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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Ingeniería Civil Facultad de Ingeniería 5-2017 Guía metodológica para la identificación de daños Guía metodológica para la identificación de daños hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en laderas después de un fenómeno de incendio forestal laderas después de un fenómeno de incendio forestal Miguel Andrés Saavedra Bustamante Universidad de La Salle, Bogotá Camilo Andrés Montenegro Arcila Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/ing_civil Part of the Civil Engineering Commons Citación recomendada Citación recomendada Saavedra Bustamante, M. A., & Montenegro Arcila, C. A. (2017). Guía metodológica para la identificación de daños hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en laderas después de un fenómeno de incendio forestal. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/ing_civil/128 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Ingeniería at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Ingeniería Civil by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

Guía metodológica para la identificación de daños

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Page 1: Guía metodológica para la identificación de daños

Universidad de La Salle Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle

Ingeniería Civil Facultad de Ingeniería

5-2017

Guía metodológica para la identificación de daños Guía metodológica para la identificación de daños

hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en

laderas después de un fenómeno de incendio forestal laderas después de un fenómeno de incendio forestal

Miguel Andrés Saavedra Bustamante Universidad de La Salle, Bogotá

Camilo Andrés Montenegro Arcila Universidad de La Salle, Bogotá

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Part of the Civil Engineering Commons

Citación recomendada Citación recomendada Saavedra Bustamante, M. A., & Montenegro Arcila, C. A. (2017). Guía metodológica para la identificación de daños hidrogeomorfológicos en el suelo y mitigación de riesgos en laderas después de un fenómeno de incendio forestal. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/ing_civil/128

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Page 2: Guía metodológica para la identificación de daños

GUÍA METODOLÓGICA PARA LA IDENTIFICACIÓN DE DAÑOS

HIDROGEOMORFOLÓGICOS EN EL SUELO Y MITIGACIÓN DE RIESGOS EN

LADERAS DESPUÉS DE UN FENÓMENO DE INCENDIO FORESTAL

MIGUEL ANDRÉS SAAVEDRA BUSTAMANTE

CAMILO ANDRÉS MONTENEGRO ARCILA

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE INGENIERÍA

PROGRAMA DE INGENIERÍA CIVIL

BOGOTÁ D.C.

2017

Page 3: Guía metodológica para la identificación de daños

Guía Metodológica para la Identificación de Daños Hidrogeomorfológicos en el Suelo y

Mitigación de Riesgos en Laderas Después de un Fenómeno de Incendio Forestal

Miguel Andrés Saavedra Bustamante

Camilo Andrés Montenegro Arcila

Trabajo de grado presentado como requisito para optar al título de:

Ingeniería Civil

Director Temático.

Ing. Fernando Alberto Nieto Castañeda

Universidad de La Salle

Facultad de Ingeniería

Programa de Ingeniería Civil

Bogotá D.C.

2017

Page 4: Guía metodológica para la identificación de daños

Nota de aceptación:

______________________________________

______________________________________

______________________________________

______________________________________

______________________________________

______________________________________

__________________________________

Firma del presidente del jurado

__________________________________

Firma del jurado

__________________________________

Firma del jurado

Bogotá, mayo de 2017

Page 5: Guía metodológica para la identificación de daños

Agradecimientos

Los autores presentan sus agradecimientos al Ing. Fernando Alberto Nieto Castañeda por

compartir su tiempo en la elaboración y desarrollo de este proyecto de grado y con todo corazón

en estas cortas palabras agradecemos concejos y críticas que nos ayudó a consolidar este trabajo

de grado.

A los profesores del programa de ingeniería civil que de diferentes formas nos han apoyado,

impulsado y colaboración en la consolidación de este proyecto de grado.

Page 6: Guía metodológica para la identificación de daños

Dedicatoria

Le dedico este logro a:

A mi padre Miguel Saavedra Leal que de forma constante y desinteresada me apoyado

durante todo este largo proceso que ya está llegando a su fin con la presentación de este proyecto

de grado.

A mi madre Martha Elisa Bustamante Parra que de forma amorosa y valiente me ha

impulsado y motivado a continuar este proceso en los momentos difíciles y que a través de su

amor me ha impulsado a consolidar este proyecto de grado.

A mis amigos y allegados que con su amistad me han dado fortaleza para continuar este

camino que me he propuesto hace años en la consolidación de mi carrera profesional y este

proyecto de grado.

Miguel Andres Saavedra Bustamante.

Page 7: Guía metodológica para la identificación de daños

Dedicatoria

A mis padres, Luis Alberto Montenegro y Mercedes Arcila López, por brindarme su apoyo

incondicional, fortaleza y motivación, para seguir cada día hacia adelante en mi formación como

profesional, por enseñarme a valorar y respetar el esfuerzo que decidieron hacer por darme la

oportunidad de estudiar y ser la motivación de seguir llevando una vida llena de logros

impulsados por la humildad.

A mis hermanos María Montenegro, Antonio Montenegro y Adriana Montenegro, a mi

sobrina Laura S. Montenegro y familiares por apoyar mis ideas y estar siempre presentes para

compartir mis triunfos y mis derrotas.

A todas y cada una de las personas que estuvieron vinculadas en este proceso, tanto

compañeros como docentes, por ayudarme a ser una mejor persona y ampliar mi perspectiva y

visión de mi entorno para poder servir a la sociedad desde mi vida profesional.

Camilo Andres Montenegro Arcila.

Page 8: Guía metodológica para la identificación de daños

Contenido

Introducción .................................................................................................................................... 1

Capítulo 1: Generalidades ............................................................................................................... 2

Título del Proyecto ...................................................................................................................... 2

Descripción del Proyecto ............................................................................................................ 2

Planteamiento del Problema ........................................................................................................ 2

Formulación del Problema .......................................................................................................... 2

Justificación ................................................................................................................................. 3

Objetivos ..................................................................................................................................... 3

Objetivo general ...................................................................................................................... 3

Objetivos específicos ............................................................................................................... 4

Capítulo 2: Marco Referencial ........................................................................................................ 5

Antecedentes ............................................................................................................................... 5

Marco Teórico ........................................................................................................................... 12

Incendio forestal. ................................................................................................................... 13

Tipos de incendio................................................................................................................... 14

Marco Conceptual ..................................................................................................................... 15

Amenaza. ............................................................................................................................... 15

Análisis de riesgo................................................................................................................... 15

Capacidad de retención hídrica (infiltración). ....................................................................... 16

Page 9: Guía metodológica para la identificación de daños

Caracterización de amenaza y riesgo. .................................................................................... 16

Cuenca. .................................................................................................................................. 16

Erosión. .................................................................................................................................. 16

Erosión fluvial. ...................................................................................................................... 17

Estructura del Suelo. .............................................................................................................. 17

Geomorfología fluvial. .......................................................................................................... 18

Hidrofobicidad (repelencia al agua). ..................................................................................... 18

Hidrogeomorfológico ............................................................................................................ 19

Ladera. ................................................................................................................................... 19

Peligro por deslizamiento. ..................................................................................................... 19

Permeabilidad del suelo ......................................................................................................... 19

Porosidad y densidad aparente. ............................................................................................. 20

Reguero. ................................................................................................................................. 20

Riesgo. ................................................................................................................................... 21

Sedimentación fluvial. ........................................................................................................... 21

Textura. .................................................................................................................................. 21

SIG o GIS (Sistema de Información Geográfica o Geographical Information System). ...... 21

Metodología del Proyecto ......................................................................................................... 21

Fase 1. .................................................................................................................................... 21

Fase 2. .................................................................................................................................... 22

Page 10: Guía metodológica para la identificación de daños

Fase 3. .................................................................................................................................... 22

Fase 4. .................................................................................................................................... 22

Fase 5. .................................................................................................................................... 22

Fase 6. .................................................................................................................................... 23

Capítulo 3: Guía Metodológica para la Identificación de Daños Hidrogeomorfológicos en el

Suelo y Mitigación de Riesgos en Laderas Después de un Fenómeno de Incendio Forestal ....... 24

Identificación de Zonas Afectadas por Incendio Forestales...................................................... 24

Método PAP (Prioridad de Actuación Postincendio). ........................................................... 24

Método FDARE (Fotografía Digital de Alta Resolución Digital). ....................................... 33

Métodos Para la Identificación de Cambios Hidrogeomorfológicos en Zonas Afectadas por un

Incendio Forestal ....................................................................................................................... 37

Estudios geomorfológicos a escala de cuenca sin el uso de estaciones de aforo. ................. 37

Perfiladores y levantamientos topográficos. .......................................................................... 37

Cuencas de drenaje. ............................................................................................................... 39

Parcelas abiertas – colectores Gerlach. .................................................................................. 45

Parcela cerrada. ...................................................................................................................... 46

Métodos Para el Análisis de Erosión y Daños en la Estructura del Suelo en la Zona Afectada

por un Incendio Forestal ............................................................................................................ 46

Distribución de material granular del suelo por tamización en seco. .................................... 46

Distribución de material granular del suelo por tamización mediante la utlización de agua

como agente disgregante. ...................................................................................................... 47

Page 11: Guía metodológica para la identificación de daños

Método con desintegrador por ultrasonidos. ......................................................................... 55

Métodos con baño de ultrasonido. ......................................................................................... 58

Estacas de erosión. ................................................................................................................. 59

El modelo USLE Y RUSLE. ................................................................................................. 65

Test de impacto de gota de agua (CND, Counting the Number of Drop-impacts). .............. 73

Test del impacto de diez gotas de agua (TDI, Ten Drops Impacts). ..................................... 75

Simulador de lluvia. ............................................................................................................... 75

Métodos Para Determinar Afectaciones en la Permeabilidad e Identificación de Hidrofobicidad

en el Suelo Afectado por un Incendio Forestal ......................................................................... 86

Lisímetros. ............................................................................................................................. 86

Infiltrómetros. ........................................................................................................................ 86

Tubos ..................................................................................................................................... 86

Infiltrómetro de doble anillo. ................................................................................................. 86

Ensayo de infiltración. ........................................................................................................... 87

Ecuación de Horton. .............................................................................................................. 87

Infiltrómetro de mini disco. ................................................................................................... 88

Método ensayo de la molaridad de la gota de etanol (MED, Molarity of an Ethanol Droplet

test). ....................................................................................................................................... 91

Ensayo del tiempo de penetración de la gota de agua (WDPT, Water Drop Penetration Time

test). ....................................................................................................................................... 92

Page 12: Guía metodológica para la identificación de daños

Métodos Para la Mitigación de Daños y la Restauración del Suelo Afectado por un Incendio

Forestal ...................................................................................................................................... 93

Matorrales de materiales vegetales ........................................................................................ 93

Recubrimiento Vegetal. ......................................................................................................... 94

Siembra. ................................................................................................................................. 95

Mulching o acolchado. .......................................................................................................... 97

Poliacrilamidas (PAM). ......................................................................................................... 99

Combinación de siembra con mulching .............................................................................. 100

Hidromulch. ......................................................................................................................... 101

Barricadas o trampa de sedimentos. .................................................................................... 102

Rápidas escalonadas. ........................................................................................................... 106

Barreras transversales. ......................................................................................................... 106

Estabilizadores de lecho. ..................................................................................................... 108

Capitulo 4: Propuestas Para la Identifcación, Mitigación y Restauración de los Daños

Hidrogeomorfológicos a Partir de un Tipo de Clasificación de Incendios Forestales .......... ¡Error!

Marcador no definido.

Primera Propuesta; en caso de un incendio de subsuelo. .......... ¡Error! Marcador no definido.

Capitulo 5: Conclusiones ............................................................................................................ 109

Capitulo 6: Bibliografía .............................................................................................................. 110

Page 13: Guía metodológica para la identificación de daños

Lista de tablas

Tabla 2-1 Tamaño de poros y permeabilidad ............................................................................... 20

Tabla 3-1 Valores del factor p ...................................................................................................... 67

Tabla 3-2 Clase de estructura del suelo para 15cm del suelo. ...................................................... 69

Tabla 3-3 Parámetro de permeabilidad referido a todo el perfil del suelo .................................... 69

Tabla 3-4 Interpretación de los valores de estabilidad de agregados ............................................ 83

Tabla 3-5 Parámetros de van genuchten para 12 tipos de textura de suelos y valores a de 2,25 cm

de radio de disco y valores de succión entre 0,5 a 6 cm ........................................................ 90

Tabla 3-6 Cuadro comparativo entre método / parámetro de los métodos de mitigación y

restauración para suelos afectados por un incendio forestal ................................................ 108

Page 14: Guía metodológica para la identificación de daños

Tabla de Ilustraciones

Figura 3-1: Diagrama de paso a paso del método pap (prioridad de actuación post-incendio)

parte 1, fuente: (reyes ruiz gallardo j. , 2004) ........................................................................ 32

Figura 3-2: Diagrama de paso a paso del método pap (prioridad de actuación post-incendio)

parte 2, fuente: (reyes ruiz gallardo j. , 2004) ........................................................................ 33

Figura 3-3: División de zonas de una cuenca de drenaje. Fuente: (lópez, 2013) ......................... 40

Figura 3-4: Ejemplo de silt fences con geotextil, fuente: (chapel, 2013) ..................................... 43

Figura 3-5: Vertedero triangular o v-notch y aforo tipo h-flume en una cuenca experimental en

alicante (españa). Fuente: (u.s. department of the interior bureau of reclamation, 2001) y

(bautista & mayor, 2010) ....................................................................................................... 45

Figura 3-6: Esquema del test de le bissonnais y gaillard (1997), fuente: (mataix-solera, et al.,

2010) ...................................................................................................................................... 52

Figura 3-7: Representación esquemática del test de emerson, 1967. Fuente: (mataix-solera, et al.,

2010) ...................................................................................................................................... 54

Figura 3-8: A la izquierda desintegrador por ultrasonidos. En el centro y la derecha el sonifier

1312 cell disruptor, branso sonic power company, danbury, connecticut, utilizado en la

universidad de ámsterdam. Fuente: (mataix-solera, et al., 2010) .......................................... 56

Figura 3-9: Esquema de la organización de las barras en una parcela 10x10m; estacas de acero

fuente: (cerdà & jordán, 2007) .............................................................................................. 61

Figura 3-10: Nomograma para determinar el valor de k en unidades us para expresarlo en

unidades métricas (mgm2*h*ha-1*hj-1*cm-1), debe multiplicarse el resultado obtenido por

1,317. Fuente: (benito, et al., 2007) ....................................................................................... 70

Page 15: Guía metodológica para la identificación de daños

Figura 3-11: Ejemplo de un simulador de lluvia para diferentes tipos de parcelas, fuente (centro

de estudios superiores nova spania, 2008) ............................................................................. 81

Figura 3-12: Boquilla lechler 460.848.30, fuente (interempresas, 2017). ................................... 84

Figura 3-13: Infiltrómetro de minidisco fuente: (expormatic sac, 2017) ..................................... 91

Figura 3-14: Matorral de material vegetable, en el incendio de soutelo de 2006. Fuente: (vega j.

A., et al., 2013) ...................................................................................................................... 94

Figura 3-15: Cobertura con paja. Fuente: (dalitoño piña blog , 2016)......................................... 95

Figura 3-16: Vista general de un área tratada con hidrosiembra en las laderas del río oitavén

(pontevedra), cuatro meses después de su aplicación tras incendio en el verano de 2006.

Fuente: (vega j. A., et al., 2013) ............................................................................................ 97

Figura 3-17: Aspecto invernal de un área tratada con mulching de paja después del incendio de

sotomaior en el verano de 2006. Fuente: (vega j. A., et al., 2013) ........................................ 99

Figura 3-18: Barricada en línea de drenaje de la cuenca o ladera. Fuente: (ruiz & luque, 2010)

............................................................................................................................................. 104

Figura 3-19: Construcción de matorrales de troncos tras incendio en cerro muriano (córdoba).

Fuente: (vega j. A., et al., 2013) .......................................................................................... 105

Figura 3-20: Sedimentos acumulados en un depósito de agua tras el incendio de santirso

(maceda) de 2011. Fuente: (vega j. A., et al., 2013) ............................................................ 107

Figura 3-21: Dique de gaviones tras incendio en tenerife. Fuente: (vega j. A., et al., 2013). ... 108

Page 16: Guía metodológica para la identificación de daños

Lista de Apéndice

Apéndice A (Esquema de diagrama de flujo)

Apéndice B (Guia Metodológica)

Page 17: Guía metodológica para la identificación de daños

1

Introducción

El presente proyecto de grado busca establecer una guía metodológica para la identificación

de los riesgos y métodos de mitigación de riesgos en el suelo por daños hidrogeomorfológicos

causados por incendios forestales en Colombia.

En la actualidad el país maneja programas de prevención, control y restauración de zonas

afectadas por incendios forestales, pero hay un déficit en el análisis de los daños estructurales

físico-mecánicos del suelo, por ende, muchas zonas afectadas permanecen vulnerables a los

agentes externos dañinos que pueden afectar a las zonas de influencia cercanas al sector que se

presenta el incendio.

Se busca con esta guía metodología que entes de control municipales, departamentales o

nacionales tengan una herramienta práctica, fácil y con métodos comprobados en diferentes

países que se puedan aplicar a cualquier situación de incendios forestales naturales o antrópicos

que sucedan en cualquier zona del país y que se tomen las medidas técnicas adecuadas para

manejar los daños y generar una mitigación de riesgos rápidos y eficientes.

Es importante aclarar que esta guía metodológica es un estado de arte, una recopilación de

información, por ende, no se comprueba ningún método, ni se centra en una zona de estudio

especifica de tipo de suelo o condiciones físico-mecánicas, ya que en los estudios consultados y

citados en este documento se encuentran realizados en campo en otros países y en condiciones de

suelos diferentes de Colombia, aun así estos métodos tienen aspectos generales fáciles de aplicar

en cualquier situación, la realización de ellos no se ve afectada por el lugar analizado.

Page 18: Guía metodológica para la identificación de daños

2

Capítulo 1: Generalidades

Título del Proyecto

Guía Metodológica para la Identificación de Daños Hidrogeomorfológicos en el Suelo y

Mitigación de Riesgos en Laderas después de un Fenómeno de Incendio Forestal.

Descripción del Proyecto

Este trabajo de grado consiste en la elaboración de una metodología que recoja los diferentes

propuestas planteadas que sirven para la identificación de los daños hidrogeomorfológicos que se

presentan en el suelo después de un fenómeno de incendio forestal, por lo tanto se basa en una

recolección de información de diferentes artículos que existen en diferentes partes del mundo,

adicionalmente se presentan los métodos que sirvan en la mitigación del riesgo y posteriormente

en la recuperación de las características del suelo que fueron afectadas.

Planteamiento del Problema

Se busca realizar una guía metodológica que permita definir lineamientos en la identificación

de los daños y/o alteraciones hidrogeomorfológicos en laderas producidas por un incendio

forestal basadas en la información recolectada que contiene información teórica e información de

campo.

Formulación del Problema

¿A partir de la recopilación de investigaciones científicas y el análisis de los resultados de

estas mismas se puede desarrollar una guía metodológica para establecer lineamientos en los

análisis de daños hidrogeomorfológicos, mitigación de riesgos y rehabilitación de laderas

afectadas por un incendio forestal?

Page 19: Guía metodológica para la identificación de daños

3

Justificación

En los últimos años en Colombia se ha presentado un incremento en el número de incendios

forestales aproximadamente en un 150% desde el periodo 2002 a 2010 según el IDEAM, esto

debido a dos factores principalmente, el cambio climático y por efectos antrópicos, según la

información proporcionada por el plan de contingencia distrital para incendios forestales de

2017, solo en Bogotá han ocurrido alrededor de 70 incendios forestales en los últimos tres años,

afectando aproximadamente 600.000 hectáreas. (Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y

Cambio Climático (IDIGER), 2017).

Sin embargo, no se han desarrollado metodologías para evaluar los daños en las zonas de

ladera, pues la mayoría de estos planes se limitan a la prevención y mitigación de riesgo en zonas

donde no hay pendiente enfocado a la recuperación agrícola. Por lo tanto, es necesario ampliar

los conocimientos ya que los cambios hidrogeomorfológicos pueden generar daños ambientales

y económicos permanentes, que puedan causar deslizamientos, aumentos extremos de correntia,

entre otros.

Objetivos

Objetivo general

Desarrollar una guía metodológica que permita definir lineamientos en los

procedimientos para identificar los daños hidrogeomorfológicos de laderas que se puedan

producir a causa de un incendio forestal e igualmente para la mitigación de riesgos de estos.

Page 20: Guía metodológica para la identificación de daños

4

Objetivos específicos

Establecer lineamientos para la identificación de daños hidrogeomorfológicos que

se presentan en laderas luego de un incendio forestal.

Determinar y establecer procedimientos en la mitigación de riesgos para el manejo

de daños hidrogeomorfológicos en laderas que se puedan presentar luego de un

incendio forestal.

Proponer medidas de restauración del suelo en laderas afectadas después de un

evento de incendio forestal.

Page 21: Guía metodológica para la identificación de daños

5

Capítulo 2: Marco Referencial

Antecedentes

En el informe “Caracterización y análisis de la amenaza y vulnerabilidad física por taludes y

laderas inestables en la microcuenca de la quebrada Cay, Ibagué, departamento del Tolima”,

(Hernández, 2013), se habla sobre el fenomeno de movimientos de remoción en masa en la

microcuenca de la quebrada Cay, la inestabilidad de los taludes en esta zona son por varios

factores, se buscó la implementacion de una ecuación a partir del producto de la amenaza y de la

vulnerabilidad física, para determinar un grado de inestabilidad asociado, todo esto busca el

mejoramiento de la prevencion y mitigacion de desastres en esa zona del país. La metodologia

riesgo asociado a vulnerabilida física desarrollada permite identificar las zonas de laderas o

taludes inestables, lo que permite mejorar la accion preventiva en estas zoans ya que pueden

generar un acto impacto en comunidades cercanas.

En el artículo “Acciones urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” (Vega J. ,

et al., 2013). Habla de lo necesario tener un plan de emergencia para eventos post-incendio con

el fin de mitigar los riesgos como lo son el aumento de escorrentía y la erosión, que pueden

causar fenómenos como inundaciones o riadas, en esta guía de planificación se definen las tareas

a seguir tras el incendio forestal con el fin determinar los cambios en el suelo y de acuerdo a esto

tomar las medidas preventivas según sea el daño.

En el artículo “Repelencia al agua en suelos forestales afectados por incendios y en suelos

agrícolas bajo distintos manejos y abandono” (Bodí, Cerdà, Mataix, & Doerr, 2012), se expone

la aplicación del test del tiempo de penetración de la gota de agua (WDPT test), en dos diferentes

zonas afectadas por incendios con el fin de analizar la hidrofobicidad que se puede desarrollar.

Page 22: Guía metodológica para la identificación de daños

6

En el artículo “Las cuencas de drenaje como herramienta para el estudio de los efectos.”

(Bautista & Mayor, 2010), se plantea estudios a escala en cuencas donde se determinan los

cambios hidrológicos y geomorfológicos producidos por un incendio, utilizando varios métodos

que permiten establecer parámetros más reales sobre el análisis de daño en las cuencas

hidrológicas.

En el artículo “Métodos para el estudio de erosionabilidad del suelo: su aplicación en suelos

afectados por incendios forestales.” (Benito , Cerdà, Soto, & Díaz-Fierros, 2010), se plantea los

diferentes métodos para determinar la erosionabilidad del suelo después de sufrir un incendio

forestal y hace un balance de los pros y contras de su aplicación.

