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Marcas al agua, un secreto bien escondido Conocer sobre ellas puede ser de gran utilidad a la hora de examinar el papel, evitar falsificaciones o establecer el período de elaboración de un libro. En la siguiente nota, recorremos algunas de sus características principales. Con el fin de reconocer y clasificar distintos factores de deterioro que afectan a los documentos se creó un Atlas para identificar los tipos y las causas más recurrentes en los archivos. Tipos de riesgos, prevención, neutralización de las contingencias y recomendaciones para el personal, son algunos conceptos claves para fortalecer una cultura de cuidado en el archivo. Próximamente estará disponible una publicación que contiene los artículos más destacados del Boletín de Conservación y restauración del papel. Mas información: [email protected]. Mapa de los principales factores de deterioro en materiales de archivo Riesgos para la salud en archivos Aportes para la conservación del patrimonio en soporte papel Conservación y restauración del papel INTI-Tecnologías de Gestión, Biblioteca Número 24 | Diciembre 2016 ISSN 1851-846X - Boletín temático INVESTIGACIÓN DIVULGACIÓN NOVEDAD EDITORIAL SEGURIDAD EN EL TRABAJO página 4 página 2 página 6

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Marcas al agua, un secreto bien escondido

Conocer sobre ellas puede ser de gran utilidad a la hora de examinar el papel, evitar falsificaciones o establecer el período de elaboración de un libro. En la siguiente nota, recorremos algunas de sus características principales.

Con el fin de reconocer y clasificar distintos factores de deterioro que afectan a los documentos se creó un Atlas para identificar los tipos y las causas más recurrentes en los archivos.

Tipos de riesgos, prevención, neutralización de las contingencias y recomendaciones para el personal, son algunos conceptos claves para fortalecer una cultura de cuidado en el archivo.

Próximamente estará disponible una publicación que contiene los artículos más destacados del Boletín de Conservación y restauración del papel. Mas información: [email protected].

Mapa de los principales factores de deterioro en materiales de archivo

Riesgos para la salud en archivos

Aportes para la conservación del patrimonio en soporte papel

Conservación y restauración del papel

INTI-Tecnologías de Gestión, Biblioteca

Número 24 | Diciembre 2016

ISSN 1851-846X - Boletín temático

INVESTIGACIÓN

DIVULGACIÓN

NOVEDAD EDITORIAL

SEGURIDAD EN EL TRABAJO

página 4

página 2

página 6

Con el fin de reconocer y clasificar distintos factores

que afectan a los documentos, se creó un Atlas

para identificar los tipos y las causas de daños más

recurrentes en archivos.

La conservación tiene dos enemigos siempre al acecho: el tiempo y el deterioro. Día a día los conservadores y restauradores se enfrentan a objetos orgánicos, objetos que tienen un tiempo asignado, un horizonte finito. Nadie puede derrotar al tiempo (problema existencial irresoluble si los hay). Solamente se puede “extender la vida útil del objeto”. Alrededor de las colecciones se suceden otras situaciones adversas, además de las anteriormente mencionadas, que son los distintos factores de riesgo. La humedad, la temperatura, los roedores, los hongos, los insectos, la rotura de un caño, el vandalismo, la acidificación del papel, la luz, los productos químicos, la incorrecta manipulación, la oxidación de las tintas ferrogálicas, el olvido, entre otras. La lista de problemas siempre parece interminable e inabarcable, pero pese a todo esto el profesionalismo es el mejor antídoto. Lo importante es identificar esos problemas correctamente y contar con un buen diagnóstico que permita aplicar soluciones adecuadas.

