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1 FUNDAMENTACIÓN ANTROPOLÓGICA DE LOS VALORES EL AMOR ANTROPOCÉNTRICO Y TEOTRÓPICO FUNDA LA EDUCACIÓN EN VALORES TRIPLE CONSIDERACIÓN PREVIA *El hombre ser”en” realidad y desde la realidad radical de la “vida humana” *Antropocentrismo-teotrópico *Matizando el sentido de los valores. I.- HACIA LA “IDEA DE HOMBRE”: 1.1.- Lo razonable de una fenomenología ántropo-teotrópica: -Admiración,- Apertura, -Inquietud, -Drama, -Teleología y teotropismo. 1.2.- Triple dimensionalidad comunitaria(social): - Profundidad, - Densidad, - Aperturidad. II.- EL “IDEAL DEL HOMBRE” DESDE EL CONSTITUYENTE DEL AMOR 2.1.- Desde la dignidad del hombre a su dignificación como persona, o el ”ideal del hombre” 2.2.- El amor constituyente de todo ideal y fundamento de todo valor(virtud) 2.3.- El amor preferente es quien siempre decide: 2.4.- Resaltemos tres características principales del amor. III.- JERARQUZACIÓN DE LOS VALORES. 3.1.- Diferencia funcional entre los término s”ideal” y “valor” 3.2.- Diferenciación entre valores antropológicos, culturales y educativos. 3.3.- Valores antropológicos, culturales y educativos. IV.- CONCLUSIÓN: EDUCAR EN VALORES PASA POR AMAR IDEALES: Educar en valores es amar ideales.

Fundamentación antropológica de los valores

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    FUNDAMENTACIN ANTROPOLGICA DE LOS VALORES

    EL AMOR ANTROPOCNTRICO Y TEOTRPICO FUNDA LA EDUCACIN EN VALORES

    TRIPLE CONSIDERACIN PREVIA

    *El hombre seren realidad y desde la realidad radical de la vida humana *Antropocentrismo-teotrpico

    *Matizando el sentido de los valores.

    I.- HACIA LA IDEA DE HOMBRE: 1.1.- Lo razonable de una fenomenologa ntropo-teotrpica:

    -Admiracin,- Apertura, -Inquietud, -Drama, -Teleologa y teotropismo.

    1.2.- Triple dimensionalidad comunitaria(social):

    - Profundidad, - Densidad, - Aperturidad.

    II.- EL IDEAL DEL HOMBRE DESDE EL CONSTITUYENTE DEL AMOR 2.1.- Desde la dignidad del hombre a su dignificacin como persona, o el ideal del hombre 2.2.- El amor constituyente de todo ideal y fundamento de todo valor(virtud)

    2.3.- El amor preferente es quien siempre decide:

    2.4.- Resaltemos tres caractersticas principales del amor.

    III.- JERARQUZACIN DE LOS VALORES.

    3.1.- Diferencia funcional entre los trmino sideal y valor 3.2.- Diferenciacin entre valores antropolgicos, culturales y educativos.

    3.3.- Valores antropolgicos, culturales y educativos.

    IV.- CONCLUSIN:

    EDUCAR EN VALORES PASA POR AMAR IDEALES: Educar en valores es amar

    ideales.

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    FUNDAMENTACIN ANTROPOLGICA DE LOS VALORES

    EL AMOR ANTROPOCNTRICO Y TEOTRPICO FUNDA LA EDUCACIN EN

    VALORES

    Tarsicio Jez B.1

    TRIPLE CONSIDERACIN PREVIA

    Fundamentar los valores en una antropologa filosfica impone hacer, con

    carcter previo, un triple considerando: idea de hombre como ser en realidad, ideal

    antropocntrico-teotrpico y sentido real de los valores. Ello permitir centrar nuestra atencin,

    sobre la dignidad de la persona, su condicin antropo-teotrpica, su dimensionalidad, y sus

    ideales o modelos educativos, poniendo el amor como constituyente de todo ideal y fundamento

    de todo valor.

    El hombre ser en realidad y desde la realidad radical de lavida humana.

    El hombre pensador y reflexivo, siempre ha intentado partir de la realidad y atenerse a la

    realidad. Pero es slo en la actualidad, cuando la mirada del hombre tomando conciencia de que

    la vida humana es la realidad radical en su constante darse de s, de su ser-siendo, se

    constituye en centro de sus preocupaciones existenciales, as como del conocimiento de su

    entorno. Incluso el llamado de ir a las cosas mismas hecho proclama solemne en la voz de

    E.Husserl, se entiende mejor cumpliendo esta exigencia. Si tuviramos que salir de nosotros

    mismos para ir a la realidad dice Zubiri- nunca llegaramos a ella. El hombre no est dentro y

    la realidad fuera2. No. El hombre no tiene que ir a las cosas, y mucho menos ir a la realidad.

    Sencillamente ya est en ella, o mejor, es ella misma en su radicalidad.

    * Antropocentrismo-teotrpico: -dinamismo radical-

    Y desde esa su realidad, por su constante dar de s(dinamismo radical) es que la

    persona se realiza trascendindose allende s misma. Desde este dinamismo radical de la vida

    humana superamos por igual tanto los dualismos clsico y de la modernidad(cartesiano),como

    los monismos radicales, materialista y espiritualista. Y el mentalismo, que podra ser la tercera

    1 Profesor de la UCAB

    2 X.Zubiri (63): Naturaleza, Historia y Dios, 365ss. Editora Nacional. Madrid.

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    y moderna opcin, si no se negara a admitir un agente de dichos actos mentales(Pedro Lan

    Entralgo).

    Muchos, tal vez, estarn tentados a negar la propuesta teotrpica. Pero, mejor

    escuchemos, por un momento, cmo habla el avance moderno de la neuro- fisiologa, expresado

    por E.G. DAquilli:La actividad psquica del cerebro puede ser metdicamente ordenada segn

    los seisoperadores neurales: el holstico, el causal, el abstractivo, el binario, el formal-

    cuantitativo y el valorativo-afectivo. Sean analticos o sintticos -concluye DAquilli- los

    operadores neurales apuntan hacia lo que no puede ser dicho ni pensado. Por obra de nuestro

    cerebro y lo que en l se realiza neurobiolgicamente, entendido como un todo, los hombres

    vivimos a la vez en la realidad y, como aspiracin ms all del lmite de nuestras posibilidades

    naturales en la inteleccin de lo real3. Vemos cierta coincidencia con lomsticodel segundo

    Ludwig Wittgenstein,y con lo teologal(religado)de X.Zubiri.

    * Matizando el sentido de los valores este es el tercer punto previo-

    nicamente desde el hombre como centro de referencia, se descubre el sentido

    dinmico de los valores, como realidades ralacionales, de otro modo habra que admitir los

    valores en tanto realidades disjuntas y estticas. La realidad y con mayor razn la realidad

    radical que es la vida humana, es relacin funcional siendo; nunca dilema substancialista

    sujeto-objeto, pues sujeto-objeto lo son slo en un mbito relacional. Las cosas, sin desatender

    su estructura ntica, se definen por su relacin especfica al hombre. Lo racional tiene sentido

    constitutivo, en tanto existe lo razonable y a la inversa.

    Por este camino, llegamos al qu de los valores en una antropologa filosfica, ms

    tarde hablaremos en orden a qu, o conforme a qu educar. Y entonces hablaremos

    tambin, de modelos(lderes).

    3 E.G. DAquilli(78): The neurobiological bases of myth and concepts of Deity, cit. Lan Entralgo

    (99): Qu es el hombre.Evolucin y sentido de la vida, 201. Ed. Nobel. Oviedo.

