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5 HIDROLOGIA DE LAS PLANTACIONES FORESTALES EN LOS TROPICOS Por: L. A Sampurno Bruijnzeel TRADUCCIN REALIZADA POR: Grupo de Hidrologa (R-1010), CARRERA DE INGENIERIA FORESTAL. Semestre 01, 2001-06- 02 Y Profesor: Luis Gonzaga Giraldo Lpez. DEPARTAMENTO DE CIENCIAS FORESTALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA. SEDE MEDELLIN. Tomado del libro: MANAGEMENT OF SOIL, NUTRIENTS AND WATER IN TROPICAL PLANTATION FORESTS. Editors: E. K. Sadanandan Nambiar and Alan G. Brown. CSIRO Canberra Australia. 1997. 571p. Resumen: El estado de desarrollo de las plantaciones, y su manejo, ejercen una influencia fuerte sobre las características hidrológicas. Los cambios más grandes sobre el rendimiento hídrico de la cuenca, la respuesta a la escorrentía y la producción de sedimentos asociados con las plantaciones usualmente ocurren cuando el bosque natural es convertido a plantación. Los efectos sobre las tasas del flujo pico y sedimentos transportados normalmente se estabilizan a los dos años de establecimiento a niveles ligeramente por encima de los originales. Comparativamente poco se conoce sobre el consumo del agua por las especies forestales que se plantan con más frecuencia. Como resultado de esto, son posibles a esta etapa predicciones poco confiables sobre los eventuales efectos de las plantaciones en la magnitud y el rendimiento hídrico anual y estacional .

Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

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Page 1: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

5 HIDROLOGIA DE LAS PLANTACIONES FORESTALES EN LOS TROPICOS

Por: L. A Sampurno Bruijnzeel

TRADUCCIÓN REALIZADA POR:

Grupo de Hidrología (R-1010), CARRERA DE INGENIERIA FORESTAL. Semestre 01, 2001-06- 02 Y Profesor: Luis Gonzaga Giraldo López. DEPARTAMENTO DE CIENCIAS FORESTALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA. SEDE MEDELLIN.

Tomado del libro: MANAGEMENT OF SOIL, NUTRIENTS AND WATER IN TROPICAL PLANTATION FORESTS. Editors: E. K. Sadanandan Nambiar and Alan G. Brown. CSIRO Canberra Australia. 1997. 571p. Resumen: El estado de desarrollo de las plantaciones, y su manejo, ejercen una

influencia fuerte sobre las características hidrológicas. Los cambios más

grandes sobre el rendimiento hídrico de la cuenca, la respuesta a la

escorrentía y la producción de sedimentos asociados con las plantaciones

usualmente ocurren cuando el bosque natural es convertido a plantación.

Los efectos sobre las tasas del flujo pico y sedimentos transportados

normalmente se estabilizan a los dos años de establecimiento a niveles

ligeramente por encima de los originales. Comparativamente poco se

conoce sobre el consumo del agua por las especies forestales que se

plantan con más frecuencia. Como resultado de esto, son posibles a esta

etapa predicciones poco confiables sobre los eventuales efectos de las

plantaciones en la magnitud y el rendimiento hídrico anual y estacional .

Page 2: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Sin embargo, existe evidencia de que la plantación de árboles de rápido

crecimiento en áreas de potreros disminuirá el flujo superficial después de

que el dosel de copas se cierre, particularmente en la estación seca. Se

discuten los efectos hidrológicos de las prácticas de manejo del bosque y la

no utilización de modelos hidrológicos en las cuencas para predecir tales

efectos.

Se concluye que, a pesar de que se conoce relativamente poco hasta el

presente sobre la hidrología de las plantaciones tropicales en relación con la

interacción entre el clima, los suelos, y las especies de árboles, se han

establecido las metodologías para llenar tales vacíos del conocimiento.

El entendimiento de la hidrología de las plantaciones es importante por

varias razones – las plantaciones se sitúan frecuentemente en cuencas que

abastecen agua para diferentes usos del suelo o consumo urbano, y por

tanto la calidad y la cantidad del rendimiento hídrico se vuelve crítico; la

combinación común de topografía pendiente y precipitación moderada o alta

en los sitios de plantación conducen a erosión potencial y /o a dificultades

operacionales, y no siempre son las relaciones del agua en el sitio de la

plantación las que tiene una profunda influencia en la selección de las

especies, también la nutrición y el crecimiento.

Mientras que en muchas partes de los trópicos húmedos se ha talado

indiscriminadamente el bosque natural, esto ha llevado a una degradación

de los suelos muy seria, a una alteración de los regímenes del escurrimiento

superficial, y la reforestación no siempre ha logrado recuperar las

condiciones hidrológicas originales (Hamilton y King, 1983). Los flujos se

mejoran después de la reforestación ( Hardjono,1980) pero en otros casos

la plantación de especies de rápido crecimiento en areas con pastos y

rastrojos ha traído un decrecimiento considerable en el rendimiento hídrico

en la estación seca (Mathur y Sajwan,1978;Smith y Scott,1992;Waterloo,

1994).

También se ha expresado lo concerniente a la pérdida potencial de la

fertilidad del suelo por la rotación continua de plantaciones en el mismo

Page 3: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

sitio(Hase y Folster,1983;Russel,1983;Bruijnzeel y Wiersum,1985). Se ha

establecido muy bien una interacción estrecha entre el ciclo hidrológico del

bosque y el ciclo de entrada y salida de nutrientes y esto se puede evaluar

mejor seleccionando cuencas como la unidad fundamental ( Bormann and

Likens,1967). Además, pequeñas cuencas pueden suministrar una

herramienta adecuada para el estudio de pérdida de solutos asociados con

la destrucción del bosque y su tala (Likens, et al. 1977).

Este capitulo ayuda a:

i) Suministra las bases hidrológicas para la cuantificación del

balance de nutrientes en varias etapas del ciclo de vida de las

plantaciones.

ii) Reconcilia evidencias de conflictos sobre las influencias de las

plantaciones sobre el rendimiento hídrico.

iii) Examina los impactos hidrológicos de diferentes opciones de

manejo de las plantaciones. La discusión que se plantea es

desde el punto de vista de los principios generales de la

hidrología.

Se comienza con una discusión principal del ciclo hidrológico forestal,

seguido por el análisis de los impactos hidrológicos respectivos (cambios en

el rendimiento hídrico, capacidad de infiltración, flujo pico, producción de

sedimentos) de los métodos diferentes de aclareo del bosque y preparación

del sitio. Luego se discuten los cambios en las características hidrológicas (

interceptación, consumo de agua) asociados con el desarrollo y maduración

de la plantación. Esta discusión se ilustra generalmente con datos de los

trópicos, pero cuando se carece de tal información se recurre a datos de las

regiones templadas. Posteriormente se han considerado los impactos

hidrológicos de varias actividades de manejo forestal y su medición para

minimizar cualquier consecuencia adversa durante la fase de

establecimiento y cosecha. Finalmente, después de identificar los vacíos

más relevantes en el conocimiento, se propone construir una red de sitios

en los cuales se concentre la investigación con las especies más

importantes utilizadas en plantaciones forestales tropicales.

Page 4: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

EL CICLO HIDROLÓGICO FORESTAL

Las principales características del ciclo hidrológico forestal están ilustradas

en la figura 5.1. La lluvia es la principal entrada a los bosques húmedos

tropicales. Una pequeña parte de la lluvia llega hasta el suelo del bosque

como precipitación interna y escurrimiento por los tallos. Una porción

sustancial es interceptada por el dosel del bosque, la cual se evapora

posteriormente hacia la atmósfera durante e inmediatamente después de la

precipitación; el resto alcanza la superficie del suelo como goteo de la copa.

Debido a que la precipitación interna y el goteo de la copa no se pueden

determinar directamente en el campo, las dos se toman usualmente como

una sola variable y se denominan precipitación interna.

Page 5: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Figura 5.1. El ciclo hidrológico del bosque en las laderas de las colinas (modificado de Douglas 1977)

Page 6: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Si la intensidad del total de la precipitación interna y el escurrimiento por el

tallo, llegan al piso del bosque y exceden la capacidad de infiltración del

suelo, el exceso de agua que no es absorbida por el suelo es escorrentía

directa como escurrimiento Hortoniano (HOF). Debido a que generalmente

la capa de suelo orgánica tiene gran capacidad de absorción en la mayoría

de los bosques tropicales naturales, el volumen de la lluvia interna y el

escurrimiento por los tallos se infiltrara en el suelo y este tipo de flujo ocurre

con relativa frecuencia. La mayoría del agua infiltrada es absorbida por la

vegetación y retorna a la atmósfera por procesos de transpiración (Et). El

termino evapotranspiracion (ET) se usa para denominar la suma de la

transpiración (evaporación de un dosel seco) y perdida por interceptación

(Ei, evaporación de la superficie expuesta de un dosel húmedo). La

evaporación de la hojarasca y la superficie del suelo (Es) en bosques

húmedos tropicales es usualmente despreciable. Es importante hacer la

distinción entre transpiración (Et) y evaporación del dosel húmedo (Ei),

porque el primero es gobernado en gran parte por el control estomático y el

ultimo principalmente por las propiedades aerodinámicas de la vegetación

(Jarvis y Stewart 1979; Capítulo 6).

La humedad que permanece en el suelo drena hacia la red hídrica por flujo

subsuperficial. El agua que percola dentro del suelo hasta una capa

impermeable del material parental drena como flujo lateral (flujo

subsuperficial) (Figura 5.1). Tal cantidad de agua drena lenta y

continuamente, siendo contabilizada para el flujo base de las corrientes.

(Ward y Robinson 1990). En climas estaciónales el flujo base alcanza un

mínimo en la estación seca y este se denomina como “flujo de la estación

seca”.

Durante un aguacero el agua que se infiltra puede tomar diferentes rutas

hacia el canal de drenaje, dependiendo de la conductividad hidráulica del

suelo, de la pendiente y de la distribución espacial de la humedad del suelo

(Dunne, 1978). El flujo superficial de saturación (SOF) es causado por una

lluvia que cae sobre un suelo ya saturado. Esto ocurre típicamente en la

Page 7: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

parte inferior de las pendientes de colinas o cerca a una banca de la

corriente, en las cuales el suelo se satura desde abajo por el flujo

subsuperficial y así mantiene condiciones cercanas a la saturación.

Adicionalmente, SOF puede ser observado durante y después de un

aguacero intenso hasta encontrarse una capa impermeable cercana a la

superficie (Bonell y Gilmour, 1978). El flujo subsuperficial de saturación

(SSSF) frecuentemente representa una mezcla de aguas antiguas (el agua

que existe antes de empezar la lluvia) y agua nueva que viaja rápidamente a

través de “macroporos y conductos de flujos preferenciales” (Bonell y Balek,

1993). Como un resultado de contribuciones de SOF, SSSF y en casos

extremos de HOF, el caudal se incrementa rápidamente durante el

aguacero. Este incremento por encima de los niveles de flujo base se llama

frecuentemente creciente o flujo de avenidas. La descarga máxima se

denomina comúnmente ”flujo al pico” y se puede alcanzar durante el mismo

aguacero o pocos días después dependiendo de las características de la

cuenca y de la humedad, como también de la duración, intensidad y cantidad

de la lluvia (Figura 5.2; Dunne, 1978). El volumen total de agua producida

como caudal de la cuenca, en un periodo de tiempo dado (usualmente un

mes, estación o año) se denomina “rendimiento hídrico” y se expresa en

m3/seg/Km2 o L/seg/ha.

Los componentes principales del ciclo en una cuenca hidrológica son

ilustrados por la ecuación del balance hídrico (Ward y Robinson, 1990):

P = ET + Q + ∆S + ∆G (1)

donde

P = precipitación

ET = evapotranspiracion

Q = caudal

∆S = cambio en el almacenamiento de agua en el suelo

∆G = cambio en almacenamiento de aguas subterránea (freática)

Page 8: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Con todos los valores expresados en mm de agua por unidad de tiempo (día,

semana, mes o año).

