Juegos de Patriotas - Tom Clancy

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Un da de sol en Londres

Ryan estuvo a punto de morir dos veces en el trmino de media hora. Algunas cuadras antes de llegar a destino, hizo detener al taxi en que viajaba. Era un da claro y hermoso y el sol ya estaba bajo en el horizonte azul. Ryan haba permanecido horas sentado en sillas de madera de respaldo recto y tena ganas de caminar un poco para desentumecerse. Haba relativamente poco trfico en las calles y no demasiada gente caminando por las aceras. Eso le result sorprendente, pero se prepar para lo que sucedera durante la hora pico de la tarde. Decididamente esas calles no haban sido trazadas para la cantidad de automviles que ahora circulaban y Ryan estaba seguro de que el caos de la tarde sera algo digno de ver. La primera impresin de Jack con respecto a Londres fue que deba de ser una ciudad excelente para recorrerla a pie, y avanzaba con su habitual paso gil, herencia de su permanencia en la Infantera de Marina, y marcaba inconscientemente el paso golpeando contra una pierna el borde de una tablilla con sujetapapeles que llevaba en la mano.

Al llegar a la esquina y ver que no haba trfico, se apresur a cruzar. Automticamente mir primero a la izquierda, despus a la derecha y por fin de nuevo a la izquierda, tal como lo haba hecho siempre desde la infancia, y entonces baj a la calle... Y casi fue atropellado por un mnibus colorado de dos pisos que pas casi rozndolo a apenas sesenta centmetros de distancia. Disclpeme, seor al volverse Ryan se top con un polica, y record que en Inglaterra esos agentes del orden reciben el nombre de "guardias". El oficial vesta uniforme completo, incluyendo el casco al ms puro estilo Mack Sennet. Le ruego que tenga cuidado y que cruce por las esquinas. Tambin le aconsejo que repare en las seales pintadas en el piso que le indican si debe mirar a derecha o izquierda. Nosotros tratamos de no perder demasiados turistas a causa del trfico. Y cmo sabe que soy turista? En ese momento lo sabra por el acento de Ryan. El polica sonri con aire paciente. En primer lugar porque mir hacia el lado equivocado, seor, y adems porque se viste corno un norteamericano. Le vuelvo a rogar que tenga cuidado. Buenos das. Y el agente se alej hacindole un saludo amistoso con la cabeza, mientras Ryan se quedaba pensando por qu lo catalogaba como norteamericano su traje nuevo de tres piezas. Camin hasta la esquina, con la sensacin de haber sido reprendido. Un cartel junto con una flecha para los dislxicos indicaba que deba mirar HACIA LA DERECHA. Esper que cambiaran las luces del semforo y cruz cuidadosamente por las lneas pintadas de blanco. Se record que tendra que prestar especial atencin al trfico, sobre todo a partir del viernes, da en que pensaba alquilar un auto. Inglaterra era uno de los ltimos lugares del mundo donde se manejaba por la izquierda, al contrario de los dems pases. Estaba seguro de que le costara acostumbrarse. Pero todo lo dems lo hacen bastante bien, pens, apresurndose a sacar conclusiones despus de slo un da de estada en Gran Bretaa. Ryan era un buen observador, y con unas cuantas miradas se pueden sacar muchas conclusiones. Caminaba por un barrio comercial y de profesionales, los que paseaban por all estaban mejor vestidos que sus colegas norteamericanos, aparte de los jovencitos punk con sus pelos parados y teidos de anaranjados y de rojos. All la arquitectura era un mezcolanza que iba desde Octavio Augusto a Mies Van der Rolde, pero la mayora de los edificios exhiba ese aspecto antiguo y cmodo que en Washington o en Baltimore habran sido reemplazados por una hilera interminable y sin alma de nuevos cajones de vidrio. Ambos aspectos de la ciudad se amoldaban perfectamente con la

buena educacin y las buenas maneras de los habitantes. Para Ryan esas eran vacaciones combinadas con trabajo, pero la primera impresin le haca pensar que, a pesar de todo, le resultaran sumamente agradables. Sin embargo haba algunas notas discordantes. Not que demasiada gente llevaba paraguas. El haba tenido la precaucin de escuchar el pronstico meteorolgico del da antes de iniciar su viaje de inspeccin. Se pronosticaba una jornada agradable; en realidad hablaban de un da caluroso, a pesar de que la temperatura era de apenas diecisis grados. Sin duda un da clido para esa poca del ao, pero "caluroso"? Jack se pregunt si all hablaran del "veranito de San Juan". Probablemente no. Y entonces, por qu esa profusin de paraguas? Los londinenses no confiaran en los pronsticos meteorolgicos? Habr sido por eso que el polica supo que yo era norteamericano? Otra cosa que debi haber anticipado era la cantidad de Rolls Royce que circulaban. En toda su vida, Ryan apenas haba tenido oportunidad de ver algunos de esos autos, y all, a pesar de que las calles no estuvieran precisamente atascadas de autos de esa marca, se vean bastantes. El habitualmente se manejaba con un "escarabajo" VW de cinco aos de antigedad. Ryan se detuvo ante un quiosco de diarios y revistas para comprar un ejemplar de The Economist y tuvo que manipular durante varios segundos con el cambio que le acababa de entregar el taxista para pagar al paciente diariero, quien indudablemente ya lo tena catalogado como norteamericano. Al bajar de la acera empez a hojear la revista en lugar de prestar atencin a su camino, y en determinado momento se dio cuenta de que se diriga hacia el lado contrario al que deseaba ir. Se detuvo en seco y volvi a pensar en el mapa de la ciudad que estudi antes de salir del hotel. A Jack le resultaba casi imposible recordar los nombres de las calles, pero en cambio tena una memoria casi fotogrfica para los mapas. Camin hasta la esquina, dobl a la izquierda, recorri dos cuadras, dobl a la derecha y tal corno esperaba se top con St. James Park. Consult su reloj: llegaba quince minutos antes de lo previsto. Se encontraba ms all del monumento al duque de York y cruz la calle frente a un edificio de mrmol blanco amplio y clsico. Otra de las cosas agradables de Londres era la profusin de espacios verdes. El parque le pareci bastante extenso y el csped esmeradamente cuidado. Todo el otoo debi de haber sido particularmente clido. Los rboles todava conservaban gran parte de su follaje. Sin embargo no se vea demasiada gente por los alrededores. Bueno, pens, encogindose de hombros, hoy es mircoles. Mitad de la semana; los chicos deban de estar todos en el colegio y era un da hbil. Mejor an, pens. Deliberadamente haba

planeado el viaje para despus de la temporada turstica. No le gustaban las multitudes. Eso tambin lo aprendi en la Infantera de Marina. Papi! Ryan volvi la cabeza y not que su hijita sala de atrs de un rbol y corra hacia l, descuidando, como siempre, su propia seguridad. Sally lleg al lugar donde se encontraba su padre y choc contra l con la fuerza acostumbrada. Tras ella, como siempre, corra Cathy Ryan, que nunca era capaz de mantenerse a la par de ese pequeo tornado que tenan por hija. La mujer de Jack sin duda tena el tpico aspecto de la turista. De un hombro le colgaba su cmara Cannon de treinta y cinco milmetros. Cmo te fue, Jack? Ryan bes a su mujer. Tal vez los ingleses tampoco hagan esto en pblico, pens. Fantstico, chiquita. Me trataron como si fuese el dueo del mundo. Tom una cantidad de notas. Golpe suavemente la tablilla con el sujetapapeles. Y t no hiciste ninguna compra? Cathy lanz una carcajada. Aqu las tiendas hacen envos a domicilio. Le sonri de una manera muy particular, que hizo que Jack dedujera que haba gastado buena parte de la suma destinada a hacer compras, Y conseguimos algo realmente lindo para Sally. Ah, s? Jack se inclino para mirar a su hija a los ojos. Me pregunto qu ser. Es una sorpresa, pap. La chiquita se contoneaba y lanzaba las risitas tpicas de una criatura de cuatro aos. Seal el parque. Pap, all tienen un lago con cisnes y pecalinos! Pelcanos corrigi Jack. !Grandotes y blancos! Sally adoraba los pelcanos. Aj! observ Ryan. Mir a su mujer. Sacaste buenas fotografas? Cathy propin unos cariosos golpecitos a su cmara. !Por supuesto! Londres ya est canonizada, o hubieras preferido que pasramos todo el da haciendo compras? La fotografa era el nico hobby de Cathy Ryan, y sus tomas eran excelentes. Ja! Ryan mir a lo largo de la calle. All el pavimento, en lugar de negro era rojizo y el camino estaba bordeado por rboles que parecan hayas. Deba de ser el Mall. No lo recordaba con claridad, pero se negaba a preguntrselo a su esposa, que haba estado muchas veces en Londres. El palacio, que era ms amplio y austero de lo que l esperaba, se eriga como a doscientos metros de distancia, semioculto por un monumento de mrmol. All el trfico era un poco ms tupido, pero se mova con fluidez.

Qu vamos a hacer con respecto a la cena? Tomar un taxi hasta el hotel Cathy consult su reloj. O, si lo prefieres, podemos ir caminando. Se supone que el hotel tiene un buen comedor. Sin embargo todava es un poco temprano. En estos lugares civilizados hay que esperar hasta las ocho o las nueve de la noche. Vio pasar otro Rolls en direccin al palacio. Le gustaba la idea de comer en un restaurante, pero no con Sally. Las chiquitas de cuatro aos y los restaurantes de cuatro estrellas no eran una buena combinacin. A su izquierda oy el chirrido de los neumticos de un vehculo que clavaba los frenos. Se pregunt si en el hotel no habra una guardera... BOOM! Ryan salt al or la explosin que se produjo a menos de veinticinco metros de distancia de donde l se encontraba. Una granada le indic un `sexto sentido. Percibi el susurro de los fragmentos que volaban por el aire e instantes despus oy el estruendo de armas automticas que abran fuego. Se volvi y comprob que el Rolls haba volcado en plena calle. La parte delantera pareca ms baja de lo que deba ser, y la calle estaba bloqueada por un sedan negro. A la derecha del paragolpes delantero haba un hombre parado, disparando un rifle AK47 hacia el frente del auto, mientras otro corra alrededor del vehculo para llegar a la parte trasera izquierda. Abajo! exclam Ryan, aferrando el hombro de su hija a quien oblig a acostarse detrs de un rbol, y enseguida empuj a su mujer para que se acostara junto a la chiquita. Una docena de autos detenidos detrs del Rolls, ninguno a menos de quince metros de distancia escudaban a su familia de la lnea de fuego. El trfico de la mano contraria estaba bloqueado por el sedan. El hombre de la Kalashnikov disparaba contra el Rolls ininterrumpidamente. !Hijo de puta! Ryan levant la cabeza, sin poder creer lo que vea. Son esos malditos del IRA y estn matando a alguien justo... Ryan se corri levemente hacia la izquierda. Desde ese ngulo capt el rostro de la gente, que, a un lado y al otro de la calle se volva y miraba fijo, y en cada una de esas caras percibi el crculo oscuro de una boca abierta por la sorpresa. Esto est sucediendo realmente delante de mis propios ojos, as no ms, como si se tratara de una pelcula sobre los gangsters de Chicago, pens. Dos cretinos estn cometiendo un asesinato. Aqu mismo. En este momento. As no ms. iHijo de puta!

