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FAUSTO  J OHAN WOLFGANG GOETHE

Goethe Johann Wolfgang Fausto

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    "Si el libro FAUSTO, desde el principio hasta el fin, no hacereferencia a un estado sublime, pico; si no obliga al lector a remon-tarsepor cima de s mismo, excuso decirlo. Creo sinceramente que unainteligencia despejada, un entendimiento recto y lcido tendrn quetrabajar no poco para hacerse dueos de todos los secretos que heinvolucrado en mi poema." GOETHE.

    (de una carta de Goethe a Zelter.)

    "El FAUSTO es un tema inconmensurable, y vanos sern todoslos esfuerzos que haga el ingenio para penetrarlo del todo". GOETHE.

    (Conversaciones de Goethe con Eckermann, 3 de enerode 1830.)

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    DEDICATORIA

    De nuevo os acercis, vagas formas que all en los das demi ju-ventud os mostrsteis ya a mi turbada vista. Intentaryo reteneros esta vez? Siento mi corazn inclinado todava aaquellas ilusiones? Estis pugnando por acercaros a m. Enbuena hora: podis disponer, tal como del seno de losvapores y de la niebla os alzis en torno mo. Sintese mipecho estremecido como en mis juveniles aos por losmgicos efluvios que en vuestro desfile os envuelven.

    Aportis con vosotras las imgenes de placenteros das;lzanse muchas sombras amadas, y semejantes a una aejaleyenda medio olvidada, resurgen con ellas el primer amor yla primera amistad; renuvase el dolor, y el lamento vuelve aseguir el laberntico y extra-viado curso de la vida,nombrando los seres queridos que, burlados en horasrisueas por la fortuna, desaparecieron antes que yo.

    No oyen ya los siguientes cantos las almas para quienesyo enton los primeros; cual polvo se ha esparcido lamultitud cariosa, y se han ido perdiendo ay! los primerosecos. Resuenan mis acentos para una muchedumbre

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    desconocida, cuyo aplauso mismo llena de in-quietud micorazn, y aquellos que en otro tiempo se deleitaban en micanto, si alientan an, vagan por el mundo errantes ydispersos.

    Apodrase de m un anhelo inslito largo tiempo ha, poresa plcida y augusta regin de los espritus; flucta ahora envagos sonidos el murmurio de mi canto, parecido a lasmodulaciones del arpa elica. Un estremecimiento invade misr, las lgrimas suceden a las lgrimas; el yerto coraznsintese blando y tierno; lo que poseo, lo percibo como enlontananza, y lo que desapareci trucase para m enpalpitante realidad.

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    PRELUDIO EN EL TEATRO

    EL DIRECTOR, EL POETA DRAMTICO Y ELGRACIOSO

    EL DIRECTOR

    Vosotros dos, que tantas veces me habis favorecido enafanes y apuros, decidme: qu esperis de nuestra empresaen tierras alema-nas? Bien quisiera yo complacer a lamultitud, antes que todo, porque vive y hace vivir. Armadosestn postes y tablas, y todo el mundo se promete una fiesta.Los espectadores estn ya ah, tranquilamente sentados, conla curiosidad pintada en el rostro y con muchas ganas deembobarse. Yo s la manera de atraer el espritu del pblico,y no obstante, jams me he visto tan perplejo. Verdad es queellos no estn habituados a obras primorosas, pero han ledoatrozmente. Cmo haremos para que todo sea nuevo yoriginal, y sin carecer de inters, al par sea ameno? Porque, adecir verdad, me gusta ver como el gento, cual impetuosotorrente, se atropella para llegar a nuestra barraca, y con

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    dolores violentamente repetidos, se estruja al pasar por laangosta puerta de salvacin; cuando en pleno da, desdeantes de las cuatro, anda a empellones y forcejeando hastaque consigue ganar la taquilla, y lo mismo que en tiempo dehambre para obtener pan a la puerta de la tahona, casi sedesnuca para lograr un billete. Un milagro tal, slo el poetapuede obrarlo en un pblico tan heterogneo. Oh! Hazlohoy, amigo mo.

    EL POETAAh! No me hables de esa abigarrada turba, a cuyo

    aspecto huye de nosotros la inspiracin. Aparta de mi vista laondeante multitud, que a despecho nuestro nos arrastra alremolino. No; llvame a aquel apacible rincn del cielo,donde slo para el poeta florecen los goces puros y donde elamor y la amistad con mano divina hacen brotar y mantienenla abundancia en nuestro corazn... Ah! lo que surge all delfondo de nuestro pecho, lo que el labio balbucea tmido paras, ora con mala fortuna, ora acaso con acierto, desaparecetragado por la fuerza del impetuoso momento. A menudo noaparece la obra en su forma cabal sino con el transcurso delos aos. Lo que deslumbra vive un solo instante; lo que esbueno de veras, permanece intacto para la posteridad.

    EL GRACIOSOAs no oyese hablar siquiera de la posteridad! Suponed

    que yo quisiese ocuparme de ella: quin divertira entonces alos coetneos? Tambin quieren ellos divertirse, y es menester

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    que se diviertan. Ade-ms, la presencia de un gallardo mozo,creo yo, es siempre algo. Aquel que sabe comunicarse conagrado, no se inquietar por el capri-cho del pblico; deseapara si una numerosa concurrencia a fin de im-presionarlacon mayor seguridad. Tened, pues, valor y mostraos ejem-plar. Dejad que se oiga la fantasa con todos sus coros, razn,inteli-gencia, sentimiento y pasin; mas, advertidlo bien: noolvidis la locura.

    EL DIRECTORPero, ante todo, procurad que haya mucha accin. Se

    viene aqu para mirar, y lo que se quiere en primer trmino esver. Haced desfilar muchas cosas ante los ojos, de suerte queel pblico se quede emboba-do mirando con la boca abierta,y al punto habis sacado provecho en grande; sois unhombre muy bienquisto. A la masa no podis domi-narlasino por medio de la masa. Cada cual escoge al fin algo paras. Quien aporta mucho aportar un poco a varios, y todossalen satisfechos del teatro. Si dis una pieza, dadla desdeluego en piezas. Semejante guiso debe saliros bien; tanfcilmente es servido como imaginado. De qu sirvepresentar un todo? As como as, el pblico os lodesmenuzar al punto.

    EL POETA

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    No sabis cun mezquino es un oficio tal. Cun pocosienta ello al verdadero artista! La chapucera de esos pulcrosseores, bien lo veo, es ya proverbial entre vosotros.

    EL DIRECTORUn reproche tal no me causa mella alguna. El hombre

    que se propone trabajar bien, debe contar con los mejoresutensilios. Haceos cargo de que tenis madera tierna quecortar, y mirad slo para quin escribs. Si al uno le incita eltedio, llega el otro ahito de una comida oppara, y lo peor detodo es que muchos acaban de leer los peridicos. Correnhacia aqu distrados, como si si fuesen a una mascarada, y lacuriosidad es lo nico que presta alas a sus pasos. Las damasse exhiben poniendo el mayor esmero en su persona y atavo,y desempe-an de balde su papel. Qu sois en vuestraspoticas alturas? Por qu os regocija un lleno? Mirad decerca a los espectadores. La mitad de ellos estn fros; la otramitad son unos zopencos; ste, despus del espectculo,espera una partida de naipes; el otro, una noche de liber-tinaje en brazos de una mozuela. Por qu importunis as,pobres insensatos, para tal fin a las apacibles Musas? Os lorepito: dad ms y siempre ms, y de esta suerte nunca dejarisde lograr vuestro objeto. No busquis sino aturdir a la gente;el contentarla es cosa difcil... Pero qu sents: entusiasmo odolor?

    EL POETA

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    Anda a buscarte otro criado. No faltaba ms que, porcompla-certe a ti, el poeta olvidara ampliamente el mssublime derecho, el derecho humano que le concedi laNaturaleza! Cmo mueve todos los corazones? Por qumedios domina todos los elementos? No es por la armonaque brota de su pecho y reconstruye el universo en sucorazn? Cuando la Naturaleza, retorcindolo conindiferencia, sujeta al huso el hilo sin fin; cuando lainarmnica multitud de seres deja or una ingrata mescolanzade sonidos, quin divide el curso de esta siempre uniformesucesin, vivificndola para que se mueva de un modoritmico? Quien llama lo particular a la consagracinuniversal, donde vibra en magnficos acordes? Quin hacedesatarse furiosa la tormenta de las pasiones? Quin hacebrillar los arreboles vespertinos en el alma austera? Quinesparce todas las bellas flores primaverales por las sendas dela mujer amada? Quin teje con insignificantes hojas verdeslas honorficas coronas para todo linaje de mritos? Quinsostiene el Olimpo y rene los dioses? El poder del hombrerevelado en el Poeta.

    EL GRACIOSOUtilizadlos, pues, esos bellos poderes, y llevad adelante

    los asuntos poticos como se lleva una intriga amorosa.Acrcase uno por casualidad, siente algn inters, se detiene,y poco a poco queda cogido en el lazo. Aumenta el placer,luego vienen las contrariedades; est uno embelesado; enesto, aparece el dolor, y antes que uno se d cuenta de ello,

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    ctate hecha una novela. Demos tambin nosotros unespectculo parecido. Meted la mano en plena vida humana.Todos la viven, pero pocos la conocen, y dondequiera que lacojis, all ofrece inters. En pintarrajeados cuadros, escasaluz, mucho error y una chispita de verdad. As se confeccionala mejor bebida que a todo el mundo conforta y edifica. En-tonces se congrega la nata y flor de la ju-ventud ante vuestrapieza y presta odo a la exposicin; entonces cada almasensible chupa de vuestra obra para s melanclico sustento,entonces se aviva ora ste, ora aquel afecto del nimo, y cadacual ve reproducido lo que lleva en el corazn. Adems,estn ellos dispuestos lo mismo a llorar que a rer, aplaudenlos vuelos del poeta y gozan en la ilusin. Al hombremaduro nada hay que le satisfaga; aquel que est en caminode serlo, ser siempre agradecido.

    EL POETADevulveme, pues, tambin, aquellos tiempos en que yo

    mismo estaba en flor, en que un copioso manantial de cantosnaca de nuevo sin cesar, en que las nieblas me velaban elmundo, en que el capullo me prometa an maravillas, ycoga yo a miles las flores que con profusin llenaban todoslos valles. Nada tena entonces, y sin embar-go, tena losuficiente: afn de verdad y placer en la ilusin. Trnameaquellos indmitos impulsos, aquella ntima felicidad llena dedolor, la fuerza del odio, la potencia del amor; devulvemela juventud!

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    EL GRACIOSOPor de contado, amigo mo, buena falta te har la

    juventud si te acosan los enemigos en la pelea; si hechicerasjvenes se cuelgan apa-sionadas a tu cuello; si en lontananzala corona de veloz carrera te aguarda desde la meta difcil dealcanzar, si tras la violenta danza ver-tiginosa se pasan lasnoches en comilonas y empinando el codo. Pero pulsar conbro y donaire las cuerdas de la lira familiar, dirigirse vagandocon dulce extravo hacia el ideal que uno mismo se trazara:he aqu, viejos seores, vuestra tarea, y no por eso osrespetamos menos. La vejez no nos vuelve infantiles, comodicen, sino que nos encuentra todava cual verdaderos nios.

    EL DIRECTORBasta ya de plticas; mostradme tambin hechos al fin.