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    I.- HACIA LA IDEA DE HOMBRE

    1.1.- Lo razonable de una fenomenologa ntropo-teotrpica

    Un somero anlisis de los fenmenos existenciales del hombre nos muestra una

    especificidad propia, expresin de esa condicin ntropo-teotrpica (religada). Tenemos

    algunos indicadores antropolgicos,-enumeramos slo cuatro- tales como:

    - Admiracin ante la inagotable fuente inconsciente(misterio) de la con-ciencia. El

    hombre es un quin, no un qu. Pero quin es? Es develacin y oculamiento, mirada hacia

    atrs y hacia adelante.La mente perspicaz de Agustn confesaba:Neque ego ipse capio totum

    quod sum.Me causan admiracin las profundidades secretas de mi memoria.

    - Apertura sin lmite desde el mbito trascendente de mi interioridad a la superioridad

    ntima de m-sobre m y hacia la exterioridad desde m, ms all de m. Apertura o proyeccin a

    la exterioridad como exigencia de la misma interio-ridad(sin lo cual carecera de sentido la

    interioridad como centro de relacin): ad alterum et ad aliud, crendose la fraternidad,

    comunidad, el trabajoy conse-cuentemente, la sociabilidad, la solidaridad, la justicia social,

    el derechoDice K.Jaspers: Tenemos conciencia de nuestra finitud, pero no la aceptamos como

    terminada, sino que la queremos abierta, e indefinida.

    - Inquietud, deseo y bsqueda inevitables de paz-felicidad, de plenitud y de perfeccin,

    traducido en anhelo incontenible por el saber(conocer) la verdad, por el querer el bien y por el

    amar(gozar) la belleza(hermosura), i.e., por los ideales y valores. Huda de la falsedad (mentira,

    dolo), del mal(del dolor, de la muerte), de la fealdad(deformidad, desorden, pecado), de los

    (contra-valores(disvalores) y de las ideologizaciones..

    -Drama existencial o dialctica de los dos amores:amor Dei et amor sui. El anlisis

    antropolgico fundamental apunta a que la escisin existente en la entraa misma del hombre

    forma parte de su estructura y de su dinmica existenciales4. El amor rasg el corazn en dos,

    creando la lucha agnica en su interior. Agustn en sus Confesiones expresa el drama de modo

    insuperable, dice Julin Maras:Et inhorresco et inardesco; inhorresco, in quantum dissimislis

    ei sum; inardesco in quantum similis ei sum5.El tiempo que es creador de proyectos tambin es

    4 Octavi Fullat(00): Filosofa de la educacin, 112. Sntesis-Educacin.Madrid.

    5 cf. Julin Maras(99): La perspectiva cristiana, 64-65. Alianza Editorial. Madrid.

    cf.Conf.11,9,11.

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    su destructor (depredador)6. El hombre fue creado uno, pero no solo. No hay animal alguno

    tan discordioso por vicio y tan sociable por naturaleza como el hombre7. I. Kant nos hablara de

    lainsociable sociabilidad del hombre8. Lo trascendente humano aparece como inseguridad,

    trance, aventura, arrisco (riesgo)9. La vida humana es un drama constante; las pedagogas que

    piensan haberlo resuelto deshumanizan la propia vida.

    Estos cuatro indicadores, nos llevan a la sustentacin digna de una antropo-loga

    teotrpica.

    -Teleologa filosfica y teotropismo personal:El hombre ha sido creado a imagen y

    semejanza de Dios y su finalidad ltima como ideal y como perfeccin dice Zubiri- es tender

    a su deiformidad. Siempre se educa para algo como meta lejana10. La teleologa como saber

    filosfico reflexiona tambin sobre qu valores se van legitimando en orden a la finalidad del

    proceso. Max Scheler:Todo hombre es un buscador de Dios;la bsqueda de Dios pertenece al

    ser del hombre11.Dice Edit Stein:Una antropologa que no tenga en cuenta la relacin del

    hombre con Dios, no sera completa, ni podra servir de base para una pedagoga12.

    La referencia a Dios, ha sido el medio ms amplio y poderoso para salvaguardar la

    visin personal del hombre. Y, a la inversa, su debilitacin o anulacin ha sido y est siendo el

    ms poderosos factor de despersonalizacin, de rebajamiento del grado de esa insegura realidad

    que es la persona humana13

    1.2.- Triple dimensionalidad comunitaria(social)

    Planteada as la base radical de la idea de hombre, necesitamos hacer ahora una breve

    analtica de la triple dimensionalidad-relacional con que se nos revela en su profundidad, en su

    densidad y en su aperturidad hacia la trascen-dencia:

    a.- En su profundidad, como inagotable e insondable inconsciencia para la siempre

    actualizada conciencia del yo-personal cuya identidad(aperturidad a parte ante), se pierde en un

    6 Octavi Fullat : o.c., 118. Ib.100ss.

    7 S.Agustn: CD. 12,27,1.

    8 I.Kant: Idea de una historia universal bajo el punto de vista cosmopolita, 4 principio.

    9 Octavi Fullat: o.c., 117.

    10 Ib., 67-9

    11 Edith Stein: La estructura de la persona humana, 55-56. ID.:Una mujer ante la verdad, 154-55.

    12 ID.: O.C.,T.IV, 588. 13

    Julin Maras(96): Persona, 164. Alianza Editorial. Madrid.

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    fondo de misterio. Agustn nos habla del abismo de la conciencia humana14. Oigamos a

    Viktor E. Frankl:La persona profunda, y en concreto la persona profunda espiritual, es

    forzosamente inconscientelo espiritual es necesario por ser inconsciente. Pero el espritu no

    slo es inconsciente en lo primero, sino tambin en lo ltimo; no slo es inconsciente en lo ms

    profundo, sino tambin en lo ms alto15. Ha dicho Gabriel Marcel:Lo ms profundo que hay

    en m no procede de m.

    b.- En su densidad, como inquietud(insafisfaccin) y presencialidad tenso-riales que

    hacen patente el sentido existencial del ser preguntn que es el hombre. Esta densidad de

    inquietud se refleja en sus potencialidades o facultades, en la bsqueda de la Verdad y de lo

    verdadero, de la Bondad y de lo bueno, y de la Belleza(hermosura) y de lo bello(hermoso):

    * entendimiento: saber(conocer)-filosofar, investigar, referido a la Verdad(lo verdadero).

    * voluntad:querer-optar(libertad-responsabilidad), referida a la Bondad(lo bueno)

    * afectividad:amar( vida, integridad,felicidad-gozo de...)referida a la Belleza (lo bello,

    valioso).

    El entendimiento(entender) funda y reclama lo verdadero y lo verdadero el

    entendimiento (entender).La voluntad(deber) funda y reclama lo bueno y lo bueno la voluntad

    (deber).La afectividad(valer) funda y reclama lo hermoso(lo bello, el valor, el amor). En la

    medida que son perfectas, son iguales16. La realidad (verdadera, buena, bella-valiosa), por su

    parte, est constituida por propiedades que ofrecen posibilidades en tanto apropiables a fin de

    que sean apropiadas, i.e., hechas propias por el hombre. Y, tambin los seres, en la medida que

    son perfectos son iguales, lo verdadero, lo bueno y lo bello17.

    c.- En su aperturidad como trascendentalidad personal que persigue su dignificacin-

    realizacin-felicidad, meta siempre avistada y nunca del todo alcan-zada pero que se hace con

    cada avance ms cercana. De otra suerte cmo entender el perseguir siempre nuevas etapas, a

    sabiendas de nunca poner lmites? Siempre hay un risco ms all, segn reza el himno de esta

    casa de estudios. Somos seres trascendentes desde la inmanencia.Seor, no sera, ciertamente,

    no sera, si no fuese(estuviese) en Ti, pero, y cmo clamara a Ti, si no fueses en m?18.

