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Curso 2014-2015 Ceip Juan XXIII – Murcia - 5º C LA CUEVA DE LA COMADREJA Un cuento colaborativo

La cueva de la comadreja

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Cuento realizado por los alumnos y alumnas de 5º C, curso 2014-15, del CEIP Juan XXIII de Murcia, mediante la herramienta de trabajo colaborativo WIKI

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Curso 2014-2015 Ceip Juan XXIII – Murcia - 5º C

LA CUEVA DE LA COMADREJA

Un cuento colaborativo

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Este cuento se ha realizado como ejercicio de creación en el área de lengua Castellana y Literatura por el alumnado de 5º Nivel de Educación Primaria, grupo C.

El alumnado ha utilizado una herramienta de trabajo colaborativo, WIKI, que se haya en la plataforma Aula XXI, la cual es utilizada de manera habitual en el desarrollo de nuestras clases clases.

El procedimiento para la realización del cuento ha sido el siguiente:

El profesor inició el cuento escribiendo los dos primeros párrafos. A partir, de ahí, los alumnos y alumnas de la clase continuaron la historia. Cada vez que un alumno/a escribía su parte, desde su ordenador personal, se ponía en contacto con el alumno/a siguiente en la lista de clase. Los alumnos y alumnas debían leer lo escrito con anterioridad para continuar de manera coherente la historia.

Cada cierto tiempo, se procedía a la lectura en común y a la corrección ortográfica y de estilo.

El lector debe tener presente que se trata de un ejercicio, por lo que le pedimos que sea indulgente en su crítica.

Esperamos, no obstante los fallos que se puedan detectar, que os guste y sepáis apreciar el trabajo y el esfuerzo hecho por estos pequeños aprendices de escritores.

Antonio Rubio Calín

Profesor tutor

La Cueva de la comadreja

Murcia – El Ranero Junio de 2015

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Han participado: Jean  Paul   Borbón   Borbón  Silvio   De  la  Fuente   Molina  Marina   Díez   Martínez  Lucía   Fernández   Hernández  Enrique   Fuentes   Garrido  Sergio   Gallego   Nicolás  Gustavo   García   Fernández  Juan  Eduardo   Hernández     Martínez  Pablo   Legaz   Motas  Andrés   Lorenzo   Ramos  Pastora   Montilla   Velasco  Beatriz   Moreno     Martínez  Laura   Muñoz   Sáez  Elena   Nicolás   García  Sergio   Olmos     González  Guillermo   Orenes   Miñana  Andrea   Roda   Tudela  Ana   Ros   Torralba  Sergio   Ruiz   Sánchez  Víctor  Hugo   Salcedo   Cárceles  Jorge   Segura   Miras  Francisco  de  Asís   Tomás   Canto  Lucía   Vicente   Albarrasín  Amir   Zabad   Othman  David   Zapata   Martínez  

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"La cueva de la comadreja"

Aquella mañana, Jaime y su amiga Carmen salieron a dar un paseo por el parque. Acababan de dar vacaciones en el colegio y habían quedado para ir a buscar al resto de amigos y amigas. No sabían qué hacer. Habían sacado buenas notas y, la verdad, aunque el profe había mandado algunas tareas "para que no os aburráis", según les había dicho, ninguno tenía de momento muchas ganas de ponerse a trabajar.

Al poco de estar en el parque, apareció el resto de la pandilla: Paco, Gema, Luis y Vicente, el hermano pequeño de Gema.

—— ¿Qué se os ocurre qué podríamos hacer? — Preguntó Luis.

—— Se me ocurre que podríamos organizar una excursión para el fin de semana —— Dijo Vicente —— De esa manera podríamos investigar la "Cueva de la Comadreja".

La "Cueva de la Comadreja" se encontraba en un monte cercano. Casi nadie iba por esa zona porque según una leyenda, por la tarde se oían gritos y aullidos y según los chicos más mayores del barrio, en su interior habitaba un bicho enorme que se alimentaba de niños. Claro que todos sabían que los "mayores" disfrutaban contando cosas horribles para asustar a los más pequeños. Además, muchos de ellos ni siquiera habían ido nunca a ese lugar.

Al día siguiente, la pandilla fue a la cueva de la comadreja. Al principio, les dio un poco de miedo; así que Paco y Luis dijeron que no era una buena idea entrar; Pero los demás decidieron entrar.

