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Jesús y el divorcio y el nuevo casamiento en Mateo 19 Por Ekkehardt Mueller Instituto de Investigación Bíblica Recientemente, mientras viajaba por Europa, mi esposa encontró
un artículo interesante en una revista que describía el
comportamiento de la mujer moderna. Afortunadamente, una
mujer escribió el artículo. Ella ilustraba su punto describiendo la
ruptura de un matrimonio. Una ex medallista de oro y poseedora
de un record mundial, quien todavía está activa, al proseguir su
carrera en los deportes, dejó a su marido, un doble finalista
mundial y ahora amo de casa, incluyendo sus dos hijos, por un
amante, que también es un conocido deportista. La escritora del
artículo afirma que el comportamiento que era considerado
masculino, a saber, dejar al cónyuge e hijos para vivir con una
nueva compañera, se ha vuelto común entre las mujeres. Eva
Kohlrusch dice sarcásticamente: “Las mujeres pueden felicitarse
entre ellas. La equidad progresa. Las mujeres cada vez con más
frecuencia hacen lo que en el pasado era considerado
típicamente un comportamiento masculino. Salen del matrimonio
y sus hijos con el padre… Ella se comporta como él lo ha hecho
en el pasado… Necesitamos inventar un concepto totalmente
nuevo para proteger a los niños de los sentimientos de
abandono”.1
El divorcio y el nuevo matrimonio se han vuelto un desafío para la
sociedad y para la iglesia. Las ideas de la era posmoderna
también están influenciando a los cristianos. Algunos abandonan
el concepto de verdad absoluta. El pluralismo es parcialmente
1 Eva Kohlrusch, “Seitensprung in ein neues Leben” in Bunte, no. 28/2000, pp. 88, 89 (traducido).
aceptado. El ser humano se ha vuelto el objetivo último. La vida
abundante se define solo como sentirse y estar bien. El dolor y el
sufrimiento se han vuelto inaceptables. Aunque hay
circunstancias muy difíciles en algunos matrimonios, debemos
reconocer que algunas veces las personas abandonan el
matrimonio muy fácilmente.
Jesús abordó el tema del divorcio, y sus declaraciones se
encuentran en Mateo 5 y 19, Marcos 10, y Lucas 16. En este
artículo, nos enfocaremos en Mateo 19, cuando los fariseos le
preguntaron a Jesús sobre las bases del divorcio (19:1-12).
Jesús una y otra vez enfatizó la indisolubilidad del matrimonio. Él
sostuvo el ideal divino como fue instituido en el Jardín del Edén.
Y creo que él quiere que veamos la belleza del matrimonio y nos
olvidemos de enfocarnos en los problemas. Esto puede ser
indicado por el contexto en el que se encuentra el relato de
Mateo 19:1-12.
I. Declaraciones de Jesús sobre el matrimonio y el divorcio y
su interpretación
Los cristianos han aceptado a Jesús como su Salvador y
Señor. Han decidido seguir sus pisadas (1 Ped. 2:21). Su vida,
muerte y resurrección los han salvado. Su ministerio
sacerdotal en el cielo los apoya. Sus enseñanzas son
normativas para ellos. Por lo tanto, cuando se trata de
decisiones menores, así como importantes en la vida, los
cristianos preguntan qué dice Jesús acerca de esos asuntos.
Esto es especialmente cierto en el caso del divorcio y el
nuevo matrimonio. En cuatro lugares de los evangelios
sinópticos Jesús abordó esta cuestión: Mateo 5:31, 32; 19:1-12;
Marcos 10:1-12; y Lucas 16:18.
Cronológicamente, Mateo 5:31, 32 viene primero. Este texto
pertenece al Sermón del Monte. Al comienzo de su
ministerio, Jesús abordó este tema difícil y delicado. El lugar
es Galilea. Mateo 19 y sus paralelos en Marcos y Lucas
pertenecen al ministerio de Perea. Según Mateo 19 y Marcos
10, los fariseos forzaron a Jesús a discutir el tema, pero él no
lo evitó y lo dejó bien en claro.