Ryan se movi un poco ms a la izquierda, al abrigo de un auto estacionado. Protegido por el guardabarros delantero, alcanzaba a ver a uno de los hombres parado junto a la parte trasera izquierda del Rolls, simplemente parado all, con la mano que empuaba la pistola extendida, como si esperara ver salir a alguien por la puerta del vehculo. La carrocera del Rolls impeda que Ryan viera al tipo de la AK, que se encontraba agazapado para controlar el arma. El pistolero ms cercano estaba de espaldas a Ryan, a slo quince metros de distancia. No se mova: centraba toda su atencin en la puerta trasera. Todava le daba la espalda. Ryan nunca recordara haber tomado una decisin consciente. Rode con rapidez el auto detenido, con la cabeza gacha, corriendo casi agazapado y cada vez ms velozmente, con la mirada fija en su meta: la base de la columna del atacante, tal como le haban enseado en el equipo de ftbol de la escuela secundaria. Slo tard unos segundos en cubrir la distancia, mientras deseaba ardientemente que su enemigo permaneciera inmvil tan slo un instante ms. Cuando estuvo a un metro y medio de l, baj los hombros y salt con ambas piernas a la vez. De haberlo visto, su entrenador se hubiese sentido orgulloso. El inesperado tackle lateral di exactamente en el blanco. La espalda del pistolero se arque y Ryan oy el crujido de huesos que se rompan en el momento en que su vctima se desplomaba hacia adelante. Un satisfactorio "clonk"! le indic que la cabeza del hombre haba chocado con el paragolpes antes de ir a dar al piso. Ryan se puso instantneamente de pie impulsado por un golpe de adrenalina y se agazap junto al cuerpo. La pistola del individuo se le haba cado de las manos y estaba tirada a su lado. Ryan se apoder de ella. Era una automtica de un tipo desconocido para l. Por el aspecto pareca una Makarov de 9 mm. o alguna otra arma de guerra de las fabricadas para uso militar en los pases del bloque comunista. Estaba martillada y no tena puesto el seguro. La tom cuidadosamente en la mano derecha porque la izquierda no pareca responderle demasiado bien, cosa que Ryan decidi ignorar. Baj la mirada para observar al hombre a quien le acababa de hacer el tackle y le dispar un tiro en la cadera. Despus levant la pistola hasta la altura de sus ojos y se corri al rincn trasero derecho del Rolls. Se agazap an ms y espi, protegido por la carrocera del coche. La AK del otro pistolero estaba tirada en la calle y el atacante disparaba sobre el auto con otra pistola, sosteniendo algo en su mano izquierda. Ryan respir hondo, sali de su refugio detrs del Rolls y apunt la automtica hacia el pecho del hombre. Pero en ese momento el pistolero volvi la cabeza y perdi el equilibrio al tratar de girar el arma que empuaba. Ambos dispararon el mismo tiempo. Ryan sinti

un fuerte golpe en el hombro izquierdo y not que su disparo haba hecho blanco en el pecho de su contrincante. La bala de 9 mm. golpe al pistolero y lo hizo caer hacia atrs, como si hubiese recibido un fuerte puetazo. Ryan volvi a disparar. Esa segunda bala golpe al pistolero debajo del mentn y le hizo estallar la parte posterior de la cabeza que vol convertida en una nube hmeda y rosada. Igual que si se tratara de un ttere movido por hilos, el pistolero se desplom sobre el piso sin un solo estertor. Ryan sigui apuntndole al pecho hasta darse cuenta de que estaba muerto. Oh, Dios! La oleada de adrenalina lo abandon con tanta rapidez como lo haba inundado. El tiempo fue adquiriendo su ritmo normal y de repente se dio cuenta de que estaba mareado y sin aliento. Tena la boca abierta, y jadeaba, como bebiendo el aire. Y esa fuerza misteriosa y desconocida que hasta ese momento mantena erguido su cuerpo, desapareci dejndolo dbil y al borde del colapso. El sedan negro retrocedi algunos metros, aceler y pas a su lado a toda velocidad, para doblar en la primera esquina. A Ryan no se le ocurri memorizar el nmero de la chapa. Estaba aturdido por la veloz secuencia de los acontecimientos que su mente todava no consegua captar. El individuo a quien haba baleado dos veces estaba claramente muerto, con los ojos abiertos, como sorprendido por ese golpe del destino, y con la cabeza rodeada por un amplio charco de sangre. Ryan qued petrificado al ver que en su mano izquierda enguantada sostena una granada. Se inclin para asegurarse de que el seguro todava estaba en su lugar, y enderezarse le result un proceso lento y doloroso. Despus mir el Rolls. La primera granada haba destruido la trompa del auto. Las ruedas de adelante estaban torcidas y las cubiertas completamente desinfladas. El conductor haba muerto. En el asiento delantero haba otro cuerpo cado. El grueso parabrisas estaba hecho trizas. El rostro del conductor haba desaparecido, era una masa roja y esponjosa. Haba una mancha roja en el vidrio que separaba el asiento del conductor del compartimiento de pasajeros. Jack rode el automvil y mir dentro de la parte trasera. Vio un hombre tirado en el piso y debajo, un trozo de vestido de mujer. Golpe suavemente el vidrio de la ventanilla con el mango de la pistola. El hombre se movi durante un instante, despus qued como petrificado. Por lo menos estaba vivo. Ryan mir su pistola. El cargador estaba vaco. En ese momento, respiraba en estertores. Las piernas se negaban a sostenerlo y las manos empezaban a temblarle convulsivamente, lo cual le provocaba agudas oleadas de intenso dolor en el hombro herido. Mir alrededor y vio algo que le hizo olvidar que...

Un soldado corra hacia l, seguido a corta distancia por un oficial de polica. Uno de los guardias del palacio, pens Jack. El hombre haba perdido su morrin de piel de oso pero conservaba en las manos un rifle automtico con la bayoneta calada. Ryan se pregunt con rapidez si el rifle estara cargado, y decidi que poda resultarle caro tratar de averiguarlo. Se dijo que ese era un guardia, un soldado profesional perteneciente a un regimiento de ataque, y que se haba visto obligado a demostrar que realmente tena pelotas antes de ser enviado al curso de perfeccionamiento que lo convertira en un juguete de asombro para los turistas que lo miraban con la boca abierta. Tal vez fuese tan capaz como un marine. Cmo habr llegado tan rpido hasta aqu? Lenta y cuidadosamente, Ryan estir el brazo con que sostena la pistola. Apret el botn que liberaba el cargador que cay vaco al piso. Despus hizo girar el arma para que el soldado comprobara que estaba vaca, la deposit en el piso y retrocedi para alejarse de ella. Trat de levantar las manos, pero la izquierda se negaba a moverse. El guardia segua corriendo gilmente, con la cabeza bien levantada mirando a derecha e izquierda pero sin que sus ojos se apartaran completamente de Ryan. Se detuvo a tres metros de distancia, con el rifle en posicin de disparar y la bayoneta directamente dirigida al cuello de Jack. Por la respiracin se lo notaba agitado, pero su rostro era una mscara inexpresiva. El polica no lo haba alcanzado y, con la cara enrojecida, hablaba en un pequeo transmisor de radio porttil. Tranquilo, soldado dijo Ryan lo ms firmemente posible. Sus palabras no causaron impresin. Hemos dejado fuera de cuenta a dos de los malvados. Pero yo soy uno de los buenos de la historia. La expresin del guardia no se modific. No caba duda de que era un profesional. A Ryan le pareca escuchar sus pensamientos: lo fcil que le resultara clavarle la bayoneta. Y Jack no estaba en condiciones de evitar ese ataque. PapiiPapipapii! Ryan volvi la cabeza y vio que su hijita corra hacia l, pasando delante de los coches detenidos. La criatura de cuatro aos se detuvo a pocos pasos de distancia, con los ojos abiertos de espanto. Se adelant corriendo para abrazar con ambas manos la pierna de su padre y le grit al guardia: No vayas a lastimar a mi papito! El soldado miraba estupefacto a padre e hija, mientras Cathy se les acercaba cuidadosamente, con las manos bien a la vista. Soldado anunci con su tono de voz ms profesional soy mdica y voy a restaar esa herida. As que baje esa arma, ya! El oficial de polica aferr el hombro del guardia y le dijo algo que Jack no alcanz a or. El ngulo del rifle se modific una fraccin cuando el soldado se relaj un poco. Ryan not que otros policas entraban corriendo en escena junto con un coche blanco que haca sonar

insistentemente su sirena. La situacin, fuera cual fuese, empezaba a estar bajo control. Pedazo de loco! Cathy examin desapasionadamente la herida de su marido, Haba una mancha oscura en el hombro de la chaqueta nueva de Jack que tena la lana gris de un rojo intenso. En ese momento, todo su cuerpo era presa de temblores. Apenas lograba mantenerse en pie y el peso de Sally que segua colgada de su pierna lo obligaba a balancearse. Cathy lo tom del brazo derecho y lo oblig a sentarse en el suelo, recostndolo contra uno de los lados del auto. Separ la chaqueta de la herida y le tante el hombro suavemente. Pero a l no le pareci que su mujer lo estuviera tratando con suavidad. Cathy busc un pauelo en el bolsillo trasero del pantaln de su marido y lo oprimi contra la herida, Esto me preocupa coment, sin dirigirse a nadie en particular, Papito, ests todo lleno de sangre! Sally se mantena a cierta distancia de Jack y sus manos se estremecan en el aire como las alas de un pichn. Jack se mora de ganas de tenderle los brazos, de decirle que todo estaba bien, pero los noventa centmetros de distancia que los separaban podran haber sido miles de kilmetros, y su hombro le informaba que las cosas decididamente no andaban bien para l. En ese momento el auto se encontraba rodeado por no menos de diez policas, muchos de ellos jadeantes por lo que haban corrido. Tres esgriman armas y vigilaban a la multitud que se iba reuniendo alrededor. Por el oeste aparecieron otros dos soldados da chaqueta colorada. Se acerc un sargento de polica. Antes de que pudiera decir palabra, Cathy lo mir para ladrarle una orden. Llame una ambulancia. Ya mismo! Ya est en camino, seora contest el polica con sorprenentes buenos modales. Por qu no permite que nosotros nos encarguemos de eso? Soy mdica contest ella, con tono cortante. Tiene un cuchillo? El sargento se volvi para sacar la bayoneta del rifle del primer guardia y se inclin para ayudar. Cathy sostuvo el saco y el chaleco para que l pudiera cortarlos y despus, entre ambos, cortaron la camisa para dejar el hombro al descubierto. Ella retir el pauelo. Ya estaba empapado en sangre. Jack inici una protesta. Cllate la boca, jack. Mir al sargento y seal a Sally con la cabeza. Aljela de ac. El sargento llam con un gesto a uno de los guardias, quien alz a Sally, y se alej algunos metros con ella en brazos, acunndola suavemente contra su pecho. Jack vio que su hijita lloraba

lastimeramente, pero de alguna manera, todo le pareca muy lejano. Sinti que la piel se le pona fra y hmeda... efectos del shock? Maldicin! exclam Cathy. El sargento le alcanz una gruesa venda, Ella la apret contra la herida y en el acto la venda se ti de rojo mientras Cathy trataba de colocarla en su lugar. Ryan lanz un quejido. Tena la sensacin de que alguien le hubiese pegado un hachazo en el hombro. Qu demonios tratabas de hacer, Jack? pregunt Cathy a travs de los dientes cerrados y mientras luchaba por vendarlo correctamente. Ryan le contest refunfuando y su repentino enojo le ayud a bloquear el dolor. No trataba nada.... lo logr, carajo! El esfuerzo que le exigi hablar prcticamente le quit la mitad de las fuerzas que le quedaban. Aj gru Cathy . Bueno, ests sangrando como un cerdo, Jack. Desde otro lado se acercaron ms hombres. Daba la sensacin de que cientos de sirenas convergan en la escena junto con una multitud de hombres, algunos uniformados, otros no, ansiosos por unirse al acontecimiento. Un polica de uniforme con charreteras ms ornamentadas que las dems empez a impartir rdenes a gritos. La escena era impresionante. Un sector del cerebro de Ryan la catalog. All estaba l, sentado contra el Rolls, con la camisa teida de rojo, como si le hubieran arrojado un baldazo de sangre. Cathy, con las manos cubiertas por la sangre de su marido, todava intentaba atarle correctamente el vendaje. Su hija jadeaba y lloraba en brazos de un joven soldado que pareca cantarle en un idioma que Jack no alcanzaba a descifrar. Sally no le quitaba los ojos de encima, con una angustia espantosa. Una parte como separada de su mente encontraba muy divertida la escena, hasta que otra oleada de dolor lo obligaba a volver a la realidad. El polica que evidentemente se haba hecho cargo de la situacin se les acerc despus de revisar el permetro. Sargento, hgalo a un lado orden. Cathy lo mir y contest furibunda: Abra la otra puerta del auto maldito sea! oye que aqu tengo a un hombre que se est desangrando? La otra puerta est trabada, seora. Permtame ayudarla. En el momento en que el oficial se inclinaba, Ryan oy una sirena distinta. Entre los tres lo corrieron ms amenos treinta centmetros y el oficial abri la portezuela del auto. Pero no lo haban alejado lo suficiente. Cuando la puerta se abri, uno de los bordes golpe el hombro de Ryan. Lo ltimo que oy antes de desmayarse fue su propio grito de dolor.

