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Hans Zulliger ( 21 de febrero de 1893 - 18 de octubre de 1965 ), maestro de escuela, escritor y psicólogo suizo . Se lo considera un analista infantil influyente y un exponente destacado de la pedagogía psicoanalítica.Biografía Hans Zulliger fue hijo de un modesto trabajador relojero. La familia además trabajaba una pequeña hacienda campesina. Después de la escuela primaria asistió a la secundaria (Progymnasium) en Biel. Tuvo que renunciar a su deseo de hacerse artista por razones económicas. En 1908 ingresó al instituto estatal de formación de maestros de Hofwil cerca de Berna, dirigido por el pedagogo Ernst Schneider, conocido por sus relaciones con el Psicoanálisis. Desde 1912 y hasta 1959 —durante 47 años— Zulliger fue maestro de escuela en Ittigen. A través de Oskar Pfister y Hermann Rorschach, Zullinger había tomado contacto con el psicoanálisis de Sigmund Freud e intentaba aplicar esos contenidos a los problemas cotidianos de la escuela, intentando por ejemplo, interpretar la figura del maestro como ideal o el juego del niño como interacción no verbal con la opción de una intervención terapéutica. Zullinger fue un seguidor de Pfister, cuya concepción pedagógica del psicoanálisis estaba también influenciada por las enseñanzas de Alfred Adler —fundador de la llamada psicología individual—. El período de 1917 hasta 1927 le sirvió como «fase de experimentación», en el que intentó aplicar las enseñanzas de Freud a la pedagogía primaria. En los diez años siguientes, desarrolló la «pedagogía psicoanalítica para la escuela». Entre 1930 y 1935 dio forma a su terapia de juegos. Como escritor, Zulliger se comprometió con el objetivo de conservar el dialecto de Berna. En su calidad de educador popular escribió numerososo libros juveniles, siendo durante veintidós años redactor de la revista para padres Eltern- Zeitschrift. Las numerosos publicaciones psicológicas y pedagógicas de Zulliger han sido traducidas a 13 idiomas, dándolo a conocer mucho más allá de Suiza. [editar]Obra

Hans Zulliger

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Hans Zulliger (21 de febrero de 1893 - 18 de octubre de 1965), maestro de escuela, escritor y psicólogo suizo. Se lo considera un analista infantil influyente y un exponente destacado de la pedagogía psicoanalítica.Biografía

Hans Zulliger fue hijo de un modesto trabajador relojero. La familia además trabajaba una pequeña hacienda campesina. Después de la escuela primaria asistió a la secundaria (Progymnasium) en Biel. Tuvo que renunciar a su deseo de hacerse artista por razones económicas. En 1908 ingresó al instituto estatal de formación de maestros de Hofwil cerca de Berna, dirigido por el pedagogo Ernst Schneider, conocido por sus relaciones con el Psicoanálisis.

Desde 1912 y hasta 1959 —durante 47 años— Zulliger fue maestro de escuela en Ittigen. A través de Oskar Pfister y Hermann Rorschach, Zullinger había tomado contacto con el psicoanálisis de Sigmund Freud e intentaba aplicar esos contenidos a los problemas cotidianos de la escuela, intentando por ejemplo, interpretar la figura del maestro como ideal o el juego del niño como interacción no verbal con la opción de una intervención terapéutica.

Zullinger fue un seguidor de Pfister, cuya concepción pedagógica del psicoanálisis estaba también influenciada por las enseñanzas de Alfred Adler —fundador de la llamada psicología individual—. El período de 1917 hasta 1927 le sirvió como «fase de experimentación», en el que intentó aplicar las enseñanzas de Freud a la pedagogía primaria. En los diez años siguientes, desarrolló la «pedagogía psicoanalítica para la escuela». Entre 1930 y 1935 dio forma a su terapia de juegos.

Como escritor, Zulliger se comprometió con el objetivo de conservar el dialecto de Berna. En su calidad de educador popular escribió numerososo libros juveniles, siendo durante veintidós años redactor de la revista para padres Eltern-Zeitschrift.

Las numerosos publicaciones psicológicas y pedagógicas de Zulliger han sido traducidas a 13 idiomas, dándolo a conocer mucho más allá de Suiza.[editar]Obra

Su primer libro publicado lleva el título de Experiencias Psicoanalíticas en la Escuela Primaria (1921), a este le seguirían más de veinte libros y cien artículos académicos. Todos sus escritos están referidos al análisis infantil y la aplicación general del psicoanálisis en casos de problemas educacionales.

Fue cerca de 1926, en la Sociedad Psicoanalítica Suiza, donde Zulliger conoció al Dr. Hermann Rorschach (1884-1922), y pronto se convirtió en su discípulo y amigo. Zulliger es uno de los autores que más contribuyó al perfeccionamiento y profundización del test proyectivo de Rorschach.

En el año 1932, Hans Zulliger publica su primer trabajo en el Test de Rorschach Experimento con el Test de Rorschach en consejería educacional. En 1941 publicó, su Introducción al Test de Behn-Rorschach; se trata de una serie paralela, creada por el psiquiatra suizo Behn-Eschenburg, con la colaboración directa de Rorschach, la cual entrega mejores resultados con niños que la serie original de Rorschach.[editar]El Test Z

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En 1942, desarrolla su propio test que será publicado en 1948, el que fue realizado para el Servicio Psicológico del Ejército Suizo. La idea original fue desarrollar un test proyectivo de interpretación de manchas, apropiado para examinar grupos de treinta a sesenta sujetos. Para ese fin se eligieron tres, de un total de seiscientas manchas hechas por Zulliger, las cuales fueron probadas en poblaciones civiles y militares con una muestra de ocho mil sujetos de ambos sexos, de distintas edades, profesiones y oficios. La muestra incluye sujetos normales, neuróticos y psicóticos,los resultados fueron comparados con el test de Rorschach y aplicados a la misma muestra.