Paco y Luis se fueron. A la mitad del camino se perdieron y necesitaban ayuda; aunque, los demás no les escucharon, ya que la cueva era tan profunda que apenas se escuchaban voces de fuera. Paco y Luis estaban tan asustados que decidieron volver con los demás, ya que a lo mejor el bicho estaba fuera de su cueva cazando niños. Gema y su hermano pequeño no lo dudaron y fueron a por Paco y Luis. Después de un buen rato, Paco y Luis encontraron a los demás. Jaime y Carmen, todavía en la cueva, no se dieron cuenta de que era de noche y por las noches, el bicho se refugiaba en su cueva ya que el salir de noche le causaba graves heridas. Paco, Luis, Gema y su hermano por fin habían salido del monte. Pero Jaime y Carmen empezaron a escuchar sonidos raros y gritos. Jaime y Carmen estaban tan asustados que decidieron salir; pero no encontraron la salida. Para no encontrarse con el bicho se escondieron en un hueco que había en la pared.

Mientras se escondían, se acuchaba una voz. Era una voz grave; al escucharla, Carmen gritó —¡Socorro , socorro!— Jaime, al escucharla gritar, le tapó la boca. En ese instante pasó una bestia negra , grande y peluda

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. Gema, Paco, Luis y el hermano de Gema , escuchaban voces dentro de la cueva .

—Hay que entrar a ayudarlos — Dijo Gema, un poco aterrorizada .

—Y, ¿como vamos a hacer eso ? — preguntaron Paco y Luis a coro. Mientras que pensaban , en la cueva, Carmen y Jaime pensaban un plan para escapar sin que la bestia los viera . — Ya se qué podemos hacer , habrá que lanzar unas piedras para que la bestia se marche a ver qué es el ruido y así nosotros podremos escapar — exclamó contento Jaime . — ¡Qué buena idea! ¡Mamos a la obra! — exclamó Carmen, ansiosa .

Los dos niños empezaron a lanzar rocas pero la bestia no se marchaba . — No funciona , esperaremos a que los demás vengan a rescatarnos — dijo Jaime preocupado. —¿Y si no vienen a por nosotros? — respondió Carmen preocupada . —Esperemos a que vengan, si vemos que no vienen , ya veremos qué hacer — dijo Jaime.

Pasaron unas horas y no venían a por ellos. Carmen y Jaime empezaron a preocuparse. Carmen le pregunto a Jaime. —¿Qué hacemos? Hace mucho tiempo que no vienen. Jaime, preocupado, no contesto. Al fin decidieron salir, pero no muy convencidos. Intentaron buscarlos, pero nada. Pensaron que lo que decían los mayores era verdad, porque no los encontraban. Carmen y Jaime se quedaron preocupados por si les había pasado algo a sus amigos. Decidieron seguir buscando y no parar, porque siempre habían sido amigos. Carmen estaba triste porque no los encontraban, Jaime intentó consolarla. Pero Carmen no paraba de dar vueltas y vueltas por el recinto por donde estaban. Preguntándose dónde podían estar. Jaime decidió entrar de nuevo a la cueva.

Antes de que Jaime pudiera dar un solo paso, se escucharon tripas rugir. Al momento, Jaime y Carmen se escondieron. La bestia pasó otra vez; pero, para salir de la cueva, pues volvía a estar hambriento. Cuando pasaba por delante de donde estaban escondidos Jaime y Carmen, se paró y se puso a olisquear. Carmen por poco se pone a gritar; pero, por suerte, Juan le tapó la boca la bestia se marchó y los dos chicos entraron en la cueva para investigar. En una de lar paredes encontraron unos escritos muy raros θΘωψφ Ð≠≈εΦπ . No tenían ni idea de que podía dignificar esos símbolos; así que le sacaron una foto y se fueron de la cueva a buscar a sus compañeros porque estaban muy preocupados ya que seguían sin llegar nadie a buscarles. Tras caminar un buen rato los amigos se encontraron una vez más.

