Héroe (Conciencia expandida) - Abraham González Lara (2013)

8/22/2019 Hroe (Conciencia expandida) - Abraham Gonzlez Lara (2013)

1/164

- 1 -

HroeConciencia Misteriosamente Expandida


2/164

- 2 -


3/164

- 3 -

Abraham Gonzlez


4/164

- 4 -

Abraham Gonzlez Lara (2013) Ediciones QyDado (2013)

Si ese es tu deseo, distribuye este material sin cortapisas.El autor busca toda la notoriedad y fama que pueda llegar a

conseguir en vida, an supeditando a tan mezquinos fines lasabrosa obtencin del lucro y la fortuna que normalmentedebieran de acompaarlas, por lo que estarapero que muy feo

lo de usar la totalidad o parte de su contenido, sin tener ladecencia de citarle. Plagio descarado, vamos!:

Se cree el ladrn


5/164

- 5 -

Prlogo1. El viaje heroico2. La llamada a la accin3.Ayuda extra4. Pruebas y desafos5. Morir para renacer6. Tabrica metamorphosis

7. El tesoro8. Retorno magistral9. Mundus Imaginalis

10. Y t?

7172735496171

859199

109

Indice de continentes


6/164

- 6 -


7/164

- 7 -

A los hroes y heronas annimos,del oscurecido pasado,

del incierto presentey del revolucionario futuro.

PPrlogo


8/164

- 8 -


9/164

- 9 -

No existe templo en el almams slido que nuestro silencio.

(Agustn de Hipona)

Slo hay un camino,y se es tu camino.

(J. W. Goethe)

Intentar conocer el enigma de cualquier ser humano,no desde lo que aparentemente est siendo, sino enfuncin de lo que puede llegar a ser, constituye el retoque supone un acercamiento metapsquico focalizadoen los pormenores de nuestro devenir experiencial y

ontolgico de lo sagrado, all donde la sospechasiempre rinde ms rditos que la evidencia. Desde lasinstituciones religiosas y polticas se promueve unaespiritualidad espuria y anquilosada, con el fin deevitar -por cualquier clase de medio- que cada personaexperimente o al menos promover activamente sutotal alejamiento de- lo verdaderamente sagrado.

Nadie ha de constatar en sus propias carnes, por elbien del orden constituido, que porta en s un podercreador autnomo del que no es consciente y cuyocontacto con l podra transformarlo y liberarlo. Nadams potencialmente peligroso para disolver las rgidasestructuras del stablishment social, ms revolucionario

y ms efectivamente anti sistema que la propia miradainterior.


10/164

- 10 -

Se ha de impedir a toda costa que aquello que duermeen nuestra inconsciencia, nuestro mito personal, tomela palabra y cobre vida, desenmascarando el endeble

delirio subjetivo cotidiano.

Toda vez que sintonizamos con lo sagrado inconscienteen nosotros, cobramos mayor consciencia del mundo,del prjimo y la trascendencia de nuestra ocasin vital.Una vez que hemos descubierto que la nuestra es unaaventura espiritual, tan ineludible como intransferible,

todo adquiere, al fin, sentido. Nuestra vida se convierteen una respuesta inequvoca a tan profunda llamada.

En estos tiempos, en los que aceleracin y enajenacintecnolgica van irredentas de la mano, resulta muycomplicado asumir de manera consciente que el malque presumimos objetivo -cuando en realidad ha sido

proyectado- en los dems, radica en el fondo arcaico eignoto de nuestra propia alma. Son muy pocos los quese atreven a descender al oscuro mbito de su fondoprimitivo, asumir las propias tinieblas y vivir el temorprimordial, con la exigua esperanza de llegar alcanzarsiquiera una tenue y promisoria luz.

Nuestra alma parece constituida por una delicadaurdimbre de fuerzas y potencias lo suficientementepoderosas, tan peligrosas o tiles para ser tenidas enrespetuosa consideracin; lo suficientemente grandes,bellas y razonables para contemplarlas y amarlas.Quien renuncia a enfrentar su propia responsabilidad ydesoye su propia voz interior, resuelve ser as disuelto

y arrastrado en el magma impersonal y doctrinal delegrgor colectivo.


11/164

- 11 -

Lo social entonces slo podr ser as sanado medianteuna radical accin teraputica sobre nosotros mismos.

No somos meros pacientes de la poca. El monstruo segesta, en tras en, desde cada uno de nosotros. Cabeluego, tanto al poder poltico como al poder meditico,transformar despus la inconsciencia del propio mal endevastadora epidemia. No vemos fuera sino aquellaproyeccin de cuanto hemos gestado dentro. Nuestrainconsciencia fue y sigue siendo la raz que nutre y da

las ms perversas formas al mal.

Cada uno de nosotros ha de aceptar buenas o malas-sus experiencias vitales, procurando por todos losmedios a su alcance no identificarse con ninguna deellas. As, la plenipotencialidad del alma, al igual que leocurre al no ser, en su genuina vacuidad, todos los

posibles pares de opuestos imaginados e imaginablesdcilmente en s abraza y rene. Tal es aquella dulcerecompensa que le cabe a toda aquella persona quedescubre la lana urea del Vellocino de Oro, espejoinasible y cambiante, en su ms central, profundo entimo seno.

Slo a quin descubre y conoce as su alma, le cabeentender por qu tuvo alguna vez, en alguna parte, lanecesaria ocasin de haber vivido. Saborear el preciosodon del incesante dynamisarquetpico, tan arrolladoray sutil potencia transformadora y creadora, del propioe inexplicable escrutinio, en donde todo se descubreprueba, gua, tentacin, destino que ha de ser rendido y

asimilado en una suerte de consciencia cada vez msamplia e integradora.


12/164

- 12 -

Aventura fascinante y tremenda la de internarse en laoscuridad e incertidumbre de las ntimas tinieblas,

enfrentar lo numinoso para lograr al fin, tras ser denuevo incubados en su misterio, renacer sin dejar dereconocernos. Quiz el mayor pecado si no el nico-sea la inconsciencia de la propia inconsciencia, aquellaque reduce la posibilidad real de redencin heroica yapoteosis al vano, srdido, consentido, predecible ysuperficial simulacro del cotidiano autoengao, tan

propio de nuestros tecnocrticos tiempos.

Sin apenas hacer ruido, el saber tradicional continuaayudando a la cultura humana en aquellos necesariosdolores que preceden al parto, con una luz capaz deabrir los ojos del corazn, conocedor de que, puestoque la percepcin es un proceso de dentro a afuera,

basta con cambiar la mirada para con ello transformarel mundo. All donde se preserva lo mejor de nuestraespecie, el ser ontolgico de cuantos alcanzaron uncorazn y el alma ms depurada, consiguiendo entraren el crculo de los que lograron expandir la concienciay desde all permanecen y actan unidos, a salvo denuestra ignorante soberbia.

Este libro describe el itinerario personal de cuantosanhelan pertenecer a este peculiar grupo de sereshumanos a la mxima potencia, que supieron manejarel recurso energtico ms valioso que existe y donderadica nuestro poder ms insospechado: la energa dela atencin. Slo quien es completamente dueo de su

atencin puede afirmar que es dueo de su propia viday fluye con ella en plena libertad.


13/164

- 13 -

Su alma carece de nudos emocionales en los que laatencin pueda caer atrapada y agotarse. No la distraeni siquiera la memoria de la muerte.

Quien quiera que un aciago da imaginara una sociedadque antepusiera el lucro al desarrollo de la propiaconciencia, encontr as el modo de llevar a cabo ymaterializar semejante despropsito. Quin seraahora capaz de imaginar, desde ese lodazal disfrazadode prspero desarrollo, justo lo contrario?

Cada ser humano que encuentra el modo de seguiradelante en su bsqueda, es guiado por la sed de algoque no tiene nombre, por ms que algunos se empeenen otorgarle alguno provisional, que luego acabe porconvertirse en marca protegida. Una llamada a sercuanto intuimos que estamos llamados a ser. Potencia

infinita convertida en acto creador.

Responder a esa urgente llamada requiere un grado deatencin e ntimo ensimismamiento, que el perversotropel distractor nos obliga a postergar una y otra vez,sine die, creando, en esa permanente postergacin, unacarencia esencial, un vaco tan doloroso que slo se

repara volviendo a nosotros mismos, mientras duele.

Hemos de estar atentos a las intuiciones intelectualesque provienen del propio camino. Uno slo encuentralos maestros que su sinceridad merece. Vives en laincertidumbre de ser el propio creador de tu realidad.La sorpresa est as garantizada.


14/164

- 14 -

El contagio relativista, llevado a confines internaticos,ha conseguido ya lograr la disolucin radical de lossmbolos ancestrales, y con ello su total reduccin a

mueca inofensiva, pero tambin la disociacin de loreal en lo virtual. La catstrofe1 deja as desnudo y aldescubierto2todo cuanto estaba velado.

Cabe pues a cada hroe de s mismo alzarse sobre laselocuentes ruinas, reconstruir una y otra vez el vnculoy realinearse adecuadamente3, una tarea que, pese a

ser personal, compromete a todo el conjunto humano.

Cmo reconstruir y levantar en nosotros el templosimblico? Cmo neutralizar el tsunami disolutorio yantropofagocitador de la actual titnica (soberbia)modernidad tecnocrtica, que se presume a todas lucesomnipotente por omnisciente? Cmo librar con xito,

una vez ms, la siempre necesaria batalla contra eldragn deshumanizador que alimentamos dentro?

He aqu las preciadas clavis que nuestro lector habrde descubrir y comprender, en la medida que quieraenfrentar en s mismo la heroica tarea que da sentidoal efmero acontecer de todo ser humano, conquistar

una libertad digna: aquella que es la que corresponde aun Dios, enfrentar con valenta su auto sanacin. Elarte surge as como resultado de la transformacinreiterada de la materia conforme a un orden superior.

1Del Gr: inversin, destruccin, disolucin, ruptura.

2Del Gr. apokalipsis.3Del Gr. symboleion.


15/164

- 15 -

Sirva este libro como espejo mgico del peregrinar detu fervorosa y sedienta alma, capaz de reunir aquellosesquivos y dispersos reflejos de tu luz interior. Si ha de

ser, tuyo ha de ser el Arte. Slo tu celo y esfuerzo alrecorrerlas, har de estas pginas algo precioso. Dejaque ellas sean, durante un tiempo, tu tmenos, unsilencioso recinto sagrado, un centro desde el queencontrar una penltima renovacin que d un sentidoa tu inslita bsqueda. Relee, observa con sumaatencin el proceso y djate as encontrar.

