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• Adivinación por el Corán • Rememora Ricardo Lagos conversación con Carlos Fuentes • Góngora en la Biblioteca Nacional de España • Apostillas a un texto de Kapuscinski • La última hablante de la lengua kusunda • El tránsito de Venus sobre el disco solar En este número: Vol. XI, número 109, 1º de junio de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural Mural de la iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucrist
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Mural de la iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucrist
d e l a s C u l t u r a s d e l M u n d o Vol. XI, número 109, 1º de junio de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural
En este número:
• Adivinación por el Corán• Rememora Ricardo Lagos conversación con Carlos Fuentes• Góngora en la Biblioteca Nacional de España• Apostillas a un texto de Kapuscinski• La última hablante de la lengua kusunda• El tránsito de Venus sobre el disco solar
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O
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Correo de las Culturas del Mundo
DirectorLeonel Durán Solís
EditorMariano Flores Castro
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros”.
art.1º de la Declaración Universal de Derechos Humanos
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Adivinación por el Corán
Existe una única hoja de un Corán Fal-i que muestra en dísticos
(pareados) persas con rima los significados de fal (adivinación) por
medio de la selección de letras al azar cuando se abre una página del
Libro. Este folio se incluyó originalmente al final de un Corán persa sawafí,
justo después del último sura (capítulo), Surat al-Nas, y una oración de cierre en
nombre del Profeta y su familia. El diseño del texto de adivinación, la escritura
y la iluminación original que todavía perdura en el marco del texto son típicos
ejemplos de los fals que se colocaban al final de los Coranes realizados en
Shiraz o Qazvin en la segunda mitad del siglo XVI. Las bandas rectangulares
pegadas en dos columnas verticales, como también la iluminación a lo largo
del marco del texto, pueden ser una forma de censura por parte de los
suníes otomanos, quizás a pedido del sultán Ahmed III (gobernante entre
1703 y 1730), cuya tugra (emblema real) aparece en el verso del folio. Las
franjas pegadas en la columna vertical derecha esconden letras individuales
del alfabeto, comenzando con lam (l) de la cual se extraía una adivinación
poética. La predicción poética permanece, mientras que se han ocultado las
letras en sí. Este fragmento debe de haber sido el tercer folio del texto original
de adivinación. El título y las primeras dos páginas (con las letras desde alif
a kaf) del fal no han perdurado. Si bien la adivinación por el Corán aparece
en gran medida en el contexto safawí-chiita, los ejemplos de fals por medio
del Corán también aparecen en las tradiciones artísticas suníes otomanas de
finales del siglo XVI. La razón por la cual la predicción por el Corán se ha visto
en gran medida como un fenómeno chiita es que se atribuye la práctica a Alí,
el yerno del profeta Mahoma.
Libros
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Fecha de creación:
Alrededor de 1550 d. C. - 1600 d. C.
Idioma:
Persa
Título en el idioma original:
Fal-i Qur‘an
Lugar:
Asia Meridional y Asia Central > República Islámica de Irán
Período
500 d. C. - 1499 d. C.
1500 d. C. - 1699 d. C.
Fuente: Biblioteca Digital Mundial
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Carlos decía que los latinoamericanos éramos lo que somos
gracias a la cultura más que por instituciones.
Madrid, España | (30 mayo 2012)
Los temas de orden político y social sobre los que Carlos Fuentes reflexionó
en sus últimos meses fueron la tecnología de la información y la globalización
desde el punto de vista económico y político, y ante este escenario, la
respuesta que veía estaba en la cultura.
Así lo expone en entrevista con REFORMA el ex Presidente chileno Ricardo
Lagos, quien durante tres días sostuvo en noviembre de 2011 en Londres la
que puede considerarse la última conversación en profundidad que mantuvo
el escritor mexicano sobre la actualidad y el futuro de nuestro mundo.
El escritor y periodista español Juan Cruz ha definido estas charlas como “el
testamento cívico de Carlos Fuentes”, las cuales fueron reunidas en el libro El
siglo que despierta (Taurus), que circula desde esta semana en México.
La imagen que le viene de inmediato al ex Presidente Lagos (Santiago de
Chile, 1938), la que tiene grabada a fuego en la memoria de esas últimas
conversaciones con Fuentes es, dice, la actualidad de su pensamiento.