Ademas:

ET = Ei + Et + Es (2)

y

Ei = P – (Tf + Sf) (3)

donde

Ei = evaporación del agua interceptada por el dosel

Tf = precipitación interna

Sf = escurrimiento por el tallo

Las descripciones cuantitativas detalladas del ciclo hidrológico del bosque

lluvioso tropical se han dado por Bruijnzeel (1990) y Bonell y Balek (1993).

Figura 5.2 Respuesta de la cuenca a las lluvias (modificado de Calver et al. 1972)

HIDROLOGÍA DE PLANTACIONES FORESTALES

El establecimiento de una plantación impone un número de prácticas las

cuales afectan las propiedades hidrológicas del suelo, la respuesta

Page 9: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

hidrológica de la cuenca y el crecimiento de los árboles. Generalmente, la

perturbación del suelo será mayor cuando las plantaciones se establecen en

tierras de bosques naturales, que cuando se establecen en tierras de

sabana. En el caso anterior equipos y maquinaria pesada son

frecuentemente usados para cosechar troncos de grandes árboles y para la

preparación del sitio, incluyendo la acumulación de deshechos de la

extracción de madera; mientras que en las sabanas son suficientes las

quemas y una preparación menos intensiva del suelo.

En vista de las similitudes entre bosques naturales y plantaciones maduras,

se puede argumentar que los grandes cambios de la hidrología asociadas

con la conversión de una a otra se pueden esperar durante los primeros 1 a

3 años después de aclarear el bosque y replantar, esto es en la fase de

establecimiento. Los primeros 6 a 12 meses de esta fase son

particularmente críticos, pues la mayor parte de la superficie del suelo va a

estar expuesta. Los niveles de descarga y erosión extrema tienden a

regresar a los valores previos a la perturbación, en los dos años siguientes,

debido al establecimiento de un sotobosque vigoroso. De todas formas la

cantidad de percolación de agua a través del suelo (y también la cantidad de

nutrientes lixiviados) permanecerá por encima del nivel original durante este

período (cf. Malmer y Grip 1994). Subsecuentemente, a través de “la etapa

de desarrollo y maduración”, se presentará un retorno gradual a las

condiciones previas a la conversión. Los cambios hidrológicos durante el

establecimiento y las fases de maduración se discutirán separadamente más

adelante. Cuando se desarrolla una plantación en sabanas los cambios

iniciales de la hidrología, serán más pequeños que aquellos vistos cuando se

empieza en un sitio que ya poseía bosque, mientras que el máximo

contraste ocurrirá después de alcanzar la etapa de madurez (Smith y Scott

1992).

Page 10: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

LA FASE DE ESTABLECIMIENTO Efecto de los aclareos o talas en las propiedades físicas del suelo Cuando la maquinaria pesada entra en un bosque no disturbado, la capa

protectora de hojarasca será destruida. La densidad aparente del suelo

superior aumentará por la compactación, particularmente en el caso de

suelos húmedos y arcillosos, y la retención de agua y la capacidad de flujo

del suelo se reducirán (ver Capítulo 4 para una descripción general).

Couper et al. (1981) compararon varios métodos de aclareo o tala de un

bosque en un Alfisol en Nigeria en términos de uso de horas-hombre y en

gasto de energía. Lal (1981) reporta en la superficie asociada de escorrentía

y tasas de erosión para agricultura (sin-labranza) durante el primer año

después del aclareo. Mientras que la tala manual fue más baja y la más

“cara”, la erosión del suelo fue inferior a 0.4 ton ha-1 año-1, comparada con 4

ton ha-1 año-1 después de aclarear con un tractor reptil con una hoja

cortadora, y 15 ton ha-1 año-1 después de talar con un tractor reptil con un

rastrillo extractor de raíces de árboles. Los valores de escorrentía superficial

fueron 1%, 6.5% y 12% de la lluvia incidente respectivamente. Más detalles

se dan en las tablas 4.4 y 4.5 del Capítulo 4.

Similarmente, Dias y Nortcliff (1985b) reportaron un cambio despreciable en

las propiedades físicas de la superficie del suelo después de la tala y quema

tradicional en un bosque en un Oxisol arcilloso de la Amazonía. De todas

formas se presenta un deterioro considerable después de los aclareos con

buldozer, por una parte debido a la compactación y por otra debido a la

remoción de la hojarasca y el suelo superficial, exponiendo el subsuelo a

condiciones poco favorables (Cf. Gillman et al 1985; Malmer y Grip 1990).

Dias y Nortcliff (1985 a) y Kamaruzaman Jusoff (1991), respectivamente,

reportan en Oxisoles y Ultisoles arcillosos una estrecha relación entre el

número de pasadas del tractor y el deterioro que resulta de la compactación.

En ambos casos, el deterioro del suelo se incrementa con la humedad del

suelo. Maquinaria rotatoria tiene considerablemente más impacto que los

vehículos de tracción (Fig. 5.3), particularmente después de pasar las

ruedas. Los efectos usualmente se extienden a 15-20 cm de profundidad y

Page 11: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

en el caso de las vías de extracción de trozas, se muestran leves mejorías

aún después de muchos años de desuso (Hendrison 1990; Van der Plas y

Bruijnzeel 1993).

A causa de la estructura suelta, los suelos arenosos responden en forma

diferente a la disturbación. El aclareo mecánico de los bosques en los

Podosoles en el Este de Malasia no produjeron en el suelo superficial un

incremento de la densidad aparente a pesar de que la tasa de infiltración

final se redujera considerablemente (de 48.7 hasta 1.3 mm hr.-1; Malmer y

Grip, 1990). De todas formas, con excepción de las partes bajas del valle, la

saturación raramente ocurrió en suelos arenosos. Es importante, por

consiguiente examinar los efectos de la disturbación del suelo en un rango

de condiciones de humedad, como los representados por la retención de

agua en el suelo y las curvas de conductividad hidráulica no saturada. Jetten

(1994) compara tales curvas para dos tipos de suelos arenosos en la

Guyana, antes y después de la disturbación con equipos dotados con cables

de extracción. De todas formas los suelos arenosos fueron los más

afectados por los pasos repetidos de la maquinaria. Las curvas de retención

se volvieron más graduales, y los valores de succión para un contenido dado

de humedad se incrementaron como resultado en el cambio de la

distribución de los poros hacia poros finos. Las conductividades hidráulicas

no saturadas decrecen, de acuerdo con los niveles de humedad final del

rango de succión. La explicación puede estar en la compactación del

paquete original de arena pero posiblemente también en la mezcla de

materia orgánica fina con partículas minerales del suelo. El efecto fue menos

pronunciado para suelos de arenas pardo-arcillosas, pero aquí los cambios

ocurrieron a través de todo el rango de humedad (Jetten 1994). De todas

formas los métodos manuales de aclareo causan menos daño en la

superficie del suelo que los que hacen los equipos mecánicos, entonces no

va a haber ningún chance para seleccionar medios mecánicos.

Page 12: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Figura 5.3. El impacto de las orugas y vehículos de tracción en la conductividad hidraúlica como una función del número de pasadas del vehículo y la humedad del suelo, para un Ultisol en la Malaysia Peninsular (adaptado de Kamaruzaman Jusoff 1991)

Page 13: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Efectos de los aclareos sobre el rendimiento hídrico de la cuenca La remoción de la cobertura vegetal para establecer una nueva plantación

reducirá la evapotranspiración temporalmente y por tanto se incrementará el

rendimiento hídrico de la cuenca. Bosch y Hewlett (1982) demostraron esto

para unos cien casos alrededor del mundo, incluyendo algunos ejemplos en

los trópicos. Los datos más recientes confirman que el incremento inicial del

rendimiento hídrico es proporcional a la cantidad de biomasa removida

(Bruijnzeel 1996a).

Los incrementos reportados en el flujo durante los primeros tres años va de

125 a 820 mm por año, con un valor medio de cerca de 600 mm por año

(Bruijnzeel 1990-1996). Mientras que hay una tendencia débil para que

incrementos grandes ocurran en áreas de precipitación alta, pero la

dispersión en los datos es grande (figura 5.4). Existen indicadores

significativos de que la destrucción tan severa del suelo es tan importante

como la precipitación después del aclareo (figura 5.4).

Malmer (1992) compara los cambios en el rendimiento hídrico en los

primeros 2.9 años de una plantación de Acacia mangium, después de cortar

el bosque lluvioso en Sabah, Malaysia del Este, el cual había sido

aprovechado selectivamente cerca de 6 años antes del estudio. Los

diferentes tratamientos fueron:

1. Corte manual de madera seguida de plantación manual en líneas

entre los desechos de troncos que fueron dejados para la

descomposición.

2. Corta manual y extracción de madera con tractores “Crawler” seguido

por la quema de los desechos de los árboles (sin la influencia del

viento) y plantación.

Mientras que el incremento en la escorrentía era más bajo durante los años

secos para ambos tratamientos (figura 5.4) los incrementos medios fueron

muy bajos para la extracción manual sin quema, más que para la cosecha

mecánica seguida de quema (viz.445 vs. 1190 mm; Malmer 1992).

En el mismo experimento la vegetación secundaria de una cuenca

adyacente fue afectada por un incendio forestal intenso, más o menos cinco

Page 14: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

años antes, fue quemado de nuevo experimentalmente antes de sembrar

Acacia mangium. El incremento en el flujo de la corriente a través de los

mismos 2.9 años fue de 1010mm (Malmer 1992). A pesar de que estas

figuras ilustran el potencial de incremento de nutrientes perdidos, vía

lixiviación después del aclareo bajo condiciones húmedas tropicales,

particularmente donde esto se hace en conjunto con quemas (cf. Brujinzeel

1996b, Capítulo 10), es imposible separar los efectos del aclareo mecánico y

quema en este experimento en particular (ver Brujinzeel 1995 para detalles).

Figura 5.4. Incremento en el rendimiento hídrico después de aclarear un bosque tropical vs. sus correspondientes cantidades de lluvia (modificado de Bruijnzeel 1995). Los resultados para 3 cuencas adyacentes en Malaysia del este (W1, W4 y W5), en los dos años siguientes al aclareo en dos formas diferentes, son identificados así: Cuenca W1, aclareo no mecanizado seguido por quema de desperdicios= ★★★★; Cuenca W4, extracción manual de troncos, sin quema= Ο; Cuenca W5, cosecha mecanizada, seguida por quema de desperdicios= ■ (Malmer 1992). Observaciones de otros estudios= ●

Efectos del aclareo en el volumen de crecida y caudal pico La magnitud de los diferentes componentes del flujo que contribuyen al flujo

de crecida pueden variar entre cuencas como resultado de diferencias en

topografía, suelos(notable conductividad hidráulica) y características de la

precipitación. (Dunne 1978; Pearce et al. 1982).

Page 15: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

El efecto del factor del suelo se ilustra por los resultados obtenidos en 10

pequeñas (menos de 1.5 ha) cuencas de bosque lluvioso (precipitación

anual 3500 mm, sin una clara estación seca) en tierras bajas perhúmedas de

la Guayana francesa, todas cercanas entre sí. (fig. 5.5). La escorrentía de la

tormenta variaba entre el 7.3% de la precipitación (cuenca h) y 34.4%

(cuenca c) dependiendo del tipo de suelo. La proximidad del nivel freático a

la superficie del suelo en el fondo del valle en la estación lluviosa, gobernaba

la respuesta de la cuenca y en mayor proporción, por el buen drenaje de los

suelos, la respuesta a la escorrentía fue más pequeña (Fritsch 1992).

Normalmente, los picos del flujo de crecida que son producidos por los flujos

superficiales tienden a ser mas pronunciados que aquellos generados por

los flujos subsuperficiales, los cuales se desplazan mas lentamente (fig. 5.2).

Un cambio de patrón de crecida dominado por flujo subsuperficial lento en

bosques, con respecto a uno que es gobernado por HOF después del

aclareo puede producir incrementos substanciales en los flujos pico. Sin

embargo en cuenca donde el flujo superficial es todavía prevaleciente bajo

condiciones naturales, la respuesta hidrológica a la precipitación (pero no a

la erosión del suelo) se cambia fuertemente después de la remoción del

bosque (Gilmour 1977). Tal situación puede ocurrir donde una capa

endurecida poco profunda se extienda a través de la pendiente SOF (Bonell

y Gilmour 1978), o por surcos (Elsenbeer y Cassel 1990). Todos estos

puntos son necesarios para una apropiada medición pedo-hidrológica

(además de suelos estándar) para estimar el impacto hidrológico de las

prácticas y manejo del bosque.