Querido lector, querida lectora, rmate de gran cautelaempero y no admitas frmulas, ni confusiones, nisntesis simplificadoras ni tampoco guiones eruditos.nicamente sirve la propia experiencia de quien sabeporque saborea. Hubo un tiempo en el que virtualsignificaba poderoso A qu ests esperando? Sin

ms excusas. Pon ya ambas manos a la Obra!


16/164

- 16 -


17/164

- 17 -

1El viaje heroico


18/164

- 18 -


19/164

- 19 -

Alma ma, recobra tu calma.(Salmo 114)

Pese a lo que nuestro confortable enclaustramiento enel mbito virtual sugiere, imaginar los pormenores delviaje, en modo alguno suple su realizacin. Todo viaje,verdaderamente transformador, ha de ser vivido puesde una manera completamente real.

Hay una gran diferencia entre el relato de lo vivido y lavivencia ensoadora de lo ledo en el relato.4El mapanunca es el territorio.5El lector nunca sabr cunto dereal, cunto hay de fingido, cunto de inventado yaceentre estas lneas, hasta que no las coteje con su propioviaje, sin duda hace aos comenzado. No encontraraqu sino cristal o espejo de lo por l, por ella, vivido.

Todo lo dicho hasta ahora, sigue siendo vlido, cien porcien, en lo que respecta al viaje interior.

4Cf. talo Calvino, Ciudades Inventadas.5Cf. Alfred Korzibsky


20/164

- 20 -

De algn modo que no terminamos de comprender, elalma sabe que para recuperar lo ms cercano yesencial, es necesario partir bien lejos, afrontar las

fatigas, estremecerse, atravesar el propio vaco yadentrarse en el espanto. Y que ese viaje merece concreces la pena, toda vez que en su crisol ella integra susombra y cobra as ms calidad.

Bien poco o nada recordar el lector de su periodo demaduracin fetal6 dentro del tero materno, de las

intensas contracciones, de la progresin por el caudaluterino y vaginal7, del severo shock sensorial y trmicoque precede y acompaa a la primera inspiracin, pesea haber experimentado todas ellas.

Quiz no quede recuerdo de nuestro proceso de nacer.Sin embargo, hay memoria. Hay memoria. Memoria de

aquel clido y protector cielo perdido. Memoria deaquel hostil infierno atravesado.

Cabe quiz preguntarse si, a lo largo de nuestra vida,slo experimentamos un nacer? Ms an, si todos losnaceres posibles (fsico, familiar, identitario, social,comunitario, profesional, espiritual) son semejantes,

en algn sentido, isomrficos?, tal y como pretendiilustrar Scrates a los suyos, o el mismo Jess, tambinreo de muerte, al desconcertado Nicodemo.

Ningn mensajero puede apoderarse del mensaje queporta, sin perder por ello su condicin trascendente.

6Quiz precedido por el de criogenizacin cigtica.7De no haber sido alumbrado en su caso va cesrea.


21/164

- 21 -

Quien pretende conocer sin cautela su alma, terminapor asesinarla. Sagrado ha de ser el continente, sipretende contener y preservar lo sagrado, apropiarse

del misterioso susurro de la palabra viviente, comoencantado contenido an no desvirtuado. De locontrario, las palabras devienen sombras, all donde seconfunden el sentido, el sinsentido, el contrasentido yel suprasentido.

Cmo desgranar en lo discursivo lo que no es sino, en

su silencio original, sentido simultneo? Conseguirslograr el fecundo dialogo entre tu alma y trascender laletra muerta de esta obra vana desde el secreto ignotode tu corazn herido que sabe cuanto ama? Sabrsaprovechar el lamento de la guerra, la oscuridad de lamagia y el don del vnculo, all donde es posibledesencadenar los titanes y volver a encadenarlos, para

encontrar as, dentro de nosotros, el camino venidero?

Es peligroso enfrentarse a la sabidura antigua, sin elanhelo fervoroso por alcanzar un reencuentro con lapropia alma. No podrs reunirte en el abrazo ntimocon los dioses, si los mantienes encerrados en lamntica de las palabras. Brinca raudo sobre la

mortecina superficialidad de este tiempo agnico ydales nueva vida ahora, con el espiritual vibrar de tulengua, diciendo convencido, nec imitatio sed esseChristi, divina locura: brete, una vez ms, ssamo!.

Ocurra lo que ocurra, adntrate sin intenciones, sinmetas, sin expectativas dentro de tu propia potencia

creadora y, sobre todo, si estimas en algo oportuno miconsejo, sin nimo alguno de querer entender.


22/164

- 22 -

No te entregues a una oscuridad que no consuela y enla que no cabe esperanza.

Quien, desasido de s, construye un caminar errantepor la propia vida, ha de permanecer atento a lasseales y demostrar todo el reconocimiento y amormutuo que requiere cada encuentro con los quecomparten su singular camino y su noble vagabundear.

Quien se apropia de su escisin y en s la resuelve, sehace entonces partcipe del destino comunitario.

Hurfana de Dios, incapaz de soportar su ausencia yconfiar en su regreso, nuestra poca se aferra aldogmatismo cientificista y tecnolgico, sin darsecuenta de que est llamada a la aventura espiritual de

entregarse a la incertidumbre de lo numinoso, conigual confianza que nos entregamos al programagentico que traza nuestro peculiar tapiz y nos dafondo porque nos da forma, avizorando, all dondemorimos, en el mismo lugar que somos tumba, la nuevaaurora de nuestro prximo nacimiento.

T que dudas, lo quieras o no, sentirs el escrutinio delindeleble latigazo de la certeza en tu propia piel. Todavez que el espritu se derrama sobre ti y te unge, no tequeda otra que, slvese quien pueda, nolens volens,encarnarlo. Y llegada la heroica ocasin, ms te valeestar preparado. A pesar de tu aparente indigencia, esen ti y a partir de ti que se gesta el advenimiento, elfruto jugoso y frtil de lo venidero.


23/164

- 23 -

Quienes, llevados quiz por un deseo de beneficiar a lahumanidad o por simple infatuacin, depositaron todasu fe en la ciencia moderna y sintieron como sta

vaciaba su anhelo de verdad, no debieran renunciar deltodo a ella, sino resituarla, en su justa medida, dentrode las limitaciones pueriles de cualquier lenguaje. Laciencia tradicional, que nunca os desdear la realidadautnoma de lo psquico ni tampoco la gran fuerzatransformadora del smbolo, reaparece ahora comouna metodologa superior por su carcter integrador,

ya que se sabeuna ciencia que surge y se reconoce en elalma. Nada ms absurdo que partir de la hiptesis hoyya dogma inamovible- de que pueda darse un esfuerzopor conocer incontaminado por lo psquico.

La ciencia moderna se encuentra hipnotizada en elespejismo tecnolgico, incapaz de afrontar la sombra

del saber tradicional, su contrasentido. La buenanoticiaradica slo en la realidad del hecho relatado: ElReino se encuentra verdaderamentedentro. Quiz seapor eso que resulte un gran despropsito aspirar a unabsqueda solitaria, all donde nunca se estar ms ymejor acompaados, lo que en modo alguno significaque resulte fcil ni agradable.

En vano tratamos de abandonar aquello que no nosabandona, de dejar atrs aquello que nos gua haciaadelante. Por ms que pueda mover a desasosiego alnecio imprudente, no resulta posible tal es la condenadel amante- desor una llamada, cuando sta brota delescondido manantial del alma.


24/164

- 24 -

Antao exista un trmino, cado a un mismo tiempo endescrdito y desuso, que serva para describir laexperiencia de cuantos se sentan as guiados hacia

propio el despertar heroico, desde tamaa, inesperadae improbable certeza. Si es a lo mejor tu caso, tal vez loreconozcas y no te resulte tan completamente hostil.Relata el ingrato itinerario de quien, desde el don deuna mirada estrenada, es capaz de avizorar lo nuevo, lovenidero, de aventurarse as en el proceloso mar de laexperiencia onrica y fluir, errante, combatiendo

sucumbir al extravo, la esencia misma del viaje delhroe: el profeta.

Quin, sino el profeta, devuelve de nuevo la vida, tareaquiz hoy ms necesaria que nunca, a las palabrasmuertas, abstractas, y torna frtil su inerte actualdiscurrir? Slo el profeta siente y padece en su carne la

conmovedora profundidad del terrible anuncio que lees encomendado, horizonte desde el que entrever losresplandores de un tiempo bendito, fecundo y eterno,al que renacer, en el que despertar.

Hagamos de nuestra vida viaje. Seamos viajeros poralcanzar la tarde, sin esperar la maana; de alcanzar

una nueva maana, sin esperar la tarde. Ser el nuestroun itinerario de lo aparente a lo Real, desde la planiciefsica a las alturas del espritu, no para ausentarnos dela crcel del mundo, sino para deambular la condicinde prisioneros con total libertad de conciencia.

Al principio, sentirs los zarpazos del desarraigo, la

amargura de la incoherencia y la fuerza tirnica quetratar de doblegarte una y otra vez a la rutina.


25/164

- 25 -

Esta es la parte ms ardua del sendero, sobre todo sian piensas que te corresponde a ti llevar las riendas oque an puedes escudarte en las circunstancias. En

realidad t eres, ingente bal de excusas, tu peor y msmortfera trampa. Tu incredulidad, ser, de igual modo,tu ms txico aguijn.

No te preocupes tanto de los descuidos ajenos, como demantenerte alejado del propio extravo. Aunque ahoracaminas por una dicotmica visin, que no reconoce

las medias tintas, quiz tu mirada descubra al alzarse elarco iris8de la unidad.

Quedan an maestros capaces de mantener viva lacultura de la humanidad y mostrar a los reyes laadhesin a la Unicidad divina? Queda alguien que sepaentregar el afecto amoroso de la amabilidad, al servicio

de los dems, que recuerde an la senda de ayuda aloprimido, de la alegra y el buen talante? Dnde estnaquellos sinceros, capaces de soportar sin inmutarse laafrenta y el beso traidor del hermano, de cuidar de lossuyos sin acosar el vecino?