Paco, Gema Luis y Vicente se sorprendieron, ¡por fin estaban todos reunidos!. Paco dijo: —¡Vámonos ya de aquí! —pero los demás no le hicieron caso, pues querían investigar la cueva más. Por el camino de la cueva, Jaime y Carmen se acordaron de las escrituras tan raras que encontraron, al momento, se escuchan unos pasos, y los niños aterrorizados se escondieron detrás de un montón de rocas. En efecto era el bicho, que se acercó al montón de rocas y se acostó. Los niños no lo sabían; pero, en realidad ese montón de rocas era

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su cama. La pandilla, silenciosamente, salió de ese montón de rocas. Cuando los niños siguieron un camino interminable, se encontraron con tres caminos más que se dividían. En cada uno unas escrituras. En una ponía esto: ᒎᘐאჯᔓᒎᙡ, en otro esto: ḰᘮᗢᎩᗩᘐ y en otro esto: θΘωψφ Ð≠≈εΦπ, Jaime y Carmen se acordaron de este símbolo y se fueron por ahí. Como los demás no sabían cual elegir, se fueron con Jaime y Carmen. Siguieron por el camino y se escucharon ruidos, cada vez más y más fuertes. Vicente dijo: —¿De dónde vendrá ese ruido? Al seguir por el camino se encontraron con agua y se tranquilizaron todos. De repente, se oyeron los pasos de la bestia cerca, — Esta vez no había ningún lugar donde esconderse — Pensaron —¡Qué vamos a hacer! — grito Paco. Gema dijo —¡Correr!

Esta vez la bestia seguía sus pasos. Pensaban que era el fin; pero no, se encontraron un hueco por donde no podía entrar la bestia. Estaban salvados, por ahora; pero no completamente hasta que saliesen de la cueva.

Como estaban tan apretados, Vicente ni se dio cuenta de que activó un mecanismo que abrió una puerta en la roca. Al mismo tiempo, la bestia se dio cuenta de que tenía intrusos. Aterrorizada, la pandilla echó a correr por el interior de ese túnel. Poco después, el camino se dividía en dos y, Luis dijo. —¿Por qué no nos separamos? — Todos dijeron al unísono "¡Sí!", menos Carmen que pensaba que era mejor volver a todo correr.

Llegaron a un lugar sin salida; pero, otra vez , Vicente activó un mecanismo que, al mirar afuera Jaime se dió cuenta que ... ¡era el mismo hueco en el que habían visto a la bestia por primera vez!. Gema dijo —¡ Sshhh! — Todos se callaron y empezaron a escucharse unos fuertes rugidos al fondo. Gema, Vicente, Paco y Luis tenian curiosidad por saber si la bestia era verdadera o sencillamente uno o dos niños disfrazados. Así es que Vicente dijo: —Vamos a echarlo a votaciones: si nos vamos o nos quedamos para investigar ese lenguaje, la bestia... —Paco dijo: — ¿Quién quiere irse? Y nadie levanto la mano — Gema dijo: — ¿Y quedarse? — Y los cuatro levantaron la mano. Luis pregunto: —¿ Pero dónde pasamos la noche?, o ¿Nos vamos a casa y mañana volvemos?— Todo el mundo contesto: —¡En el bosque! Luis dijo: — ¡ Haremos una hoguera !

Cuando se levantaron por la mañana volvieron a la cueva los cuatro. Aprovecharon que la bestia seguía durmiendo para adentrarse en lo más profundo de la cueva. Miraron los signos tan raros que habían en la puerta. No entendían nada. Parecía imposible descifrar los signos; pero, entonces Vicente tropezó y movió una roca sin querer que tapaba unos signos en los ponía la traducción. También había un texto de signos al lado de la pared.

El hermano de Gema empezó a traducir los signos. En el texto ponía: “Elije el camino que da la felicidad”. En el primer camino ponía riqueza, en el segundo ponía vanidad y en el tercero ponía verdad. Al final después de pensarlo mucho tiempo eligieron el tercer camino.

Los cuatro fueron rápido porque la bestia se estaba despertando. Al final del camino había un tobogán de piedra que les llevaba hacia muy abajo, los

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cuatro se lo pensaron. Pensaban que si iban hacia abajo luego no podrían salir. Entonces la bestia se despertó y se dio cuenta de que había intrusos.

La bestia olfateó hasta que se metió en la tercera puerta. Entonces los cuatro ni se lo pensaron para bajar.

Bajaron y no había salida, la bestia bajó también. Entonces la esquivaron y vieron una palanca y la accionaron. Se abrió una puerta, entraron y había una escalera de rocas por la que subieron hasta la superficie.

La bestia fue corriendo hasta donde estaban los cuatro y se llevó a Paco a su escondite secreto, donde lo colgó boca abajo y le tapó la boca con cinta adhesiva para que no pudiese gritar.

