metabolismo intermediario al inicio de la lactación (Lin et al., 2017).

6.6.2. FACTORES RELACIONADOS CON EL BALANCE ENERGÉTICO QUE ALTERAN LAS

DISTINTAS VARIABLES QUE ENTRAÑAN EL DESEMPEÑO REPRODUCTIVO

Para entender qué factores pueden afectar la capacidad de las vacas para quedar preñadas

nuevamente durante la lactancia temprana, es importante entender que todos los órganos que están

involucrados en el desempeño reproductivo deben recuperarse del embarazo y el parto:

Ovario

Al final de la gestación y como consecuencia de las altas concentraciones de hormonas es

suspendida la actividad ovárica. Luego del parto deberá reestablecerse el desarrollo folicular lo

Page 34: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

que induce la primera ovulación y al reinicio del ciclo estral (Cardoso, 2017). Los oocitos

originados en los folículos deben permanecer sanos y la ovulación dados los altos niveles de

progesterona debe dar como resultado un cuerpo lúteo completamente funcional.

Eje hipotálamo/ Hipofisario

La alta concentración hormonal al final de la preñez, suprime la liberación de gonadotropinas (LH

y FSH) desde la hipófisis, en consecuencia de la secreción de pulsos de LH deberán restablecerse

para estimular el desarrollo de folículos ováricos grandes. (Cardoso, 2017)

Hígado

El hígado Soporta una pesada carga metabólica como consecuencia de la gluconeogénesis, la

oxidación y movilización de ácidos grasos y la producción de factor de crecimiento tipo insulina

(White, 2015).

Al final de la gestación, la concentración elevada de esteroides suprime la liberación de

gonadotropinas hipofisiarias (FSH y LH) y la actividad folicular. Luego del parto, la concentración

de esteroides se reduce y en consecuencia se aumenta la secreción de FSH y LH y se restablecen

los pulsos de estas hormonas que estimulan la producción de grandes folículos ováricos que

reinician los ciclos estrales. Al inicio de la lactancia, el hígado juega un papel importante como

fuente del factor de crecimiento parecido a la insulina -1 (IGF-1), que estimula el desarrollo de los

folículos ováricos. La disminución del consumo de materia seca que se inicia durante el preparto,

se convierte en el factor más importante en el balance energético y se encuentra asociada a la

disminución del IGF-1 (Butler 2012).

La disminución de los niveles de glucosa e insulina en la sangre combinados con las

concentraciones elevadas de AGNES y ácido β-hidroxibutirico, sumados a la acumulación de

triglicéridos en el hígado, retardan el aumento de los niveles de FSH y LH, necesarios para el

desarrollo de los folículos, la producción de 17 β-estradiol y la ovulación (Butler, 2006; Overton,

2004). Las bajas concentraciones de insulina en el plasma llevan a una disminución de la

producción de IGF-1. en el hígado (Butler et al., 2003).

El exceso de AGNES y BHB ha sido asociado con las siguientes condiciones no deseadas durante

el periparto: Disminución en el consumo de materia seca, inmunosupresión, aumento de

complicaciones en el periparto y consecuentes problemas de infertilidad y disminución de la

producción de leche

La disminución en la sensibilidad a la insulina mejora la lipólisis del tejido adiposo, ayudando a

las vacas en lactancia temprana a contrarrestar su déficit de energía. Sin embargo, la lipólisis

excesiva plantea riesgos graves para la salud de las vacas, y los mecanismos que la generan todavía

no están muy claros, se cree que la sensibilidad a la insulina acelera la movilización del tejido

graso (Pires, Souza y Grummer 2007), conduciendo a una lipólisis excesiva en muchas vacas en

la lactancia temprana (Ingvartsen y Andersen, 2000; Weber et al., 2013). Las tasas excesivas de

lipólisis resultan en concentraciones plasmáticas marcadamente elevadas de AGNE lo que hace

Page 35: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

que la concentración de AGNE prepandial sea un indicador preciso de la pérdida real de lípidos

corporales (Chilliard et al., 2000). Además, la concentración de AGNE postparto ha demostrado

ser el mejor predictor, en comparación con beta-hidroxibutirato, de muchas enfermedades

metabólicas asociadas con la lipólisis excesiva en las vacas, incluyendo el desplazamiento

abomasal, la cetosis y la metritis (Ospina et al., 2010; Ospina 2013).