En el tiempo de Jesús, el divorcio se tomaba a la ligera.
Básicamente, la escuela de Hilel permitía como razón para el
divorcio lo que fuera que al esposo no le gustara de su
esposa. Quemar una comida podría haber sido una razón.
Por otro lado, la escuela de Shammai permitía que el esposo
se divorciara de su esposa solo si ella había cometido algún
tipo de agravio sexual. Sin embargo, ¿qué era considerado
como una ofensa sexual? Incluía que la esposa fuera vista en
público con el cabello o los brazos descubiertos. Según el
Rabí Meir, también incluía una actitud extrovertida hacia
esclavos y vecinos, darse la vuelta en la calle, beber con
entusiasmo en la calle y bañarse con hombres. Era más o
menos una ofensa a las costumbres de la época por parte de
la esposa lo que le permitía al marido obtener el divorcio.2
Además, el divorcio era visto como un privilegio que Dios le
había dado a Israel. “Según la tradición rabínica, Yahveh
había dicho: ‘En Israel he dado el divorcio, no he dado el
divorcio entre los gentiles’. Solo en Israel ‘Dios ha conectado
su nombre con el divorcio’”.3 En lugar de seguir el plan de
Dios y aceptar la indisolubilidad del matrimonio, el divorcio
era considerado un privilegio. “Así, incluso la disolución de un
matrimonio sin motivo alguno se consideraba válida”.4
Las palabras de Jesús sobre el divorcio y el nuevo
matrimonio habían sido comprendidas de forma muy
diferente. Aquí hay algunas de las perspectivas que se
mantienen:
1. El divorcio es imposible incluso en caso de adulterio; de
lo contrario, Jesús no diferiría con Moisés y hubiera
tomado una posición más liberal que la ley mosaica,
2 Para el contexto histórico ver Hermann L. Strack and Paul Billerbeck, Das Evangelium nach Matthäus erläutert aus Talmud und Midrasch, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Misrasch, Band 1 (München: C.H. Beck’sche Verlagsbuchhandlung, 1986), pp. 304, 315-320. 3 Walter Grundmann, Das Evangelium nach Markus (Berlin: Evangelische Verlagsanstalt, 1984), p. 270 (traducido). 4 Hermann L. Strack and Billerbeck, pp. 304, 315-320.
que, en el caso de adulterio, requería la pena de muerte.