Gema, Luis y Vicente pensaron un plan para rescatar a Paco. El plan consistía en que Luis tenía que distraer a la bestia diciéndole: “¿A qué no me atrapas? Bicho feo y repugnante”, “Eres más lento que un bebé”, “Seguro que ni tienes raza de lo tonto que eres, y si la tienes, que creo que no, alguno de tú raza piensa más que tú". Mientras que Gema y Vicente intentaban salvar a Paco.

El plan les salió como habían planeado y consiguieron que la bestia se enfadara y se fuese a otro escondite de la cueva, planeando su venganza. Cogieron a Paco. Le preguntaron qué le había hecho la bestia para que tan asustado estuviese. Y les dijo lo que le había hecho.

Mientras tanto la bestia planeaba su plan que consistiría en que los asustaría a todos y aprovecharía para ponerles zancadillas y así, espantarlos de su cueva para que no le molestasen.

Los amigos se dieron cuenta que utilizando la violencia contra la bestia, no les servía de nada ni para salir de la cueva ni para escaparse de aquel enorme bicho. Entonces a Gema se le ocurrió una idea: —¿Por qué no intentamos acercarnos para hablar con él? Sus amigos dijeron que no; pero Gema siguió con su explicación: — Pensarlo bien. A lo mejor es bueno y solo tiene miedo y no nos quiere hacer daño.

Casi convencidos decidieron seguir el plan de Gema y fueron a buscar a la bestia. Gema le preguntó a la bestia: —¿Por qué no quieres ser nuestra amigo? No te queremos hacer daño, yo sé que en el fondo tu eres bueno y que solo tienes miedo porque siempre estás solo.

—¡ROAR ROAR! — Gruñó la bestia —Creo que no está interesada en serlo, Gema. —dijo Vicente.

—¡Corred! — gritó Gema.

Corrieron mucho hasta una habitacioncita que había en la cueva. En ella, encontraron a un ancianito tumbado en el suelo, probablemente enfermo.

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—Señor, ¡Eh! ¿Está usted bien? —¿Qué? —contestó el anciano.

—Creo que está un poco sordo.—dijo Gema.

—¿QUEEÉ? PARA NADA ESTOY GORDO. — Gritó el anciano.

—¿Cuánto tiempo lleva usted aquí? —dijo Vicente.

— Uffff. Siglos.

—¿Qué edad tiene?—dijo Gema.

—Emmmm? — Creo que un siglo y pico —Dijo el anciano — Me llamo Bob. Con el tiempo he aprendido a esconderme y a leer el lenguaje antiguo. Escuchad con atención : θΘωψφ significa VAS A y Ð≠≈εΦπ significa morir . Así que si leéis esto no caminéis muy a gusto porque θΘωψφ Ð≠≈εΦπ significa vas a morir.

— Pe, pero, señor, no nosotros vimos esos símbolos varias ve—ve—veces —Dijo Luis.

—¿Sois esos muchachos que se metieron a la cueva? Es que...me lo dijo LA COMADREJA —Dijo Bob.

—¿Habla con las comadrejas? ¡Puaj! ¡Qué asco! —Dijo Gema.

— No, la comadreja es el guardián de ......ZZZZZ —Dijo el señor, durmiéndose.

— ¡Pues qué bien!, dijo Gema — Y,ahora ¿ qué hacemos ? —

— Vamos a despertarlo, contestó Vicente —

Y eso hicieron, lo zarandearon varias veces y al final se despertó.

— Señor, que se ha quedado dormido a medio de contestarnos. La comadreja es el guardián de qué — le preguntó Vicente—

— Perdonar chicos, últimamente siempre tengo sueño, la comadreja es el guardián de la cueva.

— Pero ¿ Qué hay en la cueva ? le gritaron todos —

— Eso tendréis que descubrirlo vosotros mismos —contestó Bob.

Los chicos ya no sabían qué hacer, ¿Quién era ese viejo tan extraño? ¿Quién era en realidad la comadreja? ¿Quién era la bestia?, ¿Eran lo mismo? ¿Qué misterios se escondían en esa cueva ? Demasiadas preguntas

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Los niños ahora estaban más intrigados que nunca. Aquel anciano les había dejado muchas preguntas sin contestar y ellos decidieron que tenían que averiguarlo todo.