Ryan fue enfocando lentamente la mirada, y su conciencia era como una niebla algo variable que le mostraba objetos fuera de lugar y fuera del tiempo. Durante un momento estuvo dentro de alguna clase de vehculo. El movimiento lateral le provocaba dolores horribles en el pecho y perciba a la distancia un espantoso sonido atonal, aunque ese sonido tampoco era demasiado lejano. Le pareci ver dos rostros que conoca vagamente. Cathy tambin se encontraba all, verdad?; no, era gente vestida de verde. Todo era suave y vago con excepcin del ardiente dolor que tena en el hombro y en el pecho, pero cada vez que pestaeaba todo desapareca, Volva a estar en un lugar distinto. El cielo raso era blanco y al principio casi indefinido. De alguna manera Ryan se di cuenta de que estaba bajo la influencia de drogas. Era una sensacin que reconoca, aunque no recordaba por qu. Le tom varios minutos de perezosa concentracin darse cuenta de que el cielo raso estaba hecho de blancas placas acsticas sostenidas por marcos de metal blanco. Algunas de las placas estaban coloreadas y le servan como referencia. Otras eran de plstico transparente y de ellas emanaba una suave luz fluorescente, Tena algo atado debajo de la nariz y despus de algunos instantes sinti que inhalaba un gas fresco: oxgeno? Sus otros sentidos empezaron a emitirle datos, de a uno por vez. Se expandan de la cabeza hacia abajo y, a regaadientes, transmitan informes al cerebro. Tena cosas que no alcanzaba a ver adheridas al pecho. Senta que le tironeaban el vello con el que a Cathy le gustaba juguetear cuando estaba un poquito borracha, senta el hombro izquierdo... en realidad no lo senta para nada. Todo su cuerpo estaba tan pesado que no lograba moverlo ni un centmetro, Un hospital, decidi despus de varios minutos. Por qu estoy en un hospital...? Le tom un perodo indeterminado de concentracin recordar por qu estaba all. Cuando comprendi que haba matado a un hombre fue una bendicin que estuviera amparado por la bruma protectora de las drogas. A m tambin me balearon, no? Ryan volvi lentamente la cabeza hacia la derecha, junto a la cama vio un soporte con una botella de suero cuya manguera de goma se introduca, debajo de la sbana donde permaneca sujeto su brazo. Trat de sentir el catter que deba de tener pinchado en el brazo derecho, pero no pudo. Tena la boca seca como si fuera de algodn. Bueno, por lo menos no me hirieron el brazo derecho... Enseguida trat de volver la cabeza hacia la izquierda. Algo suave, pero muy firme se lo impidi. Ryan no estaba en condiciones de que le importara demasiado. Hasta la curiosidad que le inspiraba su estado fsico era tenue. Por alguna razn, lo que lo rodeaba pareca mucho ms importante que su propio cuerpo. Al levantar la mirada vio un instrumento parecido a un televisor, junto

con otros elementos electrnicos que no consigui reconocer desde ese ngulo. Una pantalla de electrocardiogramas? Algo por el estilo, decidi. Todo coincida. Estaba en una sala de terapia intensiva para pacientes operados, conectado, como un astronauta, mientras el personal decida si lograra o no sobrevivir. Las drogas lo ayudaron a considerar el asunto con una objetividad asombrosa. !Ah! As que estamos despiertos dijo una voz. Ryan baj el mentn y alcanz a ver a una enfermera de alrededor de cincuenta aos. Su rostro se pareca al de Bette Davis, arrugado por aos de fruncir el entrecejo. Jack trat de hablarle, pero tena la boca como pegada con engrudo. El sonido que emiti ms bien pareca un graznido. La enfermera desapareci mientras l trataba de decidir exactamente lo que significara ese sonido Algunos minutos despus apareci un hombre Tambin tena alrededor de cincuenta aos, era alto y delgado, y vesta guardapolvo quirrgico. De su cuello colgaba un estetoscopio y en las manos tena algo que Ryan no alcanzaba a ver. Pareca bastante cansado, pero en su rostro se pintaba una sonrisa satisfecha. As que estamos despiertos! exclam. Cmo se siente? Esa vez Ryan consigui emitir un importante graznido. El mdico?... le hizo una sea a la enfermera. Ella se acerc para ofrecerle a Ryan un sorbo de agua que ste bebi con una pajita. Gracias. Hizo un buche con el agua. No era bastante para tragarla. La piel de su boca pareci absorberla en el acto. Dnde estoy? En la unidad de terapia intensiva del Hospital St. Thomas. Se est recuperando de una operacin que le hemos practicado en la parte superior del brazo izquierdo y en el hombro del mismo lado. Soy su cirujano. Mi equipo y yo hemos estado trabajando con usted durante ms o menos seis horas, y por lo visto dira que es muy probable que viva agreg el mdico juiciosamente. Pareca considerar a Ryan una obra exitosa. Con cierta lentitud e indolencia, Ryan pens para sus adentros que el sentido del humor ingls, por admirable que fuese en otros casos, le resultaba un poco seco para una situacin como la suya. Estaba ensayando una respuesta cuando Cathy entr en escena. La enfermera estilo Bette Davies se apresur a ahuyentarla. Lo lamento, seora Ryan, pero slo los mdicos... Soy mdica declar Cathy, exhibiendo su tarjeta de identidad. El cirujano la tom. "Instituto de Ojos Wilmer, Hospital John Hopkins" ley. El cirujano le tendi la mano y le dedic una amistosa sonrisa de esas reservadas para los colegas. Cmo est, doctora? Soy Charles Scott.

As es confirm Ryan en medio de su mareo. Ella es mdica y cirujana. Yo soy doctor en historia. Nadie pareci prestarle atencin. Sir Charles Scott? El profesor Scott? El mismo. Una sonrisa benigna. A todo el mundo le gusta que lo reconozcan. pens Ryan mientras observaba desde un segundo plano. Uno de mis instructores lo conoce: el profesor Knowles. Ah! Cmo est Dennis? Muy bien, doctor. En este momento es profesor asociado a ortopedia. Cathy cambi hbilmente de tema, con tono profesional. Tiene las radiografas? Aqu estn Scott esgrimi un sobre de papel manila del que extrajo las placas. Las sostuvo frente al panel iluminado. Tomamos sta antes de la operacin. Maldicin! exclam Cathy, frunciendo la nariz. Se puso los anteojos que usaba para trabajar, esos que a Jack le resultaban odiosos. Not que meneaba la cabeza. No cre que la situacin fuese tan mala! El profesor Scott asinti. Es cierto. Creemos que la clavcula se le rompi antes de que recibiera el disparo; despus la bala entr por ac errando por pocos milmetros el plexo braquial por lo que no prevemos que haya serios problemas nerviosos y caus todo este dao. Traz con el lpiz una lnea a travs de la radiografa. Desde la cama, Ryan no alcanzaba a ver nada. Despus afect la parte superior del hmero antes de detenerse aqu, justo dentro de la piel. Las balas de 9 mm. son muy poderosas. Como ver, el dao que caus es extenso. Nos di mucho trabajo encontrar todos los fragmentos seos y colocarlos de nuevo en su lugar, pero conseguimos hacerlo. Scott coloc una segunda radiografa junto a la primera. Cathy permaneci en silencio durante algunos segundos, haciendo gestos de aprobacin con la cabeza. Qu buen trabajo, doctor! La sonrisa de Sir Charles se hizo un poco ms amplia. Creo que aceptar el cumplido por venir de una cirujana del John Hopkins. Me temo que estos dos alfileres sern permanentes, lo mismo que este clavo, pero creo que el resto cicatrizar bien. Como ver todos los fragmentos de mayor tamao han vuelto a estar en su lugar y tenemos motivos para esperar una recuperacin total. Hasta qu punto quedar impedido? Una pregunta hecha con tono indiferente. En lo que se refera a su trabajo, Cathy poda mostrarse desesperantemente poco emotiva.

Todava no lo sabemos con seguridad contest Scott con lentitud . Probablemente quede un poquito impedido, pero no demasiado. No podemos garantizar una completa restauracin de las funciones... el dao fue demasiado extenso. Le importara explicrmelo a mi? Ryan trat de hablar con tono de enojo, pero no lo logr. Me refiero, seor Ryan, a que es probable que le quede algn impedimento permanente en el uso de su brazo aunque todava no podemos precisar hasta qu punto y que de ahora en adelante tendr un barmetro propio. Por lo tanto, cada vez que est por llover usted lo sabr antes que nadie. Cunto tiempo tendr que estar enyesado? quiso saber Cathy. Por lo menos un mes. El cirujano lo dijo como disculpndose. ya s que le resultar incmodo, pero ese hombro debe quedar totalmente inmovilizado por lo menos durante treinta das. Despus tendremos que volver a evaluar los daos y posiblemente podremos pasar a un yeso ms normal durante... oh, supongo que por lo menos por otro mes. Me imagino que su marido tiene buena cicatrizacin y no es alrgico. Parece un hombre saludable y en buen estado fsico. Aparte de tener algunos tornillos flojos en la cabeza el estado fsico de Jack es excelente contest Cathy asintiendo, pero con un dejo nervioso en su voz cansada. Practica aerobismo todas las maanas. Lo nico que le provoca alergia es la ambrosa y su cicatrizacin es excelente. S confirm Ryan. Las marcas de los mordiscos de mi mujer por lo general desaparecen en menos de una semana. Crey haber hecho una broma graciossima, pero nadie se la festej. Perfecto! aprob Sir Charles. As que, doctora, como podr ver, su marido est en buenas manos. Y ahora los dejar solos durante cinco minutos. Despus me gustara que l descansara un poco, cosa que creo que a usted tambin le hace buena falta. Y el cirujano se alej, seguido por Bette Davies. Cathy se acerc a Jack y de fra profesional se convirti en esposa preocupada. Ryan agradeci, quiz por millonsima vez, la suerte de haberse casado con ella. Caroline Ryan tena un rostro pequeo y redondo, pelo corto y rubio y los ojos azules ms bonitos del mundo. Y detrs de esos ojos haba una persona por lo menos tan inteligente como l, alguien a quien amaba con todo su ser. Nunca comprendera como logr conquistarla. Ryan era dolorosamente consciente de que, aun en sus mejores das, sus facciones poco distinguidas, su espesa barba y su mentn cuadrado le daban el aspecto de un oscuro morocho de las montaas. Trat de estirar el brazo para tomarle la mano, pero estaba atado a la cama. Fue Cathy quien le tom la mano a l.