La búsqueda de un diagnóstico acertado se asemeja a un viaje por un territorio inhóspito. Frente a esto, un mapa es una herramienta útil para tener una primera aproximación gráfica. El mapa no es el terreno en sí, es una representación y como tal, tiene una forma clasificatoria y una categorización determinada. En el año 2001, el Archivo Nacional de Holanda (Nationaal Archief), publicó un atlas de daños en materiales de archivos llamado Archive Damage Atlas. Este atlas tiene como objetivo reconocer y clasificar distintos tipos de factores de deterioro que afectan a los documentos de archivo. Su propósito es identificar los tipos y las causas de deterioro más recurrentes en estos ámbitos de guarda. Con el aporte del National Archive y la Biblioteca Británica, se realizó en el año 2009 una traducción al inglés.

La agrupación de contenidos que se realiza en el Atlas responde a diversos criterios, tales como encuadernación, considerando daños en la superficie; fragmentos sueltos; daños en el lomo; costuras desgastadas; deformación y pérdida y rotura de costuras.

También factores químicos, tomando en cuenta óxido; cintas autoadhesivas; corrosión de las tintas ferrogálicas; foxing; fuego; acidificación y antiguas intervenciones/restauraciones.

Además factores mecánicos como la manipulación incorrecta o los roedores, las plagas, como insectos o vandalismo y los daños por humedad/agua como hongos, manchas y decoloración u hojas pegadas.

Mapa de los principales factores de deterioro en materiales de archivo

Las huellas y las marcas

DIVULGACIÓN

El filósofo francés Paul Ricoeur propone en su libro La historia, la memoria, el olvido, la idea del “deber de la memoria”. Según este postulado, la memoria tiene como finalidad consolidar el recuerdo y apuntalar la justicia, ir más allá de una mera función de guarda de la huella documental de los hechos pasados. Esto consiste en cultivar un sentimiento de estar obligados con respecto al otro, incluirlo y además, alcanzar la justicia mediante el recuerdo y la prevalencia de la memoria.

Actores claves para el cumplimiento de este “deber de la memoria” son las bibliotecas, los archivos, los museos, entre otros. En la negli-gencia, deliberada muchas veces, involuntaria en otras de muchas de estas instituciones a través de diferentes operaciones, están aquellas huellas, aquellas marcas de un pasado que no fue tomado seriamente en cuenta. La falta de personal profesional frente a los archivos, bibliotecas y museos es uno de las muchas falencias. Se suman además la ausencia de descripciones normalizadas, la falta de inventario, la opacidad en el manejo de la información, la ausencia de planes y políticas de conservación de las colecciones a mediano y largo plazo. Horacio Tarcus en su artículo publicado en el primer número de la re-vista La Biblioteca, expone: “en el terreno del patrimonio cultural, no importa tanto el capital simbólico que hemos sido capaces de producir nacionalmente: lo decisivo es nuestra capacidad de valorizarlo como tal y, por ende, de generar las condiciones para preservarlo y socializarlo”.

Nuestra memoria documental tiene esas huellas oscuras, allí latentes, aún irresueltas. En tiempos donde el presente se obsesiona con el pasado, donde lo “retro” y lo “vintage” tienen un estatuto de moda, la memoria se afianza en su lugar de privilegio. Entender el espíritu de este tiempo nos ayudará a concientizarnos sobre ese “deber” que hay seguir consolidando con respecto al cuidado y la conservación de nuestro patrimonio.

Desde el INTI, a través del Programa de Puesta en Valor del Patri-monio Cultural, RestaurAr, nos sumamos a dicha concientización, brindando capacitación y asistencia técnica con alto nivel científico-tecnológico para la puesta en valor de los bienes culturales en sus diferentes soportes.

EDITORIAL

NotaAprovechamos este espacio para informarles a nuestros lecto-res que a partir de este número, el Boletín de Conservación y restauración del papel será editado únicamente bajo el apoyo y las directrices de la Biblioteca del INTI, dependiente del Centro de Tecnologías de Gestión.

Por Facundo Araujo - [email protected]

POR FACUNDO [email protected]

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Daños en el lomo de la encuadernación provocados por la humedad.

Libro con daños por corrosión de las tintas ferrogálicas.