Operaciones de conversión cuidadosamente planeadas y conducidas

pueden llegar a conservar el área del suelo compacto y por esto el

incremento en la frecuencia y magnitud del HOF, para un mínimo,

particularmente en ausencia de quemas (Hsia 1987; Malmer 1993). Sin

embargo, aún con una mínima disturbación del suelo, volúmenes de caudal

y tasas de caudal pico pueden incrementarse después de la remoción del

bosque. Esto se debe a que la reducción de la ET hará que los suelos sean

Page 16: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

más húmedos, lo cual a su vez los hará menos capaces de acomodar la

precipitación adicional.

Adicionalmente ésta humedad extra mantendrá una extensa faja de

saturación a través de la corriente, el cual producirá un gran volumen de

rendimiento hídrico de la escorrentía de la tormenta (SOF dominante).

Donde quiera que la topografía permita la expansión de las áreas de

afluencias riparias suficientemente, el efecto será notable, particularmente

después de períodos secos cuando bajo condiciones de bosque el área

fuente habrá alcanzado un mínimo (Hewlett y Doss 1984; Fritsch 1992).

Estimaciones de los aumentos en el caudal después del aclareo con un

mínimo de suelo disturbado puede derivarse de un experimento en un área

con alta precipitación en Nueva Zelanda donde la escorrentía estaba

dominada por flujo subsuperficial (Pearce et al. 1980).

Los incrementos relativos (comparando con una cuenca forestal de control)

en el volumen del caudal fueron 100-300% para eventos pequeños de

precipitación (menores de 10 mm); 50% para tormentas intermedias (25-50

mm); y del 10-25% para tormentas grandes (mayores de 75 mm).

El efecto parece disminuir con los incrementos de la precipitación. En un

experimento similar en una cuenca escarpada en Taiwan, no se observaron

cambios significativos en el volumen del caudal pero el valor medio de la

tasa del pico del caudal se incrementó casi en un 50% como resultado del

incremento de la humedad en las pendientes (Hsia 1987).

Page 17: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Figura 5.5. Respuesta de la escorrentía (flujo de crecida como porcentaje de la lluvia anual) de pequeñas cuencas boscosas en la Guyana Francesa, como una función de la proporción del área de la cuenca caracterizada por suelos bien drenados.

Cuando los suelos son mas extensivamente disturbados con maquinaria

pesada y/o fuego para establecimiento de plantaciones los cambios

resultantes en la respuesta de la cuenca puede esperarse sean mas

pronunciados. Ahora, pocos resultados inequívocos han sido obtenidos al

respecto, posiblemente por la complejidad de los procesos de generación de

la escorrentía que frecuentemente desafían la simplicidad de nuestras

técnicas analíticas (Hewlett 1982).

Por ejemplo en el experimento de Malmer(1992) en el este de Malaysia,

ambos, volúmenes de caudal y caudales pico se incrementaron

significativamente durante los primeros 2 años después de quemas en una

cuenca que fue afectada anteriormente varios años por fuego forestal

natural.

Por otro lado, el único cambio significativo que se observó después del

aclareo mecánico de la vegetación y quema de los desechos del aclareo en

una cuenca cercana, fue una reducción en el volumen del caudal durante el

primer año aunque el suelo había sido severamente disturbado en un 24%

de su área (Malmer y Grip 1990). Durante el segundo año después del

Page 18: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

aclareo, los volúmenes del caudal y los caudales pico incrementaron de

nuevo pero no significativamente.

Malmer (1992) interpretó estos descubrimientos en términos de los

contrastes en las superficies de detención características entre las dos

cuencas. Por ejemplo, el agua aparecía inicialmente en los surcos formados

por los tractores los cuales empezaron a erosionar durante el segundo año.

Similarmente Sindel et al. (1983 a) reportaron un incremento de 6 veces en

el caudal pico inmediatamente después del aclareo mecánico y de la quema

de Pinus elliotti en el norte de Florida. Este fue seguido por una declinación

gradual en los 18 meses siguientes. Ahora, no se observaron cambios en el

correspondiente incremento de los volúmenes de caudal a través de dos y

medio años en el período de observación después del aclareo (Swindel et al.

1983 b)

Normalmente, tales incrementos tienden a disminuir dentro de unos pocos

años cuando la nueva vegetación comienza a establecerse, a menos que

estén asociados a cambios estructurales en el proceso de generación de

escorrentía, por ejemplo debido a la construcción de vías forestales o la

creación de cárcavas activas. Estos descubrimientos apuntan a valorar los

estudios de procesos como apoyo de la tradicional "caja negra" en un

sistema de cuencas pareadas.

Una mejor investigación experimental de los efectos de la conversión de los

bosques tropicales sobre los volúmenes de caudal, los caudales pico y la

erosión se han llevado a cabo en la Guyana francesa (Fritsch 1992,1993).

Diez pequeñas cuencas boscosas con diferentes mezclas de vegetación y

pobremente drenadas fueron aforados por 2 años de calibración (ver fig. 5.5)

después de ser sometidas a una serie de tratamientos que incluyen la

regeneración del bosque después de la cosecha y agricultura de tala y

quema y conversiones de áreas de pastos o plantaciones de Pinus caribea

y Eucalyptus grandifolia, mientras que 2 cuencas permanecieron inalteradas

como testigos (Fritsch 1992, 1993).

Aunque existen diferencias en el comportamiento hidrológico de las

respectivas cuencas en condiciones inalteradas (fig. 5.5) que excluyen una

Page 19: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

directa comparación de los efectos de cada tratamiento, son posibles varias

comparaciones interesantes (fig.5.6). Por ejemplo, la similitud en la

respuesta de las cuencas a, b y c (fig. 5.5) en cuanto a la escorrentía debido

a la alteración, permite una evaluación de los efectos de la cosecha (cuenca

a), aclareo mecánico (cuenca b) y aclareo tradicional (cuenca c). La cosecha

seguida por una regeneración produce solamente incrementos pequeños en

el caudal, 2-4% con un incremento máximo (26%) durante el tercer año

(húmedo) y un incremento poco detectable en el quinto año (fig. 5.6a). El

caudal pico se incrementó solamente (un 13%) durante el primer año. En

contraste, donde la cosecha fue seguida por aclareo mecánico y quema, los

volúmenes de caudal se incrementaron cerca de 150% durante el primer año

(fig. 5.6b). Con el establecimiento del recrecimiento en los años

subsecuentes, este valor descendió rápidamente a un 40% en el segundo

año y a un 16% en el cuarto año.

El caudal pico mostró un marcado incremento sólo durante el primer año

(42%) pero no durante los años subsiguientes (Fritsch 1992). Los cambios

en ambos, volumen de caudal y caudal pico, asociados con la tala y quema

fueron 26-30% durante los 2 años de cultivo (fig. 5.6c). Aunque estos valores

son mucho más pequeños que los observados inmediatamente después del

aclareo mecánico, sin embargo existe un claro efecto.

Las 2 cuencas convertidas a plantaciones forestales (d y e) mostraban gran

respuesta de la escorrentía en el estado inalterado (fig. 5.5). Los

incrementos relativos en el volumen de caudal o en el caudal pico después

del aclareo (fig. 5.6d y 5.6e) aparecen mucho más pequeños, comparados

con los de los otros casos. Los incrementos absolutos durante la primera

estación húmeda después del aclareo en estas 2 cuencas fueron sin

embargo altos (560-620 mm comparados con 245 mm para la cuenca b

donde siguió la regeneración natural; Fritsch 1993).

El incremento en la respuesta hidrológica decreció con el tiempo (fig. 5.6d y

5.6e) aunque no tan rápido como en el caso de la regeneración natural

después del aclareo(fig. 5.6b), en la medida en que las plantaciones tuvieron

que ser desyerbadas varias veces los primeros años. Los incrementos

Page 20: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

correspondientes del caudal pico fueron de 55% a 65% durante los primeros

dos años pero declinó rápidamente mas tarde (Fritsch 1992). Para el sexto

año, los incrementos en el caudal se tornaron despreciables.

Es interesante examinar también los efectos de conversión de bosques a

pastizales en la respuesta de la cuenca porque estos pueden indicar qué se

puede esperar después de la reforestación de los pastizales. En el estado

inalterado la cuenca que fue convertida a pastizales de digitaria (cuenca f)

mostró una respuesta de escorrentía de magnitud intermedia (fig. 5.5).

Después de la conversión los incrementos en el volumen de caudal

permanecieron substancialmente durante los primeros cuatro años

(generalmente >50%), con algún valor menor (27%) en el quinto año (fig.

5.6f). Los niveles del caudal pico fueron consistentemente el 75% mayor

que los esperados bajo condiciones forestales (Fritsch 1992).

Estas figuras ilustran las reducciones considerables en la escorrentía que

puede seguir a la reforestación de los pastizales tropicales.

Page 21: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Figura 5.6. Incremento en la escorrentía de crecida después de exponer los bosques lluviosos de tierras bajas en la Guyana francesa a: a) cosecha seguida por regeneración; b) aclareo mecanizado y quema, seguidos por regeneración; c) cultivos de corta y quema; d) aclareo y quema, seguidos por el establecimiento de Pinus caribaea; e) idem para Eucalyptus grandifolia; f) idem para pastos Digitaria (modificado de Fritsch 1993).

Efectos del aclareo sobre la producción de sedimentos en la cuenca Existen muchas formas de erosión. La erosión por salpicadura es el proceso

por el cual las partículas del suelo son separadas por el impacto de las gotas

Page 22: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

de lluvia sobre la superficie del suelo. Las partículas erosionadas, las cuales

pueden haber sido movidas solo unos pocos centímetros, son entonces

susceptibles a un nuevo transporte pendiente abajo por el flujo superficial

(erosión laminar). Ambas, erosión por salpicadura y erosión laminar son de

poca importancia en la mayoría de los bosques no perturbados, pero ellas

bien pueden producir cantidades sustanciales de sedimentos después de

que el suelo es descubierto. Una vez esta etapa se alcanza las

irregularidades topográficas conducen con frecuencia, a la concentración del

flujo superficial en surcos. Si el proceso continua por tiempo suficiente, estos

surcos se profundizan y se convierten en cárcavas. El movimiento en masa

es otro mecanismo de sedimentación de las corrientes, común en áreas

empinadas en donde la precipitación es alta. Los deslizamientos de tierra y

la erosión de la banca del río caen dentro de esta categoría, y son con

frecuencia un riesgo natural. La magnitud de la producción de sedimentos

bajo condiciones de áreas forestales depende de la importancia relativa que

tienen los respectivos mecanismos contribuyentes (Pearce 1986). La

producción de sedimentos de las cuencas húmedas tropicales puede ser tan

baja como 0.25 tha-1año-1 en áreas estables con suelos permeables

profundos no expuestos a erosión laminar significativa o movimientos en

masa (Douglas 1967). Aun, en áreas tropicales tectónicamente activas y

pendientes propensas a fallas pendiente abajo, tal como son frecuentemente

halladas a lo largo de la costa pacifica, esta situación puede bien

aproximarse 40 t ha-1 año-1 durante años húmedos (Dickinson et al. 1990) o

más en casos específicos (sobre 65 t ha-1año-1 para suelos margosos

inestables; Van Dijk y Ehrencron 1949; Bell 1943). Algunos efectos del

aclareo del bosque serán más evidentes donde las tasas de producción de

sedimentos son bajas.

Es importante reconocer que no todo el material erodado va a dar

directamente a la red de drenaje. Las partículas son con frecuencia

atrapadas temporalmente (o permanentemente) en depresiones del terreno

o depositadas sobre el pie de la pendiente o llanuras aluviales. Esto es

especialmente cierto, para erosión laminar y por salpicadura, y explica

Page 23: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

porqué no es posible predecir la producción de sedimentos en la cuenca a

partir de observaciones de erosión hechas sobre pequeñas parcelas

aisladas de escorrentía al lado de la colina.