Mi conocimiento tan slo alcanz hasta el punto en el

que descubr que no s nada. Enamorados, avanzamoshacia el saboreo de la Realidad apoyados sobre elbastn del intelecto, pero con los pies del amor. Sloquien se olvid del Eterno puede imaginar uno o milinfiernos. De qu sirve tu devocin cuando te resistesa servir?

8Cf. Arco Celeste, QyDado (2012)


26/164

- 26 -

No hay amor en la posesin. Si en la soledad, en elsilencio, en el abandono, en la reclusin, en la cercanade la ltima hora del da, en los ltimos instantes de

una vida, all donde hurfanos del espritu y prestos asumirnos en el fro de la tiniebla, dcilmente todo seabandona. Momento mgico que, nada ms atraparlo,en juguetona dialctica desaparece, haciendo temblaral hroe.

Cielo raso en el atardecer del pramo infinito que nos

invita a trascender el interno bullicio en un esfuerzo decentramiento que no es sino oracin. Lo dems, obrarcomo los dems cuando parece necesario, hacer cuantoy cuando los otros no se atreven, escribir soberbia.No arda nuestro corazn?

No busques ms sabidura que la de encontrar un

renovado modo de llevar, da tras da, la felicidad alcorazn de tu hermano. Si ese es tu empeo, adelantey Buen viaje!


27/164

- 27 -

2La llamada a la accin


28/164

- 28 -


29/164

- 29 -

"Duhkha."(Sidharta Gautama)

Atardece.(Lucas 24,29)

El mundo es tan slo una sombra (proyeccin), unaactualizacin posible del Eterno. As, todo aquello quenos resistimos a reconocer en el espejo de nuestraconciencia, lo proyectamos en el espejo del mundo:Visita interiorem terrae, rectificando (12 trabajos)

invenies ocultam lapidam, vera salutem9. El camino

heroico es aquel que conduce a cada ser humano avencer sus propias sombras, primero reconocindolas,luego rectificando y as transmutndolas. Camino en elque se va produciendo esa codiciada alquimia interiorque inunda paulatinamente su alma de resplandecienteluz.

Para que lo cultivado humano sea elevado a lo divino,se requiere un permanente hacer sagrado, siemprereconociendo y rectificando, en virtud de una alquimiainterior progresiva y transmutatoria, todo aquello quenos aleja de lo celeste (inteligencias planetariasinterpuestas) iluminando aquellas instancias que anno reconocemos como propias.

9VITRIOLVS.


30/164

- 30 -

La Obra Maestra redunda as de un continuo esfuerzode autoconocimiento, espejos que reflejan -en ordendecreciente- y recrean en orden ascendente- otro tipo

de espejos a los que llamar saturnales, joviales,marciales, solares, venusinos, mercuriales, lunares y,finalmente, terrestres, all donde la tierra no es sinoreflejo consecutivo (resultante) de los sucesivos cielos.

Cada nuevo grado de conocimiento es tal nicamentepor que, al reflexionar cada vez ms y ms

profundamente, nos eleva, limpiando as nuestraconciencia (que se expande). Es as como se proyectafuera el oro, all donde disipadas las tinieblasinteriores y desenmascarados los seductores carismas-en la intimidad ms intima se descubre escondido(oculto). El espejo reconoce Lo que (antes slo)refleja. Leer y releer incansables los pormenores de la

sombra, hasta descifrar, ms all de la pericia del sabio,la indiferenciada niebla primigenia. Del granado queflorece en septiembre, pocos frutos resisten en susramas en diciembre.

El gran viaje del alma, lo que busca todo buscador,consiste quiz en averiguar aquello que hay que

conocer. Al igual que les ocurre a los insectos con elproceso de la metamorfosis, est en la estructura delser humano atravesar un proceso transformador. Unavida sin un destino al que llegar, se antoja una vidadesprovista de sentido. Estamos, lo queramos o no,llamados a florecer y fructificar, pese a que para ellotengamos que afrontar todo tipo de dificultades y

aprender cosas que duelen. Y aqu estamos.


31/164

- 31 -

Obstinarse en no ver las cosas tal cual son -y no tal cualnos interesa hacerlas parecer en pblico- constituye laforma ms explicita de todo autoengao, avocado a

generar en nosotros y a nuestro alrededor, altas dosisde sufrimiento. Nadie es completamente sabio sin sulado ciego, so pena de confundir cultura y barniz. Hayun largo trecho inexcusable- de Troya a taca.

Nuestra esencial corporeidad sabe mejor que nadiecuando nos hallamos detenidos, estancados, distrados

en crculos viciosos que nos impiden dar el salto haciael propio progreso, hacia la escalera del crculovirtuoso de la realizacin personal. Conformarse en laenfermedad de la mediocridad?

Hay otros caminos que son mucho ms dignos de esenombre, por ms que nunca por profilaxis- aparezcan

descritos de un modo explcito. Quienes optaron porconformarse a los dones de la va iluminativa, nosabrn nunca todo a lo qu renunciaron, evitando serincubados en la noche oscura del alma.

Puede nuestro crecimiento ser nicamente horizontal(ms dinero, ms poder, ms bienes) o aspirar a

introducirse en la dimensin vertical (de la que no cabehablar, sino callar, esto es, hacer, experimentar). Nadatan contrario al espritu de la aventura como el confort,la solera del bienestar adocenado, la ciega confianza losespejismos del progreso tecnolgico. La idolatrareligiosa ha terminado por secar el sentido espiritualde la vida, con una eficacia que resulta encomiable. Y,

lo ms triste de todo es que, avergonzados del propionaufragio, sufrimos intensamente, sin saberlo.


32/164

- 32 -

Cercados. Sin salida. Agotados a volver sobre el mismopunto de partida, sin el menor progreso. Detenidos.Qu ganamos, entonces, al ampliar siquiera un tanto

la consciencia? Trascender nuestra limitada y ranciavisin del aqu y ahora, recuperar la visin fresca delpresente. Estar ah. Darse cuenta de lo idiota quesomos e inmediatamente comenzar a rer. Salir de lapropia trampa del ensimismamiento.

Independientemente de la etiqueta con la que tratemos

de cercar lo eterno, all donde lo secular ha tratado deconfundir la devocin con la superchera, es necesarioreformular (o rescatar) el smbolo misterioso frente alas discursivas palabras que pretenden agotarlo. Esposible an mostrar una clida devocin por un amortranshumano que, pese a los ingentes esfuerzos detelogos y escpticos, no ha muerto, ni puede morir

porque en s mismo conlleva toda la plenipotenciatransformadora de la vida.

All donde intuimos nuestro potencial humano, elperfeccionamiento de uno mismo, el inters porperfeccionar la propia alma, es quiz la ms bellaforma de devocin que nos cabe imaginar y realizar. La

semilla despliega todo su potencial paso a paso, atientas, pero intuyendo de alguna forma su estadopleno. Revolucin silenciosa que sucede en nuestraconciencia, morir y renacer, sin apenas darnos cuenta.Transformacin que, gracias a Dios y quiz a nuestropesar, ocurre sola. Toda vez que llegamos a ser lo quesomos, entonces y slo entonces tambin somos el

mismo camino, la verdad y la vida.


33/164

- 33 -


34/164

- 34 -


35/164

- 35 -

3Ayuda extra


36/164

- 36 -


37/164

- 37 -

Saldremos a la via, casi al amanecery, si brot ya la vid y floreci el granado,

tendrs entonces mis amores.La mandrgora exhala su dulce cautivador aroma.

Bajo nuestro dintel, hermosa resplandecela fruta joven y la madura que para ti,

amado mo, con tanto celo he guardado.(Shir Hashirim 7, 12-13)

Aquella noche, cay el colorsobre el espejo mgico.

(Kennet Grant, La fuente de Hcate)

Cada hroe que responde renegado a la sutil llamadadel destino, descubre as que debe prestar atencin almomento, atencin al lugar en los que se encuentra.

Cuando el sabor lo milagroso irrumpe abruptamenteen la velocidad de crucero de nuestras anodinas vidas ysuspende el orden previsible de lo cotidiano, resulta ya

intil tratar de permanecer an indiferentes. La radicalintromisin de la dimensin sutil en nuestro esquemaorganizativo de ver el mundo, abre un caleidoscopio denuevas e insospechadas perspectivas, por las que larealidad se descubre, por primera vez, mgica. Y alldonde parece que nada haya ocurrido, se establecen unantes y un despus, tan distintos como insoslayables.


38/164

- 38 -

Cuando menos queremos escuchar, es cuando ms noshabla todo. Esta perseverancia dnde todo se unificaen la tozudez del smbolo, bien menospreciada bajo el

eufemismo casualidad, nos conmueve el alma, captanuestra atencin, nos permite descubrir -quiz por uninstante y contra toda apariencia- que no estamossolos, que somos parte de un algo mayor que tambinlo sabe.

Arrambla con el sesgo de seleccin y confirmacin de

cuantos se obstinan en buscar alguna clase deexplicacin causal, para ratificar su mgica creencia deque en la predictible estructura del universo no esposible tolerar ningn tipo de supersticin: ya se sabeque las pseudo y paraciencias "traen muy mala suerte".

Atravesar el mgico espejo del universo, sin otras

armas ni sortilegios que la mirada, y formar parteactiva as de su dinmico reflejo: creados pararecrearnos, para construirnos como una posibilidad.

A dnde podremos llegar, capaces de lo ms alto y loms bajo? En dnde habremos de situar (limitar)nuestra ilimitada capacidad de resonar como Unidad?

Dnde termina la mirada capaz de abarcar todas lasperspectivas, vida de situarse tras cada nueva miraday verse a s misma?

Observar simultneamente tanto la observacin y elobservador como lo observado. Testigo nico. Miradachamnica.


39/164

- 39 -

Infinita bifurcacin diablica, como alpha. Infinitorecurso auto acabado en s mismo, como omega.Infinito laberinto de espejos en el que cada reflejo

juega a atraparse y ser atrapado en la prximaparaidolia, en una nueva apofenia sin trmino, elvrtigo inacabable de una nueva madriguera tras lamadriguera, de una nueva palabra tras la palabra.

Cmo puedes llegar a conocerte, cuando talconocimiento, en el mismo instante de producirse, te

transforma? Ya lo decan los clsicos: Somnium mentisianua infinitum est. Y en esas redes, ms que andar,torpemente pataleamos . Qu casualidad!