En el artículo “La lluvia simulada como herramienta para la investigación del efecto de los

incendios forestales sobre el suelo.” (Cerdà, Artemi; Marcos , Elena; Llovet, Joan; Benito, Elena,

2010) Explica la funcionalidad de los simuladores de lluvia y como este método permite

determinar las características que se modificaron después de un incendio, habla de su historia y

como han venido mejorándose para ser más precisos en el campo.

En el artículo “Seguimiento de la evolución hidrogeomorfológica post-incendio. El sistema

FDARE de captura y análisis automatizado de fotografías verticales” (Pérez Cabello, et al.,

2010) Establece el análisis por el método FDARE (Fotografía Digital de Alta Resolución

Espacial) en condiciones controladas de zonas limitadas para el fácil monitoreo de los procesos

hidrogeomorfológicos.

En el artículo” Actuaciones de emergencia para la defensa del suelo tras un gran incendio en

Andalucía” (Ruiz & Luque, 2010) hablan del plan de emergencia aplicado para la reducción de

daños entre el aumento de la erosión, perdida del suelo, escorrentía, aporte de sedimentos y

Page 23: Guía metodológica para la identificación de daños

7

cenizas hasta los embalses del Guadalmellato y San Rafael de Navallana después de un incendio

forestal que eliminó la capa vegetal de la zona afectada.

En el artículo “Gestión forestal de zonas quemadas tras la oleada de incendios de 2006 en la

provincia de Pontevedra” (De la Fuente Villar & Blond Arredondo, 2010) se utilizó una

metodología para controlar la erosión que aumento en la zona después de los incendios

forestales, se integró a la comunidad y con planimetría para identificar las zonas de alto riesgo,

los trabajos se realizaron a partir de una semana después de que acabara la oleada de incendios.

El artículo “Efectos del fuego y de la erosividad climática sobre los procesos erosivos de un

área templado-húmeda durante el cultivo de terrenos a monte” (Basanta, Soto, & Díaz Fierros,

2010) se presentan los efectos que pueden producir las quemas controladas para habilitar suelos

para el cultivo y como este puede afectar la erosión y la escorrentía en una área templado-

húmeda.

En el artículo “El acolchado y la siembra de herbáceas como prácticas de control de la erosión

post-incendio en los Montes de Cajestón (Zaragoza).” (Cabrera, León, Badía, Martí, &

Echeverría, 2010) se plantea un método a corto plazo para reducir los efectos de erosión y

escorrentía luego de un incendio forestal.

En el artículo “Estudio de la erosión y de la composición química de la escorrentía generada

en suelos sometidos a quemas controladas y simulaciones de lluvia en laboratorio” (Cancelo,

Rial, & Díaz-Fierros, 2010), se muestra cómo los incendios forestales afectan desde la parte

biológica del ecosistema y también la parte física de la misma, a partir de la intensidad,

frecuencia y amplitud del incendio.

En el libro “Actualización en métodos y técnicas para el estudio de los suelos afectados por

incendios forestales” en la seccion “Métodos para la cuantificacion de la perdida de suelo y

Page 24: Guía metodológica para la identificación de daños

8

aguas tras incendios forestales, con especial referencia a las parcelas experimentales” (Cerdà &

Jordán, 2010), se plantea principalmete como realizar la cuantificacion de perdidas de suelo y

agua, en las etapas post-incendio, por el método de parcelas experimentales. También se obervan

otros métodos como lo son las estacas de erosion, perfiladores, levantamiento topográfico y

trampas de sedimentos y su aplicación respectivamente en suelos afectados.

En el artículo “Eficacia de tres tratamientos de rehabilitación para el control de erosión tras

incendio en Galicia” (Fernández, Vega, Jiménez , & Fontúrbel, 2010) se presenta la erosión del

suelo como el efecto más notable que produjo el incendio forestal, que afectó la capa vegetal que

cubre el suelo, se plantean 3 métodos para mejora el suelo que fue afectado en el incendio de

Galicia.

En el libro “Actualización en métodos y técnicas para el estudio de los suelos afectados por

incendios forestales” en la seccion “Espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR) para la

estimacion de las temperaturas alcanzadas en suelos” , (Guerrero, 2010), se observa el método de

NIR para la estimacion de la temperatura alcanzada por el suelo, ya que apartir de esta se pueden

evaluar los cambios caracteristicos en el suelo y su evolucion en la etapa post-incendio.

En este artículo “Infiltración, producción de flujo y sedimento en incendios del sector central

de la Depresión del Ebro” (León, et al., 2010), se habla del impacto que tuvo la región de los

montes de Castejón después de un incendio forestal y como este afectó el proceso natural de

filtración y erosión.

En este artículo “Erosión del suelo, normal y catastrófica, post-incendios forestales, en la

sierra de Azor (Centro de Portugal). Restauración del ecosistema y rehabilitación de las

infraestructuras afectadas” (Lourenço, L, 2010) se habla sobre el análisis de dos incendios

forestales que ocurrieron en el mismo lugar, aunque en diferente época, se analiza los métodos

Page 25: Guía metodológica para la identificación de daños

9

de restauración para controlar los daños entre estos la erosión que se presentó por cada incendio

y explica las diferenciadas encontradas.

En el artículo “Erosión violenta post-incendios forestales en Portugal” (Lourenço & Bento

Gonçalves, 2010), se habla sobre los efectos de erosión violenta que se han producido en

Portugal y sus diferentes análisis realizados y así presentar algunas soluciones planteadas en la

protección del suelo post-incendio.

En el libro “Actualización en métodos y técnicas para el estudio de los suelos afectados por

incendios forestales” en la sección “Cómo estudiar la estabilidad de agregados en suelos

afectados por incendios. Métodos e interpretación de resultados.”, (Solera, et al., 2010), resalta la

importancia de estudiar la estabilidad de los agregados ya que este aporta información sobre la

estructura del suelo y como se relacionan factores como infiltración, escorrentía superficial y la

erosión. También se describen varios métodos para el estudio de los agregados en suelos

quemados.

En este artículo “La estabilidad de agregados del suelo en Pinares de Galicia: efecto del fuego

y su relación con materia orgánica y la repelencia del agua” (Varela, Rodríguez-Alleres, Benito,

& Keizer, 2010) se intenta determinar el impacto que puede generar el incendio dependiendo de

su duración e intensidad en lo cual puede afectar el suelo agregado afectado.

En este artículo “Comparación de tratamiento de mulching y siembra de herbáceas para

control de erosión tras fuego experimento en matorral de Galicia” (Vega, et al., 2010) se busca

analizar la eficacia de los resultados de dos métodos para el control y la rehabilitación del suelo

en una zona en Galicia luego del primer año luego del incendio forestal.

Page 26: Guía metodológica para la identificación de daños

10

El artículo “Actuaciones técnicas post-incendio y severidad de fuego: Proyecto Rodenal”

(Vega, et al., 2010), se explica el proyecto RODENAL el cual busca crear criterios para el

manejo de incendios teniendo varias consideraciones.

En el libro “Aportes para la compresión del impacto en la degradacion de suelo y aguas” en la

seccion “Los incendios forestales en Portugal” (Ferreira, et al., 2009), se muestra como los

incendios forestales en Portugal han incrementado las tasas de erosión y escorrentía superficial,

donde por medio de análisis como parcelas de erosión y simuladores de lluvia se ha observado

cómo estos han afectado las propiedades físicas del suelo.

En el libro “Efectos de los incendios forestales sobre los suelos en España” en la sección

“factores de control de la hidrología y erosión post-incendio en suelos mediterráneos. Desde la

parcela al paisaje.” (llovet, et al., 2009), se observan que los daños causados con más frecuencia

en los eventos post-incendio, teniendo en cuenta la vegetación, el tipo de combustible y la

frecuencia con la cual se pueden presentar estos eventos.

En el artículo “incendios forestales en España. Ecosistemas terrestres y suelos.” (Mataix-

Solera & Cerdà, 2009), se muestran los efectos provocados por incendios forestales en las

propiedades edáficas y las perdidas existentes en el suelo en los últimos años en España, y como

estos no solo causan daño en el suelo mismo si no que se está viendo representado en la pérdida

de vidas humanas.

En el artículo “El uso de la espectroscopía en el infrarrojo cercano (NIR) para la estimación

de las temperaturas registradas en el suelo durante el incendio” (Arcengui, Guerrero, Zornoza,

Beneyto, & Solera, 2007), plantean el uso del NIR, como un método efectivo, rápido y de bajo

costo, para evaluar los daños causados y con base en ello se realiza la construccion de modelos,

teniendo en cuenta las máximas temperaturas alcanzadas durante el incendio.

Page 27: Guía metodológica para la identificación de daños

11

En el artículo “Erosión hídrica en suelos afectados por incendios forestales” (Cerdà & Bodí,

2007), se observa el papel que juega el fuego en los procesos de erosión, para esto utilizan una

serie de estudios realizados en españa con el fin de informar acerca de la sostenibilidad de las

tazas de erosión tras los incendios forestales, para aportar información para la gestión de la zonas

forestales y enriquecer el conocimiento sobre la dinámica erosiva en ecosistemas donde el fuego

es un factor relevante.

Este artículo “Teledetección y SIG en la asistencia de la actuación forestal post-incendio”

(Reyes Ruiz Gallardo J. , 2007), trata sobre la utilización de un sistema de reconocimiento para

efectuar la prioridad de intervención forestal en 3 casos de estudio para la identificación del

aumento de la erosión en el suelo.

En el artículo “Uso del fuego prescrito para la creación de rodales cortafuegos: estudio del

caso de Las Mesas de Ana López” (Molina, Grillo, & García, 2006), se habla de la importancia

de zonas cortafuegos, creadas por medio de fuego prescrito con el fin de mitigar y controlar el

fuego eficientemente durante un incendio forestal.

En el artículo “Fire effects on soil system functioning: new insights and future challenges”

(Doerr & Cerdà, 2005), se busca la identificacion de daños físicos que se presentan en el suelo

como el aumento de la erosion, escorrentía, entre otros.

El artículo “Tratamientos de rehabilitación post-incendio en áreas sensibles a la degradación

del suelo” (Gimeno, Blade, Kribeche, & Bautista, 2005), se plantea lo necesario en una pronta

rehabilitación de la cubierta vegetal con el fin de mitigar la degradación del suelo en áreas

sensibles por incendios forestales, en este informe se estudian nuevos tratamientos de siembras

de emergencia y cubierta para la rehabilitación post-incendio.

Page 28: Guía metodológica para la identificación de daños

12

El artículo “Degradación del suelo posterior al fuego en condiciones mediterráneas.

Identificacionde factores de riesgo” (Llovet López, 2005), se busca estudiar más a fondo la

dinámica de infiltración y cómo esto puede afectar la producción de escorrentía superficial y

sedimentos, en donde hay zonas afectadas por el fuego, principalmente zonas de clima

semiárido, y por ende su regeneración es limitada con el fin de identificar variables asociadas a

los problemas nombrados anteriormente y la evolución de la degradación post-incendio.

También se plantean situaciones con respecto a la respuesta de la vegetación y de los cambios de

uso del suelo.

El artículo “Aplicaciones del modelo USLE/RUSLE para estimar pérdidas del suelo por

erosión en Uruguay y la región sur de la cuenca del río de La Plata” se da un ejemplo sobre el

manejo del método de USLE/RUSLE (Clérici & García Préchac, 2001) en la determinación

analítica del grado de erosión del suelo.

En el artículo “Cambios En La Física Del Suelo E Incremento De La Escorrentía Y La

Erosión Tras Un Incendio Forestal” (Ubeda & Sala, 1996) se explican las afectaciones físicas

que se producen en el suelo después de un incendio forestal, como aumento de la escorrentía,

erosión, debilitamiento de la estructura del suelo, entre otras.

Marco Teórico

Los suelos afectados por un incendio forestal muestran cambios abruptos en muchos aspectos,

biológicos, químicos, físicos, este trabajo busca plantear los diferentes métodos que pueden

servir en la determinación de estos daños hidrogeomorfológicos y adicionalmente que métodos

funcionan para la mitigación de los daños hidrogeomorfológicos que se pueden presentar.

Page 29: Guía metodológica para la identificación de daños

13

Incendio forestal. “Un incendio forestal se comprende como un proceso de combustión,

caracterizado por la emisión de calor acompañado por humo, llamas o ambos.” (Esparza, 2015).

Los incendios forestales han sido parte de la historia del ecosistema del planeta, su alteración

a los ecosistemas depende de varios factores y puede influenciar positivamente o negativamente

los ecosistemas forestales.

Los incendios forestales naturales se pueden ver como controladores del ecosistema ya que

regulan la densidad forestal y ayudan a la renovación de nutrientes del suelo y la germinación de

semillas de alguna especie de plantas, pero también están los incendios forestales producidos por

el hombre, en este caso son utilizados para despejar un área para poder utilizar de forma agrícola,

industrial o urbana, esto altera de manera importante el ecosistema forestal, ya que pueden

eliminar totalmente los nutrientes del suelo, carbonizar las plantas, aumentar la erosión del suelo,

crear inestabilidad del suelo, entre otros problemas.

Clasificación de incendios forestales. En el “Decreto por el cual se aprueba el plan de

emergencia por incendios forestales de Andalucía”, España (Junta de Andalucía, 2010) hay una

clasificación para los incendios a partir de su gravedad potencial, en esta incluye variables como

topografía, extensión y masa forestal presente en el lugar, existencias de infraestructura,

condiciones meteorológicas y posible riesgo para personas que no estén en la tarea de extinguir

el incendio forestal. Con esto se define la escala, la cual es:

Nivel 0: referido a aquellos incendios que pueden ser controlados con medios de extinción

previstos y que en su evolución más desfavorable no presenten un riesgo para lugares aledaños

o personas no relacionadas con las labores de extinción.

Page 30: Guía metodológica para la identificación de daños

14

Nivel 1: se define a aquellos incendios que pueden ser controlados con los medios de

extinción previsto, presenten una probabilidad de su evolución, estableciendo medidas de

contención y protección a personas y bienes que puedan ser afectados por el fuego

Nivel 2: trata aquellos incendios para cuya extinción se determina la implementación de

elementos no considerados en los medios de extinción prevista que puedan comportar

situaciones de emergencia que afecte el interés nacional.

Nivel 3: aquellos incendios que afecten el interés nacional involucran la intervención de

entidades que no estén relacionadas con la entidad de control de riesgos.

Tipos de incendio. En el documento “Estudio de las características físicas y geométricas de la

llama en los incendios forestales” (Zárate López, 2004) se realiza una especificación de los tipos

de incendios a partir de la forma en que se desarrolla en incendio en la zona forestal.

a) Incendio de subsuelo: este tipo de incendio se produce cuando se quema el

material orgánico que se encuentra entre la capa del suelo mineral con la superficie, este

tipo de incendio se propaga lentamente y consume las hojas y raíces, su característica

principal es que puede mantenerse por largo tiempo y es casi indetectable, ya que esta

quema sin llama solo produce emisiones de humo del suelo.

b) Incendio de superficie: este tipo de incendio es el más común, el cual se trata de la

quema del material orgánico que se encuentra en inmediación a la superficie, como hojas

y ramas secas, troncos caídos, arbustos entre otros.

c) Incendio de copas: este tipo de incendio se caracteriza porque consume la parte

superior de los árboles, son difícil de controlar y pueden presentar un mayor riesgo a la

zona forestal. Los incendios de copas se dividen en tres sub-categorías:

Page 31: Guía metodológica para la identificación de daños

15

d) Incendio de copas pasivos: son incendios que de manera intermitente se propagan

en la copa de los árboles debido al calor procedente del incendio que ocurre en el

sotobosque, este tipo de incendio se denomina también como incendio intermitente o

incendio de antorchas.

e) Incendio de Copas activo: son incendios continuos que son alimentados por el

incendio superficial, el cual libera la cantidad suficiente de energía para mantener el

incendio en la copa de los árboles y se extiende al mismo tiempo que él, consumiendo

todo el material orgánico.

Incendio de copas independientes: este tipo de incendio se trata de los casos en el que el fuego

se extiende más rápido por las copas que el incendio de superficie.

Marco Conceptual

Amenaza. Una condición con el potencial de causar una consecuencia indeseable. Una

descripción de amenaza a deslizamientos debe incluir las características de los deslizamientos,

incluyendo el volumen o áreas de los movimientos y su probabilidad de ocurrencia. También es

importante describir las velocidades y las velocidades diferenciales de los deslizamientos.

Alternativamente la amenaza es la probabilidad de que ocurra un deslizamiento particular en un

determinado tiempo. (Suarez Díaz, 1998).

Análisis de riesgo. El uso de la información disponible para estimar el riesgo a individuos o

población, propiedades o el ambiente debido a las amenazas. El análisis de riesgo generalmente

comprende tres pasos: definición del alcance, identificación de la amenaza y la estimación de

riesgo. (Suarez Díaz, 1998).

Page 32: Guía metodológica para la identificación de daños

16

Capacidad de retención hídrica (infiltración). Tras el incendio forestal y la remoción de la

cubierta vegetal sucede dos fenómenos el primero, es que se pierde la masa evapotranspiradora

que aumenta el periodo de contención de agua en el perfil del suelo, y la disminución de agua

interceptada ya que sin cubierta vegetal la velocidad de la escorrentía aumenta evitando que el

suelo absorba agua y aumente la erosión. (Mataix-Solera & Guerrero, 2007).

Caracterización de amenaza y riesgo. Los eventos de incendio forestales no solo afectan a

la biomasa de la zona afectada sino también la estructura físico ambiental de la zona que sirve no

solamente en términos ecológicos sino también en la protección de los agentes externos que

pueden crear daños severos a la ladera. Por eso es importante que las entidades públicas tengan

claro los planes de emergencia sobre la amenaza, la mitigación de riesgo y la rehabilitación de la

zona. (Suarez Díaz, 1998).

Cuenca. Es la parte de la superficie terrestre drenada por un sistema fluvial unitario. Su

perímetro está constituido por la divisoria de aguas. Hay que entender la cuenca como un sistema

natural abierto que recibe materia y energía desde el clima y los procesos endogenéticos y la

pierde a través del caudal líquido y sólido. Constituye una unidad superficial básica en la

planificación física y en la ordenación del territorio. (Ollejo Ojeda, 2009).

Erosión. La erosión superficial es el desprendimiento de material granular perteneciente al

suelo debido a una aplicación de fuerza externa que genera un movimiento masivo o parcial de

tierra. “se trata, pues, de un conjunto de acciones externas que reducen o desgastan el material

superficial de la corteza terrestre, transportándolo y depositándolo en las áreas sedimentadas”

(Reyes Ruiz Gallardo J. , 2004).

Page 33: Guía metodológica para la identificación de daños

17

En el artículo “Aplicación del índice hidrogeomorfológico IHG en la cuenca del Ebro” (Ollejo

Ojeda, 2009) la erosión superficial del suelo se tiene en cuenta el efecto que tienen sobre él, las

corrientes de aire, la lluvia (escorrentía) y la cantidad de capa orgánica (raíces) que pueden

influenciar la erosión hídrica es un fenómeno ocasionado por acción de fuerzas hidráulicas, las

cuales actúan sobre las partículas de suelo produciendo su desprendimiento y posterior

transporte. La erosión comprende el desprendimiento, transporte y posterior depósito

directamente de la composición física superficial del suelo mineral de materiales de suelo o roca

por acción de la fuerza del agua en movimiento. El proceso puede ser analizado iniciando por el

despegue de las partículas de suelo, debido al impacto de las gotas de lluvia. Adicionalmente,

ocurre el proceso de flujo superficial en el cual las partículas removidas son incorporadas a la

corriente y transportadas talud abajo.

Erosión fluvial. Conjunto de procesos complejos de remoción física y química de los

aluviones o del sustrato rocoso que conforman el cauce fluvial. La realiza el agua circulante por

el sistema fluvial, ayudada por la gravedad, por lo que implica también un transporte de esos

materiales desprendidos. La erosión fluvial suele clasificarse en lateral, lineal y remóntate. Su

resultado es el descenso del fondo, el retroceso de las orillas y el retroceso de la cabecera fluvial.

Suele también distinguirse entre erosión transitoria (rápida, durante una crecida) y erosión

permanente, a largo plazo, originada por procesos naturales o provocada por alguna acción

humana. (Ollejo Ojeda, 2009).

Estructura del Suelo. La estructura de los suelos es fundamental ya que es la que mantiene la

distribución de vacíos en el suelo, que controla la infiltración de aire o agua, la erosionabilidad.

Page 34: Guía metodológica para la identificación de daños

18

La estructura de los suelos se ve vulnerable con la eliminación de la cubierta vegetal y la

hojarasca que permite un contacto directo con los agentes de erosión externos (viento y lluvias).

La primera afectación puede ser la disminución o el aumento del material orgánico en el

suelo, puesto que la materia orgánica no siempre disminuye tras el paso del fuego,

incrementándose en incendios de baja intensidad (Guerrero, et al., 2001a; Mataix-Solera, et al.,

1996), dependiendo el caso es importante determinar si mejora o empeora la calidad de la

estructura de los suelos. También la afectación en los óxidos e hidróxidos de hierro o aluminio

que componen algunas arcillas que puede aumentar la estabilidad o disminuirla. También hay

que considerar si estos cambios pueden crear materias hidrofóbicas que se generan luego de la

combustión. (Mataix-Solera & Guerrero, 2007).

Geomorfología fluvial. Disciplina científica que estudia las formas de relieve de los cursos

fluviales y los procesos de erosión, transporte y sedimentación que dirigen las complejas

dinámicas longitudinales, laterales y verticales de los cauces en el espacio y en el tiempo. (Ollejo

Ojeda, 2009).

Hidrofobicidad (repelencia al agua). Se define como un cambio químico en la composición

del suelo que impide el paso del agua a través de los poros, esto se debe a la acumulación de

cenizas, la volatilización de compuestos orgánicos durante la combustión y su posterior

condensación alrededor de los poros del suelo, puede inducir o incrementar la hidrofobicidad si

la temperatura alcanzada está entre 200 y 250ºC (Osborn, et al., 1964) o destruir la materia

orgánica si la temperatura registrada en el suelo durante el incendio está entre 270 y 300ºC

(DeBano, et al., 1976; Nakaya, 1982), que depende de las características de tipo de mineralogía

Page 35: Guía metodológica para la identificación de daños

19

y el contendió del material orgánico que se encuentra en el suelo afectado. (Mataix-Solera &

Guerrero, 2007)

Hidrogeomorfológico. Se define como la forma de la superficie terrestre, comprende la

estructura de su relieve y su comportamiento natural e iteración hídrica que se pueda presentar en

el terreno. (Pérez Cabello, et al., 2010)

Ladera. Del latín “latus” con el significado de “lado” una ladera es una masa de tierra que no

es plana, sino que posee pendiente o cambios de altura significativos, la ladera tiene un origen

natural, pueden ser afectados por cambios topográficos, sismicidad, flujos de agua subterránea,

cambio de resistencia del suelo, meteorización o factores antrópicos o natural. (Suarez Díaz,

1998)

Peligro por deslizamiento. El deslizamiento geométricamente y mecánicamente

caracterizado se le define como peligro. (Suarez Díaz, 1998).