Te quiero, chiquita asegur l con suavidad. Oh, Jack! Cathy trat de abrazarlo pero se lo impidi el yeso que l ni siquiera alcanzaba a ver. Por qu diablos hiciste eso, Jack? El ya haba decidido lo que iba a contestar a esa pregunta. Bueno, ya pas y sigo vivo, no es cierto? Cmo est Sally? Creo que por fin se qued dormida. Est abajo con un polica. Cathy pareca cansadsima. Cmo crees que va a estar la chica, Jack? Por Dios, si estuvo a punto de ver que te mataban! Las dos quedamos muertas de miedo. Jack not que tena los ojos irritados y que estaba muy despeinada. Bueno, ella nunca fue demasiado capaz de hacer gran cosa con su pelo. Los gorros de ciruga siempre le estropeaban el peinado. S, ya s. Pero por lo visto, por un tiempo no voy a poder seguir con esas actividades. Eso provoc una sonrisa de Cathy. Era agradable verla sonrer. Bueno. Se supone que debes conservar tus energas. Tal vez esto te ensee una leccin... sin contar con que no podremos aprovechar todas esas camas desconocidas de los hoteles. Le apret la mano. Su sonrisa se hizo traviesa. Pero es probable que dentro de algunas semanas encontremos alguna manera. Tengo muy mal aspecto? Espantoso. Jack ri en silencio. Deduzco que ese mdico es un tipo famoso... Not que su mujer se relajaba un poco. Es lo menos que se puede decir de l. Sir Charles Scott es uno de los mejores cirujanos ortopedistas del mundo. Fue el maestro del profesor Knowles... y contigo hizo un trabajo soberbio! Puedes considerarte dichoso de haber conservado tu brazo sabes? Dios mo! Tranquila, chiquita. No estoy en peligro de muerte, no? Ya s, ya s. Pero me va a doler, no es cierto? Otra sonrisa. Un poquito. Bueno, tengo que ir a acostar a Sally. Volver maana. Se inclin para besarlo. A pesar de tener el cuerpo lleno de drogas, tubos de oxgeno, la boca seca y todo lo dems, la sensacin fue maravillosa. Dios, pens Jack, !Dios cunto amo a esta chica! Cathy le apret la mano otra vez y se fue. Regres Bette Davis, la enfermera. El cambio no le result satisfactorio. Yo tambin soy el "doctor Ryan", sabe? anunci Jack, muerto de cansancio. Muy bien, doctor. Es hora de que descanse un poco. Yo me quedar aqu cuidndolo toda la noche. Y ahora duerma, doctor Ryan.

Despus de ese feliz comentario, Jack cerr los ojos. Estaba convencido de que el da siguiente sera una tortura. Una tortura duradera.

2

Policas y nobleza

Ryan despert a las seis y treinta y cinco de la maana. Lo supo porque oy el anuncio hecho por un locutor de radio cuya voz se disolvi en la meloda de un Western norteamericano, una de esas canciones que Ryan evitaba en su casa escuchando los noticieros del da. El cantante adverta a las madres que no permitieran que sus hijos se convirtieran en cowboys y el primer pensamiento confuso de Ryan fue: Seguramente aqu no deben de tener ese problema, verdad? Durante un rato su mente vag por esa lnea de pensamientos y se pregunt si los britnicos tendran bares con el piso cubierto de aserrn, toros mecnicos para cabalgar, y oficinistas que andaban vestidos con botas puntiagudas y rastras de monedas a modo de cinturones... por qu no? se pregunt. La escena en que intervine ayer pareca surgida de una pelcula de Dodge City. A Jack le habra gustado volver a dormirse. Lo intent cerrando los ojos y ordenndole a su cuerpo que se relajara, pero no lo consigui. El avin haba decolado de bailes a primera hora de la maana. Y durante el viaje no pudo dormir era algo que siempre le resultaba imposible pero volar siempre lo extenuaba y se acost en cuanto llegaron al hotel. Y despus, cunto tiempo habra permanecido inconsciente en el hospital? Demasiado, se dijo. Ryan haba dormido en exceso. No le quedaba ms remedio que afrontar el da. Alguien a su derecha haba encendido la radio en un tono muy bajo, apenas lo suficientemente fuerte como para poder orla. Ryan logr volver la cabeza y pudo verse el hombro... El hombro, pens, por eso estoy ac. Pero dnde es ac? Estaba en un cuarto distinto. El cielo raso era liso y recin pintado. Estaba oscuro y la nica luz la proporcionaba la lmpara de la mesita junto a su cama, que tal vez fuese suficiente para leer. Le pareci que haba un cuadro en la pared, por lo menos distingua un rectngulo ms oscuro, un rectngulo que no era blanco. Ryan sopes todos esos datos, dejando de lado conscientemente el examen de su brazo izquierdo hasta que no le quedaran excusas. Volvi lentamente la cabeza hacia la izquierda. Ante todo vio el brazo. Sobresala en ngulo recto, envuelto en yeso y fibra de vidrio hasta la mano. Sus dedos estaban

casi tan grises como el yeso. En la parte trasera de la mueca tena un aro de metal sujeto a una cadena que se extenda hasta un marco metlico arqueado sobre la cama como una gra. Lo primero ante todo. Ryan trat de mover los dedos. Demoraron varios segundos antes de responder a las rdenes que les enviaba su sistema nervioso central. Ryan lanz un largo suspiro y cerr los ojos para darle gracias a Dios. Ms o menos a la altura del codo, una varilla metlica, torcida hacia abajo, se una con el resto del yeso, que, tal como l pudo apreciar finalmente, se iniciaba en el cuello y descenda en diagonal hasta su cintura. As su brazo sobresala por cuenta propia y Ryan pareca una especie de medio puente. El yeso no le apretaba el pecho, pero le tocaba la piel prcticamente en todas partes y l ya senta picazones en lugares en que le resultaba imposible rascarse. El cirujano haba dicho algo acerca de inmovilizar el hombro, y, pens Ryan con pesimismo, no bromeaba. El hombro le dola de una manera un poco distante, con la promesa de un dolor aun mayor. Tena mal gusto en la boca y senta el resto del cuerpo tieso y dolorido. Volvi la cabeza hacia el otro lado. Hay alguien all? pregunt con suavidad. Ah! Hola! Por sobre el borde de la canoa se asom un rostro: el de un tipo delgado ms joven que Ryan, de veintitantos aos. Estaba informalmente vestido, con la corbata suelta y por debajo del saco se le notaba la pistolera. Cmo se siente, seor? Ryan ensay una sonrisa, preguntndose hasta qu punto tendra xito. Supongo que probablemente lo que siento est de acuerdo con el aspecto que debo de tener. Dnde estoy y quin es usted...? Pero, ante todo, habr un vaso de agua por ac? El polica tom una jarra y verti agua helada en un vaso de plstico. Ryan estir el brazo derecho para tomarlo y recin entonces se dio cuenta de que no lo tena atado a la cama como cuando despert la vez anterior. Ahora senta el lugar donde haba tenido clavada la aguja del suero. Bebi vidamente el agua con una pajita. No era ms que agua, pero ninguna cerveza le habra parecido ms deliciosa, ni siquiera despus de un da de arduo trabajo. Gracias, compaero. Me llamo Anthony Wilson. Se supone que debo encargarme de cuidarlo. Usted est en la suite VIP del Hospital St. Thomas. Recuerda por qu est ac, seor? S, creo que s contest Ryan, asintiendo. Puede desenchufarme de esta cosa? Tengo que irme. Otra reminiscencia del suero. Llamar a la enfermera. Wilson oprimi el timbre prendido a la almohada de Ryan.

En menos de quince segundos apareci una enfermera que prendi las luces de la habitacin que enceguecieron a Jack. Recin despus se dio cuenta de que no era la enfermera de la vez anterior. No era Bette Davis; esta era joven y bonita, con esa mirada ansiosa y protectora tan tpica de las enfermeras. Ryan ya la haba visto antes y le resultaba particularmente odiosa. Ah! As que estamos despiertos! observ la muchacha con expresin alegre. Cmo nos sentimos? Brbaro! gru Ryan. Puede desengancharme? Tengo que ir al bao. Se supone que todava no nos podemos mover, doctor Ryan. Ir a traerle algo. Y antes de que l pudiera oponerse desapareci por la puerta. Wilson la observ salir con una mirada de admiracin. Policas y enfermeras, pens Ryan. Su padre se haba casado con una enfermera a quien conoci cuando llev un herido de bala a la sala de guardia de un hospital. La enfermera que llevaba en la solapa una tarjeta de identificacin con su nombre: KITTIWAKE regres en menos de un minuto con un papagayo que sostena como si se tratara de un regalo valiossimo, cosa que dadas las circunstancias Ryan tuvo que admitir que era. Alz las cobijas de la cama y de repente Jack se dio cuenta de que en ese hospital el camisn era una especie de tnica que se ataba alrededor del cuello de los pacientes, y lo peor era que la muchacha se aprestaba a hacer los arreglos necesarios para que l usara el papagayo. Ryan baj con rapidez la mano derecha para quitrselo. Y por segunda vez en esa maana agradeci a Dios el haber sido capaz de estirar lo suficiente su mano libre. Podra, este... disculparme un minuto? La muchacha se retir del cuarto, sonriendo desilusionada. Jack esper que la puerta se cerrara completamente antes de continuar. Por deferencia hacia Wilson sofoc su suspiro de alivio. Kittiwake volvi a entrar en el cuarto despus de contar hasta sesenta. Gracias. Ryan le alcanz el receptculo y ella volvi a salir. Pero apenas haba cerrado la puerta volvi a aparecer. Esta vez le meti un termmetro en la boca y le tom el pulso. El termmetro era de los nuevos, electrnico, de modo que complet ambas tareas en quince segundos. Ryan pregunt si tena fiebre, pero slo obtuvo una sonrisa por respuesta. Y la muchacha sigui sonriendo mientras haca las anotaciones correspondientes en la historia clnica. Terminada su tarea arregl un poco las cobijas sin dejar de sonrer. La pequea seorita eficiente, se dijo Ryan para sus adentros. Esta chica realmente me va a poner los nervios de punta. Necesita algo ms, doctor Ryan? pregunt Kittiwake. Sus ojos oscuros contradecan el tono rubio ceniza de su pelo. Era encantadora.