En un estudio realizado por Humer y colaboradores (2016), en la Universidad de Viena en Austria,

se analizaron las alteraciones metabólicas en el plasma de vacas lecheras, causadas por la

sensibilidad a la insulina en 32 vacas Holstein y Simmental, alimentadas con la misma dieta y

mantenidas bajo las mismas condiciones de manejo; y que fueron agrupadas en tres grupos de

acuerdo con las concentraciones de AGNES a 21 días del parto. Las vacas se clasificaron como

grupo de lipólisis bajo, medio y alto si las concentraciones séricas de AGNE eran <0.4 mmol/L,

entre 0.4 a 0.7 mmol/L y > 0.7 mmol/L, respectivamente (lipolisis baja con 10 vacas, lipolisis

media con 8 vacas y lipolisis alta con 12 vacas). En general, la lipólisis excesiva en el grupo alta

lipolisis estuvo mayormente relacionada con la sensibilidad estimada a la insulina y los cambios

característicos en los perfiles del metabolismo de la acilcarnitina, la esfingomielina, la

fosfatidilcolina y el lisofosfolípido, en comparación con el grupo de baja lipolisis. De las

fosfatidilcolinas detectadas, principalmente aquellas con residuos de diacilo, mostraron diferencias

estadísticas altamente significativas entre los grupos de alta y baja lipólisis disminuyendo en las

vacas de movilización media y alta en comparación con los niveles de fosfatidilcolinas en las vacas

de alta lipolisis (P <0.01). Además, en vacas que experimentaron una movilización alta de grasa

se incrementaron las esfingomielinas en más de la mitad del valor respecto a las vacas de baja

movilización de grasa. También, se observaron fuertes diferencias en la acilcarnitina sérica entre

los grupos de alta, media y baja lipólisis. En conclusión, el estudio reveló 37 metabolitos claves,

como parte de las alteraciones en la síntesis o ruptura de esfingolípidos y fosfolípidos asociados

con una disminución de la sensibilidad estimada a la insulina y de una lipólisis excesiva en vacas

durante la lactancia temprana que podía ser tenido en cuenta para medir el balance energético;

encontrando también que las concentraciones elevadas de lípidos con una longitud de cadena más

corta pueden reflejar la movilización excesiva de lípidos, mientras que los ácidos grasos de cadena

larga elevados pueden representar una baja movilización de lípidos. Butler y colaboradores (2008),

encontraron que una frecuencia inadecuada de pulsos de LH producia atresia folicular y retrasa la

aparición de la primera ovulación posparto durante varias semanas; sostienen además que la

secreción de FSH no parece estar inhibida por el BEN, porque a pesar de este se producen

isoformas biológicamente eficaces.

A pesar de un crecimiento morfológico similar, las características moleculares de los embriones

de las novillas fueron consistentemente diferentes a las de las vacas. La mayoría de estas

diferencias estuvieron fuertemente correlacionadas con patrones metabólicos y hormonales antes

de la inseminación y durante la vida libre del embrión. Muchas vías de biosíntesis parecen ser más

activas en embriones de novilla que en embriones de vaca y, en consecuencia, parecían ser más

saludables, lo que parece ser más propicio para el desarrollo del concepto (Valour et al., 2014).