Permeabilidad del suelo. El suelo es un material que tiene vacíos en su estructura particulada

la cual permite la infiltración de agua, este fenómeno permite al suelo acumular agua, lo cual

aumenta su densidad y peso específico, la permeabilidad depende de la porosidad y las

características granulares del suelo o roca. (Ollejo Ojeda, 2009)

El cálculo de la permeabilidad de un suelo se obtiene a partir de la ecuación de Darcy donde se

determina el coeficiente de permeabilidad.

v=ip*K

η [1]

Donde:

Page 36: Guía metodológica para la identificación de daños

20

v=velocidad de permeabilidad en el suelo (cm

s)

ƞ:viscosidad del agua, enKN*s

cm2

K:constante de permeabilidad empírica, en cm2

IP:Gradiente de presiones, enKN

cm3

La permeabilidad depende del tamaño de los vacíos o poros, es alta en las gravas y baja en las

arcillas.

Tabla 2-1 Tamaño de poros y permeabilidad

Material Tamaño de poros Permeabilidad (cm/s)

Arcilla < 10-4 – 10-3 < 10-6

Limo 10-3 – 10-2 10-6 – 10-4

Arena 10-2 – 10-1 10-4 – 10

Grava 10-1 10 – 10-2

Nota: Tomado de Suarez Díaz, 1998

Porosidad y densidad aparente. La exposición del suelo a los agentes externos de erosión

junto a la perdida de materia orgánica permite la alteración directa a la estructura del suelo y a al

cambio de distribución de poros en el suelo. En este sentido (Wahlenberg, et al., 1939),

observaron que tras fuegos anuales la densidad aparente aumentaba y se reducía la porosidad del

suelo. (Ralston y Hatchell, 1971) también constatan que tras largos periodos de quemas de baja

intensidad se observa un descenso de los macro poros, la infiltración y la aireación. (Mataix-

Solera & Guerrero, 2007).

Reguero. Corriente, a modo de chorro o de arroyo pequeño, que se hace de un líquido. (Real

Academia Española, s.f.).

Page 37: Guía metodológica para la identificación de daños

21

Riesgo. Se considera riesgo la probabilidad que se genera al combinar una amenaza con

vulnerabilidad ante una situación esperada, (Riesgo= Amenaza*Vulnerabilidad). El riesgo

generalmente se le estima como el producto de probabilidad por consecuencias. (Suarez Díaz,

1998).

Sedimentación fluvial. Conjunto de procesos geomorfológicos de detención y acumulación

de los materiales transportados por el sistema fluvial. La sedimentación se produce dentro del

propio curso fluvial, en sectores o ambientes donde la energía del flujo es inferior al umbral de

competencia, imposibilitando que los materiales puedan seguir siendo movilizados. Los

sedimentos suelen quedar clasificados por tamaños y en su fracción gruesa suelen encontrarse

imbricados, es decir, acostados unos sobre otros con el eje principal paralelo a la dirección de la

corriente (v. barra). (Ollejo Ojeda, 2009).

Textura. En casos de incendios de alta intensidad son capaces de provocar fusiones térmicas

de partículas de tamaño arcilla, incrementándose porcentualmente el tamaño limo y arena (Ulery

y Graham, 1993); (Dyrness y Youngberg, 1957); (Nisita y Haug, 1972). Otro daño es la

exposición del suelo que permite la eliminación de finos aumentando la cantidad de agregados

gruesos generando fallas en la estructura del suelo. (Mataix-Solera & Guerrero, 2007).

SIG o GIS (Sistema de Información Geográfica o Geographical Information System). Es

un conjunto de herramientas informáticas que está compuesto por diversas variables que

permiten el almacenamiento, manipulación, análisis y modelamiento de datos geoespaciales.

Metodología del Proyecto

Fase 1. Se recolecto información relacionada con la evaluación de daños

hidrogeomorfológicos y mitigación de riesgo en lugares afectados por incendios forestales.

Page 38: Guía metodológica para la identificación de daños

22

Se realizó una búsqueda de información, basándose en las últimas experiencias en diferentes

partes del mundo, identificando en cada caso cuales fueron los métodos seleccionados para

evaluar los daños, control y mitigación de riesgo y rehabilitación de zonas afectadas por

incendios forestales.

Fase 2. Se seleccionaron los métodos para evaluación de daños hidrogeomorfológicos del

suelo.

De a acuerdo con la información recolectada en la FASE 1, se procedió a seleccionar solo los

métodos para evaluar los daños que se relacionan con las propiedades mecánicas o hidráulicas

del suelo con el propósito de verificar si afectan las laderas.

Fase 3. Se seleccionaron los métodos de mitigación de riesgo en el suelo para la zona afectada

por el incendio forestal.

De a acuerdo con la información recolectada en la FASE 1, se procedió a seleccionar solo los

métodos que contribuyan a la mitigación de riesgo y/o rehabilitación de la zona afectada por un

incendio forestal.

Fase 4. Se agrupo los métodos seleccionados, cada uno con su función y procedimiento

correspondiente.

Se organizaron los métodos seleccionados en la FASE 2 y FASE 3, teniendo en cuenta la

función de cada uno, si es para evaluar daños, mitigar el riesgo o rehabilitación de la zona, y

como se debe ejecutar su procedimiento para obtener resultados óptimos.

Fase 5. Se plantearon los métodos para la recuperación del suelo en laderas afectadas por un

evento de incendio forestal.

Page 39: Guía metodológica para la identificación de daños

23

Se seleccionaron métodos ya aplicados en el país o en diferentes países métodos que permitan

mejorar la estabilidad de laderas afectadas por un incendio forestal, esos métodos se enfocan

solamente en los daños hidrogeomorfológicos que fueron identificados en la Fase 2 del proyecto.

Fase 6. Se Redactó el final del documento “guía metodológica para la identificación de daños

hidrogeomorfológicos y mitigación de riesgo en laderas después de un fenómeno de incendio

forestal”.

Una vez se reunió los métodos seleccionados en la Fase 4, se planteó una guía metodológica,

de tal forma que se siga un procedimiento de acuerdo a las afectaciones causadas por un incendio

forestal.

Diagrama de flujo: ver (APÉNDICE)

Page 40: Guía metodológica para la identificación de daños

24

Capítulo 3: Guía Metodológica para la Identificación de Daños Hidrogeomorfológicos en el

Suelo y Mitigación de Riesgos en Laderas Después de un Fenómeno de Incendio Forestal

Esta guía metodológica recoge diversos métodos utilizados en varios países los cuales buscan

identificar, clasificar, analizar, comprender, mitigar y rehabilitar los daños hidrogeomorfológicos

producidos en el suelo a causa de incendios forestales. Los daños hidrogeomorfológicos se

caracterizan por la alteración física de la zona afectada, estos se relacionan generalmente con la

erosión, la escorrentía, hidrofobicidad en el suelo, estos daños son perjudiciales en zonas de

ladera ya que generan un riesgo en el cual el suelo no tenga el tiempo suficiente para su

recuperación natural.

Identificación de Zonas Afectadas por Incendio Forestales

En el desarrollo de cómo actuar frente a un evento post-incendio es necesario identificar las

zonas donde el suelo fue afectado para poder generar un planteamiento a partir de las

características encontradas en el lugar, ya que como se ha explicado hay diferentes tipos de

incendios y estos tienen diferente impacto en las propiedades físicas del suelo.

Los siguientes métodos que son planteados están enmarcados en la utilización de fotografías

satelitales o áreas en la que buscan identificar los cambios hidrogeomorfológicos que se pudieron

producir en la zona afectada por el incendio forestal, adicionalmente se utilizan varios softwares

de procesamiento de datos e interpretación de los mismos.

Método PAP (Prioridad de Actuación Postincendio). Este método elaborado (Reyes Ruiz

Gallardo J. , 2004), en su tesis doctoral · Teledetección y SIG en la asistencia de la actuación

forestal Post-incendio”, el cual se trata de la utilización de técnicas de teledetección aplicadas a

imágenes Landsat TM y ETM+ para estimación de superficie afectada y un mapa de severidad

Page 41: Guía metodológica para la identificación de daños

25

del fuego, técnicas GIS para la obtención de información cartográfica y combinarlo con técnicas

de estudio del fuego, incendio forestal, erosión y recuperación natural, todo esto dará como

resultado un mapa temático en el cual indique que zonas fueron mayormente afectadas y

necesiten una prioridad post-incendio.

La combinación del software especializado en la toma de fotos satelitales y el programa GIS

con los fundamentos de la teledetección permiten realizar estudios sobre riesgo de erosión,

estudios geomorfológicos y geológicos, temperaturas, hidrología.

El método se desarrolla de la siguiente forma

1. Obtención de datos e introducción al sistema: este paso consiste en la introducción

adecuada de la información cartográfica para generar el mapa del lugar de estudio y la

selección de las imágenes satelitales que se adecuen lo mejor posible a nuestra zona y que

sirvan para el análisis que se quiere realizar.

2. Análisis de datos: se empieza con la digitalización de una máscara de incendio, la

cual consiste en realizar en las imágenes pre tratadas la separación de la zona del incendio

para que no se confunda en el análisis, sigue la estipulación del área quemada y severidad

del fuego y, por último, la interrelación de capas de información o cruce de mapas.

3. Generalización, planteamiento de la hipótesis: propuestas de matrices de cruces, la

obtención del mapa de prioridad de actuación post-incendio.

4. Comprobación: consisten en el trabajo de campo, se especifica la selección de

parámetros y variables a estudiar y por último la determinación de la fiabilidad del método,

que consiste en cortejar la bondad del método escogido.

Page 42: Guía metodológica para la identificación de daños

26

Para el manejo de este método es importante tener conocimiento sobre software de GIS ¿que

es?, a continuación, se citará un manual introductorio para el software más común en

georreferencia digital ArcGis.

Otros programas GIS

GRASS GIS

gvGIS

ILWIS

SALTO SIG

MapWindow SIG

QGIS

Para el software de Landsat TM y ETM+ se pueden adquirir por internet, importante verificar

requisitos operativos del programa.

En la determinación de la severidad del fuego el autor la ha clasificado según parámetros

recogidos previamente.

No quemado.

- Sin efectos aparentes del paso de fuego sobre la vegetación

Severidad Baja.

- Como media, menos del 50% de la cobertura vegetal afectada.

- Siempre menos del 30% de los arboles completamente quemados

Page 43: Guía metodológica para la identificación de daños

27

- Pueden encontrarse algunos árboles intactos, solo con la base del tronco quemada

o el tercio inferior su copa sofocada y generalmente muerta.

- Pueden aparecer islas de vegetación no afectada

- La cubierta principal afectada puede ser arbustiva y herbácea.

Severidad Media

- Entre el 50% al 90% del promedio de vegetación ha sido afectada

- Siempre menos del 75% de los pies arbóreos totalmente quemados, la mayor parte

de los arboles pequeños quemados y arboles dominante con 2/3 partes de su copa quemada

- La mayor parte del sotobosque aparece muerto

- Aparecen en pie los restos visibles de troncos quemados de plantas leñosas de porte

medio y alto

Severidad Alta

- Más del 90% de la vegetación ha sido quemada

- En la mayoría de árboles altos los tallos han sido totalmente consumidos, solo

quedan su base o partes inferiores.

Métodos mediante el uso de Teledetección

Estos métodos se basan en la variación de bandas espectrales.

Page 44: Guía metodológica para la identificación de daños

28

Método NDVI (Normalized Difference Vegetation Index): fue sugerido por rouse

et al. (1973) y es probablemente el índice más ampliamente utilizado en teledetección,

queda definido en la siguiente ecuación.

NDVI=RIRp(b4)-RR(b3)

RIRp(b4)+RR(b3) [2]

En donde:

RIRp (b4) = es la reflectividad en la banda del infrarrojo próximo (banda 4 de Landsat)

RR (b3) = es la reflectividad correspondiente al canal del rojo (banda 3 de Landsat)

Básicamente, este índice se apoya en el comportamiento diferencial que se presenta en

la vegetación de la zona con respecto a otras coberturas.

Nota: las bandas espectrales obtenidas de las fotos que toma los satélites Landsat se

manejan en micras.

Método NBR (Normalized Burn Ratio): fue propuesto por Key and Benson (2000b)

como herramienta para discriminar zonas quemadas, su ecuación es muy similar al método

NDVI, pero en vez de usar la banda 3 de Landsat utiliza la banda 7 de Landsat (infrarrojo

medio).

NBR=ρIRp(b4)-ρIRm(b7)

ρIRp(b4)+ρIRm(b7)

[3]

Donde:

PIRp (b4) = es la reflectividad en la banda de infrarrojo próximo (banda 4 de Landsat)

PIRm (b7) = la correspondiente al infrarrojo medio (banda 7 de Landsat)

Page 45: Guía metodológica para la identificación de daños

29

Los valores de NBR como los de NDVI son adimensionales, pero en el caso del NBR

el autor recomienda multiplicarlo por 1000 y este también se apoya en el comportamiento

diferencial de la vegetación.

Ya con esto se puede determinar las siguientes diferencias.

Diferencia de NDVI: este método es el más usado ya que permite la clasificación

de la severidad del fuego sino también la detección de cambios en la vegetación

𝑁𝐷𝑉𝐼𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎=(NDVIPREINCENDIO-NDVIPOSTINCENDIO)*100 [4]

Valores negativos: correspondiente donde el NDVI post-incendio es mayor que el

previo al incendio, esto puede indicar que la vegetación en el área se encuentra más

vigorosa que en las imágenes pre incendio.

Valores cero o positivos de baja magnitud: la variación del área analizada no ha sufrido

cambios fuertes después del evento de incendio forestal

Valores positivos de alta magnitud: donde NDVI post-incendio tiene clara zonas donde

la vegetación fue afectada en un grado de magnitud alta.

Diferencia normalizada de NDVI.

En esta la diferencia es la expresión con la que se presenta el valor de la severidad del

fuego

Diferencia= ((NDVIPREINCENDIO-NDVIPOSTINCENDIO)

(NDVIPREINCENDIO+NDVIPOSTINCENDIO)) *100 [5]

Diferencia NDVI/NDVI pre incendio

Page 46: Guía metodológica para la identificación de daños

30

Con esta diferencia podemos determinar el porcentaje de cambio en la cobertura

vegetal.

Diferencia= ((NDVIPREINCENDIO-NDVIPOSTINCENDIO)

NDVIPREINCENDIO) *100 [6]

Diferencia de NBR

El proceso basa en la construcción del radio en las escenas previas y post-incendio del

lugar del estudio. La ecuación es la siguiente.

∆NBR=(NBRPREINCENDIO-NBRPOSTINCENDIO) [7]

En donde:

∆NBR: Valor de la diferencia.

NBRPREINCENDIO: Normalized Brun ratio de la imagen previa al incendio.

NBRPOSTINCENDIO: Normalized Brun ratio de la imagen posterior al incendio.

Valores negativos: suele ocurrir en el caso de incendios cuya imagen posterior al

incendio proceda de una época precedida de lluvias que haya incentivado al desarrollo

vegetal superior al momento previo del incendio forestal, según el autor estos valores están

entre -500 a -150.

Valores cero o próximos a cero: valores que se encuentran entre -100 a 100, zonas donde

hubo una afectación mínima por el incendio forestal

Valores positivos: pueden aparecer por la influencia de nubes o áreas incendiadas, tienen

un rango de 100 a 1350.

Page 47: Guía metodológica para la identificación de daños

31

Diferencia Normalizada de NBR

∆NBR= ((NBRPREINCENDIO-NBRPOSTINCENDIO)

(NBRPREINCENDIO+NBRPOSTINCENDIO)) [8]

Tiene el mismo comportamiento que en los casos del NDVI, pero a comparación de la

diferencia NBR en esta normalizada no se encuentran valores registrados en la literatura.

Diferencia de NBR/NBR pre incendio.

Diferencia= ((NBRPREINCENDIO-NBRPOSTINCENDIO)

(NBRPREINCENDIO)) [9]

Por último, se realiza el cruce de mapas de pendiente y de orientación y con esto podemos llegar

al paso de la generación de hipótesis.

El método PAP utilizando esta variedad de herramientas digitales (GIS, Landsat, etc.) con el

acompañamiento del trabajo de campo construye un sistema complejo pero efectivo en el análisis

de daños presentados en una zona por un incendio forestal.

Page 48: Guía metodológica para la identificación de daños

32

Figura 3-1: Diagrama de paso a paso del método PAP (Prioridad de Actuación Post-incendio) parte 1, Fuente:

(Reyes Ruiz Gallardo J. , 2004)

Page 49: Guía metodológica para la identificación de daños

33

Figura 3-2: Diagrama de paso a paso del método PAP (Prioridad de Actuación Post-incendio) parte 2, Fuente:

(Reyes Ruiz Gallardo J. , 2004)

Método FDARE (Fotografía Digital de Alta Resolución Espacial). Esta metodología

planteada en el artículo “seguimiento de la evolución hidrogeomorfológica post-incendio. El

sistema FDARE de captura y análisis automatizado de fotografías verticales” de (Pérez Cabello,

et al., 2010). En el marco de las parcelas de erosión, permite evaluar y cartografiar la distribución

Page 50: Guía metodológica para la identificación de daños

34

espaciotemporal de los procesos superficiales, contribuyendo a la explicación de la producción

de flujo y sedimento.

Componentes y métodos del sistema FDARE. Los componentes del sistema se detallan a

continuación:

Cámara digital Reflex Nikon D70; 6,1 millones de píxeles. Incorpora un sistema

de anclaje que permite la toma vertical de fotografías.

Lente DX Nikkor (AF DX Fisheye-Nikkor 10,5 mm f/2,8G ED), que permite un

ángulo de visión de 180º. La utilización de esta lente reduce el número de fotografías a

tomar para recoger toda la superficie de las parcelas.

Nikon Capture 4 Camera Control, Programa informático para la toma de la

fotografía desde un ordenador portátil situado fuera del bastidor.

Bastidor metálico de 3 m × 3 m y una altura de 2 m. El bastidor se arma a partir de

una serie de tramos que se encajan entre sí para facilitar su transporte.

Travesaño móvil de 3 m de longitud con orificios cada 50 cm, que se encaja a la

parte superior de bastidor. La cámara digital se fija a dicha barra móvil, que se desplaza

en el sentido de la máxima pendiente permitiendo “sobrevolar” la superficie de la parcela.

Los orificios que permiten el anclaje de la cámara posibilitan el desplazamiento

transversal de la cámara sobre la superficie a fotografiar.

Lona opaca (Pol. PVC 650 GR lacado 2 caras). Para poder anular los efectos de la

diferente posición de las sombras o de la diferente cantidad luz, dependientes en el

exterior de la posición del sol y de las condiciones atmosféricas fue diseñado un toldo

Page 51: Guía metodológica para la identificación de daños

35

negro. Este cubrimiento de la estructura es completamente opaco y cerrado totalmente al

exterior. La superficie por capturar es así iluminada únicamente por un flash o linterna

durante la toma, pudiendo mantenerse constante, tanto en intensidad como en balance y

posición, a lo largo de las diferentes fechas de captura de imágenes.

Linterna recargable de doble luz fluorescente Model 2868. La utilización de la

lona opaca y la luz fluorescente genera unas condiciones homogéneas de iluminación,

permitiendo la toma de las fotografías en cualquier momento del día y del año al eliminar

los problemas derivados de la geometría de observación (sombras, intensidad

lumínica…).

Una vez tomadas las imágenes se aplican, ya en gabinete, una serie de procesos de

pretratamiento y tratamiento digital–realización de mosaicos, corrección geométrica y

clasificación digital supervisada– que permiten cuantificar la magnitud y estructura espacial de

los componentes que se producen en dicha unidad espacial.

El primer proceso consiste en la realización de un mosaico de las imágenes tomadas. El

número de imágenes capturadas permite un importante solapamiento entre los diferentes sectores

y entre imágenes consecutivas, posibilitando descartar los bordes externos de la imagen, siempre

con mayores deformaciones geométricas. Este solapamiento permite también un proceso semi-

automatizado de búsqueda de áreas comunes entre imágenes contiguas. Tras este procedimiento

se genera una única imagen de la parcela experimental completa.

El segundo proceso, tras la elaboración del mosaico, es la corrección geométrica del mismo.

En este caso se ha tomado un total de 60 puntos de control con una precisión milimétrica

mediante el aparato diferencial GPS500 de Leica. Con el apoyo de las coordenadas de estos

Page 52: Guía metodológica para la identificación de daños

36

puntos de control se aplica un procedimiento de corrección mediante un polinomio de segundo

grado dentro del programa Erdas Imagine 9.2. Rectificando la imagen al sistema de coordenadas

UTM (Universal Transversal de Mercator) con una proyección al elipsoide de 1909 dentro del

European Datum de 1950, Zona 30 Norte. Para minimizar los cambios en los valores

radiométricos se aplica un proceso de asignación por “vecino más próximo”. Los píxeles se re

proyectan a una resolución espacial de 1 mm, con valores de RMSE inferiores a los 2 cm. Esta

imagen será posteriormente utilizada como base para el registro del resto de imágenes que

componen la colección multi-temporal.

En tercer lugar, se aplica un procedimiento de clasificación supervisada a cada una de las

imágenes con el objeto de cuantificar la superficie que en cada uno de los momentos tiene cada

una de las cubiertas. Partiendo de la información de las tres bandas del espectro visible recogidas

por la cámara, se opta por un procedimiento de clasificación supervisada con un clasificador de

máxima probabilidad o máxima verosimilitud (Maximum likelihood). Este procedimiento

consiste en un algoritmo de clasificación que asigna los pixeles de las imágenes a diferentes

clases (vegetación, suelo desnudo, fragmentos rocosos, cenizas y carbón) a partir del

establecimiento de áreas de entrenamiento, representativas de cada una de las cubiertas, y el

establecimiento de patrones espectrales utilizando la información de las bandas de las imágenes.

A partir del vector de medias y la matriz de varianza-covarianza se definen unas funciones de

probabilidad para cada tipo de cubierta, asignado los píxeles de la imagen a una de ellas.

Page 53: Guía metodológica para la identificación de daños

37

Métodos Para la Identificación de Cambios Hidrogeomorfológicos en Zonas Afectadas por

un Incendio Forestal

Los siguientes métodos buscan identificar alteraciones en las zonas que fueron afectadas por

el incendio forestal, es importante identificar estos cambios por que dan una mejor claridad sobre

los posibles daños que sufrió el suelo tras el incendio forestal.

Estudios geomorfológicos a escala de cuenca sin el uso de estaciones de aforo. Cuando el

área de estudio es demasiado grande para la utilización e instalación de estaciones de aforo o

trampas de sedimentos o las limitaciones logísticas son las que impiden el uso de los métodos

anteriormente nombrados, se puede recurrir a mediciones indirectas, parciales de la exportación

de sedimentos de una cuenca con una variedad de métodos.

Para esta estimación en el cálculo de volúmenes de sedimentos se pueden aplicar varios

métodos de análisis geomorfológicos como técnicas fotogramétricas, utilizando fotografías

aéreas detallando los perfiles de causes y numero, longitud y ancho de regueros. Hay que tener

en cuenta que estos métodos generan una gran incertidumbre debido a su imprecisión a la hora

de la definición de los perfiles pre incendio, aun así, se presume un margen de error del 15%. La

variedad de métodos que se pueden utilizar es amplia, depende de las condiciones topográficas

del lugar afectado, el tipo de corrientes si son permanentes o esporádicas, si desembocan en

lagunas o embalses, utilización en dique entre otras.