Para validar del test, este se aplicó a una muestra de cinco mil franceses y mil norteamericanos, como resultado se obtuvo que las respuestas y símbolos no difieren de las encontradas en la población de suizos.

La muestra en la población suiza, fue de dos mil personas, de las cuales mil seiscientas eran militares y cuatrocientas civiles, entre los 18 y 40 años de edad. Fue Robert Heiss (1903-1974) , quien propuso que el test podía publicarse en forma de láminas. El test colectivo fue presentado antes que el test individual, y tenía como finalidad la selección y eliminación en grupos de sujetos -categorizados en la época- como «aptos e inaptos».

Prolongados trabajos preliminares tuvieron que llevarse a cabo, se realizaron comparaciones con los test de Rorschach y Behn, aplicados a los mismos sujetos. Se comprobó en seguida que no es lo mismo interpretar las imágenes proyectadas sobre una pantalla que las presentadas en forma de lámina. El aspecto del estímulo es otro, por los que los sujetos producen otras interpretaciones.

El «Test Z» es, entonces, una prueba proyectiva que requiere menos tiempo para su aplicación y posterior corrección, y que ofrece resultados satisfactorios, puesto que su aplicación –al menos respecto del test individual de Zulliger- ha mostrado que la amplitud de sus resultados es, a menudo, idéntica a la de las pruebas de Rorschach y Behn. Las tres láminas contienen todos los elementos de estas dos pruebas.

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Donald Woods Winnicott (Plymouth, 7 de abril de 1896 - Londres 25 de enero 1971 1  ). Célebre pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés.

[editar]Biografía

D. Winnicott nació en Plymouth, ciudad del condado de Devon, en el seno de una familia de clase media alta que profesaba la confesión metodista, siendo su padre Sir Frederick Winnicott (próspero comerciante y en varias ocasiones alcalde de Plymouth) y su madre Elizabeth Martha (Woods) Winnicott.2

D. Winnicott inició sus estudios de medicina cuando aún cursaba en la Leys School, y los continuó en el Jesus College ya casi al mismo tiempo que comenzaba sus estudios en la universidad de Cambridge. Debió hacer una pausa en tales estudios al servir como cirujano en un navío destructor durante la Primera Guerra Mundial, esto es, durante el lapso 1914-1918.

Pudo graduarse con el título de doctor médico especializado en pediatría en 1920, comenzando a trabajar como pediatra en 1923 en el Paddington Green Children's Hospital de Londres. En ese mismo año contrajo matrimonio con Alice Taylor, de la cual se divorciaría en 1951 para casarse con Elsie Clare Nimmo Britton (una trabajadora social y psicoanalista). También en 1923 comienza su análisis con James Strachey, siendo luego Joan Riviere su segunda analista.

Durante más de cuarenta años se dedicó a la pediatría. Casi paralelamente a la pediatría, se desempeñó como psicoanalista haciendo una productiva síntesis de ambas profesiones. En 1927 ingresa a la Sociedad Psicoanalítica Británica. Supervisa con Melanie Klein y atiende a uno de sus hijos.En 1940, Winnicott fue uno de los pocos que se opuso (apoyándose en la ciencia) al uso del llamado electroshock. Fue presidente de la Sociedad Psicoanalítica Británica, entre 1956-1959 y nuevamente entre 1965 a 1968.Muere de un ataque cardíaco en 1971.[editar]ObraSu obra fue original; centró sus estudios en la relación madre-lactante y la evolución posterior del sujeto a partir de tal relación.A partir del nacimiento no se puede decir que el neonato o bebé es una unidad psíquica. Durante el primer año de vida, la diada madre-infante constituyen una unidad. La madre es el primer entorno del infante. Si todo recién nacido sano tiene una tendencia innata a desarrollarse como una persona total y creadora, ha de poseer sin embargo un entorno inicial como base para tal desarrollo. En los primeros meses de vida (especialmente durante el período de la lactancia), el entorno es casi sinónimo de la madre. En ese momento, la intervención del padre está mediatizada por la madre y, en un primer momento, el padre cumple la función de favorecer al entorno: el padre interviene ayudando a la madre y preservando a la diada madre-lactante, aportando a la madre (en cuanto entorno) sentimientos de seguridad y de amor que ésta transmite al hijo.Sin embargo, bien observa Winnicott que un exceso de apego entre la madre y el hijo es patológico; la preocupación maternal primaria suele ser espontánea, lo que importa es que en ella se dé un equilibrio entre una madre suficientemente buena

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y una "madre banalmente dedicada" al niño. Una madre suficientemente buena es aquella que es capaz de dar cabida al desarrollo delverdadero yo del niño, es decir acoger su gesto espontáneo, en el sentido de lo que el niño quiere expresar, e interpretar su necesidad y devolvérsela como gratificación. A partir de la frustración va emergiendo en el niño un falso yo, que tiene función adaptativa, como una suerte de acercamiento a un principio de realidad. Este Falso Yo puede darse en diferentes grados, desde el menor que correspondería a un tipo de adaptación a las normas sociales, hasta grados mas patológicos que se alejan de lo intrínsecamente propio del sujeto, como mera adaptación.La madre en un principio debe Ilusionar al bebe para Desilusionarlo gradualmente. Esto quiere decir que el bebé, ante su necesidad de comer, es acogido por la madre y ésta le ofrece su pecho para alimentarlo, de tal modo que se dispone una situación donde el lactante tiene la ilusión de que el pecho fue creado por él y que es parte de él. Pero a medida que la madre lo desilusiona o lo desgratifica, el bebé va percibiendo que no es uno con la madre, disponiéndose a entrar en contacto gradualmente con la realidad y su subjetividad.Como consecuencia de tal equilibrio, el infante percibe la medida de su dependencia y adquiere la capacidad de hacer notar sus necesidades al entorno. Todas sus potencialidades se irán desarrollando e irá descubriendo gradualmente la inexistencia del carácter unitario con la madre, con el efecto concomitante que de ello se deriva, el hecho de que la madre deja de parecerle "perfecta".Al producirse la ruptura de la unidad madre-lactante, el niño logra ir independizándose mediante espacios, fenómenos y objetos transicionales. Winnicott descubre que espacios, fenómenos y —sobre todo— objetos transicionales son factores substitutivos que —en un principio ilusoriamente— substituyen (lacanianamente se diría: metaforizan) a la madre. Un juguete preferido del niño es un ejemplo de objeto transicional. Las actitudes que en este momento tiene el niño junto a los fenómenos y a los objetos transicionales, le sirven de nuevo entorno y de base para lograr paulatinamente su autonomía y autosuficiencia.De lo que Winnicott observa en la relación primera madre-niño obtiene conclusiones para sus métodos de práctica psicoanalítica: por ejemplo el llamado setting (disposición) analítico y larelación soñar-soñado.

