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e ROBERTO TO RRE TIl. 1971 Inscripción N° 39.264 Derechos exclusivos reservados para tod os los países email : edituniv@reuna .cl Nin guna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, p uede ser reproducida, transmitid a o almacenada, sea por procedimientos mecánicos, ópticos, químicos o electrónicos, incluidas las fotocopias, sin permiso escrito del edito r. ISBN 956- 11-1389-9 Texto compuesto en tipografia Berling 11113 Se t ermin ó de impr imir esta SEGUNDA EDl CION de 1.000 ejemplares, en los talleres de Impresos Universitaria, San Francisco 454 , Santiago de Chil e, en marzo de 1998. CUBIERTA Medición individual de la altura de las capas. Colores al pastel de Paul Klee. IMPRESO EN CHILE I PRINTED IN CHILE , FILOSOFIA DE LA NATURALEZA Textos antiguos y modernos escogidos y traducidos por Roberto Torretti EDITORIAL UNIVERSITARIA

Filosofia de La Naturaleza Roberto Torretti

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Filosofía de la naturaleza y filosofía de la ciencia.

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eROBERTO TO RRETIl. 1971Inscri pcinN 39.264Derechos exclusivos reservados paratod os los pasesemail: edituni [email protected] gunaparte de estelibro, incluid o el diseode la portada,puede ser reproducida, tr ansmitid a o almacenada, sea porprocedimientosmecnicos, pticos, qumicos oelectrnicos, incluidas las fot ocopias,sin permiso escrito del edito r.ISBN 956- 11-1389-9Text o compuestoen tipografia Berling 11113Se termin de imprimir est aSEGUNDA EDl CIONde1.000 ejemplares,en los talleres deImpresos Universitaria,SanFrancisco 454 , Santiago de Chil e,en mar zo de1998.CUBIERTAMedicin individual de la altura de las capas.Col ores al pasteldePaul Klee.IMPRESOEN CHILE IPRINTEDIN CHILE,FILOSOFIADELANATURALEZATextos antiguos y modernosescogidos y traducidosporRobertoTorrettiEDITORIAL UNIVERSITARIANDICEPrefacioAlaSegundaedicinIntroduccinPRIMERAPARTE. TEXTOSGRIEGOSA. LosmilesiosB. HerclitodeEfesoC. Parmnides deEleaD. EmpdoclesdeAgrigentoE. AnaxgorasdeClazomeneF. LosatomistasLeucipoyDern critoG. Pitagricos del siglova. 1. C.H. Platnl. Fedon,97b- 99c2. Repblica, VIl, 528e- 530c3. Timeo, 48e- 52d7911133335373839414445454749I. Aristteles1. Cursode Fsica (selecciones)2. Acercadel Cielo. Libro1, captulos2y33. Metafsica . Libro A , captulo71. Los estoicosSEGUNDAPARTE. TEXTOSMODERNOSK. GalileoGalileil. El ensayador, N 48(seleccin)2. CartasaMarcosWelsersobre lasmanchas solares(selecciones)3. Discursos... acerca dedosnuevasciencias(seleccionesdelasJornadasTerceray Cuarta)L. Ren Descartesl . Discursodelmtodo. Quintaparte(seleccin)2. Principios dela filosofa(selecciones)M. BenedictusdeSpinozatica. Primeraparte. ApndiceN.IsaacNewtonl . Sobrelagravitacin y el equilibriodelos fluidos(selecciones)2. Principios matemticosdela filosofanatural(selecciones)3. PrimeracartaaBentley4. ptica(seleccindel librom)Notassobrealgunas expresionesgriegasAbreviaturasutilizadasFuentesytraduccionesconsultadasBbl ografa535372767887879093104104106118125125131151154159163164166PREFACIOLapresente coleccinde textos representativos de la concepcingriegay modernadelanaturalezafuepreparadaparauncurso queofrec a losestudiantesdesegundoaodelaFacultadde CienciasFsicas yMatemticas de la Universidadde Chile y he repetidoluegoenlaUniversidad dePuertoRico, paraaspirantesal bachille-ratoenartes. La entrego a la imprenta enlacreencia deque puedeser til comolecturasuplementariaenotroscursos universitariosdenivel similarytambin -porquno?-enlaenseanzamedia.EnlaIntroduccinexplicoelpropsito del conjunto y doyalgunasindicaciones sobre cada autor escogido. Al final del libro vienenalgunasnotassobreciertasexpresiones griegasy mi maneradetra-ducirlas, la lista de las fuentes utilizadas yde las traducciones alenguasmodernasque mehanayudadoa entender lostextosgrie-gosy latinoselegidos, y unapequeabibliografaquepuedeserviraquiendeseecontinuarestudiandoestetema.Creooportuno advertir aqu que la extensa seleccinde losDiscorsi deGalileo(K 3) est tomadadelaexcelenteversinespa-ola deJosSanRomnVillasante, publicadaenBuenos Airesen1945. Agradezco a la EditorialLosadala autorizacin para reprodu-cir eltexto. Lasdemsseleccioneslas hetraducidoyomismoparaesta antologa.San Juan de Puerto Rico, noviembre de 1970.ALASEGUNDAEDICINEstaantologaapareci en1971y se agotpronto. Mecuentan queenesosaoscualquier mercaderadisponiblecorraesasuerte. Mealegrmucho saber que el editor quera ponerla denuevoencircu-lacin, aunqueen Chileahora"haydetodo".Noherevisadolaintroduccin, para nocambiarlesucarcter.Tampocohe modificado las traducciones, salvo enpocos pasajes,aunque hay muchos otros que podran mejorarse. Hecorregido varioserrores tipogrficos.En el casodedos selecciones deNewton(aho-raN2yN4) he reemplazadolasreferenciasaHorsleyconrefe-renciasalaedicindeKoyryCohendelosPrincipios ya laedi-cin deCohendelaptica.Al final delaseleccinN2incorporel enunciadodeloscorolarios 1, Vy VI a laleyesdel movimiento.(El corolario1 es el principiodecomposicindelas fuerzas; elco-rolario Ves el principio derelatividad; elcorolario VI es la versinnewtonianade 10queEinsteinllamar"principiodelaequivalen-cia") . He aadidountextodeNewton sobreelespacio(N1),pu-blicadoporprimeravezen 1962enuna coleccinde inditosdeNewtoneditada porA. Rupert Hall yMarie BoasHall, ycitadofrecuentementeenlosltimosveinteaos. He completadola listade fuentes consultadas conlasfichas de las ediciones de Newtonaqu mencionadas. Por ltimo, heagregadoal final , bajo el ttulo de"Suplementobibliogrfico (1997)", una lista de libros aparecidosdesde 1970queme parecenespecialmenterecomendables.SantiagodeChile, noviembrede1997.I 1INTRODUCCION1La civilizacin contempornea, con su tremendopotencial decons-truccin y destruccin, nohabra sidoposible sinel desarrollo delacienciamoderna de lanaturaleza ysus aplicaciones tcnicas. Porobra destas, el gnero humano ha dejado deseruna ideaabstractade profetasyfilsofos, paraconvertirseenunasociedadconcreta,unida, para malopara bien, por un destinocomn. Ya seaque steconsista enlaaniquilacin general, por conflagracin atmica o porenvenenamiento del ambiente, ya sea que, por el contrario, nosofrez-canuevasymejorescondicionesmaterialesdevidaparatodos, enunouotrocasoesedestinoserel frutodeunatecnologabasadaenla ciencia. Porque, hoy por hoy, noparece verosmil que los hom-bres, para esquivar laprimera alternativa, renuncien, comopidenalgunos, alacivilizacinindustrial quenos tientaconlasegunda.Deesta suerte, la ciencia natural moderna aparece entodo casocomounarealidaddecisivaparalaexistenciahumanaactual, unarealidad, portanto, queunaeducacin "humanista" debeensearacomprender. Tal comprensinha de buscarse, sobretodo, atravsdel estudiodelasideascentralesylosmtodosdelaciencia, perotambinpuedecontribuir aella el conocimientodesus raceshis-tricas.La ciencianaturalmodernanaceenel sigloXVII, perosusan-tecedentesintelectuales seremontan muchoms atrs, hasta laan-tiguaGrecia. Ellasuponetodaunamaneradeentenderytratarelacontecer entornonuestro, que en su formamsespecfica sedebeasusfundadores, Galileo, Descartes,Newton, etc., peroque, en unsentidoms genrico, procededelafilosofa griega. Enlas pginasquesiguensehareunidounapequeacoleccindetextosrepre-sentativos deestos dosgrandes perodos creadoresdela concepcindela naturaleza que hace posible el desarrollodela ciencia natural:aquelqueva deTales a AristtelesenGrecia, y elsiglo XVIIeuro-13pea. Nodebedesdearseel largoperodointermedioquelos' uneenel tiempoy tambinenel espritu. Noeraposible, empero, in-cluirloenesta seleccin sinabultar y complicar considerablementelas muestras elegidas. SamburskyyCrombie hanescritosobre laantigedadtardayel medioevolibrosexcelentesy fcilmenteac-cesiblesquesemencionanenlabibliografa.2Nuestracoleccincomienzaconlosmilesios Tales, AnaximandroyAnaxmenes, "los primeros enfilosofar", como los llama Aristteles.De ellos, comoengeneral detodoslosfilsofosgriegosanterioresa Platn, noshan llegadoslofragmentosdesusescritosy resme-res desusdoctrinas, transmitidos por autores posteriores. Fragmen-tos yresmeneshansidoreunidosporHermannDielsendos to-mos, alos queremitenuestraabreviaturaD.Estos exiguos restosdejanadivinar, me parece, quelosmilesiosconsumanel abandonodelaconcepcinmticatradicionaldel acontecer entornonuestro.Noven yaenl lamanifestacinde historias personales de seressobrehumanos, sinounprocesototalmenteimpersonal. Norepitensimplemente10quesiempresehadichosobrelascosas, sinoquecada unocomparececonsunombre, afirmandounaverdadde laque se haceresponsable. La discrepancia quedesde un comienzo seadvierteentreloquecadacualdeclaraverdadero, losmuevea ini-ciar de unmodorudimentariolajustificaci n deloquesostienen,mediante argumentos. Esgrimensobre todola analoga Centrelosprocesosde quehablanyotrosms familiares): lams dbil peronolamenosfecundade lasarmasdel pensamiento.Los tres milesios encaran el conjunto de loque ocurre yloconciben como una totalidad: el proceso por elcual se diversifica ytrasmutaunarealidadnica, elprincipiodetodo, que Talesidenti-fica con elagua, mudable y escurridiza; Anaximandro designa, pres-cindiendo de toda metfora, como"10 indefinido", yAnaxrnenes,equipara conelaire, fuentedelaviday elementoneutro, capaz dellenarlo todoy detransformarse por contraccin odilatacin en lasotrascosas. Enel fragmentonicodeAnaximandro, el textomsantiguo de la filosofa CA2), se expresa la idea de unordendetodaslascosas, queregulaelcursoy el ritmodelos procesosnatu-14Irales; la idea, ensuma, que ms tarde se traducir enel concepto deunaleydelanaturaleza, supuestoque jugarunpapel decisivoenlaconstitucinde lacienciamoderna.HerclitodeEfesoconfirmay precisaenlos fragmentosreuni-dos laseccinBlas ideas centralesde esta concepcinde losmilesios: al acontecer que nosrodea se concibe como una totalidadordenada, un kosmos, o, comodecimos,con la vozlatina equivalen-te, un mundo; su unidado"principio"es designadafuego, yselopiensa en transformacin constante, diferencindose en todas lascosas, queluego se retransformanenl. Esteprocesoocurre "segnmedidas", quedeterminanrigurosamentelamarchade cadacosa.Esteorden estricto delacontecer manifiesta el pensamiento(gnom)querigeeimpregnatodo, tambinaldiscursointeligentedel fil -sofo, quien, escuchando la palabra que le habla desde las cosas, pue-de deciryhacerpatentelaverdad.3El texto difcil deParmnides que heintentadoverter al espaol enla seccinCllevaa susltimasconsecuenciasesta ideadeunane-cesidadracional quedetermina laverdadde loque es yse hacepresenteenel pensamientohumano. Parmnidesdescubrequeeldiscurso inteligente del hombre poseeunalegalidad quenopermi-te decirciertascosaseimponedecirciertasotras. Nodudadequeesta legalidad gobierna tambinlo real: lo quenopuede decirse nopuedeexistir; loquetienequedecirseexistenecesariamente. Estaconviccin deParmnidesserjustificada demuydiversasmanerasenel curso dela historia dela filosofa, pero ser compartida, comonopodamenosdeserlo, portodoslosquecreanenlaposibilidadde una investigacinracional de laverdad. Cmomantener esteprincipio ya la vez evitar las consecuencias devastadoras queParmnides derivadel seruna preocupacin central dela filoso-fa griega posterior. Porque Parmnides, consciente de que no eslcitodecirqueloquees no es, o queloquenoes, es, concluyequenopuedeexistir el cambio, puesstesupondraentodocasoquealgoqueesdejadeser, yquealgoquenoesllegaaser.LoqueParmnides sostieneapoyndoseexclusivamenteenlasexigencias