Hay días en que es mejor no levantarse

HAY DIAS EN QUE ES MEJOR NO

LEVANTARSEpor H. NEVILLE

UMBRAL, TIEMPO FUTURO

Una vieja poesa dice: SE LEVANTO ALEGRE UNA ALBORADA HERMOSA. . . Y A LA NOCHE DURMIO EN ELATAUD (brrr!) . Sin duda alguna, coincidimos con usted que es demasiado ttrico, pesimista quiz, pero indudablemente existen das en que es preferible taparse los ojos con el borde de las sbanas, y quedarse a dormir el resto de la jornada . . . sobre todo si no recordamos cmo llegamos la noche anterior. . . o si lo que recordamos es algo EXTRAO . . . o al menos, no del todo muy claro . . .

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HAY DIAS QUE ES MEJOR NO LEVANTARSE

No . . no s a ciencia cierta si fueron los martiims, o si aqulla se me subi a la cabeza como el ms espirituoso de los licores!, pero la icosa comenz cuando luego del party donde la conociera esa n o c h e , la fui guiando, llevando, lenta, dulce pero FIRMEMENTE hacia el parque central con lo confieso segundas o terceras, quiz hasta CUARTAS INTENCIONES. La noche no pintaba apacible por cierto, pero no por ello dejaba de ser factible de transformarla en romntica. Mi acompaante se dejaba guiar como una inocente y tmida corderita, su respiracin un tanto alterada, y el tamborileante pulso en su cuello, el que yo sostena lo ms dulcemente por la parte posterior con una de mis manos sistema por dems efectivo y antiguo para las lides de seduccin, como dira el finado CA- SANOVAS , me inclinaba a deducir que la tmida corderita no era ni TAN TIMIDA, NI TAN COR- DERITA, y que saba muy bien qu poda ocurrir. Posea una mirada felina y un cuerpo que condeca con esa mirada. Bastaba una ojeada, para quedar sin aliento o con demasiado aliento . Apenas haba referido algo sobre su familia en realidad su rbol genealgico me importaba menos que un bledo , pero es sabido que las normas de juego establecen para esas ocasiones que uno debe siempre

escuchar demostrando inters cuando una mujer nos cuenta su vida mejor dicho la parte que a ella le interesa que nosotros conozcamos para que luego nosotros efectuemos un salto lo ms ornamental y olmpico posible, para ocuparnos de otras cosas ms urgentes, y . . . YO sinceramente no me salgo en lo absoluto de esas normas, por lo mismo me haba pasado parte de la noche aqulla con cara de muy formal durante la reunin en la que aquel pintor hngaro presentara sus obras a la prensa y crtica de arte.

Fue justamente cuando as sombras hacan ms propicios mis arrumacos cuando sent aquella punzada aguda que me dej sin respiracin; fue algo agudo e im preciso... Inmediatamente pens en un infarto de m iocardio... antes de perder definitivamente el conocimiento y caer literalmente sobre mi acompaante, la que no haba puesto reparos en sentarse a mi lado en aquella banca del parque ubicada en el ngulo ms oscuro y propicio para el romance cuando musit despavorido: SI SALGO DE ESTA NO VUELVO A FUMAR UN SOLO CIGARRILLO MAS EN MI VIDA frase muy usual en fumadores asustados.

Cuando despert, me hall en mi cua rto ... An no era medioda; sent un cosquilleo extrao en todo mi cuerpo y el recuerdo

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de aquella punzada sobre mi corazn a unos cinco dedos de distancia, hacia el cuello hizo que me angustiara. Inmediatamente me pregunt cmo haba llegado a mi habitacin luego del sorpresivo ataque. Nuevamente me estremec al dibujar en mi cerebro aquella palabra: ATAQUE . .. Deb haber tragado bastante saliva durante el buen rato en que permanec quieto y sin moverme, temiendo que se repitiera la punzada; adems saba perfectamente que luego de un ataque cardaco era lo ms aconsejable. Esper y esper. En cualquier momento entrar el mdico o una enfermera me dije , pero nadie ingres al cuarto durante una hora y media. Entonces trat de razonar, de REPENSAR LA COSA. Poda haber dos respuestas, una: que la morena asustada me hubiera llevado en su automvil hasta mi cuarto, y que luego, creyndome muerto, me abandonara temiendo verse comprometida. La segunda posible explicacin que se me ocurri, fue que la joven podra haberme supuesto FRITO en el parque y entonces hubiese sido all donde me abandonara... pero de ser a s !... cmo haba regresado a mi habitacin?... Tal vez me haba metido en un taxmetro y ordenado al chofer que me llevara, alegando que estaba borracho?. .. Pero si yo nunca le haba dado mi domicilio! sa

es una precaucin que tomo con las mujeres hasta tanto las llego a conocer lo suficiente . Y entonces?... Otra probable respuesta podra ser: que yo, medio desvanecido, hubiese reaccionado lo suficiente como para tomar un automvil.,.., y que luego, mareado y asustado como me encontraba, lo olvidase todo.