1. En el setting se busca que el paciente logre —tras una "regresión" momentánea a los cruciales años de su infancia— demostrar su "modo de soñarse".

2. En tanto que en el psicoanálisis se produce una momentánea regresión (para lograr una eficaz anámnesis), también —teoriza Winnicott— es menester tener en cuenta la noción deholding (tenencia, pertenencia, valores habidos) ya que la relación analista-paciente crea de un modo espontáneo (particularmente en el segundo) una fuerte relación emocional de dependencia. El buen analista debe ayudar al paciente a liberarse de la misma y la plena liberación de tal dependencia (que evoca a las dependencias que el sujeto ha tenido en su infancia) será un signo de la curación.

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[editar]Conceptos centrales en Winnicott[editar]Verdadero y Falso SelfWinnicott usa el término 'self' para describir tanto el 'yo' como el 'self-como-objeto', y lo hace como una organización psicosomática que emerge desde un estado arcaico no-integrado en etapas graduales.[editar]Verdadero selfSolamente el verdadero self puede ser creativo y solamente él puede sentirse real.Muy cerca de la idea de Ello propuesta por Sigmund Freud, y originado en el funcionamiento de lo somático, para Winnicott el verdadero self es el corazón instintivo de la personalidad, la capacidad de cada infante para reconocer y representar sus necesidades genuinas con expresión propia. Aparece espontáneamente en cada persona y se relaciona con el sentido de integridad y de continuidad. Este espontáneo self y su experiencia de sentirse vivo es el núcleo de la autenticidad.El verdadero self arcaico irá evolucionando hacia la gestación de un mundo interno original y personal, y ello será así si la satisfacción de las necesidades no obstaculiza la continuidad de la existencia. Cuando el infante expresa su gesto espontáneo es indicación de la existencia de un potencial verdadero self: éste comenzará a tener vida a través de la fuerza transmitida al débil yo del infante por la madre receptiva. Este proceso de desarrollo depende de la actitud y del comportamiento de la madre: la madre suficientemente buena es repetidamente receptiva a la ilusión de omnipotencia de su pequeño y hasta cierto punto la entiende, le da un sentido. Esta aceptación repetida supondrá para el pequeño una ilusión de verdad, con lo que el verdadero self se va consolidando. El verdadero self solamente florecerá en respuesta al repetido éxito de la complicidad de la madre ante el gesto espontáneo del infante, de este modo el niño irá creyendo en esa realidad externa que no parece entrar en competencia con su omnipotencia.[editar]Falso selfEs una estructura de defensa que asume prematuramente las funciones maternas de cuidado y protección, de modo que el pequeño se adapta al medio a la par que protege a su verdadero self, la fuente de sus impulsos más personales, de supuestas amenazas, heridas o incluso de la destrucción.Si la madre no es suficientemente buena y no es capaz de sentir y responder suficientemente bien a las necesidades del pequeño, sustituirá el gesto espontáneo de aquél por una conformidad forzada con su propio gesto materno, de ese modo esta repetida conformidad llega a ser la base del más temprano modo de falso self.En la base de esta temprana, y en cierto modo fallida, relación con la madre está la incapacidad de ésta para sintonizar, para entrar en resonancia, para afinar con lo más genuino de su pequeño.El complaciente falso self reacciona a las demandas del entorno y el pequeño parece acatarlas.Mediante este proceso se irá construyendo un conjunto de falsas relaciones, y a través de repetidas introyecciones incluso alcanzará a mostrarse como algo real,

