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La identidad Q ‘eqehí Percepción de la realidad y autoconciencia de un grupo de agricultores de roza de Guatemala 1 Almudena HERNANDO GONZALO Universidad Complutense RESUMEN El objetivo último de este trabajo es la investigación de las pautas de racionalidad o tipo de modelación de la conciencia que puede caracterizar a un grupo de agriculto- res de roza. Se parte de la convicción deque existe una correlación entre nivel de com- plejidad socio-económica y tipo de percepción de la realidad, que puede mantenerse en contextos históricos distintos. En consecuencia, se utiliza la información obtenida a través de trabajo etnográfico con los Q’eqchíes de Alta Verapaz (Guatemala) como fuente de sugerencias generalizables en ese sentido. Palabras clave: Q’eqchí’, K’ekchi’, agricultores dc roza, Guatemala. ABSTRACT This paper tries to rcflect on ¡he kind of conciousness or dxc order of rationality which defines ¡he perception of reality among groups of slash-and-burn agricultura- lists. It is assumed a direct correlation betwecn levels of socio-economic complexity Este artículo es resultado, por un lado, del trabajo de campo etnográfico realizado gra- cias a la concesión de financiación para un Proyecto a Grupos Precompoetitivos de la Univer- sidad Complutense de Madrid (PRI 9/94-5375/94), bajo el título «Pautas de poblainiento y ocu- pación del territorio en el área kekchf de Chahal (Alta Verapaz, Guatemala)» . Por otro lado, de algunas lecturas a las que tuve acceso durante una estancia en el Departamento de Antropolo- Revista Española de Antropología Americana, 27, 199-220. Servicio Publicaciones UCM. Madrid, 1997

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El objetivo último de este trabajo es la investigación de las pautas de racionalidad o tipo de modelación de la conciencia que puede caracterizar a un grupo de agricultores de roza. Se parte de la convicción deque existe una correlación entre nivel de complejidad socio-económica y tipo de percepción de la realidad, que puede mantenerse en contextos históricos distintos. En consecuencia, se utiliza la información obtenida a través de trabajo etnográfico con los Q’eqchíes de Alta Verapaz (Guatemala) como fuente de sugerencias generalizables en ese sentido.

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La identidadQ ‘eqehíPercepciónde la realidady autoconcienciade un grupode agricultoresde

roza de Guatemala1

AlmudenaHERNANDO GONZALOUniversidad Complutense

RESUMEN

El objetivoúltimo deestetrabajoeslainvestigacióndelaspautasde racionalidado tipo demodelaciónde laconcienciaquepuedecaracterizara un grupode agriculto-resderoza.Separtede la conviccióndequeexisteunacorrelaciónentrenivel decom-plejidad socio-económicay tipo depercepciónde la realidad,quepuedemantenerseen contextoshistóricosdistintos. En consecuencia,se utiliza la informaciónobtenidaa travésde trabajoetnográficocon los Q’eqchíesde Alta Verapaz(Guatemala)comofuentede sugerenciasgeneralizablesenesesentido.

Palabras clave: Q’eqchí’, K’ekchi’, agricultores dc roza, Guatemala.

ABSTRACT

This papertries to rcflect on ¡hekind of conciousnessor dxc order of rationalitywhich defines¡heperceptionof reality among groupsof slash-and-burnagricultura-lists. It is assumeda direct correlationbetwecnlevels of socio-economiccomplexity

Este artículoes resultado,porun lado, del trabajode campoetnográficorealizadogra-ciasa la concesióndefinanciaciónparaun Proyectoa GruposPrecompoetitivosdela Univer-sidadComplutensedeMadrid (PRI9/94-5375/94),bajoel título «Pautasdepoblainientoy ocu-pación del territorio en el áreakekchf deChahal (Alta Verapaz, Guatemala)». Porotro lado,dealgunaslecturasalas quetuveaccesoduranteunaestanciaenel DepartamentodeAntropolo-

RevistaEspañoladeAntropología Americana,27, 199-220.ServicioPublicacionesUCM. Madrid, 1997

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andkinds of perceptionof reality, andtherefore¡he possibility of generalizationonsorne traits to thegroups in thesanie level. On this basisethnographicinformationaboutdic Q’eqchí’ group in Guatemalais analysed.

Key words: Q’eqchí’, K’ekchf, SlashandBurn agriculturalists,Guatemala.

INTRODUCCIÓN

Los que nos dedicamosal estudiode nuestromásremotopasadoemprende-mosencadainvestigaciónparticularunadificilísima tarea:reconstruirun mododevidadel queno nosquedaningún testigodirecto,ningúnaotra sugerenciaquelaquepodamosatribuiralaculturamaterialque,trascomplejosy variadosprocesosde descomposicióny alteración, se ha conservado.Comoya dijera hacetiempoSchiffer(1988), nuestrataitaasumeel riesgodc un quintuplesaltomortal en elvacio, en esevacíoinmensoquevadesdela constituciónde una sociedaden elpasadohastasureconstrucción,inevitablementeparcial,enel presente.

Sinquererentrarahoraen las peculiaridadesy complejidadesqueunaela-boracióndeestetipo implica, me gustadallamar la atenciónsobreunode losaspectosquecreoseignorandemaneramásgeneralizadacuandohablamosdelas sociedadesde la Prehistoria:pareceque muchasvecesolvidamosque loqueintentamosreconstruiro interpretarson el tipo de relacionesque,en muydistintosniveles,protagonizarongruposhumanos, gente delpasado.

Laspáginassiguientesconstituyenun intentode búsquedade algunasdeesasgentes.Soy conscientedelas sutilezasy complejidadesdela empresa,delos frágilesterrenosen los quehede entrar.Por ello, tengointerésen aclararex initio algunasasuncionesy presupuestosde losqueparto:

10) Defiendoun planteamientoevolucionista.Creoquela transformaciónculturales un procesodecarácteracumulativodefinidoen el mundoocciden-tal enquenos situamos,entreotrascosas,porun aumentoconstantede cono-cimientoscongruentesconlarealidady dela mecánicacausalqueexplicalosfenómenosnaturales(Elias 1992).

Creoquehayunarelacióndirectaentreelgradodecomplejidadsocio-eco-nómicay cl volumendeconocimientosheredados,y quepor tanto,elmomen-to enquevivimos de la civilización occidentalrepresentael estadioúltimo deeseprocesoacumulativoy las fasesde la Prehistoria,los primeros.

glade laUniversidaddeCalifornia, Los Angeles,graciasa unaBecaComplutenseDel Amo.El Prof. TimothyEarlemedió todaslasfacilidadesparael trabajo,queno sehubierallevadoacabosin la ayudadel Prof.Antonio Gilman.

Además,deseoagradecerla ayuday colaboraciónalos q’eqchíesdelasmontañasdeCha-ha], a los P. Marvin Soteloy Arturo Escalante,M.S.C.delCentroFaustinoVillanuevadeCha-ha], y alos siempreamigos,cálidosy generososMarcosAsig y PilarHoyosdeCobán.

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20) Creoque, a medidaqueavanzamosen eseproceso,va transforman-doselapercepciónde la realidad,yaquedefiendounarelaciónde tipo estruc-tural entre:(1) aumentode la complejidadsocio-económica,(2) capacidaddeprevisióny planificacióneconómica,(3) confianzaen el propio trabajoe ini-ciativa comogarantíadesupervivencia,(4) disminuciónde los miedosquelaNaturalezainspira,(5) desvinculaciónemocionalde la realidady (6) aumentodelconocimientode las relacionesmecánicasdecausa-efectoqueexplicanlosfenómenosnaturales.