Factores químicos, mecánicos, plagas y daños por humedad o agua son las categorías que aborda el Atlas.

Borges en su cuento, El idioma analítico de John Wilkins, refiere a cierta enciclopedia china donde los animales se dividen de la siguiente forma: pertenecientes al Emperador; embalsamados; amaestrados; lechones; sirenas; fabulosos; perros sueltos; incluidos en esta clasificación; que se agitan como locos; innumerables; dibuja-dos con un pincel finísimo de pelo de camello; etcétera; que acaban de romper el jarrón y que de lejos parecen moscas. Esta clasificación además de graciosa y con una carga irónica muy borgeana, muestra el grado de arbitrariedad y subjetividad que tiene cualquier tipo de clasificación.

Esta agrupación enmarcada en el atlas no escapa a ese problema. Puede ser mejorable, puede ser distinta. La posibilidad de contar con un mapa de este estilo (aunque sea en inglés) es beneficiosa para quiénes transitan los caminos siempre opacos de la conservación. Un mapa más, entre tantos otros, que sirve para orientar en ese terreno complejo de la conservación del patrimonio.

El Atlas está disponible para su consulta gratuita a través del si-guiente sitio: http://www.nationaalarchief.nl/sites/default/files/docs/nieuws/archives_damage_atlas.pdf

Boletín Conservación y restauración del papel | Número 24 | Diciembre 2016

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Marcas al agua: un secreto bien escondido

Contacto: Mónica Zein [email protected]

INVESTIGACIÓN

Conocer sobre ellas puede ser de gran utilidad a la hora de examinar el papel, evitar falsificaciones o

establecer el período de elaboración de un libro. En las siguientes líneas, una síntesis de su surgimiento y los

últimos desarrollos en marcas al agua digitales.

Una marca al agua o filigrana es una ima-gen en una hoja que se ve a trasluz gracias a los distintos espesores que tiene esta imagen en el papel. Existen desde hace varios siglos, en una amplia variedad, y son útiles para identificar a los fabricantes o a los dueños del papel.

También permiten revelar las características particulares de los papeles como el tamaño, la calidad, la fecha y el lugar de elabora-ción, y el prestigio del artesano que las rea-lizaba. Se cree que en algunos casos podían ser símbolos de determinadas hermandades y se usaban para identificar a sus miembros. También para confirmar la autenticidad de un libro o documento.

Las marcas al agua fueron introducidas por primera vez en Fabriano, Italia, en 1282 por los fabricantes de papel para identificar y dar prestigio a su producto. Sin embargo, existen documentos que constatan que en Japón había algunas ideas que tenían si-militud ya en el siglo VIII. Tras la muerte del emperador Shomu se donan sus reliquias a un templo budista en Nara y sobre la hoja de cáñamo blanco que llevaba el nombre de cada reliquia o tesoro, se puso un cierto número de sellos imperiales, en forma que asemeja al papel con marcas al agua.

Durante la época de la elaboración tradicional del papel estas marcas eran representadas por símbolos, iconos, escudos o logotipos. Las primeras eran dibujos muy simples y luego surgieron otras de mayor complejidad: obras pictóricas grabadas en el papel. Muchas de ellas fueron catalogadas por bibliógrafos e historiadores del libro.

Uno de los símbolos más usados a partir del siglo XV era el gorro de bufón ( foolscap) en el papel de 215 x 315 mm o 8 1/2 x 12 1/2 en pulgadas, por lo que esta marca al agua se terminó asociando con este tamaño del papel y se llamó foolscap folio (tamaño

folio). Este era el tamaño de papel habitual en Europa antes de la adopción de la norma de papel A4 (Según ISO 216 / DIN 476). El primer ejemplo de este tipo de papel está fechado en Alemania en 1479. Se cree que esta marca al agua se introdujo en Inglaterra en 1580 por John Spilman, un alemán que estableció una fábrica de papel en Dartford, Kent. Luego, el Parlamento Remanente (Rump Parliament) reemplazó el gorro de bufón por el escudo real como marca al agua para el papel utilizado para las emisio-nes del parlamento.