    14 Conf. 10,2,2. 15

    Viktor E.Frankl(84):La presencia ignorada de Dios.Psicoterapia y religin,30s.Herder.Barcelona. 16 S.Agustn: De Trin. 9,4,4. 17 ID.:De Trin. 8,1,2:En la esencia de la verdad, el ser y ser verdadero se identifican... 18 ID.:Conf. 1,2,2:Non ergo essem, Deus meus, non omnino essem, nisi esses in me. An potius non essem nisi essem in te? Etiam sic, Domine, etiam sic.

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    Esta triple dimensionalidad hay que entenderla relativa a la persona que en cuanto tal

    persona es siempre relacin interpersonal, la cual tiene lugar en el encuentro con el otro(con el

    t) creando la comunidad(convivencialidad), que por definicin es comunidad de personas y

    entre personas. Pues, la naturaleza de dicho encuentro apunta hacia un trmino de relacin

    que le sea equivalente. Profundidad, densidad(plenitud) y aperturidad no son inteligibles sin

    integrarlos constitutivamente en el t y en los ts(T). Este hombre comunitario solamente

    alcanza su felicidad, su ideal, su dignificacin, su valor absoluto navegando, sin restriccin

    alguna hacia un horizonte de inmensidad. Y porque, finalmente, as entendido este

    encuentro(proyeccin) equidista por igual del individualismo (yosmo, egocentrismo claustro en

    s mismo) y del colectivismo (socialismo sin rostro humano, sociedad annima), evitando la

    prdida de todo contenido humanista(personal), por un lado, y marcando, por el otro, pistas de

    realizacin dignificante.

    II.- EL IDEAL DEL HOMBRE DESDE EL CONSTITUYENTE DEL AMOR

    2.1.- Desde la dignidad humana a su dignificacin como persona, o el ideal

    del hombre.

    La personalidad de cada cual debe integrarse a la triple dimensionalidad (de la cual

    dejamos constancia arriba) en aras de su felicidad como ideal o finalidad ltima (a veces

    llamamos valor ltimo o supremo). El valor existe tambin en las cosas, pero en tanto relativo al

    ideal del hombre; y el ideal existe en las personas como plenitud de s mismas.Los valores, las

    virtudes las amamos porque nos conducen a la bienandanza, pero de no amar la felicidad, como

    ideal, dejaramos de amar las virtudes, pues amamos stas en orden al ideal de la felicidad19.

    El Ideal de vida como meta de la existencia y como impulso o fuerza motriz del obrar

    conferir una figura de posibilidades determinada20. El hombre en el constante darse de s

    como capacidad de estar en realidad, debe apropiarse posibilidades que le vienen dadas por el

    entorno. Cada realidad es una invitacin a crear desde y con ella cierto tipo de relaciones. La

    actividad humana es apelacin-respuesta, no accin-reaccin, como sucede con el animal21.

    La realidad se le presenta al hombre como dialgica e impelente, no coactiva, ni impositiva. Le

    19 S. Agustn: De Trin. 13,8,11. 20

    Alfonso Lpez Quints(93): La cultura y el sentido de la vida,153. PPC. Madrid. 21

    Ib.,130. ID(89): El conocimiento de los valores, 43ss. Verbo Divino.Estella(Navarra).

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    ofrece posibilidades de accin participativa constituyndose en campo de libre juego22. Y como

    en todo juego desaparecen los dilemas aqu-all, motuyo, dentro-fuera, interior-

    exterior(que implica realidades separadas) para conver-tirse en contrastes funcionales que

    se implican y complementan. El dilema obliga a escoger entre dos opciones, nunca las dos. Pero

    al no existir dilema, sino trminos distintos a contrastar, es necesaria la escogencia de los dos,

    de lo contrario no hay juego. Entre el sujeto y el objeto no media una distancia de alejamiento,

    sino de perspectiva, modo de enfrentamiento colaborador que mediaciona, no mediatiza. Y

    es, precisamente, el dinamismo creador del sujeto, como en todo juego, quien convierte lo

    mediatizador, en mediacional23.

    El impulso de la vida que viene de dentro, en relacin con lo apetecible procedente de

    fuera, alumbra el encuentro, como en un campo de juego, donde lo apetecible se haga

    apatecido, rubricando el compromiso del hombre con lo real. Teniendo presente, sin embargo,

    que es la persona, quien decide el encuentro y quien escoge el juego y tambin el momento de

    juego.

    2.2.-El amor constituyente de todo ideal y fundamento de todo valor (virtud):

    El amor(emocin) es la forma radical de realidad. Dice Humberto Maturana que

    el hombre viene evolutivamente definido como homo sapiens-amans24. El hombre es

    tendencialidad.

    La vida humana no es cosa, sino acontecimiento, drama proyectivo, innovacin e

    irreductible a cosa. La persona no viene definida con propiedad como sustancia, son necesarias

    otras categoras que las de sustancia para compren-derla25

    . Pero tampoco mero sujeto, como

    pretendieron los idealismos, es relacin. Las personas en Dios son relaciones, y el hombre fue

    hecho por amor a imagen de la trinidad de personas, de ah que sea amor relacional. Dios es

    22

    Ib. ib. 23 Ib., 46. 24 Humberto Maturana(97): La objetividad.Un argumento para obligar,132ss. Domen Ediciones.

    Santiago de Chile.cf. ID.(97): La realidad:objetiva o construida?. I.-Fundamnetos biol- gicos de la realidad. II.-Fundamentos biolgicos del conocimiento. Anthropos.Iteso.Barcelona. 25

    Julin Maras(99): La perspectiva cristiana,97-99.

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    amor. El amor define la persona. Mi amor es mi peso, deca Agustn26. Y Sto.Toms: amor

    est nomen personae27, aunque es referido a la persona del Espritu Santo.Soy lo que amo.

    El amor es el constituyente de todo ideal y principio y fundamento, el medio y el fin de

    todas las virtudes y por ende, de todos los valores, sean estos antropolgicos, sociales,

    culturalesEl amor, dice Edith Stein, siguiendo a S.Agustn, es la raz de toda virtud 28. Sin

    amor no hay justicia, ni virtud alguna y toda virtud es orden en el amor29, c omo todo vicio es

    desorden en el amor.

    Las virtudes cardinales, sociales estn apoyadas en valores antropolgicos, por lo que se

    llaman cardinales(quicio).Es propio de la templanza la preservacin de toda corrupcin e

    impureza del amor; de la fortaleza el vencimiento del amor de todas las incomodidades; de la

    justicia, el renunciamiento del amor a todo vasallaje; y finalmente, de la prudencia, el estar

    atento para discernir las cosas y no dejarse inficionar subrepticiamente de la mentira y el

    dolo30. He aqu la perfecta justicia: amar ms lo que vale ms, amar menos lo que vale

    menos31. La norma que mejor puede guiar el comportamiento de los hombres es el amor32. El

    ideal del amor es amar el ideal.

    2.3.- El amor preferente es quien siempre decide:

    Elegir es preferir una posibilidad entre muchas, implicada por una conciencia

    sentiente(inteligente), y llevada por una tendencia o ferencia(volente). La voluntad del hombre

    es tendente(al bien), lo mismo que su inteligencia es sentiente(a lo verdadero) y su afectividad

    es apetente(a lo bello). Las distintas posibilidades de eleccin, llevarn a configurar la

    correspondiente personalidad del hombre.