Un nuevo matrimonio era impensado.5
2. El divorcio no es posible, excepto en caso de adulterio.
Sin embargo, incluso si una de las partes comete
adulterio y los cónyuges están divorciados, se excluye
un nuevo matrimonio. Esta es la posición de los padres
de la iglesia y se encuentra incluso hasta nuestros días.6
3. El divorcio no es posible excepto por infidelidad sexual
durante el periodo del compromiso. Si se descubre que
uno de los cónyuges fue infiel durante el tiempo de
compromiso, el divorcio está permitido, así como
también un nuevo matrimonio.7
4. El divorcio no es posible, excepto en caso de adulterio.
Si uno de los cónyuges comete adulterio y los cónyuges
están divorciados, quien no cometió adulterio puede
volver a casarse. Sin embargo, es preferible la
reconciliación. Esta es la posición de Erasmo de
Rotterdam, los principales reformadores, muchos
evangélicos y la Iglesia Adventista.8
5 Cf. Samuele Bacchiocchi, The Marriage Covenant: A Biblical Study on Marriage, Divorce, and Remarriage (Berrien Springs, Mich.: Biblical Perspectives, 1991), p. 183. 6 Cf. Gordon J. Wenham and William E. Heth, Jesus and Divorce (Carlisle, UK: Paternoster Press, 1984), pp. 19-44. Esta también parece ser la posición de A. Schlatter. Cf. Adolf Schlatter, Das Evangelium nach Matthäus (Stuttgart: Calwer Verlag, 1947), pp. 73, 74. También ver Walter Grundmann, Das Evangelium nach Lukas (Berlin: Evangelische Verlagsanstalt, 1984), p. 324; Walter Grundmann, Das Evangelium nach Matthäus (Berlin: Evangelische Verlagsanstalt, 1990), pp. 163, 428. 7 Cf. Bacchiocchi, p. 182. 8 Ver Wenham und Heth, quien discute esta interpretación en pp. 73-99. Cf. Craig S. Keener, . . . and Marries Another: Divorce and Remarriage in the Teachings of the New Testament (Peabody, Mass.:
5. Las Escrituras están en oposición al divorcio. Sin
embargo, es posible obtener el divorcio. Las razones no
solo son por adulterio, sino también por el abandono del
cónyuge, abuso, violencia, etc. Un nuevo matrimonio es
posible.9 Algunos sugieren que la pregunta en cuanto a
quién es el culpable no debe discutirse. Otros sugieren
que contraer matrimonio nuevamente siempre es
posible, al menos bajo la condición que los ex cónyuges
manifiesten un espíritu de perdón.10
6. Se dice que las palabras originales de Jesús no
contenían la cláusula de excepción. Estas palabras
originales se encuentran en Marcos y Lucas. La cláusula
de excepción ocurre en Mateo y es un añadido de la
iglesia primitiva, la cual bajo la influencia del Espíritu
Santo y del Cristo después de la Pascua ha actualizado
el texto bíblico. Otra aplicación y actualización se
encuentra en los escritos de Pablo (1 Corintios 7:12-15).
Por lo tanto, la iglesia cristiana tiene el derecho no solo
de interpretar sino también de reinterpretar la Escritura.
Hay apertura para tratar con otros casos no
Hendrickson Publishers, 1991) y el Adventist Church Manual (Washington, D.C.: General Conference of Seventh-day Adventists, 2000). Elena G. White, El hogar cristiano (Nashville: Southern Publishing Association, 1952), pp. 310, 311: “Nada que no sea la violación del lecho matrimonial puede romper o anular el voto del casamiento. […] Dios indicó una sola causa por la cual una esposa pueda abandonar a su esposo, o éste pueda dejarla a ella, y fue el adulterio” Francis D. Nichol, ed., Comentario Bíblico Adventista, vol. 5 (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1956), p. 454: “Aquí y en la discusión paralela de Jesús en Mateo 5:32 parece implicar, aunque no específicamente declarado, que la parte inocente del divorcio está en libertad de contraer matrimonio nuevamente. Esta ha sido la comprensión de la gran mayoría de los comentadores a través de los años”. 9 Ver “Divorce and Remarriage Study Commission Report, 22.6.99,” pp. 5, 10. 10 Lothar Wilhelm, “ ‘. . . das soll der Mensch nicht scheiden’? Fragen zu den Aussagen der Evangelien über Ehescheidung und Wiederverheiratung”, in Glauben heute, Jahrespräsent 1999, editado por Eli Diez (Lüneburg: Advent- Verlag, 1999), pp. 16-33.
mencionados en las Escrituras. ¿Por qué el Espíritu Santo
no guiaría a la iglesia moderna a encontrar otras razones
para un divorcio legítimo, así como ha guiado a la iglesia
en la antigüedad?11
7. Se dice que cuando Jesús en el Sermón del Monte trató
el tema del divorcio y nuevo matrimonio, esto no es un
mandamiento. Porque el versículo 30 de Mateo 5 debe
ser comprendido de forma figurada, el versículo 32 y el
pasaje completo también deberían entenderse de forma
figurada. Aunque la intención de Jesús es clara de que
el matrimonio debería ser permanente, el divorcio y un
nuevo matrimonio son posibles.