Siempre y cuando se acuda receptivo a la playa,desierto profano donde los haya, una de las primerascosas que uno descubre, es la de encontrarse ante la

presencia (radiacin) de un organismo vivo, aquellaque hace vibrar la luz y la atmsfera de un modo losuficientemente peculiar como para expandir nuestraconciencia, curioso fenmeno cuyos pinges rditos laindustria turstica no duda en explotar y, no digamosya, la sofisticada impostura hegemnica del SiliconValley.

A da de hoy, la gente termina dndose codazos porlograr hacerse con una mejor porcin de las tifnicasbendiciones del dragn, con su nctar de dopaminagratuita corriendo a raudales por todos los entresijosde nuestras adormiladas glndulas, selladas desde lapubertad.


40/164

- 40 -

An no lo suficientemente restablecidas del impacto delos primaverales ritos de Mayo, la pineal y la pituitariaal unsono recogen los escondidos frutos del rbol de

las Hesprides, amalgamando las sutiles vibracionesdulces que provienen del alineamiento con/en elapurva, all dnde la conciencia atenta puede al fin, endeliciosa sinfona, saborearlas.

En la proximidad del solsticio de verano, quiz valga lapena recordar que, pese a que ya slo los publicistas

creen en ella, la magia es real y tiene un precio.

Cuando se trata de alcanzar objetivos, taumatrgicos ode cualquier otra ndole, es importante saber encontrarel camino de menor resistencia, saber diferenciar entrelo que uno desea y lo que uno realmente necesita. Enuna palabra, lo verdaderamente importante es saber. Y

eso lleva su (tu) tiempo. La experiencia, como sabebien el diablo, es el verdadero grado y fluye, manantialambarino, como la devocin, por nuestra sangre.

Quin pudiera solazarse en la playa, sagradas arenasde San Pedro, tras la nocturna busca y colecta, a lo alto,a lo bajo y a lo ligero, del trbole?. Como obligan los

buenos usos y costumbres, los mis amores van.

Todo sacramento, siempre y cuando no albergue en sel seuelo de la inerte impostura, ofrece, a quienes -osados- participan virginalmente de l, una ampliacinde conciencia tal que muestra lmpido el cielo y haceresplandecer a las diminutas estrellas como soles

brutales.


41/164

- 41 -

Esta ampliacin de conciencia resulta tan vital ynecesaria para la entera humanidad que todas lasculturas, sin excepcin, conocen su cultivo, recolecta y

meticulosa preparacin. Sin los sacramentos, cada serhumano permanecer as disminuido, atrofiado,aborregado, a merced de otros txicos subyugadores y,por ende, mucho ms rentables al vigente sistema dedominacin, que termina pues, cegado en su soberbiainfinita, manejando (administrando) todo aquello que,lejos de liberar, "engancha".

La sabia maniobra del siglo quiere as destruir, a todacosta, el campo semntico del enthegeno, para quedichas sustancias, de origen animal, vegetal y mineral,queden ahora reducidas nicamente al mbito qumicoy farmacolgico de la mera alucinacin recreacional,debidamente incentivado y promovido, eso s, al

encontrarse -por ley- fuera de ella.

Perversa confusin perversa intoxicacin. Perversaestrategia.

Todo conocimiento proviene de la caverna de lossueos, y desde all regresa para poner en marcha la

espiral de la vida. Cuando uno atestigua y acepta demanera incondicional todo lo que es, abre su corazn alos cambios de un mundo en constante danza, vive enplenitud. Ms all del placer y el dolor, el gozo surgesiempre de la calma. La hierogamia, sagrada unin conlo divino, acontece de un modo misterioso en elcorazn, all donde se reconcilian en simultaneidad la

penetracin de la espiral masculina en la espiral de lavida y la entrega femenina al cambio.


42/164

- 42 -

El pensamiento se obstina de manera recursiva enobstruir ese natural proceso, creando artificialmente lainterferencia ilusoria de separacin. Aquello que

resistes, persiste. Quiz te sirva como atisbo derespuesta el saber que todas las preguntas pasadas,presentes y futuras fueron, son y sern creadas por lamente egoica. Sigue dndole vueltas. Quiz pensandoms y ms sobre ello, encuentres al fin el mododefinitivo de dejar de pensar. Busca con denuedo lamanera de abandonar definitivamente tu bsqueda. O

quizs, mejor an, djate encontrar por la certerarespuesta.

Las abejas de Delfos haban destilado el nctar de susecreto trabajo. Tras ungir los labios con una infusinde melisa e hidromiel, recostados sobre el abaton, elsuave susurro de los terapeutas, el crepitar de las

solanceas en el incensario y el lento y viscoso reptarde las grandes serpientes amarillas nos invitabansuavemente a penetrar en el revelador trance onrico.Tras aquella puerta, aguardaba la acogedora tierra denuestros antepasados, verdadera patria celeste.Pocas experiencias tan dulces y trasparentes como ladel volver de nuevo a lo eterno, como la de

abandonarse al resplandor de las lmparas sagradas yregresar en la noche a casa.

Hubo un tiempo, en que sola acariciarme el coraznvisitando, siempre rumbo a Oriente, a aquellos que meacogieron, y entre los que me sent, hermano. Era unviaje efmero, mas tan indeleble su huella que an se

deja atrapar entre los laberintos del alma.


43/164

- 43 -

An recuerdo las nocturnas caminatas a la espera deotra sutil lgrima de San Lorenzo, en silencio, entretropezn y tropezn, pareca que la tierra, celosa quiz

del estrellado cielo, reclamase nuestra atencin.Recuerdo el dulzor de la generosa higuera junto alumbral del mas, al rayar la maana, las sonrisascmplices bajo las arcadas del mikv, la procesin dediosas al caer mgica la noche sobre el unsonorespirar de las almas, el susurrar de chascarrillosiniciticos al calor del gape fraternal.

Han pasado ya algunos aos. No supe destilar en m laesencia divina, palpar el tutano de las rocas ypaladear el fruto de la vida eterna. Fui incapaz denutrir mi virtud con dulzura ni logr abandonar misdeseos al viento y proseguir viaje. Pero an recuerdocmo entre aquellos muros amables y gracias al

embrujo de aquellos polvorientos caminos, recobrpara siempre la fe en la belleza.

En mayor o menor grado, todo ser humano siente uncierto grado de fascinacin hacia el sistema operativoen el que se haya inscrito y del que l/ella mismo/aforma parte reguladora. Su esencia creadora le insta a

observar un orden que, por natural, presume divino,mediante un distanciamiento reflexivo que le permita(la posibilidad) de hackear al mismo Dios.

Tratar de aduearse as de su propio misterio,reconstruir su propio cdigo, ampliar los lmites deltiempo (inmortalidad), del espacio (ubicuidad) y del

sentido (autoconocimiento).


44/164

- 44 -

Cumplir el ansiado deseo de la auto-re-programacindivina en nosotros, que termine por burlar el abismode la disolucin a la que necesariamente parecemos

abocados como creaturas. Regresar indemnes a lausurpada condicin paradisiaca a golpe de tecnologa(fisio, bi, info, socio). Dios debe haber dejado lascontraseas de acceso a sus secretos por alguna parte.

Poco a poco hemos ido empleando el tiempo quehurtbamos a sudar el pan, a encontrar el modo de que

(primero) lo suden otros por nosotros y (segundo) quelo suden las mquinas, suplantando la condenanatural por la liberacin tcnica. Hemos suplantado,orgullosos, al tecncrata mximo, el supremo artficedel universo. Hemos desvelado la trama y urdimbreque celosamente protega el demiurgo en su afn porgarantizar nuestro dcil (sudoroso) sometimiento a la

supervivencia.

Ello explica la proliferacin de puestos de mercadilloque gritan a los cuatro vientos compro y vendo oro.La pericia alqumica se adquiere en talleres de fin desemana. En cada pequeo gesto, creamos domstico ycotidiano big-bang- de nuevo el universo, una y otra

vez, el universo. Bien mirado, prodigiosos poderes seocultan en la eternamente tuneada soberbia de lamanzana.

Todo cuanto nos ocurre en la noche, incluso velar yestar despiertos, incluso soar, sucede siempre comoen un sueo. Soamos que soamos? Es quiz, el de

los muertos, un sueo permanente en el que,ignorantes de su condicin, suean vivir un sueo?


45/164

- 45 -

Qu puertas abre misteriosa la noche y su sueo- yhacia dnde nos conduce el atravesar al otro lado de suonrico espejo?

Adentrarse en el conocimiento del mundo porvenir yen la dimensin mgica (lquida) de la realidad, reducirla incertidumbre del propio destino, abrir sin permisoel apolneo orculo, no es algo que debiera quedar, enmodo alguno, impune. Hay mieles que nunca sedeberan probar de manera gratuita, pues la dulce

colaboracin de abejas y rosas slo se hayan al alcancedel pecunio divino.

Tan solo un filtro o hechizo elaborado con pericia, sercapaz de burlar los implacables designios delemperador, antes de que se cierre definitivamente lamisteriosa puerta.

La experiencia de la no-dualidad entre el observador ylo observado posee, para quin ha tenido la fortuna departicipar de ella, una mayor nitidez y realidad, que laconciencia de dualidad, mucho ms de andar por casa.

Aquella imagen que nos parece inmvil, transcurre

como una maravillosa danza en el fluyente tapiz de luzque discurre nuestra retina, danza de la que, tal y comosucede con el resto de los procesos sensoriales quetranscurren simultneos a ese dinmico acontecervisionario, nosotros somos totalmente inconscientes.

Por extrao que resulte, somos ciegos al proceso que

genera y prefigura cada una de nuestras miradas.


46/164

- 46 -

De este modo, tantas cosas ocurren ahora mismo anuestro lado e incluso en nosotros mismos, y nosconstituyen esencialmente, de las que apenas sabemos

ni sabremos nada. Danzamos con el universo.

A nada que prestemos algo de atencin, nos daremoscuenta puntual de que somos parte observadora de supropia y permanente danza, pero esa parte que danzadndose cuenta, slo es memoria sin vida, Gestaltimpermanente, recuerdo de impresiones que yacen -y

suceden a otras- muertas. Aquello que vemos, nuestrapropia mirada, es tal porque, por mucho que noscueste asumirlo, ya no existe. Apresado el instante,yace muerto, al igual que la verdad al contarla.