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por ello el niño puede querer crecer para ser como la madre, la niñera, la tía, el hermano o quienquiera que domine la escena.El falso self es una máscara de la falsa persona que constantemente intenta conseguir anticiparse a la demanda del otro, para mantener la relación: se está empleando cada vez que se ha de cumplir con normas exteriores, como ser educado o seguir códigos sociales.Todo ello es un proceso inconsciente y el falso self llega a ser confundido con el verdadero por los otros, incluso por el 'yo'. Bajo la apariencia de éxito, de triunfo social, podrán aparecer sentimientos de irrealidad, sensaciones de no estar realmente vivo, de infelicidad, de no existir realmente.Para Winnicott, en cada persona habría un falso y un verdadero self, y su organización puede ser entendida como una serie complementaria más desde el saludable hasta el patológico falso self: en el primer caso los aspectos socialmente indispensables, en el último la enfermedad.El verdadero self, que en la salud expresa la autenticidad y la vitalidad de la persona, estará siempre en parte, o en su totalidad, oculto.Mientras que el verdadero self hace sentirse real, el falso self tiñe la existencia de un sentimiento de irrealidad, de futilidad. Si se percibe funcionante, tanto la persona como la sociedad, consideran el falso self como saludable: el 'saludable' falso self puede hacer sentir que es aún más verdadero que el verdadero self.La temprana interrupción de la experiencia de omnipotencia infantil perjudica el desarrollo de la capacidad de simbolización, por el bloqueo de la formación de símbolos. El pequeño se ve abocado a la sumisión, a la imposición aplastante de una realidad que no deja hueco a la ilusión, y de este modo se compromete o desaparece la creatividad. Cada individuo necesitará ciertas relaciones o actividades con las que conectar con su propio mundo interno, con su espontaneidad y creatividad propias, sin la exigencia de estar integrado.Se podría entender el estrés desde estas premisas como la permanente vigencia de los repetidos y agotadores estímulos externos, y la consecuente incapacidad de conexión consigo mismo.En caso de gran separación entre verdadero y falso self, lo que hace desaparecer por completo al verdadero self, suele advertirse una pobre capacidad para la simbolización y una vida culturalmente muy empobrecida. Así ocurre en algunas personas extremadamente inquietas o impacientes, con poca capacidad de concentración y gran necesidad de reaccionar a las demandas de la realidad externa, al tiempo que sintiendo malestar consigo mismas.[editar]Funciones maternasWinnicott –un autor que atiende el movimiento emocional– antepone el concepto de función frente al del sujeto que la realiza (madre, padre o sustituto). La función implica una acción, un movimiento que posibilita un proceso, más allá del individuo concreto, biológico, que realiza el cuidado materno. De ahí que la función materna puede ejercerla, indistintamente, todo aquel que tenga condiciones y disposición para hacerla.Las funciones maternas primordiales son tres: el sostenimiento o sostén (holding), la manipulación o manejo (handling), y la presentación objetal (objet-presenting). Estas tres funciones determinan, de forma correlativa, una forma de desarrollo en el bebé: un primer proceso de integración, en la fase de dependencia

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absoluta; un proceso de personificación en aras de la unidad psiquesoma; y un proceso de realización, que fundamenta la capacidad de establecer relaciones interpersonales.[editar]Sostenimiento (Holding)En el desarrollo emocional primitivo Winnicott describe tres funciones maternas: el sostenimiento o sostén (holding), la manipulación o manejo (handling), y la presentación objetal (objet-presenting). La función del sostenimiento es un factor básico del cuidado materno que corresponde al hecho de sostenerlo (emocionalmente) de manera apropiada. “Por mi parte –dice DWW–, me conformo con utilizar la palabra sostén y con extender su significado a todo lo que la madre es y hace en este período [dependencia absoluta]” (“La madre de devoción corriente”. En: Los bebés y sus madres. Paidós, Buenos Aires, 1990, p. 23).El término procede del verbo “hold”: sostener; amparar, contener. La expresión “sosteniendo al bebé” la toma Winnicott de una expresión coloquial inglesa que alude a alguien que coopera con otro en una tarea, se marcha y le deja a uno “sosteniendo el bebé”. A lo que añade que una madre tiene un sentido de responsabilidad, y que si tiene un bebé en sus brazos está comprometida de un modo especial. Y recuerda que “sostener a un bebé es una tarea especializada” (“Saber y aprender”, ibíd., p. 35).En el desarrollo emocional primitivo, la noción de holding describe la función de la madre que permite la continuidad del ser del bebé: todo lo que la madre es y hace con devoción corriente. La madre que sostiene al bebé con tranquilidad (sin miedo a dejarlo caer), adecuando la presión de sus brazos a las necesidades de su bebé, lo mece con suavidad, le susurra o le habla cálidamente, etcétera, proporcionándole la vivencia integradora de su cuerpo y una buena base para la salud mental. El sostenimiento facilita la integración psíquica del infante.[editar]Manipulación (Handling)Una de las funciones maternas primordiales –junto con el sostenimiento o sostén (holding), y la presentación objetal (object-presenting), es la manipulación o manejo (handling). Esta función “contribuye a que se desarrolle en el niño una asociación psicosomática (la unidad psiquesoma) que le permite percibir lo ‘real’ como contrario de lo ‘irreal” (La familia y el desarrollo del individuo. Hormé, Buenos Aires, 1980, p. 33). La manipulación facilita la coordinación, la experiencia del funcionamiento corporal y de la experiencia del self. La manipulación favorece la personalización del bebé.[editar]Presentación objetal (Object-presenting)Junto con el sostenimiento o sostén (holding) y la manipulación o manejo (handling), Winnicott describe una tercera función materna: la presentación objetal (object-presenting). Esta función consiste en mostrar gradualmente los objetos de la realidad al infante para que pueda hacer real su impulso creativo. En “La relación inicial de una madre con su bebé”, lo describe así: “La mostración de objetos o realización (esto es, hacer real el impulso creativo del niño) promueve en el bebé la capacidad de relacionarse con objetos” (La familia y el desarrollo del individuo. Hormé, Buenos Aires, 1980, p. 34).A medida en que la madre habilita en el bebé la capacidad de relacionarse con los objetos, éste despliega su capacidad de habitar el mundo. La presentación objetal

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promueve la realización del niño. Por el contrario, las fallas maternas bloquean el desarrollo de la capacidad del bebé para sentirse real.[editar]Relación con LacanWinnicott y Lacan establecieron una relación por correspondencia en la cual intercambiaron fructíferamente muchas de sus opiniones. Si Lacan coincide prácticamente en todo con las teorizaciones de Winnicott, descubre —y por esto recalca— la importancia de la función paterna.En 1967, Lacan invita a Winnicott para que concurra a disertar en la Escuela Freudiana de París, pero debido a la avanzada edad que entonces tenía Winnicott, éste envía como sus representantes a dos célebres discípulos suyos Ronald Laing y David Cooper (creadores de la llamada antipsiquiatría).