La datación de las marcas al agua se basa en el conocimiento de que en un período de tiempo dado, un molino de papel espe-cífico tendría a mano un número limitado de moldes para fabricación de papel y estos moldes generalmente tenían una vida útil finita. En este sentido, la práctica en las fábricas europeas era tener un par de mol-des para cada tamaño de papel producido. Cada molde tenía una marca de alambres doblados útiles para indicar el origen del papel, el tamaño o la calidad. A menudo también se unían al molde contramarcas adicionales. Cada una de estas marcas de alambre hechas a mano variaba ligera-mente y son una marca al agua distintiva reconocible por pequeñas variaciones en

su forma, en el tamaño, en la colocación y en los puntos de unión a la superficie del molde. Por lo que habrá dos marcas al agua “gemelas” para cada par de moldes. En las marcas al agua de los siglos XV al XVII, los puntos de costura son a menudo manchas blancas a lo largo de su contorno, debido a que el hilo utilizado para coser los alambres era bastante grueso. En las marcas al agua del siglo XVIII se usaba un alambre mucho más fino y la costura se volvió casi imperceptible.

En la producción de tamaños comunes de papel, un molino usaba un par de moldes de ese tamaño con tanta frecuencia que causaba desgaste y daños a la marca de alambre y al molde. Los moldes para papel tamaño común se estiman que duraban aproximadamente dos años, mientras que un molde para un papel menos común, podían durar muchos más.

La precisión para fechar las marcas al agua debe basarse en encontrar las hojas de papel producidas por el mismo molde. La marca al agua a identificar debe coincidir con una marca al agua publicada para su comparación y deben tener un tamaño y forma idénticos. Aún teniendo todos los da-tos posibles para fechar un papel, lo único

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que podemos saber con certeza es que no fue usado antes de esa fecha.

Avances tecnológicos y marcas al agua digitalesLuego de que los papeles empezaran a fabricarse a máquina, aparece un rodillo llamado Dandy inventado y patentado por los ingleses John y Christopher Phipps en 1825. Los primeros rodillos para la venta fueron hechos por John Marshall Co. de Inglaterra en 1826. La pulpa de papel sobre la pantalla sinfín de la máquina se transportaba bajo el rodillo Dandy -un cilindro hueco recubierto por una malla generalmente metálica- el cual luego hacía las impresiones en el papel. Los primeros rodillos Dandy no tenían marcas al agua pero en 1839, William Joyson, un inglés fa-bricante de papel agregó la primera marca al agua a un rodillo en su molino en Kent.

Esta técnica revolucionó el proceso de marcas al agua ya que lo hizo más fácil. La marca al agua se crea durante el proceso de fabricación cuando la hoja está todavía hú-meda. Sobre la superficie exterior del rodillo y sobre relieve se encuentran las imágenes en alambre (figuras, cifras o letras) que se desean incorporar al papel. Esto hace que se afine el papel en las zonas en que la pasta húmeda tomó contacto con el alambre.

A partir de la digitalización de documentos se entendió la importancia de realizar algún tipo de identificador de los mismos para protegerlos. Se empiezan a utilizar entonces las llamadas marcas al agua digitales. El término “marca al agua digital” fue acuñado por primera vez en 1992 por Andrew Tirkel y Charles Osborne. La marca al agua digital es el proceso de incrustar información en una señal (por ejemplo, audio, vídeo o imágenes) de manera difícil de eliminar. Si se copia la señal, entonces la información también se transporta a la copia. Las marcas al agua digitales son solamente perceptibles bajo ciertas condiciones, es decir, después de usar algún algoritmo. Son importantes para habi-litar la protección de los derechos de autor y la verificación de la propiedad.