“No puedo decir que era una sorpresa, porque Carlos Fuentes tuvo a lo largo
de su vida la capacidad de ser eternamente actual respecto del momento que
vivía”, resalta el abogado y economista chileno.
Rememora Ricardo Lagos conversación con Carlos Fuentes
por Carlos Rubio
Libros
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“En nuestras conversaciones, que fueron muy ricas, Carlos se explayó
increíblemente sobre ciertos temas y esas charlas quedan hoy como la última
conversación larga de lo que pensaba”, expresa Lagos.
Sus reflexiones se centraron en tres grandes tópicos, el primero: una
democracia moderna no puede existir sin medios de comunicación.
“Le preocupaba cómo las tecnologías de la información van a cambiar
el concepto de democracia; el hecho de que, de repente, todos somos
emisores y receptores de ideas, y cuánta de la democracia va a seguir
siendo representativa y cuánto va a tener un mayor grado de participativa”.
El segundo tema es la idea de que el planeta se achica ante la globalización:
“Un conjunto de problemas globales escapan a los Estados soberanos, ya que
ninguno puede resolverlos por sí solo, por poderoso que sea. Aquí entra el
problema económico, donde no es posible que todo cambie con un click, ya
que lo único que no puede desplazarse con un click es el ser humano, y esta
relación tan injusta de que todo se desplaza: el conocimiento, los capitales,
menos el ser humano, era algo sobre lo que nos preocupó reflexionar”.
Lo anterior les llevó al tercer asunto: “Si vamos a entrar en un mundo con
problemas cada vez más globales, cómo va a surgir un sistema de gobernanza
al mismo nivel, un concepto absolutamente nuevo”, explica Lagos.
Ese salto, que se supone debemos afrontar en el futuro inmediato, es lo
que a Fuentes más inquietaba y la respuesta a esos desafíos la entreveía en la
cultura, menciona el ex Mandatario chileno.
“Para Carlos, en primer lugar, nosotros los latinoamericanos teníamos un
gran vacío en la política, que no se comparaba con lo que habíamos sido
capaces de tener en la cultura, desde las antiguas civilizaciones como la
azteca, la maya o la inca, y la diversidad que implica el mestizaje con España;
pero no habíamos sido capaces de tener un Winston Churchill, un De Gaulle
o Franklin Roosevelt, una carencia de grandes liderazgos políticos que estén a
la altura de esa creatividad cultural.
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
“Carlos decía que éramos lo que somos gracias a la cultura más que por
instituciones, las cuales hemos sido muy malos para crear, y en eso Carlos
tiene una gran verdad porque es la cultura desde donde podremos abordar
los grandes temas políticos de nuestro tiempo”, afirma Lagos.
Resalta que el leit motiv de El siglo
que despierta se condensa en
la reflexión a dos voces sobre el
aporte de la generación actual en
el largo camino del ser humano
en este planeta.
“Vale decir: hemos avanzado
tanto, hemos puesto nombre
a las estrellas donde nunca lo
pensamos; pero cómo va a hacer
el ser humano hoy para tener una
sociedad un poco mejor.
“Eso, en definitiva, es voluntad
de acción política, es la política
con mayúsculas, la que cambia y
moldea a una sociedad, pues el
poder se busca porque se quiere
implementar algo, si no, el poder
es un vacío y es la peor de las
corrupciones”.
A Lagos le preocupaba ese
tripartidismo que nuevamente se traduciría en el triunfo de un “presidente
minoritario”, es decir, elegido con apenas el 38 o 40 por ciento de los votos.
“El resultado es que, automáticamente, al frente tienes a los dos partidos
derrotados”, advirtió.
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Fuentes, por su parte, acentuó su preocupación en la posibilidad de que
ganara el PRI con Enrique Peña Nieto, de quien se expresó entonces como “un
pelele de Televisa” que no tenía capacidad propia.
“En el libro tenemos la visión no solamente de sus países, sino del mundo
en que vivimos”, recordó Marcela González, la representante de la editorial
Taurus en México.
Juan Cruz, responsable del volumen, recordó a REFORMA que el Fuentes de
aquellas conversaciones se miraba cansado, con un dejo que él percibió de
melancolía, pero, por otro lado, era el de toda la vida: lleno de cultura, sabio
y astuto de apreciaciones.