30) Decir quela realidadpuedepercibirsedemodosdistintoses lo mismoque decirquepuedeser«pensada»y «sentida»de maneradiferente.En con-secuencia,defiendoque a niveles de complejidadsocio-económicadistinta,correspondenpautasafectivase intelectualesdiferentesde los gruposhuma-nos que los protagonizan.Por tanto, me pareceun error intentarexplicarelcomportamientoy las interrelacionesde losgruposdela Prehistoriaatendien-do exclusivamenteasuscaracterísticastecnológicaso socio-económicas.Paraalcanzarunaadecuadacomprensiónde susmodosdeviday procesosdetrans-formación es necesariointentarcomprenderlo que puede denominarsesu«ordende racionalidad»,asumiendoque éstedebió serprofundamentedife-rentedel nuestro.

40) A mi juicio, esteplanteamiento,explícitamentedesarrolladopor Nor-bertElías (1990ay b, 1992, 1993)a lo largode suprofunday productivalaborinvestigadora,no se ha generalizadoen elmundoacadémicoquese ocupadelestudiodel hombrey de ¡a culturapor dos razonesbásicas:

1. Los interesescreadosalrededorde laespecializacionacadémicade lasdistintasdisciplinasquede ello se ocupan,digamoslaPsicología,la Biología,la Antropología,la Sociologíay la Historia, esencialmente.Ello ha dificulta-do la fluidez en el trasvasedc conocimientosy planteamientosdesarrolladosen cadaunade ellasa todaslas demás,impidiendoun correctoacercamientoa la complejidad-tanto desdeun punto de vistasincrónicocomodiacrónico-que entrañael «fenómenohumano».

II. El miedoa quela clasificaciónpor estadiosde complejidadcrecientede los gruposhumanosfueraentendidoen un sentidomoral de clasificaciónjerárquicadel «valor»humanodeesosgrupos,de sumayoro menor «huma-nidad»o «dignidadhumana»,traslos excesosy desviacionesdel evolucionis-mo decimonónico.

50) Creo quela Historia del mundooccidentaldemuestraque,en lo querespectaa lapercepciónquelos miembrosde un grupo social tienende sí mis-mos,las transformacionesvividashastaelmomentohanseguidounatendenciaclara,observaday explicadatambiénpor los escasosinvestigadoresdelos suti-les y profundoscambiosde las ideas(cfr. Le Goff 1981, 1994,Goody 1986).

Estatendenciaapuntaa un crecimientoparalelodelas esferasy nivelesdeintegraciónsocial (sólo posiblespor un aumentode la división funcionaly laespecializacióndel trabajo)y dela individualizaciónde losmiembrosdelgrupo

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social, o lo que es lo mismo, dela disminuciónde su dependenciadel grupocomofuentede proteccióny seguridad(Elías 1990ay b, 1992, 1993).La nece-sidadde actuarsocialmenteen esferascadavez másnumerosasy de diferentecarácterobligaa lapersonaa planificar y calcularcadavez másel alcancedesusacciones,lo quesuponeun control emocionalinnecesariocuandolas esfe-ras de actuaciónson menoscomplejas(Elías 1990a:144,1993). Es decir, amayor complejidadsocio-económica,mayor númerode esferasy niveles deactuacióne interrelaciónsocial, lo que exige mayor represiónemocionalymayor «racionalización»de las personas,estoes,mayor «individualización».

ComobienseñalótambiénN. Elías (1990a:158),precisamenteporqueestedesarrollono es biológico, la tendenciapuedecambiaren el futuro, reducién-doselascadenasde accionesy la individualizaciónde las personas.Esposi-ble queel tipo de interrelacioneshumanasque denominamossociedadsedemuestreinoperantesi se llevaal límite la tendencia.Peroel hechoes quea)esatendenciaexistehastael momentoen la civilización occidental,y b) suaceptaciónno equivalea laconviccióndeunasuperioridad,en ningunodelossentidosposibles,de las formasdevidade losgruposqueocupanlosestadiosmásrecientesde la tendencia.Semejanteidentificación sólo se produciríasicometiéramosel error de considerarnuestrapropia percepcióndel mundocomo«verdadera»o «real»,sin damoscuentade quesóloconstituyeunamásde las modelacionesposiblesdela concienciadel serhumano.

60) En efecto, la cosmovisiónmoderno-occidentaloperadentro de unascategoríasanalíticasdediseccióndela realidad,queformanpartehastatal puntode nuestrapropia identidadque las creemosderivadasde la propia realidad,cuandono son sino otra forma de discurso.Oposicionesdel tipo «naturalezaysociedad»,«naturalezay cultura»,«objeto y sujeto»,«materiay mente»,etc.,etc., nosparecenahoracategoríasrealmenteexistentes,perosólo sonotra formade clasificary valorarla realidaddentrode lacual nos intentamosorientar,quetienenmuchomásquever conlaparcelaciónde los objetosde conocimientodelas distintasdisciplinasquese ocupande la investigación«científico-racional»de la realidad(Elías 1992:85-87)queconla propianaturalezade ésta.

Estaclasedeconocimientoes uno delostiposposiblesde«saber»(Lyotard1989: 44), aunquecaracterizaa¡aModernidadprecisamentepor la relaciónno-emocionalqueestableceentresujetocognoscentey objetoque se conoce,esdecir,por la individualizaciónen la percepcióndeuno mismoqueexige.

En efecto, el «individuo moderno-occidental»2 es una categoríaqueempiezaa perfilarse, comohemosdicho, cuandolanecesidadde interactuar

2 No olvido que, comohanseñaladobrillantesautores,la India es la más antigua delascivilizaciones en poseer «la noción de individuo, de su conciencia,del «yo»» (Mauss1991a:321).PerocomodemostróLouis Dumont(1987:37-38),aunqueel pensamientode los«renunciantes»seasemejaencuestionesesencialesalasdel individuo moderno,presentansinembargocon él unadiferenciaesencial:se tratadc individuos-fuera-del-mundo.Su aparición

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en crecientesesferasy niveles de relaciónva obligandoa una represiónpro-gresivade las emociones.Estaspuedenocultarse,perocomobien descubrióFreud,no poresodejandeexistir, lo quelleva alapercepcióndelaexistenciadeuna«realidadinterior» íntimaeintransferible,quepersonaspertenecientesaestructurassocio-económicasmenoscomplejas,conmenosesferasy nivelesde interrelaciónsocial, no diferenciande igual modo. Esteprocesode «inte-riorización» progresivasupone,por pura definición, unarelación cadavezmenosemocionalconel mundo«exterior»—es la represiónde las emocionesla queprovocaesapercepción—.

Al menosen los niveles másdesarrrolladosintelectualmentede nuestrasociedad,másafectadospor ese procesode cambiosquepuededenominarse«civilizaciónoccidental»,la fuentedeidentidadesenciales ese«yo» personale intransferible,tan cargadode emocionesreprimidasque nos parececonsti-tuir elprimertérminode unarelaciónestablecida,comosegundotérmino,contodo lo demás,incluyendonaturalezahumanay no-humana.La falta de pro-porciónde los dos términosde la comparaciónresultaobvia y, sin embargo,no parececrearnossensaciónde falsedad,mito o fantasía.Sin embargo,essólounapercepciónposibledenosotrosmismos,tanrealy tan pocouniversalcomocualquierotra (Elías 1990a:149-151).

70) Pareceque la identificaciónemocionalcon la realidady la lecturamíticaqueentraña,asícomola faltadeindividualizaciónde los componentesdel grupo social son generalizablesa las sociedadessocio-económicamentemenoscomplejas.Estonadatieneque ver conunafalta de inteligenciao decapacidadde reflexióno de profundidaden el conocimientode estosgrupos.Todoslos estudio~coincidenen afirmar laexhaustividadquedefinesu capa-cidad de observacióny la sutilezade sus argumentos.La elaboraciónde sumundomitico alcanzacotasdifíciles deimaginar, lo quees igual adecirquela realidad que percibenreviste gran complejidad.Ahora bien, «su imagensustancialdel mundoy de susrelacionesfenoménicases otra»(Elias 1990b:88), por lo quesuspensamientosy afectostambiénlo son.