    26

    Conf.13,9,10. 27

    Sto.Toms:S.Th. 1 p. q.37,a.1. 28 Edith Stein :O.C., T.IV, 431.Ed.Monte Carmelo. Burgos.ID.(96): Ser finito y ser eterno.Ensayo

    de una ascensin al sentido del ser, 467-70. FCE.Mxico.El amor fundamenta la triple activi- dad espiritual: memoria, entendimiento y voluntad, donde el espritu finito alcanza su pleni- tud de vida ms elevada .Ser finito y ser eterno. Ensayo de una ascensin al sentido del ser, 467-70. FCE.Mxico. 29 S.Agustn: De S.D. in Monte,1,5,13. 30

    ID.::De mor. Eccl. 1, 25,46. De Mus. 6,15,50. cf. Ib. 6, 16, 51-55. 31

    VR.48,93. DC.:Vive justa y sanamente el que estime en su valor todas las cosas.ste sera el que tenga el amor ordenado, de suerte que ni ame lo que no deba amarse,ni deje de amar lo que debe ser amado, ni ame ms lo que se debe amar menos, ni ame con igualdad lo que exige

    ms o menos amor, ni ame, por fin, menos o ms lo que por igual debe amarse. 32

    cf.H. Bouch Peris et Al.(02):Antropologa de la educacin, 15-20. Sntesis Educacion.Maddrid.

  • 10

    Y nos podemos preguntar:Por qu unas posibilidades tienen ms capacidad que otras

    para suscitar la eleccin del hombre? Porque son preferibles. Y por qu son preferibles?

    Porque se muestran ms acordes con el cuadro de coordenadas que rige la vida propia. Este

    cuadro viene, a su vez, condicionado por la figura que yo quiero conferir a mi personalidad. Y,

    sta, as mismo viene condicionada porque en mi querer concreto, la prefiero a otras posibles

    opciones. Todo es cuestin de amor preferencial. Por eso es fundamental que el educador

    muestre, invite, motive, incentive, e, inclusive, provoque hasta hacer brotar en el interior del

    alumno (discpulo) la propia preferencia.

    El mdulo que ha de regir los actos de eleccin no viene dado por el sentimiento de lo

    agradable, por la conciencia del deber, por el prestigio que una determinada sociedad considera

    como normal. Por encima de lo agradable-sentimental, est en el hombre, la necesidad de dar

    una orientacin ajustada a su vida, y no por las impresiones del momento. Tampoco se debe

    realizar algo porque constituye un deber, o por la mera conciencia psicolgica del deber. Por

    encima de esa conciencia existe la conciencia antropolgica de la obligacin en cuanto

    plasmacin ideal de trascendencia. Habr que acudir entonces a los parmetros de la

    antropologa: entender, querer y amar en correlacin con sus respectivos referentes: verdad,

    bondad y beldad.

    Por eso, en lo que ms directamente nos incumbe aqu, como es lo relativo al deber y al

    valor morales, propios de la tica como disciplina filosfica, depende del ideal antropolgico,

    base de los valores educativos.Lo que un objeto vale lo vale en razn de lo que es y en relacin

    para lo que es. La jerarqua de valores es una jerarqua de seres. La teora del valor, forma parte

    de la teora general del ser u ontologa. Por tanto de la teora del valor se siguen las normas

    para la conducta prctica33. Por otra parte, no se puede hablar de deber moral sin presuponer

    la libertad-responsabilidad constitutivas de lo humano, para que tenga sentido aceptar tal

    deber. El hombre accede al deber por una apelacin interior de la conciencia a hacer o a omitir

    algo34.

    La realidad valiosa es aquella que, a la luz de una determinada orientacin existencial,

    se le presenta al hombre como preferible a otra35. Pero nos seguimos preguntando, ese

    preferir no es lo deseable, agradable, en una circunstancia y momento particular conforme al

    33

    Edith Stein:Estructura de la persona humana, 44. 34

    Ib., 165.

    35

    Alfonzo Lpez Quints:o.c.,129. Ib. 134.

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    ideal de vida, para elegirlo a l y no a otro?36. Dice Edith Stein: El hombre opta libremente

    pero tambin condicionado por las circunstancias externas de cada momento. Y como defiende

    Viktor E.Fankl, la eleccin siempre es responsabilidad ad personam y tambin ad

    situationem37.

    Nos adherimos a la ya conocida visin agustiniana, centrada en el amor, por ser la ms

    entraablemente cristiana y antropolgica. Toda virtud, o valor es una forma de amor, donde en

    ltima instancia, est radicado el deber. El amor,un cierto apetito(voluptas) del corazn, una

    inclinacin, movimiento o tendencia(no sentimiento) atrado por el poder de la realidad. El

    amor es la fuerza del alma y de la vida38, el dinamismo de la voluntad que se concreta por medio

    del objeto amado. Lo que no se ama por s mismo no se ama. Amar no es otra cosa que

    apetecer algo por s mismo39. Slo se ama lo que deleita40.

    Lo importante es tomar conciencia que no educamos en propiedad, sino por

    presentacin-propuesta, motivacin, incentivacin de modelos personales(reales o mticos)

    como ideales que iluminan el propio caminar41. La moral abierta, la educacin en valores, como

    la personalidad es suscitada por realizaciones ejemplares de la existencia humana, donde la

    libertad y el amor fundan realidades nuevas, se convierten en llamada, ponen en movimiento la

    inclinacin nsita en el hombre a la verdad, al bien y la belleza. Tenemos una inclinacin

    natural a los modelos. Dice Henri Bergson, por qu tienen imitadores lo santos y por qu los

    grandes hombres de bien arrastran tras de s a las multitudes? No imponen nada, su existencia

    es una exhortacin constante que incentiva y cautiva42. Una escuela tiene que tener ideas,

    ideales e idearios. Las ideas dicen lo que las cosas son; los ideales, lo que los hombres se

    proponen llegar a ser, a la vez que los medios concretos para conseguirlo; los idearios dicen lo

    que las instituciones intentan realizar, articulando fines y medios, y confiriendo a unos

    36

    Ib.,134 aqu parece afirmar que nuestra eleccin, no se decanta por lo agradable, sino por una orientacin ajustada a su vida, como si no hubieran de darse las dos: condiciones: agradable

    y orientacin ajustada. Parece ms propio lo dicho en la ps. 137, 139ss. 37

    Viktor E.Frankl(84):La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religin,31. Herder.Barcelona. 38

    S. Agustn: C.Faust.manich. 5,11. 39

    ID.: Sol.1,13,22. De div.q.83, q. 35,1:Nihil enim aliud est amare, quam propter se ipsam rem aliquam appetere. 40 ID.: S. 159,3. 41

    Olegario Gonzlez de Cardenal (03): Educacin y educadores .El primer problema moral de Europa, 297ss. PPC. Madrid. 42

    H.Bergson(62): Les deux sources de la morale et de la religion, 29-30. Paris. PUF.cf. J.Gom

    Lanzon(03): Imitacin y experiencia,212-222. Valencia.

  • 12

    determinados fines la condicin de gua, norte y criterio, a la luz de los cuales se ordenan

    los dems43.

    El amor en el camino hacia el ideal viene acopaado por tres damas de honor: la

    responsabilidad, la magnanimidad, y la fidelidad44. Y el proceso educa-tivo ha de hacerse

    acompaar de un triple orden:

    Se educa en orden a un ideal, a un proyecto de vida, descubriendo valores y siguiendo

    modelos, porque se educa para tener discpulos, no para tener alumnos. La educacin en

    ideologas es la mayor perversin de la educacin en ideales, pues mientras stos dignifican-

    plenifican la personalidad y la comunidad, aqullas desenvocan siempre en pensamiento nico,

    impositivo, utpico; en fundamentalis-mos, exclusivismos, creando gregarismos, esclavos.