Había que empezar por saber si la comadreja y la bestia eran solo uno, si en aquel lugar podían encontrar un tesoro y, sobre todo, saber qué hacía aquel anciano escondido en aquella cueva.

Así que Luis, Paco, Gema y Vicente se convirtieron en unos auténticos investigadores.

Ya no tenían ningún miedo solo pensaban en cómo averiguar toda aquella historia tan interesante y poder contárselo a los mayores para que dejaran de meter miedo a los pequeños

Los niños ahora estaban más intrigados que nunca. Aquel anciano les había dejado muchas preguntas sin contestar y ellos decidieron que tenían que averiguarlo todo.

Entonces decidieron hacer un refugio donde recoger pruebas e investigarlas tranquilamente sin necesidad de estar huyendo de la comadreja. La mayor pregunta de los amigos era: ¿La comadreja y el monstruo eran diferentes seres? Lo averiguarían cuando Luis propuso la fantástica idea de ir juntos a investigar la cueva. Se hicieron armas: lanzas, cuchillos y arcos con madera y piedra. Y comenzó la aventura todos los amigos. En fila india avanzaron sigilosamente por la cueva.

Luis dijo — ¡Mirad! ¡Allí hay un símbolo de esos extraños! ΦΑΩÐ ¿Qué significará?

— Tiene los símbolos alpha y omega — Comentó Luis. ¡Mirad, un papel! pone los significados de los símbolos — Gritó Vicente.

Y... ¿Qué pone? —Preguntó Paco. Comadreja es alpha y omega, es bestia y animal. —Tradujo Vicente.

Entonces la bestia y la comadreja son lo mismo —Dijo Paco.

En ese mismo instante se escucharon unos llantos ¡Buuuaaaahhhh! ¡Buuuaaaahhh!!

Paco dijo —¡Es la comadreja! ¡Huid!

Todos corrieron asustados al refugio de la cueva. Pero, Vicente dio la vuelta y le lanzó una lanza. La lanza rebotó en la dura piel del animal. Vicente no reaccionó y se quedó parado frente a ella. Sus amigos gritaron ¡Noooo!

Antes de que la criatura atacara a Vicente, el viejo Bob, que acababa de aparecer, lo apartó y le clavó una especie de bastón. Entonces Bob gritó — ¡Correr! La pandilla corrió al refugio, mientras Gema lloraba porque había

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estado apunto de perder a su hermano. Se escondieron en su refugio mientras escuchaban la voz de Bob peleando. Pasaron los minutos y Bob fue al refugio diciendo con voz cansada y dolorida —Ayudadme...¡Ay! le he herido pero aún esta fuera.

Y ¿Por qué solo le ha hecho daño su bastón? —Preguntó Paco.

— Porque en una explosión minera se le cayó la piel e hice este bastón, con su propia piel — Dijo Bob.

Entonces Jaime propuso ir a investigar que le había pasado a la criatura.

Cuando llegaron la vieron tendida en el suelo gimiendo. Paco se acercó un poco y la acarició; pero, la bestia soltó por la boca una sustancia muy pegajosa. Bob les dijo que la echaba cuando se sentía amenazada y no sabía qué hacer. Carmen, les propuso ir a investigar ya que la bestia estaba débil. Fueron en el sentido contrario a la bestia. Al llegar a un camino que se dividía en dos, Bob les dijo que fueran por la derecha y si no que dieran la vuelta.

Carmen propuso ir por la izquierda y no se decidieron. Gema dijo que no se pelearan así que... — Lo haremos jugando a lo de piedra, papel o tijera.

Carmen sacó tijera y Bob sacó papel; así que toco ir por la izquierda.

Jaime, Carmen, Vicente, Bob y Gema se pusieron en marcha y se encontraron con un pequeño murciélago. Vicente se acercó y dijo — Mirad ese murciélago. Carmen dijo — Cuidado los murciélagos muerden. De repente, habla el murciélago y dice — ¡Qué tonterías decís! Los murciélagos no muerden, sobre todo yo. Gema se quedó asombrada y se acercó al murciélago preguntando : — ¿Conoces a la bestia? — Y el murciélago responde — Claro. Es mi amigo, es una buena persona ¿Por qué lo decís? Él no es malo, no pretende hacer daño a la gente, solo por su aspecto os asustáis y os pensáis que es malo.