    Mientras os deshacis en recprocos cumplidos, puedehacerse algo de prove-cho. De qu sirve tanto hablar deinspiracin? A los hombres irreso-lutos nunca les llega. Si depoetas os preciis, comandad entonces la Poesa. Bien sabislo que nos hace falta: queremos saborear bebidas fuertes;disponeos ahora mismo a preparrmelas. Lo que no se hacehoy, queda por hacer maana, y no hay que perder envacilaciones un solo da. Coja la resolucin a lo posible porlos cabellos con osada y sin demora alguna, y luego no losuelte y siga obrando, porque as debe hacerlo. Ya sabis queen nuestros teatros alemanes cada cual en-saya lo que leplace; por lo tanto, no me escatimis en este da ni deco-raciones ni tramoya. Utilizad el grande y el pequeo luminar

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    del cielo; podis prodigar las estrellas. Agua, fuego,escarpadas rocas, animales, aves, nada de esto falta. As, pues,recorred a grandes pasos en la angosta casa de tablas todo elcrculo de la creacin, y con prudente rapi-dez idos, desde el

    PROLOGO EN EL CIELO

    EL SEOR, LAS MILICIAS CELESTES y luegoMEFISTFELES

    LOS TRES ARCNGELES se adelantan

    RAFAELEl Sol, segn antigua usanza, deja or su canto en

    competencia con sus hermanas las esferas , y con la rapidezdel rayo sigue su pres-crito curso hasta el fin. Su vistainfunde fortaleza a los ngeles, aun-que ninguno puedaprofundizarlo. Las obras sublimes hasta lo incon-cebible sonesplndidas como en el primer da.

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    GABRIELY rpida, con inconcebible rapidez, gira en derredor la

    magnifi-cencia de la Tierra, alternando los esplendoresparadisacos con la noche profunda llena de espantos. Saltaespumante el mar en anchas oleadas al batir los profundoscimientos de las rocas; y rocas y mar son arrastrados en elraudo curso eterno de las esferas.

    MIGUELY rugen a porfa las tormentas desde el mar a la tierra y

    desde la tierra al mar, formando furiosas en torno una cadenade la ms pro-funda accin. Relumbra el rayo devastadorprecediendo en su va al estampido del trueno. Mas tusmensajeros, Seor, veneran el apacible curso de tu da.

    LOS TRESTal espectculo infunde fortaleza a los ngeles, aunque

    ninguno pueda profundizarte; y todas las sublimes obrastuyas son esplndidas como en el primer da.

    MEFISTFELESYa que de nuevo te llegas ac, Seor, y preguntas cmo

    andan las cosas entre nosotros, y ya que en otro tiempo solasverme con agrado, aqu me ves tambin entre la servidumbre.Perdona, yo no s expresarme con palabras altisonantes,aunque me escarnezca el corro entero. Mi jerigonza temovera ciertamente a risa si no hubieras perdido la

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    costumbre de rerte. Del sol y de los mundos, nada s yo quedecir, y, slo veo como se fatigan los mortales. El raquticodios de la tierra sigue siendo de igual calaa y tanextravagante como en el primer da. Un poco mejor viviera sino le hubieses dado esa vislum-bre de la luz celeste, a la queda el nombre de Razn y que no utiliza sino para ser msbestial que toda bestia. Se me figura, dicho sea con perdn devuestra Seora, uno de esos cigarrones de largas patas, quesin cesar vuelan y saltan volando y cantan invariablemente enla hierba su vieja cantinela. Menos mal si pudiera siempreestarse quieto en la hierba! No hay inmundicia donde nometa la nariz.

    EL SEORNada ms tienes que decirme? Has de venir siempre a

    inculpar? Nunca hay para ti algo bueno en la tierra?

    MEFISTFELESNo, Seor; encuentro lo de all deplorable como siempre.

    Lsti-ma me dan los hombres en sus das de miseria, y hastase me quitan las ganas de atormentar a esa pobre gente.

    EL SEORConoces a Fausto?

    MEFISTFELESEl doctor?

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    EL SEORMi siervo.

    MEFISTFELESSingular manera tiene de serviros, a fe! No son terrenas la

    comida ni la bebida de ese insensato. El frenes le impulsa alo lejos, y slo a medias tiene conciencia de su locura. Pide alcielo sus ms hermosas estrellas y a la tierra cada uno de susgoces ms sublimes; y ninguna cosa, prxima ni lejana, bastaa satisfacer su corazn profundamente agitado.

    EL SEORAunque ahora me sirve slo en medio de su turbacin,

    presto le guiar a la claridad. Bien sabe el hortelano, cuandoverdea el arbolillo, que la flor y el fruto sern su adorno enaos venideros.

    MEFISTFELESQu apostis? Aun le perderis si me dis licencia para

    conducirle poco a poco a mi camino.

    EL SEOREn tanto que viva sobre la tierra, no te sea ello vedado. El

    hombre yerra mientras tiene aspiraciones.

    MEFISTFELES

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    As, os lo agradezco, porque con los muertos nunca meha gusta-do meterme. Prefiero las mejillas carnosas y frescas.No me vengan a m con cadveres. Me pasa lo mismo que elgato con el ratn.

    EL SEORPues bien, sate ello concedido. Desva de su origen este

    espritu, y si en l puedes hacer presa, llvatelo contigo por tusen-da abajo; pero caiga sobre ti la confusin si te vesobligado a confesar que, en medio de su vago impulso, elhombre bueno sabe discernir bien el recto camino.

    MEFISTFELESPerfectamente; slo que no durar esto mucho. No paso

    el menor cuidado por mi apuesta. Si me salgo con la ma,permitidme que a mis anchas goce yo de mi triunfo. Tendrque comer polvo, y con delicia, como mi prima, la famosaserpiente.

    EL SEORPuedes aparecerte, pues, tambin a tu albedro jams odi

    a tus semejantes; de todos los espritus que niegan, el burlnes el que menos me molesta. Harto fcilmente puede relajarsela actividad del hombre, y ste no tarda en aficionarse alreposo absoluto. Por esta razn le doy gustoso uncompaero que, debiendo obrar como diablo, le incite yejerza influencia sobre l. (A los Angeles). Pero vosotros,verdaderos hijos de Dios, regocijaos en la esplndida belleza

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    viviente. Que lo Evolutivo que perpetuamente obra y vive,os circunde con dulces barreras de amor, y a lo que se cierneen el aire cual flotante aparicin, dadle fijeza conpensamientos duraderos.

    (El cielo se cierra. Los Arcngeles se dispersan).

    MEFISTFELES(Slo). De tiempo en tiempo plceme ver al Viejo, y me

    guardo bien de romper con l, Muy linda cosa es, por partede todo un gran seor, el hablar tan humanamente con elmismo diablo.

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    LA TRAGEDIA

    PRIMERA PARTE

    LA NOCHE

    Una estancia gtica, estrecha y de elevada bveda. FAUSTO,inquieto, sentado en su silln delante de un pupitre.

    FAUSTOCon ardiente afn ay! estudi a fondo la filosofa,

    jurispru-dencia, medicina y tambin, por mi mal, la teologa; yhme aqu ahora, pobre loco, tan sabio como antes. Metitulan maestro, me titu-lan hasta doctor y cerca de diez aosha llevo de los cabezones a mis discpulos de ac para all, adiestro y siniestro... y veo que nada podemos saber. sto llegacasi a consumirme el corazn. Verdad es que soy msentendido que todos esos estultos, doctores,. maestros, es-critorzuelos y clrigos de misa y olla; no me atormentanescrpulos ni dudas, no temo al infierno ni al diablo... pero, a

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    trueque de eso, me ha sido arrebatada toda clase de goces.No me figuro saber cosa alguna razonable, ni tampocoimagino poder ensear algo capaz de mejorar y convertir alos hombres. Por otra parte, carezco de bienes y caudal, lomismo que de honores y grandezas mundanas, de suerte queni un perro quisiera por ms tiempo soportar semejante vida.Por esta razn me di a la magia, para ver si mediante la fuerzay la boca del espritu, me sera revelado ms de un arcano,merced a lo cual no tenga en lo sucesivo necesidad alguna deexplicar con fatigas y sudores lo que ig-noro yo mismo, ypueda con ello conocer lo que en lo ms intimo mantieneunido el universo, contemplar toda fuerza activa y todogermen, no vindome as precisado a hacer ms trfico dehuecas palabras.

    Oh luna, que brillas en toda tu plenitud! Ojal vieraspor vez postrera mi tormento! T, a quien tantas veces a lamedianoche espe-raba yo velando junto a este pupitre;entonces, inclinado sobre papeles y libros, te me aparecas,triste amiga ma. Ah! Si a tu dulce claridad pudiera al menosvagar por las alturas montaosas o cernerme con los espritusen derredor de las grutas del monte, moverme en las praderasa los rayos de tu plida luz, y, libre de toda la densahumareda del saber, baarme sano en tu roco!

    Ay de m! Todava estoy metido en esa mazmorra?Execrable y mohoso cuchitril, a travs de cuyos pintadosvidrios se quiebra morte-cina la misma grata luz del cielo.Estrechado por esa balumba de li-bros rodos por la polilla,cubiertos de polvo, y alrededor de los cuales, llegando hasta

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    lo alto de la elevada bveda, se ven pegados primeros deahumados papeluchos; cercado por todas partes de redomasy botes; atestado de aparatos e instrumentos; abarrotado decachivaches, herencia de mis abuelos... He aqu tu mundo!Y a so se llama un mundo!

    Y an preguntas por qu tu corazn se oprime ansiosoen tu pecho, por qu un dolor indecible paraliza en ti todomovimiento vital? En lugar de la naturaleza viviente en cuyoseno cre Dios a los hombres, slo ves en torno tuyoesqueletos de animales y osamentas de muertos, todoconfundido entre el humo y la podredumbre.

    Ea! Fuera de aqu! Huye al dilatado campo! Acaso noes para ti suficiente salvaguardia este misterioso libro de lapropia mano de Nostradamus?. Entonces conocers el cursode los astros, y si la Na-turaleza te alecciona, entonces se teabrir la potencia del alma, y te hablar como habla unespritu a otro espritu. en vano es que la rida meditacin tedescifre aqu los sagrados signos. vosotros, espritus queflotis junto a mi, respondedme, si os mi acento! (Abre el libroy ve el signo del Macrocosmo).

    Ah! Qu deleite invade sbitamente todos mis sentidosa la vista de este signo! Siento circular por mis nervios yvenas, otra vez enardecida, una nueva y santa dicha de vivir.Fu un dios quien traz estos signos que calman el hervorde mi pecho, llenan de gozo mi pobre corazn, y medianteun misterioso impulso descubren en torno mo las fuerzas dela Naturaleza?

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    Soy un dios? Todo se hace para m tan claro! En estossimples rasgos veo expuesta ante mi alma la Naturaleza enplena actividad. Ahora, por vez primera, comprendo lo quedice el Sabio: "El mundo de los espritus no est cerrado; tusentido est obtuso, tu corazn est muerto. nimo,discpulo, baa sin descanso tu pecho terrenal en los rayos dela aurora!" (contempla el signo).

    Cmo se entretejen todas las cosas para formar el Todo,obrando y viviendo lo uno en lo otro! Cmo suben y bajanlas potencias celes-tes pasndose unas a otras los cubos deoro!. Con alas que exhalan bendiciones, penetran desde elcielo a travs de la tierra llenando de armona el Universoentero.

    Qu espectculo! Mas ay! un espectculo tan slo! Pordnde asirte, Naturaleza infinita? Cmo coger tus pechos,manantiales de toda vida, de quienes estn suspendidos elcielo y la tierra, y contra los cuales se oprime el lnguidoseno? Os mostris trgidos, ofrecis el sustento que mana devosotros, Y yo me consumir as en vano?

    (Vuelve con despecho la hoja del libro, y percibe el signo del espritude la Tierra).

    Cun diversamente obra en mi ser este signo! Ests mscerca de m, espritu de la Tierra; siento ya ms exaltadas misfuerzas y h-llome enardecido, como si fuera por efecto delvino nuevo. Sintome con bros para aventurarme en elmundo, para afrontar las amarguras y dichas terrenas, paraluchar contra las tormentas y permanecer impvido en mediode los crujidos del naufragio.