    Entre ideologas e ideales (idealidades), existe la misma diferencia que entre sofistas(falsos

    hroes, lderes) y filsofos (verdaderos idealistas, de docta ignorantia)45. Las ideologas son

    idolatras, satrapas donde las ideas vienen convertidas en estatuas. Los ideales se cultivan y

    hacen amables proponiendo a los alumnos(discpulos) los grandes ejemplares de humanidad, la

    dignidad(honor), el herosmo, la virtud(humildad-verdad), el servicio y la creatividad. El

    problema tanto de la verdad como de la libertad(escogencia de modelos) termina remitindonos

    a fines e ideales, i.e., a las propuestas de perfeccin, de felicidad y dignificacin personal46. El

    ideal para no convertirse en ideologa ha de encarnarse en personas histricas y reales. El ideal

    es una persona.

    Se educa en orden a la verdad: hasta hacer de la verdad vida y de la vida verdad, deca

    Miguel de Unamuno. Buscar la verdad en la vida y buscar la vida en la verdad, bsqueda que

    es un proceso, nunca un trminoad quem definido, y menos, definitivo47. Ni la una, ni la otra

    caben en un idealismo(ideologismo) o formulacin clausa. Se educa desde la dignidad y para la

    43

    Olegario Gonzlez de Cardenal: o.c.,299. 44

    Ib., 301. 45

    El sosfista como el idelogo busca su provecho, busca brillar ante los dems, somete, impone. El filsofo, por el contrario, a ejemplo de Scrates, busca la verdad, no a s mismo, cultiva el espritu crtico abierto, despierta la libertad y responsabilidad personales. Al filsofo, como al maestro lo buscan los discpulos porque lo ven orlado de dignidad, ofertan proyectos, marcan pautas y caminan siempre delante(cf. Leon Robin(56): El pensamiento griego y los

    orgenes del espritu cientfico, 133. UTEHA. Mxico). 46

    Olegario Gonzlez de Cardenal: l.c. Ib.,292.

    47

    Miguel de Unamuno(66). O.C. III,266. Escelicer. Madrid.

  • 13

    dignificacin personal. Dice J. Jimnez Lozano:Toda educacin que no es socrtica o en

    busca de la verdad, es adoctrinamiento y ahormamiento a un rebao. Se deca:Hay que

    estudiar para ser alguien til a la sociedad. Por eso se iba a la escuela y el Estado tena abiertas

    escuelas gratuitas; para hacerse con gentes tiles y mandiles. Pero de vez en cuando haba algn

    maestro socrtico que aseguraba:Hay que estudiar para saber y hacerse un hombre, para la

    verdad del hombre, para el hombre ansioso de verdad. Educar es consagrarse a la verdad-

    fidelidad(emeth). La verdad es una persona.

    Se educa en orden a modelos. La verdad y el ideal, en el mejor mtodo educativo, se nos

    brinda a travs de modelos, quiz por aquello de que en lo concreto anida lo universal o

    ideal(lo universal concreto). As, desde siempre se nos proponen como ejemplo de vida a

    Scrates, Pasteur, M.Gandhi, Martin Luter King, el obispo mrtir Romero, Teresa de

    Calcuta, Jess de Nazareth, pongamos por caso, modelos de hombres, no tanto de ciudadanos

    tiles. Todava en nuestras escuelas refiere Olegario Gonzlez de Cardenal- contaban mucho

    los exempla, las vidas ejemplares, la lectura de los diversos libros De viris illustribus. Resultaba

    muy apasionante saber que haban existido gentes as. Te maravillaba48.

    Unido al respeto a la vida personal, va la defensa de la perfeccin y la bsqueda de la

    excelencia, la admiracin por el prjimo que ha logrado conquistar una cima, realizar un

    proyecto, ganar un premio, realizar una ilusin49. Exempla trahunt. El modelo es una

    persona.

    Pero debemos hacer una acotacin. Los ejemplos histricos de personajes hay que

    descifrarlos, porque no importa tanto el sacrificio o herosmo afrontado, cuanto el sentido o

    motivacin, la causa formal y ejemplar(final). Agustn nos dir que al martir, al hroe, al lider

    no lo define el sacrificio, el dolor sufrido, cuanto la causa por la cual se sacrifica. Por eso es

    fundamental que la persona propuesta como ejemplo, modelo o lder existencial, se haga

    acompaar de su narrativa histrica(la biografa, como la historia se narra) y sea iluminado con

    parbolas (paradigmas), que cual expresiones ideales, nos van descubriendo y ofertando, dentro

    de su carcter parentico, las condiciones que adornan aquel modelo y las exigencias de su

    seguimiento. Consultemos, sino el Evangelio, sembrado de parbolas por doquier.

    48

    J.Jimnez Lozano-G.Galparsoro(98): Una estancia holandesa. Conversacin, 98-99. nthropos. Barcelona. cf.Olegario Gonzlez de Cardenal, 292-93. 49

    Olegario Gonzlez de Cardenal: o.c.,295.

  • 14

    Un defecto grave en materia educativa es brindarse el educador como modelo, como

    ejemplo de sacrificio, supliendo, e incluso, fomentando comodidades en el discpulo(alumno).

    No se comport as el Maestro de Nazareth: Si alguien quiere seguirme y no se niega a s

    mismo y no carga con su propia cruz cada da, y me sigue, no puede ser discpulo

    mo(Lc.14,26-27.Mc.8,34). Y completando la exigencia:Carguen con mi yugo y aprendan de

    m, que soy manso y humilde de corazn y en contrarn descanso, porque mi yugo es

    suave...(Mt.11,28-29). Al proponer la verdad de la Eucarista, muchos lo abandonaron, porque

    era duro ese discurso. Y vuelto a los discpulos, les dice, tambin ustedes quieren dejarme?

    Pueden hacerlo. Pero, entonces a quin iremos...(Jn.6,59-71). Una vez que Jess, termin de

    lavarle los pies a sus discpulos, les llama a la reflexin: Entienden lo que yo he hecho con

    ustedes? Pues, si yo, siendo el Seor y el Maestro les he lavado los pies, tambin ustedes deben

    lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo. Y ustedes deben hacer como yo he

    hecho(Jn. 13,12-15).Si no se hacen como nios...

    El modelo, el lder no suple, no sustituye, invita, motiva y marcha delante abriendo

    caminos.Desempear un puesto de liderazgo, dice san Agustn, no consiste en estar ms arriba,

    sino en ir por delante50. Es oferta y exigencia. Sed mis imitadores, -deca S.Pablo-, como yo lo

    soy de Cristo e invita a los jvenes a que sean responsables en todo(Tito, 2,6).

    Comentando Agustn la parbola del Buen Pastor, descubre tres situaciones de

    liderazgo: Autoridad(el pastor), poder(el mercenario) y usurpacin(el ladrn). La verdadera

    autoridad da vida y entra por la perta, como el caso del Buen Pastor. El poder desnudo produce

    miedo, ve al lobo o al ladrn y huye, como en el caso del mercenario. Y la usurpacin, entra al

    redil por otra parte, trae consigo la injusticia y la muerte, como en el caso del ladrn51.El

    ladrn esparce el forraje para lograr dispersar las ovejas. El pastor, en cambio, usa el cayado, si

    hace falta, para hacerlas volver al redil52

    En definitiva la educacin, o mejor la enseanza-aprendizaje, consiste en la opcin

    interior por imitar y seguir unos modelos, unos ideales cargados de verdad, de bondad, de amor

    y de exigencia. Es seguir a una persona, no una idea. Los modelos son personas, y las parbolas

    hablan de condiciones personales. Es que la verdad, el logos del cristianismo no es la intelectual

    altheia griega, ni la moral auto-complaciente(estoica)romana, es una persona y la persona dice

    50

    S.Agustn: S. 340,2. 51 ID.: S. 137,5. 52 ID.: Ep. 93,5.