Al parecer,en todoslosgruposhumanosconocidosexisteunapalabraparadesignarsea uno mismo,al «yo»,asícomosufijos y mecanismosverbalesqueexpresanla relaciónentreel sujetoquehablay el objetodel quehabla(Mauss1991a: 310, Elías 1990a: 123, L¿vy-Bruhl 1985: 52). La cuestiónes que larepresentación,el concepto,la comprensiónde ese «yo» es distinta, depen-diendoentreotros factores,del nivel de complejidadsocio-económica,y pare-cecoincidir en aquellosgruposenqueestacomplejidadno eselevada:enestosgrupos,seacual seasu localizacióngeográfica,o estrategiaconcretadesubsis-tencia,el «yo»no estátan delimitadocomonosotrosparecemospercibir

sólo sepermitecomo«oposicióna lasociedady comounaespeciedesuplementoen relaciónaella» (lbidem: 38).

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En aquellosgruposdondelaeconomíay lapolíticano constituyeunaesfe-ra escindidade la malla social (Dumont 1987: 18, Clastres 1981: 111-112),denominados«primitivos» por L¿vy-Bruhl (1985)o Mauss(1991b),y a losqueLivi-Strauss (1964)atribuyó un tipo de pensamiento«salvaje»,el gruposuponehastatal punto la garantíade supervivenciadecadauno desusmiem-bros,queéstosno sepuedenconcebirsin aquel.La identificaciónquese haceconel grupoquele daproteccióny seguridades tal, quela percepciónde unomismo es mucho máscolectiva y social que individual (Elias 1990a: 196;Dumont 1987; Lévy-Bruhl 1985:53,191;Mauss1991a:313).«El servivo ver-daderoes el grupoy los individuos sólo existenpor y paraél» en palabrasdeLévy-Bruhl (1985: 194), repetidascasi textualmentepor otros estudiososdeestos grupos(cfr., por ej., Mauss 1991a: 321). El clásico estudiode Hertz(1990)sobrela representacióncolectivadela muertecorrobora,desdelapers-pectivadel grupo, lamismavaloración:«la muertede un reciénnacidoes,enúltima instancia,un fenómenoinfrasocial»,yaque«al no haberpuestonadadeella en el niño, la sociedadno se sienteconcernidapor sudesaparicióny per-maneceindiferente»(Hertz 1990: 99; cfr.tambiénLévy-Bruhl 1985: 179-180).

Y al igual queextiendenla identificacióndesímismasalgruposocial,noentendiéndosesino comopartede él, lás personasde estosgruposno contem-plantampocolaseparaciónentreellas mismasy la realidadenquese hallaninmersascon la rigidez quea nosotrosnos caracteriza:la realidadesencialessólo una, manifestadaa través deformasdiferentes(Cassirer1972: 234), loque explicala «bipresencia»o «multipresencia»de la quehablaLévy-Bruhl(1985) devivos o muertosatravésde formasdiferentesactuandosimultánea-mente.La clasificacióndelas formasde la naturalezaen seresvivos o inertes,en reinos,géneroso especieses sólo resultadode nuestranecesidadclasifica-toria del mundo,de nuestroalejamientoemocionalde él. Cuandoesanecesi-dadno existe,la realidadno se piensa-lo queestableceríala distancia-,sinoque se siente,confundiéndoseconella (Lévy-Bruhl 1985: 8). La explicacióndel mundoes,entonces,míticay no dialéctica,analítico-racional.

80) Estudiososde la civilización occidentalhandemostradoqueel térmi-no «individuo» no se referíaespecialmenteal serhumañohastael siglo XVII(Elías 1990a:185).En latín clásicono existíael término«individuum» y aun-queexistíaelde «persona»,presentabaun gradobajode generalización(Elías1990a: 184), refiriéndosesólo aunacategoríadederecho—juntoalas res y lasactiones—(Mauss 1991a:323).En el latín medieval,las palabrasindividualiso individuusseutilizabanparahacerreferenciaa algoindivisible, inseparable.Se aludíaa la especificidaddecadacasoparticularde unaespecie,advertidapor los escolásticos(Elías1990a: 185-186).Y aunquedesdeel punto de vistade las institucionesy el derechoparecepoder situarseel germendel desarro-lío constitucionaly de laemergenciadel individuo en el pasodel siglo XII alXIII, momentode emergenciadel «ciudadano»—tantodeestavida comodelaotra,comodemuestraa suvez el nacimientodel Purgatorio—(Le Goff 1981:

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268-269), sólo a partir del Renacimientoempiezaa aplicarseel concepto«individuo»a las personas(Elías 1990a:185).¿Porqué?Pareceobvio queporque sólo en este momentoel desarrollode las sociedadesoccidentaleshabíadesembocadoen un tipo de estructuray situaciónen la cual la percep-ción del hombresobresímismole hacíaconcebirsecomoalgoquepodíaserindependientey distinto de los demás,comoun agentede accionesparticula-resquepuedendiferenciarsede las colectivas,como alguiensuficientementesegurodel control sobrelascircunstanciasen las que vive comoparapoderconcebirsecomounaparteaisladadelgrupoprotector(seala familia, el clan,la tribu o el Estado)sinel que,hastaesemomento,se pudoconcebir.Y le hizofalta unapalabraparadesignarla nuevapercepciónde símismo.

Si estaevoluciónestádemostradapor los historiadores,parecelógicocon-cluir quelas fasesanterioresa las queellos puedenestudiar,estoes,las quecorrespondena la Prehistoria,representenlas fasesinicialesdeeseproceso.

90) Dado que:a) asumouna correlaciónestructuralentre aumentode la complejidad

socio-económica/conocimientoscongruentescon la realidad/disminucióndela inseguridady losmiedosquela naturalezainspira/individualizaciónde losintegrantesde un grupohumano(Elías 1990b: 91),

b) sabemosquelassociedadesactualescon un gradobajodedivisión fun-cionaly especializacióndel trabajo,esdecir,deescasacomplejidadsocio-eco-nómica,parecendemostrardichacorrelación,coincidiendoenel tipo de per-cepciónde la realidady de auto-conciencia(o percepciónde ellosmismos),y

e) sabemosquela Prehistoriaestuvoprotagonizadapor gruposde escasacomplejidadsocio-económica,

— defiendoque la investigacióndelas característicasy ritmos y rasgosdela transformaciónentrelos «órdenesde racionalidad»o tipo de «modelaciónde la auto-conciencia»—en palabrasde Elias (1990a:44)— quecaracterizanagruposactualescazadores-recolectores,agricultores-horticultores,agriculto-res de roza y agricultorescon técnicasintensivas,puede constituir una ricafuentedesugerenciasparacomprenderlosórdenesderacionalidadqueenmar-caron las sociedadesde laPrehistoria.

Si puededemostrarsequeexistenpautasqueseangeneralizablesalosgru-pos actualesde cadaunade estascategorías,podríaasumirseque setratadepautasestructurales,no determinadaspor la localizacióngeográficani tempo-ral ohistórica,yque,portanto,habríanestadoigualmentepresentesengruposdel pasado.

Porello, en estaspáginaspretendoseguirprofundizandoen la percepcióndela realidadquepudo caracterizara un grupode agricultoresderoza,comoaquellosqueprotagonizaronel Neolítico,al menosensus primerosestadios.Me centraréen estecasoen lapercepciónquelosmiembrosdel grupopudie-ron tenerdesímismos,lo quepodríadenominarsesu«autoconciencia».Paraello, utilizarécomoreferenciael análisisdela informaciónobtenidaa través

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del trabajodecampoconlosQ’eqchíes del municipiodeChahal,unapobla-ción de agricultoresde tala y quemaen el Departamentode Alta Verapaz,Guatemala.