Tena un aspecto fresco y radiante. Ryan era incapaz de permanecer enojado con las mujeres bonitas, y las odiaba por ello. Especialmente a las enfermeras jvenes, con aspecto fresco y radiante. Puede ser un caf? pregunt, lleno de esperanzas. El desayuno no se sirve hasta dentro de una hora. Pero le gustara que le alcanzara una taza de t? Perfecto. Estaba lejos de ser perfecto, pero servira para mantenerla alejada durante un rato. Y la enfermera Kittiwake sali airosa, con una sonrisa ingenua. !Hospitales! gru Ryan en cuanto ella se fue. Bueno, no s observ Wilson, con la imagen de la enfermera Kittiwake fresca en su memoria. Claro, a usted nadie le tiene que cambiar los paales gru Ryan recostndose contra la almohada. Saba que era intil luchar. Sonri a su pesar. Intil luchar. Ya anteriormente haba pasado por eso dos veces, y en ambas oportunidades con enfermeras jvenes y bonitas. Si uno se pona grun y quejoso, lo nico que consegua era que ellas se mostraran cada vez ms amables... porque contaban con el factor tiempo a su favor, tiempo y paciencia suficientes para vencer la resistencia de cualquiera. Ryan se rindi con un suspiro. Ni siquiera vala la pena gastar energas. As que usted es polica, no? De alguna seccin especial? No, seor. Pertenezco a la C13, una organizacin antiterrorista. Puede contarme lo que sucedi ayer? Creo que me perd unas cuntas cosas. Qu es lo que recuerda, doctor? pregunt Wilson acercando su silla a la cama. Ryan not que siempre permaneca de medio perfil hacia la puerta y que mantena libre la mano derecha. Vi... bueno, o una explosin, creo que fue una granada de mano... y al volverme vi que dos tipos disparaban como locos contra un Rolls Royce. Supongo que seran del IRA. Consegu sacar a dos de en medio y un tercero huy en un auto. Entonces lleg la caballera, me desmay y despert aqu. No eran del IRA, sino del ULA: Ejrcito de Liberacin del Ulster. Un retoo maosta de los Provos. Tipos desagradables. El que usted mat era John Michael McCrory, un maleante de Londonderry: uno de los tipos que huy de prisin a fines de julio. Desde entonces, esta es la primera vez que vuelve a aparecer. Y la ltima. Wilson esboz una glida sonrisa. Al otro todava no lo hemos identificado. Por lo menos hasta hace tres horas cuando empec mi guardia aqu. ULA? pregunt Ryan, encogindose de hombros. Recordaba haber odo esas siglas, pero no saba mucho sobre el asunto. El tipo a quien... mat. Tena una AK, pero cuando aparec del otro lado del auto estaba usando una pistola. Por qu?

El imbcil trab la AK. Tena dos cargas enteras unidas con la otra, como uno ve constantemente en el cine, pero que es justamente lo que nos ensean en las prcticas de tiro que no hay que hacer. La segunda carga estaba doblada en la punta y se le trab. Lo cual fue un golpe de suerte para usted. Usted saba que iba a enfrentarse con un tipo con una Kalashnikov? Wilson observaba cuidadosamente el rostro de Ryan. Jack asinti. Parece una imbecilidad, verdad? Yo dira que actu como un verdadero imbcil. Wilson hizo ese comentario justo en el momento en que Kittiwake entraba con el t. La enfermera dirigi al polica una mirada de enftica desaprobacin mientras colocaba la bandeja sobre la mesa del paciente y la acercaba a la cama. Kittiwake arregl todo a la perfeccin y sirvi una taza de t con gestos delicados. Wilson se tuvo que servir personalmente la suya. Y de todos modos, quin iba en el auto? pregunt Ryan. Not que su pregunta provocaba una fuerte reaccin, As que no lo saba? pregunt Kittiwake, estupefacta. No tuve demasiado tiempo para averiguarlo. Ryan volc en su taza dos paquetitos de azcar negra. Pero cuando Wilson contest su pregunta, abruptamente dej de revolver su t. El prncipe y la princesa de Gales, y el hijito de ambos. Ryan volvi la cabeza con rapidez. Qu? Realmente no lo saba? pregunt la enfermera. Estn hablando en serio? dijo Ryan en voz baja. No creo que sean capaces de hacer bromas acerca de eso, verdad? Por supuesto que hablo en serio continu diciendo Wilson con tono tranquilo. Slo su cuidadosa eleccin de las palabras demostraba hasta qu punto lo perturbaba el asunto. Si no fuera por usted, los tres habran muerto y eso lo convierte en un hroe, doctor Ryan. Wilson sorbi cuidadosamente su t y sac un cigarrillo. Ryan deposit la taza en el platillo. Quiere decir que ustedes los dejan andar dando vueltas por la ciudad sin custodia policial o de agentes del servicio secreto o como sea que los llamen? Supuestamente era un viaje que no estaba programado. De todos modos los arreglos de la seguridad de la familia real no dependen de mi departamento. Sin embargo supongo que la gente encargada de eso debe de estar repensando bastantes cosas coment Wilson. Y no los hirieron? No, pero mataron al chofer del auto. Y tambin al agente de seguridad que los acompaaba; un integrante del DPG Grupo de

Proteccin Diplomtica. Se llamaba Charlie Winston. Yo conoca a Charlie. Tena esposa, Sally? Y cuatro hijos. Ryan observ que el Rolls debi de haber estado protegido por vidrios blindados. Wilson lanz un bufido. Tena vidrios blindados. En realidad eran de plstico, un material muy sofisticado de policarbonato. Por desgracia nadie ley lo que decan las instrucciones. Ese material slo tiene garanta por un ao. Parece que el sol le quita resistencia. Y entonces fue como si el parabrisas fuera de un vidrio cualquiera. Nuestro amigo McCrory le dispar treinta tiros y lo hizo aicos, matando al chofer en primer lugar. Pero gracias a Dios, la divisin interior, la que separa al conductor de los pasajeros, no haba estado expuesta al sol, as que permaneci intacta. Lo ltimo que hizo Charlie antes de morir fue oprimir el botn para levantarlo. Es posible que eso tambin los haya salvado, aunque no haya beneficiado al pobre Charlie. Tuvo el tiempo suficiente para sacar su automtica, pero no creemos que haya llegado a dispararla. Ryan pens retrospectivamente. En la parte trasera del Rolls haba sangre... pero no era slo sangre. La cabeza del chofer haba volado en pedazos y su cerebro qued diseminado por el compartimiento de pasajeros. Al pensar en ello, Jack no pudo evitar una mueca. Posiblemente el guardaespaldas se hubiera inclinado hacia adelante para oprimir el botn antes de defenderse... Bueno, pens Jack, para eso les pagan. Qu manera espantosa de ganarse la vida! Fue una suerte que usted interviniera justo en ese momento. Los dos terroristas tenan granadas de mano, sabe? S, alcanc a ver una. Ryan termin de beber lo que le quedaba del t. En qu diablos habr estado pensando? Pero no pensabas absolutamente en nada, Jack. En eso estabas pensando. Kittiwake not que Ryan palideca. Se siente bien? pregunt. Supongo que s contest Jack en un gruido. A pesar de lo tonto que fui, tengo que sentirme bastante bien... porque debera estar muerto. Bueno, le aseguro enfticamente que aqu no morir. La enfermera le dio unas palmaditas en la mano. Por favor, llmeme si necesita algo. Y sali, despus de dedicarle otra sonrisa radiante. Ryan segua meneando la cabeza. Y el tercero consigui huir? Wilson asinti. Encontramos el auto cerca de una estacin de subterrneo, a pocas cuadras de distancia. Era robado, por supuesto. A partir de all el tipo

no tuvo ningn problema en huir. Desapareci en el subterrneo. Tal vez haya ido a Heathrow para tomar un avin hacia el continente a Bruselas, por ejemplo y all haya trasbordado a otro avin que lo llevara a Ulster o a la Repblica de Irlanda. Esa es una de las rutas posibles, pero hay otras y es imposible cubrirlas todas. Lo ms probable es que anoche haya estado bebiendo cerveza en su bar predilecto y viendo las noticias por televisin, Alcanz a verlo? No, vi apenas una silueta. Ni siquiera se me ocurri memorizar el nmero de la chapa del auto... qu tontera! Pero en ese momento se me acerc corriendo el guardia de chaqueta colorada. Ryan volvi a hacer una mueca. Dios! Pens que me iba a atravesar con esa bayoneta. En una fraccin de segundo vi todo con claridad: acababa de hacer una buena obra y me iba a liquidar uno de los buenos de la historia. Wilson lanz una carcajada. No sabe la suerte que tuvo! En este momento los guardias son del Regimiento de Galeses. _Y? Es justamente el regimiento de su Alteza Real. El prncipe es el comandante en jefe. Y all estaba usted empuando una pistola... cmo quiere que reaccionara? Wilson apag su cigarrillo. Otro golpe de suerte fue que su esposa y su hija se le acercaran corriendo, y entonces el soldado decidi esperar un poco, hasta que se aclararan las cosas. Entonces se le acerc el oficial de nuestra divisin y le dijo que no procediera. Y enseguida entraron en escena como cien de mis compaeros. "Espero que usted logre apreciar la situacin, doctor. All estbamos con tres hombres muertos, dos heridos, el prncipe y la princesa que parecan haber sido baleados de paso, su esposa los examin all mismo y declar que estaban ilesos justo antes de que llegara la ambulancia un bebito, y cien testigos, cada uno con su propia versin de lo ocurrido Un maldito norteamericano, y para peor de ascendencia irlandesa!, cuya esposa declara que es el hroe de la historia Wilson volvi a lanzar una carcajada. Un caos total! "La primera prioridad, por supuesto, fue poner a salvo a los miembros de la familia real. De eso se encargaron la polica y los guardias. De todos modos, su esposa se neg rotundamente a alejarse de su lado hasta que usted estuviera en manos profesionales y en un hospital. Me dicen que es una mujer de mucho carcter. Cathy es cirujana explic Ryan. Y cuando juega a la mdica est acostumbrada a salirse con la suya. Los cirujanos son as. Cuando estuvo completamente satisfecha, la llevamos en auto a la Central de Polica. Mientras tanto, nos entretuvimos identificndolo. Llamaron al agregado Legal de la Embajada Norteamericana y l

cheque su prontuario con el FBI, adems de haber verificado su paso por la Infantera de Marina. Ryan rob un cigarrillo del atado de Wilson. El polica se lo prendi con un encendedor descartable. Jack hizo una arcada al tragar el humo, pero lo necesitaba. Estaba convencido de que despus Cathy le armara un escndalo por haber fumado, pero tiempo al tiempo. Le advierto que nunca cremos realmente que usted fuese uno de ellos. Tendra que ser loco para hacerse acompaar por su esposa y su hija cuando iba a cometer un atentado como se. Pero hay que ser cuidadoso. Ryan asinti, un poco mareado por el humo. Cmo habrn sabido que milit en la Infantera de Marina...? Ah, por mi carn de la Asociacin de Infantera de Marina... Pero en todo caso, tenemos las cosas bien aclaradas. Su gobierno nos enviar todo lo que nos haga falta... posiblemente a esta hora ya hayan llegado los papeles concluy Wilson, mirando su reloj. Y mi familia est bien? Wilson esboz una sonrisa bastante extraa. Los estn cuidando muy bien, doctor Ryan. Le doy mi palabra. Me llamo Jack. Perfecto. Mis amigos me llaman Tony. Por fin cumplieron el rito de darse un apretn de manos. Y, como ya le dije, se ha convertido en un maldito hroe. Quiere enterarse de lo que dicen los diarios? Le alcanz un ejemplar del Daily Mirror y otro del Times. Dios Santo! La primera plana del Mirror estaba enteramente dedicada a una fotografa a todo color de l, sentado, inconsciente, contra el Rolls. Su pecho era una masa de un rojo subido. ATENTADO CONTRA SUS ALTEZAS REALES: UN INFANTE DE MARINA AL RESCATE Un audaz intento de asesinar a sus Altezas Reales el Prncipe y la Princesa de Gales a corta distancia del Palacio de Buckingham fue frustrado hoy gracias al coraje de un turista norteamericano. John Patrick Ryan, historiador y ex teniente de la Infantera de Marina de los Estados Unidos, intervino desarmado en una batalla que tena lugar en el Mall, mientras cientos de londinenses observaban petrificados por la incredulidad. Ryan, de treinta y un aos, oriundo de Annapolis, Maryland, logr dejar fuera de combate a uno de los pistoleros y, valindose de las armas del terrorista, mat al otro. En la lucha Ryan result gravemente herido. Fue transportado en