8. La cláusula de excepción solo se refiere al incesto. El
divorcio es posible solo si existe un “matrimonio” que, de
acuerdo con Levítico 18, nunca debería haber sido
instituido; y si un creyente y un no creyente están
casados y el no creyente quiere obtener el divorcio. Sin
embargo, los cónyuges que abusan de sus compañeros
de forma verbal o física, que son adictos al alcohol o a
las drogas, que son blasfemos, que aman más los
placeres que a Dios, etc., no son creyentes, incluso si
fueron bautizados como cristianos. Estos deben ser
evitados.12
11 Cf. Robert M. Johnston, “Divorce and Remarriage: What the Bible Teaches” (paper preparado para el Concilio Mundial de Ministros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, 1990). 12 Bacchiocchi, pp. 183-189, 215, 216. En la p. 216 escribe: “¿Cómo debe relacionarse un cristiano con un cónyuge que persiste en su estilo de vida perverso? El consejo de Pablo es directo ‘A estos evita’ (2
Ahora vamos a examinar Mateo 19 más de cerca.
II. El contexto de Mateo 19a
1. La posición de Jesús sobre el divorcio en el contexto de
Mateo 19 y 20a
Mateo 19:1-20:16 es un pasaje que describe el ministerio
de Jesús. Sus segmentos13 están conectados entre sí por
vocabulario común.14 También detectamos que Jesús
habla a los fariseos primero (19:3-9). Luego, se vuelve
hacia los discípulos (19:10-15). Luego del diálogo con el
joven rico (19:16-22), como se lo llama a este hombre,
Jesús nuevamente enseña a sus discípulos (19:27-20:16).
Timoteo 3:5). Vivir con y amar a una persona que abierta y obstinadamente viola los principios morales del cristianismo, significa consentir tal estilo de vida inmoral”. 13 (1) Matrimonio, divorcio y estar soltero (19:1-12), (2) bendición de los niños (19:13- 15), (3) “el joven rico” (19:16-26), (4) recompensas del discipulado (19:27-30), y (5) parábola de los trabajadores de la viña (20:1-16). 14 Ej. “discípulo” (19:10, 13, 25), “el reino de los cielos” (19:12, 14, 23; 20:1), “padre y madre” (19:5, 19, 29), “palabra” (19:1, 11, 22) y “adulterio” (19:9, 18).
a. Padre y madre
“Padre y madre” es una de esas conexiones
literarias. En 19:5 Jesús habla acerca de dejar padre
y madre cuando un hombre se casa. En 19:19 él
menciona el quinto mandamiento, a saber, el de
honrar al padre y a la madre, y en 19:29 declara que
sus discípulos a veces se verán forzados a dejar
padre y madre por causa de Jesús. Dejar padre y
madre para casarse no viola el quinto mandamiento,
tampoco el dejarlos por causa de Jesús.
Así, indirectamente, el matrimonio puede ser
comparado con la relación de Jesús y sus
discípulos. El famoso pasaje de Efesios 5 puede
estar siendo vaticinado aquí. Si el matrimonio es
similar a nuestra conexión con Jesús, ¡qué
importante y elevador debe ser el matrimonio, ¡qué
hermoso y bendecido, y también qué perdurable!
Quien haya probado las bondades de nuestro
Señor, y el placer de su compañía, también puede
disfrutar su inmenso regalo del matrimonio.
b. A quién dejar y a quién no dejar
Mateo 19:29 es muy interesante: “Y cualquiera que
haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi
nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida
eterna”. Casi nos golpea el hecho que Jesús hable
de dejar hermanos y hermanas, padres, incluso
hijos, pero él no habla acerca de dejar al cónyuge.15
Al omitir una referencia al cónyuge aquí, el mensaje
para nosotros parece ser: incluso por causa de
Jesús, no se nos pide que dejemos a nuestro
cónyuge, a estar separados de él/ella, o que nos
divorciemos. El matrimonio es indisoluble. El
matrimonio es bueno. Jesús no separa matrimonios
cuando le pide a las personas que lo sigan.
c. El séptimo mandamiento
En Mateo 19:9, Jesús discute el divorcio, nuevo
matrimonio y adulterio. En Mateo 19:18, él cita el
séptimo mandamiento, “no cometerás adulterio”.