Por otro lado, la erosión en cárcavas, los grandes deslizamientos de tierra y

la erosión de la banca del río aportan sedimentos directamente al lecho del

río. El aporte de sedimentos a la red de drenaje, sin embargo, no significan

que estos aparecerán inmediatamente río abajo. Un excepcional caudal pico

puede ser necesario para lavar los sedimentos previamente depositados y

llevarlos a su lugar final de depósito. Así, los efectos de los disturbios del

suelo tienden a manifestarse primero pendiente abajo de la colina en forma

de incremento de erosión laminar y más tarde como incrementos de

sedimentos de la cuenca (Walling 1983; Bons 1990).

Mientras que es difícil especificar valores típicos de incremento de la erosión

pendiente abajo y de la producción de sedimentos en la cuenca debido a la

conversión de bosques en los trópicos húmedos, una idea puede

capitalizarse a partir de los resultados obtenidos y en los estudios de

Malmer (1990) en el este de Malaysia y por Fritsch y Sarailh (1986) en la

Guyana Francesa. Ambos experimentos se llevaron a cabo en áreas de alta

precipitación (> 3500 mm año-1) con poca experiencia en la producción de

sedimentos antes de aclarear.

Los cambios en la producción de sedimentos en suspensión de la cuenca

asociada con la conversión del bosque lluvioso a plantación de Acacia

mangium en el este de Malaysia pueden resumirse como sigue. Los valores

de pre-disturbio fueron muy bajos de 0.05 y 0.2 t ha-1año-1 para dos cuencas,

W4 y W5 respectivamente. La cuenca W4 fue aclareada manualmente sin

quema de restos, mientras que la cuenca W5 fue aclareada mecánicamente

y quemada. Los incrementos en la producción de sedimentos durante el

periodo de aclareamiento del bosque más los próximos cinco meses

necesarios para restablecer el sotobosque en la cuenca W5 fueron 6 y 10

veces para las cuencas W4 y W5 respectivamente.

Sorpresivamente en vista de los diferentes tratamientos, la producción de

sedimentos sobre los próximos 10 meses fue igual en ambas cuencas.

Page 24: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Comparando el periodo de los 8 meses anteriores, esto representó un

incremento de tres veces en el caso de la cuenca W4 pero una reducción del

50% para la cuenca W5. Malmer (1990) interpretó los resultados

inesperados en la cuenca W4 en términos de la vegetación del sotobosque

suprimida debido a la presencia de cantidades enormes de restos de la

corta. También, los restos de la corta fueron dispuestos en fila, en sentido de

la pendiente y esto pudo influenciar la ocurrencia del escurrimiento

superficial. Sin embargo los efectos globales fueron relativamente poco

duraderos. La producción de sedimentos de la cuenca fue virtualmente la

producción normal dentro de los 20 meses después del aclareo del bosque.

La exportación total de sedimentos de las cuencas durante los 3 primeros

años después del aclareo fue de 2.3 y 4.1 t ha-1año-1 para las cuencas W4 y

W5 respectivamente.

En contraste, la erosión superficial sobre los carriles del tractor en la cuenca

W5 excedió en 500 t ha-1 durante el mismo periodo (Malmer 1.993),

sugiriendo que se almacenan volúmenes considerables de sedimentos. Las

producciones totales de sedimentos de las cuencas en la Guyana Francesa

estudiadas por Fritsch y Sarrailh (1.986) oscilaron entre 0.05 y 0.75 t ha-1

año-1 antes de los disturbios, dependiendo del régimen del flujo y del tipo de

suelo (c.f. Fig. 5.5). A pesar de las características de la escorrentía tan

similar antes del aclareo de las dos cuencas transformadas a plantaciones

de pino y eucalipto (en cuenca d y e; Fig. 5.5), los incrementos en la

producción de sedimentos durante el primer año después del aclareo del

bosque se diferenció marcadamente (de 50 y 16 veces incrementó a 17 y 6 t

ha-1 año-1 respectivamente). Este contraste inesperado se puede explicar por

el hecho de que la parte baja del valle de la cuenca ha sido rodeado por

paredes de tierra y deshechos que actúan como un filtro para los sedimentos

provenientes de la parte alta de la pendiente (Fritsch y Sarrailh, 1.986).

Un estudio independiente estimó el promedio de la erosión de la pendiente

de la colina, resultando 1.200 t ha-1 (Fritsch 1.983).

Tales contrastes entre la producción de sedimentos por erosión sobre el sitio

y fuera de él subrayan el punto dado anteriormente a cerca de posibles

Page 25: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

discrepancias entre las dos (c.f. Bons 1.990). Ninguna información ha sido

publicada sobre la producción de sedimentos para estas cuencas durante los

años siguientes, pero observaciones de una cuenca cercana convertida a

potreros sugirió una rápida disminución en la producción de sedimentos

durante el segundo y tercer año después del aclareo del bosque (para un

valor estable de alrededor de 0.5 t ha-1año-1 o tres veces el valor esperado

bajo condiciones de bosque) comparado con un incremento inicial de 34

veces a 12 t ha-1 año-1 durante el primer año (Fritsch y Sarrailh, 1.986).

Un incremento mucho más modesto en la producción de sedimentos (i.e.

menos del doble de los valores observados bajo bosque) se pudo obtener

cuando se usan las técnicas de extracción por cables, como ha sido

demostrado por Pearce et al. (1.980) y O’Loughlin et al. (1980) en terrenos

empinados en una zona de alta precipitación en Nueva Zelanda. Estos

hallazgos una vez mas confirman la importancia del mantenimiento de la

compactación del suelo en su mínimo durante las operaciones de

conversión.

LA FASE DE MADURACIÓN Los cambios iniciales en la respuesta de la escorrentía de la cuenca y la producción

de sedimentos, asociados con el estado de una plantación, tendrá cambios menos

pronunciados, mientras que la nueva vegetación se establezca, estos atributos

usualmente se asumen como estables entre 2-3 años. Sin embargo, con los

incrementos de masa foliar, la interceptación y la transpiración continuarán

incrementándose, a medida que el dosel sea más denso. Especies de crecimiento

rápido, bajo condiciones húmedas tropicales de tierras bajas, pueden influir en la

densidad del dosel entre tres y cuatro años. Mientras que el incremento en la

transpiración puede nivelarse cuando la tasa de crecimiento se estabiliza, la

interceptación de lluvia y por lo tanto la evapotranspiración total, pueden aumentar

cuando al plantación madura. A continuación, examinaremos la magnitud de los dos

principales componentes de la evaporación, y luego discutiremos las implicaciones

Page 26: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

totales y estacionales en la producción de agua. Finalmente, se tratarán los efectos

hidrológicos de las prácticas de manejo de varios bosques.

Interceptación de lluvia.

Hay numerosas publicaciones de interceptación de lluvias en plantaciones de

bosques tropicales; sin embargo, la comparación de datos para diferentes especies y

localidades es complicado, no solo por los contrastes potenciales en condiciones

climáticas, crecimiento de los arboles, edad del rodal e historia de manejo (aclareo,

etc.), sino también por las diferencias en la metodología. En general, la cantidad

estimada de lluvia que atraviesa el dosel con el método del "pluviómetro móvil"

tiende a ser mayor que la obtenida con el método de el "pluviómetro fijo". Esto

probablemente refleja las diferencias en eficiencia de los dos métodos en la

representación de los "puntos de goteo", donde la cantidad de agua que atraviesa el

dosel excede la cantidad de lluvia incidente (Lloyd and Marques, 1988). Debido a el

escurrimiento por el tallo generalmente constituye solo una fracción menor de la

cantidad total de agua que llega al suelo forestal, se concluye que la lluvia que

atraviesa el dosel sea mayor que la resultante de la interceptación (ver ecuación 3).

En la tabla 5.1 (latifoliadas y 5.2 (Coníferas) se describen los resultados que pueden

ser confiables en estudios de interceptación (por ejemplo, porque los utilizados en la

técnica del pluviómetro móvil y/o un gran número de colectores plus en periodos

largos de observación (mayores de un año) para varias especies importantes usadas

en plantaciones de bosques tropicales. Muchos contrastes importantes se pueden

extractar de estos datos.

La interceptación de lluvia en Eucalyptus sp, es alrededor del 12% de precipitación

incidente, particularmente porque las fracciones de lluvia que atraviesa el dosel y el

escurrimiento por el tallo son relativamente altas (tabla 5.1). Resultados similares se

han obtenido por bosques de eucalipto natural en el sudeste de Australia (Dunin et al,

1988; Cnockford and Richardson,1990) y por plantaciones de Eucalyptus

camaldulencis en una parte sub-húmeda del sur de la India (Hall et al,1992). Con

frecuencia se dice que las plantaciones de eucalipto conducen al agotamiento de

reservas de agua, pero esto no puede ser, debido a perdidas altas por interceptación

Page 27: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

(Vandana Shiva and Bamdyopadhyay, 1983). Llama la atención las perdidas altas de

interceptación reportadas para plantaciones jóvenes de rápido crecimiento de Acacia

mangium en Malaysia (tabla 5.1). Algunos de estos valores altos pueden reflejar la

frecuencia de ocurrencia de lluvia de baja intensidad (Abdul Rahin, 1989), o quizás,

un diseño subóptimo de muestreo, como en el ejemplo de la Península de Malaysia.

Sin embargo los resultados obtenidos por Malmer (Conpers) para plantaciones de

crecimiento vigoroso de Acacia en el este de Malaysia (mas del 28%) bajo

condiciones de precipitación alta son también considerables, más aún cuando se

expresan como totales absolutos (hasta1150mm/año; tabla5.1)

Valores de interceptación de lluvia para las principales especies latifoliadas como la

teca (Tectona grandis) "mahogany" (Swietenia macrophyla) están regularmente

alrededor del 20% sobre un rango de condiciones climáticas (tabla 5.1). Aunque la

teca a menudo se defolia durante la estación seca, esto aparentemente se compensa

por las pérdidas tan altas de interceptación durante la estación húmeda cuando el

índice de área foliar puede ser alto, alrededor de 6m2/m2 ( Grace et al, 1988). Los

datos de interceptación no se han encontrado para Gmelina arborea pero en vista de

que esta es similar a la teca en términos de área foliar (Grace et al, 1982) y hábitos de

crecimiento se esperaría un valor promedio alrededor del 20% para tal especie. La

corteza lisa de Gmelina puede generar más escurrimiento cortical que la encontrada

en Tectona, valores la cual los valores son usualmente más bajos; se necesita más

investigación en este tema.

Los resultados obtenidos con varias especies de pino son muy variados (tabla 5.2).

Las pérdidas de interceptación para los rodales de rápido crecimiento, de Pinus

caribea, y Pinus merkusii por encima del 20% de la lluvia en varias localidades de

tierras bajas tropicales (Fiji, Indonesia) pero muy diferentes e inferiores bajo

condiciones sub-húmedas y frías (sudeste del Brasil). Valores altos (típicamente 25%

o más) también han sido reportadas para varias plantaciones de coníferas que crecen

en altitudes mayores no afectadas por la frecuencia de nubes bajas. Los posteriores

resultados probablemente reflejan una combinación de intensidad baja de lluvia

pertenecientes a elevaciones mayores (Calder, 1990) y el índice de área foliar alto

Page 28: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

asociado con rodales maduros. Por el contrario, el porcentaje de interceptación tan

bajo obtenido para Pinus kesiya en las montañas del norte de Philipinas (0.10-0.13)

puede estar influenciado por contribuciones de la precipitación "oculta" (neblina)

despojada por los árboles pero no registrada por los pluviómetros en los claros (Ver

Marmanteo and Yeracion, 1985). Finalmente, los valores de interceptación

reportados para la especie de rápido crecimiento de Albizia falcataria parecen muy

altos entre 18-20% (tabla 5.2), en vista de su copa rala.