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    Anblase el ambiente sobre mi... la luna vela su luz... milm-para se amortigua. Exhlanse vapores... rojas centellassurcan el aire en derredor de mis sienes... un froestremecimiento baja como un soplo desde la bveda y seapodera de m. Bien lo veo: eres t que flotas en torno mo.espritu que yo imploro. Mustrate a mi vista! Ah! cmo sesobresalta mi corazn! Todos mis sentidos pugnan porabrirse a nuevas impresiones. Siento cmo mi corazn seentrega, por completo a ti. Aparece! aparece! Preciso es,aunque me cueste la vida.

    (Coge el libro y pronuncia misteriosamente el signo del espritu.Surge de pronto una llama rojiza, y en medio de ella aparece ELESPRITU).

    EL ESPRITUQuin me llama?

    FAUSTO(Volviendo la cabeza a otro lado). Espantosa visin!

    EL ESPRITUMe has atrado con fuerza; largo tiempo aspiraste en mi

    esfera, y ahora...

    FAUSTOAy de m! No puedo resistir tu presencia.

    EL ESPRITU

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    Suspiras anhelante por contemplarme, or mi voz y ver mirostro. La poderosa instancia de tu alma me obliga a ceder.Aqu me tienes... Qu mezquino terror se apodera de ti,criatura sobrehumana! Qu se hizo del clamor de tu alma?Do est aquel pecho que se creaba un mundo dentro de s,lo llevaba y mantena con esmero; aquel pecho que sehencha con estremecimientos de gozo para encumbrarse alnivel de nostros, los espritus? Dnde ests, Fausto, t, cuyoacento llegaba hasta m, y que con todas tus fuerzas pugnabaspor alcanzar-me? Eres t quien, al sentirse envuelto en losefluvios de mi aliento, tiembla en todas las profundidadesvitales, un gusano que huye medroso y encogido?

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    FAUSTOYo retroceder ante ti, engendro de la llama? Soy yo, soy

    Fausto, tu igual!EL ESPRITU

    En el oleaje de la vida, en el torbellino de la accin,ondulo subiendo y bajando, me agito de un lado a otro.Nacimiento y muerte, un ocano sin fin, una actividadcambiante, una vida febril: as trabajo yo en el zumbador telardel Tiempo tejiendo el viviente ropaje de la Divinidad.

    FAUSTOT, que vagas por toda la redondez de la vasta tierra,

    espritu afanoso, cun cerca me siento de ti!

    EL ESPRITUTe igualas al espritu que t concibes, no a m.

    (Desaparece).

    FAUSTO(Anonadado). No soy igual a ti? A quin, pues? Yo,

    imagen de la Divinidad, ni tan siquiera me igualo a ti?(Llaman a la puerta).

    Maldicin! Bien lo s... es mi fmulo. Mi ms bellafelicidad se reduce a la nada. Por qu ha de venir ese ridosocarrn a desbaratar este mundo de visiones?

    (Entra WAGNER con bata y gorro de dormir, llevando una luzen la mano. FAUSTO le vuelve la espalda con enojo).

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    WAGNERPerdonad; os o declamar. Leais, sin duda, una tragedia

    griega? Algo quisiera yo aprovechar en este arte, porque hoyda es cosa de gran efecto. No pocas veces he odo decir enson de elogio que un comediante poda dar lecciones a unclrigo.

    FAUSTOCierto, si el clrigo es un comediante, como puede muy

    bien darse el caso algunas veces.WAGNER

    Ah! Cuando uno se halla as como encantado en su mu-seo, sin ver apenas el mundo algn da festivo, y slo delejos, casi no ms que con un anteojo, cmo podr dirigirlopor medio de la persuasin?

    FAUSTONo lo conseguiris con todos vuestros afanes si no lo

    sents, si ello no surge de vuestra alma y con encanto muypoderoso y sostenido no subyuga los corazones de todo elauditorio. Ya podis estar siempre clavado en una silla, haceruna amalgama de todo, aderezar un guiso con los relieves deajeno festn y sacar a fuerza de soplo mezquinas llamas devuestro puado de cenizas. Podris as excitar la admiracinde los nios y de los monos, si tal es vuestro gusto, masnunca haris llegar el corazn a los corazones si ello no ossale del corazn.

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    WAGNERPero la elocuencia labra el xito del orador. Bien lo

    comprendo: todava estoy muy atrasado.

    FAUSTOBuscad el logro de buena ley; no seis un bufn que hace

    sonar sus cascabeles. La razn y el verdadero sentimiento seexpresan ellos mismos con escaso artificio; y si deseis deciralguna cosa de impor-tancia, qu necesidad tenis de ir acaza de palabras? S; vuestros discursos, que tan brillantesson, y en los cuales rizis recortes de papel para lahumanidad, son pesados como el brumoso viento de otooque murmura a travs de las secas hojas.

    WAGNERAy, Dios! El arte es largo, y breve es nuestra vida. En mis

    esfuerzos de crtica llego a temer no pocas veces por mi ca-beza y mi pecho. Cun arduos de conseguir nos son losmedios por los cuales se remonta uno a la fuente! Y sin dudaha de morir el pobre diablo antes de haber andado slo lamitad del camino.

    FAUSTOCrees t que un rido pergamino es la fuente sagrada

    que, con slo beber un trago de ella, apague la sed parasiempre? No hallars refrigerio alguno si no brota de tupropia alma.

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    WAGNERPerdonad, pero no deja de ser un vivo deleite

    transportarse al espritu de los tiempos para ver cmo pensalgn sabio antes que nosotros, y considerar despus a qugloriosas alturas al fin hemos llegado.

    FAUSTOOh, s! hasta las estrellas. Los tiempos pasados, amigo

    mo, son para nosotros un libro de siete sellos. Lo quellamis espritu de los tiempos no es en el fondo otra cosaque el espritu particulas de esos seores, en quienes lostiempos se reflejan y a decir verdad, todo ello resulta muchasveces una miseria tal que uno se os aparta con asco al primergolpe de vista. Es un cesto de basura, un cuarto de trastosviejos, y a lo sumo un mal dramn histrico con excelentesmximas pragmticas, de esas que tan bien cuadran en bocade tteres.

    WAGNERPero, y el mundo, y el corazn, y el espritu humano?

    Quin no desea saber de ello alguna cosa?

    FAUSTOCierto; lo que as denominan saber! Quin se atreve a

    llamar al nio por su nombre verdadero? Los pocos hombresque han sabido algo de esto, que, asaz insensatos, nosupieron evitar que se desbor-dara su corazn, ydescubrieron al mundo sus sentimientos y sus ideas, en todo

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    tiempo han sido crucificados o condenados a la hoguera...Pero dispensadme, amigo, la noche est muy avanzada, y esmenester que por hoy hagamos punto aqu.

    WAGNERCon gusto hubiera seguido en vela para continuar con

    vos una pltica tan instructiva; pero maana, como primerda de Pascua, per-mitidme haceros alguna que otra pregunta.Con afn me he consa-grado al estudio; verdad es que ya smucho, pero quisiera saberlo todo. (Vase.)

    FAUSTO(Solo). Cmo nunca desaparece toda esperanza de la

    cabeza de aquel que siempre se aferra a cosas insulsas! Convida mano escarba la tierra buscando tesoros, y se da porsatisfecho, si encuentra unas lombrices. Es posible que sedeje or semejante voz humana en este sitio, donde merodeaba un mundo de visiones? Mas ay! por esta vez te loagradezco, oh t, el ms msero de todos los hijos de latierra! T me arrancaste de los brazos de la desesperacin,que amenazaba trastornar mis sentidos. Ah! Tan colosal erala aparicin que a su lado no pude menos de juzgarme unpigmeo.

    Yo, imagen de la Divinidad, yo que me figuraba estar yamuy cerca del espejo de la verdad eterna, que gozaba de mmismo, baado en la luz y el esplendor celeste, y habadespojado al hijo de la tierra; yo, superior al querubn, yo,cuya libre fuerza, llena de presen-timientos, ya pretenda

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    osadamente correr por las venas de la Natura-leza, y, creando,aspiraba a gozar de la vida de los dioses, cmo debo expiarmi vana presuncin! Una sola palabra, potente como el rayo,ha bastado para anonadarme.

    No puedo pretender igualarme a ti. Si tuve poder paraatraerte, no lo tuve para conservarte junto a m. En aquellosfelices instantes sentame a la vez tan pequeo y tan grande!Me rechazaste despia-dado, sumindome de nuevo en laincierta suerte humana. Quin me instruir? Qu deboevitar? Tengo que ceder a aquel impulso? Ay! Nuestrasmismas acciones, lo propio que nuestros sufrimientos, entor-pecen la marcha de nuestra existencia.

    En las ms sublimes concepciones del espritu se ingierede continuo materia cada vez ms extraa. Cuando llegamosa lo bueno de este mundo, lo mejor se califica entonces deengao e ilusin. Los nobles sentimientos que nos dieron lavida se .amortiguan en medio del bullicio mundanal.

    Si la fantasa, llena de esperanza y con vuelo audaz, seextiende de ordinario hacia lo infinito, un breve espacio essuficiente para ella cuando una dicha tras otra naufragan enel remolino de los tiempos. Al punto anida la inquietud en elfondo del corazn engendrando all secretos dolores, y seagita intranquila turbando placer y reposo. Cbrese sin cesarcon nuevos disfraces y puede aparecer ora como hacienda yhogar, y ora como esposa e hijo, o bien como fuego, agua,pual o veneno. Tiemblas ante todo lo que no te alcanza, ytienes que llorar sin tregua aquello que nunca pierdes.

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    No; no me igualo a los dioses. Harto lo comprendo. Measemejo al gusano que escarba el polvo, y mientras busca allel sustento de su vida, le aniquila y sepulta el pie delcaminante.

    No es polvo tambin todo cuanto llena estos cienestantes de los altos muros que me oprimen, y ese frrago,que con mil frusleras y bagatelas me cie en este mundo decarcoma y polilla? Y es aqu dnde he de encontrar lo queme falta? Tengo acaso necesidad de leer en estos millibracos que en todas partes se atormentaron los hombres, yque slo aqu y all ha habido uno que fuera dichoso?

    Y t, vaca calavera, por qu me miras riendo con sorna,cual si me dijeras que tu cerebro, desconcertado en otrotiempo como el mo, busc la serena luz del da, y sendientode verdad, err lastimosa-mente en el triste crepsculo?

    Vosotros, instrumentos, sin duda hacis mofa de m conesas ruedas y esos dientes, cilindros y arcos. Yo estaba frentea la puerta; vosotros debas ser las llaves, y con todo y tenervuestras guardas bien rizadas, no movis el pestillo.Misteriosa en pleno da, la Naturaleza no se deja despojar desu velo, y lo que ella se niega a revelar a tu espritu, no se loarrancars a fuerza de palancas y tornillos. T, ve-tusto ajuarque nunca utilic, ah te ests slo porque mi padre se sirvide ti. Y t, vieja polea, cmo te has ennegrecido desde que latriste lmpara ha humeado sobre este pupitre! Mucho mejorhubiera obrado yo disipando lo poco que poseo, que estarmeaqu sudando agobiado por el peso de tal escasez. Lo que theredaste de tus padres, adquirelo para gozar de ello. Lo que

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    no se utiliza es una carga pesada; slo puede ser de provechoaquello que crea el momento.

    Mas, por qu se fija mi vista en aquel sitio? Es aquelpequeo frasco un imn para mis ojos? Por qu deimproviso todo se vuelve para mi suavemente claro, comocuando de noche, en medio de la selva tenebrosa, nos baa elresplandor de la luna?