As, quien no se distrae ni entretiene en la inagotablecaterva de agitamientos y conflictos, aparentemente

externos, se sabe uno con ellos: absolutamenteinmerso, participa as de lo real. Ello tambin incluyelas burlas y ataques que produce/recibe. Una vez ms,redundamos en el aserto explcito, no le des msvueltas, mal que te pese: Eso eres t.

Nada como salir en pos del trbole, arropado por los

tuyos, all donde la naturaleza an se abre generosa acuantos hombres y mujeres perciben el poder y lasabidura que se esconde sutil tras cada detalleaparentemente insignificante, para todo aquellos que,conocedores que desaparecen en lo conocido, se ananen un impersonal conocer, en un proceso interactuantesin dueo ni esclavo, llovizna suave y salutfera que

tiernamente hace posible -y prosperar- el oro de unavida vivida desde lo real: la atencin.


47/164

- 47 -

Consegu tu atencin? Ya puedes seguir, entonces,dilapidndola a raudales en tu compulsivo y adictivozapping preferido: Qu ser lo siguiente? Qu ser lo

siguiente? Qu ser lo siguiente?

Vivimos en el vrtigo cegador, el tiempo voraz de lasupercomputacin cuntica. Un tiempo imperceptibleen el que todas las cosas, tambin t, tambin yo,suceden (sucedemos) simultneamente. Si an nocrees lo que te digo, tan slo presta atencin. (Y no te

distraigas!)


48/164

- 48 -


49/164

- 49 -

4Pruebas y desafos


50/164

- 50 -


51/164

- 51 -

Es el coraje del hroelo que remueve obstculos imposibles.

(Terence McKenna)

S se puede!(Desencantados indignados)

El cuestionamiento de la creencia obligatoria as comode la costumbre de mundanizar lo ulterior y limitar loilimitado, deja al alma, desprovista de certezas y en lazozobra de quien cuestiona su fundamento esencial,sumida en la noche ms oscura. La ausencia de rumbo

interpela la docilidad ante un timn supremo al que seconfa, en intimidad, el pormenor de la propia vida, sincaer en el error tribal de confundir conciencia yconveniencia.

Cara a cara ante el Creador, la creatura realiza ydesvela su propio enigma, en una bsqueda incesante,

arrollada por la eficacia de un secreto impulso que ladesborda. Es la experiencia de la aniquilacin suprema,la que sabe contrarrestar la usurpacin de cualquierorganizada idolatra. Quien siente en s y sobre s estafuerza primordial anterior a todos los conflictos, estahondura previa a la de todos los abismos, quien esdeslumbrado por la frtil luminosidad de la tiniebla,

abarca en su abrazo los entresijos de la muerte.


52/164

- 52 -

Nada puede sustituir este vnculo directo entrecreatura y Creador. Por ms que pretendan lossoberbios gestores de imperios que administran los

premios y castigos del rebao, nada puede ser mssagrado ni, para quien sabe, puede haber peor traicin:Lej lej.

La brutal maniobra distractora que asedia por doquierel corazn humano con un sinfn de aterradoresmiedos y la promesa de los ms variopintos placeres,

no ha sido capaz empero de lograr acallar, allendemilenios y siglos, el estremecimiento metafsico que, demuy de cuando en cuando, sacude as, misteriosa eineludiblemente el alma de ciertos seres humanos. Alldonde y cuando el Espritu sopla, caprichoso, nada ninadie puede acallar su llamada, poderosa fuerzadinamizadora de aquello que es, por encima del afn de

tronos, potestades y dominaciones, esencialmentehumano: la fascinacin de la carne y la sangre por losagrado.

Espritu, siempre tan libre y liberador que, gracias aDios, se resiste y resistir a ser monopolizado porninguna de las cientos de miles de religiones curiales u

obediencias pasadas, presentes y aquellas otras quean nos estn por sobrevenir.

Experiencia cumbre, transhumana, plena y gratuitaque, venciendo la restriccin de cualquier tipo deabusos, cercos, lmites, mtodos, esquemas, banderas,barreras, leyes y fronteras neo-inquisitoriales, an nos

refina, cualifica y hermana en el ms puroconocimiento de la verdad.


53/164

- 53 -

Ahora que el terror ya no se dirige slo sobre losconvenientes enemigos, sino tambin sobre los amigosincmodos. Ahora que los desconfiados plutcratas

han decidido sustituir la costosa burocracia por unatecnocracia mucho ms leal y econmica (Snowdensaparte), el "inters pblico", que tan pingues beneficiossiempre ha procurado a los que, bajo el sagradoprincipio del solve et coagula, lites extractivas,siempre han sabido ordearlo con pericia desde elorigen de los tiempos, estar ahora garantizado.

Cabe, no obstante, resolver la cuestin de dndesilenciar los lamentos de la neptica escoria desechaday utpica (ya sin lugar) en el Nuevo Orden Mundial,amordazada con su correspondiente balduque. Elpeculado ha cado en desgracia, ahora que losgobernantes y cardenales nepotes nacen en laicos

paritorios profanos.

Tendrn que esperar an cuestiones no menosimportantes: el mapa gentico de la neoraza oficial, eldesmantelamiento definitivo de los amagos demultipolaridad, fruto del ya decadente y agnicosistema de estados nacin, la subyugacin total del

actual y casi obsoleto estado subhumano bajo eltecnoimperio creciente.

Podrn as administrar sin trabas, de manera eficientey sostenible para la lite natural, los limitadosrecursos de un planeta por fin "diseado a la medida"que, porfrico nacimiento mediante, como nica patria

"les pertenece": el primero capador.


54/164

- 54 -

La destruccin de los pueblos a manos de sus lderesocupa siempre los ms oscuros e inefables captulos denuestra humana historia. All donde todos son

culpables, no lo es nadie. An le queda al brazoejecutor del aparato el dar trmino al trabajo paraque fue concebido. A falta de la inspirada pericia delanax, sabrn ahora resolver sabiamente los actualesadocenados sebastos?

Dos nuevos destacados mandamientos alumbra ya el

Nuevo Drnico Shebaot, llamado as a restablecer unNuevo Orden Mundial ms de adoctrinamiento que, nosolo negar sus crmenes, sino el haber participadocomo seguidor del aniquilador movimiento: Darsfalso testimonio y matarso, dicho de otro modo,borrn, cuenta nueva y chitn (silencio), que lospecados quedarn sepultados en la chispeante negra

piedra Bereshit bar Elohim (Reinventar conrenovado mpetu los comienzos).

Quien conoce, puede. Al resto de seres humanos,frustrados e impacientes frente a su impotencia, sloles cabe proteger su frgil estabilidad psquica en unasuerte de delirio de poder. La magia, pese a lo que

muchos expertos pretenden hacernos creer, seencuentra del lado de los primeros.

Su desprestigio sistemtico es tan slo una estrategiadisuasoria que pretende proteger y ocultar una ventajacompetitiva, vulnerable a la divulgacin: la fuente delpoder. Es entre los poderosos entre los que se esconde

y oculta la verdadera magia.


55/164

- 55 -

El resto, habr de conformarse con padecer, en mayoro menor medida, los sutiles o grotescos efectos de la

dominacin, compensando su cotidiana frustracin condistintas formas de evasin o distraccin.

Quien no tiene el poder, debe imaginar, sin embargo,tenerlo. Pues, reiteramos, solo quien conoce, puede. Yquien revela la fuente de su poder, la entrega, esto es,la pierde.

Ello explica la necesidad de camuflar y mantener unestricto disimulo sobre los mecanismos que ponen enmarcha y mantienen girando el tiovivo del poder, lanecesidad de discrecin para impedir, contrarrestar,toda posibilidad de discernimiento de cmo son yfuncionan las cosas, esto es, la magia del pragmatismo

(dominacin) ha de permanecer oculta a la miradaprofana (dominados), a tenor de mantener lafuncionalidad y eficacia del sortilegio.

El ciudadano promedio vive ajeno al encantamientosocio-cultural, disfrazado de normalidad, al que vivesometido, produciendo y consumiendo (dos formas

alternativas de un mismo ser consumido). Su certezailusoria le resulta mucho ms digerible que el terribletormento de la incertidumbre.

Slo una minora afronta la responsabilidad demantener a la audiencia atenta al ficticio espectculo,accionando los resortes del apurva tras las bambalinas

(o las cortinas, como en caso del mago de Oz).


56/164

- 56 -

Es sobre todo a estos ltimos a quienes dirigimos laesencia acroamtica de nuestra instruccin, aquella

que aparece ntidamente descrita entre lneas, con elfin de mantener los privilegios de la lite explotadoralejos (a salvo) de la curiosa voracidad de la chusmaexplotada.

Para ello resulta necesario prescindir del confuso eintencionalmente desacreditado trmino magia por

otro mucho ms afn al mbito emprico de las cienciaspsico-sociales: demagogia.

La verdadera demagogia es la que no se nota, la queconsigue desacreditar al adversario al conseguir msraudamente etiquetarlo ante la opinin pblica dedemagogo o aquella que disfraza los conjuros de

antao bajo la actual jerga legislativa.

La agilidad es siempre un grado y parece que siguensiendo aun vlidos y vigentes aquellos asertos quedefienden que 1) la mejor estrategia de defensa es unbuen ataque preventivo y 2) que nunca se escondemejor la trampa que bajo el monopolio de factura de la

ley.

Al igual que ocurre actualmente con la ciencia y latcnica, la clave de la legitimidad radica en disponer deartificios con los que proteger la ventaja (patente) e ir(tratar de ir) siempre un paso por delante del enemigo.Prebendas del privilegio de legislar.


57/164

- 57 -

Parece conveniente que en cuestiones de estrategia ygobierno, se renan y debatan en asamblea aquellosms capaces y preparados en aquestos asuntos, para

luego hacer llegar sus peritas y oportunas conclusionesa toda la ciudadana a cambio de un mdico estipendiode cuatro o cinco bolos (salvo el arepago, que erahonorfico), para que sta se aduee de ellas y,plenamente soberana, las sanciones leyes.

En la antigua Grecia, empero, exista un freno tcnico a

la democracia: ninguna mayora podra votar nunca encontra de s misma, abrogando la esencia operativa deeste sagrado procedimiento.

Cmo evitaban entonces que los peritos promulgaranconclusiones pensando ms en sus intereses que en losintereses de la ciudadana?