IDONEIDAD DEL CASO Q’EQCHJ’ PARA UN ESTUDIO DE LAS«MENTALIDADES» DEL PASADO

Debequedarclaro queno pretendoestablecerunaanalogíadirectaentrelos q’eqchíesde Guatemaladehoy y los agricultoreseuropeosdel Neolítico.No tendríasentido(Hernando1995: 25-28).No sólo las circunstanciasgeo-gráficasy ambientalesen generalson esencialmentediferentes,sino que losq’eqchíesno puedenconsiderarse,de ningún modo,un reductocongeladodeun estadiode vida pasado.Los q’eqchíesparticipande unascaracterísticasculturalesqueles hanpermitidosobrevivirenelpresentey que,dehecho,pue-den considerarseprovocadasen gran partepor la dinámicade interrelaciónestablecidapor los conquistadoresespañoles(Wolf 1968: 297): comunidadesbasadasen elvínculo a la tierra y no en el parentesco,autoridadpolítica enmanoslocalese institucionesde solidaridad,comolas cofradías,quepermití-an el rápido desarrollode unaidentidadcomunalgratificanteparalos afecta-dos por la explotacióny el tributo, y presioneseconómicasdeun caráctertalqueaceleraronlas tendenciashaciala igualdadsocialhastaun puntoqueWolf(1955:459) calificó de «culto a la pobreza».

En cierto sentido,por tanto, los nivelesde integraciónsocial de los queparticipanlos q’eqchiesson máscomplejosquelos quevivieronlos gruposdela Prehistoria.Por otro lado, el conflicto de poderentreunidadesde integra-ción máximade cadamomentohistórico(tribus,estados,etc.),no existeen elcasoq’eqchí’, es decir, no existela tensiónde la guerra inevitableentrelosgruposdela Prehistoria.La razónes lamisma: losq’eqchíespertenecen,aun-queseesfuercenpor ignorarloy negarlo,a unacomunidadpolíticamayor quemonopolizala violencia y protagonizalas tensionesy conflictos con otrasesferasde integraciónsimilares.

Debereconocerse,en consecuencia,que los q’eqchíeshan de presentarnecesariamentealgunasdiferenciasmuy significativasensu percepciónde larealidadcon los gruposde la Prehistoria.Sin embargo,creo que a pesardeello, losq’eqchíespuedenofrecerinformaciónrelevanteparaentenderun tipodemodelacióndela concienciadiferentede lanuestra,yaqueel tipo de estra-tegiade aprovechamientoagrícolaquepractican,la talay quema,implica unatensióninherentequecreo podríageneralizarsea otros gruposcon la misma

La recientetransformaciónde lagrafíaobligaa sustituirel términoescritolCekchí’ porel deq’eqchí’.

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práctica:debidoa un nivel muy bajo dedesarrollotecno-económico,la per-cepciónquetienende la realidades muy estática:sólo tendránsensacióndedominarsuscondicionesdevida, de podersobrevivirsi no se transformanlascondicionesquehangarantizadohastael momentoesasupervivencia.Unodelos mecanismosbásicosquepermitenarticularestanecesidad,comoveremosenlas páginassiguientes,es «sacralizar»el mundoen quese vive, haciéndoleformarpartede la intemporalidadsagradadel mito. Ahorabien,dadoquesonagricultores,se venobligadosa forzar la producciónde esanaturalezasagra-da, generandoasí,comobien señalabaBourdieu(1990:220)al hablarde loscampesinosde la Cabiliaargelina,unatragediaque se repite concadacicloagrícola.

Porello, aunquecreoqueseríadel todoimprocedenteestablecerunaana-logía entrelos q’eqchíesy gruposde la Prehistoriasobreaspectosrelativosasu modo de organizaciónpolítica o social,considero,en cambio,que puedenconstituir una interesantefuente de sugerenciaspara comprenderalgunosaspectosrelativosa la percepciónde la realidadde cualquiergrupode agri-cultoresde roza, incluidoslos de laPrehistona.

NIÑOS/ADULTOS: EL PROCESO DE LA MADUREZ

Como veíamos antes, el aumentode la complejidadsocio-económicaexigeunaparalelarepresióndelas emocionesinmediatasen lasrelacionesdelindividuo (Elías 1993: 454). Pero esta exigenciano podrá cumplirse sin unentrenamientocadavez másprolongadoy severo,lo que conducea afirmarquelasociedadno puedever aumentadosunivel de complejidadsin retrasarla edaddemadurezde las personas(Elias 1990a: 146). El desajusteentrelamadurezbiológicay la madurezpsico-socialvaacrecentándosea medidaqueel dominio de las relacionessocialesva exigiendorepresionesemocionalesycálculosintelectualesmayores.

Seguramentenadieduda de que las personasde nuestroactual sistemaoccidentaltardamosmás en convertimosen verdaderosadultossocialesqueen ningunaotra etapade nuestraHistoria. De hecho,parececada vez másgeneralizadoel casode no conseguirloen absolutopormásañosquese vivan.Y esperono ofender a nadieseñalandoque la inmadurezirredentapareceinclusomáscomúnentrelos hombresqueentrelas mujeresdenuestrasocie-dad. Creoquetodo ello es perfectamenteexplicablepor las dificultadesqueentrañaseradultoparanosotros,¡acantidadde nivelesde interdependenciaypoderque se nos exigedominary, sin ningunaduda, la represiónemocionaltan fuerteque el éxito social exige. Dada la mayorparticipación del hombreen las tareaspúblicasy en la toma de decisionesqueafectana toda la socie-daddebidoa unaenquistaday anacrónicadistribuciónde funcionespor géne-ro queaúnmantenemos,es lógicoqueelentrenamientode «ellos»dificulte el

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éxito delproyecto,mientrasquelamenorexigenciaenel dominio de redesdeinterrelaciónsocialparalasmujeresfavorecela «maduración»deéstas.Indu-dablemente,el precioes la incapacidadde muchasmujeresparaeléxito social,puestoqueno hanrecibido el entrenamientonecesario.A suvez, dadoquesuámbito derelación no es público en la mismamedidaque en el casode loshombres,se exigede ellas unamenorrepresióndelas emociones,lo quecon-tribuye acrearla falsaimpresióndeunamayorgratificaciónen sudesenvol-vimiento afectivo, quese esgrime,asu vez, parajustificar su relegamientoaestecampo.

Ahora bien, este procesode maduraciónque ahoranos caracterizanosiempreha sido igual. En estesentido,creoque los q’eqchíespuedenservir-nos de útil referencia.

Comoya analicéenotro trabajo (Hernandos.f.), la percepciónde las eta-pasdela vida y de la realidaden generalse modifica ligeramentedependien-do de que hablemosde hombreso de mujeresq’eqchíes.Solamentelos pri-merosparticipande la vida social. Las mujerespasanla mayor partedel díaencerradasen la cocinade la cabaña,cuyasparedes,de cañaso tablonesdemadera,apenasdejanpasarla luz deldía. Superspectivadelavidaestánlimi-tadacomola de lavisión de quedisfrutan:son educadasexclusivamenteparala reproduccióny elcuidadopersonalde sushijosy marido.Comoluegovere-mos,no existela opciónderechazodel matrimonio,por lo que lapreparaciónparaésteconstituyetodala formación que reciben.Esto quiere decirque elúnico umbralsignificativo en la vida de unamujer es aquelquemarcael ini-cio de su fertilidad, es decir,el momentoa partirdel cual ya estácapacitadatanto fisiológicacomosocialmenteparacumplir contodas(o con la únicade)las funcionesquese le exigen.

