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Hidatidosis como diagnóstico diferencial de masa pelviana

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Page 1: Hidatidosis como diagnóstico diferencial de masa pelviana

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87 Prog Obstet Ginecol 2003;46(10):473-5

CASOS CLÍNICOS

RESUMEN

Se presenta el caso de una paciente con una masapelviana calcificada tratada mediante laparoscopia,con diagnóstico anatomopatológico de quistehidatídico. Asimismo, se lleva a cabo una revisiónbibliográfica de la equinococosis localizada en elaparato genital femenino.

PALABRAS CLAVE

Hidatidosis. Laparoscopia.

SUMMARY

We report the case of a woman with a calcifiedpelvic mass. Laparoscopic surgery was performedand pathological diagnosis was hydatid cyst. Weprovide a literature review of echinococcosis of thefemale genital system.

KEY WORDS

Hydatidosis. Laparoscopy.

INTRODUCCIÓN

La hidatidosis está producida por las larvas en-quistadas de gusanos del género Echinococcus; laespecie más común es E. granulosus. Esta enfeme-dad se halla ampliamente distribuida, especialmenteen zonas ganaderas. En el futuro, en nuestro medio,su incidencia puede aumentar tanto por la inmigra-ción de personas procedentes de áreas endémicascomo por el aumento del turismo en ellas.

La enfermedad afecta con más frecuencia al híga-do (60%) y al pulmón (15%), aunque también se hadescrito la presencia de quistes en la pelvis en el0,2-0,9% de los casos, el 80% de los cuales se sitúanen el ovario y el útero1,2.

La afección primaria de estructuras pelvianas esextremadamente rara y casi siempre se debe a la ro-tura de quistes hepáticos o de otros órganos abdo-minales en el peritoneo3,4. Presentamos el caso deun quiste hidatídico localizado en la pelvis tratadomediante cirugía laparoscópica en nuestro servicio.

CASO CLÍNICO

Paciente de 53 años remitida desde atención pri-maria por presentar una masa compatible con mio-

J.M. GilesI. PérezB. AcevedoE. AlguacilP. FerreiroJ.M. Salmeán

Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospital Severo Ochoa.Leganés. Madrid. España.

Correspondencia: Dr. J.M. Giles Jiménez.Santiago de Compostela, 88 bajo. 28035 Madrid. España.Correo electrónico: [email protected]

Fecha de recepción: 3/2/03Aceptado para su publicación: 4/3/03

Hidatidosis como diagnósticodiferencial de masa pelviana

Hydatidosis as a differentialdiagnosis of pelvic mass

J.M. Giles, I. Pérez, B. Acevedo, E. Alguacil, P. Ferreiro, J.M.Salmeán. Hidatidosis como diagnóstico diferencial de masapelviana.

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En el anejo derecho se observaba una formación de4 cm con una zona ecorrefringente en su interior yuna gran atenuación posterior compatible con tera-toma.

Dada la edad de la paciente, se decidió completarel estudio con una tomografía computarizada (TC)abdominopelviana, en la que se evidenciaba una ima-gen nodular en la pelvis menor de 4 × 3 cm, de ate-nuación similar al hueso, que se informó como mio-ma calcificado. En el parénquima hepático sedescribía una imagen nodular calcificada de 6 × 5 mmsugestiva de quiste hidatídico calcificado. La analíti-ca, los marcadores tumorales de ovario y la radio-grafía de tórax no evidenciaban anomalías (fig. 3).

En este punto, y ante la sospecha de un terato-ma de ovario derecho versus mioma pediculadocalcificado, se indicó la realización de una laparos-copia, en la que se visualizaron útero y ovarios nor-males, con múltiples adherencias de estas estructu-ras y de epiplón a pared pelviana, que fueronliberadas. En la fosa ilíaca derecha aparecía una es-tructura de 4 cm, pegada al epiplón, que daba laimpresión de teratoma, se efectuó tumorectomía yextracción de la pieza a través de la punción umbi-lical previamente ampliada. El postoperatorio cursósin incidencias, y la paciente fue dada de alta a las48 h.