El mecanismo utilizado era la eisangeliao anuncio decorrupcin, donde la ekklesiadirima ya sin necesidadde los corruptos expertos y restableca el orden delmodo que estimara as ms conveniente. De ah laimportancia demaggica de apropiarse de -o tener bajocontrol a- los medios de comunicacin por parte de

foros, arcontes, basileos, magistrados, gerontes ostrategos, para salir indemnes de sus tropelas yprevenir la atimia o, peor an, su prematura entradaen el mausoleo por abuso ilcito del misthos.

O tempora, o mores, Brcenas mediante, muy poco nosparece que hayan cambiado las cosas.


58/164

- 58 -

Una vez que conocemos a nuestro yo dominante (aquelque nos domina) crecemos (le dominamos) medianteun pulso interior que nos lleva de la confusin a la

claridad, y del miedo al atrevimiento vital, siempre quedecidamos osar actuar de manera consciente. Hay en elautoconocimiento un imperativo categrico.

No basta con atravesar, indemnes, el condicionamientoeducativo, intercambiar espacios y culturas, saber lospormenores ntimos de nuestro admirados hroes. Es

necesario tomar el timn de la propia vida.

Humanizarse, crecer ms y ms en lo humano, tienemuy poco o nada que ver con la industria editorial de laautoayuda o la fidelidad a libros como ste. Tiene quever sobre todo con destilar felicidad y compartirla deun modo incondicional. Una amable expectativa que

nos reta a disfrutar del resto de nuestra vida,mejorando siempre en el actuar, mejorando enrenunciar, aprendiendo, primero a aprender y luego aensear. Sin ms recursos que una vida por vivir convalor, por cumplir como es debido.

Debo a la razn serena el frreo rechazo de las trampas

del racionalismo recalcitrante que, lejos de ser unainofensiva moda pasajera, se ha convertido en un letallecho de Procusto, en el que ya no tienen cabida ni lohumano ni el alma.

Reposo en una razn mucho ms dulce, consciente desus propios lmites, enamorada de aquellos mbitos

ignotos ms all de sus fronteras.


59/164

- 59 -

Defiendo una razn bien antigua, que sabe de lassutiles fibras que tejen el aparentemente slido tapizdel mundo, que as conoce cmo el alma del

observador construye el espejismo de lo real a suimagen y semejanza.

Qu importa que otros traten de destruir en vanoaquello que su ceguera niega ver o que su soberbiaignorancia no entiende?

Quien escruta el futuro, ha de ser necesariamentebueno. All donde la oracin es escucha, el arte esalabanza. Siempre ha sido as. Alas que aquellos queenvejecieron al ritmo de su ignorancia ni siquieraimaginan.

Modalidades de una misma substancia, no somos.

Inmutable impermanencia de formas que se suceden,all donde el camino parece ausente es donde seencuentra el verdadero camino.

Bajo la estruendosa superficie del conflicto, se ocultaplacida y armoniosa la coincidencia. As, el sueoeterno de lo real se desvanece tan pronto como se crea.

Pese a quien pese (dioses), caiga quien caiga (tronos,torres y autoengaos), eterno parclito y creador, ven(si quieres, claro) e infunde cada rincn, cadaresquicio, cada grieta de nuestra alma con permanentevirtud. Deconstruccin deconstruida. Atisbo inmortal,inteleccin, emocin y accin impersonal. Natural

comprensin, natural compasin. Atencin, sinintencin.


60/164

- 60 -

Ahora y siempre, in paradiso. Alcanzarse en la caza,bienaventuranza, gozar ya sin miedo. Sin miedo...

Sin miedo al miedo.

La espera, que purifica la intencin. Los preparativos,que anticipan el furtivo encuentro y lo recrean. Eldulzor de la paciencia que se sabe desinteresada y totalentrega. Doloroso placer y placentero dolor que nuncatermina cuando termina. Renunciar a la voluntad de

poseer y decidir en la noche fugaz. Ser regalo. Olvidar yolvidarse en el cuidado. Que un amor que es ms quehumano, no deja por ello de ser plenamente humano, sisabe guiarse con certeza de mapas invisibles.


61/164

- 61 -

5Morir y renacer


62/164

- 62 -


63/164

- 63 -

En la Eternidad Todo es Visin.(William Blake, Ierusalem)

Toda vida es un intento arriesgadoque puede dar al traste prematuramente.

(Carl Gustav Jung)

Cuando nos asomamos al interior de las cosas, de laspersonas, del mundo, nos asalta una sorprendenteintensidad vital que no deja entrever el infinitodecorado de su apariencia exterior, como le sucede alalba invisible que toda noche oculta en lo ms ntimo.

As, para borrar la cotidiana oscuridad que asola yenfra nuestra vida, basta una nueva mirada, unejercicio de voluntad, de decisin sbita, un acto deconciencia ser suficiente para que aquella quedeabolida y resplandezca la luz del alba.

Convivimos con los oscuros rincones de nuestra alma,asumimos su txica familiaridad, hasta que un buenda, sin saber muy bien cmo ni por qu, recobramos elanhelo de soar e iluminar de nuevo la trasparencia denuestro pequeo mundo. Voluntad que aporta cuantosabe y cuanto ignora. Ese trnsito aciago por laoscuridad parece, a todas luces, algo imprescindible,

necesario.


64/164

- 64 -

Qu sera de nuestra luz sin el recurso transgresor dela consigna certera de la sombra? Qu simuladatransformacin cabe esperar sin su cuestionamiento?

Qu verdadero acto, si no nace del conocimientoindeleble al experimentar la propia victoria?

Para descubrir que rfalis ya era el paraso fuenecesario volver hacia nosotros la propia mirada mil yuna noches. Lento tapiz que teje en nosotros lahumildad intelectual, la coherencia y la

insobornabilidad de quin ya lo ha perdido todo y anada externo obedece, pues descubri la trampaantagonista que impregna cada renovado instante.

Ms all de las necesidades de nuestro soma hieron,tiene lugar una mirada curiosa e inquieta, que goza dellegar a la esencia de las cosas de una manera limpia y

luminosamente, esto es, sin el artificio de las palabras.

Nuestro anhelo pretende desmontar suavemente losslidos e intangibles muros con los que el frreo ardiddel lenguaje encarcela ahora sutilmente toda nuestraexperiencia de lo sagrado, esto es, del mundo.

Habremos de operar en esa delicada tarea lentamente,con suma atencin y cuidado, para evitar as su posiblecolapso o ruina. Paradjicamente, se requierenpalabras para desvirtuar la perversidad que anida en lapalabra vana, aquella que procura al alma, con el falsoconsuelo de miedos y esperanzas inalcanzables, elmortal olvido de s. Un alma capaz de saborear la

alegra y la tristeza, la serenidad y el dolor, lasolidaridad y la dominacin.


65/164

- 65 -

Modular nuestro aliento para sembrar y hacer crecer elhorror, la mentira y la ignorancia slo puede interesara un mal demasiado frgil, toda vez que sabes (conoces

en ti) su secreto.

Para erradicar del alma el miedo a la Vida, paraterminar con la resignacin a deshumanizarse, paradespertar en ella una libertad solidaria, tomo una vezms la venenosa palabra.

Esa fuerza imparable habr de resurgir de nuestrosescombros, con la tenacidad que cabe esperar a lapromesa divina.


66/164

- 66 -

Campo escalar bien oculto tras la penumbra de lasluminosas sombras que nos revela que verdad ybelleza no pueden ser cosas distintas, que, si no quieres

perderte en la arrogante impostura, ha de ser honestoel modo en que te ganas la brevedad de tu vida.

En todo momento, pero sobre todo en las intensashoras felices de la fugaz existencia, han de serincondicionales tu proftica luz y tu aroma.

Si llegramos a tomar conciencia del modo en quenuestras presuposiciones condicionan y distorsionanel cmo percibimos la realidad, dicha realidad se veraradicalmente transformada al tiempo que la mayorparte de nuestras actuales certezas si no todas-caeran fulminadas.

El modo prctico de tomar dicha conciencia ha sidotransmitido como el testigo en una carrera de relevodesde los orgenes de la humanidad, de generacin engeneracin, con la pericia y cautelas necesarias paraburlar la accin hostil de aquellos quienes, tambin degeneracin en generacin, han concentrado todos susesfuerzos y recursos en impedir que dicha toma de

conciencia tenga lugar. Y an siguen hacindolo.

Ansiamos un morir que nos permita alterar el ritmo delfrenes cotidiano, entregndonos el don (para algunosla maldicin) de tener ms tiempo de saborear eltiempo y encontrar el mtodo ms apropiado deasimilar su primordial cualidad estival, sin dejarse

embaucar por las apariencias.


67/164

- 67 -

La intensidad de la luz sobre las irisadas plumas deUriel requiere de una lectura ms sosegada, de mayorcalma y atencin, a riesgo de malinterpretar su crucial

mensaje. Antao, los sabios realizaban dicha lectura enalta voz, para saborear su estilo, impregnarse delvibrar rtmico entre pulsos y pausas y, sobre todo,cultivar as la memoria del instante.

Leer la luz, sin intencin, sin dejar que interfieraningn perverso criterio de rentabilidad funcional e

instrumental de los que habitualmente nos intoxican,tambin es un verdadero arte. No temamos serdesilusionados por su huera frivolidad, muy alcontrario, dejemos que esa previsible decepcin de lotrivial sea la que nos despierte.

Devolver miseria por miseria es haber extraviado el

equilibrio, resistirse a devolver la incertidumbre de lascosas, trascendiendo la necesaria polaridad de lasformas, a su sitio y centro preciso, creacin eterna paraquien sabe renovar a cada instante la mirada, paraquien guarda en su corazn los ecos de una bellezaincomparable y cumple con su deber sagrado depreservar el infinito amor a esa Vida que an lo

vivifica.

Quin pudiera volver a sentir la belleza de la soledad,de la oscuridad y del amor imposible, con idnticosbito temblor con que el que se quiebran losingrvidos, dulcemente gentiles y tan amados mundossutiles de aquel alma que, como la nuestra, como la de

tantos y tantos otros, antes y despus, regresa ligera deequipaje, como los hijos de la mar.


68/164

- 68 -

Desnudar la pena, el rencor y el desconsuelo. Unconocimiento que no requiere ya ser difundido, sinotan solo netamente saboreado.