Perfiladores y levantamientos topográficos. El siguiente método se encuentra en el artículo

“ Métodos para la cuantificación de la pérdida de suelo y agua tras incendios forestales, con

especial referencia a las parcelas experimentales” (Cerdà & Jordán, 2007)

Page 54: Guía metodológica para la identificación de daños

38

Los perfiladores y los levantamientos topográficos pretenden cuantificar los cambios en la

topografía. A partir de una medición inicial se estudian los cambios en el relieve mediante

mediciones sucesivas. Estos métodos no han sido utilizados salvo puntualmente en zonas

incendiadas, pero es de interés para el investigador conocerlos por si es necesario utilizarlos en

zonas afectadas por el fuego. Lo efímero de los procesos erosivos en el post-incendio hace

necesario disponer de distintas herramientas para poder cuantificar la pérdida de suelo.

Procedimiento. Los perfiladores (o micro-perfiladores) permiten medir los cambios micro-

topográficos en dos o tres dimensiones a partir de la localización de unos puntos fijos de

muestreo y la toma repetitiva de mediciones en el tiempo. Los perfiladores constan de varillas

móviles que se acoplan a la morfología del suelo con lo que permite identificar el rebajamiento o

la acreción dentro del perfil de estudio. Un detallado análisis del uso de los perfiladores lo

podemos encontrar en (Benito, et al., 1988) y (Sancho, et al., 1991). Al menos son necesarias dos

mediciones en el tiempo para medir las tasas de erosión mediante este método. Sin embargo, un

sólo muestreo permite conocer la forma y a partir de ella intuir la actividad del proceso erosivo.

Un buen ejemplo del uso de perfiladores lo tenemos en el trabajo de (Bochet, 1998). En él, el

perfilador permite comprobar cómo las matas de Stipa tenacísima favorecen el desarrollo de

montículos de casi 20 cm de altura respecto a zonas colindantes, mientras que Romarinus

officinalis lo hace con casi 15 cm.

Un sistema similar al de las estacas y los perfiladores es el de los levantamientos topográficos.

Si los primeros tomaban medidas puntuales, y los segundos medidas a escala de metros, los

levantamientos topográficos lo hacen a muy variadas escalas, aunque normalmente se aplican a

escala de ladera (regueros) o valle (incisiones en el cauce). Los trabajos aquí presentados

Page 55: Guía metodológica para la identificación de daños

39

apuntan a que en estos métodos deben aplicarse sólo durante eventos extremos o en zonas muy

erosionables. Este método es un complemento ideal para otras medidas de erosión en zonas

afectadas por incendios forestales. Así, es conveniente tomar medidas topográficas antes del

incendio o inmediatamente después de éste para volverlas a repetir cuando se produzca un evento

erosivo importante.

Cuencas de drenaje. El siguiente método es obtenido del artículo “Las cuencas de drenaje

como herramienta para el estudio de los incendios forestales” (Bautista & Mayor, 2010).

Este método para el análisis hidrológicos y geomorfológicos tiene ventaja en considerar las

condiciones funcionales completas, con límites naturales que permiten la integración de variables

dinámicas del ecosistema a evaluar. En el caso del estudio de los procesos de erosión, el uso de

cuencas de drenaje integra la erosión en laderas y en la red de canales de drenaje, la erosión

laminar y en regueros, así como la redistribución y sedimentación temporal, en distintos puntos

de la cuenca, del suelo erosionado (Bautista & Mayor, 2010). Por ende, es un método práctico

para analizar más adecuadamente la magnitud de los factores externos y acumulación de las

perturbaciones en el territorio y los balances hídricos.

Aun así, el método también tiene varias limitaciones a considerar, uno es la utilización de

parcelas de erosión, ya que es difícil recrear con similitud cuencas con mismas características

topográficas, hídricas, entre otras que pueden cambiar la producción de escorrentía y de

sedimentos. Se recomienda que la utilización de cuencas de drenaje un proceso de calibrado

previo con el cual se puedan analizar el comportamiento de escorrentía y transporte de

sedimentos con un conjunto amplio y representativo de precipitaciones.

Page 56: Guía metodológica para la identificación de daños

40

Otra limitación de este método es la variación irregular espacial y temporal en que se puede

analizar las variables que se consideran como el movimiento de sedimentos y producción de

escorrentía, por eso el mantenimiento y continuación de estos procesos de análisis puede llegar a

ser costoso en el tiempo. (Bautista & Mayor, 2010)

Un caso pionero en el mundo en el desarrollo de este método de análisis es la estación

experimental de San Dimas Experimental Forest en California, EE. UU. (USDA, 1954)

establecida en 1934 y en la que hay un importante historial de incendios recurrentes que ha

generado una valiosa base de datos sobre relaciones precipitación escorrentía pre y post-

incendio. (Bautista & Mayor, 2010)

Figura 3-3: División de zonas de una cuenca de drenaje. Fuente: (López, 2013)

El uso de las cuencas en el estudio del efecto de los incendios. Es importante la rapidez y

eficiencia en las instalaciones de las estaciones de medida en la cuenca afectada y las variaciones

Page 57: Guía metodológica para la identificación de daños

41

que tienen la producción de escorrentía y transporte de -sedimentos que obligan a la calibración

constante de las estaciones de medidas.

Métodos para el análisis de cuencas. En la selección del método a utilizar es importante

contemplar las siguientes variables, producción de escorrentía, magnitud de caudales y caudal

punta, carga esperada de sedimentos total, de fondo o en suspensión, cambios geomorfológicos,

dimensiones de la cuenca de estudio, naturaleza del estudio propuesto (incendio natural, incendio

controlado, estudio impacto del fuego, estudio de tratamiento pre o post-incendio).

Silt fences: método rápido para la cuantificación de sedimentos post-incendio en

microcuencas. Este método es uno de los mejores con relación costo, calidad de resultados, y

rapidez en la instalación de mallas de retención de sedimentos.

Consiste en la elaboración de trincheras o barreras artificiales en los límites del área de

contribución en una ladera o microcuenca. Las Silt fences, son unos pequeños cercados que

obstruyen el flujo de escorrentía superficial y retiene los sedimentos que arrastra, en microcuencas

se construyen en formas de U o V, en su construcción se utiliza el geotextil trenzado denso que

tiene un poro muy pequeño, lo cual hace que el agua fluya muy despacio a través del geotextil y

se retenga los sedimentos.

La instalación de las Silt fences, es rápida y fácil, pero depende de las condiciones del terreno,

el material del suelo, lo pueden realizar entre 2 a 3 personas, es muy importante la ubicación de

las Silt fences, que sean en zonas cóncavas donde se pueda determinar fácilmente la línea principal

del flujo de drenaje de la microcuenca.

Pasos para la instalación de las Silt fences.

Page 58: Guía metodológica para la identificación de daños

42

1. Determinar en el campo la forma y tamaño de la excavación o barrera artificial,

marcar los extremos y el vértice inferior de la misma.

2. Construir el armazón mediante la instalación siguiendo la forma de U o V abierta,

de una serie de barras verticales de hierro corrugado, clavadas en el suelo hasta unos 20 o

30 cm de profundidad para asegurar su estabilidad. Pueden utilizarse estacas de madera en

los lugares que se puedan clavarse con facilidad.

3. Formar un cercado, extendiendo el geotextil a lo largo de las barras (por la cara

interna de la U o V) de forma que sobresalga y se doble por encima de las barras y también

que cubra parte del suelo aguas arriba de la misma, lo que facilitara la recolección de

sedimentos. Fijar el geotextil a las barras con alambre fino o bridas plásticas.

4. Asegurar el contacto entre el geotextil y el suelo aguas arriba para evitar que el flujo

de agua y los sedimentos pasen por debajo del geotextil, se pueden emplear grapas o clavos

del tamaño adecuado.

Después de la instalación de los Silt fences, se tiene que hacer revisión de cada uno de ellos

después de cada evento de precipitación o de un tiempo estipulado por el diseño del experimento,

el material recogido por los Silt fences debe ser recogido, secado y pesado y su cantidad se expresa

por unidad de área de la respectiva cuenca de drenaje.

Page 59: Guía metodológica para la identificación de daños

43

Figura 3-4: Ejemplo de Silt fences con geotextil, Fuente: (Chapel, 2013)

Estaciones de aforo para el seguimiento hidrológico. La utilización de este método depende

de la disposición económica y variables hidrológicas de interés del estudio. Siguiendo se puede

determinar el tipo de aforo dependiendo de la frecuencia del muestreo que se requiere, el de

registro automático, realiza una medición continua de las variables de interés, y el registro no

automático, que solo mide las variables totalizadoras como ejemplo la escorrentía total

presentada tras un evento de lluvia.

Aforos de registro automático. Este posee un sistema de control (aforador de caudal), un

medidor de la altura de la lámina de agua, un almacenador de datos recolectados, una fuente de

alimentación energética, en el diseño de estos aforos de registro automático es importante tener

en cuenta el tipo de aforador de caudal, en el caso de aforadores para de cuencas quemadas, son

de pequeño tamaño y son del tipo V-Notch (vertedero triangular) y H-Flume (Canaleta de ahoro

Page 60: Guía metodológica para la identificación de daños

44

en H) los cuales se consideran muy precisos gracias a sección en V que se adapta para caudales

pequeños o grandes. Las ecuaciones que se aplican a estos aforos que consideran la altura de la

lámina, velocidad con la que llega el flujo determinan el diseño de la estación de aforo. En el

caso del aforador V-Notch (vertedro triangular) tiene una trampa de sedimentos que se encuentra

aguas arriba del aforo, pero se recomienda la construcción de balsas de decantación aguas arriba

del aforo para mejorar la recolección de sedimentos y evitar que altere los resultados del aforo.

En el caso de H-flume, facilita la medición de sedimentos en suspensión dado que posee una

mayor longitud de sección. Se pueden adecuar sondas de nivel comunes o sensores ultrasónicos

para medir la altura de la lámina del agua en el aforo.

H-flumes. Muchos canales se han diseñado para las preferencias de la organización y usos

especiales. Muchos de éstos se consideran canales de forma corta. Los H-flumes, desarrollados

por el Servicio de Conservación de Recursos Naturales (anteriormente conocido como Servicio

de Conservación de Suelos) (Brakensiek et al., 1979, Kulin et al., 1975), están hechos de

superficies planas trapezoidales simples. Estas superficies se colocan para formar paredes

laterales convergentes verticales. Los bordes aguas abajo de los lados trapezoidales se inclinan

hacia arriba hacia el acercamiento aguas arriba, formando una muesca que se hace

progresivamente más ancha con la distancia desde el fondo. Estos canales no deben ser

sumergidos más del 30 por ciento. Este grupo de canales, incluyendo los canales H, los canales

H, y los canales HL (Brakensiek et al., 1979, Gwinn y Parsons, 1976) se han utilizado sobre todo

en pequeñas cuencas agrícolas y no han encontrado un uso extensivo en el flujo de riego

mediciones. (U.S. Department of the Interior Bureau of Reclamation, 2001).

Page 61: Guía metodológica para la identificación de daños

45

La variedad de sistemas de aforos con registro automático o manual, o mixtos depende de las

características del experimento y las variables a analizar. Para los aforos automáticos V-notch y

H-flume se puede encontrar más información de las ecuaciones y sus características en el Water

Measurement Manual del U. S. Departament of the Interior.

Figura 3-5: Vertedero triangular o V-notch y Aforo tipo H-flume en una cuenca experimental en Alicante

(España). Fuente: (U.S. Department of the Interior Bureau of Reclamation, 2001) y (Bautista & Mayor, 2010)

Parcelas abiertas – colectores Gerlach. Las parcelas abiertas están compuestas por un

colector en el que se recogen las arroyadas procedentes de las laderas, pero sin delimitar la zona

contribuyente. Suelen tener entre 50 y 100 mm de longitud, aunque en ocasiones se construyen

de mayores dimensiones para evitar la escasa representatividad que tienen las parcelas de

tamaños reducidos.

Se idearon en los años 60 (Gerlach, 1967) para cuantificar la transferencia de sedimentos a lo

largo de la ladera en un intento puramente geomorfológico de conocer los procesos de erosión y

entender mejor las formas de las laderas. Estas parcelas permiten comparar los periodos pre- y

post-incendio (o parcelas control frente a quemadas) aunque las diferencias topográficas y de

drenaje entre parcelas pueden alterar los resultados finales. Las parcelas cerradas tienen los

Page 62: Guía metodológica para la identificación de daños

46

mismos sistemas de recolección de los sedimentos y aguas, pero delimitan artificialmente la zona

contribuyente. En este caso conocemos la superficie productora de la arroyada, pero alteramos

los flujos naturales. Las parcelas abiertas fueron muy utilizadas en los años 80 y 90 pero

progresivamente han ido siendo sustituidas por parcelas cerradas con medidores automáticos de

la pérdida de agua y sedimentos (López Bermúdez et al., 1991).

Parcela cerrada. A tendencia al incremento de la pérdida de suelo tras los incendios ha sido

cuantificada por distintos autores tanto con parcelas cerradas como abiertas. En las parcelas

cerradas la comparación de los resultados es complicada ya que la tasa de erosión medida

depende directamente del tamaño de las parcelas al ser el proceso de erosión dependiente de la

escala a la que se mida. Lo mismo ocurre con las cuencas de drenaje: si son de distintos tamaños

tendrán distintas pérdidas de suelo debido a que los mecanismos que gobiernan el proceso de

erosión serán distintos.

A pesar de que es generalizado el aumento de la pérdida de suelo tras los incendios, en

ocasiones se han medido descensos. En esos casos en los que se ha detectado una reducida

pérdida de suelo tras los incendios puede haber varios factores actuando individual o

conjuntamente.

Métodos Para el Análisis de Erosión y Daños en la Estructura del Suelo en la Zona

Afectada por un Incendio Forestal

Distribución de material granular del suelo por tamización en seco. Este método consiste

en extraer 50 gramos del suelo seco y pasarlo por el tamiz de 10mm de abertura de la malla y se

coloca sobre el tamiz de 5mm, situándose por debajo los tamices de 2, 1, 0.25 y 0.05mm y se

tamiza por 2 minutos todo el conjunto, luego se pesa el material agregado que quedo en cada

Page 63: Guía metodológica para la identificación de daños

47

tamiz calculando el porcentaje de cada uno y el diámetro medio ponderado con la ecuación

propuesta por (Kemper y Rosenau, 1986).

DMPs= ∑ xi̅*wini=1 [10]

Donde:

DMPS = Distribución de material granular por tamizado en seco (mm).

xi̅= diámetro medio de cada fracción (mm).

Wi = porcentaje de agregados de cada tamiz con respeto al total de la muestra (%).

El cambio observado en la distribución de los agregados por tamización en seco de un suelo

quemado en comparación con la distribución de los agregados en el mismo suelo no quemado

permite analizar el efecto del calor en el tamaño de los agregados. (Mataix-Solera, et al., 2010).

Distribución de material granular del suelo por tamización mediante la utilización de

agua como agente disgregante. Son el grupo de métodos que utilizan el agua como un agente

disgregante en la determinación de la estabilidad del suelo. En este grupo de métodos

encontramos 6 alternativas muy utilizadas y recomendadas; estos métodos fueron sustraídos del

artículo “¿Cómo estudiar la estabilidad de agregados en suelos afectados por incendios? Métodos

e interpretación de resultados” (Mataix-Solera, et al., 2010).

Test de tamización en húmedo 1. Se pesan en tamices de luz de malla de 0,25 mm (tamaño

que separa los macro agregados de los micro agregados, según Oades, 1984) 4 g de agregados

entre 2 y 1 mm y se pre humedecen por saturación con vapor de agua o por capilaridad durante

aproximadamente 12 horas, con la finalidad de evitar la desagregación durante el

humedecimiento. Los tamices se colocan en el tamizador sobre unos vasos llenos de agua y se

Page 64: Guía metodológica para la identificación de daños

48

someten a un movimiento vertical (recorrido de 1,3 cm) durante 5 minutos con una frecuencia de

35 veces por minuto. Tras la tamización los vasos contienen los agregados que son inestables. Se

llevan a la estufa a 105 °C hasta que el agua se haya evaporado y se pesan para obtener la

fracción de agregados inestables (MAI). Sobre el tamiz permanecen los macro agregados que son

estables, con la excepción de las partículas de arena demasiado grandes para pasar por el tamiz

(y fragmentos de raíces) (Kemper y Koch, 1966a).

Para determinar estas últimas se dispersa el suelo que permanece en el tamiz con un agente

dispersante como el hexametafosfato sódico, aunque para suelos forestales con elevados

contenidos de materia orgánica podría no ser suficientemente eficaz y se recomienda el uso de

pirofosfato sódico o una sonda de ultrasonidos y se tamiza a través de un tamiz de 0,25 mm,

recogiéndose en una cápsula las arenas retenidas en el tamiz. Se llevan a la estufa a 105 °C y se

pesan. La fracción de agregados estables (MAE) se calcula restando al peso inicial de agregados,

la fracción de agregados inestables (MAI) y las partículas de arena > 0,25 mm.

El cociente entre la fracción de agregados estables y la fracción total de agregados (agregados

estables + agregados inestables), da un índice de la estabilidad de los agregados (AE). Los

resultados se expresan en %.

%AE= MAE

MAE+MAI*100 [11]

Donde:

MAE= Fracción de agregados estables

MAI= Fracción de agregados inestables

Page 65: Guía metodológica para la identificación de daños

49

Es importante que la temperatura del agua para el tamizado en húmedo esté comprendida

entre 22°C y 25°C, ya que se ha observado que la estabilidad decrece cuando la temperatura del

agua usada está fuera de dicho intervalo (Kemper et al., 1985). Durante el tiempo de aplicación

del método hay que intentar que todos los agregados estén cubiertos por agua. Si alguno queda

flotando en la superficie habrá que intentar sumergirlo con gotas de agua usando un pulverizador

(Murer y Kandeler, 1993). La estabilidad estructural aumenta tal y como transcurre el tiempo de

almacenaje de la muestra de suelo; se recomienda no superar las tres semanas entre el muestreo

del suelo, secado, tamizado y análisis con el fin de que las determinaciones sean comparables

(Kemper y Koch, 1966b; Murer y Kandeler, 1993).

Test de tamización en húmedo 2. Se propuso una metodología para unificar la medida de la

estabilidad de los agregados (Le Bissonnais, 1996), incluyendo los aspectos más interesantes de

los métodos preexistentes. El método propuesto es una modificación del método de (Hénin, et al.

1958), e incluye diversos aspectos de otros métodos como el de (Yoder, 1936) y el de (Kemper y

Rosenau, 1986). Propone utilizar como medida de la estabilidad de los agregados el diámetro

medio ponderado (DMP) de los agregados que permanecen estables después de aplicar tres

tratamientos con diferentes niveles de energía y tras la tamización en húmedo utilizando etanol.

Los tres tratamientos aplicados sobre 5g de agregados con diámetros comprendidos entre 5 y 3

mm son humectación rápida con agua, agitación después de la pre-humectación de los agregados

con etanol y humectación lenta con agua. Este método permite diferenciar distintos mecanismos

de ruptura de los agregados (Le Bissonnais, 1996).

El primer tratamiento de humectación rápida permite analizar el comportamiento de

materiales terrosos secos sometidos a humectaciones bruscas y repentinas, como ocurre después

del riego por inmersión o por lluvias intensas tras periodos secos, y mide la ruptura de los

Page 66: Guía metodológica para la identificación de daños

50

agregados debido al estallido producido por el aire que queda atrapado en el agregado durante la

humectación.

Un segundo tratamiento de desagregación mecánica por agitación tras la pre-humectación

permite simular, de forma aproximada, el comportamiento de materiales húmedos en

condiciones típicas de períodos invernales con lluvias persistentes. Se efectúa tras una

humectación previa en etanol, que tiene por objetivo evaluar la cohesión de materiales en estado

húmedo, independientemente de la compresión del aire atrapado (estallido). Dicha humectación

se realiza con un líquido no polar y miscible con el agua, como es el etanol, muy adecuado al

permitir por una parte controlar la desagregación y por otra limitar la reagrupación de las

partículas durante el secado.

Un tercer tratamiento de humectación lenta por capilaridad, que permite verificar el

comportamiento de materiales húmedos bajo lluvias de baja intensidad. Este tratamiento es

menos destructivo que la humectación rápida y mide la ruptura de los agregados

independientemente del estallido.

Una vez realizados los tratamientos, se procede a la tamización en húmedo con un tamiz de

0,05 mm sumergido en etanol mediante el aparato de Hénin o de Yoder y posteriormente la

fracción > 0,05 mm, una vez desecada a 105oC, se tamiza en seco con una columna de seis

tamices: 2; 1; 0,5; 0,2; 0,1 y 0,05 mm. Los resultados se pueden expresar en forma de

histogramas representando la distribución de tamaño de partículas para cada uno de los

tratamientos o bien como diámetro medio ponderado (DMP).

Test de tamización en húmedo 3. En los tres tratamientos que se describen a continuación se

parte de 5 g de agregados de diámetros comprendidos entre 5 y 3 mm seleccionados

manualmente para evitar, en la medida de lo posible, la presencia de gravas. Las condiciones de

Page 67: Guía metodológica para la identificación de daños

51

humedad en el momento de iniciarse el tratamiento han de ser idénticas, por lo que previamente

al ensayo se mantienen los agregados en la estufa a 40°C durante 24 horas (Le Bissonnais y

Gaillard, 1997).

Los tratamientos consisten básicamente en la combinación de una humectación y de una

acción mecánica con niveles de energía variables. La humectación se realiza colocando los

agregados directamente sobre agua (1er tratamiento), sobre etanol (2º tratamiento) o bien

colocándolos sobre un papel de filtro situado sobre arena saturada de agua para que los

agregados se humedezcan lentamente por capilaridad (3er tratamiento) (1997).

Las muestras, una vez aplicado el tratamiento, se secan en la estufa a 40°C y se tamizan con el

objetivo de separar las fracciones por tamaños (5-2, 1-2, 0,5-1, 0,25-0,5, 0,1-0,25, 0,25-0,1, 0,1-

0,05 y <0,05 mm).

Los resultados se pueden expresar en forma de histogramas representando la distribución de

tamaño de partículas para cada uno de los test o bien como diámetro medio ponderado (DMP) de

acuerdo con la expresión propuesta por (Kemper y Rosenau, 1986):

DMPh= ∑ xi̅*wini=1 [12]

Donde:

DMPS = Distribución de material granular por tamizado en húmedo (mm).

xi̅= diámetro medio de cada fracción (mm).

Wi= porcentaje de agregados de cada tamiz con respeto al total de la muestra (%).

Page 68: Guía metodológica para la identificación de daños

52

Figura 3-6: Esquema del test de Le Bissonnais y Gaillard (1997), Fuente: (Mataix-Solera, et al., 2010)

Test de tamización en húmedo 4. En un vaso de precipitados se colocan 50 g de suelo

(agregados entre 3,35- 5 mm diámetro) y se cubren con 100 mL de agua destilada. Se dejan en

reposo durante 30 minutos. Se monta una batería de tamices (2; 1; 0,5; 0,250 y 0,106 mm de luz

de malla). (Van Bavel, 1952; Low, 1954).