Con la excepción de Waterloo (1994), ninguno de los estudios reportados en las

tablas 5.1 y 5.2, han utilizado estaciones climáticas instaladas encima del dosel para

medir tasas de evaporación del dosel húmedo como apoyo de sus valores derivados

de interceptación por métodos tradicionales (Ver Lloyd et al, 1988). Se requieren

mas estudios de precipitación que atraviesa el dosel e interceptación en las

plantaciones de bosques tropicales que combinen un riguroso diseño para la medida

de la precipitación interna y escurrimiento por el tallo (Ver Lloyd and Marques,

1988) con observaciones de parámetros climáticos encima del dosel. Solamente en

esta vía podemos ser capaces de separar satisfactoriamente, la influencia de las

especies, las características del rodal y los factores climáticos sobre la cantidad de

lluvia interceptada.

Page 29: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Tabla 5.1 Precipitación interna (TF), Escurrimiento por los tallos (SF) e interceptación (I) de la precipitación incidente en plantaciones aclareadas de maderas duras y bosques naturales en el (sub) trópico

Especies Ubicación Edad Densidad de árboles/ha

TF/P SF/P I/P MAPl (mm/año)

Elevación (m)

Métodos de medición de la lluvia

Maderas duras de rápido crecimiento Eucalyptus tereticornis India 6 1660 0.81 0.08 0.12 1670 c. 700 4 mediciones permanentes diarias Eucalyptus saligna Brasilb 6 1685? 0.84 0.04 0.12 1280 540 12 mediciones diarias Acacia auriculiformis Indonesiac 1010 0.81 0.08 0.11 3075 115 5 1010 0.75 0.07 0.18 12 canales permanentes diarios Acacia mangium Sabah,

Malaysiad

Crecimiento pobre

4 1010k 0.86 ? <0.14 3350 700 10 mediciones diarias

Crecimiento razonable

4 1360k 0.80 ? <0.20

Buen crecimiento

4 1090k 0.72 ? <0.28

A. mangium Malaysia del estee

4 2/3 1110 0.62 0.04 0.35 2100 75 8 canales permanentes, semanalmente

5 1/6 1705 0.57 0.04 0.39 Idem Otras maderas duras Swietenia macrophylla filipinasf 15 0.79 0.01 0.20 2220 <1000? 4 mediciones diariamente Tectona grandis filipinasf 8 0.79 0.02 0.20 Idem Idem 4 mediciones diariamente T. grandis Nigeriag 25 0.80 0.02 0.19 1200 210 5 mediciones permanentes diarias T. grandis Indiah 25 0.73 0.06 0.21 1670 700 8 canales, diariamente Bosque natural Bosque lluvioso de tierras bajas

Malaysiai - - 0.81 0.02 0.17 2825 220 40 mediciones, diariamente

Bosque lluvioso de tierras bajas

Brasilj - - 0.91 0.02 0.17 2475 100 36 mediciones, semanalmente

aGeorge (1978); bLima (1976); cBruijnzeel y Wiersum (1987); dA. Malmer, comunicación personal; eLai y Salleh (1989); fCastillo (1984); gOkali (1980); hDabral y Subba Rao (1968); iSinun et al. (1992); jLloyd y Marques (1988); kDensidad a los 22 meses de edad, Sim y Nykvist (1991); y lprecipitación media anual

Page 30: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Tabla 5.2 Precipitación interna (TF), escurrimiento por el tallo (SF) e intercepción (I) de la precipitación incidente (P), en plantaciones seleccionadas de maderas suaves y bosques naturales en el (sub) trópico

Especies Ubicación edad Densidad de árboles/ha

TF/P SF/P I/P MAPO (mm/año)

Elevación (m)

Método de medición de la lluvia

Pinus spp. (tierras bajas <750 m) P. caribaea Brazila 6 ?l 0.90 0.03 0.07 1280 540 12 mediciones, diariamente P. caribaeab 13 700 0.88 - <0.12 1300 <500 10 mediciones, semanalmente P. caribaea Fijic 6 825 0.79 0.01 0.20 1800 115 20 mediciones, diarias a semanales 11 820 0.77 0.01 0.22 45 16 620 0.82n 0.01 0.17 80 P. merkusii Indonesiad 9 710 0.73 0.04 0.23 2100 80 10 mediciones, diarias por 4 meses Pinus spp. (tierras altas >750 m) P. merkusii 31 560 0.72 <0.01 0.28 2120 1375 20 mediciones, diariamente P. kesiya 10-15 704 0.84 0.06 0.11 3525 c1500 4 mediciones, diariamente P. kesiyag 30 ?m 0.85 0.02 0.13 3600 1365 3 canales, diariamente Otras coniferas de madera suave Araucaria cunninghamii

Nordeste de Australiah

42 664 0.75 - <0.25 1560 760 20 mediciones permanentes, semanalmente

42 764 0.81 - <0.19 2100 700 Cupressus monocarpa

Kenyai 20-25 ? 0.75 - <0.25 2235 2650 41 mediciones permanentes diarias

Otras maderas suaves Albizia falcataria 5-6 600 0.82 - <0.18 3075 100 10 canales permanentes, diarios A. falcataria 8 ? 0.77 0.03 0.20 2220 <1000 4 mediciones , diarias Bosque natural Bosque lluvioso submontano

Queenslandh - 848 0.78 - <0.22 2100 760 20 mediciones permanentes semanalmente

Bosque lluviosos montano

Kenyai - - - - 0.20 2235 2850 41 mediciones permanentes diarias

aLima (1976); bLima y Nicolielo (1983); cWaterloo (1994); dRuslan (1983); eC.A. Bons, comunicación personal; fFlorido y Saplaco (1981); gVeracion y Lopez (1976); hBrassell y Sinclair (1983); iPereira (1952); jAsociación de Vegetación y Erosión (1979); kCastillo (1984); ldensidad de plantación original 2 x 3m; márea basal de arboles 26m2/ha; nen parte modelada; oprecipitación anual media.

Page 31: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Transpiración Los cambios en la absorción del agua por árboles individuales y al nivel de

rodal durante las diferentes etapas de crecimiento en el ciclo de vida de la

plantación y los principios fisiológicos que subyacen, se explicarán en el

capitulo 6. Aquí en este capítulo se examinarán dos métodos: a nivel de

cuenca y micrometeorológicos. La información disponible del uso anual del

agua por las plantaciones influyendo la vegetación del sotobosque en los

trópicos húmedos, ha sido determinada por estos dos métodos.

No obstante, la mayoría de los estudios que se han producido solo estiman

la transpiración a corto tiempo (por ejemplo: Whitehead et al. 1981; Grace et

al. 1982; Calder et al. 1992; Roberts y Rosier 1993), la base de datos de los

totales anuales es limitada (tabla 5.3).

Unas pocas generalizaciones son posibles, a pesar de que existen pocos

puntos de comparación de las tasas de transpiración instantánea para

diferentes especies y clases de edad especialmente si éstas han sido

medidas bajo condiciones contrastantes de clima y de agua del suelo. Por

ejemplo, la mayoría de los rodales jóvenes y semimaduros en áreas de

tierras bajas los totales de transpiración diaria reportada son del orden de 3

a 5mm cuando no existe limitación de agua en el suelo, sin excepción de

especies (pino, teca, eucaliptos jóvenes; Okali 1980; Roberts y Rosier 1993;

Waterloo 1994).

Ocasionalmente picos de 6-8 mm/día puede presentarse bajo desfavorable

humedad del suelo y condiciones particulares de radiación. (Kallarackal

1992; Waterloo 1994). Para el caso de plantaciones más viejas, con

defoliación estacional o con estrés hídrico los valores usualmente decaen a

1-3mm/día (Monteny et al. 1985; Waterloo 1994) o menos, bajo condiciones

muy estacionales (Roberts y Rosier 1993).

Para facilitar la comparación entre localidades se han normalizado los

valores de Et (evapotranspiración anual) y ET (transpiración) en la tabla 5.3

divididos por el correspondiente valor de evaporación a campo abierto

(Evaporación de Penman, Eo). Pocas conclusiones generales se pueden

extraer de la tabla 5.3, excepto que el consumo de agua de las

Page 32: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

plantaciones maduras de coníferas es similar a la de bosques naturales en

la misma área. Se necesita mas trabajos, particularmente en bosques

latifoliados.

La idea difundida de que los eucaliptos son consumidores voraces de agua

fue examinada críticamente por Calder (1992). El concluyó que existe una

gran variación en las estrategias estomáticas y el patrón de raíces y por

tanto en las tasas de transpiración entre las diferentes especies de eucalipto.

Mientras que ciertas especies (en crecimiento natural) en verdad exhiben

poco o ningún control estomático, la mayoría de los eucaliptos lo hacen.

Los eucaliptos por tanto transpiran posiblemente muy similar a otras

especies de árboles, excepto en situaciones en las cuales sus sistemas

radiculares tienen acceso directo al nivel freático. (ejemplo: en depresiones,

en partes bajas de valles).

Bajo tales condiciones, se pueden mantener tasas de evaporación muy

altas, particularmente cuando la demanda atmosférica es alta (Calder 1992).

Plantaciones de eucaliptos jóvenes que crecen en partes subhúmedas en el

sur de la India mostraron una respuesta diferente tanto para el incremento

del déficit de humedad del aire como para el estrés hídrico (Roberts y Rosier

1993). Por otra parte las tasas de transpiración de árboles de Eucalyptus

tereticornis aprovechados a los 5 años de edad, crecían en partes mas

húmedas del sureste de la India (precipitación de 2000 mm/año) aumentaron

linealmente con el incremento en el déficit de humedad en las estaciones

postmonsónicas cuando el agua del suelo era suficiente (Kallarackal 1992).

Tales observaciones conducen a la necesidad de estudios continuos del uso

del agua de los eucaliptos bajo condiciones de altas precipitaciones y suelos

profundos.

Page 33: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Tabla 5.3. Evapotranspiración anual (ET) y transpiración (Et) de plantaciones de árboles maduros y bosques naturales seleccionados en los trópicos húmedos. Los datos han sido redondeados a unidades de 0.5.

Especie Ubicación Elevación Et (Mm) Et/Eo Et (Mm) Et/Eo Agathis dammaraaf Java 600 1070 0.79 405 0.30i

Pinus merkusiibf Java 1300 900 0.84 445 0.42

Pinus patulacf Kenya 2400 1160 0.77 600h 0.41

Pinus caribea 6 añosg Fiji 80 1770j 1.05 1250 0.74

P. caribaea 15 añosf Fiji 230 1510 0.90 1175 0.73

Bh de tierras bajaseg Java <100 1480 0.90 885 0.54

Bh montanocf Kenya 2400 1155 0.78 690 0.46h

aBruijnzeel (1988); bC.A Bons, comunicación personal; c Blackle (1979); dWaterloo (1994); eCalder et al. (1986); fEstudio de balance hídrico en cuenca hidrográfica, valores de Et se derivaron sustrayendo pérdidas por interceptación y de algunas aproximaciones; gMétodos micrometeorológicos y/o modelo de evaporación de Penman –Monteith; hUsando estimados de interceptación por Pereira (1952); ivalor bajo debido a las altas pérdidas de interceptación (La precipitación anual es de 4770 mm); jIncluye 160mm que se evaporaron de la hojarasca.

Otro ejemplo de consumo alto de agua concerniente a plantaciones es el

Pinus caribaea de 6 años de edad en Fiji (Waterloo 1994; tabla 5.3). La

transpiración anual de estos rodales que crecían vigorosamente era cerca de

1250mm. Adicionando las cantidades de precipitación interceptadas por el

dosel (360mm) y por la capa delgada de hojarasca (160mm) se alcanza una

ET total anual muy alta de 1770mm.

La cantidad correspondiente obtenida para rodales de 15 años de edad fue

cerca de 1510 mm. Estos valores constituyen del 82-92% de la precipitación

durante el período de estudio y se puede apreciar lo que concierne a las

autoridades regionales de agua sobre la disminución tan rápida del caudal

seguida por una reforestación de potreros con pinos en esta área en

particular. Este y otros ejemplos serán discutidos más adelante.

Plantaciones y rendimiento hídrico total Como resultado del incremento en la ET con la edad de la plantación, se

puede esperar que el flujo disminuya con el tiempo después de plantar.