  • 15

    relacin personal53. Y Dios es una realidad personal. Quid veritas? le dijo Pilato a Jess. Y ste

    le contest con el silencio elocuente de su presencia, Vir qui adest, lo que implicaba un

    trastueque de su expresin y de su mentalidad romana.

    2.4.- Resaltemos tres de las caractersticas principales del amor:

    -El amor decide en orden a la preferencia. El amor de preferencia es quien

    decide. La tesis de Agustn es clara. La voluntad es imperada por el amor, el amor ut

    pondus.No se obra, no se abraza el bien, ni se vive justamente si al mismo tiempo el bien no

    nos deleita y no se ama. Es necesario que obremos de acuerdo con aquello que ms nos

    deleita54. Ladelectatio victrix(vencedora) porque vence siempre lo que ms nos deleita, el

    amor preferente en orden a nuestro proyecto de vida55, sin embargo, no suprime la libertad,

    porque nemo delectatur invitus, de modo que lo quiera eficazmente56. Insuper donat ut

    delectatione vincatur57. Pero por qu a unos les deleita el bien y a otros el mal(aunque sea en

    forma de bien), sino debido a esa delectacin?...58. Al alma le atrae el amorEs poco decir que

    eres atrado voluntariamente; eres atrado tambin con mucho agrado y placer. Cada uno es

    atrado por su aficin: no con necesidad, sino con placer; no con violencia, sino con

    deleitacin59.Todo hombre sigue lo que ama60.

    -El amor causa la obligacin. El amor precede a la obligacin. Es el amor el que

    hace observar los preceptos, ley del amor, ley de la libertad. El que no ama no tiene motivos

    para observar los preceptos. El cumplimiento de los preceptos quiere indicar no la causa del

    amor, sino cmo el amor se manifiesta, es decir, se conocer que permanecis en mi amor si

    guardis mis preceptos, para que nadie se lleve a engao, diciendo que le ama, si no guarda sus

    manda-mientos61.Pero, si no hay amor, no hay cumplimiento verdadero.

    53

    ID.: De Trin. 7,6,11:persona es un concepto-realidad relativa, habitud. 54

    ID.: Expos.ep.ad Gal.,49: Quod enim amplius nos delectat, secundum id operemur necesse est. De sp.et litt. 3,5.Conf.13,9,10. Ep.157,2,9. 55

    ID.:C. Iul. o.i.,2,217. 56

    De nupt. et conc. 1, 30,33.De spir.et litt. 16,28 Ib.,29,51. De corrept.et grat.11, 29. Ib.12,38. C.duas Ep. Pelag. 1,20,38. 57

    C.Iul.o.i,2, 217. 58

    Pegueroles(72),Juan: El pensamiento filosfico de san Agustn, 143s. - Nueva Coleccin Labor. Ed. Labor. Barcelona. 59 S.Agustn: Tr. in Io.Ev. 26,4:Trahitur animus et amoreTrahit sua quemque voluptas: non ne- cessitas, sed voluptas, non obligatio, sed delectatio. 60

    ID.: Conf. 13, 9,10. 61

    ID.: Tr.in Io.Ev. 82,3.

  • 16

    -El amor libera en la verdad. La libertad pertenece al amor62.Ama algo el alma

    con mas ardor que la verdad?. No vayas a creer que eres atrado a pesar tuyo. Al alma le atrae

    el amorDigo yo: Es poco decir que eres atrado voluntariamente; eres atrado tambin con

    mucho agrado y placer. Qu es ser atrado por el placer? Serlo por el deleite de la

    verdad(sabidura que es Cristo), la felicidad, la justiciaPues el alma tiene sus propias

    delectaciones63. La verdadera libertad, nos dir el Obispo de Hipona, no consiste en hacer lo

    que nos mandan, ni tampoco en hacer lo que nos da la gana, sino en hacer lo que debemos(lo

    que nos mandan) porque nos da la gana(S. 344,4).Veritatem facientes in caritate crezcamos

    en todo en aquel que es la Cabeza, esto es Cristo(Ef. 4,15).

    III.- JERARQUIZACIN DE VALORES (Escala de valores)

    Desde la condicin de la dignidad del hombre concreto, decarne y

    hueso(Unamuno), deber, entonces, diferenciar valor e ideal, establecer una jerarquizacin

    de la educacin en valores, y fundndose en la concientizacin de ideales y valores, saber

    distinguir niveles entre valores antropolgicos y culturales, estudiando qu estrategias, cmo y

    qu medios emplear para convertirlos en ideales y en valores personales, respectivamente.

    3.1.-Diferencia funcional entre los trminos ideal y valor.

    Nuestro empeo, pasa por diferenciar valores e ideales. Corriente-mente usamos

    indiferenciados, ideal y valor. Pero as como distinguimos fun-cionalmente verdad-

    intelectualidad, de bondad-voluntad, y de belleza-afectividad, as tambin debemos diferenciar

    funcionalmenteideal y valor, idealidad y valoracin.

    El valor, en su uso normal y preferente, se entiende en tanto medida, medio o camino

    ajustados a nuestro proceso educativo. Algo vale en orden a, ser medio para...No es lo mismo

    camino que fin, si bien no existen separados, su realidad, sin embargo, se define por su

    funcionalidad, y sta hace que el valor(los valores) diga(n) relacin al ideal.

    En un marco marco referencial adecuado podemos distinguir, al menos, en el valor, una

    quntuple acepcin:

    62

    ID.: S. 33,1. In Io. Ev.,26, 5. 63 ID.: In Io.Ev., 26,4.

  • 17

    -como virtud moral(fortaleza, ejercitacin, valenta: Platn, Orgenes, Agustn64);

    -como disposicin interior de la persona, o cualidad estimativa(aprecio);

    -como propiedad objetiva(valer, valencia) en razn del propio ser de las cosas(algo hay

    en las cosas, que provoca estimacin; algo tiene el agua que la bendicen).Y dado el afn de

    modernidad-postmodernidad y cierta psicosis por el xito educativo inmediato, debemos

    consignar una cuarta:

    -como precio de mercado: valores de moda, valores secundarios, valores imperantes;

    virtud preferida, que implica virtud diferida, aunque pudiera ser ms valiosa65.

    Y, -como valor supremo, ms propiamente llamado, ideal.

    Por eso, el valor puede estar referido a contenidos veritativos(norma inteligible),

    a obligaciones morales(norma tica), a estimaciones afectivas(norma esttica); y, finalmente, a

    actos y actualizacin, ejercitacin, hbitos. El contenido apunta a la inteligencia, los contenidos

    se entienden, pero no por eso obligan. La obligacin tiene que proceder de alguien que pueda

    mover incondicionalmente mi libertad. El valor, cuando es absolutamente normativo, obliga

    categricamente y no hipotticamente. La obligacin, cuando la hay, tiene que venir del

    Absoluto, de un algo(alguien) ms all de m, que hace que yo quiera. Como dice Viktor E.