Los dos textos usan un verbo con una raíz común.
Nuevamente, el matrimonio es muy importante para
Jesús. Obviamente, sus declaraciones de Mateo 19:9
y 5:27-32 se relacionan con el séptimo mandamiento
y, por lo tanto, al decálogo. Jesús discute con los
15 Algunos manuscritos contienen el término “esposa”, otros no. Los Nuevos Testamentos Griegos Modernos como el Novum Testamentum Graece por Nestle-Aland, y The Greek New Testament por las Sociedades Bíblicas Unidas, omiten el término. El pasaje paralelo en Marcos 10:28-30 tampoco menciona la esposa (en un importante número de manuscritos), sin embargo, Lucas 18:29 sí lo hace. Pero Lucas 18:29 y el texto sobre el divorcio en Lucas 16:18 no se encuentran en el mismo contexto inmediato. Es cierto que los discípulos temporalmente dejaron a sus esposas y siguieron a Jesús. Pero luego se informa que Pedro viajaba con su esposa (1 Cor. 9:5). Los contextos específicos de Mateo y Marcos que contienen el pasaje sobre el divorcio y el nuevo matrimonio pueden haber causado la omisión del término “esposa” de la lista de a quienes un discípulo podría tener que dejar por causa del reino de los cielos. Las personas podrían haber llegado a las conclusiones equivocadas que eran opuestas a la intención de Jesús. En el contexto de Mateo 19 y Marcos 10, era necesario enfatizar que el discipulado no lleva al divorcio y no permite el divorcio. Incluso en Lucas el término “dejar” puede haber tenido solamente la connotación de una separación temporaria. En 1 Corintios 7:12, 13, Pablo parece abordar el mismo tema o uno similar, diciendo que el creyente no debería divorciarse de un no creyente.
fariseos al retroceder al relato de la creación y al
indirectamente referirse a los Diez Mandamientos.
La posición de Jesús es de lo que se trata la Ley. La
Ley sigue siendo la misma. En el tiempo de Jesús
era tan obligatoria como cuando Dios la pronunció
en el Monte Sinaí. También es válida hoy. Es
independiente de las culturas y los sistema de
valores cambiantes. La Ley es buena. El don de Dios
del matrimonio y su protección de este don son
buenos.
d. El duro corazón
La conexión más importante entre las diferentes
partes de Mateo 19 y 20a, y por lo tanto, el tema
más importante en el ministerio en Perea de Jesús
es, aparentemente, el tema del duro corazón y el
motivo relacionado con la envidia.16Jesús mismo
introdujo la frase “dureza de corazón” en 19:8. Los
fariseos mostraban claras evidencias de dureza de
corazón porque buscaban razones que les
permitieran divorciarse. No comprendían el
maravilloso regalo divino del matrimonio, y lo
arruinaban por su actitud y comportamiento (19:3, 7).
Cuando pensaban acerca del matrimonio, solo el
divorcio se les venía a la mente.
16 Ver Daniel Patte, The Gospel According to Matthew: A Structural Commentary on Matthew’s Faith (Philadelphia: Fortress Press, 1987), pp. 261-280.
Pero incluso a los discípulos de Jesús les costaba
aceptar su enseñanza sobre el matrimonio. Ellos
sugerían mantenerse solteros y no casarse si el
matrimonio es indisoluble (19:10). Comprendían
claramente la afirmación de Jesús y, sin embargo,
decidieron ponerse del lado de los fariseos. Ellos
tampoco podían pensar en el matrimonio en otros
términos que no fuera el divorcio. Tenían un duro
corazón. Y esa dureza de corazón se manifiesta un
poco después cuando se encuentran con los niños
que son llevados a Jesús para que fueran
bendecidos, y los discípulos los regañan (19:13).