“Lo que me abrumó fue la gran cantidad de cultura que los dos tenían y su
curiosidad universal por la política y la historia”, señaló. “Creo que el libro es
un vademécum de sabiduría de dos personajes que confluían en la curiosidad
por la política, la política en el sentido más amplio de la palabra”.
Fuente: Con información de Oscar Cid de León: reforma.com.mx
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Apostillas a un texto de Kapuscinskipor Pedro Miguel
a única ley universal de las revoluciones es que no se dejan reducir
a leyes. Sea cual sea su signo y orientación, ocurren de maneras
muy diversas, transcurren por caminos insospechados, brotan en
el momento menos esperado. Su estallido, el momento en que
se produce, sorprende a todos, incluso a aquellos que la han hecho posible.
Pueden desencadenarse por un incidente menor en la plaza de un pueblo
remoto, pueden coronar el esfuerzo constructivo y organizativo de décadas,
pueden brotar de una grieta súbita que aparece en la fachada del poder. No
es posible prever qué sector social o demográfico se pondrá a la cabeza de las
movilizaciones. A veces se abren paso a sangre y fuego, o por la fuerza pero
(casi) sin sangre (como la revolución de octubre en Rusia), o por medio de las
urnas, como ocurrió en Chile en 1970, en Venezuela en 1998 y en Ecuador en
2006. Fidel Castro, que algo sabe del asunto, dijo hace unos años que gracias
al poder de la comunicación y la transmisión no harán falta las revoluciones
(armadas, se entiende) y que en la circunstancia actual estamos ante el arma
más poderosa que haya existido, que es la comunicación.
En un capítulo de El Sha o la desmesura del poder (Anagrama, Barcelona,
1987) que se titula La llama muerta, el fallecido periodista polaco (pero
universal) Riszard Kapuscinski afirma que para el surgimiento de una revolución
es imprescindible la palabra catalizadora y el pensamiento esclarecedor
que conducen a la toma de conciencia de la miseria y de la opresión, al
convencimiento de que ni la miseria ni la opresión forman parte del orden
natural del mundo. Para ello, se requiere de palabras: palabras que circulan
Ideas
L
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libremente, palabras clandestinas, rebeldes, palabras que no van vestidas de
uniforme de gala, desprovistas del sello oficial.
En las postrimerías del virreinato las autoridades aduaneras ponían más celo
en localizar, en la barriga de los barcos procedentes de la metrópoli, libros
prohibidos (particularmente, de enciclopedistas y filósofos de la Ilustración)
que en perseguir al contrabando. Con un celo casi simétrico, el cura Hidalgo
decía que una imprenta era mejor arma que 10 cañones. En el libro del que
hablamos, Kapuscinski cuenta cómo los adeptos del imán Jomeini hallaron
la manera de introducir a Irán la palabra grabada del líder religioso –exiliado
en París– en cassettes de audio que luego circularon y fueron escuchados en
reuniones clandestinas por todo el país. Los medios occidentales han celebrado
la utilización de las tecnologías contemporáneas de comunicación horizontal
en las revueltas del mundo árabe. En entrevista con Carmen Lira, Fidel Castro
propuso erigir un monumento a Wikileaks y se regocijó: ¿Te das cuenta de lo
que esto significa? Internet ha puesto en manos de nosotros la posibilidad de
comunicarnos con el mundo. Con nada de esto contábamos antes.
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Desde la vieja formulación de David Hume, quien tiene el saber tiene el
poder, hasta la sintética frase actual información es poder, puede inferirse
que, en buena medida, la toma del poder –y una revolución empieza con la
toma del poder por un sector empeñado en transformar a la sociedad– exige
el dominio de la información (o la desinformación) y de la comunicación. En
contraparte, los poderosos a los que se busca desalojar de su sitial ejercen el
control, en forma primordial, con información y comunicación. En el México
contemporáneo puede apreciarse ese ejercicio en la resistencia casi sistemática
de las instancias gubernamentales a acatar los resolutivos del Instituto Federal
de Acceso a la Información (Ifai), pero también en el inocultable acuerdo de
protección mutua entre la administración pública y los medios electrónicos.