internas del discurso10corrobora sudiscpuloZenn de15Elesmedianteunanlisisdelosrequisitosespecficosde laformamssimpleysuperficial decambio, el movimientodetraslacinocambiodelugar. Consideremosdosde susargumentos. Nopuedomovermededondeestoy, por ejemplo,para cruzar lacalle, porqueantes deatravesarla entera, tengoqueatravesar la mitad, y antes deesto, lamitaddelamitad, yantesan, lamitaddelamitaddelamitad... Engeneral, el cambiodelugaresimposible, puesparare-correr cualquier distancia, por pequeaquesea, hayquehaberre-corridootraantes. Porlodems, supongamos quealgosemueve,por ejemplo,unaflechadisparadahaciael blanco; encadainstantedesuvueloestarenun puntodesutrayectoria. Enqumomen-to, entonces, podr cambiar deunpunto a otro? Todos los instantesdelperodo devuelo estarn, por as decir, ocupados por las estadasde laflecha en distintos puntos, sinque le reste ningninstanteparamoverse.4Los pensadoresdela generacin siguientea Parmnidesrecogensulegadoybuscanmediar entresuradicalismoylaopinincomn.Respetansuaxiomabsico: es imposibleque10queesdejedeser,que loquenoes lleguea ser;noesadmisible, entonces, laconcep-cinmilesiadel acontecer universal como gnesis de10 diverso desdeunprincipionicoy retornoa este principiopor destruccindelodiverso. Peroenlugar deconcluir comoParmnides quesloexisteel principio nico, el serinmutable, y que la multiplicidad cambian-te que nos rodea es mera apariencia, adoptanuna pluralidaddeprincipios, cuyas relaciones variables permitirandar cuentade ladiversidadmanifiestay susmudanzas. Laconcepcindeesaplura-lidad es diferente encadapensador. Para Emp docles, los principiossonlos cuatroelementos-tierra, agua, aire, fuego- ydos factoresactivos-amorydiscordia- quealternativamentelosunenysepa-ran. Para Anaxgoras, hayinfinitosprincipios, tantoscomocualida-des cabediscernir en las cosas; estntodos mezclados contodos(exceptoel principiointelectual que, actuandodesdefuera, poneen marchael procesode perpetuareordenacinenqueestnen-vueltos los otros); pero cada cosa exhibe ostensiblemente slo aque-llas cualidades que predominan enella. Leucipoy sumsconocidoseguidor Demcrito (quien, algomenor que Scrates, est activo16todava entiempos dePlatn) formulan la concepcin atomista que,expuesta ampliamente enel bello poema latino deLucrecio(99-55a.1. C.), influir tantosobrelosfundadoresdelacienciamoderna.Todolo que existe estformado por cuerpos inalterables y por endeindivisibles(atomoi) dediversa forma y tamao. Los cambios ensusposicionesyrelaciones mutuasexplicanlavariedadylavariacindelo. quevemosytocamos.Leucipoha comprendidoquelasolaadopcindeunapluralidaddeprincipiossuponeadmitirenalgnsentidolaexistenciadel noser: si hay ms de un principio, cadaunodeellosno es elotro; elnoser es, encuanto separaydistinguealosseres. Leucipoconcibeel noser simplementecomoel vacoentrelostomos.Conviene observar que el esfuerzode estos pensadores post-parmendeosporconciliarlaaparienciaqueseveysetocaconlarealidadquesepiensa y seentiende, nollevadeningunamaneraaeliminar el distingoyanlaoposicinentreellas. VimosqueparaAnaxgorascadacosatienetodaslas cualidades, aunque de buenasa primeras nose note; as la nieve es negra, como puede verse enlascharcas que quedan cuando ella se derrite. Para Leucipo y Demcrito,evidentemente, las cosasseven muydistintas de comoson, puessonsloconglomeradosde tomos, cuyadanzaincesanteenelva-cosemanifiestaa nuestrossentidos como elabigarradoespectcu-lodel mundo. Perolostomosnosonni dulces, ni agrios, ni mas,ni calientes, ni blancos, ni coloreados; sinoslomsgrandesomspequeos, ms lentosoms veloces, ms filudosoms romos. Deah el distingoentreloquelos modernosllamarncualidadespri-marias y secundarias de las cosas: aqullas, las nicas, reales,se dejanreducir, comodir Galileo, amagnitud, figura, movimiento; stas,olor, sabor, color, calor, sonido, no pertenecen a las cosas, sino anuestrapercepcindelascosasyslopordisposicinhumanaco-lectiva, lesatribuimosrealidad(F7) .5No cabe bosquejar aqu la filosofadePlatn, ni siquiera suconcep-cinde lanaturaleza, expuestaen el dilogoTimeo. Me limitar,pues, acomentarbrevementelostres pasajesdesuobraincluidosennuestracoleccin.17El primero pone en boca de Scrates un ataque contraAnaxgoras que envuelve una crtica a la metodologa comna casitodos los pensadores anteriores. Han supuesto que el aconteceruniversal estregidoporlainteligencia -yaseaquelaconcibierancomo inmanente al procesomismo(Herclito)o como una entidadtrascendente(Anaxgoras)- y slodesdeeste supuestohanpodidoemprenderlatareadeexplicar eseacontecer entrminosysegnnormasinteligibles.Peroeneldetalledesusexplicacionesrecurrennicamentea laaccinqueejercenunascosas sobrelasotras, em-pujandooresistiendo. Enestasteorasdel acontecer universal faltaporcompletoaquelloqueesloespecficodelainteligencia, laac-cin con vistas a un fin, cuya indicacin es lo nico que puedehacernos comprender satisfactoriamente lo que acontece. Platn estreclamando, pues, quelaconsideracinde las metas opropsitos,deloquems tardesellamarnlascausasfinales, ocupeunlugarpredominante en la explicacin de los procesos naturales,asignndoseleencambiouna funcinsecundariaal estudiode losantecedentes regulares detales procesos, lo que luegose denomina-rnsuscausaseficientes. Estaexigenciaplatnicaser aceptadaha-bitualmente hasta los albores dela ciencia moderna; la constitucindesta, encambio, envolverunnuevorechazodelainvestigacindelascausasfinales (vaseseccinL2.28Y seccinM).El segundopasajede Platnesttomadodelaexposicindelplan deestudios delos futurosgobernantes dela repblica ideal. Seha dicho ya que deben estudiar aritmtica, geometra plana yestereometra;aestalistaseagregalaastronoma. PeroPlatnpre-viene, denuevo por boca deScrates, que una astronoma matem-ticaoexacta, comola queaqusepide, estudiara losmovimientosposiblesdelas figuras idealesquelageometraplanay slidaestu-dianen estadode inmovilidad; yquelos astros que vemos en elcielopueden servir a lo sumo deilustracin aproximada y sugestivapara estos estudiosastronmicos, como las figurastrazadas sobre unpapel pueden ilustrar aproximadamente los teoremas geomtricos yfacilitarsudescubrimientoy comprensin. Laastronoma propues-ta por Platn vienea serpues una teora puradel movimiento localocinemticapura, queguardaconel estudiodelos astrosunare-lacinsimilara la quetienelageometraconlamedicindeterre-nos. Platnrechaza as el programa de investigacinastronmicaque patrocinabanalgunos contemporneossuyos, quienes queran18construir una teoraquepermitiesepredecir las posiciones de losastros. Platn niegaque ello seaposible, pues los astros, y engenerallas cosasvisibles, nopuedenajustarse exactamente a ningn esque-mainteligible, comoelquetendra queemplearlateoraparacal-culai; suspredicciones. Es interesanterelacionarla doctrinadeestepasajeconlaevolucinulterior del pensamientocientfico: tene-mos por unladoa Aristteles, quienaceptalatesisdequenopue-dehaber unaciencia exacta dela naturaleza, peropropugna, por lomismo, una ciencia inexacta, una fsica no matemtica; por otrolado, tenemosa laastronomade Eudoxo, Hiparco y Apolonio, a lafsica de GalileoyNewton, quienesenciertomodoadhierenalaconcepcin platnica de la ciencia, pero rehsan atenerse a losconsejos denuestro texto, y estudian sistemas derelacionesexactasentre elementos ideales con los que pretendenrepresentar conaproximacinindefinidamentecrecientelos procesos observados.El ltimo pasaje dePlatn es una muestradela nicaobra quededicaanuestro tema, el Timeo. Fiel a su conviccinde que nopuedehaber un conocimientoexactode lascosas quesevenysetocan, poneenbocadel supuestofilsofo pitagrico Timeounre-lato ms mticoque cientfico acerca del origenyestructuradelmundo. Se cuenta ah como el cosmos visiblehasidofabricadoporunartesano divino segn el modelo eterno delas formas inteligibles,quesonlarealidadplenayverdadera. Luegodeexplicarlasmani-festaciones sensibles del propsitointeligente ybuenodel divinoartfice, Timeo pasa a considerar ciertos aspectos delmundo que nocorresponden al modelo ideal, sinoque sonuna consecuencianece-saria del material que el artfice usapara fabricarlo. El texto trascri-to aqu esintermedioentreestasdos partes. Seestableceenl lanecesidad de suponer la existencia deunaentidad permanente, comosustrato del cambio cualitativo, y se procedea describirestemedioenquetomancuerpolas formaseternas. Setrata, ensuma, de unadescripcindeaquelloqueenlacosmologaplatnicahacelasve-ces de loque hoyllamaramos la materia. Lointeresantees quePlatn, al parecer, laconcibecomoespacio, comoextensincapazde recibir todas lasformas. Aunquelallama"amorfa", leatribuyepropiedades estructurales queprescribenciertas condiciones alascosas quesepuedenmodelarenella. As por ejemplo, Platnpre-tendederivar el nmero y laspropiedades bsicas deloselementos-tierra, agua, aire, fuego- del teorema descubierto por eseentonces,19segnel cual nopuedenconstruirseen el espaciomsquecincoclasesde poliedrosregulares. Laspartculasmnimasdelos cuatroelementos tendranrespectivamentelaforma de los poliedros deseis, veinte, ochoycuatrocaras. Platnensayaadems generarlostomos polidricos delos elementos a partir deformasgeomtricasan ms simples, el tringulo rectngulo issceles y el tringulorectngulo con ngulo de treinta grados, conlos cuales puedenconstruirselas caras de los referidospoliedros. Estos dos tipos detringuloseranlosingredientesltimosdetodaslascosas visibles.Porsuparte, lafiguradel quintopoliedroregular, cuyasdocecaraspentagonalesnosedejanconstruirconlostringuloscitados, que-darareservadaparael todo.6Nuestra seleccinde textos de Aristteles, aunque por s sola esms largaquetodaslas precedentes, representaslo unafraccinnfima de los escritos sobrela naturalezaquenos ha dejadoestepensador, a quien Dante llamar "el maestrodelos que saben" (In!,4.132). Comouncomentariodecadaunodelospasajesescogidosdemandara mucho msespacio del que podemos destinarle, pareceoportuno explicar aqu brevementedos otres ideas bsicas paraentenderlos.Aristteles responde al desafo deParmnides haciendo presen-te queel ser seconcibede muchasmaneras, desuertequeloquees (enun sentido) puedemuybienno ser (enotro), yviceversa.Ordenasegncuatrorubros las diversas acepciones de ser: 1) serpor s mismo y por accidente; 2)serenel sentido deserverdadero;3) ser enpotenciay ser enacto; 4) ser segnlasfigurasdelapre-dicacin (sustancia, cualidad, cantidad, relacin, etc.). El distingoenunciadobajoeltercer rubrodalaclavepara lasolucindel pro-blemade Parmnides: algopuedeserenpotencialoque noesenacto' elcambio existe encuanto ocurre el trnsito dela potencia alacto, osea, encuantolapotencia se haceefectiva. As,laflechadeZenn, en cadamomento, seencuentraen actoenunlugar, peropotencialmenteen otros; si estapotencialidadno estella mismaactualizada, laflecha reposa; semueve, en cambio, cuandoesesuserpotencial se hace efectivo. Aristteles caracteriza el movimiento20comoun mododeser: el ser en actode loqueesenpotencia, encuantoesenpotencia; enotraspalabras: laactualizacindelopo-siblecomotal. Laflechaenreposodifierede laflecha en movi-mientoensumismoser; ladiferenciaespatentecuandoobserva-mos a ambas por unrato; perolo que toma untiempollegar aconocer, noporesoesmenosefectivoencadainstante.Todas las cosas quese venyse tocan existenbajo estos dosaspectos: comopotenciay comoacto. El mundo visible enteroestcomprometidoenunprocesodecambioque, segn Aristteles, eseterno(Fsica, VIII, 1; reproducidoenla p. 70). El cambiopuedealcanzar