A diferencia de las marcas al agua impresas, éstas están diseñadas para ser completamente invisibles o inaudible. Una

marca al agua de audio es un identificador electrónico único incrustado a una señal de audio, típicamente se utiliza para identificar la propiedad de los derechos de autor.

Conocido también simplemente como mar-cado al agua (watermarking), es un pa-trón de bits insertados en un archivo digital de imágenes, audio o video que identifica la información de derechos de autor del archivo. Los bits reales que representan la marca al agua deben estar dispersos en el archivo de tal manera que no pueden ser identificados y manipulados.

Este tipo de marca al agua tiene una amplia gama de aplicaciones, tales como protección de los derechos de autor; segui-miento de la fuente (diferentes destinata-rios reciben un contenido de una marca al agua de manera diferente; monitoreo de la transmisión de radio o televisión (las noticias de televisión a menudo contie-nen una marca al agua de vídeo de los organismos internacionales) y autenticación del contenido y objetos (verificación de que el contenido es auténtico, de una fuente autorizada, y confirmación de que no ha sido manipulado o falsificado.)También sirven para complementar las estrategias de seguridad existentes, frenar la falsificación y la piratería (tanto para editores y creadores de contenido) y aumentar la protección contra alteraciones o reproducción no autorizada.

Las marcas al agua digitales son de suma importancia en asuntos tales como el mo-

nitoreo del broadcasting y el seguimiento de la distribución de contenidos por Inter-net. Existen muchas empresas que ofrecen realizar este tipo de marcado al agua. Todas funcionan haciendo que la marca al agua aparezca como “ruido”, es decir, datos aleatorios que existen en la mayoría de los archivos digitales de todos modos. Para ver una marca al agua, se necesita un programa especial que sabe extraer los datos de la misma.

En el caso de las marcas al agua de imágenes, se teje un identificador único e imperceptible dentro de las imágenes que permite la comunicación de la propiedad de los derechos de autor, mientras que un sistema de seguimiento sofisticado supervisa Internet y URLs especificadas, localizando imágenes con marca al agua digital y entregando informes a los pro-pietarios de la imagen y marca comercial. Esto asegura que los usuarios de imágenes o licenciatarios actúen según las directri-ces y permite a los departamentos legales comunicar y hacer cumplir los derechos de autor de la imagen.

También existen un número de programas y de aplicaciones para teléfonos celulares o tablets diseñados para poner una imagen de logotipo o un texto de propiedad en una fotografía en este caso destinada a ser visible. Brindan la posibilidad de ajustar su tamaño, transparencia, rotación, alineación para luego guardar y compartir. Muchos de estos programas y aplicaciones están disponibles en forma gratuita.

Rodillo Dandy con marcas al agua.

Bibliografía consultada- Williams, John C. “Preservation of Paper and Textiles of Historic and Artistic Value II” American Chemical Society, 1981.- Narita, Kiyofusa. “Papel Decorado (“ebosho”) y con Marcas al Agua en Japón”. En: Investigación y Técnica del Papel. Número 40, Tomo XI, pp 473-482, 1974- Nicholson, Kitty “Making Watermarks Meaningful: Significant Details in Recording and Identifying Water marks” The Book and Paper Group Annual Vol. 1, 1982. The American Institute for Conservation. Consultado en: http://cool.conservation-us.org/coolaic/sg/bpg/annual/v01/bp01-18.html

Boletín Conservación y restauración del papel | Número 24 | Diciembre 2016

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Riesgos para la salud en archivos

SEGURIDAD EN EL TRABAJO

Tipos de peligros, prevención, neutralización de las contingencias y recomendaciones para el personal, son

algunos conceptos claves para fortalecer una cultura de cuidado en todo el archivo.

Entre los riesgos más habituales se encuentran los químicos, físicos, biológicos y los ergonómicos.

Los archivos se encuentran dentro del grupo administrativo de “oficinas”, clasifi-cación que no tiene en cuenta factores de riesgos que se hallan solo en ese ámbito. El reconocimiento de la exposición de ries-gos, y la evaluación de pérdidas potencia-les, son elementos básicos para un buen programa de salud ocupacional.