De ese principio –información es poder– deriva también la noción de que el
avance democrático ha de pasar obligadamente por la democratización de
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los medios informativos, los cuales se otorgan a sí mismos el título ostentoso
de cuarto poder aunque, en su mayoría y en los hechos, formen parte
indistinguible del primero y mantengan doblegado al segundo. De súbito, en el
curso de este mes, el reclamo de la democratización de los medios ha pasado
de algunas camarillas académicas y políticas a una masa de jóvenes que ha
descubierto las correas de transmisión entre el aparato político y las televisoras.
Otra cosa que puede decirse de las revoluciones es que son escasas y
que ocurren muy de vez en cuando; a lo sumo, una vez cada dos o tres
generaciones. Ello es así porque toda revolución es un drama, y el hombre
evita instintivamente las situaciones dramáticas. Aunque las sociedades vivan
sumidas en la miseria y/o en la opresión, aspiran a la tranquilidad, a la rutina
de cada día. Si una sociedad se decide a emprender una transformación
radical (en la tercera acepción de la RAE, partidario de reformas extremas,
especialmente en sentido democrático, o en la segunda de María Moliner,
cualquier cosa que obra o se produce de manera completa, sin limitación,
atenuaciones o paliativos) es porque una larga experiencia le ha enseñado que
no le queda ninguna otra salida. Kapuscinski lo dijo en una crónica reflexiva
sobre la revolución islámica de 1979 en Irán, pero los indígenas zapatistas de
Chiapas, que no tienen nada que ver con el autor polaco ni con los chiítas
iraníes, explicaron en su momento, con palabras casi idénticas, la razón de su
revuelta armada: no nos han dejado otro camino.
En la larga antesala de las revoluciones da la impresión de que la gente
es capaz de tolerarlo todo, que tiene una paciencia infinita y que, en
contraparte, el poder, o los poderes, pueden hacer lo que les dé la gana sin
temor a causar una revuelta: un escándalo tras otro, una injusticia tras otra,
quedan impunes. El pueblo permanece en silencio; se muestra paciente y
cauteloso. Tiene miedo, todavía no siente su fuerza. Pero, al mismo tiempo,
contabiliza minuciosamente los abusos cometidos contra él, y en un momento
determinado hace la suma.
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Para provocar una revolución no bastan ni las malas condiciones de vida
ni la existencia de un régimen opresivo. Se requiere de información que
desemboque en una toma de conciencia. Y se necesita un ingrediente más:
la provocación insoportable desde el poder, la gota que derrama el vaso de la
paciencia social: El poder es el que provoca la revolución. Desde luego, no
lo hace conscientemente. Y, sin embargo, su estilo de vida y su manera de
gobernar acaban convirtiéndose en una provocación. Esto sucede cuando
entre la élite se consolida la sensación de impunidad. Lo que esa provocación
inesperada consigue es que el poder de la indignación supere la capacidad de
contención del miedo y la gente se decida a enfrentar al poder en cualquiera
de sus caras: la policial, la mediática o la corruptora; la que reparte garrotazos,
la que otorga becas y despensas o la que descalifica, abruma y condena a los
opositores al escarnio, al ridículo y a la marginalidad.
Y dice Kapuscinski: Todos los libros dedicados a las revoluciones empiezan
por un capítulo que trata de la podredumbre de un poder a punto de caer
o de la miseria y los sufrimientos de un pueblo. Y, sin embargo, deberían
comenzar por uno sobre el aspecto sicológico de cómo un hombre angustiado
y asustado de pronto vence su miedo y deja de temer.
Ello es así porque ningún régimen opresivo puede sostenerse, a mediano o
largo plazos, por la fuerza de las armas. Su principal mecanismo de poder
–además de la información y la comunicación– , no son las armas, sino el
miedo a ellas y a los instrumentos judiciales y policiales.
¿Se encuentra México en el preludio de una transformación revolucionaria?
No hay forma de saberlo, como se dice al principio de esta entrega. Por si sí
o por si no, lean a Kapuscinski.
Fuente: La Jornada / http://navegaciones.blogspot.com
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Mientras por competir con tu cabello,oro bruñido al sol relumbra en vano;mientras con menosprecio en medio el llanomira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,siguen más ojos que al clavel temprano;y mientras triunfa con desdén lozanodel luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,antes que lo que fue en tu edad doradaoro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncadase vuelva, mas tú y ello juntamenteen tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Luis de Góngora y Argote
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
“Aquél que tiene de escribir la llave”. Ése es Góngora para Cervantes. El poeta
cordobés, respetado por sus coetáneos, imitado y venerado durante siglos en
Europa y América, sigue vivo cuatro siglos y medio después de su nacimiento y
su influencia no se limita al ámbito de las letras hispánicas. El eminente crítico
neoyorquino Harold Bloom sentenció hace tres meses: “El gran poeta español
es Góngora”.