Como es lgico, DESESPERADO por la situacin que estaba viviendo, comenc a moverme con cuidado, aguardando a cada instante la reiteracin de aquel extrao y demoledor dolor que me sorprendiera en la REMAL- DITA NOCHE ANTERIOR... Lo hice lentamente, despacio, con infinita precaucin. PERO!... NADA!. . . No me ocurra nada!, ni siquiera quedaba una leve secuela, nada que me indicara que haba sufrido un ataque! Me mov por todo el cuarto. . . , flexion mi cuerpo, brazos y piernas en todas las posiciones posib les... NADA! El dolor se haba ido. Entonces, nunca haba habido in fa rto !... Podra haberse tratado de un simple calam bre?... Evoqu, como entre nubes, que lo ltimo que recordaba haber pensado y JURADO, cuando me asaltara aquel infernal dolor agudo y repentino, era una formal y definitiva PROMESA de NO VOLVER A FUMAR UN SOLO Y MISERABLE CIGARRILLO MAS, EN LO QUE ME QUEDARA DE VIDA . . . SI SALIA DE AQUELLO, natu ra lm en te con

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esa irreductible rectitud que nos caracteriza a los seres humanos para cumplir promesas... Lo primero que hice luego de cerciorarme que no haba sufrido ataque a lguno ... fue ENCENDER UN CIGARRILLO.

Luego de un momento de resuello, me decid casi con premura. No poda esperar un minuto. . . , ni un slo minuto ms, para develar el misterio. Me vest apurado. Cuando bajaba las escaleras divis el sol que en el exterior ya iluminaba la calle al parecer muy radiantemente. Llegu hasta la puerta de entrada y antes de asir el picaporte mi cara recibi la luz so la r... NO RECUERDO HABER RECIBIDO EN TODA MI VIDA UNA BOFETADA TAN FORMIDABLE COMO AQUELLA. . . Sorprendido y atontado mir en todas direcciones esperando descubrir algn marido contrariado, o alguna damisela vengativa contemplndome con ojos furibundos.. . Nada!, nad ie !..., estaba solo ! Ni un marido engaado,ni una mujer furiosa, ni un miserable acreedor!... Me levant como pude, tambaleante y desconcertado, avanc hacia la puerta frotndome la mejilla con ut a m ano... Nuevamente algo me golpe el rostro y tambin el dorso de la mano; en cuanto a la que haba extendido en direccin al picaporte, me pareci que algo me la arrancaba, luego me qued entumecida. Esta vez rod

por el suelo hacia atrs consciente de que nadie visible me haba golpeado, NADIE, EXCEPTO LA LUZ DEL SOL!. .. Esta vez, ms asombrado que antes, me qued sentado en el suelo un largo rato contemplando mi mano y acaricindome la mejilla que an me dola y a rd a ... Entonces record que en algunos medicamentos se mencionaban advertencias sobre posibles intolerancias a la luz luego de su ingestin. Pero, vo no haba tomado ningn medicamento al menos conscientemente y adems nunca habra supuesto que la HIPERSEN- SIBILIDAD SOLAR se manifestara en forma de cachetazo!... v qu cachetazo!... Con precaucin extend mi mano en direccin al sol que se filtraba a travs de los cristales laterales de la puerta .. . , no llegu; mi mano, instintivamente, casi con un movimiento independiente de mi voluntad, se apart como si lo hiciera de una llama. Transpirando fro ascend por la escalera, y una vez en mi cuarto, me atac un sopor irresistible, me arroj sobre la cama y me qued profundamente dormido.

Despert muy tarde, ya era casi noche, e! sol se haba ocultado y lo primero que sent fue una mezcla de sed y apetito atroz. Mir la hora; segn mi reloj, en unos minutos ms, la patrona de aquella especie de PENSION LATINA llamara a la mesa para

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cenar. Haban pasado casi veinticuatro horas desde que yo tomara mi ltimo alimento, de manera que all estaba la explicacin de mi apetito infernal. Sin preocuparme por rasurar mi cara, baj las escaleras. Todos los huspedes estaban ubicados en torno de la mesa.

McDugan fue el primero en reparar mi presencia:

Hola, seor Farrel! Volviendo en s despus de la juerga?