El joven rico no está dispuesto a vender sus
posesiones y dar su riqueza a los pobres. Debido a
la dureza de su corazón es difícil que los ricos
entren al reino de Dios (19:21-23). Nuevamente, los
discípulos parecen favorecer a los que no entrarían
al reino de Dios (19:25), y la pregunta de Pedro
acerca de la recompensa de seguir a Jesús puede
señalar a la dureza de corazón (19:27).
Finalmente, en la parábola de los trabajadores de la
viña, los que han trabajado todo el día no están
felices con su paga. Se quejan de la generosidad
del dueño de la tierra. El problema no es que el
señor no les pagó de forma justa. El problema es
que los que no tuvieron la oportunidad de estar
empleados todo el día recibieron la misma cantidad
de dinero. Se comparan con sus colegas
trabajadores y, en lugar de ser movidos a gratitud
por lo que ocurrió con los demás, se concentran en
ellos mismos y la supuesta injusticia para con ellos.
El dueño de la tierra responde: “¿O tienes tú envidia,
porque yo soy bueno?”. En lugar de regocijarse con
sus colegas trabajadores y alabar la generosidad
del señor, murmuran y se quejan. Tienen envidia. Su
dureza de corazón no les permite ver la bondad de
Dios.
Así, la sección entera del ministerio en Perea de
Jesús desafía a los lectores a apreciar los
extraordinarios regalos de Dios, especialmente el
regalo del matrimonio, y a darle la espalda a
considerar el divorcio.
e. Resumen
Para resumir, podemos decir:
1. Hasta cierto grado, la relación de Jesús con sus
discípulos puede compararse a la relación de
marido y mujer. Debido a esta relación, uno
puede tener que dejar otras personas y
posesiones. Los beneficios son inmensurables.
2. Seguir a Jesús no significa separarse o
divorciarse del cónyuge. El matrimonio es
indisoluble.
3. La declaración de Jesús sobre el divorcio está
conectada con el séptimo mandamiento. Este
mandamiento es obligatorio y es independiente
de la cultura y el tiempo cambiantes.
4. Mateo, al citar a Jesús, desafía a los lectores y
oyentes a arrepentirse de la dureza de su
corazón y la envidia, a apartarse de cualquier
consideración de la idea de divorcio, y atesorar
el fantástico regalo del matrimonio.
2. La posición de Jesús sobre el divorcio en el contexto de
Mateo 18
Mateo 19 está precedido por una conversación entre
Jesús y sus discípulos en Capernaum. A pesar de los
lugares geográficos diferentes, hay fuertes conexiones
entre Mateo 18 y 19. Estas incluyen el término
“discípulos”, “reino”, “niños” y “corazón”.17 Al principio del
capítulo 18, los discípulos hacen la pregunta “¿Quién es
el mayor en el reino de los cielos?” (18:1). La respuesta
de Jesús hace mención a un niño, los pequeños, y el
pecado de un hermano (18:2-20). Después de su
respuesta, Pedro hace otra pregunta, tratando sobre el
tema del perdón de pecados (18:21). Jesús responde con
una corta declaración y la parábola de los dos deudores
(18:22-35).
a. El duro corazón
Aunque los discípulos han sido advertidos a no
despreciar a los pequeños y no escandalizarlos
(18:6, 10), no han aprendido su lección, como lo
demuestra su comportamiento en 19:13. En lugar de
recibir a los niños en el nombre de Jesús, los
rechazaron. Aunque habían sido advertidos contra la
dureza de corazón en Mateo 18, los discípulos han
exhibido precisamente este comportamiento. El
capítulo 18 termina con la advertencia que el Padre
Celestial entregará para torturar a aquellos que no
17 (1) 18:1-35—diálogo de Jesús con los discípulos (niños, reino de los cielos); (2) 19:1-9—Diálogo de Jesús con los fariseos; (3) 19: 10-15—Diálogo de Jesús con los discípulos (niños, reino de los cielos).