lasustancia, osea, loquecadacosaes, determinandoquese convierta enotra cosa: el aguaenaire,el aireenplanta, la plantaenbestia, labestiaencarroa(generacinycorrupcin). Opuedeconcernir alas cualidades de la cosa (alteracin), o asu tamao(crecimiento y disminucin), o nicamente al lugar en que est(traslacin). Lastresltimasespeciesdecambiolasagrupa Arist-teles bajoel nombre genricodekinesis, quetraducimosmovimien-to. El movimientode traslacines el ms simpleyadems, segnAristteles, todoslopresuponen. Estono significa, empero, quelhaya intentado explicar-comolos modernos- todos los cambioscualitativos ycuantitativoscomolamanifestacinvisibledecam-biosdelugar.Aristteles llama naturaleza al principio interno demovimientoy de reposoque hay en cada cosa visible. Por su naturaleza, laspiedras caen hacia el centro dela Tierra y el fuegosube en la direc-cin contraria, las semillas germinan y las plantas crecen, losanima-les se muevenen buscade alimentoylos hombres investiganlaverdad. Todosestossonmovimientosnaturales. Hayademsmovi-mientosforzados, quenacende unprincipioexternoalacosaquesemueve: lamanoarroja lapiedra hacialoalto, los bueyestiran lacarreta, el carpinterohacecontablasy clavos una mesa. Haytam-bin, por cierto, reposo natural y reposo forzado. Es importanteobservarqueparaqueunacosa semueva(orepose) envirtuddeunprincipioexterno, esmenesterqueotracosasemuevamovin-dola (o repose sujetndola). Por esta razn, todomovimiento (oreposo)forzadonosremite, en ltimo trmino, a un movimiento(oreposo) natural. Loquees naturaleza, osea, principiointernodemovimiento y reposo, para una cosa, opera comofuerza, o sea,principio externo de movimiento oreposo, sobre las otras. Estaconcepcin aristotlica presupone,obviamente, queexisteuna plu-21ra1idad desustancias independientes, cadacualconsupropianatu-raleza, capaz decooperarconlasotras odecontrariadas. Estefun-damental pluralismodelafsicadeAristteleshaceposibleel dis-tingo entre 10 natural y 10 forzado. Tambin se emplea para explicarlaposibilidaddel azar (Fsica, 11, 5;aqu enlaspp. 60-62).Dos asuntos queAristteles no haceexplcitos demandanunbreve comentario. Enprimer lugar, en el mundoaristotlicoocu-rrentodoeltiempo procesos antinaturales, nocinquenotieneca-bida enuna filosofamonista dela naturaleza, como la sostenida, v.gr., por Spinoza. Perotodo10 queocurreviolentando una naturale-zaes, enltimotrmino, laexpresinde otra, a laquehabriaqueviolentar a suvez, para queaquello noocurriera. Ensegundo lugar,enlafsicadeAristteles, notodoslosmovimientosson causadosporlaaccindeunafuerza, sinoslolosmovimientosforzados, osea, aquellosmovimientos quese producenalterandounestadodereposoomovimientonatural. Si lafuerza escapazde generar unmovimiento,lamagnitud deste, segn Aristteles, serproporcio-nal a lamagnituddela fuerza. Sesuelecontrastarestatesis conelprincipio delamecnica deNewton, queestablece una relacin deproporcionalidadentre lafuerza yla tasadevariacindel movi-miento.Hemos incluido los captulos del libroDel Cielo enque Arist-teles argumentaparaprobarquelosastrosnoestnhechosdelosmismos cuatroelementos quecomponenlos cuerpos quenos ro-dean,sino deunquinto elemento incorruptible, que por naturalezasemueveencrculosentornoal centrodel mundo. Estadoctrinade Aristtelesracionaliza la oposicin entre loscielosy la tierra tancara a la opinin popular (recordemos queAnaxgoras tuvoquesalir de Atenas porque sostena que el sol erauna rocaincandescen-te), y creaenel objetodelafilosofanaturalunadivisinqueslovendrasuperar Galileo.7El perodode ms de dieciochosiglosqueseparaa AristtelesdeGalileoestrepresentadoennuestraantologa sloporunospocostextosqueexponenlasconcepcionesfsicasdelosestoicos. Losheincluidoporquesonfciles de leerycorrespondenaunaposicin22pococonocida, distintadeladeAristteles, que por unladoconti-naconms fidelidadquestelatradicinpreplatnica, mientrasporotroanticipaideasbsicasdel pensamientomoderno. Lafsicaestoica es monista y determinista, como la deLeucipo y Demcrito;pero. noesunafsicaatmica, sinounafsicadel continuo.Deentre10muchoquesehaomitido, hayalgunostemasqueconvienepor10menosmencionar:a)Los creadores dela ciencia modernaestudiarn asiduamentelos escritosdeArqumedes (287-212a. 1. C.). Del procedenlosmtodosde idealizacinsimplificadorayconstruccinhipottico-deductiva que ilustraremos aqu con textos de Galileo (K3). Ellector deseosodeconocer a Arqumedes puede recurrira los traba-jos de HeathyDijksterhuiscitadosenbibliografa.b) Unantecedente dela fsicamatemtica moderna por lome-nostanimportante como Arqumedesmeparece serlaastronomagriegadesarrollada desdeEudoxo(siglo IVa. 1. C.). La Europa cris-tianalaconocera travsdel grantratadodeClaudio Tolomeo(si-glo 11 denuestraera) Sintaxis matemtica, conocidocomnmentecomoAlmagesto . No cabedar aqu ni siquiera un esbozode susmtodos. Thomas Kuhn los ha expuesto deunmodo muy fcilmen-teaccesibleensulibro sobrela revolucincopernicana; lahistoriade laastronomade Dreyer ofreceunaexposicinms rigurosaycompleta(vase labibliografa).c)La fsicaaristotlicaes estudiada a fondoen Alejandra, Ate-nas yBizancio enlos ltimossiglos dela Antigedad y luegoenlossiglos XIIIy XIV enlas universidadeseuropeas. Enambos perodossurgen crticos penetrantes de sus ideas. Cabe mencionar alalejandrino Juan Filopn (siglo VI de nuestra era) y a los nominalistasparisinos del siglo XIV, Juan Buridan, Nicols Oresme, JuandeJandun, etc. Les preocupa el problema delosproyectiles, cuyomo-vimiento antinatural una vezseparados del cuerpo que losproyecta(mano, arco, can) noadmiteunaexplicacinsatisfactoriaenlafsicade Aristteles. Adoptanla idea dequeel agente motortrans-mite al proyectil un mpetu que 10sigue moviendo hasta que segastay la naturaleza del proyectil lograprevalecer sobre l.Buridany otros explican los movimientos de los astros suponiendo que Diosleshaimpresounmpetuquenose gasta.Aunqueestanocindelmpetu recuerda -remotamente-a lanocinmodernadeinercia yla tesis citada de Buridan constituye sin duda un paso hacia la23reunificacindelafsica terrestre y la fsicaceleste, meparece quetodo el enfoque conceptual y metodolgicodeestospensadores losvinculams bienalatradicinaristotlicaquealamoderna. Laobramsimportantesobreestetemasonlos cincovolmenesdeAnneliese Maier, Studien zurNaturphilosophie der Spitscholastik(Roma, StoriaeLetteratura, 1966, 1968, 1952, 1955y1958); sehallarunabuena exposicinbreveenlaobrarecientedeClavelinsobreGalileo(citadaenbibliografa).8Al abordarlaobrade Galileoconvienetenerpresentesciertosas-pectosdelasituacinintelectualde Europaafines del sigloXVI.Enlasctedrasdefsicaseenseaa Aristteles; secriticasuteoradelos proyectiles, pero elsistema comotal semantieneenpie, contodos sus rasgoscaractersticos: distingo entre movimiento natural ymovimientoforzado, geocentrismo, separacintotal delafsicadela Tierra y la fsicadel cielo. Enlas ctedras deastronoma se enseaa Tolomeo,cuyo sistema planetario geocntrico parecera a primeravista ser slo una aplicacinde lafsica aristotlica, peroqueenverdad no tiene ningn asidero enella:eneste sistema cada planetadescribe uncrculo(epiciclo), cuyo centro describe otro crculo (de-ferente), cuyo centro ni siquiera coincide con el centrodela Tierra.Porsiglos ha subsistidoestaastronomamatemticadivorciadadelafsica, y noparecequeestaseparacin pueda superarsemientrassemantengaladoctrinaaristtelicaqueprohbeutilizarlasobser-vaciones que podemos hacer sobre laTierra para avanzar enelconocimientofsicodel cielo. Lasituacinsuelejustificarseeneseentonces diciendoquelas hiptesis de la astronoma matemticason slo instrumentos auxiliares para calcular la posicin de los astros,peroquenodescriben necesariamente laestructurarealdeloscie-los. Sepasapor alto, alparecer, que, aunqueasfuera, habraqueadmitir quetampocolacienciaaristotlicadescribe esaestructura,puestoqueno es capaz de suministrar las bases para un clculocorrecto dela trayectoria delos planetas. Desde este punto devista,el nuevo sistema heliocntrico deCoprnico ofrece ciertas ventajas:suincompatibilidadconlafsicadeAristtelesnoesmayor -aun-que smsobvia- que ladel sistema de Tolomeo; peroal sacar a la24Tierradesuposicinpeculiarenel centrodel universoacabaconlaseparacinde lafsica de"aqu abajo" y"allarriba"einvitaaconstituirunafsicaunitariaquerecurraalesclarecimientomutuodelosprocesosdela Tierraydel cielo.,Fuelacreacindeesafsicaunametaconscientede Galileo?Los comentaristas se inclinana mantener separados los grandes pro-yectosquedominansuvida intelectual: lajustificacindelsistemacopernicanoylaconstruccinde unacienciamatemticadel mo-vimiento, en especial, de lacadadelos cuerpospesadossobrelaTierra. Pero, aunqueestuvieranseparadosensumente, losunirlahistoria, cuandoNewton,mediosiglomstarde, renaenunasolateoralos dos interrogantesqueGalileoponaenbocadesuporta-vozSalviati: qu es loque muevea los planetas y qu mueve haciaabajoalaspartes dela Tierra (Ed. Naz., VII, 260) . Entodocaso,Galileono se contentaconuna astronomapura, quebuscaslo"salvar los fenmenos", esto es, disear modelos cinemticos quepermitanpreverlasposicionesdelosastros, sinoquereclamaunaastronoma "filosfica", interesada endeterminar la constitucin deluniverso, lacual "existe deun modo nico, verdadero, real y que nopuedeser otro"(citadoabajo, K2). Lainvencindel telescopiolepermite descubrir hechos nuevos, que, ensuopinin, corroboran elesquema copernicano (satlites de Jpiter, fases de Venus) ode-muestranlaunidad fsicadeloscielosy la Tierra(topografa mon-taosadelaLuna, manchasvariables enlasuperficiedel Sol) .Pero en su defensadel sistemacopernicanoseempeasobretodoenrebatirlasobjecionesquesehacianvalercontrael movi-mientodela Tierra:cmoesposible quela Tierraenmovimientonodejeatrsa lospjarosy proyectilesquecruzanel aire?o quelos cuerpos que se hallan sobre ella no salgan volando, centrifugados?Ensusargumentos, apelaa unprincipiountantoturbadorparaellector actual: todocuerpoenmovimientosobrela Tierratiendeaseguir movindose con movimiento uniformeycircularmientrasuna fuerzaexterna nolodesveodetenga(vase, porejemplo, Ed.Naz., V, 134sq .; citadoaqu, p. 90). Conayudade esteprincipio,demuestraquenoesposibledecidirmedianteobservacionesoex-perimentos mecnicos si la Tierra se mueve o no. Con todo, elaborauna teoriadelasmareasque,si nofuesefalsa, ofrecera justamenteunapruebamecnicadelarotacindela Tierra.La teora matemtica del movimientode traslacin queGalileo25presentaenlosDiscorsi esindependientedeestas consideraciones.Galileoprocedesegnunestrictoesquemahipottico-deductivo:concibe enabstracto formas demovimiento que caracteriza exacta-mente y deduce consecuencias dela caracterizacin que ha dado; siestas consecuenciassecumplenenlosmovimientosrealesquein-teresaestudiar (lacadalibre, elmovimientodelosproyectiles), elsistemadeductivoas desarrolladoconstituiruna teoraadecuadadeesosmovimientos; perosi nosecumplen, ellonoafecta lalegi-timidad internadel sistema. El investigador moderno, claroest, nosecontentacomoel naturalistaaristotlicoconobservar yanotarpasivamenteloqueocurreen tornosuyo; promueveactivamenteensus experimentosel cumplimientode lascondiciones quedes-criben sus hiptesis y la eliminacin de las "circunstancias irrelevan-tes "que perturban su realizacin. Aunque esto; estudios de losDiscorsi no se vinculan ostensiblemente a la defensa delcopernicanismo, estentadoralahiptesis de queGalileode algnmodo ha comprendido la conexin entre las dos empresas. Elcopernicanismo, hemosvisto, fuerzaapreguntarseporlasbasesf-sicasdelaastronoma y a buscar una fsicanueva, quereemplace