Entonces, Bob dice — No puede ser. Me ha hecho una gran herida. Y, todos a la vez contestan — Eso, eso, eso.

El murciélago dijo — Tranquilizaros, no pretendo molestar, pero, a lo mejor, se sintió ofendido.

A lo lejos de la cueva, se oía una voz grave que se acercaba cada vez más ¡Era la bestia! Todos se sentían muy asustados. Y la bestia dijo: — Hola, perdonad por lo de antes, yo solo pretendo ser vuestro amigo. Carmen las más miedosilla del grupo le dio un beso, un abrazo y la bestia se quedo en blanco.

La bestia, tras unos instantes, le dijo gracias y al ver a Bob asustado, le cogió el brazo y cuando vio la herida le dijo unas palabras: — ¡Dugo labundio! y de repente la herida que tenía en el brazo desapareció. Le había curado. Todos se quedaron impresionados.

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En ese momento, Luis se acordó de que Bob les había dicho que la bestia guardaba un tesoro. Aún con miedo Luis, le preguntó — Bob nos ha contado que guardas un tesoro, ¿Es verdad? — Al oír la palabra tesoro, a la bestia le volvió a salir esa sustancia verde y pegajosa. Luego, los ojos se convirtieron en llamas muy ardientes. Por último, soltó un grito que casi los volvió sordos y en ese momento fue a atacarlos. — ¡Corred, rápido! — les gritó el murciélago.

Al final del camino se encontraron una gran pared. — ¡Socorro, socorro! — Chilló Gema.

Cuando Gema chilló, Vicente se asustó y se apoyó en una gran roca, que en realidad, era un mecanismo para pasar al otro lado de la puerta.

— ¡Haaaaaala! — Dijo Paco. El paisaje que estaban viendo era precioso : Un lago subterráneo de aguas cristalinas, árboles de cristal que despedían mil reflejos. También habían muchos tipos de animales: ardillas, ciervos, conejos, pájaros ... La bestia entró, pero muchísimo más calmada.

— Lo siento, cada vez que oigo la palabra tesoro me acuerdo de mi maldición. — Les dijo la bestia. — ¿Nos la puedes contar, por favor? — Dijeron al unísono los niños. — ¡Noooo! — Rugió la bestia, y se fue.

Pero cuando se fue, dejó unos símbolos en un árbol, eran estos °Ωθψ∏ŠΩ ñáφφÆ, que significaba “iros de aquí o pagaréis las consecuencias”.

Los niños la siguieron; pero, un rato después, los niños la perdieron de vista. Se habían perdido otra vez.

Vicente se puso a lloriquear mientras decía: —¡Quiero a mi mama! Gema lo intentó calmar mientras le abrazaba. Y, de repente, se puso a llover, y Luis dijo: —Rápido, volvamos a la cueva, creo que está por aquí.

Todos siguieron a Luis y, al entrar otra vez a la cueva, se dieron cuenta de algo: El señor de antes estaba mal herido junto a unas rocas. Todos fueron a acercarse a él, y cuando estaban ahí, les dijo:

—Pase lo que pase, nunca le digáis a la bestia, la palabra “tesoro”.

—¿Y por qué no se la tenemos que decir? Preguntó Gema.

— Porque se enfada muchísimo.

— ¿Y dónde está la bestia esa ahora? Preguntó Vicente.

— En la cueva de antes.

— ¿Cuál? dijo Paco.

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— Dónde esta la cama de la bestia.

— Muchas gracias, Bob.

— Por cierto, llevaros mi bastón, solo por si se pone feo — Les dijo el anciano.

— Vale — Contestaron.

Entonces, todos fueron al lugar donde les había dicho el viejo. Pero no hubo suerte. En ese momento, no estaba la bestia. Todos buscaron por todas partes, pero no estaba. Entonces, todos volvieron al lugar donde estaba el viejo Bob. De repente, vieron a la bestia llevándoselo a fuera. Cuando lo vieron, todos gritaron: — Déjale en paz. La bestia les gritó: ¡Nooooo! Todos siguieron a la bestia por todo el bosque, pero no la alcanzaban. Hasta que la comadreja paró en un árbol y les dijo:

— Se acabó de huir. Os voy a explicar porqué me molesta mucho la palabra "tesoro". Cuando era un bebé—comadreja mis padres eran los guardianes del tesoro de la Dinastía de las Comadrejas. Llegó un cazatesoros y logró robar la mitad de las riquezas, arrebatándome mi mayor tesoro: mi familia. A los pocos días, escondí lo que quedaba de tesoro en los más profundo de la cueva y escribí los símbolos para dar miedo a la gente del pueblo. Sigo soñando volver a ver a mis padres.