    Frankl, voz de la trascendencia en la conciencia, ms que voz de la conciencia. Por eso dice

    64

    S. Agustn hace derivar virtus de vir tomndola de Cicern:Tusculanae II, 18,43. Cf. Agustn: Ep.127,9.Ib.167,3,10. S. 332,4(aqu hace depender tanto vir de virtus como virtus de vir(vir enim a virtute, vel virtus a viro) 65 Olegario Gonzlez de Cardenal: o.c.,288.Ib.198: ideal griego, medieval. Virtud, aret implica: -dominio sobre s mismo que brota del interior(Ley de la interioridad); -interiorizacin de la ley de la

    polis, -emancipar al hombre de toda tirana (Werner, Jaeger: Paideia,432). Virtud una especie de salud, belleza y bienestar del alma(Rep.18,444 e):-apropiarse de la belleza, es el motivo de la aret65, -brota del eros,-irradia como gloria en la vida de la comunidad(W.Jaeger:583). Lo bello y lo bueno(kalskagaths) no son ms que dos aspectos gemelos de una y misma realidad (W.Jaeger: 585).El sofista busca alumnos para su provecho, la verdadera escuela como el verdadero maestro,el filsofo(no el sofista) es aquella a la que buscan los discpulos(la escuela supone que los alumnos vayan a buscar al maestro que tiene en algn sitio una residencia fija. cf.Leon Robin(56): El

    pensamiento griego y los orgenes del espritu cientfico,133. UTEHA. Mxico). Las virtudes son ciencias: saber es hacer.Este logicismo moral implica desprendimiento de lo sensible. La ciencia para Scrates como para el pitagorismo era el camino necesario de la purificacin espiritual y de la liberacin (Menn,Fedro, Fedn,13,69 b; Protgoras, 358). La virtud es una como el bien(escuela de

    Megara,155, cf. Platn: Protgoras, en Leon Robin, 173. Valores: -Cosas o dones de la naturaleza: aptitud(fuerza, o virtud) de las cosas para satisfa-cer necesidades o proporcionar(producir) bienestar o deleite(valen en tanto relativas a las personas). Cualidad estimable de las cosas. Estimable, para quin? Para las personas. -Personas(dignidad) valen por s mismas. dotes o disposiciones (poder o potestad; cualidades) personales(de nimo). Virtud: la constante disposicin de obrar:espiritual, intelectual, moral(Perfectae caritatis,18;Apostlicam actuositatem, 6).La dignidad fundamenta la libertad (Digni-tatis humanae,1,2, y 9), el amor...Virtud moral: hbito de obrar bien por sola la bondad de la accin. Valores antropolgicos:GS.11.Ib. 61.Ib.36.Ib.72(jerarqua de valores). La familia GS,23-25. Apostli-

    cam actuositatem,11.LG.3(valor de toda criatura:Declaracin sobre educacin,2). Relacionales: paz, justicia, orden(ontolgico, temporal, social); la cultura (Apostlicam actuositatem,14. Ib., 7). Dones (virtudes)sobrenaturales: castidad, obediencia, pobreza; la caridad, esperanza, fe...

  • 18

    l, debemos ser dueos de nuestra voluntad, y esclavos de nuestra conciencia. De no contar

    con un absoluto, real o inventado, todo es relativo, y no podemos, entonces, hablar de valores.

    Viva la postmodernidad!. Ha dicho Dostoiewski: Si no hay Dios, todo est permitido.

    En un proceso educativo que sea orgnico, parece importante, especificar la diversa

    dimensin y funcionalidad del valor-fundamento, valores-medio y valor-finalidad o ideal,

    porque nos debemos preguntar: qu es propiamente el valor fundamento, qu los

    valores(medios)-virtudes y qu el ideal o valor antropolgico supremo. En este proceso

    educativo no podemos, en modo alguno, dejar de atender a los vicios o antivalores, en cuanto

    han de poner aprueba nuestra educacin en valores. No hay educacin sin ir madurando en la

    lucha dialctica contra los antivalores y contra los vicios. Esta lucha ha de tener muy presente

    la consideracin agustiniana. Cuando una virtud(valor) se posee en perfeccin, se poseen todas

    las virtudes (valores morales). Pero a cada virtud o valor no se le opone un vicio, sino dos

    antivalores o vicios: uno abiertamente contrario y otro simulado(que tiene apariencias de

    virtud). Por ejemplo contra la virtud de la fortaleza milita un doble antivalor: la audacia

    temeraria(pertinacia) y la cobarda(inconstancia)atolondrada. Incluso, a veces, un vicio se

    sustituye por otro: es el caso del borracho que deja de beber por tacaera y avaricia...66

    . Educar

    en valores es madurar en el amor educando voluntades porque stas tienen que prepararse para

    afrontar existencialmente tanto los antivalores expresos, como los soterrados (simulados), los

    cuales muchas veces son los ms difciles de afrontar. Recordemos la lucha de Jess contra los

    fariseos, pulcros cumplidores de la ley. Hay que educar para ser sencillos como las palomas(los

    nios) y sagaces como las serpientes.

    La axiologa educativa en perspectiva teleolgica, efectivamente est asentada sobre

    los valores fundamento(ideales in radice) porque valen en y por s mismos, dando consistencia

    al por qu educar. Por ser el hombre hecho a imagen y semejanza de un Dios personal, tiene

    la condicin de ser criatura-persona, innovadora, porque plasma la excelencia y amor de Dios.

    Esta es su dignidad, la cual consiste en ser valor por y en s misma. El valor fundamento, es el

    valor radical, o el valer de raz. Desde aqu se gesta el valor metafsico-finalidad que vale para

    s mismo, para qu educar. Los valores-finalidad que son ideales y en tanto tales, reales, que

    valen para (en orden a) s mismos, conocidos como ideales metafsicos(que intenta descubrir el

    66

    Ep. 167,6-8. P.ej., contra la fe, atenta tanto el fidesmo como el credulismo; contra la prudencia, tenemos los vicios de la imprudencia y la astucia; contra la justicia tenemos la injusticia, la venganza; contra la templanza(parsimonia), la prodigalidad y la tacaera.

  • 19

    filsofo)67

    . Estos obligan en tanto son el sentido de perfeccin del hombre. Crean la obligacin

    como una inevitable razn de ser de la cual ha de ocuparse la deontologa educativa. Y de unos

    y otros debe el pedagogo actualizar su adecuada contrastacin y puesta en escena.

    3.2.- Ordenamiento jerrquico entre valores antropolgicos, culturales y

    educativos.

    Lo importante es la idea que se tenga de hombre.El hecho de que en toda

    sociedad haya una idea del hombre arranca de que los hombres, que componen esa sociedad,

    son realidades abiertas y mutables. El hombre se ve forzado a estar proyectado ante s mismo

    sobre s mismo, y a concebir una cierta idea de s. La idea de hombre no es una idea de la

    naturaleza, sino de su perfeccin. El hombre cambia en orden a su perfeccin68. Muchas veces

    tambin en orden a su degradacin.

    A efecto de esta exposicin, connotamos diversos niveles de valores. Si ese valor es

    inherente a nuestro ideal, lo llamamos valor antropolgico, invariante en lo que de invariante

    tiene la naturaleza humana, que no invariable. Si ese valor nos viene dado por nuestra

    condicin tnica e histrica, lo llamamos valor cultural, de variable invariabilidad. Si ese valor

    depende de nuestra circunstancia lo llamamos valor sociolgico, variante y variable. Y si el

    valor lo entendemos en la debida aplicabilidad de unos y otros, lo llamamos valor educativo y

    pedaggico, valor constantemente variable en lo que de debida aplicabilidad tiene. Los valores

    culturales vienen constituidos por la relacin dinmica entre el hombre y su entorno social-

    tnico-histrico. Y los valores educativos lo son en tanto el discente interioriza el valor

    antropolgico y cultural.