A continuación, se transfiere la mezcla de suelo y agua al centro del tamiz superior. La

muestra se tamiza en húmedo empleando un aparato especial lleno de agua destilada que realiza

Page 69: Guía metodológica para la identificación de daños

53

un movimiento ascendente-descendente de los tamices, durante 17 minutos (lo que supone una

tasa de 30 inmersiones por minuto). Tras la agitación, el material retenido en cada uno de los

tamices se transfiere a un recipiente, se seca en estufa a 105 °C hasta que el peso es constante (48

h suele ser suficiente) y se pesa (m1). Posteriormente el material se dispersa mediante

humectación y presión, se lava a través de un tamiz de 0,5 mm de malla, se seca en estufa a 105

°C durante 48 h y finalmente se pesa para determinar la presencia de partículas gruesas (m2).

Este valor se resta de m1 para obtener los agregados de diámetro mayor de 0,5 mm estables al

agua. Se realizan 6 repeticiones de cada muestra tomándolas aleatoriamente.

Test de tamización en húmedo 5. Se utiliza una nueva modificación del método de (Hénin y

Feodoroff, 1958) modificado, tomado de (Primo y Carrasco, 1973), en la que se utiliza la

dispersión química por tratamiento con agua oxigenada. El suelo se pasa por un tamiz de 2 mm

de luz, se somete a humedecimientos bruscos y agitación en medio acuoso mediante un aparato

diseñado especialmente para tal fin; se pesa el conjunto de agregados estables más la fracción

arena. Posteriormente se destruyen los agregados estables mediante oxidación de la materia

orgánica con agua oxigenada y, a continuación, se determina el contenido de arena de dicho

conjunto. Por diferencia se calcula el porcentaje de peso de suelo correspondiente a los

agregados estables.

Una de las limitaciones de la técnica del tamizado en húmedo para la determinación de los

agregados estables al agua es que ésta no simula adecuadamente el proceso de cómo ocurre la

rotura de los agregados en el campo. En condiciones naturales, los suelos no son sometidos a una

completa inmersión y agitación en agua, como se realiza con el tamizado en húmedo. Por ello,

muchos investigadores miden la rotura de los agregados sometidos al impacto de las gotas de

lluvia, como un método alternativo para determinar su estabilidad. Esta metodología permite

Page 70: Guía metodológica para la identificación de daños

54

controlar variables experimentales como la intensidad de la lluvia, su duración y su energía

cinética.

Test de coherencia al agua. El procedimiento fue descrito por “A classification of soil

aggregates based on their coherence in water” (Emerson, 1967) y aparece esquematizado en la

figura 10. Se seleccionan al azar 6 agregados de diámetro entre 3-5 mm de cada muestra de suelo

afectado por el incendio forestal es secada al aire, y se dejan caer en 200 ml de agua destilada, en

vasos de 250 ml.

Figura 3-7: Representación esquemática del test de Emerson, 1967. Fuente: (Mataix-Solera, et al., 2010)

Describiendo el esquema de Emerson los suelos cuyos agregados se destruyen y dispersan al

introducirlos en agua se incluyen en las clases de 1 a 6 y aquellos agregados que permanecen

intactos se sitúan en las clases 7 u 8. Si después de 5 minutos los agregados que permanecen

Page 71: Guía metodológica para la identificación de daños

55

intactos muestran un hinchamiento visible, el suelo es de clase 7. Si no se observa ni

hinchamiento ni destrucción es de la clase 8. Si después de 5 minutos se observa dispersión

completa de la arcilla, el suelo se sitúa en la clase 1. Cuando la dispersión es incompleta, el suelo

se sitúa en la clase 2. Las muestras en las que los agregados se destruyen, pero no se dispersan se

someten a una tensión de 0,1 bares durante 72 horas.

La muestra húmeda se moldea formando cubos de 3-5 mm y se introducen en agua destilada.

Si después de 16 horas se detecta dispersión de arcilla, el suelo se sitúa en la clase 3. Si no se

detecta dispersión, se prepara una suspensión 1:5 del suelo moldeado en agua destilada, se agita

10 minutos y se deja reposar 5 minutos. Cuando se produce la dispersión después de este

tratamiento más vigoroso, el suelo entra en la clase 5. Si permanece floculado y no presenta

carbonato cálcico o yeso se sitúa en la clase 6. Cuando estos suelos presentan carbonato cálcico o

yeso entran en la clase 4 (Emerson, 1967).

En el caso de suelos yesosos las muestras se deben secar a una temperatura menor o igual a 50

°C para eliminar la humedad de la muestra, pero no el agua de constitución del yeso. Además, el

agua usada deberá estar saturada en yeso para evitar problema de disolución, de manera que, por

cada litro de agua destilada, disolveremos 2,6 g de sulfato cálcico dihidratado, ya que la

solubilidad es de ese orden a 25 °C.

Método con desintegrador por ultrasonidos. El método de dispersión por ultrasonidos está

basado en sumergir la muestra de suelo en agua y aplicarles una dosis de energía controlada por

medio de una fuente de ultrasonidos, cuantificando la muestra que resisten al tratamiento. Este

método esta descrito y discutido por varios autores, (Edwards y Bremner, 1967), (North, 1976),

(Imeson y Vis, 1984) y (Cerdà, 1993; 1996; 1998). La fuente de energía es un desintegrador por

ultrasonidos (por ejemplo, Sonifier 1312 cell disruptor, Branso Sonic Power Company, Danbury,

Page 72: Guía metodológica para la identificación de daños

56

Connecticut;). A continuación, se describen protocolos que ilustran la diversidad de opciones que

ofrece este método.

Figura 3-8: A la izquierda desintegrador por ultrasonidos. En el centro y la derecha el Sonifier 1312 cell

disruptor, Branso Sonic Power Company, Danbury, Connecticut, utilizado en la Universidad de Ámsterdam.

Fuente: (Mataix-Solera, et al., 2010)

Se seleccionan agregados entre 2 y 0,2 mm de diámetro. Para cada muestra, se pesa con

exactitud 5 g (2 - 0,2 mm) y se traspasa a un frasco de polipropileno de 120 mL de capacidad (78

mm de altura, 53 mm de diámetro). Se añade 60 mL de agua destilada con suavidad, dejándola

resbalar por las paredes del recipiente. La energía se aplica mediante un desintegrador por

ultrasonidos Branson Sonifier 250. Para ello se sumerge la punta de la sonda 10 mm, y se

suministra una energía de 10 W (Output control 1, Loading meter 40) durante 10 segundos.

Seguidamente se traspasa suavemente toda la muestra a un tamiz de 0,2 mm, enjuagando el

recipiente haciendo resbalar el agua por las paredes. Se sumerge ligeramente el tamiz en una

bañerita con agua, oscilando el tamiz lentamente para eliminar la fracción <0,2 mm sin alterar el

resto de la muestra. La fracción <0,2 mm puede rechazarse. Con la ayuda de una varilla y

Page 73: Guía metodológica para la identificación de daños

57

chorros de agua (frasco lavador con punta fina), se disgrega la fracción de suelo que quedó en el

tamiz, guardando por separado la fracción <0,2 mm que atraviesa el tamiz respecto a las

partículas >0,2 mm que no lo atraviesan (por ejemplo, usando frascos de orina u otros recipientes

de acorde con el diámetro del tamiz y el volumen de agua utilizado). Para esta acción podemos

ayudarnos de un embudo pequeño. De esta forma separamos los agregados que se mantuvieron

>0,2 mm tras el tratamiento con ultrasonidos (y que atravesaron el tamiz tras la disgregación con

la varilla), de las partículas de suelo >0,2 mm (que quedaron remanentes en el tamiz). Ambas

fracciones se secan en la estufa y se pesan (Edwards y Bremner, 1967).

El resultado se expresa como el porcentaje de agregados estables tras el tratamiento con

ultrasonidos, con respecto al total de agregados presentes en la muestra inicial, utilizando la

fórmula siguiente:

%AE=A

B-C*100 [13]

Dónde:

A: peso seco de los agregados remanentes en el tamiz tras el tratamiento con ultrasonidos y

que lo atravesaron después de la desagregación con la varilla y el chorro de agua. (Gramos).

B: peso seco inicial de la muestra (Gramos).

C: peso seco de las partículas de suelo que quedaron remanentes en el tamiz, tras la

desagregación con la varilla y el chorro de agua. (Gramos).

Una de las cualidades del método de dispersión por ultrasonidos es que permite aplicar

distintos tiempos y distintas intensidades. Un ejemplo de protocolo utilizado para este tipo de

estudios es el siguiente: se seleccionan 10 agregados de 4-4,8 mm de diámetro que se colocan en

40 mL de agua destilada, sobre la que se aplica durante el tiempo estipulado (entre 5 y 10

minutos, pero se puede modificar) los ultrasonidos mediante una sonda colocada 1 cm por debajo

Page 74: Guía metodológica para la identificación de daños

58

del nivel del agua del recipiente en el que se han colocado los agregados (el recipiente debe tener

al menos 4 cm de profundidad total de agua). El nivel de energía oscila entre 35 y 115 vatios.

Después de la aplicación de este tratamiento, se pasan los 40 mL de agua destilada con los

agregados por un tamiz de 2,8 mm de luz. Se separan las dos fracciones (< 2,8 mm y > 2,8 mm)

y se secan. También se puede agilizar la toma de datos cuantificando el número de agregados

supervivientes (aquéllos que no pasen por la luz del tamiz de 2,8 mm), pero es más exacta la

medición de la muestra que persiste en agregados mayores de 2,8 mm.

Métodos con baño de ultrasonido. Este método está basado en el descrito por (Holz, et al.,

2000). Se utilizan muestras de suelo, secadas al aire y tamizadas por malla de 2 mm. Se pesan 8

gramos de muestra (A) mediante una balanza analítica y posteriormente se esparcen sobre un

tamiz de luz de malla de 0,2 mm. A continuación, se añaden en el baño de ultrasonidos 200 mL

de agua destilada. Se introduce el tamiz con la muestra en el interior del baño de ultrasonidos,

quedando éste sumergido junto con la muestra. Se aplica una energía de 40 KHz durante 8

minutos. Acabado este tiempo se extrae el tamiz y se procede a limpiarlo para recoger los macro

agregados estables y las arenas gruesas que han quedado en él. Se pasa a una cápsula que

posteriormente se decantará y se introducirá en la estufa a 105 ºC para desecar la muestra.

Transcurridas 24 horas se extraen las cápsulas de la estufa y se introducen en un desecador donde

deberán estar alrededor de unas 2 horas hasta que la muestra alcance la temperatura ambiente. Se

pesa la muestra en una balanza analítica y de esta forma se obtiene el peso de los macro

agregados estables y las arenas gruesas (B).

Posteriormente se determinan las arenas gruesas presentes en B, vertiendo de la muestra

mediante lavado. Se introduce esta muestra, sometida a los ultrasonidos y secada en la estufa, en

un tamiz con luz de malla de 0,2 mm y se lava hasta que sobre el tamiz quedan las arenas de

Page 75: Guía metodológica para la identificación de daños

59

tamaño superior a 0,2 mm. Se lava el tamiz y se recogen las arenas gruesas en una cápsula y se

desecan en una estufa a 105 °C Transcurridas 24 horas se extraen las cápsulas y se introducen en

un desecador hasta que alcance la temperatura ambiente. A continuación, se pesan en una

balanza analítica obteniendo de esta forma la cantidad de arenas gruesas que contiene la muestra

(C); (Holz et al., 2000).

Para el cálculo de la estabilidad de los agregados se aplica la siguiente expresión:

%AE=B-C

A-C*100 [14]

Dónde:

A: peso de la muestra de suelo que pasa tamiz < 2 mm (8gr de muestra).

B: peso de macro agregados estables más arenas gruesas (material que no paso tamiz <2 mm);

C: peso de arenas gruesas (obtenido por la balanza analítica).

Estacas de erosión. Este método para el control para la erosión despues de un evento de

incendio forestal fue obtenido de el artículo Métodos para la cualificacíon de la pérdida del

suelo y aguas tras incendios forestales, con especial referencias a las parcelas experimentales

(Cerdà & Jordán, 2007).

El uso de estacas de erosión ha sido muy común en el estudio de suelos con altas tasas de

erosión, aunque la precisión y resolución del método son reducidas, además de estar

caracterizado por favorecer la sobrevaloración de las tasas de erosión (Sancho, et al., 1991). El

pionero en el uso de esta técnica fue (Schumm, 1956a y b; 1962), quien utilizó estacas de madera

para medir la evolución de superficies muy activas como son los badlands. No obstante, la gran

revolución en la aplicación de las estacas se produce a partir del uso de estacas de metal y con la

Page 76: Guía metodológica para la identificación de daños

60

publicación por el British Geomorphological Research Group del trabajo de (Haigh, 1981) sobre

la aplicación de las estacas en la cuantificación de las tasas de erosión.

Procedimiento. La cuantificación de la erosión del suelo mediante estacas de erosión consiste

en insertar en el suelo estacas de metal. Estas estacas deben ser lo más finas posible para evitar

que interfieran en los flujos de la arroyada y de la salpicadura. Se aconseja estacas cilíndricas de

acero con un diámetro de entre 3 y 4 mm con longitudes variables. En el campo se insertan

mediante una maza hasta que queden ancladas al suelo y luego se cortan con una cizalla para que

su altura sobre la superficie sea homogénea. Se aconsejan que sobresalgan 10 cm de la superficie

del suelo.

El muestreo (disposición de las estacas) dependerá de los objetivos y de la zona de estudio. En

el caso de las zonas quemadas es aconsejable construir parcelas de 10m×10m con estacas

colocadas cada metro (1×1m2). Esto permitirá disponer de 100 puntos de medición en forma de

retícula por parcela. Se deben disponer de al menos 3 parcelas para caracterizar los tramos alto,

medio y bajo de las laderas. Y a ser posible disponer de parcelas control en las zonas no

quemadas o en zonas donde se realicen investigaciones para comparar manejos post-incendio. Es

posible instalar las estacas en zonas con regueros, pero en ese caso se aconseja que la

distribución de zonas con regueros y entre regueros esté bien representada en el muestreo. No se

aconseja poner estacas a distancias menores de 50 cm entre ellas por la dificultad de la toma de

las medidas y por la intensa alteración del suelo por el pisoteo durante la instalación y posteriores

muestreos. Además, si la red de estacas es muy densa puede afectar a la generación de la

escorrentía ya que puede interceptar sedimentos y si hay hojarasca, incluso puede formar

pequeñas presas. (Cerdà & Jordán, 2007)

Page 77: Guía metodológica para la identificación de daños

61

Figura 3-9: Esquema de la organización de las barras en una parcela 10x10m; Estacas de acero Fuente: (Cerdà &

Jordán, 2007)

Nota: la distribución de las barras y sus dimensiones de longitud varia con respecto a la geomorfología del terreno

La medición de la altura de la estaca se efectúa desde la base, zona de contacto con el suelo, y

se debe realizar inmediatamente después de su instalación y tras cada evento de lluvia con

transporte de materiales. No obstante, y debido a la baja resolución del método, debemos realizar

mediciones solo tras eventos erosivos importantes. Además, el pisoteo durante la toma de

medidas puede alterar el suelo y con ello las tasas de erosión. Muchas mediciones no mejoran la

precisión en este método, y pueden alterar la parcela y no hacerla representativa. (Cerdà &

Jordán, 2007)

Este método presenta baja resolución y fue desarrollado para mediciones a largo plazo y para

zonas con altas tasas de erosión. Aunque es un método poco preciso también es poco exigente en

trabajo de campo. Y es un método extremadamente económico ya que los materiales son pocos y

asequibles

Page 78: Guía metodológica para la identificación de daños

62

En el caso de los incendios, al concentrarse la actividad erosiva en los meses post-incendio,

las estacas deben instalarse después del fuego y cuantificarse después de cada evento. La

instalación inmediata tras el incendio no ha dado buenos resultados por la presencia de cenizas,

ya que sólo se puede medir la altura respecto al suelo, pero si se altera la capa de cenizas se

influye en la respuesta hidrológica y erosiva del suelo. Por otra parte, este método no se ha

mostrado válido para medir los cambios en la profundidad de las cenizas, lo cual hubiera sido un

gran avance, porque éstas se alteran durante la instalación de las estacas. La profundidad de las

cenizas se está realizando mediante métodos destructivos y con muestreos paralelos, pero no en

el mismo punto de muestreo que queda destruido en la toma de cada medida; capítulo 3 y 4,

(Pereira, et al., 2010). Se aconseja esperar a que las cenizas desaparezcan o se apelmacen para

instalar las agujas, y si es posible insertarlas con el suelo húmedo. Si el incendio ocurre en

verano, como es habitual, las agujas se pueden instalar entre octubre y diciembre del mismo año.

Por lo tanto, no serán válidas para la medición de la erosión en el inmediato post-incendio. Si se

instalan días después del incendio se tomará la ceniza como el nivel del suelo mineral, y una vez

pérdidas las cenizas se atribuirá el rebajamiento como pérdida de suelo. Esto supondrá un grave

error al sobrevalorar las pérdidas de suelo.

Las mediciones de la altura de las estacas se realizarán con una resolución de 0,5 mm, lo que

apunta a su escasa precisión. Durante la medida, el material acumulado en el contacto entre la

piqueta y la superficie del suelo se debe retirar antes de la medición. Este material es fruto de la

acumulación de materiales arrastrados por la arroyada, pero sobre todo del depósito de las

partículas transportadas por la salpicadura e interceptadas por las agujas. Es por esto que

(Navarro H. y Fernández S. M, 2000) desarrollaron un método para cuantificar la altura de la

piqueta respecto a una superficie cercana pero no en la misma piqueta, para evitar la alteración

Page 79: Guía metodológica para la identificación de daños

63

que esta producía. Un método muy sencillo es colocar una arandela de hierro galvanizado en la

base para de esta forma homogenizar la superficie.

(Cerdà & Jordán, 2007) En su artículo “Métodos para la cualificación de la pérdida de suelo y

aguas tras incendios forestales, con especiales referencias a las parcelas experimentales” define:

que la toma de datos se debe realizar siguiendo la numeración de las estacas. Es suficiente una

plantilla en papel para tomar las notas de campo. Se aconseja repetir siempre la misma plantilla

ya que la mecanización de la toma de datos ayuda a evitar errores. Tras el trabajo de campo se

debe trasladar la información a una hoja de cálculo para realizar los cálculos pertinentes. Si el

muestreo se ha realizado por medio de una retícula de 10 × 10 m2 se puede realizar un mapa de

los cambios sufridos entre mediciones. Se pueden realizar cálculos sencillos para conocer la

evolución de la topografía. En ella se ha cuantificado el rebajamiento medio en cada fila y

columna del muestreo, y de toda la parcela.

Pero más que la pérdida neta de suelo, el método de las estacas con muestreo en retícula o en

transeptos entre la cima y el fondo de valle, tiene la bondad de dar a conocer las variaciones

espaciales y temporales. Si es un hándicap su escasa resolución, en cambio, el punto fuerte del

método de las estacas es su bajo costo, la posibilidad de repetir muchas medidas, y durante un

largo periodo de tiempo. Otros métodos como las parcelas experimentales informarían del valor

total de la pérdida de suelo en la parcela, sin conocer las variaciones espaciales o internas de las

parcelas. Las estacas de erosión pueden ayudar a transformar el modelo de caja negra que son las

parcelas en un modelo de caja gris ya que se dispone de información de lo que ocurre dentro de

ellas. En la parte alta y media de la ladera, donde el proceso de erosión no está tan organizado

Page 80: Guía metodológica para la identificación de daños

64

debido a que las arroyadas se infiltran en zonas que actúan como sumideros, se mostró un patrón

de zonas de sedimentación y zonas de erosión.

Validez del método. Si algo se sabía antes de empezar a estudiar el proceso de erosión con

estacas es que se debe aplicar este método allí donde las tasas de erosión son altas, ya que la

precisión del método es escasa. Por lo tanto, medir con estacas en zonas arborizadas, donde las

tasas de erosión son reducidas, es un error, ya que cambios por hinchamiento del suelo o los

errores de medida serán más importantes que los cambios producidos por la erosión.

Los datos que hasta el momento se tienen sobre erosión hídrica medida a partir de estacas de

erosión se caracterizan por el reducido tiempo de muestreo, a pesar de que es un magnífico

método para mediciones a largo plazo. En muchas ocasiones se extrapola datos mensuales a

anuales, cuando lo lógico para una técnica tan poco precisa debería ser que los datos se

obtuviesen a partir de periodos de medición de al menos una década. Es de destacar que cuando

las mediciones se realizan en suelos muy erosionables los datos pueden ser fiables, pero en

suelos muy estables este método presenta una gran deficiencia por su baja resolución y precisión.

Otros autores se han apoyado en esta técnica para cuantificar los cambios en cárcavas de fondo

de valle donde los procesos de incisión-agravación son extremadamente activos (Schnabel, et al.,

1998). También ha sido habitual el uso de las estacas en zonas con cárcavas y regueros.

En el caso de los incendios forestales, sólo se aconseja utilizar estacas de erosión en los casos

donde se generen altas tasas de erosión. Habitualmente, las tasas de erosión post-incendio no son

lo suficientemente elevadas para utilizar estacas de erosión, por lo que se aconsejan otros

métodos. No obstante, las estacas se pueden utilizar en aquellas zonas donde se prevean pérdidas

de suelo elevadas, precisamente donde otros métodos como las parcelas experimentales tendrán

Page 81: Guía metodológica para la identificación de daños

65

problemas para cuantificar con precisión la elevada carga sedimentaria de la arroyada. Un

problema metodológico añadido viene dado por que los estudios en zonas quemadas requieren el

estudio paralelo de una zona control y/o además de cuantificar los cambios en el tiempo.

Ello supone que las estacas de erosión no serán válidas para las parcelas control, o en la zona

quemada pasados unos años, debido a que las tasas de erosión no se podrán cuantificar con un

método de tan baja precisión como el de las estacas.

El modelo USLE Y RUSLE. Los siguientes planteamientos del modelo USLE y RUSLE

fueron obtenidos de los artículos Métodos para el estudio de la erosionabilidad del suelo: su

aplicación en suelos afectados por incendios forestales (Benito , Cerdà, Soto, & Díaz-Fierros,

2010) y Aplicaciones del modelo USLE/RUSLE para estimar perdidas del suelo por erosión en

Uruguay y la región sur de la cuenca del río de la Plata. (Clérici & García Préchac, 2001).

El modelo USLE/RUSLE (Ecuación Universal de Perdida de Suelo/ Ecuación Universal de

Perdida de Suelo Revisada) para estimar las tasas de erosión presentadas en el suelo por la

actividad que se realiza o por un evento externo que afecta al suelo

El modelo tiene la siguiente forma:

A=R*K*L*S*C*P [15]

Donde:

A: es la perdida del suelo por unidad de superficie. Sus dimensiones son Mg/ha.

R: Este factor representa la capacidad de la lluvia para producir erosión.

Este factor representa la capacidad de la lluvia para producir erosión. Se calcula en base a

la energía cinética de la precipitación, que es en definitiva la energía capaz de desagregar el

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suelo en las partículas individuales que posteriormente serán transportadas por la salpicadura

o por la escorrentía (Ibañez Asensio, Moreno Ramón, & Gisbert Blanquer, 2012)

Se calcula en base a la energía cinética de la precipitación, que es en definitiva la energía

capaz de desagregar el suelo en las partículas individuales que posteriormente serán

transportadas por la salpicadura o por la escorrentía. (Ibañez Asensio, Moreno Ramón, &

Gisbert Blanquer, 2012) Sus dimensiones son MJ*mm/h.

R: ΣRi, siendo i = nº de tormentas ocurridas en un año.

