JEREZ DE LA FRONTERA

HISTORIA

La ciudad visigoda que aquí existía fue conquistada por las primeras tropas de Tariq que entraron en la provincia. Desde entonces el lugar fue llamado Saris.

Pronto se convirtió en un importante baluarte defensivo contra las incursiones normandas. Durante el califato, Jerez ya destacaba por su producción de cereales, viñedos y olivares. Tras la descomposición de al-Andalus en numerosos reinos taifas formó parte del de Arcos, y pasó a incluirse posteriormente en el potente y expansivo reino de Sevilla, que conquistó la capital de esta taifa en el año 1067.

La descomposición del poder almorávide permitió la efímera existencia de una taifa en Jerez, de la que dependían ciudades como Arcos y Ronda. La taifa cayó en poder almohade, quedando incluida en el reino de Sevilla. Lo caótico de los años que siguieron al final del dominio almohade, junto al avance conquistador por el valle del Guadalquivir del rey Fernando III, debilitó el poder musulmán en la zona y permitió la conquista de gran cantidad de plazas.

Alfonso X El Sabio tomó Jerez en 1255, si bien los musulmanes la recuperaron en 1262. La ciudad estuvo en rebelión contra el rey castellano durante dos años, por lo que Alfonso se decidió a conquistarla definitivamente. En 1264 pasó a manos cristianas, se expulsó a la población musulmana y se repartieron sus bienes entre los conquistadores. En 1285 la ciudad tuvo que enfrentarse al prolongado asedio del sultán de Marruecos. En 1339 el caballero jerezano Diego Fernández de Herrera consiguió introducirse en el campamento enemigo disfrazado de moro y dio muerte a Melik, wali de Algeciras, que mantenía otro asedio con sus tropas.

MONUMENTOS ANDALUSÍES

Alcázar-Mezquita. El Alcázar de Jerez, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, está situado en el ángulo sudeste del recinto amurallado, formando con las murallas, torres y puertas un complejo sistema defensivo. El Alcázar se levantó en el siglo XII y constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura almohade que existen en la Península. Jerez se convierte en este siglo en una de las ciudades más importantes de la Baja Andalucía, como lo demuestra la monumentalidad de su alcázar y la extensión de la muralla, con un perímetro de 4 kms. que encerraba una ciudad de 46 hectáreas y que llegó a tener una población de 16.000 habitantes.

Murallas. De época almohade-almorávide, aún se conserva buena parte de su estructura.

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Jerez de la Frontera. Catedral.

OTROS MONUMENTOS

Catedral. La actual Catedral jerezana se edificó originalmente como Iglesia Colegial, dado que Jerez no ha sido obispado hasta 1980. Es una bella construcción del siglo XVII que aúna los estilos gótico, barroco y neoclásico y que se alza sobre la primitiva Mezquita Mayor de Jerez y la antigua Iglesia del Salvador. Destacan en su interior las capillas de la Inmaculada, del Sagrario y de las ánimas, esta última dedicada al Cristo de la Viga pieza gótica del siglo XIV; el Crucificado, atribuido a José de Arce, y La Inmaculada, de Jaime Baccaro.

ARCOS DE LA FRONTERA

HISTORIA

Arcos, por su propio enclave geográfico, ha constituido en todos los tiempos un lugar estratégico privilegiado.

Tras su fundación romana, ha sido cobijo de numerosas civilizaciones, siendo el pueblo árabe quien le dio mayor esplendor.

Los primeros en habitar la ciudad fueron los Chunds (Sirios) tras la caída de los visigodos. En la época del Emirato dependiente de Damasco (711-757), perteneció a la "Cora" de Sidonia. En el siglo XI la ciudad se declaró independiente, según reza en la crónica de Al-Tawail. El Emir de Calsena tomó la ciudad y la sustrajo al poder de Córdoba, pero su desmembramiento provocó que Arcos se convirtiera en Reino Taifa regido por la familia Jazrum, de origen bereber.

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En 1068 se anexiona a Sevilla bajo el poder del Rey Almotamid. La llegada de los almorávides al territorio provoca la debilitamiento de los Reinos Taifas. A mediados del siglo XII los almohades consiguen someterles.

En 1233 Fernando III hizo una incursión por Arcos, pero la poca consistencia de ésta hizo que volviera a manos musulmanas. Alfonso X conquistó la ciudad en 1255, que fue poblada por leoneses y castellanos, aunque permanecieron ciertos mudéjares. En 1261 éstos se rebelan y toman de nuevo la ciudad. Fueron nueva y definitivamente derrotados en 1264.