    Yo te saludo, redomita singular, que con recogimientobajo ahora de tu sitio. En t venero el ingenio y el arte delhombre. T, agregado de benficos jugos soporferos; t,extracto de todas las sutiles fuerzas mortales, da a tu dueouna muestra de tu favor. Te miro, y el dolor se mitiga; tetomo en mis manos, y mengua el afn, baja poco a poco lamarea creciente del espritu. Sintome arrastrado a la alta mar,el espejo de las olas brilla a mis pies, hacia ignotas playas meatrae un nuevo da.

    Sostenido por leves alas, un carro de fuego flota en el airehacer-cndose a m. Dispuesto me siento a cruzar el ter porinusitada va, lanzndome a nuevas esferas de pura actividad.Pero eres acaso digno de esa existencia sublime, de esosdeleites divinos, t, que hace un instante no eras ms que unvil gusano? S; vuelve con nimo resuelto la espalda al bellosol de la tierra. Decdete con osada a forzar las puertas antelas cuales de buen grado pasan todos de largo esquivando elriesgo. Lleg ya el momento de probar con hechos que ladignidad del hombre no cede ante la grandeza de los dioses;hora es ya de no temblar frente a ese antro tenebroso endonde la fantasa se condena a sus propios tormentos; de

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    lanzarse hacia aquel pasaje, alrededor de cuya estrecha bocavomita llamas todo el infierno; de resolverse a dar este pasocon faz serena, aun a riesgo de abismarse en la nada.

    Desciende ahora y sal de tu viejo estuche, copa delmpido cristal, que tena yo olvidada luengos aos ha. Lucasen las rego-cija-das fiestas de mis antepasados, y alegrabas alos graves comensales segn ibas pasando de uno a otro. Larica magnificencia de tus nume-rosas figuras con tanto artelabradas, la obligacin que tena el bebe-dor de explicarlas enrimas y de vaciarte de un solo trago, evocan en m el recuerdode ms de una noche de la juventud. No te pasar ahora aningn vecino, ni har gala de mi ingenio ensalzando tusprimores. He aqu un licor que produce sbita embriaguez.Su parda onda llena tu cavidad. Yo mismo lo preparar y loelijo para m. Sea sta mi liba-cin postrera, que consagro eneste instante, con toda la efusin de mi alma y como solemney supremo saludo a la aurora del nuevo da. (Aplica la copa asus labios.)

    (Taido de campanas y canto en coro.)

    CORO DE NGELESCristo ha resucitado! Jbilo al mortal, que estaba

    encadenado por los funestos e insidiosos vicios hereditarios!

    FAUSTOQu sordo rumor, qu armnicos sonidos arrancan de

    un modo violento la copa de mis labios? Anunciis ya,broncas campanas la solemne hora primera de la fiesta de

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    Pascua? Y vosotros, celestes coros, entonis ya el himnoconsolador que largo tiempo ha, en la noche del sepulcro,sala de los labios de los ngeles, como prenda de nuevaalianza?

    CORO DE MUJERESCon aromas le ungimos nosotras, sus fieles siervas; le

    deposita-mos en el sepulcro, le envolvimos con limpiasvendas y blancos cen-dales, y ay! no encontramos a Cristoaqu!

    CORO DE NGELESCristo ha resucitado! Feliz aquel que ama, aquel que ha

    resis-tido la dolorosa, saludable y aleccionadora prueba!

    FAUSTOPor qu vens a buscarme en el polvo, dulces y

    poderosos acen-tos celestiales? Resonad doquiera que hayahombres dbiles. Oigo bien el mensaje, pero fltame la fe, y elhijo mimado de la fe es el milagro. No me atrevo a aspirar aesas esferas desde donde se deja or la fausta nueva; y a pesarde ello, estos acentos a que estoy habituado desde mi niez,me llaman ahora de nuevo a la vida. Otras veces, en mediodel austero recogimiento del domingo, descenda sobre m elsculo de amor celeste, entonces resonaba, llena de presagios,la plenitud del sonido de las campanas, y la plegariaconstitua para m un frvido deleite; un dulce e inexplicableanhelo me impela a divagar por bos-ques y praderas, y

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    baado en ardientes lgrimas, senta nacer un mundo param. Este canto anunciaba los alegres juegos de la juven-tud,la franca felicidad de las fiestas primaverales. Tal recuerdo,impregnado de sentimiento infantil, me impide ahora dar elltimo, el imponente paso. Ah! Seguid sonando, dulcescantos celestes. Brota una lgrima de mis ojos: la tierra seenseorea de m otra vez.

    CORO DE DISCPULOSExcelso y lleno de vida, el Sepultado ha ascendido ya

    glorioso a las alturas. En el goce de la nueva existencia, estcercano a la felici-dad creadora, en tanto que nosotros ay!permanecemos en el seno de la tierra para sufrir. Nos hadejado abandonados, nosotros sus disc-pulos, quelanguidecemos aqu abajo. Ah, Maestro! lloramos tufelicidad.

    CORO DE NGELESCristo ha resucitado del seno de la corrupcin. Romped

    gozosos vuestras cadenas. Para vosotros, que le glorificiscon vuestras obras, que dis pruebas de amor, que os parts elpan como hermanos, que recorris la tierra predicando a loshombres y prometindoles la bienaventuranza, para vosotrosel Maestro est cerca, para vosotros ah est.

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    ANTE LA PUERTA DE LA CIUDAD

    GENTES DE TODAS CLASES salen a pasear

    ALGUNOS COMPAEROS ARTESANOSPor qu vais por ese lado?

    OTROSSubimos hasta la posada del Cazador.

    LOS PRIMEROSPues nosotros nos encaminamos al Molino.

    UNO DE LOS ARTESANOSSi queris creerme a m, vamos al ventorrillo del estanque.

    SEGUNDO ARTESANOEl camino nada tiene de agradable.

    LOS SEGUNDOSY t, qu piensas hacer?

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    UN TERCEROYo voy con los dems.

    UN CUARTOVenid cuesta arriba hacia Burdorf. Con seguridad en-

    contraris all las ms lindas muchachas, la mejor cerveza ycamorras de primer orden.

    UN QUINTOEsts de muy buen humor, camarada. Tienes comezn

    en el pellejo por tercera vez? Lo que es yo, no voy all; letengo horror a tal sitio.

    UNA MOZA DE SERVICIONo, no; yo me vuelvo a la ciudad.

    OTRASegura estoy de que le vamos a encontrar junto a aquellos

    lamos.

    LA PRIMERAPara m no es muy divertido eso. Ir l a tu lado, y una

    vez en el corro, con nadie bailar sino contigo. Qu meimportan a m tus gustos?

    OTRAEs que a buen seguro hoy no estar solo. Ha dicho que

    con l ira el Cabeza-crespa.

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    UN ESTUDIANTEVoto va! Cmo andan aquellas garridas mozas! Ven,

    camarada; hemos de acompaarlas. Buena cerveza, tabacofuerte y una muchacha muy acicalada: esto es lo que me gustaa m.

    UNA SEORITA DE LA CLASE MEDIA(A otra.) Mira, mira aquellos guapos mocitos. No es una

    vergenza que, pudiendo gozar de la mejor compaa, corrantras esas mozas de servicio?

    SEGUNDO ESTUDIANTE(Al primero). No tan aprisa. Ah detrs vienen dos mu-

    chachas muy lindamente vestidas; una de ellas es vecina ma,y es una chica de la cual estoy muy prendado. Andan con supaso tranquilo, y acabarn por juntarse con nosotros.

    PRIMER ESTUDIANTENo, seor camarada; no me gusta a m tanto engorro.

    Apretemos el paso, no sea que se nos escape la pieza. Lamano que empua la escoba el sbado, es la que mejor teacariciar el domingo.

    UN BURGUSNo; no me gusta el nuevo burgomaestre. Ahora que lo es,

    se vuelve cada da ms insolente. Y vamos a ver: qu haceen favor de la ciudad? Por ventura no van las cosas siempre

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    de mal en peor? Debe uno obedecer ms que nunca y pagarms que antes.

    UN MENDIGO(Cantando.) Vosotros, buenos caballeros, y vosotras, bellas

    da-mas, tan bien ataviadas y de mejillas como rosas; dignaosecharme una mirada compasiva y aliviar mi necesidad. Nopermitis que toque yo aqu la gaita en vano. Slo es dichosoaquel que quiere dar. Que este da, que todo el mundocelebra, sea da de cosecha para m.

    SEGUNDO BURGUSPara m, nada hay mejor los domingos y das de fiesta,

    que hablar de la guerra y del bullicio de la guerra, mientrasall lejos, en Turqua, los pueblos pelean uno con otro. Seest uno tranquilamente a la ventana, vaca su copitacontemplando como se deslizan ro abajo los pintadosbarquichuelos, y luego, a la cada de la tarde, se vuelvesatisfecho a su casa bendiciendo la paz y los tiempos de paz.

    TERCER BURGUSS, seor vecino; tambin dejo yo que las cosas vayan de

    ese modo. Ya pueden ellos romperse la crisma y puedellevrselo todo el diablo, con tal que en casa siga todo comoantes.

    UNA VIEJA

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    (A las seoritas de la clase media). Oiga! y qu peripuestasvais! La hermosa juventud! Quin no se encaprichar porvosotras? Pero no seis tan orgullosas. Vaya, eso s que estbien! Cuando yo podra proporcionaros lo que deseis!

    UNA DE LAS SEORITASVmonos, gueda. Mucho me guardo de ir en pblico

    con tales brujas. Por cierto que ella me hizo ver, en la nochede San Andrs, a mi futuro novio en persona.

    LA OTRA SEORITAA m me lo ense en el cristal. Vesta de militar,

    acompaado de varios calaverones. Pero, por ms que miro ami alrededor y le busco por todos lados, mi novio no quieretoparse conmigo.

    SOLDADOSCastillos con altas murallas y almenas, mozas arrogantes y

    esquivas quisiera yo conquistar. Audaz es la empresa,esplndido el galardn. Y dejamos que el clarn nos llame lomismo al placer que al exterminio. Esto es un asalto! Estoes la vida! Mozas y castillos, todo se ha de rendir. Audaz es laempresa, esplndido el galardn. Y los soldados marchandovan.

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    EN LA CAMPIA

    FAUSTO y WAGNER

    FAUSTOLibres de hielo estn ya el ro y los arroyos, merced a la

    dulce y vivificante mirada de la primavera. Verdea en el vallela dicha de la esperanza; el caduco invierno, en su debilidad,se ha retirado a los s-peros montes, y desde all, en su fuga,no nos enva ms que escarchas e impotentes granizos, queforman estras sobre la verdeante campia. Mas el sol nosufre blancor alguno; por doquiera se hacen sentir laformacin y el esfuerzo; todo quiere animarlo con brillantesmatices. Pero, a falta de flores en el campo, acepta al gentoengalanado con sus trajes de fiesta.

    Vulvete, Wagner, y desde estas alturas mira hacia atrs endirec-cin de la ciudad. Por la honda y sombra puerta saleuna compacta muchedumbre abigarrada. Hoy van todos muycontentos a tomar el sol. Celebran la Resurreccin del Seor,puesto que ellos, a su vez, han resucitado tambin, y de lasahogadas estancias de las bajas viviendas, de las trabas de

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    profesiones y negocios, de la opresin de paredes y techos,de la aplastadora estrechez de las calles, de la respetableoscuridad de los templos, todos ellos son atrados a la luz.Pero mira, mira cun presurosa se esparce la multitud porcampos y huertas; mira cmo el ro mece en todasdirecciones tantos graciosos esquifes, y como se aleja estaltima navecilla, que de puro cargada est a pique dezozobrar. Hasta desde las lejanas veredas de la montaabrillan los vestidos de vivos colores. Oigo ya el barullo de laaldea. Aqu est el verdadero cielo del pueblo; llenos dealborozo, todos, grandes y pe-queos, lanzan gritos dejbilo. Aqu soy hombre: aqu me permito serlo.