Page 36: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

Gómez y Campo (2016), realizaron una investigación en Colombia para evaluar el efecto de una

dieta con propilen glicol (PG), un suplemento alimenticio de alta densidad con el fin de controlar

el balance energético negativo y evaluar el comportamiento productivo y metabólico durante el

periodo de transición en vacas de doble propósito. Para este trabajo fueron utilizadas 14 vacas de

dos a tres partos, con producciones promedio de 15 litros diarios y que estuvieran próximas al

parto (15 días). Las vacas fueron distribuidas en dos grupos de manera aleatoria: el grupo 1 con 7

vacas, recibió 150 g. de PG por vía oral cada tercer día durante 90 días y el grupo 2 (control) con

7 vacas no recibió suplementación. Se tomaron 8 muestras de sangre a partir del primer día y con

intervalos de 15 días, hasta el día 75 después del parto. Se determinó la concentración sérica de

NEFA, BHB y Glucosa. Se evaluó además la producción de leche, la actividad reproductiva y la

relación costo-beneficio de la suplementación. Los resultados fueron analizados bajo un diseño

mixto de medidas repetidas en el tiempo utilizando el software InfoStat (2008). Se encontraron

diferencias significativas para todos los metabolitos evaluados. La producción de leche aumentó

en un 13,4% para los animales suplementados con PG y la actividad reproductiva mejoro. Los

resultados permitieron concluir que la suplementación con propilen glicol tiene un efecto positivo

sobre el control del balance energético negativo y en consecuencia el mejoramiento del desempeño

reproductivo en vacas doble propósito.

A través de diferentes interacciones metabólicas y sus respuestas el balance energético negativo,

cambia la actividad ovárica posparto e influye de manera importante en la reanudación del ciclo

estral. A partir de los días 6 y 8 posparto, se desarrolla por lo menos un folículo en todas las vacas

de leche; que puede tomar 3 vías diferentes: 1) la ovulación tiene éxito (45 %, alrededor del día 20

posparto), 2) se produce la atresia o muerte del folículo o 3) termina volviéndose quístico. En el

caso de la atresia o en el caso de tornarse quístico, la primera ovulación puede retrasarse entre 3 o

4 semanas. (Beam y Butler, 1999). El inicio del crecimiento del folículo antral, la posterior

selección a un folículo dominante y la ovulación, atresia o la conversión en quiste de este folículo

depende de las hormonas gonadotrópicas (Butler, 2003; Peter, vos Plan y Ambrose, 2009; Keskin

et al., 2016).

Grummer (1995) y Trevisi y colaboradores (2009), establecieron que el consumo de materia seca

en el día 21 posparto está correlacionado positivamente con el consumo del día anterior al parto.

Respecto a la producción se ha establecido que las vacas con un valor menor de la relación

producción de leche / consumo de materia seca, tienen menor cantidad de días a la primera

ovulación (Valour et al., 2014; Pempek, 2017) Así mismo, otros investigadores, señalan que en las

vacas y particularmente, en las de alta producción, la demora en la secreción de leptina luego del

parto, incrementa los días a la primera ovulación. (Mann et al., 2005; Ehrhardt et al., 2016 Kuhla,

Metges y Hammon, 2016; Kowadoca et al., 2017)

Page 37: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

El intervalo entre partos es el periodo transcurrido entre dos partos consecutivos y corresponde a

la suma de los días abiertos más los días que dura la gestación, que en bovinos podría considerarse

de un total de 285 días. Como quiera que la duración de los días de la gestación son fijos, la variable

que podríamos modificar con una nutrición balanceada, sanidad y manejo son los días abiertos. La

única forma de que una vaca tenga una cría cada 365 días, es que luego del parto quede preñada

por tarde a los 80 días.

Se ha reportado también que vacas alimentadas con dietas deficientes en energía tienen tasas más

altas en celos silenciosos (Pempek, 2017). Otras investigaciones indican que las tasas de

concepción más bajas y los intervalos entre partos más largos están asociados a pérdidas severas

de peso durante la lactancia temprana (Pillai et al., 2016). Yasothai (2014), reporto que la tasa de

concepción fue del 67 % en vacas que estaban ganando peso al momento de la crianza mientras

que en las vacas que lo estaban perdiendo, la tasa fue del 44 %.