La conciencia de que algo irrenunciable estocurriendo dentro de ti, posee la violencia de unarevelacin en la que no caben mrgenes de maniobra,como la que llama a la vida a proteger y alimentarcuanto ha nacido de ella. As, de este modo misterioso ymaravilloso, poco a poco, nuestra consciencia, y con

ella nuestra perspectiva del mundo, se ensancha.

Al compartir, con devota asiduidad, el silente secretode la incubatio nocturna, ensimismados y purificadospor la contemplacin del frtil vaco consciente denuestro oscuro abismo interior, verdadera naturalezaesencial, tan central como insondable, resulta posible

as un recurrente morir y, por ende, un recurrenterenacer, que acaba convirtindose en propio camino.

Arduo camino, que slo resulta posible recorrer cadavez sin claudicar desde el misterio de nuestro mejordon. Cul es, desde el aparente aqu y ahora en el quete encuentras, el tuyo? Quiz proteger empero, ante la

contrariedad y la adversidad, una sonrisa escondida?Quiz lograr mantenerte disponible a la experiencia?Quiz elegir disfrutar del enigma de tu existencia,sucumbiendo dcil ante el colosal tsunami deincertidumbre?

Lo nico que an podemos oponer a la perversa

destruccin del ser humano es la construccin de unnuevo ser humano.


69/164

- 69 -

Toda vez que desvelamos su mensaje, cada instantetransparenta su condicin sagrada y nos instala en sucrucial encrucijada. Al comprender la ascesis de los

rigores iniciticos, queda desde ese mgico momentojustificada y recompensada. El torpe deletreo, trocadodisciplina, se torna ahora finalmente discernimiento. Elmantra de su latido, al fin, el corazn entiende.

Incapaces ya de acallar su agitada mente, de imitarsiquiera al silencio, asisten incrdulos a la srdida

rehabilitacin del mal sobre la tierra, a la persistentedanza de la muerte que les crea y recrea tan locuazdesde dentro.

Cmo medirnos la conciencia, cuando cada daasumimos que el abismo se ensanche ms y ms entrenosotros? Acaso hemos olvidado que el silencio entre

dos notas, del modo ms misterioso, las une parasiempre en nuestra alma? Sucumbimos de nuevo a lallamada del pasado que intuimos en el canto de lassirenas?

Quiz nuestra vida no nos pertenece. Del vientre a latumba, estamos unidos a cuantos nos precedieron en el

pasado, a cuantos acompaan hoy nuestro presente.As, en cada crimen cometido, en cada gesto amable,alumbramos tambin, de un modo irremediable ypreciso, sin saberlo, nuestro futuro. No suele ser buenesclavo quin recorri las vidas y los mundos. Inclusoahora que las mismas fuerzas ocultas que mueven elmundo agitan nuestros corazones y se revelan certeras

en nuestro interior, guiando por la senda del eternoretorno de nuevo nuestros pasos.


70/164

- 70 -

Tan amarga como clida, la cordura, que descubre loabsurdo que esconde el misterio, Dios mediante. Slose muere cuerdo, ya sin palabras con las que dar forma

a nuestros temores y miedos.

Quien alguna vez ha sentido as su plmbeo cuerpotransmutado por la gracia del amor, sabe de lo queaquel es capaz. A travs de su secreto, en permanentemuerte y renovacin, cualquiera puede as transformarsu alma en un radiante sol, e iluminar con ella el

mundo. Recuerda que el escenario es efmero, y slo tucreador conoce la verdadera cifra de tu hora. Antes deque podamos darnos cuenta, regresamos al ara delsacrificio.


71/164

- 71 -

6Tabrica metamorphosis


72/164

- 72 -


73/164

- 73 -

Contradictoria coincidunt in Natura.(Marsilio Ficino, Theologia platnica)

Quis hunc nostrumchamaleonta non admiretur?

(Pico de la Mirandola, De hominis dignitate)

Los seres humanos, al igual que les ocurre a los dioses,al contradecirse se trascienden. Puede haber algo anms elevado que aquello capaz de trascenderse a smismo?

Quiz por ello la fra castidad de Diana necesita de sufuror cinegtico, los excesos dionisiacos del reposopurificador, la mesura apolnea del frtil frenesmusical, el locuaz Hermes recomienda con totalvehemencia el silencio, Minerva gusta defender la pazbajo su atuendo marcial, Marte babea dcil ante losencantos cordiales de Venus, la cual, a su vez, slo se

entrega paradjica a quien, en frrea lucha y con furorheroico, verdaderamente la merece

La dinmica tiene lugar gracias al necesariocontrapunto. El error de Paris fue dejarse deslumbrarpor una belleza meramente sensorial, ignorandoponderar la infinita sutileza de la majestad y la

sabidura, que no admiten posible discordia.


74/164

- 74 -

Es as la parcialidad sesgada la que, al tiempo quetermina por extraviarnos, verdaderamente nos

deshumaniza. Es la pereza de la mirada sensorial la quese abandona a la defensa de intereses espurios,ignorando que slo en la totalidad tiene posibilidad deaunar discordancias la armona. Qu clase demisericordia es la que no ama a su enemigo y deja delado al diablo? No, ciertamente, la de un Dios.

As, el mismo Logos cortante, que disea el espejismode la creacin con voz vibrante, rene como Mitos loficticiamente separado en el ms absoluto silencio. Sinespejo, no hay reflejo que valga. Revela menos Hermespor todo lo que cuenta, que la silente Atenea por lo quetan sabiamente calla.

All donde lo ausente resulta lo esencial y lo marginalfundamental, la razn resulta una herramienta muypeligrosa y resbaladiza en extremo. Quiz por ello losmanicomios pasados, presentes y futuros rebosan deexgetas que an no se saben (reconocen) escindidos(esquizofrnicos). No se debe buscar en la periferia sucentro. Quiz tambin por ello Heracles no dudo al

resolver la ordala laberntica de elegir, entre Virtus yVoluptas, tertium datur, ms all de toda loa yreconocimiento, a las dos.

Lo dicho: los dioses, al igual que les sucede a loshroes, al complicarse la vida como slo ellos sabenhacerlo, la trascienden. Los tibios perecen.


75/164

- 75 -

El sptimo signo de inmortalidad de los diecisiete quecaracterizan al ser humano virtuoso que ya hayaalcanzado la condicin heroica, es la mutabilidad

opcional, esto es, elegir el modo de cambiar a voluntad.Puede as permanecer sentado durante horas enabsoluta inmovilidad, como un mineral respirante,vegetar frente al radiante sol televisivo, como unaplanta, airarse con la vehemencia del depredadorenfurecido, danzar en torno al oscuro centro de suabismo interior, como un dinmico cmulo de galaxias,

interpretar los designios divinos con la fidelidad propiade un ngel e incluso sobrepasar toda la jerarqua queordena y organiza la precedencia de los mundos,espejando todo el universo desde s, como imaginariocreador.

En los pormenores de nuestra azarosa bsqueda

transformadora, recreamos el mismo universo altiempo que renacemos somos renacidos- con l.Somos capaces de encontrar, vez tras vez, al oculto Panen el siempre cambiante y escurridizo Proteo,prodigioso holograma donde cada minscula parte sereconoce todo en el todo. Triada divina capaz demostrar a un mismo tiempo sus antagnicos extremos,

sin dejar por ello de mantenerlos unidos en su centro.Quiz esa fue la razn de que el mismo Hegel cayerafascinado por la dialctica rfica reconciliada en elxtasis, sintindose obligado a la vanidad de compartirsu descubrimiento de la tridica manifestacin delespritu, tras la lectura de Proclo. As, el mismo Dios,obligado a su divina coherencia, gusta siempre

mostrarse por doquier tan contradictorio.


76/164

- 76 -

Cuando despertamos a la consciencia de saber, nosinvade el asombro, la extraeza y el desconcierto antela mirada recin estrenada y el reverberar un eco que

siempre resulta muy difcil de explicar. Es, quiz, comotratar de convivir con un extrao, algo desdibujado,que mora an dentro de nosotros, pero al que ya noreconocemos como propio. Afrontar la sensacin desoledad y desorientacin experimentada es un reto degran inters, propio de un exilio.

Dnde trazar la frontera entre el nuevo no-yo y el

antiguo yo? Al igual que sucede con el otoal estado deconciencia atenta, quiz fuera ms fcil establecer ladistincin entre una respiracin convencional y lossutiles matices del suspiro.

Morir a la falsa identidad que palidece ante nosotros yal mundo efmero que construy, no resulta un procesonada fcil, por lo que resulta tentador volver a cometerel error.Lo nico que puede conducirnos al desapego es ladesesperacin de saber, por experiencia propia, que esintil lo que hagamos o dejemos de hacer, cuando nosvemos obligados a renunciar a todos los ardides ytretas acumulados para conseguir que ocurra, incluido

ese acto de renuncia que tenemos previsto realizar a lolargo de la prxima accin ritual. No hay modo dellegar a donde uno ya est. En descubrir lo obvio:Simplemente ocurre, estaba la clave maestra denuestro heroico y vano viaje.

Bien mirado, no hacan falta alforjas!


77/164

- 77 -


78/164

- 78 -


79/164

- 79 -

7El tesoro


80/164

- 80 -


81/164

- 81 -

Por el corazn puro se conoce la verdad,en el corazn puro la verdad reposa.

(Yjavalkya)

No odiis ni deseis nada:ste no es vuestro mundo, extranjeros.

(Baslides)

Puede que la mayora de los exiguos lectores de estaobra, terminen por despacharla con un juicio fcil yapresurado como ms de lo mismo o el delirio de un

demente locuaz. Puede que la condenen en pblico yla relean, a escondidas en el cuarto de bao.

Si las expectativas creadas desde el prlogo, o desde lamisma portada, se vieron ya defraudadas fue quizporque en lugar de secretos, se encontr la revelacinde lo tcito, de lo que todos sabemos, de lo que todo elmundo ya conoce.

A medida que nuestra conciencia se adentra en eseCorazn ms all del corazn, se aprecia con mayornitidez la certeza de que todos compartimos idnticaesencia ab origen, que brotamos como hojas, flores yfrutos de una raz comn, que centelleamos como lasmiradas de perlas de luz del sol que se reflejan sobre

el impermanente ro de formas.