Maud Mannoni (n.23 de octubre de 1923, en Courtrai, Bélgica); † 15 de marzo de 1998 en París) fue una psicoanalista francesa de origenneerlandés, especialista en criminología. Fue fundadora hacia finales de la década del ’60 de la Escuela Experimental de Bonneuil y se le considera una figura destacada de la psicología y el psicoanálisis en Francia.[editar]Biografía[editar]Infancia

Maud fue bien cuidada y criada durante 6 años por una pareja de cingaleses en la finca de sus padres, que por razones laborales se veían reducidos a verlas durante 15 minutos por día utilizando, además, la lengua inglesa para comunicarse. Es esta misma lengua la que utilizan para educarlas. Su infancia estuvo muy marcada por Aya, su nodriza cingalesa.

Por medio del juego descubre un mundo donde el tiempo parece detenerse; siempre delimitado por las ausencias y retornos al país, siendo Aya con sus acompañamientos quien asegura la permanencia. Juntas deambulan por un mundo exterior fascinante, invulnerables ante cualquier situación de peligro.

Su padre era cónsul general de los Países Bajos en Colombo y su madre lo acompañaba a todos sus viajes. A raíz de una situación política fue bruscamente llamado a Holanda. Es por eso que Maud, presuntamente acompañada por Aya,

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debía preceder a la llegada de sus padres a Europa y encontrarse con sus abuelos maternos enCourtrai. En el último momento, Aya decide no ir a Europa y Maud advierte que se aproxima un abandono. Fue una situación completamente inesperada y aterradora. En ese desamparo se desorienta, ya no sabe quien es, a donde va ni lo que sucede.

Se embarca junto a su hermana, tres años menor, y «su» institutriz francesa, conservando únicamente recuerdos de terror de aquel viaje.

Ya en París, es acogida por una tía materna. Conoce a sus abuelos maternos y la pareja de sirvientes que había criado a su madre también le fueron de gran ayuda. Comienza a encontrar en su abuelo una persona increíble, y poco después de conocerlo empieza a escaparse de su institutriz francesa para poder pasar tiempo con él.

Se convierte en la confidente de su abuelo, quien dirigía una fábrica de lino y se encontraba preocupado de lo que ocurriría cuando él muriera: le hablaba de su fin próximo, de una vida poblada de hijos (trece) y de muertes (siete). La muerte comenzó a ganar un gran espacio en la mente de Maud.

Gracias a su abuelo pudo recuperar en tres meses la seguridad que había perdido con la partida a las Indias. Mientras aprendía francés iba perdiendo su lengua materna (el inglés y el hindú). Los diferentes juegos que practicaba con su abuelo y tíos la ayudaron a mantenerse entera. Asimismo, en su abuelo encuentra un guía que reabre la puerta del ideal, tomando esta forma para poder reconquistar la perfección narcisista de la infancia.

Sus padres vuelven con un nuevo rumbo: Ámsterdam, en donde la inscriben en la escuela primaria. Son recibidos por una institutriz holandesa. Tras los tres meses en París, había adquirido el francés y perdido el uso del inglés, lo cual hace enfurecer a su padre quien ya que no puede comunicarse con ella y es por eso que comienza a aprender holandés.

El único apoyo que le queda es su abuelo materno, quien la recibe durante las vacaciones de invierno durante dos años. Al morir su abuelo, su familia se lo ocultó.

En Ámsterdam la soledad era total. Entre los 6 y los 11 años no tuvo ningún amigo ni ninguna compañía, salvo la fantasía de aquel abuelo a quien estimaba tanto.

La búsqueda del contacto con el otro se había diluido, los juegos habían desaparecido y había quedado atrapada en un pozo: la cotidianeidad que no la dejaba salir de la rutina para darle un lugar de intimidad con los demás. Sufría mucho por el rechazo de los compañeros, quienes no la aceptaban.

En ningún momento hubo presencia de su familia paterna, ya que su padre había roto relación con ellos desde hacía mucho tiempo.

Después de cuatro años, su madre la inscribe en un colegio laico donde los profesores belgas de habla francesa enseñaban con entusiasmo. (Segunda Ruptura)

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Teniendo pocas habilidades “sociales” (bailaba y jugaba mal al tenis) su madre cree que tiene pocas virtudes para el matrimonio, y respetando su pedido de dejar la monotonía de la ciudad, acepta enviarla a Bruselas.[editar]Sus Estudios

Elige como universidad la única que se subleva contra los invasores. La aceptan gracias al hecho de estar en análisis en un servicio psiquiátrico para adultos del hospital de Nrugmann deBruselas, y más tarde, en un servicio psiquiátrico de niños en Amberes.

El contexto político de la época no la deja desplegar sus creencias acerca de que los pacientes hablan de otra manera cuando se encuentran fuera del hospital.

Consigue entrar en un sistema más flexible situado en un suburbio obrero de Amberes, el cual admite a adolescentes con debilidad mental y a psicóticos a los que nadie quiere recibir. Pasan jornadas afuera, en los terrenos baldíos y forman una campaña de teatro ambulante.

Después de un tiempo, los jóvenes tienen que ser trasladados hacia sitios de defensa social luego de que un bombardeo pone fin a la experiencia.

Al finalizar la guerra, realiza en la Universidad una formación como criminóloga.

Es nombrada analista, miembro de la Sociedad belga de Psicoanálisis (1948).

El sostén de todos estos años de guerra fue el amor por un hombre, un economista (que luego pasaría a ser ministro), quien descubre el análisis en París. Y es a él a quien le debe toda su orientación futura: el amor que siente por ese hombre la reconcilia con la posibilidad de la creatividad, la ayuda a salir de ese estancamiento en el cual se encontraba consumida desde que dejó las indias, ese adormecimiento en el cual no sentía nada.