La disponibilidad de nutrientes y particularmente la energía en la vaca podría tener un efecto

directo sobre las secreciones del endometrio, y esto podría afectar el metabolismo y el desarrollo

de los conceptos (VALOUR et al., 2014).

Mann y colaboradores (2005), del Departamento de fisiología Animal, de la Universidad de

Nottingham, en el Reino unido, Analizaron la función reproductiva a partir del análisis de

progesterona en leche; relacionándola luego con una serie de variables metabólicas. El monitoreo

de 41 vacas durante el inicio de la función lútea (primera lectura de progesterona de leche> 5 ng /

ml) reveló que el retraso en el inicio de esta función, se asoció con el aumento de la producción de

leche y mayor pérdida de peso y condición corporal, pero no estuvo relacionada con las

concentraciones de metabolitos plasmáticos o leptina. Un monitoreo adicional de la función

reproductiva en estas 41 vacas más 33 vacas adicionales (para un total de 74) durante el período

de apareamiento (semana 6 a 14 posparto) identificó anormalidades del ciclo reproductivo en 29

(39,2% de los animales). La aparición de anormalidades en el ciclo se asoció con un aumento en

la producción de leche (P <0,05), concentraciones elevadas de beta hidroxibutirato plasmático (P

<0.05) y concentraciones reducidas de leptina en plasma (P <0.01) y una menor (P <0.05) el peso

corporal y el puntaje de condición, pero no se asoció con concentraciones plasmáticas de urea o

glucosa. La aparición de anormalidades en el ciclo se asoció con un aumento en la producción de

leche (P <0.05), concentraciones elevadas de hidroxibutirato beta plasmático (P <0,05) y

concentraciones reducidas de leptina en plasma (P <0,01) y un menor (P <0,05) peso y condición

corporal, pero no se asoció con concentraciones plasmáticas de urea o glucosa. Además, las vacas

que presentaron anormalidades en el ciclo tuvieron un intervalo más largo (P <0,01) hasta el primer

servicio y un porcentaje menor había concebido a los 100 días postparto (34,5% versus 66,7%; P

<0,01). Estos resultados proporcionan evidencia adicional de que la función reproductiva

deteriorada durante el período posparto en vacas lecheras es causada por un estado deficiente de

energía y no por concentraciones elevadas de urea. La reducción de las concentraciones

Page 38: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

plasmáticas de leptina en animales que sufren disfunción reproductiva respalda aún más esta

visión.

Habida cuenta de las consideraciones anteriores, el manejo inadecuado de la nutrición desde el

periodo seco y durante el periodo de transición, tienen un impacto negativo sobre el desempeño

reproductivo de vacas y novillas. En consecuencia, con todo lo anterior variables del desempeño

reproductivo como los días al primer celo, los días abiertos, el intervalo entre partos, los días al

primer servicio, los servicios por concepción, porcentaje de preñez, el peso al destete, edad al

primer servicio, peso y tamaño de la progenie etc., verán alterados sus parámetros normales

además de los altos costos que esto implica.

6.7. LAS GRASAS Y EL COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO.

El impacto de las grasas en el desempeño reproductivo tiene que ver con el papel que los ácidos

grasos y el colesterol juegan como sustratos para la síntesis de hormonas y| prostaglandinas que

actúan directamente sobre el eje hipotálamo hipofisario y cuyo efecto puede ser independiente o

aditivo a la disponibilidad de energía en la dieta. El nivel de inclusión de la grasa en las dietas del

ganado se encuentra generalmente entre el 2 y 3 %. Las dietas altas en grasas (5 a 8 %) para mejorar

el desempeño reproductivo se intentaron en principio para aumentar la densidad de la dieta. El