Resultasorprendentecomprobarel gradodemadurezde niñasmuypeque-ñas. Su gradode seriedady responsabilidadenlas tareasdomésticasresultaríaverdaderamenteincomprensiblesi no tuviéramosen cuentala gratificaciónsocial que ese comportamientoles devuelve.En general,siempreestándis-puestasatrabajaren la casapormásdurasqueparezcanlas funcionesqueseles encomiendan.Sabenque«sermujer» consisteen prepararseparaatendercorrectamentea un marido y a los hijos que por supuesto(no les cabeduda)vanatenery aello sededicanincansablemente.El entrenamientonecesarioesreducido.De ellasno se esperainterrelaciónsocialde ningúntipo diferenteala mínimaque se mantendrácon el marido.La mujerq’eqchi’, salvo casosexcepcionales(como Doña Rosa,de la comunidadde SiguanjáII, activa yasertivacomoningunaotradetodaslascomunidadesalrededordeChahal),noparticipaen la vidapública,por lo queno es educadaparatomardecisionesnipara«pensar»másque en unosniveles de síntesiso abstracciónmuy bajos.Lasrelacionesen que se incluyen implican cadeñascausalesdemuy escasoalcance,en las queno es necesaria,además,la distanciaemocional.Los úni-cosmomentosen quecompartetiempoy experienciascon otrasmujeresson

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los dedicadosa prepararcomidascomunitariasparacelebraralgúnaconteci-mientorelacionadoconla actividaddelos hombres,comoel fin de lasiembrade todala comunidad.Su participaciónen estascelebraciones,sin embargo,estáexclusivamentelegitimadaporel incansabletrabajoqueduranteellasrea-lizan, reservándoselos varonesparasí la partelúdica queentrañan.

Por el contrario, la dedicacióna las tareasagrícolashacede los espaciosabiertosel marco de acción de los hombres.A ellos correspondela tomadedecisionesquepuedanafectaral ámbitopúblico de la comunidad.Es decir,adiferenciade la mujer, el hombrese socializa.Peroparareforzarunoslazossocialesque,comohemosdicho, no vienen delparentescosino de lavincula-cióna la tierra,alo largodel añotienenlugardeterminadasactividadescomu-nitariastalescomolaconstruccióndelas viviendaso lasiembra.El éxito socialdel hombreimplica, por tanto,un entrenamientoenredesde interrelaciónmásamplio quelas de la mujer, lo queexigeun cálculomáscomplejode las con-secuenciasde las accionespresentesy un «pensamiento»con un nivel de sín-tesis o abstracciónmayor.Su preparaciónparael éxito social es,en conse-cuencia,algomáscomplejoqueel de la mujer, lo quele lleva a diferenciarensu vidaetapasmásmarcadas,abundantesy de otro carácterquelas de aquella.

El varón empiezaa participaren las tareasagrícolasen el momentoquetiene fuerzaparaello, aproximadamentealosseisaños.Al igual queenelcasodelas mujeres,resultasorprendenteel gradodeseriedady responsabilidaddelos niñosen sutrabajo.El hechode quelas etapasde la vida no se caracten-cen por unadiferenciafuncional,sino casi conexclusividadde intensidaddetrabajo,explica el deseode los niños de demostrardesdemuy pequeñossu«valor social», su capacidadde trabajo,esto es,su éxito personal.Su vidasocial empiezapor acompañarconstantementeasu padrea las tareasagríco-las o a cualquieractividaden la que ésese ocupe; escuchay observa,y asíaprende.Su presenciaes constanteperomuy silenciosa.El no es otro tipo depersonaque su padre(como parecemosconsiderara los niños occidentales),no se esperade él otro comportamientomenosserio. Los escasosnivelesdeinterrelaciónaquesuformaculturalleobligacentranelentrenamientoenmuyescasasfacetas,y el reducido nivel de síntesisde pensamientoque, encual-quier caso, le es necesario,permiten alcanzarrápidamentelos niveles demaduracióndeseados.

LO CONOCIDO Y LO DESCONOCIDO: EL SENTIDO DE LACURIOSIDAD

Todosestosrasgosse asocianaunamaneraparticulardeinteresarseporlarealidad:el q’eqchí’ no tiene el sentidode la curiosidadque a nosotrosnoscaracteriza.Esto no significa, sin embargo,que su fantasíano esté tan desa-rrolladacomolanuestra(no creonecesarioinsistirenquelas capacidadesson

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exactamentelas mismasy quelo único quese transformaes la modelacióndela conciencia).

De hecho,el escasoconocimientode la mecánicacausalqueexplica losfenómenosde lanaturalezaconvierteal mito en el contextoobligado de lec-tura de la realidad.Estapercepciónmítica es unafuente muy eficaz de segu-ridad paraaquellosgruposque no disponende otros mecanismossocio-eco-nómicosquepermitan conjurar los peligros y riesgos a los que todas lassociedadesesténsometidas,yaqueel mito suponeladelimitaciónimaginariadel Cosmosy por tanto,otorgalacontundenteseguridada quienvive en él desentirsesituadoenel Centrodel Mundo,en el único espaciosagrado(Eliade1988). Ahora bien,paraconseguirdichaeficacia,el Mito exige lapermanen-cia en él: todala realidadquecontemplaes unarealidadsagraday por tanto,inamovibley eterna,lo cual significaSinTiempo,quees lo mismoquedecirSin Cambio.Estoes, todo el mecanismode orientaciónque el mito implicaestábasadoen la confianzade que se vive en el único espacioordenado(elrestoes sóloCaos puesno fue elegidoy ordenadopor los dioses)y en quesualteración,lamodificaciónde susrasgoso del comportamientosocialparaelque sirve de marco y modelo conduciríaineludiblementeal Caos a quienesahoradisfrutan de laposiciónprivilegiadade estaren el Centrodel Mundo.Portanto,los gruposquepercibensurealidadesencialmenteatravésdelmitorechazanel cambioen todaslas facetasquese puedanimaginar.

Si el cambiose rechaza,lacuriosidadno existe.En efecto,todala capaci-daddefantasíaq’eqchí’ se depositaenel mito: la naturalezaestápobladadefuerzasy constituyeunarealidadviva, cargadade deseose intencionesa losquedebensometerseloshumanos.Y si el mito se desarrollaenelTiempoPri-mordial (Eliade 1988: 66), en la ausenciadel carácterdiscursivodel tiempo,ello implica quela fantasíaestádepositadano sólo enel espaciocontempladoenel mito, sinotambiénexclusivamenteenelpresente.Por eso,alq’eqchí’ nolepreocupaen absoluto,nuncase pregunta,no contemplade ningunamanerala realidadquehayfuera del espacioque yaconocey del presenteen el quevive. No tiene curiosidad,no quieremásinformaciónquelaquele revelaronlos diosesenelmito, no le hacefalta, sumododeorientaciónvital no laexige.Al practicarunaeconomíadesubsistencia,losresultadosdel trabajosoncono-cidosen elmismo momentodesurealización,incluyéndosetodoen el mismocontextodepercepción(Bourdieu1990: 225).Así pues,no existeunarupturaentrepresentey futuro comodos esferasde pensamientoy actuacióndiferen-tes, lo cual se asocia, inevitablemente,con una modelacióndistinta de laexpectacióny la curiosidadpor lo quese desconoce.

Unavezestablecidoel marcogeneralenel quepuededesarrollarseel sen-tido de la curiosidadde un q’eqchí’, debedecirse,sin embargo,que puededetectarseunaligera variacióndependiendode quenos refiramosahombresoamujeres.La limitaciónderegistrosdel únicorol comprensibleen unamujerdesindividualizaabsolutamenteaésta.Aunque,comohemosvisto, su vida se

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desarrollanormalmenteenaislamientodeotros adultos,suactividadestá,sinembargo,férreamentestandarizaday reglada,sin que puedancontemplarseopcionespersonalesdistintasde las establecidastradicional y comunitaria-mente.El casode los hombrespermite,por el contrario,un pequeñomargenmayordevariación.Dadoqueenellos reside la autoridadpública, la respon-sabilidaddela toma dedecisionesqueafectanal grupo, permaneceabiertalaposibilidaddedemostrardiferentesnivelesde iniciativao asertividad.El hom-bre ha de decidirentrevariasposibilidadesqueserepitenunay otra vez, peroen combinacionesquepuedenserdistintasy que,portanto,exigeneldesairo-lío de unaciertacapacidadde síntesisy de curiosidadpor la obtencióndelainformación.Es él por ejemplo,quiendebedecidir cuántaextensiónde tierracultivar, o cómoorganizarlaconstruccióncomunitariadel techode unacaba-ñaconhojasdemanaca,o dóndeemplazarla siguientemilpa eneseturnoeter-no del barbechoquecaracterizaa su ciclo agrícola.El hombre,en resumen,poseeun nivel de individualizaciónligeramentesuperioral de lamujer, por loquelacuriosidadquedesarrollaes tambiénun pocomásamplia.