Es muy complicado, pues, aprisionar el vasto universo gongorino entre unas
cuantas paredes es muy complicado. Pero Acción Cultural Española se ha
atrevido a hacerlo, con la colaboración con el Ayuntamiento y la Universidad de
Córdoba. El resultado es Góngora: la estrella inextinguible. Magnitud estética
y universo contemporáneo, la primera exposición dedicada por completo a
la figura del poeta, que estará abierta al público hasta el 19 de agosto en la
Exposición
Góngora en la Biblioteca Nacional de Españapor Fernando Díaz de Quijano
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Biblioteca Nacional. La exposición cuenta con 200 piezas, entre las que hay
manuscritos, libros, revistas, esculturas, cuadros, dibujos, grabados, cartas,
partituras e incluso instrumentos musicales.
Un Góngora “guasón”
Pero lo más llamativo de la muestra no está entre los contenidos expuestos.
Se trata de un descubrimiento hecho por la hispanista Amelia de Paz durante
la preparación de la exposición: un texto autógrafo de Góngora desconocido
hasta la fecha. El documento, encontrado en el Archivo Histórico Nacional
de Córdoba, nos revela a un Góngora “simpático y guasón”, asegura la
estudiosa, alejado del autor severo y serio al que estamos acostumbrados.
No tan simpático debió parecerle al inquisidor de Córdoba, Alonso Jiménez
de Reynoso, pues en el texto el poeta le acusa, con bastante retranca, de
mantener relaciones sexuales con Doña María de Lara. Los últimos textos
autógrafos de Góngora que se conocen fueron descubiertos en el siglo XIX,
salvo un par de líneas añadidas a una carta que fueron reveladas por Dámaso
Alonso en 1927, durante el tricentenario de su muerte. La acusación de
Góngora al inquisidor consta de diez páginas y han sido editadas por Acción
Cultural Española en versión facsímil, con transcripción de Amelia de Paz.
A continuación reproducimos un fragmento:
“Ýtem, e oýdo deçir a Áluaro de Vargas, paje que fue del dicho
ynquisidor, como la dicha doña María era su amiga y entraba y salía en su
casa muy de hordinario, y la tenía veinte y treinta días en un aposento alto
que llaman de la Torre, donde la entraban por una escalera falsa que está
en la principal, que sube a su quarto, y para tener correspondençia a su
aposento hiço romper a costa del Rey la muralla de nueue pies en ancho, y
el dicho Vargas la bio abrir y trabajar en ella como agora se puede ber por
vista de ojos; y que quando el dicho ynquisidor dormía con la susodicha
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
doña María lo echaba él de ver en quatro y seis camisas que había él
mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para
enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas
las inmundiçias y suçiedades hordinarias de semejantes actos, como lo dirá
el dicho Áluaro de Vargas”.
Un recorrido por la exposición
El primer bloque de la muestra dibuja el contexto del poeta. El comisario
Joaquín Roses explica de qué fuentes bebía Góngora: “Destacan entre sus
influencias tres tradiciones: la latina –Ovidio, Virgilio–, la toscana –poesía
petrarquista– y la castellana –Juan de Mena, Garcilaso de la Vega, Fernando
de Herrera...–”. Destaca en este bloque de la exposición el célebre manuscrito
Chacón, una “joya de la caligrafía” en tres volúmenes que imita la tipografía
impresa y supone una recopilación cronológica y minuciosa de las obras del
autor, algo muy raro para la época.
En la misma estancia se exhibe la efigie más conocida de Góngora: el retrato
que un joven Velázquez le hizo en 1622, cuando el poeta contaba 61 años,
procedente del Museo de Bellas Artes de Boston (se conservan otras dos
copias en el Museo del Prado y el Lázaro Galdiano de Madrid).