exceder estos niveles en la dieta altera la actividad ruminal puesto que impiden la utilización de

una parte de la fibra al formar una película grasa que impide la actividad enzimática de las

bacterias; disminuye también la actividad de las bacterias al adherirse a su membrana, elimina un

parte de la población bacteriana pues es toxica para bacterias celulíticas y puede formar jabones

de calcio y magnesio que disminuyen la disponibilidad de minerales los cuales son esenciales para

la fermentación ruminal y en el momento del parto como consecuencia de la deficiencia de calcio,

fosforo y magnesio pueden conducir a enfermedades metabólicas como la cetosis, la

hipocalcemia, la hipomagnesemia, entre otras (Jenkins, 1993; Jenkins, Murphy, Ward, 2016;

Kuhla, Metges, Hammon, 2016; Linn et al., 2017).

Los primeros estudios mostraron que la suplementación con dietas altas en grasas a novillas y

vacas posparto aumentaba los niveles de progesterona, la persistencia del cuerpo lúteo y también

el crecimiento folicular. Este crecimiento folicular estaba acompañado además con unas

concentraciones más altas de estrógenos y progesterona (Pempek, 2016). Si bien las grasas se

suplementan para reducir los efectos negativos de la reducción del consumo de materia seca, los

resultados reportados en varios ensayos han sido inconsistentes. Por ejemplo, la suplementación

con grasa redujo el consumo de materia seca en unos estudios (Benson et al., 2001; Onetti y

Grummer, 2004; Weiss y Pino-Rodriguez 2009), pero no tuvo efecto en otros (Mosley et al. 2007).

La diferencia encontrada en estos trabajos podría estar relacionada con las diferentes etapas de

lactancia en que se encontraban los animales de experimentación.

Page 39: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

Sin embargo, el sistema endocrino es altamente sensible a una sobrecarga de ácidos grasos, sin

importar si el suministro excesivo de AGNE proviene de fuentes exógenas o endógenas. Alimentar

con una dieta que contenga grasa protegida del rumen desde la lactancia hasta el parto y más allá

ejerce efectos negativos similares sobre la ingesta de energía, las concentraciones de glucosa e

insulina, así como un alto grado de movilización de grasa alrededor del parto conducirían a una

cetosis y posteriormente al desarrollo de hígado graso. Se cree que las concentraciones elevadas

de AGNE en plasma no actúan directamente a nivel cerebral, pero aumentan la carga de energía

del hígado, lo que indica al cerebro que disminuya la ingesta de alimento. Las vacas que difieren

en la movilización de grasa durante la fase de transición difieren en su carga de energía hepática,

oxidación de grasa corporal total, metabolismo de la glucosa, concentración de grelina y leptina

en plasma y en la ingesta de alimento varias semanas antes del parto. Por lo tanto, una carga lipídica

alta, sin importar si se almacena, moviliza o alimenta, afecta el sistema endocrino, el metabolismo

y el consumo de alimento, y aumenta el riesgo de trastornos metabólicos (Hummer et al, 2016).

Al mismo tiempo, Kuhla, Metges y Hammon (2016), del Instituto de Fisiología y Nutrición Oskar

Kellner de Dummerstorf en Alemania, plantean que la investigación futura debe centrarse en un

aumento paralelo y oportuno en el consumo de alimento y la producción de leche durante la

lactancia temprana para reducir el impacto de la grasa corporal en el consumo de alimento, la salud

metabólica y en el balance energético negativo.

Surlis y colaboradores (2017), encontraron que la suplementación con ácidos grasos

poliinsaturados antes y después de la inseminación, alteró de manera positiva una serie de genes y

vías metabólicas claves en el endometrio uterino; relacionadas con la fertilidad y embarazo

temprano que intervienen en el mantenimiento de la preñez.