82/164

- 82 -

La mirada del regreso es la del juego terminado, cuyaexperiencia contagiar de modo indeleble el prximo

juego. La inmensa y esplndida ilusin de existirpuede seguir y seguir, dando forma a nuevas melodasde forma inagotable, creando pautas, colores, sabores,texturas y aromas. Belleza y terror, amor y tragedia,cisnes majestuosos sobre el espejo de Campo Grande ogaviotas desafiando la tempestad en Finisterre.

La danza de nuestra mirada, encontrando un sinfn deposibilidades que separan, al tiempo que unen, alblanco y negro, al ser y al no-ser, al mgico quiz Alldonde el Eterno juega a esconderse y encontrarse, encada uno de nosotros, bajo un nuevo y prometedordisfraz, temiendo y deseando al mismo tiempo volver ajugar una vez ms me encontrar? me inventar denuevo? Entre tanto rostro, alejado de s mismo, cmome reconocer? Aqu, aqu y aqu. Acabo de llegarpara morir una vez ms. Una vez ms.

La vida carece de sentido, toda vez que t no leproporcionas uno estimulante. Dicho sentido requierede tres movimientos: conocernos desde dentro; sabercules son nuestros mejores dones e involucrarse con

la vida, mientras nos quede tiempo. Responder a lallamada heroica que todos recibimos, nutre de manerairreparable nuestra alma. Cada pequea accin, cadaproyecto cotidiano tiene algo de sacramento, en lamedida en que somos conscientes cmo se dispara lagracia en nosotros, alumbra nuestros innatos tesoros yrenueva cada latido.


83/164

- 83 -

No hay virtud en la soledad involuntaria de quien seignora divinidad y renuncia a la curiosidad de saberhacia dnde le llevaran sus alas. El futuro es una

direccin irrenunciable del alma, la ambicin desonrer, al llegar por fin, a casa tras la peripecia.Mientras tanto


84/164

- 84 -


85/164

- 85 -

8El retorno magistral


86/164

- 86 -


87/164

- 87 -

Mejrate a ti mismoy habr un granuja menos en el mundo.

(Thomas Carlyle)

Empeados en ser valiosos a nuestro prjimo,basta con iniciarse en la larga y solitaria empresa

de perfeccionarnos a nosotros mismos.(Robertson Davies)

Prisioneros del espejismo de un desarrollo y progresoinfinitos, solemos imaginarnos el futuro viviendo entremgicos y sofisticados electrodomsticos que noshagan la vida ms fcil, en lugar de conviviendo en unacomunidad de seres humanos mejores. Y en la cmodaespera de ese futuro tecnolgico pluscuamperfecto,satisfechos, nos conformamos en un torpe intento por

sobrevivir zombificados, ahogados en una compulsinde consumo ostentoso, espiritualmente atolondrados yatrofiados en nuestro propio ensimismamientoalimentario, productivo, reproductivo y restaurativo,vegetando en manzanas de colmenas urbanas,salpicadas de iglesias y bares donde encontrar algnconsuelo espiritual al absurdo vital asumido y un

cmodo simulacro de comunidad.


88/164

- 88 -

Encorsetada, esclerotizada, abandonada a s misma,entregada a una inercia avariciosa y explotadora quesocava los fundamentos de su propia humanidad,

ahora que es ms necesario que nunca, nuestrasociedad se resiste a evolucionar y crecer hacia algomejor.

Nadie quiere abandonar sus objetivos e interesespersonales en aras al bien comn. Desde laconformidad, hemos aceptado la intromisin del caos

que nos mantiene aislados, hemos cedido a las fuerzasde la disolucin.

Bastar de nuevo con que una pequea minoracreativa de individuos auto-mejorados vuelva aorganizarse y comulgar en secreto, semillas deeternidad de las que brotan imperios y los mantienen

mientras no olvidan.

La lite comienza siempre desde lo ms bajo. Slodesde el abismo del alma se comprende que sine veraecclesia, nulla salus est.

De cuando en cuando, aparecen minoras creativas que,

cansadas de las mismas rutinas e insatisfechas con lassituacin actual, buscan unirse a personas afines, conobjetivos y valores comunes y forman un grupo en elque concentrar sus energas, informacin y habilidadespara buscar alternativas funcionales de cambio,generando una sinergia de creciente complejidad quecuestione las bases de la lealtad cvica, las maneras de

los privilegiados y desafe el status quo .


89/164

- 89 -

Dichos grupos deben ser lo suficientemente pequeoscomo para pasar desapercibidos y no resultarpeligrosos, permitir una intensa interaccin personal

en la que todos acten de manera voluntaria ycontribuyan al objetivo comn con lo mejor de smismos. Ello no es posible sin primero

1) captar recursos y convivir con otros grupos en elexterior,2) administrar recursos y funciones en el interior,

3) desarrollar y mantener una identidad de propsito ysentido comn en lo intencional.

Cada clula comienza por un mnimo de tres individuosque sean capaces de realimentarse mutuamente ycrecer desde su cooperacin.

Dicha cooperacin se materializar en reunionesconjuntas en las que la informacin fluye, donde cadauno sabe claramente qu tiene que hacer y lo hace, enun espacio de armona capaz de trocar egosmo ciegoen lcido altruismo.

Cuatro axiomas espirituales quiz te basten como un

escueto programa tico:

1)Aquello que daas, te daa;2)acta desde tu propio conocimiento y experiencia;3)eres responsable de tus pensamientos, deseos y

actos y4)constryete hasta alcanzar la mejor versin de ti

misma, de ti mismo; s aquello que ests llamadoa ser.


90/164

- 90 -

Allende genes y memes, tales axiomas quiz no tegarantizan la vida eterna, pero contribuirn a hacer de

tu entorno prximo un lugar ms consciente, esto es,ms humano. Te apuntas? Busca a otros dos y poneosa trabajar juntos en comn unidad!


91/164

- 91 -

9Mundus Imaginalis


92/164

- 92 -


93/164

- 93 -

Si la propia potencia divinano habitara ya en nosotros,

cmo podra el Eternoarrebatarnos en xtasis?

(Najm Kobr)

Superata tellumsidera donat.

(Boecio)

Siete viajes se suceden y entretejen el periplo del hroe

que ve crecer desde s un cuerpo luminoso, a modo desudario, que le acompaar de xodo interior en xodointerior hacia hiperbrea, su lugar de origen.

Cada viaje otorga al caminante un nuevo peldao sobreel arcoris, prodigiosa escalera de color que permite assaborear insospechados matices pticos del regreso a

la luz fuente, y acrecentar experiencia y certeza sobrelos que asentar la estrenada mirada. All donde somoscambio, todo cambia. Cmo puede ser?

El cmputo temporal, obediente al regular discurrir delos astros, sigue ahora el ritmo del Alma. Liberado delnudo temporal, el cuerpo se vuelve frtil y desde supropio limo se recrea presto a recibir admico aliento.


94/164

- 94 -

Barco que navega sin ms timn que la certeza, sobrela burla de sordos y ciegos, el diluvio de los deseosdesordenados y la furia de las malas pasiones, lleva aNo a mejor puerto.

Tierra prometida que anhela acoger aquel abrahmicocorazn que ya late confiado en la escucha, dispuesto aguiar sus pasos bendiciendo su exilio, atento al salmoconfidencial de la zarza ardiente, que le recuerda como

naci mosaico a salvo de las aguas.

Davdica corona sobre aquel que derrot sus sombras ytriunf sobre s mismo, siguiendo la estela de los reyesannimos que en salomnica justicia entregan elmgico testigo de su saber a quienes les sucedern,aunque nazcan en la pobreza de un pesebre, siendo su

progenitura espiritual.Negra tiniebla, virando a veces al gris humo, para lascenizas del cuerpo; azul la corona que apacigua todaslas aguas; rojo el fuego del pensamiento iluminado;blanca el alma. Oro del espritu; negro secreto la nocheluminosa; verde esmeralda el secreto del secreto.

Cada corona, una trampa. Cada escaln, una invitacinal tropiezo y la cada; cada profeta tiene por lastre elpeso de su propio extravo como crucial aviso para losintrpidos que desdean la ocasin para perderse en eldelirio, all donde se desequilibra la sutil balanza. As,cada nuevo estado sucumbe, apenas nacido, a cuantopreviamente hubiera superado y perece en su triunfo.


95/164

- 95 -


96/164

- 96 -

Cualquier ruptura prematura del proceso heroico sloresulta una iniciacin estril; huero esfuerzo vano, celointil, toda vez que la obra qued inacabada, perversa

por frgil- asimetra: Mesas que se resiste al peligrode ser crucificado cuando ni siquiera ha nacido.

Si todo sigue su curso natural (el del Todo), se habralcanzado, fuera del espacio y del tiempo, sustradosvivos a la propia muerte, aquella virtus heroica quecapacita para recibir (ser investido por) el manto deluz, fiel espejo en el que ocurre el encuentro teofnico,all donde lo vertical irrumpe, se interpone y disea lovertical, y lo fecunda. Un regresar a casa, teraputicoabrazo de Hygieia10.

All donde el destino astral ha sido suplantado por elser proftico, acta un nuevo cuerpo sutil para el queya todo, Terra lcida, rebelada su magia, resulta

posible a cada instante.

Cumpli as su palabra inicial el ngel, pues entregel periplo del viaje el rdito de su promesa, tal como asdeja patente, en estas lneas, el relato del exilio y laprevalencia del ntimo sentir que acompaa, ya parasiempre, al corazn heroico, a su regreso y le permite

descubrir, paso a paso, da tras da, como todo aconteceen una suerte de suceder simple, perfecto, con lamisma naturalidad que se hacen grgaras con un tragode colutorio esmeralda, Elixir Licor del Polo, sin dejarpor ello de ser afortunado.11

10La Fuente de la Vida, Ed. QyDado (2011)11Caro espiritualis.


97/164

- 97 -


98/164

- 98 -

Tu grado de contemplacin revela siempre la medidade lo que eres, tu aureola12. No veas as error, fealdadni obstculo alguno, all donde slo reina la cristalina e

irisada trasparencia de la belleza.Toda bsqueda est llamada a finalizar, en la medidaque se completa. La partcula luminosa termina porreconocer (reconocerse en) la Fuente de Luz, pues slolo semejante aspira, entiende y reconoce su semejante,tambin en el mbito suprasensible, en una suerte deinteraccin, de accin recproca, de fusin en los sutilesumbrales los matices de un mismo espect

Documents

Héroe (Conciencia expandida) - Abraham González Lara (2013)