aladeAristteles. Ahora bien, Galileonopodaconcebirestanuevafsica sino como teora matemtica del movimiento (aunque sucontribucinaellaenlosDiscorsitienequehaberleparecidoslounmodestoprimercaptulo). Enefecto, segnloexpuestoenuntexto clsico del Saggiatore (K 1), las propiedades reales delas cosasmateriales sonsloaquellas que se dejanexpresar exhaustivamenteen trminos de magnitud, figura y movimiento; las dems, olor, sabor,calor y fro, color, sonido, existen comotales nicamenteenlaper-cepcindel servivoexpuestoalaaccin deesascosas.9Aunque se reconoce generalmente la significacinde Descartes comofundadordelafilosofay delamatemticamoderna, suaportedi-rectoalacreacindelanuevaciencianatural nosueledestacarselosuficiente: Descarteselaboraunsistemadefsicaquelograsus-tituir enlaenseanzauniversitaria alafsica deAristteles; peroque, por lo mismo, entronizado en las ctedras de Europa, va aconstituir enel sigloXVIII unobstculoal progresocientficono26menosdifcil devencer queelaristotelismoenel sigloanterior. Poreso,cuandofinalmentelateoray losmtodosdeNewtonacabenimponindosesobrelosde Descartes, por sumayor fecundidadyadecuacinalaexperiencia, no serecordar alafsica cartesianao ~ unaetapa importanteenelprocesodeformacindelacien-cia moderna, sino ms biencomolaltimavallaescolsticaqueestahubodesortear. Sinduda, estaapreciacinesinjusta, aunque,porotraparte, esverdadqueDescartes, ensuprematuroafndeeliminarde lafsicatodas lasnocionesqueleparecan"oscurasyconfusas", comolasdepesoyfuerza, severllevadoafraguar hi-ptesis abiertamente especulativas e inverosmiles, imposibles dejustificar.Lostextos de Descartes seleccionados aqu nocontienencasinada de lo especifico de esta fsicacartesiana superada por Newton.Se ha preferidotranscribirpasajesqueformulan, conejemplar cla-ridad, ciertasideasmetafsicasymetodolgicasquelacienciapos-terior,a sabiendaso no, har suyas: la completa desespiritualizacindel objetode lafsica; el rechazodel estudiodelascausas finales;la unidadyextensinindefinidade lamateria; la explicacindetoda suvariedad y sus variaciones por elmovimientodesuspartes;ladefinicindel movimientocomocambiodeposicinrelativaenel espacio; laidentidadontolgicadel movimientoyelreposo; laexigencia deque la fsica noutilice otros recursos conceptuales quelageometrayel lgebra . Damostambinlaversincartesianadelprincipio de inercia-esencialmentela misma de Newton- ydelprincipio de conservacin del movimiento. Se advertir que esteltimo(seccinL, 2.36Y 41) suponequeparadeterminarlacan-tidad demovimiento conservada perpetuamente enel universo hayque tener encuenta la cantidad demateria que se mueve y la mag-nitudde lavelocidadconquesemueve, peronoladireccindelmovimiento(la "cantidaddemovimiento"cartesianaes unescalar,no un vector). Deaqu procedenlasambigedades yconfusionesdela teoracartesianadelascolisiones, cuyoprincipiobsicoes la"terceraleyde lanaturaleza"aqu reproducida(L2.40) .Descartes excluye de lafsicael estudiode lascausas finalespor cuantonopodemos presumir deconocer los designiosdeDios(L 2.28). Spinoza lo excluye porque la idea misma definslotienesentido desdeel punto devistadel hombrey nocabe aplicarlaa lainterpretacin del acontecer impersonal dela naturaleza. He repro-27ducido el apndice de la primera parte desutica, donde argumen-tavigorosamenteenprodeestadoctrinayensayaunaexplicacinpsicogenticade laopinincontraria.10Nuestra coleccin concluye con algunos textos de Newton. Peroantes dereferirmea ellos, debo, una vezms, presentarmisexcusaspor las muchasomisiones. Limitar a cuatrolosrepresentantesdelafilosofaeuropea dela naturaleza en el sigloXVII es verdaderamen-temezquino. He debido, con todo, proceder as para dar seleccionesno demasiadobrevesde Galileo, Descartes, yNewton, sin alargarporotraparteestelibroms deloconveniente, dadosupropsito.Noestdemsmencionaraqu algunostextosque habradeseadoincluir, de nomediarestas consideraciones: antetodo, lasobserva-cionesdeTorricelli sobreel mtododeArqumedes (reproducidaspor KoyrenEtudesGalilennes, Pars1966, apndice); porsuin-tersmetodolgico, tambinlasbellasdemostracionesde Huygensdelas leyesdela colisin delos cuerposelsticos (vaselas enPapp,Historiadela fsica, BuenosAires 1945, pp. 266-269); comounaexpresin del nuevo sentimiento ante la naturaleza, el conocido textode Pascal sobrelaposicindel hombreamitaddecaminoentre loinfinitamente grande y lo infinitamente pequeo (L' oeuvrede Pascal,BibliothequedelaPlade, 1950, pp. 840-848); porltimo, algunodelos ensayos deLeibniz pertinentes a nuestro tema, como DeipsanaturaoSpecimendynamicum.Los textos deNewton elegidos ilustran, creo, relativamente bienlosaspectosfilosficosdesuobra. Se incluyetoda laseccin intro-ductoriadelos Principia, dondesedanlasdefinicionesdeloscon-ceptos bsicos, se explica la concepcin newtoniana del espacio y eltiempoabsolutos y se formulany comentan lostres principios delamecnica, a los que Newton llama "axiomas del movimiento". De lamismaobra, sereproducenlasreglas metodolgicas quefiguranalcomienzodel libroIII. Sinreglas deestegnero, laempresadees-tablecerleyes generalesde lanaturalezasobrelabasedel examende casos particulares -osea, "por induccin", comose dice enlajergafilosfica- no puedesinoenmaraarseen el caos de los he-chos. Esmuyimportante, pues, queNewton, apesardesuinduc-28tivismodeclarado, hayaformuladoexplcitamentetalesreglas, quenopuedenreclamarunfundamentoinductivo, yaqueconstituyenmsbien unsupuesto sinel cuallainduccinnopuedeoperar. Aslaprimera regla -"no deben admitirsems causas delascosasnatu-rales.quelasqueseanverdaderasybastenparaexplicar sus fen-menos"- nos daun criterioparaelegirentre lasmuchasexplicacio-nes compatiblesconunosmismoshechos; comofundamentoparaesta reglaNewtoncita eldichodeAristteles deque "la naturalezano hacenadaenvano"; yagregaque"lanaturalezaes simple"; sucontemporneoLeibnizapoyarestecriteriometdicoenunara-znteolgica: concibealautordelanaturalezacomouningenierodivinoqueobtiene lamximavariedad enlosefectosconlamxi-maeconomaenlascausas. Por otraparte, reglas comolasegunday la tercera(N2; p. 145)son indispensables paraoperar la extrapo-lacininductivade loconocidoalodesconocido. Newton invocaunavez ms comofundamentolasimplicidadycoherenciade lanaturaleza; peroesclaroquetambinpodra basrselasenrazonespuramente metodolgicas: sin alguna suertede reglas comostasnopuede jugarse el juego dela ciencia,y las adoptadas por Newtonsonsencillas ysensatas. Envuelvenpor ciertoun riesgo de error,como puede verseya en un ejemplo denuestro texto, donde Newtonemplea la tercera regla para inferir de la dureza de los cuerpos slidosvisibles, ladurezadelaspartesinvisiblesqueloscomponen.Nuestra seleccin delosPrincipia terminacon el "Escolio gene-ral" conqueconcluyelaobra. Aqu Newtonexponelasconcepcio-nes teolgicas asociadas asusistemadel mundoydiscutebreve-menteel problema delacausa delagravedad universal. Enlosdosltimostextostranscritos (N3, N4) vuelvesobreestostemas. Encuantoalaasociacinde astronomayteologa, cabesealar queNewton requiereunaintervencin de Diospara fijar lasposicionesyvelocidadesiniciales deloscuerposquecomponenelsistema so-lar; comoadems estpersuadido de que este sistema es intrnseca-mente inestable, cree que Dios interviene denuevo cada cierto tiem-po para corregir las posiciones y velocidadesdeesoscuerpos y pro-longar la duracindel conjunto. Un sigloms tardeLaplaceargirquesegnlasmismasleyes deNewtonel sistemasolarnoesines-table, ypretenderprobar ademsqueunsistemaas llega afor-marseinevitablemente porlasimple operacindelasleyesgenera-les de la mecnica sobre unamasa material homognea ydifusa29(recurdeseenrelacinconestoelprogramacosmolgicodeDes-cartesenel textoLl). Por eso, cuandoNapolenlepreguntequpapel juegaDiosensusistema astronmico, Laplace responder:"Majestad, nohe necesitadoesahiptesis".Lacuest in de la causa de la gravedades uno de los temascentrales delapolmicaentreNewtony loscartesianos. Descarteshabaproclamado la necesidaddeunacienciaque emplee slono-ciones "claras ydistintas", como sonlasdelageometra, ynorecu-rra ensusexplicacionesa "cualidadesocultas", comolas "nat urale-zas " o principios internos de movimiento a que apelaban losaristotlicos. Ahora bien, los seguidores deDescartes y tambin otrospensadores, como Huygens y Leibniz, influidos por sumetodologa,juzgarnquelaatraccinrecprocade todos loscuerpos, conqueNewtonexplicalosmovimientosplanetariosylacadadelosgra-ves, esuna tal cualidad oculta, inadmisibleenul)ateoracientficarigurosa. Newton responde, enlos pasajes aqu reproducidos, que lse ha limitadoa comprobar el hechode que los cuerpos tiendenuniversalmenteaaproximarseunosaotros, segnunaleyprecisa,cu yaefectividad semanifiestaenunagranvariedad defenmenos;peroque l no ha pretendidoexplicar la causade esta atraccinuniversal. Nolohahecho, noporquenoleparezcauntemainte-resante, sinosimplemente porquenotieneningunabaseempricaenquapoyarse. Si, a pesardeeso, fraguara -como loscartesianos-algunahiptesisfantsticaamododeexplicacin, estaraviolandolasnormasdelacienciaverdadera. "Peroderivardelosfenmenosdos otres principios generales del movimiento, yluego decirnoscmolas propiedades y accionesdetodaslascosascorpreas resul-tandeesosprincipios manifiestos, sera ungranpasoadelante enlafilosofa, aunquelascausasde esosprincipios an no se hubierandescubierto". [N4, p. 155; cf. Galileo, K3, p. 96). Comoes sabido,lafsicaposterior seatieneaestatarea, abandonandoparasiempreloqueaqu todavaseconcibecomounainvestigacindelascau-sas.30PRIMERA PARTETextos griegosALOS MILESIOS(sigloVI a. C.)1. Aristteles (384-322 a. C). Metaphysica, A. 3, 983b6 sqq. (D. 11A12).Entre los primeros enfilosofar, la mayora opin quesloespe-cies materiales son principios de todas las cosas. Aquello dequetodos los entes consisten y de donde primero surgen y en lo cualfinalmente se destruyen, permaneciendo la sustancia (ousia) perocambiando los estados, a eso lollaman elemento y principio delosentes, yporesto creenquenadanaceni perece, puesesanaturaleza siempre se conserva... Sobre el nmero y la ndole deeste principionodicentodoslo mismo, pero Tales, elfundadordeestaclase de filosofa, diceque es el agua(por lo cual declaraque la tierra est sobre el agua) .2. Simplicio(sigloVI d. C) Ad Physicam, 24, 13 (O. 12 A 9) .Elmilesio Anaximandro, hijode Praxades, discpuloy sucesorde Tales, hadicho que el principio y elemento de los entes es loinfinito(apeiron) , empleandoantesquenadieesta denomina-cin del principio. Dice que ste no es agua ni otro alguno de losllamados elementos, sinootra naturaleza infinita, dela cualsur-gentodosloscielos ylosmundosquehayenellos. Diceestomismo conpalabras mspoticas: dedonde losentes nacen,eneso tambin perecen "conforme a lo debido; pues se danmutua-mente ajuste y compensacin por su injusticia segn el orden deltiempo".3. Pseudoplutarco, Stromateis, 2 (D. 12 A10).Anaximandro... dice que lo que genera el calor y el frodesde loeterno, al surgir este mundo se separ, creciendo de ello una comoesfera dellamas alrededor del aire que rodea la tierra, como cre-ce la corteza alrededor de los rboles. Al desgarrarse y cerrarse enciertos crculos, se formaron el sol y la luna y las estrellas.4. Hiplito (siglo111 d. C), Refutatio, 1, 6, 4-5 e (0.12 A11).Losastrossurgencomouncrculodefuego, queseseparadel33fuegocsmico y es envuelto por aire. Hay respiraderos, orificioscomo enunaflauta, por los cuales aparecen los astros. Las eclip-ses se producen cuando se tapan los respiraderos. La luna apare-ce a