Csillik y colaboradores (2017), realizaron una investigación con el fin de evaluar el efecto de la

suplementación de ácido linoleico conjugado durante el preparto y el posparto. Utilizando 60 vacas

Holstein a las que se les tomaron muestras de sangre para determinar los niveles de Insulina, IGF-

1 y leptina; encontrando que la administración de ácido linoleico conjugado en el periparto elevó

los niveles de leptina y IGF-1 en el parto; estimulando la función lúteal temprana y reduciendo el

intervalo parto concepción (días abiertos). Así mismo, la concentración plasmática de progesterona

fue mayor en los grupos suplementados después de la ovulación sincronizada, que la de los

controles.

Por otra parte, un metaanálisis reciente de 17 investigaciones, reporto un aumento en la tasa de

embarazo del 27 % a la primera inseminación artificial posparto, cuando vacas de alta producción

fueron suplementadas con grasa (Rodney et al., 2015).

Así mismo Rodney y colaboradores (2018) en otro metanálisis, encontraron que el aumento del

balance energético metabolizable llevo a un intervalo más corto entre el parto y la preñez, mientras

que el aumento de la producción de leche estuvo asociado con un mayor tiempo hasta el

embarazo. El aumento de la ingesta de algunos aminoácidos, particularmente treonina y lisina, se

Page 40: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

asoció con un intervalo más largo entre el parto y el embarazo. Es claro que el manejo nutricional

en torno al parto puede influir en el éxito reproductivo. Este estudio también respalda la

importancia de la grasa dietética y el aumento del balance energético y las proteínas en la lactancia

temprana para mejorar los resultados de fertilidad; sugiere además que el almidón y los azúcares

pueden tener diferentes efectos sobre la proporción de vacas que están embarazadas.

De otra parte, Gross Albrecht y Bruckmaier (2015) de la Universidad de Berna en Suiza,

investigaron la respuesta del metabolismo del colesterol a un balance energético negativo (BEN),

inducido por restricción alimenticia durante 3 semanas a partir del día 100 de Lactancia (DIM): en

comparación con el BEN en la primera semana postparto (PP). Para esta investigación se utilizaron

50 vacas lecheras; 25 para el grupo control (CON) y 25 para el grupo de alimentación restringida

(RES)). Se tomaron muestras de sangre, biopsias hepáticas y muestras de leche en la primera

semana 1 posparto y en las semanas 0 y 3 de restricción de alimento. Encontrando que: las

concentraciones plasmáticas de colesterol total (C), fosfolípidos (PL), triglicéridos (TAG),

lipoproteína-colesterol de muy baja densidad (VLDL-C) y lipoproteína-colesterol de baja densidad

(LDL-C) aumentaron en vacas (RES) de la semana 0 a 3 durante la restricción de alimento y fueron

más altas en la semana 3 en comparación con las vacas (CON). Por el contrario, durante el BEN

que se produjo durante la primera semana posparto, las concentraciones de C, PL, TAG y

lipoproteína fueron mínimas. Las actividades de proteína de transferencia de fosfolípidos

plasmáticos (PLTP) y lecitina: colesterol aciltransferasa (LCAT) no difirieron entre la semana 0 y

3 para ambos grupos, mientras que durante BEN de la primera semana posparto, aumentó la

actividad de PLTP y disminuyó la actividad de LCAT. La concentración de C en leche no se vio

afectada por la restricción de alimento en ambos grupos, mientras que la cantidad de C en la leche

disminuyó en la semana 3 para las vacas RES, en comparación, la concentración de C y el volumen

de leche se elevaron en el grupo de la primera semana posparto. En conclusión, el metabolismo

del colesterol en las vacas lecheras se ve afectado por la deficiencia de nutrientes y energía,

dependiendo de la etapa de lactancia, (final de la lactancia o luego del parto que fueron los periodos

durante los cuales se estimaron las distintas variables tenidas en cuenta.