    WAGNEREl pasearme con vos, seor doctor, es honroso y de

    provecho; pero no me extraviara solo por aqu, pues soyenemigo de toda rustiquez. El chirriar de los violines, laalgaraba el juego de bolos, todo ello es para m un ruidoodioso en extremo. Alborotan todos y se agitan frenticos,cual movidos por el maligno espritu, y a eso llamandivertirse, a eso llaman cantar!

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    ALDEANOS BAJO EL TILO

    Danza y canto

    Atavise el zagal para el baile, con vistosa chaqueta, cintasy guirnalda; iba vestido que daba gozo verlo. No caba msgente bajo el tilo, y todos danzaban ya como locos. Ole!Ole! Viva la alegra! Y a comps iba el arco del violn.

    A empujones, presto abrise paso, y le di con el codo auna muchacha. La fresca moza se volvi y dijo: Vaya, queencuentro eso brutal! Ole! Ole! Viva la alegra! No seis tanmal criado.

    En tanto, reinaba en el corro la mayor animacin; sebailaba a diestro y siniestro, las sayas flotaban al viento.Ponanse todos encendidos y acalorados, y apoybansejadeantes uno en el brazo de otro. Ole! Ole! Viva la alegra!Y las caderas contra los codos.

    Pero no me hagis tan confiada. Cuntos hombres nohan enga-ado y dejaron chasqueadas a su novia! A pesar deesto, con piropos y zalamerias se la llev l aparte, y desde el

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    tilo resonaban a lo lejos: Ole! Ole! Viva la alegra! Gritos, ydale con el arco al violn.

    UN VIEJO ALDEANOHermoso es por vuestra parte, seor doctor, el no

    desdearnos en el da de hoy y pasear entre este numerosogento siendo vos un sabio tan eminente. Aceptad, pues, elms bello jarro, que hemos llenado de fresca bebida. Os lopresento deseando vivamente que no slo apague vuestrased, sino tambin que cada gota que contiene sea un da msaadido a los de vuestra existencia.

    FAUSTOAcepto esa refrigerante bebida, y en retorno, junto con mi

    agradecimiento, os deseo salud a todos.(La gente se rene alrededor formando crculo).

    EL VIEJO ALDEANOCiertamente, muy bien hicisteis en dejaros ver por aqu en

    da tan alegre, ya que en otro tiempo y en calamitosos das osmostrsteis con nosotros muy benvolo. Ms de uno hayaqu lleno de vida, a quien vuestro padre arranc por fin alardiente furor de la fiebre cuando puso trmino a lapestilencia. Y vos tambin, joven como rais entonces,acudais a todas las casas donde haba enfermos; llevbanseno pocos cadveres, mas vos salais de all sano y salvo.Habis soportado multi-tud de duras pruebas; a nuestrosalvador salv el Salvador de lo alto.

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    TODOSSalud al hombre acrisolado, para que nos pueda

    favorecer an largo tiempo!FAUSTO

    Prosternaos ante Aqul de las alturas, que ensea asocorrer y enva el socorro. (Aljase acompaado de Wagner.)

    WAGNERQu impresin debes sentir, oh grande hombre, ante el

    respeto de esa multitud! Ah! dichoso quin puede sacar talfruto de sus dotes! El padre te muestra a su hijo; todo elmundo inquiere, se estruja y acude presuroso; enmudece elvioln; prase el bailador. Echas a andar, y se colocan ellos enfila, vuelan los gorros por el aire, y poco falta para que sedoblen las rodillas cual si pasara el Santsimo Sacramento.

    FAUSTOSubamos unos pasos ms arriba hacia aquella roca, y

    descanse-mos all de nuestro paseo. Cuntas veces solo,pensativo y mortificado por la oracin y el ayuno, vine asentarme en este mismo sitio! Rico de esperanzas, firme en lafe, imaginaba yo arrancar del Seor de los cielos, a fuerza delgrimas, suspiros retorcimientos de manos, el tr-mino deaquel contagio. Las aclamaciones de la multitud resuenanaho-ra en mis odos como un sarcasmo cruel. Oh! Sipudieras leer en mi interior, veras cun poco digno de taleshonores fueron el padre y el hijo. Era mi padre un oscuro

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    hombre honrado, que de buena fe, pero a su manera, semeti a discurrir con afn quimrico sobre la Naturaleza ysus sagrados crculos. Acompaado de algunos adeptos,encerrbase en la negra cocina y all con arreglo a recetas sinfin, operaba la transfusin de los contrarios. Un Len rojo,audaz pretendiente, era all casado con la Azucena en el baotibio, y despus, con flameante fue-go descubierto, amboseran torturados de una a otra cmara nupcial. Tras esto,apareca en el vaso la joven Reina con variados colores, yquedaba hecho el remedio. Moran los enfermos, sin quenadie se cuidara de inquirir quin sanaba. As es que connuestros electuarios infernales, causamos en estos valles ymontes ms estragos que la peste misma. Con mis propiasmanos administr el tsigo a millares de pacientes;sucumban los infelices, y yo debo vivir an para escuchar loselogios que se tributan a los temerarios asesinos.

    WAGNERPero es posible que os desazonis por ello? No hace

    acaso bastante el hombre honrado que con toda conciencia ypuntualidad ejerce el arte que se le transmiti? Si de jovenhonras a tu padre, aprenders de l con gusto; si una vezhombre, acrecientas el caudal del saber, tu hijo puedealcanzar una meta ms elevada.

    FAUSTOAh! Feliz aquel que abriga an la esperanza de

    sobrenadar en este pilago de errores! Aquello que no se sabe

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    es cabalmente lo que se utilizara, y aquello que se sabe nopuede utilizarse. Pero a qu turbar con tan negrasreflexiones los goces de esta hora deliciosa? Contempla cmoa los fuegos del sol poniente resplandecen las cabaasrodeadas de verdor. Declina el sol y se hunde en el ocaso, elda ha fenecido; pero el radiante astro, siguiendo su carreraveloz, despierta en otros pa-rajes una nueva vida. Ah! quno tenga yo alas para elevarme ms a-rriba de la tierra ylanzarme anhelante en pos, siempre en pos de l! Entoncesvera, en un perenne crepsculo vespertino, el mundosilencioso a mis pies, abrasadas las cumbres todas de losmontes, plcidos los valles, y el arroyuelo argentino corrertrocada en oro su corriente. La abrupta sierra, con todos susdespeaderos, no atajara entonces mi carrera, semejante a lade los dioses. Ante los ojos atnitos, extindese ya el mar consus abrigados senos. Pero el dios tiene trazas de hundirse ydesaparecer por fin en lontananza. Con todo, despirtase unnuevo impulso, y con apresurado vuelo sigo adelante parasaciarme de su eterna luz. Ante m, el da; detrs de m, lanoche; el cielo arriba, las olas abajo. Qu delicioso sueo! Yen tanto, el astro desaparece. Ay! Con las alas del espritu nose juntar tan fcilmente ninguna ala corprea. Y a pesar detodo, es innato en cada hombre que su alma se lance haciaarriba y adelante, cuando por cima de nosotros, perdida en elespacio azul, la alondra emite sus notas estridentes; cuandoms arriba de las escarpadas cumbres pobladas de pinos, secierne el guila con las alas extendidas, y dominando llanurasy mares, la grulla vuela afanosa hacia su pas natal.

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    WAGNERTambin he tenido yo a menudo mis horas de quimeras,

    pero no he sentido jams todava un impulso parecido.Pronto se hasta uno de la vista del bosque y de los campos, ynunca envidiar las alas del ave. Cun otramente los gocesdel espritu nos llevan de libro en libro, de hoja en hoja!Cun gratas y deleitosas se vuelven as las noches deinvierno! Una vida feliz presta calor a todos los miembros, ysi desarrollas un valioso pergamino, ah! entonces el cieloentero desciende hasta ti.

    FAUSTOT no tienes idea sino de una sola aspiracin. Ah! no

    aprendas jams a conocer la otra!. Dos almas residen ay! enmi pecho. Una de ellas pugna por separarse de la otra; la una,mediante rganos tenaces, se aferra al mundo en un rudodeleite amoroso; la otra se eleva violenta del polvo hacia lasregiones de sublimes antepasados. Oh! Si hay en el aireespritus que se mueven reinando entre la tierra y el cielo,descen-ded de las ureas nubes y conducidme lejos, a unanueva y variada vida. S; a poseer yo tan slo un mantomgico que me transportara a extraas regiones, no lo cederapor las vestiduras ociosas, ni por un manto real.

    WAGNERNo evoques la bien conocida turba que, cual torrente

    impetuoso, se extiende por la atmsfera y por todos lados

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    prepara al hombre mil diversos peligros. Del Norte, teacometen el agudo diente de los espritus y sus lenguasafiladas como saetas; del Levante llegan, secn-dolo todo, losque se nutren de tus pulmones; si el Medioda manda deldesierto aquellos que amontonan ascua sobre ascua enderredor de tu cabeza, el Poniente aporta el enjambre que alprincipio recrea, para anegarte a ti y el campo y la dehesa.Escuchan ellos gustosos, plcida-mente vueltos hacia el mal,obedecen de buen grado, porque de buen grado nosengaan; se fingen enviados del cielo, y susurran de un modoangelical cuando mienten. Pero vmonos. La tierra hatomado ya un tinte gris, refresca el aire y cae la neblina. Alatardecer es cuando ms se aprecia el hogar... Por qu as tedetienes y absorto miras hacia aquel sitio? Qu puedesobrecogerte de tal modo en esta hora crepuscular?

    FAUSTOVes aquel perro negro que anda vagando por entre los

    trigos y rastrojos?

    WAGNERMucho rato ha que le vea, y no me ha parecido que tenga

    importancia alguna.

    FAUSTOObsrvalo bien. Por quin tomas ese perro?

    WAGNER

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    Por un perro de aguas, que, a su manera, se empea conporfa en seguir las huellas de su amo.

    FAUSTOAdviertes cmo, describiendo anchas espirales, corre en

    derredor nuestro y cada vez ms cerca? Y si no me engao,deja a su paso, a modo de torbellino, un rastro de fuego.

    WAGNERNo veo sino un perro de aguas negro. Eso bien podra

    ser una ilusin de vuestros ojos.

    FAUSTOParceme que tiende sutiles lazos mgicos alrededor de

    nuestros pies, para formar luego una atadura.

    WAGNERVole inseguro y temeroso saltar en torno nuestro

    porque, en lugar de su amo, ve dos desconocidos.

    FAUSTOEl crculo se va estrechando; ya est cerca.

    WAGNERBien ves que aquello es un perro y no un fantasma.

    Grue y vacila, se echa sobre el vientre, menea la cola... enfin, todas las costumbres del perro.

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    FAUSTO(Al perro). Jntate con nosotros! Ven ac!

    WAGNEREs un animal divertido como todos los perros de aguas.

    Si te de-tienes, se pone derecho esperando tu mandato; si lehablas, quiere subrsete encima, pierdes alguna cosa, te latraer, y tras tu bastn se tirar al agua.

    FAUSTOSin duda tienes razn; no encuentro vestigio de ningn

    espritu. Todo ello no es ms que adiestramiento.

    WAGNERSi el can est bien amaestrado, hasta el sabio llega a

    cobrarle aficin. S, bien merece todo tu favor el aventajadodiscpulo de los estudiantes.

    (Entran por la puerta de la ciudad.)