vecescreciente, avecesmenguante, segnseobstruyenoabren los orificios.5. Pseudoplutarco, Stromateis, 2 (O. 12 A10).Dice que la forma dela tierra es cilndrica, con una profundidadigual a un tercio desuanchura.6. Aristteles (384-322a. C), DeCaelo , B 13, 295blO (O. 12 A 26).Algunos --entrelosantiguos, Anaximandro- dicenque[la tierra)permanece dondeest debidoa laigualdad. Puesaaquelloqueest inmvil enelcentroy distaigualmentedelosextremosenmodo alguno le pertenece moverse msbien haciaarriba o haciaabajoo hacialos lados ; como es imposible que se mueva a la vezen direcciones contrarias, es necesario que permanezca donde est.7. Aedo(siglo11 d. C), Placita, V, 19,4(D. 12 A 30).Anaximandrodicequelosprimerosseresvivosnacieronenlohmedo, envueltos encortezas espinudas. Con el transcursodeltiempo salieron a lo ms seco, se les desprendi la corteza y cam-biarondevida por poco tiempo.8. Pseudoplutarco, Stromateis, 2 (O. 12 A10).Dice adems que enlosorgenes el hombre nace de animales deotra especie, ya que todos los dems puedenpronto alimentarsea s mismos, sloel hombre necesita una crianza prolongada; porlo cual enlos orgenes, siendo como es, nohabra sobrevivido.9. Aecio, (siglo11 d. C),Placita,1,3,4(D. 13 B 2) .El milesio Anaxmenes, hijo deEuristrato, declara que el princi-pio delosenteses el aire, delocual nace y enlocual vuelveadisolverse. "Comoel almanuestra-dice- que, siendoaire, nosgobierna unitariamente(synkratei), as el viento yelaireabraza(periekhei)el mundo entero".10. Hiplito, Refutatio, 1,7 (D.l3A7).Anaxmenes... dijo queel aire infinitoesel principio, del que34nacen todas las cosas que nacen y nacieron y existirn y los diosesy las diosas, quelodemsnacedesusderivados. Elaspectodelaire esas: cuandoes mximamenteuniformees invisible, perosemanifiesta porlofro ylocalienteylohmedoylomvil.~ u se mueve siempre; ya que lo que cambia no cambiara si nosemoviera.Condensndose y enrarecindoseaparece diferente;enefecto, cuando se difunde enlo ms sutil se convierte enfue-go; los vientos, encambio, sonaireque denuevo secondensa, ydel aire seformannubesporcompresin; al aumentarsta,seformael agua; si se engruesa ms, la tierra, y cuando se condensaal mximo, laspiedras. Demodoqueloprincipal de lagnesisson los contrarios, el froy el calor.11. Pseudoplutarco, Stromateis, 3 (O. 13 A 6).Anaxmenes dice que el principio detodas las cosases el aire,elcual es infinitoen magnitud, perodefinidoensus cualidades.Todo nace por una cierta condensacin y enrarecimiento del mis-mo. yel movimientoexistedesdela eternidad. Al comprimirseel aire surgeprimerolatierraplana, lacual , por consiguiente,flota en el aire; yel sol ylalunaylosdemsastrostienenelprincipiodesugeneracinenla tierra. Declaraal menos queelsol es tierra, peroquea causa del rpidomovimiento y elcalorexcesivo seinflama.BHERCLITO DE EFESO(hacia500a. C.)l . Estemundo, el mismopara todos, no lo hizo ninguno delos dio-sesni de loshombres, sinoqueha idosiempreyesyserunfuegosiemprevivo, queseenciendesegnmedidasyseapagasegn medidas. (O. 22B 30).2. [El fuegoeterno es]indigencia y hartura. (0.22 B 65) .3. Trucaseel fuegoentodoy todoenfuego, comoel oro enmer-cancas y las mercancas enoro. (D.22B 90).354. El fuego vive la muerte del aire y el aire vive la muerte del fuego;el agua vivela muertedela tierra,la tierra la del agua. (O. 22B76).5. Lo frose calienta y 10 caliente se enfra, lo hmedo se seca y 10seco se moja. (O. 22B 126) .6. El caminohaciaarriba y haciaabajo: unoy el mismo. (O. 22B60) .7. El mar es el agua ms pura y ms impura, para los peces potabley saludable, para los hombres impotable y mortal. (O. 22B 61).8. El dioses da y noche, invierno y verano, guerra y paz, hartura yhambre; cambiacomoel fuegocuandosemezclaconaromas,que es nombrado segn el olor decada uno. (D. 22B 67) .9. Para el dios, todo es bello y bueno y justo; pero loshombres su-ponen que unascosas son justas, otras injustas. (D. 22B 102).10. La guerraeselpadredetodo, el reydetodo, yexhibia unoscomo dioses, a otroscomohombres; a unoshizoesclavos, a losotros libres. (0.22 B 53).11. Hay que saber que la guerra es comn, y que la justicia es discor-dia, y que todoocurre por ladiscordia y la necesidad. (O. 22B80) .12. El sol norebasar susmedidas; si no, lasErinias, ministrasdelajusticia, lo descubrirn.(D. 22 B 94).13. Para los que estn despiertos, el mundo es uno y comn; pero losque duermen se vuelvencadaunoa sumundoprivado(idion).(O. 22B 89).14. Por eso hay que seguir lo comn. Mas aunque el lagos es comn,la mayora vive como si poseyesen una inteligencia privada (idianphronesin). (D. 22B2).3615. La sabidura es decir la verdad y obrar conforme a la naturaleza(kata physin), escuchndola. (D. 22B 112).16. Escuchando, no a m, sino al logos, es sabio consentir (homologein)que todoes uno. (O. 22B 50).17. Una sola cosa es lo sabio: conocer el pensamiento que lo gobier-na todo a travs detodo. (O. 22B 41).18. El tiempo es un nio que juega sobre un tablero. De un nio es elreino. (D. 22B 52).ePARMNIDES DE ELEA(hacia 480a. C.)Fragmento 8, versos 1-44 (O. 28 B 8).Resta hablar de una sola va: que [lo que es] es. Yest cubierta deindicosde queesingnitoeindestructible, pues esntegroeinconmovible y sin trmino (ateleston); ni era ni ser, puesto quees, todoalavez, uno, continuo. Qugeneracinlebuscars?Cmoy dedndehacrecido?Nopermitirquedigasni quepienses:"Del noser";puesnocabedecir ni pensarquenoes.Qunecesidadlohabraimpulsadoacrecer, desdenada, mstemprano o ms tarde? As pues es necesario que sea totalmenteo no sea. Y la fuerza dela conviccin jams conceder que deloque noes nazca algo fuera de eso. Por 10 cual ni nacer ni perecerlo dejala justicia soltandosuscadenas, sinoque 10 retiene;y ladecisin sobre estosasuntos es sta: es o noes. Pero se ha decidi-doya, como era necesario,abandonar una vapor impensable einnombrable (pues noes una va verdadera), y que la otra es realy verdica. Cmo podra entonces destruirse lo que es (eon)? Ocmo podra generarse?Si nace, noes, ni tampoco si alguna vezhadeser. As la gnesisse extingue y la destruccin desaparece[literalmente: "no se oye"].Noes divisible, pues es entero uniforme; nies enalgn sitiomayor, 10 que impedira su continuidad, ni tampoco menor, sno37todoestllenodeloquees. De modoque es todocontinuo: 10que es est prximoa 10 que es.Ms an, inmvildentrodeloslmitesdegrandesataduras,no tiene principio ni trmino, puesto que la gnesis y la destruc-cinfueron arrojadas muylejos, rechazadas por laconviccinverdadera. Permaneciendo el mismo donde mismo, reposa consi-go, y deeste modo quedafirmeah ; unanecesidad poderosaloretiene en las ataduras dellmite que 10 encierra por todos lados,porquenoes lcito que10 ente(toeon)seasinfin(atelesteton);pues noes indigente; si notuviera fincarecera detodo.Es lomismo pensary el pensamiento dequees. Puessin10ente en que est expresado no encontraris el pensar; fuera de 10ente, en efecto, nada es ni ser, ya que el Destino 10 atpara quepermanezca entero e inmvil. Por esto son nombres todo cuantolos mortales han establecido, convencidos de que era verdad: na-cer y perecer, ser y noser, y cambiar desitio y mudar el brillantecolor.ydado que hay un lmite extremo, est delimitado por todoslados, parecido a la masa de unaesfera bien redonda, equilbradodesde el centro entodas direcciones.oEMPDOCLES DE AGRIGENTO(aprox. 495-435a. C.)l. Fragmento 8(D. 31B 8).Te dir otra cosa: no hay nacimiento (physis) de ninguna de todaslas cosasperecederas, ni unfinal demuerte ruinosa, sino mezclasolamentey separacin delos mixtos, que entrelos hombres sedenomina nacimiento.2. Fragmento12, versos1-2(O. 31B 12) .De 10 que no es en absoluto, es imposible nacer (genesthai) y que10 que es seaniquile es irrealizable e inaudito.3. Fragmento17, versos 1-20,27-35(O. 31B 17).Doble es 10 que digo:Ora crece uno solodemuchos, ora se des-prenden muchos deuno. Dual es lagnesisdelas cosasperece-38deras, dual su deceso; pues una la engendra y destruye la conver-gencia de todas las cosas, la otra se nutre y disipa cuando de nue-voseseparan. Y stasjamscesanensucambioperpetuo, orareunindosetodasenuno, por Amor, oraalejadaotravezcada~ u por el odio de Discordia. As, en cuanto que uno ha aprendi-doa crecer demuchos, y denuevo al dividirse el uno muchos seforman, en esa medida nacen y no tienen una vida duradera; peroen cuanto no cesa jams su intercambio perpetuo, en esa medidainconmovidas(akinetoi) estneternamenteenel ciclo. Escuchabien mispalabras, pues aprender te acrecentar el entendimien-to; como ya expres antes cuando anunci el alcance de mis pala-bras,es doble lo que digo: oracrece unosolodemuchos, orasedesprendenmuchosde uno, el fuegoyel aguaylatierraylaalturainmensadel aire, yapartedeellos laDiscordiaruinosa,contrapesadapor todaspartes, yel Amorentreellos, igual delargo y deancho.. . Son todos iguales y tienen la misma edad, perocada cual desempeaotra dignidad y tiene supropio carcter, ydominan por turnos al cumplirse el tiempo. Y adems de stos nonacenadani cesa;pues si perpetuamentese destruyeran, yanoseranquacrecentaraentoncesestetodo?y proviniendodednde? y de qu modo se aniquilara, si nada est vaco de ellos?No, stosson los que son, pero al entrecruzarse en su curso, surgecada vezotra cosa, siempre sin cesar similares.EANAXGORAS DE CLAZOMENE(activo en Atenas entre 462y 432a. C.)l. Fragmento17 (O. 59B 17).Incorrectamenteaceptanlosgriegosel nacer y elperecer; puesninguna cosa naceni perece, sinoqueseforma por mezclaoseparacin de cosas existentes. Sera correcto que llamaran al na-cer, mezclarse (symmisgesthai), al perecer, separarse.2. Fragmento 5 (O. 59B 5).Esnecesariosaber quelatotalidadde las cosas (panta) no esmenos ni ms -puesno esposiblequesea ms que todaslascosas- sinoque todo es igualsiempre (allapanta isa aei).393. Escolio a Gregario Nacianceno, MigneXXXVI, 911(O. 59 B 10).Anaxgoras, que descubri la antigua doctrina de que nada nacede la nada, suprimi la gnesis e introdujo en vezdeella la sepa-racin. Decatontamentequetodaslascosas estnmezcladasentre s, pero que al crecer se separan. Puesenla misma semillahay pelos y uas y venas y arterias y tendones y huesos, inaparentesdebidoalapequeezde suspartes, peroal crecer seseparanpocoa poco. "Cmo -deca- podra generarse el pelo delo queno es pelo y la carne delo que no es carne?" Dice esto no slo delos cuerpos, sino tambin de los colores, y que lo negro est en loblancoy loblanco enlonegro. Afirmalo mismorespectoa lospesos, opinandoquelolivianoestmezcladoconlopesadoyestoa su vezconaquello.4. Simplicio (sigloVI d. C.), Ad Physicam, 27,2(D. 59 A 41).Anaxgoras de Clazomene, hijo de Hegesibulo, asociado a la filo-sofa de Anaxmenes, cambi primero las doctrinas sobre los prin-cipios y complet la causa que faltaba, haciendo infinitos los prin-cipios corporales; en efecto, todas las cosas que constan de parteshomogneas, comoel aguaoel fuegooel oro, soningnitaseindestructibles, pero parecen nacer y perecer sloen virtud de lareunin y separacin, y estn todas presentes en todas, pero cadacosa estcaracterizada por lo que predomina en ella. As, pareceoroaquello en que hay mucho ureo, aunque todo est presenteenello.5. Fragmento12(O. 59B 12).Las dems cosas tienen parte de todo, pero la inteligencia (nous)es infinita y duea des (autokrates)y no se mezcla conningunacosa, sinoqueestellamisma solaconsigo. Si noestuviese solaconsigo sino mezclada con otra cosa, participara de todas si se hamezcladoconalguna; pues entodo hay parte detodo, como hedicho antes; y las cosas mezcladas con ella le impediran dominar(kratein) ningunacosa, comolohaceestandosola consigo. Espueslamssutil y ms puradetodas lascosas, y posee todoelconocimiento acerca de todo (gnomen peri pantos pasan iskhei)ylamximafuerza; ylascosasanimadas, grandesypequeas, atodas las domina la inteligencia. Y la inteligencia dominaba tam-binlarotacinentera, demodoquerotaraenunprincipio. Y40primero empez a rotar por un trozo pequeo, pero despus rotaen una regin mayor, y rotar en una mayor an. Y lo mezclado yseparado y dividido, todo lo conoce la inteligencia. Y cules cosasvana sery cules hansido, queahora noson, y tambin culesCJ"ueahorasonsern; todaslasorden(diekosmese)la inteligen-cia, tambin la rotacin con que ahora giran los astros y el sol y laluna y el aire y el ter separados. La rotacin misma hizo separar-se; y se separa lo denso de lo raro, y lo caliente de lo fro, y lo clarodelo oscuro, y lo seco de lo hmedo. Hay muchas partes de mu-chascosas. Pero nada se separa niaparta completamente lounode lo otro, excepto la inteligencia. La inteligencia es toda igual, lamayorylamenor. Peroningunaotracosaes igual a nada, sinocadacosasingulares y fue conmximapatenciaaquellodeloque hay ms enella.FLOS ATOMISTAS LEUCIPO(funda escuelahacia450a. C.)YOEMOCRITO(aprox. 