6.8. BIOSENSORES Los biosensores, son un mercado emergente que está ganando rápidamente un reconocimiento

como una aplicación para la gestión de la salud animal; aplicando técnicas de ganadería de

precisión, que incluyen un amplio rango de procedimientos, junto con tecnologías avanzadas como

microfluidos, analizadores de sonido, procesos para detección de imágenes, sudoración y

cuantificación de saliva, serodiagnóstico y otros. Sin embargo, existe la necesidad de integrar

todos los sensores disponibles y crear un sistema de monitoreo en línea eficiente para que el estado

de la salud animal pueda monitorearse en tiempo real, sin demora. Neethhirahan (2017) del

Instituto de nano biotecnología de la escuela de Ingeniería de la universidad de Guelph en Canadá,

Page 41: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

en una revisión de literatura discute el alcance de las diferentes tecnologías portátiles para

animales, nanobiosensores y técnicas avanzadas de diagnóstico de biología molecular para la

detección de metabolitos y diversas enfermedades infecciosas del ganado, junto con los esfuerzos

para obtener y comparar estas tecnologías con respecto a sus inconvenientes y ventajas en el

dominio de la gestión de la salud animal. El documento considera los desarrollos recientes en el

campo de los biosensores y sus aplicaciones para la salud animal para proporcionar información

sobre el enfoque apropiado que se utilizará en el futuro del bienestar animal.

La capacidad de detectar rápida, precisa y de manera confiable la presencia o ausencia de

biomarcadores o sustancias químicas específicas puede ser una cuestión de vida o muerte de los

animales de granja. El control de la glucosa o proteínas, enzimas o metabolitos (AGNE y BHB)

en el torrente sanguíneo, la detección de compuestos dañinos (metales o residuos de antibióticos)

en animales y la alerta temprana de los agentes biológicos y químicos en el sector de la ganadería

requieren dispositivos de detección sensible y confiable. Si bien la demanda de detección en

tiempo real de enfermedades usando sensores y dispositivos es cada vez más urgente. La

bionanotecnología y la microelectrónica permitieron fabricar transistores de menos de 100nm e

integrar varios cientos de ellos en un circuito funcional en un diminuto chip. (Ayyar y Arora S.

2013; Mungroo y Neethirajan. 2014; Veerapandian M, Hunter R, y Neethirajan, 2016; Mungroo,

Oliveira y Neethirajan, 2016)

Los trastornos metabólicos en las vacas pueden detectarse mediante el aumento de las

concentraciones de ácidos grasos no esterificados (AGNE) en los fluidos biológicos, que actúan

como biomarcadores significativos. Los biosensores rentables y biocompatibles basados en

rutenos de óxido de grafeno modificados con rutenio, se pueden utilizar para el diagnóstico precoz

de enfermedades metabólicas de las vacas; detectando el AGNE circulante a través de un análisis

electroquímico. El aumento de la producción de leche y la temperatura corporal en las vacas luego

de la inseminación artificial actúa como un indicador de la respuesta inmune de la madre en el

momento en que el embrión entra dentro del útero. Por lo tanto, los componentes electrónicos y

materiales de bajo costo podrían usarse para detectar la preñez de manera no invasiva en vacas y

sin ninguna clase de interferencia humana (Zia, 2015).

7. METODOLOGÍA

Para llevar a cabo esta monografía se hizo un resumen, estructurado; clasificando, organizando y

analizando la información. Dicha información fue validada con base en las fuentes originales

(autor, titulo, Journal, año, entidad, diseño experimental y variables medidas).