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    GABINETE DE ESTUDIO

    Entra FAUSTO acompaado del perro

    FAUSTOAbandon el campo y los prados, cubiertos por una

    densa noche, que con santo temor lleno de presentimientosdespierta en nosotros el alma superior. Adormecidos estnahora los mpetus desordenados, a la vez que toda actividadturbulenta; ahora se hace sentir el amor a la humanidad, sehace sentir el amor a Dios.

    Estte quieto, perro; no corras de ac para all. Qu estsolfateando ah en el umbral?. chate detrs de la estufa. Tecedo mi mejor almohadn. Ya que all fuera, en elmontaoso camino, nos divertiste con tus carreras y brincos,acepta ahora tambin mis agasajos, como husped apacible ybienvenido.

    Ah! Cuando en nuestra angosta celda de nuevo arderisuea la lmpara, entonces luce la claridad en nuestropecho, en el corazn, que se conoce a s mismo. Empieza larazn a hablar una vez ms y la esperanza a reflorecer; el

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    hombre suspira por los arroyos de la vida, ah! por la Fuentemisma de la vida.

    No gruas, perro. Esa voz animal no puede armonizarcon los sa-grados acentos que al presente embargan mi almaentera. Estamos habi-tuados a que los hombres hagan burlade lo que no entienden, y mur-muren a la vista de lo bueno ylo bello, que a menudo les causa enojo, y a ejemplo de ellos,quiere el perro gruir a eso?

    Mas ay! pese a la mejor buena voluntad, no siento ya elcontento brotar de mi pecho. Pero por qu ha de agotarsetan presto el manan-tial dejndonos sedientos otra vez? Deello tengo yo tanta expe-riencia... Esta falta, empero, permiteser compensada, pues, aprende-mos a apreciar lo que estms alto que la tierra, suspiramos por una Revelacin, que enninguna parte brilla ms augusta y bella que en el NuevoTestamento. Sintome impulsado a consultar el textoprimitivo, a verter con fiel sentido el original sagrado a miamada lengua alemana.

    (Abre un libro y se dispone a trabajar.)Escrito est: "En el principio era la Palabra... Aqu me

    detengo yo perplejo. Quin me ayuda a proseguir? Nopuedo en manera alguna dar un valor tan elevado a lapalabra; debo traducir esto de otro modo si estoy bieniluminado por el Espritu. Escrito est: En el principio era elPensamiento... Medita bien la primera lnea; que tu plumano se precipite. Es el pensamiento lo que todo lo obra ycrea... ? Debiera es-tar as: En el principio era la Fuerza....Pero tambin esta vez, en tan-to que esto consigno por

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    escrito, algo me advierte ya que no me atenga a ello. ElEspritu acude en mi auxilio. De improviso veo la solucin, yescribo confiado: "En el principio era la Accin".

    Si he de compartir la estancia contigo, perro, cesa deaullar, cesa de ladrar. No puedo sufrir a mi lado uncompaero tan importuno; es menester que uno de los dosabandone la celda. Con pesar mo que-branto el derecho dehospitalidad. Franca est la puerta; libre tienes la salida... Masqu veo? Puede eso acontecer de un modo natural? Esficcin vana? Es realidad? Cmo se agranda en todossentidos mi perro de aguas! Empnase con violencia. Esa noes la figura de un perro. Qu fantasma he trado a mi casa!Ya se parece a un hipop-tamo, de ojos encendidos comofuego y dientes formidables. Oh, con seguridad eres mo!Para semejante ralea medio infernal es buena la clave de Salo-mn.

    ESPRITUS(En la galera). Ah dentro hay uno preso! Quedaos fuera,

    que ninguno le siga. Cual zorro en la trampa cogido,temblando est un viejo lince del infierno. Pero estad ojoavizor. Volad aqu y all, arriba y abajo, y se pondr enlibertad. Si podis serle tiles, no le dejis ah encerrado, puesharto ha hecho ya por complacernos a todos.

    FAUSTOEn primer lugar, para ir al encuentro del animal, me valgo

    de la frmula de los Cuatro:

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    Que se abrase la Salamandra,returzase la Ondina,desvanzcase el Silfo,afnese el Gnomo.

    Quien no conozca estos elementos, su poder ypropiedad, nunca ser dueo de los espritus.

    Desaparece en llamas; Salamandra;derrtete murmurante, Ondina,luce con belleza de meteoro, Silfo,

    aporta ayuda domstica, Incubo, Incuboaparece y haz el remate.

    Ninguno de los cuatro se halla metido en el animal. Estechado con el mayor sosiego y me mira riendo con sorna.Ningn dao le he causado todava. Has de orme conjurarcon mayor fuerza.

    Si t, compaero, eres un fugitivo del infierno, contemplaeste signo, ante el cual se humillan las negras falanges.

    Ya se abulta con el pelo erizado. Rprobo! Puedes tleerlo el Increado, el Inefable, extendido por todos los cielos,el Traspasado por mano impa? Fascinado detrs de la estufa,se hincha como un elefante, llena todo el espacio, va adisiparse en niebla. No subas hasta la bve-da. chate a lospies de tu amo! Ya ves t que no amenazo en vano. Con unallama sagrada te chamusco. No esperes la luz tres veces ar-diente. No aguardes el ms poderoso de mis artificios.

    (Mientras cae la niebla, sale de detrs de la estufaMEFISTFELES vestido con traje de estudiante vagabundo).

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    MEFISTFELESA qu viene ese alboroto? En qu puedo servir al

    seor?

    FAUSTOConque era se el ncleo del perro de aguas?. Un

    estudiante andariego! El lance me mueve a risa!

    MEFISTFELESSaludo al docto seor. Me habis hecho sudar de lo

    lindo.

    FAUSTOCmo te llamas?

    MEFISTFELESBalad me parece la pregunta para uno que tanto desdea

    la pala-bra y que huyendo de toda apariencia, slo busca elfondo de los seres.

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    FAUSTOEntre vosotros, seores, se puede de ordinario adivinar el

    ser por su nombre, en donde se revela harto explcito,cuando se os apellida Dios de las moscas, Corruptor,Mentiroso. Veamos, pues: quin eres t?

    MEFISTFELESUna parte de aquel poder que siempre quiere el mal y

    siempre obra el bien.

    FAUSTOQu viene a significar ese lenguaje enigmtico?

    MEFISTFELESSoy el espritu que siempre niega y con razn, pues todo

    cuanto tiene principio merece ser aniquilado, y por lo mismo,mejor fuera que nada viniese a la existencia. As, pues, todoaquello que vosotros denominis pecado, destruccin, enuna palabra, el Mal, es mi propio elemento.

    FAUSTOTe llamas una parte, y sin embargo, entero ests ante m.

    MEFISTFELESDgote modestamente la verdad. Si el hombre, ese

    pequeo mundo extravagante, se tiene de ordinario por untodo, yo soy una parte de aquella parte que al principio eratodo, una parte de las Tinieblas, de las cuales naci la Luz, la

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    orgullosa Luz que ahora disputa su antiguo lugar, el espacioa su madre la Noche. Y a pesar de todo, no lo ha conseguido,pues, por mucho que se afane, se halla fuertemente adheridaa los cuerpos; emana de los cuerpos, embellece los cuerpos, yun simple cuerpo la detiene en su camino. As, espero que nodurar mucho tiempo, y que con los cuerpos desaparecer.

    FAUSTOAhora conozco tus dignos oficios. Nada puedes aniquilar

    en grande, y al presente lo intentas en pequeo.

    MEFISTFELESY a decir verdad, no se ha adelantado gran cosa con esto.

    Lo que se opone a la nada, ese algo, ese mundo grosero, porms que ya lo haya intentado yo, no he podido hacerle mellaalguna con oleadas, tormentas, terremotos ni incendios:tranquilos quedan al fin mar y tierra. Y tocante a la malditamateria, semillero de animales y hombres, no hay medioabsolutamente de dominarla. Cuntos y cuntos no heenterrado ya! Y a pesar de todo, siempre circula una sangrefresca y nueva. De continuar ello as, habra paradesesperarse. Del aire, del agua, lo mismo que de la tierra, sedesprenden mil grmenes, en lo seco, lo hmedo, lo clido,lo fro. A no haberme yo reservado la llama, nada quedarapara m.

    FAUSTO

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    As, pues, a la potencia eternamente activa, a la fuerzasaludable y creadora, opones t la helada mano del diablo,que en vano se crispa aleve? Trata de emprender otra cosa,extrao hijo del Caos. .

    MEFISTFELESCiertamente ya nos detendremos ms en ello las prximas

    veces. Puedo ahora retirarme?

    FAUSTONo s por qu lo preguntas. Esta vez he aprendido a

    conocerte; ven ahora a visitarme segn te plazca. Ah est laventana, ah est la puerta; tienes tambin disponibleseguramente el can de la chimenea.

    MEFISTFELESLo confieso con ingenuidad. Un pequeo obstculo me

    impide salir: ese pie de bruja que est en vuestro umbral.

    FAUSTOEl pentagrama te desazona? Ea, dime, hijo del infierno,

    si eso te detiene, cmo entraste, pues? Cmo se dejengaar un espritu como t?

    MEFISTFELESMralo bien; no est trazado de la manera debida. Uno de

    los ngulos, el que mira hacia fuera, est, como ves, un pocoabierto.

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    FAUSTOEn ello anduvo muy acertada la casualidad. Segn eso,

    t seras prisionero mo? La cosa ha salido bien por azar.

    MEFISTFELESEl perro de aguas nada advirti cuando entraba de un

    salto. Ahora la cosa cambia de aspecto: el diablo no puedesalir de la casa.

    FAUSTOPero cmo no sales por la ventana?

    MEFISTFELESEs ley para diablos y espectros, que por donde se colaron,

    por all han de salir. Lo primero es libre para nosotros; de losegundo somos esclavos.

    FAUSTOConque el mismo infierno tiene sus leyes? Me gusta eso.

    Luego se podra con toda confianza cerrar un pacto convosotros, seores?

    MEFISTFELESDe lo que se te prometa gozars plenamente, nada se te

    descaba-lar. Pero eso no es para decirlo en tan brevespalabras, y de ello ha-blaremos ms tarde. Ahora te ruego con

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    empeo, con el mayor empeo, que por esta vez me permitassalir.

    FAUSTOQudate siquiera un instante ms, slo para contarme

    alguna bella historia.

    MEFISTFELESAhora dame suelta. Pronto vuelvo, y entonces podrs

    preguntar-me a discrecin.

    FAUSTOYo no te arm lazo alguno, antes t mismo te metiste en

    la red. Quien coja al diablo, tngalo sujeto; pues no le sertan fcil atraparlo por segunda vez.

    MEFISTFELESSi ello te place, dispuesto tambin estoy a quedarme aqu

    para darte compaa, pero a condicin de hacerte pasar eltiempo de una manera digna con mis artificios.

    FAUSTOBien me parece. A tu albedro lo dejo, con tal que el

    artificio sea gustoso.

    MEFISTFELESEn esta hora, amigo, mo, sacars mayor provecho para

    tus sentidos que en la monotona del ao. Lo que te canten

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    los sutiles es-pritus, las bellas imgenes que produzcan, noson vano juego de pres-tigio. Tambin se recrear tu olfato ydeleitars tu paladar, y entonces tu alma quedar embelesada.No es menester preparacin alguna de antemano. Noshallamos reunidos ya. Empezad.