ambulancia al Hospital St. Thomas, donde Sir Charles Scott se encarg de efectuarle una exitosa operacin de urgencia. El tercero de los terroristas logr huir, escapando por el Mall hacia el este y doblando despus hacia el norte por Marlborough Road. Los oficiales superiores de la polica expresaron la opinin unnime de que, de no ser por la valiente intervencin de Ryan, sus Altezas Reales hubiesen encontrado una muerte segura. Ryan dobl la pgina y se top con otra fotografa suya en colores, tomada en circunstancias ms felices. Era su foto de graduacin en Quantico, y no pudo menos que sonrer para sus adentros al verse tan resplandeciente, en su uniforme azul, con dos brillantes barras de oro y la espada de Mamaluke. Era una de las pocas fotografas decentes que le haban tomado en la vida. Y de dnde sacaron esto? Oh, sus colegas de la Infantera de Marina se mostraron ansiosos por ayudar. En realidad, uno de los barcos de la Marina de su pas, un portahelicpteros o algo as, en este momento est anclado en Portsmouth. Y me comentaron que sus ex colegas estn recibiendo toda la cerveza gratis que son capaces de beber. Eso provoc la risa de Ryan. Despus tom el Times, cuyos titulares eran menos sensacionalistas. El Prncipe y la Princesa de Gales escaparon esta tarde a una muerte segura. Tres y posiblemente cuatro terroristas armados con granadas de mano y rifles de asalto Kalashnikov esperaban el paso del Rolls Royce de Sus Altezas, slo para que sus cuidadosamente trazados planes fueran desbaratados por la valiente intervencin de J. P. Ryan, ex teniente del regimiento de Infantera de Marina de los Estados Unidos y actual historiador... Ryan pas a la pgina editorial. Un artculo, firmado por el editor del diario, clamaba por venganza, mientras se deshaca en alabanzas de Ryan, Norteamrica y la Infantera de Marina Norteamericana, y agradeca a la Divina Providencia con floreos dignos de una encclica papal. Leyendo lo que dicen acerca de usted? Ryan levant la mirada. A los pies de la cama estaba Sir Charles Scott, con su historia clnica en la mano. Es la primera vez que los diarios me mencionan explic Ryan, hacindolos a un lado. Se lo ha ganado, y por lo visto, dormir le ha hecho mucho bien. Cmo se siente?

No tan mal, considerando las circunstancias. Cmo estoy? pregunt Ryan. El pulso y la temperatura son normales... es decir, casi normales. Adems, no tiene mal color. Con un poco de suerte hasta es posible que evitemos la infeccin postoperatoria, aunque no quiero darle ninguna seguridad explic el doctor. Tiene mucho dolor? Me duele un poco, pero es soportable contest Ryan cautelosamente. Recin han transcurrido dos horas desde su ltima medicacin. Espero que no sea uno de esos tontos cabezas duras que se niegan a tomar drogas contra el dolor. S, lo soy contest Ryan. Y enseguida explic con mucha lentitud: Doctor, ya he pasado dos veces por circunstancias como sta. La primera vez me dieron demasiados calmantes y despus... bueno, usted sabe lo que sucede y no quiero volver a pasar por eso nunca ms. La carrera de Ryan en la Infantera de Marina termin en tres meses, cuando el helicptero que lo transportaba se estrell en la costa de Creta durante un ejercicio de la NATO. Las lesiones que recibi en la columna vertebral obligaron a internarlo en el Centro Mdico Naval de Bethesda, en las afueras de Washington, donde los facultativos se mostraron excesivamente generosos con las drogas contra el dolor, y despus Ryan tard dos semanas en sobreponerse a ellas. No quera repetir la experiencia. Sir Charles asinti con aire pensativo. Supongo que no. Bueno, se trata de su brazo. Cuando haca algunas anotaciones en la cartilla, apareci la enfermera. Suba un poco la cama indic. Ryan no haba notado que su brazo enyesado colgaba de una especie de perchero circular. A medida que la cabecera de la cama se fue elevando su brazo fue cayendo en un ngulo ms cmodo. Por sobre los anteojos, el mdico observ los dedos del paciente. Quiere moverlos, por favor? Ryan obedeci. Muy bien, eso est realmente bien. No cre que hubiese ningn nervio daado. Doctor Ryan, le voy a recetar un medicamento muy suave, lo necesario para que el dolor no sea insoportable. Pero le ruego que tome los remedios que le prescribo. Scott mir a Ryan directamente. Ningn paciente mo ha resultado adicto a los narcticos, y no pienso empezar con usted. No sea cabeza dura: el dolor y la incomodidad retardarn su recuperacin... es decir, a menos que tenga ganas de quedarse varios meses en el hospital. Acuso recibo del mensaje, Sir Charles.

Muy bien. El cirujano sonri Si llegara a sentir que necesita algo ms fuerte, le aviso que estar aqu todo el da. Simplemente llame a la enfermera Kittiwake. En el rostro de la muchacha se pint una sonrisa radiante, Y puedo comer algo? Cree que ser capaz de mantener algo en el estmago? En caso contrario supongo que Kittiwake estar encantada de ayudarme a vomitar. Doctor, durante las ltimas treinta y seis horas, lo nico que mi estmago ha recibido ha sido un desayuno continental y un almuerzo liviano. Muy bien. Intentaremos darle algo muy suave. Hizo otra anotacin en la cartilla y dirigi una mirada a Kittiwake: Viglelo. Ella asinti. Su encantadora esposa me advirti que usted es muy obstinado. Ya nos encargaremos de eso. Pero de todos modos, lo encuentro bastante bien. Cosa que puede agradecer a su estado fsico... y tambin a mi habilidad quirrgica, por supuesto. Scott lanz una risita. Despus del desayuno, un enfermero lo ayudar a refrescarse para recibir a sus... este... visitantes ms oficiales. Ah, no espere ver pronto a su familia. Anoche estaban completamente extenuadas. Le di a su mujer algo para ayudarla a dormir; espero que lo haya tomado. Su hijita estaba destrozada. Scott mir a Ryan con mucha seriedad Lo que le dije hace un rato es absolutamente cierto. La incomodidad retrasar su recuperacin. Haga lo que yo le indique y podr levantarse de esa cama en una semana... y tal vez podamos darlo de alta dentro de quince das. Pero para eso debe cumplir exactamente mis indicaciones. Comprendido, seor. Y gracias, Cathy me dijo que usted hizo un trabajo excelente con mi brazo. Scott trat de restarle importancia encogindose de hombros. Pero se le not una pequea sonrisa. Uno tiene que cuidar bien a sus huspedes. Volver esta tarde a ltima hora para evaluar sus progresos. Y se fue, murmurndole instrucciones a la enfermera.

A las ocho y media lleg la polica en pleno. Para esa hora Ryan ya se haba desayunado e higienizado. El desayuno le result una terrible desilusin y Wilson tuvo un ataque de risa ante los comentarios que hizo el paciente sobre el aspecto de lo que le servan; pero Kittiwake se mostr tan compungida por la situacin, que Ryan se sinti obligado a comer todo sin chistar, hasta la compota de ciruelas que odiaba desde la infancia. Recin despus de terminar, Jack se dio

cuenta de que la actitud de su enfermera probablemente haba sido un engao, una trampa para conseguir que comiera todas esas porqueras. Las enfermeras estn llenas de trucos, se record Ryan para sus adentros. A las ocho lleg el enfermero para ayudarlo a lavarse. Ryan mismo se afeit, mientras el enfermero sostena un espejo y lanzaba risitas cada vez que se cortaba. Cuatro cortes; habitualmente Ryan utilizaba una afeitadora elctrica y haca aos que no se enfrentaba con una navaja. A las ocho y media, Jack volvi a sentirse humano. Kittiwake le alcanz una segunda taza de caf. No sera demasiado rico, pero era caf al fin. Se presentaron tres oficiales de polica. Ryan supuso que seran de alta jerarqua por la manera en que Wilson se puso de pie y se apresur a acercar sillas para que se instalaran, antes de excusarse y salir del cuarto. James Owen pareca el ms importante y se interes por la salud de Ryan, en un tono tan amable que posiblemente fuese sincero. A Jack le record a su padre, un hombre spero, de cuerpo pesado, y que, a juzgar por sus manos grandes y nudosas, haba ganado sus ascensos hasta el rango de comandante despus de muchos aos de recorrer las calles y de hacer cumplir la ley de la manera ms dura. El jefe superintendente William Taylor tendra alrededor de cuarenta aos, y era menor y ms pulcro que su colega de la Divisin Antiterrorista. Ambos detectives estaban bien vestidos y tenan los ojos irritados por una larga noche de vigilia y de trabajo ininterrumpido. David Ashley era el ms joven y el mejor vestido de los tres. Tena ms o menos el mismo peso y estatura de Ryan y tal vez fuese cinco aos mayor que l. Se present como representante del Ministerio del Interior y pareca mucho ms corts que los otros dos. Cree que est en condiciones de conversar con nosotros? pregunt Taylor. Ryan se encogi de hombros. No tiene sentido esperar. Owens sac de su portafolio un grabador de cassettes y lo coloc sobre la mesa de noche. Le conect dos micrfonos: uno frente a Ryan y el otro mirando hacia donde ellos se encontraban. Oprimi las techas de grabacin y anunci la fecha, hora y lugar de la entrevista. Doctor Ryan pregunt Owens con mucha formalidad, usted tiene conocimiento de que estamos grabando esta entrevista? S, seor. Y tiene alguna objecin? No, seor. Puedo hacer una pregunta? Sin duda contest Owens.

Se me acusa de algo? Porque en ese caso me gustara ponerme en contacto con mi embajada y conseguir un aboga... Ryan se senta ms que inquieto por ser el centro de atencin de policas de tan alto rango, pero fue interrumpido por las risitas del seor Ashley. Not que los otros oficiales le cedan a l la posibilidad de contestar a su pregunta. Doctor Ryan posiblemente usted haya entendido las cosas exactamente al revs de lo que son. Quiero que quede constancia, seor, de que no tenemos ninguna intencin de acusarlo de nada. Y si lo hiciramos, me animo a decir que esta misma tarde tendramos que salir a buscar otro empleo. Ryan asinti, tratando de no demostrar su alivio. No se haba sentido seguro de no ser acusado, lo nico que saba era que la ley no siempre era sensata. Owens empez a leer las preguntas que traa anotadas en un block de papel amarillo. Puede darnos su nombre y direccin, por favor? John Patrick Ryan. Vivimos en Annapolis, Maryland. Nuestra casa se encuentra en Peregrine Cliff, ms o menos quince kilmetros de Annapolis, sobre la baha de Chesapeake. Y de qu se ocupa? Owens tild algo en su lista. Supongo que se podra decir que tengo dos trabajos. Soy profesor de Historia de la Academia Naval de los Estados Unidos en Annapolis. De vez en cuando dicto conferencias en la Escuela Naval de Guerra de Newport y a veces realizo algunos trabajos de consulta. Y eso es todo? pregunt Ashley con una sonrisa amistosa... Ser amistosa? se pregunt Ryan. Tambin se pregunt cunto habran podido averiguar sobre su pasado en... cunto tiempo? quince horas ms o menos... y exactamente qu estara insinuando Ashley? Usted no es polica, pens Ryan. Pero qu es? sin embargo tena que mantener su historia: que era consultor de la Corporacin Mitre. Y cul fue el propsito de su visita a este pas? sigui preguntando Owens. Pensaba combinar un viaje de vacaciones y de investigacin. Estoy reuniendo datos para un nuevo libro y Cathy necesitaba un poco de descanso. Sally todava no est en edad escolar, as que decidimos viajar ahora, evitando la temporada turstica. Ryan sac un cigarrillo del atado que Wilson haba dejado olvidado. Ashley se lo prendi con un encendedor de oro. En mi chaqueta que ignoro donde puede estar encontraran cartas de presentacin para el Almirantazgo y para la Escuela Real Naval de Dartmouth. Tenemos esas cartas contest Owens. Pero me temo que han quedado ilegibles, y que su traje tambin es irrecuperable. Lo que no arruin la sangre lo terminaron de estropear su esposa y un sargento con un cuchillo. As que cundo lleg a Inglaterra?