Registros de flujos superficiales a largo plazo se han recolectado en varias

Page 34: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

localidades para las cuales se han evaluado los cambios en el rendimiento

de agua en rodales maduros. Por ejemplo, Blackie (1979) comparó el

balance hídrico de un bosque húmedo montano con datos para plantaciones

adyacentes de Pinus patula en suelos volcánicos profundos a niveles de

elevación de 2400m en Kenya (ver tabla 5.3). Durante los 3 primeros años

después de plantar, el flujo anual total superficial para la cuenca reforestada

con pino permaneció en un promedio de 125mm por encima del caudal de la

cuenca testigo. Los resultados para los subsiguientes 6 años fueron

variables (ver Blackie, 1979), pero una vez los pinos tuvieron 10 -11 años de

edad, los patrones de flujo o de caudal comenzaron a coincidir. Ello permite

concluir por tanto, que el rendimiento hídrico de la cuenca reforestada con

pino permaneció por encima del valor original para un período de 4 -10 años.

Un re-análisis de los datos de acuerdo con el método de las cuencas

pareadas (Hewlett y Fortson 1983) podría revelar si esta situación se puede

reducir a 4 años o si son 10 años. Igualmente es evidente que la ET de

rodales maduros de Pinus merkusii y Agathis dammara en altiplanos

volcánicos húmedos de Java es similar al bosque natural (ET/Eo = 0.80-

0.84; ver tabla5.3). Esto se debe ver, sin embargo, como si fuera el caso de

bosques de crecimiento lento en zonas bajas convertidas a plantaciones de

rápido crecimiento. La interceptación del agua lluvia por Acacia mangium

(tabla 5.1) o el total de agua (P. Caribea en Fiji, tabla 5.3) puede exceder los

valores de bosques naturales (entre 10-20% de agua interceptada y ET entre

1300 y 1500 mm/año; Bruijnzeel 1990).

La influencia de plantaciones forestales vs rendimiento hídrico llega a ser

más crítica en áreas donde la precipitación es estacional, particularmente si

los suelos son pocos profundos y tienen poca profundidad de almacenar

agua (Bruijnzeel 1989; Smith y Scott 1992).

Bajo tales condiciones la vegetación natural está constituida por bosques

deciduos, rastrojos esclerófilos o pastos con árboles generalmente limitados

a zonas riparias. Umraj et al. (1988) y Sharda et al. (1988) reportaron como

un efecto sobre el rendimiento hídrico de una conversión parcial (59%) de

una cuenca con potrero en la parte baja del valle pantanoso (izquierda sin

Page 35: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

disturbar) a plantación de Eucalyptus globulus en suelos profundos

permeables bajo condiciones de estación lluviosa en el sur de la India.

Durante los 3 primeros años el rendimiento hídrico anual estuvo fuertemente

afectado pero posteriormente se estabilizó alrededor de 120 mm/año (ó

21%) por debajo de los valores iniciales hasta que los árboles alcanzaron 10

años de edad.

Un conjunto de datos se ha seleccionado bajo condiciones de clima

estacional templado y caliente en la República de Sur África. Aquí, una serie

de experimentos en cuencas pareadas se han llevado a cabo desde los años

treinta para evaluar los efectos hidrológicos de la reforestación en sitios con

pastos y rastrojos en diferentes partes del país. (Wicht 1967; Bosch 1982;

Van Wijk 1987; Smith y Scott 1992). La figura 5.7 resume algunas

reducciones en el rendimiento hídrico anual y después de plantar con Pinus

patula, Pinus radiata y Eucalyptus grandis. Varios aspectos se concluyen de

esta comparación: i) El decrecimiento en el rendimiento hídrico sigue

tendencia sigmoidal; ii) El efecto de la reforestación con Eucalyptus (cuenca

Mokobulaan) manifiesta mayor rapidez que la de los pinos; iii) La proporción

de la cuenca que fue reforestada influencia tanto a la tasa (esto es la

pendiente de la curva) como a la cantidad de cambio. (Ejemplo, Biesevlei vs.

Bosboukloof las cuales estaban situadas en la misma área). Para una mayor

explicación el contraste en la figura 5.7 se debe a diferentes condiciones de

sitio: por ejemplo la respuesta tan lenta observada para la cuenca Cathedral

Peak II, se interpreta en términos de crecimiento lento del bosque bajo

severas condiciones (Smith y Scott 1992). También la reducción en el flujo

después de la reforestación ha sido expresada en términos de los flujos

asociados con la vegetación original, la cual difiere entre localidades. En

algunas áreas (por ejemplo Mokobulaan), estos eran potreros secos con

poco uso del agua, en otras áreas (por ejemplo, Biesevlei y Bosboukloof)

llamadas “fynbos” una vegetación de talla arbustiva con un uso del agua

mayor que el de pasto (Smith y Scott 1992). No obstante el sobresaliente

contraste entre eucaliptos por un lado y el de pinos por el otro, fue

confirmado para los experimentos de las dos cuencas pareadas en East

Page 36: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Transvaal (no se muestra en la figura 5.7; Smith y Scott 1992).

La plantación de eucaliptos produce una respuesta en caudal después de 3

años (ver lo que se encontró en Samraj et al. (1998) en India), mientras que

la reforestación con pinos solamente lo hizo a los 5 años. No obstante el

consumo del agua por el eucalipto tiende a estabilizarse después de los 8

años (ver figura 5.7). La diferencia entre estos 2 géneros se hace

gradualmente más pequeña con el tiempo. Por ejemplo en localidades

relativamente secas en Mokobulaan, Smith y Scott (1992) reportaron que la

reducción en el caudal observado a los 11 años después de la plantación de

Pinus patula ha registrado un nivel similar observado para Eucalyptus

grandis tres años atrás. Debido a que el efecto de la reforestación sobre las

crecientes fue relativamente pequeño (Bosch 1982), los cambios en

rendimiento hídrico total se manifestó durante la estación seca (Ver más

abajo).

Las máximas crecidas en el rendimiento hídrico anual después de la

reforestación de potreros bajo condiciones de Sur África fueron del orden de

400-500 mm (figura 5.7). Recientes observaciones en Fiji indican que el

contraste en el uso del agua entre plantaciones de Pinus caribaea y

Pennisetum polystachyon se aproximan a valores altos de 700-900 mm/año

(M.J. Waterloo y L.A Bruijnzeel, datos sin publicar).

Page 37: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Figura 5.7. Incrementos en la evapotranspiración con respecto al tiempo después de la reforestación de tierras de pastos y arbustos en Sur Africa (modificado de Bosch 1982). Los datos actuales son mostrados solo en la cuenca Biesievlei.

Plantaciones y caudales de estación seca Contrastes de la evaporación total entre bosque y sabana, durante los

períodos húmedos reflejan principalmente la diferencia entre la lluvia

interceptada entre estos dos tipos de vegetación (Calder 19990). Durante la

estación seca, a menudo, el contraste en la profundidad de las raíces entre

estos tambíen entran en juego. A meida que los bosques envejecen, las

raíces de los árboles alcanzan progresivamente grandes profundidades,

mientras que en las praderas las raíces mueren en las estaciones secas

extensas y rebrotan en la estación lluviosa siguiente. Como resultado la

discrepancia en el consumo de agua entre bosques y sabana durante la

época seca tiende a incrementarse con la edad del bosque (Nepstad et al.

1994, Waterloo 1994). Por lo tanto, dependiendo del vigor de la plantación,

se puede esperarreducciones sustanciales en el rendimiento hídrico durante

la estación seca después de sembrar en áreas con potrero o enmalezadas.

Page 38: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Mientras que unicamente un solo estudio ha documentado este efecto bajo

las condiciones del bosque húmedo tropical (Waterloo, 1994), la evidencia

esta fuertemente sustentada y fue obtenida para climas templados hasta sub

tropicales con una distibución estacional lluvios (e.g Smith y Scott, 1992).

Waterloo (1994), reportó incrementos en los periodos secos con ET de 250-

390 mm posterior a la reforestación de potreros quemados completamente

en zonas secas de Viti Levu, Fiji, con Pinus caribaea, el valor actual esta

dependiendo de la edad y del vigor del rodal. Esos corresponden a una

reducción del caudalcerca de un 50% en los periodos secos (Waterloo,

1994). En Sudáfrica, Smith y Scott (1992) concluyeron que los efectos se

notan posteriormente (usualmente después de tres años) en el caso de

plantaciones de Eucalyptus grandis que después de haber plantado Pinus

patula o Pinus radita (usualmente después de 3 años). Además el efecto

resultó ser más marcado para eucaliptos (reducciones del 90-100% sin

hacer caso del promedio de lluvia total o la profundidad del suelo), que para

los pinos (redcciones del 40-60%) durante los primeros 8 años o mucho

despúes del tratamiento. Sin embargo, como ya se indicó para el

rendimiento hídrico total, la diferencia debida a las curvas de crecimiento de

los dos grupos de especies, puede eventualmente desaparecer y así el

efecto final de la reforestación en flujos bajos puede ser el mismo

independientemente de la especie (Smith y Scott, 1992)

La evidencia experimental presentada anteriormente parece contradecir el

deterioro en el régimen del caudal (crecidas incrementadas durante periodos

lluviosos, flujo superficial reducido durante las temporadas secas) que se

observan frecuentemente después de la deforestación en los trópicos

(Pereira, 1989). El conflicto puede reolverse, no obstante, teniendo en

cuenta el efecto neto de los cambios en ET y la infiltración de la lluvia

producida por el cambio en el uso del suelo (Bruijnzeel, 1989). Tomando

como ejemplo un cambio de un bosque natural a una sabana degradada,

está claro que la cantidad total de flujo superficial será más alta después de

la deforestación (de 250-400mm/año) debido a la disminución en el uso del

aguaasociado con la transformación de la cobertura. Sin embargo, la

Page 39: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

periodicidad en este incremento en el caudal está gobernada fuertemente

por la capacidad de infiltración de los suelos. El potencial del agua sobrante

después de remover el bosque, unicamente se manifiesta como un

incremento en el flujo base durante la estación seca siguiente, si el agua ha

tenido la oprtunidad de infiltrarse en el suelo desde el principio. Si por otra

parte, la capacidad del suelos de absorber la lluvia edespués de la

deforestación se reduce demasiado por compactación o encostramiento, la

mayoría del agua escurrirá pendiente abajo y contribuirá inmediatamente a

aumentar el pico de la crecida en la corriente, más que a percolar

lentamente a través del suelo y a emerger más tarde como flujo base. Bajo

tales condiciones, los flujos de la estación seca se podrán reducir a pesar de

la pequeña absorción de agua por la vegetación no foresta, sin embargo, si

la capacidad de infiltración semantiene, el uso mínimos del agua de la

vegetación nueva se producirá después como incremento de flujo en la

estación seca (Bruijnzeel, 1989).

En vista de la diferencia considerable en el consumo del agua para

pastizales estacionales y bosques en crecimiento activo (>250 mm/año), la

oportunidad para incrementar el flujo en la estación seca después de

reforestar tales suelos es poca, a pesar de pretender lo contrario (Hardjuno,

1980). Depende mucho de la capacidad de absorción de las últimas lluvias

siguientes a la deforestación. Uno de los pocos estudios que ha mirado este

aspecto importante es el de Gilmour et al. (1987), en medio de las colinas de

Nepal. Gilmour y sus asociados determinaron la conductividad hidraúlica

saturada de los suelos bajo un amplio rango de condiciones: i) potreros

sobre pastoreados pesadamente, ii) una plantación de Pinus patula de 5

años de establecida y pastizales antiguos y degradados, iii) y iv)una

plantación de Pinus roxburghii de 12 años de establecida sobre antiguos

pastizales y sobre suelos enrastrojados, respectivamente, y v) un bosque

natural protegido. Valores promedios de permeabilidad en la superficie del

suelo se incrementaron hasta cerca de 40 mm/hora (un valor bajo) en los

sitios de pastizales degradados a valores superiores a 500 mm/hora en el

bosque protegido. Cuando se comparan con la intensidad de lluvia en el

Page 40: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

área, estos datos indicaron que el flujo superficial podría presentarse aún en

algunos de los sitios más degradados, menos de 7 veces por año, refiérase

a una frecuencia de cuatro veces por año en el bosque de 5 años y una

ocurrencia de cero veces en el bosque más viejo. Aunque la capacidad de

infiltración de la superficie del suelo había mejorado por encima de 14

mm/hora en 12 años después de la reforestación, las reducciones asociadas

con la escorrentía superficial fueron pequeñas debido a las lluvias de baja

intensidad que predominaban en el área. Además, esos fueron más

pequeños que los 130-250 mm/año de agua que serían necesarios en esta

área en particular para incrementar el flujo de la estación seca (Bruijnzeel y

Brenmer, 1989).