HOMBRE/MUJER: CUESTIONESDE GÉNERO

Hay algoqueunifica atodo q’eqchí’,hombreo mujer: su vidapasaporlavinculaciónaunaparejaestable.La formacióndefamilias nuclearesconstitu-ye detal manerael horizonteinevitable,queexisten incluso tabúesqueame-nazanaquienno lo cumpla.Así, porejemplo,en unareunióncon gentediver-sa de la comunidadde SiguanjáII (hombres,mujeres,mayores,jóvenesyniños)me aseguraronque«los queestáncasadosse van al cielo»(deberecor-darseque son católicos) «y los que no a la oscuridad»o «a un potrero,coninvierno siempre».De hecho, en la comunidadde Sebolitovarios ancianosafirmabanno conocera ningúnsoltero/a,salvoalgúncaso«rarísimoeincom-prensible».

Resultafácil deentenderlaobligatoriedaddesemejantenormaen unasocie-daddondela divisiónde funcionesporgéneroes tan rígida comola quevamosviendo: si un hombrese quedasin mujer, «no puedecomer»,por lo quenecesi-tabuscarla,aunqueseaen otracomunidad(comunicaciónpersonalde los ancia-nosde Sebolito).A su vez, unamujersolano puedeprocurarseel sustento,aun-queen estesentido,laopciónparaella puedeserligeramentemásampliaa ladel hombre,ya quesi sequedaviudaconhijos en edaddetrabajar(lo que,comoveíamos,sucededesdemuy tempranaedad)puedeelegirno casarsede nuevo,aceptandoquelaautoridady funcionesdel maridoseanejercidaspor su hijo.

Si el sentidode la vidadeunamujersólovienedadoporlas funcionesquepuededesarrollarenun matrimonio,hade comprendersequela maternidadesel fin último de todo esteesquema.Una mujernecesitasermadreparaconsi-derarquees mujer En la comunidadde SiguanjáII las mujereshicieronalu-

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siónaun mito queno heescuchadoenningúnotro lugar,peroqueresultasig-nificativo a esterespecto:«cuandose empezóa dar misa, se murieronunasgentesque,aunqueandabande pie, ibandesnudasy teníancola». Estasgen-tes semi-animales,que no se convirtieronal cristianismo,«no queríancriarniños,y loscocinabancuandonacían,paracomérselos».El rechazodel senti-mientomaternalno puedeconcebirsemásqueen seresbestializados,maldi-tos,capacesdelamayorabyección,por loquees inconcebibleenun q’eqchí’.

Ahorabien,si la formaciónde parejases esencialparamantenerel ordensocial, la individualizacióndentro de la parejasólo puederesultarcontrapro-ducenteparaconseguirel éxito de aquellas.Ello explica que el procesodeselecciónde parejano tenganingunarelacióncon las peculiaridadespsicoló-gicasindividuales,quetiendena reprimirsetodo lo posible,sino conel cum-plimiento correcto de las funciones socialespara los que son entrenadosambos:«parael jovenk’ekchi lo primordial es quela mujer seabuenatraba-jadora,mujer de su casa.Parala joven, la futura «novia», la cualidadmásimportanteenel hombrees queseatrabajador,queposeaalgoo la suficientehabilidadparaobtenerloconsu esfuerzo»(Estrada1990: 143).En consecuen-cia, el procesode «noviazgo»no es un tiempode conocimientoy pruebadecompatibilidadde caracteres,deseosy proyectos,comoennuestrocaso;muypor el contrario,se tratade un periodode pruebasocialquegaranticeel exi-tosocumplimientodelas tareasquedansentidoala vida de las mujeres,quees,claro,a quiense prueba.

En otros lugares(Estrada1990:142-230;Pacheco1988: 22-44)se hades-crito el ritual dela formación deparejasq’eqchíes,por lo queno voy a incidirenello aquí.Basteseñalarqueno existeun periodode conocimientopersonaldelos futuros «esposos».El hombreelige alamujer trasverla,sincruzarunapalabracon ella, cuandoéstavaa por aguao en algunareunióno fiestareli-giosa,por ejemplo.Transmitidala eleccióna suspadres,éstossuelenpedir aalgúnancianoqueformepartedeuna«comisión»en laqueseincluye elpadredel novio parair a «pedir» la novia a sus padres,quienesa través de ritosdiversosaceptano rechazanla solicitud. Si serespondeen sentidoafirmativo,la novia quedaen periodode pruebadurantealgunosmeses,paracomprobarsu comportamiento.Tradicionalmente,la noviaiba avivir conel novio acasade los padresde éste.Allí, duranteun periodoque podíaprolongarsese«poníaapruebaalos novios,perono se lesdejabatocarse;sólo si se llevabanbien les dejaban.Antestodo era respeto,y se aguantabansin tocarse;dormíanenhamacasseparadas,perolos padresno perdíanojo» (comunicaciónperso-nal deD. DomingoCantí, comunidadde Cantutú).Si duranteese periododeprueba,se compruebaquela «nuerano es trabajadora,la devuelven.Con elhijo no sucedelo mismo, porque si no es trabajador,no le piden mujer»(comunicaciónpersonalde los ancianosreunidosen Chahal) (como podráimaginarseestaúltima declaraciónquedadesmentidapor la propia incapaci-daddeun hombreparadesarrollarunavida sin pareja).

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Los novios puedenvivir también en casa de los padresde la novia(cfr.Wilk 1984: 227),ya quedadala vinculacióncon la tierra delos q’eqchi-es,es la disponibilidadde éstaencadacomunidady paracadafamilia la quedeterminaen última instanciala elección. Ahora bien, aúnen este caso, lapautadeseleccióndeparejaes la misma,puestoque,salvocasosexcepciona-les,siemprees elhombreelqueaceptao no ala mujer(Pacheco1988:28,porejemplo).

Unavez superadoel periodode pruebacomienzanlas relacionessexualesy los hijos, momentoen el que la joven familia puedeestablecerseindepen-dientemente.Y aunqueesteprocesode «noviazgo»comienzaa versealteradoante la progresivaalfabetizacióndelos niñosq’eqchíes,aún siguerigiendolavida social.No hay en él ningunacomunicaciónpersonalentrelos miembrosde la pareja,del mismomodo queno lahabrádespués.La identidadq’eqchi’másprivadaestámuy vinculadaal género:lo esencialde unomismoes la fun-ción socialquecadasexodetermina.

IGUALDAD/DIFERENCIA: PRESIONES PARA LA IGUALDAD

Indudablemente,unapercepciónde la propia identidadde este tipo correparejaal desarrollode unospotentesmecanismosde represiónde las tenden-cias de diferenciaciónindividual. No debemosolvidar la terriblepresióna laquesehayansometidoslosq’eqchies:constituyenel sectordominadoy explo-tado de un complejoentramadosocial que tieneun claro sectorempresarialdominante(en estecaso,elestablecidotrasla Conquistaespañola[Wolf 1968:297] 4) quees parteintegrantede la dinámicahistóricadel mundocapitalistaoccidental.Y además,comocasi todoslos gruposindígenasactuales,ocupantierrasmarginalesde rendimientoescaso.Su únicaposibilidaddesuperviven-cia resideen mantenermuy fuerteslazos de cohesiónsocial y de repartoderiesgosy oportunidades.

Ahorabien,creoqueal margende estarealidadhistóricay concreta,unasociedadque practiqueuna estrategiatecno-económicacomo la de tala yquema,debecompartir,necesariamente,unapresióninevitablepor el mante-nimiento y reforzamientode las alianzasinternasdel gruposocial, queprote-gen frentea la amenazaconstantede la naturaleza.Y ello debeexigir meca-nismos que anulen la diferenciao lo que es lo mismo, la individualizacióndentrodel grupo.