perdonan de corazón a sus vecinos (18:34, 35). El
tema del duro corazón ya está presente en el
capítulo 18, aunque la frase exacta aparecerá en
19:8 solamente. El siervo que no perdona es un
ejemplo de una persona de duro corazón por
excelencia, y es interesante que este tema se
desarrolle en el siguiente periscopio al lidiar con el
divorcio y el nuevo matrimonio.
En lugar de perdonar a sus cónyuges, hay personas
como los fariseos, que solo buscan vacíos legales y
posibilidades para salirse del matrimonio y
deshacerse de sus compañeros. No se preocupan
por sus esposas o esposos. No están interesados en
ellos. Olvidan la deuda incalculable que Dios les ha
perdonado y cuentan todos los errores de sus
cónyuges contra ellos. No se practica el perdón, ni
siquiera se considera. Afirmando que cumplen la
ley, son juzgados por la ley. La dureza puede llegar
tan lejos como para querer abandonar el
matrimonio, incluso cuando sus cónyuges no hayan
pecado contra ellos.
b. Cortarse una mano y sacarse un ojo
Mateo 18:8, 9 habla simbólicamente de la
automutilación. Cortarse una mano y sacarse un ojo
para evitar ser llevados por mal camino se
encuentra de forma casi idéntica en Mateo 5:29, 30,
un pasaje al que se alude en Mateo 19:1-12. Mateo
18:8 añade cortarse un pie. Ya que estos versículos
en Mateo 5 se encuentran en el contexto del
adulterio y la fornicación, los respectivos versículos
paralelos en Mateo 18 también pueden referirse a
pecados sexuales.
Somos llamados a luchar contra el pecado, incluso
los pecados sexuales. Somos llamados a luchar por
nuestros matrimonios y a hacerlos funcionar. Los
miembros de iglesia son llamados a ayudar a
aquellos que están en peligro de ser seducidos y
descarriarse. A veces se necesita disciplina
eclesiástica para ganarlos. En cualquier caso, luego
del arrepentimiento, se debe conceder el perdón.
Nuestros matrimonios viven del perdón. Vivimos del
perdón. Por lo tanto, extendemos nuestro perdón a
nuestros cónyuges. El problema no es el divorcio. El
tema es perdonar al otro y dejar ir el duro corazón.
c. Resumen
Nuevamente, resumimos:
1. Mateo 18, con sus paralelos en Mateo 5:29, 30
prepara el camino para la discusión sobre el
divorcio y adulterio en el capítulo 19. Aunque
las declaraciones de Jesús en Mateo 19:4-6, 8, 9
y 11, 12 están basadas en el relato de la
creación, también contienen una exposición del
séptimo mandamiento. Jesús afirma que, al
volver a casarse, uno comete adulterio. El
matrimonio, por su propia naturaleza es
indisoluble. Los mandamientos de Dios todavía
son válidos.
2. Nuevamente los lectores son desafiados a
rechazar la dureza de corazón y libre y
graciosamente perdonarse mutuamente (18:35;
19:8).
3. En lugar de buscar el divorcio y disfrutar de ser
“libre” de nuevo, somos desafiados a conceder
el perdón y dejar de contar los errores de
nuestros cónyuges. El perdón es ilimitado.
4. En algunos casos de ruptura matrimonial, la
disciplina eclesiástica es necesaria. Su objetivo
es prevenir que los involucrados se vuelvan
“ovejas perdidas” (Mateo 18:12-14). Siguiendo
Mateo 18:15-20, y la subsecuente parábola, los
miembros de iglesia son llamados a perdonar a
los demás creyentes que se equivoquen.
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