Ri: EI30 siendo

R: factor erosividad

E: energía cinética de la tormenta (Julios)

I30: intensidad máxima registrada durante un intervalo de lluvia de una duración de 30

minutos

E= f(I) (ecuación de carácter empírico), donde

E: es la energía cinética de la lluvia

I: es la intensidad de la precipitación (mm/h)

K: El factor erosionabilidad del suelo o factor K expresa la susceptibilidad del suelo a sufrir

pérdidas de suelo por erosión; es por tanto función de características edáficas tales como textura,

estructura, estabilidad de agregados, pedregosidad superficial, etc. (Ibañez Asensio, Moreno

Ramón, & Gisbert Blanquer, 2012). También es la cantidad promedio de suelo perdido por

unidad del factor R (Mg/J) cuando el suelo en cuestion es mantenido permanentemente desnudo,

con laboreo secundario a favor de la pendiente.

Page 83: Guía metodológica para la identificación de daños

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L: es el factor de longitud de la pendiente, es la relacion entre la erosión con la longitud de la

pendiente dada y la que ocurre en el estandar de 22.1 m de longitud, a igualdad de los demas

factores, es adimensional. (Clérici & García Préchac, 2001)

S: es el factor de la inclinacion de la pendiente, es la relacion entre la erosión con una

inclinacion de pendiente dada y la que ocurre con el estandar de 9% de inclinacion, es

adimensional. (Clérici & García Préchac, 2001).

C: El factor C representa la efectividad de las plantas como cubierta protectora del suelo

frente a la energía de impacto de las gotas de lluvia y la fuerza del flujo superficial. Su valor

expresa la relación que existe entre las pérdidas anuales de suelo en una parcela con una

determinada cubierta vegetal y las pérdidas de esa misma parcela en condiciones de barbecho

continuado y laboreo según la máxima pendiente. (Ibañez Asensio, Moreno Ramón, & Gisbert

Blanquer, 2012), es adimensional

P: El factor prácticas de conservación refleja la eficacia en el control de la erosión conseguida

con la implantación de diferentes medidas conservacionistas. Las técnicas consideradas son el

laboreo a nivel, el cultivo en fajas alternantes y el aterrazado que se presentan en la Tabla 3-1.

(Ibañez Asensio, Moreno Ramón, & Gisbert Blanquer, 2012).

Tabla 3-1 Valores del factor P

Pendiente % Cultivo a nivel Cultivo en fajas

Terraza

a b

1 – 2 0.60 (L<400) 0.30 0.12 0.05

3 – 8 0.50 (L<200) 0.25 0.10 0.05

9 – 12 0.60 (L<120) 0.30 0.12 0.05

13 – 16 0.70 (L<80) 0.35 0.14 0.05

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17 – 20 0.80 (L<60) 0.40 0.16 0.06

21 - 25 0.90 (L<50) 0.45 0.18 0.06

Nota 1: L = Longitud de la ladera ( pies); a = terrazas en desague encespedadas (adimensional); b = terrazas de infiltracion con

ontrapendiente (adimensional)

Nota 2: Tomado de Wischmeir y Esmith, 1978

Es el factor práctica mecánica de apoyo, es la relación entre la erosión que ocurre entre una

determinada práctica mecáncia de apoyo y la que ocurre con la condición estándar de trabajo a

favor de la pendiente, es adimensional.

El factor K. En la USLE el factor K cuantifica la erosionabilidad del suelo mediante una

expresión deducida experimentalmente y representa la pérdida media anual de suelo por unidad

de erosividad de la lluvia, en las condiciones normalizadas para las parcelas tipo establecidas

(parcelas de 22,1 m de longitud de declive, un 9% de pendiente y suelo desnudo).

La ecuación de regresión propuesta para el cálculo de la erosionabilidad del suelo (factor K)

es la siguiente (Wischmeier, et al., 1971):

100K= ((2.71*10-14)*(M1.14)*(12-MO)) +(4.2*(a-2))+(b-3) [16]

donde

K: es el factor de erosionabilidad del suelo, expresado en Mg m2 h ha-1 hJ-1 cm-1; los factores

de conversión para expresar K en otras unidades se pueden consultar en (Almorox, et al., 1984)

M: es un parámetro de textura de los primeros 15 cm del suelo.

MO: es el contenido en materia orgánica (%), a es la clase de estructura del suelo para los

primeros 15 cm del suelo.

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69

Tabla 3-2 Clase de estructura del suelo para 15cm del suelo.

Clasificaion del suelo Tamaño de la particula

1 : Granular muy fina < 1 mm

2: Granular fina 1 – 2 mm

3: Granular media o gruesa 2 – 5 mm

4: en bloques, laminar o masiva -----------

Tabla 3-3 Parámetro de permeabilidad referido a todo el perfil del suelo

Clasificación Velocidad de infiltración

1: Rápida o muy rápida 12.5 – 25 cm/h

2: Moderadamente rápida 6.2 – 12.5 cm/h

3: Moderada 2 – 6.2 cm/h

4: Moderadamente lenta 0.5 – 2 cm/h

5: Lenta 0.12 – 0.5 cm/h

6: Muy lenta <0.12 cm/h

El factor M se calcula de la siguiente manera:

M=(%Limo+%Arena muy fina)*(100-%Arcilla) [17]

Donde:

Limo + arena muy fina comprende partículas de diámetro entre 0,1-0,002 mm.

Arcilla sólo a partículas de diámetro < 0,002 mm

Page 86: Guía metodológica para la identificación de daños

70

El factor K de la USLE muestra un rango de variación entre un valor de 0 (suelos no

erosionables) a un valor de 1 (suelos altamente erosionables). Wischmeier y Smith (1978)

desarrollaron un nomograma para resolver gráficamente la ecuación que se presenta en la figura

3-10.

Figura 3-10: Nomograma para determinar el valor de K en unidades US Para expresarlo en unidades

métricas (Mgm2*h*ha-1*hJ-1*cm-1), debe multiplicarse el resultado obtenido por 1,317. Fuente: (Benito,

et al., 2007)

En los suelos forestales, cuando el contenido en materia orgánica del suelo supera el 4%,

máximo valor recogido en el nomograma, es necesario utilizar un coeficiente que recoja la

influencia de este factor en la disminución de la erosionabilidad del suelo. (Dissmeyer y Foster,

1984) propusieron, para estos casos, la introducción dentro del factor C de la USLE (factor

cubierta vegetal) de un subfactor que reflejase esa influencia de la materia orgánica como

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71

protectora de la superficie del suelo frente a la erosión, asignándole un valor de 0,7, lo que

equivaldría a disminuir en un 30% el valor del factor K obtenido considerando en el cálculo el

valor máximo del 4% en materia orgánica.

Otros modelos para determinar el factor K. a continuacion se explican otros métodos para

determinar el factor K.

Modelo Water Erosion Prediction Proyect (WEPP). En el modelo WEPP (Nearing, et al.,

1989), la erosionabilidad se define como la sensibilidad del suelo al desprendimiento o liberación

de partículas siendo una propiedad que depende del tipo de agente erosivo. En este modelo se

utilizan dos parámetros de erosionabilidad uno relacionado con los procesos entre regueros y

otro con los procesos en regueros.

La aproximación matemática para el cálculo de la erosionabilidad del suelo entre regueros

mantiene una estructura similar a las empleadas en modelos empíricos, relacionando la

erosionabilidad con propiedades químicas y físicas del suelo. La expresión empleada en el

modelo WEPP para el cálculo de la erosionabilidad de suelos forestales tiene la forma:

Ki=1000(1810-(1910*sand)-(6327*orgmat)-(846*Θfc)) [18]

Donde.

Ki: es la erosionabilidad entre regueros (kg*s/m4)

Sand: es el contenido de arena (0 a 1),

Orgmat: es el contenido de materia orgánica (0 a 1)

Ɵfc:es el contenido volumétrico de agua a 0,033 MPa (m3/m3).

Cuando el valor de Ki obtenido es mayor de 2×106 (kg*s/m4) el modelo emplea el valor de

2×106 (kg*s/m4) y si es menor de 104 emplea el valor de 104.

Page 88: Guía metodológica para la identificación de daños

72

El modelo WEPP otorga el valor 10000 a todos los suelos con contenido de materia orgánica

superior al 4,5%. Por tanto, el modelo WEPP presenta, al igual que la RUSLE, dificultades para

su aplicación a suelos forestales con elevados contenidos de materia orgánica.

Por otro lado, tomando en cuenta la expresión empleada en el modelo WEPP, la pérdida de

materia orgánica del suelo, efecto frecuente de los incendios forestales, se ve reflejada en los

valores de Ki de forma poco realista.

En la bibliografía recolectada el análisis sobre el modelo WEPP demuestra que el factor Ki

tiene grandes incrementos en suelos con alto contenido de materia orgánica quemada, esto

establece limitaciones para determinar los impactos de los incendios forestales en la

erosionabilidad del suelo.

En suelos que poseen 3% a 42% de material arcilloso se puede usar la siguiente ecuación del

modelo WEPP

Kr=0.0017+0.0024*clay-0.0088*orgmat-0.00088ρd

1000-0.00048*root10 [19]

donde

Kr: representa la erosionabilidad del suelo en los regueros (s/m1)

Clay: es el contenido de arcilla (0 a 1).

Orgmat: es el contenido de materia orgánica (0-1)

ρd: es la densidad aparente del suelo seco (kg/m3)

Root10 es la masa de raíces en los 10 cm superficiales del suelo (kg/m2).

Tener en cuenta el contenido de materia orgánica entre el 0,5 y el 11,2% y la densidad

aparente entre 1200 y 1800 kg/m2.

Por último, para el cálculo de la fuerza de corte crítica (τc) la expresión empleada en el

modelo WEPP es la siguiente:

Page 89: Guía metodológica para la identificación de daños

73

τc=3.23-5.6*sand-24.2*orgmat+0.9*ρd

1000 [20]

donde

τc: es la fuerza de corte crítica para la liberación de partículas por el flujo en los regueros (Pa).

Nota: los restantes parámetros de la ecuación son iguales a los empleados en las anteriores

ecuaciones (Sand, orgmat, ρd).

Los límites sugeridos de τc están entre 0,3 y 7 pascales (Alberts, et al., 1995). Por tanto, para

el caso de un suelo con un contenido de arena del 50% y una densidad aparente de 1200 kg m-2

solamente darían resultados validos de τc los contenidos de materia orgánica inferiores al 4%.

Con este metodo se puede encontrar limitciones en la obtencion de resultados que permitan de

manera confiable evaluar el impacto de un incendio forestal en el suelo, es necesario desarrollar

metodologias en campo para poder contrastar los resultados obtenidos por el método

USLE/RUSLE.

Test de impacto de gota de agua (CND, Counting the Number of Drop-impacts). El

método original fue propuesto por (Mc Calla, 1944) y posteriormente modificado por (Low,

1954). Utilizar un golpeteo repetitivo de gotas sobre el mismo agregado permite incrementar

progresivamente la energía aplicada sobre el agregado. Se han propuesto distintos test siguiendo

esta idea, si bien fue el profesor Imeson de la Universidad de Ámsterdam quien desarrolló un test

sencillo que permitía cuantificar la estabilidad de los agregados y discernir qué muestras eran

más inestables.

Se recomienda que los agregados se seleccionen con cuidado, evitando golpes y

aplastamientos durante el muestreo, el transporte, el tamizado y manejo posterior en el

laboratorio. En estos test se suele utilizar un tamaño de agregados manejable (8 mm) que permite

Page 90: Guía metodológica para la identificación de daños

74

su manipulación individual. Es recomendable duplicar las muestras ya que el test se aplica en

seco y en húmedo.

Conseguir que el impacto de una gota se produjese sobre un mismo agregado fue el primer

problema que se tuvo que solucionar en este método. Y determinar cuándo se había roto o

disgregado el agregado, el segundo. El primer problema se solucionó con una pipeta de caudal

continuo que formaba gotas de 0,1 g de peso colocada a 1 m de altura (energía cinética del

impacto 9,8x103 erg). Para evitar las turbulencias del aire que pudiesen modificar la trayectoria

de la gota en su caída, y, por lo tanto, fuese difícil que impactase sobre el agregado

reiteradamente, se hace caer la gota sobre el agregado a través de un tubo de PVC de 20 mm de

diámetro. De esta forma se evitaban también las corrientes de aire siempre presentes en un

laboratorio. La segunda cuestión, la de determinar el momento de la rotura del agregado, se

solucionó depositando el agregado sobre un tamiz de 2,8 mm de luz, cuando el agregado, tras

repetidos impactos de gota, se desmoronaba y pasaba a través del tamiz se detenía la cuenta de

los impactos de gota recibidos. Se repite la misma operación, pero con el agregado humedecido

por capilaridad para determinar el efecto de la humedad en la estabilidad de los agregados.

En general los test con impacto de gotas son sencillos, pero muy laboriosos. Se debe intentar

que el impacto de las gotas se produzca entre 1 y 2 segundos para que el efecto más importante

sea el golpe de la gota y no la dispersión por el contacto con el agua.

Se suelen utilizar 20-25 agregados por muestra, secados al aire, lo que supone por cada

agregado el 4-5% de toda la muestra. Es posible utilizar más agregados, pero no se recomienda

disminuir el número debido a la variabilidad en la respuesta dentro de la misma muestra. Se

aconseja tomar notas de la forma en la que se produce el desmoronamiento o rotura del

agregado. Por ejemplo, si hay raíces que mantienen el agregado unido, si se rompe en micro

Page 91: Guía metodológica para la identificación de daños

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agregados, o bien se van desgranando las partículas, si se aprecia dispersión o turbidez en el agua

que queda en el tamiz. Es por lo tanto una labor que puede parecer tediosa pero que es

apasionante ya que de estas apreciaciones surge el conocimiento de cómo están formados los

agregados y cómo se degradan.

Los resultados se expresan como porcentaje en peso de agregados estables. Cada agregado es

sometido al impacto de gotas hasta que se destruye. Se contabiliza el número de impactos de

gota hasta 100 gotas. Se considera que el agregado es muy estable si permanece sin deshacerse

tras 100 impactos de gotas (Imeson y Vis, 1984), y tanto menos estable cuanto menor es el valor

del CND. Se distingue entre los húmedos a pF1 y los secos. Algunos autores contabilizaron hasta

200 gotas de impactos para determinar la estabilidad de los agregados (Cerdà, 1993), si bien no

se encontraron diferencias substanciales respecto a mantener la cuenta de impactos de gota hasta

100.

Test del impacto de diez gotas de agua (TDI, Ten Drops Impacts). Empleando el mismo

equipo, altura de caída de gota y tamaño de agregados, que para el test CND, el test TDI (Ten

Drop Impacts) -el cual podría ser considerado una variante del mismo- consiste en que cada

agregado sufra el impacto de diez gotas. Después se cuantifica el peso del agregado

superviviente y de la muestra que como consecuencia del impacto de las diez gotas fue arrastrada

a través del tamiz de 2,8 mm. Se utiliza la media de 20 agregados por muestra. (Imeson y Vis,

1984).

Simulador de lluvia. Los simuladores de lluvia es un sistema hidráulico el cual busca recrear

artificialmente las condiciones normales de lluvia, en estas incluye el tamaño de la gota, la

energía cinética, la erosión y arrastre de material, en el desarrollo científico se han establecido

varios modelos de simulador de lluvia, cada vez más eficientes y completos, adicionalmente es

Page 92: Guía metodológica para la identificación de daños

76

más eficiente que esperar que llueva de manera natural para analizar los cambios que se pueden

producir en la zona afectada. En la actualidad el avance que tienen los simuladores de lluvia es

increíble, son adaptables a cualquier condición, y tienen varias capacidades como el desarrollo

de dispersión de la gota de agua mediante boquillas de pulverización o una simple salida de

tubos u orificios para la aplicación de lluvia artificial.

Metodología general para el uso de simuladores de lluvia. Según lo recomienda en el

artículo “La lluvia simulada como herramienta para la investigación del efecto de los incendios

forestales sobre los suelos” (Cerdà, et al., 2010), el uso de simuladores de lluvia en zonas

afectadas por incendios forestales debe permitir la comparación en la zona quemada con una

zona control no afectada por el fuego, o bien hacer un seguimiento de la evolución post-incendio

que permita conocer los efectos de los incendios sobre el suelo. En todos los casos la

investigación parte de experimentos individuales que permitirán disponer de repeticiones de

medidas en la misma zona.

Fase 1 Tratamiento previo.

1. Elección de la zona a estudiar y su control si procede

2. Seleccionar las zonas donde se instalarán las parcelas con el objetivo de que sean

representativas del estudio.

3. Instalación de las parcelas y comprobación de su buen drenaje y recolección de la

escorrentía y sedimentos.

4. Toma de muestras del suelo de cada parcela (las dimensiones dependen del

investigador y de la zona afectada por el incendio forestal) para la determinación de sus

propiedades. Se deben tomar muestras de la ceniza y caracterizarlas en el campo

Page 93: Guía metodológica para la identificación de daños

77

(densidad y textura) y posteriormente en el laboratorio. La humedad del suelo se puede

determinar in situ o en el laboratorio.

5. Descripción del perfil del suelo, con especial atención a los primeros 5

centímetros y a la presencia de costras, macro poros, vegetación y restos de hojarasca. En

el caso del suelo quemado se deben describir las cenizas.

6. Toma de fotografías de la parcela, es muy importante una toma de una foto

vertical para determinar la cubierta del suelo

7. Comprobación en el laboratorio del funcionamiento del simulador de lluvia. Se

debe comprobar que las boquillas producen la lluvia deseada para el experimento. Para

ello es muy recomendable en parcelas pequeñas (< 3 m2) disponer de una parcela móvil

sellada que permita cuantificar la lluvia antes y después del experimento

Fase 2 Ejecución del experimento.

1. Colocación del simulador de lluvia sobre la parcela.

2. Puesta a punto de los aforadores (automáticos o manuales), de los pluviómetros y

de los cronómetros.

3. T1. Se inicia la lluvia. Determinar el momento del encharcamiento inicial (se

detecta cuando hay brillos en la superficie del suelo, Tp1), y encharcamiento total

(cuando el 40% de la parcela potencialmente enchárcale muestra un encharcamiento

evidente, Tp2). También se debe determinar cuándo se produce el inicio de la escorrentía

superficial (primer movimiento de la escorrentía en superficie, Tr1) y cuando la

escorrentía es evidente (cuando hay conexión entre charcos o drenaje claro, Tr2).

Finalmente se determina el momento en que aparece caudal en la salida (Trs) que

Page 94: Guía metodológica para la identificación de daños

78

determinará el inicio de la curva de escorrentía que será cuantificada a intervalos

regulares de tiempo (por ejemplo, 1 minuto) o de caudal (por ejemplo, 100 mL).

4. T2. Inicio de las mediciones de la escorrentía. Se deben tomar a intervalos

regulares para determinar con exactitud la forma de la curva. Si el caudal es elevado, se

puede determinar incluso cada 10 segundos. Cada muestra de escorrentía, o bien una

muestra cada 5 o 10 minutos, debe ser conservada para su posterior análisis en el

laboratorio.

5. T3. Fin de la lluvia. Suelen reproducirse lluvias de 60 minutos ya que esto

permitirá hacer análisis de tiempos inferiores si fuera necesario. La duración del

experimento debe estar relacionada con la intensidad de la lluvia. Si la lluvia simulada es

intensa debe reducirse el tiempo, y, si no es intensa debe aumentar el tiempo. Tras el fin

de la lluvia se debe seguir midiendo la escorrentía para determinar el caudal y para

conocer el tiempo hasta el fin de la escorrentía (Tf), lo que permitirá conocer el tiempo de

tránsito de la escorrentía sobre la parcela.

6. Durante la lluvia simulada, uno de los componentes del equipo -siempre la misma

persona debe determinar los Tp, Tr, Tro, Tf, y tomar notas sobre los cambios sufridos por

la superficie. También se deben tomar fotografías que luego permitirán reconstruir el

experimento y de ser posible, grabar los experimentos en video con el fin de poder revisar

el buen funcionamiento del aparato y tener registrados los cambios en la superficie de la

parcela, lo cual es de gran ayuda en el caso de los incendios forestales debido a la efímera

presencia de cenizas.

Fase 3 Mediciones después de la lluvia.

Page 95: Guía metodológica para la identificación de daños

79

1. Toma de fotografías y de muestras del suelo para determinar la humedad después

de la lluvia.

2. Descripción y medida del frente de humedad mediante excavación. Se debe abrir

primero el tercio inferior de la parcela. Después el centro de la parcela y finalmente el

tercio superior. Esto permitirá tener tres frentes de humedad a distintas distancias del

colector de escorrentía. En parcelas de más de 2 m2 es aconsejable abrir más frentes de

humedad. Estos frentes deben de abrirse, medirse y describirse entre 10 y 30 minutos

después del experimento.

3. Al abrirse perfiles para la determinación del frente de humedad se pueden

encontrar zonas secas y húmedas alternantes, o zonas de flujo preferente. Si se cree

conveniente se deben tomar muestras para poder determinar en laboratorio las razones de

estas diferencias, que suelen ser debidas a la presencia de substancias hidrofóbicas.

Fase 4 Proceso en laboratorio.

1. En el campo se deben clasificar y ordenar las muestras, además de comprobar con

la ficha de campo que todas las muestras están en condiciones. Las muestras para la

determinación de nutrientes en la escorrentía deben ser refrigeradas y analizadas con

prontitud (antes de 24 h).

2. Se debe determinar la concentración de sedimentos tan pronto como sea posible.

Por desecación de la muestra es el método más habitual, pero se puede utilizar la turbidez

o el filtrado de la muestra para acelerar el proceso.

3. Determinar la humedad de las muestras del suelo tomadas antes y después del

experimento a distintas profundidades.

Page 96: Guía metodológica para la identificación de daños

80

4. Pasar a soporte electrónico las fichas de campo. Se recomienda hacerlo tan pronto

como sea posible para poder hacer cálculos básicos y sencillos (por ejemplo, caudal total

y coeficiente de escorrentía) y de esa forma tomar decisiones sobre si se deben hacer

cambios en el tipo de lluvia o parcelas.

5. Iniciar el cálculo de las variables deseadas: caudal, sedimentos totales o

composición química de la escorrentía, entre otros.

6. Desarrollar una base de datos para cada experimento y cada zona.

Test de simulación de lluvia 1. Este método propuesto por (Benito, et al., 1986) que es para

determinar la perdida del suelo mediante la escorrentía utilizando un simulador de lluvia es

obtenido del artículo ¿Cómo estudiar la estabilidad de agregados en suelos afectados por

incendios? Métodos e interpretación de resultados. (Mataix-Solera, et al., 2010).

El simulador de lluvia consta de una boquilla pulverizadora fija marca Matabi, modelo súper,

dispuesta a 2 m de altura de la muestra de suelo y con un interceptor del flujo de caída que gira a

una velocidad de 60 r.p.m. La intensidad de lluvia aplicada es de 45 mm h-1 y la energía cinética

de 13,6 (J/m2) (m/m). (Benito, et al., 1986). El protocolo es el siguiente: se colocan 50 g de suelo

tamizado a 2 mm en tamices de 15 cm de diámetro y 0,25 mm de malla y se humedecen por

capilaridad aproximadamente 12 horas. Los agregados se someten a la lluvia simulada durante

30 minutos. Se recoge el suelo que pasa a través del tamiz y una vez decantado se seca en estufa

a 105 °C hasta alcanzar un peso estable. Los resultados se pueden expresar como pérdida de

suelo en (g/ (m2 *min1)) que podría considerarse una medida de la erosionabilidad del suelo o

bien cómo % de agregados estables. Para ello es necesario dispersar con hexametafosfato sódico

la fracción de agregados que permanece en el tamiz para conocer la cantidad de partículas de

arena con diámetro superior a 0,25 mm (Benito, et al., 1986).