De hecho,comoen todo grupohumano,pareceinevitableel surgimientode algunasdiferenciasde riquezaentrelosq’eqchíes,aúna pesarde todoslos

Es sabido,porejemplo,quela faltadeindividualizaciónenel vestiresunaconsecuenciadirectadelaConquistay desusnecesidadesdeorganizacióny distribucióndela manodeobra.

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mecanismosde nivelaciónquepuedanutilizarse.Sin embargo, existeunaclaraintenciónde suprimir suexpresióna travésdela culturamaterial (Willc1983:108).Los inventariosmaterialesdel lugar de residenciade cadafamiliadentro de unacomunidadson prácticamentehomogéneos,ya quela produc-ción agrícolase destinaesencialmenteal consumodoméstico,y la ventadearroz,quepodríaestableceralgunadiferencia,es unainnovaciónmuyrecien-te. La única variaciónconstatablereside en el númerode cerdosque cadafamilia posee,aunquesegúnWillc (1983: 109) la facilidad de su ventacon-vierte a esteanimalmásenun seguroparacasosdenecesidadqueen un sím-bolo deriqueza.

Por su parte,la viviendaq’eqchí’ siemprese realizaconlos mismosmate-rialesy técnicaconstructiva:paredesdetroncosocañasy techumbrevegetaldehojademanaca.La construcciónde laestructurade maderay de la techumbrees colectiva,aunqueel cerramientode las paredescorrespondealhombrede lafamilia queva ahabitarla.El tamañovaríaconsiderablemente,pero al pregun-taralosq’eqchíesporlas razonesdeestadiversidad,la respuestafue «esla fuer-zade unola quedecideel tamaño»,O «todo dependedel espacioquese quie-ra» (comunicaciónpersonalde los ancianosde Sebolito), suscitandograndesrisasmi preguntarespectoasi no existíarelaciónconla riquezadel hombrequela fueraa ocupar.Existeun altísimogradodeuniformizaciónenlaconstrucciónde la vivienday de todo el repertoriovisible, aunquelas diferenciasde riquezaexisten,como hacevisible no sólo el númerode cerdos,sino tambiénlas exi-genciasde consumocomunitariode los propiosbienesen las ceremoniasreli-giosas,porejemplo(uno de losmecanismosprincipalesde nivelación).

Willc (1983: 112-113)comparalastandarizacióndelasviviendasy la ocul-taciónde las desigualdadesq’eqchíesconlavariedady ostentaciónvisible enlas viviendasde los mopan.Estees un grupode agricultores,queocupatam-biénBelice,comoel grupoq’ eqchí’ estudiadoporWilk, peroqueadiferenciadeéste,participaenunaeconomíademercadodesdehacemásde75 años.Nome cabedudade quela variaciónde la estrategiaeconómicase relacionademaneradirectaconla visibilización del registromaterial(cfr.tambiénCriado1993 aesterespecto).En concreto,Wilk (1983)estableceunarelaciónentrelaexhibiciónde las diferenciasy ladinámicaeconómico-socialmediantela cualseobtienela riqueza.En estesentido(Wilk 1983: 112-113),«mientrasun Kek-chiconsiguesuriquezamaterial (estoes,cosechas,cerdosy accesoala tierra)atravésdela cooperaciónconsusvecinosy laparticipaciónen la comunidad

un Mopan la consiguesin dependerde la constanteayuday cooperacióndelos vecinos»,sino de supropio trabajo,relacionesy capacidaddeiniciati-va, estoes,de un accesodiferencial a sistemasde intercambioexternos.Portanto,no se sienteobligadoa disimularla riquezaparamantenerla fuentededondelaconsigue,comole sucedea un kekchí.

Es cierto queel mecanismoniveladorde los q’eqchieses de una intensi-dadsólocomparableal riesgode desapariciónque les amenaza,y queno fué

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éstala situaciónde la Prehistoria.Sin embargo,al igual queWilk, consideroque estosmecanismosde «disimulo» u «ostentación»de las diferenciasderiquezadebieronfuncionartambiénentresociedadesdelpasado,dependiendodel nivel y el carácterde la interrelacióne interdependenciaentrelosdistintossectoresimplicadosen la dinámicasocio-económica.

PERCEPCIÓNDEL CAMBIO COMO MUERTE

Parecellegadoel momentode unarecapitulaciónquenos permitacomen-zara cerrarestaslíneas:

10. Los q’eqchíesoponentoda la resistenciaposiblea la transformaciónde sus rasgosculturales.El orden de racionalidado tipo de concienciaqueenmarca,permitee incentivasemejantecomportamientoimplica unaconcep-ción cíclica y no lineal del tiempo, una lecturamítica de la realidady unadependenciaabsolutadel gruposocialcomofuentede seguridady permanen-cia, esencialmente.

20. En estasituación,lapercepciónquealguientienede símismoes fun-damentalmentesocial y no individual, yaquela individualizaciónes el resul-tadode un énfasisenladiferencia,loqueconstituye,comohemosido viendo,la amenazamásgeneralizadaparaun grupode estascaracterísticas.

30 Los q’eqchíes no se interesanpor lo que no constituyesu propiomundo,ni enparámetrosdetiempo ni de espacio.Perola causano es sólo detipo defensivofrentea la amenazadel mundoexterior (Wolf 1955: 459), sinoquetieneque ver consupercepcióndel mundoa travésdel mito. Y creoqueéstaes un instrumentode orientacióny supervivenciabásicosde gruposconun nivel y tipo de conocimientossobrela realidadcomoel quecaracterizaalos agricultoresderoza.

40 La faltadeconocimientodelamecánicacausalqueexplicala realidadimpide aceptarquepuedaexistir unalógica ajenay distintaa la de los fenó-menoshumanosparaexplicaresarealidad.Ajuicio de losq’eqchíes,laNatu-ralezaestáviva, y es Tzultaká,eldiosdelCerro,quiendecideconcederlebue-naso malascosechas,oanimalesparacazar.TodalaNaturalezano-humanasehumaniza,se dotadedeseoy voluntad,deaccionesy venganzas,de bondadyagresividad(cfr. Elías 1990b:80-83, Lévy-Bruhl 1985).

50 Ahora bien, a la vez, esta«humanización»del universositúaal hom-breenelcentrodetodaslas reflexiones,antropomorfizaabsolutamenteel pen-samiento.Por tanto, el procesode aumentodel conocimientoobjetivo de larealidady desusmecanismoscausales,ciegosy ajenosal hombrequeloscon-templa,suponeunapérdidadeimportanciadeéstedentrode supropia visióndel mundo,es decir,se caracterizaporun egocentrismocadavez menor(Elías1990b: 93). Y aunquesemejanteprocesova dandoseguridadintelectualalhombresobre sus posibilidadesde supervivenciaen el mundo, emocional-

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mentesetraduceenunapérdida,yaquelavisióndeesemundoes menossatis-factoriaparaunomismo.Ya no se vivirá enun Universocreadopor losdiosesa la medidadelos hombres,en un espaciosagradoy protegido,yano se serámásel puebloelegido,el único ~, sinoque el mundoempiezaa girar al mar-gende la existenciadel hombre.Poco a poco, el alejamientoemocionalqueexige el establecimientode relacionescausalesde tipo mecánico,nos fueenseñandoqueel Universo no se habíahechoparaun gruposocial, y luego,queel sol no se habíahechoparagiraralrededordela Tierra,y mástarde,queel Universoteníasuspropiasleyesdefuncionamientoqueconvertíanala Tie-rra enun elementoperfectamenteprescindibleparasuexistencia.El hombreeracadavez másprescindible,másirrelevante,menosprotagonista.La pre-guntaqueestosuscita,y que tambiénformuló explicítamenteNorbert Elías(1 990b: 93)es «¿Cómofué capazel hombrederenunciaraunaconcepcióndeluniversotan satisfactoriay, en su lugar, aceptarunaconcepciónque, cierta-mente,se ajustabamása la realidad,peroqueledesterrabadelcentrodel uni-versopararelegarloa unaposición matginaly que, por tanto, era en ciertamedidainsatisfactoriaemocionalmente?».Parecequepuedecontestarsequeelalcancede los miedosdel hombreerade tal magnitudqueprefirió renunciarlentamentea la gratificaciónemocionala cambiode poder adquirirel mediode orientaciónenel mundomásseguroy fiable quenuncase ha conocido,elconocimientocientifico(Elías 1990b: 95). La sensacióndedominio y controldelos fenómenosquedetectamosdebiócompensarla pérdidaemocionalquesupuso.