El estudio anatomopatológico dio como resultadola existencia de un quiste hidatídico de 3,5 cm, mos-trando una calcificación prácticamente completa desus paredes.

Giles JM, et al. Hidatidosis como diagnóstico diferencial de masa pelviana

ma en radiografía simple de abdomen (fig. 2). Comoantecedentes personales presentaba hipertensión ar-terial, diabetes mellitus tipo 2 y amigdalectomía. Enlos antecedentes ginecoobstétricos constaba una me-narquía a los 13 años, un tipo menstrual 5/30-45 yuna menopausia a los 51 años. G4 A1 V3, partos eu-tócicos a término. Los antecedentes familiares care-cen de interés. En la exploración se objetivó un úte-ro irregular a expensas de canto derecho y no sepalparon los anejos.

En la ecografía transvaginal (fig. 2) se halló un úte-ro regular, HTM 60 mm con endometrio de 3,5 mm.

Figura 1. Radiografía simple de abdomen en la que se apreciamasa pelviana de densidad cálcica.

Figura 2. Imagen ecográfica. Tumoración pelviana.

Figura 3. Corte transversal de tomografía computarizada en elque se observa quiste hidatídico adyacente al útero.

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DISCUSIÓN

La hidatidosis afecta a mujeres de cualquier edad,si bien las manifestaciones clínicas son más frecuen-tes en el grupo entre 20 y 40 años. La infestación ha-bitualmente ocurre en la infancia, se produce uncrecimiento lento de los quistes, que se hacen pal-pables después de varios años1-4.

La distribución de escólex está en función del flu-jo sanguíneo y de la densidad del lecho capilar. Así,en zonas con capilares estrechos existe una mayorincidencia que en órganos con capilares de mayorcalibre y abundantes anastomosis, como sucede enel aparato reproductor femenino5.

En nuestro caso la paciente se hallaba asintomática,como es habitual en pacientes de esa edad. En aque-llas que presentan clínica, ésta es inespecífica, depen-diendo del modo de presentación del tamaño del quis-te y de la presencia de complicaciones, y puede cursarcon dolor abdominal, irregularidades menstruales, in-fertilidad y compresión de estructuras adyacentes.

En el diagnóstico será de gran importancia laaparición de quistes hidatídicos de otras localizacio-nes o en miembros de la familia, así como la pro-cedencia del paciente de áreas endémicas.

El tacto bimanual pondrá de manifiesto una es-tructura quística, o dura e irregular, simulando unútero miomatoso. Ésta fue la impresión que tuvimosnosotros en la exploración. En la ecografía transva-ginal se observa un quiste con estructura internacompleja y avascular, y el Doppler color pone demanifiesto la presencia de vascularización periférica

con bajo índice de resistencia6,7. El estudio puedecompletarse con otras pruebas de imagen (radiogra-fía, TC y resonancia magnética) y técnicas inmu-nohistoquímicas8.

En el caso que presentamos, la ecografía sugeríaun teratoma ovárico, dadas las características de lamasa y la distancia de ésta al útero, mientras que laTC era compatible con mioma pediculado calcifica-do. Puesto que nos hallábamos ante un proceso be-nigno, como corroboraba el resto de exploracionescomplementarias, nos inclinamos por la realizaciónde una laparoscopia diagnosticoterapéutica, por susindudables ventajas.

Hasta ahora, la cirugía constituye el tratamientode elección de la equinococosis, y está indicado eltratamiento con antihelmínticos (mebendazol, aben-dazol…) antes de la cirugía en pacientes con enfer-medad multifocal, o bien como alternativa en aque-llos con alto riesgo quirúrgico o que rechacen laintervención.

CONCLUSIONES

La equinococosis debe incluirse en el diagnósticodiferencial de masas que afectan al aparato genitalfemenino, especialmente en personas con quistes hi-datídicos de otra localización o procedentes de re-giones endémicas. El avance en las técnicas de ima-gen y la mayor experiencia en cirugía endoscópicapermiten actualmente un mejor abordaje de las ma-sas pelvianas.

Giles JM, et al. Hidatidosis como diagnóstico diferencial de masa pelviana

BIBLIOGRAFÍA

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