No me hizo ninguna gracia la suspicacia del hombrecito, pero prefer guardar silencio, y apenas murmurar una excusa alegando un malestar pasajero. Pens que el tipo se refera a mi llegada64

de la noche anterior, la que sin duda deba haber resultado bastante ruidosa, a juzgar por mi estado alcohlico, ya que slo atinaba a explicar mi olvido debido a una formidable borrachera, la que posiblemente hizo crisis en el parque cuando me pareci sufrir un ataque cardaco, y en realidad debi haber sido un colapso del tipo heptico. Adems no me seduca en absoluto el tener que pensar en el tremendo papeln que sin duda alguna habra protagonizado frente a la nermosa morena. . . LA MORENA!!... Cmo no me haba acordado de elia antes?... En mi chaqueta tena su nmero telefnico! Despus de cenar ia


llamara para lograr recomenzar si era posible el romance trunco, y de paso enterarme sobre los pormenores de mi percance. La PATRONA lleg con una humeante fuente de SPA- GHETTI, mi platillo favorito; en su mirada le una velada reconvencin era su actitud habitual luego de a l g u n a aventurilla ma . La italiana llen mi plato. Sin aguardar a que los dems comenzaran a comer, gir el tenedor y me llev un buen bocado a la b oca ... No llegu a concluir mi intento, ya que antes de tocar siquiera mis labios con el alimento, ocurri aquello; fue una arcada brutal; una contraccin espantosa. Todos permanecieron callados mirndome, especialmente la mujer.

Qu le ocurre?. .. Seguro que tiene el hgado hecho una esponja !... la matrona no apart los ojos de mi persona.

N o ... no s! apenas logr musitar, y tom la copa de agua y la aproxim a mis lab io s .. . El agua pareci entonces deslizarse por una garganta a jena.. . , la sequedad no disminuy en absoluto, ni mucho menos se atenu en algo mi tremenda s e d ... Debo haber quedado demudado, pues la seora Mariotti, francamente alarmada, lleg a mi lado en un santiamn, y pasndome un brazo alrededor de los hombros, muy a la usanza mediterrnea, tom con la mano libre la temperatura de mi fren

te. Entonces como toda una MAMA NOSTRA, exclam, hacindome acordar de Anna Magnani:

Dios mo!. . ., pobrecito. . . , est mal!. .. Qu siente, hijito?

Iba a tranquilizarla, cuando me sorprend mirando el escote de la blusa de la HONORABLE MATRONA, admirando el comienzo de los turgentes y abundantes senos de la mujer, y adems sintindome atrado por los rubicundos brazos, los que fascinaron mi mirada. Hasta podra jurar que el ritmo de mis latidos se aceler; mi corazn golpete palpitando de p risa ... Sorprendido sacud la cabeza..., sacud la cabeza ms para quitarme aquella idea descabellada de mi cerebro que para decirle que no me senta mal a la duea de la pensin.. . Porque la seora Mariotti tiene casi sesenta aos, y que yo supiera nunca me haban atrado las mujeres mayores detreinta a no ser que algntipo de psicosis se hubiera sumado a mis males orgnicos de las ltimas horas, y me estuviera convirtiendo en una especie de SATIRO, y peor an, UN SATIRO DE MAL GUSTO!

Despus de asegurar reiteradamente que lo mo era slo el producto de una mala digestin cosa que yo ni por asomo crea sub nuevamente las escaleras rumbo a mi cuarto sintiendo que aquella extraa sensacin de apetito y sed an atenaceaba mis entraas. Repent-

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namente sent una imperiosa necesidad de salir, de ir a respirar aire nocturno. Con premura injustificada me vest con la velocidad de un relmpago ponindome mi mejor traje de noche ... Slo entonces me di cuenta que como de costumbre me haba olvidado de afeitarme antes de ponerme la ropa, por lo que mascullando entre dientes me coloqu una toalla alrededor del cuello y prepar una cazoleta de abundante espuma para darme una buena rasurada a fondo. Tom mi mejor navaja. .. y me aproxim al espejo. . . Lo que vi era increble; Aquello era imposible!, en la bruida superficie slo se reflejaba un traje oscuro con una toalla envolviendo un cuello inexistente. . no haba ninguna cara y menos an. . . cabeza alguna sobre los hombros!!

Deb haberme parecido entonces al perro PLUTO en algn divertido dibujo animado, luego de haberse sentado en un hornil lo . . . Simultneamente trat de g r ita r ..., de saltar por la ventana, de abrir la puerta y pedir avuda, de bajar corriendo las escaleras. . . QUE SUEO DE MANIATICO ERA AQUELLO?