El segundo bloque de la exposición muestra el éxito que tuvo Góngora
entre sus contemporáneos, tanto en Europa como en América. En las vitrinas
de esta sala se exponen ediciones de la obra del cordobés impresas en
diversas ciudades, como Lisboa y Bruselas, y no pocos manuscritos e impresos
que reflejan la “polémica gongorina”, que enfrentó durante muchos años
a detractores y defensores del autor de Soledades a raíz de la profunda
renovación estética que proponía su poesía.
Los mitos clásicos fueron un tema central en la poesía gongorina, entre los
que destacan el de Píramo y Tisbe*, el de Polifemo y Galatea, el de Angélica
y Medoro y el de Ganimedes. El tercer bloque acerca al visitante a este rico
20
imaginario a través de cuadros de autores como Gergorio Pagani, Piere Claude
Gautherot y Claude-François Delorme, así como una estatua romana que
representa el rapto de Ganimedes y data del siglo II. También la música, la caza
y el ambiente bucólico fueron temas recurrentes de Góngora, que se ilustran
con cuadros como la Escena pastoril del holandés Adriaen van de Velde o la
colección de instrumentos de la época procedentes del Museo de la Música
de Barcelona, entre los que se encuentran un archilaúd —lo más parecido
a la tiorba, un instrumento muy citado por Góngora que constaba de dos
mástiles—, una guitarra, un cistre y un salterio.
El último bloque de la exposición muestra la influencia de Góngora en el
siglo XX, sobre todo en los miembros de la generación del 27, que resuci-
taron su poesía. Se muestran textos manuscritos muy importantes como La
imagen poética de Góngora, de Lorca; Góngora
y el Gongorismo, de Cernuda; o Soledad tercera,
de Alberti, complementados por los retratos que
Gregorio Prieto hizo de estos autores, un busto en
bronce de Góngora, obra de Mateo Inurria, y obras
como Tricuatropatas, de Luis Gordillo, y Las lágrimas de Narciso, de Guillermo
Pérez Villalta. También se muestran los Veinte poemas de Góngora ilustrados
por Picasso y primeras ediciones de autores latinoamericanos muy influidos
por el poeta barroco, como Dámaso Alonso, Borges y Octavio Paz. Junto a
ellos, una cita de Lezama Lima, otro gongorino americano: “Sólo lo difícil es
estimulante”, una frase que resume el espíritu de Góngora, muy apropiada
en un tiempo en el que “casi todo se hace de cualquier manera”, se lamenta
el comisario.
Fuente: www.elcultural.es/noticias/LETRAS/
El poeta jamás publicó sus obras, que
circularon en copias manuscritas. Fue
capellán real de Felipe III y falleció a causa
de una apoplejía completamente arruinado.
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Kusunda es una lengua casi desconocida usada como código secreto
La última hablante del ´kusunda´
Fotografía cedida por el profesor Madhav Prasad Pokharel, de la Universidad
Tribhuvan de Katmandú
•GyaniMaiyaSenes laúnicapersonadelmundocapazdemanteneruna
conversación fluida en esta lengua.
•El kusunda fue descubierto en 1969 por un antropólogo austríaco, pero
comenzó a ser estudiado en 1995.
•EnNepalcoexistenmásdeciengruposétnicosquehablandocenasdelenguas.
Lingüística
24
Gyani Maiya Sen es una aldeana nepalí de 75 años de edad y muy especial,
porque en sus labios se conserva viva la herencia de la lengua kusunda, un
idioma de origen desconocido que los expertos se esfuerzan por conservar
cuando ella falte. Hay otras personas —como sus hijos— que saben tal y cual
palabra, pero ella es la única capaz de mantener una conversación fluida, y
esto en teoría, porque no tenía a nadie con quien practicar.
Hasta que llegó Gautam Bhojraj, un estudioso nepalí de 27 años que se ha
echado sobre las espaldas la tarea de mantener prendida la llama de esta lengua,
propia de una tribu forestal que dejó la vida nómada hace pocas décadas.
“Si hablo la lengua, esta se conservará —dice la anciana Gyani Maiya, desde
su pueblo en el oeste de Nepal—. Antes no tenía a nadie con quien practicar”.
Una etnia desaparecida
Según el censo nepalí de 2001, entre los 26 millones de nepalíes del país que-
daban solo 87 personas de la etnia kusunda. “Pero eso es una exageración”,
asegura el profesor de lingüística Madhav Prasad Pokharel, de la Universidad
Tribhuvan de Katmandú, que está guiando los trabajos de Gautam Bhojraj
para lograr la conservación del kusunda.