    Por eso la tarea del educador deber saber inducir en el educando esta dialctica del

    cambio entre los diversos niveles de valores, pero siempre en sintona con y en orden al ideal

    humano, tanto personal, como comunal(social). Esta consideracin nos luce muy pertinente en

    orden a una estrategia educativa.

    67

    cf. Octavi Fullat: o.c.,68 s. Ib.,98 ss.

    68 X.Zubiri(86): Sobre el hombre(SH), 425, y 428-29. Alianza Editorial. Madrid. La naturaleza humana en Agustn no es invariable(no es fisista) pues la circunstancia (personal, histrica, cultural, tnica) nos muestra que es de contenido variable. La ley natural en cuanto expresin de la ley eterna es invariable, mas no su aplicacin a determinados contenidos y

    conforme las circunstancias histricas. Suele atribursele a Agustn el aforismo jurdico:Distingue tempora et concordabis iura. Pues cmo admitir que la naturaleza humana es invariable, si varan tan drsticamene las circunstancias? Porque no parece muy inteligible, una naturaleza invariable

  • 20

    3.3.-Valores antropolgicos, culturales y educativos.

    El valor antropolgico lo conforma la relacin constitutiva hombre-persona, en

    tanto proyecto de idealidad desde su realidad, en la bsqueda concrecin de los valores-

    ideales meta-histricos de Justicia, Verdad, Belleza,... Felicidad. De qu depende la felicidad

    de una persona? De buscar la norma de educacin a partir de las posibilidades, exigencias y

    fines de la naturaleza humana, pensando en su mejor desarrollo o perfeccin. El educador ha de

    saber orientar crticamente aquellas posibilidades y exigencias, hasta llegar a adoptar una norma

    como propia aplicable a su accin educativa, teniendo en cuenta la particular condicin de cada

    alumno69.

    De la concepcin de hombre deriva la idea de fines a conseguir en la educacin,

    posibilidad de lograrlos, medios de conseguirlos, y la consideracin de los factores personales,

    sociales y ambientales70.Y, a la inversa, de la configura-cin de ideales, se deriva la idea de

    hombre, i.e., de la relacin existencial dialctica entre idea de hombre e ideal del hombre

    como centro y basamento de mi proyecto educativo de dignificacin a travs de los valores.

    El nthropos es deber-ser, que no se contenta ni con lo que es, ni con lo que le brinda la

    tecno-ciencia; tiene sed de valores, pero de valores que no acaben siendo cosas(pensares o

    costumbres) de una sociedad, sino de valores plantados ms all de la empeira.Ninguna

    ciencia que sea realmente tal puede dictarnos modelos educacionales. La pedagoga trgica por

    realista sabe que debe educarse para la utopa pero con realismo tpico. El hombre es un ser de

    realidades porque lo es de idealidades(X.Zubiri).La faena educadora, ms all de sus aspectos

    tcnicos que sealan cmo, una vez puesto un objetivo, puede lograrse- implica una

    comprensin integral de la situacin, y una concepcin antropolgica funda-mental desde las

    cuales recibe el discente el sentido real de los valores71.El poder-ser del hombre, se orienta

    hacia el deber-ser72.

    La educacin como contenido es, de vez, vertebralmente epistemologa, axiologa,

    deontologa y teleologa. Educamos para encarnar en las sociedades histricas un concreto

    acompaada de circuntancias en perpetuo cambio. Hay circunstancias cambiantes en tanto hay personas que hacen posible el cambio y que sufren el cambio. 69

    Henri Bouch Peris et Al.:o.c., 61 s. 70

    Ib., 63 ss. 71

    Fullat:o.c., 114-15. 72

    Ib., 119.

  • 21

    modelo de hombre. Este modelo lo hemos de escoger, nunca imponer, ni permitir que nos lo

    impongan a travs de mecanismos colectivos dados. Ha de ser escogido desde una libertad

    motivada y crtica, y despus de una mostracin variada de modelos existenciales-

    personales(nunca de ideologas)73.

    IV.- CONCLUSIN: EDUCAR EN VALORES PASA POR AMAR IDEALES

    Educar es proponer y amar ideales, para despertar desde los ideales la gama de

    valores antropolgicos con su adecuada relacin dialctica entre lo cultural, tnico, social e

    histrico. Deben estar advertidos los educadores, que dentro de la propia sociedad y su

    mutabilidad, se dan los valores culturales, y tambin sus contravalores(anti-valores, disvalores:

    todo valor tiene dos contravalores), as como la transculturizacin posible y siempre presente,

    para, motivar, amonestar e inducir su aprendizaje integrando unos, desechando o purificando

    otros, hasta convertirlos(inculturarlos) y transformarlos todos(todo ha de contribuir al bien) en

    ideales y valores interiorizados dentro del propio y personal eln vital.

    Siempre se debe poner por base de toda estrategia educativa, una antropo-loga

    filosfica crtica y teotrpica, atendiendo por igual a sus ramas funcional-mente distintas:

    epistemologa, deontologa, axiologa, y orientndolas integral-mente, cual destino, hacia una

    teleologa de la perfeccin y felicidad personal desde el amor, si es que queremos educar al

    hombre en su integridad e integralidad. As lo considera la Gaudium et Spes.

    La educacin como tarea enseanza-aprendizaje, implica o lleva consigo

    simultneamente ensear, deleitar y mover(Cicern), de modo que la verdad se patentice, que

    la verdad deleite y que la verdad conmueva(ut veritas pateat, veritas placeat, veritas

    moveat)74. Educar, entonces no es otra cosa que trabajo de amor, ensear a amar,

    aprendiendo de los que han sabido amar. Ama y haz lo que quieras75. Para el educador

    cristiano, que sabe muy bien, cul ha de ser el maestro y modelo supremo, su empeo cocnsiste

    en ofertarlo ntegramente como el verdadero y pleno amor humanista.

    73

    Ib., 115. Ib. 62-66. 74

    ID.: De Doctr. christ.(DC.) 4,17,34. Ib. 4,28,61.(docere, delectare, flectere: Cicern). 75

    ID.: S. 163 B,3.

  • 22

    Ningn maestro educa sin saber para qu educa y hacia dnde educa, aunque siempre

    se ha de educar hacia un proyecto de hombre(Santo Domingo)76, a esto lo llamamos

    Antropologa filosfica de la Educacin.

    Mas ahora cabe la pregunta pedaggica suya, de ustedes, no ma-: Y cmo educar, y

    con qu estrategias? Y mi contestacin no puede ser otra que la del catecismo: Maestros tiene

    la Santa Madre Iglesia que lo sabrn responder. Ah estn ustedes los pedagogos y maestros.

    Ah yo no llego, ni estas lneas lo pretenden. Pero lo que luce con meridiana claridad es que la

    pedagoga no es sino la aplicacin, a los problemas educativos, de una manera de pensar y

    sentir sobre el mundo del hombre, digamos, de una antropologa filosfica de carcter

    teotrpico. El dato importante a evitar sigue diciendo Ortega y Gasset- est en que el pedagogo

    no ha sido casi nunca el filsofo de su pedagoga77.

    Pedagogos! quiz les ha llegado la hora de serlo.

    Tarsicio Jez B.

    76 Santo domingo(92): Nueva evangelizacin.Promocin humana.Cultura cristiana,nro.265.

    IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.Ed.Trpode. Repblica dominicana. 77 Jos Ortega y Gasset(68): Misin de la universidad, 81. El Arquero. Rev. de Occid. Madrid.