Por lo general, los peligros se dividen en cuatro categorías. Los primeros son los riesgos químicos, que incluyen neblinas, vapores, gases, humos metálicos, polvos, líquidos y pastas cuya composición quí-mica pueda crear problemas. Los físicos, entre los que se encuentran ruidos, radiación, temperaturas extremas, iluminación, vibración, microondas, rayos láser y radiación infrarroja ultravioleta. También los biológicos que considera a los insectos, moho, hongos, bacterias, virus, parásitos, gastrointestinales y otros agentes. La última categoría corresponde a los

riesgos ergonómicos y tiene que ver con la interacción hombre/maquina/ambiente para que esta sea segura, eficiente y tan cómoda como sea posible. Tanto el aspecto psicológico como el fisiológico son importantes.

El mantenimiento del ambiente como primer pasoLa manipulación de los documentos de archivo requiere cuidados especiales, tanto para los empleados administrativos, del repositorio y los usuarios. Es importante la protección personal con guantes y mascarillas o barbijos apropiados, aunque esto no garantiza en absoluto impedir la contaminación.

A nivel internacional, se acordó que el man-tenimiento adecuado del ambiente es la vía más efectiva para evitar y controlar la con-taminación. La reducción de la humedad y el incremento del flujo de aire inactivan y

eliminan el crecimiento fúngico. Pero algo que resulta inevitable es la manipulación del material que ya ha sido contaminado antes de su ingreso, o bien por malas condiciones de guarda en el archivo.

Factores contaminantes biológicosLos documentos impresos son una fuente nutricional para diferentes organismos y microorganismos, no sólo porque la naturaleza constitutiva de su soporte es el papel, sino por todos los compuestos orgánicos que intervienen en su manufac-tura (las tintas, colas vegetales y animales, además de materiales de encuadernación como cartones, cueros y telas). Los agentes biológicos que comúnmente afectan los materiales impresos son los microorganismos, insectos y roedores. Los hongos también son un factor de riesgo para el hombre y su desarrollo se dará cuando las condiciones ambientales le sean propicias (a partir de 22° C y hume-

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dad relativa superior al 65%.) Si el material es infectado por hongos, el riesgo de que el foco de infección se extienda rápidamente es muy elevado, ya que su reproducción es a través de esporas, transportadas por el viento o la ropa de las personas que entran en contacto con ellas.Los insectos comúnmente hallados en los archivos son los pececillos de plata o lepismas, los psócidos (también conocidos como piojos de libros) y las cucarachas.

Las lepismas pueden tener hasta 12,5 mm de longitud; se alimentan del apresto del papel (especialmente al papel lustroso) y dañan tanto las encuadernaciones de los libros como el papel tapiz para llegar a los adhesivos subyacentes. Prefieren las áreas oscuras y húmedas que no son perturba-das por largos períodos de tiempo.

Los psócidos se alimentan de hongos microscópicos que crecen en el papel, por lo que su presencia usualmente indica un problema de humedad en el depósito. Son mucho más pequeños que las lepismas y también pueden comer engrudos y gomas, pero no producen huecos en el papel.

Las cucarachas son omnívoras, pero les gustan especialmente los materiales que contienen almidón y proteínas; se comen las páginas de los libros, las encuaderna-ciones, los adhesivos, el cuero y el papel tapiz. Mastican y horadan el papel y las encuadernaciones, pero también pueden manchar gravemente los materiales con sus secreciones.

¿Cómo ingresan los insectos a un archivo? Además de los propios libros y documen-tos pueden acceder a través de ventanas y puertas inadecuadamente selladas o abiertas, conductos de aire y respiraderos. Las plantas cercanas a un edificio también proporcionan un excelente hábitat para los insectos, que luego pueden migrar.