La tercera experiencia que la marcó fueron sus dos primeros analizados: el primero, un superviviente de un campo de concentración, que logra concretar su suicidio. El segundo es un niño débil mental que se encontraba internado en el hospital.

Comienza a darle importancia a la escucha del drama familiar que envuelve al síntoma-hijo. Pues a menudo sólo es posible «curar» al niño si el analista deslaza el problema por el que los padres han venido a consultarlo. Así, lo que surge a veces en el revelamiento de una situación es la enfermedad de uno u otro de los padres, «enfermedad» que los trastornos del hijo cumplían la función de taponar.

Su relación con el economista termina luego de que este decide casarse con la hija del senador. Decide dejar Bruselas con el proyecto de realizar un doctorado en Columbia University de Nueva York. Pero no puede concretar su deseo, se asienta en París y el Hospital Trousseau pasará a ser lugar de su formación analítica.

Allí se encuentra con Françoise Dolto, de quien había leído Psicoanálisis y Pediatría, pero es presentado por una amiga en común, Mireille Monod. Maud es adoptada por la familia de Françoise y Boris Dolto. Él le presenta a Octave Mannoni, un etnógrafo, psicoanalista y profesor de filosofía, con quien contrae

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matrimonio (no sin antes prometer a Françoise que su intención es únicamente la de tener hijos) en 1948.

Sus estudios se habrían tornado imposibles a no ser por una tía paterna que le había dejado, al morir, una suma de dinero que le permitió efectuarlos.

En febrero de 1950, nace su hijo Bruno en la clínica de Belvedere, en Boulogne. La soledad es entonces total. Sólo es visitada por una empleada doméstica. Octave tenía horror a las clínicas y maternidades.

En cuanto a su trabajo como analista, lo reanudó diez días después de haber dado a luz. Poco tiempo después muere su padre.

Además de Françoise Dolto, fue discípula de Jacques Lacan, quien fuera su docente y analista, y de Daniel Lagache.[editar]Su labor

Realiza un escrito sobre «cura de psicóticos adultos» y de esa forma capta el interés de Lacan. Gracias a él, puede desprenderse de Dolto.

Se puede decir que Dolto le abrió los oídos a la clínica y Lacan la autorizó a articular una experiencia de tanteos: sin él, nunca habría encontrado palabras para testimoniarlo.

Mannoni dirigió un grupo lacaniano y publicó el libro La primera consulta con el psicoanalista, en el que explica que el psicoanálisis no es medicina y que no hay que pararse en los síntomas.

Nunca trabajo por completo como analista en un consultorio privado, es por eso que en algunos grupos lacanianos «puros» y «duros» la llamaban la «jefa de exploradores de psicoanálisis.»

En 1960, incursionó junto con su esposo como militante política y apoyó la independencia de Argelia respecto a Francia.

Con el libro El niño retardado y su madre (con el soporte de Lacan), de 1964, comenzó a expresar su interés por los niños con problemas.

Entre 1963 y 1967, haciendo labor de analista, se interrogó acerca del mutismo de los educadores con niños autistas a su cargo. Observa así la inutilidad de la existencia en instituciones de un equipo de expertos en psicosis. Los educadores se sienten con los niños prisioneros de estructuras altamente jerarquizadas. Lo que producía que fueran los niños quienes entonces encarnaran la verdad de ese malestar, hasta el extremo de perder también ellos la palabra.[editar]La Escuela Experimental de BonneuilEl 12 de septiembre de 1969, fundó junto a Robert Lefort y los educadores Rose Marie e Yves Guerin la Escuela Experimental de Bonneuil Sur Marne. Esta escuela se dedica a reintegrar a los niños psicóticos a la sociedad, y responde a la necesidad de lograr una estructura para recibir a los niños que no pueden ser tratados en los hospitales psiquiátricos tradicionales, pero para los cuales la escuela ya no ofrecía respuestas. Los niños que son aceptados son psicóticos, con problemas escolares y neurosis graves.

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Influida por Donald Winnicott (quien fue su supervisor clínico) comprendió que ciertos jóvenes pacientes tienen ante todo necesidad de un lugar donde vivir afectivamente.Sostuvo que el sujeto humano no es únicamente el resultado de una reproducción biológica necesaria a la especie: para vivir, les es preciso alguien con quien contar (sobre todo cuando en la realidad ha desaparecido la estructura simbólica de la familia).Al publicar El psiquiatra su loco y el psicoanálisis, es muy criticada por las instituciones pero defendida por Lacan.En 1974 nace su nieto, al cual decide dedicarle tiempo y organiza en los siguientes 8 años su agenda para poder estar disponible para él.En julio de 1982 funda junto con su esposo y Patrcik Guymard el Centro de Formación y de Investigaciones Psicoanalíticas, con el fin de instalar estructuras que garanticen un trabajo, una enseñanza, una investigación y una formación analítica.Con respecto a la actividad editorial, se centra en una revista Esquiases Analytiques, y en la colección que dirige junto a P. Guyomard, L’ Espace analytique.Octave fallece 7 años después.En 1994, fundó la Asociación de Formación Psicoanalítica y de Investigación Freudiana de Espacio analíticoMuere a causa de un paro cardíaco a los 74 años en 1998.[editar]Breve reseña de su abordaje clínico y laborFue quien mejor realizó el cruce entre las tradiciones teóricas de Winnicott y Lacan. Teniendo como supervisor clínico al primero, y como docente y analista al segundo, dará lugar a una obra muy original que centrará sus interrogantes en torno al lugar que ocupa el discurso parental en el síntoma del niño.Sus investigaciones clínicas se dirigirán inicialmente hacia los niños más «relegados» por el pensamiento psiquiátrico y psicoanalítico: los débiles mentales. Como producto de ellas surgirá un texto (El niño retrasado y su madre) en el que vemos surgir con nitidez un centro de interrogaciones al que la autora habrá de volver una y otra vez en sus investigaciones posteriores: el discurso colectivo que se teje en torno al niño, y el modo en que determina su posición y su valor al interior de dicho colectivo.«Ponerse a la escucha del discurso colectivo», sostendrá, «es estar atento a lo que, en la enfermedad del niño, no es sino el síntoma de lo que no marcha en el medio que lo rodea. Es también estar atento a lo no dicho en la constitución del síntoma».1