Hoy todava es jueves, verdad? Bueno, llegamos el martes por la noche en un vuelo desde el aeropuerto Internacional de Dulles, en las afueras de Washington. Aterrizamos alrededor de las siete y media, llegamos al hotel ms o menos a las nueve y media, nos instalamos, comimos algo y nos dormimos enseguida. Los vuelos siempre me afectan. De modo que me qued frito enseguida. Eso no era exactamente cierto, pero Ryan no crea que fuese necesario que ellos supiesen todo. Owens asinti. Ya estaban enterados de los motivos por los que Ryan odiaba volar. Y ayer? Supongo que me despert alrededor de las siete, tom el desayuno y ped que me subieran un diario; despus me qued holgazaneando hasta alrededor de las ocho y media. Combin que me encontrara con Cathy y con Sally ms o menos a las cuatro, tom un taxi hasta el edificio del Almirantazgo que result estar muy cerca, pude haber ido caminando. Como ya les dije, tena una carta de presentacin para el almirante Sir Alexander Woodson, quien tiene a su cargo los archivos navales del pas... y que de paso est jubilado. El me condujo a un mohoso segundo subsuelo. Tena preparado todo el material que yo necesitaba. "Vine a este pas a estudiar algunas recopilaciones de mensajes entre Londres y el almirante Sir James Somerville. Somerville fue comandante de mar de la India durante los primeros meses de 1942 y ese es uno de los temas sobre los que estoy escribiendo. As que me pas las tres horas siguientes releyendo desteidas copias carbnicas de despachos navales y tomando notas. En esto? Ashley levant la tablilla con las anotaciones de Ryan. Jack se la quit de las manos. Gracias a Dios! exclam. Estaba convencido de que la haba perdido. Abri la computadora, la coloc sobre la mesa y tecle algunas instrucciones. Ja! Todava funciona! Y qu es eso exactamente? pregunt Ashley. Los tres se levantaron para mirarla. Este es mi juguete contest Ryan sonriendo. Al abrir la tablilla qued al descubierto un teclado parecido al de una mquina de escribir y un display amarillo de Diodo Lquido Cristal. Exteriormente pareca una tablilla con sujetapapeles, de alrededor de tres centmetros de grosor y forrada en cuero. Es una computadora porttil modelo Cambridge DatamasterC. Las fabrica un amigo mo. Est equipada con un microprocesador MC68000 y dos megabytes de buble memory. Por qu no me lo traduce? pidi Taylor. Perdn. Es una computadora porttil. El microprocesador es el elemento que realmente realiza el trabajo. Dos megabytes significa

que la memoria almacena hasta dos millones de datos suficientes para un libro y que tiene memoria de burbujas; uno no pierde la informacin cuando la desconecta. Un compaero mo de escuela fund la compaa que fabrica estas preciosuras. Me pidi que lo ayudara con parte del capital que necesitaba para instalar la empresa. En casa utilizo una Apple, sta slo la uso durante los viajes. Sabamos que se trataba de alguna clase de computadora, pero nuestra gente no consigui hacerla funcionar confes Ashley, Est dotada de un artefacto de seguridad. La primera vez que uno la utiliza le graba un cdigo propio y activa el cierre. Despus, a menos que uno tipie el cdigo, no trabaja... y punto. Ah s? observ Ashley. Y hasta qu punto es inexpugnable? Eso tendramos que preguntrselo a mi amigo Fred. Tal vez sea posible leer los datos directamente de las burbujas. No s cmo funcionan las computadoras. Simplemente las uso explic Ryan. Pero de todos modos, aqu estn archivadas mis notas. Volviendo a sus actividades de ayer dijo Owens, dirigiendo una fra mirada a Ashley. Hemos llegado hasta el medioda. Muy bien. Me tom un descanso para almorzar. Un tipo de la planta baja me indic donde encontrar un... un pub creo, a dos cuadras de distancia. Com un sandwich y beb una cerveza mientras jugueteaba con esto. Eso me tom alrededor de media hora. Despus pas otra hora en el edificio del Almirantazgo. Supongo que me fui alrededor de las dos menos cuarto. Le agradec al Almirante Woodson: un gran tipo. Tom un taxi hasta... no recuerdo la direccin, est en una de mis cartas de presentacin. Al norte de... Regent's Park, creo. Iba a ver al almirante Sir Roger De Vere quien sirvi a las rdenes de Somerville. Pero no estaba. El ama de llaves me inform que haba recibido un llamado que lo oblig a salir repentinamente de la ciudad debido a la muerte de un familiar. As que le dej dicho que haba estado y tom otro taxi. Despus decid bajarme un poco antes y recorrer a pie el resto del camino. Por qu? pregunt Taylor. Principalmente porque estaba tieso de tanto estar sentado: en el edificio del Almirantazgo, en el avin, en los taxis. Necesitaba estirar las piernas. Por lo general practico aerobismo todos los das y cuando hago vida sedentaria me pongo muy inquieto. Adnde se baj? pregunt Owens. No s el nombre de la calle. Si me muestran un mapa es posible que se la pueda sealar. Owens asinti para que Jack continuara hablando. De todos modos, casi fui atropellado por un mnibus de dos pisos y un polica de uniforme me aconsej que tuviera cuidado al cruzar las calles.

Al or eso Owens pareci sorprenderse y anot algo. Posiblemente no estuvieran enterados de ese incidente. Compr una revista en un quiosco y me encontr con Cathy cuando seran... !ah!... ms o menos las tres y cuarenta. As que ellas tambin haban llegado antes de lo previsto. Y qu haba hecho su esposa durante el da? pregunt Ashley Ryan estaba convencido de que ya tenan esa informacin. Sobre todo se dedic a hacer compras. Cathy ha estado aqu varias veces, y le encanta hacer compras en Londres. Vino hace alrededor de tres aos para una convencin de cirujanos y yo no la pude acompaar. Y usted se qued con la pequea? pregunt Ashley con una leve sonrisa. Ryan tuvo la sensacin de que Owens estaba furioso con Ashley, Mi hija se qued con los abuelos. Eso fue antes de la muerte de mi suegra. Yo estaba rindiendo pruebas para doctorarme en Georgetown. Curs la carrera en dos aos y medio y entre la Universidad y los seminarios del Centro de Estudios Estratgicos e Internacionales, ese ltimo ao sud tinta. Y se supona que este viaje iba a ser una especie de vacacin. Ryan sonri. Realmente las primeras vacaciones que nos tombamos desde nuestra luna de miel. Y qu estaba haciendo en el momento del atentado? Owens volva la conversacin al tema que le interesaba. Los tres inquisidores parecieron inclinarse hacia adelante. Miraba para el lado contrario. Estbamos hablando sobre lo que haramos a la hora de la comida cuando o la explosin de la granada. Y usted supo que se trataba de una granada? pregunt Taylor, Ryan asinti. S. El sonido de la explosin es inconfundible. Odio esas malditas cosas, pero es uno de los juguetitos que la Infantera de Marina me ense a usar en Quantico. Lo mismo que las ametralladoras. En Quantico nos hacan practicar con armas producidas por el bloque del Este. He disparado las AK47. El sonido de esas ametralladoras es distinto al que hacen las nuestras y en pleno combate ese es un dato til. Me pregunto, por qu ser que esos terroristas no tenan ametralladoras AK? Por lo que hemos podido determinar contest Owens, el hombre a quien usted hiri, atac el auto con una granada antitanque de las que se disparan con rifle. Por lo tanto su rifle era uno de los nuevos AK74, el de menor calibre preparado para lanzar granadas. Evidentemente no tuvo tiempo para quitarle el artefacto lanzagranadas y decidi seguir adelante con su pistola. Y, como usted sabe, adems tena una granada de mano.

Jack ignoraba lo de la granada lanzada por el rifle, pero de repente record la granada de mano que le haba visto al terrorista. Del tipo de las antitanques? pregunt. Usted las conoce, verdad? contest Ashley. Milit en la Infantera de Marina, recuerda? Las llaman RKG y algo ms, no es cierto? Se supone que pueden abrir un boquete en un vehculo blindado liviano, o destrozar un camin. De dnde diablos habrn sacado esas armas los terroristas... y por qu no las usaron? Te faltan algunos datos, Jack. Y despus, qu? pregunt Owens. En primer lugar puse a salvo a mi mujer y a mi hija. El trfico se detuvo casi enseguida. Yo levant la cabeza para ver lo que suceda. Por qu? pregunt Taylor. No s contest Ryan con lentitud. Tal vez debido a mi entrenamiento. Quera ver qu mierda suceda... llmelo una curiosidad estpida. Vi que uno de los tipos disparaba contra el Rolls mientras el otro lo rodeaba por detrs como dispuesto a apoderarse de cualquiera que intentara salir del auto. Comprend que si me corra hacia la izquierda podra acercarme. Los autos detenidos impediran que me vieran. De repente me encontr ms o menos a quince metros de distancia. El tipo de la AK estaba detrs del Rolls y el otro me daba la espalda. Comprend que tena posibilidades de intervenir y me lanc. Por qu? esa vez la pregunta la hizo Owens en voz muy baja. Buena pregunta. No lo s, en serio que no lo s. Ryan se qued en silencio durante medio minuto. Me enfurec. Hasta ese momento toda la gente que haba conocido aqu era muy agradable, y de repente me topo con esos dos cretinos dispuestos a cometer un asesinato delante de mis narices. Y adivin de quienes se trataba? pregunt Taylor. No se necesitaba mucha imaginacin, verdad? Eso tambin me enfureci. Creo que intervine por eso... por furia. Tal vez sea la furia lo que motiva a la gente en el combate reflexion Ryan. Tendr que pensarlo. De todos modos, como ya les dije, vi que se me presentaba la posibilidad e intervine. "Fue fcil... y tuve mucha suerte. Owens levant las cejas al comprobar hasta qu punto le quitaba Jack importancia a lo que haba hecho. El tipo de la pistola era un imbcil. Tendra que haberse cuidado las espaldas. Pero lo nico que miraba era el lugar donde estaban sus vctimas: un verdadero imbcil. Yo le hice un tackle. Ryan sonri. Mi entrenador hubiese estado orgulloso porque realmente le di con todo. Pero pienso que tendra que haber tenido puestas mis hombreras protectoras, porque el doctor dice que al golpearlo me romp un hueso.