El mantenimiento de las condiciones climáticas recomendadas para la preserva-ción de libros y papel ayudará a controlar los insectos. Se recomienda mantener un clima moderadamente fresco y seco, evitando las fluctuaciones bruscas de temperatura y humedad relativa. Estas de-berían mantenerse en valores aproximados a los 20°C y 50% respectivamente.

Otros métodos, como la fumigación y la gasificación, son muy utilizados en archivos para la eliminación de insectos. En general se utilizan insecticidas de

base piretroides teniendo en cuenta los recaudos necesarios para evitar reacciones adversas en personas.

Los hongos tienen una gran capacidad para crecer en diferentes sustratos, en una amplia gama de condiciones ambientales, permitió a algunos de ellos colonizar tejidos vivos de animales y ser responsa-bles de muchas formas de enfermedades. Producen metabolitos tóxicos cuando se ingieren, o alérgenos cuando se inhalan o entran en contacto de cualquier otra forma. Muchas de las enfermedades se originan por la inhalación y son de natura-leza respiratoria incluyendo la más común, la histoplasmosis, que está vinculada a ciertos ascomicetos.

Los aspergilli patogenéticos o toxigé-nicos han sido reconocidos en todos los grupos de especies, con la excepción de siete de ellos.

El aspergilli causa tres tipos de enferme-dades; dos de ellas afectan al hombre. La micosis (primaria o secundaria) resultante de la invasión de tejido vivo por los hon-gos. También la alergia, que está asociada a la inhalación de la conidia u otros contactos con el hongo. Según informes médicos, los aspergillius son patógenos respiratorios.

La micosis es una infección producida por los hongos microscópicos y toman su

nombre de la parte del organismo que invaden, o del hongo que las causa. En el caso de los archivos existen reacciones alérgicas por inhalación de las esporas y aunque algunas enfermedades alérgicas, como el asma, se ocasionan debido a la presencia de hongos.

Existen micosis diversas que presentan síntomas característicos. Las superficiales pueden producirse por el contacto con documentos infectados (generalmente soporte papel), afectando la piel y las mucosas. Las esporas de la documentación con hongos penetran en el organismo por inhalación, y pueden producir infecciones pulmonares de diversa índole. En general las micosis son de evolución sub aguda o crónica, pueden ser letales o durar años.

Entre los distintos tipos de micosis se encuentra la oculomicosis ojos (superficie de la cornea); otomicosis oído (conducto auditivo externo); subcutáneas piel (tejido celular, huesos y viseras) y oportunistas cavidades (se generan dentro de estas).

Aquellos archivos que carecen de programas integrales de conservación, se convierten en verdaderos nidos para el cultivo de hongos no solo en soporte papel (planos, pergaminos, fotografías, cuero y nuevas tecnologías). Esto hasta ahora refiriéndonos solo a los documentos ya que debido a estas degeneraciones bacterianas los archivistas se verán

Uno de los potenciales riesgos para la salud en el trabajo de archivo es el riesgo de contraer tétanos, a través de materiales oxidados.

Boletín Conservación y restauración del papel | Número 24 | Diciembre 2016

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Teléfono (54 11) 4724 6407Correo-e [email protected]

severamente afectados, convirtiéndose en el mayor de los casos en víctimas inocentes e ignorantes.

Las infecciones micóticas son causadas por hongos que pueden vivir en la piel y que pueden habitar en los tejidos muertos del cabello, uñas y capas externas de la piel. Entre las infecciones mi-cóticas se pueden mencionar los hongos tipo moho (dermatofitos, los cuales causan infecciones por tiña) y los hongos tipo levaduras (tales como la Candida).

La Candidiasis cutánea es una de las más presentadas por contacto con documentación infectada, involucra infección de piel con Can-dida y puede comprometer casi cualquier superficie de piel en el cuerpo, pero por lo general se presenta en áreas cálidas, húmedas y con pliegues como axilas e ingle.