460-370a. C.)1. Simplicio(sigloVI d. C.), Ad Physicam28,4(D. 67 A 8).Leucipo deElea o deMileto(circulanambas versiones), asocia-doala filosofa de Parmnides, no sigue la misma va queParmnides y Jenfanes en lo que concierne a los entes, sino, a loque parece, ms bien la contraria. Mientras aqullos hacen que eltodoseaunoeinmvil eingnitoylimitado, y noadmitennisiquiera que se busque lo que noes (to me on), ste supone infi-nitos elementos enmovimientoperpetuo, lostomos,e infinitala multitud de sus formas, debido a que no tienen por qu ser deunmodomsbienque deotro(diato medenmallantoioutonetoiouton einai), y contempla una gnesisy uncambio incesantesenlos entes.Adems, que lo que es (to on) no existe (hyparkhein)ms quelo que noes (to me on) y que ambos son la causa de las cosas quedevienen (tois gnomenois). Supone que la sustancia (ousia) de lostomos es compacta y llena, y dice que es ente (on elegeneinai) y41se mueve en el vaco, al cual llama no ente(me on)y diceque esen nomenor gradoque 10 ente.2. Aristteles (384-322 a. C.), MetaphysicaA 4, 985b 4 sq. (0.67 A6).Leucipo y su compaero Demcrito dicen que los elementos son10lleno y 10vaco, llamando ente al uno,noente al otro; de stos10lleno y 10slido es 10 ente (to on), 10vaco y raro, 10no ente (tomeon); porlo cual dicenque 10 quees (to on) noes enmayorgradoque 10 quenoes(tomeon);estas soncausasdelas cosasexistentes (ta onta), a modo de materia. Y as como quienes con-ciben una sustancia subyacente nicageneran lasotras cosas envirtud delas modificaciones deella, postu1an.. doque 10 raroy 10densoson los principios deesas modificaciones, as stos decla-ranque las diferencias sonlas causas delas dems cosas; y dicenque 10 ente difiere sloenritmo, contacto y giro; donde "ritmo"es forma, "contacto", orden, "giro", posicin; difiere en efecto la AdelaNporlaforma, ANde NApor el orden, Zde Nporlaposicin.3. Digenes Laercio (sigloIII d. C.), Vitae, IX, 31-33(O. 67 Al) .Leucipo dice que el todo es infinito; en parte es 10lleno, en partelo vaco, a los que declara elementos. De aqu se forman infinitosmundos, que se resuelven en estos elementos. Los mundos nacenas: muchos cuerposdetoda suerte deformasson llevados "porabscisin de 10infinito" a un "gran vaco", donde reunidos produ-cen untorbellino nicoenvirtuddel cual se entrechocan y cir-culan en todas direcciones, y se separa 10semejante con 10seme-jante. Como debido a sumultitud no pueden girar enequilibrio,los mssutiles salen al vacoexterior, como cribados; los demspermanecenjuntosyentrelazadosse muevenconjuntamentehaciaabajo y formanunaprimera estructura(.systema) esfrica.Estasedestacacomouna "membrana" quecontiene ens todaclase decuerpos. Estosse arremolinan debido a la resistencia delcentro, y la membrana circundante se adelgaza, mientras los cuer-poscontiguos confluyen en virtud del contacto con el remolino.yas naci la tierra, al permanecer juntos los cuerpos acarreadoshacia el centro. Yvolvi a crecer la membrana envolvente debidoa la afluencia[leo: epesrusis] deloscuerposdeafuera; pues,gi-42randoentorbellinose adueadelos que toca. Algunos deestosentrelazados formanuna estructura, que es hmeda y fangosa alcomienzo, pero se seca girando con el torbellino del todo y luegoinflamndose forma la sustancia(physis) delosastros.4. Aecio(sigloII d. C.), Placita. I1, 7,2(O. 67 A 23).LeucipoyDemcritoenvuelvenel mundoconuna"t nica" o"membrana" circular formadapor el entretejimiento delosto-mos con forma deganchos.5. Hiplito(sigloIII d. C.) Rejuuuio 1, 13,2 (0.68 A 40) .[Demcrito] dice 10 mismoqueLeuciposobreloselementos,lleno y vaco, llamandoa 10 lleno, ente, a 10 vaco, noente; hablacomo si los entes(taonta) se moviesen siempre enel vaco. Hayinfinitos mundos, dediversa magnitud. Enalgunos nohay sol niluna, enalgunossonmayoresqueenel nuestro, y enotros sonms numerosos. Las distancias entre los mundos son desiguales, yenalgunasparteshayms, en otrasmenos, unoscrecen, otrosculminan, otros decrecen, en algunas partes nacen, en otras falle-cen. Se destruyen chocando entre ellos. Y algunos mundos estndesiertos deanimales y plantas y toda humedad.6. Leucipo, fragmento 2 (O. 67 B 2) .Ninguna cosasurge al azar, sinotodo por una razn(eklogou) yconnecesidad.7. Demcrito, fragmento125 (0.68B 125).Porconvencin(nomoi), color; por convencin, dulce; por con-vencin, agrio. Peroenrealidad tomos y vaco.8. Derncrito, fragmento 9 (O. 68 B 9).Peronosotros enrealidad nopercibimos nada cierto, sino10 quecambiasegnladisposicindel cuerpoyde10 quelevienealencuentro o le resiste.9. Demcrito, fragmento11 (O. 68 B 11) .Hay dosformasdeconocimiento(gnome) , unaautntica, la otraoscura; yalaoscurapertenecentodasstas: lavista, el odo, elolfato, el gusto, el tacto. Pero la autntica est separada de aqulla.43GPITAGRICOS DEL SIGLO Vl . Filolao, fragmento 4 (0.44B 4) .Ytodaslascosasconocidas tienennmero; puessinellonoesposible concebir ni conocer nada.2. Aristteles(384-322a. C.), De Caelo, II, 13,293'18 sq.(D. 58B37).Mientras la mayora dice que[la tierra]reposa enel centro... lositlicos, llamados pitagricos, dicen lo contrario; aseveran que enel centro hay fuegoy que la tierra es uno de los astros y movin-doseentorno al centro produce la noche y el da. Adems cons-truyen otra tierra frente a sta, a la que denominan antitierra, nobuscando las razones y las causas para los fenmenos, sino aproxi-mandolosfenmenos a ciertasrazonesyopinionessuyas ein-tentandoordenar todoesto conjuntamente. Tambina muchosotrosles pareceraqueno hayqueasignaralatierrael lugarcentral, conviccin quenoobtienen delos fenmenos sino msbien de los razonamientos. Piensan, en efecto, que a lo ms valio-so leconviene tenerel lugar msvalioso, y queel fuegoes msvaliosoque la tierra, y el lmite msque lo que est entre medio,y que el extremo y el centro sonlmites.3. Arstteles(384-322a. C.) , De Caelo, II, 9, 29b12sq. (O. 58B35).Tambin la aseveracin deque al moverse[losastros]se generauna armona, como desonidos concordantes, est expresada finay notablementeporquienes laformulan, peroenverdadnoesas. Les parece, enefecto, a algunos, que al moversecuerpos tangrandes es necesaro que se produzca un sonido, ya que ello ocu-rretambin con loscuerpos que hayentre nosotros,aunque notienenlamismamasa ni semuevencontal velocidad; yque,cuando el sol y la luna y los astros, tan numerosos y tan grandes,se mueven con unmovimiento tan veloz, es imposible que no seproduzca un sonido deprodigiosa magnitud. Suponiendo esto yque, debido a las distancias, las velocidades tienen las proporcio-nesdelosacordes, afirmanquees armnicoel sonidogeneradoalmoverseencrculolosastros. Comopareceabsurdoqueno44escuchemos este sonido, dicen que la causa es que el sonido estpresenteyaa los recinnacidos, demodoquenosemanifiestapor contraste con el silencio; pues el discernimiento desonido ysilencioesrecproco, yaloshombresles ocurriracomoalosherrerosquienes, porlacostumbre, parecequenopercibenelruido dela forja.HPLATN(427-347a. C.)l . Fedon, 97b-99c.Unavez oleer deunlibrodeAnaxgoras, dondedecaquelainteligencia (nous) es quienestablece el ordencsmico (hodiakosmon) y es la causa de todas las cosas. Me gust esta causa yme pareciqueen ciertomodoerabuenoquelainteligenciafuese la causa detodo, y pens que, si elloeraas, la inteligenciaordenadora ordenaria todas lascosas y dispondra a cada una delamejormaneraposible. Sialguienquisiera, pues, encontrar lacausaporlaquecadacosanaceopereceoexistetendraquedescubrir de qumodoesmejor paracadaunaser ohacer opadecer lo que sea. Segn este razonamiento lo nico que le co-rrespondeconsderaral hombre, respectode esacosa ode lasdems, es lo excelente y lo ptimo. Es preciso conocer esto y lopeor, pues la ciencia deestas cosases la misma. As discurriendocomplacido crea haber halladoal maestroque meenseara lacausa delosentesajustadaa mi inteligencia, Anaxgoras,quienme indicara si la tierra es plana o redonda y luego me explicaraadems la causa y la necesidad de que as sea, diciendo lo mejor yque es mejor queellaseadetal modo; y si dijera queestenelcentro, explicara adems cmo es mejor que est en el centro; ysi me declaraba estas cosas, yo estaba dispuesto a noaorar msninguna otra clase de causa. Y estaba igualmente dispuesto a apren-der otro tanto acerca del sol y la luna y los otros astros, con respec-toa sus velocidades relativas y sus vueltas y sus dems vicisitudes,de qu modo es mejor que cada uno opere y le pase lo que le pasa .Ni por uninstantepensaba yoque, junto condeclararqueestascosas haban sido ordenadas por la inteligencia, les atribuyera otra45causaque la deque ellas sonmejoresas como son; al asignarsucausaa cada cosa, deun modo comn a todas, explicara adems--crea yo-lo que es mejor paracada una y el bien comn a todas.yno renunciaba fcilmente a mis esperanzas; antes bien, cogien-do el libro congranentusiasmo, 10 lealo ms rpidamente posi-ble, a fin deconocer cuanto antes10 mejor y lo peor.Me iba alejandode esta maravillosaesperanza, amigomo,luegoque, al avanzar en la lectura, vea que el autor no empleabaenabsolutoalainteligenciani leatribuaaccincausal en laordenacin de las cosas, invocando como causas, en cambio, airesy teresyaguasy otrosmuchosabsurdos. Y meparecia quelepasaba algomuysimilar aloqueleocurraaquienhabiendodichoqueScrateshaceconlainteligenciatodocuantohace,luego, cuando procediera a indicar lascausasdecadauna delascosas quehago, dijeraprimero que estoy sentadoaqu ahoraenvirtud deque mi cuerpo consta dehuesos y tendones, y los hue-sos son slidos y tienen junturas que los separan, en tanto que lostendones que se estiran y relajan envuelven a los huesos con lascarnes y la piel que los mantiene unidos; de suerte que, suspendi-doslos huesos en susarticulaciones,al soltarse o ponerse tensoslos tendones mepermiten, por ejemplo, doblar las extremidades;ypor esta causa, asdoblado, estoysentadoaqu. Yrespectoanuestra conversacin, mencionara otras causas por el estilo, vocesy airesy odosy mil cosasdeestalaya, sin preocuparse denom-brar lascausas quedeveraslo son, a saber, que, luegoquea losatenienses les pareci mejor condenarme, debido a esto tambin am me pareci mejor estar aqu sentado, y ms justo, quedndomeaqu, recibir la pena que ordenaron. Pues, ipor el perro!estoyse-guro deque hace tiempo que estoshuesos y tendones estaran enMegara o enBeocia, conducidos por unaopinin sobre 10 mejor,si yonohubieraestmadomsjustoy mshermoso, envezdefugarmey escapar como unesclavo, padecer la penaque la polisimponga.Perollamar causa a cosas como stas es sumamente absurdo.Si alguiendijeraquesintener estoyloshuesosytendonesydems cosas que tengo, no estara encondiciones de hacer 10 queme parece, diraporciertolaverdad. Perodecirqueporestascosas hago10quehagoy10hagoconinteligenciaperonoenvirtud dela eleccin de10 mejor, sera tomarse demasiada liber-46tadconel lenguaje. Porincapacidad dedistinguirentreloquerealmente es la causa y aquello sin 10 cualla causano sera causa,meparece quela mayoraandaa tanteoscomoenlastinieblas,emplea denominaciones inapropiadas ydesignaaestoltimocQmo causa. Por 10 cual, mientras uno deellos rodea a la tierra deuntorbellino y hace que el cielo la mantenga donde est, otro laconcibe como una vasta tabla de amasar, que el aire sostiene comopedestal. Lavirtudporlacual lascosasestndispuestasdelamejor manera posible as como estn ahora, ni la buscan ni creenqueposeaunafuerzadivina; antesbien, piensanencontrarunsostn msfuerte y msinmortal que ste, uno que mejor man-tenga unido al todo, y no creen que en verdad el bien y 10 debidoatenni cohesionennada. Yo, por mi parte, porsaber comosecomporta estaclasede causa, con el mayor gusto mehara disc-pulo dequien fuera.2. Repblica, VII, 528e-530c.