Page 97: Guía metodológica para la identificación de daños

81

AE%=100*(A-B)/(P-B) [21]

Donde

AE% = agregados estables (% p/p)

A: peso de los agregados estables + partículas de arena > 0,25 mm (g)

B: partículas de arena > 0,25 mm (g)

P: peso de la muestra (g)

Figura 3-11: Ejemplo de un simulador de lluvia para diferentes tipos de parcelas, Fuente (Centro de estudios

superiores Nova Spania, 2008)

Test de simulación de lluvia 2. Este método fue desarrollado y puesto a punto en el Centro

de Edafología y Biología Aplicada del Segura, CEBAS-CSIC de Murcia por Antonio Lax en

1991. Está basado en el Método de (Benito, et al., 1986). Con este método se valora el efecto de

la energía destructiva del agua, en forma de lluvia (García-Orenes, 1992). Se basa en suministrar

un volumen determinado de agua en forma de gotas “lluvia artificial” de energía conocida

(Benito, et al., 1986; García-Orenes, 1992) sobre la muestra de suelo. Con este método se

Page 98: Guía metodológica para la identificación de daños

82

produce una ruptura mecánica de los agregados del suelo por el impacto de las gotas de agua.

(Roldán, et al., 1994b, Basado en Benito, et al., 1986).

Ejemplo de aplicación. En este método se utiliza un simulador de lluvia de laboratorio

construido con un recipiente de PVC de 14 cm de altura, con un diámetro de 7,2 cm y abierto en

su parte superior. Las gotas de 1,6 mm de diámetro se generan con agua destilada a partir de 11

boquillas de pipetas automáticas y se dejan caer desde una altura de 1 m sobre los agregados

dispuestos homogéneamente sobre un tamiz de 0,25 mm de luz, humectados previamente por

pulverización. La energía cinética de la lluvia por metro cuadrado es de 270 J/m2, calculado tras

la calibración del equipo (García-Orenes, 1992; 1996). El protocolo es el siguiente: se pesan 4 ±

0,01 g de agregados de suelo (P) correspondiente a la fracción del suelo comprendida entre 4 y

0,25 mm, aunque algunos autores han empleado otras fracciones (siempre > 0,25 mm). Se coloca

y extiende uniformemente sobre un tamiz de 0,25 mm de luz seco. El suelo se humedece con

agua destilada mediante pulverización y al cabo de 10 minutos, los agregados se someten a lluvia

simulada desde 1 m de altura durante aproximadamente 1 minuto. El volumen total de agua en

forma de lluvia es de 150 mL. La muestra de suelo que resiste la lluvia y queda en el tamiz, se

pasa mediante lavado con agua destilada a una capsula de porcelana previamente tarada (T). Se

seca a 105 °C, se enfría y se vuelve a pesar (A). Se humedece el contenido de la capsula

llenándola con agua destilada.

Posteriormente los agregados que han resistido la lluvia se rompen con la ayuda de una varilla

de vidrio y se vuelve a pasar por el tamiz de 0,25 mm, esta vez ayudándose de una varilla y

chorro de agua a presión realizándose lavados a través del tamiz. El material que queda en el

tamiz (arenas, gravas y materia vegetal) se pasa mediante lavado con agua destilada de nuevo a

la cápsula de porcelana, se seca a 105 °C y se pesa (B). El resultado se expresa como el

Page 99: Guía metodológica para la identificación de daños

83

porcentaje de agregados estables a una lluvia de energía conocida respecto a los agregados

totales del suelo entre 0,25 y 4 mm:

AE%=100*(A-B)

(P+B+T) [22]

Donde

AE%: Agregados estables (% p/p)

T: peso de la cápsula (gr)

A: peso de la cápsula + peso de agregados de suelo que ha resistido la lluvia (gr)

B: peso de la cápsula + arenas y material vegetal separado de los agregados de suelo que han

resistido la lluvia. (gr)

P: Peso de agregados de suelo en gramos utilizado. (gr)

Para interpretar los resultados de estabilidad obtenidos con este método, se recogen los rangos

establecidos en el trabajo de (Ramos y Nacci, 1997).

Tabla 3-4 Interpretación de los valores de estabilidad de agregados

Clase o nivel de estabilidad AE (%)

Elevada >75

Media 50-60

Baja <50

Nota: Tomado de (Mataix-Solera, et al., 2010)

Test de simulación de lluvia 3. Este método emplea un simulador de lluvia presurizado con

boquilla fija, es decir, posee una presión fija con un tipo de boquilla fija, desarrollado en la

Universidad de Cranfield, Silsoe. La boquilla es Lechler 460.848.30. CE, como la que se muestra

en la Figura 3 - 12 que trabaja a 103,425 KPa y se localiza a 2 m de altura sobre la zona de

Page 100: Guía metodológica para la identificación de daños

84

trabajo. Es imprescindible calibrar el simulador de lluvia para asegurar una uniformidad espacial

y temporal de la intensidad de la lluvia, la distribución del tamaño de gotas y de su energía

cinética (Julios).

Figura 3-12: Boquilla Lechler 460.848.30, Fuente (interempresas, 2017).

La intensidad de lluvia se determina colocando 30 recipientes sobre esta cuadrícula bajo el

simulador de lluvia. Se realiza una simulación de lluvia de 15 minutos y se registra el volumen

de agua recogido en cada uno de los recipientes. El mismo procedimiento se repite 6 veces para

identificar la existencia de alguna variabilidad espacial y temporal en los resultados. Como datos

tras una calibración realizada la boquilla produce una intensidad reproducible tanto espacial

como temporalmente de 70,03 mm/h (n=6) en 12 de los 30 puntos de calibración. La distribución

del tamaño de gotas y la energía cinética de la lluvia se determina empleando el método

Cumulative Drop Class (CDCM) (Simmons, 1998). Este método se basa en el cálculo de la

energía cinética de la lluvia (J*m-2) mediante la suma de las energías cinéticas de cada clase

individual de tamaño de gota. El tamaño de la gota se determina mediante una modificación del

método de (Hudson, 1964), siguiendo la metodología propuesta por (Simmons, 1998). El valor

medio de D50 calculado es de 1,33 mm. La boquilla produce una energía cinética reproducible

Page 101: Guía metodológica para la identificación de daños

85

espacial y temporalmente de 10,88 J/ (m2*min1) (estimada mediante el método Cumulative Drop

Class, CSCM). Una vez calibrado el simulador, se pesan 50 g de muestra de agregados del

tamaño 3,35-5 mm y se humedecen con 100 mL de agua destilada durante 30 minutos, para

asegurar las mismas condiciones iníciales que en el método de tamizado en húmedo. A

continuación, estas muestras se transfieren a la parte central de los tamices de 0,5 mm de malla,

para evitar los efectos de borde durante la simulación. Aquí se emplea un solo tamiz en lugar de

la batería de tamices usada en el método de tamizado en húmedo, para evitar que los tamices

superiores intercepten y modifiquen la lluvia que llega a los inferiores. Finalmente, las muestras

se someten a la simulación de lluvia durante un tiempo igual al empleado en la agitación del

tamizado en húmedo (17 minutos). Doce tamices con los agregados se sitúan en los puntos de

calibración bajo el simulador de lluvia, 2m por debajo de la boquilla. El mismo procedimiento se

repite 6 veces para cada muestra.

Tras su exposición a la simulación de lluvia, el material que permanece sobre el tamiz se

trasfiere a un recipiente, se seca en estufa a 105 °C durante 48 h hasta masa constante y se pesa

(m1). Posteriormente el material se dispersa mediante humectación y presión, se lava con agua

destilada a través de un tamiz de 0,5 mm de malla y se seca de nuevo en estufa a 105 o C durante

48 h. Finalmente se pesa para determinar la presencia de partículas gruesas (m2). Este valor se

resta de (m1) para obtener los agregados estables al agua mayores de 0,5 mm de diámetro.

𝑚 = 𝑚1 − 𝑚2 [23]

m= agregados estables al agua mayores de 0.5 mm de diámetro.

m1= material seco que fue expuesto a la simulación de lluvia.

m2= material seco que fue lavado con agua destilada y pasado por un tamiz de 0.5 mm.

Page 102: Guía metodológica para la identificación de daños

86

Métodos Para Determinar Afectaciones en la Permeabilidad e Identificación de

Hidrofobicidad en el Suelo Afectado por un Incendio Forestal

Lisímetros. Es un depósito enterrado, de paredes verticales, abierto en su parte superior y

relleno del terreno que se quiere estudiar. La superficie del suelo está sometida a los agentes

atmosféricos y recibe las precipitaciones naturales. El agua de drenaje es medida, al igual que la

humedad y la temperatura del suelo a diferentes profundidades (Amacha Vera, 2015).

Infiltrómetros. Es un aparato sencillo, de uno o dos tubos de chapa de diámetro fijo. Se clava

en el suelo a una profundidad variable, se le agrega una cierta cantidad de agua y se observa el

tiempo que tarda en infiltrarse. (Amacha Vera, 2015).

Tubos. Es un tubo de cilíndrico de 0,20 a 0,25 cm de diámetro y un alto de 0,60 m, que se

hinca en el suelo, midiéndose el descenso del agua, con el principal inconveniente que el agua

infiltrada por el círculo del fondo, en las zonas del suelo a los lados del aparato participan

también en la infiltración; dando medidas superiores a la realidad. (Amacha Vera, 2015).

Infiltrómetro de doble anillo. (Amacha Vera, 2015) En su artículo “Determinación de la

permeabilidad de los suelos basados en la metodología del Infiltrómetro de mini disco en la zona

de Yanahurco, Napo” define el Infiltrómetro de doble anillo como: Dos anillos concéntricos,

usándose el interior, de 23 cm. de diámetro para determinar la velocidad de infiltración, mientras

que el exterior de 35 cm se inunda a las mismas profundidades para disminuir los efectos de

frontera en el anillo interior. Los anillos se insertan en el suelo a la profundidad mínima

necesaria para evitar las fugas de los mismos. La medición es menor que la anterior y más

concordante con la capacidad real del suelo. El método de Muntz trabaja con los mismos anillos,

pero cambia la forma de medir: junto al cilindro interior se entierra una punta, colocándose una

Page 103: Guía metodológica para la identificación de daños

87

determinada cantidad de agua por encima y repitiendo la medición en intervalos de tiempo y

descenso del agua.

Ensayo de infiltración. Los ensayos de infiltración permiten conocer la variación de la

capacidad de infiltración en función del tiempo, decreciente a medida que transcurre el mismo.

Los ensayos más simples y difundidos son los que se desarrollan con los anillos concéntricos.

Los datos obtenidos de campo se vuelcan en una planilla registrándose las distintas alturas de

agua y los tiempos correspondientes. Los intervalos de tiempo dependen del suelo donde se hace

la medición. Con los datos de altura y tiempo se obtienen los deltas de ambos. (Amacha Vera,

2015).

La capacidad de infiltración se obtiene del cociente entre cantidad de agua infiltrada y el

intervalo de tiempo: f = Variación altura / Variación de tiempo.

Ecuación de Horton. Una de las primeras ecuaciones de infiltración fue desarrollada por

Horton en 1939, quien, a partir de experimentos de campo, estableció, para el caso de un suelo

sometido a una precipitación con intensidad siempre superior a la capacidad de infiltración.

(Crisóstomo Muñoz, 1988). La relación empírica para representar el declive de la infiltración con

el tiempo puede ser presentada de la siguiente forma:

f=f0+(f0-fb)*e-k*t [24]

Donde:

f: tasa de infiltración en el tiempo (t).

f0: Tasa de infiltración inicial en el tiempo (t=0)

fb: Tasa mínima de infiltración (adimensional).

K: Constante de decaimiento (t-1).

Page 104: Guía metodológica para la identificación de daños

88

t: Tiempo pasado desde la saturación superficial del suelo

Los valores de 𝑓0, 𝑓𝑏𝑦 𝐾 están asociados en los suelos y la cubierta vegetal. Se determina 𝑓0

en suelo completamente seco y 𝑓𝑏 en suelo totalmente saturado. (Amacha Vera, 2015).

Infiltrómetro de mini disco. Siguiente informacion sobre el infiltrómetro de mini disco es

obtenida del artículo de determinación de la permeabilidad de los suelos basados en la

metodología del infiltrómetro de mini disco en la zona de Yanahurco, Napo. (Amacha Vera,

2015).

El infiltrómetro de minidisco es ideal para medidas de campo; debido a su tamaño compacto,

además el agua necesaria para el funcionamiento se puede transportar fácilmente en una botella

de agua personal. También práctico para laboratorio y uso en el aula, en la demostración de

conceptos básicos de la conductividad hidráulica del suelo (Decagon, D, 2012).

Procedimiento: Para su utilización se llena de agua a ambas cámaras tapándose

herméticamente con el disco y el tapón de goma, se coloca verticalmente sobre la superficie del

suelo. Previamente se coloca un anillo de plástico de 2mm de grosor relleno de arena de 0.5 mm

diámetro, a fin de lograr un buen contacto hidráulico entre el Infiltrómetro y el suelo.

Una vez hecho esto el agua dentro del tubo fluye y se infiltra dentro del suelo a una tensión

igual a la que produce el capilar dentro de la cámara de burbujas en un rango de -0.5 cm, - a -6.0

cm de la columna de agua. En el caso de la tensión -0.5 cm la succión es menor, por tanto, la

fuerza vertical creada entre por la cohesión y la tensión superficial es menor, al ir disminuyendo

las tensiones hasta -6.0 cm. la fuerza vertical incrementa.

Page 105: Guía metodológica para la identificación de daños

89

Dado que los diferentes tipos de suelos tienen diferentes velocidades de infiltración, medir los

cambios de volumen en función del tiempo puede ser difícil a menudo, sobretodo en suelos

arenosos donde el agua infiltrará rápidamente. (Amacha Vera, 2015)

Por lo tanto, se puede ajustar la velocidad de succión para adaptarse mejor a la medición de

infiltración para el tipo de suelo que se está midiendo. Para la mayoría de los suelos, se ajustá

una tasa de succión de 2 cm. Particularmente en suelos arenosos (texturas arenosas y

arenofrancosas), donde se obtienen altas tasas de infiltración, se ajusta a 6 cm, y cuando el suelo

es más compacto (texturas arcillosas, arcillas pesadas y arcillo-limosas), donde la infiltración es

mucho más lenta, se ajusta a una succión de 0,5 cm. El gasto volumétrico será de un mínimo de

20 ml de agua.

Finalmente, antes de levantar las lecturas de infiltración en campo, es necesario calibrar al

equipo teniendo en cuenta el manejo adecuado del mismo, su instalación, elección de la tasa de

succión de acuerdo con el tipo de suelo y finalmente su colocación de acuerdo como lo indica el

manual de usuario del equipo

Cálculos de infiltración: Existen diferentes métodos para determinar la conductividad

hidráulica del suelo no saturada, pero se propone el método desarrollado por (Zhang, 1997)

debido a su simplicidad.

I=C1*T+C2*√T [25]

K=C1

A [26]

𝐴 =11.65∗(𝑛0.1−1)∗𝑒2.92(𝑛−1.9)∗𝛼∗ℎ0

(𝛼∗𝑟0)0.91 ∗ 𝑛 < 1.9 [27]

𝐴 =11.65∗(𝑛0.1−1)∗𝑒2.92(𝑛−1.9)∗𝛼∗ℎ0

(𝛼∗𝑟0)0.91 ∗ 𝑛 > 1.9 [28]

Page 106: Guía metodológica para la identificación de daños

90

Donde

C1=Se obtiene de la curva de la acumulación de infiltración vs el tiempo (m

s)

C2=Esta relaciona con la absorción del suelo. (M

s2)

K=Conductividad hidráulica no saturada del suelo

A= esta descrito en los valores de diferentes tipos de suelo de Genecheten y los radios de los

discos

n y α: esta descrito enlos valores de diferentes tipos de suelo de genuchten

𝑟0=radio de los discos

ℎ0=Succión del disco

T= tiempo

Tabla 3-5 Parámetros de Van Genuchten para 12 tipos de textura de suelos y valores A de 2,25 cm de

radio de disco y valores de succión entre 0,5 a 6 cm

Textura

𝑟0 = 2.25 𝑐𝑚 𝒉𝟎

α n

-0.5 -1 -2 -3 -4 -5 -6 -7

A

Arenoso 0.145 2.68 2.84 2.40 1.73 1.24 0.89 0.64 0.46 0.33

Areno-francoso 0.124 2.28 2.99 2.79 2.43 2.12 1.84 1.61 1.40 1.22

Franco arenoso 0.075 1.89 3.88 3.89 3.91 3.93 3.95 3.98 4.00 4.02

Franco 0.036 1.56 5.46 5.72 6.27 6.87 7.53 8.25 9.05 9.92

Limoso 0.016 1.37 7.92 8.18 8.71 9.29 9.90 10.55 11.24 11.98

Franco limoso 0.020 1.41 7.10 7.37 7.93 8.53 9.19 9.89 10.64 11.45

Page 107: Guía metodológica para la identificación de daños

91

Franco arcillo-

arenoso

0.059 1.48 3.21 3.52 4.24 5.11 6.15 7.41 8.92 10.75

Franco arcilloso 0.019 1.31 5.86 6.11 6.64 7.23 7.86 8.55 9.30 10.12

Franco arcillo-

limoso

0.010 1.23 7.89 8.09 8.51 8.95 9.41 9.90 10.41 10.94

Arcillo-arenoso 0.027 1.23 3.34 3.57 4.09 4.68 5.36 6.14 7.04 8.06

Arcillo-limoso 0.005 1.09 6.08 6.17 6.36 6.56 6.76 6.97 7.18 7.40

Arcilloso 0.008 1.09 4.00 4.10 4.30 4.51 4.74 4.98 5.22 5.48

Nota: Tomado de Decagon Devices, Infiltrometer Mini Disc, User’s Manual Version 3

Figura 3-13: Infiltrómetro de minidisco Fuente: (Expormatic SAC, 2017)

Método ensayo de la molaridad de la gota de etanol (MED, Molarity of an Ethanol

Droplet test). Este ensayo usa diferentes disoluciones acuosas de etanol a distinta concentración

y, por ende, con distinta tensión superficial (menor a medida que la concentración de etanol

aumenta). Se preparan dichas disoluciones en un rango comprendido entre 0.2Mol a 6Mol, con

Page 108: Guía metodológica para la identificación de daños

92

una diferencia de 0.2Mol entre dos disoluciones. El procedimiento de medida es análogo al

empleado en el ensayo con agua, de modo que si la gota depositada tiene una tensión superficial

superior a la de la muestra no penetrará, y viceversa (Socas, 2016).

Para evitar probar cada concentración por separado, se debe probar las concentraciones

enteras (1Mol, 2Mol, 3Mol, 4Mol, 5Mol y 6Mol), acotando así la medida inicial entre dos

valores, usando después las concentraciones intermedias hasta encontrar la adecuada, es decir, la

menor concentración de etanol para la que la gota penetra en la muestra en un tiempo inferior a 3

segundos. La medida se repite 3 veces para confirmar el valor.

Es muy recomendable realizar los ensayos de repelencia al agua (WDPT y MED) en todas las

muestras el mismo día, para así evitar variaciones en la temperatura o la humedad ambiental que

pudiese sesgar los resultados.

Ensayo del tiempo de penetración de la gota de agua (WDPT, Water Drop Penetration

Time test). Se ha empleado como ensayo cualitativo previo, con el propósito fundamental de

distinguir las muestras repelentes al agua de las no repelentes. Para ello, la muestra se dispone en

una placa de Petri con 10 mm de profundidad. Se iguala la superficie para evitar irregularidades

que puedan sesgar el resultado y acto seguido, se deposita una gota de agua destilada sobre la

muestra usando una jeringuilla desechable. Se mide el tiempo de infiltración de la gota hasta 10

segundos. Si la gota se infiltra antes del tiempo límite, se considera no repelente al agua, y

viceversa. El resultado fue confirmado aplicando un total de 5 medidas por muestra, separando

las gotas entre sí a más de 5 mm, para evitar su interacción.

Page 109: Guía metodológica para la identificación de daños

93

Métodos Para la Mitigación de Daños y la Restauración del Suelo Afectado por un Incendio

Forestal

Los siguientes métodos que se presentan buscan la recuperación del suelo a los daños

hidrogeomorfológicos producidos por el incendio forestal, la aplicación de estos métodos

depende del impacto de daño en el suelo, el entorno afectado y la disposición económica para

atender la emergencia.

Matorrales de materiales vegetales. (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de

“Acciones urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

Los matorreales de materiales vegetales son obstáculos dispuestos en la ladera siguiendo

curvas de nivel, para reducir la velocidad de escorrentía y la concentración de flujo, sirviendo al

mismo tiempo de pequeñas presas donde se depositan los sedimentos movilizados. Han sido un

método tradicional del control de la erosión en laderas y pueden realizarse con materiales

vegetales de distinto tipo. Al igual que los matorrales de troncos, no evitan la remoción local del

suelo, pero suponen una barrera para largos desplazamientos de éste y su llegada a los cauces

(Robichaud., et al., 2000; Robichaud., et al., 2010). (Fernández., et al., 2011) encontraron que las

matorrales construidas con matorral no redujeron significativamente las pérdidas de suelo por

erosión después de un incendio, en comparación con un suelo quemado no tratado en Galicia.

Page 110: Guía metodológica para la identificación de daños

94

Figura 3-14: Matorral de material vegetable, en el incendio de Soutelo de 2006. Fuente: (Vega J. A., et al., 2013)

Recubrimiento Vegetal. El recubrimiento vegetal se debe realizar con el fin de recuperar el

daño producido por el impacto de la remoción en masa, el cual afecta la capa vegetal de la ladera

(Hernández, 2013).

Recuperación de las capas del suelo mediante el aporte de material orgánico.

Postura de material vegetal (pasto) que contribuya a la impermeabilización del

suelo buscando disminuir la erosión del terreno.

Siembra de especies que se adapten al terreno

Numerosos autores recomiendan para el país la combinación de la siembra de especies de

poca altura que recubran el terreno y especies arbustivas y arbóreas. La empradización en lo

posible debe incluir la siembra de una gramínea alternada con una leguminosa. Con relación a la

arborización debe pensarse en especies nativas, de acurdo con la altura de la zona, algunas de

rápido crecimiento aunque su profundidad radicular sea moderada, del tipo de arbustos y

Page 111: Guía metodológica para la identificación de daños

95

rastrojos; otras raíces de mayor profundidad, ayudaran a fijar en mayor grado masas del terreno

potencialmente inestable aunque su crecimiento tome mayor tiempo. (Invías,1998).

Ejemplo de aplicación: En zonas de pendiente continuada (hasta el 65%), se puede crear

cobertura con restos vegetales, paja, u otros materiales, con densidad entre 100 y 300 g/m2, para

garantizar la protección del suelo en tanto no se regenera la cubierta vegetal. Este tipo de

protección intenta emular el “mulch” o acolchado natural que en los bosques suponen las hojas y

los otros restos vegetales.