La Candida también puede producir infecciones en uñas o alrede-dor de las esquinas de la boca.

Neutralización de hongos y remoción de residuos e insectosDespués de neutralizar la actividad fúngica la mejor manera de eliminar los depósitos de hongos e insectos es recurriendo a medios mecánicos. Se recomienda utilizar una aspiradora, en lo posible con filtro de agua para asegurarse que quedarán retenidos en ese medio. No siempre es posible eliminar todo el rastro de los hongos, porque el micelio puede estar muy arraigado en el papel. La fumigación actualmente se utiliza en raras ocasiones, porque las sustancias químicas utilizadas pueden tener efectos negativos tanto sobre las obras de arte como sobre la salud del personal

Factores químicos de contaminaciónUno de los potenciales riesgos para la salud en el trabajo de archivo es el riesgo de contraer tétanos a través de materiales oxidados. El tétanos es causado por una toxina producida por la bacteria Clostridium tetani. Las esporas de la bacteria, que pueden encontrarse en el polvo y documentos archivados durante mucho tiempo, entran al cuerpo a través de una cortadura o pun-ción profunda. En los archivos se presenta debido a la punción o cortadura con ganchos y grapas metálicas infectadas y oxidadas.

Si se sufre una herida, debe atenderse de manera apropiada limpiándola con jabón y agua, y usando un antiséptico en ella. Si el afectado no ha recibido un refuerzo contra el tétanos en más de cinco años, deberá recibir un nuevo refuerzo.

El material soporte de los microfilms es acetato de celulosa, que en condiciones ambientales adversas tiende a descomponerse. Su degradación provoca emanación de gases de ácido acético al am-biente. La inhalación de estos gases resulta perjudicial para la salud.

Recomendaciones para el personal de archivoPara afianzar todas las prácticas de manejo dentro de un archivo

Situaciones de riesgo comúnmente presentes en archivos-Material contaminado con hongos activos e inactivos.-Polvo ambiental contaminado con esporas.-Documentación con elementos de sujeción metálicos en estado de oxidación.-Cajas y documentos con polvo de oxidación.-Documentación y contenedores con heces y orina de roedores.-Presencia de gases contaminantes en archivos de materiales fílmicos (negativos, retro-positivos, microfilms).

Bibliografía consultadaCONSERVAPLAN: http://www.orienta.org.mx/biblioteca/pdf/conservacion6.pdfMonsalve Guerrero, Alexander. Manual descriptivo para el conocimiento de riesgos en el depósito de archivo. Bogotá. 2006Novotny, Deborah. Curso de Especialización en Conservación Preventiva del Patrimonio. Rosario. 2000. (Conservadora de Libros. Departamento de Preserva-ción de la Biblioteca Nacional Británica).Sherelyn Ogden. Manual de Preservación de Bibliotecas y Archivos del Northeast Document Conservation Center. Sgo. de Chile. 2000.

Contacto:Susana Gonzá[email protected]

Lic. Conservación y Restauración Bienes Culturales – Universidad Nacional de las Artes

acorde a parámetros de conservación es indispensable la creación de programas de seguridad. Todo el personal debe contar con conocimientos sobre los potenciales riesgos a los cuales están expuestos. Este es el primer escalón para alcanzar un buen nivel de aplicación de las normas de seguridad. Y desde ya, acompañado por el monitoreo permanente de las condiciones ambientales, la siste-matización en el uso de materiales aptos para conservación (librería y limpieza), de elementos de seguridad y protección personal, y la implementación de desinsectaciones y desinfecciones regulares.

Las medidas de preservación como las de seguridad e higiene tienen que ser respaldadas, sostenidas en el tiempo y estimuladas en todos los niveles del personal, desde el más alto al más bajo. Si se puede lograr un ambiente estable y seguro. El siguiente paso será promover una cultura del cuidado en todo el archivo, es decir, cultivar una cultura en la que todos y cada uno sea responsable.