    CORO DE ESPRITUSDesvaneceos, altas y sombras bvedas. Que aqu dentro,

    ms embelesador, mire risueo el ter azul. Dispense lasoscuras nubes. Centellean las estrellitas, y soles ms suaveslucen entre ellas. La belleza espiritual de los hijos del cielo, ensu vacilante curso, pasa cernindose en el aire. El ardienteanhelo sigue ms all, y las ondulantes cintas de las vestidurascubren los campos, ocultan la enramada, donde,embebecidos los amantes, se entregan uno a otro por la vida.Emparrado junto al emparrado! Sarmientos fecundos! Elpesado racimo cae en la cavidad de la prensa estrujadora;preciptanse en arroyos los espumosos vinos y corren mur-murando por entre lmpi-das piedras preciosas; extndenseen forma de lagos alrededor de mul-titud de verdeantescolinas, que en ellos se miran ufanas. Y el mundo aladosaborea delicias, vuela al encuentro del sol y de lasesplndidas islas que se mueven mecindose sobre las ondasy donde omos alegres coros y vemos en las florestasbailadores que se diseminan todos por la campia. Algunostrepan hasta llegar a las cumbres; otros surcan na-dando loslagos; cirnense otros en los aires, y todos corren hacia la

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    vida; todos se lanzan a la lejana de las amorosas estrellas,cuyo favor aporta felicidad.

    MEFISTFELESDuerme! Bravo, areos y sutiles rapazuelos! Habisle

    concienzu-damente adormecido con nuestros cantos.Obligado os quedo por tal concierto. No eres hombre anpara tener sujeto al diablo. Rodeadle de placenterosensueos; sumidle en un mar de ilusiones... Mas, paradeshacer el encanto de este umbral, necesito un diente deratn. No he menester conjurar largo tiempo; ya oigo el ruidoque hace uno al correr por aqu, y al punto me escuchar. Elseor de ratas y ratones, moscas, ranas, chinches y piojos teordena que te aventures a salir para roer este umbralconforme l lo va punteando con aceite... Hete ya aqu quevienes dando, saltitos! Sobre todo anda listo en tu obra. Lapunta que con mgico poder me cerraba el paso, se halla mshacia delante en la arista. Una dentellada ms, y asuntoconcluido. Ahora, Fausto, contina soando hasta que nosveamos de nuevo. (Vase.)

    FAUSTO(Despertando). Vome, pues, burlado una vez ms? As

    se desvanece el tropel de visiones, de suerte que un sueofalaz me haca ver al diablo y se me escapaba un perro deaguas?

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    GABINETE DE ESTUDIO

    FAUSTO, MEFISTFELES

    FAUSTOLlaman? Adelante! Quin vendr a importunarme de

    nuevo?

    MEFISTFELESSoy yo.

    FAUSTOAdelante!

    MEFISTFELESEs menester que lo digas tres veces.

    FAUSTOAdelante! pues.

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    MEFISTFELESAs me gustas! Confo que acabaremos por entendernos.

    Pues s; para ahuyentar tus quimeras, hteme aqu como unnoble hidalgo, con vestido rojo ribeteado de oro, ferreruelode seda recia, la pluma de gallo en el sombrero, y una largaespada de aguda punta. Y ahora te aconsejo, en brevespalabras, que te vistas tambin de un modo pare-cido, a finde que, desembarazado y libre, sepas lo que es la vida.

    FAUSTOCualquiera que sea mi vestido, sentir sin duda el

    tormento de la estrecha existencia terrena. Harto viejo soypara andar en holgorios, y sobrado joven para estar sindeseos. Qu puede ofrecerme el mundo? Es menester quete abstengas. Has de abstenerte: He aqu la sempiternacancin que resuena en los odos de todos y que, Nern-quecida, nos canta cada hora durante nuestra existenciaentera. Con espanto me despierto por la maana. Quisierallorar lgrimas amargas al ver el da, que en su curso nosaciar uno solo de mis anhelos, ni uno tan siquiera; que conporfiada crtica quisquillosa amengua hasta el gustoanticipado de todo placer; que contrara las creaciones de miagitado pecho con las mil bagatelas de la vida. Y luego,cuando desciende la noche, debo tenderme intranquilo en ellecho, y ni aun all encuentro reposo alguno, pues fierosensueos vendrn a llenarme de sobresalto. El dios quereside en mi pecho puede agitar profun-damente lo msntimo de mi ser, pero l, que impera sobre todas mis facul-

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    tades, nada puede mover por fuera, de suerte que la existen-cia es para m una penosa carga, anso la muerte y detesto lavida.

    MEFISTFELESY sin embargo, la muerte nunca es un husped

    bienvenido del todo.

    FAUSTOOh! Feliz aquel a quien ella le cie las sienes con

    sangrientos lauros en medio del esplendor de la victoria!Dichoso aquel a quien sorprende en brazos de una jovendespus de vertiginosa y frentica danza! Ah! Si extasiadoante el poder del sublime Espritu, hubiese yo cado allexnime!

    MEFISTFELESY con todo, no falta quien aquella noche dej de beber

    cierto licor pardo.

    FAUSTOA lo que parece el fisgonear es tu afn.

    MEFISTFELESNo soy omnisciente, pero s muchas cosillas.

    FAUSTO

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    Si unos dulces acentos que me eran conocidos mearrancaron a la horrible confusin burlando el ltimo restode mis sentimientos infan-tiles con el recuerdo de un tiempofeliz, maldigo todo cuanto cerca el alma con el seuelo deseducciones y prestigios, y en este antro de dolor la retienefascinada mediante fuerzas que deslumbran y halagan.Maldito sea por adelantado el alto concepto de que se rodeaa s mis-mo el espritu! Maldito el engao de la aparienciaque acosa a nuestros sentidos! Maldito lo que en sueos seinsina hipcritamente en nosotros con ilusiones de gloria yfama imperecedera! Maldito lo que nos lisonjea comoposesin en forma de esposa e hijo, de sirviente y arado!Maldito sea Mammn, cuando con tesoros nos incita aarrojadas empresas, cuando para el placer ocioso nos aparejamullidos almohadones! Maldito sea el balsmico zumo de lauva! Malditos sean los favores supremos del amor! Malditasea la esperanza! Maldita sea la fe, y maldita, sobre todo, lapaciencia!

    CORO DE ESPRITUS(Invisibles). Ay! ay! Con diestra potente has destruido el

    mundo seductor; se derrumba, cae en ruina. Un semidis loha hecho trizas. Nosotros llevamos ms all los escombros ala Nada, y lloramos la belleza perdida. T, poderoso entre loshijos de la tierra, reconstryelo ms esplndido, cralo denuevo en tu pecho! Emprende una nueva carrera de vida conespritu sereno, y resuenen acto seguido nuevos cantos.

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    MEFISTFELESEstos son los pequeos entre los mos. Escucha como,

    con sensa-tez de viejo, aconsejan el placer y la actividad.Pretenden atraerte al vasto mundo, lejos de la soledad, dondese paralizan los sentidos y los humores. Cesa de jugar con tupesadumbre, que, cual buitre, devora tu existencia. La msruin compaa te har sentir que eres hombre entre loshombres. Con todo, no quiere esto decir que vayas aencajetarte con la chusma. No soy ninguno de los grandes,pero, a pesar de ello, si quieres junto conmigo emprender lamarcha a travs de la vida, quiero prestarme gustoso a sertuyo ahora mismo. Tu compaero soy, y si ests satisfecho demi, soy tu servidor, tu esclavo.

    FAUSTOY en retorno, qu debo hacer por ti?

    MEFISTFELESMucho tiempo an te queda para eso.

    FAUSTONo, no; el diablo es egosta, y no hace fcilmente por

    amor de Dios cosa alguna que sea de provecho para otro.Expresa claramente sus contradicciones. Un servidor tal traepeligro a la casa.

    MEFISTFELES

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    Oblgome a servirte aqu, a la menor indicacin tuya, sindarme paz ni reposo; cuando nos encontremos otra vez msall, t has de hacer otro tanto conmigo.

    FAUSTOPoco puede inquietarme el ms all. Convierte primero en

    ruinas este mundo, y venga despus el otro en buena hora.De esta tierra dimanan mis goces, y este sol alumbra mispesares. Si algn da consigo arrancarme de ellos, entoncesvenga lo que viniere; si en el mundo venidero tambin seama o se odia, y si igualmente hay en esas esferas un arriba yun abajo, no quiero, saber de ello nada ms.

    MEFISTFELESEn tal disposicin de nimo puedes arriesgar la cosa.

    Oblgate; estos das vers con placer: mis artificios. Doite loque todava no ha visto ningn mortal.

    FAUSTOQue puedes darme, pobre diablo? El espritu humano,

    en sus altas aspiraciones, ha sido acaso nunca comprendidopor tus semejantes? S, t tienes un manjar que no saca;tienes oro bermejo que, como el azogue, sin cesar se escurrede la mano; un juego en el cual nunca se gana; una joven que,reclinada sobre mi pecho, por medio de guios se entiendeya con el vecino; la gloria, bello placer de los dioses, que sedesvanece cual fugaz meteoro. Mustrame el fruto que se

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    pudre antes de cogerlo, y rboles que diariamente se cubrende nuevo verdor.

    MEFISTFELESNo me arredra un encargo tal. Esos tesoros que dices, yo

    te los puedo ofrecer. Mas, amigo querido, tambin se acercael tiempo en que podamos regaladamente comer en pazalguna cosa buena.

    FAUSTOSi jams me tiendo descansado sobre un lecho ocioso,

    perezca yo al instante; si jams con halagos puedesengaarme hasta el punto de estar yo satisfecho de mmismo; si logras seducirme a fuerza de goces, sea aqul param el ltimo da. Te propongo la apuesta.

    MEFISTFELESAceptada!

    FAUSTOChoquen nuestras manos! Si un da le digo al fugaz

    momento: Detente! eres tan bello!, puedes entoncescargarme de cadenas, entonces consentir gustoso en morir.Entonces puede doblar la fne-bre campana; entoncesquedas eximido de tu servicio; puede pararse el reloj, caer lamanecilla y finir el tiempo para mi.

    MEFISTFELES

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    Pinsalo bien; no lo echaremos en olvido.

    FAUSTOPleno derecho tienes para ello. No me obligu con

    temeraria pre-suncin. Tal como me hallo, esclavo soy. Quelo sea tuyo o de otro, qu me importa?

    MEFISTFELESHoy mismo, en el banquete doctoral llenar mis funcio-

    nes de ser-vidor. Una cosa no ms... Por razones de vida o demuerte, te pido un par de lneas.

    FAUSTOEso ms! Tambin me pides un escrito, pedante? No

    has conocido todava ningn hombre ni palabra de hombre?No basta que mi palabra hablada deba disponer de mis daspara siempre? El mundo se desencadena sin cesar en todassus corrientes, y a m ha de tenerme sujeto una promesa?Pero esta idea quimrica est arraigada en nuestro corazn;quin quiere de buena voluntad librarse de ella? Dichosoaquel que mantiene pura la fe en su pecho! Ningn sacrificiole pesar jams. Pero un pergamino, escrito y sellado, es unespantajo ante el cual todo el mundo se amedrenta. Lapalabra expira ya en la pluma; la cera y la piel tienen lasuprema autoridad. Qu quieres de m, espritu maligno?Bronce, mrmo1, pergamino, papel? Tengo que escribircon buril, cincel, pluma? Te dejo enteramente libre laeleccin.

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    MEFISTFELESCmo puedes extremar tu facundia con tal calor? Una

    pequea hoja cualquiera es buena para el caso. Firmars conuna gotita de tu sangre.

    FAUSTOSi eso te satisface plenamente, pase como chanza.

    MEFISTFELESEs la sangre un fluido muy singular.

    FAUSTONo haya miedo alguno de que rompa yo este pacto.