Su animoso estudiante ha intentado encontrar en los últimos años otros
hablantes del kusunda en el oeste de Nepal, aunque sin éxito. “Algunas per-
sonas conocen palabras del idioma, pero sólo Gyni Maiya puede hablar bien”,
reconoció el investigador.
Los kusunda, una vez fuera de los bosques e instalados en pueblos dejaron
de hablar su lengua y no la enseñaban a sus hijos porque el resto de la socie-
dad despreciaba su origen forestal. No nos molestamos en aprenderla porque
no servía para nada”, dijo Prem Bahadur Pun, hijo de la última hablante.
Gyani Maiya empezó a vivir en un pueblo con sus padres cuando tenía diez
años, y se casó con un hombre de etnia magar a los quince, mientras sus
compañeros de andanzas en los bosques se cambiaban hasta el nombre para
esconder su origen.
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En Nepal coexisten más de cien grupos étnicos que hablan docenas de
lenguas, la mayoría pertenecientes a las familias sino-tibetana, indo-europea,
austro-asiática y dravídica.
Pero el kusunda parece estar fuera de esas categorías: “Es una lengua
aislada”, afirmó el profesor Pokharel.
Esta lengua tiene casi mil palabras-raíz, y la forma de combinarlas para for-
mar nuevas palabras es distinta de la de otras lenguas, según el investigador
Gautam. “Es una lengua extraña, pero me gusta aprenderla. Tiene algunos
sonidos guturales, como los que se encuentran en el árabe o el turco”, afirmó
el investigador.
Plaza Durbar, Katmandú, Nepal
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El kusunda fue descubierto en 1969 por un antropólogo austríaco pero
comenzó a ser estudiado en 1995, y gracias a las nuevas tecnologías y la
recepción de fondos los investigadores pudieron iniciar a comienzos de este
año los esfuerzos de conservación.
Lo curioso es que ahora que tiene un estudiante, Gyani Maiya ha desempol-
vado sus propios conocimientos de kusunda y ya es capaz de hablar la lengua
de sus ancestros con mucha más fluidez.
“Creo que al principio solía darle vergüenza hablar en kusunda, pero ahora
lo hace conmigo y su confianza para hablar en esta lengua ha crecido”,
afirmó Gautam. Para el investigador, el problema es que la última hablante
de kusunda había comenzado a olvidar la sintaxis y la morfología, y además
carecía de los contextos necesarios para poner su lengua a trabajar.
“Si preguntamos a alguien cómo se dice una palabra en su lengua quizá no
pueda responder, pero la palabra aparecerá con seguridad cuando tiene que
ser usada en el contexto apropiado”, explicó.
Los contextos de Gyani Maiya eran los que le proporcionaba su madre
hasta su muerte, hace ya 25 años: ambas usaban el kusunda sólo cuando
necesitaban decirse algo sin que el resto de los presentes se enteraran. El
último estertor “natural” del kusunda, pues, funcionó como una especie de
código secreto.
Fuente: http://www.20minutos.es
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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En el marco de la exposición temporal E TÚ AKE, Orgullo MÁORI, el Museo Nacional de las Culturas le invita a
participar en el ciclo de conferencias que impartirá la Mtra. Raffaela Cedraschi,
todos los jueves del mes de junio a las 17:00 horas en la Biblioteca del museo.
Calle Moneda No. 13, Col Centroa un costado de Palacio Nacional
Metro Zócalo
Informes: 5542 0422 ext. 215ENTRADA LIBRE
Invitación
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El S
uplemento 7
30
El tránsito de Venus sobre el disco solar
31
30 marzo 2012. Las observaciones de los astrónomos mayas podrían predecir el tránsito de Venus sobre el Sol, algo que ocurrirá el próximo 5 de junio, y no un supuesto fin del mundo, explicó Jesús Galindo Trejo, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM.
Después de las cinco de la tarde, el suceso astronómico –que se repetirá hasta el año 2117– podrá ser observado en todo el país por más de dos horas. Para contemplarlo, es necesario utilizar un filtro especial, recomendó el integrante del Proyecto de La Pintura Mural Prehispánica en México, de la entidad.
por Jesús Galindo
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Al mismo tiempo, será posible apreciar a Mercurio en el horizonte, como un punto brillante; un día antes, se registrará un eclipse parcial de Luna, que será visible a partir de las 4 de la mañana, informó.