Es prudente, sin embargo, generalizar tales hallazgos. La interacción entre

las características de lluvia e infiltración podrían ser diferentes

completamente en otras partes del mundo. Por ejemplo, Patnaik y Virdi

(1962), reportaron valores mucho más bajos para las tasas de infiltración de

saturada bajo bosques y cultivos en otras partes del Himalaya. Además, el

flujo superficial y la ersión superficial podrían ser críticas en plantaciones de

teca (Bell, 1973; Wolterson, 1979), gmelina y shorea (particularmente

cuando están sujetos a pastoreos y quemas rgulares) o realmente en

cualquier bosque donde la hojarasca es colectada para utilizarse como

combustible o como compost (Wlersum, 1984).

MANEJO DE PLANTACIONES E HIDROLOGÍA

Efectos de las entresacas y cosechas del bosque Los efectos hidrológicos de las entresacas en los bosques plantados son

generalmente pequeños y efímeros, a menos que el tratamiento sea

particularmente severo (mayor del 50% del área basal removida). Por

ejemplo en plantaciones de Pinus taeda de 25 años de edad en el sur de

Estados unidos, Rogerson (1967) reportó un aumento en las cantidades

relativas de la precipitación que atravieza el dosel del 77% al 94% de la

precipitación incidente al pasar de una densidad del rodal de 1556 a 124

Page 41: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

arboles por ha. El solo tamaño de la tormenta explicó casi el 99% de la

variación en la disminución; aumentando considerablemente el área basal de

plantación se incremento este valor. En los trópicos, Veracion y López

(1976) y Florido y Saplaco (1981) encontraron aumentos despreciables en la

precipitación que atravieza el dosel despues de entresacar bosques

naturales de Pinus kesiya de 10, 15 y 30 años de edad en las Filipinas, del

30% al 50% de la biomasa. Se obtuvieron aumentos significativos, sin

embargo, cuando se removió el 70%. Similarmente, Bons observó solamente

diferencias marginales en la precipitación que atravieza el dosel en

plantaciones maduras de Pinus merkusii de densidad entre 240 y 560

arboles por ha en Java. Ghosh et al. (1980) trabajando en bosque latifoliados

(Shorea robusta) en el norte de la india, aplicó un tratamiento con el 20% de

entresacas y encontró que la lluvia que atravieza el dosel se incremento

desde el 72% al 81%. Sin embargo, a causa de una reducción del

escurrimiento por el tallo (desde alrededor del 10% al 6% y no

necesariamente relacionada con la entresaca), el cambio total en la

disminución de la lluvia interceptada fue un modesto 5%.

Parecería, por consiguiente, que el efecto de la entresaca del bosque sobre

la interceptación de la lluvia es mucho menor del que se esperaría sobre la

base de una tasa promedio. Esto puede ser debido al hecho de que se

compensa el efecto de una reducción del la biomasa del dosel con un

icremento en la ventilación de la copa, y así reduciría la resistencia

aerodinámica de la capa limite de los arboles restantes (Teklehaimanot et al.

1991). También, como lo anota Waterloo (1994) durante un estudio pre y

post huracán de precipitación interna en plantaciones de Pinus caribaea en

Fiji, el efecto de reducción de interceptación por el dosel es neutralizado

(típicamente cerca de 1% a 2%) por un aumento concurrente en la cantidad

de agua interceptada por la capa de hojarasca. No solamente hace que el

nuevo sistema de copas llegue a estar mas expuesto después de la apertura

del dosel sino que también tenga una biomasa mayor capaz de almacenar

mas humedad. Otro efecto de la en tresaca debe ser la estimulación del

crecimiento en el sotobosque (cf. Roberts 1983). Por lo tanto el efecto de la

Page 42: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

entresaca sobre la características del escurrimiento debe ser aun mas

pequeño que el que produce sobre la interceptación de la lluvia.

Gilmour (1977) no observó ningún cambio en el escurrimiento por el tallo

después de talar selectivamente un bosque lluvioso en el norte de

Queensland. Subba Rao et al. (1985) informó un ligero aumento (cerca del

8.6%) en los flujos picos (pero no en el volumen del caudal) en el

experimento de entresaca en el norte de la India al cual se ha hecho

referencia. El efecto desapareció para el segundo año. Bajo condiciones

subhumedas el efecto de entersacas sobre el escurrimiento superficial será

aún más pequeño que en áreas con lluvia adecuada porque los árboles que

quedan tenderán a haser uso de la humedad extra en el suelo producida por

la entrasaca (Bosch 1979) y entonces seran necesarios tratamientos todavía

mas drásticos para lograr que el escurrimiento superficial se incremente

significativamente (Stoneman 1993).

La cosecha del bosque es una medida más drástica. La remoción completa

de la biomasa sobre tierra, mientras permanece el sistema radical intacto,

llevará a un alto uso del agua por los arboles mientras rebrotan rapidamente

su biomasa. El remplazo del matorral degradado con Eucaiyptus grandis y

Eucaiyptus camaldulensis en norte de India produjo una reducción del

escurrimiento superficial (especialmente flujos de crecida) de 26% durante

los primeros cinco años. (Mathur et al. 1976; Mathur & Sajwan 1978). Sin

embargo, cuando los arboles fueron csechados este pocentaje se elvaria al

68% en el primer año y al 47% en el segundo año. El efecto había

desaparecido para el tercer año después de la cosecha (Viswanatham et al.

1980,1982).

Manejo de zonas riparias o de ribera Los beneficios hidrológicos de mantener una zona de amortiguación de

vegetación de ribera sin disturbar van desde regular el flujo superficial

pendiente arriba y controlar el transporte de sedimento,hasta mantener las

fluctuaciones de temperatura del flujo de agua dentro de limites aceptables

(Clinnick 1985). La escorrentia de areas forestales sin disturbar en las partes

Page 43: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

mas húmedas del mundo son generadas en una gran extención en las áreas

saturadas cercanas a las corrientes de agua. Durante los eventos de

tormenta esas áreas contribuyentes pueden llegar a estar ligadas a los

cauces más efímeros de la red de drenaje del flujo que actúa como una

fuente de flujo superficial al lecho del cauce permanente (Ward 1984). Por lo

tanto, es importante extender la zona de amortiguación de la vegetación de

ribera más allá del punto donde el escurrimiento superficial comienza a

incluir estos cursos efímeros, ademas también porque la posición de los

niveles de corriente puede moverse aguas arriba después del aclareo del

bosque, reflejandose en las condiciones de humedad de la cuenca como

resultado de la disminución en la evaporación (Bren y turner 1985). La

importancia de zona de amortiguación extendida fue ilustrada por O´Loughlin

et al. (1980) en un estudio de produdción de sedimentos después de

aclarear bosques latifoliados en Nueva Zelanda.

La anchura de los cinturones de amortiguación del flujo requerida para una

protección satisfactoria del drenaje de un Rio ha sido materia de debate

(Clinnick 1985). Los cinturones de amortiguación de vegetación de ribera se

pueden necesitar bastante anchos, donde la respuesta al escurrimiento es

marcada y la calidad del agua es un riesgo. Este puede ser el caso en áreas

con contribuciones significativas desde el fondo del valle de SOF o HOF

generados en pendientes laterales altamente perturbadas (O´Loughlin et al.

1980; Fritsch 1993). Sin embargo, cuando los suelos presentan altas tasas

de infiltración pueden ser suficientes cienturones de amortiguación mas

estrechos (Clinnick 1985). El reciente desarrollo de modelos hidrológicos

distribuidos basados en topografía avanzada (O´Loughlin 1986; Moore et al.

1991) ha mejorado nuestra capacidad para predecir la localización y

extensión de zonas de saturación superficial dentro del paisaje dentro de un

rango de condiciones climáticas y pedologicas. Independiente de la

aplicación de tales modelos en silvicultura comercial, mucha gente considera

anchos entre 10 y 30 m a cada lado de un flujo perenne y de

aproximadamente 5 m alrededor de los cauces efímeros (Clinnick 1985).

¿Qué representan los costos asociados a la protección de los flujos en

Page 44: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

términos de consumo del agua a través de la vegetación de ribera, cuyas

raíces tienen libre acceso al agua subterránea? Dunford y Fletcher (1947)

encontraron bajo condiciones de clima tempado en el sudeste de EE.UU,

que la remoción de la vejetación de ribera producia un decenso en la

fluctuación diurna del flujo base, pero estaba asociado a un incremento en el

rendimiento de agua no mayor que el que se hubiera esperado si un área

igual en otra parte en la cuenca hubiera sido aclareada. Aparentemente el

efecto de la vegetación de ribera es despreciable en áreas donde la

humedad del suelo permanece siempre disponible en todas las partes de la

cuenca a través del año. Un resultado similar fue obtenido para condiciones

subtropicales húmedas en Suráfrica por Smith y Bosch (1989).

Minimización de los impactos adversos sobre el suelo y la hidrología, durante las operaciones silviculturales Existe amplia evidencia de que la clave para minimizar el daño por residuos

de vegetación y suelos es el planeamiento cuidadoso, preparación y

ejecución de una operación silvicultural.

Economías a corto plazo pueden perfectamente compensar costos de

restauración o mantenimiento de la productividad a largo plazo. Por

ejemplo, el crecimiento de plantación de Eucalyptus urophilla y Acacia

mangium durante los primeros cuatro años después de talar un bosque en

suelos arcillosos con equipos pesados, dejando los restos de apeo y

quemando estos restos, en la Guyana francesa y el Este de Malasia

respectivamente, fue aproximadamente la mitad del crecimiento de los

árboles bajo mejores condiciones de manejo del suelo (Sim & Nykvist, 1991;

Fritsch, 1993). En el estudio de Malasia, la extracción manual de madera y

retención de restos de corta en el sitio es quizás mejor que quemarlos, sin

embargo, inicialmente esto es más costoso que el uso convencional de

tractores y quema de los restos de corta, pero resulta ser más económico

para luego plantar. No solamente los árboles crecieron mejor sino que se

requirieron menos deshierbes. Pero además hay efectos adversos fuera del

sitio como los incrementos en la producción de sedimentos (no incluido en

Page 45: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

los análisis económicos) en la cuenca fueron mucho menores después en el

tratamiento más benigno ( Malmer, 1993).

Reducción en el crecimiento inicial también puede estar relacionados con la

pérdida de nutrientes debido a la lixiviación y erosión superficial después de

la pérdida de la capa protectora de la hojarasca debido al fuego (Malmer,

1993; Mackensen, 1994), sin embargo el efecto es difícil de separar de la

compactación de suelos. Cambios en la capacidad de infiltración del suelo

debido al fuego pueden resultar de poca importancia. Todo depende de la

intensidad del fuego, el cual depende principalmente del contenido de

humedad del combustible y las condiciones climáticas (Scott,1993;

Mackensen, 1994). Diferentes suelos pueden exhibir una respuesta

diferente al exceso de calor; varios tipos de suelo son (temperalmente)

repelentes al agua, una condición que tiende a promover la escorrentía

superficial (Burch et al. 1989; Scott, 1993). Cuando esto ocurre en sitios

donde parte de la capa protectora de hojarasca ha sido destruida por el

fuego, se puede presentar erosión superficial y cárcavas (Brown,1972;

Leitch et al. 1983).

Las plantaciones forestales en el este de Africa y sudeste de Asia son

frecuentemente establecidas bajo el sistema "taungya" (Evans, 1992).