La revisión analizó y validó de forma teórica y de manera cualitativa y cuantitativa los artículos

de Journals especializados con énfasis en los años 2015, 2016 y 2017 en reproduccion, nutrición,

genética, endocrinología de hembras bovinas que resalten el efecto de la energía sobre las

diferentes variables que determinan el desempeño reproductivo y la fertilidad de hembras bovinas

como lo son entre otras: el intervalo entre partos, tasas de concepción, días abiertos, retraso del

inicio de la pubertad, viabilidad de los óvulos, mortalidad embrionaria, servicios por concepción

Page 42: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

días, al primer celo y al primer servicio porcentaje de anestros, quistes y ovarios estáticos,

relacionando el balance energético con tópicos como interferencia con la actividad ovárica normal,

actividad de hormonas y gonadotropinas pérdida de peso y condición corporal; el peso de la

progenie al nacimiento, mortalidad y morbilidad en terneros recién nacidos, peso de los terneros

al destete y producción de leche.

Dentro de los Journals que se tuvieron en cuenta podemos citar entre otros:

Advances in Animal and Veterinary Sciences.

Advances in Applied Science Research

American Journal of Veterinary Research

Annals of Animal Science

Animal Cambridge Core

Animal Feed Science and technology

Animal Frontiers

Animal: the International Journal of Animal Biociencies

Applied Animal Behaviors Science

Archives of Animal Nutrition

Biology of Reproduction

Bio-Sensing Research

Biosensors

Canadian Journal of Animal Science

Domestic Animal endocrinology

Folia Veterinaria

Genetics, Selection and Evolution

Journal of Animal Applied Nutrition

Journal of Animal breeding and Genetics

Journal of Animal Science and Biotechnology

Journal of animal Science

Journal of Dairy Research

Journal of Dairy Science

Journal of Reproduction and Development

Livestock Production Science

Microchimica Acta

Preventive Veterinary Medicine

Proceedings of the Nutrition Society.

Reproduction in Domestic Animals

Theriogenology. An International Journal of Animal Reproduction

Veterinary Journal. Animal

Page 43: La energía y su importancia en el desempeño reproductivo

8. CONCLUSIONES

Complementando el análisis hecho en cada una de las referencias se concluye que el adecuado

consumo de energía es determinante para un desempeño reproductivo que permita un ternero por

año, lo que garantiza la producción permanente de leche, la producción de animales para remplazo,

el uso racional y eficiente de los alimentos y suplementos costosos y sobre todo el éxito en la parte

de ingresos y reducción de costos en la explotación ganadera, garantizando la permanencia en el

negocio de la ganadería.

Como se observa en la revisión, son muchos los factores que se afectan con el consumo excesivo

de energía o con el déficit de esta; lo cual es muy comun en explotaciones comerciales, Se pudo

establecer también, como el manejo nutricional debe estar de acuerdo con el periodo ya sea

productivo o reproductivo en que se encuentre la vaca (posparto tardío, periparto o posparto

temprano entre otros), También se determinó que hay marcadores del balance energético (unos

más precisos y prácticos que otros) pero que en definitiva hay que utilizarlos como herramienta

para mejorar el manejo de la alimentación de las vacas y consecuentemente la reproducción y

fertilidad del hato.

Existe una gran cantidad de información sobre la importancia del manejo nutricional para lograr

una reproducción eficiente en las vacas; dicha información crece todo el tiempo y es publicada en

más de 20 revistas indexadas, especializadas en el tema; referidas en la bibliografía de la revisión,

que desafortunadamente no son consultadas por los profesionales que trabajan en reproduccion ni

por los ganaderos lo que impide el conocimiento de nuevas estrategias y metodologías que en

determinado momento ayudarían a mejorar los parámetros reproductivos de la ganadería nacional.

Con base en la información consultada se puede decir que es posible establecer un protocolo o

rutina de manejo nutricional de las vacas a partir del periodo seco, midiendo ojala metabolitos que

permitan prevenir y corregir a tiempo los desbalances nutricionales que puedan presentarse en las

diferentes etapas productivas y reproductivas en las hembras bovinas. Igualmente la información

disponible permite decidir en qué momento, con qué tipo de nutriente, en que cantidades, y a cuales

animales suplementar. Los manejos implementados deben ser analizados desde el punto de vista

de económico.

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