- Haceunmomento me censuraste, Scrates, porquecelebrabade modovulgar laastronoma; ahoraprocedoacelebrarlaa tumodo: me parece manifiesto para todos que ella compele al almaa mirar hacia 10 alto y la conduce delas cosas deaqu hacia all.- Quizs -dije yo- seamanifiestoparatodos, exceptoparam ;pues a mnomeparece as.- Cmo, entonces?- dijo.- Que los que ahora intentan elevar la astronoma a filosofa, noshacen mirar hacia abaj o.- Cmo dices?- Nome parece nada innoble -repliqu- el modo como concibesel estudio de las cosas dearriba; y hasta es posible que si alguien,la cabeza echada atrs, contemplando los ornamentos del techo,observa algo, estimes que contempla conla inteligencia y noconlos ojos. Tal vez juzgasbien, yyoingenuamente. Pues por miparte no puedo creer que ningn otro estudio haga al alma mirarhacia arriba, fueradeaquel que concierne a 10 que es y a 10 queno se ve; y si alguien mirando boquiabierto al cielo o boquicerradoal suelointentaestudiaralgunadelas cosassensibles, digoqueJamsaprende -pues nohay una ciencia deninguna deestas co-sas- y que su alma nomira hacia arriba, sinohacia abajo, aunqueestudie nadando deespaldas entierra o enel mar.47- Recibo mi castigo -dijo-, pues conrazn me censuras. Pero dequmodo, distintodecmoahoraselaestudia, decas queespreciso estudiar la astronoma, si sequierehacerlo provechosa-mente convistas a aquello deque hablamos?-Del modo siguiente -repliqu-. Estos ornamentos del cielo, dadoque han sido bordados en lo visible, estimaremos que son las mshermosas y exactasdetodaslascosasdeestegnero, peroquedistanmucho delas verdaderas, losmovimientos que la veloci-dadque es y la lentitud que es mueven recprocamente segn elnmeroverdaderoy segntodaslasfigurasverdaderas, condu-ciendo tambin lo que existe en ellas, lo cual puede captarse conla palabra (lagos) yel pensamiento (dianoia), pero no conla vista.Ocrees que s?- De ninguna manera, dijo.- Enefecto, prosegu, laornamentacindel cielohade usarsecomomodelo(paradeigma) alserviciodel estudioconvistas aaquello, igual que si alguien encontrase unos diseos excelentes yacabadamente dibujados por Ddalo u otro artfice o pintor. Cual-quier conocedor de la geometra estimara, al verlos, que es bell-sima sufactura, pero hallara ridculoexaminarlos enserio paracaptar enellosla verdad delos iguales o los dobles, o dealgunaotra proporcin.- Cmo nova a ser ridculo? -dijo.- yl que es de verasastrnomo -contnu -nocrees que pen-sar lo mismo contemplando los movimientos de los astros? Esti-mar que el artfice delcieloha compuesto a ste y a lo que hayen l lo ms bellamente que se puede componer obras tales. Perocrees que no juzgar absurdo a quien opine que se produce siem-pre del mismo modo y nunca vara en nada la proporcin entre eldaylanoche, yentrestos yel mes, ydesteconel ao, ascomoladelos otrosastros constosy entre ellos, y busquedetodasmaneras captar la verdad deestas cosas, siendo como soncorpreas y visibles?- As me parece -dijo- ahora que teescucho.- Utilizandoproblemas, entonces -dije- como enla geometra,cultivaremos la astronoma, y dejaremos enpaz lo que hayenelcielo, siqueremos, participandodeverasdelaastronoma, con-vertir a lo naturalmente sagaz(to physei phronimon) delalma, deintil enprovechoso.483. Timeo,48e-52d.Al iniciar de nuevonuestrodiscurso acercadel todoha deadoptarse una clasificacin ms completa. Entonces distinguimosen efecto dos especies, pero ahora otra tercera especie tiene que~ puesta en evidencia por nosotros. Aquellas dos eran suficien-tes para lo que antes expusimos: mientras unaes postulada comola especie delmodelo (paradeigma), inteligible y siempre idnti-ca, la segunda, copia delmodelo, tiene devenir (genesis) y es visi-ble. No distinguimos entonces unatercera, juzgando que bastaraconesasdos; peroahorael discurso(lagos) pareceforzarnos aque intentemos poner demanifiesto con palabras (logo)una es-peciedifcil y oscura.Quvirtud(dynamis) debemos suponerque posee por naturaleza? Principalmente sta: ser el receptcu-lo (hypodokhe) yen cierto modo la nodriza de todo devenir. Aun-que lo dicho es verdad, hay que hablar msclaramente al respec-to, lo cual es difcil,enespecial por cuanto para ello es necesarioconsiderar previamente una cuestin relativa al fuegoy las cosasquevanconl [i. e. loselementos] . Respectode cadaunadestasesdifcil decircul esprecisorealmentellamaragua msbien quefuegoy cul con unnombrecualquierams bien quecontodosalavez osucesivamente, de maneradeemplearunlenguaje (logos) estableyFidedigno. Dequmodo, entonces,expresamos esto mismo y qu y cmo es razonable discurrir acercade estas cosas? En primer lugar lo que ahora hemos denominadoagua, al condensarse lo vemos, segn nosparece, devenir piedrasy tierra, pero al derretirse y separarse de nuevo esto mismo, aire yviento(pneuma), yal inflamarseel aire, fuego; alainversa,elfuegoal condensarse y apagarse lo vemos retornar a la forma delaire, y otra vez el aire reunirse y condensarse en nube y niebla, delas cuales al comprimirse an msfluyeagua, y del aguanueva-mentetierraypiedras, yas, segnsemuestra, setransmitencclicamente unas a otras la gnesis. Puesto que cada una de estascosas jams se exhibe como la misma, cul deellaspodra afir-mar alguien con certeza, sin luego tener que avergonzarse, que estal cosa y no otra?No la hay, sinoque con mucho lo menos inse-guroparaquienesdiscurrenacercadeestascosas, eshablardeesta manera: aloqueobservamosdevenir cadavez otracosa,como el fuego, no llamarlo nunca este fuego, sinoen cada caso loque es tal, ni al aguallamarlasta sinosiempretal, ni nombrar49nunca como si poseyera alguna firmezaa otracualquiera delascosasque, creyendomostraralgo, sealamos mediantelas pala-brasesto yeso. Pueshuyen sin esperar al esto nial eso ni al de estemodonia ninguna delas expresiones que las designan como en-tespermanentes. Nohay que nombrarlas puesconestas expre-siones,sinoa todasy a cada una deellasllamarlas lo quees tal yretornasiempre igual; y fuego tambin a lo que todo el tiempo estal; y as con todas las cosas que tienen devenir. A eso empero enlocual cadaunadeellas aparecesurgiendoydedondenueva-mente se pierde, a eso slo designarlo mediante los nombres estoyeso;en cambioa10cualificadocomosea, clidooblancoocualquiera de los contrarios, y todo cuanto proviene destos, nollamarlo con ninguna deestaspalabras. Perobay que empearseen explicar esto de nuevo anmsclaramente. Supongamos quealguien ha formado deoro todas las figurasposibles y transformasin cesar a cada una en todas; si alguno, sealando a una deellas,preguntase qu es, con mucho 10 msseguro con vistasa la ver-dad sera decirle que es oro, y al tringulo y las dems figuras quese forman all nunca llamarlas stas, como si fuesen entes, ya queno bien se las seala, se transmutan; sino ms bien alegrarse cuandosiquiera admitan que con alguna seguridad se las llame lo queestal. Lomismocabedecirrespectodeesanaturalezaqueacogetodos loscuerpos. Hay que llamarla siemprelo mismo; puesenabsolutoseapartade suvirtudpropia -yaqueacoge siempretodoyjamsenmodoalgunoadoptaunaforma igual aladeninguna de las cosas que a ella ingresan. Dispuesta por naturale-za para recibir el cuo de todo, puesta en movimiento y configu-radapor lascosasqueentranenella, aparececada vez alteradapor ellas; en tanto que lo que entra y sale son copias de los enteseternos, estampadaspor ellosdemaneraasombrosay difcil deexpresar que habr que estudiar msadelante. Porahora, es ne-cesario concebir tres clases de cosas: 10 que deviene, aquello don-de deviene, y aquello reproduciendo a 10 cual crece lo que deviene.y convieneasimilarel recipientealamadre, loreproducidoalpadre yla naturalezaintermediaria entreambosa un hijo. Hayque entender asimismo que, si hadehaber una copia que puedaser modelada segn toda clase de diseos, aquello en que estos seimpriman estar bienpreparado para elloslosi est exentodetodasesasformas quevaarecibirde algnlado. Pues si fuese50igual a alguna de las cosas que entran en l, al recibir las denatu-ralezacontraria oabsolutamentedistinta,si es quellegasen,lasreproduciriamal, insinundose juntoaellassuaspectopropio.Por 10 cual es necesario que aquello que va a recibir ens a todoslesgnerosest libredetodaslas formas; como sucedecon losungentos aromticosquesepreparanconarte, procurndoseque los lquidos que recibirnlos perfumes sean mximamenteinodoros; ocomohacen losqueprocedena tomar impresionesen algo blando, que no permiten en absoluto que exhiba deante-manoningunafigura, sinoque, emparejndolopreviamente, lohacenloms lisoquesepueda. Asimismo, aquelloqueha derecibir bien,ensutotalidad y muchas veces, reproducciones detodos los entes eternos, conviene que por naturaleza est libre detodas las formas[ektos panton ton eidon -podramos traducir: "estfuera de todas las especies"] . Por esto, pues, a la madre y recept-culodeloqueha devenidovisibleoengeneral sensiblenolallamaremos tierra ni aireni fuegoni agua, ni otra ninguna delascosasnacidasdestas o dequestasnacen; nomentiremos,encambio, si decimos que es unaespecie(eidos) invisible,amorfa,omnirreceptiva, partcipe de lo inteligible de un modo sumamentedesconcertantey dificilsimodecaptar. Enla medidaenquelodicho hasta aqu permite alcanzar sunaturaleza, lo mscorrectoesdescribirloasi: cadavez, laparteinflamadade elloaparececomo fuego, la humedecidacomoagua, y como tierra y airese-gn acoja copias suyas. Pero hay que examinar en nuestro discur-soestas cosas determinandomejor conpalabras,lacuestin si-guiente: acaso existe elfuegomismo por s mismo y las demscosasrespecto delas cuales decimos siempre deeste modo, queson cada una, ellas mismas por s mismas? o bien aquellas cosasque miramos, o en general sentimos conel cuerpo, sonlas nicasqueposeenunaverdad tal, yfueradeellasnoexistenotrasenninguna parte y deninguna manera, desuerte que hablamos envanocadavezquedecimos queexiste una formainteligible decada una, lo cual no es nada ms que una palabra (lagos)? No estbien dejar esta cuestin de lado sin juicio ni sentencia y declarartajantemente que ello es as; pero