Como el suelo permanece parcialmente expuesto en todo el periodo de

cosecha, el riesgo de degradación del suelo a través de la erosión aumenta,

particularmente porque "taungya" se aplica frecuentemente en pendientes

empinadas. En Java, campos aclareados en suelos derivados de cenizas

volcánicas, altamente porosos, de textura arenosa limosa, no se presentó

una erosión significativa durante los primeros dos años de cosecha (Bons,

1990;Rijsdijk & Bruijnzeel, 1990) pero en el segundo año la textura de los

suelos volcánicos fue mas propensa a la repelencia del agua y al deterioro

de la estructura (Gonggrijp, 1941). Sin embargo, después del primer año de

"taungya" los estudios registraron un intensivo flujo y erosión (mayor de 70

ton/ha/año) procedente de las áreas vecinas usadas como base de

comparación. Las cárcavas resultantes se pueden controlar, lo mismo que

el aporte de sedimentos al flujo después de que se deja de cultivar y el dosel

Page 46: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

de los árboles se cierra, aunque tales cárcavas son surcos guía para la

escorrentía superficial. Bajo condiciones más marginales, es decir, en

suelos arcillosos frecuentemente utilizados para teca en Java, el "taungya"

puede traer como consecuencia una severa erosión, a pesar de la

protección de barreras en contorno de ramas de teca y cercas vivas de

leucaena (Wolterson, 1979).

Sin entrar en mucho detalle, los siguientes pasos y medidas se consideran

esenciales para una operación exitosa en términos de minimizar costos y

daños ambientales (Marn & Jonkers, 1981; Wierson, 1985; Pearce &

Hamilton, 1986; Adams & Andrus, 1990):

I. Valoración de las extracciones de madera en áreas inestables

(depresiones húmedas; pendientes muy inclinadas) o tipos de suelos

erodables, delimitación de linderos de la cuenca y la red de drenaje;

evaluación de la distribución estacional de la precipitación.

II. Planeación con anticipación de los caminos de extracción y redes de

arrastre en relación con las características del terreno, red de drenaje

natural, y sistema de aprovechamiento que va a ser usado;

localización de caminos y sitios de acopio, construcción de pasos de

corrientes de agua suficientemente anchos para que la maquinaria

tenga acceso a la zona.

III. Sincronizar la construcción de vías conforme a los períodos mínimos

de lluvia, para que haya suficiente tiempo de estabilizar la tierra para

un uso intensivo; construir sistema de drenaje adecuado en las vías y

caminos reduciendo la presión de las llantas de los vehículos y así

disminuir el surcado de las llantas.

IV. Si hay facilidades económicas, usar un sistema de extracción de

madera por cables aéreos, mejor que un sistema de extracción por

tierra en terrenos pendientes; usando línea de vuelo mejor que

maquinaria con llantas de caucho y restringir el tamaño de la

maquinaria de acuerdo con el peso de los troncos y a la humedad del

suelo; suspender el aprovechamiento con tractor durante los periodos

muy húmedos para evitar la compactación excesiva; minimizar el

Page 47: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

número de veces de circulación por los carriles de extracción de la

madera; hacer el apilonamiento de troncos en áreas pendiente arriba

mejor que pendiente abajo; utilizando güinches de tambor en las

colinas mejor que tener maquinaria para sacar cada tronco; desramar

los troncos y dejar los restos de corta in situ; limitar la quema de

restos de corta para evitar pérdida de nutrientes por volatilización,

erosión superficial y lixiviación.

V. Mantener una zona amortiguadora a lo largo del río o drenajes de

flujo principales (10 - 30 m de ancho) dependiendo de la pendiente y

la erosión del suelo) y surcos transitorios (mayor de 5 m de ancho).

VI. Después del aprovechamiento forestal, rehabilitar los caminos

(remoción de cruces temporales de ríos, construcción de canales de

drenaje y barreras en terrenos críticos), los patios de descargue de

trozas, y mantenimiento de carreteras y taludes.

VII. Mantener, entre periodos de cosecha, una cobertura del suelo

adecuada para proteger el suelo de la erosividad de las gotas del

dosel, y limitar la extracción de material de sotobosque o ramas y

hojarasca para forraje, combustible o material de compost.

Estos principios deberían ser aplicados como una guía comprensiva. Sin

embargo, es necesario diseñar una guía para cada sitio específico que tenga

en cuenta la variación del lugar en condiciones climáticas y condiciones del

suelo; los forestales manejadores de bosques tropicales deberían seguir

muy bien las especificaciones desarrolladas para condiciones climáticas

extremas en la zona de bosques lluviosos de la costa de Queensland en la

cual se probó su efectividad (Cassells et al. 1984).

EL PAPEL DE LA MODELACIÓN HIDROLÓGICA EN EL MANEJO DE PLANTACIONES

Los modelos hidrológicos han demostrado ser útiles en el manejo de

plantaciones en aspectos que les conciernen en el sitio y fuera del sitio.

Como ejemplo se tiene la identificación de grandes áreas excesivamente

Page 48: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

húmedas, o pendientes inclinadas exhibiendo grandes superficies de

erosión. Aspectos fuera del sitio se relacionan con los impactos hidrológicos

aguas abajo, de las operaciones forestales. La estrecha relación entre

ambas situaciones se ha demostrado por los numerosos conflictos de interés

entre las demandas de agua y la producción de madera y necesidades de

riego en otros sitios, abastecimiento de agua para la industria y para la

ciudad en los trópicos (Pereira, 1989, Langford, 1976; Calder,1990). Para

resolver tales conflictos se requiere de predicciones confiables del uso total

del agua por las plantaciones en las diferentes etapas de crecimiento, sobre

la base de que se deben tomar decisiones sobre el uso racional del suelo

(Bosch, 1982).

Tradicionalmente, los forestales se han confiado en los experimentos en

cuencas pareadas y el tiempo necesario para evaluar los cambios que se

suceden sobre el uso del agua después de establecer una plantación (Ver

fig. 5.7). Mientras que esta aproximación permite la construcción de

nomogramas sobre la manera como los cambios en el caudal pueden

monitorearse en función de la edad del rodal y de la precipitación, o la

exposición de la cuenca en ciertas áreas (Nanni,1970; Douglass and

Swank,1975), los resultados han sido tan variables como para ser utilizados

con más detalle en la planificación del recurso agua. Las curvas 2 - 4 en la

figura 5.7 ilustran la variación tan considerable en el cambio del rendimiento

hídrico después de sustituir rastrojos y potreros por plantaciones en Sur

Africa, tanto entre localidades como en años. (curva no. 2). La forestación

con eucalipto produce otro tipo de respuesta (curva no.1 en figura 5.7). La

sencilla caja negra de la técnica de cuencas pareadas es incapaz de evaluar

la importancia relativa de los factores respectivos que marcan las

diferencias y esto limita severamente las posibilidades de extrapolar los

resultados a otras áreas de interés o períodos.

Durante la última década se han hecho avances considerables en la

modelación y medición de la hidrología forestal y los procesos ecológicos

tanto a escala local como regional (URNG y Coughlan,1988;

Shuttleworth,1988; Hatton et al. 1992; Band et al. 1993). Particularmente

Page 49: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

después de la aparición de las bases de la física dinámica y aplicados a los

modelos espacialmente distribuidos en la cuenca hidrográfica.

(O’Loughlin,1986; Moore et al.1991), la simulación adecuada de los efectos

sobre el rendimiento hídrico debido a los cambios en la cobertura de la

cuenca sin utilizar optimizaciones de los parámetros en forma amplia ha

significado un avance corto. Uno de los programas es el modelo TOPOG

cuya aplicación incluye la simulación exitosa de los cambios a largo plazo en

el crecimiento de los árboles y el rendimiento hídrico durante la etapa de

regeneración después de cortar el bosque de Eucalyptus regnans (Vertessy

et al. 1993;1996). Sin embargo, las salidas del modelo son sensibles a la

variación del índice del área foliar, el coeficiente de precipitación

interceptada, la conductancia máxima del dosel, y la conductividad

hidráulica del suelo (Vertessy et al.1993, 1996). Esto es el mayor problema,

asociado con la aplicación de modelos avanzados de simulación en los

trópicos., es decir, la ausencia de una base de datos adecuada de estos

parámetros. Por lo pronto no es posible hacer predicciones confiables sobre

los efectos de las plantaciones tropicales en el rendimiento hídrico anual y

estacional en términos de especies de árboles y edad en relación con los

factores climáticos y edáficos. No obstante hay que ser optimistas en que tal

ausencia de información conducirá al desarrollo de metodologías para llenar

los vacíos de conocimiento.

A pesar de estar pendiente la aplicación de modelos más sofisticados

basados en la física para predecir los impactos hidrológicos fuera del sitio de

las operaciones forestales, los manejadores de plantaciones forestales

deben proveer los datos mínimos requeridos para modelos tales como

ACRU (Schulze and George, 1987) o PRMS (Lullwitz y Flogel,1993). No

obstante existen suficientes argumentos para utilizar

Modelos como TOPOG en varias aplicaciones in-situ que solo requieren

como entrada un buen mapa de curvas de nivel y la información básica de

suelos. Esto incluye la predicción de zonas saturadas en una cuenca

(O´Loughlin, 1986); la distribución espacial de la erosión laminar, erosión en

cárcavas y deslizamientos masales (Vertessy et al.1990; Dietrich et al.1992;

Page 50: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

Constantini et al.1993); y el estado de equilibrio de la distribución de la

humedad del suelo durante los períodos húmedos y secos (Moore et

al.1988).

SÍNTESIS Es útil distinguir entre la Fase de establecimiento y la Fase de maduración

cuando se describen los cambios de las características hidrológicas de las

plantaciones en varias etapas de crecimiento.

Cuando se establece una nueva plantación, el suelo queda expuesto

usualmente durante varios meses hasta que se desarrolle un sotobosque

protector, y durante este período el agua de la cuenca y particularmente la

producción de sedimentos, como también los flujos pico, se incrementarán

en comparación con los valores observados en condiciones previas de

bosque natural. El incremento en la producción de sedimentos y los

caudales pico desaparecen después de dos o tres años a partir de los cuales

ellos exhiben niveles estables muy similares a los de las condiciones

originales. El incremento en el rendimiento hídrico de la cuenca tiende a ser

más alto, usualmente hasta que el dosel de copas de la plantación se cierre,

pero la información en este aspecto es escasa.

Las cantidades relativas de interceptación de la precipitación después que

las copas se cierran difieren entre especies en función de la arquitectura

del dosel y las condiciones climáticas. Las especies latifoliadas como la teca

y la caoba africana típicamente interceptan cerca de 20 % de la

precipitación, mientras que las copas ralas del eucalipto interceptan cerca de

12 %. Valores reportados para los rodales de rápido crecimiento de Acacia

mangium son especialmente altos (mayores de 40 %), mientras que los de

las coníferas son variables, pero generalmente menores de 25 %. Se

conoce poco del uso del agua de muchas especies plantadas,

particularmente latifoliadas como teca, Caoba africana, Acacia, Gmelina,

Albizia y Terminalia. Esto también es válido para especies de coníferas y

eucaliptos jóvenes. Como consecuencia, no es posible hacer predicciones

confiables sobre el efecto de las plantaciones, así como de rodales maduros,

Page 51: Hidrología de Plantaciones forestales en los trópicos

sobre el rendimiento hídrico anual y estacional. Sin embargo, no existen

evidencias para afirmar que el consumo de agua de las plantaciones excede

al de los bosques naturales. Por otra parte, existen evidencias de que la

plantación de especies de rápido crecimiento en áreas de potreros llevarán a

disminuir fuertemente el flujo superficial después de que las copas se

cierren, particularmente en la época de la estación seca. Los incrementos en

el consumo del agua anual que exceden 500 mm han sido reportados

después de la forestación de sabanas sub tropicales.

A pesar de la ausencia de información confiable a cerca del consumo de

agua por las plantaciones existe suficiente optimismo en el sentido de que se

establecerán las metodologías (en términos de equipos y modelos basados

en la física) requeridas para llenar los vacíos de conocimiento. Es propósito

fundamental que los esfuerzos en investigaciones futuras se centren en las

especies principales que se utilizan en plantaciones forestales tropicales

(Evans,1992) y en un pequeño número de lugares claves. Estos se podrán

unir a través de una red que capture las principales características de la

variabilidad medioambiental en los trópicos húmedos (Bruijnzeel y

Rahim,1992).

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