FRANKENSTEIN EDUCADOR

-Leer el capítulo II del libro Frankenstein Educador, de P. Merieu.

-Seleccionar párrafos que permitan comprender y explicar el sentido de los cambios en el pensamiento pedagógico, que el autor denomina como una “Revolución copernicana en pedagogía’’.

En un principio, el autor indica (citando a Claparède, quien a su vez sigue a Rousseau) que desde 1892 ya se hablaba de romper con el autoritarismo y la “domesticación’’ que busca impartir en el niño conocimientos y conductas, sólo con el fin de ajustarlo a los estándares sociales. Tanto Claparède como Rousseau pensaban que la pedagogía debe enfocarse en el niño como actor principal de su educación, si logra descubrir y construir por sí mismo “lo necesario para su propio desarrollo’’.

Pero luego, comienza a plantear dudas sobre dicho enfoque, por considerar que los descubrimientos y deseos en realidad son aquellos que el educador ha decidido anticipadamente a través de “montajes”:

A partir de esta reflexión, Merieu pregunta :

¿Hay que volver, entonces, al proyecto que propone hacer del niño un objeto de “fabricación”, un simple resultado de experiencias fisiológicas, psicológicas y sociales?

Claro que los saberes y conocimientos que se intenta transmitir con la intención de fabricar un ser a nuestra imagen a partir de un montaje (o hábil engaño con excusa pedagógica) estuvieron muy vivos en otro tiempo. Más dichos conocimientos fueron elaborados y construidos obstinadamente por hombres para dar respuesta a preguntas esenciales o resolver problemas fundacionales.

Las disciplinas escolares beben de dichos manantiales inmensos. Pero, demasiado a menudo, solo se quedan con restos fosilizados, desgajados de todo aquello que les daba sentido.

Ya no son el intento de responder a interrogantes humanos esenciales con que el niño se encuentra desde muy temprano: ¿de dónde vengo y de qué soy heredero? ¿Por qué se cruzan en mí sentimientos tan contradictorios que a veces llego a detestar a los seres que más quiero? ¿Hasta qué cifra se puede contar, existe de veras el infinito? ¿Dónde acaba el mundo en el que vivimos?

Ya no habita en ellas lo que podría darles vida, el interrogante original que permitiría a los seres que entran en el mundo hacerlas propias y acrecentarlas. ¿A qué han querido responder

los hombres al elaborar todo eso? O ¿qué pregunta o inquietud, qué les preocupaba a tal punto de dedicar tanta energía y esperanza al conocimiento de las cosas?

“Nos ha nacido un niño’’ o por qué la paternidad no es una casualidad.

Hay que meditar la fórmula. Reconocer el carácter inverosímil, incluso milagroso de todo nacimiento. Hay que aceptar que el nacimiento de un hijo no es una simple prolongación del yo; que ese nacimiento es portador de una esperanza de comienzo radical, de la posibilidad de una invención que renueve por completo nuestros horizontes.

“Nos ha nacido un niño” o porqué la paternidad no es casualidad, es un tópico que vemos reflejado en la película Los coristas en las escenas en las que el mundo de Clèment Mathieu, es salvado de su ruina normal, natural al conocer a éstos “hombres nuevos” que son los niños que pueblan el internado, que arraigan nuevamente en él, la facultad de actuar dando luz a un coro. Ese coro, con sus idas y vueltas, sus proscripciones y claroscuros, es el portador de una esperanza de comienzo radical. La oportunidad de Mathieu de no encerrarse en su pasado y asomarse feliz, a todo lo que está por venir.

-‘’Un ser se nos resiste’’ o la necesidad de distinguir entre la fabricación de un objeto y la formación de una persona.

Este ítem está presente en la película, en las escenas que protagonizan Mathieu y Morhange. Mathieu se encuentra frente a un joven con un gran talento, pero que se le resiste y no es dócil. Mathieu toma posición frente al joven y elige no excluirlo, tampoco dimitir con él. Basa su práctica pedagógica en enfrentarse y plantear una relación de fuerzas, pero no en el sentido destructivo, sino en el hecho de que todo lo que él hace, es porque cree firmemente en la convicción de que el coro es algo útil para el joven. Morhange, al paso de la película, coincide con su maestro. Y esto se ve claramente cuando el coro hace su presentación.

-‘’Toda enseñanza es una quimera’’ o cómo escapar de la ilusión mágica de la transmisión

La fuente intrínseca del progreso intelectual del alumno no es la calidad intrínseca del espectáculo, sino el modo en que lo acoge, lo que provoca en él, las conexiones que establece con lo que ya sabe, el modo en que eso le induce a reconsiderar sus ideas.

En el filme, éste punto se puede apreciar en el instante del descubrimiento de Morhange por parte de Mathieu. Luego de una clase, el muchacho se halla solo en el salón de clases y comienza a leer las notas de magistral manera frente a Mathieu, aunque sin saberlo él. Implícitamente, Mathieu sabe que se ha topado con su mejor aprendiz y que la transmisión de conocimientos hacia él, no ha sido mera duplicación de idénticos ni un proceso mecánico; sino una reconstrucción de Morhange de los saberes que ha impartido y ha percibido de Mathieu.

-‘’Solo el sujeto puede decidir aprender’’ o la admisión del no-poder del educador.

En el filme Mathieu de hecho es presentado como alguien que ha renunciado a enseñar, pero la magia de la película radica en mostrarnos la no renuncia a hacer aprender que va desarrollando en la confección y puesta en marcha del coro.Los aprendices de coristas van tomando sus propias decisiones al amparo de Mathieu y su método pedagógico, y es gracias a éste método (donde no se intenta enseñar sino se va trabajando a diario con un repertorio) en el cual van decantando las virtudes y las progresiones.Por otra parte, Mathieu al ver el trato que dispensa en la institución el director, desarrolla empatía con los jóvenes y se pone en su lugar y es desde allí que negocia acuerdos que posibilitarán que los jóvenes encuentren en el coro, la causa irreductible de su aprendizaje. Su motivación y decisión de aprender.

-‘’Hacia la conquista de la autonomía’’

Lo observamos en la película cuando Clèment Mathieu despliega relaciones afectivas, en pos de la creación de un vínculo con los estudiantes del internado, para ser cimiento de la autonomía que los jóvenes en mayor o menor medida van a lograr, dando cuenta que esos cimientos de afecto son sólidos en el desarrollo autónomo posterior de Morhange, quien luego fuera un aclamado director de orquesta.La ayuda, los consejos, el respaldo de Mathieu, son puentes a la construcción de autonomía que él despliega como educador, dando cuenta que su posicionamiento como educador, puede enriquecer el ámbito de autonomía tan pobre que el internado ofrece a sus internos.También apreciamos en la escenas de conformación y maduración del coro, los intentos de Mathieu por llevar a sus coristas a niveles de autonomía superadores, pero sin sobre exigirlos para evitar su frustración y por ende su fracaso. La escena en la que prueba voces u otorga a un interno el papel de atril oficial del coro son claros ejemplos de lo que mencionamos.

SEGUNDA ACTIVIDAD GRUPAL

Frankenstein Educador (P. Merieu)

Marcela Chávez

Carlos Salinas

Paula Tello

Claudio Sarmiento