Junto con F. Dolto, desplegará una noción de lo inconsciente que, promovida por J. Lacan, supondrá una subversión teórica respecto a las tesis kleinianas, dominantes en el pensamiento psicoanalítico de mediados del siglo XX en Europa.Si para Melanie Klein lo inconsciente es un contenido de fantasías ligado a la vida pulsional y por tanto difícil de expresar en el discurso, para Lacan el inconsciente habrá de concebirse como el impacto del lenguaje sobre el cuerpo. «El inconsciente», dirá Lacan, «está estructurado como un lenguaje». Y en el campo de la clínica con niños, esa dimensión del lenguaje, con sus significaciones

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cristalizadas y sus silenciamientos, se articula a nivel de la pareja parental. Por tanto para esta autora la escucha de la familia habrá de convertirse en un punto central de la cura, ya que su discurso «puede aportar aquello que falta a la inteligencia del texto aportado por el niño».Demuestra en sus investigaciones posteriores (plasmadas en textos tales como El niño, su enfermedad y los otros, El psiquiatra, su ‘loco’ y el psicoanálisis, La educación imposible) que es en las patologías más graves de la infancia (autismo, psicosis infantil) donde se observa al niño más apresado en el discurso de los padres, y aún en la fantasmática inconsciente de estos.Su clínica buscará develar este discurso secreto, que hace del niño su objeto inerte, a fin de devolverle a éste el estatuto de sujeto de su propio discurso. Como corolario de estas investigaciones fundará, hacia finales de la década del ’60, la Escuela Experimental de Bonneuil, concebida como un «lugar de acogida» que acompañe y ayude al niño «a asumir el riesgo de vivir».La creación de esta institución recoge un viejo anhelo de D. Winnicott, quien durante la Segunda Guerra Mundial ocupó el cargo de consultor del Plan de Evacuación de Niños en Gran Bretaña. Su experiencia en dicha función lo llevó a sostener la necesidad de la existencia de instituciones que permitieran a los jóvenes atravesar sus crisis sin que prime en sus cuidadores el afán de reencausarlos en nombre de algún bien, pues esos jóvenes necesitaban «existir primero en el rechazo». Se trataría, por tanto, de instituciones cuya premisa básica no sería «curar», sino «acompañar» al joven en su desamparo.Si bien Winnicott nunca llevó a cabo este proyecto institucional, su anhelo dio lugar a la existencia de experiencias como Bonneuil, en Francia, o como Kingsley Hall en Londres, primera institución de la que habrá de surgir el movimiento antipsiquiátrico.[editar]Obras De la pasión del ser a la locura del saber. Freud, los anglosajones y Lacan El niño, su enfermedad y los otros El síntoma y el saber Lo que falta en la verdad para ser dicha Un saber que no se sabe La experiencia analítica El niño retardado y su madre La primera entrevista con el psicoanalista Educación Imposible La teoría como ficción

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Erik EriksonErik Homberger Erikson o Erik Erikson (15 de junio de 1902 en Fráncfort del Meno, Alemania — 12

de mayo de 1994 en Harwich, Cabo Cod,Massachusetts, Estados

Unidos), psicoanalista estadounidense de origen alemán, destacado por sus contribuciones

en psicología del desarrollo.

Heterodoxia

Discípulo de Freud, discrepó de él, no obstante, en dos aspectos básicos:

1. Que las personas son seres activos buscando adaptarse a su ambiente, más que pasivos

esclavos de impulsos

2. En otorgar mayor importancia que Freud a las influencias culturales

[editar]Teoría psicosocial

Elaboró una Teoría del desarrollo de la personalidad a la que denominó "Teoría psicosocial".

En ella describe ocho etapas del ciclo vital o estadios psicosociales (crisis o conflictos en el

desarrollo de la vida, a las cuales han de enfrentarse las personas):1

1. Confianza Básica vs. Desconfianza. (desde el nacimiento hasta aproximadamente los 18

meses). Es la sensación física de confianza. El bebe recibe el calor del cuerpo de la madre

y sus cuidados amorosos. Se desarrolla el vínculo que será la base de sus futuras

relaciones con otras personas importantes; es receptivo a los estímulos ambientales es

por ello sensible y vulnerable, a las experiencias de frustración son las experiencias más

tempranas que proveen aceptación, seguridad, y satisfacción emocional y están en la

base de nuestro desarrollo de individualidad. Depende entonces del sentimiento de

confianza que tengan los padres en sí mismos y en los demás, el que lo puedan reflejar en

sus hijos.

2. Autonomía vs. Vergüenza y Duda (desde los 18 meses hasta los 3 años

aproximadamente). Esta etapa está ligada al desarrollo muscular y de control de las

eliminaciones del cuerpo. Este desarrollo es lento y progresivo y no siempre es

consistente y estable por ello el bebe pasa por momentos de vergüenza y duda.El bebe

inicia a controlar una creciente sensación de afirmación de la propia voluntad de un yo

naciente, se afirma muchas veces oponiéndose a los demás. El niño empieza a

experimentar su propia voluntad autónoma experimentando fuerzas impulsivas que se

establecen en diversas formas en la conducta del niño, y se dan oscilando entre la

cooperación y la terquedad, las actitudes de los padres y su propio sentimiento de

autonomía son fundamentales en el desarrollo de la autonomía del niño. Este establece su

primera emancipación de forma tal que en posteriores etapas repetirá esta emancipación

de muchas maneras.