60. Y conestollegamosal punto queda nombreal epígrafe:un grupodeancianosq’eqchíes,con quienesme reuní en Chahalen Diciembrede 1995,anunciabaexplícitamente,en un grito angustiadoe impotente,su muerte, lamuertedel q’eqchí:

«Estamosmuriendo.Se estánpasandolosjóvenesal mundoladino.En parte,la culpaes de la escuela,porquelos hijos queya sabenleer yescribircastilla no nosrespetancomoantes,y la costumbrese estáper-diendo.Seestánperdiendolas tradiciones,porqueya no secuentan.Estácambiandotodo mucho,y la vida del indígenaes lavida del indígenayla del ladino, la del ladino. No hay quemezclarlas».

A su vez, en Sebolito, en el año 1994, tresancianosme explicaroncómolosq’eqchíesteníanriesgodedesaparecer,porqueTzultaká’,el diosdel Cerro,se estabaenfandando:

Losq’eqchí7esno utilizan esteténnino paradenominarsea ellos mismos,sino asu len-gua.Parareferirseala gentedesu etnia utilizan las palabras«tzacalcuink» o «yal aj cuink»que, por supuesto,significanliteralmente«verdaderohombre»,«hombreauténtico»,«hombreperfecto»(Pacheco1985:30).

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«Losjóvenesya no respetanlos ritos comoantes,y los ritos sonnece-sariosparaqueTzultaká’ dejesalirdel interior delos cerrosal maízy losanimalesqueguarda.Losjóvenesya no respetannada,no respetanalosancianosy no hacenlosritos. Poresopuedeversequelacazadisminuyey quelascosechassonpeores,porqueTzultaká’ seestáenfadando.Si norespetanlacostumbre,la tradición,vana morir».

Paralos q’eqchíesel cambiocultural, el abandonode la tradición implicala muerte. Ahora bien, ¿dequé muertehablanlos q’eqchies?Los ancianossabenquelosjóvenesalfabetizadosno mueren;quesiguenviviendo en otrascondiciones.Los ancianosestánhablandodela «muertesocial»,dela muertedel «nosotros».Hemosvisto hastaquépunto la adscripciónal gruposocialesfuentedeidentidadparaun q’eqchií’, y hastadóndeesaconstrucciónconsisteenla rígidareproducciónde rolesdegéneroesencialmente.Hemosvisto tam-biénlaexigenciaqueestoimplica de minimizacióndelas diferenciasparticu-lares,individuales.Portodoello, es fácil comprenderquela muertedel gruposocial,de la identidadsocialq’eqchí’ equivalea supropiamuerte,pueses lafuentede su identidadlaquedesaparececonél.El q’eqchí’ es aúnmuchomás«nosotros»que«yo», por lo quese comprendela angustiaquea los ancianosles producela desaparicóndel orden queaellos les dió sentido,y al quetandesesperadadamentese hanaferradodurantetanto tiempo.

Comovamosviendo,el estadioen elquela identidaddel «nosotros»inva-de prácticamentela autoconcienciase caracterizapor unaidentificaciónemo-cionalcon la realidad,y portanto,porun estadoemocionalmentemássatisfac-torio. De ello se sigue que cadauno de los cambios que en favor de laindividualizacióny, portanto, en detrimentodela identificaciónconel «noso-tros» hatenido lugarhistóricamente,ha supuestounasensaciónde pérdida,defalta de identidad,de desestructuraciónsocial muy difícil deaceptaremocio-nalmente(Elias 1990a:261).El pasodeun estadioaotroenel procesodetrans-formación cultural, estoes de complejidadde interdependenciasy divisiónsocial,el cambioculturalenunapalabra,siemprehasidoconsideradounaame-nazademuerte,porque,efectivamente,siempresuponeun pocomásde muer-tedela identificaciónconelnosotros,mecanismodesupervivenciay fuentedeseguridadquetodolo abarcabaenlos primerosestadios,paradarun pocomásde vidaala identificaciónprioritariaconel yo.Y esoimplica unapérdidaemo-cional que no se creeposibleresistir. Pero se ha resistido,porqueel cambiosocio-económicono es posiblesin unatransformaciónde la autoconciencia.

CONCLUSIÓN

Soyconscientedehaberdejadofueradel análisismuchosaspectosquesedebentrataren unainvestigaciónantropológica,o en unahistórica,o en unapsicológica.No me ha guiadoun intentode exhaustividaden la información,

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deagotamientode los datosy las implicaciones.Todo lo contrario:a medidaquevoy conociendolos datosquese manejany que desentrañolas hipótesisqueles dancabida,voy convenciéndomedeque en nuestramiradaretrospec-tiva al pasadofalta algoesencial,algo tan difícil de concretaren datosy deabarcarpor mediode teoríasquese nos diluyerepartidoentretodaslas disci-plinasquelo intentan:nos falta la gentequelo habitó.

Me parecequepuedeserhoradereconocerquelaculturamodificaal indi-viduo; o quela transformacióncultural no es sino lamodificacióndelas rela-cionesdeinterdependenciaeinterrelacióndelosindividuosqueconstituyenelgruposocial;y, por tanto,quela gentede la Prehistoria,connuestrasmismascapacidades,no era, sin embargo,comonosotros;no pensabay sentíacomonosotros;no se relacionabay percibíasu existenciay sumundocomonoso-tros. Y así, que no puedenaplicarsemodelosaparentementeasépticosdeexplicacióndel funcionamientode sus sociedadescomo si fueran sólo mássimplesquelanuestra,porqueno se tratasólo de unadiferenciatecnológicaoeconómica,o de intensidadesy cantidades.

Se tratade cambiosqueafectana algomuchomásextensoquela ideolo-gíade un gruposocial: tiene quever con la percepciónconscientee incons-cientede la realidad,conel carácterquese daa los instintos,a las emocionesy a los pensamientos(Elias 1993: 494).No se tratadeelaboracionesraciona-leso intelectualesdelascosas,sinode lamoldeacióndelaconcienciadelindi-viduo. Es enestesentidoenel quecreoque,aunquela elaboraciónconcreta,el tipo particulardesímbolos,mitosu objetosdecadagrupopuedecambiar,yportantoqueno puedepracticarselaanalogíaetnográfica(Hernando1995),sípuededefenderseunarelaciónestructuralentrelapercepciónbásicade la rea-lidad, el tipo de modelaciónde la concienciay los distintosniveles decom-plejidadsocio-económica.Creoquees necesariaunamodificaciónsimultáneaentodoslos ámbitosdepercepcióny actuaciónde un gruposocialparaqueelcambioseaposibleencadaunode ellos.

Y creo, en fin, quea través de una búsquedaguiadapor estoscriteriosquizálleguemosaencontraralagentequehabitóen laPrehistoria;oal menos,

6apoderdecidir queno fuimos nosotrosquieneslaprotagonizamos

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6 AgradezcoaJesúsAdánezla lecturadetenidadeestetexto y la amabley constructivacrí-ticaa quelo sometió.No haberlosabidomejorary el planteamientoqueasumeson,porsupues-to, demi únicaresponsabilidad.

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