Finalmente me limit a sentarme en la cama con la cabeza entre las manos, y a permanec casi media hora, durante la cual me toqu reiteradamente la cara, la cabeza, tena barba de das!. . . Al msnos eso me deca

el tacto!, pero, no poda ser!, el espejo slo me mostraba un traje totalmente vaco! Ni manos, ni pies me haba quitado los calcetines . NADA!... Desesperado como un gato a bordo del Titanio en su primer y ltimo viaje, decid bajar y francamente pedir socorro a grito pelado, decid gritar aunque lo ms factible fuese ir a parar dentro de un chaleco de fue rza ..., pero algo me detuvo; fue el pequeo sobre al pie de la puerta que alguien haba dejado deslizar como lo hacan con la correspondencia habitual. Me extra bastante al observar el membrete que se tratara de un mensaje del peridico donde trabajaba, ya que slo en ocasiones excepcionales utilizaban ese tipo de comunicacin. Aunque an continuaba desesperado por el asunto del espejo y todas las otras cosas que me haban sucedido desde que me despertara esa maana, rasgu el sobre, apurado v le el contenido es decir, le la nota porque adems haba un cheque . Era UNA NOTIFICACION MEDIANTE LA QUE SE ME COMUNICABA QUE. DEBIDO A MI FALTA SIN AVISO ALGUNO AL EMPLEO DURANTE TRES DIAS SEGUIDOS QUEDABA DESPEDIDO; el cheque era el pago por el tiempo trabajado... TRES DIAS!... Haba dormido tresdas seguidos! Francamenteenloquecido por todo aquello, que era demasiado para los nervios

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ms templados. . . abr la puerta decidido a cumplir con mi intencin anterior de salir al pasillo y pedir ayuda a g r ito s ..., pero me contuve una vez m s.. . Cerr la puerta cuando record el nmero telefnico de la morena. La bella mujer era la ltima persona que haba estado conmigo antes que todo se pusiera patas arriba. Desparram toda la ropa del gabinete, busqu y encontr la chaqueta donde guardaba mi agenda; recorr con la punta del

dedo el ndice: M a rca n g e lli. . . M a rtn .. . M o re ll. . . MORENA . .. All estaba! Temblorosamente marqu el nmero indicado... Mientras tardaban en atender desde el otro extremo de la ln e a ..., me mir la m ano... yo la vea perfectamente!..., un tanto blanca, plida, pero slida, re a l!... Por qu el espejo no la reflejaba?; tam poco me devolva la imagen de mi cara, y sin embargo nadie se habja mostrado ESPANTADO cuando

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me hallaba en la m esa... lo que indudablemente indicaba que la cuestin era slo con EL ESPEJO. .. La voz de un hombre presumiblemente un mayordomo, por lo parca, y por la forma de anunciar el nombre de la residencia a la que corresponda el abono telefnico , me llam a la rea lidad... Debo haber pegado con mi mandbula en el piso. . .

Ahora todo est claro, hace un momento me rasur con la ma- quinilla e lctrica .. . al tacto, claro est! La superficie del espejo sigue sin devolverme ninguna im agen... es decir de mi persona. . . porque la ropa, y el resto del mobiliario de mi cuarto se reflejan perfectamente... Un cuarto que deber abandonar, y que presumiblemente extraar, porque aunque pequeo es bastante cm odo... Tambin descubr siempre por mi tacto aquellos dos puntos en mi cuello, a la altura de la yugular. La llamada telefnica me dio la clave: MANSION DE LA FAMILIA DRACULA haba dicho el mayordomo, o el padre de la hermosa morenita de ojos verdes y relampagueantes. Despus habl con ella y ahora me espera para salir juntos DE CACERIA Y ROMNCE as me lo dijo . Porque, queridos m ips ,. ., qo fue un ATAQUE cardaco despus de todo; lo que. me ocurri la ltima

noche que pas en mi condicin de ser humano fue SI UN ATAQUE. . ., pero UN ATAQUE de la hermosa vampiresa. . . La Con- desita me mat aquella noche en el parque. Y como dice en mi actual libro de cabecera, DRACULA, del bigrafo BRAM STO- KER, las vctimas de los vampiros vuelven al cabo de tres das a la vida, convertidos a su vez en vampiros humanos, no reflejan en los espejos, se sienten atrados por las mujeres u hombres rubicundos segn el sexo del vampiro como me ocurri a m cuando sintiera inslita atraccin por la seora Mariotti; rechazan por supuesto todo otro alimento que no sea sangre humaba; la luz del sol los hiere y destruye por eso el tremendo bofetn recibido al intentar salir a la calle ese medioda , se es el motivo principal por el cual los vampiros salen de noche, y odian el da. . . No, si como deca antes cuando era humano!: HAY DIAS EN QUE ES MEJOR NO LEVANTARSE... Desde ahora para m lo sern todos los d as .. . Y a propsito !... Nadie conoce alguna buena casa de atades?. .. Como debo mudarme lo antes posible al castillo o residencia; eso de castillo es slo una costumbre, una manera de decir tendr que comprarme uno de buena calidad, modo y confortable. No lo creen as ? ...

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