Las llamadas profecías del fin del mundo no pueden ser atribuidas a esta civilización. Sus registros en estelas, códices o textos no refieren un desenlace abrupto en algún futuro, explicó.
“No existe ningún motivo de preocupación. Los mayas no predijeron el fin del mundo, ni que aparecería un rayo galáctico que movería el centro del Sol o que éste o un meteorito acabarían con el planeta. Son simples exageraciones”, reiteró.
Venus en la concepción maya
En códices, estelas y pintura mural, registraron sus observaciones de Venus; ello incluía su periodo sinódico de 584 días y las fases de su aparición y desaparición. Posiblemente habrían llegado a registrar su tránsito por el Sol, lo que da cuenta del interés de la cultura prehispánica por ese planeta, subrayó.
El Códice de Dresde demuestra que lo observaban con especial empeño. En la llamada Plataforma de Venus, en Chichén Itzá, se encontró una estela con el glifo venusino, como un gran ojo resplandeciente, junto a una banda que representaba al cinco. A un
lado aparece un atado de cañas con el glifo del año solar acompañado de ocho cuentas.
Este conjunto representa justamente una identidad astrómica-observacional: 8×365=5×584, es decir, el número de días en ocho años solares es el mismo que cinco periodos sinódicos de ese cuerpo celeste. Esto significa que Venus, visto desde la Tierra, se coloca en la misma posición respecto al Sol, cada ocho años.
El misterio de Mayapán
Al sur de Mérida está ubicada Mayapán, última gran urbe construida por los mayas antes de la llegada de los españoles. En esta zona arqueológica fue hallada una pintura mural, en el sitio conocido como la Sala de los Frescos, donde aparecen discos solares, dentro de los cuales se pintó un personaje ricamente ataviado en posición descendente y custodiado por dos personajes armados. Alguno de los descendentes presenta manchas en el cuerpo.
Cada año, el 9 de abril y 2 de septiembre, al amanecer, las imágenes son iluminadas en forma rasante y lateralmente por el Sol. Es un hecho notable, pues no corresponden a fechas astronómicas como los solsticios y equinoccios.
Para comprender este evento, es necesario observar al astro durante un año, tiempo en el que recorre toda su trayectoria en el firmamento. Entre el 9
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de abril y el solsticio de verano, transcurren 73 días; de su ubicación extrema en el norte, 73 días después, llega su segunda alineación el 2 de septiembre; después, se registra el solsticio de invierno, para cumplir su ciclo el 29 de abril del siguiente año.
Este último trayecto requiere de tres veces 73 días, es decir, 219 días. La clave de ese juego de luz y sombra es el número 73, fundamental para el calendario mesoamericano porque permite correla-cionar la cuenta solar (Haab en maya) con la ritual (Tzolkin en maya): 52×365=73×260.
Con este conocimiento, el universitario considera que las imágenes colocadas en las representacio-nes del Sol en La Sala de los Frescos de Mayapán podrían aludir al tránsito de Venus.
De acuerdo con los datos arqueológicos, la pintura data de entre 1100 a 1400 a.C. Al revisar las tablas que refieren los traslados de Venus, encontramos
que en ese periodo se sucedieron, dos de ellos, en el momento de la puesta: 30 de noviembre de 1153 a.C., y el 1 de junio de 1275 a.C. Probablemente, los personajes dentro de los discos representan dei-dades mayas relacionadas con el planeta, aseguró.
Factor de correlación
“Tal vez los mayas buscaron que el ciclo de 13 baak´tuunes coincidiera con el próximo movi-miento venusino. Si tomamos el 5 de junio de 2012 como el día en que se cumpla, podría plantearse un arranque diferente de la cuenta del tiempo maya”.
Por ello, el experto propone la correlación Galindo, que ubica la fecha era maya en el 24 de enero de 3114 a.C., 200 días antes del 13 de agosto de 3114 a.C., distancia entre el tránsito de Venus y el solsticio de invierno próximo.
Fuente: UNAM
Agradecemos cumplidamente la colaboración de don Porfirio García de León Campero en la preparación del presente número del Correo de las Culturas del Mundo.
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Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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MÉXICO, D.F., 1º DE JUNIO DE 2012.
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