El tipo se desplom. Me apoder de su pistola y le dispar. Supongo que querrn saber por qu lo hice, verdad? S contest Owens. No quera que se volviera a levantar. Estaba inconsciente, tard dos horas en despertar y cuando volvi en s tena una grave conmocin cerebral. De haber sabido que tena esa granada le hubiera disparado un tiro en el culo! Y cmo cree que yo iba a saber eso? pregunt Ryan con toda sensatez. Me preparaba para atacar a un tipo armado con una ametralladora liviana y no necesitaba tener a otro cretino a mis espaldas. As que lo neutralic. Bien podra haberle pegado un balazo en la nuca... en Quantico cuando dicen neutralizar se refieren a matar. En mi familia el polica fue mi padre. Casi todo lo que s con respecto a los procedimientos policiales lo aprend mirando televisin y me consta que prcticamente nada de lo que pintan es cierto. Lo nico que supe en ese momento fue que no poda permitir que l me atacara por la espalda. No puedo decir que me enorgullezca especialmente lo que hice, pero en el momento me pareci una buena idea. "Rode el guardabarros trasero derecho y mir alrededor. Vi que el tipo estaba utilizando una pistola. El agente Wilson me explic que tambin tuve suerte en ese sentido. A m no me tentaba la idea de tener que enfrentar una AK con una pistolita de morondanga. El me vi llegar. Los dos disparamos al mismo tiempo... y supongo que yo tuve mejor puntera. Ryan se detuvo. No tena intencin de poner las cosas de esa manera. Habr sido as? Si no lo sabes t, quin lo va a saber? Haba aprendido que, en momentos de crisis, el tiempo se comprima y se dilataba simultneamente. Tambin lo engaa a uno, verdad? Qu otra cosa pude haber hecho? Mene la cabeza. "No s repiti. Tal vez deb haber intentado otra cosa. Quizs deb decir "Deje caer el arma!" o "Arriba las manos!" como hacen por televisin... pero simplemente no haba tiempo. Todo era ya mismo... l o yo... Saben a qu me refiero? Uno no... uno no razona todo esto cuando no tiene ms que medio segundo para tomar una decisin. Supongo que uno acta instintivamente y de acuerdo al entrenamiento que ha recibido. Y el nico entrenamiento que yo recib fue en la Infantera de Marina. Ellos no nos ensean a arrestar a la gente... por amor de Dios, yo no quera matar a nadie! Pero en ese momento no tena posibilidades de elegir. Ryan hizo una pausa. "Y l por qu no se habr dado por vencido, por qu no habr huido, hecho algo? Se dio cuenta de que lo tena acorralado. Tiene que haber sabido que lo iba a matar. Ryan se dej caer contra la almohada. Al tener que narrar lo sucedido, los recuerdos le resultaban demasiado

vvidos. Por causa tuya ha muerto un hombre, Jack. Est completamente muerto. El tambin tena sus instintos, no es cierto? Pero los tuyos actuaron mejor... as que por qu no te alegras? Doctor Ryan dijo Owens con mucha tranquilidad, nosotros tres hemos entrevistado personalmente a seis personas, todas las cuales pudieron contemplar claramente el incidente. Y por lo que ellas nos han dicho, usted nos ha relatado las circunstancias con notable claridad. Dadas las circunstancias, yo... nosotros... no creemos que usted tuviera eleccin posible. Estamos seguros de que hizo precisamente lo indicado. Y, por si eso es lo que le preocupa, su segundo disparo no tuvo importancia. El primero le atraves directamente el corazn. Jack asinti. S, me di cuenta de eso. El segundo disparo fue algo completamente automtico como si mi mano hubiese actuado sin que mi cerebro se lo ordenara. Baj el arma y paf! Ni lo pens... es extrao como acta el cerebro. Como si una parte fuese la activa y la otra se encargara de observar y de aconsejar. La parte "observadora" de mi cerebro vio que el primer disparo le atravesaba el corazn, pero la parte "activa" sigui en marcha hasta que lo vio desplomarse. Y no s si no le habra seguido disparando, pero ya no me quedaban balas. Sin duda la Infantera de Marina le ense a tirar muy bien observ Taylor. Ryan meneo la cabeza. Me ense pap cuando yo era apenas un chico. En la Infantera de Marina ya no les dan demasiada importancia a las pistolas... Simplemente son una parte del uniforme. Si los malvados se acercan hasta ese punto, lleg la hora de la retirada. Yo utilizaba un rifle. Pero de todos modos el pistolero slo estaba a cuatro metros y medio de distancia. Owens hizo algunas anotaciones ms. Pocos segundos despus, arranc el coche. No consegu ver bien al conductor. Puede haber sido un hombre o una mujer. Lo nico que puedo asegurar es que era blanco. Lo ltimo que vi fue que el auto sala disparando por la calle y doblaba. Era un taxi londinense, lo not? pregunt Taylor. Ryan parpade. Ah, tiene razn! En realidad no pens en eso. Qu tonto! Diablos! Hay millones de taxis dando vueltas por ah. No me sorprende que hayan usado uno de esos. Para ser exactos, tenemos ocho mil seiscientos setenta y nueve taxis precis Owens. De los cuales cinco mil novecientos veintinueve estn pintados de negro. En la mente de Ryan se encendi una lucecita. Dgame, fue un intento de asesinato o de secuestro?

No estamos seguros. Tal vez le interese saber que el Sinn Fein, la rama poltica de PIRA emiti un comunicado asegurando que no tuvo ninguna relacin con el incidente. Y ustedes lo creen? pregunt Ryan. Todava bajo el efecto de los calmantes, no not la habilidad con que Taylor contest a su pregunta. S, nos inclinamos a creerles. Ni los Provos son tan locos, sabe? Un atentado como ste encierra un precio poltico demasiado alto. Eso lo aprendieron despus de haber dado muerte a Lord Mountbatten, y ni siquiera fue el PIRA el que cometi ese atentado, sino el INLA, el Ejrcito Nacional de Liberacin Irlandesa. Adems, les cost una gran suma de dinero de la que aportan sus simpatizantes norteamericanos asegur Taylor. Not por los diarios que la gente est bastante angustiada por esto. Por cierto que lo est, doctor Ryan. Es bastante sorprendente que los terroristas siempre encuentren una manera de impactarnos a pesar de los horrores que hayan sucedido antes coment Owens. Lo dijo en un tono completamente profesional, pero Ryan tuvo la sensacin de que el jefe de la Divisin Antiterrorista estaba completamente dispuesto a arrancarle la cabeza con sus propias manos al terrorista sobreviviente. Las apret una contra la otra con fuerza suficiente como para hacer exactamente eso. Y despus que pas? Me asegur de que el tipo a quien le haba disparado el segundo estuviera muerto, Despus revis el coche. El chofer... bueno ustedes saben lo que les pas, a l y al oficial de seguridad. Perteneca a su personal, seor Owens? Charlie era amigo mo. Haca tres aos que integraba la guardia de la Familia Real... Owens se expresaba casi como si el hombre siguiera vivo y Ryan se pregunt si alguna vez habran trabajado en equipo. Saba que los policas que trabajaban juntos tenan tendencia a hacerse ntimos amigos. Buena, ustedes conocen el resto de la historia. Espero que alguien le d una palmada en la cabeza a ese guardia de la chaqueta colorada. Gracias a Dios que se tom un minuto para pensar, por lo menos hasta que apareci el polica y lo calm. Habra sido bastante incmodo para todos que me hubiera atravesado con la bayoneta. Owens manifest con un gruido que estaba de acuerdo. Sin duda. Y el rifle que empuaba estaba cargado? pregunt Ryan. En ese caso replic Ashiey, por qu no dispar? Una calle atestada de gente no es el lugar ms indicado para usar un rifle de alta potencia, ni siquiera cuando uno est seguro de dar en el blanco contest Ryan. Estaba cargado, verdad?

No podemos comentar asuntos que se refieren a la seguridad contest Owens. Yo saba que estaba cargado, se dijo Ryan. Y, de todos modos, de dnde sali? El Palacio quedaba bastante lejos. Estaba en Clarence House, el edificio que linda con el Palacio de St. James. Los terroristas eligieron una hora equivocada o tal vez un lugar equivocado para el atentado. Hay un puesto de guardia en la esquina sudoeste del edificio. La guardia cambia cada dos horas Cuando se realiz el ataque, estaban justamente cambiando la guardia. Eso significa que en ese momento, all no haba un solo soldado sino cuatro. Los policas de guardia en el palacio oyeron la explosin y los disparos de armas automticas. El sargento que los comandaba corri al portn para ver lo que suceda y les grit a los guardias que lo siguieran. Fue l quien dio la alarma, verdad? Y por eso los dems llegaron con tanta rapidez. No, la alarma la dio Charlie Winston explic Owens. El Rolls est equipado con una alarma electrnica, aunque no necesita contrselo a nadie. Eso alert al cuartel general. El sargento Price actu enteramente por su propia iniciativa. Desgraciadamente para l, el guardia era un atleta ese muchacho corre carreras pedestres y salt las barreras. Price tambin trat de hacerlo, pero se cay y se fractur la nariz. Le cost mucho alcanzar al guardia, porque adems tena que dar la alarma por intermedio de su radio porttil. Bueno, pero me alegro de que al final lo haya alcanzado. Ese soldado me aterroriz. Espero que el sargento tambin reciba una palmada en la cabeza. Recibir la Medalla Oficial de la Reina para Novatos, y el agradecimiento de Su Majestad aclar Ashley. Hay algo que no entendemos, doctor Ryan. Usted fue dado de baja en la Infantera de Marina por incapacidad fsica, incapacidad que ayer no evidenci. Ustedes ya saben que despus de abandonar la carrera militar me dediqu a ser corredor de Bolsa. Consegu obtener cierto renombre y conoc al padre de Cathy y, por su intermedio, a la que es hoy mi mujer. Rechac la propuesta que me hizo de trasladarme a Nueva York, pero Cathy y yo nos enamoramos a primera vista. Al poco tiempo estbamos comprometidos. En esa poca yo usaba un cors, porque cada tanto tena problemas de columna, Bueno, me volvi a suceder justo despus de que nos comprometimos Cathy me intern en el John Hopkins para que sus profesores me hicieran un chequeo. Uno de los mdicos era Stanley Rabinowisz, el profesor de neurociruga, quien me hizo tests durante tres das y me asegur que poda dejarme como nuevo.

"Resulta que los mdicos de Bethesda haban cometido un error con mi mielograma. No los estoy criticando, eran mdicos jvenes e inteligentes, pero Stanley es lo mejor que hay en plaza. Y cuando da su palabra, no se equivoca. Me oper ese mismo da, y dos meses despus estaba casi como nuevo sigui diciendo Ryan. De todos modos, esa es la historia del problema de columna de Ryan. Simplemente me enamor de una chica bonita que estaba por recibirse de cirujana. Su esposa es decididamente una mujer verstil y competente convino Owens. Pero usted la encontr agresiva observ Ryan. No, doctor Ryan. La gente sometida al estrs nunca est en su mejor momento. Su esposa tambin examin a Sus Altezas Reales en la escena del atentado y eso nos fue de gran utilidad. Se neg a alejarse de su lado hasta que usted estuviera en manos de mdicos competentes y no la culpo. Pero es cierto que creo que encontr un poco largos nuestros procedimientos de identificacin y, como es natural, estaba ansiosa por usted. Nosotros deberamos haber acelerado un poco los trmites... No es necesario que se disculpe, seor. Mi padre era polica. Conozco los procedimientos. Comprendo que no les haya resultado fcil identificarnos. Tardamos un poco ms de tres horas, un problema de horarios, sabe en la chaqueta usted tena su pasaporte y su registro de conductor que, para nuestra gran alegra, tiene su fotografa. Recurrimos por primera vez al legado Legal de su embajada un poco antes de las cinco, de manera que en Norteamrica era medioda. La hora del almuerzo, como ve. El llam a la oficina del EBI en Baltimore, desde donde a su vez llamaron a la filial de Annapolis. El asunto de la identificacin es bastante sencillo: ante todo ellos tenan que ponerse en contacto con algunas personas de la Academia Naval que saban quin es usted, cundo lleg a Inglaterra y otros datos necesarios. Otro agente recurri a la agencia de registro de su automvil. Muchas de esas personas no estaban en sus oficinas porque haban ido a almorzar, as que creo que en eso demoramos aproximadamente una hora. Simultneamente, el agregado legal hizo averiguaciones en la Infantera de Marina de su pas. En el trmino de tres horas tenamos una historia bastante completa de su persona, incluyendo huellas dactilares. Y nosotros ya tenamos en nuestro poder sus huellas dactilares del pasaporte y la que dej en el libro de reg