3. Iniciativa vs. Culpa (desde los 3 hasta los 5 años aproximadamente). La tercera etapa de

la Iniciativa se da en la edad del juego, el niño desarrolla actividad, imaginación y es más

enérgico y locuaz, aprende a moverse más libre y violentamente, su conocimiento del

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lenguaje se perfecciona, comprende mejor y hace preguntas constantemente; lo que le

permite expandir su imaginación. Todo esto le permite adquirir un sentimiento de iniciativa

que constituye la base realista de un sentido de ambición y de propósito. Se da una crisis

que se resuelve con un incremento de su sensación de ser él mismo. Es más activo y está

provisto de un cierto excedente de energía, es posible ocuparse de qué es lo que se

puede hacer con la acción; descubre lo que puede hacer junto con lo que es capaz de

hacer.

1. La intrusión en el espacio mediante una locomoción vigorosa,

2. La intrusión en lo desconocido por medio de una curiosidad grande,

3. La intrusión en el campo perceptual de los demás,

4. Fantasías sexuales, (Los juegos en esta edad tienen especiales connotaciones

simbólicas sobre aspectos sexuales). Respecto de esto último, el niño posee una

genitalidad rudimentaria y tiene muchas veces sentimientos de culpa y temores

asociados a ello

4. Laboriosidad vs. Inferioridad (desde los 5 hasta los 13 años aproximadamente). Es la

etapa en la que el niño comienza su instrucción preescolar y escolar, el niño está ansioso

por hacer cosas junto con otros, de compartir tareas, de hacer cosas o de planearlas, y ya

no obliga a los demás niños ni provoca su restricción. Posee una manera infantil de

dominar la experiencia social experimentando, planificando, compartiendo. Llega a

sentirse insatisfecho y descontento con la sensación de no ser capaz de hacer cosas y de

hacerlas bien y aún perfectas; el sentimiento de inferioridad, le hacen sentirse inferior

psicológicamente, ya sea por su situación económica- social, por su condición "racial" o

debido a una deficiente estimulación escolar, pues es precisamente la institución escolar la

que debe velar por el establecimiento del sentimiento de laboriosidad.

5. Búsqueda de Identidad vs. Difusión de Identidad (desde los 13 hasta los 21 años

aproximadamente). Se experimenta búsqueda de identidad y una crisis de identidad, que

reavivará los conflictos en cada una de las etapas anteriores; los padres de los

adolescentes se verán enfrentando situaciones nuevas que serán un nuevo reto para su

misión orientadora. Son características de identidad del adolescente:

La Perspectiva Temporal, orientación en el tiempo y en el espacio

La Seguridad en Sí Mismo

La Experimentación con el Rol, énfasis en la acción

El Aprendizaje interés por el contacto con el medio ambiente y una estrategia del

aprendizaje vital.

Polarización Sexual: Adecuado grado de desarrollo del propio interés sexual.

Liderazgo y Adhesión: Adecuada integración al grupo de "pares".

El Compromiso Ideológico, orientación valorativa y participación en el ambiente.

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6. Intimidad frente a aislamiento (desde los 21 hasta los 40 años aproximadamente). La

intimidad supone la posibilidad de estar cerca de otros ya que posees un sentimiento de

saber quién eres, no tienes miedo a “perderte” a ti mismo, como presentan muchos

adolescentes el joven adulto ya no tiene que probarse a sí mismo. A esta dificultad se

añade que nuestra sociedad tampoco ha hecho mucho por los adultos jóvenes la

tendencia maladaptativa que Erikson llama promiscuidad, se refiere particularmente a

volverse demasiado abierto, muy fácilmente, sin apenas esfuerzo y sin ninguna

profundidad o respeto por tu intimidad. Esta tendencia se puede dar tanto con tu amante,

como con tus amigos, compañeros y vecinos.

7. Generatividad frente a estancamiento (desde los 40 hasta los 60 años

aproximadamente). Periodo dedicado a la crianza de los niños. La tarea fundamental aquí

es lograr un equilibrio apropiado entre la productividad y el estancamiento. La

productividad es una extensión del amor hacia el futuro; tiene que ver con una

preocupación sobre la siguiente generación y todas las demás futuras: teniendo y criando

los hijos, la enseñanza, la escritura, la inventiva, las ciencias y las artes, el activismo social

complementan la tarea de productividad. En definitiva, cualquier cosa que llene esa “vieja

necesidad de ser necesitado”. El estancamiento, por otro lado, es la “auto-absorción”;

cuidar de nadie, las personas tratan de ser tan productivas que llega un momento en que

no se pueden permitir nada de tiempo para sí mismos, para relajarse y descansar. Al final,

estas personas tampoco logran contribuir algo a la sociedad. Esta es la etapa de la “crisis

de la mediana edad” se pregunta “¿Qué estoy haciendo aquí?”.

8. Integridad frente a desesperación (desde aproximadamente los 60 años hasta la

muerte). Esta es la última etapa. En la delicada adultez tardía, o madurez, la tarea

primordial es lograr una integridad con un mínimo de desesperanza. Primero ocurre un

distanciamiento social, desde un sentimiento de inutilidad existe un sentido de inutilidad

biológica, debido a que el cuerpo ya no responde como antes; junto a las enfermedades,

aparecen las preocupaciones relativas a la muerte. Los amigos mueren; los familiares

también y ello contribuye a la aparición de un sentimiento de desesperanza. Como

respuesta a esta desesperanza, algunos mayores se empiezan a preocupar con el

pasado. La integridad yoica significa llegar a los términos de tu vida, y por tanto, llegar a

los términos del final de tu vida. La tendencia mal adaptativa es llamada presunción.

Cuando la persona “presume” de una integridad yoica sin afrontar de hecho las

dificultades de la senectud.