Figura 3-15: Cobertura con paja. Fuente: (dalitoño piña blog , 2016)

La cobertura con paja es la más eficaz y económica. También es interesante la aplicación de

material vegetal local procedente de podas y desbroces de la zona. Cuando en el monte existe

material quemado o/y semiquemado se puede triturar “in situ”, procurando también una

cobertura adecuada para proteger el suelo. En el apartado de RHF se verán ejemplos de

aplicación de este sistema.

Siembra. Consiste en proteger el terreno con la plantación de una cubierta vegetal, que

empiece por herbaceas y mas adelante con arboles nativos, estas siembras se pueden alterar con

las barricadas o con una cobertura de paja. Es muy importante realizar estas siembras luego del

incendio forestal y que se encuentren en periodos de lluvia que permitan un mejor crecimiento a

Page 112: Guía metodológica para la identificación de daños

96

las plantas. Este método se puede combinar con hidrosiembras para los lugares dificiles de

acceder. (de la Fuente Villar & Blond Arredondo, 2010).

La siembra de especies herbáceas ha sido durante mucho tiempo el método más usado para

ayudar a obtener una cubierta vegetal del suelo quemado. La siembra, tanto manual, como aérea,

ha sido muy utilizada en el Oeste de Estados Unidos. En las revisiones efectuadas por

(Robichaud., et al., 2000 y 2010) sobre los métodos de rehabilitación post-fuego, los resultados

de la siembra en la reducción de la erosión no resultaron concluyentes, encontrándose tanto falta

de respuesta al tratamiento, como incrementos y descensos en la producción de sedimentos en

comparación con sitios no tratados. (Beyers, 2009) y (Peppin., et al., 2010) han revisado

recientemente, de forma extensa, las ventajas e inconvenientes de este tratamiento de

emergencia, concluyendo que su efectividad es bastante limitada. La falta de eficacia de la

siembra, se atribuye al hecho de que gran parte de la semilla es arrastrada por la escorrentía

superficial y la erosión y habitualmente no tiene un efecto significativo en los primeros meses

tras el incendio, ni en la cantidad de cobertura superficial del suelo, ni tampoco en la velocidad

de regeneración de la vegetación nativa. Además, la mayor parte de la erosión tiene lugar antes

de que una cubierta suficientemente densa de plantas pueda establecerse (Vega J. A., et al.,

2013).

Page 113: Guía metodológica para la identificación de daños

97

Figura 3-16: Vista general de un área tratada con hidrosiembra en las laderas del río Oitavén (Pontevedra), cuatro

meses después de su aplicación tras incendio en el verano de 2006. Fuente: (Vega J. A., et al., 2013)

Mulching o acolchado. (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de “Acciones

urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo

Este tratamiento persigue crear rápidamente una cubierta protectora del suelo más o menos

continua. Para ello se han empleado diversos materiales, principalmente restos agrícolas

vegetales de trigo, cebada, centeno y arroz, aunque también materiales molidos de subproductos

forestales (restos de podas, desbroces, residuos de corta, tiras, hebras o fragmentos cortados ó

triturados de corteza, ramas y troncos de arbolado, así como virutas, astillas de madera, etc),

utilizando distintas técnicas de aplicación (desde tierra, aire, proyectado con agua, etc) y

mezclados ó no con polímeros sintéticos como la poliacrilamida, solos o con adición de semillas

de gramíneas y leguminosas.

Los efectos beneficiosos del mulching sobre la escorrentía superficial y la erosión provienen,

básicamente, de tres procesos: a) aumento de la intercepción de la lluvia, lo que hace disminuir la

cantidad de agua que alcanza el suelo, y por tanto la disponible para la escorrentía, b) reducción

e la energía cinética de las gotas de la precipitación, y finalmente, c) limitación del movimiento

del flujo superficial de agua, reduciendo su energía. Estos procesos han sido destacados por

Page 114: Guía metodológica para la identificación de daños

98

varios autores, con ligeras variantes. Por ejemplo, (Smets., et al., 2008) atribuyen su eficacia, al

decrecimiento en la generación de escorrentía, al incrementarse el almacenamiento superficial de

agua. Además, se reduce la erosión por salpicadura, disminuyendo así la disponibilidad de

sedimentos, limitándose también la capacidad de trasporte de la escorrentía superficial, por el

incremento de la resistencia al flujo del agua superficial. El resultado final es una alta eficiencia

en la protección del suelo frente a la erosión.

La principal desventaja de este tratamiento es su costo, el riesgo de introducir semillas de

plantas no deseadas (lo que se limita con la utilización de paja esterilizada o residuos forestales

locales), o la posibilidad de su pérdida por viento. Para reducir esta última, y facilitar su

adherencia al suelo, conviene aplicarse en días inmediatos a una suave precipitación, o durante

ella, o al menos en días de alta humedad relativa y escaso viento. La disponibilidad y precio de

los materiales empleados puede variar localmente, en función de la existencia ó no de los

subproductos agrícolas o forestales utilizados y las distancias respectivas de transporte. En el

Oeste de los Estados Unidos, los restos de arroz se han convertido en el material habitual

utilizado para el mulching, ya que se asume que contiene semillas que sólo prosperarán en sitios

encharcados. La aplicación de los mulches desde tierra, tiene un costo más elevado que desde el

aire (generalmente más del doble), exigiendo además mucho más tiempo para tratar la misma

superficie, lo que supone desventajas notables en relación a su aplicación desde el aire. El

mulching es más efectivo sobre pendientes moderadas, y en zonas donde no hay fuertes vientos y

turbulencias. Las pendientes acusadas limitan su eficacia ya que puede ser arrastrado

parcialmente por la escorrentía (particularmente el de astilla de pequeño tamaño). Resulta

también poco apropiado para los fondos de vaguada, por donde se espera que discurra la

arroyada.

Page 115: Guía metodológica para la identificación de daños

99

Figura 3-17: Aspecto invernal de un área tratada con mulching de paja después del incendio de Sotomaior en el

verano de 2006. Fuente: (Vega J. A., et al., 2013)

Poliacrilamidas (PAM). (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de “Acciones

urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

La aplicación de estos compuestos puede considerarse como una variante del mulching. Estos

productos comprenden una amplia gama de compuestos químicos orgánicos, copolímeros de la

acrilamida, de cadena simple o compuesta, de muy diferente longitud, con incorporación de sales

inorgánicas y otros compuestos. Su utilización como acondicionadores del suelo en cultivos

agrícolas y el control de la escorrentía y erosión, principalmente en sitios áridos, tiene ya un

largo recorrido (p. ej. Ben-Hur y Letey, 1989; Agassi y Ben-Hur, 1992; Ben-Hur y Keren, 1997;

Ben-Hur, 2001; Ben-Hur, 2006). Una de sus principales ventajas es su reducido costo, del orden

de por lo menos diez veces inferior al del helimulching de paja, y en muchos casos incluso

menor.

Son pocos los experimentos que han sido desarrollados en suelos forestales quemados y los

resultados no son concluyentes por ahora. (Riechers., et al., 2008) encontró una reducción de los

Page 116: Guía metodológica para la identificación de daños

100

sedimentos sólo con las lluvias menos intensas. (Davidson., et al., 2009) no detectó que la

reducción lograda fuera estadísticamente significativa. En ambos estudios, la PAM fue aplicada

en forma de pellets secos, basados en paja o papel comprimidos. (Wohlgemuth y Robichaud,

2007) y (Rough, 2007) no midieron reducciones en la erosión, con la aplicación de la PAM en

seco, a dosis bajas (5,6 kg ha-1), mientras que (Inbar, 2011), con dosis de 25 y 50 kg ha-1

encontró reducciones significativas. Las comparaciones de estos resultados son difíciles, por la

distinta forma de aplicación que implica, en unos casos, la retirada de la ceniza y en otros no,

probablemente la diferente composición de la PAM, características de los suelos y cantidades

empleadas, entre otros factores.

Combinación de siembra con mulching (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de

“Acciones urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

Este tratamiento parte de la constatación de la generalmente baja capacidad de la siembra de

herbáceas para producir una cubierta efectiva del suelo en poco tiempo después del incendio y

del importante papel jugado por la vegetación en la protección del suelo, a más largo plazo.

Persigue asegurar una rápida cobertura del suelo, tras el incendio, mediante el mulching, y

facilitar la emergencia de las plantas sembradas. Esto último, al evitar que sus semillas sean

arrastradas por la escorrentía y al procurar mejores condiciones de humedad en el suelo

quemado, por reducción de la evaporación. Sin embargo, un fuerte espesor del mulch podría

también inhibir o retrasar la germinación de esas plantas (Beyers, 2004; Dodson y Peterson,

2010). Aunque la efectividad de la siembra puede verse incrementada apreciablemente con la

adición de otros productos, el costo aumenta notablemente.

Page 117: Guía metodológica para la identificación de daños

101

Hidromulch. (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de “Acciones urgentes contra la

erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

El hidromulch es una mezcla de diversas fibras orgánicas (de plantas leñosas, papel, celulosa,

algodón, lino, etc), con estabilizadores o fijadores de las fibras añadidas al suelo, agua, agentes

de suspensión y semillas, a los que a veces se añaden fertilizantes. Esta mezcla aplicada sobre el

suelo forma una capa, más o menos continua, protegiéndolo y preservando también la calidad del

agua. Las sustancias fijadoras pueden ser muy variadas, desde polisacáridos de diverso origen

orgánico hasta polímeros derivados de la poliacrilamida y poliacrilatos. Puede ser aplicado desde

el aire o en tierra y es, de cualquier forma, un tratamiento muy costoso. Su costo se reduce unas

tres veces cuando se aplica desde el aire, en comparación con cuando se hace desde tierra, pero

aun así, supone unas cuatro veces más costo que el mulching de paja desde el aire, y si se realiza

desde tierra, seis veces más que cuando el mulching es efectuado a mano (Robichaud., et al.

2003). Por ello es recomendable sólo para subcuencas con altos valores en riesgo en los

alrededores del área a tratar, por ejemplo subcuencas que proporcionan agua a núcleos de

población y que pueden empeorar su calidad por los arrastres de suelo y cenizas, ecosistemas de

alto valor ecológico etc.

Esta técnica ha sido utilizada en diversos incendios en los Estados Unidos, aunque por ahora

ha sido escasamente testada, a nivel científico. En general, ha mostrado una efectividad limitada

en el control de las pérdidas de suelo por erosión, en contra de lo inicialmente esperado, y con

una gran variabilidad. Por ejemplo, en el incendio Hayman (Robichaud., et al.; 2003, 2013 a, b),

en Colorado, la aplicación de 2,24 Mg/ha proporcionó una cobertura del suelo del 65 % pero la

reducción de la erosión fue menor de lo esperado inicialmente: del 18 % el primer año y del 27

% el segundo después del incendio. (Rough, 2007) encontró que la efectividad fue mayor cuando

Page 118: Guía metodológica para la identificación de daños

102

se aplicó desde el aire (49-94%) que desde tierra (17-19%) pero Wohlgemuth et al. (2006), para

la aplicación aérea, hallaron desde ausencia de efecto hasta una reducción del 53% en los

sedimentos generados, en comparación con las áreas no tratadas. Además, (Wohlgemuth., et al.,

2011) detectaron ineficiencia de este tratamiento durante lluvias de alta intensidad. (Hubbert., et

al., 2012) midieron reducciones de sedimentos, tras hidromulching aéreo, en torno al 50%, para

la aplicación en fajas alternadas de unos 30 m de anchura, sobre el 50% del terreno y de

alrededor del 75% cuando se aplicó a la totalidad del terreno, para el primer año después del

incendio, si bien las coberturas reales del suelo conseguidas fueron menores.

Se ha observado que la efectividad de este tratamiento depende de varios factores, tales como

tasa de aplicación, longitud de la ladera, pendiente, vegetación residual, y, especialmente, los

componentes del mulch, mantenidos en secreto por las compañías suministradoras. Además, es

muy conveniente asegurarse, en su aplicación, que el material se fije inicialmente bien al suelo y

de que se mantenga durante al menos un año. La desaparición del hidromulch es bastante rápida

(20-24 meses), una de sus desventajas (MacDonald y Robichaud, 2008). Es importante señalar

que los equipos de aplicación desde tierra, bastante pesados, tienen fuertes limitaciones de

movimiento en áreas con pendiente. A ello hay que añadir, la dificultad de conseguir una

longitud efectiva de impulsión de la mezcla viscosa, suficientemente grande. Por ello, la

aplicación desde tierra suele limitarse a fajas paralelas a las pistas.

Barricadas o trampa de sedimentos. En laderas con alta pendiente la escorrentía y el

transporte de material despues de un incendio forestal aumentara dramaticamente, para reducir el

impacto de este fenomeno se puede realizar un método preventivo practico el cual consiste en

Page 119: Guía metodológica para la identificación de daños

103

construir barreras en los sectores de la ladera donde se identifique el perfil de drenaje, estas

barreras se pueden realizar con restos de maderas que quedaron tras el incendio forestal. (de la

Fuente Villar & Blond Arredondo, 2010)

Descapote parcial de matorral, 10 m a ambos lados del arroyo, cañada, donde irán

las barricadas, retirando los restos quemados de matorral muerto.

Corte de los restos de arboles quemados, cuyos troncos servirán de material para

hacer la barricada y las ramas se utilizarán para relleno de estas, aguas arriba, junto con el

matorral desbrozado.

Construcción de la barricada en sí, replanteo, colocación de los troncos,

realización de las estacas, clavado de estas y atado con cuerda para sujetar y asegurar la

barricada.

La longitud entre cada barricada es variable, depende de la longitud de la cuenca y

condiciones de la misma.

Page 120: Guía metodológica para la identificación de daños

104

Figura 3-18: Barricada en línea de drenaje de la cuenca o ladera. Fuente: (Ruiz & Luque, 2010)

Construcción de estacas verticales o horizontales: que sirven de freno a la erosión en tanto no

brotan, y que una vez lo hacen, ejercen todas las funciones de protección del suelo que cumple la

vegetación natural. Este método es muy interesante, y se puede aplicar en los cordones de

vegetación, pues crea verdaderas murallas vivas, que reducen la escorrentía y facilitan la

infiltración. Aplicar preferentemente en fondos de vaguada y en márgenes de pequeñas

corrientes de agua muy erosionables después del paso de los incendios. (Ruiz & Luque, 2010).

Este tratamiento implica el derribo de arbolado quemado, su desrame, y la utilización de sus

troncos para ser dispuestos en el suelo, siguiendo curvas de nivel, con objeto de proporcionar una

barrera mecánica que sirva de pequeña presa donde se depositen sedimentos desplazados por la

escorrentía, reduciendo así su movimiento y promoviendo la infiltración, (Vega J. A., et al.,

2013). La idea es también disminuir la energía cinética del agua de escorrentía superficial, al

decrecer la velocidad de ésta, y limitar su capacidad de incisión en el terreno, al reducir la carga

sólida de finos en suspensión en el agua y disminuir su turbidez. Los matorrales de troncos

aumentan la rugosidad hidráulica del terreno y dificultan la concentración de flujo. Su capacidad

de almacenar sedimentos depende de la pendiente, del diseño, tamaño y longitud de los troncos

empleados, la separación entre ellos y el grado de contacto con el suelo de estas barreras. Si no

están bien diseñadas e instaladas pueden concentrar la escorrentía, causando daños que podrían

ser mayores que en ausencia de tratamiento.

A pesar de su amplia utilización en muchos países, no está demostrado que sean un medio

muy eficaz para limitar la erosión después de incendios (Robichaud., et al., 2000; De la Fuente y

Blonde, 2010; Robichaud., et al., 2010). De hecho, son mayoría los experimentos realizados en

Page 121: Guía metodológica para la identificación de daños

105

los Estados Unidos donde no se ha encontrado que este tipo de estructuras reduzcan

significativamente las pérdidas de suelo por erosión post-incendio (Wohlgemuth., et al., 2001;

Wagenbrenner., et al., 2006; Robichaud., et al., 2008 a y b; Robichaud, 2009), comparados con

unos pocos donde se observó un efecto positivo de este tratamiento (Robichaud., et al., 2008 b).

Estos estudios también demostraron que los matorrales de troncos para el control de la erosión

son más eficaces para reducir los efectos de eventos de lluvia de corta duración (Wagenbrenner.,

et al., 2006; Robichaud., et al 2008, a y b) y pueden no resultar apropiados en zonas de alta

precipitación (Robichaud., et al., 2005). (Miles., et al., 1989, 2005) consideran que su eficacia

para el control de la erosión no compensa el fuerte costo que supone su instalación, que

usualmente es un 50% más alto que el mulch. Además su ejecución es lenta y el riesgo de

realizarla inadecuadamente es alto, (Vega J. A., et al., 2013).

Figura 3-19: Construcción de matorrales de troncos tras incendio en Cerro Muriano (Córdoba). Fuente: (Vega J.

A., et al., 2013)

Page 122: Guía metodológica para la identificación de daños

106

Rápidas escalonadas. (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de “Acciones urgentes

contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

Son estructuras de piedra formando escalones. Están diseñadas para reducir la escorrentía

superficial. Suelen emplearse en combinación con otros tratamientos como la siembra. Tienen un

gran impacto visual aunque pueden resultar efectivos para la recuperación de la vegetación de

zonas incendiadas. Parecen ser eficaces para alterar la respuesta hidrológica a tormentas de corta

duración y alta intensidad, pero, igual que ocurría con los matorrales de troncos, no se ha detectado

una respuesta positiva frente a eventos de baja intensidad y larga duración (Robichaud., et al.,

2000). En españa, en las ciudades de Andalucía y Levante se han utilizado ampliamente en la

restauración de incendios (Costa., et al., 2006).

Barreras transversales. El siguiente método fue planteado en el artículo de “Acciones

urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” (Vega J. A., et al., 2013) ¿ revisar

porcentaje de copia?

Son obras de tamaño reducido situadas en regueros y cursos de agua pequeños que se utilizan

para atrapar sedimentos y otros materiales sólidos, movilizados desde las laderas, y para reducir

la velocidad y el pico de descarga del agua de escorrentía, limitando su llegada a los cauces y la

posibilidad de que sean incorporados a la corriente. Los depósitos de suelo, cenizas y restos

orgánicos recogidos pueden ayudar a la recuperación de la vegetación. Pueden fabricarse con

alas de paja, troncos o piedras, dependiendo del lugar y de la disponibilidad de estos materiales.

Las presas de balas de paja son un sistema de control de la erosión temporal construidas con 3 a

5 balas de paja, en función de la anchura del canal (Napper, 2006). En España, en la ciudad de

Page 123: Guía metodológica para la identificación de daños

107

Andalucía es habitual su instalación tras incendio con troncos procedentes del arbolado

quemado, dispuestos vertical u horizontalmente, dependiendo del tamaño y de la forma del

cauce, rellenándose los huecos con ramajes del arbolado cortado (Costa., et al., 2006). Aunque

no se ha evaluado cuantitativamente su eficacia, a juicio de los técnicos es un tratamiento

efectivo para reducir la velocidad del flujo de escorrentía y atrapar material sólido (Costa., et al.,

2006; Ruiz y Luque, 2010).

El tratamiento es más adecuado para cuencas de pendiente suave, y de pequeño tamaño

(menos de 3 ha). Las presas de balas de paja ofrecen buenos resultados cuando son instaladas de

forma apropiada, pero necesitan estar bien adosadas al terreno y sujetadas con postes verticales.

Son ineficaces si son colocadas en cauces demasiados grandes o de fuerte pendiente y pueden

aparecer problemas si se supera su capacidad de almacenamiento en una o en pocas tormentas.

Es necesario, por tanto, controlar periódicamente su estado, ya que el fallo de estas estructuras

puede provocar mayores daños que los originados por el incendio.

Figura 3-20: Sedimentos acumulados en un depósito de agua tras el incendio de Santirso (Maceda) de 2011.

Fuente: (Vega J. A., et al., 2013)

Page 124: Guía metodológica para la identificación de daños

108

Estabilizadores de lecho. (Vega J. A., et al., 2013) plantea en su artículo de “Acciones

urgentes contra la erosión en áreas forestales quemadas” el siguiente metodo:

Proporcionan control en cauces que pueden desestabilizarse por un aumento de la escorrentía.

Pueden construirse de varios materiales, incluyendo troncos, rocas y madera. Es un

procedimiento adecuado en cauces con riesgo de incisión excesiva por la corriente.

Figura 3-21: Dique de gaviones tras incendio en Tenerife. Fuente: (Vega J. A., et al., 2013).

Tabla 3-6 Cuadro comparativo entre método / parámetro de los métodos de mitigación y restauración

para suelos afectados por un incendio forestal

Método/

Parámetro

Grado

consunción

del suelo

Grado

consunción

vegetación

Pendiente Rocosidad Situación

Orientación,

humedad

edáfica

Recursos

Matorrales

vegetación Indiferente Indiferente 10-40% Baja media Ladera Indiferente

Material

Zona

Cobertura Indiferente Indiferente 10-60% Media alta Cerros,

ladera

Atención

vientos

Paja, algas,

restos flores

Siembra Alto o muy

alto Alto 10-50% Indiferente Indiferente

Indiferente,

atención

umbra

Banco de

semillas

locales

Hidromulch Alto o muy

alto Alto > 50% Baja media Laderas

Indiferente,

Atención

umbras

Banco de

semillas

locales

Page 125: Guía metodológica para la identificación de daños

109

Barreras

verticales Indiferente Medio alto < 60% Media

Laderas,

bandas ríos,

márgenes

Indiferente,

Humedad

media alta

Material

zona

Barreras

horizontales Indiferente Medio alto < 60% Baja media

Bandas ríos,

márgenes

Indiferente,

Humedad

medio alta

Material

zona

Trampas

sedimentos - - - - Causes -

Material

zona

Nota: Tomado de (Vega J. , et al., 2013)

Capitulo 5: Conclusiones

Esta guía busca en la recoleccion de informacion ser una herramienta para el tratamiento de

los suelos luego de un evento de incendio forestal, los metodos planteados ya han sido utilizados

con excelentes resultados en diferentes partes del mundo, estos metodos se enfocan en daños

hidrogeomorfológicos que se presentan en el suelo que consiste en la estructura principal de un

ecosistema y que por eso es importante tenerlos en cuenta como un trabajo a futuro y mas

considerando los cambios climaticos que afectan al país y pueden exacerbar los daños que ya

poseen los suelos a nivel nacional.

Teniendo en cuenta que cada vez mas son las zonas que se ven afectadas a nivel nacional y

mundial este tema se ha convertido de suma importancia en los ultimos años debido a la

necesidad de recuperar los suelos afectados por los incendios forestales ya que sus daños

presentan un riesgo no solo ecologico sino fisico también en alteraciones geomorfologicas de las

zonas afectadas.

Page 126: Guía metodológica para la identificación de daños

110

Los métodos para evaluar la hidrofobicidad y permeabilidad en suelos escogidos en las

metodologías se consideraron los más óptimos debido que se pueden obtener la evaluación de

este parámetro a diferentes profundidades.

Por ultimo se ha desarrollado esta guía para determinar los daños causados en laderas, de

acuerdo con la información previamente seleccionada y a la severidad de los daños ocasionados

según la clasificación general de los tipos de incendios aun así hay que tener en cuenta que los

parámetros de escogencia de cada uno de los métodos dependen de las condiciones específicas

de cada caso.

Capitulo 6: Bibliografía

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