tampoco hay que intercalar eneste largo discurso otra larga digresin. Sera sumamente oportu-noque se definiese en pocas palabras undictamen detanta im-portancia. Mi propio voto 10 doyas: si la inteligencia (nous)y la51opininverdadera[doxaalethes) sondos gnerosynouno,detodos modos existen por s mismasaquellas cosas, como formasque nopodemos sentir, sinosloconcebir; pero si, como les pa-rece a algunos, la opinin verdaderaennada difiere dela inteli-gencia,debe juzgarse que todo cuanto sentimos con el cuerpo es10 que hay de ms firme[bebaios -jiodramos traducir: "estable","seguro", "cierto"].Ahora bien, hay que declarar que ellas son dos, porque surgenindependientementeysudisposicinesdismil. Mientras unanace ennosotros por enseanza, la otra nace por persuasin; unava siempre acompaada del lagos verdadero pero la otra es ajenaal logos[alogon -que puede traducirse: "muda", "indecible", perotambin"noracionante", "nofundamentada", "irracional"]; unaes inconmovible ante la persuasin, mas la otra se deja persuadir;y hay que reconocer que todos los varonesparticipan dela opi-nin verdadera; de la inteligencia, en cambio, los dioses, pero slouna clasepoco numerosadehombres. Siendo estoas, debemosconvenir enque existe enprimer lugar lo que poseeunaformaidntica,ingnitoeindestructible, que noacogeens otracosadeotra parte, ni ellomismo penetra enotro, invisible y en gene-ral inaccesible a los sentidos, aquello que le toca contemplar a lainteleccin(noesis) . Losegundoeshomnimoy similara esto,pero es sensible, generado, siempre en movimiento, surgiendo enalgn lugar (topos)para luego desaparecer deah. Adems existesiempreuntercer gnero, el del espacio(khora), queno cabedestruir, y brinda sitio(hedra) a todo cuantotiene devenir, cap-tando el mismo por cierto cuasi-raciocinio[logismos nothos: lite-ralmente"razonamient obastardo"] sinsensacin, difcilmenteobjetode creencia. Puestaenl lamiradasoamosydecimosque todo10 quees estnecesariamenteenalgnlugar yocupaalgn espacio, y que10 que noest en la tierra o enalguna parteen el cielo no es nada. A causa de esta ensoacin no somos capa-ces dediscernir despiertos todas estas cosas y otras afines a ellas,incluso concernientes a la naturaleza que existe verdaderamente,fuerade todosueo, ydecirlaverdad; asaber quelaimagen,puesto que ni siquiera le pertenece aquello en virtud delo cualha llegadoaexistir, noessino el fantasmaambulantede algodistintode ella, ydebeporestoser generadasiempreen otracosa, as adhiriendocomosea alaexistencia(ousia), onoser52nada enabsoluto; 10 realmente ente (to ontoson), encambio, tie-ne el apoyo deldiscurso exacto y verdadero, segn el cual, si doscosas son diferentes, no puede nunca ocurrir que una sea genera-daen la otra, de modo que lleguen a ser una y la misma cosa y a.la vezdos.ARISTOTELES(384-322 a. C.)1. Curso de Fsica (selecciones)Libro11Captulo1 (completo)De los entes, unos son por naturaleza, otros por otras causas; pornaturaleza, los animales y suspartes, y las plantas, y loscuerpossimples, como tierra y fuego y aire yagua, pues stas y otras cosasporel estilosonlas quedecimosquesonpornaturaleza. Perotodas las cosasmencionadas se muestran como diferentesde lascosas no constituidas por naturaleza. Pues todas las cosas que sonpor naturaleza aparecen poseyendo en s mismas unprincipio demovimiento y reposo, unasconrespectoal lugar; otras, conres-pectoal crecimientoydecrecimiento;otras, con respectoalaalteracin. Encambioel lechoylatnicaocualquiercosa deeste gnero, en tanto quecaebajo la denominacin respectiva yen lamedidaenque esunproductodel arte, noposeeningunatendenciacongnita(emphytos) al cambio, sinosloencuantoadems ocurre (symbebeken) que es de piedra o de tierra o de unamezcla detales cosas, y sloenesa medida; siendo la naturalezaunprincipioycausademovimientoyreposoenaquelloenlocual est presente directamente, en virtud de su propio ser[hath 'auto) yno de 10 que ocurre que es por aadidura (katasymbebekos) .Digo"y node10 queocurrequeesporaadidura", porquepodra suceder quealguien, siendo mdico,fuesela causadesupropiasalud; sinembargo, noesenvirtuddequeestsanandoque domina la medicina, sinoqueocurre quela misma personaesel mdicoyel paciente;yaqueambascondicionespueden53darseseparadas. Similar es elcasodelas otras cosasfabricadas;ninguna de ellas posee en si misma el principio de su fabricacin,sino que unaslo tienen enotrascosas y fuerade ellas, como unacasa y cada unadelas cosasmanufacturadas; otras lotienenenellas, pero no en virtud de lo que propiamente son, a saber, aqu e-llas que ocurre que pueden ser causa para ellas mismas.Naturalezaes, pues, loqueseha dicho; poseennaturalezacuantascosasposeenunprincipiotal. Ytodoesoessustancia(ousia);pues es algo subyacente (hypokeimenon gar ti) , y la natu-raleza reside siempre en un sustrato. Son "conforme a naturaleza"[kata physin) estascosas y aquellas que les pertenecen envirtuddesupropio ser, comopertenece al fuegomo versehaciaarriba;puesestonoes naturalezani poseenaturaleza, sinoqueespornaturaleza y conforme a naturaleza.Se hadicho,pues, qu es la naturaleza y qu es lo que es pornaturaleza y conforme a naturaleza. Que la naturaleza existe se-ra ridculo intentar demostrarlo(deiknynai) , pues es manifiestoque muchas de las cosas existentes son tales. Ahora bien, demos-trarlascosasmanifiestasporlasocultases propiodequiennosabe distinguir entre lo que es por s mismo conocido y 10 que nolo es. Esto puede ocurrir, como es obvio:hay ciegos de nacimien-toquerazonansobrecolores; peroal proceder as sediscurrenicamente sobre nombres, sin entender (noein) nada.Lespareceaalgunosquelanaturalezay lasustanciadelascosas que son por naturaleza es aquello inmediatamente presenteencada cosa, quees por s mismoinforme; as lanaturaleza dellecho serala madera, la dela estatua, el bronce.Prueba deello,diceAntifonte, esquesi alguienentierrauna camay lapodre-dumbre tiene la virtud deproducir un brote, loque surge noescama sino madera; demodo que la disposicin convencional y elarte le pertenecen slo por aadidura, pero la sustancia es aquelloque persiste continuamente tambin cuando sufre ese tratamien-to. Y si a cadauna deestas cosas le pasa lo mismo con respecto aotra(comoal bronce y al ororespectoal agua, a loshuesos y lamadera respecto a la tierra, etc.),entonces stas son la naturalezay la sustancia de aqullas. Por esto unos dicen que el fuego, otrosquelatierrao el aireo el aguaoalgunas deestas cosasotodasellas sonla naturaleza de los entes. Eso que alguno de ellos adop-ta como tal-sea uno o mltiple- dicen que es la sustancia total, y54que todaslas dems cosassonafecciones, condiciones y disposi-ciones suyas[pathe, hexeis, diatheseis) . Y cada una de aquellas co-sasseraeterna(puesnohaycambioporel cual salgandes),pero las dems cosas naceran y pereceran infinitas veces. En un sentido pues se llama naturaleza a la materia inmedia-tamentesubyacenteacadaunade lascosas queposeenensmismas unprincipio demovimiento y decambio; enotro senti-dosellamanaturalezaalafigura (morphe) ylaforma (eidos)ajustada a la definicin(lagos). Como se llama arte (tekhne) alaconforme al arte y 10 artstico, as se llama naturaleza a 10 confor-mea naturaleza y a lo natural. Y enelprimer casonodiramosquealgoposeenada conformeal artenique esarte, si slopo-tencialmente es unlecho y noposee an la forma del lecho;astampoco cuando se trata de las cosas constituidas por naturaleza,10 que es carne o hueso enpotencia noposee an sunaturalezapropia, ni es por naturaleza mientras noasuma la forma ajustadaa ladefinicin, queenunciamosaldefinirques lacarneoelhueso. Demodo que, enotro sentido, lanaturalezaseria, enlascosas que poseen en s mismas principios de movimiento, la figu-ra y la forma, inseparable excepto discursi vamente (kataton lagon).El compuesto deambas[materia y forma] noes naturaleza,sinopor naturaleza, como por ejemplo el hombre. Y esta ltima[la forma] esms naturalezaquelamateria; puescadacosasediceque es 10 que es cuando es enacto, msbien que cuando esenpotencia.Adems, el hombrenacedel hombre, peronoel lechodellecho; por lo cual dicen tambin que la naturaleza no es la figura,sinola madera, ya que, si brota, surgir madera y nolecho. Pero,aunque esto es naturaleza, tambin la figuraes naturaleza, puesnace el hombre del hombre.Adems, lanaturaleza (physis) consideradacomoproceso(genesis) es unava hacia lanaturaleza. No, por cierto, como seconsideraa la medicacin comounava, nohacia lamedicina,sinohacialasalud; enefecto, esnecesarioquelamedicacinprocedadesde lamedicinayno haciaella . Pero noes stalarelacin que el proceso natural(physis) tiene con la naturaleza(physis) ; sino que 10que se desarrolla naturalmente [tophyomenon) vade algohaciaalgoen tantoquesedesarrolla(phyetai) .Sedesarrollapueshaciaalgo;quenoesaquellode55donde viene sinoaquello hacia donde va. Entonces, la naturale-za es la forma(morphe).Perolaformaylanaturalezaseconcibenen dos sentidos;puesto que tambin la privacin es forma (eidos) en cierto modo.Ms adelante deberemos examinar si en la gnesis absoluta tam-bin hayprivacin y contrariedad, o no.Captulo 2(seleccin:hasta194"27)Habiendo determinado ya encuntos sentidos se habla de natu-raleza, esprecisoconsiderar enqusedistingueel matemticodel fsico; ya que los cuerpos naturales poseen superficies y sli-dos y longitudes y puntos, que el matemtico estudia. Adems, silaastronomaesdistintade lafsica ounapartedeella; seraabsurdo, enefecto, que correspondiese al fsico conocer qu sonel solylaluna, ynoningunodesusatributosesenciales, sobretodo si los fsicosaparecen discurriendo tambin sobre la figura(skhema)de la luna y del sol, y sobre si la tierra y el mundo son ono esfricos. Sobre estas cosas trata tambin el matemtico, perono encuanto cada una es el limite de un cuerpo natural, ni estu-dialos atributos encuanto pertenecen a tales entes. Por esto, se-para; pues son objetos intelectualmente separables del movimien-to, y separarlos noimporta, ni dalugar a error.Los partidarios delas ideas hacen lo mismo sin darse cuenta:puesseparanlascosas naturales, aunquesonmenosseparablesque las cosas matemticas. Esto se pondr en evidencia si se ensa-ya enunciar las definiciones de los dosgneros, delas cosasmis-masy desus atributos. Lo impar y lo par y lo recto y lo curvo ytambinel nmeroylalneaylafigura sernajenosal movi-miento, peronolacarneyel huesoyel hombre, loscualesseconcibencomolanarizroma, ynocomolocurvo. Tambinloevidencian las ramas ms fsicas delas matemticas, como la p-tica, laarmnica y laastronoma, cuyadisposicinesenciertomodo inversa a la de la geometra. La geometra, enefecto, estu-dialalneafsica, peronocomofsica; laptica, encambio, lalnea matemtica, pero nocomo matemtica, sinocomo fsica.Puesto que la naturaleza es doble, la forma y la materia, hayque examinarla del mismo modo como si estudisemos qu es loromo. Tales cosas ni son sin materia, ni se las considera slobajoel respecto material.56A propsito de esto cabe preguntar, puesto que hay dos natu-ralezas, culdeellases el temapropiodel fsico. Oeselcom-puesto deambas?Perosi estudia el compuesto, tambin estudiaacadauna. Es propiodelamismadisciplinaodedisciplinasdjferentes estudiar a cada una?Aquiendirijasuatencinalosantiguosleparecerqueeltemapropiodel fsicoes lamateria; en efecto, EmpdoclesyDemcrito apenas si han tocado la forma(eidos) y la esencia (totien einai) . Perosi el arte imitaa la naturaleza y es propio delamisma disciplina conocer la forma y hasta cierto punto la mate-ria(como es propio