En una primera instancia, la villa fue cedida al Infante D. Enrique, aunque pronto volvió a manos reales. En 1408 fue otorgada a Ruy López Dávalos, privado del Rey. Ya en 1440, la villa pasó a los Duques de Arcos, la familia Ponce de León, quedando vinculada, a partir de entonces, al régimen señorial en perjuicio de la realeza.

Vista desde el mirador de la Plaza del Cabildo.

MONUMENTOS ANDALUSÍES

Castillo. Fue alcázar militar en el período musulmán, aunque su aspecto actual responde a las reformas efectuadas en los siglos XIV y XV. Tras la invasión cristiana se convirtió en la residencia de los Duques de Arcos. Los Reyes Católicos recibieron entre estos muros la rendición del Reino Taifa de Marbella.

Puerta Matrera. Fue clave en la defensa de la ciudad al Oriente y es la única que subsiste del primitivo recinto amurallado de la localidad. Estaba flanqueada por dos torreones del que sólo queda el de la izquierda.

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Estructura Urbana. Supone un muestrario antológico de toda Andalucía, ya que conviven barrios de siglos diversos, donde rincones árabes y judíos se mezclan con otros renacentistas, dieciochescos, románticos...

OTROS MONUMENTOS

Basílica Menor de Santa Mª de la Asunción. Construcción de estilo románico-gótico. Primitiva obra Latina-Bizantina del siglo VII.

Iglesia de San Pedro Apóstol. Gótico ojival, florido y plateresco, del siglo XV.

Iglesia de San Francisco. Antiguo convento de Franciscanos del siglo XVI. Mezcla de estilos gótico flamígero y barroco. Es interesante su fachada.

En la ciudad se conservan diferentes conventos pertenecientes a distintas fechas entre los siglos XVI y XVII: el Convento de San Agustín. El Convento de la Encarnación, con su fachada de estilo gótico florido de 1529. El Convento de las Mercedarias, con un retablo barroco, de 1642. Y el Convento de la Caridad, construido en la segunda mitad del siglo XVIII en estilo colonial.

Existe también una amplia variedad de Casas Palacios: Casa Palacio del Mayorazgo, con una fachada renacentista del siglo XVII. Casa Palacio de D. Alvaro de Valdespino del siglo XVI. Casa Palacio del Conde del Aguila, de estilo mudéjar del siglo XV. Casa Palacio de Juan de Cuenca. Casa Palacio de Pedro Gamaza. Casa Palacio del Marqués de Torresoto, del siglo XVIII. Casa Palacio de los Virues, con un blasón en la portada de piedra, del siglo XVIII.

ZAHARA DE LA SIERRA

HISTORIA

En otro tiempo esta ciudad fue llamada Zahara de los Membrillos. Es posible que su origen se encuentre el la ibera Lastigi. En todo caso, tras la conquista árabe se convirtió en unade las plazas fuertes más importantes de la serranía gaditana. En 1483 fue conquistada por Rodrigo Ponce de León, duque de Arcos.

El soberbio paisaje urbano y el natural que la rodea son los principales atractivos de la ciudad.

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MONUMENTOS

Arriba, en lo más alto de la peña desde la que se descuelgan las casas, se levanta el castillo roquero, del que no se conserva más que la torre del Homenaje. Abajo, en el pueblo, sobresale la iglesia parroquial de Santa María de la Mesa, levantada en 1731 en el solar de la antigua de San Francisco. La atractiva imagen gótica de la Virgen titular se encuentra en el retablo mayor. Posee, además, un rico tesoro de objetos litúrgicos, entre los que sobresale la custodia del siglo XVI utilizada en el Corpus.

A unos 5 km. hacia el sur se sitúa la Garganta Verde, al final de la cual se localiza la ermita de la Garganta, espléndida gruta excavada en la roca por el arroyo Bocaleones, con gran profusión de estalactitas y estalagmitas. En esta misma dirección, en la carretera que lleva a Grazalema, se encuentra la entrada del Pinsapar. En la loma del Calvario, prácticamente en el mismo pueblo, junto a los depósitos de agua, existe una interesante necrópolis medieval.

Durante tres siglos, la historia de Zahara de la Sierra inspiraría romances y leyendas. Célebre fue la entrevista que mantuvieron aquí, en 1282, el rey Alfonso X el Sabio y el sultán de Marruecos Ibn Yusuf, en la que el monarca castellano recabó el apoyo del príncipe magrebí para reducir la sublevación de su propio hijo, el infante don Sancho. La primera toma castellana de la ciudad se produjo en 1407, en el curso de una campaña del infante don Fernando “el de Antequera”. Después de bombardear la fortaleza, un tal Alonso trepó por las murallas y consiguió abrir una brecha, precipitando la rendición de la plaza.

Vista general de la localidad.

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