    Cabalmente lo que prometo es la tendencia de todas misenergas. Demasiado me envanec; no pertenezco ms que atu condicin. El grande Espritu me desde, y ante m secierra la Naturaleza. Roto est el hilo del pen-samiento; largotiempo ha que estoy hastiado de todo saber. Apa-guemos lasardientes pasiones en los abismos de la sensualidad. Bajoimpenetrables velos mgicos, aprstese al punto todamaravilla. Lanc-monos en el bullicio del tiempo, en eltorbellino de los aconteci-mientos. Alternen uno con otroentonces, como puedan, el dolor y el placer, la suerteprspera y la adversa. Slo por una incesante actividad escomo se manifiesta el hombre.

    MEFISTFELES

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    No se os fija medida ni trmino. Si os gusta golosinear entodas partes, coger alguna cosa fugitiva, buen provecho oshaga lo que os deleite. Pero echad la mano y no seis tmido.

    FAUSTOBien sabes t que no se trata de placer. Al vrtigo me

    abandono, al ms amargo de los goces, al odio amoroso, alenojo avivador. Mi corazn, curado ya del afn de saber, nodebe cerrarse de hoy ms a dolor alguno, y lo que estrepartido entre la humanidad entera quiero yo experimentarloen lo ntimo de mi ser; quiero abarcar con mi espri-tu lo msalto y lo ms bajo, acumular en mi pecho el bien y el mal deella, extendiendo as mi propio ser al suyo, y como ellamisma, estrellndome yo tambin al fin.

    MEFISTFELESOh! Creme a m, que hace muchos miles de aos que

    estoy mascando ese duro manjar; desde la cuna hasta elsepulcro, ningn hombre digiere la vieja levadura. Cree a unode nosotros: ese Todo no se ha hecho sino para un Dios; Elmora en un eterno esplendor; a nosotros nos ha puesto enlas tinieblas, y nicamente a vosotros convienen el da y lanoche.

    FAUSTOPero yo lo quiero!

    MEFISTFELES

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    Sea en buena hora! Sin embargo, una sola cosa temo; eltiempo es breve y el arte es largo. Pienso que haris bien endar odos a la razn. Asociaos a un poeta, dejad que elmaestro divague en sus pensamientos y amontone sobrevuestra respetable testa todas las nobles cualidades: al arrojodel len, la agilidad del ciervo, la sangre ardiente del italiano,la constancia del Norte. Dejadle que os halle el secreto deaunar la grandeza de nimo con la astucia, y de apasionaros,conforme a un plan, con fogosos mpetus juveniles. Hastatendra yo gusto en conocer a un tal seor; le apellidaraseor Microcosmo.

    FAUSTOQu soy, pues, si no es posible llegar a conseguir la

    corona de la humanidad, hacia la cual tienden con afn todosmis pensamientos?

    MEFISTFELEST eres, al fin y al cabo... lo que eres. Ponte pelucas de

    millones de bucles; calza tus pies con coturnos de una varade alto, y a pesar de todo, seguirs siendo siempre lo que eres.

    FAUSTOBien lo veo. En balde acumul sobre m todos los tesoros

    del espritu humano, y cuando al fin me siento paradescansar, ninguna nueva fuerza, a pesar de ello, nace en mipecho; no soy mas alto del grueso de un cabello, ni estoy mscerca de lo Infinito.

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    MEFISTFELESMi buen seor, vos veis las cosas exactamente como se

    ven de ordinario. Es preciso obrar con ms tino, antes quehuya de nosotros el placer de la vida. Qu diantre! Tuyosson, sin duda, manos y pies, cabeza y c...; pero todo aquellode que yo disfruto buenamente es menos mo por eso? Sipuedo pagar seis caballos, no son mas las fuerzas de ellos?Corro as velozmente y soy un hombre verdadero y cabal,como si tuviera veinticuatro piernas. nimo, pues! Djate decavilaciones, y lancmonos de rondn en el mundo. Yo te lodigo: el hombre que se devana los sesos, es como una bestiaa quien un mal espritu hace dar vueltas por un seco erial, portodas partes rodeado de lozanos y verdes pastos.

    FAUSTOCundo empezamos eso?

    MEFISTFELESPartimos al instante. Qu lugar de tortura es ese? Puede

    llamarse vivir el aburrirse uno mismo y aburrir a losmuchachos? Deja eso para el vecino maese Barrign. Porqu te afanas trillando la paja? Lo mejor que puedes saber note atreves a ensearlo a tus discpulos... Precisamente ahoraoigo uno en el corredor.

    FAUSTONo me es posible recibirle.

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    MEFISTFELESEl pobre chico est esperando largo rato ha, y no puede

    irse des-consolado. Ven, dame tu ropn y tu gorro. Taldisfraz debe sentarme a maravilla. (Se cambia de vestido). Ahoradeja eso para mi ingenio. No necesito ms que un brevecuarto de hora. Mientras tanto, preprate para el hermosoviaje.

    (Vase Fausto).

    MEFISTFELES(Vestido con el ropn de Fausto). Desdea la razn y el saber,

    supremas fuerzas del hombre; djate afirmar, por el espritude mentira, en las obras de ilusin y prestigio; de esta suerteya eres mo de manera incondicional... Dile el destino unespritu que, indmito, se lanza siempre adelante y, en suharto precipitado esfuerzo, salta por cima de los gocesterrenos. Yo le arrastrar por una vida desordenada, por latrivial frivolidad; es preciso que se me revuelva, se obstine yse prenda en la liga, e insaciable como es, ver suspendidosmanjares y bebidas ante sus vidos labios, sin que llegue atocarlos. En vano implorar consuelo para l, y aunque no sehubiese dado al diablo, habra de perderse sin remedio.

    Entra un ESTUDIANTE

    ESTUDIANTE

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    Muy poco tiempo hace que estoy aqu, y vengo sumisopara ha-blar y conocer a un hombre, a quien todos menombran con respeto.

    MEFISTFELESVuestra cortesa me halaga en extremo. Veis un hombre

    como tantos otros. Os habis dirigido ya a otras partes?

    ESTUDIANTERugoos que os interesis por m. Llego con la mejor vo-

    luntad, algn dinero y sangre joven. A duras penas consintimi madre en separarse de m. Bien quisiera yo aprender aqualgo bueno.

    MEFISTFELESEntonces os hallis cabalmente en el sitio debido.

    ESTUDIANTEFrancamente, quisiera volverme ya. Entre esas paredes, en

    esos recintos, no me hallo a gusto en manera alguna. Es unespacio harto reducido, no se descubre nada de verdor,ningn rbol, y en esas aulas, en esos bancos, se me van elodo, la vista y el pensamiento.

    MEFISTFELESEso no es sino cuestin de hbito. Tampoco, al principio,

    toma el nio de buen grado el pecho de su madre, pero bienpronto se alimenta con delicia. As tambin, junto a los

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    pechos de la sabidura, sentiris cada da acrecentarse vuestroafn.

    ESTUDIANTEA su cuello quiero colgarme con deleite, Mas decidme:

    cmo puedo conseguirlo?

    MEFISTFELESExplicaos antes que vayis ms lejos, Que facultad

    elegis7

    ESTUDIANTEQuisiera llegar a ser muy sabio, y me gustara comprender

    todo cuanto hay en la tierra y el cielo, la ciencia y lanaturaleza.

    MEFISTFELESEstis, pues, en el verdadero camino, pero no debis

    dejaros distraer.

    ESTUDIANTEConforme estoy en alma y cuerpo; pero sin duda no me

    vendra mal un poco de libertad y esparcimiento en lashermosas vacaciones de verano.

    MEFISTFELESAprovechad el tiempo; pasa tan pronto...! Pero el

    mtodo os ensear a ganarlo. Para ello, caro amigo, osaconsejo ante todo el Collegium logicum. All se adiestrar bien

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    vuestro espritu, aprisio-nado en borcegues espaoles, a finde que as, ms reflexivo, en ade-lante recorra con pasomesurado la va del pensamiento y no divague tal vez comoun fuego fatuo de aqu para all, a diestro y siniestro. Luegose os ensear durante muchos das que aquello que antessolais ejecutar de un solo golpe con toda libertad, como elcomer y el beber, es necesario hacerlo en uno, dos, trestiempos. No hay duda que con la elaboracin de las ideaspasa lo mismo que con una obra maestra de tejedor, en lacual una simple presin del pie pone en movimiento unmillar de hilos, las lanzaderas se disparan hacia aqu y haciaall, los hilos corren invisibles, y un golpe nico forma derepente mil trabazones. Viene el filsofo, y os demuestra queello debe ser de este modo: lo primero era as y lo segundoas, luego lo tercero y lo cuarto son as; y si lo primero y losegundo no existiesen, lo tercero y lo cuarto jams podranexistir. Los estudiantes de todas partes ponen esto sobre lasnubes, mas no han llegado a ser tejedores. El que quiere co-nocer y describir alguna cosa viviente, procura ante todosacar de ella el espritu; entonces tiene en su mano las partes,lo nico que falta ay! es el lazo espiritual que las une.Enqueiresin naturoe llama a eso la qumica, que, sin saberlo, seburla de s misma.

    ESTUDIANTENo puedo acabar de comprenderos.

    MEFISTFELES

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    Pronto lo entenderis mejor cuando aprendis a reducirloy clasificarlo todo de la manera debida.

    ESTUDIANTETan aturdido estoy con todo ello, como si dentro de la

    cabeza me diera vueltas una rueda de molino.

    MEFISTFELESEn seguida, antes que ninguna otra cosa, es menester que

    os apliquis a la Metafsica. En ella, ved de abarcar conespritu profundo lo que no se adapta al cerebro humano.Para aquello que entra en l o deja de entrar, tenis a vuestradisposicin un nombre rimbombante. Pero sobre todo, eneste medio ao observad bien el mejor mtodo. Cinco horasde leccin tenis cada da; estad dentro al toque de campana.Venid bien preparado de antemano y tened bien aprendidoslos pargrafos, a fin de que luego veis ms claro que elprofesor no dice sino lo que est en el libro. No obstante,aplicaos de veras a escribir, como si os dictara el EsprituSanto.

    ESTUDIANTEEso no tendris que decrmelo dos veces. Ya me figuro

    cun provechoso es, puesto que lo que se posee en negrosobre blanco, puede uno llevrselo confiado a su casa.

    MEFISTFELESPero elegid una facultad.

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    ESTUDIANTEA la jurisprudencia no puedo acomodarme.

    MEFISTFELESNo encuentro eso tan mal de parte vuestra. Bien s lo que

    pasa con esta ciencia. Leyes y derechos se transmiten de unmodo hereditario como una enfermedad perenne; vanarrastrndose de generacin en generacin y avanzanlentamente de un lugar a otro. La razn se convierte ensinrazn, el beneficio en ofensa. Desgraciado de ti que eresnieto! Del derecho que con nosotros naci, de l ay! nuncase dice una palabra.

    ESTUDIANTEMi aversin crece al oros, Oh! Dichoso aqul a quien

    vos adoctrinis! Ahora casi estoy por estudiar Teologa.

    MEIFISTFELESNo quisiera yo induciros en error. Tocante a esta ciencia,

    es muy difcil evitar el falso camino; hay en ella tanto venenoescondido, que apenas puede distinguirse del remedio.Tambin aqu lo mejor ser que no escuchis sino a un solomaestro y que juris por su palabra. En suma, ateneos a laspalabras. Entonces, por la segura puerta, entris en el templode la certeza.

    ESTUDIANTE

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    Pero la palabra debe entraar una idea...

    MEFISTFELESCabal! Pero no hay que apurarse mucho por eso, pues

    precisa-mente all donde faltan las ideas, se presenta unapalabra en punto y en sazn. Con palabras se puede discutira las mil maravillas, con palabras es posible erigir un sistema;en las palabras se puede creer a ciegas; de una palabra no sepuede quitar ni un tilde.

    ESTUDIANTEPerdonad si os detengo con tantas preguntas, pero no

    puedo menos de molestaros an. No podrais decirmetambin alguna pala-brita de