Gema, la llorona del grupo, no paraba de sonarse la nariz.

Mientras, Jaime pensaba cómo podría ayudar a la comadreja a encontrar a sus padres. Comenzó a recoger señales que el cazatesoros había dejado en su huida: un trozo de mapa, un trozo de su camisa y una huella. Entonces a la mañana siguiente Jaime , Carmen , Luis , Paco y Vicente fueron a recoger al monstruo para averiguar donde estaban sus padres y donde se escondía la otra mitad del tesoro.

Iban tan tranquilos hasta que, de repente, una pequeña ardilla le dijo

— Si a sus padres quieres encontrar propina me has de dar —

Y le dieron dos euros. Entonces les dijo — Tenéis que ir todo recto y cuando lleguéis al árbol más grande os encontrareis con algo —

Le hicieron caso. Al cabo de un rato había un árbol muy grande y ahí se encontraron con sus padres. Y sus padres les dijeron donde estaba el tesoro; pero, ellos no podían ir con porque si no les matarían.

Después de dos horas se enfrentaron a la aventura. al cabo de mucho tiempo encontraron la entrada al refugio y ahí estaba el cazatesoros. Muy sigilosamente,, Jaime fue a por el tesoro; pero, cuando volvía, se cayó en los brazos de Carmen y en ese momento supo que era el amor de su vida.

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Más tarde salieron de la cueva con el tesoro. Entonces el monstruo les pilló por sorpresa y se los llevó al fondo de la cueva. En ese momento vino Bob a rescatarlos a todos.

Estaban saliendo de la cueva. Había de nuevo dos caminos y no sabían cual escoger y decidieron ir por el de la derecha. Pero ese era el camino malo. El otro era el bueno. Por el que se fueron Jaime, Carmen, Luis, Paco y Vicente habían trampas. Y Vicente cayó en una de las trampas. Carmen cayó en otra peor.

Les intentaron ayudar, pero no podían salvarlos. Y se fueron sin ellos.

Continuaron por el camino. Era largo y desesperante. Gracias a Dios, nadie más calló en las trampas.

Llegó un punto en el que se acababa el camino. Luis, Gema, Paco y Jaime no sabían qué hacer. Luis dijo que volvieran y todos le hicieron caso pues él era el más valiente del grupo.

Al intentar volver del camino malo intentaron de nuevo rescatar a Carmen y Vicente. Rescataron a Vicente primero por que como era el más pequeño les costaba menos. Después intentaron rescatar a Gema; pero, como pesaba tanto se cayeron todos. Entonces se abrió una trampilla que les llevó a una laguna subterránea. Todos consiguieron salir. Cuando salieron de la laguna, se dieron cuenta de que había un barco encayado en la laguna. Todos se pusieron a pensar y preguntarse... ¿Cómo ha llegado hasta aquí?¿Por que?¿Cuándo?.

Paco dijo: — ¿Y si ha sido el cazatesoros?

Nadie contestó a esa pregunta pues están todos muy confundidos.

Entonces se pusieron a investigar el barco.

Encontraron un cadáver dentro del barco y todos se preguntaron si sería ese el caza tesoros?

De repente vieron que el barco se movía y decidieron ir en el sitio donde estaba el volante. Cuando fueron, se encontraron que en el barco no había nadie y, a la vez, estaba en movimiento.

— ¿Qué hacemos? — Preguntó Gema.

— Podríamos pedir ayuda. — Dijo Vicente.

Y decidieron llamar al servicio de rescates por teléfono.

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— ¿Tienes el móvil a mano? — Dijo Carmen a Vicente.

— No. — Respondió Vicente.

— ¡ESTAMOS PERDIDOS! — Dijo Gema y se puso a llorar.

— ¡SOCORRO! — Gritó Carmen.

Por suerte, les oyeron unos señores que iban en una barca y les recogieron.

— ¡Muchas gracias! — dijeron todos a coro.

— De nada — dijeron los de la barca. — Si queréis os llevamos a algún sitio.

Y como os podréis imaginar pidieron que les llevaran al pueblo. Y así, terminaron su aventura felizmente.

FIN

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